Subido por Michael Stiven Astudillo Moscoso

Michael White - Guias para una terapia familiar sistemica

Anuncio
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o ,nglda por el
Dr. CARLOS E. SLUZKl
.u u lAS ~ARA UNA
a presente obra consta de una serie de artículos escogidos por el pro·
pio Michael White -quizás el principal exponente de ~a Nue_va E~cuela
AustraUana de Terapia Familiar- publicados JlOr el DuiWTch Centre de
Adelaida. En esta selección, el autor describe sus prácti~ terapéuticas,
en las que se aplican ideas tales como la extemalización del próblema, la
metáfora narrativa y la influencia relativa.
Basándose en algunos conceptos de Bateson, como la teoría cibernética
o las restricciones de redundancia, y de Foucault, como las relaciones de
poder, Michael White desarrolla un novedoso enfoque consbictlvista y
posmodemo. Para él, el terapeuta obra como coautor, j~to con el ~cien·
te y su familia, de una versión alternativa más positiva y capacfta1orl'que
aquella "saturada del problema" con la que el paciente llega aJá terapia.
¿Cómo lo logra? Mediante una serie de preguntas, dirigidas a ve~es allndl·
viduo y otras a los demás miembros de la familia, que los
· ~e~~~t.
nar los hechos que contradicen la imagen negativa y
núcleos para comenzar .a generar la nueva versión de
relaciones con los demás.
Temores infantiles, anorexia nerviosa y violencia ül.l.lll.lllu
de los temas que aparecen tratados, paso a paso, en esta obra consulta_ .
indispensable para todos aquellos que necesitan conocer t~:ñuev";éñroques de la terapia familiar.
-
TERAPIA FAMILIAR
SISTEMICA
- .......
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W586g
1-
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1994
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Código L616
J. UIIW- · r
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1
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Michael White
GUIAS PARA UNA TERAPIA
FAMILIAR SISTEMICA
Grupo: PslcoLOOIA
Subgrupo: 1"'RAPPA FAMILIAR
Editorial Gedisa ofrece
los siguientes títulos sobre
GUIAS PARA UNA
TERAPIA FAMILIAR
SISTEMICA
TERAPIA FAMILIAR
PAULJN.E B o ss
La pérdida ambigua
Cómo aprmder a vivir COII un duelo
no termi11aM
MICHAEL WHITE
MICHAEL WHJTE
El enfoque narrativo
en la experiencia de los
terapeutas
Reescribir la vida
E11trevistas y ensayos
El nuevo lenguaje del cambio
(comp.) lA colaboración constructiva
Michael White
STEVEN FRIED~IAN
en psicoterapia
J UOITH S. B ECK Terapia familiar
Conceptos básicos y projundizació11
J OHN S. R OLLAND
Familias, enfermedad
y discapacidad
Una propuesta desde la terapia
sisfém¡'ca
E VAN l MBER-B LACK
STEVE DE SRAZER
CARLOS E. SLUZKI
La vida secreta de las familias
En un origen las palabras
eran magia
La red social: frontera
de la práctica sistémica
TOM ANDERSEN El equipo refle;ydvo
(comp.)
MICHAEL WHITE
RALPH E. ANUERSEN
E I RL CARTER
Guías para una terapia
familiar sistémica
La conducta humana
en e.l medio social
Enfoque sistémico de la sociedad
1
1
~ o¿~l, '?.
3>
27956
gedj~ .
Indice
Titut11 Jet original en ifl1!les:
• t-lr<'fl'ti l'tl~n
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.
19NII Dulwich Centre· Publications. Au>traha
Trnducctón: Alcirn Bt~io
lntroducción
1
Primera edición: enero de 199.¡. BJr\"clona
Primer:~ reimpresión septiembre de: 1997. Barcelona
Segundn reimpresión- febrero de 2(l().j. Bnrcelon:1
l
Extemalización del problema e intemalización de la posición
como agente, Karl Tomm .............................................................................. 9
- t. Desconstrucción y terapia ............................................................,___
19
2. Decir d e nuevo: ¡Hola!
La incorporación de la relación perdida
en la reso.Jución de la aflicción ...................................................................51
i
-
3. El proceso de interrogar
¿Una terapia de mérito literario? ................................................................ 69
4. Terapia familiar y esquizofrenia
E l estilo de vida de "sentirse arrinconado" ................................................. 84
S. Una familia deja atrás los trastornos que la perturbaban '"'"""-... 103
6. Anorexia nerviosa
Perspectiva cibernética .............................................................................. 111
Derechos reservado~ para todas las ediciones en ca<.tellano
() Editorial Gedisa. S.A.
Pa.<.eO Bonnnova. 9 (0 · ( •
08022 Barcelona (Espnlla)
Tel. 93 253 09 0-1
Fax 93 253 09 OS
Correo electrónico: gedisa@gedisa com
http://www.gedisa.com
-7. El rito de inclusión
Enfoque para el tratamiento de la conducta extremadamente
descontrolada de niños y adolescentes púberes ......................................... 128
8. Explicación negativa, restricción y doble descripción:
Un modelo de terapia familiar .................................................................. 142
9. Terapia conjunta para hombres violentos y las mujeres
que viven con ellos ..........................................................................- - . 167
ISBN: 84-7432-476-9
Depósit.o legal: B. 5001-2004
10. Destruir los miedos y domar a los monstruos
Un enfoque para el t.ratamiento de los temores infantiles ........................ 175
lmpre~o
11. Pseudoencopresis
De la avalancha a la victoria, del círculo vicioso al círculo \irtuoso ....... 186
por: LimpcrJ!raf
Mo1!oda 29.:11 (Barbera del Valll!sl
l mpre'>O en l~,pnña
f'rmttll ;,. Spai11
QuedJ pr~íbida ¡,, reproducción tOt31 o parcial por cualquier medio de impresión
en fnrm:lul~nucn. cxtractnda o modilkadn. eo cuMcllann tl en cualquier otro idi~mn:
12. Asesorar a.l asesor
La documentación del conocimiemo altemati,·o,
DaPid Epston. ¡\1/icltael Wllire ................................................................... 203
Más allá del conocimiento del experto
Entrevista con Michael White. Andrew \VO<)(/ .......................................... :? 19
Introducción
Externalización del problema
e internalización de la posición
como agente*
Kar/Tomm
Introducción
1
i
ii
1
Durante estos ~!timos añ~s, un terapeuta familiar australiano particularmente dotado, M1chael Wh1te (19.84, 1g8'6, 1987, 1988) lia desarrollado
una inno~adora técnica psicate.rapéuticade. .extemalizacióndel problema".
Paradóg1camente, esta técnica es ál mismo tiempo muy sencilla y extremadamente complicada. Es sencilla e,n el sentido de quebásicamente propone
una separación lingüísticaquedistingueel problemadeJa identidad~rsonal
del pacit:mte. Este proeedinúento de intervención abre un ..espacio cenctptual" queJes petrnite a los pacientes tomqr iniciativas más efectivas a fin de
rehuir la influencia que el problema~jerce sobre sus vidas. Lo que resulta
complicado~ difícil son lo.s delicados medios por los cuales puede lograrse
ese objetivo. Recientemente Whi~ se ha referido a su propio.trabajo como
a '•una terapia de méritos literarios". En ottas palabras. las iniciativas
curativas del paciente se movilizan a través del cuidadoso empleo del
lenguaJe dentrodela conversación terapéutica. Esta té'cnicaesespccialmcnte
interesante para los terapeutas porque puede otilizarse para lograr una
mejoraen unampüocampoéle:problemas(queincluyecondicioaestealmeate
graves tales como la esqniz_ofrenia. ladepresión. la paranoia, la violeocia Y
el riesgo de suicidio).
Whlte menciona cuáles fueron $U$ dos prin~ipales fuentes do iJJspiración para desaJ10llar-esa técnica. Y 8IJlbM procoden de las humanidades. El
primero de sus inspiradores es GregOI)' Bateson (1.97~ 1~9), antto~lq_so
y filósofo inglés~norteamericano q" eplicó la cibemética a ~as ClCI1CI&S
sociales y elaboró UJ18<llueva visi6DdeJa'"mente". Lasconcn"buGioaesdaves
de Hateson incluyenla~ciaqu.e tiene JaepistemOlogíaenelproceso
de ''como sabemos Jo que ~... la bo.poltancia de las ..diftmlcias
bá.,ic·t que hacen una diferencia" en los sistemas vivos y de las "pautas
, · .• que se imcrconecran en mies sistemas''. La segunda fuente de
eco16gtc.t·
.
·
fi ó ¡· f
·
·rn~prrac
· '6
s 'l'rchel Foucauh ( 1965 ·. 1973).
hrstonador
r n e ,,
.
. . Y ti so o. Tances
- .. lió un análisis de la apanctón de la .medtctna rnoder na
que de~arto
. en
. la
cuhural occidental. Foucault descubre cómo los SIStemas d~ conoctmtento
como la medicina pueden llegar a serextremadamente~prest vos ~ltra~sfor­
mar a las personas en ··sujetos" deshumanizados medtante clastficactOnes
cicmíficas a fas que se llega a través de "la mirada". Al tratar de cornpr~nder
v clarificar fa comribución de White, tuve que remontarme al trabaJO de
Humberto Maturana ( 1972, 1987), biólogo y neurofilósofo chileno que
propuso una teoría general de la cogn.ición. Maturana ofrece una explicación
de cómo surge la mente a través de la interacción humana y del empleo del
lengu<ue. La ··mente no está en el cerebro", sino que surge de la interacción
lingüística que e establece entre los actores humanos. Por consiguiente, la
conciencia es fundamentalmente algo social y no algo bioquímico. fisiológico
o neurológico. Desafortunadamente, el espacio no nos permite hacer una
descripción adecuada de estas contribuciones teóricas y de las conexiones
que tienen con el método desarrollado por White.
Externalizadón del problema
Hace unos diez años, White hizo un sencillo pero significativo descubrimiento. Al trabajar con niños que sufrían encopresis, observó que el
progreso clínico se aceleraba cuando se le daba al paciente la posibilidad de
hablar del problema como de algo distinto y separado de sí. Wh.ite inventó la
expresión "ruin caca" para referirse a la encopresis ( 1984) y la personificó
como una entidad exterior al niño ( 1986). Por ejemplo, con un niño en
particular, White podía presentar este concepto con preguntas como éstas:
··¿Cómo llamas a esa sucia materia que te mete en problemas? ¿Caca?
¿Alguna vez sufriste la experiencia de sentir que esa caca te traicionaba y te
t~ma~~ desprevenido ensuciándote los pantalones cuando estabas jugando?"
S.' ~1 nmo r~spondeafirmativamente, White continúa preguntándole sobre las
Stntestras tnfluencias que ejerce sobre él esa extraña esa ruin caca que lo
ha
· ·
'
'
e~ ~enttr mcó~~do, infeliz. frustrado y que le crea tantos problemas
fa':'ultares ..Tambten les pregunta a los demás miembros de la fam ilia cuál es
la •.n~uencta que ejerce la "ruin caca" en sus vidas: "Cuando el niño ha sido
~~~rctonado po~ ella y lo ha hecho ensuciarse, ¿qué le pasa a usted?''...
uando la rutn caca· provoca disgusto y frustración, ¿qué le hace hacer a
10
usted'?" Gradualmente la familia va descubriendo (con un toque de humor)
que todos los miembros se sienten oprimidos por un enemigo común que es
una entidad separada de la identidad del niño como persona.
Wbitccontinúa con esta primera línea de indagación (sobre la influencia
que tiene la "ruin caca" en los miembros de la familia) haciendo otra serie de
preguntas sobre la influencia que ejercen el niño y los demás miembros de la
familia sobre •·su adversaria". Por ejemplo: "¿Hubo oca!:>iones en que
derrotaste a la 'caca' y la pusiste en su lugar, en vez de dejar que ella te
derrotara?", "¿Hubo ocasiones en las que la 'caca', al hacer que su hijo se
ensuciara, los incitó a comenzar a gritarle y, sin embargo, usredcs fueron
capaces de declinar tal incitación y ofrecer al niño, en cambio, su comprensión?" Generalmente, el niño y los miembros de la familia consideran
extrañas tales preguntas. Y en realidad lo son; sobre todo cuando la familia
ha estado tan preocupada por los efectos molestos del problema. Esta
segunda serie de "preguntas de influencia'' provoca que los miembros de la
familia tomen conciencia de los recursos con los que cuentan y limita el
··poder" que el problema ejerce sobre ellos. De este modo se lleva a los
miembros de la familia a advertir que ya han estado realizando algunas
acciones eficaces contra el problema. Esta indagación no sólo valoriza la
capacidad familiar, sino que además contribuye a externali1.ar aun más el
problema.
Cuando se ha distinguido claramente que el problema es la "ruin caca··
y no el niño, se reducen significativamente las complicaciones relacionadas
con la crítica, la censura y la culpa. El niño tiene menos razones para
criticarse y censurarse; después de todo, la culpable es la "ruin caca" y no
él. y los padres tienen menos razones para criticar al niño o para censurarse
a sí mismos. Y los profesionales tienen menos razones para censurar a los
padres (por ejemplo, por ser demasiado severos y exigir disciplina o por ser
demasiado sobreprotectores). Puesto que la censura tiende a limitar Y la
culpa tiende a constreñir, reducirlas tiene un efecto liberador. Esto abre un
espacio que permite explorar nuevas formas de resolver el prob~ema
Además. como todos los miembros de la familia sufren la influencta del
mismo "alborotador" y ya no están agrediéndose mutuamente, es más fá~il
para el niño y también para los padres unir fuerzas para luchar contra la rum
adversaria. Como resultado de ello, el proceso terapéutico se desarrolla más
amable v rápidamente.
.
A~nque este método fue desarrollado en principio para trabaJar con
niños que sufrían de encopresis, \V hite lo aplicó luego de manera más general
para tratar con éxito un conjunto de múltiples problemas. tanto de adultos
11
como di! parejas o familias (White. 1986). Por ejemplo. en un capítulo
reciente :.obre esquizofrenia. White ( 1987) describe cómo es posible
externalizar la e quizofrenia como una enfermedad y luego externalizar
a~pecto del '"estilo de vida arrinconado.. (es decir, la constelación de
síntomas negativos) que promueve la esquizofrenia, después cxrcmalizar los
hábitos específicos que fortalecen ese estilo de vida y, por último, externalizar
tos supuesto y prejuicios que tienden a provocar la patología y de los cuales
dependen tales hábitos. En otras palabras. el proceso de externalizacióo del
problema es progresivo. No es un encuadramiento estático del problema: e_
un proceso continuo de co-elaboración de una •·nueva realidad'' que se va
realizando en la posterior disección terapéutica del problema. ·'separándolo'·
de la percepción que el paciente tiene de sf mismo como persona. En suma.
se realiza una separnción sistemática de los atributos, las ideas, los supuestos. las creencias. los hábitos. las acritudes y los estilos de vida problemáticos
y se los distingue de la identificación dominante del paciente.
Este proceso es particularmente curativo porque constituye un eficaz
antídoto contra un proceso patologizante, inadvertido pero omnipresente
dentro de la interacción humana: el rót,ulo negarivo. Por ejemplo, durante las
conversaciones corrientes sobre el problema que mantienen los miembros de
la familia, los amigos y los parientes, el problema tiende a recaer en la
identidad o la personalidad del paciente. Ello se debe al supuesto de "sentido
común., que establece que "la persona que tiene el problema es el problema".
El modelo médico y el DSM m también apoyan este supuesto: "La
enfermedad me mal está en la persona". Las conversaciones de los profesionales y los legos basadas en estos supuestos son inadvertidamente
patologizantes puesto que contribuyen con esos rótulos a elaborar una
identidad problemática. A medida que el problema se va incorporando en la
identidad personal del paciente, se hace más difícil escapar de él, por la
sencilla razón de que a nadie le resulta fácil escapar de sí mismo. "Soy un
esquizofrénico, por eso hago cosas extrañas". Por consiguiente, extemalizar
el problema es una técnica terapéutica muy útil que abre un espacio que
permite "deshacer" algunos de los efectos negativos de la rotulación social.
Interoalización de la posición como agente
Sin embargo, lo que se puede lograr es mucho más que deshacer los
rótulos. Una ve1. que han extemalizado el problema en su conjunto y sus
componentes específicos, los pacientes pueden (y son incitados por el
12
terapeuta a hacerlo) advertir las posibilidades que tienen de actuarconuad
prob_lem~ ya externalizado. _¡::1 terapeuta los incita a escapar de la opresión
que tmphca aq~ella rotulacron y a encauzar sus vidas en la dirección que
~refiera~ (Whn~. 1987). "Si fuera posible, ¿quisiera usted limitar la
mtluenc1a que CJCrcc la esquizofrenia sobre su vida? ¿Puede usted darse
cuenta de .hasta qué punto la esquizofrenia lo ha estado transformando enuna
persona atslada que evita a los demás? ¿Cómo logró desafiar los mandatos
de la esquizofrenia para eludir a los demás y pudo venir a esta entrevista?
¿Qué imagina que esto significa en cuanto a su capacidad personal? ·Qué
le hacedescubrirdesí mismoquedeotro modo no habría advertido?·
otr~s ocasiones logró imponerse y no dejó que fuera la esquirofreni~ lo que
lo tmpulsara a actuar? ¿Hasta qué punto se siente dispuesto a dar un paso
más contra ese hábito de aislarse que lo tiene tan dominado? ¿Preferirla ser
una per~ona débil con un hábito fuerte o una persona fuerte con un bábito
débil? Cuando usted se somete a los mandatos de la esquizofrenia que lo
hacen adoptar una posición irrazonable. ¿esa posición se 1ransfonnaen una
incitación que sus padres razonen por usted?" Todas estas son preguntas
reflexivas que alientan la autocuración. Y pueden ser los instrumentos que
permitan lograr una variedad de progresos en el curso de una entrevista
(Tonun, 1987). El aspecto que más quiero destacar aquí es que estas
preguntas instalan la idea de que el paciente puede decidir, puede elegir, es
un agente activo del curso de su propia vida. Si la significación implfcitao
explícita de la pregunta se ajusta a las experiencias del paciente, bte se la
"toma muy en serio" y laintemalizacomo pane de su identidadenevoluci6n.
Consecuentemente, el paciente puede alcanzar una mayor sensación de su
posición como agente y la conversación terapéutica llega a ser un proceso
capacitador para él.
Quiero destacar que la técnica de extematización del ~ ~
excluye la responsabilidad personal. Sólo la enfoca Yla.pule. Pue:s~iBCila.
a los pacientes a reconocer que tienen la opción de con~uar~
a la influencia del problema extemalizado o de dec/uuu la ütt:iladt1ft •
someterse. A medidaqueel paciente comienza a vermásclarameote~das
posibilidades y a considerarlas opciones genuinas, invariable~nteeli¡ela
segunda. Por supuesto, una vez que el paciente elige el cama~ que~
seguir. el terapeuta debe ayudarlo a llevar adelante esa rebelión CODtla
opresión del problema.
..
También es importante subrayar que la responsabilidad que le
.
paciente por haberse sometido sól~ se menctona.
en 8eneal.
de de -~3
implícita. y no explícitamente. Es tmportante hacerlo a fiD mitlliali1D!~
¿qué
1
· pos'ble
(y de .sus efectos
t •~eactivaci ón de la censura. y la culpa
.
cua1qUter
paralizantes). Tampocoseejercesobre el pacten te ntnguna prestón p~raque
e pecifique cuál ha de ser el curso de acción. Lo .único que se a~entua Yse
destaca en la conversación terapéutica es que ex tste~ otras op~10nes. Esto
hace que lo pacientes sientan que tienen más es~acto Y más l~bertad para
explorar nuevas formas de percepción. de pensamiento y de acctón. Cuando
los pacientes no entran en ese nuevo espacio ni desean ex~lorarl~, s~ supone
que existen aspectos adicionales del problema qu~ lo ~stan resr:mgten~o y,
por lo tanto. es necesario hacer una nueva extemahzactón más dtferenctada.
Por ejemplo, el paciente puede estar sufriendo la influencia de un "temor a
un nuevo fracaso". temor asociado con el problema general.
Otro aspecto importante del método es que el problema "sale" de la
persona pero no se proyecta en ninguna otra. De modo que la protesta y la
rebelión liberadoras no se manifiestan contra otras personas. Consecuentemente, hay menos posibilidades de que las demás personas significativas de
la red social del paciente adopten una actitud defensiva y respondan mediante
la censura, una nueva rotulación y una nueva patologización del paciente.
Por supuesto. es extremadamente importante que el terapeuta permanezca muy atento a los efectos problemáticos que puede tener una expectativa demasiado alta pam el cambio constructivo. Esto es particularmente
importante cuando se trabaja con pacientes que deben luchar con problemas
crónicos. En realidad, con frecuencia es necesario extemalizar las "expectativas irreales'' como un componente más del problema (¡a veces no sólo es
necesario para el paciente, sino también para el terapeuta mismo y para el
resto de la familia!), a fin de evitar los efectos patologizantes de las
experiencias de fracaso, desaliento y desesperanza. Qujzás lo único realista
sea dar pasos muy pequeños. A veces resulta útil sugerirle al paciente que el
modelo más probable es el de "tres pasos hacia adelante y dos hacia atrás",
especialmente cuando el deseo que tiene el paciente de superar un problema
crónico es muy intenso. Cualquiera que haya intentado modificar un hábito
personal bien establecido sabe que "los antiguos hábitos no mueren fácilmente". Lo más importante es la dirección en que evolucione el paciente como
p~rson~, esto es, la dirección hacia una vida más saludable y no las
dtmenstones o la frecuencia de los pasos que dé.
. Finalmente. cuando el paciente da esos pasos constructivos, es necesano re~onocerlos y responder a ellos, a fin de que formen parte de esa identidad
c~rattva. Y es necesario para que los cambios constructivos persistan. "¿Qué
htzo usted para lograr que esto (el suceso constructivo) ocurriera?" "¿Cómo
se las arregló para dar este paso?" Es necesario reconocer y dar valor a estas
¡.¡
1
nuevas conductas constructivas, darles significación a findequesc incorporen como parte de la nueva identidad emergente. "¿Se da cuenta de que al
hacer eso ha ganado un voto para sí y uno en contra del problema?"; ··¿Seda
cuenta de ha~ta qué punt? fue significativa su iniciativa?" Si la respuesta es
no. ~e puede tnten~arun gtro: '·¿Se da cuenta de que yo considero que, al haber
reahzado :sa acc16.n .. uste~ tomó una decisión a su favor y le ha dado una
buena lecctón a su vteJohábttOnegándose a permitir que lo domine?'" Agregar
un marco temporal más amplio y algunas diferencias contrastantes también
contribuye a ~ejorar el proceso de internalización: "¿Hasta qué punto cree
que esto contnbuye a darle a su vida una nueva dirección, a desarrollar un
nuevo estilo de vida?", "Si usted continúa recorriendo este nuevo camino de
actuar contra el problema, ¿qué diferencias imagina que habría entre su
nuevo futuro y el viejo (en el que usted se sometía al problema)?"
Una forma de contribuir a la persistencia de los cambios constructivos'
es ampliar la conversación e incluir a la red social del paciente para que se )
transforme en el público que asiste a dichos cambios. "¿Qué pensarían los
miembros de sufamilia (o sus amigos) o qué sentirían si se enteraran de esos
nuevos pasos que usted ha dado?", "¿Cómo les hará saber lo que ha
ocurrido?" Mediante estas preguntas se incita al paciente a transformarse en
un observador selectivo de sí mismo, a hacer participar a las personas que él
considera significativas (al comunicarles sus acciones constructivas) y a
reconocer sus posiciones como agente (por haber tomado decisiones curativas para sus vidas).
Discusión
(
El proceso de extemalización del problema desarrollado por White no
es en~eramente nuevo. En algunos sentidos, retoma algunos aspectos de la
sabiduría religiosa antigua referente a la posesión demoníaca y al exorcismo.
Pero White desmitifica el proceso y lo utilizade un modo riguroso y preciso.
Por lo demás, gran parte de la técnica de intemalizar la posición como agente
es coherente con algunos aspectos de la terapia de la conducta y de la práctica
psicoterapéutica tradicional. Pero, poner el acento en Ja reconstrucción de la
identidad o la personalidad del paciente. mediante preguntas específicas.
ofrece un mayor refinamiento.
Hasta el momento. las pruebas de la eficacia de este nuevo método son
principalmente experimentales y anecdóticas. Sin embargo, en estos últimos
años, el enfoque propuesto por White ha tenido un gran impacroen las pautas
15
de la práctica clínica de Australia y Nueva Zelanda. Y actualmente está
comenzando a presentarse en los Estados Unidos y en Europa y ya se practica
en algunos centros de salud. En mi propia práctica clínica, y en la de mis
colegas del Programa de Terapia Familiar de la Universidad de Calgary, fue
posible aplicar este método para ayudar a una sorprendente cantidad de
pacientes. Los estudios empíricos sobre este enfoque apenas han comenzado.
Además de este capítulo sólo conozco un estudio formal: un análisis
retrospectivo de la aplicación hecha por el propio White de su método con 35
pacientes psiquiátricos crónicos que habían sido admitidos repetidamente en
el Hospital Glenside de Adelaida. Se trata de una investigación independiente
llevada a cabo por Hafner, Mackenzie y Cosrain ( 1988) que revela que,
después de aplicarse allí la terapia de White, hubo una significativa reducción de Ja cantidad media de días pasados en el hospital por esos pacientes;
en un grupo de control que recibió el tipo de atención psiquiátrica habitual
la cantidad de días promedio fue de 36, mientras que en el grupo en el que se
aplicó el método de White ese número se redujo a 14.
El trabajo de White ofrece una nueva técnica particularmente útil para
la práctica psicoterapéutica diaria. Es respetuosa y humana y, según mi
opinión, es uno de los desarrollos psiquiátricos más interesantes de la última
década. Aquellos que estén interesados en conocerlo más a fondo, pueden
obtener información adicional en las publicaciones del propio White citadas
en la bibliografía.
White, M.: " Negative .~xpla~ation, R;estraint, and Double Description: A Templ'<lte for
Fam11y Therapy Family Process. 1986.
White. M.. ·:Family Therapy and Schizophrenla: Addfessing the 1n· the-corner Lifest 1 ,,
Dulwrch Cemre Newsletter, 1987.
Ye
Whi te. M., "The Proces$ of Questioning: A Therapv of Litcrary Mcri t ~" Du/;·' ¡ C
Newsletter, 1988.
•
·
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Bateson, G.• Muul and Nature: A Necessary Unity, Bantam Books, Nue.va York. 1979.
Foucault, M., Madness and Civilízation: A History of lnsaníty in the Age of Reason.
Random House, Nueva York, 1965.
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Hafner. J., Mackenzie L y Costa· w "F ·1 Th
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Cycles'' Journal 0 r F: :1 . S~ va anc .e.to Y1ctory, From Vicious lO \'iltuous
~ anu Y · ysrems Medrcrne, 1984.
16
17
1
Desconstrucción y terapia*
Para que algunos lectores no queden decepcionados antes de que les
exponga mi análisis sobre la desconstrucción y la terapia, debo informarles
que este capítulo no se refiere a la desconstrucción de los conocimientos y
prácticas de modelos específicos y establecidos de la terapia ni a la
desconstrucción de alguna "corriente" terapéutica particular. Antes bien, he
decidido insertar ciertas prácticas terapéuticas dentro del marco suministra-
do por la desconstrucci6n.
Como la preocupación primera y principal de mi vida profesional está
vinculada con lo que ocurre en el contexto terapéutico, al principio de este
capítulo presentaré varias historias clínicas. Deseo hacer notar el hecho de
que, por limitaciones de espacio, esos casos están glosados y no representan
adecuadamente el desordenado proceso de la terapia, esos altibajos de la
aventura que llamarnos terapia. Hay, pues, una simplicidad esquemática en
estas exposiciones que no se puede encontraren el trabajo terapéutico mismo.
Elizabeth
Elizabeth, una madre sola'. vino a verme al principio para consultanne sobre
sus dos hijas, de doce y quince años. Estaba preocupada por el persistente
antagonismo que le manifestaban las hijas, por sus frecuentes berrinches Y
ataques y porque, aparentemente, eran desdichadas. Estas dificultades
habían perturbado a Elizabeth durante bastante tiempo y temía no poder
recobrarse nunca de ese estado de desasosiego que estaba viviendo. Había
acudido sola a la entrevista porque las hijas no habían querido acompaftarla.
Mientras Elizabeth me describía esos problemas. reveló que babfa comeD*Panes de este capítulo se presentaron en la conferenci~ "End o~ ~~d Desians",
Heidelberg, abril de 1991. y en la conferen~ia _''Generanng Poss1blhnes TbrouJh
Therapeutic Conversarions•·. Tulsa, Oklahoma. JUniO de 1991.
Publicado originalmente en el Dulwich Centre Ntwslmer. n• 3. 1991.
19
Lado a c\pcrimentar lo que le parecía ··odio" por sus hijas y esta circunswn·
cia había accntu:ldo ~u desazón.
Al hablar con Eliz:~beth sobre sus preocupaciones, lo primero que hice fue
preguntarle de qué manera esos connictos est~ban af~ctando la vida ~e lo~
miembros de la familia y hasta qué punto mterfenan en la~ relac1ones
familiares. Después le pregunté más específicamente si esos problema.;
habían innuido sobre lo que pensaba de sí misma: ·'¿Cómo creía que e O<;
problema¡, innui:m en ella misma como madre? ¿A qué conclus i.ones había
llcl!ado sobre sí misma considerada como madre? Llorando. El!zabeth me
co~fc>ó que había llegado a la conclusión de que era un fracaso como madre.
Con esta revelación comencé a comprender algo de la experiencia íntima que
había estado ~iviendo Elizabeth.
Entonces, le pregunté si la idea de que fuera un fracaso se estaba imponiendo
en la relación con sus hijas. En su respuesta, Elizabeth dio detalles y habló
de la sensación de culpabilidad que tenia por no haber sustentado un
ambiente familiar ··más ideal", habló de la escasa interacción que mantenía
con sus hijas y hasta qué punto se sentía obligada a aceptar la evaluación que
éstas hacían de ella.
