Subido por Xavier Godoy

Enfermedad y tribulación

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Enfermedad y tribulación
Parece que hubiera pensado en ella Francisco antes de morir cuando
entonaba en el jardincito de San Damián:
De hecho Clara estuvo enferma durante veintiocho años, desde los
treinta y dos hasta los sesenta.
Temían constantemente perderla las Hermanas jóvenes de San
Damián, pero ella las tranquilizaba diciendo: Habla Santa Clara
Su camastro había venido a ser la cátedra desde la cual enseñaba
prácticamente la resignación y la paciencia.
«No había reino ni nación donde no hubiese sido levantado un
monasterio bajo la regla y enseñanzas de Clara.»
Por amor a la pobreza se hizo cortar sus doradas trenzas y ciñó la
cuerda franciscana la rubia Inés, hija del Rey de Bohemia y
prometida de Federico II.
Clara le escribía a Inés: Habla Santa Clara
Y de Inés es esta respuesta: Habla Inés
Nada hubiera significado la pobreza para Clara si no hubiera ido
acompañada de la enfermedad. Era de ver el ejemplo que ofrecía de
cómo se debe sufrir pacientemente "enfermedad y tribulación».
Oraba de continuo y trabajaba siempre, a excepción de cuando era
arrebatada en la contemplación.
A su discípula, la enfermera que la cuidaba, había dado este encargo:
Habla Santa Clara
Eran los viernes sobre todo, cuando meditando la Pasión de Jesús,
quedaba como ebria de dolor y arrebatada en éxtasis. En cierta
ocasión quedó fuera de sí todo un día, y al llegar la noche se le
acercó la joven enfermera, con una vela encendida, en el preciso
momento que despertaba a la vida:
Habla Santa Clara
Responde enfermera
Clara miró alrededor y, lanzando un suspiro, dijo:
Habla Santa Clara
No había sido sueño, como no lo eran tampoco las cosas que veía
durante sus éxtasis. Es así como supo que no moriría antes de ver
otra vez al Papa, que se hallaba en viaje por Francia.
Al enterarse el Papa que Clara se hallaba gravemente enferma, envió
primero al Cardenal de Ostia
Actúa el Papa
Actúa cardenal
Y luego se dirigió él mismo en persona a visitarla. Se acercó al lecho,
y al darle a besar la mano:
Habla Santa Clara
Al ver el Papa su gran devoción quiso complacerla, y se sentó junto al
lecho de manera que pudiese la enferma besar su pie.
Clara lo besó por encima y debajo, mojándolo con sus lágrimas, y
luego pidió al Papa la absolución de sus pecados diciendo con grande
humildad.
Habla Santa Clara
Mas el Papa respondió:
Habla el Papa
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