Subido por Rodrigo Cristobal Pacheco Brintrup

Biografía de José Gabino Rámila escrita por Dolores Duque de Estrada y Castañeda

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Los Rámila, una familia del Valle de Mena afincada en Chile
Dolores Duque de Estrada y Castañeda
Académica de Numero de la Real Matritense
Atocha de Alós y Duque de Estrada
Lic. en Historia por la Universidad Complutense de Madrid
Si me lo permitís, voy a comenzar esta comunicación echando la vista
atrás 25 años para contaros el origen del trabajo que hoy
presentamos. Fue más o menos por aquel tiempo cuando mi marido
Fernando de Alós y Merry del Val (Q.E.P.D.) emprendió una
investigación con el objetivo de reconstruir la genealogía de los
Rámila, su familia materno-materna. Este linaje estaba radicado en
Chile pero era, aparentemente, oriundo de un remoto enclave de la
provincia de Burgos, llamado el Valle de Mena. Hasta allí se desplazó
entonces, acompañándole nuestra hija Atocha y yo misma, con el ánimo
de conocer el solar de sus ancestros y sobre todo, de localizar in
situ la mayor cantidad posible de datos. Desgraciadamente, nos
topamos con el repertorio completo de dificultades habituales en el
día a día de cualquier genealogista, que no por comunes, resultan
menos frustrantes. Muchos libros parroquiales habían sido quemados
durante la Guerra Civil o incluso durante las Guerras Carlistas del
XIX, los curas y sacristanas, celosos de lo poco que se había
conservado, ponían todo tipo de trabas y el archivo municipal estaba
cerrado sinedie por catalogación. Todos estos obstáculos, unidos a
la escasa información oral transmitida en el seno de la familia,
dificultaron la investigación hasta el extremo de que Fernando, mi
marido, decidió abandonarla por considerar que había llegado a un
callejón sin salida. Aun así, continuó convencido de que su bisabuelo
José Gabino Rámila, salido del valle de Mena rumbo a Chile a mediados
del XIX, descendía de los mismos Rámila que a mediados del siglo
XVIII habían pleiteado su hidalguía para instalarse en ese valle,
pero como él decía, se quedó a dos generaciones para unir una cosa
con la otra. La falta de documentación le hizo desistir, con gran
pena, eso sí, pues era el linaje cuya hidalguía quedaba por probar
para haber presentado su expediente de ingreso como caballero de la
Orden de Santiago.
Este pequeño flash back, me ha servido para explicaros las razones
que nos movieron a mi hija y colaboradora Atocha de Alós y a mí a
retomar esta antigua investigación con el ánimo y el convencimiento
de que en esta ocasión conseguiríamos llevarla a buen puerto Habían
pasado más de 25 años y durante este tiempo, la realidad de nuestros
archivos ha ido cambiando para bien. Ayuntamientos y Diocesis son
ahora mucho más conscientes del tesoro de información para la
1
historia local que suponen lo que antaño se consideraban papeles
viejos y polvorientos. Esto, unido a la ingente labor de catalogación
y puesta en línea de los archivos estatales, nos hacia albergar la
esperanza de poder concluir la investigación comenzada hace 25 años
y presentarla en el XX Congreso Iberoamericano de Genealogía. La
metodología seguida consistió en un análisis pormenorizado de la
documentación que teníamos disponible inicialmente: el pleito de
hidalguía y la partida de nacimiento de José Gabino Rámila. Se
procedió a registrar cada uno de los nombres de los lugares citados
en dichos documentos para así poder seguir el periplo de los Rámila
por el valle. Al cotejar estos nombres con las parroquias
correspondientes, descubrimos con alegría que libros dados por
perdidos, habían sido entregados por particulares que los habían
tenido guardados durante años y ahora estaban accesibles a la
consulta en el Archivo Diocesano de Santander. Esto, unido a las
pistas ofrecidas por otra documentación catalogada recientemente por
la Real Chancillería de Valladolid y la puesta al día del de Archivo
Municipal de Villasana de Mena, nos permitió reconstruir al fin la
genealogía que en su día había quedado sin armar.
El eje central de esta historia es José Gabino de Rámila y
Villanueva, nacido el 16 de febrero de 1848 en la parroquia de Santa
María de Llano del valle de Mena, provincia de Burgos y emigrado a
Chile en la década de 1860.
2
José Gabino Rámila, retratado en 1910 por Heffer en Santiago de
Chile
Como decimos, Mena es un pequeño valle burgalés, de paisaje
impresionante y agreste, cercado por unos enormes farallones
rocosos, salpicado de pequeños pueblecitos hoy semi abandonados.
Aquí y allá encontramos bellísimas iglesias románicas, testimonio en
piedra de las primeras referencias históricas del valle que enlazan
con los caballeros sanjuanistas, los tiempos de la Reconquista y
según la tradición, directamente con el mismísimo nacimiento de
Castilla.
