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Sindrome de Gertsman en varón de 9 años

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SÍNDROME DE
NOTA
GERSTMANN
CLÍNICA
Síndrome de Gerstmann en un varón de 9 años
C. Fournier del Castillo a, J.J. García-Peñas b, L.G. Gutiérrez-Solana b,
M.ªL. Ruiz-Falcó Rojas b
GERSTMANN’S SYNDROME IN A 9 YEARS OLD BOY
Summary. Introduction. Gerstmann’s syndrome encompasses the tetrad of finger agnosia, agraphia, acalculia and right-left
confusion and is associated with lesions of the left angular gyrus, situated at the confluence of the temporal, parietal and
occipital lobes. The localizing value of this syndrome has been questioned because multiple mechanisms can account for each
of the four components of the syndrome. This clinical association is infrequent in children and it is impossible to diagnose
in early stages of life because of parietal lobes have a slow functional development during childhood. Clinical case. We present
the case of a learning disabled boy, 9 year old and right handed, who developed Gerstmann’s syndrome. Acalculia, rightleft disorientation, agraphia and finger agnosia were clearly identified by neuropsychological studies at this time, but there
was no evidence of this dysfunction when he was first studied being 5 year old. This patient had perinatal asphyxia and
suffered from focal clonic seizures in early neonatal period. In this case, a infarcted lesion was found at the confluence of
parietal and occipital lobes in cranial CT an MRI scans. Conclusion. We conclude that is very important to identify this
syndrome during childhood using a wide range of neuropsychological tests in order to diminish learning disorders with an
early psychopedagogic supervision. [REV NEUROL 2000; 30: 731-6] [http://www.revneurol.com/3008/i080731.pdf]
Key words. Cerebral infarction. Gerstmann’s syndrome. Childhood. Magnetic resonance imaging. Neuropsychological tests.
Parietal lobe.
INTRODUCCIÓN
CASO CLÍNICO
En 1924, Josef Gerstmann describió el caso de un paciente adulto que, aun siendo capaz de identificar partes de su cuerpo, no
podía indicar exactamente cuáles de sus dedos habían sido tocados por el examinador. Gerstmann definió esta alteración como
‘agnosia digital’ y lo interpretó como un trastorno del esquema
corporal. Tres años más tarde, informó de dos nuevos casos en
los que podía observarse la agnosia digital, junto con agrafia, por
lo cual consideró que se encontraba ante un nuevo síndrome
clínico. Observaciones posteriores, en los años siguientes, le
llevaron a perfilar esta entidad con dos síntomas más: desorientación derecha-izquierda y acalculia [1]. A partir de entonces,
dicha tétrada de síntomas (agnosia digital, agrafia, desorientación derecha-izquierda y acalculia) se ha denominado síndrome
de Gerstmann (SG).
Este síndrome es infrecuente en el niño. Las manifestaciones
de alteración en los lóbulos parietales dependen de la edad, ya
que las áreas terciarias de estos lóbulos son de maduración lenta
y sus funciones cognitivas emergen tardíamente en la infancia.
En relación con lo anterior, hasta los 6 años no puede hablarse
de confusión derecha-izquierda, de trastornos de la escritura, ni
de alteraciones en la ejecución de operaciones aritméticas, puesto que tales adquisiciones no están adecuadamente establecidas.
Todo lo anterior condiciona que el SG no sea valorable hasta los
7 años de edad.
Presentamos el caso clínico de un niño de 9 años con desarrollo evolutivo de SG secundario a infarto cerebral en la encrucijada
parietoccipital izquierda.
 2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA
El paciente es un varón de 9 años y 6 meses de edad, que fue valorado por
primera vez a los 5 años y 7 meses por presentar conducta hiperactiva, déficit
de atención y de memoria, así como rendimiento escolar malo.
El paciente es el primer hijo de padres jóvenes, sanos y no consanguíneos.
