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Aristoteles y la investigacion en torno

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Aristóteles y la investigación en torno a la οὐσία
Francisco Bahamonde Farías
Viña del Mar, octubre de 2017
RESUMEN: El presente trabajo tiene por objetivo delinear algunas líneas de
investigación planteadas por Aristóteles en torno a la οὐσία, centrándonos particularmente
en dos pasajes, a saber, Metafísica Γ 1, 1003a21ss y Metafísica Ζ 1, 1028b2-3. Así, se
intentará mostrar la conexión fundamental de ambos pasajes y cómo aquello que Aristóteles
llama τὸ ἀεὶ ζητούµενον καὶ ἀεὶ ἀπορούµενον es lo que podríamos llamar “τὸ µάλιστα ὄν”,
es decir, “la οὐσία más propiamente tal” o “aquello que realiza más propiamente la acción
de ser”.
Palabras clave: Aristóteles, metafísica, τὸ ὂν ᾗ ὄν, οὐσία.
La obra de Aristóteles se caracteriza por ser enormemente amplia. En sus
investigaciones, el Estagirita abarca distintas áreas del saber, mostrando así que el
θαυµάζειν filosófico podía surgir en base a prácticamente cualquier tema. Sin embargo, de
entre ellos, hay uno en especial que significó una ardua tarea de reflexión. La filosofía
primera, como él la llamaba, no consistía, según su propia caracterización, en alguna de las
ciencias llamadas “particulares” (ἐν µέρει), pues éstas estudian solamente regiones
accidentales del ente1. Por el contrario, la ζητουµένη ἐπιστήµη indaga las causas y principios
más altos, los más universales, de manera que cualquier objeto de estudio queda
comprendido por ellos por la misma universalidad de estos principios.
El establecimiento del problema
Así, la ciencia a la que Aristóteles apunta tiene por objeto el más amplio de todos,
es decir, propiamente tal τὸ ὂν ᾗ ὄν, el “ente en cuanto ente”:
1
ARISTÓTELES, Metafísica Γ 1, 1003a23ss.
Hay una ciencia que contempla el Ente en cuanto ente y lo que le
corresponde de suyo […]. Y, puesto que buscamos los principios y las causas
más altas, es evidente que serán necesariamente principios y causas de cierta
naturaleza en cuanto tal. Por consiguiente, si también los que buscaban los
elementos de los entes buscaban estos principios, también los elementos
tenían que ser del Ente no accidental, sino en cuanto ente. Por eso también
nosotros debemos comprender las primeras causas del Ente en cuanto ente2.
En este sentido, es claro que, para el Estagirita, la investigación propia de esta
ciencia no apunta a tal o cual ente, sino al ente por el lado mismo por donde es ente, es
decir, en su carácter de ente en cuanto que tal, no por ser fuego o aire o agua u otro ente
determinado. Esto, por su parte, nos lleva a plantear la primera pregunta clave en este
trabajo: ¿qué entiende Aristóteles por τὸ ὂν ᾗ ὄν? Desde una perspectiva sencilla,
podríamos decir: τὸ ὂν ᾗ ὄν, como ya hemos señalado, quiere decir, simplemente, el ente en
cuanto ente, esto es, se establece una investigación en torno al ente prescindiendo de sus
determinaciones accidentales. No obstante, ¿agota esta respuesta la cuestión?
Claramente no. Un poco más adelante, en Metafísica Ζ 1, 1028b2-3, Aristóteles nos
señala otra dimensión que tiene esta investigación en torno al ὂν ᾗ ὄν:
Y, en efecto, lo que antiguamente y ahora y siempre se ha buscado y siempre
ha sido objeto de duda: ¿qué es el Ente?, equivale a: ¿qué es la Substancia?3.
Esta afirmación es la segunda pieza clave en este trabajo. Aquí, el Estagirita nos
muestra dos cosas. En primer lugar, esta investigación, tal como él la comprende, es, a su
juicio, una herencia histórica que se remonta prácticamente hasta los primeros pensadores
de la Grecia Antigua. Ésta es la razón por la que se toma la molestia, en el libro A de la
Metafísica, de hacer un breve recuento de las opiniones de los φυσικοί, pues el afán de ellos
es el mismo que motiva a Aristóteles. Sin embargo, como él mismo lo plantea, estas
investigaciones precedentes fueron, en definitiva, demasiado parciales, pues la mayoría de
ellos sólo apuntaba a una causa material (ἐν ὕλης εἴδει)4. En esta línea, el propio Aristóteles
se comprende a sí mismo como una superación de estas investigaciones, en la medida en
2
ARISTÓTELES, op. cit., Γ 1, 1003a21-22.26-32.
