Primera Iniciación de Jesús... (Del Evang. de Acuario de Levi) Capítulo 47: Jesús con Elihu y salomé en Egipto. Les refiere sus jornadas. Elihú y Salomé alaban a Dios. Jesús va al templo de Heliópolis y es recibido como discípulo. 1. Y Jesús llegó a la tierra de Egipto, y todo fue bien. No se quedó en la costa, sino que se fue directamente a Zaon, residencia de Elihú y Salomé, quienes veinticinco años antes habían enseñado a su madre en su escuela sagrada. 2. Y hubo goce al encontrarse los tres. Cuando el hijo de María vió por última vez los bosques sagrados, sólo era una criatura. 3. Ahora era un hombre fuerte, creció por obra de golpes rudos de toda clase; un maestro que conmovía las multitudes de muchas tierras. 4. Y Jesús refirió a los maestros ya envejecidos, su vida, sus jornadas en tierras lejanas, sus encuentros con los maestros y la clase de recepciones que le habían hecho las multitudes. 5. Elihú y Salomé oyeron con deleite su narración, y levantaron los ojos al cielo y dijeron: 6. Padre-Dios nuestro, puedes ahora permitir que tus sirvientes se vayan en paz, pues ya han visto a la gloria del Señor. 7. Y hemos hablado con El, el mensajero del amor, y del convenio de paz en la tierra, de buena voluntad para los hombres. 8. Por medio de El serán bendecidas las naciones de la tierra; por medio de él, de Emanuel. 9. Y Jesús se quedó muchos días en Zaon; y entonces se fue a la ciudad del sol, a la que los hombres llaman Heliopolis; y allí solicitó admisión en el templo de la hermandad sagrada. 10. El consejo de la hermandad se reunió y Jesús se presentó ante el Hierofante y contestó con claridad y poder todas las preguntas que le fueron hechas. 11. El Hierofante entonces exclamó: "Gran maestro de maestros ¿por qué has venido aquí? Tu sabiduría es la sabiduría de los dioses; ¿por qué buscas entonces sabiduría en las salas de los hombres? 12. Y Jesús dijo: He de caminar todos los caminos de la vida de la tierra; he de sentarme en todos los salones de enseñanza; he de ganar las alturas que todo otro hombre ha logrado ganar. 13. Tengo que enfrentarme con todos los sufrimientos que hombre alguno ha sufrido para que por experiencia pueda conocer todos sus pesares, todas sus desilusiones, todas las duras tentaciones de mi hermano hombre, a fin de que pueda socorrerle en sus necesidades. 14. Os ruego pues, hermanos, que me dejeis ir a vuestras criptas lúgubres, que me dejeis pasar por las más duras de vuestras pruebas. 15. El maestro dijo: Tomadle entonces el juramento de la fraternidad secreta; y Jesús prestó el juramento de la fraternidad secreta. 16. Y el maestro volvió a hablar y dijo: Las alturas supremas la conquista el que ha llegado a los abismos supremos, Tú llegarás a los fondos supremos. 17. Entonces el guía se lo llevó consigo y en la fuente se bañó Jesús, y cuando se visitó con el ropaje adecuado, volvió a presentarse ante el Hierofante. Capítulo 48: Jesús recibe del Hierofante su nombre y su número místico. Pasa la primera prueba de la fraternidad y recibe su primer grado: SINCERIDAD. 1. El maestro bajó de la pared un rollo de pergamino en el que estaban escritos el número y el nombre de cada atributo y carácter, y dijo: 2. El círculo es el símbolo del hombre perfecto, y el siete es el número del hombre perfecto. 3. Logos es la palabra perfecta, aquella que crea, aquella que destruye, y aquella que salva. 4. Este maestro hebreo es el Logos del Uno Santo, el Círculo de la raza humana, el siete del tiempo. 5. Y en el libro del archivo el escribiente escribió: Logos-CírculoSiete. Y así fué como Jesús fue conocido. 6. El maestro dijo: El Logos prestará atención a lo que voy a decir: Ningún hombre puede entrar a la luz hasta que se haya conocido a sí mismo. Si esto es así, anda y encuentra tu propia alma y entonces regresa. 7. Y el guía condujo a Jesús a un cuarto cuya luz era suave, como la luz del comienzo de la aurora. 8. Las paredes de ésta cámara estaban marcadas con signos místicos, con jeroglíficos y con textos sagrados; y en esta cámara Jesús se encontró solo, debiendo permanecer en ella por muchos días. 9. Y leyó los textos sagrados, y meditó en el significado de los jeroglíficos y pesó la importancia de la recomendación del maestro de conocerse a sí mismo. 10. Y le vino una revelación, y entró en comunión con su alma, y se encontró a sí mismo, y entonces ya no estuvo solo. 11. Dormía una noche y a la hora de la media noche una puerta que él no había descubierto se abrió y un sacerdote de traje sombrío entró y le dijo: 12. Hermano mío, perdona que haya venido a esta hora inusitada, pues he venido a salvarte la vida. 13. Eres la víctima de un cruel complot. Los sacerdotes de Heliópolis están celosos de tu fama y han decidido que nunca salgas vivo de estas criptas lóbregas. 14. Los altos sacerdotes no salen a enseñar al mundo, y tú estás condenado a la esclavitud del templo. 15. Por lo mismo, si has de conquistar tu libertad, tienes que engañar a estos sacerdotes, tienes que decirles que has resuelto quedarte aquí toda la vida. 16. Entonces, cuando hayas ganado todo lo que deseas ganar, regresaré y por una vía secreta te sacaré de aquí y podrás irte en paz. 17. Y Jesús dijo: Hermano mío, hombre, ¿has venido a enseñarme el engaño? ¿Estoy dentro de estas santas murallas para aprender la bajeza de la vil hipocresía? 18. No hombre. Mi Padre desprecia el engaño y yo estoy aquí para hacer su voluntad. 19. ¡Engañar a estos sacerdotes! No, mientras el sol brille. Lo que he dicho, dicho está. Seré sincero con ellos, con Dios y conmigo mismo. 20. Entonces el tentador le dejó y Jesús volvió a encontrarse solo; pero después de un poco de tiempo apareció un sacerdote vestido de blanco y le dijo: 21. ¡Bien hecho! El Logos ha triunfado. Esta es cámara de la prueba de la hipocresía. Y entonces le guió y Jesús se encontró ante el asiento del juicio. 22. Y todos los hermanos se pusieron de pie, el hierofante avanzó y colocó su mano en la cabeza de Jesús y en sus manos un rollo de pergamino en el que estaba escrita una sola palabra: SINCERIDAD; y no se pronunció ni una sola palabra. 23. El guía volvió a aparecer y a conducirle; y en una habitación espaciosa repleta de todo lo que un estudiante puede anhelar se rogó a Jesús que descansara y esperara.