Subido por Ricardo Arteche

EnsayoRicardoA.

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Ensayo: La búsqueda de sentido
Alumno:
Ricardo Arteche Magaña
Profesor:
Víctor Serrano
Universidad de la Rioja (UNIR)
La Paz, Baja California Sur a 10 de enero de 2019
Una pregunta muy recurrente que interiorizamos como humanos es: ¿cuál es el
propósito de mis acciones? Con base en esa cuestión, nos movemos hacía el futuro, en
espera de encontrar algo, un algo que denominamos: sentido. Sin embargo no es una
situación frecuente el encontrarlo, muchos individuos pueden pasar, por una parte, toda su
vida buscando sentido a sus acciones y jamás lograrlo; por otra parte, hay quienes
encuentran sentido a sus actos, pero en algún punto lo pierden.
El sentido es algo que el humano va encontrando al ser él mismo una creatura de
sentido. Frankl (1987) citado en Fernández (2011) nos hace la observación de que el
sentido (de la vida) se encuentra y no se crea, fundamentando que la facultad de que
aparezca va en concordancia con la conciencia moral surgida de sus valores morales. Por
ello, las convicciones personales pueden no producir coherencia para un ajeno, y a la vez,
lo ajeno estaría falto de sentido para uno mismo.
Hoy por hoy, con el ávido auge de las redes sociales a través de las tecnologías de la
información, miembros de todas las sociedades bajo un esquema urbanizado se enfrentan
a una rapaz necesidad de obtener resultados inmediatos. Ya no tiene sentido esperar, los
resultados se demandan ipso facto; a partir de esta noción podemos observar que el
sentido aparece de manera individual en un principio para después, al interactuar con los
demás, se torne colectivo. Cada individuo, por ejemplo estudiantes, profesores y personal
de una escuela aportan sus diferentes sentidos al reunirse en un mismo lugar físico, de ahí,
se vuelven un colectivo, y juntos perpetuán un sistema de convicciones para lograr un
objetivo. Aunque contrariamente, para el ámbito educativo Machado (2006, pág.3) nos
comenta que:
“El mundo camina más rápido que la escuela y ella aún muestra resistencias para
un nuevo diálogo con las modificaciones del contexto. El mundo educativo no
alcanza todavía a descifrar - y responder proactivamente- el cambio de la vida
cotidiana y pública”.
El recinto escolar es visto como un lugar donde la adquisición de conocimiento es lo que
crea sentido de perpetuarlo, sin embargo, la tasa de deserción de estudiantes en México de
acuerdo al Universal1 preveía que para el ciclo escolar 2017-2018 , aproximadamente un
millón 193 mil 497 niños y jóvenes no concluirían sus respectivos grados escolares. La
1
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/desercion-escolar-infrenable-sep
escuela entonces pierde sentido, no es coherente para con la creación colectiva de una idea
que unifique los significados de cada miembro, podríamos decir, pierde su propósito.
Pero la escuela aún con estas dificultades puede ser el recinto donde se promuevan
las condiciones para crear nuevos y pertinentes sentidos a la vida de cada individuo
involucrado. El trabajo es en definitiva arduo y son muchos los factores que se deben
considerar para obtener dicho logro; la educación consiste precisamente en brindar a una
persona conocimientos de lo que le rodea, de materias específicas, y brindar una
introducción a un modus vivendi en una sociedad.
Desde una perspectiva filosófica, el sentido no puede construirse como lo hacemos
con el conocimiento. En esencia, el sentir es algo que nos otorga motivos para realizar una
acción, y ésta es un elemento que da continuidad a las formas biológicas y de pensamiento
(Ideas clave UNIR, 2018). Esta espontaneidad nos permite moldearlo y encontrar el
porqué de nuestras decisiones. Sin embargo, ¿para quién es más importante encontrar
sentido, para el individuo o para una colectividad? El equilibro es lo ideal. Es a partir de
pequeños engranes que una gran maquina se mueve, de igual forma, las pequeñas
individualidades de sentido fungen un rol preponderante para conformar una identidad
colectiva, la cual dará sentido a las acciones a nivel ciudad, estado, país, etc…
En
conclusión,
los
términos
propósito,
convicción,
ideología,
comparten
intrínsecamente una relación con el concepto de sentido. Los sentimientos no se
construyen, pero podemos moldear la situación para fomentar una adquisición de ellos;
nuestras perspectivas como humanos siempre se encuentran sujetas a la erosión,
adaptación u obtención de sentidos. Podemos cerrar los ojos, respirar profundamente y
pensar: ¿Cuál es “el punto” de leer este ensayo? ¿Cuál es el punto de realizar una tarea?
¿Para qué es que sigo en este mundo? Abrumadoras ideas, que sin lugar a duda, nos
permiten fomentar esta agotadora y aparente inalcanzable búsqueda de sentido.
Bibliografía
Carneiro (febrero, 2006). La búsqueda de sentido. Revista Prelac, 2, 6-11. Recuperado de:
http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001455/145502s.pdf
Fernández, A. (2011). Dignidad humana y diálogo intercultural. Posibilidades y
condiciones del diálogo entre religiones y convicciones (Weltanschauungen). Anuario de
Derechos
Humanos.
Nueva
Época,
12,
45-48.
Recuperado
de:
http://dx.doi.org/10.5209/rev_ANDH.2011.v12.38102
Machado, A. L. (febrero, 2006). Presentación. Revista Prelac, 2. Recuperado de:
http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001455/145502s.pdf
Moreno, Teresa. (2017). Deserción escolar infrenable: SEP. Archivo del diario virtual El
Universal. Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/desercionescolar-infrenable-sep
UNIR (2018). Ideas clave, Tema 2 Pedagogía Diferencial. Disponible en: https://unirmexico.s3.amazonaws.com/Maestr%C3%ADaDGCE/ARCHIVOS_COMUNES/versiones_
para_imprimir/mexdygc05/tema2.pdf
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