Subido por Katyuska Amaro Barrios

6. Conocimientos y Prácticas Salud RN rural

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Estudio sobre dimensión cuantitativa y
concepciones y cuidados comunitarios de la
salud del recién nacido, en un área rural andina
y amazónica del Perú
Capítulo II: Componente Antropologico
Consultora: Carmen Yon Leau, M.A., MPhil.
21 de Mayo de 2010
1
Índice
Siglas y acrónimos
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Introducción
4
Prologo
I.
III.
Concepciones y prácticas comunitarias relacionadas con el cuidado del
recién nacido en los pueblos Awajún y Wampis (Condorcanqui,
Amazonas)
Concepciones y prácticas comunitarias relacionadas con el cuidado del
recién nacido en comunidades quechuas de Grau (Apurímac)
Conclusiones para posibles intervenciones
30
54
IV
Recomendaciones
70
Referencias bibliográficas
79
Anexo: Listado de comunidades visitadas
81
II.
7
2
Siglas y acrónimos
EESS
ENDES
ITS
JUNTOS
MINSA
OMS
RENIEC
SIS
TMI
UNICEF
Establecimientos de Salud
Encuesta Nacional de Demografía y Salud Familiar
Infecciones de Transmisión Sexual
Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres
Ministerio de Salud
Organización Mundial de la Salud
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
Seguro Integral de Salud
Tasa de Mortalidad Infantil
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
3
CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS RELACIONADAS CON LA SALUD Y EL CUIDADO DE
LOS RECIÉN NACIDOS EN ÁREAS RURALES ANDINAS Y AMAZÓNICAS 1
PROLOGO
La presente publicación forma parte del esfuerzo realizado para conocer con mayor profundidad la
magnitud y los factores sociales, culturales y de atención en los servicios de salud, que contribuyen a
los altos niveles de mortalidad que aun registra el Perú.
La primera fase de la investigación, identifico la magnitud de la mortalidad neonatal, así mismo a
través del estudio de casos se aproximo a identificar estos factores. En esta fase, se conto con la
asistencia de EVALUA, institución especializada en realizar estudios e investigaciones. El estudio se
realizo en las provincias de Condorcanqui, Región Amazonas y Grau, Región Apurimac,
seleccionadas con el propósito de acercarnos a conocer esta problemática en espacios geográficos y
culturales tan distintos como la amazonia y los andes del sur del país.
La experiencia acumulada por el Peru en el desarrollo de intervenciones para reducir la mortalidad
materna, incluyo la identificación de las brechas y conflictos entre la forma como los
establecimientos de salud brindan la atención a las madres gestantes y parturientas y los
conocimientos y prácticas de las comunidades, así como la percepción que de estos servicios se tiene
en las comunidades.
El Perú, es un crisol de culturas, 56 grupos étnicos ocupan gran parte de la extensión territorial del
país, especialmente en áreas rurales andinas y amazónicas. Cincuenticuatro de estos grupos habitan
la jungla amazónica, pero sin embargo solo representan el 3% de la población nacional. Este hecho
junto con su dispersión y aislamiento geográfico, hace que en general aun permanezcan excluidos de
los servicios básicos, específicamente de los servicios de salud.
La escasa presencia de servicios de salud y los grandes desencuentros culturales entre estas
comunidades y los profesionales responsables de los servicios de salud, explican en gran medida los
altos niveles de mortalidad materna y del recién nacido que se registran en estas áreas del país.
El presente estudio pretende iniciar un camino similar al que se transitara en el proceso de reducción
de la mortalidad materna. Su realización no ha estado exenta de dificultades, debido a la falta de
antecedentes de estudios de similares características en el Perú y en otras partes del Mundo, por lo
que prácticamente constituye un estudio inédito.
Para su realización se conto con el apoyo de dos profesionales antropólogos, conocedores de la
realidad andina y amazónica, Efraín Cáceres y Armando Medina. Ellos debieron convivir con las
comunidades para acercarse a identificar, observar e interpretar las percepciones, conocimientos y
prácticas que sobre el cuidado, atención y valoración del recién nacido, incluyendo su muerte se
tiene en estas comunidades. Nuestro profundo agradecimiento a ellos. Así mismo, queremos
reconocer el trabajo de la Lic. Carmen Yon, quien realizo en una fase posterior un trabajo de
homogenización de ambos estudios realizados por separado.
Esperamos que esta publicación contribuya a que las autoridades nacionales y regionales, así como el
personal de los establecimientos de salud, mejoren y adecuen, los programas e intervenciones
dirigidos a mejorar la salud de los recién nacidos y manera específica contribuir a reducir los altos
niveles de mortalidad neonatal que aun se registran en el país.
4
INTRODUCCIÓN
Este documento presenta los hallazgos y recomendaciones de un estudio cualitativo sobre
concepciones, conocimientos y prácticas relacionados con la salud y cuidado del recién nacido en
dos áreas rurales de la sierra y selva del Perú. Con su publicación se busca contribuir a un mejor
conocimiento de la diversidad de lógicas culturales y prácticas comunitarias relativas a la salud
materna y del neonato, particularmente en zonas de exclusión social y escaso acceso a los servicios
de salud. De igual modo, se quiere aportar a un genuino diálogo intercultural entre los servicios
oficiales de salud y la población de zonas culturalmente diversas, cada cual con sus propios saberes,
potencialidades y limitaciones para asegurar la sobrevivencia, salud y nutrición de las mujeres
gestantes y recién nacidos. Nuestro propósito final es contribuir a disminuir la mortalidad neonatal
mediante la promoción de prácticas comunitarias adecuadas para la atención del parto, y el cuidado
de las mujeres embarazadas y los recién nacidos; así como la mejora de la calidad de los servicios de
salud materno-infantil y el acceso cultural a los mismos.
¿Por qué estudiar las prácticas comunitarias relacionadas con el cuidado del recién nacido?
La morbilidad y mortalidad del recién nacido es uno de los problemas de salud pública de
mayor relevancia y que menor atención ha tenido en los programas sanitarios. De acuerdo a la
ENDES 2005-2007, la mortalidad neonatal constituye el 62% de la mortalidad infantil. La
mortalidad neonatal como proporción de la mortalidad infantil se ha incrementado, subió de 52% a
55% entre 1990-1995 y 1995-2000 y a 57% en el 20062.
Es un error pensar que la mortalidad neonatal sólo puede reducirse con tecnología costosa de
alto nivel y atención institucional. Las causas directas de muerte neonatal más frecuentes son la
asfixia en el parto, el síndrome de dificultad respiratoria en recién nacidos prematuros y la sepsis
neonatal temprana (The Lancet, 2005: 16). Estas complicaciones pueden prevenirse en etapas
tempranas con intervenciones de relativo bajo costo desde la etapa gestacional, durante la atención
del parto, el puerperio temprano y al mes del nacimiento. Un análisis de las pruebas de eficacia y
efectividad de una gama de intervenciones posibles para reducir la mortalidad perinatal y neonatal
(Ver tabla No 1), permite identificar acciones efectivas en los establecimientos de salud tanto
primarios como en los de mayor capacidad resolutiva, pero también en el hogar y en la comunidad.
Así, hay un grupo de intervenciones efectivas que se sostienen en el auto cuidado materno y el
cuidado de la gestante y del recién nacido por la familia y la comunidad.
Uno de los requisitos básicos para poner en práctica intervenciones efectivas, es conocer y
entender las concepciones y prácticas existentes en las comunidades con elevadas tasas de
mortalidad neonatal, identificando aquellas que favorecen o dificultan su reducción. Así mismo, es
indispensable que los establecimientos de salud tengan las competencias y capacidad resolutiva
necesarias, y que puedan establecer un diálogo cultural equitativo con la comunidad y las madres y
padres de familia. Esto último tiene una importancia de primer orden, considerando la pluralidad
2
Este documento ha sido elaborado por Carmen Yon Leau con la supervisión técnica de Mario Tavera Salazar
(UNICEF). Integra los resultados del estudio realizado por Armando Medina Ibañez (Condorcanqui) y Efraín Cáceres
Chalco (Grau) bajo la coordinación de Alejandro Bardales Hoyos (Evalúa Perú), en el marco de una consultoría para
UNICEF.
5
cultural existente en el Perú y la reconocida importancia de integrar la medicina tradicional a los
sistemas de salud nacionales cuando esto es apropiado (OMS, 2002).
Tabla No 1: Pruebas de eficacia de
intervenciones
Fuente: The Lancet. Supervivencia Neonatal, Marzo, 2005.Serie OPS/FCH/CA/05.7.E.
El estudio
El estudio cualitativo que aquí se incluye tiene como antecedente una investigación
conducida por UNICEF (Bardales et. al., 2009, s/p) sobre la mortalidad neonatal en zonas rurales de
las provincias de Condorcanqui (Amazonas) y Grau (Apurímac). De acuerdo a las estimaciones
realizadas, en la provincia de Condorcanqui la tasa de mortalidad infantil (TMI) es de 28.5 por mil
nacidos vivos y en Grau asciende a 30.2 por m.m.v., muy por encima del promedio nacional de 18.5
por m.n.v. La mitad de las muertes infantiles en Condorcanqui corresponde a la mortalidad neonatal,
mientras que en Grau, se trata del 30%.
Se identificaron los siguientes factores que inciden en la decisión tardía de la población para
buscar ayuda en la atención del recién nacido: falta de conocimiento y subestimación de signos de
peligro del recién nacido, desconfianza en el personal de salud, barreras económicas y desencuentro
entre el sistema médico oficial y el sistema médico tradicional (andino o amazónico). Por el lado de
la oferta de los servicios de salud oficial, se observó que el enfoque de interculturalidad está aún
ausente y no se traduce en prácticas para la atención del parto y, menos todavía, para el cuidado del
recién nacido. En todos los establecimientos visitados3 se pudo verificar que es limitado el
conocimiento de la norma técnica para la atención del parto vertical. Aunque se trata de
establecimientos de salud que atiende población eminentemente rural, el personal de salud no ofrece
la atención del parto vertical, con excepción de uno de ellos donde sí se da esta opción a las mujeres.
También se encontró una percepción equivocada del personal de salud sobre la escasa valoración que
le da la población rural a la muerte del recién nacido, además de dificultad para incidir en temas
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3
INEI. ENDES 2000. ENDES Continua 2006.
Se visitaron un total de siete establecimientos de salud, cuatro hospitales, dos centros de salud y un puesto.
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específicos orientados a prevenir la muerte neonatal y adaptar los paquetes de intervenciones
vigentes a las características propias de cada zona (Bardales et. al, 2009: 92; 151).
Teniendo en cuenta estas evidencias sobre la preeminencia de los sistemas de salud
tradicional en las dos zonas visitadas, así como las brechas culturales entre servicios de salud y la
población, se decidió realizar el estudio: Prácticas, cuidados y concepciones comunitarias del recién
nacido, en un área rural andina y amazónica del Perú. Esta investigación tuvo como objetivo
profundizar en la identificación de las concepciones, conocimientos y prácticas comunitarias
relacionadas con la salud y cuidados del recién nacido en las provincias de Condorcanqui
(Amazonas) y Grau (Apurímac). Se abordaron los cuidados que se toman en cuenta durante el
embarazo, el parto y el puerperio temprano. También se exploraron las concepciones, conocimientos
y valoraciones que sustentan estas prácticas. Finalmente, se indagó sobre la identificación y
tratamiento de enfermedades del recién nacido, y las redes de apoyo familiar y comunitario para
atender la salud del neonato, incluyendo la participación del padre.
La metodología fue fundamentalmente cualitativa, en tanto se trató de identificar y entender
las prácticas comunitarias desde la perspectiva de la propia población, y los contextos socioculturales en que estas prácticas cobran sentido. Sendos antropólogos llevaron a cabo entrevistas en
profundidad con madres y padres de familia (por separado), abuelas y ancianas con un importante
papel en la transmisión del conocimiento, parteras, autoridades comunales y promotores de salud.
Complementariamente, también se entrevistó a personal de salud y registradores civiles. Así mismo,
se realizó observación etnográfica de madres con niños y niñas recién nacidos. En Condorcanqui, se
hicieron, además, grupos focales con madres y padres de familia (por separado) y personal de salud.
En la provincia de Condorcanqui (Amazonas) el ámbito del estudio comprendió un centro
poblado y 11 comunidades nativas Awajún y Wampis de los distritos de Santa María de Nieva,
Cenepa y Río Santiago. En la provincia de Grau se visitaron 15 comunidades quechuas en los
distritos de Progreso, Chuquibambilla y Vilcabamba. Ver relación de las zonas de estudio en el
Anexo.
Organización del documento
Este documento tiene cuatro partes. Las dos primeras presentan los principales hallazgos del
estudio en las provincias de Condorcanqui y Grau, respectivamente. La tercera parte, está dedicada a
las conclusiones de ambos estudios y cuando es pertinente, plantea un diálogo crítico entre las
prácticas comunitarias de ambas zonas de estudio y las prácticas de la biomedicina. La cuarta y
última parte, propone algunas recomendaciones basadas en los hallazgos y conclusiones del estudio.
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RESUMEN EJECUTIVO
Este documento presenta los hallazgos de un estudio cualitativo sobre concepciones,
conocimientos y prácticas relacionadas con la salud y cuidado del recién nacido en comunidades
Awajún y Wampis de la provincia de Condorcanqui (Amazonas), y comunidades quechuas de la
provincia de Grau (Apurímac). Se realizaron entrevistas en profundidad con madres y padres de
familia, abuelas y ancianas con un importante papel en la transmisión del conocimiento, parteras,
autoridades comunales y promotores de salud. Complementariamente, también se entrevistó a
personal de salud y registradores civiles. Así mismo, se realizó observación etnográfica de madres
con niños y niñas recién nacidos. En Condorcanqui, se hicieron, además, grupos focales con madres
y padres de familia, y personal de salud.
El análisis y conclusiones del estudio pretenden sentar algunas bases para un diálogo crítico y
equitativo entre la biomedicina que practican los servicios de salud oficiales y la medicina tradicional
local vigente en las comunidades visitadas. Entendiendo que tanto la biomedicina como la medicina
tradicional local ofrecen ventajas y desventajas a las poblaciones estudiadas, se han identificado
prácticas comunitarias favorables o potencialmente favorables, y potencialmente desfavorables o
riesgosas para la salud de la madre y el neonato. Ello, en la perspectiva de que las intervenciones
comunitarias para prevenir la mortalidad neonatal recuperen y fortalezcan las prácticas locales
favorables y contribuyan, mediante un diálogo crítico y respetuoso, a re-pensar y cambiar
gradualmente las prácticas desfavorables o potencialmente riesgosas.
CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE SALUD EN UN PAÍS PLURICULTURAL
1. Vigencia de concepciones y prácticas de salud tradicionales
En las dos zonas de estudio, Condorcanqui (Amazonas) en la Amazonía y Grau (Apurímac)
en el sur andino, se encuentran vigentes prácticas tradicionales para el cuidado de las mujeres
embarazadas, la preparación y atención del parto, así como para el cuidado de la salud, prevención y
tratamiento de las enfermedades del recién nacido. Estas prácticas tradicionales son expresión de la
diversidad cultural del Perú y revelan aspectos más amplios de la historia, la cultura y organización
social de las comunidades Awajún y Wampis en Condorcanqui, y de las comunidades quechuas de
las zonas rurales de Grau. Muchas de ellas, son compartidas por mujeres madres de diferentes
edades, sus esposos, y otros integrantes de la familia y la comunidad.
Un aspecto común en las comunidades amazónicas y andinas estudiadas, es una visión del
mundo en la que el bienestar, la salud y enfermedad de los seres humanos depende de su relación
armoniosa con los otros miembros de la sociedad, la naturaleza y el mundo mágico-religioso. Desde
esta visión, se amplía la concepción biomédica del riesgo obstétrico y neonatal, incluyendo también
el ámbito emocional, espiritual, social y cultural.
2. Coexistencia y relación con la biomedicina y los servicios de salud oficiales
Se observa una suerte de coexistencia “complementaria” de la medicina tradicional vigente
en las comunidades de las zonas de estudio y la biomedicina que se practica en los servicios de salud
oficiales. Con excepciones (Grau), los servicios de salud del MINSA se mencionan como la última
alternativa para enfrentar situaciones graves que la medicina tradicional no puede resolver. Esta
información parece contradictoria con el incremento del parto institucional en Grau, y por
consiguiente, de la atención del recién nacido en los establecimientos del MINSA, como lo muestra
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el estudio que da origen al presente (Bardales et. al., 2009). Sin embargo, el sistema de sanciones e
incentivos al que se asocia este incremento, dificultan afirmar que en todos los casos se trata de un
cambio asociado a las preferencias de la población.
Un elemento central en la relación de las poblaciones visitadas con los EESS son los distintos
niveles de desconfianza que se observan en relación a estos y ciertos insumos que ofrecen a las
gestantes y neonatos (claramente, el sulfato ferroso y las vacunas en Condorcanqui). En cuanto al
personal de salud, en algunas entrevistas se aprecia una suerte de “tolerancia estratégica” frente a las
costumbres de la población, la que tiene como principal motivación incrementar el parto
institucional.
EMBARAZO
3. Prácticas comunitarias favorables o potencialmente favorables para el cuidado del
embarazo:
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Buscar una mejor alimentación de la gestante para alimentar al bebé: Se come más
veces al día de lo que normalmente acostumbran (Grau), o se escogen ciertos alimentos que
se asocian a la producción de leche, como el pijuayo y la perdiz (Condorcanqui).
Evitar esfuerzos físicos y caídas, aunque sólo se hace efectivo en algunos casos por falta de
apoyo en labores domésticas y de la chacra.
Involucramiento del esposo: En Condorcanqui se observa que el esposo tiene un rol activo
en los cuidados de la alimentación de la gestante (traer alimentos considerados de buena
calidad). En ambas zonas de estudio, hay también un involucramiento del esposo en los
preparativos para la atención del parto domiciliario (preparación de ambiente; búsqueda de
plantas medicinales y persona que atenderá el parto).
Evitar riesgos sustentados en la analogía y el simbolismo, protegerse de los malos
espíritus y satisfacer antojos: Desde el punto de vista de la biomedicina, estas prácticas no
tendrían un efecto directo sobre la salud de la madre y el recién nacido, sin embargo son muy
importantes por la tranquilidad emocional que proveen a la gestante. Así mismo, en el caso
de la satisfacción de antojos asociada a los abortos y complicaciones en el parto, la mujer
puede satisfacer algunas necesidades alimenticias que en un contexto de extrema pobreza
pueden tener pocas posibilidades de ser realmente priorizadas o atendidas.
4. Prácticas desfavorables o potencialmente desfavorables para el cuidado del embarazo:
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Posible limitación de la ingesta de proteínas de origen animal: En las comunidades
quechuas de Grau se deja de consumir carne considerada muy cálida o fría (ej., vaca o
chancho). En Condorcanqui, se prohíbe comer carne de monte (ej., sachavaca o venado) en
las semanas próximas al parto para evitar que el espíritu de estos animales tomen el espíritu
del bebé y le causen dolencias o la muerte (fenómeno denominado “cutipado”).
Limitación de la cantidad de alimentos y preferencia por niño pequeño: En las
comunidades nativas de Condorcanqui se limita la cantidad de alimentos que come la
gestante para que el niño sea pequeño al nacer y así evitar complicaciones en el parto.
Rechazo del sulfato ferroso: En Condorcanqui se rechaza el sulfato ferroso por su sabor y
efectos secundarios, lo que se ve acentuado por la desconfianza de los pobladores a los EESS
y la medicina occidental, en general. De otro lado, en ambas zonas de estudio, existe la
percepción de que las mujeres incluyen en su dieta el consumo de alimentos con alta
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concentración de hierro, por lo que sus necesidades de hierro ya estarían cubiertas. Sin
embargo, esto último requiere ser estudiado.
Consumo de plantas medicinales: En Condorcanqui, durante el embarazo y, especialmente,
en los días previos al parto, la mujer consume plantas medicinales con la finalidad de evitar
complicaciones en el parto. Sería necesario observar las propiedades y efectos de estas
plantas, así como las cantidades consumidas.
Falta de apoyo cuando se hacen esfuerzos físicos: La ayuda de los esposos para las tareas
más pesadas depende de si se encuentran presentes en la comunidad, y de las relaciones y
roles de género.
Maltrato del esposo: En Grau se mencionan casos de maltrato físico del esposo a la mujer
embarazada, los que si bien son rechazados por la comunidad y las parteras, no se denuncian.
Demora en el uso de los servicios de salud frente a complicaciones en el embarazo: No se
mencionan signos de complicaciones del embarazo que indiquen la necesidad de acudir al
EESS por estar en riesgo la vida o salud de la madre y del feto.
PARTO
5. Preferencias para la atención del parto
En las comunidades rurales de Grau hay un acceso creciente a la atención del parto
institucional (71.6% en toda la provincia para el 2007) y del recién nacido, mientras que en las
comunidades nativas de Condorcanqui, la mayoría de partos son domiciliarios (Bardales et. al.,
2009). Se sugiere que en Grau han influido medidas como multas e incentivos (incluyendo el
Programa JUNTOS). Otra de las razones, sería que las comunidades quechuas de Grau son más
accesibles geográficamente, pudiendo llegarse a ellas por carretera en tiempos relativamente cortos.
Por el contrario, las comunidades nativas de Condorcanqui generalmente sólo son accesibles por los
ríos, e implican una fuerte inversión de tiempo y dinero.
En Grau, sea que las mujeres tengan un parto domiciliario o institucional, las prácticas,
rituales y especialistas de salud tradicionales (parteras), siguen siendo un referente importante para
darle confianza y tranquilidad emocional a la mujer y su familia. Algunos proveedores de salud
entienden la importancia de que las prácticas tradicionales se realicen en los EESS, pero esto
dependería más de una “tolerancia estratégica” y no del conocimiento y aplicación de la norma de
atención intercultural del parto existente.
6. Prácticas favorables o potencialmente favorables para la madre y recién nacido en la
atención tradicional del parto:
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Ambiente privado y culturalmente adecuado: La mayor confianza y tranquilidad que
ofrece un ambiente preparado según las preferencias y códigos culturales de la parturienta,
favorece su concentración en el trabajo de parto, así como la secreción de las hormonas que
se requieren en este proceso. La privacidad e intimidad que se busca en ambas zonas de
estudio también sería favorable para el neonato, pues ayudarían a mitigar el contraste entre el
ambiente uterino, tranquilo y con estímulos suaves, y el ambiente externo donde es recibido.
Posiciones verticales: En Condorcanqui y Grau, las distintas posiciones verticales (sentada,
en cuclillas, parada, etc.) que usan las mujeres para dar a luz, son favorables para la madre y
el niño cuando se trata de un parto normal. Facilitan la salida del bebe y la dilatación del
cuello uterino, entre otros beneficios reconocidos.
Estar en movimiento: En Grau, las parteras recomiendan caminar y cambiar de posiciones
para no enfriar el cuerpo, lo que favorece la dilatación y el descenso del feto.
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Limpieza de secreciones bucales y nasales del neonato: En ambas zonas de estudio, una de
las primeras prácticas al recibir a recién nacido están dirigidas a limpiar las secreciones
bucales y nasales del niño, lo que ayudaría a evitar la asfixia.
Protección térmica del bebe: Se siguen prácticas que ayudan a que el neonato no pierda
calor, siendo mayor esta preocupación en Grau debido a las bajas temperaturas. En
Condorcanqui, ha habido un cambio respecto a la costumbre de bañar inmediatamente al
bebe, ahora se procede a limpiarlo sin inmersión en el agua.
Corte tardío del cordón umbilical: En los dos ámbitos de estudio existe la práctica de
cortar el cordón umbilical de manera tardía y cuando está de color blanco y deja de latir o
palpitar. Esto es beneficioso para la prevención de la anemia en los primeros seis meses de
vida y de la hemorragia intraventricular.
Manejo de riesgos conocidos en el puerperio inmediato: Se busca prevenir complicaciones
y la muerte de la puérpera mediante prácticas, que aunque no tienen un efecto en el
organismo biológico de la mujer, si poseen una gran importancia desde las nociones locales
de protección y riesgo, por lo que le dan tranquilidad a la mujer y su familia. Por ejemplo, en
Grau, se usa una faja para evitar que la matriz “se suba” al “extrañar al feto” y evite que la
mujer pueda seguir respirando.
Ritos protectores asociados a la placenta y el cordón umbilical: Tanto en Condorcanqui
como en Grau, la placenta recibe un tratamiento ritual. En Condorcanqui, una vez que se cae
el cordón umbilical, también sigue similar tratamiento que la placenta. Estos ritos tienen en
común buscar la protección de la madre puérpera de enfermedades y complicaciones, así
como proteger la salud y bienestar futuro del recién nacido.
Apoyo del esposo en el parto: El esposo tiene un rol central en ambas localidades de
estudio, sea para buscar ayuda o apoyar a la mujer durante el trabajo de parto (esto último es
más extendido en Grau). Esto es potencialmente beneficioso para identificar y ayudar con
mayor rapidez a la parturiente en caso de complicaciones.
Redes de apoyo: En Condorcanqui y Grau, el parto es un evento familiar y social. El
involucramiento de la familia y comunidad favorecerían redes de apoyo amplias para actuar
frente a emergencias.
7. Prácticas potencialmente riesgosas o riesgosas para la madre y el recién nacido durante el
parto tradicional
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Dar a luz sola: En Condorcanqui, muchas madres prefieren dar a luz solas y buscar apoyo
cuando ya nació el bebé, lo que se debe a sentimientos de pudor frente al hecho de que sus
genitales puedan estar expuestos o se oigan sus gritos. De darse complicaciones, no habría
nadie que les ayude a reconocerlas y buscar atención oportuna.
Manejo de complicaciones y retraso en buscar ayuda en los servicios de salud: Las
prácticas tradicionales para enfrentar complicaciones en el parto (ej., tomar plantas
medicinales o sahumerios), pueden distraer la acción inmediata de trasladar a la madre al
EESS en situaciones peligrosas, como cuando hay parto prolongado, hemorragias o retención
placentaria.
Maniobras que pueden ser peligrosas: En Condorcanqui, una de las prácticas comunes
para enfrentar el parto prolongado es la presión abdominal con diferentes elementos. Esto
puede ser riesgoso si no es manejado adecuadamente y bajo un diagnóstico definido sobre la
posición del niño en el vientre.
Caída del bebé al suelo: Entre los Awajún y Wampis de Condorcanqui existe la práctica de
que el bebé descienda directamente al suelo, debido a que este sería su primer contacto con el
espíritu de la tierra (Nugkui), que de este modo lo reconocerá como su hijo/a y protegerá.
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Aunque se busca amortiguar la caída (con ropa, plásticos o cáscaras de plátano), habría el
riesgo de que esta no sea controlada adecuadamente.
Prioridad en la atención de la madre: En Grau, las parteras y la familia dan prioridad al
cuidado de la madre en el puerperio inmediato, ya que consideran que es un momento muy
vulnerable en el que corre riesgo de morir y su muerte tiene grandes consecuencias para la
continuidad de la familia. Como consecuencia, puede descuidarse la identificación de alguna
necesidad o urgencia del recién nacido, lo que retardaría la atención o traslado al EESS.
Medidas de higiene: No se mencionan prácticas de aseo de de la zona perineal de la
parturienta antes del parto, de las manos de quien atiende el parto, o el lugar en que este
ocurre y se coloca al recién nacido. Respecto al cordón umbilical, si bien se busca que los
instrumentos con que se corta estén limpios, no siempre se desinfectan (Condorcanqui).
CUIDADOS DEL RECIÉN NACIDO Y DE LA MADRE EN EL PUERPERIO
8. Concepto y valoración del recién nacido y de la madre en el puerperio
Hay un mayor entusiasmo y preferencia por el nacimiento de un hijo varón debido a una
mayor valoración de los roles y privilegios de género masculinos. Sin embargo, no hay evidencias de
que esta mayor preferencia y valoración del hijo varón influya en los cuidados que se le brinda a la
hija mujer en los primeros días y semanas de vida.
En ambas zonas de estudio existe una denominación especial para los recién nacidos, que
aluden a que son pequeñitos (Condorcanqui) o tiernos (Grau), implicando en ambos casos mayores
vulnerabilidades y también cuidados. Estos cuidados siguen pautas culturales locales que tienden a
mantener al neonato dentro de la casa y al cuidado de la madre. Ello, por que se evita la exposición a
lo que se consideran potenciales riesgos que están en el medio ambiente, el mundo espiritual y social,
como los espíritus de personas fallecidas, el frío y el viento (Grau), o el contacto con lugares,
animales o personas que pueden transmitirle sus características, energías o apropiarse del espíritu del
bebé (Condorcanqui).
El puerperio se considera un periodo de gran vulnerabilidad para la madre. En ambos lugares
se recomienda que esté en reposo durante varias semanas (hasta cuatro), evite hacer esfuerzos físicos,
salir de casa, exponerse al frio y comer ciertas comidas muy frías o calientes.
9. Prácticas favorables o potencialmente favorables para el cuidado del recién nacido:
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Noción de cuidados especiales requeridos por el prematuro: En ambas localidades se
reconoce que el recién nacido prematuro requiere ser alimentado de manera especial, así
como mantener una adecuada temperatura. En Grau, dado el mayor uso de los servicios de
salud para el parto, los bebés prematuros reciben los primeros cuidados en los EESS. En
Condorcanqui, estos cuidados se darían principalmente en la comunidad, dependiendo de los
conocimientos, actitudes y recursos de la madre para su sobrevivencia.
Lactancia temprana y uso del calostro: En ambos lugares, las prácticas de alimentación del
recién nacido incluyen la lactancia materna desde los primeros días de nacido. Esto
representa un cambio respecto a la práctica de desechar el calostro para la alimentación del
niño, sobretodo en Condorcanqui, donde existe la idea de que la madre debe primero hacer
dieta antes de amamantar al bebé para que mejore su leche. No obstante, este proceso de
cambio en Condorcanqui es limitado, debido al bajo uso de los servicios de salud.
Contacto piel a piel: El contacto físico entre la madre y el bebe es muy estrecho desde su
nacimiento y durante los días que siguen, lo que favorecería a la lactancia. En el caso de
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Condorcanqui, el contacto piel a piel se facilita por que los recién nacidos de las comunidades
nativas no suelen usar ropa. En el caso de Grau, lo frío del clima condiciona que el contacto
entre madre e hijo esté usualmente mediado por la ropa. Sin embargo, la madre suele hacer
dormir al bebe en su regazo y tenerlo permanentemente junto a ella.
Prácticas tradicionales de abrigar y estimular al bebé: Existen prácticas tradicionales que
benefician el abrigo del bebe con potenciales beneficios adicionales: i) En Condorcanqui, se
usa el tarashí o vestido de la madre que cubre al recién nacido (que suele estar desnudo) y le
facilita estar en contacto con el pecho de la madre. ii) En Grau, el walt’ado, o práctica de
envolver al bebé de manera ajustada con varios pañales, ayudaría a mantener abrigado al
bebe, con la ventaja adicional de favorecer el desarrollo de los bebés prematuros.
10. Prácticas desfavorables o potencialmente desfavorables en el cuidado del recién nacido:
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Restricciones alimenticias de la madre en el puerperio: Siguiendo similares criterios que
durante el embarazo, en ambos lugares se excluyen una serie de alimentos, como carne de
ciertos animales y vísceras. Se requiere conocer si los nutrientes de los alimentos que dejan
de consumir son reemplazados por otros, pues de lo contrario esto afectaría la salud de la
madre y la calidad de su leche.
No despertar al bebé para alimentarlo: En Condorcanqui, no se suele despertar al recién
nacido para alimentarlo, pudiendo pasar varias horas sin lactar. Se piensa que el bebé está
soñando con su futuro (su “visión” o manera de contacto con el mundo espiritual) y que se
encuentra “dietando” (forma de purificación), ambas prácticas muy valoradas por los
Awajún y Wampis.
No uso del calostro, inicio tardío de la lactancia materna, e introducción precoz de
alimentos: En Condorcanqui, pese a que se está cambiando esta práctica, aun persiste la idea
de que el calostro no es una leche de buena calidad, por lo que la lactancia no se inicia
inmediatamente. Adicionalmente, junto con la lactancia materna, se acostumbra a ofrecer el
niño otros alimentos en baja proporción (ej., masato dulce).
Aplicación de enemas: Entre los Awajún y Wampis se acostumbra a aplicar enemas con
plantas medicinales al recién nacido desde su primera semana de vida con fines de limpieza y
protección de las enfermedades. Aunque no se han documentado las consecuencias de estos
enemas, se sabe que la evacuación de meconio es un hecho fisiológico y hay la posibilidad de
provocar daños físicos al introducir sustancias al intestino del recién nacido.
La aplicación de enemas tiende a contraponerse al uso de vacunas, y en general, a ir al
establecimiento de salud: Las madres indicaron que se opondrían al uso de vacunas si sus
bebés han recibido enemas, pues los efectos de ambos productos pueden ser
contraproducentes. Además, una vez aplicados los enemas, el bebé debe permanecer en casa
durante el primer mes para evitar ser contagiado de enfermedades. Estas prácticas,
disminuyen la posibilidad de que los bebés sean llevados al EESS para pasar por los controles
para reducir la mortalidad neonatal tardía.
Falta de cercanía y contacto físico con el padre por temor al cutipado: Aunque esto viene
cambiando en algunas familias con mayor influencia urbana y mestiza, muchos padres
Awajún y Wampis recién tienen contacto físico con sus hijos cuando ya tienen tres o cuatro
meses para evitar cutiparlos, o trasmitirles el olor o los malos espíritus de animales o plantas
que puede haber recogido en el monte durante la caza.
