1 Drenaje transversal Los sistemas de drenaje transversal están constituidos por elementos que transportan el agua y cruzan el eje de la carretera. Por lo general, el cruce se realiza de manera perpendicular al eje y transportan el aporte de la cuenca que se encuentra aguas arriba de la vía en dirección aguas abaj06. Entre estos se encuentran las alcantarillas. Las alcantarillas son estructuras de evacuación de las aguas de escorrentías y su función es drenar comentes de agua permanentes o estacionales. La finalidad de este tipo de drenaje es permitir el paso transversal del agua que cruza el eje de la vía, para que perturbe lo menos posible la circulación del agua por el cauce natural, sin excesivas sobreelevaciones del nivel del agua, que provoquen el estancamiento aguas arriba o aumentos de la velocidad, que pueden Inducir erosiones aguas abajo. Todo lo anterior permite el desagüe normal de las comentes de agua interrumpidas por la infraestructura7. Existen alcantarillas en concreto simple, reforzado o metálico y de diferentes secciones; circular, cuadrada, rectangular y abovedadas. Las partes principales de una alcantarilla son: aletas, muro cabezal o cabezote y tubería (Figuras 3 y 4). Estas alcantarillas son de tipo simple, doble o múltiple, dependiendo de los números de ductos MINISTERIO DE TRANSPORTE, 2009. MANUAL PARA EL MANTENIMIENTO DE LA RED VIAL SECUNDARIA. República De Colombia. Bogotá D.C. 2. Aletas, cabezotes y soleras Los muros de cabecera o cabezotes y de aletas retienen el material del terraplén, proteg éndolo de la erosión y acortando la longitud de la alcantarilla, además de dar estabilidad al extremo de la tubería al actuar como contrapeso ante posibles fuerzas de subpresión. Las aletas ayudan a guiar el flujo hacia la alcantanlla, mejorando su desempeño hidráu ICO. Su orientaclón y su longitud se proyectan para asegurar la entrada del flujo al conducto. Atendiendo al crlterio hidráulico, un ángulo de 450 es ideal para las aletas (Referencia 4.19), pero se podrá modificar para las condiciones específicas en cada caso. Las placas de solera protegen la tubería contra la erosión, facilitan la entrada de agua al conducto y contrarrestan las fuerzas de subpreslón. 3. DESCOLES. El descole de las estructuras hidráulicas, se debe realizar sin alterar drásticamente los patrones de flujo del cuerpo de agua receptor y sin originar problemas de socavación. Así, en cada punto de desagüe de un tramo de cuneta es necesario evaluar el impacto potencial sobre la corriente receptora en cuanto a cambios de velocidad y caudal y minimizar la erosión, ya sea con un mejor ángulo de entrega del canal y/o una velocidad igual o menor a la de la corriente receptora. Esto último se logra con disminuciones en la pendiente del canal de entrega o con incrementos en la rugosidad del revestimiento o en la sección transversal del canal. Las condiciones para asegurar un adecuado descole deben ser analizadas cuidadosamente en el terreno, pues pueden ser proyectadas más allá del derecho de vía, requiriendo de servidumbres. MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS, “Manual de Carreteras. Volumen II. Parte II”, Dirección General de Obras Públicas. Dirección de Vialidad, Santiago de Chile, Junio 2002.