Subido por Sergio Mogollon

Manejo del Bosque Catival

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Contenido
MANEJO Y CONSERVACION DEL
ECOSISTEMA CATIVAL
es una publicación de la
Corporación Nacional de Investigación y
Fomento Forestal - CONIF
y PIZANO S.A.
T.P.R. No.526
Presidenta CONIF
María Teresa Motta Tello
Personal Técnico Convenio
CONIF-PIZANO 1981-1997
Apoyo general a las
Investigaciones por CONIF
Ingenieros Forestales
Luis Jairo Silva Herrera
Luis Fernando Jara Navarro
Hugo Martínez Higuera
Alberto Leguízamo Barbosa
Leonidas Rodríguez
Ricardo Linares Prieto
Luis Enrique Vega González
Hans Caicedo Amador
Luis Guillermo Suárez
Alirio Bernal
Tecnológos Forestales
Angélico Mena
Alipio Chaverra
Israel Vides
Apoyo general a las
Investigaciones por PIZANO
Ignacio Piñeros
Alfredo Moreno Villarraga
Saúl Buriticá Cifuentes
Alvaro Villamizar
Miguel Rodríguez
Diagramación y Textos
Doris Stella Liscano Quevedo
Resumen / Summary
3
IAspectos Generales
Origen y Distribución Geográfica
Requerimientos Ambientales Generales
Gremios de Especies
Utilización de Especies
5
5
5
7
10
Bases Ecológicas
Condiciones y Recursos
Ecología de las Poblaciones
13
13
16
Organización y Dinámica Sucesional
Catival Clímax A2
Catival Intervenido - 21 años Postaprovechamiento
Catival Intervenido - 16 años Postaprovechamiento
Catival Intervenido - 10 años Postaprovechamiento
Catival Intervenido - 5 años Postaprovechamiento
Catival Intervenido - 3 años Postaprovechamiento
Catival Intervenido - menos de 1 año
Postaprovechamiento
Diagnóstico de la Regeneración Natural
Conclusiones
Recomendaciones
20
20
22
25
30
33
35
Manejo del Catival Secundario
Introducción
Experiencias y Resultados
Crecimiento y Productividad
Crecimientos en Catival Primario
Crecimientos en Catival Secundario
Anexo: Antecedentes y Características del
Método Malayo
54
54
56
57
58
61
Manejo del Catival Clímax
89
38
42
51
56
91
Anexo: Antecedentes y Características del
Método Malayo
109
Bibliografía
115
Se autoriza su reproducción citando la fuente
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
3
Resumen / Summary
El documento muestra el estado del arte sobre el conocimiento científico y técnico del ecosistema catival
(Prioretum); presenta resultados y propuestas en el marco de tres temas principales sobre este recurso
natural: 1) características generales del ecosistema; 2) bases ecológicas para su silvicultura; 3) bases
silviculturales para su utilización sostenible, con base en 16 años de investigaciones de campo realizadas
en el Proyecto para el Manejo del Catival en el marco del convenio CONIF-PIZANO S.A. En la primera
sección de las características generales del ecosistema, se presenta un panorama global de las condiciones físicas y biológicas del bosque de cativo (Prioria copaifera), de su importancia biológica y
socioeconómica para Colombia y la comunidad internacional, de su estado actual (a 1998) y sus perspectivas futuras.
Los temas en los cuales se realizan los aportes más novedosos, relevantes e importantes son los de
bases ecológicas y los de bases silviculturales, en los se que se han tratado de conjugar y aplicar la
investigación en términos prácticos al aprovechamiento y el manejo; además que, sobre bases científicas
y técnicas reales hacen el enlace biodiversidad-utilización del bosque-ordenación forestal. A partir de las
mismas se reúnen los insumos para poder concretar una Ordenación Sostenible del ecosistema catival;
algunos de cuyos aspectos pueden, incluso, extenderse a otros bosques tropicales. Se presentan resultados
acerca de composición, estructura, dinámica y crecimientos del Prioretum, en DAP y Area Basal, tanto
en bosque clímax como en varios estados sucesionales postaprovechamiento industrial; se indica el
proceso natural de reconstrucción y se demuestra como, a partir de la observación de unas pautas a las
Técnicas de Cosecha se conserva y mejora la condición silvicultural del catival residual para su manejo
y aprovechamiento sostenible. Así mismo se aprecian los diferentes efectos de la cosecha de madera
sobre el biotopo y la biocenosis del Catival clímax, proponiendo pautas para su aprovechamiento.
En la parte de ecología aplicada al manejo silvicultural se aborda el estudio de los mutualismos,
con estudio de algunos casos de Fauna Asociada al Catival. Igualmente se analiza el rol del aprovechamiento forestal con respecto los recursos y condiciones del ecosistema catival, con énfasis en la edafología
y la radicación solar y sus pautas de manejo para minimizar los efectos negativos de la silvicultura y el
aprovechamiento sobre la posibilidad de conservación del bosque. Otro aspecto incluido es el referente a
la ecología de las poblaciones, en el cual se procura analizar la Tabla de Vida del cativo (Prioria copaifera),
especialmente en cuanto a Tasas de Reclutamiento, Tiempos de Paso y Crecimiento de la regeneración
natural temprana. Se trata lo referente a los Gremios Ecológicos y se hace una primera clasificación de
las principales especies del catival con respecto a los mismos. Se concluye que, después de analizar la
dinámica sucesional del catival en diferentes etapas postaprovechamiento, el inicio de una intervención
silvicultural posterior a la primera cosecha del bosque, debe considerar el estado estructural particular de
la masa forestal un crecimiento, conocer el objetivo de manejo, para así tomar las decisiones silviculturales
que se ajusten al objetivo de producción deseado; la masa residual depende de la intensidad del aprovechamiento y la condición de la masa residual.
En el campo de la silvicultura, se presentan resultados muy importantes sobre tratamientos y prácticas aplicadas a la recuperación para la producción de los cativales de segundo crecimiento, originados a
partir del aprovechamiento industrial. Los resultados indican la favorable respuesta del bosque a la aplicación de cortas de liberación y de refinamiento, tanto en incremento de la productividad (crecimientos y
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
4
Aspectos Generales
regeneración deseable) como en la homogeneización de la población de Prioria copaifera para conducir
un manejo y aprovechamiento sostenido del recurso. Como herramienta útil para el manejo sostenible se
analizan la importancia y los resultados del diagnóstico de la regeneración natural, mediante el método
malayo. Igualmente se delinea, preliminarmente, lo que puede ser un modelo de Ruta para el Manejo de
los Cativales, Clímax y Secundarios. También se anotan los elementos condicionantes y los otros planes
y acciones requeridos para complementar un manejo integrado, en lo legal, lo social y lo económico, de
los bosques de cativo de Colombia.
Based on 16 years of a collaborative forest research project between CONIF and PIZANO the state of the
art about scientific and technical knowledge of tropical catival (Prioretum) ecosystem was compiled. In
this publication, results and directions are emphasized on the following three main aspects: a) General
characteristics of the catival ecosystem; b) the ecological bases for its silvicultural management; and c)
the silvicultural bases for its sustainable utilization.
First section presents a global view of the biological and physical conditions as well as the biologic
and economic importance; besides, the actual condition and future perspectives of the catival ecosystem
for Colombian and international forestry community.
The ecological and silvicultural bases are considered the most important, relevant and novelty
contributions by which practical aspects of management and utilization were organized. Based on that,
the elements for sustainable management were identified and some of them can probably be extended to
other tropical forests. Solid results about forest composition, structure and dynamic, DBH and basal area
increment are presented for climax and different catival secondary stands. The natural process of rebuilding
forest conditions is demonstrated from the observation of some basic guides to improve harvesting
techniques which can improve the silvicultural condition of the residual catival for its sustainable
management. It is also proposed an improved harvesting method based on actual harvesting system and
on the effects of forest harvesting operations on biotopo and biocenosis of the climax catival.
In the section of applied ecology to silvicultural management a mutualisms analysis was made by
mentioning some studies where fauna is associated to catival ecosystem. In addition, the role of the forest
exploitation was analyzed with reference to the conditions and resources of the catival ecosystem emphasized on soils and solar radiation - and those management guides that minimize the negative effects
of the silvicultural and harvesting operations related to the possibilities for the forest conservation.
The catival population ecology is discussed, and the cativo species life table is analyzed in aspects
such as recruitment rate, investments and growing of the initial natural regeneration. A first classification
of the catival main species was made, considering ecological groups. After having analyzed the catival
dynamic at different post-harvesting stages It was concluded that silvicultural interventions should not be
initiated if a clear management objetive is stated so that silvicultural intervention will depend of the forest
structure and the forest product for wich the silvicultural management is planned.
Very important results about treatments and practices applied to recover the production of the
catival secondary forests originated from industrial harvesting were found. Results indicate favorable
response to liberation cuts and refinement practices either to improve the catival productivity (desirable
growing and regeneration) or to homogenize Prioria copaifera population so that a sustainable management
can be conducted. Results from a diagnostic study of the natural regeneration by malaysian method were
analyzed. Similarly a preliminary management route model for secondary and climax catival forests it is
proposed. Also the conditional elements and the plans and actions required to implement an integral
management considering legal, social and economic aspects are annotated.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
5
Aspectos Generales
En forma común y genérica, suele llamarse "Catival" a una comunidad vegetal cuya especie predominante es el árbol de cativo (Prioria copaifera Grisebach), razón por la cual se le denomina Prioretum.El
término "Catival" se aplica a un sistema ecológico más amplio, "la Asociación" formada por un conjunto
típico de organismos interrelacionados que viven bajo factores ambientales definidos, ocupando un área
específica, y cuyo componente vegetal se caracteriza por una comunidad forestal denominada Bosque de
Cativo. El Bosque de Cativo es considerado único entre las comunidades tropicales, por su relativa homogeneidad, adecuada estructura, capacidad de regeneración, facilidad de manejo, apreciable crecimiento
volumétrico, productividad anual en biomasa, extensión y disponibilidad de aprovechamiento.
Origen y distribución geográfica
El hábitat natural del Catival incluye a Jamaica, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia, aunque en
los dos últimos países existen las mejores reservas. En Colombia se ubica en las llanuras aluviales de los
ríos Atrato y León y sus afluentes, en la Cuenca del Golfo de Urabá al noroeste del país.
De las 363.000 hectáreas que en Colombia estaban cubiertas aproximadamente por bosques clímax de
Cativo, no intervenido por el hombre, se estima que en ese estado quedan aproximadamente 100.000 ha.
Además, existe entre 100.000 y 150.000 hectáreas cubiertas de bosque entresacado por la explotación de
maderas o por bosques de segundo crecimiento en regeneración en la superficie restante se ha cambiado
el uso de la tierra principalmente por la fuerte presión que ha ejercido la colonización espontánea. La
zonificación de los suelos de la asociación catival, indica que el 56% debe dedicarse a la actividad
forestal, el 25% a sistemas agroforestales y el 19% a la agricultura y/o pastoreo.
Requerimientos ambientales generales
Suelos
Los suelos del Catival se caracterizan por originarse a partir de materiales de origen marino (sedimentos), ricos en materiales calcáreos y elementos alcalinoférreos depositados desde el Juratriásico hasta el
Mioceno. Poseen texturas que varían de finas a medias, estructuras blocosas, pobremente drenados,
profundidad efectiva media, hidromórficos, pegajosos, plásticos y grises. Son suelos de mediana a buena
fertilidad, con adecuadas cantidades de calcio, magnesio y potasio, pH entre 5,5 y 6,5, bajo contenido de
fósforo asimilable, en general son suelos minerales con bajo contenido de materia orgánica. S on suelos
poco evolucionados, en su mayoría Inceptisoles (Tropaquets y Eutropepts) y Entisoles (Tropaquents,
Tropofluvents y Fluvaquents).
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Aspectos Generales
6
Clima
En Colombia el Catival se ubica en las llanuras aluviales de los ríos Atrato, León y sus afluentes, en la
zonas de vida bosque húmedo tropical (bh-T), bosque muy húmedo tropical (bmh-T) y bosque muy húmedo premontano transición cálido (Bmh-PM) esta última en el piso basal tropical, pero determinada no
por la altitud de relieve sino por la conjunción de factores de humedad relativa y nubosidad . La distribución de las áreas del catival por zonas de vida, muestra que el 48% se encuentra en el bosque húmedo
tropical, 36% en el bosque muy húmedo premontano transición cálido y 16% restante en el bosque muy
húmedo tropical. En el Cuadro 1 se presenta un inventario de las áreas primarias de Catival por zonas de
vida.
Comunidades vegetales
La sucesión vegetal, analizada desde el litoral costero hacia el interior del continente, presenta la siguiente secuencia de comunidades, hasta llegar a la consolidación de las poblaciones de Cativo en bosque
clímax:
a.
Comunidad de manglar, pobre y solo en fajas estrechas, en la cual las especies más frecuentes son:
mangle negro (Avicenia nitida Jacq), mangle blanco (Laguncularia racemosa), piñuelo (Conocarpus
erecta) y a veces el búcaro (Erythrina fusca). Asociación hídrica, donde se mezclan arracacho
(Mothichardia arborecens), lechuga de agua (Pistia striatiotes) y palma pangana (Raphia taedigera).
b.
Comunidad panganal, sobre suelos histosólicos en la que con mayor frecuencia se halla la palma
pangana, especie que se asocia con Euterpe cuatrecasana y el búcaro, con una mezcla rala de
árboles de bajo porte y mal conformados (por la limitante del sustrato edáfico) de las especies
roble (Tabebuia rosea), palma noli (Elacis melanococa), sapotolongo (Pachira acuatica), guácimo
colorado (Luehea seemannii), jigua (Nectandra sp.), balso (Ochroma lagopus), higuera (Ficus
spp.), cativo (Prioria copaifera) y machare (Simphonia globulifera).
c.
El Catival, donde la deposición de arcillas es mayor y donde ocurren inundaciones periódicas de
agua dulce, en los paisajes de vega casi continuamente inundadas (A1), Terraza baja periódicamente inundada (A2) y Terraza baja ocasionalmente inundada (A3) progresa una densa comunidad
arbórea donde predomina el Cativo.
En el Catival clímax existen asociaciones y consociaciones vegetales siempre dominadas por P.
copaiferae. En el Prioretum A1 predominan consociaciones, con preponderancia del cativo en más del
50%. En los cativales A2 y A3, son más comunes las asociaciones, con dominancia de P. copaiferae pero
en menos del 50%, unida a otra especie también de alto peso ecológico, bien sea el caracolí, el olleto o el
choibá, entre otros. El catival debe considerarse como un "continum" en el que pueden identificarse
"transiciones" debidas a las variaciones fisiograficas y otras características de sitio que influyen en la
complejidad del ecosistema. La presencia de consociaciones y asociaciones en el Catival está relacionada con la calidad de sitio forestal. Es así como el Catival A2 ofrece una calidad del sitio mejor que A1 y
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
CUADRO 1.
7
RESUMEN DEL INVENTARIO AREAS PRIMARIAS DE LA ASOCIACION CATIVAL EN
COLOMBIA
EXTENSION (ha)
BOSQUE HUMEDO TROPICAL (bh-T)
Lecho mayor - Vegas (A1)
Terraza plana inundable (A2)
Terraza inclinada inundable (A2)
Abanico aluvial (A3)
28.000
53.000
6.000
86.000
SUBTOTAL
173.000
BOSQUE MUY HUMEDO PREMONTANO TRANSICION CALIDA (bmh-PMV)
Lecho mayor
Terraza baja inundable (A2)
Abanico aluvial (A3)
SUBTOTAL
41.000
63.000
26.000
130.000
BOSQUE MUY HUMEDO TROPICAL (bhm-T)
Lecho mayor - Vegas (A1)
60.000
SUBTOTAL
60.000
AREA TOTAL
363.000
Nota: Cálculos con error de precisión de más o menos el 3%.
Fuente: Tomado de Linares R. (1988).
Ao para el desarrollo del cativo y muchas otras especies vegetales por lo cual la disponibilidad de número
de especies y volúmenes aprovechables es relativamente mayor; junto con el A3 ocupan las áreas sobre
las que se ejerce mayor presión para establecer cultivos transitorios y cambiar el uso de la tierra. En
contraposición, en Ao y en A1 la población de cativo es significativamente mayor aunque con menor
desarrollo individual (fustes delgados y producción de biomasa/individuo comparativamente baja).
Gremios de especies
Las especies arbóreas del catival conforman 4 gremios: cada uno reúne especies de similares características biológicas y ecológicas, que comparten patrones de regeneración natural, potencial de crecimiento,
propiedades de la madera y tipos de usos: Heliófitas Efímeras, Heliófitas Durables, Esciófitas Parciales y
Escrófitas Totales (Finegan, 1993).
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
8
Aspectos Generales
Heliofitas Efímeras (HE). Intolerantes a la sombra, de crecimiento rápido y vida corta, (promedio 10 a 15 años). Juegan un papel clave en la colonización de sitios abiertos, están bien adaptadas a esta
situación; tienen producción precoz y generan gran cantidad de semillas, muchas de las cuales se mantienen vivas en el “banco de semillas” . Poseen alta capacidad fotosintética (en condiciones de buena
luminosidad), que les permite un crecimiento rápido; asignan alta cantidad de recursos a la producción
de follaje, frutos y semillas. Como consecuencia de esta estrategia biológica, las HE tienen madera
liviana, suave y poco resistente; su ciclo de aprovechamiento y manejo es corto y más eficiente en sitios
abiertos más o menos extensos. Silviculturalmente, la mayoría son especies con pocas posibilidades de
proyección industrial o comercial, a excepción de Ochroma lagopus (balso).
Heliofitas durables (HD). Intolerantes a la sombra, de crecimiento rápido y ciclo de vida relativamente largo. Su estrategia biológica es similar a la de las HE, en términos menos extremos. Poseen
mayores dimensiones y vida relativamente más larga que las HE. Facultadas para poblar más sitios que las
HE, tanto sitios abiertos claros extensos o pequeños, pero no tan rápido como éstas; se apropian de dichos
sitios después que las efímeras desaparecen, estableciéndose por un período de tiempo mucho más largo.
Su capacidad fotosintética es intermedia, aunque en condiciones de sombra es baja; de crecimiento rápido, su patrón de asignación de recursos le otorga una capacidad de crecimiento diamétrico de hasta 2 y 3
cm/año. El patrón de reproducción puede ser precoz en condiciones favorables (sucesión secundaria), en
tanto que en condiciones desfavorables (sucesión primaria) la reproducción queda suprimida hasta que el
árbol establece su copa en el dosel superior.
De los cuatro gremios, es el que presenta principalmente dispersión anemófila de semillas. Tienen
semillas de tamaño variable (pequeñas a grandes), generalmente con pocas reservas y con cotiledones
fotosintéticos, de vida corta; y no se les halla fácilmente en el banco de semillas del suelo, pero sus
plántulas son capaces de sobrevivir un año, a veces más, bajo la sombra y de responder favorablemente
cuando aparecen claros en el bosque. La madera de las HD es de medianamente liviana a moderadamente pesadas (peso específico anhídro entre 0,30 y 0,45); la combinación de rápido crecimiento y de madera
con aceptables características tecnológicas hace de las especies de este gremio interesantes para el comercio y la industria.
Esciofitas parciales (EP). Tolerantes a la sombra en las etapas tempranas de su desarrollo, pero
requieren elevadas tasas de iluminación para pasar de las etapas intermedias a la madurez. Soportan la
sombra pero no la requieren y aumentan el crecimiento si se abre el dosel del bosque permitiendo mayor
ingreso de luz solar. Su aparato fotosintético se satura a bajos niveles de radiación, aunque tienen la
capacidad de incrementar su crecimiento al aumentar la radiación, adaptándose a cambios de RAFA:
radiación fotosintética activa que es absorbida por las plantas del 1% en el sotobosque y hasta el 20% en un
claro nuevo. El ciclo de vida es centenario (100 o más años), pues destina sus recursos principalmente a
conformar estructuras más sólidas y duraderas que las de las heliófitas, sobre todo madera y corteza. Las
especies de este gremio presentan maderas que van de pesadas a muy pesadas (peso específico de 0,45 a
0,90).
Sus semillas son de tamaño mediano a grande, por lo cual la dispersión se hace por corrientes de
agua o por animales, principalmente mamíferos. Los cotiledones se adaptan para almacenar grandes
reservas alimenticias y permanecen con la plántula durante sus primeras etapas de vida para soportar
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
CUADRO 2.
9
GREMIO DE ALGUNAS ESPECIES ARBOREAS DEL PRIORETUM
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
GREMIO *
Bálsamo
Bambudo
Camajón
Caracolí
Cauchillo
Cedro macho
Chagará
Guamo
Hobo
Indio pelado
Lechito
Paco
Roble, flormorado
Yaya
Myroxylum balsamum
Pterocarpus officinalis Jacq.
Sterculia apetala (Jacq.) Kortz.
Anacardium excelsum (Bert. & B.)
Castilloa elastica Cerv.
Cedrela sp.
Trichilla martiana C.D.C.
Inga spp.
Spondias mombin L.
Bursera simarouba (L) Sangent
Sapium caudatum Pittier
Cespedecia macrophyla Seem
Tabebuia rosea (Bertol) D.C.
Unonopsis pittieri Sofford
Papilonaceae
Papilonaceae
Sterculiaceae
Anacardiaceae
Moraceae
Meliaceae
Meliaceae
Mimosaceae
Anacardiaceae
Burseraceae
Euphorbiaceae
Ochnaceae
Bignoniaceae
Annonaceae
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
HD
Balso
Yarumo
Zurrumbo a Guayuyo
Ochroma lagopus
Cecropia membranacea Trecul.
Trema micrantha (L.) Blume
Bombacoceae
Cecropiaceae
Ulmaceae
HE
HE
HE
Caidita
Cativo
Donguandú
Dormilón
Guasco
Guino
Mangle duro
Olleto
Paco grias
Virola
Nectandra sp.
Prioria copaifera Griseb.
Brosimum alcastrum Sw.
Pentaclethra macroloba (Willd.) K.
Eschweilera garagarae Pitter
Carapa guianensis Aubl.
Cynometra martiana
Lecythis tuyrana Pittier
Gustavia superba (H.B.K) Berg.
Virola sebifera
Lauraceae
Caesalpinaceae
Moraceae
Mimosaceae
Lecythidaceae
Meliaceae
Caesalpinaceae
Lecythidaceae
Lecythidaceae
Myristicaceae
EP
EP
EP
EP
EP
EP
EP
EP
EP
EP
Caimito
Caimitón
Caimo
Chrysophyllum caimito
Chrysophylum sp.
Pouteria caimito (R. & P) R.
Sapotaceae
Sapotaceae
Sapotaceae
ET
ET
ET
* HE = Heliófita Efimera HD = Heliófita Durable EP = Esciófita Parcial E = Esciófita Total
condiciones adversas, como la sombra o el suelo inundado (caso típico de P. copaifera). Muchas especies
tienen germinación epigeal (P. copaifera, Virola sebifera, Otoba gracilipes, Brosimun spp.) y con la notable disponibilidad de reservas alcanzan crecimientos impresionantes en la etapa de brinzal (ejemplo: P.
copaifera y C. guianensis); en algunas los cotiledones permanecen dentro de la testa, probablemente
como protección contra los depredadores. Muchas EP tienen semillas apetecidas por la fauna silvestre,
especialmente los roedores, que llegan a consumir cantidades significativas (C. guianensis), lo que sirve
como mecanismo de dispersión, pues en épocas de abundancia ciertos animales, como la guagua (Agouti
paca), transportan y entierran estas semillas; algunas escapan del consumo logrando germinar y así ayu-
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
10
Aspectos Generales
dan a la repoblación del catival. Para la silvicultura es fundamental entender que las semillas de las EP
poco toleran ambientes de alta temperatura y suelo seco de modo que, a menos que estén enterradas, se
ven limitadas para colonizar grandes claros o sitios expuestos a plena exposición.
Esciofitas totales (ET). Requieren sombra y no tienen la capacidad de aumentar significativamente
su crecimiento con la apertura del dosel. Muchos de los aspectos de biología y ecología de las EP son
válidos también para las esciófitas totales. El número de especies ET es menor que el de EP siendo típica
en el catival Pouteria caimito (caimito).
Utilización de especies
Las especies del catival se demandan primordialmente para usos madereros y las más apetecidas son: cativo,
güino, Virola spp. y olleto; ocasionalmente canime, caracolí, hobo y cocuelo. Una clasificación general de
las especies del bosque de cativo, según su grado de demanda, sus usos y el nivel de participación en la
producción de materia prima, sería: comerciales, potenciales y sin uso conocido.
Especies Comerciales. Denominadas así por su buena aceptación en el mercado, el alto volumen
por hectárea y/o la localización en áreas relativamente accesibles. (Cuadro 3).
Existen otras especies que, ante el agotamiento de aquellas tradicionales como las anteriores, han
sido incorporadas al mercado. Tienen algunas características tecnológicas menos deseables que las primeras, presentan volúmenes medios a bajos o su ubicación es de acceso difícil (Cuadro 4).
Especies con poco o ningún uso conocido. Las especies del Cuadro 5 presentan bajos volúmenes
por unidad de superficie y acceso restringido para su explotación, por lo cual su aprovechamiento resulta
antitécnico o antieconómico.
Volúmenes Totales y Comerciales. Según el Mapa de Bosques de Colombia (IGAC-INDERENACONIF, 1984), el catival tiene un volumen total/ha promedio de 123,63 m3 y un volumen medio aprovechable de cerca de 46.92 m3, para todas las especies a partir de la clase diamétrica IV (40 cm o más).
Un inventario del bosque catival, en la región del Alto Tumaradocito, encontró que tan sólo 4
especies, de 97 inventariadas, eran comerciales, siendo el cativo la especie más abundante (8,61% de la
población total), el 25% del volumen total era comercial y estaba conformado por el 10% de los árboles
totales (con diámetro superior a 60 cm).
En un inventario de un catival A2 y A2 transición al A3 en bosque intervenido con anterioridad, se
encontró que el 35% del volumen era comercial (69% de cativo) de los cuales un 70% era aprovechable
(20 m3/ha).
En el Cuadro 6 se presenta un balance de los promedios de existencias maderables en el bosque de
cativo, estimados a finales de los años ochenta, de acuerdo con inventarios realizados por compañías
madereras en los ríos Atrato y León.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
11
CUADRO 3. ESPECIES ARBOREAS DE MAYOR DEMANDA COMERCIAL
NOMBRE
USOS
Cativo
chapas (albura), tablero aglomerado; (duramen): 90% construcción (madera
aserrada) y otros (10%)
Güino
chapas (70%), muebles (20%), construcción y otros (10%)
Virola spp
chapas (65%), muebles (30%)
Roble
(5%)
Fuente: Linares R. (1988).
CUADRO 4. ESPECIES ARBOREAS DE DEMANDA COMERCIAL MEDIA ALTA
NOMBRE
Cocuelo
Hobo
Caracolí
Olleto
Canime
Caidita
Camajón
Ceiba bonga
Ceiba amarilla
USOS
Chapas (70% ), construcción, otros (30%)
Chapas (30%), construcción, otros (70%)
Chapas (10%) embarcaciones (50%), construcción (40%)
Construcción, cercas
Construcción, cercas
Muebles (60%), construcción (40%)
Embarcaciones
Ernbarcaciones
Embarcaciones (20%)
Fuente: Linares R. (1988).
CUADRO 5. ESPECIES ARBOREAS DE DEMANDA COMERCIAL BAJA O NULA
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
Arroz con coco
Bambudo
Caimito
Cauchillo
Cacahuillo
Cadillo
Carrá
Chagarrá
Choibá
Corcho
Guasco
Mangleduro
Aserrín
Tamarindo
Trúntago, taná
N.N.
Andira inermis
Pterocarpus officinalis
Chrysophyllum cainito
Castilla tunu
Herrania grandiflora
Sloanea pica-pica
Huberodendon patinoi Cuatr.
Guarea sp.
Dypterix oleifera
Apeiba Tibourbou
Eschweilera sp.
Cynometra martiana
Pentaclethra macroloba
Uribea tamarindoides
Vitex columbiensis
Warszewiczia coccinea
FAMILIA
Fabaceae
Fabaceae
Sapotaceae
Moraceae
Sterculiaceae
Elacocarpaceae
Bombacaceae
Lecythidaceae
Fabaceae
Tiliaceae
Lecythidaceae
Caesalpiniaceae
Mimosaceae
Fabaceae
Verbenaceae
Rubiaceae
Fuente: Linares R. (1988).
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Aspectos Generales
12
CUADRO 6. CARACTERISTICAS MADERABLES DEL BOSQUE DE CATIVO POR HECTAREA
VARIABLES
A1
TIPO DE BOSQUE
A2
No. total de árboles
250
200
No. de árboles / cativo
150
90
No. de árboles / güino
3
8
No. de árboles / MYRISTICACEAE
2
5
Volumen total (M3) diámetro mayor 10 cm
255
220
Volumen comercial (m3) diámetro mayor 10 cm
165
105 (47%)
Volumen potencial (m3) diámetro mayor 10 cm
50
40 (17%)
Volumen indeseable (m3)
40
75 (36%)
Volumen cativo (m3)
Volumen aprovechable diámetro mayor 60 cm
70
115 (70%)
80 (76%)
Volumen aprovechable/Volumen comercial (%)
70%
76%
Volumen aprovechable/Volumen total (%)
45%
36%
Fuente: Linares R. (1988).
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
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Bases Ecológicas
Para el manejo forestal sostenible es importante conocer las funciones y los niveles de las condiciones y
los recursos en el bosque, los requerimientos que de ellos hacen sus comunidades, poblaciones e individuos (vegetales y animales) para interactuar, funcionar y sobrevivir. Las condiciones son factores abióticos
del ambiente que no son utilizados por los organismos y que varían en el tiempo y el espacio (temperatura, pH, humedad relativa y humedad del suelo). Según los gradientes de éstas, las plantas y los animales
adoptan estrategias. Los recursos son factores que sí emplean los organismos, bien sea para formar
biomasa o para realizar procesos vitales (agua, suelo, aire, nutrientes, materia orgánica y radiación solar,
entre otros).
Condiciones y Recursos
La Temperatura. En las áreas del Catival en el norte del Chocó las temperaturas altas (media
mensual menor de 24 oC) se mantienen relativamente constantes a lo largo del año, con fluctuaciones
máximas de 5 oC para una temperatura media anual de 26,5 oC. Según Etherington (1982), a nivel de la
comunidad vegetal el bosque de Cativo mantendría dos temperaturas: una en el dosel superior donde las
hojas, como órganos de asimilación mantienen casi siempre una temperatura mayor a la ambiental; y
otra, a nivel del suelo, donde es más baja que la ambiental, allí los renuevos de las plantas y el suelo se
mantienen en un ambiente fresco pero garantizando la producción fotosintética y un nivel de humedad
favorable para su funcionamiento. En los grandes claros del catival, por la abrupta elevación de la temperatura, se causan efectos negativos sobre la regeneración natural, como la disminución de la tasa fotosintética
y, en casos extremos, la muerte de aquellas especies que no tienen los mecanismos para daptarse a esta
condición (p. ej: Esciófitas totales o Esciófitas parciales).
El inicio de la floración está vinculado con la presencia de temperaturas bajas o la disminución
abrupta del promedio mensual (Whitmore, 1984). Según los estudios de fenología realizados por CONIF
durante diez años (1982 a 1992) en la zona de La Balsa, Riosucio, Chocó, efectivamente hay coincidencia
entre la iniciación de la formación de botones florales (octubre-noviembre-diciembre) y la disminución
de la temperatura durante los mismos meses.
La Humedad. Las zonas de Catival se caracterizan por presentar un régimen monomodal de
precipitaciones. El balance hídrico indica que en los cativales del río León y del norte del Atrato se
registra entre 1 y 2 meses ecosecos (que de un sector a otro se ubican entre enero y marzo); es decir, que
durante la mayor parte del año se presenta suficiente disponibilidad de agua para las plantas y que hay un
período corto de déficit, indispensable para los procesos fenológicos y de producción de la regeneración
natural. Entre marzo y diciembre las precipitaciones superan a la evapotranspiración, en tanto que entre
enero y febrero sucede lo contrario (déficit en la saturación del suelo); hacia la cuenca media del río
Atrato no se presentan meses ecosecos. Debido a estas razones en el catival predominan los árboles
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14
Bases Ecológicas
perennifolios, con mezcla de caducifolios, y la vegetación pertenece a la Hydrophytia, selva húmeda
tropical semidecidua.
Este bosque depende de los regímenes hídricos y tolera condiciones extremas de humedad con
prolongadas y fuertes inundaciones aluviales; el régimen de lluvias es determinante para que su vegetación presente variaciones en la fisionomía y la estructura. Su densidad aumenta de una zona a otra, correlativamente con el incremento de la precipitación, alcanzando los valores máximos hacia las zonas con
precipitación mayor a 4.000 mm/año y estabilizándose hacia los 8.000.
El pH y la humedad del suelo. Por los severos regímenes hídricos y la marcada presencia de
texturas arcillosas en los horizontes minerales, el drenaje es pobre o lento; ésto implica bajas tasas de
difusión del oxígeno y el CO2 alrededor de los sistemas radiculares y de los organismos de la microflora
y la microfauna del suelo. La abundancia de materia orgánica, en proceso de descomposición, así como
la abundancia de lluvias que lavan permanente los suelos, dan lugar a la acidez con alta solubilidad de
cationes potencialmente tóxicos de aluminio, hierro y manganeso, inclusive. Estas circunstancias son
más evidentes en los cativales Ao y A1; la dominancia de P. copaifera se debe precisamente a que es una
de las especies mejor adaptadas a condiciones anaeróbicas y a la limitada disponibilidad de nutrientes. En
los Cativales A2 y A3 dichas condiciones son menos severas, de modo que el Cativo disminuye su dominancia, aunque la mejor calidad de sitio le permite alcanzar mejor desarrollo individual.
La radiación solar. Las áreas de catival están sometidas a menos de 1.500 horas anuales de brillo
solar, con tendencia a disminuir hacia el centro y el sur del Chocó.
El bosque de Cativo recibe la luz solar de dos maneras: Directa, la menor parte, y Difusa, la mayor;
esto debido a la barrera que representa la densa y casi permanente nubosidad en la zona del Atrato Truandó.
Está adaptado a la luz difusa, que se origina, dentro de la comunidad vegetal, por la intercepción de la luz
solar por hojas, ramas y tallos, sobre todo en los árboles de los estratos superior e intermedio. De esto se
colige que P. copaifera juega un papel determinante en dicho fenómeno, habida cuenta que es la especie
de mayor abundancia y expansión horizontal en el dosel del catival. La distribución de la luz difusa dentro
del bosque conlleva consecuencias ecológicas muy importantes para el ecosistema: sólo una fracción de
la radiación solar difusa es absorbida por las hojas de las plantas, la denominada radiación
fotosintéticamente activa (RAFA) y se constituye en un recurso para las plantas. El resto de radiación, que
no corresponde a RAFA, es luz transmitida a otras partes del bosque por el follaje, pero su calidad cualitativa y cuantitativa es menor (tiene menos RAFA), e incide más que todo sobre las plantas y árboles de
los estratos intermedio e inferior y sobre las plantas del sotobosque y del piso, que están sombreadas por
otras; y como su tasa fotosintética es más baja que las del dosel superior, adoptan estrategias adecuadas a
las variaciones de disponibilidad de radiación.
La intensidad de RAFA disminuye paulatinamente desde el 100%, a 58 m de altura del dosel
superior, hasta el 25%, a 47 m. Este 25% se mantiene hasta los 30 m en el dosel intermedio denso y
después hay una disminución logarítmica hasta llegar al 5%, a los 20 m y al 2% a los 10 m; por último, es
menos del 1% para la altura entre el piso y 5 m. Según (Baumgartner y Brunig, 1980; citados por Finegan,
1993). Para el catival el modelo es el mismo, aunque los valores pueden variar y estudios al respecto no se
han realizado. Como los valores de RAFA que llegan al sotobosque son muy bajos para la mayoría de las
plantas, para la regeneración natural de los árboles de cativo, caracolí (Anacardium excelsum), olleto
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
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(Lecythis tuyrana) y otras heliófitas durables o esciófitas parciales, hay una compensación con otras
entradas de luz, especialmente por los “sunflecks” (pequeñas entradas de luz directa) que llegan al piso a
través de los espacios entre plantas, según la estructura y los pequeños claros del bosque.
Las variaciones de radiación pueden ser sistemáticas o no sistemáticas (Beadle, et al. (1985); las
sistemáticas (o predecibles) se deben a los ritmos climáticos, por ejemplo cuando en el lapso enero-marzo
se incrementan las horas de brillo solar y por tanto la disponibilidad de radiación. En los momentos de
mayor radiación y temperatura, como las épocas de “verano” y en las horas del cenit, los árboles disminuyen la tasa fotosintética, cambio metabólico posiblemente ligado a la producción estacional de frutos y
semillas. Las no sistemáticas (o impredecibles) corresponden a aquellas originadas aleatoriamente por el
crecimiento de otros árboles y plantas competidores, así como a los gradientes introducidos por la apertura del dosel a través del aprovechamiento maderero o el manejo silvicultural.
Lo anterior explica las estrategias biológicas adoptadas por las especies del catival, según los
gradientes de iluminación dentro del bosque; como el caso de las especies que para su óptimo crecimiento
y desarrollo requieren un hábitat abierto y un alto grado de iluminación solar (heliofitismo) o las que
requieren o soportan sombra (esciofitismo), con una gama de rangos intermedios; estrategias vitales para
el manejo del ecosistema. Varias especies típicas y de mayor interés comercial del catival son del gremio
de las Esciófitas Parciales (toleran la sombra en las primeras etapas de vida, pero requieren un elevado
grado de iluminación para pasar de las etapas juveniles a la madurez), como P. copaifera (cativo), los
géneros Virola, Otoba e Iryanthera (otobos, cuángares y virola), C. guianensis (güino) y Lecythis tuyrana.
Estos principios ecológicos de los bosques revisten suma importancia para el aprovechamiento y
manejo del bosque de catival. Por ejemplo, en las operaciones de cosecha al abrir el dosel abruptamente
las especies herbáceas y sufrútices del sotobosque, al abrir las plántulas de la regeneración natural
temprana y los fustales remanentes con hojas de sombra se ven sometidos a un intempestivo y elevado
incremento en la exposición solar, ocasionando pérdidas de población vegetal por mortalidad, así como
retraso en crecimiento y desarrollo, por el estrés fisiológico inducido; el mayor efecto de la apertura de
claros en el bosque radica en que la intensidad lumínica en ellos se incrementa proporcionalmente con su
tamaño; además que el efecto no es unilateral sino que también implica cambios en el microclima, pues
se incrementan la temperatura del suelo y la evapotranspiración; así, el tamaño de los claros ocasionados en el aprovechamiento del catival debería ser regulada para no modificar significativamente las
condiciones ambientales. Tener en cuenta y aplicar estos principios abre la posibilidad de sostener su
productividad biológica y económica (sostenibilidad forestal).