LOS PROBLEMAS DE SALUD Y LA MUERTE DEL RECIÉN NACIDO
11. Principales enfermedades del recién nacido reconocidas
13
En Condorcanqui los mayores peligros para el recién nacido están representados por el
fenómeno del cutipado (arriba descrito), entre cuyos efectos se encuentran diarreas y problemas
respiratorios. También se mencionan: el susto, el mal de ojo, la disentería, anemia y picadura de
insectos. En Grau, las enfermedades de las que las madres cuidan más a sus hijos recién nacidos son
el qhayqa y el “mal del viento”. El qhayqa se produce cuando uno se encuentra con el alma de las
personas que han fallecido o el viento de estas almas, sus principales síntomas son el dolor de
estómago y los vómitos. El mal del viento se asocia con el enfriamiento del bebé. Además se han
referido: los resfríos, la tos por el frío y la diarrea.
12. Concepciones sobre la muerte del recién nacido
Al igual que las enfermedades, la muerte neonatal en ambas zonas, se asocia principalmente
con causas vinculadas con el medio natural, espiritual y social que los rodea. Ello contrasta con las
“causas directas” de estas muertes reconocidas por la biomedicina, las que están en relación con
agentes patógenos, o el mal funcionamiento de algún órgano o aparato del cuerpo humano.
La muerte de los recién nacidos genera una profunda tristeza en las familias y la comunidad
en su conjunto. Así como se les valora en vida, es muy importante el modo en que se trata al recién
nacido fallecido, se le despide del mundo de los seres humanos y se les entierra. La autopsia de ley
para constatar la causa de muerte resulta ser un procedimiento inhumano, incomprensible y doloroso
para los pobladores rurales andinos de Grau, lo que podría ayudar a entender el nivel de subregistro
de los recién nacidos fallecidos en comunidades andinas alejadas.
13. Apoyo comunitario, rutas y tratamientos para los problemas de salud del recién nacido
En Grau, el tratamiento de los problemas de salud del bebé en las primeras horas de vida
suele ocurrir en los EESS debido al incremento de partos institucionales. Un problema crítico a
tomar en cuenta son las consecuencias para la economía familiar de que los padres permanezcan
varios días fuera de la comunidad mientras se estabiliza la salud de sus hijos, lo que podría ser un
disuasivo importante para algunos de ellos debido a la precariedad de la economía campesina.
Cuando el problema de salud ocurre en la comunidad, en ambas zonas, lo común es recurrir
en primer lugar a la medicina tradicional y sólo al final de la ruta, a los servicios de salud. Sin
embargo, en Grau se observa una mayor diversidad de comportamientos y algunas situaciones de
tensión entre diferentes formas de curar, que no se encontraron en Condorcanqui, probablemente
debido a que relación con los servicios de salud oficiales es menor. Así, en Grau, hay algunos casos
de madres que llevan directamente a sus bebés a los EESS cuando tienen problemas estomacales o
respiratorios. A la vez, hay quienes retornan a la medicina tradicional al no encontrar cura definitiva
en los servicios de salud, en los que no confían plenamente.
14. Aspectos favorables o potencialmente favorable en la identificación de las enfermedades del
recién nacido y su tratamiento:
-
-
Reconocimiento de signos: Tanto en Condorcanqui como Grau se reconocen signos de salud
y enfermedad del neonato que podrían ayudar a las mujeres a buscar ayuda oportuna. Estos
signos se refieren a la coloración de la piel, el movimiento del niño y el llanto del mismo.
Red de apoyo: En ambas zonas de estudio existe una clara disposición del entorno familiar y
comunitario de proveer cuidados especiales a la madre y al recién nacido. Esto facilitaría
tener una amplia red de apoyo en caso de una emergencia.
14
-
Pautas de conducta: Así mismo, se estipulan pautas de conducta para la prevención de
enfermedades del recién nacido que favorecen la idea de la responsabilidad de los padres en
el cuidado del bebé, además de fomentar prácticas que benefician la salud de la madre y el
recién nacido. Así, en Condorcanqui, el padre y la madre deben evitar las relaciones sexuales
durante el puerperio para que el bebé no sea cutipado, lo que favorecería la recuperación de
los órganos sexuales de la mujer después del parto, así como el contagio de infecciones de
transmisión sexual. En Grau, la madre debe estar siempre junto a su bebé para evitar la
qhayqa, lo que la alerta de estar siempre pendiente del recién nacido y facilitaría la
identificación de algún problema de salud u otro riesgo.
15. Aspectos desfavorables o potencialmente desfavorables en la identificación de las
enfermedades del recién nacido y su tratamiento:
-
Retraso de uso de servicios de salud: La asociación de problemas estomacales o
respiratorios con el cutipado (Condorcanqui), la qhayqa o mal del viento (Grau), podría
dificultar el diagnóstico y tratamiento de la septicemia y otras enfermedades graves que
requieren atención de los servicios de salud. Así mismo, el uso de tratamientos de la medicina
tradicional podría retrasar la búsqueda de ayuda o tratamiento eficaz para malestares que
podrían ser manifestaciones de enfermedades infecciosas.
Limitadas posibilidades de la madre para salir de casa: El hecho que la madre permanezca en
cama o sin posibilidades de movilizarse fuera del hogar las primeras semanas posteriores al parto
(como parte de los cuidados especiales en el puerperio), dificulta que acuda al servicios de salud p
15
I. CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS COMUNITARIAS RELACIONADAS CON EL
CUIDADO DEL RECIÉN NACIDO
EN LOS PUEBLOS AWAJÚN Y WAMPIS (CONDORCANQUI, AMAZONAS)
1. CONTEXTO SOCIAL Y CULTURAL: ASPECTOS GENERALES
Los Awajún y Wampis, también denominados Aguarunas y Huambisas, pertenecen a la
familia etnolingüística de los Jíbaro. Paulatinamente, se han unido en un solo grupo, habitan en
espacios geográficos contiguos, tienen las mismas raíces culturales y comparten similares
costumbres. Con una población calculada en aproximadamente 60 mil habitantes4, son los grupos
étnicos de la Amazonía peruana con mayor volumen poblacional después de los Asháninka. En el
departamento de Amazonas son los grupos indígenas más numerosos. Se concentran en la provincia
de Condorcanqui, que comprende los distritos de Santa María de Nieva, El Cenepa y Río Santiago,
los que fueron visitados durante el estudio.
El 85.09% de la población de Condorcanqui es rural y el 91% tiene como lengua materna una
lengua nativa diferente al castellano (INEI, Censo 2007). La provincia de Condorcanqui es la de
mayor nivel de exclusión social dentro del departamento de Amazonas5 y la de más difícil acceso.
Sus tres distritos se encuentran en pobreza extrema (Foncodes, 2006). Las vías de acceso a las
comunidades Awajún y Wampis de los distritos mencionados, son muy escasas. La carretera llega
hasta Nieva, capital del distrito de Santa María de Nieva. Desde esta capital solo se puede acceder a
los pueblos por vía fluvial. Los medios de transporte más rápidos (chalupas y deslizadores) que
prestan servicios de traslado de pasajeros desde Santa María de Nieva a otros distritos son
administrados por empresas de mestizos. La población indígena no accede fácilmente a este tipo de
transporte por su alto costo.
Departamento de Amazonas –
Provincia de Condorcanqui
Los medios de transporte utilizados
frecuentemente por Awajún y Wampis son
botes, balsas, peque peques y canoas, que son
fabricados artesanalmente de la madera que
extraen de los bosques. Estas embarcaciones
son usadas para desplazarse a comunidades
cercanas o poder llegar hasta sus chacras. Sin
embargo, hay una creciente integración de los
pueblos Awajún y Wampis a los medios de
comunicación. La telefonía satelital y la radio
están llegando paulatinamente a las diferentes
comunidades de la provincia de Condorcanqui.
Hasta la década del 90 los medios de
comunicación en estas comunidades eran
escasos y se usaban fundamentalmente formas
tradicionales de comunicación, como sonidos,
símbolos e imágenes (Medina, 2008).
4
Cálculo con base al censo de 1993, que registró 45,137 individuos Awajún y 5,545 Wampis.
De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el Fondo de la Naciones Unidades para el Desarrollo
(PNUD), para el año 2005 el departamento de Amazonas poseía un índice general inferior al promedio nacional (0.5976).
La provincia de Condorcanqui es la de menor índice, con 0.5185, siendo una de las más bajas del país.
5
16
Las actividades productivas de la población Awajún y Wampis en Condorcanqui, están
constituidas principalmente por la caza, la pesca, la recolección y la agricultura de subsistencia. La
caza y la pesca son actividades socialmente asignadas a los varones. Mientras tanto, la cosecha diaria
de la yuca y su recolección, además del cuidado de los hijos y la preparación de alimentos, son
asignadas a las mujeres. Además de las actividades asignadas por género, hay otras en las que
participa toda la familia de manera complementaria o coordinadamente. Por ejemplo, cuando se
realiza la apertura de la chacra donde el hombre realiza las actividades de tala y quema de los
árboles, las mujeres se dedican a la siembra y el cultivo de la misma, tarea que a veces también
incluye la participación de niños y niñas. De la misma manera, hombres y mujeres de diferentes
edades participan de la pesca (aunque conceptualmente se considera una actividad masculina) con la
excepción de las mujeres que están menstruando o gestando. Ello, porque se considera que el olor de
la sangre de la menstruación puede echar a perder el pescado, y que el embarazo podría verse
comprometido por el contacto con algunos tipos de peces.
De acuerdo a un estudio realizado en el distrito de Río Santiago (Condorcanqui), similar a los
otros dos distritos de Condorcanqui, la tasa de analfabetismo en el 2003 fue de 19.7%, porcentaje
superior al promedio nacional de 12.3%. Del total de analfabetos, el 66% correspondía a las mujeres
y 34% a los varones6. El promedio de años de estudio de las mujeres era de 3.6 frente a 5.7 de los
hombres. La diferencia entre hombres y mujeres respecto al acceso a la educación va acentuándose
progresivamente hasta que en el grupo de 15 a 17 años el porcentaje de no asistencia es 13% en lo
hombres y 33% en las mujeres. Las principales causas por las que las mujeres dejan de estudiar son
el inicio precoz del embarazo y la convivencia, además de las razones económicas (Op. cit., 2003).
Al igual que otros pueblos amazónicos, los Awajún y Wampis que habitan en el
departamento de Amazonas, han venido experimentando procesos de transformación cultural y en su
organización social y política7. Actualmente, hay un mayor contacto con las áreas urbanas, salen más
hacia ciudades como Bagua o Nieva, a estudiar, hacer tramites o por tener familiares. Estos procesos
inciden en su sistema de género (Seitz Lozada, 2005; Fuller, 2009) e influirían, de modo heterogéneo
y gradual, en sus prácticas culturales relacionadas con el cuidado de la salud y el recién nacido.
Uno de estos cambios estaría relacionado con el abandono de la mujer y los hijos por parte de
los varones. Tradicionalmente, entre los Awajún y Wampis, existían una serie de mecanismos de
regulación y control para garantizar que se formen familias que permita la reproducción social y
cultural de sus pueblos. El matrimonio significaba una responsabilidad compartida donde el hombre
y la mujer estaban preparados para afrontar los roles de géneros asignados según la división sexual
del trabajo. Se buscaba que los jóvenes varones fueran diestros en las actividades de la caza y la
pesca, así como que tuvieran un dominio del bosque como principal fuente de alimento. En el caso
de las mujeres, éstas debían demostrar habilidades domésticas como preparar bien el masato y reunir
condiciones de manejo de la chacra. Actualmente, los jóvenes se “juntan” (conviven) sin
necesariamente tener la intención de formar una familia. Esto da pie, más adelante, a la disolución
de los hogares. Los varones abandonan la familia, dejando tras ellos a madres “solteras” (separadas)
con varios niños, y en algunos casos, hijos sin reconocer.
También se ha reportado una alta incidencia de la violencia contra la mujer y las violaciones
sexuales. Estudios del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)8 indican que en 578
6
Cifras tomadas del censo local hecho por la DISA Bagua. En: Bardales et. al., 2003: Informe final de la Línea de Base.
Proyecto Promoción del desarrollo sostenible en la Amazonia, ejecutado por UNICEF.
7
Aunque, en comparación con las poblaciones Awajún de San Martín, las que habitan en la zona fronteriza de Amazonas
mantienen patrones más tradicionales debido a su más reciente incorporación a las vías de comunicación (Fuller, 2009).
8
Línea de base del Proyecto Promoción del Desarrollo Humano Sostenible – UNICEF.
17
hogares entrevistados, el 100% de las mujeres expresó ser víctima de maltrato conyugal o de
violencia por parte de familiares cercanos (citado por CARE, 2007). También se mantienen los altos
índices de suicidios femeninos, que serían una forma de expresar protesta y descontento frente a una
gran humillación o infelicidad (Brown, 1986; Bant, 1999; Fuller 2009).
Ello no quiere decir que anteriormente hubiera relaciones de género equitativas y las uniones
conyugales fueran frecuentemente estables. Como indica Fuller (2009), el matrimonio implicaba un
fuerte desbalance entre los géneros, debido a que el varón tenía la posibilidad de rechazar a una
esposa, pero la mujer no tenía derecho de poner fin a un matrimonio que ya no deseaba. También se
producían separaciones y conflictos conyugales, los que se debían usualmente a acusaciones de
adulterio y a la negativa de la esposa a la pretensión del marido de tomar otra esposa (poliginia).
Actualmente, las acusaciones se concentran en la falta de cumplimiento de los roles y
responsabilidades de género del varón (no mantener a sus hijos) y la mujer (no cumplir con sus roles
domésticos), además de la violencia contra la mujer, la bigamia y la infidelidad (Fuller, op.cit.: 24;
36).
En términos de la organización política de los pueblos Awajún y Wampis, esta
tradicionalmente se estructuraba en torno a las guerras que la población mantenía. Desde la
promulgación de la Ley Nacional de Comunidades Nativas en 1974, estas obtuvieron títulos de sus
tierras y se organizaron bajo el nuevo sistema nacional de comunidades nativas. En concordancia con
este sistema, actualmente en cada comunidad existe un Apu o máxima autoridad políticoadministrativa elegida democráticamente y con la participación de la población. Sus funciones son
velar por la tranquilidad de la comunidad y tener la capacidad de dirimir los conflictos. El Apu surge
como resultado del contacto cultural con la sociedad nacional y en los últimos tiempos es un cargo
ejercido por jóvenes que tienen estudios secundarios y manejan mejor el idioma castellano.
Cosmovisión Awajún y Wampis
La cosmovisión es la manera de ver el mundo, incluyendo las presuposiciones y conceptos
básicos con los que interpretamos tanto sus dimensiones espirituales como materiales. Los Awajún y
Wampis tienen una cosmovisión tripartita del mundo donde habitan diferentes seres que interactúan
entre sí:
-
-
En el cielo vive el dios masculino Apajui (nuestro padre Dios), la deidad masculina Etsa
(sol), los Ajútap (almas de los antiguos guerreros) que aparecen en las visiones como
animales que dan conocimientos y poderes a los vivos, las almas iwaji, las estrellas y la Vía
Láctea (Íwanchi Jínti), que son el camino que siguen los muertos para llegar al cielo.
En la tierra viven los seres humanos, animales, plantas y algunos seres sobrenaturales.
En el mundo subterráneo habita la deidad femenina Nugkui (espíritu de la tierra) y en las
profundidades de los ríos lagunas y remolinos vive la deidad Tsugki (espíritu del río), que
tiene la forma de la boa y es fuente de poderes chamánicos. (Regan, 2003)
Para los Awajún y Wampis, todos los seres que habitan en estos tres mundos tienen vida
propia y pueden enviarles mensajes para orientar su diario vivir (Medina y Mayca, 2006). Una
manera de comunicar estos mensajes es mediante sueños o visiones.
Salud y enfermedad
La salud de una persona implica vivir en armonía con la familia y la comunidad, los espíritus
y la naturaleza. Contrariamente, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre los seres
18
humanos, la naturaleza y los espíritus. Así, la enfermedad no es solamente un desequilibrio
fisiológico, sino con los seres que habitan en el mundo que los rodea. Por ello, se suele explicar la
enfermedad en función de causas externas (p. ej. enfermedad atribuida al arbusto, cocha, viento), o
desde lo que podemos denominar, sus causas indirectas.
Las prácticas de cuidado durante el embarazo y la atención del parto, así como los primeros
cuidados brindados al recién nacido por los Awajún y Wampis, tienen relación con distintos mitos
que provienen de sus ancestros. Algunos de los mitos que se relacionan con las prácticas actuales
pueden haberse perdido en el tránsito de generación en generación. Sin embargo, las prácticas
vinculadas con estos mitos aún se mantienen y su cumplimiento es considerado de gran importancia,
describiéndose como costumbres que aprendieron de sus ancestros (Medina, 2006). Así, por
ejemplo, los Awajún y Wampis buscan el apoyo de los espíritus para el cuidado del recién nacido,
como son: la tierra (Nugkui), el agua (Tsugki) y los espíritus de plantas como el toé (asociado al
mito de Bikut). Confian en su poder para proteger al recién nacido de la influencia de otros espíritus
que pueden hacerle daño, como el espíritu de algunos animales que queda plasmado en el olor que
dejan por el lugar donde transitan. Este efecto se hace extensivo también al aroma de algunas plantas
(frutos, flores, y semillas). Awajún y Wampis relacionan alma, esencia y aroma, asumiendo que el
olor de estas plantas y animales es una manifestación de su espíritu, el cual puede dañar al bebito
(“cutipar” o transmitirle sus características o energía). Más adelante se abordan las implicancias de
esta concepción del mundo para el cuidado del recién nacido.
Si bien se vienen dando procesos de cambio cultural entre los Awajún y Wampis del
departamento de Amazonas, las concepciones y prácticas tradicionales son fundamentales en los
cuidados que se siguen durante el embarazo, parto, puerperio y cuidado del recién nacido.
Usualmente, se usan principalmente plantas medicinales locales, dietas y rituales. Tradicionalmente
las mujeres, y especialmente las de mayor edad, son las mayores conocedoras del uso de plantas
medicinales (remedios vegetales) y los cuidados durante el embarazo, parto, puerperio. Sólo en
última instancia se busca ayuda en los servicios de salud que practican la medicina occidental
(Bardales et. al., 2009).
Recién nacido
La población Awajún y Wampis no establece indicadores cronológicos para diferenciar a los
grupos etáreos. Para referirse al “recién nacido” utilizan las siguientes denominaciones: uchi pipish,
kapagtush, magchush, que significan bebito o niño pequeñito. Para el caso de las niñas, se les
denomina nuaush pipish (niña pequeñita) o, uchuchuni (chiquitita). La categoría recién nacido o
“bebito” se diferencia del término “niño” porque este último incluye a los pequeños con mayor
tiempo de vida. Se observa que, denominan “bebito” al recién nacido desde el primer día de vida
hasta, aproximadamente, los dos primeros meses de edad. Luego de esta etapa (los dos primeros
meses de vida), se le denomina “niño” pues se observa una mayor interacción entre el nuevo ser y las
personas en su entorno (padres, hermanos, abuelos). Este término “niño” constituye una categoría
especial, pues la finalización de esta etapa de crecimiento no está determinada en el tiempo.
2. EL EMBARAZO
2.1.Expectativas y sentimientos antes del nacimiento del bebe
La llegada de un futuro bebé suele ser bien acogida por la comunidad, que expresa su alegría
mediante el cuidado hacia la madre embarazada. La razón es que el embarazo se asocia al aumento
poblacional y de la fuerza de trabajo dentro del entorno familiar y comunal:
19
Acá cuando una mujer se embaraza es motivo de alegría y no hay el criterio de que tienes
muchos hijos, sino más bien se alegran que va a tener hijos ya que se considera que es muy
poca la población Awajún y es necesario aumentarlo… (Grupo focal, padres, Cenepa)
… cuando una mujer se embaraza se alegran que va a tener hijos… además cuando hay una
familia numerosa, el trabajo es más participativo… en los trabajos familiares que siempre se
considera que debe existir el apoyo familiar para la techa, construcción de casas.
(Entrevista, madre, Río Santiago)
Los embarazos no deseados ocurren tanto en las jóvenes y adolescentes solteras como entre
las mujeres casadas. Muchas de las adolescentes y jóvenes embarazadas son abandonadas por su
pareja. En los casos de embarazos no deseados, se observan diferentes desenlaces: algunas mujeres y
su pareja lo asumen con resignación, otras esperan su nacimiento para entregarlos a algún pariente o
persona de la comunidad que los críe como propios, y otras mujeres recurren al aborto mediante el
uso de plantas.
El aborto es percibido como algo negativo porque constituye un peligro para la vida de la
madre y puede llegar a generar conflictos en las comunidades, ya que el padre es sancionado por la
comunidad cuando la mujer fallece debido al aborto.
Ahorita se ve el aborto como algo peligroso para la madre, porque le puede causar la
muerte… Después viene el pleito con los demás parientes, para ver quién la ha
embarazado. En la comunidad estos pleitos lo resuelven los Apus, si la mujer está
embarazada y el hombre no quiere responder y la mujer aborta y se muere, entonces
tiene que responder ante la familia y la comunidad y le ponen una sanción (multa,
idenmnización, peque peque, escopeta, etc.). (Entrevista, registrador civil, Santa María
de Nieva)
2.2. Cuidados en el embarazo
El primer indicador del embarazo para las mujeres Awajún y Wampis es la ausencia de la
menstruación, a lo que denominan “no haber visto la luna” o “no haber visto el lucero”. Se usa las
fases de la luna como criterio para calcular el tiempo de embarazo y las fechas probables de parto.
Esto les ayuda a determinar los cuidados que requieren como gestantes y los preparativos para el
parto.
Cuando una mujer está embarazada empieza a cuidarse desde el principio... Y nosotros
decimos cuando estamos embarazadas “he perdido mi luna” pues para nosotros no existe la
palabra menstruación. “Nantujum makejaje”, con eso decimos: “seguro que está
embarazada”, también decimos “se ha perdido mi lucero”, eso está en relación a la época
de la luna. (Grupo focal, madres, Santa María de Nieva)
Está presente la idea de que la gestante requiere cuidados especiales desde el inicio del
embarazo, siendo fundamentales los cuidados en su alimentación. En el siguiente acápite
profundizaremos sobre este punto.
Cuidados nutricionales de la madre
Se considera que la alimentación de la gestante es fundamental para reducir peligros durante
el embarazo y el parto, así como aumentar la posibilidad de leche para el recién nacido luego del
20
parto. Esta alimentación se basa principalmente en frutos y carnes que son considerados de buena
calidad por la comunidad. De igual modo, se establecen una serie de prohibiciones respecto a ciertos
alimentos (“dietar”) que son considerados como elementos contaminantes, principalmente por el olor
que éstos desprenden.
La familia sí tiene especiales cuidados con la mujer que pronto dará a luz, para ello el padre
se prepara con alimentos y frutos, por ejemplo le dan mucho pijuayo en forma de caldo, eso
dicen que se le da para que pueda tener mucha leche, también le dan perdiz, porque dicen
que es muy sustanciosa …. (Entrevista, madre, Bajo Kananpa)
Cuando faltan pocas semanas para el parto se prohíbe comer carne de monte (sachavaca,
venado) por el temor al cutipado. Se piensa que el espíritu de los animales cazados en el monte (por
el esposo) puede tomar por revancha el espíritu del hijo del cazador, causándole múltiples dolencias
en el cuerpo, e incluso la muerte (Bardales et. al., 2009).
Se busca controlar el tamaño del niño al nacer mediante la regulación de la cantidad de
alimentos que ingiere la gestante, así como la restricción de ciertos alimentos que engordan, como
los dulces. Esto se debe a que los Awajún y Wampis prefieren que los niños tengan un tamaño de
regular a pequeño para garantizar un “buen parto”, ya que los niños de gran tamaño se perciben
como un riesgo para la madre y el hijo/a. Ello está condicionado por la preferencia de tener un parto
domiciliario y la falta de capacidad de los servicios de salud para atender exitosamente situaciones
de incompatibilidad entre el tamaño del niño y la cadera de la madre (Ver: Defensoría del Pueblo,
2008). El problema de falta de competencia de los establecimientos de salud es mayor, si
consideramos que la mayoría de partos institucionales en Condorcanqui ocurren en puestos de salud
y no en centros u hospitales9.
Para que el bebe no sea muy grande, se aconseja a la madre no comer en exceso. El esposo o
la familia de la gestante ayudan a regular la cantidad y tipo de alimentos que ella consume:
Cuando una mujer ya está embarazada entonces ya empieza los cuidados, pues empieza el
esposo, trae la fruta, las verduras, pero todo comemos, pero medido. Nuestras madre nos
dicen no comas demasiado, no comas dulce, no comas mucha papaya, caña, come poco
nomás, porque sino engorda mucho el bebe y puede tener problema al momento del parto….
(Entrevista, madre, Chingamar)
Hay una preocupación especial por el crecimiento de la cabeza del niño, lo que haría más
riesgoso el parto. Esto se asocia a ciertos productos, como el azúcar y la sal, y también, por
sinonimia, a la forma de ciertos alimentos, como la cabeza de la chonta:
Muchas veces la familia que ha comido todo tipo de comida buena crece muy bien los
bebitos; nacen grandes, mayormente porque crece la cabeza es porque la mamá come mucha
caña de azúcar, y es el dulce que lo hace crecer, y en otros caso come mucho sal, de eso nos
cuidan mucho la familia, pues la sal y el dulce hace crecer mucho la cabeza del niño, y a la
hora del parto se puede complicar y se puede sufrir, por eso la mamá debe comer mitad,
mitad... Cuando una mujer está embarazada no se le da la cabeza de la chonta porque eso le
9
Así, en la microrred de Nieva 71.2% de partos se atendieron en puestos de salud y en la microrred Galilea el 83.6%.
Aunque la atención por personal profesional ha aumentado de 34.1% en el 2002 a 65.1% en el 2007, casi la mitad
estuvieron a cargo de técnicos de salud, lo cual constituye un riesgo para la madre y el RN en caso de complicaciones
(Bardales et. al, 2009).
21
crece grande la cabeza, por eso el esposo sólo le da una parte [...] esa es una forma de
controlar el crecimiento de la cabeza del bebe….(Entrevista, madre, Huampami)
Se considera que el niño puede nacer fuerte si la madre se alimenta adecuadamente, pero no
se asocia necesariamente la fortaleza con el tamaño del bebe. Aunque hay cierta preocupación si un
niño nace bastante pequeño, se considera que este puede recuperarse rápidamente posteriormente.
El tamaño que nace, de un tamaño regular está muy bien pero si nacen muy chiquito eso está
mal, y un niño nace pequeño debido a que la mamá ha sufrido, si un niño nace con bajo peso
no es mayor problema porque su hijo se va a recuperar tan pronto empiece a comer, así que
por ese lado no hay problema. (Entrevista, madre, Puerto Galilea)
El consumo del sulfato ferroso que se distribuye a través de los establecimientos de salud
no es bien aceptado por los pobladores Awajún y Wampis. Las mujeres refieren que lo han recibido,
pero no lo llegan a consumir debido a los efectos secundarios que tiene (como el estreñimiento), el
temor de que sea perjudicial para la gestante, y su olor.
El sulfato ferroso reciben, pero no lo toman, porque cuando se toma eso estriñe y eso no les
gusta y además tiene olor a cocha y por eso no se toma. (Entrevista, madre, Napuruka)
También se aprecia desconfianza de mujeres y varones respecto a los suplementos
alimentarios que proveen los servicios públicos de salud, y de modo más general, el sistema
biomédico. Así, las formas y recursos locales para cuidar el bienestar de la gestante, como son los
productos naturales que la selva les ofrece (verduras, frutas, pescado y otros productos animales), se
consideran una mejor alternativa al sulfato ferroso:
Yo quise probar si el sulfato ferroso podía hacerle daño a mi mujer y lo tiré a donde habían
izula (hormigas) y después cuando vi varias estaban muertas… por eso yo no le doy eso a mi
mujer, porque la puede matar. (Entrevista, padre, Cenepa)
Esas pastillas nunca me cayeron bien, y por eso yo siempre les he preguntado si hay otro
medicamento que sea mejor, pero dicen que no porque eso nomás manda el Estado y si
quiero otras debo comprarlo en la farmacia… El sulfato ferroso nos dan en el centro de
salud, pero nosotros no lo tomamos. Acá tenemos muchos alimentos en el monte tenemos
todo tipo de verdura, pescados, animales. (Entrevista, madre, Huampami)
Otros cuidados
Los cuidados durante la gestación no implican que la mujer disminuya el esfuerzo físico que
cotidianamente realiza en la casa y la chacra, pues no recibe apoyo de familiares o amistades para
desarrollar estas labores. Sin embargo, al parecer por influencia de los mestizos, algunos varones
tratan de evitar que su esposa realice trabajos pesados que puedan poner en riesgo su embarazo:
Bueno, yo, de mi parte, no dejo que mi mujer vaya a la chacra, no dejo alzar peso ni cargar
agua, o sea trabajos pesados no lo dejo hacer, trabajos pesados, no quiero que ella sufra,
que mientras está gestando sufra alguna enfermedad hasta que dé a luz… La mujer se queda
en la casa cocinando, lavando y así ayuda al hogar… No existe en la costumbre Awajún que
la familia te ayude en la cocina o las tareas de la casa, los familiares no visitan sólo viene a
conversar otra cualquier cosa... La única que se preocupa en traer algo es la mamá, ella trae
22
yuca o algún platanito, porque es su madre, pero otros amigos o amigas, nada. (Entrevista,
padre, Napuruka)
De otro lado, la comunidad, sí cumple un papel de vigilante de la salud de la mujer gestante
en el ámbito de la alimentación. Hay una preocupación especial respecto a que la mujer vea
satisfechos sus antojos durante el embarazo, puesto que el no satisfacerlos se asocia al aborto:
… ahora ellos tienen cuidado porque hay plantas que asquean a la mujer o le gustan mucho
por su olor, como por ejemplo la caña de azúcar, una manija de plátanos maduros y si no lo
come entonces ese deseo lo lleva al aborto, eso es a nivel de todas las mujeres, las frutas son
muy deseadas. (Grupo focal, madres, Santa María de Nieva)
También, y especialmente en los días previos al parto, se hace uso de “vegetales” o plantas
medicinales (ajengibre o priripiri) a fin de reducir los dolores del parto y la posibilidad de
hemorragias:
Las mujeres en los días previos al parto empiezan a tomar unas plantitas, ajengibre o
piriripiri, así para que le pueda calmar el dolor… Hay una planta para que no te duela el
dolor, son una hojitas que las mujeres lo conocen. (Entrevista, madre, Hector Pehas)
Cuidados del esposo
Los sentimientos del padre Awajún y Wampis hacia el nuevo ser, se reflejan en el cuidado
que éste ofrece a la madre, al preocuparse por su alimentación desde el embarazo y el apoyo en los
preparativos para el parto. Esta participación, potencialmente ofrece la posibilidad de dar soporte en
los cuidados y búsqueda de atención en caso de complicaciones.
Otra forma de manifestar el cariño y la alegría del padre hacia el hijo que está por nacer, se
refleja en las melodías de los instrumentos musicales que el padre ejecuta cerca del vientre materno.
Cuando ya está cerca del nacimiento del hijo, el padre toca el pigkui [insrumento de aire],
para que el bebito se alegre. Tocan suavecito nomás no fuerte, eso lo tocan cerca de la
barriga de la mamá para que el bebito se contente y nazca bien, es decir él acompaña el
parto tocando cerca de la barriga de la mamá. (Entrevista, madre, Napuruka)
Uso de los servicios de salud
Un alto porcentaje de mujeres (83.9%) acudieron al menos un control prenatal en el 2007, sin
embargo esto no se condice con la baja cobertura de parto institucional en Condorcanqui (Bardales
et. al., 2009). En este estudio, con la excepción de la provisión de sulfato ferroso, los EESS no se
han mencionado en relación a los cuidados que las mujeres siguen durante su embarazo. Un estudio
previo muestra que se identifican algunos signos de alarma, como hinchazón de piernas y
hemorragias, pero se incluyen como parte de las molestias que sufren las mujeres durante el
embarazo, y no como situaciones que impliquen acudir a los EESS (Bardales et. al., 2003).
23
2.3. Preparación para recibir al niño
Vestimenta
Las nuevas generaciones Awajún y Wampis poco a poco están adoptando la costumbre de
comprar algunos productos que el mercado ofrece para el recién nacido (ropones y pañales de tela)
siguiendo patrones culturales de género ajenos a su cultura (por ejemplo, color rosado para mujeres y
celeste para los varones). A la vez, se están abandonando gradualmente elementos tradicionales que
se usaban para recibir al bebe. Esto está sucediendo con el uso del kamush o corteza de árbol
previamente preparada por el padre para envolver al recién nacido. Igualmente, ocurriría con el
tarashi, un tipo de vestido para la mujer que facilita al recién nacido estar en contacto directo con la
piel y el pecho de la madre, recibiendo de este modo, calor y alimento en forma constante.
El progresivo abandono de los elementos tradicionales, y la falta de recursos económicos para
adquirir vestimenta “moderna”, estaría ocasionado a que en oportunidades no haya ningún tipo de
preparación para recibir al niño. Así, varias de las madres Awajún y Wampis que van a los
establecimientos de salud para dar a luz (la minoría de ellas) no llevan vestimenta para proteger al
bebe, tal como lo han referido algunos informantes.
Lo que yo he visto muy seguido es que los familiares no tienen la costumbre de llevar nada a
la hora del parto, y cuando nosotros le preguntamos qué pasó, ellos dicen: “no he tenido
tiempo” Y cuando le decimos a la mamá: “¿has traído algún trapito para envolverlo?”, la
mamá da su faldita y con eso lo envuelven. (Grupo focal, personal de salud, Cenepa)
La costumbre que acá tienen es que se van al hospital y no llevan nada. Ellos piensan que
allá le van a dar, ellos dicen no he traído nada porque he salido apurado, pero pienso que
ellos consideran que se les tiene que regalar. Antes las mamás tenían su tarashi y cuando
nacía su bebito lo metían en su vestido así calatitos y se abrigaba con el cuerpo de la mamá,
pero ahora ni eso usan. (Entrevista, registrador civil, Santa María de Nieva)
Elementos tradicionales para recibir al recién nacido
Madre Awajún haciendo
uso del tarashi.
