Final del primer mandato de CAP, Jaime Lusinchi y la bonanza petrolera La bonanza petrolera es un conjunto de sucesos ocurridos dentro de una nación exportadora de petróleo durante el aumento de los precios del mismo. Generalmente este proceso es de corta duración y trae enormes beneficios para la economía del país donde sucede, trayendo capital e inversiones y generando enormes entradas de dinero al tesoro nacional. Venezuela no fue la excepción durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, que se vio favorecido por el alza de los precios del crudo a raíz de la primera crisis del petróleo, en la que los países árabes miembros de la OPEP y Siria, Egipto e Irán deciden no exportar petróleo a Estados Unidos y sus aliados de Europa Occidental, por haber apoyado a Israel durante la Guerra del Yom Kippur contra Siria y Egipto. El aumento de los precios del petróleo le permitió a Venezuela percibir ingresos que nunca había imaginado ni tenido, por lo que Carlos Andrés Pérez inicia un período de grandes inversiones a largo plazo, sin embargo éstas fueron mayores que los ingresos petroleros por lo que el país termina endeudado y es así como recibe Luis Herrera Campins el poder. Cabe destacar que este último todavía se ve beneficiado por el final de la segunda bonanza petrolera, producto de la revolución iraní y de la Guerra Irán-Irak, lo cual lleva el precio del petróleo a un máximo de 39 dólares por barril, equivalentes a 92.5 dólares de septiembre de 2005. Desde mediados de 1978 hasta 1981 el precio del barril aumento 2.7 veces su valor. A pesar de este gran flujo de dinero que haría pensar que un progreso sostenible de la nación, ocurrió todo lo contrario debido las grandes deudas contraídas y las malas políticas económicas implementadas por el gobierno, el cual se vio en la obligación de privatizar varias empresas del estado para disminuir el gasto público. El aumento descontrolado de la deuda externa acompañado de una inflación insostenible, una fuerte recesión económica y la caída en los precios del petróleo a partir de 1981 trajo como consecuencia el colapso del sistema económico del país que se vio reflejado en la devaluación del bolívar en el llamado “viernes negro” ocurrido el 18 de febrero de 1983. Este fue el día del fin de la bonanza y el inicio de una crisis que aún perdura. El 2 febrero de 1984, toma posesión el nuevo presidente de la republica Jaime Lusinchi (1984-1989), este no corrió con tanta suerte como sus antecesores en el punto de vista petrolero, debido a que los Estados Unidos en respuesta al incremento significativo de los precios, los conflictos y la fragilidad política del Medio Oriente, propiciaron el rápido desarrollo de otras áreas petroleras, como el Mar del Norte, Alaska y el Golfo de México, en consecuencia se redujo la participación de la OPEP en el mercado petrolero. Acompañado de este suceso, Arabia Saudita rompe un acuerdo de la OPEP que buscaba estabilizar los precios de petróleo mundial, estos en 1986 aumentan su producción de 2 millones de barriles diarios a 5 millones de barriles diarios, ocasionando la caída vertiginosa del precio del petróleo que llego a estar por debajo de los 10 dólares por barril a mediados de ese año. Este conjunto de hechos causó estragos en la ya muy debilitada economía nacional, dependiente del petróleo, por lo cual el gobierno se vio en la obligación de recurrir a las reservas internacionales para lograr el financiamiento de las políticas sociales y económicas. Trayendo como consecuencia inmediata la disminución considerable de las reservas internacionales, las cuales llegaron a uno de los puntos más bajos de la historia. En diciembre de 1986 la OPEP intentó un acuerdo con el objetivo de fijar un precio de aproximadamente 18 dólares por barril. En enero de 1987 ese acuerdo se deshizo y los precios se mantuvieron débiles. Carlos Andrés Pérez II, caída de la Unión Soviética y su influencia en Venezuela. La caída de la Unión Soviética no ocurrió de forma inmediata u estrepitosa, sino que ésta se fue desmoronando paulatinamente