Nombre: Holger Suarez Valles Materia: Administración Deportiva LOS SIETE HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA ENSAYO Introducción ¿Pueden los paradigmas sociales incrustados en nuestras mentes por creencias y tradiciones ser cambiadas para mejorar en la vida? A lo largo de nuestras vidas tenemos un modo de pensar, un modo de ver la vida, una directriz muchas veces marcada por las creencias y tradiciones que vienen de nuestros padres, abuelos y demás personas que nos influencian en nuestras vidas. Con este ensayo proponemos 7 caminos, 7 pasos, 7 rutas que siempre han estado ahí, pero que muchas veces por ego, por conveniencia decidimos no adoptarlas para mejorar en lo personal y en lo profesional. Si las incorporamos a nuestras vidas de seguro cambiaremos nuestro mapa de valores y tendremos una ruta diferente que nos puede dar más satisfacciones que tristezas. Desarrollo El poder de un cambio de paradigma De esta introducción que nos hace el autor Steven Covey, nos vemos en la tarea de reconocer una figura, experimento que alguna vez en la vida todos hemos pasado, para muchos dirán que es una figura X, pero para otros es una figura Y. El cambio de paradigma fue introducido por Thomas Kuhn y consiste en tener la mente abierta para que el concepto que nosotros manejamos sea visto de otra manera. Rompiendo el esquema de la verdad única que nuestra conciencia nos dicta. Es decir que una realidad puede tener diferentes aristas de observación y todas pueden ser correctas. En conclusión el viejo modo de pensar debe romperse ante los cambios constantes que vemos en la vida. Si este cambio de paradigma se manifiesta en un hecho de vida que puede ser llevado a muchos casos, pues debemos practicarlos, no solamente porque tuvimos la oportunidad de experimentarlo en un momento de nuestras vidas solo en eso lo aplicamos. La aplicabilidad nos demuestra que hay que VER y SER, demostramos con el ejemplo más no con las palabras. Paradigma basado en principios Los principios son leyes fundamentales en nuestras vidas, son como las leyes de la física. No las podemos quebrantar más bien afirmar. Estas leyes nos llevan hacia una dirección que muchas veces la empatamos con la religión y creencias. Lo que nos es bueno y malo lo definimos de manera subjetiva por las vivencias diarias. Que el EGO no nos confunda en siempre tener la razón sobre aspectos fundamentales de nuestra vivencia. Para tener una base sólida de nuestros principios debemos basarnos en los 2 mayores que existen con nosotros que son: la integridad y la honestidad. Sobre estos se cimienta la confianza, que nos lleva a la cooperación y al desarrollo interpersonal. Otros principios son la dignidad humana, la calidad o excelencia, el potencial de desarrollarnos, que nos lleva al crecimiento y para generar esto necesitamos paciencia, educación y estímulo. Los principios no son prácticas ni son valores, son directrices para nuestra conducta humana. Durante el trayecto de vida nos hemos topado con personas que han conseguido triunfos constantes. Y los que no lo han conseguido recurren a la pregunta: ¿Cómo lo hiciste?, cuando más bien el verdadero planteamiento y que nunca se dice es ¿Quiero un consejo o una solución rápida para aliviar esta frustración? Quizás reciba una ayuda que aliviará momentáneamente su pena, pero el copiar técnicas o aspectos sin relacionarnos íntimamente con ellas nos llevará a un nuevo fracaso. Para solucionar un problema debemos salir de nuestra forma de pensar tradicional, porque en sí, esa forma de pensar nos llevó al problema. En pocas palabras el autor nos dice que el éxito del cambio de pensamiento radica en nosotros, en nuestro pensamiento, cambiamos de forma de pensar y tendremos una parte del camino ganado, la otra parte la llenamos con el carácter suficiente para afrontar este cambio que empezamos Panorama general de los 7 hábitos «Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino», dice el proverbio. Para crear este ambiente el ser humano no tiene los 7 hábitos por sí solos, cuando somos niños somos dependientes de otros humanos por lo tanto sus hábitos se convertirán en nuestros hábitos. Durante el crecimiento esos hábitos serán puestos a prueba para crear nuestro propio patrón de hábitos lo que nos lleva de una dependencia en la niñez a una independencia en la etapa mayor y a una interdependencia cuando hemos logrado que los hábitos se consoliden con nuestra conducta diaria. Las personas