Mujer Awajún mostrando
un manto de kamush
Añantak para proteger a la madre y
al niño de la mordedura de
murciélagos y otros animales.
24
Preparación de utensilios
Se constata, en algunos casos, la preparación de recipientes para alimentar al niño con chapo
o masato dulce.
Para los bebitos le preparan su propia tinajita para que tome su masatito dulce y eso lo hace
la mamá. (Entrevista, padre, Nieva)
También se está empezando a preparar o adquirir utensilios para bañar al niño, como
bandejas, ollas o tinas.
3. PARTO
El parto institucional en la provincia de Condorcanqui se reporta en 29.8% (2007), lo que
contrasta con el 83.9% de mujeres que tuvieron algún control durante su embarazo (Bardales et. al.,
2009). En las comunidades nativas Awajún y Wampis de esta provincia que se visitaron, la mayoría
de los partos se dan en el domicilio y se consideran un evento familiar y privado.
El escaso uso de los servicios de salud para dar a luz se debe, además de las preferencias
culturales de los Awajún y Wampis, a que los establecimientos de salud de la zona no ofrecen la
adecuación necesaria para cubrir las expectativas de las mujeres y su familia. Esto último, pese a que
el Ministerio de Salud del Perú contempla entre sus normas el parto vertical con adecuación
intercultural donde sea requerido. A las distancias culturales, se suma la poca confianza en los
servicios de salud, las grandes distancias geográficas a mismos y los costos del transporte.
3.1. Preparación para el parto
Previamente a la fecha del parto, la madre y la persona que le prestará apoyo durante el
mismo (usualmente, su mamá, hermanas, o el esposo), se encargan de los preparativos para facilitar
el parto y enfrentar posibles complicaciones. Todo ello, usando principalmente los conocimientos,
prácticas terapéuticas y plantas medicinales de su sistema médico local.
En primer lugar, se busca un ambiente apropiado para el parto dentro de la casa o en la
chacra. Allí, el marido construye un tambo (choza elaborada con palos y techo de yarina o palmera).
También, se ubican las maderas o postes donde se puede sujetar la madre y presionar el vientre para
la expulsión del niño.
Otro de los preparativos más importantes es reunir
las plantas medicinales que se utilizarán para facilitar el
parto, reducir el dolor, o calmar las hemorragias. Entre
estos vegetales tenemos: ajengibre, piripiri (Eleutherine
bulbosa) y toé (Brugmansia sanguínea). Algunos de ellos
son cultivados por las mismas madres a fin de tenerlos a la
mano en la fecha de parto; otras veces, son las otras mujeres
de la familia (mamá de la gestante o sus hermanas) quienes
les llevan estas plantas y sus preparados.
Madre Awajún mostrando el tallo de la
planta piri piri, para controlar la hemorragia.
Hay vegetales que usan las madres para el día del parto,
para eso la mamá trae sus plantas de su chacra, especialmente trae para la hemorragia, trae
ajengibre, y cuando no nace rápido le dan albahaca, también hay una ajengibre que se
utiliza para que sea el parto mucho más rápido”. (Entrevista, madre, Bajo Kanampa)
25
Para cortar el cordón umbilical se aseguran de disponer de implementos diferenciados a ser
usados según el sexo del bebe. Así se deben tener disponibles la marona o Guayaquil (caña, también
llamada bambú) para cortar el cordón umbilical cuando nace un varón, o un pedazo de tinaja o pate
(calabaza) cuando se trata de una bebita. De igual modo, es necesario contar con la chambira (fibra
resistente de una palmera) que servirá para amarrar el cordón umbilical del recién nacido, y el agua
para bañarlo.
3.2. La atención del parto
Como ya se mencionó, el parto ocurre usualmente en el domicilio o chacra. Se asume como
un evento natural en el que la mujer madre tiene un rol activo y protagónico, pudiendo ser ayudada
por el esposo y parientes femeninos. En algunos casos también intervienen mujeres con experiencia
en la atención del parto o parteras. Muchas veces, la mujer busca iniciar este proceso estando sola
por la vergüenza de que le vean sus genitales, así como también de que los demás escuchen sus
gritos debido a las contracciones durante el parto.
Mi hijo nació en mi casa… Era la primera vez, era una vergüenza, no quería que nadie me
vea, encima me pusieron una bata chiquita y después me saqué toda, …yo estaba sola y
cuando yo me veo, ya mi hijo ya estaba, en eso vieron una colcha y allí lo doblé y allí nació,
luego llamé a una señora y ella vino y me ayudó. Lo primero que hicieron fue atender al
bebe, le limpiaron y luego le cortaron su cordón… (Entrevista, madres, Pehas)
La mujer suele dar a luz arrodillada sosteniéndose con los brazos de la madera especialmente
acondicionada para ello. Como se aprecia en el testimonio anterior, una vez expulsado el recién
nacido, la madre pide ayuda a otros miembros de la familia, quienes en primer lugar, brindan
atención al niño, para luego cortar el cordón umbilical y ayudar en la expulsión de la placenta.
Luego se encargan de atender a la madre.
Espacio preparado para el parto, en el cual se aprecian los postes o
estacas de madera de los cuales la mujer se sostiene y con los que se
presiona el vientre para que salga el niño. En el suelo se observa el
plástico en el cual caerá el niño al momento de nacer. También se
observa una madera inclinada en la cual la madre se acuesta por
momentos durante el parto a fin de descansar para luego volver a pujar.
Finalmente, la cama elevada para la madre después del parto.
Posición en la cual la madre
da a luz.
PEHAS al bebé, este cae al piso sobre hojas de plátano, ropas, frazadas, o
Cuando la madre expulsa
plástico previamente acondicionados para amortiguar la caída del bebé. La caída del bebe
26
directamente en el suelo parece estar relacionada no sólo con la ausencia de apoyo durante la
expulsión, sino con el mito de Nugkui10, por el cual se busca que el recién nacido caiga sobre la
tierra como un primer contacto con su verdadera madre, para que Nugkui reconozca en el bebé a un
hijo/a más, al cual protegerá y ofrecerá frutos para garantizar que nunca le falte alimento.
En cuanto el bebe sale del vientre materno, uno de los primeros pasos en su atención es
revisar y limpiar sus vías respiratorias. Para ello, se limpian los orificios nasales del recién nacido
mediante succión y aspiración de líquidos boca a boca. Para ayudar a reaccionar al bebé, suelen
soplar en su boca, esperando que llore o mueva sus brazos. No se incluye la nalgada que se suele dar
al niño en la atención del parto occidental a fin de provocarle llanto, pues se asume que este acto
puede asustar al niño e incluso generar su muerte.
Luego se procede al corte del cordón umbilical, como se detalla en el siguiente acápite. Los
otros pasos consisten en la limpieza de los ojos y el cuerpo del recién nacido. Luego se le deja en la
cama de la madre envuelto en un pañal o ropa hasta que esta termine de expulsar la placenta.
Después de nacido el bebe lo primero que hacen es mirarlo su carita y le ven si ha
succionado líquido de la placenta y si lo ha hecho entonces le succionan su nariz, eso le
hacen y otras veces le soplan y en otras veces le soplan en la boquita hasta que chille el
bebe, luego si ya ha manoteado el bebito, esperan mientras eso. (Entrevista, madre,
Chingamar)
Cuando nace un bebito inmediatamente se le limpia los ojitos y otros lo bañan
inmediatamente, le revisan su naricita, y si hay agüita en su naricita lo chupan o soplan para
que lo bote esa agüita y así se queda bien. A la hora que soplan o chupan abren los ojitos,
pero en nuestra costumbre a un recién nacido nunca se le pega, porque si ellos lo hacen de
repente el niño se asusta y se muere de susto. (Grupo focal, madres, Alto Kanampa)
Tratamiento del cordón umbilical
El tratamiento que recibe el cordón umbilical obedece a ritos ancestrales y también a criterios
de higiene para cuidar la salud del bebe. El corte del cordón umbilical requiere de materiales
especiales en función al sexo del niño, ya que por sus características o propiedades se asocian con su
vida y bienestar futuro como varones y mujeres. También, se tiene preocupación porque los
instrumentos con los que se corta el cordón umbilical (pedazo de madera marona o caña, calabaza o
arcilla) estén limpios y se suele evitar tijeras u otros instrumentos de metal para no generar
infecciones al bebe. Sin embargo, no existe la seguridad de que los instrumentos comúnmente usados
estén libres de mirocorganismos, lo que podría ocasionar sepsis en el recién nacido.
A la hora que nace, la madre muchas veces está acompañada por otra mujer o si ya ha
tenido sus hijos entonces ya sabe cómo y con qué va a cortar el cordón, pues si es varón o si
es mujer hay que preparar elementos diferentes. Si es varón le cortan el cordón con marona
o guayaquil. Hay una manera especial del recojo, pues se preocupan que no vaya a tener
10
El mito de Nugkui (palabra que significa “metido en la tierra”) narra la forma por la cual los pueblos Awajun y
Wampis desarrollan la agricultura y transforman sus hábitos de alimentación y sus costumbres, incluyendo cultivos como
la yuca en su vida diaria. Nugkui es el espíritu que vive debajo de la tierra y hace crecer a las plantas, convirtiéndose en
una fuente generadora de vida que provee de alimento al hombre. En el mito de Nugkui, el recién nacido juega también
un papel importante, pues es una niña recién nacida quien es entregada por las mujeres Nugkui a la mujer Shuar (nombre
que también toman los Awajún) para que le ayude a proveer de alimento a su familia, convirtiendo su chacra en un
campo muy fértil.
27
contaminación, ella ya tiene un trozo listo, cuando ya nace el bebe la primera parte [de la
marona] le sacan y eso lo botan y luego sacan una segunda capa y eso lo utilizan al
momento que ya nace el bebito. Si es una mujercita se le corta con el poto de una arcilla que
puede ser un plato u otro objeto que la madre ya previamente ha preparado, la elección de
este objeto probablemente sea para que la mujer sea más trabajadora y está más cerca de su
chacra, esta práctica hasta ahora se da.(Entrevista, madre, Chingamar)
El corte del cordón umbilical se realiza de manera tardía y obedece a una serie de indicadores
que son parte de los conocimientos de las madres Awajún y Wampis, como son la disminución de los
latidos del cordón umbilical y el color del mismo (blanco porque ya no pasa sangre).
… entonces empiezan a ver el cordón pero en muchos casos las mamás tocan el cordón
porque los latidos disminuyen, cuando no late mucho entonces es la señal que ya deben
cortar el cordón, o en algunos casos se dice que no se debe cortar cuando está pasando
sangre, el cordón debe estar blanco para recién cortarlo. Mientras se espera que esto pase
con el cordón, se ofrece los cuidados a la madre, es decir se tiene que ver la placenta si está
completa, y mientras ocurren estas atenciones a la madre ya el cordón está listo para ser
cortado, para ello se hace uso de los implementos ya preparados previamente, como son la
marona y se corta y luego se amarra con la chambira. (Entrevista, madre, Napuruka)
Una vez cortado el cordón umbilical, éste es amarrado (en el niño) con fibras de una palmera
llamada chambira o, más recientemente, con hilo. Luego, se espera unos días que se caiga para ser
enterrado mediante un rito dirigido a garantizar una vida prolongada para el recién nacido y evitar
complicaciones post parto en la madre.
Tratamiento de la placenta
La placenta es enterrada dentro de la casa para garantizar la salud de la madre puérpera y
asegurar el fuerte vínculo entre el recién nacido y su comunidad. Se le trata como un hijo más, por lo
que no puede ser botada ni quemada (Medina y Mayca, 2006). Al igual que en el caso del cordón
umbilical, esta práctica se basa en ritos ancestrales que dan una tranquilidad emocional a la madre y
la familia.
Lo mismo ocurre con la placenta, ésta se entierra en la casa debajo de la cocina para que no
le dé resfrío a la mujer, esto se hace cuando la casa es húmeda, pero cuando la casa es seca
lo pueden enterrar debajo de la cama, pues en eso se tiene que cuidar para que no se
enferme la madre… La mujer Awajún ya se puede levantar rápidamente porque está bien
cuidada…. (Entrevista, madre, Bajo Kanampa)
La placenta se entierra para que el niño no sea vago y no se vaya de la casa sino más bien
para que esté siempre en la familia y ese lugar es como una cuna donde para siempre,
además es una forma de demostrar que la placenta es un ser humano y no se le puede botar
ni en el agua, ni quemar, ni dejar en otro lado. Por eso es que los huambisa o los aguaruna
nos casamos con los de nuestra comunidad pues porque es como un secreto que une la
placenta con la comunidad. (Grupo focal, madres, Alto Kanampa)
Manejo de complicaciones
Dentro de las principales complicaciones durante el parto se mencionan el parto prolongado,
la mala posición del bebe (“bebe atravesado”) y las hemorragias. Para facilitar el parto y evitar estas
28
complicaciones, se acude al uso de plantas medicinales. Entre ellas se mencionan: ajengibre para
apurar el parto, piripiri para controlar hemorragias, y toé para atenuar los dolores del parto. Para
expulsar la placenta, se beben infusiones de matico.
Otra práctica común para ayudarse en la salida del bebé es la presión abdominal con
diferentes elementos (fajas, maderas o los brazos de marido). También, para la expulsión del feto o
de la placenta, se acostumbra soplar una botella, lo que le ayuda a forzar los músculos del estómago
de la parturienta hacia abajo e inducir contracciones. Cabe indicar que los servicios de salud sólo son
la última alternativa en caso de complicaciones, lo que contribuye a retardar su llegada oportuna a
los mismos.
4. EL RECIÉN NACIDO Y SUS CUIDADOS
4.1. Expectativas y valoraciones frente al recién nacido
Junto con la alegría de los padres frente a la llegada de un recién nacido se observa también
gran preocupación por el riesgo de que la madre o el niño mueran en el parto o post parto. Es así que
siempre está presente la posibilidad de que el niño no sobreviva a los primeros meses de vida.
Por ello, los padres se mantienen expectantes hasta estar seguros de que el bebé sobrevivirá y
finalmente se convertirá en persona. Así, algunos padres deciden no inscribir a sus hijos recién
nacidos en los registros civiles hasta saber si vivirá.
En algunas comunidades no inscriben a sus hijos, pues cuando a veces les he preguntado
porque no inscribes a tu bebito ellos me dicen para que lo voy a inscribir si no se si va a
vivir…. (Entrevista, registrador civil, Nieva)
Sexo del recién nacido y diferencias de género
Las manifestaciones de alegría de la familia frente al recién nacido, especialmente del padre,
pueden variar según el sexo del bebe. Se expresa un mayor entusiasmo por el hijo varón, lo que se
asocia a una mayor valoración de los roles de género masculinos. El bebé varón es considerado como
futuro proveedor de alimentos y tiene un rol importante en la protección y defensa de la familia
frente a situaciones conflictivas. Mientras tanto, algunas personas piensan que la bebé mujer puede
ser causante de conflictos familiares debido al enamoramiento y los embarazos no deseados que
pudieran darse.
Sin embargo, se indica que si bien estas diferentes valoraciones persisten, hay ciertos rituales
que otorgaban una carga negativa a las hijas mujeres que ya no se practican (ej. ritual para prevenir
la “saladera” asociada a la recién nacida mujer). Así mismo, si bien existe una mayor preferencia por
el hijo varón por parte de los padres, hay madres que prefieren hijas mujeres para que las ayuden en
las tareas domésticas.
Cuando nace una mujercita en la familia no es causa de mucha alegría porque se considera
que no será de mucha ayuda para la familia… Antiguamente cuando nacía una mujer, el
padre tomaba agua y vomitaba porque decían antes que es una saladera… es decir le
empezaría a ir mal en el mitayo. La saladera afectaba a la familia, para contrarrestar eso el
esposo tenía que cumplir con este ritual y así cortaba la saladera… Y cuando nacía un
varoncito ¡ufff! Se celebraba y se tomaba masato y la familia se reunía. En cambio, si se
enteraban que nació mujercita la familia venía, estaba un ratito y se iba… Ahora se han
29
cambiado estas cosas, pero algunos todavía guardan algo de esto pero ya no con tanta
frecuencia como antes… (Entrevista, madre, Uracusa)
Respecto a los cuidados del recién nacido, no hay evidencias de que una mayor preferencia y
valoración del hijo varón influya en los cuidados que se le brinda a la hija mujer en los primeros días
y semanas de vida.
4.2. Cuidados del recién nacido durante las primeras semanas de vida
Cuidado del niño prematuro
Algunas madres saben que el recién nacido prematuro requiere ser alimentado de manera
especial, así como mantener una adecuada temperatura. Luego de cumplir con estos cuidados han
logrado que sobrevivan. Se refiere también que otras mujeres asumen que el niño prematuro o muy
pequeño no vivirá mucho tiempo y no se le prodigan cuidados.
… he visto que cuando nació un niño prematuro, donde sus uñitas no estaban bien
formaditos, la mamá lo que hizo fue juntar mucho algodón y lo acomodó toda la camita del
bebito y ahí lo puso, lo cuidó tanto que el bebe se logró, a veces el bebe no mamaba
entonces la mamá le daba la leche con un algodón y el bebito lo embebía y por gotitas le
daba… Algunas mujeres quieren mucho a sus bebes y otras no mucho, pues hay muchas
mujeres que dejan que sus hijos se mueran… También he visto otro caso donde la madre
cuando nace su hijo muy pequeñito o antes de su tiempo lo dejan que se muera, ella dijo que
no lo quería. (Grupo focal, madres, Alto Kanampa)
Alimentación y lactancia materna
Alimentación de la madre y cuidados en el puerperio
Durante el post-parto la mujer sigue una dieta alimentaria y una serie de prohibiciones para
evitar complicaciones en este periodo. Esta dieta se basa en alimentos considerados “tibios”. Se
restringe el consumo de hígado y vísceras en general, algunos pescados (como el bagre) y frutas. No
se tiene información de si las madres ingieren otros alimentos que sustituyen los nutrientes que dejan
de consumir debido a las dietas.
La madre no come hígado porque al niño le va doler o se le va a hinchar el hígado.
(Entrevista, madre, Cenepa)
Yo soy muy observante, para que mis hijos se críen bien me abstengo de las carnes
prohibidas. (Entrevista, madre, Nieva)
A la vez, hay preocupación por consumir alimentos que incrementen la cantidad de leche de
la madre para saciar el hambre del bebé (ej. cáscara de cacao), y evitar medicamentos que pueden
cortarle la leche (antibióticos como la penicilina).
Después que di el parto una señora que me cuidaba quería que me diera algo para no tener
hijos de manera rápida y ella me dio plantas, albahaca y me dio sangre de grado y lo mezcló
con varias otras plantas y con otras plantas que no conozco y tome esa agua en cantidad…
me dietaron de no comer comidas calientes sólo debía comer comidas tibias, no debía comer
pescado que pican como el bagre, hasta el pijuayo me mezquinaron. Para llenar mi senos
30
con leche, me dieron cáscara de cacao porque me dijeron que eso era fuerte, y eso lo puede
llenar bastante y mi bebe no sufra de hambre. (Entrevista, madre, Uracusa)
Cuando una mujer recién a dado a luz no se le puede dar penicilina porque sino eso hace
que se le seque la leche, y se le parte el pezón de la mujer y le duele mucho. (Entrevista,
padre, Cenepa)
Lactancia
Actualmente, se constata que las prácticas de alimentación al recién nacido se incluye la
lactancia materna desde los primeros días de nacido. Aunque esta no es una práctica totalmente
difundida, representa un cambio respecto a la práctica de desechar el calostro, por considerar que no
era una buena leche y que la madre debía primero hacer dieta antes de amamantar al bebé. Esta idea
está cambiando producto de la acción que desarrollan los servicios de salud. No obstante, este
proceso de cambio es limitado, debido al poco uso de los servicios de salud para el parto y la
atención inmediata del recién nacido.
Antes, cuando el niño recién nacía, no se le daba la primera leche porque esa leche no
servía… decían es preferible que se quede de hambre... y primero la madre tiene que dietar.
(Entrevista, madre, Cenepa)
De acuerdo a un mito ancestral (Bikut), existe la idea de que el recién nacido que duerme no
debe ser despertado para ser alimentado, no importando que pasen varios días. Se asume que está
soñando con su futuro (su “visión”) y que se encuentra “dietando”, ambas prácticas muy valoradas
por los Awajún y Wampis. Se considera que las visiones son una forma de contactarse con el mundo
espiritual, transmiten fuerza y conocimiento para orientar el futuro. La dieta es una forma de
purificación. A la vez, se piensa que esta dieta tendría el efecto de estimular el frecuente consumo de
la lactancia materna.
“La mamá cuando lo echa a dormir y ahí queda hasta 3 días dormido y a veces sólo mama
su dedito. Después se despierta y quiere comer todo. En esos días que ha estado durmiendo
ha estado viendo su visión, ha recibido el espíritu de Ajútap [espíritu de los guerreros], las
abuelas nos explican que él está viendo lo que va a hacer en el futuro, y cuando él va a ser
grande él también va a estar dietando así como ahora, eso nos indica que va a ser un buen
líder”. (Entrevista,madre, Bajo Kanampa)
Junto con la lactancia materna, el niño es alimentado con comidas preparadas especialmente
para él, como el chapo o masato dulce. Se le ofrece estos alimentos en baja proporción desde la
segunda semana de nacido, con la finalidad de asegurarle fuerza y decisión en su vida futura. Esto
ocurre sobretodo cuando la madre no tiene mucha leche para alimentarlo.
Vestimenta y contacto piel a piel
Usualmente los niños recién nacidos de las comunidades nativas no utilizan ropa y es
frecuente verlos desnudos pegados al cuerpo de su mamá, abrigándose con el cuerpo y el tarashí o
vestimenta tradicional de la madre (ver foto, p.8). Esto se observa durante las primeras semanas tanto
en el caso de las niñas como de los niños y constituye una costumbre tradicional que favorece el
contacto piel a piel entre madre e hijo/a. Luego de las primeras semanas, se suele abrigar a las niñas
con una manta de algodón, el tarashi o ropa limpia de la madre, mientras que los niños varones se
crían desnudos hasta cierta edad.
31
Aseo
Existe la tendencia de evitar el baño inmediato del recién nacido, lo que
expresaría un cambio cultural respecto a la anterior costumbre de
bañarlos. Actualmente, sí se realiza cierta limpieza, pero no implica
inmersión en agua. El agua utilizada para la limpieza es entibiada, la que
algunas veces se entibia en la boca de la
madre.
En la actualidad he observado que a los niños
no lo bañan inmediatamente, sólo los limpian
y luego los envuelven, anteriormente los
bañaban sólo con agüita tibia. (Entrevista,
madre, Napuruka)
Madre Awajún bañando a su
bebito de dos días de nacido.
Evitar salir de casa durante el primer mes y controles del recién nacido
Dentro de los cuidados para recuperarse del parto se recomienda que la madre repose junto al
fogón y reciba ayuda para las tareas domésticas. No debe salir de la casa hasta después de un mes, si
sale, podría enfermar de “sobreparto”. Igualmente, se restringe la salida del recién nacido, quien
corre el riesgo del cutipado y se encontraría vulnerable por estar con los efectos de las plantas
medicinales administradas mediante los enemas. Esto dificultaría que se lleve a los bebés a los
controles del niño promovidos por el MINSA durante el primer mes para reducir la mortalidad
neonatal tardía.
Después de dar a luz la mujer se queda un mes en la casa porque está recuperándose.
(Entrevista, padre, Cenepa)
… Las mujeres hasta un mes tienen que estar en la casa y algunas por la necesidad salen
antes y allí se enferman.. (Entrevista, madre, Kanampa)
Muchas madres en ese primer mes no lo sacan a sus niños porque se puede enfermar ya que
está con los efectos del vegetal, y si lo llevan al CCSS, se puede enfermar y se puede morir.
(Entrevista, madre, Cenepa)
Rol del padre frente al cuidado del recién nacido
Los cuidados al recién nacido descritos líneas arriba (alimentación, aseo, vestimenta,
contacto piel a piel) están principalmente a cargo de la madre. El padre suele tener poco contacto
físico con el recién nacido debido al temor de que pueda trasmitirle el olor o los malos espíritus que
puede haber recogido en el monte al “mitayar” (faena conjunta de caza), los que pueden cutipar al
niño. El cutipado consiste en la adquisición de las características, comportamientos o energías de
otros seres (ej., animales o plantas) que pueden dar lugar a enfermedades e incluso la muerte del
niño. El cutipado tiene una amplia variedad de causas y manifestaciones, siendo uno de sus efectos
que el espíritu del animal cazado tome por revancha el espíritu del hijo del cazador, causándole
múltiples dolencias en el cuerpo (Bardales et. al., 2009).
32
Esta poca cercanía del padre al recién nacido no niega que este se preocupe y participe del
cuidado de la madre puérpera y el recién nacido. Por el contrario, dentro de la cultura de los Awajún
y Wampis, el padre debe someterse a dietas tanto o más estrictas que la madre para preservar la
buena salud del recién nacido. De acuerdo a los padres de familia que participaron en los grupos
focales, esta es la forma en que ellos entienden que están amando y protegiendo a sus hijos. Así
como lo es, traer alimentos considerados saludables para la madre y el niño (ej., la chonta y la
perdiz) por ayudar a que la mujer pueda tener más leche.
Al recién nacido el hombre no se acercaba mucho porque éste se iba al monte y se
impregnaba de olores fuertes, de animales, flores o el perfume del bosque, por eso no se
acercaba al hijo, porque eso le hace daño. Una manifestación de amor del padre hacia el
hijo es que el padre siendo consciente que trae perfumes del bosque puede contagiar y
enfermar a su hijo, por eso no se acercaba al recién nacido. Y no es porque no lo quería al
hijo. Mi padre decía para que sus hijos crezcan sanitos deben cuidarlo mucho que no se
cutipe, por eso no deben acercarse mucho ya que lo pueden enfermar. Eso hasta ahora se da
en las comunidades. El amor era implícito, entonces el cuidado involucra amor, afecto. Eso
es el amor de padre, pues nunca existió eso de “dame para alzarlo un rato”. (Entrevista,
padre, Rio Santiago)
Padres Awajún con su
bebé de dos días de
nacida. Véase el uso
de ropón y la cercanía
del padre a la bebé,
ambos elementos
marcan un cambio
respecto a las
costumbres
tradicionales.
Padre Wampis
con su pequeño
hijo.
Siguiendo las concepciones y pautas de su tradición cultural, muchos padres recién
empezaban a cargar a su bebe cuando este tenía tres o cuatro meses. Sin embargo, se sugiere que esto
también viene cambiando en algunas familias, especialmente en contextos más urbanos o con mayor
influencia mestiza.
5. LA SALUD Y LAS ENFERMEDADES DEL RECIÉN NACIDO
5.1. Señales que indican que el niño nació sano
En las comunidades visitadas se reconocen signos que indican que el recién nacido goza de
buena salud, los que son similares a los tomados en cuenta por la biomedicina. Así, estos signos son
la coloración de la piel, el movimiento del niño y el llanto del mismo.
Cuando nace un bebé uno se da cuenta que está sanito porque su piel sea rosadito.
(Entrevista, madre, Cenepa)
Para darnos cuenta de cómo está sanito nuestro hijito nosotros lo revisamos, y nos damos
cuenta si el niño está moviéndose, es sano fuerte. En cambio, cuando no se mueve es una
preocupación puede ser enfermo. (Grupo focal, madre, Santa María de Nieva)
33
5.2. Principales enfermedades del recién nacido, causas y tratamiento
Entre las principales enfermedades del recién nacido se identifican el cutipado, el susto, el
mal de ojo, entre otros males reconocidos por diversas culturas amazónicas, y en algunos casos,
también las culturas andinas (como el susto y el mal de ojo). También se han mencionado la
disentería, anemia y picadura de insectos. Cabe indicar que el cutipado o adquisición de
características o energía de otros seres, se asocia a una diversidad de síntomas de problemas de salud,
pero frecuentemente se vincula con las diarreas (ver testimonios) y enfermedades respiratorias
(Medina y Mayca, 2006).
La madre no come intestino de ningún animal porque el niño sufrirá diarreas. (Entrevista,
madre, Cenepa)
[..] También las mujeres solteras no pueden agarrar a los bebitos porque puede haber tenido
relaciones sexuales y eso lo enferma con la diarrea. (Grupo focal, madre, santa María de
Nieva)
Cuando estamos menstruando no podemos alzar a un niño porque lo podemos cutipar, es
decir el niño le va a dar diarrea, se hincha, y el niño llora mucho. Por otro lado, no puede
tomar nada frío porque sino le vendrá los cólicos menstruales”. (Entrevista, madre, Pehas)
[...] la cocona agria el padre no lo come, porque si lo hace a los pocos días el niño ya está
con diarrea. Entonces todas esas cositas se prohibía, tampoco podía comer tripitas de
animales, si lo hace produce una diarrea con sangre, y como se cura, con tabaco…. (Grupo
focal, madres, Alto Kanampa)
De acuerdo a su cosmovisión, que vincula el bienestar de los seres humanos con su
interacción con los otros seres de la naturaleza y los espíritus, las enfermedades que aquejan a los
recién nacidos son frecuentemente atribuidas a: la influencia del espíritu de un animal o planta que
ha dejado su olor cerca del niño (cutipar), la exposición al aire siendo muy pequeño, la no
observancia de las dietas (restricciones) por parte de los padres, entre otras causas. El tratamiento
que usan frente a estas enfermedades se basan en rituales y el uso de plantas medicinales (tabaco,
toé, sangre de grado, etc.), huesos o partes de animales (como el cuerno del toro, el huevo, etc.), así
como la dieta de los padres.
El tabaco se usa cuando está cutipado por un animal muerto, cuando el niño está asustado,
entonces se chupa poniendo una hoja de tabaco. (Entrevista, madre, Napuruka)
La enfermedad más peligrosa en el niño es el ojo y se cura con huevo y luego se parte y se
hecha en un vaso con agua también se cura con algodón, se prende fuego y hace humo para
que respire el bebe, en especial tiene que ser algodón marrón porque este especial para el
susto. (Grupo focal, madre, Santa María de Nieva)
A los bebes les choca el aire, se quedan como muertos, poco respiran y voltean los ojos
entonces se fuma con tabaco y se cura. (Grupo focal, madres, Santa María de Nieva)
Un bebe debe tomar sangre de grado dos gotas en agua hervida, esto se da si tiene diarreas,
eso es especialmente para anemia, bichos, … nosotros tenemos plantas para las diferentes
edades. (Entrevista, madre, Cenepa)
34
De otro lado, el establecimiento de salud suele ser la última opción para la atención de las
enfermedades del recién nacido, pues prefieren acudir en primer lugar a los especialistas de la
comunidad, como el curandero. La medicina tradicional que estos especialistas practican les es
familiar, comparten sus principios y lógica de curación de las enfermedades. Esto, no sucede con la
medicina occidental y el sistema oficial de salud.
Cuando un niño nace enfermo en la comunidad, lo tratamos primero con vegetales. Después,
si sigue mal y como la creencia existe, entonces se piensa de repente le han hecho algún
daño. Entonces, se le lleva al curandero, para que él lo vea y él nos dice qué es lo que tiene
si se va a curar, o a veces le da una sopladita con tabaco y ya el niño se sana. Pero si no es
así, entonces recién se lo llevamos al médico. Pero siempre estamos consultando al
curandero para que nos diga la dieta y los cuidados que debemos tener con el niño.
(Entrevista, madre, Uracusa)
5.3. Prevención de enfermedades del recién nacido
En concordancia con su entendimiento de las enfermedades que aquejan a los recién nacidos,
Awajún y Wampis observan una serie de prácticas para prevenirlas. Dentro de estas son
fundamentales las dietas y el uso de enemas y plantas medicinales.
Dietas
Las dietas son una serie de restricciones que deben tener en cuenta tanto la madre como el
padre luego del nacimiento del niño, bajo el supuesto de que la alimentación y conducta de los
padres tiene implicancias directas en la salud de sus pequeños hijos. Estas restricciones suelen estar
en relación con el principio del cutipado. También se considera que las madres deben restringir el
consumo de algunos alimentos para evitar transmitirle enfermedades al recién nacido mediante la
leche materna
… el papá y la mamá dietan mucho para que su niño pueda nacer sanito, los cuidados se dan
desde el embarazo hasta los 2 años aproximadamente. Es decir, no tienen que comer
determinados alimentos, como por ejemplo no pueden comer las tripas (vísceras) de los
animales, algunos frutos, algunos pescados, pasar por algunos lugares, salir a determinadas
horas. (Grupo focal, personal de salud, Cenepa)
Las dietas son más estrictas con el padre, debido a su mayor contacto con animales y plantas
que pueden cutipar al bebe. Las dietas se relacionan no sólo con alimentos, sino también con transitar
por determinados lugares o tener relaciones sexuales, especialmente en el caso del padre. Esto último
favorecería la recuperación de los órganos sexuales de la esposa, que han experimentado cambios
anatómicos durante el parto, así como la fidelidad sexual marital (“no debe estar con otra chica”).
Después que nace el bebe, el padre tiene que dietar. Por ejemplo, no puede comer las tripas
de majaz y otros animales. No puede matar una culebra, para que no se cutipe los bebitos,
pues si ha matado una culebra el niño en la noche llora, o se enferma. [...]. Estos cuidados
extremos son durante el primer mes, y luego hay algunos cuidados que se extienden hasta los
6 meses… La mamá también se cuida y se debe dietar”. (Grupo focal, madres, Nieva)
El padre también tiene que dietar y a veces dieta más que la mamá y no debe estar con otra
chica porque si lo hace el bebito se enferma no puede caminar. (Entrevista, madre, Pehas)
35
Sin embargo, algunas de las mujeres entrevistadas refirieron que hay esposos que no
observan esta regla de la abstinencia sexual, solicitando relaciones sexuales a sus esposas aún
convalecientes del parto.
