ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA CAPTACION Y RETENCION DE TRABAJADORES EN EL CONTEXTO HIPERINFLACIONARIO ACTUAL HÉCTOR CAICEDO RODRÍGUEZ. ABOGADO USM 1995. LITIGANTE EN LIBRE EJERCICIO DE LA PROFESIÓN CIUDAD BOLÍVAR , JUNIO 2019. “La conclusión no puede ser otra: hay que erradicar la inflación. Entre tanto, la legislación, doctrina y jurisprudencia juegan un papel de amortiguador y alivio, el cual es de la mayor importancia en el mundo jurídico y de consecuencias saludables en el medio social”.1 Tomás Carrillo Batalla. “Consideraciones Generales sobre la inflación, Jurisprudencia, Legislación y Doctrina” en Hildegard Rondón de Sansó (Recopiladora). Efectos de la inflación en el Derecho. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas. 1995. Pág.383. 1 1 SUMARIO: I. LA INFLACION Y SUS EFECTOS PERVERSOS SOBRE LA RELACIÓN DE TRABAJO. ____ 3 II. PROPUESTAS DESDE EL DERECHO DEL TRABAJO PARA LA CAPTACIÓN Y RETENCIÓN DE COLABORADORES. _____________________________________________________ 5 1. Consideraciones fundamentales para el otorgamiento de beneficios laborales. _______ 6 A. B. C. D. E. 2. Especificación del salario en el contrato de trabajo. ___________________________________ 6 La libre estipulación del salario. ____________________________________________________ 7 Noción legal del salario. __________________________________________________________ 8 Salario normal. ________________________________________________________________ 10 Salario base de cálculo de las prestaciones sociales al término de la relación de trabajo. _____ 10 Alternativas para el otorgamiento de beneficios laborales a los trabajadores. _______ 11 A. 1. 2. 3. B. 1. 2. C. 1. 2. 3. 4. Propuestas con carácter salarial. _________________________________________________ Pago del salario en divisas. ____________________________________________________ Otorgamiento de bonificaciones en forma periódica. _______________________________ Pago total del salario en supuestos concretos de suspensión de la relación de trabajo. ____ Propuestas de incrementos de remuneración sin impacto en las prestaciones sociales. ____ Beneficios sociales de carácter no remunerativo. _________________________________ a''. Servicios de los centros de educación inicial. ___________________________________ b''. Beneficio de alimentación. __________________________________________________ c''. Reintegro de gastos médicos, farmacéuticos y odontológicos. _____________________ d''. Provisiones de ropa de trabajo. ______________________________________________ e''. Provisiones de útiles escolares y de juguetes. ___________________________________ f''. Becas, cursos de capacitación, formación o especialización. _______________________ g''. Pago de gastos funerarios. __________________________________________________ Subsidios y facilidades. _______________________________________________________ a''. Préstamos para la adquisición de bienes. ______________________________________ b''. Asignación de teléfono celular. ______________________________________________ c''. Pago de arrendamiento de vivienda. __________________________________________ d''. Provisión de transporte. ____________________________________________________ e''. Descuentos o facilidades para la adquisición de insumos de la empresa. _____________ Propuestas de prestaciones sociales y beneficios laborales convencionales.______________ Régimen convencional de prestaciones sociales.___________________________________ Anticipos a cuenta del cálculo de prestaciones sociales. _____________________________ Régimen vacacional contractual. _______________________________________________ Contratos “Paquetes”. ________________________________________________________ 11 11 15 17 18 19 20 21 27 29 30 31 32 32 34 35 35 36 37 38 38 40 42 43 III. REFLEXIONES FINALES. ________________________________________________ 44 2 I. LA INFLACION Y SUS EFECTOS PERVERSOS SOBRE LA RELACIÓN DE TRABAJO. La inflación es un problema que llega a Venezuela a partir del boom petrolero de 1973, a partir de cuyo momento se inició una nueva dinámica monetaria, fiscal, cambiaria, financiera y comercial, evidenciada en valores fuertemente expansivos, de las variables nominales y circulatorias mencionadas, mientras la economía real, de producción e inversión, se rezagaba con respecto a aquellos movimientos; la cual se agrava con la crisis de la balanza de pago de 1982, repitiéndose de nuevo con la crisis de la balanza de pago de 1989 y la de 1994.2 Tal situación ha empeorado en el curso de los últimos años, en los que las alteraciones en el ritmo de los precios han sido la característica en el mercado interno, cuyas alzas son tan rutinarias y diarias que alcanzan niveles de hiperinflación, nunca antes presentados en el país3, los cuales ya san sido reconocidos de manera oficial, aunque tardíamente, por el propio Banco Central de Venezuela (BCV)4 -ente este que por acción y omisión ha incumplido con el objetivo fundamental de lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria que le asigna el artículo 318 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)5-; e incluso por el Poder Sobre las causas y origen de la inflación en el país, puede verse a Domingo Maza Zavala. “El fenómeno inflacionario en la economía venezolana” en HILDEGARD RONDÓN DE SANSÓ (Recopiladora). Efectos de la inflación en el Derecho. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas. 1995. Págs.21-33. 3 Como muestra de la hiperinflación que azota a Venezuela, puede consultarse la prensa digital del miércoles 9 de enero de 2019, en la que se recoge que la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional informó que la inflación registrada al cierre de diciembre de 2018 fue de 141,75%, lo que implica que los precios subieron 3% cada día. Esto da como resultado que la inflación acumulada durante 2018 fue de 1.698.488,2%, en promedio, 130,4% cada mes. Al ritmo de la inflación de diciembre de 2018, los precios se duplican cada 25 días en Venezuela. Véase al respecto las siguientes notas periodísticas: http://efectococuyo.com/principales/inflacion-de-2018-cerro-en-1-698-488-segun-la-asamblea-nacional/, y http://www.eluniversal.com/economia/30108/la-inflacion-de-diciembre-fue-1418-abriendo-2019-en-1698488, consultados el 15/01/2019. 4 Luego de más de tres (3) años de opacidad, silencio y ocultamiento de cifras oficiales sobre los indicadores económicos del país, finalmente, el BCV, el día 28 de mayo de 2019, hizo del conocimiento público esa información, a través de nuevas publicaciones en su portal web -http://www.bcv.org.ve/-. En orden cronológico decreciente, los datos publicados por dicho ente revelan que la inflación, en el año 2018, alcanzó una cifra record de 130.060%, siendo la más alta de esa categoría en la historia reciente del país; en 2017 se ubicó en 862,6%; en 2016 en 274,4%; y en 2015 en 180,9% . 5 Actualmente publicada, junto con la Enmienda Nro.1, en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela (GORBV) Nro.5.908 Extraordinario de fecha 19 de febrero de 2009. 2 3 Judicial, en cabeza de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia (SCC-TSJ)6. Por tanto, los venezolanos debemos enfrentar la realidad de que la inflación se ha incorporado en nuestra economía y no será fácil erradicarla en el corto y el mediano plazo, o al menos, no con el actual modelo económico que sigue el Ejecutivo Nacional, cuyos programas, anclados en ideas del pasado y con muestras de evidentes fracasos en otras latitudes, no atacan realmente las causas de este perverso mal, al destacarse por implementar controles sobre los centros de producción, de precios, cambiarios; aumentos compulsivos de cargas laborales y fiscales y una constante emisión de dinero inorgánico. Así, en medio de esta vorágine hiperinflacionaria que actualmente azota al país, aunado al bajo poder de intercambio comercial de nuestro cono monetario, el poder adquisitivo de todos en Venezuela, particularmente el de los trabajadores asalariados, ha resultado pulverizado; y ello influye negativa y drásticamente en el sistema actual de prestaciones sociales, que ha sido desnaturalizado. Dicho régimen, que ha sido establecido como un ahorro forzoso que debía servir como garantía contra la desocupación y que auxilie del trabajador cuando quedare cesante en su empleo, se ha pervertido por ser práctica común que los trabajadores subordinados pidan adelantos de sus beneficios laborales (utilidades o aguinaldos, vacaciones, bono vacacional, prestaciones) con una alta frecuencia, diferente a lo previsto en su marco regulatorio, para satisfacer, ya no emergencias o imprevistos, sino sus meras necesidades de alimentación diaria. A lo anterior se agrega que con una inflación tan alta como la que tenemos en el país en estos tiempos, no es económicamente atractivo, ni tiene sentido alguno para los colaboradores –ni para nadie- disponer de los fondos depositados por Véase Sentencia de la SCC-TSJ Nro.517 del 08 de noviembre de 2018, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scc/noviembre/302255-RC.000517-81118-2018-17-619.HTML, consultada el 15/01/2019, en la que se afirmó, entre otras perlas, que: “Ahora bien, en el presente económico de la República Bolivariana de Venezuela, es un hecho público notorio comunicacional, la GUERRA ECONÓMICA a que está sometido el pueblo venezolano, y su influencia en el aumento del costo de los bienes y servicios Y LA INFLUENCIA DEL FENÓMENO INFLACIONARIO en el valor real y verdadero de la moneda y su valor representativo como poder adquisitivo para adquirir bienes y servicios, con la influencia negativa y cabalgante del aumento de valor de las divisas extranjeras de común mercado en referencia al bolívar, lo que hace aumentar de forma irresponsable el valor de los bienes, servicios e insumos, ya sean de primera necesidad o no”. (Destacados en el texto citado). 6 4 concepto de prestaciones sociales en la contabilidad de la empresa o en el fideicomiso creado a tal efecto, para el momento de la extinción de la relación de trabajo, para cuyo momento habrá perdido un inmenso poder de compra, por ser nuestra moneda víctima de una alta inflación y con muy frecuentes devaluaciones, casi diarias, donde el valor real de sus haberes se deprecia aceleradamente. A su vez, ese desgarrador panorama laboral –sumado a otros factores sociales y personales-, sin duda, que ha impactado considerablemente en un fenómeno desconocido en nuestro país en su pasado reciente, como lo es, la emigración de personal calificado venezolano a otras naciones en busca de mejores condiciones de vida. II. PROPUESTAS DESDE EL DERECHO DEL TRABAJO PARA LA CAPTACIÓN Y RETENCIÓN DE COLABORADORES. Obviamente que el Derecho no podía resultar ileso frente a la pérdida del valor real de la moneda, cuyas garras alcanzan a todo nivel de la sociedad, ni –mucho menos- permanecer inerte ante ese y los demás devastadores efectos de la inflación7, por lo que en su condición de ciencia que “es expresión de la innovación humana y, como tal, susceptible de evolucionar según se lo imponga la realidad”8, le ha correspondido adaptar sus viejas instituciones, o crear otras nuevas, para, en cumplimiento de su rol regulador de los hechos y situaciones jurídicas y de las transformaciones de las que estos son objeto, ofrecer respuestas apropiadas a los retos que ha supuesto afrontar el drama de la inflación en el campo jurídico. En particular, al Derecho del Trabajo le corresponde asumir ese papel protagónico de procurar aportar soluciones frente a las nocivas consecuencias de la inflación sobre la relación de trabajo, como sería, entre otras, la búsqueda de mecanismos de captación de colaboradores –y su subsiguiente retención-, con 7 Algunos de los efectos de la inflación como enfermedad perturbadora del buen y normal funcionamiento de las sociedades, puede verse en Tomás Carrillo Batalla. “Consideraciones Generales sobre la inflación, Jurisprudencia, Legislación y Doctrina” en Hildegard Rondón de Sansó (Recopiladora). Efectos de la inflación en el Derecho. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas. 1995. Págs.379-383. 8 Cfr. Juan Cristóbal Carmona Borjas. Múltiples caras de los criptoactivos. Especial referencia al Petro. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas. 2018. Pág.18. 5 miras a tratar mantenerlos vinculados en el proceso económico de producción en el país, o que, por lo menos, no sea la parte económica el factor determinante de su salida forzada a otros países. Ello nos ha llevado a reflexionar sobre algunas de las ventajas e incrementos económicos que se le pueden otorgar a los prestadores de servicios subordinados, de forma tal que se permita a los patronos remunerar más eficientemente a sus trabajadores, teniendo en cuenta que, por un lado, la principal preocupación de los colaboradores en estos tiempos es procurar su sustento diario y el elevar el nivel económico de su grupo familiar, mientras que, por el otro, en lo que a los empleadores concierne, se ha de considerar la carga económica que para ellos supone la incidencia que el otorgamiento de tales ventajas e incrementos tendría en el resto de los derechos laborales que corresponde a los laborantes con ocasión de la vigencia y extinción de la relación laboral. 1. Consideraciones fundamentales para el otorgamiento de beneficios laborales. Al momento en que los empleadores decidan implementar el otorgamiento a sus colaboradores de alternativas remunerativas por la prestación de sus servicios, es recomendable que consideren en relación a los siguientes aspectos laborales: A. Especificación del salario en el contrato de trabajo. Conforme a lo establecido en el artículo 55 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT)9: “El contrato de trabajo, es aquel mediante el cual se establecen las condiciones en las que una persona presta sus servicios en el proceso social de trabajo bajo dependencia, a cambio de un salario justo, equitativo y conforme a las disposiciones de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y esta Ley”. 9 Publicado en la GORBV Nro.6.076 Extraordinario de fecha 07 de mayo de 2012 . 