dependientes necesitan de otros para crecer. Las personas independientes pueden lograr sus objetivos por si mismos. Las personas interdependientes generan equipos de trabajo para lograr sus objetivos comunes. Siendo este último concepto el más altamente efectivo para la consecución de los 3 bienes apreciados que son: los físicos, los económicos y los humanos. PRIMER HABITO: SER PROACTIVO Este hábito se asocia con el estado de ánimo del individuo y de la forma en que nos veamos a nosotros mismos y de la visión que tenemos hacia los demás. Este contexto lo podemos llamar conciencia de nosotros y de los demás. Aprendiendo a comprender a los demás nos lleva a la motivación de tomar la iniciativa y se proactivos en la vida. Radica tal importancia en estos aspectos que sin ellos como nos motivamos para emprender una actividad. Para ser proactivos debemos mirarnos en el espejo social, donde hay 3 teorías aceptadas. El determinismo genético, que dice que la culpa es de nuestros abuelos, que están en nuestro ADN ciertos patrones de conducta, como la ira. El determinismo psíquico, que dice que la culpa es de nuestros padres, donde la educación de ellos es el reflejo de lo que somos. El determinismo ambiental, que dice que la culpa la tienen la situación económica, política; en fin de nuestro entorno. Todos estos determinismos nos llevan a tener un estado de ánimo listo y predispuesto a ser proactivos o simplemente a mantener nuestra monotonía y dejar la iniciativa a un lado. La proactividad en sí, no solo significa tener la iniciativa, sino que como seres humanos somos protagonistas de nuestras vidas en generar un cambio. Tenemos la responsabilidad de que las cosas sucedan. El proactivo genera el cambio no por los determinismos que conocemos, lo genera porque es un ser humano consciente de que puede realizar cambios importantes, se basa en sus valores y principios y no es producto de los condicionamientos tratados. Al ser proactivos debemos tomar la iniciativa, y esto no significa que vamos a ser imponentes de una idea o tratado que para muchos puede ser molesto, el tomar la iniciativa nos indica que somos la persona con la responsabilidad y valor necesarios para generar el cambio. Aquí debemos enfocarnos en 2 diferencias. El que toma la iniciativa, que es el actor principal del cambio o que otro lo haga, para el primer caso garantiza lo que llamamos efectividad y para el segundo la transferencia de la responsabilidad. Los lenguajes de comunicación de estos casos son bien diferenciados con el lenguaje proactivo y el lenguaje reactivo. Para la persona proactiva puede existir una desventaja, que es su círculo de preocupación, algo que a todos nos toca pasar. Dentro de este círculo están las cosas que nos preocupan y dentro de ellas las que son directamente relacionadas con nosotros y las que no. Una persona proactiva se preocupa de lo que le afecta directamente y que de alguna manera puede controlar. Lo que no se puede controlar como por ejemplo la crisis económica, solo debemos marginar esta preocupación que nos puede generar energía negativa en algún proyecto de vida. A esto lo denominaremos nuestro círculo de influencia. Y esto nos lleva a 3 tipos de controles. Los directos que están relacionados con nuestra conducta. Los indirectos que están relacionados a la conducta de las otras personas. Y los inexistentes donde nada podemos hacer pero nos pueden alterar nuestros estados de ánimo. Por esto el enfoque del proactivo es cambiar de adentro hacia afuera, para generar el cambio debemos cambiar nosotros, porque se asume la responsabilidad y se tiene el control necesario sobre lo que verdaderamente nos afecta. Somos libres de elegir nuestras acciones y sobretodo ser consciente de las consecuencias a que nos llevan y los posibles errores que se puedan cometer. No se puede definir como un proactivo a alguien que cometa errores, no los asuma y sobretodo no aprenda de ellos. A la larga su conducta se quebrantará y es propenso al fracaso. Hay que comprometerse y mantener los compromisos, primero con nosotros mismos y luego con los demás, eso complementa nuestra efectividad. Si verdaderamente uno quisiera evaluarse como proactivo debe realizar el test de proactividad de 30 días, para evaluar nuestros círculos de influencia, de preocupaciones, los controles que mantenemos, de la consciencia y responsabilidad que manejamos en un determinado tema, de comprometernos y asumir nuestras promesas, siendo