¿Eran aceptables para ella esos estados que estaban provocando en su vida
esa sensación de fracaso y ese sentimiento de culpabilidad? ¡,0 se sentiría
Elizabeth más tranquila si pudiera librarse de la tiranía de esa idea de fracaso
y de la sensación de culpa que la acompañaba? Elizabeth respondió a estas
preguntas de manera categórica y manifestó que el estado actual de sus
relaciones con las hijas era absolutamente intolerable y que ya era hora de
que tomara alguna decisión al respecto en cuanto a la dirección de su propia
vida y a la forma de esas relaciones.
Animé a Elizabeth a que indagara cómo se había sentido inducida a abrazar
la idea de que era un fracaso como madre y como persona y Jos mecanismos
en vinud de los cuales había nacido el sentimiento de culpa. ¿Qué experiencias fueron las más efectivas para producir las dificultades? ¿Creía ella que
las mujeres eran más proclives a adoptar la idea de que les habían fallado a
sus hijos o parecía más probable que Jos hombres estuvieran más inclinados
a adoptar tal idea? Sobre este punto Elizabeth no manifestó La menor duda:
¡Las mujeres!
El examen de estas preguntas determinó algunos elementos específicos de
la manera en que ~lizabeth había sido inducida a abrazar la idea de que era
un fracaso (por eJemplo, la experiencia de haber recibido malos tratos a
manos de su ex marido~~ y, en un contexto más amplio referido al sexo, la
índole de esta construCción (por ejemplo, las desiguales estructuras sociales
que fortalecen esta opinión en el caso de madres que están solas, y el hecho
de. que en nue~tra cultura existe la tendencia a censurar a las madres).
Mtentras ellammábamos las diversas maneras en que la opinión de que ella
era un fracaso habían afectado su vida y algunos de los detalles de cómo había
llegado a concebir semejante opinión, Elizabeth comenzó a experimentar en
20
sí mi~ma otra identidad diferente de la que te dictaba su idea de~
.
·d d f
•nll:aiO,IU
1 ea .e racas~ ya no ponía e~ _tela de j~i~io su identidad. Este propao
de<.peJÓe l cammo para que pud1eramos d1sunguir algunos de 1
de la vida de Elizabeth que no habían sido afectados por
fracaso.
En parte le facili té la identificación de esos momentos al ...._ •a-'a
. d
r··-n....... una
sen e e ~ane~s ~n que la ~de a del fracaso y la sensación de culpa asociada
a ella hab•an uramzado
la v1da de muchas otras muieres
a Jas cuales yo había
•
,
trata do, Y que ha.b•.~ ~stado sometidas a procesos semejantes. Le declaré
entonces que. a m1 JUICIO, esa clase de tiranía nunca es enteramente efectiva.
)' que_ nunc~ había logrado eclipsar por entero la vida de esas mujeres. y
menc.1oné eJemplos:" Algunas de esas mujeres habían escapado a los efectos
de la 1dea de que eran un fracaso en sus relaciones con amigas y otras habían
logrado mantener vivas sus esperanzas de que todo pudiera cambiar en sus
vidas". Como resultado de mi análisis. Elizabeth identificó algunos casos en
diferentes momentos de su vida en los que había logrado resistir a aquella
tiranía.
Pregunté a Elizabeth si pensaba que esa resistencia a la tiranía era un bec:bo
positivo o un hecho negativo en su vida. Cuando me respondió que lo
consideraba un hecho positivo, le pregunté por qué creía que lo era. En
nuestra entrevista siguiente, surgió con claridad que aquellos casos indic:a·
ban que Elizabeth no había estado totalmente sujeta a sus opiaioae&
negativas de quién era eJia y que había mostrado la resolución de desafiar
a la tiranía de la culpabilidad. Y esto dio a Elizabeth la prueba de que su vida
no había estado dominada por el fracaso.
Después, mediante una serie de preguntas, alenté a Elizabetb a que recanllra
la historia de aquellos momentos en que se había resisliclo ala tinDla.. Al
tratar de recordar, Elizabetb logró identificar a dos persoiiiJe&llisldricalp
habían sido testigos de su capacidad de protesW c:ootra ciedll iqjusdde
En nuestro siguiente diálogo, Elizabeth nos puso ea colláelt a. versiones alternativas de ella misma. versiones que pGI'-I!IID~JPiJ!IIIJIIL
prefería. Y esas versiones alternativas y preferidas emeiJ(alt. . ..llii!!Mf
a través de nuestra discusión. se hadan más accesibles '1 en•••:IIPIIN..:;<:-~~
de incorporarse en la vida de Elizabelb.
. .
Elizabeth manifestó entusiasmo por ese nuevo c:onociJDieiiiO
ella como persona y yo le hablé de la importaDCia de IOIDM'
de
comunicar a otros lo que ella h~bía dcscu~ia:w· Coa~ la
identificara a personas que p~eran conSbtwr un~ lfiiOP' ' :
esa otra versión de ella nusma, personas que puclieraD ~
reconocer y autenticar esta nueva versión.' HablamosJ.ueaode ~­
sobre la manera en que Elizabeth tal vez podría preseawaeAIpenaaa....
aq::=
de_.._..,.
!d
-::que
-~====~~~i~fJ
nueva versión
de sísobre
misma,
ideas
sobre cómo
responder
a aquello
lo cual
Elizabelb
escaba la8
Como parte del examen de las otraS versiones de loque
· lguno~ rasgos
de ·lo que le gustaría• ser como madre.
le pe d 1• que ·l t 1~·rtt 'rti··--r·r
~" • •1 ~
•
•
..
,,
~rt
·
'
"
u
lado
al
unos
detalles
acerca
de esta
2
.. cuestión. le
, sugen que
Ha ..1enuo.. 1, • • ~ ·
podría ,er importante comunicar todo esto a las hiJaS, que debena.prepararse
a revelarle' lo que había descubierto sobre sí misma como ~uJer y como
madre} que debía continuar recordándoles todo esto.a sus hlJ~ de vez en
ta' consideracione tocaron una fibra sensrble de Ehzabeth que
cuando. E'
•
d ·
pareció ba tan te jubilosa con la idea. Así y todo. me apresure a~~ e~tr que
al principio era improbable que los esfuerzos de Elizab~Lh por re1vtnd1car su
vida fueran aludados con gran entusiasmo por sus biJaS.
Pero Ehzabeth estaba resuelta a realizar su proyecto y manifestar quién era
ella )' de rechalar la idea de ser constantemente ev~uada y vi~i.lada por las
hijas. Al principio fue dramática la respuesta que dteron l_as ~Jas al ~echo
de que Elizabeth se hiciera cargo con autoridad de su pr~p1a vtda. Tu~1er~n
algunas ideas ingeniosas para volver atrás las m.anectllas del .reloJ. Srn
embargo. Elinberh per everó en su empeño y la vtda de cada mrembro de
la familia si11uió su curso. Elizabeth estableció una nueva relación con sus
hija~ que experimentaron mayores deseos de vivir una vida feliz; entonces
cesaron los ataques y Elizabcth me informó que por primera vez se había
establecido la relación que ella había deseado entre madre e hijas. Habían
llegado a ser más unidas y más confidentes, capaces de discutir entre ellas
importantes cuestiones de interés para todas.
Amy
Amy. de veintitrés años, buscó ayuda terapéutica en su ¡pugna con la anorexia
nerviosa. Era ésta una dificultad de larga data que se había resistido a varios
intentos de superarla. Comencé por repasar con Amy los efectos que la
anorexia estaba produciendo en varios dominios de su vida, incluso las
esferas social, emocional, intelectual y, por supuesto, física. Como resultado
de esta re visión. se nos hizo manifiesto el grado en que la anorexia le estaba
dificultando todo intento de actuar en cualquiera de esas esferas.
Luego dedicamos algún tiempo a considerar en detalle la manera en que la
anorexia afectaba las interacciones de Amy con los demás. No me sorprendió
enterarme de que ese mal la hacía compararse constantemente con otros y
que le había suscitado la sensación de que los demás la estaban evaluando
de continuo. Independientemente de esto, existía una especie de mortaja de
secreto alrededor de su vida. mortaja que la aislaba de las otras personas.
¿Cómo afecraba la anorexia la actitud de Amy respecto de sí misma y
re,pecto de la imcracción con los demás? ¿Qué exigía ese mal que ella hiciera
de sr mi~ma? Como era previsible. lo que le exigía era que se vigilara, que
ejerciera sobre sí una acción de policía. Y ella se había entregado a
operacionc~ relativas a su propio cuerpo en el intento de darle una forma que
22
pudiera considerarse aceptable un "cuerpo dóc'l"
1
.
. d
•
1 ' y a anorexia habla
o al cuerpo por sus transgresiones.
Luego
impulsé. a Amy a investigar cómo había s'd
. d 'da a CSias Varias
, .
1 O In UCJ
practlc~, actitudes y procedimientos, a estas "disciplinas del yo" de
conformtdad con las especificaciones de la perso rdad del
1 c·ó . • .
. . .
na •
y
sexo, esa
~e a 1 • n J~r,arquJca y d•s~·~hna~ia respecto de su propio 'UCfPO· En ella
mvesngacton, .~my logro 1dent1ficar la historia del proceso a un·b de
contex~os farmh~es, culturales y sociales. En la entre\ ista siguiente, la
anorex1a se mamfestó como la forma en que habían cobrado
. d
• .
cuerpo esas
acttru
es, pracucas
y contextos.
Así que~ó "desenmascarada" la anorexia nerviosa por obra de este proceso
terapé~uco, de .suerte que Amy fue sintiéndose cada vez más ajena a la
anorex1a. Las diversas prácticas y actitudes dadas por sentadas c:oo las
"contaba la anorexia para persistir" ya no ponían en tela de juicio lo que~
era como persona. ¿Se contentaría Amy con continuar sometida a Jas
exigencias que tenía sobre su vida la anorexia? ¿Se comentaría con continuar
cediendo a las exigencias del mal? ¿O le atraía más la idea de desafiar esas
demandas que hacía a su vida la anorexia y la idea de hacerse cargo de su
vida y posesionarse de ella?
Amy no vaciló en declarar que ya era hora de que fuera dueila de su vida; y
entonces, repasamos juntos las pruebas de que era capaz de realizar esa tarea:
sucesos que mostraran resistencia a las prácticas y actitudes de que dependía
el estado del "gobierno del yo" llam.:do anorexia nerviosa. Esto nos llevó a
identificar varios hechos que eran de naturaleza antianor~xica.•
Pedí a Amy que evaluara esos hechos antianoréxicos: ¿los consideraba ella
más atractivos y deseables o los consideraba triviales y carentes de atracción?
En su respuesta, Amy declaró que esos hechos eran los preferidos en su vida.
Luego entablé con ella una conversación sobre las razones por las cuales
creía que esos hechos eran deseables y personalmente apropiados para ella.
Como Amy parecía prestar cada vez mayor apoyo a esas actividades
antianoréxicas, la urgí para que me ayudara a comprender la base o
fundamento de tales actividades en su vida. Tambi~n la incit~ a que
reflexionara sobre lo que esos hechos preferidos influían en lo que Amy creía
que era importante en su vida. En la sesión siguiente, Amy comenzó a
articular mejor una versión preferida de qui~n podría ser ella misma. una
versión que incorporaba otros conceptos de la vida. Esta nueva versión se
hizo cada vez más accesible a ella y más susceptible de incorporarse en su
vida.
Mientras Amy comenzaba a articular esta versión alternativa Ypreferida de
quién era ella. dio varios pasos para incluir a otras pe~onas e~ su pro~
de reivindjcar su vida. Mi observación de que el trabaJO práctiCO reahzado
en el terreno era una parte de semejante proyecto. la alentó~ dar_esos ~
Pedí a Amy que, entre todas las pers~~as que h~bía conoc1~0, aclenhfi~
a la menos inaccesible a esta nueva V1Stón de qut~n era ella. Amy decJdaó
cas~rga
23
comcn.tar prc~cntándo e de nuevo a las personas que estaban más alejadas
) ~e pu ~o en contacto con varias amigas de la escuela a quienes oo había visto
durante años. Como tuvo éxito en estas experiencias. se dirigió entonces a
la red soci:!l más inmediata que comprendía a los miembros de su propia
famrha y a quienes ella invitó a las sesiones terapéuticas. Dentro del contexto
terapéutico. estos miembros de la familia contribuyeron significativamente
a reconocer y autenticar las aspiraciones preferidas de Amy tocantes a su
propia vida y su capacidad de apartar de sí la anorexia nerviosa.
Anne y John
John y Anne. miembros de una pareja separada, apelaron a la terapia en su
intcmo de re olver su inten o con nieto sobre la custodia de los hij os, sobre
el acce o a ellos y sobre cuestiones relativas a la propiedad. Al comienzo de
la primera reunjón entablaron una viva disputa en la que cada uno presentaba sus reclamaciones y contrarreclamaciones y en la que sólo ocasionalmente echaban una furtiva mirada en mi di rección. Al cabo de un rato los
interrumpí y les agradecí que fueran tan francos sobre los problemas que
tenían recíprocamente y por demostrar tan claramente cuál era la situación
entre ellos.
Después de una pausa, John y Anne se entregaron a una nueva serie de
acusaciones. Afortunadamente logré interrumpirlos de nuevo y les expliqué
que me parecía que ya tenía una comprensión razonable de la relación que
mantenían; les comuniqué que, por lo tanto, serían innecesarias más
demostraciones de esa índole. Sin embargo, fueron necesarias otras dos
interrupciones antes de que la pareja pareciera convencida.
En el momento de respiro que siguió, les pregunté hasta qué punto ese tipo
de interacción ~se ti po de antagonismo que acababan de manifestar tan
claramente- era dominante en sus relaciones. ¿Cómo esa forma de
antagonismo inOuía en la manera en que uno percibía al otro y a su mutua
relación?¿ Y cómo esas percepciones recíprocas y esa relación antagónica
inO.uían en l~s respuestas que uno daba al otro? ¿Qué efectos podía haber
te~u.do este ttpo ?e antagonismo en cada uno de ellos como para no permnrrles que pud1eran juzgarse mejor recíprocamente?
Des?ués de m~ru r con Anne y John hasta qué punto ese tipo de antagonismo
~ab1a estadod•ct:rndo los términos de sus relaciones, les pregunté si esa era
11
manera prefenda de responderse el uno al otro. ¿Les parecía cautivante
e .e a ntagonjs~o? ¿Era ese estilo el que mejor convenía a la pareja? ¿Estaba
hcc.ho a _med1da de ellos? ¿Consideraban que ese tipo de antagonismo
ennquecra sus vidas?
Los ~os aseguraron que no era esa la manera preferida de mantener
relac•oncs Y ninguno dejó de agregar que le parecía que esa era la preferencia
del otro cónyuge. Como John y Anne aseguraban que no era esa su manera
2·1
pre~erida _de abordar las cosas. sugeri que era improbable qae ellas la
hubreran rnventado en ventaja suya.
Luego rogué a Anne y a John que me ayudaran a compreader c6mo lalbf.t
llega~o a abraz~r ese esquema de responder a las diferenc:wdeopiní6asolft
cucsuon~s partrculares y que identificaran la historia de ese pauón. ¿D6Dde
habfan vrsto antes ese
esquema?
; Cómo comenzaron a .......,._
~.t .....
•
•
• v
~ oa;RICas
para tratarse entre SI Y. cuales fueron las situaciones que primero los llevaron
a adopt?r Lales técmcas? ¿En qué contextos creían que esos tipos de
antagomsmo eran lugar com~n y qué justificaciones podían alegarse para
suste~tarlos? ¿Cómo era posrble que se sintieran inclinados a .someter sus
re!ac1ones a semejantes pautas y a vivir atadas a ellas?
Durante este análisis, a medida que John y Anne iban artic:uJando su
experiencia de este tipo de anwgonismo, se les hizo evidente quesu relacióo
ya no obedecía a él, pues llegaron a ser capaces de coocebir su relación de
manera diferente. Les pregunté si estaban dispueSlos a abaodooar la pene
negativa de las relaciones o si preferian intervenir y decir alg_o mú sotn 1a
dirección que debían tomar los hechos a fin de lograr una posición
conveniente para ambos. En respuesta a esta pregunta, Jobo y Anne
declararon que ese tipo de antagonismo empobrecía sus vidas y ambos
indicaron que deseaban liberarse de sus dictados.
Luego tratamos de determinar qué base había para hacer un intento por
recobrar lo que había quedado de sus relaciones y IQP81D0Sideotificar varias
interacciones que no habían estado dominadas por el pauóo del antagonismo. Una de esas interacciones era la capacidad que habfan tenido de eludir
esas pautas durante buena parte de la entrevista. ¿Les parecían a Anoy y a
John esas interacciones recíprocas más satisfactorias? ¿Senlfan por ellas
algún entusiasmo? ¿O les atraía más el familiar modo de tratarse?
Como declararon que se sentían más atraídos por esa nueva mauera de
interactuar, pregunté a John y a Anne qui pensaban de la nueva situaci.6o
y por qué creían que ésta era más conveniente para ellos? Se~te hice
otras preguntas para incitarlos a recordar hechos más posiliY05 de su
relación. Respondiendo a esta incitación, Anne YJobn ~ a U81
parej a que conocieron en los primeros tiempos.de ~u ~ Los
miembros de esa pareja habían sido testigos de vanas Slwaaones ~las que
ambos pudieron resolver satisfactoria y equitativamente una .disputa. El
examen de la experiencia de esa otra pareja en cuanto ala~ de Jobo
.
. .
bislOOcameate
•
Y Anne• hizo que cobraran nueva VIda CODOCUDICII(OS
•
•
esos c:oaoasiruados para resolver problemas y. aunque no SJD tropaezos.
mientos llegaron a ser accesibles aJobo Y aADoeparacesareaSdS~
sobre la custodia de los hijos. sobre el acceso a eUos Ysobre C'UCStiOIICS
propiedad.
ft.
..._
•
Robert
A medida que progresaba el trabajo terapéutico Roben ____ ...
•
~·~u¿u·
. d
de esas ac.tttu
es Ya abandonar esas estructuras y técnicas de poder y COIIIIal.
Roben me fue derivado para que lo ~ometiera a terapia a causa de su conducta
E te maltrato violento sólo había
sido revelado recientemente. Roben había convenido en abandonar el hogar
de la familia mientras se tomaban las medidas policiales y legales adecuadas.
Durante nuestros primeros contactos la conversación se centró en la
responsabilidad de Roben por haber perpetrado actos de violencia 6, en la
identificación de las experiencias de las víctimas. en los efectos traumáticos
reales en el corto plazo y los posibles efectos en el largo plazo sobre la vida
de las víctimas y en determinar qué podría hacer él para enmendar lo que
pudiera enmendarse.
Después de cumplir esta tarea. le pregunté a Roben si estaba dispuesto a
seguirme en algunas especulaciones sobre el carácter de la conducta abusiva
y violenta de los hombres. Como manifestó su acuerdo. le hice una serie de
preguntas como las que se consignan seguidamente:
:~busiva con su cónyuge y uno de sus hijos.
- Si un hombre deseara controlar y dominar a otra persona, ¿qué clase de
estructuras y condiciones podría disponer para hacer posible su intento?
- Si un hombre deseara dominar a otra persona, particularmente a una
muje: o a un niño. ¿qué clase de actitudes serían necesarias para justificarlo?
- S1 un hombre decidiera reducir a alguien a la condición de cautivo
especialmente a una mujer o a un niño, ¿qué clase de estrategias y técnica~
de poder harían factible su acción?
Durante esta especulación se articularon conceptos particulares sobre el
mod~de ser de los varones que tratan de someter a los demás, se identificaron
téc mc~ ~estrategias con las que los hombres pueden contar para implantar
su dorrun•o Y se repasaron diversas estructuras y condiciones que prestan
apoyo a conductas violentas y agresivas. Luego pedí a Roben que señalara
cuál de es~ actitudes habla adoptado en su vida, cuál de esas estrategias
habf~ ~omtnado para forjar sus relacio:nes con íos demás y cuál de estas
c?n~Jctones Yestructuras hablan suministrado el marco para su vida. A esto
Stgutó otro análisis centrado en un repaso de los procesos históricos en virtud
de l?s cuales Roben había sido inducido a adoptar semejantes actitudes,
técmcas Yestructuras.
Invité a Roben a que asum·e
... sobre esas actitudes estrategias
t ra una pos•c•on
Yestructuras• <-·Continuana
• sometJendo
·
. a este particular concepto
•
su vtda
del
~odd0 de ser de l?s varones? ¿Hasta qué punto le parecía razonable vivir la
°
va a como un ··mstrum t d
d "
¿Hasta ué
en
e po er • como un instrumento de terror?
q . punto deseaba obrar con estas estrategias y tácticas que devasl aban 1a vtda de otros? At d' d
efectos real d
. en acn o a la comprensión que ahora tenía de los
e sus actos, ¿le parecía aceptable depender de semeJ·antes
estructuras es
y cond·tctones
·
.
como determinantes
de su vida?
26
Sus antenormente familiares y descontadas maneras de
las •
1
·ser con mu.)ela
Y os nmos Y. por lo tanto, sus familiares maneras de ser con otros hombla
ya .no. confirmaban
su virilidad, su condición de hombre. Para D
-L.
I'WUal
resJsttrse a prac~tca~ una conducta violenta y agresiva ya no significaba obrar
contra su .propta
·naturaleza'', pues ahora era capaz de asunur
· t oda la
.d d
responsab 111 a de los abusos cometidos contra otros.
En la nueva dimensión en la que entró Roben como resultado de haber
abandonado sus anteriores actitudes, pudimos encontrar varios logros
aislados, oca~~ones en las cuales su conducta no había sido impulsada por
aquellos famthares y consabidos conceptos de lo que es ser un hombre. Pedí
a Roben que evaluara esos logros aislados. ¿Consideraba deseables esos
logros? ¿Los consideraba positivos?¿O no tenfan ninguna imponancia para
él? Como Roben declarara que esos logros eran deseables. le pedí que me
explicara cómo había llegado a esa conclusión.
A medida que el trabajo terapéutico progresaba, la identificación de esos
fogros aislados nos ofreció un punto para entrar en una ·•arqueología" de
otros conceptos preferidos de modos de ser de Jos varones, conceptos que
Roben comenzó a incorporar en su vida. Por ejemplo, respondiendo a mis
instancias de que diera significación a esos logros aislados, de que determinara qué conceptos de virilidad se reflejaban en ellos, Roben RCOrdó a UD
tío que era muy diferente de los otros hombres de su familia; el tío en UD
hombre ciertamente compasivo y nada violento. Posteriormente Roben
e laboró en su casa la significación de aquel tío y eso contribuyó
significativamente a que se diera cuenta de algunas de las particularidades
más íntimas de este otro modo de ser.
La familia de Roben había manifestado el deseo de que se tantearan las
posibilidades de hacer una reunión. 7 Como Roben había comenzado a
abandonar aquellas actitudes y prácticas que habían justificado y apoyado su
conducta abusiva y como estaba considerando otros canceptos sobre los
modos de ser viriles, el momento pareció oportuno para convocar a una
reunión de la familia.8 Comprendiendo que tenía la responsabilidad de
ofrecer salvaguardias a los miembros de la familia, Roben convino en
someterse a ciertas medidas que contribuirían de manera significativa a
prestar seguridad a los miembros de la familia. Entre e~ medidas e~
a) una reunión con representantes' de su cónyuge y de su hiJO paracJ_etenmnar
la responsabilidad de Roben y la naturaleza del abuso. b) esw dispuesto a
participar semanalmente en reuniones con su familia' 0• 11 Ycon_sus representantes designados y e) estar dispuesto a cooperar con otroS nuembros de la
familia en el desarrollo de un plan contingente en el caso de que aJsuno de
ellos se sintiera amenazado por la violencia de Roben.
Con el tiempo. Robert cambió su vida descuidada en la que dominaba su
21
e:.tr:ucgia por urw vida que é l y otros consideraban c uidadosa. abierta y
directa.
Entrevista con
111111
familia
La entrevista había alcanzado un punto en el que la terapeuta decidió
que había llegado el momento oportuno para oír la opinión de la miembros
del equipo que habían e tado observando la entrevista en el espejo unidireccional. La terapeuta y la familia cambiaron sus lugares con los miembros del
equipo de modo que ahora les tocaba ser espectadores de lo que hicieran los
miembros del equipo. Estos comenzaron por presentarse a la familia, luego
consideraron aquello que los miembros de la familia habían juzgado atractivo
o les habían parecido hechos atractivos de sus vidas y relaciones.
La tarea de los miembros del equipo consistía en referirse a esos hechos
preferidos como si se refieran a un misterio. a un misterio que sólo los
miembros de la familia podían revelar. Al comienzo, cada observación de un
miembro del equipo era seguida por preguntas que pudieran incitar a la
familia a explicar esos hechos y otras que pudieran inducirla a especular
sobre su significación. Los miembros del equipo también se hacían preguntas
unos a otros sobre esos hechos e incitaban a continuar especulando sobre
ellos. De esta manera se llamaba la atención a los miembros de la familia
sobre aspectos antes descuidados de las experiencias vi vidas y se los invitaba
a considerar su "capacidad de conocimiento" en relación con sus vidas.
Luego algunos miembros del equipo comenzaron a hacer preguntas a
otros miembros del equipo sobre la razón por la cual consideraban interesante un determinado hecho. Esas preguntas incitaban a los miembros del equipo
a situar sus reflelliones dentro del contexto de su experiencia personal y de
su propia imaginación. Luego, miembros del equipo se invitaron recíprocamente a explicar cuáles eran las intenciones que. según ellos, estaban detrás
de sus reflexiones.
A renglón seguido, la familia y el equipo volvieron a cambiar de lugar
Yla terapeuta entrevistó a los miembros de la familia para preguntarles sobre
lo que pensaban de las reflexiones del equipo, sobre los comentarios y
pre~untas que a los miembros de la familia les parecían interesantes y
~erunentes Y sobr~ los comentarios y cuestiones que no les parecfan
tnteresantes. Los m1embros de la familia mencionaron los comentarios y
preguntas que captaron su interés y. entonces, la terapeuta les pidió que la
ayudara.n a comprender por qué les parecían interesantes y cuáles eran las
conclusiOnes que acompañaban a esos comentarios y preguntas. Luego, la
2R
ll
~
terapeutapidióalosmiembrosde lafamiliaqueespeculandoestimanuahasla
qué.d.punto esas comprensiones y conclusiones podían afectar sus ..:..a-...._
cou 1anas.
. ~a terapeu~a puso fin a las entrevista invitando a los miembro$ de la
fam1ha y a los rruembros del equipo para que conversaran sobre la entrevista
misma, de manera que ella pudiera situarsuscomentarios y preguntas dentro
del contexto de su propia experiencia personal, de su imaginación y de sus
finalidades.
La desconstrucción
Estos casos terapéuticos muestran una serie de prácticas reiteradas.
Creo que la mayor parte de estas prácticas se refieren a lo que podñamos
denominar un "método desconstructivo" que seguidamente habr~ de explicar.
Pero antes de comenzar esta discusión sobre la desconsiiUCCión quiero
admitir algo: yo no soy un académico y por falta de una palabra mejor me
Jlamoterapeuta.Arnijuicio,elnoperteneceralmundoacadémicomepennite
ciertas libertades, incluso la libertad de violar algunas reglas-por ejemplo,
emplear el término desconstrucción de una manera que puede no estar de
acuerdo con su estricto sentido derridiano- y referirme a autores que
generalmente no proponen un método desconstructivista.
De conformidad con mi definición bastanteflexible,ladcsconstrucción
tiene que ver con procedimientos que subvierten realidades y ¡ricticas que
se dan por descontadas, esas llamadas "verdades" divorciadas de las
condiciones y del contexto de su producción. esas maneras descncamadas de
hablar que ocultan sus prejuicios y esas familiares ¡riclicas del yo Yde su
relaciónaqueestánsujetaslasvidasdelaspersooas.Muchos~los~
de desconstrucción hacen extrañas esas realidades Y prácticas familiares
dadas por descontadas al objetivarlas. En es~ sentido. 1~ ~ de
desconstrucción son métodos que "vuelven exóuco lo domésnco ·
1
}
'
"El sociólogo que decide estudiar su (sic) propio mundo en sus as'::_~
íntimos y familiares no debería (como hace el etn61oao)clotnt~arloex~~
0
que, si me es lfcito aven1urar la e~presión: ~e~
: vida 'Y de
romper con su (sic) inicial rdac16n de íDbJJUdad
iado familiaiCS. Ea
pensamienlo que le (sic) resuiWI opacos~~ Je.son ~Ilirio deberia ser 1a
realidad el movimienlo hacia Cl mundo M81DanO Y ~narios'" (8ounliN
culmina~ióndeunmovimienlo haciamundosexlriiiOSYexlrl
.
•
1988, págs. xi-xii).
hac:,:-"<=
_
....
Según Bourdieu. hacer exótico lo doméstico, en virtud de la objetivación
de un mundo familiar y dado por descontado, facilita la "reapropiación., del
yo. Al referirse a la reapropiaci?n. del yo, no creo que Bour~ie~- esté
proponiendo una concepción esenc1ahsta del yo, que en esa reaprop1aC10n las
personas se "encuentren" a sí mismas. Antes bien, Bourdieu sugiere que por
obra de la objetivación de un mundo familiar podríamos hacernos más
conscientes de la medida en que ciertos "modos de vida y de pensamiento"
modelan nuestra existencia y que, por lo tanto, podríamos estar en condiciones de decidir vivir según otros "modos de vida y de pensamiento".
Si la obra de Bourdieu puede considerarse desconstructiva, lo es en
efecto en su sentido específico. El interés primario de este autor es el de saber
hasta qué punto la situación que ocupa una persona en una estructura social
- por ejemplo, en una academia- es determinante de la posición que toma
esa persona en cuestiones de la vida.
Sin embargo, podemos considerar la desconstrucción en otros sentidos:
por ejemplo, la desconstrucción del relato del yo y los conceptos culturales
dominantes de conformidad con los cuales viven las personas; la
desconstrucción de prácticas del yo y de su relación, prácticas que son
dominan temen te culturales; y la desconstrucción de las prácticas discursivas
de nuestra cultura.
