Defender el Amor: la comunicación en el matrimonio La comunicación es uno de los temas centrales en el matrimonio. El matrimonio crece en el amor a través de la comunicación. Incluso cuando hay grandes problemas conyugales, pueden resolverse cuando hay comunicación. Si no hay comunicación, problemas que eran pequeñísimos se hacen enormes. No se trata de hablar más, sino de comunicar mejor. La diferencia es abismal. Dejar hablar al otro forma parte de una buena comunicación. La comunicación no es cuánto hablas, sino qué trasmites y cómo dejas hablar al otro. Esta charla se divide en 3 puntos fundamentales: A) Obstáculos para una buena comunicación B) Medios no verbales para la comunicación C) Medios verbales para la comunicación A) Obstáculos Existen obstáculos para externos una buena e internos comunicación a la persona. Obstáculos externos: La falta de tiempo: trabajo, grandes distancias, colegios, cultura de la prisa, niños, materialismo, doble trabajo para poder dar lo mejor a mi mujer, a mi marido, a mis hijos ... y se me olvida que lo mejor de mí soy yo mismo. La televisión: con cientos de canales. Tiene más canales que mi marido o mi mujer, habla de más cosas, le puedo controlar el volumen, la controlas a distancia, la televisión es una maravilla. Pero no te imaginas el daño que ha hecho. Saca la televisión de tu cuarto cuanto antes. Cuando no hay educación, no te imaginas el daño que hace. El celular: cuando llegas a tu casa apagas el celular, o en todo caso sólo respondes a las urgencias y que la gente sepa que tu no respondes. Los hijos: tú los puedes convertir en un obstáculo. Por tu culpa, los hijos pueden estar mal formados y mal educados en este sentido. Y no sólo los hijos, está la familia política, los hermanos, los tíos. Todo el mundo debe tener su lugar, debe haber una jerarquía: primero mi marido, primero mi mujer, después todos los demás. Cosas que se iniciaron en el noviazgo deben fortalecerse en el matrimonio. No hay que dejar de ir al cine, salir a cenar, etc. Acostumbra a los niños a que desde chiquitos duerman en su cama. Actividades que te has creado incompatibles con la vida familiar. Por ejemplo: si por el trabajo no puedes ver a tu familia en toda la semana, no puedes pretender jugar el golf durante todo el sábado, todos los sábados. En cambio, no hay problema con esa actividad si durante la semana tienes tiempo para dedicar a tu familia. Obstáculos internos: cuando el problema eres tú El carácter: Hay que quitarse de la cabeza el “yo soy así, así me conoció”. El carácter se puede mejorar. La edad: la edad se puede convertir en tu peor enemigo o en tu máximo aliado. Si desde novios, desde que son un matrimonio joven, se saben comunicar, la edad, mientras más crezcan, más comunicación. Son cómplices, son aliados. No es lo mismo tener un año de casados que cuarenta. A los cuarenta años me basta levantar una ceja y ya me entendiste lo que quiero, lo que me gusto. Me baste verte a los ojos y ya sé qué quieres. Los primeros años son de conocimiento. Pero la edad también puede ser tu peor enemigo: no hablaban de jóvenes .. ¿quieres ver cómo van a llegar a la edad adulta? Se convierten en dos soledades viviendo en la misma casa, sólo atentos el uno al otro de que no se haya muerto. Por eso Agatha Christie les decía a las mujeres: “cásate con un arqueólogo, mientras más vieja te pongas más encantadora te encontrará”. ¿Pero y si el tío no es arqueólogo? Las malas experiencias por el miedo al fracaso. Por ejemplo: yo antes hablaba, pero como no llegábamos a nada, dejé de hablar. Como no podíamos ponernos de acuerdo, dejamos de hablar. Mejor pelear antes que callar. El silencio es lo peor. vida. Podríamos pensar que esta charla va a tratar de “los detalles”. La intimidad, la verdad, la fidelidad, la sinceridad, las salidas afueras. Pero no son un “detalle”, son requisitos. El contacto físico, el respecto por encima de cualquier cosa, el perdón, no son detalles. Comunicaciones