Subido por LIDIA NATALIA MARCIAL

Historia Argentina a partir de la creación de los estados nacionales

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Historia Social y Política Argentina.
Texto Nº 1. CONQUISTA DEL ORDEN Y LA INSTITUCIONALIZACION DEL
ESTADO.
CRISTALIZACIONES INSTITUCIONALES.
En el ámbito propio del Estado nacional también se produjeron cambios; su aparato burocrático y
normativo experimentaba transformaciones que marcaban el ritmo y el carácter que adquiría su
intervención social. La descentralización del poder, implicaba diferenciar organismos, especializar
funciones, desagregar y operacionalizar definiciones normativas abstractas, sin dejar de coordinar e
integrar la actividad del sistema institucional complejo. Estas cristalizaciones eran momentos del
proceso de la emergencia de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas
relativamente autónomas respecto de la sociedad civil con profesionalización de sus funciones y
control centralizado sobre sus actividades.
En el periodo de Mitre este sistema burocrático era bastante precario, y contrasta con la relativa
consolidación alcanzada en las dos décadas siguientes. El Estado nacional se convirtió en el núcleo
irradiador de medios de comunicación, regulación y articulación social, cuya difusión tentacular facilita
las transacciones económicas, la movilidad y la fuerza de trabajo, el desplazamiento de las fuerzas
represivas y la internalización de una conciencia nacional.
• El aparato institucional de los primeros años: era esencialmente un aparato militar. Constituido
principalmente por organismos castrenses. Fuera de un pequeño conjunto de organismos centralizados
en Buenos Aires, el gobierno solo contaba con unas pocos y chicas unidades de administración
esparcidas.
El gobierno nacional, no solo era huésped poco grato en Buenos Aires, sino también en las poblaciones
donde la actividad de sus organismos tenia por objeto consolidar su extracción de recursos y control
social. La inserción de estas unidades administrativas en el medio local estaba signada por lealtades
contradictorias. Una integración poco conflictiva implicaba “flexibilidad” en la aplicación de las
disposiciones legales y reglamentarias. Esto significaba la aceptación de alteridades, venalidad,
cohecho y otras formas de corrupción.
También estos organismos estaban marcados por su escasa especialización y reducida legitimidad.
*Perfil del funcionario: explorador y empresario, un intermediador entre los intereses del gobierno
nacional, los de la comunidad de su jurisdicción y de sus propios intereses. Relevaban un atento
sentido de oportunidad frente a la apertura de posibilidades de expansión y mejoramiento de los
servicios.
Estas observaciones ilustran la etapa de transición entre la burocracia colonial y el modelo institucional
que se comenzaría a delinear a partir de 1880.
Es asi, que al reconstruirse en 1862 el gobierno nacional debió afrontar la situación de continuar
atendiendo el funcionamiento de organismos cuya responsabilidad asumia, tratando de crear al mismo
tiempo un andamiaje institucional para asegurar su gestión.
*Modelo de sistema burocratico: no había una presunta concepción global de la burocracia en un
primer momento, pero a partir del 60-70, influenciaron modas y modelos extranjeros en la
organización y procedimientos burocraticos. La imitación, fruto de la dependencia, junto con la que se
consolidaba en lo política y economía, influyendo en el pensamiento y acción de la época. Se basó en
modelos europeos y americanos, adoptando sus modelos de organización social y funcionamiento
institucional.
La adopción de estos modelos no siempre se ajustaron a las reales necesidades de la gestión estatal,
teniendo en cuenta el grado de desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad argentina de la
época. La imagen que se intenta consolidar de este sistema en los primeros años, fue un armazón
formal que muy gradualmente irá adquiriendo contenido, mientras se ocultan las debilidades de un
Estado naciente, con recursos escasos y rudimentarios. Al evolucionar, se afianza la autoridad y mejora
su imagen como garante de un nuevo orden.
Desde la diferenciación estructural y funcional del aparato burocratico, el gobierno de Mitre mantuvo
el esquema previsto en la Constitución.
PODER EJECUTIVO
MINISTERIOS
M. GUERRA Y
MARINA
M. DEL INTERIOR
M. JUSTICIA, CULTO E
INSTRUCCIÓN PUBLICA
M. RELACIONES
EXTERIORES
M. DE HACIENDA
Conducción
del
aparato represivo.
Articulador de los ≠
mecanismos de
penetración
cooptativa. Movilizar
recursos e
instituciones.
Encargado de la
penetración ideológica
a través del derecho,
cultura y religión.
Gestión diplomática
y consolidación de
vínculos.
Organización y
administración de un
aparato de extracción
y captación de
recursos.
NUEVA DIVISION SOCIAL DEL TRABAJO.
Estos procesos de apropiación funcional fueron conformado un nuevo esquema de división social del
trabajo: los ámbitos de acción individual y colectiva se redefinieron. Los gobiernos provinciales fueron
perdiendo diferentes campos donde se desarrollaban, y su intervención se concentra en asegurar el
normal desenvolvimiento de las relaciones sociales en el ámbito de la producción y el intercambio. Las
instituciones civiles y particulares que se desenvuelven en distintos terrenos se ven invadidas por el
Estado, aunque si encuentran oportunidades de desarrollar nuevas actividades bajo los auspicios y la
garantía de ese mismo Estado.
Para el gobierno nacional, se reservaron diferentes tipos de funciones; sobre los aspectos de la
problemática del “orden” y del “progreso”, aunque el Estado tendió a concentrarse sobre todo en
aquellos actividades que demandaban mas su iniciativa y su capacidad de gestión (ej.: promoción de
la inmigración, contratación de empréstitos) que sus recursos materiales.
En esta nueva división social del trabajo tuvo características cambiantes durante el periodo de
construcción del Estado, y también tuvo manifestaciones diferentes a nivel de las diversas instancias.
(Fueron distintas las gestiones de Mitre y de Sarmiento, Sarmiento se ocupo de esta tarea ya en un país
con una mejor coyuntura que Mitre. Con Sarmiento hubo abundancia de recursos –por empréstitos- lo
que redujo la incertidumbre del gobierno respecto de su propia viabilidad).
Los ingresos ordinarios del Estado siguieron aproximadamente los movimientos del comercio exterior,
mientras que los egresos presupuestarios aumentaron por la capacidad de gasto creada por el flujo de
capitales externos ingresados en forma de empréstitos.
La expansión afectó diferencialmente a la diversas regiones del país; los que se incorporaron a la
economía agroexportadora aumentaron la capacidad contributiva de su población, lo que aumento las
posibilidades financieras de los gobiernos provinciales localizados en esas regiones. En las otras
provincias, se hallaron dificultades para compensar sus débiles finanzas y cayeron en la dependencia
del gobierno nacional.
1.
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3.
Resumen de los hechos que refuerza la hegemonía pampeana y sus clases dominantes:
Estado nacional que crece espasmódicamente, invadiendo ámbitos funcionales.
Buenos Aires y la región pampeana capaces de generar ingresos tributarios, para asegurar la reproducción del nuevo
patrón de relaciones.
Las demás provincias, con economías precarias y agravadas por los levantamientos armados contra el Estado nacional o
la propia provincia.
RELACION NACIÓN-PROVINCIAS
Las diferentes formas de penetración estatal produjeron cambios sustanciales en el carácter de las
relaciones ESTADO-SOCIEDAD. Estos procesos tendieron a desplazar los ejes de articulación social e
integración política, ya que se alteró la relación del Estado nacional con las provincias. En las 2
décadas siguientes, cambiaron globalmente la correlación de fuerzas entre el Estado y las provincias, y
también la situación relativa de cada una de estas con respecto al Estado nacional.
Las provincias fueron el término de la contracción que planteaba la existencia del gobierno nacional.
Los gobiernos provinciales fueron los interlocutores políticos del Estado nacional y en el ámbito donde
se gestaron las alianzas, oposiciones y conflictos en torno a la organización nacional.
• La situación de la provincia de Buenos Aires: la existencia del Estado contribuyó a localizar los conflictos
anteriores en el propio ámbito provincial, al constituirse en una fundamental base de apoyo
institucional de fracciones burguesas del interior adictas a las políticas del gobierno nacional. El
proceso de legitimación del Estado implico la cooptación y continuado apoyo de estas fracciones. La
alianza inicial se vio engrosada por sectores dominantes del interior que descubrían que a través de la
participación, se incorporaban ventajosamente al circuito dinámico de la economía pampeana.
La relación nación-provincias sufrió vicisitudes; apoyo y resistencias al Estado por parte de las
provincias de la Confederación y por Buenos Aires. Buenos Aires apoyó toda iniciativa dirigida a
penetrar el territorio nacional y afianzar la hegemonía porteña, pero resistió todo intento de coartar su
autonomía y atribuciones por parte del Estado, lo que suponía reducir los recursos de la clase
dominante porteña. No estaban dispuestos a aceptar que el Estado nacional se constituyera en un
mero epítome institucional de la burguesía porteña.
Cortado el cordón umbilical con Buenos Aires, la viabilidad del Estado se vio condicionado por una
relación de fuerzas que fijaba límites al manejo discrecional de su aparato por parte de los sectores
dominantes de Buenos Aires, y también por las exigencias inherentes a su reproducción.