La desconstrucción se basa en lo que generalmente se designa como
"constructivismo crítico" o, como yo prefiero, una "perspectiva constitu-.
cionalista" del mundo. Desde esta perspectiva se propone que la vida de las
personas está modelada por la significación que ellas asignan a su experien~
cia, por la situación que ocupan en estructuras sociales y por las prácticas
culturales y de lenguaje del yo y de su relación. Esta perspectiva constitucionalista es contraria a las perspectivas del mundo de la psicoterapia, es
decir, contraria a la dominante perspectiva estructuralista (la conducta refleja la estructura del espíritu) y a la perspectiva funcionalista (la conducta sirve
a los fines del sistema).
En la siguiente exposición he de considerar, primero,ladesconstrucción
del relato, segundo, la desconstrucción de las prácticas modernas de poder
Y, tercero,la desconstrucción de las prácticas discursivas. Con todo eso, creo
con Michel Foucault (1980) que un dominio de conocimiento es un dominio
de poder Y que un dominio de poder es un dominio de conocimiento. De
manera que en la medida en que la significación se refiere al conocimiento y
en la medida en que las prácticas se refieren al poder, creo que significación,
estructuras y prácticas son inseparables en sus aspectos constitutivos.
30
El rela to
La slgnincaclón
t
~a i?ea de que la sign~ficación _que las personas atribuyen 1 a
cxp_enenc1a es _lo que determma sus v1das, ha incitado a los cientílicoe
socwles a e_stu~Jar la naturaleza de los marcos que facilitan la interprecaci6n
de la expenenc1a. Muchos de esos científicos sociales han propuesto la idea
de_que. es el _relato o la.~arración o la historia Jo que suministra el marco
pnmano a la mterpretac1on, a ~aac~ividad de dar sentido o significación y que
e~ por obra ~e los relatos o h1stonas cómo las personas juzgan sus propias
v1das y las v1das de los demás al encontrar sentido en su experiencia. Esu
historias determinan no sólo la significación que las personas dan asa
experiencia sino que, según se dice, esas historias también determinan en
gran medida qué aspectos de la experiencia las personas eligen ex~sar. Y,
asimismo, en la medida en que la acción está prefigurada en el dar si¡nif~e•
ción, esas historias determinan efectos reales en cuanto a modelar la vida de
las personas.
Esta perspectiva no ha de confundirse con la que propone que Ju
historias reflejan la vida o son un espejo de la vida. Por el contrario, la
metáfora narrativa propone que las personas vivan sus vidasdeconformicfad
con historias, que esas historias son modeladoras de la vida y que tienen
efectos reales, no imaginados, de modo que dichas historias procul'IJIIa
estructura de la vida.
En la bibliografía de terapia familiar hay muchos ejemplos de la
confluencia de la metáfora narrativa y de las varias metáforas de conversación y de lingüística. Como esas metáforas se sitúan en tradiciones de
pensamiento claramente diferentes y como algunas de ellas se opo~en a otras.
presentaré aquí algunas ideas más sobre la metáfora narrattva con la
esperanza de que la distingan adecuadamente.
La estructura narrativa
Bruner (1986), al referirse a Jos textos. propone la idea de q~ las
historias están compuestas de panorlll1las duales: un pano~~ acciál Y
un panorama de conciencia. El panorama de acctón está consu~ JIO!" 1)
hechos eslabonados en b) secuencias particulares a trav~ de e) ladimensi6D
temporal (pasado, presente y futuro) y de ~onfo~~d con d) traiiiiS
específicas. En un texto, el panorama de acctón sunumstra al ~tor ID&
perspectiva de la temática de lo~ hechos ~ue.se desarrollan e? e~ tiempO.
El panorama de conciencta está pn nctpalmente ~nsUtuldo ~ las
"¡§:interpretaciones de Jos personajes que figuran en la narrac1ón Ytambilapol
.
.
de11ector cuando
éste penetra, por invitación
las uHcrpretaciOncs
'
. . del autor,
d
. , . de esos personaies. El panorama de conc¡enc1a compren e
~
l" fl ·
"
en la conc1encta
. . fi1caclones
. , dadas por los personaies
y los lectores a re ex1onar en
lasst<>nt
~
d
o
e
los· sucesos
y tram as· a medida que éstos se desenvuelven.en el panorama
.
acción. Percepciones, nociones, especulaciones y conclusiOnes domman este
panorama y muchas de ellas se refieren a:
.
.
) la determinación de los deseos y preferenciaSde los personaJeS,
~) la identificación de sus características y cualidades p~rsonales,
e) la clarificación de sus estados intencionales, por eJemplo, sus
motivos y sus fin alidades, Y
.
d) la verificación de las creencias de esos ~erson~JeS .
.
Cuando estos deseos, cualidades, estados mtenctonales y creenctas
están suficientemente elaborados porel texto, se unen para ~ormar compromisos" que determinan trayectorias particulares en la vida, "estilos de vida".
Si suponemos que hay identidad entre la estructura de los texto~ Y la
estructura de las historias o relatos que cuentan las personas y SI nos
interesamos por la constitución de las vidas a través de las historias,
podríamos considerar los detalles de la manera en que las pe~son~s viven sus
vidas en los panoramas de acción y los panoramas de conctencta.
..
La determinación
¿Cuál es el origende estas historias o relatos que forman parte de la vida
de las personas? Las historias de las personas rara vez están construidas (si
lo están alguna vez) "radicalmente", es decir, no están hechas según un
molde, por decirlo asf. Las historias culturalmente accesibles y apropiadas
sobre la personalidad y sobre las relaciones se elaboraron históricamente y
se construyeron en el seno de comunidades de personas y dentro del contexto
de estructuras e instituciones sociales. Inevitablemente hay una dimensión
canónica en las historias referidas por las personas.
De este modo, tales historias están inevitablemente estructuradas por
nuestros conceptos culturales dominantes. Esos conocimientos no se refieren
a descubrimientos relativos a la "naturaleza'' de las personas ni a las relaciones, sino que son conceptos elaborados que especifican un particular
estilo de personalidad y de relación. Por ejemplo, en lo que se refiere a los
conceptos dominantes de la personalidad, en Occidente existe una especificación bien clara, atendiendo al sexo, de las maneras de estar en el mundo.
La indeterminación dentro de la determinad6n
Si es cierto que las lústorias que las personas refieren de sus vidaS
limitan las significaciones que ellas dan a la experiencia y limilaD los
aspectos de la experiencia que deciden expresar, y si es cieno que estas
significaciones tienen efectos reales y particulares en la vida de las personas,
poseemos pues un fuerte argumento en favor de la detenninación. Y ese
ar!!umento en favor de la determinación se fortalece al considerar la medida
en-que tales historias son canónicas, por cuanto están creadas conjuntamente
dentro de una comunidad de personas y por cuanto están históricamente
construidas dentro del contexto de instituciones específicas y estructuras
sociales.
Sin embargo, a pesar de que tales historias contribuyen aasegurarciena
determinación en la vida, rara vez abarcan todas las contingencias que
aparecen en la "vida como se vive" de una manera total. Lo mismo que ocurre
en los textos con referencia a la vida tal como ésta se vive, las historias que
las personas refieren están llenas de lagunas e inconsistencias y además topan
constantemente con contradicciones. Es la resolución de esas lagunas,
inconsistencias y contradicciones lo que contribuye a prestar cierta
indeterminación a la vida; son esas lagunas, inconsistencias y contradicciones las que hacen que las personas se empeñen activamente en encontrar una
significac ión única, o como habría dicho Bruner(1990). "dar significación".
- De manera que cuando consideramos la proposición de que la vida~
constituida en virtud de un permanente historiar y rehistoriarde laexpeneocia estamos considerando un proceso de "indeterminación denttO de la
det~rminación" o estamos ante lo que Genz (1986) llama "copia que
origina".
" La engorrosa pregunta, ácida y desencantada, que en al~ lupr Uonell'rillilll
cita de un estéti co del siglo xvm - '¿Cómo se exphc~ q~ todos DOSOCNI
comencemos partiendo de originales y terminemos en coptas? - enc~en:::
respuesta que resulta sorprendentemente tranquilizadora: es la copta
origina··. (pág. 380).
La desconstrucción del relato
Externalizaci6n de ronversadones y 'ivendas
·
1 h'
· deconfOI'IDidadc:oDias
En Cua nto a la desconstrUCCJón de as Jstonas
· 'vacióo de Jos
cuales viven las personas, yo he propuesto la ob!Jeb
probl••
32~--------------~------_l--~--~--------------~~~~
~.
que empujan a las personas a buscar ayuda terapéutica (p.or. eje~1plo, en
Whitc. 1984. 1986. 1989 y en White y Epston. 1989). EstaobJetlvactón lleva
a las personas a externalizar vivencias relativas a aquello que consideran
problemático en lugar de internalizarlas. Esta externalización ge.nera lo que
podríamos llamar un contralenguaje o. como ha propuesto rectentemente
David Eps10n, un "antilenguaje''.
Este externalizar conversaciones "hace exótico lo doméstico" o familiar, pues alienta a las per onas a identificar las historias privadas y los
conocimientos culturales de conformidad con los que viven, esos conocimientos e historias que guían sus vidas y que les hablan de su propia
identidad. Esa externalización ayuda a las personas a revelar, con el tiempo,
la constitución de su yo y de sus relaciones.
Este proceso de externalización se inicia alentando a las personas a que
den cuenta de los efectos que tienen en sus vidas los problemas que las
aquejan. Puede tratarse de los efectos producidos en sus estados emocionales, en sus relaciones familiares, en las esferas sociales y laborales, etc., y
aquí hay que poner énfasis especial para establecer de qué manera se ve
afectada la "concepción'' que esas personas tienen de sí mismas y de sus
relaciones. Luego se las incita a señalar la influencia que esas concepciones
o percepciones tienen en sus vidas. incluso en sus interacciones con los
demás. A esto suele seguir alguna investigación de cómo las personas fueron
inducidas a abrazar tales concepciones.
A medida que las personas se entregan a esta operación de extemalizar
sus historias privadas, dejan de hablarles de su identidad y de la verdad de
sus relaciones; dichas historias privadas ya no penetran en la vida de las
personas; éstas experimentan una separación de semejantes historias, una
alienación respecto de ellas. En el espacio establecido por esa separación, las
personas quedan en libertad de explorar otras ideas preferidas sobre lo que
ellas mismas podrían ser, otros conceptos preferidos que las personas
podrían incorporar en su vida.
Logros aislados e historias alternativas
¿Cómo se generan estos conceptos alternativos y/o cómo cobran nueva
vida? ¿Cuáles son los puntos de entrada de esas otras versiones acerca de lo
q~e p~drían s:r las personas? A medida que las personas se separan de las
h~stonas dommantes o "totalizantes·· que forman parte constitutiva de su
Vtda, se !es hace posible orientarse más hacia aspectos de su experiencia que
contradtcen esos conocimientos. Y esas contradicciones están siempre
34
presentes Yson, por lo demás, muchas y muy variadas Antes. SiJIIIIeii
Go:~man ~e he referido a esas contradicciones llam~dolas ..Jopo.
dos . ~Whtte, 1988a, 1989; White Y Epston 1989) y son ellas las
su~mt~tran una ~uerta de entrada a lo que podríamos considenlr los
temtonos altemattvos de la vida de una persona.
Para que un hecho llegue a ser un logroaislado,debesercalificadocomo
~al p~r las. personas que tienen que ver con los hechos. Siguiendo la
t~enttficact~n de hechos que pueden llegar a tener la condición de logros
atslados, es tmportante incitar a las personas para que evalúe
n esos sucesos.
1 ·
· ·fi .
¿Se o~JUZga St~nt tcatt vos o irrelevantes? ¿Representan esoshechoslogros
p.refendos o no. ¿Les parecen atractivos a las personas esos sucesos? ¿Se
sten.ten 1as perso~ as atraídas por al~unas de las nuevas posibilidades que
pudteran acompanarestos hechos? Stlas personas juzgan que ellos representan logros preferidos, luego se las puedea!entaraqueexpliquenporqu6aeea
que ello es as f.
U~a vez que se ha establecido que detenninados hechos son. eaefecao,
logros atslados puesto que se los ha considerado significativos y pn:feridos.
el terapeuta puede facilitar la generación (y/o la resurrección) de bialroñaíi(~;;aJ
alte~ativas al orientarse hacia esos logros aislados en la actitud que
pudtera tener al orientarse hacia misterios. Pues estos son misterios que
únicamente las personas pueden revelar cuando responden a la curiosidad
que sobre ellos manifiesta el terapeuta. Cuando las personas se entregan ala
tarea de revelar esos misterios, inmediatamente se entregan tambi~n ala taJa
de contar historias y darles significación.
Para facilitar este proceso que he Uamado "recreación", el terapeuta
puede hacer una variedad de preguntas incluso preguntas relativas al
"panorama de acción" y preguntas relativas al "panorama de conciencia"12•
Las preguntas referentes al panorama de acción hacen que las personas
sitúen logros aislados en secuencias de sucesos que se desarrollan en el
tiempo de conformidad con tramas particulares. Las preguntas relativas al
panorama de conciencia hacen que las personas reflexionen y determinen la
significación de los hechos que ocurren en el panorama de acci6n.
Preguntas relativas al panorama de attlón
Las preguntas del panorama de acción pueden referirse al p8SIIIIo. al
presente y al futuro y son eficaces para dar nacimiento a paisajesaltemalivos
que se extienden a través de la dimensión temporal. En la exposición que
sigue. debido a limitaciones de espacio. habré de concentrarme principal35
mente en aquellas preguntas que generan otros posibles panoramas históricos o Jos hacen cobrar vida de nuevo; se trata de preguntas que historian
··Jogros aislados". Sin embargo. algunas preguntas orientadas a futuros
panoramas de acción figuran en varios de los ejemplos que doy.
Las preguntas que historian logros aislados son particularmente eficaces para dar nacimiento a otros posibles panoramas de acción. Tale
preguntas obran a manera de puente entre hechos preferidos del presente y
el p asado: alientan a las personas a identificar la historia de los logros
aislados localizándolos dentro de secuencias particulares de sucesos que se
desenvuelven en el tiempo. A menudo estas preguntas ayudan a las personas
a gestar la historia de panoramas de acción alternativos en la medida en que
ellas se remontan al pa a do para recoger historias anteriormente dominantes
y "saturadas de problemas" que las personas experimentaron en s us vidas.
Las preguntas relativas al panorama de acción pueden concentrarse
tanto en la historia reciente como en la más distante historia de logros
aislados. Aquellas preguntas del panorama de acción que dan nacimiento a
la historia reciente del logro aislado se refieren principaJ mente a sus circunstancias más inmediatas:
-¿Cómo se resolvió usted a dar este paso?¿Qué preparativos lo condujeron
a hacerlo?
-Justo antes de dar ese paso, ¿no estuvo usted a punto de echarse atrás? Si
fue así, ¿cómo se abstu vo de hacerlo?
Mirando retrospectivamente desde este punto ventajoso, ¿qué advirtió usted
en su conducta que pudiera haber contribuido a este resultado?
-¿Puede usted darme algunos antecedentes del hecho? ¿Cuáles eran las
circunstancias que rodeaban ese acto? ¿Contribuyó alguien a ello? Si fue así,
¿puede usted describirme la situación?
. - ¿Qué pensaba usted en aquel momento? ¿Se aconsejó de manera
dtferente? ¿Qué se dijo usted mismo que lo empujara a hacer lo que hizo?
.-¿Qué sucesos ocurrieron en otros sectores de su vida que pudieran tener
relactó~ con esto? ¿Piensa usted que esos hechos prepararon el camino para que
usted dtera esos pasos?
El terapeuta puede fomentar la participación de otras personas de esta
~ene~ació~resurrección de otros panoramas de acción preferidos; pueden
mclUJrse_mtem~ro~ de la comunidad que han participado históricamente en
la gestactón Y_dtstnbución de la historia dominante en la vida de la persona
Y esto es parttcularmcntc útil. Por ejemplo, otros miembros de la familia
pueden ha~er significativas contribuciones para hacer surgir otros panoramas de acc1ón:
36
-¿Cómo piensa usted que se las arre laron
¿Qué vio usted que hacía Harry recientem:nte sus pad~es fren~ a esta~?
~obr~ su capacidad de dar este paso?
Yque pudtera arroJar aJauna Juc
-¿,Que vio usted que hacía Sally que la llevara a
?
contribuye esto a comprender que ella e b d.
este acto. ¿Hasta qué puaro
.
Sta a •spuesta a hacerlo?
- ¡,Puede usted describirme las circun,.tancia
.
1:1 vid:! de su hijo? ¿Alguna otra person
'b s que rodearon este hecho en
m:1nera?
a comn uyó a ello? Y si fue asf ¿de q~
. ~as siguientes preguntas son ejemplos de a uella
htstonadel logroaisladomásdistante So
q
s q~ee_ngendranuna
.
.
. n preguntas que IDVttan a identificar sucesos Yexpenenctas que tiene menos relac·ó
.
d'
1 n mme tala con los logros
·1
•
·
ats ados. Lo mtsmo que en el caso de las pre
tas
da
. .·
·
·
gun que n nactmtento a la
h .tstona
rectenre de] lo(Jro aislado es u' t'¡J co t
"'
•
n ar como coautores a los
.
.
h'
mtembros de la comunidad a personas que contn'b
.
.
. .
., •
oyeron tst6ncamente a
la gestactón y dist:Jbucton de la historia dominante que se repudia en este
proceso de recreactón.
-¿Qué puede usted decirme sobre su bistoria para ayudarme a comprender
como logró dar este paso?
. -¿Recuerda usted algún hecho pasado que en cierto modo pudiera constitutr el telón de fondo de este hecho reciente?
, -:-¿~~é advirtió usted en su vida hasta ahora que pudiera darle por lo menos
algun mdtciO de que ésta era para usted una posibilidad?
-Quisiera comprender mejor este hecho. Cuando era usred más joven ¿qlli
hacía o pensaba que pudiera representar un vital indicio de que este bcc:bo 1C1U1J
estaba en el horizonte de su vida?
-Por favor, piense usted en el reciente acto de su hijo y reflexione sobre su
,·ida tal como usted la conoció. Mirando retrospectivamente ¿q~ recuenll11111111
que él hiciera y que pudiera anunciar esto. que pudiera haberle dado a llllllf•
indicio sobre esto?
- Parece que lo que hicieron recientemente Mary y Joe es la mani.fescacidll
de un trabajo realizado detrás de la escena y que ellos hicieron para recobnr su
relación ¿Advirtió usted algún signo de que se estaba realizando ese lrabajo? Si
fue así. ¿cuáles eran esos signos?
Estos ejemplos representan sólo algunas de las opciones parablclrque
las personas entren en e 1proceso de la generación/resurrección de paDOI'UDI5
alternativos de acción y, por mi parte, creo que no es posible..,._.._
opciones en esta clase de interacción con personas. Por ejemplo. se puedeD
formular pregumas para aJentar a las personas a que manifiesten la~
reciente, la hi'>toria tlistantedeaquellos suceso que anunciaban los actuales
logro ai lado,.
Prc~untas
relati38 al panorama de conciencia
Las pregumas relativas al panorama de conciencia llevan a las personas
a pasar revista de los hechos que se desarrollaron en el otro panorama de
acción u) a determinar qué podrían revelar éstos sobre:
a) la naturaleza de sus preferencias y sus dt>seos,
.
b) el carácter de las varias cualidades personales y de relactón,
, .
e) la constitución de sus estados intencio~ales,
d) la composición de sus creencias prefendas y, por ultimo,
e) In naturaleza de sus empeños.
.
.
Las preguntas del panorama de conciencia invitan a la ~rllcu lactón y a
la realización de estas preferencias alternativas, deseos. cualidades personales y de relación. estados intencionales y creencias, y todo culmina en una "revisión·· de los empenos y compromisos personales en la vida.'J En virtud de
la significación que se da al panorama de conciencia ·'las creenc~as Ydeseos
de las personas se hacen suficientemente coherentes y orgamzados. para
merecer que se los llame 'empeños' o 'estilos de vida', y tales coherenctas se
consideran como 'disposiciones' que caracterizan a las personas". (Bruner,
1990).
Las siguientes preguntas son ejemplos de sólo algunas de las formas que
pueden tomar las preguntas relativas al panorama de conciencia. Estas
preguntas incitan a las personas a reflexionaren los sucesos tales como éstos
se han desarrollado en la historia reciente y en la historia más distante del
panorama de acción.
-Reflexionemos por un instante en estos hechos recientes. ¿A qué nuevas
conclusiones podría usted llegar sobre sus gustos. sobre lo que resulta atractivo
para usted, sobre aquello que le atrae?
-¿Qué le dicen estos descubrimientos sobre lo que usted desea en su vida?
-Entiendo que usted está al tanto de los antecedentes de este cambio
producido en la vida de Mary. ¿Hasta qué punto afecta eso la imagen que usted
tiene de ella como persona?
-¿Cómo caracterizaría usted las cualidades de su relación en ese primer
tiempo cuando ambos lograban prestarse apoyo el uno al otro frente a la
adversidad?
-¿Qué le dicen estos hechos sobre lo que le cuadra a usted como persona?
-Apreciando más plenamente lo que ocurrió ¿a qué conclusiones puede
usted llegar sobre lo que se propone hacer Harry en su vida?
38
-Parece ~u e ah_ora los dos e~tamos má<. en contacto con la circun\tancia de
que usted estuv•era drspuesto a dar este paso ·Q é 1
.
. " u e reve1a e~to acuca de sus
mouvos o acerca de las finalidades de su vida?
.
-¿Qué le s~giere esta historia de lucha sobre lo que Jane cree ue es
unponantc en la VJda, sobre lo que ella defiende?
q
A medida ~ue las personas responden a las preguntas referentes al
p~norama de a~ctón ~al panorama de conciencia, van reviviendo experienctas y es comost ~us vtdas fueran contadas de nuevo. Se generan así 0 \"Uel\'en
a cobrar nueva vtda conceptos alternativos de uno mismo y de las relaciones;
·
.las personas pueden concebir· otros modos. de v'1da y de pensamtento
e
el
diálogo,
mcorporarlos. Durante todo este proceso de recreación mediante
el terape~ta desempeñ~ ~n papel central al oponerse a todo retomo precoz a
lo canórur.o que sugenna que el logro aislado se explica por sí mismo.
Preguntas referentes a experiencias de experiencias
Las preguntas de experiencias de experiencias (White, 1988b) facilitan
mucho el proceso de recreación de vidas y relaciones y, a menudo, son m4s
fecundas que las preguntas que alientan a las personas a reflexionar
directamente sobre sus vidas. Estas preguntas incitan a las personas a dar una
versión de lo que creen o imaginan que otra persona puede pensar de eUas.
Estas preguntas de experiencia de experiencia:
a) incitan a las personas a remontarse a :.us experiencias pasadas y a
expresar ciertos aspectos olvidados o descuidados con el paso del tiempo, y
b) ponen en juego la imaginación de las personas de maneras tales que
constituyen experiencias alternativas de sí mismas.
Seguidamente damos algunos ejemplos de estas preguntas de experiencia de experiencia. En los ejemplos las preguntas están orientadas pñmero.
hacia alternativos panoramas de acción, segundo. hacia alternativos panoramas de conciencia y, en tercer Jugar. se dan ejemplos de preguntaS que
alientan a las personas a manifestar "particularidades íntimas'' de futuros
hechos en esos panoramas de acción y panoramas de conciencia.
Por supuesto, no han de hacerse estas preguntas a la manera en que se
interroga en los tribunales, sino que deben formularsedentrodelcontextodel
diálogo cordial y. cada una de ellas, debe estar en armonía con las respuestas
suscitadas por la anterior pregunta.
a) Si usted hubiera sido un espectador de su propia "ida cuando era unjo,·en.
¿qué podría haber visto entonces que pudiera ayudam1e a comprender que usted
era capaz de realiznr lo que realizó recientcrneme'!
39
-¿Qué le pnrece que me dice esto acerca de lo que usted deseó y aspiró en
su vida'!
.
,
. .
-¿Cómo cree usted que conocer esta circunstancia afecto la op1món que
tengo de usted como persona?
-¿Qué cree usted que esto podría revelarme sobre Jo que usted valora más
en la vida'!
, ·
d
-Si usted lo.<> rara compenetrarse con este concepto sobre s1 m1smo urante
una semana o dos.~. qué influencia tendría ello en su vida?
,
b) De todas las personas que lo han conocido, ¿quién se sorprendena menos
de que usted hubiera sido capaz de dar ese paso desafiando los problemas que
influyen en su vida?
..
-·Q é podrían haber visto en el pasado esas personas que les permn1era
u usted daría semejante paso en este mome,nto de su ~~.da.'?15
predecir"que
-¿Imagina usted que. en aquella época, eso podna haberles mdtcado a esas
personas algo acerca de sus facultades?
,
.
-¿Qué propósitos habrían supuesto esas personas que tema usted al realtzar
esta acción en este momento de su historia?
-¿Qué les habría dicho acerca de quién es usi.ed y acerca de lo que cree que
es importante?
.
-¿Qué acciones realizaría usted si estuviera más plenamente convenctdo
de este concepto que tiene de sí mismo?
e) Me gustaría comprender las bases en que se funda esta acción. De todas
las personas que lo han conocido a usted, ¿quién estaría en mejores condiciones
de dar algunos detalles sobre esa base?
-¿Qué indicios podrían tener esas personas para determinar qué curso de
su vida sena el más deseable para usted?
-¿A qué conclusiones podrían haber llegado esas personas sobre las
intenciones que usted tuvo para echar esa base?
-¿Qué pudo haberles revelado esto sobre el estilo de vida que más le
conviene a usted'?
-¿Si abrazara más frrmemente este otro concepto de quién es usted y de lo
que fue su vida, ¿en qué medida modifi.caría esto su vida cotidiana?
Estos ejemplos sólo sirven como introducción a algunas de las opciones
para elaborar preguntas que alienten la recreación de vidas según historias
preferidas. Entre las muchas otras opciones está la elaboración de preguntas
que puedan hacer nacer futuros hechos en el panorama de conciencia. Estas
preguntas invitan a reflexionar sobre futuros sucesos en el otro panorama de
acción. Por ejemplo:
-Si usted se viera dando estos pasos, ¿cómo podría confirmar esto su
concepto preferido de quién es usted como persona?
40
A estas pre~untas pueden seguir luego otras referentes al p;liJOI'8ma de
acción y así suces¡vamenie. Por ejemplo:
-¿Y en qué medida puede modificar su vida la confirmación deestaopini6D
que usted tiene de sf mismo?
Otras estructuras
Para elaborar preguntas adecuadas puede ser que el terapeuta se refiera
a otras estructuras de su trabajo, incluso las derivadas de la antrowlogía, el
drama y la literatura. Por ejemplo, a veces los logros aislad0s aparecen para
marcar cambios de los cuales es difícil hallar antecedentes en la historia
distante. En esas circunstancias se puede alentar a las personas a insertar
esos logros únicos en un marco de "rito de pasaje" que estructure las
transiciones de la vida median re las fases de separación, frontera y reincorporación (van Gennep 1906).
Por otra parte y en estas mismas circunstancias, los logros aislados
pueden insertarse en un marco de "drama social" que estructure transiciones
en la vida mediante las fases de estado constante, ruptura, crisis, recuperación y nuevo estado constante (Tumer, 1980).
En cuanto a tomar estructuras de la literatura, como he descubierto que
la revisión demoti vos que acompaña la resurrección de historias y conceptos
alternativos Fesulta particularmente "liberadora", con frecuencia meremi~o
a la desconstrucción de Burke como modelo de este trabajo.
¡
"Hemos de utilizar cinco términos como principios de nuestra investig~i~n.
Dichos términos son: acto, escenario, agente, acdón, finalidad. En unaenuDCia<:tón
cabal de Jos moiivos, uno necesita alguna palabr~_que nom!>re el acto (que 1'10~
lo que tiene lugar en el pensamiento oen la acc1on) Y otra palabra q~e nombre e
escenario (el fondo del acto, Ja situación en que éste .ocurre); tambu~n
indicar qué persona 0 elase de persona (agente) reahzó el .ac~o YI~DAiidld. ,
instrumentos que esa persona usó (acc~ón) Yademás hay que mdJear : crstas ~
toda enunciación completa sobre mouvos ofrecerá alguna resp~s~ 'é lolll«
preguntas: lo que se hace (acto), cuándo o dónde se ~ac~.~~~$~~u;~ pq.
(agente). cómo lo hace (acción) Y por qué lo hace ( •na 1
•
'
xv).
:::C.UU:
· · de experienciaconouosteRelacionar las preountassobreexpenencJa
.
•
•
. • t:>
•
d . puededarlugaraactos.esc:enanos.
masaltemat.tvoshistóncamenteSitua os
.
..
.
te" a la
alid d 16 Esto oontnbuye dramáncamen
age,ntes, acciones y fin
a es. . á 1
nalidadydesusrelaciones.
rtal estn1Ch11'8
arqueología de conceptos alternativos e a pe:S~
Un ejemplo de esta línea de interrogat.o no mformadapo
es el siguiente:
Mu) bien. de manera que l>U tía M avi~ era la que mejor estaba
colocada para predecir semejante acto. Démc un CJCm~ l o de la c~a~e de suces~
de que ella fue testigo en la vida de usted y que le hubiera permii!do predecir
este hecho.
b) ¿Cómo podría haber descrito ella las circ~nstancias del s~ce~o?
e) ¿Habrfa advertido ella que otros podnan haber contribUido al
suceso?
d) Si se le hubiera pedido que describiera exactamente cómo se realizó
.
esto, ¿qué imagina usted que habría dicho?
e) ·Cómo habría interpretado ella la finalidad de usted al realizar este
(.,
d
'
acto? ¿De que podría haberse enterado ella sobre lo que uste se propoma
hacer en la vida?
a)
Discusión
Corriendo el riesgo de insistir en demasía deseo, sin embargo. hacer
hincapié en el hecho dequeestas preguntas relativas al panorama de acción
y al panorama de conciencia no son sencillamente preguntas sobre la historia.
