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CIVIL II

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CIVIL II
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TEMA 1. LA OBLIGACIÓN.
CONCEPTO DE OBLIGACIÓN.
Vínculo jurídico que une a dos o más personas y por el cual una de ellas que se denominan
deudor queda sujeto a realizar una prestación que consiste en un comportamiento a favor de otra
persona que se denomina acreedor, todo ello para satisfacer un interés jurídico digno de
protección.
- El acreedor tiene un poder que se denomina derecho de crédito que le permite exigir esa
prestación.
- El deudor si no cumple voluntariamente podrá ser obligado a cumplir y en otro caso,
responderá con todos sus bienes, presentes y futuros (Artículo 1911 CC, que impone el
“Principio de Responsabilidad Patrimonial Universal” en Derecho español).
No obstante, procesalmente tiene un límite, ya que ciertos bienes son inembargables: salario
mínimo, ropas, útiles de trabajo, etc. Desde el punto de vista del acreedor esta situación se
denomina derecho de crédito. Y desde el punto de vista del deudor será la deuda o débito.
La obligación puede constituir el contenido único de una relación jurídica (A tiene que devolver a
B una maleta que le prestó), pero la obligación suele ser un componente que unido a otros va a
integrar el contenido de una relación jurídica (A tiene que darle a B el coche que pactaron y B
debe darle a A el dinero por la compraventa de ese coche).
ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN.
1. Vínculo jurídico.
Nexo que une a una persona con otra y que engloba dos cosas:
• El débito, deuda o deber de realizar una prestación frente a la cual existe el correspondiente
derecho de crédito del acreedor para exigir el cumplimiento.
• La responsabilidad del deudor en caso de incumplimiento o cumplimiento parcial o
defectuoso, frente a la cual existe el poder del acreedor de dirigirse contra el patrimonio del
deudor, con los límites ya señalados.
2. Los sujetos.
Son las personas que están unidas o ligadas por el vínculo y son:
a) El sujeto activo o acreedor.
b)
El sujeto pasivo o deudor.
Pueden ser varios los sujetos y por lo tanto en la obligación deben existir dos partes:
1. Deudora.
2. Acreedora.
Cada una de estas partes puede integrarse de una o varias personas, ya fueren físicas o jurídicas.
Toda persona puede ser sujeto activo o pasivo de una obligación siempre que tenga capacidad
jurídica, esto es, aptitud para la titularidad de derechos y deberes.
Los sujetos podrán estar determinados de una manera individual (A y B), pero también pueden
ser determinables mediante ciertas circunstancias establecidas al constituir la obligación
(obligaciones “Propter rem”, por ejemplo, pagará la cuota de la comunidad de propietarios
aquella persona que en cada momento sea propietaria del piso 2oC).
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3. La prestación.
Es el contenido o el objeto de la obligación y está constituido por la conducta de obligado
cumplimiento para el deudor. Esta prestación debe satisfacer un interés del acreedor y según el
CC puede consistir en dar, en hacer o en no hacer alguna cosa.
Requisitos de la prestación.
• Posibilidad. El deudor sólo está obligado a aquello que sea posible, ya que a lo imposible no se
puede estar obligado ( ad impossibilia nemo tenetur) Obligarse a lo imposible equivale a no
obligarse a nada. Y en ese caso, la obligación sería nula. La imposibilidad puede ser física o
jurídica (esto es, de hecho o de Derecho). Este requisito sólo falta cuando se trata de una
prestación que es imposible de manera originaria, es decir que la obligación es imposible desde
antes del momento en que debe nacer la obligación. Y por lo tanto ésta no llega a existir porque
no puede ejecutarse. Debe examinarse dicha imposibilidad conforme a las circunstancias
actuales (es o no imposible conforme a la situación de este momento). E igualmente, dicha
imposibilidad puede ser total o parcial.
• Licitud. La prestación es ilícita cuando es contraria a la ley, a la moral, a las buenas costumbres
o al orden público.
• Determinación. La prestación debe ser determinada o determinable mediante unos criterios
establecidos en el momento del nacimiento de la obligación. Si la prestación no estuviera
determinada el acreedor podrá pedir lo que quisiera y el deudor podrá cumplir lo que él creyera
conveniente (ver artículo 1256 CC sobre la validez y el cumplimiento de los contratos). Los
criterios para determinar una prestación pueden ser de cualquier tipo. Ejemplo determinación a
través de unas circunstancias objetivas como el precio de Mercado, una tasación... o
determinación de la prestación a través de una tercera persona. El CC no admite que la
determinación se confíe a una de las partes, ya que supondría dejar la obligación en manos de
uno solo de los contratantes. El CC tampoco admite que la determinación quede pendiente de
un acuerdo futuro de ambas partes, ya que establece que la determinación se debe conseguir
sin necesidad de un nuevo acuerdo de las partes. Si la prestación no se determina, ni puede ser
determinada por ningún criterio, la obligación será nula.
• Patrimonialidad. Consiste en que la prestación no ha de consistir necesariamente en entregar
cierta cantidad de dinero, pero debe tener un carácter patrimonial, es decir debe ser
susceptible de una valoración económica.
Prestación básica y deberes secundarios.
El deber del deudor es ejecutar la prestación y además todos aquellos deberes secundarios que
están encaminados a proporcionar una prestación con todos sus complementos y circunstancias
sobre la base de la buena fe, de su naturaleza y del fin que persigue. Por tanto, muchas veces no
será suficiente con limitarse a cumplir únicamente lo pactado (ver 1258 CC).
4. La causa.
Es el fin objetivo e inmediato al cual se dirige la obligación. “La causa de la causa es la causa”.
Por ejemplo, en la compraventa sería la transmisión de la propiedad de una cosa a cambio de un
precio cierto, con la finalidad de que las partes se lucre.
TEMA 2. CLASES DE OBLIGACIONES POR RAZÓN DE LA PRESTACIÓN.
Una obligación podría incluirse en varias categorías, de ahí que no haya que encerrarse en las
clasificaciones. Hay que distinguir entre:
1. POSITIVAS Y NEGATIVAS (véase el artículo 1088 CC).
- Obligaciones positivas: Son aquellas en las que el deudor debe realizar una prestación que
consiste en una acción y está obligado a obrar.
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a) Obligación positiva de dar: Es aquella que se dirige a transmitir la propiedad o a entregar
una cosa. Quien tiene que dar una cosa, tiene que conservarla con la diligencia de un
buen padre de familia. E igualmente, quien tiene que dar una cosa, debe entregarla con
todos sus accesorios, aunque estos no hayan sido mencionados expresamente.
b) Obligación positiva de hacer: Consiste en la obligación cuya prestación es una actividad
como puede ser realizar un trabajo o una obra o prestar un servicio.
• La obligación de medios, que consiste en prometer una actividad pero no se garantiza
el resultado. Evidentemente, dicha actividad ha de estar desarrollada conforme a la
diligencia de un “buen padre de familia”. Ej. El asesor jurídico o médico que presta
servicios sin garantizar el resultado. En el caso de los médicos, basta con el
cumplimiento de la “lex artis”, esto es, de los protocolos aceptados de forma
generalizada para tratar al enfermo. El médico no puede garantizar que el paciente no
tendrá secuelas o que sobrevivirá al tratamiento. El abogado no puede garantizar una
sentencia satisfactoria.
• La obligación de resultado, consiste en prometer al acreedor que se realice un
determinado acto garantizando el resultado con independencia del esfuerzo o el
trabajo que conlleve. Ej. El médico de cirugía estética que se compromete a obtener lo
pactado. El abogado que se compromete a terminar y entregar un informe en una fecha
determinada. El arquitecto que terminará el proyecto en una fecha pactada.
- Obligaciones negativas: Son aquellas en las cuales el deudor debe realizar una prestación
que consiste en una omisión, es decir debe abstenerse.
c) Las que consisten en no hacer algo. Ejemplo: tenemos un contrato de exclusividad con un
despacho de abogados y en tanto en cuanto esa situación permanezca, no trabajamos
para otros despachos ni llevamos casos por nuestra cuenta.
d) Las que consisten en permitir que el acreedor haga algo y el deudor no se opondrá a ello.
Ejemplo: Permitir que se saque agua del pozo del que se es propietario.
2. OBLIGACIONES TRANSITORIAS Y DURADERAS.
- Obligaciones transitorias se denominan también obligaciones de tracto único. Consisten en
aquellas en las que la prestación se va a agotar en un solo acto o en varios actos aislados. P.
ej: entregar la casa que se ha vendido o pagar el precio en varios plazos.
- Obligaciones duraderas son aquellas que imponen al deudor las siguientes prestaciones:
a) Se le puede imponer la obligación de realizar una conducta de carácter permanente y por
ello se denominan obligaciones de tracto continuo. Ejemplo: Custodiar algo (así el
contrato de depósito).
b) Se le puede imponer al deudor la realización de actos reiterados durante un determinado
tiempo, por eso se denominan obligaciones de tracto sucesivo o de tracto periódico.
Ejemplo: Pagar el alquiler cada mes.
3. OBLIGACIONES ALTERNATIVAS.
Consiste en que el deudor debe realizar una prestación de entre varias. La prestación que debe
realizar la tendrá que individualizar y el procedimiento que utilizará se denomina concentración.
La concentración consistirá en individualizar la prestación que se va a realizar de cualquier forma.
El CC establece dos formas o medios para realizar la concentración:
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- La elección, se define como una declaración de voluntad recepticia (tiene que llegar al
conocimiento del destinatario) por la que el deudor tendrá derecho a elegir la prestación que
tiene que cumplir. Por acuerdo de ambas partes se puede establecer que esta elección la
realice el acreedor, pero si no se establece nada el deudor es quien escoge (“favor debitoris” –
“Quien se obliga, se obliga a lo menos”).
- La imposibilidad, consiste en que algunas de las prestaciones se conviertan en imposibles de
realizar quedando solamente una posible. En ese caso, siempre y cuando no exista culpa del
deudor, la obligación que deberá cumplir es la única que quede.
Debe distinguirse: si la facultad de elección era del deudor o del acreedor
a) Si era del deudor y la imposibilidad se produce sin culpa (o negligencia), se reducen las
posibilidades a aquellas prestaciones que aun devengan posibles. Si todas devienen
imposibles, se extingue la obligación.
b) Si era del deudor y obró con culpa, la concentración se produce en la última prestación
que devenga posible. Si esta también se extingue, habrá que indemnizar daños y
perjuicios por el valor de esta última.
c) Si era del acreedor y una o varias prestaciones se han extinguido sin culpa del deudor,
podrá elegir entre las que aún resulten posibles. Si ninguna resulta ya posible, se extingue
la obligación.
d) Si era del acreedor y una o varias prestaciones se han extinguido mediando culpa del
deudor, el acreedor podrá elegir cualquiera de las posibles o imposibles, pero en este
último caso, el deudor deberá indemnizar daños y perjuicios por el valor de la elegida.
4. OBLIGACIONES FACULTATIVAS.
El obligado debe realizar una prestación, pero podrá cumplir no solo ejecutando esa prestación
sino que podrá cumplir ejecutando otra.
Diferencia con las obligaciones alternativas: en la obligación alternativa se debe realizar una
prestación a escoger entre varias, pero esa prestación no está individualizada mientras que en la
obligación facultativa se debe realizar una prestación que está totalmente individualizada.
TEMA 3. CLASES DE OBLIGACIONES POR RAZÓN DE LA PRESTACIÓN.
1. OBLIGACIONES ESPECÍFICAS Y OBLIGACIONES GENÉRICAS.
- La obligación específica.
Es aquella cuyo objeto se encuentra determinado individualmente. Esta especificado. Ej: Vender
una casa determinada o un piso concreto (p. ej. vivienda sita en la calle “a”, número “b”, piso “c”).
Normalmente, pero no siempre, recae sobre bienes infungibles. En estos casos, el riesgo de que
la prestación devenga imposible de forma sobrevenida es siempre más elevado.
- La obligación genérica.
Es aquella cuyo objeto está determinado pero no individualmente sino de una manera general y
por unas características genéricas. Estas características son comunes a todas las cosas que
formen ese género. Ej: Entregar un kilo de trigo o un coche de una marca “x” pero sin especificar
matrícula, modelo o color. Normalmente, pero no siempre, recae sobre bienes fungibles.
En estos casos, el riesgo de que la prestación devenga imposible de forma sobrevenida es
prácticamente inexistente (“genus nunquam perit”, el género nunca perece). En las obligaciones
genéricas el obligado debe entregar un ejemplar cualquiera del género del que se trata. El método
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para individualizar la prestación que se debe cumplir dentro del género pactado se llama
especificación.
• La especificación hace que la obligación genérica se convierta en obligación específica y
la realizará la persona que tenga la facultad de elegir, y que será en principio el deudor (en
defecto de pacto, conforme al “favor debitoris”) a menos que se haya atribuido esta facultad
al acreedor, o se haya atribuido a otra persona o se haya fijado una forma concreta de
especificar. También puede suceder que la especificación se produzca por extinción
sobrevenida de determinada o determinadas prestaciones dentro de ese género.
Dentro de las obligaciones genéricas el género puede ser de diferentes calidades, y así puede ser
de una calidad inferior o de una calidad media o de una calidad superior.
Si no se precisa la calidad ésta no podrá ser exigida por el acreedor como la superior (ni una de
las que se sitúen en la parte superior) y el deudor tampoco podrá imponer la calidad inferior (ni
una de las que esté en la parte inferior).
Dentro de las obligaciones genéricas, también puede hacerse referencia a las obligaciones de
género limitado, en las que aun sin estar concretado, ya está delimitado su ámbito (entregar cien
kilos de trigo de los campos del agricultor “x”, entregar un coche de los que están actualmente
expuestos en el concesionario “y”).
2. OBLIGACIONES DIVISIBLES Y OBLIGACIONES INDIVISIBLES.
Esta clasificación dependerá de que las obligaciones se puedan cumplir por partes iguales.
- Esto significa que la obligación divisible será aquella que pueda ser cumplida por partes
iguales mediante el fraccionamiento de la prestación en varias prestaciones menores
homogéneas, del mismo contenido y de un valor proporcional. Ej. pagar una suma de dinero
que se puede entregar en varias veces.
- Mientras que las obligaciones indivisibles son aquellas que no se pueden cumplir por partes
iguales mediante su fraccionamiento. Ej. la entrega de un libro.
No debe confundirse la terminología de obligación divisible o indivisible con la idea de
copropiedad. Efectivamente, es posible que yo sea propietario de una tercera parte de un libro y
esa cuota se podrá transmitir en el tráfico jurídico. Esto es, yo podré transmitir mi derecho sobre
esa tercera parte, no la tercera parte “física” de ese libro.
Las obligaciones indivisibles se recogen en el artículo 1151 CC, que recoge una definición más
obsoleta, indicando que son “las de dar cuerpo cierto y aquellas que no son susceptibles de
cumplimiento parcial” (cuerpo cierto=cosa específica).
Cuando la obligación es divisible y existen varios deudores o varios acreedores, la obligación se
va a dividir en tantas obligaciones menores como deudores o acreedores sean, siempre y cuando
las partes no hayan excluido esta posibilidad (recuérdese que el principio de autonomía de la
voluntad de las partes es fundamental en el Derecho de obligaciones y contratos).
Una vez dividida, cada uno entregará, exclusivamente, la parte que le corresponda. Si la división
no se puede realizar porque se trata de una obligación indivisible no hay problema.
Pero siendo la obligación divisible la división no se podrá realizar cuando haya un solo deudor y
un solo acreedor (salvo que la ley diga otra cosa, las partes hayan acordado la división o la
obligación tenga una parte ilíquida y otra líquida, en cuyo caso podrá exigirse esta última).
Tampoco procede la división cuando existan varios acreedores o deudores pero las partes se han
puesto de acuerdo para no permitirlo.
Cuando la obligación es indivisible o cuando sea divisible pero no esté permitida la división, y
existe un solo deudor y un solo acreedor, el acreedor podrá exigir al deudor toda la prestación.
No existe el derecho a poder cumplir con una cantidad inferior a la que corresponda. Cuando
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existan varios deudores o varios acreedores, deberán actuar de manera colectiva todos los
acreedores juntos y todos los deudores juntos, porque si no lo que hagan unos no podrá
perjudicar a los que no hayan intervenido.
Este principio de unidad se repite a lo largo de la materia, si existen varios deudores o acreedores
deben actuar como una sola parte. El resultado de un acto individual beneficioso repercute a
todos, mientras que el perjudicial es solo para aquél que lo realiza.
TEMA 4. CLASES DE OBLIGACIONES POR RAZÓN DE LA PRESTACIÓN.
1. OBLIGACIONES PECUNIARIAS.
Es aquella en la cual la prestación consiste en entregar una suma de dinero. Son las obligaciones
más frecuentes en la práctica. Se caracteriza por tratarse de una obligación genérica porque el
género sobre el que versa es el dinero.
Existen tres tipos de obligaciones pecuniarias:
- Obligación de cantidad de dinero, obligación de entrega de un número de unidades
monetarias. Ejemplo: la obligación de entregar 1000 euros.
- Obligación de pagar una cantidad de dinero en una determinada clase de moneda. Ejemplo:
pagar 1000 euros en monedas de 1 euro, en billetes de 5 euros, etc.
- Obligación de pagar en dinero determinado valor. Ejemplo: que se deba una cantidad de dinero
que equivalga a la que valga en un momento determinado un kilo de oro. Tiene como
peculiaridad que “a priori” esa cantidad concreta se desconoce.
Clase de moneda sobre la que puede recaer la obligación pecuniaria.
La prestación debe ser lícita y las partes no pueden acordar que se entregue una moneda que la
ley prohíba o excluya (por ejemplo, el dinero republicano desde 1939). En nuestro Derecho el
pago se puede establecer en cualquier clase de moneda de curso legal que circule en territorio
español.
Desde el 1.1.1999 la moneda del sistema nacional es el euro, la conversión irrevocable es euro =
166,386 pesetas según el reglamento de la Comunidad Europea 974/98 de 3 de mayo y la ley
46/1998 de 17 de diciembre de Introducción al Euro.
El euro sucedió a la peseta como moneda del sistema nacional, los billetes y monedas en euros
son los únicos de curso legal en España desde el 1.3.2002. A partir del 1.7.2002 el canje de
pesetas a euros sólo se hará en el Banco de España según la ley 14/2000 de medidas
administrativas, fiscales y de orden social, conservando tan sólo un valor a efectos de canje.
Riesgo de que baje el poder adquisitivo del dinero.
Las obligaciones pecuniarias de cantidad de dinero conllevan el riesgo de que el acreedor
cuando cobre, reciba una suma que aun siendo nominalmente la pactada, tenga un poder
adquisitivo muy inferior al que tenía cuando la obligación nació. Ello se debe a la tendencia que
existe a que baje el poder adquisitivo del dinero por la inflación.
Este riesgo se debe a que en las obligaciones pecuniarias hay que entregar una cantidad fija de
unidades monetarias (por ejemplo, mil euros) y la obligación se cumple entregando esa cantidad
independientemente de su poder adquisitivo (si se han pactado mil euros, eso será lo que hay
que entregar, pese a que la inflación haya provocado la bajada del poder adquisitivo del dinero).
Este es el principio del nominalismo que rige en el Derecho español.
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Forma de evitar el riesgo de la pérdida de poder adquisitivo.
Se evita estableciendo en la obligación una cláusula del negocio a través de la ley o por los
particulares. Estas cláusulas son admitidas por nuestro Derecho e incluso las impone la propia ley
como sucede con las rentas de los arrendamientos que deben actualizarse conforme al IPC.
Esta cláusula del negocio puede ser de dos clases:
b) Establecer que el deudor está obligado a pagar una cantidad de dinero, pero esta cantidad
será revisable si varía el poder adquisitivo de la moneda.
c) El deudor no estará obligado a entregar una cantidad según su valor nominal, sino que el
deudor estará obligado a entregar un valor real en dinero. Eso implica que si baja el poder
adquisitivo de la moneda (inflación) deberá entregar una suma mayor
Esta cláusula significa que en vez de establecer deudas de cantidad de dinero, resulta más justo
para el acreedor el establecimiento de deudas de valor, y en ese tipo de deudas la cantidad de
unidades monetarias que se deben entregar para cumplir, dependerá de la subida o de la bajada
del valor de los mismos y de su poder adquisitivo.
¿Admite nuestro derecho la obligación de pagar un valor en dinero?
Si se admiten en nuestro Derecho a través de una mayoría de sentencias recogidas en la
jurisprudencia e incluso en algunos casos está establecido por la propia ley.
Por ejemplo, la Ley del Seguro Privado establece una indemnización en caso de accidente. Si el
accidente se produce en una fecha y la sentencia se produce dos años más tarde ¿qué se
aplica? La actualización de hace dos años o la de hoy
Hay sentencias discrepantes, las compañías opinan que es una deuda en dinero no revisable,
que se debe determinar en el momento del accidente. Por su parte otro sector opina que se trata
de una deuda de valor a determinar en el momento de la sentencia.
Formas de establecer la deuda de valor a pagar en dinero.
La unidad monetaria española aunque baje su valor real o su poder adquisitivo sigue teniendo el
mismo valor nominal.
La obligación de pagar una cantidad en dinero consistirá en la obligación de pagar un número
determinado de euros y se cumplirá la obligación entregando esa cantidad determinada
independientemente de que su valor real sea menor. Esa es la regla general en el Derecho
español, constituyendo el ya citado principio del nominalismo.
Para evitar realizar esta acción y para establecer una deuda de valor a pagar en dinero, no se
deberá establecer una suma determinada según su valor nominal, sino que se deberá fijar la
entrega de otra cosa en relación con el valor nominal del dinero, es decir se deberá fijar algo que
en relación con el valor nominal del dinero nos dé la cantidad que se debe entregar, y esto se
hace a través de la cláusula de estabilización, que consiste en establecer un patrón que dé la
medida en que venía el valor del dinero como es por ejemplo el valor oro o el valor plata o el valor
trigo, es decir pagar tantos euros como valgan 100 kilos de oro o 100 kilos de plata o 100 kilos de
trigo el día del cumplimiento.
2. OBLIGACIONES DE INTERESES.
Los intereses consisten en una cantidad de cosas de la misma especie que la cosa que se debe
y proporcional a la cuantía de estas cosas y a la duración de la deuda. Esas características
hacen que, en la práctica, sólo se apliquen intereses a las obligaciones pecuniarias (aunque
teóricamente, podrían aplicarse en otros casos: los intereses por la falta de entrega de cien
coches, podrían ser otros cinco coches más).
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No son intereses las rentas percibidas por arrendar una vivienda, los dividendos societarios, la
amortización (o pago parcial) de una deuda, etc.
Existen ciertas deudas que conllevan la obligación de pagar intereses. Estos intereses se deben
por dos motivos:
a) Resarcimiento por la tardanza en satisfacer la obligación y se denominan intereses
moratorios.
b) Como retribución por encontrarse el acreedor privado de la cosa debida de la que
generalmente goza el deudor, denominándose intereses compensatorios.
La obligación principal se denomina obligación de capital y la accesoria se denomina obligación
de intereses.
Clases de intereses.
Por su origen los intereses pueden ser de dos clases:
1. Intereses legales, cuando el deber de pagarlos procede la ley. Ejemplo, el interés legal de las
cantidades de condena a pagar mediante sentencia.
2. Intereses voluntarios, son aquellos cuyo deber de pagarlos procede de la voluntad de la
persona.
Cuantía de los intereses.
Puede ser legal o voluntaria.
1. Legal, es la cuantía establecida en la ley de Presupuestos Generales del Estado.
2. Voluntaria, es la que determina la persona que establece los intereses pero dentro de unos
límites que son:
• Que no sea un interés usurario, que es aquel notablemente superior al normal (Ley de
represión de la usura de 1908, conocida como “Ley Azcárate”, aun vigente en la actualidad).
• Que no sea leonino, que es aquel manifiestamente desproporcionado respecto a las
circunstancias del caso y siempre que haya sido aceptado por la persona que deba pagarlo
por su situación angustiosa, inexperiencia o por tener alteradas las facultades mentales.
Podría añadirse un tercer límite, aplicable en el ámbito mercantil, cuando un comerciante o
empresario contrata con un consumidor. Se habla entonces de “cláusulas abusivas”, siempre y
cuando se den varios requisitos:
• Contratos predispuestos (no son susceptibles de que se su contenido sea negociado: son
los típicos de la banca, seguros, empresas de suministros de telefonía, electricidad, agua,
gas, etc.).
• Además, dicha cláusula para ser abusiva ha de ser contraria a la buena fe y tiene que
causar un desequilibrio importante en perjuicio del consumidor.
Pago de los intereses.
Se debe hacer de forma periódica y ha de ser establecido por las partes, en caso contrario según
establezca la ley, la costumbre o los principios Generales del Derecho. Si nada se señaló y los
intereses son anuales, se pagarán cada año; si son mensuales, cada mes, si son semanales, cada
semana, etc.
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Anatocismo.
Consiste en los intereses de los intereses, que significa que los intereses vencidos se pueden
capitalizar y producir a su vez intereses, lo que está admitido legalmente. Ejemplo: cuando se
produce la reclamación judicial de los intereses. No obstante, esta figura resulta más discutible en
el caso de los “intereses moratorios” (Art. 1109 CC).
3. OBLIGACIONES DE RENDIR CUENTAS.
Consiste en la exposición y explicación de la actuación de la persona que ha gestionado un
negocio ajeno y de la incidencias suscitadas en el desarrollo del asunto de que se ha
encargado, todo ello convenientemente detallado y acompañado de los correspondientes
justificantes.
Algunos ejemplos de personas que deben rendir cuentas: tutores, administradores y albaceas.
La obligación de rendir cuentas es una obligación accesoria por la cual una persona queda
obligada a realizar la conducta que se ha definido.
Esta obligación, comprende también la justificación de las cuentas mediante la presentación de
los recibos, comprobantes, libros de cuentas, cartas, escrituras e incluso de los objetos
adquiridos .Todo ello de forma amplia y pormenorizada para poder probar como se ha
desarrollado esa labor.
También esta obligación comprende la entrega del saldo resultante, ya que en otro caso nos
encontraríamos ante un caso de enriquecimiento injusto.
Forma, lugar y tiempo para efectuar la rendición de cuentas.
- Forma — es libre, y si los interesados no establecen nada al respecto y si la ley no dispone
otra cosa, los trámites de la rendición quedan al arbitrio de la persona que tiene que rendir
cuentas (“cuentadante”) y el que las recibe puede oponerse si no aparecen con claridad o
justificación los extremos que correspondan.
- Lugar — si no se ha establecido por los interesados habrá de estarse a lo dispuesto en la ley, y
el CC establece que el lugar del cumplimiento será el domicilio de la persona que debe rendir
cuentas (“Quién se obliga, se obliga a lo menos”)
- Tiempo — La rendición se puede pedir desde que se terminó la gestión del negocio y
deberá finalizar en el plazo señalado por las partes, en su defecto por la ley en su defecto, o en
último término por el juez.
- Plazo para su exigencia — acciones personales, 5 años.
¿Quién debe rendir cuentas y ante quién?
Rendirá cuentas la persona que gestionó el asunto ajeno ante el titular del negocio. Si éste
falleció, se rendirán cuentas a sus herederos.
Por otro lado, podría suceder que hubiera fallecido el obligado a rendir cuentas. En este caso, sus
herederos, deberás rendirlas, y si esto no fuera posible (p.ej. por no encontrar los documentos,
cartas, escrituras, recibos...) deberán indemnizar al titular del correspondiente negocio.
- Dispensa de la rendición — Se puede dispensar (eximir con carácter previo) de la rendición o
justificación de cuentas siempre que la ley no lo prohíba expresamente. También, si la ley lo
autoriza, se podría renunciar (esto sería “a posteriori”).
- El cumplimiento — la obligación de rendir cuentas se cumple mediante la rendición de
cuentas y en ese momento se extingue.
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Si hay conformidad sobre las cuentas manifestada por el titular del negocio (por ejemplo,
firmando un “conforme” o “recibido y conforme”) como regla general, ya no puede reclamarse
contra las mismas.
El plazo de reclamación para exigir esta acción es de 5 años (plazo general de las acciones
personales vigente desde octubre de 2015) que se cuentan no sólo para reclamar la rendición de
cuentas, sino para reclamar el saldo resultante, si hay disconformidad por las cuentas recibidas o
para reclamar lo ganado en sentencia firme.
TEMA 5. CLASES DE OBLIGACIONES POR RAZÓN DE LOS SUJETOS.
1. INTRODUCCIÓN.
Las obligaciones por esta razón son de dos clases:
1. Obligaciones mancomunadas.
2. Obligaciones solidarias.
En ambos casos intervienen varias personas, es decir varios acreedores, varios deudores o varios
deudores y acreedores en una misma relación jurídica.
Si intervienen varios acreedores se trata de una mancomunidad o una solidaridad activa. Mientras
que si intervienen varios deudores estaremos ante una obligación mancomunada o una
obligación solidaria pasiva.
2. MANCOMUNIDAD.
Una obligación es mancomunada cuando cada deudor debe solamente una parte de la
prestación total, y cada acreedor tiene derecho solamente a una parte de la prestación total
(Artículo 1137 CC).
En la mancomunidad van a existir varias obligaciones, es decir hay pluralidad de obligaciones y
cada una de esas obligaciones recae sobre una prestación que va a consistir en una fracción de
la prestación total.
Esto significa que el crédito o la deuda al ser mancomunada, según el CC se va a presumir que
va a estar dividida en tantas partes iguales como acreedores o deudores haya, reputándose
créditos o deudas distintas unas de las otras.
En Derecho civil la mancomunidad es la regla general y la solidaridad la excepción. Por eso a
menos que se establezca que una obligación es solidaria por ley o porque así lo establezcan los
particulares, la obligación con varios sujetos es una obligación mancomunada.
La consecuencia más importante de que exista mancomunidad consistirá en que cualquiera de
los acreedores puede exigir su parte con independencia de los demás, y a cualquiera de los
deudores se le puede exigir el cumplimiento de su obligación independientemente de los demás.
También puede existir mancomunidad mixta con varios acreedores y varios deudores.
3. SOLIDARIDAD.
Consiste en que cada acreedor tiene derecho a toda la prestación, y cada deudor la debe toda,
aunque sólo hay que cumplir una vez.
En la solidaridad los acreedores, todos reunidos pueden reclamar su crédito simultáneamente y
pueden hacerlo a todos los deudores juntos, pero además de esta posibilidad cualquiera de los
acreedores por sí solo puede exigir la prestación entera a cualquiera de los deudores aislado.
Existe solidaridad si lo establece la ley o las partes. Baste con que conste la voluntad de las
partes para que exista la solidaridad, pero no es necesario que figure expresamente la palabra
“solidaridad” dentro de esa obligación. Legalmente se impone en los siguientes casos la
solidaridad:
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- Los herederos del deudor responden solidariamente frente al acreedor de este último.
- Los gestores de un negocio ajeno, responden solidariamente frente al dueño de ese negocio.
- Los mandantes responden solidariamente frente al mandatario.
- Los comodatarios responden solidariamente frente al comodante.
Esto se denomina relaciones externas de deudores con acreedores. Desde la perspectiva del
acreedor, lo más beneficioso entre solidaridad y mancomunidad es la solidaridad pasiva, donde
existen varios deudores y un acreedor, que tiene garantizada la posibilidad de exigirle a
cualquiera de los deudores la prestación completa.
4. RELACIONES QUE EXISTEN DENTRO DE LA SOLIDARIDAD.
Existen dos clases de relaciones:
A. Relaciones externas.
Que se van a producir entre cada una de las partes de la obligación. Según esta relación externa,
el único deudor o todos los deudores están obligados cada uno a la prestación total, frente al
acreedor o frente a cada uno de los acreedores, y además cada uno de esos acreedores tiene
derecho a la prestación como si existiese un solo acreedor y un solo deudor. Las reglas de esta
relación son las siguientes:
- Cualquier acreedor puede reclamar a cualquier deudor, al que se puede reclamar la
totalidad de la deuda (y no sólo su parte). Esta regla se mantiene aunque haya alguno o
algunos deudores que devengan insolventes (los solventes asumirán también ese pago
frente a los acreedores).
