República Bolivariana de Venezuela Universidad Bicentenaria de Aragua Vicerrectorado Académico Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales Escuela de Psicología Importancia del Perfil en la Psicología Criminal Murillo Sandra V.- 9245827 Noviembre 2019 En la Psicología Criminal existe una herramienta útil e indispensable para abordar desde el punto de vista cognitivo conductual a un agresor, esta es el Perfil Criminal que es una disciplina de la ciencia forense que genera una hipótesis sobre la personalidad de aquel posible autor de un hecho punible. Según Garrido (2006)1, el perfil criminológico puede definirse como una estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado. Investigar el papel que tiene el perfil criminal en una investigación policial contribuirá a precisar la importancia del mismo dentro de la Psicología Criminal y Forense. Cabe destacar, que pese a que los perfiles han arrojado en muchos casos resultados positivos en diversas investigaciones, aún hoy lucha para establecer un método definido que tenga la validez y la confiabilidad necesaria para proveer resultados irrefutables. Es por esta razón que se hace necesario seguir investigando y encontrando métodos certeros que garanticen la solidez de los perfiles criminales, dejando atrás los métodos de inferencia con pocas bases científicas, en donde la deducción realizada por el perfilador se consideraba irrefutable. Hoy en día es necesario mantener los protocolos que garanticen una investigación metódica, una hipótesis y la comprobación de la misma. Se puede señalar, el Perfil Criminal intenta establecer orientaciones y posibles alternativas en la investigación de un suceso, en donde se desconoce el autor del mismo. Los perfiladores se basan en tres métodos que son los más socializados en el mundo del estudio criminal. El primero, el Método Inductivo, el cual se basa en el estudio previo de otros criminales y que sirve para establecer una serie de comparaciones y características que los agresores comparten, estableciendo así un patrón de conducta criminal. El segundo es el Método Deductivo, en donde el estudio y análisis de la escena del crimen, la victimología y de otros datos aportados por investigadores policiales, permiten deducir las características psicológicas y conductuales del criminal. El tercero y último es el Método Geográfico o ubicación 1 Garrido, V. y López, P. (2006). El rastro del asesino. El perfil psicológico de los criminales en la investigación policial. Barcelona: Ariel. de la escena donde se cometió el crimen y se basa en la postura de que algunos agresores actúan en lugares que tienen una importancia personal para ellos. Por ello, para la elaboración de un perfil criminal es necesario el análisis y evaluación de la escena del crimen, el perfil geográfico, el modo como opera (Modus Operandi), la firma del criminal y la victimología. El criminal o agresor siempre deja algo en cada escena del crimen, sus actos, sus decisiones, sus elecciones, su método, lo que se traduce para los perfiladores en evidencias psicológicas y que generan grandes aportes para entender lo que significa el hecho para el autor. El modus operandi, y la firma de cada criminal se convierten en una evidencia conductual que incrementan la posibilidad de identificarlo, luego de analizar cómo piensa, cómo comete el crimen, su forma de abordar a la víctima, la cual se convierte en una fuente de información para los perfiladores, quienes a través de la victimología pueden establecer una conexión entre el criminal y el por qué o para qué comente el crimen. Para concluir, en un acto criminal hay dos protagonistas, el victimario y su víctima, entre los cuales hay una relación, el asesino usa a la víctima para narrar su historia, para satisfacer sus sueños personales pero también para dejar constancia de su relación con el mundo. Y es en esta relación donde se refleja más su personalidad, lo cual se convierte en objeto de estudio para los perfiladores, quienes buscan el rastro cognitivo-conductual para lograr armar un rompecabezas humano que termina cuando se identifica al victimario.