La abuela materna presentó crisis epilépticas en la infancia. Antecedentes
personales. Embarazo controlado, de curso normal. Parto postérmino (43 semanas), espontáneo, con líquido amniótico impregnado de meconio. Al
nacer, pesó 3.900 g, estaba cianótico y tardó en iniciar el llanto. Presentó dos
crisis clónicas focales derechas a las 18 y 24 horas de vida, respectivamente,
que cedieron rápidamente con la administración de fenobarbital intravenoso. La ecografía transfontanelar y el EEG realizados en el período neonatal
no mostraron alteraciones. Se mantuvo con tratamiento anticomicial con
fenobarbital oral durante seis meses y no volvió a presentar crisis comiciales.
Ha tenido un desarrollo psicomotor normal en todos los parámetros y no se
han objetivado déficit neurosensoriales. El paciente está escolarizado desde
los 2 años y siempre ha sido un niño muy inquieto y con dificultad para
mantener la atención.
En la exploración neurológica realizada a los 5 años y 7 meses destaca: peso de 27 kg (>p97%), talla de 121 cm (>p97%), perímetro craneal
52 cm (p50%). El paciente se hallaba consciente y orientado. Presentaba
baja persistencia motriz y atención muy dispersa. Lateralidad manual y
podal derechas, con lateralidad ocular izquierda. Compresión y expresión verbal adecuadas a su edad cronológica. No existían alteraciones en
la exploración de pares craneales, fondo de ojo, tono, fuerza, motilidad,
reflejos miotáticos, sensibilidad, marcha y pruebas de coordinación-secuenciación motriz. No se objetivaron dismorfias, discromías, ni visceromegalias.
Se realizaron las siguientes pruebas complementarias: analítica de sangre
y orina, que incluía hemograma, bioquímica sérica, sedimento urinario,
enzimas musculares, perfil metabólico (cetonemia, cetonuria, cuerpos reductores en orina, amonio, lactato, piruvato y aminoácidos), sin evidencia de
alteraciones. El cariotipo tenía una fórmula 46 XY normal y no se objetivó
fragilidad en el cromosoma X. El EEG mostraba un trazado normal, sin
paroxismos ni asimetrías. La TAC craneal (Fig. 1) puso de manifiesto la
presencia de una lesión hipodensa, de morfología triangular, en la región
parietoccipital izquierda, sin efecto masa concomitante ni captación de contraste. En el estudio psicométrico realizado con escala de inteligencia de
Wechsler para niños (WISC) presentaba resultados intelectuales normalesmedios (cociente intelectual (CI) global de 97, con CI verbal de 90 y
CI manipulativo de 103), con déficit específicos (puntuaciones significati-
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731
Recibido: 31.08.99. Recibido en versión revisada: 30.12.99. Aceptado: 30.01.00.
a
Servicio de Psiquiatría/Psicología. b Sección de Neurología-2.Hospital
Niño Jesús. Madrid, España.
Correspondencia: Dr. Juan-José García Peñas. Comandante Fortea, 7, 9.º
izda. E-28008 Madrid. E-mail: [email protected]
C. FOURNIER DEL CASTILLO, ET AL
Figura 1. TAC craneal, donde se aprecia una lesión hipodensa parietoccipital izquierda.
vamente por debajo de la media) en tareas que requerían memoria inmediata
y aritmética.
Tras la primera exploración neuropsicológica, se remitió al paciente al
equipo psicopedagógico de zona para su escolarización en un centro de
integración donde pudiera recibir apoyo escolar. Ante la persistencia de los
problemas de aprendizaje y el déficit de atención, se le pautó tratamiento con
metilfenidato, en pauta ascendente hasta 0,7 mg/kg/día, durante seis meses
consecutivos, sin evidenciarse mejoría clínica. Un EEG de sueño diurno
realizado a los 8 años no mostró alteraciones. A los 9 años, se le practicó una
RMN craneal (Fig. 2) que objetivó la presencia de un área malácica residual
a nivel de la encrucijada parietoccipital izquierda, en la zona limítrofe entre
territorios vasculares.