erróneas: decir justo lo contrario de lo que querías decir. Si no te puedo decir si me gusta tu vestido, si quiero ir al cine, si me quiero quedar en casa, ¿te podré decir que te amo? Si no te puedo decir mirándote a los ojos que tu vestido está bonito, ¿te podré decir que te amo?. Es importante que yo te pueda decir lo que quería decirte. El silencio. No estamos hablando del silencio de la paz, sino del silencio de la indiferencia. Necesitamos corazones de hombre y de mujer como los nidos de estas águilas, inaccesibles. Accesibles a todo el mundo para la caridad, el servicio y el perdón. Pero, para los afectos del corazón, inaccesibles. Al corazón no entra nadie más que Dios, mi marido, mi esposa. En otro nivel mis hijos, mis padres, mis hermanos, mis tíos, mis primos. En otro nivel mis amigos, etc. Pero en lo más profundo de mi corazón sólo Dios y la persona que es mí otro yo y con la que tendría que estar toda la vida. B) Medios no verbales para corregir los obstáculos en la comunicación Las obras dicen más que las palabras. La comunicación no verbal es más poderosa que la verbal. Decía San Agustín: "no habléis de amor a vuestro hermano, amadlo". Es como decir: no me cuentes historias, ámame, que se vea. Si me quieres, dímelo, pero no con palabras huecas. No se trata de “si me quieres, demuéstramelo” (te he comprado una camioneta, venimos de un crucero, etc.). No es demuéstramelo y menos con dinero, con cosas, sino con la 1) La fidelidad. Las águilas reales construyen sus nidos en la parte más escabrosa de las montañas, no en un árbol donde pueden llegar otras aves, serpientes, etc. sino en un sitio inaccesible. El águila valora tanto lo que pone en su nido que tiene que estar en un lugar donde no llegue nadie. Y cómo nos hacemos accesibles hoy, es impresionante. ¡Cómo se hacen accesibles las mujeres a través de la ropa!. Vístete bien, no te hagas accesible. Y los hombres se hacen accesibles cuando, por ejemplo, comienzan a decir piropos a sus compañeras de trabajo. Consejo de oro: guárdate todos tus piropos para tu marido, para tu mujer. A los demás: gracias, por favor, con permiso, pase usted. Enciendes la televisión o vas al cine o escuchas música y las mejores letras de las canciones, las mejores películas muestran amores espectaculares en donde no hay matrimonio por ninguna parte. El tema del adulterio es gravísimo hoy en día. Si quieres transmitir amor: primero fidelidad. Y esto significa permanecer inaccesible. 2) La verdad. Las pequeñas mentiritas luego se hacen grandes y hacen de tu vida una falsedad enorme. ¿Sabes cuántas cosas bonitas transmites con la verdad y cuantas cosas malas con la mentira? Con la verdad transmites confianza, seguridad, estabilidad. Se ve el futuro. Con la mentira transmites, celos, incertezas, angustias, desconfianzas. Cuando se abre la puerta de la desconfianza, ¿quién la cierra?. Mejor pelear que decir mentiras. Entre marido y mujer hay una palabra hermosísima que se llama transparencia. Que pueda mirarte a los ojos y decirte de dónde vengo. Y cuando te diga “te amo” y “te quiero”, sabrás que te estoy diciendo la verdad. No existe la mentira piadosa. No uses jamás una careta. Preséntate cómo eres. Mírale a la cara, a los ojos, sé transparente. 3) Dedicarse tiempos de oro. Si no hay cantidad en estos tiempos modernos (trabajo, niños pequeños, etc.), por lo menos que haya calidad. ¿Qué significa calidad? Que llego a la casa y me dedico a ti, no a la computadora, a Internet, a facebook y cuanta tontería y media existe. Si quieres transmitir amor: diferencia entre oír y escuchar. Oír, es oír pasar un tren, un avión, etc. Escuchar es concentrarme en ti. Cuando tu marido, tu mujer, te dice ¿tienes 5 minutos?, deja todo y concéntrate en él o ella. Además que es un principio básico de educación. Pero si sigo leyendo el periódico o viendo la televisión, te estoy diciendo que no me interesa lo que me vas a decir. Escuchar es un acto de la voluntad, oír no. El amor es siempre escuchar, sobre todo lo que el otro no dice. Cuando miras a una persona a los ojos, oyes lo que dice y ves lo que no dice. Una mujer que se siente escuchada se siente amada. Igual un hombre. Por lo tanto, escuchar, escuchar. 