Subido por Nicole Molina

APENDICITIS CIRUGIA I

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UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN BAUTISTA
FACULTAD DE CIENCIAS E LA SALUD
ESCUELA DE MEDICINA HUMANA
“APENDICITIS”
Docente: Dr. YURI OCHOA LIND
Curso: CIRUGIA I
Alumno: MOLINA CALAGUA, Nicole
Hospital: HOSPITAL NACIONAL DOS DE MAYO
Ciclo: IX
LIMA – PERÚ
2019-2
I.
RELATOS
1.1. DEDICATORIA
Dedico este trabajo a todas las nuevas generaciones que directa o
indirectamente deseen conocer esta investigación para fundamentar y ajustarlos
a sus propios estudios, así deseo que esto trabajo sirvan a otros a lo largo de la
línea del tiempo y ello siga contribuyendo en un sin fin de avance y tecnología
para nunca extinguir el progreso de nuestra humanidad.
1.2. AGRADECIMIENTOS
Primeramente, a Dios. A mis Padres, Hermanos y demás familiares. A todos y lo
Doctor que ha contribuido para mis conocimientos y actitudes.
1.3. RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica en la que se definió como objetivo general
profundizar en los conocimientos sobre el diagnóstico Clínico de la Apendicitis
Aguda. Para lo cual se realizó la revisión de artículos, libros y revistas y como
resultado del estudio concluimos que: El diagnóstico de Apendicitis Aguda es
esencialmente
clínico
basado
en
síntomas
y signos.
Los
síntomas
principalmente son el dolor el cual se puede presentar de forma típica o atípica,
las náuseas, los vómitos y la fiebre. Los Signos que resultan tener
mayor valor predictivo son el Bloomberg, Rovsing y la secuencia de Murphy.
1.5. INTRODUCCION
Una apendicitis aguda, es la inflamación del apéndice, ubicado en el ciego, que
es la porción donde comienza el intestino grueso. Normalmente los casos de
apendicitis
aguda
requieren
de
un
procedimiento
quirúrgico
llamado
apendicectomía bien por laparoscopia o laparotomía que no es más que la
extirpación del apéndice inflamado. El tratamiento siempre es quirúrgico. En
casos sin tratamiento, el índice de morbimortalidad es elevado, principalmente
debido a complicaciones como la peritonitis y el shock séptico, en particular
cuando el apéndice inflamado se rompe. La mortalidad asociada al proceso es
baja salvo cuando aparece perforación libre y peritonitis asociada a shock
séptico.
II.
OBJETIVOS
2.2. General:

Profundizar en los conocimientos sobre el diagnóstico Clínico de la
Apendicitis Aguda.
2.3. Específicos:

Identificar los síntomas presentes en pacientes con Apendicitis Aguda y
las características de los mismos.

Señalar los posibles hallazgos durante el examen físico.

