Subido por Lois Rangel

Cirrosis

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Cirrosis
La cirrosis significa literalmente afección hepática en la cual el hígado
adquiere un color amarillo-anaranjado y su configuración se destruye
de manera permanente. Este padecimiento constituye la etapa final
de varios procesos de enfermedad
Es una etapa tardía de la cicatrización (fibrosis) del hígado producto
de muchas formas de enfermedades hepáticas, como la hepatitis y el
alcoholismo crónico.
Cada vez que el hígado sufre una lesión, ya sea por enfermedad,
consumo excesivo de alcohol u otra causa, intenta repararse a sí
mismo. En el proceso, se forma un tejido de cicatrización. A medida
que la cirrosis avanza, se forman cada vez más tejidos de
cicatrización, y hacen que el hígado funcione con dificultad (cirrosis
descompensada). La cirrosis avanzada es potencialmente mortal
1. Causas
cirrosis) se relacionan con la ingestión de 160 g/día por 10 a 20 años;
las mujeres son más susceptibles que los varones y generan
hepatopatía avanzada con menor consumo de alcohol. Las hepatitis
B y C son cofactores en la aparición de la hepatopatía. La
desnutrición contribuye al surgimiento de cirrosis.
2. Patogénesis
La cirrosis se desarrolla según el siguiente mecanismo patogénico:
con independencia del agente etiológico, se produce una inflamación
de la íntima endotelial, seguida de estasis en las venas centrales y en
los sinusoides; si estos cambios se extienden a las vénulas portales,
se genera un cuadro de isquemia acinar. Estas alteraciones
conducen a la apoptosis, a la atrofia e hiperplasia nodular
regenerativa y, por último, a una fibrosis
3. Síntomas
No es raro que, a veces, la cirrosis curse de forma asintomática, en
cuyo caso el diagnóstico tiene lugar de modo totalmente casual, ya
sea en un chequeo médico o por hallazgos hematológicos a los que
se unen pruebas de imagen.
De hecho, es habitual que la cirrosis curse con un período
asintomático u oligosintomático, cuya duración es variable y suele
conocerse como fase compensada de la enfermedad, siendo típica la
aparición de dispepsia, astenia o hiperpirexia. En esta fase puede
existir hipertensión portal y varices esofágicas
Aunque el paciente puede cursar con anorexia, nausea, vomito,
diarrea, dolor vago en el cuadrante superior derecho, fatiga,
debilidad, fiebre, ictericia, amenorrea, impotencia, infertilidad.
El consumo excesivo de alcohol puede causar: hígado graso,
hepatitis alcohólica, cirrosis. La cirrosis alcohólica origina cerca de
40% de las muertes por cirrosis. A menudo se niega el antecedente
de consumo excesivo de alcohol. Las formas graves (hepatitis,
4. Signos
Telangiectasias en arana, eritema palmar, ictericia, ictericia escleral,
crecimiento de glándulas parotidas y lagrimales, dedos hipocraticos
(en “palillo de tambor”), contractura de Dupuytren, ginecomastia,
atrofia testicular, hepatoesplenomegalia, ascitis, hemorragia del tubo
digestivo (p. ej., varices), encefalopatia hepatica.
Ascitis: es un signo clínico que se define como la aparición de
líquido libre en la cavidad peritoneal. Es la complicación más común y
temprana de la cirrosis. Su aparición marca el inicio de la fase
descompensada en la mayoría de los pacientes cirróticos. Desde la
perspectiva fisiopatológica, existe una resistencia aumentada al flujo
portal y una vasoconstricción sinusoidal hepática, con vasodilatación
esplácnica secundaria, debida a la producción de mediadores
vasodilatadores, tanto en la circulación sistémica, como en el territorio
vascular esplácnico. Esa vasodilatación esplácnica incrementa la
presión del capilar esplácnico y la formación de linfa, lo que justifica la
ascitis.
7. Estudios diagnosticos
Dependen de la situacion clinica.
 Suero: HBsAg, anti-HBc, anti-HBs, anti-HCV, anti-HDV, hierro,
capacidad total de union del hierro, ferritina, anticuerpo
antimitocondrial (AMA), anticuerpo contra musculo liso (SMA),
anticuerpos contra los microsomas hepaticos y renales (antiLKM), anticuerpos antinucleares (ANA), ceruloplasmina,
antitripsina α1 (y fenotipii cacion),
 Ecografía abdominal y estudio Doppler, tomografia
computarizada (CT) o imagenes por resonancia magnética
(MRI) (pueden mostrar higado cirrotico, esplenomegalia,
colaterales, trombosis venosa).
 El diagnóstico definitivo a menudo depende de la biopsia
hepática (percutanea, transyugular o abierta).
8. Complicaciones
5. Datos de laboratorio
Anemia (microcitica por hemorragia, macrocitica por deficiencia de
folato; hemolitica, llamada síndrome de Zieve), pancitopenia
(hiperesplenismo), prolongacion del tiempo de protrombina (PT),
pocas veces coagulación intravascular diseminada; hiponatremia,
alcalosis
hipopotasemica,
trastornos
en
la
glucosa
e
hipoalbuminemia.
Pruebas bioquímicas, cuyos resultados más significativos incluyen
bilirrubina elevada, transaminasas moderadamente elevadas o
incluso normales, y fosfatasa alcalina significativamente elevada en
cirrosis de origen colestático o hepatocarcinoma.
6. Pruebas paraclínicas:
 La ecografía abdominal pero tiene el inconveniente de que
existe una considerable variabilidad entre diferentes
observadores.