3
Panorámica del Valle de Mena. Foto cortesía de
www.bilbaomakers.org
Es sin embargo este valle, por su situación geográfica, fronteriza
con Cantabria y Vizcaya, un lugar perdido en tierra de nadie y arduo
para realizar cualquier tipo de pesquisa. Administrativamente, el
territorio pertenece a la provincia de Burgos, así que cierta
documentación histórica se conserva la capital castellana;
eclesiásticamente depende de la Diócesis de Santander y es en su
archivo donde encontraremos los libros parroquiales que aún se
conservan; sanitariamente tiene un acuerdo con Vizcaya para cuidados
médicos, porque Balmaseda, enclavada en dicha provincia, es la ciudad
más cercana. En razón de esta vecindad, ya de antiguo, muchos meneses
acostumbraban a acudir a los escribanos de Balmaseda, así que la
mayor parte de la documentación notarial hoy en día se conserva en
el Archivo Histórico de Vizcaya. Con todo lo expuesto, resulta
evidente que quien quiera investigar un linaje oriundo del Valle de
Mena deberá visitar no solo Villasana, su capital, donde se conserva
el Archivo Municipal, también tendrá que viajar a Santander, Burgos
y Bilbao.
En la actualidad, la única fuente reseñable de recursos económicos
del Valle de Mena es el turismo cultural y ecológico y su población
asciende a 3.500 habitantes, distribuidos en las 43 poblaciones de
muy pequeña entidad que forman el municipio, cuya capital es la ya
mencionada Villasana. Este despoblamiento comenzó ya en el siglo
XIX, motivado por las sucesivas guerras, primero la de Independencia
y después las Carlistas, especialmente cruentas en la zona, a cuyo
fin el valle quedó con una población reducida a unas 7.300 almas,
4
varias poblaciones asoladas y predios arruinados, provocando todo
ello la extrema pobreza de sus habitantes.
Este es el convulso contexto en el que nace nuestro protagonista
José Gabino Rámila y Villanueva y que probablemente fuerza su
emigración a Chile, tal vez con idea de probar fortuna allí y ayudar
a la familia que suponemos sumida en las dificultades.
La leyenda familiar contaba que a mediados de 1860 dos jóvenesniños, José Gabino y Marta, cruzan el Océano dejando atrás a su madre
viuda y a su hermana mayor recién casada para fijar su residencia
primero en Santiago y mas tarde asentarse en Valparaíso. En el curso
de nuestras investigaciones hemos llegado a la conclusión de que las
cosas no ocurrieron exactamente así, pero sin duda, José Gabino
trabajó duramente a su llegada. Este esfuerzo, unido a un talento
innato para los negocios, le llevó rápidamente a conseguir una
posición holgada, alcanzando con el tiempo un puesto destacado entre
los empresarios chilenos de finales del XIX, todo un éxito si tenemos
en cuenta sus precarios orígenes. Pero ya nos extenderemos más
adelante en las peripecias de nuestro protagonista y seguiremos el
rastro a su no muy extensa pero si destacada descendencia y la de
su hermana Marta Severina. Antes vamos a detenernos un momento en su
árbol familiar y explorar cuales fueron sus raíces, remontándonos
por fin hasta aquel pleito de hidalguía que descansa en la Real
Chancillería de Valladolid y que tantas veces escrutamos con la
esperanza de encontrar un pequeño dato que nos diera luz para
reconstruir la genealogía de la familia Rámila en el valle de Mena.
En el año de 1754 los hermanos Miguel, José y Tomás de Rámila,
procedentes de Villalaín, de la vecina Merindad de Castilla Vieja,
interponen pleito de hidalguía2 para avecindarse en en sus
respectivos lugares residencia, Santa Cruz y Novales, en el Real
Valle de Mena. Los vecinos de este valle tenían desde tiempo
inmemorial la consideración de hidalgos y por tanto gozaban de las
prerrogativas vinculadas a tal condición, especialmente la exención
de ciertos tributos3 y sobre todo la dispensa de ser llamados a
quintas. Por ello era preceptivo que todos los que se asentaran en
dicho valle sin ser oriundos de él presentaran prueba de su hidalguía
si querían tener el estatus de vecinos y no el de simples habitantes
ya que estos últimos no disfrutaban ninguna de las ventajas de los
primeros. Aparentemente con el discurrir del tiempo se había perdido
la costumbre de requerir esta documentación probatoria a los que se
iban asentando en el valle, y a tal extremo llego la cosa que en la
década del 1730 en el valle no había mozos suficientes que reclutar
para la milicia, ya que todo el mundo se declaraba vecino en los
5
padrones y vecindarios y por lo tanto quedaban exentos de prestar
este servicio. Visto el perjuicio que a la corona estaba causando la
laxitud en el asunto, en 1736 la Sala de Hijosdalgos de la Real
Chancillería de Valladolid dictó una Real Provisión ordenando que no
se admitiera por vecino a nadie antes de hacer constar su nobleza y
que se les exigiera la prueba a los que, ya avecindados, no la
hubieran puesto de manifiesto4.
