LA FILIACIÓN EGIPCIA DEL SIGLO XXI La muerte de Robert Ambelain partió la historia de los Ritos Egipcios en dos partes: los Grandes Maestros que de verdad lo fueron, tanto grandes como Maestros, y lo que vino después, que no ha sido más que una lamentable cadena de errores humanos que destruyeron la idea de un Gran Hierofante o Maestro Mundial en toda la real dimensión de las funciones de lo que alguna vez se pretendió crear para este cargo. Hoy vemos una vergonzosa y lamentable cantidad creciente de ridículos personajes que se hacen reconocer por unos con rimbombantes títulos y MUY dudosos “linajes” que alegan conectar con lo más sutil y auténtico de los Maestros espirituales del pasado, sus más grandes amigos son el diseñador gráfico para los diplomas más rebuscados y el sastre que copia hace y rehace galas pseudo masónicas para ayudarlos a posar de hierofantes y maestros. Es absurdo todo ello y, en la era de la sociedad de la información, en la que todos los fenómenos de la comunicación son posibles, es inevitable que publicaciones de fotos, extraños diplomas y toda clase de imágenes se puedan ver cotidianamente. Aparecen casi cada tercer día un grado 99°… Esto es muy lamentable porque da una apariencia de falta de seriedad a nuestros Ritos confundiendo a la gente de bien que busca la espiritualidad… El fin del Gran Hierofante Para la Federación de Grandes Logias Soberanas de Menfis – Mizraim el linaje antiguo ha sucumbido, se ha perdido su autenticidad, y la Gran Silla del Hierofante ha quedado vacía para siempre. El rey ha muerto y el sacerdote que debía resurgir del inframundo no ha vuelto. La Filiación de Ambelain solamente podrá revivir en quien logre encarnar en sabiduría y en autenticidad los planteamientos que ha dejado a la posteridad en sus obras, pero ya no habrá coronación y mención de estos linajes, por lo menos para nosotros, porque los herederos de Ambelain están ocultos. El fin de los linajes Egipcios ocurrió porque el sucesor de Ambelain, Gerard Kloppel, jamás pudo emular la enorme estatura de su predecesor, muy a pesar de su buena voluntad, lo que llevó a las estructuras de Menfis – Mizraim, el Martinismo y el gnosticismo francés a abatir sus Columnas en varios países, o produjo divisiones y rupturas irreparables que aún hoy subsisten y que jamás se podrán conciliar. Kloppel, un hombre atormentado e inestable, legó el desastre a otros personajes que jamás debieron llegar allí y quienes han producido tantos o más desastres que el mismo Kloppel. Uno de ellos, tuvo la desfachatez de afiliarse a una de las órdenes católicas de derecha más anti masónicas que se pueda encontrar. Kloppel dejó hundida a la Filiación en el barro más espeso y sus herederos quedaron atrapados allí por siempre. Para completar, uno de estos herederos se ha rodeado de personajes oscuros que han terminado de destruir lo poco que le quedaba de legítimo a la “herencia” recibida por las luchas y celos de un poder que realmente nunca ha existido sino en la mente de un puñado de personajes perdidos ya en la maraña de la “modernidad” egipcia. Realmente son cosas que en este tiempo ya no importan y que a pesar de ser la historia de los destrozos, en medio de ese concierto y desconcierto de desatinos, hay gente aún que sigue al pié puntillas las formas y las indicaciones que han dejado los Maestros del Pasado para lograr la Iniciación y el progreso en ella. Es necesario decir en la práctica el famoso cargo de Gran Hierofante nunca se pudo estabilizar y siempre hubo variaciones que no dejaron estabilizar la figura. También, dentro de la figura del gran hierofante se esconcen unas pretendidas Iniciaciones que solamente pueden ser recibidas por el líder mundial. Pero, la evidencia indica que tales asuntos no revisten mayor importancia, sobre todo, si vemos la actitud de quienes se proclaman como sucesores de Gerard Kloppel. Estos personajes no lograron tener armonía más que unos pocos meses porque la rivalidad terminó desgastando su imagen frente a toda la comunidad que seguí a Kloppel. La esperanza de supervivencia de los Ritos Egipcios Afortunadamente, el Espíritu Divino no es propiedad de nadie y al contrario, la Iniciación es suya plenamente y quienes no caminan en los pasos que Él marca, están perdidos irremediablemente hasta no tener el encuentro con genuinos portadores de la Luz Masónica Egipcia, en el caso de pretenderse aquello. Es asunto difícil y complejo en medio de tanto estafador y gurú mercachifle. El amor Iniciático que se manifiesta es el Padre de la Federación de Grandes Logias Soberanas de Menfis – Mizraim, y la Paz Interior, su mayor guía hacia la verdad. Nosotros, tomamos la figura externa del Gran Hierofante como rescate de las formas históricas tradicionales, el resquicio de esa forma, y la damos al Hermano que consideramos más sabio y lo honramos con ello, pero luego, debe venir prontamente otro Hermano a ese lugar para que conozca los Misterios que surgen de ese enorme sitial de paz que se manifiesta en la Gran Silla del Gran Maestro Egipcio nuestro. Se diseñó esta figura con la idea de la integración de nuestras estructuras nacionales e internacionales y ello nos une, pero es diferente en esencia y en su forma a las dictaduras que se han formado alrededor de la figura de un Gran Maestro o Hierofante Mundial cuyos poderes absolutos son fuente de toda clase de abusos y desvaríos. Hay que entender que eso colapsó porque el conocimiento y la verdadera Iniciación tomaron nuevos rumbos porque siempre están cerrados para quien no tiene… y en otros caminos, cayó en manos de farsantes que tratan de manipular incautos. Pero el Espíritu NO es manipulable y por ello, no preocupa que unos y otros quieren entrar en sitiales en donde no no pueden ser recibidos. Por todo ello, hemos dado Santa Sepultura a las auténticas Filiaciones Egipcias que ahora viven en los mundos sutiles. Sobreviven la herencia Martinista y la Iglesia Gnóstica, pero no hay ya la posibilidad de que la Gran Hierofanía de Menfis – Mizraim sea lo que fue en pasadas décadas. El Rito sigue, pero su autenticidad no depende ya de una figura internacional única y omnipotente dentro de nuestras organizaciones. Eso se acabó. Honramos la memoria de Garibaldi, Bricaud, Papus, Chevillón y Ambelain, entre otros, pero de esas gloriosas épocas ya no queda nada material. Su herencia inmortal está en sus obras, en sus meditaciones, en los Maestros que lograron conocer un poco de todo ello de forma directa… La buena noticia es que la Iniciación está plenamente vigente en muchos Maestros nuestros y de ellos se desprenderá aquello que vendrá a aportar de su sensibilidad y sabiduría lo que corresponde a aquello que se conoce como “los Misterios de la Iniciación”. Quien tenga oídos que oiga…