El Agua. Las especies arbóreas de mayor vitalidad en el catival están genéticamente adaptadas a
condiciones extremas de disponibilidad de agua; utilizan sólo una pequeña parte de ella, para la fotosíntesis, y el excedente es transpirado a través de su abundante estructura de estomas foliares; la abundante
transpiración les sirve de termo-regulador de sus tejidos. Si la tasa de transpiración disminuyera
drásticamente, por restricciones en la disponibilidad natural de agua en el suelo del catival, habría un
colapso y la planta moriría por estrés o se retardaría en su crecimiento y desarrollo. Este aspecto es
importante para establecer pautas de manejo, principalmente por los efectos que se puedan originar por la
apertura de vías de transporte fluvial (canales) y por el daño causado en las ramas y la copa de árboles
circunvecinos por los árboles aprovechados.
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Bases Ecológicas
Los Nutrientes. No se ha estudiado cómo es la demanda de nutrientes por las especies ni cómo
funciona el reciclaje de nutrientes en el catival. El ciclaje de nutrientes en los bosques tropicales sufre
fuertes disturbios a través de la quema del suelo y de la extracción y remoción de grandes cantidades de
biomasa por el aprovechamiento forestal. En el primer caso el funcionamiento del suelo y la disponibilidad de nutrientes se desequilibra para la regeneración postcosecha, los arboles remanentes y las plantas
no maderables; la disposición de residuos, que se descomponen lentamente en los primeros años, aparentemente acelera la tasa de crecimiento de los árboles, por un temporal incremento de nutrientes en el
suelo. Esta situación es mas crítica cuando se elimina el bosque natural para la agricultura migratoria, en
donde los procesos de desbalance de nutrientes en el suelo son irreversibles.
El Nitrógeno Mineral. Es uno de los elementos claves para la salud y vitalidad del bosque. En el
catival sin disturbio, la mineralización del nitrógeno es gradual y está equilibrada con las necesidades
vegetales; como ya se explicó, la radiación que llega al suelo es relativamente baja, además que la temperatura es fresca y el suelo mantiene su humedad natural. Pero el incremento de la radiación por la
sobreexposición del suelo, con la consecuente pérdida de humedad, aumenta significativamente la tasa
de mineralización del nitrógeno orgánico acumulado en el mulch, aumentando su disponibilidad por un
corto plazo aunque también se disminuye hacia el mediano y largo plazo.
El régimen de humedad del suelo forestal cuando se hacen drenajes, como en el aprovechamiento
del catival, la rápida disminución del contenido de agua se traduce en pérdida de la hidromorfia, lo que
incrementa la tasa de oxidación de la hojarasca y demás tipos de materia orgánica del horizonte superior;
esto sucede típicamente en suelos de “swap”, como los bosques de Dipterocarpaceae del Sudeste Asiático,
lo cual puede extenderse a los bosques de guandal,manglar y catival. A escala macroespacial, la mayor
variación edáfica en la consociación Prioretum se da respecto a las posiciones fisiográficas, según el grado
de consolidación de los sedimentos y la mayor o menor influencia de aguas fluviales de desborde, según
los paisajes de vegas altas y bajas y de terrazas (A o, A1, A2 y A3). Los cambios en el contenido de nutrientes
del suelo no es determinante en las variaciones fitosociológicas del Catival; los cambios florísticos se
deben más a las variaciones en las propiedades físicas de suelo; también los cambios en el régimen de
drenaje pueden introducir modificaciones a la composición florística y la estructura.
En términos prácticos, cuando se elimina una parte o la totalidad de la cobertura arbórea o se drena
el suelo, por ejemplo en el aprovechamiento forestal o en el establecimiento de cultivos transitorios, se
origina un disturbio en el funcionamiento y la nutrición de la población forestal, poniendo en riesgo la
productividad del ecosistema de catival. De todas estas situaciones se concluye que el mayor esfuerzo
para el manejo sostenible del catival radica en buscar el punto de equilibrio entre su utilización y su
conservación, bajo la condición de causar el menor desequilibrio ecológico que sea posible, conciliando
los intereses económicos y sociales con los del ecosistema.
Ecología de las poblaciones
Las poblaciones del bosque y su dinámica son fenómenos complejos, producto de un largo proceso de
evolución natural, cuya culminación es una cierta forma de organización, funcionamiento e interrelación
de los componentes; los cambios introducidos por factores exógenos producen cambios que alteran ra-
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
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dicalmente ese modelo natural. Conocer dichos aspectos y entender en qué grado y de qué manera su
utilización y manejo los afectan es primordial dentro de los objetivos de conservación y aprovechamiento
sostenible.
El balance de la población. Consiste en determinar el número y la densidad de individuos vegetales en cada etapa sucesional y en cada tipo de comunidad, por especie y por clase de tamaño, con base en
las tasas de reclutamiento y las tasas de mortalidad. El conocimiento de la demografía del bosque permite
establecer pautas el sobre manejo y el aprovechamiento del catival ya que proporciona información para
planificar volúmenes y áreas basales de incremento en el tiempo y de corta cíclica, así como para conocer
cuantitativamente a las poblaciones que se desea conducir hacia una cosecha futura. Sin este insumo
biológico no es factible manejar el bosque sin comprometer gravemente su conservación in situ.
Reclutamiento se aplica al fenómeno del nacimiento o ingreso de nuevos individuos a una población en un período dado (como los renuevos de cativo originados de la cosecha de semillas de una época
del año), y cada individuo nuevo se llama recluta; la Mortalidad es más evidente. Cohorte es el grupo de
cativos (u otra especie) de una misma cosecha o de una misma edad; la población de árboles del catival
está conformada por los supervivientes de un conjunto de cohortes; para el manejo silvicultural y para
planificar el aprovechamiento del catival es imprescindible conocer cuántos individuos de cada cohorte,
por especie aprovechable, se tienen al final de un período de tiempo dado como, por ejemplo, el ciclo de
corta o el ciclo de rotación del bosque. Cada población del catival tiene un patrón específico en este
sentido. Igual sucede con el Ciclo de Vida de las especies, al menos de las vegetales aprovechadas, tanto
en los aspectos cuantitativos como en los cualitativos, pero su determinación es difícil en las especies con
ciclos de vida largos, como los árboles. Para el Catival este nivel de información aún es deficiente, lo que
puede ser obstáculo para el manejo sostenible y debería ser importante motivo de investigación.
El ciclo de vida de las especies vegetales económicamente más importantes del catival corresponde
a una de estas categorías: 1) Reproducción reiterada episódica: para las especies cuyos episodios de
reproducción (floración, fructificación y germinación) muestran un alta correlación con la estación más
seca; ejemplo: Tabebuia rosea y Ochroma lagopus; parece ser la categoría más común de los árboles,
posiblemente el cativo pertenece a este grupo. 2) Reproducción reiterada continua que, además de algunos árboles, también la presentan muchas parásitas.
Sobre el balance de población, para el catival se citan dos esfuerzos, rigurosos y consistentes. En
el primero Linares y Martínez (1991) precisaron algunas de las características del ciclo de vida del
conjunto de especies arbóreas mediante un ensayo de campo con mediciones mensuales durante dos años
en catival A1 y A2. Se encontró que la regeneración natural presenta una alta tasa anual de reclutamiento,
con valores significativamente mayores en el catival A2, y en ambos tipos de bosque es considerada
satisfactoria para asegurar la reposición “in situ” de la población. En su composición florística y en la
estructura predominan, con tendencia a la homogeneidad, el cativo seguido del caracolí (Anacardium
excelsum). La época de mayor tasa de natalidad coincide con la finalización de las fenofases de floración
y fructificación de las especies arbóreas y con el advenimiento de la etapa lluviosa. La fase de mayor
mortalidad de brinzales R (renuevos) y de mayor crecimiento longitudinal de los sobrevivientes, coincide
con la época de mayor inundación en el bosque, particularmente en el catival A1. Se demostró que la
selección natural es intensa y que de la abundante natalidad (hasta 12.700 renuevos por ha/año) sólo un
2% llega a la fase de fustales jóvenes (alrededor de 10 cm de diámetro), entre 30 y 50 árboles por hectárea.
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Bases Ecológicas
Montero y Córdoba (1996), abordaron el estudio de una población de P. copaifera estableciendo la
Tabla de Vida. En él se indica que de una cosecha de 30.490 semillas/ha hubo una “natalidad neta” del
1.5% (aproximadamente 450 plántulas sobrevivientes y establecidas). De las pérdidas, el 18% (casi
5.500) fueron abortos; aunque hubo una tendencia de mayor tendencia de abortos en los árboles de
mayor número de semillas producidas, fenómeno que aún no se sabe si está controlado por factores
endógenos de la especie o por condiciones ambientales. Los resultados indicarían que la tasa de natalidad
no depende tanto de la cantidad de semillas de cativo producidas en el bosque , sino de la calidad del sitio
para su germinación. El aprovechamiento de una cantidad adecuada de plantas en el catival, para cosechas futuras, comprende el desarrollo sincronizado de los técnicos de aprovechamiento y del manejo
posterior de la Regeneración Natural. La mayor tasa de mortalidad de la especie se presenta en la etapa de
brinzales y las mayores causas son la competencia por condiciones y factores del sitio de agrupamiento
de la semilla; la especie sufre un autoraleo fuerte, propio de la competencia intraespecífica, cuando los
arbolitos se hallan en el cambio de categoría de tamaño de brinzales R (menor de 0.30 cm de altura a la de
brinzal U1 (entre 0.30 y 1.50 m de altura).
Otro trabajo (Tamayo, 1991) encontró que la mayor depredación de semillas es realizada por tres
especies de insectos: Eubulus sp. (Curculionidae), Ectomielois ceratonie (Pyralidae) y un microhimenóptero no determinado que, a su vez, se comportan como vectores de hongos. Su mayor ataque se
presenta en la etapa de predispersión (sin caer del árbol), se trata de un mecanismo natural, pero que
parece ser el de mayor incidencia en la pérdida de viabilidad de semillas en el catival. Los roedores
consumen la semilla pero en cantidad poco significativa. La producción de las cerca de 30.000 semillas/
ha sucede entre diciembre (final de la época lluviosa) y mayo (inicio de la época lluviosa) (ibid.). Los
estudios fenológicos de CONIF, durante 12 años consecutivos indican que dicha cuantía de producción de
semillas varía de año a año. El volumen de la cosecha de semilla es independiente del tamaño del árbol,
tanto del fuste como de la copa; el árbol de cativo alcanza su tamaño reproductivo a partir de los 40 cm de
DAP y 30 m de altura (Montero y Córdoba,1995).
La temporada más favorable para la germinación y la sobrevivencia y el desarrollo de los renuevos
es entre el final de las lluvias y el inicio del “verano”; en el intermedio de la época más seca (febrero a
marzo) las condiciones del suelo son poco propicias para la germinación que, efectivamente, disminuye y
ocurren considerables pérdidas por depredación. Al final de la época seca y el inicio de las lluvias (abril
y mayo) la germinación es favorable. El estudio de Tamayo sugiere que el cohorte originado en esta
última fase sufre alta mortalidad ya que “no habrá tiempo suficiente para arraigar o desarrollar una plántula
con la altura suficiente para rebasar el tope del agua. El nivel de las aguas alcanza un metro en promedio
después de 5 a 6 semanas...”; otros ensayos (CONIF, 1991) plantean que dicho nivel de inundación y su
velocidad no son el promedio sino casos extremos. La rápida tasa de crecimiento de los renuevos de
cativo y su sobrevivencia a la época de máximas lluvias e inundaciones se debe al alto contenido de
reservas nutritivas en su semilla, incluso alcanzando tasas máximas de crecimiento de 1 m/mes altura; lo
que es corroborado en trabajos de CONIF (Archivo Técnico T -5) sobre germinación en el campo y vivero.
Esto significa que si bien la profundidad del agua es una condición que opera como gradiente ambiental
para el establecimiento de la especie, el efecto de pérdidas debe asociarse también a otras condiciones y
factores del ecosistema, no sólo al nivel de la inundación. El grado de inundación es limitante importante
para la regeneración del cativo cuando hay disturbios en el suelo, como en el caso de las huellas de los
tractores o por los sitios de arrastre de trozas, que aumentan el grado, velocidad y temporalidad del
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
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encharcamiento afectando el patrón normal de natalidad de la especie. Una alta mortalidad de cada cohorte
de cativo se debe a la competencia intraespecífica propia de las gregarias; competencia que, a la vez, está
regulada con la producción gradual y no sincrónica de las semillas.
En términos prácticos para el aprovechamiento y del manejo, estos aspectos significan que minimizar el impacto de las operaciones de aprovechamiento sobre el suelo, y conservar árboles portagranos
que suministre una suficiente cantidad de brinzales.
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Organización y Dinámica Sucesional
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Organización y Dinámica Sucesional
Para el aprovechamiento y el manejo silvicultural sostenibles del catival es necesario conocer su organización social y su dinámica, tanto en estado clímax como en las diferentes etapas de reconstrucción luego
de la cosecha de productos. Se requiere diagnosticar tres indicadores: la composición florística, la estructura y la dinámica sucesional. La complejidad y naturaleza del catival exigen también su comprensión
sistémica y el conocimiento de su Riqueza y Diversidad. En esta sección se recopila y analiza la organización del catival A2 en las sucesiones clímax y 21, 16, 10, 5, 3 y 0 años postaprovechamiento industrial.
Como el objetivo de este trabajo consiste en tener herramientas ecológicas para planificar y ejecutar el
manejo y la utilización sostenible de los Cativales, es importante analizar la organización de varios de sus
estados sucesionales, según varias edades de aprovechamiento y, supuestamente, representativas de varias edades sucesionales. Para este caso ha sido posible recopilar y analizar estudios referentes a la organización de la comunidad vegetal en edades sucesionales de 0 (cero), 5 (cinco), 16 (dieciseis) y 21 (veintiún) años. Este enfoque es fundamental pues se considera que el futuro de la conservación, la utilización
y el manejo del Prioretum recae en los llamados Cativales Secundarios y Cativales Primarios Intervenidos, aún más que en los Cativales Clímax.
Catival clímax A2
Composición florística y estructura
Vegetación con DAP > 10 cm. Este tipo de vegetación se caracteriza por una relativa riqueza florística de
especies arbóreas, en contraposición con la característica monotípica de este bosque en torno al cativo
(Prioria copaifera). Se registraron 235 individuos, pertenecientes a 42 especies de 25 familias; predominando Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Gustavia nana; Gustavia superba; Lecythis turiana y
Lecythis sp.) y Meliaceae (Carapa guianensis; Trichilia martiana y Cedrela sp).; de rango medio aparecen Anacardiaceae; Apocynaceae; Arecaceae; Moraceae y Caesalpinaceae; de baja importancia se registran Annonaceae; Boraginaceae; Bombacaceae; Combretaceae; Mimosaceae y Lauraceae, cada una
con una sola especie. Hay pocas especies arbóreas, cada una con gran número de individuos; entre éstas
se destacan Prioria copaifera (100 ind./ha, seguida de Tabebuia rosea (roble) y Carapa guianensis (güino)
con 13 cada una, Cocoloba miliansii. (guaraguao) con 10, Castilloa elástica con 8, Gustavia nana y
Pterocarpus officinalis con 7 cada una y Tabernaemontana chocoensis, Brosimun alicastrum y Trichilia
martiana con 5 cada una; estas familias agrupan el 71.5% de individuos encontrados.
Siete especies agrupan el 90.7% del área basal y 35 sólo el 9.3%; P. copaifera es la primera con el
77.0% (31.38 m2/ha) del área basal del bosque, seguida de Lecythis. tuyrana, Castilloa elastica, Anacardium
excelsum, Terminalia lucida, Carapa guianensis y Pterocarpus officinalis. Según el IVIS (Indice de Valor
de Importancia Simplificado), P. copaifera es la especie de mayor peso ecológico (119/300); luego están
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
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L. tuyrana, C. guianensis; T. rosea y C. elastica; estas cinco especies suman el 78.3% del IVIS y dominan
el bosque no intervenido. Coccoloba willimsii; Gustavia nana; Tabernaemontana chocoensis; Brosimun
alicastrum; Thrichilia martiana y Anacardium excelsum suman el 7.6% y tienen valor medio. Posoqueria
latifolia; Hirtella racemosa; Aspidosperma sp; Pouteria caimito; Herrania pulcherrima; Cespedecia
macrophylla; y las Arecaceae Geonoma oxicarpa y Astrocaryum standleyanum, entre otras, tienen muy
baja importancia ecológica.
Vegetación con DAP 1 a 10 cm. Se encuentran 32 familias botánicas con 57 especies. Las de
mayor presencia fueron Rubiaceae (Condominea; Gonzalogumia y Pentagonia), Annonaceae (Guatteria
sp., Guatteria tanduzii, Malmea anomala; Oxandra sp. y Rollinia mucosa), Mimosaceae (gén. Inga,
especies semialata; sapindoides; edulis y psittacorum); Piperaceae es menos importante pero bien representada (gén. Piper, novogranatense; multiplinervium; reticulatum y umbraculum). Otras familias de
menor número de especies pero importantes fueron Moraceae (Castilloa elastica, C. tunu y Maquira
costarricana); Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Gustavia superba y L. tuyrana). Otras familias
con buen número de especies son Urticaceae; Solanaceae; Polygonaceae; Meliaceae; Euphorbiaceae;
Mecaceae y Apocynaceae.
Se reportaron 494 individuos de 57 especies, destacándose Tabernaemontana chocoensis (48 ind./
ha), Piper reticulatum (46), Castilla elastica (42), Coccoloba williamsii; Camaedorea tepejilote y Urera
sp. Por su dominancia se destacan Guatteria tanduzii; Gustavia superba y Schweilera garagarae (abarcan el 35% del IVIS). El restante 65% lo suman 53 especies de peso ecológico bajo a muy bajo. La
regeneración de brinzales y latizales es relativamente escasa.
Vegetación con DAP < 1 cm. Presenta alta diversidad en gran cantidad de taxas y variedad de
formas botánicas (lianas, hierbas, bejucos, plantas del piso, arbolitos, arbustos y palmas). Se reportaron
19.914 ind./ha de 80 especies; predominan “Baba de zaino” Dieffenbachia longispatha (9.212) muy agresiva distribuyéndose extensamente sobre el piso formando grupos dominantes, Heliconia brachiantha
(3.134) ocupa grandes áreas abiertas del catival y posee hábito gregario; la “Pita” Aechmea magdalenense
(1.952) es de comportamiento similar a Dieffenbachia e inhibe el desarrollo de otro tipo de vegetación.
Además, abundan los helechos, como “H. hurtado” Tectaria incisa (128) Dryopteridoidea; “H. arroyo”
Pteris propingua Agardn. (50) Polipidiaceae; y “H. mena” Tectaria draconoptera Copel (124)
Dryopteridoidea. También Selaginellas (550) como la “Oreja de mula” Philodendron podophyllum. En la
regeneración arbórea abundan P. copaifera (2.028 brinzales/ha), localizada en sitios con significativa
apertura de claros, C. elastica (548) y Bactris paula Bailey (88).
Organización general
En la vegetación mayor de 1 cm de diámetro se registraron 80 especies de 37 familias, dominando
Rubiaceae; Annonaceae; Monaceae; Lecythidaceae; Piperaceae; Mimosaceae; Arecaceae; Apocynaceae;
Chrysobalanaceae; Meliaceae y Papilionaceae. un poco menos Lauraceae; Combretaceae; Sapindaceae;
Tiliaceae y Clusiaceae. P. copaifera registró un área basal de 41.7 m≤/ha, equivalente al 75.6% del total
de la del bosque y es la especie de mayor peso ecológico con un 44.9% del IVI total, ratificándose la
tendencia del ecosistema a la homogeneidad específica. De importancia media a baja aparecen C. elastica
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Organización y Dinámica Sucesional
y Tabernaemontana chocoensis, Piper reticulatum, C. williansii, L. tuyrana y Carapa guianensis (entre
el 3 y el 4% cada una); las dos últimas debido al grosor del fuste y a que ocupan el dosel superior. De bajo
peso ecológico son: Tetrathylacium jonansemi, Quararibea asterolepsis, Trema micrantha y Urera sp.
El cociente de mezcla en la vegetación de diámetro > 1 cm fue de 1:9, con un Indice de ShannonWeaver (H) de 5.243; equivalente a una alta diversidad del ecosistema. Para la Riqueza Florística se
empleó el método Area-Especie; se hallaron 85 especies 2.500 m≤, incluyendo la vegetación baja; y a
partir de 1.700 m2, la curva incluye al 92% de las especies, indicativo de una notable riqueza florística.
Verticalmente hay 3 estratos, dos superiores continuos y uno inferior separado de los dos primeros.
En el más superior se agrupan las especies dominantes, con árboles de hasta 40 m de altura y copas de
diámetro >15 m fuertemente condensadas, con alta dominancia de P. copaifera y L. tuyrana (DAP >100
cm), fustes en su mayoría rectos y con buenas características morfológicas, esporádicamente cubiertos
por lianas de hasta de 35 cm de diámetro, como el “bejuco chocho” (Entada sp.) y el “Bejuco Don
Guandú” (Uncaria racemosa). En el piso subsiguiente hay escasos árboles intermedios de altura <30 m,
sin formar una gruesa faja árboles con vegetación asociada hasta los 20 m de altura, de pocas raíces
fúlcreas o contrafuertes, hecho curioso, que en cambio es una característica común de la vegetación
cliófila intermedia y baja. El piso inferior es de 15 m de altura, dominado por Arecaceae. El sotobosque
está muy poblado, principalmente por Aechmea magdalenae; Dieffenbachia longispatha y Heliconia
brachiantha. Abunda la regeneración natural de C. elastica;Tabernaemontana chocoensis y P. copaifera,
mezclada conSelaginella arthritica; Anthurium anorianun, Ischnosiphon sp. y Piper reticulatum y helechos como Pteris propingua;Tectaria draconoptera y Polybotrya sp. La vegetación conformada por hierbas y bejucos representa a 73 especies, lo que acentúa la biodiversidad del catival.
Existen claros debidos a la caída de grandes troncos y ramas, esporádicos y localizados. En el piso
hay gran acumulación de detritos con activa transformación de la materia orgánica, mezclados con la red
radicular, notoriamente pivotante. Escasos árboles muertos en píe pero corpulentos y conformando enclaves de hojarasca y detritos.
Catival intervenido - 21 años postaprovechamiento
El estudio del catival intervenido fue realizado ininterrumpidamente por el Convenio CONIF-PIZANO
desde 1981 hasta 1997, mediante el desarrollo de 8 ensayos de campo en bosques remanentes del aprovechamiento, principalmente sobre regeneración natural, estructura, dinámica y manejo. Las principales
características se resumen a continuación.
Composición florística y estructura
Vegetación DAP > = 10 cm. En este tipo de vegetación se registraron 382 individuos de 86 especies y 39
familias; siendo la mejor representada Annonaceae (Guatteria sp.; Guatteria tanduzii; Oxandra panamensis;
Oxandra sp; Rollinia mucosa y Unonopsis sp.) seguida de Moraceae (Brosimun alicastrum; C. elastica ;
C. tunu; Clarisia racemosa; Pseudolmedia laevigata. y Sorocea aff. Hensi, Meliaceae (C. guianensis.;
Cedrela sp.; Trichilia martiana;T. poeppizii. y T. quadrijuga, Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis, I.
sapindoides, I. semialata; C. martius y Pentaclethra macroloba) y, de gran importancia, Papilionaceae
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
23
(Dipteryx panamensis; Dussia sp.; Myroxylum balsamum; Pterocarpus officinalis y Uribea tamarindoides).
De ellas, 32 presentan cada una menos de 3 especies. También el número de individuos por especie es
bajo y sólo 9 especies tienen más de 10 individuos/ha.
Las 10 especies más abundantes fueron P. copaifera (con 18 individuos), “Vela” (Rubiaceae N.N.)
con 18, Swartzia pinnata y Pouteria caimito, con 15 cada una, C. guianensis, con 13, y C. elastica con 12,
Pentaclethra macroloba con 11, y Aspidosperma sp., B. alicastrum. y Triplaris americana, cada una con
10. Estas10 especies representan el 34.6% de la abundancia, mientras que, en contraste, las otra 76 componen el 65.5%, incluso una buena parte con menos de 10 individuos por hectárea. Anacardium excelsum,
especie residual del aprovechamiento, tiene el mayor área basal (7,72 m2/ha); le siguen P. copaifera (2.77)
y Dipteryx panamensis (2.32), L. tuyrana (1.59); Hirtella racemosa (1.57); C. guianensis (1.37); C. elastica
(1.23) y Neea delicatula (1.31).
Según su importancia hay tres grupos de especies: el de alto peso ecológico conformado por A.
excelsum (22,9% del IVIS), y P. copaifera (12.7%) con alta abundancia y dominancia. El de peso medio
formado por Dypterix panamensis (7.4%) con árboles pero de gran porte, Carapa guianensis (7.3%), C.
elastica (6.7%) y Neea delicatula (6.1%). El tercero, de peso bajo, formado por Pentaclethra macroloba;
Pouteria caimito; Aspidosperma sp; Chrysophyllum sp; una Rubiaceae (N.N.) y L. tuyrana (5 al 6%).
Estas 12 especies reúnen el mayor peso ecológico (47.6% del IVIS); en tanto que las otras 74 especies
suman el 52.4%.
Vegetación DAP > 1 cm y < 10 cm. Este grupo de vegetación consta de palmas, árboles juveniles
y arbustos de 93 especies pertenecientes a 39 familias (alta diversidad). Se destacan Annonaceae (Guatteria
chocoensis; G. tanduzii; Malmea anomala; Oxandra panamensis; Oxandra sp; Rollinia mucosa y
Unonopsis gracilis), Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis; I. saffordiana; I. sapindoides, I. semialata
y P. macroloba), Moraceae (Brosimum alicastrum; B. guianense; C. elastica; C. tunu; Pseudolmedia.
laevigata y Sorocea affinis), Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Grias cauliflora; Gustavia nana; G.
superba y L. tuyrana), Meliaceae (C. guianensis; Cedrela sp; Trichillia martiana; T. poeppigii y T.
quadrijuga). Las Palmas participan de modo importante (Bactris maraja; B. paula; Crysophila kalbreyeri;
Geonoma oxicarpa y Socratea exorrhiza).
Fueron registrados 1.726 ind./ha, de 93 especies correspondientes a 39 familias. Por su abundancia
se destacan: Sloanea sp. (7.9% del total), Bactris maraja (6.26%), Clavija mezzii (5.3%), Castilloa tunu
80 (4.6%), Gustavia superba (4.2%) y P. copaifera (3.6%); 28 conforman el 72.5% del total de la población, mientras que las 65 especies restantes conforman el 27.5%. Por dominancia sobresalen Gustavia
superba (7.4% del área basal total), Sloanea sp. (7.1%) y C. tunu (5.5%). Según peso ecológico, las de
mayor valor son: Sloanea sp. (7.46% del IVIS Total), Gustavia superba (5.8%), Bactris maraja (5.1%),
Castilloa tunu (5.1%), Clavija Mezzii (4.16%), estas cinco de abundante población, y P. copaifera (3.6%).
De peso medio aparecen “amarillo” (N.N.); Trichillia poeppigii; “vela” (Rubiaceae N.N.); P. caimito; P.
laevigata; G. nana y E. garagarae; que suman el 17.5%. De peso bajo se registran 80 especies que suman
el 51.2%. Además, el 86% de las especies tienen pocos individuos, cada uno de escasa área basal.
Vegetación DAP < 1 cm. Como en el clímax, este grupo es el de más alta biodiversidad. Constituido por bejucos, hierbas, herbáceas, rastreras, brinzales, arbustos, aráceas y vegetación inferior; líquenes y
musgos. Se registraron 15.924 ind./ha de 118 especies; por abundancia se destacan: C. elastica (4.906
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24
Organización y Dinámica Sucesional
ind. /ha) y “Selaginella” Selaginella arthritica Aiston (2.214) de población localizada pero muy abundante. Entre la regeneración natural temprana arbórea sobresalen: Quararibea asterolepsis (574 ind./ha),
Dypterix. panamensis (274), Gustavia superba (168), Inga semialata (180), Oxandra sp. (306), Pouteria
caimito (192), Hirtella racemosa (200) y Posoqueria latifolia (288). De menor abundancia, P. copaifera
(60), Rheedia madruno (74) y Trichilia poeppigii (138). Es notable el papel ecológico de las palmas: en el
estrato bajo se destacan Astrocaryum malibo (374 palmas/ha), Geonoma oxicarpa (326) y Chamaedorea
sp. (250), distribuidas uniformemente y frecuentes en el piso; de menor presencia son Socratea exorrhiza
(62), Crysophila kalbreyeri (20) y Bactris maraja (56). También son importantes los bejucos: “Bejuco
tortugo” Hippocratea sp. (586 ind./ha), “B. hombresolo” Paullinia sp. (106) y Cortada sp. (escaso pero
con estructuras de hasta 35 cm de diámetro). Igualmente habitan los helechos: Tectaria incisa “helecho
hurtado” (400 ind/ha), Asplenium delitescens “helecho clavellino” (346), Diplazium gradifolum “H. moreno” (466); Tectaria draconoptera “H. mena” (132), Pteris propingua “helecho arroyo” (42) y Adiantum
tetraphyllum “helecho porrancho” (44). Otras especies de este estrato, menos abundantes, son:
Diettenbachia oerstedii y D. longispatha, Heliconia brachianta y H. imbricata (platanillo cansamuchacho);
H. atratensis (platanillo lengüevaca), Crinum enebescens (lirio); Calathea insigne (hoja taza) y Campelia
zanonia (chicoria).
Organización general
Sin incluir hierbas, bejucos y vegetación inferior, se registran 118 especies de 48 familias (2.108 individuos). Con muchas especies: Annonaceae (Guatteria chocoensis; G. tanduzii; Malmea anomala; Oxandra
panamensis; Oxandra sp.; Rollinia. mucosa; Unonopsis gracilis) y Moraceae (Brosimun alicastrum; B.
guianense; Castilloa elastica; C. tunu; Clarisia racemosa; Pseudolmedia. laevigata y Sorocea affinis).
Importantes, pero de menos especies: Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis; I. saffordiana, I.
sapindoides, I. semialata y Pentaclethra. macroloba), Rubiaceae (Condaminea sp.; Gonzalagunia sp.;
Macaonia acuminata; Pentagonia brachyotis y Posoqueria latifolia), Arecaceae, de amplia cobertura
(Astrocaryum standleyanum, Bactris maraja y B. paula, Crysophila kalbryeri; Geonoma oxicarpa y
Socratea exorrhiza). De ellas, 37 presentan sólo de una a tres especies. De mayor abundancia relativa:
Bactris maraja (5.1% del IVIS total) Clavija mezzii (4.4%), Castilloa tunu (4.2%) y P. copaifera (3.8%).
De abundancia media: vela (Rubiaceae N.N.), Oxandra sp.; Pouteria caimito; Pseudolmedia laevigata,
Trichilia poeppigii y Rinorea viridifolia. De abundancia muy baja: Bursera simarouba, Cordia panamensis,
Posoqueria latifolia, Parmentiera stenocarpa y Luehea seemannii.
Por Area Basal -AB- dominan: Anacardium excelsum (20.8%) con pocos individuos corpulentos
remanentes de la explotación y Dipteryx panamensis (6.3%), C. guianensis (3.7%) e Hirtella racemosa
(4.2%). Por peso ecológico sobresalen: A. excelsum (10.5% del total del IVIS), P. copaifera, abundante y
de alta AB (5.8%), Sloanea sp. (3.6%), D. panamensis (3.4%) y Bactris maraja (2.7%). Las más importantes son 15 especies que suman el 48.7% del total del IVIS, mientras que otras 103 aportan el 51.3%. El
cociente de mezcla es 1:17 (a pesar de su alta diversidad, este catival está evolucionando a la homogeneidad, con caracteristicas de ecosistema secundario tardío).
El Indice de Shannon-Weaver (H) es de 5.707, indicador de alta diversidad florística (1.208 individuos de 118 especies). La Riqueza Florística, exceptuando briófitos, analizada mediante la curva especieárea (2.500 m2), señala que en 1.700 m≤ se reúne el 93.0% del total de las especies muestreadas (área
mínima de expresión biológica del ecosistema).
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
25
Es importante la cantidad de pequeños claros en evolución; producidos por la caída, natural o antrópica, de plantas de gran tamaño, con troncos y ramas aún en descomposición. La disposición de las
frondas de las palmas les permite actuar como canales recolectores de los detritos (hojarasca). Los árboles
presentan raíces fúlcreas y, a veces, contrafuertes. Las lianas proliferan sobre el piso, con presencia típica
de aguijones bien desarrollados. Proliferan las Arecaceae Astrocaryum malibo y Chamaedorea sp., los
Pteridofitos (helechos) como Displazium grandifolium; Cycloptesis semicordata; Pteris propingua y
Asplenium delitescens, así como las herbáceas Philodendron venezuelense; Anthunum panduriforme; A
anorianum; A. clavigerum y los bejucos Monstera acuminata y Habenuna bractescens. También la regeneración natural arbórea de C. elastica; P. copaifera; Pouteria caimito e Inga semialata. Se reportaan
especies herbáceas indicadoras de ambientes húmedos, como Selaginela onceps y Piper multiplinervium.
El estrato superior está formado por esporádicos árboles del pasado, que no sufrieron impactos del aprovechamiento, de altura > 30 m; el estrato subyacente lo conforman especímenes de entre 15 y 30 m, con
copas iniciando contacto (dosel intermedio); debajo hay un estrato de 8 a 15 m de altura, biológicamente
significativo, constituido por palmas, árboles bajos y árboles en etapas intermedias de desarrollo; en el
piso abundan palmas, arbustos y brinzales y latizos de los árboles dominantes y codominantes. Las palmas
ofrecen mucha competencia en las zonas media y baja por la gran cobertura horizontal de sus frondas.
Catival intervenido - 16 años de postaprovechamiento
En 1993 CONIF evaluó un catival tipo A2 que había sido aprovechado en 1977, por una empresa productora de tríplex, mediante un ensayo de campo de 6 años de duración (1982 a 1987). El estudio se hizo
general, no por grupos de tamaño, y sólo para vegetación arbórea. Las características principales se resumen a continuación.
Riqueza y Diversidad Florística
Para este tipo de bosque se reportaron 68 especies de 26 familias; Caesalpinaceae y Fabaceae con 5 y 4
géneros cada una, seguidas de Annonaceae, Lecythidaceae, Mimosaceae y Moraceae (3 gén. cada una).
Sólo 21 especies se encontraban simultáneamente en las categorías de tamaño brinzal, latizal y fustal,
dominan caracolí, cativo, guasco, pacó y dormilón. En total se hallaron 53 especies en el estado de brinzal,
52 en latizal y 27 en fustal; la participación de las palmas fue casi nula.
La importancia ecológica de las especies más abundantes de la regeneración natural se muestra
en el Cuadro 7. El caracolí y cativo suman más del 40% de la población total; güino y virola participan
poco. Pero caracolí, guasco, pacó, guamos y cativo abarcan más del 60% la población.
La producción máxima de brinzales, incluido cativo, ocurrió cada dos años, mientras que la de
latizales fue más o menos constante, con valores mínimos en los años 15 y 16, como se aprecia en el
Cuadro 8.
Se encontraron 27 especies en el estado de fustal; su importancia ecológica se resume en el
Cuadro 9.
El 88% del peso ecológico lo suman 9 especies. Entre estas se destaca el cativo (44% del total),
abundante y con árboles de buen porte; están poco representadas güino (5%) y virola, el caracolí alcanza
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Organización y Dinámica Sucesional
26
CUADRO 7. ESPECIES DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS DESPUES DE APROVECHADO Y ESTADOS DE SU
REGENERACION
FAMILIA
NOMBRE CIENTIFICO
NOMBRE VULGAR
1.
2.
Acanthaceae
Anacardiaceae
3.
Annonaceae
4.
5.
Bignoniaceae
Bombacaceae
6.
7.
Burseraceae
Caesalpinaceae
Trichantera gigantea
Anacardium excelsum
Spondias spp
Unonopsis pittieri
Malmea anomala
Xylopia sp.
Tabebuia rosea
Pachira acuatica
Quararibea asterolepis
Bursera simaruba
Copaifera panamensis
Cynometra martiana
Prioria copaifer
Swartzia sp.
Nacedero
Caracolí
Hobo
Yaya
Cargadero
Escobillo
Roble
Salero
Bolinillo
Indio desnudo
Canime
Mangleduro
Cativo
Cucharo
Hueso
Castillo
Tapaliso
Madoño-Machare
Lechito
Arroz con coco
Chocho
Banbudo
Tamarindo
Coronillo
Caidita
Cocuelo
Guasco
Pacó
Algodoncillo
Guino
Chagará
Aserrín
Guamo
Dormilón
Lechero
Cauchillo
Yarumo
Sangre gallo
Cordoncillo
Guaraguau
Carbonero
Borojó
Caimito
Cacahuillo
Camajón
Zurrumbo
Ananzú
Cedro
8.
Chrysobalanaceae
9. Clusiaceae
10. Euphorbiaceae
11. Fabaceae
12. Flacourtiaceae
13. Lauraceae
14. Lecythidaceae
15. Malvaceae
16. Meliaceae
17. Mimosaceae
18. Moraceae
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Myrisicaceae
Piperaceae
Polygonaceae
Rosaceae
Rubiaceae
Sapotaceae
Sterculiaceae
26. Ulmaceae
27. Desconocidas
Couepia sp.
Licania arborea
Rheedia edulis
Sapium caydataum
Andira inermis
Ormosia sp.
Pterocarpus officinalis
Uribea tamarindoides
Hasseltia floribunda
Nectandra sp.
Couroupita darienensis
Eschweilera sp.
Grias cauliflora
Thespesia populnea
Carapa guianensis
Trichilia quadrijuga
Enterolobium cyclocarpum
Inga spp.
Pentaclethra macroloba
Batocarpus costarricensis
Castilla tunu
Cecropia spp
Trianthera ulei
Piper sp.
Coccoloba sp.
Licania arborea
Chrysophyllum caimito
Herrania purpurea
Sterculia apetala
Trema sp.
BRINZAL LATIZAL
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
FUSTAL
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Continúa...
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
27
CUADRO 7. ESPECIES DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS DESPUES DE APROVECHADO Y ESTADOS DE SU
REGENERACION (Continuación)
FAMILIA
NOMBRE CIENTIFICO
NOMBRE VULGAR
27. Desconocidas
BRINZAL LATIZAL
Clavellino
Colero
Cuero e’sapo
Guanábano
Guayuyo
Gurrupi
Granadillo
Limoncillo
Mamauno
Muerto e’risa
Murciélago
Ocumé
Púnula
Sauco
Tirarete
Tortugo
Urticaria
Vela
Zanca e’mula
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
TOTAL ESPECIES
53
FUSTAL
X
X
X
X
X
X
X
52
27
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
CUADRO 8. DENSIDAD/HA DE LA REGENERACION NATURAL TEMPRANA DEL CATIVAL A2 A LOS 16
AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
Brinzales
Latizales
Fustales
%
NOMBRE ESPECIE
R
U1
U2
E
1A
TOTAL
ESPEC.