En estas circunstancias, resulta bien lógico que los hermanos Rámila
se preocuparan de presentar la documentación acreditativa de su
condición de hidalgos para asentarse y avecindarse en dicho valle,
pudiendo así acogerse a todos los derechos inherentes a su
naturaleza. Los tres hermanos eran hijos de Juan de Rámila y Alfonsa
Martínez, nietos de Gabriel de Rámila5 y María Martínez6 y bisnietos
de Diego de Rámila y Marina de la Peña, vecinos y oriundos todos
ellos del lugar de Villalaín, población perteneciente a la
jurisdicción de Villarcayo, Merindad de Castilla Vieja, comarca
vecina al Valle de Mena. Según se atestigua en el pleito de
hidalguía, todos ellos tuvieron y disfrutaron pacíficamente de la
consideración de hidalgos notorios, habiendo desempeñado diversos
oficios de republica correspondientes a su estado. En los distintos
testimonios extraídos de los libros de oficios de Villarcayo y de
Villalaín, se reseña que en 1698 Gabriel de Rámila fue colector de
Bulas de la Merindad de Villarcayo por el estado noble y que su hijo
Juan de Rámila fue nombrado Mayordomo de Nuestra Señora del
Torrentero de Villalain en 1727 y en 1730 desempeñó el oficio de
Alcalde de la Santa Hermandad, ambos cargos por el Estado de los
Caballeros Hijosdalgos.
Miguel, José Gabriel y Tomás de Rámila y Martínez nacieron y fueron
bautizados en la iglesia parroquial de Villalaín respectivamente en
1725, 1728 y 17297. Tenemos nuevamente noticias de ellos en el padrón
de hidalgos de Villalaín del año 1737 en el que aparecen como
estantes en dicho pueblo, pero se señala que sus padres Juan y
Alfonsa ya están fallecidos. Suponemos que esta temprana orfandad
pesó a los tres hermanos en su decisión de abandonar Villalaín e
instalarse en el Valle de Mena, concretamente en los lugares de Santa
Cruz y Novales, población ésta desaparecida en la actualidad.
Desconocemos porqué eligieron concretamente estos lugares y no
otros, descartando que algún pariente estuviera previamente asentado
en allí. No encontramos registrado a ningún Rámila con posesiones en
el valle en las Respuestas particulares del Valle de Mena del
Catastro del Marqués de la Ensenada de 1749 8 y tampoco en los libros
sacramentales de las poblaciones mencionadas. También permanece sin
aclarar la fecha exacta en que abandonan Villalaín, pues en el propio
6
pleito señalan que ya llevan varios años asentados en Santa Cruz y
en Novales, pero lo que si podemos intuir es la razón que mueve a
José Gabriel a iniciar los trámites para acreditar su hidalguía y la
de sus hermanos y poder así avecindarse en Mena: su intención de
contraer matrimonio.
José Gabriel de Rámila, bisabuelo de José Gabino, contrae matrimonio
en Novales el 1755 9 con María Gil de Partearroyo. La novia
pertenecía a una de las familias más influyentes del valle de Mena,
emparentada de Lorenzo Gil de Partearroyo y Martínez de Vallejo, que
sería 8 años después II Marques del Castillo de San Felices, natural
del Valle de Mena y con una brillante carrera en Indias. El
matrimonio de José Gabriel y María no tuvo descendencia debido a la
edad de la contrayente que en el momento de sus desposorios contaba
ya con 44 años de edad, mientras el novio tenía sólo 27.
José Gabriel se instaló definitivamente en Novales, en la casa de su
mujer y en compañía de Micaela Gil, su cuñada, soltera. No habría
mucho más que contar sobre este personaje si no fuera porque en 1776
se vio envuelto en un turbio crimen. Su criada, Petronila Ruiz,
natural de un pueblo de Villarcayo apareció asesinada a las afueras
de Novales con signos de haber sido forzada y con la cabeza
destrozada a pedradas. En un primer momento José Gabriel de Rámila
fue acusado de dicha muerte y detenido, pues se tenía noticia de que
en varias ocasiones había reprendido con dureza a Petronila, por su
comportamiento díscolo y su costumbre de pernoctar fuera de casa.
Sin embargo, la completa inocencia de José Gabriel quedó probada
cuando pesquisas más detalladas llevaron hasta un mozo del pueblo
llamado Ignacio García que ocultaba en su casa, manchadas de sangre,
las ropas con las que había sido visto ataviado el día del crimen,
siendo así Rámila exonerado de toda culpa.
Pocos años después fallece María Gil de Partearroyo y José Gabriel
vuelve a contraer matrimonio, esta vez con Manuela de Terrón, oriunda
de Espinosa de los Monteros. Con ella tendrá al menos tres hijos,
José y Ramón, nacidos ambos en la década de 1780 en Ventades, y
Benito, nacido en 1790 en Novales. José Gabriel en los años
siguientes será en varias ocasiones regidor de Novales y fallece
después de 1803.
José de Rámila, el mayor de sus hijos, casa en 1805-10 con Ángela de
Angulo, natural de Ventades, y desempeña el cargo de Regidor de
Novales en distintos años, alternándose en dicho oficio con sus
hermanos. De este matrimonio tenemos noticia de dos hijos, Patricio
7
de Rámila y Angulo nacido en Novales hacia 1813 y su hermano José,
nacido en 1817 en el mismo lugar.
José de Rámila y Angulo casa en Santa María del Llano en 1842-11 con
Juana de Villanueva y se instala a vivir en este pueblo, donde
nacerán sus cinco hijos; la mayor, María Martina, Paula María, José
Gabino, nuestro protagonista, nacido en 1848; Mercedes, nacida en
1851 y fallecida en la infancia; y finalmente, Severina Marta, nacida
en 1855.