crítico y receptivo cuando se cometa un error, corrigiendo, aprendiendo y mejorando. SEGUNDO HABITO: EMPIECE CON UN FIN EN MENTE Empezar con un fin en mente es empezar con una clara comprensión de lo que se quiere, de lo que será nuestro destino, tener esa imagen clara y visualizarla en nuestras mentes, inclusive con la satisfacción de lograrlo. En muchas ocasiones trabajamos por tareas, por actividades y caemos en la monotonía de la labor autómata, eso nos lleva a una trampa que encierra insatisfacciones al final de las tareas. En cambio, lo que visualizamos, lo que creamos, con una metodología lo iremos llevando a una serie de tareas relacionadas que nos ayudarán a conseguir el objetivo. Para empezar con una finalidad en mente, debemos ser consciente que existen 2 creaciones. La primera es la que tenemos en nuestras mentes, por lo general es perfecta, sin errores, sin contratiempos, como un sueño idealizado que se consigue de la noche a la mañana. La segunda creación es la física, la que nos lleva los contratiempos, a los imponderables y que pone nuestro sueño en la tierra. Para este segundo hábito es necesario el liderazgo personal. Pero sin equivocarnos que el liderazgo no es administración. El liderazgo es parte de este hábito, la administración es parte del tercer hábito. El liderazgo es primero por su importancia en la creación de tu futuro, el liderazgo te centra en lo que quieres realizar, lo que llamamos VISIÓN. Por esto se asocia la administración eficiente a los liderazgos efectivos, ningún éxito administrativo se debe al fracaso del liderazgo. En el ámbito personal el liderazgo no se debe centrar en el control y las reglas para conseguir algún objetivo. La clave del éxito esta en reforzar y clarificar los valores Nuevamente la autoconciencia nos lleva a rescribir esta primera creación, cuando somo autocríticos y pensamos en los errores cometidos, descubrimos guiones inefectivos, hábitos enraizados y totalmente fuera de lo que nosotros deseamos ser, es necesario trabajar en el circulo de influencia y cambiarlo. En conclusión, la imaginación gobierna este segundo hábito, de la mano va la creatividad de la consecución de la meta u objetivo. Para ser altamente efectivo en este segundo hábito, empecemos haciendo como centro la parte personal. En lo que uno quiere ser, hacer y en lo logros que se desean alcanzar. Nos ubicamos en nuestro centro, donde nos planteamos nuestros paradigmas básicos, tomamos contacto con nuestros valores, nuestra visión y misión en la vida. Esta evaluación nos lleva a identificar nuestra seguridad, guía, sabiduría y poder. La seguridad es nuestra base emocional, nuestra autoestima. La guía es nuestra dirección de vida. La sabiduría es nuestra perspectiva de vida, nuestra comprensión de como aplican los principios. El poder es la fuerza y potencia para realizar algo. Asociado a esto están nuestros centros alternativos, que a su vez nos fortalece o nos debilita de acuerdo a la seguridad que mantengamos. Aquí encontramos al cónyuge, la familia, la religión, la iglesia, el trabajo, las posesiones, el placer. En este grupo se emplea el centrarse en uno mismo, que nos lleva en muchos casos al egoísmo, pero orientado con seguridad, guía, sabiduría o poder nos puede llevar a enfocarnos y concentrarnos en uno mismo. Este centro conlleva tener los principios correctos, creamos una base sólida de nuestras vidas. Vemos la vida de otra forma, pensamos y actuamos distinto, con un alto grado de seguridad, guía, sabiduría y poder, por lo tanto, ya tenemos una persona altamente proactiva, efectiva y con una imaginación potencialmente motivada para la primera creación del éxito deseado. Con esto puedes crear tu propio enunciado de vida, tomando como premisa el equilibrio del todo, buscando nuestras prioridades con profundidad y cuidado, alinear nuestra conducta a nuestras creencias. Cuando logramos esta misión, el entorno no nos afecta. Lograr esto hace que nuestro cerebro actúe con los dos hemisferios, donde el izquierdo nos propone la lógica y el derecho nos propone la creatividad. En ocasiones experiencias imprevistas pueden llevarnos a desactivar nuestra visión, pero una persona altamente efectiva las circunstancias y personas que pueden afectarnos, mas bien lo toman como un camino de motivación y reafirmación de nuestra misión personal. Un proactivo sale fortalecido de los imponderables. En el ámbito familiar los puntos de vista y los hábitos son muchas veces