Subido por Holger Suárez Valles

Resumen del libro 7 hábitos de la gente altamente efectiva

Anuncio
Nombre: Holger Suarez Valles
Materia: Administración Deportiva
LOS SIETE HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA
ENSAYO
Introducción
¿Pueden los paradigmas sociales incrustados en nuestras mentes por
creencias y tradiciones ser cambiadas para mejorar en la vida?
A lo largo de nuestras vidas tenemos un modo de pensar, un modo de
ver la vida, una directriz muchas veces marcada por las creencias y
tradiciones que vienen de nuestros padres, abuelos y demás personas
que nos influencian en nuestras vidas.
Con este ensayo proponemos 7 caminos, 7 pasos, 7 rutas que siempre
han estado ahí, pero que muchas veces por ego, por conveniencia
decidimos no adoptarlas para mejorar en lo personal y en lo
profesional.
Si las incorporamos a nuestras vidas de seguro cambiaremos nuestro
mapa de valores y tendremos una ruta diferente que nos puede dar
más satisfacciones que tristezas.
Desarrollo
El poder de un cambio de paradigma
De esta introducción que nos hace el autor Steven Covey, nos vemos
en la tarea de reconocer una figura, experimento que alguna vez en la
vida todos hemos pasado, para muchos dirán que es una figura X, pero
para otros es una figura Y.
El cambio de paradigma fue introducido por Thomas Kuhn y consiste
en tener la mente abierta para que el concepto que nosotros
manejamos sea visto de otra manera. Rompiendo el esquema de la
verdad única que nuestra conciencia nos dicta. Es decir que una
realidad puede tener diferentes aristas de observación y todas pueden
ser correctas.
En conclusión el viejo modo de pensar debe romperse ante los
cambios constantes que vemos en la vida.
Si este cambio de paradigma se manifiesta en un hecho de vida que
puede ser llevado a muchos casos, pues debemos practicarlos, no
solamente porque tuvimos la oportunidad de experimentarlo en un
momento de nuestras vidas solo en eso lo aplicamos.
La aplicabilidad nos demuestra que hay que VER y SER, demostramos
con el ejemplo más no con las palabras.
Paradigma basado en principios
Los principios son leyes fundamentales en nuestras vidas, son como
las leyes de la física. No las podemos quebrantar más bien afirmar.
Estas leyes nos llevan hacia una dirección que muchas veces la
empatamos con la religión y creencias. Lo que nos es bueno y malo lo
definimos de manera subjetiva por las vivencias diarias. Que el EGO no
nos confunda en siempre tener la razón sobre aspectos fundamentales
de nuestra vivencia.
Para tener una base sólida de nuestros principios debemos basarnos
en los 2 mayores que existen con nosotros que son: la integridad y la
honestidad.
Sobre estos se cimienta la confianza, que nos lleva a la cooperación y
al desarrollo interpersonal.
Otros principios son la dignidad humana, la calidad o excelencia, el
potencial de desarrollarnos, que nos lleva al crecimiento y para
generar esto necesitamos paciencia, educación y estímulo.
Los principios no son prácticas ni son valores, son directrices para
nuestra conducta humana.
Durante el trayecto de vida nos hemos topado con personas que han
conseguido triunfos constantes. Y los que no lo han conseguido
recurren a la pregunta: ¿Cómo lo hiciste?, cuando más bien el
verdadero planteamiento y que nunca se dice es ¿Quiero un consejo o
una solución rápida para aliviar esta frustración?
Quizás reciba una ayuda que aliviará momentáneamente su pena,
pero el copiar técnicas o aspectos sin relacionarnos íntimamente con
ellas nos llevará a un nuevo fracaso.
Para solucionar un problema debemos salir de nuestra forma de
pensar tradicional, porque en sí, esa forma de pensar nos llevó al
problema.