3) Actos de servicio. ¿Quieres transmitir amor? Haz todos los actos de servicio que puedas. Eso se llama interés por las cosas de él o de ella. A veces parece que tenemos intereses más altos que la felicidad de los nuestros: la moto, un perro, el trabajo, un auto, la tele, una colección de estampillas. 4) Respeto. Palabras, tacto, manera de referirte a él o ella, se ve que hay amor o desamor. Qué significa respeto: no ofendas, no insultes, no subas un cierto volumen. Griten cuando se está quemando la casa. Mientras más bajes la voz, más llegarás al corazón. Se puede pelear, con amor y por amor. No con odio y por odio, no con venganza y por venganza, con ira y por ira. ¿Quieres una clave para el respeto? La clave es la comprensión de que estás hablando con un hombre, con una mujer que tiene defectos, debilidades, que tiene incluso tics. Hay que comprender que el hombre y la mujer se comportan de manera diferente y complementaria tal como se explica en el libro "¿Qué hago si me media naranja es toronja? Guía para comprender, tolerar y amar a nuestra pareja usando el cerebro?". 5) La intimidad. Consiste en transmitir amor sin palabras con puras actitudes. La intimidad es importantísima. La intimidad es una demostración de amor sin palabras, es el lenguaje de la ternura. No vengo a decirles aquí cuando cuánto tienen que hacerlo y cómo, porque precisamente la intimidad se trata de la intimidad entre ustedes dos y nadie más se pueden meter. Pero si les puedo decir que son horribles los pretextos. Cuando no se puede, no se puede. Pero cuando hay pretextos se nota. Cuando hay pretextos, lo deben hablar ustedes solos. 6) Siempre perdona. La mejor forma de transmitir amor es perdonando. ¿Perdonar que llegué media hora tarde? ¿Perdonar que se me saló la sopa? Esas son nimiedades, claro que se perdonan. ¿Se puede perdonar la infidelidad o la violencia? Yo lo que les digo es que hay que perdonar siempre. Dice el Evangelio: setenta veces siete. Pero, el mismo que dijo que hay que perdonar setenta veces siete, es el mismo que dijo que existe el infierno, que habla sobre el infierno en diez ocasiones. Es eterno, un fuego que no se apaga. Rechinar de dientes, muchísimos van para allá, porque va de bajadita, no de subidita. Tremendo, Lázaro se fue al paraíso, en cambio el epulón se fue al infierno. Dios perdona todo y perdona siempre. ¿Entonces porqué existe el infierno? Al infierno se van a ir los cínicos y las cínicas. ¿Quiénes son esos? Los que no piden perdón. Jesús dice que el pecado que no se perdona es el pecado contra el Espíritu Santo. Es no pedir perdón, es rechazar la gracia de Dios. Es saber que Dios perdona y yo no se lo pido. Es la soberbia al grado máximo. Dios también perdona a la gente que ha abortado si se arrepiente. Por lo tanto, cuando digo que “siempre hay que perdonar”, te pido que distingas entre arrepentimiento y cinismo. Un cínico es una persona que no pide perdón. Si a ti ya te han ofendido gravemente con una infidelidad o violencia y te piden perdón, perdona. A una persona arrepentida hay que perdonarla siempre. Perdónalo todo, perdónalo siempre. Desde luego, es importantísimo pedir perdón. 7) "Venía pensando en Ti". Cuando llegues a tu casa lo primero que tienes que hacer es ir a saludarla, a saludarlo. Ve a darle un beso. Si vas primero al refrigerador le harás saber que venías pensando en un sándwich, en una cerveza. Para eso sirve el celular. Imagínate que a media mañana tu esposa recibe un mensaje que dice “te quiero”. ¿Sabes cuántas cosas puedes lograr haciéndole saber que piensas en él o en ella? 8) No hay otro como tú. Hazle sentir a tu cónyuge que no hay nadie como él o ella. Si vas a una cena o a una reunión donde no eres el anfitrión, ¿a quién atiendes primero?. En tu casa, son papá y mamá y cinco hijos, ¿a quién le sirves primero? ¿Al papá o a la mamá, o al niño de dos, al de tres, al de cinco?. Primero a tu marido, a tu esposa. Prefiere en todo a tu marido, a tu mujer. No hay otro como tu, es el más importante. 