Se lleva a cabo una exploración neuropsicológica evolutiva, cuya valoración se realizó a los 9 años y 6 meses. En la tabla I se recogen las pruebas
neuropsicológicas estandarizadas empleadas para la evaluación de la inteligencia, memoria, atención, funciones ejecutivas, praxias, fluidez y funciones lingüísticas, así como para la evaluación de los aspectos específicos que
conforman el SG [2-12]. Para evaluar la presencia de alteraciones comportamentales y/o emocionales se empleó el CBCL (Child Behavior Checklist)
[13], sin que se registrara psicopatología. El paciente presenta un nivel intelectual global normal que se sitúa en el nivel medio-bajo, sin discrepancia
entre los cocientes verbal y manipulativo. Con respecto a la exploración
previa (5 años y 7 meses), se registra un decremento significativo de las
puntuaciones. En cuanto a la eficacia comparada del tipo de procesamiento
(secuencial o simultáneo), se observa una eficacia mayor del procesamiento
de tipo simultáneo propio del hemisferio cerebral derecho, si bien la diferencia no alcanza significación estadística.
Los resultados de las habilidades generales de las escalas de evaluación
intelectual se recogen en la figura 3. Los resultados de la exploración neuropsicológica de habilidades específicas se recogen en la tabla II y, de forma
gráfica, en la figura 4. Las puntuaciones para la comparación de las distintas
pruebas se han transformado en puntuaciones Z. La lateralidad manual del
paciente es diestra, con un cociente de lateralidad de 100.
Como queda reflejado, los déficit del paciente se expresan en las tareas en
las que la puntuación se encuentra más de una desviación típica por debajo
de la media. Los cuatro componentes del SGaparecen como puntuaciones
deficitarias:
1. Agnosia digital. En este paciente se aprecian dificultades para nombrar y señalar dedos de la mano, que han sido designados previamente
732
Figura 2. RMN craneal, corte axial en secuencias potenciadas en T 2, imagen de infarto cerebral en la encrucijada parietoccipital izquierda.
90
CI verbal
84
CI manipulativo
103
84
97
CI total
82
Procesamiento
secuencial
87
Procesamiento
simultáneo
99
Procesamiento mental
compuesto
80
93
85
90
95
100
105
110
115
Puntuaciones típicas
Figura 3. Resultados de las habilidades generales de la escala de inteligencia de Wechsler para niños revisada (WISC-R) y de la K-ABC, expresados
en puntuaciones típicas (media: 100; desviación típica: 15). Las áreas rayadas corresponden a la primera evaluación y el resto son las puntuaciones actuales.
por el examinador. Esta alteración es la responsable de las bajas puntuaciones en la prueba que evalúa el análisis de las sensaciones cutáneas (tacto).
2. Orientación derecha-izquierda. Las dificultades se dan, tanto al imitar
movimientos del evaluador, como cuando se le pide señalar partes del
cuerpo que implican simetría. No se registran, sin embargo, dificultades
de orientación espacial en tareas que implican juicios sobre orientación de
líneas en el espacio en tareas no verbales.
3. Agrafia. La prueba de escritura, que recoge tanto aspectos de copia como
dictado o escritura espontánea, es la que obtiene peores puntuaciones de
toda la batería. El trazado de las letras es dificultoso, con defectos en la
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SÍNDROME DE GERSTMANN
Tabla I. Pruebas neuropsicológicas estandarizadas para evaluar las habilidades cognitivas del paciente.