Anacardium excelsum
Carapa guianensis
Cynometra martiana
Eschweilera sp
Grias cauliflora
Inga sp
Pentaclethra macroloba
Prioria copaifera
Pterocarpus officinalis
Sapium caudatum
Virola
Unonopsis pittieri
Otras
190
63
27
3
17
33
10
47
170
13
3
43
53
67
3
240
90
17
194
7
7
3
7
3
3
10
70
13
10
17
10
30
16
73
1
13
30
40
3
1
1
30
360
27
33
160
93
147
6
263
149
1
27
1
414
21.4
1.6
1.9
9.5
5.5
8.7
0.003
15.6
8.8
0.001
1.6
0.001
24.6
R : Renuevo (h < 0 .3 m); U1 : Brinzal (0.3 m < h < 1.5 m); U2 : Latizal bajo (1.5 m < h < 3.0 m)
E : Latizal establecido (h > 3.0 m y d < 50 cm); 1A : Latizal alto (5 cm < d < 10 cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
28
CUADRO 9. POBLACION DE REGENERACION NATURAL TEMPRANA DEL CATIVAL RESIDUAL A2
EN SEIS EDADES SUCESIONALES
TAMAÑO/ESPECIE
EDAD
SUCESIONAL
11
12
13
14
15
16 años
BRINZALES
Anacardium excelsum
(N)
(%)
400
19.1
127
15.9
0.00
470
37.8
450
18.2
360
28.1
Cynometra martiana
(N)
(%)
83
23.1
33
20.1
50
2.5
7
38.8
24
19.1
3
28.3
Grias cauliflora
(N)
(%)
330
38.9
43
25.5
206
12.7
47
42.2
134
24.6
80
34.5
Prioria copaifera
(N)
(%)
584
66.9
303
63.5
136
79.8
94
49.7
111.6
69.6
257
54.6
Pterocarpus officinalis
(N)
(%)
66.9
63.5
33
81.5
250
69.8
214
78.3
123
64.1
TOTAL ESPECIES
(N)
(%)
20.93
100
797
100
2024
100
1243
100
2476
100
1283
100
Anacardium excelsum
(N)
(%)
0.00
0.00
0.00
0.00
3
0.7
0.00
Cynometra martiana
N)
(%)
20
20
13
37
13
10
Grias cauliflora
(N)
(%)
20
13.9
10
17.1
60
28.4
33
13.2
7
5.6
13
5.8
Prioria copaifera
(N)
(%)
20
20.8
26
32.0
16
34.6
107
33.4
3
6.3
3
6.6
Pterocarpus officinalis
(N)
(%)
13
46.2
13
39.4
34.6
24
37.9
6.3
6.6
TOTAL ESPECIES
(N)
(%)
288
100
175
100
257
100
530
100
414
100
394
100
LATIZALES
N : Número de plántulas por hectárea
% : Porcentaje acumulado de las especies por año de medición
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
29
CUADRO 10. ESTRUCTURA DE LA VEGETACION DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS POSAPROVECHAMIENTO
(DIAMETROS > 10 CM)
Especie
d
(cm)
Aa
(%)
Ar
Fa
(%)
Fr
(m ≤)
Da
(%)
Dr
IVI
IVIS
1.3
2.295
16.4
18.87
17.58
7.65
G
IP
(m≤/ha) (m ≤)
A. excelsum
171.0
11.2
0.03
C. guianensis
19.1
44.7
0.13
5.6
0.117
0.8
11.11
5.55
0.39
0.11
Cecropia spp
36.1
22.4
0.07
3.00
0.207
1.5
6.82
3.83
0.69
0.09
C. martiana
18.2
910.6
0.27
11.5
0.263
1.8
24.01
12.46
0.88
0.62
Eschweilera sp
13.5
1
1.18
0.03
1.28
0.01
0.10
2.56
1.27
0.05
0.05
G. cauliflora
19.6
10
11.76
0.2
8.55
0.3
2.07
22.38
13.83
0.96
0.02
Inga sp
21.5
4
4.71
0.1
5.56
0.2
1.18
11.45
5.89
0.55
0.03
P. macroloba
16.7
4
4.71
0.1
5.56
0.01
0.66
10.93
5.37
0.31
0.00
P. copaifera
58.3
24
28.24
0.6
24.36
9.3
66.23 118.83
94.46
30.87
8.32
P. officinalis
24.6
9
10.59
0.2
9.83
0.5
3.86
24.28
14.44
1.80
0.32
S. caudatum
35.2
3
3.53
0.09
3.85
0.3
2.30
9.68
5.83
1.07
0.22
Virola
11.9
1
1.18
0.03
1.28
0.01
0.08
2.54
1.25
0.04
0.01
U. pittieri
16.8
1
1.18
0.03
1.28
0.02
0.16
2.62
1.33
0.07
0.00
73
85.88
97.25 266.04 183.13
45.33
10.25
18.6
12
0.385
33.96
16.87
1.28
2.34 100.00 13.984 100.00 300.00 200.00
4.61
10.82
SUBTOTAL
Otras especies
TOTALES
85 100.00
1.94 82.91 13.599
14.12
0.40
17.09
2.75
1.00
0.57
d:
Diámetro promedio con corteza; Aa: abundancia absoluta (número de árboles); Ar: abundancia relativa.
Fa: Frecuencia absoluta; Fr: frecuencia relativa; Da: dominancia absoluta; Dr: dominancia relativa.
IVI: Indice de valor de importancia (Dr + Fr +Ar); IVIs: índice de valor de importancia simplificado (Dr + Ar).
G: Area basal por hectárea; IP: Incremento periódico (1982-1987).
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
alto peso ecológico con muy pocos individuos pero de grandes dimensiones (esta especie no es aprovechada). Por familias, Caesalpinaceae lleva el 48% del peso ecológico, mientras que Fabaceae, Lecythidaceae
y Anarcadiaceae suman el 25%; otras 22 familias alcanzan solo el 27%. Por abundancia, Caesalpinaceae
reúne el 39% de la regeneración, seguida de Lecythidaceae (13%), Fabaceae (12%) y Mimosaceae (9%).
Tendencia similar ocurre para la dominancia. El AB total es de 35.8 m≤/ha, superior al rango óptimo
promedio (19-23 m≤/ha) para bosques tropicales. La variación de la regeneración (densidad y composición) y de la estructura diamétrica durante varios años no es significativa, como se aprecia en los Cuadros
8 y 9.
Más del 70% de la población se encuentra en la clase > de 60 cm, parte de la cual es remanente del
aprovechamiento industrial: la distribución de valores de AB en las clases diamétricas de10 a 60 cm es
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
30
muy pobre (menor a 3 m2/ha). En cuanto a la distribución del volumen, este estado sucesional sigue un
patrón semejante al relacionado para el área basal.
Para DAP > 10 cm el Indice de Similaridad Florística de Sorensen es del 27 y el 54%, que indica
una relativa heterogeneidad en composición florística; y que es inferior al del clímax; el Cociente de
Mezcla (CM) es de 1:3,5 (mezcla intensa de especies); para brinzales el cociente es 1:12 (mayor homogeneidad) y para latizales de 1:3.
Catival intervenido - 10 años postaprovechamiento
Este tipo de vegetación se analizó con base en tres ensayos de campo que CONIF desarrolló desde 1989
(Archivo Técnico Estación “La Balsa”), cuyos aspectos principales se resumen así:
Brinzales y Latizales
La población de brinzales comprende 10.700 ind./ha aproximadamente, similar que para el catival 0
años; sin embargo, P. copaifera abarca el14.3%, el doble que en dicha edad, caracolí es la especie predominante (30.4%), casi igual que en catival 0 años. Los géneros Gustavia y Grias (pacós) también son
importantes (8.7%), similar que en catival 0 años; en contraste aparece una nueva e importante regeneración de la familia Lecythidaceae (especialmente Eschweilwera) que conforman el 11.5% del total de
brinzales. Aquí es mucho menor la participación de heliófitas efímeras y heliófitas tardías (Cecropia spp.
conforma sólo el 0.003% de la población). Los latizales se han reducido a la mitad, respecto al año 0. El
CUADRO 11. NUMERO DE ARBOLES/HA DE ALGUNAS ESPECIES DEL CATIVAL A2 EN SEIS EDADES
POSTAPROVECHAMIENTO
ESPECIE
11
Edad postaprovechamiento (años)
12
13
14
15
16
Anacardium excelsum
(N)
(%)
333
1.1
333
0.9
333
1.0
333
1.1
333
1.1
333
1.1
Cynometra martiana
(N)
(%)
43
16.6
47
14.6
47
16.3
30
12.5
30
12.2
30
11.5
Grias cauliflora
(N)
(%)
33
28.5
33
24.9
40
29.3
33
25.1
33
24.4
33
23.0
Prioria copaifera
(N)
(%)
70
53.8
73
45.5
73
53.1
73
52.9
70
50.4
79
50.5
Pterocarpus officinalis
(N)
(%)
26
3.2
23
52.2
27
61.9
23
61.6
30
61.5
30
61.0
TOTAL ESPECIES
(N)
(%)
277
100.00
343
100.00
307
100.00
263
100.00
270
100.00
287
100.00
N : Número de árboles por hectárea; % : Distribución porcentual acumulada por año de medición
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
31
CUADRO 12. DISTRIBUCION DEL NUMERO DE ARBOLES POR CLASES DE DIAMETRO EN EL CATIVAL
A2; 11 Y 16 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
EDAD / ESPECIE
CLASE DIAMETRICA (cm)
10-20
20-30
30-40
40-50
50-60
>60
TOTAL
11 AÑOS
Anacardium excelsum
(N)
(%)
-
-
-
-
-
3
100,0
3
Cynometra martiana
(N)
(%)
20
46,5
20
93,0
3
100,0
-
-
-
43
Grias cauliflora
(N)
(%)
20
60,6
13
100,0
-
-
-
-
33
Prioria copaifera
(N)
(%)
20
28,6
7
38,6
3
42,9
10
57,2
3
61,4
27
100,0
70
Pterocarpus officinalis
(N)
(%)
13
50,0
3
61,54
7
88,5
3
100,00
-
-
26
TOTAL ESPECIES
(N)
(%)
137
49,5
67
73,7
27
83,4
13
88,1
3
89,2
30
100,0
277
Anacardium excelsum
(N)
(%)
-
-
-
-
-
3
100,0
3
Cynometra martiana
(N)
(%)
20
66,7
10
100,0
-
-
-
-
30
Grias cauliflora
(N)
(%)
20
60,67
13
100,00
-
-
-
-
33
Prioria copaifera
(N)
(%)
23
29,11
7
37,97
3
41,77
10
54,43
3
58,23
33
100,00
79
Pterocarpus officinalis
(N)
(%)
13
43,33
7
66,66
7
89,99
100,00
3
-
30
TOTAL ESPECIES
(N)
(%)
133
46,34
63
68,29
27
77,7
20
84,67
7
87,11
37
100,00
287
16 AÑOS
N : Número de árboles por hectárea
%: Distribución porcentual acumulada por especie
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
32
CUADRO 13. AREA BASAL/HA (m2) POR CLASES DIAMETRICAS A LOS 11 Y 16 AÑOS POSTEXPLOTACION DE UN CATIVAL A2
EDAD / ESPECIE
CLASE DIAMETRICA (cm)
15
25
35
45
55
>60
TOTAL
11 AÑOS
Anacardium excelsum
(G)
(%)
-
-
-
-
-
5,89
100,00
5,89
Cynometra martiana
(G)
(%)
0,31
20,67
0,90
80,67
0,29
100,00
-
-
-
1,50
Grias cauliflora
(G)
(%)
0,35
60,61
0,59
100,00
-
-
-
-
0,94
Prioria copaifera
(G)
(%)
0,30
1,33
0,31
2,90
0,36
4,3
1,64
11,57
0,82
15,21
19,12
100,00
22,55
Pterocarpus officinalis
(G)
(%)
0,28
18,79
0,21
32,88
0,49
65,77
0,50
100,00
-
-
0,48
TOTAL ESPECIES
(G)
(%)
2,35
6,57
2,99
14,92
2,48
21,84
2,14
27,82
82,00
30,11
25,01
100,00
35,79
Anacardium excelsum
(G)
(%)
-
-
-
-
-
7,65
100,00
7,65
Cynometra martiana
(G)
(%)
0,32
36,36
0,56
100,00
-
-
-
-
0,88
Grias cauliflora
(G)
(%)
0,36
37,5
0,60
100,00
-
-
-
-
0,96
Prioria copaifera
(G)
(%)
0,38
1,23
0,37
2,43
0,27
3,30
1,66
8,68
0,73
11,04
27,46
100,00
30,87
Pterocarpus officinalis
(G)
(%)
0,22
12,22
0,23
25,00
0,65
61,11
100,00
0,70
-
1,80
TOTAL ESPECIES
(G)
(%)
2,18
4,68
2,82
10,73
2,47
16,03
2,60
21,61
1,43
24,68
35,11
100,00
46,61
16 AÑOS
G: Area basal (m2 /ha)
N: Distribución porcentual acumulada por especie
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
33
cativo tiene poca presencia pues conforma sólo el 0.82%; las especies más abundantes son: Gustavia y
Grias (10.7% del total), Inga spp.(10.5%); Sterculia apetala (10.3%), Eschweilera (6.6%), Cynometra
martiana (4.11%); se halló abundante producción de brinzales, mas no de latizales, de A. excelsum.
Fustales
Fueron registrados 242 fustales/ha; cativo es la especie más abundante (20.7%), una buena parte remanente del bosque primario, con DAP promedio de 42 cm; le siguen las heliófitas Trema micrantha (19%)y
Cecropia spp. (9.2%), establecidas en grandes claros originados por la cosecha maderera; después vienen
especies del clíma: Gustavia y Grias (9.8%), Inga spp. (8.4%), Anacardium (3.3%) y Eschweilera (2.4%).
En este tamaño P. copaifera tiene el mayor peso ecológico (IVIS 73.9/300); seguida de Anacardium
(58.9) y Lecythis tuyrana de alto peso ecológico por sus árboles maduros remanentes del aprovechamiento. La distribución diamétrica de 51 árb./ha de cativo hallados, 37 tenían menos de 50 cm de DAP, y todas
las especies presentaron una distribución diamétrica típica o normal.
Catival intervenido - 5 años postaprovechamiento
Esta vegetación registra un Coeficiente de Mezcla de 1:32 (tendencia a una relativa homogeneidad); la
abundancia de P. copaifera y de géneros Cecropia spp. y Trema mictantha es menor que a los 3 y 0 años
CUADRO 14. ALGUNAS CARACTERISTICAS FITOSOCIOLOGICAS DEL CATIVAL 5 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
PARAMETRO
PARCELA
A
Indice de Diversidad de Shannon y Waever
B
C
3,80
3,92
3,10
1.504
1.880
2.404
1:32
1:35
1:57
Número de Especies Vegetacion diám. > 1 cm
46
53
42
Número de Familias Vegetacion diám. > 1 cm
25
26
21
7.704
6.500
2.100
12
21
12
Número de Individuos/ha diám. > 1 cm
Cociente de Mezcla
Número de Individuos diám. diám. < de 1 cm
a) Regeneración Temprana
b) Número de Familias en la Vegetacion diám. < de 1cm
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
34
CUADRO 15. VOLUMEN COMERCIAL/HA POR CLASE DIAMETRICA DE LAS PRINCIPALES ESPECIES
DE UN CATIVAL A2 A LOS 16 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
ESPECIE
CLASE DIAMETRICA (cm)
15
25
35
45
55
>60
TOTAL
Anacardium excelsum
(V)
(%)
-
-
Cynometra martiana
(V)
(%)
1,80
37,42
3,01
100,00
4,81
Grias cauliflora
(V)
(%)
1,41
28,89
3,47
100,00
4,88
Prioria copaifera
(V)
(%)
2,07
0,50
2,95
1,22
2,48
1,82
13,75
6,37
8,41
8,41
377,39
100,00
412,05
Pterocarpus officinalis
(V)
(%)
1,25
8,15
2,22
22,62
6,16
62,78
-
5,71
100,00
-
15,34
TOTAL ESPECIES
(V)
(%)
14,36
2,55
20,92
6,26
29,30
11,46
34,30
17,54
21,29
21,32
463,25
100,00
563,82
-
-
-
3
100,00
3
V : Volumen comercial por hectárea
õ%: Distribución porcentual acumulada por especie
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
postaprovechamiento. En la Riqueza Florística se destacan Cecropia peltata (9.4% del IVIS) de alta
abundancia y distribución irregular; Inga spp. (6,2%), Schweilera spp. (5.7%), ambas con alto número de
individuos y Prioria copaifera (5,3%) con alta AB. Menos importantes son Castilloa elastica, Ficus
insipida, Spondias mombin y Lecythis tuyrana, cada una con el 3 a 4%. El 62.4% del IVIS lo representan
17 especies y el 37.6% otras 38.
Fueron registrados 3.363 brinzales/ha, el 18.8% de Gustavia y Grias, el 12.6% deAnacardium
excelsum, el 6.9% de Lecythis tuyrana, y el 5.9% de Prioria copaifera; las existencias de brinzales son
bajas (el 30% respecto a otras edades) debido posiblemente a la proliferación de Heliconias, que impiden
el desarrollo de otras especies. Se encontraron 1.796 latizales/ha, similar que el bosque cero años; predominando Cecropia membranaceae (25.6% del IVI), Gustavia y Grias (8.7% de los individuos). Prioria
copaifera tiene a esta edad poco peso ecológico y participa con un 7.5 %, seguida de Lecythis tuyrana y
Anacardium excelsum. Por su parte se encontraron 160 fustales/ha, de Cecropia membranaceae (27.6%),
Prioria copaifera (16.7), Cynometra longifolia (9%), Gustavia superba, Grias cauliflora y Anacardium
excelsum. La vegetación arbórea más importante es la siguiente:
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
35
Catival intervenido - 3 años postaprovechamiento
El Coeficiente de Mezcla es de 1:13 (diámetro >1 centímetro de diámetro; similar que en el bosque de 5
años, por la abundancia de especies heliófitas efímeras y de cativos residuales. En la Riqueza Florística
fueron halladas 43 especies de 25 familias (riqueza florística relativamente baja comparada con la del
clímax). Dominan Anacardiaceae, Moraceae, Lecythidaceae y Caesalpinaceae. (Cuadro 16).
Las familias mejor representadas fueron Anacardiaceae, Caesalpinaceae y Lecythidadeae. El análisis conjuto para todas las categorías de tamaño señala las siguientes 10 especies más importantes. De
esas 10 especies fueron hallados 1.552 ind./ha (DAP > 1 cm) que abarcan el 72,6% del IVI total. Las de
mayor peso ecológico son Anacardium excelsum (20)% (pocos fustes residuales de gran tamaño), Inga
edulis (11.2%), Cecropia peltata (10,2%) y Schweilera sp. (9,8). Un poco menos importantes son
Pterocarpus officinales, Grias cauliflora, Cynometra martiana y Prioria copaifera Spondias mombin y
Trichilia cuadrijuga. Todas estas especies son dominantes en la estructura del catival clímax pero, para la
etapa de 5 años, ocupan posiciones sociológicas secundarias. Otras 33 especies suman el 27,5%. Prioria
copaifera es la especie de mayor abundancia de brinzales y latizales en esta etapa, localizada sobre todo
en claros. (Cuadros 17 y 18).
La Estructura Diamétrica indica que existe una relación inversa (a menor diámetro mayor número de individuos y viceversa). La J invertida demuestra que aún existe un relativo equilibrio en el sitio.
FIGURA 1.
CATEGORIA DIAMETRICA VS. NUMERO DE INDIVIDUOS EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
350
315
NUMERO DE INDIVIDUOS
300
250
200
180
150
100
52
31
50
18
0
1.00-3.50
3.50-7.00
7.01-10.00
10.01-25.00
25.01-50.00
2
> 50.00
CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
La relación de Categorías Diamétricas vs. Area Basal muestra la tendencia de una relación directa entre el diametro y el área basal, es decir, a mayor diámetro mayor área basal, esta relación forma la
curva en forma típica de J, señal también de un relativo equilibrio estructural.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
36
CUADRO 16. PRINCIPALES ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2 A LOS 5 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
NOMBRE COMUN
Carbonero
Hueso
Madroño
Cedro Macho
Caimito
Ceiba
Cuángare Castaño
Yarumo
Balso
Guamo
Pacó Grias
Aserrín
Charagá
Laurel
Caracolí
Hobo
Varasanta
Cativo
Olleto
Paco Gustavia
Zurrumbo
Pantano
Lechero
Bambudo
Castilla
Andira
Banco/Pumula
Periquito
Abrojo
Mangle Duro
Virola
Trúntago
Lechito
Guácimo
Camajón
Ceiba Pentandra
Irisol
Vara de león
Fruta de icotea
Guanabanillo
N.N
Guayabillo
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
Licania arborea
Slonea sp .
Rheedia edulis P.&.T.
Tapirira meryantha
Pouteria sp.
Ceiba pentandra
Otoba sp.
Cecropia peltata
Ochroma lagopus S.W.
Inga sp.
Grias cauliflora L .
Parkia sp.
Trichilia quadrijuga
Nectandra reticulata R&P
Anacardium excelsum Skeel .
Spondias mombin
Tiplaris cumingiana H.B.K.
Prioria copaifera Griseb .
Lecythis tuyrana Pittier.
Gustavia superba H.B.K.&Be .
Trema micranta L.
Hyeronima laxiflora
Batocarpus costaricensis S&W
Pterocarpus officinalis
Castilla elastica Cerv .
Andira enermis(W.Wright.)
Sterculia sp.
N.N.
Dialium guianense
Cynometra martiana H&M
Trianten ulei
Vitex columbiensis Pittier.
Sapium caudatum Pittier .
Leuchea seemanii T.&.P.
Sterculia apetala Jacq.
Ceiba pentandra
N.N
Terminalia amazonica
N.N.
Rollinia mucosa
Rosaceae
Eleocarpaceae
Clusiaceae
Anacardiaceae
Sapotaceae
Bombacaceae
Mirysticaceae
Moraceae
Bombacaceae
Mimosaceae
Lecythidaceae
Mimosaceae
Anacardiaceae
Lauraceae
Anacardiaceae
Anacardiaceae
Poligonaceae
Caesalpinaceae
Lecythidaceae
Lecythidaceae
Ulmaceae
Euphorbiaceae
Moraceae
Fabaceae
Moraceae
Fabaceae
Sterculiaceae
Terminalia chiriquensis
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Caesalpinaceae
Caesalpinaceae
Mirysticaceae
Verbenaceae
Euphorbiaceae
Tiliaceae
Sterculiaceae
Bombacaceae
Combretaceae
Anonaceae
Lauraceae
Combretaceae
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
37
CUADRO 17. PRINCIPALES ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2 - 3 AÑOS DE APROVECHAMIENTO
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
Prioria copaifera Griseb
Pouteria sp
Licania platypus
Cespedesia macrophylum
Cativo
Caimo
Carbonero
Paco
Caesalpinaceae
Sapotaceae
Rosaceae
Ochnaceae
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
CUADRO 18. ESPECIES QUE PARTICIPAN CON EL MAYOR PESO ECOLOGICO EN LA ASOCIACION
CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
Anacardium excelsum Skeel
Trichilia quadrijuga
Spondias mombin
Prioria copaifera Griseb.
Cynometra martiana H&M
Pterocarpus officinalis
Schweilera sp.
Grias cauliflora L.
Inga sp.
Cecropia peltata
Caracolí
Charagá
Hobo
Cativo
Mangle duro
Bambudo
Guasco
Pacó grias
Guamo
Yarumo
Anacardiaceae
Anacardiaceae
Anacardiaceae
Caesalpinaceae
Caesalpinaceae
Fabaceae
Lecythidaceae
Lecythidaceae
Mimosaceae
Moraceae
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
FIGURA 2.
CATEGORIA DIAMETRICA VS. AREA BASAL EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
4.7
5
AREA BASAL (m2)
4
3
2
1.1
1
0.7
0.3
0.2
0
1.00-3.500
3.51-7.00
7.01-10.00
10.01-25.00
25.01-50.00
> 50.10
CATEGORIA DIAMETRICA (cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
38
La relación Categorías Diamétricas vs. Alturas muestra dos picos, correspondientes a dos máximas alturas promedios de 28 y 27 metros repectivamente; comportamiento debido, posiblemente, a la
incidencia de los árboles remanentes y de los que se elongan tras la apertura de claros.
FIGURA 3.
RELACION DE CLASE DIAMETRICA VS. ALTURA EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO
PROMEDIOS DE ALTURA (m)
30
25
20
15
10
5
0
1.00-3.50
3.51-7.00
7.01-10.0
10.01-25.00
25.01-50.00
> 50.10
RANGOS DIAMETRICOS (cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Catival intervenido - menos de 1 año postaprovechamiento
Catival Tipo A2
Las especies mas típicas de este tipo de catival se resumen en el Cuadro 19.
Luego de 6 a 8 meses del aprovechamiento, la Riqueza Florística muestra la presencia de 22 especies de 14 familias (se estima pobreza) El CM es 1:5,5 (fuerte tendencia a la hetereogeneidad). En la
Estructura, según el IVI, 12 especies son las más importantes.
Se destacan: Cecropia peltata (27.4% del IVI) por una alta población, Grias cauliflora (9.9%),
Tiplaris cumingiana (8.7%) y Spondias mombin (7.2%). De mediana importancia son: Nectandra reticulata
(6.9%), Prioria copaifera (5.7%) y Pterocarpus officinales (5,5%) Tapirira mycrantha (4.4%),
Aspidosperma marcgravianum (4.2%) y Rheedia edulis (3.4%). De baja importancia ecológica son Clavija mezzii y Trichilia quadrijuga.
La relación Categorías diamétricas vs. Número de árboles muestra una curva con tendencia de “J”
inve rtida, con un pico en el rango 7 a 25 centímetros, debido a la afluencia de un mayor número de
árboles en dicha categoría de tamaño, remanentes del aprovechamiento.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
39
CUADRO 19. ESPECIES DE MAYOR IMPORTANCIA ECOLOGICA DEL CATIVAL A2 - 3 AÑOS
POSTAPROVECHAMIENTO
NOMBRE
COMUN
ABUND.
ABUND.
ABSOLUTA RELATIVA
FREC.
RELATIVA
DOMINACIA
RELATIVA
IVI/300
IVI %
ABUND.
FUSTAL
ABUND.
LATIZAL
ABUND.
BRINZAL
3
3
4
25
50
50
600
1.525
Caracolí
Guamo
Yarumo
Guasco
Bambudo
Pacó Grias
Mangle Duro
Cativo
Hobo
Charagá
Otras especies
11
95
88
72
25
36
7
13
24
17
169
1,98
17,1
15,84
12,96
4,5
6,48
1,26
2,34
4,32
3,06
30,16
3,7
10,16
9,24
9,24
5,54
4,62
3,7
3,7
2,77
4,62
42,71
54,65
6,28
6,72
4,19
3,57
0,38
5,78
2,98
1,78
1,16
12,51
60,33
33,54
31,8
26,39
13,61
11,48
10,74
9,02
8,87
8,84
85,88
20,09
11,17
10,59
9,79
4,53
3,82
3,58
3
2,96
2,94
27,54
1
9
8
92
84
72
24
36
4
8
24
16
160
TOTALES
557
100
100
100
300
100
29
528
1
3
5
50
50
250
450
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
La curva Categorías Vegetales Vs. Areas Basales presenta concentracion de áreas basales en el
rango de 7 a 50 cm, debido a la afluencia de árboles remanentes del aprovechamiento; esto es buena señal,
pues los árboles de este grupo serán los sustitutos de los ya cosechados y/o de los sobremaduros.
Según la relación Categorías diámetricas Vs. Alturas (promedios de 3,38 hasta 20,20 m) las variables diámetro y altura están directamente correlacionada (a mayor diámetro mayor altura y viceversa).
FIGURA 4.
DISTRIBUCION POR CATEGORIAS DIAMETRICAS EN CATIVAL A2 AL AÑO POSTAPROVECHAMIENTO
140
139
NUMERO INDIVIDUOS
120
100
80
79
60
50
30
40
20
5
0
1.00-3.50
3.51-7.00
7.01-10.0
10.01-25.0
25.01-50.0
> 50.1
CATEGORIAS DIAMETRICAS
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
40
CUADRO 20. ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2; MENOS DE 1 AÑO POSTAPROVECHAMIENTO
INDUSTRIAL
NOMBRE COMUN
Charagá
Hobo
Chuculero
Resbalamono
Cativo
Mangle Duro
Madroño
Algodoncillo
Pantano
Bambudo
Hormigo
Guasco
Pacó Gustavia
Mano de Guagua
Higuerón
Yarumo
Guamo
Cuero de Cerdo
Varasanta
Miel Quemada
Fruta Icotea
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
Trichilia quadrijuga
Spondias mombin
Aspidosperma marcgravianum
Bursera simarouba
Prioria copaifera Griseb.
Cynometra martiana H&M
Rheedia edulis P.&.T.
Croton killiapanus
Hyeronima laxiflora
Pterocarpus officinalis
Lunania parvifolia
Schweleira sp.
Gustavia superba H.B.K.&Be.
Guarea goudotiana
Ficus insipida Wild.
Cecropia peltata
Inga sp.
Coccoloba densiflora Mart.
Tiplaris cunningiana H.B.K.
Guazuma sp
No determinada
Anacardiaceae
Anacardiaceae
Apocynaceae
Burseraceae
Caesalpinaceae
Caesalpinaceae
Clusiaceae
Euphorbiaceae
Euphorbiaceae
Fabaceae
Flacourtiaceae
Lecythidaceae
Lecythidaceae
Meliaceae
Moraceae
Moraceae
Mimosaceae
Polygonaceae
Polygonaceae
Sterculiaceae
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
FIGURA 5.
CLASE DIAMETRICA VS. AREA BASAL CATIVAL A2 POSTAPROVECHAMIENTO 0 AÑOS
1.60
1.5
AREA BASAL (m)
1.40
1.20
1.00
0.80
0.60
0.42
0.40
0.20
0.18
0.10
0.3
0.17
0.00
1.00-3.50
3.51-7.00
7.01-10.0
10.01-25.0
25.01-50.0
CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
> 50.1
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
41
CUADRO 21. ESPECIES ARBOREAS DE MAYOR PESO ECOLOGICO EN EL CATIVAL A2 MENOS DE
UN AÑO DE POSTAPROVECHAMIENTO
NOMBRE
ABUND.
COMUN
ABUND.
ABSOLUTA RELATIVA
Yarumo
Pacó grias
Varasanta
Hobo
Laurel
Cativo
Bambudo
Cedro macho
Chuculero
Madroño
Guevo Tigre
Charagá
Otras especies
FREC.
DOMINACIA
RELATIVA
RELATIVA
IVI
IVI %
ABUND.
ABUND.
ABUND.
FUSTAL
LATIZAL
BRINZAL
68
44
30
31
28
13
7
12
13
9
8
8
36
22,15
14,33
9,77
10,1
9,12
4,23
2,28
3,91
4,23
2,93
2,61
2,61
11,73
3,88
8,77
7,02
3,51
8,77
5,26
7,02
3,51
5,26
5,26
3,51
1,75
36,48
50,88
4,6
7,06
6,73
1,4
6,48
6,25
5,03
2,22
1,37
0,83
1,64
5,51
76,91
27,7
23,85
20,34
19,29
15,97
15,55
12,45
11,71
9,56
6,95
6
34,71
27,37
9,86
8,49
7,24
6,87
5,68
5,53
4,43
4,17
3,4
2,47
2,14
12,35
44
4
24
44
28
28
28
12
4
12
12
8
8
8
32
307
100
100
100
300
100
59
248
2
3
1
3
1
1
75
50
125
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
FIGURA 6.
CLASE DIAMETRICA VS. ALTURA CATIVAL POSTAPROVECHAMIENTO 0 AÑOS
PROMEDIO ALTURA (m)
25
20
15
10
5
0
1.00-3.50
3.51-7.00
7.01-10.0
10.01-25.0
25.01-50.0
> 50.1
CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm)
Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
42
Asociaciones y consociaciones del ecosistema Catival
La aplicación de estos dos conceptos, para el uso y el manejo sostenible, se fundamenta en que cada
forma de asociación o de consociación implica significativas diferencias ecológicas que sensibilizan los
planes de silvicultura y aprovechamiento, al igual que los planes de conservación de la biodiversidad;
como éstos planes no son recetas para aplicar indiscriminadamente, se requiere flexibilizarlos y adecuarlos
según cada caso y, por lo tanto, tener un conocimiento cartográfico, biológico, físico y silvicultural específico para cada una de las formas de agrupación de las comunidades vegetales del catival. Así, cuando se
pretenda inciar el manejo o el aprovechamiento, es requisito vital determinar cuál o cuáles consociaciones
florísticas existen en el área de bosques objeto del caso. Con base en las anteriores consideraciones, para
el manejo forestal sustentable deberán tener prioridad los Cativales Ao y A1.
Diagnóstico de la regeneración natural
A continuación se presentan los resultados de cuatro diagnósticos realizados en cuatro estados sucesionales
del Catival (11 años, 8 años y 3 meses de postaprovechamiento, y un bosque climax) los cuales indican la
pertinencia, oportunidad y necesidad de su realización y, por lo tanto, de abordar el manejo silvicultural.
Igualmente, sirven para caracterizar al catival en tres estados de silvigénesis, corroborar los aspectos
discutidos y establecer elementos de comparación acerca de la Condición y la Aptitud Silvicultural del
Bosque de Segundo Crecimiento. Estos estudios se abordaron siguiendo la metodología del Método
Malayo, la cual se describe detalladamente en el Anexo de este documento.
Diagnóstico de un Catival secundario de edad 11 años postaprovechamiento
Este estudio se realizó en un catival residual A1, explotado entre 1971 y 1972; el catival primario fue
explotado aprovechando los árboles con diámetros superiores a 60 centímetros. Está ubicado en la finca
del señor Pérez, a lo largo del caño “El Tigre”, en el río León, confluencia del “Caño Tigre”; se efectuó un
muestreo 10x10 metros (ML 1/2); de hecho el objetivo del diagnóstico fue tener la información para
desarrollar un ensayo de campo sobre manejo silvicultural del catival residual y respuesta del bosque a los
tratamientos. Debido a este objetivo y a que su condición silvicultural es mucho más compleja y avanzada, se requiere un análisis a fondo como lo señalan los siguientes resultados y su análisis:
•
Grupos de Especies: (veáse página 51)
•
Indice de Existencias:
I.E. Grupos A + B:
I.E. Grupo A:
•
75% (muy satisfactorio)
55% (satisfactorio)
Distribución de líderes en clases de Posición de Copas (PC). (Véase página 51)
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
43
GRUPO A:
PRIORIDAD
1
2
3
4
5
6
SIMBOLO
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
CA
GU
VI
DI
RO
LE
Cativo
Güino
Nuánamo
Cuángare
Roble
Lechero-Sande
Prioria copaifera
Carapa guianensis
Virola sp.
Dialyanthera spp. (hoy Otoba)
Tabebuia rosea
Brosimum utile
CO
HO
MA
CR
AC
PM
Cocuelo
Hobo
Machare-Tometo
Caracolí
Aceite María
Peinemono-Corcho
Couroupita darienensis
Spondias mombin
Symphonia globulifera
Anacardium excelsum
Calophyllum mariae
Apeiba aspera
GRUPO B:
1
2
3
4
5
6
CLASES DE POSICION DE COPA
GRUPOS
A+B
A
•
No. Líderes
Frecuencias (%)
No. Líderes
Frecuencias (%)
5
4
3
2
1
3
38
3
50
2
25
1
17
2
25
0
0%
1
13
2
33
0
0
0
0
TOTAL
8
100
6
100
Distribución de líderes por Clases de Tamaño (CT).
CLASES DE TAMAÑO
GRUPOS
A+B
A
No. Líderes
Frecuencias (%)
No. Líderes
Frecuencias (%)
E
1A
1
12,5
1
17
0
0
1
77
1B
2
25
0
0
2
2
25
1
17
3
0
0
0
0
4
1
12,5
1
167
5
6
1
1
12,5 12,5
1
1
17
17
TOTAL
8
100
6
100
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
44
•
Distribución de líderes por Clases de Calidad de Copa (QC).
CLASES DE CALIDAD DE COPA
GRUPOS
A+B
A
•
No. Líderes
Frecuencias (%)
No. Líderes
Frecuencias (%)
5
4
3
2
1
0
0
0
0
5
62,5
4
67
3
37,5
2
33
0
0
0
0
0
0
0
0
TOTAL
8
100
6
100
Distribución de líderes por Competencia de Copas (CC).
CLASES DE CALIDAD DE COPA
GRUPOS
A+B
A
No. Líderes
Frecuencias (%)
No. Líderes
Frecuencias (%)
LL
CI
DI
3
37,5
3
50
3
37,5
1
17
2
25
2
33
TOTAL
8
100
6
100
LL: Copa totalmente emergente
CI: Copa que compite con un indeseable
DI: Copa dominada por la de un indeseable
•
Distribución por Clases de Competencia de líanas sobre Líderes (CL).
CLASES DE CL SOBRE LIDERES
GRUPOS
A+B
A
0
No. Líderes
Frecuencias (%)
No. Líderes
Frecuencias (%)
0 : Sin lianas
C : Pocas lianas
3
37,5
2
33,3
C
2
25
1
16,7
CC
CCC
3
37,5
3
50
0
0
0
0
TOTAL
8
100
6
100
CC : Lianas abundantes con daño visible
CCC: Presencia de lianas estranguladoras
Análisis y aplicación de los resultados
•
Indice de existencias y categoría de tamaño. Los índices son satisfactorios, principalmente a
nivel del conjunto de doce (12) especies deseables, pudiéndose dirigir los tratamientos silviculturales en beneficio de las deseables líderes y substitutas de clases 1A y superiores. Apriori, las deseables de clases R, U y E no deberían recibir asistencia específica, considerando que más del 60% de
las líderes de clases 1 A y superiores se encuentran en la clase 4 de calidad de copas.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
45
•
Calidad de copa y competencia de copas. Más del 30% de las especies líderes pertenecen a la
clase 3 de calidad de copas y más y del 50% de las líderes sufren competencia por parte de indeseables (ver frecuencias en las clases CI y DI), por lo tanto, es urgente realizar una liberación de copas
de líderes mediante eliminación (envenenamiento) de las indeseables competidoras más próximas
a las deseables, por lo menos de las deseables que no sean de clase LL. El 85% de las copas se
consideran perfectas y de buena forma.
El 22% de los árboles líderes del grupo A no tienen competencia de copas, el 28% tienen competencia de un deseable, lo cual significa que el 50% no requieren liberación. En general, se deben
realizar liberaciones suaves orientadas a quitar la competencia de los árboles de menor tamaño que
están dominados o que están compitiendo con indeseables.
El 64% de los árboles tienen la copa expuesta a la luz, en contacto lateral con otras; ocupando el
estrato superior; el 11% son líderes absolutos con la copa totalmente emergente y expuesta; el 25%
restante tienen la copa sólo parcialmente expuesta, con competencia y contacto lateral y superior,
por lo cual debe realizarse una liberación de sus copas.
•
Competencia de lianas. La competencia por lianas es escasa, por lo cual no se necesita una
liberación intensa. Se observa un valor del 50% en la clase “cc”, por lo que, se deberían aprovechar
las labores de liberación, mencionada en el párrafo anterior.
•
Distribución diamétrica. La distribución de clases diamétricas es normal, el 50% de la población
lo conforman los árboles de las clases de 10 a 25 cm de DAP y el resto las clases de 26 hasta 70 cm.
•
Población por hectárea. El número de árboles por hectárea para las especies del grupo A es de
630, en promedio, para DAP > 10 cm.
•
Area basal por hectárea. El Area Basal promedio por hectárea 50,03 m2 para las especies del
grupo A, lo cual se considera bastante bueno, teniendo en cuenta que el área basal de un bosque no
intervenido de cativo es de en promedio una cifra similar si co...
el diámetro mínimo de
cortabilidad en el aprovechamiento industrial.