Enemas y plantas medicinales
Los enemas que se aplican al recién nacido desde su primera semana de vida tienen como
base la idea de limpieza y purificación. Sin embargo, aunque no se han documentado las
consecuencias de estos enemas, se sabe que la evacuación de meconio (primeras heces del neonato)
es un hecho fisiológico y existe la posibilidad de provocar daños físicos al introducir sustancias al
intestino del recién nacido.
Además de buscar la limpieza, los enemas se aplican con la finalidad de fortalecer al niño y
protegerlo de enfermedades. El líquido que se introduce al intestino proviene de plantas medicinales
como el piripiri, sacha ajo y ajengibre, plantas a las que se les atribuye propiedades para prevenir y
tratar la disentería, gripe, tos, entre otras enfermedades. Estos vegetales también se aplican en baños
o son soplados directamente sobre el niño.
A mi hijo, mañana, que es su tercer día, le darán su enema para que bote esa caquita negra,
y le darán su enema de piripiri y otros le dan de sacha ajo y ajengibre, pero eso depende de
lo que las madres quieren proteger a su hijo. (Entrevista, madre, Nieva)
Cuando recién nace el niño lo bañan con agua de piripiri, le dan enemas a fin de que se
prevenga de amebas y otras enfermedades y se lleva el control cada vez que se oculta la
luna, es decir cada ocultada de luna se debe cuidar al niño, si no le haces así el niño
inmediatamente le avanza las disenterías. (Entrevista, madre, Napuruka)
Hay otros piripiri que mastican los padres y soplan en el cuerpo de los bebés, cuando estos
se ponen malos por haber los padres observado los tabúes de no comer tripas de animales, u
otros tabúes que tiene lejos de los hijos tiernos las enfermedades… (Entrevista, madre, Santa
María de Nieva)
El uso de enemas tiende a contraponerse al uso de vacunas, y en general, a acudir al
establecimiento de salud. Se considera que el uso de vacunas posteriormente a los enemas de
plantas medicinales puede ser contraproducente, pues los niños ya estarían bajo el efecto de los
vegetales. Así mismo, se sugiere que los enemas de plantas medicinales tendrían similar función que
las vacunas, y que incluso serían mejores por ser productos naturales. Además, una vez aplicados los
enemas, se recomienda que el niño no sea expuesto al sol ni salga de casa, lo que constituye una
razón adicional para no llevarlo al establecimiento de salud para vacunarlo o pasar por algún control.
El sacha ajo es bueno pues lo protege de cualquier tipo de enfermedad, gripe, tos… Mañana
a mi hijito le pondremos un enema de sacha ajo, eso circula por todo su cuerpito, todo su
olor de esa planta se va a quedar en él, es la energía de la planta que lo protegerá. Por eso
si mañana viniera un vacunador no lo dejaría que lo vacune a mi hijito, porque mi hijito ya
está protegido por el vegetal, y esto es mejor que los químicos… [..] Por eso nosotros no
llevamos a nuestros niños a los centros de salud, porque le ponen vacunas y eso le hace
daño, y cuando un niño está con el vegetal no se le tiene que dar otro tipo de tratamiento
porque sino eso lo hace mal, es más, no se le puede sacar porque le pueden contagiar de
alguna enfermedad. (Entrevista, madre, Santa María de Nieva)
36
Muchas madres en ese primer mes no lo sacan a sus niños porque se puede enfermar ya que
está con los efectos del vegetal, y si lo llevan al centro de salud se puede enfermar y se puede
morir. (Entrevista, madre, Cenepa)
Proceso de aplicación del enema, preparado con
vegetales a un recién nacido (dos días)
5.4. Apoyo familiar y comunitario para el cuidado del recién nacido
Existe una clara disposición del entorno familiar y comunitario de proveer cuidados
especiales a la madre y al recién nacido. Existe una suerte de red de consejería formada por mujeres
mayores que ya tienen experiencia en la atención del parto y el cuidado de los recién nacidos.
Muchas veces, estas redes de consejería están conformadas por la madre, la suegra y/o las hermanas
de la mujer embarazada o parturienta. Ellas aconsejan a los padres respecto a las dietas que deben
realizar, la posición para dormir, la preparación para el parto, el cuidado del niño, así como la
prevención y atención de sus enfermedades.
… esos consejos nos dan nuestra madre o nuestra suegra, como debemos comer y como
debemos dormir… por ejemplo nos dicen que debemos dormir volteándonos a ambos lados
para que el bebe crezca derechito… Cuando te bañes en la quebrada allí tenemos que ir
acomodando cuando nos vamos bañando, para que nuestro bebito no se acostumbre a un
sólo lado, esos arreglos le hacen desde los 3 meses, no se debe echar derecho, porque sino
sus piecesitos va nacer con sus piecesitos abiertos, hay una cantidad de cuidados.
(Entrevista, madre, Kanampa)
De otro lado, a partir del nacimiento de un bebé hay un alejamiento de los vecinos, parientes
y amigos, debido al peligro de que cutipen al niño. Ello se observa especialmente respecto a las
mujeres que están menstruando o mujeres solteras que pueden haber tenido relaciones sexuales, con
lo que se restringiría la red de apoyo a la mujer puérpera, al menos durante los primeros días de vida
del niño.
Además, se ha aludido a la existencia de especialistas de las comunidades que curan a los
niños usando la medicina tradicional. Pero, se asume que de no encontrarlos, la madre y el padre
tienen también conocimientos que les permitirían tratar al bebe. Estos conocimientos han sido
compartidos por generaciones entre los Awajún y Wampis, y son las mujeres las principales
depositarias de ellos.
37
5. 5. Concepciones sobre la muerte del recién nacido
En las comunidades visitadas la muertes de los recién nacidos se asocian principalmente al
descuido de los padres. Estos descuidos están relacionados con la falta de protección del bebe contra
agentes de la naturaleza (como los vientos) o los males que pueden transmitirles otras personas
(contagio de enfermedades y mal de ojo), así como la falta de observancia de las dietas que
previenen el cutipado. Es decir, se enfatiza en causas externas de las enferemedades relacionadas con
el medio que los rodea.
En segundo término, se alude a señales que daría el recién nacido desde que la madre está
embarazada o cuando se produce el alumbramiento (por ejemplo nacer boca abajo = poca vida; nacer
boca arriba= larga vida). En este caso, no se identifican causas específicas, sino sería una suerte de
destino que se anuncia.
De otro lado, no se hace referencia a causas directas o complicaciones asociadas al embarazo,
parto, infecciones, y otras causas relacionadas con los cuidados que se dan al recién nacido (ej.,
enemas, alimentación).
Dicen que cuando nace un niño boca abajo eso significa poca vida y si nace boca arriba eso
significa larga vida… Los niños mueren durante los primeros días es por descuido de los
padres pues ellos no lo previenen de los vientos o lo han sacado afuera, lo llevan a la calle.
Por lo menos una semana hay que tenerlo bien cuidadito, no lo podemos sacar así nomás a
que las demás personas lo vean, siempre ha habido mezquinación de que lo vean al niño,
porque a veces hay personas que han tenido otra enfermedad y le puede contagiar, en otros
casos lo pueden ojear, y eso es peligroso, por eso se tiene que cuidar mucho a los niños
pequeños. (Grupo focal, madres, Santa María de Nieva)
La muerte del recién nacido es seguida de una serie de rituales. Los padres entierran al niño
cerca de la casa o dentro de la misma como una manifestación de amor y una forma de que el niño se
mantenga presente en la familia.
38
II.
CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS COMUNITARIAS RELACIONADAS CON EL
CUIDADO DEL RECIÉN NACIDO EN COMUNIDADES QUECHUAS DE GRAU
(APURÍMAC)
1. CONTEXTO SOCIAL Y CULTURAL: ASPECTOS GENERALES
El trabajo de campo para este estudio se realizo en comunidades rurales y centros poblados
aledaños de Progreso, Vilcabamba y Chuquibambilla, tres distritos de la provincia de Grau, ubicada
en el departamento sur-andino de Apurímac. Apurímac es uno de los departamentos más pobres del
Perú, con una tasa de pobreza de 65,9%, frente al 39.3% nacional (INEI, 2007). Entre los distritos
más pobres de Apurímac se encuentra Progreso en Grau (47% de índice de pobreza). De acuerdo al
censo de población y vivienda de 2007, la provincia de Grau alberga a 25, 060 habitantes. El
60.22% de la población de la provincia de Grau es rural y el 81.28% tiene el quechua como idioma
materno (INEI, Censo de 2007).
El acceso a los distritos visitados es por vía terrestre, los pobladores de las zonas rurales
suelen movilizarse mediante camiones para llegar a las ferias y plazas los días domingos, como a la
feria de Challwawachu que es una de las más grandes en la zona.
Las actividades productivas giran en torno a la
agricultura, ganadería, artesanía y minería artesanal. El
principal cultivo es la papa nativa, y están vigentes
formas ancestrales de trabajo colectivo y solidario,
como el ayni (ver foto a la izquierda). La crianza de
ganado ovino y otros animales se desarrolla bajo el
sistema de libre pastoreo, con deficiente alimentación
de los animales y sobrepastoreo en pastos naturales. La
producción agropecuaria es principalmente de
autoconsumo. Cuando tienen excedentes, los usan para
el intercambio en las diferentes plazas o ferias en
cantidades pequeñas, con el fin de proveerse de
productos que no cultivan ni elaboran en el medio. De
modo complementario o adicional, se desarrolla la
minería artesanal, siendo una zona donde está
concentrada la actividad de búsqueda o extracción de
oro. Cada vivienda comunera cuenta con instrumentos rudimentarios para realizar la molienda para
la extracción de oro (ver foto a la derecha).
39
Cosmovisión y conceptos de salud y enfermedad
Aunque muchas veces ocultos para los ojos de los servicios de salud oficiales, el sistema
médico tradicional andino y sus especialistas, como la partera, siguen vigentes en las comunidades
quechuas estudiadas. La presencia de programas como Juntos que condicionan la ayuda económica a
la asistencia de servicios de salud y educación, y otras medidas que buscan facilitar el acceso a los
servicios de salud (SIS, casas de espera), estarían contribuyendo a incrementar el acceso a los
servicios de salud para el parto y la atención del recién nacido. Sin embargo, esto no necesariamente
habría significado una reducción de las brechas culturales entre los servicios de salud y la comunidad
respecto a concepciones y prácticas relativas a la salud de la madre y el niño.
El equilibrio y la reciprocidad son dos principios básicos para entender la cosmovisión andina
y sus nociones de salud y enfermedad. Esto se aplica en la relación de los seres humanos con la
sociedad, la naturaleza y el mundo mágico-religioso, ámbitos indesligables, que son parte de una
visión holística e integradora del mundo. Es por ello que para la salud de la madre y de los recién
nacidos no sólo son importantes los cuidados relacionados al cuerpo físico-biológico, sino también
aquellos que los protegen de los malos espíritus.
En la etiología y tratamiento de las enfermedades juegan un papel muy importante el
equilibrio térmico y las concepciones de frío (fresco) y calor (cálido), los ritos y la explicación
simbólica de algunos hechos haciendo uso de la analogía. Los ritos tienen como referente central los
dioses andinos, dentro de los cuales la Pachamama o madre tierra tiene un lugar preponderante. La
tierra es la gran madre cósmica y dadora de vida por excelencia, sirve a la madre como modelo de
engendrar, parir y crianza de las qhullawawas o recién nacidos. A la vez, están presentes dioses, ritos
y símbolos católicos, los que muchas veces convergen con ritos andinos en una expresión de
sincretismo religioso.
En el sistema médico andino, las parteras son las especialistas a las que se acude para pedir
consejos y ayuda relacionadas con la salud reproductiva de la mujer y la salud materno-infantil. Ellas
son quienes manejan conocimientos y técnicas tradicionales sobre el cuidado y atención de la mujer
y el niño durante el parto, y los procesos reproductivos de la mujer en general. Las parteras se inician
de diferentes maneras, sea por mandatos sobrenaturales (comunicados mediante sueños o la
presencia de un rayo), como comunales/familiares o por emergencia o necesidad. En cualquiera de
los casos, las parteras tienen una formación que se basa en la experiencia y la observación,
incluyendo el conocimiento de las plantas. Además de ser depositarias de conocimientos ancestrales,
varias de ellas han seguido incorporando otros conocimientos cuando han sido convocadas por los
establecimientos de salud del sistema médico oficial.
Qhullawawa (recién nacido o bebito tierno)
En quechua, a los bebés recién nacidos se les llama
qhullawawa o qhullawawacha (wawita muy tierna). A los que ya están
creciendo un poco más se les dice simplemente wawa, hasta que
tengan un año. Después, ya sólo los llaman por su nombre. Los
qhullawawa requieren protección permanente y cuidado especial de la
madre, los cubren totalmente envolviéndolos con tres pañales, y
dependen básicamente de la lactancia materna.
A partir de que el bebé tiene seis meses la madre cambia la
forma de envolverlo, ya no envuelve todo el cuerpo, sino solamente
40
desde la cintura a los pies. En este periodo el bebe ya consume alimentos en forma de papilla.
Después del año se les denomina irqi (chico) o chikucha. A esta edad ya caminan y tiene una
vestimenta especial apropiada para su edad, la phalika o especie de faldita blanca de bayeta para
niños y niñas de un año a más. Se les coloca con el fin de que no se moje ni ensucien al orinar.
2. EL EMBARAZO
2.1. Expectativas y sentimientos antes del nacimiento del bebe
Los embarazos deseados suelen darse en el contexto del matrimonio o las uniones con
consentimiento familiar o comunal, denominadas tiyay (vivir o convivir con una pareja). En estas
circunstancias los embarazos tienden a verse como un proceso natural que toda mujer debe asumir.
Así, es común escuchar: Mana chiqnikunachu angilituta (no se aborrece al angelito), subrayando la
condición de “no pecador” de la futura wawita. Esta última genera alegría y significa mayor
responsabilidad, se suele decir: hay que trabajar más. Sin embargo, en las mujeres que ya tienen
varios hijos se expresa también tristeza o preocupación por parte de pareja.
Los embarazos no deseados ocurren usualmente en el caso de las adolescentes, primerizas
solteras, madres solteras y mujeres casadas que ya tienen muchos hijos o muy seguidos (esto último,
especialmente en las zonas más urbanas). Si se es soltera el embarazo “es de vergüenza” y se trata de
ocultar. Por esta razón es que algunas mujeres se “fajan” para que no sus familiares y otros miembros
de la comunidad no noten su embarazo.
Contrariamente a lo que se suele pensar, varios de los embarazos no deseados en las zonas
más urbanas ocurren cuando las mujeres están usando métodos anticonceptivos modernos, tal como
lo refiere el personal de salud. En esos casos y otros en los que el embarazo no fue deseado o
planificado, muchas mujeres buscan maneras de interrumpir la gestación.
Bueno algunas, algunos embarazos son planificados de algunas mujeres, de otras no, como
que no lo aceptan. O sea vienen acá, se les diagnostica embarazo. Por ejemplo, de otras
mujeres que sí se cuidan ya sea con inyectables, pastillas, entonces podría ser una falla de
método. […] Dicen, cómo puedo estar embarazada, si me he estado cuidando, pero sabemos
muy bien, también que todos los métodos anticonceptivos tiene su tasa de falla, es mínima
pero tienen su tasa de falla. Entonces en aquellas mujeres que no aceptan el embarazo o sea
ellas siempre tratan de preguntarme, o sea, si hay algún inyectable, o qué es lo que pueden
hacer, porqué no desean el embarazo. (Entrevista, personal de salud, Progreso)
2.2. Cuidados en el embarazo
Las mujeres se dan cuenta de que están en estado o “unquq” (estar enferma o gestando),
cuando advierten de ya no menstrúan (Entrevista a parteras tradicionales).
Existe la idea de que la mujer gestante debe tomar en cuenta una serie de cuidados especiales.
Estos cuidados se relacionan con tres aspectos fundamentales: no realizar esfuerzos físicos y evitar
accidentes, tener una alimentación que permita mantener el equilibrio corporal, y evitar situaciones
que por sinonimia se asocian a futuras complicaciones.
41
No realizar esfuerzos físicos y evitar accidentes
Las mujeres gestantes acostumbran a continuar desarrollando sus actividades productivas y
domésticas, pero se les advierte no realizar trabajos que demanden mucho esfuerzo, como el
levantar piedras u objetos pesados, ya que esto se asocia a los abortos.
También, se recomienda tener cuidado con las caídas y los sacudones cuando se monta a
caballo, ya que se piensa que pueden ocasionar que el feto se mueva. De ser así, la mujer en el futuro
necesitaría frotaciones o masajes para colocar al feto en su lugar, las que son administradas por las
parteras.
Alimentación y cuidados nutricionales de la madre
El principio fundamental que rige y sustenta todas las pautas alimenticias de la mujer
embarazada es el de garantizar el equilibrio corporal no ingiriendo alimentos ni muy fríos ni muy
cálidos. Así, se recomienda no comer carne de chancho porque es muy fría; tampoco carne de vaca
porque es muy cálida. El cordero, en cambio, si es recomendable, por considerarse carne templada.
Otros alimentos intermedios (templados) recomendados por las parteras son: quinua, trigo, maíz,
papas, tarwi, habas, huevos, leche, verduras (excepto el repollo), y mates de manzanilla, anís y
orégano.
Las madres tienen la noción de que sus wawitas se alimentan a través de ellas cuando están
en gestación y cuando son qhullawawas (niños recién nacidos). Por ello, buscan alimentarse un
mayor número de veces que cuando no están gestando, es decir más de tres veces al día. Suelen
tomar un desayuno-almuerzo durante la mañana, otra comida a media mañana, un fiambre seco y frío
a mediodía, otra comida al atardecer y por la noche, una cena. En el fiambre del mediodía prima la
papa y el ch’uñu hervido y el tostado (trigo o maíz), muchas veces acompañado por la carne hervida.
Respecto al consumo de hierro, el personal de salud indica que se proporciona sulfato ferroso
a las gestantes, no indicando el rechazo de estas, pero no se cuenta con información de ellas mismas
al respecto. También existe la percepción de que las mujeres incluyen en su dieta el consumo de
alimentos que contienen alta concentración de hierro, lo cual debe ser estudiado.
Eventos/situaciones que se evitan por analogía
Otros cuidados durante el embarazo se sustentan en la analogía y el simbolismo. Se
recomienda no “torcer hilos” ni tejer porque se corre el riesgo de enredar el cordón umbilical al
cuello de la wawa. No se debe mirar detenidamente a animales porque las wawas pueden asemejarse
a estos o nacer con malformaciones, por ejemplo, salir con boca de sapo o caminando como la
culebra. La mujer ni su esposo deben sentarse cerca del fogón de la cocina porque puede tener
mellizos. No debe cargar calabazas porque se piensa que pueden producir malformaciones: Nacen
mudos y sonsos de cargar la calabaza en el embarazo. No debe dejar el cucharón atravesado en la
olla porque podría ser la causa de una mala posición fetal.
Aunque estas prácticas de cuidado no tendrían un efecto directo sobre la salud de la madre y
el recién nacido, son muy importantes por sus efectos psicológicos. Un claro ejemplo que nos
sugiere cómo este tipo de consejos pueden favorecer el alumbramiento, es el que se da a las
primerizas: Echarse en el preciso punto del campo en donde ha parido una vicuña y revolcarse varias
veces en ese sitio. Este animal da a luz muy velozmente y sin dolor, e inmediatamente se pone de pie
42
y empieza a correr libre por la puna. Por asociación analógica, también la primeriza tendrá así un
parto rápido, sin sufrimiento y feliz (Centro de Medicina Andina, 1989).
Cuidados del esposo
Idealmente, se espera que todos los miembros de la comunidad, varones y mujeres, se rijan
por el principio de sumaqta tiyana (vivir bien o vivir bonito). Durante la gestación, parteras,
familiares y otros miembros de la comunidad recomiendan explícitamente al hombre no maltratar a
la gestante.
Los esposos que si cumplen con cuidar a la esposa durante el embarazo, asumen las tareas
que demandan esfuerzo físico que suelen estar a cargo de la esposa. Sin embargo, hay esposos
“desconsiderados” que no cumplen con estas expectativas y recomendaciones de la comunidad.
También se refieren casos de maltratos físicos del esposo a la mujer embarazada, que son vinculados
con complicaciones en el parto de la madre, pero que no se denuncian.
Uso de los servicios de salud
Se ha reportado que, en el 2007, 92.7% de mujeres de Grau acudieron a al menos un control
prenatal (Bardales et. al. 2009). Sin embargo, en esta investigación, los EESS no son mencionados
por las mujeres entrevistadas cuando refieren los cuidados que toman en cuenta durante el embarazo.
Las parteras entrevistadas han mencionado signos de alarma como la hinchazón de piernas, lo que es
tratado desde la medicina tradicional mediante frotaciones y ahumados, pero no se ha identificado
como un riesgo que requiera acudir a los servicios de salud.
2.3.Preparación para recibir al niño
La “llegada” o nacimiento de una wawita es un acontecimiento que no pasa desapercibido,
sino que genera expectativa y moviliza a toda la comunidad. Actualmente, esto es aún más notorio
porque significa el traslado de toda la familia a un centro poblado, a las denominadas “casas
maternas” de gestantes o casa hogar, que cada Centro de Salud ha implementado. Allí, muchas veces
permanecen por un tiempo prolongado cuando la wawita tiene poco peso, ello genera preocupación
especial en los padres y miembros de las familias comuneras andinas porque implica un “atrasu”
(atraso) que afecta sus actividades económicas.
Antes del nacimiento del bebé se prepara su vestimenta. La ropa para las wawitas en las
comunidades andinas no es sólo una forma de responder a sus necesidades vitales sino que sirve
también para expresar su identidad cultural. La familia prepara la ropa o ajuar del qhullawawa
mediante una serie de actividades previas. Las madres y otros miembros de la familia y la comunidad
elaboran prendas tejidas. Sólo en último caso, se adquiere esta ropa en los días de plaza o feria
dominical del distrito. También se incluyen en el ajuar la ropa que los padres han guardado de sus
otros hijos.
La ropa o ajuar de la wawita está compuesto por la chompita, los p’ulqucha o zapatitos de
lana, y los gorritos tejidos de lana de oveja, alpaca o llama, así como por pañales de diferentes
tamaños. Se trata de tres tipos de pañales: el ukhun (interior) o pañal pequeño, de material suave, que
tiene contacto directo con la piel del bebé y envuelve las extremidades inferiores, desde la cintura
hasta la rodilla; el chaupi (intermedio) o pañal de bayeta para envolver a la wawita desde los pies
hasta los hombritos con la finalidad de darle calor; y el pata (encima o sobre todo) o pañal grande,
que envuelve todo el cuerpo de la wawita a modo de un paquete. Se preparan dos gorros, uno de lana
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negra de oveja para cubrir la fontanela, para que caliente al bebé y otro gorro, que se coloca encima,
con bordados y bordes multicolores a modo de un capullo de flor. Este segundo gorro acompaña al
bebé hasta que pasa del período de qhullawawa a simplemente wawa.
3. PARTO
En las comunidades visitadas, la atención del parto se da tanto de manera tradicional, en el
domicilio de la gestante con apoyo de la familia o la partera, como en los servicios de salud oficiales.
Sin embargo, hay una creciente tendencia a atenderse en los establecimientos de salud, lo que
recientemente es atribuido al programa Juntos, que condiciona la entrega de dinero al uso de
servicios de salud y educación.
El incremento en el uso de los servicios de salud para atender el parto se ve corroborado por
las estadísticas de los establecimientos de salud de la provincia de Grau, que indican que el parto
institucional creció de 67.6 por ciento en 2002 a 71.6 por ciento en 2007 (Bardales et. al., 2009).
Además del programa Juntos, el incremento del parto institucional estaría relacionado también con
otras medidas de los servicios de salud para enfrentar las “barreras” económicas (Seguro Integral de
Salud, SIS) y geográficas (hogares maternos o casas de espera), entre otras (Bardales et. al., 2009).
Debe mencionarse también que, a excepción de la microrred de Haquira (48.4%), en las demás, la
mayoría de partos fueron atendidos en puestos de salud. Esto se contrapone a las normas del
Ministerio de Salud (MINSA), que indican que los partos deben atenderse en centros de salud y
hospitales a cargo de un equipo de profesionales, quienes podrían manejar de mejor manera las
complicaciones (Op. Cit.: 141).
La atención del parto en los establecimientos de salud no implica el abandono de las prácticas
tradicionales de salud de las comunidades andinas. Sea que las mujeres tengan un parto domiciliario
o institucional, muchas veces se siguen los rituales y otras prácticas tradicionales previas al parto, así
como se consulta a las parteras y recibe consejos de otros miembros de la comunidad respecto al
embarazo, parto y puerperio.
3.1. Preparación para el parto
Ritos indagatorios y protectores
Días antes del parto, se realizan una serie de ritos para indagar sobre el desenlace del parto y
el futuro de la wawita, darle fuerzas y ánimos a la mujer, o pedir protección para que el parto sea sin
complicaciones. Los ritos permiten la intermediación entre lo material y lo espiritual, entre lo
humano y lo divino, y obran en la parte inconsciente de mujeres y hombres mediante el uso de
símbolos.
Uno de estos ritos es la lectura de la coca. Las madres consultan
con un qhawaq, watuq o la partera, que mediante la lectura de la coca
pronostica sobre la fecha probable del parto, la situación y suerte del
embarazo. También, se indaga respecto a la suerte de la wawita, cómo
va a nacer, y cuál puede ser su suerte en el futuro:
Para cuando nace una wawita siempre hacemos mirar la coquita para
saber cuál va a ser el destino de la wawa y cómo va a ser el parto, bien
nomás o va a haber complicaciones, eso es lo que más nos preocupa.
(Entrevista, partera, Vilcabamba).
44
De acuerdo a los resultados de la lectura de las hojas de coca, los rostros de angustia e
interrogación de las personas van cambiando, sobretodo, si se trata de predicciones positivas que les
insuflan esperanzas tanto sobre el parto como la wawita.
También se hacen pagos a la tierra (tirraman haywana) mediante el esposo, para solicitar que
el parto y el proyecto de vida del bebé sean exitosos (comunidad Qunqaqa de Progreso).
En otros casos, la madre parturienta es sahumada antes del parto (comunidad de Totora). Durante el
sahumerio, le soplan tres veces para darle aliento y fuerza para el parto. Este acto ritual en los andes
se suele hacer en momentos previos a realizar una tarea trascendente de la vida. En este caso, se trata
del nacimiento de una wawita y un momento en el cual la mujer puede debatirse entre la vida y la
muerte. Este rito u otros, son realizados en las comunidades, pero también en los servicios de salud,
con la colaboración de familiares o parteras. Así, las prácticas tradicionales de salud y las parteras
siguen siendo importantes en la experiencia del parto de las mujeres que tienen un parto institucional.
Sin embargo, al parecer, su incorporación en la atención del parto en los EESS se entendería, en el
mejor de los casos, como una suerte de “tolerancia estratégica” y no de la aplicación de la norma de
atención intercultural del parto existente:
En la zona de Totora he visto que le sahumean a la mamá, sí con incienso y tienen ahí sus
hierbas que le queman, previo al parto lo sahumean, sí, incluso en el centro de salud mismo,
sí, en el caso de totora yo he trabajado en totora dos años y allí mismo también ellos traen y
tampoco se les puede prohibir… , se les permite que sahumeen ahí también, o sea, no se les
dice que se vayan, porque tenemos que ser tolerantes con sus costumbres, si queremos los
partos institucionales, tenemos que respetar sus costumbres.
[…] Yo he visto que le soplan con la boca ….ahhhhh, en la cabeza. La sahumeadora, puede
ser tal vez algún familiar. Y hay una partera que trabaja en totora en el Centro de Salud,
pero no atiende partos, no, ella va al hospital, al puesto de salud, ahí también a las señoras
les acompaña. Es un aliado, capta pacientes para parto para el centro de salud. Es una
colaboradora. Ella por ejemplo les hace eso, les sahumea, les soba la espalda, les ayuda, les
dice que respire, les da recomendaciones.” (Entrevista, personal de salud, Chuquibambilla:)
Preparación del ambiente físico
Para el parto domiciliario, se acondiciona una habitación que sea agradable para la
parturienta, donde ella tenga privacidad y esté protegida de las amenazas reconocidas según sus
pautas culturales. Por lo general, se arma un toldo al interior de la habitación donde estará la mujer.
Se trata de cuarto cerrado, en penumbras, cálido y silencioso, lo que podría ser comparado con el
útero de la madre. Una de las preocupaciones más grandes es evitar el wayra (viento) o el mal de
viento ingrese y detenga el trabajo de parto, trayendo diversas complicaciones.
3.2. La atención del parto
Aunque el parto institucional se ha acrecentado en las comunidades de Grau, la medicina
tradicional está vigente en las expectativas, concepciones y prácticas de salud de la población. Las
mujeres de mayor edad que ya han tenido varios partos han experimentado directamente las
diferencias entre los dos sistemas de atención de parto: el que representa la partera y el del centro de
salud. Ellas expresan una añoranza por la atención del parto por una partera tradicional, porque hay
más “confianza”, hay más “familiaridad”: Partera es confianza… todo le puedes decir…, mientras
que a la señorita enfermera no se le puede decir nada… (Entrevista, madre, Chuquibambilla).
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Se acude a las parteras mayormente para atender a las primerizas o cuando ocurre alguna
complicación. Sin embargo, aunque no todos los miembros de la comunidad poseen un saber
especializado como las parteras, los familiares de la parturienta (el esposo, la madre de la mujer u
otro familiar) que suelen atender el parto, comparten similares concepciones y prácticas. Por ello, en
las líneas que siguen recuperaremos las prácticas y criterios que siguen las parteras en las
comunidades de Grau visitadas.
Preparación de la parturienta
La partera prepara a la madre para dar a luz, lo que implica una preparación psico-física y del
ambiente donde ocurrirá el parto. La preparación psico- física se inicia con masajes para relajar a la
parturienta (existiendo también masajes para aliviar dolores). Mientras se realizan los masajes, la
partera sopla sobre la cabeza de la parturienta para darle aliento, reza e invoca a santos y dioses para
que protejan el parto. También en este momento la partera cuenta historias felices de sus
experiencias anteriores para inculcar confianza a la mamá.
En cuanto al ambiente físico, se humea la habitación para brindar calidez y como parte de un
ritual para agilizar el parto. El sahumado se realiza con elementos considerados cálidos, como lana
negra de oveja o lana de vicuña, paja, cuernos de chivo o cabra, incienso, azúcar y hierbas, entre
otros. Existe un elemento simbólico particularmente valorado que es la lana y feto de la vicuña
(sullu), pues la vicuña nace en menos de un minuto de trabajo e inmediatamente sale a correr por la
puna, con su uso, se espera que por analogía suceda un parto rápido y sin complicaciones.
Prácticas para facilitar el trabajo de parto
Durante el trabajo de parto existen una serie de prácticas para facilitarlo y reducir
complicaciones para la madre y el recién nacido. Un principio fundamental en estas prácticas es
mantener el cuerpo de la parturienta caliente. Para ello se suministran hierbas y otros tratamientos,
como los masajes o frotaciones, los emplastos y los sahumados.
Las parteras también recomiendan caminar y cambiar de posiciones para no enfriar el cuerpo.
En el trabajo de parto, la partera permite toda la libertad de movimiento que la madre desee realizar,
lo importante es que le permitan mantener el cuerpo caliente. Al parecer, no existe en el lenguaje de
las parteras el término “pujar”, pues las parteras piensan que las madres saben reconocer por sí
mismas la necesidad de empujar en la fase expulsiva, además consideran que es una dispersión de
fuerzas y un riesgo por la posibilidad de expulsar algún órgano. Las parteras no intervienen en
romper la fuente (bolsa amniótica), sabiendo que se romperá sola “sapallan kichakun” (se abre
solito).
Respecto a las posiciones para dar a luz, algunas veces se aconseja estar sentada o de
cuclillas, en otros casos, sosteniéndose de una soga que cuelga de la viga de la casa o un palo
plantado en la misma habitación cuando el piso es de tierra. Todas las posiciones están en función de
la parturienta, como también todas ellas tienen un punto de apoyo para la mujer y favorecen que
concentre todas sus fuerzas en la expulsión del feto. Son posiciones que permiten ejercer fuerza hacia
abajo, aprovechando la fuerza de la gravedad, lo que facilita la expulsión del bebe y evita la
compresión de la aorta por parte de la matriz y el feto, facilitando una buena oxigenación, cosa que
no ocurre en la posición horizontal obstétrica. En muchas de las posiciones el marido ocupa un rol
importante de sostén y colaboración: Claro siempre, siempre le agarran, le agarran, le ajustan.
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La partera respeta la posición de la mujer y trabaja de rodillas esperando al bebe con sus
manos bajo la falda, sólo por tacto externo. Es importante destacar que durante todo el proceso de
parto las mujeres se encuentran vestidas. La partera nunca ve la vagina ni la palpa en el momento de
la expulsión de la wawa. El parto completo se hace con las faldas puestas, evitando toda posibilidad
de observación, en cambio, se podría decir que han desarrollado una suerte de visión a través de sus
manos, a través del tacto superficial.
Atención del recién nacido y tratamiento del cordón umbilical
Apenas nace el bebe se procede a secarlo, cortarle el cordón umbilical, sacarle la flema de la
boca con el dedo y envolverlo para mantenerlo bien caliente. Luego, se le coloca a un costado de la
madre, para seguir atendiendo a la mujer.