Habilidades específicas
Pruebas
Rapidez motora
Grooved Pegboard [2]
Tacto
Subtest 4. Luria DNI [3]
Percepción visual
Test de retención visual
de Benton. Copia [4]
Orientación espacial
Prueba de orientación
de líneas de Benton [5]
Orientación derecha-izquierda
Ítems 9-15. Luria DNI [3]
Praxia constructiva
Prueba de cubos. WISC-R [7]
Audición fonémica
Subtest 8. Luria DNI [3]
Vocabulario en imágenes
Test de vocabulario en imágenes
de Peabody [8]
Comprensión simple
Subtest 9. Luria DNI [3]
Comprensión lógico-gramatical
Subtest 10. Luria DNI [3]
Vocabulario expresivo
Subtest de Vocabulario. K-BIT [9]
Habla narrativa
Subtest 12. Luria DNI [3]
Memoria auditiva inmediata
Test 5. K-ABC [10]
Memoria espacial
Test 9. K-ABC [10]
Memoria verbal
Subtest 18. Luria DNI [3]
Atención
Test de percepción de diferencias [11]
Función ejecutiva/Interferencia
Stroop. Test de palabras y colores [12]
Función ejecutiva/
Subtest 2. Luria DNI [3]
Regulación verbal del acto motor
Función ejecutiva/Organización
Prueba de laberintos. WISC-R [7]
Lectura/Codificación
Test 15. K-ABC [10]
Lectura/Comprensión
Test 16. K-ABC [10]
Escritura
Subtest 14. Luria DNI [3]
Aritmética/
Estructura numérica
Subtest 16. Luria DNI [3]
Aritmética/Operaciones
Subtest 17. Luria DNI [3]
DNI: diagnóstico neuropsicológico infantil; WISC-R: escala de inteligencia de
Wechsler para niños revisada.
orientación de sus líneas y reduplicaciones de los trazos, lo que, en ocasiones, implica ilegibilidad.
4. Acalculia. Se objetiva la falta de una adquisición adecuada de la noción
de número y se evidencian errores al ejecutar cálculos aritméticos sencillos (sumas y restas). El paciente no puede realizar multiplicaciones, ya
que no ha aprendido aún las tablas aritméticas.
Al margen del SG, también se registran déficit en tareas mnésicas (muy
acusadas para material verbal, pero también para material espacial); sin
embargo, la memoria auditiva inmediata está conservada. En la exploración de funciones lingüísticas, no aparecen déficit en la comprensión de
palabras aisladas –aunque sean abstractas o se refieran a conceptos concretos– ni en la comprensión de frases sencillas que comuniquen acontecimientos a través de construcciones gramaticales simples. Las dificultades
se registran cuando se le pide la comprensión de palabras o frases que
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1
0
-1
-2
-3
-4
-5
Figura 4. Perfil neuropsicológico de habilidades cognitivas específicas
expresado en puntuaciones Z.
expresan relaciones y que pueden incluir el uso de adverbios o preposiciones que implican relaciones espaciales (derecha-izquierda, sobre-bajo, etc.),
relaciones temporales, dobles negaciones, etc. Tales alteraciones se registran igualmente en el habla narrativa del paciente, con expresiones como
‘el profesor del año que viene me gustaba mucho más’ (refiriéndose al del
curso pasado) o ‘hemos ido mañana’ (por ayer).
DISCUSIÓN
La investigación sobre el SG ha estado marcada por las dificultades en definir el complejo y variado carácter de cada uno de sus
componentes [14-16]. Strub y Geschwind [17] han descrito las
tareas para evaluar de forma fiable los síntomas del SG y diferenciarlos de la afasia; y tales recomendaciones han guiado el estudio
neuropsicológico de nuestro caso.
Para considerar el diagnóstico de SG es necesario detectar
cada uno de los componentes de la tétrada descrita por Gerstmann:
1. Agnosia digital. Se describe como la incapacidad para reconocer, nombrar, seleccionar, diferenciar e indicar los dedos
individuales de cada mano, tanto los del propio paciente
como los de otras personas [1]. Su evaluación debe incluir
tareas no verbales para diferenciar este déficit de uno de tipo
afásico.
2. Desorientación derecha-izquierda. Se define como la incapacidad del paciente para diferenciar la derecha de la izquierda en sí mismo o en otras personas [1]. Esta alteración
deriva de la dificultad de aplicación del concepto espacial de
orientación lateral del cuerpo [18]. Se trata de una anomalía
difícilmente separable del problema lingüístico que se en-
733
C. FOURNIER DEL CASTILLO, ET AL
cierra en la incapacidad de verbalizar correctamente la derecha de la izquierda, por lo que su evaluación debe incluir
tareas de imitación en las que un paciente con trastorno afásico receptivo no fallaría.