6 La elaboración del contrato de trabajo, preferentemente por escrito, resulta de alta importancia para la gestión de las relaciones laborales, no sólo porque la falta del mismo no constituye óbice para que “pueda probarse la existencia de la relación de trabajo en caso de celebrarse en forma oral ”, sino más bien por las imprevistas consecuencias para el empleador que podrían generarse con ocasión de la eventual aplicación de la presunción legal establecida en el artículo 58 de la LOTTT, a tenor de la cual: “Cuando esté probada la relación de trabajo y no exista contrato escrito, se presumen ciertas, hasta prueba en contrario, todas las afirmaciones realizadas por el trabajador o trabajadora sobre su contenido”. Así, entre esas afirmaciones que podría realizar el trabajador sobre el contenido del contrato de trabajo -y que en caso de inexistencia de, al menos, un ejemplar escrito del mismo habrían de tenerse por ciertas, hasta prueba en contrario del empleador-, se encuentran, precisamente, las relativas al salario y demás beneficios laborales percibidos, por ser estos elementos parte integrante de las especificaciones concretas que deben estar señaladas en dicho instrumento, según lo ordenado por el artículo 59.9 de la LOTTT. B. La libre estipulación del salario. Uno de los principios cardinales sobre la regulación de la figura del salario en nuestro país, lo es el de su libre estipulación entre trabajador y empleador, y se encuentra consagrado en el artículo 99 la LOTTT, conforme al cual: “El salario se estipulará libremente garantizando la justa distribución de la riqueza. En ningún caso será inferior al salario mínimo fijado por el Ejecutivo Nacional, conforme a la Ley”. Más allá de la incomprensible mención que allí se hace en torno a que se hará “garantizando la justa distribución de la riqueza”10, la norma legal antes transcrita 10 Tal expresión ha sido incorporada por vez primera en nuestra legislación con ocasión de la entrada en vigencia de la LOTTT, y a ella también alude el artículo 100 de dicho texto legal, al disponer que para fijar el monto del salario se tendrá en cuenta, entre otros aspectos, a la “justa distribución de la riqueza como el reconocimiento del mayor valor del trabajo frente al capital”. 7 otorga amplia libertad a las partes del contrato laboral para la estipulación del salario, en cualquiera de las modalidades previstas en la LOTTT, a saber: a.- Por unidad de tiempo: cuando se toma en cuenta el trabajo que se realiza en un determinado lapso, sin usar como medida el resultado del mismo. Es el que se fija por períodos, como horas, diario, quincenal, mensual. (Art.113 LOTTT); b.- Por unidad de obra, por pieza o a destajo: cuando se toma en cuenta la obra realizada por el trabajador, sin usar como medida el tiempo empleado para ejecutarla. Es el que se determina, por ejemplo, a razón de piezas cortadas, bloques de cemento elaborados, metro cuadrado de cerámica instalado, etc. (Art.114 LOTTT); c.- Por tarea: cuando se toma en cuenta la duración del trabajo, pero con la obligación de dar un rendimiento determinado dentro de la jornada. Se establece, verbigracia, con base en una pared pintada por cada 8 horas de trabajo (Art.115 LOTTT); y d.- Por comisión: El caso típico de esta modalidad de salario es el fijado a razón de porcentajes sobre las ventas, cobranzas, despachos, entregas, etc. La apuntada libre estipulación del salario entre los contratantes, sin embargo, está sometida a una doble limitación legal: En primer lugar, según el mismo artículo 99 de la LOTTT, el salario fijado por las partes del contrato de trabajo en “ningún caso será inferior al salario mínimo fijado por el Ejecutivo Nacional”; y en segundo término, aquél salario debe respetar el principio o regla de “igual salario a igual trabajo” a que alude el artículo 109 de la LOTTT, según el cual: “A trabajo igual, desempeñado en puesto de trabajo, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual. A estos fines se tendrá presente la capacidad del trabajador o trabajadora con relación a la clase de trabajo que ejecuta. C. Noción legal del salario. El artículo 104 de la LOTTT contiene una definición amplia de la figura del salario, al entender como tal “la remuneración, provecho o ventaja, cualquiera fuere su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en moneda de curso legal, que corresponda al trabajador o trabajadora por la prestación de su servicio ”, de modo que la misma comprende toda remuneración que corresponda al trabajador por la 8 prestación de sus servicios, independientemente de la forma en que haya sido convenida o determinada; y con carácter simplemente enunciativo y no limitativo, según el señalado precepto legal, se consideran salario “las comisiones, primas, gratificaciones, participación en los beneficios o utilidades, sobresueldos, bono vacacional, así como recargos por días feriados, horas extraordinarias o trabajo nocturno, alimentación y vivienda”. Por tanto, más allá de que aparezca mencionada o no en el texto del artículo 104 de la LOTTT, la calificación jurídica de la naturaleza salarial de determinada percepción del trabajador depende, fundamentalmente, de que la misma sea una retribución por los servicios prestados por el trabajador. Tal retribución por los servicios prestados por el trabajador es el atributo central del concepto de salario, lo que lo define universalmente, y se le conoce con el nombre de elemento de conmutatividad, en tanto que expresa cabalmente el sentido de la relación entre los miembros de la relación de trabajo, y sobre el cual se ha afirmado que: “Conmutatividad es la forma substantiva del verbo conmutar (de “con” y “mutare” = cambiar), que significa trocar, cambiar una cosa por otra o en otra: se cambia la prestación del servicio por la retribución”11. Además de la conmutatividad, un sector de la doctrina coincide en atribuir al salario otros elementos fundamentales que permitirían perfilar su naturaleza, entre las cuales destacan las siguientes: a.) Proporcionalidad, según el cual la retribución debe ser adecuada al esfuerzo o rendimiento individual del trabajador; b.) Periodicidad, que presupone que su pago debe hacerse en lapsos determinados y fijos; c.) Seguridad y certeza, que implica que la asignación ha de estar desprovista, al menos parcialmente, en una porción básica, de álea, esto es, que ha de ser segura, no sujeta a ninguna contingencia que pueda afectar la existencia de la retribución y su exigibilidad inmediata; d.) Disponibilidad, en virtud del cual, al ingresar al patrimonio del trabajador, este puede disponer libremente de la retribución, sin obligación de rendición de cuentas al patrono sobre su destino; y e.) Individualidad, que impone al patrono la obligación de Cfr. Juan F. Porras Rengel y Juan David Porras Santana. Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento. Manual Práctico Ampliado Totalmente Actualizado. Tomo I. Ediciones Jurisprudencia del Trabajo. Caracas. 2002. Pág.221. 11 9 pagar la retribución directamente al trabajador o a la persona que el autorice expresamente, y que es expresión de la índole bilateral e intuitu personae del contrato de trabajo12; cualidades estas que otra doctrina calificada designa no como atributos propios del salario, sino como derivaciones naturales de los caracteres de conmutatividad, onerosidad y tracto sucesivo del contrato de trabajo del cual el salario se origina, así como de su carácter alimentario, o de fundamento del sustento diario del trabajador y de su familia13. D. Salario normal. El mencionado artículo 104 de la LOTTT, a su vez, refiere a la expresión “salario normal”, que describe como “la remuneración devengada por el trabajador o trabajadora en forma regular y permanente por la prestación de su servicio”; de la que quedan excluidas “las percepciones de carácter accidental, las derivadas de la prestaciones sociales y las que esta Ley considere que no tienen carácter salarial ”, y para cuya estimación “ninguno de los conceptos que lo conforman producirá efectos sobre sí mismo”. Dicha noción legal de “salario normal” no alude a una especie concreta de salario, como las anteriormente mencionadas, sino a la remuneración que sirve de base de cálculo de lo que pueda corresponder al trabajador por concepto de descanso semanal, feriados, horas extras, trabajo nocturno, vacaciones y bono vacacional. E. Salario base de cálculo de las prestaciones sociales al término de la relación de trabajo. Conforme a lo dispuesto en el artículo 122 de la LOTTT, el salario base para el cálculo de lo que corresponda al trabajador por concepto de prestaciones sociales, y de indemnizaciones por motivo de la terminación de la relación de trabajo, será el último salario devengado, para el caso que devenguen salario fijo; mientras que para los que perciban salario variable, será el promedio del salario devengado Cfr. Juan F. Porras Rengel y Juan David Porras Santana. Ob. Cit. Págs.222-225. Cfr. Rafael J. Alfonzo-Guzmán. Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo. Editorial Melvin, C.A. Décimo Segunda Edición. Caracas. 2001. Pags.174-175. 12 13 10 durante los seis meses inmediatamente anteriores, calculado, en uno y otro caso, de manera que integre todos los conceptos salariales percibidos por el trabajador. El salario en cuestión, además de los beneficios devengados, incluye la alícuota de lo que le corresponde percibir por bono vacacional y por utilidades; o cuando estás ultimas no correspondan, se incluirá la alícuota correspondiente a la bonificación de fin de año como parte del salario. 2. Alternativas para el otorgamiento de beneficios laborales a los trabajadores. A. Propuestas con carácter salarial. Expuesto lo anterior, a continuación se presentan varias fórmulas prácticas de retribución a los trabajadores por la prestación de sus servicios, con noción salarial, y por ende, con impacto en sus prestaciones sociales y demás beneficios laborales. 1. Pago del salario en divisas. Es un uso común en el mercado pagar salarios total o parcialmente en divisas, así como los beneficios laborales de los trabajadores y ello constituye una de las mejores alternativas de retención de personal. Entre los beneficios laborales que suelen pagarse en divisas, además del salario, está el bono vacacional, las utilidades, las prestaciones sociales y las bonificaciones. El artículo 91 de la CRBV, estipula –en su parte relevante– que el salario se paga en moneda de curso legal; a partir de lo cual, a primera vista, podría pensarse que el salario en Venezuela solo puede ser pagado en bolívares, por cuanto esa es la moneda de curso legal de Venezuela, según lo indica el artículo 318 de la Carta Magna, de donde se seguiría que, de ser aquella la interpretación correcta, los pagos del salario y beneficios laborales en monedas extranjeras – divisas– por parte del patrono a cualquiera de sus trabajadores, sería inconstitucional. 11 No obstante lo anterior, en nuestro criterio la intención del artículo 91 de la CRBV no es la de obligar que el salario deba ser pagado única y exclusivamente en bolívares –por contraposición a divisas–, sino la de establecer que el salario debe ser pagado en dinero efectivo –por contraposición a en especie– salvo en ciertas circunstancias admitidas por la legislación laboral venezolana. Esta posición está reforzada por el artículo 123 de la LOTTT, el cual señala que el salario debe ser pagado en moneda de curso legal o, basados en un acuerdo entre el patrono y el trabajador respectivo, mediante cheque bancario o por órgano de una institución bancaria o una entidad de ahorro y préstamo, y adicionalmente señala que el pago del salario en mercancías, vales, fichas o cualquier otro signo representativo con que quiera sustituirse la moneda, no está permitido. En este sentido, es conveniente revisar la normativa legal sobre las obligaciones en divisas, regidas por el artículo 128 de la Ley del Banco Central de Venezuela (LBCV)14, según el cual: “Los pagos estipulados en monedas extranjeras se cancelan, salvo convención especial, con la entrega de lo equivalente en moneda de curso legal, al tipo de cambio corriente en el lugar de la fecha de pago” Dicho precepto legal reconoce que las obligaciones en moneda extranjera son válidas en Venezuela, y que las mismas son, en principio y salvo pacto contrario expreso, del tipo conocido como obligaciones alternativas, es decir, que se pagan entregando lo adeudado en divisas o en su equivalente en moneda de curso legal al tipo de cambio del lugar en la fecha de pago. Además, debe tenerse en cuenta que a partir del 02 de agosto de 2018, se estableció la derogatoria del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Régimen Cambiario y sus Ilícitos; y del artículo 138 de la LBCV en lo que concierne exclusivamente al ilícito referido a la actividad de negociación y comercio de divisas en el país.15 14 Publicada en la GORBV Nro.6.211 Extraordinario de fecha 30 de diciembre de 2015 . Véase Decreto Constituyente de fecha 02 de agosto de 2018, dictado por la Asamblea Nacional Constituyente, mediante el cual se establece la derogatoria del Régimen Cambiario y sus Ilícitos, publicado en la GORBV Nro.41.452 de fecha 08 de agosto de 2018. 