Subido por Noelia ramírez

-Otro-Doctor-Manzano-Que-Corta-Por-Lo-Sano

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DURACIÓN. Veinte minutos.
ESCENARIO
El mismo o parecido al escenario de las otras obras de médicos. Mesa para el doctor,
letrero de cartulina “Doctor Manzano”, una silla para que se vayan sentando los
pacientes. Un lateral del escenario se puede ambientar como de sala de espera
colocando otras sillas o un banco corrido para que se sienten los enfermos. Lo que
propuse para las otras. El que pueda que lo mejore.
PERSONAJES:
Dr. MANZANO.- Niño vestido de médico con bata blanca y fonendo. Bigotes, gafas,
etc… opcional.
ENFERMERA.- Niña vestida de enfermera con bata y toca en la cabeza.
Dr. VICENTE.- Niño disfrazado de carnicero con bata blanca llena de manchas rojas.
Este personaje tiene que dar miedo, cuanto más terrorífico mejor. Tampoco os paséis.
PACIENTE 1º. D. CELESTINO.- Niño vestido de paciente con la barriga abultada.
Tiene que parecer que le duele el intestino.
PACIENTE 2º. Dª MANUELA.- Niña vestida normal, con traje de calle pero con la cara
maquillada con manchas rojas como si tuviera viruela.
PACIENTE 3º. Dª CARLOTA.- Niña vestida normal, con un bastón o preferiblemente
con una muleta ya que tiene una pierna rota.
PACIENTE 4º. FARRUCO.- Niño vestido de labrador, cortijero o de paleto. Pantalones
de pana o mono, camisa de cuadros, sombrero de paja. Maquillado con barba negra
espesa y cejas corridas. Es una idea.
PACIENTE 5º. – Dª PANCRACIA. – Niña disfrazada de viejecita, con vestido largo
negro, delantal y pañuelo en la cabeza.
PACIENTE 6º. – D. AGAPITO. Niño libremente vestido, tal cual , vamos como él o su
mamá quieran.
OTROS PACIENTES.- Niños y niñas vestidos con pijamas, maquillados como si
estuvieran enfermos de verdad.
"OTRO DOCTOR MANZANO QUE CORTA POR LO SANO"
Se levanta el telón y aparece el escenario dispuesto tal y
como hemos dicho. El médico sentado en el centro, la
enfermera al lado de pie y en el lateral del escenario un
número alto de pacientes que puede ser ocho o diez, según
las posibilidades.
PRESENTADOR I, - Buenos días a todos, los alumnos de
“quinto curso” hemos preparado una obra de teatro titulada
“Otro doctor Manzano”
PRESENTADOR II. – El tema va de médicos y lleva un
poquito de crítica a la Seguridad Social.
PRESENTADOR I. – Pero bueno tampoco os la debéis tomar
muy en serio.
PRESENTADOR II. – Lo que pretendemos es que os guste y
que lo paséis bien y os rogamos que guardéis silencio.
NARRADOR. - Esta es la historia un poco exagerada de lo
que pasa o puede pasar en un consultorio de la Inseguridad
Social.
Dr. MANZANO.- Buenas tardes. Soy el Doctor Manzano,
colegiado Autónomo 45 del Excelentísimo Colegio de
médicos de la Inseguridad Social y me llaman el matasanos
porque corto por lo sano.
ENFERMERA.- Yo soy la enfermera Carmela y ayudo al
doctor a sacar muelas.
ENFERMERA AUXILIAR. - Pues yo soy la enfermera auxiliar
y no hago nada de particular.
Dr. VICENTE.- Y yo soy el doctor Vicente y sirvo para
espantar a la gente.
ENFERMERA II. - Me llamo Señorita Estefanía y soy la
encargada de llamar a los enfermos por megafonía.
D. MANZANO.- Bueno, dejémonos de presentaciones y
empecemos a trabajar en serio. Enfermera auxiliar ¿qué
número de pacientes hay en la sala de espera?
ENFERMERA.- Ahora mismo se lo digo doctor. (Hace como
que mira y cuenta) Ahora mismo hay en la sala de espera 545
pacientes doctor.
D. MANZANO. - ¿Y sabe usted quién es el primero?
PACIENTE 1. - (Hombre) El primero soy yo que llevo
esperando aquí desde las seis de la mañana.