De esta manera, se explican los conflictos entre el Estado-nación y las provincias a partir de 1862.
Inicialmente, se produjo un arrollador avance del primero sobre el interior (con apoyo de Buenos
Aires), basado en la represión y el control coactivo de las situaciones provinciales.
El padrinazgo porteño pronto dio lugar a enfrentamientos en el interior de las clases dominantes de
Buenos Aires, que se manifiesta en la división de facciones del partido liberal en “nacionalistas” y
“autonomistas”.
El gobierno de Buenos Aires y la burguesía porteña fueron los últimos en reconocer que el Estado había
desplazado definitivamente a la provincia como centro de gravedad de la actividad social.
TEXTO Nº 2. POLITICA Y PARTIDOS POLITICOS EN LA ARGENTINA EN LOS
AÑOS 60 Y 70.
El sistema político del país, durante esos años, estaba dirigido por la oligarquía. Lo que estaba en juego
en las luchas electorales, fue la influencia personal de cada uno de la oligarquía, antes que programas
teóricos o ideas políticas.
Para poder implementar un plan de protección industrial, era necesario cambiar el sistema de elección
de los poderes públicos, ya que esto era un obstáculo. La apariencia democrática era una farsa, los
partidos políticos de la época estaban configurados a partir de la figura de un caudillo. La herencia del
personalismo y centralismo del pasado cristalizado en los partidos obstaculizaba el movimiento de la
reforma económica.
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MITRISMO Y ALSINISMO: El partido liberal porteño, hacia 1962, tenía sus fracciones internas en torno a
la federalización de la provincia de Buenos Aires. Estaban los NACIONALISTAS (Mitre, a favor) y los
AUTONOMISTAS ( Alsina, en contra).
*Funcionamiento de estos partidos INORGANICOS:
Nucleados en torno a la figura de un CAUDILLO, y figuras menores con influencia (necesarias para
movilizar electores y grupos de choque).
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Sus periodos de acción eran los de la preparación de las elecciones nacionales, provinciales o
municipales. Se movilizaban en época de elecciones, y así surgían los “Clubes” electorales que
agrupaba cada tendencia.
En sus intervalos, se limitaban al círculo del caudillo y amigos políticos, y se expresaban mediante sus
periódicos.
El caudillo a veces tiene que allanarse a la presión de sus amigos políticos, aunque no comparta con
ellos.
Realizaban alianzas ocasionales con el Interior.
Financiación: contribución propia, saqueo al Estado, aportes de los propios dirigentes.
*Mecanismo electoral: presentaba recursos fraudulentos, vicios. La generalización del fraude, fue
sobrellevada con naturalidad: se recurría a aprietes, a las armas, a la utilización de nombres de
personas ya fallecidas.
Todo el sistema representativo en la Argentina de esta época existía solo como MEDIO para dar una
imagen civilizada del país al extranjero.
CARÁCTER DE LOS PARTIDOS POLITICOS DEL PERIODO. No se puede atribuir una rivalidad a ninguna
división de clases o sectores, puesto que en esa época solo la que tenía algo de cohesión era la
burguesía. El proletariado era un grupo marginado de la vida política y hablar de clase media no es
posible, puesto que no corresponde con la realidad social de la época. No se puede interpretar a cada
partido como expresión de un grupo más o menos definido dentro de la clase dirigente. La única
diferencia entre la burguesía, era entre porteños y provincianos por el dominio de las rentas de la
aduana.
El conflicto era PERSONALISTA: estas agrupaciones estaban formados por la atracción personal de un
caudillo, cohesionados por él; cada uno de ellos quería llegar al poder, con sus aspiraciones de dominar
y usufructuar el aparato del Estado.
El carácter personalista del partido, no impedía que pudiesen reflejarse en ellos circunstancialmente en
algunos de los conflictos sociales de la época: esto sucede por la presencia de hombres de distintos
sectores sociales en estos partidos.
MITRE: conservador y aristocratizante. Se adherían los de la burguesía comercial porteña.
ALSINA: se dirige a sectores populares, a barrios populares, a la juventud universitaria. Recibió el
aporte de algunas figuras rosistas. Burguesía ganadera.
Mitrismo y Alsinismo, son dos sectores con intereses fundamentalmente idénticos que sin disentir
ideológicamente, se disputan el usufructo del aparato del Estado y las ventajas derivadas de la relación
con Europa. Eran débiles agrupamientos que querían el dominio del país.
La verdadera dirección política de la clase gobernante, estaba ejercida por un grupo inorgánico de
periodistas, escritores, directores de banco, jefes de familias económicamente fuertes; los problemas
se discutían en el seno de una tertulia prestigiosa, clubes secretos, cafés. La doctrina se elaboraba por
los intelectuales prestigiosos y se vertían en los diarios de la época. Allí se debatían los problemas
transcendentales y nacían las decisiones que se trasladaban a los partidos y al debate de las Cámaras.
Cuando un problema llegaba a la opinión publica, se transcurría por causes inorgánicos.
ORGANIZACIÓN POLITICA DEL GRUPO REFORMISTA DEL ALSINISMO. El desarrollo del grupo fundador
del Partido Republicano revela la debilidad de las fuerzas sociales que podían haber llevado a constituir
un partido político orgánico, pero fracasaron. Este sector del alsinismo, se proponía transformar las
condiciones socioeconómicas del país.
Formado por jóvenes talentosos y pobres, con la ambición de alcanzar los privilegios de la clase
dominante mediante la política. Los verdaderos miembros de la burguesía bonaerense no se ocupaban
directamente de la política. Los jóvenes del Partido Autonomista incorporan un matiz distinto, reflejado
por una política principista y partido orgánico. Algunos de los integrantes de este partido, ya habían
iniciado su actividad política en Clubes (Club Igualdad y Club 25 de Mayo – Alem). En enero del 1870, se
da a conocer un programa del club 25 de mayo que diferenciaban a este sector del autonomista. Con
puntos muy importantes de reformas, este programa es un hecho significativo, por contar con un
contenido concreto. En las próximas elecciones de diputados, llegan a la banca representantes del club
25 de mayo, y se realizan distintas actividades en función de la renovación del sistema de partidos, la
constitución de un partido de principios, programáticos, orgánicos.
Estos partidos se los puede considerar como una capa de intelectuales burgueses voceros del
disconformismo de esos sectores de la burguesía afectados de una u otra forma por el dominio de la
minoría dirigente y por la relación del país con las potencias industrializadas, relación cuyos beneficios
monopolizaba esa minoría. De allí la fuerza del grupo que unida al ensamblaje teórico de cierta
envergadura, los proyecto momentáneamente en un movimiento de engañosa potencia, hasta querer
constituir un nuevo partido político o de copar el autonomismo. Todo esto se derrumba fácilmente por
el cambio de intereses y necesidades políticas de la burguesía argentina próxima al 80.
El dominio político de la gran burguesía ganadera y comercial no parece debilitarse y ninguna de las
otras capas de la burguesía argentina poseía suficiente fuerza económica, cohesión social y experiencia
política como para aparecer en la lucha como lucha independiente.
TEXTO Nº 3. Capitulo 1
“EL TERRENO DE LA POLITICA”.
Argentina tuvo una serie de transformaciones, impulsadas por las medidas institucionales,
económicas y sociales que datan de antes de 1880. Esta época, es un periodo crucial que presencia la
consolidación de las instituciones, la definición del PAN y cambios sociales y económicos.
Roca comenzó su presidencia en 1880, y fue el líder del Partido Autonomista Nacional (PAN). El país un
mes antes solucionó el problema de la capital federal definida y el proceso de consolidación del Estado
a través del cual se centralizo el poder en manos del gobierno nacional. Esto estuvo acompañado por
un discurso público oficial que justifico el proceso de construcción del Estado y la centralización del
poder, desalentó la lucha partidaria y celebro cada indicador de crecimiento.
CONSOLIDACION DE LAS INSTITUCIONES. Los tres primeros presidentes constitucionales que
gobernaron entre 18621880 trataron de reducir la brecha entre la constitución y la realidad política,
económica, social e institucional del país. Había un territorio poco poblado, un alto nivel de analfabetos
y desafíos armados a la autoridad del gobierno nacional.
*La cuestión de la capital: existía una falta de base permanente, lo cual reflejaba la fragilidad del
gobierno. La relación entre Buenos Aires y las provincias tenía una dimensión económica (pleitos por la
Aduana) y una dimensión política (Buenos Aires había sido la sede administrativa de la colonia). Hasta
1880, el gobierno nacional residió en la ciudad de Buenos Aires como huésped de la provincia. Esto fue
resulto en 1880 por medio de las armas. En octubre de 1879, Avellaneda anunció la intención de
convertir a BA en la capital y transferir varias jurisdicciones de la provincia a la nación. Esto se
superpuso con las elecciones presidenciales de 1880. Tejedor, gobernador de BA lanzo su candidatura
presidencial y Roca también lo hizo. Este ultimo gana las elecciones y Tejedor inicia una rebelión
armada. BA fue derrotada y tres semanas antes de que Roca asuma, el Congreso aprueba la ley de la
federalización de BA.
Tener capital federal marca el comienzo de un periodo de transformación institucional en la cual se
produjo una fuerte centralización del poder. Medidas significativas de la expansión del poder nacional:
Ámbito militar
Profesionalización del Ejército. Se vigoriza el Ejército nacional y se abolen los poderes de guerra
de las provincias.