15 12 A todo lo anterior cabría agregar que existen casos en que la SCS-TSJ, luego de constatar que el trabajador, durante la vigencia de la relación de trabajo, devengase un salario mixto, es decir, una parte fija cancelada en bolívares y otra parte variable que era pagada en divisas (dólares estadounidenses) ha establecido que tal porción en moneda extranjera formaban parte de su salario normal y como consecuencia de ello, debe tomarse en consideración a los efectos del cálculo de sus prestaciones sociales y demás conceptos laborales, ordenando entonces que el pago de las diferencias correspondientes a la parte variable devengada en divisas, “deberá convertirse en bolívares a los efectos de cuantificar la diferencia de estos conceptos, tomando como referencia el “valor de cambio oficial conforme a la tasa del Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (DICOM) que fije el Banco Central de Venezuela”, para el momento en que se realice el pago efectivo, todo ello de conformidad a lo previsto en el artículo 128 de la Ley Orgánica del Banco Central de Venezuela, en concordancia a lo establecido en la sentencia dictada por la Sala Constitucional identificada con el N° 1.641 de fecha 2 de noviembre de 2011, en el recurso de revisión interpuesto por la empresa MOTORES VENEZOLANOS, C.A. (MOTORVENCA) y la sentencia N° 756 dictada por la Sala de Casación Social en fecha 17 de octubre de 2018, (caso: Alí Irani contra Sherkate Beinulmelali E Khanesazi Iranian,(Iranian International Housing Company, C.A)”.16 Así las cosas, no tenemos dudas de que el pago del salario, total o parcial, en moneda extranjera, resulta válido y ajustado a derecho, con plenos efectos sobre los restantes beneficios laborales devengados por el trabajador, y que el mismo se puede hacer: i. mediante la conversión directa del salario en moneda local a divisas, conservándose enteramente la denominación del salario en moneda local, esto es, fijando la moneda extranjera como moneda de cuenta; o ii. la denominación del salario en divisas directamente, es decir, estableciéndola como moneda de pago, siendo las partes de la relación laboral, patrono y trabajador, quienes escogerán el método que mejor prefieran para el pago de las obligaciones en divisas. Debe tenerse en cuenta que, a efectos de la contabilidad, el patrono debe registrar las prestaciones sociales en bolívares, por disposición expresa del 16 Véase Sentencia Nro.884 de la SCS-TSJ del 05 de diciembre de 2018, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/diciembre/302818-0884-51218-2018-18442.HTML. 13 artículo 129 de la LBCV, que establece que las compañías, públicas o privadas, tanto en la contabilidad como en los libros cuyo empleo es obligatorio de acuerdo con el Código de Comercio, deben expresar los valores correspondientes en bolívares, incluso en los casos en los que una entidad haya asumido el pago de una obligación en divisas como moneda de pago. La decisión de asumir el pago del salario, total o parcial, en moneda extranjera, plantea la posibilidad de que tal esquema sea percibido como discriminatorio por parte de los trabajadores que no sean incluidos dentro del mismo y que prestan servicios para el mismo patrono. Al respecto, ha de considerarse que el artículo 89.5 de la CRBV prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición; que, de manera similar, el artículo 21 de la LOTTT prohíbe toda discriminación en las condiciones de trabajo basada en edad, sexo, raza, estado civil, credo religioso, filiación política o condición social; y que, por otra parte, el artículo 14 del Reglamento de la derogada Ley Orgánica del Trabajo17, establece que no se considera violatorio del principio de no discriminación arbitraria, el reconocimiento a los trabajadores de preferencias o privilegios fundamentados en criterios de relevancia cónsonos con el ordenamiento jurídico y de carácter general en el ámbito de la compañía de que se trate –ejemplo: cargas familiares, antigüedad, capacitación profesional, productividad, asiduidad, economía de materias primas, afiliación sindical y otros de naturaleza análoga–. El riesgo de discriminación surge si a personas iguales o comparables se les otorga un tratamiento desigual y si el argumento para diferenciarlos no es objetivo y razonable, esto es, en palabras de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (SC-TSJ), que: “Se postula, entonces, el trato igual para los iguales, el desigual para los desiguales. La consideración en torno a la desigualdad, se funda en razones de peso que legitimen un tratamiento diferenciado a supuestos de hecho que son, en principio semejantes, para favorecer la situación de sujetos particularmente vulnerables (en atención a su situación económica, política, social, de género, etcétera) con miras a procurar la potenciación y 17 Publicada en la GORBV Nro.38.426 de fecha 28 de abril de 2006 . 14 ejercicio pleno de los derechos que la Carta Fundamental les acuerda (cfr. SC nº 898/2002, caso: Universidad Central de Venezuela)”.18 Como se ve, la discriminación existe cuando situaciones similares o análogas son decididas, sin aparente justificación, de manera diferente o contradictoria, por lo que el elemento principal a tomar en cuenta para establecer la violación al derecho constitucional de no discriminación es la existencia de un trato desigual para situaciones legales idénticas. Por ello, el derecho constitucional a la no discriminación no se verá violado si el pago de salario en divisas es acordado para todos los trabajadores de un nivel y condiciones análogas y similares, es decir, que el patrono no violaría el derecho a la no discriminación de sus trabajadores, en la medida en que no diferencie arbitrariamente trabajadores cuyos cargos y condiciones de trabajo sean análogas o similares, tomando como criterios relevantes de comparación, entre otros, las cargas familiares, antigüedad, capacitación profesional, productividad, asiduidad, y otros de naturaleza análoga. Al respecto, resulta pertinente volver al arriba considerado principio o regla de “igual salario a igual trabajo” a que alude el artículo 109 de la LOTTT, con base en el cual se puede sostener que en la medida en que los trabajadores a ser comparados puedan ser objetivamente diferenciados, esto es, que no tengan el mismo cargo, el mismo horario o no presten el servicio en las mismas condiciones de eficiencia; la moneda de pago de su salario puede ser diferente. 2. Otorgamiento de bonificaciones en forma periódica. Otra práctica corriente en el mercado para remunerar de una mejor manera al trabajador consiste en otorgarle, en forma periódica, bonos o bonificaciones con múltiples denominaciones (especial, por metas alcanzadas, de productividad, por inflación, e incluso, en la jerga oficialista, por guerra económica, etc.) Tal remuneración, independientemente de su denominación, suele ser calificada, cada vez con más frecuencia, como un componente salarial, en la Véase Sentencia Nro.974 de la SC-TSJ del 16 de junio de http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/junio/974-15611-2011-10-0736.HTML 18 2011, disponible en 15 medida en que la misma se aleja de ser una dádiva, o un premio otorgado al trabajador por un acto volitivo del empleador, que pueda ser reputada como una percepción de tipo accidental, eventual o esporádica, no vinculada a la prestación de servicios; para, al contrario, acercarse a un provecho o ventaja devengada por el trabajador de manera regular y permanente, como reconocimiento al esfuerzo individual que este realiza, para compensarle la eficiencia y la productividad de su trabajo, por su participación en contribuir en alcanzar las metas propuestas por el patrono. Al respecto, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia (SCS-TSJ) ha desarrollado el concepto de salario normal estableciendo que éste se encuentra conformado por todo ingreso, provecho o ventaja que percibe el trabajador a causa de su labor de forma “regular y permanente”, señalando al respecto que: “por ‘regular y permanente’ debe considerarse todo aquel ingreso percibido en forma periódica por el trabajador, aunque se paguen en lapsos de tiempo mayores a la nomina de pago cotidianamente efectiva, es decir, son ‘salario normal’ aquellos pagos como bonos e incentivos, hechos bimensual, semestral o anualmente, pero en forma reiterada y segura. De modo que si el trabajador recibe primas, comisiones, premios o incentivos de forma constante y con regularidad, con ocasión a la prestación del servicio, tales conceptos conforman el “salario normal” del trabajador”.19 De manera que, el salario normal por definición, está integrado por el conjunto de remuneraciones, de naturaleza salarial, siempre y cuando sean percibidas por el trabajador en forma habitual, con independencia del límite máximo de tiempo previsto por el legislador para la jornada de trabajo, como así fue clarificado en la vigente LOTTT. Por tanto, si el trabajador bonos, bonificaciones, premios o incentivos de forma constante y con regularidad, con ocasión a la prestación del servicio, independientemente de la denominación, periodicidad en el pago y variabilidad de los montos asignados, tales conceptos conforman su “salario normal”, y la porción correspondiente debe ser considerada como parte la remuneración que sirve de Véase Sentencia Nro.884 de la SCS-TSJ del 05 de diciembre de 2018, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/diciembre/302818-0884-51218-2018-18-442.HTML. 19 16 base de cálculo de lo que pueda corresponder al trabajador por concepto de descanso semanal, feriados, horas extras, trabajo nocturno, vacaciones y bono vacacional, con su respectiva incidencia en el cálculo de prestaciones sociales y demás beneficios derivados de la extinción de la relación de trabajo. Así, para reducir la incidencia salarial del bono que se otorgue en el pago de los demás beneficios laborales, el patrono podría, por medio de un procedimiento interno, y antes de pagar el bono al trabajador: i. Deducir internamente la incidencia salarial del monto del bono a pagarse en los demás beneficios laborales, y ii. pagar separadamente el monto del bono y su incidencia. En caso de que el patrono decida otorgar un «bono único y excepcional», sin que el mismo tenga impacto salarial, a los fines de disminuir los riesgos de futuras reclamaciones laborales, sería recomendable documentar que el referido bono no tiene por causa la prestación de los servicios, sino la actual situación económica del país, y los altos índices inflacionarios, en virtud de lo cual el patrono de forma unilateral, discrecional, y excepcional, sin tener la obligación legal de hacerlo, ha decidido otorgar por esta única vez el referido bono, de manera que pueda argumentarse, a futuro, que el mismo es de carácter accidental, y por ende, que no podría considerarse como parte del salario normal del trabajador. 3. Pago total del salario en supuestos concretos de suspensión de la relación de trabajo. El artículo 72 de la LOTTT prevé los casos en los que procede la suspensión de la relación de trabajo y entre ellos nos permitimos destacar los siguientes: i.- La enfermedad o accidente común no ocupacional que incapacite al trabajador para la prestación del servicio durante un período que no exceda los doce meses, durante el cual el patrono, ex artículo 73 de la LOTTT, pagará a aquel la diferencia entre su salario y lo que pague el ente con competencia en materia de seguridad social -33 % del salario básico-, salvo que el trabajador no se encuentre afiliado a la seguridad social por responsabilidad del patrono, en cuyo supuesto este pagará la totalidad del salario. 17 ii.- La licencia o permiso por maternidad (descanso prenatal –de seis semanas antes del parto y postnatal –de veinte semanas después del parto- o por un tiempo mayor a causa de una enfermedad, que según dictamen médico le impida trabajar) o por paternidad (permiso de catorce días continuos contados a partir del nacimiento de su hijo), durante el cual el patrono, ex artículos 73, 336 y 339 de la LOTTT y 9 de la Ley para la Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad20, no estará obligado a pagar el salario, sino que el mismo se regirá por lo establecido en la normativa que rige la Seguridad Social, siendo sufragado por dicho sistema. iii.- El permiso para el cuidado del cónyuge o la cónyuge, ascendientes y descendientes hasta el primer grado de consanguinidad, en caso de necesidad y por el tiempo acordado entre las partes, durante el cual el patrono, ex artículo 73 de la LOTTT no estará obligado a pagar el salario. En esos supuestos específicos de suspensión de la relación de trabajo, resulta perfectamente válido que el patrono pueda consentir en el pago total del salario que corresponda al trabajador, en atención a la causa que haya dado lugar a la misma, supliendo así, por su cuenta, la ausencia de salario que representa para el trabajador estas situaciones de inactividad, de modo que se le garantice así la cobertura de sus necesidades básicas en estos momentos tan gravosos para él. Al respecto, es recomendable que se documente el alcance y extensión de las obligaciones que el patrono asumirá en los indicados casos particulares de suspensión de la relación de trabajo. B. De Propuestas de incrementos de remuneración sin impacto en las prestaciones sociales. seguidas se presentan algunas alternativas de incrementos de remuneración al trabajador sin incidencia en sus prestaciones sociales y demás beneficios laborales, que, desde el punto de vista de retención del personal, se están utilizando actualmente en el mercado, con el fin de aumentar el patrimonio 20 Publicada en la GORBV Nro.38.773 de fecha 20 de septiembre de 2007. 18 del trabajador, sin que ello impacte en su paquete laboral para el cálculo final de las prestaciones sociales. 