Diagnóstico de un catival secundario de edad 8 años postaprovechamiento
El bosque objeto del diagnóstico se encuentra localizado en el caño denominado El Tigre en la finca de
propiedad del señor Junco, en el río León. El catival primario fue explotado en 1975, época en la cual se
aprovecharon árboles con diámetros superiores a 60 centímetros.
Las parcelas instaladas tienen las siguientes características: tamaño 60 x 100 metros con una faja
de borde de 30 metros alrededor. Se instalaron 3 parcelas, dos de ellas unidas para formar una parcela de
60 x 200 metros. Se realizó muestreo ML1/2; cada parcela se subdividió en fajas de 10 x 100 metros: La
intensidad de muestreo fue del 100%.
Los resultados y análisis fueron los siguientes:
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
46
•
Grupos de Especies:
GRUPO A:
PRIORIDAD
1
2
3
4
5
6
SIMBOLO
NOMBRE COMUN
NOMBRE CIENTIFICO
CA
GU
VI
DI
RO
LE
Cativo
Güino
Nuánamo
Cuángare
Roble
Lechero-Sande
Prioria copaifera
Carapa guianensis
Virola sp.
Dialyanthera spp. (hoy Otoba)
Tabebuia rosea
Brosimum utile
CO
HO
MA
CR
AC
PM
Cocuelo
Hobo
Machare-Tometo
Caracolí
Aceite María
Peinemono-Corcho
Couroupita darienensis
Spondias mombin
Symphonia globulifera
Anacardium excelsum
Calophyllum mariae
Apeiba aspera
GRUPO B:
1
2
3
4
5
6
•
Indice de Existencias y Clases de Tamaño. Los índices de establecimiento promedios son de
75% para los grupos A+B y de estos el 54% corresponde a las especies del grupo A, que se consideran satisfactorios. Se consideran estos valores muy satisfactorios para garantizar un rendimiento
sostenido del bosque. En lo referente al grupo A, el 70% de los líderes corresponden a Cativo. Los
tratamientos silviculturales (liberación, refinamiento) que se realicen, deben dar prioridad absoluta
a las especies del grupo A, por lo menos en lo que se refiere a individuos con calidad de copa igual
o superior a 4. Según los resultados del inventario las clases de tamaño predominantes son de 1A,
1B, 2,3, y 4, por lo cual los recursos tanto humanos como económicos deben concentrarse en ellos.
(Cuadro 24).
Se halló que un 90% de la regeneración natural temprana se encuentra en el estado U1 y U2 y la
mayoría pertenece a la especie Cativo.
•
Distribución por especie. En lo que se refiere a las especies del grupo A, 71% de las líderes son
cativos. Considerando las especies de los dos grupos, A y B, 51% de todos los líderes existentes en
las muestras son cativos o sea de la especie mas procurada en toda la región. El conjunto de líderes
del grupo B corresponde solamente a 27,6% de todos los líderes inventariados (grupo A+ B). En el
grupo B, los líderes inventariados presentan la siguiente distribución por especie (Cuadro 25).
El hobo domina la subpoblación de líderes del grupo B: su madera es de muy bajo valor, pero
produce frutas que localmente se comen. Se debía, por lo tanto, definir la utilización industrial de
las especies de este grupo, para determinar el tratamiento. Se podría haber enfocado un manejo de
esta especie con tal fin. Por lo tanto, antes de definir los tratamientos en lo que se refiere a las
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
CUADRO 24
47
PROMEDIO DE LOS ARBOLES ENCONTRADOS AGRUPADOS EN LAS CLASES DE
TAMAÑO Y EL INDICE DE ESTABLECIMIENTO
CLASES DE TAMAÑO
1A
1B
2
3
4
1
4
3
1
3
4
1
1
1
2
4
1
2
4
3
2
1
2
1
2
1
3
1
2
1
3
2
1
SUMA
1A
1B
2
3
4
:
:
:
:
:
21
1
1
2
1
4
1
1
3
3
3
1
2
1
2
1
1
34
28
6
7
8
A
B
A+B
1
55
60
70
40
50
60
80
50
60
10
50
30
60
70
50
40
70
60
30
20
0
40
30
10
10
30
10
10
30
20
30
30
10
50
10
10
85
80
70
80
80
70
90
80
70
20
80
50
90
100
60
90
80
70
2
54%
21%
75%
3
1
2
1
2
1
1
1
2
1
1
1
3
3
1
1
1
21
5
IE (%) GRUPOS SPP.
3
1
2
1
5
1
1
3
1
18
5
Comprendida entre 5 y 9,9 cm de DAP
Comprendida entre 10 y 14,9 cm de DAP
Comprendida entre 15 y 24,9 cm de DAP
Comprendida entre 25 y 34,9 cm de DAP
Comprendida entre 35 y 44,9 cm de DAP
1
1
1
1
4
5
6
7
8
1
:
:
:
:
Comprendida entre 45 y 54,9 cm de DAP
Comprendida entre 55 y 64,9 cm de DAP
Comprendida entre 65 y 74,9 cm de DAP
Comprendida entre 75 y 84,9 cm de DAP
especies del grupo B, se requería consultar a los dueños del sitio, si les interesan los frutos de hobo
se mantendría los hobos líderes que no compiten con los cativos y otras especies del grupa A. Si en
este caso no les interesan los frutos de hobo, se consideran especies prioritarias del grupo B a
caracolí, aceite maría y macharé (individuos con QC igual o superior a 4).
•
Competencia de Copas. Como puede observarse el 30% de los árboles de Cativo se encuentran
dominados por indeseables y el 19% están compitiendo con indeseables, por lo cual el trabajo de
liberación y envenenamiento se debe concentrar sobre el 50% de la población de árboles deseables.
Tan solo el 13% de los árboles del grupo A tienen una copa sin competencia. (Cuadro 26).
•
Calidad de Copa. Se halló que la calidad de las copas supera el 80% de todas las líderes, tan solo
en la competencia un 50% aproximadamente está compitiendo y siendo dominados por indeseables.
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Organización y Dinámica Sucesional
48
CUADRO 25. DISTRIBUCION POR ESPECIES DE LOS LIDERES INVENTARIADOS
ESPECIE
No. ARBOLES
PORCENTAJE
Hobo (Spondias mombin)
Machare (Symphonia globulifera)
Caracolí (Anacardium excelsum)
Aceite maría (Calophyllum mariae)
Cocuelo (Lecythis sp.)
25
10
1
1
1
66.0
26.0
2.6
2.6
2.6
TOTALES
38
100
CUADRO 26. CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS DE UN CATIVAL CLIMAX A1
LL
CD
2
5
1
1
1
5
3
1
1
1
5
1
2
1
1
1
3
3
2
∑
17
13
1
5
1
1
2
2
1
4
DI
1
1
1
1
5
1
2
3
3
1
3
1
1
1
3
3
2
5
2
2
3
41
30
1
3
2
1
3
2
4
1
33
25
26
19
17
13
LL: Copa totalmente emergente
CI: Copa que compite con un indeseable
DI: Copa dominada por la de un indeseable
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1
1
1
1
DD
2
1
1
1
1
1
1
1
2
%
CI
CD: Copa que compite con la de un deseable
DD: Copa dominada por la de un deseable
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
•
49
Distribución Diamétrica de un Catival Clímax A1
CUADRO 27. DISTRIBUCION POR CLASES DE DIAMETRO
Spp. (1)
(2)
1A
1B
2
3
4
5
6+
TOTAL
CA
a
b
3
1.6
9
5.0
11
6.1
16
8.9
18
10.0
5
2.8
7
3.9
69
38.3
VI
a
b
9
5.0
5
2.8
7
3.9
2
1.1
23
12.7
RO
a
b
2
1.1
1
0.6
1
0.6
4
2.3
GU
a
b
1
0.6
TOTAL
a
b
15
8.3
1
0.6
15
10.3
18
10.0
19
10.6
18
10.0
5
2.8
7
3.9
97
53.9
CA : cativo (Prioria copaifera)
VI ; Nuánamo (Virola spp)
GU : guino (Carapa guianensis)
RO : roble (Tabebuia rosea)
(1) Especies deseables, grupo A
(2) a = número de individuos encontrados en el área total acumulado de las muestras (1,8 ha)
b = número calculado de individuos por ha.
•
Indice de existencias y categoría de tamaño. Teniendo en cuenta la distribución y abundancia de
las especies deseables por categorías de tamaño de los análisis de CONIF, se concluye que en lo
referente a las especies del grupo A, los recursos financieros y humanos disponibles para un manejo silvicultural deben concentrarse para promover la liberación y el desarrollo de las líderes de las
clases 2, 3, 4, 5, y > 6. Debido a la abundancia de líderes y sustitutivos de las clases 1A y 4
encontradas en el muestreo de 1/2 cadena, los tratamientos se harán para estas categorías, no prestándole atención a la regeneración natural de categorías ya que esta categoría de latizales se beneficiará indirectamente con los tratamientos a las clases mayores. Además, los tratamientos
silviculturales (liberación, refinamiento, etc.) darán absoluta prioridad a las especies del grupo A,
al menos en lo que se refiere a individuos con calidad de copa igual o superior a 4.
Como la regeneración natural de las especies deseables (principalmente cativo) en las clases R, U
y E era bastante abundante, en ese momento no se debía gastar recursos financieros para promoverlas. Al efectuar cortas de liberación y de refinamiento se deberá cuidar a este grupo de tamaño, pues
tales tratamientos pueden damnificarlas.
•
Calidad de copa y competencia de copas. Según los resultados deberá realizarse liberaciones por
envenenamiento de aquellos árboles que compiten y dominan a los líderes, los cuales corresponden
a cerca del 30% de la población de deseables.
•
Competencia por palmas, platanillos y lianas. No se presenta abundancia de lianas por lo que no
se deberán limpiar demasiado los árboles. En cuanto a la competencia por especies menores se
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
50
destacan el platanillo y palmas tanto grandes como pequeñas, pero en poca cantidad, por lo que no
presenta problemas para el crecimiento de los líderes.
•
Distribución diamétrica. La distribución de clases diamétricas es normal, conformando el 60%
de la población los árboles de las clases de 10 a 20 cm de DAP y el resto las clases hasta 70 cm y
más.
•
Población por hectárea. El número de árboles por hectárea para las especies del grupo A es de
570, en promedio, para DAP > 10 cm. Con los datos así obtenidos se conoce qué cantidad de
árboles y lianas deben cortarse o envenenarse y la cantidad de mano de obra utilizada para la
liberación de los árboles deseables.
Diagnóstico de un catival (Clímax)
En un Catival A1 de la zona La Balsa, propiedad de la familia Mosquera, se tomó un bosque testigo al
cual se le hizo un muestreo ML 1/2 cuyos resultados fueron:
•
Indice de existencia
I.E. GRUPO A
I.E. GRUPO A+B
CT : 1B
PC : 5
QC : 5
CC : LL
=
=
=
=
=
=
1 (100%) Muy satisfactorio
1 (100%) ídem.
20%; 2 = 12,5%; 3 = 17,5%; 4 = 10%; 5 = 20%; 6 0 10%; 8 = 10%
65%; 4 = 35%;
25%; 4 = 75%
55%; CD = 30%; DD = 15%
Estas variables indican una excelente situación silvicultural con fines de manejo; sin embargo, la
primera labor de manejo silvicultural para estos bosques clímax consiste en hacer el aprovechamiento mejorado tal como se propuso en el próximo capítulo, especialmente en cuanto a las operaciones de cosecha, lo cual permitirá obtener un bosque secundario con buena condición o que se
recupere muy pronto para emprender el manejo postcosecha.
Diagnóstico de un Catival a los 3 meses postaprovechamiento
A los pocos meses de la explotación industrial con el método usado el diagnóstico arrojó los siguientes
resultados:
I.E. GRUPO A
I.E. GRUPO A+B
CT : 1B
PC : 5
QC : 4
CC : LL
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=
=
=
=
=
=
0,2 (20%) Muy deficiente
2 (20%) ídem.
10%; 5 = 10%
10%; 4 = 10%
20%
55%; CD = 30%; DD = 15%
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
51
Como se aprecia, los resultados son totalmente contrastantes con los del bosque clímax. Este
bosque no debe ser sometido a intervención silvicultural inmediatamente. Es un caso en el cual se propone dejar que la silvigénesis avance de 8 a 10 años para tener un bosque regenerado aceptablemente y con
una condición tal que sea factible la inversión de esfuerzos y recursos.
De acuerdo con los resultados de diagnóstico en otras edades iniciales de reconstrucción se comprobó que la regeneración natural en bosques de mas de 5 años de explotados es abundante y garantiza la
cobertura y supremacía de Catival. Pero, como ya se dijo, el tiempo para alcanzar una aptitud silvicultural
es necesariamente más largo, debido principalmente a la competencia inicial de árboles indeseables que
no dejan crecer rápidamente a las especies económicamente más valiosas. En gran parte ésto es ocasionado por la falta de una técnica de aprovechamiento surgida de un análisis previo de la regeneración natural,
época de fructificación y estudio de daños causados a los árboles remanentes, lo cual se discute en la
sección de manejo de cativales clímax o vírgenes.
En todos los casos anteriores de diagnóstico de cativales de segundo crecimiento, hubo casos en
que, a pesar de su probada aptitud para el manejo, algunas zonas o manchas tenían muy bajo índice
existencias de regeneración natural, por lo cual se recomendó hacer un enriquecimiento de las mismas; es
decir plantación dentro del bosque; para el efecto se emplearon las especies güino y Cativo; se produjo
material en el vivero y se plantaron los arbolitos bajo el dosel superior, en líneas dirigidas de oriente a
occidente separadas entre sí por 7 metros y dentro de cada una de las cuales se sembró una plántula cada
3 metros.
Para resaltar la importancia del Diagnóstico del Bosque de Cativo con fines del manejo, cabe decir
que en ocasiones se ha pretendido iniciar el manejo de los bosques naturales sin diagnosticar el estado de
la RN, así como también se ha retomando estudios de otras zonas en ecosistemas diferentes, asumiendo
su presunta “similitud”, todo lo cual ha causado fracasos repetidos. Puede decirse que el diagnóstico de la
RN equivale al imprescindible diagnóstico que el médico hace al paciente para tratarlo y formularlo
exitosamente.
Por último, hay que recalcar que las prescripciones silviculturales originadas del diagnóstico del
bosque residual no constituyen de por sí un sistema de manejo; éste se irá construyendo y ajustando a
través de la investigación, la experimentación y la consolidación o el cambio de los objetivos iniciales del
manejo. Sin embargo, para el caso del catival cultivado “in situ” con fines de la producción de materia
prima industrial, la silvicultura estará orientada a la obtención de un bosque lo más homogéneo, ordenado
y productivo posible, en donde se hallan conjugado en equilibrio la participación comunitaria, el manejo
técnico adecuado, la minimización de los costos de inversión y la maximización de la rentabilidad económica.
Conclusiones
❏
En el catival A2, después de 21 años de aprovechado, las especies más importantes del bosque
clímax han recuperado buena parte de su estatus fitosociológico y están ocupando posiciones
estratégicas dentro de la organización del ecosistema, a su vez, otras están en el proceso de ganar
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Organización y Dinámica Sucesional
52
espacios típicos para su establecimiento. También, se infiere que a esta edad postaprovechamiento
el bosque está finalizando su etapa más dinámica de reconstrucción y que se puede estar iniciando
su proceso de homeostasis. La condición de este catival de 21 años no es adecuada para realizar una
cosecha de madera de cativo, sande, virola o güino; su condición para iniciar tratamientos o manejo
silvicultural tampoco es adecuada pues requeriría una intensiva aplicación de capital, trabajo y
tecnología. Ya se ha pasado el momento de hacer manejo silvicultural para obtener un catival
orientado a la producción; la etapa de desarrollo del bosque para hacerlo debe ser de una edad
anterior a 21 años postaprovechamiento. Ahora, si el enfoque de un análisis es para sólo conservación del ecosistema, la conclusión es que al cabo de este tiempo la reconstrucción del bosque ha
sido bastante favorable y que la incidencia del aprovechamiento en el largo plazo es mucho menos
negativa que parece recién que éste se ha llevado a cabo.
❏
En el catival A2, 16 años postaprovechamiento ocurre algo silviculturalmente importante: el peso
ecológico (IVIS) del cativo se incrementa al pasar de una edad sucesional a otra, lo cual es favorable para enfocar los trabajos de manejo hacia ella, con fines de la producción. También se destaca
la dominancia total de especies heliófitas durables y esciófitas parciales, hecho que indica que el
bosque ya se encuentra en un estado de sucesión avanzado. La abundancia de la regeneración de
brinzales y latizales de las especies comerciales garantiza el abastecimiento continuo de plántulas
para la producción, las cuales deben ser estimuladas y asistidas para promover su desarrollo y
disminuir las tasas naturales de mortalidad. Casi todas las especies de mayor interés para el aprovechamiento y el manejo pertenecen a las familias dominantes en esta etapa sucesional del catival (ej.
Caesalpiniaceae). A los 16 años postaprovechamiento se registra una hetereogenización en la
composición florística del catival A2, la cual es contraproducente para hacer manejo silvicultural y
procurar, a través de éste, una relativa homogenización del bosque en cuanto a la composición en
especies para la producción. La estructura diamétrica a los16 años es relativamente similar a la del
catival no intervenido.
Todos los indicadores ecológicos del catival A2 -16 años, antes descritos, señalan que es también
una edad-etapa tardía para iniciar un eventual manejo silvicultural en bosques residuales del aprovechamiento, con base en los mismos elementos críticos descritos para el caso de catival de 21 años
postaprovechamiento.
❏
A los 10 años postaprovechamiento el catival posee características suficientes para iniciar el manejo silvicultural. La población de heliófitas efímeras ha empezado a descender y ha pérdido rápida y
gradualmente su importancia ecológica, en comparación con la sucesión de 5 y 0 años, indicar de
que el dosel se está cerrando nuevamente. Igualmente, que el bosque ha terminado la parte más
activa de su recontrucción dinámica, iniciando la vuelta al equilibrio dinámico. Por lo tanto, se han
empezado a dar las condiciones y los recursos para el establecimiento y el mejor desarrollo de las
especies del gremio de las esciófitas parciales, como el caso del cativo, que son las de mayor interés
para el manejo silvicultural. En otras palabras, a los 10 años postaprovechamiento el catival inicia
la sucesión secundaria tardía y presenta la condición silvicultural mínima para iniciar la aplicación
de tratamientos silviculturales (ver ítem de manejo de cativales residuales secundarios de este documento).
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
53
❏
Se confirma que a los 5 años postaprovechamiento, la cantidad y la calidad de la regeneración
natural deseable del catival son menores que a los10, 16 y 21 años. Existe una población de árboles
correspondientes en su mayoría a especies de valor económico actual restringido, aunque sin desconocer sus potenciales valores ecológicos. La composición e importancia de brinzales y latizales
de especies deseables (cativo, güino, virola, sande, etc.) determinan una indeseable condición
silvicultural para iniciar un proceso de manejo; igual se infiere a partir de los datos de fustales.
Sucesionalmente, a los 5 años postaprovechamiento el catival se halla en una etapa muy dinámica
de su reconstrucción del bosque (fase de sucesión secundaria temprana), no siendo aún apto para el
manejo silvicultural sostenible, el cual es factible pero a una edad más avanzada.
❏
La cosecha selectiva deja una serie de árboles de tamaños superiores e inferiores a los límites
diamétricos de corta, que junto con la regeneración nueva en los claros generados en el catival
originan una mezcla de arreglos estructurales con diferentes microfases sucesionales dentro del
ecosistema. En los claros provocados por el aprovechamiento se desarrollan especies que determinan cierta dominancia transitoria como la especies heliófitas efímeras (tipo Cecropia peltata), pero
que paulatinamente disminuyen hasta casi desaparecer (ver sucesión 10 años postaprovechamiento).
Las poblaciones de brinzal, latizal y fustal joven de especies arbóreas deseables son consideradas
insuficientes en términos de su potencial de reserva como reemplazo de las poblaciones de mayor
tamaño; además, se considera que están aún compitiendo por lograr establecerse y superar la etapa
crítica de sobrevivencia, debido a que el sitio está influenciado por fuertes factores abióticos limitantes
como los períodos secos fuertes y prolongados, sumado a las quemas causadas por el hombre,
junto con los períodos de lluvias y posterior inundación, que se prolonga hasta 9 meses al año; a lo
que se le suman los desequilibrios introducidos por las operaciones de cosecha. Por todas estas
razones, la iniciación de un manejo silvicultural a los 3 años postaprovechamiento no es aún factible ni razonable.
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54
Manejo del Catival Secundario
Manejo del Catival Secundario
Introducción
Se denomina Catival Residual de Segundo Crecimiento aquel bosque que ha sido intervenido mediante
cortas selectivas (según diámetro comercial y especie) por el aprovechamiento forestal o por la acción de
la colonización espontánea. En las zonas del Bajo Atrato y el Bajo río León se encuentran mosaicos
selváticos conformados por áreas de bosques que a manera de cronounidades fueron alteradas y abiertas
parcialmente por la corta selectiva del cativo y otras especies comerciales, de edad postcosecha variable,
desde1 hasta 30 y más años.
Las proyecciones sobre existencias de bosques de Cativo para uso industrial en Colombia se estima
que en los próximos 5 a 10 años podría producirse un virtual agotamiento de las áreas primarias para
aprovechamiento . Entonces, la alternativa viable para mantener una producción sostenible del catival
radica en el manejo de las grandes extensiones de bosques en regeneración después de la intervención
pretérita por el aprovechamiento o por la colonización espontánea; el cual se convierte en estrategia vital
para asegurar en el mediano y largo plazo la conservación del ecosistema, asegurar el abastecimiento de
materias primas forestales, maderables y no maderables al país y, simultáneamente contribuir a la generación de beneficios tangibles e intangibles para la región de Urabá.
Los diferentes aspectos de manejo de estos bosques de segundo crecimiento, que a continuación se
proponen, están orientados principalmente a la asistencia y la conducción de la regeneración natural con
el fin de obtener bosques relativamente uniformizados factibles de ser cosechados nuevamente y de manera persistente a través de intervenciones técnicas basadas en su capacidad biológica de recuperación y
producción; y que en lugar de esperar años que requiere el proceso natural de recuperación, el hombre
pueda intervenir para acortarlo significativamente y orientar el bosque a metas de producción prefijadas.
El manejo se plantea para la producción de maderas de interés industrial, pero es evidente que, cuando
existan otras alternativas económicamente viables, se podrá plantear y proponer un plan de manejo para
otros productos, por ejemplo para la obtención de frutos silvestres o de plantas ornamentales.
Cada Catival de segundo crecimiento presenta una condición silvicultural particular dependiendo
principalmente de la edad postintervención. Según ésta, la silvigénesis (proceso mediante el cual se construye naturalmente el bosque) mostrará diferentes fases de desarrollo en mayor o menor grado de progresión a cada una de las cuales le es específica una estructura y una composición florística, como lo indican
los resultados relacionados en las secciones anteriores.
La información sobre fitosociología en cada una de dichas fases señala la existencia de un proceso
inicial de rápida reconstrucción en el cual es evidente y marcado el estadío dinámico del catival durante
los primeros 7 a 10 años de sucesión, en el cual la salida de energía es menor que la entrada pues ésta se
está acumulando en forma de biomasa nueva y se caracteriza por la ausencia de estratos y la presencia
continua de individuos. Posteriormente se observa que el ritmo de la reconstrucción es más lento y, como
lo muestra la fitosociología a los 21 años postaprovechamiento, empieza a haber un acercamiento al
estadío de homeostasis, en el que se tiende a un balance entre las salidas y entradas de energía y se
identifican estratos, en virtud de que algunos individuos ya han alcanzado un nivel de desarrollo adecuado. En el estadío dinámico del catival explotado se presenta toda la secuencia de desarrollo del compo-
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
55
nente vegetal en los claros inducidos por la cosecha: inicialmente la colonización por parte de especies
pioneras (Cecropia, Trema, Ochroma y Heliconia) durante los primeros 3 a 5 años en los cuales alcanzan
el auge presentando la mayor abundancia y frecuencia el bosque; al final de su auge y ha aparecido bajo
ellos regeneración de especies heliófitas durables típicas del catival como Xylopia, Inga (hasta 6 especies), Castilloa, Tabebuia, Guarea (hasta 4 especies), Trichilia, Triplaris, Bursera, Anacardium y Apeiba,
entre las más conspicuas, cuyo esplendor en los claros va hasta el año 7 u 8 de sucesión, paralelamente
con el auge y dominancia de estas heliófitas durables empieza a tomar importancia ecológica la regeneración de brinzales y latizales de las especies esciófitas parciales como el Cativo, Mangleduro (Cynometra
martiana y otra), hueso (Rheedia), pacó (Gustavia, Grias), canime (Copaifera), entre otras. Cuando la
competencia entre las heliófitas durables se ha acentuado y su población ha perdido la importancia ecológica inicial, entonces empieza el auge de la regeneración temprana de las especies esciófitas parciales y
totales, con abundancia de latizales establecidos y fustales 1A (10 a 15 cm de DAP) de las mismas, es
decir una población de especies típicas del clímax en inicio de maduración y consolidándose como las de
mayor importancia ecológica dentro del catival.
Con los anteriores sucesos, en un período estimado de 10 a 12 años se tiene un ecosistema forestal
constituido por dos conjuntos de poblaciones de diferente edad y estructura: un primer conjunto lo conforman los árboles remanentes del aprovechamiento (brinzales, latizales y fustales de todas las especies),
el cual es de naturaleza marcadamente disetánea y cuyas especies más abundantes y representativas son
del gremio esciófitas parciales y totales; más un segundo conjunto proveniente de la regeneración
postaprovechamiento el cual, aunque corresponde a diferentes cosechas episódicas del estadío dinámico,
se puede considerar como relativamente coetánea y cuyas especies más importantes son de los gremios
heliófitas durables (la menor parte) y esciófitas parciales (la mayor parte), como es el caso del Cativo.
Todas estas consideraciones son pertinentes en razón a que existe una fase en la cual la intervención silvícola del catival es oportuna, según su estado dinámico, y rentable, en términos biológicos y
económicos porque se logra respuesta positiva del bosque a las prácticas y métodos silvícolas aplicados;
redundando, por lo tanto, en resultados positivos sobre crecimientos, comportamiento, producción y capacidad de cosecha de bienes por parte del conjunto de selva objeto del manejo forestal.
La experiencia y los resultados de las investigaciones realizadas por CONIF, así como los argumentos ecosistémicos antes expuestos, demuestran que, al menos preliminarmente, la fase adecuada
para iniciar la aplicación de prácticas silvícolas en un catival es a los 8 ó 10 años después de su aprovechamiento industrial, según el método actual de cosecha y teniendo como objetivo la producción es
necesario indicar que la sucesión que transcurre luego del aprovechamiento depende de la intensidad de
este a que fue sometido el bosque primario. Dependiendo del objetivo que se desee para la masa residual
en el futuro, así mismo se decidirá el tipo de intervenciones silviculturales que contribuyan a conducir la
masa forestal o las especies deseadas para el producto deseado. Estas intervenciones se hacen para procurar un producto forestal específico, de manera industrial. Obviamente si el objetivo es la conservación la
mejor opción es el desarrollo del bosque mismo. Se considera que cuando la sucesión esté cerca del final
de la fase dinámica es cuando se pueden efectuar las intervenciones silviculturales, ya que de hacerlo en
la plenitud del estadío dinámico, cuando hay un vigoroso proceso de reconstrucción, se podría retroceder
la sucesión a fases dinámicas y homeostáticas anteriores, en detrimento de la eficacia y la rentabilidad de
las inversiones técnicas y económicas de un plan silvicultural y de prontitud de los resultados biológicos
y de producción que, de por sí, son de largo plazo. Dicha fase puede ser ajustada con el avance del
conocimiento pero esta pauta, de por sí, es un gran avance en el manejo de este recurso vegetal.
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56
Manejo del Catival Secundario
La importancia del potencial y las existencias de la regeneración para el manejo del Catival
secundario son dependientes de la fase de silvigénesis en la que se halle el catival secundario. Sin embargo, conocerlas es indispensable para proceder a planificar y delinear su plan silvicultural, lo cual es
posible mediante la aplicación de la herramienta conocida como Diagnóstico de la Regeneración Natural.
Diferentes estudios en tal sentido fueron realizados por CONIF en el Catival. Aunque actualmente se ha
evolucionado a métodos más prácticos y sencillos, es este caso siempre fue empleado el Método Malayo
para Diagnóstico de la Regeneración Natural (véase Anexo de este capítulo), uno de los más tradicionales
y que, particularmente, se considera apropiado para el catival, habida cuenta que fue desarrollado en el
bosque de Dipterocarpaceae, ecosistema tropical que posee muchas afinidades ecológicas y de utilización
con respecto al Prioretum.
Experiencias y resultados sobre tratamientos silvícolas en el
catival
CONIF desarrolló un ensayo específico, para evaluar la respuesta del catival residual a la aplicación de
tratamientos silviculturales.
El ensayo se realizó en el río León (zona del Caño Tigre), con réplica en dos sitos y en el Bajo
Atrato (zona de “La Balsa”), con réplica en un sitio. Se evaluaron en los tres sitios los siguientes tratamientos: a) Cortas de liberación y refinamiento, b) Enriquecimiento en fajas, c) Bosque sin Tratamientos
(Testigo). Los tratamientos silviculturales efectuados, en cuanto a tipo, intensidad y población objeto de
las mismas, se aplicaron con base en los resultados de los referidos diagnósticos de regeneración natural.
La base técnica y metodológica y los procedimientos de las prácticas y labores efectuadas es, en gran
medida, la misma que ha servido para elaborar las recomendaciones anteriores sobre tratamientos
Silviculturales para el manejo del Catival secundario.
Fueron tomadas observaciones y mediciones anuales, durante 5 años consecutivos de 1984 a 1989,
sobre diámetro y se hicieron inventarios anuales de regeneración natural. De manera que se puede hablar
de resultados en cativales bajo manejo silvicultural a los 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 años postaprovechamiento.
En cuanto a la estructura y dinámica de la regeneración natural, el resultado principal es que siempre hubo la cantidad y calidad suficientes de regeneración temprana de especies deseables, con tasas de
reclutamiento adecuadas para obtener poblaciones cronológicamente sostenibles, siempre con dominancia de Prioria copaifera; y con una ligera tendencia en los años 4 y 5 a disminuir la abundancia de la
regeneración de especies no deseadas para el manejo. La regeneración deseable producida en el manejo
se incorporó siempre al “stock” de existencias del bosques conformada por los fustales de líderes y sustitutos de la reserva de árboles bajo manejo identificados en los inventarios de diagnóstico. En cuanto al
crecimiento, este aspecto es tratado en el ítem subsiguiente, pero también mostró resultados muy
promisorios. En síntesis, en catival A1 la respuesta inicial del bosque a los tratamientos silviculturales es
muy favorable y, según estos, preliminarmente puede decirse que el manejo silvicultural del catival es
viable en los aspectos biológico y técnico.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
57
Crecimientos y productividad en el catival secundario
Antecedentes
•
Que el manejo, como ya se discutió ampliamente, deberá enfocarse principalmente hacia los cativales
tipo A1, consociación con tendencia monoespecífica del Cativo.
•
Que el Cativo es la especie de mayor interés para el aprovechamiento de materia prima industrial.
No obstante, si los intereses son por otro de tipo de productos y especies de madera, una propuesta
de plan de manejo en tales circunstancias deberá analizar y tener en cuenta el crecimiento de las especies
a cultivar y cosechar.
Varios trabajos sobre crecimiento del Cativo habían sido realizados por investigadores y especialistas pero con ciertas limitaciones, como las siguientes:
•
Las observaciones y mediciones fueron realizadas para períodos muy cortos o puntuales (sólo 1
año ó 2 observaciones-mediciones, por ejemplo).
•
Las mediciones abarcaron una muestra relativamente pequeña de árboles de cativo.
•
Generalmente sólo se hicieron mediciones y cálculos para cativales sin intervención o sin información sobre intervenciones pretéritas u otras similares.
•
Los estudios realizados en bosques con intervención, no precisaron el tipo y el tiempo de la intervención.
•
Los estudios no incluyeron categorías diamétricas y calcularon crecimientos promedios para toda
la población, lo cual no es buen insumo para el manejo.
Después de 16 años del proyecto CONIF-PIZANO S.A., se considera que se pueden realizar
importantísimos y novedosos aportes al conocimiento en este sentido, debido a las siguientes fortalezas:
•
Se tienen datos de poblaciones representativas en cuanto a número de individuos.
•
Se disponen de registros de períodos largos que, sumado a lo anterior, permiten realizar inferencias
matemáticas y proyecciones con cierta confiabilidad.
•
Por primera vez, se conoce el crecimiento en área basal y en diámetro (DAP) tanto en cativales sin
aprovechamiento como en bosques intervenidos por aprovechamiento, actual y mejorado, con seguimiento de varios años.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Secundario
58
•
También, por primera vez, se conocen dichos crecimientos en cativales sin manejo y con manejo
silvicultural, con seguimiento de varios años.
Lo anterior, sin embargo, no significa que este conocimiento sea perfecto ni que haya llegado a su
último estado de avance. Por el contrario, se requiere ahondar en su análisis y seguimiento. En el Cuadro
28 se presenta un consolidado de los diferentes resultados de crecimientos en diámetro y área basal,
obtenidos del desarrollo de las diferentes investigaciones de CONIF-PIZANO S.A. en el bosque natural
de cativo A1, el cual sirve de base para los análisis subsiguientes.
Crecimientos en Catival primario sin aprovechamiento y
postaprovechamiento
En catival primario sin aprovechamiento, que es en donde se han realizado la mayor parte de los
estudios epidométricos, conocer los crecimientos no tiene mayor utilidad práctica; la mayor importancia
puede ser la de utilizarlos como referente para las investigaciones de manejo silvicultural y de comportamiento de los cativales residuales del aprovechamiento.
En todos los cativales, tanto vírgenes como aprovechados y manejados o sin manejo, el crecimiento del cativo por categorías diamétricas tiene la siguiente tendencia: en las categorías inferiores de fustales
entre 1A y 2A (de 10 a 20 cm) el crecimiento es lento; en catival sin intervención el incremento medio
anual de DAP fluctúa entre 0,23 y 0,48 cm; sin embargo, en los cativales residuales, durante los siguientes
6 años postaprovechamiento esta tasa se incrementa y va de 0,95 a 1,10 cm, en aprovechamiento industrial actual, o de 0,79 a 0,91 cm bajo aprovechamiento mejorado; Posteriormente se encuentra la población que posee diámetro de 20 a 40 cm que, en todos los estados y tratamientos es la que presenta las
mayores tasas de crecimiento; y que, además, es la que mejor responde con respecto a este parámetro a las
liberaciones, bien sea por aprovechamiento del catival primario o por manejo del secundario. Las tasas de
crecimiento en las categorías de hasta 59,9 cm son considerables, aunque menos altas que para las categorías antes explicadas; se observa que a partir del rango entre 50 y 60 cm empieza a ver un decrecimiento
en los incrementos medios anuales; aunque también son mayores en los estados de catival aprovechado y
de catival manejado.
Es evidente que en el catival residual que fue explotado con el método actual los crecimientos
diamétricos (por árbol) son mayores que en el catival con aprovechamiento dirigido y, lógicamente, muy
superiores que en el catival sin aprovechamiento. Sin embargo, el número de cativos remanentes es superior y el estado silvicultural mejor en el aprovechamiento dirigido que en el actual. En cuanto al área
basal, el IMA es ligeramente mayor en el bosque sin aprovechar que en el aprovechado con método actual
y aún mayor que en el de aprovechamiento dirigido; pero en el aprovechamiento dirigido la tasa de
crecimiento en área basal para la población de cativo es significativamente mayor que en el aprovechamiento actual; esto se debe a que en el actual la cantidad de árboles sobrevivientes es menor que en el
dirigido. (Cuadros 29 y 30).
También, se observó la tendencia que en los tres primeros años postaprovechamiento todas las
tasas de crecimiento en área basal y en diámetro son altas y hacia el año 6 son menores; es decir, que con
el avance de la reconstrucción del ecosistema las tasas de crecimiento tienden a estabilizarse; ésto es
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
59
CUADRO 28. CRECIMIENTOS DEL CATIVAL A1 EN VARIOS ESTADOS DE INTERVENCION POR METODOS DE APROVECHAMIENTO Y DE MANEJO SILVICULTURAL
VARIABLES
UNID.
BOSQUE
PRIMARIO
SIN
APROVECH.
(6 años)
BOSQUE
APROVECH.
METODO
ACTUAL
(6 años)
BOSQUE
APROVECH.
METODO
DIRIGIDO
(6 años)
BOSQUE
SECUNDARIO
SIN
MANEJO
(5 años)
BOSQUE
SECUNDARIO
CON
MANEJO
(5 años)
Crecimiento en DAP de
Prioria copaifera (Cativo)
• Clase diámetro 10-19,9 cm
IMA
0,23
0,95
0,79
0,35
0,56
•
“
“
20-29,9 cm
cm
0,48
1,22
0,91
0,52
1,12
•
“
“
30-39,9 cm
0,83
1,10
1,17
0,78
1,24
•
“
“
40-49,9 cm
0,78
0,68
1,28
0,95
1,10
•
“
“
50-59,9 cm
1,23
1,00
0,80
0,99
1,09
•
“
“
60-69,9 cm
1,13
-
-
0,35
1,10
•
“
“
70-79,9 cm
0,95
-
0,85
•
“
“
> 80 cm
1,00
-
-
Crecimiento en Area Basal/ha
de la población de Cativo
(árboles de D.AP > 10 cm)
• A los 3 años postcosecha
IMA
2,02
0,93
1,56
1,96
2,94
• A los 6 años postcosecha
m2
1,46
0,83
1,01
durante 5
durante 5
1,64
0,88
1,25
años de manejo
años de manejo
2,19
2,15
1,65
2,34
3,25
1,70
0,89
1,15
durante 5
durante 5
1,82
1,20
1,46
años de manejo
años de manejo
(spp. deseables)
(spp. deseables)
• Promedio de 6 años poscosecha
Crecimiento Area Basal/ha (m2 )
de todas las especies arbóreas
• A los 3 años postcosecha
• A los 6 años postcosecha
• Promedio de 6 años postcosecha
IMA
m
2
Fuente: Proyecto CONIF-PIZANO. Elaborado con base en la información del Archivo Técnico CONIF (T-5)
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Secundario
60
CRECIMIENTO EN AREA BASAL (m2) DE Prioria copaifera EN BOSQUE A1 SEGUN
CUADRO 29.
TRES ESTADOS DE INTERVENCION POR APROVECHAMIENTO
METODO DE
AB/ha
AB/ha
AB/ha
AB/ha
CCA AB
CCA AB
CCA AB
CCA AB
Bosque virgen (Testigo)
70,805
77,453
74,447
76,127
2,024
1,493
1,461
1,640
Aprovechamiento
32,001
32,929
33,925
34.964
0,928
0,920
0,831
0,889
22,233
23,570
25,082
26,336
1,337
1,563
1,010
1,246
APROVECHAMIENTO
industrial actual
Aprovechamiento
industrial mejorado
AB: Area basal m 2
CCA: Crecimiento corriente anual
Fuente: Cálculos de CONIF
CUADRO 30.
