ESCUELA SECUNDARIA NORMAL N°15 NORMAL SUPERIOR “DOMINGO F.SARMIENTO” MATERIA: LITERATURA LATINOAMERICANA CURSOS: 5to A-B Ciclo orientado (Naturales-Humanidades) 2019 La literatura (Material reelaborado por el docente) A pesar de que no existe una definición exacta acerca de cuándo un texto es considerado literario, se pueden dar dos características fundamentales de los mismos: Su carácter ficcional. Se hace un uso estético del lenguaje. El concepto de ficción El término ficción (que proviene del verbo latino fingere) significa originalmente “representar”. Son ficciones todos aquellos discursos en los que se simulan acciones o acontecimientos imaginarios, producto de la invención o recreación de un autor. Con el nombre de no- ficción, en cambio, se designa el discurso que presenta situaciones reales, efectivamente ocurridas. Los géneros literarios son, entonces, ficciones. Leamos la siguiente poesía: La niña de Guatemala (José Martí) Ella, por volverlo a ver, salió a verlo al mirador; él volvió con su mujer, ella se murió de amor. Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la niña de Guatemala, la que se murió de amor. Como de bronce candente, al beso de despedida, era su frente -¡la frente que más he amado en mi vida!... Eran de lirios los ramos; y las orlas de reseda y de jazmín; la enterramos en una caja de seda... Se entró de tarde en el río, la sacó muerta el doctor; dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor. Ella dio al desmemoriado una almohadilla de olor; él volvió, volvió casado; ella se murió de amor. Allí, en la bóveda helada, la pusieron en dos bancos: besé su mano afilada, besé sus zapatos blancos. Iban cargándola en andas obispos y embajadores; detrás iba el pueblo en tandas, todo cargado de flores... Callado, al oscurecer, me llamó el enterrador; nunca más he vuelto a ver a la que murió de amor. 1 José Julián Martí Pérez (La Habana, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, 19 de mayo de 1895) fue n político republicano democrático, pensador,escritor, periodista, filósofo y poeta cuban o, creador del Partido Revolucionario Cubano. El 10 de mayo de 1878 murió la guatemalteca María García Granados y Saborío, lo que daría lugar a una triste leyenda inspirada por los amores frustrados entre Martí y María. Martí dejó su tristeza plasmada en el poema IX de sus Versos Sencillos. Para ver, escuchar y comparar con la obra: https://www.youtube.com/watch?v=H667LjrXbgs&list=RDH667LjrXbgs#t=49 La situación que presenta la obra es absolutamente verosímil, es decir, posible o creíble. Pero, al margen del origen de la anécdota de la poesía (un episodio real o inventado), el universo que presenta es totalmente fabulado, es producto de la invención del autor. El pacto de ficción El que produce literatura ofrece un mundo imaginario y el lector lo recibe como tal. De allí que no sería necesario pedirle al autor precisiones sobre el episodio (cómo era el nombre del hombre que abandona a la niña de Guatemala, si hay testigos de lo que cuenta, etc.) o sorprenderse porque sucedan cosas que sobrepasen los límites de lo posible (aparición de fantasmas, ángeles, desaparición de ciudades en un instante, etc.). Entre el autor y los lectores se establece un pacto también imaginario, los lectores aceptamos que todo es una invención. Salvo que el lector rompa ese acuerdo (¡Esto es absurdo, disparatado!) la literatura sigue funcionando. El eclipse -Augusto Monterroso Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo. Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas. Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida. -Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura. 2 Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén. Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles. Verosimilitud La verosimilitud es la credibilidad o congruencia de un elemento determinado dentro de una obra de creación concreta. Se basa en el hecho de que los elementos que la componen han de ser creíbles para los lectores o para la opinión común. Lo verosímil, no es necesariamente lo verdadero (aunque puede serlo) sino lo que tiene apariencia de verdad. Una obra literaria puede tener distintos niveles de verosimilitud: Nivel alto: los hechos en que se basa la obra son creíbles o posibles en el mundo real. Nivel medio: los hechos son posibles en el mundo real pero es poco probable que sucedan. Nivel bajo: los hechos son imposibles dentro del mundo real. La función estética del lenguaje En la vida social usamos la lengua para, entre otros fines, informar, expresar, ordenar, convencer. En el discurso literario (la poesía, el cuento, la novela, el drama, etc.), en cambio, la situación es diferente. Por ejemplo: Reconocer el uso del término “lluvia” en los dos textos siguientes: La lluvia (del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de tipo hidrómeteorologico que se inicia con la condensación del vapor de agua contenido en las nubes. Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o de gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no sería lluvia, sino virga, y, si el diámetro es menor, sería llovizna.1 La lluvia se mide en milímetros. La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y, especialmente, la humedad atmosférica. El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la superficie contra la que choque, el sonido que producirá será diferente. https://es.wikipedia.org/wiki/Lluvia Aplastamiento de las gotas Julio Cortázar 3 Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós. Reconocer el uso de los términos “mariposa” y “león/ leona” en los siguientes textos En el reino animal, el ciclo de la vida varía notablemente en referencia al tiempo. Por ejemplo, así como el lapso vital de las mariposas se contabiliza en días, el tiempo de vida de los leones abarca varios años. (Enciclopedia Espasa Calpe) ASÍ ALFONSINA STORNI Hice el libro así: Encogida a ratos y a saltos después Gimiendo, llorando, soñando, ay de mí. Sangraron mi vida y a sangre maté. Sé que, ya paloma, pesado ciprés. Mariposa triste, leona cruel, O mata florida, lloré y más lloré. Di luces y sombra todo en una vez. Ya probando sales, ya probando miel, Cuando fui leona nunca recordé Los ojos lloraron a más no poder. Cómo pude un día mariposa ser. Da entonces lo mismo, que lo he visto Cuando mariposa jamás me pensé bien, Que pudiera un día zarpar o morder. Ser rosa o espina, ser néctar o hiel. Así voy a curvas con mi mala sed Podando jardines de todo jaez. La literatura pone en un primer plano la lengua: las palabras elegidas y su combinación. Si el poema de Benedetti se enunciara de otra forma (por ejemplo decir, “Te tengo y no te tengo”), se perderían precisamente esas elecciones y combinaciones, es decir, la manera particular en que el autor produjo esos enunciados. La función estética se manifiesta, entonces, en el modo en que se aprovechan todas las posibilidades de la lengua: sonoras, sintácticas, gráficas, etc. (por ejemplo, las reiteraciones de sonidos, la disposición de las palabras en la página, etc.). 4 Extrañamiento El extrañamiento consiste en volver extraño lo conocido, deshacernos de automatismos, y refrescar nuestra mirada sobre el entorno cotidiano. El término se utiliza en literatura para definir un proceder en el lenguaje literario que permite ofrecer una perspectiva nueva de la realidad. Puede lograrse presentándola en contextos inhabituales, o recurriendo a la exageración, lo grotesco, incluso lo absurdo, para que se note que se trata de una ficción. A nivel lingüístico, se puede recurrir a palabras inusuales, creando esquemas insólitos en los géneros literarios, o dibujando situaciones sorprendentes a nivel de percepción. El extrañamiento no modifica nuestra percepción, sino la presentación de la misma. Lee el siguiente fragmento de un texto de Julio Cortázar “Instrucciones para subir una escalera” Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en este descansará el pie, y en el primero descansará el pie. La literatura, entonces, se construye a partir de otros discursos. No representa directamente la realidad sino aquellos discursos sociales (históricos, políticos, literarios) que la circundan y atraviesan. A partir de ellos, el discurso literario se construye y se propone como una ficción y como un objeto estético. 5