La elastómera es una técnica que mide la rigidez hepática,
que depende del grado de fibrosis hepática existente.
9. Factores de riesgo
 Consumir demasiado alcohol. El consumo excesivo de
alcohol es un factor de riesgo de la cirrosis.
 Tener sobrepeso. Ser obeso aumenta el riesgo de padecer
enfermedades que pueden causar cirrosis, como esteatosis
hepática no alcohólica y esteatohepatitis no alcohólica.

Padecer hepatitis viral. No todas las personas con hepatitis
crónica desarrollarán cirrosis, pero es una de las causas
principales de enfermedad hepática a nivel mundial.
10. Tratamiento
La posibilidad de efectuar una terapia específica sobre la etiología de
la cirrosis es limitada, ya que es relativamente frecuente que la
enfermedad se diagnostique cuando ya está avanzada.
En el caso de la cirrosis alcohólica, es importante que el paciente
abandone el alcohol, aunque desgraciadamente ello no supone la
remisión de la enfermedad; una situación similar se presenta también
para las cirrosis de origen vírico.

Cirrosis biliar primaria
La cirrosis biliar primaria es una afección hepática obstructiva,
progresiva y crónica que se caracteriza por destrucción de los
conductos biliares intrahepáticos, inflamación y tejido cicatriza y,
posteriormente, desarrollo de cirrosis. Esta afección tiene etiología
desconocida y en sus últimas etapas provoca insuficiencia hepática.
Aunque parece existir cierta tendencia familiar para su desarrollo, no
hay indicaciones de que sea una afección hereditaria de tipo simple.
La cirrosis biliar primaria es principalmente una afección de mujeres
de edad intermedia, quienes manifiestan quejas inespecíficas de
fatiga y comezón.
1. Patogénesis
La anormalidad más notable en la cirrosis biliar primaria se asocia
con respuestas inmunitarias celulares y humorales de tipo específico,
lo que sugiere una base autoinmunitaria hereditaria.
Así, la enfermedad se ha descrito entre familiares y hay una
incuestionable asociación con antígenos del sistema de
histocompatibilidad.
La frecuente asociación con otras enfermedades de carácter
autoinmune y ciertas similitudes con la enfermedad crónica del injerto
contra el huésped también proporciona fundamentos para sustentar
la patogenia autoinmune.
La destrucción del epitelio de los pequeños conductos biliares
intrahepáticos está ocasionada por linfocitos T citotóxicos dirigidos
contra antígenos todavía no caracterizados, expresados en la
membrana de las células ductales junto con antígenos del sistema
HLA.
Estos antígenos no caracterizados tienen una similitud con el
complejo de la piruvato-cinasa de la membrana interna de las
mitocondrias, y explicaría la presencia de anticuerpos
antimitocondriales
Más de 90% de los pacientes con esta enfermedad presentan
anticuerpos antimitocondriales (AMA) en suero. Estos anticuerpos
son heterogéneos y reaccionan con la mitocondria de diferentes
órganos y distintas especies.
La deficiente función de los linfocitos T supresores permitiría la
persistencia de la agresión sobre el epitelio de los conductos biliares.