1. Beneficios sociales de carácter no remunerativo. Pese a la antes referida noción amplia del salario a que alude el artículo 104 de la LOTTT, no todas las cantidades, beneficios y conceptos que un patrono pague a un empleado durante la relación de trabajo, tienen naturaleza salarial. En efecto, existen asignaciones que el patrono otorga al trabajador dentro del ámbito del contrato de trabajo, que poseen un carácter de ayuda y no de contraprestación por la labor realizada; es decir, que son percepciones que, si bien, se otorgan al trabajador en atención a la naturaleza laboral de la relación que lo une al patrono, no persiguen la retribución de la prestación del servicio, y por ello no tienen carácter salarial. Las percepciones no salariales de esa clase antes descrita son denominadas como beneficios sociales de carácter no remunerativo, se encuentran previstas en el artículo 105 de la LOTTT, no serán considerados como salario, salvo que en las convenciones colectivas o contratos individuales de trabajo, se hubiere estipulado lo contrario, y los mismos, conforme al artículo 50 del RLOT: a) revisten carácter excepcional; b) deberán guardar proporción o adecuación con las necesidades que se pretenden satisfacer; c) deberán aprovechar al trabajador, su cónyuge, concubina, persona con la que se encuentre en una unión estable de hecho. La implementación en el marco de las relaciones laborales de ese tipo de asignaciones no salariales, cuando no se hace un uso pervertido de las mismas, permite conciliar los intereses de las partes del contrato laboral, en tanto que, por un lado, sirven de vía apta para cumplir el justo fin de mejorar la condición socioeconómica de los trabajadores, y por el otro, pese a que representan efectivas erogaciones que implican un aumento de sus costos y gastos, al mismo tiempo le permiten a los patronos alcanzar fines superiores, en tanto que: 1) No inciden sobre beneficios, prestaciones ni indemnizaciones; 2) Pueden incrementar sustancialmente los beneficios sociales del trabajador y de su familia; 3) No generan ningún tipo de impuesto, tasa o contribución derivados de la relación de 19 trabajo; 4) Su monto es deducible del impuesto sobre la renta, por tratarse de gastos que deben ser considerados normales y necesarios para producir el respectivo enriquecimiento, en virtud de que son complementos del salario sin los cuales se vería afectado considerablemente el nivel de vida del trabajador y de su familia. Dicho esto, pasamos a continuación a detallar cuáles son esos beneficios sociales de carácter no remunerativo que se podrían utilizar como mecanismos para la captación y retención del personal. a''. Servicios de los centros de educación inicial. El artículo 105.1 de la LOTTT refiere a los servicios de los centros de educación inicial como un beneficio social de carácter no remunerativo. Por su parte, el artículo 343 de la LOTTT ordena que el patrono que ocupe a más de veinte trabajadores deberá mantener un centro de educación inicial, donde se garantice la atención y formación adecuada a los hijos de aquellos desde los tres meses hasta la edad de seis años. Este beneficio corresponde a a los trabajadores que perciban una remuneración mensual en dinero que no exceda del equivalente a cinco (5) salarios mínimos, según prevé el artículo 101 del RLOT, y una de las modalidades mediante las cuales el mismo puede otorgarse es a través del pago de la matricula y mensualidades al centro de educación inicial, la cual se entenderá satisfecha con el pago de una cantidad de dinero equivalente al cuarenta por ciento (40 %) del salario mínimo, por concepto de matrícula y de cada mensualidad, en el entendido de que el pago de este servicio no se considerará parte del salario (Arts.344 LOTTT y 102 del RLOT). Nada impide que las empresas que ocupen menos de 20 trabajadores otorguen este beneficio a quienes de ellos tengan hijos en la edad antes mencionada, o para que el patrono obligado resuelva concederlo a aquellos de sus trabajadores que devenguen un salario mayor al arriba señalado, pues en uno 20 y otro caso, se trata de brindar una ayuda al colaborador en términos más favorables a los previstos en la ley. Es importante tener en cuenta que, en ningún caso, el patrono podrá cumplir su obligación mediante el pago, en dinero o especie, al trabajador de los costes derivados del centro de educación inicial; sino que tales pagos deberán ser realizados por el patrono directamente al ente correspondiente, conservando aquel los comprobantes o facturas emitidas por este. b''. Beneficio de alimentación. Otro beneficio social de carácter no remunerativo lo es el cumplimiento del beneficio de alimentación para los trabajadores a través de servicios de comedores, cupones, dinero, tarjetas electrónicas de alimentación y demás modalidades previstas por la ley que regula la materia, conforme a lo establecido en el artículo 105.2 de la LOTTT. El beneficio de alimentación para los trabajadores está regido actualmente por las normas del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Cestaticket Socialista para los Trabajadores y Trabajadoras (LCTSTT)21, cuyo artículo 2 ordena a las entidades de trabajo del sector público y privado, otorgar a sus trabajadores una comida balanceada durante la jornada de trabajo, que denomina, a los efectos de esa ley, como “Cestaticket Socialista”. Las modalidades de cumplimiento de este beneficio más comunes son mediante la provisión o entrega al trabajador de una tarjeta electrónica de alimentación, emitida por una entidad financiera o establecimiento especializado en la administración y gestión de beneficios sociales, la cual se destinará a adquirir comidas y alimentos (Art.4 de la LCTSTT); o en dinero efectivo o su equivalente, cuando el empleador se encuentra dentro de los supuestos excepcionales previstos en el artículo 5 ejusdem. El beneficio del Cestaticket Socialista no será considerado como salario de conformidad con lo establecido en la LOTTT, salvo que en las convenciones 21 Publicado en la GORBV Nro.40.773 de fecha 23 de octubre de 2015. 21 colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo se le reconozca como tal (Art.7 de la LCTSTT). Al respecto, cabe observar que, con el fin de proteger el salario y de evitar su desnaturalización mediante el otorgamiento del beneficio de alimentación, la derogada Ley de Alimentación para los Trabajadores y Trabajadoras (LATT)22 contemplaba, en su Parágrafo Primero del artículo 5, que cuando tal beneficio se otorgase a través del suministro de cupones, tickets o tarjetas electrónicas de alimentación, e incluso en dinero efectivo o su equivalente, su valor, por cada jornada de trabajo, no podría ser inferior a cero coma cinco unidades tributarias (0,50 U.T.) ni superior a cero coma setenta y cinco unidades tributarias (0,75 U.T.); así como también preveía, en el Parágrafo Tercero del mismo artículo 5, que la provisión mensual de los mismos no debía exceder el cuarenta por ciento (40 %) del monto que resultare de sumar al salario mensual del respectivo trabajador el valor de esos cupones, tickets o tarjetas electrónicas de alimentación, o recibidos por este en el mes correspondiente, quedando a salvo las situaciones especiales que pudieran preverse en las convenciones colectivas de trabajo o acuerdos colectivos. En cambio, la vigente LCTSTT, en su artículo 7, dispone que cuando el beneficio del Cestaticket Socialista se cumpla mediante la entrega de cupones, tickets, tarjetas electrónicas de alimentación o en dinero en efectivo o su equivalente, el trabajador podrá percibir hasta un monto máximo mensual, equivalente a un determinado número de Unidades Tributarias (UT), que fijó, inicialmente, en la cantidad de cuarenta y cinco (45) UT al mes; y sin que dicho texto legal contemple alguna limitación expresa o tope máximo del monto que puede recibir el trabajador mensualmente por tal beneficio, con respecto a su salario devengado del mismo período. Aquel monto máximo mensual equivalente a la cantidad de cuarenta y cinco (45) UT al mes que podría recibir el trabajador por concepto del beneficio del Cestaticket Socialista, fue incrementado paulatina y recurrentemente por el Véase el Decreto Nro.1.393 del 13 de noviembre de 2014, mediante el cual se dicta el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma Parcial de la Ley de Alimentación para los Trabajadores y las Trabajadoras, publicado en la GORBV Nro.6.147 Extraordinario de fecha 17 de noviembre de 2014. 22 22 Ejecutivo Nacional23, hasta llevarla a la suma de mil ochocientas treinta (1.830) UT al mes24; y es el caso que dicha práctica gubernamental, además de implicar un tácito reconocimiento de las desviaciones y manipulaciones que ese Poder Nacional ha hecho de la finalidad técnica de la unidad tributaria (UT)25, conllevó a la perversión de que, en doce (12) oportunidades históricas, el monto mensual que los trabajadores percibian por beneficio del Cestaticket Socialista, fuese superior el fijado como salario mínimo nacional.26 Con ocasión de la reconversión monetaria de 201827, el Ejecutivo Nacional ha pretendido enmendar el capote, procediendo, ya no a ajustar la base de cálculo del Cestaticket Socialista en el equivalente a cierto número de UT, sino a fijar su valor mensual en una cantidad de dinero determinada28, la cual, en términos numéricos –quizás por mera coincidencia-, era equivalente al diez por ciento (10 %) del monto fijado por salario mínimo mensual, pero sin que en el texto del decreto de marras se haya hecho una básica y elemental referencia a tal 23 Una tabla histórica con los diversos ajustes hechos por el Ejecutivo Nacional a la base de cálculo para el pago del Cestaticket Socialista para los trabajadores y las trabajadoras que presten servicio en los sectores público y privado, de la propia cosecha del autor, puede consultarse en línea en https://www.dropbox.com/s/hkqep9jx3knysqv/TABLA%20DE%20AJUSTES%20DEL%2 0CESTATICKET.xls?dl=0. 24 Véase el Decreto Nro.3.233 del 31 de diciembre de 2017, mediante el cual se ajusta la base de cálculo para el pago del Cestaticket Socialista para los trabajadores y las trabajadoras que presten servicio en los sectores público y privado, publicado en la GORBV Nro.6.354 Extraordinario de fecha 31 de diciembre de 2017 . 25 Para ahondar en relación a la manipulación del uso, o abuso, de la UT con propósitos ajenos a su racionalidad institucional, puede verse a Humberto Romero-Muci. Uso, Abuso y Perversión de la Unidad Tributaria. Una reflexión sobre tributación indigna. Academia de Ciencias Políticas y Sociales Serie Estudios 111. Caracas. 2016. 26 Un cuadro comparativo de los montos históricos correspondientes al salario mínimo nacional y al valor mensual del Cestaticket Socialista, vigente para cada época, de nuestra autoría, puede consultarse en línea en https://www.dropbox.com/s/hkqep9jx3knysqv/TABLA%20DE%20AJUSTES%20DEL%2 0CESTATICKET.xls?dl=0. 27 Véase el Decreto Nro.54 en el marco del estado de excepción y de emergencia económica, mediante el cual se decreta la nueva reexpresión de la unidad monetaria nacional para la reconversión monetaria, publicado en la GORBV Nro.41.446 de fecha 25 de julio de 2018, y la Resolución del Banco Central de Venezuela Nro.1807-02 de fecha 31de julio de 2018, mediante la cual se dictan las Normas que Rigen el Proceso de Reconversión Monetaria, publicada en la GORBV Nro.41.460 de fecha 14 de agosto de 2018; conforme a los cuales, a partir del 20 de agosto de 2018, todo importe expresado en moneda nacional antes de la citada fecha, deberá ser convertido a la nueva unidad, dividiendo entre cien mil (100.000). 28 Véase el Decreto Nro.3.602 del 31 de agosto de 2018, mediante el cual se fija el Cestaticket Socialista mensual para los trabajadores y las trabajadoras que presten servicio en los sectores público y privado, en la cantidad de ciento ochenta Bolívares Soberanos (Bs.S.180,00), publicado en la GORBV Nro.6.403 Extraordinario de fecha 31 de agosto de 2018. 23 circunstancia, más allá de alusiones al respecto en medios de comunicación y redes sociales. Otro tanto ocurrió cuando a través de hechos notorios y comunicacionales29, puesto que, hasta el presente, que se conozca, no han sido publicados en la GORBV los decretos correspondientes, el Ejecutivo Nacional procedió a incrementar el salario mínimo nacional en las cantidades de Bs.4.500,00 y Bs.18.000,00, con vigencia a partir del 01 de diciembre de 2018 y 01 de febrero de 2019, respectivamente, con base en los cuales fue práctica común de los empleadores proseguir con aquel uso de pagar el Cestaticket Socialista en una cantidad equivalente al diez por ciento (10 %) del monto fijado por salario mínimo mensual, pese a la apuntada inexistencia de norma legal que expresamente obligase a ello. Tal modalidad de incremento del Cestaticket Socialista, mediante la fijación de su valor mensual en una cantidad de dinero determinada, ha sido reproducida en la última expresión del Ejecutivo Nacional sobre la materia, conforme a la cual el monto mínimo actual del Cestaticket Socialista mensual ha sido aumentado a la cantidad de VEINTICINCO MIL BOLÍVARES CON CERO CENTIMOS (Bs. Para una noción jurisprudencial del hecho notorio y comunicacional, puede verse la sentencia de la SC-TSJ Nro.98 de fecha 15 de marzo de 2000, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/marzo/98150300-0146.HTM, en la que se afirmó que: “(…) el mundo actual, con el auge de la comunicación escrita mediante periódicos, o por vías audiovisuales, ha generado la presencia de otro hecho, cual es el hecho publicitado, el cual en principio no se puede afirmar si es cierto o no, pero que adquiere difusión pública uniforme por los medios de comunicación social, por lo que muy bien podría llamársele el hecho comunicacional y puede tenerse como una categoría entre los hechos notorios, ya que forma parte de la cultura de un grupo o círculo social en una época o momento determinado, después del cual pierde trascendencia y su recuerdo solo se guarda en bibliotecas o instituciones parecidas, pero que para la fecha del fallo formaba parte del saber mayoritario de un círculo o grupo social, o a el podía accederse. Así, los medios de comunicación social escritos, radiales o audiovisuales, publicitan un hecho como cierto, como sucedido, y esa situación de certeza se consolida cuando el hecho no es desmentido a pesar que ocupa un espacio reiterado en los medios de comunicación social. De esta manera, el colectivo se entera de conflictos armados, de los viajes del Presidente de la República, de los nombramientos que hace el Congreso, de la existencia de crímenes y otros delitos, de la existencia de juicios, etc. Estas noticias publicitadas por los medios (por varios) de manera uniforme, podrían ser falsas, pero mientras no se desmientan y se repitan como ciertas, para el que se entera de ellas son hechos verdaderos sucedidos, así su recuerdo no se haya dilatado en el tiempo. Se trata de un efecto de la comunicación masiva, que en forma transitoria y puntual hace del conocimiento general un hecho que durante cierto espacio de tiempo, a veces breve, permite a los componentes de la sociedad referirse a él y comentar el suceso, o tomar conciencia de un mensaje, como sucede con la propaganda o publicidad masiva”. 