En pocas palabras el autor nos dice que el éxito del cambio de
pensamiento radica en nosotros, en nuestro pensamiento, cambiamos
de forma de pensar y tendremos una parte del camino ganado, la otra
parte la llenamos con el carácter suficiente para afrontar este cambio
que empezamos
Panorama general de los 7 hábitos
«Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción,
cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra
un carácter, cosecha un destino», dice el proverbio.
Para crear este ambiente el ser humano no tiene los 7 hábitos por sí
solos, cuando somos niños somos dependientes de otros humanos por
lo tanto sus hábitos se convertirán en nuestros hábitos. Durante el
crecimiento esos hábitos serán puestos a prueba para crear nuestro
propio patrón de hábitos lo que nos lleva de una dependencia en la
niñez a una independencia en la etapa mayor y a una
interdependencia cuando hemos logrado que los hábitos se
consoliden con nuestra conducta diaria.
Las personas dependientes necesitan de otros para crecer.
Las personas independientes pueden lograr sus objetivos por si
mismos.
Las personas interdependientes generan equipos de trabajo para
lograr sus objetivos comunes. Siendo este último concepto el más
altamente efectivo para la consecución de los 3 bienes apreciados que
son: los físicos, los económicos y los humanos.
PRIMER HABITO: SER PROACTIVO
Este hábito se asocia con el estado de ánimo del individuo y de la forma
en que nos veamos a nosotros mismos y de la visión que tenemos hacia
los demás. Este contexto lo podemos llamar conciencia de nosotros y
de los demás. Aprendiendo a comprender a los demás nos lleva a la
motivación de tomar la iniciativa y se proactivos en la vida.
Radica tal importancia en estos aspectos que sin ellos como nos
motivamos para emprender una actividad.
Para ser proactivos debemos mirarnos en el espejo social, donde hay
3 teorías aceptadas.
El determinismo genético, que dice que la culpa es de nuestros
abuelos, que están en nuestro ADN ciertos patrones de conducta,
como la ira.
El determinismo psíquico, que dice que la culpa es de nuestros padres,
donde la educación de ellos es el reflejo de lo que somos.
El determinismo ambiental, que dice que la culpa la tienen la situación
económica, política; en fin de nuestro entorno.
Todos estos determinismos nos llevan a tener un estado de ánimo listo
y predispuesto a ser proactivos o simplemente a mantener nuestra
monotonía y dejar la iniciativa a un lado.
La proactividad en sí, no solo significa tener la iniciativa, sino que como
seres humanos somos protagonistas de nuestras vidas en generar un
cambio. Tenemos la responsabilidad de que las cosas sucedan.
El proactivo genera el cambio no por los determinismos que
conocemos, lo genera porque es un ser humano consciente de que
puede realizar cambios importantes, se basa en sus valores y principios
y no es producto de los condicionamientos tratados.
Al ser proactivos debemos tomar la iniciativa, y esto no significa que
vamos a ser imponentes de una idea o tratado que para muchos puede
ser molesto, el tomar la iniciativa nos indica que somos la persona con
la responsabilidad y valor necesarios para generar el cambio.
Aquí debemos enfocarnos en 2 diferencias. El que toma la iniciativa,
que es el actor principal del cambio o que otro lo haga, para el primer
caso garantiza lo que llamamos efectividad y para el segundo la
transferencia de la responsabilidad.
Los lenguajes de comunicación de estos casos son bien diferenciados
con el lenguaje proactivo y el lenguaje reactivo.
Para la persona proactiva puede existir una desventaja, que es su
círculo de preocupación, algo que a todos nos toca pasar. Dentro de
este círculo están las cosas que nos preocupan y dentro de ellas las
que son directamente relacionadas con nosotros y las que no.
Una persona proactiva se preocupa de lo que le afecta directamente y
que de alguna manera puede controlar. Lo que no se puede controlar
como por ejemplo la crisis económica, solo debemos marginar esta
preocupación que nos puede generar energía negativa en algún
proyecto de vida. A esto lo denominaremos nuestro círculo de
influencia.