Son preguntas que historian el logro aislado. Yel enfoque de recreación que
estoy describiendo aquí no es sencillamente un proceso de "señalar hechos
positivos". Antes bien, este enfoque empuja activamente a las personas a
descubrir misterios que el terapeuta no puede resolver.
Cuando enseño esta técnica de trabajo siguiendo a Brunner ( 1986), a
menudo sugiero a los terapeutas que consideren la configuración de un arco
o bóveda. El arco es una realización relativamente reciente de la historia 17 y
debe su extraordinaria capacidad de sustentar carga a una disposición
especial de piedras en forma de cuñas. Cada piedra está situada de una
manera única y cada una debe su posición al particular arreglo de las piedras
situadas al otro lado, lo cual a su vez hace posible la panicular disposición
de las piedras de ambos lados.
El panorama de acción puede representarse como un arco. Y el logro
aislado puede representarse como una de las piedras con forma de cuña; su
existencia puede entenderse como contingente al ocupar su lugar en una
particular clase y secuencia de hechos que se desarrollan temporalmente,
mientras que al mismo tiempo contribuye a la particular disociación de los
sucesos a través del tiempo. Las preguntas que con textual izan logros aislados
contribuyen significativamente a que se manifiesten detalles sobre la disposición única de los sucesos de los cuales el logro aislado es sólo una parte.
Puede imaginarse un segundo arco dispuesto encima del primero. El
42
panorama de conciencia puede representarse mediante estesegundoactoque
está en interacción con el primero, el panorama de acción. por obra de la
reflexión.
Tal vez el enfoque que estoy describiendo aquí sobre la desconstrucción
de las historias y conceptos de conformidad con los cuales viven las personas
no sea del todo diferente del enfoque que presenta Derrida en su trabajo de
desconstrucción de textos ( 1981 )18• La intención de Derrida era sub,enir
textos y oponerse al privilegio de conocimientos específicos con métodos que
..desconstruyen la oposición"... para echar abajo la jerarquía en un determinado momento" Derrida lo logró al desarrollar métodos desconstructivos
que:
a) revelaban las ocultas contradicciones contenidas en los textos al
hacer visibles las significaciones reprimidas, las significaciones "ausentes.
pero implícitas",
b) daban preeminencia a esos conocimientos "del otro lado'". a esos
conocimientos considerados secundarios, derivados y sin valor.
Prácticas de poder
Buena parte de la obra de Michel Foucault está dedicada al análisis de
las "prácticas de poder" por obra de las cuales está constituido el •·sujeto"
moderno (Foucault 1978, 1984). Foucault trazó la historia del '·arte de
gobernar personas" a partir del siglo xvrr y estudió en detalle muchas de las
prácticas del yo y de las prácticas de relación que las personas incorp~ran en
sus vidas al ser incitadas a ello. Por cuanto en virtud de estas prácucas las
personas modelan sus vidas de conformidad con especificaciones domin~n­
tes del modo de ser, aquellas pueden considerarse técnicas de control soc1al.
Poder constitutivo
Foucaultconcibe un poder moderno que es constitutivo o "'pOSitivo'' en
su carácter y efectos, no un poder represivo o "negativo··. no un poder que
depende de prohibiciones y restricciones ( 1980).
En lugardeconsiderarqueel mecanismo central de esta forma moderna
de poder sea restrictiva, Foucault dice que su mecanismo central es productivo. pues la vida de las personas está en realidad constituida por esa forn1a
de poder. Según Foucault las prácticas de esta forma de poder pene.tran en
la vida de las personas y la modelan en sus niveles más profundos -mcluso
sus actitudes, deseos. cuerpos. costumbres, etc.-. y él comparaba estas
prácticas con una forma de doma o adiestramiento (Foucault, 1979).
Política local
Foucault se proponía exponer las operaciones del poder en el micronivei
y en la periferia de la sociedad en hospitales, prisior~es, famil.ias, etc. Según
Foucault era en estos sitios locales dor~de se perfeccionaban las prácticas de
poder y que, por consiguiente, ese poder puede ejercer efectos globales.
Aducía que es en esos lugares donde las operaciones del poder son más
evidentes.
De manera que para Foucault este moderno sistema de poder era
descentralizado.y "admitido" antes que centralizado y ejercido desde arriba
hacia abajo. Por consiguiente, alegaba Foucault que los esfuerzos por
transformar las relaciones de poder en una sociedad deben dirigirse a esas
prácticas de poder en el nívellocal, en el nivel de lo cotidiano, de las prácticas
sociales obvias.
Técnicas de poder
Al trazar la historia de los aparatos e instituciones a través de los cuales
se perfeccionaron estas prácticas, Foucault (1979) identiftcaba el panóptico
de Ben~am como el modelo "ideal" de esta forma de poder, de "las
tecnologtas. de poder que determinan la conducta de los individuos y los
someten a Ciertos fines o a cierta dominación, a una objetivación del sujeto".
(Foucault, 1988, pág. 18). En otra parte me he ocupado del análisis de este
modelo que baceFoucault (White, 1989). Ese modelo establece un sistema
de poder en el cual:
.
- la fuente de poder es in visible para quienes lo experimentan más
mtensamente,
-las personas están aisladas en su experiencia de sometimiento,
-:las personas están sometidas a la "mirada" escrutadora y al "J'uicio
normahzador",
.. 1- ~
Las personas les es imposible determinar cuándo son objeto de
~nc¡a y ~scrutinio y cuándo no lo.son; por consiguiente deben suponer
q1,1e SJernpre tO son,
'
- se incita a las perso a
·
•• 1
n s-contmuamente a evaluarse a sf mismas a
v¡g¡ arse, aodobrar en sus cuerpos y almas para hacerlas dócile-s
'
- e P eres autónomo en lamed'1d
.
.:
sometimiento de los demás
.~en que qUtenes part1c1pan en el
son, a su vez, mstrumentos" del poder.
El análisis que hace Foucault del panóptico constituye u.na exposición
de la man.era en que los mecanismos y las estructuras deesremódemo sistema
d~ poder mduce~ a ~as p~rsonas a colaboraren el sometimiento de sus propias
v1das y en la Obj~twac1ón de sus propios cuerpos, de la manera en que las
per~onas se co~v1er~en en "complacientes'' participantes para disciplinar 0
~ 1g tlar sus prop1as _v1das. Los mecanismos de este moderno sistema de poder
mcl.uy~n.tecnolog¡~s que Foucault llama "tecnologías del yo que permiten a
los md1v1duos realizar por sus propios medios o con la ayuda de otros cierto
número de operaciones sobre sus cuerpos y almas, sobre sus pensamientos,
conductas y modos de ser a fin de transformarlos y alcanzar cieno estado de
felicidad, pureza, sabiduría, perfección o inmortalidad" (Foucault, L988,
pág. 18).
El ardid
Sin embargo esta colaboración rara vez es un fenómeno consciente. Las
operaciones de ese poder ·están disfrazadas o enmascaradas porque el poder
obra en relación con ciertas normas a las que se les atribuye la condición de
"verdades". Se trata de un poder ejercido en relación con ciertos conocimientos que construyen determinadas verdades y que tienen la finalidaddebacer
que nazcan particulares y "correctos'' resultados, como una vida "plena",
"liberada", "racional", "diferenciada", "dueña de si misma", "contenida en
sí misma", etc.
Las descripciones de estos modos de ser "deseados'' son en verdad
ilusorias. Según Foucauh, todas son partes de un ardid que disfraza lo que
realmente ocurre y esas verdades dominantes están en realidad especificando
la vida de las personas y sus relaciones; esos resultados correctos son modos
de ser particulares, modos de ser prescritos.
De manera que las prácticas del moderno poder, tales como laspresenta
Foucault en detalle, son particularmente insidiosas~ eficace~. lncJtan.a las
personas a abrazar su propio sometim.ie~to, a regrr sus v1das mediante
técnicas de poder que las modelan y que-, wclu~~· modelan sus cuet;pas Y
actitudes de conformidad con ciertas "verdades . Esas (!Crsonas n~ ven el
modo de ser informado por tales verdades como efectos del p~er. ~moque
lo ven, en cambio, como el efecto de algo por el estilo de una realización, una
liberación.
Vlgt
t
44
Discusión
Para muchas personas este análisis del poder es dificil de.su~t~ntar,
porque sugiere que no pocos de los aspectos de nu~stra cond~cta
que, según suponemos, son expresión de nuestro hbre albedrío o que. se
mdiv•:
\uponemos. son tran~grcsores no constituyen. en efecto lo que pueden
parecer a primer:! vista. En realidad, este amílisis sugiere que muchos de
nuestros modos de conducta reflejan nuestra colaboración en controlar o
vigilar nuestras propias vidas. así como las vidas de los demás, nuestra
colusión en la especificación de vidas de conformidad con los conceptos
dominantes de nuestra cultura.
Al emprender su análisis de las "tecnologías de poder" y las "tecnologías del yo" Foucault no proponía que estas fueran las única caras del poder.
En realidad, tocante a los campos de poder. Foucault propuso el estudio de
cuatro tecnologías: tecnologías de producción, tecnologías de sistemas de
signos. tecnologías de poder y tecnologías del yo (Foucault. 1988).
Aunque en este capítulo he seguido a Foucault en cuanto a ponerénfasis
en las técnicas de un sistema de poder modemo y "positivo", creo que otros
análisis del poder-incluso los que se refieren a las ideas de Bourdieu sobre
la estructura de los sistemas sociales de poder y los efectos constitutivos de
esas estructuras en las posiciones que las personas tienen en la vida- son,
en alto grado relevantes, atendiendo a las situaciones cotidianas que deben
afrontar los terapeutas.
Otras consideraciones de campos de poder comprenderían el grado en
que algunas de las estructuras que representan el sistema anterior de poder
soberano aún existen y el grado en que las desigualdades institucionales,
aquellas de naturaleza estructural y las que tienen que ver con una desigualdad de oponunídades, dominan nuestra cultura.
En realidad, en su análisis del panóptico de Bentham, Foucault llama
la atención sobre una estructura que está en el corazón de las operaciones del
sistema. Al considerar las implicaciones de esta estructura desde el punto de
vista de la desigualdad, he sugerido en otro lugar que en nuestra cultura es
más frecuente que los hombres sean los "instrumentos" de la mirada
normalizadora y las mujeres estén con mayor frecuencia sometidas a esa
mirada (White, 1989).
Esta o~servación ha sido hecha también por otros autores (por ejemplo,
Hare-Mustm, 1990).
La descontrucci6n de las prácticas de poder
En la terapia, la objetivación de estas prácticas de poder familiares y
dadas por descontadas contribuye muy significativamente a desconstruirlas.
y cst~se logra incitando a las personas a ;xternalizar vivencias relacionadas
con dtchas práct'c
e d J • •
l as. uan o as prac11cas de poder quedan desenmascara46
das, l ~s person.as puc~cn a~umir una posición respecto de ellas y contrarrestar la tnfluencta que llenen en sus vidas y relaciones.
Esa cxternal~zación se inicia pidiendo a las personas que den cuenta de
los efect~s qu~ .d•chas. prácticas tienen en sus vida.<~. En el diálogo debe
hacerse hmcapte espectal en lo que las prácticas de poder han dictado a las
personas tocante a su relación con su propio yo y con Jos demá.5.
En virtu.d de esta externalización las personas son capaces de:
a) aprectar el grado en que dichas prácticas forman pane de sus vidas,
así como forman parte de la vida de otros,
.
b) identificar aquellas prácticas del yo y de las relaciones que pudieran
JUZgarse empobrecedoras de sus propias vidas y de las vidas de Jos demás,
e) reconocer hasta qué punto se han incorporado en la actitud de vigilar
y cont~ol.ar su.s propias vidas y establecer la naturaleza de su panicipación
en la vtgtlancta y control de la vida de otras personas y
d) examinar la naturaleza de las relaciones locales.
Por obra de esta extemalización de vivencias, las personas ya no
experimentan tales prácticas como algo que represente auténticos modos de
ser consigo mismas y con los demás. Ya no las experimentan como algo que
les penenezca y comienzan a sentir ciena alienación en relación con dichas
prácticas. Entonces las personas están en condiciones de desarrollar otras
prácticas preferidas del yo y de sus relaciones, es decir, contraprácticas. En
terapia he panicipado con algunas personas en la tarea de luchar contra
varias prácticas de poder, incluso aquellas que tienen que ver con:
a) las tecnologfasdel yo y del sf mismo, es decir, el sometimiento del yo
en virtud de la disciplina del cuerpo, del alma, del pensantiento y de la
conducta según modos de ser específicos (incluso las diversas operaciones
que modelan Jos cuerpos de conformidad con los conceptos específicos de
sexo),
b) las tecnologías de poder: el sojuzgamientode otras personas mediante técnicas tales como el aislamiento y la vigilancia y mediante la continua
evaluación y comparación.
También he participado con algunas personas en la desconstrucción de
determinados modos de vida y pensamiento, repasando con ellas los efectos
constitutivos de la situación específica de sus vidas en esos campos de poder
que toman la forma de estructuras sociales. Como resultado de esa
desconstrucción, las personas son capaces de rechazar esos efectos así como
aquellas estmcturas consideradas injusta .
.¡7
Ejemplos
Quizá sea este el momento oponuno para considerar brevemente de
nuevo las historias clínicas de Amy y Robert. Amy había sido inducida a
adoptar cie1tas prácticas destinadas a gobernar el yo, '·tecnologías del yo".
Había adoptado esas prácticas como una manera de autocontrolarse y lograr
transformar esencialmente su vida y darle una forma aceptable, una fom1a
que ~e hablara de plenitud. Al entregarse a actividades destinadas a sojuzgar
su vida, Amy las interpretaba como actividades liberadoras.
Después de orientar a Amy a ex.ternalizar sus vivencias sobre la
anorexia nerviosa a fin de determinar los efectos reales de la dolencia en su
vida, Amy comenzó a identificar las diversas prácticas de auto gobiernolas disciplinas del cuerpo- y las especificaciones que habían cobrado forma
en la anorexia. La anorexia ya no era la salvadora de Amy. La artimaña
quedaba expuesta y las prácticas de poder estaban desenmascar<,~das. En
Jugardeconünuar con estas prácticas del yo, Amy experimentaba alienación
en relación con ellas. La anorexia nerviosa ya no ponía en tela de juicio la
identidad de Amy, que así pudo acometer actividades que subvertían las
realidades construidas por Ja anorexia y pudo entregarse a examinar otras
prácticas preferidas del yo y de sus relaciones.
En el caso de Robert las nociones, prácticas o "tecnologías de poder",
estructuras y condiciones (todas cosas aceptadas sin examen ni
cuestionamiento) que representaban el contexto de su conducta violent-a y
abusiva constituían parte de un modo de vida y pensamiento dado por
descontado, pues Robertlo habi~ considerado el reflejo del orden natural de
las cosas. Después de entregarse a la extemalización de estas nociones
prácticas, estructuras y condiciones y después de haber determinado lo~
efectos reales que ellas ten'ían en su propia vida y en la vida de los demás,
Roben ~omenzó a experimentar cierta alienación de ese modo de vida y
pensanuento qu~ ya no le dictaba cuales debían ser las maneras de comportarse con las muJeres y les niños.
Luego, en virtud de un logro aislado como punto de partida, Robert
pudo abordar una "arqueología" de otras prácticas preferidas de relación y
entregars~ a ellas. También comenzó a rechazar las estructuras y condiciones
que constituyen la base de la conducta violenta y abusiva de los varones.
Prácticas del saber
Las disciplinas profesionales han logrado desarrolla
á .
· ·
de 1enguaJe
· , .
rprcucasy
tecntcas
segun
las
cuales
esa
d'
.
.
.
.. . d d"
s ISCip1mas tienen acceso a la
'er a del mundo. Semejantes técnrcas fomentan en las
1
creencia de que los miembros de esas disc· ¡· . ,
personas a
.
'P mas uene acceso a una
. 'ó b' .
exp ltcaci n o ~euva y s m prejuicios de la realidad
Y de Ja naturaleza
humana.'9
"Lo cual s ignifica que ciertos voceros los e
.
espec iales -que supuestamente tie ne.
qu esta~ formados en cienas técnicas
estable cer contacto con la realidad- ~i~~:nveerl co_n ·¡as ~acdultades del espíritu para
• JI" d 1 ¡
·
pnvt eg10 e hablar con autoridad
ncia pers"nal"
mas a a e a canee de su experie
.
"
· (P·ark·er y Sh oucr; 1990)
Estas
prácticas
de lenguaje
introducen modos de hablarydeescn·b·rrque
·d
·
.
y respetables pues ponen el acento en
conceptos de autondad_ y en la vida impersonal del experto. Estas prácticas
hacen que la perspecttva y las opiniones del orador y del escritor sean
descamadas: La exposición de los conceptos que hacen el orador y el escritor
está desprovtsra de la información que podría dar aloyente o alleotornoticias
sobre las condiciones en qué se produce la visión del experto.
Estas prácticas de hablar y escribir expresan conceptos que se consideran "globales y unitarios" (Foucault 1980); son exposiciones que encubren
las pugnas históricas relacionadas con su poder y encubren, incluso. las
múltiples resistencias que han encontrado. A las personas les resulta difícil
poner en tela de juicio estos conocfmientos globales y unitarios, porque tales
prácticas de lenguaje comprenden la prohibiciónde plantear cuestiones sobre
sus contextos sociales, políticos e históricos.
Como niegan al oyente o al lector esta información crítica, el oyente o
el lector queda en un estado de "suspenso"... No tiene la información
necesaria para determinar de qué manera pueden ''tomar" los puntos de vista
expresados y esto reduce dramáticamente la gamadeposiblesrespuestasque
puedan dar. Oyentes y lectores pueden o bienacatar los conceptosdel experto
o bien pueden rechazarlos. Es imposible el diálogo desde diferentes puntos
de vista.
Para Jos miembros de las disciplinas profesionales que.operan segánel
supuesto de que-recurren a conocimientos objetivos, cualquier reflexión
crírica que se haga sobre su posición es inaceptable. De esta manera pueden .
ev.itar afrontar las implicaciones morales y éticas de sus prácticas de saber.
se const eran ract?nales, neutros
"Una descripción que no contenga ninguna ~ne~ón crítica sobre la posición desde
la cual aquélla está articulada. P.Uede no tener otro principio que el de lQS iDtereSCS
48
nsociudo\ con In ~:kir.t rcl:tción <IUC el invcMigndor ricnc con •u objcro" ( Bourdieu.
1988. p:lg. 15)
Estos discursos de "verdad" muestran como conclusa. segura, fija y
permanente la naturaleza del mundo q~e . es abierta, vag~. transit?ria y
cambiante. Otras maneras de hablar/escnb1r se ocultan o, SI se consideran
que son inferiores, generalmeme se las excluye. Esas maneras "'inferiores'' de
hablar y escribir son reconocidas únicamente si van acompañadas po: l.a
"apropiada" deferencia que se debe a las manera de hablar y escnb1r
justificadas y garantizadas.
La desconstruccióo de las prácticas del saber
Los terapeutas pueden contribuir adesconstruirel saber de los expertos
al considerarse ellos mismos "coautores" de otros conceptos y prácticas y aJ
realizar un esfuerzo concertado a fin de establecer un contexto en el cual las
personas que buscan ayuda terapéUiica tengan el privilegio de serios autores
primarios de esos conceptos y prácticas. Seguidamente menciono algunas
prácticas "terapéuticas" que están informadas por esta perspectiva. Estas
prácticas en modo alguno agotan las posibilidades, y David Epston y yo
hemos discutido otras prácticas terapéuticas en otros lugares (por ejemplo,
en White y Epston, 1989, Epston y White, 199 1).
Los terapeutas pueden socavar la idea de que tienen acceso privilegiado
a la verdad pidiendo a las personas que los ayuden a comprender las
situaciones. Y esto puede lograrse informando a las personas hasta qué punto
la acción del terapeuta depende de la retroalimentación de las personas
tratadas tocante a laexperienciaqueeUas tiene de la terapia. Se ha reconocido
que la manera en que las personas experimentan la terapia es esencial como
guía del proceso terapéutico y este es el único medio que tiene el terapeuta
de saber qué clase de interacción terapéutica es útil y cuál no lo es.
Esta actitud puede acentuarse si los terapeutas empujan a las personas
a indagar por qué ciertas ideas surgidas durante la sesión les interesan más
que otras ideas. ¿Qué es lo que a las personas les parece significativo o útil
en las particulares perspectivas, verificaciones, conclusiones, etc.? ¿Qué
logros preferidos podrían acompañar las particulares perspectivas, verificaciones, conclusiones. etc.?
Los terapeutas pueden luchar contra la idea de que poseen un punto de
vista propio de expertos, al alentar continuamente a las personas a que
evalúen los reales efectos que la terapia tiene en sus vidas y en sus relaciones
50
Ya qu~ determinen por sí mismas hasta qué punto esos efectos son efectos
prefend.os y hasta dónde no lo son. la retroalimentación nacida de esta
evaluac1ón a7uda a los terapeutas a afrontar honradamente las im licancias
morales y éucas de su práctica.
p
.El ~erape~t~ puede poner en tela de juicio la idea de que posee
exp!l~a.c 1ón obJetl va y sin prejuicios de la realidad y puede hacer dudar d~~:
pos1b1hdad d.e que las personas estén sometidas a la imposición de ideas,
alentando a d1chas personas a interpretarlo sobre la entrevista misma. Como
resultado d~ esto, el terapeuta es capaz de desccmstruir y dar cuerpo a sus
resp~e~ras (mcluso preguntas, comentarios, pensamientos y opiniones) pues
las SJtua dentro del contexto de su propia experiencia personal d
·
·
'ó d
, e su
1mag~n.ac1 n y e sus estados intencionales. Esto puededesjgnarsecomo una
cond1c1ón de "rransparencia"20 del sistema terapéutico, pues contribuye a
cr~ar un contexto en el cual las personas son más capaces de decidir por sí
m1smas 111: manera de tomar las respuestas del terapeuta.
Si el terapeuta está trabajando con un equipo auxiliar 1, al terminar la
sesión ese equipo puede reunirse con las personas e interpelar al terapeuta
sobre la entrevista. Además de formular preguntas sobre las paniculares
respuestas del terapeuta, los miembros del equipo pueden ser incitados esta
vez a escrutar los pensamientos del terapeuta sobre el proceso terapéutico
durante la entrevista.
l as prácticas terapéuticas de desconstrucción también pueden ser
objeto de las respuestas de los equipos auxiliares. Se puede indicar a los
miembros del equipo auxiliar que abandonen los discursos de verdad de las
psicoterapias estructuralistas y funcionalistas, honrados en su momento, y
se los puede incitar a que respondan a aquellos hechos identificados por los
miembros de la familia como logros preferidos o que especulen sobre los
hechos que pudieran ser preferidos.?! Después de esto, los miembros del
equipo auxiliar pueden interrogarse unos a otros sobre sus reflexiones de
manera que puedan situarlas dentro del contexto de su experiencia, imaginación y estados intencionales personales. Por obra de esta personalización de
los conocimientos del equipo auxiliar se maximizan las opciones y elecciones
de las personas.
La desconstrucción de las respuestas de los miembros del equipo
auxiliar puede estructurarse alrededor de preguntas tales como: ¿Qué fue lo
que le llamó la atención? ¿Por qué cree que este hecho le Uamó tanto la
atención? ¿Por qué le impresionó como algo tan significativo? ¿Cómo
decidió usted hacer aquí un comentario sobre este hecho? ¿Qué efecto cree
usted que tendrá este comentario?13 ¿Cuál era su intención al hacer aquí esta
pregunta?
51
Esta transparencia de la práctica terapéutica repi·ese.nta un desafío a la
idea· comtínmenre aceptada de que para que la terapia tenga lo-s efectos
deseados sus operaciones deben mantenerse en secreto, la idea de que si las
personas saben lo que se propone el terapeuta la terapia no da buen resultado.
Al repasar estas prácticM con personas, he comprobado que a menudo ell as
consideran las respuestas del terapeuta del equipo au:.x i1iar como un factor en
alto grado significati vo para determinar en sus vidas los cambios que más
valoran.
curios idad es f~tHidad. Sin ·c mbafoo me USI 1
,
sugiere algo completamente di rere n"'te· e·'!.a ,~a a ép~l3bra. Para mt e~ a pafabra
•
• v~
lnter
s
evoca
el
•·
·d
lle ne pe r Jo que existe y JA
que·pud'•e ra ex .tsllr
. una d' .s • · 'ó
·
Cut ndo que uno
v
1
y sing ular lo que nos rodea c'terto .
•. ·
POStc t n a encontrar <'\lrai\o
..
·
'·
•mpu1so tmplacable a ·
·
famth arcs y mirar de manera difercnre las mismas e .
trrumptr en la~ cosas
ocurre y lo que pasa. una contingencia frente a osa~ . .u~ fervor ?e capr:tr lu que
las tradtctonales JCrarquü$ de lo
importante y lo ese nc ial". ( 1989, pág. 198)
Notas
Conclusión
Las prácticas terapéuticas que he llamado "desconstructivas" ayudan
a que las personasexperimenten cierta sensación de "acción". Esta sensación
se debe a la experiencia de escapar de la condición de ser un "pasajero" en
la vida y a la sensación de ser uno capaz de desempeñar un papel activo en
la modelación de la propia vida, la sensación de poseer la capacidad deinfluiT
en los hechos de la vida de conformidad con las finalidades que uno tiene y
de conformidad con los logros preferidos. Esta sensación de acción personal
nace cuando la persona advierte hasta qué punto ciertos modos de vida y de
pensamiento dan forma a su existencia y cuando se lleva a cabo alguna
decisión respecto de los modos de vida y pensamiento según los cuales
podríamos vivir.
Esas prácticas terapéuticas que yo llamo desconstructivas ayudan a las
personas a apartarse de los modos de vida y pensamiento que, según ellas,
empobrecen sus propias vidas y las vidas de los demás. Además, provocan
en el terapeuta y en las personas que buscan ayuda terapéQtica una curiosidad
respecto de versiones alternativas de lo que pudiesen ser esas personas. No
se trata sólo de una curiosidad cualquiera. Es una curiosidad sobre cóino las
situaciones pudieran ser de otra manera, una curiosidad sobre lO. que
trasciend~las versiones totalizadoras que las personas tienen de sus vidas y
que trasc1enden aquellas práclicas dominantes del yo y de sus relaciones·.
Poner el acento en la curiosidad durante las prácticas terapéuticas no
es, en modo alguno, una idea nueva y sobre esto remitiré a la revisión del
concep.to de neutralid;ld~ue llevó a cabo Gianfranco Ceccbin ( 1990). He de
conclurr con una de las deliciosas contribucic:mes a este tema de Michel
·
Foucault:
"La
e s un vic1'"
·
·
·
. •curiosidad
.
; q ue ha St·do esugmauzado
sucestvamen_¡e
po r el
cnsu amsmo, por la filosofu1 Y hasta por cierta concepció n de las ciencias. La
52
l. P(e fiero la caracterización de " padre solo" e 1
.
soltero". En nuestra c ultura la palabra "soltero" f
n hugar de la ~x prestón "padre
inclu so la de una cond' · · ·
tene mue as connotactones n~enri ,·as e
rcson sncomplelá, la condición de no estar casado d.- '
Pero: por lo meno~ a_mi juicio, la palabra "solo" evoca algo completam~r~te ~i%ar~~ °·
lmphca el reconoctmsento de la extraordinaria respo nsabilidad q
·
e.
y de la fuerza
·
1
ue llene n eStO$ padres
d ~ec~~ana _p_ara ograr lo que e llos logran. Por otra parte n o es dificil di :-cernir
~na segun a $1gnr scact_on. la de "alma". E l alma se refiere a la esencia y en e l ~aso de
las pers?,nas que s: dessgnan como " padres de alma" signi fica reconcccr "'la ternura de
cora zó,n que pr~dtgan. de l_a c ual ~~pende la imagen que sus hijos tiene n de ellos.
. :-· El t~abaJO emprendtdo aqur mc luía e l examen de la posibilidad de que 13$ hi'os
tamb1en hubteran podido ser objeto del abuso de su padre. Las comprobaciones po·r 3~ •
res descartarbn esa pos ibilidad.
•"
3. En
este u:aba~o ~e basa en la metáfora narrativa que lleva consigo un
concepto espec1fico no esencsahsta de autenticidad. Segun c!tta metáfora, generalt11cnte
una per~O(Ia alcanza cier~o sentido de autenticidad c uando a} realiza algunas pan il:ulares
pretenswnes sobre su vsda, pretens iones que se refieren a particulares autorrelatos v
cu~ndo b) esa realización es.presenciada·por ella misma o/y por otros. Esto sugeriría qu~
exsste toda una gama de posibles autenticidades que podrfan experimentar las personas
Y que esa gama está determinada por el caudal de ve rsiones que las personas. tienen de
sus vidas.
4. David Epston, deAucJdand, Nueva Zelanda. se unió a cierto nwnero de personas
que necesitaban una terapia para combAtir la anorexia nerviosa y funcjó La Liga
Antianoréxica. Esta liga as pira a desenmascarar las voces de la anore.tia nen•iosa y a
identificar, documentar y divulgar conocimientos y prácticas que se o¡¡pne n a las pr:kticas
de que depende la anorexia.
5. Los pasos iniciales en el trabajo de campo no deberían ser excesi, nmente
ambiciosos. fdeas como esta contribuyen a es tablecer comienzos más modestos y a
aumentar las posibilidades de hacer circular y autenticar conceptos alternativos deJ sí
mis mo.
6. Remito al lector al libro de Alan Jeokin Jnvitalions ro Responsabiliry ( 1990),
dende se encontrará una e xcelente discusión sobre este y otros asp<!<:tos del trabajo con
hombres que s on agresivos con otros hombres.
7. El consejo de los miembros de la familia en relaéión con e l abuso y otras
cuestio nes se realizó simultáneamente en un contexto difercnt~.