Ámbito político
Las provincias quedan en mayor relación de dependencia con el presidente, que direccionaba
los batallones nacionales para brindar protección de acuerdo a su simpatía con el gobernador
de la prov.
Ámbito económico
Sanción de la ley que estipula una moneda única en todo el territorio nacional y la ley de
Bancos Garantidos (1887)
Ámbito educacional
En 1882 se establece el programa nacional de educación primaria; los programas quedan
definidos por el Ministerio de Educación. 1883: ley 1420: control directo del Estado sobre la
educación primaria.
TRANSFORMACIONES ECONOMICAS Y SOCIALES DE LA DECADA DE 1880. En esta época, existía un
periodo marcado por un espíritu de progreso y especulación. El país se transformo en uno de los
principales exportadores mundiales de carne y cereales.
Hubo tres factores principales que favorecieron esta situación:
1. Relativa estabilidad política. Entre 1880 y 1890, el país gozó de una paz sin precedentes. Sofocación de
las insurrecciones.
2. Alta inversión de capitales. La situación anterior generaba confianza para inversiones extranjeras. Esta
estuvo destinada al transporte, a las obras públicas y a la construcción privada.
3. Rápida expansión de la oferta de trabajo. La inmigración fue el principal factor de crecimiento
demográfico. Los inmigrantes se afianzan en las actividades económicas (trabajo agrícola, comercio e
industria).
Los inmigrantes exhibieron indiferencia por vida electoral, pero optaron por otros medios para ejercer
influencia como la prensa, las manifestaciones en la calle y las peticiones.
Los efectos del cambio económico-social: el crecimiento no fue geográficamente equilibrado, lo que
produjo una variedad de grupos sociales que compiten para influenciar en la política y de esta
manera, son mas las oportunidades para FORMAR PARTIDOS POLITICOS (`90: UCN, UCR, Partido
Socialista). Una sociedad mas afluente, con crecientes tasas de alfabetización y de concentración
urbana y un electorado relativamente mayor y mas dinamico favorecieron la formación de un sistema
de partidos políticos en la Argentina.
Aunque la década de 1880 fue crucial para la consolidación de los cambios socioeconómicos en el país
estos cambios tuvieron un impacto relativo en la naturaleza de la política, sus protagonistas y sus
practicas de finales de fin de siglo.
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POLITICA CRIOLLA. Con la presidencia de Roca, se consolido el PAN, un tejido de alianzas nacionales
que le permitió a sus integrantes dominar la política del país hasta 1916.
El PAN fue formalmente fundado en 1881, pero diez años antes fue su génesis con la asociación de
significativas figuras políticas del interior organizaron un sistema de alianzas que luego se consolida en
la LIGA DE GOBERNADORES, cuyo objetivo inmediato fue competir en las elecciones presidenciales de
1874 contra los mitristas y los alsinistas. Para ello, esta liga de gobernadores realizo un pacto de
lealtades con el Partido Autonomista (Alsina) –Presidencia primero de Pellegrini y luego, de Alsina. Para
las elecciones de 1880, con Alsina ya fallecido, cambia el escenario político, donde Roca lo reemplazo
en el Ministerio de Guerra. El ejército le dio a Roca una solida reputación, conocimiento del territorio
argentino y una amplia red de contactos.
Roca vence en las elecciones de 1880 y así confirma una tendencia: ascenso de una liga del interior y
descenso de los partidos políticos porteños. La oposición, se refugiaron en la prensa. Roca y Juárez
Célman, gobernaron prácticamente sin oposición.
*El PAN –orden conservador- fue un sistema político (gobiernos electores) donde los gobiernos
fabrican elecciones que garantizan la victoria de sus propios candidatos. Sus dirigentes, desde el poder,
usaron resortes de control:
Fraude electoral. Los comicios estaban repletos de vicios y el voto no era secreto ni obligatorio.
Intervención federal. Así ejercía su influencia sobre los asuntos provinciales. El gobierno nacional tenía
un amplio margen de discrecionalidad para decidir y actuar por las provincias.
Patronazgo estatal. El gobierno nacional tenía a su cargo la distribución del ingreso nacional, la venta
de tierras públicas y el control de créditos mediante el Banco Nacional.
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Los gobiernos del 80 gozaron de un gobierno nacional mas rico y con mas areas de jurisdicción, el
monopolio de la violencia ejercido por el Ejercito Nacional, una red cohesiva de relaciones de poder
(PAN) periodo de paz y ausencia de oposición política significativa.
A pesar del uso de los resortes de control, no se da por extinguida la vida política, puesto que una serie
de factores garantizaron la existencia de una actividad política de variada intensidad:
SISTEMA FEDERAL: protegía a las provincias del control centralizado. Era una negociación constante la
relación de las provincias con el gobierno central: ambos esperaban obtener beneficios.
AGITADO CALENDARIO ELECTORAL: prácticamente, todos los años había una elección.
PRENSA: el periodismo político era un componente esencial en la vida política argentina. Cumplía con
estos roles:
forjaban la imagen pública de quien representaban, le daban voz, identidad y una herramienta de
propaganda. El periodismo político hacia de la política una cosa pública y a la vez integraba al publico a
la política.
LA NATURALEZA DEL PAN: no era una organización rígida, homogénea y organizada. Era una coalición
nacional. Los rasgos significativos que presentó fueron:
Relativa autonomía de las ramas provinciales. El sistema federal protege a los gobernadores de una
intervención directa del gobierno central, el control electoral que podía ejercer el gobernado en su
provincia le otorgaba una fuerte herramienta de negociación nacional: el candidato presidencial
necesita del apoyo de los gobernadores, sin el no tenía muchas posibilidades de victoria.
Lealtades políticas. Las lealtades eran volátiles, no solo entre las provincias y el Ejecutivo, sino también
en el Congreso. Se negociaba por beneficios.
Estilos de liderazgos fuertes. El tipo de control que los líderes del PAN ejercieron dentro de su partido
fue variado. *ROCA: el éxito del PAN consiste en mantener el delicado equilibrio entre los distintos
componentes de la coalición nacional. Cooptar con sus negociadores, no ir a la confrontación.
*JUAREZ CELMAN: demando lealtad estricta, modo ultra controlador, centralizador. Sistema jerárquico
con él a la cabeza.
La naturaleza del PAN y la dinámica política fueron cruciales para el nacimiento de la UCR.
DISCURSO POLITICO DEL ROQUISMO: Roca, tuvo la expresa intención de diseñar una imagen de
ruptura, de cambio, de progreso y de grandes destinos, con lo que su gobierno deseaba verse asociado.
Su principal herramienta, fue su periódico: La Tribuna Nacional (LTN). Trato de construir una deseada
imagen de cambio, instruir al público sobre la naturaleza de la nueva era.
Con el orden y el progreso económico, se alcanza el progreso moral (liberalismo ingles). A través del
impulso económico se conquista al progreso en su concepción más amplia. El progreso económico es el
medio para construir la civilización. La paz era el fruto más preciado del progreso.
El país entro en una nueva era a partir de 1880. Señales del arribo del progreso: buenas cosechas,
industrias nuevas, empresas que necesitan capitales, las vías férreas…
Era necesaria una concepción pragmática de la política: reducir el rol de la política y de los partidos
políticos a las luchas electorales establecidas en el calendario constitucional (una manera de
acomodarse a la Modernidad).
Relativo consenso ideológico.
El discurso del PAN estaba dirigido al pasado argentino mas que a una oposición fuerte y organizada, ya
que en el 80 esta fue débil y estuvo centrada en las editoriales de los diarios.
TEXTO Nº 3. Capitulo 2
“LA ORGANIZACIÓN DE UNA OPOSICIÓN”
Un grupo de políticos que rechazaba las transformaciones ocurridas se unieron para crear una coalición
opositora llamada UNION CIVICA. Esto era una cortina de humo para ocultar una revolución que
derroque a Juárez Celman. Esto estallo en 1890, y aunque fue un fracaso militar, fue una victoria
política, puesto que el presidente Juárez Celman se vio forzado a renunciar.
LA PRESIDENCIA DE JUAREZ CELMAN: llego a la presidencia en 1886, tras haber hecho una corta y
exitosa carrera en Córdoba. Encontró mayor resistencia a su candidatura en la ciudad de Buenos Aires,
donde las principales facciones de la dividida oposición se unieron para crear una laxa coalición:
Partidos Unidos. En ellos se agruparon la Unión católica, los respectivos grupos de Aristóbulo del Valle,
Bernardo de Irigoyen y Bartolomé Mitre. Cada facción de los Partidos Unidos tenía sus propios
objetivos, su propia organización partidaria, sus propios dirigentes y sus propios aspirantes a
presidente; lo que dificultaba la organización partidaria y la definición de candidaturas. Con la derrota
electoral, la coalición se desarmo.