- Cualquiera puede pagar a cualquiera, salvo que hubiera sido demandado por alguno en
concreto, en cuyo caso necesariamente tendrá que pagar a ese.
- El pago hecho por cualquier deudor solidario extingue la obligación.
- A “cosa juzgada” afecta a todos, aunque formalmente no hubieran sido parte en el
proceso.
- A prescripción ganada o perdida, afecta o beneficia a todos por igual.
- Las acciones instadas contra cualquier deudor solidario perjudican a todos.
- De las indemnizaciones por mora, cumplimiento inexacto o imposibilidad sobrevenida de
la prestación por culpa responden todos y cada uno de los deudores frente a cualquier
acreedor.
B. Relaciones internas.
Se producen entre los acreedores y entre los deudores cuando son varios. Es una relación entre
los acreedores entre sí, o entre los deudores entre sí. Las reglas de esta relación son las
siguientes:
- Existe la regla de que todos están interesados en la obligación por partes que se presumen
iguales, y cada uno es acreedor o deudor de una parte, esto es las relaciones internas dentro
del grupo de acreedores y dentro del grupo de deudores.
- El acreedor que recibe el pago debe dar a cada uno de sus coacreedores su parte
correspondiente, y éstos pueden reclamársela.
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- El deudor que ha pagado puede reclamar a sus codeudores la parte con la que debe
contribuir a cumplir la obligación, y además puede reclamarles los perjuicios que por su causa
haya tenido que indemnizar a los acreedores. Si algún codeudor resulta insolvente, su falta
será suplida por los demás a prorrata de sus respectivas partes. Esto significa que en la
relación interna se es acreedor o deudor de parte, pero se responde de todo.
- Cada deudor, frente a los demás codeudores, y cada acreedor frente a los demás
coacreedores, responde de sus propios actos que les sean perjudiciales a los demás. Este
tema es el más importante en materia de obligaciones.
TEMA 6. OTRAS CLASES DE OBLIGACIONES OBLIGACIONES POR RAZÓN DE SU
CONEXIÓN.
I.
INTRODUCCIÓN.
- Obligaciones bilaterales.
Son aquellas en las cuales el acreedor está a su vez obligado hacia el deudor de manera que
existen dos obligaciones, y la una es contrapartida de la otra (hay una mutua dependencia).
Por eso estas obligaciones bilaterales también se denominan obligaciones reciprocas, en las
cuales existen unas contraprestaciones como por ejemplo en una compraventa, el vendedor
debe la cosa y el comprador debe el precio.
- Obligaciones unilaterales.
Son aquellas en las que una persona está obligada frente a otra. Y aunque se debieran
mutuamente, no hay conexión entre sus obligaciones.
Muy importante: la idea de bilateralidad o unilateralidad NO equivale a que haya una o dos
partes en la obligación, puesto que es consustancial a la idea misma de obligación que haya dos
partes diferentes, deudor y acreedor. La idea deriva de que surjan obligaciones a cargo de las dos
partes o bien sólo a cargo de una.
II. CONSECUENCIAS DE LA INTERCONEXIÓN ENTRE LAS OBLIGACIONES BILATERALES.
Fundamentalmente son tres. Encontramos la base en el Art. 1124 CC:
- La exclusión de una de las obligaciones por imposibilidad sobrevenida de realizar la prestación
sin responsabilidad del deudor, permitirá pedir al acreedor la resolución y la extinción de su
obligación a favor del deudor ya que se ha quedado sin contrapartida.
- El cumplimiento de ambas obligaciones deberá ser simultáneo salvo disposición especial o
voluntad diferente de los interesados. Por ello ninguno puede exigir que el otro realice su
prestación sin realizar él u ofrecer la realización de su prestación. A su vez este efecto tiene dos
consecuencias:
• Si una de las partes exige que la otra realice su prestación sin realizar u ofrecer la realización
de la suya, la otra parte podrá rehusar cumplir la suya, mientras la primera no cumpla, y se
denomina la “exceptio non adimpleti contractus”.
• Si una de las partes ha cumplido, pero lo ha hecho con defectos, que impiden el fin
perseguido, la otra parte puede rechazar cumplir su obligación mediante la excepción de
contrato no bien cumplido “exceptio non rite adimpleti contractus”
- Si uno de los obligados no cumple pero el otro ha cumplido o está dispuesto a cumplir, éste
podrá exigir:
14
• En primer lugar que se imponga al que no cumple el cumplimiento forzoso o pueda exigirle
la resolución de la obligación cuya consecuencia será que cada uno queda desligado de su
obligación.
• En segundo lugar se puede exigir en cualquiera de las opciones anteriores una
indemnización por los daños y perjuicios sufridos.
III. JURISPRUDENCIA SOBRE EL ARTÍCULO 1124 CC.
1. La facultad de resolución del Art. 1124 CC no se va a aplicar si hay acuerdo de las partes
que regule la facultad resolutoria.
2. Puede que las partes establezcan el incumplimiento como condición resolutoria, entonces
funcionará como tal condición automáticamente y no porque entra en juego el Art. 1124
CC.
3. El Art. 1124 CC no da lugar a una resolución automática sino que faculta para pedirla (esto
es, existe la posibilidad de solicitar tal resolución, pero ello no es imperativo).
4. Las obligaciones para que entre en juego este artículo han de ser recíprocas, una ha de ser
contrapartida de la otra y la resolución del Art. 1124 CC no puede utilizarse si el
incumplimiento no es grave.
5. También se ha planteado si se faculta para pedir la resolución el incumplimiento de
elevación del contrato a escritura pública al amparo del Art. 1124 CC, hay jurisprudencia
contradictoria.
6. A los efectos del Art. 1124 CC es indiferente que las obligaciones procedan de contrato
que de precontrato, sólo va a poder instar la resolución quien cumplió o esté dispuesto a
hacerlo y no puede pedirla ninguno si no se sabe quién empezó a incumplir.
7. Tratándose de obligaciones recíprocas puede utilizarse el Art. 1124 CC tanto si provienen de
contrato como de precontrato.
8. Solo va a poder instar la resolución quien cumplió o está dispuesto a hacerlo.
9. Puede pedir la resolución quien ha empezado a incumplir porque a su vez la otra parte no
incumplía. Y no va a poder instarla ninguno si no se determina quien empezó a incumplir.
10. Para que pueda solicitarse la resolución debe haberse producido un verdadero
incumplimiento. No es suficiente que la otra parte haya intentado incumplir –o anunciado
que va a incumplir en un futuro- debe tratarse de un incumplimiento cierto, tangible.
11. No puede pedirse la resolución si se recibió la prestación sin formular reclamación alguna el
cumplimiento de la obligación (salvo que aparentemente haya cumplido y sólo se descubra el
incumplimiento con posterioridad. P. ej. cuando recibimos una mercancía que está
empaquetada).
12. La resolución solo va a ser exigible cuando haya llegado el vencimiento de la obligación.
13. La reclamación para que la otra parte cumpla o se avenga a cumplir, puede realizarse
extrajudicialmente o judicialmente.
14. El incumplimiento de las obligaciones accesorias no da lugar para pedir la resolución.
(conforme al “Principio de conservación del negocio jurídico”, en la medida de lo posible ha
de intentarse que el negocio subsista). Así pues, debe tratarse de un incumplimiento grave,
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sustancial, esencial o tan defectuoso que resulta frustrada la finalidad perseguida por el
ordenamiento.
15. El incumplimiento puede ser parcial y no total para solicitar la resolución del contrato. Ha de
tratarse de un verdadero incumplimiento y no un mero retraso, siempre que la realización
de la prestación aún de forma morosa satisfaga al acreedor (lo cual p.ej. no va pasar si se
entrega tardíamente un traje de boda).
16. A los efectos del Art. 1124 CC, no importa que el incumplimiento sea -o no- deliberado o
culpable, tampoco va a importar que se deba a caso fortuito o fuerza mayor.
17. Quien cumplió o está dispuesto a hacerlo podrá pedir el cumplimiento de la otra parte o la
resolución, pero no ambos a la vez. Si se opta por una vía, no podrá luego elegirse la otra.
No obstante, podrá pedirse la resolución incluso después de haber pedido el cumplimiento
cuando éste último resultare imposible. Si se extinguió el contrato, sólo podrá pedirse el
resarcimiento por daños.
18. La resolución del contrato va a tener efectos retroactivos, pero teniendo presente que dicha
resolución no puede perjudicar a terceros (no podrá tener efectos retroactivos la resolución
si el comprador ya vendió la cosa a un tercero que obra de buena fe. Este tercero está
protegido por el ordenamiento).
19. Si solicitamos una indemnización por daños y perjuicios, se requiere que esos daños se
hayan producido de forma efectiva. Los daños y perjuicios tendrán que probarse y nos
tendrán que indemnizar con todos los daños producidos. El plazo para solicitar
cumplimiento o resolución, es el de las acciones personales (15 años).
20. Es posible que la resolución del contrato la solicite una persona diferente del
interesado, pero su ratificación hace suya esa solicitud de resolución.
21. La aplicación del Art. 1124 CC tiene excepciones: en el contrato de sociedad no se va a
aplicar el 1124, sino que al socio que incumple se le va a excluir de la sociedad.
TEMA 7. EFECTOS DE LA OBLIGACIÓN. PAGO O CUMPLIMIENTO DE LA
OBLIGACIÓN.
I.
CONSIDERACIONES GENERALES.
El fin natural de toda obligación es proporcionar al acreedor la satisfacción de su interés mediante
el cumplimento de la obligación o por la ejecución de la prestación, y en su defecto la
indemnización por los daños y perjuicios causados por el incumplimiento (recuérdese que hay un
derecho del acreedor a recibir el pago, pero no hay un deber de recibirlo).
Los efectos de la obligación son dos:
1. Su cumplimiento.
2. Las consecuencias del incumplimiento.
El cumplimiento de la obligación.
También se denomina pago y es la ejecución de la prestación debida. Su consecuencia más
importante es que extingue la obligación.
En un sentido estricto, el término pago es el cumplimiento de las obligaciones pecuniarias que se
produce entregando una suma de dinero. En sentido amplio, pago es el cumplimiento de
cualquier tipo de obligación.
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Requisitos del pago.
- Existencia de una prestación debida o una obligación previa.
- Ejecución exacta de dicha prestación.
Objeto del pago.
El pago requerirá la ejecución exacta de la prestación, es decir la ejecución idéntica e integra de
la prestación, que significa que no se puede pagar con una cosa diferente a la establecida y que
tampoco se puede pagar con parte de la prestación.
Existen excepciones, como por ejemplo las obligaciones facultativas, ya analizadas en temas
anteriores.
Lugar, tiempo y forma del pago.
- Lugar: salvo que la ley establezca otra cosa, el lugar de cumplimiento será:
• La obligación se debe cumplir en el lugar que se fija en la propia obligación de manera
explícita o implícita.
• Si no se ha fijado un lugar, y hay que entregar una cosa determinada, el pago se hará en el
lugar donde se encontrase la cosa en el momento de nacer la obligación.
• En defecto de los dos anteriores, el lugar del pago será el domicilio del deudor.
• En defecto de todos los anteriores, será el domicilio del acreedor.
Además podría señalarse la existencia de otro criterio, en virtud del cual si se ha comenzado a
pagarse en un lugar “x”, debe continuarse efectuando los pagos en ese mismo lugar “x”
- Tiempo: La obligación debe cumplirse en cuanto nace, como regla general. No obstante,
podría estar sujeta a condición o término.
- Forma: La obligación debe cumplirse según la naturaleza de la misma, la buena fe y el uso y
realizando la prestación en la forma y con la diligencia que en ellos se establezca o que la ley
determine.
Si no se ha establecido nada, se debe observar, según el Código Civil, la diligencia del buen
padre de familia.
Gastos del pago.
Cualquier gasto que ocasione el pago, como por ejemplo el transporte o conservación de la cosa,
corre por cuenta del deudor porque son necesarios para realizar la prestación (p. ej. gastos
transferencia bancaria).
No obstante, se puede pactar que sean por cuenta del acreedor o que dichos gastos procedan a
distribuirse entre uno y otro de la forma que estimen oportuna.
Imputación del pago.
Si existe una única obligación que une a deudor y acreedor no hay problema en determinar a que
deuda se imputa el pago. No obstante, si existen varias obligaciones que unen a un mismo
deudor y acreedor, será necesario establecer a cual de esas obligaciones se refiere el pago que
se hace y esto se denomina imputación del pago.
Esta imputación se basa en lo siguiente:
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1) Voluntad del deudor, que puede atribuir el pago a la obligación que desee excepto en el caso
de que no estén cubiertos los intereses, porque entonces no puede imputar el pago al capital,
salvo que haya llegado a un acuerdo con el acreedor.
2) En defecto de la voluntad del deudor, se basa en la ley que establece que el pago se hace de
la deuda más onerosa de entre todas las deudas (la más perjudicial caso de incumplirse, que
no necesariamente será la de mayor cuantía), y si todas fueran igual de gravosas, el pago se
va a imputar a todos en la proporción que corresponda a cada uno.
II. SUJETOS DEL PAGO.
Sujeto activo (solvens).
Deberá pagar el deudor por sí mismo o mediante otra persona, ya sea en su nombre, como por
ejemplo un representante, o ya sea por cuenta suya como por ejemplo un empleado.
De manera excepcional, la prestación la debe pagar sólo el propio deudor si se trata de una
obligación de carácter personalísimo. Como regla general, el pago puede hacerse por un tercero
cualquiera.
Efectos del pago hecho por un tercero.
Dependerá según los casos:
1) La obligación no se extingue.
Se produce un cambio de acreedor, pasando a ser acreedor el tercero que ha pagado. Esta figura
se denomina pago con subrogación, y el elemento que la distingue es la intención del tercero de
satisfacer al acreedor pero sin extinguir la obligación.
Para que exista esta subrogación se requiere:
- Que el tercero haya pagado con aprobación del deudor, o que si el deudor no lo ha aprobado,
no existe una oposición expresa del mismo.
- Que esté interesado en el cumplimiento de la obligación.
- Que exista un acuerdo con el acreedor sobre la subrogación, si no existe voluntad en contrario
del deudor.
La importancia de que se trate de una subrogación consiste en que la obligación no se extingue y
por ello se mantiene las mismas circunstancias, excepciones y relaciones accesorias que existían
con el anterior acreedor.
2) La obligación se extingue.
Nacerá una nueva a cargo del mismo deudor y a favor del tercero, y cuyo objeto es obtener el
reembolso de lo que ha pagado el tercero. Es este caso la obligación se extingue y con ella se
extinguen las circunstancias, las excepciones y las relaciones accesorias de la obligación antigua,
y nace una obligación nueva, según la cual el deudor estará obligado a darle al tercero aquello en
lo que el pago le fue útil (esto es una interpretación del artículo 1158 Código Civil).
Capacidad del que paga.
El sujeto que paga, debe tener capacidad y legitimación suficientes para realizar la prestación en
que consiste el pago, en concreto, en las obligaciones de dar, el pago requiere que la persona
que lo realice tenga la libre disposición de la cosa debida y la capacidad suficiente para
enajenarla porque si no el pago no será válido.
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1. Sujeto pasivo (accipiens).
El pago debe hacerse al acreedor que pueda recibirlo, es decir a todo sujeto capaz para
administrar sus bienes.
El pago a veces se hará a otras personas como por ejemplo el representante u otra persona
designada para recibirlo. En esos casos, el pago libera al deudor aunque no se haya hecho al
propio acreedor, excepto en un caso que consiste en que se le haya ordenado judicialmente al
deudor con anterioridad que retenga la deuda.
Existen otros casos en los cuales el pago es válido, y libera al deudor aunque no se haya hecho al
acreedor, ni a su representante, ni a otra persona designada.
Estos casos son los siguientes:
1) Cuando el acreedor era incapaz de recibir el pago pero lo recibe y le es útil en todo o
en parte.
2) Consiste en que el pago se haga a una persona que no es el acreedor pero que está
en posesión del crédito y se le paga de buena fe.
3) Que el pago se haga a un tercero y el deudor sepa que no es el acreedor y sabe que
tampoco es una persona autorizada para recibir el pago, pero en este caso el pago le
ha sido útil al acreedor.
III. DACIÓN EN PAGO Y PAGO POR CESIÓN DE BIENES.
Dación en pago.
El pago debe consistir en la realización exacta de la prestación que se deba, pero el acreedor y el
deudor pueden ponerse de acuerdo para que el pago se produzca mediante otra prestación
diferente (pero no se puede obligar al acreedor a que acepte otra cosa).
El CC no la contempla expresamente pero la da por supuesta, conforme al Art. 1255 CC.
La dación en pago es verdadero pago: no se altera la naturaleza del negocio (si debía 10.000
euros de una compraventa y acuerdo con el acreedor entregar joyas en lugar de dinero, no por
ello el negocio se convierte en una permuta).
Se requiere la entrega efectiva de la cosa para que pueda hablarse de dación en pago. No es
suficiente con el mero acuerdo de entregar en un futuro determinados bienes que sean diferentes
de los inicialmente pactados.
Se requiere que ambas partes puedan contratar, que el acreedor pueda disponer del crédito y
que el deudor pueda obligarse y ejecutar la nueva prestación.
El problema puede suscitarse si el bien o bienes entregados adolecen de vicios o problemas
internos que no se manifiestan ante el acreedor cuando recibe la cosa (el deudor entrega un
coche de segunda mano aparentemente en buen estado pero con diversos problema que se
manifiestan después de la entrega).
Aquí podría decirse que el deudor no ha cumplido correctamente, por lo que la obligación inicial
no se ha extinguido, pudiendo el acreedor exigir conforme a las reglas generales su cumplimiento
o la responsabilidad por el incumplimiento.
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Pago por cesión de bienes.
A diferencia del caso anterior, este supuesto si se encuentra expresamente previsto en el art.
1175 del CC. Otra diferencia con el supuesto anterior es que en el mismo se producía el pago con
la entrega de la cosa, mientras que aquí la entrega es un mero paso hacia el verdadero pago.
Así pues, aquí el deudor puede entregar sus bienes en posesión y administración, a sus
acreedores conservando él la titularidad y dando poderes irrevocables a sus acreedores para que
los liquiden y apliquen lo obtenido para pagar sus créditos. Se puede hacer por contrato o
judicialmente.
1) Por contrato, consiste en un contrato que celebra el deudor con los acreedores, y los puede
celebrar con todos o con parte de ellos (en éste último caso, el resto que quedan al margen
conservan sus derechos como antes de la celebración del contrato). En este caso el pago por
cesión de bienes no es realmente un pago sino un paso hacia el pago, ya que el pago tendrá
lugar cuando se haya producido la liquidación de los bienes y los acreedores hayan aplicado
el precio conseguido a la satisfacción de sus créditos. Salvo pacto en contrario, los
acreedores quedan satisfechos y el deudor liberado sólo por el importe obtenido con la venta
de los bienes cedidos, y si dicho importe obtenido supera lo que se debía, el exceso le
corresponde al deudor.
2) Judicialmente, la cesión será judicial cuando se realice con la intervención del juez y la
aprobación judicial, en este caso el deudor cede todos sus bienes a todos sus acreedores (es
el supuesto verdaderamente previsto en el Art. 1175 CC).
IV. RECIBO DEL PAGO Y DEVOLUCIÓN DEL JUSTIFICANTE DE LA DEUDA.
El pago es la causa de la extinción de la obligación, y como favorece al deudor, éste tiene que
probar que ha pagado. Indudablemente, el medio más útil para probar el pago es el recibo.
El recibo es el reconocimiento escrito de haber pagado, que consiste en una declaración
documental del acreedor en la que confiesa haber recibido la prestación a título de pago.
En el Código Civil no se recoge expresamente el recibo, pero se presupone en varios artículos y
la doctrina y la jurisprudencia admiten que existe derecho a pedir un recibo. Basándose en el uso
y la buena fe puede afirmarse la existencia de la obligación de dar recibo.
El deudor cuando tiene derecho a que se le entregue un recibo, si el acreedor se niega a
expedirlo, el deudor puede abstenerse de pagar o consignar la prestación.
El artículo 1.110 Código Civil.
Se refiere al recibo y establece que si se expide un recibo por el capital o por los plazos
posteriores de una deuda sin hacer reserva respecto a los intereses o sobre los plazos anteriores,
se presume (iuris tantum) que los intereses o los plazos anteriores se han extinguido porque el
recibo es la prueba de que se ha pagado (salvo prueba en contrario).
TEMA 8. MORA DEL ACREEDOR.
I.
INTRODUCCIÓN.
El deudor tendrá derecho a liberarse de la obligación cuando llegue el momento oportuno, pero el
acreedor no está obligado a recibir el pago, y si lo rechaza, la ley establece en beneficio del
deudor un procedimiento para la liberación del deudor a través del cual la obligación se
extingue mediante la consignación de lo debido bajo el poder de la autoridad judicial (o
notarial), previo el ofrecimiento infructuoso de pago al acreedor (art. 1176 CC).
La negativa del acreedor a facilitar el pago o a hacerlo posible, sólo plantea problemas cuando se
requiere su colaboración para hacerlo efectivo (p. ej. en la mayor parte de supuestos, tratándose
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de obligaciones pecuniarias, lo más usual es ingresar o transferir el importe en la cuenta corriente
designada por el acreedor).
Si no coopera el acreedor, puede el deudor requerirle y si persiste sin justificación en su actitud,
hay dos posibilidades:
3) Ello provoque la imposibilidad de realizar la prestación en el futuro, por lo que se extinguirá la
obligación sin responsabilidad del deudor.
4) Se provoque un retraso (“mora accipiendi”)
II. MORA DEL ACREEDOR.
Concepto.
La mora del acreedor consiste en que el acreedor injustificadamente retrase la realización de la
prestación por no recibirla o por no cooperar una vez que se le ha ofrecido, y después de haberle
requerido para que la reciba o para que coopere para que sea realizada.
Requisitos.
Se exigen tres requisitos para que se dé mora del acreedor:
1)
Que haya llegado el momento del cumplimiento.
2) Que el deudor ofrezca el cumplimiento al acreedor requiriéndole para que lo reciba.
Excepcionalmente, esta regla general quiebra en ciertos supuestos produciéndose la mora
automáticamente desde el día en que llegó el cumplimiento, sin necesidad de requerimiento o
intimación.
3) Que el acreedor se niegue sin razón alguna a admitir el pago o a hacer lo preciso para que
pueda efectuarse.
Efectos.
Se basan en que el deudor no debe sufrir perjuicio alguno, esto es, debe quedar intacto su
patrimonio, tal y como si hubiese pagado, y por ello los efectos de la mora del acreedor son tres:
1)
Si la prestación se convierte en imposible posteriormente y sin que exista culpa del deudor,
la obligación se extingue. Eso implica que si incurre el acreedor en mora, será él el que
soporte los supuestos de caso fortuito o fuerza mayor (p.ej. fenómenos climatológicos
extremos, huelgas, graves alteraciones del orden público, etc).
2) Cesa la mora del deudor o evita que se produzca, si aún no había incurrido en ella.
3) Evitar al deudor cualesquiera clase de perjuicio que pudiera derivársele de no haber
cumplido (p. ej. evitar que la otra parte pudiera pedir la resolución por daños y perjuicios).
4) El deudor podrá liberase de la obligación consignando la cosa debida ante la autoridad
judicial o notarial (esto es, depositándola a disposición de la autoridad judicial o notarial)
Finalización de la mora del acreedor.
Aun no señalándolo la ley de forma expresa, se da dicha finalización en tres casos:
1) Si el acreedor acepta la prestación o está dispuesto a hacer lo necesario para que pueda ser
realizada.
21
2) Si la obligación se extingue.
3) Si se fija un momento posterior para el cumplimiento, como por ejemplo que las partes
lleguen al acuerdo de que se retrase el pago.
III. CONSIGNACIÓN.
Consiste en poner la cosa debida bajo el poder de la autoridad judicial (se tramita ante el
secretario judicial y lo aprueba el juez) o notarial y a disposición del acreedor.
Es el medio que tiene el deudor para liberarse y extinguir la obligación en caso de que el acreedor
entre en mora.
Los bienes objeto de la consignación pueden ser muebles o inmuebles, ya que la finalidad de
esta acción es que los bienes queden “bajo el poder de la autoridad y a disposición del acreedor”
lo que implica que en la práctica no siempre estarán depositados tales bienes en el Juzgado (p.
ej. muchas veces, la Administración de Justicia carece de medios suficientes para la custodia de
bienes, por lo que puede ser perfectamente posible que ese bien, una vez consignado, siga en
manos del deudor aunque bajo el poder de la autoridad judicial)
Trámites previos.
- La consignación debe ir precedida del ofrecimiento del pago (el cual ha de ajustarse a las
reglas generales: “identidad del pago”, “integridad del pago”, “lugar del pago”).
- Deberá ser anunciada previamente a los interesados en el cumplimiento de la obligación.
Es necesario que el cumplimiento de estos requisitos se acredite ante la autoridad judicial o
notarial (p. ej. a través de testigos, requerimientos cursados al acreedor, etc).
No obstante, esta regla general cede en determinados supuestos, en los cuales no es preciso
realizar el ofrecimiento de pago y se puede consignar directamente sin que medie mora del
acreedor.
a) Cuando el acreedor esté ausente del lugar donde deba recibir el pago, cualesquiera que sea
la causa (no se trata de una situación de “ausencia legal”, sino que objetivamente no se
encuentre presente; si fuera “ausencia legal” se ofrecería el pago al representante legal).
b) Cuando el acreedor esté impedido para recibir el pago en el momento en que debe hacerse
(incapacitado “de hecho”; si fuera “incapacitación de derecho” se ofrecería el pago al
representante legal).
c) Cuando varias personas pretendan tener derecho a cobrar.
d) El título de la obligación se haya extraviado.
Requisitos.
La consignación debe ajustarse a las disposiciones que regulan el pago (reglas generales de
“identidad”, “integridad”, “lugar del pago”) ya que si no cumple estas disposiciones la
consignación no será eficaz.
En virtud de ello, es posible (aunque bastante poco probable) que sea un tercero el que consigne,
habida cuenta que ese mismo tercero ajeno a la obligación puede pagar la misma.
Como se ha señalado, hay consignación judicial y notarial.
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a) Judicial.
Una vez hecha la consignación, para lo cual, ha de entregarse la cosa incondicionalmente al
Juzgado, debe notificarse a los interesados.
La obligación se extingue y el deudor queda liberado en dos supuestos:
- Si el acreedor acepta la consignación.
- Si el juez declara que está bien hecha.
No obstante, si el acreedor aún no aceptó o el juez no declaró que está correctamente hecha la
consignación, podría retirarse la cosa, aunque evidentemente quedaría subsistente la obligación.
El procedimiento judicial se rige por los actos de “Jurisdicción Voluntaria”. Extinguida la
obligación mediante dicha consignación, el deudor puede solicitar que se cancele el título (p. ej.
el contrato) en el que consta dicha obligación.
Los gastos producidos por la consignación corren a cargo del acreedor, cuando ésta fuese
procedente. En caso contrario, serán de cuenta del deudor.
En cuanto a las obligaciones de hacer, por su propia dinámica, el deudor queda liberado por la
negativa del acreedor a recibir la prestación, aunque podría solicitarse judicialmente la
declaración de que estuvo dispuesto a realizar la misma.
b) Notarial.
Si el acreedor contestara al requerimiento aceptando el pago o lo consignado en plazo, el Notario
le hará entrega del bien haciendo constar en acta tal circunstancia, dando por finalizado el
expediente.
Si transcurrido dicho plazo no procediera a retirarla, no realizara ninguna alegación o se negara a
recibirla, se procederá a la devolución de lo consignado sin más trámites y se archivará el
expediente.
En el caso de comparecencia del acreedor y consentimiento a recibir la cosa, el notario deberá
exigir, en su caso, el cumplimiento de las obligaciones pendientes.
La consignación notarial no tiene el efecto de liberar al deudor (lo que la diferencia
sustancialmente de la judicial, siendo mucho más débil que ésta última) sino que los principales
efectos se producen en la mora y el traspaso de riesgos.
TEMA 9. CAUSAS DEL INCUMPLIMIENTO Y DEL CUMPLIMIENTO INEXACTO.
La prestación se puede realizar de forma voluntaria y de manera exacta por el obligado, pero el
deudor puede incumplir de una manera total o puede cumplir pero no realizar la prestación
exactamente como debía ejecutarla.
Cuando no hay un cumplimiento voluntario exacto se trata entonces del incumplimiento, y frente
al incumplimiento la ley adopta una serie de medidas dependiendo de las causas de las que
procede ese incumplimiento.
Esas causas se catalogan en dos grupos:
1. Cuando consistan en hechos de los cuales es responsable el deudor.
En este caso la ley establece que el patrimonio del acreedor debe quedar igual que si se hubiera
producido el cumplimiento, y por eso le permite que pueda exigir:
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- El cumplimiento forzoso en forma específica, que consiste en exigir la realización exacta
de la prestación debida y en su defecto, cuando no sea posible el cumplimiento, podrá
exigir una indemnización por los daños y perjuicios causados.
- El acreedor puede optar por exigir el cumplimiento forzoso y una indemnización cuando
se cumpla la prestación posteriormente, cuando se le haya lesionado a causa de la
demora.
2. Cuando consistan en hechos de los que no es responsable el deudor. En este caso el
acreedor debe soportar el incumplimiento.
Después de esta consideración general, habría que examinar los casos en los cuales el deudor es
responsable o no de incumplimiento.
c) El deudor es responsable del incumplimiento:
- Regla general: Cuando el incumplimiento haya sido causado por su culpa.
- Excepción: Será responsable a pesar de no ser culpable del incumplimiento cuando lo
establezca la ley o la propia obligación.
d) Casos en los cuales el deudor no es responsable del incumplimiento:
- Regla general: No será responsable cuando el incumplimiento se haya producido por un
caso fortuito o por fuerza mayor.
- Excepcionalmente: el deudor no será responsable aunque sea culpable cuando la
obligación le exonere de esa responsabilidad.
Eso nos lleva a la idea de que resulta posible la modificación de la responsabilidad. Los
particulares pueden alterar o modificar la regla general de responsabilidad de forma que:
- Cuando haya culpa podrán establecer que no se responda.
- Cuando no haya culpa las partes pueden establecer que sí se responda.
Sólo existe un límite: no se podrán eximir de responsabilidad “a priori” cuando el
incumplimiento sea doloso, causado de mala fe, ya que eso supondría dejar todo el poder de la
obligación en una sola de las partes, lo que resulta contrario a los principios generales de la
materia (así, el Art. 1256 CC).
Lo que si es admisible es que “a posteriori”, la parte que haya sufrido un incumplimiento doloso
renuncie a las correspondientes acciones que le pudieran corresponder por ese concepto.
LA CULPA.
Culpa en sentido amplio.
Hay culpa del deudor cuando el incumplimiento de la obligación le es imputable. Por ejemplo
porque a causa de su negligencia (descuido, falta de vigilancia, despreocupación en mayor o
menor grado, etc.) llega la hora de cumplir y se olvida de hacerlo.
Dentro de la culpa en sentido amplio, puede incluirse tanto el dolo como la culpa en sentido
estricto.
1. El dolo existe cuando el deudor viola voluntariamente o conscientemente la obligación. El
dolo implica una transgresión deliberada, nunca se presume y debe ser probado por aquel
que lo alegue (la carga de la prueba corresponde a quien acusa).
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2. La culpa sentido estricto existe cuando el deudor incumple la obligación por falta de
diligencia, pero no tiene una intención deliberada de incumplimiento. Ejemplo: El taxista que
se compromete a recoger a una persona y se le olvida.