9) Importancia de las celebraciones. Celebren todo lo que puedan, pero distingan entre solemnidades y fiestas. Las solemnidades son cumpleaños, onomásticos, aniversarios de casados. Esos festéjalos a lo grande. Váyanse solos aunque sea un par de veces al año. ¿Y cuales son las fiestas? Una vez a la semana, festejar el amor de la pareja. ¿Cuándo? Viernes, sábados y domingos, no, por todos los compromisos familiares. Miércoles puede ser un buen día, partan la semana en dos. ¿qué se hace? Te paso a buscar a las 7 de la tarde y salimos a caminar, al cine, a cenar, al teatro, etc. Si no se dan ustedes este espacio, si dejen el amor para mañana, no se dan cuenta del daño que se están haciendo. El amor no se deja para mañana, el amor es todos los días. 10) La fuerza de la sonrisa. El humor es una de las mejores prendas que se pueden vestir en sociedad. El mejor testimonio que una esposa puede dar a un esposo es un rostro en el que se refleja la alegría. Porque esto muestra por sí sólo que él ha sido capaz de llenarle la vida, de hacerla feliz. Señores, señoras, la responsabilidad es 50 % y 50 %. ¿Qué pasa si descubres que tu matrimonio anda mal? Pidan ayuda a Dios y pidan ayuda a los profesionales. ¿Quiénes son los profesionales? Un psicólogo o un terapeuta católicos. Los que no son católicos tienen la desventaja de que no saben lo que es un sacramento, el sacramento del matrimonio. ¿Porqué puede ser necesaria la ayuda? Los curas y los terapeutas no tienen la varita mágica. La mayoría de las veces se necesita que una tercera persona, alguien desde afuera les ayude y opine. Hay tanta gente que se está ahogando en un vaso de agua. O que cree que su problema es único, un caso único en el universo. A veces sólo hace falta un empujoncito. Sacarlos de abajo del agua para que respiren. Lo que es importante es no minimizar los problemas. A veces no se pide ayuda a tiempo porque se minimiza el problema, que no era un problemita sino un problemón. C) Los medios verbales para la comunicación Decía monseñor Fulton Sheen: jamás sabrás si una persona te ama si no te lo dice. No basta con hacer todos los medios no verbales, hay que poner los verbales. ¿Cuáles son? Primero, decir las cosas. Marido y mujer se deben decir que se quieren. ¿Todavía se dicen te quiero, te amo, te necesito? ¿Cuáles son las cualidades del diálogo? El diálogo debe ser cordial: el tono de voz, las palabras acompañadas de miradas, “por favor”, “gracias”, “pasa tu primero”, etc. ¿Hace cuánto que no le dices a tu mujer que está guapa? O a tu marido. El diálogo debe ser oportuno. En un ambiente cómodo, cordial, tranquilo, sin distracciones. El diálogo debe ser humilde. Querer lo que él quiera, lo que ella quiera y con toda sinceridad dices qué prefieres hacer. Y no con indiferencia. Nunca insultar, no dominar, no imponer, no gritar. El diálogo debe ser claro. Es una cualidad importantísima. Diálogo claro quiere decir que lo que yo diga sea lo que tu entiendas. El diálogo tiene que ser profundo y superficial. Superficial: marido y mujer tiene que hablar de perros, gatos y caballos, de pizza, de cine, de teatro, hamburguesas, del trabajo, de colegios, de todo lo que sea. Pero también debe ser diálogo profundo: hay tres preguntas importantísimas que deben hacerse los esposos: ¿Te estoy haciendo feliz?, ¿Qué más tengo que hacer para que seas más feliz?, ¿Qué tengo que dejar de hacer hoy mismo para que seas más feliz? Conclusión Ámense con todas las posibilidades, con la amplia gama de manifestaciones que te permite el corazón. Porque amar es la manera más intensa de vivir. Si me quieres, dímelo. Si me quieres, déjame que me dé cuenta.