Juárez Celman era un hombre terco, impaciente e intolerante, dispuesto a usar todos los medios a su
alcance para imponer su voluntad, incluida la violencia. Un año después de la asunción del mando,
Juárez Celman, se autoproclamo “jefe único” del PAN y limpio el partido de roquistas. Puso a la
economía al servicio de la política: sancionó la ley de Bancos Garantidos de 1887, donde habilito a todo
banco cuyo capital superara un umbral fijo, a imprimir papel moneda después de comprar bonos
nacionales en oro por la cantidad de dinero a emitir. Al principio la economía florecía y el se forjaba
como líder indiscutido, pero los costos políticos y económicos de sus políticas pronto se hicieron sentir.
La resistencia a Juárez Celman creció dentro del PAN y además se comenzó a gestarse en la oposición.
Los dirigentes del Partidos Unidos (ahora separado) ejercían desde la prensa una fuerte crítica al
régimen juarista. A los diferentes errores políticos del presidente, se le tienen que sumar los efectos de
la crisis económica. En 1889, al ya anunciado déficit comercial, se le sumo el aumento del precio del
oro. El gobierno culpo a la Bolsa de Comercio de esto y la cerró. Y con esto unió a la oposición de la
ciudad.
La crisis económica tuvo serias consecuencias políticas: produjo una ola de descontento público,
favoreció la organización de una oposición en Buenos Aires y empujo al presidente a la renuncia.
NACIMIENTO DE LA UNION CIVICA: el cierre de la Bolsa inicio una serie de reuniones de políticos
porteños, que se oponían al régimen juarista. Mitre, Irigoyen y Estrada se reunían en la casa de
Aristóbulo del Valle entre julio y agosto. Trataron el tema de la organización de una oposición, pero sus
rivalidades personales eran un fuerte obstáculo. Mientras tanto, un grupo de universitarios organizó un
club de oposición independiente.
Un discurso de lealtad incondicional por parte de un grupo de universitarios en un banquete provocó a
Francisco Barroetaveña a escribir el articulo “Tu quoque juventud” (condenatorio a la juventud juarista
y su líder) en La Nación. El efecto inmediato fue unir a la oposición universitaria en la Unión Cívica de
la Juventud (UCJ) en un acto de oposición publica en el Jardin Florida el 1 de septiembre de 1889. Del
Valle y Demaría apoyaron esto y buscaron atraer ex dirigentes de los Partidos Unidos a esta asociación.
Mitre, Irigoyen, Alem, y Gorostiaga también lo apoyaron. Al tratar de definir la nueva agrupación, se
decidió que Alem presidiria la nueva organización ahora llamada UNION CIVICA (UC). Detrás de su
rostro publico, los miembros iniciaron los preparativos para lanzar una revolución que derrocase a
Juarez Celman. La UC no fue una organización política con fines electorales, trato de levantar a la
opinión publica contra el gobierno, pero nunca alentó a votar.
Para la revolución del 90, sus miembros estaban unidos por el objetivo del derrocamiento, pero no
hicieron planes para que la organización subsistiera después de concretado. Triunfada la revolución,
debían realizarse elecciones generales luego de 3 meses de gobierno provisional.
Cuando el precio del oro aumento más, la UC comenzó a traer adhesiones de sectores de Buenos Aires,
generalmente indiferentes a la política partidaria.
El 13 de abril de 1890, se produjo el acto inaugural de la UC con muchísimo publico. El acto fue un
éxito, ya que al dia siguiente renunció todo el gabinete y pocos días después Cárcano (candidato a
presidente por el PAN, apadrinado por Juárez Celman) retiro su candidatura. Mientras tanto, los planes
de la oposición se concretaban y el prestigio del gobierno continuaba en declive. Después de algunos
cambios ministeriales, Juárez Celman intentó salvar la delicada situación con una serie de medidas, las
cuales ninguna calmó a la oposición.
LA REVOLUCIÓN DE 1890. Para diciembre de 1889, la UC organizo una junta revolucionaria compuesta
por Alem, Del Valle, Demaría, Goyena, entre otros. Los oficiales del Ejército no eran promisorios, por lo
que buscaron la adhesión de oficiales de los mas altos rangos. Al final, Alem fue elegido el jefe civil
(organiza los rebeldes civiles) y el general Campos el jefe militar (a cargo de los oficiales). Triunfada la
revolución, la Junta Revolucionaria se haría cargo de un gobierno provisional que llamaría a elecciones
a los 3 meses y para garantizar la respetabilidad de la sublevación, se acordó que ninguno de los
miembros del gobierno provisional seria candidato.
El 17 de julio, se aprobó un plan preparado por el General Campos y se determino que la revolución se
limitaría geográficamente a los limites de Buenos Aires. El día elegido para el alzamiento fue el 21 de
julio. A medidos de julio una filtración convenció al presidente Juárez Celman de la revolución y el 18
de julio se tomaron medidas: se apreso al general Campos. Con esto, aunque la revolución perdia a su
jefe militar, los conspiradores siguieron con el plan. Se cambio el dia del alzamiento para el 26 de julio.
El combate duró cuatro días, las tropas revolucionarias fueron escindidas y el martes se rindieron.
Tomaron parte de ella entre cinco y seis mil hombres, y hubo entre 800 y mil muertos.
Pese a la derrota militar de la revolución, Juárez Celman se vio obligado a renunciar el 6 de agosto. El
estallido de la revolución fue fuente de enorme embarazo para el gobierno: había revelado la ausencia
de disciplina del ejercito, y expuso el poco tino del presidente para juzgar a la naturaleza de la
oposición y para advertir sus planes.
TEXTO Nº 4. INTRODUCCION: UNA APROXIMACION A LA DEFINICION DE
LA CUESTION SOCIAL EN ARGENTINA.
Se aborda un análisis de la cuestión social desde diferentes perspectivas y en el periodo de 1870 hasta
1940.
La cuestión social (según Morris) es la totalidad de las consecuencias sociales, laborales e ideologicas
de la industrialización y urbanización naciente: los problemas de los obreros, sus trabajos, sus
agrupaciones que defienden sus derechos, la sanidad. El autor, amplio esta definición y agrega dos
temas significativos: los problemas del género y el papel del rol de la mujer y la cuestión indígena,
que fueron exterminados y modificados en sus culturas. Este concepto es mas abarcador que “cuestión
obrera”, pero si es significativa, porque si bien el problema obrero no es la primera manifestación de la
cuestión social, esta en el centro del debate y cruza inherentemente la mayoría de los problemas a la
cuestión social.
La cuestión social se manifestó en diferentes momentos en la agenda de los problemas vinculados al
progreso modernizador: principalmente los temas de preocupación eran:
1. La cuestión urbana y la inmigración. El aumento urbano fue notable y se visualiza en el aumento de la
población de las principales ciudades del país. Un crecimiento descontrolado y escasamente
planificado, provocaría problemas de diferente índole: temas vinculados a la atención medica, el
hacinamiento, la salubridad o la criminalidad. Las epidemias se solucionaban con la segregación
espacial.
La cuestión de los inmigrantes. El aluvión generó en la elite la sensación de perturbación del orden
social. Ellos traían de sus países de origen nuevas ideologías, de forma que se vinculó a los extranjeros
con los disturbios sociales.
2. La cuestión obrera. Tomó un sesgo mas complejo con el tiempo y se incorporó plenamente en la
agenda de problemas sociales. La presencia de los trabajadores ocupó un lugar cada vez mas
significativo y visible. Este crecimiento cuantitativo se correspondió con un desarrollo cualitativo
evidente (aumento de las tasas laborales, aumento de las tasas de sindicalización).
Al comenzar el siglo 20 la cuestión social se hizo visible y se transformó en una cuestión de Estado.
En torno a la cuestión social se entablaron debates y confrontaciones que definieron la relación de las
partes implicadas: el Estado, los grupos gobernantes, los intelectuales, los funcionarios, los industriales
y los trabajadores. Se debe enfocar el concepto a partir de su historicidad: no es un concepto exclusivo
de la sociedad capitalista e industrial, y presenta contenidos diferentes de acuerdo al tipo de sociedad
en que se plantea el problema. El tema está atravesado por el lugar que se ocupa en la división del
trabajo y la participación en las redes sociales, además de los sistemas de protección que cubren al
individuo. Al comienzo del proceso modernizador, se homologa los sectores sociales que integran la
zona baja: los vagabundos, los mendigos, etc.
La existencia de estas zonas de descohesión social a lo largo del tiempo fue diferente.
El Estado, por ser liberalista, fomentaba la capacidad laboral de la población pero no se encargaba de
garantizar el derecho al trabajo. El libre acceso al trabajo reemplazaba la obligatoriedad laboral
disciplinaria de la sociedad precapitalista y por ese motivo fue importante el desmembramiento del
sistema gremial de origen Medieval y la abolición de las reglamentaciones proteccionistas que
impedían la circulación de los trabajadores. El acceso libre al trabajo no implica el derecho al trabajo,
no equilibra la relación CAPITAL-TRABAJO. Asi es que existe una gran disfunción social por la
ausencia del derecho al trabajo, lo que generó una amplia zona de desocupados. Se obtienen dos
interpretaciones: la de los trabajadores que considera al sistema injusto, y la de la clase dominante que
considera que los que no tienen trabajo eran mendigos voluntarios. El trabajo, es un acto de
responsabilidad individual (liberalismo). La nueva sociedad liberal, liberó el acceso al trabajo pero por
su propia concepción, no prestó atención a las condiciones laborales y salariales; lo que provocó la
aparición-irrupción del pauperismo (POBREZA EXTREMA). El pauperismo puso en duda los
fundamentos sobre los que se asentaban la organización social poniendo en peligro el equilibrio entre
el derecho de propiedad y el derecho a la asistencia.