CLASE
DIAMETRICA
1
2
3
4
5
6
7
8
AB/ha: Area basal por hectárea; m
IMA: Incremento medio anual
CRECIMIENTO DIAMETRICO DE Prioria copaifera EN BOSQUE A1 BAJO TRES ESTADOS DE INTERVENCION POR APROVECHAMIENTO*
TIPO DE APROVECHAMIENTO
INTERVALO
DE CLASE
(cm)
No. ARB.**
IMA-DAP cm***
No. ARB.
IMA-DAP cm
No. ARB.
IMA-DAP cm
10.0-19.9
20.0-29.9
30.0-39.9
40.0-49.9
50.0-59.9
60.0-69.9
70.0-79.9
80 o más cm
50
28
15
10
16
5
4
5
0.23
0.48
0.83
0.78
1.23
1.13
0.95
1.00
15
13
9
4
3
0
5
0
0.79
0.91
1.17
1.28
0.8
0.85
-
10
18
12
9
5
0
0
0
0.95
1.22
1.10
0.68
1.00
-
BOSQUE VIRGEN (Testigo)
APROVECH. DIRIGIDO
APROVECH. ACTUAL
*
El aprovechamiento fue realizado en 1981, año en el cual se instalaron las parcelas de observación; se anotan los promedios
de registros de tres años consecutivos de mediciones (1984 a 1987).
** No. árbol : el número de árboles medidos en cada categoría diamétrica durante los 3 años
*** IMA-DAP: incremento medio anual en dia´metro por árbol, medido a 1.30 m de altura sobre el suelo
fundamental bajo la perspectiva del manejo sostenible, pues en el momento en que dichas tasas lleguen a
su punto mínimo deberá aplicarse tratamientos silviculturales para reactivar y maximizar la producción
biológica y económica (productos). Las altas diferencias de crecimiento diamétrico y en área basal, entre
bosque sin aprovechamiento y bosque aprovechado, según el anterior cuadro, se explican entre otros, por
dos factores principales:
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
61
•
La corta y cosecha implican una entresaca que libera a la población remanente de la competencia
por luz, nutrientes etc., se aumenta el espacio entre árboles y, de este modo, se “mejoran” las
condiciones de desarrollo para los individuos. Sin embargo, debe haber un punto de equilibrio
entre crecimiento diamétrico y número de árboles por hectárea para disponer de un área basal
mínima de equilibrio para la producción.
•
El aprovechamiento origina una repentina y abundante cantidad de materia orgánica vegetal, constituida por desechos vegetales, principalmente, y animales; ésto origina una alta disponibilidad de
nutrientes y recursos para la población vegetal sobreviviente, aunque transitoria por los primeros
años de reconstrucción del catival.
Crecimiento en catival secundario con manejo y sin manejo
silvicultural
Como se aprecia en el Cuadro 28 - Resumen de Crecimientos, las diferencias de crecimiento de DAP y de
Area Basal, entre catival sin y con manejo silvicultural, son positivas a favor del bosque con manejo; en
éste último los individuos de cativo de las categorías de diámetro entre 10 y 19,9 cm crecen al año entre un
50 y un 60% más que los del catival sin manejo; los de 20 a 39,9 cm entre 60 y 87% más; y del 20 al 30%
para los del grupo de 40 a 60 cm, en promedio. Esto significa que en el bosque con manejo silvicultural
inicial P. copaifera llega a duplicar, o más, su tasa de crecimiento diamétrico, con respecto al bosque sin
tratamiento.
En cuanto al crecimiento en Area Basal, en el bosque secundario con tratamientos también son
superiores los incrementos medios anuales; es así como para todas las especies deseables la sumatoria de
crecimientos/año en área basal asciende a 3,25 m2 y para el sólo cativo (que en A1 constituye del 70 al
80% de la población deseable) asciende a 2,94 m2 para el total de especies, contra “sólo” 2,34 y 1,96 m2
respectivamente.
En conclusión, las diferencias de crecimiento diamétrico tanto para Prioria copaifera como para
las especies deseables, entre bosque con manejo y sin manejo son significativamente diferentes. En el
catival A1 con manejo, para todas las categorías diamétricas comprendidas entre 10 y 64,9 cm los incrementos medios anuales fueron mayores en catival con tratamientos silvícolas que en el testigo.
Por lo analizado sobre el crecimiento en bosque residual cosechado con diferentes métodos (6 años
postcosecha), en bosque con tratamientos silviculturales (5 años de manejo) y en los testigos (virgen sin
explotar y secundario sin manejo), la tendencia del crecimiento del cativo y las demás especies es que sea
lento en las primeras etapas de vida (niñez y primera juventud ó 10 a 20 cm DAP) alto en las etapas
intermedias (segunda juventud y primera madurez ó 20 a 40 cm de DAP), medio en la etapa avanzada
(segunda madurez ó 40 a 60 cm) y relativamente lento en las subsiguientes etapas.
Con base en los resultados del ensayo de campo se infiere que las poblaciones que mejor responden
a las liberaciones y al refinamiento son las de diámetro entre 10 y 60 cm de DAP, aunque de 10 a 40 son
aún mayores los resultados de crecimientos. Esto tiene que ver con la posición sociológica de los individuos y de la posición de copa en el dosel; cuando están en posiciones 4 ó 5 o en Apertura del Dosel 3 ó 2,
los incrementos de crecimiento son mayores debido a las mayores disponibilidad de radiación solar,
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Manejo del Catival Secundario
62
además de la posibilidad de competir mejor con lianas y bejucos por este recurso. El éxito del manejo
silvicultural consistirá básicamente en:
•
Regular debidamente la competencia intra e interespecífica en el bosque, sobre todo al nivel de los
grupos A y B.
•
Que los individuos de reserva de especies deseables adquieran posiciones sociológicas importantes
(posición de copa) dentro de la comunidad vegetal.
•
Que la apertura del dosel sea gradual y regular, preferiblemente en los grados 3 y 2 (ver parámetro
"T " en el diagnóstico de la regeneración natural). Hacer un monitoreo permanente del conjunto
vegetal bajo manejo para predecir y proyectar los crecimientos en diámetro y área basal y conocer
la respuesta.
•
La eficiencia de los tratamientos silviculturales, al igual que precisar la necesidad de nuevas intervenciones silvícolas con base en la progresión de los mismos.
Con respecto al crecimiento en diámetro y en área basal, la conclusión primordial es que el catival
A1 responde muy favorablemente al manejo silvicultural, que fueron los explicados en sección anterior;
es decir, se puede anunciar que con base en los prometedores resultados iniciales obtenidos sí es factible
de adelantar positivamente el manejo de los cativales secundarios remanentes del aprovechamiento. El
seguimiento de los ensayos que sirvieron de base para obtener toda esta información y el desarrollo de
otros nuevos permitirán ajustar y precisar más dicha factibilidad.
Relación entre la altura del árbol de cativo y su diamétro
Para el estudio y manejo de los cativales tanto primarios como secundarios residuales es importante
trabajar con, entre otras, dos variables: diámetro (DAP) y altura; el diámetro es relativamente fácil de
medir de manera directa, lo que no sucede con la altura, debido a las circunstancias mismas de la estructura del ecosistema. De manera equivalente, a pesar de que para la silvicultura del bosque natural la
variable más importante de cuantificar es el área basal (dependiente directa del diámetro), también en
algunos casos es importante la altura. Generalmente se comete el error, en los bosques tropicales, de
medir la altura de manera muy estimada, lo cual hace que los registros sean poco confiable y útiles, como
de hecho se puede apreciar a lo largo del presente documento con base en las variables que se han utilizado y manejado.
Mediante la utilización de la copiosa información obtenida por CONIF en las investigaciones ya
referidas, y para subsanar las dificultades antes expuestas, se logró elaborar un modelo matemático a
través del cual se puede determinar la altura de un árbol (fustal) de cativo con base en la medición de su
DAP. El resultado se presenta en el Cuadro 31. Los eventuales usuarios de estas ecuaciones podrán
ajustarlas con base en sus experiencias y resultados al aplicarlas. Sin embargo, se considera que así se
aporta una valiosa herramienta para el estudio y el manejo sostenible del catival.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
CUADRO 31.
Ht:
d=x
63
ECUACIONES DE REGRESION PARA LA ESTIMACION DE LA ALTURA TOTAL DE LOS
ARBOLES DE CATIVO EN FUNCIÓN DEL DAP (Bosque A1)
Ht = 20.25 + 21.46 (d2)
Ht= 11.88 + 31.15 d
r:
R2 :
n:
0.83
0.70
113
r:
R2 :
n:
0.92
0.85
113
∑X:
∑X2:
∑Y:
∑Y2:
∑XY:
51.60
46.37
3396.00
117140.00
2040.05
∑X:
∑X2:
∑Y:
∑Y2:
∑XY:
65.93
51.62
3396.00
117140.00
2391.23
_
X:
6X:
‘X:
6Y:
0.46
0.4492
30.05
11.5520
X:
6X:
‘Y:
6Y:
0.58
0.34
30.05
11.5500
Altura total árbol (m)
DAP (m)
Elementos Técnicos para el Manejo del Catival Secundario
Disponiendo de los resultados del diagnóstico de la regeneración natural y de los análisis de la
vegetación, así como de los resultados sobre tratamientos silvícolas se cuenta con parte de las bases reales
y relativamente confiables para empezar a delinear un Plan de Manejo Silvicultural acorde con las condiciones y el estado actual del bosque; componente que implementado con un buen manejo de los componentes financiero, administrativo y social deberá conducir al logro de los siguientes objetivos específicos
del manejo.
•
Alcanzar un máximo en la productividad y el rendimiento del bosque, bajo el esquema de su rendimiento sostenido.
•
Mediante la implementación y ejecución de prácticas silviculturales como las cortas de refinamiento y liberación, obtener una masa forestal constituida principalmente por especies deseables y
relativamente homogénea, que simplifique su manejo y posterior aprovechamiento.
•
Proporcionar, en el mediano y el largo plazo, la materia prima suficiente en cantidad y calidad para
la producción industrial y de madera de aserrío.
•
Alcanzar los máximos niveles de eficiencia en las operaciones silvícolas para minimizar sus costos
y, confrontados con el incremento de la producción forestal, ofrezcan una rentabilidad razonable a
los inversionistas.
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Manejo del Catival Secundario
64
•
Aportar reales soluciones a los problemas sociales y económicos de los pobladores del “Bajo Atrato”
y, a la vez, propender por la conservación del Catival.
•
Aportar al país y a la zona Pacífica herramientas para la planificación de su recurso forestal.
El plan de manejo silvicultural de un catival se formula con base en alguna de las siguientes alternativas o necesidades de manejo, que se orientarán o aplicarán de acuerdo con los objetivos de producción futuros.
Estímulo de la regeneración natural temprana. Puede ser requerida en dos casos posibles; el primero,
cuando antes de la explotación de un catival secundario en avanzado estado de desarrollo los índices de
existencias de brinzales y latizales de especies deseables es bastante bajo, con lo cual no hay garantía de
una población que en el futuro sostenga la producción, en reemplazo de la población adulta que va a ser
cosechada.
El estímulo se hace para que se establezca suficiente regeneración temprana que garantice un aprovechamiento sostenido de futuras poblaciones bajo manejo. Se hace un inventario de diagnóstico antes de
cosechar el catival; si no hay suficiente existencia de regeneración deseable se procede a estimular su
establecimiento; afortunadamente los diagnósticos de cativales sin intervención han indicado una suficiente regeneración. En caso contrario, ocurre que la población actual de fustales es más que suficiente
para garantizar la primera cosecha maderera pero se requiere incentivar la aparición y el establecimiento
de brinzales y latizales que aseguren la persistencia del bosque a través del tiempo. Para el efecto, se
requiere abrir el dosel parcialmente eliminando una parte de la cobertura actual; es importante hacer esta
apertura gradualmente para evitar colapsos a la vegetación actual y/o impedir la invasión de especies
pioneras, a causa de la brusca y excesiva iluminación del piso del bosque. En este caso las cortas del
aprovechamiento pueden servir para abrir el dosel pero debe dosificarse y controlarse la intensidad de las
cortas.
Asistencia y conducción de la regeneración natural temprana. Se puede requerir cuando un catival en
fase final de reconstrucción, por aspectos biológicos o de deterioro antrópico, presenta altos índices de
existencias de regeneración temprana y bajos índices de fustales de especies deseables. Consiste en apoyar y ayudar a esta regeneración temprana ya establecida para conducirla a una próxima cosecha. La
asistencia a la RN temprana consistirá en:
•
Liberarla de la competencia de especies indeseables y de congéneres que le estén ofreciendo fuerte
competencia por luz, espacio, agua y nutrientes.
•
Liberarla del efecto de trepadoras, como lianas y bejucos estranguladores y supresoras, eliminándolas mediante la corta con machete.
•
Reordenarla espacialmente, replantando los brinzales de manchas compactas en los sitios donde
sea pobre o no halla aparecido.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
•
65
Ralear el nuevo catival obtenido, cuando los individuos hallan alcanzado las CT de fustales 1 y 2
para estimular el crecimiento diamétrico. Para esto deben llevarse Parcelas Permanentes de Crecimiento, en las cuales, mediante mediciones periódicas de los incrementos del DAP y la Altura, se
evaluarán los rendimientos y se decidirá la necesidad y la oportunidad del raleo.
Manejo de la población de fustales deseables. Que será el caso más común para manejar los cativales
de segundo crecimiento. Consistirá en la aplicación de una serie de tratamientos silviculturales, mediante
el uso de técnicas y prácticas apropiadas, que facilitan las condiciones de desarrollo biológico y la productividad de las poblaciones de especies deseables con base en las cuales se hace la cosecha sostenida y
sustentable del recurso. Los tratamientos más comunes empleados en bosques tropicales son la liberación, el refinamiento, el enriquecimiento y los raleos.
El refinamiento consiste en cortas que se efectúan con el fin de homogeneizar la composición del
bosque dando prioridad a las especies deseables, es necesario eliminar a los árboles de especies indeseables. La liberación también consiste en cortas, esta vez con el fin de eliminar la competencia que sufren
los árboles de deseables a manejar y conducir para cosecha, de parte de otros árboles, de especies deseable o no; y como su nombre lo indica, liberarlos para que sus tasas de crecimiento y desarrollo sean
mayores y, por lo tanto, puedan proporcionar en más corto tiempo los productos previstos.
Dichas intervenciones están enfocadas a obtener en el mediano y largo plazo un bosque con un
número suficiente y adecuado de árboles que se desarrolle pronta y satisfactoriamente, con un rendimiento óptimo de productos (trozas o bloques de madera, frutos, etc.) que revierta la inversión efectuada en el
manejo. La intensidad, periodicidad, programación y costos de realizar los tratamientos silviculturales,
en particular, y de desarrollar el plan de manejo, en general, varían de acuerdo con las condiciones físicas
y biológicas del rodal o zona de catival objeto del plan, así como de las circunstancias sociales, económicas y legales de su región o localidad de influencia.
Cortas de refinamiento
El refinamiento consiste en la eliminación de las poblaciones de todos los tamaños de las especies indeseables que compiten por espacio, nutrientes y luz con las poblaciones de líderes y sustitutos de los
grupos A y B, como caimitos (Pouteria), choibá (Dpteryx), guamos (Inga spp.), arroz con coco (Andira
inermis) y demás. Sin embargo, esta eliminación no es al 100% pues debe tenerse en cuenta un criterio
ecológico con base en lo expuesto en el funcionamiento del catival, capítulo sobre Organización y División Sucesional. Debe procurarse sólamente la eliminación de aquellos especímenes en franca competencia con la población a conducir. Hasta hace pocos años, cuando no existía tanto avance en el conocimiento ecológico y en los criterios de biodiversidad en las selvas tropicales, este tratamiento se hacía
fuerte y extensivamente; sin embargo, para el futuro, el plan silvicultural debe incluir criterios de sostenibilidad ecológica, habida cuenta de los graves daños que se pueden ocasionar con estas prácticas
indiscriminadas. Además que, dentro de criterios económicos y sociales, los mercados y la población
humana sujeto de un proyecto de estos pueden revertir el manejo hacia el aprovechamiento de otras
especies maderables de aserrío o para productos no maderables como frutos, gomas, flora ornamental,
etc. De manera que siempre habrá que buscar un equilibrio entre la intensidad y el grado de las cortas de
liberación del Catival, en particular, y de cualquier bosque tropical, en general.
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Manejo del Catival Secundario
66
Técnicas y prácticas del refinamiento en el manejo de fustales
Anillado y envenenamiento. Los árboles de 10 cm de diámetro en adelante se eliminarán con la técnica
de anillado y envenenamiento. Se hace una incisión de 3 a 10 cm de ancha alrededor del tronco a una
altura de 100 a 120 cm del piso; o más baja o más alta según la presencia de raíces tablares o fúlcreas en
la especie y según la topografía del micrositio. La entalladura puede ser simple o compuesta (una o más
incisiones). Es fundamental observar que la incisión llegue hasta el cambium para lograr su efectividad.
Algunas veces se recomienda hacer la entalladura del anillado con machete o con hacha, pero esto en la
práctica a gran escala no funciona por carecer de agilidad, no garantizar una correcta hechura del anillado
y ser antieconómico. Ha demostrado ser muy eficiente la hechura de la entalladura empleando la motosierra en manos de un operario experto, que acate las instrucciones técnicas y al que se le halla entrenado
debidamente. Si se hace este entallado muy profundo, cuando el árbol se seque puede suceder que un
viento o la gravedad lo hagan caer y cause un accidente al personal o que en su caída arrastre a otros
árboles deseables (Linares, 1995). Una vez abierta la incisión se aplica una mezcla de aceite quemado o
ACPM con Tordón al 2 % en volumen, disuelto en agua con Triton AE o Agrimins como coadyuvantes de
la solución. Esta práctica, en caso de ser adoptada, será realizada preferentemente en época de verano o de
pocas lluvias (enero a marzo en el Atrato) y en horas de la mañana.
Pruebas hechas por Linares,1994, en un bosque de Mangual en el río San Juan (BuenaventuraValle) en parcelas de investigación sobre el efecto de tipos de anillamiento, épocas y productos (Tordón al
2% y el 5%, ACPM, aceite quemado, Tordón disuelto en agua, Tordón disuelto en ACPM y anillado sin
químico), al igual que sobre eficiencia de entalladuras simples o compuestas y sobre épocas de aplicación
de los productos, indican que las especies de madera blanda mueren más rápidamente que las de madera
semidura o dura, e incluso con el solo entallado y sin aplicar arboricida se han obtenido altos índices de
mortalidad. Igualmente, observó que las fases lunares de cuarto creciente y luna llena pueden ser las más
adecuadas para la aplicación del veneno a los árboles. Entonces la técnica de refinamiento fue cambiada
de la siguiente manera:
•
•
•
Se hizo solo anillado de una entalladura a los árboles de madera muy liviana a liviana.
Se hizo anillado de doble entalladura a los árboles de madera de peso medio, de todos los tamaños
Se hizo anillado de doble entalladura y además se aplicó aceite quemado o ACPM a los árboles de
madera pesada a muy pesada.
En los ensayos de campo de CONIF en el Atrato y el río León, en 1984 se aplicó la técnica del
envenenamiento para refinamiento, para lo cual se usó también el Tordón; los resultados fueron efectivos
en términos del tratamiento. Pero con base en las consideraciones anteriores, la conclusión y recomendación general es que se evite al máximo el uso de agroquímicos en el manejo del catival. Para este ecosistema dichas consideraciones deben ser corroboradas mediante pruebas experimentales en el campo, con
el fin de ajustarlas y establecer un sistema acorde con las cuestiones biológicas, económicas y silvícolas.
Resultados del anillado y envenenamiento. En los tres casos de aplicación de sólo entalladura,
los resultados fueron entre un 50 y un 40% menores que aplicando Tordón, en los primeros 12 meses;
pero sólo un 20% menores que en los siguiente 24 meses; es decir, que a la final los efectos se equiparán
y en cambio se hace un manejo de mayor equilibrio biológico y económico. Cuando se aplicó herbicida,
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
67
tanto en el Catival como en el mangual, entre el 50 y el 60% de los árboles tratados mostraban signos
evidentes del impacto del envenenamiento y de marchar inexorablemente hacia su muerte.
Los signos y síntomas típicos derivados del anillado, con o sin envenenamiento, son:
•
Pérdida, general o parcial, de la turgencia en los tejidos foliares, empezando por los más viejos.
•
Clorosis generalizada y posterior necrosis en el follaje.
•
Defoliación diferente a la fenotípica de cada especie.
•
En el tronco, necrosis del floema y la corteza viva alrededor de la entalladura. Que luego se va
desplazando hacia la parte inferior del fuste.
•
Aguda pérdida de humedad en los tejidos leñosos y muerte del tallo, aunque en fase posterior a la
del follaje y las ramas.
Presencia de gomosis y cuerpos fructíferos de hongos sobre y/o alrededor de la incisión de anillado.
•
•
Algunas especies han tratado de reponerse emitiendo, en la parte basal del árbol, “chupones” o
rebrotes.
El mismo autor señala que en dicho proyecto, sólo se empleó el tratamiento de Tordón 2% durante
el manejo de las primeras 50 hectáreas de las 1.870 que en total fueron refinadas, con resultados netos de
indiscutible efectividad; sin embargo, ante la gravedad de los conocidos efectos ambientales de las clorinas
que contiene el herbicida en cuestión, probados en otros lugares del país y del mundo, y ante el elevado
costo de los productos y de la mano de obra para su aplicación, se procedió a descartarlo. (ibid.)
El refinamiento dirigido a las palmas. Las palmas se eliminan como parte del refinamiento pero
sólo aquellos individuos que por su tamaño y posición sociológica impiden el desarrollo de la regeneración de latizales establecidos y de fustales 1A y 1B. No se debe olvidar el vital papel biológico, especialmente para la fauna, que desempeñan estas Arecaceae; también, su cobertura y densidad le asignan
importantísima función ecológica en la regulación de la cantidad de luz solar que llega al sotobosque, en
la conservación de la humedad del piso y en la termorregulación de la masa forestal. Antes de eliminar
palmas como Astrocaryum standleyanum se puede permitir una intervención previa de lugareños, por
ejemplo de los indígenas, para que las cosechen, debido a que forman parte de su cultura utilizándolas
para su cestería.
En conclusión, para el refinamiento no será necesario eliminar todas las palmas del catival, únicamente aquellas que verdaderamente estén compitiendo específicamente con la población valiosa para el
proyecto. No hacer cortas indiscriminadas al 100%; los ensayos de Linares, ya referenciados, muestran
que esto puede ser así.
Reuniendo todos los anteriores elementos de juicio, para un eventual proyecto de manejo silvícola
del catival se recomienda hacer un refinamiento muy selectivo, no indiscriminado, y sin el uso de herbicidas sólo de la entalladura simple o compuestas; previendo el papel ecológico o social que puedan tener
las especies a eliminar.
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Manejo del Catival Secundario
68
Refinamiento mediante derriba. Como práctica para el refinamiento del catival no se recomienda eliminar los fustales de gran tamaño de especies indeseables mediante la tumba o derriba, debido a
tres factores: primero, que se afectaría grandemente, por daños mecánicos, a la población de deseables
que se desea cultivar; segundo, porque no hay certidumbre sobre la factibilidad de mercados para las
maderas pesadas obtenidas; tercero, porque se producirían cambios fuertes y abruptos en el grado de
radiación solar que llega a los diferentes niveles del catival, causando degradación del ecosistema.
En el caso de la presencia de especies pioneras invasoras, dadas sus menores dimensiones y densidad de la madera, sí se eliminarán de raíz cortándolos con hacha o motosierra.
Sin embargo, se podría practicar esta derriba si se garantiza la realización de una corta dirigida y si
existe la conveniencia económica y social de aprovechar los árboles a eliminar en el refinamiento; e
incluso generalmente muchas de las especies no deseadas en el manejo de un bosque para cativo son de
maderas duras y semiduras que tienen valor comercial y aplicación para construcción, muebles, etc.
Ventajas y desventajas del anillado y envenenamiento. El sistema de anillado y envenenamiento ofrece algunas ventajas como herramienta para obtener el refinamiento del bosque, a saber:
Ventajas
•
No abre bruscamente el dosel, a diferencia de la tumba de los indeseables; en efecto, debido a la
paulatina muerte de los árboles, la entrada de luz al suelo y el sotobosque se gradúa con el tiempo.
Esto es vital para impedir la invasión de especies pioneras y evitar estrés a la RN de especies
deseables esciófitas, que en este caso son la mayoría como, por ejemplo, Prioria copaifera.
•
Evita daños a la RN deseable pues, al no tener que apear los troncos que en su caída ocasionan
cuantiosos daños mecánicos a la población adyacente, la vegetación tratada muere en pie.
•
La muerte gradual y final de los árboles origina la casi total y rápida descomposición de la materia
orgánica que representan, manteniendo en el bosque el ciclo de nutrientes, básico para su funcionamiento.
•
La inducción de un cambio gradual en la masa forestal minimiza los efectos colaterales sobre la
fauna silvestre asociada.
Desventajas
•
Si el arboricida no se maneja correctamente, puede haber una contaminación ambiental o de
intoxicaciones a los operarios.
•
La aplicación de dosis excesivas o incompletas pueden originar problemas de sobrecostos en el
manejo o de ineficiencia y pérdida de los efectos y la inversión, respectivamente.
•
No siempre todos los árboles se mueren, hay algunos que quedan en mal estado pero subsisten y
hay que tomar medidas más drásticas.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
69
•
Hay que estar alerta al impacto que en el bosque se van a causar a numerosos seres vivos, por
ejemplo, xilófagos como los termites o saprófitos como algunos hongos, cuya población eventualmente se incrementará a expensas de la población forestal eliminada.
•
En principio se podría pensar, tal vez con ánimo ecologista, que se va a poner en peligro la supervivencia de algunas especies de la selva tropical.
Técnicas y prácticas del refinamiento en el manejo de brinzales y latizales
Los tratamientos silvícolas en el catival residual se orientan a favorecer el desarrollo de la población de
fustales deseables; caso en el cual el refinamiento se aplica principalmente para eliminar una parte de la
población de árboles de DAP > 10 cm de especies no deseadas en el rodal.
Puede existir el caso de que se haga refinamiento eliminando brinzales y latizales, en el caso en que
se decida estimular y dar asistencia a la regeneración natural temprana deseable. En esta circunstancia los
individuos son eliminados mediante una “rocería selectiva”, cortándolos con machete y cuidando de dejar
los deseables. Desde un principio se requiere eliminar al máximo dicha población, so pena de, en el
término de 5 a 10 años, volver a tener un bosque mezclado; y de tal manera sufrir un atraso considerable
en el manejo y perder la fuerte inversión inicial.
Simultáneamente con dicha labor, hay que liberar a los arbolitos de las especies deseables de las
acción de bejucos y lianas que, por el daño que causan a los arbolitos en su forma y desarrollo, han sido
llamados por algunos silvicultores “La peste del bosque húmedo tropical”, término discutible pero que
indica la gravedad del efecto de las trepadoras sobre los arbolitos de especies bajo manejo.
Cortas de liberación
Liberación de la población de fustales deseables. Consiste en eliminar los árboles deseables o no,
bejucos y lianas y, en general, toda serie de vegetales del bosque que estén, física, mecánica o
biológicamente, impidiendo el normal crecimiento y desarrollo de los árboles que se desea cultivar, manejar y aprovechar en un futuro.
Los criterios mínimos para seleccionar la población a eliminar en las cortas de liberación, en el
caso del catival, son:
1)
Todos los árboles de especies deseables deben ser liberados de la competencia de las copas, los
fustes o las raíces de los árboles de especies indeseables.
2)
Toda presencia de plantas trepadoras, herbáceas y leñosas, sobre árboles deseables, a cultivar y
manejar, debe ser eliminada hasta donde sea posible.
3)
Entre dos o más individuos de especies deseables que se hallen compitiendo (grupos o matas de
árboles en el bosque), la definición del grado de competencia se hace de acuerdo con el nivel de
entrecruzamiento de sus copas: si no se tocan o se tocan ligeramente, no hay necesidad de liberación, pero si están muy entrecruzadas, la competencia es fuerte y, por tanto, se requiere la liberación.
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70
Manejo del Catival Secundario
4)
Para decidir de entre dos árboles deseables, a cuál hay que eliminar, se escoge para dejar en pie a
aquel que reúna una o varias arias de las siguientes cinco (5) condiciones:
•
•
•
•
Que entre las especies deseables pertenezca al grupo A.
Que tenga la superior categoría de tamaño.
Que tenga las mejores calificaciones de las variables diagnósticas PC, QC y CC.
Que posea las mejores características organográficas, como forma recta del fuste, el tronco la
mayor parte libre de ramificaciones y sin oquedades.
• Que posea el mejor estado sanitario: como vigor, sin ataque de plagas y/o enfermedades.
Los métodos de eliminación de los fustales competidores es el mismo empleado y descrito en el
refinamiento. Igualmente, sólo se suprimen las palmas estrictamente necesarias, aquellas que por su tamaño y cercanía realmente estén en franca competencia con árboles deseables; no se pueden anillar con
motosierra, sino con hacha, debido a la resistencia al cizallamiento que posee el estípite de muchas especies; algunas tienen una densidad de madera tal que casi no responden a la acción del arboricida (por ej.
Mauritia pacifica, Socratea y Astrocaryum standleyanum). De ser posible, en caso necesario se sugiere
mejor derribarlas, sobre todo en aquellas especies de estípite delgado o de madera “blandas”, como en las
de los géneros Euterpe y Bactris (chascarrá).
Liberación de la competencia de lianas y similares. Antes del anillado, y paralelamente con la
eliminación de la RN temprana indeseable, los operarios efectúan una Corta de Liberación, eliminando
bejucos y lianas que se hallen estrangulando o haciendo competencia agresiva o fuerte a los líderes y
sustitutos de deseables; estas lianas y bejucos también juegan un papel ecológico definitivo en el funcionamiento del catival, de modo que tampoco se recomienda su corta extensiva y al 100%. Sin embargo, es
necesario, simultáneamente, eliminar también a dichas trepadoras que se hallen sobre fustales de especies
a eliminar en el refinamiento, pues se requiere que sus troncos estén dispuestas para ser anilladas.
El corte se hace con machete, cuando su dureza y naturaleza lo permiten, a la altura que quede al
alcance del operario, cuidando de no causar heridas en la corteza del árbol. Dos cortes en bisel, uno en el
pie de la trepadora, casi al nivel del suelo, y otro en la parte que se halla montada en el árbol, son suficientes para matarla. Como medida de aseguramiento, la sección dejada por el corte alto se sumerge en una
solución de arboricida hasta que quede bien impregnada.
Aparentemente esta labor es poco importante pero, por el contrario, en la práctica ha demostrado
ser vital para el éxito del manejo; entre el 20 y el 30% de los fustales del Catival han sido encontrados
afectados por ese tipo de plantas; la mayoría llegan al dosel superior buscando la luz, crean una maraña
entre las ramas y copas de los árboles circunvecinos, y alcanzan diámetros de hasta 10 cm.
Recomendaciones generales para el refinamiento y la liberación
❏
Tanto en la liberación como en el refinamiento se puede combinar la técnica del anillado, en unos
árboles, con la de derriba, en otros. En este caso, antes de iniciar el corte hay que verificar si la
copa del árbol a eliminar está amarrada a una u otra copa vecina por lianas gruesas. En este caso, la
eliminación mejor se hace por anillamiento. En todos los casos en donde se aplique la derriba, no
se puede damnificar a los árboles deseables o abrir claros de dimensión exagerada.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
71
❏
Al final del refinamiento y la liberación debe quedar una población forestal regular, libre de impedimentos para aumentar su tasa de crecimiento en altura y diámetro con base en la dinamización
que las prácticas silviculturales han inducido en la productividad del Catival; con poblaciones de
buen vigor y perfectamente adaptada al medio, con una productividad, si no tan diversa al menos
más alta en términos de productos, que la que poseía antes de la intervención. El vuelo remanente
luego de las cortas de refinamiento y liberación en el deberá ser asistido periódicamente, para
asegurar el efecto del los tratamientos. La frecuencia de esta asistencia se basará en los resultados
de monitoreo obtenidos en parcelas permanentes que se requiere instalar dentro del catival bajo
manejo y que se miden al menos cada año.
❏
La eliminación de la competencia de copas indesebles permitirá que los árboles portagranos remanentes seleccionados acrecienten su capacidad de floración y fructificación, habida cuenta del comprobado efecto de la mayor exposición de la copa a luz solar. Lo que, consecuentemente, aumentará la cosecha de semillas y la cantidad de regeneración natural. Se puede esperar que además de la
población de fustales actuales, se llegue a disponer de una posibilidad mínima de 200 árboles
aprovechables por ha, en un lapso de 25-30 años (DAP > 39 cm) después de iniciado el manejo
silvicultural.
❏
En el estudio de campo de CONIF (BAL-RN-01-81) se halló que, 6 años después de haber realizados las cortas de refinamiento y liberación sí hubo un importante y significativo estímulo del crecimiento en área basal de la regeneración de fustales adolescentes y jóvenes bajo conducción
silvicultural; sin embargo, al cabo de dicho tiempo, la competencia entre los mismos estaba llegando a un grado de intensidad que sugería la necesidad de realizar una nueva liberación; pero ésta vez
debería ser de manera escalonada, tomando como criterio la variable altura y no el diámetro debido
a que este catival producto del manejo presentaba una distribución regular más altimétrica que
diamétrica.
❏
Parcelas de seguimiento y evaluación. Para el efecto, una vez concluidos los tratamientos de liberación se debe establecer en cada bloque o rodal de manejo una parcela permanente de rendimiento
(Yield-plot), por ejemplo, de 50 m de ancho por 50 m de largo. Normalmente, una parcela permanente de rendimiento debería ser mayor; pero existen motivos económicos y operativos que no
aconsejan hacerla de mayor tamaño; esta parcela se debe localizar al azar en cada rodal. Cada
bloque o rodal de manejo corresponde a una superficie que ha recibido idénticos tratamientos y en
la misma época (semanas).
Los trabajos “mínimos” que se debe realizar periódicamente en las parcelas permanentes son:
− Mediciones posibilitando calcular el área basal (m2/ha).
− Mediciones posibilitando calcular futuramente el “tiempo de pasaje” de una clase de diámetro
inmediatamente superior (a partir de la clase 1A, para reducir el costo, se puede limitar las
mediciones a los líderes y sustitutos).
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72
− Medición de parámetros dinámicos (mortalidad causada por envenenamiento, daños causados
sobre líderes y sustitutos por la caída de árboles envenenados y árboles no envenenados; mortalidad natural; evolución, entre líderes, de los valores PC (posición de copa), CT (clase de tamaño), QC (calidad de copa) y CC (competencia de copa).
− Inicialmente, durante, por ejemplo, los 4 primeros años, las observaciones y mediciones en las
parcelas permanentes de rendimiento se harán cada 12 meses y subsecuentemente se alargará
progresivamente el intervalo entre mediciones.
− Con la medición anual de los diámetros, y la altura de los árboles de cada tratamiento se podrá
determinar el beneficio del manejo del bosque.
Los resultados obtenidos en cada inventario del conjunto de parcelas permanentes se utilizarán
para decidir:
1. Si es necesario hacer nuevos tratamientos
2. En caso positivo, determinar la naturaleza de los tratamientos y el respectivo grado de urgencia.
❏
Riesgo de tumba de árboles por el viento. Tanto para árboles anillados como no anillados, incluidos los de las poblaciones deseables, es necesario prever en el manejo las observaciones de Dubois,
1983. Quien anota que en los suelos de cativales existe un substancial riesgo de tumba de árboles
adolescentes y maduros, con mayor frecuencia en el caso de árboles aislados remanentes de explotaciones anteriores o en secciones de cativales selectivamente explotados en donde las copas de los
árboles adolescentes y adultos remanentes no se tocan (copas de clase LL). Donde las copas se
tocan y se apoyan mutuamente no se observó índices de tumba arriba de lo regular.
Las observaciones hechas en el campo (en apenas dos días) indican que el riesgo de tumba es
significativamente mayor en cativales de tipo A1 (muy inundado), principalmente en los años que
siguen a la explotación o en árboles residuales aislados. En áreas de tipo A2 residuales aislados se
mantienen en pie. Además, parecen existir en la región visitada “pasajes preferenciales” de vientos
fuertes, sometidos a mayor riesgo de tumba. Considerando que se trata de observaciones hechas en
un período muy corto de tiempo, se recomienda implementar un estudio más detallado, y en forma
estratificada al acaso, sobre este aspecto importante.
Considerando la existencia de un riesgo de tumba, la primera liberación de copas de líderes y
substitutas en las parcelas experimentales deberá ser conducida, por ejemplo: en dos etapas, con
intervalo de por lo menos 12 a 18 meses entre las dos etapas. (Ensayo BAL-RN-03-83).
Enriquecimiento
Enriquecimiento en fajas. Como se indicó anteriormente, esta experiencia se realizó dentro de un
catival con bajo índice de existencias pero bajo la cubierta de árboles del dosel intermedio y superior
correspondientes a especies deseables e “indeseables” en ese momento (ensayo BAL-RN-03-83). Los
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
73
resultados mostraron que el enriquecimiento bajo un bosque con dosel de árboles de medio y alto porte,
algunos de ellos portagranos (semilleros) de especies deseables, no es una práctica viable tanto en lo
técnico como en lo económico; en lo técnico porque en los primeros doce meses hay una alta mortalidad
de las plántulas sembradas (en algunas líneas de hasta el 90%), en tanto que los sobrevivientes mostraron
crecimiento muy lento (posiblemente debido a excesiva competencia por luz); además, se requerían hasta
6 limpias por año para eliminar a las trepadoras y demás plantas del sotobosque que les competían por
recursos del ecosistema; además, a los tres años ya había establecida una suficiente regeneración temprana de arbolitos deseables (brinzales y latizales), cohortes de las cosechas periódicas de semillas por parte
de los portagranos remanentes, en número mucho mayor que los plantados (proporción hasta de 100
plántulas de regeneración por una plántula del enriquecimiento). En lo económico, es obvio que con base
en las anteriores circunstancias técnicas los costos acarreados por producción en vivero y cuidado de las
líneas de establecimiento (desyerbas y liberaciones de trepadoras) son altos, además que a la final se
pierden totalmente. Resultados de las investigaciones, en el manejo del guandal del Pacífico Medio - río
San Juan (Linares, 1995), son similares a los obtenidos en el Catival.
Enriquecimiento en grupos densos. Los grupos densos semejan a pequeños lotes plantados como
parcelas dentro de los claros del bosque o dentro de los bosques en sucesión secundaria temprana; deben
establecerse en sitios libres de la competencia directa de árboles de gran tamaño, con el suficiente espacio
vertical y horizontal para evitarles inconvenientes en su futuro desarrollo. Se utilizarán especies valiosas
del catival de la mayor productividad y de reconocida posibilidad silvicultural.
El tamaño de cada grupo denso varía de acuerdo con el área del lote a repoblar; debe estar conformado por árboles de una sola especie, empleando un distanciamiento entre plantas de 3 x 4 m, procurando orientar las líneas con sentido Este-Oeste. No es imprescindible la simetría del grupo denso, sino que
hay que plantar solamente en los sitios óptimos, evitando concavidades muy inundables y puntos fangosos. La preparación del sitio se hace socolando el sotobosque, dejando la RN deseable que allí se encuentre. El sitio de cada plántula se marca con una estaca permanente pintada con esmalte de color vistoso, por
ejemplo: rojo.