Describir los signos clínicos presentes en la apendicitis aguda, triada de
dieulafoy y la secuencia de Murphy.
III.
JUSTIFICACION
Se considera que la población general es afectada en un 7% y se puede
presentar en todas las edades, sin embargo, es rara en los extremos de la vida,
en donde la mortalidad es mayor por lo dificultoso del diagnóstico y porque el
organismo adolece de un buen sistema de defensa. La apendicitis puede ocurrir
a cualquier edad, aunque la incidencia máxima de la apendicitis aguda se
presenta con mayor frecuencia en las personas entre 20 y 30 años en el que,
exceptuando las hernias estranguladas, es la causa más frecuente de dolor
abdominal intenso y súbito y de cirugía abdominal de urgencias en muchos
países. Es también una causa importante de cirugías pediátricas, frecuente en
preescolares y escolares con cierto predominio en los varones y una
predisposición familiar. La tasa de apendicectomía es de aproximadamente 12%
en hombres y 25% en mujeres, en la población general las apendicectomías por
una apendicitis ocurren en 10 de cada 10.000 pacientes cada año y las tasas de
mortalidad son menores de 1 por 100.000 pacientes desde el año 1970.
En el mundo, la incidencia de apendicitis es mucho menor en países en vías
de desarrollo, sobre todo en algunas partes de África y en los grupos de menor
nivel socioeconómico, esto debido a las costumbres dietéticas de los habitantes
de dichas regiones las cuales son ricas en fibra. Se cree que una dieta rica en
fibra disminuye la viscosidad de las heces fecales, disminuye el tiempo del bolo
intestinal y impide la formación de fecalitos, los cuales predisponen a los
individuos
a
la
obstrucción
del
lumen
pendicular.
Hay
un ligero
predominio masculino de 3:2 en adolescentes y adultos jóvenes, en adultos, la
incidencia de apendicitis es aproximadamente 1,4veces mayor en hombres que
en mujeres. La incidencia de apendicectomía primaria es aproximadamente
igual en ambos sexos. La incidencia de la apendicitis se eleva gradualmente
desde el nacimiento, hace pico en los últimos años de la adolescencia y declina
gradualmente en los años geriátricos. La edad media, cuando la apendicitis se
produce en la población pediátrica es de 6-10 años. Hiperplasia linfoide se
observa con más frecuencia entre los niños y adultos, y es responsable del
aumento de la incidencia de apendicitis en estos grupos de edad. Los niños más
pequeños tienen una mayor tasa de perforación, con tasas entre el 50-85%. La
edad media de apendicectomía es de 22 años. Aunque es raro, la apendicitis
neonatal y prenatal se han reportado.
IV.
MARCO TEORICO
3.1. ETIOLOGIA
La principal teoría de la fisiopatología de la apendicitis, basado en evidencias
experimentales apunta hacia un taponamiento de la luz del apéndice por una
hiperplasia linfoidea, mostrando como uno de las primeras causas, la segunda
es el taponamiento del apendice por un apendicolito. Las infecciones (Ascaris
lumbricoides, Enterobius vermicularis o larva de Taenia) pueden también ocluir
la luz del apéndice, la presencia de semillas es muy raro, lo cual causa una
obstrucción con aumento de la presión por la producción de mucosidad propia
del órgano. Rara vez ocurre obstrucción del apéndice por razón de un tumor. El
aumento progresivo de la presión intraapendicular va ocluyendo la luz del órgano
y por presión externa resulta en trombosis y oclusión primero los capilares
linfáticos, luego los venosos y al final, los arteriales, conduciendo a isquemia que
evoluciona a gangrena, necrosis y posteriormente a perforación. La perforación
conduce a una peritonitis y esta aumenta el riesgo de mortalidad del paciente.
Esta ruta de progresión de la enfermedad se interrumpe con el tratamiento
quirúrgico y muy rara vez se recupera espontáneamente.
Las bacterias intestinales se escapan a través de las paredes del apéndice, se
forma pus dentro y alrededor del apéndice y el resultado de una ruptura de este
tipo es una peritonitis, que puede conllevar a una sepsis infecciosa y disfunción
orgánica múltiple y, eventualmente la muerte. Entre los agentes que causan
bloqueo del apéndice se encuentran cuerpos extraños, trauma físico, gusanos
intestinales y linfadenitis. El bloqueo por acumulación de heces, llamado
fecaloma, ha causado interés reciente en investigadores como agente etiológico
de la apendicitis. La incidencia de fecalomas es mayor en países desarrollados
que en países en desarrollo, frecuentemente asociado a las apendicitis
complicadas. Los apendicolitos y fecalomas aparecen en el apéndice
probablemente debido a una retención fecal en el colon derecho y una
prolongación en el tiempo del tránsito fecal por esa región.
Varios estudios ofrecen evidencias que una dieta baja en fibra tiene importancia
en la patogénesis de la apendicitis. Ello puede ir asociado a un aumento en el
reservorio fecal del colon derecho, pues la carencia de fibra en la dieta aumenta
el tiempo de tránsito fecal.
3.2. PATOGENIA
Desde hace mucho tiempo se tenía la idea de que el factor patógeno
fundamental es la obstrucción de la luz. Sin embargo, si bien es cierto que esta
es una causa etiológica de apendicitis, solo representa del 30% al 40% de los