Y esto nos lleva a 3 tipos de controles. Los directos que están
relacionados con nuestra conducta. Los indirectos que están
relacionados a la conducta de las otras personas. Y los inexistentes
donde nada podemos hacer pero nos pueden alterar nuestros estados
de ánimo.
Por esto el enfoque del proactivo es cambiar de adentro hacia afuera,
para generar el cambio debemos cambiar nosotros, porque se asume
la responsabilidad y se tiene el control necesario sobre lo que
verdaderamente nos afecta. Somos libres de elegir nuestras acciones
y sobretodo ser consciente de las consecuencias a que nos llevan y los
posibles errores que se puedan cometer.
No se puede definir como un proactivo a alguien que cometa errores,
no los asuma y sobretodo no aprenda de ellos. A la larga su conducta
se quebrantará y es propenso al fracaso. Hay que comprometerse y
mantener los compromisos, primero con nosotros mismos y luego con
los demás, eso complementa nuestra efectividad.
Si verdaderamente uno quisiera evaluarse como proactivo debe
realizar el test de proactividad de 30 días, para evaluar nuestros
círculos de influencia, de preocupaciones, los controles que
mantenemos, de la consciencia y responsabilidad que manejamos en
un determinado tema, de comprometernos y asumir nuestras
promesas, siendo crítico y receptivo cuando se cometa un error,
corrigiendo, aprendiendo y mejorando.
SEGUNDO HABITO: EMPIECE CON UN FIN EN MENTE
Empezar con un fin en mente es empezar con una clara comprensión
de lo que se quiere, de lo que será nuestro destino, tener esa imagen
clara y visualizarla en nuestras mentes, inclusive con la satisfacción de
lograrlo.
En muchas ocasiones trabajamos por tareas, por actividades y caemos
en la monotonía de la labor autómata, eso nos lleva a una trampa que
encierra insatisfacciones al final de las tareas.
En cambio, lo que visualizamos, lo que creamos, con una metodología
lo iremos llevando a una serie de tareas relacionadas que nos ayudarán
a conseguir el objetivo.
Para empezar con una finalidad en mente, debemos ser consciente
que existen 2 creaciones. La primera es la que tenemos en nuestras
mentes, por lo general es perfecta, sin errores, sin contratiempos,
como un sueño idealizado que se consigue de la noche a la mañana. La
segunda creación es la física, la que nos lleva los contratiempos, a los
imponderables y que pone nuestro sueño en la tierra.
Para este segundo hábito es necesario el liderazgo personal. Pero sin
equivocarnos que el liderazgo no es administración.
El liderazgo es parte de este hábito, la administración es parte del
tercer hábito.
El liderazgo es primero por su importancia en la creación de tu futuro,
el liderazgo te centra en lo que quieres realizar, lo que llamamos
VISIÓN.
Por esto se asocia la administración eficiente a los liderazgos efectivos,
ningún éxito administrativo se debe al fracaso del liderazgo.
En el ámbito personal el liderazgo no se debe centrar en el control y
las reglas para conseguir algún objetivo. La clave del éxito esta en
reforzar y clarificar los valores
Nuevamente la autoconciencia nos lleva a rescribir esta primera
creación, cuando somo autocríticos y pensamos en los errores
cometidos, descubrimos guiones inefectivos, hábitos enraizados y
totalmente fuera de lo que nosotros deseamos ser, es necesario
trabajar en el circulo de influencia y cambiarlo.
En conclusión, la imaginación gobierna este segundo hábito, de la
mano va la creatividad de la consecución de la meta u objetivo.
Para ser altamente efectivo en este segundo hábito, empecemos
haciendo como centro la parte personal. En lo que uno quiere ser,
hacer y en lo logros que se desean alcanzar. Nos ubicamos en nuestro
centro, donde nos planteamos nuestros paradigmas básicos, tomamos
contacto con nuestros valores, nuestra visión y misión en la vida. Esta
evaluación nos lleva a identificar nuestra seguridad, guía, sabiduría y
poder.
La seguridad es nuestra base emocional, nuestra autoestima.
La guía es nuestra dirección de vida.