José de Rámila muere en 1861-13 en Santa María del Llano y su viuda,
que suponemos corta de recursos económicos, queda a cargo de sus
hijos, jóvenes aún. Al año siguiente fallece su hija Paula14 y la
situación familiar sin duda dista de ser halagüeña. Hacia 1866 ó 67
la hija mayor, María Martina de Rámila y Villanueva casa con Vicente
Colona y abandona Santa María del Llano para instalarse en el barrio
de Aranduega, donde está radicado su marido. La acompañan su madre,
Juana de Villanueva y su hermana pequeña Marta Severina, que es
acogida en calidad de criada15.
Es en este momento cuando resulta más probable que José Gabino
Rámila, emprendiera el duro camino de emigrar a América. En realidad
desconocemos los extremos que rodearon su partida, la fecha exacta,
la ciudad de destino, o que pariente o conocido le llamó a Indias y
se hizo cargo de él a su llegada. Lo que sabemos con certeza es que,
corrigiendo la tradición familiar, no le acompañó en este viaje su
hermana pequeña Marta Severina, ya que aparece empadronada en casa
de su hermana en 1871 en Aranduega, momento en que su hermano lleva
ya tiempo en Chile e incluso ya ha contraído matrimonio allí.
Si atendemos a la lógica, parece posible que José Gabino de Rámila
dejara atrás el valle de Mena que le vio nacer entre 1864 y 1866,
coincidiendo con el matrimonio de su hermana María Martina y con el
inicio o final de la guerra entre España y Chile. Tendría unos 16 ó
18 años y los conocimientos básicos necesarios de letras y números
para desenvolverse y como ocurre la mayoría de las ocasiones,
partiría con destino a la casa de algún pariente o vecino del valle,
ya establecido en el país.
Como hemos comentado, desconocemos el nombre de quién le acogió pero
es evidente que una empresa tan arriesgada tanto a nivel personal
como económico requería una persona de apoyo al otro lado del océano.
La emigración que implicaba tanto una fuerte inversión para costear
el pasaje, como un cambio radical en la actividad y en el modo de
vida, incluyendo el desarraigo del lugar de origen, solo podía
8
llevarse a cabo contando con la existencia de unas “fuertes y
eficientes redes étnicas”16.Una rápida consulta en los Archivos
Españoles en Red arroja un total de 39 expedientes relacionados con
emigrantes a Indias procedentes del Valle de Mena durante los siglos
XVIII y primer tercio del XIX. No se trata de una emigración masiva,
pero parece que si suficiente como para crear esa red tan necesaria.
En palabras de Baldomero Estrada, quien analiza la emigración
Española a Valparaíso, se trataba de jóvenes llegados “para trabajar
bajo la tuición de un familiar o integrante conocido de la
colectividad española. Comienzan como aprendices, normalmente sin
remuneración, para luego incorporarse como dependientes a cambio de
un salario. Inician así su vida laboral que tendrá como sello
característico el rigor en el trabajo, la sobriedad en el gasto y la
persistencia en el esfuerzo diario. El primer objetivo era poder
reunir, lo antes posible, un capital que les permitiera establecer
su propio negocio o en sociedad con otro paisano. La etapa de
capitalización, como dependiente, duraba al menos 4 años.” Estas
pinceladas nos pueden servir para imaginar cómo pudieron ser estos
primeros años de José Gabino en Chile. Lo cierto es que la primera
referencia suya que hemos podido encontrar en América data de 18681869, en dos cartas recogidas en el Epistolario de Miguel Gallo
Goyenechea17. En ellas, se trata sobre unas partidas de trigo que
Rámila, en calidad de dependiente, negocia con Gallo para la casa
comercial de Bernardo Costabal. Este comerciante, de origen
brasileño, había sido Jefe del Resguardo de la Aduana del Valparaíso
y en la época en que José Gabino trabaja para él, su compañía
comercial, radicada en la misma ciudad, figura entre las que
aprovisionan de trigo a las tropas del ejército chileno.
9
Valparaíso durante el bombardeo español en 1866 11
En los años siguientes José Gabino comienza a crear su propia
compañía comercial y a participar de forma activa y a título personal
en diversas empresas. El éxito en los negocios también le acompaña
en la vida personal, contrayendo matrimonio cuando tiene 23 años de
edad con Carolina Rojas y Quesada. Era el año 1871 y la ceremonia
tuvo lugar en la catedral de Santiago el 17 de junio. La novia
pertenecía a una antigua familia chilena y sin duda fue un
espaldarazo en la carrera comercial y el ascenso social de José
Gabino.
Sin embargo los reveses no tardaron en llegar. En los años
siguientes, la Gaceta de los Tribunales de Chile nos da algunos
indicios de una vida comercial y personal algo ajetreada. En 1870
Rámila había adquirido 20 acciones de Carruajes de Santiago a través
del Sr. Infante, quien acto seguido se da a la fuga. En agosto de
1871 Monery, legítimo propietario de las acciones, reclama a Rámila
el importe de sus títulos, pero Rámila no tiene como justificar el
pago que supuestamente ya había realizado al Sr. Infante y es
condenado a abonar dicho importe al Sr. Monery. A continuación, en
octubre del mismo año, José Gabino se ve envuelto en calidad de
testigo en el juicio por un terrible incidente: el intento de
asesinato el año anterior de Loreto Latorre, madre de sus socios,
los hermanos Subercasseaux, a manos del padrastro de estos, Toribio
Mercado. Mercado era persona extremadamente violenta que maltrataba
asiduamente no solo a su mujer, sino también a su propia hija, habida
en su primer matrimonio, a quien había incluso herido de gravedad.