PACIENTE 2. - (Señora) De eso nada usted llegaría primero
pero yo cogí número antes que usted.
PACIENTES 3 y 4. - Los primeros somos nosotros
PACIENTE 5. - ¡Qué cara tienen algunos llegan los últimos y
se ponen los primeros.
PACIENTE 6.- A esto no hay derecho. ¿Para esto pagamos a
la Inseguridad Social?
PACIENTE 7. ¡Esto es una república y una tangana, ya nadie
respeta nada!
ENFERMERA I. - Orden, por favor. No se impacienten que el
doctor les atenderá a todos.
NARRADOR. - Ante tantísimos pacientes el doctor Manzano
no se asustó ni se puso nervioso, ante tales casos tenía él
una carta guardada en la manga.
Dr. MANZANO.- Estos son los mismos que ayer. ¡Viva la
Pepa! Aquí viene la gente más que al "Carrefur". Pero esto lo
arreglo yo sin decir ni mu. Enfermera, necesitamos la ayuda
del doctor Vicente llámelo por megafonía por favor.
ESTEFANÍA.- Doctor Vicente, doctor Vicente, acuda a
consulta por favor. Es urgente, acuda a consulta el doctor
Vicente. Repito es urgente, es un aviso para el doctor
Vicente.
(Llega el Dr. Vicente, vestido con una bata con manchas rojas
como si fueran de sangre, entra corriendo haciendo muchos
aspavientos)
Dr. VICENTE.- (Con voz fuerte y salvaje) Aquí estoy doctor
jefe. ¿Qué quiere que haga con tanta gente?
Dr. MANZANO.- ¡Qué voy a querer! Coja el hacha y dígales
“amablemente” (con retintín), que vayan pasando.
(Sale el Dr. Vicente con el hacha y con gesto amenazante)
Dr. VICENTE.- Vamos a ver ¿Quién quiere entrar el primero?
¿Quieren pasar? (Los pacientes empiezan a levantarse y a
irse asustados) (Ahora se dirige a un paciente en particular)
Usted, usted, ¿Quiere pasar el primero?
PACIENTE.- No, si yo no estoy malo, es que pasaba por aquí
de paseo. Ya me voy.
Dr. VICENTE.- ¡Ah! Bueno. (Dirigiéndose a otra paciente) Y a
usted ¿Qué le pasa? ¿Quiere que le corte algo?
OTRA PACIENTE.- No yo estoy más sana que una manzana.
Había venido a marujear.
Dr. VICENTE. - Ah, bueno. Entonces ¿ya se iba usted?
PACIENTE. - Si claro me iba y me voy, si a mí no me duele
nada.
Dr. VICENTE. - Si es por eso yo hago que le duela lo que
usted quiera en un momento.
PACIENTE. - No que me voy a mi casa que me he dejado las
lentejas puestas en el fuego y se me van a quemar.
(La mayoría de los pacientes se levantan y se van asustados)
NARRADOR. - Como han visto ustedes el consultorio casi se
quedó vacío, ante el doctor Vicente se le quitaron todas las
enfermedades.
Dr. VICENTE.- No se vayan que acabamos pronto. Sólo
tengo que dar así con el hacha y ya está. (Hace gestos como
que le da a alguno) Lo curo de momento. (Se van todos
menos seis)
Dr. MANZANO.- ¿Cuántos se han quedado?
Dr. VICENTE.- Sólo seis doctor jefe.
Dr. MANZANO.- Eso está mejor. Muchas gracias doctor
Vicente, usted puede retirarse. Enfermera haga pasar al
primero.
ESTEFANÍA.- Que pase el primer paciente, D. Celestino al
que le duele el intestino.
PACIENTE I.- (Entra el primer paciente con las manos en la
barriga haciendo gestos de que le duele el vientre)
¡Buenos días doctor! (Con voz quejosa)
Dr. MANZANO.- Hola buenos días. Siéntese y dígame lo que
le pasa.
PACIENTE I.- Que me duele la barriga.
Dr. MANZANO.- Muy bien. ¿Qué cenó usted anoche?
PACIENTE I.- Pues cené un plato de sopa y una tortilla de
patatas.
Dr. MANZANO.- Ya está. Ya se lo que le pasa, no hay peor
cosa que tomar sopa con tortilla de patatas para cenar.