La sabiduría es nuestra perspectiva de vida, nuestra comprensión de
como aplican los principios.
El poder es la fuerza y potencia para realizar algo.
Asociado a esto están nuestros centros alternativos, que a su vez nos
fortalece o nos debilita de acuerdo a la seguridad que mantengamos.
Aquí encontramos al cónyuge, la familia, la religión, la iglesia, el
trabajo, las posesiones, el placer.
En este grupo se emplea el centrarse en uno mismo, que nos lleva en
muchos casos al egoísmo, pero orientado con seguridad, guía,
sabiduría o poder nos puede llevar a enfocarnos y concentrarnos en
uno mismo.
Este centro conlleva tener los principios correctos, creamos una base
sólida de nuestras vidas. Vemos la vida de otra forma, pensamos y
actuamos distinto, con un alto grado de seguridad, guía, sabiduría y
poder, por lo tanto, ya tenemos una persona altamente proactiva,
efectiva y con una imaginación potencialmente motivada para la
primera creación del éxito deseado.
Con esto puedes crear tu propio enunciado de vida, tomando como
premisa el equilibrio del todo, buscando nuestras prioridades con
profundidad y cuidado, alinear nuestra conducta a nuestras creencias.
Cuando logramos esta misión, el entorno no nos afecta. Lograr esto
hace que nuestro cerebro actúe con los dos hemisferios, donde el
izquierdo nos propone la lógica y el derecho nos propone la
creatividad.
En ocasiones experiencias imprevistas pueden llevarnos a desactivar
nuestra visión, pero una persona altamente efectiva las circunstancias
y personas que pueden afectarnos, mas bien lo toman como un
camino de motivación y reafirmación de nuestra misión personal. Un
proactivo sale fortalecido de los imponderables.
En el ámbito familiar los puntos de vista y los hábitos son muchas veces
compartidos, quizás hacer un enunciado de la misión familiar es mas
complicado porque cada persona es un mundo y construir un cimiento
común es difícil. Para esto la armonización de los valores y principios
individuales con los de la familia son trascendentales para conseguir la
misión familiar.
Conseguido esto, ni las crisis podrán doblegar la misión de la familia,
las tareas y las metas se convierten en enunciados proactivos para
lograr el objetivo de un todo para la familia.
En el ámbito organizacional el enunciado debe salir del núcleo de la
organización, donde el producto y el proceso sean vistos con igualdad,
muchas veces nos centramos en el producto, porque es este el que nos
dará la primera satisfacción de la organización, que es la económica.
Pero no debemos quitarle el valor al proceso que es quien nos llevó al
producto, Cuando el líder propenda una misión donde todo sea visto
en equilibrio, el éxito de la organización será altamente efectivo.
Mantener el compromiso de todos por las metas de la organización es
clave.
TERCER HABITO: ESTABLEZCA LO PRIMERO
El tercer habito es el fruto de la consecución de los 2 primeros.
El primer hábito nos dice que somos los creadores. El segundo nos dice
que nuestra creación primero es mental y el tercer hábito nos dice que
es nuestra creación física de la meta a alcanzar, siendo los 2 primeros
los requisitos fundamentales para conseguir el tercero.
Además de la autoconciencia, la imaginación y la conciencia moral,
tenemos la voluntad independiente, que no es otra cosa que la
disciplina que tengamos al momento de administrar la creación que
tenemos.
La base de la consecución de las metas no está en el trabajo duro,
constante, en la suerte o en la habilidad para realizar las tareas. Radica
en hacer las cosas en donde otros fracasaron y lograron cumplirlas. Por
esto existen casos de personas altamente efectivas haciendo cosas
que no les gusta. Sino que la disciplina y la autodeterminación para
hacerlas los lleva a el y a su organización a cumplirlas.
La disciplina nos enseña a administrarnos primero a nosotros mismos,
una tendencia creciente en la generación actual. En vez de centrarse
en el tiempo y objetos, la generación actual preserva y realza las
relaciones y alcanzar resultados, lo que denominan la cuarta
generación.