Los grupos dominantes comenzaron a percibir la necesidad de resolver el problema, que se tornaba
una amenaza evidente para el orden público. El tema obrero era complejo y de difícil resolución, era
necesario que el Estado se inmiscuya. Existe un problema de integración de la resolución del conflicto
de la clase obrera y la emergencia de las restricciones del modelo liberalista.
El liberalismo de Argentina de esta época conjugaba la defensa doctrinaria de las libertades
individuales con la necesidad de construir un Estado-Nación fuerte y centralizado. En el proceso de
construcción, los gobernantes liberales recurrieron contra la filosofía anti-intervencionista que los
guiaba a estrategias estatales fuertemente intervencionistas en algunas esferas de actuación. Se
construyó un Estado fuerte e interventor, y una sociedad civil débil. En la Argentina de la segunda
mitad del siglo 20, hay una sociedad civil de escasa autonomía ante el poder y con un liberalismo
fuerte desde el discurso, pero débil en las practicas institucionales.
En el plano social, los hombres de gobierno intentaron intervenir en la menor medida posible y solo
donde su presencia resultaba indispensable. Intervención sanitaria para preservar la salud de la
población. La cuestión social, para el liberalismo se resolvía mediante una política sin Estado, que no
comprometiera a la estructura estatal o que lo hiciera mínimamente con políticas de reglamentación y
control. Mecanismos para intervenir:
1. Creación de organismos (Dpto. de Higiene) que vigilaban y reglamentaban los modos de vida de los
actores populares.
2. Aumento de la atención a las organizaciones de beneficencia que actúan combinados con los poderes
públicos. (A las organizaciones se le entregaban aportes del Tesoro Nacional).
Pensar los limites de la concepción liberal para comprender la cuestión social implica trascender la
interdicción estatal. Esta concepción estaba arraigada y era inherente a la visión de diversos sectores
de la sociedad, pero el mismo Código Civil era una traba de carácter legal para avanzar hacia una
política de regulación de las relaciones laborales.
La crisis de la visión liberal también se vincula a la incorporación de la cuestión obrera a partir del
desarrollo del movimiento obrero y a la constitución de la identidad de este sector; esto acelero la
crisis de la interpretación liberal. La cuestión social no fue solo una construcción del discurso
•
dominante, sino también una construcción discursiva de los propios actores involucrados. El COMITÉ
INTERNACIONAL OBRERO y los anarquistas denunciaron la cuestión social. El malestar social y el
desarrollo del movimiento obrero, aceleraba y visualizaba la emergencia de la cuestión social, la
radicalizaba y obligaba a pensar en el tema. Esta situación forzaba la creación-aparición de reformados
de los grupos dominantes. Las respuestas a la cuestión social era una consecuencia del aumento de la
conflictividad social, desde el aumento de la pobreza hasta las huelgas.
Los reformadores tomaron conciencia de algunos aspectos de la cuestión social con el descubrimiento
del pauperismo urbano, pero contra su voluntad, aceleraron el proceso de recurrir y convocar al Estado
a resolver este problema debido esencialmente al desarrollo de las organizaciones obreras.
Los signos de desajustes sociales eran evidentes desde mediados de 1870 y se acentuaron con la crisis
de 1890, destacando: 1) los problemas en el mundo del trabajo (bajos salarios, desocupación, etc); 2)
las condiciones de habitabilidad de los trabajadores (hacinamiento, falta de higiene, altos alquileres).
En ambos casos, las ideas de mejoramiento y resolución aparecieron por doquier pero esto solo puso
en locución la cuestión social; no se plasmaron en proyectos o acciones estatales.
Los problemas obreros eran temas de orden publico y la pobreza se vinculaba en su resolución con la
filantropía y la beneficencia. La cuestión social, no mereció una mención en los discurso del
Ejecutivo, pero cuando se agudizó el conflicto motorizó la preocupación de los gobernantes.
Liberalismo Reformista: es una vision histórica que pone un fuerte énfasis en el tratamiento de la
cuestión social. Esta visión tiene una tendencia a automatizar el discurso de estos liberales reformistas
y a desligar la preocupación provocado por el conflicto social, encausando este discurso que busca
resolver el pauperismo y los problemas sociales casi desde una autoconciencia científica-humanitaria
alejada de los intereses en pugna. Esto es en parte falso, ya que el sesgo dominante en la primera
intervención gubernamental fue coercitivo: las medidas del Estado fueron defensivas-represivas y
esto no fue cuestionado por los reformistas.
La aplicación de medidas represivas a comienzos del siglo, fueron un acto reflejo de los grupos
gobernantes como consecuencia del fuerte impacto causado por las huelgas de 1901-1905.
Otro problema de interpretación con respecto a estos reformistas, es que no pueden ser agrupados sin
discriminación en un campo reformador junto a católicos y socialistas. Las motivaciones, las
fundamentaciones y los objetivos que impulsaban sus planteos difieren en forma radical, ya que se
manifiestan desde doctrinas distintas:
Partido Socialista: Denuncia de la explotación capitalista de la fuerza de trabajo, y en cuanto al
problema del orden social, el ordenamiento burgués excluía a los trabajadores del sistema y el
desorden social eran consecuencia de la injusticia y la desigualdad provocada por el capitalismo y el
moderno sistema industrial. La preocupación por los trabajadores era de un carácter completamente
diferente al manifestado por los reformistas liberales, que se proyectaba en varios sentidos. El interés
por los trabajadores y por la misma cuestión social, era inherente a una doctrina de carácter político y
filosófico que planteaba no solo el mejoramiento de las condiciones de vida y del trabajo de la clase
obrera, sino en un proceso largo y gradual, la misma toma de poder.
TEXTO Nº 6. LA POLITICA BAJO EL SIGNO DE LA CRISIS.
La crisis del yrigoyenismo
Con la victoria de Yrigoyen para presidente por segunda vez, la perfilaron dos reacciones extremas: el
personalismo y en la oposición, un profundo desconcierto que paulatinamente provoco el
acercamiento a opciones conspirativas, junto con el desencanto de la “cultura civica” de los argentinos
y frente a la practica del sufragio.
El radicalismo concebio a la reelección de Yrigoyen como un verdadero plesbicito. Exhibía una vez mas
un vocación totalizante de la cultura política local, adaptada ahora a lenguajes y procedimientos, que
como el plesbicitario, se usaban en otras latitudes como alternativa a la democracia liberal en crisis. La
ley Saenz Peña, había permitido consolidar esta cultura política, en parte porque los autores de la ley la
tomaron como propia y porque acrecentó el dramatismo en la competencia electoral, al aumentar las
dimensiones del electorado.
A pesar del establecimiento de la representación de las minorías, la reforma de 1912 fue refractaria al
pluralismo, ya que la sociedad fue concebida como un bloque único con un atributo también único y
determinante: su ideal de progreso. La ley electoral, asi consagraba una visión de la sociedad que la
planteaba homogénea en clave espiritual: la representación política estaba llamada a “expresar el alma
de la nación”. A pesar del optimismo de Sáenz Peña, quien se benefició con la reforma fue la UCR que
fue asociando su propia identidad a la integración ciudadana en la monolítica comunidad politica
nacional. Otro factor preponderante de esta asociación, fue la “religión civica” proclamada por el
partido a través de su autoidentificacion con una causa llamada providencial a desplazar a la clase
oligarca. Su éxito demuestra el potencial ideologico de la religión civica radical. En efecto, entre sus
tópicos no se advierte ni un solo rastro de un pluralismo sociológico o político. Esta identidad política
se adecuaba bien a una sociedad articulada alrededor de la experiencia de la movilidad real y virtual:
mas que a la clase media, el radicalismo apelaba al “pueblo” o la “nación”. Su mayor virtud no era el
recorte de un sector económico-social determinado, sino su asociación con un conjunto de valores
integradores.
Yrigoyen, supo despertar una gran expectativa alrededor de su figura durante la campaña de 1928.
Pero esto sufrió un desgaste cuando los datos de la realidad comenzaron a manifestarse diferentes de
los previstos. Las primeras señales de la crisis del 29 hizo decaer la adhesión al presidente.
En este clima, entre 1928-29 el gobierno inició un avance sobre la oposición con el objeto de ganar el
control del Senado. Las elecciones legislativas nacionales de marzo de 1930 revelaron la gravedad de la
situación entre la UCR y la oposición. Tanto la campaña como los comicios se vieron plagados de
incidentes, fraude y represión a la oposición. Finalmente triunfo la UCR pero la victoria fue mas bien
procesada como una derrota.
Un radicalismo confundido aparecia dando la espalda a esa religión civica, que incluia la asociación del
partido a procedimientos electorales transparentes y con la mayoría incontrastable. La doble situación
de la crisis económica y política, se veía agravada por la crisis interna que vivía el gobierno,
consecuencia del rápido desgaste de la autoridad de Yrigoyen.
Esta situación, dio el tono a la estrategia seguida frente a las notorias actividades conspirativas de
civiles y militares.
¿Golpe o revolución?