Se requiere dar la asistencia o mantenimiento a los arbolitos luego de la plantación, al menos
durante los primeros 3 años. Una de las principales causas del fracaso de la aplicación de ésta técnica, y
de las líneas de enriquecimiento, en el bosque húmedo tropical ha sido la ausencia o la deficiencia de
mantenimiento a los árboles; no basta con hacer la plantación, se requiere un seguimiento permanente.
Dicha asistencia consiste básicamente en limpias pues la competencia dentro del bosque es amplia; sobre
todo, realizar “desbejucadas” periódicas ya que la experiencia ha enseñado que las trepadoras son las
plantas que más daño causan a las reforestaciones tropicales. Igualmente, manejar el concepto de requerimientos lumínico de cada especie a emplear, pues de ello depende en buena parte la posibilidad de éxito
de los grupos densos y de las líneas de enriquecimiento.
Con base en todas las anteriores experiencias y consideraciones, el enriquecimiento es recomendado sólo para el manejo y recuperación para la producción de los bosques secundarios producto de la
agricultura migratoria en donde la tumba y quema ha eliminado el Prioretum residual que haría factible
un manejo por el método de árboles portagranos.
Suele encontrarse abundante regeneración temprana de especies deseables, tanto dentro del catival
secundario como del clímax. Esta regeneración, que se halla en cantidad y calidad suficiente de brinzales
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74
Manejo del Catival Secundario
y latizales, se concentra en manchas, como el cativo, el güino, el sande, el machare y las Mirysticaceae,
entre otras; debido a la biología de su fruto y al sistema de dispersión de semillas, de estas especies. De
manera que se pueden emplear como semilleros naturales, tomar los arbolitos del bosque y trasladarlos y
plantarlos en los “rastrojos” a enriquecer, guardando las precauciones técnicas del caso. Teniendo en
cuenta que son especies esciófitas parciales, es fundamental regular la entrada de luz con el grado de
apertura de las fajas de plantación.
Raleos
Los tratamientos silviculturales darán lugar a un bosque cuya población será relativamente homogénea en
cuanto a tamaño y composición florística; situación mucho más factible en el Catival A1. El número de
años para llegar a tal situación se desconoce pero se estima que puede ocurrir después de los 10 años de
iniciada la intervención silvicultural del catival residual. La estructura diamétrica de la población deseable se semejará a la de un bosque plantado y la mayor frecuencia de árboles en las categorías diamétricas
inferiores establecerá una acentuada competencia entre sí; lo que se traduce en un gradiente negativo o
casi nulo del crecimiento de los árboles.
Fundamentación teórica. Baskerville, citado por Linares, R., 1985, trata acerca del efecto del
número de árboles por unidad de superficie sobre el crecimiento en área basal y volumen; explica que a
medida que la población por hectárea, se incrementa el área basal aumentará con cada árbol sumando al
total una cantidad igual de área basal hasta el momento en que los árboles empiezan a competir entre sí.
Una vez que se inicia la competencia entre los individuos, y con mayor razón si se intensifica su densidad,
la suma total de las áreas basales será mayor, pero el incremento del área basal individual disminuirá;
finalmente, cuando el número de árboles sea excesivo, también la sumatoria total de las áreas basales se
reducirá y lo mismo, obviamente, seguirá ocurriendo con el área basal/árbol. Mientras tanto, probablemente, el crecimiento en altura se acelerará pues los vegetales así responden a la competencia por obtener
la luz solar.
Las razones a las que obedece la reducción en el crecimiento diametral, en este caso, son: disminución de la producción fotosintética, el desbalance en la proporción Respiración/Fotosíntesis y, lo que tal
vez sea la causa principal, la limitación de la disponibilidad de agua y nutrientes para cada planta, debido
a la falta de desarrollo radicular.
Decisión del raleo. Los anteriores elementos justifican la necesidad de regular el número de
árboles de deseables mediante un raleo. Tomada la decisión de aplicarlo y justificada la realización de
esta práctica silvicultural, el siguiente punto neurálgico será precisar ¿cuántos árboles eliminar? ó ¿cuál
debe ser la intensidad del raleo?; la respuesta depende de varios criterios, biológicos, técnicos y económicos, los valores que para el ecosistema catival deberán ser investigados.
El ideal en estos casos será tener las curvas de crecimiento y sus incrementos; tratándose de un
ecosistema casi homogéneo, la regulación de la competencia mediante un ajuste de la densidad por
hectárea en el eventual rodal de Prioria copaifera se alcanzará mediante la corta de una parte de la
población deseable producto del manejo; y el resultado final será un rodal dinámico cuyo crecimiento y
productividad se dinamizarán acortando el tiempo sobre la expectativa de futuras cosechas
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
75
Operaciones del raleo. Los árboles a ralear podrán ser apeados o anillados, dependiendo de la
densidad y de las dimensiones de los especímenes; si las dimensiones lo ameritan, los árboles podrían ser
cosechados observando las prescripciones del aprovechamiento mejorado, ofreciendo productos e ingresos bien a la industria o bien a los nativos.
Cortas de saneamiento
Durante los inventarios para el diagnóstico, dentro del bosque sin manejo, se detectó que una pequeña
fracción de los árboles, sobre todo de fustales jóvenes 1A y 1B y de latizales presenta daños morfológicos
y ataques fuertes de insectos (especialmente termiteros). Las deformaciones más comunes observadas
fueron: bifurcaciones a baja altura y tronco torcido (1 ó 2 curvas o sinuosidades); los ataques de plagas,
especialmente insectos, son poco comunes, pero a veces se observan signos en hojas y tallos de la introducción de barrenadores. Aunque en un principio no revisten gran problema para el catival y para el
manejo, se recomienda eliminarlos pues los árboles así afectados tendrán poca o nula productividad;
además que causarán competencia a otros árboles sanos. Esto se consigue mediante una corta de saneamiento, que se ejecuta simultáneamente con las cortas de liberación.
Conclusiones y Recomendaciones
ρ
Se estima que, al menos en principio,las labores de liberación de lianas y bejucos, refinamiento y
enriquecimiento serán suficientes para asegurar las condiciones óptimas de desarrollo de la masa
forestal deseable a manejar. Que permitirá obtener en el futuro un bosque relativamente homogéneo, altamente productivo, en equilibrio sucesional y ordenado para su aprovechamiento racional y
sostenido, en el espacio y el tiempo.
ρ
Sin embargo, es necesario iniciar un programa de investigación aplicada dentro del bosque, por
ejemplo con parcelas de crecimiento, tanto en áreas con tratamientos como en áreas sin ellos, para
comparar sus efectos sobre el comportamiento de los árboles, sobre todo en lo referente a incrementos en altura, área basal y volumen, para confrontarlos con las inversiones y evaluar la viabilidad técnica y económica del manejo y el proyecto. Lo mismo que para llevar registros de crecimiento que progresivamente permitan optimizar y proyectar el manejo y la productividad de la
masa arbórea. A los 3 ó 5 años de haber efectuado los tratamientos recomendados, hacer un nuevo
inventario de control de la RN para evaluar la bondad de los tratamientos y la respuesta del bosque.
Según su resultado se formularán o no nuevos tratamientos. Lo mismo, eventualmente, habría que
hacer a los 10 ó 12 años.
ρ
Con base en las experiencias de CONIF y las de otros países, el costo de manejo por hectárea
debería ser de unos 25 jornales, aplicando 15 de ellos en los primeros 3 años. Sin embargo, los
costos pueden variar y deben ser investigados y ajustados a medida que se decida iniciar un proyecto a gran escala sobre manejo del catival secundario. Las labores deben contratarse preferiblemente a destajo, pero requieren la participación de personal capacitado y cuidadoso, lo mismo que de
una supervisión bastante puntual y permanente.
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Manejo del Catival Secundario
76
ρ
Para cada catival de segundo crecimiento remanente del aprovechamiento debe ser elaborado un
plan de manejo específico, no hay un plan genérico para todos los cativales residuales, como ya se
observó. Las anteriores prescripciones técnicas y tratamiento silviculturales son sólo pautas que
deben ser cuantificadas, dimensionadas y temporalizadas de acuerdo con las características y las
circunstancias de cada bosque de cativo. Dicho Plan, que estará contenido en un proyecto especial,
será la herramienta técnica y económica que orientará la planificación y el desarrollo y la ejecución del cultivo de dicho bosque.
ρ
En el catival A1 la especie dominante es el Cativo que contribuye la mayoría de las veces con más
del 60% del área basimétrica del bosque, a los 10 ó 12 años de la regeneración postaprovechamiento,
a lo cual hay que agregar su representatividad en todas las categorías diamétricas, desde 10 cm
hasta 60 cm y más. En este tipo de catival se presenta evidencia de una consociación con fuerte
tendencia a la homogeneidad. En este caso, la estructura del bosque resulta muy positiva para el
manejo pues las especies dominantes vienen a ser del tipo deseable. Su distribución en todas las
categorías de tamaño y su densidad bastante aceptable vislumbran prometedores resultados de un
eventual manejo debidamente conducido. El manejo de está consociación será mucho más sencillo, menos costoso y más productivo. Por lo tanto, se recomienda iniciar eventuales proyectos de
manejo a gran escala en este ecosistema. Se recomienda realizarlos de modo que no se deteriore su
capacidad regeneratriz, cuidar la apertura del dosel planificando la intensidad del aprovechamiento, por ejemplo como lo anota Neyra que no exceda del 70% de la masa forestal; y no talar la
totalidad de los árboles maduros, sino dejar un mínimo, por ejemplo de 10, debidamente espaciados para que sirvan de portagranos para la reposición forestal por el sistema de Monte Alto. Si se
decide, en el futuro, hacer la extracción por canales, mantener diques durante y al final del aprovechamiento con el fin de evitar la desecación del terreno, ya que así se pierde la calidad de sitio y se
deteriora notablemente el ecosistema.
Otros planes relacionados con el manejo del catival
Plan de cortas
El plan de manejo requiere disponer de un plan de cortas, que al principio puede ser difícil de obtener
pues se carecerá de la información para trazarlo, como crecimientos, posibilidad, turno y ciclo de cortas.
El momento más real para proponer un plan de cortas en rigor será una vez que se halla logrado la
uniformización de la masa forestal bajo manejo; los primeros pasos serán:
•
Fijar un diámetro mínimo de cortabilidad para cosecha.
•
Redefinir el tipo de productos y las especies finales a obtener.
•
Elaborar las tablas de crecimiento en área basal y en diámetro para todo el bosque y para cada una
de las especies deseables bajo cultivo “in situ”, labor en la cual será básica la información que
durante los primeros años (10 ó más) se halla tomado en las Parcelas Permanentes.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
77
Plan de investigaciones
Como se ha mencionado, ya se ha desarrollado una buena parte de la investigación requerida con el fin de
tener las bases técnicas para el manejo del catival y fundamentar un eventual Plan de Manejo de bosques
específicos. Aunque el conocimiento es relativamente bueno, aún es necesario fortalecerlo. Por ello, se
recomienda darle continuidad a este tipo de trabajos.
Plan de sanidad vegetal e incendios. Aunque en el trabajo de manejo del bosque húmedo tropical
se cuenta mucho con el equilibrio biológico a favor, es conveniente establecer un plan de prevención y
control fitosanitario; una de las medidas fundamentales es la realización de inspecciones periódicas a los
lotes manejados; por ejemplo, hacerlas cada 3 meses por parte de personal entrenado y capacitado para
tal fin. Se recolectará información de manera sistemática, haciendo seguimiento a eventos de aparición de
síntomas o signos que, aunque en el momento no sean de gran magnitud, pueden potencializar problemas
más graves.
En cuanto a la prevención de incendios, estos tienen gran probabilidad de presentarse debido a las
condiciones climáticas regionales y a la cultura del fuego en los grupos de colonos; el régimen superhúmedo
de los suelos del catival y la abundancia de cuerpos de agua impedirían la posibilidad de avance de una
eventual quema. Como ya se refirió, la ausencia de una cultura de tumba y quema de la selva favorece su
permanencia.
Plan de control y vigilancia. En principio un proyecto de manejo del bosque residual del catival
puede resultar novedoso y, hasta cierto punto, extraño para los lugareños; generalmente están acostumbrados a ver crecer espontáneamente el bosque tropical y a entrar casi que sin limites a cualquier bosque
en el que halle madera para explotar. Esa relativa libertad para “maderiar” sin restricciones de tipo legal
o de tenencia de la tierra se opone a los objetivos de manejo del bosque de cativo; además, el concepto de
bosque ordenado aún es desconocido para las comunidades locales. Se requiere, por lo tanto, un gran
avance en el trabajo de acercamiento con la comunidad y la promoción de los objetivos y la importancia
del manejo del catival; en las condiciones de finales del siglo XX, estos aspectos se constituyen en la
columna vertebral para el éxito o el fracaso del manejo en cuestión.
De modo que será bien importante tomar las medidas conducentes a impedir la invasión y explotación subrepticia del bosque sometido a cultivo, por ejemplo antes que la coerción se requiere concertar
y participar con las comunidades de corteros.
Plan de fomento de actividades productivas. Es indudable que la producción maderera no cubre
todas las necesidades de los nativos, bien sea que el manejo sea a través de la silvicultura comunitaria o de
la silvicultura empresarial. Por lo tanto, es conveniente iniciar algunas actividades tendientes a hacer
demostración y fomento de otras actividades productivas diferentes a la silvicultura, y que propendan por
mejorar su calidad de vida. Por ejemplo: zoocría, huertas caseras, cultivos agroforestales con cultivos de
pancoger, cría de especies menores, etc.
Por ejemplo, una actividad promisoria puede ser la cría y levante del búfalo de agua. Este rústico
animal se adapta muy bien a las difíciles condiciones locales, sirve hasta para triple propósito: carne,
leche y carga o arrastre; su alta productividad de carne, el notable valor nutricional de su leche (mayor que
la de vaca) y su tremenda ductilidad y capacidad de trabajo, incluida la extracción de productos del
bosque, lo convierten en una nueva alternativa para las regiones de influencia del bosque de cativo.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
78
Manejo del Catival Secundario
Ruta lógica técnico-operativa para desarrollar el plan de manejo de un catival
A manera de orientación para conceptualizar y ayudar a visualizar cual sería la ruta lógica que conduciría al desarrollo de un plan de manejo silvicultural del catival, tanto para bosque primario como para
bosque residual de segundo crecimiento, se ofrece el siguiente esquema que indica los pasos, fases, actividades y conceptos que cronológica y secuencialmente se deben llevar a cabo (página siguiente).
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
79
CATIVAL RESIDUAL SECUNDARIO ACTUAL
Investigar condición y aptitud silvicultural
de cada unidad en cada inventario
(Probable entre año 8 y 10 postcosecha)
-
Asegurar tenencia tierra e iniciar
proceso participativo
Ajustar aspectos legales permisos
a largo plazo
Alinderar y concertar con nativos
relacionados
Condicionantes para
iniciar el manejo
RUTA LOGICA TECNICO-OPERATIVA PARA DESARROLLAR EL
MANEJO DEL CATIVAL SECUNDARIO
Determinar estado sucesional y
factibilidad de iniciar manejo
Se repite el ciclo de manejo
Determinar momento inicio del manejo
según estado y aptitud bosque por unidad
Evaluar condición y aptitud
silvicultural / unidad
Evaluar diagnóstico con
enfoque para manejo
Determinar tratamientos a realizar, tipo
e intensidad según estado cada Unidad
Realizar tratamientos
Monitorear efectos
(inventarios de diagnóstico y de crecimientos anuales)
Si una sola intervención silvícola fue
suficiente: esperar turno cosecha
Control de crecimientos y existencias
si hay estancamiento del crecimiento y
desarrollo o fuerte competencia de no
deseable: hacer una nueva intervención.
Turno de cosecha
Cuando se decida según conveniencia
económica y según existencias de
productos/mercados
Hacer aprovechamiento mejorado
Se prepara la cosecha si los crecimientos y
las existencias son favorables
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
80
Manejo del Catival Clímax
Introducción
Las existencias de áreas de catival primario con aptitud para la producción (accesibilidad, existencia de
materia prima en volúmenes que justifiquen inversión y operatividad) son considerablemente menores
comparadas con las de bosques de segundo crecimiento o en proceso de regeneración postaprovechamiento.
Además se prevé que las presiones jurídicas, institucionales, sociales, científicas y de opinión ambiental
desalentarán paulatinamente la explotación de los remanentes de bosque clímax. Sin embargo, la mayor
actividad forestal de aprovechamiento actual por la industria forestal, se realiza en zonas de bosque clímax y, una fracción menor, en cativales de segundo crecimiento.
Una gran proporción del aprovechamiento industrial ha sido mecanizado y una pequeña parte se ha
realizado artesanalmente por los lugareños. En este capítulo se hace énfasis y se aborda principalmente el
tema del aprovechamiento industrial.
Existe un conflicto técnico, biológico y socioeconómico alrededor del Catival Clímax. En lo
técnico se circunscribe, principalmente, a la forma como es aprovechado o explotado, de manera que la
posibilidad futura de acceder a este recurso dependerá de las alternativas de solución que en tal sentido se
proporcionen. El presente capítulo pretende aportar algunas pautas científicas y tecnológicas que permitan redireccionar un nuevo sistema o modo de cosechar este recurso; logro que en buena parte se debe a la
información, los resultados y el conocimiento generado en ensayos de campo y diversos estudios en el
tema del manejo de la regeneración del Catival, que durante 16 años se llevaron a cabo en los cativales de
la región del Bajo río León y del Bajo río Atrato.
Descripción general del aprovechamiento industrial actual
En 40 años de experiencia, las industrias beneficiarias del bosque de cativo han logrado desarrollar y
depurar un método de aprovechamiento con características ajustadas a las condiciones ecológicas de la
zona, en concordancia con las necesidades de rendimiento operativo y económico de las actividades. Sin
embargo, el ajuste a las condiciones biológicas del ecosistema fue más lento debido a la carencia de
conocimiento e información. En este sentido puede valorarse y comprenderse mejor los aportes del proyecto de investigación CONIF-PIZANO y del presente documento para iniciar el camino del aprovechamiento sostenible del catival.
El método actual de aprovechamiento industrial del Catival puede resumirse del siguiente modo:
1.
La planeación de las operaciones que comprende:
a)
Mapificación y ubicación de cuarteles de aprovechamiento.
b)
Proyección de vías de extracción.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
81
c)
Diseño de canales y zanjas.
d)
Determinación del personal, equipo herramientas que serán utilizadas en las labores de aprovechamiento.
e)
Presupuesto de la operación.
2.
Construcción de infraestructura como canales de transporte de maderas y navegación, diques de
regulación de caudales, campamentos, patios de apilado o botaderos y demás sitios de acopio.
3.
Cosecha del bosque. Ejecución de todas las operaciones concernientes a este aspecto, como son:
a)
Apeo y troceo. Este se realiza con motosierra y consiste en la tumba del árbol y el desrame.
Actualmente este es arrastrado al canal sin ser troceado. Los operarios que realizan estas
labores devengan su ingreso, principalmente, con base en el rendimiento por labor realizada
(ej., número de árboles derribados, m3 (o equivalentes) extraídos, etc). Esto hace que el factor monetario prime sobre la aplicación de prescripciones técnicas para las mismas, de ahí
que no sean aplicadas debidamente; como, por ejemplo, no se le da orientación a la caída del
árbol.
b)
Desembosque. O transporte menor. Para la extracción de la madera del bosque se están
utilizando tractores FMC y KMC (de oruga) con cabrestante para levantar la troza y disminuir así la producción de surcos y la compactación del suelo. Los tractores transportan la
troza desde el sitio de apeo hasta el botadero, a orillas del canal o el río, en distancias no
mayores de 800 metros. Los operarios y ayudantes de los tractores también devengan una
buena parte de sus ingresos con base en los rendimientos por labor o producto obtenido; lo
cual redunda en que el obtener altos rendimientos prevalezca sobre el componente tecnológico en la cosecha. De manera que se aprecia movimiento desordenado de la maquinaria
dentro del bosque, sin seguir siempre los carriles y líneas de extracción previamente planificadas; de modo que, al final, el piso queda sobrepisoteado, tanto en extensión como en
intensidad, y la vegetación remanente a la tala es afectada con el paso de los equipos o con la
corta para dar paso a los vehículos y acelerar o “facilitar” los tiempos de movimiento.
c)
Transporte mayor. Se realiza por flotación a través de canales que comunican con los ríos
principales y posteriormente con el Golfo de Urabá, donde son cargadas las trozas en barco
para transportarlas hasta Barranquilla donde son procesadas. En el sistema de flotación las
trozas son arregladas en balsas en forma de “espina de pescado” o “chorizos” que son halados
por remolcadores.
Impactos causados por el aprovechamiento
Antes de proceder a plantear una mejora o variación al método de aprovechamiento del catival, es necesario conocer y entender los efectos derivados en el ecosistema con el método actual de aprovechamiento.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
82
Una importante premisa de partida para plantear el manejo de los cativales clímax consiste en que se
entienda que "el aprovechamiento de este ecosistema, como el de los demás recursos forestales, de por sí
causa un impacto negativo, tanto al componente biótico como al abiótico, en los niveles de comunidades,
poblaciones y especies vegetales y animales”. Sin embargo, se espera que la integración del trabajo y la
participación comunitaria con la tecnología forestal y la normatividad permita minimizar los efectos indeseables de la intervención o en caso contrario, el aprovechamiento del Catival no será sostenible
Otro aspecto a tener en cuenta consiste en que el aprovechamiento del bosque de Cativo tradicionalmente se ha concentrado en la cosecha de unas pocas especies vegetales maderables, en concordancia
con la demanda de la industria. No obstante, también se suceden un importante y significativo número de
efectos indirectos sobre la vegetación de especies no leñosas como parásitas, epifitas, musgos, líquenes y
helechos, amén del conjunto de individuos de la regeneración natural de las especies arbóreas, en proceso
de explotación o no, junto con la forma silvestre. El tipo de daños y su magnitud, en este segundo caso,
son más difíciles de evaluar y en el país no se han hecho esfuerzos por estudiarlos; en el caso de las
leñosas el impacto puede ser relativamente más fácil de medir que en las no leñosas, como lo hizo CONIF
en uno de sus ensayos y en el estudio de comparación de cativales clímax y cativales 21 años
postaprovechamiento. (CONIF-Pizano, 1995).
Efectos sobre la vegetación
1)
Daños físicos, son los causados a la vegetación circundante por los árboles apeados que en su
caída arrastran árboles, arbustos, lianas y bejucos, partiéndolos o deteriorando partes de su organografía (raíces, copa, etc.).
2)
Daños mecánicos a árboles y, muy especialmente, a arbustos, sufrútices, hierbas y regeneración
natural temprana (brinzales y latizales - arbolitos jóvenes), causados por el movimiento de maquinaria y aditamentos (como winches, tractores y cables) dentro del bosque, o también por la acción
indiscriminada de los operarios con machetes y motosierras sobre vegetación no objeto de la
cosecha. Un ensayo de CONIF en el cual se midieron, entre otras cosas, los daños físicos y mecánicos en el aprovechamiento del Catival A1 mostró que entre el 30% (en aprovechamiento dirigido) y el 50% (en aprovechamiento mejorado) de los árboles mayores a 10 cm de DAP, de todas las
especies asociadas al Catival, resultan afectadas por este tipo de daños (Cuadro 31). Además, en
concordancia con su mayor abundancia, el mayor número de fustales afectados, alrededor del 60%
eran de Cativo. Los principales daños fueron: Copa Partida (12 a 15% de los individuos afectados), Ramas Partidas (24 al 28% de los individuos), Tronco Inclinado (11 al 14%), Fuste Partido
(44%) y Desraizamiento (2 al 5%). Esto significa que el daño de más incidencia que el de Fuste
Partido, seguido del de Ramas Partidas, lo cual se considera muy grave pues estos afectan negativamente y de forma casi total la posibilidad de recuperación del bosque, además que este tipo de
daños son irreversibles.
3)
Pérdida, disminución o degradación de la regeneración natural, por incremento de las tasas de
mortalidad y disminución de las tasas de natalidad, a causa de la apertura excesiva del dosel, la
desaparición de árboles semilleros (en el caso de la tala intensiva) y la corta de un número excesivo
de individuos. Así como por la regresión de la composición florística y de la sucesión natural.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
7.1
1
TOTALES
78.6
11
14
1
4.5
7.1
100.0
7.1
4.5
1
22
100.0
4.5
9.1
4.5
9.1
4.5
2
1
1
2
1
54.5
10
4.5
12
1
1
100
10
1
1
2
5
100
10
10
20
50
40
3
2
1
1
1
1
3
23
2
1
2
100
7.5
5
2.5
2.5
2.5
2.5
7.5
57.5
5
2.5
5
100
1
1
6
Aprovechamiento Industrial Actual
100
Aserrín
Caracolí
Carbonero
Cativo
Cocuelo
Cocuelo
Guamo
Guasco
Guerregue
Hobo
Lechero
Lombricero
Mangle duro
N.N
Paco
Yarumo
12
19
100
16;5
16.5
47
5
1
1
9
TOTALES
17
8
2
1
67
5
5
8
1
4
FUSTE PARTIDO
No. árb/ha
%
1
1
67
8
TRONCO INCLINADO
No. árb/ha
%
5
38
80
20
RAMAS PARTIDAS
No. árb/ha
%
1
7
4
1
COPA PARTIDA
No. árb/ha
%
Cativo
Cocuelo
Guayuto
Hobo
Mangle duro
Olleto
Paco
Yarumo
TIPO DAÑO
ESPECIE
Aprovechamiento Industrial Dirigido
5
1
1
1
2
2
1
1
100
20
20
20
40
100
100
DESRAIZADO
No. árb/ha
%
91
2
3
53
2
1
7
2
1
2
2
2
2
2
5
3
43
10
2
1
1
26
1
1
ARBOLES/ESPECIE
AFECTADOS
CUADRO 31. DAÑOS PRODUCIDOS A LA VEGETACION ARBOREA EN DOS TIPOS DE APROVECHAMIENTO DEL CATIVAL
A1; DAP > 10 CM
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
83
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
84
Sobre la regeneración natural temprana, el mismo ensayo indicó que entre el bosque virgen (sin
aprovechamiento) y el bosque aprovechado, hay diferencias dramáticas en cuanto a la composición
florística y a la abundancia y la importancia ecológica de las especies que la conforman, en diferentes edades postaprovechamiento. La apertura extensiva e indiscriminada de claros posibilita el
inmediato establecimiento de especies heliófitas efímeras (Ochroma, Trema y Cecropia) que llegan, entre los años 1 y 5 postaprovechamiento, a conformar el 40% de la población total de la
regeneración natural; después de este tiempo, algunas de estas especies y otras del tipo heliófitas
tardías (como Xilopia, Terminalia, Bursera e Inga, entran a dominar la composición y la estructura
horizontal con respecto a las especies de la sucesión clímax (ejemplo Prioria, Lecythis, Andira,
Rheedia, etc.). Se pasa de 15 especies que conforman la población de brinzal y latizal en el clímax
a 26 a los 7 años postaprovechamiento.
En cuanto a la población de fustales (árboles DAP > 10 cm), además de los daños físicos y mecánicos antes descritos, se presenta también un daño a la composición florística y a su estructura. En
A1, la población por especies, por ejemplo la del Cativo, pasa de una importancia ecológica (IVI)
de 254 en el clímax a sólo 82 en el bosque de edad postaprovechamiento de 3 años.
La fragmentación de la comunidad vegetal origina efectos adversos a la vitalidad y salud del ecosistema. Las variaciones introducidas se consideran drásticas para el futuro de la conservación del
bosque y para sostener una producción biológica y de bienes a través del manejo forestal, muy
especialmente en cuanto al tiempo de reconstrucción del ecosistema y de la duración de un eventual turno para cosechar productos en el bosque bajo manejo silvicultural.
Entre los efectos positivos sobre la vegetación se obtuvo que en el bosque aprovechado la tasa de
crecimiento en diámetro y área basal para las especies tolerantes es significativamente mayor en el bosque después de ser aprovechado que en el estado clímax, lo cual es de alto interés para la silvicultura y el
manejo de los cativales que en un futuro sean ordenados para la producción forestal. Sin embargo,
aunque el efecto individual sea positivo, el efecto puede llegar a ser negativo para el conjunto de la
población deseable para el manejo y el aprovechamiento (crecimiento en área basal y en volumen por
hectárea) por lo cual se debe buscar un equilibrio en ambos sentidos.
Efectos sobre la fauna
Se carece de estudios sistemáticos al respecto, pero en general pueden ser descritos algunos efectos negativos sobre esta parte de la biota del catival:
1)
Pérdida o deterioro de hábitats y fuentes alimenticias, por la eliminación de una parte de la vegetación.
2)
Caza indiscriminada por parte de operarios de la explotación y de habitantes locales (colonos y
nativos) mermando las poblaciones o ahuyentándolas.
3)
Disminución de las poblaciones de animales, que escapan a áreas circunvecinas, al menos por un
buen tiempo (aún no cuantificado) debido al ruido y las alteraciones originadas por el funcionamiento de maquinaria y equipos.
4)
Altos niveles de estrés en los individuos sobrevivientes al aprovechamiento, ante la presión de la
intervención.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
5)
85
Alteración de las cadenas alimentarias debido a los desequilibrios en la estructura y la dinámica de
las poblaciones de animales. En cuanto al efecto sobre los elementos del biotopo, los efectos más
conspicuos del aprovechamiento del catival se refieren a los cuerpos de agua y al suelo; que además
de originar problemas directos a estos recursos también, de modo indirecto, impactan negativamente a la flora y la fauna.
Efectos sobre el suelo
Uno de los estudios más representativos en éste sentido es el de De Las Salas, G., 1994 titulado "Análisis
del impacto de la apertura de canales para el transporte de madera extraída y el uso de tractores sobre el
suelo de áreas aprovechadas en operación por la empresa Maderas del Darién S.A". También están el de
Marín, M., 1991, Impacto en los suelos del catival por la explotación comercial del cativo (Prioria copaifera
Grisebach.) y el de Villota Santacruz Ltda., 1988, Estudio de impacto ambiental de los sistemas de aprovechamiento forestal en La Balsa, Chocó, de los cuales se extrae la siguiente información sobre el tópico.
1) Efecto de las operaciones de extracción. De Las Salas explica que en otras regiones de bosque
tropical está investigado y reconocido el efecto de compactación de los primeros centímetros del suelo
por las operaciones de extracción de trozas; las propiedades más afectadas por el uso de bulldozeres son
la densidad aparente, la capacidad de infiltración y consecuentemente la retención de humedad. La y
Cummings (1979), trabajaron experimentalmente con métodos de desmonte manuales y mecánicos (uso
de bulldozer) en Africa y comprobaron aumentos en la densidad aparente y en la resistencia a la penetración y, reducciones en la tasa de infiltración y en la conductividad hidráulica en los primeros10 cm.
Seubert, Sánchez y Valverde (1977) en un suelo Ultisol de la Amazonia peruana hallaron efectos similares. Y es probable que en el catival suceda algo similar en el área alterada por el paso de los bulldozeres y
por el arrastre de los fustes cosechados, originando alteraciones en el comportamiento hídrico del suelo
(tasa de infiltración y retención de humedad principalmente), a tal grado que estos sitios se excluyen
como áreas de regeneración natural.
De las Salas levantó algunos transectos para el registro de la regeneración natural y a la vez evaluó
el estado de los suelos muy poco tiempo después de efectuadas las operaciones de aprovechamiento.
Estos eran arcillosos pesados, hasta profundidades de 60 cm, (frentes de aprovechamiento canal Zapata y
canal Esteban de Balsa Y); se detectaron señales de drenaje impedido en el horizonte B (Bir, Bg), circunstancia que favorece el estacionamiento del agua y la permanencia de la napa freática por un tiempo
relativamente largo. La fluctuación de la napa freática como factor limitante para la regeneración natural
del cativo no fue objeto de evaluación en el estudio, aunque parece jugar un papel importante aún en
sitios no compactados por el paso de las máquinas y el arrastre de trozas. Con base en su estudio se puede
realizar el siguiente diagnóstico edáfico relacionado con el aprovechamiento del Catival:
•
La densidad aparente, la humedad volumétrica y la porosidad son los parámetros edáficos más
sensibles a las alteraciones en la dinámica de agua; las cuales se originan, por una parte por la
construcción de canales para el transporte de trozas y, por la otra, por el empleo de tractores de
oruga para su extracción del bosque a los patios o botaderos.
•
Los valores de densidad aparente obtenidos sobre antiguos carriles (18 años después de aprovechado el bosque) en el área del río Tocamito a una profundidad de 20 cm, acusan un largo efecto de
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
86
la compactación provocada por el paso de tractores. Igual efecto se comprobó en áreas próximas
(4-6 m) a canales abandonados.
•
La macroporosidad arroja valores muy bajos (5-10%) en los primeros 40 centímetros con respecto a sitios sin aprovechamiento (12-20%) o aprovechados hace 8-10 años (Canal Esteban en La
Balsa), (16 a 25%). Esto significa que la macroporosidad se recupera relativamente rápido. Sin
embargo, esta recuperación es más permanente en áreas de regeneración natural que en aquellas
ocupadas por cultivos de pancoger y sujetas a procesos de roza y quema por la colonización espontánea. La acción benéfica de la capa de humus juega un papel importante en este aspecto como lo
comprobó Marín, 1991, citado por De Las Salas (ibid.).
•
Acerca de la microporosidad (espacio almacenador de agua) en terrenos de Catival postaprovechamiento, se reportan varios valores: 18.7-31%, dicho autor y 15-21.6% según Ortíz (1988) en
el paisaje de terraza baja encharcable (A2). La mayor diferencia entre los dos resultados coincide
con valores más altos en la densidad aparente de De Las Salas (1.45-1.76 gr/cm3) con respecto al de
Ortíz (0.94-1.25 gr/cm3) y al estudio de Marín (1991) (0.95-0.99 gr/cm3). Estos resultados hacen
inferir que se sucede un deterioro en la estructura del suelo durante los seis años que separaron la
toma de muestras en el campo entre los estudios de De Las Salas y los otros autores en referencia.
Sin embargo, los datos entre sí no son del todo homologables pues los puntos de muestreo no son
exactamente los mismos aunque representen los mismos paisajes fisiográficos. Altos tenores de
microporosidad (22-33%) se registraron también en el área del río Tocamito (sitio Cavellino), la
cual había sido aprovechada 18 años antes de la fecha del estudio en referencia (1994). Desafortunadamente no se dispuso de los valores de microporosidad antes de la intervención del bosque.
•
Las áreas del bosque que quedan cubiertas con materia orgánica, como residuos de la cosecha,
mantiene por más tiempo y en mejor estado la microporosidad; lo que no sucede en las áreas
atravesadas por carriles de movilización de los bulldozeres, en donde el efecto es marcadamente
negativo.
•
El deterioro de la estructura puede causar saturación prolongada en el dominio de poros finos de
los horizontes superiores del suelo. El mayor daño y cambio sobre ella debe atribuirse a la destrucción del bosque residual postaprovechamiento por parte de los colonos para practicar una agricultura de subsistencia, según el muestreo realizado en La Balsa por De Las Salas.
•
Con respecto a la profundidad efectiva y el drenaje, en algunas zonas del catival existen suelos
como los Fluventic Hapludolls, reportados por Villota (1991) en el conjunto Clavellino (zona catival
del interfluvio Atratro-Truandó) con excelentes propiedades físicas y desarrollo pedogenético en
los cuales son notablemente mejores las condiciones de drenaje y la profundidad efectiva o zona de
crecimiento radical; así como también existen muchos suelos de pobre drenaje como los Tropic
Fluvaquents, reportados por De Las Salas citando a Villota, en la zona del río Tocamito. Con respecto a estas dos propiedades edafológicas se deduce que el impacto de las operaciones de aprovechamiento (apeo y extracción) es mucho menor en el bosque con tipos de suelos Fluventic Hapludolls
que en los Tropic Fluvaguents. O en otras palabras, los suelos de mayor profundidad efectiva y de
mejor drenaje natural sufren menos efecto negativo por las operaciones de cosecha del Catival.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
•
87
La textura, y en especial el contenido de la fracción de arena, fue analizada por Ortíz, 1988; quien
encontró que en el Catival A1 sin aprovechamiento las condiciones de infiltración son más rápidas
(27 cm/hora) que en el mismo bosque bajo aprovechamiento (3,4 cm/hr); en cambio, halló que en
el Catival A2 la situación es al contrario; y una situación intermedia de infiltración moderada se
presentó en un bosque intervenido hace 16 años. Según De Las Salas, los valores más rápidos no
siempre reflejan mejores condiciones de retención de humedad en el suelo; pero al analizar los
anteriores resultados puede concluirse que el suelo mejora sus propiedades físicas después del
aprovechamiento, cuando se deja el bosque residual sin perturbaciones posteriores. Marín (1991)
concluyó que la compactación sufrida en el suelo por la alteración de la cubierta vegetal es muy
poca y que se debe principalmente a la comprensión de las partículas sólidas dentro del espacio
poroso pero que, posteriormente, ocurre un reordenamiento como consecuencia de la presión ejercida en la superficie por la caída de los árboles.
Todos estos resultados, como también lo dice De Las Salas, sólamente deben tomarse con el carácter de ilustrativos del comportamiento edáfico del bosque sometido a las operaciones de extracción y
transporte de trozas; además que se refieren únicamente muestreos localizados, por lo cual deben ser
investigados más ampliamente.
2) Efecto de los canales de transporte sobre el suelo. El efecto de los canales de transporte de
trozas se manifiesta en el drenaje lateral en dos sentidos: recarga (del canal hacia adentro) y descarga (de
adentro hacia el canal). El análisis del impacto de los canales debe efectuarse con base en los valores de
humedad gravimétrica y textura. De Las Salas tomó muestras para su estudio, en época de lluvias, a 3,6 y
12 m de distancia de la orilla de tres canales y halló valores de humedad gravimétrica de 22 al 31%;
también obtuvo datos de fracción arena de 40-70%. La saturación de humedad se encontró por encima del
50%, para todas las muestras y en todas las distancias de la orilla de los canales; esta circunstancia
impidió establecer hasta qué distancia de la orilla es efectiva la influencia de los canales; el autor recomendó repetir la toma de muestras en verano.