ARISTÓTELES, op. cit., Z 1, 1028b2-3. Valentín García Yebra traduce οὐσία por “substancia”, haciendo
patente la dificultad que tuvo para aceptar él mismo esta interpretación (cfr. la introducción a su traducción de
la Metafísica en la Ed. Gredos). Nosotros, por nuestra parte, a lo largo del trabajo usaremos el vocablo οὐσία
para evitar tener que aceptar esta interpretación sin someterla a juicio.
4
ARISTÓTELES, op. cit., A 3, 983b7-8.
3
que, a su juicio, su propia indagación es más comprehensiva que las de los φυσικοί. Esto, a
su vez, le permite plantear que su búsqueda ya no apunta a una determinación material del
ente, sino a una determinación que pertenece de suyo (καθ’ αὑτό) al ente.
En segundo lugar (y esto es lo realmente novedoso), Aristóteles establece la
equivalencia entre las dos preguntas planteadas. Esto quiere decir, a un nivel inicial, que la
pregunta por el Ente indaga lo mismo que la pregunta por la οὐσία. Dicho así, esto puede
parecer una nimiedad: sin embargo, esta equivalencia aristotélica tiene repercusiones
importantes5.
Retomemos el pasaje de Metafísica Z 1. Allí, Aristóteles nos señala que lo que
desde antiguo (πάλαι) y ahora (νῦν) y siempre (ἀεί) se ha buscado, y que nos deja en aporía,
es la respuesta a la pregunta “¿qué es el ente?”. La situación problemática en este nivel
significa, precisamente, saber qué quiere decir τὸ ὄν. En la misma dificultad (ἀπορία,
ἀπορέω) reconoce hallarse el Extranjero de Elea en el Sofista de Platón, en el famoso pasaje
que Martin Heidegger señala como línea conductora de Sein und Zeit, en la línea de una
indagación por el Sinn des Seins que retomaría la investigación griega por τὸ ὄν:
Puesto que nosotros estamos en un aprieto, mostradnos en forma adecuada
qué queréis manifestar cuando mencionáis lo que es. Es evidente que se trata
de algo que vosotros conocéis desde hace mucho, y que nosotros mismos
comprendíamos hasta este momento, pero que ahora nos pone en dificultades
(νῦν δ’ ἠπορήκαµεν)6.
Es más: τὸ ὄν no era una aporía solamente para Platón y para Aristóteles, sino que
lo fue, prácticamente, para toda la tradición presocrática previa a ellos. Para Anaximandro,
τὰ ὄντα son tan problemáticos como para Parménides lo fue τὸ ἐόν; a esta situación alude el
adverbio ἀεὶ introducido en la oración por Aristóteles. Esto quiere decir que τὸ ὄν es de
suyo aporético, en la medida en que siempre nos pone en aprietos a la hora de intentar
responder “qué es”.
Sin embargo, a continuación Aristóteles introduce un nuevo factor, la οὐσία.
Cuando el Estagirita señala “τοῦτό ἐστι”, está expresando un “es decir”, o sea, una
explicación de aquello que acaba de afirmar. Con esto, Aristóteles está encauzando la
5
Por lo demás, el propio Aristóteles retoma esta equivalencia en otras partes de la Metafísica, por ejemplo, en
1069a18, al señalar que περὶ τῆς οὐσίας ἡ θεωρία. Simplemente, en este pasaje se explicita abiertamente esta
equivalencia.
6
PLATÓN, Sofista 244d.
investigación filosófica en torno a τὸ ὄν hacia su propio molino, pues traduce a sus propios
términos aquello que nos pone en aporía.
El problema de fondo es que, lamentablemente, ἡ οὐσία es, al parecer, tan aporético
como el propio τὸ ὄν. Dejando de lado el aspecto lingüístico y de traducción del vocablo (lo
cual nos exigiría extender demasiado la extensión de este trabajo), podemos hacer las
siguientes consideraciones.
Para Aristóteles, el “ente” (τὸ ὄν) se dice de muchas maneras (πολλαχῶς), como él
mismo no se cansa de repetir. Sin embargo, si tomamos τὸ ὄν en su sentido más inmediato,
como el participio presente de εἰµί y comprendemos al ente como “aquello que realiza el
acto de ser”, esto quiere decir que el “ente” puede desplegarse en dos “maneras de ser”: una
manera “principal”7 (κυρίως), independiente (χωριστόν), el ens a se de los escolásticos, que
responde al ὑποκείµενον y a la ὑπόστασις y que realiza el acto de ser por sí misma, es decir,
no necesitando de otro; y otra manera “accidental” que responde a los συµβεβηκότα, el ens
ab alio, que requiere de la manera principal para poder realizar el acto de ser. En este
sentido, el vocablo τὸ ὄν responde a estas dos maneras de ser, tanto la “principal” como la
accidental. A esto apunta el propio Aristóteles cuando señala que “ente”
[…] por sí se dice que son todas las cosas significadas por las figuras de la
predicación; pues cuantos son los modos en que se dice, tantos son los
significados del ser. Pues bien, puesto que, de los predicados, unos significan
quididad, otros cualidad, otros cantidad, otros relación, otros acción o pasión,
otros lugar y otros tiempo, el ser significa lo mismo que cada uno de éstos8.