La dispersión del poder y centralización en la toma de decisiones fueron las dos caras de la crisis del
gobierno, y ambas ofrecieron varios flancos para las estrategias de la oposición: las practicas
conspirativas atravesaban la escena política. El movimiento del 6 de septiembre recibió multiples
apoyos: desde instituciones patronales hasta algunos sindicatos, de dirigentes de la derecha y de
izquierda, de todos los partidos importantes, de la prensa y de los estudiantes universitarios. Este golpe
tenia el objetivo proclamado: la restauración de un régimen democrático e institucional que estaría
siendo violado por los personalistas radicales. Se impugnaba al gobierno afirmando los mismos pilares
que lo sostenían: la constitución nacional y la ley Sáenz Peña. La UCR era también culpada de males
que se atribuían a la democracia en general.
Asi, muchos opositores formulaban criticas habituales en el marco de la crisis de las de democracias
occidentales de entreguerras contra la UCR y se lanzaban desde las promesas de una democracia
liberal naturalmente positiva. Al sobredimensionarse el poder de Uriburu, no se consideraba la
impotencia de este para imponer su visión militarista y corporativista del golpe, sino también la rápida
conformación de una oposición al presidente provisional dentro del mismo grupo revolucionario. La
insistencia de Uriburu de imponer la reforma constitucional en un sentido corporativista, solo sirvió
para erosionar su poder ya escaso desde si y para consolidar la figura de Justo, como abanderado
posible de la continuidad legal.
EL EJERCITO HACIA 1930
Desde comienzo de los 20, el ejercito se encontraba en plena consolidación de una serie de estructuras
institucionales; como parte de esto, se había formado una poderosa burocracia que controlaba el
funcionamiento. La bucrocracia castrense consideraba toda interferencia externa como perjudicial para
su ascendiente.
Sin embargo, la prolongación de la política en el ejercito, era una tradición demasiado solida como para
desaparecer con facilidad; un importante grupo de militares radicales se había conformado al calor de
los levantamientos revolucionarios con lo que Yrigoyen buscó asegurarse el control de la institución
favoreciendo a estos oficiales con destinos importantes y ascensos. La política militar de Yrigoyen
chocó rápidamente con la estructura burocratica del ejercito y despertó rechazos. A comienzos de los
años 20, los grupos descontentos comenzaron a organizarse en logias y a identificarse como
“profesionalistas” para distinguirse de los radicales. Durante la administración de Alvear, la balanza se
inclinó a favor de ellos, destacándose la figura de Justo en uno de los ministerios. Es así, que durante la
gestión de Uriburu, Justo recuperó para su sector las posiciones perdidas y las usó contra el. A
comienzos de 1931, un nutrido grupo de altos oficiales reclamo al dictador un rápido retorno a la
normalidad institucional.
Acorralado en la opinión y derrotado en el ejercito, Uriburu ensayó una salida electoral: plesbicitó la
figura y los proyectos presidenciales mediante un sistema de elecciones de autoridades provinciales
que comenzaría en Buenos Aires. Además de consagrar el derrumbe de Uriburu, el acto electoral
demostró claramente que la retirada del radicalismo distaba mucho de ser retirada, ya que aun su
maquina electoral se mostraba eficaz y vital.
JUSTO PRESIDENTE
La UCR no fue el único sector político en apoyar y festejar la derrota de la facción del conservadurismo.
Justo estaba decidido a llegar a la presidencia, por lo que el desbande del gobierno le permitió asumir
el control de parte del aparato oficial. Asi que comenzó a diseñar una candidatura y trató un
acercamiento a la UCR. Alvear, que ahora era el jefe del partido, desconfió y los planes de Justo
fracasaron.
Es asi que busco la división del partido (de la UCR) y consiguió el respaldo de varios grupos
antiperonistas; su éxito se consagró cuando logró el veto de la candidatura de Alvear. También se
aseguró el apoyo de los partidos conservadores provinciales y de la cúpula de la Iglesia católica,
convirtiéndose en un candidato polifacético. Con la ausencia de candidatos de la UCR, Justo ganó los
comicios presidenciales en noviembre de 1931 con facilidad.
LA CUESTION RADICAL
El 24 de febrero de 1932 Justo asumió la presidencia, y tuvo como vice a Julio A. Roca. Debió tomar
medidas para enfrentar la crisis económica y para maniobrar en un terreno político muy complicado: la
impugnación de la UCR y la tirante relación entre los sectores que lo apoyaron.
Confiaba en una pronta normalización de la economía y del sistema político, por lo que no veía razón
para abandonar el régimen democrático y la Ley Sáenz Peña. Justo, pretendía que la UCR se
reincorpore al sistema una vez que demuestre su adhesión a una practica política civilizada (sin
levantamientos). Cultivó un estilo deliberadamente opuesto al de Yrigoyen: se preocupa por cumplir
con los rituales parlamentarios y se reivindicaba como expresión de un pluralismo político que habría
sido violado por el líder radical. En el Congreso contaba con la colaboración de la oposición socialista y
demócrata progresista.
El juego de las impugnaciones mutuas entre el gobierno y los radicales se puso a prueba en los comicios
nacionales para diputados en marzo de 1934. El radicalismo, levantó su abstención, por el fracaso
publico de esta estrategia. El riesgo era ahora la fragmentación del partido, detrás del cual acechaba
expectante Justo. La decisión de levantar la abstención impulso el regreso de grupos que se habían
aproximado al antipersonalismo y Alvear obtuvo el respaldo unánime de la prensa.
LAS FUERZAS OFICIALISTAS
Para Justo se hacia necesario coordinar un gobierno conformado por un conjunto de agrupaciones que
no eran una fuerza homogénea. Las fricciones entre los diferentes sectores en busca del favor
presidencial fueron frecuentes. Los conservadores criticaban a Justo de que reservaba el lugar a los
antipersonalistas en el Ejecutivo. Para Justo, al otorgarle un espacio mayor al antipersonalismo, se
lograba el mantenimiento de un equilibrio que le daba la libertad de maniobra y sostenía la apariencia
de la coalición.
Justo comprendió que el conflicto no se podía ni convenía eliminarlo, por lo que su política se oriento a
coordinar las bancas en el Congreso. Este acuerdo parlamentario fue estructurando lo que se llamo la
CONCORDANCIA.
A pesar de su deseo de conformar un partido organico, del que el mismo se veía como constructor y
líder, Justo paso toda su presidencia tratando se manejarse entre los inestables equilibrios de los
multiples y fragmentados actores del sistema político argentino.
LA SUCESION Y EL FRAUDE
La posibilidad cierta de alcanzar la presidencia en 1937 encolumno a la UCR tras la conducción de
Alvear, por lo que Justo se inclinó hacia los sectores mas conservadores. La impresión generalizada, era
que ninguna maniobra de publica de Justo alcanzaría para formar la mayoría capaz de garantizar el
control de su sucesión. Es por eso, que recurrió su compromiso con el fraude electoral. Se dictaron
políticas que llevarían al fraude. Se reformo ley ley electoral, eliminando el sistema de lista incompleta
para el caso de electores de presidente. Con estos y otros resguardos, que incluían el aval del fraude,
Justo garantizó su lugar como gran elector. Sin embargo, perdia buena parte de la opinión favorable
que se tenia de su gobierno.
Quedaba pendiente el nombramiento del sucesor; elegirlo a Roberto Ortiz significaba mantener el
poder personal de Justo, ya que era un hombre políticamente débil, representante de un partido que
casi ya no existía (radicalismo antipersonalista) que despertaría la desconfianza de sus aliados
conservadores, sometidos por Justo a una nueva frustración ya que quedaron relegados al segundo
término de la formula.
El resultado de los comicios presidenciales fraudulentos de 1937, tuvo importantes consecuencias. Para
el radicalismo, significo no alcanzar el gobierno, y estar obligado a acordar con el oficialismo para
mantener su aparato institucional y la maquina del partido.
LA ALTERNATIVA FRUSTRADA DE ORTIZ
Ortiz asumió la presidencia el 20 de febrero de 1938, y su vicepresidente fue Castillo, un conservador
de Catamarca. Al igual que Justo, este creía que la solución a una situación critica e irregular debía
realizarse dentro del régimen liberal y la ley Sáenz Peña. Su visión del radicalismo personalista fue
prácticamente optimista pero confiaba en la capacidad educadora de la practica electoral, a la que
pretendía ayudar con leyes que obligaran a los partidos a transformarse en estructuras menos
facciosas y mas organicas. Para paliar el florecimiento de la demagogia, proponía una activa
intervención del Estado.
Cada avance de su política electoral, demolería en igual proporción las bases de la coalición que lo llevo
a la presidencia. La destrucción de la maquinaria del fraude electoral provocaría la reacción de los
partidos conservadores y antipersonalistas que mantenían el control en las provincias por este recurso.
Ortiz, pareció estar sinceramente resuelto a terminar con los casos de fraude mas escandalosos en
1939, cuando anuló los comicios en San Juan (que estuvo llena de irregularidades). También intervino a
Catamarca en 1940, y a Buenos Aires. A cambio de su ruptura con sus aliados de antaño, Ortiz podía
contar con el apoyo de un reducido grupo de legisladores antipersonalistas y en parte, con el de la UCR.
