Steve de Shazer CLAVES EN PSICOTERAPIA BREVE Grupo: PSICOLOGÍA Suhgrupo: TERAPIA FAMILIAR Editorial Gedisa ofrece los siguientes títulos sobre TERAPIA FAMILIAR pertenecientes a sus diferentes colecciones y series (Grupo "Psicología") STEVE DE SHAZER Claves en psicoterapia breve. Una teoría de la solución HEINZ VON FOERSTER Las semillas de la cibernética J. ELIZUR Y S. MINUCHIN La locura y las instituciones E. IMBER-BLACK, Rituales terapéuticos J. ROBERTS Y y ritos en la familia R. WlllTING (comps.) H. STIERLIN Y G. WEBER ¿Qué hay detrás de la puerta de la familia? MONY ELKAIM Si me amas, no me ames P. STEINGLASS, La familia alcohólica L. A. BENNET Y OTROS MONY ELKAIM Y OTROS Las prácticas de la terapia de red F. B. SIMÓN, H. STIERLIN Vocabulario de terapia Y L.C. WYNNE familiar II. CH. FlSIIMAN Y El cambio familiar: B.L. ROSMAN (comps.) desarrollos de modelos M.D. STANTON, Terapia familiar del abuso T.C. TODD Y COLS. y adicción a las drogas CLAVES EN PSICOTERAPIA BREVE Una teoría de la solución por Steve de Shazer gedisa ^5 editorial Título del original en inglés: Cines, ¡nvestigating Solutions ¡n BriefTherapy Publicado por W. W. Norton & Company. New York, London, 1988. © 1988 by Steve de Shazer Director de la colección Terapia Familiar: Dr. Carlos E. Slu/ki Traducción: Margarita N. Mizraji Realización de cubierta: Gustavo Macri 1." edición, Barcelona, España, 1992 Derechos reservados para todas las ediciones en castellano © Editorial Gedisa, S.A. Muntaner 460, entlo.. 1.' Tel. 201 6000 08006 - Barcelona, España ISBN 84-7432-442-4 Depósito legal: B-26.872-1992 Impreso en Libergraf Avda. Constitució. 19 Impreso en España Printed i/i Spain Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma. índice PRÓLOGO por John H. Weakland................................................. 11 INTRODUCCIÓN................................................................................ 15 Senderos................................................................................... 18 Ejemplos de casos................................................................... 21 RECONOCIMIENTOS......................................................................... 23 1. Enfoque resolutivo...................................................................... 25 Transferibilidad....................................................................... 25 Marcar diferencias.................................................................. 26 Concentrarse en la solución.................................................. 29 La solución siempre llega antes que el problema............... 30 Conclusión............................................................................... 33 2. Observación disciplinada.......................................................... 35 Concepción alternativa.......................................................... 36 ¿Qué es lo que hacen, exactamente, los terapeutas de la terapia breve?.......................................................................... 37 COMPENDIO 1........................................................................... 38 Ejemplo de caso uno: una sesión completa......................... 43 Pruebas informales................................................................. 60 COMPENDIO II......................................................................... 63 Conclusión............................................................................... 68 3. Cómo saber qué hacer................................................................. 70 Pseudoorientación temporal................................................. 71 Foco.......................................................................................... 73 ¿Cómo es posible?.................................................................. 74 Nada ocurre siempre............................................................... 74 Pero ¡no puede ser tan fácil!.................................................. 75 Ejemplo de caso dos........................................................ 76 Si no funciona, haga algo diferente...................................... 78 Ejemplo de caso tres........................................................ 78 El sistema en consideración................................................... 82 4. Construcción de la teoría: hacia una teoría de la solución. Distinción y diferencia..................................................... Condiciones de la esfera de acción................................ Teorización............................ Fuera de las condiciones de la esfera de 83 85 86 88 acción.................. 90 5. Elaboración de una teoría: notas sobre método..................... 92 Parecido familiar..................................................................... 92 Modelo...................................................................................... 94 Conversación sobre el cambio............................................... 96 La investigación cambia la práctica....................................... 101 8. Uso de la teoría. 103 6. Teoría de la solución................................................................... iuj Lectura del mapa..................................................................... 104 Modelos de relación terapeuta-cliente................................ 104 Desarrollo de la adaptación................................................... 108 Establecimiento de objetivos................................................. 111 Ejemplo de caso cuatro................................................... 112 Cumplidos.............................................................................. Conjunto de todas las tareas conocidas............................. Conjunto de reglas útiles para diseñar o inventar tareas nuevas....................................................................................... 116 115 116 119 120 7. Desconstrucción: un modo de desarrollar el foco............. Desconstruccíón..................................................................... *.«.» Ejemplo de caso cinco..................................................... 125 Ejemplo de caso seis........................................................ 127 Conclusión................................................................................ 132 134 . . -......................... A ^f~T Ejemplo de caso siete....................................................... 134 Ejemplo de caso ocho..................................................... 137 Ejemplo de caso nueve.................................................... 141 Ejemplo de caso diez....................................................... 144 Discusión.................................................................................. 148 10. Un caso inusual que sigue las reglas. Ejemplo de caso quince............. Diferente pero lo mismo.................... 11. Problema vago, objetivos vagos, solución vaga Ejemplo de caso dieciséis............................. Discusión............................................................... 149 150 157 9. Excepciones: la construcción de soluciones......................... Ejemplo de caso once................................................... La influencia de Millón H. Erickson................................ Ejemplo de caso doce...................................................... 158 Ejemplo de caso trece...................................................... 161 Ejemplo de caso catorce................................................. 163 Lo mismo pero diferente......................................................... 168 170 170 176 178 178 186 12. Espontaneidad, impredecibilidad, solución......................... 188 Ejemplo de caso diecisiete.............................................. 189 Ejemplo de caso dieciocho............................................. 192 Ejemplo de caso diecinueve............................................ 196 ¿Cómo funcionan las tareas de predicción?........................ 201 13. Conclusión................................................................................. 203 Las excepciones como indecidibles...................................... 203 Enigmas................................................................................ Discusión.............................................................................. 205 207 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. ÍNDICE TEMÁTICO......................... 211 217 Prólogo De alguna manera, escribir estos prólogos no parece una tarea que se facilita con la práctica. Por eso resulta tentador decir sólo "Steve de Shazer está trabajando de nuevo. Esta es otra de sus producciones, de modo que si sus artículos y libros anteriores le han resultado interesantes y útiles, este texto es para usted". Pero aun cuando este breve enunciado es adecuado y esencialmente exacto, mi buena conciencia no me permite dejarlo así. Puede haber lectores potenciales que no conozcan la producción anterior de de Shazer, a quienes la expresión "más de lo mismo" no les transmita ninguna información. Otros podrían considerar que hablar de "más de lo mismo" es una crítica, aunque lo tomo aquí en un sentido positivo. De modo que tengo que ser un poco más específico. No quiero decir que de Shazer se limita a repetir ni que reitera las mismas cosas una y otra vez con palabras diferentes. A lo que sí me refiero es a que profundiza en intereses semejantes y por medios que siguen siendo parecidos en general o en principio. Pero al hacerlo (con la ayuda reconocida de varios colegas) ha desarrollado conceptos y prácticas que son nuevos o que están más plena y claramente especificados que en sus obras anteriores. A mi modo de ver, de Shazer siempre se ha interesado fundamentalmente por tratar de definir la esencia de la psicoterapia eficiente, tanto desde el punto de vista intelectual como desde el punto de vista práctico: es decir, por lograr una especificación clara y concisa (en términos ideales, mínima) sobre el contenido de la terapia breve y cuáles son los pasos para llevarla a cabo. En vista de este objetivo, su trabajo está guiado y controlado por dos principios básicos, que aquí sin duda se llevan al límite. Primero, el campo de estudio es la psicoterapia breve en sí misma, considerada (¿en términos antropológicos tal vez?) como un tipo de interacción social delimitada y focalizada, que consiste principalmente en los enunciados formulados por un terapeuta y su cliente o clientes en una sala de entrevistas. El mundo "real" o "externo" del cliente entra sólo bajo la forma de informes dados dentro del encuadre. A primera vista esto podría parecer una restricción extrema o irrazonable. Pero sin embargo es científicamente razonable porque se concentra únicamente en los datos observables y, además, sólo es la extensión de una idea que normalmente se da por sentada y cuyo ejemplo básico es el concepto de que el terapeuta parte de la formulación de un motivo de consulta y se basa en ella. Segundo, de Shazer se concentra en las soluciones —o para ser más coherentes, formulación de soluciones— como objetivo compartido por el terapeuta y el cliente en esa interacción con arreglo a fines denominada psicoterapia. En la presente obra la pregunta central y orientadora para la revisión, examen y análisis de los datos (registros de sesiones terapéuticas) es siempre: "¿Una secuencia determinada de enunciados formulados por un cliente y un terapeuta conduce a una solución o no?" El proceso total de la investigación realizada por de Shazer —si bien incluye por supuesto una gran cantidad de análisis minuciosos y detallados— puede verse, por lo menos en una visión retrospectiva, como un ejercicio tendiente a extraer las implicaciones de estas dos concepciones básicas. ¿Sin duda es necesario tomar en cuenta el contexto en el cual un enunciado o secuencia dados conduce hacia una solución o no? Por supuesto... pero este contexto en sí mismo consiste en enunciados o secuencias anteriores. De este modo se puede construir una cadena de secuencias, en última instancia desde el enunciado inicial de la terapia hasta un enunciado de solución. ¿Existe una cadena de este tipo, simple o ramificada, una cadena diferente para cada caso o un conjunto interrelacionado de cadenas? Estas preguntas se investigan mediante la comparación y el contraste de datos provenientes de una variedad de casos, para identificar las semejanzas que constituyen la base para una caracterización más general y las diferencias que deben tomarse en cuenta por separado. Pero, sin embargo, el análisis y la síntesis se ocupan de la identificación de tipos de enunciados y secuencias y no de las categorías del contenido concreto de lo que se enuncia. Este d¡agnóst,co "' deloCe°nnparticular ha llevado al uso de la construcción aspecto del trabajo en pa ltarán fascinantes para unos ™* caso, es importante ¿Cuál ha sido el dedicados en ha hecho un gran pr general de fabricación de que « de ver esto tiene d b cantidad de tiempo y & términos muy simples, se £S£dc un diagrama ^.^ A m actico . e inclusive Y cPomo Einstein, ven la el ««o y juzgad por vosotros mismos. John H Weakland Palo Alto, enero de 1988 Introducción Escribir Pistas para la solución en la terapia breve (de Shazer, 1985), mi segundo libro, fue más fácil que escribir Modelos de terapia familiar breve (de Shazer, 1982b). En parte esto fue verdad porque pasé de usar una máquina de escribir a un procesador de palabras, ya había escrito un libro antes y el modelo era más sencillo. Escribir este tercer libro, pensé ingenuamente, sería más fácil todavía (en parte porque pasé de un programa primitivo de procesamiento de palabras en un ordenador lento a un programa avanzado en un ordenador con disco rígido). Pero me equivoqué. Tanto en Pistas como en Modelos el núcleo de la terapia descripta eran las tareas o indicios para la solución presentados por el terapeuta al final de la sesión. Aunque el "cambio" se había considerado como un proceso constante, la terapia y, por lo tanto, "el campo terapéutico" se consideraban básicamente relacionados con las tareas y los informes que daban los clientes sobre la ejecución de las tareas indicadas. Si bien este señalamiento es válido en todo este libro, sin ninguna duda lo es menos en ese caso. En la medida en que mis colegas y yo continuamos investigando acerca de la elaboración de soluciones en el Centro de Terapia Familiar Breve (CTFB), nuestros análisis nos obligaron a tomar en cuenta cada vez más el proceso de la entrevista. Descubrimos que ya no era suficiente utilizar nuestra (quizás excesivamente) simple idea de que la entrevista conducía a la estrategia de intervención y por lo tanto a la tarea. Sin ninguna duda hay cosas vinculadas con la solución que el cliente y el terapeuta hacen durante la sesión. Cuando todo va bien, estos elementos apuntan hacia una tarea que dice simplemente: Ahora que sabe que funciona, hágalo más a menudo. Cuando se estudia la fase de intervención de la sesión, después de la pausa, el registro de lo que se le dijo al cliente normalmente se puede conservar literalmente en un solo trozo de papel, y un breve esbozo del informe en la sesión siguiente es todo cuanto se necesita para evaluar la utilidad de esa parte del proceso. La fase de cumpli-mentación del mensaje apunta a los aspectos idiosincráticos de la sesión y de las personas participantes y se la consideraba como la preparación del escenario para las tareas. De hecho, esto se puede simplificar mediante el empleo de tareas formalizadas que no varían en cada uso y el equipo mantiene el control sobre aquello que es lo mismo de una sesión a otra. Por consiguiente, tanto la investigación original como la nueva resultan estimuladas si se dispone de registros sencillos. Por diversas razones, no me gustó (y todavía no me gusta) este cambio de enfoque, pero nuestra investigación sobre el desarrollo de soluciones me obligó a adoptarlo. Es la segunda vez que una de nuestras investigaciones nos obliga a un viraje importante en el enfoque (véase de Shazer, 1985). Tales cambios son elementos normales de todo proceso de exploración: se sigue el camino que marcan los datos. Como señaló Kuhn (1970), surgen anomalías que es necesario volver a describir dentro de una teoría vigente o bien es necesario cambiar la teoría para hacer posible la descripción. El vínculo entre lo que hacemos (práctica) y cómo hablamos sobre lo que hacemos o lo describimos (teoría) es muy firme (y recursivo) y ambas (la teoría y la práctica) se relacionan recursiva-mente con nuestra investigación en curso. Esto es parte del diseño o plan de nuestra investigación y del programa de construcción de la teoría. Para evitar el enredo y la confusión: teoría, en el sentido en que yo utilizo el término, no significa una "explicación", sino más bien una "descripción" coherente de secuencias específicas de acontecimientos dentro de un contexto específico. Enfrentemos el hecho, las entrevistas son un embrollo y por lo tanto, estudiarlas es por lo menos igualmente confuso. A veces hay 2, 3, 4, 5 o 6 personas conversando en el consultorio: es muy difícil distinguir el caos de la confusión. El caos aumenta cuando el terapeuta conversa con más de una persona y el equipo se incorpora (al azar) por medio del teléfono y/o lisa y llanamente a través de la pausa y el mensaje al final de la sesión. Cuando se observan las entrevistas lo primero que se pone de manifiesto son las diferencias. Cada miembro del equipo del CTFB tiene un estilo diferente y un modo diferente de poner en práctica el modelo. Eve Lipchik tiene un estilo singular para entrevistar, Insoo Kim Berg tiene otro, Elam Nunnally tiene el suyo propio, pero sin duda relacionados con el de Insoo (por lo menos con respecto a la cantidad de palabras que utiliza el terapeuta y con respecto a la cantidad de actividad durante la sesión). El estilo de Wallace Gingerich, cuando se lo compara con el de Eve, el de Insoo y el de Elam, es rigurosamente mínimoy se parece mucho al mío. El estilo de Ron Kral cuando conversa con una familia se parece mucho al de Insoo pero, cuando trabaja con una pareja o con una persona individualmente, su estilo se vuelve más mínimo, más claramente relacionado con el mío. El estilo de Kate Kowalski es una versión mínima del de Elam, etc. Mi estilo para entrevistas (me han dicho) es parco, mínimo y simple. De todo el grupo, soy el que utiliza el menor número de palabras (por sesión) y deliberadamente hago un amplio uso del silencio. Y sin embargo, cada uno de los miembros del equipo dirá que estamos ¡haciendo lo mismo! Curiosamente, el cambio de enfoque desde las tareas formalizadas y otras tareas del final de la entrevista a las entrevistas mismas comenzó con una tarea formalizada al comienzo de la entrevista. Lo desencadenó un acontecimiento fortuito (¿una anomalía?). Durante dos semanas seguidas el mismo equipo observó sesiones iniciales durante las cuales el cliente mencionó espontáneamente un cambio en la zona problemática que se había producido en los días inmediatamente anteriores a la sesión. Una vez que el cliente lo trajo, el terapeuta rápidamente pasó a la conducta de segunda sesión, es decir investigar y promover el cambio que ya se había producido. Organizamos un pequeño proyecto para observar el "cambio anterior a la terapia" (Weiner-Davis, de Shazer y Gingerich, 1987) y descubrimos que, cuando se les pregunta directamente al comienzo mismo de la primera sesión, los clientes informarán sobre algún "cambio anterior a la terapia" con bastante frecuencia. Puesto que el cambio ya se había producido, ¿cómo haríamos nuestro trabajo que, en ese momento, veíamos como "iniciar el cambio"? Aproximadamente en esa misma época, un día en que me puse detrás del espejo durante una primera sesión, Wally Gingerich me preguntó: "¿Cómo sabes qué ignorar?" Obviamente los terapeutas toman muchas decisiones durante una única sesión acerca de lo que es importante y lo que no lo es. El intento de contestar a esta pregunta nos condujo a realizar una investigación de proceso sobre la interacción terapéutica (de Shazer, Gingerich y Weiner-Davis, 1985; Gin-gerich, de Shazer y Weiner-Davis, 1987). En el transcurso de esta investigación observamos (a partir del análisis de entrevistas codificadas) cómo la "conducta de segunda sesión" pasaba a la primera en la medida en que los terapeutas del CTFB se concentraban cada vez más en lo que se había dado en llamar "excepciones a las reglas del problema". Obviamente no estoy sugiriendo que se trate o bien de observar el modelo de respuesta a la tarea o de observar la etapa de la entrevista de la sesión. Las tareas que se les encargan a los clientes para realizar en el hogar están ahora, mucho más claramente que antes, relacionadas con la entrevista. De hecho, podemos ir más lejos: qué tarea dar depende de o está determinada por cómo el cliente y el terapeuta construyen la entrevista. Todo lo que estoy tratando de decir es que el modo en que se construye la entrevista es normalmente el modo de saber qué hacer. Cuando observamos las entrevistas, quedamos —por supuesto— fascinados por las preguntas (y comentarios) que conciben los terapeutas para cumplir los propósitos de la entrevista (Lipchik, 1987; Lipchik y de Shazer, 1986). Sin embargo, como modo de organizar un estudio de las entrevistas (con vistas a la construcción de una teoría), un enfoque textual de este tipo podría incluir a la lingüística o a la crítica literaria, lo cual daría como resultado un modelo complicado y enmarañado en el que se refleje la abrumadora variación en las entrevistas.1 Ulteriormente el esquema que ideamos resultó muy útil para entrenar terapeutas una vez que captaron los senderos subyacentes básicos de la entrevista: una teoría de la solución. Senderos El intento de especificar qué es lo que sucede exactamente durante una entrevista nos condujo a Wally Gingerich y a mí, juntamente con Hannah Goodman,2 que se incorporó luego, a desarrollar 1 Enfocar la entrevista como un texto o guión en realidad podría suscitar confusión y hacer difícil, si no imposible, percibir los principios subyacentes. 2 Hannah Goodman (en ese momento) aspirante a la licenciatura en informática. Universidad de WisconsinMilwaukee. un sistema especializado (un programa de ordenador) para simular el equipo (Goodman, 1986). En la segunda etapa del proyecto se incorporaron Peter Kim3 y Jacho Kim.4 Simultáneamente con la iniciación del proyecto del sistema especializado, Alex Molnar y yo (Molnar y de Shazer, 1987), al estudiar una serie de videocintas, comenzamos a esquematizar un mapa observando las tareas del terapeuta. Desde ese momento hemos revisado este mapa una y otra vez. La versión de la teoría que aquí se presenta está estrechamente relacionada con la arquitectura de los programas de ordenador y con las tareas de la entrevista, pero difiere sustancialmente de ambas. En todo caso, la teoría describe los diversos senderos que van desde "el motivo de la consulta" hasta el "cumplimiento del objetivo" y la "solución" que previsiblemente tienden a seguir los casos. Por ejemplo, cuando el cliente ha hecho esto, será seguido previsiblemente por el hecho de que el terapeuta haga aquello, lo cual previsiblemente será seguido por el hecho de que el cliente haga algo que es un miembro de una clase de respuestas posibles y no algo relacionado con otras posibles clases de respuestas. Sin embargo, soy el único responsable de esta versión y del pensamiento teórico y la interpretación de la representación diagramática o gráfica de la teoría, que se denomina en términos coloquiales simplemente corno el MAPA CENTRAL. Como resultado, la estructura o árbol familiar que hemos desarrollado para examinar las entrevistas nos ha proporcionado un instrumento para la observación y descripción disciplinadas de las semejanzas entre ellas a pesar de su aparente diversidad. Esto me ha ayudado en mi proyecto de construcción de la teoría lo cual, a su vez, nos ha ayudado a comprender qué es lo que hacemos. Diversas ventajas han resultado de la investigación del desorden de las entrevistas: l)De hecho, el modelo es bastante simple de un modo diferente. Las tareas esenciales del terapeuta son ejecutadas durante la entrevista en sí. Esto significa que el modelo depende menos de que al cliente se le asignen tareas para Peter Kim (en ese momento) aspirante al doctorado en ingeniería electrónica, Departamento de Informática, Marquette University, Milwaukee, Wisconsin. Jacho Kim, Ingeniería electrónica, Departamento de Informática, Marquette Uni-versity, Milwaukee, Wisconsin. el hogar. Obviamente, con esto la terapia breve se hace más flexible y más adaptable para otros encuadres como, por ejemplo, instalaciones para tratamiento residencial o unidades de internación de hospitales psiquiátricos. Desde una perspectiva administrativa y gerencial, la terapia breve es un enfoque eficaz de costos y, en esta época del HMO,* el EAP* * y otros recursos de contención del gasto (incluyendo nuevas limitaciones en las compañías de seguros), es importante decir que lo que hacen los terapeutas breves no es simplemente "menos de lo mismo" sino que es un enfoque concebido para ser a la vez breve y eficaz. 2) La mayor parte del tiempo las tareas que se encargan ya pertenecen al ámbito de experiencia y al repertorio de los clientes. Esto no sólo facilita la colaboración entre terapeuta y cliente sino que además una relación cooperativa de este tipo surge naturalmente de la propia construcción de la entrevista. Así, en muchísimos casos, concebir tareas consiste en la forma muy simplificada de decirles a los clientes que hagan más de algo que ya están haciendo. 3) En muchísimos casos, la construcción de la entrevista estimula a los clientes a "comprender" mejor el contexto de la situación problemática. Esto significa que el acosado terapeuta no tiene que imaginar que tipo de reencuadre podría resultar útil. El propósito del reencuadre está cumplido cuando los clientes comprenden el contexto y hacen "excepciones" arbitrarias para lograr diferencias que sean significativas. Nuevamente esto reduce al mínimo la necesidad de tareas de conducta para realizar entre sesiones y convierte a la terapia breve en algo más viable en lugares con pacientes internados. 4) Al poner el acento en la construcción de la entrevista y en las tareas del terapeuta dentro de la sesión se describe con mayor claridad aquello que hacen el terapeuta y el cliente que resulta útil para el desarrollo de la solución. Esto permite que se entienda con mucho mayor exactitud cómo utilizar * Health Maintenance Organization [T.]. ** Employment Assistance Program [T.]. este método sin un equipo instalado detrás de un espejo y sin los demás pertrechos para el establecimiento de la investigación, la construcción de teoría y el entrenamiento. 5) La teoría y el modelo se ocupan simplemente de hacer la terapia dentro de su ambiente natural. El terapeuta y el cliente son los que deben decidir cuáles son las fronteras de ese ámbito. La teoría no tiene absolutamente nada que decir acerca de "problemas, motivos de consulta, dificultades", etc. De hecho, explícitamente no incluye ni excluye ideas sobre causación ni tampoco incluye ni excluye las diversas ideas sobre la persistencia del problema: sólo se ocupa de hacer terapia. 6) Por último, pero lejos de ser lo menos importante, las conversaciones con los clientes con frecuencia resultan entretenidas tanto para el terapeuta como para el cliente. Una cuota de humor surge espontáneamente durante las sesiones cuando un terapeuta perplejo ayuda a un cliente confundido a imaginarse qué es lo que pasa cuando desaparece el motivo de consulta y cuando el terapeuta (adaptándose a un marco relativamente general del cliente) le pregunta ingeniosamente:"Supongamos que se produjera un milagro y este problema estuviera resuelto..." Ejemplos de casos A lo largo de todo el libro se han utilizado casos para ilustrar la teoría de la solución. No tienen el propósito de constituir una prueba de la teoría. Las teorías no se pueden probar; sólo se puede probar que no son aplicables en determinadas condiciones. Los casos elegidos abarcan una amplia gama de motivos de consulta, e incluyen a diversas clases socioeconómicas. En algunos casos actúa un equipo (en el marco de la investigación y la construcción de la teoría) y en" otros actúa una sola persona (como medio de mostrar cómo se aplica la teoría en el ambiente natural de la terapia). Reconocimientos Ningún libro se escribe en completo aislamiento y esto resulta particularmente válido cuando el contexto en el que se escribe es un programa de investigación y construcción de teoría, y de organización clínica y de entrenamiento como es el Centro de Terapia Familiar Breve. En primer lugar quiero agradecer a los miembros del equipo por sus aportes: Insoo Kim Berg, Wally Gingerich, Eve Lipchik, Elam Nunnally, Kate Kowalsky, Ron Kral y Alex Molnar. En mayor o menor medida, cada uno de ellos ha cumplido una función en alguna de las etapas. Con toda seguridad, sin su colaboración este libro no hubiera sido posible. Han sobrellevado la tarea de escucharme y me han dado prolijas respuestas a las preguntas que he planteado. Deseo agradecerles en particular por haberme obligado a ser más claro. Hannah Goodman, Jacho Kim y Peter Kim (quienes han redactado los programas computadorizados denominados COMPENDIO I y II) me obligaron a examinar qué es lo que hacemos específicamente cuando seguimos determinadas claves para encontrar y/o coastruir una solución. También quiero agradecer al personal administrativo, Dolores Van Erden (quien ha estado con el CTFB casi desde el principio) y a Judy (Van Erden) Parker y Ruthann Galarza porque mantuvieron a todo el mundo bajo control mientras yo escribía. John H. Weakland merece un agradecimiento especial por su permanente apoyo y estímulo. Y muchísimas gracias a Lyman Wynne. Deseo también agradecer a los participantes en los numerosos talleres que he realizado por su paciencia y amabilidad. Sus preguntas me han ayudado a aclarar muchas cosas y algunas de sus sugerencias están incluidas en esta presentación, lamentablemente sin ser citadas. Enfoque resolutivo Nuestro modelo centrado en la solución (de Shazer, 1985) ha continuado evolucionando sobre la base de nuestras experiencias en el Centro de Terapia Familiar Breve. En la medida en que llegamos a concentrarnos cada vez con mayor rigor y disciplina en el desarrollo de la solución, nuestro estudio transformó tanto el método como la teoría de la solución. La filosofía básica no ha cambiado, pero lo que hemos aprendido ha modificado el modo en que nos manejamos para hacer terapia. Estos cambios indudablemente han surgido de ciertas características que han estado presentes en nuestro enfoque todo el tiempo y sólo ha cambiado aquello en lo que hemos elegido concentramos. Transferibilidad Por ejemplo, en el CTFB nos hemos ocupado durante muchos años de la transferibilidad de las intervenciones de un caso a otro, particularmente de las tareas para el hogar. Este interés nos ha proporcionado varias claves para comprender mejor los procesos de desarrollo de la solución. Trabajos realizados anteriormente (de Shazer, 1982, 1984; de Shazer y Molnar, 1984) centrados en la "resolución de problemas" nos indicaron que la transferencia de algunas tareas depende de los modelos de interacción de los clientes (por ejemplo, asignar una pelea estructurada para detener las disputas en las parejas), mientras que otras dependen del contexto de los clientes o de la definición del problema (por ejemplo, asignar una tarea de escritura para reemplazar "pensamientos obsesivos"). \Jn trabajo más reciente, centrado en el "desarrollo de la solución" (de Shazer, 1985) indica que la transferibilidad, en algunos casos, depende más de la estructura de la tarea misma y tiene muy poco o nada que ver con los modelos de interacción o el contexto específico de un motivo de consulta concreto (por ejemplo, decirle al cliente que "haga algo diferente" en la situación problemática). Este tipo de tarea transferible se denomina "llave maestra". Otro ejemplo es nuestra "tarea formalizada de la primera sesión" (TFPS): "Entre este momento y la próxima vez que nos veamos, nos gustaría que observe, con vistas a que pueda describirlo, qué cosa sucede en su familia que usted desea que continúe sucediendo", (de Shazer, 1985, pág. 137) que ni siquiera depende de la capacidad del cliente ni de la del terapeuta para describir cuál es el problema. Con mucha frecuencia, en la sesión siguiente el cliente informará que ha hecho algo o que ha logrado que algo sucediera que es absolutamente diferente. Las llaves maestras parecen útiles para abrir la puerta al cambio y la solución en muchas situaciones, independientemente de cuál sea el motivo de consulta específico. Durante este período el eje de nuestra descripción se centró en la asignación de una tarea en una sesión y el informe del cliente en la siguiente. Este eje puesto en la transferibilidad de las tareas nos entrenó para observar y describir modelos o secuencias de acontecimientos. De un caso a otro y de sesión a sesión se puede ver que estos modelos son similares, del mismo modo en que una variación musical es similar al motivo principal. Después de muchísimos años de observar sesiones desde atrás de un vidrio espejado y/o de mirar videocintas de las sesiones, lo que más se destaca es la identidad. Una sesión se parece mucho a otra independientemente de lo diferente que sean el contenido y las personas participantes. Marcar diferencias Esta identidad es útil, tal vez necesaria, porque prepara al observador para reparar en algo diferente. Una vez que se advierte algo diferente, vuelve a surgir el interés en la medida en que los observadores buscan acontecimientos y modelos similares. Cuando se describe un nuevo modelo, es necesario que los observadores deduzcan si esta diferencia es del tipo que resulta significativo. De así, entonces nuestros métodos de descripción cambiarán junto a la modificación de aquello que estamos describiendo. Como consecuencia, la expresión de la teoría también se modificará aunque las condiciones teóricas generales sigan siendo las mismas. Detrás del espejo, describimos nuestras observaciones de una sesión o una serie de sesiones (del mismo caso) y buscamos en nuestros recuerdos (y en videocintas) casos anteriores y secuencias no relacionadas de acontecimientos que se ajusten a las mismas reglas para describir modelos y forma. Este proceso de comparación nos permite estudiar los modelos y formas de interacción y relación presentes en diversas situaciones, clínicas y de otro tipo. Es decir, las sesiones y los casos se comparan por medio de los modelos y formas te\i&descripciones y no según el enfoque más tradicional de comparación de casos mediante el instrumento del modelo del motivo de consulta o del "síntoma" o la "enfermedad". Simplemente, lo que es observable, repetible y comunicable son los modelos y formas de nuestras descripciones. Para dar un ejemplo, el señor Jones (A) que quiere bajar de peso —y que en determinados días toma sus comidas de un modo que está destinado a lograr su objetivo— se podría comparar con la señora Smith que quiere que su hijo mejore su conducta en la escuela —y en determinados días el hijo tiene efectivamente una conducta buena— y no con el señor Black (C), que quiere bajar de peso —y no hace nada para lograrlo—. Más aún, si el terapeuta que trabaja con el señor Jones dedicó 30 minutos a tratar de ayudarlo a describir los días en que se alimentó en forma adecuada pero este mismo proceso sólo tomó 7 minutos en el caso de la señora Smith, entonces el caso de Jones también podría compararse con el de la señorita White (D), a quien también le llevó más tiempo describir esas raras ocasiones en que efectivamente se relacionó con algún hombre. Cuando el modelo y la forma de las descripciones son similares (A a B, A a D, B a D, etc.), el proceso de comparación conduce a la wea de que la misma intervención podría ser útil en casos afines, es decir, pistas y llaves maestras. Si le pedimos a los clientes de los casos B y D que "observen aquello que sucede y que ellos quieren que continúe sucediendo" y ellos lo hacen al mismo tiempo que informan sobre los pasos que dan para llegar a la solución, entonces darle al cliente del caso A la misma tarea podría conducir a la solución. Mientras continuamos observando este proceso comenzarnos a desplazar el eje hacia el proceso de las entrevistas cuando nos dimos cuenta de que muchos clientes informaban que había excepciones a la regla de que el problema siempre está presente. Algunas de estas excepciones los clientes las describían como espontáneas —"simplemente sucedió"— mientras que otros las describían como el resultado de un cambio deliberado en la conducta. En ambos casos, se puede considerar que las descripciones incluyen una diferencia que todavía no adquirió significado para ellos. Recibió un nuevo impulso nuestra creencia en la constancia del proceso de transformación o cambio. Este nuevo modelo de descripciones nos llevó a la creación de una nueva llave maestra: búsqueda de excepciones lque pudieran convertirse en diferencias significativas. (Esta pista es lógicamente idéntica a nuestra tarea formalizada de la primera sesión [de Shazer, 1985] y sus variantes.) Cuando esta búsqueda tiene éxito y las diferencias se observan y se mencionan en la primera sesión, en el caso del terapeuta y también del cliente se reafirma la expectativa de una transformación significativa tanto en lo que se refiere al motivo de la consulta como en el plano de la solución, ¡porque ya se ha producido algo diferente en la esfera del problema! Puesto que el cliente ya está haciendo algo relacionado con el motivo de la consulta, la cooperación entre ambos se reafirma cuando este éxito se constituye en el centro de atención del terapeuta. Como es comprensible, esto significa que el terapeuta, ya en la primera sesión, responde con una expectativa abierta de transformación o cambio permanentes. Anteriormente, cuando nos concentrábamos en aquellas pistas que utilizábamos como intervenciones al final de la sesión, esta descripción del terapeuta y el cliente que "exploran las diferencias 1 Se utiliza el término "excepción" porque los clientes tienden a considerar que sus problemas o dificultades "suceden siempre" (una regla). Cuando el problema no se produce, parece como si se hubiera quebrado una regla pero al cambio no se le concede importancia. Cuando el problema no se produce se considera que eso es una "casualidad" y no una prueba de que las cosas podrían andar mejor, lo cual sugiere que "toda regla tiene su excepción". El término "excepción" se adapta con facilidad al punto de vista del cliente, o por lo menos a la visión del terapeuta de la visión del cliente. dl¿Á«t«ehan producido" se observaba con muchísima frecuencia en la •efunda sesión o más tarde. Pero el eje en la búsqueda de excepciones «¿«obligó a trasladar esa descripción a la primera parte de la primera ¿esion (Gingerich, de Shazer y Weiner-Davis, 1987). Ahora podemos describir el proceso de la siguiente manera: desde el comienzo de la primera sesión, el terapeuta y el cliente se dedican a construir una realidad terapéutica basada en la transforma-cfein o el cambio permanentes (como se manifiestan en las excepciones), y no en la iniciación del cambio. Cuando se identifican las excepciones, en la tarea para el hogar habitualmente se incorporará la idea de que el cliente debe hacer más de lo que ya está haciendo y no la sugerencia de que haga algo distinto. Concentrarse en la solución La pregunta por el milagro "Supongamos que una noche, mientras duerme, se produce un milagro y su problema se resuelve. ¿Cómo se daría cuenta?¿Qué sería diferente? ¿Cómo lo sabría su esposo sin que usted le dijera ni una sola palabra sobre el asunto?" Un marco de referencia para toda una serie de preguntas (denominado en forma colectiva como "la pregunta por el milagro") se utiliza en casi todas las primeras sesiones en el CTFB para ayudar al terapeuta y al cliente a describir qué características tendrá una solución. Es típico que, cuando se les pregunta directamente acerca de sus objetivos para la terapia, los clientes digan que quieren "sentirse mejor" o que quieren tener "mejor comunicación" o algo igualmente global y no específico. Si se pregunta indirectamente acerca de objetivos utilizando la secuencia del milagro, uniformemente se logra producir descripciones de conductas concretas y específicas. Hemos descubierto que este modo de echar una rápida ojeada al futuro es el marco más eficaz para ayudar a los clientes a fijar objetivos y describir así cómo se darán cuenta cuando el problema esté resuelto. Tal vez, como lo expresa Weakland (1987), este marco de referencia se conecta con las expectativas que tienen los clientes respecto de la terapia: llegan a la terapia con la esperanza de que se produzca un milagro. Por medio del uso de esta pregunta, el terapeuta y el cliente se ponen en condiciones de lograr una imagen lo más clara posible de las características que tendrá una solución, aun cuando el problema sea vago, confuso o no esté claramente dcscripto. Una descripción del futuro sin la presencia del motivo de la consulla puede resultar útil para evaluar los rasgos característicos de las excepciones. Cuando la descripción del futuro incluye una continuidad de la excepción (por ejemplo, no mojar la cama) entonces podemos sentirnos más seguros de estar en el camino correcto. Pero, si las respuestas a la secuencia del milagro no están basadas en las excepciones (por ejemplo, llegar puntualmente a la escuela y obtener buenas calificaciones), entonces sabemos que es necesario redefinir el motivo de la consulta (es decir, el problema es más amplio que "simplemente mojar la cama" e incluye la mala conducta del niño en la escuela y por lo tanto el hecho de no mojar la cama ocasionalmente puede no ser una excepción al motivo de consulta más general. En ese caso es necesario que el terapeuta continúe buscando excepciones viables al problema más general). La solución siempre llega antes que el problema Históricamente la psicoterapia se ha ocupado de problemas (definidos de muy diversas maneras) y de soluciones (rara vez con alguna definición), y en los problemas se ha concentrado la parte principal de los esfuerzos. En realidad, las soluciones se han tomado en cuenta en tan pocas ocasiones que la solución se ha convertido en la mitad oculta de la distinción "problema/solución". Esto ha llevado a una confusión, porque el marcador de la distinción o la barra ha pasado a ser una barrera y la distinción misma se ha transformado en una dicotomía. La psicoterapia siempre ha mencionado objetivos: a veces en términos de curas completas, utópicas, otras en términos de reconstrucción de la personalidad e inclusive en términos de modificación de la conducta. Pero, a lo largo de los años, el pensamiento, el estudio y la investigación terapéuticos se han concentrado en los problemas. Así, en la psicoterapia se ha desarrollado un punto ciego al no darse cuenta de que un concepto de solución debe elaborarse ie haya siquiera un concepto denominado "problema". es simplemente una de las muchas maneras en que tales tos pueden denominarse y comprenderse. Se trata de ¿ftestak en la que la solución es el fondo para la figura del oroblema. Sin la idea de que los problemas se pueden resolver, lo que s¿ denomina problemas en el mundo de la psicoterapia se transfor-mufe simplemente en "hechos de la vida" o acontecimientos desafortunados que no se podrían evitar y/o cambiar. Al parecer, nuestro trabajo en el CTFB ha invertido el proceso al examinar exclusivamente el lado de la solución en la distinción. A primera vista parece que estamos creando una nueva dicotomía con la distinción. Sin embargo esta concepción es equivocada. Para ex-prasario del modo más simple, los problemas son problemas y se pueden comprender mejor en relación con sus soluciones. Por ejemplo, cuando surge una solución a partir de una concepción estructural del problema, entonces queda demostrado que la concepción estructural en sí es útil. Sin embargo, esto no prueba ni deja de probar la concepción estructural: sólo demuestra su utilidad en ese caso o casos concretos. Fishy Piercy (1987) describen la terapia estructural como un tipo de terapia basada en el supuesto teórico de que las familias son organizaciones jerárquicas en desarrollo, con reglas, o modelos transaccionales, para interactuar a través de subsistemas y dentro de ellos... la conducta sintomática se mantiene por una jerarquía y fronteras inadecuadas y, si se mejora la organización de la familia, se modificará no sólo la conducta sintomática sino también los individuos que forman parte de esa organización (pág. 122). Por otra parte, describen la terapia estratégica como un tipo de terapia basada en el supuesto teórico de que la conducta, que se produce como parte de una secuencia de acontecimientos en curso interaccionales y recursivos, sólo puede comprenderse en su contexto. Los síntomas están incluidos en estas secuencias de interacción, y se desarrollan y se mantienen por soluciones ineficaces. (Los síntomas no son intrínsecamente problemáticos) sino que se los interpreta en este sentido, sobre la base de la realidad creada por la familia. La terapia se propone cambiar esta realidad (pág. 123). Aunque las palabras son notablemente diferentes; en cierto nivel de abstracción las dos escuelas de pensamiento están diciendo en gran medida lo mismo: se puede considerar que los problemas persisten a causa del contexto en el que se producen. Como lo expresa Sluzki (1983), esto lleva a la ineludible conclusión de que se puede decir que las conductas sintomáticas/problemáticas están contenidas y ancladas por su propia participación en modelos circulares que se autoperpetúan, por tener la función de reforzar y recordar los rasgos estructurales que recursivamente contribuyen a mantenerlas, y por su participación en concepciones del mundo que a su vez proporcionan la ideología que las apoya (pág. 474). Aunque la teoría del aprendizaje social y la teoría psicodinámica (Feldman y Pinsof, 1982) conceptualizan lo que sucede de maneras totalmente diferentes, sin embargo también se concentran en la permanencia del problema. Independientemente de "cómo" se mantienen los problemas y de cuántas concepciones diferentes existen acerca de esto, se puede formular un enunciado general: los problemas son problemas porque persisten. Los problemas se agrupan simplemente porque se los describe como "problemas". Si yo observara a un terapeuta estructural y a su cliente mientras trabajan juntos en el transcurso de un caso, podría puntuar la secuencia de acontecimientos de un modo muy diferente. Tal vez yo vería que la solución aparece como respuesta a que la madre hace algo diferente como respuesta a la conducta problemática de su hija. Esto sigue una ley general de las soluciones que se refiere a que alguien hace algo diferente. Para un terapeuta estructural sería muy adecuado que fuera la madre la que hiciera algo diferente porque esto responde a su idea de la jerarquía. Para mí esta solución no tiene absolutamente nada que ver con la jerarquía; se trata sólo de que alguien hizo algo diferente que condujo a una solución. Por lo tanto, en un caso similar yo simplemente utilizaría una de nuestras tareas formalizadas: Haga algo diferente. Cualquiera —madre, padre, hijo o nija— podría hacer algo diferente que condujera a una solución. Si estuviera la madre en el consultorio, entonces se le podría encargar a ella la tarea. O a la hija. O al padre. O al novio de la hija. Esta concepción más general, que se desarrolla a partir de mirar hacia las soluciones, elimina algunas de las limitaciones presentes en el punto de vista estructural y en otros. El paso siguiente consiste en mirar qué es lo que hizo el terapeuta que resultó útil para incitar a la madre a hacer algo diferente. Si se ha estado ocupando de ayudar a la madre y a la hija a trazar fronteras más adecuadas o a realinear las jerarquías, entonces la nueva conducta de la madre muestra la utilidad de su método para incitar a que se produzca algo diferente. Sin embargo, esto no prueba el punto de vista estructural ni los conceptos de jerarquía y frontera. Sólo muestra que el enfoque estructural puede ser útil. Es decir, cualquier concepción de la situación problemática podría resultar eficaz si conduce a que el terapeuta haga algo útil para incitar a alguien a que haga algo diferente. Ninguna de las diversas concepciones es equivocada y ninguna es acertada. En general, las soluciones simplemente consisten en que alguien hace algo diferente o ve algo de modo diferente, lo cual conduce a un aumento de la satisfacción. Esta concepción más general de la solución y el problema ha llevado al CTFB a un enfoque simplificado que tiene menos limitaciones para definir cómo puede lograrse una solución. Conclusión Puesto que el terapeuta se ha concentrado desde el comienzo mismo de la sesión en aquello que el cliente ya estaba haciendo y que funciona bien, muy fácilmente se desarrolla y se promueve la cooperación (de Shazer, 1982b, 1985). Cuando la tarea terapéutica se entiende de esta manera, le permite al terapeuta desarrollar fácilmente una intervención que sirca (de Shazer, 1985) puesto que ésta consiste simplemente en pedirle al cliente que continúe haciendo algo. Este proceso de elaboración de la solución puede resumirse diciendo que se ayuda a que una diferencia no reconocida se transforme en una diferencia que haga una diferencia. Con frecuencia a las personas les resulta difícil dejar de tratar de resolver un problema porque "en lo profundo" se aferran (nos aferramos) a creer que una solución es al mismo tiempo factible e indispensable si verdaderamente hay que resolver un problema. Con frecuencia no se distinguen las soluciones a los problemas porque a menudo parecen simples preliminares; terminamos por buscar explicaciones porque creemos que sin explicación una solución es irracional y no reconocemos que la solución misma es su mejor explicación. Observación disciplinada A primera vista, la entrevista terapéutica parece tener el propósito de recoger información. Desde la perspectiva del cliente lo más probable es que el terapeuta no busque otra cosa que los hechos relacionados con el problema (por ejemplo en un diagnóstico médico sólo se trata de los hechos del síntoma). En verdad muchos terapeutas denominan a lo que hacen "resolución de problemas". Sin ninguna duda éste puede ser un enfoque válido y útil en la medida en que el terapeuta no pierda de vista que esos "problemas" se producen o suceden fuera del encuadre o de la relación terapéutica. En verdad el terapeuta nunca se ocupa de "problemas" sino más bien de los informes o descripciones de los "problemas" que le hacen los clientes (Miller, 1986). Los