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PC21717

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ISBN: 978-956-9365-32-4
Publicación Ciren N°: 217
Registro de propiedad intelectual: 286.822
Autores
Carolina Leiva Madrid, Ing. Agr.
Carla Schmidt Gómez, Ing. Agr.
Gonzalo Gajardo Escobar, Ing. Agr.
Alejandra Rodríguez Pacheco, Ing. Agr.
Equipo de trabajo
Carolina Leiva Madrid, Ing. Agr. Ciren
Carla Schmidt Gómez, Ing. Agr. Ciren
Gonzalo Gajardo Escobar, Ing. Agr. Ciren
Carlos Torres Miranda, Cartógrafo. Ciren
Marcelo Retamal Gajardo, Cartógrafo. Ciren
Fernando Santibáñez Quezada, Ing. Agr. Dr. Agrimed
Paula Santibáñez Varnero, Ing. Civil en Geografía, Dr. Agrimed
Carolina Caroca Torres, Ing. Civil en Geografía, M.S. Agrimed
Alejandra Rodríguez Pacheco, Ing. Agr. Inia
Marcel Fuentes Bustamante, Ing. Civil Agrícola, Mg. Inia
Paulina Sánchez Sagardía, Ing. Agr. Inia
Pablo Grau Beretta, Ing. Agr. Ph. D. Inia
Marisol Reyes Muñoz, Ing. Agr. Dr. Inia
Juan Pablo Martínez Castillo, Ing. Agr. Ph. D. Inia
Diseñador
Igor Sánchez Abdala
5
Manual técnico productivo y
económico para la producción de
la arveja en la Región del Biobío,
bajo condición actual y clima
proyectado al 2030
Proyecto: Modelo de adaptación al cambio
climático por medio de la zonificación de
aptitud productiva de especies hortofrutícolas
priorizadas en la Región del Biobío.
6
Agradecimientos
Expresamos nuestros sinceros agradecimientos a los siguientes
agricultores, profesionales y empresas que colaboraron
desinteresadamente en el proyecto:
Rodrigo García, Seremi de Agricultura de la Región del Biobío
Miguel Rubilar, Corfo Biobío
María Ilia Cárdenas, Ciren
Javier Chillian, Inia Quilamapu
Alfredo Wahling, Asociación Ñuble
Álvaro Gatica, Asociación Ñuble
Carlos Smith, Asociación Ñuble
Ernesto Jahn, Asociación Ñuble
Pablo Acuña, Asociación Ñuble
Ana Corina Fuentes, Indap Cañete
Jaime Ugarte, Socabío
Alejandro Ponce, Nodo Hortícola Regional
Susana Fischer, Universidad de Concepción
Asimismo, agradecemos a las ejecutivas de Corfo, Marianna
Delgado, Catalina Torres y Wanda García, por el apoyo
durante la realización del proyecto.
7
Prólogo
La agricultura, a nivel global, es uno
de los sectores productivos más
expuestos al cambio climático que se
prevé para las próximas décadas. Las
especies frutales se ven enfrentadas,
dentro de su desarrollo productivo,
a diversos factores atmosféricos que
condicionan, en mayor o menor
medida, la productividad de un huerto.
Si bien, la tecnología permite mejorar el
manejo agronómico, el factor clima no
es siempre económicamente factible
de modificar. Es por esto que, en la
actualidad, el análisis de las ventajas y
riesgos atmosféricos esperados para el
clima futuro, ha pasado a ser esencial
en la determinación de las aptitudes
de los cultivos de una zona geográfica
o predio en particular.
El aumento de temperaturas mínimas y
máximas es considerado una limitante
productiva para los cultivos en general,
ya que afecta tanto procesos de
desarrollo como de crecimiento de
ellos. Al respecto, diversos estudios de
clima futuro coinciden en que habrá
aumentos en dichas temperaturas
frente a lo cual la Región del Biobío
no queda ajena, donde el alza de las
temperaturas se sentirá con mayor
intensidad hacia el interior de la Región,
tal como lo muestra el análisis espacial
de distribución de los elementos
atmosféricos más relevantes.
Frente a estos antecedentes, el
presente manual de producción, tiene
como propósito ayudar a la toma de
decisiones productivas de agricultores,
profesionales y empresarios, así como
de instituciones públicas y privadas,
que tengan interés en la producción
de la arveja en la Región del Biobío.
Este manual es uno de los productos
del proyecto financiado por Corfo
“Modelo de adaptación al cambio
climático por medio de la zonificación
de aptitud productiva de especies
hortofrutícolas priorizadas en la Región
del Biobío”, ejecutado por Ciren en
colaboración de Inia Quilamapu
y el Centro de Agricultura y Medio
Ambiente (Agrimed) con la Seremi de
Agricultura de la Región del Biobío,
como mandante.
8
Índice
1. Introducción
2. Aspectos técnicos
2.1 Descripción de la planta
2.2 Requerimientos climáticos
2.3 Requerimientos de suelo
2.4 Cultivares y clasificación
2.5 Variedades
2.6 Establecimiento del cultivo
2.7 Fertilización
2.8 Manejo de las malezas
2.9 Riego
2.10 Plagas
2.11 Enfermedades
2.12 Cosecha
3. Aspectos económicos
3.1 Superficie y producción
3.2 Comercio internacional
3.3 Superficie y siembra en Chile
3.4 Análisis económico
3.5 Análisis económico con cambio climático
4. Mapas de aptitud productiva
5. Recomendaciones productivas
6. Bibliografía
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9
Índice de cuadros
Cuadro 1.
Cuadro 2.
Cuadro 3.
Cuadro 4.
Cuadro 5.
Cuadro 6.
Cuadro 7.
Cuadro 8.
Cuadro 9.
Cuadro 10.
Cuadro 11.
Cuadro 12.
Cuadro 13.
Cuadro 14.
Cuadro 15.
Cuadro 16.
Requerimientos climáticos del cultivo de arveja
19
Requerimientos de suelo para el cultivo de arveja
20
Clasificación de cultivares de arveja
20
Ensayo de variedades de arveja para vaina verde
22
Herbicidas en el control de malezas en arveja
25
Superficie cosechada y participación de los países
productores respecto de la producción mundial, año 2014
36
Variación de la superficie con arveja verde a nivel nacional
40
Costos directos de producción de arveja
41
Indicadores de evaluación económica para el
cultivo de arveja, 1 ha
41
Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
42
Costos directos de producción de arveja, con cambio climático 42
Indicadores de evaluación económica para el cultivo
de arveja, 1 ha
43
Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
43
Indicadores de evaluación económica para el
cultivo de arveja, 1 ha
44
Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
44
Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, con
rendimiento mínimo, 1 ha
45
10
Índice de figuras
Figura 1.
Descripción de la planta de arveja
Figura 2.
Cultivo de arveja con presencia de vainas y flores
en forma simultánea
Figura 3.
Flor de arveja
Figura 4.
Estados de desarrollo floral y de crecimiento inicial de vainas
Figura 5.
Vainas de arveja hacia el estado de madurez fisiológica
Figura 6.
Etapa final de desarrollo de semillas de arveja
Figura 7.
Granos de arvejas; lisa y rugosa
Figura 8.
Variedad Utrillo
Figura 9.
Variedad Perfected Freezer
Figura 10. Siembra de arveja con máquina neumática, distancia
entre hilera: 30 cm
Figura 11. Pulgones
Figura 12. Estado adulto y daño en grano seco de arveja,
causado por Bruchus pisorum
Figura 13. Lesiones causadas por Ascochita pisi
Figura 14. Lesiones causadas por Colletotrichum pisi
Figura 15. Lesiones en hoja de arveja causada por Septoria pisi
Figura 16. Desarrollo de micelio en el envés de la hoja,
causado por Peronospora pisi
Figura 17. Síntoma de oídio, desarrollo de micelio blanquecino
sobre la hoja
Figura 18. Tizón bacteriano de la arveja, manchas acuosa
en hojas, tallos y vainas
Figura 19. Madurez óptima de la arveja para consumo en verde
Figura 20. Maquina trilladora de arveja para la industria
Figura 21. Producción por continente
Figura 22. Participación mundial en la producción de arveja
Figura 23. Producción mundial de arveja verde
Figura 24. Producción mundial de arveja seca
Figura 25. Países importadores de arveja
Figura 26. Países exportadores de arveja
Figura 27. Exportación nacional de arveja
Figura 28. Importaciones de arveja en Chile
Figura 29. Superficie de arveja verde en Chile
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1. Introducción
La arveja, Pisum sativum L., es una especie perteneciente a la familia Fabaceae
que forma parte del grupo de leguminosas de grano para producción en fresco.