PACIENTE I. - ¿Y me va a curar doctor?
Dr. MANZANO. - Si claro y para curarlo tengo que cortarle las
dos orejas. ¡Enfermera! Traiga el cuchillo de cortar la carne.
PACIENTE I.- Pero doctor yo he venido aquí porque me duele
la barriga, las orejas las tengo bien.
Dr. MANZANO.- Eso es lo se cree usted, pero no, el mal le
viene de las orejas. Sepa usted que la sopa que usted cenó
junto con la tortilla se le ha subido por el tragadero alto y le
está atenazando las orejas aunque el dolor se le refleje en la
barriga, lo que quiere decir que hay que cortarlas para
salvarle la vida.
PACIENTE I.- Pero doctor, ¡eso no puede ser!
Dr. MANZANO.- ¡Cómo que no puede ser! ¿Quién es aquí el
médico? ¿Usted o yo?
PACIENTE I.- Usted, usted.
Dr. MANZANO.- Pues entonces a callar. Enfermera
agárremelo fuerte que le voy a cortar las orejas.
(La enfermera coge al paciente)
PACIENTE I.- Un momento.
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa ahora?
PACIENTE I.- Que ya no me duele el intestino. Estoy curado.
Gracias doctor. Déjame enfermera que me voy a mi casa.
Dr. MANZANO.- Lo he curado sin cortarle nada. Lo mío son
manos de santo. Bueno enfermera, que pase el siguiente
paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin, tin. Que pase doña
Manuela, la que tiene la viruela.
(Entra la niña vestida normal y con la cara maquillada con
puntitos rojos)
Dª. MANUELA.- Buenos días doctor.
Dr. MANZANO.- Buenos días señora. ¿Qué le pasa a usted?
Dª MANUELA.- Me han salido granos y pupas en la cara.
Creo que tengo acné juvenil o la viruela.
Dr. MANZANO.- No se preocupe usted que yo la voy a curar.
Dígame ¿Si yo le doy un pisotón en el pie, le duele?
Dª MANUELA.- Pues claro. No me va a doler.
Dr. MANZANO.- Lo que me temía. Usted no tiene viruela. Lo
que le pasa a usted es que tiene una gangrena en el pie
derecho y hay que cortarlo.
Dª MANUELA.- ¿Pero qué dice? A mi no me duele el pie.
Dr. MANZANO.- Eso es peor todavía porque significa que la
gangrena le ha avanzado tanto que ya lo tiene muerto. No
tiene más solución que cortárselo. Vamos enfermera tráigame
la sierra para cortar los huesos.
ENFERMERA.- Aquí la tiene doctor.
Dª MANUELA.- (Manuela mientras tanto se ha borrado las
pintas rojas de la cara) Un momento que creo que se me ha
quitado la viruela, me han desaparecido las pintas rojas. Ya
me siento mejor.
Dr. MANZANO.- ¡Anda! Parece que es verdad. Ya no tiene
manchas en la cara. De todas formas si quiere le corto el pie
para que se quede usted más tranquila.
Dª MANUELA.- ¡No, No! Si yo estoy tranquilísima. Me voy a
mi casa. A mi no me corta usted nada.
Dr. MANZANO.- A otra que he curado y sin tocarla. Y luego
dicen que soy mal médico. Enfermera, haga pasar a otro
paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin,tin. Que pase la tercera
paciente, doña Carlota la de la pierna rota.
(Entra la paciente Carlota cojeando ostensiblemente)
Dª CARLOTA.- ¡Buenos días doctor!
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa a usted?
Dª CARLOTA.- Que tengo la pierna derecha rota y no ando
bien, voy cojeando, vengo a que me la cure o me haga un
trasplante de pierna y me ponga una nueva.
Dr. MANZANO. - Tiene usted razón lo mejor en este caso
será un trasplante de pierna. ¡Enfermera tráigame una pierna
derecha para trasplantársela a esta señora.
ENFERMERA I. – Ahora mismo se la mando doctor.
(Al poco rato entra en escena la enfermera II)
ENFERMERA II. – Solo nos queda esta pierna que es
izquierda y además de hombre y está llena de pelos.
(Muestra al público una pierna tal como dice)
Dr. MANZANO. – Tenemos un pequeñísimo problema.