29 24 25.000,00), vigente a partir del 16 de abril de 201930, que al comparar con el monto de CUARENTA MIL BOLÍVARES CON CERO CENTIMOS (Bs. 40.000,00), establecido como salario mínimo nacional mensual obligatorio para la misma época31, se determina que es una cantidad equivalente al sesenta por ciento (60 %) de este. En este estado, conviene precisar que, en atención a que el señalado monto del Cestaticket Socialista mensual fijado por el Ejecutivo Nacional es reputado por el propio artículo 7 de la LCTSTT como el valor mínimo de dicho beneficio, este puede válidamente ser modificado por las partes del contrato laboral, bien mediante la entrega o provisión al trabajador de cupones, tickets, tarjetas electrónicas de alimentación o en dinero en efectivo o su equivalente, por una suma superior a aquella; o bien a través del establecimiento, en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo, de beneficios sociales con carácter similar a los consagrados en la LCTSTT. En uno u otro caso, siempre debe velarse que la modalidad de cumplimiento del beneficio resulte más favorable para el trabajador que la fijada por el Ejecutivo Nacional; que se otorgue bajo las condiciones establecidas en la LCTSTT; y que se cumpla con el elemento de la proporcionalidad del beneficio en relación al salario devengado por el trabajador, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 50 del RLOT y el criterio jurisprudencial seguido por la SCS-TSJ sobre este aspecto, el cual ha subrayado la importancia del hecho de que el beneficio de alimentación guarde proporción o adecuación con el salario del trabajador, a objeto de preservar su carácter no salarial, al afirmar que: “En este sentido los tickets, vales o cupones que son utilizados, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 133, Parágrafo Primero, de la Ley Orgánica del Trabajo vigente, son un instrumento para la materialización del beneficio correspondiente y que por lo 30 Véase el Decreto Nro.3.832 del 25 de abril de 2019, mediante el cual se fija el Cestaticket Socialista mensual para las trabajadoras y los trabajadores que presten servicio en los sectores público y privado, en la cantidad de veinticinco mil Bolívares con cero céntimos (Bs.25.000,00), vigente a partir del 16 de abril de 2019, publicado en la GORBV Nro.6.452 Extraordinario de fecha 25 de abril de 2019. 31 Véase el Decreto Nro.3.829 del 25 de abril de 2019, mediante el cual se incrementa el salario mínimo nacional mensual obligatorio en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, para las trabajadoras y los trabajadores que presten servicio en los sectores público y privado, publicado en la GORBV Nro.6.452 Extraordinario de fecha 25 de abril de 2019. 25 tanto no se confunde con el beneficio mismo, el cual puede ser entregado lícitamente por otros medios, como el servicio de comedores para el trabajador, por tal razón, los tickets, vales o cupones en las disposiciones laborales vigentes no revisten carácter salarial. Sin embargo, debe advertirse que tales tickets, vales o cupones deben satisfacer todas las exigencias legales y reglamentarias a objeto de preservar su carácter no salarial, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 73 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo (ahora artículo 50 del RLOT)”.32 (Paréntesis nuestro). La apuntada condición de proporcionalidad del valor del cupón o ticket con respecto al salario devengado por el trabajador deviene del antes señalado artículo 50 del RLOT, conforme al cual los beneficios sociales no remunerativos deberán guardar adecuación con las necesidades que se pretenden satisfacer; y que es una norma que si bien alude indirectamente al carácter social de los beneficios, al no vincular a estos con la prestación sino con las necesidades del trabajador beneficiario, las cuales varían según su condición social; al mismo tiempo resguarda esta previsión de los eventuales excesos en que pudiera incurrirse al exagerar la cuantía de los beneficios, ocultando bajo su manto una retribución salarial, con el propósito de evitar el efecto multiplicador de esa remuneración sobre el salario base de cálculo de los demás beneficios, prestaciones e indemnizaciones que puedan corresponden al trabajador y de evadir las respectivas cargas fiscales y parafiscales. En resumen de lo anterior se ratifica que, en efecto, el valor mínimo del beneficio de Cestaticket Sociales fijado por el Ejecutivo Nacional puede válidamente ser modificado por las partes del contrato laboral, mediante cualquier modalidad de cumplimiento del mismo previsto en la LCTSTT, o a través del establecimiento, en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo, de beneficios sociales con carácter similar a los consagrados en la LCTSTT, siempre que tal modalidad convencional resulte más favorable para el trabajador que aquel monto, y que ello no implique la pretendida intención o posibilidad de encubrimiento de pago del salario, a través del subterfugio del otorgamiento de un beneficio de carácter no salarial en supuestas condiciones más benignas que las previstas en la ley, una de cuyas formas de 32 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.489 del 30 de julio de 2003, disponible http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/julio/RC489-300703-02562.HTM, consultada el 23/06/2019. en 26 materialización sería cuando el patrono otorga el beneficio de alimentación en unos términos monetarios que no guardan proporción con el salario devengado por el trabajador, por excederlo en demasía, irracionalmente. Tal situación se presenta, verbigracia, cuando el trabajador percibe como remuneración el salario mínimo nacional mensual obligatorio fijado por el Ejecutivo Nacional –Bs.40.000,00- y al mismo tiempo se le otorga por beneficio de alimentación la cantidad mensual de Bs.100.000,00, suma esta equivalente a dos coma cincuenta (2,50) veces de su salario33; en cuyo supuesto el patrono que incurre en tal práctica, a nuestro entender y salvo mejor opinión, ante un eventual conflicto judicial por la calificación de la verdadera naturaleza jurídica de esta última cifra, corre un alto riesgo de que la misma, al menos parcialmente, sea considerada como establecida por el empleador con la intención de simular el pago del salario a través de un beneficio de carácter no salarial, en razón de su desproporción con respecto al salario devengado por el trabajador y que, por tanto, sea reputada como parte del salario por este, y que se incluya en la remuneración que sirva de base de cálculo de sus prestaciones sociales y demás beneficios laborales. Por el contrario, cuando el beneficio de alimentación se otorga en condiciones más favorables para el trabajador que las fijadas por el Ejecutivo Nacional, conforme a cualquiera de las modalidad previstas en la LCTSTT o como un beneficio social con carácter similar a los establecidos en el señalado texto legal – verbigracia, la entrega al trabajador de cestas de productos alimenticios-, y por un valor que guarde la debida proporcionalidad con el salario efectivo devengado por el trabajador, no existe mayor riesgo de que la implementación de tal beneficio conlleve a la pérdida de su carácter no salarial. c''. Reintegro de gastos médicos, farmacéuticos y odontológicos. Dicho ejemplo fue tomado de un aviso de oferta de empleo que, el día 20 de junio de 2019, aproximadamente a las 4:00 p.m., estaba pegado en una de las puertas de acceso del Centro Comercial Traki, ubicado en la Avenida Libertador de esta Ciudad. 33 27 El artículo 105.3 de la LOTTT alude al reintegro de los gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, en que hubiere incurrido el trabajador como un beneficio social de carácter no remunerativo, y el mismo se encuentra despojado de índole salarial, no sólo porque la misma LOTTT lo excluye, sino también por su propia naturaleza, ya que constituyen ayudas sociales o familiares que procuran resguardar la salud del trabajador –y hasta de sus familiares, si así se prevé convencionalmente-, y que por ello lo desconecta del nexo de conmutatividad, ya que no son otorgadas por la prestación de servicios de este. La forma más recomendable de implementar este beneficio es mediante la contratación de pólizas de seguro, cuya cobertura comprenda el reintegro al trabajador, directamente, de esos gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, con lo cual se agrega un elemento más de seguridad a su condición de beneficio social no remunerativo, por cuanto así el pago de los costos que de allí se deriven no ingresarían al patrimonio del trabajador, sino al tercero proveedor del servicio, y ello lo desprende del elemento de individualidad. También podría acordarse la implementación de este beneficio mediante la contratación de servicios de terceros que ofrezcan al trabajador o a sus familiares, cuando lo requieran, la debida atención médica u odontológica, práctica de exámenes clínicos, o provisión de medicamentos -tales como clínicas, centros de salud dental, laboratorios clínicos, farmacias y expendios de medicina-, a quienes el empleador pague directamente el costo de esos servicios, en cuyo supuesto, aunque no se esté en presencia de reintegro al trabajador de gastos que hubiere realizado, no podría haber dudas en relación a su consideración como beneficio social no remunerativo, por igualmente carecer del antes apuntado elemento de conmutatividad y por no ingresar al patrimonio del trabajador. Por último, para el caso que el empleador prefiera adoptar este beneficio mediante el reintegro directo al trabajador de tales gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, lo cual supondría que, a estos fines, el trabajador recibiere de su patrono sumas de dinero, se recomienda aplicar medidas prácticas que permitan apoyar la prueba, preferiblemente documental, de la causa efectiva de esos pagos, como sería, por ejemplo: 28 a.) Requerir al trabajador la entrega de las facturas correspondientes, ajustada a la norma legal sobre la materia, emitida por los centros de salud que lo hubieren atendido, lo que implica rendición de cuenta de tal pago, y evita que el mismo fuere libremente disponible por el; b.) Documentar claramente que esos pagos están destinados a reintegrar los gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos en que hubiere incurrido el trabajador y cuyo coste es asumido por el patrono, no por la prestación de servicios, sino como ayuda de carácter social o familiar, a título de contribución voluntaria del patrono, y no como obligación contractual, salvo que el mismo ya estuviere previsto como tal en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo; c.) Las sumas pagados por el patrono deberán guardar proporción con los gastos en que efectivamente incurrió el trabajador, según lo pactado o lo asumido voluntariamente por el empleador; lo que presupone una plena identidad entre el gasto efectuado por el trabajador y el pago hecho por la empresa, cuando el beneficio se otorga a plenitud; o la adecuación correspondiente entre una y otra suma, cuando se confiere de manera parcial. d''. Provisiones de ropa de trabajo. Las provisiones de ropa de trabajo son beneficios sociales de carácter no remunerativo, conforme a lo establecido en el artículo 105.4 de la LOTTT, cuya exclusión salarial deriva del hecho de que las mismas no configuran retribución al trabajador por el servicio prestado, sino que encuadran como asignaciones que proporcionan al trabajador medios, elementos o facilidades para la ejecución de su labor, tales como son, además de los uniformes, las herramientas, equipos de trabajo e implementos de seguridad laboral. En estos tiempos de menguado poder adquisitivo del trabajador, que le impide satisfacer sus elementales necesidades personales y familiares, supone una carga gravosa para el que deba destinar, periódicamente, aunque sea parte de su salario, para la adquisición de la vestimenta –zapatos o ropa- requerida para la ejecución de labores, por lo que la provisión de uniformes por el empleador se 29 torna en un incentivo atractivo para su captación y retención, en tanto que, como ha afirmado la SCS-TSJ, “los uniformes siempre son un ahorro al trabajador cuando presta su labor con las prendas otorgadas por su patrono y no con las que el debió comprar de lo percibido por su prestación del servicio”.34 El uso corriente en la implementación de este beneficio se traduce en la entrega directa al trabajador de la vestimenta adecuada para la ejecución de labores, y suele comprender la dotación, cada cierto tiempo, de pantalones o faldas, suéteres o camisas, y hasta los calzados, en algunos casos, según lo que se hubiere previsto en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo; o según lo que el empleador disponga, cuando no existiere previsión convencional al respecto. En realidad nada impide, aunque es infrecuente que ocurra, que el empleador prefiera adoptar este beneficio mediante el reintegro directo al trabajador de los gastos en que incurriere para la adquisición de la ropa de trabajo, y por cuanto ello supondría que, a estos fines, el trabajador recibiere de su patrono sumas de dinero, se recomienda aplicar medidas prácticas que permitan apoyar la prueba, preferiblemente documental, de la causa efectiva de esos pagos, como las señaladas precedentemente, al tratar el tema del reintegro de gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, y que damos aquí por reproducidas. e''. Provisiones de útiles escolares y de juguetes. El artículo 105.5 de la LOTTT refiere a las provisiones de útiles escolares y de juguetes como un beneficio social de carácter no remunerativo, y el mismo se encuentra despojado de índole salarial, no sólo porque la misma LOTTT lo excluye, sino también por su propia naturaleza, ya que constituyen ayudas sociales o familiares que tienen por fin contribuir a la formación educativa del trabajador –y hasta de sus familiares, si así se prevé convencionalmente-, y con el 34 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.565 del 18 de julio de 2018, disponible http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/Julio/300151-0565-18718-2018-18-160.HTML, consultada 23/06/2019. en el 30 esparcimiento de su prole, lo cual lo desconecta del nexo de conmutatividad, ya que no son otorgadas por la prestación de servicios del trabajador. Es común para estos tiempos la implementación de este beneficio mediante la provisión o entrega al trabajador de una tarjeta electrónica, cupones, tickets o vales emitidas por establecimientos especializados en la administración y gestión de beneficios sociales, que le permiten al trabajador adquirir útiles escolares y juguetes en los centros de expendio de su preferencia. No existe norma legal que fije el quantum de este beneficio, por lo que para su determinación se debe atender lo que se hubiere previsto en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo; o lo que el empleador disponga, cuando no existiere previsión convencional al respecto. Aunque