Es un cultivo de amplia distribución a través de las distintas regiones del país,
con una superficie promedio anual de 2.270 ha de arveja para consumo fresco
durante el periodo 2007 – 2016. Al respecto, la mayor superficie de arveja para
verde durante el año 2016 se encontró en la Región del Biobío, con 689 ha, le
siguen en importancia la Región de La Araucanía y Maule, con 362,7 y 268,9 ha,
respectivamente (Odepa, 2017).
La arveja presenta una gran variedad de usos, si bien la planta se utiliza como
forraje en algunos países, el uso de grano es mucho más amplio. El grano se
utiliza en alimentación animal y consumo humano en diferentes formas. El grano
inmaduro se consume fresco, congelado o enlatado. El consumo del fruto entero
(vaina) es menos frecuente en el país, pero habitual en la mayoría de los países
que cultivan arveja (Kehr y Mera, 2007).
14
15
2. Aspectos técnicos
2.1 DESCRIPCIÓN DE LA PLANTA
La arveja es una especie dicotiledónea anual, en la cual es posible encontrar distintas
especies botánicas, las cuales se describen a continuación (Faiguenbaum, 2003):
Pisum sativum L. ssp. sativum var. saccharatum y Pisum sativum L. ssp. sativum
var. macrocarpon. Son cultivadas para consumo de sus vainas, ya que no
presentan fibra en la unión de sus valvas y carecen de endocarpio (tejido
fibroso ubicado en la cara interna de las valvas). Los cultivares pertenecientes
a estas variedades botánicas, pueden agruparse en dos tipos: Sugar snap
peas (variedad macrocarpon) y arveja china (variedad saccharatum).
Pisum sativum L. ssp. sativum var. sativum. Cultivada fundamentalmente para
la obtención de granos tiernos inmaduros. Nombres comunes utilizados para
denominar a esta variedad botánica: arveja, guisante, Green pea, pois.
Pisum sativum L. ssp. sativum var. arvense (L.) Poir. Cultivada principalmente
para la obtención de granos secos, los que pueden ser utilizados para
consumo humano o animal. Los usados con fines forrajeros también
corresponden a esta variedad botánica. Entre los nombres comunes para
referirse a esta variedad se encuentran: arveja seca, arveja forrajera.
Sistema de raíces
Presenta una raíz pivotante que desarrolla numerosas raíces laterales o secundarias,
las que a su vez se cubren de finas raíces terciarias. En los pelos radicales se
establecen los rizobios formando los característicos nódulos fijadores de nitrógeno
atmosférico. Lo más frecuente, debido a los altos niveles de compactación en
los suelos del país, es que las raíces no logren profundizar más allá de 40 – 50 cm.
Tallo principal
Es hueco y delgado en la base, y se va engrosando progresivamente hacia la
parte alta. El número de nudos vegetativos, según la precocidad del cultivar,
puede variar entre 6 y más de 20. Las plantas presentan generalmente un hábito
erecto hasta prefloración, en la medida que las plantas florecen y avanza el
crecimiento, los tallos comienzan a recostarse sobre el suelo.
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Hojas
En cada uno de los dos primeros nudos se desarrolla, en forma alterna, una hoja
rudimentaria de tipo escamoso, denominada bráctea trífida. A partir del tercer
nudo se desarrollan sucesivamente las hojas verdaderas. Cada hoja se compone
de un pecíolo, raquis, de uno a tres pares de folíolos, y de uno a cinco zarcillos
(Faiguenbaum, 2003).
Figura 1. Descripción de la planta de arveja
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
Etapa de floración e inflorescencia
En la axila de la hoja de cada nudo reproductivo, y en forma alterna, se desarrolla
un racimo floral. La floración ocurre desde abajo hacia arriba, pudiendo observarse
a la vez flores y frutos en distintos estados de desarrollo. El esquema de floración
de las plantas determina una maduración más temprana de las vainas ubicadas
en los nudos inferiores (Faiguenbaum, 2003).
17
Figura 2. Cultivo de arveja con presencia de vainas y flores en forma simultánea
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003
Flores. La arveja presenta una típica flor papilionada, asemejándose a una
mariposa cuando los pétalos se desenvuelven.
Figura 3. Flor de arveja
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
Etapa de crecimiento de vainas
Una vez que ocurre el proceso de fecundación, los pétalos de la flor vuelven
a cerrarse envolviendo al ovario fecundado; a continuación, los pétalos se
marchitan rápidamente, para luego desprenderse y dejar en evidencia una
pequeña vaina.
Las vainas o legumbres corresponden a frutos que, dependiendo del cultivar y
de su posición en la planta, pueden contener en promedio entre cinco y seis
semillas. Su longitud en tanto varía entre 7 a 8 cm y el ancho entre 1,25 a 1,45 cm
(Faiguenbaum, 2003).
18
Figura 4. Estados de desarrollo floral y de crecimiento inicial de vainas
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
Etapa de llenado de granos
El desarrollo de los granos o semillas comprende tres fases. La primera se inicia
con la fecundación. En la segunda fase se produce acumulación de reservas
en los cotiledones con término de crecimiento máximo de las semillas (estado
de madurez fisiológica). La tercera fase se caracteriza por un rápido descenso
en la humedad de las semillas que concluye cuando éstas alcanzan un 14% de
humedad (Faiguenbaum, 2003).
Figura 5. Vainas de arveja hacia el estado de madurez fisiológica
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
Figura 6. Etapa final del desarrollo de las semillas de arveja
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
19
2.2 REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS
La arveja se desarrolla bien en climas templados y templados – fríos, presentando
buena adaptación a las bajas temperaturas hasta el estado de pre floración.
Temperaturas a partir de 1 °C permiten el desarrollo de la germinación, aunque
con mucha lentitud, favoreciendo el desarrollo de pudrición en la semilla.
Mientras mayor sea la temperatura del suelo durante la germinación, mayor será
la uniformidad en la emergencia y mejor se expresará el vigor de las plántulas.
La planta resiste heladas durante su desarrollo vegetativo, mientras que durante
la etapa reproductiva (período de floración, cuaja de flores y estados iniciales
de llenado de grano) son muy sensibles a heladas, provocando una abscisión
generalizada de flores y vainas pequeñas (Faiguenbaum, 2003).
Cuadro 1. Requerimientos climáticos del cultivo de arveja
Suma térmica (T° mayor a 10°C) entre
siembra y cosecha en verde
600 a 700 grados día (cultivares precoces)
900 a 1.050 grados día (cultivares más tardíos)
Requerimiento de vernalización
No requiere, pero mejora la producción
Requerimiento de fotoperiodo
Variedades de día largo y de día neutro
Sensibilidad a heladas
Medianamente sensible, en ciertas etapas
temperaturas ligeramente inferiores a 0°C
Etapa sensible a heladas
Floración
Temperatura mínima tolerada
-2°C
Temperatura de germinación
Temperatura de crecimiento
T° mínima
4,5°C
Rango óptimo
15 a 24°C
T° máxima
30°C
T° mínima
7°C
Rango óptimo
15 a 20°C
T° máxima
25°C
resiste
Fuente. Bustamante et al., 1995. Faiguenbaum, 1992. Ciren, 1989.
2.3 REQUERIMIENTO DE SUELO
La arveja es un cultivo poco exigente en cuanto a calidad de suelo y prospera bien
en la mayoría de ellos, sin embargo, para maximizar los rendimientos es fundamental
que los suelos tengan buen drenaje y bajo nivel de compactación, debido a la
alta sensibilidad del cultivo a la falta de oxígeno en el suelo. Otro aspecto de
importancia es la uniformidad del suelo, en este sentido, sectores pedregosos o
partes altas, por perder más rápido la humedad y alcanzar mayores temperaturas,
lograrán una maduración anticipada respecto del resto del potrero.