compartidos, quizás hacer un enunciado de la misión familiar es mas complicado porque cada persona es un mundo y construir un cimiento común es difícil. Para esto la armonización de los valores y principios individuales con los de la familia son trascendentales para conseguir la misión familiar. Conseguido esto, ni las crisis podrán doblegar la misión de la familia, las tareas y las metas se convierten en enunciados proactivos para lograr el objetivo de un todo para la familia. En el ámbito organizacional el enunciado debe salir del núcleo de la organización, donde el producto y el proceso sean vistos con igualdad, muchas veces nos centramos en el producto, porque es este el que nos dará la primera satisfacción de la organización, que es la económica. Pero no debemos quitarle el valor al proceso que es quien nos llevó al producto, Cuando el líder propenda una misión donde todo sea visto en equilibrio, el éxito de la organización será altamente efectivo. Mantener el compromiso de todos por las metas de la organización es clave. TERCER HABITO: ESTABLEZCA LO PRIMERO El tercer habito es el fruto de la consecución de los 2 primeros. El primer hábito nos dice que somos los creadores. El segundo nos dice que nuestra creación primero es mental y el tercer hábito nos dice que es nuestra creación física de la meta a alcanzar, siendo los 2 primeros los requisitos fundamentales para conseguir el tercero. Además de la autoconciencia, la imaginación y la conciencia moral, tenemos la voluntad independiente, que no es otra cosa que la disciplina que tengamos al momento de administrar la creación que tenemos. La base de la consecución de las metas no está en el trabajo duro, constante, en la suerte o en la habilidad para realizar las tareas. Radica en hacer las cosas en donde otros fracasaron y lograron cumplirlas. Por esto existen casos de personas altamente efectivas haciendo cosas que no les gusta. Sino que la disciplina y la autodeterminación para hacerlas los lleva a el y a su organización a cumplirlas. La disciplina nos enseña a administrarnos primero a nosotros mismos, una tendencia creciente en la generación actual. En vez de centrarse en el tiempo y objetos, la generación actual preserva y realza las relaciones y alcanzar resultados, lo que denominan la cuarta generación. La importancia radica en los resultados, y para esto la matriz del tiempo nos ubica en cuadrantes. El cuadrante I es urgente e importante (crisis o problemas) El cuadrante II reconoce nuevas oportunidades, se planifica y se recrea El cuadrante III se caracteriza por interrupciones, llamadas, informes, actividades populares y no es tan importante El cuadrante IV se caracteriza por tener actividades triviales, pérdidas de tiempo y actividades agradables, también están en el rango de no tan importantes. Las personas efectivas permanecen fuera del cuadrante III y IV, urgentes o no, no son importantes, reduce el cuadrante I, pasando más tiempo en el cuadrante II, que es el corazón de la administración efectiva. Para organizar con efectividad este cuadrante primero debemos tener principios sólidos, conocimiento de nuestra visión personal, concentrarse en lo urgente e importante y satisfacer los siguientes criterios: Coherencia, equilibrio, centrarse en el cuadrante II, la dimensión humana, flexibilidad, ser portátil. En el cuadrante II es necesario establecer las siguientes actividades: Identificación de roles, selección de metas, programación temporal, adaptación diaria. Recalcamos que la cuarta generación es importante porque maneja 5 aspectos importantes: Se centra en principios Está dirigida por la conciencia moral Define nuestra misión singular incluyendo valores y metas a largo plazo Ayuda a equilibrar la vida identificando roles y, Proporciona un contexto más amplio por medio de la organización semanal. La firmeza del éxito depende de nuestra entrega en el proceso, primero debemos saborear el triunfo nosotros y como experiencia transmitirla para que el resto se contagie, una interacción efectiva con los demás para lograr metas comunes, comunicación clara y precisa para mantener todo sobre rieles, comprender a los demás en todo su contexto para tener una persona potencialmente efectiva, prestar atención a los pequeños detalles para que la integridad se mantenga, asociado a las lecciones que podamos aprender en el trayecto, corrigiendo errores y aprendiendo de ellos; mantener los compromisos tiende puentes de confianza, aclarando