casos, y esta se debe principalmente a fecalitos producidos por acumulación y
espesamiento de la materia fecal alrededor de las fibras vegetales; en la
mayoría, el acontecimiento inicial es la ulceración de la mucosa. No se conoce
con exactitud la causa de dicha ulceración, pero se ha propuesto una etiología
vírica. Se ha sugerido también que se deba a una infección por Yersenia, ya que
hasta en 30% de los casos de apendicitis comprobada existe un elevado titulo
de fijación del complemento.
El aumento de los folículos linfoides causado por infecciones víricas, bario
concentrado, gusanos o tumores también pueden ocluir la luz. La secreción de
moco distiende el órgano, que solo tiene la capacidad de 0.1 a 0.2 mililitros,
elevando la presión intraluminar a cifras de hasta 60 cmH₂O. Las bacterias
luminales se multiplican e invaden la pared del apéndice a medida que el
aumento de la presión intraluminal produce congestión venosa y posterior
afección arterial. Por último, ocurren gangrena y perforación. Si el proceso
evoluciona con lentitud, los órganos adyacentes, como el íleon terminal, el ciego
o el epiplón pueden cubrir el apéndice, con lo que se desarrolla un obseso
localizado, mientras que si el avance es rápido la alteración vascular puede
provocar una perforación con acceso libre a la cavidad peritoneal. La posterior
rotura de un absceso apendicular primario puede producir fistulas entre apéndice
y la vejiga, el intestino delgado, el sigmoides o el ciego. En ocasiones la
apendicitis aguda es la primera manifestación de la enfermedad de Crohn.
3.3. SIGNOS Y SINTOMAS
El dolor es el síntoma más característico de la enfermedad.
Dolor típico:
Inicialmente suele ser un dolor abdominal difuso que se percibe en el epigastrio
o en la región periumbilical, no muy intenso y de origen visceral. Puede
acompañarse de náuseas y vómitos. A veces adquiere carácter cólico. Surge
como causa de una distensión del órgano, asociado con movimientos de
peristalsis cuyo estímulo es llevado sobre las fibras aferentes viscerales.
Después de una a cuatro horas de iniciado este dolor, se fijará en la fosa iliaca
derecha donde se hace constante y estable, por la participación en el proceso del
peritoneo parietal que entra en contacto con el apéndice inflamado. Cuando el
apéndice ocupa su posición normal, el dolor se localiza con su máxima
intensidad en el llamado punto de McBurney, situado en la unión del tercio medio
con el tercio externo de una línea trazada del ombligo a la espina iliaca
anterossuperior.
Dolor atípico:
Es aquel que no sigue la sucesión clásica de tipo visceral y somático, y se
presenta en el 45% de los pacientes en los que se presenta la apendicitis. El
dolor puede ser totalmente somático, a menudo bien localizado en el cuadrante
inferior derecho desde el principio.
Anorexia:
La falta de apetito o la repugnancia por la comida puede ser considerada como
un grado menor de la misma sensación y a menudo tiene el mismo valor para el
diagnóstico. Toda persona que, estando antes sana, pierda de pronto el apetito
y se queje de dolor abdominal debe ser cuidadosamente vigilada por si tuviera
una apendicitis.
Náuseas y vómitos:
Las náuseas, ocurren en 9 de cada 10 pacientes con apendicitis. Los vómitos
son
reflejos
y
son
más variables que
las
náuseas.
Los niños y
los adolescentes vomitan a menudo. Quizás no haya vómitos en los pacientes
ancianos. Los vómitos de la apendicitis no son persistentes ni prolongados y
pueden ser alimentarios o biliosos. La mayoría de los pacientes vomitan una o
dos veces. Los vómitos aparecen después de la iniciación del dolor. Si preceden
al dolor, deberá ponerse en duda el diagnóstico.
Constipación:
Las características de las evacuaciones tienen poco valor diagnóstico. La
constipación puede verse en el 60% de los pacientes. Algunos señalan
voluntariamente que la defecación les alivia el dolor.
Diarrea:
Aunque lo corriente es que el enfermo esté estreñido, hay muchos casos en que
inmediatamente antes del ataque existe diarrea, sobre todo en niños pequeños
y puede ser un signo confundente.
Fiebre:
En la apendicitis aguda la fiebre en sus comienzos es moderada alrededor de
370 a 38,50 C., tan es así que si la sintomatología comienza con fiebre de 390 a
400, algunos autores plantean que no es apendicitis aguda. Cuando ocurre la
perforación, la temperatura se eleva por encima de los 38,50 C y se acompañara
de escalofríos
3.4. DIAGNOSTICO
El diagnóstico de la apendicitis se basa en la exploración física y en la historia
clínica, complementado con análisis de sangre, orina y otras pruebas como las
radiografías simples de abdomen, de pie y en decúbito, ecografía abdominal y
TAC abdominal simple entre otros. Dolor, Náuseas, vómitos y Fiebre.
En el situs inversus (Apendicitis izquierda), el dolor inicial por conducción
nerviosa se localiza también en epigastrio y en la fosa ilíaca derecha, pero
el peritonítico, por el proceso inflamatorio de esta serosa, se localiza en el
hemiabdomen izquierdo, en el lugar en que esté situado el apéndice. La
secuencia clínica de dolor en fosa ilíaca derecha, náuseas o vómitos y fiebre es
muy característica y se conoce como tríada de Murphy.
EXAMENES DE DIAGNOSTICO.