de escasa ocurrencia en la práctica laboral, es posible que el empleador prefiera adoptar este beneficio mediante el reintegro directo al trabajador de los gastos en que incurriere para la adquisición de útiles escolares y juguetes, y por cuanto ello supondría que, a estos fines, el trabajador recibiere de su patrono sumas de dinero, se recomienda aplicar medidas prácticas que permitan apoyar la prueba, preferiblemente documental, de la causa efectiva de esos pagos, como las señaladas precedentemente, al tratar el tema del reintegro de gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, y que igualmente damos aquí por reproducidas. f''. Becas, cursos de capacitación, formación o especialización. Las asignaciones por becas, cursos de capacitación, formación o especialización son beneficios sociales de carácter no remunerativo, conforme a lo establecido en el artículo 105.6 de la LOTTT, cuya exclusión salarial deriva del hecho de que las mismas no configuran retribución al trabajador por el servicio prestado, sino que encuadran como asignaciones que proporcionan al trabajador, o a su familia, una ayuda económica, en la que se toma en cuenta su condición social, para su mejor capacitación profesional. Tampoco existe norma legal que fije el quantum de este beneficio, por lo que para su determinación se debe atender lo que se hubiere previsto en las 31 convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo; o lo que el empleador disponga, cuando no existiere previsión convencional al respecto. Al implementar una asignación de esta especie, es recomendable que los pagos correspondientes sea realizados por el patrono directamente al ente educativo, y que se conserven los comprobantes o facturas emitidas por este; y para el caso, de infrecuente ocurrencia en la práctica laboral, que el empleador prefiera adoptar este beneficio mediante el reintegro directo al trabajador de los gastos en que incurriere para su formación, y por cuanto ello supondría que, a estos fines, el trabajador recibiere de su patrono sumas de dinero, se sugiere aplicar medidas prácticas que permitan apoyar la prueba, preferiblemente documental, de la causa efectiva de esos pagos, como las señaladas precedentemente, al tratar el tema del reintegro de gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos, y que igualmente damos aquí por reproducidas. g''. Pago de gastos funerarios. El artículo 105.7 de la LOTTT remite al pago de gastos funerarios como un beneficio social de carácter no remunerativo, y el mismo se encuentra despojado de índole salarial, no sólo porque la misma LOTTT lo excluye, sino también por su propia naturaleza, ya que constituyen ayudas sociales o familiares que tienen por fin contribuir con el trabajador, o su núcleo familiar, en tan penosa situación de su fallecimiento o el de alguno de los miembros de su entorno cercano. Lo arriba expuesto en relación a la forma más recomendable de implementar el beneficio de reintegro al trabajador de gastos médicos, farmacéuticos, y odontológicos -contratación de pólizas de seguro, servicios particulares, y reintegro directo al trabajador, con las previsiones administrativas pertinentes-, son enteramente aplicables a la asignación del pago de gastos funerarios, por lo que huelga aquí repetirlos. 2. Subsidios y facilidades. 32 Según el artículo 104 de la LOTTT, los “subsidios o facilidades que el patrono o patrona otorgue al trabajador o trabajadora, con el propósito de que éste o ésta obtenga bienes y servicios que le permitan mejorar su calidad de vida y la de su familia tienen carácter salarial”. Salvo la innecesaria inclusión del lenguaje de género que se hace en la norma antes trascrita, la misma no es más que una mera reproducción del Parágrafo Primero del artículo 133 de la derogada Ley Orgánica del Trabajo de 199735, que ha sido interpretado por la SCS-TSJ, por paradójico que resulte, en contravía al tenor literal de dicha norma, esto es, en el sentido de que los subsidios o facilidades que el patrono otorga al trabajador con la finalidad de obtener bienes y servicios para mejorar su vida y la de su familia no son salario, señalando al efecto que: “(…) los subsidios son asignaciones que otorga el patrono, dentro del ámbito del contrato de trabajo, y que poseen un esencial carácter de ayuda, otorgados no por la prestación del servicio sino por la existencia del contrato de trabajo. Sobre el particular estima la Sala de particular relevancia, a los fines de esclarecer el sentido y alcance del artículo 133, Parágrafo Primero, de la Ley Orgánica del Trabajo vigente del cual no sólo depende el carácter salarial o no de los tickets sino de todas las asignaciones no salariales, analizarla cuidadosamente tomando en consideración la definición de salario contenida en la primera parte del artículo 133 eiusdem, según la cual “...se entiende por salario la remuneración, provecho o ventaja, cualquiera fuere su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, que corresponda al trabajador por la prestación de su servicio...”. Al confrontar ambos preceptos se evidencia que entre ellos hay una antinomia, toda vez que si los subsidios son una ayuda de carácter familiar que complementa el salario, no pueden, a la vez ser salario, de donde se infiere que el Parágrafo Primero del artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo vigente, debe ser interpretado en el sentido de que los subsidios o facilidades que el patrono otorga al trabajador con la finalidad de obtener bienes y servicios para mejorar su vida y la de su familia no son salario, pues sería ilógico y jurídicamente imposible que los subsidios y facilidades referidos sean, al mismo tiempo, salario y complemento del salario.”36 35 Publicada en la GORV Nro.5.152 Extraordinario de fecha 19 de junio de 1997, posteriormente reformada por el Decreto Nro.8.202, mediante el cual se dicta el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Reforma Parcial de la Ley Orgánica del Trabajo, publicada en la GORBV Nro.6.024 Extraordinario de fecha 06 de mayo de 2011. 36 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.489 del 30 de julio de 2003, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/julio/RC489-300703-02562.HTM, ratificada en Sentencia de la SCSTSJ Nro. 0192 de fecha 21 de Febrero de 2008, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/febrero/0192-210208-071182.HTM, y en Sentencia de la SCS-TSJ Nro. 1354 de fecha 04 de diciembre de 2012, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/diciembre/1354-41212-2012-11-197.HTML, consultadas todas el 23/06/2019. 33 Hasta ahora, dicho criterio se ha mantenido inalterado en el tiempo y ha servido de fundamento para fijar posición sobre la naturaleza no salarial de algunos subsidios y facilidades que pueden ser otorgados al trabajador, entre los cuales podemos indicar los siguientes: a''. Préstamos para la adquisición de bienes. El patrono podría otorgar préstamos a sus trabajadores, en bolívares o moneda extranjera, pagaderos a determinado tiempo o al finalizar la relación de trabajo, que tengan por fin la adquisición de bienes y servicios, como para la compra de vehículos o créditos para la adquisición, ampliación o reparación de viviendas, o para cancelación de hipotecas, con intereses u otras condiciones preferenciales los cuales no revisten carácter salarial, según el criterio antes citado, toda vez que: i. Se trata de un subsidio para mejorar la calidad de vida del trabajador y su grupo familiar, mediante la adquisición de un bien, y ii. adolece del elemento retributivo propio del salario, por cuanto no es otorgado para remunerar los servicios prestados por el trabajador, sino por la existencia del contrato de trabajo. Dichos préstamos podrían pagarse con tiempo de servicio ininterrumpido – verbi gratia condonación de un porcentaje de servicio luego de completados tres, seis y nueve meses de servicio ininterrumpido– o ser compensados mediante el otorgamiento de un bono que pague el préstamo, o ser condonados por el patrono bajo ciertas condiciones luego de un período de tiempo de servicio. En efecto, en la sentencia de la SCS-TSJ Nro.1005 del 08 de junio de 200637, se ha aceptado que la forma de pago del préstamo se verifique a través de la prestación efectiva de servicios, al señalar que no reviste carácter salarial el préstamo que fue otorgado al trabajador para la adquisición de un vehículo, cuya forma de pago se haría a través de la prestación personal de servicios. Debe tenerse en cuenta que, como la deuda que se le genera al trabajador es solicitada y otorgada sin garantía en las prestaciones sociales acumulada, el Véase Sentencia de la SCS-TSJ Nro.1.354 del 04 de diciembre de 2012, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/diciembre/1354-41212-2012-11-197.HTML, consultada el 23/06/2019. 37 34 patrono, en caso de que el trabajador se retire antes del tiempo acordado, únicamente podría compensar hasta el 50 % del crédito que resulte a favor del trabajador con cualquier concepto derivado de la prestación del servicio al momento de su liquidación, conforme a lo dispuesto en el artículo 154 de la LOTTT. b''. Asignación de teléfono celular. Mediante sentencia de la SCS-TSJ Nro.302 del 17 de mayo de 201338, se ha aceptado que el teléfono celular asignado por la empresa para el uso del trabajador era una herramienta necesaria para el ejercicio de sus funciones, y como tal no representaba un provecho para el trabajador, por lo que debía excluirse del salario base cálculo de sus beneficios laborales. Con base en tal criterio, es posible entonces considerar asignar un teléfono celular al trabajador sin que el otorgamiento de tal facilidad represente algún impacto en el cálculo de sus pasivos laborales. c''. Pago de arrendamiento de vivienda. En la sentencia de la SCS-TSJ Nro.986 del 21 de septiembre de 201039 se fijó criterio según el cual que las asignaciones entregadas para la prestación del servicio como herramienta de trabajo, entre ellas, reembolsos de gastos por comida, traslado, pernocta, y muy específicamente, pagos de cánones de arrendamiento de la vivienda o apartamento en el que vive el trabajador, no constituyen salario, toda vez que las mismas no son otorgadas con ocasión de la prestación del servicio y no ingresan a la esfera patrimonial del trabajador, escapando así de la intención retributiva de la labor. Para el caso de otorgar esta asignación se sugiere que, además de preverla en el respectivo contrato de trabajo, el pago de los cánones de arrendamiento de Véase Sentencia de la SCS-TSJ Nro.302 del 17 de mayo de 2013, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/mayo/0302-17513-2013-11-1272.HTML, consultada el 23/06/2019. 39 Véase Sentencia de la SCS-TSJ Nro.986 del 21 de septiembre de 2010, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/septiembre/0986-21910-2010-09-1571.HTML, consultada el 23/06/2019. 38 35 la vivienda que ocupe el trabajador sean efectuadas por el empleador, directamente, al arrendador, para que de esta manera no ingrese al patrimonio del colaborador ni este tenga libertad de disponer, a su albedrío, de la suma en cuestión, y precaver riesgos de su eventual consideración salarial. d''. Provisión de transporte. Conforme a lo dispuesto en el artículo 160 de la LOTTT, cuando el lugar de trabajo esté ubicado a treinta o más kilómetros de distancia de la población más cercana, el patrono deberá suplir al trabajador el transporte para ir y venir de su residencia al lugar de trabajo, gratuitamente; en cuyo caso, se computará como jornada efectiva la mitad del tiempo que debe durar normalmente ese transporte; salvo que la organización sindical y el patrono acuerden no imputarlo, mediante el pago de la remuneración correspondiente, según lo ordena el artículo 171 ejusdem. Ante la conocida insuficiencia del sistema de transporte público actual, y como un incentivo para disminuir el habitual incumplimiento de la jornada de trabajo que ello conlleva, el empleador, pese a no estar obligado a ello en razón de la ubicación del lugar de trabajo, podría consentir proveer al trabajador el transporte para ir y venir de su residencia al lugar de trabajo. En tal caso, los gastos que se generen por ese traslado del trabajador se han de entender que han sido realizados o destinados exclusivamente para la ejecución de sus labores, toda vez, que son, pura y simplemente, un instrumento indispensable para la prestación misma del servicio. Al implementar tal provisión de transporte, es recomendable que el empleador, si está impedido de hacerlo por sus propios medios y vehículos, que asuma la contratación de terceros que realicen ese servicios, a quienes habría de realizarles, directamente, los pagos correspondientes y conservando los comprobantes o facturas emitidas por ese proveedor. Para el caso que la provisión de transporte sea implementada por el empleador mediante el reintegro directo al trabajador de los gastos en que incurriere para su traslado y por cuanto ello supondría que, a estos fines, el 36 trabajador recibiere de su patrono sumas de dinero, se sugiere aplicar medidas prácticas que permitan apoyar la prueba, preferiblemente documental, de la causa efectiva de esos pagos y, fundamentalmente, de la obligación del trabajador de rendir cuentas sobre el destino de tales fondos, para así poder desvirtuar su eventual invocado carácter salarial. e''. Descuentos o facilidades para la adquisición de insumos de la empresa. Como un medio de permitir que el trabajador obtenga la satisfacción de sus necesidades personales, de su familia y hasta de la sociedad en la que convive, el empleador podría disponer condiciones especiales para que aquel adquiera insumos propios de la empresa, sea que los produzca o los comercialice, bien a través de su venta a un precio menor al que sea vendido por la entidad de trabajo al público -verbigracia, a precio de distribuidor-, o bien mediante la concesión de facilidades para el pago del precio acordado - por ejemplo, con descuentos periódicos por nómina-, sin que ello implique que tal concesión tenga connotación salarial, por tratarse de meros subsidios o facilidades. No existe norma legal que regule el otorgamiento de facilidades de este tipo, por lo que para su concreta determinación se debe atender lo que se hubiere previsto en