las expectativas superando las dificultades. CUARTO HABITO: PENSAR EN GANAR/GANAR El cuarto hábito busca romper un paradigma, que es el forzar la cooperación en base con la competencia entre colaboradores, o estimulando esa cooperación con premios al finalizar algún proceso determinado en una línea larga de tiempo. Este paradigma errado ha llevado al fracaso de las organizaciones, para llevar de manera efectiva el ganar/ganar, debemos cambiarlo a filosofía humana y esto nos deja como paradigmas alternativos los siguientes: Ganar/ganar Gano/pierdes Pierdo/ganas Pierdo/pierdes Gano Ganar/ganar o no hay trato El ganar/ganar implica mente y corazón que busca el beneficio de todos, es acordar y solucionar juntos, al salir todos beneficiados en plan de acción resulta un compromiso de todos El gano/pierdes es un enfoque autoritario, el que normalmente “gana” tiende a ser autoritario, a utilizar la posición social, el poder y los títulos para lograr sus objetivos. Una de las actividades de vida que sostienen este paradigma es el deporte, pero el mismo te lleva a la superación para el caso de quien “pierde”, porque la competencia así nos estimula. El Pierdo/ganas es una figura contraria, donde las personas entierran sus sentimientos, un sentimiento enterrado puede aparecer en el transcurso del tiempo quizás salga de la peor manera. En el pierdo/ganas se activa el resentimiento, la decepción y la desilusión, la cólera, la ira acumulada. Llegando con esto a las personas reprimidas, los líderes o gerentes que están en este paradigma por lo general buscan cambiarlo al gano/pierdes para liberar esos sentimientos acumulados. El resultado personas inefectivas. El pierdo/pierdes por lo general se asocia a las personas vengativas, a los tipos obstinados y egoístas, mientras ellos piensan que si gano el otro pierde, en el fondo todos pierden si se dejan llevar por sus bajas pasiones para satisfacer la sencilla idea de revancha. El gano es de una sola vía, una persona que solo piensa en ganar no necesita que otro pierda, para él es irrelevante, el ganador piensa en sus propis objetivos, si otros ganan no tiene importancia. El ganar/ganar o no hay trato este paradigma revela honestidad desde un principio, las cosas se dicen claramente y no en medio camino cuando puede resultar incómodo para alguna parte, transformándose en un gano/pierdes. El no hay trato implica que si en la búsqueda de ganar/ganar si ambos coinciden en metas, objetivos pero no en los principios que los lleven a la meta, simplemente no se concreta el acuerdo. Las negociaciones son de este tipo. En conclusión la vía más efectiva es el ganar/ganar, pero este principio se fundamenta en varios aspectos, que si no se cumple al menos uno, se rompe la estructura del paradigma y el fracaso estará tocando a nuestras puertas. Los mencionados son: carácter, relaciones que nos llevan a los acuerdos. El carácter es la base de este paradigma con 3 rasgos definidos que son la integridad, la madurez y la mentalidad de abundancia. Las relaciones las construimos sobre la base de la confianza, esta nos trae apertura y reciprocidad. En las relaciones nos vamos a encontrar con toda clase de personas como por ejemplo las que vienen del gano/pierdes o del pierdo/ ganas. Para ambos casos, la relación sigue siendo la clave, el objetivo está en nuestro círculo de influencia, da cortesía, respeto y aprecio, el proceso de comunicación es fundamental, se escucha más y no se es reactivo. Los acuerdos son los resultados de las relaciones y nos llevan a generar lo que deseamos, las directrices necesarias para alcanzar esos resultados, los recursos necesarios, la rendición de cuentas y las consecuencias de los acuerdos. Un aspecto importante es que si entramos en un paradigma ganar/ganar los sistemas que son el conjunto de procesos automatizados o no, deben estar orientados a esta filosofía, caso contrario tenemos un programador perdedor. Es clave desarrollar un sistema educacional y organizacional que se alinee al ganar/ganar. Enfocamos esto, porque muchas veces la organización está enfocada en ganar/ganar pero la falla puede ser el sistema que pudo ser adoptado de otro grupo, pero no reúne las características de la tendencia ganar/ganar, por esto es importante la personalización de los sistemas y que sean adaptables a las organizaciones y no que la organización se adapte al sistema. QUINTO HABITO: PROCURE PRIMERO COMPRENDER Y DESPUÉS SER COMPRENDIDO Este hábito desnuda