Así, organizó un complot para matar a su segunda esposa, Loreto
Latorre acusándola de infidelidad. El juicio, aun considerándose
parcialmente probados los hechos, se saldó con una leve condena para
el acusado. Apenas acababa de verse esta causa y cuando aun no se
había aclarado la cuestión de las acciones de la empresa de
carruajes, surge una contrariedad aún más grave que lleva a José
Gabino a dar con sus huesos en la cárcel de Santiago, en diciembre
de 1871. El problema surgió a cuenta de una partida de aceite,
propiedad de Jacinto Rojas, de cuya reventa se había encargado José
Gabino de Rámila, pero que Remigio Costabal reclamaba como suyo,
acusando a Rámila de habérselo robado. Finalmente en 1872, la
acusación se revela infundada y es excarcelado y exculpado por
completo de los cargos presentados en julio. Pasado el mal trago, en
agosto del mismo año se constituye la sociedad Albión de Caracoles
para explotar las minas de Caracoles en Bolivia y José Gabino
participa como accionista. Pero la mejor noticia llegó con el
nacimiento de su primer hijo, Guillermo Francisco, bautizado en
10
Santiago el 5 de octubre de 1872. Ese mismo día y en el mismo lugar,
se celebra la boda de su hermana Severina Marta con Francisco Vives
y Ramón18, socio empresarial de José Gabino. Como recordamos, Marta
su hermana pequeña había quedado en el Valle de Mena y su hermano
mayor, una vez establecido social y económicamente, la reclama con
la idea de proporcionarle una vida más acomodada y mejor, buscándole
un marido en la persona de su socio y amigo, creando de paso esa red
familiar tan necesaria.
Marta Rámila retratada por Heffer. 19
Tan consciente era José Gabino de la primordial necesidad de
proporcionar cobertura y ayuda a los españoles que arribaban a Chile,
encontrándose solos y desprotegidos en un país extraño, que
contribuyó muy estrechamente a la creación en diciembre de 1875 de
la Sociedad Española de Beneficencia Santiaguina, de la que fue
designado secretario, cargo que ejerció hasta abril de 1876, cuando
deja de vivir en Santiago. La sociedad ayudaba a los españoles
indigentes o a los que se encontraban en dificultades económicas. En
1877 se termina de construir el mausoleo del Cementerio General, al
cual contribuye Rámila con 650 pesos conjuntamente con otros 6
compatriotas debido a la falta de fondos. Cuando más tarde desplaza
11
su residencia a Valparaíso, se integra también en la institución
hermana porteña, de la que llegará a ser presidente en 1897. 20
Mausoleo de la Sociedad Española de Beneficencia en el Cementerio
General de Santiago
En 1877 nació su segundo y último vástago, una niña que se bautizó
en la catedral de Santiago el 3 de julio de ese año y recibió los
nombres de Emma Carolina. Emma sería la única heredera del emporio
comercial creado por su padre pues el primogénito, Guillermo, murió
siendo niño.
En su vida profesional, José Gabino Rámila desarrolló una frenética
actividad empresarial. En 1876 traslada su domicilio a Valparaíso y
se incorpora a la casa de comercio Noguera y Cía. que con el tiempo
pasara a llamarse Noguera, Rámila y Cía. Se trataba de
establecimientos comerciales a gran escala que proveían a los
almacenes distribuidores y las tiendas de venta directa al público.
Sus negocios se diversifican enormemente, incluyendo salitreras, la
refinería de Azúcar de Viña del Mar o minas de estaño.
Uno de los proyectos más destacados en los que participó fue la
Sociedad Industrial de los Andes, que llegó a alcanzar una gran
importancia en la producción de hilaturas de cáñamo, creada con la
participación de otras destacadas familias menesas como los Martínez
de Velasco a través de la sociedad Pereda, Martínez y Cía. La
12
Sociedad Industrial de los Andes pervivió hasta 1972, aunque ya
desvinculada de la familia Rámila.21 Otro proyecto de
especial trascendencia fue la creación de Viña Carmen, que a día
de hoy, incorporada a las bodegas Concha y Toro continúa siendo una
de las bodegas más señeras de Chile. A comienzos del siglo XX José
Gabino compra a Ignacio Yturbe una viña en Linderos, la agranda y
moderniza, tomando la propiedad el nombre de Viña Carmen, tal vez
en honor a su nieta mayor. Estos viñedos continuaron en manos de
sus descendientes hasta mediados de 1970.