Villota (1991) halló en la zona de los ríos Tócamo y Tocamito que en suelos de perfil AC-C,
masivos, gleyizados, pobremente drenados y superficiales, la tabla de agua puede ser del orden de 50 cm;
que un 50% puede drenar hacia el canal en pendientes de 2 a 4% y que el restante 50% permanece
semiestancado en época de lluvias; consumido por las raíces y recirculado a la atmósfera por
evapotranspiración. El mismo autor, citado por De Las Salas, reporta en un catival del plano inundable
de la llanura de los ríos Truandó - Chintadó la presencia de suelos de perfil A- Bw-C (Fluventic Eutropepts),
jóvenes, profundos, bien drenados, medianamente estructurados, en los cuales su microtopografía plana convexa con pendientes no superiores al 2% y su buena condición de drenaje hacen que las inundaciones
sean de corta duración, además que se posibilita un efecto de “recarga” del canal hacia adentro. El mismo
autor encontró que en los cativales del plano inundable de la llanura de los ríos Domingodó - Partadó Atrato, los suelos están caracterizados por presentar inundación prolongada con agua freática próxima a
la superficie, son poco desarrollados, de perfil A-Bw-Cg (Aeric-Fluventic-Tropaquepts) moderadamente
profundos e imperfecta a pobremente drenados afectados por un hidromorfismo marcado, ocupando un
Basín o cubeta cóncava o plana-cóncava; de modo que en ellos el efecto de los canales de transporte sea
similar que en el primer caso.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
88
La anterior circunstancia hace que el suelo permanezca húmedo la mayor parte del tiempo cubriendo las necesidades hídricas de las raíces (agua aprovechable), con lo cual se favorece, especialmente, a la
regeneración natural del bosque residual; de modo que en el aprovechamiento industrial de estos cativales
las entidades que hacen la cosecha deben adoptar métodos de aprovechamiento para beneficiar al recurso
de dicha ventaja.
3) Efectos en los carriles de extracción
•
Caracterización de los carriles. Son líneas establecidas por la extracción de los troncos en las labores de aprovechamiento mediante tractores de oruga que los halan; es muy importante tenerlos en
cuenta por el impacto que se produce en la superficie del suelo y la vegetación; si bien progresivamente los tipos de tractores utilizados han sido cambiados por unos más livianos, más pequeños y,
en general, de mejor adaptación a este tipo de labores, las evidencias empíricas, en un principio, y
las científicas a partir de los estudios de CONIF, indican la evidencia de fuertes impactos y consecuencias sobre los componentes del catival. El área promedio de influencia de los carriles de
movilización de bulldozeres varía entre 5 y 10 m de ancho.
CONIF, 1995, realizó un estudio en el sitio Clavellino sobre un fragmento de Carril principal y en
un Carril secundario, en el cual realizaron un muestreo de la vegetación en áreas de influencia de 2
x 30 m de un catival A2 explotado y que se ha recuperado, sin disturbaciones posteriores, a través
de 21 años postaprovechamiento. El trabajo consistió, principalmente, en un inventario al 100% de
todos los tipos de vegetación dentro de la superficie de un carril eligiendo una faja del mismo en
parcelas base de (2 x 2 m) y en 15 repeticiones para un área total de 60 m2.
•
Caracterización Florística de los Carriles. La vegetación encontrada sustenta 72 especies aglutinadas
en 32 familias y una abundancia total de 406 individuos. Esta vegetación la constituyen principalmente árboles (regeneración natural), hierbas, arbustos, enredaderas, bejucos y Arecaceae. El siguiente cuadro resume la información sobre la flora encontrada en los carriles. (Cuadro 32)
La vegetación se caracteriza por ser de bajo porte, formando un estrato menor a 4 m de altura; no
presenta una fuerte cobertura y, por el contrario, es frecuente la localización de individuos pero de reducida proyección octogonal; predominan los arbolitos y hierbas de bajo porte; la luz llega en muy buena
proporción al piso del carril, considerándose que la mayoría de las especies encontradas son de carácter
eminentemente cliófilo. La superficie del suelo está enriquecida por una no muy abundante capa de hojarasca, semillas y detritos que evidencia una tendencia a cierto desarrollo de la sucesión.
Por su abundancia las especies de mayor significado son Piper multiplinervium de hábito “Bejuco”
seguida de la regeneración de Castilla elástica “Arbol”; Pouteria caimito “Arbol”, además de Anthurium
interruptum “enredadera”; otras especies también destacadas por su abundancia son Castilla tunu “Arborea”,
Trianea sp. “Bejuco”, Inga semialata “Arborea”; Inga sapindoides “Arborea”, y Monstera sp una
philodendron de hábito bejuco. Existen otras especies con 30% de la participación total (21 especies) que
tienen muy poca abundancia (solo tienen un individuo) como Pterocarpus oficinalis; Chrysachlamis sp;
Brownea sp; Anacardium excelsum; Inga psittacorum; Tetrathylacium johansennii; Brosimun alicatrum
y las palmas Geonoma oxicarpa; Astrocaryum standieyanum; Astrocaryum malibo y Bactris paula, entre
otras.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
CUADRO 32.
89
VEGETACION EN CARRILES DE EXTRACCION DE UN CATIVAL A2, 25 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO (CLAVELLINO, RIOSUCIO, CHOCO)
NOMBRE COMUN
Amarraboyo
Araceae
Araceae corazón
Arracacho
Bobosaino
Bambudo
Banco
Bayoneta
Bejuco
Bejuco apocynaceae
Bejuco clavo de agua
Bejuco clusia
Bejuco de la cruz
Bejuco grib
Bejuco peludo
Bejuco tortugo
Bordón
Caimitón
Caimo
Canillón
Caracolí
Castilla
Cauchillo
Chagará
Chagará
Chagará
Costillo acondado
Costillo redondo
Encumbrado
Guamo
Guamo cajeto
Guamo churimo
Guamo peludo
Guamo rosario
Guaraguao
NOMBRE CIENTIFICO
Maquira costaricana (Standl)
Philodendron inaequilaterum
Rhodospatha wendandii
Neea delicatula Standl.
Dieffenbachia oerstedli Schott
Ptecarpus oficinalis Jacq.
Hernandia didymantha Donn.
Anthurium aff. interruptum
Micania sp
Forsteronia sp
N.N.
Chrysochlamis sp.
Brownea sp
Trianea sp.
N.N.
Hippocratea sp.
Ruprechtia sp.
Chrysophyllum sp.
Pouteria caimito (R. & P.)
Piper reticulatum L.
Anacardium excelsum
Castilla elastica
Castilla tunu Hensl.
Trichilia martiana
Trichilia poeppigii
Trichila quadrijuga Kunth
Aspidosperma sp.
Sloanea sp.
Stenosolen aff. holotturia
Inga edulis Mart.
Inga sapindoides
Inga semialata
Inga soffordiana Pittier
Inga aff. Psittacorum L. Uribe
Coccoloba willamsii Standl.
FAMILIA
Moraceae
Araceae
Araceae
Nyctaginaceae
Araceae
Papilonaceae
Hernandiaceae
Araceae
Asteraceae
Apocynaceae
Clusiaceae
Clusiaceae
Solanaceae
Loganiaceae
Hippocrateaceae
Polygonaceae
Sapotaceae
Sapotaceae
Piperaceae
Anacardiaceae
Moraceae
Moraceae
Meliaceae
Meliaceae
Meliaceae
Apocynaceae
Elaeocarpaceae
Apocynaceae
Mimosaceae
Mimosaceae
Mimosaceae
Mimosaceae
Mimosaceae
Polygonaceae
HABITO
No.
H. * (cm)
Arbol
Enredadera
Bejuco
Arbol
Hierba
Arbol
Arbol
Enredadera
Bejuco
Bejuco
Bejuco
Plántula
Bejuco
Bejuco
Bejuco
Bejuco
Arbolito
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbusto
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
6
6
4
5
7
1
2
27
3
2
1
1
1
15
3
2
3
2
36
2
1
38
21
3
7
11
2
8
5
6
13
18
5
1
2
15.67
87.83
56.00
13.40
22.29
16.00
18.00
25.04
300.33
38.00
170.00
42.00
52.00
57.13
37.00
300.00
52.00
18.50
15.94
26.50
19.00
12.61
23.95
13.67
33.29
10.55
14.00
20.75
82.00
14.50
22.62
23.61
19.20
25.00
25.00
Continua...
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
90
CUADRO 32.
VEGETACION EN CARRILES DE EXTRACCION DE UN CATIVAL A 2, 25 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO (CLAVELLINO, RIOSUCIO, CHOCO)
NOMBRE COMUN
Guasco
Guasco
Helecho clavelino
Helecho moreno
Hoja rayada
Hoja tuga
Huesito
Huevo de berraco
Huevo de tigre
Lirio
Oquendo
Oreja de mula
Oreja de mula
Pacó gustavia
Palma cortadera
Palma guerregue
Palma rucia
Palmilla
Paperamia
Paperamia blanca
Philodendron
Piper
Platanillo
Platanillo lenguevaca
Po
Purula o mecedor
Rastrera
Rubiaceae
Selaginela
Vela rub.
Virola
Cansamuchacho
Yaya muerto de risa
Yaya sangre
Zanca de mula
Mil hoja
*H= ALTURA
NOMBRE CIENTIFICO
FAMILIA
HABITO
No.
H. * (cm.)
Eschweilera garagarae Pittier
Guateria tanduzii Diels.
Cyclopteris semicordata
Diplazium grandifolum Sw.
Lochroma sp.
Calathea insignis Peters
Tetrathylacium johansemii Standl.
Tabernaemontana chocoensis
Clavija mezzii Pittier
Crinum enebescens Alt.
Brosimum alicastrum Sw.
Philodendron podophyllum Schott.
Anthurium panduriforme Schott
Gustavia nana
Geonoma oxicarpa Mart.
Astrocaryum standleyanum Bailey
Astrocaryum malbo Karst.
Bactris paula Balley
Piper multiplinervium C. D.C.
Piper scansum Trel & Yunk.
Monstera sp
Piper darienense C. D.C.
Heliconia atratensis
Heliconia brachyanta
Heliconia sp
Quararibea asterolepis Pitt.
Marcgravia sp
Indet. 2
Selaginella arthritica Alston
Indet.
Iryanthera ulei
Unonopsis aff. gracilis
Oxandra sp
Oxandra panamensis R.E. Fries
Acalipha diversifolia Jacq.
Guapira cf. costaricana
Lecythidaceae
Annonaceae
Polypodiaceae
Polypodiaceae
Solanaceae
Maranthaceae
Flacourtiaceae
Apocynaceae
Theophrastaceae
Liliaceae
Moraceae
Araceae
Araceae
Lecythidaceae
Arecaceae
Arecaceae
Arecaceae
Arecaceae
Piperaceae
Piperaceae
Arecaceae
Piperaceae
Heliconiaceae
Heliconiaceae
Heliconiaceae
Bombacaceae
Marcgraviaceae
Rubiaceae
Selaginelaceae
Rubiceae
Myristicaceae
Annonaceae
Annonaceae
Annonaceae
Euphorbiaceae
Nyctaginaceae
Arbol
Arbol
Hierba
Hierba
Arbusto
Hierba
Arbolito
Arbolito
Arbusto
Hierba
Arbol
Bejuco
Enredadera
Arbol
Palma
Palma
Palma
Palma
Bejuco
Hierba
Bejuco
Hierba
Hierba
Hierba
Hierba
Arbol
Enredadera
Arbusto
Hierba
Arbolito
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
Arbol
2
2
1
3
1
1
1
1
5
1
1
2
1
2
1
1
3
1
54
2
10
2
4
2
2
1
3
4
2
1
1
6
4
1
3
3
75.00
54.50
12.00
39.00
42.00
10.00
16.00
137.00
78.00
6.00
16.00
12.00
36.00
23.50
80.00
25.00
54.33
30.00
20.91
9.00
31.20
25.00
130.50
117.50
7.50
9.00
59.33
17.75
4.50
30
55.00
19.50
46.50
10.00
16.33
6.67
No. de Individuos: 406;
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
No. de Especies: 72
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
91
Del estudio en cuestión se concluye que aunque los carriles sustentan una cierta proporción de las
especies del Catival clímax, su vegetación se considera que aún se halla en una etapa sucesional temprana; con una estructura, composición y evolución que le confieren baja condición ecológica y silvicultural
al catival. Comparativamente con sitios aprovechados pero no disturbados por la maquinaria, se estima
que el bosque de los carriles requiere más largos años y muchos más esfuerzos técnicos y económicos
para recuperarlo con fines del manejo para la producción y la conservación.
Efectos sobre la condición silvicultural del bosque
Se denomina aquí “condición silvicultural del bosque” a aquel conjunto de características deseables de
la biota del ecosistema forestal, especialmente de la comunidad vegetal, que viabilizan y potencializan su
manejo “in situ”; de manera que respondan positivamente a la aplicación de prácticas y tratamientos
silviculturales en términos de recuperación y productividad biológica expresadas como la generación
sostenida de bienes económicos y servicios ambientales.
La condición silvicultural del catival puede ser considerada sin aprovechamiento o después de éste.
Su medición y evaluación se basa en un sin número de indicadores, de los cuales los más prácticos de
cuantificar, y para los cuales la ciencia forestal posee metodologías, son:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Indice de Existencias (IE), bien sea de todas las especies del bosque o sólo de aquellas de interés
comercial como las maderables.
Indice de existencias de las especies comerciales de Alto Interés (Grupo A).
Indice de existencias de las especies maderables de Interés Potencial (Grupo B).
Calidad Organográfica de los individuos o árboles de las poblaciones de interés para el aprovechamiento o el manejo; en términos de Calidad de Copa (QC), Competencia de Copas (CC), Posición
de Copa (PC) y Competencia de Fustes (IR).
Presencia y eficiencia de las poblaciones de animales claves para la polinización y la dispersión de
las especies vegetales, especialmente de aquellas objeto del manejo.
Estado cuantitativo y cualitativo de los recursos del bosque, como nutrientes, agua, radiación solar
en cada compartimento, requeridos para el desarrollo exitoso de las especies, especialmente de
aquellas objeto del manejo.
Una de las herramientas de la silvicultura para tales fines, especialmente para evaluar parcialmente
los indicadores del a) al d), es el Diagnóstico de la Regeneración Natural. En dos de los ensayos de
campo de CONIF se hizo dicho diagnóstico en 1981 en un Catival A1 de La Balsa (Chocó), tanto antes
como después de su aprovechamiento mediante el método industrial actual. Se empleó la metodología del
Muestreo Lineal aplicado por el Malayan Uniform Sistem; (véase Anexo 1) se analizó el estado silvicultural
para las especies arbóreas comerciales del Catival, como Cativo, roble , güino, virola, entre otros.
Los resultados obtenidos indican que, en primer lugar, el análisis para la regeneración de fustales
(árboles de DAP >10 cm), la diferencias de Indices de Existencias, que es una variable determinante para
evaluar el potencial de regeneración natural, las diferencias son dramáticamente diferentes entre el Bosque Virgen (sin aprovechamiento) con I.E. de 100% y el Bosque con Aprovechamiento Industrial Actual
con I.E. de apenas el 30%; también con diferencias estadísticas significativas entre estos dos estados del
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
92
catival Aunque no lo son tanto para la calidad organográfica de los mismos. En segundo lugar, el análisis
de la Regeneración Natural Temprana (plántulas de las especies sujeto del manejo entre 30 y 150 cm de
altura y hasta 5 cm de diámetro del tallo), mostró la misma tendencia con I.E. de 74% para las especies
del grupo A y de 59,2% para el conjunto de las especies A+B y de 25,5% y 34,8, respectivamente, en el
catival con aprovechamiento industrial actual.
Por otra parte, en los ensayos se halló que siete y tres años, respectivamente, después del aprovechamiento industrial, la composición florística y la estructura eran diferentes al estado deseable para
iniciar una conducción silvicultural, como se anotó en los ítems Prioretum intervenido 5 años
postaprovechamiento y Prioretum intervenido 0 años postaprovechamiento en el Capítulo de Organización y Dinámica Sucesional.
La misma situación de degradación de la condición silvicultural por el aprovechamiento actual se
aprecia en los Cuadros 33, 34 y 35; como se aprecia, en el catival A2 sin aprovechamiento la regeneración
temprana está constituida por un total de 36 especies, de las cuales 25 son de la sucesión clímax, en tanto
que en el explotado lo está por un total de 39 de las cuales, en cambio, sólo por 20 de ellas: Pero, lo que
es más importante, las especies maderables objeto de un primer manejo del catival tienen una importancia
ecológica (IVI) mucho mayor en el Catival Virgen que en el aprovechado con método industrial actual;
por ejemplo, el Cativo tiene un IVI de 37,1 en el primer caso, contra 4,0 en el segundo; el güino de 5,4
contra sólo 1,4; especies no deseadas para el manejo y cuya eliminación implica altos costos y demora
para el manejo tienen mayor IVI en el bosque explotado que en virgen: por ejemplo el cauchillo (Castilloa)
tiene 16,8 contra 8,5; el yarumo (Cecropia) 4,9 contra 1,5, el yaya (Xilopia) 13,4 contra 6,6.
Todos estos casos de impacto sobre los recursos y la vegetación indican un desequilibrio en la
condición silvicultural del catival, derivado del aprovechamiento industrial actual.
Efectos sobre el recurso hídrico
No hay información sistemática y cuantitativa al respecto, sólo existe la siguiente información empírica y
cualitativa sobre el respecto:
1)
Alteración de los caudales y los regímenes hídricos (flujos, reflujos e intercambios), debido a la
construcción de diques, canales artificiales y desviación de cursos de agua, y generando condiciones propicias para la pérdida de calidad biológica y físico-química de la misma.
2)
Vertimiento de fluídos contaminantes, como residuos de gasolina roja, ACPM, aceites lubricantes,
soluciones de químicos aplicados para la preservación de las trozas, aceite quemado empleado para
el funcionamiento de las motosierras y aguas servidas por consumo humano, entre otros; los cuales
degradan o alteran las condiciones físicas, químicas y bióticas de las aguas, con mayor incidencia
en este caso del catival en que el transporte de los productos se hace por canales artificiales, caños,
quebradas, ciénagas y ríos.
3)
Obstrucción y eutroficación de cuerpos de agua por la construcción de vías de extracción con
diques o tapones para regular los niveles del caudal en épocas de “verano”.
4)
La disposición indebida de residuos vegetales del aprovechamiento, como cortezas, puntas de troncos, ramas, troncos o trozas hundidas, en los canales artificiales, las quebradas, caños, ciénagas y
ríos, que altera las condiciones biológicas, microbiológicas y físico-químicas de las aguas.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
∑
10
9
8
7
6
5
4
3
CA
CA
5
4
4
4
3
4
4
5
3
5
4
4
4
5
5
3
5
3
5
PC
3
4
4
4
4
4
4
4
5
4
4
4
5
5
3
4
4
4
QC
ll
LL
CD
DD
CD
CD
LL
CD
LL
CD
CD
DD
LL
LL
DD
LL
DD
LL
CC
c
C
0
0
C
C
C
0
0
C
C
C
0
CC
C
C
C
2CAE
(CAIB)
CAE
CAE
CAE
CAE
(A1B)
CAE
2CAE
100%
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
CL Te-(u) i.e
VARIABLES DIAGNOSTICAS
5
3
1B
CA
CA
2
3
CA
CA
6
CA
4
1B
CA
2
CA
CA
3
2
CA
CA
2
6
CA
8
CA
3
CA
CA
5
CA
2
CA
2
8
CA
1
CT
L/S
No.
SUBP.
3
0
0
0
1
0
0
2
0
0
0
SAT
11
2
4
1
1
2
1
1A
10
2
1
1
1
1
1
2
1
1B
7
1
2
2
1
1
2
3
1
1
1
3
1
1
4
0
5
6
0
POBLACION POR CLASE DE Ø
0
7
1
1
8
cpb
bbc
bbii
bbpk
bbkk
bbpc
bbii
bbii
bbc
bbcc
OBSERVACIONES
CUADRO 33. DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO
INDUSTRIAL VIRGEN
38
47
29
14
18
35
60
13
36
21.5
33
15
60
81
34
53.5
21
L/S
DAP
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
93
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
94
CUADRO 34.
SUBP.
No.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL ACTUAL
VARIABLES DIAGNOSTICAS
POBLACION POR CLASE DE Ø
OBSERVACIONES
L/S
CA
RO
CT
5
1B
PC
QC
5
CC CL Te-(u)
4
4
i.e
SAT
1A
1B
0
0
0
1.0
0
0
0
1.0
1.0
0
3
1
3
2
1
3
1
2
1
2
30%
12
LL 0
2ROE
CI O ROE
4
∑
2
2
3
4
5
6
7
8
bbck
bbbk
bbkc
bbkp
bbkp
bbkk
bkkk
bkkk
bbk
bbk
2
1
1
2
1
1
12
3
0
0
1
0
0
1
0
Fuente: Archivo CONIF
CUADRO 35. DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL DIRIGIDO
SUBP.
No.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
VARIABLES DIAGNOSTICAS
L/S
CA
CA
CT PC QC CC
4
3
5
5
4
4
LL
LL
CA
CA
CA
ca
5
4
2
3
5
5
3
5
5
5
4
4
LL
LL
CD
ll
CA
CA
5
4
5
5
4
4
LL
LL
∑
Fuente: Archivo CONIF
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
CL Te-(u)
C
C
0
0
0
POBLACION POR CLASE DE Ø
i.e
SAT
1A
1.0
2
3
1
1
2
1
2
1
1
1.0
1.0
1.0
1B
1.0
50%
13
4
5
6
7
8
1
1
1
2
3
2
1
1
1
1
2
1
10
4
5
1
1
1
1
bbbkk
bbb
ccbb
1
bbb
bbb
bbbp
bbpp
1
4
OBSERVACIONES
bbbkk
bbbk
bbbkk
1
0
1
3
0
2
2
1
DAP
L/S
0
0
0
45
41
18
26.5
53
42
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
95
Relación entre aprovechamiento del Catival y biodiversidad
En el caso del Prioretum este punto es sumamente álgido, debido a que se halla en la región del Chocó
biogeográfico, considerado uno de los más importantes “hotspots” del planeta, dadas sus condiciones
especiales de riqueza y diversidad biológica. Tres ejemplos ilustran la importancia de la riqueza florística
de los bosques de esta provincia, entre ellos el Catival.
El primero (Hammell, 1990) en la Reserva Biológica La Selva, Costa Rica, en cuyas 1.000 ha de
bosque húmedo tropical primario se han encontrado 1.450 especies vegetales vasculares, de las cuales las
epífitas son el grupo más numeroso, en tanto que los árboles más los arbustos constituyen menos del 50%.
Los helechos son el conjunto más representado, seguido por las mocotiledóneas Orchidaceae y Araceae
(familias constituidas básicamente de especies epífitas); de los 16 géneros más abundantes sólo dos
contienen especies de árboles grandes: Inga y Ocotea. El segundo ejemplo (Hubbell, 1990), es el de la
Reserva de Isla de Barro Colorado, Panamá, donde el número de especies herbáceas (incluidas las epífitas)
es aproximadamente igual al de especies arbóreas y los grupos más importantes son Pteridófita,
Orchidiaceae y Araceae. También de los 16 géneros con más especies, sólo dos son de árboles: Inga y
Ficus. Y el tercer caso es el estudio ecológico del catival con énfasis en su diversidad, ya presentado en
una sección anterior del presente documento.
En la perspectiva de la utilización sostenible de estos bosques tan complejos, incluido por supuesto
el Catival, la visión completa de la composición florística y la estructura es un elemento fundamental a
aplicar. Sin embargo, y como antes se dijo, tradicionalmente se ha cometido el error de incluir en la
planificación de su aprovechamiento sólo al componente arbóreo, dejando de lado a los arbustos, hierbas,
epífitas, plantas inferiores, hongos, líquenes, musgos, hepáticas y demás formas vegetales, además de la
fauna. Lo anterior, lleva a la conclusión que una intervención silvicultural o de aprovechamiento del
ecosistema catival debe estar antecedida del conocimiento de su RIQUEZA y su DIVERSIDAD.
En el caso del estudio sobre este tema realizado por CONIF, 1993, “Estudio del Catival Clímax y
21 años Postaprovechamiento con énfasis en su Biodiversidad”, fueron evaluados dos bosques de Cativo
(Prioria copaifera) en la zona del Bajo Atrato (Chocó), uno en bióstasis y otro de 21 años de edad de
haber sido intervenido mediante cortas selectivas para cosechar el Cativo mediante un aprovechamiento
mecanizado; e incluyó todos los grupos de plantas vasculares existentes en el ecosistema. Las conclusiones más relevantes fueron que el ecosistema Catival a los 21 años postaprovechamiento tiene una estructura y composición diferentes a las del Catival clímax, como resulta obvio de dicho tipo de intervención.
El estado de su diversidad para formas vegetales mayores a 1 cm de diámetro es sensiblemente diferente,
pues a los 21 años sólo presenta cerca del 80% de su riqueza florística inicial y la mayor diferencia se
presenta en cuanto a la abundancia y la importancia biológica de las especies del Catival clímax cuyas
poblaciones se merman considerablemente. Las especies de mayor importancia ecológica en el clímax se
hallan ocupando posiciones intermedias a los 21 años postaprovechamiento. Sin embargo, a nivel global,
puede considerarse que tales cambios no amenazan la supervivencia del ecosistema, la integridad de sus
poblaciones o la supervivencia de la mayor parte de las especies vegetales.
Con fines silviculturales y de manejo para la producción, el estado de la biodiversidad del catival
después del aprovechamiento se puede calificar de aceptable, al igual que la condición ecológica del
bosque. Con fines de conservación y preservación de recursos genéticos la situación puede ser muy
diferente; de ahí la necesidad de realizar una ordenación forestal para establecer cuáles cativales se dedicarán a la producción y el manejo, cuáles a la preservación y la conservación “in situ” o cuáles a función
mixta.
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Manejo del Catival Clímax
96
Hipótesis de disgénesis en el Catival relacionada con
su explotación
Entre los investigadores forestales, como Zobel, B. y Talbert, J., 1988 y Del Valle, J., 1993, existe la
preocupación por un nuevo aspecto resultante de la intervención incontrolada de los bosques naturales,
como el Catival; consistente en la probable pérdida de la variabilidad y la riqueza genética de sus especies
de mayor demanda comercial e industrial. Es decir, la existencia de una erosión genética intraespecífica
sobre todo en aquellas especies sometidas a una mayor presión de aprovechamiento como el Cativo, en el
caso del aprovechamiento industrial, y del roble (Tabebuia rosea), el caracolí (Anacardium excelsum) y el
olleto (Lecythis tuyrana), entre otras, en el caso de la explotación artesanal. A lo anterior habría que
sumar un factor aún más devastador causante de pérdida de recursos genéticos; consistente en la pérdida
de biodiversidad a causa de la colonización espontánea. Este proceso de pérdida genética se sucede tanto
a nivel de especies como de poblaciones vegetales. Pero otra forma indirecta de degradar el ecosistema
Catival sucede cuando en el aprovechamiento son eliminadas especies claves en las cadenas tróficas (por
ejemplo las especies del género Ficus, vitales para la manutención de aves sobre todo en épocas de
escasez de alimento).
Propuesta de aprovechamiento dirigido del Catival
primario
Para abordar el tema del aprovechamiento del Catival es necesario tener en cuenta las siguientes premisas:
a)
Que las empresas forestales organizadas posean amplio conocimiento, experiencia e infraestructura sobre la tecnología del aprovechamiento del Catival.
b)
Que no puede desconocerse la necesidad de un punto de equilibrio entre aprovechamiento técnico/
rentabilidad de capital/oportunidad de suministro de materia prima industrial.
c)
Que en el corto y mediano plazo es bastante difícil cambiar radicalmente el actual sistema de
aprovechamiento de este bosque.
d)
Que es claro que con el método actual se originan bosques de irregular condición biológica y
silvicultural, que hacen más compleja la reconstrucción del ecosistema, y más lenta la recuperación del bosque para la producción.
e)
Que el aprovechamiento del catival está enfocado eminentemente a productos madereros.
f)
Que existe una altísima incidencia de explotación ilegal por parte de lugareños y madereros furtivos,
lo cual no garantiza el control sobre las áreas permisionadas ni la aplicación de prescripciones
técnicas acerca de las operaciones de cosecha.
g)
Que el diagnóstico de efectos del actual método de aprovechamiento, anteriormente expuesto,
sugiere que éste debe ser mejorado.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
97
En consecuencia, como estrategia silvicultural para el manejo de los cativales no intervenidos, se
propone el Mejoramiento del Método Actual de Aprovechamiento.
Este aprovechamiento dirigido, sin ser el sistema ideal, se vislumbra como la posibilidad más
viable ante la poca factibilidad de cambiar radicalmente el sistema actual del aprovechamiento industrial;
el desembosque con globos, helicópteros o cables aéreos, y otras alternativas tecnológicas en su momento
ya han sido consideradas y analizadas por algunos de los usuarios e investigadores del catival, siendo
descartadas por diversos motivos. Lo más práctico y útil en el corto y mediano plazo consistiría en hacer
aquellas modificaciones al actual sistema de explotación de manera que se atenúen los efectos ya descritos; sin pretender llegar a una sofistificación tecnológica, sino más bien a la introducción de sencillas
variantes, recomendadas con base en los resultados de los estudios y ensayos de campo desarrollados por
CONIF durante 16 años en la región del Bajo Atrato y el río León. El Aprovechamiento dirigido consistirá en el desarrollo de los siguientes puntos técnicos:
•
Ordenación y zonificación de los cativales de la región de Urabá.
•
Reconversión de las operaciones de cosecha.
•
Reconsideración del diámetro mínimo de cortabilidad.
•
Programación de la cosecha en concordancia con la fenología del ecosistema.
•
Determinación preaprovechamiento de la condición silvicultural.
•
Socialización e integralización del aprovechamiento del catival.
•
Investigación y desarrollo de productos no maderables.
De modo general, se recomienda efectuar las siguientes actividades:
❒
Ordenación y zonificación de los cativales de la región de Urabá
Establecimiento de una zona permanente de bosques de cativo. Se requiere establecer unidades
regionales, con base en trabajos de zonificación e inventario, identificando áreas de catival protectoras, productoras o de uso agropecuario. En cada zona identificada como de vocación y uso forestal se definirán modelos de ordenación forestal. Como indicador de este trabajo se creará, bajo
criterios legales, sociales y técnicos, una zona forestal permanente conformada por una cobertura
de bosques de Cativo, la cual deberá ser delimitada y declarada por el Ministerio del Medio Ambiente y por la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Chocó -CODECHOCO. Esta zona se
constituirá en el patrimonio de la región y el país, a manera de stocks o existencias de cativales, con
el objetivo de asegurar y mantener la permanencia del ecosistemas y para planificar su conservación, uso y desarrollo. Este Patrimonio Forestal Permanente involucra, además de las Zonas de
Catival Productoras, a áreas ambientalmente sensibles como las reservas de Catival para la protección y las áreas del sistema de Parques Nacionales (PNN “Katíos”), entre otras.
Declaración de zonas de catival para la producción. Posteriormente, y dentro de la zona permanente de catival, deben ser delimitadas y creadas unas zonas de catival para la producción, a manera
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Manejo del Catival Clímax
98
de Zonas Forestales Productoras que, dadas sus condiciones ecológicas, sociales y económicas,
permitan ser colocadas bajo un régimen productivo con base en la formulación y aplicación de
planes generales de ordenación. Estas zonas productoras estarán constituidas tanto por cativales
clímax sin intervención como por cativales de segundo crecimiento en diferente estado sucesionales.
En cada zona productora se concentrarán los esfuerzos de aprovechamiento sustentable y manejo
silvicultural, con la participación integrada de las empresas forestales, las comunidades locales y el
Estado. Le corresponderá al Ministerio del Medio Ambiente y a CODECHOCO llevar a cabo un
programa continuo y dinámico de evaluación de las coberturas de aquellas áreas que presentan
superficies con bosque de cativo, así como de las que se encuentran sin cobertura boscosa.
Elaboración de planes generales de ordenación para cativales productores. Una vez declaradas
las ZFP de catival, CODECHOCO formulará el Plan General de Ordenación Forestal para cada
una de ellas, en los cuales se presentarán de manera global las características de las zonas mediante
análisis de oferta y demanda ambiental. Sobre las cuales los usuarios individuales o empresariales
presentarán oferta para acceder a su uso continuado y sostenible. Una vez que un usuario ha adquirido permiso sobre una zona productora deberá elaborar, presentar y ejecutar uno o varios Planes
Detallados de Ordenación (PDO) en ejecución, que tienen como característica principal un modelo
de ordenación que considera subdivisiones, las cuales pueden ser Unidades de Aprovechamiento
Anual ó Unidades de Manejo Silvicultural, de acuerdo con sectores de aprovechamiento anual.
Su delimitación se hará con base en interpretación de fotografías aéreas u otras fuentes de información, obtenidas a través de técnicas de percepción remota. Se deben también demarcar claramente
en el campo las zonas que se encuentran bajo ordenación, mediante la colocación de avisos visibles
en puntos claves de los linderos de las mismas.
Estas unidades deben ser definidas en un corto plazo, como condición indispensable para la puesta
en marcha de un esquema coherente de aprovechamiento sostenible.
Este proceso deberá contar con un fuerte énfasis de participación comunitaria y la aplicación de
importantes recursos económicos, financieros y humanos, además de lo técnico. Igualmente, requiere tener en cuenta criterios de conservación de la diversidad biológica, para lo cual se hace
necesario que la utilización del catival esté acompañada de planes, instrumentos y acciones tendientes a establecer y aplicar las medidas de investigación o de otra índole que se requieran para
garantizar su conservación.
Con estos propósitos los bosques del Catival tipo A1 presentan las mejores posibilidades de ser
consideradas como zonas productoras y objeto del manejo, pues poseen las mejores características
biológicas, de acceso y de existencias de Cativo, además que son las que menor presión de colonización sufren.
ρ
Reconversión de las operaciones de cosecha
En el ensayo de campo de CONIF sobre “Estructura y Dinámica de la Regeneración Natural y
Formas de Aprovechamiento del Catival”, desarrollado durante 7 años consecutivos, fue estudiada
y analizada la respuesta del Catival a dos tipos de aprovechamiento: uno llamado Aprovechamiento Industrial Actual (ó Aprovechamiento actual) y otro llamado Aprovechamiento Industrial Mejorado (ó Aprovechamiento dirigido), además se les comparó con Bosque Clímax sin ntervención.
Durante los siete años se hicieron consecutivamente mediciones anuales en los tres tipos de intervención del bosque. Del cual se concluyó que evidentemente la composición, estructura, produc-
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
99
tividad y condición silvicultural son significativamente mejores en el bosque sometido a un aprovechamiento dirigido que el que fue aprovechado de manera “actual o tradicional”.
a. Aprovechamiento actual: es decir, el aprovechamiento industrial tal y como ha sido realizado
tradicionalmente.
b. Aprovechamiento dirigido: en este método se cumplieron las prescripciones técnicas sobre
dirección de caída del árbol y desembosque.
En el aprovechamiento dirigido la dirección de caída fue orientada buscando dos cosas: primero,
minimizar los daños a la vegetación circundante y, segundo, que los árboles tumbados quedarán
dispuestos en posición favorable hacia las líneas de extracción de manera que los bulldozeres tuvieran que realizar el menor número posible de movimientos para cargarlo y que, a la vez, se
disminuyera su distancia de arrastre. El desembosque fue sometido a control en cuanto a que los
bulldozeres procuraran desplazarse sólamente por la vías de extracción predeterminadas o que, en
su defecto, afectaran con el arrastre el menor área posible del suelo dentro del bosque. En cuanto
a la dirección de caída, muchas veces no se obtuvo debido a factores como presencia de vientos,
inclinación natural del árbol y posición de la copa muy entrelazada con otras vecinas; se halló que,
dada su experiencia, es el operador quien suele decidir la dirección de caída. Tratando de hacer el
corte con dirección de caída, el rendimiento de tumba y descopado fue de 8-10 árboles/día, sensiblemente inferior al que en ese tipo de bosque comúnmente tenían los operarios, de 12 árboles.
Para esta operación se empleó un equipo de un motosierrista y un ayudante, para el descope.
El arrastre de desembosque para extraer las trozas se efectuó con tractor Caterpilar D6C, empleando un operador y 2 ayudantes, una vez apuntaladas las trozas con el Winche fueron arrastradas en
una distancia de 1.000 - 1.200 metros, en promedio, hasta el patio o botadero y arrojadas al canal
para ser embalsadas y transportadas en remolcador, como ya se dijo, procurando disturbar la menor
superficie de suelo. En el desembosque corriente empleado en ese bosque la distancia máxima de
arrastre era de 800 m en promedio. En el ensayo se dificultó evitar que la máquina entrara a la
parcela debido a que el cable no alcanzaba a extraer las trozas que quedaban hacia la parte más
interna de la parcela. En total se extrajeron 118 árboles, que arrojaron un volumen de 909,374
metros cúbicos.
En cada tratamiento se midieron y evaluaron las siguientes variables: Indice de Existencias de la
Regeneración Natural (IE), Estructura de la Regeneración Natural Temprana (población de Brinzales
y Latizales) de las Especies Arbóreas (Indice de Valor de Importancia -IVI/200), Importancia Ecológica de las Especies Arbóreas -población de fustales- (Indice de Valor de Importancia -IVI/300),
crecimiento en DAP de todas las especies arbóreas con énfasis en el Cativo, Crecimiento del bosque (Incremento Medio Anual - IMA y Crecimiento Corriente Anual - CCA- en AREA BASAL
para todas las especies arbóreas y para el Cativo. Los resultados obtenidos justifican plenamente
las bondades de procurar la reconversión de las labores de cosecha ya referidas; como lo muestra el
Cuadro 36.
Los indicadores ecológicos y silviculturales muestran significativamente la bondad de introducir
las mejoras a las operaciones de cosecha, así ésto no se consiga plenamente. Pero estas mejoras no
sólo son necesarias en las operaciones de extracción o desembosque y de corta, que serían las más
críticas en cuanto al impacto del aprovechamiento.
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Manejo del Catival Clímax
100
CUADRO 36.
INDICADORES DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO EN CATIVALES APROVECHADOS
INDUSTRIALMENTE
VARIABLE
UNIDAD
BOSQUE
VIRGEN
APROVECH. APROVECH.
ACTUAL
DIRIGIDO
Indice Existencias Regeneración Temprana
Especies Deseables
%
74
13,5
38%
Indice Existencias Fustales Especies Deseables
%
100
30%
50%
Importancia Ecológica Cativo en población de
Brinzales + Latizales - A los 6 años postcosecha
n/200
102
30
35
254
89
258
145
82
152
0,23
0,48
0,83
0,78
1,23
1,13
0,95
1,00
0,95
1,22
1,10
0,68
1,00
-
0,79
0,91
1,17
1,28
0,80
0,85
-
2,02
1,46
1,64
0,93
0,83
0,88
1,56
1,01
1,25
2,19
1,70
1,82
2,15
0,89
1,20
1,65
1,15
1,46
Importancia Ecológica Cativo en población Fustales
• A los 3 años poscosecha
• A los 6 años poscosecha
n/300
Crecimiento DAP Cativo (IMA)
• Clase diámetro 10-19,9 cm
•
“
“
20-29,9 cm
•
“
“
30-39,9 cm
•
“
“
40-49,9 cm
•
“
“
50-59,9 cm
•
“
“
60-69,9 cm
•
“
“
70-79,9 cm
•
“
“
> 80 cm
IMA cm
Crecimiento Area Basal/ha del Cativo (árboles de
DAP > 10 cm)
• A los 3 años poscosecha
• A los 6 años poscosecha
• Promedio de 6 años poscosecha
IMA m2
Crecimiento Area Basalha Total Spp.
• A los 3 años poscosecha
• A los 6 años poscosecha
• Promedio de 6 años poscosecha
IMA m2
No. Total Especies Arbóreas (6 años poscosecha)
#
15
27
33
No. Arboles afectados por operaciones de cosecha
#
0
86
42
Fuente: Archivo CONIF
En 1995, Pizano S.A, en su documento Proyecto de Aprovechamiento Integral Sostenible con
Silvicultura Comunitaria para los bosques del área de Domingodó-Truandó en el Chocó introdujo
en sus planes de aprovechamiento el mejoramiento de la cosecha. Del texto extrae, literalmente, la
siguiente metodología considerada viable y recomendable.