De laboratorio: Hemograma (leucocitosis y desviación izquierda).

Orina (Descartar procesos urinarios).

Imagenológicos:

Ultrasonido abdominal.

Laparoscopia: constituye hoy día el mejor método diagnóstico,
además de ser terapéutico.
TRIADAS
De Murphy:
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Fiebre
De Dieulafoy:
- Hiperestesia cutánea en FID
- Defensa muscular en FID
- Dolor provocado en FID
DATOS PARACLINICOS:
El hemograma con recuento diferencial muestra una leve leucocitosis (10.000–
18.000/mm) con predominio de neutrófilos en pacientes con apendicitis aguda
no complicada. Los conteos de glóbulos blancos mayores de 18.000/mm
aumentan la posibilidad de una apendicitis perforada. El examen de orina es útil
para descartar una infección urinaria, pues en la apendicitis aguda, una muestra
de orina tomada por sonda vesical no se caracteriza por bacteriuria o bacterias
en la orina.
La radiografía de abdomen debe ser tomada en casos de abdomen agudo y,
aunque no son relevantes para el diagnóstico de apendicitis, son útiles para
descartar otras patologías, como la obstrucción intestinal o un cálculo ureteral.
Ocasionalmente, sobre todo en niños, el radiólogo experimentado puede notar
un fecalito radioopaco en la fosa ilíaca derecha, sugestivo de una apendicitis.5
Las ecografías y las ecografías-Doppler también ofrecen información útil para
detectar la apendicitis, pero en una cantidad nada despreciable de casos
(alrededor del 15%), especialmente en aquellos en un estado inicial sin líquido
libre intraabdominal, una ultrasonografía de la región de la fosa ilíaca puede no
revelar nada anormal a pesar de haber apendicitis. A menudo, en una imagen
ecográfica puede distinguirse lo que es apendicitis de otras enfermedades con
signos y síntomas muy similares como por ejemplo la inflamación de los ganglios
linfáticos cercanos al apéndice. En situaciones donde hay una TAC (Tomografía
axial computarizada) disponible, es el método preferido. Una TAC correctamente
realizada tiene una tasa de detección (sensibilidad) por encima del 95%.). Lo que
se busca en una TAC es la falta de contraste en el apéndice y signos de
engrosamiento de la pared del apéndice, normalmente >6mm en un corte
transversal; también pueden haber evidencias de inflamación regional la llamada
"grasa desflecada". Las ecografías son especialmente útiles para valorar las
causas ginecológicas del dolor abdominal derecho inferior en mujeres puesto
que la TAC no es el método ideal para estas circunstancias.
1.1.
Escala de Alvarado
La probabilidad del diagnóstico correcto de apendicitis se incrementa cuando se
hace hincapié en las manifestaciones clínicas específicas, las cuales se resumen
en una escala de puntuación denominada la Escala de Alvarado.
Síntomas
Puntos
Dolor migrante fosa ilíaca derecha
Anorexia
1 punto
1 punto
Náusea y vómitos
1 punto
Signos
Dolor en la fosa ilíaca derecha
Dolor de rebote a la palpación
Fiebre
2 puntos
1 punto
1 punto
Laboratorio
Leucocitosis
2 puntos
Neutrófilos inmaduros
Puntaje
1 punto
10 puntos
Un valor acumulado de 7 o más puntos es altamente sugestivo de una
apendicitis. Cuando el puntaje no pasa de 5-6 puntos, se recomienda realizar
una tomografía para reducir la probabilidad de falsos negativos descubiertos
durante la apendectomía.
3.5.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
La precisión diagnóstica de la apendicitis suele ser entre el 75-80% basado en
los criterios clínicos. Cuando se erra, las alteraciones más frecuentes
encontradas en la operación son, en orden de frecuencia, la linfadenitis
mesentérica, ausencia de enfermedad orgánica, enfermedad inflamatoria pélvica
aguda, rotura de folículo ovárico o cuerpo amarillo y gastroenteritis aguda.
En la infancia:
•
Gastroenteritis, adenitis mesentérica, divertículo de Meckel, invaginación
intestinal, púrpura de Schönlein-Henoch, neumonía lobar o linfangioma
intraabdominal.23
En adultos:
•
Enteritis regional, cólico nefrítico, úlcera péptica perforada, torsión testicular,
pancreatitis, hematoma de la vaina del músculo recto mayor del abdomen,
enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico, endometriosis, torsión o
ruptura de un quiste ovárico, piocolecisto.
En ancianos:
•
Diverticulitis, obstrucción intestinal, cáncer de colon, isquemia mesenterica,
aneurisma de aorta con fuga.
3.6. COMPLICACIONES
Se produce perforación en 20% de los pacientes, y debe sospecharse en
aquellos con dolor que persiste por más de 36 horas, fiebre alta, hipersensibilidad
abdominal difusa o hallazgos peritoneales, una masa abdominal palpable o
leucocitosis de grado muy manifiesto. La perforación localizada produce como
resultado un absceso, contenido de ordinario, en la pelvis. Una perforación libre
conduce a una peritonitis supurativa con toxicidad. La tromboflebitis séptica
(pileflebitis) del sistema venoso portal en rara. Es sugerida por fiebre alta,
escalofríos, bacteriemia e ictericia.