problemas en sí incluyen diversos aspectos que los clientes pueden describir: pensamientos, sentimientos, situaciones, percepciones y conductas, todos los cuales tienen lugar en un contexto diferente del encuadre terapéutico. Por supuesto terapeutas y clientes actúan "como si" hacer la terapia o hablar del cambio fuera algo separado de los cambios que ayuda a producir. Se considera que los cambios ocurren en la "vida real" de los clientes, fuera de la situación terapéutica. Cualquier cosa que el cliente informe, el terapeuta lo toma al pie de la letra. Es decir, para el terapeuta el cambio informado es "cambio", y si es pertinente hablar del cambio en el futuro es algo que surge cuando los clientes, en sesiones ulteriores, efectivamente informan acerca de cambios. Dar el nombre de "problema" a algo es sólo una de las muchas maneras que utilizan las personas para dar sentido a lo que les ocurre en la vida. Si un acontecimiento es o no "un problema" que requiere terapia depende de cómo entienden los participantes su experiencia. Cuando los clientes llegan a la terapia, dan sus informes sobre estos pensamientos, sentimientos, percepciones, situaciones, conductas y contextos problemáticos dentro de un contexto diferente: la situación terapéutica. Los problemas de la vida real son el territorio del que se ocupan los clientes, mientras que los terapeutas sólo trabajan con mapas de ese territorio, es decir, con las representaciones de los clientes. Sin embargo, trabajan juntos "como si" cambiar el mapa fuera lo mismo que cambiar el territorio. Es necesario tener muy clara esta distinción, pues de lo contrario las cosas se complican y se confunden los mapas con el territorio que representan. La entrevista consiste en un proceso de interacción que abarca por lo menos a dos personas con dos roles diferentes: terapeuta y cliente. No es un procedimiento tan sencillo que los clientes informen simplemente acerca de cómo entienden los aspectos problemáticos de la vida. Lo que el terapeuta elige para preguntar o comentar ayuda a determinar cómo entienden los clientes sus experiencias y por lo tanto qué informan y cómo lo informan. Como señala Deissler (1986), el terapeuta y el cliente coconstruyen la entrevista terapéutica y de este modo son coautores de su realidad compartida. Aunque se puede considerar que la decisión acerca de qué tipo de intervención utilizar está basada en los resultados de la acumulación de cierto tipo de descripciones (por ejemplo si una excepción es espontánea o deliberada, etc.) en el transcurso de una entrevista, esto podría ser una ilusión producida por la forma de la descripción en sí. Cuando se mira de este modo, parece que estuviera presente un árbol de decisión que toma la forma de "Si esto, entonces aquello; si aquello, entonces esto", etcétera. La secuencia efectiva de acontecimientos durante la sesión puede tener más en cuenta el interés del cliente que los propósitos de la intervención y el diseño de la tarea. La progresión lógica de la conversación durante la sesión puede ser esencialmente útil para lograr que la intervención terapéutica le parezca razonable al cliente. Concepción alternativa La transferibilidad de tareas de un caso a otro, de cliente a cliente, algunas de las cuales no dependen del motivo de la consulta ni de la forma que adopte la entrevista, propone un tipo diferente de árbol de decisión, basado en un proceso iterativo diferente: "Si esto, entonces no aquello". Es decir, es fácil imaginar que un terapeuta experimentado tenga un archivo con TODAS LAS TAREAS CONOCIDAS l que tiene a su disposición. Cada pregunta y respuesta, cada secuencia de la conversación, el tipo de relación que se desarrolla, etc., todo ayuda al terapeuta a decidir qué no hacer y qué tareas no utilizar. Por ejemplo, si se ve que un cliente verdaderamente quiere hacer algo para resolver su problema, esto elimina ciertas opciones: no darle una tarea o darle una tarea puramente observacional. Más aún, si describe alguna excepción en curso, entonces se eliminan todas las tareas destinadas a detener algo. Si tiene mucha confianza en su capacidad para continuar con las conductas excepcionales, entonces se descartan las tareas con aspectos aleatorios y también las de predicción. Considerado de este modo, para el momento en que el terapeuta sale de la habitación para consultar o pensar sobre el caso, quedan eliminadas muchas e inclusive la mayor parte de TODAS LAS TAREAS CONOCIDAS y la elección ha quedado reducida sólo a unas cuantas posibilidades. ¿Qué es lo que hacen, exactamente, los terapeutas de la terapia breve? Una conversación entre dos personas, inclusive una entrevista terapéutica, tiene una organización lábil y, a menos que se la considere de un modo específico, probablemente parezca una maraña. Incluso puede parecer que tenemos un rompecabezas que tiene piezas equivocadas o que no tiene las suficientes o que tiene trozos de más. Sin embargo, todas las piezas necesarias están allí. Todo lo que el observador tiene que hacer es observarlas cuidadosamente y acomodarlas. Sin la observación disciplinada, contemplar una sesión de terapia es como mirar a través del microscopio por primera vez. Puesto que no sabemos lo que estamos buscando, todo lo que vemos son gusanos, burbujas y pelo. Pero una vez que sabemos qué buscar y aplicamos una observación disciplinada, entonces lo que vemos tiene sentido. Un archivo de TODAS LAS TARF.AS CONOCIDAS se puede extraer de: de Shazer, 1982a, 1985; Fisch, Weakland y Segal, 1983; Haley, 1963, 1967, 1976, y también observando simplemente lo que funciona. COMPENDIO I SESIÓN A 1. ¿Alguien ha comenzado ya a hacer algo? ¿Hay una excepción DELIBERADA? Sí 2. ¿Saben lo que necesitan para mantener en curso estas conductas que configuran la excepción? Sí 3. ¿Tienen confianza en mantenerla? No 4. ¿Se utilizó la pregunta por el milagro? Sí 5. ¿La respuesta era coherente con las excepciones? Sí SESIÓN B 1. ¿Alguien ha comenzado ya a hacer algo? ¿Hay una excepción DELIBERADA? No 2. ¿Hay excepciones espontáneas al modelo del problema o a la percepción del modelo del problema? No 3. ¿El cliente puede imaginar una solución ("pregunta por el milagro")? No 4. ¿Piensa (el terapeuta) que existe una solución realista? Sí Los intercambios anteriores entre un "sistema especializado" que hace las preguntas y un terapeuta que las contesta incluyen el tipo de preguntas y respuestas que se haría un terapeuta que trabaja dentro de la teoría de la solución o que podrían formular un asesor o el equipo que está detrás del espejo para ayudarlo a organizar sus observaciones de una sesión. Este sistema especializado es un programa de ordenador concebido para ayudar a formular una tarea en la primera sesión (de Shazer, Gingerich, Goodman, 1987; Goodman, 1986; Goodman, Gingerich y de Shazer, 1987; Kim, de Shazer, Gingerich y Kim, 1987). En términos generales, los sistemas especializados son programas de ordenador construidos sobre la base de la pericia de un experto humano con el fin de asesorar sobre un problema específico. Como tales, se basan en alguna regla y los pasos que emplea el programa son altamente predecibles. La idea que subyace en este sistema especializado es hacer más comunicable y explícito el conocimiento del equipo en el CTFB. A partir de las respuestas por "sí" o por "no" a la misma primera pregunta de cada secuencia, podemos ver que las dos sesiones se van construyendo de modo diferente y probablemente evolucionarán en forma diferente. Es predecible que las dos sesiones no darán como resultado que el terapeuta encargue la misma tarea: En el caso A se describió una excepción deliberada que se puede mantener, mientras que en el caso B no se ha descripto ninguna excepción. El éxito o fracaso en la búsqueda de excepciones es un punto central de la teoría de la solución, que permite dividir nuestras descripciones de los casos en grupos principales. Como es lógico y predecible, otro caso que siguiera el mismo camino A hasta este punto, llevaría al terapeuta a elegir una tarea de la misma clase. En estos dos casos similares, cualquier tarea que se dé debe ser muy diferente de la que se dio siguiendo el sendero B. Si no es así, la significación para la teoría es escasa o nula. La construcción de la teoría requiere que el mapa resultante tenga un alto grado de rigor. No es suficiente que un paso siga lógicamente a otro: es necesario que estos pasos se sigan uno al otro en forma predecible. La mayor parte de los trabajos de este tipo se han hecho en un laboratorio donde la conducta de todas las partes está altamente constreñida y manipulada (véase, por ejemplo, Ber-ger, Fisek, Norman y Zelditch, 1977). Sin embargo, la situación terapéutica se encuentra comparativamente libre de restricciones, lo cual compensa la dificultad de elaborar una teoría de este tipo, al especificar qué hace exactamente un terapeuta. Para evitar toda confusión, es necesario ser claro con respecto a los sistemas especializados. Comenzaron por ser una rama de la "inteligencia artificial" y utilizaban el mismo lenguaje de programación: LISP (por ejemplo, véase Winston y Horn, 1984). El rótulo "inteligencia artificial" sugiere que los programas o los ordenadores efectivamente podrían "pensar". Pero los sistemas especializados, por lo menos, no son la encarnación de la legendaria "máquina pensante". Todo lo que son capaces de hacer es seguir estrictamente las reglas del programa.2 A pesar de lo que piensa Luddites, ni Dios ni el Diablo viven detrás de la pantalla del ordenador. Los ordenadores sólo son máquinas que siguen rígidamente las reglas del programados (Hacer reglas estúpidas = ¿estupidez artificial?) La ilusión de que piensan la provoca el hecho de que un programa escrito en LISP parece aprender a medida que avanza. Si el usuario activa una regla (con una consecuencia específica: la parte de "entonces") en un momento concreto [regla 110 abajo] y posteriormente activa otra regla (con una consecuencia diferente) [regla 113 abajo], el resultado puede ser una modificación de la consecuencia de la primera negla. Pero esto no significa que piense; sólo sigue las reglas "si-entonces" en las que el "entonces" de una regla se convierte en el "si" de otra. De modo que un programa puede convocar una buena cantidad de reglas que interactúan entre sí antes de que se arribe a una conclusión. A continuación presentamos las reglas del COMPENDIO I que se refieren a situaciones en las que el terapeuta está en condiciones de ayudar al cliente a describir una excepción que incluye un cambio deliberado en su conducta. REGLAS (Regla 110 (Si (hay una excepción deliberada) (tienen claro qué es necesario continuar haciendo) (tienen confianza en que pueden continuarla)) (Entonces (dar la tarea de hacer más de lo mismo que están haciendo)))3 (Regla 111 (Si (hay una excepción deliberada)) (la respuesta a la pregunta por el milagro es coherente con lo que están haciendo))) (Entonces (dar la tarea de hacer más de lo mismo que están haciendo))) (Regla 113 (Si (hay una excepción deliberada) (no tienen confianza en que pueden continuarla)) 3 Una regla verdadera del COMPENDIO I, redactada en LISP: (patom "¿Alguien ha comenzado a hacer algo? —es decir— ¿existe alguna excepción DELIBERADA?) (terpri) (terpri) (setq respuesta (leer)) (cond [(respuesta igual "y) (setq afirmaciones (cons (existe una excepción deliberada) afirmaciones)) (ir a cuatro-A)] [(respuesta igual *n) (setq afirmaciones (cons (no existe una excepción deliberada) afirmaciones)) (ir a cinco)] [(respuesta igual !x) (ir a cinco)] 40 (Entonces (darla tarea de advertir qué es lo diferente en las ocasiones en que pueden mantener el cambio))) La primera regla (110) enuncia que "si hay una excepción deliberada" y el cliente tiene claro cuáles son las conductas que intervienen, y el cliente tiene confianza en que puede ejecutar esas conductas, entonces el terapeuta simplemente debe indicar que el cliente continúe ejecutando esas conductas. Esta idea se retuerza porque la respuesta del cliente a la pregunta por el milagro (regla 111) era coherente con las excepciones, es decir, las mismas conductas que intervienen en las excepciones se consideran como parte de la solución. (Si la respuesta a la pregunta por el milagro hubiese sido inconsistente [es decir, hubiese tenido poco o nada que ver con las conductas excepcionales] entonces lo adecuado sería dar un consejo diferente porque el cliente no ve que la excepción, aunque sea eficaz, tenga que ver con la solución.) Por añadidura, el terapeuta cree que el cliente no tiene confianza (regla 113) en poder continuar ejecutando esas conductas (lo cual en efecto modifica la regla 110) y de este modo el sistema especializado sugiere un enfoque más conservador, es decir, se le aconseja al terapeuta sugerirle al cliente que preste atención a lo que sucede cuando es capaz de ejecutar las conductas excepcionales. (Si el terapeuta hubiera pensado que el cliente tenía confianza, entonces el consejo del sistema especializado hubiese sido "hacer más de lo mismo que funciona", regla 110.) Por supuesto esto no es todo respecto del diseño y selección de la intervención y en esto no consiste la totalidad del programa. Esta muestra sólo describe un breve segmento que se ocupa exclusivamente de las excepciones deliberadas. Otros segmentos se ocupan de excepciones espontáneas y de casos en los que no se han descripto excepciones. Cada una de las reglas interactúa con diversas otras y cada uno de los segmentos (o conglomerados de reglas) se puede esquematizar como árboles de decisión o ramas de un árbol de decisión más amplio. Existen conglomerados de reglas para cada una de las decisiones del diagrama de la teoría o MAPA CENTRAL (véase cap. 6), es decir, reglas acerca de ambos tipos de excepciones, soluciones hipotéticas, problemas descriptos vagamente, confianza, etcétera. Aunque la mayoría de las reglas se refieren a la forma o modelo de la entrevista (es decir, preguntas acerca de excepciones, etc.) hay otras reglas que se ocupan de otras consideraciones: PREGUNTAS GENERAI.ES BASADAS EN REGLAS PRACTICAS GENERAUS ¿El problema se refiere a: a) padre e hijo b) pareja c) individuo d) individuo y otra persona ausente e) otro? ¿El terapeuta pudo lograr que el cliente siguiera indicaciones no verbales? ¿Hay otros individuos que contribuyen al problema? ¿Existe demasiada información? ¿Es alta la proporción entre conversación sobre el problema y conversación sobre la solución? ¿El terapeuta tuvo dificultades para encauzar la conversación sobre el problema hacia la conversación sobre la solución? ¿La pareja dejó una silla vacía entre ellos? Por ejemplo, si la pareja efectivamente dejó una silla vacía entre ellos, entonces se le aconseja al usuario del programa encargarles tareas individuales y no como unidad. Si el usuario piensa que existe "demasiada información", entonces se le aconseja invitar a menos personas a la sesión siguiente.4 El sistema especializado, construido para aconsejar acerca de la elaboración de las intervenciones terapéuticas, se ha utilizado para ayudarnos a disciplinar nuestras observaciones. Las reglas que siguen los terapeutas (del CTFB) para diseñar las intervenciones se han incorporado al programa, lo que condujo a un mapa teórico sumamente riguroso basado en la predecibilidad y no en reglas prácticas lógicas y heurísticas. El programa se ha utilizado como un lenguaje o método lógico con el cual disciplinar la imaginación, la observación e inclusive la lógica. Simplemente la teoría (expresada como un mapa en el capítulo 6) está expresada como un programa de ordenador en la forma de sistema especializado. 4 Tener demasiada gente no es la "causa" del exceso de información, pero el hecho de tener menos gente le permitirá al terapeuta reorganizar sus observaciones más fácilmente. Este sistema especializado se ha utilizado como herramienta de investigación para el proyecto de construcción de la teoría. Se lo ha utilizado para poner en "correspondencia" las reglas con una cantidad de casos que buscaban tanto la confirmación como la no confirmación de la utilidad del sistema (y, por lo tanto, de la utilidad de la teoría). Es al mismo tiempo el resultado de la observación disciplinada y una herramienta para disciplinar la observación. Para diseñar y construir un sistema especializado, el programador pasa muchas horas hablando con expertos y a veces haciendo preguntas ingenuas, todo con la intención de compendiar sus observaciones de una manera coherente. (El campo de trabajo se llama "ingeniería del conocimiento" y las conversaciones con los expertos se denominan "excavación".) Ejemplo de caso uno: una sesión completa Sin observación directa, ya sea en vivo o con videocintas, con frecuencia es muy difícil imaginar cómo el terapeuta pone en práctica la teoría que subyace en su tarea y es frecuente que surjan malentendidos. Una transcripción de una sesión terapéutica es una observación tan directa como lo permite la palabra escrita. De modo que con el fin de comenzar el proceso de construir una teoría de la solución, la transcripción de una entrevista proporcionará la materia prima. Para ilustrar, incluirnos a continuación una transcripción de una sesión inicial de terapia, que se entrelaza con la transcripción de una sesión de consulta sobre este caso con el sistema especializado. Intercalado entre ambas hay un mínimo de comentarios explicativos. Al consejo dado por el programa y las reglas en que se basa le sigue el mensaje de intervención para el cliente. Antes de conocer a la clienta, yo sólo sabía su nombre, dirección, número telefónico y que ella pensaba que tenía que venir a verme inmediatamente. Este es un procedimiento estándar en el CTFB destinado a reducir al mínimo la distorsión del terapeuta. (Un grupo de aprendices se encontraba detrás del vidrio espejado.) Terapeuta: Usted pensaba que tenía que venir aquí hoy y por lo tanto lo que quiero saber es cómo se va a dar cuenta de que venir hoy fue valioso para usted. ¿Qué tiene que conseguir hoy como para saber que valió la pena? Cliente: Tengo que tomar algunas decisiones y hacer ciertos planes para mi vida futura. T: ¿Hoy? C: Bueno, pensé que era importante presentarse con algunas ideas en todo caso, en vez de decir que vivo en un caos absoluto. T: Muy bien. C: De modo de llegar por lo menos a algún tipo de orientación, aun cuando sea temporaria. T: ¿Qué decisiones necesita tomar hoy? C: Bueno, tengo que ... Estoy separada de mi esposo, y él tenía una aventura. Tal vez todavía la tenga. Mi esposo quiere reconciliarse conmigo, pero no creo que esté demasiado seguro de que quiere abandonar a esa otra persona, o de qué quiere hacer en realidad. T: ¿Por supuesto usted quiere que él deje a la otra persona? C: Ahá, así que le pedí que lo hiciera y él dijo que eso era algo que él tenía que decidir y que si lo hiciera simplemente porque yo se lo pedía, eso provocaría mayores problemas entre nosotros. T: ¿De modo que usted ha estado aguardando a que él tomara esa decisión? C: Bueno, me parece que no sé qué hacer ahora... Yo he... T: (Interrumpiéndola) Pero, ¿cuáles considera usted que son sus alternativas? C: Mi opción es no hacer nada y esperarlo. T: ¿Durante cuánto tiempo lo ha estado haciendo? C: Sólo un par de semanas. T: ¿Cuál es su otra opción? C: Seguir con mi vida y eliminarlo de mi horizonte. O continuar con mi vida con la presencia de él, pero no en un lugar dominante.¿ Algo más? Creo que es todo. T: (Inaudible) ¿Si continuar con su vida significa sin él? C: Sin él, claro... ahí es donde me resulta muy difícil saber qué hacer porque no es fácil para mí preocuparme por él y sin embargo quedar en esta difícil situación. Me pregunto si no sería más fácil simplemente tratar de no preocuparme por él en absoluto, no tratar de mirar hacia el futuro con algún tipo de presencia de él, T: C: T: C T: C T: C: T: C: o bien tratar de tomar las cosas como vienen y, al mismo tiempo, construirme algún tipo de vida personal. ¿Cuánto le interesa él? Oh, eso es muy variable. Muy bien. ¿Hoy? ¿Cuánto rencor le guarda? No mucho en realidad. No se lo tenía, yo estaba bien. Pero lo que hace es venir a decirme "Salgamos y divirtámonos mucho. Te amo. Nunca más veré a la otra persona. Vamos a comenzar a construir nuestra vida en común". Entonces salimos. Dos días después me llama y me dice: "Bueno, no estoy demasiado seguro de si todavía quiero salir con la otra". Y esto me lo hace cada tres días. : ¿Y en ese momento usted llega a la cima en la escala del rencor? Exacto. Las otras veces me debato entre creerle y no creerle. Humm, dice cosas como: "Bueno, si sales, me volveré loco". ¿Se da cuenta? O entonces dice, dos días después: "Bueno ¿por qué no sales?". Fíjese. Lo dice en un sentido muy... no se refiere a "tener una cita" o algo así. Quiere decir "salir de compras" o "salir a cenar con una amiga". Creo que quiere... (Interrumpiéndola) oír misa y andar en la procesión. Eso es lo que quiere, exactamente. No es juego limpio. No. Consulta con el COMPENDIO I, porte 1 Este programa está destinado a ayudar en la formulación de una tarea para la primera sesión. Por favor conteste las siguientes preguntas con una y por sí, una n por no y una x por no decidido o no se aplica. Cuando se le requieran respuestas más formales, por favor sea breve y no puntúe. Gracias por tomarse el tiempo de consultar el COMPENDIO. Esperamos que el consejo le resulte útil. ¿Cuál es el nombre del caso? Decisiones ¿Cuál cree el terapeuta que es el problema? Escriba algo indefinido si fuera necesario. Cómo responder a un esposo infiel. ¿El cliente concuerda en que ése es el problema? Sí Por favor responda por a, b, c, etc. a la siguiente pregunta. El problema se refiere a: a) padre e hijo b) pareja c) individuo d) individuo y otra persona ausente e) otro Se eligió la respuesta "c" porque la clienta consulta sobre la modalidad de su respuesta personal y dice que es eso lo que quiere cambiar. Si ella consultara por su esposo y quisiera cambiarlo a él, entonces la respuesta hubiera sido "d". El mismo modo de pensar sirve para decidir la mejor manera de describir el motivo de la consulta. T: Los otros días, si usted no está en la cima de esta escala, ¿dónde está usted el resto del tiempo? C: Harta. Ni siquiera enojada. T: ¿Cómo es eso? C: Una vez sentí enojo. Tan pronto como lo descubrí, pasé aproximadamente dos semanas de odio total. T: Sin duda. C: Hasta que estuve tan llena de odio que daba igual, dije que no podía tolerar más el odio. Simplemente no puedo vivir con esa terrible sensación de odio. Me sentía absolutamente desdichada. De modo que era mejor no hacer nada en cierto modo. El enunciado en bastardilla podría ser una clave de que la clienta va a comenzar a describir una excepción: tomó una decisión acerca de cómo manejar su respuesta. Comencé a explorar su utilidad potencial. T: ¿De modo que decidió no hacer nada? Está bien. Correcto, parece una elección inteligente. ¿Es fácil entonces? C: Difícil. T: Claro. (Larga pausa) ¿Muy difícil? C: ¿Se refiere a no hacer nada? T: Sí. C: Bueno, en realidad no es que sea nada porque hay en juego una cantidad de agravio que no se expresa en el enojo. Sólo es agravio. T: Y eso le resulta más fácil que el odio. C: Mucho más que el odio y el agravio juntos al mismo tiempo como antes. Quiero decir, allí está de modo que sólo se trata de qué otra cosa hacer con eso. Esto parecía un callejón sin salida, así que volví a tratar de esclarecer el motivo de la consulta y a buscar excepciones. T: ¿De modo que la elección entonces, a mi modo de ver, es seguir sola día tras día, y de algún modo excluirlo de todo lo que venga detrás? C: Ahá. T: Así que ése es el sendero uno: seguir sola. Muy bien. El sendero dos es esencialmente continuar haciendo lo que hace... C: (Interrumpiéndolo) No. T: esperando a que él se decida. C: (Interrumpiéndolo). No, eso daría igual, yo salgo y hago lo que quiero y cuando quiero verlo, lo veo. Cuando no quiero verlo, no lo veo. Pero él quiere controlar mis opciones. T: O sea seguir sola pero dejar espacio para él. Correcto, y el tercer sendero es continuar haciendo lo que hace. C: Correcto. T: Muy bien. Lo que creo es que, puesto que usted está aquí hoy, eso significa que no le ha funcionado bien. C: No, no puedo hacerlo de esa manera. Inesperadamente la excepción potencial pasó a formar parte del problema. Continúa la búsqueda. T: Muy bien, podemos eliminar ésta. ¿Existe una cuarta alternativa? C: Volver de nuevo con él. T: ¿En las condiciones que pone él o en las suyas? C: No sé. T: ¿Volver con él significa que él dejó a la otra? C: Sí. T: Muy bien, con las condiciones puestas por usted. ¿Existe una quinta? Bueno, echemos una ojeada a la cuarta. El dice que no sabe (inaudible) sobre ese asunto de la chica, de modo que... C: Pero él dice que no es a causa de la chica, dice que es por mí. Desde que descubrí que tenía esa aventura, que yo cambié. T: Por supuesto. C: Así que él cree que si él no estuviera... T: (Interrumpiéndola) ¿No se supone que ustedes tienen que cambiar? C: El piensa que yo volví a cambiar. Piensa que estoy más atractiva desde que él hizo eso y que si él... No sé, piensa que si deja a la otra, yo volveré a estar "no atractiva "y él se quedará sin nadie. El texto en bastardilla puede ser una excepción potencial que vale la pena explorar. T C T: C: T: C: T: C T: C: Oh, seguramente, muy bien... (Interrumpiéndolo) Eso es lo que él cree. Ya veo. ¿Usted coincide? ¿Está más atractiva? He cambiado... he cambiado en cierto modo, es verdad. : ¿Está "más atractiva"? : Hasta cierto punto. : Entonces, desde el punto de vista de él, ¿tal vez él debería continuar con la otra hasta que usted sea totalmente atractiva? Bueno, él sabe que eso no va a continuar. En este momento estoy al borde de mi "atractivo", quiero decir que no va a continuar. ¿Usted cree que no funciona en su caso? No. Otra excepción potencial ha pasado a formar parte de otro aspecto del problema. T: Muy bien. ¿Cómo va a darse cuenta él de que usted está "lo suficientemente atractiva" como para dejar a la otra? C: No sé. Eso es problema de él. T: Ahá. ¿Qué hace él para resolverlo? C: Bueno, él dice que no la ve pero ¡que no confía en mí! Y lo más gracioso es que él no confía en mí y es él quien tuvo la aventura. Y yo creo que esto es una locura. Cómo puede no confiar en mí cuando sabemos... TC: T-O T: C Tal vez él piensa que si él tiene derecho a hacerlo, entonces usted también. ¿Si él tiene el derecho de hacer? De tener una aventura, entonces usted también. ¿Usted dice que él quiere que yo tenga una aventura? No, no, no, eso es lo que él teme. : ¡El no lo querría en absoluto! T' Muy bien. De modo que volver a unirse ahora no parece viable. ¿Hay una quinta? (Larga pausa.) Bueno, pensaremos en alguna. Probablemente la haya, habitualmente la hay. Desde un punto de vista pragmático, la dificultad para tomar una decisión habitualmente se debe a que la persona no encuentra que una de las alternativas sea más positiva que las demás. Por lo tanto, una "alternativa vacía", que no esté especificada, deja espacio tanto para la creatividad como para el azar. T: Muy bien. Si usted dice que lo que ha estado haciendo no funciona, entonces quiere dejar de hacerlo. En este punto vemos que hay tres o cuatro o cinco caminos que puede tomar. Uno es continuar sola, dejarlo de lado y seguir adelante con su vida. Dos es seguir sola, dejarle a él algún espacio para que haga lo suyo y que todo siga adelante. Tres es trabajar un poco sobre el asunto: volver a vivir juntos. Cuarto es... C: Ahá, ahá. T: Muy bien. C: El piensa que el segundo y el tercer camino son lo mismo. T: ¿Cómo? C: Porque él piensa que yo... El no me dijo que no va a salir o que si volvemos a vivir juntos él no saldría. No se trata de no salir con esa persona sino de salir a beber algo hasta las tres de la mañana o cualquier cosa que... T: (Interrumpiéndola) ¿El hizo eso? C: Pues claro. Bueno, no sé; tal vez no fuera eso lo que hacía en ese momento. Sólo sé lo que no hacía, pero él piensa que quiere que yo salga, pero no quiere que yo haga lo que él hace. i : Correcto. Bueno, la decisión principal, ¿qué rumbo tomar? ¿Qué es lo que va a cambiar con eso? En este punto decidí comenzar a averiguar cómo se daría cuenta ella cuando el problema se resolviera. De esa manera tal vez podamos encon-trar una excepción practicable o una solución hipotética en la que basarse C: Me hace sentir organizada. Voy en una dirección. Asimismo, tengo más control sobre lo que estoy haciendo, decidiendo. No me dicen lo que tengo que hacer ni me manipulan ni nada. Se trata de decidir qué es lo que quiero hacer y uno hace lo que quiere hacer. Nunca he podido hacer eso. T: Tomemos el primer camino. Seguir sola. Y, de aquí a seis meses, habiendo tomado esa decisión, de aquí a seis meses, ¿que ve siguiendo ese camino? C: (Larga pausa) Estructura... T: ¿Qué más ve? C: Me parece que mi vida seguiría algún tipo de modelo, no necesariamente que sería feliz, pero que mi vida estaría planificada. Yo sabría que estaría haciendo muchas cosas, porque no habría otra persona que interfiriera con mis planes. Por lo tanto, yo tendría un completo control de mi situación. La controlaría, la planificaría y organizaría y... T: (Interrumpiéndola. Inaudible) Muy bien, y tomar este otro camino es seguir sola pero dejando un espacio para él. De aquí a seis meses ¿cómo lo ve? ¿Cuál es la diferencia? C: Afecta mis decisiones. Pierdo el control de la situación. T: Muy bien. De modo que seguir sola pero dejándole espacio a él le da a usted menos control. C: Correcto. T: Muy bien. Y si vuelven a vivir juntos, de aquí a seis meses ¿qué pasa? C: (Larga pausa) No sé. No sé si se puede reconstruir algo. No sé, no podría volver a pasar por lo que pasé antes... es decir (inaudible) para ser realista. Me gustaría hacerlo, pero ni siquiera sé si ésa es una posibilidad. No sé, tendrían que ocurrir muchas cosas para que esa situación funcionara. T: Comenzando porque él aparte totalmente de su vida a la otra. C: Sin duda. T: Eso es lo primero que tiene que suceder en este camino. Muy bien, hasta que él lo haga, este camino es puramente hipotético. 50 C: T: C: T: C: T: C: T: Correcto. Y al parecer él no parece dispuesto a hacerlo inmediatamente. El dijo que no la vería, pero en cierto modo lo deja abierto, algo así como: "Podría toparme con ella". Las promesas no tienen el valor del papel en que se las escribe. De modo que hasta que usted no esté convencida de que él va a dejar a la otra, ella sigue allí. Ella todavía está entre nosotros, sin ninguna duda. El único camino que parece alternativamente razonable, hasta ahora, es seguir sola. Con las cosas bajo control. El resto de las opciones no son para nada diferentes de lo que usted tiene en este mismo momento y que no le gusta. (Larga pausa) Es verdad. La segunda opción sería diferente si yo pudiera desensibilizarme. Sería como vivir una doble vida, pero no sé si puedo hacerlo. Por cierto que con eso hay menos control sobre las cosas, si usted quiere. Mantener el mayor control que pueda —y que sea factible—. Todos conocemos la mala suerte y la buena suerte, accidentes de un tipo u otro (inaudible). Sólo existe el máximo de control que se puede esperar razonablemente. La tercera opción está fuera de su control. Sí. Quiero decir qué él tiene que comenzarla. Correcto. Entonces, la elección entre uno y dos. ¿Dónde tiene espacio para él? ¿Cuál sería el beneficio? (Larga pausa) Bueno, me parece que sería más fácil porque él es parte de mi vida. Yo no quedaría totalmente ignorada. Quiero decir, no lo sería completamente, al empezar todo desde el principio. Ya veo... usted siente que él es parte de su vida de alguna manera, ¿hasta qué punto eso es importante? : ¡Lo es y no lo comprendo! Creo que es una locura y creo que es una locura que yo lo piense. ¿Cuántos años han estado casados? Diez. Es el hábito, más que todo, lo que lo convierte en parte de su vida. (Interrumpiéndolo) Verdad. C: T: C: T: T: T: C: T: C: 51 C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: C.Pero ¿cuánta importancia tiene él? ¿Cuánta importancia tiene que él forme parte de su vida? No sé si es algo más importante que la tranquilidad. Es lo que estoy tratando de evaluar. No sé cuál extremo sería verdaderamente sereno ni cómo funcionaría... (Interrumpiéndola) Correcto. En la medida en que usted hace lo que es bueno para usted. ¿Sí? Así funciona. Ahá. Simplemente decida lo que es bueno para usted. Por lo que parece hasta aquí uno es bueno para usted. Con el dos todavía estamos especulando ¿no es cierto? No sé si es bueno para usted. Muy bien ¿cuál sería el beneficio que le reportaría a usted dejarle a él algún espacio en su vida? No estaría sola, y al parecer tengo una necesidad intangible de estar con él, pero es una necesidad perniciosa. Todavía no tengo muy claro eso. (Riendo) Yo tampoco. Muy bien. Bueno, pongámoslo así. Digamos, de aquí a tres meses, mirándola con una cámara oculta, ¿cómo alguien se daría cuenta si usted eligió el uno y no el dos? ¿Que diferencia habría? ¿O de que eligió el dos y no el uno? ¿Qué diferencia habría? Porque con el dos yo terminaría viviendo con él otra vez, y con el uno, no. Correcto. ¿Qué importancia tiene esto? ¡Volvemos a esta pregunta! No sé si es posible que las cosas cambien. No sé si es posible que yo confíe. Así que es un juego de azar. Sí, lo es. ¿El riesgo es muy grande? Yo correría ese riesgo si pensara que no voy a perder la cordura en ese proceso. Verdaderamente ella ha quedado capturada en el o/o de su construcción, es decir, o tener control o estar bajo control y o estar sola o estar con él. Se podría diseñar una reconstrucción basada en la sustitución por la construcción tanto/como. 52 T: C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: Creo que lo comprendo. ¿Cómo puede hacerlo? Bueno, si en vez de tener esa... simplemente siendo capaz de desarrollar un tipo de relación más indiferente en lugar de una relación tan intensa. ¿Usted sirve para fingir? No mucho. ¿Lo bastante para engañarlo? Sí. Muy bien. Entonces usted puede oír misa y andar en la procesión... Es decir, podría seguir sola, fingiendo que le deja algún espacio, en caso de que él cambie. Ah, sí. Entretanto hacer planes como si él no formara parte de su vida. Correcto. Si combina los dos... (Interrumpiéndolo) Correcto. Fingir, lo suficiente como para que él piense que usted le da algún espacio y, si él cambia... entonces usted cambia sus planes. ¿Tiene sentido? Sí. Y usted puede hacerlo. Me gustaría ser capaz de hacerlo. ¿Qué necesitaría? Más seguridad en mí misma. ¿Dónde la va a comprar? ¿De dónde surge? Sólo obligándome a hacer las cosas. ¿Sirve para eso? Usted sabe cómo hacerlo. Sí. ¿Qué más necesita hacer? C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: C: T: diría? C: Que esté con él. , T- Muy bien Y usted quiere hacer eso. Ahora bien, para poder estar con él y que eso sea bueno para usted, ¿qué tiene que hacer? C: Tengo que desprenderme de él, porque si no, no va a luncionar. T: Correcto. 53 No se. ..-. * Suponiendo que él estuviese sentado allí y le preguntáramos. 6Que Hirfíí? C: El tendría que ser otra persona para mí, como cualquier otra persona con la que yo tuviera trato. T: Muy bien. C: Así es, yo no tendría que... no tendría que tener expectativas acerca de él. T: Así si él... C: (Interrumpiéndolo) Yo me pongo a cubierto. T: Correcto, y si él llama y le dice "Vayamos a ver jugar a los Bucles, y usted le dijera: "Lo siento, tengo otros planes". C: Ahá, ahá. T: Mantener la distancia. O usted podría llamarlo y pedirle que salieran si usted tuviera ganas. C: El asunto es que existe el riesgo, aunque no creo que lo haga, de qué él volviera con su amiga. T: Y usted no quiere eso. C: Correcto. T: ¿Qué más tendría que hacer usted para convencerlo de que existe una posibilidad? ¿Qué más tendría que hacer? C: Cooperar con él... T: (Interrumpiéndola) ¿De qué manera? C: No enojarme, eso sería lo mejor. No enojarme por ciertas cosas y decirle que es un pelmazo. T: ¿Se lo dijo usted antes de que se separaran? C: Muchas veces. T: ¿Eso forma parte de su atractivo, no decirle que es un pelmazo? C: Correcto. En este contexto, no decirle que es un pelmazo puede resultar una excepción útil. T: Entonces ¿cómo va a hacerlo? ¿Cómo va usted a preservarse de recaer en el viejo modelo de llamarlo pelmazo cuando es un pelmazo? C: Si me desprendo de él, no lo haría. T: Correcto. C: Si es un pelmazo o no, no importa. T: ¿Le resultará muy difícil no llamarlo pelmazo cuando se porta como tal? C: No sé, lo he estado haciendo durante las últimas semanas y parece que funciona. 54 Aquí hay una excepción útil en la que ella puede basarse, una excepción que —potencialmente— puede significar una diferencia para ella y para ambos. T: Muy bien. Entonces usted quiere conservar esa parte de su "atractivo". C: Sí. T: Muy bien. ¿Hay algo más de lo que quiere que nos ocupemos hoy antes de que yo vaya a hablar con el equipo? C: Sí. La pregunta es que no sé, fíjese si él me pregunta sobre esto, qué es lo que estoy haciendo. Y no sé si debo decirle lo que estoy haciendo o no decirle nada. T: ¿Cuál sería la diferencia, en su opinión? C: El me va a seguir regañando todo el tiempo. No estoy acostumbrada a que mi vida esté separada de la de él, de modo que no sé cuánto compartir y cuánto no. T: Muy bien. ¿Por qué no lo piensa mientras voy a hablar con el equipo y luego vuelvo en cinco o diez minutos, más o menos? C: Muy bien. Consulta con el COMPENDIO I, parte 2 ¿Alguien ya comenzó a hacer algo? —es decir— ¿existe una excepción DELIBERADA? No ¿Hay excepciones ESPONTANEAS al modelo del problema o a la percepción del modelo del problema? Sí Una vez localizada una excepción, el programa se dispone a formular más preguntas sobre la índole de la excepción. ¿Las excepciones pueden definirse en términos de conducta? Sí ¿La excepción se produjo recientemente? Sí ¿La excepción constituyó una solución para un problema diferente? No ¿Las excepciones parecen ocurrir al azar? Sí ¿Tienen en claro lo que es necesario hacer para que se produzca otra vez? No 55 ¿Tienen confianza en que pueden lograr que se produzca nuevamente? No ¿Se utilizó la pregunta por el milagro? No Sin embargo, se utilizaron otras preguntas tanto para intentar fijar objetivos como para interpretar cómo nos daríamos cuenta cuando el problema se resolviera. Pero aquí se trata de la pregunta específica. El programa pasa entonces a algunas preguntas generales, que apuntan principalmente al tipo de relación cliente-terapeuta que se está desarrollando. La estructura del programa tiene el diseño de un diagrama de fabricación que ilustra sobre lo que se toma en cuenta después de cada respuesta del terapeuta por "sí" o por "no". Por ejemplo, si no hubiera cambios anteriores a la sesión y no existieran excepciones, el programa hará preguntas acerca de soluciones hipotéticas. Sin embargo, estas preguntas no se responderán si hubiera excepciones. ¿Había otros individuos presentes? No ¿El terapeuta fue capaz de lograr que el cliente siguiera indicaciones no verbales? X No resultaba suficientemente claro responder "sí". ¿El cliente respondió ante el espejo en vez de a otros estímulos dentro del consultorio? No Si el cliente hubiese respondido ante el espejo, entonces la formulación del mensaje de intervención hubiese provenido exclusivamente del equipo. ¿El cliente asintió con la cabeza a lo largo de la sesión, demostrando acuerdo no verbal? X ¿El cliente disiente siempre con el terapeuta? No ¿Hay otros individuos que participan del problema? Sí SI SI SOLUCIONES HIPOTÉTICAS NO SI OCURRIÓ ANTESV MODELOS DE PROBLEMA SI NO ALGO MAS SOBRE LAS SOLUCIONES ALGO MAS SOBRE LAS EXCEPCIONES ALGO MAS SOBRE EL CAMBIO PREVIO A LA SESIÓN PREGUNTAS GENERALES 57 56 En este caso, con esta construcción, se puede considerar que el esposo, en virtud de su conducta impredccihle (y la situación de su amiga) contribuye a que la mujer se sienta confundida respecto de cómo manejar la situación. ¿Alguna persona que parece necesaria para la solución está ausente en esta sesión? No ¿Tiene el presentimiento de que el cliente podría no realizar una tarea de conducta para el hogar? No En este punto al programa le lleva un cierto tiempo cotejar las respuestas con las reglas. Cuando la respuesta a una pregunta requiere una regla en particular, se eliminan otras. SESIÓN DE CONSULTA CON EL COMPENDIO I: CONSEJO Regla 200 indica: hay una excepción aprovechable. Regla 203 indica: incluir predicciones, o lanzar a) aire una moneda o algo fortuito como parte de la tarea. Regla 204 indica: incluir predicciones, o lanzar al aire una moneda o algo fortuito como parte de la tarea. Regla 212 indica: dar la tarea de prestar atención a lo que ocurre cuando se produce la excepción. Regla 589 indica: pensar en dar una tarea que ponga fin al modo en que otras personas contribuyen al problema del cliente. Si no se le ha dado otro consejo útil, utilice la TFPS. Si dos reglas han dado el mismo consejo o consejos parecidos, se trata de algo sumamente indicado. ¿Le gustaría ver el texto completo de las reglas utilizadas? Sí (Regla 200 (Si (hay una excepción) (la excepción puede ser descripta en términos de conductas) (la excepción se ha producido recientemente)) (Entonces (hay una excepción aprovechable) (Regla 203 (Si (hay una excepción) (las conductas excepcionales se producen al azar)) 58 (Entonces (incluir predicciones o lanzar al aire una moneda o algo fortuito como PARTE de la tarea))) (Regla 204 (Si (existe una excepción aprovechable) (las conductas excepcionales se producen al azar) (Entonces (incluir predicciones, o lanzar al aire una moneda o algo fortuito como PARTE de la tarea))) (Regla 212 (Si (existe una excepción aprovechable) (no tienen claro lo que es necesario hacer)) (Entonces (dar la tarea de prestar atención a lo que ocurre cuando se produce la excepción))) (Regla 213 (Si (existe una excepción aprovechable) (no tienen confianza en que pueden hacer lo que es necesario hacer)) (Entonces (dar la tarea de reparar en lo que es diferente en los momentos en que efectivamente se producen las excepciones))) (Regla 589 (Si (el individuo) (otros individuos contribuyen al problema)) (Entonces (pensar en dar una tarea que ponga fin al modo en que otras personas contribuyen al problema del cliente))) Mensaje de inten>ención T: Sin duda nos hemos puesto de acuerdo en que la dirección que usted toma, seguir sola y fingir que le deja sitio a él, parece la opción más viable y creo y creemos que es una buena decisión. Ahora bien, en lo que respecta a su pregunta, que dicho sea de paso es una pregunta condenadamente buena, creemos que está muy claro —cuando usted deja de pensar en eso— que, en lo que a él se refiere, usted está tan confundida como siempre y tal vez más. Usted puede arrastrar eso para siempre o hasta que él haga algo claro. ¿Sigo el hilo de su pensamiento? Bien. (Larga pausa) Pensamos que usted tiene que representar el papel además de decir que está confundida. Por ejemplo, cuando él la llama y quiere hacer algo con usted, cosa que va a suceder de vez en cuando. 59 C: Correcto. T: Usted debe lanzar al aire una moneda: CARA = sí; CECA=no. Aun cuando usted tenga ganas de decir "sf, pero sale ceca, usted dice "no". Se va a notar cierto nerviosismo en su voz y si él pregunta "Por qué no" podría darle una explicación de este tipo: "Bueno, no sé, es que estoy tan confundida y simplemente <no tengo ganas". Entonces, no más de una o dos veces en varias semanas —de modo bastante azaroso de manera que él no pueda imaginarse cuándo podría ocurrir—, entonces usted lo llama. En cuanto usted pueda controlar esto y decida cuándo tiene que ocurrir este hecho azaroso, lo llama y lo invita para salir a tomar un café o algo así. No lo haga demasiado a menudo, puede actuar con cautela en este sentido, no demasiado a menudo, pero no deje de hacerlo del todo. Insisto, si él no se lo puede imaginar de ninguna manera, si no puede descubrir el modelo, eso es una prueba más de que usted todavía está confundida. Usted quiere que él piense eso, aun cuando usted ya no esté confundida, quiere que él lo crea porque es la única posibilidad que usted tiene de que él cambie y ustedes dos resuelvan el problema. La única posibilidad es, si él se enmienda y luego vuelve para iniciar algo juntos. De otra manera, usted dejará de fingir y seguirá adelante y sola. Muy bien. Aquí dejamos. No creo que sea necesario fijar otra cita, vea cómo van las cosas. C: Ya me siento mejor. T: Bueno, buena suerte. C: Gracias. Realmente me ayudó. Muchísimas gracias. Esta intervención le ofrece a la clienta un método para controlar sus propias reacciones y así le permite tener un mayor control de su situación. Ahora tiene un modo de manejarlo y, como bonificación adicional, aparece la oportunidad de cambiar el modo en que él la trata (puesto que ella se hará más impredecible). También aparece la oportunidad de ayudarlos a volver a vivir juntos en caso de que en un momento dado tomaran esa decisión. Pruebas informales Las reglas del programa resultaron suficientes para el caso en consideración: el consejo dado fue similar a la intervención que 60 Activamente se ut¡iizó. Si el consejo hubiera diferido de la intervenríAn efectiva, entonces el usuario hubiera necesitado verificar la trada para ver si era correcta antes de llegar a la conclusión de que las reglas no eran suficientes. El propósito del "test" es descubrir hasta qué punto el consejo que da el programa se adapta bien a los hechos de los casos reales. Cuando el consejo no es adecuado, entonces tal vez el programa y sus reglas son «suficientes para ese caso en particular o para ese "tipo de caso". Revisar las reglas puede ser simplemente una cuestión de afinarlas dentro de una determinada sección o se puede llegar al punto de tener que descartar el programa o revisarlo exhaustivamente y por lo tanto, la teoría. Por supuesto, la revisión de cualquier teoría se impone cuando uniformemente los "hechos" no se corresponden con ella. Esta primera versión, denominada COMPENDIO (Goodman, 1986; Goodman y otros, 1987), fue diseñada exclusivamente como un prototipo cuya única finalidad era ayudarnos a descubrir si era posible hacerlo. En ningún sentido se pretendía que fuese completo. La expectativa total era lograr un mayor desarrollo mediante el cambio de reglas. Sólo estaba destinado a su uso en primeras sesiones. Resultados A) Las pruebas del sistema ayudaron a esclarecer la importancia de la relación entre descripción del problema, excepciones y objetivos (es decir, respuestas a la pregunta por el milagro). Por ejemplo, existe una considerable diferencia entre los siguientes motivos de consulta: 1) El cliente está deprimido por la vida en general. 2) El cliente está deprimido por su trabajo. Encada uno de estos casos, lo que se consideraría una excepción bien podría ser diferente. Por ejemplo, si el hombre informara que su matrimonio anda bien, entonces, en la versión 1) eso podría ser una excepción viable y, en la versión 2), probablemente no se lo consideraría como excepción. A veces no resulta claro qué puntuación utilizar y la pregunta por el milagro puede resultar útil para ayudar al terapeuta a tomar esta decisión. Si, como respuesta a esa 61 pregunta, el cliente describe unas vacaciones con su esposa, entonces es probable que resulte útil la puntuación 1), que consideraría como excepción al matrimonio bien avenido. Pero, sin embargo, si la respuesta se basa o se refiere a un empleo diferente, entonces parece más destacada la puntuación 2). B) Cuando la marcha del programa reveló una "falta de adán, tación", la mayor parte del tiempo ésta pareció estar centrada en la relación entre cliente y terapeuta cuando el grupo del cliente estaba compuesto por más de una persona (pareja o unidad familiar). En una situación mixta, hay que hacer funcionar el programa una vez para cada individuo. La importancia que esto tiene posteriormente llevó a una revisión de la teoría (o sea, ahora está en la parte superior del mapa y no en la forma de preguntas generales cerca del final de la sesión de consulta). C) Algunos casos llevados por terapeutas que utilizaron un enfoque diferente hicieron surgir muchas preguntas que no pudieron responderse y, por lo tanto, el sistema fue incapaz de dar consejos útiles. La imposibilidad del usuario de responder a las preguntas indica que el terapeuta que observó no siguió el modelo. Esto constituye una fuerte indicación de que electivamente estamos estudiando lo que creemos que estamos estudiando. D) La capacidad del sistema para aconsejar acerca de intervenciones tomando en cuenta sólo el modelo de la entrevista confirma que la teoría (capítulo 6) se adapta bien dentro de las condiciones de su esfera de acción (capítulo 4). Para el desarrollo de la solución sólo era necesario tomar en cuenta el modelo y la forma de la realidad construida por el terapeuta y el cliente. E) La gama de casos que el sistema especializado puede manejar suficientemente bien indica que las 68 reglas son lo bastante complejas para esas situaciones. Los casos que no puede manejar bien indican que es necesario que continuemos intentando especificar qué es exactamente lo que el terapeuta de terapia breve hace en realidad. O sea que esta expresión de la teoría necesita mayor desarrollo y revisión. F) En este caso particular, se requirió el consejo de sólo seis reglas. La segunda y la tercera dieron el mismo consejo. La cuarta y la quinta dieron consejos parecidos. Por lo tanto, sólo cuatro reglas fueron efectivamente necesarias para dar el consejo que resultó notablemente parecido a la intervención real. En efecto, no se optó 62 rfrtHos otros consejos disponibles en el COMPENDIO, indicados por LÍAl reglas restantes. Esto parece confirmar la simplicidad de los deros específicos de la teoría dentro de la complejidad del con-G) El consejo que da el COMPENDIO con frecuencia es muy similar 1 aue elabora el equipo durante la pausa para efectuar consultas. En alamos casos el consejo del COMPENDIO es extenso, porque se requirió una cantidad de reglas y, en ocasiones, este consejo es contradictorio. Esto refleja adecuadamente la sesión observada y es semejante a la discusión del equipo. Habitualmente el equipo es capaz de arribar a una decisión acerca de "qué hacer", pero el COMPENDIO deja la decisión final a cargo del usuario.5 Es claro que necesitamos especificar con mavor exactitud en estos casos las reglas y los procedimientos de toma de decisiones del terapeuta y del equipo. Desde el comienzo, el programa estuvo destinado a ayudar a la capacitación de los terapeutas en el uso del modelo y la teoría en la que se basa. Simplemente, las preguntas reflejan las áreas que son teóricamente importantes para el desarrollo de la solución. El COMPENDIO I evidentemente satisface nuestras expectativas respecto de un prototipo de demostración. Mostró que este tipo de conocimiento lo puede retener un sistema especializado y también mostró que es sumamente promisorio como instrumento de capacitación. El COMPENDIO I también nos ayudó a disciplinar más la observación y nos incitó a revisar nuestras técnicas de observación y a modificar el MAPA CENTRAL de la teoría (capítulo 6). Por añadidura, las experiencias con el COMPENDIO I han llevado a un nuevo sistema especializado que es algo más que una revisión importante del COMPENDIO 1. COMPENDIO II Mientras que en el COMPENDIO I se utilizó el enfoque del "si esto, entonces aquello", para construir el COMPENDIO II se utilizó el "si esto, entonces no aquello" (Kim, de Shazer, Gingerich y Kim, 1987) y por lo tanto su estructura es considerablemente diferente de la primera. En parte, éste es el resultado de las pruebas informales Si hubiese que poner "en linca" el COMPENDIO, o utilizarlo verdaderamente en el proceso de diseño de la intervención, entonces sería necesario agregar el "sistema especializado" a las condiciones de la esfera de acción (capítulo 4). 