las convenciones colectivas, acuerdos colectivos o contratos individuales de trabajo; o lo que el empleador disponga, cuando no existiere previsión convencional al respecto. Sin embargo, al momento de considerar sobre su eventual implementación, conviene tener presente que, en relación a la dotación de insumos, la SCS-TSJ ha afirmado que se ha de velar que “no afecte a la colectividad, no sea desproporcionado, su uso sea exclusivamente doméstico y no sea utilizada para fines comerciales ”40; y en específico, en torno a las ventas de productos a los trabajadores que presten servicio en entidades de trabajo cuyo objeto sea la comercialización, venta y 40 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.565 del 18 de julio de 2018, disponible http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/Julio/300151-0565-18718-2018-18-160.HTML, consultada 23/06/2019. en el 37 distribución de productos agroalimentarios, dicho órgano jurisdiccional ha fijado posición sobre la noción de uso domestico, expresando al efecto que : “Se entiende por doméstico todo aquello que es relativo a una casa, vivienda, hogar o morada. La palabra “doméstico” viene del latín “domus” es decir “casa”, por lo que esta Sala infiere que la venta de los productos “en proporciones domésticas” a la cual hace referencia la cláusula 39 de la convención colectiva del trabajo celebrada con la accionada, debe estar dirigida al uso personal de cada trabajador, por lo que llama poderosamente la atención a esta Sala que cada uno de los demandantes soliciten que la empresa sea condenada a venderle la cantidad de cincuenta (50) sacos de productos agroalimentarios elaborados por la empresa, a cada uno de los mismos y en forma mensual, cuando el término “proporciones domésticas”, alude -se insiste- al uso personal de cada trabajador, quien no podrá negociar con el producto vendido, a los fines de no afectar la cadena de comercialización y en aras de contribuir con la protección y seguridad del sector agroalimentario nacional”41. C. Propuestas de prestaciones sociales y beneficios laborales convencionales. Los patronos pueden implementar el otorgamiento de prestaciones sociales y otros beneficios laborales convencionales, adicionales a los previstos en la LOTTT, como se propone a continuación: 1. Régimen convencional de prestaciones sociales. En lo que toca a las prestaciones sociales como tal, resulta válido que el patrono convenga con el trabajador un régimen adicional a lo establecido en la LOTTT, a través del cual se acuerde, por ejemplo, pagar el doble de días que se otorga en dicho instrumento legal por ese concepto, y que podría comprender 41 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.787 del 29 de octubre de 2018, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/octubre/302046-0787-291018-2018-18-151.HTML, consultada el 23/06/2019. Dicho fallo finaliza con un exhorto de la SCS-TSJ “a los integrantes del Sistema Nacional Integral Agroalimentario, el cual está comprendido por el conjunto de actividades públicas y privadas, necesarias para garantizar la seguridad y soberanía agroalimentaria del país (ex artículo 2 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Sistema Nacional Integral Agroalimentario), vale decir, a las personas naturales y jurídicas, de derecho público y derecho privado que, directa o indirectamente, participan o intervienen en la realización y desarrollo de las actividades que conforman el Sistema Nacional Integral Agroalimentario (ex artículo 4 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Sistema Nacional Integral Agroalimentario), a revisar las cláusulas convencionales contentivas de ventas de productos a los trabajadores que presten servicio en entidades de trabajo cuyo objeto sea la comercialización, venta y distribución de productos agroalimentarios, a los fines de no exceder las proporciones domésticas definidas por esta Sala, en resguardo y protección de la seguridad y soberanía agroalimentaria de la Nación”. 38 tanto las causadas durante la vigencia de la relación de trabajo como las que correspondan al momento de su extinción. Ello implicaría, siguiendo el ejemplo antes dado, que trimestralmente y con base en el salario integral efectivamente devengado por los trabajadores en el período respectivo, el patrono, en vez de los 15 días de salario que ordena el artículo 142 de la LOTTT, deposite o acredite 30 días de salario; que anualmente, en vez de los 2 días de salario adicionales que se causan por cada año de servicio, deposite o acredite 4 días de salario adicionales; y que para la fecha del cese de la relación de trabajo, en vez de los 30 días de salario que se causan por cada año de servicio o fracción superior a los seis meses calculada al último salario, pague o reconozca 60 días de salario. En efecto, creemos que es válido establecer un régimen de prestación de antigüedad convencional superior al establecido en el artículo 142 de la LOTTT, toda vez que los beneficios y condiciones establecidos en el citado texto legal constituyen contenidos mínimos que perfectamente pueden ser mejorados por convenio entre las partes. Al respecto, basta tener en cuenta que los artículos 89 de la CRBV, 18 de la LOTTT y 9 del RLOT, aluden al principio de irrenunciabilidad de los derechos de los trabajadores y a la nulidad toda acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de estos derechos; más sin embargo, esos mismos preceptos plantean el principio de la regla de la norma más favorable o principio de favor, conforme al cual, cuando hubiere dudas acerca de la aplicación o concurrencia de varias normas, o en la interpretación de una determinada norma se aplicará la más favorable al trabajador o trabajadora, y que la norma adoptada se aplicará en su integridad. Por tanto, siempre que tales beneficios prestacionales convencionales sean más favorables para el trabajador que los consagrados en la ley, no podría haber duda alguna en relación a la validez de su implementación, por aplicación del mencionado principio de favor. Desde un punto de vista fiscal, el pago de beneficios de prestaciones sociales adicionales a los trabajadores representa una ventaja, pues, de acuerdo con lo 39 previsto en el numeral 4 del artículo 14 de la Ley de Impuesto sobre la Renta42, los mismos estarían exentos del impuesto sobre la renta de los trabajadores, por lo que no tendrían incidencia alguna a esos efectos. A su vez, desde la perspectiva del patrono, tales erogaciones corresponderían a un gasto normal, necesario y hecho en el país con el objeto de producir la renta, por lo que sería deducible de su renta bruta a efectos del señalado impuesto. En el supuesto de la eventual aplicación de este beneficio, se sugiere que, además de estar previsto en el respectivo contrato de trabajo, se rija por los mismos términos y condiciones establecidos para el régimen legal establecido en la LOTTT en lo que toca a la periodicidad del depósito o acreditación, frecuencia y supuestos de procedencia de los anticipos a que alude el artículo 144 ejusdem; y sobre todo, se debe evitar que el régimen de prestación de antigüedad legal y convencional pactado, sea libremente disponible por parte de los trabajadores si los fondos se encuentran en la contabilidad del patrono; todo ello con el fin de precaver que tal beneficio pueda ser considerado como parte del salario de los trabajadores, si se les permite tener fácil y discrecional acceso a dichos fondos, de manera regular y permanente, fuera de los casos que la ley contempla.43 2. Anticipos a cuenta del cálculo de prestaciones sociales. En el punto anterior se ha tratado el tema de anticipos a cuenta de la garantía de prestaciones sociales que se causan trimestralmente durante la vigencia de la relación de trabajo ex artículo 142 A y B de la LOTTT; mientras que lo aquí se 42 Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Reforma de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, publicado en la GORBV Nro.6.152 Extraordinario de fecha 18 de noviembre de 2014. 43 Al respecto, conviene tener en cuenta que en Sentencia Nro.410 de la SCS-TSJ del 10 de mayo de 2005, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/mayo/0410-100505-041543.HTM, se ha sostenido que resultó ajustado a derecho el criterio afirmado por un Juzgado de Alzada que había declarado que las cantidades de dinero percibidas mensualmente por el trabajador por los conceptos denominados anticipo de antigüedad y de utilidades constituyen el salario normal del trabajador, fundamentándose en las previsiones de los artículos 133, 108 y 174 de la Ley Orgánica del Trabajo derogada y el artículo 100 de su Reglamento, y a tal efecto señaló que: “Conteste con el extracto de la recurrida antes transcrito, la Sala estima que no se incurre en la violación de los artículos delatados, por cuanto, ciertamente como lo señala el sentenciador de alzada la Ley Sustantiva Laboral prevé expresamente la forma y oportunidad para cancelar a los trabajadores los beneficios que devienen de la existencia de la relación de trabajo y tratándose de disposiciones de orden público no pueden ser relajadas por la voluntad de las partes, por cuanto ello podría implicar que se desvirtúe, como se pretendió en el caso de autos a través de la figura del paquete salarial, la naturaleza propia de los beneficios establecidos y tutelados por nuestro ordenamiento jurídico del trabajo. Así se decide”. 40 propone versa sobre los anticipos a cuenta del cálculo de prestaciones sociales que habría de realizarse al cese del vínculo laboral ex artículo 142.C ejusdem. Los cada vez más frecuentes aumentos de salarios mínimo decretados por el Ejecutivo Nacional hacen que el monto causado por el trabajador a título de garantía trimestral de prestaciones sociales resulte prácticamente irrelevante al momento de compararlo con la cantidad que le correspondería por el cálculo de prestaciones sociales al último salario devengado, independientemente del tiempo de servicios prestados; de modo que los fondos de lo que podría disponer el laborante a los fines de anticipos, conforme a la primera regla -artículo 142 A y B de la LOTTT- son irrisorios en comparación con los que resultarían de la aplicación de la segunda norma -artículo 142.C ejusdem-. Por ello, con el único ánimo de que el capital disponible para el trabajador a los efectos de la solicitud de anticipos de prestaciones sociales se vea incrementado, al menos contablemente, para que así este pueda cubrir sus necesidades perentorias, creemos que el patrono puede válidamente depositar en el fideicomiso o acreditar en la contabilidad, el monto que este haya causado por el cálculo de prestaciones sociales ex artículo 142.C de la LOTTT, según el tiempo de servicios acumulados y el último salario devengado para ese entonces, partiendo del hecho arriba señalado de que los beneficios previstos en la legislación laboral venezolana son beneficios mínimos que otorga la Ley, pero el patrono tiene la posibilidad de ampliar el esquema según el cual se otorgan dichos beneficios, en la medida en que no se desnaturalice el beneficio, y siempre que resulten más favorables para el laborante. Sería recomendable documentar el otorgamiento del mencionado beneficio contractual mediante un acuerdo en el cual el trabajador solicita el anticipo con base en una de las causales previstas y con la frecuencia señalada en el artículo 144 de la LOTTT para anticipos de prestaciones sociales y este acepta que dicho anticipo será incluido en la comparación que debe hacerse al final de la relación de trabajo entre la garantía (literales a + b del artículo 142 de la LOTTT) y el cálculo (literal c del artículo 142 eiusdem). 41 Los efectos tributarios antes señalados en relación a las prestaciones convencionales adicionales, resultan igualmente aplicables a estos supuestos de anticipos, en el sentido de que, en lo que toca al trabajador, estos pagos que recibiría estarían exentos del impuesto sobre la renta de los trabajadores, y en lo que respecta al patrono, tales erogaciones corresponderían a un gasto normal, necesario y hecho en el país por el patrono con el objeto de producir la renta, por lo que sería deducible de su renta bruta a efectos del impuesto sobre la renta. 3. Régimen vacacional contractual. Los argumentos arriba expuestos para sostener la viabilidad de un régimen de prestaciones sociales convencional, distinto pero más favorable para el trabajador que el establecido en la LOTTT, sirven de base para plantear el eventual otorgamiento de un régimen vacacional contractual, toda vez que los beneficios y condiciones establecidos en el citado texto legal constituyen contenidos mínimos que perfectamente pueden ser mejorados por convenio entre las partes, a través del cual se acuerde, por ejemplo, pagar el doble de días que se otorga en dicho instrumento legal por esos conceptos. Ello implicaría, siguiendo el ejemplo antes dado, que en la oportunidad en que el trabajador le corresponda disfrutar este beneficio, el patrono, en vez de los 15 días de salario que los artículos 190 y 192 de la LOTTT ordenan pagar, tanto a título de vacaciones anuales como de bono vacacional anual, respectivamente, le pague al trabajador 30 días de salario por cada uno de tales conceptos, más los correspondientes días adicionales a los que pudiera tener derecho –que nada impide que sean igualmente incrementados, por cierto-, calculados todos ellos con base en el salario normal devengado en el mes efectivo de labores inmediatamente anterior a la oportunidad del disfrute, si se trata de trabajadores con salario fijo; o con base en el promedio del salario normal devengado durante los tres meses inmediatamente anteriores a la oportunidad del disfrute, para el caso de los trabajadores con salario variable, conforme a lo dispuesto en el artículo 121 de la LOTTT. 42 En el supuesto de la eventual aplicación de este beneficio, se sugiere que, además de estar previsto en el respectivo contrato de trabajo, se rija por los mismos términos y condiciones establecidos para el régimen legal establecido en la LOTTT, sobre todo, en lo que toca a la oportunidad del disfrute y pago, salvo que se trate de los denominados contratos “paquetes” que a continuación se analizarán. 