Considerando que el cultivo de arveja presenta parte de su desarrollo durante
el periodo de lluvias, es muy probable que en algún estado se vean enfrentados
a suelos saturados de agua. Al respecto, suelos pesados debido a su baja
capacidad de infiltración, no son mayormente aconsejables. Por otro lado,
suelos trumaos son considerados óptimos, ya que además de tener una buena
20
condición de drenaje, presentan en general buenos niveles de fertilidad y de
materia orgánica. En cuanto a condiciones de pH, la arveja prospera bien en
suelos con valores superiores a 5,5 (Faiguenbaum, 2003).
Cuadro 2. Requerimientos del suelo para el cultivo de arveja
Rango óptimo
Mayor a 60 cm
Valor crítico
Menor a 30 cm
Mínimo tolerado
5,0
Rango óptimo
6,0 – 7,5
Máximo tolerado
8,8
Sin limitación
Texturas finas y francas
Limitación leve
Texturas gruesas
Profundidad de suelo
Acidez (pH)
Textura
Fuente. Bustamante et al., 1995.
2.4 CULTIVARES Y CLASIFICACIÓN
Los distintos destinos que puede tener la producción de arveja hacen que existan
cultivares específicos para cada tipo de uso, ya sea para consumo fresco, congelado,
enlatado, grano seco con destino humano o animal (Faiguenbaum, 2003).
Por otro lado, existen además distintas clasificaciones para cultivares de arveja, de
acuerdo a su forma de uso, tipo de follaje, precocidad, tamaño y forma de granos.
Cuadro 3. Clasificación de cultivares de arveja
Tipo de clasificación
Características
Tipo de follaje
Cultivares de follaje convencional, áfilos y de follaje reducido.
Precocidad
Precoces, semi precoces y semi tardíos.
Tamaño de grano al estado Grande (10,3 mm), mediano (8,7-10,3 mm), pequeño (7,1-8,7 mm) y muy
verde (diámetro de granos)
pequeño (menor a 7,1 mm).
Grano liso: se utiliza básicamente como grano seco.
Forma y composición de los
Grano arrugado: con destino fundamentalmente hortícola, ya sea para
granos
consumo en fresco o como producto procesado. Contienen menor cantidad
de almidón y mayor cantidad de azúcares, que el grano liso.
Uso
Mercado fresco (ej. Perfect freezer), industria de congelados (se utiliza semilla
rugosa con mayor resistencia a congelado), consumo de vainas (arveja
china, sugar snap peas), obtención de forraje, grano seco.
Fuente. Fainguenbaum, 2003.
Figura 7. Granos de arvejas; lisa y rugosa
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003.
21
2.5 VARIEDADES
Utrillo
Caracterizada por producir una vaina grande con 8 a 10 granos rugosos. En el sur
del país tarda 120 a 150 días de siembra a cosecha, dependiendo de la zona de
cultivo. Variedad con resistencia a Oídio (Mera et al., 2015a).
Figura 8. Variedad Utrillo
Fuente. www.semenis
Perfected freezer
Arveja de ciclo intermedio a tardío. Gran tolerancia a las condiciones invernales,
aptas para el frío. El periodo de siembra a cosecha, dependiendo de la fecha
de siembra y condiciones climáticas es entre 95 a 150 días. Uso para fresco. Dosis
de siembra: 120 kg/ha. Longitud de vainas: alrededor de 8 cm, las que contienen
entre 6 – 8 granos por vaina. Calibre: homogéneo, mayor a 9 mm. Color: verde
intermedio. Peso de semilla: 240 gr, semillas/kg: 4.167 (Anasac, 2017).
Figura 9. Variedad Perfected freezer
Fuente. Anasac
Bolero
Planta vigorosa, produce vainas con una longitud promedio de 8 cm de color
verde intenso, con 7 a 9 semillas. Utilizada para consumo fresco e industria
(Giaconi y Escaff, 1995).
22
Televisión
Variedad de origen francés. El ciclo es tardío a semitardío, planta de altura
semienana (75 cm), follaje de color verde azulado y 14 a 16 nudos a la primera flor.
La forma de las vainas es ligeramente curvada y de extremidad en punta, color
verde oscuro, así como el grano en estado de verdeo, es bastante larga (11,5
cm), con 6 a 8 granos por vaina. Es una variedad con aptitud para congelado
(Infoagro).
Cuadro 4. Ensayo de variedades de arveja para vaina verde. Fecha de siembra: 26 de Julio de 2009. Fecha de cosecha:
30 de noviembre de 2009. Localidad: Yumbel, Región del Biobío.
Altura planta (cm)
Largo vaina (cm)
Peso 50 vainas (g)
Rendimiento
(kg capi/ha)
Cantidad de sacos
de 30 kg
Televisión
80
11
395
11.898
397
Ultrillo
87
9,7
358
10.902
363
Perfected freezer
80
7
341
9.120
304
Ambassador
67
7,1
234
8.119
271
Bolero
51
6,8
240
Fuente. Tay et al., 2015.
4.919
164
Variedad
2.6 ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO
Preparación del suelo. La arveja no es muy exigente en cama de semilla, no
obstante, un rastraje seguido de una pasada de vibrocultivador favorecerá
la emergencia del cultivo, así como también la acción del herbicida de
preemergencia, recomendado para mantener el cultivo limpio en sus primeros
estados (Kehr y Mera, 2007). En la mayoría de los casos es necesaria la aplicación
de glifosato antes de mover el suelo, y luego de aproximadamente tres semanas,
las malezas se estarán secando y se prepara el suelo con pasadas cruzadas o
cincel (Mera et al., 2015a).
Rotación. El establecimiento del cultivo de arveja en años seguidos aumenta
la incidencia de enfermedades, en particular de pudriciones de raíz. A fin de
mantener la sanidad del suelo, la arveja debe sembrarse preferentemente
después de un cereal. No se recomienda sembrar arveja después de una pradera,
de no ser posible, es importante prever la aparición de gusanos cortadores (Kehr
y Mera, 2007). Se debe considerar establecer en suelos libre de arveja, poroto y
lupino durante las últimas dos temporadas (Kehr y Bastías, 2016). Por otro lado, se
deben evitar terrenos donde ha habido uso reiterado de herbicidas sulfonilureas
como metsulfuron (Aliado, Ally, Ajax), ya que sus residuos tardan uno o dos años
en degradarse, afectando el establecimiento y productividad de la arveja (Kehr
y Mera, 2007).
Época de siembra. Cuando las condiciones climáticas de una localidad lo permiten,
la siembra a salida de invierno (agosto – septiembre) es definitivamente una
opción preferible a la otoñal, de esta manera el cultivo está menos expuesto a la
competencia por malezas, y la incidencia de enfermedades es menor. Dependiendo
de cuan rápido el suelo pierda humedad en primavera, es preferible sembrar lo más
temprano posible dentro de los rangos indicados (Kehr y Mera, 2017).
En la Región del Biobío, el período de siembra recomendado debería extenderse
23
desde fines de junio hasta los primeros días de septiembre, considerando como
fecha límite para la zona el 20 de septiembre (Faiguenbaum, 2003).
Desinfección de semillas. En general, el tratamiento a la semilla con fungicida es
una práctica recomendable. Se prefieren fungicidas de formulación líquida por su
facilidad y mejor cubrimiento. En cuanto al uso de insecticidas para tratamiento
de semilla, con protección contra la mosca de la semilla (Delia spp.) y gusanos
blancos (Hylamorpha o Phytoloema), su costo es considerable, por lo cual se
recomienda evaluar cada caso en particular (Mera et al., 2007).
Inoculación. La arveja captura la mayoría del nitrógeno que requiere mediante
el proceso de fijación simbiótica de nitrógeno. Proceso realizado por bacterias
benéficas llamadas rizobios, presentes naturalmente en el suelo. Cuando estas
son escasas en el suelo, es necesario el uso de inoculante, asegurando así una
adecuada fijación simbiótica. Existen diferentes inoculantes en el mercado para
las diferentes leguminosas. Para el caso de la arveja, la cepa de bacteria que
funciona mejor es Rhizobium leguminosarum biovar viceae (Mera et al., 2007).
Profundidad de siembra. La profundidad de siembra depende de factores como
el tamaño y vigor de la semilla, textura y preparación del suelo. Esta debería
fluctuar entre 5 y 8 cm (Tay et al., 2015). Mientras más superficial sea la siembra,
menor será la opción de pudrición de semilla, ya que reducirá el tiempo que
estará en contacto con el suelo y la humedad (Faiguenbaum, 2003).