3. Agrafia. Se describe como agrafia apráxica o bien como agrafia espacial, y se debe a la pérdida de patrones almacenados de
letras y palabras necesarios para efectuar la escritura [1,19]. El
paciente presenta problemas para formas letras correctamente
y, además, se asocian alteraciones en la simetría, reduplicaciones en los trazos, defectos en la orientación de líneas, utilización de diferentes tipos de letras y presencia de caracteres
disparatados no contenidos en el alfabeto. Sin embargo, a
diferencia de la agrafia afásica, los errores semánticos son
prácticamente inexistentes [19]. Para realizar una adecuada
evaluación de este trastorno deben utilizarse tareas de copia,
escritura al dictado y escritura espontánea.
4. Acalculia. Se trata de un defecto para realizar las operaciones
aritméticas fundamentales [1]. En casos graves, también se
halla comprometida la comprensión de la secuencia numérica.
Se discute si se trata de una anaritmetría, de una acalculia
afásica (por incapacidad para manejar el sistema simbólico
numérico) o de una acalculia espacial (déficit de alineamiento
de los elementos numéricos al escribirlos) [14]. Su adecuada
evaluación requiere lectura y escritura de números, cálculo
oral y escrito.
La mayoría de los casos de SG descritos en la literatura, como el
que presentamos, son secundarios a lesión en el lóbulo parietal
izquierdo. En las revisiones realizadas al respecto [17,19,20], el
95% de los pacientes con SG completo presentaban lesión parietal
izquierda. Los casos con patología aislada del hemisferio cerebral
derecho son raros, y, de ellos, unos eran pacientes zurdos o bien
tenían una lesión tumoral gigante en el hemisferio derecho que
ejercía un importante efecto masa [17,20]. Con respecto a la localización anatómica del SG, los distintos autores sugieren que no
siempre está implicada la circunvolución angular, si bien es ésta
la que con mayor probabilidad está involucrada en la génesis del
síndrome. No obstante, esta afectación no se extiende hasta el
lóbulo occipital, sino hasta el lobulillo parietal superior; es decir,
implica a la circunvolución parietal inferior y se extiende hasta la
superior [17,19-21]. Por otra parte, se ha comprobado que la estimulación eléctrica en la circunvolución angular provoca los cuatro
síntomas claves del SG. Si la estimulación se extiende a áreas
adyacentes de ésta, también pueden observarse síntomas como
alexia, apraxia de construcción y anomia [17,21].
Para algunos autores, como Benton [14-16], existen problemas para la delimitación conceptual y topográfica del SG. De
hecho, este autor discute la propia existencia del SG como entidad
sindrómica, ya que se han publicado casos de síndromes incompletos. Para Benton, esto supone la debilidad de la formulación
teórica que defiende la ocurrencia conjunta de los cuatro síntomas. Por otra parte, a la tétrada característica del SG se le añaden,
en algunos casos, otros síntomas como trastornos afásicos, deterioro mental global, dislexia, déficit en memoria visual no verbal
y apraxia de construcción. En nuestro caso, el SG se asocia a
alteración en la comprensión de estructuras lógico-gramaticales y
a déficit mnésicos. No aparecen, sin embargo, alteraciones en la
lectura ni en las praxias constructivas.
El último aspecto de la crítica que plantea Benton al SG se
refiere al problema de la localización topográfica del síndrome y
propone al área de la circunvolución angular, en su transición con
734
Tabla II. Resultados de la exploración neuropsicológica expresados en
puntuaciones Z.