En esta perspectiva, los términos ὑποκείµενον y ὑπόστασις pueden reservarse para
aquella manera de ser “principal”, en la medida en que ambos expresan dos dimensiones
paralelas de la misma realidad: por un lado, el ὑποκείµενον apunta a aquello que sub-yace
(literalmente, ὑπό-κειται) bajo los accidentes, es decir, que los soporta y les da el apoyo que
requieren para poder ejecutar su manera dependiente de realizar la acción de ser; mientras
que ὑπόστασις responde a aquello que resiste (ὑπό-ἵστησι) el cambio accidental.
Así, hemos visto que τὸ ὄν significa estos dos modos de realizar la acción de ser, la
“principal” y la accidental. Sin embargo, no por esto podemos considerar que οὐσία sea lo
mismo que el accidente, porque esto entraría en flagrante contradicción con la definición de
7
8
Decimos “principal” para evitar el vocablo “sustancial”.
ARISTÓTELES, Metafísica ∆ 7, 1017a22-28.
οὐσία que el propio Estagirita propone en Metafísica ∆ 8. Por ello, hemos de entender que,
cuando Aristóteles plantea esta equivalencia entre ὄν y οὐσία, lo hace desde la perspectiva
de que está preguntando no solamente por el accidente (que también es ὄν), sino por τὸ
µάλιστα ὄν: por aquello que más propiamente realiza la acción de ser. En este sentido, la
filosofía primera tiene por objetivo indagar τὸ ὂν ᾗ ὄν, “el ente en cuanto tal”, pero no
puede quedarse en la mera indagación del ὄν en cuanto que accidente, sino que debe tender
ante todo a la investigación de la manera “principal” de realizar el acto de ser. Por ello, en
este sentido podemos entender a la οὐσία como “τὸ µάλιστα ὄν”, es decir, aquello que
realiza plenamente el acto de ser, sin dependencia de otra cosa. De esta manera, cuando
Aristóteles señala que preguntar por τὸ ὄν quiere decir indagar por la οὐσία, está pensando
en que la filosofía primera tiene por tarea investigar esta forma “principal” de realizar la
acción de ser, pues sólo ella es ὂν ᾗ ὄν.
A modo de conclusión
La indagación por la οὐσία en Aristóteles significa un problema del cual debemos
hacernos cargo en filosofía. La herencia del Estagirita se hace notar en la historia del
pensamiento occidental, pues la introducción del vocablo οὐσία en un sentido
específicamente técnico9 repercute a la hora de establecer, en primer lugar, una traducción
para él, y a la hora de señalar qué quiere decir en un sentido profundo. Respecto de lo
primero, podemos encontrar evidencia de esta dificultad lingüística ya en Cicerón, cuando
él introduce el término latino essentia como la traducción más propia del griego οὐσία, y lo
propio observa san Agustín en De Civitate Dei10. Respecto de lo segundo, basta con lanzar
la mirada sobre la historia de la filosofía y comprobar cómo la investigación en torno a la
οὐσία y en torno a lo que este vocablo significa continúan hasta nuestros días, haciendo
efectivo, así, la propia afirmación del Estagirita, quien señalaba que esto era lo ἀεὶ
ζητούµενον, lo “siempre buscado”, al punto de que lo sigue siendo hasta hoy.
9
El carácter técnico de esta expresión no es un invento propio de Aristóteles. Es muy probable que el
Estagirita haya estado influido por Platón en esta acepción de οὐσία, inspirándose en el famoso pasaje del
República que plantea que ἡ τοῦ ἀγαθοῦ ἰδέα está επέκεινα τῆς οὐσίας (PLATÓN, Rep. 509b) o por otros
pasajes como Rep. 485a o 359a.
10
Cfr. SAN AGUSTÍN DE HIPONA, De Civitate Dei XII, 2; PL 41, 350. Sin embargo, esta pregunta, que inquiere
si οὐσία debe traducirse por sustancia o por esencia, queda para otra investigación.
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