ρ
Método Técnico para el Apeo y Troceado
“Para efectuar las operaciones de apeo de árboles se utilizarán motosierras de alta cilindrada, con
espadas de 36” y peso aproximado de 1.3 kilogramos, las cuales han demostrado buen rendimiento
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
101
y bajo desperdicio por daños a la madera durante el corte. Para la organización de la tumba se
analizan preliminarmente los mapas de corta elaborados como producto del inventario precortas y
se seleccionan los árboles portagranos, de manera que queden distribuidos en toda el área por
aprovechar. Por otra parte, se organiza el orden en que se llevará a cabo el aprovechamiento, de
acuerdo con las características físicas del área. Luego se procede a marcar los árboles portagranos
en el terreno, a fin de evitar que sean derribados o que sufran daños por efecto del aprovechamiento. Una vez definida el área de apeo, se procede a la tumba de los árboles por el sistema Humboldt,
el cual consiste en abrir la boca a profundidad equivalente a un tercio del diámetro y en la dirección
que más convenga para la caída del árbol, tratando de evitar que sufra daños o los cause a los
árboles vecinos. El trabajo se realiza efectuando el primer corte en la parte más baja del tronco y el
segundo en forma ascendente, con inclinación de 30° desde la patera del árbol hasta el encuentro
con el primer corte, procurando obtener una cuña perfecta, la cual es retirada mediante la utilización de un hacha. Por su parte, el corte de desnuque se efectúa a la altura del primer corte de la
boca, realizando primero un corte circular sobre la albura, para luego profundizar de acuerdo con la
línea de caída natural del árbol y la dirección predeterminada por el motosierrista. Por último, con
la ayuda de cuñas plásticas que se incrustan en el último corte, se apoya y orienta la caída del árbol.
Una vez derribado el árbol se procede al desarmado del tronco, procurando obtener la mayor longitud y tratando de beneficiar ramas gruesas y rectas que, eventualmente, puedan ser utilizadas en
la fabricación de tableros aglomerados, obteniendo en esta forma el aprovechamiento óptimo de
cada árbol.
Cada equipo de trabajo está formado por dos personas: el operador, quien se encarga de manipular
la motosierra para efectuar los cortes en el árbol, y el ayudante, cuya función consiste en limpiar el
árbol de bejucos y lianas, cortar los arbustos que impidan la fácil operación, construir la ruta de
escape, guiar al motosierrista en la precisión de los cortes, extraer la cuña de la boca de caída,
clavar las cuñas plásticas cuando sea necesario y colaborar con el operador en las labores de desamarre del fuste. Cada equipo de trabajo alcanza un rendimiento promedio de 12 árboles (72 m3 )
por día de ocho horas de trabajo, de las cuales se emplean cinco en corte y tres en mantenimiento de
la motosierra. El troceado del fuste se efectúa preferentemente, cuando éste se encuentra flotando
en el agua de las vías de extracción o depósitos, donde las fuerzas de tensión en la madera se
distribuyen y se corre el menor riesgo de rajaduras. Durante el trocero se procura seleccionar la
calidad de las trozas, corregir la torcedura de los fustes y lograr trozas más uniformes, de fácil
manejo, con longitud máxima de 15 metros y mínima de seis.
ρ
Método Técnico para la Extracción
La extracción o transporte menor consiste en el traslado del fuste desde el sitio de apeo hasta los
canales o cauces naturales de agua, para lo cual la empresa cuenta con tractores de oruga. Las
carrileras principales de extracción son construidas en abanico a partir del botadero y hacia el
interior del bosque, en la forma más recta posible y libres de obstáculos. Por cada botadero se
construyen aproximadamente cinco carriles principales, a los cuales se unen los carriles auxiliares
que comunican al carril principal con el sitio de apeo de los árboles. El botadero es un área despejada aledaña al canal, con dimensiones aproximadas a 20 x 50 metros, en la que se construye un
enmaderado utilizando madera rolliza, para darle mayor estabilidad a la orilla del canal; y evitar el
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Manejo del Catival Clímax
102
arrastre de sedimentos y desechos a las corrientes de agua. La distancia máxima de tiro de los
tractores es de 1.500 metros y su operación básica consiste en los movimientos de entrada del
tractor vacío al sitio de apeo de árboles; la recolección de las trozas para el transporte, las cuales
son amarradas mediante estrobos al cable del winche del tractor; la salida del tractor cargado hacia
el botadero; el descargue de las trozas en el botadero y colocación de las mismas en el canal,
evitando que caigan de punta y que sufran daños en la operación. Cuando la zona en aprovechamiento se encuentra inundada, en lugar del tractor se utilizan winches montados sobre una plana
con los que se arrastra la madera desde el sitio de apeo hasta el canal. Cada tractor cuenta con un
operador y dos ayudantes que colaboran en las acciones de amarre y desamarre de las trozas y en el
mantenimiento de la máquina y del equipo”.
ρ
Otras técnicas y actividades a reconvertir
A través del proyecto de investigación y de los estudios especializados realizados, también se han
identificado otras actividades relacionadas con la cosecha, importantes y necesarias de modificar
en razón a sus efectos negativos sobre el ecosistema. Se refiere a la construcción de canales y a los
botaderos.
Construcción de Canales: la red de canales para el transporte de los productos del aprovechamiento es la columna vertebral del aprovechamiento. En términos pragmáticos es difícil, al menos en el
corto plazo, eliminar su empleo; por lo cual la mejor solución para llegar a un aprovechamiento
sostenible consiste en disminuir la densidad actual de canales, que se considera muy alta. Esto se
explica porque a mayor cantidad de canales la distancia de tiro de los bulldozeres es menor y por
que el costo de movilización de las trozas vía terrestre es mayor que por vía acuática. Entonces,
una menor densidad de ellos significará a su vez un menor rendimiento en el transporte de los
productos y por tanto un mayor costo operacional.
Según la recomendación de De Las Salas, 1994, la distancia mínima entre canales paralelos debe
ser de 4 km Con esto, los tractores requerirán un barrido de 2 km a cada lado del canal; pero
actualmente la capacidad de tiro de estos es de máximo 1.000 m, de modo que se requerirá establecer patios de apilado intermedios.
Utilización de Botaderos: estos son los sitios a orillas de los canales en los cuales los tractores
depositan los fustes apeados para, allí, prepararlos para ser transportados por los remolcadores. De
modo que son las áreas de bosque más disturbadas por la movilización de los tractores, aunque su
extensión es bastante menor que la de los carriles o vías de extracción. Los botaderos se construyen a una distancia media aproximada de 500 metros entre uno y otro, a lo largo de los canales.
Una medida beneficiosa sería, también en concordancia con lo recomendado por De Las Salas,
aumentando tal distancia a, mínimo 1.000 m.
La reconversión de las labores de cosecha no es suficiente para garantizar el aprovechamiento
sostenible; es imprescindible ejercer un adecuado control y realizar la debida supervisión al personal para que cumpla las prescripciones técnicas; además, es posible que se requiera un replanteamiento de los sistemas de contratación, lo cual sólo es potestativo de los usuarios del bosque, por
formas que disminuyan la tendencia entre los trabajadores forestales a hacer primar el rendimiento
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
103
y la utilidad por sobre los intereses del bosque. Al hacer una reconversión o ajuste a las labores de
cosecha se lleva a la realidad el concepto de sostenibilidad, en cual, entre otras cosas, se requiere
hacer un sacrificio de rentabilidad y rendimientos, aumentando los costos operativos en aras de
aumentar la condición silvicultural y ecológica del bosque remanente; esfuerzo que debe ser compensado por retribuciones como el derecho a seguir manejando y usufructuando el bosque de
segundo crecimiento, a una prima especial al precio de los productos forestales así generados, entre
otros.
ρ
En relación con la reconsideración del diámetro mínimo de cortabilidad y las características
de los árboles portagranos
Existe un diámetro mínimo de corta legal para la cosecha; que, sin embargo, no está fundamentada
en criterios biológicos. El concepto de diámetro mínimo se aplica básicamente con el enfoque de
propender por la corta de sólamente aquellos especímenes que hallan alcanzado la madurez
reproductiva y que se garantice la producción suficiente de semillas que propagen y conserven la
población intervenida. Para el Cativo el diámetro mínimo legal de corta es de 40 cm del tronco a
1,30 m de altura sobre el piso (DAP); biológicamente se demostró (Montero y Córdoba, 1996) que
alcanza su tamaño reproductivo cuando el tallo tiene los mismos 40 cm y a los 30 metros de altura;
sin embargo, se considera que, silviculturalmente y con el objetivo de manejar el catival por el
sistema de árboles portagranos, dicho diámetro es insuficiente para la producción de semillas en la
cantidad y calidad requerida para hacer un manejo sostenido de la regeneración natural; es decir,
que a 40 cm el cativo alcanza la edad reproductiva biológica pero no la madurez reproductiva
silvicultural. Entonces, se considera que el diámetro mínima de cortabilidad debe fluctuar entre 50
y 60 cm de DAP.
Por otra parte, aunque el DAP mínimo fuera de 40 cm, a las empresas industriales forestales no les
es atractivo el aprovechamiento en estas dimensiones teniendo en cuenta la economía de escala del
aprovechamiento y las dimensiones de la materia prima requerida según la maquinaria para la
transformación; igualmente, es común que árboles relativamente jóvenes tienen madera de menores características físico-mecánicas que las de árboles más desarrollados.
ρ
Programación de la cosecha en concordancia con la fenología del ecosistema y de las especies
El volumen de la producción de semilla es independiente de las características de tamaño del fuste
y la copa del árbol; de manera que la selección del fenotipo de los árboles portagranos, que no se
cortan en la cosecha sino que se dejan para la regeneración, no es una actividad crítica. Lo más
importante es dejar el número suficiente de ellos y, muy especialmente, evitar que los colonos o los
madereros furtivos los talen después que se ha realizado el aprovechamiento industrial.
El número mínimo de árboles portagranos se puede estimar así:
No. de semillas promedio/árbol/cosecha anual
Natalidad Neta/Arbol
Natalidad Neta/ha
=
=
=
30.000 aprox. *
30.000 * 1,5% 450 latizales *
12.700 aprox.*
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Manejo del Catival Clímax
104
No. Arboles Semilleros /ha
% de plántulas que llegan a fustales 1A
Reclutamiento/año de Fustales para Manejo
=
=
=
12.700/450
0,2% *
12.700*0,2%
28 aprox.**
25 aprox. **
* Valores hallados en los estudios de Montero y Córdoba (1994) y los ensayos de campo CONIF
** Valores Calculados.
Lo anterior quiere decir que para mantener la productividad natural de regeneración del bosque se
requiere dejar, en el momento del aprovechamiento, como mínimo, 28 árboles por hectárea, de
DAP mayor a 40 cm; los cuales a la vez nos garantizan una producción anual de 25 fustales juveniles para hacer el manejo para la producción; asumiendo los factores de riesgo por pérdida natural
y variaciones en la capacidad biológica de los árboles y las plántulas, así como agentes externos
disturbadores (inundaciones en niveles anormales, vendavales etc.), dicho monto podría ajustarse
en un 50%, ascendiendo entonces a 42 árboles portagranos/ha. Esta cifra, aunque aún aproximada
es el primer ejercicio de cálculo de número de árboles portagranos en un bosque natural con base
en información de campo.
También se requiere reconsiderar las épocas de efectuar la tala; que actualmente es realizada prácticamente en todos los meses y épocas del año. Las observaciones fenológicas de CONIF indican
que la máxima floración ocurre al final de la época más lluviosa (noviembre a diciembre) y que el
apogeo de la fructificación coincide con la época seca sin inundaciones (enero-febrero); la mayor
germinación ocurre con el inicio de la fase lluviosa (marzo-abril) y el mayor crecimiento de los
renuevos con el auge de las inundaciones dentro del bosque. Esto, llevado en términos prácticos
del aprovechamiento, indica pautas para que, idealmente, el catival no deba ser aprovechado en los
meses que abarca el proceso de regeneración (floración hasta germinación) que abarca los meses
de noviembre a febrero. Si existiera mucha inconveniencia operativa y económica, debería limitarse la cosecha en la época de floración-fructificación que comprende los meses de noviembre a
enero. Consideraciones estas válidas para la región del Bajo Atrato.
ρ
Consideración y evaluación preaprovechamiento de la condición silvicultural del bosque
Para elaborar los Planes de Aprovechamiento y Manejo que los usuarios presentan a las autoridades ambientales, se elaboran unos inventarios de regeneración natural; sin embargo su metodología y análisis no están enfocados a diagnosticar esta variable sino a presentar unos datos en frío sin
proyectarlos a la factibilidad del manejo postaprovechamiento ni a la factibilidad ecológica y
silvicultural del aprovechamiento. Sin embargo, a través de los diagnósticos y análisis de CONIF
en parcelas de investigación, se ha estableció que por fortuna el catival, especialmente el denominado A1, suele tener una adecuada condición preaprovechamiento, relacionada con Prioria copaifera
que es la especie dominante en el ecosistema y hacia la cual está orientado el mayor interés técnico
y económico. Sin embargo, está situación no siempre será así, aún más cuando las extensiones de
Catival primario se van reduciendo sustancialmente; y que hay una buena extensión de bosque
primario no aprovechado intensivamente pero sí intervenido por colonos y madereros fortuitas.
Una buena herramienta técnica para hacer el diagnóstico es el estudio de regeneración del bosque,
bien sea a través de metodologías como el Muestreo Lineal del Sistema Uniforme Malayo o el
Muestreo Diagnóstico de Hutchinson, entre otros.
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
ρ
105
Socialización e integralización del aprovechamiento del Catival
Se hace necesario fomentar entre las comunidades de lugareños el aprovechamiento comercial
sostenible, tanto del Cativo como de las demás especies arbóreas con posibilidades de mercadeo;
esta es la alternativa de mayor alcance en el corto plazo. Sin embargo, también se puede involucrar
a la comunidad de lugareños en la cosecha y comercialización de productos no maderables como
plantas medicinales, gomas, frutos silvestres, etc.; esta alternativa es por ahora menos viable debido a la carencia de estudios que identifiquen las plantas productoras, los usos de las mismas, los
volúmenes de producción, las posibilidades de domesticación y manejo silvícola para cubrir altos
niveles de demanda comercial etc, sin embargo, es toda una posibilidad a explorar. Esto significa
un cambio en el enfoque del aprovechamiento pues requiere de un proceso participativo y de la
organización comunitaria, con el apoyo técnico, económico y legal de las instituciones estatales y
privadas. El aprovechamiento comunitario se complementaría con el industrial y facilitaría el mayor acceso y uso del catival por los nativos; a la vez permitiría un uso más integral del bosque, al
menos a nivel especies arbóreas, teniendo en cuenta que el aprovechamiento industrial sólo cosecha 4 especies, cativo, sande (Brosimum utile), virola (Mirysticaeae) y güino (Carapa guianensis).
Se trataría de un aprovechamiento no mecanizado, de tipo artesanal, empleando carrileras hechas
con varas del bosque y se emplea la fuerza humana para empujar a las corrientes de agua las trozas,
cuando sea este el producto a obtener; o de fuerza animal cuando se trate de madera aserrada en
bloques; sin excavar canales de drenaje y empleando las corrientes naturales mediante el conocimiento de los ciclos regionales de lluvia.
Si se trata de la cosecha de productos maderables por parte de las comunidades locales, hay tres
posibilidades en cuanto a los bosques objeto del aprovechamiento:
• Primera, que los nativos cosechen las especies que no son objeto del aprovechamiento industrial, una vez que este haya sido realizado en las áreas de permisos comerciales: este aprovechamiento sería factible en los cativales tipo A2 y A3, cuya composición florística y poco nivel de
inundación permiten tales tipos de actividades.
• Segunda, en áreas permisionadas sólo para extraer madera de aserrío y para chapas; en estas,
además de la madera de aserrío los nativos talarían los árboles de madera de interés para la
industria del tríplex (desenrollado); ellos comercializarían con las empresas la madera rolliza.
También factible en bosques A2 y A3.
En cativales A1 se considera poco factible el aprovechamiento comunitario debido a la escasez de
madera para aserrío, la gran abundancia del cativo y la dificultad de implementar métodos artesanales
por lo anegadizo del terreno y los altos niveles de inundación.
Las especies de mayor interés serían: abarco (Cariniana pyriformis), las pocas veces que se le
registra en el Catival; caidita (Aniba puchuri-minor), canime (Copaifera canime), caracolí
(Anacardium excelsum), ceiba amarilla (Hura crepitans), higuerón (Ficus sp.), anime (Protium sp),
bálsamo (Myroxilum balsamum), roble (Tabebuia rosea), olleto (Lecythis tuyrana) y para siempre
(Parkia sp).
El Proyecto de Aprovechamiento Integral Sostenible con silvicultura comunitaria del Area
Domingodó-Truandó en el Chocó, (Pizano, 1995), de hecho plantea una propuesta válida en tal
sentido, de la cual se transcriben los siguientes párrafos:
Proyecto CONIF-PIZANO S.A.
Manejo del Catival Clímax
106
“El adecuado manejo sostenible garantizará la permanencia de los bosques siempre y cuando se
logre crear una auténtica cultura del bosque. Es este principio fundamental el que propone el presente proyecto, pues sólo mediante un proceso educativo y de capacitación, establecido sobre la
valoración del entorno y la autoestima ciudadana, se logrará garantizar el éxito de los procesos de
silvicultura comunitaria. Este proceso implica por lo tanto la necesidad de aportar criterios para
integrar la producción del bosque con la protección del mismo, es decir, establecer lineamientos
simultáneos para lo económico y los social”.
“...una parte significativa de la población rural, por lo general de escasos recursos, tiene como
principal fuente económica el aprovechamiento de los productos del bosque. Esta utilización generalmente no es de carácter sostenible, pues ocurre sin obedecer a técnicas de ordenación y manejo,
con la consiguiente degradación de la base natural, sin ningún tipo de previsión para resolver necesidades futuras. Según la FAO (1985), este problema puede resolverse mediante sistemas apropiados, con participación comunitaria y la concertación con los organismos del gobierno encargados
del sector forestal, de la administración pública y de las empresas del sector maderero, dentro del
esquema de sostenibilidad”.
“El aprovechamiento del bosque propuesto para la comunidad ... está encaminado no sólo a utilizar
las especies maderables sino otros productos florísticos, pues se trata de dar un viraje radical al
sistema tradicional de manera que la comunidad de la zona, hasta ahora caracterizada por aprovechar sólo unas pocas especies forestales para fines de mercadeo, utilice otras maderas y productos
varios que ofrece el bosque, tal como las especies identificadas ... como especies potencialmente
comerciales junto con plantas medicinales, frutos silvestres, colorantes, aceites de palmas, especias, esencias, resinas, mieles, etc., muchos de los cuales pueden ser utilizados para el autoconsumo.
Es por ésto por lo que se considera fundamental desarrollar varias líneas de investigación que
generen nuevas alternativas, y que rescaten el conocimiento tradicional.
Según el referido proyecto, para el aprovechamiento comunitario se requiere dinamizar los siguientes aspectos:
• Establecimiento de una pequeña industria rentable asociativa de aprovechamiento y transformación. “Tradicionalmente la comunidad que aprovecha madera de la zona ha estado en desventaja económica ante los intermediarios, quienes establecen los precios de mercadeo y dimensiones de los productos, de acuerdo con la demanda y necesidades de las industrias
procesadoras de madera. En estas condiciones, los productos que salen terminados son escasos,
por lo cual el común denominador es la producción de madera en bruto o semielaborada, posteriormente transformada en lugares diferentes a la zona productora. La carencia de recursos
económicos de la comunidad y los fletes de transporte contribuyen a que esta sea la situación
más frecuente en la actualidad. Una alternativa para sortear esta situación sería el establecimiento de pequeñas industrias de aprovechamiento y transformación de la madera y talleres de
carpintería manejados por la comunidad a través de formas asociativas rentables, ofreciendo,
entre otras, las ventajas de reducción significativa de desperdicios, obtención de productos
escuadrados y elaborados, establecimiento de precios de acuerdo con la calidad de los productos y los mercados, incremento del valor agregado, generación de empleo, aumento de los ingresos, disminución o desaparición de la intermediación,. mejoramiento de la vivienda, producción de muebles para el hogar, mejoramiento de la calidad de vida de la población, y reducción de la presión sobre el bosque.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
107
En razón de la posible factilidad técnica de este uso del Catival, la propuesta plantea que “...
experiencias obtenidas pro el INDERENA con la comunidad de Nuevo Oriente, jurisdicción del
municipio de Turbo en el departamento de Antioquia, demuestran que por los beneficios alcanzados, la población ha comenzado a entender la importancia ecológica y económica de los
bosques. Lo novedoso de la propuesta consiste en que se desarrollará una acción simultánea, en
tiempo y espacio, que permitirá optimizar la ordenación forestal, la extracción y la restauración
de los bosques y su posterior manejo silvícola por parte de la comunidad organizada y capacitada para tal efecto”.
• Investigación. La investigación deberá generar los insumos técnicos y científicos que son el
pilar básico del manejo sostenible de los bosques por la comunidad, especialmente en técnicas
adecuadas y adaptables a las condiciones culturales y económicas de sus miembros. Se detectan
como áreas de interés la adaptación de especies forestales, recuperación de suelos, sistemas
agroforestales, sistemas silvopastoriles, aprovechamiento sostenible del bosque, técnicas ambientalmente sanas para transformación de productos forestales, producción de artículos terminados, utilización y domesticación de especies de flora, investigación de mercados para productos no maderables del bosque.
• Extensión y Capacitación. Se require una extensión forestal donde se promueva la autogestión a través del diálogo. Las estrategias varían de acuerdo con los objetivos y problemas sociales característicos de una comunidad o de una región.
En cuanto a transferencia de tecnología y retroalimentación de conocimientos entre los técnicos y
los nativos; se debe propender por la creación y formación del campesino silvicultor. Las comunidades se superarán en la medida en que reciban capacitación en los temas que tengan relación con
el tema. La asistencia técnica está muy ligada con la capacitación, debe ser ante todo práctica, lo
que exige trabajo directo de los técnicos con la población rural. Para muchos campesinos las actividades del aprovechamiento pueden ser nuevas, pero no debe desconocerse que muchos de ellos
tienen experiencia en el desarrollo de trabajos similares, de modo que su ejecución no les será
difícil. En la capacitación y la asistencia técnica a la comunidad se hará a través de la Unidad
Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, UMATA, del municipio de Riosucio, la cual coordinará las actividades que se van a desarrollar contando con el apoyo de la empresa.
Por último, no sobra advertir que no por tratarse de un aprovechamiento comunitario, éste puede
ser efectuado por fuera de las prescripciones técnicas y de los criterios de ordenamiento, planificación, aprovechamiento, silvicultura y manejo sustentable, así como del marco normativo, legal e
institucional vigente.
ρ
Investigación y desarrollo de productos no maderables
En el catival resulta contradictorio que siendo uno de los ecosistemas más conocidos y estudiados,
ubicado en zonas de alta biodiversidad, este campo sea muy poco o nada conocido. Uno de los
temas prioritarios de investigación es el de los Productos No Madrables, en los campos de la
etnobotánica, silvicultura y manejo, sistemas de cosecha, transformación y mercadeo.
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Manejo del Catival Clímax
108
CATIVAL PRIMARIO SIN INTERVENCION
-
Preaprovechamiento
-
Asegurar tenencia tierra e iniciar
proceso participativo
Ajustar aspectos legales permisos
a largo plazo
Alinderar y concertar con nativos
relacionados
Determinación de Unidades de Aprovechamiento
por Tipos de Bosque y por Estados Silviculturales
Diagnóstico Regeneración Natural (RN) por unidad
(evaluar y calificar potencial RN)
Suficiente = Factible
Insuficiente = No Factible por ahora
Factible
Aprovechamiento mejorado
Cosecha
Con reconversión de labores actuales
Monitoreo Regeneración y Estudio
Fitosociológico por unidad
A los 0, 5, 8, 10 años postcosecha
Determinar condición y aptitud silvicultural de
cada unidad en cada inventario
(probable entre 8 y 10 postcosecha
Establecer estado sucesional
Establecer unidades de manejo silvicultural
Determinar momento inicio del manejo según estado
y aptitud bosque por unidad
Evaluar condición y aptitud silvicultural/unid.
Evaluación diagnóstico con enfoque
para manejo
Determinar tratamiento a realizar, tipo e intensidad
según estado cada unidad
En parcelas permanentes pre-establecidas
Realizar tratamientos
Si una sóla intervención silvícola fue
suficiente: esperar turno cosecha
Monitorear efectos (inventario de diagnóstico
y de crecimientos anuales
Si hay estancamiento del crecimiento y
desarrollo o fuerte competencia de no
deseable: hacer nueva intervención
Control de crecimientos y existencias
Esperar turno de cosecha
Hacer aprovechamiento mejorado
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Cuando se decida según conveniencia
económica y existencia de productos/mercado
Se repite ciclo manejo dado para el bosque
Secundario
Elementos ondicionantes
para iniciar el manejo
RUTA LOGICA TECNICO-OPERATIVA PARA MANEJAR EL CATIVAL CLIMAX
Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
109
ANEXO
ANTECEDENTES Y CARACTERISTICAS DEL
METODO MALAYO PARA DIAGNOSTICO DEL
CATIVAL
Objetivo
Con base en una asesoría y capacitación prestadas por el Dr. Jean Bubois a CONIF y su personal técnico
adscrito al proyecto de Investigación sobre el catival en 1983, se incorporó está valiosa herramienta a las
actividades experimentales de manejo silvicultural de este recurso forestal. Ha sido empleado en los
bosques de Cativo sin intervención y, principalmente, en bosques de segundo crecimiento; siempre con el
fin de caracterizar el potencial existente de regeneración natural (RN) desde el punto de vista cuantitativo
y de su distribución espacial (concepto de existencias) y cualitativo (composición de la subpoblación de
especies deseables), con el fin de disponer de elementos técnicos de juicio para establecer su condición
silvicultural y planificar su manejo. Con base en la información obtenida se formularon tratamientos
silviculturales con el objetivo del fomentar el establecimiento de la RN, asistir a la ya establecida favoreciendo su desarrollo y monitorear su posterior respuesta al manejo.
Metodología
Se basa en el muestreo lineal (ML) que emplea fajas de diferente ancho para efectos de la enumeración y
captura de información primaria. Los inventarios diagnósticos por ML han sido aplicados en Amazonia
por Pitt, Dubois y otros y en la región del Chocó Biogeográfico por Del Valle, Rojas, CONIF y Linares.
Caracterización del ML: Las muestras se distribuyen en fajas paralelas, continuas o discontinuas
con anchura definida en función del estado de desarrollo de la RN a evaluar. La disposición de las fajas es
perpendicular a una línea básica, dividida en secciones de igual longitud. Los tipos de ML son:
•
ML 1/10: que se emplea cuando la RN es incipiente, los individuos de especies deseables dominan
en las de R y U1, aunque el campo se toman las deseables desde la clase R hasta la clase E. El
inventario de población se hace en fajas de dos metros de ancho, subdivididas en unidades de
enumeración de dos por dos.
•
ML 1/4: se emplea cuando una proporción sustancial de la RN deseable está constituida por individuos de las clases E y 1A y eventualmente 1B, pero se toman en cuenta los deseables desde U1
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Manejo del Catival Secundario
110
hasta 1B. El inventario se hace en fajas de cinco metros de ancho por longitud variable y unidades
de cinco por cinco metros.
•
ML 1/2: utilizado cuando la RN de deseables está constituida por individuos de las clases 1A, 1B,
2 ó más. El inventario se hace en fajas de 10 metros de ancho y unidades de cinco por cinco metros.
El ML1/2 fue el más utilizado para diagnosticar los cativales postaprovechamiento. Sin embargo,
con fines de investigación en otros ensayos, también fueron utilizados el ML1/10 y el ML1/4.
El área o compartimiento se divide en bloques de igual superficie, en el que de distribuyen dos fajas
paralelas. Las unidades de enumeración se señalan con estacas de igual longitud, la faja se delimita por la
abertura o señalamiento de la línea central.
Determinación de los grupos de especies para el manejo
Para el manejo hay que hacer grupos de especies según los siguientes criterios: valor comercial, facilidad
de regeneración natural, la tendencia de la especie a formar troncos rectos, libres de ramificaciones a
baja altura y copas estrechas, al igual que posean un relativo rápido crecimiento.
En 1983, para el manejo de poblaciones de catival con fines de producción maderera para “playwood”
las especies se clasificaron en dos grupos :
•
Grupo A : especies deseables de crecimiento rápido o económicamente preferidas, para la zona
tenemos: cativo (CA), güino (GU) Carapa guianensis , virola (VI) Virola sp. y Otoba sp., roble
(RO) Tabebuia rosea.
•
Grupo B : especies deseables de crecimiento más lento o económicamente de valor más restringido, como: cocuelo (CI) Couroupita darienensis, hobo (HO) Spondias mombim, Machare (MA)
Symphonia globulifera, caracolí (CR) Anacardium excelsum, aceite maría (AC) Calophyllum mariae.
Actualmente (1998), ante el agotamiento de varias de estas especies y los cambios en los mercados,
algunas del grupo B podrían pasar al A, como machare y aceite maría. Para el aprovechamiento y manejo
comunitario con el fin de producir maderas para aserrío, dicho grupo podría ampliarse con el Olleto Lecythis
tuirana, Para siempre Parkia pendula, entre otras. Igualmente, Cativo y virola pasarían al Grupo B.
Variables diagnósticas
Que se registran en el inventario y permiten obtener información de carácter silvicultural con relación a
los líderes y ciertas observaciones de orden práctico sobre el bosque, esto con el fin de conformar una
base para la toma de decisiones en lo referente a intervenciones y tratamientos silviculturales. Para el
diagnostico de Cativales se evaluaron las siguientes variables: Clase de Tamaño, Posición de Copa, Calidad y forma de Copa, Competencia entre Copas, Apertura del Dosel y Competencia entre Fustes.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
`a)
Clase de tamaño (CT) que corresponde a la metodología de Malasia con las debidas adaptaciones
al sistema métrico y se clasifican así :
•
•
•
•
•
•
•
•
•
b)
111
R
U1
U2
E
1A
1B
2
3
4
Arboles con altura comprendida entre 0 y 30 cm de altura
Comprendida entre 30 y 150 cm de altura
Comprendida entre 150 y 300 cm de altura
> 3 mt de altura y < 5 cm de diámetro (DAP)
Comprendida entre 5 y 10 cm de DAP
Comprendida entre 10 y 15 cm de DAP
Comprendida entre 15 y 25 cm de DAP
Comprendida entre 25 y 35 cm de DAP
Comprendida entre 35 y 45 cm de DAP, etc.
Posición de copas (PC) se clasifica de 1 a 5 así:
•
•
•
•
•
5
4
3
2
1
Copa totalmente expuesta a la luz
Copa totalmente expuesta a la luz pero en contacto con otras copas vecinas
Copa parcialmente expuesta a la luz
Copa totalmente cubierta, pero recibe luz lateral por discontinuidad del dosel
Copa sombreada
La posición de las copas es otro parámetro necesario de evaluar en el estudio diagnóstico de la RN,
pues permite inferir sobre el grado de competencia de los árboles escogidos, como componentes sociológicos de una población en permanente lucha por obtener luz, agua y nutrientes que garanticen su óptimo
desarrollo; el grado de posición de la copa de un árbol señala su predominio sobre los árboles vecinos o la
dominancia de éstos sobre aquél. Lo cual, entonces, informará sobre la necesidad o no de liberarlos de
dicha competencia para incrementar la productividad y la calidad de la RN deseada, pues de lo contrario
se presentan inconvenientes para cultivar árboles sanos, vigorosos y de buenas cualidades morfológicas.
c)
Calidad y forma de copa (QC). Se clasifica de 5 a 1 así :
• 5
• 4
• 3
• 2
• 1
Copa perfecta, forma circular y simétrica
Copa buena, casi perfecta
Copa tolerable, apenas satisfactoria, con defectos, capaz de recuperarse después de la
liberación.
Copa pobre, poca capacidad de recuperarse
Copa muy pobre, volumen reducido y recuperable
La calidad de copa permite analizar la calidad de los árboles, correlacionándola con su vitalidad,
buena conformación y capacidad fisiológica de responder ante los tratamientos silviculturales aplicados,
redundando en buenas tasas de crecimiento y desarrollo volumétrico (cantidad de madera producida por
año).
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Manejo del Catival Secundario
112
d)
Competencia entre copas (CC). Se denomina :
•
•
•
•
•
LL copa totalmente emergente
CI copa que compite con un indeseable
CD copa que compite con la de un deseable
DI copa dominada por la de un indeseable
DD copa dominada por la de un deseable
La competencia entre copas refleja la lucha natural entre las plantas, en este caso entre los árboles,
por un espacio para tomar los nutrientes del suelo, la humedad del medio y la luz solar, factores indispensables para la formación de biomasa y por lo tanto de maderas.
e)
Competencia de lianas (CL), así:
•
•
•
•
f)
Observaciones: Se refiere a la presencia en la unidad de enumeración de:
•
•
•
•
g)
O sin lianas
C pocas lianas
CC lianas abundantes con daño visible
CCC presencia de lianas estranguladoras
Lianas, notadas como C, CC, CCC
Arboles caídos K, KK, KKK
Palmas pequeñas p, pp, ppp
Platanillo b, bb, bbb
Abertura del dosel (T), se clasifica como :
•
•
•
•
4 dosel cerrado
3 dosel ligeramente abierto
2 dosel fuertemente abierto
1 plena abertura
El dosel es cada uno de los planos horizontales en la parte superior del bosque, conformados por el
conjunto de las copas de los árboles; según su grado de apertura, se relaciona la mayor o menor cantidad
de luz solar que llega al piso del bosque. Esta luz es vital para producción en RN temprana (plantas de una
nueva cosecha) y para el crecimiento de los árboles de RN ya existentes. Unos árboles son semihelófitos
o esciófitos (requieren de sombra cuando niños y jóvenes); otros son heliófitos (requieren plena luz solar
en todas las etapas de su vida), por lo cual el grado de iluminación en el bosque afecta negativa o positivamente a unos u otros y la dinámica sucesional del bosque. Este es uno de los factores más importantes
en la ecología de las comunidades forestales. Conociendo los requerimientos de las especies deseables y
los valores de T, es posible decidir sobre las actividades de manejo silvicultural a emprender y permitir la
creación de un entorno favorable para el crecimiento y el desarrollo de la RN.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
h)
113
Competencia entre fustes (IR), denominado como:
•
•
•
•
•
5 líder sin fuste competidor en la misma unidad de enumeración
4 presencia de 1 a 2 fustes competidores
3 presencia de 3 a 5 fustes competidores
2 presencia de 3 a 10 fustes competidores
1 presencia más de 10
Los conceptos del líder (L) y sustituto (S)
Líder es un árbol de especie deseable que entre los deseables alcanzan los mayores valores de CT, PC y
cuyo QC no es inferior a 3. El conjunto de poblaciones específicas de Líderes conforman el grupo
prioritario para ser objeto del manejo.
Sustituto es un deseable que después del líder presenta las mejores características (CT, PC y QC),
de tal manera que pueda sustituir al líder.
Indice de existencias (IE, ie)
Es el indicador de la cantidad de población de especies deseables presente en el bosque. Su magnitud es
la que determina la factibilidad inicial del manejo y la necesidad de hacer tratamientos silviculturales. Se
denomina i.e. cuando se aplica a una sola unidad de enumeración (2 x2, 5x5 ó 10x10 m.); I.E. cuando se
aplica al promedio de toda la faja de enumeración o a toda el área de bosque diagnosticado.
Al nivel ML 1/4 y 1/10: se considera que el catival está adecuadamente regenerado para iniciar el
manejo si el ie alcanza un valor de 1 si existen 100 deseables de la CT R ó 10 de la CT U ó 1 de la CT E.
100 R = 10 U = E.
Al nivel ML 1/2 se considera adecuadamente regenerado si se encuentra un líder deseable de la
clase de tamaño 1A o CT superior al DAP aprovechable) o si se presentan 4 deseables de la CT E con
características de líder. Es decir, que si 4E =1A, entonces el i.e. = 1 (100% de ocupación).
El máximo valor alcanzado por el ie tanto para el grupo A como el grupo A + B es de 1. El Indice
total se calcula: I.E. = Â ie x100 (índice de existencia por fajas) n (número de fajas).
Procesamiento de la Información
Para cualquier parámetro de diagnóstico se calcula su frecuencia, tanto para el grupo de especies A como
para el grupo A + B. Con el respectivo análisis estadístico para obtener el error de muestreo el estándar y
la estimación mínima confiable. (EMC).
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Manejo del Catival Secundario
114
El análisis de los resultados
a)
En ML 1/10: Se calcula I.E. para los grupos A, B y A+B. Si el I.E. medio es inferior al 40%, la
población existente se considera insuficiente. De modo que se puede recomendar y planear una
asistencia a la RN para estimular su multiplicación e incremento, así como ejecutar de plantaciones
de enriquecimiento. Si el I.E. medio es superior a 30% para A y superior a 40% para A + B, existe
un potencial favorable para desarrollar un nuevo vuelo mediante la asistencia a la RN. En áreas de
regeneración incipiente con valores de IE satisfactorios los tratamientos se mantienen a un mínimo
(limpia y refinamiento).
b)
En ML 1/4: que se emplea en compartimientos en vía de establecimiento, 3 a 5 años después de la
abertura del dosel. Se calcula I.E. por faja y media y el EMC. Establece cuadros de frecuencia por
especie o grupo para CT y los valores PC, QC, CC, IR que inciden sobre la población de líderes; ya
que por razones de economía no se cuantifican los parámetros silviculturales del sustituto. Si se
encuentra un I.E. de 50% para el grupo de especies A + B con I.E. para grupo A de 40% se considera satisfactorio. Si la población de líderes se encuentra dominada por especies de baja prioridad
se contempla la plantación de enriquecimiento. En el caso de dominancia del conjunto U1 + U2 + E,
se debe prescribir un refinamiento, una dominancia de conjunto E + 1A indica la conveniencia de
tratar la RN mediante la liberación asociada con un refinamiento. Un índice alto de DI + CI indica
urgencia de la liberación. Un índice alto de frecuencias de valores 1, 2 y 3 de IR indica urgencia
eliminar el rodal indeseable (refinamiento). Si CL para CC + CCC es superior a 20% se debe
prescribir un corta de lianas.
c)
En ML 1/2: que se emplea N años después de la abertura del dosel, permite obtener la siguiente
información. a) Determinar si un rodal o compartimiento del bosque se puede considerar como
total y exitosamente regenerado; b) Elaborar las prescripciones necesarias para dar continuidad al
manejo del mismo. Los parámetros más importantes para la evaluación en la toma de decisiones
son: I.E., Indice de CC que afectan los líderes; SAT y CT de los líderes. CC está conformado por la
suma de las frecuencias CI π DI. IR o área basal por faja a parte de la suma de las frecuencias
distribuidas por clases de diámetro. I.E. cuyo mínimo aceptable para considerar un área satisfactoriamente regenerada depende del número de deseables que formarán el rodal final, IE = 60 es un
mínimo aceptable.
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Conservación y Manejo del Ecosistema Catival
115
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