por diversas causas como el desabastecimiento energético, estancamiento de la producción siderúrgica y petrolera, gran atraso tecnológico con respecto a los países del occidente que se observaba especialmente en materia de telecomunicaciones (para 1990 más de 100.000 pueblos carecían de línea telefónica) y el gran malestar social generalizado que sufría el país. Lo cual llevo al colapso del sistema comunista que se hizo insostenible bajo tales condiciones. Junto con la URSS cayeron a sus vez gran parte de los regímenes comunistas existentes a nivel mundial, destruyendo así momentáneamente lo ideales de Marx y Lenin y mostrando al mundo que este sistema político era de carácter utópico. A raíz de esto crece el dominio político, militar y económico de los EEUU al ver que su gran rival sucumbe y surge lo que es conocido teóricamente como el nuevo orden mundial, término que usaron los presidentes Mikhail Gorbachev y George H. W. Bush para tratar de definir la naturaleza de la posguerra fría y el espíritu de cooperación que se buscaba materializar entre las grandes potencias. Por su parte Venezuela decide afianzar aun más las ya buenas relaciones que mantenía con los EEUU, por lo que aumentan los intercambios comerciales entre ambos países, llegándose a aplicar leyes que disminuían los aranceles de importación con la finalidad de reactivar la economía. A nivel político, los partidos comunistas que se habían formado en Venezuela desde la famosa Revolución Cubana pierden mucha fuerza y simpatizantes debido a que su modelo y plan de país estaba cayéndose a pedazos, ya que si el comunismo no funcionó en un país tan grande y poderoso como la URSS por qué habría de hacerlo aquí. Por otro lado, Venezuela vivía su propia crisis, consecuencia de las malas políticas económicas de todos los gobiernos y de la caída de los precios del crudo en los últimos años, es por ello que CAP implementa un riguroso paquete económico que consistía en un conjunto de leyes que tenían como fin rescatar la economía nacional y disminuir considerablemente el gasto público, es por ello que se venden empresas del estado al sector privado (CANTV), se aumenta la gasolina, se incrementan los precios de servicios públicos, entre otros. Sin embargo esto causó un gran descontento en la población, mayoritariamente en las clases más bajas, lo que origina un estallido social de gran envergadura, en el cual hubo disturbios y saqueos por parte de turbas que iban destruyendo todo lo que conseguían, tanto en Caracas como en las áreas vecinas de Guarenas, Guatire, La Guaira, Catia La Mar y en los Valles del Tuy. El gobierno tuvo que reprimir los disturbios con el ejército en la calle y suspendiendo las garantías constitucionales, dejando un saldo numeroso de muertos. Es lo que se conoce como el "Caracazo". Luego de esto, ocurrieron dos golpes de estado (1992), aunque ambos fueron fallidos. El gobierno de CAP termina poco antes de lo previsto debido a que es enjuiciado y hallado culpable por mal uso de la partida secreta, lo que deriva en su destitución. Cabe destacar que el precio del crudo se reanimó en 1990 con la salida de aproximadamente 5 millones de barriles diarios asociada a la invasión de Kuwait por parte de Irak, mejor conocida como la Guerra del Golfo Pérsico. Después de la guerra, los precios declinaron. En 1994 los precios del crudo en términos constantes tuvieron su nivel más bajo desde 1973. Segundo gobierno de Rafael Caldera, Hugo Chávez y la nueva bonanza petrolera Rafael Caldera (1993-1998), durante este periodo hubo gran variación en los precios del crudo, en 1994 alcanzan uno de sus niveles más bajos debido a la disminución de la demanda. Posteriormente en el año 1995 el ciclo de precios sufrió una reversión moderada; el fuerte crecimiento de la economía norteamericana y de Asia incrementó la demanda de crudo y estimuló un incremento de precios hasta bien entrado 1997. Igualmente hay que destacar la Guerra de Irak y los Estados Unidos en 1996, la cual aleja del mercado petrolero momentáneamente a Irak, uno de los más