La culpa puede graduarse y así puede ser:
- Una culpa mayor o máxima que se denomina culpa lata.
- Una culpa o negligencia mínima que se denomina culpa levísima.
- Si no se establece nada sobre el grado de culpa se entiende que será una culpa leve, que
consiste en la omisión de la diligencia normal.
Por otro lado, muchas veces (sobre todo en el ámbito penal y procesal) nos encontramos con el
concepto de la “temeridad” (exposición excesiva a un riesgo innecesario) que aun siendo un tanto
difuso, se situaría entre el dolo y la culpa.
CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR.
En cualquiera de los dos NO hay culpa del deudor porque le va a ser imposible cumplir
exactamente con la obligación y esa imposibilidad no le es imputable, porque no ha sido por su
culpa, se dice entonces que ha existido “caso fortuito o fuerza mayor”.
Se discute si el caso fortuito y la fuerza mayor son expresiones sinónimas o diferentes. Nuestro
CC utiliza varias veces ambas expresiones con el mismo sentido, y otras veces nuestro CC
califica de fuerza mayor aquellos casos fortuitos que son especialmente graves como por
ejemplo el robo a mano armada o los terremotos.
En ambos casos se puede hablar de un suceso inevitable, algo que no se puede impedir. El
hecho de que el CC en ocasiones use ambos términos, en ocasiones como si fueran sinónimos y
en otras, se refiere a “fuerza mayor” circunscribiendo ésta a supuestos de mayor gravedad, indica
que en realidad no son iguales.
La fuerza mayor tiene una intensidad mucho mayor. Puede tratarse de algo completamente
imprevisible o, que aun siendo previsible y desplegando una diligencia máxima no se podría
haber evitado (terremotos, inundaciones, golpe de estado, huelgas, motines, atracos…).
El caso fortuito tiene una menor intensidad (por ejemplo, un hurto). De todos modos, la frontera
entre ambos conceptos es difusa, de ahí la necesidad de establecer criterios de diferenciación.
Los criterios para distinguir ambas serán dos:
1) El de la diligencia (previsibilidad). Usando una diligencia normal (recordando el concepto del
1104 CC) no era previsible ese acontecimiento (una nevada de cinco centímetros en un
pequeño aeropuerto de la costa sería fuerza mayor, por imprevisible, no así en un gran
aeropuerto a 1.000 metros sobre el nivel del mar). Si es fuerza mayor, de haberse previsto,
nada podría haberse hecho para evitarlo (prácticamente nada puede hacerse para evitar los
daños materiales causados por lluvias torrenciales aunque hayan sido anunciadas).
2) Si el origen es externo o interno (maquinaria que se avería por un problema interno, caso
fortuito; por un problema externo, fuerza mayor).
Un buen ejemplo de los supuestos de fuerza mayor los encontramos en las coberturas del
“consorcio de compensación de seguros”:
1. Fenómenos de la naturaleza: inundaciones extraordinarias, terremotos, maremotos,
erupciones volcánicas, tempestad ciclónica atípica y caídas de cuerpos siderales y aerolitos.
En la tempestad ciclónica atípica quedan incluidos, entre otros, los tornados y los vientos
extraordinarios (rachas superiores a los 120 Km/h ).
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2. Los ocasionados violentamente como consecuencia de terrorismo, rebelión, sedición, motín
y tumulto popular.
3. Hechos o actuaciones de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
en tiempo de paz.
Para finalizar, el Art. 106.2 de la Constitución recoge este concepto al señalar que “Los
particulares, en los términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda
lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos”.
TEMA 10. TIPOS DE INCUMPLIMIENTO Y EFECTOS DEL MISMO.
Tanto si es debido a dolo, culpa, caso fortuito o fuerza mayor se puede generar un
incumplimiento total o cumplimiento inexacto de la obligación. De ese incumplimiento o
cumplimiento inexacto puede ser responsable el deudor o puede no serlo. Si no es responsable
el deudor, las consecuencias las soportará el acreedor.
Por el contrario, si el deudor es responsable podrá exigírsele el cumplimiento forzoso o la
indemnización de daños y perjuicios o ambos. El incumplimiento puede ser de dos clases:
3) Incumplimiento total: Consiste en que falta por completo la realización de la prestación.
4) Incumplimiento inexacto: Comprende dos clases:
A. El cumplimiento puntual inexacto: Consiste en que se cumple a tiempo pero mediante
la realización de una prestación que no es exactamente igual a la que se debe. Este
cumplimiento puntual inexacto se puede deber a diferentes circunstancias. Ejemplo:
Realizar la prestación en un lugar diferente o entregar algo defectuoso. En cualquier caso
el acreedor puede rechazar la prestación si ésta no se ajusta a lo que se ha pactado. Pero
existe una posibilidad que consiste en que el acreedor acepte la prestación, pero esa
aceptación no implica que esté conforme con la inexactitud de la prestación. En ese caso
el acreedor puede reclamar por esa inexactitud para que se corrija o se le indemnice.
Ejemplo: es la compra de algo con un defecto no se aprecia a simple vista, o con un
defecto que se va a apreciar con posterioridad a la compra (se recoge el caso de la
compra de una finca de naranjos que producían una determinada clase de naranjas, pero
hasta que se produjo el fruto el comprador no pudo apreciar que existía una inexactitud, y
por tanto posteriormente podrá reclamar la indemnización por daños y perjuicios).
B. Cumplimiento moroso: Es el cumplimiento exacto de la prestación pero realizado con
retardo o morosamente, y consiste en que la prestación se realice después de haber
incurrido el deudor en mora y por eso se denomina cumplimiento moroso o tardío.
Cuando se produce un cumplimiento que no se ajuste a lo pactado el acreedor podrá rechazar el
contenido de esa obligación; el acreedor podrá aceptar si quiere ese cumplimiento con retraso
MORA DEL DEUDOR
Es el retraso jurídicamente relevante en el cumplimiento de la obligación y del que es responsable
el deudor. Cuando el momento de cumplir ha pasado y no se ha cumplido existe un retardo en el
cumplimiento siempre que no sea imposible el cumplir la obligación, o siempre que no sea inútil
cumplir en el futuro.
El retardo o el retraso en el cumplimiento por el cual responde el deudor da lugar a la mora. Si el
cumplimiento de la obligación depende de algún otro requisito, hasta que éste no se dé, no habrá
mora.
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Hay incumplimiento (y no mora) cuando el solo retraso hace imposible la prestación o cuando ese
retraso priva al acreedor de cualquier tipo de interés con que se realice (el taxista acude una hora
tarde para trasladarnos al aeropuerto, aquí no hay mora sino un incumplimiento total).
Como regla general para que el deudor incurra en mora es necesario que además del retraso en
el cumplimiento el acreedor debe reclamar o requerir al deudor, después del vencimiento de la
obligación, y referirse necesariamente a esa obligación (art. 1100 CC).
La mora sólo es posible en las obligaciones de dar o hacer. En las de no hacer, directamente
habrá un incumplimiento de lo pactado La reclamación ha de llegar a conocimiento del
destinatario, por tanto, no incurre en el momento de presentación de la demanda, sino cuando se
le dé traslado de la misma.
No se incurre en mora cuando el acreedor deposita la carta de reclamación en correos, sino
cuando dicha carta le es entregada de manera efectiva al deudor (no obstante, si rechaza la
carta, si incurriría en mora, ya que sólo a él le es imputable el no haberla recibido).
La mora automática (en la que basta el mero retraso y no es necesario el requerimiento) es
posible pero excepcional, pues no sigue la regla general.
En el caso de obligaciones ilíquidas, no se generan intereses por razón de la morosidad. El
deudor no incurrirá en mora cuando la causa del retraso proceda de un caso fortuito o de fuerza
mayor. El deudor sí incurrirá en mora cuando sea el culpable del retraso.
OBLIGACIONES LÍQUIDAS E ILÍQUIDAS.
- Líquidas — Son aquellas en las cuales está determinado en qué consiste la prestación y
además está fijada numéricamente su cuantía. Ejemplo: A debe a B 1000 euros.
- Ilíquidas — Son aquellas en las que la prestación está determinada pero su cuantía no esta
fijada numéricamente. Ejemplo: indemnización por daños y perjuicios por incumplimiento de un
contrato cuando todavía no se han tasado tales daños.
Dentro de las obligaciones líquidas existen unas obligaciones cuya cuantía todavía no se ha
expresado. Se trata de un caso peculiar de una obligación en la que se determina la prestación
junto con su cuantía fijada numéricamente, pues todavía no se ha expresado el total de esa
cuantía pero simplemente necesita realizarse una operación aritmética.
Ejemplo: arrendamiento de finca urbana en la cual el arrendatario deja de pagar la renta mensual.
El arrendador presenta una demanda solicitando que se le paguen las tres mensualidades que se
le debe, reclama además el lanzamiento y también las mensualidades que se le deben hasta el
momento que se realice el lanzamiento.
Los tres meses son obligación líquida, también son líquidas las mensualidades hasta el
lanzamiento. Simplemente precisa de una sencilla operación aritmética.
TIPOS DE INCUMPLIMIENTO Y EFECTOS DEL MISMO.
Requisitos para que se dé la mora del deudor:
1. Que por culpa del deudor se retrase materialmente el cumplimiento.
2. Que el acreedor reclame la realización del cumplimiento.
Solamente cuando se cumplan estos requisitos estaremos ante la mora del deudor como
establece el CC en el artículo 1100, que regula el retraso jurídicamente relevante.
Existe una excepción en la cual no se exige el segundo requisito consistente en el requerimiento
del acreedor, y se dará automáticamente la mora en el momento en que se retrase materialmente
el cumplimiento. La “mora automática” se da en dos casos:
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a) Consiste en aquellos supuestos determinados por la ley o por la propia obligación.
b) Aquellos supuestos en los que de la naturaleza y las circunstancias de la obligación resulta
que la designación de la época en la que había de entregarse la cosa o realizarse el servicio
fue un motivo determinante para establecerla. Ejemplo se contrata una instalación de aire
acondicionado para que se instale en verano, y se hace después. El establecimiento de una
fecha era determinante para el cumplimiento de la obligación, y por tanto se incurre en mora
automáticamente, sin que se les requiera a cumplir en plazo.
SUPUESTOS ESPECÍFICOS DE MORA.
- Mora en obligaciones recíprocas — Las obligaciones recíprocas bilaterales mantienen una
dependencia y una conexión que van a hacer que para que uno de los deudores incurra en
mora se necesitarán tres requisitos:
• El retraso en el cumplimiento.
• El requerimiento del acreedor.
• Consistirá en que el otro acreedor-deudor haya cumplido o se allane a cumplir su obligación
debidamente.
EFECTOS DE LA MORA.
1) Deber de indemnizar el daño causado al acreedor.
2) A partir de la mora, el deudor pasa a responder de la imposibilidad de cumplir la prestación
por culpa suya, y además responde también de la imposibilidad de cumplir por caso fortuito o
fuerza mayor. Como por ejemplo se debe entregar una cosa y la cosa se destruye en poder
del deudor, y se presume que si se la hubiera entregado al acreedor no se hubiera destruido,
y esta presunción admite prueba en contrario como por ejemplo en terremoto que destruye
una cosa de un almacén.
Eso se debe a que la ley presume “iuris tantum”, que el incumplimiento se debió a la mora. Por
tanto, el deudor se puede liberar de tal responsabilidad si puede probar que la cosa se hubiera
destruido también estando en poder del acreedor
CESACIÓN DE LA MORA.
Aunque el CC no lo señala expresamente, la mora cesa en determinados supuestos:
1) Cumplimiento o por cualquier otra causa de extinción de la obligación.
2) Por la concesión de un aplazamiento del momento en que se tiene que cumplir. Este
aplazamiento se denomina moratoria, y puede ser concedido por las partes o puede ser
establecido por la ley.
3) Que incurra en mora el acreedor.
4) Que incurra en mora la otra parte cuando se trate de obligaciones recíprocas.
Si la mora ya concluyó no se generan nuevos efectos de ello, pero el deudor sigue obligado a
cumplir la prestación y a indemnizar los daños y perjuicios que ya se habían producido por la
mora antes de que esta cesara.
EFECTOS DEL INCUMPLIMIENTO.
Cuando el deudor es responsable del no cumplimiento exacto, el ordenamiento reacciona de
diversas formas:
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- Debe distinguirse si es posible obtener la prestación o si ya deviene imposible
A) Si aun fuera posible, se le conmine por el correspondiente fallo judicial y el deudor lo realice
exactamente.
- En su defecto, si se niega, se tratará de proporcionar lo debido al acreedor y esto puede ocurrir
de dos formas:
• Tomando los bienes correspondientes del patrimonio del deudor y entregándolos
judicialmente al acreedor.
• Haciendo que se ejecute la prestación a costa del deudor, tomando los bienes que
correspondan de su patrimonio.
Esto siempre y cuando la obligación no tenga carácter personalísimo.
B) Si ya no es posible obtener el deudor la prestación ni que sea verificada sustituyendo su
actuación o ejecutándola a su cargo, en ese supuesto habrá que indemnizar daños y
perjuicios.
En primer término, debe tratar de satisfacerse el interés del acreedor con la ejecución de la
prestación “in natura”, la prestación debida, ya que eso es más acorde con sus intereses que el
obtener una indemnización.
Así pues, la regla general NO es la del supuesto del artículo 1124, aunque evidentemente, en la
práctica serán más frecuentes los supuestos del Art. 1124.
Si estamos dentro de la regla general, no hay libertad para elegir entre cumplimiento forzoso o
resolución, sino que, en primero término deberá optar por el cumplimiento. Y sólo por la
resolución cuando ya no sea posible el cumplimiento o carezca de interés para el acreedor (traje
de boda, alquiler de coche).
Excepcionalmente (aunque en la práctica sea el supuesto más común) en el ámbito de las
obligaciones recíprocas del 1124 CC la parte que cumple o se aviene a cumplir ante el
incumplimiento de la otra parte puede solicitar bien el cumplimiento forzoso, bien la resolución
del contrato y en uno u otro caso la indemnización de daños y perjuicios.
REQUISITOS DE LA INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS.
Han de darse estos cuatro requisitos para la indemnización y han de probarse que los daños
provienen del incumplimiento.
1.
Que no sea obtenible la ejecución exacta de la obligación ,salvo la excepción del 1124 CC
2.
Que exista un perjuicio efectivo.
3.
Que dicho perjuicio proceda de la inejecución.
4.
Que el deudor sea responsable de la inejecución.
Los extremos “2” y “3” son los de mayor complejidad de prueba, no así el “1”, que es evidente, y
el “4”, que se presume, para facilitar así el resarcimiento del afectado.
Hay que demostrar que los daños derivan de forma efectiva de ese incumplimiento, que fue el
causante de los mismos. Esto es: deberá acreditarse la existencia de un nexo causal. Por la
complejidad de demostrar esa relación de causalidad (los daños “x” derivan necesariamente del
suceso “y”), sólo pueden darse reglas generales, amplias y abstractas, para que sean aplicadas
por el juzgador.
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En muchos supuestos, ese perjuicio proviene de varias causas y no sólo del incumplimiento. Esto
se denomina “concurrencia de culpas” por lo que habrá que proceder a moderar (o reducir) la
indemnización. Por ejemplo, el peatón que cruza indebidamente tiene parte de responsabilidad si
es atropellado por un conductor que circula a velocidad excesiva.
En la práctica, suele asignarse un porcentaje de responsabilidad a cada individuo, que no puede
verse alterado ni siquiera por el Tribunal Supremo, salvo que esa moderación realizada por el
Juez de Primera Instancia sea manifiestamente absurda o irrazonable.
La moderación es posible en el caso de culpa, no en el de dolo. Esta facultad de moderación
también se puede producir en los casos en los que sólo hay culpa imputable a una de las partes.
Y esta moderación puede aplicarse de oficio por el Juez, aunque no se haya solicitado por las
partes (excepción al principio de justicia rogada).
Cuantía de la indemnización de daños y perjuicios — se integra por dos elementos, daño
emergente y lucro cesante, el daño emergente es lo que el acreedor perdió y es -en principiorelativamente fácil de probar; el lucro cesante es lo que el acreedor ha dejado de ganar y habría
ganado si hubiere recibido la prestación, lo cual evidentemente es bastante más complejo de
acreditar.
El lucro cesante ha de valorarse por lo que habría sido normal o razonable, no se pide una prueba
específica y absoluta de ese lucro cesante, sino que se establece una presunción iuris tantum
(admite prueba en contrario) de que el lucro cesante tiene una cuantía normal, razonable (así
pues, las expectativas de lo que yo podría eventualmente haber ganado no son indemnizables
dentro de este concepto).
Esta presunción, como tal, puede alterarse y podrá probarse que realmente el lucro cesante fue
mayor o menor. La indemnización de daños y perjuicios es una deuda de valor, la deuda está
fijada con un índice. No se podrá determinar su cuantía final hasta el día que se proceda a su
abono.
Lo que se persigue al configurar la indemnización de daños y perjuicios como deuda de valor es
lograr que el afectado no se vea perjudicado por el incremento del coste de la vida. La
indemnización por daños y perjuicios varía según sea la causa de incumplimiento, si el
incumplimiento se debió a culpa o dolo.
¿QUÉ ES INDEMNIZABLE?
Si se obró con culpa: daños previstos o previsibles cuando se constituyó la obligación y que sean
consecuencia directa de su falta de cumplimiento. Si se obró con dolo: todos los que se deriven,
aun no estando previstos ni siendo previsibles y aunque no sean consecuencia necesaria de la
misma.
El plazo de prescripción para ejercitar la acción de daños y perjuicios prescribirá según se
establezca en cada caso y en su defecto, el plazo de prescripción será de 5 años (plazo general
de las acciones personales vigente desde 2015).
TEMA 11. GARANTÍAS DE LA OBLIGACIÓN.
El artículo 1911 CC establece la responsabilidad patrimonial universal, nos dice que del
cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes presentes y futuros.
Este principio tiene múltiples excepciones.
Evidentemente, al acreedor lo que le interesa es garantizar o reforzar su crédito. Se pueden
establecer una serie de garantías para esa obligación. Dichas garantías pueden ser impuestas por
la ley o los interesados y pueden tener un carácter personal o real.
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CLASES
El CC establece una serie de privilegios: ciertos créditos van a tener una cierta prioridad para ser
cobrados, prioridad sobre ciertos bienes del deudor o sobre todos los bienes del deudor. Estos
privilegios suponen una garantía para el crédito y hacen más probable su cobro pero no se
garantiza el cobro de los mismos.
Los privilegios vienen en los arts. 1922-1929 CC (solo leerlos, tales artículos no son objeto de
examen), que pretenden garantizar el cobro al acreedor.
Y en todo caso hay una serie de acciones que facilitan que el acreedor se pueda resarcir, son
acciones que derivan de la propia existencia del crédito. Estas acciones son de 3 tipos:
1. La acción subrogatoria.
Se puede ejercitar cuando el acreedor ha perseguido todos los bienes del deudor., conforme al
Art. 1111 CC. Puede ejercitar todos los derechos o todas las acciones que normalmente deberían
ejercitar el propio deudor. Se concede por la ley en determinados casos para que el acreedor
tenga la facultad de ejercitar dichas acciones en lugar del deudor. Los requisitos para hablar de
acción subrogatoria son:
- El crédito sea EXIGIBLE.
- Derecho o acción correspondiente esté DESCUIDADO por el deudor o puede ser objeto de
una utilización más provechosa.
- La falta de ejercicio cause un PERJUICIO al acreedor.
- Que el ejercicio de dicha acción subrogatoria sea útil para lograr medios para satisfacer su
crédito.
La acción subrogatoria tiene carácter SUBSIDIARIO. Esto es, requiere que el deudor no esté en
posesión de otros bienes que no hayan sido perseguidos. Puede tratarse de bienes, de cosas,
valores, bienes patrimoniales, etc.
Procede la acción subrogatoria si son insuficientes los bienes que haya para que el acreedor
pueda cobrar íntegramente la deuda. Para ejercitarla, no es necesario probar la falta de bienes del
deudor o acudir a un juicio previo para acreditarlo.
El ejercicio de esta acción subrogatoria ha de ser útil para lograr los medios suficientes para
satisfacer el crédito. El ejercicio de esta facultad puede ser de cualquier tipo, no es necesario que
tenga un carácter judicial, pero en la práctica sí suelen desarrollarse por dicha vía judicial.
El deudor no pierde facultad alguna del derecho de que se trate, del derecho que está ejercitando
el acreedor, ni siquiera la facultad de ejercerlo personalmente. Los efectos del ejercicio de esta
acción es que se logra que los bienes NO SALGAN del patrimonio del deudor o bien INGRESEN
en su patrimonio.
Por tanto, el acreedor nunca se va a resarcir directamente con el ejercicio de esta acción ni tiene
preferencia frente a otros acreedores para cobrar con los bienes conseguidos, por lo que,
evidentemente, el acreedor tiene el riesgo de no llegar a cobrar, pese a que haya conseguido que
se ingresen bienes en el patrimonio del deudor o no hayan salido bienes del mismo.
2. Acción directa.
Con esta acción lo que se persigue es evitar al acreedor el que le sea inútil el ejercicio de los
derechos y acciones correspondientes a su deudor y lograr que los bienes que correspondan
ingresen directamente en su patrimonio sin que en ningún caso esos bienes pasen a través del
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deudor. Tiene que estar previsto por la ley. Se utiliza esta acción para evitar los riesgos de la
acción subrogatoria.
Ejemplos de acción directa:
- La que el CC concede al arrendador contra el subarrendatario (1552 CC).
- Acción que se concede al mandante contra el sustituto del mandatario (1722 CC).
- Acción que se concede a los que ponen su trabajo y materiales en una obra contra el dueño
de dicha obra (1597 CC)
- La que puede ejercitar el afectado contra el asegurador de los daños generados por un
vehículo a motor.
3. Acción revocatoria o pauliana.
Su finalidad es IMPUGNAR los actos que haya realizado FRAUDULENTAMENTE el deudor. Es
una acción que no persigue directamente los bienes sino que va contra el acto que privó de
aquellos al deudor.
No es lo mismo la acción revocatoria o pauliana con el hecho de que el deudor y un tercero
simulen un acto y finjan que los bienes han salido del patrimonio del deudor (ahí procedería la
acción de simulación, el marido simula haber vendido la casa a su mujer pero realmente ni se ha
vendido la casa ni se ha cobrado el precio).
La acción pauliana siempre tiene carácter SUBSIDIARIO.
C) Requisitos acción pauliana.
1. Que se produzca un PERJUICIO al acreedor.
2. El acto que corresponda sea FRAUDULENTO.
Tiene que provocar ese acto una disminución del patrimonio del deudor que provoque que su
patrimonio devenga insuficiente para satisfacer el crédito. El acreedor no tiene por que probar la
insolvencia de su deudor, le basta con no conocer la existencia de otros bienes y le basta con
creer que ese deudor sea insolvente.
La acción pauliana es siempre subsidiaria. Primero deben perseguirse los bienes del deudor para
satisfacer nuestro crédito, si no son suficientes para satisfacer nuestro crédito entonces podemos
solicitar la impugnación de los actos. Para proceder a esa impugnación el acto ha de ser
fraudulento, que se haya realizado en fraude o perjuicio del acreedor.
D) Supuestos donde va a existir enajenación fraudulenta:
- Transmisiones a título oneroso.
Si se realiza con conciencia de perjudicar, el adquirente debe ser consciente de que ese acto es
fraudulento (si es un tercero de buena fe, NO SE PUEDE ATACAR DICHO ACTO). La enajenación
a título oneroso se ha de realizar con la intención de dañar al acreedor, de sustraer los bienes
para que no puedan satisfacer el crédito. Es suficiente con que el adquirente conozca el fraude o
sea cómplice en el mismo.
En determinados casos se van a presumir fraudulentas las enajenaciones a título oneroso, por
ejemplo en aquellos casos en los cuales ya se hubiere producido un mandamiento de embargo o
en los casos en los cuales ya se hubieran producido una sentencia de condena en cualquier
instancia contra el deudor.
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- Transmisiones a título gratuito
Basta con que se produzca un perjuicio al acreedor. El fundamento de que sólo se requiera un
perjuicio en las trasmisiones a título gratuito es que esas situaciones son manifiestamente
injustas, porque no se puede hacer liberalidades a terceros cuando no se tienen bienes
suficientes para afrontar los pagos.
E) Actos impugnables.
Cualquier tipo de contrato es impugnable. Todos los actos de gravamen son impugnables.
También son impugnables todas las renuncias que pueda realizar para evitar que entren bienes
de su patrimonio o para propiciar que salgan.
También es posible atacar todos los actos aunque no sean fraudulentos si implican que el
renunciante pierda un derecho que perjudique a terceros.
F) Efectos de la acción pauliana.
El acto atacado deviene ineficaz frente al acreedor que interpuso la acción. El acreedor interpone
la acción y si esa acción prospera, lo efectos de ese acto no van a existir en tanto en cuanto
perjudiquen al acreedor.
Si el acto es ineficaz entonces esos bienes que fraudulentamente salieron del patrimonio del
deudor quedan a disposición de las acciones del acreedor como si aún estuvieran en el
patrimonio del deudor.
Es posible que una vez perseguidos esos bienes su cuantía exceda de la deuda que tenía
contraída. En ese caso el sobrante revertirá o ira nuevamente al deudor. Si no es posible la
devolución de los bienes del acto atacado por cualquier causa el que adquirió dichos bienes si lo
hizo de mala fe deberá indemnizar los daños y perjuicios generados, esto es si el adquirente obró
de mala fe. Si ha actuado de buena fe el adquirente no es posible la devolución de las cosas
G) Plazo para ejercitarla.
Cuatro años para pedir la rescisión (plazo de caducidad, artículo 1299 CC), frente a la regla
general, en la que los plazos son de prescripción.
El plazo de los 4 años empieza a contarse desde que se procedió a enajenar esos bienes, de
forma fraudulenta. Corresponde el ejercicio al acreedor, ha de ejercitarla contra el deudor y contra
la persona que celebró con el deudor el acto que se ataca.
H) Fin que persigue.
Resarcimiento del acreedor, satisfacer su crédito.
TEMA 12. DERECHO DE RETENCIÓN.
Se trata de una facultad del acreedor (que no un deber) para conservar en su poder una cosa
hasta que el deudor cumple su obligación. De tal forma, se compele al deudor a su cumplimiento
con mucha mayor intensidad.
El acreedor puede ejercitarlo y retener la cosa en su poder, pero no puede usarla, gravarla ni
enajenarla, esto es, su contenido se encuentra extraordinariamente limitado.
REQUISITOS PARA SU EJERCICIO
1. Que la cosa esté en poder del acreedor y que esa cosa haya de ser entregada al deudor.
2. Que la cosa no haya tenido que entregarse antes de que el crédito sea exigible.
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3. Que exista una conexión entre la cosa y el crédito.
El derecho de retención puede ser establecido bien por la ley o bien por las partes al amparo de
la autonomía de la voluntad.
CASOS EN LOS QUE PROCEDE
1. El poseedor de buena fe tiene derecho a retener la cosa hasta que se le abonen los gastos
necesarios y útiles.
• Los gastos pueden ser: necesarios, útiles y de mero recreo (o lujo o suntuarios); los
necesarios son imprescindibles para conservar la cosa, los útiles no son imprescindibles,
pero aumentan la rentabilidad o el valor de la cosa y los de lujo son superfluos, de los que se
puede prescindir por completo.
2. El que efectúa una obra en un bien mueble puede retener la cosa hasta que se le pague dicha
obra.
3. El usufructuario cuando acabe el usufructo, debe entregar al propietario la cosa pero puede
retenerla hasta que se le reintegre el aumento de valor producido por reparaciones
extraordinarias.
4. El depositario que puede retener la cosa hasta que no se le pague lo que se le deba por razón
del depósito.
5. El mandatario que puede retener la cosa en su poder hasta que se le indemnice los gastos y
los daños y perjuicios que se le generaron sin culpa.
Se puede establecer por el principio de autonomía pactar otros diferentes a los previstos por ley.
Aún siendo una cuestión discutible, como regla general se entiende que no procede la aplicación
analógica del derecho de retención a otros casos diferentes a los previstos legalmente.
PENA CONVENCIONAL
Es la prestación que se establece que ha de realizar el deudor si no cumple correctamente su
obligación. Se llama “cláusula penal” a la cláusula que la recoge y “obligación con cláusula penal”
aquella en la existe esta previsión.
Se trata de una sanción (normalmente de carácter económico, pero que puede consistir en
cualesquiera otra prestación) que se establece por los interesados, sanción que ha de sufrir el
deudor para el caso de que no cumple debidamente la obligación mediando culpa.
Puede establecerse para todo tipo de incumplimiento o sólo para ciertas figuras de
incumplimiento (que sólo haya pena si no se entrega toda la mercancía, que sólo haya pena si se
entrega tardíamente, etc).
Puede consistir la pena en cumplir una obligación que se impone si no se cumple la obligación
principal (P. ej. compro algo a plazos, dejo de pagar y como pena, pierdo el dinero ya entregado)
La pena tiene un carácter accesorio, el establecimiento de esta sanción puede realizarse de
forma expresa o tácita, pero en cualquier caso debe constar con claridad. Puede establecerse en
el momento de pactarse la correspondiente obligación o por el contrario, puede ser establecida
esa pena en cualquier momento antes del incumplimiento.
Contenido.
- Existe una obligación principal que es aquella cuyo cumplimiento se refuerza con la amenaza
de la pena.
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- Existe eventualmente, en el caso de que la obligación no se cumpla, una obligación
accesoria denominada obligación penal, que consiste en ejecutar la prestación en que
consiste la pena convencional (si hay incumplimiento debido a caso fortuito o fuerza mayor
no es exigible la pena).
FUNCIONES DE LA OBLIGACIÓN PENAL.
1) Función coercitiva o de garantía para que se cumpla de manera exacta la obligación
principal.
2) Función punitiva para castigar con la realización de una prestación en caso de
incumplimiento. Cuando la pena desempeña estas dos funciones se denomina “pena
cumulativa” y consistirá en que se podrá exigir la pena y además una indemnización por los
daños y perjuicios que causa el incumplimiento.
3) Función liquidadora (es mucho más común que la anterior) que consiste en que deberá
indemnizar por los daños y perjuicios causados por el incumplimiento, y será valorada esa
indemnización de manera anticipada como pena. En este caso la pena se denomina “pena
sustitutiva” que es la que se recoge en el CC.
El artículo 1152 CC establece que en las obligaciones con cláusula penal, la pena sustituirá a la
indemnización de daños y al abono de intereses en caso de incumplimiento si no se ha pactado
otra cosa.
EXIGIBILIDAD
La obligación penal puede ser exigida desde que se incurra en el incumplimiento o cumplimiento
defectuoso que se sancione. Dentro de esta exigibilidad tenemos:
1. Exigibilidad si la pena es sustitutiva:
Según el CC siempre lo es a menos que se establezca lo contrario. Si se exige esta pena no se
podrá pretender además el cumplimiento de la obligación principal o los daños y perjuicios.
El deudor no podrá eximirse de cumplir la obligación pagando la pena, porque no tiene facultad
de elegir entre cumplir la obligación o la pena, puesto que no estamos ante una obligación
facultativa o alternativa.
Esto como regla general, pero excepcionalmente, al amparo de la autonomía de la voluntad, se
podría establecer que el deudor pudiera elegir entre cumplir la obligación principal o bien cumplir
la pena o abonar el importe de la pena.
2. Exigibilidad si la pena es cumulativa:
Podrá ser exigida además del cumplimiento de la obligación principal o de la indemnización de
daños.
MODIFICACIÓN JUDICIAL DE LA PENA
El juez modificará equitativamente la pena cuando la obligación principal se haya cumplido en
parte o se haya cumplido pero de manera irregular por el deudor (Art. 1154 CC).