Densidad poblacional. Para lograr un buen establecimiento del cultivo de arveja,
se requiere de una buena densidad de siembra, que permita un buen cubrimiento
del suelo y una menor competencia con las malezas. Si bien la planta de arveja
presenta un crecimiento inicial rápido, comparado con otras leguminosas, en el
valle central, el cultivo puede tardar alrededor de 75 días en cubrir el suelo (Mera
et al., 2007).
En suelos relativamente fértiles, el objetivo es lograr una población inicial de al
menos 70 plantas/m2, por otro lado, en suelos más pobres debe lograrse una
población inicial mayor a 80 plantas/m2. Es usual que algunas semillas no germinen,
de manera que habrá que aumentar la cantidad de semillas entre 15 y 25%,
dependiendo de la condición de suelo. Así, para lograr una población de 70
plantas/m2, se requiere sembrar a razón de 80 a 90 semillas/m2 (Mera et al., 2007).
Sistema de siembra. En Chile se presentan dos realidades: existen aquellos cultivos
destinados a mercado fresco, donde generalmente se emplea poca tecnología
y la cosecha se realiza de forma manual, por otro lado, aquellos destinados a
la industria, donde se emplea habitualmente alta tecnología. Es así como en
cultivos destinados para fresco las distancias entre hilera fluctúan entre 55 a 70
cm, mientras que para la industria, donde se permiten distancias más angostas
entre hileras, entre 15 a 30 cm (Faiguenbaum, 2003).
Al respecto, Tay (2015) señala que la siembra de arveja para fresco debe realizarse
a chorro continuo o cola de buey, con una separación entre hilera de 40 a 50 cm,
obteniendo densidades de 70 a 80 plantas por metro cuadrado, lo que significa
una dosis de semilla de 120 kg/ha.
24
Figura 10. Siembra de arveja con máquina neumática, distancia entre hilera: 30 cm
Fuente: Fainguenbaum, 2003
2.7 FERTILIZACIÓN
Nitrógeno (N)
De acuerdo a lo señalado por Tay (2015), una fertilización nitrogenada no sería
necesaria debido a que el requerimiento de nitrógeno estaría cubierto por la
capacidad que tiene la planta de fijar nitrógeno del aire en el suelo.
Por otro lado, si bien cerca del 65% de los requerimientos del cultivo son suplidos
por bacterias del género Rhizobium, siempre será importante aplicar una dosis
inicial de 25 kg de N/ha, ya que el sistema de fijación simbiótica tarda algunas
semanas en establecerse. Además, se recomienda aplicar una segunda dosis
durante floración, alrededor de 30 y 50 kg de N/ha en cultivos para grano verde
y grano seco, respectivamente (Faiguenbaum, 2003).
Fósforo (P)
La arveja responde al fertilizante fosfatado, y debido a su rápido crecimiento
durante primavera, requiere de fosfato soluble como superfosfato triple, en dosis
de 150 a 250 kg/ha (69 a 115 kg/ha de P2O5), dependiendo del nivel de fósforo
en el suelo. En suelos bajos en fósforo (menos de 12 ppm de fósforo Olsen) se
requerirán incluso dosis mayores (Mera et al., 2015a).
Potasio (K). Considerado el elemento de mayor importancia. En la medida que
un análisis de suelo indique una disponibilidad menor a 100 ppm de K2O, se
recomienda fertilizar (Faiguenbaum, 2003). En suelos con deficiencia de potasio
se requieren de 100 a 150 kg/ha de muriato (60 – 90 kg K2O/ha) (Mera et al.,
2015b).
25
Enmiendas
Rendimientos del cultivo de arveja son afectados negativamente con valores
de pH inferiores a 5,5, por lo cual es recomendable corregir la acidez mediante
la incorporación de enmiendas calcáreas, alrededor de 1.000 kg/ha de cal, al
menos un mes antes de la siembra (Mera et al., 2015a).
2.8 MANEJO DE LAS MALEZAS
La arveja presenta lento crecimiento en invierno, por lo que es débil competidor
frente a las malezas. El control manual es útil, aunque debido a los altos costos y
reducida disponibilidad de mano de obra, es una limitante a considerar. Por otro
lado, el uso de herbicidas es un factor importante para mejorar los rendimientos.
En este sentido, una buena preparación de suelos favorecerá la emergencia del
cultivo y la acción de herbicidas pre emergentes (Tay, 2015).
El uso de trifluralina de pre siembra, incorporado en el suelo, puede complementar
a un herbicida de pre emergencia cuando hay abundancia de malezas como
duraznillo, sanguinaria, porotillo y vinagrillo, pero no lo reemplaza (Mera et al., 2015a).
La recomendación es evitar la aparición de malezas mientras el cultivo aún no
cubra el suelo. Para ello un herbicida de preemergencia es esencial. Entre las
opciones se encuentran simazina y metribuzina. Estos productos deben aplicarse
después de la siembra, preferentemente durante la primera semana, pero antes
de la emergencia de plantas de arveja y malezas. De ser necesario, se recurre a
herbicidas graminicidas de pos emergencia con malezas pequeñas, antes que el
cultivo se acerque a etapa de floración (Mera et al., 2015a).
Un pos emergente como bentazon es menos eficaz que un pre emergente y
se justifica sólo en casos donde no se ha logrado aplicar un producto de pre
emergencia (Mera et al., 2015a).
Cuadro 5. Herbicidas para controlar malezas en arveja
Época de aplicación
Pre siembra incorporado
Ingrediente activo
Trifluralina
Producto comercial
Treflan 48%
Triflurex 48%
Malezas controladas
Gramíneas y hoja ancha
Gesatop 90%
Simanex 90%
Simazina
Simazina 90%
Hoja ancha y gramíneas
Simazina 50%
Simanex 50%
Pre emergencia
Bectra 48%
Metribuzina
Metriphar 48%
Hoja ancha y gramíneas
Sencor 48%
Linuron
Afalon 50%
Linurex 50%
Hoja ancha y gramíneas
Bentazon
Basagran
Hoja ancha
Propizamida
Kerb 50%
Gramíneas incluidos cereales de resiembra y algunas hoja ancha
Pos emergencia
Fuente. Mera et al., 2015a
26
2.9 RIEGO
Los requerimientos hídricos del cultivo de la arveja para vaina verde son menores
que para grano seco, debido al ciclo del cultivo más corto. Tradicionalmente
el cultivo de la arveja en la zona sur ha sido de secano, recibiendo solo aportes
del agua lluvia, sin embargo, la arveja corresponde a un producto hortícola
altamente hidratado, por lo cual el riego puede llegar a ser necesario en algunas
temporadas. Con disponibilidad de agua suficiente, es recomendable un sistema
de riego que no requiera una inversión inicial tan alta. Por otro lado, se deben
evitar excesos de riego, debido al aumento de la incidencia de enfermedades,
además de ser delicado en cualquier etapa de desarrollo, pero particularmente
durante los meses de noviembre y diciembre, época donde el cultivo al presentar
un follaje más desarrollado y denso, se genera un ambiente propicio para el
desarrollo de enfermedades (Mera et al., 2007).
Se considera que el riego en etapas críticas del cultivo como floración y formación
de grano, puede aumentar considerablemente el rendimiento (Mera et al., 2015a).
2.10 PLAGAS
Pulgones (Pulgón de la arveja: Acyrthosiphon pisum; Pulgón azul de la alfalfa:
Acyrthosiphon kondoi)
El ataque de pulgones normalmente se hace crítico durante la etapa de floración
y crecimiento de vainas. Los daños se manifiestan habitualmente a través de una
deformación de los brotes que producen flores, afectando tanto la producción
de éstas como la formación de las vainas. El desarrollo de colonias en vainas
pequeñas genera curvatura y distorsiones que no les permiten desarrollarse.
Para minimizar el efecto de los virus transmitidos por pulgones, estos deben ser
controlados tan pronto se detecten colonias, siendo importante estar atento a la
aparición de esta plaga a partir de pre floración (Faiguenbaum, 2003).
Medidas de manejo consideran el uso de insecticidas piretroides, carbamatos, o
sistémicos. La misma aplicación, además ayuda a reducir la población de brucos
(Mera et al., 2015).