grandes productores, haciendo que la oferta fuese más escasa y propiciando un aumento en los precios. Esto no logró ayudar al gobierno de Caldera ya que la economía se encontraba en estado crítico, teniendo que recurrir al Fondo Monetario Internacional y a su vez aplicar grandes medidas económicas para intentar frenar la inflación que estaba carcomiendo al país. Durante su gobierno, Caldera inició un proceso de apertura petrolera que muchos catalogaron como el preludio a la privatización del sector; ya que se incentivó la participación del sector privado, nacional e internacional, para la explotación, exploración y refinamiento de petróleo y gas natural. La crisis mundial en los mercados del crudo influyó negativamente en este proceso, ya que la recuperación de los precios llegó a su fin con el impacto de la crisis financiera de Asia. En diciembre de 1997 la OPEP incrementó su producción en diez por ciento, pero la economía asiática había detenido su crecimiento y un número importante de países asiáticos se encontraban en situación crítica, por lo que los precios alcanzan su nivel más bajo desde 1973, cayendo de 17 a 10 dólares por barril. El Presidente Chávez (1998-actualidad) recibe en su peor estado la industria petrolera, principal sustento de nuestro país en los últimos 50 años. A lo largo de 1999, el precio tuvo una recuperación importante por los recortes sucesivos de la oferta que implementó la OPEP y países no-OPEP (especialmente México y Noruega) y la superación de la crisis asiática. El precio se recuperó y en enero del 2000 llegó aproximadamente a 25 dólares por barril. Posteriormente, ataques terroristas de Al Qaeda en los EEUU y a sus aliados, provocó una movilización armada sobre Afganistán (desarme de la red terrorista) e Iraq (búsqueda de armas de destrucción masiva) que permiten que los precios continúen en ascenso. Sin embargo no nos vemos beneficiados inmediatamente por esta subida pues nos encontrábamos en pleno paro petrolero. Todo esto más diversos factores como el huracán Katrina, la caída de Saddam Hussein en Iraq, entre otros facilitó que el precio del petróleo siguiera creciendo a un ritmo muy acelerado hasta 2008 cuando los precios superaron los 140 dólares por barril, lo que nos permitió vivir una nueva bonanza petrolera. Luego como consecuencia de la crisis financiera que comienza en agosto de ese mismo año los precios cayeron a casi 50 dólares por barril, estando en un precio muy bajo hasta el 2010 cuando la economía mundial empezó a recuperarse y el precio se estabilizó alrededor de los 100 dólares por barril. Esta gran bonanza petrolera que gozó el gobierno de Chávez durante alrededor de 5 años no se vio evidenciada de manera impactante en la sociedad, sólo hubo algunas obras de carácter social y misiones que tenían como fin ayudar a los más necesitados, pero de manera superficial pues dichas ayudas no permitieron que este sector de la población lograse salir de la pobreza, lo que más se evidenció fue la corrupción en todos los niveles del gobierno acompañada con un despilfarro indiscriminado de recursos y un mal manejo de las políticas económicas lo cual llevó al país a un retroceso inmediato. La caída repentina de los precios obliga al gobierno a recortar los gastos bruscamente, por lo que las políticas populistas se vieron afectadas. Vale destacar que la crisis económica afectó al país no solo en el ámbito económico, sino también en el aspecto social con una pobreza que aumenta día tras día por la elevada inflación, escasez de productos básicos y una gran crisis energética, producto del mal manejo de los recursos. El país no logró salir de la recesión hasta finales del 2010. Por último, el petróleo destaca como factor fundamental que sustenta y dinamita la economía nacional en sus diversas áreas. Por esta razón el financiamiento del desarrollo económico venezolano está estrechamente relacionado con las fluctuaciones que presente el mercado del crudo y la historia así lo demuestra. Elaborado por: Juan Carlos Da Silva Wilfredo Álvarez Mauro Pérez Paul Méndez