Universidad de Chile Facultad de Arquitectura y Urbanismo Magíster de Urbanismo Curso: Políticas Públicas II Control de lectura 1: POLITICA NACIONAL DE DESARROLLO URBANO, Ciudades Sustentables y Calidad de Vida Profesora: Viviana Fernández P. Estudiante: Elías Farías C. a) Comente los elementos de diagnóstico de la Política (Parte 3). ¿Detallaría más alguno de los planteados? ¿Agregaría alguno otro? El “Diagnóstico crítico” de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (en adelante PNDU) aborda de manera resumida 7 temáticas que, en términos generales, podríamos afirmar que contienen los principales desafíos que deberá enfrentar la planificación urbana en el futuro próximo. A continuación comentaré los aspectos que me parece es necesario profundizar más (en algunos puntos, no todos), o lisa y llanamente no se tocan en este diagnóstico. En el punto “Población urbana y viviendas” se presenta una síntesis de las principales tendencias que afectan la planificación urbano-habitacional de nuestras ciudades, además se agrega interesante información sobre el comportamiento y la tendencia del mercado inmobiliario, y las dinámicas de crecimiento que se dan entre las ciudades y los territorios con suelo agrícolaforestal. En este sentido, si bien esta primera sección es una síntesis muy acotada de tales tendencias, igualmente logra poner sobre el tapete parte de los desafíos que deberá enfrentar la planificación urbana en lo que al mercado inmobiliario se refiere. Ahora bien, no obstante ello la primera sección no menciona problemáticas de primera relevancia para la planificación urbana, como por ejemplo los problemas de articulación entre los diversos instrumentos de planificación existentes, o los obstáculos jurídicos que dilatan en demasía la aprobación de los Planes Reguladores Comunales. Lo que finalmente resulta en que en este punto queden vacíos que impiden vincular el comportamiento específico del mercado de la vivienda, con los instrumentos y marcos regulatorios que dan forma concreta a los conjuntos habitacionales. El punto “Déficit habitacional y cobertura de servicios básicos” aparece tratado de manera muy general y se presentan cifras que hacen el ver el problema de manera optimista. Sin embargo, como es sabido por todos, en términos de cobertura habitacional persisten grandes problemas como por ejemplo todo lo referido a los “deudores habitacionales”, los problemas de hacinamiento (especialmente en las áreas centrales de ciudades como Santiago) y el tema de los allegados. Así, vemos que este punto es sumamente parcial y no aborda la real dimensión del problema. Esta situación se torna más problemática si consideramos que en ninguna parte se menciona el incremento del déficit habitacional provocado por el terremoto de febrero del 2010. Por tanto, considero que este punto de la parte 3 es sumamente crítico, no solo porque omite problemas relevantes relacionados con el déficit habitacional, sino que también porque las cifras que se presentan parecen menores al déficit habitacional real del país después del último terremoto. En el punto “Protección del patrimonio” se observa que aunque en lo que al patrimonio material se refiere se identifica uno de los problemas más graves (la gestión y el financiamiento de los bienes inmuebles declarados patrimoniales), en lo que concierne al patrimonio inmaterial solo se menciona el tema, pero no se abordan las implicancias que puede traer el no resguardo y protección de este tipo de patrimonio. En este sentido, al diagnóstico le falta profundizar mucho más en este problema, identificar los vacíos legales que impiden tratar los aspectos naturales e intangibles del patrimonio de las comunidades, identificar los organismos públicos que pueden intervenir en su fortalecimiento (Bienes Nacionales y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, por ejemplo), y destacar la importancia que tiene el patrimonio inmaterial en términos de fortalecimiento de la integración social, el sentido de pertenencia y la identidad de las comunidades locales. Por último, en lo que a los aspectos no tratados se refiere considero que existen al menos 3 temas que, dada su relevancia en el contexto actual de nuestras ciudades, son ineludibles y no son tratados en este capítulo de la PNDU: - Participación ciudadana: en términos de generar un mayor vínculo entre la comunidad y el entorno urbano que habita es imprescindible involucrar a la primera en los procesos de toma de decisión que les afecta. Tema de primera relevancia para la planificación urbana pero que no es abordado como un problema. - Conectividad y transporte: el crecimiento progresivo de nuestras ciudades más importantes ha traído consigo un aumento del parque automotriz y