Por su parte, la previsible y exacerbada hostilidad de los conservadores se canalizó en una serie de
ofensivas destinadas a contrarrestar el apoyo que la apertura electoral de Ortiz cosechaba en la
opinión publica: ellos comenzaron a ventilar escándalos políticos.
Ortiz buscó desde un primer momento el crucial respaldo del Ejército, que convocado por el
presidente, paulatinamente volvió a instalarse en el rol de arbitro de la situación política.
El conflicto abierto entre Ortiz y Justo, posibilitó la organización y sostenido ascenso del sector de
oficiales nacionalistas. Este cambio fue alentado por el mismo Justo, que apostaba a dividir las aguas y
promover los extremos para maniobrar con mayor soltura y presentarse como única solución firme,
moderada y confiable.
LA GUERRA Y LA UNION DEMOCRATICA
A pesar de las intervenciones provinciales en contra del fraude, la presencia de Ortiz en la Casa Rosada
era la única garantía que permitiría mantener el precario equilibrio de la situación política y militar con
toda la estrategia de la apertura electoral. Su desplazamiento del cargo, fue su drástico final.
Las actitudes de Ortiz sumadas a la situación internacional provocada por el estallido de la 2da GM
comenzaron a modificar las condiciones del escenario político local. Se desarrollaba la paulatina
importancia de las imágenes políticas internacionales para dar sentido a las situaciones y definir las
opciones locales.
Todo esto vino a ofrecer las condiciones ideales para la difusión de una visión moral y guerrera de la
política, tan dramática como agresiva y polarizada. A mediados de 1940 Ortiz se aleja de la presidencia
de a poco por una enfermedad, dejando a Castillo un lugar preponderante. Este, a pesar que no sentía
simpatía por el Eje, se veía obligado a profundizar su política autoritaria, su alianza con los sectores
nacionalistas del ejercito y la neutralidad para mantener su autoridad, lo que confirmaba (los que
querían creerlo) las inclinaciones nazifascistas de el.
En septiembre de 1941 Castillo pudo formar su propio gabinete, nombró a un incondicional de Justo en
el Ministerio de Guerra y se aprestaba a usar el fraude en beneficio de un claro predominio
conservador.
Para el radicalismo, el golpe fue severo: toda estrategia de Alvear y el Comité Nacional perdía su rumbo
sin la presencia de Ortiz.
Pero, a pesar de la debilidad del partido radical, la intensión de Castillo de fundar un exclusivismo
conservador tenía limites marcados. Solo podía sostenerse mediante el fraude, debía contar con una
improbable pasividad en la UCR y con el apoyo de un ejercito en el que Justo seguía teniendo
influencias poderosas.
Muertos Ortiz y Alvear, Castillo y Justo eran los hombres del momento, pero en 1943 falleció este
ultimo y modifico el cuadro, ya que a unos meses de las elecciones, toda estrategia quedaba
desterrada. Pivoteando sobre la cada vez mas frágil alianza entre el gobierno y la oficialidad
nacionalista, desde el Comité Nacional del radicalismo se lanzaron señales firmes ofreciendo la cabeza
de su formula a Ramirez (Ministro de Guerra, que llegó a ese puesto por la presión de la oficialidad
nacionalista). La trascendencia publica de este eventual acuerdo enfrento a Castillo con su ministro. El
presidente pidió su renuncia y como respuesta de Ramirez, se produjo su derrocamiento el 4 de junio:
asi se produjo el primer golpe de Estado en el cual el ejercito participó autónoma e institucionalmente
TEXTO Nº 7. LOS ANTECEDENTES.
La economia argentina respondió a la recesión mundial de la década de 1930-40 mediante la
producción local de un creciente numero de bienes manufacturados que antes se importaban. El
Estado argentino, estimuló esta sustitución de importaciones mediante una juiciosa política de
protección arancelaria: entre 1930-35 y 1946-49 la producción industrial creció hasta mas que
duplicarse.
Durante la 2da GM, se asistió a un considerable aumento del crecimiento industrial argentino,
encabezado por las exportaciones a medida que bienes manufacturados de la Argentina penetraron en
mercados extranjeros. En la estructura social, se operaron cambios que reflejaban esa evolución
económica. El numero de establecimientos industriales aumento, se integraban con migrantes del
interior antes que extranjeros. Si bien la economía industrial se expandió rápidamente, la clase
trabajadora no fue beneficiada por este proceso: los salarios reales en general se declinaron al
rezagarse detrás de la inflación; la legislación social y laboral era escasa y su cumplimiento se imponía
esporádicamente. Fuera de los lugares de trabajo la situación no era mejor, ya que las familias obreras
tenían que afrontar sin ayuda del Estado, los problemas sociales de la rápida urbanización.
El movimiento laboral existente en el tiempo del golpe de 1943 estaba divido y era débil, y la mayoría
del proletariado industrial estaba al margen de toda organización sindical.
Perón, mientras era vicepresidente en 1943 se consagró a atender algunas de las preocupaciones
fundamentales de la emergente fuerza laboral industrial. Su política social y laboral creó simpatías por
el tanto entre los trabajadores agremiados como en los ajenos a toda sindicalización. El creciente
apoyo obrero a Perón provocado por estas circunstancias se cristalizó el 17 de octubre de 1945.
Aunque en el periodo de 1943-46 hubo mejoras en las condiciones laborales y la legislación social, la
década del gobierno peronista 1946-55 tuvo un efecto mucho mas profundo: se asistió a un
considerable aumento de la capacidad de organización y el peso social de la clase trabajadora. Una
política de ventajas concretas determinó una rápida extensión del sindicalismo. Los convenios firmados
por toda la industria argentina en el periodo de 1946-48 regulaban la escala de salarios y las
especificaciones laborales, e incluían además un conjunto de disposiciones sociales que contemplaban
licencias. La estructura de organización impuesta a la expansión sindical fue importante en el sentido
de que moldeó el futuro desarrollo del movimiento gremial.
• Ley de Asociaciones Profesionales: se sanciono en octubre de 1945, donde se estipulaba el derecho del
Estado a supervisar vastas áreas de la actividad sindical, la sindicalización se debí basar en la unidad de
actividad económica antes que en el oficio o la empresa particular. Se creó una estructura sindical
específicamente centralizada, que abarcaba las ramas locales y ascendía hasta una única central: la
CGT. El Ministerio de Trabajo era la autoridad estatal que otorgaba a un sindicato el reconocimiento
que lo facultaba.
Mientras la expansión en gran escala de la organización sindical aseguraba el reconocimiento de la
clase trabajadora como fuerza social en la esfera de la producción, durante el periodo peronista
también se asistió a la integración de esa fuerza social a una coalición política emergente, supervisada
por el Estado. En el primer periodo de 1946-51, se operaron la gradual subordinación del movimiento
sindical al Estado y la eliminación de los lideres de la vieja guardia. A medida que en la 2da presidencia
se perfiló mas claramente el Estado Justicialista, se tornó evidente el papel oficialmente asignado al
movimiento sindical: incorporar la clase trabajadora a ese Estado. Se creó una vasta red de bienestar
social, se dieron ventajas económicas concretas para la clase trabajadora (y eran claras e inmediatas):
entre 1946-49 los salarios reales de los trabajadores industriales aumentaron un 53%.
Si bien surgieron expresiones de oposición de la clase trabajadora a ciertos aspectos de la política
económica peronista, los términos de la integración política del sindicalismo al Estado peronista fueron
muy poco cuestionados: la era peronista borró en gran medida las anteriores lealtades políticas que
existían en las filas obreras e implantó otras nuevas. Los socialistas, los radicalistas y comunistas en
1955 se encontraban marginados en lo que concierne a influencias. Ninguno de ellos pudieron desafiar
la hegemonía política del peronismo en las filas sindicales.
LOS TRABAJADORES Y LA ATRACCION POLITICA DEL PERONISMO. La relación entre los trabajadores y
sus organizaciones y el movimiento y el Estado peronistas resultan indudablemente vitales para la
comprensión del periodo 1943-55.
El apoyo de la clase trabajadora a Perón, ha sido vista como el lógico compromiso de los obreros con un
proyecto reformista dirigido por el Estado que les prometia ventajas materiales concretas. No se los ve
como una clase pasiva, sino como actores dotados de conciencia de clase que procuraban encontrar un
camino realista para la satisfacción de sus necesidades materiales. La adhesión política se vió como
irreductible a un racionalismo social y económico básico. El peronista, fue en un sentido fundamental
una respuesta a las dificultades económicas y de la explotación de clases. También era un movimiento
representativo de un cambio decisivo en la conducta y las lealtades políticas de la clase trabajadora,
que adquirió una visión política de la realidad diferente.
Lo que se trata de entender en este texto es el éxito del peronismo, sus cualidades distintivas, la razón
por la cual su llamamiento político inspiró mas confianza a los trabajadores: las facetas que tocó y otros
no lo hicieron. Es asi que se considera el atractivo político e ideologico de Perón, asi como examinar la
índole de la retorica peronista y compararla.
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Los trabajadores como ciudadanos en la retorica política peronista: el atractivo político fundamental
del peronismo reside en su capacidad de redefinir la nocion de ciudadanía dentro de un contexto mas
amplio, esencialmente social.