La importancia radica en los resultados, y para esto la matriz del
tiempo nos ubica en cuadrantes.
El cuadrante I es urgente e importante (crisis o problemas)
El cuadrante II reconoce nuevas oportunidades, se planifica y se recrea
El cuadrante III se caracteriza por interrupciones, llamadas, informes,
actividades populares y no es tan importante
El cuadrante IV se caracteriza por tener actividades triviales, pérdidas
de tiempo y actividades agradables, también están en el rango de no
tan importantes.
Las personas efectivas permanecen fuera del cuadrante III y IV,
urgentes o no, no son importantes, reduce el cuadrante I, pasando más
tiempo en el cuadrante II, que es el corazón de la administración
efectiva.
Para organizar con efectividad este cuadrante primero debemos tener
principios sólidos, conocimiento de nuestra visión personal,
concentrarse en lo urgente e importante y satisfacer los siguientes
criterios:
Coherencia, equilibrio, centrarse en el cuadrante II, la dimensión
humana, flexibilidad, ser portátil.
En el cuadrante II es necesario establecer las siguientes actividades:
Identificación de roles, selección de metas, programación temporal,
adaptación diaria.
Recalcamos que la cuarta generación es importante porque maneja 5
aspectos importantes:
Se centra en principios
Está dirigida por la conciencia moral
Define nuestra misión singular incluyendo valores y metas a largo
plazo
Ayuda a equilibrar la vida identificando roles y,
Proporciona un contexto más amplio por medio de la organización
semanal.
La firmeza del éxito depende de nuestra entrega en el proceso,
primero debemos saborear el triunfo nosotros y como experiencia
transmitirla para que el resto se contagie, una interacción efectiva con
los demás para lograr metas comunes, comunicación clara y precisa
para mantener todo sobre rieles, comprender a los demás en todo su
contexto para tener una persona potencialmente efectiva, prestar
atención a los pequeños detalles para que la integridad se mantenga,
asociado a las lecciones que podamos aprender en el trayecto,
corrigiendo errores y aprendiendo de ellos; mantener los
compromisos tiende puentes de confianza, aclarando las expectativas
superando las dificultades.
CUARTO HABITO: PENSAR EN GANAR/GANAR
El cuarto hábito busca romper un paradigma, que es el forzar la
cooperación en base con la competencia entre colaboradores, o
estimulando esa cooperación con premios al finalizar algún proceso
determinado en una línea larga de tiempo.
Este paradigma errado ha llevado al fracaso de las organizaciones, para
llevar de manera efectiva el ganar/ganar, debemos cambiarlo a
filosofía humana y esto nos deja como paradigmas alternativos los
siguientes:
Ganar/ganar
Gano/pierdes
Pierdo/ganas
Pierdo/pierdes
Gano
Ganar/ganar o no hay trato
El ganar/ganar implica mente y corazón que busca el beneficio de
todos, es acordar y solucionar juntos, al salir todos beneficiados en
plan de acción resulta un compromiso de todos
El gano/pierdes es un enfoque autoritario, el que normalmente
“gana” tiende a ser autoritario, a utilizar la posición social, el poder y
los títulos para lograr sus objetivos. Una de las actividades de vida que
sostienen este paradigma es el deporte, pero el mismo te lleva a la
superación para el caso de quien “pierde”, porque la competencia así
nos estimula.
El Pierdo/ganas es una figura contraria, donde las personas entierran
sus sentimientos, un sentimiento enterrado puede aparecer en el
transcurso del tiempo quizás salga de la peor manera. En el
pierdo/ganas se activa el resentimiento, la decepción y la desilusión,
la cólera, la ira acumulada. Llegando con esto a las personas
reprimidas, los líderes o gerentes que están en este paradigma por lo
general buscan cambiarlo al gano/pierdes para liberar esos
sentimientos acumulados. El resultado personas inefectivas.