63 del COMPENDIO I. Utilizaremos aquí el mismo caso para ilustrar semejanzas y diferencias entre los dos programas. (La letra en grita es lo que aparece en la pantalla del ordenador.) La primera pregunta: ¿Existe un problema? Sí Si la respuesta es "no", entonces el programa sugiere que g| terapeuta sólo haga cumplidos puesto que la relación terapeuta-cliente entra en la categoría de visitante. "Visitante" es una palabra codificada que describe la relación terapeuta-cliente en la que, durante la entrevista, el terapeuta no ha sido capaz de ayudar al cliente a describir el motivo de la consulta y en la que el terapeuta no ha sido capaz de ayudar a que surja en el cliente ni siquiera una mínima expectativa de cambio. El parámetro siguiente se puede inferir. Si no está seguro de qué responder, hágalo tipiando "nn". ¿Son compradores? Y Esto muestra claramente la diferencia entre la primera y la segunda versión. Aquí la descripción de la relación cliente-terapeuta se utilizó para dividir el programa en dos ramas principales: comprador y demandante. "Demandante" es una palabra codificada que describe la relación cliente-terapeuta basada en que el cliente ha desarrollado una expectativa de cambio como resultado de la entrevista. A un tipo especial de demandante se le asigna la palabra codificada "comprador", que describe una relación cliente-terapeuta, como resultado de la entrevista, que se basa en el hecho de que el cliente quiere hacer algo para elaborar una solución.6 En estas dos primeras respuestas se han eliminado las indicaciones: 1) hacer solamente cumplidos y 2) encargar tareas de observación. El cliente pertenece al grupo de compradores. El siguiente parámetro se puede inferir. Si no está seguro de qué responder, hágalo tipiando "nn". ¿Hay una excepción? NN ¿Hay veces (no importa que sean muy pocas) en que el problema está inesperadamente ausente? Y 6 Fisch, Weakland y Segal (1983) utilizan una distinción similar. 64 están descriptas en términos de conductas? Fsto le permite al programa "inferir" que existe una excepción e es viable, puesto que está descripta en términos de conductas. En las respuestas a este punto se han eliminado más senderos y ñor lo tanto ciertos tipos de intervenciones. Los cinco siguientes son tos que están todavía en consideración. Tal vez necesite una de las siguientes recomendaciones: 1) Hacer más 2) Predicción 3) Observar 4) Hacer más + Observar 5) Hacer algo diferente El siguiente parámetro se puede inferir. Si no está seguro de qué responder, hágalo tipiando "nn". "¿Tienen confianza de hacer lo que necesitan? NN ¿Parecen tener confianza? N ¿Parecen decididos? Y El hecho de que el terapeuta piense que el cliente parece decidido es suficiente para que el programa infiera que el cliente más o menos tiene la suficiente confianza en la viabilidad de la excepción y la probabilidad de que continuar con la excepción tendrá algo que ver con la solución. ¿La respuesta a la pregunta por el milagro fue coherente con la(s) excepción(es)? Y Esta versión supone que el terapeuta utilizó la pregunta específica por el milagro que todavía no se había desarrollado cuando se llevó a cabo esta sesión. Sin embargo, la concepción del cliente de cómo serían las cosas cuando se resolviera el problema es suficientemente clara y los objetivos del cliente eran coherentes con las excepciones, es decir, el control que ella podía tener de las respuestas que daría a su esposo. Por lo tanto, se puede responder como si se hubiese utilizado la pregunta por el milagro. Indicación: Darles la tarea de "Hacer más". 65 ¿Quiere saber cómo se elaboró esta recomendación? Y La recomendación se elaboró del modo siguiente. Regla 22 indica: Había evidencias El cliente pertenece al grupo de compradores. Regla 80 indica: Había evidencias Hay una excepción al motivo de consulta. La excepción se describe en términos de conductas. Esos hechos dieron Existe una excepción viable. Regla 100 indica: Había evidencias Hay una excepción viable. Esos hechos dieron Tal vez necesite una de las siguientes recomendaciones: 1) Hacer más 2) Predicción 3) Observar 4) Hacer más + Observar 5) Hacer algo diferente Regla 51 indica: Había evidencias Parecían decididos Esos hechos dieron Están seguros de lo que es necesario hacer. Regla 101 indica: Había evidencias El cliente pertenece al grupo de compradores. ¡Gracias por su colaboración. Adiós! Centro de Terapia Familiar Breve Fecha: 28/7 Nombre: MARY Sexo: F Edad: 40 Recomendación: Hacer más de lo que funciona (Fraseología de muestra) Puesto que descubrió que esto funciona en su caso, sólo puedo sugerirle que continúe haciendo el mismo tipo de cosas. Recomendado por el Sistema especializado Compendio II. 66 ,*»• rf. de muestra proveniente del COMPENDIO II, la que "££" hacer nd.de!. que funaona : •la i"1 r020 Sí (^ 101 v*1 ÍIO (regla (persona I 1 W seguro (pregunta (Entonces (tratamiento tarea (tratamiento final t) t) t) milagro-e t)) hacer más) t))) Esto significa que: 1) La regla 20 es verdadera, es decir, el cliente es un comprador. 2) La regla 100 es verdadera, es decir, existe una excepción viable. 3) El cliente está seguro. 4) La pregunta por el milagro era coherente con la excepción. 5) Por lo tanto, la tarea de "hacer más". 6) Y por último, terminan las preguntas. Dar el mensaje final de "hacer más". Ella nunca sabe cuándo el esposo se va a poner en contacto con ella (es decir, es un problema azaroso) y por lo tanto, puesto que ella va a continuar pareciendo confundida, lanzar al aire la moneda agrega un elemento fortuito a la intervención. El consejo se adapta lo suficientemente bien salvo porque no pregunta por el elemento azaroso presente en el problema. El programa necesitaría una revisión si hubiera más casos que siguieran el mismo sendero, es decir, el que incluye un elemento azaroso en el motivo de consulta. El COMPENDIO II es estrictamente un trabajo en marcha y, por lo tanto, pasible de cambios. En su forma actual refleja el viraje en la teoría y por eso está basado en una descripción "si esto, entonces no aquello" de cómo los terapeutas de la terapia breve deciden qué hacer. Independientemente de cómo se haga la elección de la tarea, eso depende de cómo están descriptas las cosas y no de cómo se las está describiendo. Ya sea que el motivo de la consulta se refiera al abuso de cocaína o a la toma de decisiones, la forma de la descripción 67 de la entrevista es lo que determina qué tipo de tarea es adecuada v la pausa para la consulta se utiliza para llenar de contenido ei esquema de la tarea. Conclusión Tanto el COMPENDIO I como el COMPENDIO II con frecuencia son capaces de indicar intervenciones muy parecidas a las que efectivamente utiliza el terapeuta del CTFB. La mayoría de las preguntas de ambos programas se pueden responder sencillamente por "sí" y por "no". Esto refleja el método empleado por los terapeutas en el CTFB. En general, disciplinamos nuestras observaciones de un modo similar, simplemente formulando preguntas que requieren respuestas por "sí" y por "no". Este modo de disciplinar la observación parece ser eficaz para descubrir qué clase de intervención utilizar y, a veces, qué miembro específico de esa clase es más apropiado. A veces, el COMPENDIO I no sólo indica qué tipo de cosa hacer, sino que inclusive indica en parte "cómo hacerlo". Sin embargo, lo más frecuente es que el "cómo hacerlo", el aspecto artístico de la terapia, se deje estrictamente a cargo del terapeuta. No hay intención de reemplazar al terapeuta sino que más bien de lo que se trata es de ayudar a los terapeutas a adquirir disciplina para observar y pensar. En un nivel, los terapeutas del CTFB disciplinan sus observaciones poniendo el eje en las siguientes preguntas derivadas de los dos COMPENDIOS. s como modelo ha simplificado las tareas de diseño y/o de las entrevistas y las intervenciones. Por ejemplo, la primera pregunta apunta claramente a la rela-terapeuta-cliente: si la respuesta es "sí", entonces la relación «atra en el tipo de "demandante" o bien en el de "comprador" y la ttf»pia puede comenzar. Si durante la pausa el terapeuta puede contestar "sf ' a las cuatro preguntas, entonces se recomienda una düe de intervenciones que se basa en la sugerencia de que el cliente hura más de lo que funciona (la excepción); si se responde "sí" a la orimeray a la tercera y "no" a las otras, entonces se indica una tarea orientada hacia el objetivo, pero si la respuesta a la primera pregunta es "no", entonces no se requiere ninguna tarea porque la terapia todavía no ha comenzado. Por supuesto, a cada una de las respuestas a estas preguntas principales le siguen preguntas más detalladas acerca del modelo y la forma de la entrevista observada que con frecuencia se vuelven a responder por "sí" y por "no". De modo que la observación disciplinada dentro de este modelo requiere que se preste atención a cómo el terapeuta y el cliente construyen la entrevista y al tipo de modelo que ésta sigue y no que se ponga el acento en aquello de lo que se habla. a 1) ¿Existe un problema? Sí No 2) ¿Hay una excepción? Sí No 3) ¿Hay un objetivo? Sí No 4) ¿El objetivo está relacionado con la continuidad de la excepción'.' Sí No Las diversas secuencias posibles de respuestas señalan los senderos principales que siguen las entrevistas. De esto nos ocuparemos en detalle más adelante (véase cap. 6 y los capítulos siguientes) pero, por ahora, la observación disciplinada en la que se utilizan estos 68 69 Cómo saber qué hacer Para los terapeutas que hacen terapia con un cliente, un interés primario es cómo saber cuándo hacer y qué hacer. Una vez que se sabe, aparece un asunto secundario: ¿cómo hacer lo que se sabe que hay que hacer una vez que se sabe cuándo hacerlo? Las respuestas a las primeras preguntas provienen de la teoría o modelo que usa el terapeuta. Qué hacer se puede describir por escrito rigurosamente. La terapia, sin embargo, puede ser tomada con tanta imaginación como rigor, y las respuestas a la segunda pregunta provienen de zonas menos rigurosas que las respuestas a la primera. Metafóricamente, la terapia puede ser vista en parte como arte y en parte como ciencia, y a partir de allí se la podría considerar una técnica. No se necesita ser un gran artista para hacer un jarro de cerámica útil y funcional. Hay reglas claras y enseñables para ello, y modos de calibrar el éxito o el fracaso. En este nivel un jarro es un jarro. Sirve, es decir, contiene el agua, o no. Pero algunos jarros son más que esto. Atesoramos jarros hechos por los antiguos griegos o los chinos, no sólo por su utilidad o antigüedad: los atesoramos porque son obras de arte. Obras de arte que, aun siendo funcionales, no son ponderadas solamente por lo bien que el artesano siguió las reglas. Algunas veces, de hecho, éste no observó ninguna regla conocida en su tiempo y aun así el jarro es un objeto preciado. Pero una vez que este quebrantador de reglas hizo el jarro, pueden crearse las reglas para su imitación y réplica y luego, otros podrán hacer jarros totalmente funcionales que sigan estas nuevas reglas, de modo tal que se constituyan escuelas de jarronería con arreglo a las nuevas reglas. En el interior de cada escuela la obra individual puede tomarse como arte 70 cuando el artista siga las mismas reglas que sus pares: el artista necesita ser un revolucionario que rompe todas las reglas. En este sentido, la terapia es una técnica. Freud y Erickson, por «•emolo violaron las leyes de su tiempo, y como resultante, pueden ¿Teonsiderados "artistas" o "maestros". Los que venimos después ilutemos estudiar su trabajo e inventar reglas enseñables de modo oue la terapia, si no un arte, pueda, al menos, operar y ser viable y funcional. Se puede pensar que las escuelas que inventan reglas hacen algo parecido a la "ciencia normal" tal como Kuhn (1970) utilizó el término. Los "científicos normales" se esfuerzan por ajustarse a las reglas que piensan y creen que siguió el propio inventor del paradigma y encuentran sus "problemas" principales en los misterios que el maestro dejó sin resolver. pseudoorientación temporal Nuestro trabajo en el CTFB, desde 1982, fue pensado con el objeto de resolver el enigma que formulan Erickson en su artículo "Pseudo-Orientation in Time as a Hypnotic Procedure" (1954), de Shazer en "Brief Hypnothcrapy of Two Sexual Disfunctions: The Crystal Ball Technique" (1978a) (que se basó en el artículo de Erickson) y los resultados de nuestra experiencia con el uso de nuestra tarea formalizada para la primera sesión (de Shazer, 1985). La técnica (de Erickson) se formuló teniendo en cuenta la opinión general de que la práctica lleva a la perfección, de que la acción una vez iniciada tiende a continuar y de que los actos derivan de esperanzas y expectativas. Estas ideas se utilizan para crear una situación terapéutica en la cual el paciente puede responder de manera psicológicamente eficaz a los objetivos terapéuticos deseados como realidades ya logradas. Esto se hace por medio de la hipnosis y empleando, inversamente a la terapia regresiva, una técnica de orientación hacia el futuro. Así se le otorga al paciente la posibilidad de lograr una mirada distanciada, disociada, objetiva y subjetiva al mismo tiempo de aquello que él cree en ese momento que ya logró sin notar que tales logros son la expresión en su 71 fantasía de sus deseos y esperanzas (en Haley, 1967, pág. 369). A pesar de que este trabajo con bolas de cristal se llevó a cabo usando hipnosis formal, es decir, se utilizaba una inducción al trance, nuestro trabajo en el CTFB se lleva a cabo sin ninguna hipnosis formal. De hecho, nuestra tarea se orienta en la dirección opuesta. El terapeuta y el cliente, consciente y deliberadamente, planean juntos lo que le tomará al cliente llegar a una solución. Parece que, en la situación terapéutica, simplemente describir en detalle un futuro en el cual el problema ya fue resuelto, ayuda a construir la expectativa de que el problema será resuelto y entonces, una vez concebida, esta expectativa puede ayudar al cliente a pensar y comportarse de modo tal que alcance a cumplirla. Más importantes que las técnicas en sisón las ideas y supuestos que están sólo implícitos en ambos trabajos sobre la bola de cristal (Erickson, 1954; de Shazer, 1978a) aunque más explícitos en el trabajo del CTFB (de Shazer, 1985; de Shazer, Berg, Lipchik, Nun-nally, Molnar, Gingerichy WeinerDavis, 1986). Se puede considerar que todas las terapias descriptas en estas obras se fundan en el supuesto de que el cliente arma su propia solución sobre la base de sus recursos y logros personales. Esto está en claro contraste con la idea terapéutica más conocida de que al cliente le pasa algo que el terapeuta debe tratar y curar. De hecho, en el proceso de diseño de la intervención y el protocolo de la entrevista del CTFB se habla explícitamente de reducir al mínimo la conversación sobre problemas y motivos de consulta. Una lectura cuidadosa del artículo de Erickson puede llevar al lector contemporáneo a esperar como intervenciones el desarrollo de tareas concretas y sumamente específicas, dado que el autor describe tan cuidadosamente las situaciones de los clientes. En cambio, Erickson, simplemente, hace que el cliente invente sus propias soluciones mientras está en trance y luego espera que vuelva e informe sobre su éxito. Esta es otra parte del enigma: ¿cómo el simple imaginar una solución o cómo será la vida una vez resuelto el problema lleva a resolverlo realmente? 72 eo La mayoría de las sesiones iniciales comienzan cuando el cliente (fescribe el problema o el motivo que lo llevó a buscar una terapia. &ecuentemente a partir de allí el terapeuta investiga muy minucio-••tnente el problema, aun cuando lo que considera importante varía teün modelo a otro. En la medida en que se ha desarrollado más un itiodelo centrado en la solución, esta fase se ha vuelto cada vez más <&rta y ha tenido cada vez menos importancia. En un corto período élterapeuta comienza a armar una solución al iniciar la búsqueda de excepciones, es decir, el terapeuta explora lo más detalladamente posible los momentos en los que el problema no se produjo. Independientemente de cuánto le cuente el cliente al terapeuta acerca del problema, la conversación será retrotraída hasta el momento en que el problema no se presente. Luego el terapeuta pasará a trabajar con el cliente en la descripción de una visión del futuro en la que el problema está resuelto. Esto se hace sin necesidad de obtener una descripción completa del problema y/o su etiología y, sorprendentemente, a veces se hace sin analizar los pasos que serían necesarios para conducir a la solución. Con frecuencia esta visión de la solución está directamente relacionada con las excepciones que se continúan en el futuro, pero a veces no. Luego de un breve descanso el terapeuta sugiere el próximo paso para hacer realidad esa visión construida. En la segunda sesión, el cliente describe los pasos que dio para llegar a vivir sin el problema, se determina un próximo paso y se repite el ciclo hasta que el cliente esté conforme porque se ha logrado una solución satisfactoria. Por supuesto, no todos los casos se adecúan a esta descripción con comodidad, pero el procedimiento general sigue siendo el mismo. Una descripción tan simple sólo puede ser comprendida mediante una explicación o una descripción más compleja. Pero hasta el párrafo citado (arriba) sugiere que este modelo fue influido por el enigma que formuló Erickson: las soluciones no necesitan estar directamente relacionadas con los problemas para los que fueron pensadas. Por supuesto que la dificultad del cliente debe quedar resuelta como parte de la solución, de otro modo el terapeuta no estaría haciendo aquello para lo que fue contratado. Pero hacerlo con éxito no significa que el problema del cliente deba ser explorado en detalle o definido exactamente o, incluso, largamente conversado ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede una terapia resolver el problema del cliente sin haberlo comprendido totalmente? En el CTFB los terapeutas podrían decir que "todos los motivos de consulta son parecidos". En casi todos los casos el motivo de consulta incluye el deseo de la ausencia de algo sin tener idea de cuál sería su razonable reemplazo. El cliente sólo quiere dejar de estar deprimido, o en el caso de un niño, dejar de mojar la cama, o dejar de discutir constantemente. Pero cuando el terapeuta dice: "Muy bien, pero ¿qué hará cuando no se sienta más deprimido", o "cuando el niño deje de mojar la cama", o "cuando ya no discutan más?", el cliente queda estupefacto. Una frecuente primera respuesta es: "Seré(mos) más feliz(ces)", lo que sin duda es verdad, pero ¿qué/wra? Aquí la dificultad es que la ausencia de algo no se puede probar. Si la depresión o las discusiones o la enuresis terminaran mañana, ¿cómo saber que no recomenzarán al día siguiente? De todos modos, si se sabe que practicar jogging todas las mañanas o los abrazos casuales o el hecho de que papá despierte al nene todas las mañanas a las 7:15 son una excepción o parte de una solución imaginada y por lo tanto parte del objetivo, entonces se puede medir la frecuencia o el inicio de tales comportamientos (en la medida en que se vuelven habituales) para ver si son en realidad parte de la solución. Si no es así, entonces todos deben hacer algo diferente. Nada ocurre siempre La simplicidad no surge siempre espontáneamente. Más bien evoluciona durante cierto tiempo y mediante un proceso que requiere mucha meditación compleja. Durante los últimos cuatro años mis colegas y yo nos dimos cuenta de la importancia clínica y práctica de la idea folklórica de que todas "las reglas incluyen sus excepciones". Llegamos a definir la excepción como "aquello que sucede cuando no existe el problema" (de Shazer, 1985, de Shazer y otros, 1986). Por ejemplo, en un caso en el cual la familia consulta porque su hijo moja la cama, solíamos investigar e intentábamos describir el o 74 ndrí ^^•PF PWP mlx ocurría qué estaba haciendo cada uno, r\--ddoi Presentf:I¿ de que apareciera la dificultad. La tdea lba antes y después de que V interacc,ón, se II w*» .-----. Oiaervim „.____ capaces de abstraer una descripción del modelo a partir de lo hablado durante ' ''- :—'•»"> luego de haber visto la videocinta repetidamente. IPero no puede ser tan fácil! El resultado de la búsqueda y localización de las excepciones caso tras caso nos enseñó que hay momentos en que el problema está ausente, es decir, cuando la cama está seca. Esto implica que a veces y en algún contexto, el niño sabe cómo tener la cama seca. ¡Una idea tremendamente simple! Dado todo nuestro trabajo previo y el trabajo de otros, esto es un shock. Pero luego de varias noches en vela, más observación y estudio y más reflexión, rediseñamos nuestros mapas y reconstruimos nuestra teoría. Comenzamos por preguntarnos: ¿Hay momentos en que ni siquiera necesitamos nuestras claves (intervenciones) para promover la solución? La idea de que las excepciones podrían acercarnos a una solu-/ ción nos llevó a pedirle a la familia que describiera lo que ocurre y lo que hacen cuando descubren la cama seca, y hacer esto lo más al comienzo posible de la primera sesión. En tanto habíamos supuesto antes que las camas mojadas y secas erai «-i- — ."on^mns ahora con ~~— __ modelos modelos pueden ser descriptos, primariamente en el modelo de la cama L la diferencia entre los modelos. De hecho, una vez que: el modelo de la cama seca puede describirse potencialmer que la familia mencionó excepciones, frecuentemente damos un 75 alternativas del más simple: que dado simplísimo primer paso: sugerimos que se usen las conductas corres pendientes al modelo de la cama seca en el caso de encontrar una cama mojada. En algunos casos podemos hacer la sugerencia incluso si no tenemos idea acerca de los detalles del modelo. EJEMPLO DE CASO DOS1 Una familia llegó a terapia en un intento de ayudar a su hijo de 10 años a que dejara de mojar la cama. Cada tanto, durante los seis meses previos, habían descubierto la cama seca (una excepción). De todos modos, la mayoría de las noches quedaba mojada. Durante un lapso de cuatro años lo habían intentado todo pero nada cambiaba. El niño no tenía ningún problema físico, y no se había mojado los pantalones en los últimos seis años (otra excepción). La madre, el padre y el hijo eran incapaces de describir las diferencias entre las noches mojadas y las secas, pero la hija de seis años llamó la atención sobre el hecho de que la cama de su hermano aparecía seca todos los miércoles a la mañana. (Se había reparado en una diferencia.) Los miércoles a la mañana el padre despertaba a los niños, mientras que la madre lo hacía el resto de la semana. Luego de haber relevado a los niños de la sesión el terapeuta indicó que el padre despertara al niño durante el intervalo de dos semanas entre sesiones. Los padres estuvieron de acuerdo con el cambio temporario de rutina. Acordaron, asimismo, mantener el plan en secreto. Durante este período de dos semanas la cama quedó seca. Fue el período más largo en la vida del muchacho. Pero al padre no le resultaba cómodo seguir despertando al niño. Los padres acordaron tirar una moneda, cada día durante las dos semanas siguientes, para decidir quién lo despertaría. Nuevamente la cama estuvo seca todas las mañanas. Durante el mes siguiente, el plan se modificó para permitir que los padres hicieran proyectos para el futuro; papá continuaría despertando al niño tres o cuatro mañanas por semana, pero no le harían saber al hijo cuáles. Luego se acordó que después de dos meses secos, premiarían a su hijo con el reloj despertador que él había pedido. El niño recibió el premio en su momento. 1 En este caso la terapia se llevó a cabo sin equipo. 76 ué ocurre aquí? ¿Cómo es posible que el despertar al niño sobre la noche anterior? Por cierto, saber que el padre lo ^^^M»rtaría la mañana siguiente podría haber influido sobre la capa-^tol del chico para mantenerse seco. Pero el viernes a la mañana «¿fe*! de la primera sesión la cama estaba seca. El niño no sabía que jagilo despertaría. Si hay una conexión entre el hecho de que papá Qgterte al niño el viernes por la mañana y la cama seca, ¿cuál es? *^"£as intervenciones en este caso siguen una regla muy simple: ífcfa vez que sabe qué es lo que funciona, haga más de eso. La familia contó alterapeuta que cuando papá despertaba al niño los miércoles, H'cftfna estaba seca. Esta era la única excepción notable a la regla de la cama mojada (una "regla" como ésta es sólo parte del mapa del observador). La intervención fue un intento de poner en marcha el modelo de la cama seca. Parece razonable esperar que la cama seca fuera el fruto de la nueva tarea de papá de despertarlo, pero la cama seca del primer día parece inexplicable. Por supuesto, no hay modo de saber lo que el niño habrá imaginado que el terapeuta les dijo a sus padres y él sólo podía imaginar el curso que tomarían los hechos. Por lo tanto, la sorpresa deque papá lo despierte (que el chico asocia con la cama seca) puede reforzar el modelo de la cama seca. Quizás el hecho de que el niño no supiera qué esperar fue suficiente para socavar sus propias expectativas de despertar en una cama mojada. Una vez que una expectativa cambia, cualquier modelo puede cambiar. Para el terapeuta de terapia breve debe ser suficiente aceptar esta historia "tal como son las cosas" y recordar como referencia para el futuro que tener a alguien diferente que despierte a quien moja la cama puede dar como resultado la cama seca. Cuando se le pidió a la madre que explicara cuáles eran las diferencias, ahora que la cama había estado seca por cierto tiempo, respondió que se sentía aliviada por no tener que esperar encontrar la cama mojada al día siguiente y, por lo tanto, creía que trataba al chico de otro modo por las noches. Esto fue confirmado por el padre, quien destacó que la actitud de la madre hacia su hijo había cambiado inmediatamente después de la sesión inicial. También hubo menos peleas por las tareas escolares del niño y por la hora de irse a dormir. 77 Si no funciona, haga algo diferente EJEMPLO DE CASO TRES Una mujer de 40 años, a la que llamaremos la señora A, fue enviada a terapia por su dentista debido a que padecía de bruxismo¡ Era incapaz de recordar una sola excepción: rechinaba los dientes todas las noches, lo que le daba dolor de cabeza, le producía dolor de mandíbulas y le deformaba los dientes. La descripción de su vida sonaba, para el terapeuta, esencialmente "normal". La señora A había tenido algunos desencuentros en su trabajo, con sus hijos y con su marido, pero nada de esto le resultaba problemático. El terapeuta le sugirió a la señora A que realizara un experimento. Ella estuvo de acuerdo. Le pidió que cambiara con su marido los lados de la cama y observara bien los resultados que daba. Ella, aunque confundida, confirmó su aceptación. Dos semanas después, la señora A informó sobre los resultados. A pesar de que ni ella ni su marido comprendían el experimento, cambiaron sus lugares en la cama. La primera noche tuvo ciertas dificultades para conciliar el sueño, pero no rechinó los dientes. De hecho, durante un intervalo de dos semanas no los había rechinado ni una vez. Nuevamente, ¿qué pasa aquí? ¿Qué tiene que ver cambiar de lugar en la cama con el tratamiento del bruxismo? ¿Qué tiene que ver cambiar de lugar en la cama con no rechinar los dientes? ¿Es esto magia más que terapia? ¿Alquimia más que ciencia? ¿Qué ocurre cuando el terapeuta hace una sugerencia, la señora A la sigue y deja de rechinar los dientes? Esta historia es enigmática dado que la gente de nuestra cultura tiene asumido desde hace mucho tiempo que la naturaleza del problema determina los caminos de la solución. Se cree frecuentemente que comprender el problema es el primer paso para resolverlo. Esta convicción parece lógica y, de hecho, parece ser más que lógica. Parece estar de acuerdo con la naturaleza de las cosas. Dentro de este marco, parece que cualquier solución al problema que sea (por ejemplo el bruxismo) debe tener una relación lógica con la índole del problema. En este caso, estaría específicamente relacionada con la naturaleza del bruxismo. Pero la conexión entre rechinar los dientes otictones para dormir parecería por lo menos sum, y cía absurda o extraña. s ésta una historia sobre la casualidad, sobre un aconteci-singular que bordea el milagro? ¿O será el ejemplo de una ía de algo que debiera conducirnos a la reconsideración de exiones supuestas entre los problemas y las soluciones? Si esto "tecasualidad ni milagro, quizá nos lleve incluso más lejos, a la íiáooi*Meración acerca de lo que ocurre en la situación terapéutica. /•! Pero, ¿quépasa oca? El cambio experimental de los lugares en itcatna está basado en algunos ejemplos que son parte de la tradición argl en la terapia breve (casos que no necesariamente aparecen en te bibliografía publicada). Entre los terapeutas de terapia breve se cuentan anécdotas sobre el uso del cambio de lugar en la cama para solucionar pesadillas, insomnio, ronquidos, enuresis y frecuencia sexual. Pero la relación entre rechinar los dientes y estas otras dificultades parece confundir el asunto aun más que si uno se maneja con el supuesto de que las soluciones están relacionadas lógicamente con los problemas que resuelven. Sin embargo, para el terapeuta de terapia breve la conexión es obvia: en todos estos casos la cama y las posiciones para dormir son parte del contexto donde se da el problema. Otra convicción que sostiene con frecuencia la gente de nuestra cultura es la de que uno debe conocer la causa de un problema para resolverlo. Una vez que se conoce la causa, se puede hacer algo que lo resolverá. Los terapeutas en particular buscan siempre la causa en los conflictos inconscientes, traumas pasados, problemas matrimoniales, familiares y/o laborales. Si bien el supuesto causal puede ser Útil en determinado momento, en el caso del bruxismo (y los otros casos relacionados) resulta difícil imaginar qué tiene que ver la ubicación en la cama con la causa del problema. Generalmente, los terapeutas de terapia breve no sostienen este supuesto causal y por lo tanto su trabajo es radicalmente diferente. Al revés que la mayoría de las terapias, la terapia breve intenta centrarse en la situación y no en la persona o en la familia. Esto es, cualquiera sea la causa del problema, su continuidad tiene algo que ver con el contexto o el encuadre en el que ocurre y con las expectativas de que persistirá. El terapeuta de terapia breve debería convencerse de que hay indicios sutiles en la situación de sueño de la mujer 79 78 que desencadenan el rechinar de los dientes y por lo tanto puede indicar cambios en esa situación. Existe la convicción de que los problemas, de cualquier tipo persisten porque la persona recibe una retribución o recompensa, es decir, continuar rechinando los dientes asegura que continúen las recompensas, cualesquiera sean éstas. Esto lleva a la idea de que la señora A debe desarrollar otros medios para generar el mismo tipo de recompensas con el fin de que deje de rechinar los dientes. Semejante convicción puede o no ser útil en un caso concreto. Los terapeutas de terapia breve están más de acuerdo en asumir que los problemas simplemente se autoperpetúan y eso es todo. Este supuesto conduce a la idea de que cualquier diferencia en la conducta, pensamiento, sentimiento, percepción y/o contexto puede convertirse en una diferencia tal que resuelva el problema. A pesar de que los terapeutas de terapia breve no sostienen algunas convicciones comunes, están al tanto de que otros sí lo hacen. En lo que concierne al terapeuta de terapia breve, estas convicciones son importantes sólo en el caso de que el cliente las sostenga. Durante la entrevista terapéutica, el terapeuta hablará con el cliente acerca de las convicciones de este último y sus intervenciones lo tomarán en cuenta. Para la señora A el hacer rechinar los dientes era un misterio. Ni ella ni su dentista podían explicarlo y nada de lo que hicieron funcionó. Ante esto, le pareció razonable un enfoque experimental. Desde el momento en que el bruxismo implica a una sola persona y los problemas de frecuencia sexual a dos, parecen más diferentes que parecidos. De hecho existe la idea de que el número de personas participantes constituye tipos diversos de problemas y diversos tipos de soluciones. Pensando esto, un matrimonio puede buscar o bien un terapeuta de parejas o un terapeuta sexual, mientras que la mujer, razonablemente, puede buscar un terapeuta individual o un hipnoterapeuta que pueda ofrecerle una terapia misteriosa para su enigmático problema. Para cosas más complicadas, los padres cuyos hijos tienen pesadillas buscarán un terapeuta infantil o familiar (en cuyo caso por lo menos tres personas participan del problema y su solución). Lo que los padres elijan depende de sus ideas acerca del problema. Basado en estas convicciones, parecería obvio que el problema de pesadillas sea diferente del de rechinar los dientes y de los problemas de frecuencia sexual. así e^ terapeuta dc leinjnu — situación de sueño en cualquiera de los casos. A la pareja que intercambie lugares, mientras que al chico se le dirá erma con la cabecera a los pies o se le pedirá a la familia que el lugar de la cama en el dormitorio. En todos estos ejemplos fl&UMttetnente disímiles es el contexto o el encuadre de la conducta toouede alguna manera el terapeuta ve como similares y como objeto te la manipulación experimental y la intervención terapéutica. Para eltetapeuta de terapia breve, las conductas, sentimientos, pensamientos y percepciones y su contexto específico son parte del mismo modelo; por lo tanto cualquier modificación en el contexto, comportamiento, pensamiento, sentimiento y percepción necesariamente tendrá influencia sobre el modelo total. Por supuesto, encontrar soluciones no es tan simple como para que cambiar posiciones en la cama funcione en cualquier ejemplo específico de bruxismo. Las relaciones entre los diversos elementos de cualquier modelo pueden tomar diferentes formas y se pone el acento de modo diferente en sus variados elementos. Lo que el modelo "significa" y lo que los elementos del modelo "significan" y lo que "significa" la forma del modelo debe estar de acuerdo con la interpretación de los participantes y los observadores. Simplemente, hacer rechinar los dientes puede significar una cosa para la señora A, otra diferente para su dentista y otra más para el terapeuta. Cada uno de los participantes construye un significado para sí basado en lo que cree que es pertinente para esa situación. Por lo menos parte del significado de una situación depende de cómo los otros participantes construyen sus significados para la misma situación. Los significados del terapeuta de terapia breve y los del dentista están claramente relacionados con los de la señora A desde el momento en que ambos dependen de su información. El dentista tomará en consideración su conocimiento acerca de los dientes, mandíbulas y músculos, mientras que el terapeuta tomará en consideración su conocimiento acerca de contextos y de relaciones humanas. Podemos imaginar que la señora A "rechina los dientes" porque trata de evitar una pelea con su marido. Si éste fuera el significado que la situación tiene para la señora A, entonces el terapeuta de terapia breve tomará en cuenta la situación matrimonial cuando piense acerca del contexto de la acción de rechinar los dientes. El 81 80 experimento puede llevar al conflicto abierto entre el señor y u señora A y, por lo tanto, se le debe encargar otra tarea, a no ser que la señora A quiera correr ese riesgo. La relación matrimonial es otro aspecto del modelo y la señora A y el terapeuta pueden decidú trabajar sobre eso, dado que la señora A está íntimamente relaciona da con el señor A y por lo tanto puede influir sobre la relación tan fácilmente como puede hacerlo sobre su posición en la cama. El sistema en consideración Lo que el terapeuta haga y lo que piense acerca de la situación del cliente depende del mapa de la situación. Para el terapeuta de terapia breve el bruxismo de la señora A está conectado de algún modo con: a) comentarios sobre el señor A y su consejo; b) comentarios sobre otros aspectos de la situación matrimonial; c) comentarios sobre las ideas de los hijos acerca del bruxismo o acerca del matrimonio; d) comentarios sobre quién duerme dónde; e) comentarios sobre el dentista y su consejo; f) las experiencias del terapeuta; g) comentarios sobre las ideas de la señora A acerca de la solución al problema; h) comentarios sobre los consejos de amigos, i) etcétera. Todos los participantes y las relaciones entre sí constituyen potencialmente bloques de cómo los participantes construyen el significado de la acción de rechinar los dientes. Esta construcción informa, limita o constriñe el lugar donde la señora A, su dentista y su terapeuta buscarán soluciones. Desafortunadamente, si la señora A estuviera convencida de que rechinar los dientes se debe a un aspecto particular de la situación, digamos a su relación matrimonial, entonces sólo buscaría en ese aspecto soluciones potenciales. En consecuencia, esto significaría que todas las otras soluciones potenciales (no importa lo simples y fáciles que fuesen) quedarían fuera de su perspectiva. Construcción de la teoría: hacia una teoría de la solución El propósito de este capítulo es describir los condicionamientos a que se ve sometida una teoría de la terapia familiar breve que se baje en concebir la terapia como sistema. En el campo de la terapia familiar tradicionalmente la familia como sistema ha sido el sistema considerado y se le ha prestado menos atención a la situación terapéutica como sistema.1 El eje de este proyecto teórico está puesto éa la situación de interacción en la que participan clientes, terapeu-ta(s)y el contexto en el que llevan a cabo su trabajo común. La relación entre lo que hacemos (práctica) y cómo hablamos délo que hacemos o lo describimos (teoría) sigue siendo muy sólida (y recursiva) y ambos aspectos (teoría y práctica) se relacionan ttcursivamente con nuestra investigación en curso. Este ha sido en parte el propósito de nuestro programa de investigación y construcción de la teoría desde sus inicios en 1978. La versión actual de una teoría de la solución se presenta en el capítulo 6. En éste y en el siguiente (en el que se describe en parte el método utilizado) se exponen las ideas preliminares para su presentación. Una teoría, en el sentido en que empleo el término, no significa una "explicación", sino que se trata sólo de una "descripción" coherente de secuencias específicas de acontecimientos dentro de un contexto específico. Tal vez esta teoría no resulte lo suficientemente "científica"' para algunos' mientras que para otros puede ser exce-Esta exposición se centra en la "icrapia breve como sistema" pero está implícito un foco más general en la "terapia como sistema". Qué podría significar "científico" en este contexto depende de cómo se defina el término y existen diversas definiciones para elegir. * Véase, por ejemplo, Shields (1986). Véase, por ejemplo, Dell (1985); Keeney (1983); Tomm (1984). 83 82 sivamente reduccionista. Sin embargo, es rigurosa y tiene coherencia interna. Por supuesto, he continuado con nuestra tradición (de Sha zer, 1982a, 1982b;deShazeryotros, 1985) de mantener la interacción del terapeuta con el cliente en el encuadre de la terapia (es decir, el sistema terapéutico) en la descripción o teoría de la terapia (Tonim 1986). De hecho, una teoría de la terapia que no incluyese al menos implícitamente al terapeuta sería una teoría no basada en absoluto en la observación directa de la terapia y en el mejor de los casos terminaría por ser una teoría vacía y hueca. Esta teoría sólo está destinada a describir los diversos senderos que predeciblemente pueden seguir juntos el cliente y el terapeuta para pasar del "problema" al "logro de objetivos" y a la "solución". Por ejemplo, cuando un terapeuta comienza a buscar excepciones, entonces sabemos que el cliente ha sido capaz de describir una dificultad. Más aún, podemos predecir que al comienzo de la búsqueda de excepciones por parte del terapeuta le seguirá algo que podemos describir como búsqueda con éxito o sin él. El hecho de que la búsqueda tenga éxito o no conduce predeciblemente al paso siguiente, etcétera. Todo lo que maneja el terapeuta en su tarea es su construcción de cómo el cliente construye su propia realidad y, a partir de estas dos construcciones, el cliente y el terapeuta construyen juntos una realidad terapéutica. La premisa subyacente, que podría denominarse "constructivismo radical" (von Glasersfeld, 1975) o "realismo verbal" (Wilder-Mott, 1981) es que, en mayor o menor medida, la realidad social se construye a través de la comunicación. Como lo expresa Wilder-Mott: Si aceptamos que la realidad social puede definirse de modos sumamente variados en el interjuego dialéctico con los condicionamientos circunstanciales, entonces una rosa con otro nombre se convierte en una cosa distinta. ¿Regañar a alguien o recordarle algo es un determinado modelo de conducta? ¿Y la opresión y la protección cariñosa? (Wilder-Mott, 1981, pág.29). El teórico de la comunicación Barnlund señala que 84 ^-OS los significados son distintivos, puesto que son creacio-^^gg de personas singulares en encuadres singulares. Más aún, «tiesto que nuestro conocimiento del mundo es ineludible-Mente subjetivo, la interacción humana se da en un mundo ei 'Jiirtosfonnado y representado. No luchamos, reímos y llora?.!Wídos por el mundo "real" sino por estas transfiguraciones. •je Nuestros significados son ficciones, valiosas y útiles, pero •* ficciones al fin (1981, pág. 95). .;,|iT-r''i Sin duda, la comunicación es un proceso interpersonal que ¿•fótica que estos significados son negociables. Más aún, el contexto, o Cl "encuadre de la conducta" influye sobre nuestra comprensión. por ejemplo, saber que la situación en la que uno se encuentra es la fiesta de cumpleaños de la sobrina de 14 años y no una recepción para el Papa ayuda a definir una conducta espcrable y adecuada. La situación de terapia por sí misma claramente define el encuadre, y en ese marco todo análisis de la conducta debe centrarse en la situación y no en la persona y ni siquiera en la familia. La gente se comporta del modo en que lo hace en relación con otras personas en la situación y según el contexto en el que ésta se desarrolla. Tanto si se hace algo como si es observador, el significado se atribuye después de la acción. El significado de una palabra o de una conducta, por ejemplo, sólo puede entenderse o inventarse sabiendo cómo se utiliza esa palabra en la interacción social: en un contexto específico. Distinción y diferencia El primer paso para definir las diferencias entre una teoría basada en la familia como sistema y otra basada en la situación terapéutica como sistema es marcar una distinción. Para explicar detalladamente mi posición, comienzo por clarificar o rcdetinir una distinción entre a) el estudio de la familia como sistema (descripción basada en la posibilidad de tener un observador autónomo y objetivo de la familia como sistema), y 85 b) el estudio de la terapia como sistema (descripción incluye al terapeuta/observador como miembro del sistp 1 en consideración) (de Shazer, 1982a). ^ Lo que tengo que decir vale solamente para el estudio del terapia como sistema que estamos llevando a cabo actualmente tn1 colegas y yo, y tal vez las descripciones, conceptos o teorías no se apliquen a la terapia familiar. Suponemos que existe algún tipode relación o adecuación entre la "terapia como sistema" y la terapia familiar pero no damos por sentado ninguna correspondencia necesaria. Es más, no suponemos necesariamente (a priori) que las diferencias entre los enfoques sean del tipo que establece una diferencia, y tampoco suponemos que dejan de establecer alguna diferencia. Condiciones de la esfera de acción Tradicionalmente, las teorías (cualquiera sea su alcance) en campos tales como la terapia familiar o la sociología se construyen a partir de generalizaciones o principios o formulaciones nomotéticas derivados de los resultados de investigaciones y/o de observaciones disciplinadas y/o investigaciones experimentales. Como lo expresa Berger (Berger y otros, 1977): la estrategia de construcción de una teoría (del tipo de la que utilizamos aquí) depende de modelos de alcance definido. Puesto que no es frecuente que se den definiciones explícitas de las condiciones de la esfera de acción, ni siquiera en modelos formales, resulta útil hacer un comentario sobre el lugar que ocupan en las teorías. El "alcance" de una teoría consiste en afirmaciones que describen los rasgos y propiedades de las situaciones a las que puede aplicarse la teoría... Las condiciones de la esfera de acción son condiciones teóricas generales; limitan la aplicación de una teoría de un modo sumamente abstracto a una cantidad especificada o tipo de características, de objetos de orientación o de objetivos. Sin embargo, no hacen ninguna referencia a casos particulares... Las afirmaciones que definen el alcance de una % incluidos en su este nte de la terapia de acción: ***v* io espejado, cuales suele haber C) supervisores, asesores e d) investigadores. 4) El cliente es a) un individuo, o b) una pareja, o 87 86 Estas condiciones de la esfera de acción se aplican únicamente a nuestro estudio de la terapia como sistema. La teoría que estamos elaborando no necesariamente se aplica a la terapia en un encuadre natural, es decir, en un consultorio sin espejo, equipo, etc., aun cuando el terapeuta aplique deliberadamente lo que hemos aprendí-do en el curso de nuestras investigaciones. Suponemos que existe una relación entre la situación de construcción de la teoría y el encuadre natural, pero esto nunca puede saberse con seguridad puesto que cualquier tipo de observación cambiaría el encuadre natural. Sin embargo, si no se aplica, nuestro estudio debe desecharse sin más discusión. Muchos de los casos descriptos en este libro se llevaron a cabo sin equipo y constituyen la aplicación de la teoría en la práctica clínica. (Aunque el foco de la terapia familiar es diferente, es fácil darse cuenta de que las condiciones de la esfera de acción podrían ser aplicadas con muy buen resultado por un observador a muchos sistemas utilizados en la terapia familiar. Sin embargo, tal vez sería necesario definir de modo diferente al "cliente" y las relaciones entre los diversos elementos.) Teorización Toda teorización acerca de la terapia como sistema debe ajustarse a estas condiciones de la esfera de acción. Es decir, estas condiciones definen las limitaciones del "sistema en consideración". Hay que tomar muy en cuenta cada uno de los elementos y las relaciones entre ellos. Cualquier otro elemento presente en la teorización es o bien extraño y debe eliminarse o debe ser agregado a las condiciones de la esfera de acción. (Por ejemplo, el empleo habitual de coterapeutas [dos terapeutas al mismo tiempo] en el consultorio con el cliente es algo que está fuera de la esfera de acción de nuestra teoría. Si intervinieran coterapeutas, entonces tendríamos la opción de redefinir la teoría [es decir, hay siempre dos terapeutas en el consultorio o, en ciertas condiciones especificadas, hay siempre dos terapeutas en el consultorio] o bien de excluir de nuestro estudio ese acontecimiento. Si fuera una práctica común, debería incluirse pero, si se tratara de un hecho excepcional entonces debería excluirse [al menos por el momento, aunque es un tema que debería investigarse f LOS acontecimientos excepcionales no se descartan sino que 6 deja pendientes para futuras referencias porque, si llegan a ser comunes, la teoría tendrá que revisarse por lo menos o tal vez pecharse.) En caso de que un sistema especializado con el tiempo dudara colocado "en línea", es decir, si verdaderamente se lo utili-nra para decidir qué hacer, entonces tendría que ser agregado a las Audiciones de la esfera de acción. Una rápida ojeada a las "condiciones de la esfera de acción" revela que todo está incluido, personas (con diversos roles), máquinas objetos físicos y una tarea colectiva: el contexto, encuadre y las conductas dentro de ese encuadre son todas partes relacionadas del "sistema en consideración". El encuadre mismo es parte del "siste-j¿aw y parte de lo que es necesario tener en cuenta cuando describiólos qué es lo que sucede. '' Obviamente, algún tipo de "teoría del sistema" parecería útil para este proyecto. Sin embargo, la forma más típica de teoría del sistema en el mundo terapéutico es la denominada "teoría de los sistemas familiares", que se refiere al modo en que las familias pueden ser descriptas como "sistemas". Esta versión delimita una frontera alrededor de la "familia" como el sistema en consideración. Puesta que el sistema que aquí consideramos es más amplio, es decir, no está limitado a los "miembros de la familia y las relaciones entre ellos", resultará más útil una versión más general de la teoría del sistema. Por lo tanto, marcamos una distinción entre teoría de los sistemas familiares —el estudio de la familia como sistema— y cibernética, el estudio del modelo y forma de los sistemas. Por supuesto, no vamos a decir que nuestra teoría es la única que se adecuará a las condiciones de la esfera de acción. Es simplemente una teoría entre muchas otras posibles que podrían ser igualmente viables... con los mismos condicionamientos. A nuestro modo de ver, nuestra teoría sigue siendo viable en la •edida en que nuestras experiencias se adecúen a las limitaciones y»conun criterio pragmático, en la medida en que cumpla nuestros propósitos. Esto no la convierte en una teoría "mejor" que cualquier otra que pudiera adecuarse a las condiciones de la esfera de acción; sólo significa que ha sobrevivido a las experiencias que "Bwzamos en el curso de nuestro estudio sobre la terapia como sistema. 