Para realizar el corte del cordón umbilical se espera a que esté “blanquito” y deje de latir o de
palpitar. Se mide el cordón antes de cortarlo, esta medida está en función del sexo del bebe. Así,
algunas parteras miden 4-5 dedos desde la wawa si es varón, porque tiene pene, y si es mujer, de 2-3
dedos. Después, se amarra el cordón con una pita de lana de oveja, alpaca o llama, o hilo. El cordón
se corta con teja, un pedazo de olla o hik’iña (tostadora) rota pasada por el fogón y, en algunas
oportunidades, con tijera. El material con el que se corta el cordón umbilical se asocia con la
personalidad del futuro miembro de la comunidad, así por ejemplo, se corta el cordón umbilical con
un pedazo de teja o tiesto de arcilla para evitar que sea una persona destructora y poco cuidadosa de
su bienes y especialmente de su ropa: si es con cuchillo, entonces es cuchillo para la ropa…
(Entrevista, partera, Alquchimpa).
No se coloca nada sobre el ombligo, sólo se seca y se le coloca una ombliguera con un trapito
limpio.
Tratamiento de la placenta
La parte del cordón que queda conectado con la placenta o paris es amarada al dedo pulgar
del pie de la madre. Esta es una medida contra la retención placentaria. La partera manifiesta que si
no realiza el amarre, la placenta podría subirse, hinchando a la parturienta y haciendo peligrar su
vida. Una vez amarrado el cordón placentario, aconsejan pendular el pie muy suavemente para
facilitar la salida de la placenta.
Las parteras esperan que la placenta se expulse sola, en caso de haber una demora de más de
3 o 4 horas, intentan inducir su salida introduciendo el mango de un cucharón en la boca de la
parturienta a fin de que tenga “arcadas” a fin de contraer los músculos abdominales. Algunas realizan
la misma operación pero con el mango calentado previamente en el fogón, o bien le hacen soplar una
botella. También se ayudan con mates cálidos. Las parteras examinan la placenta para verificar si ha
salido entera pues reconocen que puede provocarle problemas posteriores a la madre: Si es que no
sale toda la placenta pues, las señoras quedan mal, eso tienes que ver, si salió entero o no, eso
tienes que ver, eso pues. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
Existe una una marcada valoración de los efectos que tiene el manejo de la placenta sobre la
salud del niño y la madre. Una vez que esta se expulsa, se envuelve con un trapo, se rocía con
alcohol y se coloca al fogón para quemarla. Se piensa que quemar inmediatamente la placenta es
absolutamente indispensable, no debe enfriarse, porque la puérpera como el recién nacido pueden
enfermarse. Sí la placenta se enfría, puede provocar mal de viento en la mamá o el bebé. En el caso
de la puérpera, este mal puede ocasionar un endurecimiento del vientre, asfixia y peligro de muerte:
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Así su placenta si es que la botamos al frío cuando le pasa el frío así se endurece el vientre
como tabla, como piedra se le pone nomás y le tapa el corazón y muere la mujer, ya no
puede respirar. En el hospital sí botan, pero dan pastillas las enfermeras y así no enfría la
placenta. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
En el caso del recién nacido, las consecuencias son las enfermedades respiratorias. La
placenta es vista como un abrigo para el niño durante 9 meses. Su función fue anidarlo, abrigarlo, fue
su qisa (nido), por lo que el recién nacido también se vería afectado si la placenta se enfría, se piensa
que le dará tos y diversas alteraciones respiratorias.
Atención de la madre luego del nacimiento y alumbramiento
Las parteras y la familia en general dan prioridad al cuidado de la mamá. Ello se debería a
que el puerperio es identificado como un momento de sumo riesgo para la mujer, pudiendo morir.
Además, las consecuencias de la muerte de la madre afectaría significativamente a la unidad familiar,
ya que ella misma es fuente de reproducción humana, social, y económica. La mujer es la que recibe
toda la atención hasta que se considera el parto terminado, y eso ocurre después de los siguientes
cuidados:
Inmediatamente después de la salida de la wawa, la partera coloca un chumpi [faja] a la
parturienta arriba del vientre y por debajo de los senos. El chumpi se amarra fuerte para evitar que la
matriz se desplace y tape la respiración. Existe la convicción de que hay el riesgo de que la matriz se
desplace hacia arriba al extrañar a la wawa que ya salió. También se amarra un trapo en la cabeza de
la puérpera para evitar que toda la sangre del cuerpo se aloje en la cabeza, así como para que los
huesos de la cabeza no se abran por el esfuerzo que hizo la madre.
Una vez expulsada la placenta se brinda alimentos a la madre para devolverle calorías y
hacerle recuperar fuerzas. Después, algunas parteras consideran importante lavar con agua de romero
los órganos sexuales externos de la mujer, su vulva y vagina, al no hacerlo, la mujer “apesta” por la
sangre que ha expulsado. Luego se le deja descansar.
Una vez que se ha terminado de atender a la puérpera, la partera o familiares fijan su
atención en la wawa. Retomada la atención en la wawa, se le puede limpiar con aceite y luego
colocarle talco. Si se trata de una familia muy pobre, se limpia solo con agüita y se le viste: primero
se envuelve en un pañal, luego con lanita y un gorro. Luego, se arregla la carita del recién nacido, es
decir, “se le pone bonito” dibujándole el rostro con la mano. Con la mano se va dibujando sobre el
rostro del bebe los ojos, la nariz se coloca derecho, luego la boca. Si es que tiene boca grande se
hace el ademán de coserle un poco con gestos se dramatiza la costura de la misma y así enmendar
defectos. Este arreglo generalmente lo realiza el esposo, pero también lo puede hacer la partera. Una
vez que la wawa esta bonita se le coloca al lado de la madre. Luego del parto, la mujer debe
recuperarse, por lo que se recomienda que no camine mucho ni toque agua fría. Así la madre suele
permanecer en casa junto a su bebé, lo que favorecería el contacto físico y la lactancia.
La familia y el rol del esposo en el parto
En el proceso del parto es donde más se ve involucrado y comprometido el esposo, salvo que
se encuentre de viaje o el parto sea sorpresivo.
Cuando la partera no es la que ayuda, el marido es quien realiza todo. También la madre de la
parturienta puede ser quien cumple el rol de la partera. La mayoría de las mujeres aceptan la
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presencia del compañero sin el más mínimo cuestionamiento, pero hay algunas mujeres que
manifestaron que su esposo estaba fuera del cuarto porque les daba vergüenza, en este caso prefieren
la presencia de su mamá o bien la partera.
Una vez iniciados los dolores, el marido va a buscar a la partera y a partir de éste momento él
pasa a ser un auxiliar de la partera y un sostén para su mujer:
Si, ellos [maridos] me llevan pues, yo le froto y ellos le jalan de aquí, y yo le froto, con sus
maridos hago dar a luz. Algunos nomás no. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
En la casa de la partera, el esposo participa de la t’inka y el pago a la Pachamama y a los
Apus y recoge las hierbas que la partera le indica como necesarias. El varón también es quien recibe
al recién nacido y le toca a él “arreglar la carita”. En las posiciones para dar a luz, el marido aparece
como sostén de la parturienta, sobre quien ella se apoya.
La familia en general coopera durante el parto. La madre de la parturienta también tiene un
rol importante, ella brinda confianza a la parturienta y se encarga de las tareas de la casa.
Manejo de complicaciones
Dentro de las complicaciones que se presentan en la atención del parto, las parteras
mencionan: mala posición fetal, parto prolongado, hemorragia uterina, inercia uterina y retención de
la placenta. Las causas reconocidas de las complicaciones que se presentan en el parto se basan en
una lógica distinta a la de la biomedicina, siendo la mayor parte de ellas relacionadas con acciones
físicas o golpes, o situaciones que se asocian por analogía con las complicaciones (ver tabla). No
hay una explicación asociada a causas directas, lo cual debe ser tenido en cuenta en el proceso de
relación entre los servicios de salud y las comunidades quechuas.
MOTIVOS
Moler batán, cargar leña, tejer
Golpes del marido
Mucho trabajo
Tacañería
Cucharón atravesado en la olla
Mismo niño se desarrolla de un lado
CAUSAS
Físicas
Físicas
Físicas
Simbólica
Simbólica
Simbólica
El manejo de las complicaciones durante el parto por las parteras se basa en sus
conocimientos y experiencias, los que están fuertemente mediados por la manera de entender el
funcionamiento del cuerpo desde la cultura andina y la ritualización del parto.
Para tratar la mala posición fetal o chakasqa (transverso o podálico) se acomoda a la wawa
con masajes o suysusqa: se sacude a la mujer sobre una manta para la izquierda y la derecha,
también se la puede colocar con las piernas en alto y se realiza suaves sacudidas. Luego se le da
masajes, se le frota el vientre, zona lumbar y caderas con infundio de gallina y frotaciones de molle,
o aguardiente hervido con sal. También se les da mates de molle, chocolate, café y cascarilla. Así
mismo, se le hace bailar si aún no nace la criatura, tomando de la cintura a la madre y manteniendo
las piernas abiertas.
En el caso del parto prolongado, en general, se sigue un rito que mantiene caliente y en
movimiento a la mujer. Se saca paja de las 4 esquinas del techo y se humea en el centro de la
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habitación. La parturienta tiene que pisar cada esquina en cruz pasando por el humo. Se ponen juntas
pajas de las cuatro esquinas del techo, flores y tierra de la casa, se hierven en agua y el preparado se
toma en mate. Luego se sahuma a la parturienta con lana de vicuña, huesos de trucha seca, azúcar y
huacatay.
Cuando suceden hemorragias se toman mates de hierbas locales (ej., flor de nabo, hierba
buena, orégano, pinco-pinco, sulta-sulta, manayupa, chunta-chunta) y se hacen emplastos sobre el
abdomen.
En el caso de la retención de placenta, como ya se mencionó líneas arriba se busca contraer
los músculos abdominales mediante el soplido de una botella o provocando nauseas, también se
brindan mates cálidos y se hacen frotaciones y masajes lumbares y abdominales.
Las parteras generalmente tienen aversión en realizar maniobras vaginales, pues tienen miedo
a desgarres y otras complicaciones.
Wawa muerta en el vientre de la madre
La partera reconoce que se encuentra frente a un caso de wawa muerta cuando hay demora en
el trabajo de parto y cuando no se palpa más la “vena”. Una vez verificado de que se trata del caso de
wawa muerta, las parteras buscan calentar a la parturienta, haciéndole caminar y suministrándole
mates calientes. Si con esta medida la wawa no sale, efectúan una extracción manual, operación
cumplida siempre con ansiedad, conscientes de los posibles peligros: la wawa muerta siempre nos da
miedo sacar. La partera jala con la mano el niño, aunque salga con dificultad: no hay fuerza y la
wawa frecuentemente tiene la cabeza hinchada... lo sacas pues, yo jalo con la mano. Cuando
revienta su fuente, la wawa se pierde y tú la alcanzas y la sacas como a un pescado. (Entrevista,
partera, Chuquibambilla)
Las causas de muerte de la wawa según las parteras son principalmente las caídas
accidentales o golpes del esposo durante el embarazo, o la presencia de brujería o espíritus malignos
y pukius: Los maleficios salen en la wawa, si hacen brujería, esa wawa muere.
La partera sabe que el marido ha pegado a la mujer embarazada, lo responsabiliza, pero no lo
denuncia a la autoridad, sabiendo que la mujer no sostendría la acusación: escondemos nomás
pues...difícil sería ir de testigo...la mujer no dice que el marido le ha pegado....así nomás queda. .
(Entrevista, partera, Chuquibambilla)
4. EL RECIÉN NACIDO Y SUS CUIDADOS
4.1. Expectativas y valoraciones frente al recién nacido
Recibimiento social del recién nacido y valoraciones de género: Wawa t’inka
Existe un ritual de bienvenida e integración del recién nacido a la familia y a la comunidad
denominado wawa t’inka. Este es a la vez un ritual de conclusión del parto y del periodo de
embarazo de la mujer.
Esta celebración fue muy importante en una época, pero ahora es menos pomposa cuando se
lleva a cabo. En la wawa t’inka se toma, se baila, y se agradece que no haya habido desgracias.
También se inician las visitas de la comunidad al recién nacido. Según las posibilidades económicas
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de la familia, esta celebración puede durar hasta dos días. Finalizada la wawa t’inka la partera se
retira, para regresar al tercer día y realizar el fajado a la madre. Como generalmente la partera vive
en la misma comunidad nunca se desliga totalmente de la familia.
La wawa t’inka es más grande cuando nace un varón, debido a que hay una mayor valoración
de los roles y libertades asignadas a los varones, especialmente por parte de los padres:
En mi comunidad, más quieren los papás que sea varón, porqué trabajan, porque quieren
que le acompañe en su trabajo cuando está creciendo, también cuando hay viajes, les
acompañan. Pero una mujercita también trabaja bastante, hasta parece que trabaja el doble,
sí, pero ellos siempre quieren varón. (Entrevista, madre, Pacayura)
Esta preferencia por los hijos varones también es expresada por otros miembros de la
comunidad, debido a que se valora su ayuda en actividades productivas que consideran pesadas y
difíciles:
Toda la comunidad siempre desean varoncito, casi la mayoría siempre quieren varón.
El hombrecito puede ir pues donde sea, a la ciudad y estará bien. Lo que tiene que hacer su
madre pues hace, tras leña, hace la chacra, es chacarero. El hijo hombre camina más, de
noche también puede ir a cualquier parte. (Entrevista, madre, Pacayura)
En la wawa t’inka, simbólicamente el papá le entrega a la wawa un cuaderno y una lapicero
para que sea un hombre bien educado “yuyal sapa”. Hace 5 a 10 años atrás, el papá entregaba una
chakitaklla y una lampa para que sea un buen comunero agricultor y buen criador de animales, lo que
evidencia claramente el cambio de aspiraciones que ha ocurrido en las comunidades campesinas de
Grau.
Actitud y cuidados relacionados con el qhullawawita
La preferencia por los hijos varones no se expresa en una inequidad en el cuidado del recién
nacido según su sexo. El cuidado de las qhullawawitas no distingue el sexo del bebé. No se
evidencia que la predilección por el hijo varón implique actitudes negativas hacia las qhullawawitas
mujeres. “Munayapullanki ya…” (Terminas amándola), es una respuesta común; o: “Imatan
chiqnikusunmanri angilituta…” (Qué vamos a aborrecer al angelito).
Una expresión constante vinculada a los sentimientos hacia el recién nacido es: “kariñuwan
munakunki…” (Con cariño lo quieres…). Las wawitas inspiran a sus madres y a los pobladores de la
comunidad ternura y cariño, son “angelitos” a los que se le debe prodigar mucho cuidado. Otra
expresión común es: sumaqta uywakunki (bonito te lo crías). Aquí, el concepto de criar no solamente
es cuidar, sino implica cuidado, acompañamiento, servir, velar, alimentar y proteger. Para las y los
pobladores andinos de las comunidades de Grau, criar se articula con los conceptos de yachachiy
(enseñar, educar e instruir) y purichina (encaminar, dirigir).
Los qhullawawitas suelen estar siempre bajo el cuidado de la madre. En todos los testimonios
se enfatiza que se debe cuidar celosamente al qhullawawita de todos los agentes naturales y
sobrenaturales que pueden afectar su bienestar. Se les debe cuidar también del celo de los hermanitos
inmediatamente mayores. Así mismo, el cuidado también se traduce en atención, alimentación y
salud hasta que la qhullawawita se valga por sí misma.
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…a los bebitos no se les puede dejar solitos porque estos pueden ser qhayqados [ser
afectados en su salud por el alma de un difunto], por eso a mi bebito nunca lo dejo sólo,
siempre está junto conmigo, sí, y si no esta lactando, está en mi espalda, porque me lo cargo.
Incluso con mi bebito voy a todas partes, viajo también con mi wawita siempre, Nunca me
aparto ni un momento, no, nunca siempre. (Entrevista, madre, Huch’uy Pallqa)
Siempre me han dicho, a un bebito cuando están chiquitito, nunca hay que dejarlo solos así,
por qué dice que, de los muertitos sus espíritus dicen que vienen al bebito, no sé que podrían
hacer, pero cuando pasa eso, el bebito ahí chiquitito se queda, su cabeza no más dice que
empieza a crecer y el cuerpo se queda chiquito, y comienza a ser flaquito, flaquito siempre se
hace. Esto se cura con curandero [hampiq]. Sí, llaman su animu [ánimo].” (Entrevista,
personal de salud, Chuquibambilla)
Otro aspecto subrayado, es que las madres y padres tienen mayor confianza en la medicina
andina, incluyendo el conocimiento propio sobre el manejo de plantas medicinales y de recetas
caseras referidas por miembros de la comunidad con mayor experiencia y sabiduría.
4.2. Cuidados del recién nacido durante sus primeras semanas de vida
Cuidado de las qhullawawitas prematuras
En las comunidades andinas los qhullawawitas prematuros son denominados “sietemesinos”.
Los reconocen por su delgadez y debilidad física, que se traduce, por ejemplo, en no tener suficiente
fuerza para lactar. Como otras complicaciones del embarazo y parto, los nacimientos prematuros se
asocian con causas relacionadas con el sistema médico tradicional andino: el susto o “mancharisqa”,
una caída de la parturienta que apresura el parto, un antojo no satisfecho que incluso puede causar un
aborto (“mal parto”), o haber tomado cosas demasiado cálidas durante el embarazo.
Existen claros conocimientos sobre la necesidad de brindar cuidados especiales al bebé
prematuro, especialmente brindar abrigo, así como la necesidad de apoyar su alimentación debido a
las limitaciones en la succión. Las parteras y las madres saben muy bien que el principal enemigo
para el prematuro es el frío, por lo que cuidan que el recién nacido mantenga una temperatura
siempre cálida como medida para evitar complicaciones:
Bonito, en harta lanita de oveja negra o lanita de alpaca negra se tiene que hacer como un
nidito, allí en el medio se pone a la qhullawawita sietemesina. (Entrevista, partera,
Alquchimpa)
Para alimentar al bebé prematuro le dan matecitos y agua azucarada utilizando lana o
algodón. Con el algodón mojan el mate o agua azucarada y eso le hacen chupar a la wawita.
Actualmente, los niños prematuros se quedan un buen tiempo internados en los centros de
salud y, dependiendo de los casos, son referidos a establecimientos con mayor equipamiento. Los
pobladores de las comunidades visitadas narran este hecho mencionando que su wawita estuvo
dentro de un aparato como carrito (incubadora).
Así como se reconocen debilidades a los niños prematuros, los pobladores andinos también
les atribuyen dones especiales, así como a los que tienen malformaciones o discapacidades. Se les
atribuye ser particularmente inteligentes. Esta sería una manera de compensar la debilidad por el
nacimiento prematuro.
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Alimentación y lactancia materna
Alimentación y salud de la puérpera y el recién nacido
Existe una clara noción de que la madre puérpera debe tener una alimentación especial para
recuperarse del parto y tener leche para alimentar al bebé. Los alimentos que consideran que son
muy nutritivos o “alimenticios” para recuperarse del parto, son: el ch’uñu y la carne de cordero,
consumidos en forma de caldo sin sal, “con harto comino”. Sería importante conocer si solo se
consume el caldo de cordero o también la masa magra, importante fuente de proteínas de origen
animal. De otro lado, se aconseja no consumir carne de las otras especies, como vaca, llama o pollo,
lo que estaría asociado con que se consideran carnes muy cálidas o frías.
Cosas frías no se puede comer, porque como habías dado a luz el cuerpo está débil hay que
comer cositas normales no tan calientes también porque hace daño.
[...]Ella así cuida naturalmente, la señora Matiasa [partera de Chuquibambilla]. Me decías
que…. de los alimentos,… que coma por ejemplo, cuando uno da a luz mayormente ellos
dicen no comas carne, no de llama porque es frío su carne, frío así es de llama, de la vaca
también su carne es frío. Pero si carne de carnero, quiere que comas. Carne de carnero, con
ch’uñu, no de vaca, ni de gallina, ni de pollo. Así, de carnero siempre es bueno, si, si, hay
que alimentarse bien, tomar quinua con leche, así para que aumente la leche, esa
recomendación me dio. Sí. (Entrevista, madre, Chuquibambilla)
Se considera que la buena nutrición del recién nacido es sinónimo de una adecuada salud y
prevención de riesgos. Se piensa que un indicador de ello es que el bebé esté “gordito”. La gordura
se asocia con una buena nutrición y también con la abundancia en todo tipo de orden. En contraste, la
delgadez se relaciona con la debilidad y enfermedad. La persona delgada es motivo de recelo, se
piensa que “puede tener alguna enfermedad, por eso es flaco…”
Lactancia
Las mujeres entrevistadas tienen la clara noción de
que la leche materna es un buen alimento para la wawita.
También identifican que la lactancia es el vehículo por el
cual el bebé puede recibir medicinas cuando adolece de
alguna enfermedad como resfrío, diarrea, fiebre, entre
otras. Todos los mates así como los medicamentos
recetados para el qhullawawa, son administrados a la
wawita a través de la leche materna.
Actualmente, se observa la tendencia a hacer uso
del calostro (phuqun) para la alimentación del niño. En
todos los testimonios se advierte que apenas nace la
qhullawawita es limpiada, e inmediatamente la madre le da de
lactar. Esta práctica de dar de lactar el calostro habría sido
fortalecida con la intervención de los servicios de salud y su
buena aceptación en la comunidad, como veremos en los
testimonios citados a continuación:
Cuando ha nacido mi bebito, bueno lo ha hecho en el
centro de salud, primero lo han limpiado y me han
dado. Yo inmediatamente le di su teta, inmediatamente
53
ha empezado a tetar. La primera leche materna se llama calostro, sí, en quechua le decimos
phuqun. Eso ha tomado mi bebito, no me lo he sacado nada, nada, nada, desde el primer
momento ha empezado a lactar mi wawita. Dicen que el phuqun es más alimento que la
leche, eso dicen en mi comunidad, así me han dicho. Sus ojitos no sé como lo han tratado,
seguro lo han limpiado, no sé porque, cuando ha nacido lo han llevado a otro cuarto a
limpiar. (Entrevista, madre, Pacayura)
[…] como le dije, después de la atención inmediata del recién nacido, el bebé comienza a
lactar y como le dije, en las atenciones prenatales siempre les damos consejería ¿no? O sea,
que la lactancia materna es el mejor alimento que puede recibir su bebé, y sobre todo, la
primera lactancia, que es el calostro. Sí, es que es la mejor leche que está recibiendo el
recién nacido y eso ellas [las madres], ya tienen conocimiento, ya ellas practican. Solo un
caso se presentó, o sea, nació su bebé igualito y ella decía que no, que le dolía la barriga y
que por eso no quería lactarle, pero todo lo contrario le decíamos, que la lactancia es mucho
mejor todavía para que el dolor de barriga, como ella refería, disminuye, incluso el
sangrado y todo, pero ella no quería lactarle, pero a tanta insistencia, pues tuvo que lactarle
a su bebé. (Personal de salud, Progreso)
Contacto piel a piel
Las bajas temperaturas del clima de Grau hacen que la madre y el bebé estén siempre
abrigados, lo que hace difícil que haya una relación directa entre la piel del bebé y la madre. Sin
embargo, hay varios momentos y formas en que se produce contacto físico y una comunicación muy
íntima entre madre y recién nacido. La lactancia materna es uno de estos momentos. Se observa que
la madre acaricia con gran ternura la cabeza de su wawita, algunas mojan con su saliva un poco los
dedos de su mano y con se los pasan por los temporales y la frente del bebé para que no le salga
mucho pelo en su cara. También se acostumbra hacer dormir al bebe pegado al cuerpo de la madre.
Las caricias que prodiga a la wawita tanto su madre como otras personas, muchas veces no
son sólo una manifestación de afecto que se trasmiten de piel a piel, sino que tienen un efecto
modelante simbólico para los pobladores andinos quechuas. Como ya se ha descrito (p…), el padre o
la partera dibujan las facciones del bebé en su rostro. En general, se pudo observar diversas
manifestaciones de ternura y delicadeza de los pobladores respecto a la qhullawawita.
Baño inmediato del recién nacido
En tanto se ha incrementado el parto institucional, actualmente, es el personal de salud quien
se encarga de dar los primeros cuidados al recién nacido, incluyendo su limpieza. En lo que se refiere
al parto domiciliario, la preocupación de las testimonios giran en torno a la necesidad de brindar
cuidados al recién nacido asociados al abrigo. De acuerdo a las parteras, se usa aceite para limpiar al
bebe y luego se le echa talco. Si la familia no tiene mucho dinero, se usa agua.
Vestido del recién nacido
En las comunidades visitadas, las familias no tienen todos los recursos para brindar un
vestido adecuado que permita mantener la temperatura del niño. Sin embargo, el walt’asqa o la
práctica de envolver al bebé de manera ajustada (ver siguiente punto), para la que se usan hasta tres
pañales o telas, ayudaría a mantener abrigado al recién nacido. Esto es particularmente importante en
el caso de las comunidades andinas altas debido al clima frio en la zona. Los bebés en la puna no
usan pañal descartable, tampoco usan el pañal de franela. Se emplea la ropa en desuso de la familia,
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la rompen y acoplan como pañales, por ejemplo, una pollera de bayeta, lana o tela. Algunas veces no
se cuenta con medias o zapatos para abrigar los pies del bebé, u otra parte del ajuar que sí está
considerada en los preparativos para recibir al recién nacido, pero no se ha logrado elaborar u
obtener.
Acá en Chuqui [Chuquibambilla], mayormente las señoras, siempre se ve, cuando nacen su
bebito, también es de acuerdo a las posibilidades económicas, muchos son de algodoncito y
de lana, algunos traen de polar; pero cuando es la gente del campo, a veces vienen sin ropa,
o traen alguna ropita ya digamos viejita de otros de sus hijitos. Al igual también es en la
puna de Totora, Pataypampa, ellos tejen la ropita para sus hijitos de colores más fuertes,
digamos verdes fosforescentes, anaranjados, esos fucsias ellos lo tejen, y también de
algodoncito en algunos casos, cuando les facilita digamos en Totora, Oropesa, les facilita lo
que es Matogroso. Ellos les regalan ropita, es una institución católica, que viene a ayudar y
es de Italia, entonces allí les apoyan con ropa para los bebés.
Y la ropita está compuesto, por ejemplo, para los piecitos, les ponen, mediecitas no, muchas
veces las mamás digamos en Pataypampa, Totora, solo traen el ajuarcito, no traen
mediecitas, como el ajuarcito tiene sus manoplitas, esas manoplitas nosotros muchas veces
los colocamos como mediecitas o p’ulqitus. En el campo lo conocen como P’ulqus, así le
dicen a los zapatitos tejidos para las wawitas. (Entrevista, personal de salud,
Chuquibambilla)
Existe la buena práctica de abrigar la cabeza del bebe, área del cuerpo por donde se produce
la mayor pérdida de calor. En las zonas más altas, como la comunidad de Totora, se usan dos gorros
o más para calentar al bebe y que no sea “muy mocoso”. En la parte de la frente se usa lana de alpaca
o cordero.
Estimulación y formación
Como se ha referido, el cuidado del recién nacido se relaciona con “criar bonito”, noción en
la que se incluyen no sólo las necesidades fisiológicas, como la alimentación y el abrigo, sino
también se busca estimular y formar al bebé. A ello responden el walt’asqa y el t’ankachiy, dos
practicas opuestas para envolver y formar al recién nacido.
El walt’asqa es el acto de envolver a la criatura con los diferentes pañales de tal modo que se
le priva de movimiento. Se envuelve al bebé hasta la cabeza y se le faja al bebé con un chumpi (faja)
de tal modo que se asemeja a una pequeña momia. Se tiene la concepción de que esto estimulará a la
wawita a hacer fuerza al moverse, fortaleciendo así los huesos y músculos, y obteniendo una
estructura rígida y “derechita” de su sistema oseo. Así, el walt’asqa es una práctica de formación,
entrenamiento y fortaleza. El t’ankachiy es lo opuesto, ya que las extremidades del recién nacido
están totalmente libres para moverse.
Descanso de la madre y rol del padre
Se suele decir en las entrevistas que “la futura suerte de la wawa también depende del padre”,
lo que estaría relacionado con su rol en la unidad doméstica y económica que constituye cada
familia. De modo más específico, también se estaría aludiendo a la expectativa de que sea el padre
quien ayude a la mujer en la etapa puerperal a cuidar a los niños, cocinar y cuidar a los animales. La
mujer debe reposar y movilizarse poco, de lo contrario puede enfermar de sobreparto.
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El hombre también cocina, pues, claro. La suerte de la wawa depende del padre, su padre,
de su padre depende todo. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
5. LA SALUD Y LAS ENFERMEDADES DEL RECIÉN NACIDO
5.1. Señales que indican que el niño está enfermo
Las madres de las comunidades visitadas identifican una serie de signos que le indican si el
recién nacido se encuentra sano o enfermo. Estos signos, en general, concuerdan con los reconocidos
por los criterios biomédicos y les permiten a las mujeres buscar ayuda para atender a sus bebés.
Los signos que advierten a las madres sobre una wawita enferma son:
- Delgadez, lo que le indica que la qhullawawita está débil. la debilidad se ve como una
desventaja para los trabajos fuertes que se realizan en el campo, como son el trabajo en la
chacra y la crianza de animales.
- Falta de fuerza del llanto
- Decaimiento o desgano (umphu) en el semblante de la wawita y lentitud de movimientos,
se dice que no es vivullaña (con movimientos rápidos y enérgicos, ágil).
- El color de la cara no es pukay puka (la traducción literal sería coloradito colorado), que
es el color de una wawita saludable
- La temperatura está en uno de los extremos de la dicotomía fresco-cálido (chiri – q’uñi).
Los dos extremos indican peligro o enfermedad: frío es equivalente a enfermedad y
muerte; caliente o calor es señal de fiebre, también expresa enfermedad. Lo templado se
presenta como el estado térmico ideal, que indica salud.
Formas de aproximarse al estado de salud del recién nacido
Las madres entrevistadas indican tres maneras mediante las que ellas se dan cuenta del estado
de salud del qhullawawitas: La primera, es la observación permanente a través del contacto directo.
La segunda, es la manifestación del llanto de las qhullawawitas, un verdadero lenguaje que expresa
estados de salud de los bebés. “las wawitas tienen diferentes formas de llorar…”. Por último, está el
palpar o tocar, que incluye desde tocamientos que auscultan, hasta las simples caricias que dan a
conocer temperamentos y temperaturas.
Usted está lactando y de un de repente usted ve mi qhullawawa está enferma, me doy cuenta
clarito de eso. Te das cuenta como por ejemplo, puede ser que el bebito cuando está sanito es
normal ¿no?, Entonces pueda ser que esté llorando constantemente hasta aburrido en allí me
daría cuenta que está enfermo, y si le doy teta, no teta a veces como toma normal. Yasta, ya
sé que está enfermo. (Entrevista, madre, Progreso)
A un bebé se le puede reconocer por la manera en que llora, en su llanto. Porque cuando
tiene dolor, tiene un distinto llanto, tiene distinto llanto o cuando está aburrido, es distinto o
cuando alguien le está haciendo asustar, es distinto por el llanto mismo se le puede conocer
al bebé, por que una madre yo creo que debe darse cuenta, el por qué ¿no?, porque no es
igual, pues no van a llorar, por dolor o por otra cosa, no siempre; el llanto es distinto, ¿ya?,
entonces el llanto sería el signo de expresión, de saber ¿no?, si está bien o esta mal, de saber
qué síntoma tiene o el por qué está llorando. (Entrevista, madre e hija, Progreso)
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5.2. Enfermedades, rutas y tratamientos
Las enfermedades más comunes y frecuentes de las qhullawawitas mencionadas son los
resfríos y la tos por el frío (chirimanta), y la diarrea. También se mencionan recurrentemente males
reconocidos por la cultura andina local, como el mal de viento y el qhayqa. El qhayqa es una
enfermedad producida cuando uno se encuentra con el alma de las personas que han fallecido o el
viento de estas almas, su principal síntoma es el dolor de estómago y también los vómitos.
El qhayqa es un mal del que las madres cuidan mucho a sus hijos recién nacidos, pues se
piensa que pueden ser particularmente vulnerables a ellos y enfermar de susto. La manera de
prevenirlo es estar siempre con el bebé. También se piensa que si una mujer está menstruando no
debe cargar al qhullawawita porque se puede enfermar.
A los bebitos no se les deja en la habitación solitos porque puede ser qhayqadu, sí. No se
puede acercar dice a un finado también ¿no?, porque lo va a qhayqar, se dice. Qhayqar es
cuando el daño se le mete o se le aparece, en esos instantes, puede estar llorando, entonces
se enferma de susto, no deja de llorar, aunque sea todo el día puede llorar, tiene vómitos.
Por esta razón es que, a la qhullawawita sus mamas siempre lo tienen en la espalda
cargaditos. [..] También dicen que cuando una joven esta menstruando no se le puede
acercar ni cargar a un bebito, porque se puede enfermar, el otro día fui donde una señora
que tenía su bebé recién nacido, y me dice por qué está llorando, seguro estás menstruando,
se va a ponerse mal, me dijo. Me dijo, tú estás menstruando y no puedes cargar al bebito,
porque se iba a poner mal. (Entrevista, madre e hija, Progreso)
Los síntomas del mal de viento se caracterizan por vómitos, dolor de cabeza y malestar
general. Y si esto sucede y no se recibe tratamiento el paciente se puede morir. Para el caso de los
recién nacidos, cuando les da este mal, dicen que se ponen morados antes de morir.
Dado el incremento de partos institucionales, el tratamiento de los problemas de salud del
bebé en las primeras horas de vida suele ocurrir en los servicios de salud. Existen muchos
testimonios indicando, que por sus wawitas tuvieron que permanecer uno o dos meses en el centro de
salud, y los padres en las casas maternas. Incluso algunos refieren que tuvieron que viajar a
establecimientos de mayor capacidad resolutiva (en este caso, el hospital de Abancay), dependiendo
de la gravedad del caso.
Cuando la qhullawawita se enferma en la comunidad primero pasa por el auscultamiento y
la observación de los padres, la familia y la comunidad en su conjunto. Se suele acudir a la medicina
tradicional andina y sus especialistas (yachaq), pero si se evalúa que es un problema de salud que no
puede tratarse de este modo, entonces llevan al bebé al centro de salud. Uno de los problemas que se
puede advertir en el traslado de las wawitas al centro de salud, es la ausencia de medios de transporte
y recursos económicos para hacerlo.