Y pese a que parece que si hay un incumplimiento total no cabe en principio la moderación, el
Art. 1103 CC apoya que siempre se pueda moderar, al señalar que “la responsabilidad que
proceda de negligencia es igualmente exigible en el cumplimiento de toda clase de obligaciones;
pero podrá moderarse por los Tribunales según los casos”.
El ordenamiento permite que el juez pueda moderar siempre el contenido de esa pena y de forma
equitativa. Está totalmente prohibido el pacto por el cual no se pueda moderar la pena, siempre
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se va a poder moderar por el juez. El juez va a poder ejercitar la facultad de moderar la pena
incluso de oficio, esto es, aunque las partes no se lo hayan solicitado expresamente.
Las facultades que tiene el juez para moderar la pena son amplísimas de tal forma que incluso no
puede ser revisada esa moderación ni siquiera en Casación por el Tribunal Supremo, lo que ha
dicho el juez de primera instancia sólo podrá ser revisado de forma excepcional cuando sea
manifiestamente irrazonable, contrario a la equidad y al sentido común.
El criterio para moderar la pena ha de ser el de reducir la pena proporcionalmente a lo que se
cumplió. Solamente habrá que pagar la pena si el incumplimiento total o parcial se debe a una
conducta dolosa o culposa del obligado. Si no hay un incumplimiento culpable no hay obligación
de pagar la pena.
La pena puede renunciarse por el acreedor y en cuanto obligación accesoria que es, no impide
que subsista la obligación principal de la que depende.
LAS ARRAS.
Arras penales (las menos frecuentes): son los objetos que se entregan en garantía del
cumplimiento de la obligación. Ese objeto suele ser una suma de dinero y el acreedor se lo
quedará si el deudor es responsable del incumplimiento.
El CC recoge otra clase diferente de arras en su artículo 1454 que recoge las Arras de
desistimiento (las más comunes). Según el CC las arras autorizan a no cumplir la obligación
asegurada a cambio de perderlas por parte del que las entregó, o si el que las recibió no quiere
cumplir, puede desligarse de la obligación devolviendo lo que le dieron y otro tanto de lo mismo.
(P. ej. pago 5.000 euros como “señal” del piso, si los entrego en concepto de arras puedo
desvincularme de la obligación allanándome a perderlas y sin más indemnización. Si el vendedor
desea desvincularse, deberá entregar 10.000 euros, sin más indemnización).
Las de desistimiento aseguran la obligación ya que si no se cumple se pierden y además facilitan
el incumplimiento, ya que el deudor puede desligarse de la obligación conformándose con
perderlas y el acreedor entregando el doble de lo recibido.
Las arras serán de una clase o de otra según la voluntad de las partes, y según el CC como regla
general las arras se consideran de desistimiento, salvo que conste otra voluntad diferente de las
partes.
DIFERENCIA ENTRE LAS ARRAS Y LA PENA CONVENCIONAL.
1. Las arras aseguran el cumplimiento de la obligación con la entrega de una cosa que se
perderá si no se cumple (se entrega “a priori”).
2. La pena convencional asegura el cumplimiento de la obligación con la promesa de una
prestación que se debe realizar sino se cumple la obligación (se entrega “a posteriori”).
TEMA 13. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.
CONCEPTO DE FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
Fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que tienen como efecto el nacimiento de las
obligaciones.
La ley no es nunca fuente de las obligaciones, sino que es la que puede crear fuentes, esto es,
asignar a los hechos el efecto de producir el nacimiento de las obligaciones. Por eso incluso las
obligaciones contractuales derivan de la ley, ya que ésta la ampara.
A pesar de esto el CC en su artículo 1089 establece que las obligaciones nacen de la ley, de los
contratos, de los cuasi contratos y de los actos y omisiones ilícitos o en los que intervenga
cualquier genero de culpa o negligencia.
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Este artículo 1089 CC se interpreta estableciendo que bajo la denominación de obligaciones que
nacen de la ley se engloba el conjunto de hechos que dan nacimiento a las obligaciones y que no
son los que enumera el artículo 1089. Según este artículo 1089 las obligaciones tienen por
fuentes los siguientes hechos:
1. Los contratos.
2. Los cuasi contratos.
3. Los actos ilícitos. 4. Cualquier otro hecho concreto que la ley disponga.
CLASIFICACIÓN CIENTÍFICA DE LAS FUENTES
Las fuentes se clasifican en dos clases:
1. Las que producen el nacimiento de la obligación porque lo quiere el sujeto y se denominan
“ex voluntate”. Estas proceden de los negocios jurídicos. P. ej. un contrato.
2. Las que producen el nacimiento de la obligación porque la ley (o la costumbre o los principios
generales del Derecho) lo dispone y se denominan “ex lege”. Estas proceden de los actos en
sentido estricto y de los hechos naturales. P. ej. la obligación legal de prestar alimentos, las
obligaciones derivadas de la comunidad de bienes.
ARTÍCULOS DEL CÓDIGO CIVIL QUE SE DEDICAN A LAS FUENTES DE LAS
OBLIGACIONES.
Artículo 1090.
Se refiere a las obligaciones que nacen de la ley, no nacen de la ley sino de los hechos que la ley
establezca. Este artículo establece que las obligaciones derivan de la ley, no se presumen y sólo
serán exigibles las que el Código Civil determine, o que se establezca en leyes especiales y que
se van a regir por las normas de la ley que las haya establecido, y en su defecto por lo
establecido en el CC.
Artículo 1091.
Establece que las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes
contratantes y debe cumplirse a tenor de los mismos (“lex privata inter partes”).
En esta misma línea puede destacarse el principio “pacta sunt servanda” –lo pactado obliga-.
Artículo 1092.
Establece que las obligaciones civiles que nazcan de los delitos o faltas (pese a esta redacción,
las faltas quedaron suprimidas en el Código Penal en 2015) se regirán por las disposiciones del
Código Penal.
Conforme a los artículos 110 y siguientes de dicho Código, puede solicitarse la restitución del
bien, la reparación del daño y la indemnización de los daños materiales y morales.
Artículo 1093.
Establece que las obligaciones que procedan de actos ilícitos que no sean delito o falta se rigen
por el CC. Conforme al principio de mínima intervención del Derecho Penal, éste es la “ultima
ratio”, destinado únicamente a perseguir las infracciones de mayor gravedad.
LA VOLUNTAD UNILATERAL COMO FUENTE DE OBLIGACIONES.
Se discute si una persona por su sola declaración de voluntad queda obligada a realizar la
prestación que prometa. En este caso la jurisprudencia no aclara nada, porque es confusa y
contradictoria y la doctrina establece varios obstáculos o argumentos en contra:
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1. No hay ningún artículo en el CC ni ningún precepto que lo recoja.
2. La ley establece el principio de que las obligaciones nacen por el acuerdo de voluntades
de los interesados.
3. Para adquirir un derecho de crédito es preciso el consentimiento del acreedor. Así por
ejemplo la donación es un contrato en el que el beneficiario debe dar su aceptación.
Partiendo de que la doctrina establece como regla que debe rechazarse la fuerza obligatoria de la
voluntad unilateral, existen algunas excepciones. Dentro de esas excepciones la más discutida es
la promesa pública de recompensa o premio:
Ejemplo: La persona que promete recompensar con una cantidad de dinero al que devuelva al
perro extraviado. En este caso la persona que realiza la promesa no queda obligada por su sola
promesa a realizar la prestación, pero quien realiza el acto, en este caso de encontrar al perro, si
puede reclamarla.
Se entiende en este caso que hay una aceptación tácita, ya que exigir la prestación supone
aceptar la oferta, y por lo tanto la obligación no nace de la sola oferta o promesa sino de unir la
oferta con la aceptación.
Es un caso discutido partiendo de la base de que la única voluntad de la persona no es fuente de
aceptación, pero desde el momento que se participa en el concurso se están aceptando sus
bases, y por tanto la obligación nace de esa unión entre la aceptación y la oferta.
TEMA 14. EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES CAUSAS DE EXTINCIÓN EN
GENERAL.
La obligación nace para satisfacer el interés del acreedor a través del pago, que consiste en la
ejecución de la prestación debida. El pago extingue la obligación. El pago es el modo normal de
extinción de la obligación. Además la ley atribuye a otros hechos el efecto de extinguir la
obligación.
Por ello cualquier hecho que provoque la extinción del vínculo obligatorio se denomina causa o
modo de extinción de las obligaciones.
Hay causas “satisfactorias” para el acreedor (el pago) y “no satisfactorias” (la condonación) y
también causas “voluntarias” (la condonación) y “no voluntarias” (pérdida de la cosa). El artículo
1156 CC recoge las principales causas (no todas) de extinción de las obligaciones:
- Pago o cumplimiento.
- Pérdida de la cosa debida.
- Condonación de la deuda.
- Por la confusión de los derechos del acreedor y el deudor.
- Por la compensación.
- Por la novación.
Sin perjuicio de las anteriores, pueden destacarse la prescripción extintiva o el mutuo disenso. Si
se da cualquiera de estas causas, su eficacia es automática, de pleno Derecho.
Si con posterioridad hay una sentencia judicial que se pronuncia sobre la extinción de la
obligación, dicha sentencia constatará que dicha extinción ya se produjo en el pasado (no
declarará que a partir de dicha sentencia se extinguió la obligación)
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LA IMPOSIBILIDAD SOBREVENIDA DE CUMPLIR LA OBLIGACIÓN.
Consiste en que el deudor no puede realizar la prestación por una causa sobrevenida de la que
no es responsable y que hace que la obligación se extinga.
El CC se refiere a la imposibilidad sobrevenida como la pérdida o destrucción de la cosa. La
consecuencia es que la obligación no se extingue cuando la imposibilidad sea causada por el
deudor y él es el responsable de esa imposibilidad.
CASOS EN LOS QUE EL DEUDOR ES RESPONSABLE DE LA IMPOSIBILIDAD
4) Que la imposibilidad sea culpa exclusiva del deudor y esa culpa se presume si la prestación
se ha convertido en imposible en su poder (salvo prueba en contrario).
5) Que el deudor no tenga culpa de la imposibilidad pero se den las siguientes situaciones:
a) Que la ley o la propia obligación establezcan que el deudor será responsable, aunque no
sea culpable de la imposibilidad.
b) Que la imposibilidad se produzca después de que el deudor haya incurrido en mora.
c) Que el deudor se haya comprometido a entregar una cosa a varias personas.
d) Que el deudor tenga una deuda que proceda de un delito o de una falta.
IMPOSIBILIDAD PARCIAL.
Produce los siguientes efectos según la ley:
1) Si se produce en una obligación con causa gratuita, la obligación se extingue parcialmente.
2) Si se produce en una obligación con causa onerosa, la obligación se extingue total o
parcialmente a elección de acreedor.
¿Es equiparable a la imposibilidad la dificultad extraordinaria?:
Según la Jurisprudencia sí. El fundamento de ello es devolver a esa obligación el equilibrio que
existía entre las partes al pactarse.
Ahora bien, ha de tratarse realmente de una dificultad verdaderamente extraordinaria. El hecho de
que sea algo más gravosa no es suficiente para hacer la equivalencia con la imposibilidad.
Esto se justifica en razón de la buena fe (Arts. 7.1 y 1258 CC) así como también en virtud de la
denominada cláusula “rebus sic stantibus”, la cual se encuentra implícita en todas las
obligaciones. P. ej. Una subida de impuestos, no justifica que se suba unilateralmente el precio del
alquiler (no obstante, si así se hubiera pactado, no hay ningún problema).
¿Y si la imposibilidad es transitoria?
En ese caso, el acreedor ha de soportar el retraso no culpable del deudor. Si cesa la imposibilidad
pero la prestación ya no reviste interés para el acreedor, se extingue la obligación.
SATISFACCIÓN POR OTRO MEDIO DEL INTERÉS DEL ACREEDOR O IMPOSIBILIDAD DE
SATISFACERLO.
Cuando el interés del acreedor queda satisfecho por otro camino o desaparece ese interés, o se
convierte en imposible de satisfacer, la obligación entonces se extingue.
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REMISIÓN DE LA DEUDA.
También se denomina perdón o condonación de la deuda. Consiste en la renuncia gratuita al
derecho de crédito.
Características.
Son dos:
1) Que sea un acto unilateral.
2) Que sea un acto gratuito (si la renuncia se realiza “a cambio de algo”, realmente no se trata de
una renuncia).
La condonación es un negocio jurídico en el que la voluntad se puede declarar de una forma
expresa o de una forma tácita.
En el caso de que se exprese tácitamente estaremos ante una condonación presunta. Según el
Código Civil habrá condonación presunta cuando el documento que justifique un crédito se
entrega voluntariamente al deudor por el acreedor sin que exista otra causa que extingue la
obligación.
El Código Civil presume que el acreedor se lo ha entregado voluntariamente al deudor siempre
que el deudor lo tenga en su poder, y salvo prueba en contrario.
La condonación necesita que se haga de forma solemne cuando se hace mediante una
declaración expresa.
En ese caso, ha de tener la forma exigida para las donaciones y tiene los límites de dichas
donaciones (para evitar privar a los herederos de su legítima, ya que a través de las donaciones
podría dejarse el patrimonio vacío de contenido perjudicándose así a los herederos).
CONFUSIÓN.
Se produce confusión de derechos cuando la titularidad pasiva y la activa de la obligación se
reúnen en un mismo sujeto, como por ejemplo que el acreedor herede al deudor, con lo cual se
convierte en su propio acreedor. O que el inquilino de un piso compre ese mismo piso, con lo
cual pasaría a ser su propio acreedor.
El efecto de la confusión de derechos es que extingue automáticamente la obligación, porque el
vínculo jurídico no puede subsistir si no hay dos sujetos diferentes, y no es jurídicamente
aceptable que alguien sea deudor de sí mismo.
TEMA 15. EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES COMPENSACIÓN.
Modo de extinción de la obligación que consiste en que el deudor tenga a su vez un crédito
contra su acreedor siendo el efecto que ambas obligaciones se extinguen en la cantidad
concurrente.
Se logra así no sólo facilitar las cosas, sino asegurar el cumplimiento y evitar el riesgo de impago.
Ejemplo: Una persona la debe a otra una cantidad y a su vez ésta última le debe a la primera la
misma cantidad.
Efectos.
Hay dos efectos de la compensación. En uno y otro caso, la extinción es automática, “ipso iure”.
- Compensación total, consiste en que las obligaciones sean iguales y el efecto es que se
extinguen totalmente ambas obligaciones.
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- Compensación parcial, consiste en que las obligaciones sean desiguales y en este caso la
obligación menor se extingue totalmente y la obligación mayor se extingue parcialmente en
la cantidad concurrente (generalmente, la más usual).
Requisitos.
1. Reciprocidad entre deudores y acreedores que consiste en que simultáneamente dos
personas sean acreedoras y deudoras la una de la otra.
2. Homogeneidad de las dos prestaciones, que significa que ambas deudas consistan:
- En primer lugar en una cantidad de dinero (atención en el caso de moneda de diferentes
países, posibles supuestos de no convertibilidad).
- En segundo lugar en cosas fungibles que sean de la misma especie y de la misma calidad,
si ésta se hubiere designado.
3. Exigibilidad, que significa que las obligaciones deben ser exigibles y su cumplimiento se
puede pedir ya y se debe realizar la prestación.
4. Liquidez, las deudas deben ser líquidas (p .ej. una indemnización de daños y perjuicios en
tanto en cuanto no se cuantifique, es ilíquida).
En determinados supuestos, excepcionalmente no habrá compensación:
1.
Cuando se excluyó voluntaria y anticipadamente por las partes.
2.
En el caso de bienes inembargables.
3.
Alimentos entre parientes (salvo en lo referido a pensiones vencidas)
4.
Deudas que provengan de depósito o de las obligaciones del depositario
o del comodatario.
5.
Cuando alguna de las obligaciones está sujeta a contienda, promovida
por terceros y debidamente notificada al deudor.
Tipos de compensación.
1.
Convencional (Art.1255).Las partes pactan la extinción recíproca de las obligaciones.
2.
Facultativa (supresión unilateral de los posibles obstáculos).
3.
Judicial. El juez falla que se contrarresten las prestaciones del actor y
del demandado.
NOVACIÓN.
Se produce cuando se extingue la obligación y su lugar es ocupado por una nueva obligación.
Esto sería la novación extintiva, o novación “stricto sensu”.
Si se extingue, desaparecen con ella todas las obligaciones accesorias, salvo que perjudique a
terceros.
Si con posterioridad se extingue la segunda obligación no por ello renace la primera (exactamente
lo mismo que cuando se deroga una ley, no por eso “renace” la ley que la precedió en el tiempo).
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También es posible que permanezca la obligación antigua pero con modificaciones lo que sería
una novación impropia.
La novación extintiva requiere:
- Una obligación existente que pasa a extinguirse.
- Una obligación nueva que debe discrepar o debe ser diferente de la obligación antigua. Una
vez producida la novación si se extingue la obligación nueva no por ello renace la obligación
antigua.
- Existencia de un contrato novatorio, en el que se contempla de forma expresa o tácita la
voluntad de extinguir una obligación y de que nazca una nueva obligación. Esa voluntad se
denomina “animus novandi”.
Si no consta la existencia de esa voluntad entonces la obligación antigua no se extingue y,
evidentemente, habría dos obligaciones vigentes.
Para producirse, deberá tenerse la suficiente capacidad y legitimación, así como observar la
correspondiente forma. En principio tal forma es libre, no obstante legalmente se puede exigir una
forma determinada (p. ej.) escritura pública.
Y también es posible que se exija una determinada forma aunque sea indirectamente (si se exigió
la escritura pública en la obligación anterior, la obligación que la sustituya deberá también constar
en escritura pública).
Tipos.
1. Novación objetiva.
Consiste en que la obligación antigua y la obligación nueva se diferencian en su contenido pero
se dan entre los mismos sujetos. Esta novación necesita el acuerdo entre el deudor y el acreedor
y se puede producir en tres casos:
a) Por cambio del objeto, consiste en que la persona obligada a dar algo pasa a deber otra
cosa diferente como por ejemplo una persona debe dinero a otra y acuerda que la entregue
una cosa que valga ese dinero.
b) Por cambio de la causa, como por ejemplo una persona obligada a entregar una cantidad de
dinero como precio de algo que ha comprado, llega al acuerdo con el acreedor de
entregársela en concepto de préstamo.
c) Por cambio de condiciones, que consisten en que se cambian las condiciones que se
acordaron originariamente por ejemplo que se adelante la fecha de pago.
2. Novación subjetiva.
Consiste en que el contenido de la obligación antigua y la obligación nueva es el mismo pero se
da entre sujetos diferentes, produciéndose un cambio de acreedor o de deudor.
a) Cambio de acreedor, para cambiar el acreedor se necesita que se pongan de acuerdo el
acreedor antiguo con el acreedor nuevo y con el deudor (eso se debe a que esa nueva
obligación puede serle más perjudicial. P. ej. comienzan nuevamente los plazos de
prescripción).
b) Cambio de deudor, se puede hacer de dos formas:
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- Delegación: Consiste en que el deudor antiguo y el deudor nuevo acuerdan que la
obligación de uno se extinga y que nazca la obligación de otro, y se necesita la
aceptación del acreedor (que puede ser posterior según el Código Civil).
- Expromisión: Consiste en un acuerdo entre el acreedor y el nuevo deudor y en virtud de
ese acuerdo se releva al antiguo deudor de su obligación, y el nuevo deudor queda
obligado sin que sea necesario ni el consentimiento ni el conocimiento del antiguo deudor.
3. Novación mixta.
Alcanza al contenido de la obligación y a los sujetos a la vez.
RECORDAR: existe libertad para la novación pero con dos excepciones:
- Una novación tan exigua por un cambio mínimo no puede ser extintiva.
- Un cambio tan fuerte que sea incompatible con la obligación antigua, no puede ser
modificativa.
TEMA 16. MODIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES.
El Código Civil recoge en su artículo 1203 que las obligaciones pueden modificarse de tres
formas:
1. Variando su objeto o sus condiciones principales.
2. Sustituyendo a la persona del deudor.
3. Subrogando a un tercero en los derechos del acreedor.
Estas tres formas son tres maneras de modificar las obligaciones y que la ley las denomina
novaciones.
NOVACIÓN MODIFICATIVA O IMPROPIA.
Esta novación se produce cuando se introducen cambios en una obligación y dicha obligación va
a continuar existiendo pero modificada.
LAS OBLIGACIONES MODIFICABLES.
Cualquier obligación que exista es modificable por regla general. Existen excepciones ya que
determinadas obligaciones no se pueden modificar por su naturaleza o porque lo establece la ley
o porque lo establecen las partes.
Los requisitos de la modificación.
1. Que haya algún cambio (“aliquid novi”).
2. Que la modificación no implique la extinción de la obligación.
Fuente de la modificación.
La modificación puede proceder:
1. De un contrato en el que las partes manifiestan su deseo de modificar. Ese deseo o voluntad
se denomina “animus novandi modificativo”. Si no consta, surge una segunda obligación.
2. La modificación puede proceder de la ley, porque la ley así lo disponga.
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Situación posterior a la modificación.
Después de la modificación la obligación sigue siendo la misma y subsisten todas las
circunstancias que afectaban a la obligación antes de su modificación a menos que hayan sido
objeto de un cambio, y también subsisten todas las relaciones accesorias de la obligación.
CLASES DE MODIFICACIONES.
Existen tres clases de modificaciones, para las cuales ha de contarse con la suficiente capacidad
y legitimación y realizarse en la forma debida:
A. Modificación objetiva.
Es aquella que se produce por cambios en los elementos objetivos de la obligación y necesita el
acuerdo entre el acreedor y el deudor. Ejemplo cambiar el objeto de la obligación y en vez de
deber dinero deber una cosa.
B. Modificación subjetiva.
Se produce por el cambio de deudor o por el cambio de acreedor.
- Cambio de deudor — En una obligación se denomina transmisión de deuda, y en principio
consiste en que se cambie el deudor y simplemente se modifique la obligación, siempre y
cuando no se declare la voluntad de extinguir la obligación, y siempre que ese cambio no sea
totalmente incompatible con la subsistencia de la obligación.
Con el cambio de deudor las obligaciones y derechos accesorios se van a extinguir.
El cambio de deudor se realiza de dos formas:
• Delegación: Consiste en el acuerdo entre el deudor antiguo y el deudor nuevo, por el cual
el nuevo deudor se hace cargo de la deuda y para ello se necesita el consentimiento del
acreedor.
• Expromisión: Consiste en un acuerdo entre el acreedor y el nuevo deudor que no necesita
el consentimiento del antiguo deudor y que le libera.
- Cambio de acreedor — Se puede realizar de dos maneras que se recogen en el Código Civil
en diferentes artículos, las cuales tienen una gran similitud entre sí.
- Efectos comunes a los dos — Es que en ambos casos subsiste la misma obligación y
subsisten las mismas circunstancias y derechos accesorios como por ejemplo una fianza o un
derecho de garantía. Esta es una de las diferencias más importantes con el cambio de deudor.
SUBROGACIÓN.
Consiste en que un tercero pague una deuda ajena y se ponga en el puesto del acreedor. Ejemplo
Una persona debe a otra una cantidad y esa cantidad la paga un tercero. La obligación subsistirá
con ese tercero como acreedor.
Clases de subrogación.
1. Subrogación convencional. Se produce mediante el acuerdo entre el acreedor antiguo y el
tercero que le paga al acreedor y que se convierte en acreedor nuevo. Para este acuerdo no
es necesario el consentimiento del deudor pero sí es necesaria su no oposición expresa.
2. Subrogación legal: Consiste en la subrogación que establece la ley al determinar que existe
subrogación cuando se den unos determinados hechos. El Código Civil recoge dos casos de
subrogación legal:
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a) Consiste en que un tercero haya pagado la deuda con aprobación expresa o tácita del
deudor.
b) Se trata de un tercero interesado en el cumplimiento de la obligación que ha pagado sin la
oposición expresa del deudor.
TRANSMISIÓN DEL CRÉDITO.
Consiste en que el acreedor le transmite a una tercera persona el derecho de crédito que tiene
frente al deudor.
Clases de transmisión.
1) Transmisión convencional y se realiza mediante el acuerdo entre el acreedor antiguo y el
acreedor nuevo y en este caso también se denomina cesión del crédito.
2) Transmisión legal y es aquella transmisión impuesta directamente por la ley.
3) Transmisión judicial que es aquella que procede del fallo o sentencia de un tribunal y recoge
la posibilidad de que el acreedor pueda ser despojado de su derecho de crédito y adjudicado
a una tercer persona para satisfacer sus deudas.
Efectos de la transmisión del crédito.
La transmisión del crédito se puede realizar sin necesidad del consentimiento del deudor y sin
necesidad de que el deudor lo conozca.
El efecto principal de la transmisión del crédito consiste en que el deudor quede obligado hacia el
nuevo acreedor.
El Código Civil establece una cautela para evitar los posibles perjuicios que se le pueden causar
al deudor por no haber conocido ese cambio y esa cautela consiste en que el cambio de
acreedor por transmisión del crédito a un tercero sólo le perjudica al deudor cuando llegue a su
conocimiento y el deudor quedará liberado en el caso de que ignore que se ha producido un
cambio del acreedor y pague al acreedor antiguo.
TEMA 17. LA OBLIGACIÓN NATURAL.
La obligación natural se ha dicho que no es una obligación de carácter jurídico, sino obligación
de tipo moral, ética. O al menos que se situaría en un punto intermedio entre ambas.
Así, podría señalarse que se trata de un deber moral que se sitúa fuera del Derecho pero que se
introduce en él. Tiene como característica principal tiene efectos más débiles que una obligación
jurídica ordinaria.
No existe acción para el cumplimiento de tales obligaciones naturales, sin embargo,
paradójicamente, en estos supuestos el pago realizado tiene plenos efectos, siendo irretractable.
Basta que se realice “solvendi animo”, con intención de pagar.
Frente a las obligaciones ordinarias, en este supuesto no cabe la compensación, la novación ni la
fianza.
El Código Civil nada dice de la obligación natural. Supuestos de obligación natural:
1. El pago de una obligación prescrita (el más típico).
2. La persona que abona intereses al prestamista sin estar estos previstos. En ese caso no
puede solicitar que se le devuelvan los intereses, pese a que la regla general del préstamo es
que este es gratuito.
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3. Aquel en que se presume error en el pago cuando se entregó algo que nunca se debió o
que ya estaba pagado. Pero, aquella persona a la que se reclame la devolución puede
probar que se hizo la entrega a título de liberalidad (cuando no hay ningún tipo de
contraprestación) o por otra justa causa.
4. Cuando una persona ha sido absuelta del cumplimiento de una obligación civil en virtud
de sentencia firme injusta. Si esa persona absuelta procede a pagar la obligación, luego no
va a poder solicitar que se reintegre porque aunque haya sentencia judicial firme.
TEMA 18. EL CONTRATO.
I.
CONCEPTO DE CONTRATO.
Se puede utilizar el término contrato en un sentido amplio o estricto.
- En sentido amplio: Negocio jurídico bilateral o plurilateral que consiste esencialmente en un
acuerdo de voluntades de las partes que lo celebran. En él se regula jurídicamente una
cuestión y del mismo se derivan efectos jurídicos. Pese a la diversificación de contratos
(mercantiles, administrativos, laborales...) el concepto abstracto es el mismo. El término
contrato en sentido amplio equivale a convenio o convención jurídica, y se utiliza en todo el
Derecho Civil.
- En sentido estricto: Se utiliza sólo en derecho de obligaciones y significa acuerdo de
voluntades de dos o más partes por el que se crean, modifican o extinguen obligaciones.
El contrato además de consistir en un acuerdo de voluntades puede tener otra serie de elementos
como por ejemplo la entrega de la cosa. Así por ejemplo en el contrato de préstamo, se necesita
un acuerdo de voluntades entre el prestamista y el prestatario y además se necesita otro elemento
que es la entrega de la cosa prestado.
II. EL PACTO.
- En sentido amplio: equivale a contrato o convenio.
- En sentido estricto: se puede definir como una estipulación secundaria que se añade al
acuerdo básico constitutivo de un contrato. Ejemplo en un contrato de compraventa se puede
pactar que el precio se entregue a plazos o que la entrega se haga en un sitio diferente al
previsto en el Código Civil.
III. LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LA CONTRATACIÓN.
En el negocio jurídico existe la regla de que el sujeto tiene autonomía de voluntad y por ello
puede celebrar o no el negocio jurídico. Si lo celebra puede regular mediante el negocio jurídico
sus relaciones jurídicas como desee.
Esta autonomía de la voluntad se recoge en el Código Civil en el artículo 1255, que establece que
“los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral o al orden público”.
Ahora bien, ha de tenerse en cuenta que aunque las partes son formalmente iguales, existe una
desigualdad intrínseca entre las mismas (comprador y vendedor, arrendador y arrendatario,
prestamista y prestatario...). Y por otro lado, tampoco puede olvidarse que en sectores del
ordenamiento como el Derecho de Familia los límites cada vez son mayores.
Este principio en la época de aprobación del Código tenía un alcance amplísimo con unos límites
que en principio eran excepcionales. Sin embargo, fruto de la evolución de la sociedad y de la
creciente intervención de los poderes públicos, tales límites se han ido ampliando
progresivamente, materializándose en tres aspectos:
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1. Pérdida de libertad de los particulares para celebrar determinados contratos. Así hay
contratos cuya celebración sólo se permite a determinadas personas o cuando se den
determinadas circunstancias (por ejemplo, contar con una licencia administrativa) o contratos
que se imponen a las partes o a alguna de ellas, y ello lleva a que desaparece la libertad de
celebración.
2. Pérdida de libertad para que los particulares establezcan el conjunto de derechos y
obligaciones a que dará lugar el contrato, puesto que la ley los establece en algunos casos de
forma imperativa. Así hay contratos cuyo contenido es impuesto (por ejemplo, la obligación
de prestar fianza en los arrendamientos urbanos) y que conlleva que desaparezca la libertad
de regulación.
3. La relación contractual que puede surgir por disposición del poder público y no por acuerdo
de los interesados. (por ejemplo, las autopistas están obligadas a contratar con todos
aquellos usuarios que deseen acceder a ese servicio).
IV. ELEMENTOS DEL CONTRATO.
El Código Civil en el artículo 1261 recoge una serie de requisitos esenciales del contrato que se
suelen denominar elementos del contrato, que son tres:
1. Consentimiento.
2. Objeto.
3. Causa.
El artículo 1261 CC establece que no hay contrato si no concurren los requisitos siguientes:
1) Consentimiento de los contratantes.
2) El objeto cierto que es materia del contrato.
3) La causa de la obligación que se establezca.
Esto significa lo siguiente:
1. En primer lugar, que las declaraciones de voluntad de las partes (declaraciones que son los
únicos verdaderos elementos del contrato) tienen que concordar porque de lo contrario no
existe contrato ni acuerdo.
2. En segundo lugar, que el contrato debe recaer sobre algo que es el objeto, y ese objeto no
es parte del contrato, sino que consiste en aquello sobre lo que el contrato versa.
3. En tercer lugar, significa que las obligaciones que el contrato establezca deben tener una
causa, y que esas obligaciones establecidas no son parte del contrato sino que son efectos
producidos por el mismo.
V. CONSENTIMIENTO.
Se define como la concordancia de las dos o más voluntades declaradas de las partes que
celebran el contrato. Si no existe esta concordancia no hay consenso (en tal caso, se denomina
disenso) y no se llega a formar el contrato.
El artículo 1262.1 CC establece que el consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y
de la aceptación (que son las dos declaraciones de voluntad de las partes) y que deben coincidir
sobre la cosa y sobre la causa que constituyen el contrato.
Esto significa que las partes deberán coincidir en querer lo mismo desde posiciones
contrapuestas. (Por ejemplo en la compraventa el vendedor y el comprador quieren el cambio de
la cosa por el precio, uno de ellos como adquirente y el otro como enajenante).