Rapidez motora/mano dominante
-0,76
Rapidez motora/mano no dominante
-0,75
Tacto
-1,03 a
Percepción visual
-0,03
Orientación espacial
0,07
Orientación derecha-izquierda
-1,09 a
Praxia constructiva
0,66
Audición fonémica
0,2
Vocabulario en imágenes
-0,36
Comprensión simple
0,15
Comprensión lógico-gramatical
-2,45 a
Vocabulario
-0,6
Habla narrativa
-2,5 a
Memoria auditiva
-0,66
Memoria espacial
-1,33 a
Memoria verbal
-3,39 a
Atención
-0,18
Función ejecutiva/Interferencia
0,1
Función ejecutiva/Regulación verbal del acto motor
0,6
Función ejecutiva/Organización
-0,66
Lectura/Codificación
0,33
Lectura/Comprensión
-0,8
Escritura
-4,5 a
Aritmética/Estructura numérica
-1,26 a
Aritmética/Operaciones
-3,76 a
a
Déficit significativos.
la segunda circunvolución occipital, como zona crítica para que se
desarrolle un SG completo. Según este autor, las implicaciones
para la localización topográfica del SG no se derivan de la combinación de los cuatro síntomas o de la evidencia de su componente nuclear (agnosia digital), sino por la presencia de la agrafia y la
acalculia, las cuales, aisladas o en combinación, siempre implican
un trastorno focal en áreas posteriores del hemisferio cerebral
izquierdo.
En esta misma línea de crítica, se encuentran Kolb y Whishaw
[22] quienes piensan que el problema conceptual radica en que el
SG no es sinónimo de lesión parietal izquierda –la cual puede
cursar con otro tipo de sintomatología– y, por otra parte, que la
poca frecuencia con la que aparece este síndrome hace que no sea
un diagnóstico semiológico útil en las exploraciones neuropsicológicas habituales.
Al analizar la etiología de este síndrome, destaca que la gran
mayoría de los SG se relacionan con infartos o tumores cerebra-
REV NEUROL 2000; 30 (8): 731-736
SÍNDROME DE GERSTMANN
les [19,23,24]. No obstante, también se han descrito casos asociados a otras enfermedades, entre ellas, hematomas intraparenquimatosos [25], encefalopatía por VIH [26] y enfermedad de
Moyamoya [27].
A pesar de las controversias que rodean el SG, los cuatro déficit
conductuales se relacionan con una disfunción parietal izquierda de
zonas de encrucijada y son un concepto bien establecido en neurología clínica de adultos [17,19-21,24]. En la infancia, sin embargo,
son escasos los trabajos en los que se presenta un SG asociado a
patología lesional. Recientemente, se ha informado de un niño de
7 años [28] en el que la tétrada característica del SG aparecía correlacionada con un trastorno secuencial en la prueba K-ABC [10]. En
nuestro paciente, no puede hablarse de trastorno secuencial, ya que
este tipo de procesamiento no se encontraba significativamente por
debajo de la media ni presentaba una diferencia llamativa con respecto al procesamiento simultáneo.
En el niño, por otra parte, existen formas de SG relacionadas
con un retraso madurativo que se definen como síndrome de Gerst-
mann del desarrollo (SGD) [29-33]. En estos casos, se presentan
las mismas características semiológicas que en el SG clásico, pero
sin evidencia de lesión estructural. El SGD se ha referido, principalmente, al evaluar a niños con dificultades de aprendizaje específicas para el cálculo [30,32-35]. Las investigaciones iniciales
[29] consideraban que el SGD desaparecía evolutivamente y tan
sólo persistían ciertas dificultades de aprendizaje. Sin embargo,
los estudios más recientes indican una persistencia de las alteraciones [30-33], lo cual parece descartar que sea un retraso madurativo aislado el que genere el SGD y se espera que la aplicación
de las nuevas técnicas de neuroimagen (RMN craneal funcional y
tomografía por emisión de positrones (PET)) puedan aclarar el
origen de esta disfunción.
Como conclusión, queremos destacar que es muy importante
la correcta identificación de este síndrome en la edad escolar,
mediante una amplia batería de pruebas neuropsicológicas, con el
fin de instaurar un apoyo psicopedagógico precoz para intentar
minimizar los defectos de aprendizaje resultantes.