89 88 Von Glasersfeld (1981) lo expresa del modo siguiente: Desde hace mucho tiempo empiristas y estadísticos nos han venido diciendo que nunca podemos "probar" una teoría: sólo podemos refutarla. En mi opinión esto significa que, si bien podemos saber cuándo una teoría o modelo choca contra las limitaciones del mundo de nuestra experiencia, el hecho de que no choque contra ellas sino que se "acomode" y siga siendo viable, de ningún modo justifica la creencia de que por lo tanto la teoría o el modelo describe un "mundo real" (pág. 93). Al marcar esta distinción entre una teoría de la terapia basada en la familia como sistema y otra basada en la cibernética, no propongo una concepción dualista: o terapia familiar o terapia breve, ni pretendo una escisión del tipo de o "teoría general de los sistemas" o cibernética, por más que tales distinciones pudieran suscitar una sensación de orden. Simplemente, las distinciones nos permiten ver tanto las semejanzas como las diferencias. Fuera de las condiciones de la esfera de acción Es importante recordar que una teoría de alcance definido no dice nada en absoluto acerca de las cosas que no están dentro de las condiciones de la esfera de acción. Estas condiciones definen lo que queda dentro del ámbito de investigación y todo lo demás se considera fuera de él. Evidentemente gran cantidad de temas, cuestiones y problemas de muchas personas en los campos de realización de la terapia (de cualquier tipo) están fuera del alcance de esta teoría. Esto es completamente intencional: la teoría sólo se ocupa de la terapia como sistema. Esta restricción puede parecer severa y tal vez extrema, pero en verdad les permite al teórico, al investigador y al terapeuta tener una situación bien definida en la cual estudiar la terapia. Aunque la interacción es uno de los elementos que estudiamos, la situación de construcción de la teoría no está tan bien controlada como un laboratorio de investigación de la interacción humana. Lo que ocurre durante una sesión es casi natural y prácticamente no tiene forma y, F,1 > tanto, es necesario poner restricciones para que las cosas uu «adas no "contaminen" abiertamente nuestras descripciones. pezmas se suscita la pregunta: "¿Qué es lo que ocurre aquí?" ¿No mone que la terapia tiene que ayudar a los clientes a resolver los demás que se les presentan en su vida cotidiana? Bueno, algo así. Tradicionalmente los terapeutas han pensado que tenían que ar la situación clínica, que tenían que ver más acá o más allá ipariencias. Esto se basa en el supuesto de que la esencia está oculta (¿en la psique o en el sistema?). Sin embargo, otros supuestos ion posibles. Tal vez nada está escondido y todo está a la vista lisa y tunamente (como la carta robada de Poe) y lo que resulta necesario vútiles una clara visión de lo que está sucediendo. Algo parece oculto debido a la familiaridad y simplicidad de lo que está a la vista y la Cbnfusión que provoca el intento de mirar por detrás cuando no hay tóngun detrás. Miller (1986) señala que los "problemas, las soluciones, la adaptación y el cambio" todos pueden "considerarse como productos humanos y, por lo tanto, como artefactos de la práctica terapéutica" (pig.ll) y que los problemas de los clientes pueden concebirse mejor como construcciones que se ocupan de aspectos de su vida social y que ellos han producido en relaciones sociales y encuadres concretos. Desde esta perspectiva de la sociología del problema, todo lo que ocurre en la situación de terapia es simplemente algo que construyen los diversos participantes. Esta idea está relacionada con el concepto de que el observador influye sobre lo que observa, pero va muchísimo más allá de eso. En la situación terapéutica, el terapeuta no sólo observa lo que los clientes dicen y hacen y de este modo influye sobre eso; también ayuda a los clientes a crear lo que dicen y hacen al formularles preguntas y hacer comentarios. En un sentido muy real, terapeutas y clientes colaboran en la construcción de la realidad terapéutica en la que trabajan juntos. Simplemente, el sistema terapéutico compromete al terapeuta y al cliente en la reconstrucción de esos aspectos de un modo tal que a los clientes dejen de resultarles problemáticos. 91 90 Elaboración de una teoría: notas sobre método El proceso de construcción de nuestra teoría1 comenzó con una técnica denominada "descripción gruesa". Este procedimiento requiere que los observadores describan las sesiones terapéuticas (observadas) 0 las videocintas (o cualquier secuencia de acontecimientos), de las maneras más diversas posibles y desde la mayor cantidad de puntos de vista diferentes que sea posible. Frente a la gran cantidad resultante de descriptores, los teóricos e investigadores buscan entonces elementos coherentes en las descripciones de los modelos provenientes de las diversas sesiones, de modo de poder elaborar un "mapa" o "árbol familiar" de las entrevistas centradas en la solución." Una vez identificados estos "parecidos familiares" (Wittgenstein, 1968), los investigadores comienzan a buscar las diversas ramas del árbol familiar. Parecido familiar Puesto que no todas las entrevistas son idénticas, dcscubri-mos3que podía ser útil el "concepto de parecido familiar" de Wilt1 Esto fue anterior a que desarrolláramos el COMPENDIO I. Fn verdad, el trabajo con el sistema especializado tuvo su origen en este proceso y depende de él. 2 Esta técnica también nos ha resultado útil para enseñar a los terapeutas habilidades para entrevistar al mismo tiempo que continuábamos enseñándoles elementos de investigación y construcción de la teoría. Por ejemplo, tres videocintas de primeras sesiones (realizadas por Brian Cade, John II. Weakland y Steve de Shazer, respectivamente) se han descripto en forma gruesa y estas descripciones se investigan en busca de semejanzas y diferencias que pudieran tener sentido. 3 "Entrevistas centradas en la solución" no es necesariamente el concepto de parecido familiar tal como Wittgenstein definió el término. Sin duda existe una semejanza: no existe una definición unitaria simple y la mejor explicación se da mediante una serie de ejemplos. 92 Mu. Excepto en el caso de los gemelos idénticos, la mayor parte miembros de una familia sólo comparten algunas característi-oente dice que un recién nacido, por ejemplo, tiene la nariz ie el cabello de la madre, la barbilla del tío Charlie, etc. Al se refieren a que éstas son marcas o signos de pertenencia a ia. La hermana del bebé tal vez tenga la nariz del padre, la hubOla del tío Charlie y los ojos de la tía Mattie. Sin embargo, los observadores no destacarían que ambos niños tuvieran las orejas ¡Decidas a las de un vecino. Lo que identifica al árbol familiar basado en parecidos no es que Ufe modelos sean más o menos "lo mismo" y ni siquiera que las descripciones de los modelos que siguen las entrevistas sean "lo puno", sino más bien que las descripciones incluyen "una compleja red de semejanzas que se superponen y se cruzan: a veces semejanzas muy generales, y otras veces semejanzas de detalles"(Wittgenstein, 1968,66)4. Los descriptores comunes no son un cierto tipo de "universales" o "esencias", sino que se parecen más a las semejanzas entre un tema musical y sus variaciones. Tal vez una multiplicidad de ejemplos sea el único modo de explicar qué se entiende por el concepto de entrevistas centradas en la solución. Es algo análogo al hecho de indicar un lugar señalándolo en lugar de trazar las fronteras. Wittgenstein utiliza el concepto de "juego" para ilustrar los "conceptos de parecido familiar". Aunque de alguna manera sabemos qué es un juego, es imposible dar una definición unificada. Por k> tanto, debemos entrelazar una serie de ejemplos. Si describimos primero el béisbol y luego el ajedrez, se agregarán ciertos descriptores mientras que otros quedarán eliminados (por ejemplo, piezas de ajedrezy pelotas). Si se añade entonces el solitario, se agregarán otros descriptores y algunos quedarán eliminados, en este caso, por ejemplo, la competencia entre los jugadores. Entonces, ¿agrega uno la práctica solitaria del baloncesto en la entrada de su casa? Sin duda se puede admitir que esto se parece a un juego, aunque no se gane y se pierda (Wittgenstein, 1968, 67-71): por cierto tiene un parecido familiar con el baloncesto y por lo tanto con otros juegos. Como en Las referencias a Philoxophical Invesiigaiions de Wittgenstein están hechas por número de párrafo y no por número de página. 93 el caso de otros conceptos de parecidos familiares, no existe u frontera definida entre los "juegos". Otro ejemplo: las figuras geométricas trazadas con líneas recta pertenecen al mismo árbol familiar. Un rectángulo y un triángui digamos, tienen algunos parecidos familiares. ' Fácilmente se adaptan entre sí y, lo que es más importante, la forma de un rombo se adaptaría a uno de ellos o a ambos. De hecho, la idea de "adaptarse" es un buen ejemplo de un concepto de parecido familiar. Aunque el triángulo y el rectángulo tienen dos lados que pueden describirse como isomorfos y por lo tanto se adaptan entre sí, el rombo, que no es isomorfo con ninguno de los otros dos, se adapta a alguno de ellos o a ambos igualmente bien que como el triángulo y el rectángulo se adaptan entre sí. Modelo La descripción de modelos es uno de los modos de establecer un parecido familiar, pero el reconocimiento del modelo no es necesariamente fácil. A veces los dos modelos (de descripciones) no tienen un alto grado de correspondencia unívoca. El nivel de semejanza puede ser bastante abstracto. El siguiente ejemplo, tomado de Douglas Hofstadter (1981), ilustra con mucha claridad el proceso de reconocimiento del modelo. 94 ida A: 1234554321 «cía B: 12344321 secuencias siguen el mismo modelo? ¿Qué es a B lo que MMue»ia usual es: el "3" situado a cada lado del par de 4. ',,Secuencia C: 11223344544332211 4WW-" JCflÉPC el mismo modelo? Si es así, ¿qué es a C lo que 4 es a A? Mftttivamente parece que sigue de alguna manera el mismo modelo, flidlfa tipo de variante del modelo. La respuesta más típica es: el iJÜ^ntuado a ambos lados del 5 que está solo. Así, la secuencia ha £db puntuada de este modo: 11-22-33-44- 5 -44-33-22-11. Es muy tyjtfetésante advertir que la secuencia se puede puntuar de modo (SÉcrente: 11-2233- 44544- 33-22-11, y entonces la respuesta pasa a «en el "33" situado a cada lado del grupo central 44544. La pregunta para las tres secuencias en conjunto es: ¿Qué sirve como eje? Los modelos de entrevistas no suelen comportarse tan bien, y k* investigadores pueden quedar atascados tratando de imaginar un tipo de modelo evidentemente diferente: Secuencia D: 12345678 Secuencia E: 1357654321 Estas secuencias podrían identificar ramas específicas de la misma familia puesto que comparten el movimiento " 1234" O "4321", o podrían identificar "árboles familiares" diferentes o constituir una anomalía puesto que D no tiene un eje central y no vuelve al punto de partida. Sólo otras secuencias que no tengan un eje central y que configuren modelos similares y además la presencia de otras semejanzas le permitirán tomar esta decisión al investigador o al teórico. Esto es análogo a lo que hemos preguntado (arriba) sobre si practicar baloncesto solo en la entrada de la propia casa pertenece o no a la familia de los juegos. Como hemos visto, se puede reconocer una de las ramas del árbol familiar cuando describimos que el terapeuta trabaja con el cliente para "definir las diferencias entre el problema y las excepcio95 nes". Sin duda esto no ocurre en todas las sesiones, puesto que no en todas se incluye una descripción de una "búsqueda de excepciones útiles" que haya tenido éxito. Entonces los investigadores revisan la gran cantidad de descripciones que poseen para buscar cualquier tipo de diferencias que les permitan identificar que se trata de una rama distintiva del árbol familiar. De esta manera los investigadores tratan de que en su mapa aparezcan todas las diferencias que parecen tener sentido. Por ejemplo, una vez descriptas las "diferencias entre las excepciones y el problema", a continuación el terapeuta le encarga al cliente una tarea que incorpora estas diferencias. Sin embargo, cuando no están descriptas las "diferencias", con frecuencia el terapeuta le da al cliente una tarea en la que le pide que trate de predecir diariamente si al día siguiente aparecerá el modelo de la excepción o el del problema. Puesto que ninguna de estas tareas se utiliza cuando no tiene éxito la "búsqueda de excepciones útiles", las ramas del árbol familiar se pueden identificar y describir con claridad. Conversación sobre el cambio En un sentido muy amplio, la razón de ser de la terapia es el "cambio": el cliente llega a la terapia porque quiere resolver su problema. Dentro de este marco de referencia, los clientes describen su problema, proceso que se configura interaccionalmente por medio de la conversación entre ellos y el terapeuta. La terapia se ocupa precisamente de esta representación o construcción y, por lo tanto, un núcleo esencial de la entrevista consiste en ayudar a los clientes a cambiar su manera de construir su experiencia (problemática). Así, si cuando comienza la entrevista el cliente habla de que se siente deprimido todo el tiempo y, cuando termina, dice que se siente deprimido sólo el 80% del tiempo, entonces esa entrevista concreta ha tenido éxito. En algún sentido la entrevista puede describirse simplemente del modo siguiente: El cliente es como un escritor a quien no le gusta para nada el final del capítulo en el que está trabajando. Le comenta esta preocupación a su editor, quien se fija en lo que ha 96 Wft* mérito hasta ese momento y, entonces, como el editor llega con una mirada nueva, es capaz de sugerir finales alternativos. Pero queda a criterio del autor decidir si algunas de las , gugerencias son viables o le sirven. Con frecuencia, el solo hecho de oír que existen otros finales posibles es suficiente para ayudar al autor a superar su insatisfacción respecto de la obra. Por supuesto que el editor se convierte entonces en una especie de coautor, porque el final se basa en el hecho de que él le ha proporcionado al autor visiones alternativas de su propia realidad. Los clientes construyen su propia vida y la tarea del terapeuta consiste en ayudarlos a "arreglárselas en la vida" de un modo que les parezca satisfactorio. Por supuesto, existen muchas construcciones posibles y útiles que le servirán a algún cliente en alguna situación. Tal vez la construcción específica no es lo importante. Lo que cuenta es que el cliente considere satisfactoria la solución que construye junto con el terapeuta. Este punto de vista supone que un cambio en el modo en que el cliente construye su experiencia, tal como se refleja en el modo en que informa o conversa sobre eso, promoverá la posibilidad de que tenga experiencias diferentes lo cual, a su vez, suscitará descripciones o informes diferentes en sesiones ulteriores. Esto indica que la entrevista es una construcción o representación del "problema" del cliente, cuyo propósito es producir cambio en la situación que describe el cliente. Puesto que en realidad la entrevista sólo es una conversación, el cambio a que nos referimos se puede pensar con más precisión como "conversación acerca del cambio" o simplemente "conversación de cambio" (Gingerich y otros, 1987). Este tipo de conversación puede consistir en informes del cliente acerca de cómo han cambiado las cosas fuera del encuadre de la terapia, o tal vez también en cambios observables en el modo en que el cliente describe la situación dentro del encuadre terapéutico. En cualquiera de los dos casos el propósito de la entrevista es conversar acerca del cambio (Gingerich y otros, 1987) y la finalidad de las tareas para el hogar es ayudar al cliente a construir su experiencia de un modo diferente y transformar así la descripción que hace de su situación, es decir, incrementar la conversación sobre el cambio en sesiones posteriores. 97 Con frecuencia los clientes formulan su problemática del modo siguiente: "Estoy deprimido." "Estoy angustiado." "Soy bulímico." Esta formulación "Soy/estoy x" tiene forma similar a: "Soy pelirrojo." "Soy varón." "Soy francés." Estos últimos enunciados que utilizan la forma "Soy x" describen atributos "de estado permanente" y las semejanzas con los primeros, provocadas porque usan la misma forma, nos pueden llevar equivocadamente a pensar que son "lo mismo". Es decir, el "soy" señala descripciones paralelas y, por lo tanto, "depresión", "angustia" y "bulimia" pueden llegar a considerarse erróneamente estados inmutables como "pelirrojo", "varón" y "francés". Como lo expresa Wittgenstein (1958): "Cuando las palabras de nuestro lenguaje ordinario tienen prima facie construcciones gramaticales análogas, nos inclinamos a tratar de interpretarlas por analogía, es decir, tratamos de lograr que la analogía funcione en todas partes" (pág.7). Curiosamente, cuando se les pide que expliquen cómo saben que están deprimidos, con frecuencia los clientes mencionarán ocasionales "días de euforia". Así el hecho de estar deprimido se define, en parte, por no estar deprimido. Dentro de la lógica del cliente, no se podrían producir excepciones porque eso sería lo mismo que si una persona definiera el ser francés por el no serlo. Sin embargo, esos "días de euforia" no se consideran como una diferencia que marca una diferencia. Se los descarta como algo trivial cuando el problema se encuadra como "estar deprimido". Parece que quedaran confundidos por la forma del enunciado "Estoy deprimido" y su semejanza con el enunciado "Soy francés". Sin embargo, una vez que las excepciones, los "días de euforia", se reconstruyen como diferencias que efectivamente marcan una diferencia, entonces pueden conducir auna solución satisfactoria. Una vez que hay dudas, una vez que se considera que la excepción tiene sentido, el cliente puede cambiar la forma o la construcción gramatical de su enunciado por 98 •íA veces me siento deprimido". Esta conversación de cambio entonces le permite también, a veces, no sentirse deprimido. investigación del procedimiento El desarrollo del concepto de conversación acerca del cambio condujo a efectuar ciertas investigaciones sobre la interacción terapeu-taMiente durante la entrevista (Gingerich y otros, 1987). Si lo que el terapeuta trata de lograr durante la sesión es la conversación sobre el cambio, entonces necesitamos saber qué fue lo que hicieron juntos el terapeuta y el cliente que resultó útil para promoverla. Se desarrolló un esquema de codificación vinculado al de Gottman (1979) en el que se incluyeron códigos del terapeuta y códigos del cliente. CÓDIGOS DE CONTENIDO DEL TERAPEUTA I Mantener la recolección de información/sesión - Pedir al cliente que describa/explique el problema - Incluir tareas de mantenimiento, es decir, de resumen, esclarecimiento, socialización, etcétera - Incluir cambios que describe el cliente y que el terapeuta no parece reconocer como cambio - Cuando se pregunta específicamente por un cambio positivo, codificar como E C Intervenciones que suscitan cambio - Reencuadres, es decir, el terapeuta señala un modo distinto de considerar la situación del cliente... el terapeuta afirma que ésta es una diferencia que marca una diferencia... incluye normalizar, identificar y rotular el cambio, establecer un "conjunto sf', etcétera - Cambio de conducta, es decir, el terapeuta pregunta qué cosa diferente hará el cliente (en el futuro) cuando se logre el objetivo o le dice: "haga algo diferente" - Codificar como C cuando el terapeuta intenta inducir el cambio EN EL FUTURO E Pedir que se hagan informes de cambio/tareas para el hogar/excepciones - Pedir al cliente que informe, aclare o se explaye sobre el cambio positivo - Preguntar al cliente sobre la excepción al problema - Pedir al cliente que explique su "concepción del mundo" - E se refiere al cambio que YA SE HA PRODUCIDO A Ampliar o reforzar el cambio positivo ("dirigir y alentar") - Codificar con A cuando el terapeuta amplía o refuerza un cambio que el cliente ha informado o demostrado 99 - El terapeuta alaba o elogia un cambio que el CLIENTE HA INFOR. MADO Y RECONOCIDO - Con frecuencia A tiene la forma de una exclamación G Negociar metas/signos de cambio positivo - Codificar con G cuando el terapeuta trata de que el cliente especifique o acepte un objetivo - Negociar qué cantidad de cambio es necesaria - Incluir renegociación de objetivos en sesiones posteriores CÓDIGOS DE CONTENIDO DEL CLIENTE I Información/ mantenimiento/ actividad - El problema continúa/ sin cambio positivo - Conversación intrascendente - Explicar el problema o pedir al terapeuta que lo explique C Cambio positivo en el problema y/o en otras zonas - El cliente describe/informa un cambio positivo en el problema/situación - El cliente explica/esclarece un cambio positivo - El cliente describe/informa un cambio positivo en su modo de considerar el problema - El cliente describe/informa acerca de excepciones reconocidas al modelo del problema - Codificar con C cuando el cliente describe cómo solían andar bien las cosas para explicar cómo son ahora diferentes - Cuando el cliente describe cómo podrían ser diferentes las cosas pero no transmite ninguna expectativa de que serán diferentes, codificar con I U Cambio positivo no reconocido - El cliente informa sobre un cambio pero no parece reconocerlo como tal - Informa acerca de excepciones al problema no reconocidas G El cliente especifica objetivos/signos de cambio - El cliente describe cómo serán diferentes las cosas, es decir, negocia objetivos/signos de cambio - Codificar con G sólo si el cliente indica creencia o intención de lograr objetivos Y "Conjunto afirmativo". - El cliente demuestra aceptación del mensaje que el terapeuta está a punto de darle - El cliente se muestra abierto y receptivo a lo que dice el terapeuta Entonces se codificaron las entrevistas a partir de las transcripciones y la observación de las videocintas de las sesiones; se estableció la fiabilidad interproporcional y luego se estudiaron los modelos de códigos. 100 ja investigación cambia la práctica El análisis de sesiones realizado antes de este proyecto reveló que ^conversación acerca del cambio (C) por parte del cliente era común en . gegunda y subsiguientes sesiones pero muy rara vez se daba en la «rimera. La información (I) del cliente predominaba en la primera sesión. Se advirtió que era aproximadamente cuatro veces más probable que se produjera la conversación acerca del cambio después que el terapeuta intentara suscitarla (E) y era mucho más probable que continuara después que el terapeuta hubiese respondido de un modo positivo (A). El análisis de sesiones realizado en el curso del proyecto reveló que la conversación acerca del cambio (C) del cliente, y los pedidos (E) y ampliaciones (A) del terapeuta se producían con mucha mayor frecuencia en la primera sesión que lo que ocurría antes. Como resultado, la información del cliente (1) aparecía menos que antes. Una rigurosa búsqueda de excepciones y también de cómo el cliente sabrá que el problema está resuelto demostraron su gran utilidad para suscitar en el cliente la conversación sobre el cambio en la primera sesión. Como resultado, eliminamos muchas de las cosas que habíamos venido haciendo en las sesiones iniciales y en su lugar comenzamos a suscitar la conversación acerca del cambio. Con esto dejamos de lado muchos de los elementos habituales de la primera sesión. Las conductas propias de la segunda sesión, tanto del cliente como del terapeuta, pasaron a la primera. Antes de este proyecto, la cantidad promedio de sesiones por cliente era de seis; después, fue de cinco (de Shazer y otros, 1986). No estamos seguros sobre si esta disminución se debe a este proyecto. Lo que no está en el mapa Como ocurre con cualquier mapa, es importante recordar que el mapa no es el territorio. Nuestro mapa (o árbol familiar de entrevistas centradas en la solución) es parecido al mapa de una autopista, que nos dice poco y nada acerca de rodeos, elevación, tipos de terreno, colinas y valles y caminos no pavimentados (que, sin embargo, pueden resultar elementos útiles e interesantes a la vez). Para intercambiar metáforas, los mapas de este tipo son como las ciudades: nunca se puede decir que una ciudad es completa o incompleta. Es decir, el mapa excluye los descriptores que no parecían tener sentido 101 y/o que parecían idiosincráticos para una sesión terapéutica en particular. (Estos acontecimientos raros o únicos se consideraron como "anomalías potenciales" que podían llevarnos a revisar el mapa e introducir alguna otra rama.) Así, en este mapa, no hay nada referido a las técnicas de entrevista que utiliza el terapeuta para ayudar a los clientes a "buscar excepciones a las reglas del problema". Del mismo modo, no hay nada referente a cómo los terapeutas y clientes se ocupan de "describir las diferencias entre excepciones y problemas", y no hay nada que indique si el cliente y el terapeuta hablaron o no del pasado o de los aspectos fisiológicos del problema en contraste con los aspectos sociológicos. El mapa es "ífe-scriptivo" y no "/?n?-scriptivo". Describe lo que hacen los terapeutas centrados en la solución y no lo que deberían hacer. O sea, no es un mapa del "camino correcto" o del "único camino", ni siquiera del "mejor camino". Simplemente es un mapa del modo en que los terapeutas del CTFB se comportan durante una entrevista y que indica que existe un parecido familiar entre diversas entrevistas "centradas en la solución". Es muy importante destacar que este mapa tampoco nos dice nada sobre lo que podría ser un "mal camino" para construir una entrevista centrada en la solución, es decir, sólo por el hecho de que no se lo mencione, esto no significa que no podría resultar útil hacerlo al terapeuta y al cliente. El mapa central (véase el capítulo siguiente) y los distintos mapas o diagramas seccionales basados en él son el resultado del empleo de la técnica de descripción gruesa con muchos casos y también de la investigación del procedimiento. Obviamente es necesario observar suficientes entrevistas como para que los observadores queden abrumados por la semejanza antes de que estén en condiciones de ver diferencias o de recibir alguna noticia sobre diferencias. A causa de esto, podemos tener cierta confianza en que lo que es lo mismo en nuestras descripciones entre una entrevista y otra es verdaderamente descriptivo y no hipotético ni basado en generalizaciones prematuras acerca de "cómo deberían ser las cosas". 5 Respecto de esta confianza véase también el capítulo 2. 102 Teoría de la solución Aunque a nuestro árbol familiar de entrevistas centradas en la solución lo denominamos "mapa" —porque se parece a un mapa— es más adecuado llamarlo teoría.1 Esta teoría de la solución la elaboramos dentro de las condiciones de la esfera de acción utilizando los métodos descriptos en los capítulos anteriores, y se basa en el inventario de semejanzas y diferencias presentado en nuestras descripciones de las entrevistas terapéuticas en el CTFB. La teoría incluye un conjunto simple de proposiciones utilizadas como principios de descripción para un modelo de terapia breve centrado en la solución. La teoría, o mapa, es un intento de describir lo que hacemos y no de prescribir lo que se debe hacer, aunque el mapa (representación de la teoría de la solución) puede utilizarse como árbol de decisión siempre que el usuario recuerde que el mapa no es el territorio. Gran parte de lo que sucede en una sesión determinada tal vez no esté incluido en el mapa, es decir, no hay descripción de los procedimientos que resultarían útiles en la búsqueda de excepciones. Este tipo de descripción se encuentra en otros capítulos en los que se examinan en detalle las secciones del mapa. Las teorías y los mapas son bastante parecidos en muchos sentidos importantes. Al igual que en el caso del mapa, el propósito de la teoría no es afirmar algo acerca del dominio sino más bien presentarlo de modo perceptible. Las afirmaciones llegan en las explicaciones o descripciones del mapa, o sea en el peasamiento teórico. Al igual que en el mapa, la teoría contendrá elementos que no son empíricos ni pragmáticos. Pero de ningún modo coastituyen afirmaciones sino que más bien pertenecen al aparato utilizado para representar el dominio. Todos los "hechos", "da1 Con frecuencia los terapeutas de familia utili/an el término ''teoría" en forma bastante imprecisa. Al pensamiento teórico como el de Dell (1985), Keeney (1983) y Tomm (1984) habría que denominarlo más bien metaleoría o epistemología y no teoría. Esta obra, aunque tiene su valor como pensamiento acerca de la terapia, carece de la especificidad necesaria como para que se la considere teoría. 103 tos","estructuras" y "leyes" que constituyen elementos de la teoría son un montaje de descripciones, o de formulaciones o de construcciones: interpretaciones. No existen "hechos", ni "datos", ni "estructuras" ni "leyes" en sí; sólo existen montajes. En sentido estricto, sólo existe siempre la construcción o la interpretación, Lectura del mapa En la parte superior del mapa se encuentran descripciones codificadas de tres tipos de relaciones que resulta útil distinguir entre sí. Lamentablemente, parece que los códigos le ponen un rótulo a los clientes en lugar de denominar la interacción entre terapeuta y cliente. Pero así son los mapas: a menudo se usa un punto para representar a San Francisco y, como todos sabemos, no hay ningún puntillo en esa ciudad. Los nombres codificados que reciben estas relaciones sólo son modos utilizados para representar una parte del dominio que abarca la teoría. A medida que se desarrolla una sesión terapéutica, particularmente en el caso de una primera sesión, el terapeuta y el cliente construyen una relación basada en la tareas que están realizando. Malinterpretar esa relación o describirla en forma equivocada rápidamente puede llevar a diversos tipos de problemas. Por ejemplo, decirle a una madre que deje a su hijo en la escuela aun cuando el niño esté llorando probablemente no constituirá una intervención útil si la madre cree que es el niño el que necesita conseguir que ella se quede en la escuela y que ella, la madre, no necesita hacer nada para que eso ocurra. Modelos de relación terapeuta-cliente Como resultado de la entrevista se desarrollan diversos tipos de relaciones entre terapeuta y cliente y resulta útil explicar que se dividen en tres grupos. El término general "cliente" se aplica a "visitantes", "demandantes" y "compradores" por igual. Sería un error equiparar esta distinción con atribuciones de "motivación" o "disposición para la terapia" o cualquier otra característica del cliente. Los "visitantes" deben tener a alguien a quien visitar, los "demandantes", alguien a quien presentarle una queja y los "compradores", alguien a quien comprarle algo. Los "rótulos" están destinados exclusivamente a ofrecerle al observador una descripción condensada de la relación entre el terapeuta y su cliente. 104 ELMAPACENTKAI COMffiNZO:___ _______________________________ D ¿vifitanlc?) ¿demandante?) ¿comprador?) e alguien que alguien que quiere * tiene un hacer algo respecto A problema de un problema R . .. ..... J O CONSTRUIR UN PROBLEMA ----- -no — -. Hacer SOLAMENTE cumplidos - -. (Volver al comienzo) L L 0 sí „ l a 1 CONFUSAS/ — . Tarea formalizada—, E ,' VAGAS de la !• 1 El sesión j ABORAR L BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES ----- . no — . SOLUCIONES • I 1^ HHX.TE-.lCAS-.no--... MARCO — . DESCONSTRU1R-- J \ GLOBAL el marco l I A p Sl jD \ ' l 1A ' CONCRETAS ------- • DELIBERADAS ESPONTANEAS DESCONSTRUIR EL si PROBLEMA ! r \ i I í í " i ------------ 1 FIJAR OBJETIVOS C 1 __________ ! Describir diferencias j | entre excepciones y problema ^ .j N ______ i FIJAR | ____ r OBJETIVOS i 1 i -------- _. ---------j Poner el foco en PRESCRIBIR: PRESCRIBIR: PRESCRIBIR: algo PEQUEÑOy 1 Hacer más de Al azar hacer Hacer lo más fácil de hacer expenmen taimen te | lo que funciona más de lo que fácil de lo que ¡ funciona podría _ -------L— - ----- * función r . SESIONES SEGUNDA Y . ---------------------------------------SUBSIGUIENTES «-_ ----------------SESIONES SEGUNDA Y SUBSIGUIENTES COMIENZO^ ¿MEJOR?— NO—, en esta segunda vez, — --------------- * -.verificar la -^ sí — . DESCONSTRUIR ejecución reformular el problema elmodelodel —.SELECCIONAR: o desconsiruii* el modelo del problema de la tarea ----------- problema Lina de todas 1 parcial las tareas | conocidas no alguna ayuda O si t Notar las diferenr— — * cias entre cambios y problema Hacer más j de lo mismo 1 » ayuda i SELECCIONAR: 1 SELECCIONAR: tarca con i tarea de elementos SELECCIOobservación aleatorios ÑAU: tarea de interrupción del modelo í ^ L- no •« — — ¿Objetivos cumplidos? i sí FIN Conjunto de todas [ Conjunto ------ 1 dará \ reas 1 de reglas para ayu las tareas conocidas i e Steve de Shazer, BFl'C., 1987 i diseñar o inventar nuevas la 105 L ¿Visitantes? Hay personas que no parecen tener un motivo de consulta y la razón por la que se encuentran en el consultorio del terapeuta es simplemente que alguien les dijo que fueran o alguien los llevó. En esta situación la persona con el problema no debería estar en absoluto en el consultorio. Tal vez la persona se encuentra en libertad condicional o dio su palabra, o bien quien lo envió a consultar al terapeuta fue un juez, un director de escuela, un cónyuge o un progenitor. La coerción puede ser explícita, por ejemplo, la orden de un tribunal, o implícita, una velada amenaza de divorcio. Puesto que no hay un problema con el que trabajar, la terapia no puede comenzar (esta situación está fuera de las condiciones de esfera de acción de la teoría) y por lo tanto el terapeuta comete un error si intenta intervenir, por obvio que el "problema" pueda pare-cerle a un observador. Con "visitantes" de este tipo, es probable que toda intervención sea rechazada y, de este modo, a raíz del error que comete el terapeuta al no reconocer a estas personas como "visitantes", se establece la clásica "relación de resistencia" entre él y la otra persona que se encuentra en el consultorio. En un momento u otro, todo terapeuta se enfrenta con este tipo de situación y es necesario que haga algo útil en vez de establecer una relación conflictiva. Simplemente pensar en la situación como una "visita" puede resultar más provechoso que pensar que tiene "clientes involuntarios" a quienes tiene que convencer de que verdaderamente necesitan terapia. (Por supuesto si hay un "cliente involuntario", también existe el "terapeuta involuntario" que complica toda la situación.) Es improbable que se dé la cooperación cuando los visitantes dicen que no necesitan terapia pero el terapeuta piensa y dice que sí la necesitan. Por suerte, el modo en que entrevistamos puede ser útil en esta situación y tenemos algunas pautas para indicar qué hacer. 1) Ser lo más simpático posible. 2) El terapeuta que está en el consultorio siempre está de parte de la persona entrevistada. 3) Buscar lo que funciona en vez de lo que no funciona. 106 Si, por ejemplo, una familia se encuentra en el consultorio porque la envió el funcionario encargado de la libertad condicional juvenil, a menudo resulta evidente que los miembros de esa familia se sienten agraviados por esa orden. Esto se nota especialmente cuando los padres piensan que es el hijo el que tiene el problema y no ellos. A veces esto puede ser un punto de partida para formular un problema. "Tenemos encima al funcionario de libertad condicional; ¿cómo podemos hacer para que deje de fastidiarnos?" La terapia se puede encarar con la idea de que le demuestren al funcionario que ellos no necesitan la terapia. ¿Cómo se lo pueden demostrar? Sólo si hacen cambios... y así puede comenzar la terapia. Sin embargo, este tipo de contrato por lo común no se desarrolla en la primera sesión. Por lo tanto, hemos descubierto que resulta útil hacerles a los visitantes una serie de cumplidos pero no darles ninguna tarea al final de la primera sesión. No es poco frecuente que alguien comente que "es la primera vez en mi vida que un profesional me dice algo agradable". Y así comienza a desarrollarse la adaptación y tal vez en la sesión siguiente podrían traer un motivo de consulta viable. ¿Demandantes? Se puede puntuar el comienzo de una conversación terapéutica al determinar un motivo de consulta. Por más confuso, vago, global o específico que sea, un motivo de consulta es el signo de que el terapeuta y los otros participantes pueden comenzar la terapia. De modo que "demandante" es el rótulo para codificar una relación de tipo comercial, en la que el cliente ha desarrollado alguna expectativa de solución como resultado de la entrevista. En términos generales, la tarea por realizar es clara para todos los que intervienen. Por supuesto, si el terapeuta conversa con una pareja o una familia, a algunas de las relaciones tal vez se las codifique como "visitante" mientras que otras podrán codificarse como "demandante". Cuando esto ocurre, el terapeuta sólo puede esperar que formen parte de la terapia las personas que se relacionen con él como demandantes. Por lo tanto, la distinción entre visitante y demandante sugiere que a los demandantes se les pueden dar tareas en las que han de cooperar. Cuando un visitante realiza una tarea, se trata de un buen resultado imprevisto y es necesario que el terapeuta revise su concepción de 107 esa relación. A veces continuar invitando a las sesiones a los visitantes obstaculiza la terapia o confunde a todos y, por lo tanto, sería más provechoso invitar a la sesión siguiente sólo a los demandantes. ¿Compradores? Cuando en el transcurso de una sesión el demandante da claras muestras de que no sólo tiene buena disposición sino de que quiere hacer algo respecto del problema, entonces la relación clicnte-tcra-peuta se codifica con el nombre de "comprador". En esencia los compradores se diferencian de otros demandantes exclusivamente por el modo en que describen su situación y sus objetivos. En estas situaciones el terapeuta puede encargar tareas conductuales con un alto grado de confianza en que el comprador las ejecutará y las encontrará de utilidad. Reitero, cuando el terapeuta conversa con una pareja o una familia, algunas de las personas pueden ser "demandantes" mientras que otras son "compradores" y cada tipo de relación indica qué tipo de tarea se adapta a la situación: para los compradores, tareas de conducta y para los demandantes, tareas obscrvaciona-les o reflexivas. Por supuesto, en el transcurso de una serie de sesiones estas relaciones cambian y evolucionan. Los visitantes pueden convertirse en demandantes, los demandantes en compradores y estos pueden convertirse en demandantes. El modo en que describen la ejecución de la tarea anterior es un buen indicio. Si informan sobre la respuesta en términos de conductas, entonces podrían resultar muy útiles las tareas conductuales. Si informan en términos perceptualcs o conceptuales, entonces es probable que lo más adecuado sean las tarcas no conductuales. Desarrollo de la adaptación Junto al margen izquierdo del mapa hay otra entrada destacada denominada "desarrollo de la adaptación", que simplemente representa otro aspecto del dominio sin explicar de ninguna manera qué significa. Si bien lo que hay que hacer en la entrevista para llegar a una intervención adecuada se puede esquematizar en la forma de un árbol de decisión, allí no termina todo. De alguna manera el terapcu108 ta tiene que decidir cómo tratar a la(s) persona(s) con la(s) que está conversando. Ya se trate de visitantes, demandantes o compradores, en todos los casos el terapeuta es responsable de lo que ocurra durante la sesión. No se trata de una conversación informal como la que uno podría tener con esas personas en un bar. A lo largo de toda la sesión, es necesario que el terapeuta vaya desarrollando una cierta adaptación a la(s) persona(s) que entrevista. Este tipo de relación, aunque es temporaria y se limita a la duración de la terapia, supone un tipo especial de intimidad, receptividad o armonía. Cuando se establece la adaptación, todos los participantes prestan mucha atención a lo que los otros dicen. En su forma más extrema, el sujeto hipnotizado sólo responde a la voz del hipnotizador (lo que se denomina "establecer rapport"). La adaptación es un proceso recíproco en el que participan tanto el terapeuta como las personas con las que conversa y durante el cual llegan a tenerse confianza mutua, se prestan atención recíprocamente y aceptan la concepción del mundo del otro como válida, valiosa y significativa. Al aceptar la concepción del mundo del cliente el terapeuta tiene la posibilidad de ser útil y de ayudar a resolver el problema de la manera más sencilla y fácil posible: Una vez hubo un paciente en este hospital que decía que era Jesucristo. Después de hablar con él un rato sobre los diversos dones que Dios concedió a este mundo, nos enteramos de que en el laboratorio se necesitaban estantes para la biblioteca, de modo que Millón Erickson le comentó a este paciente que sin duda (puesto que él era Jesús) había tenido experiencia como carpintero. Entonces el paciente construyó varios estantes y se convirtió en el factótum en el laboratorio. (Haley, 1973) Es mucho más fácil describir la adaptación que explicarle a alguien cómo lograrla. Por supuesto uno de los elementos es que el terapeuta se comporte de un modo tal que al cliente le resulte totalmente claro que él (el cliente) tiene todo lo necesario para resolver el problema. La única dificultad es que los clientes no saben que saben cómo resolver sus problemas. Como muchas veces les dijo Erickson a sus clientes: "Su mente consciente es muy inteligente y su 109 mente inconsciente es condenadamente mucho más lista que ustedes". Una joven madre soltera llegó a la terapia a consultar sobre las súbitas rabietas de su hija de ocho años. Después que la conversación se prolongó durante dos sesiones, se les ocurrió la idea de que la madre comprara una pistola de agua y, la próxima vez que la hija tuviera un berrinche, la madre le pusiera la pistola en la frente. La madre y el terapeuta se echaron a reír al pensar en la impresión que se llevaría la niñita. En la sesión siguiente la madre informó que había comprado la pistola y la había llenado. Verdaderamente estaba dispuesta a arrojarle el chorro de agua a la hija porque las rabietas "la tenían harta". Durante varios días la madre cargó la pistola de agua, lista para usarla. Pero, cuando la hija hizo un berrinche, todo lo que la madre pudo hacer fue reírse ante la imagen mental que se le presentó de la hija empapada. La rabieta se disipó rápidamente, tal vez porque la risa de la madre despertó la curiosidad de la niñita. Cuando la madre le contó esta anécdota al terapeuta, éste se echó a reír pensando en la imagen de la madre que se reía ante la imagen de su hija totalmente empapada. Dejando de lado el hecho de que la madre en realidad nunca le lanzó a la hija el chorro de agua, la tarea fue un éxito. El terapeuta reconoció que, cualquiera fuese el motivo o los motivos, la madre se dio cuenta de cómo utilizar mejor esa tarca en su propia situación. Había confiado lo suficiente en su terapeuta como para comprar la pistola de agua y llenarla, pero luego confió en sí misma sobre el mejor modo de usarla. Cuando existe la adaptación, el terapeuta puede confiar en que el cliente sacará el mejor provecho de la tarea. A la señora Y le resultaba sumamente difícil hacer las llamadas telefónicas necesarias para el buen desempeño de su trabajo. Le gustaba todo lo demás relacionado con su tarea y, en términos generales, tenía mucho éxito en su actividad 110 laboral. Pero si hiciera esas llamadas telefónicas seguramente tendría más éxito. Después de que la señora Y describió cómo le parecía que serían las cosas una vez que se resolviera el problema, el terapeuta simplemente le dijo que "lo que ha intentado no funcionó, de modo que, mañana, cuando vaya a trabajar, haga algo diferente". La señora Y sonrió y preguntó: "¿Eso es todo?" "Así es", le contesté. Dos semanas después la señora Y informó que todos los días iba a trabajar una hora antes de lo que era habitual o necesario. No había sido una decisión consciente sino que había surgido en forma espontánea. Sin embargo, como allí no encontraba a nadie con quien charlar, no tenía nada que hacer excepto efectuar las llamadas telefónicas. Y eso hizo. Lo que hizo de diferente la señora Y fue algo que, en algún nivel, ella decidió hacer. Obviamente era lo correcto puesto que funcionó ya que la puso en la situación de hacer lo que quería y necesitaba hacer. La búsqueda de excepciones le permite al terapeuta centrar la conversación en aquellas cosas acertadas o útiles que hace el cliente y, por lo tanto, por lo común la adaptación se desarrolla con relativa facilidad. Evidentemente, para quien participa en una conversación es mucho más agradable hablar del aspecto positivo de las cosas. La adaptación puede desarrollarse rápidamente en la primera sesión si se parte del supuesto de que el cliente va a establecer una relación de cooperación, si se buscan excepciones y si uno se pone siempre de parte del cliente. Establecimiento de objetivos Se facilita la adaptación cuando se fijan objetivos para ayudar a determinar cómo tanto el cliente como el terapeuta se van a dar cuenta de que el problema está resuelto. Sin este paso, sería dable esperar que la terapia durara para siempre. De hecho, resultaría más útil pensar en establecer modos de medir el cumplimiento del objetivo en vez de fijar simplemente la meta porque, con cierta frecuencia, el cliente es capaz de encontrar el modo de determinar que la terapia 111 j ha tenido éxito y se queda más satisfecho cuando sucede algo nuevo o diferente que no se había pensado como una medida posible del éxito. Por lo tanto, aunque la terapia breve está centrada en el objetivo, es mejor concebir la meta como un miembro cualquiera de la clase de modos en que el terapeuta y el cliente se darán cuenta de que el problema está resuelto y no como un miembro determinado de esa clase. El establecimiento de objetivos específicos influye claramente sobre el resultado (Locke, Shaw, Saari y Latham, 1981) y, en particular, son más fáciles de lograr los objetivos que el cliente percibe como alcanzables y difíciles (Bandura y Schunk, 1981; Deci, 1975; Latham y Baldes, 1975; Locke y otros, 1981) que las metas vagas o de fácil cumplimiento. En especial cuando el problema es impreciso y/o cuando no se han descripto excepciones, el establecimiento de objetivos permite abrir una puerta hacia la solución. EJEMPLO DE CASO CUATRO1 Una joven vino a la terapia porque era "frenéticamente celosa". Quería dejar de sentir celos y lo mismo deseaba el joven que era su novio desde hacía tres años. En opinión de ella, a causa de sus celos corría el riesgo de una ruptura con su novio y su deseo era casarse con él. No pudo describir ninguna ocasión en que no sintiera celos de los amigos de su novio (hombre o mujer), de los momentos que no pasaba con ella y de cualquier otro interés que él tuviera además de estar con ella. Su primera respuesta a la pregunta por el milagro seguía basada en su estado interno sin ninguna referencia a cualquier tipo de manifestaciones externas. Sólo cuando el terapeuta le preguntó: "¿Cómo se dará cuenta él (su novio) cuando se haya resuelto el problema de los celos?" comenzaron a aparecer algunas descripciones de conductas. 1) Si transcurriera todo un día en que ella no lo llamara. (A veces lo llamaba 14 veces por día.) Estaba convencida de 1 En este caso la terapia se llevó a cabo sin equipo. 112 que si él la llamara con más frecuencia, ella se sentiría mejor con la relación y por lo tanto menos celosa. 2) Si sonriera y conversara con los amigos de él en algún contexto social en vez de enfurruñarse. 