8. No creo que sea s uficiente que los ho mbres as uman la entera responsabilidad del
abuso perpetrado, que identifique n ·la experie ncia de las víetímas. que reconozcan los
efectos en el plazo breve y posiblemente en el largo pla.zo de l abuso. que pre~nten
since(aS excusas, que traten de reparar Jo que puede ser reparado > que rechaun l;ss
1
0
pru;e.
53
· ·t' fic•n sc .•J' tnte conduct.l y la< condiciones y técnicas de poder que
que JUS 1 " • 111 • •
h ~ct·n posiblo.: el abuso.
·
d' ·
' s·1 eso
· ,.uc.~a todo ,,. ..• 1rnque el hombre expcriuu;nt~ua
genuutO> rc mor rnncnto.>. es
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robable que, uelva 3 atacar porque no poo;ec otras noc1ones de e6mo éuc '.t' 1r e \ a.r n.
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Para que aya c 1c ~ .. " 1
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ltombre~ idcnt iliqu.:n conceptos alternau vos e os mo os e
es escncra
•
conduc!:l varoniles y obren de ncuerdo con e llos.
..
9. Estos representante> deben ser nombrados por el hiJO y el otro cónyu~e Y pueden
contnrse entre lo parientes que no tienen antecedentes de conducta abusr ,·a o entre
~r:.onas conoc idas de In comunidad.
.
.
.
lO. Se desarrollan se manalmente sesiones .c spcc 1al~s desunad.as a despoJar de
·•· gradualrnenre se llegan a orgamzar rcumones mens uales durante un
secreto 111 ternp1v .
•
h h
'd
'od de dos :tños. En cada una de esas reuniones se pasa re\'ISta a los ec os ocurn os
pen
'ó
d
1
·
d
en la semana anterior. Aquellos que revelan una reap~ncr n e cua qu1era e 1as
actitudes. estrategias. condiciones y esrrucru.ras que consuruyen el conrexro de pasados
desafueros puede así identificarse y combatirse.
.
Diferentes miembros de In familia roman por turno _notas _de esas reun1 ones Y
redactan minutas para el terapeuta (frecuentemente con la as1stenc1a de l~s r~presentan­
tes). El miembro de la famil ia a quien le roca esra tarea responsable es ~nvuado .a que
añada sus comentarios confidenciales a esas minuras. Si el terapeuta n~ rectb~ las mtnuras
de una reunión que figura en el programa. debe hacerlo norar rnmediatamenre Y
reclamarlas. De vez en cuando. el rerapeura acude a esas reuniones para verificar los
progresos.
.
.
..
No es posible recalcar en demasía la importancia que uene la responsabthdad local
en esre trabajo. La intervención del Estado puede ser muy eficaz para que cesen
inmediatamente los malos traros. pero lns eslrucruras de la responsabilidad local son
esenciales para que se establezcan conrexros seguros.
11. Se encontrará una excelente di scusión sobre la significación del secreto en la
estructuración de un conrexro de abuso violento en Amanda Kamsler y Lesley Laing,
"Poner fm al secreto" ( 1990).
12. En ouo lugar me he referido a las preguntas relativas al panorama de acción
llamándolas •·preguntas de relación única" y a las preguntas del panorama de conciencia
llamándolali preguntas "de redescripción única" (Whire, 1988a).
13. Por supuesto, el orden de estas preguntas puede alterarse. Hechos del panorama
de conciencia pueden considerarse por aquello que pudieran revelar sobre hechos
preferidos del panorama de conciencia. Por ejemplo, "¿Qué vio que estaba baciendo \ISted
que lo condujo a esta conclusión sobre su propia naturaleza'?'' ¿"Qué oua cosa advirtió
usrcd que reneja ra esa creencia?"
14. la revisión de los estados intencionales se realiza a menudo antes de hacer estas
preguntas relativas al panorama de conciencia con la incitación a extemalizar vivencjas
que tengan relación con el problema. Esto se logra mediante preguntas tales como:
"¿Cómo Uegó usred a este problema en conrra de su mejor juicio? ¿Qué se propon la usted
hacer en su vida? ¿A qué le da usted valor? ¿Q ué cree usted que es importante?''
15. Da_Phne Hewso~ de la ~acqunrie University. Sydney, u abajando tanto desde
el pu~~o de Vl~t~ ~e la teona narrauva como desde el punto de vista de la psicolog!a social
cogmuva ~a rmc1ado el de sarrollo de preguntas de predicción concebidas como medios
de dar nacrmiento a la historia de versiones alternativas.
16. ¿.Qué es u~a palabra? Respuesta: ¡Un mundo! Y yocreoquepara los terapeutas
los dram~ucos térmrnos "acto". "esctnario", "agente", "acción" y "finalidad" ofrecen un
mu~~o drferent.e del presentado por los términos "qué". "dónde", "quién". "cómo·· y "por
qué · Los rérmrnos acro Yescenario dan un sentido a la nnruraleza consrruidn y rcmárica
OCIItUdCS
A
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54
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del .mundo.
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términos agente y acción in vocan ídcas ~obre "con"b
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u 1 UCI 0 nt$
)'
pe n.c1as cs~cc1 Jea.~ Cil.le están en conexión con estados inrencionalc\ y el término
finalidad su~1cre d.e~ermrnados estados intencionales como ideas explicativa~.
. 17. Dcbra M II~nsky, de Berkeley. muy interesada en la historiadeesta\Cue<,tiones
me rnfom1a que los rnventores más probables del moderno arco del med' o p
1•
etruscos .
' unto !>On O\
..
_ . 18. Sé que .ahora ha~ una serie ~e terapeutas familiares que están emprendiendo el
c~tud10 de la obra de
. Dcrnda y exam1nando las implicac'1one'~ d•
e 1••
.._, 1'd e¡b de e:.ta autor
desde el• punto
de
VISta
di!
las
prácticas
terape'utica~.
Ron
Findl•y
de
St • K'1fda. v·letona.
.
•
v •
pres:nto recientemente algun~ de sus pensamientos sobre Derrida y la tera ia en una
rcunrón desarrollada en Oulwrch Centre.
P
. 19. Pensadores feministas señalan que estas prácticas de lenguaje son claramente
parna.rcales Y tratan de oponerse a ell_as con una ética de la solicitud y cuidado poniendo
énfasis en el contexto. Véase por eJemplo, de Carol Gilligan "In a o·rrer t v · ··
( 1982) .
1
en orce
20. Di~curiendo yo con David Epsron sobre cómo podría caracterizarse mejor esta
desconstrucc1ón de las respuestas del terapeuta, él sugirió el término "transparencia".
. . 21. En Andersen ( 1987) se enconuará una introducción al concepto de equipo
auxihar.
. 22. ~o.mo ocur.re con las prácticas de recreación del rcrapeura, los miembros del
equ1po auxrhar se ~ne~ran respecto de los logros aislados como uno podría orientarse
respecto .de los mis!enos: De manera que cuando los miembros del equipo hacen
comentanos sobre logros aislados después siguen preguntas del equipo destinadas a hacer
~ue ~os ~1iembros de las familias (fundándose en la experiencia vivida y en su
unagmación) revelen esos misterios. Así, los miembros de la familia tienen el privilegio
de ser los autores p rimarios de otras versiones preferidas.
23. Esta pregunta fue sugerida por Stephen Mndigan en "Down Under Famil}
Therapy Scholarship" durante la visita que hizo a Dulwich Centre.
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·
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to Therapeutic Ends").
2
~ecir de nuevo: ¡Hola!
La mcorporación de la relación perdida
en la resolución de la aflicción*
. • ~'Freud afirma ~u e para que se complete el proceso de duelo es menester u
qUienes quedan con vtda desarrollen una nueva realidad que ya no comp d 1
qe
d'd p~
h
ren a oquese
h
a per 1 o. c~o.... _ay que agregar que la plena realización del duelo puede restaurar lo
que se h~ peredido e tneorporar_lo en el presente. La record11ción plena puede ser tan viral
para el btenestar y la recuperactón como el olvido de los recuerdos" (Myerhoff 198? á
11 0).
•
• • p g.
Durante algún tiempo estuve e)(aminando la metáfora de "decir hola''
Y su aplicacíón al trabajo al tratar la aflicción. Me vi impulsado a esra
indagación por determinadas experiencias de La terapia con personas de
quienes se había diagnosticado en otros lugares que sufrían de "aflicción
demorada" o "duelo patológico". Muchas de esas personas habían sido
objeto de prolongados e intensos tratamientos orientados por el modelo
"normativo", y dando pordescontado el procese de aflicción, o por el enfoque
de aplicar productos químicos a los problemas de la vida.
Generalmente compruebo que esas personas están bien familiarizadas
con el proceso del pesar informado por la metáfora de "decir adiós'' y que
p.ueden situar fácilmente Sij experiencia en relación con ese proceso. Comprenden claramenteque en su evolución no han alcanzado la meta apropiada.
·'Saben'' que Ja llegada a esa meta es.tará evidenciada por el "adiós"'
plenamente experimentado, porla aceptación de la pérdida definitiva del ser
querido y por un deseo de emprender una nueva vida que no tenga relación
con la persona muerta.
*E-ste artículo se escribió para ser presentado en el "Loss and the Family
rmernational Colloquium". Ballymaloe. County Cork.l rlanda. desarrollado entre el S Y 8
de julio de 1988.
Quiero agradecer a l(arl Tomrn sus comentarios sobre el primer borrador~ este
capítulo,
Publicado en el Dubdclr Cemre Neu·sletter, primavera de 1988.
56
En el primer contacto la persona que padece de "aflicción demorada"'
o "'duelo patológico·· parece que hubiera perdido su propio yo junto con la
persona amada. Sin que se las incite a hacerlo. esas personas exponen al
terapeuta todo lo relativo a la pérdida sufrida y los consiguientes efectos que
ella tiene en su vida; por su cuenta dan todos los detalles de su sensación de
vacío. de falta de valor de todas las cosas y de su depresión. Su desesperación
es tal que a menudo me sentí completamente abrumado al comienzo de la
terapia. Generalmente distingo las incitaciones que me hacen esas personas
para que me una a ellas en conversaciones de "más de lo mismo•· que son
activadas por la metáfora de "decir adiós'"; pero en general logro declinar
tales incitaciones.
En semejantes circunstancias puede esperarse que continuar trabajando
con la aflicción según el modelo normativo -un modelo que especifica las
fases del proceso de la aflicción de conformidad con la metáfora de decir
adiós- complicará aún más la situación en lugar de capacitar a esas
personas a reaccionar y enriquecer sus vidas. La desolación que esas
personas experimentan es tal que, en la terapia, crear un contexto para
incorporaren él la relación perdida parece mucho más indicado que todos los
esfuerzos tendientes ahacerolvidaresarelación. Esta consideración impulsó
mi investigación de la metáfora de "decir hola".
Guiado por esta metáfora, elaboré y formulé preguntas que, según
esperaba, pudieran presentar la posibilidad de que dichas personas reivindicaran su relación con el ser amado y perdido. Sorprendido por el efecto que
tenfan _estas preguntas en la resolución de la sensación de vacuidad y de
depres1ón, me decidí a investigar más la metáfora. Esperaba alcanzar una
mejo~comprensión de los sucesos y que esto me permitiera prestar ayuda más
ef~cuva a las personas en el restablecimiento de sí mismas, un restablecimiento que aportaría el alivio tan vehementemente deseado.
Mary
11Mar~te~ía 3 año~ cuando acudió en busca de ayuda terapéutica por lo que
e a am~ ~ una pérd1da no resuelta". Seis años antes, su marido Ron había
4
11
muerto sub1tamente de un ata
df
S
·ne
d H
que car aco. e trataba de un hecho enteramente
• spera o. asta aquel mom
od 1 "d
, .
Ella R h b' . .
ento t a a VI a hab¡a s1do excelente para Mary.
amb¿~ v~~oraab•an disfrutado de una relación "rica y amorosa", una relación que
an en muy airo grado.
Después de 1~ ~uerte de Ron el mundo de Mary se derrumbó. A obiada or
la pesadumbre Ysmlléndose entorpecida, atontada, desde aquel mo!emo M~ry
58
··simplemente pasaba por la vida" sin experimentar consuelo de ninguna clase. Su
entorpecimiento sobrevivió a varios intentos de '"elaborar" su aflicción mediante
asesoramiento. La medicación corriente no le había procurado ningún alivio. A
pesar de esto. Mary persistió en sus intentos de alcanzar cierta sensación de
bienestar consultando terapeutas y procurando aceptar los hechos durante los
cinco años siguientes.
En mi primera entrevL~ta con Mary, ella me declaró que había desechado casi
toda esperanza de recobrar alguna vez siquiera una apariencia de bienestar. Le
parecía que nunca sería capazde decir adiós. Una vez que Mary me hubo expuesto
su desesperación, la invité a que eludiera las conSecuencias "terriblemente serias"
de la muerte de Ron.
Le pregunté decididamente si decir adiós era de alguna manera una idea
positiva y si no sería una idea mejor decirle a Ron "hola". Le dije luego que la
desolación que experimentaba tan agudamente podía significar que ya habfadicho
··adiós'" demasiado bien. Mary reaccionó con desconcierto y sorpresa.
¿Había oído lo que creía haber oído? Repetí mis pensamientos y comp~
que por primera vez brillaba en ella un destello.
Después le pregunté si le interesaba experimentar con esa idea de decir hola
a Ron o si creía que éste estaba sepultado demasiado profundamente para acariciar
semejante idea. Mary cómenzó a sollozar; sollozaba suavemente, no de manera
desesperada. Aguardé. Al cabo de diez o quince minutos m~ declaró súbitamente:
··sr, Ron está sepultado demasiado profundamente para mf'. Sonrió y luego dijo
que podría ser útil "excavar un poco y extraer algo de él". De modo que empecé
a hacer algunas preguntas:•
Si estuviera viéndose ahora a través de los ojos de Ron, ¿qué rasgos de usted
misma advertiría que podría apreciar? ¿En qué se modificarfa su modo de verse
si usted estuviera apreciando esos rasgos ahora mismo?
¿Qué conoce de usted misma que pudiera despenar aqueUascosas gratas que
Ron conocía de usted?
Si mantuviera viva.esta opinión sobre sr misma en el curso de todos los dfas.
¿qué modificación supondría esto para usted?
.
¿En qué medida podría influir esta manera de sentir en Jos pasos que pudJera
usted dar para retornar a la vida?
·Cómo podría nacer saber a otros que usted ha reivindicado algunas de las
cosas ~escubiertas de sí misma que eran claramente visibles para Ron Yque a usted
personalmente le parecen atractivas?¿ Cómo cobrar conciencia de que a~uello que
no ha sido visible para usted durante Jos seis años pasados puede capac1tarla para
influir en su vida'?
.
?
¿Cómo puede influir Jo que ahora sabe de usted misma en su próx1mo paso·
' Por supues1o. los ejemplos de pregun1ns que se da? en est~ artfculo .no son
pr<!semados por los terapeutas en el es1ilo de los interrogat?nos de tnbunaiC"$ sm~áq~~
l>C lo hace dcmro del come¡cto de un proceso do.: co~vohJCión. Cada pregunta e~
armonía con la respuesta que la persona da a lu amenor pregunta.
59
Al dar ese próximo paso, ¿qqé otro ras~ ere~ que podría hallar que fuera
imp<?rtante que-usted Gonociera?Mary se debati<S con esas preg~ntas ~ost~ando
alternados-accesos de tristeza y de júbilo. Después de las dos ses tones stgutentes
companió conmigo los importantes redescubrimientos_que habí~ estado haci e~~o
sobre sí Riisma y sobresu vida. Unos doce meses despues, al segutr yo la evoluc10n
del proceso. Maey dijo: " Es extraño, pero cuando descubrí que Ron no había
muerto pllfé! m(, que no tenía que separarme de él, rne sentí menos preocupada con
él y la vida me pareció más rica".
Jobn
John tenfa treinta y nueve años cuando acudió a consultarme por "dificultades con su autoestima" que eran de larga data. No podía recordar un momento
en que no hubiera mantenido una actitud crítica respecto de sí mismo. Durante
toda su vida había ansiado la aprobación y reconocimiento de los demás. Y pore.so
seodiaba creyendo que le faltaba sustancia como persona y que los otros advenían
claramente ese .hech.o.
John se consideró amado por su mujer e hijos y creyó que esa experiencia de
la vidade familia babia contrarrestado en cieno modo las agudas dudas que sentía
sobr;esllpel'$0na... pero nunca las babia contrarrestado.suficientemente. Las dudas
"SObreosf mismo eran fácilmente desencadenadas por lo que él consideraba la más
trivial de las circunstancias. En varias ocasiones había buscado asesoramiento de
profesiemdes, pero no había logrado experimentar et alivio deseado.
Teniendo en cuenta la Larga historia del repudio de sí mismo que experimt:ntaba Jobo, le pedí mls detalles so~re su vida. Me contó que había gozado de una
infáncia feliz hasta la muerte rle-su madre que sobrevino cuando él estaba en la
tierna edad de sie~ aiios, ju~to antes de cumplir ocho años. En la familia nadie
babía resistido bien este golpe y durante·algún tiempo el padre de Jobo fue una
pe~a perdida para todo el mundo, incluso para el propio Jehn. Este conservaba
vfvido recuerdo de los hechos que rodeaban la muerte de su mad.i:e. Durante un
tiempo considerable no llegó a creer en esa muert~. pues siempre esperaba ver
aparecer de nuevo a ra .madre en cualquier momento. Luego sintió que tenía el
corazón enteramentedestrozado. Posteriormente-el padre volvió a casarse con una
buena persona ..pero realmente las cosas- nunca fueron de nuevo comb antes...
Le preglLDté a John si las cosas hubieran continuado siendo las mismas si
su madre no hubiera muerto, ¿qué opinión tendría ahora de sí mismo? Allle~ar
a este P.unto comenzó a derramar lágrimas. ¿Pensaba que la madre le había faltado
~ su vtda durante demasiado tjempo? ¿Era realmente positivo que elÍa ~neCiera ausente de la vi.da de su h" ? J h
·
·
lJO • o n parectó sorprendtdo y yo le pregunté si
no le molestaría que le hiciera más preguntas "No tará
b' ., E
le hice las siguientes preguntas:
. . ' es
muy ten . ntonces
·
' Qu6 Veía S madre
1. .
u
cuando lo rruraba a usted con sus amorosos qjos?
¿Cómo 5abía ella estas cosas sobre usted?
60
¿Qué-rasgos. ~iene usted que pudi'eran decirte
¿Qué puede ver ahor a en sí núsmo que. estuvo ·~dW~¡¡
para us·ted?
¿Qué modificación sufrirían sus relaciones con Jos w;11JJ11:~. 1111•.•
consigo este conocimiento en su vida diaria?
¿Haría esto que ft~era más fácil para usted ser ~u p~ia personaanfe$una persona para los demá s':'
9le:
¿Qué haría usted para comunicar a los otros esta nueva~ de st mismo
como persona?
¿Hasta qué punto el hecho de comunicar a otros esta nueva imagen de su
persona le permitiría fortalecerse algo más?
·
.¿De que manera~saexperiencia de fortalecerse podría afeecar la relación que
mannene con usted mtsmo?
Vi a JoJm en tres ocasiones más con intervalos de dos se.man~ y Juego. Odio
meses después~ lo vi p~ra verificar cómo había evolucionado. DuranteCitf ~
John tomó vanas- medrdas para mantener viva la "imagen" que su madre teota de
él y llegó a mantener una nueva relación consigo mismo, una relación en la que
se aceptaba como persona ·en lugar de repudiarse. Y ya no se senlfa vulnerable a
esos- hechos que solían empujarlo a concebir dudas sobre sí mismo.
Discusión
E~:perieneia
de experiencia
Si. usted
estuviera viéndose ahora a través de los ojt» de Ron, ¿qui
' '
rasgos de usted misma advertir(a que pudiera apreciar?
LaS' preguntas·ql:lejlateeían más eficac.es para ayqdara las personas.
reivindicar estas importahtes relaciones, eran aquellas queinvitabaila refalar
l.o que las personas (>:eFCibían como la experienciapesiti~ ~ellas que teafa
el serdesaparecido. Ese relato era.expl'esió.n de la expenenetaqUC: teafmde
aspectos específicos de lo que experiinentaba la pe,tSona {allecada. BStas
preguntas tenían un efecto inmediato y visible. Los rec?erdos.evocados no.se
referían sólo a sucesos histórioos efectivaD,J.ente ocumdos, smQ que·abartabantambién una experiencia vivida y plena. una.experiencia que comprendía
las partes afectivas y emotivas de la persona.
·
•
•
tarse el yo
Era
~vidente que en esa narraetón
tomaba a experamen
pasado. Varias nociones perdidas u ohidadasdelyoparecíane::
susceptibles desere~pr.esadas por Las personas.¿Cómobade
proceso?
A1esforzarnos por dar sentido a nuestra vida debemos encarar la tar~a
de disponer las experiencias que tenemos de Jos sucesos en una secuenc1a
temporal a fin de poder llegar a una exposición coherente de nosotros
mismos. Las experienci::ts específicas de hechos del pasado y de l presente Y
de hechos que se predicen para el futuro se combinan para desarrollar esta
,·ersión a la que hemos llamado historia o narración o relato.
··El pasado. el prcse n1e} el fulllro no sólo es1án construidos sin~ que se.encue~1ran
conccwdos en una ~<·c·uencin lineal que está definid~ por rclactones s!stcm<i~tcas.
si no causales. La manera en que pintamos cualquter segment? es~a _refenda a
nue~tra conce pción del todo que he decidido concebir como una lustona' . (Bruner,
1986a. pág. 141).
Que obtengamos éxito en esta tarea da cierto sentido_de continuidad Y
de significación a nuestra vida. Contamos con ese ~ent~do p~ra ordenar
nuestra vida diaria y para interpretar ulteriores expenenc1as. Sm embargo
alcanzar ese sentido tiene un precio. Una narración nunca puede represe mar
toda la riqueza de lo que Turner ( 1986) llamó nuestra "experiencia vivida".
.....la experiencia de la \ida es más rica que los discursos. Las estructuras narrativas
organizan y dan significación a la experiencia. pero la hi storia. do~ina~t~ ~?
comprende siempre por completo los sentimientos y la expenencta v1v1da .
(Bruner. 1986a. pág. 143).
experiencias vividas, se pueden localizar y reelaborar nociones altemadvaii
previamente perdidas y asf pueden ser accesibles nuevas y enriquecedoras
percepciones y validaciones de sí mismas.
Selección de versiones alternativas
¿Qué conoce usted de sí misma que la hace sentirse animada cuando
mantiene vivas aquellas cosas gratas que Ron conocfa de usted?
Al alentar a las personas a reivindicar las versiones alternativas que se
hacen accesibles en este revivir la experiencia, he comprobado que otras
preguntas son también eficaces. Estas preguntas incitan a las personas a
rever esa experiencia y a localizar esas otras versiones de sí mismas que
presentan los "hechos" experimentados como más atractivos, "esos hechos
que pueden ayudarlas a ellas y a otras personas a escribir" una nueva historia
de sus vidas.
Estas preguntas también ayudan a las personas a darse cuenta de que:
"Toda narración o descripción es una imposición arbitraria de significación al
torrente de recuerdos por cuanto ponemos énfasis en algunas causas y descanamos
otras: es decir, toda descripción es interpretativa''. (Bruner, 1986b, pág. 7)
Hacer circular el conocimiento de uno mismo
Laestructuración de una narración exige recurrir a un proceso selectivo
en el que expurgamos de nuestra experiencia aquellos hechos que no encajan
en la versión dominante que desarrollamos y que nosotros y los demás tienen
sobre nosotros. De manera que con el correr del tiempo buena parte de
nuestro caudal de experiencia vivida queda sin historiar y nunca se La
"cuenta" ni se la expresa.
Sin embargo, en ciertas circunstancias, a las personas les es posible
volver a vivir aspectos pasados por alto de su experiencia vivida en una forma
inédita. En esos momentos la disposición y secuencia de los sucesos a través
del tiempo queda transitoriamente anulada y reemplazada por lo que
Myerhoff Uama "simultaneidad··. De manera que así
se alcanza una sensación de unidad con todo lo que ha sido la historia de uno".
(Myerhoff. 1982. pág. 110).
¿Cómo podría hacer saber a otros que usted ha reivindicado algunas
de las cosas descubiertas de sí misma que eran claramente visibles para
Ron y que a usted personalmente le parecen atractivas?
Alcanzar un sentido de autenticidad en las aspiraciones que uno tiene
exige no sólo que esas aspiraciones se apoyen de. al~ún "!~o en la
experiencia vivida, sino que también exige que esas as~1rac•_ones se pongan
en obra". Y la experiencia de realizar aspiraciones y de 1~enufic~e ~on e~
está facilitada por el hecho de hacercircul~ las nuev~ tdeas Ystgn_tficactones vinculadas con conocimientos alremattvos o verstones alternativas. Esa
circulación aumenta la supervivencia de tales conocimientos.
M •••
Creo que esa simultaneidad se logra mediante las preguntas que incitan
a las personas a describir lo que ellas perciben como la experiencia que de
ellas tenía la persona fallecida. Al inducir a las personas a remontarse a sus
62
"Las significaciones duramente logradas deberían expresarse. pintarse. bailarse.
dramatizarse. ponerse en circulación··. (Tumer, 1986. pág. 37)
Para hacer circular estas versiones es menester que exista un público
que asista a las nuevas significaciones. Pueden derivarse pregunta.-; que
63
identifiquen y reúnan a ese público. En la "'interpretación'" de estas nuevas
significaciones ese público participa por retroalimentación en las nuevas
producciones del yo de la persona en cuestión. La producción del yo es un
proceso recursjvo, un proceso en el que aspectos elegidos de la experiencia
de uno se realizan y en el que esta realización misma contribuye a aumentar
el caudal de laexperienciade hechos de losquederivóeJ conocimiento de uno
mismo.
Tener conciencia de la producción de producciones
¿Cómo puede bzfluirenusted lo que ahora sabe de usted mismo en su
próximo paso?
Al dar ese próximo paso, ¿qué otro rasgo cree que podría hallar que
fue ra importante que usted conociera?
Se pueden hacer más preguntas para alentar a las personas a conservar
más plenamente la medida de su papel en la producción de sus propias
producciones, el grado en que están personalmente activasen la constitución
y modelación de sus vidas, el grado en que lo que "Saben" de si mismas
determinará las decisiones que tomen respecto de los pasos que den en la vida
Y. por otra parte, el grado en que sus perspectivas sobre esos pasos puedan
contribuir a acrecentar lo que saben de sí mismas.
Tener conciencia de .la producción de las propias producciones de uno
abre nuevas posibilidades para que las personas dirijan el curso de sus vidas.
Cuando las personas se dan cuenta del proceso en el cual son, por u o lado,
actores y, por otro, espectadores de sus propias realizaciones se les hacen
accesibles nuevas opciones y entonces se sienten como "las autoras de sí
mismas" (Myerhoff, 1986, pág. 263).
Otras aplicaciones
Pérdida de niños pequeños
Padres que perdieron a hijos muy pequeñoscomprobaronque era eficaz
la metáfora ~e "d~cir hola", incluso cuando las circunstancias son las de la
muerte d~ hiJOS aun no n.acidos. Una vez que se les hubo pre,<;entado la idea,
no expenmentan. gran d1fi<;ultad
en imaginar ,cuál podrt'a
• ·
.
. se r 1a expenenc1a
de ellos que tuv¡era el mño• cómo podría éste h"'b
·:..~
d
a er10$ COnSJuera O en SU
64
condición
. .• de padres para luego incorporar versiones del yo asociadas coo 1a
s11uac10n.
Los niños y el abuso
~a posibilidad deap~~caresta metáfora fueestudiada ysecomprabóque
era ef¡caz en el caso de mnos de los cuaJes se habían hecho car<Yo en aJ •
· ·
é
gun
.
hosp1cto, en e 1caso de n1ñoscon historias de repetidos y serios abusos. Como
resultado del abu~o, estos niños generalmente se refieren con odio a su yo y
hacen todo lo pos1ble para frustrarse, pues hasta mutilan sus vidas y su futuro
entregándose a una conducta destructiva.
En estas circunstancias, he trabajado con un niño y los celadores del
hospicio para localizar "logros aislados" (White, 1988) que manifestaran 1a
aparición de personas adultas en actitudes positivas y de auxiliorespectodel
niño, en lugar de adoptar posiciones negati,·as o dañosas. Estos logros
aislados pueden situarse históricamente o en el tiempo presente. Porejemplo,
podría descubrirse que cierto maestro de escuela había tenido una actitud
particularmente amable con ese niño o que. .uo asistente social se había
interesado mucho por la situación de ese niño o que un celadorde laresidencia
había hecho recientemente observaciones importantes y favorables sobre el
niño.
Una vez identificados los logros aislados se pueden hacer preguntas que
inciten al niño a darles significación. Esas preguntas alientan la especulación
sobre versiones alternativas de su yo que están vinculadas con los logros
aislados. A continuación doy algunos ejemplos de esas preguntas:
¿Q1.1é hizo que tu maestro se die¡a cuenta de que (el adulto que J!el'PC=lrÓ el
abuso) estaba ciego?
¿Qué parte de ti dijo a tu maestro esto?
¿QuéJe hizo saber a tu maestro lo que tú conoces de ti mismo? Si (el adulto
que perpetró el abuso) no hubiera estado tan ciego a estos hechos Y hubiera
reparado en ti como persona, ¿cómo habifa modificado esto su actitud respecto
de ti?
¿Crees que tu vida habría sido diferente y más rica si (el adulto que perpetró
el abuso) hubiera sabidoTealmente lo que hay que saber sobre ti?
Estas preguntas y las que fomentan la circulación de versiones alternativas, asf como las que.hacen adquirir conciencia de la producción de las
producciones de uno, socavan el odio de sí mismo que siente el niño Yse
oponen a la mutilación de su., vida y de su futuro.
El adulto y el abuso
He introducido una variación en el trabajo con mujeres y hombres que
como re~ullado de abuso emocional o físico sufrido durante la infancia~ La
adole cencia. conservan una actitud muy negativa de sí mismos en la vrda
adulta. Este sentimiento de repudio de sí mismo es el resultado de haber
.
incorporado la actitud del adulto que cometió el abu~o.