Capacidad para articular exigencias de participación política y pleno reconocimiento de los derechos
de la ciudadanía. La cuestión de la ciudadanía en si misma, y la del acceso a la plenitud de los derechos
políticos, fue un aspecto poderoso del discurso peronista, donde formó parte de un lenguaje de
protesta, de gran resonancia popular, frente a la exclusión política.
La fuerza del interes por los derechos políticos de la ciudadanía por parte de los partidos, se origina
durante la Decada Infame, donde se asistió a la reimposición y el mantenimiento del poder político de
la elite conservadora mediante un sistema de fraude y corrupción institucionalizados. Esto, le dio un
tinte de degeneración social a la elite tradicional, protagonista de una serie de escándalos. El
peronismo, pudo reunir el capital político denunciando la hipocresía de un sistema democrático
formal que tenia escaso contenido democrático real.
Capacidad para refundir el problema total de la ciudadanía en un nuevo molde de carácter social. La
ciudadanía ya no debía ser definida simplemente en función de derechos individuales y relaciones
dentro de la sociedad política, sino redefinida en función de la esfera económica y social de la
sociedad civil. Luchar por los derechos en el orden de la política implicaba inevitablemente el cambio
social. Se reclamaba una democracia que incluyera derechos y reformas sociales, asi como en una
actitud que trataba con escepticismo las demandas políticas formuladas por la retorica del liberalismo
formal.
UNA VISION DISTINTA Y NUEVA DEL PAPEL DE LA CLASE TRABAJADORA EN LA SOCIEDAD. El
peronismo fundaba su llamamiento político a los trabajadores en un reconocimiento de la clase
trabajadora como fuerza social propiamente dicha, que solicitaba reconocimiento y representación
como tal en la vida política de la nación. La clase trabajadora, como fuerza social autónoma, había de
tener acceso directo y privilegiado al Estado por intermedio de sus sindicatos. Entre 1945-46, Perón no
se dirigió a los obreros como individuos atomizados, sino como a una fuerza social cuya organización y
vigor propios eran vitales para que el pudiera afirmar con éxito los derechos de ellos.
La afirmación de los trabajadores como presencia social y su incorporación directa al manejo de la
cosa publica suponía obviamente un nuevo concepto de las legitimas esferas de interes y actividad
de la clase obrera y sus instituciones. Los trabajadores tenían derecho a interesarse por el desarrollo
económico de la nación y a contribuir a determinarlo. Las cuestiones de la industrialización y del
nacionalismo económico, debían ser situadas en el marco de esa nueva visión del papel de los obreros
en la sociedad.
Peron definió los parámetros de la industrialización en una forma nueva que atrajo a la clase obrera,
asi como la habilidad de abordar este problema en una forma que le permitió apropiarse del tema y el
símbolo del desarrollo industrial y convertirlo en un arma política mediante la cual pudo diferenciarse
de sus adversarios. El éxito de esta apropiación fue cuestión de cómo se percibiera: la clase obrera veía
en el apoyo a Perón al desarrollo industrial un papel vital para si misma como agente en la esfera
publica, considerablemente ampliada, que el peronismo le ofrecia como campo de actividad. En efecto,
Perón por cierto establecia el concepto mismo de desarrollo industrial la plena participación de la clase
trabajadora en la vida publica y la justicia social.
En la retorica peronista, la justicia social y la soberanía nacional eran temas verosímilmente
interrelacionados antes que consignas abstractas meramente enunciadas.
Una visión digna de crédito: carácter concreto y creíble del discurso político de Perón. El vocabulario del
Peronismo era a la vez visionario y creíble. La credibilidad arraigaba en parte en la índole inmediata y
concreta de esa retorica. La glorificación de estilos de vida y habitos populares involucró un estilo y un
idioma políticos bien a tono con las sensibilidades populares.
Que Perón estructurara en ese lenguaje su llamamiento político, hoy nos parece un remanente de la
condescendencia paternalista propia de la tradicional figura del caudillo.
No hay duda de que esa capacidad para reconocer, reflejar y promover un estilo y un idioma políticos y
populares basados en el realismo plebeyo contrastaba nítidamente con el llamamiento alzado por los
partidos políticos que tradicionalmente representaban a la clase obrera.
La capacidad de Perón para apreciar el tono de la sensibilidad de la clase trabajadora y los supuestos
con que esta se manejaba se reflejo en otros terrenos.
EL HERETICO IMPACTO SOCIAL DEL PERONISMO.
El peronismo represento una presencia social y política mucho mayor de la clase trabajadora en la
sociedad argentina. Existieron factores que se deben tener en cuenta al evaluar el significado social del
peronismo para la clase trabajadora: respeto propio y dignidad.
Significado de la década infame: respuestas a la clase obrera. Esta época fue experimentada por
muchos trabajadores ccomo un tiempo de frustración y humillación profundas, sentidas
colectivamente e individualmente. La dureza delas condiciones de trabajo y la disciplina testimoniada
por la mayoría de los observadores de aquel periodo tuvo impacto sobre la clase trabajadora en
general.
Algunos de los indicios mas reveladores al respecto pueden obtenerse en formas culturales, en
particular el tango: en sus letras se evidenciaban el desencanto y las malas situaciones de la época. La
idea popular de la vida social, según sus letras, aconseja adoptar los valores dominantes, el egoísmo y
la inmoralidad. La inmensa popularidad de estos tangos en la clase trabajadora de Buenos Aires, a
pesar de las manipulaciones de la industria cultural y con todas las precauciones, respondían a algunas
actitudes y experiencias que los trabajadores reconocían como propias.
También se debe admitir que las únicas respuestas con que contaron los trabajadores no consistieron
en el cinismo, la apatía o la resignación: aun se encontraba presente la característica militante que la
cultura de la clase trabajadora había tenido en una época anterior. Hubo un aumento de la actividad
gremial y la asistencia a las reuniones sindicales a fines de 1930-40 y principios de la siguiente década.
Experiencia privada y discurso político: el más profundo impacto social del peronismo debe ser
considerado a la luz de esa experiencia de la clase trabajadora en el periodo anterior a 1943. El poder
del peronismo, radico en su capacidad de dar expresión pública a lo que hasta entonces solo había sido
internalizado, vivido como una experiencia privada. En esa época, la imagen del silencio es algo
corriente entre los trabajadores. El poder herético que el peronismo expresaba se reflejó en su empleo
del lenguaje. Términos que traducían las nociones de justicia social, equidad, decencia, ocupaban ahora
posiciones centrales en el nuevo lenguaje del poder. Es el caso de los “descamisados”, “cabecita
negra”, “negro”, “negrada”, expresiones burlonas y despectivas, fueron incorporadas al discurso
peronista, que les otorgó un nuevo status.
Algo de ese significado social herético se torno patente en la vasta movilización de la clase trabajadora
desde el 17 de octubre de 1945. Esa movilización demostró la capacidad de los trabajadores para
actuar en defensa de lo que consideraban sus intereses, y represento un rechazo de las formas
aceptadas de jerarquía social y los símbolos de autoridad. Gran parte del espíritu de efervescencia y
blasfemia, y esa redistribución del espacio público ese día de octubre, dio por resultado la recuperación
del orgullo y de la autoestima de la clase trabajadora.
Los límites de la herejía: ambivalencia del legado social peronista: una vez en el poder el peronismo no
contemplo la ebullición y la espontaneidad de la clase trabajadora. Es mas, gran parte de los esfuerzos
del Estado peronista desde 1946-55 pueden ser vistos como un intento por institucionalizar y controlar
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el desafio herético que había desencadenado en el periodo inicial y por absorber esa actitud desafiante
en el seno de una nueva ortodoxia patrocinada por el Estado. Considerado bajo esta luz, el peronismo
fue en este sentido para los trabajadores un experimento social de desmovilización pasiva.
La ideología también subrayaba que los intereses de la nación y su desarrollo económico debían
identificarse con los de los trabajadores y sus sindicatos.
En este contexto de estas consideraciones sobre el significado social del peronismo para los
trabajadores y el éxito que alcanzó a canalizar y absorber lo que hemos llamado el potencial social
herético de esta clase. El Estado peronista tuvo éxito en el control de la clase trabajadora, tanto social
como políticamente por:
Capacidad de la clase trabajadora para satisfacer sus aspiraciones materiales dentro de los parámetros
ofrecidos por el Estado.
El prestigio personal de Perón.
La habilidad del Estado y su aparato cultural, político e ideologico del Estado para promover e inculcar
nociones de armonía e intereses comunes de las clases.
El peronismo tuvo la capacidad de apropiarse de los simbolos de las tradiciones de las clases obreras
anteriores y rivales, absorbiéndolas y neutralizándolas.
Al resumir el análisis de la naturaleza de la experiencia peronista para los trabajadores argentinos en el
periodo 194355 se debe mencionar:
1. El peronismo marco una coyuntura decisiva en la aparición y formación de la moderna clase
trabajadora argentina. Su existencia y su sentido de identidad como fuerza nacional coherente (tanto
social como política) se remonta a la era de Perón. Este legado no fue fácil de hacer a un lado, aun
derrocado Perón.
El apoyo que le dieron los trabajadores a Perón se baso en su expericiencia de clase en las fabricas, su
adhesión de índole política generada por un forma particular de movilización y discurso político.
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