3) Si saliera a pasear con sus propios amigos en lugar de quedarse sola en casa cuando no salía con él. 4) Los amigos de ella se darían cuenta si no les hablaba solamente de él cuando conversaba con ellos. En el diagrama siguiente se reproduce la parte del mapa central utilizada para describir este caso. Por razones de claridad se han eliminado las partes no utilizadas. BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES No SOLUCIÓN HIPOTÉTICA Describir diferencias entre la solución hipotética y el problema ESTABLECIMIENTO DE OBJETIVOS PRESCRIBIR: "Hacer lo más fácil de lo que podría funcionar" En este caso, la teoría puede interpretarse de este modo basándose en preguntas tomadas del COMPENDIO II. 1) ¿Existe un problema? Sí 2) ¿Existe una excepción? No 3) ¿Existe una solución hipotética? Sí Entonces, describir las diferencias entre el problema y la solución hipotética —con lo cual también se establece el objetivo—. En estas 113 condiciones la teoría indica que el terapeuta recomiende, como tarea, la "más fácil" o la parte mejor descripta de la solución hipotética. (Las partes de los mapas que aparecen en el resto del libro muestran cómo el terapeuta y/o el equipo disciplinaron sus observaciones de las sesiones terapéuticas concretas que describían y sirven para ilustrar la aplicación de la teoría a ejemplos específicos de casos.) Cualquiera de los cuatro signos siguientes, o todos, son objetivos adecuados, es decir, modos de saber que el problema está resuelto, y objetivos adecuados para una tarea. Simplemente se le puede sugerir a la joven que: 1) No llame a su novio, o 2) Sonría a los amigos de él, o 3) Salga con sus propios amigos, o 4) Cuando converse con sus propios amigos, no les hable de el. La posibilidad 1 no requiere ninguna cooperación de otras personas y, por lo tanto, podría tener la primera prioridad. Las opciones 2,3 y 4 requieren todas un mínimo de cooperación de otras personas y por lo tanto no son la primera opción para asignar una tarea. La número 2 requiere que la joven salga a pasear con su novio y que se encuentre en un contexto donde haya amigos de él, lo cual no le permite a ella mucho control sobre la realización de la tarea, mientras que las números 3 y 4 dependen de que ella esté con sus propios amigos. La opción 1, si tiene éxito, también le da a la joven la oportunidad de lograr algo que desea: que su novio la llame con más frecuencia. Se le pidió a la joven que eligiera "la que le resultara más fácil" de la lista y, en la segunda sesión, informó que había decidido no llamar a su novio. Pasó cuatro días de nervios durante los cuales había comenzado a pensar que tal vez a él verdaderamente no le importaba la relación con ella, pero al quinto día el novio llamó y salieron de paseo. Ella se sintió mejor respecto de la relación y pensó que lo mismo le pasaba a él. Desde que salieron al quinto día, ella no lo había llamado ni siquiera una vez, pero él sí. Una vez más se le recomendó que hiciera la "más fácil" y cuando él volvió a llamarla otra vez ella "rechazó" su invitación y le dijo que •^HW^ esa noche tenía pensado salir con sus propios amigos. Posteriormente él llamó todos los días y una vez le había enviado flores. Puesto que ella había dado una descripción tan buena de cuatro signos que le permitirían al novio saber que el problema de celos estaba resuelto y puesto que cualquiera de los cuatro podía ser igualmente funcional, dejarla elegir la más fácil le daba a la joven una mayor sensación de control, lo cual tenía su importancia porque para ella sus celos eran "descontrolados". Es fácil diseñar las tareas cuando la descripción que hace el cliente de una solución hipotética incluye suficientes detalles de conductas (es decir, objetivos concretos y específicos) que se pueden encargar como tareas del mismo modo que si fueran excepciones. Cuando este uso de la técnica de la bola de cristal (Erickson,1954; de Shazer, 1978a, 1985) incluye más de un ejemplo y todos son igualmente válidos, entonces el terapeuta puede indicar que el cliente ejecute la más fácil. En este ejemplo no se excluye ninguna de las cuatro opciones porque la nueva conducta depende enteramente de la iniciativa o colaboración de otras personas. Cumplidos Cuando el terapeuta regresa al consultorio después de haber consultado con su equipo detrás del espejo o después de haber reflexionado solo acerca del caso, comienza los mensajes de intervención con una serie de cumplidos. Se trata de afirmaciones acerca de algo que haya dicho el cliente que puede considerarse útil, eficaz, bueno o divertido. Esto ayuda a facilitar la adaptación entre el cliente y el terapeuta y por ende la cooperación en la tarea que tienen entre manos. Muchas veces, entre los cumplidos (de la primera sesión) se incluyen afirmaciones sobre la dificultad de lograr el objetivo elegido y algunas afirmaciones, basadas en las excepciones, sobre los progresos realizados para llegar al objetivo y sobre su factibilidad general. En sesiones posteriores, con frecuencia los cumplidos se concentrarán principalmente en los progresos realizados para llegar a cumplir la meta. "Adaptación" es un término cualitativo que se refiere a la relación entre el cliente y el terapeuta, el rumbo que toma la entre 114 115 vista, el (los) objetivo(s), todo lo cual contribuye a lograr que el presente se proyecte hacia el futuro y de este modo dar sentido a la situación terapéutica. Conjunto de todas las tareas conocidas El análisis de modelos de casos (de Shazer, 1978b, 1979a, 1979b, 1982b, 1985; Dolan, 1985; O'Hanlon, 1987) señala la índole específicamente situacional de las intervenciones terapéuticas. Este modo de considerar la labor permite la transferibilidad de las tareas —o del modelo de tarea— entre problemas o síntomas o motivos de consulta que varían muchísimo entre sí. Es decir, si la descripción del caso Q incluye una excepción espontánea y lo mismo ocurre en los casos D y J, entonces una tarea que supone predicciones probablemente resultará útil en el caso Q puesto que ha sido eficaz en los casos D y J. Por supuesto habría que adaptar la tarea para que sirva (una variante), pero el modelo de la tarea (el tema) sería el mismo o por lo menos estaría basado en los mismos principios. Aquí (en el mapa) es donde se ponen en juego la experiencia y las lecturas del terapeuta. Cualquier tarea que algún terapeuta haya considerado útil podría transferirse y modificarse para adaptarla a los modelos concretos que funcionan en una situación clínica determinada. Conjunto de reglas útiles para diseñar o inventar tareas nuevas Los objetivos ayudan a definir el modo en que el cliente y el terapeuta se van a dar cuenta de que el problema está resuelto. En un sentido muy concreto y real, los objetivos son el blanco al que apuntan el terapeuta y el cliente y, por lo menos en la terapia breve, las tareas son como flechas. Es decir, las tareas están destinadas a llegar a la meta del mismo modo que la flecha está destinada a dar en el blanco. Como una flecha que se dispara con el arco, una vez que se asigna una tarea, o bien puede cumplir el objetivo o bien no, aunque el terapeuta y el cliente se darían por satisfechos si por lo menos se dirige hacia el objetivo (por ejemplo, aumento de la conversación sobre el cambio). El terapeuta apunta hacia cualquier sitio del objetivo mientras que el arquero apunta al centro del blanco. 116 Una vez diseñada una buena flecha, es necesario acomodarla bien antes de poder dispararla con el arco. Del mismo modo, se puede considerar que el diseño de la intervención comienza en verdad durante la conversación entre el terapeuta y el cliente, y es necesario que el terapeuta prepare el terreno para la asignación de la tarea durante la entrevista misma concentrándose en la conversación sobre el cambio. Buscar excepciones y definir cómo darse cuenta de que el problema se ha resuelto son dos de las técnicas destinadas a suscitar y estimular la conversación sobre el cambio. La eficacia de una tarea bien diseñada depende, por lo menos en parte, de lo lógica y razonable que le parezca al cliente, y esta lógica se construye en la conversación sobre el cambio que se lleva a cabo durante la sesión. Pautas generales 1) Advertir qué tipos de cosas hace el cliente que sean buenas, útiles y eficaces. 2) Tomar nota de las diferencias entre lo que ocurre cuando aparece alguna excepción y lo que ocurre cuando aparece el problema. Fomentar el primer caso. 3) En lo posible, conseguir descripciones de las excepciones paso por paso. a) Descubrir lo que funciona, y/o b) descubrir lo que ha funcionado, y/o c) descubrir lo que podría funcionar, y entonces d) recomendar lo más fácil. Si algunos aspectos de la excepción (o del problema) son de alguna manera aleatorios, entonces e) incluir algo arbitrario o dejar algún lugar para el azar en la tarea. 4) En caso necesario, conseguir descripciones del problema paso por paso. 5) Advertir las diferencias entre cualquier solución hipotética y el problema. 6) Imaginar una versión resuelta de la situación problemática por medio de: a) hacer excepciones a la regla, b) cambiar la localización del modelo del problema, c) cambiar a quienes participan en el modelo del problema. 117 d) cambiar el orden de los pasos dados, e) agregar un nuevo elemento o paso al modelo del problema, f) aumentar la duración del modelo, g) introducir comienzos y finales arbitrarlos, h) aumentar la frecuencia del modelo, i) cambiar la modalidad de la conducta problemática. 7) Decidir qué será lo adecuado para el demandante/comprador, es decir qué tarea, basada en qué variable (desde a hasta i) tendrá sentido para un determinado cliente. ¿Cuál es la que más probablemente aceptará el demandante? ¿Cuál es la que más probablemente ejecutará el comprador? Por ejemplo, si una pareja tiene un problema común, hay que darles una tarea común, de cooperación. Si sólo uno de los miembros de la pareja trae el problema como comprador, darle al "comprador" una tarea que implique hacer algo y a la otra persona una tarea de observación. En los capítulos que siguen se utilizarán ejemplos de casos para ilustrar los diversos rumbos que se muestran en el mapa central de esta teoría de la solución. En los mapas fragmentarios del mapa central se pondrán de relieve los senderos para ayudar a distinguir entre las diversas opciones. Desconstrucción:1 un modo de desarrollar el foco Los filósofos constructivistas (Watzlawick, 1984) han señalado que la realidad es más lo que pensamos de ella que lo que podría ser efectivamente. Los principios de la recontextualización y las ideas constructivistas en que se basa, es decir, cambiar el marco y/o concepción conceptual y/o emocional en relación con el cual se experimenta una situación y colocarla en otro marco de referencia que se adapte a los "hechos" de la misma situación concreta igualmente bien o inclusive mejor y de este modo le cambie su significación total (Watzlawick, Wcakland y Fisch, 1974, pág. 95) desde hace mucho tiempo forman parte de los usos y costumbres de la terapia breve y cumplen una función muy importante en muchas escuelas de terapia familiar. Según Goffman (1974), los marcos son definiciones de una situación que "se construyen de acuerdo con principios de organización que gobiernan los acontecimientos —por lo menos los sociales— y la participación subjetiva que tenemos en ellos" (pág. 10). Los marcos son las "reglas" mediante las que construimos nuestra reali1 El término "desconstrucción" lo utilizamos aquí tratando de adaptarlo a las concepciones del "constructivismo radical" (von Glasersfeld, 1984). No necesariamente se lo utiliza en el sentido de la "desconstrucción" en la crítica literaria del modo en que lo haceDerrida (1981) y el uso de términos semejantes, como el de "indecidibles" no es necesariamente coincidente. Cualquier semejanza en el uso y en la significación es un resultado no planeado. 118 119 dad y habría reglas diferentes para las diferentes situaciones. La recontextualización, entonces, es un proceso mediante el cual se puede ayudar al cliente a transformar "sus" reglas para crear sentido a partir de una situación problemática concreta. A veces los marcos de los clientes, o el modo en que definen lo que sucede, parecen demasiado globales. Por supuesto, todo marco puede describirse como si por lo menos ayudara a determinar la conducta de una persona. Pero en ciertos casos los clientes contex-tualizan sus dificultades y problemas de un modo tal que los marcos se convierten en "hechos de la vida". Por ejemplo, una persona podría atribuir todos sus problemas al hecho de que el sol sale por el este. Esto le parecería absurdo a un observador, pero podría llevar a que el usuario del marco se comportara de un modo inusual y extravagante. En la medida en que esa premisa ayuda a determinar el modo en que la persona ve las cosas y, por lo tanto, el modo en que se comporta, es improbable que surjan diferencias provechosas. Pero una vez que la persona llega a dudarác esa premisa, entonces aparece una expectativa de cambio (de Shazer, 1985) y se hacen por lo menos posibles, y tal vez probables, conductas diferentes e ideas diferentes. Desconstrucción En la mayoría de los casos, las excepciones y su relación con el objetivo le permiten al terapeuta y al cliente poner un foco durante el transcurso de la terapia. En cualquier entrevista concreta fácilmente se puede poner el foco en la tarea que se tiene a mano y ambos pueden darse cuenta sin esfuerzo cuando el problema esté resuelto en forma satisfactoria. Pero cuando se trata de un marco de referencia global, es muy difícil poner el foco porque todas y cada una de las cosas caen dentro del objetivo de la terapia. Crear alguna duda sobre marcos de referencia globales supone un proceso cuya mejor denominación es la de desconstmcción del marco. Durante la entrevista, cuando en primer lugar el terapeuta ayuda al cliente a buscar excepciones, y luego cuando lo ayuda a imaginar un futuro sin el problema, implícitamente el terapeuta está quebrando el marco de referencia en fragmentos cada vez más pequeños. A medida que se hace cada vez más evidente que se trata de un marco de referencia global, el terapeuta ayuda al cliente a que p^^HP^ oueda descomponerlo en sus partes integrantes. Hay tres razones fundamentales para fracturar el marco: 1) El terapeuta muestra que acepta al cliente tal cual es al escuchar con mucha atención y hacer preguntas escrupulosamente, 2) el terapeuta trata de introducir alguna duda acerca del marco de referencia global, y 3) el terapeuta busca algún elemento de la construcción del marco a partir del cual se pueda elaborar una solución. La técnica de la confusión es una versión de este procedimiento destinado a llevar al cliente a que pida claridad y especificidad. En términos muy generales, el proceso de desconstrucción está destinado a llevar la situación terapéutica a algún tipo de momento indeci-dible, a algún punto en el que la lógica del marco global requiera pensamientos, sentimientos y conductas que se apartan de las que utiliza habitualmente el cliente. Cuando hay en juego marcos globales, el terapeuta busca algún punto dentro de la lógica del cliente que éste no haya llevado hasta una conclusión lógica o bien, cuando el motivo de la consulta está abiertamente centrado en algún aspecto preciso o singular de la vida, el terapeuta busca algo que se encuentre fuera de los estrechos límites del problema tal como el cliente lo describe. En términos más formales, el propósito del terapeuta y el cliente que trabajan juntos para dcsconstruir un marco de referencia global y/o un problema consiste en producir un elemento indecidible, un punto focal sobre el cual construir una solución. Un indecidible funciona como una intervención desorganizadora que socava el marco global del cliente o por lo menos lo agujerea. Con frecuencia esto logra desorientar y confundir al cliente porque éste no puede decidir qué es lo que sucede sobre la base de su lógica habitual. El terapeuta busca algún punto, cualquiera, en el sistema lógico del cliente que no tenga lógica, un punto que permita derrumbar la construcción problemática en su conjunto. Por supuesto, se puede considerar que cualquier punto o elemento indecidible simple se relaciona con el sistema en su totalidad, es algo complejo. Construir sobre un elemento indecidible permite que se desarrollen marcos más útiles. 120 121 Casos difíciles Los marcos de referencia influyen sobre el modo en que el usuario (el creador) se comporta con otras personas y, por lo tanto, sobre el modo en que se comporta consigo mismo. Mead (1934) señaló que la autoimagen de una persona se basa en el modo en que esa persona considera que la ven los demás. Así, si un terapeuta contextualiza un caso como "difícil", es probable que utilice con el cliente conductas consideradas adecuadas para tratar con casos difíciles. Con frecuencia las personas que se comportan de un modo extraño y/o tienen ideas extravagantes viven la experiencia de tratar con terapeutas que los consideran casos "difíciles". De modo que si el cliente ve que el terapeuta lo trata como un "caso difícil", entonces pasa a considerarse personalmente como tal y en consecuencia aparece un caso difícil. El marco "caso difícil" se convierte en una profecía de autocumplimiento. Sin embargo, la conceptualización existente sobre recontextualización y autoimagen indica que, cuando el terapeuta le pone un contexto diferente a las cosas y responde de modo distinto al que espera el cliente, el cliente llegará a verse a sí mismo de un modo distinto. Así es posible que se ponga en duda el marco de referencia del cliente y podrían aparecer conductas más útiles. A primera vista, la idea de ayudar al cliente a poner en duda el modo en que contextualiza las situaciones puede parecer absurda e insignificante y tal vez se piense que se trata simplemente de los conceptos "tradicionales" sobre "casos difíciles". Pero, desde hace mucho tiempo la teoría general de los sistemas ha considerado como un axioma la idea de que una diferencia o cambio en alguna parte de un sistema provocará repercusiones (y transformaciones) en otras partes de él. Esta idea simple constituye el fundamento de la terapia breve en general (Weakland, Fisch, Watzlawick y Bodin, 1974; de Shazer y otros, 1986). Puesto que se puede considerar a los marcos de referencia globales como si fueran "reglas" para definir la vida en general y no situaciones concretas, la recontextualización de una situación específica no le dará al usuario ninguna noticia de que se haya producido una diferencia. Aun cuando se acepte la recontextualización, no habrá ninguna diferencia que tenga sentido porque todavía el marco 122 wP^^WF^' de referencia general continuará aplicándose a todo lo demás. Por ejemplo, si un niño es considerado mentiroso, el hecho de que una vez diga la verdad por lo común no modificará el modo en que lo perciben quienes usan el marco: todavía seguirá siendo mentiroso. O bien si a un niño se lo considera "malo", eliminar una mala conducta tendrá muy poco o ningún efecto en los padres y en el modo en que éstos contextualizan su experiencia con el hijo. En aquellos casos en que el cliente presenta un marco de referencia global, es muy improbable que él y el terapeuta tengan éxito en la búsqueda de excepciones. Aun cuando el terapeuta y/o el equipo vean con claridad que hay algo que puede coastituir una excepción poten-cialmente útil, esto no tendrá ningún sentido para el cliente. Los casos analizados en este capítulo habitualmente se describen como "casos difíciles". Hay que tener mucho cuidado: "casos difíciles" simplemente es el nombre del marco que con frecuencia utilizan los terapeutas para definir qué es lo que sucede en ciertos casos. Existen muchas razones para poner este rótulo, pero todo se reduce a lo siguiente: las ideas extrañas y la conducta extravagante parecen requerir complicadas descripciones y elaboradas metáforas explicativas, es decir, dan como resultado un "caso difícil". De esto se sigue la idea no muy útil de que una descripción compleja significa que detrás de ella existe una realidad compleja y que, por consiguiente, la terapia debe ser igualmente complicada. Esta idea se basa en la imposibilidad de distinguir entre "mapa" y "territorio". Simplemente un mapa no es el territorio. Una descripción no es el problema que describe. Lo único que requiere un mapa para que "sirva" es que resulte útil, que permita a los usuarios llegar hasta donde quieren ir. Por ejemplo, para ir desde Illinois hasta California, pasando por Denver, todo lo que se necesita es un mapa que diga: tome la Interestatal 80 oeste y siga por ella. No es necesario saber que en el camino se va a atravesar Omaha y no es necesario saber nada sobre los ríos y montañas. Por supuesto uno se perdería una cantidad de cosas interesantes si en los viajes se limitara a seguir este mapa rudimentario, pero llegaría a donde quiere llegar. El fragmento siguiente del mapa se utilizó para describir los casos presentados en este capítulo. Una vez más, las partes del mapa central que no ilustran estos casos han sido eliminadas. 123 Formulación del problema Sí W^^^P;.. BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES No -----MARCO — GLOBAL DESCONSTRUIR EL MARCO Poner el foco en algo pequeño y fácil de hacer experi-mentalmente dentro del marco del cliente Las preguntas sobre estos casos, derivadas de la teoría, son: 1) ¿Existe un problema? Sí 2) ¿Existe una excepción? No (Esta respuesta elimina todas las secciones que tienen que ver con excepciones deliberadas y espontáneas.) 3) ¿Existe una solución hipotética? No 4) ¿El problema es concreto y específico? No 5) ¿El problema es vago o confuso? No Entonces, comenzar a desconstruir el problema. Es necesario tener mucho cuidado al sacar conclusiones de los estudios de casos singulares e inclusive del estudio de varios casos que ilustren el mismo punto: puede tratarse simplemente de excepciones a alguna regla general desconocida o puede tratarse inclusive de simples casualidades. Pero pueden ser importantes: pueden ser anomalías que lleven a alguna nueva comprensión teórica y/o a nuevas técnicas de intervención. 124 Un acontecimiento único, tal como el que se describe en el caso ¡anuente, proporciona un punto de partida. Aunque las transformaciones rápidas no son inusuales en la práctica de la terapia breve, la sencillez del enfoque de lo que tradicionalmente ha sido considerado un "caso difícil" indicó que éste era un territorio inexplorado. EJEMPLO DE CASO CINCO Terapeuta: "Le apuesto a que la mayoría de la gente no cree que usted sea verdaderamente el diablo". Un hombre de 28 años, el señor F, afirmaba que era el diablo: la serpiente del jardín del Paraíso. (Sus antecedentes clínicos señalaban que no se trataba de una idea nueva. Había hecho esta afirmación desde que tenía ocho años.) Por lo tanto sostenía que él era la causa esencial de todo el mal en el universo. En este momento se encontraba en una casa de reposo después de haber estado en el hospital. En los cuatro años anteriores no había podido conservar un trabajo por más de una semana. Ahora quería trabajar y no deseaba regresar a la granja de sus familiares, puesto que había estado separado de ellos durante cuatro o cinco años. Durante los pasados 20 años había entrado y salido de la terapia, había entrado y salido de hospitales y con mucha frecuencia había estado bajo el efecto de medicamentos. Quería romper este modelo pero tenía muy pocas esperanzas de lograrlo, aunque pensaba que el primer paso era liberarse de los medicamentos y salir de la casa de reposo. El señor F aceptó fácilmente que la mayor parte de la gente no creía que él fuese realmente el diablo. Le señale que si yo estuviese en su lugar esta falta de confianza en verdad me fastidiaría muchísimo. Estuvo de acuerdo. Y además, que yo si estuviera en su lugar, creía que yo querría demostrárselo a todos los que dudaban. Admitió que quería demostrárselo a la gente, en especial a su familia. Me pregunté cómo se las iba a ingeniar. Dijo que la maldad última era el holocausto nuclear y que ésa sería la prueba. Acepté que el holocausto sin duda era lo suficientemente perverso como para ser la maldad última. Sin embargo, yo veía un único problema. Una vez más, le dije que, si yo estuviera en su lugar, creía que querría que la gente se 125 •P^^H^P^ rebajara y admitiera la verdad: que él era en verdad el diablo y la causa de todo el mal en el universo. Pero, después del holocausto, no quedaría nadie para admitir esa verdad. ¿Cuál sería el beneficio? Mientras yo hacía estas afirmaciones (que acabo de expresar en forma muy resumida) el señor F permanecía sentado, inmóvil, con los ojos muy abiertos y sin pestañear. Entonces me puse de pie y el hizo lo mismo. Nos estrechamos las manos y fijamos el horario para la siguiente reunión. Sin ninguna duda, oponerse a la pretensión del señor F de que él era la serpiente no había funcionado durante los 20 años anteriores, de modo que yo tenía que asegurarme de que no permitiría que eso sucediera. Yo tenía que aceptar su premisa, su marco de referencia global. La conversación se desarrollaría con toda naturalidad hasta que yo pudiera incorporar algún "error" en las conclusiones que se deducían de sus creencias o del modo en que él contcxtuali-zaba su situación. De esta manera se introduciría alguna duda. Durante las dos sesiones siguientes habló exclusivamente de los pasos que daba para salir de la casa de reposo. Con la aprobación de su médico, gradualmente iba suspendiendo la medicación y comenzó a buscar trabajo. Había presentado varias solicitudes de empleo y había conseguido la ayuda de una agencia de colocaciones. Durante las dos semanas que siguieron a la primera sesión no se había sentido "raro" de ninguna manera (y no se había comportado en forma "rara" según el personal de la casa de reposo). En ninguna de las dos sesiones se habló del diablo. A las pocas semanas había conseguido el puesto de acompañante con cama de un hombre de avanzada edad. Estaba encargado de hacer las compras, cocinar, lavar y planchar, hacer la limpieza de la casa, bañar a su empleador, ayudarlo a vestirse y conducir el automóvil para llevarlo de paseo. El único contacto que tuve con él durante este período fue telefónico, cuando me informó que se encontraba bien. Cuando llevaba tres meses en este trabajo me llamó un lunes para pedir una entrevista que no fue posible fijar hasta el viernes de esa misma semana. Dijo que en un primer momento había llamado para que le dieran alguna medicación pero que ya no sentía esa necesidad. El sábado anterior había comenzado a sentirse "raro" nuevamente, a pensar que era el diablo, etc. Pero tenía que continuar bañando a su 126 jefe, de modo que eso fue lo que hizo. Luego, aun cuando se sentía "raro", tuvo que ayudarlo a vestirse, preparar la cena, lavar la vajilla y hacer la limpieza. En el momento en que había terminado sus tareas, estaba tan cansado que se fue a la cama y se quedó dormido inmediatamente. A la mañana siguiente, aunque todavía se sentía raro, tuvo que ayudar al anciano a vestirse, llevarlo en auto a la iglesia y luego conducirlo de vuelta a su casa. Había que hacer las compras, limpiar la casa, preparar la cena, etc. Continuó con su trabajo mientras seguía sintiéndose raro. El lunes simplemente estaba agotado pero ya no se sentía raro. Anteriormente, cuando había tenido ataques de este tipo, terminaba en el hospital al cabo del primer día. Se le hubiese administrado medicación fuerte y hubiese perdido su empleo puesto que le hubiese llevado de cuatro a seis semanas salir del hospital. Pero esta vez se había obligado a continuar trabajando. El domingo había hecho un descubrimiento muy interesante: no era él la fuente de todo mal; era Dios. De hecho, en su opinión, en verdad él había estado protegiendo al universo del perverso Dios. Desarrolló este libreto con mucho detalle y se explayó bastante. Al final de la sesión nos estrechamos las manos y le dije: "Déjelo ahí. El Señor sabe que necesitamos toda la protección que podamos conseguir". Esbozó una amplia sonrisa y no dijo nada. No concurrió más a la terapia. Al cabo de un año, cuando hizo un pago de la factura, informó lo siguiente: continuaba con su trabajo y se sentía bien. Durante los cuatro años anteriores, las visitas realizadas a su familia habían terminado siempre en una internación. Pero, desde que consiguió ese empleo, visitó a su familia dos veces y en ningún momento comenzó a sentirse raro. No había tomado ninguna medicación y no había estado internado. También informó que se sentía "un poco raro" de vez en cuando pero no le daba importancia y continuaba con lo que estaba haciendo en esc momento. EJEMPLO DE CASO SEIS El éxito evidente del método en el caso anterior nos llevó al enfoque siguiente, que consistió en tratar de desconsíniir un marco global ayudando al cliente a desarrollar dudas acerca de cómo con127 textualiza su situación vital en conjunto. En este punto se dedujo una regla tentativa: El proceso de desconstrucción supone aceptar como lógico el marco de referencia de la gente hasta el momento en que produce conductas problemáticas. Se explora la situación total hasta que aparece un elemento indecidible o un foco potencial. Entonces se pone en cuestión la lógica de la conducta dentro del marco de la persona. Terapeuta: "¿Cómo es que la CÍA envió asesinos tan incompetentes?" La terapia comenzó cuando el señor G, veterano de Vietnam y ex agente de la CÍA, se presentó a la consulta porque había un complot en contra de él. Los conspiradores recientemente habían intensificado las acciones ya que habían introducido accidentalmente a alguien en la parte posterior de su camioneta por segunda vez en seis semanas. La señora G vino a consultar porque el señor G había comprado hacía poco tiempo un arma portátil y la llevaba en el auto. Ella temía por su vida y la de sus dos hijos. Había dado aviso a la policía local. El señor G había tratado de darle garantías a su esposa sobre su propia seguridad y la de sus hijos, pero la forma violenta en que la atacaba en medio de la noche le había suscitado dudas. En opinión de ella, la conducta de su marido y sus propios temores "empeoraban día a día". La señora G quedó muy preocupada cuando su marido destrozó el televisor y el teléfono en busca de micrófonos ocultos y cuando se puso a recorrer la casa haciendo guardia durante la mayor parte de la noche. A ella no le preocupó que él no durmiera y por lo común el hombre durante su patrullaje no hacía nada que molestara a ella ni a los hijos hasta las cuatro noches anteriores, en que comenzó a llevar consigo una pistola automática cargada. El señor G asumía su propia defensa al tiempo que protegía a su esposa, a sus hijos, a sí mismo y al hogar. Puesto que había trabajado para la CÍA, sabía cómo actuaban y por eso destrozó el televisor, el teléfono, los aparatos de radio y buscaba micrófonos ocultos por toda la casa. El sabía que el accidente con el auto no era 128 tal accidente sino que se trataba en realidad de un frustrado atentado contra su vida. Durante los 18 meses anteriores su esposa había tratado de convencerlo por medio de la lógica de que se estaba imaginando cosas: la CÍA no iba a salir a buscarlo a él y los accidentes eran simplemente accidentes. Sin embargo, ese método no funcionó. Todo lo que hizo el señor G fue hablar cada vez menos con ella en general y guardar silencio acerca del complot al tiempo que pensaba cada vez más en él. De hecho, en los últimos tiempos había comenzado a aislarse y prácticamente casi no hablaba con su esposa sobre ningún tema. El método de la esposa había consistido en ser realista y en tratar por medio de la conversación que él dejara de lado sus creencias, pero eso no funcionó y es importante que el terapeuta no haga nada que ya no haya funcionado. Por lo tanto, el primer paso es aceptar las creencias del señor G literalmente; comportarse como si existiera un complot de la CÍA en contra de él. Luego, pensar en lo que puede haber de equivocado en los detalles de su descripción del complot. Dicho en términos más simples, el error en la descripción es que los dos atentados contra su vida habían fallado miserablemente: la CÍA ni siquiera había estado cerca de matarlo. ¿Cómo es posible? Cuando la CÍA planea matar a alguien, lo logra. Por lo tanto, la pregunta es: ¿Por qué enviaría la CÍA asesinos incompetentes? ¿Qué la pasa a la CÍA? Siguiendo esta línea de pensamiento, le pregunté al señor G: "¿Cómo es que la CÍA envió asesinos tan incompetentes?" "¿Lo normal no es que los agentes de la CÍA sepan lo que hacen?" "Si usted quisiera matar a alguien que estuviera en su situación ¿no lo haría mejor?" "¿El tipo ya no estaría muerto?" "¿Qué le pasa a la CÍA?" Estuvo de acuerdo en que si él hubiese querido matar a alguien con sus características, el individuo ya estaría muerto. No podía imaginarse por qué la CÍA había enviado gente tan incompetente y le pedí que pensara en este enigma. Entonces cambié de tema de conversación y, en un comentario totalmente incidental, le señalé que las armas cargadas no eran el mejor modo de proteger a su familia. ¿Qué pasaría si por casualidad el revólver se disparara y accidentalmente él matara a uno de sus hijos o a su esposa? El no quería que esto sucediera y aceptó pensar en no llevar las armas cargadas dentro de la casa. 129 Luego pedí hablar a solas con la señora G durante algunos minutos. Le dije que, puesto que tratar de razonar lógicamente con él no había funcionado, debería dejar de intentarlo. Sus reiterados intentos de convencerlo de que estaba equivocado sólo lograrían que él pensara que ella formaba parte del complot y que estaba tratando de que él bajara la guardia. En verdad, dijo ella, desde hacía poco tiempo, su marido había comenzado a acusarla de formar parte del complot. Le sugerí que, cada vez que ella creyera que él estaba pensando en el complot, se acercara a él muy despaciosamente y —sin decir una palabra— lo abrazara. No debía pelear con él por el complot y no debía marcharse cuando él se mostraba reservado. El señor G interpretaba la incredulidad de su esposa como una prueba de que ella creía que él estaba loco. También interpretaba el hecho de que ella simplemente "lo dejara con sus cavilaciones" como una prueba más de que no creía que la CÍA lo buscaba. Por lo tanto, si ella evitaba alejarse de él cuando estaba pensando en el complot y, en lugar de eso, lo abrazaba, puesto que se trataba de una conducta bastante diferente, había alguna posibilidad de que él interpretara que ella ya no creía que estaba loco. Esta interpretación se reforzaría cuando ella ya no diera argumentos "lógicos" acerca de la situación. El proceso de desconstrucción llevó a un punto focal en el que había alguna posibilidad de recontextualizar globalmente toda la situación. La premisa central del señor G (es decir, el modo en que contextualizaba o definía lo que estaba sucediendo) era que la CÍA lo buscaba. No tenía ninguna duda acerca de eso. Al aceptar esa premisa tuve la posibilidad de comenzar a introducir alguna duda al cuestionar la conducta de la CÍA y por ende la premisa central que él sostenía. Del mismo modo, las recomendaciones a la señora G tenían el propósito de introducir una duda en la idea que tenía el señor G de que ella creía que estaba loco. En ambos casos las dudas son esenciales para el éxito de la terapia porque es necesario que el cliente "comprenda" el marco global que le ha puesto a la situación para poder crear opciones. Mantuve mi marco de referencia durante el desarrollo de las sesiones posteriores. Cada vez que aparecía el tema de la CÍA, me preguntaba por la razón de esos agentes incompetentes. El compartía esta intriga. Entonces yo cambiaba el tema de conversación y le preguntaba si había hecho algo bueno para él, y entonces él se refería 130 •Bilr a los esfuerzos que había hecho para arreglar la casa para poder venderla. Después de la quinta sesión, abandonó sus ideas sobre el complot (o por lo menos dejó de hablar de él y dejó de actuar como si creyera que era una realidad). De vez en cuando todavía oía voces provenientes del televisor, pero ahora sabía que no eran reales y por lo tanto no le provocaban ninguna reacción. La señora G informó que había seguido las recomendaciones y había descubierto que su esposo era sumamente receptivo. Cuando ella resistía el impulso de razonar lógicamente o de alejarse de él y en lugar de eso lo abrazaba, él dejaba de lado su "malhumor" y volvía a sus tareas. Durante la decimoséptima sesión (tres meses después de la primera), el señor G informó que tenía el plan de volver a trabajar la jornada completa puesto que ya tenía la casa lista para vender. Ambos cónyuges informaron que podían hacer trabajo en equipo y que había mejorado su vida sexual. (Seis meses después, él todavía continuaba hablando de que volvería a trabajar la jornada completa, pero todavía no había hecho nada al respecto. De vez en cuando continuaba oyendo cosas en el televisor pero ya no prestaba atención a lo que se decía. El matrimonio continuaba funcionando bien.) Una vez que se introdujeron algunas dudas en la primera sesión, me concentré en lo que hacía cada uno de ellos que pudiera resultar bueno individualmente y para su relación. Una vez descriptas estas actividades, los alenté a que hicieran más de lo mismo. Es decir, me concentré en trabajar con ellos para construir un matrimonio más satisfactorio sobre la base de lo que hacían y que resultara bueno para ellos (de Shazer, 1985). Dicho en términos simples, por un lado la "duda" se puede considerar como un modo de introducir una pequeña diferencia, o una excepción al marco global mientras que, por el otro lado, se puede considerar que los "abrazos" constituyeron un pequeño paso hacia la solución. A medida que aumentaron los abrazos, hablamos más de lo que estaban haciendo y que resultaba bueno para ellos. A medida que aumentaba la duda, hablábamos cada vez menos de la CÍA. Los abrazos y las dudas en conjunto les permitieron construir una concepción de la realidad más funcional. 131 Conclusión Por supuesto, no todo método funciona siempre. Al parecer, los fracasos en los "casos difíciles" a menudo se asocian con el hecho de que el terapeuta no acepta literalmente el problema del cliente, es decir, si yo hubiera tratado de hablar con mi cliente para convencerlo de que no era el diablo o bien hubiera hecho el tratamiento de la (así llamada) psicosis, en lugar de ayudarlo a salir de la casa de reposo, como él pedía, entonces hubiera resultado muy difícil que existiese cooperación y no se hubieran cumplido los objetivos ni del terapeuta ni del cliente. Estos casos indican que la realidad se construye con un material bastante endeble y no con piedra y hormigón. Para los terapeutas, ésta es una buena noticia. Hasta los problemas que tradicionalmente se consideraban "difíciles" son pasibles de una rápida transformación... en las condiciones adecuadas: 1)E1 marco que el cliente le pone a su situación al parecer es algo global e integral. El cliente considera que el marco es "un hecho de la vida". Esta única idea central al parecer es la que determina muchas conductas, pensamientos, sentimientos y percepciones diferentes en muchos contextos diferentes. 2) Terapeutas anteriores y otras personas allegadas han intentado señalar lógicamente el error que interviene en esta contextualización. 3) La desconstrucción supone que el terapeuta acepta como lógico el marco del cliente hasta el punto en que produce conductas, pensamientos, sentimientos y percepciones problemáticos. 4) La desconstrucción supone que el terapeuta explora la situación del cliente, a veces en forma muy detallada y exhaustiva en busca de un punto focal o un indecidible. 5) Una vez que aparece un punto focal, el terapeuta cuestiona la lógica de la conducta, pensamientos, sentimientos y percepciones dentro del marco del cliente. 6) El terapeuta trata de conseguir que otras personas estrechamente vinculadas con el cliente se comporten como si 132 aceptaran la realidad del marco del cliente. Por lo común esto implica la inversión de conductas típicas. 7)E1 terapeuta estimula todo aquello que el cliente hace que resulte útil, eficaz, bueno y divertido. 8) El terapeuta trata de descubrir cuándo no está operando el marco de referencia en los momentos en que el cliente y sus familiares hubiesen esperado que estuviese funcionando. 133 •I^WP' 8 Uso de la teoría La teoría (capítulo 6) sirve para describir los senderos alternativos que sigue la interacción terapeutacliente durante las sesiones terapéuticas. Cada uno de los siguientes ejemplos de casos está precedido por la parte del mapa central que se le puede aplicar. El modo en que el terapeuta describe un caso para sí mismo a comienzos de la primera sesión inmediatamente restringe la gama de posibles soluciones. Esta descripción inicial y/o formulación del problema, aunque a menudo es imprecisa, ayuda a determinar dónde comienza la búsqueda de excepciones. Una elección "equivocada" puede llevar a una decidida falta de adaptación, a una mala selección de tareas y al fracaso. EJEMPLO DE CASO SIETE Búsqueda de excepciones Espontáneas DESCRIBIR LAS DIFERENCIAS ENTRE LAS EXCEPCIONES Y EL PROBLEMA I FIJAR OBJETIVOS i PRESCRIBIR: AJ azar hacer más de lo que funciona 134 Las siguientes preguntas ilustran el modo en que usamos esta parte del mapa central. 1) ¿Existe un problema? Sí 2) ¿Existe una excepción? Sí Describir la(s) diferencia(s) entre el problema y la(s) excepción(es). 3) ¿Es deliberada? No Entonces hay que permitir la intervención del azar en cualquier tarea asignada. 4) ¿Existe un objetivo? Sí Sesión 1 Una joven llegó a la terapia porque se sentía deprimida todo el tiempo. El terapeuta definió el problema más o menos del mismo modo y comenzó a buscar excepciones, es decir, momentos en que la joven no estuviera deprimida. Se descubrieron unas cuantas excepciones y se definieron claramente en términos conductuales. Una de las ideas de la joven aparecía en primer plano: los hombres que tuvo en su vida contribuyeron a que se sintiera deprimida. Pero el problema quedó definido en relación con estados internos. El terapeuta le encargó una tarea que consistía en prestar atención a lo que sucedía cuando se presentaba la excepción y notar si había algo diferente en esas ocasiones. Sesión 2 La joven informó que había observado detalladamente pero dijo que las cosas no andaban mejor. De hecho estaban peor que nunca. La tarea le había proporcionado una nueva perspectiva sobre su situación. Lo que verdaderamente la deprimía era la relación con su novio... y nada más. Pero terminar esa relación estaba "totalmente descartado". Ella pensaba que era necesario que su novio cambiara para que la relación mejorara. No veía ninguna posibilidad de que él 135 concurriera a terapia pero estaba dispuesta a hacer lo posible para ayudarlo a cambiar. ¿MEJOR?------. No-------- Verificar la ejecución de la _„ Sí------. Desconstruir el tarea modelo del problema i i SELECCIONAR: Una de todas las tareas conocidas La joven había ejecutado la tarea, pero las cosas no mejoraron. Sin embargo, al hacer la tarea fue capaz de comenzar a desconstruir el problema y por lo tanto se lo había podido circunscribir y redcfinir en términos de "sentirse deprimida por la relación con un joven". Desde este punto de vista, la búsqueda de excepciones en la primera sesión había fracasado: en ningún momento la joven dejó de estar deprimida por esta etapa concreta de su vida. En la segunda sesión se confirmó que, aparte de su relación con el joven, su vida personal funcionaba bastante bien. El hecho de que la clienta hiciera la tarea asignada en la primera sesión, incluyendo el informe muy detallado acerca de las excepciones, le permitió al terapeuta suponer que las cosas funcionaban bien a menos que o hasta que preguntara si las cosas mejoraron o no. Esto indica que hay que encargar una tarea centrada en esta relación problemática, incluyendo la idea de que es necesario que la joven haga algo diferente en su relación con el novio. Sesión 3 La joven informó que las cosas habían mejorado porque ella había tomado la iniciativa de invitar a su novio al picnic organizado por sus compañeros de trabajo (cosa que anteriormente él se había negado a hacer). El novio volvió a negarse y dijo que si ella lo regañaba por eso, daría por terminada la relación. Ella se echó a llorar y él cortó la comunicación telefónica. Ella había pensado que esto sería el fin del mundo pero al día siguiente no lo pasó tan mal. La joven recordó el informe sobre su vida que había dado en la segunda 136 sesión y decidió que tal vez estaría bien. En este punto "nada me haría volver con él". Fue al picnic sola y lo pasó "aceptablemente" bien. Por supuesto, el terapeuta no tenía idea de qué sería lo diferente «lie la joven decidiría hacer y este episodio y los resultados que produjo constituyeron una sorpresa para él. Puesto que ella todavía no tenía confianza en que su mundo no se desmoronaría, se le encargó otra tarea y otra indicación para la sesión: "Entre este momento y ¡aproxima vez, preste atención a lo que haga para superar cualquier impulso que pudiera surgir de sentirse deprimida a causa de la ruptura ". Sesión 4 La joven había rechazado los esfuerzos de su novio por reanudar la relación y esto le había permitido no comenzar a sentirse deprimida de nuevo. También había descubierto que el simple hecho de pasar a otra habitación o salir de la casa o levantarse del escritorio cuando estaba en la oficina era suficiente para ayudarla a superar cualquier tendencia a sentirse deprimida. En este punto consideró que las cosas iban lo suficientemente bien, pero fijó una entrevista de control para seis meses después. Alosseis meses llamó por teléfono en lugar de venir al consultorio. Aunque por momentos se sentía sola, no estaba para nada deprimida y realizaba muchas actividades, tanto sola como con sus amigas. EJEMPLO DE CASO OCHO El mejor modo de buscarse un fracaso es dar una mala definición del problema. Esto se puede hacer de muchos modos, y el siguiente sólo es indicativo y no pretende ser exhaustivo. Mañana encontraremos otra manera. CONCRETO DESCONSTRUIR EL PROBLEMA I Poner el foco en algo pequeño y fácil de hacer experimentalmente 137 Sesión 1 "Todo lo que queremos es que nuestro hijo sea un adulto normal y productivo", dijo la madre de un joven de 25 años que no había podido conservar un trabajo durante más de seis semanas en los últimos seis años. Por supuesto, toda madre querrá lo mismo para su hijo, pero éste no es un objetivo para la terapia. Para cumplir esa meta, la terapia tendría que continuar hasta que el joven fuera viejo y se jubilara o se muriera, y eso podría llevar 50 años. Si el terapeuta acepta ese objetivo, la terapia fracasará. La madre consulta porque su hijo no es normal y esta conclusión se basa en los puntos siguientes: 1) No tiene un verdadero empleo al que tenga que ir a la misma hora todos los días y le dedique 40 horas semanales; 2) bebe en exceso y con demasiada frecuencia; 3) probablemente consume drogas (aunque los tests efectuados previamente en el hospital no dieron ese resultado); 4) duerme demasiado; 5) no ha tenido un verdadero empleo en seis años; 6) sus novias son tan malas o peores que él. Todo esto la madre lo atribuía a la "mala autoimagen" de su hijo. El padre señaló que "Por supuesto tiene una mala autoimagen porque nunca tuvo éxito en nada". Dos años antes, la madre y el padre le habían retirado el apoyo a su hijo y lo habían echado de la casa. Esto no había funcionado muy bien y al cabo de seis meses el hijo amenazó (según el padre) o intentó (según la madre) suicidarse. Le dieron permiso para regresar a la casa. De modo que el terapeuta trató de negociar y les preguntó a la madre y al padre: "¿Qué tendría que suceder, qué tendría que hacer él que significara para ustedes que 'las posibilidades de que sea un adulto normal y productivo son mejores de lo que eran ayer'?" Ni la madre ni el padre pudieron definir cuáles serían los signos, pero el hijo —que quería lo mismo— sugirió que levantarse temprano y salir a trabajar todos los días constituiría algún indicador. ^BIWW^*' f /, En este punto parecía que la madre y el padre tenían una relación Ide tipo demandante" con el terapeuta mientras que el hijo daba muestras de ser un "comprador" que estaba dispuesto a hacer algo para levantarse temprano para poder trabajar cuando fuera necesario. Esta versión del problema es mejor pero todavía no es lo bastante adecuada. La madre aceptó que sería un "comienzo" pero no era lo que ella quería. Tampoco era totalmente lo que quería el terapeuta, puesto que así sería necesario que la terapia continuara hasta que el hijo se jubilara. Así que el terapeuta le preguntó al hijo: "Una vez que adquiera e) hábito de levantarse temprano y de ir a trabajar, ¿cómo se dará cuenta de que el modelo está establecido? ¿Cómo sabrá que han aumentado sus posibilidades de continuar siendo independiente y productivo?" El joven pensó que le llevaría cinco o seis semanas. Desde su punto de vista, la terapia podría terminar cuando él se hubiese levantado para ir a trabajar durante seis semanas seguidas. Esta versión es bastante mejor pero todavía no lo suficientemente buena. Por ejemplo, si falta un día al trabajo en la quinta semana, ¿eso significa que el ciclo de seis semanas empieza de nuevo? Para el hijo, "no", pero para la madre, "sí". La madre no aceptaba la idea de que si no lo despedían por faltar ese día, entonces no había que empezar a contar de nuevo. Para el equipo terapéutico, el objetivo "seis semanas de levantarse temprano para ir a trabajar y no ser despedido por faltar durante ese período" era suficientemente bueno. Por lo tanto, recomendaron algunas técnicas para ayudarlo a levantarse a horario y les pidieron a la madre y al padre que observaran cuáles eran las diferencias. "Le sugerimos que compre dos relojes despertadores más, con loque tendría tres. Ponga uno para la hora en que necesita levantarse para llegar a tiempo al trabajo, luego ponga el segundo para una hora itesy el tercero para una hora antes todavía. Entonces, a la mañana, lando suena el primero, lo apaga y tiene el placer de volverse a —.,,ompnte. lo aoagay tiene el placer de an cuando suena el primero, o ap dormir. Una hora después, nuevamente lo apaga y tiene el pla volverse a dormir. Cuando suena el tercero, se levanta." Sesión 2 En el transcurso de las dos semanas siguientes el hijo se levantó puntualmente todos los días y a menudo salía para su trabajo antes 139 138 que la madre. Había comprado los despertadores, pero sólo realizó la tarea durante tres días y después ya uno le resultaba suficiente. El padre informó que se habían aliviado un poco las tensiones y que conversaban más. La madre lo consideró "una mejoría" pero pensaba que el cambio más profundo no se había producido verdaderamente. Señaló que su hijo sólo había hecho la tarea tres veces y que, por lo tanto, no se tomaba en serio ni siquiera la posibilidad de resolver su problema. Pero el hijo se sentía mejor con el trabajo y consigo mismo. Estaba dispuesto a apostar a que continuaría levantándose a horario, ahora que sabía cómo hacerlo, porque quería ahorrar suficiente dinero para mudarse. ¿MEJOR? No Verificar la ejecución de la tarea Sí ----------• Desconslruir el modelo del problema i SELECCIONAR: Una de todas las tareas conocidas Aunque el hijo continuaba yendo a trabajar todos los días, la madre y el padre —durante tres sesiones más— no pudieron darle a esto la significación que le daba el hijo. Por lo tanto, puesto que desde la perspectiva de la madre y del padre las cosas continuaban todavía "no mejor" durante dos sesiones seguidas, se hicieron varios intentos por desconstruir el problema de ellos. Nada de lo que hacía el hijo hacía dudar a los padres del modo en que lo veían. ¿MEJOR? No -----------• Por segunda vez. retormular el problema o desconstruir el modelo del problema En este punto el hijo consideró que el problema estaba resuelto y se negó a continuar con la terapia. También fracasaron otros intentos de desconstruir la situación, es decir de reformular sus actitudes parentales y el "método lento pero seguro" del hijo. Por lo tanto, la madre y el padre también se 140 a continuar —puesto que se trataba de un problema del tiio— y no quedaron satisfechos con los resultados. Para la madre, el hecho de que el hijo lograra su objetivo no era upa diferencia que tuviera sentido. El hijo y también el terapeuta y el equipo estaban complacidos pero, puesto que la madre no está "más satisfecha", entonces, para ella, la terapia fracasó. En el seguimiento, seis meses después de que el hijo continuaba levantándose temprano para ir a trabajar y cuando casi había ahorrado el dinero suficiente para mudarse, la madre todavía no está satisfecha aunque el padre sí y ella expresó claramente que la terapia no la ayudó a lograr su propia meta. ¿Qué quería la madre? O, lo que es más importante, sea lo que fuere que pudiera haber querido, ¿cómo se daría cuenta alguna vez de que lo tenía? Para evitar este fracaso, el terapeuta hubiese tenido que poder desconstruir su marco de referencia global (mi hijo no es normal). El hecho de que el hijo lograra su objetivo no fue suficiente para que esto se convirtiera en algo indecidible para ella en vista de este marco de referencia. En este punto, se pueden recomendar algunas reglas para el fracaso: 1) Tener un problema mal definido. 2) Tener un objetivo mal establecido. 