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SÍNDROME DE GERSTMANN EN UN VARÓN DE 9 AÑOS
Resumen. Introducción. El síndrome de Gerstmann comprende una
tétrada diagnóstica que incluye: agnosia digital, agrafia, acalculia
y confusión derecha-izquierda. Se asocia, generalmente, con lesiones en la circunvolución angular izquierda, situada en la confluencia de los lóbulos temporal, parietal y occipital. Se ha cuestionado,
en muchas ocasiones, el valor localizador de este síndrome, ya que
diversos mecanismos funcionales pueden generar cada uno de los
REV NEUROL 2000; 30 (8): 731-736
SÍNDROMA DE GERSTMANN NUMA CRIANÇA DE 9 ANOS
Resumo. Introdução. A síndroma de Gerstmann compreende uma
tétrade diagnóstica que inclui agnosia digital, agrafia, acalculia e
confusão direita-esquerda. Associa-se, geralmente, a lesões na circunvolução angular esquerda, localizada na confluência dos lóbulos temporal, parietal e occipital. Em muitas ocasiões questionou-se
o valor da localização desta síndroma, já que diversos mecanismos
funcionais podem gerar cada um dos quatro componentes desta
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C. FOURNIER DEL CASTILLO, ET AL
cuatro componentes de esta asociación. El síndrome de Gerstmann
es infrecuente en el niño y no es posible diagnosticarlo en la edad
preescolar, ya que los lóbulos parietales presentan una maduración
funcional muy lenta durante la infancia. Caso clínico. Se presenta el
caso de un niño de 9 años de edad, diestro, con problemas de aprendizaje, que desarrolló un síndrome de Gerstmann. La acalculia, la
desorientación derecha-izquierda, la agrafia y la agnosia digital
fueron claramente identificadas mediante el estudio neuropsicológico realizado a esa edad, pero no se objetivó evidencia de disfunción
específica en el primer estudio que se realizó a los 5 años de vida. El
paciente presentó asfixia perinatal y desarrolló crisis clónicas focales en el período neonatal precoz. Los estudios de neuroimagen
(TAC y RMN craneales) mostraron la presencia de un infarto cerebral a nivel de la encrucijada parietoccipital izquierda. Conclusiones. Los autores quieren destacar que es muy importante la identificación de este síndrome en la edad escolar, mediante una amplia
batería de pruebas neuropsicológicas, con el fin de instaurar un
apoyo psicopedagógico precoz para intentar minimizar los defectos
de aprendizaje resultantes. [REV NEUROL 2000; 30: 731-6] [http:/
/www.revneurol.com/3008/i080731.pdf]
Palabras clave. Infancia. Infarto cerebral. Lóbulo parietal. Pruebas
neuropsicológicas. Resonancia magnética. Síndrome de Gerstmann.
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associação. A síndroma de Gerstmann é infrequente na criança e
não é possível diagnosticá-la em idade pré-escolar, visto que durante a infância os lóbulos parietais apresentam uma maturação
funcional muito lenta. Caso clínico. Apresenta-se o caso de uma
criança de 9 anos de sexo masculino, com problemas de aprendizagem, que desenvolveu uma síndroma de Gerstmann. A acalculia,
a desorientação direita-esquerda, a agrafia e a agnosia digital
foram claramente identificadas mediante o estudo neuropsicológico realizado nesta idade, mas não se objectivou evidência de disfunção específica no primeiro estudo que se realizou aos 5 anos de
vida. Os estudos de neuro-imagem (TAC e RMN cranianas) mostraram a presença de um enfarte cerebral a nível da encruzilhada
parieto-occipital esquerda. Conclusões. Os autores querem destacar que é muito importante a identificação desta síndroma em
idade escolar, mediante uma ampla bateria de testes neuropsicológicos, a fim de estabelecer um apoio psicopedagógico precoce
para tentar minimizar os defeitos de aprendizagem resultantes.
[REV NEUROL 2000; 30: 731-6] [http://www.revneurol.com/3008/
i080731.pdf]
Palavras chave. Enfarte cerebral. Infância. Lóbulo parietal. Ressonância magnética. Síndroma de Gerstmann. Testes neuropsicológicos.
REV NEUROL 2000; 30 (8): 731-736
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