La lesión biliar se produciría de modo continuado pero imperceptible
a lo largo del tiempo, con destrucción de los conductos e interrupción
de la secreción biliar.
La incapacidad de los conductos biliares para regenerarse explica la
irreversibilidad de la lesión histológica y la acumulación progresiva en
los hepatocitos de sustancias tóxicas, como ciertos ácidos biliares,
que contribuyen a la lesión del parénquima hepático
El anticuerpo más frecuente es anti-M2, que reacciona con la
membrana interna de la mitocondria y se encuentra en más de 95%
de los pacientes con cirrosis biliar primaria.
Otros anticuerpos que suelen observarse son anti-M4, que sólo se
presenta cuando hay anti-M2, anti-M8, que se asocia con una forma
de cirrosis biliar hepática que progresa con rapidez, y anti-M9, que
suele indicar la forma benigna de la enfermedad.
total y fosfolípidos, y menores cantidades de albúmina en
suero.

La confirmación de la presencia de AMA es un signo
diagnóstico.
2. Síntomas
4. Pruebas paraclínicas


Tempranos frecuentes: Fatiga, Picazón de la piel, Sequedad
en ojos y boca
En las primeras etapas de la enfermedad no se observa
ictericia, pero en general se detecta hepatomegalia y ligera
elevación de ALP.
La biopsia hepática es más importante en la PBC negativa para AMA.
En la biopsia, se identifican cuatro etapas: etapa 1, destrucción de
conductos biliares interlobulillares, granulomas; etapa 2, proliferación
de microconductos; etapa 3, fibrosis; etapa 4, cirrosis.
5. Diagnóstico de laboratorio:

Otros síntomas son oscurecimiento de la piel debido a
depósitos de melanina, hirsutismo, anorexia y pérdida de
peso.



El incremento de excreción de grasa en las heces con
reducción correspondiente de vitaminas liposolubles
(vitaminas A, D, E y K) indica una disminución de la excreción
de ácidos biliares hepáticos
3. Datos de laboratorio
 En pacientes con cirrosis biliar simple incluyen resultados que
sugieren ictericia obstructiva, como incremento de la
concentración de bilirrubina conjugada y de ALP, 5' -NT y
GGT.

La detección de lipoproteína X es una indicación específica de
enfermedad obstructiva.

La reducción del funcionamiento hepático se determina por
incremento de los niveles de ácidos biliares en suero y de las
concentraciones de lípidos en suero, especialmente colesterol
Las concentraciones de fosfatasa alcalina, bilirrubina,
colesterol e IgM
Anticuerpos antimitocondriales (AMA) en 90% (dirigidos contra
enzimas del complejo piruvato deshidrogenasa y otras
enzimas mitocondriales 2-oxo-ácido deshidrogenasa).
6. Complicaciones
A medida que el daño hepático empeora, la colangitis biliar primaria
puede causar problemas de salud graves, como:

Cicatrización hepática (cirrosis). La cirrosis dificulta el
funcionamiento del hígado y puede provocar insuficiencia
hepática. Esto indica que la colangitis biliar primaria se
encuentra en el estadio final. Las personas con colangitis biliar
primaria y cirrosis tienen un pronóstico desalentador y un
riesgo más elevado de sufrir otras complicaciones.