Los tratamientos que se siguen para los diferentes problemas de salud que aquejan a los
recién nacidos dependen del tipo de enfermedad, el momento en el itinerario de tratamiento y su
gravedad, así como también pueden variar de acuerdo a la actitud y relación de las madres respecto
al sistema oficial de salud. Así, para los resfríos y la tos se acude usualmente a los mates de plantas
medicinales (quras), pero también hay quienes llevan directamente al bebe a la posta de salud, como
se indica en el siguiente testimonio de una madre joven. Cuando la wawita presenta diarreas los
pobladores de la comunidad recomiendan tomar mates que luego la madre le pasará mediante su
leche al bebé, pero también hay quienes llevan al bebé a la posta y le administran jarabes.
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Cuando se enferma está llora, llora no más. Y cuándo se enferman, se enferma por lo general
de la tos de la gripe, y después, de la diarrea también, y alguna vez le da viento, sí hay veces
le da viento.
Entonces para curarlo del viento, en la comunidad hay como hierbitas, con eso lo baño, por
ejemplo, con hierbitas que se llama markhu, eso se hace reposar en agua tibia, lo hago
remojar y después de hacerlo remojar en agua tibia, con esa agüita lo baño, sí. El markhu no
se toma, no se toma como mate, no, si no tiene que ser bañado no más, sí.
Y si es que es de diarrea, si lo traigo a la Posta ya, en la Posta le dan jarabes, las mismas
enfermeras de la posta, le dan directo a mi wawita directamente sí. Eso en la Posta, pero en
mi comunidad me dicen, tu bebé está mal toma este mate, es para que le pase por la leche, en
la comunidad eso se dice y así se hace.
Y si se enferma de gripe, y tos también, lo traigo a la Posta, y allí le dan también su
jarabito.” (Entrevista, madre, Pacayura)
De otra parte, hay males que no son reconocidos ni tratados en los servicios de salud
oficiales, como la qhayqa y el mal del viento y. Estos males u otros que no tendrían un origen
fisiológico, no encuentran explicación ni respuesta en la medicina del sistema oficial de salud, pero
sí en la medicina andina. Los tratamientos incluyen frotaciones con plantas medicinales, tales como
la ortiga y el markhu.
[…] Para ese qhayqasqa podría ser bueno dice ortiga y markhu, con la ortiga se hace
chicotear, lo frotamos poniendo a la candela y lo frotamos con la mano bien y con eso lo
pasamos todo el cuerpito. Con markhu igualito hacemos y maych’a. (Entrevista, madre e
hija, Progreso)
[…] Muchas veces, Dios pareciera que también los escoge para jugar ¿no?, en su etapa de
niñez, por eso hay veces hay niños que lloran y uno no sabe el por qué les frotas su piecito, le
das de comer, le llevas a la Posta y no tiene nada, es porque también ven pues esos niños,
tienen la capacidad de ver esas cosas las almas o los cuerpos que están ahí, y por eso es que
lloran desesperadamente. (Entrevista, madre, Progreso)
En cuanto a la forma de contrarrestar el mal del viento, se usan mates, baños con plantas
medicinales, frotaciones con creso, alcohol o plantas medicinales, y los “ahumados”. Entre estos
últimos está el qumpu, que consiste en quemar hojas de coca con otros desperdicios, al humo que se
desprende se le atribuye un poder curativo (Bardales et. al, 2009).
Eso humo es para que no te pase viento, o sino se pasa con creso por acacito así a la bebe, y
a su mama también, se le pasa por la nariz, o alcohol también, entonces ya no te da viento
con esito. (Entrevista, abuela de bebé fallecido, Chuquibambilla)
También se dan casos en que habiendo acudido a los servicios de salud, se vuelve a la
medicina tradicional debido a que los síntomas o consecuencias de la enfermedad continúan y en
general, no se confía plenamente en los servicios de salud, como sí, en el conocimiento compartido
por las mujeres de la comunidad, con el que se tiene una mayor cercanía cultural y social.
Una vez se ha enfermado mi hijita con bronconomía (bronconeumonía), hasta asma le ha
podido dar. Entonces eso, con así consultaba con las señoras, así que acertaban también pe,
creo que es más práctico así, antes que en el centro de salud. Después de lo que ha salido del
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centro de salud, seguía con lo mismo, prácticamente no se ha sanado completo, seguía con
tos, con la ronquera que tenía. Entonces con el cansancio, así como caminaba, al toque se
cansaba el niño, entonces ya me han dicho que el niño tiene asma. Entonces esto con qué se
cura, se hace dice se pica cebollitas, y eso se pica cebollas, ajo, dos dientes de ajo, cebollas
de regular cantidad, eso ya también lo hemos puesto en una latita de atún bien lavadito, y en
allí, en un hervor de agua lo pones encimita flotando, entonces en eso no más sale el jugo de
ese, del ajo y de la cebolla, entonces esito utilizas ya también como jarabe y le das al bebito,
al bebito directo le doy, no a la madre, doy al bebito. (Entrevista, hombre, Vilcabamba)
5.3. Malformaciones congénitas y discapacidades
Aunque se indica que el número de bebés que nacen con malformaciones o discapacidades es
bajo, el nacimiento de estas wawitas significa una suerte de hito en el calendario de acontecimientos
de la comunidad. La presencia de malformaciones se suele interpretar como una “seña” o indicador
de ciertas conductas incorrectas, como un anuncio de que pasará algo muy trascendental en la
comunidad, o un regalo de las deidades andinas (apus, pachamama o amaru). Se considera que
estos seres son especiales y sus dificultades o deficiencias físicas son compensadas con capacidades
especiales (ej., son inteligentes, forzudos o guapos) o poderes sobrenaturales. También se piensa que
son personas preferidas por las deidades, que los escuchan con mayor atención que a otros en sus
solicitudes. Ello hace que toda la comunidad trate a estas personas con una especial estimación y
esmero.
Las malformaciones y discapacidades más comunes son: el labio leporino (wak’achasqa), la
semejanza a animales, como sapo o culebra (irihua) la mudez y/o sordomudez (upa), y la “idiotez"
(upa, sunsu). Las causas reconocidas son diversas, incluyendo el castigo divino y la herencia
familiar. También que se les atribuyen al comportamiento de la madre durante el embarazo: el uso de
pastillas o inyecciones, cargar calabazas, cargar pesos y mirar animales; o el que haya sido afectada
por algún fenómeno natural: el rayo (asociado al labio leporino), pukiu (viento de los manantiales),
qhaiqa (viento de muerto).
En un primer momento la gente murmura
sobre la posible motivación de la malformación o
discapacidad, después hay una aceptación total sin
discriminaciones.
En general, se piensa que las malformaciones
y discapacidades mencionadas no se pueden curar ni
con la medicina tradicional ni la occidental: Ya no,
no, no se puede, que se va poder...ni en el hospital
ya pueden (Entrevista, partera, Vilcabamba).
Qhullawawita con labio leporino. Nació en Vilcabamba y
espera ser evacuada a Chuquibambilla, y de allí a
Abancay para su evaluación definitiva. (Foto: E. Cáceres)
5.4. Redes de cuidado y consejería del recién nacido
La crianza de las qhullawawitas en las comunidades andinas visitadas es una tarea colectiva
en la que interviene toda la comunidad. La búsqueda de lo bueno para todos siempre está presente en
la categoría de “allin” (bien), “allillanta ruwanqui…” (vas a hacer bien…), como un principio
fundamental compartido por los miembros de la comunidad. Las sanciones a los que trasgreden las
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normas del bienestar colectivo son muchas veces severas y puede ser motivo de expulsión de la
comunidad.
Es en este contexto social y cultural que las recomendaciones y apoyos para el cuidado de las
qhullawawitas se dan entre todos los miembros de la comunidad:
Ahora en mi comunidad, cuando he llegado con mi wawita todos se han sentido muy
contentos, felices, alegres, novedad querían conocerlo y yo mostré a mi wawita, todos
querían conocerlo, todos siempre me pedían que les muestre y todos me daban consejos para
que lo cuide, para que le de su comida, para que le dé su leche, y también me avisaron de las
enfermedades todo siempre yo mostré a mi wawita. Todos vinieron a saludarme a mirar a la
nueva personita de la comunidad así, sí. (Entrevista, madre, Pacayura)
Las madres tienen una red de consejería amplia, que incluye fundamentalmente a mujeres
mayores de su comunidad (madre, suegra, abuelita, etc.), quienes son referentes de sabiduría y
experiencia. También existen los especialistas en la salud, o personas de mucha experiencia que
gozan del reconocimiento de la comunidad, son los yachaq (sabios).
Los consejos que recibe de los servicios de salud, se suman a los que las mujeres reciben en
su comunidad, y algunas veces entran en contradicción:
Ahora, ellos tienen una red de consejería a más de lo que nosotras les damos a las madres,
esta red está compuesta por sus madres, sus suegras, sí, también mucho influye el entorno
familiar, las suegras, las abuelitas no siempre que ellas dicen no yo a mi hijo crié así, y si les
recomiendan, y las recomendaciones son en algunos casos negativos. Cómo por ejemplo: a
veces, por ejemplo un niño está mal, tiene que internarse, muchas veces ellos no quieren y
dicen no yo a mis hijos he criado y estaba así y yo le he dado tal vez una planta o le he
llevado al curandero ya se sanó y ahora está bien, ya, y entonces ellas también quieren hacer
lo mismo. Nosotras les explicamos, les decimos cuáles son los beneficios, los riesgos. Y
bueno, acceden a venir aquí al hospital. (Entrevista, personal de salud, Chuquibambilla)
5.5. Concepciones sobre la muerte del recién nacido
Causas de muerte reconocidas
El viento [Wayra] es la causa de muerte de los recién nacidos más conocida y señalada como
frecuente entre los pobladores de Grau. Se trata de una enfermedad asociada al descuido en el abrigo
y exposición del cuerpo del bebé a la interperie. Esta causa émica o entendible en el marco de la
cultura local, prevalece sobre otras explicaciones dadas por los servicios de salud respecto a la
muerte de neonatos (por ejemplo, la asfixia). Así se pudo observar en la reconstrucción de muertes
neonatales ocurridas en comunidades de Grau, que se hizo en el marco del estudio que precedió al
actual (Bardales et; al., 2009). Aquí algunos testimonios ilustrativos:
Dos dice practicantes eran, esas han llevado y la habían pesando tapando con su pañal
nomás, lo habían envuelto sin vestir todo habían sacado su ropita calatita nomás, han
pesado y así lo han llevado en un pañal nomása su mamá y ella ya había vestido, de ahí
había lactado todavía un poquito, dice se ha dormido. [..] Cuando le llevé el almuerzo seguía
durmiendo, que este durmiendo nomás dije, de ahí empezó a llorar ya no podía callar ni
quería lactar, de ahí ya no quería lactar. Yo digo, viento le han hecho pasar, porque nosotros
cuando damos parto, yo tengo 10 hijos, entonces cuando nosotros bien tapadito, a la bebe
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tienes que ponerle al bebe su qumpu, con cualquier pelito así, entonces, a la wawita ya no le
pasa nada.. (Entrevista, abuela de bebé fallecido, Chuquibambilla)
Los médicos me dijeron lo habías asfixiado me dijeron, pero no tenía nada normal esta único
el viento, de repente no ha acertado lo que el viento lo ha podido agarrar, viento me dijeron,
yo nomás digo que los médicos no han acertado eso, no entienden eso, eso los médicos me
dijeron se había asfixiado diciendo. (Entrevista, madre de bebé fallecido, Qasanqa)
También se han mencionado causas de muerte de los neonatos relacionadas con golpes del
esposo, caídas, o mucho esfuerzo realizado por la madre durante el embarazo. Este modo de explicar
problemas de salud sirve también para reinterpretar causas de fallecimiento de los recién nacidos
diagnosticadas en los servicios de salud. Este es el caso de una muerte por infección del cordón
umbilical (el corte lo realizó la madre en su casa con una tijera), explicación que es re-leída según el
propio entendimiento del cuerpo y sus experiencias corporales cotidianas frente a un trabajo duro y
dificultoso (Op. cit., 2009).
Valoraciones en torno a la muerte y rituales previos
La muerte en las comunidades rurales de Grau, como en otros lugares y culturas, se entiende
como una continuidad de la vida. Es un paso más que da el ser humano en forma natural de “ésta
vida” a la “otra vida”. Lo que sucederá después de la muerte expresaría una suerte de compensación:
“si aquí pasó buena vida, allí pasará mala vida”; “si aquí pasó mala vida, allí pasará buena vida”.
Mala y buena vida, tiene una connotación de sufrimiento y bienestar, por lo que su conducta
prefiguraría las posibilidades de los difuntos, a los que se les puede ayudar desde este mundo
(Cáceres: 2001).
Con la misma lógica, la muerte de un qhullawawa se entiende como el paso de una vida a la
otra. Se piensa que como las wawitas no han tenido “errorcitos”, no tienen nada malo que hayan
hecho, el camino que tienen de esta vida a la otra será luminoso y tomarán la personalidad de un
ángel. Los padres “ayudan” al qhullawawa en su tránsito a la “otra vida” vistiéndole como un ángel,
le ponen un vestido de color blanco, coronita de flores blancas y rojas y alitas de papel blanco.
Cuando la vida de la madre y el niño corren peligro en el parto, la prioridad frente al riesgo
de muerte, es la madre. No obstante, hay un manifiesto dolor hacia la wawa, aún cuando al morir se
irá hacia el cielo a ser angelito, santo:
Sólo la madre que se salve, que se libre, diciendo lloran...lloran pues, se debe llorar...el papá
también, la mamá también llora, pues llora. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
La muerte de un qhullawawita no tiene las mismas dimensiones traumáticas de la muerte de una
madre: “La muerte de un bebé es motivo de lágrimas y lamentaciones, pero no tiene ni remotamente
el significado traumático de la muerte de la madre, quien normalmente es un miembro en plenas
funciones dentro de la sociedad local.” (Platt: 2002: 130)
Antes de enterrar al bebé se le baña. Habitualmente es la partera que se encarga de bañar el
recién nacido, pero en caso de que la wawa está muerta, se deja al esposo la tarea, por el miedo de
“agarrar” el viento de muerte que la wawa produce. La madre tampoco podría por la prohibición
absoluta de tocar agua en el post-parto: la bañas pues, con que conciencia le mirarías, sucia la
enterrarías.
61
Se coloca a la wawa en un cajón de madera o de cartón y se entierra a una profundidad donde
el perro no pueda alcanzarla y sacarla. Se suele hacer el entierro al anochecer del día siguiente luego
del velorio que dura un día. Si hay ánimos, se baila y se canta en la pampa del cementerio. Al
producirse el entierro por la noche la wawa podría volar al cielo como un angelito que es:
No se entierra de día porque el alma no iría al cielo, en cambio, de noche, vuela al cielo....si
es angelito....como palomita blanca se va. (Entrevista, partera, Chuquibambilla)
En algunos casos cuando la wawita nace muerta en la comunidad no se avisa a las
autoridades porque todavía no está registrada. Pero, sí se busca avisarle al sacerdote, dada la gran
importancia de la religión católica en la cultura indígena andina. Se le pide al sacerdote que bautice
al bebé e intervenga, si es posible, en el entierro.
Realizar autopsias a los bebés contradice significativamente la concepción de la muerte de las
mujeres y hombres quechuas. Los muertos se ven como seres humanos que siguen vivos, pero con la
diferencia de que estos emprendieron un viaje a “la otra vida” en la que cumplirán las mismas
funciones y las mismas labores que cumplieron en este mundo, para ello, el cuerpo debe estar
completo, no ser mutilado ni cortado. Las autopsias terminan siendo aceptadas por obligación, padres
y madres ruegan que no se ejecuten. Afirman que les dolió muchísimo el saber que a sus wawitas les
“corten como a animalitos”, lo que se considera como una falta de respeto al ser humano.
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III. CONCLUSIONES PARA POSIBLES INTERVENCIONES
Las conclusiones que presentamos a continuación se sustentan en los hallazgos anteriormente
descritos y pretenden sentar algunas bases para un diálogo crítico y equitativo entre la biomedicina
que practican los servicios de salud oficiales y la medicina tradicional local vigente en las
comunidades estudiadas.
Entendiendo que tanto la biomedicina como la medicina tradicional local ofrecen ventajas y
desventajas a las poblaciones estudiadas, identificaremos prácticas comunitarias favorables o
potencialmente favorables, y potencialmente desfavorables o riesgosas para la salud de la madre y el
neonato. Ello, en la perspectiva de que las intervenciones comunitarias para prevenir la mortalidad
neonatal recuperen y fortalezcan las prácticas locales favorables y contribuyan, mediante un diálogo
crítico y respetuoso, a re-pensar y cambiar gradualmente las prácticas desfavorables o
potencialmente riesgosas.
Cuando hablamos de prácticas favorables para la salud, tenemos en el horizonte una noción
de salud integral, que considera a la persona como un ser bio-psico-social, por lo que, como lo
sugiere la definición de salud de la OMS (1946), se requieren considerar las dimensiones biológicas,
psicológicas y sociales de la salud y la enfermedad. Al mencionar prácticas desfavorables o
potencialmente riesgosas, consideramos aquellas que, de un modo u otro, pueden poner en peligro la
salud y vida de la madre y el recién nacido en ciertas circunstancias.
Finalmente, entendemos que tanto la biomedicina como la medicina tradicional no son
compartimentos estancos, ni sistemas estáticos y únicos; sino que operan, varían y se relacionan en
contextos culturales, sociales, sanitarios y políticos, específicos y cambiantes. Debido a los objetivos
de esta investigación, nuestras conclusiones aportan principalmente al conocimiento de la dimensión
cultural de la salud del recién nacido en las zonas de estudio. Sin embargo, también se mencionan o
sugieren otros aspectos relacionados con los determinantes socio-económicos de la salud de las
madres y los recién nacidos, incluyendo el tema de la pobreza rural, las relaciones sociales entre las
comunidades rurales y los servicios de salud oficiales, así como la capacidad resolutiva y el
funcionamiento de estos últimos. Estos aspectos deben seguir siendo abordados como parte de una
estrategia integral contra la mortalidad materna y neonatal, y en tanto median significativamente
cualquier posible diálogo intercultural en salud, particularmente en zonas de exclusión social, como
las de Condorcanqui y Grau.
A. CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS DE SALUD EN UN PAÍS PLURICULTURAL
Vigencia de concepciones y prácticas de salud tradicionales
1. En las dos zonas de estudio, Condorcanqui (Amazonas) en la Amazonía y Grau (Apurímac) en el
sur andino, se encuentran vigentes prácticas tradicionales para el cuidado de las mujeres
embarazadas, la preparación o atención del parto, así como en el cuidado de la salud, prevención
y tratamiento de las enfermedades del recién nacido. Estas prácticas incluyen el uso de plantas
medicinales, rituales, frotaciones, y otras formas de curación o prevención, que son administradas
por especialistas de la medicina tradicional (principalmente, la partera), como por diversos
miembros de la comunidad (ver detalles en acápites B-E). Son prácticas compartidas por mujeres
madres de diferentes edades, sus esposos, y otros integrantes de la familia y la comunidad.
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2. Estas prácticas tradicionales se sustentan en maneras específicas de aproximarse a la salud y de
explicar las causas de las enfermedades. Responden a la diversidad cultural del Perú y revelan
aspectos más amplios de la historia, la cultura y organización social de las comunidades Awajún
y Wampis en Condorcanqui, y de las comunidades quechuas de las zonas rurales de Grau. Por
ello, para comprender las concepciones y prácticas médicas locales se requiere ubicarlas en el
contexto cultural y social particular en que ocurren, antes de reducirlas a creencias sin
fundamento o falta de conocimiento. Ya que no se trata de culturas estáticas y aisladas, el
acercarnos a concepciones y prácticas tradicionales de salud, también nos sugiere pistas de
cambios culturales, y de las relaciones entre estas comunidades con el sistema oficial de salud, y
en general, con la cultura urbana o mestiza.
3. El acercamiento a la medicina tradicional andina o amazónica (o a una de sus posibles variantes)
es también una forma de interpelar y ampliar nuestros propios conceptos “occidentales” de salud
y enfermedad. Un aspecto común en las comunidades amazónicas y andinas estudiadas, es una
visión del mundo en la que el bienestar, la salud y enfermedad de los seres humanos depende de
su relación armoniosa con los otros miembros de la sociedad, la naturaleza y el mundo mágicoreligioso. Desde esta visión, se amplía la concepción biomédica del riesgo obstétrico y neonatal,
incluyendo también el ámbito emocional, espiritual, social y cultural.
Coexistencia y relación con la biomedicina y los servicios de salud oficiales
4. Aunque de modo heterogéneo, se vienen dando procesos de cambio cultural y un mayor uso de
los servicios de salud oficiales en las zonas visitadas (en Condorcanqui, sólo para control
prenatal). Dos áreas donde se observan cambios notorios son el uso del calostro y el bañado del
recién nacido (no inmersión). De otro lado, incluso en el caso de Grau, donde hay una cobertura
importante del parto institucional (71.6% en 2007), estos cambios no evidencian un abandono de
la medicina tradicional, la que sigue presente en las expectativas, y criterios sobre la salud y la
enfermedad de las mujeres entrevistadas, los mismos que pueden verse contradichos por los
proveedores de salud y sus prácticas. Así mismo, se consulta a las parteras y se busca consejos de
miembros de la comunidad respecto al embarazo, parto, puerperio, y cuidado del recién nacido.
5. Se observa una suerte de coexistencia “complementaria” de la medicina tradicional vigente en las
comunidades de las zonas de estudio y la biomedicina que se practica en los servicios de salud
oficiales. Con excepciones, en el caso de Grau, los servicios de salud del MINSA se mencionan
como la última alternativa para enfrentar situaciones graves que la medicina tradicional no puede
resolver. El incremento del parto institucional en Grau, y por consiguiente, de la atención del
recién nacido en los establecimientos del MINSA (Bardales et. al., 2009), parecen contradecir
esta afirmación. No obstante, el sistema de sanciones e incentivos (multas o condicionamientos)
al que se asocia este incremento, dificultan afirmar que en todos los casos se trata de un cambio
asociado a las preferencias de la población. Lo que si se aprecia con mayor claridad, son casos de
algunas madres de Grau que empiezan a tener a los servicios de salud oficiales como primera
opción para atender la salud de su bebé, pese a que allí reciben algunos consejos contrarios a los
que les dan en su comunidad. Las otras madres indican que “si están en la comunidad” (ya que
cuando son atendidas en los EESS, no tienen opción de escoger el tratamiento), la primera opción
para atender a sus hijos suele ser la medicina tradicional.
6. El presente estudio no abordó directamente las prácticas de los establecimientos de salud, por lo
que no podemos evidenciar cómo se da el diálogo cultural entre los proveedores de los servicios
de salud y las usuarias de las comunidades visitadas. Lo que se observa en algunas entrevistas al
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personal de salud, es una suerte de “tolerancia estratégica” frente a las costumbres de las y los
pobladores, lo que se considera importante para incrementar el parto institucional. A la vez, se
manifiestan distintos niveles de desconfianza por parte de las mujeres y hombres de la
comunidad respecto a ciertos insumos ofrecidos por los servicios de salud para las gestantes y
neonatos (el sulfato ferroso y las vacunas, en Condorcanqui).
7. Las desconfianzas en los establecimientos de salud oficiales tiene relación con las distancias
culturales entre la biomedicina y la medicina tradicional local, pero también con otros factores.
Como lo muestra el estudio previo al presente (Bardales et. al., 2009) esta desconfianza se basa
también en casos reales de mal desempeño médico o negligencia del personal de salud, así como
la falta de un trato respetuoso y horizontal entre los profesionales de salud y las personas de la
comunidad. A esto se suma que la mayoría de partos institucionales ocurridos en estas
localidades ocurren en los EESS de menor nivel (datos del 2007), lo que favorecería situaciones
de falta de competencia y capacidad resolutiva.
B. EMBARAZO
Abandono, embarazos no deseados y aborto
8. Los embarazos no deseados en las zonas de estudio están más asociados a las mujeres solteras y
adolescentes, pero también ocurren entre las mujeres casadas que tienen varios hijos o son
abandonadas (Condorcanqui). El problema es mayor para las mujeres solteras, que por vergüenza
buscan ocultar el embarazo fajándose (Grau). Otras mujeres buscan provocarse un aborto,
aunque, particularmente en Condorcanqui se manifiesta que ahora hay una mayor asociación de
esta práctica con la mortalidad materna. En Condorcanqui, también se reportan casos en que los
hijos de embarazos no deseados son entregados a alguna persona de la comunidad que los quiera
criar. De continuar, los embarazos no deseados, la disposición de la madre para brindar cuidados
al recién nacido podría verse afectada negativamente.
9. El abandono de la mujer embarazada y los hijos por parte de la pareja sería una situación que se
está dando actualmente con mayor frecuencia entre los Awajún y Wampis. Ello, debido a que se
han relajado o dejado de seguir normas tradicionales para la conformación de las nuevas familias.
Esta situación coloca a la mujer y los hijos pequeños en una situación de especial vulnerabilidad
dada la organización de la economía y reproducción social familiar que depende fuertemente
tanto del varón como de la mujer, entre los cuales hay una marcada división sexual del trabajo.
Prácticas comunitarias favorables o potencialmente favorables para el cuidado del embarazo
10. Buscar una mejor alimentación de la gestante para alimentar al bebé: Los cuidados
nutricionales de las gestantes están muy presentes en ambos lugares de estudio. Existe una clara
noción de que la alimentación de la madre debe ser buena para que el bebe tenga una
alimentación adecuada. Por ello se toman algunas medidas, como comer más veces al día de lo
que normalmente comen (Grau), o escoger ciertos alimentos que se asocian a la producción de
leche (como la perdiz y el pijuayo, que es una fruta, en Condorcanqui).
11. Evitar esfuerzos físicos: Tanto en Condorcanqui como en Grau, se recomienda a las gestantes
evitar hacer esfuerzos físicos y caídas, lo que es beneficioso para evitar abortos o partos pretérmino. Esto se hace efectivo en algunos casos, especialmente cuando se cuenta con ayuda
efectiva del esposo.
65
12. Bienestar emocional, eficacia simbólica y salud integral: Muchas prácticas del cuidado de las
embarazadas se sustentan en la analogía y el simbolismo (ej. torcer hilos se relaciona con el
riesgo de enredar el cordón umbilical al cuello de la wawa), así como en la protección de los
malos espíritus. Así mismo, en ambas zonas de estudio la satisfacción de los antojos de la
gestante está asociada a evitar abortos y complicaciones en el parto. Desde el punto de vista de la
biomedicina, estas prácticas no tendrían un efecto directo sobre la salud de la madre y el recién
nacido, sin embargo son muy importantes por la tranquilidad emocional que pueden proveer. Así
mismo, en el caso de la satisfacción de antojos, la mujer puede satisfacer algunas necesidades
alimenticias que en un contexto de extrema pobreza pueden tener pocas posibilidades de ser
realmente priorizadas o atendidas.
13. Expectativas e involucramiento del esposo: En ambas zonas de estudio se tiene la clara
expectativa que el esposo tenga un rol activo en los cuidados del embarazo y los preparativos
para el parto. En las comunidades nativas de Condorcanqui, se espera y observa un
involucramiento del esposo en el cuidado de la alimentación de la gestante (traer alimentos
considerados de buena calidad) y la adecuación del ambiente para el parto en la casa o chacra.
Además, faltando poco para el parto, los padres Awajun y Wampis suelen tocar instrumentos
musicales tradicionales cerca del vientre materno como una manera de comunicarse con su futuro
hijo. En Grau, se observa más claramente una participación del esposo en el momento previo al
parto. Es el esposo quien va a buscar ayuda cuando las mujeres empiezan a sentir los dolores del
parto. Si no atienden directamente el parto, pasan a ser una suerte de ayudantes de la partera u
otra mujer que atiende el parto, haciendo frotaciones o buscando las plantas medicinales.
También es el hombre el que participa en los rituales protectores previos al parto, eventos que
dan tranquilidad emocional a la mujer y la familia. Esta participación de los esposos, afianza una
relación con sus hijos desde la concepción, así como contribuye a un mayor equilibrio entre
mujeres y hombres respecto a las responsabilidades de la pareja frente a un embarazo y parto.
Además, potencialmente, ofrece la posibilidad de dar soporte en los cuidados y búsqueda de
atención en caso de complicaciones.
Prácticas desfavorables o potencialmente desfavorables para el cuidado del embarazo
14. Restricciones alimentarias y consumo de proteínas: Debido a pautas culturales, en ambas
localidades, se restringen ciertos alimentos que podrían estar limitando la ingesta de proteínas de
origen animal. En el caso de Grau, como en otras comunidades andinas, es muy importante
garantizar el equilibrio corporal de la mujer embarazada no ingiriendo alimentos ni muy fríos ni
muy cálidos. Ello implica, por ejemplo, dejar de consumir proteína animal de la carne de vaca
(considerada muy cálida) o chancho (considerado muy frío). Se consume, en cambio, cordero
(considerado templado), pero no se tiene exactitud respecto a la frecuencia de consumo. En el
caso de Condorcanqui, se prohíbe comer carne de monte (ej., sachavaca, venado) en las semanas
próximas al parto, de lo contrario se teme de que el espíritu de estos animales (cazados por el
padre) tomen el espíritu de su hijo y le causen dolencias, o incluso la muerte (cutipado).
15. Limitación de la cantidad de alimentos y preferencia por niño pequeño: En las comunidades
nativas de Condorcanqui se busca controlar el tamaño del niño al nacer, prefiriendo que este sea
pequeño. Por ello, se limita la cantidad de alimentos que come la gestante, así como se restringen
ciertos alimentos que engordan, como los dulces. Estas prácticas y preferencias pueden ocasionar
que el recién nacido tenga un bajo peso, lo que se asocia a una mayor mortalidad y morbilidad
neonatal. La búsqueda de que el recién nacido sea pequeño es una manera de evitar
complicaciones en el parto, ya que los niños grandes se perciben como un riesgo para la madre y
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el hijo/a. Ello estaría condicionado por la preferencia de tener un parto domiciliario, la falta de
acceso geográfico a los servicios de salud y la falta de capacidad de estos para atender
exitosamente situaciones de incompatibilidad entre el tamaño del niño y la cadera de la madre.
16. Rechazo del sulfato ferroso: En Condorcanqui se ha manifestado un claro rechazo al sulfato
ferroso que proveen los servicios de salud del MINSA a las gestantes. Ello estaría relacionado
con su sabor y efectos secundarios, pero también tienen como trasfondo la desconfianza de los
pobladores de Condocanqui a los EESS y la medicina occidental, en general. De otro lado, tanto
en Grau como Condorcanqui, existe la percepción de que las mujeres incluyen en su dieta el
consumo de alimentos que contienen alta concentración de hierro, por lo que se sugiere que sus
necesidades de hierro ya estarían cubiertas, sin embargo, esto último debe ser estudiado.
17. Consumo de plantas medicinales: En Condorcanqui, durante el embarazo y, especialmente, en
los días previos al parto, la mujer consume plantas medicinales con la finalidad de evitar
complicaciones en el parto (como hemorragias). Sería necesario observar las propiedades y
efectos de estas plantas, así como las cantidades consumidas.
18. Falta de apoyo cuando se hacen esfuerzos físicos: Aunque se sabe que deben evitar hacer
esfuerzos físicos y caídas para prevenir complicaciones en el embarazo o parto, las mujeres
gestantes no siempre pueden cumplir con esta medida. Ello, se debe a la falta de apoyo de otros
miembros del hogar y los requerimientos del trabajo doméstico (ej. cargar agua) y productivo (ej.
trabajar en la chacra) que realizan cotidianamente. En algunos casos se cuenta con la ayuda de
los esposos para las tareas más pesadas, pero esto depende de si se encuentran en la comunidad, y
de las relaciones y roles de género: de si los hombres son “considerados” (Grau) o si los esposos
u otros familiares ayudan en las labores domésticas pese a que “no es la costumbre”
(Condorcanqui).
19. Maltrato del esposo: En Grau se mencionan casos de maltrato físico del esposo a la mujer
embarazada, los que se identifican como una de las causas de los partos complicados y la muerte
del bebé en el vientre materno. A pesar de que el maltrato es rechazado por la comunidad y las
parteras, no se llegan a denunciar por temor a que la denuncia no sea corroborada por la esposa.
20. Demora en el uso de los servicios de salud frente a complicaciones en el embarazo: Al
prevalecer el conocimiento y tratamientos de la medicina tradicional, en ambos lugares, no se
mencionan signos de complicaciones del embarazo que indiquen la necesidad de acudir al
establecimiento de salud por estar en riesgo la vida o salud de la madre y del feto. En
Condorcanqui, algunos signos de alarma, como hinchazón de piernas y hemorragias se han
mencionado como parte de las molestias que sufren las mujeres durante el embarazo, pero no se
identifican como situaciones riesgosas que impliquen acudir a los EESS (Bardales et. al., 2003).
En Grau, se recomienda tratar la hinchazón de piernas con frotaciones y ahumados.
C. PARTO
Preferencias para la atención del parto
21. En las comunidades rurales de Grau hay un acceso creciente a la atención del parto institucional
y del recién nacido, mientras que en las comunidades nativas de Condorcanqui, la mayoría de
partos son domiciliarios. El estudio se centró en las prácticas comunitarias, y no profundizó en
las razones por las que las mujeres y sus familias están acudiendo o no a los EESS, pero se
sugiere que en Grau han influido medidas como multas e incentivos. Otra de las razones, sería
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que las comunidades quechuas de Grau son más accesibles geográficamente, pudiendo llegar a
ellas por carretera en tiempos relativamente cortos. Esto último, facilita una mayor presencia del
sector salud, a través de intervenciones, en los lugares más alejados y, también, que la población
pueda acudir a los servicios de salud (Bardales et. al., 2009). Por el contrario, las comunidades
nativas de Condorcanqui se encuentran dispersas y generalmente sólo son accesibles por los ríos,
invirtiendo mucho tiempo y recorriendo grandes distancias, además de los altos costos del
transporte. Los servicios de salud oficiales, usualmente, están bastante distantes de estas
localidades. A esto se suma la presencia del programa Juntos en Grau, el que también se ha
iniciado en Condorcanqui, pero cuyas implicancias relativas al acceso a servicios de salud
materno-infantil no se han podido ver durante el trabajo de campo de este estudio (SeptiembreOctubre 2009).