El pierdo/pierdes por lo general se asocia a las personas vengativas, a
los tipos obstinados y egoístas, mientras ellos piensan que si gano el
otro pierde, en el fondo todos pierden si se dejan llevar por sus bajas
pasiones para satisfacer la sencilla idea de revancha.
El gano es de una sola vía, una persona que solo piensa en ganar no
necesita que otro pierda, para él es irrelevante, el ganador piensa en
sus propis objetivos, si otros ganan no tiene importancia.
El ganar/ganar o no hay trato este paradigma revela honestidad desde
un principio, las cosas se dicen claramente y no en medio camino
cuando puede resultar incómodo para alguna parte, transformándose
en un gano/pierdes. El no hay trato implica que si en la búsqueda de
ganar/ganar si ambos coinciden en metas, objetivos pero no en los
principios que los lleven a la meta, simplemente no se concreta el
acuerdo. Las negociaciones son de este tipo.
En conclusión la vía más efectiva es el ganar/ganar, pero este principio
se fundamenta en varios aspectos, que si no se cumple al menos uno,
se rompe la estructura del paradigma y el fracaso estará tocando a
nuestras puertas. Los mencionados son: carácter, relaciones que nos
llevan a los acuerdos.
El carácter es la base de este paradigma con 3 rasgos definidos que son
la integridad, la madurez y la mentalidad de abundancia.
Las relaciones las construimos sobre la base de la confianza, esta nos
trae apertura y reciprocidad. En las relaciones nos vamos a encontrar
con toda clase de personas como por ejemplo las que vienen del
gano/pierdes o del pierdo/ ganas. Para ambos casos, la relación sigue
siendo la clave, el objetivo está en nuestro círculo de influencia, da
cortesía, respeto y aprecio, el proceso de comunicación es
fundamental, se escucha más y no se es reactivo.
Los acuerdos son los resultados de las relaciones y nos llevan a generar
lo que deseamos, las directrices necesarias para alcanzar esos
resultados, los recursos necesarios, la rendición de cuentas y las
consecuencias de los acuerdos.
Un aspecto importante es que si entramos en un paradigma
ganar/ganar los sistemas que son el conjunto de procesos
automatizados o no, deben estar orientados a esta filosofía, caso
contrario tenemos un programador perdedor. Es clave desarrollar un
sistema educacional y organizacional que se alinee al ganar/ganar.
Enfocamos esto, porque muchas veces la organización está enfocada
en ganar/ganar pero la falla puede ser el sistema que pudo ser
adoptado de otro grupo, pero no reúne las características de la
tendencia ganar/ganar, por esto es importante la personalización de
los sistemas y que sean adaptables a las organizaciones y no que la
organización se adapte al sistema.
QUINTO HABITO: PROCURE PRIMERO COMPRENDER Y DESPUÉS SER
COMPRENDIDO
Este hábito desnuda una realidad que el sistema educativo hasta hoy
no resuelve. Llevamos años aprendiendo a leer, a escribir, a hablar.
Pero, ¿hemos aprendido a escuchar?
Y el escuchar, ¿nos ha llevado a comprender?
Definitivamente no, la práctica de escuchar se ha transformado en una
acción empírica y basada en las experiencias de vida. Incluso a muchos
humanos el simple hecho de escuchar nos lleva a dar consejos sin que
se nos haya pedido, otro factor más de no sabes escuchar.
Siempre al escuchar debemos procurar comprender, este cambio de
paradigma es el más profundo de todos, porque vamos a asociarlo a
nuestra experiencia personal. Y siempre el humano busca ser
comprendido primero.
Estamos tan llenos de una autobiografía que nos quema por dentro y
queremos que el mundo nos comprenda, nuestras conversaciones se
vuelven monólogos de nuestras vidas. Y cuando llegamos a tal punto
para que el ego no se quede atrás llegamos a mentir y fingir ciertas
cosas para alimentar nuestra elevada autoestima.
Para esto la escucha empática es el camino a desarrollar un hábito
quizás el más difícil de alcanzar. Donde uno se sitúa en la otra persona,
se vuelve un espejo, no consiste en estar de acuerdo, sino en entender
emocionalmente a la otra persona. La escucha empática nos deja un
marco de sentimientos depositados en nosotros que nos lleva a
comprender la raíz de la otra persona.