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VI. CAPACIDAD DE LAS PARTES.
Para contratar es necesario tener la correspondiente capacidad de obrar. Esta capacidad no es la
misma para todos los contratos, sino que varía de uno a otro y depende de cada caso concreto.
Sujetos incapaces para contratar.
No podrán contratar las siguientes personas:
4) Aquellas personas que han sido incapacitadas judicialmente a las cuales una sentencia de
incapacidad les priva totalmente de la capacidad de obrar patrimonial intervivos o de la
capacidad contractual.
5) Aquellas personas que aunque no han sido incapacitadas por sentencia carecen de
capacidad de obrar patrimonial intervivos o capacidad contractual (Por ejemplo los menores
no emancipados, que no viven con independencia de sus padres. Estos menores
excepcionalmente pueden ser donatarios (siempre y cuando la donación carezca de
condición o carga) y también pueden celebrar contratos de pequeña cuantía).
6) Los concursados.
7) Las personas que carecen de entendimiento y voluntad y que no se encuentran en
condiciones para realizar válidamente un contrato (Por ejemplo, personas con enfermedades
mentales o con delirio febril o en un estado grave de alcoholismo –“delirium tremens”- o
bajo el síndrome de abstinencia).
Personas capaces limitadamente.
Pueden contratar en un cierto sector por sí solos las siguientes personas:
- Menores emancipados o que vivan con independencia de sus padres.
- Personas incapacitadas judicialmente en el ámbito de capacidad que les deja la sentencia de
incapacitación.
Personas cuya capacidad para contratar debe ser completada.
Podrán contratar en cierto sector los menores emancipados o que vivan con independencia con
el consentimiento de sus padres.
Este sector se recoge en el artículo 323 CC que establece que los menores emancipados pueden
celebrar contratos de enajenación o hipotecar bienes inmuebles, enajenación de establecimientos
mercantiles o industriales, enajenación de bienes de extraordinario valor o pedir dinero prestado
pero con el consentimiento de sus padres.
Igualmente podrán contratar con el consentimiento del curador aquellas personas sometidas a
curatela en los términos que establezca la sentencia del tribunal.
Personas capaces para contratar.
Cualquier persona a la cual no le esté excluida o limitada la capacidad para contratar se entiende
que tiene plena capacidad para contratar.
Prohibiciones para contratar.
Estas prohibiciones se establecen a personas capaces para contratar pero a las cuales por el
cargo que desempeñan se les prohíbe realizar determinados contratos.
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Estas prohibiciones se recogen en el artículo 1459 CC que dice: No podrán comprar las
siguientes personas:
1) Los que desempeñan algún cargo tutelar se les prohíbe comprar bienes de la persona que
esté bajo su protección.
2) Los mandatarios no pueden comprar los bienes que deben administrar o aquellos bienes que
se les ha encargado vender.
3) Los albaceas no podrán comprar los bienes confiados a su cargo de la herencia.
4) Los empleados públicos se les prohíbe comprar los bienes del Estado o de los organismos
públicos de cuya administración estuvieran encargados.
5) Los Magistrados, Jueces, Fiscales, Secretarios de Juzgados, Oficiales de Justicia se les
prohíbe comprar los bienes que estuvieren en litigio ante el tribunal en que ejerzan.
6) Se prohíbe a los abogados y procuradores comprar los bienes que sean objeto de un litigio en
el que intervengan por su profesión.
No podrán estas personas comprar estos bienes por sí mismos o por medio de intermediarios.
Este artículo según la jurisprudencia, se debe aplicar de una forma muy restrictiva.
TEMA 19. EL CONTRATO (II).
LAS DECLARACIONES DE LAS PARTES: Oferta y aceptación.
Las declaraciones de voluntad de las partes son de carácter recepticio, lo que significa que cada
una de esas declaraciones se dirige a la parte contraria en el contrato.
Estas declaraciones son dos:
7) La oferta: es la primera declaración hecha en el tiempo.
8) La aceptación: es la segunda declaración de voluntad que se hace.
PERÍODO PREVIO A LA OFERTA Y A LA ACEPTACIÓN.
La oferta se puede realizar directamente o puede estar precedida de una invitación a ofrecer o
unos tratos previos.
1. La invitación a ofrecer o invitación a contratar:
Consiste en que la persona que desea celebrar un contrato en vez de proponer ya su celebración
en determinadas condiciones, lo que hace es anunciar que proyecta celebrar un contrato y que
solicita conocer aquellas condiciones en las cuales los interesados estarían dispuestos a
contratar.
2. Los tratos previos:
Consisten en un período de tanteos preliminares que preceden a la oferta, en los cuales las
partes hacen cálculos y valoran las posibilidades para poder determinar los eventuales términos
en los que convendría celebrar el contrato, pero sin proponer en firme una parte o la otra la
conclusión del contrato en unas condiciones definitivamente determinadas.
Cuando se realiza ya una oferta en firme se termina el período de tratos, aunque también se
consideran tratos la discusión sobre la oferta realizada, las contraofertas y aquellas nuevas
ofertas hasta que finalmente se llegue a un acuerdo o se rompe la relación que se ha iniciado
para celebrar el contrato.
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¿Obliga a indemnizar la ruptura de los tratos?:
Entrar en tratos no obliga a celebrar el contrato. Se puede poner fin a esos tratos sin haberlo
celebrado.
Pero se entiende que los tratos obligarán a indemnizar a la otra parte los daños ocasionados
cuando se rompen sin una causa justificada y la entrada en los tratos y su ruptura posterior
constituyen en conjunto un acto ilícito, según lo que establece en el Código Civil en su artículo
1902 (culpa extracontractual).
LA OFERTA.
Es la propuesta de contrato que una persona hace a otra. La oferta es de carácter concluyente, y
hacer una oferta supone emitir una proposición con animo de quedar obligado si la otra parte
acepta.
LA CONTRAOFERTA.
Consiste en que la oferta no se acepta íntegramente, y aquella persona a la que se dirigió la
oferta le introduce unos cambios como por ejemplo reducir el precio, y esos cambios los somete
a la consideración del oferente.
Esto significa que se realiza una segunda oferta después de desestimar la primera, y el nuevo
oferente ahora es aquella persona a la que iba dirigida la primera oferta.
Requisitos de la oferta.
Sólo hay oferta cuando el contrato se pueda concluir mediante la simple aceptación de la oferta
sin necesidad de una posterior declaración del oferente. Es decir que la oferta debe contener
todos los elementos necesarios para el futuro contrato.
Forma de la oferta.
Al amparo del principio de libertad de forma, la oferta no necesita ninguna forma determinada.
Extinción de la oferta.
La oferta se extingue cuando la aceptación de la misma llega a conocimiento del oferente, y el
contrato queda celebrado a menos que se requieran otros elementos además de la oferta y la
aceptación.
Si la aceptación de esa oferta no llega a conocimiento del oferente, pero éste es responsable de
no haberla conocido, también se entiende aceptada. Mientras que la celebración del contrato no
se produce, la oferta se puede extinguir en los siguientes casos:
1) La oferta se extingue cuando es rechazada o cuando se realice una contraoferta.
2) La oferta se extingue cuando es revocada o retirada por el oferente.
3) La oferta también se extingue cuando transcurre el plazo o aquellas circunstancias a las
que se limitó la oferta.
4) La oferta se extinguirá cuando el oferente muera o pierda la capacidad o la legitimación
necesaria para realizar la oferta.
LAS CONDICIONES GENERALES DE CONTRATACIÓN, CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Se producen cuando se trata de una oferta que una persona o entidad hace a muchas personas y
se denomina contratación preparada en masa, y consiste en una oferta uniforme que contiene
unas condiciones generales para contratar y que son condiciones que se proponen a todos los
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que quieran contratar. Son típicas de la contratación efectuada por las empresas en la actualidad,
permitiendo ahorrar tiempo, así como y los costes derivados de los tratos.
Esas condiciones generales pueden estar en el impreso o formulario que sirve de oferta, o puede
estar solamente un extracto de esas condiciones o una simple referencia, o incluso las
condiciones de la oferta se pueden establecer en anuncios expuestos en el local de negocios o
simplemente señalando que aquella persona que lo desee tiene a su disposición esas
condiciones en las cuales se ofrece contratar.
La persona que propone esas condiciones a veces permite que se añadan otras condiciones
particulares.
Todo esto tiene un inconveniente, que consiste en que con frecuencia una de las partes da su
consentimiento conociendo solamente aquella prestación básica que va a recibir y la prestación
que va a dar a cambio, pero sin estar al tanto de los detalles secundarios o de los límites
establecidos para realizar esa prestación.
Los interesados pueden conocer efectivamente esas condiciones, pero es necesario poner una
serie de límites para evitar perjuicios en el caso de que una persona celebre un contrato
ignorando las condiciones de la oferta en su totalidad.
El artículo 1288 CC se refiere a estas cláusulas o condiciones estableciendo que la interpretación
de las cláusulas oscuras de un contrato no debe favorecer a aquella parte que ha provocado la
oscuridad.
LEY DE CONDICIONES GENERALES DE LA CONTRATACIÓN (Ley 7/1998 de 13 de abril).
Esta ley procedió a adaptar la legislación española a la Directiva Comunitaria 93/13/CEE de 5 de
abril de 1993 sobre cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores.
Ámbito de aplicación.
- Objetivo. Constituido por las condiciones generales de la contratación que son unas cláusulas
predispuestas cuya incorporación al contrato es impuesta por una de las partes, y que ha sido
redactada para incorporarse a una pluralidad de contratos. Para aplicarse esta norma, no ha de
existir una negociación individual de la cláusula del contrato porque se trata de un contrato de
adhesión en el cual el adherente no puede influir sobre el contenido del contrato. Esta ley se
aplica solo a los contratos de adhesión integrados por condiciones generales de la
contratación.
- Subjetivo. La ley de Condiciones Generales de Contratación se aplica a todos los contratos
que incorporen CGC, siempre que una de las partes, que se denomina “predisponente”, sea un
profesional (la ley estipula por profesional toda persona física o jurídica que actúe dentro del
marco de su actividad profesional o empresarial, ya sea pública o privada).
Requisitos de eficacia de las Condiciones Generales de Contratación.
1. Control de inclusión — Consiste en que la ley establece una serie de requisitos para
garantizar que la persona física o jurídica que se adhiere a ese contrato pueda tener
conocimiento de su contenido, y así se establece que las cláusulas deben tener cuatro
requisitos:
- Transparencia.
- Sencillez.
- Claridad.
- Concreción.
De este primer control se benefician los profesionales que se adhieren a la oferta de otros
profesionales así como los consumidores finales que se adhieren a esa oferta (cuando hablamos
51
de “consumidor final” nos referimos a la persona que no destina esos bienes o servicios
adquiridos a una actividad profesional).
2. Control de contenido — Significa que se establecen unos criterios para determinar la validez o
nulidad de una cláusula. Son nulas de pleno derecho, según la ley, las condiciones generales
que contradigan lo dispuesto en esta ley en perjuicio del adherente. Son nulas las condiciones
generales que sean abusivas cuando el contrato se haya realizado con un consumidor. De
este segundo control se benefician únicamente los consumidores finales que se adhieren a
esa oferta (cuando hablamos de “consumidor final” nos referimos a la persona que no destina
esos bienes o servicios adquiridos a una actividad profesional).
Cláusulas abusivas.
- Requisitos: El requisito fundamental para hablar de cláusulas abusivas es que una de las
partes del contrato sea un consumidor, en los términos ya expresados.
- Concepto: Es aquella estipulación que no se ha negociado individualmente y que
contraviniendo la buena fe objetiva causa un desequilibrio importante entre los derechos y
obligaciones de las partes derivados del contrato en perjuicio del consumidor.
Interpretación de las CGC.
1. Si existe una contradicción entre las condiciones generales de un contrato y las condiciones
particulares, prevalecen las condiciones particulares, a menos que las condiciones generales
sean más beneficiosas para el adherente.
2. Si existen cláusulas generales oscuras deberán interpretarse a favor del adherente.
3. Remisión a las disposiciones del CC sobre interpretación de los contratos (Art. 1281-1289
CC).
Acciones que se pueden ejercitar para asegurar el cumplimiento del control de inclusión y
del control de contenido.
1. Acciones individuales: Estas acciones tienen por objeto obtener una sentencia que
establezca que una condición general no debe incorporarse a un contrato, y también tienen
por objeto que se declare por una sentencia que una condición general es nula (PLAZO DE
PRESCRIPCIÓN, EL GENERAL DEL CÓDIGO CIVIL, 5 AÑOS).
- La acción de no incorporación se dirige a conseguir una sentencia que declare que una
cláusula general no se debe incorporar a un contrato determinado. El efecto de esta
sentencia de no incorporación se dirige, exclusivamente, al contrato al que no se va a
incorporar la cláusula.
- La acción de nulidad se dirige a que se dicta una sentencia que decrete la nulidad de la
cláusula general.
Aunque la sentencia solo afecta a un contrato, podrá afectar a todos los contratos que contengan
una cláusula que haya sido declarada nula. Además esta nulidad de la cláusula podrá conllevar la
nulidad de todo el contrato cuando afecte a un elemento esencial de ese contrato.
Sujetos legitimados para ejercitar estas acciones.
Es exclusivamente la persona que se adhiere al contrato.
Cuando la cláusula se considere abusiva el único legitimado será el adherente que tenga
condición de consumidor o usuario.
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2. Acciones colectivas: Conceden la posibilidad de controlar las condiciones generales con
carácter previo y de una manera general, y por eso son mucho más útiles que las acciones
individuales (PLAZO DE PRESCRIPCIÓN: Discutible. La ley 7/1998 dice que es de CINCO
AÑOS DESDE SU INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO DE CONDICIONES GENERALES,
REGISTRO QUE COMO REGLA GENERAL NO ES DE UTILIZACIÓN OBLIGATORIA. El
Reglamento de dicho Registro dice que es de DOS AÑOS). El ejercicio de una acción
colectiva no impide que se pueda ejercitar una acción individual. La legitimación activa no se
concede en este caso a todos los sujetos, sino únicamente a determinadas entidades
previstas por la ley:
- Las asociaciones de empresarios.
- El Instituto Nacional del Consumo.
- Las Cámaras de Comercio.
- Los colegios profesionales.
- Las asociaciones de consumidores
- El Ministerio Fiscal.
legalmente reconocidas.
Hay tres clases de acciones colectivas:
1. Acción de cesación.
Se encamina a obtener una sentencia que condene al demandado a eliminar de sus CGC
aquellas que se consideren nulas y deberá abstenerse de incluirlas en el futuro.
Mediante esta acción también se permitirá que se dicte una sentencia en relación a cláusulas que
todavía no han sido utilizadas cuando existen una razonable seguridad de que estas cláusulas
eventualmente nulas serán utilizadas en el futuro de forma perjudicial para los consumidores.
Además la sentencia que declare esta cesación también establecerá la devolución de las
cantidades que hubiera cobrado el predisponente y la concesión de una indemnización por los
daños y perjuicios causados.
2. Acción de retractación.
Se dirige a que el demandado se retracte de la recomendación que ha realizado de utilizar las
CGC que son consideradas nulas y que se abstenga de seguir recomendándolas en el futuro.
3. Acción declarativa (imprescriptible).
Tiene por objeto que una cláusula sea reconocida como condición general y se inscriba en el
Registro de CGC. Este último es un Registro que como regla general, no es de utilización
obligatoria.
OFERTA EN SUBASTA.
El contrato se puede celebrar mediante una subasta y existen dos formas en las cuales se puede
producir la oferta.
1) La oferta es el anuncio de la subasta y la aceptación será la postura de aquel que más
ofrezca.
2) Aquella en la cual el anuncio de la subasta es una invitación a hacer ofertas y la oferta serán
todas aquellas posturas de las que liciten en la subasta, y la aceptación será la adjudicación
que hará el subastador a la mejor oferta.
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ACEPTACIÓN.
La oferta desde que se perfecciona al ser recibida por su destinatario hasta que se extingue
puede ser aceptada. La aceptación es la declaración de voluntad por la cual la persona a quien
se ofreció la celebración de un contrato da a conocer su conformidad con la oferta.
Esta aceptación debe consistir en admitir pura y llanamente la oferta sin introducir
modificaciones, porque si se introducen modificaciones estamos ante una contraoferta, aunque
se puede dar algún caso en el que introducir modificaciones en la oferta suponga aceptarla y
realizar después una nueva oferta (Por ejemplo: Si a una persona se le ofrecen 10.000 kilos y la
otra persona dice que quiere 20.000 kilos bajo esas condiciones).
- Forma:
La aceptación no necesita una determinada forma para que sea válida, excepto que lo exija el
contrato o las partes.
- Conocimiento de la aceptación:
La aceptación debe llegar al conocimiento del oferente antes que la oferta se haya extinguido.
Equivale a conocer esa aceptación el caso de que el oferente sea responsable de no conocerla
(por ejemplo, si el oferente rechaza la carta certificada en la que consta la aceptación).
- Aceptación que no llega a perfeccionarse:
La aceptación no llegar perfeccionarse en los siguientes casos:
1.
Hasta que no llegue a conocimiento del oferente.
2.
Cuando antes de llegar al conocimiento del oferente transcurre el plazo o cambian las
circunstancias a que se limitó.
3.
Cuando el aceptante muera o pierda la capacidad o la legitimación necesaria para
aceptar.
Perfección de la aceptación sin conocimiento:
De manera excepcional las partes pueden establecer de común acuerdo que sea suficiente la
aceptación para que se perfeccione el contrato.
FORMA DE LOS CONTRATOS.
La forma no es un elemento del contrato sino la manera de realizarse el mismo. El CC recoge el
principio de libertad de forma de los contratos en el artículo 1255. No obstante, el artículo 1280
CC establece que los contratos que tengan por objeto la creación, transmisión, modificación o
extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles deberán constar en documento público.
Además este artículo 1280 CC establece que deberá realizarse por escrito ya sea documento
público o privado, los contratos en los cuales las cuantías de las prestaciones exceda de 1500
pesetas (la interpretación correcta es que las partes “pueden” no “deben”).
Además el CC establece que las partes pueden exigirse recíprocamente a que los contratos
reúnan la forma establecida por el CC.
LA PERFECCIÓN Y EFICACIA DEL CONTRATO.
Los contratos se perfeccionan o se forman mediante la simple concurrencia de las declaraciones
de voluntad de las partes.
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Estas declaraciones de voluntad se caracterizan por ser recepticias, y por ello el contrato se
perfecciona cuando la aceptación llega a conocimiento del oferente, o éste debió conocerla, o las
partes establecen que el contrato se perfecciona solamente con la simple emisión de la
aceptación. Todo ello siempre que la oferta este vigente.
Según el CC, como regla general los contratos son consensuales, ya que se perfeccionan por el
mero consentimiento, tal y como establece el artículo 1258 CC. De manera excepcional, los
contratos no se perfeccionan hasta que concurran otros elementos además de las declaraciones
de voluntad. Ejemplo: los contratos reales, que necesitan para su perfeccionamiento la entrega
de la cosa.
Desde el momento en que el contrato se perfecciona, nacen las obligaciones. Así lo establece el
CC en el mismo artículo 1258, al establecer que los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento y desde entonces obliga.
LUGAR DONDE SE PRODUCE LA PERFECCIÓN DEL CONTRATO.
En el lugar donde se hizo la oferta.
EFICACIA Y CONSUMACIÓN DEL CONTRATO.
Los efectos del contrato son:
- El nacimiento.
- La modificación.
- La extinción de
obligaciones.
Estos efectos se retrasan si el contrato no es eficaz tan pronto como se perfeccionan. Al hablar
de consumación nos referimos a que el contrato se extingue por alcanzar su fin (por ejemplo, el
vendedor ha entregado la cosa y el comprador la ha pagado).
TEMA 20. CLASES DE CONTRATOS.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS POR SU PAPEL EN LA VIDA JURÍDICA:
c) Contratos de enajenación: Tienden a transmitir bienes a otra persona. Ejemplo:
compraventa.
d) Contratos de concesión, de uso y disfrute: Proporciona el uso y disfrute de una cosa
temporalmente a una persona. Ejemplo: arrendamiento de cosas. En este tipo de contratos
hay una obligación final que es esencial y que consiste en restituir la cosa.
e) Contratos de trabajo y gestión: Se encamina a que una persona realice una actividad o un
servicio en interés de otra persona. Ejemplo arrendamiento de servicios (abogados).
f)
Contratos asociativos: Se proponen crear agrupaciones de personas o la reunión de cosas
para conseguir fines diversos. Ejemplo contrato de sociedad.
g) Contratos que se encaminan a resolver incertidumbres jurídicas: Consiste en aquellos
contratos que se proponen resolver o esclarecer controversias. Ejemplo, la transacción o el
arbitraje.
h) Contratos de aseguramiento de derechos: Tienden a garantizar derechos. Ejemplo, la
hipoteca.
i)
Contratos preparatorios: Se proponen abrir el camino a futuros contratos.
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CONTRATOS TÍPICOS Y CONTRATOS ATÍPICOS.
- Contratos típicos: regulados por el
Derecho.
- Contratos atípicos: carecen de regulación
por el Derecho.
El problema de los contratos atípicos es que regulación deberá ser aplicada a los mismos. Según
el Prof. Albaladejo:
4. Se aplicarán todas las normas legales imperativas adecuadas al caso.
5. Se aplicará lo que hayan estipulado las partes.
6. Se aplicarán las normas legales de Derecho supletorio aplicables al caso.
La regulación que se adopta será la siguiente, según las tres teorías formuladas:
- Teoría de la absorción: Se debe buscar en cada contrato atípico lo que destaque en él y se
buscará otro contrato típico al que sea equiparable, y entonces se le aplicará al contrato
atípico toda la regulación de mismo (contrato típico). No es la teoría más aconsejable.
- Teoría de la combinación: Aplica al contrato atípico un conjunto de normas que resultan de
combinar las normas aplicables a cada uno de los contratos típicos en aquella parte en que
formen el contrato atípico. Resulta más aceptada que la anterior.
- Teoría de la aplicación analógica: El contrato atípico se somete a la regulación que se
obtenga de los principios generales del derecho que se pueden aplicar por analogía o por
afinidad y todo lo establecido para los contratos y las obligaciones. Teoría que tiene más
seguidores y la más seguida.
CONTRATOS UNILATERALES Y CONTRATOS BILATERALES.
El negocio jurídico es unilateral si se celebra por una parte y es bilateral si se celebra por las dos
partes. El contrato es un negocio jurídico bilateral o plurilateral. Al distinguir entre contrato
unilateral o bilateral no nos referimos a las partes que intervienen sino a la producción de
obligaciones:
- Contrato unilateral: Aquel que produzca el nacimiento de obligaciones a cargo de una sola de
las partes. Ejemplo: donación, depósito gratuito.
- Contrato bilateral: Produce obligaciones a cargo de ambas partes en el contrato. Produce
obligaciones recíprocas ya que una es contrapartida de la otra. Ejemplo: compraventa.
- Contratos bilaterales imperfectos: que consisten en que solo una parte se obliga frente a la
otra, y a ésta otra parte le puede surgir eventualmente una obligación, pero sin carácter de
contrapartida. Ejemplo el depósito, donde el depositante está obligado a abonar al depositario
aquellos gastos que se le hubiesen ocasionado por conservar la cosa depositada.
Reglas de los contratos bilaterales.
Existen dos reglas propias o especiales de los contratos bilaterales:
1) El contrato debe cumplirse simultáneamente por ambas partes, a menos que hayan acordado
lo contrario. Ninguna de esas partes puede exigir a la otra que cumpla, sin que ella, a su vez,
haya cumplido, o haya ofrecido cumplir cuando lo haga la parte requerida, y si lo exige, podrá
negarse alegando el incumplimiento de la otra (“exceptio non adimpleti contractus”).
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2) Si una de las partes no cumple el contrato y la otra lo ha cumplido ya, o está dispuesta a
cumplirlo, puede exigir que se imponga el cumplimiento forzoso o solicitar que el contrato se
resuelva abonando en ambos casos los daños y perjuicios que se le hayan causado.
CONTRATOS CONSENSUALES Y CONTRATOS REALES.
- Los contratos consensuales son aquellos que se perfeccionan por el solo consentimiento
o acuerdo de voluntades. Ejemplo: la compraventa.
- Los contratos reales son aquellos que requieren, además del consentimiento, la entrega de
una cosa (comodato, mutuo o préstamo, prenda y depósito).
Según el CC, los contratos son como regla general consensuales, conforme al Art. 1258 CC.
Diferencia entre ambos contratos:
- Contratos consensuales: hay algunos que recaen sobre cosas, y esa cosa debe entregarse y
la entrega se hace para cumplir el contrato.Es decir el contrato ya existía completo y ya estaba
perfeccionado desde que las partes se pusieron de acuerdo, y la entrega de la cosa lo que
hace es ponerle fin al contrato y extinguirlo, porque la entrega en este caso equivale al pago.
- Contratos reales: la entrega se hace para que el contrato se perfeccione y el contrato no está
completo hasta que hay entrega, y esta entrega se produce al principio del contrato, en la fase
de formación del mismo.
CONTRATOS TRANSMISIVOS Y CONTRATOS OBLIGATORIOS.
Los contratos transmisivos, son aquellos que producen inmediatamente la transmisión o
nacimiento de un derecho real. Los contratos obligatorios, son aquellos que inmediatamente el
nacimiento de obligaciones.
En nuestro Derecho los contratos no son transmisivos, sino meramente obligatorios, es decir, por
si mismos los contratos no producen la transmisión de derechos reales.
TEMA 21. CLASES DE CONTRATOS (II).
CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS.
- Los contratos conmutativos, son aquellos en los cuales las partes los celebran sin asumir un
riesgo de pérdida o ganancia como por ejemplo la compraventa en un precio determinado o el
arrendamiento de un local.
- Los contratos aleatorios, son aquellos celebrados por las partes asumiendo un riesgo de
pérdida o de ganancia como por ejemplo el juego, la apuesta o el contrato de seguro.
CONTRATOS INSTANTÁNEOS, DURADEROS Y DE EJECUCIÓN PERIÓDICA.
- Los contratos instantáneos son aquellos que generan obligaciones de tracto único, como por
ejemplo en la compraventa es la obligación de entregar la cosa.
- Los contratos duraderos, son aquellos que generan una obligación de conducta permanente,
como por ejemplo en el contrato de depósito guardar la cosa.
- Los contratos de ejecución periódica, son aquellos que generan obligaciones que consisten
en realizar actos reiterados durante cierto tiempo, como por ejemplo el contrato de renta
vitalicia (entregar una renta al mes).
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CONTRATOS NORMATIVOS.
Son aquellos que regulan la celebración de futuros contratos, como por ejemplo el contrato entre
dos partes para vender al público sus productos en el mismo precio (no olvidar que en
determinados ámbitos eso puede contravenir la normativa para la defensa de la competencia).
Estos contratos que surgen posteriormente se denominan contratos normados.
La especialidad del contrato normativo es que no obliga a celebrar futuros contratos, sino que si
se celebran debe hacerse en los términos acordados.
CONTRATOS DE ADHESIÓN.
Son aquellos contratos cuyas cláusulas han sido preestablecidas por una de las partes, y que
solo admiten que la otra parte acepte esas cláusulas pura y simplemente.
La especialidad de estos contratos es la formación de la oferta, ya que hay una oferta que se ha
formado solo con la intervención de una de las partes y que es el texto del futuro contrato, y éste
se redacta sin tratos previos y sin intervención del aceptante. Normalmente –pero no siempre- los
contratos de adhesión se articulan a través de condiciones generales de la contratación.
CONTRATOS NECESARIOS DE HECHO.
Se producen en el ámbito de los monopolios de hecho sobre sectores del Mercado que
proporcionan productos o servicios de los que no se puede prescindir y que deberán adquirirse
en las condiciones establecidas por quien los monopoliza.
Para impedir que existan cláusulas contractuales injustas, se suele establecer por la autoridad
una serie de tarifas y una serie de normas para evitar que se impongan determinadas cláusulas.
Con frecuencia estos contratos son de adhesión, porque la empresa ofrece unas condiciones
invariables al que quiera contratar.
CONTRATOS FORZOSOS.
Son aquellos en los cuales existe el deber de celebrarlos ya que se trata de actos debidos,
como por ejemplo los concesionarios de servicios públicos como puede ser el servicio de
transporte. Igual que los contratos de suministro de agua o electricidad.
Otro ejemplo es el contrato de fianza en la cual el juez o la ley obliga a celebrarlos.
La especialidad de estos contratos consiste en que aunque la ley, o el juez, o la administración
impongan el deber de celebrarlos, el particular tiene la posibilidad de no acatarlos, y si
voluntariamente se somete a ellos existe un contrato.
PRECONTRATOS.
Fundamentalmente existen dos opiniones o teorías sobre el precontrato:
1. Es un contrato por el que las partes se comprometen a celebrar en el futuro otro contrato
denominado “contrato preparado”, ya que ahora no quieren o no pueden celebrarlo.
2. Es establecer un proyecto de contrato del llamado contrato preparado concediendo a una
de las partes o a ambas la facultad de exigir la vigencia de dicho proyecto como contrato.
TEMA 22. EFECTOS DEL CONTRATO EFECTOS DEL CONTRATO.
Las partes están obligadas a lo estipulado en el contrato pero no solo están obligadas a cumplir
lo expresamente pactado sino que también deben cumplir con todas las consecuencias que
según la naturaleza del contrato sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.
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Ese efecto obligatorio del contrato es el que recoge el CC en el artículo 1258.
Además el CC recoge otro artículo, el 1091 que establece que las obligaciones que nacen de los
contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes. Fuerza vinculante que se deduce
también de los Arts. 1254 y 1278 CC.
EFECTOS DEL CONTRATO ENTRE LAS PARTES.
La relación jurídica cuyo establecimiento es efecto del contrato se caracteriza por tres cosas:
1. Por su relatividad, que consiste en que el contrato se da exclusivamente entre las partes
contratantes (aunque de manera excepcional el contrato puede producir efectos respecto de
terceros).
2. La inalterabilidad del contrato, que significa que el contrato es inalterable y no se puede
modificar unilateralmente, y obliga en los términos pactados (aunque de manera excepcional
el contrato se puede alterar cuando así lo establezcan las partes o la ley).
3. La irrevocabilidad, ya que el contrato es irrevocable porque no puede revocarse por voluntad
de un contratante ni se puede desistir unilateralmente de él, a menos que las partes o la ley lo
establezcan.
EFECTOS DEL CONTRATO RESPECTO DE TERCEROS.
El contrato solo produce efectos respecto de un tercero atribuyéndole derechos o imponiéndole
obligaciones cuando el tercero lo consienta.
Esta aceptación del tercero la exige la ley. Esa declaración de voluntad del tercero se
caracteriza porque se encuentra en el exterior del contrato, porque si formase parte del
contrato junto con el resto de contratantes, entonces, el tercero dejará de ser un extraño al
contrato y estaríamos hablando de un contrato con tres partes.
CONTRATO A FAVOR DE TERCERO.
Existe un contrato a favor de tercero cuando los contratantes estipulan que uno de ellos realice
una prestación a favor de una persona extraña al contrato.
Sujetos respecto de ese contrato:
c. El promitente, es el contratante que se obliga a realizar una prestación a favor de un tercero.
d. El estipulante, es el contratante al que se promete la realización de una prestación sobre un
tercero.
e. El beneficiario, es el tercero a quien se le va a prestar una obligación y que le va a ser útil.
A cambio de lo que se le va a realizar al tercero, el estipulante puede obligarse a cambio de ello
frente al promitente o no (el estipulante puede obligarse o no a favor del promitente, a cambio de
lo que éste promete para el tercero).
No hace falta que ese contrato le reporte utilidad a los contratantes. Además el contrato se puede
celebrar íntegramente a favor de un tercero (por ejemplo A asegura su vida en la suma X, para
que, cuando muera, sea entregada a B), o puede ser que ese contrato contenga solo alguna
cláusula o solo alguna estipulación a favor de un tercero.