los consiguientes problemas de congestión que esto implica. Aspectos de primera importancia para la planificación del crecimiento de nuestras ciudades, pero que no son abordados en esta parte del documento. - Actualización de los instrumentos de planificación territorial: en muchas partes de la PNDU se mencionan los aspectos problemáticos de los instrumentos de planificación territorial, sin embargo, al momento de hacer el diagnóstico solo se mencionan algunos de los temas más críticos en el punto “Sistema de gobierno de las ciudades y el territorio”. Acá si bien se mencionan algunos temas, la relevancia del problema es de tal magnitud que bien merecería un punto exclusivo para ella que no solo mencionara cuanto tardan en aprobarse los Planes Reguladores Comunales, sino que también mencionara los problemas de articulación a diferentes escalas de los instrumentos, las instancias de participación social que requieren los diferentes instrumentos, entre otros temas. b) A su juicio cuáles serían los principales aportes de la nueva Política y cuáles sus principales debilidades o dificultades de implementación. En términos generales, es posible afirmar que una de las principales virtudes de la nueva política dice relación con recoger y abordar parte importante de los temas que han estado en el centro del debate público sobre la planificación urbana. En efecto, la PNDU toca temas vinculados con la desigualdad y la segregación en las ciudades chilenas, los problemas medioambientales y de sustentabilidad de los asentamientos humanos, la necesidad de actualizar normas y reglamentos jurídicos que afectan la planificación urbana, los problemas de articulación, dialogo, y coordinación entre los diversos instrumentos de planificación territorial y la necesidad de crear autoridades metropolitanas en las áreas urbanas más grandes del país, entre otros temas de primera relevancia en el ámbito del urbanismo y la planificación territorial. Si bien esto constituye un importante paso en el reconocimiento de las problemáticas de nuestras ciudades desde el ámbito público, la principal dificultad de la PNDU radica en que muchos aspectos y problemas que pretende abordar implican la modificación de una serie de leyes, reglamentos y decretos que difícilmente puede llevarse a cabo considerando lo lento, burocrático y dificultoso que resulta hacer cambios legales en nuestro país. Situación similar ocurre si consideramos que parte importante de los objetivos que la política se plantea exigen la concurrencia y accionar de múltiples servicios públicos y diversos ministerios. En efecto, si bien es cierto que para abordar problemáticas como la integración social en las ciudades, la sustentabilidad y medioambiente, o el patrimonio y la identidad, es necesario generar coordinaciones intersectoriales que permitan abordar los problemas de manera integral y multidimensional hasta ahora la experiencia demuestra que los programas que han pretendido alcanzar la multisectorialidad tienen serios problemas de implementación. Así ha ocurrido por ejemplo con las coordinaciones que se han debido realizar entre el MINVU y el Ministerio de Bienes Nacionales en el caso de los Parques Urbanos, entre el MINVU y la Consejo de Monumentos Nacionales en el caso de la protección de bienes patrimoniales, o entre el MINVU y el MOP en casos de programas que requieren intervenciones de obras públicas. Considerando este escenario más realista resulta dudoso que se puedan alcanzar objetivos como los siguientes: - - - 1.2.1 Formular y fortalecer programas públicos de integración social urbana, con participación intersectorial y un enfoque integrado, identificando “zonas de inversión pública prioritaria” o sujetas a incentivos o subsidios especiales, incluyendo la participación activa de los involucrados. 1.4.3 Propiciar la disponibilidad de terrenos subutilizados de propiedad fiscal o de entidades relacionadas con el Estado. 1.5.1 Establecer programas de educación para fortalecer la preocupación por la vida en comunidad, la conciencia ciudadana, el cuidado de los espacios públicos, el valor de la asociatividad y el sentido de pertenencia. 1.5.3 Incorporar en las políticas de vivienda social programas multisectoriales de habilitación social, de educación y capacitación. 