Las sillas ergonómicas son ideales para el trabajo estático Pausas activas Permiten regular la altura y profundidad del asiento logrando alcanzar el ángulo recto de la cadera y muslos. Permiten reclinar un poco el respaldo de manera de dar apoyo lumbar a la espalda. Tienen reposa brazos, estos tienen que dar apoyo a los antebrazos, aliviando la tensión en los hombros. Es recomendable que éstas cuenten con apoyo cervical. Hacer esto varias veces al días Ejercicios para las manos y dedos Círculos con las muñecas de las manos hacia la derecha e izquierda Entre los beneficios de las pausas activas están: Al final de cada 30 minutos a 1 hora de trabajo sedentario Reactiva la energía de los colaboradores, mejorando el estado de ánimo y la capacidad de concentración, lo que impacta positivamente en su desempeño. Libera estrés articular y muscular, mejorando la postura. Fortalece la salud cardiovascular; estimula y favorece la circulación. Previene lesiones físicas de origen osteomusculares y mentales como el estrés y fatiga laboral, mejorando el estado de salud y fomentando la calidad de vida de los trabajadores. Reduce el ausentismo laboral, al disminuir el riesgo de enfermedad profesional. Genera un efecto positivo en todo entorno laboral, al fortalecer la integración y las relaciones entre los compañeros de trabajo, al tratarse de una actividad que realizan en conjunto y en un marco más recreativo. Aumenta la satisfacción de todos los colaboradores. ERGONOMIA EN OFICINAS SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO Riesgos ergonómicos La ergonomía estudia la relación entre el entorno de trabajo (lugar de trabajo), y quienes realizan el trabajo (los trabajadores). Su objetivo es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del trabajador y evitar así la existencia de los riesgos ergonómicos específicos, en particular los sobre esfuerzos. Los sobreesfuerzos pueden producir trastornos o lesiones músculo-esqueléticos, originadas fundamentalmente por la adopción de posturas forzadas, la realización de movimientos repetitivos, por la manipulación manual de cargas y por la aplicación de fuerzas. Posturas forzadas: posiciones que adopta un trabajador cuando realiza las tareas del puesto, donde una o varias regiones anatómicas dejan de estar en posición natural para pasar a una posición que genera hipertensiones, hiperflexiones y/o hiperrotaciones en distintas partes de su cuerpo. Movimientos repetitivos: Se considera trabajo repetitivo a cualquier movimiento que se repite en ciclos inferiores a 30 segundos o cuando más del 50% del ciclo se emplea para efectuar el mismo movimiento. Además cuando una tarea repetitiva se realiza durante el menos 2 horas durante la jornada es necesario evaluar su nivel de riesgo. Área de trabajo confortable Los distintos elementos de trabajo que utilizas debes disponerlos sobre el escritorio considerando la cantidad de veces que necesitas usarlos durante la jornada, de tal manera que alcanzarlos sea cómodo. Adaptar mi puesto de trabajo Evita la torsión del cuello: coloca el monitor y el teclado de frente. La parte superior del monitor debe coincidir con la altura de los ojos. Evita la compresión del antebrazo: de ser necesario utiliza un apoya, si el borde del escritorio es agudo. Evita digitar con los brazos en suspensión: Apoya tus antebrazos sobre el escritorio, o en el apoya brazos de la silla. Evita extender las muñecas: no utilices un teclado con una pendiente demasiado inclinada. Mantén tus muñecas alineadas con respecto a sus antebrazos. Evita la hiperextensión de brazo: utiliza el mouse en el mismo plano y al costado de tu teclado. Evita la desviación de muñeca hacia afuera del cuerpo: mantén las muñecas alineadas respecto al antebrazo. Evita despegarte del respaldo del asiento: mientras permanezcas sentado apoya la espalda. Evita sentarte en la mitad delantera del asiento Lesiones más frecuentes derivadas de riesgos ergonómicos La adopción de posturas forzadas, la realización de trabajos repetitivos, la inadecuada manipulación manual de cargas y la incorrecta aplicación de fuerzas durante las tareas laborales, pueden dar lugar a trastornos musculoesqueléticos, es decir lesiones de tipo inflamatorio o degenerativo de músculos, tendones, nervios, articulaciones, ligamentos, etc. principalmente en el cuello, espalda, hombros, codos, muñecas, manos, dedos y piernas. Las lesiones más frecuentes que se pueden producir en los trabajadores debido a los sobre esfuerzos, son las siguientes: Tendinitis Tenosinovitis Epicondilitis Síndrome del Túnel Carpiano Síndrome Cervical por Tensió Dedo en Gatillo Ganglión Bursitis Hernia Lumbalgia