22. En Grau y Condorcanqui, como en otras zonas rurales del Ande y la Amazonía (Burgos, 1995;
Dierna et. al., 1999; Estrada, 2004; Loayza, 2003), podemos resaltar cuatro elementos centrales
que caracterizan la atención tradicional del parto, y son parte de las expectativas y preferencias
de las gestantes: i) privacidad e intimidad en el ambiente donde la mujer dará a luz; ii)
acondicionamiento del ambiente físico según los criterios locales de salud y bienestar, ya que el
parto se considera un momento de mucha vulnerabilidad para la mujer en la que puede ser
afectada por agentes naturales o sobrenaturales; iii) respeto de la decisión de la gestante sobre
quienes la apoyarán y confianza en estas personas (mayormente el esposo, familiares o partera),
siendo importante el respeto que estas tendrán por el pudor de la mujer; y iv) el protagonismo y
participación activa de la mujer en el proceso del parto, el cual suele ocurrir en posiciones
verticales (arrodillada, sentada, en cuclillas, etc.) que facilitan a la mujer la expulsión del bebé.
Estos elementos contribuyen a la tranquilidad emocional de la mujer, y son centrales en la
configuración de sus criterios de salud y bienestar, buen trato, riesgo y protección durante el
parto.
23. En Grau, sea que las mujeres tengan un parto domiciliario o institucional, las prácticas y
especialistas de salud tradicionales (partera) siguen siendo un referente importante para darle
confianza y tranquilidad emocional a la mujer y su familia. Dentro de estas prácticas
tradicionales están los rituales indagatorios y protectores (ej. lectura de la hoja de coca, pago a la
tierra y sahumerio previo al parto), así como el manejo de riesgos reconocidos por la
etnofisiología andina (ej. colocar el chumpi a la mujer para que la matriz no se suba al pecho de
la mujer y la asfixie). Algunos proveedores de salud entienden la importancia de que estas
prácticas se realicen en los EESS, pero se sugiere que esto dependería más de una “tolerancia
estratégica” y no del conocimiento y aplicación de la norma de atención intercultural del parto
existente.
Prácticas favorables o potencialmente favorables para la madre y recién nacido en la atención
tradicional del parto
Tanto en Condorcanqui como Grau, se siguen prácticas que facilitan el parto (cuando se trata de un
parto normal), lo que contribuye a reducir complicaciones en la madre y en el recién nacido. Así
mismo, el parto, como evento sociocultural, involucra no sólo a la parturienta, sino también al
esposo, la familia y la comunidad, lo que contribuiría a contar con formas de ayuda en caso de
complicaciones.
24. Ambiente privado y culturalmente adecuado: La mayor confianza y tranquilidad que ofrece
un ambiente preparado de acuerdo a las preferencias y códigos culturales de la parturienta,
favorece su concentración en el proceso de parto, así como la secreción de las hormonas que se
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requieren en el trabajo de parto (oxitocinas que permiten las contracciones uterinas y endorfinas
que protegen del dolor). En un ambiente extraño, hostil o amenazante, debido a distancias
culturales o falta de relaciones de confianza, el organismo produce sustancias similares a la
adrenalina, que pueden bloquear o interrumpir el proceso de parto, inhibiendo las contracciones
o agudizando el dolor (Dierna et. al, 1999: 230). Este ambiente también sería favorable para el
recién nacido, ya que las características del mismo ayudarían a mitigar el contraste entre el
ambiente uterino, tranquilo y con estímulos suaves, y el ambiente externo donde es recibido.
Este último, en el caso de Grau, es un lugar cálido y oscuro, y en ambas zonas de estudio, se
privilegia la privacidad, tranquilidad e intimidad.
25. Posiciones verticales: En Condorcanqui y Grau, las distintas posiciones verticales que usan las
mujeres para dar a luz, son favorables para la madre y el niño. Facilitan la salida del bebe y la
dilatación del cuello uterino debido a que se aprovecha la fuerza de gravedad y la mujer puede
usar la fuerza de toda su musculatura. Así mismo, este tipo de posiciones evitan la comprensión
de la aorta por parte de la matriz y el feto, permitiendo una buena oxigenación del bebé y
evitando el sufrimiento fetal agudo, cosa que no ocurre en la posición horizontal obstétrica.
También está mejor protegido el cerebro fetal, ya que el polo cefálico se dirige hacia la pelvis y
no impacta contra el pubis y la uretra (Aranovich, 2002; Balaskas y Gordon, 1995; Paciornik,
1998).
26. Estar en movimiento: En el caso de Grau, las parteras recomiendan caminar y cambiar de
posiciones para no enfriar el cuerpo, dando libertad a la mujer para que elija la posición que
desee. Caminar y estar parada aceleran la dilatación y el descenso del feto. Además, al tener
libertad de movimiento, la mujer puede buscar la posición más cómoda o fisiológica. Las
parteras también evitan pedirle a la madre que puje, pues confían en que las madres
reconozcan el momento adecuado y temen que al pujar antes de tiempo puedan expulsar algún
órgano. Como se sabe, las consecuencias de los pujos antes de tiempo o prolongados pueden
causar sufrimiento fetal.
27. Limpieza de secreciones bucales y nasalaes del neonato: En ambas zonas de estudio, una de
las primeras prácticas al recibir a recién nacido están dirigidas a limpiar las secreciones bucales
y nasales del niño, lo que ayudaría a evitar la asfixia. En Condorcanqui, se limpian los orificios
nasales del recién nacido mediante succión y aspiración de líquidos boca a boca. Así mismo, se
busca estimular el llanto del bebé soplándole en la boca. En Grau, se acostumbra a sacar la
flema de la boca del recién nacido con el dedo antes de seguir atendiendo a la mujer.
28. Protección térmica del bebe: Se siguen prácticas que ayudan a que el neonato no pierda calor.
En Grau, debido a las bajas temperaturas, existe una mayor preocupación por mantener abrigado
al recién nacido. Apenas nace, se le seca y se le envuelve para dejarlo al lado de la madre. Al
terminar de atender a la madre, se le limpia con aceite, y si no se tiene, con agua. En
Condorcanqui, se limpia al recién nacido con agua entibiada sin inmersión en el agua, lo que
representa un cambio respecto a la costumbre de bañarlo inmediatamente, la que no era
favorable para que su temperatura se estabilice.
29. Corte tardío del cordón umbilical: En los dos ámbitos de estudio existe la práctica de cortar
el cordón umbilical de manera tardía y cuando está de color blanco y deja de latir o palpitar.
Esto es beneficioso para la prevención de la anemia en los primeros seis meses de vida y de la
hemorragia intraventricular (Chaparro et. al., 2006; WHO, 2007; McDonald & Middleton,
2008).
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30. Manejo de riesgos conocidos en el puerperio inmediato: La medicina tradicional local en
ambos lugares, reconoce una serie de riesgos de salud para la madre en el puerperio inmediato.
Se busca prevenir complicaciones y la muerte de la puérpera mediante prácticas, que aunque no
tienen un efecto en el organismo biológico de la mujer, si poseen una gran importancia desde
sus propias nociones de protección y riesgo, por lo que le da tranquilidad a la mujer y su familia.
Así, por ejemplo, en Grau, se usa una faja (chumpi) para evitar que se suba la matriz y evite que
la mujer pueda seguir respirando, y se amarra un trapo en la cabeza de la parturienta para evitar
que la sangre del cuerpo se aloje en la cabeza, así como para que los huesos de la cabeza no se
abran por el esfuerzo que hizo la madre.
31. Ritos protectores asociados a la placenta y el cordón umbilical: Tanto en Condorcanqui
como en Grau, existen ritos particulares para tratar a la placenta. La placenta tiene un
significado especial por haber albergado al bebe durante su gestación (en Condorcanqui se
considera el par del bebé), por lo que no debe ser botada sino entregada a los familiares o la
partera. En las comunidades nativas de Condorcanqui, una vez que se cae el cordón umbilical,
también sigue similar tratamiento que la placenta. Estos ritos tienen en común buscar la
protección de la madre puérpera de enfermedades y complicaciones, así como proteger la salud
o bienestar futuro del recién nacido, y la relación con su comunidad de origen (Condorcanqui).
Se consideran prácticas absolutamente indispensables y dan una tranquilidad emocional a la
madre y la familia, e incluso a la comunidad.
32. Apoyo del esposo en el parto: Durante el proceso del parto, el esposo tiene un rol importante
en ambas localidades de estudio. En muchas de las posiciones de parto el marido ocupa un rol
importante de sostén y colaboración, siendo esto más extendido en Grau. El involucramiento
activo del esposo en el proceso del parto es potencialmente beneficioso para identificar y apoyar
con mayor rapidez a la parturiente en caso de complicaciones.
33. Redes de apoyo: En Condorcanqui y Grau, el parto es un evento familiar y social en el cual la
mujer es el centro de atención y cuidado. Este involucramiento de los miembros de la familia y
comunidad favorecerían redes de apoyo relativamente amplias para actuar frente a emergencias.
Prácticas potencialmente riesgosas o riesgosas para la madre y el recién nacido durante el
parto tradicional
34. Dar a luz sola: En Condorcanqui, se constata que aun muchas madres prefieren dar a luz solas.
Sólo buscan apoyo cuando ya nació el bebé, lo que se debe a sentimientos de pudor frente al
hecho de que sus genitales puedan estar expuestos o se escuchen sus gritos. Esto es bastante
riesgoso para la madre y el recién nacido, ya que de darse complicaciones no habría nadie que
le ayude a reconocer las complicaciones y buscar la atención oportuna.
35. Manejo de complicaciones y retraso en buscar ayuda en los servicios de salud: Tanto en
Condorcanqui como en Grau los servicios de salud sólo son la última alternativa en caso de
complicaciones en el parto, lo que contribuye a retardar su llegada oportuna a los mismos.
Varias prácticas que se realizan para enfrentar complicaciones en el parto, como tomar plantas
medicinales o los sahumerios, pueden distraer la acción inmediata de trasladar a la madre al
establecimiento de salud en situaciones peligrosas, como cuando hay parto prolongado,
hemorragias o retención placentaria.
36. Maniobras que pueden ser peligrosas: En Condorcanqui, una de las prácticas comunes para
enfrentar el parto prolongado es la presión abdominal con diferentes elementos (fajas, maderas o
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los brazos de marido). Esto puede ser riesgoso si no es manejado adecuadamente y bajo un
diagnóstico definido sobre la posición del niño en el vientre.
37. Caída del bebé al suelo: Se sugiere que entre los Awajún y Wampis de Condorcanqui existe la
práctica de que el bebé descienda directamente al suelo, debido a que este sería su primer
contacto con el espíritu de la tierra (Nugkui), que de este modo lo reconocerá como su hijo/a y
protegerá. Aunque se busca amortiguar la caída (con ropa, plásticos o cáscaras de plátano),
habría el riesgo de que la caída no sea controlada adecuadamente por la madre, o quien se
encuentre acompañando el parto.
38. Prioridad en la atención de la madre: En Grau, las parteras y la familia dan prioridad al
cuidado de la mamá en el puerperio inmediato, ya que consideran que es un momento muy
vulnerable en el que corre riesgo de morir y su muerte tiene grandes consecuencias para la
continuidad de la familia. La preocupación mayor está en que los órganos de su cuerpo vuelvan a
su lugar y se recuperen (ver acápite de manejo de riesgos conocidos en el puerperio inmediato).
Al priorizar la atención de la madre puede descuidarse la identificación de alguna necesidad o
urgencia del recién nacido, lo que retarda la atención o traslado al establecimiento de salud.
39. Medidas de higiene: Como se sabe, las concepciones sobre la limpieza y la suciedad en la
medicina tradicional difieren de las observadas por la biomedicina (Dierna et. al 1999; Pesantes,
2002). En las zonas de estudio, no se observan medidas de higiene estrictas que puedan
garantizar la prevención de infecciones tanto de la madre como del recién nacido. No se
mencionan prácticas de aseo de de la zona perineal de la parturienta antes del parto. Tampoco,
respecto a las manos de quien atiende el parto, o el lugar en que este ocurre y se coloca al recién
nacido. Respecto al cordón umbilical, si bien se busca que los instrumentos con que se corta
(pedazo de caña, arcilla, olla o tiesto) estén limpios, no siempre se desinfectan (Condorcanqui),
por lo que no existe la seguridad de que estén libre de mirocorganismos. En ambos lugares, la
mayor importancia la tiene el material de estos instrumentos (asociados al género o
características del recién nacido), siendo las tijeras poco preferidas por asociarse a características
no deseables (Grau) o provocar infecciones (Condorcanqui y Grau). Debemos tener en cuenta,
sin embargo, que los gérmenes hospitalarios pueden ser incluso más agresivos, si no se toman en
cuenta las suficientes medidas de higiene y considerando que las mujeres de las comunidades
rurales han estado menos expuestas a ellos.
D. CUIDADOS DEL RECIÉN NACIDO Y DE LA MADRE EN EL PUERPERIO
Concepto y valoración del recién nacido y de la madre en el puerperio
40. En ambas zonas de estudio existe una denominación especial para los recién nacidos, que se
diferencian de la categoría más amplia de niño o niña. Estas denominaciones aluden a que son
pequeñitos (Condorcanqui) o tiernos (Grau), implicando en ambos casos mayores
vulnerabilidades y también cuidados.
41. Tanto entre los Awajún y Wampis de Condorcanqui, como los pobladores quechuas de Grau, hay
un mayor entusiasmo y preferencia por el nacimiento de un hijo varón, lo que se asocia a una
mayor valoración de los roles y privilegios de género masculinos. Sin embargo, no hay
evidencias de que una mayor preferencia y valoración del hijo varón influya en los cuidados que
se le brinda a la hija mujer en los primeros días y semanas de vida.
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Independientemente de su sexo, los concebidos y recién nacidos suelen inspirar sentimientos
positivos en ambas comunidades. En Condorcanqui, se resalta que contribuirán al aumento
poblacional y de la fuerza de trabajo dentro del entorno familiar y comunal. En Grau, se les ve
con mucha ternura y cariño porque son “angelitos”, es decir están libres de pecado.
42. Los cuidados a los recién nacidos siguen pautas culturales locales que tienden a mantenerlo
dentro de la casa y al cuidado de la madre. Ello, por que se evita la exposición a lo que se
consideran potenciales riesgos que están en el medio ambiente, el mundo espiritual y social,
como los espíritus de personas fallecidas, el frío y el viento (Grau), o el contacto con lugares,
animales o personas que pueden transmitirle sus características, energías o apropiarse del espíritu
del bebé (Condorcanqui).
43. El puerperio se considera un periodo de gran vulnerabilidad para la madre. En ambos lugares se
recomienda que permanezca en reposo durante varias semanas (hasta cuatro) y tenga apoyo de un
familiar o la partera, especialmente en las tareas domesticas y el cuidado del recién nacido.
También, se evita la exposición a riesgos que pueden complicar el proceso de recuperación
(sobreparto), lo que incluye no realizar esfuerzos fisicos, salir de casa, exponerse al frio y comer
ciertas comidas muy frías o calientes.
Prácticas favorables o potencialmente favorables para el cuidado del recién nacido
44. Noción de cuidados especiales requeridos por el prematuro: En ambas localidades existe la
noción de que el recién nacido prematuro requiere ser alimentado de manera especial, así como
mantener una adecuada temperatura. En Grau, dado el mayor uso de los servicios de salud para el
parto, los bebés prematuros reciben los primeros cuidados en los EESS, permaneciendo allí por
un tiempo. En cambio, en Condorcanqui, los cuidados del prematuro se darían principalmente en
la comunidad. Estos cuidados, dependerían de los conocimientos y recursos de la madre para su
sobrevivencia, mencionándose que hay algunas mujeres que asumen que el niño prematuro o
muy pequeño no vivirá mucho tiempo y no se le prodigan cuidados.
45. Contacto físico prolongado: En ambos casos, apenas atendido, el bebé se pone junto a la
madre, la que para recuperarse del puerperio suele permanecer en casa junto a su bebe, lo que
facilitaría el contacto físico prolongado y la lactancia.
46. Lactancia temprana y uso del calostro: En ambos lugares se constata que las prácticas de
alimentación al recién nacido incluyen la lactancia materna desde los primeros días de nacido.
Esto representa un cambio respecto a la práctica de desechar el calostro para la alimentación del
niño, sobretodo en Condorcanqui, donde existe la idea de que la madre debe primero hacer dieta
antes de amamantar al bebé para que mejore su leche. En ambos casos, se observa la intervención
de los servicios de salud en el cambio (Condorcanqui), o fortalecimiento (Grau) de esta práctica.
No obstante, este proceso de cambio en Condorcanqui es limitado, debido al bajo uso de los
servicios para el parto y la atención inmediata del recién nacido. Como se sabe, el calostro
contiene un alto nivel de protección inmunológica. Además, la lactancia temprana facilita el
contacto entre la madre y el niño, y es beneficiosa para la recuperación de la madre.
47. Contacto piel a piel: El contacto del cuerpo de la madre y el bebe es muy estrecho desde su
nacimiento y los días que siguen, lo que favorecería a la lactancia. En el caso de Condorcanqui,
el contacto piel a piel se facilita por que los recién nacidos de las comunidades nativas no suelen
utilizan ropa. Es frecuente ver a los recién nacidos desnudos pegados al cuerpo de su mamá,
abrigándose con el cuerpo y el tarashí o vestimenta tradicional de la madre, que deja la cabeza
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del bebe justo pegada al pecho de la mamá. En el caso de Grau, lo frío del clima condiciona que
el contacto entre madre e hijo esté usualmente mediado por la ropa. No obstante, la madre suele
hacer dormir al bebe en su regazo y tenerlo permanentemente junto a ella. Es durante la lactancia
materna que el contacto físico es mayor y se produce una comunicación muy íntima entre madre
y recién nacido.
48. Prácticas tradicionales de abrigar y estimular al bebé: Existen prácticas tradicionales que
benefician el abrigo del bebe con potenciales beneficios adicionales:
i) En Condorcanqui, este es el caso del uso del tarashí (ver foto) o
vestido de la madre que cubre al recién nacido (que suele estar
desnudo) y le facilita estar en contacto con el pecho de la madre, con
los conocidos beneficios del contacto piel a piel. ii) En Grau, el
walt’ado, o práctica de envolver al bebé de manera ajustada con
varios pañales, ayudaría a mantener abrigado al bebe,
contrarrestando el hecho de que muchas veces las telas y tejidos
disponibles (proveniente de ropa en desuso) no son siempre
adecuadas para proteger al bebé de las altas temperaturas de la zona,
y algunas veces no se cuenta con medias o zapatos de lana para
abrigar sus pies. El walt‟ado puede ser beneficioso mientras no sea
demasiado ajustado y el bebé no duerma boca abajo y con la cabeza
tapada11. Tendría la ventaja adicional de favorecer en los bebés prematuros el desarrollo
neuromuscular, disminuir el sufrimiento psicológico, mejorar su organización motora y mayor
habilidad para auto-regularse (Van Sleuwen et. al., 2007).
En Grau, también existe la buena práctica de abrigar con dos gorros la cabeza del bebe, área
del cuerpo por donde se produce la mayor pérdida de calor.
Prácticas desfavorables o potencialmente desfavorables en el cuidado del recién nacido
49. Restricciones alimenticias de la madre durante el puerperio: Las restricciones alimentarias de
las madres durante el puerperio excluyen una serie de alimentos, como carne de ciertos animales
y vísceras (Condorcanqui), lo que les restaría fuentes importantes de proteínas y hierro. Se
requiere conocer si los nutrientes de los alimentos que dejan de consumir son reemplazados por
otros. En Condorcanqui, existe especial preocupación por el cutipado o transmitir males al bebé
mediante la leche materna. Siguiendo este criterio, se excluye el consumo de vísceras ya que se
asume que ello puede generar dolor al niño en sus propias vísceras. En Grau se aconseja no
consumir carne de vaca, llama o pollo por ser carnes cálidas o frías, habiendo predilección por
consumir el caldo de cordero, ya que se considera que es tibio. No queda claro si además del
caldo también se consume la masa magra, importante fuente de proteínas de origen animal.
50. No despertar al bebé para alimentarlo: En Condorcanqui, no se suele despertar al recién
nacido para alimentarlo, pudiendo pasar varias horas sin lactar. Se piensa que el bebé está
soñando con su futuro (su “visión”) y que se encuentra “dietando”, ambas prácticas muy
valoradas por los Awajún y Wampis. Las visiones son una forma de contactarse con el mundo
espiritual, transmiten fuerza y conocimiento para orientar el futuro. La dieta es una forma de
purificación.
11
Si se envuelve al bebé ajustando demasiado podría ocasionar displasia en la cadera; y si se le acuesta boca abajo y el
walt‟ado le cubre la cabeza, podría incrementarse el riesgo de muerte súbita (Ver Van Sleuwen et. al., 2007).
73
51. Inicio tardío de la lactancia materna, no uso del calostro e introducción precoz de
alimentos: En Condorcanqui, pese a que se está cambiando esta práctica, aun persiste la idea de
que el calostro no es una leche de buena calidad, por lo que la lactancia no se inicia
inmediatamente. Adicionalmente, junto con la lactancia materna, se acostumbra a ofrecer el niño
otros alimentos en baja proporción. Desde la segunda semana de nacido se le da chapo o masato
dulce en vasijas especialmente preparadas para el bebé, con la finalidad de asegurarle fuerza y
decisión en su vida futura.
52. Aplicación de enemas: Entre los Awajún y Wampis se acostumbra a aplicar enemas al recién
nacido desde su primera semana de vida. Aunque no se han documentado las consecuencias de
estos enemas, se sabe que la evacuación de meconio (primeras heces del neonato) es un hecho
fisiológico y existe la posibilidad de provocar daños físicos al introducir sustancias al intestino
del recién nacido.
53. La aplicación de enemas tiende a contraponerse al uso de vacunas, y en general, a ir al
establecimiento de salud: Los enemas que se usan en Condorcanqui responden a una lógica de
limpieza y purificación, pero también de prevención. Se sugiere que los enemas de plantas
medicinales tendrían similar función que las vacunas, y que incluso serían mejores por ser
productos naturales. Se aplican enemas con piripiri, sacha ajo y ajengibre, plantas que se usan
para prevenir y tratar la disentería, gripe, tos, entre otras enfermedades.
Las madres entrevistadas mencionaron que se opondrían al uso de vacunas si sus hijos han
recibido enemas, pues ya están protegidos por los vegetales y los efectos de ambos productos
pueden ser contraproducentes para los bebés. Así mismo, una vez aplicados los enemas, el bebé
debe permanecer en casa durante el primer mes para evitar ser contagiado de enfermedades, al
igual que la madre, para recuperarse del parto. Estas prácticas, limitan la posibilidad de que los
bebés sean llevados al servicio de salud para vacunarse o pasar por los controles promovidos por
el MINSA para reducir la mortalidad neonatal tardía. A esto se suma que, debido al temor al
cutipado, se evita que otras personas se le acerquen al bebe.
54. Ausencia o falta de ropa para el bebé: En ambos lugares, la preparación y disponibilidad de la
vestimenta o ajuar para recibir al bebe está relacionada con los recursos económicos y patrones
culturales de las familias, los que en algunos casos, condicionan la ausencia o falta de abrigo
adecuado para proteger al bebé. Como consecuencia de una mayor influencia urbana y mestiza,
en Condorcanqui, hay un progresivo abandono de prácticas tradicionales como preparar el pañal
de corteza de árbol o kamush (a cargo del padre) y el tarashí, o vestido de la madre que cubre al
recién nacido. Este abandono de los elementos tradicionales más accesibles a las familias, y la
falta de recursos económicos para adquirir vestimenta “moderna” (ropones y pañales de tela),
estarían ocasionando que, en oportunidades, no haya ningún tipo de vestimenta o pañal para
cubrir al niño cuando se acude a los establecimientos de salud. En Grau, la falta de recursos
económicos hace que muchas veces no se disponga de pañales, por lo que se emplean ropas
usadas.
55. Falta de cercanía y contacto físico con el padre por temor al cutipado: Aunque esto viene
cambiando en algunas familias con mayor influencia urbana y mestiza, muchos padres Awajún o
Wampis recién tienen contacto físico con sus hijos cuando ya tienen tres o cuatro meses. Esto se
debe al temor de „cutipar” al recién nacido, es decir, de trasmitirle el olor o los malos espíritus
que puede haber recogido en el monte al “mitayar” (faena conjunta de caza).
74
E. LA SALUD Y LAS ENFERMEDADES DEL RECIÉN NACIDO
Identificación de signos de salud y principales enfermedades del recién nacido reconocidas
56. Las madres de las comunidades visitadas identifican una serie de signos que les indican si el
recién nacido está sano o enfermo. Estos signos, en general, concuerdan con los reconocidos por
los criterios biomédicos. En Condorcanqui, los signos reconocidos son la coloración de la piel, el
movimiento del niño y el llanto del mismo. En Grau, además de los criterios mencionados, se
toma en cuenta el semblante del bebé, su temperatura y su gordura o delgadez. Este último
criterio puede ser engañoso, ya que se asocia la delgadez con la debilidad y enfermedad, y la
gordura, con la salud y la fuerza.
57. En ambas localidades, dentro de las principales enfermedades del recién nacido se identifican: i)
males que existen para la medicina tradicional amazónica o andina, pero no tienen un correlato
como tales en la biomedicina, y ii) males que si son reconocidos por los servicios de salud
oficiales, y probablemente toman su nomenclatura de estos.
En Condorcanqui los mayores peligros para el recién nacido están representados por el fenómeno
del cutipado o adquisición de características o energía de animales o plantas. El cutipado se
asocia a una diversidad de síntomas de problemas de salud, pero frecuentemente se vincula con
las diarreas y enfermedades respiratorias. También se mencionan el susto y el mal de ojo, la
disentería, anemia y picadura de insectos. En Grau, las enfermedades de las que las madres
cuidan más a sus hijos recién nacidos son el y el mal del viento. El qhayqa se produce cuando
uno se encuentra con el alma de las personas que han fallecido o el viento de estas almas, sus
principales síntomas son el dolor de estómago y los vómitos. El mal del viento se asocia con el
enfriamiento del bebé. Además se han referido: los resfríos, la tos por el frío y la diarrea.
58. Las causas reconocidas de las enfermedades del recién nacido se sustentan en una lógica distinta
a la de la biomedicina, siendo la mayor parte de ellas relacionadas con la influencia de los
espíritus (de las plantas o animales en Condorcanqui, o de los muertos, en Grau), la exposición
al aire o frío, la no observancia de las dietas (restricciones) por parte de los padres en
Condorcanqui, o de las pautas alimenticias según el principio de frío/caliente por parte de la
madre en Grau. En Condorcanqui, la idea del contagio de enfermedades está muy presente como
razón para no entrar en contacto con algunas personas, pero no suele haber una explicación de las
enfermedades asociada a microorganismos, como lo hace la biomedicina.
Aspectos favorables o potencialmente favorables
59. Tanto en Condorcanqui como Grau se reconocen signos de salud y enfermedad del recién nacido
que podrían ayudar a las mujeres a buscar ayuda oportuna para sus bebés.
Aspectos desfavorables o potencialmente desfavorables
60. La asociación de síntomas como dolor de estómago, vómitos, diarrea o problemas respiratorios,
con males producidos por los espíritus (qhayqa), fenómenos naturales (mal del viento), o la
adquisición de características de otros seres (cutipado), podría dificultar el diagnóstico y
tratamiento de la septicemia y otras enfermedades graves que requieren atención de los servicios
de salud. Esto, sobretodo, porque los recién nacidos tienen mayor riesgo de contraer infecciones
durante los primeros días de vida, periodo en que se están adaptando al medio. Los síntomas de
estas enfermedades podrían ser sutiles y no corresponder a los criterios de gravedad de la
75
población y sus motivaciones para ir a los servicios de salud, como la hipotermia o hipertermia o
fiebre.
Apoyo comunitario, rutas y tratamientos
61. En ambos casos, las madres tienen una red de consejería amplia, que incluye fundamentalmente a
otras mujeres madres, y especialmente, a mujeres mayores de su comunidad (madre, suegra,
abuelita, etc.), quienes son referentes de sabiduría y experiencia. También existen los
especialistas en la salud (parteras), o personas de mucha experiencia que gozan del
reconocimiento de la comunidad.
62. En Grau, como consecuencia del incremento de partos institucionales, el tratamiento de los
problemas de salud del bebé en las primeras horas de vida suele ocurrir en los servicios de salud.
Algunos de ellos han permanecido semanas o meses en las casas de espera o EESS mientras se
estabilizaba la salud de sus hijos. Un problema crítico a tomar en cuenta son las consecuencias
para la economía familiar de que los padres permanezcan varios días fuera de la comunidad, lo
que podría ser un disuasivo importante para algunos de ellos debido a lo precaria de la economía
campesina.
63. Cuando el problema de salud ocurre en la comunidad, en ambas zonas, lo común es recurrir en
primer lugar a la medicina tradicional. Madres y padres suelen tener conocimientos sobre plantas
medicinales (Condorcanqui) o mates de hierbas (Grau), y de acuerdo a la seriedad de problema,
piden consejo a mujeres más experimentadas, o los especialistas en salud de la comunidad (la
partera en ambas zonas, especialista en niños en Condorcanqui). Cuando el problema no
encuentra solución en la medicina tradicional, se acude a los servicios de salud. Esta misma ruta
se suele seguir tanto para los problemas de salud reconocidos como tales por los servicios de
salud, como para aquellos que no lo son. En los casos en que se decide ir al EESS, el costo de
traslado y disponibilidad de transporte es un escollo a considerar.
64. Las razones de acudir en primer lugar a la medicina tradicional y sus especialistas, es la mayor
confianza en ellos. Esta confianza se basa en que comparten sus principios y lógica de curación
de las enfermedades, así como en una mayor familiaridad en sus procedimientos y técnicas. Esto,
no sucede con la medicina occidental y el sistema oficial de salud. A esto se suma, que la
medicina tradicional es más accesible geográfica y económicamente.
65. Sin embargo, si bien el patrón común en ambas zonas de estudio es acudir en último caso a los
EESS, en Grau se observa una mayor diversidad de comportamientos. Así mismo, encontramos
situaciones de tensión entre diferentes formas de curar, que no observamos en el caso de
Condorcanqui, probablemente debido a que relación con los servicios de salud oficiales es
menor. Así, en Grau, hay algunos casos de madres que llevan directamente a sus bebés a los
EESS cuando tienen diarreas o enfermedades respiratorias. Estas mujeres, muchas veces
experimentan la tensión entre las instrucciones del EESS y los consejos de la comunidad,
siguiendo en varios casos, finalmente, las prácticas de los EESS. A la vez, hay quienes retornan a
la medicina tradicional al no encontrar cura definitiva en los servicios de salud, en los cuales no
confían plenamente.
Aspectos favorables o potencialmente favorables
66. Existe una clara disposición del entorno familiar y comunitario de proveer cuidados especiales a
la madre y al recién nacido. Particularmente en Grau, es claro que la salud del recién nacido no se
76
aborda sólo como un asunto individual o familiar, sino comunitario. Esto que facilitaría tener una
amplia red de apoyo en caso de una emergencia.
67. En ambas zonas, un aspecto central de los tratamientos de la medicina tradicional local es el uso
de plantas medicinales, cuya eficacia y uso sistemático no es motivo de este estudio, pero
debemos decir que los usos y propiedades curativas de algunas de ellas han sido motivo de otras
investigaciones (Ver, por ejemplo: Mongelli, 1995; Morales, 1998; Pinedo, Rengifo y Cerruti,
1997).
68. También se estipula, para la prevención de enfermedades del neonato, normas de conducta que
debe seguir la madre o ambos padres, lo que favorece la idea de la responsabilidad de los padres
en el cuidado del bebé, además de prácticas que favorecen la salud de la madre y el bebé. Así, en
Condorcanqui, el padre y la madre deben evitar (“dietar”) no sólo ciertos alimentos, sino las
relaciones sexuales, para que el bebe no sea cutipado. El evitar tener relaciones sexuales después
del parto favorecería la recuperación de los órganos sexuales de la mujer que han experimentado
cambios anatómicos durante el parto; así como el contagio de ITS (“no debe estar con otra
chica”). En Grau, la madre debe estar siempre junto a su bebé para evitar la qhayqa, lo que alerta
a las madres de estar siempre pendientes de sus pequeños hijos, facilitando así que puedan
identificar algún problema de salud u otro riesgo.
Aspectos desfavorables o potencialmente desfavorables
69. El uso de baños, frotaciones, mates, rituales u otros tratamientos de la medicina tradicional,
podrían retrasar la búsqueda de ayuda o tratamiento eficaz para malestares asociados al accionar
de los espíritus, que afectan el sistema digestivo (qhayqa, cutipado) o respiratorio (cutipado) del
bebé, y podrían ser manifestaciones de enfermedades infecciosas.
70. El hecho que la madre permanezca en cama o sin posibilidades de movilizarse fuera del hogar,
debido a los cuidados especiales que recibe en el puerperio, dificulta que entre en contacto con el
servicios de salud para realizar el control del recién nacido y de la madre. Una alternativa sería
que el personal visite el hogar, pero ello no es frecuente en la práctica de los servicios de salud.