3) Tener un objetivo —por más que esté bien establecido— que cuando se logre no signifique ninguna diferencia. EJEMPLO DE CASO NUEVE "Yo quiero que nos volvamos a unir" y "yo también pero todavía no estoy en condiciones", dijo la joven pareja que se había separado hacía tres semanas. Al terapeuta le resulta fácil suponer que "volver a unirse" es una meta razonable en este caso. Pero en cierto modo está mal establecida. Primero, "todavía no estoy en condiciones" necesita algunas aclaraciones: tal vez la esposa esté pidiendo que ocurra un milagro antes de que esté en condiciones. Sin ese esclarecimiento se puede predecir un fracaso. Segundo, simplemente "volver a unirnos" no es algo suficientemente bien definido como para servir de objeti141 vo. Si vuelven a unirse y nada es diferente, entonces prácticamente está asegurada la desdicha y una nueva separación se hace casi inevitable. Por lo tanto, hay que expresar el objetivo de un modo diferente, es decir, ¿qué tiene que ser diferente para que una vez que vuelvan a estar juntos las cosas sean suficientemente diferentes? ¿Qué tiene que ser diferente para que puedan tener confianza acerca de que no hay otra separación en puerta? La pareja no pudo describir cómo se darían cuenta de que había llegado el momento de volver a unirse o qué necesitarían hacer para tener éxito una vez que estuvieran juntos nuevamente. Sólo sabrían que era el momento adecuado porque se sentirían bien. La esposa no pudo decir cómo se daría cuenta cuando estuviera en condiciones: simplemente se daría cuenta. Para el terapeuta, un modo de pensar en esto es encuadrar el problema como "no sabemos cómo darnos cuenta de cuándo volver a unirnos". No hay excepciones para este problema. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA r CONCRETO — Sí BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES No Confuso /Vago Marco global Concreto A continuación se ilustra el uso de esta parte del mapa. 1) ¿Existe un problema? Sí 2) ¿Existe una excepción? No 3) ¿Existe una solución hipotética? No 4) ¿El problema es vago y/o confuso? Sí Esta construcción llevaría al terapeuta a darles alguna versión de la tarea formalizada para la primera sesión. O bien, se podría reformular el problema como "queremos volver a unirnos pero no sabemos cómo". 142 DESCONSTRUIR EL PROBLEMA I Poner el foco en algo pequeño y fácil de hacer experimentalmente Esta construcción llevaría al terapeuta a darles una tarea centrada en ayudarlos a tomar una decisión que les resultara satisfactoria. Sin embargo, sus descripciones no específicas o no conductuales indican que la re-estructuración y/o la desconstrucción del problema en la segunda sesión podría ser difícil. Frente a una decisión de este tipo, la TFPS es lo más tradicional y hay que preferirla. Se les dio esta variante al final de la sesión: "Desde ahora y hasta la próxima vez que nos veamos, me gustaría que observaran qué ocurre entre ustedes que los haga pensar que se aproxima el momento de volver a vivir juntos. Sin embargo, quiero prevenirlos: volver a unirse antes de que ambos sepan que los dos están verdaderamente en condiciones es muy probable que no funcione. El mayor peligro es que lo hagan demasiado pronto". Pero lo que parece la mejor decisión en el momento, a la larga puede no resultar útil. Durante el intervalo de dos semanas previo a la segunda sesión, la mujer tuvo el impulso de volver al hogar y lo hizo. A las 24 horas, nuevamente habían llegado a la confusión. El se fue de la casa y a las 24 horas había consultado a un abogado e iniciado los trámites para el divorcio. La mujer estaba conmocio-nada pero se dio cuenta, como lo informó en una llamada telefónica, de que había actuado en forma imprudente. Ella todavía lo amaba pero ahora él decía que "se siente traicionado y no tengo idea de por qué". Ahora podemos recomendar otras dos reglas para el fracaso: 4) Tener un objetivo poco claro. 5) Tener un objetivo concreto pero no saber qué se espera que ocurra como consecuencia de su cumplimiento. 143 EJEMPLO DE CASO DIEZ BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES------------------ No i i SOLUCIÓN HIPOTÉTICA I Describir las diferencias entre la solución hipotética y el problema i ESTABLECIMIENTO DE OBJETIVOS j PRESCRIBIR: Hacer lo más fácil de lo que podría funcionar Si bien la terapia breve por lo general es un método orientado hacia el objetivo, nuestro modelo centrado en la solución requiere saber cómo los terapeutas y los clientes juntos se darán cuenta cuando el problema esté resuelto. De hecho esta pregunta es el eje alrededor del cual giran las otras. Si el terapeuta y el cliente han estableciendo medidas del éxito, no importa cuál era el problema originario. ¡Simplemente pueden ocuparse de crear modos de cumplir los objetivos! ¿demandante? ¿comprador? alguien que alguien que quiere tiene un hacer algo respecto problema del problema Aveces puede ser muy difícil decidir si una determinada persona en un momento en particular está estableciendo con el terapeuta una relación más del tipo "demandante" o más del tipo "comprador". En ocasiones durante el transcurso de la misma sesión la relación puede oscilar entre ambos tipos. Sesión 1 La mujer dijo que había experimentado graves "ataques de pánico" durante siete años aproximadamente y no recordaba ni 144 r «quiera un día en que no los hubiese tenido. En promedio tuvo dos ataques diarios durante los siete años. Aunque estaba segura de que hubo días inusuales en que sólo había tenido uno, no pudo recordar ninguno en particular. Todos los días, si no tenía un ataque a las 10 de la mañana, entonces sería a las 11, si no a las 12. El segundo se produciría a las 7 y, si no, a las 8. Como respuesta a la pregunta por el milagro, enumeró las siguientes maneras en que su vida sería diferente: a) un aumento de la cantidad de comidas compartidas con otras personas; b) volver a la universidad; c) cocinar e invitar gente a cenar; d) renovar el guardarropa; e) salir sola a comer pizza; f) visitar a la madre que vive fuera de la ciudad; g) quedarse sola en casa a mirar TV, y h) que otras personas le comentaran "¡En, qué buen aspecto tienes!" Opinó que no tener ataques de pánico era la condición previa para estas actividades (de a a h). Con una clara descripción de metas como ésta, el terapeuta a veces puede diseñar tareas, con la ayuda del cliente, que estimulen estas conductas (medidas a a h) y no tiene que pensar tareas que se concentren en eliminar los "ataques". Sin embargo, cuando le pregunté: "Supongamos que tuviéramos algo para que usted hiciera, que estuviéramos terriblemente seguros de que funcionaría, ¿lo haría?", contestó que tendría que saber de qué se trataba antes de poder prometer porque era "gallina" y quería hacer las cosas lentamente y con cuidado. Esto indica que tenemos un tipo de relación "demandante" "tós que un tipo "comprador" y por lo tanto una tarea basada en las respuestas a la pregunta por el milagro a ella le parece "demasiado rápida". 145 CONCRETO --------------------------> DESCONSTRUIR ELPROBLEMA I Poner el foco en algo pequeño y fácil de hacer experimen talmente Es necesario llegar a una decisión y alguna tarea pequeña parece lo más seguro. Se eligió "introducir comienzos y finales arbitrarios" a causa de la cronométrica regularidad que describía la mujer, y se diseñó la siguiente tarea: "Puesto que usted decidió que quería 'una manera lenta' y no 'una manera rápida', me gustaría que, desde ahora hasta la próxima vez, cada vez que sienta que se aproxima un ataque, demore su comienzo por lo menos 5 minutos pero no más de 15 minutos cada vez y observe lo que usted hace durante ese lapso". Hasta la mínima postergación que fuese deliberada podía sentar las bases para más postergaciones. Aun los esfuerzos infructuosos restringirían un poco el paso siguiente, mientras que los esfuerzos exitosos aumentarían la cantidad de opciones. Lo que es más importante, la tarea no estaba destinada a detener ni a impedir los ataques en sí. Más bien tenía el propósito de desencadenar accidentalmente una excepción (en el mejor de los casos) y de ayudar a tomar una decisión entre "demandante" y "comprador". Como en muchas tareas evidentemente conductuales, también hay un mensaje implícito "Usted tiene control", que podría permitirle a la mujer ver a través de su marco de referencia "Estoy indefensa". Sesión 2 La mujer informó que el único modo que encontró para demorar el comienzo del ataque fue salir a dar un paseo, pero sólo lo hizo unas cuantas veces. En general, las cosas no mejoraron aun cuando una vez ella había llegado al centro de la ciudad, se había encontrado con una amiga y espontáneamente se había ido a almorzar con ella. No tuvo ni siquiera un ataque leve: el primero. Este acontecimiento le sirvió de estímulo y entonces comenzó a hacer la tarea con mayor 146 MpWHH^* f frecuencia, pero sin ninguna nueva excepción. Más aún, ahora estaba -tota de estar enferma" y quería buscar un "modo más rápido" aunque todavía no estaba dispuesta a buscar el "modo más rápido". IMEJOR? No — Verificar la -- ----- • Sí --ejecución de la tarea Parcial ayudó algo SELECCIONAR: tarea con intervención del azar Las cosas no mejoran pero la tarea, cuando la realizó, ayudó un poco. Esto indica que es necesario que la tarea le dé lugar para que ella decida cuándo realizarla; en este punto es necesario que cualquier tarea incluya como posibilidad la intervención del azar. Las categorías de "modos rápidos y lentos", "modos más rápidos y más lentos" pueden utilizarse como medidas de la decisión de hacer algo del demandante/comprador. Elegir un "modo más rápido" indica que en la segunda sesión la relación tiene la posibilidad de pasar a la categoría de "comprador". "Este es un 'modo más rápido', pero sin duda no es 'el más rápido'. Desde ahora y hasta la próxima vez, todas las noches, antes de irse a la cama, quiero que decida cuál de las ocho cosas de la lista le resultaría más fácil de hacer al día siguiente. Entonces, lance al aire una moneda: cara, lo hará; ceca, no. Si a usted le parece, está perfectamente bien hacer 'dos de tres' de lo que salga con la moneda. Dicho sea de paso, el registro habitual son seis caras o seis cecas seguidas." Esto le ofrecía una cantidad de opciones, algunas más fáciles que otras. Y tirar la moneda después de la decisión le da la posibilidad de decir "no" a algo que eligió y que además realmente deseaba hacer. Sesiones 3, 4, 5 y 6 La señora solamente lanzó al aire la moneda la noche siguiente a esta sesión y se sintió muy aliviada porque salió "no". En el 147 < transcurso de cuatro sesiones más, informó que cada noche decidía si al día siguiente iba a "hacer" algo o no y elegía algo de la nutrida lista. Al llegar a la sesión 5, la mayor parte de los días eran "días de hacer" en los cuales no tuvo ataques. En cada sesión la tarea era la misma: "Está muy bien encaminada... continúe haciéndolo". Al comienzo de la sexta sesión, me informó que había tirado una moneda para decidir si continuaba o no con un compromiso que sentía que ya no necesitaba. Había salido "no", pero vino de todos modos, simplemente para tener el gusto de dejarme sin trabajo. Seis semanas más tarde llamó porque el día anterior había experimentado temores de tener un "ataque de pánico gigante". Tenía miedo de que comenzaran de nuevo. Le pregunté: "Bueno, ¿qué se olvidó de hacer?" Lo pensó durante un rato y luego dijo que, la noche anterior, se había olvidado de decidir qué iba a hacer al día siguiente. Seis meses después informó que los ataques habían pasado a la historia aunque con mucha frecuencia se olvidaba de planificar y entonces aparecía el temor a la angustia. Todavía no había vuelto a la universidad ni había visitado a su madre porque todavía no se sentía lo suficientemente segura. Discusión En todos los casos con los que trabaja un terapeuta existen tal vez millones de decisiones que se pueden tomar. Como regla práctica, lo habitual es preferir lo más tradicional. Es decir, cuando la pregunta es "¿demandante o comprador?" es menos riesgoso decidir que se establece una "relación demandante" y, por lo tanto, es mejor una tarea de observación o reflexión. Ser menos precavido, es decir, encargar una tarea de conducta en el marco de una "relación demandante" llevaría a que "no se la ejecutara" y podría producir potenciales perturbaciones en la relación terapéutica. •P^^^ Excepciones: la construcción de soluciones 'PARTE DEL MAPA UTILIZADA PARA LOS CASOS DE ESTE CAPITULO FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ¿BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES? SI ¿DELIBERADAS? ¿ESPONTANEAS? Describir las diferencias entre las excepciones y el problema ESTABLECER OBJETIVOS PRESCRIBIR: PRESCRIBIR: Hacer más de Al azar hacer más lo que funciona de lo que funciona 148 149 EJEMPLO DE CASO ONCE La señorita B, de 24 años de edad, llegó a la terapia con el deseo de poner fin a su adicción a la cocaína. Se había estado inyectando la droga en el brazo durante 18 meses y a veces había gastado hasta U$S 1000 por noche. De hecho, descubrió que había gastado en esto más dinero del que había ganado en su empleo. Al comienzo de la sesión se presentó como alguien impotente en lo referido a la cocaína. No veía ninguna posibilidad de dejarla por sí misma y pensaba internarse en un hospital. En realidad lo que quería era que yo utilizara la hipnosis para llevarla a no querer más droga. Violando una regla de oro de la terapia, lamento decir que me reí de ella y le comenté que eso era simplemente un sueño de cocainómano. Ella no se amilanó e insistió: quería que la "obligara a dejar la droga", pero yo volví a reírme y le dije que no podía hacerlo y que ¡solamente ella podía hacer eso! Ella se plantó en sus argumentos: tenía la idea de que era impotente para lograrlo y de que el consumo de la droga era algo que estaba fuera de su control. Yo tenía curiosidad por conocer algo de su vida "fuera del ámbito de la cocaína", pero antes de que pudiera preguntarle qué hacía cuando no consumía cocaína, me dijo que no la había tomado durante tres días y que éste había sido el período más largo sin droga en un año. "Pero ¡eso no significa nada!", dijo: todavía deseaba tomarla. En este punto sólo no hacerlo no era suficiente. La señorita B pensaba que también tenía que dejar de desearla y por lo tanto no tomó en cuenta esos tres días pensando que sólo se trataba de una casualidad. Sin embargo, para mí constituían el comienzo de la solución: ALGO QUE HABÍA QUE UTILIZAR. Desde mi punto de vista, ella sabía cómo resolver el problema pero no sabía que lo sabía. De modo que exploré qué cosas diferentes había hecho: 1) desconectó su teléfono, 2) se negó a abrir la puerta, 3) volvió a su casa, miró TV y se fue a dormir temprano, 4) se ocupó de su pasatiempo favorito, que era hacer ganchillo, y 150 5) aunque no me lo dijo en ese momento, también volvió a ocuparse de administrar el dinero de su tía, que trabajaba en la misma oficina. Cuando le dije por tercera vez que ése era exactamente el tipo de cosas que era necesario que continuara haciendo, lo aceptó. La pregunta por el milagro Luego le pregunté: Supongamos que una noche, mientras asted duerme, se produjera un milagro y este problema se resolviera, aun cuando a usted todavía le siguiera gustando la cocaína. ¿Qué deferencia habría? La señorita B pensó que en ese caso ella sería capaz de manejar las cosas y de decirle "no" a la cocaína, lo cual era una meta razonable. Pero en este punto pensó que para eso verdaderamente tendría que ocurrir un milagro. Luego me habló de una excepción importante a su regla de que era impotente respecto de la cocaína: nunca había robado ni había comerciado con su cuerpo para comprarla. Luego le pregunté: Supongamos que tuviéramos algunas cosas pan que usted hiciera y que estuviéramos absolutamente seguros de <pKfuncionarían. ¿Las haría? Sin ninguna vacilación contestó que "sí". Después de una larga pausa (en la que le di tiempo para modificar o retractarse del "sí" que había dado precipitadamente), le señalé que podría haber que hacer cosas muy difíciles pero que serían posibles y además serían legales y morales. La joven no se echó atrás. El uso de la teoría conduce a lo siguiente: 1) ¿Existe un problema? Sí 2) ¿Existe una excepción? Sí 3) ¿Es deliberada? Sí Describa las diferencias entre el problema y la excepción. Luego la tarea debe recomendar que el cliente haga más de lo que ya funciona. 4) ¿Existe un objetivo? Sí Después de un intervalo, además de felicitarla por lo que había necho durante los tres días anteriores y de decirle que continuara 151 haciéndolo, le sugerimos que prestara atención a lo que hacía CUANDO superaba la urgente necesidad de consumir cocaína. Esta es una tarea útil porque 1) admite que habrá necesidades apremiantes; 2) indica que el cliente superará algunas de ellas; 3) admite que podría no superar algunas de esas necesidades apremiantes; 4) concentra al cliente en "hacer algo", y 5) indica que el terapeuta espera que el cliente haga algo para superar algunas de esas necesidades apremiantes. Además, es una tarea transferible, es decir, "preste atención a lo que hace cuajldo supera la necesidad apremiante de sentirse deprimida o pegarle a su esposo o succionarse el pulgar" (de Shazer 1985). Puesto que los padres de la joven le daban o le prestaban dinero, con plena conciencia de que por lo menos parte de él lo utilizaba para comprar cocaína, le pedimos que les hiciera firmar a sus padres una declaración acerca de que jamás le prestarían o le darían dinero hasta que ella y ellos estuviesen absolutamente convencidos de que no lo utilizaría para conseguir droga.1 La joven así lo hizo y los padres aceptaron firmar la declaración. Pero ¿cómo supe qué hacer en esta sesión? A mi modo de ver la respuesta es sumamente sencilla. Durante tres días seguidos la joven no había consumido nada de cocaína. Esta es una conducta sensiblemente diferente, en particular porque se había presentado ella misma como una adicta impotente. Tomar en cuenta esta diferencia funcionó como una bandera roja para indicar cuáles senderos potenciales utilizar para ayudarla a construir una solución. Inmediatamente sentí curiosidad por saber qué diferencias había introducido esta diferencia. ¿Era simple casualidad y por lo tanto 1 Como "regla práctica" hay que esforzarse por ayudar a que las personas ajenas al problema dejen de hacer su aporte a él. Esta formulación simplemente es la más sencilla que tenemos. En caso de que falle, entonces se requieren una o dos sesiones con los padres. También puede resultar útil que el terapeuta encuadre el "abuso de drogas, de alcohol y de comida" como "mal uso del dinero", particularmente cuando el dinero es algo que le preocupa al cliente. También es una manera menos cargada de encuadrar las cosas y puede disminuir la necesidad de considerar estos problemas como algo diferente de los otros. 152 r. gra muy improbable que la repitiera? ¿Deliberadamente había hecho aleo para dejar la droga y por casualidad eso había funcionado? Distinguir entre algo que ella experimentaba como un acontecimiento casual y algo que ella pensaba que funcionaba me ayudó a decidir Mjé hacer a continuación. Deliberadamente la joven había hecho t¡gp diferente respecto de la cocaína tres días antes de nuestra primera sesión. Por lo menos durante esos tres días no había sido impotente frente a la así llamada adicción. Aquí existía una intere-&nte excepción a las reglas de su problema. '•" Pero era algo más que una excepción casual; se trataba de una «fiferencia deliberada que ella había comenzado antes de venir a la terapia. Fue capaz de describir en qué aspectos esos tres días fueron deferentes de los días en que había consumido cocaína y las descripciones fueron lo suficientemente buenas como para que pudiera continuar con ellas deliberadamente. Al principio ella tenía poca confianza en su solución, de modo que me di cuenta de que tenía que nacer algo que pusiera de manifiesto este éxito y la alentara a Continuar haciendo algo que ya funcionaba. Como muchas personas míe tienen un problema, la joven pensaba que en última instancia su solución no serviría lo suficiente. Y sin duda, si ella no me mencionaba esos tres días, la diferencia podría haber pasado inadvertida y bien podría haberse convertido sólo en otra solución fallida. Por lo tanto, mi tarea pasó a ser la de ayudarla a que esta diferencia se convirtiera en una diferencia que tuviera sentido y de este modo permitiera resolver el problema. Por lo menos en un sentido más, los tres días que pasó sin cocaína pueden servir como una lente para mirar "excepciones". Aunque algunas excepciones son "espontáneas" (véase más adelante), otras suponen esfuerzos deliberados del cliente y llevarán a que *1 terapeuta piense y a que sus colegas del equipo digan detrás del *Spejo que "¡este problema ya está resuelto!" Hubo un elemento muy importante para que yo me diera cuenta 4Nlué hacer: cuatro de las cinco conductas que la joven describió como diferentes no requerían la cooperación de ninguna otra perso-?*• De modo que se simplificaba mucho la posibilidad de que conti-fomentando y elaborando estas diferencias. Si hubiera sido la colaboración de otras personas, su tarea podría haber 153 sido mucho más difícil porque esas personas podrían no haber cumplido su parte. La pregunta por el milagro constituye ahora en el CTFB un modo estándar de verificar las expectativas y los objetivos establecidos del cliente. En este caso la señorita B reaccionó en forma adecuada: comenzaría a decirle "no" a la cocaína. Como ocurre frecuentemente, la respuesta que da el cliente a esta pregunta sirve para formular un objetivo para la terapia. Puesto que yo me había rehusado a hacer algo (utilizar la hipnosis para obligarla a no hacerlo o para lograr que no deseara la droga) y puesto que ella deliberadamente había hecho algo para dejar de drogarse y aceptó que era necesario que continuara haciendo esas cosas, parecía importante confirmar con ella que ambos estábamos de acuerdo en que era ella la que haría todo. Al final de la entrevista, antes de la pausa para la consulta con el equipo, la joven había aceptado hacer lo que mi equipo y yo le recomendáramos. Esto lo dejé suficientemente abierto, por las dudas, pero supe que, en parte, las instrucciones que le daríamos serían las de que continuara haciendo lo que había hecho durante tres días, o sea destacar la importancia de lo que ya había hecho para decirle "no" a la cocaína. Sesión 2 ¿MEJOR? i Sí I ¿OBJETIVOS CUMPLIDOS? NO HACER MAS DE LO MISMO Sí CONCLUIR Preguntas para el comienzo de la segunda sesión (y subsiguientes). 1) ¿El cliente dice que las cosas van mejor? Sí 2) ¿El cliente dice que se han cumplido los objetivos? No 154 r Entonces la intervención siguiente debe ser similar a la anterior, puesto que está funcionando. Cuando el cliente dice que se ha cumplido el objetivo, es el momento de concluir o por lo menos analizar la posibilidad de concluir. Puede ser necesario postergar la finalización del tratamiento hasta que el cliente tenga confianza en la solución. j Terapeuta: Bueno, ¿cómo van las cosas? Qiente: ¡Magnífico! Terapeuta: ¿Qué demonios es lo que está haciendo bien? Cliente: ¿Eh? Terapeuta: ¿Qué demonios es lo que está haciendo bien? Cliente: No tomo cocaína. Terapeuta: ¿Los 17 días? Cliente: 17 días, contados. Los voy marcando en el calendario. , Con esta conversación se inició la segunda sesión. La joven se miedo perpleja cuando le pregunté qué demonios estaba haciendo $én, tal vez porque pensó que ése no era el modo en que se Comportaba un profesional o tal vez porque nadie la había acusado artes de hacer algo bien. Independientemente de eso, me lo dijo. Le había resultado difícil seguir con atención las necesidades apremiantes y lo que hacía para superarlas, pero rápidamente había inventado un modo de hacerlo: cuando estaba en casa y se daba Cuenta de que necesitaba drogarse, se iba a otra habitación y comen-a hacer ganchillo. Continuó con las mismas conductas pero otras a las conductas que la ayudaban a no tomar droga, por iplo limpiar la casa, lavar y planchar y hasta hacer las compras en tienda. También comenzó a pensar de modo diferente en la a. Mientras que antes, cuando se le presentaba la necesidad iante de drogarse, todo lo que podía hacer era pensar en los e ignorar las "mesetas" que seguían, ahora pensaba en la ta" que vendría inevitablemente. No recaer fue muy importan-y por eso pensó que tenía más posibilidades de no volver rse que dos semanas antes. Aunque no estaba muy convencida de haber encontrado su solución, de todas maneras pensaba que sus posibilidades de » de utilizar cocaína en el futuro inmediato, eran 50/50, lo cual algo más auspicioso que lo que ocurría dos semanas antes. 155 Los miembros del equipo que estaban detrás del espejo estuvieron totalmente de acuerdo con ella, en parte porque pensaban que se produciría una recaída más temprano que tarde, en parte porque pensaban que sería más tarde que temprano. Yo no estuve de acuerdo con el grupo. Pensaba que las posibilidades de que recayera en el futuro inmediato, es decir, entre la segunda y la tercera sesión, eran muy reducidas simplemente porque ella misma había inventado todo el método de tratamiento. Nada de lo que hacía le era ajeno, todo provenía de su propio repertorio. Le expusimos este desacuerdo al final de la sesión junto con la sugerencia de que continuara haciendo lo que le resultaba útil. Reitero, cómo saber qué hacer en la segunda sesión es algo sumamente sencillo. La joven continuaba realizando conductas que no asociaba con la cocaína, conductas que de hecho ahora asociaba con no drogarse. Por lo tanto, se aplica una de las reglas prácticas del CTFB: Una vez que sabe lo que funciona, hágalo más a menudo. La joven seguía esa regla y por lo tanto también debía hacerlo el terapeuta. Cuando el cliente informa que las "cosas van mejor", entonces el terapeuta sólo tiene que ayudar al cliente a reconocer qué es lo que funciona y ayudarlo a imaginar modos de hacer más del mismo tipo de cosas. En el transcurso de cuatro sesiones más (en tres meses) la joven descubrió una gran cantidad de cosas que podía hacer para superar las necesidades apremiantes, ninguna de las cuales fue sugerencia mía. Durante toda la terapia, en todas nuestras intervenciones simplemente se utilizó lo que ella ya hacía y lo que había inventado. En la sesión final (la sexta), seis meses después de la primera, su confianza en que tendría éxito había aumentado de 50/50 a 80/20 a su favor. Tenía dudas acerca de que estas probabilidades pudieran variar en algún momento. Una vez más utilicé algo que ella había hecho y que le había resultado eficaz, y le sugerí que probablemente podría aumentar las probabilidades hasta 99/1 simplemente haciéndose la promesa de que podría conseguir toda la cocaína que quisiera siempre que comerciara con su cuerpo o robara para pagarla. Sonrio y estuvo de acuerdo. Dieciocho meses después continuaba sin probar la cocaína. 156 fjB influencia de Milton H. Erickson Desde el comienzo, mi trabajo ha estado basado en los principios que extraje de muchos artículos de Erickson. En mi opinión, en 0i trabajo y el de mis colegas del CTFB continuamos utilizando como ¿Unto de partida las ideas de Erickson. Es interesante destacar que, Después de años de utilizar la hipnosis o métodos de trance en mi péctica (de Shazer, 1978,1979), el trabajo más reciente (desde 1982) §eha hecho sin ningún esfuerzo deliberado de inducir el trance. Sin ofcbargo, creo que mi trabajo es ahora más hipnótico y que constituye gtt ampliación de la tarea que inició Erickson. ¡H>( Por ejemplo, me parece que la pausa para la consulta que Ucemos durante la sesión se parece mucho a la inducción de un tittace puesto que el cliente, mientras espera, parece que se volviera Mes receptivo a lo que le dice el terapeuta cuando regresa al consul-tfeWó. Este estado se desarrolla y se perfecciona por medio de los tóehsajes que elaboramos. Estos comienzan por comentarios elogio-¿bcque hacen el terapeuta y el equipo acerca de lo que el cliente hace que sea "correcto", "bueno" y "eficaz" —para seguir construyendo 'conjunto afirmativo" (iniciado durante la fase de la sesión corres-iente a la entrevista) y que permite estimular la expectativa del ite— antes que le hagamos las recomendaciones terapéuticas. Cuando hacemos estos elogios, con frecuencia observamos conduc-ü ¿'parecidas a las del trance, por ejemplo, asentir con la cabeza :ntemente, cambios en los ritmos respiratorios, tomar una ura más relajada al estar sentado, etc. Y los clientes tienden a alguna versión de la tarea cuando ya se ha establecido el ijunto afirmativo". Cuando Erickson hablaba de "utilización" quería decir muchas . A veces la definía en términos de "utilizar" las conductas, *JPmnientos Y sentimientos problemáticos como parte de la solu-^w terapéutica. Un aspecto de este significado se ha llegado a **nbircomo "prescripción del síntoma", instrumento que sin duda " resultar útil en algunas situaciones. 157 La "prescripción del síntoma" no es lo único que Erickson entendía por "utilización". Tenía una segunda definición, más general, "utilizar los propios procesos mentales del paciente de modos que están fuera del alcance habitual de su control intencional o voluntario" (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, pág. 19). Mi definición está relacionada con esto y sin embargo es diferente, por lo menos en lo relativo al énfasis. Desde mi perspectiva, "utilización" supone "utilizar" cualquier cosa que haga el cliente que sea de alguna manera "adecuada", "útil", "eficaz", "buena" o "divertida" para los propósitos de desarrollar una solución. Básicamente creo que nosotros los terapeutas hemos quedado aferrados a los "problemas" y cómo resolverlos. Si se escucha a los terapeutas, éstos con frecuencia hablan del "tratamiento de las fobias" o "el tratamiento de la enuresis" o "el tratamiento de los conflictos de pareja" o "el tratamiento de familias" o "el tratamiento de parejas" o "el tratamiento de individuos". Esos terapeutas que dicen estas cosas al parecer piensan que estos casos o problemas son de alguna manera diferentes entre sí y que lo que determina el tratamiento es el problema en sí y/o la cantidad de personas implicadas. A medida que continuamos estudiando cómo surgen las soluciones, hemos ido llegando a la conclusión de que existen más semejanzas que diferencias entre el tratamiento de las fobias, el de la enuresis y el tratamiento de los conflictos de pareja. Y ¡no estoy seguro de que esas diferencias tengan algún sentido! Sospecho que muchas personas están tan perplejas ante esa idea como yo mismo lo estuve al principio. Pero espero que esto no los mantenga en vela durante noches enteras como me ocurrió a mí. Pero ésta es la única conclusión a la que mi equipo y yo pudimos llegar y que estuviera acorde con nuestra experiencia. EJEMPLO DE CASO DOCE Una atractiva mujer de 56 años, la señora C, llegó a la terapia porque su esposo parapléjico cada vez se irritaba más porque ella no estaba atenta cuando él la necesitaba. Ella estaba "ensimismada porque dedicaba el tiempo a pelear con las voces que oía dentro de su cabeza. Entonces, por supuesto, no podía oír a su esposo cuando 158 ja llamaba. Las voces la habían acompañado durante muchos pero ella se temía que ahora iban empeorando cada vez más. H0 la habían internado durante trece años y ella quería evitar que tea volviera a ocurrir. Al darse cuenta de que tal vez las voces la jdfrmpañarían "siempre", quería dejar de pelear con ellas porque Hflfa que atender a su esposo. rtev- La señora C pensaba que cada vez peleaba más con sus voces y ¿te nada de lo que hiciera serviría para ahuyentarlas. Se quedó muy Emprendida cuando, al comienzo de la primera sesión, comencé a Implorar sobre las veces en que no oía las voces, o no les prestaba tftpáón, o no peleaba con ellas aun cuando prestara atención a lo ate decían. Ella tenía muy vaga conciencia de las veces en que no oía lt$ voces o no peleaba con ellas, pero aceptó hacer un registro Afiliado de esto durante dos semanas, aun cuando pensaba que yo ftóía que saber algo más acerca de las voces y de lo que decían y que IÉ vez tenía que estar interesado en "por qué" ella oía voces. •' Le pedí que prestara mucha atención a lo que hacía «:"> 1) cuando no oía las voces, '.'< 2) cuando no les prestaba atención, i; - 3) cuando no peleaba con ellas, y '!4) cuando se daba cuenta de que su esposo advertía que ella no les prestaba atención. '&, Para mí, se trataba de saber "¿Qué hacía la señora C que fuera cfjcaz, útil o bueno durante esos períodos en que las voces no la molestaban ni la distraían?" Una vez que esas excepciones "espontáneas" pudieran describirse en términos de conductas, se la estimu-&ifc a que hiciera más de las mismas cosas o similares. El hecho de Wvoces de personas que no estuvieran presentes simplemente fue **ptado como parte de la visión del mundo de la señora C. Para mí **ie trataba de intentar detener las voces sino más bien de aumentar •ttntidad de veces o la proporción del tiempo en que no la perturban. Jr- En la segunda sesión (dos semanas después), la señora C infor-JMue muy raras veces peleaba con las voces antes del mediodía. *"Wante este período estaba ocupada en las tareas del hogar y en la n de su esposo. También descubrió que, al no pelear con las 159 voces, a veces éstas permanecían en silencio durante el período en que ella estaba atareada; pero en el momento en que se quedaba sentada se encontró peleando con las voces. También descubrió que no peleaba con ellas mientras la enfermera le hacía su visita diaria al esposo. Exploramos en detalle qué es lo que hacía cuando estaba "atareada". Una vez que supimos cuáles eran estos detalles, simple-mente le recomendé a la señora C que hiciera esas actividades con más frecuencia. Ella aceptó. En la tercera sesión, la señora C informó que había sido capaz de no pelear en absoluto hasta las 5 de la tarde durante el intervalo de dos semanas. Estaba más ocupada y se sentía mejor. Nuevamente me limité a recomendarle que continuara haciendo más de lo que funcionaba en su caso, y ella lo aceptó. En la quinta sesión (dos meses después de la tercera), la señora C informó que las voces habían disminuido en la medida en que peleaba con ellas cada vez menos y con menos frecuencia y que las quejas del señor C habían disminuido también tanto en su frecuencia como en su intensidad. Un año más tarde la señora C informó que todavía tenía las voces en la cabeza pero que no le causaban demasiados problemas. Los objetivos de la terapia (ayudar a reducir las quejas del señor C y ayudar a la señora C a pelear menos con las voces) se habían cumplido simplemente mediante el establecimiento de excepciones a las veces en que ella peleaba con las voces. Las voces fueron aceptadas en su valor literal y no se hizo ningún intento de eliminarlas. Construcciones alternativas y más complicadas La situación de la señora C se podía haber descripto de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, se podían haber considerado las voces como un intento de solución. Las voces estaban más activas cuando ella se ocupaba menos de atender a su esposo. Por lo tanto, se podía haber sospechado que las voces resolvían el problema de que ella parecía estar dispuesta a atender a su esposo cuando, en realidad, consideraba que eso era una carga para ella. La señora C no llevaba las de ganar: 1) o bien atendía a su esposo de buena gana, sin voces, o 2) lo atendía porque tenía que hacerlo con el fin de acallar las voces. 160 Se podía haber pensado que las voces cumplían una función tática en el matrimonio: 1) impidiendo que la señora C nara el matrimoniojlo cual sugiere que sin voces no habría nio, o 2) ayudándola a satisfacer también sus propias nece-£toes por medio de su "enfermedad". ufo; Además de las descripciones sistémicas o las metáforas explica-gMtf, se podrían indicar algunas intrapsíquicas. Sin embargo, el punto áfcúue cualquier metáfora explicativa es más complicada que limitar-K a tomar el problema en su valor literal: la señora C oía voces 0olestas con las que deseaba dejar de pelear. Simplemente este objetivo se podía cumplir sólo con alguna conducta diferente. Cual-«BÍera o todas estas metáforas explicativas podrían resultar útiles agrá diseñar un método terapéutico más complicado si el más limpie fallara pero, lo que es muy importante, cualquiera o todas titas metáforas explicativas podrían llevar al terapeuta a no utili-3*r el método más simple que tenía a mano. Pensar que mapas complicados necesariamente representan un territorio complicado es algo que seduce fácilmente, dada la utilidad de esos mapas en algunos contextos. EJEMPLO DE CASO TRECE El señor y la señora D trajeron con ellos a la terapia a su hijo de 9 años y a su hija de 7. El motivo de consulta principal de los padres se refería a las rabietas de la hija y un motivo secundario estaba relacionado con la mala memoria del niño. Las rabietas habían sido muy frecuentes, a veces dos diarias, hasta el día en que llamaron por teléfono para pedir la entrevista. Entonces, durante tres días seguidos, ¡no había habido rabietas! Como dijo el padre, fue como cuando a uno se le va el dolor de muelas apenas llama al dentista. Rápidamente comencé a explorar qué hubo de diferente en esos días sin rabietas. El hermano y la hermana se habían dedicado, verdaderamente dedicado, a jugar juntos y los padres se dedicaron a sus propias tareas hogareñas. El juego se había desarrollado sin ningún conflicto y así los padres pudieron tranquilizarse y disfrutar juntos sin tener que hacer de arbitros y/o castigar una mala conducta. Sin embargo, esta situación no era tan inusual, es decir, los niños con frecuencia jugaban juntos y también muchas veces los padres se 161 dedicaban a las tareas del hogar. Hasta donde era posible entenderlo estos días sin rabietas fueron una simple casualidad. Después de elogiar a cada uno de los miembros de la familia por su capacidad para describir las cosas y por su evidente preocupación les pedimos que todos los días, antes de que la hija se fuera a dormir, cada uno predijera en secreto si al día siguiente no habría rabietas. Al día siguiente, antes de hacer las próximas predicciones, tenían que verificar si habían acertado o no en sus predicciones. Pero ¿qué hacer? Puesto que había excepciones, el foco de la entrevista se puso en ayudar a la familia a hacer más de aquello que producía esas diferencias. Pero, en contraste con el ejemplo de caso once en el que las diferencias eran deliberadas, en este caso, así como en el ejemplo de caso doce, las diferencias eran espontáneas o no planificadas. Esta es la diferencia esencial entre los ejemplos de casos. La familia y yo no pudimos describir qué diferencias fueron las que tuvieron sentido durante los tres días sin rabietas. Sin embargo, en esos días hubo algo claramente diferente. Pero ¿qué? ¿La madre había hecho algo diferente? ¿El padre? ¿El hermano? ¿La propia niña? Si esos días verdaderamente fueron una casualidad, entonces repetir cualquier cosa que haya sido diferente es prácticamente imposible. Sin embargo, cuando se pueden describir diferencias de conducta, entonces las diferencias casuales se pueden ejecutar deliberadamente. Se diseñó la tarea para ayudarnos a descubrir lo que cualquiera de ellos hizo de diferente en los días sin rabietas. Por supuesto, el hecho de que existieron esos tres días sin rabietas significa que se ha encontrado una solución aun cuando ni los miembros de la familia ni el terapeuta saben cuál es o cómo describirla. Los miembros de la familia, que siempre esperaban las rabietas, ahora podían comenzar a modificar sus expectativas y de este modo existe una solución en curso. En la segunda sesión resultó claro que las rabietas se podían interrumpir cuando los padres elegían ignorarlas o se alejaban ante la posibilidad de enzarzarse en una disputa sobre lo que querían que hiciera la niña. Aunque nadie podía predecir los días sin rabietas, descubrieron que después de cierta confusión y tal vez algunas lágri162 con el tiempo la niña seguiría las directivas que se le daban. Por inera vez la madre utilizó consistentemente esta técnica y las nbietas disminuyeron por debajo de lo normal, aunque no fue una Ipnana totalmente libre de berrinches. T Después de elogiarlos una vez más por sus habilidades de observación y por su tenacidad, les sugerimos que continuaran igno-nodo todas las rabietas que estuvieran a punto de comenzar pero, si alguna efectivamente comenzaba antes de que tuvieran ocasión de ¡añorarla, entonces simplemente tenían que "hacer algo diferente", tal vez por ejemplo alejarse. Aunque no se advirtieron diferencias entre los días con rabietas y días sin rabietas, resultó claro que ignorar los berrinches introducía Una diferencia y entonces se podía dar como tarea continuar ignorjndolos. En este punto no se sabe si ignorarlas o no será suficiente para manejar las rabietas de un modo que resulte satisfactorio para la familia. Ni el terapeuta ni los miembros de la familia tienen la suficiente experiencia en esto como para tener confianza en que ignorar las rabietas sea el método más útil. El señor y la señora D habían encontrado algo que mejoraba las cosas y por lo tanto la intervención se limitó a recomendar que hicieran más de lo mismo, es decir, ignorar las rabietas, puesto (jue funcionaba. Ahora que se ha advertido alguna diferencia, es necesario que la familia amplíe esa diferencia; entonces tal vez esto llevaría a una solución satisfactoria. EJEMPLO DE CASO CATORCE Sesión 1 La señora Z trajo a su esposo a la terapia porque deseaba que él dejara de beber en exceso. El señor Z dijo que no bebía en exceso y que no quería dejar de beber. Según parecía, le había prometido ttuchas veces a su esposa dejar de beber. Entonces tomaba sólo una copa cuando visitaba a unos amigos que tenían una taberna, pero al parecer eso siempre lo llevaba a tomar más porque se sentía mal por DO haber cumplido la promesa, que en realidad no había querido «acer en primer lugar. Una de las primeras cosas que hice fue •ugerirle que dejara de hacer esa promesa. Aceptó. Exploré con él 163 qué hacía cuando no bebía. Exploré con la mujer qué veía ella que él hacía cuando no estaba bebiendo. Y exploré qué hacía ella cuando él no bebía. A partir de esta primera sesión quedó claro que había ocasiones en que el hombre no bebía y que las conductas de ambos, por separado o en conjunto, se influían mutuamente. Sin embargo, no hubo tiempo suficiente en la primera sesión para entrar en detalles sobre algunos modelos no problemáticos. Por lo tanto, les pedimos que cada uno de ellos individualmente llevara registros durante la semana venidera de lo que hacían por separado y de lo que hacían juntos cuando él no bebía. Esta tarea indirectamente prescribe el modelo de la excepción. Es decir, con el fin de hacer la tarea, el marido no tiene que beber. Pedirle directamente que no bebiera sólo sería seguir con el método fallido de la esposa. Sesión 2 Durante la semana, el señor Z no probó ni una gota de alcohol, pero antes de describir sus observaciones, preparó el terreno al comparar lo que sucedió con lo que ocurría habitualmente cuando bebía. Como él lo expresó, el hecho de que él bebiera producía en ella un cambio enorme. Era como si se transformara en otra persona apenas sospechaba que él había bebido. Cuando él no bebía, ella lo aguardaba solícita, le preparaba sus platos favoritos, le hacía masajes en la espalda, le recordaba sus tareas hogareñas, le compraba regali-tos, le preparaba la vianda, tomaba la iniciativa sexualmente, etc. Aunque esta lista correspondía solamente a una semana, había habido un período de dos años en el que ella se comportaba de esta manera cuando él no bebía. La señora Z informó que él había realizado algunas tareas postergadas durante mucho tiempo sin que ella tuviera que recordárselo, y que la había abrazado espontáneamente. Ambos describieron esa semana como maravillosa, pero la señora temía que pudiera tratarse de una casualidad puesto que no tenía total confianza en que él no volvería a beber. El marido dijo que apenas ella sospechaba que él había bebido, instantáneamente inte164 ia estas conductas, se aislaba y echaba todo a perder. Esto era Inficiente para "impulsar a alguien a beber". Entonces, cuando ella ttbía que él había bebido, se iba a casa de su madre. Entonces él se ifeatía solo y bebía más. En un momento dado, él hacía la promesa, ella regresaba y las cosas iban bien hasta que... •K. : El señor Z dejó perfectamente en claro que él no tenía ningún Iteres en dejar de beber porque ella se lo pedía. Si y cuando él mismo decidiera dejar de beber, entonces lo haría. Quería que ella "dejara de fastidiarlo" y declaró su intención de no venir más a la terapia gunque yo le había aclarado que no le pediría que dejara de beber. BUa decidió que vendría sola para tratar de enfrentar una situación que no deseaba, es decir, seguir casada con la amenaza constante ¿e que él volviera a beber en exceso. El marido aceptó que ella Continuara con la terapia porque "verdaderamente es un problema dfc ella, no mío". */.'. Esa semana sin beber y el período de dos años en las mismas tundiciones confirmaron la utilidad potencial de las excepciones. En un punto la excepción había sido efectivamente la regla. Por lo tanto, «mplemente le recomendé que *', • puesto que usted descubrió algo que funciona en su caso, sólo •<.'' puedo recomendarle que continúe haciendo lo que hizo esta i semana pasada. ?T: Excepto no beber, no quedaba muy claro el papel del marido en el modelo de la excepción. A ambos les resultaba muy fácil describir el papel de la esposa y podían advertir rápidamente las diferencias entre el modelo de la ebriedad y el modelo de las excepciones. De modo que me resultó fácil trabajar con ella para promover Una solución basada en hacer más de lo que funcionó en la semana interior. La participación del esposo hasta este momento había wio útil y el hecho de que continuara participando podría haber Insultado útil, pero no es esencial para elaborar una solución. Sesión 3 (dos semanas después) El señor Z continuaba sin beber y la mujer ni siquiera había «nido una sospecha de que bebiese. Pero estaba preocupada. Sabía 165 que su método no había funcionado y también quería que este matrimonio continuase y que tuviera éxito. Le sugerí que la próxima vez que sospechase que él había estado bebiendo, fingiera que no sospechaba y continuara todo como si no hubiera pasado nada. Tenía que salir de lo habitual y servirle uno de sus platos favoritos, luego llevarlo al cine y más tarde tomar la iniciativa sexualmente: todas conductas normales. Tenía que observar las reacciones de su esposo y luego observar las consecuencias. Es decir, le sugerí que continuara con el modelo de la excepción, independientemente de lo que en realidad sucediera. La idea que tenía en mente era que el hecho de que ella ejecutara la conducta excepcional estimularía que él respondiera del mismo modo. Puesto que la señora Z no estaba dispuesta a fingir que todo era normal si descubría que en realidad su marido había estado bebiendo, le sugerí que pensara en qué cosa diferente iba a hacer si volvía a su casa y descubría que su marido había estado bebiendo antes de que ella regresara. Le sugerí que pensara qué sería LO ULTIMO que él esperaría que ella hiciera, y entonces lo hiciera. Inmediatamente dijo que lo último que él esperaría sería que ella lo llevara a beber. Ambos nos reímos al imaginarnos este acontecimiento aunque ella dijo que era "una idea repugnante". Cuando efectivamente llegó a descubrir que su esposo bebía, la señora Z perdió confianza en el método del "fingimiento", aun cuando hasta ese momento había tenido un éxito que "superaba sus más extravagantes suposiciones". Sesiones 4 y 5 En el transcurso de los meses siguientes, la mujer fingió unas cuantas veces y —aunque no se sabe si él había bebido o no— no creció la tensión y ella no se fue a casa de su madre. Entonces un día la mujer llegó a su casa y vio en frente de la casa el auto de uno de los compañeros del servicio militar de su esposo. Ella SUPO que esto significaba que se bebía, de modo que fue hasta la tienda más cercana y compró dos paquetes de seis latas de la cerveza importada más cara que encontró. Entonces regresó a su casa y colocó la cerveza sobre la mesa de la cocina donde ellos se habían sentado. La mujer se sentó e insistió en que su esposo bebiera la cerveza que ella le había 166 •prado como una sorpresa... siempre dentro de su conducta nor-tde traerle algún regalo sorpresa de vez en cuando. El marido se perplejo. El amigo, al percibir que había algún problema, Urentemente se marchó y ella continuó insistiendo en que, ya que i a beber, tenía que tomarse la cerveza que ella le había traído. El ¿o quería. Un año después los doce envases de cerveza todavía ¿liaban en la nevera y él no había vuelto a beber. Cuando ella sospechó que él había estado bebiendo, no aban-i sus conductas normales y la conducta de su marido no se sificó. Y cuando se dio cuenta efectivamente de que él había ¡ado bebiendo, de nuevo puso en práctica conductas normales, es Ifecir, traerle una sorpresa (la cerveza importada). Y la conducta de feeber no se intensificó. El marido aprecia los regalos que ella le trae y entonces, si va a beber nuevamente, tendrá que beber primero la (jerveza que ella le trajo porque, si bebe otra cosa, eso significaría rechazar el regalo que ella le hizo, lo cual probablemente pondría en peligro el matrimonio. Y él no quería eso. Ninguno de los dos podría darse cuenta de la importancia central que tenían para el matrimonio los regalos que ella le hacía y las respuestas que él daba ante esto, y yp no se los dije. Alrededor de un año después de nuestra última sesión, el marido no bebe en exceso y ella continúa haciéndole regalos... que él aprecia mucho. Por supuesto, no se puede generalizar a partir de este caso (de exceso) a otros casos (de exceso), es decir que otras esposas pueden realizar las mismas "conductas sorpresa" y fingir de la misma manera porque, aunque sólo sea por esta razón, no todos los matrimonios dependen de que la mujer haga regalos y al marido le gusten y responda tan bien. Los casos no se parecen de esta manera. La solución supone que ella haga algo diferente de las quejas habituales; y que estas conductas denominadas "diferentes" sean verdaderamente normales en ella, ya formen parte de su repertorio; y desde este punto de vista, ella se comporta de una manera que está asociada con buenos momentos y él tiene que responder con "conductas de buenos momentos" porque él valora el matrimonio tanto como ella. Es decir, la intervención estuvo destinada a UTILIZAR las conductas no problemáticas de tos cónyuges dentro del contexto de la resolución del problema. Si el matrimonio hubiese estado quebrado y él ya no respondiera ante los regalos que ella le hacía en los buenos momentos, entonces 167 probablemente este método no hubiese funcionado en absoluto. Es decir, el sistema tiene que estar bien conectado para que los cambios sistémicos o interaccionales sean eficientes. Lo mismo pero diferente Por supuesto, ningún método funciona siempre. Al parecer los fracasos de este enfoque centrado en la solución a menudo se pueden asociar con el hecho de que el terapeuta no acepta el problema del cliente en su valor literal, es decir, si el terapeuta hubiese intentado eliminar las voces de la señora C o bien hubiese intentado tratar la (así llamada) psicosis, en lugar de ayudarla a dejar de pelear con ellas, como la señora había pedido, entonces la cooperación se hubiera hecho muy difícil y no se hubiesen cumplido ni los objetivos del terapeuta ni los de la señora C. Sobre la base de las ideas simples que acabo de describir, me han denominado "el más mínimo de los minimalistas" (Brewster, 1985). Sin duda esto no fue pensado como un elogio, pero por cierto lo tomo como un profundo cumplido. Desde la perspectiva de un minimalista, lo mejor es suponer que una cama mojada es una cama mojada, rechinar los dientes es rechinar los dientes, las voces son voces y nada más. Tenemos a mano metáforas explicativas mucho más complejas sobre las cuales basar un método de tratamiento, si fracasa el primer método, el mínimo. Si uno quiere llegar desde el punto A hasta el B, pero no conoce nada del terreno que media entre ellos, lo mejor es suponer que se puede ir desde A hasta B siguiendo una línea recta. Si esta suposición resulta falsa y uno se encuentra con enormes montañas, entonces es necesario buscar un paso que se encuentre lo más cerca posible de la línea original que se seguía. Como diría William de Ockham, no hay que introducir nunca descripciones complejas cuando las simples pueden servir. Para muchos terapeutas —tanto los que se consideran orientados hacia la terapia familiar como los que se consideran orientados hacia la terapia individual— podría resultar difícil entender que los cuatro ejemplos de casos presentados son más parecidos que diferentes. Después de todo, en el once hay una persona que se considera 168 adicta a la cocaína, en el doce hay alucinaciones auditivas, en el trece «e trata de una familia que soporta rabietas demasiado frecuentes <|e la hija y en el catorce hay una pareja afectada por problemas de alcoholismo. Sin embargo, dentro de este modelo los casos son parecidos porque en todos los casos los clientes describen excepciones. En cada uno se pone el acento esencialmente en describir qué «loque hacen de diferente durante el período excepcional; entonces el terapeuta recomienda que se haga más de aquello que el cliente ha descubierto que funciona. Este proceso es esencialmente el mismo en los cuatro casos, a pesar de que en el caso trece intervienen cuatro personas, dos en el caso catorce y una en los casos once y doce. La cantidad de personas no es un factor que complique las cosas. 