4. Contratos “Paquetes”. El denominado como “contrato paquete” o “contrato paquetizado” es aquel mediante el cual el patrono y el trabajador convienen en una cantidad fija cancelada mensualmente, en la cual queden comprendidos, además del salario básico que le correspondiere al trabajador como consecuencia de la relación de trabajo, el pago prorrateado de los distintos conceptos que se generaren a raíz de la misma por el tiempo pactado. Aunque tal modalidad contractual no se encuentra expresamente tipificada en nuestra legislación laboral, en principio, nada obsta a la suscripción de dichos contratos, ya que el trabajador no está renunciando a los conceptos jurídicos laborales que se derivan de la ejecución del contrato de trabajo, sino que éstos se incluyen en la cantidad que mensualmente se le cancela, y en el contexto hiperinflacionario actual, permite que el trabajador perciba en forma periódica un ingreso adicional a su salario, sin que impacte al patrono en lo tocante a los pasivos laborales. Al momento de considerar la adopción de esta alternativa vale la pena tener en cuenta que la SCS-TSJ ha fijado criterio sobre el contrato paquete, estableciendo al respecto que la remuneración mensual convenida entre las partes ha de ser entendida como continente del salario básico acordado para la prestación del servicio y de aquellos conceptos que se generan con ocasión de la relación de trabajo, a saber, vacaciones, utilidades y bono vacacional, incluso lo que le correspondiera legalmente por vacaciones no disfrutadas, excepto lo que el trabajador cause por concepto de prestación de antigüedad –ahora garantía de prestaciones sociales-, ya que la naturaleza jurídica de la misma es 43 fundamentalmente el reconocimiento a la permanencia en el trabajo, que se materializa a través de una garantía patrimonial, exigible al término de la relación de trabajo, a los fines de cubrir la contingencia cuando la persona queda excluida del mercado de trabajo formal, concluyendo que: “ Por tanto, si bien la flexibilización del derecho del trabajo admite jurisprudencialmente, conforme a los términos expuestos, los “contratos paquetes”, no es menos cierto, que dada la constitucionalización del derecho del trabajo, y específicamente de la prestación de antigüedad, la misma es indisponible, salvo en los casos legalmente previstos, hasta el término de la relación de trabajo, ello, conforme a lo establecido en el artículo 92 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a prestaciones sociales que les recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía (…)”, concatenado con el artículo 89 de la misma Constitución”.44 El citado criterio jurisprudencial, que se sepa, no ha sido modificado, hasta ahora, por la SCS-TSJ, y por tanto, puede servir de base para argumentar en favor de la eventual aplicación de esta modalidad de contratos laborales. III. REFLEXIONES FINALES. Nadie puede negar que en circunstancias normales, en una sociedad libre y democrática, con instituciones y valores sólidos, equilibrada y sana en términos económicos, como la que una vez vivimos en Venezuela, con todos los males y desaciertos que se le hubieren podido achacar, los mecanismos de producción y consumo fluyen espontáneamente y predomina un estado de bienestar colectivo que permite que el esquema del vínculo entre patronos y trabajador se reduzca al simple binomio prestación de servicio-salario, toda vez que el salario preserva su poder de compra, y su monto se va incrementando paulatinamente según el ritmo de la creciente prosperidad. Pero, lamentablemente, la situación actual del país se aleja considerablemente de aquel modelo de sociedad, y al contrario, nos corresponde enfrentar, sobre todo, a un régimen autoritario y militarista, cuyas erradas políticas 44 Cfr. Sentencia de la SCS-TSJ Nro.1186 del 27 de octubre de 2010, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/octubre/1186-271010-2010-09-1103.HTML, ratificada en Sentencia de la SCS-TSJ Nro.1.246 del 08 de noviembre de 2010, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/noviembre/1246-81110-2010-09-1527.HTML y en Sentencia de la SCS-TSJ Nro.222 del 26 de abril de 2013, disponible en http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/abril/022226413-2013-10-1372.HTML, consultadas todas el 23/06/2019. 44 económicas, comenzando por su afán intervencionista y atentatorio contra la libertad, propiedad y libre empresa y economía; y pasando por nefastos controles sobre los centros de producción, de precios, cambiarios; aumentos compulsivos de cargas laborales y fiscales y una constante emisión de dinero inorgánico; amén de destruir la democracia, las instituciones y los valores sociales; nos han traído a este calamitoso mal: la hiperinflación, que, como ya dijimos, se ha incorporado en nuestra economía y no será fácil erradicarla en el corto y el mediano plazo, o al menos, no con el actual modelo económico que sigue el régimen autoritario y militarista. Los calamitosos resultados de esos planes saltan a la vista y no han hecho más que profundizar la inmersión de los ciudadanos en un perenne ciclo inflacionario, en el que, en aras de sufragar el –por razones populistas- creciente gasto público, pese a la caída vertiginosa de los ingresos petroleros –tanto por reducción de la producción nacional como por descenso de los precios internacionales-, se recurre entonces a la impresión de moneda sin respaldo por el BCV, cuya consecuencia final es la destrucción de poder adquisitivo de todos los ciudadanos.45 No en vano se ha dicho que el actual modelo económico del régimen autoritario y militarista no sólo influye en nuestra capacidad de consumir y ahorrar o nuestra posibilidad de inversión, sino que ha destruido moral y culturalmente al venezolano, convirtiéndonos en esclavos, incapaces de valernos por nosotros mismos, e inevitablemente dependientes de las dádivas del Estado; por lo que es ineludible que la economía debe ser repensada si queremos tomar el camino de la prosperidad y el desarrollo.46 Así, en un ambiente hiperinflacionario como el que actualmente azota al país, el salario sigue la siguiente ruta: su cuantía es "inflada" artificialmente; al "enfermarse" el dinero por obra de la merma creciente de su poder adquisitivo, Para profundizar acerca de la relación entre política monetaria e inflación, puede verse a Andrés F. Guevara B. Política Monetaria e Inflación en Venezuela. Plan de emergencia para salvar el dinero de los venezolanos, disponible en http://cedice.org.ve/observatoriolegislativo/wpcontent/uploads/2017/04/cedice_inflacionFINAL.pdf, consultado el 16/01/2019. 46 Cfr. Luis Fraga Lo Curto. “Soluciones Institucionales a la crisis inflacionaria” en Revista Electrónica de Derecho Administrativo Venezolano Nro.9. Caracas. 2016. Págs.219-264. 45 45 mengua la capacidad del salario, y ello induce al Ejecutivo Nacional -presionado por las clases sociales más afectadas y por un afán populista-, a decretar aumentos compulsivos, cuyo efecto es efímero, pues no correspondiendo los incrementos con la real producción de bienes y servicios, tales aumentos son trasladados a los precios; estos crecen inexorablemente y empujan a nuevos aumentos salariales, a los cuales les aguarda la misma suerte, creando así un circulo vicioso de espiral inflacionaria. En términos reales, más que un beneficio para el trabajador, el aumento coactivo y general de los salarios, se ha convertido en un eficaz agente impulsivo de la espiral inflacionaria, que conlleva para él, cuando se decretan, más motivos de tristeza y preocupación que de alegría, en tanto que la inflación o incremento de los precios de los bienes y servicios comienza a sentirse con el mero anuncio de que se llevará a cabo un aumento general de salarlos, es decir, que afecta el patrimonio del trabajador anticipadamente, antes de que efectivamente el trabajador haya percibido ese incremento, a lo que se agrega el pernicioso efecto de la especulación, que fatalmente se entroniza después, y que agrava aún más su situación, ya de por si negativa. Y ello es lógico y obvio que ocurra, por cuanto, por un elemental mecanismo de defensa de la pervivencia misma de su fuente de producción, el empresario traslada de inmediato el aumento de sus costos, valga decir, el incremento del salario de sus trabajadores, a los precios de los bienes y servicios que ofrece, pues su finalidad es obtener beneficios, y si ello no tiene lugar desaparece la empresa y acaba siendo el trabajador el más perjudicado. En ese contexto, considerablemente limitados -cuando no impedidos- los empresarios de llevar a cabo nuevos incrementos de salario, hallan en la implementación de asignaciones no salariales –quizás- la única vía apta para cumplir el justo fin de mejorar la condición socio-económica de los trabajadores, pese a que tales asignaciones les representan efectivas erogaciones que implican un aumento de sus costos y gastos. Resulta absolutamente ilusorio e ingenuo pensar que en un ambiente de inflación voraz, y dentro del cual el régimen que nos desgobierna no ha tomado las 46 medidas adecuadas para reactivar el aparato productivo, pueda haber un mecanismo más eficiente, en el área de las relaciones laborales, que el de la implementación de asignaciones no salariales, o el otorgamiento de subsidios y otras facilidades; y revela, asimismo, gran ignorancia y torpeza suponer cándidamente que, en una economía de mercado, el aumento compulsivo de los salarios puede ser un antídoto contra la inflación. Pese a las apuntadas bondades que se le atribuyen y reconocen a la implementación de asignaciones no salariales y/o de beneficios sociales no remunerativos, es preciso alertar aquí que el manejo de las mismas debe hacerse con el mayor criterio racional posible, con mesura; de forma tal que no sólo tenga en cuenta el impacto de su instrumentación en la estructura de costos y gastos de la empresa -que, en definitiva, es lo que determina la viabilidad económica de su implementación-, sino también que evite que un uso perverso, irracional y manipulado de esas figuras, conduzca hacia la “desalarización o “bonificación” del ingreso real del trabajador –y que se traduce en menos salario para mayor ingreso-, al utilizarlas, fraudulentamente, como medios para aumentar los ingresos del trabajador sin repercusión en los restantes beneficios laborales, tal y como era tendencia en el país en nuestro pasado reciente, y cuyo intento de erradicación fue uno de los puntos más álgidos y controversiales de la reforma laboral de 1997.47 47 Véase a Oscar Hernández Álvarez. “Título III De la remuneración” en Oscar Hernández Álvarez (Coordinador). Comentarios a la Ley Orgánica del Trabajo. Tipografía y Litografía Horizonte C.A. Segunda Edición. Barquisimeto. 1999. Págs.160-162. Allí ese autor refiere que el tema de los subsidios y las bonificaciones fue motivo de especiales dificultades y uno de los puntos fundamentales de la reforma hecha a la LOT en 1997, ya que a través de ella se trató de instituir la salarización de esas asignaciones con miras a una recomposición del salario, como respuesta a una tendencia que, para aquella época, se venía dando en la negociación colectiva, en la práctica laboral y en algunas normas legislativas, consistente en estimular la adopción de formas remuneratorias no salariales, que ayudasen al trabajador a protegerse de los embates de la inflación y que no comportasen para el empleador los costos adicionales implicados por las contribuciones parafiscales laborales y por la incidencia en el monto de los beneficios laborales calculados sobre la base del salario; a la que contribuyó el uso, poco ortodoxo, que el Poder Ejecutivo hizo de aquellas figuras en varios Decretos, mediante los cuales se estableció a los patronos la obligación de pagar determinadas cantidades de dinero por jornada efectivamente trabajada, las cuales no se consideraron formando parte del salario; y finaliza exponiendo el cuadro desgarrador que presentaba el salario en ese entonces: “Todo ello revertió en una tendencia hacia la «desalarización» o «bonificación» del ingreso del trabajador, que llegó a su máxima expresión al momento de la aprobación del denominado «bono puente» (Decreto 1824 del 30-04-97), que determinó que de los setenta y cinco mil bolívares (Bs.75.000,00) que constituían el ingreso mínimo del trabajador venezolano, sólo quince mil bolívares (en algunos casos once mil setecientos bolívares) tenían carácter salarial”. 47 Llegados a este punto, sólo nos restaría aclarar que las propuestas que anteceden son, apenas, un pequeño elenco de entre tantas alternativas, salariales o no, que pudieren implementarse con miras a mejorar las condiciones socioeconómicas de los trabajadores; que algunas de ellas pudieran llegar a implementarse como un beneficio social no remunerativo y, posteriormente, por un mal manejo documental o por un uso perverso, distinto al que la ley prevé, podrían ser calificadas como salariales; y finalmente, que todas ellas han sido expuestas como fórmulas que, eventualmente, pudieran resultar atractivas para la captación y retención del mayor capital de las empresas: el talento humano, a sabiendas que tales propuestas, si bien no atacan la raíz del mal hiperinflacionario que nos agobia, pueden contribuir, así fuere estrechamente, a la generación de niveles de vida más dignos para los trabajadores, al servir de amortiguadores ante la insuficiencia del salario básico como fuente de alivio para la satisfacción de sus necesidades primarias, sobretodo, al proveniente de las nuevas generaciones, a quienes se les debe brindar la oportunidad de ofrecer sus capacidades y esfuerzos, materiales e intelectuales, en la –ojalá que- pronta reconstrucción del país, que nos lleve a una Venezuela libre y democrática. Para terminar como comenzamos resulta pertinente recurrir a TOMÁS CARRILLO BATALLA, cuyas palabras, creemos, ilustra claramente el papel del Derecho del Trabajo, representado en las propuestas que aquí se hacen, en la lucha del Derecho -en general- por la erradicación de la inflación, al afirmar que: “La jurisprudencia y la doctrina, así como la legislación sobre ajustes inflacionarios, son neutralizantes a una enfermedad, para evitar injusticias y daños mayores, pero como dije al comienzo, no constituyen cura del flagelo”.48 48 Tomás Carrillo Batalla. Ob. Cit. Pág.383. 48