A parte de reclamar a su hermana Marta, ignoramos que contactos
tuvo José Gabino con la familia que había quedado en España, pero
si ha quedado constancia de que, llevado por la presión política y
para salvar las dificultades que ocasionalmente se podían presentar
a los empresarios españoles, abrazó la nacionalidad chilena. En el
censo de 1888-22 realizado por el cónsul español en Valparaíso
aparece como residente en esa ciudad y se menciona que su
naturalización como chileno fue forzosa, tal vez consecuencia de
la guerra entre Chile y España, momento en que algunos españoles
fueron obligados a renunciar a la nacionalidad española para no
perder sus trabajos e inversiones. En el citado censo, Rámila se
sitúa como un destacado miembro del grupo de comerciantes españoles
en Valparaíso y se le atribuye un capital de 70.000 pesos, que
aunque lejos de los 500.000 atesorados por Juan Sáenz, principal
fortuna española en la ciudad, le coloca en el grupo más influyente.
Su socio y cuñado Francisco Vives dispone por su parte de 20.000
13
pesos que también le otorgan un puesto destacado en la colonia
española porteña.
Así parece que José Gabino Rámila estuvo largo tiempo asentado en
Valparaíso, aunque durante la revolución de 1891 que derrocó al
gobierno de Balmaceda se encontraba en Santiago, si atendemos a la
anécdota relatada por Rodríguez Mendoza 23 “La casa del propio
Balmaceda se salvó gracias a una iniciativa de un comerciante
español, el señor José Rámila, quien escribió en el frontis del
inmueble: “Para el Coronel Canto”, quien era entonces el ídolo
enorme de los vencedores. La casa se salvó”.
Unos años después, a finales de1895 partió hacia España en compañía
de su mujer y de su hija Emma. Fuera el motivo los negocios o
simplemente mostrar a su familia la patria madre, el hecho es que
se conserva un álbum de autógrafos, propiedad de Emma Rámila, que
a través de las dedicatorias que en él iban estampando diversos
amigos, permite seguir la ruta de su periplo español. Comenzaron
visitando Málaga y Sevilla, continuando por Madrid y Barcelona,
donde se encontraban durante el mes de abril. La siguiente parada,
a finales de Agosto, es Betelu, balneario navarro muy a la moda en
época, terminando el tour en San Sebastián, en otoño de 1896. Si
aprovecharon para visitar Mena no lo sabemos, pero si así fuera,
nadie hubo en el valle que estampara su firma en aquel libro.
Como continuación natural a su brillante trayectoria comercial,
José Gabino Rámila se implicó muy directamente en la fundación del
banco Español-Italiano en 1900, formando parte de su consejo de
administración en Santiago y cuando en 1905 esta institución pasó
a denominarse Banco Español de Chile, ocupó su presidencia.
Las instituciones benéficas y sociales fueron una constante en
paralelo a su carrera empresarial. Como ya hemos explicado, impulsó
las Sociedades de Beneficencia Españolas tanto de Santiago como de
Valparaíso, presidiendo esta última en 1897. También contribuye a
crear el Círculo Español en 1880, como secretario de su primera
junta y una vez asentado de nuevo en Santiago, presidirá esta
institución desde 1906 hasta enero de 1910. Aunque se le propone
nuevamente para el cargo, lo declina porque en 1909 había tomado
posición de la Presidencia de la Sociedad Española de Beneficencia
de Santiago y deseaba implicarse plenamente en la gestión de este
patronato, tan necesario para la colonia de españoles. En 23
Santiago en tinieblas. La Guerra Civil Chilena de 1891 y el saqueo
de las propiedades de los Balmacedistas. Alejandro San Francisco.
14
En Historias Urbanas, Homenaje a Armando de Ramón / Jaime Valenzuela
Márquez, editor. Ediciones Universidad Católica de Chile 2007.
palabras de Rafael de la Presa “es muy posible que el señor Rámila
haya sido el único que ha sido titular del más alto puesto directivo
de las dos entidades benéficas hispanas: La Porteña y la
Santiaguina”24 .
Estos nombramientos representan el culmen de su trayectoria
profesional y personal. José Gabino tiene ya 62 años y 3 nietos,
nacidos del matrimonio su única hija Emma con Domingo Merry del Val
y Zulueta25.
José
De esos años queda para la posteridad el retrato encargado al pintor
español Alvarez de Sotomayor26. Rámila le envió su fotografía a
España para que el pintor pudiera ejecutar el cuadro y, una vez
terminado, remitírselo Chile. El retrato, que continúa hoy en manos
de sus descendientes españoles, presenta a un caballero elegante y
sobrio aunque de aspecto cansado.
Sin embargo José Gabino Rámila nunca lo llegó a ver, pues según
cuentan las crónicas familiares,27 su salud, ya un tanto delicada,
se vió repentinamente empeorada, debido al disgusto de saber que
unos socios en los que había depositado toda su confianza le habían
traicionado, haciéndole perder una parte importante de su fortuna.
Desconocemos la veracidad de esta información y mucho menos los
15
nombres de los que pudieran haber estado implicados en este asunto.
Sea cierto o no, el hecho es que José Gabino Rámila y Villanueva
falleció en Santiago de Chile en 1910, a la edad de 62 años.
Notas
al
pie
de
pagina
1 Este estudio no había podido realizarse sin la actitud amable y
colaboradora de varias personas, más allá de la mera obligación.