27
Figura 11. Pulgones
Fuente. Mera et al., 2015a
Bruco de la arveja (Bruchus pisorum)
El insecto es altamente dañino para la producción de grano seco, por otro lado
es poco relevante cuando se produce vaina verde. El daño es ocasionado por la
larva que se introduce en los granos. Durante la cosecha en seco es común que
se presenten larvas y pupas al interior de los granos, los que se transformarán en
adultos durante el almacenamiento. El insecto al estado adulto emerge de los
granos durante el almacenamiento, provocando orificios circulares de 2 a 3 mm
de diámetro (Norambuena et al., 1991 citado por Faiguenbaum, 2003).
El control se ejerce sobre individuos adultos, los cuales son afectados por el insecticida
fundamentalmente cuando se alimentan. Si ha habido aplicaciones de insecticida
para controlar pulgones durante floración, la misma aplicación contribuirá a reducir
la población de brucos adultos. Una segunda instancia de control es el uso de un
fumigante en bodega, una vez cosechado el grano (Mera et al., 2015b).
Figura 12. Estado adulto y daño en grano seco de arveja, causado por Bruchus pisorum
Fuente. www.fao.org Fuente. www.inra.fr
28
2.11 ENFERMEDADES
Caída de plántulas (Pythium spp.)
Esta enfermedad causa pudrición en plántulas, ya sea a nivel de semilla o cerca
del punto de unión de la plúmula y la radícula con los cotiledones, impidiendo
su posterior germinación. La enfermedad se asocia principalmente a semillas de
bajo vigor, con trizaduras, y/o condiciones frías y húmedas. El manejo considera
tratamiento a la semilla que contempla el uso de fungicida.
Enfermedades de raíces
Fusariosis (Fusarium oxysporum; Fusarium solani)
La agresividad de la enfermedad varía dependiendo de la raza del hongo que
provoca la infección. Los primeros síntomas corresponden a un amarillamiento
de las hojas basales, luego la enfermedad progresa gradualmente hacia las
hojas superiores afectando significativamente el crecimiento. Ataques severos
provocan marchitez generalizada que finaliza con la muerte de plantas
(Faiguenbaum, 2003).
Medidas preventivas consideran el establecimiento de rotaciones de cultivos, eliminar
los residuos de cultivos enfermos y el uso de cultivares resistentes (Latorre, 2004).
Enfermedades foliares
Manchas foliares y de vainas (Ascochyta pisi)
Origina lesiones en hojas, tallos, vainas y peciolos. El daño se manifiesta a través
de manchas circulares pequeñas y hundidas de color café claro, rodeadas por
un borde café oscuro o púrpura. Las lesiones aparecen inicialmente en las hojas
basales y se diseminan por el salpicado que provocan las gotas de lluvia. A pesar
que el hongo puede ser trasmitido por semilla, no es común que se produzcan
infecciones a nivel de plántulas (Faiguenbaum, 2003).
El control integrado considera el uso de semilla sana, mantener rotaciones de
cultivo por más de tres años y eliminación de restos infectados. Tratamiento
químico a la semilla y/o aplicaciones al follaje cuando se observen los primeros
síntomas (Bruna, 2000).
Figura 13. Lesiones causadas por Ascochyta pisi
Fuente: IPA Carillanca, Año 8 N°3, 1989.
29
Antracnosis (Colletotrichum pisi)
El hongo afecta la parte aérea de la planta (follaje, vainas y tallos). Se desarrollan
lesiones foliares pequeñas, más o menos esféricas, grisáceas y rodeadas de un
margen clorótico a pardo. La diseminación ocurre por semilla y la lluvia.
Medidas de manejo consideran el uso de semilla sana, eliminación de residuos y
establecer rotación de cultivos. Tratamiento químico en tanto, será dirigido a la
semilla y/o aplicaciones al follaje al momento de observar síntomas (Bruna, 2000).
Figura 14. Lesiones causadas por Colletotrichum pisi
Fuente: IPA Carillanca, Año 8 N°3, 1989.
Septoriosis (Septoria pisi)
La septoriosis es una enfermedad de importancia en la zona sur del país, donde
se favorece por periodos prolongados de alta humedad. Las lesiones causadas
por el hongo corresponden a manchas amarillas, de forma y tamaño variable, y
sin márgenes definidos (Faiguenbaum, 2003).
Medidas preventivas consideran la eliminación de residuos de tejidos infectados,
rotación de cultivos, uso de cultivares resistentes y semilla sana. Al observar
síntomas se recomienda tratamiento con fungicida (Bruna, 2000).
Figura 15. Lesiones en hoja de arveja causada por Septoria pisi
Fuente: Department of Primary Industries State of Victoria - Australia
Mildiu velloso (Peronospora pisi)
Enfermedad común en las zonas centro y centro sur del país, se caracteriza por la
presencia de manchas amarillentas e irregulares en el haz y desarrollo de micelio
grisáceo por el envés de las hojas. Las vainas, por su parte, muestran manchas de color
amarillento en su superficie, y al interior en correspondencia con las manchas exteriores,
se aprecia un crecimiento aterciopelado de color blanco (Faiguenbaum, 2003).
30
Medidas preventivas consideran la eliminación de residuos de cultivos enfermos,
rotación de cultivos por 2 a 3 años, uso de semilla sana y cultivares resistentes. El
control químico incluye el tratamiento con fungicida a la semilla y aplicaciones
preventivas de fungicida al follaje en presencia de síntomas (Bruna, 2000).
Figura 16. Desarrollo de micelio en el envés de la hoja, causado por Peronospora pisi
Fuente. Mera et al., 2015a
Oídio (Erysiphe pisi)
El oídio se caracteriza por el desarrollo de un micelio blanquecino sobre la superficie
de las hojas. Los primeros síntomas corresponden a pequeñas manchas blancas
circulares y pulverulentas. El ataque de oídio se ve favorecido en situaciones de
alta humedad relativa y rocío matinal, y con temperaturas relativamente altas
(Faiguenbaum, 2003).
Medidas de control a considerar son el uso de semilla certificada, eliminación
de residuos tan pronto finalice la cosecha, rotación con cultivos que no sean
leguminosas. Uso de fungicidas de acuerdo a lo indicado por fabricantes de
agroquímicos de productos registrados.
Figura 17. Síntoma de oídio, desarrollo de micelio blanquecino sobre la hoja
Fuente. Mera et al., 2015a
Mancha café o tizón foliar (Pseudomonas syringae pv. pisi)
Los síntomas iniciales causados por la bacteria corresponden a manchas acuosas
en hojas, vainas y tallos; las que posteriormente se necrosan y adquieren una
coloración café. La enfermedad se ve favorecida bajo condiciones húmedas
y de temperaturas templadas. Se disemina por el salpicado producido por las
31
lluvias. Sobrevive asociada a otros hospederos, en semilla de arveja infectada, y
en el suelo asociado a residuos de plantas enfermas.
Medidas preventivas consideran el uso de semilla sana, rotación de cultivos,
control de malezas, eliminación de residuos y realizar siembras a salidas de
invierno. Como tratamiento a la semilla, se recomienda su desinfección con
hipoclorito de sodio (1 a 2%), o el empleo de antibiótico como Estreptomicina
(Madariaga, 2009).
Figura 18. Tizón bacteriano de la arveja, manchas acuosas en hojas, tallos y vainas
Fuente: http://www.sgaonline.org.au/pea-blight/
Virosis
Aunque a nivel mundial la arveja se ve afectada por varios virus, en Chile sólo se
ha detectado la presencia del virus del mosaico del pepino (Sepúlveda, 1995).
Virus del mosaico del pepino
Este virus origina lesiones necróticas en vainas, tallos, hojas y semillas. Las plantas
afectadas pueden ver disminuido sus rendimientos en forma significativa, ya que
se reduce el número de granos, los cuales además no alcanzan un crecimiento
normal y/o se observan manchados (Faiguenbaum, 2003).
2.12 COSECHA
La madurez óptima para consumo en verde se logra con un contenido promedio
de humedad en los granos de 72 a 74%. En cultivos cosechados en su madurez
óptima, los granos representan entre 45 y 55% del peso total de las vainas.
Figura 19. Madurez óptima de la arveja para consumo en verde
Fuente. Faiguenbaum y Mouat, 2003
32
Para producciones destinadas a congelado, la cosecha se realiza en forma
mecanizada a través de trilladoras automotrices, ocurriendo el desgrane al interior
de la máquina. Por otro lado, en producciones para mercado fresco, donde son
cosechadas mayormente de forma manual, se realizan como mínimo dos cortes.