Mayor presión en la vena porta (hipertensión portal). La
sangre del intestino, del bazo y del páncreas ingresa en el
hígado a través de un gran vaso sanguíneo llamado «vena
porta». Cuando el tejido cicatricial de la cirrosis bloquea el
flujo sanguíneo normal a través del hígado, la sangre se
acumula. Esto aumenta la presión en el interior de la vena.
Además, como la sangre no circula normalmente por el
hígado, los medicamentos y otras toxinas no se filtran de
forma adecuada del torrente sanguíneo.

Deficiencias de vitaminas. La falta de bilis afecta la
capacidad del aparato digestivo de absorber las grasas y las
vitaminas solubles en grasa A, D, E y K. Por lo tanto, algunas
personas con colangitis biliar primaria avanzada pueden tener
niveles bajos de estas vitaminas.

Agrandamiento del bazo (esplenomegalia). El bazo se
puede hinchar con los glóbulos blancos y las plaquetas
porque el cuerpo ya no filtra las toxinas del torrente sanguíneo
como debería.

Función mental disminuida (encefalopatía hepática).
Algunas personas que tienen colangitis biliar primaria con
insuficiencia hepática presentan cambios en la personalidad y
problemas de memoria y de concentración.

Cálculos biliares y piedras en las vías biliares. Si la bilis no
puede fluir a través de las vías biliares, puede endurecerse y
convertirse en cálculos, lo que causa dolor e infección.

Mayor riesgo de padecer otras enfermedades. La colangitis
biliar primaria está asociada a trastornos metabólicos o del
sistema inmunitario, como problemas de tiroides,
esclerodermia limitada (síndrome CREST) y artritis reumatoide

Agrandamiento de las venas (várices). Cuando el flujo
sanguíneo por la vena porta se hace más lento o se bloquea,
la sangre se puede acumular en otras venas, generalmente,
las del estómago y las del esófago. Un aumento de la presión
puede producir que algunas venas delicadas se abran y
sangren. El sangrado en la parte superior del estómago o del
esófago es una emergencia que puede poner en riesgo la vida
y que requiere atención médica inmediata.
7. Factores de riesgo

Cáncer de hígado. La cicatrización hepática (cirrosis)
aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado.
Estos factores pueden aumentar el riesgo de padecer colangitis biliar
primaria:

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
Huesos débiles (osteoporosis). Las personas que padecen
colangitis biliar primaria presentan un mayor riesgo de tener
huesos débiles y frágiles que se pueden quebrar con más
facilidad.
Sexo. La mayoría de las personas con colangitis biliar
primaria son mujeres.
Edad. Es más probable que se presente en personas que
tienen entre 30 y 60 años.
Factores genéticos. Es más probable que padezcas esta
afección si tienes un familiar que tiene o tuvo colangitis biliar
primaria.
Ubicación geográfica. Se presenta con mayor frecuencia en
el norte de Europa y en Norteamérica.
8. Tratamiento

Aún no existe un tratamiento eficaz para la cirrosis biliar
primaria, aunque recientemente se ha empleado ácido
ursodeoxicólico y dosis bajas de metotrexato con resultados
prometedores, ya que se observa que los resultados de
laboratorio se normalizan y la enfermedad progresa en forma
más lenta.

Los pacientes que llegan hasta la insuficiencia hepática total
pueden someterse a" un trasplante como última opción
terapéutica.

Los pacientes con cirrosis biliar primaria son buenos
candidatos para trasplante y el procedimiento permite la
inversión total del proceso de enfermedad.
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