Apendicitis catarral asimilable a la forma no obstructiva, en la que la
inflamación se limita a la mucosa y a la submucosa.

Apendicitis flemonosa casi siempre obstructiva, con pus en el interior del
apéndice. El apéndice se encuentra erecto y turgente, a causa de la
presión intraluminal provocada por el pus.

Apendicitis gangrenosa en la que aparecen en la pared apendicular
placas de necrosis recubiertas de fibrina.

Apendicitis perforada un paso más y grave en la evolución, en la que una
placa de necrosis se desprende dando lugar a una peritonitis, localizada
o generalizada.
3.7. TRATAMIENTO
Está prescrito:

Administrar alimentos, analgésicos, sedantes y antibióticos, antes de
hacer el diagnóstico.

Administrar purgantes y enemas a constipados con dolor abdominal.

El tratamiento de la apendicitis aguda es quirúrgico.
PREOPERATORIO

Preparación de la piel.

Pasar sonda nasogástrica (previa anestesia general); dejarla fija y
abierta.

Evacuar la vejiga por micción espontánea o por cateterismo, en caso de
ser necesario.

Hidratar y reponer electrolitos, según necesidades del enfermo.

Administrar analgésicos y sedantes.

Administrar antibióticos profilácticos.

Anestesia general.
DETALLES DE LA TECNICA QUIRURGICA:

Apendicectomía video laparoscópica; constituye la técnica de elección,
además de corroborar el diagnóstico. Está indicada en la mayoría de los
casos.

Se exceptúan aquellos pacientes en los que es técnicamente posible
una incisión mínima (Mc Burney o Rockey-Davis).