Estos se efectúan en la medida que se va consiguiendo la madurez de las vainas,
lo cual ocurre progresivamente desde la parte basal de las plantas hacia arriba.
Las vainas cosechadas se van vaciando en mallas o sacos con un contenido
promedio de 30 kilos (Faiguenbaum, 2003).
Figura 20. Maquina trilladora de arveja para la industria
Rendimiento potencial en vaina verde. Los rendimientos en vaina verde obtenidos
en el país para mercado fresco fluctúan entre 5.000 y 15.000 kg/ha. Los rendimientos
de grano verde para la industria, en tanto, fluctúan entre 3.000 y 6.500 kg/ha
considerado un producto de calidad óptima (Faiguenbaum, 2003). Por otro lado,
en la zona sur un cultivo de arveja para consumo fresco puede rendir alrededor de
10.000 kg/ha de vaina verde. Y las variedades para congelado tienen potencial
mayor que las variedades para consumo fresco (Mera et al., 2015a).
33
34
35
3. Aspectos
económicos
3.1 SUPERFICIE Y PRODUCCIÓN MUNDIAL
Producción mundial
La participación que cada continente posee en cuanto a producción mundial de
arveja verde se refiere, se muestra en la Figura 21, donde Asia es quien representa
la mayor cantidad de volumen producido (79%), con cerca de 175 millones
de toneladas. Le sigue en importancia Europa (9%) con aproximadamente 21
millones de toneladas. Por otro lado, y en último lugar se encuentra el continente
Oceánico, con un cerca de 1,3 millones de toneladas, representando el 1% de la
participación mundial.
Figura 21. Producción por continente
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de FAOSTAT.
Países productores
Dentro de los principales países productores a nivel mundial se encuentra China
y China Continental, quienes poseen la mayor superficie del cultivo de arvejas,
con cerca de 1,3 millones de hectáreas cada una, representado por un 36%
respecto del total. Chile en tanto se posiciona en el lugar número 46, con 1.925
hectáreas, representando un 0,05% respecto del total de superficie.
36
Cuadro 6. Superficie cosechada y participación de los países productores respecto de la producción mundial, año 2014
Localidad
Área cosechada (ha)
Participación (%)
China
1.339.205
36%
China, Continental
1.338.469
36%
433.560
12%
Estados Unidos de América
75.920
2%
Reino Unido
35.554
1%
Argelia
35.538
1%
Perú
34.943
1%
Colombia
31.621
1%
Francia
24.255
1%
Federación de Rusia
19.679
1%
India
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de FAOSTAT
Participación mundial del cultivo
China y China Continental poseen los primeros lugares en cuanto a producción
y superficie cultivada de arveja a nivel mundial se refiere. Durante el año 2014,
cada una de ellas produjo cerca de 10,7 millones de toneladas, representando
un 41% de la producción total. Por otro lado, Chile se ubica en la posición número
38 de producción, con un total de 14.441 toneladas producidas, correspondiente
al 0,05% respecto del total.
Figura 22. Participación mundial en la producción de arveja
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de FAOSTAT
37
3.2 COMERCIO INTERNACIONAL
Formas de comercialización
La arveja se comercializa principalmente como arveja seca o arveja verde,
esta última puede ser además comercializada de forma fresca o congelada. A
continuación (figuras 23 y 24) se detalla la producción mundial para arveja seca
y verde, durante los años 2013 y 2014.
Tanto la producción de arveja verde como seca aumentó durante el año 2014,
respecto al año 2013. Además, los volúmenes producidos de arveja verde son de
un valor bastante más elevado que el volumen producido de arveja seca, con
un poco más de 28 millones de toneladas para arveja verde, y 12,5 millones de
toneladas para arveja seca, durante el año 2014.
Figura 23. Producción mundial de arveja verde
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de FAOSTAT.
Figura 24. Producción mundial de arveja seca
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de FAOSTAT.
38
Principales importadores de arveja
Dentro de los diez principales países importadores de arvejas, Bélgica se ubica
en el primer lugar con un volumen de importación de 94.215 toneladas promedio
durante los años 2007 y 2016, le sigue Estados Unidos con 35.865 toneladas y en el
décimo lugar se encuentra Viet Nam, con 737 toneladas.
Figura 25. Países importadores de arveja
Fuente: Elaboración propia con datos de TradeMap.
Principales exportadores de arveja
Dentro de los principales países exportadores de arvejas se encuentra Francia,
con 41.458 toneladas promedio exportadas durante los años 2007-2016. En el
segundo lugar se encuentra Guatemala con 33.186 toneladas y en la posición
número 10 se encuentra Kenya, con 5.222 toneladas.
Figura 26. Países exportadores de arveja
Fuente: Elaboración propia con datos de TradeMap.
Exportaciones nacionales de arveja
En cuanto a las exportaciones nacionales se puede apreciar que únicamente
en el año 2007 se realizaron exportaciones, con un volumen de 1 tonelada, y
luego desde el año 2008 al 2016 no se registran exportaciones.
39
Figura 27. Exportación nacional de arveja
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de TradeMap.
Importación nacional de arveja
De las importaciones realizadas en Chile durante los últimos diez años, se aprecia
que desde el año 2012 al 2014 se importaron los volúmenes más altos, encontrándose entre los 180 y 300 toneladas, luego durante los años 2015 y 2016 no existen
importaciones de arvejas.
Figura 28. Importaciones de arveja en Chile
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de TradeMap.
3.3 SUPERFICIE Y SIEMBRA EN CHILE
El cultivo de la arveja en Chile ha ido adquiriendo importancia y continúa creciendo
en forma significativa. Actualmente se cultivan cerca de 2.000 hectáreas al año,
concentradas en las regiones del Biobío y La Araucanía.
El aumento en la superficie cultivada se debe principalmente al crecimiento en los
últimos años de la elaboración de congelados, que en conjunto con el enlatado,
sitúan a la arveja como uno de los cultivos hortícolas de mayor importancia
agroindustrial.
40
Superficie por Región
En Chile, las Regiones que presentan la mayor superficie cultivada con arveja
para consumo verde corresponde en primer lugar a la Región del Biobío, con
689,1 hectáreas, le sigue en importancia la Región de La Araucanía, con 362,7
hectáreas.
Figura 29. Superficie de arveja verde en Chile
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del INE.
Variación nacional del cultivo de la arveja verde
El cultivo de la arveja verde en Chile ha presentado un aumento aproximado de
un 48% entre los años 2015 y 2016, pasando de 1.350 hectáreas en el año 2015, a
2.002 hectáreas al año 2016.
A nivel nacional, la Región que presentó el mayor aumento de la superficie
cultivada con arveja fue la Región del Biobío, con una variación del 161% de la
superficie cultivada entre los años 2015 al 2016.
Cuadro 7. Variación de la superficie con arveja verde a nivel nacional
Superficie (ha)
Región
Variación (%)
Año 2015
Año 2016
2016/2015
Arica y Parinacota
7,3
14,7
101
Atacama
56,1
46,5
-17
Coquimbo
47,5
42,9
-10
Valparaíso
55,4
62,1
12
Metropolitana
98,5
214,3
118
O’Higgins
147,1
124,0
-16
Maule
219,8
268,9
22
Biobío
264,0
689,1
161
La Araucanía
276,7
362,7
31
Resto país
177,9
177,9
0
Total
1.350,4
2.002,9
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del INE.
48
41
3.4 ANÁLISIS ECONÓMICO
Se ha elaborado una estimación del resultado económico para el cultivo
de arveja en la Región del Biobío. Para lo cual se consideraron los costos de
establecimiento de 1 hectárea, con un horizonte de evaluación de 1 año, y con
una producción promedio de 8.500 kg/ha.
La estructura de costos considera las distintas labores (análisis de suelo, arado,
rastraje, sembradora, etc.). El costo de la mano de obra está relacionado con el
control de malezas, riego y cosecha. Finalmente, el costo de los insumos considera
el costo por fertilizantes, herbicidas e insecticida.