Esas personas no pueden vivir tranquilas. S~ Sienten conu~uamente
obligadas a obrar y a disciplinar su yo de confomudad con las acutudes del
que perpetró el abuso. Son incapaces de confiar en. las más favorables
versiones del sí mismo que pudieran encontrar en la vtda.
Es efi caz invitar a esas personas a que presten atención a aquellos logros
aislados que identifiquen ocasiones recientes durante las cuales fueron
capaces de tratarse con cierta •·aceptación de sí mismas··, u ocasio~es du.rante
las cuales protestaron por el sometimiento del yo a las especrficacrones
dominantes establecidas por el que perpetró el abuso.
Una vez identificado el logro aislado se pueden bacer preguntas que
inciten a un relato especifico de las experiencias de la niñez y de la
adolescencia, un relato que localice análogos episodios históricos de aceptación de uno mismo o de protesta. También hay que esforzarse por fijar la edad
de la persona en el momento en que ocurrieron esos episodios históricos.
OtraS preguntas son entonces útiles para ayudar a las personas a revisar la
relación que mantienen consigo mismas. Estas preguntas las alientan a
especular sobre la manera en que el niño o el adolescente que eran antes
podrían experimentarlas tales como son ahora:
Si ahora se estuviera contemplando con los ojos de aquel chico de diez años,
¿qué verra él en usted que realmeme apreciara? ¿Qué sería Jo más importante para
él al considerar el desarrollo de usted como persona?
¿Tratarfa de hacer que usted fuera otra persona o lo aceptaría tal como es
ahora?
¿Por qué cree que a él le habría gustado tenerlo como padre?
¿Cómo se habría modificado la vida de ese niño si lo hubiera tenido a usted
como padre?
¿Qut podría hacer para ponerse de parte de la actitud de ese niño de diez años
hacia usted, en lugar de ponerse de parte de la actitud del adulto que perpetró el
abuso?
¿Qué diferencia tendría esto en su relación con 11sted mismo, en/a manera
t'n q11t usted .re trata?
Las respuestas a estas preguntas contribuyen a reivindicar y a realizar
versiones alternativas de uno mismo y aespecificardenuevoel yo de acuerdo
con esas versiones alternativas.
La separación
La metáfora de "decir hola" es también apropiada en circunstancias en
que se trata de la pérdida de una relación no debida a la muene. Con
frecuencia semejantes pérdidas son devastadoras para la persona que no
quiso la separación y que deseaba continuar con la relación.
En esas personas, una de las reacciones más comunes es sentirse
traicionada por el otro miembro de la pareja y concebir extraordinarias dudas
sobre sí misma. A veces esos estados van acompañados por un embriagador
acceso de cólera farisaica. Esta reacciones generalmente tienen que ver con
una nueva percepción según la cual nunca fueron realmente amados por el
otro y que sólo se trató de un engaño. Me refiero a esta nueva percepción
como la "segunda historia".
Cuando estas reacciones persisten pueden hacerse preguntas que
saquen la "primera historia" -la que ccmprende la experiencia de ser una
persona digna de amor- de entre las sombras de la segunda historia.
Historias que incitan a incorporar la primera historia y a una cooperación
activa con ella. Si se logra esa incorporación se resuelve el problema de las
dudas y de la indignación farisaica.
Conclusión
M ucbas personas que me consultaron por problemas relacionados con
una pesadumbre sin resolver han considerado que es eficaz 1~ metáfora de
'·decir hola" y que también son eficaces las preguntas denv~das de ~sa
metáfora. He comprobado que la incorporación de la re~ac~ón perdida
· " Y"aflicc1ón demoraresuelveproblemasdefinidoscomo ..duelopatológ1co
da" Al lograr esta incorporación una persona llega a establecer una ~ueva
rela.ción con su yo. Y en el proceso la persona introduce concepc~:s
alternativas de su yo como persona Y1as Presenta a los
. demás en sus •~s
sociales. Esto obliga a los demás a reconsiderar la v~da de las pe~o::-!
cual acarrea con sio o nuevas posibilidades en sus relactones. Laacntu e.ón
personas respecto<>de sí mismas llega a ser una actitud de m.ayor aceptacl
y logran tratarse a sí mismas con mayor bondad y compastón.
Las ilustraciones dádás en este cápítulo repre¡¡entan algunos aspectos
de la utilización de esta metáfora. No obstante, est<>s ejemplos en modo
alguno agotan las posibles·aplicaciones.
Al concentrarme aquí en la metáfora de "decir hola'' no tomo pmtido
contra la utilización de la metáfora de decir "adiós''. Hay muchas cosas a las
que hay que decir adiós, incluso a la realidad material y a muchas esperanzas
y expectativas. ere. Por mi parte, creo que el proceso de la afHcción es un
fenómeno en el que hay que ''decir adiós y Juego decir hola".
Una vez aclarado esre punto, diría yo que cualquier experiencia de
pérdida es única, así como son únicos los pasos necesarios para resolver cada
pérdida. Una metáfora es eficaz solamente en la medida en que reconozca y
facilite la expresión de este carácter único y en la medida en que no someta
a las personas a especificaciones normativas.
Referencias bibliográficas
Bruner, E.M. 1986a: "Ethnography as narralive" en Turner, V.W. y Bruoer, E.M.
(cómps..) The .Mthropology of E:rperience. Chicago, University of lllinois Press.
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White, M. L988: '~he.processof quesrioning: a therapy of literary merit?" Dulwich Centre
Newsferter. mv1emo.
3
El proceso de interrogar
¿Una terapia de mérito li terario?*
está· concentrado
en el proceso
· Se ha
·
.
· de 1· ntcrrogar en ¡a terapta.
e dEste capítulo
Pr Sta o crectente atenctón rectentememe aJa formulación de re untus e 1 · ·
(ía de terapia familiar (por ejemplo Penn 198'5 Tomm 1987)p .8 . 1 n a ~tbh~gra­
l
·b · ·
·
·
•
pnnetpa mente tn'>ptrada
en a comn uc~on ?~1 grupo de Milán (Selvini-Palazzoli y otros, 1980). Aqul me
propongo reductr m1 mterés a un enfoque que llamo preountas d·e · n
·.. 1 ·
·
.
·
.,
m uenct.. re auva
(. wh·tle: 19"6)
. ~ Y har~ una expostéión de este enfoque concebido como un proceso de
mte~r?eac1on al analizarlo y al especificar aquellas prácticns que los miembros de la
famtha y los terapeutas han considerado fortaleced<;~ras.
Preguntas d~ influencia relativa
Las preguntas de influencia relativa incitan a los miembros de una
familia a derivar dos descripcionesdiferenresde su relación con el problema
que presentan en la terapia. La primera es una descdpcLóo de la influencia
que el problema tiene en la vida y en las relaciones de los miembros de la
familia; la segunda es una des.cripción de la intluencja que los miembros de
la familia y sus relaciones tienen enla persistencia del problema mismo. Las
preguntas deinfluencia relativa también incitan a los miembros de la familia
a partic.ipar en la elaboración de una nueva descripción del problema mismo.
esto es, una descripción extemalizada.. 1
Los miembros de la familia logran con relativa facilidad describir la
influencia que tiene el problema en sus vidas y e" sus relacionéS. La segunda
descripción, Jaque pide que los miembros de lafam.ilialocalicen excepciones
a la influencia del problema en sus vidas y en s~ relaciones, les resuJra mis
difícil. Derivar esta segunda descripción generalmente exige que el terapeura
comience a hacer preguntas que inciten a los miembros de la familia a prestar
atención a "logros aislados.. y 3), esos log.ros que contradicen aspectos de
la descripción de la vida de la familia saturada de problemas. Aunque no se
e
*PubUcado en el Dulwich Ce!lfrl' NI'II'Sittttr. invierno de 1988'.
68
69
repare en ellos. esos logros aislados están siempre presentes y comprenden
una muhituddesucesos, ideas, sentimientos e intenciones que los miembros
de la familia no eligen para gue perduren y, por lo tanto, inadvertidamente
esos miembros contribuyen a la permanencia del problema.
He considerado esa falta de atención a los logros aislados dentro del
contexto de la explicación estocástica que da Bateson ( 1980) del proceso
evolutivo. Según esa explicación hay dos aspectos en el proceso evolutivo,
aquel en que Jos hechos se dan fortuitamente, por un lado, y aquel en que
opera la selección, por otro lado. Los logros aislados pasan inadvertidos a
menos que uno esté ''en cierto sentido preparado para el descubrimiento
apropiado cuando éste se produce" (Bateson).
" ••.arrancar de lo fortuito lo nuevo requiere algún tipo de mecanismo selectivo para
explicar la Jlersistencia de la nueva idea" (Bateso~. 1980. pág. 49).
La práctica de incitar a los miembros de la fami lia a prestar atención a
los logros aislados crea una "disposición" a discernir nuevos "descubrimientos". En la medida en que esta práctica alerta a Jos miembros de la familia
y los anima a buscar la explicación de contradicciones, no se la caracteriza
propiamente como una práctica que "señale sólo hechos positivos". Como
teaeeión ala incitación de atender a Jos logros aislados, Jos miembros de la
familia eonciben nuevas descripciones de sí mismos, de lt>s demás y de sus
,tfilt8jiloae~~. En este proceso, el terapeuta no necesita convencer a nadie de
&cJiec:onllpriomld<Jifre:Culentemenl:e auelas preguntas de influencia relativa
~iléljpitsm por Sí mismas cambios significativos que capacitan a tos rniemy a los terapeutas. Entiendo esto a la luz de la explicación
Rd!~le Bateson para los hechos del "mundo de los seres vivos".
_.,_,1BilteliODlQUieS15loconecemos el mundo en su descripción, que no nos
~~--liittéSible una percep¡::ión objetiva de la realidad y se complacía en citar la
~~~!O ií:finll8Ci6nde Korzybski: ..El mapa no es el territorio".
~;.~~tp~ji&. lBaltes<msostenfa que todos los nuevos hechos producidos en
Mádl:r:d~ los seres vivas deberían considerarse como una respuesta a
ltllad'-·oa""noticias" sobre diferencias. como una respuesta a distincioRUaiiBII'<nlin' nuevas descripciones; no como una reacción a fuerzas,
lílibt:e1m1lmb;ós. Al suministrar dos descripciones diferentes4 del sí
demás y de las relaciones y también del problema mismo, las
iiiwl:oiit.. .!l.. influencia relativa permiten a los miembros de la ramilia
distinciones, las cuales provocan nuevas respuestas.
Sin embar<>o
' · ~ ' SI· b'len es ciertO
J u · fl
.
una metáfora útil en una tera ia q~e .a 10 uen~Ia relativa" re~!fellelllll
referir la opresión experimentd que lOe na a los mtembros de la familia a
logros aislados que contradig: ~ a~ausa.del. problema y también adiscemir
si bien la teoría de Bateson d n as escnpcaones saturadas de problemasy
'
a una explic " d
•
terapia, todo esto dice muy po
b 1 acJOn e los efectos de semejante
coso re asmáse
'fi
·
enfoque que efectivamente establece 1
s~~~~ tcasnucroprácticasdel
. n as _co.n tcwnes para hacer nuevas
distinciones. Al considerar est
· as miCropracticas me e
é
aquellas preguntas que ayudan a describí 1 .nfl
. oncentr~W aquí en
aei d uen.~Iaquelos miembrosde
la fam ilia y sus relaciones tienen en
preguntas estarán situadas dentro del cont:xt~ ~;:c~on del problema. Esas
a una de.scripción de la influencia que
a~ Ja y sus r~lac10nes en la permanencia del problema, incluyen a uellas
re~u.ntas que tnstan a ~eleccionar logros aislados y aquellas que ali~ntan a
os ~emb:os de la famtha a replantear su relación consigo mismos, con los
demas, y ~lem~re con referencia a es-os logros aislados.
. Al dtscuur J~s ca~a.cteríst!~as de este trabajo Yal observar entrevistas,
varws colegas nuos h1cteron utlles comentarios y formularon importantes
preguntas.5 Entre esas preguntas estaban las siguientes:
1:
1
~an .I~gar
tie:;~~~:o,:~;;:~=
-¿Es el terapeuta quien impone esra segunda descripción a la familia como
una realidad objetiva?
- Si no es así, ¿cómo crea usted espacio para que los miembros de la familia
consideren nuevas posioil.idades?
- ¿Cómo ayuda usted a los miembros de la familia a que se manifiesten
nuevas realidades?
-¿Qué descripciones consideran más pertinentes los miembros de la
fami lia?
-¿Cuál es la estructura de estas nuevas descripciones?
- ¿Cuál es la gramática de estas preguntas?
El siguiente análisis da cuenta de mi intento de responder a estas
preguntas.
Explicaciones, redescripciones y posibilidades únicas
Las preguntas que incitan a los miembros de la familia a reparar en
logros aislados son recibidas al principio como algo extraño. Estas preguntas
los desconciertan por las contradicciones inheremes a ellas y porque desc1,171
.
1conocimiento que tienen de sf mismos, de los demás y de
bren 1ngunas en e
'" -1· fi d
.
Elterapeutaapremiaalos
mjembrosdelatamtlaa
m eque
1
d 1
d loú
su re ac1ones.
'tunndo
ei
Jooro
aislado
demro
e
contexto
e a , dn
e
.,
, . ,
·
llenen esas 1:!!runas 1)SI '
atrón de he~hos y derivando así una. "expl!c~cJOn uru~ ' 2) as,'gnan o
pi nificación o sentido a estas explicacwoes umeas y denvando ~SI de ellas
g cnpc1one
· ·
, ·cas·· del sí mismo· de los demás y de sus relacwnes,
"redc
um
. . y 3)
os
fururos
vinculados
con
estas
redescnpc10nes
e pecu1an do so bre hech
. .
·umcas
·
d
·
do
así
·•posibil
idades
únicas".
Estas
exphcacwnes,
y envan
.
.
· ·
redescnpc1ones
Ypos"1b'1Jidades únicas se hacen den var dentro del. Sistema
terapéutico y no son impuestas por el terapeuta. Gener~mente ex_h•~~n una
riqueza y una complejidad que les faltaba a las antenores exphcacwnes,
descripciones y posibilidades.
,
,
Para situar el logro aislado dentro del contexto de algun patr~~ de
sucesos, se hacen preguntas que ayuden a los miembros de la farruha a
localizarlo en el tiempo y el espacio; esto lo asegura como parte de una
secuencia que Jo hace inteligible, que le da sentido. Cuando el logro aislado
se estructura dentro del contexto de un progreso, de un cambio, surge una
explicación de los hechos en una determinada dirección:
.. La diferencia que se dn a 1ravés del tiempo es lo que llamamos cambio". (Batcson.
1972. pág. 452).
Esta dirección determinada que a menudo asume el perftl de un estilo
de vida o de una trayectoria en la vida, implica acomecirruentos pasados y
anticipa acontecimientos futuros mientras sugiere nuevas posibilidades y
meta.<> valiosas.
De modo que los logros aislados suministran el fundamento de explicaciones o historias o versiones únicas. Entonces hay que comenzar a hacer
preguntas que insten a apreciar la significación de los logros aislados y de las
explicaciones únicas atendiendo a redescripciones únicas del si mismo, de los
demás, de sus relaciones y atendiendo a las conexas posibilidades únicas.
Los miembros de la familia no mantienen una posición pasiva sino que
desempe~an_ una parte activa en cuanto a generar estas nuevas explicaciones
y redescnpc10nes. Generalmente, sienten su capacidad de dirioiresta nueva
explicac!ón a medid~ que cobran conciencia de que produce~ sus propias
produCCIOnes. a med1da que cobran conciencia de su propia conciencia .
. A fin de hacer más accesible este proceso se registraron6 y luego se
cla.'\1ficaron
las preguntas que se hacen en este género de te rap1a.
· La
'fi
.
6
clas1 tcae1 ~de las preguntas que se detallan en este capítulo es el resultado
de tal trabaJO. Al ofrecer esta clasificación no dejo de ver los peligros de
72
reificación de semejante siste)Tia. Para hacer resaltar el hecho d
¡ ·fi
e que esa
e as1 ICacJ 6n es un producto, y que "el mapa no es el territorio y el nombre
no es ~a cosa nombrada" (Bateson, 1980, pág. 33) basta decir que mj práctica
es flutda y que en la redacción misma de estas notas he ima"inado
. á
e
ntaneras
nuevas y qUJz más provechosas que este proceso de interrogación. Sin
embargo, he co~probad~ que este empeño es eficaz y que ha suministrado
a los que pra~tJcan terap1a familiar un instrumento de trabajo con el que
pueden expenmen~ y alrededor del cual pueden construir nuevas posibilidades para los pacten tes y para ellos mismos.
Una segunda descripción
La anterior discusión de este enfoque estaba estructurada en términos
de la estocástica de Bateson acerca del proceso evolutivo. Para exponer una
segunda explicación de este proceso y con la esperanza de que las distinciones nos procuren un mayor grado de comprensión, he decidido enfocarla
teniendo en cuenta analogías tomadas de la tradicional explicación
interpretativa de las ciencias sociales .
"En las ciencias sociales o por lo menos en aquellas que han abandonado una
concepción reduccionista de su obje1o. las analogfas provienen cada vez más de las
ideas de las realizaciones cullurales que de la manipulación ffsica: proceden del
teatro, de la pintura, de la gramática. de la literatura. del derecho, del juego... Los
instrumentos de razonamiento es1án cambiando y la sociedad se represenJa cada vez
menos como una máquina elaborada o como un quasi organismo y más como un
juego serio, como un drama incidental o como un 1exto de conduela·• (Geertz 1983,
págs. 22-23).
Específicamente. be de emplear esta tercera analogfa, la deltexto-''la
más amplia de las recientes refiguraciones de la teoría social'·- en la
segunda explicación del proceso de interrogación. 7 Esta tradición interpretativa
explica la conducta humana y la interacción por la analogía de "lectOr'' y
"escritor''. La médula de esta explicación es la manera en que las acciones
presentan significaciones duraderas y el modo en que las pautas y cambios
pueden interpretarse dentro de la interacción de lectores y escritores.
Más particularmente he de referirme a la discusión de Bruner ( 1986)
sobre el modo narrativo de pensamiento en la aplicación de e ta analogía del
texto al proceso de formular preguntas. Al investigar el modo narrativo de
pensamiento, Bruner considera-historias de mérito literario:
73
"Las hi 'toria' de mérito literario ciertamente se refieren a sucesos del. mundo
• al' ~lo q~e hacen que ese mundo n:sulte nuevamente extt:u~o. lo redamcn de
.::ob~o. lo llenan con lagunas que incitan al lector, .en el se nudo de Barthes. a
rtinc en escritor en compositor de un texto vartu:al en respuesta al texto
~~~vo. En definitiva." es el lector quien debe c:s~ribir para sf mismo (~i<') 1~ que
se rop<>ne hacer con el texto efectivo... El texto vartualllegn a ser una lu~tonn por
su ~ueota y su car;1cter extraño mis~no e~ ~ólo un contraste c.o~ el ~et~lld~de lo
· te que tiene el lector. Al paisaje ficttcao debe dárscle en ullama anstnncan una
~=:d' propia; ~se es el paso ontológico. Es em.onces cuando ~1 lec~or hace la
prqunta interpreuuivadecisiva '¿Qué es todo esto? Pero lo que ~s e~~o . no es por
supuesto el texto efectivo -por grande que se:a su fuerza hterana- sano que es el
texto que el lector ha construido a .infl~jos del otro tex~o. Y ésa es la razón .p<>r la
cual el texto real necesita la subordanactón que hace pQStble al lector crear una obra
propia. Lo mismo que Barthes. creo que el mayor don que el autor hace :al lector es
ayudarlo a convenirse en escritor... Y. más allá de Banhes. creo que el mayor don
que el escritor hace al lector es convertirlo en un mejor escritor" (Bruner, 1986,
pá¡s. 24 y 37).
Esta "fonna" de historias de mérito literario corresponde a la "forma"
de una terapia que hace manifestar logros aislados, redescripciones Y
posibilidades únicas. De manera que podríamos investigar los beneficios de
defillir una terapia de "mérito literario" en la que el mayor don que hace el
terapeuta a las personas deseosas de someterse a la terapia es ayudarlas a
convertirse en sus propias autoras.
3. A revisar Yrcevaluar la relación que uno mantiene COIIIS~IOli
E!>tas pregunta:> alientan a los miembros de la familia a es¡Jeealll''l
cuál~s car~bi~s de la experiencia de sí mismos acompañan IOSIOJ!:rG~lli'--~
y las expltcact.ones, redescripciones y posibilidades únicas.
. " -L A re.vtsar Y a reevaluar la relación de uno con Jos demás. Baas
pte.,u.mas ahcntan a los miembros de la familia a especular sobre cuálea
cat~bto.s t~e su cxp~ri~~cia de los demás acompai'lan logros 6uicos.
rcdt:scnpctoncs Ypostbtltdades únicas.
. . No h~ de pres~ntar aquí las preguntas capaces de generar una descripcton ~e la mfluencta que el problema tiene en la vida y en las relaciones de
los mtembros de la familia. En otro lugar {White, 1987), se han documentado
estas P:~gunt~s. Pre~entaré preguntas capaces de ayudar a los miembros de
la famtlta a dtscermr logros aislados, de situar esos logros aislados en el
collt~xto. de u~a . pauta desanollada en el tiempo, a asignar sentido 8
exphcac10nes umcas y a especular sobre nuevas posibilidades. Estas son
t~~as preguntas que incitan a los miembros de la familia a asignarsipificac¡on. Muchas de estas preguntas incluidas aquí son de estructura compleja.
de manera que pueden fragmentarse a fin de facilitar la comprensión. Las
f~rmas de preguntas expuestas aquf en modo alguno son exclusivas y lo
Cierto es que fue muy difíciJ decidir cuáles formas quedarían excluidas deJa
presente discusión. 8
Preguntas sobre logros aislados
Las preguntas representadas en las siguientes categorías toman varias
~·Tenemos aquellas preguntas que incitan:
l . Ala selección directa de logros aislados, a la derivación de nuevas
;~p)ij*ioa:es. a la atribución de redescripciones únicas y posibilidades
"'';lbdc:as. Estas preguntas alientan a los miembros de la familia a especular
sobre sus propias percepciones y a recibir más directamente sigoificaciones
p. de olnunanera, habrían pasado inadvertidas.
2. A la selecc:ión indirecta de logros aislados, a la derivación de
~~leldniicas, a la atribución de redescripciones únicas y a posibili~......... Estas preguntas alientan a los miembros de la familia a
!lllltl<llbrelas percepciones de otras personas, incluso las percepciones
~-áy!suscol1egas.Esto les permite guiarse porel "código" de otros
Milnlii<o interpretar significaciones que de otra manera se habrían
Tambi~n incitan a los lectores y a los oyentes a promover
conbibuyen a la pennanencia y consolidación de las nuevas
'·La aplicación imaginativa del modo narrativo conduce... a buenas historias. a
dramas emocionantes, a relaciones históricas... creíbles. Se refiere a las intenciones y acciones humanas y a las vicisitudes y consecuencias que representan su
curso. Esa api icación aspira a colocar sus milagros atemp<>rales en los casos
particulares de la experiencia·· (Bruner. 1986, pág. 13).
Las preguntas sobre logros aislados incitan a los miembros de la familia
a discernir aquellas intenciones y acciones que contradicen la descripción
saturada de problemas de la vida de la familia, esos "milagros atemporales"
que de otra manera pasarían inadvertidos. Esta situación redefine la relación
que tienen los miembros de la familia con el problema.
Las preguntas pueden utilizarse para que se manifiesten logros aislados
situados en la narración histórica de sucesos, así como logros aislados
siruados en la interacción de los miembros de la familia y del terapeuta
durante la sesión.
Wfdbi'les.
75
Preguntas relath·as a la expUcad6n 6alea
-¿Puede usted recordar una ocasión en la que pudo caer en el problema pero
no cayó en él'?
-¿Puede usted recordnr una ocasión en la que John estu vo a punto de
sucumbir al problema pero en cambio logró reaccionar y sobreponerse?
-¿Puede usted recordar un momento en que su rel ación era ad versa y podría
haber culminado en un problema. una ocasión en la que, sin embargo. usted se
rehizo y evitó el problema?
-¿Puede usted recordar un episodio en el que sus padres tenfan opintones
di vididas sobre un problema y que, sin embargo, luego lograron unirse Yoponerse
a la influencia de ese problema?
-¿Puede usted reconocer alguna ocasión en la que su resolución de eludir
el problema era tal que casi logró li berarse de su dominio?
-¿Puede usted identificar una ocasión en la que el propósito de Sally de
escapar a la opresión del problema era de tal condición que ella casi lo supera?
-¿Puede usted identificar algú n incidente durante el cual se sentía más
preparada y fuerte y casi no se doblegaba bajo el peso del problema?
- ¿Le sorprende descubrir que fue usted capaz de escapar al dominio de su
estado de ánimo en esta reunión y de responder a algunas preguntas?
- ¿Le sorprende hasta qué punto Harry fue capaz de desafiar el problema y
mantener una postura propia en esta reunión?
Pregllntas indirectas
- ¿Segi1n usted, ¿qué parte de los hechos que refirió me dice que usted
todavía tiene cierta influencia en la perduración del problema?
-¿Puede comprender mi sorpresa al ver que usted hizo semejante contribución en esta circunstancia?
-¿Qué aspecto de estos nuevos cambios cree usted que a mis co legas les
parece más impresionante?
-¿Piensa usted que ellos podrían considerar una negati va de su parte a
cooperar con el problema durante este episodio?
-¿Qué cree usted que Fred pudo haber advertido que le sorprendió sobre el
modo en que usted enfrentaba la relación?
.-ED vista de la historia de la prolongada influencia del problema en su
relac.tón. ¿qué cree usted que me sorprende al considerar su relación en esta
OC8SIÓn~
. ¿esún u~lcd ¿qué ébpe<:lo de su relación ha podido despenar esta vez la
cunosuiad de m1s colegas?
76
··...Ja h.istoria debe generar dos panoramas simul
de acc16n en el que Jos element~ co . . Wleamente. U.Oesel,._llit
·
.
u• nstUUti\IOS son lOS e•~- ..t.. )a............__
agente. mtenc•ón o meta instrumento
.
""""'-'"" 'gram6tica de la hiMoria".'(Bruner. 198 ~~~~C:::~: algo que CCim:lpOnde a la
¿,
Las .p.reguntas re~erentes a la explicación única instan a los miembros
d e la fa mtha a darsentJdoal logro aislado local'zá d 1 de
1 d
•
' n o o ntrodeunapauta
oc ase esuce sos que estánrelacionados eneltiem
1
.
· ¡ d
á
po Ye espacao. Los logros
a •s a os e st . n estruc turados en el •·panorama de acción".
~stas p~e~untas historian los logros aislados, emplean unagranWicade
cam~JOs dec tstvo s y progreso e incitan a relatar la historia
al
relaciOnes.
person Yde las
Preguntas directas
- ¿Cómo logró usted dar este paso?
-¿Quiere ayudarme a comprender cómo pudo superar el problema?
-¿Qué le parece que podría haber estado haciendo usted a fin de prepararse
para dar este paso?
- ¿Cuándo se dio usted cuenta por primera vez de que debía tomar la
decisión de ser audaz y emprender algo nuevo?
-¿Qué cree usted que ocurrió en la preparación de John para llegar a esta
realización?
- ¿De dónde cree usted que Fred sacó la idea de experimentar con un nuevo
estilo de vida?
-Si este ejemplo de haber eludido el problema es una guía que lo orienta
en una nueva dirección, ¿qué le dice a usted esa guía sobre la naturaleza de esa
nueva dirección?
- ¿Qué otra cosa advirtió usted que pudiera decirle algo más sobre esta
nueva dirección?
-¿Qué clase de entrenamiento practicó usted para preparar a su relac:ióa a
declinar la invitación a cooperar con el problema?
-Si este era un cambio decisivo para su relación, ¿qué otrOS hechos más
recientes podrían sugerir que usted estaba consolidando un nuevoc1m0de acción?
-Considerando las cosas retrospectivamente ¿cómo ve usted el ~xito que
obtuvo en esa ocasión? ¿Lo ve como un éxito que satisface las esperanzas Y
aspiraciones de su vida?
77
Preguntas indirectas
8
-Según usred. esre logro entendido como una gufa decisiva. ¿qué me dice
ml sobre la naruraleza de su nueva decisión?
.
. ?
- de usred que mis colegas puedan constderarlo un. htto.
-c.·Comp.~n
-¿~clase de trayectoria en la vida cree usted que estoy asoctando con ese
hilo?
-¿~cree
. 'fi .
.
1
d
usred queJes parece más stgm tcauvo a mts co egas e ese
Cllllllio decisivo?
-·Qu6 cree usred que esla contribución me dice sobre la manera en que
8sled
orientándose en una nueva dirección?
.
-¿Qu6 cree usted que su intención de superar el problema le dtce a Mary
tobrelaiiiiiiCraen que U$1ed está tratando de dar una nueva trayectoria a su vida?
esd
Preguntas relativas a la redescripdón única
"El 01r0 panorama es el panorama de la conciencia: lo que aquellos entregados a la
acci611 conocen, piensan o sienten o no conocen, no piensan o no sienten". (Bruner,
1986, pq. 14).
-¿Cuál de las realizaciones que acompañan esta nueva imagen de Hany
parece a usted más atractiva?
-.El haber abandonado con éxito su antiguo modo de ser, ¿qu~ le dice sobre
su re lactón que usted pueda admirar?
:-:-¿Qué es lo que conoce usted ahora sobre su relación que le hace desear una
conex10n mayor con esta nueva dirección?
Preguntas indirectas
-¿Qué ere~ usted que estos nuevos cambios me dicen sobre usted como
persona y que es tmponante que yo conozca?
-~Cómo cree que ha ca~biado la imagen que tengo de usted como persona?
-c.Qué cree usted que m1s colegas han descubierto sobre su capacidad que
de otra manera habrían pasado por alto?
:-¿Qué cree que esto podría decirle a Janc sobre usted y que ella pueda
aprec1ar?
-¿Qué aspectos de su relación piensa usted que son ahora visibles para los
demás, aspectos que habríamos pasado de otra manera por alto todos nosotros?