Dº. CARLOTA. - ¿Qué problema tiene doctor?
Dr. MANZANO.- El caso es que ahora no nos quedan
trasplantes de piernas nuevas. A no ser que quiera usted que
le trasplantemos esta que es de hombre y la izquierda.
Dª. CARLOTA. - ¡Pero por quién me toma usted si eso parece
la pata de un burro y además está llena de pelos!
DR. MANZANO. - No se preocupe, tengo una idea y le voy a
solucionar su problema.
Lo que le voy a hacer es romperle la otra para que le queden
las dos iguales y ya se equilibra y cojea de las dos.
Enfermera, agarre fuerte a la señora que le voy a romper la
otra pierna, dame la maza de machacar.
Dª CARLOTA.- La maza de machacar. ¿Está usted loco? De
eso nada, a mi no me rompe usted la otra pierna.
Dr. MANZANO.- Señora, así le quedan las dos iguales y deja
de cojear.
Dª MANUELA.- No si ya no cojeo nada. Mire, ¿ve usted?
(Anda y salta por el escenario perfectamente) Me voy, adiós.
Dr. MANZANO.- Bueno, como usted quiera, soy un genio (Se
da besos él a sí mismo) ¡Soy un genio los curo a todos.
Enfermera que pase el siguiente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin tin. Que pase el cuarto
paciente. D. Farruco Carabruto.
PACIENTE IV.- (Entra el cuarto niño disfrazado de paleto,
apretándose el culo).
¡Bueno día dotor!
Dr. MANZANO.- Buenos días. ¿Qué le pasa?
PACIENTE IV.- Qué me va a pasá, que tengo caguetilla.
Dr. MANZANO.- Querrá decir diarrea o colitis aguda.
PACIENTE IV.- No señor, digo que tengo caguetilla porque
me cago sin achuchá.
Dr. MANZANO.- Pues eso es lo que en medicina se llama
colitis, que es debido a un mal funcionamiento del intestino
grueso causada por la inflamación del colon. Que eso es lo
que significa colitis, inflamación del colon.
PACIENTE IV.- Y yo le digo dotor que yo no tengo colon o
eso, lo único que me pasa que se me sale la mier-esa sin
avisá.
ENFERMERA I.- ¿Qué le va a cortar a éste doctor?
Dr. MANZANO.- A éste no le podemos hacer más cortes y
agujeros porque se le saldría todo por la herida. Lo que
vamos a hacer es ponerle un tapón en el culo. Enfermera
traiga un tapón de tonel grande.
ENFERMERA.- Aquí tiene doctor.
Dr. MANZANO.- Coloque al paciente en posición.
(La enfermera coloca al paciente tendido boca abajo sobre
una mesa)
Dr. MANZANO.- (Hace como que le pone el tapón en el culo)
Le voy a quitar la diarrea en un santiamén. Ya está.
PACIENTE IV.- Gracia dotor. Esto es lo que llamo yo un buen
remedio ¡Adiós! (Sale del escenario andando con las piernas
apretadas para que no se le caiga el tapón)
Dr. MANZANO. - Esto va que vuela, enfermera mande pasar
al siguiente paciente.
ESTEFANÍA. - Tin, tin, tin.....Tin, tin, tin. La paciente doña
Pancracia la vieja en desgracia.
(Sale al escenario la vieja, encorvada y hablando sola)
Dº. PANCRACIA. - ¡Ay, ay, ay, ayyyyy! (Da vueltas por el
escenario diciendo lo mismo) ¡Ay, ay, ay, ayyyyyy!
Dr. MANZANO. - Enfermera, mire a ver qué le pasa a esta
viejecita y tráigala aquí.
ENFERMERA I. - Siéntese aquí señora y cuéntele al doctor lo
que le pasa.
Dª. PANCRACIA. - ¡Ju! doctor si yo le contara, ay si yo le
contaraaaa, ¡Ay, ay, ayyyy qué miedo!
Dr. MANZANO. – Libérese del miedo y cuénteme, cuénteme.
Dª. PANCRACIA. – Antes, de joven vivía mejor pero ahora…
si yo le contara. Puf si yo le contara, ay si yo le contara, ¡Ay,
ay, ayyyyyy! Es que me da miedo.