Cuadro 8. Costos directos de producción de arveja
Ítem
Costos ($)/ha (pesos chilenos)
Labores
355.000
Mano de obra
271.000
Semilla
260.000
Fertilizantes
115.400
Herbicidas
51.500
Insecticidas
50.000
Imprevistos (5%)
55.145
Total costos directos
1.158.045
Para el cálculo de los ingresos, se decidió trabajar con un precio promedio de
mercado de 0,371 US$ por kilo de arveja y un tipo de cambio de $620/US$.
Mediante los ingresos y los costos de producción del cultivo, el resultado de la
evaluación económica se refleja en un aumento de riqueza para quien realice la
inversión de casi $ 800.000 ($796.955) por hectárea de arveja y un margen neto
de un 41% en relación a las ventas.
Estos resultados estarían indicando que el cultivo de la arveja es rentable para
la Región del Biobío, ya que los valores indican una rentabilidad alta del cultivo.
Cuadro 9. Indicadores de evaluación económica para cultivo de arveja, 1 ha
Indicadores
Ingresos
$ 1.955.000
Costo directo
$ 1.158.045
Margen neto
$ 796.955
Margen neto
40,8%
El análisis de sensibilidad se basa en indicar cuánto es el impacto de variables
críticas (o cambiantes) en la generación de recursos del proyecto, siendo el tipo
de cambio y el precio del kilo de la arveja las que tienen mayor cantidad de
riesgo e impacto en el proyecto. Se consideró un cambio en un 10 y 20% en el
precio (al alza o baja) y un 5 y 10% en el tipo de cambio (al alza o baja) para ver
el comportamiento del margen neto. Resulta interesante destacar, que ante una
caída de un 10% en el precio del kilo de la arveja y una baja en el 10% del tipo de
cambio, el cultivo genera un margen positivo.
42
Cuadro 10. Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
Tipo de cambio
Precio de mercado
-20%
-10%
Promedio
10%
20%
-10%
267.150
425.505
601.455
777.405
970.950
-10%
-5%
346.328
513.480
699.205
884.930
1.089.228
-5%
Promedio
425.505
601.455
796.955
992.455
1.207.505
Promedio
5%
504.683
689.430
894.705
1.099.980
1.325.783
5%
10%
583.860
777.405
992.455
1.207.505
1.444.060
10%
3.5 ANÁLISIS ECONÓMICO CON CAMBIO CLIMÁTICO
A continuación se presentan los resultados del análisis de factibilidad económica
del cultivo de la arveja para la Región del Biobío, incorporando costos asociados
a un escenario futuro producto del cambio climático que podría afectar, dentro
de otras regiones, a la Región del Biobío.
Frente a un clima algo más adverso, donde se prevén aumento de temperatura,
entre otras manifestaciones, se consideró para el estudio económico con cambio
climático, aumentar el número de riegos del cultivo. Para lo cual se tomarán
como base los costos utilizados anteriormente (Cuadro 8), con la incorporación
de 2 jornadas hombres adicionales para el riego, lo que trae como efecto un
aumento en los costos del ítem mano de obra (Cuadro 11).
Cuadro 11. Costos directos de producción de arveja, con cambio climático
Ítem
Costos ($)/ha (pesos chilenos)
Labores
355.000
Mano de obra
311.000
Semilla
260.000
Fertilizantes
115.400
Herbicidas
51.500
Insecticidas
50.000
Imprevistos (5%)
Total costos directos
57.145
1.200.045
Para la valoración económica se consideró un rendimiento de 8.500 kg/ha, siendo
éste el rendimiento promedio declarado por los agricultores entrevistados.
Para el cálculo de los ingresos, se trabajó con un precio promedio de mercado
de 0,371 US$ por kilo de arveja y el tipo de cambio considerado fue de $620/US$.
Mediante los ingresos y los costos de producción de la arveja, el resultado de la
evaluación económica se refleja en un aumento de riqueza para quien realice
la inversión de 700 mil ($754.955) por hectárea de arveja y un margen neto de un
38,6% en relación a las ventas.
Estos resultados estarían indicando que el cultivo de la arveja es rentable para
la Región del Biobío, ya que los valores indican una rentabilidad alta del cultivo.
43
Cuadro 12. Indicadores de evaluación económica para el cultivo de arveja, 1 ha
Indicadores
Ingresos
$ 1.955.000
Costo directo
$ 1.200.045
Margen neto
$
Margen neto
754.955
38,6%
El análisis de sensibilidad se basa en indicar cuánto es el impacto de variables
críticas (o cambiantes) en la generación de recursos del proyecto, siendo el tipo
de cambio y el precio del kilo de arveja las que tienen mayor cantidad de riesgo
e impacto en el proyecto. Se consideró un cambio en un 10 y 20% en el precio
(al alza o baja) y un 5 y 10% en el tipo de cambio (al alza o baja) para ver el
comportamiento del margen neto. Resulta interesante destacar, ante una caída
de un 20% en el precio del kilo de arveja y una baja en el 10% del tipo de cambio,
el cultivo genera un margen positivo.
Cuadro 13. Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
Tipo de cambio
Precio de mercado
-20%
-10%
Promedio
10%
20%
-10%
225.150
383.505
559.455
735.405
928.950
-10%
-5%
304.328
471.480
657.205
842.930
1.047.228
-5%
Promedio
383.505
559.455
754.955
950.455
1.165.505
Promedio
5%
462.683
647.430
852.705
1.057.980
1.283.783
5%
10%
541.860
735.405
950.455
1.165.505
1.402.060
10%
Análisis con rendimiento de 4.250 kg/ha
Si bien los precios son un elemento importante a la hora de evaluar los proyectos,
los rendimientos también son otro factor relevante a la hora de tomar decisiones,
es por esto que se considerarán dos escenarios en donde los rendimientos son
distintos a los de la situación original, con el fin de observar el impacto que tendrá
el proyecto en cada uno de los casos.
Para dicho análisis se tomarán como base los costos utilizados anteriormente
(con cambio climático) (Cuadro 11).
Para la valoración económica se consideró un rendimiento de 4.250 kg/ha,
disminuyendo el rendimiento inicial del cultivo a la mitad debido al cambio
climático.
Para el cálculo de los ingresos, se trabajó con un precio promedio de mercado
de 0,371 US$ por kilo de arveja y el tipo de cambio considerado fue de $620/US$.
Mediante los ingresos y los costos de producción de la arveja, el resultado de la
evaluación económica se refleja en una disminución de riqueza para quien realice la inversión de más de 200 mil pesos ($222.545) por hectárea de arveja y un
margen neto de un -22,8% en relación a las ventas.
44
Cuadro 14. Indicadores de evaluación económica para el cultivo de arveja, 1 ha
Indicadores
Ingresos
$ 977.500
Costo directo
$ 1.200.045
Margen neto
$
Margen neto
-222.545
-22,8%
El análisis de sensibilidad se basa en indicar cuánto es el impacto de variables
críticas (o cambiantes) en la generación de recursos del proyecto, siendo el
tipo de cambio y el precio por kilo las que tienen mayor riesgo e impacto en el
proyecto. Se consideró un cambio en un 10 y 20% en el precio (al alza o baja) y
un 5 y 10% en el tipo de cambio (al alza o baja) para ver el comportamiento del
margen neto. Resulta interesante observar que solo en los casos donde el precio
de mercado aumenta en un 20% y el tipo de cambio aumenta en un 5 y 10% los
retornos para el cultivo de arveja son positivos.
Cuadro 15. Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, 1 ha
Precio de mercado
Tipo de cambio
-20%
-10%
Promedio
10%
20%
-10%
-487.448
-408.270
-320.295
-232.320
-135.548
-10%
-5%
-447.859
-364.283
-271.420
-178.558
-76.409
-5%
Promedio
-408.270
-320.295
-222.545
-124.795
-17.270
Promedio
5%
-368.681
-276.308
-173.670
-71.032
41.869
5%
10%
-329.093
-232.320
-124.795
-17.270
101.008
10%
Análisis con rendimiento mínimo
Finalmente se analizará el rendimiento mínimo que debe tener el cultivo de la
arveja para que el resultado de la evaluación económica sea igual a 0, o sea
cuando no existe pérdida ni ganancia al realizar el proyecto.
Para dicho análisis se tomarán como base los costos directos de producción con
cambio climático (Cuadro 11).