-¿Qué cree usted que esto me dice sobre su relación que yo puedo apreciar?
-¿Qué pudo advertir Ji m sobre la capacidad de resolver el problema de su
relación que hubiera sido algo nuevo pa~a él?
Las pre¡untas relativas a la redescripción única, estimulan a los
miembros de la familia a dar significación a los logros aislados y a las
Preguntas referentes a la relación con el sí mismo
~.tUiiaiCÍc:IOeS dnicas
mediante la redescripción de sí mismos. de los demás
relaciones. Estas preguntas incitan a los miembros de la familia a
dominio de la conciencia y a hacer que se manifiesten otros
!:lnDenttiS:9
le da a usted sobre sí mismo que resulte imponante que yo
.~~-.r.(W le informa esto acerca de las cualidades de Jane que de otra manera
coaociclo?
~:-&~!D61e clicc esta nueva dirección sobre aspectos de su relación que a usted
decluaaestos descubrimientos sobre la relación de sus padres que
a usted 1e le hubieran pasado por alto?
'
la nueva imagen de sí mismo que acompaña esta nueva
a su persona más que la amigua imagen?
¿por- esta imagen cuadra más a su persona?
_,_.,,,_._. de IU penona lo lleva a creer que esta nueva dirección se
a U8led que la antigua dirección?
-¿Qué le parece oírse decir que usted tiene autoridad sobre sí mismo?
-¿En qué medida saber esto sobre usted influye en la manera en que se
percibe a sí mjsmo?
-¿De qué modo estas nuevas realizaciones suyas influyen en su capacidad
de respetarse a sí mismo?
-¿Qué efecto tiene su determinación de no cooperar con el problema en la
actitud respecto de usted mismo?
-¿Cómo esta nueva imagen de sf mismo modificó la manera de estimarse
como persona?
Preguntas referemes a la relación con los demás
-¿Cómo estos descubrimientos acerca de la influencia que usted tiene en
la perduración del problema afectan su rel.ación con Sandra'!
-Saber esto sobre Paul, ¿qué efecto tiene en su relación con ~1?
-¿Según usted, la significación de estos cambios en la relación de sus
padres ¿afecta la interacción que mantiene con ellos?
79
Pre.guntas sobre posibilidades únicas
··...es como si se lanzaran a un viaje sin mapas ... y sin embargo e llos poseen una
cantidad de mapas que podrían dar indicios; ad~más saben mucho sobre viajes y
mapas ... Con el tiempo. el viaje se convierte en una cosa en sí mis ma por más que
su forma inicial haya sido lomada del pasado" (Bruner. 1986. pág. 36).
Las preguntas referentes a posibilida des únkas incitan a los mie mbros
de la familia a especular sobre e l futuro pe rsona l y de sus re lac io nes, lo c ua l
está relacionado con explicaciones únicas y redescripciones únicas. Estas
preguntas alientan a los mie mbros de la familia a investigar otras versio nes
posibles del yo y de sus relaciones, a descubrir qué nuevos y valiosos destinos
o metas podrían acompañar las e xplicaciones únicas y las redescripciones
únicas, y a descubrir qué indicios estas versio nes alte rnativas podría n
suministrar sobre posibilidades futu ras y sobre los pasos es pecíficos ofrecidos por esas posibilidades. El análisis de estos pasos más específicos o
inminentes generalmente está acompañado por un debate sobre la disposic ió n
de los miembros de la familia a dar el paso s ig uiente. Durante este proceso
e l nuevo rumbo se convierte en una "cosa: e n s f misma", parece cobrar vida
propia y poseer un impulso propio.
Preguntas directas
. -¿De qué manera conocer esto sobre sí mismo influye para que dé el
próx1mo paso?
- ¿Cuáles son algunas de las posibilidades que podrían impulsar a Jason en
una nueva dirección?
-¿En qué medidacree usted que esta nueva concepción de su relación pueda
afectar su futuro?
-¿Qué posibilidades cree usted ahora que tiene la relación de Sarah con su
padre?
.
-Puesto que ~e parece a usted atracti va esta nueva imagen de sí mismo
t.Cómo podría adhenr más a ella?
'
.
-¿Qué nuevas posibilidades tendría Fred si éste adhiriera más a la nueva
Imagen que usted tiene de él como persona?
-·Cómo afect ~
1
por esta<.nueva imag:: :~sr~l=~i~n~ara el futuro la atracción que usted siente
-Si usted aceptara plena
·
mismo ¿cuál cree que serl~a su pmóe~te estos nuevos descubrimientos sobre sí
'
.
.
r x1mo paso?
d
.
- Pomendo cu1dado en no adelant
cree usted que estaría preparado para . arse emaslado al programa, ¿cuándo
tntentar ese paso?
80
Preguntas l11dlrectas
~-Sabiendo lo que ahora sé sobre usted, ¿q~ posibilidades
podna prever para usted inmediatamente?
aee que yo
-¿Qué cree usted que estas realizaciones dicen
.
' bl
a mis colegas acerca de las
nuevas direcciones que ahora le son a
.
cces1 es a usted?
-<. Qu: cree que a Jane le parece alentador acerca de las nuev
. ..
esta
nueva
imagen
de
usted
asposlblhdades
que acampanan
.
como persona?
- Habiéndome enterado de este nue\'o conce to de
.
cree que mis colegas consideran accesibles para u:ed? su relación ¿qué paso~
.
- ¿ Puede apreciar algunas de las nue vas posibilid~de
uene para reconstruir su relación?
s que yo creo que usted
- Habiendo cobrado un nuevo respeto por su relación .
.
.t,quépasos plensaque
yo preveo como posibles para usted?
Preguntas referentes a la relación con el sf mismo
-¿En qu~ medida apro~echar algunas de estas nuevas posibilidades uede
afectar la relac1ón que usted uene consigo mismo?
p
-~Có~o cree que explorar las nue\'aS oportunidades que acompaaan esta
nueva d1recctón afectará la apreciación de usted mis:mo como pers ?
Có
ona .
-¿ ~o af~c~tará la realización de algunos de estos pasos el grado de
holgura y sausfacc10n que usted experimenta consigo mismo?
Preguntas refe rentes a la relación con los demás
-¿En qué medida esta nueva visión de sí mismo afectará su relación con
John?
- ¿Qué efecto tendfá en su interacción con Sarty el hecho de que ella siga
algunas de estas nuevas posibilidades?
- ¿Cómo los hechos futuros de la nueva trayectoria de la relación de sus
padres afectarán la interacción que usted mantiene con ellos?
Conclusión
He procurado preseJltar un compendio del proceso de interrogar; lo he
hec ho ape lando primero a la explicación estocástica que da Bateson de la
evoluc ió n y. luego, a la analogía con e l texto tomada de la tradicional
explicación interpretativa de las cienc ias sociales. con especial referencia a
la contribuc ió n de Bruner. He dado una pequeña muestra de preguntas de
varias catego rías para mostrar algunas de las posibilidades que ofrece este
compendio. Todas es as preguntas necesitan modificaciones según la
81
.
d zcu en las respues tas de los miembros de la
retroalimentación que se pro u '
'.
. d'o
f¡ T
ami la.
~
'be la terapia como un contexto de curioslda
Y
Este enroque concl
.
., d
s
d un empeño cooperativo Y una mdagactOn e nueva
asume la forma e .
,
d 'recciónúnicaenlaque losmiembros
'bTdades Laterap1atomaas1 una 1
:S~ ;a:nilia ~o incitados a poner al dfa al ter~peuta en cada sesión sobre el
9 . ~luchas de las respuestas dadas a estas preguntas pueden vincularse GOit
dc>cr:pdoncs yuxtapuestas que genernn las preguntas de influencia relativa. Porejallflr.
··¿Le dice a usted esto que se ha fortalecido y que el problema se ha debilítado o que ti
problema se fortaleció y usted se debilitó'?" o "¿Le dice a usted esto que es una~
para sí misma o es más una persona para los demás?" Debe hacerse hinc:apii en las
distin: iones y, entonces. se suscitan nuevas respuestas.
1O. Otro enfoque de la terapia entendida como contexto de curiosidad se enconU'llñ
en Cecchjn (1987 ).
cambiante cuadro de sus vidas y de sus relacaones.
Referencias bibliográficas
J Es una p!Xtlca cultural divorciar los problemas de s~s re~acioncs sociales y
·
•
Pueden identificarse dos fases en la htstona de este proceso
=~ :~). La primera fase comprende práctica~ divi~orias que separan a las
de las demás y las objetivan al asignarles una tdenudad: La: segunda. ~ase
personasnde la objetivación del cuerpo de la persona mediante la locahzactón ?' clastftca=~ penurbaciones. Las preguntas de influencia r~laliva utilizan la prácuc~ cultural
ele objecivacl6n frente al mismo. al objetivar y extemahzar problemas (véase Whtte 1987)
y uf se opoaen a la objetivación de las personas. La e~temalización de problema.s Y de
contextos de problemas y especificaciones de personalidad constuuyen el comemdo de
aa f'uturo c:ap(tulo y, por lo tanto, no he de tratar aquí el tema.
2. Hellomadoestaexpresión de Goffman (1961). Steve de Sha~er y su~ cole~as del
Brief Flmily 1berapy Center de Milwaukee, prefieren hablar de excepciOnes ~ las
e:qnsiooes son iaterumbiables. La idea de excepciones evoca "personas exce~tona­
lea" y la de !.op's11islados o únicos evoca "personas únicas". Es un placer trabaJar con
amlltls_ cooccptos.
.
d' .
.. (
1
logros liSiados como "contra tccto.n es en e
tlllllido di oposiciones), pero aquC se trata de un orden de descripción diferente que
Qlilllibije el tema central de un capítulo de próxima aparición que redactaré con la
3. Tllllbl6a be denominado estos
co1Uoaci6D de David Epston.
4. Como veremos clespu&, sería más correcto declarar que las preguntas de
iliif!MN:!a dlldva lllSCitan descripciones múltiples.
1.-lftiUIItiS y peuetnntes comentarios de Karl Tomm me resultan panicularr;!'7llfiiií1kll'es para llepr a una articulación más clara de este proceso de interrogación;
......._me fueron muy dtiles sus conceptos de "dar nacimiento a nuevas realidades" y
"abrir tlpiCio a nuevas posibilidades". Tambi~n debo agradecer a David Epston sus
ClllllellllriGs que me ayudaron con sus 6tiles conexiones y a Catherine Munro quien
r..l6 alpus lftiW!tiS imponantes que me hicieron reelaborar y reevaluar las
~,;~;::::!de~lllftueocia relativa; no necesito decir que esas preguntas y comentarios
~
al desarrollo de este trabajo.
b_~...i!~C::i~~t-•(Jray me prestó valiosa ayuda al observar entrevistas y al registrar mis
Ull periodo de seis meses. Tambi~n repas~ "viejas" entrevistas
Bateson, G. 1972: Steps toan Ecology of Mind. Nueva York, Ballantine Books.
Bateson. G. 1980: Mind and Nature: A necessary unity. Nueva York, Bantarn Books.
Bruner. J. 1986: Actual Minds, Possible \Vorlds. Cambridge, Mass, Harvard Uaiversity
Press.
Cecchin. G. 1987: " Hypothesizing, circularity, and neutrality revisited: an invitation to
curiosity". Family Process, 26:4.
Epstoo, D. y White, M. 1985: "Consulting your consultant's consuhants". Proccedings
of The Australian Family Therapy Conference. Melboume, V.A.F.T.
Epston. D. 1986: "Writing your biography". Case Swdies, 1: l .
Foucault, M. 1965: Madness and Civi/i¡;ation: A history of insaniry in the age of reaso11.
S' ueva York, Random House. [Versión castellana: Historia de la locura en la ipoca
clásica. 2 vols. México, FCE, 1979.]
Foucault, M . 1973: The Birth of the Clinic: An archaeology of medical percepriort.
Londres Tavistock.
Geenz, C. 1983: Local Knowledge: Ftmher essays in interpretar/ve anthropology. Nueva
York, Basic Books.
Goffman, E. 1961: Asylums. Nueva York, Doubleday.
Penn. P. 1985: " Feed-forward: future questions, future maps''. Family Process. 24:3.
Selvini-Palazzoli, M ., Boscolo, L,. Cecchin, G., y Prata, G. 1980: "Hypolhesizina·
circularity-neutrality: three guidelines for the conductor of the sessioo". Fonüly
Process, 19:3.
Tomm, K. 1987: "lnterventive interviewing: Part ll. reOexive questioning as a means to
enable self-healing". Family Process. 26:2.
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Wbite, M . 1986: "Negative explanation, restraint, y double descnpuoo: a template for
family therapy''. Family Process, 25:2.
.
• .
"
White, ~t. 1987: " Family therapy y schizophrenia: addressing tbe ' m-the-comer hfestyle ·
Dulwich Centre Newsletter, primavera.
83
4
Terapia familiar Y.esq~izofre~!a
El estilo de vida de "sentuse arrmconado
Este capítulo presenta una Jl(crspectiva sobre la esquizofrenia que L) pone éofa~'is
en la naturaleza socialmente producida de su desarrollo. 2~ se co~centra eo as
descri iones de sí mismas que hacen las pe_rsona~ ~~agnosucadas como
· ~-' ·e·• y que sienten la extraordinaria •mpos1b1hdad de llegar a ser
CSQUIZOm;nl ·
· ·
·6 d 1 S
personas y 3) utiliza una metáfora cibernética para delinear la part•c•pac• n e o
miembros de la famili:t alrededor de este problema.
. •.
Se dan con algún detalle ejemplos de intervenciones que ~e han pare~1d0 uules.
Esas intervenciones socavan la sensación de fracaso que sumten los m•e~bros. de
la familia pues se los ayuda a 1) oponerse a los efectos de suje_ció.n d~ la clas• f~cac16n
científica y del juicio oormalizador. 2) a eludir el sistema d:.mc•ta~IOn~s rec1procas
que presta apoyo al estilo de vida de "sentir~e. arrincon~d~ , 3) a •den u ~car logros
lisiados que contribuyan a una nueva y pos1t1Va descnpctón de uno m1sm~! 4) a
esllblecer un nuevo contexto en el caso de recidivas, contexto que mmga la
sensación de deterioro.
La esquizofrenia
La mayor parte de las personas diagnosticadas como esquizofrénicas
que me fueron derivadas o fueron derivadas a los equipos que yo consulto,
bacía tiempo que habían recibido ese diagnóstico y la mayor parte de ellas
eran consideradas como casos "crónicos" con síntomas "positivos duraderos"(alucinacioneseilusiones) y sfntomas "negativos" (retraimiento, apatfa,
etc.); esas personas sufrían frecuentes recaídas. Casi todas ellas habían sido
tratadas con tranquilizantes durante un tiempo considerable y entonces se
manifestaron los efectos secundarios de una tardía disquinesia.
En el desarrollo del enfoque esbozado en este capítulo, he aceptado ese
diagnósticopreviode.esquizofrenia C()n el fin de definir el grupo de personas
Ylas familias paraquienes este trabajo pudiera ser pertinente. No me interesé
particularmente por laclasificación o reclasificación de esas p,ersonas según
el sistema de inteligibilidad predominante que llamamos clasificación psi•Publicado en el Dulw/ch Ce m re Ntwslerter, primavera de 1987.
quiátrica. Para mi, la base social deesefenómenoquellamamosea;pá:rlllilli
e~tá ~n el dominio específico de poder/conocimiento que la ~~rot:IUc:e. JS.Dl
s•g_m~ca que yo n~ crea que exista una experiencia personal muy
afltcu va que se des•gna como esquizofrenia.
Me interesa en cieno modo la historia social de esta forrnadecluificación, sus orígenes culturales y las consecuenciaS"que derivan de ella Cuando
se acuñó el término esquizofrenia, éste era sinónimo de mal crónico
incurable y de deterioro (como lo era su predecesora, la expresión demenci~
precoz). Este concepto echó profundas raíces en los sistemas de creencia
tanto de los dominios laicos como de los dominios profesionales.l y estas
creencias sobre la esquizofrenia perduran en la esfera de lo que Gellner
( 197 5) ha llamado "sistemas de pensamiento tradicional" o lo que EvansPritchard ( 1976) ha designado como ..rígidas creencias implícitas".
Gellner afirma que los sistemas de pensamiento tradieional,adifemJcia
de los sistemas de pensamiento moderno que se basan en principios y en
conceptos intelectuales explícitos. se articulan implfcitamente y están insertos en la conducta, la cual se considera como parte del orden natural de las
cosas y, por lo tanto, no requiere ninguna explicación. El hecho de que
semejantes creencias no estén explícitamente articuladas las hace muchomá
generales, profundas, compulsivas y resistentes a cualquier cambio.'
Evans-Pritchard, al llamar la atención sobre la tenacidad de esas
creencias, muestra cómo los intentos que se oponen directamente a ellas para
indicar sus contradicciones o para presentar concepciones diferentes, generalmente sirven sólo para reforzar dichas creencias. A las personas que
participan en una esfera particular de creencias rígidas e implícitas les resulta
sumamente difícil explicar sus propias experiencias sin recurrir al idioma de
tales creencias. Dentro de esa esfera las experiencias se ordenan segán
creencias que en general no son accesibles al intelectoconscientealosefectos
de su examen crítico.
La esquizofrenia como clasificación científica se prefirió ademeacia
precoz, porque el vocablo podía transformarse en un adjetivo capaz de
objetivar a la persona asi clasificada, de suerte que ahora podía hablarse de
una persona •·esquizofrénica" (Bleuler, 1950). La esquizofrenia no sólo
estaba dentro de la persona sino que ocupaba la totalidad de la persona Y
constituía la identidad total de ésta. Foucaull (1975) identifica la clasificación científica de personas como una práctica cultural en virtud de la cual el.
cuerpo se convierte en una cosa y la docilidad de éste es el resultado..
Al considerar la naturaleza compulsiva de los sistemas de pensanuento
tradicional y las consecuencias de la práctica de la objetivación de personas
8S
1 'fi c'ón científica podemos especular sobre los aspectos
mediante la e aodsl IC~d~s del curso de deterioro propio de la esquizofrenia.
1
as dan
socialmente pr ucJ
espeallación se ve fortalecida por la proposición de que as person ,
=do a los sucesos y experiencias de su vida relacionándolos con algun
relato personal.•
.almenle estructura sucesos de manera tal que éstos muestran,
coherencia y. segundo. un sentido de movimiento o de
~recció~ a uav~s del tiempo." (Gergen y Gergen, 1984, pág. 174-175).
~=~::C~xión 0
De esta manera los hechos de la vida se interpretan ensamblándolos: de
modo que correspondan a algún fin proy~ta~~ o a ~gun,a. meta. S1 el
concepto de esquizofrenia contiene creenc1as ng1das e 1mpl~c1tas so~re lo
c:r6Dico y el deterioro, si la clasificación cientffica prOduces uJetos _dóc1les Y
·1 ·n,........,.,,.ción de sucesos actuales está en cierto modo detemunada por
SI a 1 ~y·~
·
·
be ·
el futuro, luego la naturaleza social de la esqUJzofrema de eJercer una
poderosa influencia en su desarrollo.
Etiología y cura
Durantelarealizacióndeestetrabajo,mepreocupépocoporlaetiología
de la experiencia clasificada como esquizofrenia. Si bien me son bastante
~~~liarl"varias teorías etiológicas diferentes, no he experimentado ningún
de participar en el debate. No siento ningún gran entusiasmo ni una
lllcal• atracción por alguna proposición específica (incluso aquellas
que proponen la causalidad en la interacción y en la comunicación).
yo niegue la idea de que existen aspectos biológicos de
~-~~ilbl::ooiGqtJeniegueque los productos químicos puedan ser útiles para
mal. Las teotias sobre la etiología de la esquizofrenia suelen ser
.~illtllllaires y conclusas en sí mismas. El lector encontrará una excelente
de las diversas teorías y una crítica de éstas en el trabajo de Barren
lb~~dzo¡;lbretlia and personbood" ( 1987).
l!~!ift1~No'hec:esitodlecirQ\Ie en eldesarrollo de este trabajo no me he apoyado
~itJPIPmave~~i6>nestal)lec:idade la etiología de la esquizofrenia. Mi interés
•lóleccmcentlróen la perduración de ciertos problemas en el tiempo,
que he llegado a asociar con ese estilo de vida de "sentirse
,~~===:··Esos problemas rara vez comprenden alucinaciones o engaño!
sino que son problemas propios de la vida misma. Se dan en la
~!l;;::::::::=~~~lapersonadiagnosticadacomoesquizofrénica
B
miembros de la familia, especialmente los padres. De lasfamiliasquehevisro
y en.las q~1ehabía un miembro esquizofrénico según el diagnóstico, los padJa
al d1scuur los problemas de su hijo/hija habitualmente hablan de la afición
a permanecer en la cama a horas irregulares. de la falta de atención a la
higiene personal. de episodios de antagonismo contra otros miembros de la
familia, de una ap_ar~nte alergia a los quehaceres domésticos y de una
desesperan~a y pas1v1da_d generales. A veces los miembros así diagnosticados se qu:Jan de expenmcntar una sensación de futilidad y parálisis, de
fracaso e mcompetencia y otras veces se lamentan de la injusticia, de la
desdicha de ser insignificantes. Si la persona en cuestión estuvo internada en
hospitales, es probable que su estilo de vjda de "sentirse arrinconada"
contenga detalles sobre el consumo crónico de estupefacientes y/o alcohol.
Teniendo como interés primario la perduración de ese estilo de vida de
"sentirse arrinconado", presté también escasa atención a la cura misma de
ese fenómeno que llamamos esquizofrenia, así como presté escasa atención
a su etiología.
La persona
A lo largo de estas notas me referiré a las personas que fueron
diagnosticadas como "personas esquizofrénicas". Habitualmente estas personas presentan varios problemas que tienen que ver con lo que generalmente
se relaciona con el curso de deterioro de la esquizofrenia. Las más de ellas
se manifiestan como "pasajeros" de la vida y declaran su desesperanza sobre
el futuro, o bien dicen que ocurrirá algún acontecimiento asombroso y
fortuito que les permitirá concretar su plan de llegar a ser un astronauta o un
explorador del Polo Sur.
Las preguntas sobre detalles actuales de la vida de estas personas
habitualmente generan descripciones de un estilo de vida de "sentirse
arrinconados". Por otro lado. se ha llamado a esto también "carrera o
trayectoria".
··Tradicionalmenle el término carrera se reservaba para aludir a quienes esperaban
gozar de promociones en la trayecloria de una respetable profesión. Sin embar¡o.
el término llegó a emplearse en un sentido más amplio para referirse a la posición
social de una persona en el curso de su vida. Así se loma la perspectiva de la historia
natural: los logros aislados se pasan por alto en favor de cambios producidos en.el
tiempo y considerados básicos y comunes a los miembros de una caregoria SOCial
aunque se dan independiememenlc los unos de los olros." (Goffman. 1961. pq.
127),
opresivos, asr como los sienten tos demás
87
En el caso de las personas situadas en esa carrera o trayectoria. la única
noticia de cambios en sus vidas y circunstancias que ellas puedan señalar
para perdurar, es la notjcia que pueda insertarse dentro de la red de supuestos.
premisas y expectativas relativas a los miembros de esa específica categoría
social. Siguiendo a Bateson (1972) he llamado a esa red un sistema de
limitación (White, 1986a). La noticia de logros aislados se "olvida o se
desdibuja... los mensajes cesan de ser mensajes cuando nadie puede leerlos··
(Bateson, 1980. págs. 50-51).
En respuesta a las preguntas que alientan a las personas a explicar su
situación, habitualmente ellas refieren variaciones del "cuento triste".
'"Según la etapa que una persona ha alcanzado en su trayec10ria. uno comprueba
habitualmente que ella elabora una imagen del curso de su vida -pasado. presente
y futuro- que sclecciOoll, abstrae y deforma las cosas de manera tal que le
suministran una visión de sf mismo que útilmente proyecta a situaciones actuales.
En términos muy generales, la línea defensiva de la persona la lleva a alinearse
apropiadamente junto a los valores básicos de su sociedad y esto bien puede
llamarse una excusa. Si los hechos del pasado y del presente de una persona son
extremadamente deplorables, entonces lo mejor que ella puede hacer es mostrar
que no es responsable del estado a que ha llegado. de manera que aquí la expresión
'cuento triste· resulta apropiada. Es interesante comprobar que cuando el pasado
más fuerza a la persona a alinearse aparentemente junto a los principales valores
morales. con tanta mayor frecuencia esa persona se siente compelida a referir su
'cuento triste' en cualquier parte en que se encuentre" (Goffman, 1961, pág. 151 ).
Puede argüirse que los "valores básicos" aquí mencionados se refieren
a las nociones culturalmente producidas sobre la especificación de la
persona]jdad, una especificación que es en alto grado individualista. Foucault
( 1979), al trazar la historia social de los modos en que los seres humanos son
sometidos, discurre que esa especificación de personalidad tiene que ver con
el ordenamiento y distribución de los seres humanos en el espacio para
convertirlos en "cuerpos dóciles". Según Foucault, esa especificación es el
resultado de una técnica disciplinaria llamada "juicio normalizador'', una
técnica de sujeción y control sociales derivada de la distribución de las
personas alrededor de una norma. Esta especificación, en alto grado
individualista de la personalidad, pone fuerte énfasis en criterios normativos
tales como coherencia, consistencia, posesión de sí mismo, contención de sf
mismo, automaximización, autonomía, productividad. integración, totalidad, e~c. Foucault también sostenía que el juicio normalizador somete y
desc~fica el poder personal, tanto más cuanto que no suministra puntos fijos
en vLrtud. de los cuales las personas puedan formular sus propios juicios,
puntos fiJOS alrededor de los cuales las personas pueden protestar.
88
~a sujeción a este proceso de normalización hace que la pe
cxpenmenta
· rsoaa que
. .ese fenómeno clasificado como esqua·zofren·aa.stentacomowa
extraordmano
fracaso
el
no
llegar
a
ser
una
pe
E
.
rsona n respuesta a esa
sensactón de extraordinario fracaso, la persona en cuestión desarrolla una
elabo.rada y ~xtensa urdimbre de excusas que es su cuento triste y t
el estilo de vtda de ·•sentirse arrinconado" se hace máscomp1eto.,en onces,
La familia
L.os parientes de la persona en cuestión y particularmente los padres, en
la m_ed tda en que acompañen a esa persona en el curso de deterioro de su vida.
se ~tenten cada vez más responsables por haberla <lescuidado. Cuando ese
estilo de vida de "sentirse arrinconado" se extiende, los parientes se hacen
más activos para obrar en favor de la persona. V entonces, llega a ser
abrumadora la experiencia de los miembros de la familia que se adhieren a
la idea de que la· persona en cuestión no es una personas.
Generalmente, puede discernirse una dirección en la cual. inadvertidamente, los miembros de la familia colaboran en la perduración del estilo de
vida de "sentirse arrinconado".
"Sobreviene un drástico cambio, pero nosotros nos acostumbramos al nue\·o ~lado
de cosas antes de que nuestros sentidos puedan decimos que se trata de algo
nuevo ... No es cuestión de poca monta el hecho de que nunca nos demos cuenta del
rumbo que toman nuestros cambios de estado" (Bateson, 1980).
Este es un rumbo al que los miembros de la familia se acostumbran
progresivamente y aceptan la situación de deterioro. Generalmente, los
miembros de la familia no advierten ese rumbo y son incapaces de detectar
la diferencia que hay entre el grado en que están participando en ese estilo de
vida en un momento dado y el grado en que lo están haciendo en otro
momento. En este proceso, los miembros de la familia llegan a los límites de
su flexibilidad y experimentan crecientes sensaciones de frustración, impotencia y fracaso.
La metáfora cibernética de la retroalimentación puede invocarse para
ayudar a describir los elementos específicos del sistema enque se.susten.ta el
estilo de vida de "sentirse arrinconado". Según esta metáfora, la ctreulandad
es un fenómeno fundamental de todos los sistemas.
··cabe e•perar nue los sucesos en cualquier posición del circuito tengan efecto en
'
~
.
- (83reieD 1 97~
todas las posiciones $Obre el circuito en momenros postcnores ·
·
-·
pág. -1~).
89
La circularidad propone una recursividad en to~os los sistemas. cn l ~s
.
retroalimentación sobre sf m1smos.
1dcn11. . Bateson
.
.
que Jos sucesos eJercen
6n.
.
.
de
l'mentacióncomocircuitosquelimnan
la
mterncc1
1
fica JosclfCuttos retroa
.
b
1 duraderos
· en una parte del
. s1stema de en
E ser
1
puesto que 1os cam b'os
Ststema
mayor.
n os
.
s
de
los
cambios
producidos
en
el
·
d
comp1ementano
. d
. s•es· posibledescribiresta circulanda . como un· ·d
SIStema e
s1.stemas humano
· · ·
• ocas que• inadvertidamente, son tanto em111 as corno
JRCJtacJOnes
rec1pr
respondidas.
f T
Cuando se delinea la interacción de los miembros de la am1 ta e.n to:no
de la esquizofrenia con esta metáfora, se hace evidente una caractenzactón
como la que sigue:
El cfésarro)lo de Ja red de excusas necesarias para prestar apoyo al "cuento
triste", incita a los padres a adoptar una actitud más tolerante en cuant~ a las
e sas y a sentirse más responsables por la vida de la persona en cuest16n. A
ex
u que los padres se hacen más responsables son, tamb'.
•
t"bles
medida
~~~· mas suscep t
1 1a censura y más vulnerables a la experiencia de la culpabthdad. Esa vuln.erabilidad a la culpa, a su vez incita a la censura por pane de .la person~ q~e a~1gna
a los padres una condición de "pasajeros" en la vida. Este SJSt~ma de mcuac1ones
recíprocas refuerza con el tiempo la polaridad entre lo trresponsable Y lo
superresponsable. A veces, es.te ciclo se desorganiza moment~eamente c~~ndo
la frustración que experimentan los padres les provoca un estallido de hostthdad
bacía la joven persona. Lamentablemente, e~os e~tall idos sólo sirven para reforzar
elle ciclo con el correr del tiempo. Como resultado de ello, la persona en cuestión
experimenta una sensación mayor de fracaso y busca más activamente nuevas
excusas. Los padres, al experimentar también una mayor sensación de fracaso
provocada por su sentimiento de culpabilidad y por los remordimientos que
sienten por los estallidos en que incurrieron, se sienten mucbo más responsables
por la vida4elajoven persona. Con el tiempo, la intensidad de esta participación
en la permanencia del problema sube de punto y Jos miembros de la familia quedan
todo& centrados en la esquizofrenia.