Una vez llegado a este nivel, podemos diagnosticar y prescribir. Esto
en una organización nos lleva a la máxima de calidad que podemos
llegar, aplicable a las ventas.
Cuando se aprende a escuchar profundamente a otras personas,
descubrimos diferencias enormes en la percepción, también
se
empieza a apreciar el efecto de estas diferencias en los ambientes de
trabajo en situaciones de interdependencia.
Y esto nos lleva a una situación ganar/ganar.
Primero debemos procurar comprender y después ser comprendido.
Definimos a la madurez como el equilibrio entre coraje y
consideración. Procurar comprender requiere consideración, procurar
ser comprendido requiere coraje. Para este quinto hábito se requiere
un 50% de ambas cosas y como ingrediente final la filosofía
ganar/ganar.
El quinto hábito es poderoso porque se encuentra en nuestro círculo
de influencia y muchas situaciones interdependientes se encuentran
en nuestro círculo de preocupación, como son los desacuerdos,
circunstancias, religión y conducta de otras personas, la clave radica
en no gastar nuestras energías en este último.
Cuando más comprendemos a las otras personas más aprendemos a
apreciarlas, más respeto tenemos hacia ellas, tocamos el alma del otro
y transitamos en suelo sagrado. La paciencia y el respeto nos llevarán
a conseguir el quinto hábito.
Cuando nos comprendemos los unos a los otros, abrimos la puerta a
soluciones creativas y a nuevas alternativas.
SEXTO HABITO: LA SINERGIA
La sinergia significa que el todo es mejor que la suma de sus partes, la
relación de las partes forma una parte más fuerte y sólida. La gran
virtud de la sinergia es sin lugar a dudas, la unión.
La naturaleza nos proporciona muchos ejemplos de sinergia, el desafío
está en que nuestra conducta social nos lleve a la sinergia, mediante
cooperación creativa.
El ejemplo más común de sinergia es la unión de un hombre y una
mujer para crear un hijo. Es el ejemplo más hermoso de sinergia que
nos da la naturaleza. Y esta sinergia nos conlleva a crecer y madurar
en el objetivo que es el hijo.
La comunicación sinérgica implica la apertura de mente y corazón, y
las expresiones usadas con amor y respeto nos brindan nuevas
opciones. La familia es la primera escuela de sinergia comunicativa,
sino aprendemos a establecer buenos lazos de comunicación, como lo
haremos en el campo profesional, pues sin duda no seremos ese
agente de solución ante las crisis.
La sinergia en la comunicación genera altos niveles de confianza y
estos niveles de confianza te llevan al fortalecimiento de valores y
principios y con estos la gama de alternativas crece, llevándonos a un
análisis profundo del problema sin que estos nos afecten
emocionalmente y buscar la solución ideal bajo la filosofía
ganar/ganar.
Muchas de estas alternativas nos pueden conducir a un cambio de
paradigma. En el proceso podemos llegar a niveles de comunicación
tan altos que podemos desnudar falencias o errores que teníamos
contenidos por lo que la sinergia se vuelve negativa, y termina siendo
en un ida y vuelta de confesiones con dardos. Aumentando la
elocuencia de nuestras palabras.
Aquí tenemos a las personas inseguras que por lo general aplican este
tipo de sinergia, tratando de convertir a las otras personas en clones o
víctimas de su propio pensamiento.
Esto nos lleva a valorar las diferencias, si aprendimos bien a
comprender y ser comprendidos podremos encontrar el camino
correcto para que la sinergia negativa la transportemos a una sinergia
positiva.
Si toda la naturaleza es sinergia por efecto de la acción creadora, así
mismo los 7 hábitos tienen acción sinérgica en beneficio de nosotros.
La sinergia genera resultados, reside en nuestro círculo de influencia,
respetando el lado creativo y el lado analítico. Una comunión de todos
tal y como ocurre con la naturaleza.