Ejemplo de contratos a favor de un tercero son el seguro de vida, la renta vitalicia, la donación
que revierta a favor de una persona diferente del donante, y la donación en la que se impone una
carga a favor de un tercero ajeno a la donación.
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REGULACIÓN DEL CONTRATO A FAVOR DE TERCERO.
Este contrato se perfecciona por el acuerdo de voluntades entre el promitente y el estipulante y
desde ese momento obliga.
El promitente desde que declara su voluntad y llega al acuerdo con el estipulante queda obligado
a realizar lo prometido a favor de ese tercero.
Esa obligación de realizar lo prometido solo puede ser exigida por el estipulante ya que solo él
tiene derecho a que se realice
El tercero solo adquiere derecho a que se realice lo prometido a su favor, cuando le comunique su
aceptación al obligado y siempre que esa promesa no haya sido revocada antes.
A partir de esa aceptación del tercero, que pone en conocimiento del promitente, podrá exigir
que se cumpla lo prometido tanto el tercero como el estipulante.
CONTRATO A CARGO DE TERCERO.
Consiste en que una parte promete a la otra la realización de una prestación por un tercero, que
quedará obligado a realizarla cuando preste su consentimiento.
Evidentemente, para ello es necesario el consentimiento de ese tercero, que puede haberlo dado
previamente (en cuyo caso, queda obligado desde que el contrato se celebra) o con posterioridad
(en cuyo caso su obligación nace cuando consiente.
TEMA 23. MODIFICACIÓN, EXTINCIÓN Y TRANSMISIÓN.
MODIFICACIÓN DEL CONTRATO POR ALTERACIÓN DE LAS CIRCUNSTANCIAS BÁSICAS.
Esta modificación es posible si lo establece la ley o lo estipulan las partes, pero el CC no
establece nada sobre esta modificación realizada en general y sin un pacto previo.
Según la jurisprudencia si se alteran de una forma extraordinaria o de manera imprevista aquellas
circunstancias en las que se basó el contrato lo más justo es que éste se modifique según esa
alteración ya que sino va a ser muy perjudicial.
Por eso recoge la jurisprudencia tres requisitos que deben concurrir para que el contrato se revise
y se ajuste a las nuevas circunstancias:
1. Que la parte perjudicada no sea culpable del cambio y carezca de otro remedio para
impedir el perjuicio que le causa la no revisión del contrato.
2. Que la alteración de las circunstancias se produzca entre el momento en que se celebró el
contrato y el momento de su cumplimiento y que sea una alteración extraordinaria e
imprevisible, fuera de toda previsión.
3. Que la alteración produzca un gran desequilibrio entre las prestaciones de las partes.
EXTINCIÓN DEL CONTRATO.
El contrato se extingue por dos circunstancias:
- Circunstancias existentes en el momento de la celebración.
- Circunstancias sobrevenidas:
A. Que el contrato se agote por dos motivos:
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1. Su cumplimiento, que el contrato se consuma. Por ejemplo en la compraventa cuando el
comprador paga el precio y el vendedor entrega la cosa.
2. Por su no cumplimiento. Por ejemplo cuando la obligación del contrato se convierte en
imposible por ejemplo por la destrucción de la cosa.
B. Que el contrato no llegue a su fin, pero se extingue por los siguientes motivos:
1. La invalidez del contrato, que consiste en que el contrato se invalida y pierde su eficacia.
Dentro de esta invalidez están los casos de nulidad (cuya acción es imprescriptible) e
impugnabilidad (cuya acción caduca por el transcurso de cuatro años –véase arts. 1300 y
1301 CC-).
2. Mutuo disenso, es la extinción bilateral del contrato, que consiste en que las partes se
pongan de acuerdo para dejar sin efecto el contrato.
3. Extinción unilateral del contrato, que consiste en que una de las partes resuelva el
contrato porque se han pactado así o porque la ley se lo permite.
Casos especiales:
- El artículo 1124 CC establece que existe la facultad de resolver los contratos bilaterales por
incumplimiento de la otra parte.
- Rescisión del contrato, le permite a una de las partes del contrato solicitar la extinción
cuando se den determinadas circunstancias (pese al uso coloquial de la expresión “rescindir el
contrato”, jurídicamente la acción de rescisión es subsidiaria. Sólo se puede utilizar cuando el
perjudicado carezca de cualquier otro recurso para obtener la reparación):
1) Rescisión por lesión, consiste en la resolución del contrato en los siguientes casos:
a) Que los tutores celebren contratos sin autorización judicial, y los tutelados hayan
sufrido una lesión de carácter patrimonial.
b) Los contratos celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos hayan
sufrido una lesión patrimonial y no existiera autorización judicial.
Para poder rescindir estos contratos no debe existir ningún otro recurso legal para reparar el
perjuicio causado, es decir se trata de una acción subsidiaria que sólo le corresponde ejercerla
al perjudicado durante un plazo de 4 años, a menos que el demandado indemnice los daños o
lesiones padecidos.
2) El contrato celebrado en fraude de acreedores.
3) Contratos sobre cosas litigiosas.
4) Cualquier contrato que establezca la ley que es rescindible.
C. Que la ley establece automáticamente la extinción del contrato en determinados casos,
como por ejemplo cuando muere una de las partes del contrato y se trata de un contrato
personalísimo.
TRANSMISIÓN DEL CONTRATO.
En cuanto a la transmisión del contrato, las partes pueden establecer que su puesto en el
contrato lo pasen a ocupar otras personas, entonces también se denomina transmisión, cesión o
sucesión en el contrato. Esta transmisión se puede producir de dos formas:
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1. Cambiando una de las partes en el contrato. Por ejemplo en un contrato de arrendamiento
se traspasa el local a alguien que pasa a ocupar el puesto del arrendatario.
2. Cambiando las dos partes del contrato. Por ejemplo en un arrendamiento se produce el
traspaso del inquilino y el arrendador vende el local.
Hay dos clases de transmisiones:
- Transmisión legal: Consiste en que la ley establezca que el puesto de uno de los contratantes
lo ocupe otra persona. Por ejemplo la ley de arrendamientos urbanos establece que el
comprador de un inmueble ocupa el puesto del dueño arrendador anterior.
- Transmisión voluntaria: Consiste en que las partes acuerden libremente que una de las partes
transfiera a un tercero su posición en el contrato. En este caso se dan dos extremos:
• El contrato transmitido o negocio cedido (p.ej. compraventa).
• El contrato de transmisión del contrato o de cesión del negocio (p.ej. el contrato por el cual
el comprador transfiere a un tercero su posición en el contrato).
Como regla general, y salvo excepción, el negocio de cesión necesita para ser eficaz el
consentimiento de la otra parte, para evitar que a ésta última se le puedan derivar perjuicios.
Son transmisibles los contratos bilaterales y que aún no están cumplidos o están en curso de
cumplimiento.
EL SUBCONTRATO.
Consiste en que una de las partes de un contrato otorgue otro contrato en el que es parte frente a
un tercero en base a la posición que ha adquirido en el primer contrato.
Ejemplo: arrendamiento con posibilidad de subarrendamiento.
Arrendador ------ Contrato de arrendamiento --------Arrendatario Subarrendador ---- Contrato de
subarriendamiento---- Subarrendatario
La diferencia con la transmisión es, que en la transmisión hay un solo contrato con dos negocios
(una de las personas se sustituye en el segundo negocio), y en el subcontrato se mantienen dos
contratos y se conservan todas las partes, no se sustituye.
TEMA 24. LA COMPRAVENTA. CONCEPTO, IMPORTANCIA Y CARACTERES.
Está definida dentro del Art. 1445 del Cc. Es un contrato por el cual una parte (vendedor), se
obliga a transmitir una cosa o un derecho a la otra parte (comprador), a cambio de que esta se
obligue a pagarla una suma de dinero denominada precio.
También hay compraventa cuando se promete un derecho a cambio de un precio, de forma
amplia podríamos entender que lo que se transmite es el derecho de propiedad de la cosa
vendida.
Debemos tener en cuenta que este contrato recae sobre bienes, con exclusión de los servicios
que se encuentran dentro del contrato de arrendamiento de servicios.
La compraventa es el más importante de los contratos, el más frecuente y sobre el que existe una
mayor Jurisprudencia, por eso es el más regulado en el Código Civil (Art. 1445-1536), y a él se
remiten muchos otros contratos para regular diferentes partes de los mismos.
Este contrato se caracteriza por ser:
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- Bilateral, porque surgen obligaciones para ambas partes.
- Consensual, no es necesaria la entrega para perfeccionarse, basta con que las partes
convengan el precio y la cosa a entregar.
- Obligatorio (no transmisivo), porque obliga a transmitir la cosa, pero no produce dicha
transmisión en el momento, es necesaria la traditio (la entrega de la cosa). Se puede retrasar la
transmisión pactándolo, es decir, aún entregando la cosa, no pasa a ser propiedad del
comprador hasta que se de una circunstancia, esto se denomina pacto de reserva de dominio.
Esta circunstancia suele ser el pago completo del precio.
- Suele ser conmutativo, porque generalmente no interviene la suerte, aunque en algunos
casos, puede ser aleatorio, por ejemplo si vendemos la cosecha del año que viene, o lo que se
cace un día concreto.
VENTA CIVIL Y VENTA MERCANTIL.
La compraventa puede ser civil o mercantil, y estar regulada por el código civil o el de comercio
respectivamente. Hay controversia respecto de quién debe regular este contrato.
El Código de comercio se aplica a toda la compraventa, sin embargo, el CC es subsidiario
cuando el carácter mercantil de la venta no sea seguro, por tanto siempre que haya duda se
aplicará el CC.
- Sujetos.
• Vendedor, que se obliga a transmitir la cosa o derecho.
• Comprador, que se compromete a pagar el precio.
- La capacidad de ambos se rige por el artículo 1457 CC que expresa que tienen capacidad para
celebrar este contrato todas las personas a quienes el CC autoriza para obligarse.
Sin embargo existen una serie de prohibiciones para la compra, para quienes ostenten un
cargo del que pudiere prevalerse para obtener una venta injusta. Por ejemplo:
• Los que desempeñen cargo tutelar de los bienes del tutelado.
• Los mandatarios, albaceas y los empleados públicos de los bienes a su cargo.
• Magistrados, Jueces, individuos del Ministerio fiscal, secretarios de tribunales, oficiales de
justicia de los bienes y derechos en litigio en sus tribunales. Además en ciertos casos, hay
limitaciones de carácter administrativo, en cuya virtud, para comprar o vender determinadas
cosas, es preciso que los contratantes o uno de ellos (generalmente el vendedor), estén
debidamente autorizados (tengan licencia, patente, etc.) para celebrar la compraventa de
que se trate.
- La cosa vendida. Requisitos. Si ha de pertenecer al vendedor. Pueden ser objeto de
compraventa las cosas o derechos, aunque lo más frecuente es que sean las cosas (el derecho
de propiedad sobre estas). Los derechos susceptibles de compraventa son todos los
patrimoniales con la excepción de los intransmisibles (así el derecho de uso o habitación), o
que su conexión a otro derecho haga imposible su enajenación por separado (servidumbre y la
finca). Se pueden vender los que ya existían (usufructo antiguo), o crearlos nuevos (creo un
usufructo sobre mi finca libre de cargas). Lo vendido puede ser una cosa, una universalidad o
varias cosas independientes entre sí. La pluralidad de contratos o la unificación en uno solo
atenderán a la intención de las partes en el momento de la contratación. La prestación, de
acuerdo con las normas generales, debe ser:
• Posible, debe existir o es posible que exista (si es algo futuro).
• Determinada o pueda ser determinable.
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• Lícita, deben ser cosas o derechos con los que sea legal comerciar (no lo son los bienes
que están fuera del comercio).
Lo vendido no tiene que ser necesariamente de propiedad del vendedor en el momento de la
compraventa. Puede adquirirlo después para poder transmitirlo y dar cumplimiento a su
obligación o si no cumpliera por no ser suya la propiedad responderá por incumplimiento.
No puede ser propiedad del comprador pues esta compraventa sería inválida por no ser posible
su cumplimiento (no puede adquirir algo que ya es suyo).
- El precio. Ha de consistir en dinero y ser cierto, se fija por los contratantes a no ser que haya
alguna disposición especial (productos con el precio tasado). El Art. 1445 nos dice que el
precio consistirá en dinero o signo que lo represente, con esto quiere decir, que se acepta que
el precio no se pague con dinero en efectivo, vale algo que lo represente como puede ser un
cheque, pero no se puede pagar con algo que lo valga (p. ej, no puedo pagar el coche con una
moto, pues estaríamos ante un contrato de permuta). El precio debe ser cierto, es decir, debe
estar determinado o debe poder ser determinado sin la necesidad de un nuevo acuerdo entre
las partes, por ejemplo por un tercero, o por la referencia a otra cosa o por referencia a otro
precio. Por último debe consistir en un capital, no es válida una renta, aunque este capital
puede ser pagado a plazos más o menos largos.
TEMA 25. LA COMPRAVENTA. OBLIGACIONES DE LAS PARTES.
A. Obligaciones del comprador.
El comprador tiene una sola obligación esencial, está obligado a pagar al vendedor el precio (Art.
1500 CC).
Sin embargo existen una serie de obligaciones secundarias, de las que puede pactarse su
supresión. Son las siguientes:
1. Obligación de pagar intereses, en el caso de que la entrega de la cosa se dé antes del
pago del precio, y provoca intereses en caso de pactarse o de que la cosa de frutos.
2. Obligación de pagar algunos gastos ocasionados por la venta, como pueden ser:
• Los gastos de transporte de la cosa posteriores a la entrega, o si el comprador lo recoge
en sitio distinto del establecido (los de la entrega directa en el sitio acordado los paga el
vendedor).
• Gastos necesarios hechos en la cosa desde la venta hasta la entrega (aunque si es por
desperfectos de la cosa debe pagarlos el vendedor), así como los gastos para la
conservación y recogida de frutos en este periodo.
• Los gastos de las copias de la escritura.
• Gastos de inscripción en el Registro de la Propiedad.
• El pago del impuesto de transmisiones patrimoniales.
B. Obligaciones del vendedor.
Al igual que el comprador tiene una obligación esencial que es la de entregar la cosa (Art. 1461
CC) y todos sus accesorios, y varias obligaciones secundarias sobre las que cabe pacto en
contrario, son las siguientes:
- Saneamiento de lo vendido.
- Sufragar los gastos de entrega y los de otorgamiento de escritura.
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- Facilitar al comprador los títulos de pertenencia y la documentación necesaria para
asegurarle la propiedad y el derecho que adquiere.
1. Obligación esencial de entregar la cosa. La obligación de entregar consiste en poner en
poder del comprador la cosa o derecho vendido, mediando ánimo de pago (solvendi
animo).
• Entrega de las cosas corporales: En principio se entregarán poniéndolas
materialmente en poder del comprador. Además de esta entrega material, las cosas
corporales se pueden transmitir de otras formas, así existe la entrega instrumental que
consiste en poner la cosa en poder del comprador de una manera espiritual, que
consistiría en otorgar la escritura de compraventa y en ese caso equivale a entrega
material. Otra forma de entrega no material consiste en que el comprador ya tuviera la
cosa en su poder por otro motivo y no es necesaria la entrega material. Ejemplo: un
inquilino que compra la vivienda.
• Entrega de los bienes incorporales: Se realiza mediante el otorgamiento de la escritura
pública de compraventa, y si no hay escritura la entrega se hará poniendo en poder del
comprador los títulos de pertenencia o incluso en consentirle usar la cosa por parte del
vendedor.
2. Obligación de saneamiento. El saneamiento significa que el vendedor responde frente al
comprador en caso de que la apariencia del bien no se corresponda con la realidad, es
decir, es una obligación accesoria a la entrega. El saneamiento no se dará en caso de que
la cosa vendida no se corresponda con la entregada, tampoco en casos en los que el
gravamen o defecto del bien era conocido por el comprador (p .ej. vendo un coche
averiado con conocimiento de ello por parte del comprador, no procede ahí el
saneamiento). El vendedor responde frente al comprador en los casos dispuesto por el
CC:
• De la posesión legal y pacífica de la cosa vendida.
• De los vicios ocultos que tuviere.
Tipos de saneamiento.
Saneamiento en caso de evicción.
Existe evicción cuando se priva al comprador por sentencia firme y en virtud de un
derecho anterior a la compra, de todo o parte de la cosa comprada.
Para responder por evicción se requiere que el comprador haya notificado al vendedor la
demanda por la que tiende a privársele del bien para que el vendedor pueda defender su
transmisión. Faltando la notificación, no estará obligado al saneamiento.
Y tampoco responderá por evicción el vendedor hasta que no haya recaído sentencia firme y la
causa de privación debe ser necesariamente anterior a la compra.
El vendedor debe dejar el patrimonio del comprador como si esta compraventa nunca se hubiera
producido. Los efectos se determinan en el Art. 1478, se podrá exigir:
- La restitución del precio que tuviera la cosa vendida al tiempo de la evicción, ya sea mayor o
menor que el de la venta.
- Los frutos o rendimientos, si se le hubiere condenado a entregarlos al que le haya vencido en
juicio.
- Las costas del pleito que haya motivado la evicción y, en su caso, las del seguido con el
vendedor para el saneamiento.
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- Los gastos del contrato, si los hubiere pagado el comprador.
- Los daños e intereses y los gastos voluntarios o de puro recreo u ornato, si se vendió de mala
fe.
¿Qué sucede si la evicción es parcial?:
Se le priva al comprador sólo de una parte de la cosa. Si la parte de la que se le ha privado es tan
importante que sino no habría comprado la cosa, el comprador tiene dos opciones:
- Optar por el saneamiento parcial.
- Optar por rescindir el contrato de compraventa, con la obligación de devolver la cosa sin
más gravámenes que los que tuviese al adquirirla , y solicitar al vendedor una indemnización
por los daños y perjuicios causados.
La obligación de saneamiento al no ser esencial se puede suprimir por acuerdo de las partes,
pero el pacto de supresión no es válido cuando exista mala fe del vendedor.
El saneamiento por evicción es un efecto natural de la compraventa, pero no es esencial, por lo
que se puede suprimir o ampliar por acuerdo de las partes. Veamos las posibilidades:
- Si las partes amplían la obligación, pasa a ser una cláusula penal.
- Si renuncian y el vendedor actuaba de mala fe, la renuncie es nula, si no lo conocía solo
responde del precio de la cosa al tiempo de la evicción.
- Si el comprador conocía el riesgo de evicción y acepta sus consecuencias, y esta llega a
producirse, el vendedor no responde de nada.
Saneamiento por vicios ocultos.
Si la cosa comprada tiene vicios ocultos, hay incumplimiento o cumplimiento defectuoso que
pueden dar lugar a:
- Resolución del contrato (Art. 1124 CC)
- Anulabilidad del contrato (por error o por dolo).
- Solicitar el saneamiento.
La regulación del saneamiento por evicción no elimina otras acciones fundadas en el
incumplimiento o en los vicios del consentimiento.
• Requisitos para el saneamiento por vicios ocultos:
1. Presencia de un vicio o defecto de la cosa vendida. Supone que la cosa vendida presenta
irregularidades o anomalías respecto a otras cosas de la misma especie.
2. Que el vicio sea oculto, que no sea conocido ni fácilmente reconocido por el comprador.
El vendedor no responde si los vicios eran manifiestos o estaban a la vista o el comprador
es un perito que por razón de su oficio o profesión debía conocerlo.
3. Que el vicio sea grave. En caso de disminuir de tal modo el uso para el que se destina que
de haberlos conocido el comprador no lo habría dado menos precio por ella.
4. Que el vicio sea anterior a la compra, aunque sus defectos se manifiesten después.
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Es independiente de la buena o mala fe del vendedor, si hay mala fe además debe indemnizar por
daños y perjuicios.
El comprador tiene las siguientes acciones (denominadas edilicias):
• Actio quanti minoris, que permite al comprador pedir una disminución del precio en una
cantidad proporcional a juicio de peritos o expertos en la materia.
• Actio redhibitoria, para pedir la resolución del contrato devolviéndose cosa y precio y
abonando el vendedor al comprador los gastos que pagó. El comprador puede optar por
cualquiera de estas acciones, pero si opta por la redhibitoria y el vendedor actuó de mala fe,
el comprador tiene derecho a indemnización por daños y perjuicios. En el caso de la quanti
minoris, se entiende que los daños y perjuicios van incluidos en la reducción del precio.
Si la cosa perece (se destruye) a consecuencia de los vicios ocultos:
- Si el vendedor conocía los vicios deberá restituir al comprador el precio, gastos del contrato
y los daños y perjuicios.
- Si el vendedor no los conocía solo restituirá el precio y los gastos del contrato si los hubiese
pagado el comprador.
- Si la cosa se pierde pero no como consecuencia de los vicios, por caso fortuito o culpa del
comprador, entonces el comprador podrá reclamar el precio que pagó con la rebaja del valor
que la cosa tenía al tiempo de perderse. Si hay mala fe del vendedor además deberá pagar
la indemnización por daños y perjuicios.
Plazo para exigir el saneamiento: es de seis meses contados desde la entrega de la cosa. La
jurisprudencia ha declarado que es plazo de caducidad.
Las partes pueden pactar que el vendedor quede exento de la obligación de saneamiento por
vicios ocultos, aunque el pacto será ineficaz en caso de dolo.
Saneamiento por gravámenes ocultos.
Existe un gravamen oculto cuando desconociéndolo el comprador y no mencionándolo en el
contrato, la cosa comprada tiene un gravamen que no es aparente y que no se impone por
ninguna norma que, debiendo ser conocida por el comprador, lo estableciese para ese tipo de
cosas.
Es un gravamen oculto de carácter jurídico, no material. De acuerdo con el artículo 1483 CC es
necesario que:
- Estemos ante gravámenes reales, no de gravámenes de naturaleza personal.
- Han de ser ocultos objetivamente, por lo tanto cargas o servidumbres no
aparentes.
- Deben desconocidos por el comprador, y por lo tanto no mencionados en el
contrato.
- Y además de tal naturaleza que de haberlos conocido el comprador no habría
adquirido la cosa. El comprador puede optar por:
• Desistir del contrato
• Ser indemnizado.
Efectos:
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El comprador tiene derecho a optar: (Art. 1483 CC)
1. A desistir del contrato o solicitar una indemnización, durante el plazo de UN AÑO (de
caducidad) desde que se otorga la escritura de compraventa.
2. Durante el plazo de UN AÑO (de caducidad) puede exigir una indemnización desde el
momento en que descubre esa limitación o ese gravamen.
EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES DE LOS CONTRATANTES. El tiempo del
cumplimiento.
Las obligaciones se deben verificar inmediatamente siempre que no se haya establecido un
aplazamiento para ejecutar alguna de las prestaciones.
Ninguna de las partes puede exigir el cumplimiento a la otra parte si él no ha cumplido o no está
dispuesto a cumplir su obligación. Excepto en el caso de que se haya concedido un plazo.
Además el vendedor no está obligado a entregar la cosa vendida si el comprador no le ha pagado
el precio o si no se ha señalado en el contrato un plazo para el pago del precio (Art. 1466 CC).
El CC establece que el comprador está obligado a pagar el precio de la cosa en el tiempo y lugar
fijados por el contrato, y si no se hubiera fijado, el pago deberá hacerse en el tiempo y lugar en
el que se haga la entrega de la cosa (Art. 1500 CC).
El CC establece dos excepciones:
1. Consiste en que, se puede retrasar el cumplimiento de la obligación del vendedor de
entregar la cosa, cuando se haya aplazado el pago del precio y se descubra después de la
compraventa que el comprador es insolvente, y que el vendedor corre un grave riesgo de
perder el precio a menos que el comprador asegure con una fianza el precio que debe
pagar (Art. 1467 CC).
2. Se puede retrasar el cumplimiento de la obligación del comprador de pagar el precio
cuando haya recibido la cosa, pero se le perturbe en la posesión o en el dominio de la
misma, o tenga un temor fundado de que va a ser perturbado por una acción de carácter
reivindicatoria o por una acción hipotecaria. En ese caso puede suspender el pago del
precio hasta que el vendedor haya hecho cesar esa perturbación, a menos que el vendedor
entregue una fianza para garantizar que se le va a devolver el precio al comprador, o que se
haya pactado otra cosa por las partes (Art. 1502 CC).
Estas dos son las únicas excepciones que recoge el CC para justificar el retraso de las dos
obligaciones esenciales (entrega de la cosa y pago del precio).
El lugar de cumplimiento de las obligaciones.
- Respecto a la obligación de entregar la cosa: Esta se deberá hacer:
• En el lugar acordado por las partes.
• En el lugar en el que se encontrase la cosa al venderse.
• En defecto de lo anterior en el domicilio del vendedor.
- Respecto a la obligación de pago de precio (Art. 1500 CC): Este debe hacerse:
• En el lugar pactado por las partes.
• Si no se ha pactado ese lugar, el pago se debe hacer en el lugar de entrega de la cosa
vendida.
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IDENTIDAD E INTEGRIDAD DEL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.
Se deberá realizar una prestación que sea por completo igual a la que se ha prometido realizar.
Respecto a esto se recoge una excepción en el CC, que consiste en la venta de bienes
inmuebles por un precio total fijado por sus medidas o por su calidad.
En ese caso el comprador tiene que recibir ese inmueble (con una reducción o con un aumento
del precio), aunque las medidas o la calidad de ese inmueble no sean exactamente las que
convinieron, y siempre y cuando se trate de una pequeña diferencia, está pequeña diferencia que
recoge el CC es hasta un 10% de menos y un 5% de más (Art. 1469 y 1470 CC).
En caso de que las medidas o la calidad superen el 10% de menos o el 5% de más, el
comprador tiene la opción de aceptar la finca tal cual es, con la correspondiente disminución o
aumento de precio, o bien desistir del contrato. Salvo que exista acuerdo de las partes.
Para la opción o reclamación que proceda el plazo es de SEIS MESES desde el día de la entrega.
TEMA 26. LA COMPRAVENTA (II).
I.
RIESGOS.
Se entiende por riesgos el peligro que corre la cosa vendida de destruirse total o parcialmente o
de perjudicarse, siempre sin culpa del vendedor porque en este caso responde él, en el tiempo
que transcurre entre la celebración del contrato hasta que se entrega la cosa.
Debemos aclarar si el deudor carga con los riesgos o si por el contrario este queda liberado de
esa obligación desde la celebración del contrato. Hay diversas opiniones
a) Los riesgos los asume el comprador.
Del CC se deriva que el deudor (vendedor) queda liberado de entregar la cosa si se pierde por
caso fortuito salvo que estuviese en mora o se hubiese comprometido a entregarla a dos o más
personas.
b) Los riesgos los asume el vendedor.
Otros autores por el contrario, entienden que existen mejores argumentos para estimar que el
riesgo corresponde al vendedor:
- Que esta es la posición que se deriva del Art. 1124 CC, ante el incumplimiento del vendedor,
aunque no exista mala fe, el comprador puede pedir la resolución del contrato.
- Se alega también que los riesgos deben correr a cargo de quien sea el dueño de la cosa en
el momento de la pérdida o menoscabo, por eso no es lógico entender que si en nuestro
Derecho rige la teoría del título y del modo que supone que el vendedor es el propietario
hasta la entrega, deba sufrir el riesgo de pérdida el comprador.
c) Los riesgos se distribuyen entre comprador y vendedor.
Otros autores, como Albaladejo, que mantienen una postura intermedia:
- El Art. 1452 CC solo se refiere al daño o provecho de la cosa vendida, pero no a la
pérdida, por eso el comprador debe soportar el riesgo de menoscabo y el vendedor el de
pérdida total por el 1124 CC.
El segundo supuesto que contempla el Art. 1452 es el de la venta de cosas genéricas.
De acuerdo con este precepto el riesgo se transmite al comprador desde la especificación o
desde que este haya incurrido en mora.
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II. COMPRAVENTAS ESPECIALES.
a) Compraventa mediante subastas.
Se subasta la cosa a vender cuando, previo anuncio, quien pueda disponer de ella la ofrece en
venta al que pague un precio mayor. Puede ser:
- Necesaria, cuando impone la ley que se venda por este procedimiento.
- Voluntaria, porque el vendedor elige esta forma de compraventa.
- Judicial, cuando se lleva a cabo con intervención de la autoridad judicial y con las formas
que establece la LEC.
- Extrajudicial, en la forma que libremente se determine, aunque lo más normal es ante
notario con unas condiciones predefinidas. La subasta es un procedimiento de venta, no una
venta en sí misma.
b) Expropiación forzosa.
Se trata de ser privado, por acto de la autoridad, de una cosa, pagando la autoridad una
indemnización. No estamos ante una compraventa como tal (p. ej. nos expropian nuestras tierras
para construir una carretera y nos indemnizan; pero no es una compraventa).
c) Venta de derechos.
La compraventa puede recaer sobre cosas o sobre derechos, el CC establece ciertas
especialidades para la compraventa de derechos de créditos, es decir, para aquellos casos en los
que se produce la cesión de un derecho de crédito mediante venta.
Para la transmisión del derecho de crédito mediante venta no es necesaria su entrega, el derecho
se transmite al comprador por la simple celebración del contrato.
No obstante, si el deudor antes de tener conocimiento de la cesión satisface la deuda al acreedor,
quedará libre de la obligación.
De acuerdo con el Art. 1528 CC la venta o cesión de un crédito comprende la de los derechos
accesorios, como la hipoteca.
El vendedor de buena fe debe responder de la existencia y legitimidad del crédito al tiempo de la
venta a no ser que se haya vendido como dudoso. Sin embargo de la insolvencia del deudor no
es responsable el vendedor salvo:
- Que se hubiese pactado.
- Cuando la insolvencia fuese anterior y pública.
El vendedor solo tiene que responder del precio recibido y de los gastos. Por el contrario el
deudor de mala fe responderá siempre del pago de todos los gastos y de los daños y perjuicios
(Art. 1529 CC).
d) Venta de créditos litigiosos.
Un crédito se tiene por litigioso desde que se contesta a la demanda relativa al mismo y hasta el
momento en que sea firme la sentencia.
70
Si se vende un crédito litigioso el deudor tiene derecho a extinguirlo, reembolsando al cesionario
el precio que pagó, las costas que se le hubiesen ocasionado y los intereses del precio desde el
día en que este fue satisfecho.
Esto supone que el deudor se puede liberar del crédito pagando una cantidad inferior al importe
de su deuda (p. ej. la deuda era de 35.000 y al ser poco solvente el deudor, el acreedor vendió el
crédito litigioso al cesionario por 18.000).
Con esta norma se pretende evitar la especulación con la venta de créditos litigiosos. El deudor
para usar este derecho tiene 9 días contados desde que el cesionario le reclame el pago.
e) Venta de herencia.
El que venda una herencia sin enumerar las cosas de que se compone sólo estará obligado a
responder de su cualidad de heredero. La responsabilidad se refiere únicamente a la existencia
de la herencia, no de la composición.
Salvo que se pacte otra cosa, el vendedor debe abonar al comprador los frutos o cualquier otra
cosa que hubiera percibido de la herencia que vende, y también salvo pacto en contrario, el
comprador debe abonar al vendedor todo lo que este haya pagado por las deudas y cargas de la
herencia y por los créditos que tenga contra la misma.
f)
Venta en bloque.
Se pueden vender en bloque un grupo de cosas o derechos y el que realice esta compraventa
vendiendo alzadamente la totalidad de determinados derechos o cosa:
- Responde de la legitimidad de todo en general.
- No responde del saneamiento de cada una de las partes que compongan ese bloque, a
menos que se trate de una evicción del todo o de la mayor parte.
g) Compraventa de bienes muebles a plazos.
Las partes tienen libertad para celebrar compraventas a plazos de de bienes muebles o
inmuebles, pero existen unos bienes determinados a los que se aplica una regulación especial.