169 10 Un caso inusual que sigue las reglas EJEMPLO DE CASO QUINCE FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ¿BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES? Sí ¿ESPONTANEAS? Describir las diferencias entre las excepciones y el problema FIJAR OBJETIVOS PRESCRIBIR: Al azar hacer más de lo que funciona 170 Una mujer de 27 años, la señora E, llegó a la terapia afirmando rfnje era una "personalidad dependiente" y que comía y bebía en exceso. Le pregunté si hacía las dos cosas al mismo tiempo y dijo: "No, o bien como en exceso (como de más y vomito) o bien bebo excesivamente y «veces consumo otro tipo de drogas". Nunca hacía la dos cosas al mismo tiempo. Me quedé sorprendido y le pregunté cómo decidía en cuál de las dos cosas se iba a exceder. No lo decidía: todo dependía de cómo se sintiera. Si sólo pudiera resolver uno de estos problemas por vez, yo me preguntaba sobre cuál de los dos ella querría trabajar primero pero, puesto que ella consideraba que ambos excesos eran "síntomas" de un solo problema subyacente, creía que era necesario que resolviera ese problema básico y de este modo se curarían los dos síntomas. Al comienzo de la sesión, la señora E explicó que tenía un solo problema importante: comía y bebía en exceso y esto se debía a que ''la suya era una "personalidad dependiente". Lo describió de la siguiente manera: MODELO DEL PROBLEMA 1) X (posible desencadenante)«— 2) Sentirse mal 3) Exceso de comida o de alcohol 4) Sentirse mal 5) Continúa excediéndose 6) Cesa el exceso 7) Vuelta a lo "normal" Ti em P No se trata de una construcción muy útil porque el exceso de comida y el de alcohol se describen como "lo mismo" o, por lo menos, variantes de lo mismo. Algunos modelos terapéuticos (Watzlawick, Weakland y Fisch, 1974; Haley, 1976; de Shazer, 1982a) se basan en la idea de que el denominado "síntoma" es un paso problemático o un elemento de un modelo problemático y, por lo tanto, el problema se puede resolver al eliminar ese paso o si se modifica algún otro paso de la secuencia de modo que se constituya un nuevo modelo o rodeo. Un terapeuta que trabaje sobre la resolución de problemas exploraría minuciosamente esta secuencia, para buscar los detalles 171 de cada paso en todo el trayecto. Entonces, basándose en la idea H que toda transformación en un sistema significa que el resto del sistema tiene que responder, le sugeriría al cliente que variara cada uno de los pasos. Cuando todo va bien —y con frecuencia así es~ei cliente informa que se ha registrado una diferencia en esa secuencia y que el "síntoma", es decir, el exceso de comida o de alcohol o ambos está ausente y aparece una versión alternativa del modelo. Sin embargo, puesto que el exceso de comida es distinto del exceso de alcohol, comencé por desestructurar el problema para que hubiera dos problemas diferentes antes de comenzar a buscar excepciones puesto que, una vez que se considera que hay dos problemas, entonces podrían aparecer dos conjuntos diferentes de excepciones. MODELO DEL PROBLEMA A' l.X 2. Sentirse mal a' 3. Exceso de comida 4. Sentirse mal a' 5. Continúa el exceso de comida 6. Cesa el exceso 7. Vuelta a lo normal MODELO DEL PROBLEMA A' X' Sentirse mal a" Exceso de alcohol Sentirse mal a" Continúa el exceso de alcohol Cesa el exceso Vuelta a lo normal DÍAS NORMALES MODELO NO A La mujer se había excedido en la comida y en la bebida durante diez años y había estado en tratamiento muchas veces (internada o como paciente ambulatoria). Ahora venía nuevamente en busca de terapia porque su matrimonio había fracasado y quería arreglar su situación matrimonial o su situación personal para poder "tener una relación razonable con un hombre". Al comenzar la primera sesión describió las situaciones en que comía en exceso o consumía alcohol en exceso pero el resultado fue que tuvimos la posibilidad de describir tres tipos de modelos: 1) el modelo de los días normales, por lo común de dos a siete seguidos; 172 que <**>*' ui"v.~ ,----del alcohol hasta siete días seguidos. *9°r frecuencia 1 «moa v nuevo smo r frecuenca os m al cliente que deje de hacer algo (x) o que haga algo nuevo sino Átese le pide que "fuerce" la aparición de un modelo normal. Puesto míe el síntoma no es un paso de cualquier modelo NO A, es menos probable que se reitere. Es decir, el modelo problemático (A o A' y A") ni se interrumpe ni se transforma deliberadamente. En cambio se puede considerar que se lo "deja de lado" al no utilizarlo delibeíadamente. Se puede permitir que el modelo problemático languidezca en lugar de cortarlo de cuajo. Puesto que teníamos un conocimiento mínimo sobre los detalles del ciclo de los días normales (NO A), y puesto que la mujer se encontraba en uno de esos ciclos, le pedí que comenzara a hacer un catálogo de lo que hacía durante ese ciclo y que observara lo que hacía cuando superaba algún impulso que la llevaba a los días malos de cualquiera de los modelos. La búsqueda de excepciones nos permitió llegar a la idea de que el "modelo A" de los días malos" era una excepción al "modelo A' de los días malos". Por supuesto esto significaba que el "modelo A' délos días malos" era una excepción al "modelo A" de los días malos". Es más, no solamente los modelos de los días malos constituían excepciones recíprocas, sino que el "modelo de los días normales" era una excepción respecto de los otros dos. Sesión 2 La mujer informó que no había tenido que superar ningún impulso incontrolable durante la semana que transcurrió entre las dos sesiones pero que había comenzado a confeccionar un catálogo 173 L de las "conductas y sentimientos de los días normales". En los días normales se atendía bien, comía en forma adecuada, hacía ejercicios visitaba a sus amigos, iba a la iglesia los domingos, hacía llamadas de larga distancia para comunicarse con sus padres, etcétera. Esto lo comparó con sus días malos, cuando no hacía esas cosas. De alguna manera podía distinguir un tipo de día malo del otro. Aunque no podía definirlo como para que yo lo entendiera, ella lo sabía. Estos dos tipos de excesos habían provocado la ruptura de su matrimonio. El marido la abandonó porque dijo que "no podía ayudarla". Había expresado que todo lo que él trataba de hacer al parecer empeoraba las cosas. Ambos dijeron que todavía se amaban pero se negaron a volverse a ver: cada uno por el bien del otro. Puesto que funcionaba, le encargué la misma tarea al final de la segunda sesión y se fijó la tercera sesión para dentro de dos semanas. Sesión 3 Cuando comenzó la sesión, la mujer informó que continuaban los días buenos: hubo 30 seguidos. Ella pensaba que era un milagro: "En verdad a veces las cosas cambian de la noche a la mañana". Yo no estaba tan seguro. Una vez más, le pedí que continuara haciendo lo que funcionaba, pero también le sugerí que tuviera mucho cuidado puesto que no había ningún modo de probar la ausencia de los dos modelos de los días malos. Sesión 4 Esta sesión coincidió con un día difícil, del tipo A: la mujer sabía que al día siguiente iba a atiborrarse de comida. Y ¡verdaderamente no quería hacerlo! De modo que aceptó hacer todo lo que yo le dijera, aun antes de saber qué sería, sólo para no tener que pasar por otro exceso de comida. Después de un intervalo, le dije que tenía dos opciones: 1) podía levantarse al día siguiente y comportarse como lo hacía normalmente durante un buen ciclo; o 2) puesto que ella sabía que se avecinaba un ciclo de exceso de comida, debía comenzar a beber AUN CUANDO NO TUVIERA GANAS DE HACERLO. Y, la próxima vez que sintiera que se avecinaba un ciclo de exceso de alcohol, en vez de eso tenía que atiborrarse de comida. 174 Se quedó estupefacta, pero admitió que había aceptado hacerlo. Para los propósitos de esta intervención, tanto el modelo del exceso de alcohol como el de los días normales se consideraban como excepciones al modelo del exceso de comida. En ambas opciones se le pidió que reemplazara por un modelo "normal" 'diferente que en ese momento era "inadecuado", porque su modo de sentirse mal significaba exceso de comida. Tanto el modelo de los días normales como el del exceso de alcohol son diferentes del iftodelo de exceso de comida, que es el problema actual. De modo due cualquiera de los dos modelos que se pusiera en práctica en este momento podía impulsar el desarrollo de una solución satisfactoria. Sesión 5 Una semana después, la mujer informó que al día siguiente se había levantado con un deseo intenso de comer torta de chocolate, pero en lugar de eso salió a comprar cerveza. La trajo a su casa y se quedó sentada mirándola fijo y temblando durante tres horas y entonces llamó por teléfono a sus padres. Luego se fue a su clase de gimnasia y al mediodía se había olvidado de su necesidad de atiborrarse de comida. La intervención que condujo a la solución se basa en algo que el cliente ya está haciendo en su vida cotidiana y que funciona en su caso. Puesto que esta conducta le resulta conocida, no le es difícil cooperar para cumplir la tarea que le encargo. Sesiones 6 y 7 Durante los seis meses siguientes la mujer volvió a fingir que tenía un día bueno aproximadamente una vez por mes. En ese punto .describía que tenía días normales y "días menos buenos", pero no días malos de un tipo u otro". La CLAVE no está en los detalles. No todos los casos se pueden resolver logrando que el cliente prometa ciegamente hacer algo malo". Lo que cuenta aquí no es la ordalía de prometer hacer la otra Cosa mala. En la situación problemática, la mujer hizo algo diferente, <}ue fue UTILIZAR sus conductas no problemáticas dentro del contex175 to del problema. Comprar cerveza, llamar a los padres, hacer gimnasia son TODAS conductas que corresponden a los días en que no se come en exceso. Por supuesto, para poder descubrir qué hace el cliente que se pueda utilizar para construir una solución, es necesario producir el tipo adecuado de conversación durante la sesión. Si uno no pregunta por las excepciones y los éxitos, el cliente no lo dirá. Después de todo, lo que les preocupa a los clientes es el problema que los trajo en busca de terapia. Pero, como lo dijo Erickson, "ellos no saben cuál es el problema". Los terapeutas tampoco lo saben y no podemos saberlo. Todo lo que clientes y terapeutas pueden saber es cómo saber cuando el problema está resuelto y mi conclusión en este momento es ésta: que cuando el problema esté resuelto las cosas se parecerán bastante a lo que son ahora cuando no se produce el problema. Las cosas dejarán de ser "la misma maldita cosa una y otra vez" para pasar a ser "una maldita cosa después de otra". Diferente pero lo mismo 1) Problema = Exceso de comida | 2) Excepciones = Exceso de alcohol y días buenos ! Espontáneas Diferencias: Con el modelo del día normal o con el de exceso de alcohol, no hay exceso de comida. Objetivo: Aumentar la cantidad y la frecuencia del modelo del día normal para lograr como resultado la ausencia de los modelos de exceso. Esto podría llevar a una mejor relación con los padres, restablecimiento del matrimonio y/o establecer una relación viable con alguna otra pareja. PRESCRIBIR: Hacer más de lo que funciona = beber alcohol en el modelo de exceso de comida y/o comer en exceso en el modelo de exceso de alcohol y/o días normales en cualquiera de los modelos de exceso o en ambos. 176 ,», Aunque una de las excepciones (exceso de alcohol) es una parte ' j-j problema global original, también constituye una excepción al •gobierna des-estructurado (el exceso de alcohol es algo separado y distinto del exceso de comida). Sin embargo, esta diferencia significa una diferencia pequeña o nula en el sendero que condujo a la •olución. Simplemente está basada en el uso de la conducta no problemática (no exceso de comida) dentro del contexto del proble-pa, es decir, el del exceso de comida. Aunque este caso, en la superficie, parece radicalmente diferente de los que tratamos en los Capítulos anteriores, en términos del desarrollo de la solución, de todas maneras es lo mismo tanto en términos de la teoría como del método. En este ejemplo resulta claro que si la señora E se hubiera excedido tanto en la comida como en la bebida al mismo tiempo, entonces estos excesos no hubieran constituido excepciones recíprocas. Esto significa que habría que haber utilizado otras excepciones para impulsar una solución. Esta distinción radical entre los dos modelos de exceso es lo que llevó a esta intervención singular que claramente sigue una regla simple: construir la solución con materiales que son ajenos a los modelos del problema. 177 to del problema. Comprar cerveza, llamar a los padres, hacer gimnasia son TODAS conductas que corresponden a los días en que no se come en exceso. Por supuesto, para poder descubrir qué hace el cliente que se pueda utilizar para construir una solución, es necesario producir el tipo adecuado de conversación durante la sesión. Si uno no pregunta por las excepciones y los éxitos, el cliente no lo dirá. Después de todo, lo que les preocupa a los clientes es el problema que los trajo en busca de terapia. Pero, como lo dijo Erickson, "ellos no saben cuál es el. problema". Los terapeutas tampoco lo saben y no podemos saberlo. Todo lo que clientes y terapeutas pueden saber es cómo saber cuando el problema está resuelto y mi conclusión en este momento es ésta: que cuando el problema esté resuelto las cosas se parecerán bastante a lo que son ahora cuando no se produce el problema. Las cosas dejarán de ser "la misma maldita cosa una y otra vez" para pasar a ser "una maldita cosa después de otra". Diferente pero lo mismo 1) Problema = Exceso de comida I 2) Excepciones = Exceso de alcohol y días buenos 1 Espontáneas Diferencias: Con el modelo del día normal o con el de exceso de alcohol, no hay exceso de comida. Objetivo: Aumentar la cantidad y la frecuencia del modelo del día normal para lograr como resultado la ausencia de los modelos de exceso. Esto podría llevar a una mejor relación con los padres restablecimiento del matrimonio y/o establecer una relación viable con alguna otra pareja. PRESCRIBIR: Hacer más de lo que funciona = beber alcohol en el modelo de exceso de comida y/o comer en exceso en el modelo de exceso de alcohol y/o días normales en cualquiera de los modelos de exceso o en ambos. 176 Aunque una de las excepciones (exceso de alcohol) es una parte problema global original, también constituye una excepción al üoblema des-estructurado (el exceso de alcohol es algo separado y distinto del exceso de comida). Sin embargo, esta diferencia significa B0a diferencia pequeña o nula en el sendero que condujo a la «olución. Simplemente está basada en el uso de la conducta no pjoblemática (no exceso de comida) dentro del contexto del proble-«a, es decir, el del exceso de comida. Aunque este caso, en la superficie, parece radicalmente diferente de los que tratamos en los capítulos anteriores, en términos del desarrollo de la solución, de todas maneras es lo mismo tanto en términos de la teoría como del método. En este ejemplo resulta claro que si la señora E se hubiera excedido tanto en la comida como en la bebida al mismo tiempo, entonces estos excesos no hubieran constituido excepciones recíprocas. Esto significa que habría que haber utilizado otras excepciones para impulsar una solución. Esta distinción radical entre los dos modelos de exceso es lo que llevó a esta intervención singular que claramente sigue una regla simple: construir la solución con materiales que son ajenos a los modelos del problema. U 177 11 Problema vago, objetivos vagos, solución vaga ¿Formulación del problema? Sf Búsqueda de excepciones —• no-------> Vago Tarea formalizada de la primera sesión o una variante El propósito del terapeuta y del cliente que trabajan juntos para desconstruir un marco de referencia global es producir un elemento indecidible, pero cuando el problema es vago la situación ha llegado ya a ese punto. El indecidible funciona para desorganizar o socavar el modo en que se comprende una situación y quizá lleve a un desacuerdo significativo acerca de qué es lo que ocurre. Esto le provoca al cliente desorientación y confusión y también al terapeuta porque no pueden decidir qué es lo que ocurre y, lo que es más importante, ninguno puede decidir cómo sabrán cuando el problema esté resuelto. EJEMPLO DE CASO DIECISEIS Sesión 1 El señor y la señora W vinieron en busca de terapia cuando el señor W se dio cuenta de que ya no había "placer" en su matrimonio. 178 'Tmo cataba seguro de querer continuar con la relación matrimonial y f' ^ estaba seguro de querer provocar una ruptura. Simplemente no jgbía "con qué quedarse". ,j. En lo que respecta a la señora W, nada era diferente. Durante Je»seis meses anteriores, que el señor W describía como "aburridos", para ella las cosas seguían tan firmes como siempre lo habían estado 40de que había terminado la luna de miel diez años antes. Día tras 4fa se producían en su vida los altibajos normales y durante esos seis 0eses ella no había podido leer ningún signo de perturbación. Esto te confundía porque había seguido viendo signos de que las cosas carchaban bien y ahora había llegado a dudar de sus propias percepciones. 1 Ni el señor ni la señora W fueron capaces de describir diferencias en su conducta que pudieran haber constituido una clave para •atender el hecho de que algo funcionaba mal. En lo que respecta al «ñor W, simplemente había comenzado a sentirse "aburrido". El continuó comportándose normalmente y no lo sorprendía el hecho 4e que ni su esposa ni sus hijos fueran capaces de decir que algo funcionaba mal. Puesto que el señor W se había comportado normalmente todo el tiempo, la señora W pensaba que las cosas eran normales, pero cuando el esposo le dijo que las cosas funcionaban mal esto la dejó con dudas acerca de su percepción de la relación matrimonial y de su esposo. Puesto que el señor W se comportaba normalmente pero en su interior se sentía aburrido, tampoco él sabía qué es lo que ocurría. "¿Cómo sabrán cuando el problema esté resuelto?" Ni el señor ni la señora W fueron capaces de definir cómo sería una solución porque "en la superficie" no había nada malo. Por supuesto esto significaba que tampoco sus hijos, amigos o compañeros de trabajo sabrían que el problema estaría resuelto. El señor W sabía que el problema estaría resuelto cuando "se sintiera bien de nuevo", pero fe señora W no tenía ningún modo de saberlo excepto que su marido se lo dijera. Pero aun si él le decía que las cosas marchaban bien, esto DO significaría una solución para ella porque no habría signos de confirmación. \En este punto, el señor W, la señora W y yo compartíamos todos «a indeterminación de la situación clínica. El problema es vago, la 179 solución es indeterminable y el señor W no recordaba ninguna vez en los seis meses pasados en que se hubiera sentido bien con la situación. La situación total era confusa o indecidible y, por lo tanto continué con mi exploración en busca de alguna ocasión en la que e¡ señor W supiera que las cosas marchaban bien y en la que la señora W supiera que él sabía que las cosas marchaban bien. Antes de los últimos dos años ambos estaban seguros de que las cosas habían marchado bien. Sin embargo, continuaban haciendo la mayor parte de las mismas cosas de las que disfrutaban juntos. Sólo faltaba el placer de hacerlas y sólo el señor W sabría cuando se volviera a encender la llama. En un intento de elaborar algunas medidas del éxito, les formulé algunas preguntas de escalas: "En una escala del 10 al O, en la que el 10 significa que este matrimonio les importa mucho y el O significa que cualquier cosa les da lo mismo, ¿dónde se colocarían hoy?" La señora W optó por un 8 y el señor W por un 6. "Si el 10 significa la mayor confianza humanamente posible y el O significa que no existe ni la mínima chance imaginable, ¿qué posibilidades dirían que existen de que ustedes dos continúen juntos por dos años más?" La señora W optó por un 9 y el señor W por un 7. "Si el 10 significa el mayor placer que se puede esperar razonablemente en un matrimonio que lleva 15 años y el O que no existe absolutamente ninguno, ¿qué proporción le asignarían hoy?" El señor W optó por un 2 y la señora W por un 8. Una vez establecida una escala, existe al menos un modo potencial de medir el progreso y tal vez la solución. Las mediciones subjetivas son adecuadas para medir sensaciones subjetivas aunque las diferencias de conducta fuesen más perceptibles para la señora W y para otras personas. Sin embargo, yo tenía que aceptar que esto era indecidible y recordar que la solución sería tan indeterminada para mí como para la señora W. En este punto, hacer más esfuerzos por ser concreto y por aclarar la situación no sería adecuado para ellos y podrían entender tal vez que yo no los escuchaba o bien que los censuraba. Por lo tanto, yo tenía que aceptar esta falta de claridad y responder con una intervención que tuviese una cualidad indecidible similar pero con alguna diferencia de punto de vista. "Estoy confundido, pero no importa. En cierto sentido, ustedes me pagan para estar confundido, porque eso significa que yo no veo 180 •cosas del mismo modo que ustedes y por lo tanto el problema se Ugede resolver. Me quedé impresionado por lo bien que ustedes dos lÉJpgcribieron cosas que son muy difíciles de describir y porque, aun 3 Ippdo las cosas no son fácües para ustedes, de todos modos ambos -Desfuerzan para que sigan funcionando cotidianamente. »; Para ayudarnos a imaginar cómo son las cosas, a partir de ahora «basta la próxima sesión, presten atención a lo que ocurra que «ermita indicar y/o confirmar que existe alguna esperanza para la «ación." .p Cuando las cosas son tan confusas o tan mal definidas como en el caso del señor y la señora W, entonces lo más apropiado es una tarea que deje abiertas muchas interpretaciones posibles. De hbcho, se trata simplemente de una versión de la tarea formalizada para la primera sesión y que se ha adaptado para esta situación porque los signos conductuales y los significados que se les asignan ton indecidibles. Tal vez se le puede asignar a alguna conducta un cambio de sentimientos, con lo cual se podrían aclarar un poco las cosas. Sesión 2 (una semana después) ¿Mejor? no-----• Verificarla ejecución de la tarea sí DESCONSTRUIR EL MODELO DEL PROBLEMA SELECCIONAR: Tarea de interrupción del modelo Tanto el señor como la señora W informaron que el intervalo transcurrido entre las sesiones había sido aceptable. De hecho, ambos lo habían pasado muy bien cuando salieron de paseo y cada uno de ellos se había dado cuanta de que el otro lo había pasado muy bien. ^_Sin embargo, ambos estaban seguros de que no había pasado nada ( *}ue pudiera confirmar o indicar que había alguna esperanza para la relación. Las cosas no habían mejorado, y no habían empeorado, pero 181 las cosas estaban "mejor" en un sentido, porque no habían empeorado del modo en que ambos habían esperado que sucediera: no se habían producido estallidos importantes. Como regla general, las cosas están "mejor" o bien "no mejor" (es decir, lo mismo o peor), pero para el señor y la señora W y para mí, esto era indecidible. Por lo tanto, lo mejor es considerar que las cosas "no están mejor" y hacer algo diferente en lugar de continuar por el mismo camino. El señor y la señora W habían seguido intentando explicarse el problema y habían tratado de descomponerlo en sus mínimos componentes, pero no habían aprendido nada en este proceso excepto que sus métodos normales para resolver problemas no habían funcionado. De hecho estaban muy sorprendidos de no haberse hablado a los gritos ni vociferado entre ellos porque gritar y vociferar los había llevado a la resolución de diversas dificultades que habían tenido a lo largo de los años. Sin embargo, ninguno de los dos sentía la necesidad de gritarle al otro y, por lo tanto, no lo hacían. Gritarse y vociferar había resultado un instrumento útil para resolver problemas en el caso del señor y la señora W cuando los habían tenido antes. ¡Tal vez no gritarse ni vociferar les impedía resolver este problema! El hecho de que no se gritaran ni vociferaran, cuando ese método normalmente había llevado a la resolución de problemas, indicaba que yo había comprendido mal: tal vez el señor y la señora W habían construido un marco de referencia global, es decir, "nuestro matrimonio se destruye", y no se trataba de la situación confusa o vaga que parecía clara en la primera sesión. Puesto que las cosas no están "mejor", se trata de una posibilidad concreta. Si fuera así, se había desarrollado un posible punto focal: de acuerdo con la lógica de esa pareja, puesto que existe un problema entre ellos, deberían estar gritándose y vociferando, pero no lo están. Tal vez resultaría adecuada una tarea que incluyera gritarse y vociferar. Alternativamente, esta evidente claridad podía considerarse como la respuesta adecuada a la construcción totalmente abierta del mensaje de la primera sesión. Si así fuera, entonces la tarea de gritarse y vociferar también sería adecuada y evidentemente lógica tanto para el señor como para la señora W. Sin embargo, aun este punto focal potencial es indecidible en este momento, lo cual indica que la situación continúa siendo tan 182 indeterminada como antes y, por lo tanto, nuevamente la intervención debe estar abierta a diversas interpretaciones. El señor y la señora W estaban claramente desconcertados. Todo lo que habían intentado para lograr que el problema tuviera sentido los había conducido a un callejón sin salida. Simplemente querían hacer algún progreso: estaban cansados de ocuparse del problema y de no tener buenos momentos, excepto durante esa única vez en que habían salido a pasear juntos. Como lo expresó el señor W, cuando el problema estuviera resuelto, las cosas seguirían igual, salvo que ellos actuarían en forma espontánea y no rutinaria. Las cosas "no estaban mejor" y al parecer la tarea anterior no resultó de mucha ayuda. Esto indica que la tarea propuesta en esta sesión tendría que enfocarse con vistas a lograr algún resultado: interrumpir el modelo del problema para comenzar con un modelo nuevo. Por otra parte, el hecho de gritarse y vociferar indica un punto focal potencial el cual a su vez indica la necesidad de una tarea que incluya estas actividades, puesto que ése es el método que les permitió al señor y a la señora W resolver problemas en el pasado. Sin embargo, parece indecidible resolver cuál de las dos tareas utilizar. En lugar de colocar esto en un "marco o/o" y seleccionar arbitrariamente una tarea en lugar de la otra, un "marco no sólo /sino ¡también" en el que se colocan las dos tareas juntas produciría algunas Interpretaciones útiles. "Parece claro que la estructura básica de un matrimonio viable ¡está firme, pero lo que falta es el 'placer'. De modo que aun los buenos momentos que son buenos para ambos no son lo suficiente-mente buenos. Les damos un par de ideas que podrían proporcionar placer a su matrimonio: "1) ¡No hablen! del problema. Si se tratara de un problema que le hubiera podido resolver hablando, analizándolo en partes, ustedes dos ya lo hubieran hecho. No tiene sentido continuar haciendo algo que no funciona. 1 "2) Puesto que ustedes descubrieron que gritarse y vociferar con 'Secuencia llevó a que se resolvieran dificultades entre ustedes, tal Vez eso es lo que tienen que hacer esta vez. Puesto que esto no se ha ucido en forma espontánea, tal vez obligarse a hacer algo que vha funcionado antes resultará útil ahora. 183 *!%•«* \f o"3) Dos veces por semana, en las próximas dos semanas, lancen al aire una moneda para ver a quién le toca primero. El ganador comienza a vociferar y a gritarle al otro por cualquier cosa durante 10 minutos corridos. El que pierde sólo tiene que fingir que oye Entonces el perdedor comienza a vociferar y a gritar durante 10 minutos... por cualquier cosa. De ningún modo tiene que relacionarse necesariamente con los temas del ganador. "Luego, un período de silencio de 10 minutos. "Luego volver a lanzar una moneda para decidir si se repite otra vez o no. "Luego, si la moneda dice que 'no' se repite otra vez o después de los segundos 10 minutos en silencio, ustedes dos van a realizar juntos alguna actividad física." Sesión 3 (dos semanas después) Mejor -----------------• sí ---------¿Objetivos cumplidos? No i Hacer más de lo mismo Tanto el señor como la señora W se mostraban sonrientes al comienzo de la sesión. Les pregunté: "¿Mejoraron las cosas?" Ambos respondieron que "sí" y le pusieron un 8 a las dos semanas en una escala de 10 puntos. Informaron que haberles dicho que "no hablaran" había sido una recomendación útil y que ambos disfrutaron de las actividades físicas compartidas y que no les molestó gritar y vociferar. Aparte de no haber hablado más del problema, no consideraban que habían hecho algo diferente salvo, tal vez, que hacían más actividades físicas juntos. No sabían de qué manera esto podía haber provocado la mejoría. Sin embargo, los dos efectivamente pensaban que las cosas eran más placenteras o más espontáneas. Las cosas están "mejor" y ambos están de acuerdo sobre la medida en que las "cosas" están mejor. En este punto el foco de la sesión se puede cambiar para averiguar si las cosas están "lo suficientemente mejor" y hasta qué punto ellos tienen confianza en la continuación de esta mejoría. 184 El señor y la señora W seleccionaron las partes de las tareas que § su juicio podrían resultar útiles y eligieron no llevar a cabo la pelea Oítructurada. (Esto indica que la vaguedad de la situación tenía mayor preponderancia que el posible "marco de referencia global" lobre el modelo de interacción conyugal.) No hablar sobre el problema y realizar más actividades físicas pareció resultar útil y lo suficientemente diferente como para ayudarlos a encaminarse hacia una solución. Independientemente de la ejecución de la tarea, el hecho deque ambos informaran que las cosas estaban "mejor" es suficiente pira informar al sistema terapéutico que la solución incluye que hagan más de lo mismo, cualquier cosa que sea la que estén haciendo. Se habrá encontrado la solución cuando tanto el señor como la señora W estimen que el intervalo entre las sesiones es "suficientemente bueno" y ambos tengan confianza en que lo "suficientemente bueno" tiene probabilidades de continuar. Tanto el señor como la señora W pensaban que las cosas estaban claramente encaminadas en la dirección correcta y que, de continuar así, se llegaría a un estado de cosas por lo menos lo suficientemente bueno. Ninguno de los dos estaba convencido de que eso podía durar. No se les ocurría nada que pudieran hacer para incrementar la posibilidad de que durara y lo único que consideraban que podían hacer para impedirlo era pasar juntos las próximas vacaciones. Yo estuve completamente de acuerdo en que debían continuar haciendo lo mismo y en que probablemente tenían razón al no tener excesiva confianza en el asunto. Pasara lo que pasase, habría días buenos y días malos. Lo único importante era que continuaran haciendo lo que funcionaba en su caso. Sesión 4 (cuatro semanas después) Mejor-.....-------- sí ----------> ¿Objetivos cumplidos? sí Concluir Las cosas continuaron bien entre ellos, incluyendo el período de vacaciones. No habían cometido el error de pensar que sería una segunda luna de miel y todo salió bien. Estaban convencidos de que ^e alguna manera habían resuelto el problema, aun cuando no sabían cómo lo habían logrado. Lo único que les parecía que podría inter«~guil pdealg 185 ferir en el futuro inmediato eran las discusiones y/o conflictos sobre el modo de tratar a su hijo menor. Les sugerí que todas las mañanas lanzaran al aire una moneda para decidir quién se haría cargo de las dificultades que pudieran presentarse con el niño. El otro tenía que limitarse a observar los resultados. Sesión 5 (cuatro semanas después) El señor y la señora W informaron que habían cumplido exactamente la instrucción de lanzar al aire la moneda todas las mañanas y que la única vez que algo sucedió los dos experimentaron un gran alivio porque resultaba claro quién tenía que ocuparse de resolverlo. Este período también había servido para aumentar la confianza que tenían en la solución que habían logrado. Sentían que su vida matrimonial se había enriquecido y ambos tenían mucha confianza en que estos progresos continuarían. Sin embargo ninguno de los dos podía explicar con claridad qué es lo que había ocurrido primero para estropear las cosas y luego para que estuvieran "mejor que nunca". Decidieron finalizar la terapia en este punto. Ños estrechamos las manos, nos deseamos suerte y abandonamos el consultorio en menos de 15 minutos. Discusión Cuando la sesión terapéutica en sí es vaga, con problemas mal definidos y soluciones mal definidas, todo lo que allí tiene lugar es indecidible, incluyendo los progresos y empeoramientos. Para los terapeutas que suponen que los objetivos mensurables son importantes, porque permiten conocer la diferencia entre fracaso y éxito, las situaciones vagas pueden constituir un problema. Los intentos por lograr claridad conducen a una mayor confusión pero, lo que es más importante, los intentos por añadir mayor confusión o confusión de un tipo diferente con frecuencia conducen a una mayor claridad. Sin embargo, los cambios de la claridad a la confusión sueten ser frecuentes, y a veces se pasa de una cosa a la otra en el curso de una sola conversación. 186 Puede ser tentador percibir esta falta de claridad, de foco y de Ijájrección como indicadores de un "caso difícil" y éstos se pueden ÜBtcrpretar como casos difíciles si el terapeuta no acepta plenamente ti confusión o la vaguedad como un aspecto útil y necesario de la ituación total. Es decir, la confusión o cualquier otra cosa que •? Convierta una situación en indecidible puede ser utilizada terapéuti-" Amenté siempre que el terapeuta tenga confianza en que el cliente ion el tiempo se dará cuenta del momento en que el problema estará Ifeguelto y de este modo se pueda desarrollar una vida más satisfactoria. Por supuesto, el modo de saber que se ha llegado a una solución podría ser tan indecidible como el problema original, pero hasta eso puede resultar útil cuando el cliente tiene confianza en que es probable que la solución tenga continuidad en el futuro. La vaguedad él problemática sólo cuando conduce a un desacuerdo significativo •cerca de lo que sucede. Sin este desacuerdo, la situación es simple -nente indeterminada o potencialmente vaga, lo cual tal vez se aplica a cualquier situación de interacción interpersonal. 187 12 Espontaneidad, impredecibilidad, solución FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ¿BÚSQUEDA DE EXCEPCIONES? Sf ¿ESPONTANEAS? Describir las diferencias entre las excepciones y el problema FIJAR OBJETIVOS PRESCRIBIR: Al azar hacer más de lo que funciona 188 EJEMPLO DE CASO DIECISIETE1 El señor H, un hombre de 25 años, llegó a la terapia debido a ÍL, según dijo, "Me he sentido deprimido toda la vida". Le pregunté o sabía que estaba deprimido. El señor H se sentía insatisfecho su trabajo, sus amistades, su matrimonio, las relaciones con su ¡lia, etc. Nada le parecía bien y, lo que es más, nada lo había estado mea. No podía recordar ninj ' *~ A~ "•• "'"** an ^ <•»"*- no hubiera sentido deprimido. a,ClC. itaua iv< pu»w~iu ....— ji-- ! Sunca. No podía recordar ningún momento de su vida en el que no - '•ra sentido deprimido. pregunté: "Bueno, puesto que usted se ha sentido así toda :~x~,,> ooKf. nup pstá denrimido v que no es un estado f Le prcguuiv.. i^m,»j^., £,-_— _j__ ... la vida, ¿cómo sabe que está deprimido y que no es un estado normal?" Y bien, el señor H recordó entonces "ocasionales 'días Buenos"' que le habían permitido saber que estaba deprimido y no ' n estado normal. Pero él restaba importancia a esos días pues no le arecían significativos. Esos días de alegría eran simplemente casua-_dades que de ningún modo modificaban su idea de que había estado 'deprimido toda la vida. *" Una vez que se ha descubierto que había excepciones ocasio-fiales espontáneas, la tarea siguiente es ayudar al señor H a identificar fas diferencias entre "días alegres" y "días tristes" de modo tal que le resulte posible hacer más de cualquier cosa que funcione en esos "días alegres". En los "días alegres", cuando se levantaba, el señor H tenía ciertas expectativas, trabajaba en forma más organizada y era más probable que jugara al baloncesto, al tenis o al golf. Según él, se comportaba en forma más cordial y comunicativa en el trabajo, disfrutaba de la lectura y hasta le gustaba hacer algunas tareas domésticas y salía a tomar un par de cervezas después del trabajo. Para definir mejor las diferencias entre "días alegres" y "días tristes", le pregunté al señor H cómo se daría cuenta su esposa de la diferencia sin que él le dijera ni una palabra. Como era de esperar, me habló primero del aspecto "triste". El pensaba que ella veía que él tenía una mirada fría y distante en esos momentos, pero en los "días alegres" ella veía que él sonreía más y conversaba más con ella. Evidentemente consideraba que otras personas sabían la diferencia entre un señor H "triste" y un señor H "alegre". 1 En este caso la terapia se llevó a cabo sin equipo. 189 Durante el desarrollo de la entrevista surgió una imagen clara de la diferencia entre "días alegres" y "días tristes". Sin embargo, el señor H continuaba considerando que los "días alegres" eran simples casualidades sobre las que él no tenía ningún control: no era una diferencia que tuviera sentido. La imagen era en blanco y negro: los "días alegres" eran claramente distintos de los "días tristes". Para analizar esta distinción y para ayudar a establecer un objetivo, utilicé una variante de la técnica de la escala que me había resultado útil en casos en que una persona describe que se siente deprimida. "En una escala de 10 (la peor sensación de depresión que pudiera haber experimentado) a O (o no se siente deprimido o no se da cuenta de que lo siente), ¿dónde se colocaría usted en este mismo momento?" El señor H se quedó pensativo un rato y luego se colocó en un 5 o un 6 y dijo que el 5 era simplemente porque hoy estaba haciendo algo para resolver el problema, es decir, comenzar una terapia. La noche anterior la calificó con un 8 y el promedio de la semana con un 7. "¿Cuál fue el 'día alegre' más reciente?" Había sido el martes anterior, al que calificó con un 2. En ese "día alegre" le había ido muy bien en el trabajo, había jugado al tenis y al baloncesto y, después del trabajo, se había ido a tomar unas cervezas con sus compañeros. Cuando recordó que había jugado al golfa las 6 de la mañana, cambió la calificación por un 1. GRÁFICO DE LA CALIFICACIÓN DEL CLIENTE SOBRE SU DEPRESIÓN Hoy Sábado La noche anterior Promedio semanal 10 (peor) 9 8 7 6 5 4 3 2 1 O (mejor) 190 Martes anterior La escala de calificación deliberadamente está "puesta al re-jggj". Esto tiene el propósito de confundir la metáfora "arriba-abajo" ¿el fondo o O es igual a normal) y de introducir diversos matices de iris de modo que el progreso y el cumplimiento del objetivo no se fije ¿omo una situación de todo o nada. Además, esta escala "al revés" Metafóricamente convierte al sentirse mejor en un "deslizamiento bacía abajo", mientras que la escala inversa convertiría al sentirse üejor en una lucha "cuesta arriba". Es importante finalizar el uso de (a técnica con la descripción de un "día alegre", aunque sea uno hipotético, de modo que este movimiento de sentirse mejor, el "deslizamiento hacia abajo", sea el último elemento relacionado con h depresión de que se ocupe el terapeuta antes de salir para consultar Con el equipo (si lo hay) o simplemente para pensar qué hacer. Al final de la sesión se le pidió al señor H que cada noche, antes de irse a dormir, predijera en qué lugar de la escala se situaría el día siguiente. Luego, al mediodía, tenía que ponerle una calificación al día y explicar las diferencias que hubiese entre su predicción y el resultado real. Aceptó hacerlo y dijo: "Eso tiene sentido". Al señor H se le encargó esta tarea de predicción porque, durante la sesión, las excepciones se describieron como espontáneas. En su opinión, los "días alegres" eran una cuestión aleatoria y él no podía hacer nada al respecto. Cuando comienza a explicar las diferencias entre su predicción y la evaluación real, podría llegar a darse cuenta de que en verdad él tiene por lo menos cierto control de la situación. Las tareas de predicción están destinadas a ADECUARSE al carácter aleatorio de las excepciones espontáneas. Decirle al señor H que jugara al golf todas 1*5 mañanas a las 6 no hubiese tenido ningún sentido para él puesto que no consideraba que fuera el golf el que fijaba la tónica para el día y por lo tanto no le permitía ver que efectivamente él ejercía cierto control. En la medida en que se continúe describiendo la excepción como espontánea, por lo general no servirán las tareas que requieran conductas específicas que podrían poner en marcha la excepción y, en verdad, asignar ese tipo de tareas sólo llevaría a lo que se denomina "resistencia". foforme del señor H „ Predicción Ut Real .JBL 5 3 191 El señor H no pudo explicar las diferencias entre las prediccio. nes y las calificaciones hasta el sexto día. Ese día llovió y por lo tanto su esposa y él no pudieron practicar aerobismo a las 6 de la mañana El aerobismo era algo nuevo que hacían juntos y, como resultado de la escala, decidieron seguir haciendo juntos algún ejercicio físico antes de ir a trabajar. Tomaron medidas adecuadas para poder hacer algo cuando lloviera. El señor H estaba satisfecho con este modo de provocar deliberadamente "días alegres" espontáneos, de modo que la terapia concluyó con la segunda sesión. Problema = sentirse deprimido todo el tiempo Excepciones espontáneas = "días alegres" ocasionales Diferencias entre el problema y la excepción: Los "días alegres" incluían actividades físicas, sonreír y hablar más con la esposa; trabajar en forma más organizada PRESCRIBIR: predecir "días alegres" azarosos o espontáneos Cuando nos encontramos con él por casualidad en un centro comercial un año después, nos enteramos de que los "días tristes" ocasionales estaban relacionados con tres días o más en los que no había realizado alguna actividad física por la mañana temprano. El se ocupaba de que esto no ocurriera con mucha frecuencia y estaba bastante conforme con la solución. EJEMPLO DE CASO DIECIOCHO Sesión 1 El señor y la señora I y sus dos hijas, Becky, de nueve años y Mary, de seis, vinieron a la terapia cuando la mala conducta de Becky se extendió desde la casa a la escuela. En casa podían tolerar que Becky se comportara con frecuencia como si tuviera cinco años en 192 te nueve, pero la maestra la reprendía severamente y el problema •gravaba. Nada de lo que hacían los padres ni la maestra servía de «da para lograr que Becky controlara su conducta y actuara • acuerdo con su edad. A veces se tiraba al suelo y gritaba y pateaba ique hubiese nada aparentemente que lo provocara. Sin embargo, », cuando los padres esperaban que se produjera esta conducta, cy se controlaba aunque hubiese una provocación extrema. Pero E excepciones no se producían más de una vez en dos semanas. *^ Al parecer, nadie podía explicar los cambios radicales de conducta y nadie podía predecirlos. Como lo dijo la madre: "Esto no tiene •gatido". El padre estaba desconcertado, la madre estaba desconcertada, la maestra estaba desconcertada, el cura estaba desconcertado, Becky y Mary estaban desconcertadas. Y también el terapeuta. I El castigo no funcionaba y, según informó la madre, las recompensas tampoco. La madre había intentado otorgarle puntos para lograr un trato especial por cada día que se comportaba bien, pero la niña nunca había logrado reunir el puntaje suficiente. En este caso las excepciones eran espontáneas e infrecuentes. Nadie podía recordar la más reciente, pero todos recordaban que había excepciones espontáneas aunque ninguno podía describir la buena conducta de Becky o qué conductas de ellos coincidían con esos momentos. De modo que el equipo se decidió por una explica -ción-predicción en la tarea de los errores. "Todos estamos impresionados por la persistencia y perseverancia que demuestran. Sin duda debe de ser muy frustrante por momentos y debe de provocarles a todos mucho disgusto, pero —de todas maneras—, todos ustedes han conservado la esperanza y la creencia en que existe una solución. "Desde ahora y hasta la próxima vez que nos encontremos, nos gustaría que cada uno de ustedes predijera cada noche, antes de que Becky se vaya a dormir, si al día siguiente ella se comportará como una niña de 8, 9 o 10 años o como una de 5 o 6 años. Les pediríamos que lo hicieran en secreto y por separado. No compartan sus predicciones y no hablen de ellas. Luego, al día siguiente, verifiquen los hechos. Si se equivocaron en su predicción, piensen por qué y, si acertaron, piensen por qué. La próxima vez examinaremos todas sus predicciones." (El terapeuta y los padres se ase193 guraron entonces de que las dos niñas hubiesen comprendido las tareas lo mejor posible.) Sesión 2 Dos semanas después informaron que se había producido un enorme progreso. Becky había manifestado una conducta más madura por lo menos en cinco días. Nadie había podido predecir más de una de estas veces excepto Becky, que siempre había hecho la predicción de una conducta más madura. La madre, por el contrario, siempre había predicho la conducta inmadura porque "Prefiero quedar agradablemente sorprendida y no decepcionada". Las predicciones del padre y de Mary también fueron desacertadas. Inclusive con una mirada retrospectiva, nadie pudo explicar ninguno de los días mejores. Continuaba el misterio. El terapeuta les preguntó a la madre, al padre y a Mary cuál había sido su conducta diferente en esos días buenos. Mary dijo que ella y Becky no habían peleado tanto, cosa que los padres confirmaron. Los padres no habían registrado ninguna diferencia en su propia conducta. Becky pensaba que la madre había estado más tranquila en esos días y que no se había quejado tanto por su trabajo. La madre no recordaba esta diferencia. Puesto que al parecer la tarea de predicción había provocado "días mejores" con más frecuencia, el equipo decidió darle a la familia la misma tarea. Estaban preocupados porque nadie podía explicar ni describir concretamente las diferencias entre días buenos y malos. Sesión 3 En este período de dos semanas los días buenos habían sido más frecuentes. La madre y Becky continuaron con las mismas predicciones que habían hecho durante el período anterior y las del padre resultaron totalmente equivocadas. Becky se había comportado en la forma más madura en 9 de los 14 días. Las hermanas no se habían peleado en esos días y la escuela informó que se había producido una amplia mejoría. Una vez más, nadie podía explicar la diferencia. El equipo decidió que les daría nuevamente una tarea de predicción y resolvió introducir la modificación de que cada persona efectuara alguna conducta que fuera contingente con el hecho de que Becky espontáneamente tuviera un día bueno. De esta manera tal 194 [. vez el progreso se pudiera apoyar en algún nuevo modelo familiar de días buenos. De lo contrario, si los días buenos continuaban dándose al azar, entonces los días malos también seguirían siendo aleatorios y era probable que se produjera una "recaída". "Desde ahora y hasta la próxima vez, nos gustaría que continuaran con la predicción de cada día. Pero, cada uno de ustedes tiene que hacer algo diferente. Señora, cuando su predicción esté equivocada (porque Becky tiene un día bueno), entonces queremos que le dedique tiempo a Becky para hacer juntas algo que a ella le guste. No es necesario que sean más de 15 minutos. Becky, cuando tu predicción esté acertada (tienes un día bueno), entonces queremos que hagas algo divertido con tu hermana. Señor, cada vez que usted no siga la dirección correcta, es decir, cuando usted predice malo pero es bueno, queremos que pase un buen momento con su esposa." A todos parecieron gustarles mucho estas tareas complementarias. (Mary no concurrió a esta sesión.) Sesión 4 La mayor parte de los días fueron buenos y a todos las tareas les resultaron fáciles de realizar. La madre llegó a la conclusión de que prestarle mayor atención a Becky cuando estaba bien siempre había sido un elemento para predecir más días buenos, pero ella no lo había advertido hasta que había comenzado con la tarea en el hogar. El padre dijo que había decidido dejar de hacer las predicciones y dedicarse a pasar más mejores momentos con su esposa y sus hijas. Becky dijo que con su hermana había tenido más problemas que de costumbre pero que de todos modos había podido jugar con ella. En este punto la familia estaba segura de que el problema estaba resueltoy el terapeuta y el equipo decidieron dar por terminada la terapia. Seis meses después la señora I informó que Becky había comenzado a mentir y a llegar tarde a casa. Aunque se trataba de una mala conducta diferente, la madre temía que fuera el mismo problema que comenzaba de nuevo. El terapeuta preguntó qué había intentado hacer la madre, pero su respuesta no fue demasiado clara. Luego preguntó si la madre había dejado de dedicar por lo menos 15 minutos diarios a hacer cosas placenteras con su hija. No lo hacía, pero estuvo de acuerdo en que valía la pena intentarlo. Rápidamente la niña dejó de mentir y la madre experimentó un gran alivio. 