SÉPTIMO HABITO: AFILE LA SIERRA
Este hábito hace referencia al mejor de todos los recursos, nosotros
mismos. Afile la sierra es una frase que engloba a todos los hábitos en
comunión con nosotros.
Y si decidimos cambiar de paradigmas entonces deseamos la
renovación. Si nos renovamos a nosotros mismos habremos hecho la
inversión más valiosa en nuestras vidas, y tendremos como camino el
cambio en cuatro dimensiones:
La dimensión física consiste en cuidar efectivamente nuestro cuerpo,
con los alimentos correctos, con el descanso suficiente y hacer
ejercicios con regularidad.
El ejercicio es una actividad del cuadrante II, dejamos lo urgente a un
lado, sin restarle la importancia debida como sucede con el cuadrante
I. La mayoría pensamos que no hay tiempo para hacer ejercicios, un
paradigma distorsionado. Nuestro cuerpo necesita resistencia,
flexibilidad y fuerza para poder desarrollar todos los hábitos con
espontaneidad.
La dimensión espiritual nos proporciona liderazgo, relacionada con el
segundo hábito, la dimensión espiritual es nuestro centro, el núcleo,
nuestro compromiso con nuestros valores, aunque la renovación aquí
va más con lo religioso sin perder la parte espiritual.
Esta dimensión nos lleva a la felicidad plena, fuera de lo material esta
dimensión tiene un valor altamente valioso y efectivo en nuestras
vidas, exige que le dediquemos tiempo.
La dimensión mental proviene de nuestra educación formal, pero
lamentablemente cuando abandonamos el sistema educativo, nos
perdemos de la autoeducación que es un valor preponderante en el
crecimiento constante, nuestro pensamiento analítico se pierde,
nuestra capacidad de expresarnos correctamente se deteriora sino
incentivamos constantemente nuestra dimensión mental.
La dimensión social / emocional enfoca los hábitos cuarto, quinto y
sexto centrados en los principios de liderazgo, la comunicación
empática y la cooperación creativa, aquí es donde nuestra vida tiene
un real propósito y sentido, que nos reconoce como importantes, es la
fuerza de la naturaleza dentro de nosotros, la trascendencia en mundo
real y competitivo. La seguridad de saber que uno puede salir
contribuyendo y creando buenos resultados.
El equilibrio en la renovación está en la paridad que le demos a las
dimensiones, ni una más que la otra, todas por igual. Y sobre todo en
la sinergia de la renovación, en un proceso perfecto y continuo que
nos lleve a la calidad total.
Empecemos siempre de adentro hacia afuera, el verdadero cambio
está en ti.
Conclusiones
 El cambio de los paradigmas que nos heredaron nuestros
padres, abuelos y el sistema en sí, deben ser evaluados por
nosotros mismos y definir si es el plan de vida que necesitamos
 Los 2 primeros hábitos son fundamentales para conseguir el
tercero. Sin ser proactivo y creativo, sino usamos la imaginación;
y todo con autoconciencia no podremos llegar a la elaboración
física de la meta, que es el tercer hábito.
 Basarnos en la filosofía ganar/ganar es el camino correcto
donde todos aportamos, crecemos, desarrollamos y alcanzamos
metas comunes.
 Comprender a las personas te abre a un mundo de nuevas
opciones, el saber escuchar es vital, sin juzgar ni concatenar
nuestra biografía en la del otro, la escucha empática te lleva a
nuevas soluciones y alternativas amplias de respuesta.
 La sinergia está en todas partes de la naturaleza, esa acción de
comunión entre todos implica que los 7 hábitos son más que
aplicables para nosotros, el cambio está dentro de nosotros y
procuremos hacerlo para nuestra evolución personal, familiar y
organizacional.
 Los 7 hábitos encierran el cambio de paradigmas, todos están
interrelacionados, equilibrados, el uno no se halla sin el otro,
todos son la motivación para practicarlos en uno mismo.
Descargar