Apendicectomía laparotómica

Incisiones

Paramedia derecha infraumbilical.
3.8. PRONOSTICO
La mayoría de los pacientes con apendicitis se recuperan con facilidad después
del tratamiento quirúrgico, sin embargo, pueden ocurrir complicaciones si se
demora el tratamiento. La recuperación depende de la edad y condición de salud
del paciente y otras circunstancias, como las complicaciones y el consumo de
licor, entre otras. Por lo general la recuperación después de una apendectomía
tarda entre 10 y 28 días y en niños alrededor de los 10 años, puede tardar hasta
3 semanas.
La posibilidad de una peritonitis pone en peligro la vida del paciente, por ello la
conducta frente a una apendicitis es la de una evaluación rápida y un tratamiento
sin demoras. La apendicitis clásica responde rápidamente a una apendectomía,
aunque en algunas ocasiones se resuelve espontáneamente. Aún permanece
en debate si hay ventajas en una apendectomía electiva en estos pacientes para
prevenir un episodio recurrente. La apendicitis atípica, es decir, aquella asociada
a un apéndice supurativo o purulento, es más difícil de diagnosticar y es la que
con más frecuencia causa complicaciones, aún si la operación quirúrgica ocurre
con rapidez. La mortalidad y las complicaciones severas, aunque infrecuentes,
ocurren especialmente si se acompaña con peritonitis, si esta persiste o si la
enfermedad toma su curso sin tratamiento. Una de las complicaciones poco
frecuentes de una apendectomía ocurre cuando queda tejido remanente
inflamado después de una apendectomía incompleta.
V.
MATERIAL Y METODO
4.1. Aspectos Generales:
Se realizó un estudio descriptivo, longitudinal y retrospectivo con el obetivo de
describir el comportamiento de los Síntomas y Signos en el diagnóstico de la
Apendicitis Aguda.
4.2. Universo y muestra de estudio:
El universo estuvo integrado por todos los pacientes operados en dicho hospital
con el diagnóstico de Apendicitis Aguda en el período de tiempo anteriormente
mencionado pacientes diferentes grupos de edades y de ambos sexos que
cumplieron con los siguientes criterios de inclusión y exclusión.
4.3. Criterios de inclusión:
Se incluyó en el estudio a todos los pacientes operados con diagnóstico
transoperatorio o anatomopatológico de Apendicitis Aguda.
4.3. Criterios de exclusión:
Se excluyó a todos los pacientes con diagnóstico transoperatorio o
anatomopatológico diferente de Apendicitis Aguda.
4.4. Operacionalización de variables:
1. Sexo:
Se determinó según sexo biológico: Femenino y Masculino.
2. Grupo de edad: Según criterio de la OMS. (Variable cuantitativa discreta):

15-30

31-45

46-60

Más de 60 años de edad.
VI.
CONCLUSIONES
El diagnóstico de Apendicitis Aguda es esencialmente clínico basado en
síntomas y signos. Los síntomas principalmente son el dolor el cual se puede
presentar de forma típica a atípica, las náuseas, los vómitos y la fiebre. Los
Signos que resultan tener mayor valor predictivo son el Bloomberg, Rovsing y la
secuencia de Murphy.
VII.

RECOMENDACIONES
Realizar un seguimiento de incidencia y prevalencia de los casos
anteriores.

Hacer uso de los médios masivos de comunicación para dar a conocer
sobre las ventajas de prevenciones.

Especialistas en salud natural recomiendan mantener bajos los niveles de
stress, procurarse un descanso adecuado y mantener las emociones en
calma, y es tal vez este último punto el que será más difícil conservar en
una sociedad en la que la presión es una constante.

Se recomienda comer más veces al día y menos porciones de alimentos,
evitar los alimentos a base de azúcares refinados, los embutidos, lácteos
y sus derivados, pues estos alimentos que predisponen a la acumulación
de toxinas en los intestinos y, de acuerdo a los conocedores de terapias
naturales, el exceso en el consumo de estos productos podría producir
inflamaciones en los órganos.

Se recomienda además evitar las carnes rojas, beber a sorbos pequeños
jugos de verduras crudas como zanahorias, germinados, papa o alfalfa,
tomar también jugo de sábila o leche de origen vegetal.
VIII. BIBLIOGRAFIAS

Anatomía Humana. Dr. Fernando Quiroz. 39ª edición.

Cirugía. Fundamentos, indicaciones y opciones técnicas. Dr. Pera.

Apendicitis. Dr. George Longstreth. University of Maryland, Medical
Center.

Harrison. Principios de Medicina Interna. Dr. Kasper. 16ª edición.

El Manual Merck. 10ª edición.

Diagnóstico clínico y tratamiento. Dr. Tierney JR. 44ª edición.
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