Esta regulación se recoge en la ley 28/1998 de 13 de julio de venta de bienes muebles a plazos.
Se aplica a una determinada clase de bienes muebles corporales que se caracterizan porque no
son consumibles como los aparatos de uso doméstico, electrodomésticos, vehículos u otros
bienes identificables porque constan en ellos su marca y su número de serie de forma indeleble e
inseparable.
En caso de incumplimiento en el pago de los plazos, el vendedor podrá optar entre exigir el pago
de todos los plazos pendientes o la resolución del contrato.
En este segundo caso, las partes deberán devolverse mutuamente lo recibido a consecuencia del
contrato. El vendedor tendrá derecho:
a) Al pago del 10% de los plazos vencidos, en concepto de indemnización.
b) A una cantidad igual al desembolso inicial, si existiese, como compensación por la
depreciación de la cosa vendida y entregada, estando limitada esta compensación a la
quinta parte del precio al contado.
Los Jueces, de modo excepcional y mediando justa causa (situaciones de paro prolongado,
desgracias familiares u otros infortunios) podrán modificar los plazos, señalando los recargos que
pudieran corresponder.
71
III. EXTINCIÓN DE LA COMPRAVENTA.
Se extingue por las causas generales de extinción de los contratos y además por las siguientes
causas, son especialidades sobre el Art. 1124:
- Art. 1503, el vendedor puede promover la resolución si tuviese fundados motivos para temer
la pérdida de la cosa inmueble vendida y entregada, sin llegar a cobrar el precio. Solo se
aplicaría a ventas con precio aplazado. La especialidad consiste en que en este caso cabe
pedir la resolución por el vendedor no solo desde el incumplimiento, sino desde antes,
debido al fundado temor de que cuando venza el tiempo fijado en el contrato no se llegue a
pagar el precio.
- Art. 1504, en la venta de inmuebles, aún habiendo pactado la resolución automática en caso
de impago, es necesario que el vendedor lo requiera judicial o notarialmente.
- Art. 1505, en la venta de muebles, se extinguirá el contrato en caso de que el comprador no
se presente a tiempo a recibir la cosa, o no ofrezca a su vez el pago.
TEMA 27. LA COMPRAVENTA.
Las partes tienen total libertad para modificar los efectos normales de la compraventa, por eso
pueden suprimir algún efecto o agregar alguno nuevo.
PACTOS QUE SE PUEDEN AGREGAR A LA COMPRAVENTA.
8) Pacto de mejor comprador (pacto de addictio in diem).
Consiste en establecer que la compraventa será ineficaz si el vendedor durante un determinado
plazo posterior a la compraventa, encuentra otro comprador que le ofrece unas condiciones más
ventajosas, y el primer comprador no iguala esas condiciones.
9) Pacto de reserva de dominio.
Consiste en que el vendedor después de entregar la cosa al comprador sigue siendo su dueño,
pero no para siempre, sino hasta un momento determinado, o hasta que se dé un cierto suceso
(este suceso habitualmente suele ser el pago total del precio cuando éste está aplazado).
Con este pacto se persigue garantizar el cobro del precio cuando ha sido aplazado, haciendo que
la transmisión de la propiedad al comprador no se verifique hasta que se dé el pago total del
precio.
10) Pacto comisorio.
Consiste en el acuerdo de las partes sobre que si no se paga el precio en el momento debido el
contrato se resuelve automáticamente.
11) Pacto de retroventa.
Consiste en que el vendedor se reserva el derecho de recuperar la cosa vendida siempre que
realice lo siguiente (Arts. 1507 y 1518 CC):
- Que cumpla todo lo pactado.
- Que reembolse al comprador el precio, los gastos necesarios y útiles hechos en la cosa.
- Que reembolse los gastos ocasionados por el contrato.
- Que le devuelva cualquier otro pago legítimo que haya hecho el comprador para la
compraventa.
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El derecho que el vendedor adquiere de recuperar la cosa vendida se denomina “retracto
convencional”.
LAS CONDICIONES.
La compraventa se puede hacer bajo condición, ya sea suspensiva o resolutoria.
- Ventaaprueba.
Una de esas condiciones que se pueden establecer consisten en que la cosa le guste al
comprador, y esa condición se establece en las ventas a prueba, que consiste en que el
comprador tendrá total libertad para decidir si la cosa le agrada o no según su propio criterio y
con independencia de que la cosa reúna las características habituales, ya que va a ser
fundamental que pruebe la cosa para decidir si le gusta.
Esta condición se puede establecer expresamente, pero el CC también permite que se recoja de
una manera implícita y hace referencia a las cosas en las cuales es costumbre probarlas antes de
recibirlas de una manera definitiva, y aquella cosa que se compraron a ensayo o a prueba.
En estos casos el CC presume que la compraventa se ha hecho bajo una condición suspensiva.
(Art. 1453 CC)
LAS ARRAS.
Consisten en una suma de dinero que el comprador pierde si incumple o que si incumple el
vendedor debe devolver por duplicado (Art. 1454 CC).
En la compraventa por arras la obligación del comprador se asegura entregando esas arras, y la
obligación del vendedor se asegura pactando una pena convencional para el caso de que
incumpla, y esa pena convencional consistirá en pagar una suma igual a la de las arras y devolver
la cantidad que recibió.
- Clases de arras:
• Arras penales: Castigan el incumplimiento.
• Arras de desistimiento: Autorizan a incumplir.
• Arras confirmatorias: Son aquellas que se computan como parte de un precio o entrega a
cuenta del precio y se denominan también “señal” de la compraventa.
Las partes son las que deciden que tipo de arras quieren, y si no establecen nada las partes, las
arras se presume que son de desistimiento según se establece en el CC.
PLURALIDAD DE VENTAS DE UNA MISMA COSA (venta doble o venta múltiple).
Consiste en que una persona venda la misma cosa a diferentes compradores y se celebran varias
compraventas, y esas compraventas deben haberse celebrado antes de que alguno de los
compradores adquiera la cosa o consume la compraventa.
Se tiende a solucionar la cuestión de quién la adquirirá.
¿A quién se transfiere la propiedad?: (Art. 1473 CC)
- Si se trata de una cosa mueble, se transfiere al primero que haya tomado posesión de la cosa
de buena fe.
- Si se trata de una cosa inmueble:
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• Se transfiere la propiedad al que antes haya inscrito la propiedad en el Registro, de buena
fe. (No es la inscripción en el Registro en sí la que hace adquirir la propiedad al primer
comprador que inscribe, sino en cuanto tal inscripción presupone la tradición o entrega de
la posesión de lo vendido).
• Si no hay inscripción, o si la inscripción es de mala fe, la propiedad se transfiere al que
primero haya tomado posesión de la cosa de buena fe.
• Si no hay inscripción en el Registro, o la inscripción es de mala fe, o ninguno de los
compradores ha tomado posesión de la cosa de buena fe, la propiedad se transfiere al que
siendo de buena fe, presente título (p. ej. escritura notarial de compraventa) de fecha más
antiguo.
Buena fe del comprador consistirá en ignorar que aquello que se le ha vendido había sido
vendido antes a otra persona.
TEMA 28. LA PERMUTA.
CONCEPTO.
Es un contrato por le que cada uno de los contratantes se obliga a transmitir al otro una cosa o
derecho a cambio de la obligación que tiene la otra parte de transmitirle a su vez una cosa o
derecho (art. 1538 CC). Las características del contrato de permuta son que se trata de un
contrato:
- Consensual.
- Bilateral.
- Oneroso.
- Conmutativo.
- No traslativo del dominio (sino mediante
la entrega de lo permutado).
La permuta es muy semejante a la compraventa, hasta tal punto que para todo lo no
expresamente previsto en el CC en lo referido a esta, regirán las disposiciones relativas a la
compraventa.
La diferencia básica es que en la compraventa se produce cambio de cosa por precio (art. 1445
CC) y en la permuta se produce cambio de cosa por cosa.
ESPECIALIDADES DE LA PERMUTA FRENTE A LA COMPRAVENTA.
Las obligaciones que tienen las partes en la permuta son las mismas obligaciones que tiene el
vendedor en la compraventa, y además cada parte puede exigir el cumplimiento de esas
obligaciones a la otra.
Una diferencia con la compraventa consiste en la obligación de sanear, ya que si un permutante
pierde por evicción una cosa que ha recibido, puede optar, conforme al art. 1540 CC por:
- Recuperar la cosa que entregó a cambio (con ciertos límites).
- Reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
Otra diferencia consiste en que si uno de los contratantes de la permuta ha recibido la cosa y
acredita que lo que ha recibido no es propiedad del contratante que se la ha entregado, tiene
la facultad de resolver el contrato y no puede ser obligado a entregar lo que él había ofrecido y
bastará con que devuelva esa cosa.
Las características de esta facultad de resolver el contrato por haber recibido cosa ajena son las
siguientes:
1. Se puede ejercitar con total independencia de que exista un riesgo cierto de verse
privado de la cosa.
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2. Esa facultad se puede ejercitar con total independencia de que haya buena o mala fe
del permutante que entrega la cosa ajena.
3. Únicamente corresponde a quien la ejercita de buena fe, esto es, al que ignore que lo
que ha recibido era ajeno.
4. Se debe ejercitar antes de entregar al otro permutante la cosa que le debe entregar, y al
descubrir que lo que ha recibido es ajeno, o incluso se puede ejercitar al descubrir que lo
que va a recibir es ajeno (el único requisito es poder resolver el contrato antes de
consumarlo).
TEMA 29. DONACIÓN.
CONCEPTO.
La donación es un acto liberal o una liberalidad. Este es aquel por el cual una persona de manera
espontánea o sin estar obligada a ello proporciona una ventaja o un beneficio gratuito a otra
persona sin recibir nada a cambio.
La donación es un contrato por el cual una parte denominada donante empobrece su patrimonio
por espíritu de liberalidad al realizar una atribución patrimonial a título gratuito a favor de ora
persona que se denomina donatario, y que resulta enriquecido por esa atribución.
DIFERENCIAS ENTRE DONACIÓN Y OTRAS LIBERALIDADES.
No todo acto liberal es necesariamente una donación.
1. Diferencias entre donación y otras liberalidades no contractuales.
Esta diferencia consiste en que la donación es una liberalidad realizada por contrato, mientras
que existen liberalidades que s pueden realizar unilateralmente.
Así, por ejemplo, no es donación la extinción de una deuda por perdón del acreedor. Mientras
que sí será donación la extinción gratuita por acuerdo entre acreedor y deudor.
2. Diferencia entre donación y otras liberalidades contractuales.
La donación produce un empobrecimiento efectivo del donante y un enriquecimiento correlativo
del donatario. Mientras que existen otras liberalidades contractuales en las que se produce una
concesión gratuita pero no existe un empobrecimiento y un enriquecimiento correlativo.
3. Diferencia entre donación y liberalidades de uso.
Las liberalidades de uso son unos actos que se practican ajustándose a un “uso social”. En virtud
del mismo, se otorga un beneficio gratuito al que su autor no está obligado por la ley, sino que lo
hace porque es habitual en la sociedad o porque es una práctica corriente.
Con ese acto no se persigue realizar una liberalidad con intención de donar, y el beneficiario lo va
a recibir como algo normal y habitual, como una práctica socialmente admitida.
Ejemplo: propinas, entrega de regalos en fechas señaladas como Reyes o cumpleaños.
CLASES DE DONACIONES Y OBLIGATORIEDAD DE LAS MISMAS.
Como contrato que es, la donación obliga al donante. Partiendo de esa base, cabe señalar que
las donaciones pueden ser:
1. Donación real — aquella que versa sobre la transmisión o constitución de un derecho real.
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2. Donación obligacional — trata de la transmisión o de la constitución de un derecho de
crédito.
3. Donación liberatoria — si se trata de la extinción, en beneficio del donatario, de un derecho
que lo grava (grava algo del donatario).
LOS REQUISITOS QUE SE DEBEN DAR EN LA DONACIÓN.
El requisito fundamental de una donación consiste en que las partes estén de acuerdo sobre el
carácter gratuito de la atribución que se hace, ya que no sería suficiente la intención de beneficiar
al donante, también se denomina “animus donandi”. La donación implica que existe:
- La intención de beneficiar del donante.
- A esa intención de beneficiar del donante se debe unir correlativamente la intención del
donatario de aceptar a título gratuito la atribución patrimonial.
Este “animus donandi” o intención de beneficiar del donante es diferente del motivo por el cual
existe la intención de beneficiar, ya que los motivos pueden ser muchos.
Por ello, los motivos que inspiran la donación son diferentes de la causa de la donación. El
“animus donandi” es la causa de la donación, es la intención de beneficiar.
LA LEY APLICABLE A LA DONACIÓN.
Las donaciones se rigen por la ley nacional del donante y si el donante es español se aplica el
derecho de la región cuya vecindad civil tenga. En cuanto a la forma de la donación se regirá por
la ley del donante.
También valoran las donaciones otorgadas según lo que disponga el Derecho aplicable en el
lugar del otorgamiento, y, si se trata de inmuebles, el derecho del lugar en que estos radiquen.
LA FORMACIÓN DE LA DONACIÓN.
MOMENTO DE PERFECCIÓN DE LA DONACIÓN.
Como contrato que es, la donación requiere el acuerdo de las voluntades declaradas, y que estas
declaraciones de voluntades son recepticias, y en ese caso el acuerdo se producirá según las
reglas generales cuando la aceptación llegue a conocimiento del oferente.
El CC reitera esta en el artículo 623, señalando que el momento de perfección de la donación,
sería el momento en el que la aceptación del donatario llegue a conocimiento del donante.
Junto a este precepto, el art. 629 CC dice que la donación obliga al donante y produce efectos
desde la aceptación del donatario. Aparentemente eso es contradictorio, peor la conclusión
real es la siguiente.
1) El artículo 629 se refiere a la conclusión de la donación, momento en el que la donación se
concluye.
2) El artículo 623 se refiere al momento en el cual la donación es irrevocable.
Esto es, hay donación desde la aceptación del donatario, pero esa donación se puede revocar o
retirar por parte del donante hasta el momento en el que el donante conoce la aceptación del
donatario.
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OFERTA, ACEPTACIÓN Y NOTIFICACIÓN DE LA DONACIÓN.
La donación se perfecciona con la aceptación y el contrato NO se verá afectado si el donante
muere o si pierde su capacidad antes de recibir la notificación de la aceptación.
Esta es una diferencia fundamental con los contratos normales, que se perfeccionan cuando el
oferente conoce la aceptación y por lo tanto no se perfeccionan si antes de conocerla el oferente
muere o pierde su capacidad.
OFERTA PROCEDENTE DEL DONATARIO.
En los contratos en general, la oferta y la aceptación pueden proceder indistintamente de
cualquiera de las partes y respecto a la donación, el CC establece que la oferta procede del
donante y la aceptación procede del donatario, pero eso no significa que se excluya la
posibilidad de que sea el donatario el que ofrezca y el donante el que acepte.
OFERTA O ACEPTACIÓN POR REPRESENTANTE.
Se admite que el donatario celebre donaciones puras mediante un representante legal o
mediante un representante voluntario, siempre que esa donación no le perjudique.
Respecto al donante, puede otorgar donaciones mediante un representante, el cual puede ser:
- Representante voluntario.
- Representante legal.
En el caso de la representación legal el CC establece una serie de casos en los cuales se
necesita la autorización del juez para que se realice la donación, así el art. 271 CC establece
que los tutores necesitan autorización judicial para disponer a título gratuito de bienes o
derechos del tutelado.
PLURALIDAD DE DONATARIOS.
En una misma donación, los donatarios podrán ser varias personas. Para esos casos, el CC
establece una disposición especial que es el artículo 637 donde se dice que “cuando la donación
se haya hecho a varias personas conjuntamente se entiende hecha por partes iguales, y entre
ellos no existirá el derecho de acrecer y siempre que no se haya establecido lo contrario.
FORMA REQUERIDA PARA LA DONACIÓN.
Se debe distinguir la donación de bienes muebles y la donación de bienes inmuebles.
1) Bienes muebles (art. 632 CC).
Si la donación se acompaña con la entrega simultánea de lo donado, el CC no exige ninguna
forma especifica.
Si la donación no se realiza a la vez que la entrega, el CC exige forma específica. Esa forma
consiste en que la donación deberá hacerse por escrito, y esto significa que deberán constar
en un documento escrito las declaraciones de ambas partes.
2) Bienes inmuebles (art. 633 CC).
Requieren escritura pública (notarial) y deberán constar en dicha escritura las declaraciones de
las partes y todos los pactos accesorios.
Si no se cumple la forma exigida por el CC para las donaciones, ya fueren de bienes
muebles o inmuebles, la donación será nula radicalmente, porque la forma en la donación es
esencial.
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La Escritura en bienes inmuebles:
Deberá ser una escritura que expresamente sea de donación. Ha de tenerse en cuenta
que suele darse el caso en el que se otorga una escritura de compraventa con el fin de eludir
impuestos, ya que lo que realmente querían las partes era una donación.
En este caso la compraventa será nula, porque es simulada, y también es nula la donación
porque no existe escritura de donación.
No obstante, existe la posibilidad de remediar esa situación, otorgando una Escritura de
donación, o calificar la donación realizada como donación remuneratoria, que es aquella
que se realiza para agradecer servicios prestados, y que se caracteriza porque no requiere
documento público ni privado.
FORMA SOLEMNE EXIGIDA PARA LA DONACIÓN.
Es una regla general para las meramente liberales, pero se exceptúan las donaciones
modales y las donaciones remuneratorias.
ARRENDAMIENTO DE FINCAS EN GENERAL.
Además de las normas que se aplican para el arrendamiento de cosas en general, nuestro
Derecho civil recoge una serie de normas para el caso de que lo arrendado sea un
finca rústica o urbana.
En primer lugar existe una legislación especial para determinados arrendamientos rústicos y
urbanos que se encuentra fuera del CC, y que se aplica cuando se trate de arrendamiento
de una finca y ésta reúna ciertos requisitos.
En segundo lugar existe una serie de normas recogidas en el CC que constituyen
Derecho común para el arrendamiento de fincas rústicas y urbanas.
ARRENDAMIENTO DE FINCAS URBANAS EN EL CÓDIGO CIVIL.
Respecto al arrendamiento de fincas urbanas el CC regula dos extremos:
4. Se trata de las reparaciones en la finca y establece que se estará a la
costumbre, salvo pacto sobre a quien le corresponde realizar las reparaciones. En
caso de duda le corresponde realizarlas al arrendador (artículo 1580 CC).
5. Además recoge el CC otro extremo que es la duración y terminación del
contrato en el artículo 1581 CC, que señala que la finalización del contrato se
produce sin necesidad de un requerimiento especial, cuando se ha cumplido el
plazo. Si no se ha fijado plazo, el arrendamiento se entiende hecho por años
cuando se ha fijado un arrendamiento o alquiler anual, y se entiende hecho
por meses cuando el alquiler sea mensual. Esto es lo recogido sobre fincas
urbanas en el CC.
LEGISLACIÓN ESPECIAL SORE ARRENDAMIENTO DE FINCAS URBANAS.
Esta legislación está motivada tanto por la escasez de viviendas o de edificios habitables (al
menos, en su época de aprobación, 1994) como por la necesidad de crear un marco protector al
arrendatario. Recuérdese que todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, según
la CE.
Está legislación especial consiste en la ley 29/1994, de 23 de noviembre, de
78
arrendamientos urbanos. A esta ley le precedió la ley de arrendamientos urbanos de 1964,
que a su vez había sido modificada por el “decreto-boyer” de 1985, que suprimió las
prórrogas forzosas a las que tenía derecho la parte arrendataria. Entró en vigor el 1.1.1995.
La LAU, regula para toda España la materia de arrendamientos urbanos, ya que se trata de
una materia de competencia exclusiva del Estado, y regula los arrendamientos de fincas
urbanas edificadas que se destinan a su utilización por el arrendatario como vivienda
permanente o para otros usos distintos.Esto significa que queda fuera del ámbito de la ley los
arrendamientos de fincas rústicas, arrendamientos de fincas urbanas no construidas (por
ejemplo, un solar), o los arrendamientos de fincas cuyo fin no sea ser ocupadas (por ejemplo
una plataforma para permitir la observación de la naturaleza).
En 2013 se opera una importante reforma de la LAU por la Ley 4/2013, de 4 de junio, de
medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler de viviendas, ya que en
esos momentos sólo el 17% de la población residía en una vivienda alquilada.
ARRENDAMIENTO DE VIVIENDA Y ARRENDAMIENTO PARA USO DISTINTO DE
VIVIENDA.
C) Arrendamiento para uso de vivienda:
Se considera arrendamiento de vivienda aquel que recae sobre una edificación habitable
cuyo destino primordial es satisfacer la necesidad permanente de vivienda del
arrendatario, e incluso aunque no sea vivienda permanente del arrendatario, lo será
cuando habiten en ella permanentemente el cónyuge del arrendatario no separado
legalmente, ni de hecho, o los hijos del arrendatario que dependan de él.
Las normas que regulan el arrendamiento de viviendas se van a aplicar también a cualquier
dependencia o espacio accesorio de la finca como pueden ser las plazas de garaje, trasteros o
el mobiliario (recordar la regla de que lo accesorio sigue a lo principal).
Existe arrendamiento de vivienda cuando el arrendatario la destina para vivir como su fin
primordial, pero utiliza alguna habitación para ejercer sus actividades profesionales.
Así el médico o abogado que destinan la finca urbana para vivir como fin primordial, pero
usan una de las habitaciones como despacho, en principio es arrendamiento de la
vivienda, aunque la use también para el ejercicio de sus actividades profesionales.
D) Arrendamiento para uso distinto del de
vivienda.
Se considera arrendamiento para uso distinto del de vivienda, el arrendamiento que recae
sobre una edificación que no tiene como destino primordial el de vivienda permanente
del arrendatario, como por ejemplo el inmueble en el que se ejercen actividades industriales,
comerciales, artesanales, profesionales, recreativas, asistenciales, culturales o docentes.
ARRENDAMIENTOS EXCLUIDOS DE LA LAU
La LAU establece que quedan fuera de su ámbito de aplicación los siguientes supuestos:
1. Vivienda de porteros, guardas, asalariados, empleados y funcionarios que tienen
asignada la vivienda por razón de su cargo o por el servicio que prestan.
2. Viviendas militares.
3. Edificios destinados a un aprovechamiento agrícola, p o r q u e aunque en la finca
exista una vivienda el fin primordial es el aprovechamiento por lo que se aplica la
Ley de Arrendamientos Rústicos.
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4. Viviendas universitarias destinadas a alumnos, a personal docente,
administración y servicios por razón del vínculo con la universidad.
5. El alquiler de viviendas turísticas, amuebladas y con finalidad lucrativa (p.ej. el
apartamento que se alquila en vacaciones). Este último punto se debe a la reforma
operada por Ley 4/2013, de 4 de junio.
RÉGIMEN APLICABLE Y NATURALEZA DE LAS NORMAS DE LA LAU.
- Se establece que los arrendamientos que regula la LAU se deben someter de forma
imperativa a lo que la Ley establece en los títulos IV y V, que se refieren a:
• Los procesos arrendaticios (siendo Derecho Procesal no admite modificación por
acuerdo entre las partes). La reforma de 2013 pretende impulsar el arbitraje y la mediación
en este ámbito.
• La necesidad de prestar, obligatoriamente, fianza. Un mes del importe del arrendamiento
en el caso de vivienda y dos meses en otro caso.
• La posibilidad que tienen las partes de exigir la formalización por escrito del contrato de
arrendamiento.
- Se establece que las partes no pueden sustraer de la aplicación de la LAU. un arrendamiento
urbano.
- Establece una prelación de fuentes: La LAU establece que los arrendamientos de vivienda se
rigen por:
1. Por lo establecido en la LAU.
2. En su defecto, por la voluntad de las partes.
3. De forma supletoria por lo establecido en el CC.
Se van a exceptuar los arrendamientos de vivienda suntuarias o de lujo que son
aquellas que tienen una superficie mayor de 300 metros cuadrados o cuya renta anual
es superior a 5,5 veces el salario mínimo interprofesional. Respecto a este tipo de
vivienda se establece que:
1. Por la voluntad de las partes.
2. En su defecto por lo dispuesto en la LAU.
3. Supletoriamente por lo dispuesto en el CC.
El arrendamiento para de uso distinto al de vivienda se rige por:
1. Por la voluntad de las partes.
2. Por lo establecido en la LAU.
3. De forma supletoria por el CC (Derecho dispositivo y, no de Derecho
imperativo).
- Establece que se podrán excluir la aplicación de determinados preceptos de la ley, pero se
deberá hacer de forma expresa por cada uno de los preceptos que se excluyen.
80
- Que las normas de la LAU que favorezcan al arrendatario o subarriendo de viviendas son
imperativas y las partes no podrá modificarlas pactando otra cosa salvo que la ley lo
autorice en algún supuesto.
LIBERTAD DE FORMA CONTRACTUAL
Los arrendamientos no están sujetos a forma solemne y por lo tanto rige la libertad de forma,
pero se establece en la LAU que las partes podrán compelerse recíprocamente a la
formalización por escrito del contrato de arrendamiento.
GARANTÍA DE LAS OBLIGACIONES DEL ARRENDATARIO
En todo arrendamiento regido por la LAU debe prestarse una fianza en metálico
que consistirá en que el arrendatario le entregue al arrendador el equivalente:
- A una mensualidad de renta en los arrendamientos de vivienda.
- A dos mensualidades de renta en los arrendamientos para uso distinto del de
vivienda.
La LAU establece que no se puede renunciar a la fianza ni disminuirla, pero si permite que
se aumente o que se pacten otras garantías complementarias además de la fianza.
La LAU recoge que las CC.AA. pueden establecer la obligación de que los
arrendadores de una finca urbana sometida a la LAU, depositen el importe de la fianza a
disposición de la administración autonómica o del ente público que se designe, hasta la
extinción del contrato de arrendamiento (sin devengo de interés).
La fianza se destina para paliar o reparar los daños efectuados por los
arrendatarios, pero no es limitativa de la responsabilidad de estos últimos.
No está permitido pagar el último mes con cargo a la fianza. Deberá producirse la devolución
de la fianza.
INSCRIPCIÓN DE LOS ARRENDAMIENTOS URBANOS EN EL REGISTRO DE LA
PROPIEDAD:
Todos los arrendamientos de inmuebles y entre ellos los sometidos a la LAU son inscribibles
en el Registro de la Propiedad.
LAS PARTES, SU CAPACIDAD Y EL PODER DE DISPOSICIÓN:
- Respecto al arrendador:
Se le exige que tenga capacidad de disposición y si no la tiene deberá serle completada
por sus padres o representantes legales.
- Respecto del arrendatario:
Se le exige capacidad general de contratar.
- El poder que debe tener el arrendador sobre la finca:
Sólo se le exige que pueda disponer del uso de la cosa. Se puede arrendar una cosa ajena.
En relación a esta posibilidad se recoge en la LAU que los arrendamientos de vivienda ajena
que el arrendatario haya contratado de buena fe con la persona que aparezca como
propietario de la finca en el registro de la propiedad, o con la persona que parece ser el
81
propietario por un estado de cosas causado por el verdadero propietario, ese contrato de
arrendamiento durara tres años. El propietario no puede atacar ese contrato.
OBLIGACIONES Y DERECHOS DE LAS PARTES
Obligaciones y derechos del arrendador:
Obligaciones:
a) Entregar al arrendatario la finca arrendada.
b) Mantenerle en el uso pacífico de la cosa al arrendatario.
c) Realizar las reparaciones necesarias para conservar la finca en las condiciones de
uso.
Se excluyen de esas reparaciones:
- Las pequeñas reparaciones provocadas por el desgaste de la cosa por uso normal que son
de cargo del arrendatario.
- También se excluye la reconstrucción de la cosa si se destruye sin culpa del arrendador.
Derechos:
1. Cobrar la renta y elevarla cuando sea procedente.
2. El arrendatario deberá soportar la realización por el arrendador de las obras de mejora
que no puedan aplazarse hasta que concluya el contrato. Tales obras son las necesarias
legalmente o de hecho que exija la cosa y que excedan de su conservación ordinaria
y se incluyen la instalación de infraestructuras comunes de acceso a los servicios de
telecomunicación.
3. Hay que señalar que el arrendador no puede variar la cosa arrendada si no es por obra
de conservación o por obras de mejora.
Obligaciones y derechos del arrendatario:
Obligaciones:
• Pagar la renta.
• Destinar la cosa al uso pactado, cuidándola adecuadamente.
• Realizar las pequeñas reparaciones causadas por el desgaste normal de la cosa por su uso.
• Avisar al arrendador de la necesidad de realizar reparaciones que sean de cuenta del
arrendador.
• No alterar la cosa sin autorización del arrendador.
Existe una excepción que consiste en que el arrendatario podrá realizar en su vivienda las
obras que alteren la cosa, cuando sean necesarias para adecuarla a la edad del arrendatario
o una persona de su entorno, si supera los 70 años, o bien a la minusvalía que padezca el
arrendatario o una persona de su entorno (sólo en arrendamiento de vivienda, siendo la edad
o minusvalía sólo de esas personas, y si se precisa, y podrá ser en el momento del contrato o
posterior).
82
El arrendador le puede exigir al finalizar el contrato que reponga la vivienda a su estado inicial.
Derechos:
- Que el arrendador le entregue la cosa.
- Que el arrendador le mantenga en el uso pacífico de la cosa en las condiciones
requeridas.
- Suspender el contrato, incluyendo la suspensión de la obligación de pagar la renta
cuando sean necesarias obras de conservación o cuando las haya acordado la autoridad
competente y estas obras hagan inhabitable la vivienda (en uso distinto de vivienda hay
que entender cuando sea imposible el uso a que se destine).
- Desistir del contrato y resolver el contrato. Si la otra parte incumple sus obligaciones, el
arrendatario tiene derecho a resolver el contrato de arrendamiento, y cuando se den otras
circunstancias tiene derecho a desistir del contrato.
- Derecho de adquisición preferente si se vende la finca arrendada (derecho de tanteo y de
retracto). Este derecho es perfectamente renunciable.
- Tiene derecho a continuar en el arrendamiento con el nuevo dueño si la finca se
transmite.
DURACIÓN DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE FINCAS URBANAS:
Arrendamiento para uso distinto del de vivienda:
Tendrá la duración pactada, y si no se ha fijado plazo, se entiende pactado por el período
para el que se fijó la renta, es decir por años si el alquiler es anual, por meses si el alquiler
mensual etcétera.
La LAU no obliga a un plazo mínimo para este tipo de arrendamiento, ni tampoco da derecho
a prórroga alguna al arrendatario.
Arrendamiento para uso de vivienda:
Esto significa que la duración pactada es libre, pero si no se pacta duración alguna, se
establece una duración legal de un año, y si el arrendamiento se ha pactado por menos de
TRES AÑOS o no tiene un plazo establecido, en ese caso se conceden al arrendatario
prórrogas, que consisten en que se prorroga el contrato por períodos anuales hasta
que alcancen un total de tres años.
A partir de ese momento no tiene más prórrogas.
Esas prórrogas anuales se producen automáticamente a menos que el arrendatario
exprese al arrendador su voluntad contraria, con al menos treinta días de antelación a la
finalización del contrato o a la finalización de la prórroga anterior.
Duración del contrato cuando la cosa arrendada se transmite:
La transmisión de la cosa no altera la duración del contrato ni el derecho a las prórrogas,
porque el adquirente de la finca –como regla general- pasa a ocupar el lugar del arrendador y
el contrato sigue por disposición de la ley vigente entre adquirente y arrendatario.