Por ello queremos dar las gracias públicamente a : a D. Javier
Moreno Calderón párroco del Valle por su estrecha colaboración sin
horarios ni cortapisas para investigar en los libros que aún
permanecen en el valle y por su tesón y entusiasmo a la hora de
descubrirnos las joyas románicas que allí se conservan. A Reina
López Gómez del Ayuntamiento de Villasana de Mena que nos ayudó a
encontrar la documentación necesaria en el archivo, manejando con
destreza los índices y bajando y subiendo cajas de legajos con
paciencia infinita. Y por supuesto a Marisol Vaz, encargada del
archivo Diocesano de Santander, siempre dispuesta a buscar y poner
el microfilm necesario y atender todas nuestras dudas. Quede aquí
constancia de nuestro agradecimiento.
2 Archivo de la Real Chancilleria de Valladolid, Sala de Hijosdalgo,
caja 0955.0037.
3 En su Discurso de Ingreso en la Real Academia de La historia,
sobre “Castilla dividida en dominios según el libro de las
Behetrías” (1958) en lá página 71, Angel Ferrari lo cita referente
a Villasana de Mena, capital del valle “et non pagan monedas ca son
privilegiados al fuero de Vitoria e que los de Vitoria non las
pagan. Et aunque no fuesen privilegiados non la pagarían por razón
de que son fijos dalgo e non pagan fonsadera que nunca la pagaron
et an por costumbre de la non pagar”
4 Archivo del Ayuntamiento de Villasana de Mena, signatura número
9
5 Gabriel fue bautizado en Villalain el 8 de marzo de 1652 y casó
con María Martínez en el lugar de Manzanedillo (Merindad de
Villarcallo) el 4 de octubre de 1681. Tuvieron por hijo a Juan de
Rámila caso con Alfonsa Martínez en Torres en la parroquia de Santa
Eulalia y se velaron en el 12 de abril de 1725 en Villalain
6 María Martínez era pechera pero en el pleito dice que de este
estado la liberta su marido.
7 Fueron bautizados respectivamente Miguel el 11 de octubre de
1725, José Gabriel el 24 de marzo de 1728 y Tomas el 29 de diciembre
de 1729
16
8 Con lo que deducimos que, con toda probabilidad, la mayoría de
las personas que hoy en día se apellidan Rámila en el valle de Mena
descenderían de estos tres hermanos.
9 Contrae matrimonio el 21 de abril de 1755
10 Contrae matrimonio den Ventades el 27 de abril de 1805.
11 José casó el 26 de enero de 1842
12 Severina Marta nacida el 8 de enero de 1855 en Santa María de
Llano.
13 José de Rámila y Angulo muere en Santa María del llano, el 19
de septiembre de 1861. Testa en Villasana el 18 de julio de 1861
14 Paula maría de Rámila y Villanueva fallece en Santa María de
Llano el 30 de junio de 1862
15 Padrón de 1871 del Barrio de Aranduega. Archivo de Villasana de
Mena.
16 Desarrollo empresarial urbano e Inmigración europea: Españoles
en Valparaíso, 1880-1940. Tesis doctoral presentada por Baldomero
Estrada Turro. Madrid, 2012
17 Epistolario de Miguel Gallo Goyenechea, 1837-1869 - Páginas 746
y 713. Pilar Álamos Concha - 2007
18 Natural de Cataluña, Hijo de Pedro Vives y Ana Ramón
19 Si bien la fotografía de Heffer es pareja de la de su hermano,
realizada hacia 1910, la indumentaria de la imagen no se corresponde
en absoluto con esa la época. Podría tratarse de la copia de una
foto más antigua. El color blanco y la mantilla nos hacen pensar
que pudiera tratarse de un retrato vestida de novia.
20 Venida y aporte de los españoles a Chile independiente. Rafael
de la Presa, Editorial Lautaro, 1978.
21
Ver
nota
20 14
23 Santiago
24 Ver nota 20
25 Casados en Santiago de Chile en 1899
26 Fernando Álvarez de Sotomayor y Zaragoza, destacado retratista
de origen ferrolano, fue director del museo del Prado y miembro de
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Vivió
6 años en Chile, donde dirigió su la Academia de Pintura entre los
años 1911 y 1915.
27 Notas manuscritas de Inés Merry del Val y Rámila
17
Jose G. Rámila retratado por Álvarez de Sotomayor siguiendo la
fotografía realizada por Heffer hacia 1910. Imagen por Emma de
Alós
Quisiéramos cerrar este capítulo retomando las palabras escritas
por Federico Rahola28 en su necrológica “Al morir le han llorado
los españoles y los chilenos ¿Qué más puede esperar quien se
establece en un país extranjero sino merecer el afecto de los suyos
y de los extraños? Era un Español Chileno”
Estamos seguras de que la carrera profesional, trayectoria vital y
estimulante ejemplo de José Gabino Rámila darían para escribir
mucho más. Hubiéramos querido consultar muchas otras referencias
bibliográficas, archivos chilenos, diarios y otras innumerables
fuentes que 28 El Mercurio Español y Americano 1910.
habrían perfilado mejor el personaje. Desgraciadamente, aunque
hemos contado con alguna ayuda por parte de buenos amigos
chilenos29, desde España es poco menos que imposible acceder a los
todos los recursos mencionados. Sirva esta tribuna para recalcar
la necesidad de tender puentes y aprovechar todos los avances
técnicos existentes hoy en día para
28 El Mercurio Español y Americano 1910.
29 Agradecemos a mi gran amigo Luciano Cruz y a Gonzalo Alexis
Luengo el envío de diversa bibliografía ilocalizable en España.