Para la proyección del flujo de caja de la arveja se tomaron como parámetros: un
rendimiento promedio de 5.218 kg/ha, siendo esta cantidad la mínima que debe
rendir el cultivo para no obtener ni pérdidas ni ganancias en el proyecto; un tipo
de cambio de $620 y un precio de venta de US$0,371. El aumento de riqueza que
genera la plantación de una hectárea para quien realiza la inversión equivale a
$0, presentando una disminución de $796.955 con respecto a la situación original.
El análisis de sensibilidad se basa en indicar cuánto es el impacto de variables
críticas (o cambiantes) en la generación de recursos del proyecto, siendo el
tipo de cambio y el precio del kilo de arveja las que tienen mayor cantidad de
riesgo e impacto en el proyecto. Se consideró un cambio en un 10 y 20% en el
precio (al alza o baja) y un 5 y 10% en el tipo de cambio (al alza o baja) para
ver el comportamiento del margen neto. En el Cuadro 16 se aprecia que ante
cualquier baja, ya sea en el tipo de cambio o en el precio, trae consigo una
45
pérdida al realizar el proyecto, y por otra parte, un alza en el tipo de cambio o en
el precio de la arveja traería consigo ganancias para quien ejecuta el proyecto.
Cuadro 16. Análisis de sensibilidad para el cultivo de arveja, con rendimiento mínimo, 1 ha
Precio de mercado
Tipo de cambio
-20%
-10%
-325.212
-10%
Promedio
10%
-228.009
-120.005
20%
-12.000
106.804
-10%
-5%
-276.610
-174.007
-60.002
54.002
179.407
-5%
Promedio
-228.009
-120.005
0
120.005
252.009
Promedio
5%
-179.407
-66.002
60.002
186.007
324.612
5%
10%
-130.805
-12.000
120.005
252.009
397.215
10%
46
47
4. Mapas de
aptitud productiva
A continuación se presentan los mapas de aptitud productiva por clima
(condición actual y futura), por suelo, por clima (condición actual y futura) y
suelo conjuntamente, para arveja.
48
1. Mapa de aptitud productiva por clima, condición actual
49
2. Mapa de aptitud productiva por clima, condición futura (2030)
50
3. Mapa de aptitud productiva por suelo
51
4. Mapa de aptitud por suelo-clima, condición actual
52
5. Mapa de aptitud por suelo-clima, condición futura (2030)
53
54
55
5. Recomendaciones
productivas
El cambio climático se está convirtiendo en un desafío de importancia para
los productores agrícolas, debido a que en el mediano plazo tendrán que
acostumbrarse a un nuevo panorama, que en muchos casos será diametralmente
opuesto al que acostumbran, algo más adverso e inestable.
Al respecto, diversos estudios señalan que con su llegada aumentará el promedio
de las temperaturas y de acumulación de grados días durante el verano;
disminuirán las horas frío en invierno; y se incrementará la ocurrencia de otros
eventos inusuales como los periodos cálidos en invierno y la ocurrencia de lluvias
tardías en primavera.
El efecto de un aumento térmico tiene muchos aspectos a considerar. Por una
parte, este no necesariamente se producirá durante todo el ciclo del cultivo.
De hecho, se espera que los mayores aumentos se presenten en los meses de
primavera-verano. Por lo tanto, la ocurrencia de olas de calor en esos meses
podría ser crítica para los cultivos, dependiendo de su estado de desarrollo.
Además de los efectos sobre la producción, un aumento térmico puede influir
sobre la calidad del producto final, por ejemplo, aumentaría la incidencia de
algunas enfermedades y plagas, los insectos al crecer en un ambiente más
cálido, tendrán ciclos de vida más corto.
Si bien, es imposible predecir si en una temporada determinada se manifestarán
aumentos térmicos, y más aún precisar el estado de desarrollo en el cual se
encuentre el cultivo, existen medidas de adaptación y/o mitigación que se deben
considerar en el futuro, como son la modificación en las fechas de siembra, o
la utilización de variedades menos susceptibles al aumento de temperaturas.
Una modificación en el cambio de fecha de establecimiento del cultivo implica
poder optimizar su productividad, permitiendo que el cultivo explore las mejores
condiciones ambientales y, cuando las condiciones desfavorables son inevitables,
minimizar la coincidencia de estas con los estadios de desarrollo más vulnerables
del cultivo.
Además, del aumento de las temperaturas, el cambio climático trae consigo
una variación en el régimen de las precipitaciones, lo que en conjunto, causarán
56
un incremento de los requerimientos hídricos de los cultivos. Por ello es importante
desarrollar un adecuado manejo agronómico de las hortalizas para hacer frente a la
escasez hídrica y lograr un uso más eficiente del recurso. De forma paulatina ocurrirá
un desplazamiento del sistema de riego por surco, dando paso a alternativas como
por ejemplo el riego por cintas o goteo. Por otro lado, el uso de acolchados o mulch,
ya sean plásticos u orgánicos, ayudan a disminuir la evaporación del agua del suelo,
mejoran la temperatura del mismo y favorecen el crecimiento de las raíces.
Sin duda, la agricultura deberá adaptarse a los nuevos escenarios climáticos mediante
cambios que permitan atenuar los impactos desfavorables de un clima algo más
adverso e inestable. Dentro de un plan de adaptación deberán incluirse mejoramientos
en la gestión del riego, sistemas para la prevención y regulación de temperaturas
altas, control integrado de plagas, mejores sistemas de monitoreo y alerta climática,
desarrollo de nuevas variedades mejor adaptadas a las nuevas condiciones climáticas,
control de eventuales eventos como el viento y granizos, mecanismos de reducción
del estrés, posibles relocalizaciones de especies y variedades, cambio de sistema
de manejo de suelo, entre otros. De cualquier forma, las estrategias de adaptación
dependerán de la localidad y la especie principalmente.
En la zonificación climática al año 2030 para el cultivo de la arveja, se observan algunos cambios en las variables climáticas que podrían afectar los potenciales productivos en distintas zonas de la Región del Biobío. Dichas zonas son el secano interior,
valle central, litoral, precordillera y cordillera, en algunas comunas de la región, lo que
se describe a continuación.
Para la zona del valle central se muestran distintos factores limitantes para la producción
de la arveja, donde se encuentran los días grado y un elevado número de días con
temperatura sobre 30°C, para las comunas de Laja, Los Ángeles, Nacimiento, Negrete,
Pemuco, Cabrero, San Rosendo, Santa Juana, Quirihue, San Fabián, Florida y Yumbel.
Días grado para el valle central de la comuna de Hualqui. Días grado, déficit hídrico
y número total de heladas para las comunas de Chillán, Ñiquén, Pinto y San Ignacio.
Días grado, número total de heladas y elevado número de días con temperaturas
sobre 30°C, para las comunas de Alto Biobío, Antuco, El Carmen, Mulchén, Quilaco,
Quilleco, Santa Bárbara, Tucapel y Yungay. Y, por último, días grado y déficit hídrico
para las comunas de Bulnes, Chillán Viejo, Coihueco, Ninhue, Portezuelo, Quillón,
Ránquil, San Carlos y San Nicolás.
Para la zona de secano interior y la zona de litoral, el factor limitante a la productividad
son los días grado, principalmente para la zona del secano interior en las comunas
de Arauco, Cañete, Cobquecura, Coelemu, Contulmo, Santa Juana, Nacimiento,
Treguaco, Chiguayante, Curanilahue, Concepción, Coronel, Lebu, Los Álamos, Lota,
Penco, San Pedro de la Paz, Talcahuano, Tirúa y Tome. Y, para la zona de litoral en las
comunas de Trehuaco, Cañete, Coelemu, Lebu, Arauco, Talcahuano, San Pedro de la
Paz, Cobquecura, Coronel, Hualpén, Los Álamos, Lota, Penco, Tirúa y Tomé.
Para la zona de precordillera, se presenta como limitante altas temperaturas para las
comunas de El Carmen, Pinto y San Ignacio; y sumado a esta limitante el número total
de heladas para las comunas de Pemuco, Tucapel, Yungay, Alto Biobío, Quilaco y
Mulchén.
57
Y, por último, en la zona de cordillera, se presentan como limitante a la producción, el
número total de heladas y la suma térmica para las comunas de Santa Bárbara, Alto
Biobío, Antuco, Coihueco, Mulchén, Pemuco, Pinto, Quilaco, Quilleco, San Fabián,
Tucapel y Yungay.
58
59
6. Bibliografía
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2017.
61
62
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