Dr. MANZANO. – Es normal que de joven viviera mejor pero
venga señora empiece a contarme ya de una vez lo que le
pasa que ya me estoy poniendo nervioso.
Dª. PANCRACIA. – Crie doce hijos pero es lo que yo le digo
doctor, pero ya no puedo y me da mucho miedo… si yo le
contara, ¡Ay, ay, ay, si yo le contara, si yo le contara! ¡Ay, ay,
ayyyyyyy!
Dr. MANZANO. – Biotipo de maniática (Hace como que
escribe y habla bajo) Esta maldita vieja me va a volver loco.
(Más fuerte) ¡Venga ya dígame de una vez qué le pasa y
dónde le duele y acabemos! ( Lo dice a gritos, desesperado)
Dª. PANCRACIA. - Eso es lo que yo le digo doctor, eso
mismo digo yo pero (Se calla durante cinco segundos) ¿Por
qué me dará tanto miedo?
Dr. MANZANO. –Tenemos vieja para rato. Siga, siga con el
teatro.
Dª. PANCRACIA. - ¡Teatro! ¿Dónde está el teatro? ¡Ay, ay,
ayyyyyy! ¡Ay si yo le contara, si yo le contara!
(El doctor ya pierde la paciencia y totalmente desesperado y
fuera de si, se levanta y dice)
Dr. MANZANO. - ¡Enfermera, tráeme el hacha de cortar
cabezas que ya estoy de vieja hasta las narices! No acaba de
decirme lo que le pasa.
ENFERMERA II. - Pero qué dice usted, mejor será que me
lleve a la vieja y se la quite de en medio sinó va a acabar
usted en la cárcel.
(Coge a la vieja y se la lleva)
Dª PANCRACIA. – Yo lo que quería decirle es que de joven
saltaba a la comba y ahora me da mucho miedo.
Dr. MANZANO. – Enfermera llévese a la vieja que ya no
respondo de mí.
(La enfermera sale de escena con la vieja)
NARRADOR. - Después de este problema con la viejecita el
doctor Manzano se quedó un poco nervioso y con el hacha en
la mano.
DR. MANZANO. - Enfermera ¿quedan más pacientes en la
sala de espera?
ENFERMERA. - Si queda uno.
Dr. MANZANO. - Pues que pase.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. El paciente don agapito el
que tiene hipo que pase a consultas por favor. Tin, tin, tin.
Tin, tin, tin.
(Entra a la consulta don Agapito Hipando aparatosamente)
D. AGAPITO. - Mire hip hip usted hip dochip torhip que tengo
hip mucho hip hipo.
Dr. MANZANO. - Con que tiene hipo eh pues mire por donde
tengo yo el hacha en la mano y se lo voy a cortar de golpe.
(Se dirige amenazador blandiendo el hacha hacia el paciente)
D. AGAPITO. - ¡Socorro, socorro! Este médico está loco, me
quiere matar.
(De pronto se da cuenta que se le ha quitado el hipo y
reacciona)
D. AGAPITO. - ¡Se me ha quitado el hipo! ¡Qué maravilla,
doctor con el susto que usted me ha dado se me ha quitado
el hipo! ¡Gracias doctor, muchísimas gracias! ¡Es usted un
buen médico!
(Se despide dándole un beso, el doctor reacciona enfadado
ante el beso o intento de beso)
Dr. MANZANO. - ¡Fuera ya de aquí no sea que le corte la
cabeza de verdad! Enfermera haga pasar al último paciente.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. Que pase a consultas el
último paciente don Julián el herrero calvete con poco
pelo,…(No se presenta nadie) … es una llamada para el
último paciente el herrero ese con poco pelo que acuda a
consulta que parece que está sordo. Tin, tin tin…(Tampoco
se presenta nadie)
ENFERMERA II. – Es un mensaje que ha mandado el señor
Herrero “Vine a la consulta porque se me caía el pelo pero al
ver que el doctor Manzano cortaba sin miedo me vuelvo a mi
casa con toda presteza no sea que el doctor diga de cortarme
la cabeza”
ENFERMERA I. – Pues si se ha ido peor para él y que siga
calvo.
Dr. MANZANO Y LAS DOS ENFERMERAS.- Sin más
enfermos que curar, y con esto y un bizcocho el consultorio
se cierra hasta mañana a las ocho.
FIN
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