Si bien otros miembros de la red familiar, especialmente el padre o la abuela, pueden llevar al
bebé al establecimiento de salud para su control la primera y segunda semana de vida, esto
interrumpiría la lactancia materna, debido a la lejanía de los establecimientos de salud en las
zonas rurales. Además se perdería la oportunidad para proveer consejería a la madre sobre
cuidados del recién nacido.
71. En Condorcanqui, el temor al cutipado restringiría la red de apoyo a la mujer puérpera, al menos
durante los primeros días de vida del niño.
Concepciones sobre la muerte del recién nacido
72. De acuerdo con su visión de la salud y enfermedad, la muerte neonatal en Condorcanqui, como
en Grau, se asocian principalmente con causas vinculadas con el medio natural, espiritual y social
que los rodea. Así mismo, son importantes ciertas situaciones o comportamientos de madres y
padres. En Condorcanqui, la muerte del recién nacido se atribuye principalmente al descuido de
los padres que no protegieron al bebe de agentes de la naturaleza o los males que pueden
transmitirles otras personas (contagio de enfermedades y mal de ojo), así como la falta de
cumplimiento de las dietas que previenen el cutipado. En segundo término, se alude al destino de
77
la criatura, frente al cual los padres no son responsables. En Grau, la causa de muerte del recién
nacido señalada como más frecuente es el mal del viento. También se mencionan los esfuerzos
físicos o golpes que sufre la madre durante el embarazo, debido al tipo de trabajo que tienen que
realizar, y a los golpes del esposo. Así, las causas reconocidas de la muerte del recién nacido, se
basan en una lógica distinta a la de la biomedicina, que identifica “causas directas” o fisiológicas
en relación con agentes patógenos, o el mal funcionamiento de algún órgano o aparato del cuerpo
humano. Esta diferente concepción del cuerpo, la salud y las enfermedades, debe ser tenida en
cuenta en el proceso de relación entre los servicios de salud y la comunidad para prevenir las
muertes neonatales.
73. Contrariamente a algunas percepciones del personal de salud (Bardales et. al. 2009), la muerte de
los recién nacidos genera una profunda tristeza en las familias y la comunidad en su conjunto.
Así como se les valora en vida, es muy importante el modo en que se trata al recién nacido
fallecido, se le despide del mundo de los seres humanos y se les entierra. Así, se siguen una serie
de rituales relacionados con la concepción de la muerte en cada cultura, al paso del bebé al
mundo de los seres espirituales (o espíritus) y su relación con la familia.
74. La autopsia de ley para constatar la causa de muerte resulta ser un procedimiento inhumano,
incomprensible y doloroso para los pobladores rurales andinos de Grau. Desde su concepción de
la muerte, los seres humanos deben emprender el viaje a la otra vida completos, no mutilados o
cortados, ya que su vida continuará en otro mundo. Esta diferencia insalvable entre los
procedimientos formales y las poblaciones andinas, podría ayudar a entender el nivel de
subregistro de los recién nacidos fallecidos.
78
IV. RECOMENDACIONES
A continuación se proponen un conjunto de recomendaciones sustentadas en las conclusiones
del estudio realizado y otras investigaciones (Bardales et al., 2009) y publicaciones (MINSA et. al.,
s/f) relacionadas. Diferenciamos tres niveles claves de actuación para focalizar las intervenciones: las
familias y la comunidad, los establecimientos de salud, y el gobierno nacional y gobiernos
subnacionales (regionales y municipales). Se trata de ámbitos de intervención complementarios e
interdependientes. Así, si se realizan intervenciones a nivel de las familias y la comunidad para que
estas acudan oportunamente a los servicios de salud oficiales, también deben promoverse en cambios
a nivel de los establecimientos de salud que los hagan más accesibles cultural, geográfica y
económicamente. De lo contrario, los esfuerzos a nivel de las familias y la comunidad pueden ser
poco duraderos e incluso, contraproducentes, ya que podrían generar frustración, e incrementar el
temor y desconfianza que ya existe en la población respecto a los establecimientos de salud. Del
mismo modo, cambios en los EESS deben también estar acompañados con cambios a nivel de las
instituciones del gobierno nacional y los gobiernos subnacionales, a fin de garantizar que estos
cambios sean sostenibles y se cuente con recursos suficientes.
A. FAMILIAS Y COMUNIDAD
Promover intervenciones comunitarias para el uso oportuno de los EESS que reconozcan los
saberes, organizaciones y agentes de salud locales
1. Capacitar a las redes familiares de las gestantes y especialistas comunitarias existentes (parteras,
promotores/as de salud) en el reconocimiento de los signos de alarma del embarazo y el recién
nacido, así como la importancia de acudir oportunamente a los EESS. Para ello, se requiere una
pedagogía que parta de los conocimientos y preocupaciones de la población, e introduzca
conocimientos biomédicos básicos en un lenguaje sencillo, que retome categorías y prioridades
locales, y no las minimice o invalide. Así mismo, es importante reforzar prácticas tradicionales
favorables y respetar aquellas que constituyen prácticas comunitarias ancestrales y no son
nocivas. Estas últimas deben evaluarse desde un enfoque integral e intercultural de la salud, el
cual también enriquece a la biomedicina pues recupera las dimensiones emocionales, espirituales
y sociales de la salud, así como la relación entre esta última y el medio ambiente, aspectos
muchas veces no visibilizados o priorizados por la medicina occidental.
2. Coordinar estrechamente con las organizaciones comunales, especialistas tradicionales y agentes
de salud, líderes y autoridades locales, para: la identificación de las gestantes y recién nacidos de
la comunidad, así como para apoyar a las mujeres para su traslado a las casas de espera o
establecimientos de salud en casos de emergencia relacionadas con la gestante o la salud del
recién nacido. Cuando la gestante permanece en la Casa materna por periodos prolongados debe
promoverse el apoyo familiar y comunitario en el cuidado de los hijos, animales y bienes de la
familia.
3. Promover la atención prenatal desde el primer trimestre del embarazo, con el fin de reconocer los
factores de riesgo para la madre y el niño.
4. Coordinar con las autoridades comunales, municipales y de salud, la implementación y
mantenimiento de las Casas de Espera para el alojamiento de las gestantes que viven en las zonas
más alejadas y corren el riesgo de no llegar a tiempo al establecimiento para atenderse el parto.
Se recomienda que la administración y normas de convivencia en la Casa de Espera sean
79
establecidas por los propios representantes de la comunidad, y especialmente las organizaciones
de mujeres y especialistas tradicionales. De este modo se garantiza que se respeten las pautas
culturales de la comunidad y sean un espacio acogedor, higiénico y amigable para las gestantes y
sus familiares.
5. Promover la creación de comités locales de prevención y vigilancia de muerte neonatal que
reúnan a las autoridades locales, organizaciones comunitarias existentes, agentes comunitarios de
salud (promotores y parteras) y representantes de ONGs. Estos comités puede tener la doble
función de: i) coordinar con el personal de salud más cercano las acciones dirigidas a evitar la
muerte y promover los cuidados neonatales y ii) velar por que se brinde una atención oportuna y
de calidad en los EESS, donde se respeten los derechos y costumbres de la población. Los
miembros del comité deberán ser capacitados para reconocer signos de peligro y estar en
capacidad de realizar visitas domiciliarias a las madres cuyos hijos acaban de nacer, para
orientarlas sobre los cuidados del recién nacido y detectar factores de riesgo, especialmente a
partir de la primera semana de vida. Así mismo, deben tener conocimiento de los derechos de los
usuarios de los EESS y las normativas del MINSA y el SIS existentes para la atención del recién
nacido y la gestante.
Implementar intervenciones comunitarias con enfoque de género
6. Desarrollar intervenciones comunitarias en salud reproductiva con un enfoque de género que
enfaticen en la responsabilidad compartida de los varones y mujeres para la prevención de
embarazos no deseados, y la responsabilidad de cuidado y manutención de los hijos e hijas que
ya se tienen. Este trabajo requiere ser más enfático en zonas como Condorcanqui, donde se ha
reportado un creciente incremento del abandono de la pareja embarazada y los hijos. Estas
intervenciones pueden retomar normas tradicionales existentes relacionadas con la
responsabilidad tanto de varones como de mujeres en la reproducción y continuidad de la familia.
7. Retomar las normas o expectativas comunitarias respecto a la participación de los hombres en los
cuidados de la mujer gestante, la atención del parto y el puerperio. Dos aspectos críticos a
reforzar particularmente en la etapa del embarazo son:
a. El maltrato físico de los hombres a las mujeres durante el embarazo (lo que se ha referido
en Grau).
b. La ayuda de los varones u otros miembros de la familia para realizar labores que implican
mucho esfuerzo físico. Ambas situaciones son bien aceptadas por la comunidad, pero no
se traducen en la práctica de todas las familias. Retomar ejemplos de varones de la
comunidad que si cumplen con estas expectativas. Un aspecto a emular para motivar en
los padres Awajún es la costumbre de tocar instrumentos tradicionales cerca del vientre
de la madre, lo que favorece la estimulación temprana y la responsabilidad compartida de
ambos padres en el cuidado de los hijos desde su concepción.
Desarrollar intervenciones para mejorar la nutrición durante el embarazo
8. Indagar acerca del consumo de proteínas y hierro de las mujeres gestantes, considerando la
frecuencia con la que consumen los alimentos que contienen estos nutrientes que no están sujetos
a restricciones culturales locales (muy fríos o calientes en Grau y otras zonas andinas, o
asociados al cutipado en Condorcanqui y otras zonas amazónicas). De acuerdo a ello, hacer las
recomendaciones del caso respecto a frecuencia y cantidad de los alimentos que deben consumir,
respetando los patrones culturales de cada lugar y considerando aquellos productos a los que las
familias locales tiene mayor acceso.
80
9. Fortalecer la recomendación de no consumir mucho dulce y sal durante el embarazo.
10. Especialmente, en zonas amazónicas como Condorcanqui, reforzar la idea de la necesidad de una
buena nutrición de la madre para disminuir las posibilidades de morbilidad y mortalidad del
recién nacido. Explicar a las madres que un niño muy pequeño tiene mayores posibilidades de
tener bajo peso, enfermar y morir. Dado que las madres Awajún y Wampis limitan la cantidad de
lo que comen para tener un niño pequeño y así evitar complicaciones en el parto, este tipo de
intervenciones comunitarias deben ir paralelas a una mayor capacidad de los servicios de salud
para resolver situaciones de incompatibilidad entre el tamaño del niño y la cadera de la madre,
así como la disminución de barreras culturales, geográficas y económicas para la atención del
parto institucional.
11. Desarrollar campañas comunitarias respecto a los beneficios para la madre y el niño de tomar
continuamente el sulfato ferroso a partir del cuarto mes de embarazo. Especialmente, desarrollar
estas acciones en zonas como Condorcanqui donde hay desconfianza a los servicios de salud y
rechazo a este suplemento por su sabor y efectos secundarios. Se puede alentar la ingesta de agua
y el consumo de frutas y verduras, además de otros alimentos con fibra para contrarrestar el
estreñimiento, como posibles efecto secundario. Así mismo, en el caso de mujeres con anemia, se
puede considerar, según disponibilidad, el uso de los multimicronutrientes que pueden tener una
mayor aceptación que el sulfato ferroso por su ausencia de color y olor.
Capacitación para la atención del parto domiciliario donde este es mayoritario y en caso de
parto inminente
12. Capacitación de especialistas tradicionales, mujeres embarazadas y esposos en:
a. Prácticas de higiene para evitar infecciones durante la atención del parto domiciliario,
especialmente en lo que se refiere a la esterilización de los instrumentos con que se
realiza el corte del cordón umbilical. Para ello, se debe partir por entender los conceptos
de limpieza y suciedad de la población, así como introducir la idea de desinfección o
esterilización de los instrumentos.
b. La identificación de complicaciones durante el parto y del recién nacido que requieren
pronta derivación a los establecimientos de salud. Empezar por conocer sus conceptos de
riesgo y cómo se abordan situaciones identificadas como amenazantes. Enfatizar en la
urgencia de acudir inmediatamente a los EESS en caso de hemorragia o hinchazón de
piernas, analizando con las propias mujeres casos en que se evidencian las limitaciones
de los métodos tradicionales que se usan para estas complicaciones, como mates o
frotaciones (zonas andinas), o plantas medicinales (zonas amazónicas).
c. Incidir en evitar maniobras que pueden ser peligrosas y suelen ser usadas en zonas como
Condorcanqui, como la presión abdominal con diferentes elementos.
d. Sensibilizar a las mujeres Awajún y Wampis respecto a la importancia de tener un apoyo
de su confianza durante el parto, así como sobre la necesidad de controlar mejor de la
caída del bebé en el momento de la expulsión, para evitar que este caiga de golpe al
suelo.
13. Contar con una red de apoyo familiar y comunal que esté preparada para trasladar rápidamente a
la parturienta y al recién nacido al establecimiento de salud en casos de complicaciones durante
el parto y del recién nacido.
14. En comunidades andinas, promover la atención del recién nacido paralelamente a la atención de
la madre. Para ello, contar con al menos dos personas de confianza que apoyen a la parturienta y
conozcan los signos de alarma del recién nacido.
81
Capacitar y sensibilizar para mejorar la salud de la madre en el puerperio
15. Recomendar alimentos que puedan reemplazar las proteínas y hierro que dejan de consumir las
puérperas por pautas culturales, ya que se suele restringir el consumo de varias carnes. En el caso
de Grau, promover que además del caldo de carnero, considerada una carne apropiada por lo
templada, se consuma también la masa magra, importante fuente de proteínas de origen animal.
En el caso de Condorcanqui y otras comunidades amazónicas, indagar más acerca del tipo de
pescado que se restringe y las razones de ello, considerando que evitar algunos pescados grandes
es una práctica adecuada por el mayor contenido de mercurio.
16. Reforzar la práctica, ya existente en algunas comunidades amazónicas, de la abstinencia sexual
de la parturienta durante los primeros días después del parto, a fin de facilitar su recuperación y
reducir la posibilidad de contraer infecciones postparto.
17. Sensibilizar a las madres y sus familiares sobre la importancia de acudir a los controles
puerperales y del recién nacido en la primera semana posterior al parto por los mayores riesgos
que ambos corren en este periodo. Establecer mecanismos coordinados con los EESS para
facilitar que las mujeres que viven muy lejos de los EESS no tengan que caminar grandes
distancias para llegar a ellos, ya que tanto desde la medicina tradicional local como la biomédica,
se recomienda no realizar esfuerzos fuertes. Esto es particularmente importante en el caso de
comunidades nativas como las de Condorcanqui, que se encuentran, mayormente, bastante
alejadas de los servicios de salud.
Capacitar y sensibilizar en los cuidados que requiere el recién nacido
18. Las intervenciones que buscan mejorar el cuidado del recién nacido deben tomar en cuenta los
siguientes criterios generales:
a. No subvalorar los sentimientos y valoraciones de la población rural andina y amazónica
respecto al recién nacido y el cuidado de su salud. Por el contrario, fortalecer y apelar a la
idea ya existente de que requieren protección y cuidados especiales por su mayor
vulnerabilidad.
b. Capacitar a la madre y el padre (cuando sea posible) sobre los cuidados del recién nacido,
fortaleciendo los conocimientos y prácticas tradicionales favorables para la salud del niño
que ya tienen, así como respetando aquellas que constituyen prácticas comunitarias
ancestrales y que no son nocivas.
c. Introducir los nuevos conocimientos y prácticas en el lenguaje materno de la población,
haciendo uso de categorías y ejemplos locales, y, sobretodo, dándole valor a sus
preocupaciones y buscando dialogar y no descalificar las concepciones tradicionales.
d. Las parteras, promotoras/es de salud comunitarias/os, y las personas más jóvenes que han
tenido más contacto con la educación formal y las zonas urbanas, pueden ser un apoyo
importante en este proceso.
19. Reforzar y ampliar las prácticas y conocimientos ya existentes en la comunidad para atender a un
bebe prematuro, como son mantenerlo abrigado y alimentarlo de manera especial. Enseñar y
recomendar la técnica de la madre canguro para el cuidado del bebé prematuro o de bajo peso,
siempre que no requieran de cuidados especiales y alojamiento en incubadora. En las zonas
andinas, reforzar la práctica de envolver con varios pañales al bebe (walt‟ado) en el caso de los
bebes prematuros, dado que además de mantenerlos abrigados, se ha evidenciado una serie de
82
beneficios en este caso (ver Van Sleuwen, 2007). Ver recomendación No. 23 sobre
consideraciones adicionales respecto a esta práctica.
20. Fortalecer la práctica de la lactancia materna desde el primer día, a fin de proporcionar al recién
nacido los beneficios del calostro. Especialmente en zonas amazónicas como Condorcanqui,
resaltar las propiedades beneficiosas del calostro (protección inmunológica, alto contenido de
proteínas y vitaminas), ya que se le suele considerar una mala leche. Se puede usar como simil el
principio de proteger a los bebes con sustancias naturales (como las plantas medicinales), que son
especialmente valoradas frente a las sustancias químicas producidas por la medicina occidental.
Debe promoverse que las madres sea apoyada cuando da de lactar con el propósito de evitar
asfixia por aplastamiento al recién nacido.
21. Advertir a la población sobre las posibles causas de que el bebe duerma por un tiempo muy
prolongado o que deje de lactar por periodos muy largos (más de cinco horas), indicando el
promedio de tiempo considerado normal. En comunidades nativas amazónicas como las de
Condorcanqui, se pueden sumar estas explicaciones a las tradicionales, que le atribuyen al bebé
estar teniendo una visión de su futuro. Incidir especialmente, en el caso de los bebés prematuros,
ya que el niño requiere ser alimentado con mayor frecuencia.
22. En Condorcanqui y otras comunidades amazónicas, modificar la práctica de proporcionar
alimentos durante los primeros días de vida del recién nacido, explicando los beneficios de la
lactancia exclusiva. Se puede usar el concepto de dieta, central en la medicina tradicional
amazónica, para explicar porque es recomendable no introducir otros alimentos además de la
leche.
23. Reforzar el uso de vestimentas tradicionales que favorecen buenas prácticas para el cuidado del
bebé:
a. En Condorcanqui, reforzar el uso del tarashi en las mujeres Awajun y Wampis, pues
facilitan el contacto piel a piel entre madre y niño, a la vez de abrigarlo y favorecer la
lactancia materna.
b. En Grau y otras comunidades andinas, ofrecer recomendaciones para que el uso del
walt’ado sea bien aprovechado en sus beneficios para abrigar al recién nacido, y no
ponga en riesgo la salud del bebe. Pare evitar esto último, indicar que no se acueste al
bebe boca abajo, ni que se le envuelva demasiado ajustado o se le cubra la cabeza del
bebe.
24. Fortalecer la práctica de asear al recién nacido usando paños con agua tibia, y no mediante
baños de inmersión en tinas u otras vasijas, ya que puede causarle hipotermia.
25. Sensibilizar a la población Awajun y Wampis acerca de la naturaleza y características del
meconio o heces del recién nacido, así como sobre los posibles daños de introducir sustancias
en el intestino del bebé mediante los enemas. Paralelamente, indagar más sobre los efectos de
los enemas en la salud del recién nacido, así como sobre las plantas medicinales que se usan al
administrárselos.
26. Difundir entre los padres Awajún y Wampis, ejemplos de otros varones de su comunidad que
tienen contacto físico con sus hijos pequeños sin causarles malestar, buscando periodos en que,
por ejemplo, no han estado cazando en el bosque (ya que los espíritus de los animales cazados
son amenazas muy temidas).
Educar para la identificación y atención de las enfermedades del recién nacido
83
27. Fortalecer los conocimientos ya existentes sobre los signos de enfermedad del recién nacido, e
instar a las madres y su red de consejería para que acudan oportunamente a los servicios de salud.
28. Capacitar a la población sobre la necesidad de acudir al EESS cuando el recién nacido presenta
síntomas como decaimiento, falta de succion, vómitos, diarrea, problemas respiratorios,
hipotermia o hipertermia, ya que podrían ser manifestaciones de enfermedades graves o que
pueden agravarse y por ello, requieren rápido tratamiento. Es importante no desvalorizar
concepciones muy arraigadas en la población que atribuyen estos síntomas a males producidos
por los espíritus (qhayqa), fenómenos naturales (mal del viento), o la adquisición de
características de otros seres (cutipado). Como parte de una pedagogía constructivista e
intercultural, se pueden añadir otras posibles causas desde los conocimientos de la biomedicina, y
concentrar el mensaje en las ideas consensuales con la medicina tradicional, como son, la
identificación de que estos síntomas son señales de enfermedad y buscar cuidados especiales para
el recién nacido debido a su mayor vulnerabilidad. Estos cuidados deben contemplar acudir a los
EESS y también podrían aplicarse los tratamientos de la medicina tradicional (frotaciones, mates,
humeado), mientras se evalúe que estos sean inocuos y no retarden acudir a los servicios de salud
(los familiares pueden aplicarlos después o en el EESS).
29. La capacitación en la atención de las enfermedades del recién nacido debe ser amplia, abarcando
a los diferentes miembros de las comunidades que suelen participar de las redes de consejería de
las madres y padres, lo que facilitará introducir los nuevos mensajes y posibles nuevas corrientes
de opinión que apoyen los tratamientos e insumos ofrecidos por los EESS.
B. ESTABLECIMIENTOS DE SALUD
Partir de diagnósticos participativos para adecuar estrategias a contextos específicos
30. Establecer que uno de los requisitos para la planificación estratégica de los servicios de salud sea
realizar un diagnóstico participativo de las concepciones, conocimientos y prácticas de la
comunidad respecto al embarazo, parto y puerperio, y los cuidados del recién nacido. Para ello,
se requiere desarrollar competencias del personal de salud para facilitar estos diagnósticos con la
población, haciendo uso de dinámicas lúdicas y participativas, y teniendo una actitud abierta, de
escucha y respetuosa frente a las respuestas de la población. Este diagnóstico permitirá hacer una
adecuación de los servicios y estrategias de los servicios de salud al contexto cultural de cada
comunidad, en vez de imponer prejuicios y conceptos de la cultura occidental que solo
acrecientan las distancias culturales con la población. Estudios como el presente brindan
recomendaciones generales y pueden ser usados como referencia de base para desarrollar una
metodología y marco de análisis que se adapte a las necesidades de cada realidad local.
Aprovechar el control prenatal para incrementar la confianza en los EESS
31. Ya que en zonas como Condorcanqui, el control prenatal es una de las atenciones a las que
recurre al menos alguna vez un porcentaje mayor de mujeres que las que tiene un parto
institucional (83.9% vs. 29.8% en 2007), este debe ser un espacio mejor aprovechado por el
personal de salud para generar confianza en las mujeres, ya que este es uno de los principales
escollos para que ellas y sus familias prefieran un parto domiciliario. Para ello es indispensable
ofrecer una atención de calidad, que esté a cargo de personal capacitado, que cuente con los
insumos necesarios y respete las concepciones y costumbres de la comunidad. Además dados los
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criterios de pudor y vergüenza, tanto en las comunidades andinas como amazónicas estudiadas,
es importante contar con personal femenino. Se deben evitar comentarios peyorativos o la
desvalorización de las preocupaciones y prácticas de la población. Así mismo, es indispensable
no caer en un diálogo de sordos, es decir, debe buscarse una real comunicación en que las
mujeres rurales sean escuchadas y entendidas en sus preocupaciones y temores. Igualmente, el
personal de salud debe explicar los procedimientos, ausencias o tardanzas, y propiciar que la
población manifieste sus dudas y desconfianzas para resolverlas en la medida de lo posible. Este
proceso requiere manejar el idioma de la zona y se facilita grandemente si se establecen alianzas
con especialistas tradicionales y promotoras/es comunitarios de salud.
Implementar la atención del parto con adecuación cultural
32. Difundir la norma atención del parto institucional con adecuación cultural, sensibilizar y
capacitar al personal de salud para su cumplimiento. En este proceso, se requiere:
a. Una continua labor de sensibilización que facilite que el personal de salud reconozca los
derechos de las mujeres rurales a ser atendidas según sus concepciones y costumbres, así
como los beneficios para la salud de la gestante y del recién nacido de que los servicios
de salud provean este tipo de servicio para la atención del parto.
b. Adecuar los ambientes de los servicios de salud, en la medida de lo posible, incluyendo
mobiliario u otros implementos para el parto vertical (como una de las opciones que
pueden escoger las mujeres), preservando la intimidad y privacidad del ambiente y
tomando en cuenta otros criterios locales para brindar seguridad, comodidad y protección
a la mujer (ej. ambiente no muy iluminado y cálido, acceso a mates).
c. Capacitar a las obstetrices, médicos y enfermeras en las técnicas del parto vertical (en
cuclillas, sentada, parada etc.), el cual es preferido por las usuarias tanto en zonas rurales
del Ande como la Amazonía y tiene una serie de ventajas para el proceso de parto y la
salud de la madre y el recién nacido cuando se trata de un parto normal.
d. Respetar los criterios de pudor de las mujeres, contar con personal femenino y permitir la
presencia del esposo, partera u otro familiar de su confianza.
e. Conocer y respetar los rituales y otras prácticas de protección antes y después del
nacimiento del bebé, ya que estos corresponden a riesgos ancestralmente reconocidos, y
contribuyen a la tranquilidad emocional de la mujer y su familia. Entre estos rituales se
encuentran la lectura de la coca y el sahumado, que se realizan antes del parto en las
zonas andinas. Posteriormente al nacimiento del bebe, el tratamiento de la placenta es
muy importante tanto en zonas andinas como amazónicas, por lo que se le debe entregar
esta a los familiares o parteras. Igualmente, en Condorcanqui y otras zonas amazónicas,
se deben tener similares consideraciones con el cordón umbilical. En la zona andina, fajar
a la parturienta y amarrar un trapo a su cabeza luego de la expulsión del bebe, son
prácticas necesarias según los riesgos reconocidos por la medicina andina (Ver Capítulo
II). Dada su inocuidad biomédica y gran repercusión simbólica y emocional, estos rituales
y prácticas no deben ser prohibidos en los EESS y podrían ser usados en el parto
institucional, como ya se viene haciendo en algunos de ellos (ej., uso del sahumado
previo al parto en Grau).
30. Difundir en la comunidad la existencia de servicios culturalmente adecuados para la atención del
parto e incorporar a las parteras tradicionales en los cuidados de la gestante en la casa de espera o
establecimiento de salud. La presencia de la partera u otros agentes de la comunidad incrementan
la confianza de las parturientas, y tiene la ventaja adicional de facilitar una dinámica de
intercambio de concepciones y conocimientos entre parteras y personal de salud.
85
Garantizar la capacidad resolutiva de los EESS
31. Asegurar que los EESS tengan la capacidad resolutiva de acuerdo a su calificación para brindar
una atención eficaz a la gestante y el recién nacido, con personal calificado, en número suficiente
para turnarse en la atención de las emergencias, y suministros necesarios. Un tema
particularmente relevante es capacitar al personal de salud para atender exitosamente situaciones
de incompatibilidad entre el tamaño del niño y la cadera de la madre.
32. Garantizar la referencia inmediata y en buenas condiciones de la gestante y los recién nacidos
con complicaciones a los EESS de mayor capacidad resolutiva. Ello, requiere, que el personal de
salud esté suficientemente capacitado para diagnóstico y tratamiento inmediato de las
complicaciones de la gestante y del recién nacido. Así mismo, disponer de medios de transporte
y equipos de comunicación operativos, el equipamiento mínimo (servocuna, incubadora portátil,
etc) y personal de salud capacitado para el transporte del recién nacido complicado.
Facilitar el acceso geográfico y económico a los EESS
33. En el caso de de niños con riesgo (bajo peso, prematuridad, hijo de madre con eclampsia, o con
sospecha de infección) retrasar el alta precoz que se da en los servicios de maternidad de acuerdo
a la normatividad del MINSA. Esta medida ayudaría a asegurar que se realizará el control y
vigilancia necesaria del recién nacido, dada la gran importancia que se le da a que la madre
(como parte de la recuperación) y el niño (para evitar que sea afectado por agentes naturales y
sobrenaturales) permanezcan en casa en la etapa del puerperio mediato. Otra medida posible es
que otro miembro de la familia lleve al bebé al control, pero debido a las distancias a los EESS
esto interrumpiría la lactancia materna y promovería la introducción del biberón.
34. Realizar visitas comunitarias a hogares con gestantes y recién nacidos a fin de proporcionarles
información, atención y vigilancia en caso se presenten complicaciones.
35. Difundir y garantizar el aseguramiento a través del Seguro Integral de Salud de las gestantes y el
recién nacido.
36. Garantizar que los EESS cubran, mediante el SIS u otro sistema, los costos de transporte de la
comunidad a los servicios de salud en situaciones de enfermedad y emergencia de los neonatos,
particularmente en el caso de comunidades alejadas. Ello, porque el costo de traslado y
disponibilidad de transporte para acudir a los EESS es un obstáculo serio que enfrentar y un
disuasivo importante para acudir a los mismos. El problema se entiende mejor si se considera la
precariedad de la economía campesina y de las comunidades nativas (economía
fundamentalmente de autoconsumo), siendo la situación más grave en Condorcanqui, donde las
distancias son mayores y el costo del combustible para trasladarse fluvialmente a los EESS es
inaccesible para la mayoría de Awajún y Wampis.
Capacitar y orientar para los cuidados del recién nacido
37. Considerar las recomendaciones del acápite anterior (18-29) sobre cuidados del recién nacido en
lo que respecta al rol de los EESS en la capacitación y orientación de la familia y comunidad
para mejorar la salud de los recién nacidos, en lo que se refiere a la lactancia materna temprana y
exclusiva, la nutrición de la madre, el cuidado de los bebés prematuros, el contacto piel a piel, el
abrigo y aseo del bebé, así como la atención oportuna de enfermedades.
86
38. Explicar a la madre sobre los medicamentos y procedimientos que se recomiendan a ella y su
bebé en el servicio de salud, absolviendo sus dudas y temores, sin minimizarlas y respetando sus
concepciones culturales.
39. Informarse e investigar sobre el uso y propiedades de las plantas medicinales, a fin de reconocer
las distintas plantas medicinales que son favorables, inocuas o potencialmente adversas para la
salud del bebé y los tratamientos indicados por el EESS.
C. GOBIERNOS NACIONALES Y SUBNACIONALES
40. Incluir la reducción de la muerte neonatal dentro de las prioridades y planes de salud del
gobierno nacional, los gobiernos regionales y municipales de las regiones y distritos donde la
morbilidad y mortalidad neonatal es elevada.
41. Focalizar las acciones de los planes nacionales, regionales y distritales en las zonas más
excluidas y con mayores tasas de mortalidad materna y neonatal.
42. Contar con asistencia técnica y coordinar con organizaciones de la comunidad e instituciones de
salud para identificar intervenciones adecuadas a ser incluidas en las acciones para reducir la
mortalidad neonatal en los planes regionales y municipales, además de asignarles el presupuesto
respectivo. Estudios como el presente pueden servir de punto de partida.
43. Asignar presupuesto de los gobiernos municipales para el soporte económico a las casas de
espera, particularmente para cubrir la alimentación e infraestructura. Igualmente considerar
costos de transporte y medios de comunicación para comités locales de prevención de la
mortalidad neonatal, especialmente en las comunidades más alejadas y dispersas.
44. Desarrollar acciones coordinadas de los municipios con la RENIEC que faciliten el registro del
nacimiento de todos los recién nacidos en las zonas más alejadas de cada distrito.
45. Hacer seguimiento de los indicadores de salud y nutrición materno-infantil, teniendo como un
tema de interés especial el periodo neonatal.
46. Promover mayor interés e inversión en reducir la morbilidad y mortalidad neonatal a nivel de
autoridades locales, organizaciones de la sociedad civil y agencias de cooperación internacional.
47. Asignar recursos financieros suficientes para garantizar que se cubra el número de plazas
necesarias en los EESS para labores asistenciales y de promoción y capacitación extramurales,
contar con los insumos y equipos adecuados y cubrir los costos de transporte y comunicación,
especialmente en las zonas más alejadas. Ello contribuirá a incrementar la capacidad resolutiva
de los EESS para atender las emergencias neonatales y fortalecer sus acciones de promoción y
vigilancia.
48. Revisar los criterios para la creación de EESS y establecer su cobertura, evaluando la necesidad
de incrementar su número en zonas tan dispersas y de difícil y costoso acceso, como las
comunidades Awajún y Wampis de Condorcanqui.
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49. Mejorar las vías de comunicación para acceder a las comunidades más alejadas de sierra y selva
del Perú, ya que las grandes distancias y elevados costos del transporte acrecientan su falta de
acceso a los servicios de salud y, en general, su exclusión social.
88
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ANEXO
Relación de comunidades visitadas
A. Provincia de Condorcanqui, Departamento de Amazonas
-
Centro Poblado Menor Hector Pehas (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa Napuruka (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa Chingamar (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa Achoaga (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa Bajo Kanampa (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa Alto Kanampa (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa de Uracusa (Distrito de Santa María de Nieva)
Comunidad Nativa de Belén (Distrito de Río Santiago)
Comunidad Nativa Isla Grande (Distrito de Río Santiago)
Comunidad Nativa de Puerto Galilea (Distrito de Río Santiago)
Comunidad Nativa de Guayabal (Distrito de Río Santiago)
Comunidad Nativa de Huampami (Distrito del Cenepa)
B. Provincia de Grau, Departamento de Apurímac
-
Comunidad de Virundo (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Pata Pata (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Jasanja (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Turpay (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Campanayuq (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Yumire (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Allquchimpa (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Huallhua (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Pata Pata (Distrito de Chuquibambilla)
Comunidad de Qunchaquta (Distrito de Progreso)
Comunidad de Huchuypallqa (Distrito de Progreso)
Comunidad de Qunqaqa Record (Distrito de Progreso)
Comunidad de Tamboraqay (Distrito de Vilcabamba)
Comunidad de Paqayura (Distrito de Vilcabamba)
Comunidad de Tamboracay (Distrito de Vilcabamba)
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