18
implementar los medios que faciliten la investigación conjunta de
una Historia que nos es común a todos los países hispanoamericanos.
Como hemos dicho, del matrimonio de José Gabino Rámila con Carolina
Rojas quedó una única hija llamada Emma Rámila Rojas y quizás el
hecho de no tener descendencia masculina propiciara que la figura
y el apellido de su padre fueran cayendo en el olvido. El marido
de Emma, Domingo Merry del Val y Zulueta era hijo del diplomático
español, Alfonso Merry del Val, activo valedor de la restauración
Alfonsina, causa para la que trabajó intensamente desde la legación
de Londres, siendo premiado por ello en 1925 con el título de
Marqués de Merry del Val. Hermano de Domingo era Rafael, sacerdote
de fulgurante carrera Vaticana que le llevaría a obtener el capelo
cardenalicio el año 1903 y a desempeñar el cargo de Secretario de
Estado bajo el Papado de San Pio X, teniendo abierta causa de
beatificación. Como vemos la posición social de la familia política
de Emma Rámila era muy destacada a todos los niveles. Por su parte,
Domingo Merry del Val se había criado en diferentes países europeos
siguiendo los destinos de su padre y conoció a Emma el año 1896 en
la visita que los Rámila realizaron Barcelona durante aquel viaje
a España.30 Quiso el destino que tres años después, Domingo recalara
en Chile por motivos laborales derivados de su empleo como ingeniero
en la fábrica de armamento Vickers31. Era un hombre apuesto, de
gustos refinados, con mucho mundo, que hablaba inglés mejor que
español. Cuando Emma Rámila contrajo matrimonio con él, comenzó una
ajetreada vida que les llevó a residir en París, donde en 1900
nació su primera hija, Carmen, pero también a Londres, Madrid o San
Sebastián. Todos estos viajes se alternaban con prolongadas
estancias en Chile, no en vano Domingo se ocupó inicialmente de
labores de gestión en la sociedad Industrial de los Andes y además
los intereses económicos familiares requerían una continuada
supervisión. Finalmente, Emma Rámila fijaría su residencia
definitiva en Santiago de Chile, hasta su muerte, acaecida en
196132.
30 Reminiscencias. Manuscrito de memorias de Domingo Merry del Val
y Álbum de autógrafos de Emma Rámila. Curiosamente, ya en su primer
encuentro, Emma le pidió una dedicatoria de recuerdo, por su puesto
sin saber que años más tarde se reencontrarían y se casaría con
él.
31 Reminiscencias. Manuscrito de memorias de Domingo Merry del
Val.
19
32 Emma Rámila y Rojas murió en Santiago de Chile, el 2 de agosto
de 1961.
De este matrimonio nacieron tres hijos más: José, Inés y Domingo.
Carmen, la mayor, a quien enseguida todos comenzaron a llamar Mimí,
casó con Ricardo de Alós y Llorens, Marqués
de Haro y oficial de Artillería, quedándose a residir en España
donde tuvo numerosa descendencia. José, el mayor de los varones,
casado con la chilena Mariana Garcés Herrera, cuya descendencia
vive actualmente en Chile, fue el único de los hijos de Emma que
permaneció hasta su muerte en el país que acogió a su padre y se
encargó de gestionar los restos del patrimonio familiar, entre
ellos Viña Carmen. Inés, por su parte, casó en Argentina con Enrique
Noetinger, de origen alsaciano, con quien tuvo numerosos hijos,
cuya descendencia reside hoy en Argentina, Venezuela y Estados
Unidos. Para terminar, el menor de los hermanos, Domingo, contrajo
matrimonio con la brasileña Miriam de Souza Leao Gracie y su
descendencia vive hoy en día en Italia y España.
No queremos terminar esta comunicación sin hacer mención a la
descendencia del matrimonio entre Marta de Rámila con Francisco de
Vives y Ramón, quienes tuvieron tres hijos: un único varón llamado
Alfonso Francisco Vives y Rámila que falleció en la estación de
tren de Viña del Mar, Valparaíso el 24 de febrero de 1901 de una
fractura de cráneo. En cuanto a sus hijas, María Cristina casó con
Pedro Mena y Larraín, con descendencia nacida en Chile; y Ana por
su parte, contrajo matrimonio en San Sebastián (Guipúzcoa) con
Ignacio Olazábal y Álvarez de Eulate, hijo de Tirso Olazábal, I
Conde de Arbelaiz, y tuvo una única hija, nacida en España.
Como vemos, la sucesión de Gabino Rámila y su hermana está en la
actualidad repartida por diversos rincones del mundo, como un
postrero reconocimiento al joven que salió de su pequeño pueblo
perdido a conquistar fortuna.
Llegados a este punto y volviendo al principio, podemos decir
satisfechas que el empeño y el tesón han tenido éxito una vez más
y por fin hemos podido terminar lo que se empezó hace 25 años.
Sirva esto como pequeño homenaje a Fernando de Alós y Merry del
Val, nuestro padre y marido y para recordarnos que nunca debemos
dar una investigación por imposible porque siempre puede haber un
documento perdido esperando a ser encontrado.
20
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