195 Problema^ conducta inmadura Excepciones espontáneas^ día bueno en 14 Diferencias entre la excepción y el problema = poco claras I J rs'' (Sebones segunda y subsiguientes) J ¿MEJOR? i sí I Hacer más délo mismo noAdvertir la diferencia entre los cambios y el problema I ¿Objetivos cumplidos? si Concluir Sesión 1 EJEMPLO DE CASO DIECINUEVE2 Arante fresaos an°S3ia debido a que se había intentado hacer terapia 196 dos veces anteriormente, pero había abandonado cuando no se producía ningún progreso al mes o a las seis semanas. No sabía si estaba deprimida a causa de su matrimonio, su trabajo, su edad, o por el hecho de que su hijo menor (de 19 años) se casaría pronto y sería el último de los cinco que se alejaba del hogar. "Bien, cuénteme algo acerca de las veces en que se siente Mínimamente deprimida." Esto pareció tomar por sorpresa a la señora J y dijo que, hasta donde ella recordaba, todos los días eran iguales. Tenía miedo de levantarse por la mañana, tenía miedo de ir a trabajar, tenía miedo de volver a su casa, tenía miedo de salir aun cuando sabía que era necesario, tenía miedo de regresar a su casa, tenía miedo de ir a dormir por la noche. "¿Qué es lo que le da menos miedo?" La señora J se sonrió levemente y dijo: "Dormir, porque entonces no sé lo mal que andan verdaderamente las cosas". "Si su esposo estuviese aquí, o su jefe o sus hijos, y yo les preguntara cuándo usted está menos deprimida, ¿qué contestarían?" La mujer se quedó pensando un largo rato sobre esto antes de hablarme de los esfuerzos que ella hacía para fingir que se sentía bien. Pensaba que era capaz de engañar a su marido, a su jefe y a todos sus hijos, excepto al menor, para que pensaran que ella estaba "animada". "¿Qué habría que hacer para engañar a su hijo menor?" No lo sabía y pensaba que sería imposible, pero —cuando se lo sugerí— aceptó que podría valer la pena hacer un experimento. "¿Cree usted que cuando su esposo vea verdaderamente la situación real, se dará cuenta de que usted lo ha estado engañando?" Creía que sería muy claro para él porque, cuando ella estaba "animada" todo el tiempo, tomaba la iniciativa sexual. No lo había hecho durante tres años "pero me gustaría sentirme bien dispuesta para eso". Durante la pausa, pensé mucho sobre qué hacer. En ese momento no había excepciones, ni deliberadas ni espontáneas, aunque la idea de la "iniciativa sexual" como signo de solución podría tomarse en cuenta como una solución hipotética. Parecía ser algo que ella quería, pero sugerirle que tomara la iniciativa sexual no parecía adecuado en este punto porque en la mente de la mujer esto era más un resultado que una causa de la solución. En este punto parecía que el problema total "Me siento deprimida" todavía era bastante global aunque había aparecido un punto focal 197 "Verdaderamente me impresiona lo mucho que se preocupa usted por los sentimientos de los demás y por lo bien que puede describir la conducta y las actitudes de otras personas. Pero sobre todo, me resulta sorprendente esa técnica suya de fingimiento aunque no me resulta claro cómo funciona y lo bien que funciona. De modo que, desde ahora y hasta la próxima vez, quiero que observe hasta qué punto usted verdaderamente logra engañar a la gente cuando finge que se siente animada." Una vez más, esta tarea se parece bastante a nuestra tarea formalizada para la primera sesión porque requiere que la mujer observe el tipo de cosas que quiere que ocurran con más frecuencia. Por supuesto, la tarea también sugiere que ella continúe haciendo lo que ya hace pero permite que se concentre en lo bien que engaña a los demás y no en su sensación de depresión. Tal vez engañar verdaderamente a la gente podría llevarla a engañarse verdaderamente a sí misma. A lo largo de los años muchos clientes han informado que fingir que uno está "animado" lleva a los demás a pensar que uno está "animado" y, por lo tanto, a tratarlo como si lo estuviera y entonces, como consecuencia, uno termina por estar verdaderamente "animado". Sesión 2 Dos semanas después, la señora J informó que pensaba que en tres días diferentes había logrado engañar verdaderamente a su esposo y tal vez hasta podría haber engañado a su hijo menor en uno de esos tres días. Se sonrió levemente cuando dijo que había engañado tan bien al señor J que temía que él se sintiera decepcionado cuando ella no tomó la iniciativa sexual. Había fingido que se sentía animada en diez días diferentes, pero sentía que esos tres días eran las únicas veces que había logrado engañar a los demás. Pero no podía explicar las diferencias entre los tres días y los otros siete. Ni tampoco podía explicar las diferencias entre esos diez días y los tres días en que no había tenido ganas de fingir. Sostuvo que se había sentido deprimida durante todo el intervalo entre las sesiones, pero que su vida había sido más llevadera los días en que fingía. Las diferencias entre 1) los días en que verdaderamente había engañado a los demás; 198 2) los días en que los había engañado un poco, y 3) los días en que no trataba de engañarlos eran muy poco claras. Todo dependía de cómo se sintiera al levantarse por la mañana y de cómo respondían los demás ante sus esfuerzos por engañarlos. A causa de este carácter aleatorio, parecía requerirse una tarea de predicción. "Bueno, por cierto me tiene intrigado el hecho de que algunos días, por más 'deprimida' que usted se sienta, puede engañar a la gente y otros días verdaderamente puede engañar a los demás y hacerlos creer que está 'animada'." "Yo también estoy intrigada." "Bueno, hagamos un experimento. Todas las noches, antes de irse a dormir, prediga si al día siguiente usted será capaz de engañar verdaderamente a los demás o no. Entonces, antes de hacer la predicción para el día siguiente, explique todas y cada una de las diferencias entre su predicción de la noche anterior y los resultados. No se guíe sólo por sus sentimientos, evalúe las reacciones de su esposo y de su hijo menor." La mujer pensó que era posible que de eso pudiéramos sacar algo y aceptó realizar la tarea. Sesión 3 "Sin duda es mejor que no me dedique a apostar en el hipódromo. Mi capacidad de predecir es desastrosa." Dos semanas más tarde la señora J informó que sus predicciones nunca fueron acertadas. Una noche predijo que no tendría ganas de fingir al día siguiente pero, al día siguiente, ¡terminó por tomar la iniciativa sexual con su marido! Esto la conmocionó, pero fue una agradable sorpresa. De modo que decidió predecir que al día siguiente engañaría a todo el mundo pero no lo hizo. Sin embargo, no podía explicar este cambio: era un absoluto misterio para ella. "¿Cómo es eso? Por cierto parece una predicción razonable." "Bueno, si a alguien engañé fue a mí. Verdaderamente me sentí animada. Si de algún modo estaba fingiendo, no lo sé." Dejó de intentar hacer predicciones y simplemente dejó que cada día sucediera lo que tenía que suceder. Aunque no estuvo verdaderamente "animada" durante esos 5 días, tampoco se sintió verdadera199 L mente "deprimida". Entonces le pregunté si eso le parecía bien, en especial si eso se produjera la mayor parte de las semanas en los próximos seis meses. Estaría bien pero no era verdaderamente satisfactorio. Por cierto no estar verdaderamente "deprimida" ni verdaderamente "animada" era bastante mejor que estar "realmente deprimida". Puesto que la señora J informa que las cosas van mejor, se requiere algún tipo de mensaje sobre hacer más de cualquier cosa que funcione. Me pareció que era necesario que yo resistiera la tentación de hacer más o de hacer algo diferente. Era necesario que la intervención consistiera en hacer más de lo mismo que había funcionado. "Fíjese, sé que usted verdaderamente no tiene capacidad para predecir, pero de todas maneras me gustaría que comenzara a predecir de nuevo aun cuando se equivoque todos los días. Cada noche, antes de irse a dormir, me gustaría que predijera si al día siguiente podrá engañarse a sí misma o a los demás. No importa en absoluto si las predicciones son correctas o equivocadas. Lo que quiero es que se fije de qué modo influye en su predicción lo que hacen otras personas cada día." Sesión 4 "La última vez cuando me fui de aquí estaba verdaderamente enojada. En realidad no quería seguir haciendo estúpidas predicciones y no lo hice. Decidí que no podía seguir engañando a la gente y que ya no quería seguir haciéndolo." La señora había tomado la iniciativa sexual con su marido en dos ocasiones y se había sentido mejor que "no animada y no deprimida" y había pensado que sentirse de esta manera la mayor parte de los días en los próximos seis meses estaría muy bien. Se preguntaba si yo la había hecho enojar deliberadamente corno para sacarla de la depresión. Con toda franqueza negué haber tenido esa intención y dije que ojalá hubiese sido lo suficientemente inteligente para pensar en eso porque de haber sido así, lo hubiese hecho en la primera sesión. Ella se rió y dijo: "Nada me hubiese podido hacer enojar entonces". La señora pensaba que la terapia había finalizado y le deseé la mejor de las suertes cuando se fue. 200 : depresión de 3 años de duración Excepciones = ninguna Marco global Desconstruir el problema o el marco Poner el foco en algo pequeño y fácil de hacer = ocasionalmente fingir estar "animada" ¿Cómo funcionan las tareas de predicción? A primera vista pedirle a alguien que prediga algo acerca del día siguiente antes de irse a dormir parece bastante absurdo. A veces, como en el caso del señor H, los resultados parecen sugerir que la tarea está destinada a ayudar a alguien a explicar los "días alegres" o los "días mejores" como para que la persona pueda ejercer algún control sobre su estado de ánimo... en mayor o menor grado. Pero ¿qué se hace cuando esto no sucede? Las tareas para el hogar en las que se hacen estas predicciones absurdas incluyen implícitamente la idea de que el terapeuta predice alguna mejoría y, cuando el cliente la lleva a cabo, también él admite implícitamente que es posible que haya un día mejor. Tal vez esto le permite al cliente desarrollar una profecía de autocumplimiento. En nuestros interrogantes acerca de cómo funcionan estas absurdas tareas de predicción está implícita la pregunta por la causación. Tanto los terapeutas como los clientes con frecuencia suponen que todo modelo problemático por lo menos está desencadenado, si no causado, por algo que precede inmediatamente a su aparición. Si éste es un supuesto útil, entonces debe aplicarse también a los modelos no problemáticos. Sin embargo, parece que las tareas de predicción se basan en un supuesto diferente. 201 Las tareas de predicción se basan en la idea de que lo que uno espera que suceda es más probable que suceda una vez que el proceso que conduce a eso se ha puesto en marcha. En términos pragmáticos, esto significa que a veces se puede considerar que la predicción hecha la noche anterior pone en marcha el proceso que implica tener un día mejor. Independientemente de la conjetura que anote la persona que predice, seguramente se le pasará por la mente la idea de que podría tener un día bueno. Por supuesto que tener un día bueno es lo que la persona realmente desea y, por lo tanto, podría aparecer una profecía que se cumple a sí misma y ésta podría suscitar una "conducta de un día mejor" al día siguiente, instantáneamente. Cuando alguien uniformemente predice mejores días, lo cual bien podría ser la expresión de un deseo o una esperanza, parece razonable pensar que esa persona actuará entonces para tener días mejores y cumplir así su deseo. Cuando alguien uniformemente predice días malos, existe la posibilidad de que se sorprenda a sí mismo y tenga un día bueno. A veces estas personas se rebelarán contra su predicción e introducirán forzosamente el modelo del día bueno. Las tareas de predicción están destinadas a ADAPTARSE a la índole aleatoria de las excepciones descriptas como espontáneas. Puesto que los clientes no perciben que todas las acciones deliberadas llevan a estas excepciones o pueden favorecerlas, pedirles que predigan excepciones parece tener sentido. Por supuesto que habitual-mente ellos están seguros de que los días malos continuarán incólumes, pero el mensaje implícito de que habrá días buenos ayuda a crear la expectativa de que aparecerán los días buenos. 13 Conclusión 202 U Hasta este momento hemos examinado la teoría de la solución en forma vertical, en busca de las semejanzas y diferencias que confirman el parecido familiar entre las entrevistas centradas en la solución. En muy gran medida, este enfoque ha sido dictado por la secuencia de acontecimientos producidos durante las entrevistas. Tal vez el mapa es una descripción tan simple como lo permite la variación entre las entrevistas. Pero dejarlo en estos términos —lo cual podría ser la alternativa más fácil— es sugerir que este enfoque nos ha costado a algunos de nosotros nuestra tan valorada simplicidad. Si bien esta pérdida podría representar una oscilación evolutiva de la simplicidad a la complejidad a la simplicidad, etc., me parece que se trata de un requisito de la navaja de Ockham: lo que se puede hacer con pocos medios se hace inútilmente con muchos. Las excepciones como indecidibles A primera vista, puede parecer que el sendero que incluye "desconstruir el marco global" se parece poco o nada a los otros senderos del mapa. De hecho, podría creerse que está incluido en la familia sólo porque se trata de una opción de la que disponen los terapeutas en caso de no poder ayudar al cliente a describir una excepción viable. Aunque la "búsqueda de excepciones" que hace el terapeuta señala el sendero para la pertenencia a la familia, el parecido en esta instancia podría hacer que la pertenencia a la familia parezca tan débil como el parecido que hay entre practicar baloncesto solo en la entrada de la propia casa y un juego de ajedrez. Es decir, las diferencias se notan más que cualquier semejanza y, por lo tanto, se podría creer que tal vez sea mejor pensar que pertenecen 203 a familias diferentes. En este caso, la pertenencia a la familia podría ser únicamente un artefacto de las condiciones de la esfera de acción. Mayores o más amplias condiciones de la esfera de acción, que permitirían efectuar distinciones que no tienen nada que ver con lo que sucede durante la sesión, llevarían a pensar que los casos que siguen este sendero se parecen rnás a alguna otra familia (por ejemplo "psicóticos") y clasificarlos en consecuencia. En este caso, "desconstruir un marco" se consideraría algo más que el proceso de la entrevista y el diseño de la intervención: serviría también para determinar la pertenencia a esta familia especial. Sin embargo, otros casos que quedan incluidos dentro de esta particular distinción extramural fácilmente se adaptan al mapa: se pueden describir excepciones que, al amplificarse, conducen a una solución satisfactoria. Si la simplificación es posible, debe venir de un ángulo diferente. Si se examina la teoría en forma horizontal o desde un ángulo diferente, se manifiesta una semejanza entre los senderos que había quedado oculta cuando se describía mediante el proceso de la entrevista o la secuencia de acontecimientos. Lo que ha quedado oculto no está por debajo del mapa ni detrás de él. Este ocultamiento se debe a que el mapa se parece a un árbol de decisión para entrevistar y es esencialmente un resultado de su simplicidad y familiaridad. Las excepciones, los indecidibles y las respuestas a las diversas tareas (conductuales y/o observacionales), todos están destinados a utilizar las experiencias actuales del cliente para cambiar el modo en que las describen en la situación terapéutica. Cada uno de los senderos constituye un "dialecto" dentro del juego de lenguaje terapéutico y es un invento de los participantes. Cuando alguno de los senderos tiene éxito, las descripciones de los clientes cambiarán, el terapeuta sugerirá que se haga más de lo mismo y se estará desarrollando una solución satisfactoria. Descripta de este modo, la pertenencia a la familia de las entrevistas centradas en la solución no depende para nada de que se use el mapa como si fuera un árbol de decisión y no depende de la "búsqueda de excepciones" que haga el terapeuta. Estas interpretaciones restringen la teoría y limitan su utilidad. Como lo expresó muy simplemente Wynne (1987), el foco en la solución supone ayudar al cliente a "encontrar la clave para la solución y luego dejarlos que abran la puerta por sí mismos para salir de allí" (pág.ll). El mapa 204 central, los métodos de construcción de la teoría, el estilo de entrevistar y las técnicas en las que se basa, son sólo una expresión de la teoría. Por cierto que no es el único camino y ni siquiera es necesariamente el mejor. Sólo se trata del modo en que mis colegas y yo nos I pusimos a formular nuestras descripciones de lo que sucede cuando trabajamos con los clientes para elaborar soluciones. Este enfoque concreto tiene una ventaja evidente simplemente porque construye soluciones que están incluidas en las experiencias de los clientes. Enigmas El propósito de este libro ha sido el de describir soluciones y el modo en que el cliente y el terapeuta las elaboran en forma cooperativa sin apartarse de las condiciones de la esfera de acción de la teoría. Una descripción sólo trata de ser una imagen en palabras, mientras que una explicación habitualmente es un intento de interpretar (ver por debajo o por detrás) o de dar un sentido (o sentidos) a algo. En todo momento hemos intentado emular la carta robada de Poe, describir lo que es observable abiertamente. Cuando algo nos intriga, tenemos la tentación de pensar que allí hay cosas ocultas. Sin embargo con frecuencia no sucede nada de eso. No son "hechos" nuevos lo que queremos conocer; todos los "hechos" están ante nosotros. El enigma se presenta por el modo en que disponemos los "hechos" y por la idea de que hay algo detrás de ellos. El modo en que describimos lo que vemos, qué palabras elegimos para describir las situaciones, se basa en el modo en que interpretamos la situación en la que estamos mientras observamos los acontecimientos clínicos a través del vidrio espejado o en una videocinta. Para otras construcciones se utilizarían palabras diferentes, con lo cual resultarían imágenes diferentes. No solamente los observadores influyen en lo que observan sino que además, por lo menos en las situaciones de interacción humana, ayudan a crear lo que observan. Por ejemplo, una vez que tenemos la idea de que "toda regla (problema) tiene una excepción", comenzamos a preguntarles a los clientes "¿qué sucede cuando no está el problema?", lo cual, en un sentido muy real, ayuda a crear las excepciones. Como sabemos por muchos años de práctica, las menciones espontáneas de las excepciones son raras. Tal vez en la vida real (si es que se produce una excepción) se 205 la considera una "casualidad" o bien pasa inadvertida y, por lo tanto, no es una diferencia que tenga sentido. De modo que, si no hubiésemos preguntado, es muy probable que los clientes no nos hubiesen dicho nada. Esto nos lleva a algunos enigmas muy interesantes. Por ejemplo, entre la mitad y las dos terceras partes del tiempo, las primeras sesiones incluyen descripciones de excepciones. ¿Esto dice algo acerca de problemas de la vida real (sobre los que no se informa en una situación terapéutica) o sólo dice algo acerca del terapeuta y su cliente en la situación terapéutica? No podemos saber nada seguro acerca de la vida real puesto que, apenas se pregunta por las excepciones, se crea la posibilidad de que se describan excepciones. Las excepciones no se descubren, se inventan durante la conversación entre el cliente y el terapeuta. Son un elemento de una descripción, no un hecho de la vida real. Esto no quiere decir que los "motivos de consulta", las "excepciones" y las "soluciones" sean algo menos real que los "problemas". Sólo se trata de que el terapeuta participa en la invención de la realidad terapéutica. Durante la terapia, el cliente habla acerca de los problemas de su vida real (o los describe) y el terapeuta trata de influir en esa descripción al ayudar al cliente a inventar excepciones. Cuando esto sale bien, en las sesiones subsiguientes el cliente describirá cambios en la vida real. Aun cuando el terapeuta suponga que las descripciones son imágenes precisas de la vida real, no podemos saberlo con seguridad. Todo lo que podemos saber es que el cliente describe las cosas en la sesión 2 de modo diferente a como lo hizo en la sesión 1. En los diversos casos que hemos descripto aparecían consultas por consumo de cocaína, alcoholismo, alucinaciones, depresión, violencia física, etc. Sin embargo, las descripciones dicen poco y nada acerca del "consumo de cocaína" o las "alucinaciones" como tales. Las descripciones sólo describen la forma de cuadros específicos dentro de un encuadre restringido y limitado. Es decir, las descripciones nos dicen que, ya sea que se consulte por la "cocaína", o "alucinaciones", o "maltrato del cónyuge", cuando el terapeuta y el cliente son capaces de inventar excepciones y/o aumentar la frecuencia de la conversación sobre el cambio, las soluciones son posibles. Leer las descripciones para decir algo sobre el "consumo de cocaína" como 206 tal en verdad es una mala lectura y es algo que está fuera del radio de acción de la teoría y de las descripciones mismas. A riesgo de ser redundante, insisto: esa mala lectura supone la imposibilidad de distinguir entre el mapa y el territorio. Lo que sí nos dice, sin embargo, es que cuando los terapeutas ayudan a sus clientes a describir los problemas de su vida real de un modo tal que surja una descripción similar, entonces —aun cuando se trate de una consulta por consumo de cocaína o alucinaciones— se puede desarrollar una solución en la que el cliente dirá que las cosas han cambiado. Es decir, el cliente describirá la situación de su vida real sin incluir el consumo de cocaína o las alucinaciones. Después de todo, esto es exactamente lo que buscan los terapeutas. Los terapeutas y los clientes se comportan como si las descripciones fueran la vida real. Lamentablemente, el "como si" se olvida con facilidad y esta amnesia conduce con demasiada frecuencia a confusiones de un tipo u otro. Discusión Aunque el mapa y los sistemas especializados parecen tratar diversas alternativas como simples opciones por "sí o no" y ambos dependen de reglas coherentes del tipo "si, entonces", muchas de las elecciones o reglas son más recursivas o interactivas de lo que parece a primera vista. Por más rigurosas que puedan ser las reglas, su aplicación requiere buen juicio y destreza. Después de todo, un mapa sólo es una representación o una presentación de una descripción. Por más concentrados en un foco que estén el terapeuta y el cliente, su conversación durante la sesión terapéutica no está tan constreñida y no es tan controlada como las descripciones que hacemos de ella. Este es el modo en que funcionan los mapas. Por ejemplo, la decisión ¿se trata de una relación de visitante?, ¿demandante? ¿comprador? hay que tomarla antes de poder asignar cualquier tarea. Puesto que no se trata de una elección por "sí, no", basada en una respuesta a una única pregunta o serie de preguntas, sino que es una descripción cualitativa o evaluativa de una relación, la respuesta no siempre es clara. Aveces lo máximo que puede decir un terapeuta es que la relación entra "más o menos" bien en un tipo mejor que en otro. Por ejemplo, cuando el terapeuta no puede decidir 207 si se trata de demandante o comprador, entonces inclusive una excepción muy bien descripta (y/o solución hipotética) podría no constituir una base adecuada para una tarea conductual. Es mejor ser muy cauteloso y asignar una tarea observacional, es decir, clasificar la relación terapeuta-cliente en el tipo demandante. Pero cuando el terapeuta puede decir con seguridad que el cliente es un comprador, entonces hasta una excepción inadecuadamente descripta (y/o solución hipotética) puede resultar utilizable como base para una tarea conductual. Con frecuencia vale lo opuesto cuando el terapeuta no puede decidir entre visitante y demandante. Por supuesto los visitantes tienen conflictos, pero es típico que las descripciones que hacen de ellos dejen la impresión de que no están en el consultorio del terapeuta con la expectativa de que algo mejore, es decir, no están allí con el propósito de hacer un trato comercial, sino que están allí simplemente porque tienen que estar. Si el terapeuta está seguro de que puede describir a ese cliente como visitante, entonces lo adecuado es no darle una tarea. Sin embargo, si el terapeuta no está seguro pero se inclina por describir al cliente como demandante, entonces puede ser sumamente adecuada una tarea observacional, en particular la tarea formalizada para la primera sesión. En esta decisión también puede influir lo bien que esté descripto el(los) objetivo(s) del cliente. Por lo general, cuanto mejor descripto está el objetivo, o cuanto mejor descripto está el modo en que el cliente se dará cuenta del momento en que el problema estará resuelto, más seguro puede estar el terapeuta de su decisión de que el cliente puede describirse como "comprador". Algunas soluciones hipotéticas (que son objetivos) de hecho están lo suficientemente bien expresadas como para que el terapeuta pueda decidir que se trata de una relación del tipo comprador y que se puede manejar la solución hipotética como si fuera una excepción deliberada. Para que la terapia breve resulte satisfactoria, es necesario que el presente se proyecte en el futuro. De lo contrario, no tiene sentido que el cliente haga algo diferente o que vea algo de modo diferente. Cuando el futuro, expresado en forma de objetivos, se formula en términos específicos, es decir conductuales, y las metas son las que ha establecido el cliente, entonces tiene sentido hacer algo ahora (en el presente) para lograr esos objetivos. Es necesario que las metas se 208 r describan en términos mínimos, tienen que ser posibles de lograr y es necesario que el cliente las considere lo suficientemente difíciles como para exigir esfuerzos. Una vez que el cliente considera que las excepciones (y/o las soluciones hipotéticas) tienen sentido y que están asociadas con la meta, entonces el presente se proyecta claramente en el futuro del cliente y a él le queda entonces la ardua tarea de convertir las excepciones en la regla. Por más que el futuro no esté muy bien descripto, su proyección es esencial. Sin la expectativa de que las cosas pueden andar mejor, la terapia no tiene sentido. De hecho, la expectativa de que las cosas pueden andar mejor es la presuposición central de toda terapia. 209 Referencias bibliográficas Bandura, A. y Schunk, D. (1981). "Cultivating competence, selfefficacy, and intrinsinc interest through proximal self-motivation", Journal of Personality and Social Psychology, 41, págs. 586-598. Barnlund, D. C. (1981) "Toward an ecology of communication". En C. Wilder y J. H. Weakland (comps.): Rigor and Imagination: Essays from the legacy ofGregory Bateson. Nueva York, Praeger. Berger, J., Fisek, M., Norman, R. y Zelditch, M. (1977). Status characteristics and social interaction: An expectations state approach. Nueva York, Elsevier. Brewster, F. (1985). "Seeing Something", Networker, 9 (6), págs. 61-64. Deci, E. (1975). Intrinsic motivation. Nueva York, Plenum. Deissler, K. (1986). Recursive creation of informa tion: Circular questioningas infoimationproduction. Trad. por S. Awodey. Manuscrito inédito. Dell, P. (1985). "Understanding Bateson and Maturana: Toward a biological foundation for the social sciences". Journal of Marital and Family Therapy, 11, págs. 1-20. Derrida, J. (1981). Positions. Chicago, University of Chicago Press. Trad. por A. Bass. de Shazer, S. (1978a). "Brief hypnotherapy of two sexual dysfunctions: The crystal hall technique". American Journal ofClinical Hypnosis, 20 (3), págs. 203-208. de Shazer, S. (1978b). "Brief therapy with couples". International Journal of Family Counseling, 6 (1), págs. 17-30. 211 de Shazer, S. (1979a). "On transforming symptoms: An approach to an Erickson procedure". American Journal ofClinical Hypnosis, 22, págs. 17-28. de Shazer, S. (1979b). "Brief therapy with families". American Journal of Family Therapy, 1 (2), págs. 83-95. de Shazer, S. (1982a). "Sorne conceptual distinctions are more useful than others". Family Process, 21, págs. 71-84. de Shazer, S. (1982b). Patterns of Brief Family Therapy. Nueva York, Guilford. de Shazer, S. (1984). "The Death of Resistance". Family Process, 23, págs. 79-93. de Shazer, S. y Molnar, A. (1984). "Four useful interventions in brief family therapy". Journal of Marital and Family Therapy, 10 (3), págs. 297-304. de Shazer, S. (1985). Keys to solution in brief therapy. Nueva York, W.W. Norton. de Shazer, S., Gingerich, W. J..y Weiner-Davis, M. (1985). "Coding family therapy interviews: What does the therapist do that is worth doing". Presentación en el Institute for Research and Theory Development, Conferencia anual de la AAMFT. de Shazer, S., Gingerich, W.J. y Goodman, H. (1987). "BRIEFER: An expert Consulting system". Presentado en la Conferencia anual de la American Family Therapy Association. de Shazer, S., Berg, I., Lipchik, E., Nunnally, E., Molnar, A, Gingerich, W. y Weiner-Davis, M. (1986). "Brief therapy: Focused solution development". Family Process, 25, págs. 207-222. Dolan, E. (1985). A path wilh a heart: Ericksonian utilization with resistant and chronic clients. Nueva York, Brunner/Mazel. Erickson, M.H. (1954) "Pseudo-orientation in time as a hypnotic procedure". Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 2, págs. 261-283. Erickson, M. H., Rossi, E. y Rossi, S. (1976). Hypnosis rea lides. Nueva York, Irvington. Feldman, L. y Pinsof, W. (1982). "Problem maintenance in family systems: An integrative model". Journal of Marital and Family Therapy, 8 (3), págs. 295-308. Fisch, R., Weakland, J. H. y Segal, L. (1983). The tacúes ofchange: Doing therapy briefly. San Francisco, Jossey-Bass. 212 F Fish, L. A y Piercy, F. (1987). "The theory and practice of structural and strategic therapies: A delphi study". Journal of Marital and Famüy Therapy, 13 (2), págs. 113-125. Gingerich, W. J., de Shazer, S. y Weiner-Davis, M. (1987). "Constructing change: A research view of interviewing". En E. Lipchik (comp.). Interviewing. Rockville, Aspen. Goffman, E. (1974). Frame analysis. Nueva York, Harper and Row. Goodman, H. (1986). "BRIEFER: An Expert System for Brief Family Therapy". Tesis de licenciatura inédita, University of WisconsinMilwaukee. Goodman, H., Gingerich, W. J. y de Shazer, S. (1987). "BRIEFER: An expert system for clinical practice". Computers in Human Services, en prensa. Gottman, J. (1979). Marital interaction. Nueva York, Academic Press. Haley, J. (1963). Strategies ofpsychotherapy. Nueva York, Gruñe y Stratton. Haley, J. (1967). (comp.). Advanced techniques ofhypnosis and therapy: Selectedpapers of Millón H. Erickson. Nueva York, Gruñe y Stratton. Haley, J. (1973). Uncommon Therapy. Nueva York, W.W. Norton. Haley, J.(1976). Problem solving therapy. San Francisco, Jossey-Bass. Hofstadter, D.R. (1981)." Analogies and roles in human and machine thinking". Scientific American, setiembre de 1981. Revisado y publicado en D.R. Hofstadter, Metamagical themas: Questioning for the essence ofmind andpattem (1985), Nueva York, Basic. Keeney, B. (1983). A esthetics ofchange. Nueva York, Guilford. Kim, J., de Shazer, S., Gingerich, W. J. y Kim, P. (1987). "BRIEFER: An expert system for brief therapy". Trabajo presentado ante la Conferencia Anual del IEEE Systems Man and Cybernetics, Alexandria, Virginia. Kuhn, T. (1970). The strucíure of scientific revolutions (2a ed.). Chicago, University of Chicago Press. Latham, G. y Baldes, J. (1975). "The 'practical significance' of Loc-kes' theory of goal setting". Journal of Applied Psychology, 60, págs. 122-124. Lipchik, E. (1987). "Interviewing". Rockville, Aspen. Lipchik, E. y de Shazer, S. (1986). "The Purposeful Interview". Journal of Strategic and Systematic Therapies, 5 (1). págs. 88-99. 213 Locke, E., Shaw, K., Saari, L. y Latham, G. (1981). "Goal setting and task performance: 1969-1980". Psychological Bulletin. 90, págs 125-152. Mead, G. H. (1934). Mind, selfand society. Chicago, University of Chicago Press. Miller, G. (1986). "Depicting family trouble: A micro-political analysis of the therapeutic interview". Journal ofStrategic and Systemic Therapies, 5 (1), págs. 1-13. Molnar, A. y de Shazer, S. (1987). "Solution focused therapy: Toward the identification of therapeutic tasks". Journal of Marital and Family Therapy, 13 (4), págs. 349-358. O'Hanlon, W. (1987). Taproots: Underlying principies ofMiltonErickson's therapy and hypnosis. Nueva York, W.W. Norton. Shields, C.G. (1986). "Critiquing the new epistemologies: Toward minimum requirements for a scientific theory of family therapy". Journal of Marital and Family Therapy, 12 (4), págs. 359-372. Sluzki, C. (1983). "Process, structure and world views: Toward an integrated view of systemic models in family therapy" Family Process, 22 (4), págs. 469-476. Tomm, K. (1984). "One perspective on the Milán systemic approach: Part I. Overview of development, theory and practice". Journal of Marital and Family Therapy, 10, págs. 113-125. Tomm, K. (1986). "On incorporating the therapist in a scientific theory of family therapy". Journal of Marital and Family Therapy, 12 (4), págs. 373-378. von Glasersfeld, E. (1975). "Radical constructivism and Piaget's concept of knowledge". En F. B. Murray (comp.). Impací of Piagetian theory. Baltimore, University Park Press, von Glasersfeld, E. (1981). "The concept of adaptation and viability in a radical constructivist theory of knowledge". En I. E. Sigel, D. M. Brodzinsky y R. M. Goriuhoff (comps.). New direcíions in Piagetian theory and practice. Hillsdale, L. Erlbaum. von Glasersfeld, E. (1984). "An introduction to radical constructivism". En P. Watzlawick (comp.). The invented realiíy. Nueva York, W. W. Norton. Watzlawick, P., Weakland, J. H. y Fisch, R. (1974). Change. Nueva York, W. W. Norton. Weakland, J. H. (1987). Comunicación personal. 214 Weakland, J. H. Fisch, R., Watzlawick, P. y Bodin, A. (1974). "Brief therapy: Focused problem resolution". Family Process, 13, págs. 141-168. Weiner-Davis, M., de Shazer, S. y Gingerich, W. J. (1987). "Using pretreatment change to construct a therapeutic solution: A clini-cal note". Journal of Marital and Family Therapy, 13 (4), págs. 359-363. Wilder-Mott, C. (1981). "Rigor and imagination". En C. Wilder y J. H.Weakland (comps.). -Rigor and imagination: Essays from the legacy ofGregory Bateson. Nueva York, Praeger. Winston, P. y Horn, B. (1984). LISP. 2a ed. Reading: Addison-Wesley. Wittgenstein, L. (1958). The blue and brown books. Nueva York, Harper. Trad. por R. Rhees. Wittgenstein, L. (1968). Philosophical investigations. 3a ed. revisada. Nueva York, Macmillan. Trad. por G.E. M. Anscombe. Wynne, L. (1987). "Trying to créate intimacy destroys it". Family Therapy News, abril 215 índice temático adecuación, 94 COMPENDIO i y, 62 cumplidos y, 107,115 desarrollo de la, en mapas, 108-110 objetivos y, 111 de las intervenciones, 33 tareas de predicción y, 201 visitantes y, 107 "alternativa vacía", 49 "anomalías potenciales", 102 apariciones al azar, 58,59,68 atributos del "estado permanente", 98 atributos, "estado permanente", 98 autoimagen, 122,138 Baldes,!., 112 Bandura.A., 112 Barnlund, D.C., 85 Berg, I., 17,23,72 Berger, J, 39,86 Bodin, A., 122 "Brief Hypnoterapy of Two Sexual Dysfunctions: The Crystal Ball Technique" (de Shazer), 71 bruxismo, 78-82 Cade,B.,92n cambio, véase conversación sobre el, casos difíciles, 122-123,187 ejemplo de caso de, 125-132 condiciones de la esfera de acción y, 204 Centro de Terapia Familiar Breve (CTFB), 25,29,31,33,39,43,44,67, 68,71,72,102,103,156,157 cibernética, teoría de los sistemas frente a la, 89-90 "ciencia normal", 71 ciencia, normal, 71 clientes: puntos alógicos en los sistemas de los, 121-122 gramática analógica utilizada por los, 98 conversación sobre el cambio, véase conversación sobre el construcción cooperativa de las soluciones por los terapeutas y los, 36,84, 91 demandantes, 64-65, 69, 105, 107108,139,144,207 técnica de confusión, 121 compradores, 64, 69, 105, 107-108, 139,144,207 casos difíciles, 122-131,187 dudas de los, 120,122,131 expectativas de transformación en4os, 120 objetivos de los, véase objetivos hipnosis y, véase hipnosis solución hipotética descripta por los, 113-114 modelos interaccionales de los, 25 descripciones de problemas hechas por tos, 35-36,73,96,204,206,207 profecía de autocumplimiento en los, 201,202 autoimágenes de los, 122 tareas para los, véase tareas tipos de, 104-106 "días buenos" de los, 98,201 visitantes, 64,106-107 véase también relaciones terapeutacliente comparación, proceso de, 27 COMPENDIO 1,38-43,63-64 ejemplo de caso del, 45-46 respuestas de los clientes, 41 reglas del, 40-42,58-59 sesión A del, 38 sesión B del, 38 217 COMPENDIO II, 63-68 objetivos, 114 reglas del, 66-67 COMPENDIO: capacidad de aconsejar del, 62 "falta de adecuación" revelada en el, 62 reglas del, 62-63 prueba del, 61,63 preguntas sin respuesta en el, 62 compradores, 64, 69, 105, 107-108, 139, 144, 207 comunicación, la realidad social definida por medio de la, 84-85 concepto de parecidos familiares, 92-93 "adecuación" como, 94 juegos utilizados para ilustrar el, 93 descripción de modelos y, 94-96 entrevistas centradas en la solución y, 93 condiciones de la esfera de acción, 86-87 contexto y, 89 casos difíciles y, 204 ámbito de investigación definido por las, 90 "conductas sorprendentes", 167 confusión véase vaguedad "conjunto afirmativo", 100, 157 construcción de la teoría, 83-91, 92-102, 205 conversación sobre el cambio y, 96100 contexto de la, 85 sistemas especializados como herramienta de investigación para la, 43 metáforas explicativas en la, 161 familia como sistema frente a la situación terapéutica como sistema, 85-86 concepto de los parecidos familiares en la, 92-96 adecuación y, 97 falta de control en la, 91 mapas y, 39 descripción de modelos y reconocimiento en la, 161 condiciones de la esfera de acción en la, 86-91 teoría sistémica en la, 89-90 técnica de la "descripción gruesa" en la, 92-102 véase también árbol familiar de las entrevistas centradas en la solución; mapas construcción o/o, 52 construcción tanto/como, 52 "constructivismo radical", 84 consultas: gramática analógica en las, 98 definiciones de los clientes, 25 excepciones y, véase excepciones marcos de las, véase marcos de referencia; marcos globales redefiniciones, 30 vagas, 178-187 ausencia de algo en las, 74-75 véase también problemas contextos (encuadres de la conducta), 79 en la terapia breve, 81 condiciones de la esfera de acción y, 89 en la construcción de la teoría, 85 conversación sobre el cambio, 35,96-101 gramática analógica frente a la, 98 descripción del problema por el cliente, 96-99 aumento de la, 116 códigos del terapeuta y el cliente para la, 99-100 cooperación, 33-34 códigos de contenido del cliente, 100-101 códigos de contenido del terapeuta, 99-100 cumplidos, 107, 115,157 de Shazer, S., 25, 28, 29, 33,37n, 38,63, 72, 73, 74, 84, 86, 92n, 101, 115, 116, 120, 122, 131, 153, 157, 171 Deci, E., 112 Deissler, K., 36 Dell, P., 84n, 103n demandantes, 64-65, 69, 105, 107-108, 139,144, 207 Derrida.J., 119n desarrollo de la solución: ejemplos de caso del, 134-148 excepciones en el, véase excepciones explicaciones de problemas y, 34 218 pregunta por el milagro en el, 29-30 modelos en las descripciones de las sesiones terapéuticas en el, 26-29 pseudoorientación temporal utilizada en el, 71-72,115 construcción de la teoría en el, véase construcción de la teoría utilización en el, 157-168 vaguedad y, 178187 desconstrucción, 119-133,204 ejemplos de casos de, 125-131 determinación de la pertenencia a la familia por medio de la, 204 de marcos globales, 120-121, 127, 178,203 lógica de los marcos de los clientes y, 121-122,132 propósitos de la, 121 descripción de las decisiones "si esto, entonces no aquello" en la terapia breve, 67 descripción de modelos, 94-% diagramas de elaboración, 56,57 distinción entre problema/solución, 30-33 véase también desarrollo de la solución; entrevistas centradas en la solución Dolan,E., 116 duda, 120,122,131-132 encuadres de la conducta, véase contextos entrevistas centradas en la solución, 93102.203 entrevistas: conversación sobre el cambio en las, 96-101 supuestos de los clientes analizados en las, 79,80 coconstrucción por el cliente y el terapeuta de la, 36 reunión de información en la, 35 modelos de, 42,95 identidad en las, 26-27,93 secuencia de acontecimientos en la, 203.204 centradas en la solución, 93,102,203 enuresis, 30 ejemplo de caso de, 75,76,78 diferentes modelos de, 76 excepciones en el tratamiento de la, 75, 76, 77 epistemología, 84n Erickson, Milton H., 71-72,73,109,115, 176 sobre la mente consciente o inconsciente, 109-110 uso de la hipnosis por, 71-72 sobre la utilización, 157158 establecer rapport", 109 excavación", 43 excepciones espontáneas, 28,36,42 ejemplos de casos de las, 189-1% excepciones, 28,149-158 ejemplos de casos para el uso de las, 149-156 deliberadas, 28, 36,38,39,40-42 reglas y, 171 espontáneas, 28,36,41,189-1% indecidibles, 203-205 excepción deliberada, 28, 36, 38, 39, 4041 familia como sistema, situación terapéutica como sistema frente a la, 83,85-86 Feldman, L., 32 fiabilidad interproporcional, 100 Fisch, R., 37n, 64n, 119, 122,171 Fisek, M., 39 Fish,L.A.,31,32 Freud, Sigmund, 71 Gingerich, W.J., 29, 38,63,72,97,99 marcos globales, 120,132 desconstrucción de los, 121-122,128, 178, 203 dudas sobre los, 131-132 como reglas para definir la vida, 122 "comprensión", 130 indecidibles en los, 121 Goffman, E., 119-120 Goodman, H., 18,38,61 Gottman, J., 99 Haley, J., 37n, 72,109, 171 219 hipnosis, 157 "establecer rapport" en la, 109 pseudoonentación temporal utilizada en la, 71-72 Hofstadter, Douglas, 94 Horn, B., 39-40 identidad, 26-27,93 indecidibles, 121,132,178,204 las excepciones como,203-204 "Inteligencia artificial", 39 intervenciones: para inducir el cambio, 99 elección, 36 árboles de decisión para las, 36,108 adecuación de las, 33 mensajes, 59-60 recomendadas por los sistemas especializados, 67 tareas como, véase tareas formalizadas transferibilidad de las, 25-26 véase también tareas Investigaciones filosóficas (Wittgenstein), 93 Keeney, B.,84n, 103n Kim, J., 19, 38,63 Kim, P, 19,38,63 ingeniería cognitiva", 43 Kowalski.K., 17,23 Kral, R., 17,23 Kuhn,T.,71 lanzar una moneda, 58,59,60,67 Latham, G., 112 Lipchik,E., 17, 19,23,72 LISP, 39-40 llaves maestras, 26,27,28 Locke.E., 112 mapa central, 41,63,113,135,204 técnica de descripción gruesa, 102 mapas, 123,149 alternativas sobre los, 207-208 predictibilidad establecida, 43 central, 41, 63, 102,113,135,204 descripciones codificadas de las relaciones en los, 104 árboles de decisión y, 103,204 descriptivos, 102 descriptores excluidos de los, 101 desarrollo de la adecuación de los, 108-110 lectura, 104-108 como representaciones de la teoría de la solución, 103 territorio frente a, 36,123 construcción de la teoría y, 39 técnica de la descripción gruesa y, 102 véase también árbol familiar de entrevistas centradas en la solución; teorías marcos de referencia, 119-120 desconstrucción de los, véase desconstrucción en los casos difíciles, 121-132 dudas sobre los, 120,122 como "hechos de la vida", 120,132 globales, véase marcos globales como reglas, 120 indecidibles en los, 121,132 Mead, G.H, 122 metateoría, 84n metáforas explicativas, 161 metáforas, 161 Miller, G., 35,91 modelos de interacción, 25,26,75 Molnar, A., 23, 25, 72 Norman, R., 39 Nunnally, E., 17,23,72 O'Hanlon, W., 116 objetivos: COMPENDIO u y, 113 de los clientes, 29 ~ adecuación y, 111 en la psicoterapia, 29,30,112-115 establecimiento de los, 111-115 tareas y, 116-117 observación directa, 43,84 observación disciplinada, 35,69 ejemplo de caso de, 43-60 sistemas especializados para la, véase sistemas especializados condiciones de la esfera de acción y, 65 prueba de la, 61-63 220 observación: directa, 43,84 disciplinada, transcripciones de sesiones terapéuticas y, 43 opciones por "sí, no", 207 pensamiento teórico, 103,103 n pensamientos obsesivos, 25 Piercy.F., 31-32 Pinsof, W., 32 pregunta por el milagro", 29-30 respuestas de los clientes a la, 38,41, 61,65,112 prescripción del síntoma", 157 teoría sistémica: terapia breve y, 122 cibernética frente a la de la familia, 89-90 problemas: descripción de los clientes de los, 3536,96-99, 206,207 contexto de los, 79,81,85,89 casos difíciles, tratamiento de los, 132-133 persistencia de los, 32 de la vida real, 205 soluciones anteriores a los, 30-33 véase también consultas profecía de autocumplimiento, 201,202 programas de ordenador: diagramas de elaboración, 56,57 preguntas generales de los, 42-43 lenguaje LISP en los, 39-40 véase también sistemas especializados; programas específicos Pseudo-Orientation in Time as a Hypnotic Procedure" (Erickson), 71 pseudoorientación temporal, 71-72,115 psicoterapia: objetivos de la, 29,30,111-115 tipos de, 30-33 véase también terapia realismo verbal", 178-186 reconocimiento de modelos, 94-95 identidad y, 26-27,93 reencuadre, 120,122,123 véase también desconstrucción reglas "si-entonces", 40-41,207 reglas: árboles de decisión y, 41 excepciones y, 74 marcos como, 120 "si entonces", 40-41,207 relaciones terapeuta-cliente: ejemplo de caso de las, 112-115 conversación sobre el cambio en las, 35,99,101 descripción de los problemas por los clientes en las, 207 cumplidos usados en las, 115-116,157 adecuación en las, véase adecuación objetivos y, 111-115 tipos de, 104-107 visitantes y las, 64,106-107 véase también clientes; compradores; terapeutas Rossi, E., 140 Rossi, S., 140 Saari.L., 112 árbol familiar de las entrevistas centradas en la solución, 101 concepto de parecidos familiares en el, 92-94 modelos del, 94-96 árboles de decisión, 36,108 conjuntos de reglas formuladastcomo, 41 mapas y, 103,204 transferibilidad de las tareas y, 37 Schunk, D., 112 Segal, L., 37n, 64n Shaw, K., 112 Shields, C.G., 83n simplicidad, 74-75, 203 sistemas especializados, 38-43 alternativas sobre los, 207-208 COMPENDIO I y COMPENDIO II, 63 excepciones deliberadas en los, 40-41 intervenciones recomendadas por los, 68 "ingeniería cognitiva" en los, 43 "excavación" en los, 43 como herramienta de investigación para la cons trucción de la teoría, 43 reglas de los, 40-41 para la formulación de tareas, 38-39 Sluzki, C, 32 solución hipotética, 113,114, 124, 207 221 supuestos causales, 79 tarea de "hacer algo diferente", 28, 33, 136, 163 ejemplo de caso de la, 78-82 tarea de "hacer más", 65,66-68 Tarea formalizada de la primera sesión (TFPS), 26, 28, 70, 143 tareas formalizadas: programas de ordenador para las, 3843 soluciones hipotéticas y, 113,115 nuevas, reglas para la invención de las, 116,118 después de la sesión, 38-43 tareas de predicción, 201-202 ejemplo de caso de, 196-200 tareas para el hogar, 97-98 tareas de predicción y, 201 tareas: para compradores, 108 de "hacer más", 65,66-68 de "hacer algo diferente", 28,33, 7882, 136,163 sistemas especializados para las, 3839 formalizadas, véase tareas formalizadas para el hogar, 97-98, 201 objetivos y, 116-117 de predicción, 196-202 conjunto de todas las conocidas, 37, 116 llaves maestras, 26,27,28 transferibilidad de las, 25, 26, 27, 28, 36,37,116 teoría del aprendizaje social, 32 teoría psicodinámica, 32 teoría sistémica de la familia, 89 teorías: ejemplos de casos para el uso de las, 134-148 como descripción, 83-84 terapeutas: supuestos causales de los, 79-91 coconstrucción de la entrevista por los clientes y los, 36 expectativas de transformación permanente de los, 28-29 coterapeutas, 88-89 fijación en los problemas por los, 158 véase también relaciones terapeuta-cliente; terapia terapia breve: supuestos causales, 79 contexto, 81 observación disciplinada, 35 para familias, véase terapia familiar, breve descripción de decisiones "si esto, entonces no aquello" en la, 67 tradición oral de la, 79 transformación rápida, 125,132 centrada en la situación, 79 teoría de los sistemas y, 122 terapia como sistema, 87-88 la familia como sistema frente a la, 83, 85-86 condiciones de la esfera de acción para la, 87-88 terapia estratégica, 31-32 terapia estructural, 31 terapia familiar, breve, 83-91 terapia: breve,véase terapia breve supuestos causales en la, 8D-91 descripciones de los problemas por los clientes en la, 35-36, 73, 96, 204, 206, 207 cumplidos utilizados en la, 115-116, 157 coterapeutas en la, 88-89 como arte, 70-71 compradores en la, véase compradores objetivos en la, 29,30,111-115 la vida real frente a la, 35-36,101-102 teoría sistémica en la, 89-90 tipos de, 30-32 vaguedad en la, 178-187 videocintas de la, 26,27, 43,92,100 visitantes en la, 64,106-107 TODAS LAS TAREAS CONOCIDAS, 37, 116 Tomm, K., 84,84n, 103n transcripciones de las sesiones terapéuticas, 43 transferibilidad: de las intervenciones, 25-26 222 de las tareas, 25,26,27,28,36-37,116 transformación permanente, 28-29 transformación significativa, expectativas de los terapeutas sobre la, 28-29 técnica de confusión, 121 técnica de la "descripción gruesa", 92, 102 técnica de la bola de cristal, 71-72,115 utilización, 157-158 ejemplo de caso de la, 158-159 vaguedad,178-187 ejemplos de caso de la, videocintas de las sesiones terapéuticas, 26, 27, 43, 92, 100 visitantes, 64,106-107 von Glasersfeld, E., 84, 90, 119n Watzlawick, P., 119, 122,171 Weakland, J. H., 29, 37n, 64n, 92n Weiner-Davis, M, 29, 72 Wilder-Mott, C., 84 Winston, P., 39-40 Wittgenstein, L.: sobre la gramática analógica, 98 concepto de parecidos familiares de, 92-96 Wyne, L., 204 Zelditch, M., 39 223