una realidad que el sistema educativo hasta hoy no resuelve. Llevamos años aprendiendo a leer, a escribir, a hablar. Pero, ¿hemos aprendido a escuchar? Y el escuchar, ¿nos ha llevado a comprender? Definitivamente no, la práctica de escuchar se ha transformado en una acción empírica y basada en las experiencias de vida. Incluso a muchos humanos el simple hecho de escuchar nos lleva a dar consejos sin que se nos haya pedido, otro factor más de no sabes escuchar. Siempre al escuchar debemos procurar comprender, este cambio de paradigma es el más profundo de todos, porque vamos a asociarlo a nuestra experiencia personal. Y siempre el humano busca ser comprendido primero. Estamos tan llenos de una autobiografía que nos quema por dentro y queremos que el mundo nos comprenda, nuestras conversaciones se vuelven monólogos de nuestras vidas. Y cuando llegamos a tal punto para que el ego no se quede atrás llegamos a mentir y fingir ciertas cosas para alimentar nuestra elevada autoestima. Para esto la escucha empática es el camino a desarrollar un hábito quizás el más difícil de alcanzar. Donde uno se sitúa en la otra persona, se vuelve un espejo, no consiste en estar de acuerdo, sino en entender emocionalmente a la otra persona. La escucha empática nos deja un marco de sentimientos depositados en nosotros que nos lleva a comprender la raíz de la otra persona. Una vez llegado a este nivel, podemos diagnosticar y prescribir. Esto en una organización nos lleva a la máxima de calidad que podemos llegar, aplicable a las ventas. Cuando se aprende a escuchar profundamente a otras personas, descubrimos diferencias enormes en la percepción, también se empieza a apreciar el efecto de estas diferencias en los ambientes de trabajo en situaciones de interdependencia. Y esto nos lleva a una situación ganar/ganar. Primero debemos procurar comprender y después ser comprendido. Definimos a la madurez como el equilibrio entre coraje y consideración. Procurar comprender requiere consideración, procurar ser comprendido requiere coraje. Para este quinto hábito se requiere un 50% de ambas cosas y como ingrediente final la filosofía ganar/ganar. El quinto hábito es poderoso porque se encuentra en nuestro círculo de influencia y muchas situaciones interdependientes se encuentran en nuestro círculo de preocupación, como son los desacuerdos, circunstancias, religión y conducta de otras personas, la clave radica en no gastar nuestras energías en este último. Cuando más comprendemos a las otras personas más aprendemos a apreciarlas, más respeto tenemos hacia ellas, tocamos el alma del otro y transitamos en suelo sagrado. La paciencia y el respeto nos llevarán a conseguir el quinto hábito. Cuando nos comprendemos los unos a los otros, abrimos la puerta a soluciones creativas y a nuevas alternativas. SEXTO HABITO: LA SINERGIA La sinergia significa que el todo es mejor que la suma de sus partes, la relación de las partes forma una parte más fuerte y sólida. La gran virtud de la sinergia es sin lugar a dudas, la unión. La naturaleza nos proporciona muchos ejemplos de sinergia, el desafío está en que nuestra conducta social nos lleve a la sinergia, mediante cooperación creativa. El ejemplo más común de sinergia es la unión de un hombre y una mujer para crear un hijo. Es el ejemplo más hermoso de sinergia que nos da la naturaleza. Y esta sinergia nos conlleva a crecer y madurar en el objetivo que es el hijo. La comunicación sinérgica implica la apertura de mente y corazón, y las expresiones usadas con amor y respeto nos brindan nuevas opciones. La familia es la primera escuela de sinergia comunicativa, sino aprendemos a establecer buenos lazos de comunicación, como lo haremos en el campo profesional, pues sin duda no seremos ese agente de solución ante las crisis. La sinergia en la comunicación genera altos niveles de confianza y estos niveles de confianza te llevan al fortalecimiento de valores y principios y con estos la gama de alternativas crece, llevándonos a un análisis profundo del problema sin que estos nos afecten emocionalmente y buscar la solución ideal bajo la filosofía ganar/ganar. Muchas de estas alternativas nos pueden conducir a un cambio de paradigma. En el proceso podemos llegar a niveles de comunicación tan altos que podemos desnudar falencias o errores que teníamos contenidos por lo que la sinergia se vuelve negativa, y termina siendo en un ida y vuelta de confesiones con dardos. Aumentando la elocuencia de