Esa sustitución o continuación del arrendamiento solo se da cuando se cumplen los
siguientes requisitos:
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LA RENTA: SU ACTUALIZACIÓN Y AUMENTOS:
La renta tanto en el arrendamiento para uso distinto del de vivienda, como para vivienda es
una renta libre. El pago de la renta se hará según lo pactado, y si no se ha pactado nada hay
que distinguir entre:
1. Arrendamiento para uso distinto del de vivienda: se aplica las reglas del CC.
2. Arrendamiento de vivienda: se establece en la LAU que el pago de la renta será mensual
y se habrá de satisfacer en los siete primeros días del mes. Desde 2013 se permite que,
por acuerdo entre las partes, durante tiempo determinado, se sustituya el pago de las
mensualidades por la rehabilitación del inmueble llevada a cabo por el arrendatario.
Actualización de la renta:
Para arrendamientos para uso distinto del de vivienda:
No habrá actualización de la renta, salvo pacto de las partes o alteración de las
circunstancias básicas.
Para arrendamiento de vivienda:
Desde 2013, existe libertad para la actualización de la renta. En defecto de pacto, expreso, se
aplicará la variación que experimente el IPC.
Aumentos o elevación:
La renta se puede elevar por mejoras hechas por el arrendador en la finca. Distinguimos:
- Arrendamiento para uso distinto del de vivienda:
En esta clase de arrendamientos habrá que estar a lo pactado por las partes, y en defecto de
pacto, se puede elevar la renta a partir de la realización de la mejora, en el interés legal del
dinero aumentado en tres puntos.
Respecto a la elevación de la renta por cesión del arrendamiento o por
subarriendo, el arrendador tiene derecho a elevar la renta en un 10% o en un
20% cuando el arrendatario pueda subarrendar la finca sin necesidad de
consentimiento del arrendador.
En este caso será un 10% si es un subarriendo parcial de la finca, y un 20 % se es un
subarriendo total o cesión.
- Arrendamiento de vivienda:
Se puede elevar la renta por las mejoras que se hayan hecho sólo cuando hayan transcurrido
tres años de duración del contrato, a menos que se haya pactado lo contrario.
Transcurridos esos t re s a ñ o s se puede elevar la renta a partir de la realización de la mejora,
en el interés legal del dinero aumentado en tres puntos.
El aumento de la renta en cualquier caso no podrá exceder del 20% de la renta vigente el
momento de finalizar la obra de mejora.
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CONTINUACIÓN DEL CONTRATO CON SUSTITUCIÓN DE ALGUNA DE LAS PARTES.
Es necesario el consentimiento del arrendador para la sustitución del arrendatario por otra
persona en el arrendamiento de vivienda y en el arrendamiento par uso distinto del de
vivienda, cuando en la finca arrendada no se ejerza una actividad empresarial o profesional
Principales casos de sustitución del arrendatario impuesta y obligada al arrendador.
•
Muerte del arrendatario de vivienda que será sustituido por su cónyuge o por la
persona que haya convivido con él o sus descendientes, ascendientes o
hermanos con la preferencia marcada en la LAU: Si concurren varias personas en la
misma posición, tendrá preferencia el que tenga una minusvalía, carga económica o
familiares graves, etc.
•
Fallecimiento del arrendatario de una finca para uso distinto del de vivienda,
cuando en el local se realice una actividad empresarial o profesional podrá sustituir al
arrendatario el heredero que continúe con esa actividad hasta la extinción del contrato.
•
Cesión del arrendamiento de vivienda p o r e l a r r e n d a t a r i o cuando en la
finca se ejerza una actividad empresarial o profesional, siempre que se notifique al
arrendador en el plazo de 1 mes.
SUSPENSIÓN DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.
El contrato de arrendamiento dejará de producir efectos y se suspenderán las obligaciones de
las partes si éste es suspendido, además de paralizarse el plazo del contrato.
La suspensión la podrán acordar las partes y la ley recoge un caso en el arrendamiento de
vivienda o no, que consiste en que el arrendatario pida la suspensión si la finca se convierte
en inhabitable a causa de obras de conservación o por obras acordadas por la autoridad
competente.
RESOLUCIÓN DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.
1) El arrendamiento de vivienda.
Las partes pueden solicitar que se ponga fin al contrato, si una de ellas ha incumplido sus
obligaciones esenciales y recíprocas, y la otra parte ha cumplido o está dispuesta a hacerlo, y
además no desea exigir el cumplimiento, todo ello al amparo del artículo 1124 Código Civil,
que permite pedir la resolución del contrato y una indemnización por los daños ante los
tribunales, y éstos decidirán si hay causa o no de resolución por incumplimiento de
obligaciones, solicitada la resolución por el arrendador, y el tribunal deberá otorgarla.
Las causas de incumplimiento que permite pedir la resolución al arrendador y el tribunal
deberá otorgarla:
•
Falta del pago de la renta o de cualquier cantidad cuyo pago corresponda al
arrendatario.
•
Falta de pago del importe de la fianza o de su actualización.
•
El subarriendo o cesión del contrato sin consentimiento del arrendador.
•
La realización de daños de manera dolosa en la finca o realizar obras que no haya
consentido el arrendador cuando su consentimiento sea necesario.
•
La realización de actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas en la
finca.
85
•
El dejar de destinar la vivienda a satisfacer la necesidad permanente y primordial de
vivienda del arrendatario o de sus familiares.
Casos en que puede solicitar la resolución el arrendatario y el tribunal debe otorgarla:
•
Que el arrendador no haya realizado las obras de reparación para conservar la
vivienda.
•
Que el arrendador impida o perturbe la utilización de la vivienda ya sea de hecho o de
derecho.
2) El arrendamiento para uso distinto del de vivienda,La ley sólo autoriza al arrendador a solicitar la resolución por las siguientes causas:
•
Falta de pago de la renta o de otras cantidades asimiladas, fianza o su actualización.
•
Cuando en el local se produzcan actividades molestas, insalubres, nocivas o ilícitas.
•
Por la cesión o subarriendo fuera de los casos permitidos por la ley.
DESISTIMIENTO DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.
Sólo le corresponde al arrendatario que desea poner fin al contrato, siempre que se de
alguna de las siguientes causas:
1) Necesidad de realizar obras de conservación o acordados por la autoridad que haga
inhabitable la finca (da igual que sea vivienda que no).
2) El arrendador realice una obra necesaria en la finca que no puede retrasarse
hasta el final del contrato, y que afecten a la finca de forma relevante, aunque no
la hayan inhabitable (da igual que sea vivienda que no).
3) Desde 2013 la LAU reconoce que el arrendatario pueda desistir del contrato en
cualquier momento, una vez que hayan transcurrido al menos seis meses y lo
comunique al arrendador con una antelación mínima de treinta días. Se reconoce
igualmente la posibilidad de que las partes puedan pactar una indemnización para el
caso de desistimiento.
LA EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE FINCAS URBANAS.
Las causas de extinción de este contrato son las siguientes:
1. El mutuo disenso o acuerdo de las partes para poner fin al contrato.
2. Que se reúna en la misma persona el derecho a usar la cosa y el deber de proporcionar
el uso. Como sería si el arrendatario comprase la finca alquilada.
3. Transcurso del plazo y transcurso de sus prorrogas. Cuando se trata de un arrendamiento
para uso distinto del de vivienda en el que ha transcurrido el plazo, el arrendatario tiene
derecho a una indemnización a cargo del arrendador cuando se den dos requisitos (los que
se deben dar conjuntamente):
• Consiste en que en la finca durante los últimos 5 años se haya ejercido una actividad
comercial de venta al público.
• Que el arrendatario haya manifestado con 4 meses de antelación al término del plazo su
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voluntad de renovar el contrato por otros 5 años.
4. La resolución del contrato, en los casos ya vistos.
5. El desistimiento.
6. Que concluya el derecho a usar la cosa pasando al dueño ese derecho.
7. La pérdida de la cosa arrendada sin que sea culpable el arrendador.
8. La declaración de ruina acordada por la autoridad competente.
EL SUBARRIENDO DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE FINCAS URBANAS.
A.- Contrato de arrendamiento de vivienda.
El subarriendo de vivienda debe ser parcial y debe estar consentido por el arrendador (si no
lo ha consentido, es causa de resolución).
Ni aun consintiéndolo el arrendador cabe que sea de toda la cosa arrendada. La renta del
subarrendamiento no podrá exceder a la del arrendamiento.
B.- Contrato de arrendamiento para uso distinto de vivienda.
El subarriendo puede ser parcial o total y no es necesario el consentimiento del arrendador si
en la finca se ejerce una actividad empresarial o profesional, pero sí en otro caso.
El subarrendamiento deberá notificarse de forma fehaciente al arrendador dentro de un mes
desde que se concertó, y da derecho a éste a elevar la renta. La renta de este subarrendamiento
no tiene límite.
RESPONSABILIDAD CIVIL.
ACTOS ILÍCITOS.
Si una persona es culpable del daño que ha sufrido otra, está obligada a reparar el daño. Si esa
responsabilidad se basa en la culpa del autor de ese acto, nos encontramos ante la denominada
responsabilidad por culpa.
En ciertos casos, se puede estar obligado a reparar el daño causado, aunque no haya mediado
culpa. Aquí estaríamos ante una responsabilidad objetiva.
- Responsabilidad por culpa — toda persona responde de los actos que le sean imputables, y
si ese acto daña a otra persona, responde de él, y queda obligado a reparar el daño causado.
Nuestro derecho recoge como regla general la responsabilidad por culpa.
- Responsabilidad sin culpa u objetiva — consiste en una serie de casos en los cuales no
existe culpa, pero se responde al daño producido a otra persona si así lo establece la ley. En
nuestro derecho, esta responsabilidad es la excepción, y se fundamenta en que se permite
utilizar ciertas cosas, que aunque causan un beneficio, también crean un riesgo, y la persona
que se beneficia deberá reparar el daño que se puede causar, aunque él no tenga culpa alguna.
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Clases de actos ilícitos.
- Actos ilícitos penales.
Consisten en catos dañosos que dan lugar a una sanción penal, castigada por la ley, regulando la
imposición de una pena junto a la reparación del daño que el acto cause, tal y como se recoge en
el artículo 1904 CC.
- Actos ilícitos civiles.
Consisten en actos dañosos que no dan lugar a una pena, pero surge una obligación de
reparación, tal y como se recoge en el artículo 1903 CC.
Responsabilidad por actos propios culpables.
El CC establece en el artículo 1902 que el que causa un daño a otro por acción u omisión,
interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado. Los requisitos son:
1) Un acto, ya sea positivo o negativo, que proviene de la persona responsable.
2) Que sea un acto dañoso:
1) Que se haya producido un daño de cualquier clase.
2) Que ese daño sea consecuencia del acto, es decir, que existe un nexo causal entre el
daño y el acto.
3) Que el acto sea objetivamente antijurídico o ilícito, es decir, que contravenga una norma que
protege el bien dañado.
4) Que se trate de un acto culpable, que significa que se puede atribuir a culpa o negligencia, o
a dolo de la persona que lo realiza.
Esta responsabilidad se denomina extracontractual, extraobligacional o aquiliana, al tener su
origen en la “Lex Alquilia” romana.
En la actualidad se encuentran vigentes los artículos anteriores, pero nos encontramos ante una
responsabilidad que se ha objetivado. Con la voluntad de facilitar el resarcimiento al perjudicado,
no es necesario probar la culpa del causante, ya que sería un elemento ciertamente complejo.
Responsabilidad de padres o tutores, empresarios y centros de enseñanza no superior.
1. La responsabilidad de padres o tutores.
Tradicionalmente, se ha considerado que los padres o tutores de los menores in potestate o de
los incapacitados deberían ser considerados responsables civiles de los daños ocasionados por
las quejonas de las que eran guardadores legales.
Desde su publicación, el CC ha seguido dicha línea en los artículos 1903.2 y 1903.3.
- La presunción de culpa y la objetivación de la responsabilidad.
El fundamento de esta responsabilidad en la culpa in vigilando, en términos teóricos, debería
suponer que padres y tutores quedaran exentos de responsabilidad cuando acrediten haber sido
persona diligentes y cuidadosas respecto de la conducta de los menores o incapacitados
sometidos a su autoridad.
El CC acepta dicho planteamiento, con carácter general, en el último párrafo del artículo 1903.
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Conforme a dicha concepción, la responsabilidad paterna vendría caracterizada sencillamente
por una presunción iuris tantum de culpa que admitiría la prueba en contrario, con la consiguiente
exoneración de responsabilidad para padres y tutores.
Sin embargo, dicha contemplación del tema no se corresponde con la realidad jurisprudencial de
nuestros días. La jurisprudencia del TS sobre la materia se caracteriza en las últimas décadas por
ser de un rigor extraordinario respecto de la responsabilidad de padres y tutores hasta tal punto
que no cabe ya hablar de responsabilidad por culpa, sino que en la práctica se ha pasado a
establecer una responsabilidad de carácter objetivo o por riesgo.
En efecto, la jurisprudencia nuestro Alto Tribunal ha declarado reiteradamente que la exclusión de
la responsabilidad de los guardadores legales no puede darse aunque éstos hayan observado
una conducta diligente en relación con la educación y formación de los menores o incapacitados
por quieren deben responder.
- Responsabilidad civil dimanante de la responsabilidad penal de los menores.
Respecto de las disposiciones propias de la LO 5/2000, del 12 de enero, reguladora de la
responsabilidad penal de los menores, existe de manera objetiva y solidaria, responsabilidad civil
por parte de sus padres y guardadores legales.
2. La responsabilidad del empresario.
- Carácter y presupuesto de su exigencia.
El art. 1903.4 CC dispone que son igualmente responsables “los dueños o directores de un
establecimiento o empresa respecto de los perjuicios causados por sus dependientes en el
servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, o con ocasión de sus funciones”.
Por su parte, el siguiente artículo establece que “el que paga el daño causado por sus
dependientes puede repetir de éstos lo que hubiese satisfecho”.
De la lectura conjunta de ambos preceptos resulta que cualquier daño inferido a terceros en el
ámbito empresarial correspondiente permite la exigencia directa de responsabilidad al
empresario, pero que ésta no excluye la posible responsabilidad del dependiente causante del
daño.
Además, si tenemos en cuenta el precepto general del art. 1902 CC, parece difícilmente
discutible que la víctima del daño, en caso de poder identificar al dependiente o empleado
causante del daño y si éste ha actuado culposa o negligentemente, podría accionar también
directamente contra él.
Esto es, un mismo hecho dañoso puede fundamentar una doble exigencia de responsabilidad,
pues la víctima puede dirigirse indistintamente contra cualquiera de los posibles responsables
(empleado y empresario) o contra ambos conjuntamente.
La responsabilidad del empresario se caracteriza por ser directa, en el sentido de que no requiere
que previa o simultáneamente se demande al empleado causante del daño, y, en segundo lugar,
por encontrar fundamente en la culpa in vigilando o culpa in eligendo del propio empresario.
Al tener éste a su cargo la organización y gestión del ámbito natural de su actividad empresarial.
Para que la posible exigencia de responsabilidad al empresario sea efectiva requiere el Código
que se den, de forma concurrente, dos presupuestos:
A) La relación de dependencia. La relación de dependencia cabe extraerla del propio
término utilizado por el Código: “dependiente”. Según ella, el causante del daño debe
encontrarse respecto del empresario en una situación de subordinación, en el entendido
de que la actuación del dependiente responde a las órdenes de aquel.
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B) La actuación del dependiente de la esfera de actuación de la empresa. Este segundo
presupuesto supone que los actos dañosos de los dependientes o auxiliares sólo
generarían la responsabilidad del empresario cuando puedan considerarse inherentes al
desempeño de las funciones o gestiones encomendadas dentro del ámbito empresarial
correspondiente.
- El derecho de repetición.
El art. 1904 CC establece, desde la redacción originaria del Código, que “el que paga por el daño
causado a sus dependientes puede repetir de éstos lo que hubiese satisfecho”, es decir, un
derecho de repetición del empresario contra aquellos dependientes que hubiesen originado la
propia responsabilidad de aquel.
Según ello, resulta que la responsabilidad del empresario no dimana de su propia culpa, pues en
tal caso el CC no debería permitir que “repitiera” contra sus dependientes, sino de
consideraciones de carácter objetivo o de creación de riesgo por la actividad empresarial, tal y
como sienta como regla la jurisprudencia.
3. La responsabilidad de los titulares de centros docentes de enseñanza no superior.
- La responsabilidad de los titulares de los centros docentes.
Conforme al artículo 1903.6 CC, la responsabilidad ha girado algunos grados en relación con el
sujeto que ha de soportar, pero sigue fundamentada en criterios de culpa in vigilando, o si se
quiere, en culpa in eligendo, pues sólo se origina mientras los alumnos se hallan “bajo el control o
vigilancia del profesorado del Centro” desarrollando actividades programadas o regidas por éste,
sean propiamente escolares o complementarias.
Parece igualmente indudable que los Centros de enseñanza universitaria han de quedar excluidos
de la previsión normativa. Pero ¿ha de entenderse por “enseñanza” sólo y exclusivamente el
estudio reglado o, por el contrario, debe extenderse semejante vocablo a cualesquiera otras
actividades susceptibles de aprendizaje y de organización docente?
A mi juicio, la expresión debe ser entendida en sentido amplio, quedando referida, pues, a
cualesquiera instituciones u organizaciones que se dediquen a la formación, enseñanza y
aprendizaje de menores de edad, con independencia de la actividad concreta desarrollada.
- El derecho de repetición.
La Ley 1/1991 ha incorporado un segundo párrafo relativo al derecho de repetición de los titulares
de Centros docentes, de nueva redacción, al art. 1904. En su virtud, los titulares de los Centros
“podrán exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si hubiesen incurrido en dolo o culpa
grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa del daño”.
Por tanto, el profesor queda exonerado de responsabilidad frente al Centro docente en el caso de
que su actuación sea meramente culposa; mientras que en caso de culpa grave o dolo, nace el
derecho de repetición del centro docente contra el profesor.
4. Responsabilidad derivada de daños causados por animales y cosas.
- Responsabilidad por daños causados por animales “poseídos” y de caza (arts. 1905 y
1906 CC).
Se trata de una responsabilidad objetiva o sin culpa, que deriva de la posesión de un animal, en
caso de que éste cause un daño.
Así, en primer lugar el art. 1905 CC dispone que el poseedor de un animal, o el que se sirve de él,
es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta
responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo
hubiese sufrido.
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En este caso el deudor de la obligación de reparación es el poseedor de un animal (normalmente
doméstico) apreciada la posesión en sentido amplio, que comprende incluso a la persona que se
sirve del animal. Se trata de una responsabilidad objetiva, ya que la obligación de reparar el daño
deriva de que el animal lo cause, aunque se le escape o extravíe al poseedor.
Sólo quedará exento de responsabilidad el poseedor cuando se produzca la ruptura del nexo
causal, bien porque el daño proceda de fuerza mayor (es decir, no del animal), o del propio
perjudicado (ej. el que acerca el brazo a la boca de un animal peligroso).
En segundo lugar, el art. 1906 CC establece la obligación del propietario de una heredad de caza,
de indemnizar los daños que causen los animales de caza en las fincas vecinas (no acotadas).
Dicha obligación puede provenir:
• Bien de no haber hecho lo necesario para impedir su multiplicación.
• Bien por haber dificultado la acción de los dueños de dichas fincas vecinas para perseguirla
- Responsabilidad por daños causados por cosas.
El propietario de ciertas cosas vendrá obligado a indemnizar de los daños que causen las cosas
que estén dentro de su propiedad, con independencia de su culpabilidad.
• Responsabilidad por daños causados por bienes inmuebles (a. 1907 y 1908 CC).
En primer lugar, el propietario de un edificio entendido en sentido amplio (cualquier construcción)
tiene el deber de conservarlo en buen estado para que su ruina no cause daños a terceros. Así,
en este sentido el art. 1907 establece la obligación del propietario de reparar o indemnizar los
daños que resulten de la ruina de todo o de parte de él.
Aunque parece que el mencionado articulo exige que la ruina sobrevenga por falta de
reparaciones necesarias, Sin embargo en este caso el propietario responderá en todo caso de los
perjuicios que su edificio cause, salvo que haya intervenido en la producción del daño un caso
fortuito, fuerza mayor, un tercero o el propio perjudicado.
Por tanto, nuevamente se trata de una responsabilidad objetiva, ajena a la culpabilidad.
No obstante si la ruina se hubiese producido por defecto de construcción, el art. 1909 dispone
que el tercero que lo sufra sólo podrá repetir contra el arquitecto o, en su caso, contra el
constructor, dentro del tiempo legal.
En segundo lugar, según el art. 1908, 3º el propietario de un árbol responderá por el daño que
pudiera causar su caída a un tercero, salvo si concurre fuerza mayor en la caída (o tb. Culpa de la
víctima o un tercero). (ej. árbol de finca colindante que cae sobre la casa del vecino).
En tercer lugar, el propietario también deberá, según el art. 1908.2º Cc, reparar o indemnizar los
daños causados por los humos excesivos que sean nocivos a las personas o a las propiedades y
por las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes.
Es decir, se trata de una responsabilidad objetiva que se extiende a toda clase de inmisiones
intolerables u agresión al medio ambiente en general, y que deberá ser asumida por el propietario
o titular del origen de los humos o emanaciones. Y en su caso, también por el arquitecto y
constructor del edificio con defecto de construcción.
• Responsabilidad por daños causados por cosas muebles (arts. 1908 y 1910).
En primer lugar, el mismo art. 1908 impone, en su apartado primero, al propietario de máquinas o
sustancias la obligación de reparar el daño que produzca la explosión de la máquina o la
inflamación de la sustancia explosiva.
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Aunque se dice que las máquinas deben de haber sido cuidadas con la debida diligencia y
colocadas en un lugar seguro y adecuado, la obligación sigue siendo objetiva, ya que se presume
que una explosión o inflamación tiene por causa el mal cuidado, ya que de lo contrario el daño no
se habría producido.
En segundo lugar, el art. 1910 establece una obligación objetiva que se impone al “cabeza o de
familia” o titular de una casa por los daños que produzcan las cosas que se arrojaran o cayeran
de la misma. Observaciones:
o
En primer lugar, no es preciso que se trate de una vivienda, sino que puede ser
cualquier oficina o local de negocio.
o
En segundo lugar, el precepto no sólo comprende las cosas que caen o se arrojan,
sino también las filtraciones o humedades que van de un piso superior a otro inferior.
o
El daño no hace falta que se produzca fuera del edificio, pudiendo producirse en el
seno del mismo. Ej. si se tira un vaso desde una planta superior de una discoteca,
lesionando a un tercero en el piso inferior de la misma.
Algunos supuestos específicamente regulados.
Los supuestos de RCE no sólo se contemplan en el Cc, sino que muchos supuestos se regulan
específicamente en otras leyes.
De entre todos estos supuestos nosotros nos centraremos en el breve estudio de los daños
causados por la Administración, en el régimen de la responsabilidad civil derivada de la
circulación de vehículos a motor y la responsabilidad por productos defectuosos.
1. Responsabilidad de la Administración.
- Principio de responsabilidad general de la Administración.
El art. 106.2 de la CE dispone la obligación de la Administración de indemnizar el daño que haya
sufrido un particular, por causa de la actividad de la misma: los particulares, en los términos
establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en
cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión
sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos.
Dicho texto sería posteriormente recogido por el art. 139 de la Ley de 26 de noviembre de 1992
de Régimen jurídico de las Administraciones públicas y del procedimiento administrativo común,
y su contenido ampliado por el art. 144, que también impone la obligación de indemnizar los
daños causados, en relaciones de derecho privado, por el personal que se encuentra al servicio
de la Administración.
- El supuesto de la responsabilidad de la Administración de Justicia.
El fundamento de la responsabilidad de la Administración de Justicia se encuentra en el art. 121
CE, según el cual: los daños causados por error judicial, así como los que sean consecuencia del
funcionamiento anormal de la administración de justicia, darán derecho a una indemnización a
cargo del Estado, conforme a la Ley.
Dicha norma se encuentra reproducida en el art. 292 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que
añade, en su párrafo segundo que los daños tendrán que ser efectivos y evaluables
económicamente, y en su párrafo tercero, que no presupone la existencia de un daño la
revocación o anulación de resoluciones judiciales.
Observaciones:
a) En cuanto al error judicial: Según el art. 293.1 LOPJ Deberá ser declarado por sentencia,
fundamentalmente a través del recurso de revisión. Una vez dictada sentencia en la que
92
declara el error judicial, el interesado o perjudicado dirigirá la petición de indemnización al
Ministerio de Justicia. Éste resolverá y contra su resolución cabrá recurso contenciosoadministrativo (art. 293.2 LOPJ).
b) En cuanto al funcionamiento anormal de la Administración de Justicia (art. 293.2 LOPJ), el
interesado dirige la petición indemnizatoria directamente al Ministerio de Justicia, contra cuya
resolución cabe recurso contencioso-administrativo. Se prevé expresamente este derecho al
que ha sufrido prisión preventiva y luego ha sido absuelto (art. 294).
c) Por último, está el supuesto de la responsabilidad civil de Jueces y Magistrados (art. 297
LOPJ), que responden civilmente de los daños y perjuicios que causen en el desempeño de
sus funciones, por dolo o culpa (art. 411 LOPJ). Se procede por demanda en juicio ordinario o
verbal, que no puede interponerse hasta que sea firma la resolución que ponga fin al proceso
en que se supone producido el daño (art. 413 LOPJ). La sentencia que recaiga no alterará la
resolución firme recaída en el proceso cuya sentencia se pone en duda.
2. La responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor.
- Noción: una nueva y específica responsabilidad objetiva.
Tras la abundante legislación comunitaria recaída en materia de responsabilidad civil en materia
de circulación de vehículos a motor, tendente a la instauración de un régimen de responsabilidad
objetiva, se promulga en nuestro país el RD Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad y seguro en la circulación de vehículos
a motor.
Este texto impone una responsabilidad objetiva pura en el caso de daños personales y la
responsabilidad general del art. 1902 que también va hacia la objetivación, en el caso de daños
patrimoniales.
Así, el art. 1 de la ley dispone que el conductor (a los que asimila el propietario y el asegurador)
de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de éstos, de
los daños causados a las personas o en los bienes con motivo de la circulación.
En efecto, respecto de los daños personales la responsabilidad es casi objetiva, ya que el
conductor sólo queda exonerado de su obligación de indemnizar cuando se produce una ruptura
del nexo causal:
• Acción de tercero.
• Acción del propio perjudicado.
• Fuerza mayor extraña a la conducción
y al funcionamiento del vehículo, no lo
es el defecto del coche o de alguna de
sus piezas.
- Elementos de la responsabilidad.
• Conductor, propietario, aseguradoras Consorcio de compensación
La ley se refiere a los sujetos que han de responder o reparar el daño causado producido en el
marco del hecho de la circulación (art. 1.1 Ley):
a) En primer lugar, deberá indemnizar principalmente el conductor del vehículo a motor. Es el
obligado esencial.
b) A continuación, también deberá hacerlo el propietario no conductor del vehículo (el padre
responderá del daño de su hijo, el empleador de su empleado).
c) Debido a que la suscripción de un seguro de responsabilidad des obligatorio, será la propia
compañía aseguradora la que responda en tercer lugar, distinguiendo según se trate de
aseguradora obligatoria (cubrirá la mayor parte del importe, dentro de los límites establecidos
reglamentariamente) y voluntaria (que cubrirá el importe no satisfecho por la obligatoria).
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d) Por último, también será deudora de la obligación de indemnizar el Consorcio de
compensación de seguros (art. 11), cuando el seguro obligatorio no pague, el vehículo
causante del daño fuese desconocido, robado o no estuviese asegurado.
3. Responsabilidad civil por daños causados por productos defectuosos.
- Noción: una responsabilidad legal del productor.
Respondiendo a la creciente preocupación existente en Europa por los daños causados por
productos defectuosos, España plasmaría definitivamente esta inquietud en la Ley General para
la Defensa de los consumidores y usuarios, texto refundido por Real Decreto legislativo de 16 de
noviembre de 2007.
Dicha ley establece nuevamente un sistema de responsabilidad objetiva, en el que el producto
que, adoleciendo de un defecto cuando se hallaba en el ámbito de la actividad del productor,
causase posteriormente un daño, generará la responsabilidad de aquél que lo hubiese fabricado.
En este caso no se analizará la existencia o no de culpabilidad; sólo quedará exonerado el
fabricante si acredita que no hay relación entre el daño y su conducta.
Sobre la duda de si se trata de un sistema de RC contractual o extracontractual, la Ley dispone
expresamente que se trata de un régimen de responsabilidad legal, que se aplicará tanto si el
adquirente contrató con el productor como si lo hizo con un intermediario.
Es decir, que la ley pretende la protección de cualquier víctima de daño causado por un producto
defectuoso.
- Elementos de la responsabilidad.
• Ámbito objetivo: producto y defecto.
En primer lugar, la ley funda la responsabilidad en el producto (art. 136), que es todo bien mueble,
aunque esté unido o incorporado a una cosa inmueble; ahora bien, esta cosa inmueble no estará
incluida dentro del concepto de producto. También se incluirá dentro del concepto de producto el
gas y la electricidad.
En segundo lugar, también estará fundada en el defecto, que es aquella carencia o imperfección
del producto que hacen que éste pueda provocar un daño.
Así, será considerado producto defectuoso aquél que puede ser peligroso para el adquirente y
que el daño que pueda producir quede fuera de lo razonable.
O, en palabras del art. 137 de la ley, que se trate de un producto que no ofrezca la seguridad que
normal o legítimamente cabría esperar (criterio subjetivo) o el que no ofrece la seguridad
normalmente ofrecida por los demás productos similares (criterio objetivo).
• Ámbito subjetivo: fabricante, importador y suministrador.
La ley impone la obligación de reparar el daño causado por el producto defectuoso tanto al
productor, como al sujeto que ha participado en su suministro, como importador o como
suministrador.
o
Es fabricante, entendido en un sentido amplio, todo aquél que ha participado en el
proceso de fabricación del producto; normalmente no suele haber un solo fabricante,
sino que habrá más de uno respecto de un mismo producto (ej. coche, hay fabricante
para cada una de las piezas, montadores, etc.)
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o
En segundo lugar, el importador es la persona que en el ejercicio de su actividad
profesional introduce el producto en la Unión Europea para su venta o
comercialización.
o
En tercer lugar, y de forma excepcional, se dará la responsabilidad del proveedor (o
comerciante), que es aquél que interviene en la comercialización del producto, cuando
el fabricante no pueda ser identificado o no conste el nombre del importador.
• Contenido:
El perjudicado tiene acción contra el o los responsables para exigir la indemnización de los
perjuicios sufridos, prescindiendo de la posible culpa, salvo si se elimina el nexo causal. Son
daños cubiertos:
o
Los personales: muerte o lesiones corporales.
o
Los daños materiales causados a cosas de uso o consumo privados, distintas del
propio producto defectuoso.
o
Los daños morales, a los que se aplicará la legislación civil general.
El perjudicado deberá probar el defecto, el daño y el nexo causal, no la prueba (art. 139 Ley).
Ante esto, puede oponerse alguna de las siguientes causas de exoneración:
o
Que el producto aún no había
sido comercializado.
o
Que el defecto no existía antes
de adquirirlo el perjudicado.
o
Que el producto defectuoso o
comercializado no se había en
el marco de una actividad
profesional.
o
Que el producto ser había
elaborado conforme a las
normas imperativas.
o
Que el estado de la ciencia no
permitía apreciar la existencia
del defecto (esta última causa
no es aplicable en
medicamentos o productos
alimenticios).
También se prevén causas de reducción de la responsabilidad por concurrencia de causas (art.
145 Ley), si se reparte el daño entre el defecto y la culpa del perjudicado que por ejemplo no uso
debidamente la cosa.
El plazo para ejercitar la acción de responsabilidad es de tres años a partir del hecho dañoso,
siempre que se conociera el responsable. No obstante, la responsabilidad del fabricante o
importador se extinguirá a los diez años desde que se puso en circulación el producto.
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