2.3.3 Fijar condiciones para que mediante reglas preestablecidas, objetivas y de aplicación general, los proyectos de todo tipo se hagan cargo de las externalidades negativas que produzcan, en términos de impactos sociales, o sobre el medio natural, sobre el espacio público o sobre los sistemas de transporte. Estos son solo algunos ejemplos de los objetivos de la PNDU que requerirían un intenso trabajo multisectorial y de modificación de normativas vigentes para poder implementar medidas que se orienten a su cumplimiento. Así, en síntesis, se observa que el principal desafío que enfrentará la PNDU será generar las condiciones normativo-jurídicas y de coordinación intersectorial que le permitan abordar de manera exitosa los objetivos que se plantea. c) Seleccione y comente uno de los 5 ejes temáticos de la Política, haga referencia a otros documentos de ser necesario Para el caso de esta pregunta tomaré el eje temático 1: Integración social. En concordancia con los diagnósticos que señalan que la segregación social y desigualdad en el espacio urbano es una de las problemáticas más importantes de nuestras ciudades, el eje temático Integración Social es el más extenso de todos los que plantea la PNDU en términos del número de objetivos que se indica querer alcanzar (38 en total divididos en 7 grandes objetivos). En relación a su estructura el eje se divide en objetivos que pretenden: (i) alcanzar el acceso equitativo a los bienes públicos urbanos, (ii) revertir las situaciones de segregación urbana, (iii) evitar el desarrollo de nuevas situaciones de segregación, (iv) definir una política de suelo urbano que propenda a la integración social, (v) fomentar el desarrollo de comunidades locales, (vi) incrementar la conectividad, accesibilidad y seguridad, (vii) y propiciar la integración de las comunidades aisladas. Respecto del primero de los puntos si bien se menciona una serie de bienes públicos urbanos que, en un futuro de mediano a largo plazo1, deberán estar distribuidos equitativamente entre la población urbana, no se menciona uno de especial importancia para los sectores más pobres del mundo urbano: el equipamiento urbano comunitario. Este punto es sensible porque bien es sabido que en muchos sectores de vivienda social no existe tal equipamiento, o bien cuando éste existe no están los recursos para su adecuada mantención y gestión. Además, el tema del equipamiento comunitario se torna aún más sensible si consideramos que en la medida que se tengan espacios para que la comunidad local se organice y participe, ésta tendrá más posibilidades de desarrollar su asociatividad, generar instancias de participación comunitaria, formar su identidad colectiva y sentido de pertenencia con el entorno, etc. Aspectos todos que pueden afectar el logro de otro de los grandes objetivos que este eje de la política se plantea: el desarrollo de comunidades locales. En lo que refiere a los comentarios generales de este eje se visualizan dos grandes problemas. Por un lado se plantea fuertemente la idea de reutilizar espacios urbanos residuales dentro de las ciudades para impedir su expansión innecesaria y favorecer la integración social. Sin embargo, llama de inmediato la atención que este tipo de propuestas tengan nula o escasa consideración en instrumentos de planificación tan importantes como el PRMS100. En efecto, este documento más que reubicar a la población en zonas pericentrales de Santiago (cercanas a infraestructura, servicios y equipamiento urbano), lo que propone es extender la periferia aún más, especialmente en aquellas comunas que ya cuentan con una gran cantidad de población viviendo en los márgenes de Santiago2. El otro problema importante dice relación con la ausencia de la dimensión medioambiental en este eje. Si bien en el eje “Equilibro ambiental” se hace mención explícita a dos objetivos del eje “Integración social”, igualmente se esperaría un tratamiento especial del tema medioambiental en este último, sobre todo considerando que nuestras ciudades se caracterizan no solo por la desigualdad en términos de equipamiento urbano, habitacional y de áreas verdes, sino que también por los fuertes desequilibrios que existen en términos de riesgos naturales, manejo y gestión de residuos, concentración de actividades productivas contaminantes, etc. Por tanto, si bien el eje Integración social detalla una serie de propuestas que, en caso de llegar a ejecutarse correctamente, bien pueden combatir la tendencia a la desigualdad y segregación en nuestras ciudades, igualmente presenta vacíos temáticos e incoherencias con otros instrumentos que levantan suspicacias y escepticismos respecto de la capacidad real que tendrá este eje de la PNDU para solucionar el tema de la desigualdad y la segregación en la ciudad. 1 La PNDU señala explícitamente que su implementación será gradual. Si se analizan los volúmenes de expansión que propone el PRMS100 se tiene que en promedio los cuatro subsectores que ampliarán su límite urbano lo harán en 1.415 hectáreas. En cambio, las áreas de reconversión industrial solo alcanzan un promedio de 218 hectáreas, ausentándose esta modalidad en la mitad de los subsectores que amplían su área urbana. 2