nuestras palabras. Aquí tenemos a las personas inseguras que por lo general aplican este tipo de sinergia, tratando de convertir a las otras personas en clones o víctimas de su propio pensamiento. Esto nos lleva a valorar las diferencias, si aprendimos bien a comprender y ser comprendidos podremos encontrar el camino correcto para que la sinergia negativa la transportemos a una sinergia positiva. Si toda la naturaleza es sinergia por efecto de la acción creadora, así mismo los 7 hábitos tienen acción sinérgica en beneficio de nosotros. La sinergia genera resultados, reside en nuestro círculo de influencia, respetando el lado creativo y el lado analítico. Una comunión de todos tal y como ocurre con la naturaleza. SÉPTIMO HABITO: AFILE LA SIERRA Este hábito hace referencia al mejor de todos los recursos, nosotros mismos. Afile la sierra es una frase que engloba a todos los hábitos en comunión con nosotros. Y si decidimos cambiar de paradigmas entonces deseamos la renovación. Si nos renovamos a nosotros mismos habremos hecho la inversión más valiosa en nuestras vidas, y tendremos como camino el cambio en cuatro dimensiones: La dimensión física consiste en cuidar efectivamente nuestro cuerpo, con los alimentos correctos, con el descanso suficiente y hacer ejercicios con regularidad. El ejercicio es una actividad del cuadrante II, dejamos lo urgente a un lado, sin restarle la importancia debida como sucede con el cuadrante I. La mayoría pensamos que no hay tiempo para hacer ejercicios, un paradigma distorsionado. Nuestro cuerpo necesita resistencia, flexibilidad y fuerza para poder desarrollar todos los hábitos con espontaneidad. La dimensión espiritual nos proporciona liderazgo, relacionada con el segundo hábito, la dimensión espiritual es nuestro centro, el núcleo, nuestro compromiso con nuestros valores, aunque la renovación aquí va más con lo religioso sin perder la parte espiritual. Esta dimensión nos lleva a la felicidad plena, fuera de lo material esta dimensión tiene un valor altamente valioso y efectivo en nuestras vidas, exige que le dediquemos tiempo. La dimensión mental proviene de nuestra educación formal, pero lamentablemente cuando abandonamos el sistema educativo, nos perdemos de la autoeducación que es un valor preponderante en el crecimiento constante, nuestro pensamiento analítico se pierde, nuestra capacidad de expresarnos correctamente se deteriora sino incentivamos constantemente nuestra dimensión mental. La dimensión social / emocional enfoca los hábitos cuarto, quinto y sexto centrados en los principios de liderazgo, la comunicación empática y la cooperación creativa, aquí es donde nuestra vida tiene un real propósito y sentido, que nos reconoce como importantes, es la fuerza de la naturaleza dentro de nosotros, la trascendencia en mundo real y competitivo. La seguridad de saber que uno puede salir contribuyendo y creando buenos resultados. El equilibrio en la renovación está en la paridad que le demos a las dimensiones, ni una más que la otra, todas por igual. Y sobre todo en la sinergia de la renovación, en un proceso perfecto y continuo que nos lleve a la calidad total. Empecemos siempre de adentro hacia afuera, el verdadero cambio está en ti. Conclusiones El cambio de los paradigmas que nos heredaron nuestros padres, abuelos y el sistema en sí, deben ser evaluados por nosotros mismos y definir si es el plan de vida que necesitamos Los 2 primeros hábitos son fundamentales para conseguir el tercero. Sin ser proactivo y creativo, sino usamos la imaginación; y todo con autoconciencia no podremos llegar a la elaboración física de la meta, que es el tercer hábito. Basarnos en la filosofía ganar/ganar es el camino correcto donde todos aportamos, crecemos, desarrollamos y alcanzamos metas comunes. Comprender a las personas te abre a un mundo de nuevas opciones, el saber escuchar es vital, sin juzgar ni concatenar nuestra biografía en la del otro, la escucha empática te lleva a nuevas soluciones y alternativas amplias de respuesta. La sinergia está en todas partes de la naturaleza, esa acción de comunión entre todos implica que los 7 hábitos son más que aplicables para nosotros, el cambio está dentro de nosotros y procuremos hacerlo para nuestra evolución personal, familiar y organizacional. Los 7 hábitos encierran el cambio de paradigmas, todos están interrelacionados, equilibrados, el uno no se halla sin el otro, todos son la motivación para practicarlos en uno mismo.