Aunque este pasaje describe sólo una versión de estos sistemas de
incitaciones recíprocas, con el tiempo se manifiesta en un aumento de la
intensidad con que los miembros de la familia participan en el problema.
Los influyentes estudios deBrown y otros ( 1972) proponen una visión
iponocular de este proceso, por cuanto describen sólo una parte del circuito
de retroalimentación. El concepto de "emoción expresada" que exponen
estos autores estimuló el desarrollo del enfoque psicoeducacional; dicho
conceptoderivadeestudiosque hacen hincapié en un fenómeno desarrollado
eo una sola dirección, es decir, la expresión de hostilidad por parte de los
90
padres respecto de la persona, en lugar de ofrecer una visión binocular que
ponga énfasis en el estudio de la naturaleza circular de la interacción familiar.
Las notas siguientes detallan varias intervenciones, incluso aquellas
destinadas a desorganizar los sistemas de incitaciones recfprocas y a
disminuir, así, la intensidad de la interacción de los miembros de la familia
alrededor de la esquizofrenia. Aunque la perspectiva sobre la esquizofrenia
adoptada aquí es diferente del punto de vista adoptado por el enfoque
psicoeducacional, podría afirmarse que esas intervenciones también disminuyen el nivel de la "emoción expresada" en las familias.
El método
Las notas siguientes dan detalles específicos sobre la aplicación a la
terapia de un enfoque más general (White, 1986a). Estas aplicaciones se
refieren a aquellos factores que ponen obstáculos al desarrollo de ese
fenómeno que llamamos esquizofrenia.
En la aplicación de ese enfoque es importante que el terapeuta someta
a crítica su participación con los miembros de la famiUa. Lo verdaderamente
importante de esta crítica es la cuestión de saber si losmiembros de la familia
experimentan el proceso terapéutico como algo que los capacita o como algo
que los somete. El proceso de incitar a los miembros de la familia a
evolucionar alrededor de descripciones alternativas del problema, ¿los
capacita para oponerse a su experiencia de opresión causada por el problema
o contribuye a aumentar esta experiencia de opresión? Las opciones accesibles a los miembros de la familia, ¿los ayudan a sentirse con autoridad sobre
ellos mismos o hacen que se sientan más sujetos a otra autoridad?
Durante toda esta laborsepresentan dilemas de decisión a los miembros
de la familia al yuxtaponerse descripciones "viejas" y descripciones "nuevas".
Exteroalización del problema y p reguntas de Influencia relativa
En el proceso de externa! izar problemas se utilizan práctica~c~ll~e!
de objetivación que se enfrentan con otras prácticasculturales de ObJellvactón.
El problema mismo queda exteroalizado. de modo que la perso~a!a n~es el
problema. El problema es el problema mismo..Es~. ObJe.uvacJón Y
externalización del problema se oponen a las técmcas tndinduahzadorasde
la clasificación científica y a otras prácticas de división más generales.
91
Cuando la extemali?ación de la esquizofrenia desafía el concepto de
esquizofrenia como clasificación de person.as. desafía asim~smo los aspectos
de este fenómeno producidos socialmente, me luso los que llenen que ver con
lo crónico. Ja incurabílidad y el deterioro. Cuando la externalización de la
esquizofrenia desafía a prácticas de división une a los miembros de la familia
y los faculta para protestar contra las maneras en que se han sentido
.
.
compelidos a cooperar con la esquizofrenia.
Al principio, la externalización de la esquizofrema se logra hactendo
pregunta~ que alienten a los micrn bros de la fami 1ia a determinar la influencia
queJa esquizofrenia tiene en sus vidas y en sus relaciones. Al reflexionar en
estas preguntas y al responder a ellas, los miembros de la familia participan
activamente en el proceso de extemalizació n. Además de externaJizar la
esquizofrenia. estas preguntas hacen visible a los miembros de la familia su
inadvertida participación en la perduración del estilo de vida de "sentirse
arrinconado''.
La extemaJización del problema suele ser progresiva y, en este proceso,
el terapeuta ayuda a los miembros de la familia a elaborar definiciones más
precisas de las experiencias que ellos consideran problemáticas y que más les
preocupan por el momento. Por ejemplo, em terapeuta puede al principio
comenzara hacer preguntas que extemaJicen 1a esquizofrenia o el mal y luego
hacer preguntas que externa! icen aspectos del estilo de vida de "sentirse
arrinconado" que son promovidos por la esquizofrenia y, por fin, hacer
preguntas que extemaJicen esos hábitosespec íficos de que depende ese estilo
de vida para perdurar. Doy a continuación una pequeña muestra de estas
preguntas:
-¿Qué efecto ha estado teniendo laesquiz<>frenia en sus vidas y relaciones?
-¿De qué manera se sintió usted empujado a un rincón por la esquizofrenia?
-¿De qué manera la esquizofrenia provocó ese estilo de vida de "sentirse
arrinconado"?
-¿De que hábitos ha dependido más ese estilo de vida de ··sentirse
arrinconado"?
-¿Qué otros hábitos fomentaron estos hábitos en la vida de otros miembros
de la familia?
-¿Cuál de estos hábitos es el que más le preocupa a usted?
~descripción ~e la influencia que tiene la esquizofrenia en la vida y
relactones de .lo~ rruembros de la familia, puede yuxtaponerse con una
segunda~e~npctón, la descripción de la influencia que tienen los miembros
de la famtha en la perduración de la esquiz<>frenia. Con la formulación de
92
preguntas que inciten a los miembros de la familia aoootriblliréDIIIMilii
descripción, la esquizofrenia queda aun más extemalizada.ll..,_...........
llaman la atención a los miembros de la familia sobre las co1~tnd::d4MII•il~
!~gros ai s lado~ que "se pasan por alto en favor de cambios producidos eaá
uempo y constderados básicos y comunes a los miembros de una eatqorfa
social" <? offman, 19~1 . pág. 127). Como la red de supuestos, prenüaas y
expccta~t v~s de los mtembros de la familia les hace diffcil aprehender escas
comrad•c:10nes o logros aislados, al comienzo los miembros de la familia
dcpet~de~~n mucho ~el código del terapeuta para !hacer derivar esta segunda
dese n pc10~. Con elllempo.' ese código se conviene en un código compartido
dentro del ststema terapéutico, de modo que los miembros de lafamiliallegan
a se~ más :apaces de señalar directamente lo nuevo y dar su respuesta. A
conttnuactón doy una pequeña muestra de esas preguntas:
- ¿Cómo se las arregló usted para desafiar el estilo de vida de "'enttnc
arrinconado" y no sólo aceptó la cita de acudir~ esta reunión sino que aceptó
también acudir a la siguiente?
-¿Cómo impidió usted que la esquizofrenia lo empujara a un rinc6n en esta
ocasión?
-¿A qué hábitos debió usted desobedecer en esta ocasión para escapar 81
estilo de vida de "sentirse arrinconado"?
-¿Puede usted comprender cómo yo veo que su desafio a ese bibito tiene
una importancia crítica?
-En estas circunstancias. ¿puede usted comprenderque esto me sorprenda?
-Si pudiera ver la significación que yo veo en este paso, ¿cómo influiría esto
en la manera en que usted se ve?
-¿En qué medida cree usted que este modo tan diferente de ver las cosas
podría influir en su próximo paso?
-¿Cree usted que esos pasos podrían debilitar la influencia que la
esquizofrenia tiene en su vida?
Anulación de lo temporal
Para ayudar a los miembros de la familia a establecer una .distinció~
entre el grado en que participan en el estilo de vida de "sentirse arrinconado
en un determinado momento y el grado en que lo hacen en ouomomento, se
pueden hacer preguntas tendientes a eliminar lo tem~~· Esto amenaza a la
anterior rendencia y permite a los miembros de la fam1ha rechazar~~ las
fu tu ras incit¡¡ciones a habituarse a la influencia del problema. Tamb1~ aquí
las preguntas estructuradas resultan útiles en este proceso.
93
. .
l'do a continuar acompañado por la esq uizofrenia.
-Sí se smllera compe 1
.
'd• d
· •
. .
e usted diera pora que el esulo de VI ·• e senursc
·qut pasos serta necesano qu
" .
ado fuera más completo?
.
.
amn~i el estilo de vida de sentirse arrinconado ejerciera mayor ln ~uencla,
b4bitos tendría usted que extender para dar apoyo a ese fc~ómeno.
¿que! -Ese estilo de vida de sentirse arrinconado junto con su sastem~ de apoyo
"' med'da afectan el futuro de la vida y de las relac1ones de la
de h6bitoS, ¿en que
•
familia?¿De qut maneras podrían estos hábitos oprimir el futuro de su vida Y de
sus relaciones?
Preguntas complementarlas
Se pueden hacer preguntas que ayuden a los miem~ros de la. fa~ili~ a
combatir su inadvertida participación en el ststema de mcltactO~~~~~::nw.._y
·
·
d E
nes recfprocas que prestan apoyoal estilo de vida de senttiSearnncona
~
otro lugar he Uamadó a esta clase de preguntaS "preguntas complementanas
!..a- ..-:..:-
o:
(White, 1986b).
..
Al reflexionar en estas preguntas, los miembros de la famtha llegan a
una "visión binocular" o descripción doble de La permanencia de lo s
problemas que ellos experimentan como opresivos. Se trata de ~n punto. de
vista que tos capacita para eludir la coacción de los ciclos de retroalt mentactón
que perpetúan,Y refuerzan estos problemas. La preocupación centrada e n la
esquizofrenia queda socavada y la intensidad emocional experimentada
qiedasianificativamentereducida.
-Cuando usted se somete a la esquizofrenia que lo empuja a una posición
Qrlzonable, ¿de qu6 manera este hecho incita a sus padres a hacer todo lo que sea
IDOIIIble para usted?
- ¿Hastaqu6puntoel sentimiento de culpabilidad lo hace a usted vulnerable
a 1as incitaciones de su hijo o hija a realizar lo que sea sensato para ellos? Y esa
sensación de sentirse ellos arrinconados ¿hasta qué punto cuenta con esa vulnerabilidad?
.:specific:aciones de la per~onalidad. Como estas preguntas alientan a los
miembros de la familia a orientarse para discernir logros- aislados, quedan
socavadas las derinicioncsdcl yo entendido como fracaso de ser una persona.
Estas preguntas deben estructurarse, al principio, alrededor del código del
terapema a causa de la te nacidad d e la "antigua" red de supuestos, premisas
y expectati vas.
- S!
com?rendiera usted plenamente la significación de esto. ¿qué cree que
ello pod n a decmne sobre usted que yo. de otra manera, no habr(a sabido y que
habría pasado por alto a todos nosotros?
-¿Qué cree que esto podría decirle sobre su capacidad que, de otra manera.
usted habría pasado por al to?
-¿Qué cree que esto me dice que yo puedo apreciar en usted?
-¿Me dice esto alguna otra cosa diferente que usted cree que yo podrfa
apreciar?
-¿Qué cree que esto les dice a mis colegas que ellos puedan apreciar en
usted?
- Ahora tengo dos imágenes de usted como persona, la antigua y la nueva.
y me parece que la diferencia que hay entre ellas es impresionante. Si usted pudiera
conservar constantemente estas dos imágenes en su espíritu y compararlas, ¿qu~
c ree que podría descubrir sobre sí mismo?
Las preguntas que extemalizan y fomentan una crítica de las especificaciones de la pe rsonalidad en alto grado individualistas, son otra categoría
d e preguntas que se oponen a la sujeción del juicio normalizador. Este
enfoque de ayudar a los miembros de la familia a reformarse, está en marcado
contraste con los enfoques que incitan a los miembros de la familia a
"apesadumbrarse por la persona que fue".
- Si usted pudiera apreciarse dej ando de lado la ambición, ¿qu~ cree que
apreciaría más?
-¿Cómo podría apreciarse usted mismo dejando de lado su ambición?
-¿Qué podría bacer para demostrar a estas expectativas que usted está
yendo en camino de ser su propio dueño como persona y no una persona para esas
ex.pectativas?
Las nociones d~ personalidad
Se pueden hacer preguntas que ayuden a los m iembro s de la fam ilia a
CODil'allestarlasc:onsecuenciasempobrecedorasdeesatécnic:adisciplinaria
que Poucault (1979) llamó juicio nonnalizador. Una categoría de tales
preplltas incita a las familias a participar e n la elabor ación de otras
definiciones posibles del yo que no estén detenninadas por las predominantes
Esta s preguntas están en forma abreviada. Cuando se trabaja con
familias, e l terapeuta trata de lograr la articulación de esas "ambic iones" Y
"expectativas'' específicas que subyugan a la persona.
95
caricatura y melodrama popular
Las nuevas descripciones y distinciones causadas por las aoreriores
preguntas suministran una fuente de nuevas y creati vas respuestas po~ ~arte
de los miembros de la familia. Al principio, a los ntiembros de la fam1ha les
resulta dificil percibir toda la significación de estas nuevas respuestas.
Cualquiera que sea el alcance o la duración de la nueva. respuesta, ella
si!mifica un nuevo punto de partida. significa que es acces1ble alguna otra
e
,
dirección
en la vida. Como es probable que estas " nuevas " respuestas es ten
oscurecidas para los miembros de la familia por la sombra de Jos "antiguos"
hábitos y problemas, es sumamente importante que el terapeuta participe con
los miembros de la familia de una manera que cree un contexto para que
perdure lo nuevo. Y esto puede lograrse si el terapeuta reacciona a las nuevas
respuestas de los miembros deJa familia de una manera que para ellos elabore
las nuevas descripciones y ponga énfasis en las nuevas distinciones. A.su vez,
esto desencadena nuevas respuestas de los miembros de la familia. De este
modo. por un tiempo los antiguos hábitos y pautas quedan eclipsados en la
sombra de las nuevas respuestas.
Para establecer un contexto en el que perdure lo nuevo en casos en que
Los ríliembros de la familia estuvieron participando en el estilo de vida de
"sentil'Se arrinconados". puede ser útil introducir el elemento dramático. A
veces, para facilitar el desarrollo de un contexto dramático comprobé que era
fructífera la idea del melodrama popular como metáfora de la terapia. De
todos loselementos del melodrama popular parecen sumamente importantes
la caricatura, el humorismo, el absurdo y la intriga.
En la organización de la terapia como un contexto para que perdure lo
nuevo con frecuencia he.comprobado que es útil introducir a un colega como
caricaturade la persona en cuestión. La labor de-este colega consiste en tratár
~e ~onservar la versión del "cuento triste" frente al cambio; para Lograrlo,
l~CJta a la persona y a los otros miembros de la familia a que permanez.can
Ciegos a todas las nuevas respuestas y logros aislados que se oponen al estilo
~e vida de "sen~e arrinconado''. A veces, la inseguridad de este colega
Impulsa a los m1embros de la familia a hacer un convenio con la persona a
fin ~e que ésta vuelva sobre sus pasos; esto suministra a la persona una
urd1mbre elaborada de excusas, muchas de ellas nuevas, con que cuenta para
hacer de esto una proposición atractiva.
.A medida que progresa la terapia, el colega se inquieta más por el hábito
que t1ene el terapeuta de alertar a los miembros de la~; ·u b 1
so!i
tá d d
amt aso .re osnuevos
pa. que es n an o Yteme que el entusiasmo del terapeuta pueda ser algo
apresurado. Al. pasar el tiempo y a medida q 1
sob
· ·d
·
· ue a persona cobra do!rbii.
, ~e su propta VJ ~· el colega pierde su posición establecida en la.~~~~~
no ttene más remedto que reconocer el éxitod l
mism·
bl.
e apersonaquelogra
. .a~ se ve o tgado a recurrir a excusas varias cada ve
amplias y absurdas a fin de esrablecerquen"
zmáselaboraaat
Jleoad
d
vesresponsablepor loqueha
. "' oaser urantelaterapia. Aiolargodetodoeste
.
.
obser;~~~ en~eel t~rapeuta y el colega intriga a los ~~~::~·~:;~e;:::
1. len os miembros de la familia advierten que lo ue 1
presentando es una caricatura la posición m .
q se es está
fre nte a la naturaleza radical d~l cambio pone uyf cotJ.nservadora del.cole¡a
d"st" ·
.
•
e ec vamentederelievelas
l ~nciOnes y contnbuye a la permanencia de lo nuevo. Este método
pa':ucularmente e~caz cuando inicialmente la persona se ha mostrado m es
reticente en acudir a la terapia Pero al cabo de u
.
uy
f
t
b
·
nas pocas seSiones, es
re~ue? e compro .arqueesas personas desean regresar, ansiosas de
el S1gu1enteep1SO<:ho.
c:onoc:a.
Durante todo este proceso, la posición del terapeuta e.s ljgeramente
conservadora. ~1 terapeuta se mu!~tra entusiasmado por los pasos positivos
qu~ dan los mJembros de la fanuha al huir del estilo de vida de "sentirse
amnconados", pero c~ntinu~mente les aconseja considerar futuros pasos y
dar sólo uno !lo: vez. Stlos mJembros de lafamilia no llegan a algún acuerdo
sob:~ los obJetivos, el tera~uta habituálmente insiste en asumir la responsabilidad por no haber ayudado a los miembros de Ja familia a establecer
adecuadamente su disposición a completar con éxito la labor ei!Jprendida.
P~r. otra parte, se p~eden hacer preguntas que extemalicen y fomenten uua
cnt1ca de las especificaciones de la personalidad.
-¿Cree usted que la ambición lo empuja a hacer demasiadó y demasiado
pronto?
-¿Cómo puede usted enseñarle a su impaciencia que hace sus propios
descubrimientos al ritmo que le conviene a usted y no a eUa?
-¿Qué podría u.sted hacer para domar la impaciencia y la~
como ha domado otras cosas?
-¿Cómo podría usted demostrar a sus expeetativas q1.1e puede ser uaa
persona sin someterse a ellas?
-¿Está usted haciendo esto a causa de esas expectativas y ambiciones o lo
está haciendo. por usted mismo?
En otro Jugar (Whíte, 1986a) he expuesto otros métodos de tespUeSta
del terapeuta aJas reacciones de los miembros deJa familia y esos m6todos
pueden adaptarse en el caso de familias con un estilo de vida de "'sentirse
arrinconado'". No trataré aquí estos métodos. pero~ unapeqoeilamuestta
de las preguntas que pueden hacerse en respuesta al cambioparaaleataratD
más una descripción única del yo.
'
-R~:¡hncmc es interesante ver que uste~ está .tom~ndo más iniciativas
.. . Có
1 ró llegar a este acuerdo constgo nusmo .
.
proptas. ¡. mo og.
h
usted dependa más de su propia autondad que
-¡.Cómo exphca que a ora
de la autoridad de otros?
· .
dida
- Ahora que usted es capaz de resolver problemasdesu vtda, ¿en que me
influirá esto en su futuro?
El progreso como contexto de las recaídas
Como la significación atribuida a las recidivas depende del contexto en
que ocurren, es esencial que se establezca un nuevo contexto en el caso de las
recaídas. un contexto que no presente la recafda como un fracaso, como un
f¡ 6meno de ..retroeeso". Considerar la recaída dentro del contexto de una
e:~1uci6n de deterioro es alentar en los miembros de la familia el sentido de
que son ..pasajeros" en la vida y una sensación de desesperanza_; y es probable
que aumente la dependencia de la persona en cuanto. a. dos1s mayo.r:s de
product~químicos, que contribuyen a aumentar la tox1ctdad y la doc1lidad,
en lugar de fonalecerla y mejorar su calidad del vida.
Al !;onstruir este nuevo contexto, el terapeuta afirma que, puesto que la
persona en cuestión ha estado confinada durante un tiempo conside~able en
el estilo de vida de "sentirse arrinconada" y puesto que los otros mtembros
de la familia han acompañado a la joven persona en este estilo de vida, no
aeriasensatohaceresfuerzos desordenados para dar nuevas direcciones a sus
vidas. Como lo que cuenta en todo nuevo paso es, no su magnitud, sino la
dirección en que se da, el terapeuta incita a los miembros de la familia a que
den sólo pasos pequeños y que se atengan a un mínimo en cuanto al número
de cambios que se produzcan cada vez. Ningún miembro de la familia debe
ser alentado a ir demasiado lejos apoyándose en un solo pie hasta que éste se
baya hecho suficientemente fuerte para soportar su peso; antes es menester
asegurar cierto sentido de confianza y competencia para apoyar esos pasos.
Cuando dnn nuevos pasos, a los miembros de la familia se les puede decir que
es probable que experimenten la influencia de ciertos hábitos propios del
estilo de \"ida de sentirse arrinconados, hábitos que perduran aun cuando ellos
seden cuenta de las nuevas posibilidades. Puede parecerles que los antiguos
hábitos están eclipsando los nuevos logros durante bastante tiempo antes de
que se maaificste claramente que lo nuevo está eclipsando a lo viejo, de modo
que los progresos pueden experimentarsecomo dar"tres pasos adelante y dos
pasos atnis".
Dcn1r0 de este contexto de progreso, las recaídas pueden considerarse
como aspectos previsibles de la jornada que hace la persona hacia una
98
~ondición nuev~ y pe~sonal mente más adecuada. Esa jornada puede compa-
tar:<>e :on una rmgractón en la que las recidivas son episodios esporádicos 0
alttb~JOS de la empresa. Alternativamente puede introducirse un rito de
pas&Je (va~ Gennep, 1_960, Turner, 1969), en el que la recaída y la internación
en el_ hospttal s~ constderan fases preliminares. fases que son un preludio a
la re~ncorp~ractón del yo en el seno de la familia y en uo nuevo nivel de
func1?nam1ento personal. Cuando se produce la recaída, debe penerse
énfasts en el contexto de progreso mediante preguntas. Las recaídas también
ofrece~ al terapeuta la oportunidad de hacer preguntas que ayuden aún más
a los mtembros de la familia a extemalizar y a oponerse a las especificaciones
de la personalidad.
A .veces es eficaz sugerir que cierto número de recaídas puede ser
~ece~ano p~a que una persona llegue a su meta. Se incita a la persona a
tdentlficar s1gnos tempranos de recidiva a fin de que los altibajos puedan ser
estructurados antes de que los hechos ejerzan su presión y la fatiga los
imponga. Esos altibajos toman varias formas y pueden incluirmedidascomo
internación en un hospital. Si la persona tiene una historia de frecuentes y
múltiples internaciones generalmente precipitadas por crisis, puede planificarse una serie de breves internaciones. Esta planificación se apoyaenlaidea
de que si es necesario cierto número de internaciones, luego es buena idea
hacerlas lo más pronto posible antes que tarde. Estas internaciones planeadas
son más breves y fortalecedoras que las internaciones obligadas. Después de
la primera serie de internaciones planificadas, se incita a l a persona a que
haga pruebas para ampliar el tiempo que habrá de transcurrir entre las
futuras internaciones.
Se puede sugerir a las familias que organicen una ceremonia inmediatamente antes de toda internación programada, una ceremonia en la que se
pongan de relieve los recientes éxitos de la persona y se reconozca que ha
llegado a una etapa en su peregrinación en la que los altibajos son apropjados.
Aun cuando las familias no pongan en práctica esta sugestión, ella altera
radicalmente el marco de la internación hospitalaria, pues contrarresta la
sensación de fracaso y desesperación que los miembros de la familia
experimentan con tanta frecuencia en esos momentos.7
Programa de sesiones, duración del contacto y medkadón
Aunque en algunos casos las reacciones de los miembros de la familia
a esta manera de tratar a la persona son dramáticas desde el principio, en
general esta labor es relativamente de largo plazo por su naturaleza. En la
fase inicial, las sesiones terapéuticas se fijan con intervalos de dos a cuatro
99
·
nte. el intervalo entre las sesiones se aumenta a dos o
semanas. Postenorme
tres meses.
.
h b'
1
t
' s sesiones re<>ulares
se rea11zan a. 1tua men e
La programac1'6 n d e 1a.
=
·
d'eciocho
meses.
La
palabra
terminación no es
para un perfodo de se1s a 1
. una
.
·
· d d la cesación de sesiones regulares pues lO que se mc11a
expres16n aprop1a a e
.
e
· · a
·stir a nuevas entrevistas periódkas y se las msta a que
a 1as .anu 1135 851
•
•
b ·
· ··
cono al terapeuta o fijen nuevas cttas SI so re nenen cns1s
.
·llamen por te lé•'
difíciles. o si alguno de Jos miembros de la famiha muestra preocupaciOn por
los progresos.
· fl
·
Amedidaquelosmiembros delafamilia tien~n mayor1n ue~c•a.e_n sus
vidas y relaciones pueden experimentarse reducciones de la med1cacton.
Resumen
Estas notas han expuesto una perspectiva del fenómeno denominado
esquizofrenia y han ofrecido algunos ejemplos de un ~n;~que basado en es~
perspectiva, enfoque que según he comproba~~ resulto u:tl a las ~er.sonas ast
diagnosticadas y a los miembros de sus fam1has. Re~enas prehmmares de
este tnlbajo se han publicado en otra parte (Mackenue y Robertson, 1985,
Mackenzie y Gara, 1986).
Ese modo de enfocar la cuestión reduce considerablemente la proporción de recidivas y de días pasados en el hospital; además contribuye
profur;~damente a mejorar la calidad de vida. Las notas de ninguna manera
abarcan todos los aspectos de la cuestión, pues en este trabajo surgen
continuamente diversas contingencias que requieren una respuesta creativa
por parte del terapeuta.
Como la esquizofrenia presenta una gran variedad de formas, diferentes
aspect.osdeesteenfoquese han enfatizado con algun as famHias más que con
otras. Por ejemplo, con aquellas familias en las que la persona en cuestión es
agresiva y en alto grado destructiva, resulta razonable que el terapeuta ponga
mayor énfasis en "el melodrama popular'' entendido como metáfora de la
terapia.
Notas
.
l . He estado ~esarrollando este enfoque en los últimos siete años y durante ese
llem~ estu.ve asoe1ado, en d•feren1es contextos. con varios colegas interesados en la
esqu1z.ofren1a. Entre estos colegas se contaban, al principio. Andrew Wood y Malcolm
100
Robinson, diversos miembros del equipo de la Gh!aliide :Pat..U,r11ÍIIiiif if..
cin.co años pasados, incluso los miembros actuales Jlm Bln:la, U.lflllr'll!llll
Gr1erson. Helga Jansons y Liz McKenzie. y los miembros
Rchabililation Family Therapy Oroup, incluso Piona Dawee, Bldllrii'"'llÍIIIilliiíj
Andrew Lambcrth.
2. Y esto Continúa ocurriendo ahora. Por ejemplo v&se la di'CW161 de J1iir.
( 1987) sobre la esquizofrenia en los medios.
'
3. Quisiera agradecer a Jane Chapman por haberme inuoducido en la obra de
Gcllner.
4. Hay mucho más que decir sobre la teoría de los relatos personalea. David Epston
ha estado desarrollando un enfoque único de la terapia basado en esta teorfa.
.
s.. Por supues1o, en muchos casos los miembros de la familia eadn coopeaaudo
madverudamente con una caracterización de la persona que contribuye 1 que áta lillllle
u~ estil~ de vida de sentirse arrinconada, aun antes del cliapóslico formal Lea
dtagnósucos de legos y profesionales refuerzan esta caracterización.
6. Agradezco a Roy Firz.henry haberme alenado acerca del grado de confiaou coo
que cuento sobre esto en mi trabajo con la esquizofrenia.
·
7. Jim Birch, al referirse al rilo de separación practicado en las cJestw'Md de 1a
viaje oceánico, ha sugerido la idea de "hacer ondear palluelos" como 1111a llllliJIIia de
semejantes ceremonias.
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5
Una familia deja atrás los trastornos
que la perturbaban*
.. En est~ caso l_as preguntas, los resúmenes y la metáfora se emplean para extemalizar
el trasto~? de un JOven adolescente y ~ara coo~rrestar asila descripción caracterológica
de su fam1ha. Preguntas complementanas permiten describir la interacción que se gene
~ otras. preguntas p_Jantean un dilema a los padres y al adolescente acerca de :
mtcracc16n. Se descnben tólmbién reuniones especiales en las que la familia pasa revista
a sus progresos.
John tenía doce años cuando asistió a la primera sesión bastante a
regañadientes, acompañado por sus padres, Ann y Harold. Ann y Harold
hacía ya mucho que estaban preocupados por la conducta de John. En la
mayor parte de los aspectos de la vida de éste habían comprobado que era un
niño díscolo y pendenciero, problemas que eiJos habían tratado de resolver
apelando a varias ayudas. Me enteré de que varios "profesionales" habían
diagnosticado a John durante nueve años. Los numerosos diagnósticos que
se habían formulado iban desde la hiperactividad a la pereza. Ninguno de
esos diagnósticos, por algunos de los cuales John había recibido medicación,
dio resultado y el problema había ido "de mal en peor".
Pregunté a Ann y a Harold en qué medida creían que John se enconttaba
ahora bajo la influencia del problema que lo había aquejado tanto en su vida.
Esta fue la primera de una serie de preguntas y resúmenes que sirvieron para
apartar a John del problema al hacer que lo extemalizara y lo objetivara. Todos
los diagnósticos que basta entonces se le habían formulado indicaban un problema
interno del adolescente. Y esos diagnósticos reforzaban la explicación de los
padres según los cuales el problema era el resultado de alguna caracteristica innata
de John; esto no les permitía ver la naturaleza de la interacción o ~ la relaci~
que tenía la dificultad. Bateson. después de Moli~re. compara se~eJ~tes explicaciones con el principio soporífero que adormece la "facultad criuca ( 1972) de
uno. Bateson dice que (1980, pág. 14):
*Publicado en Case Swdies. Vol. 1 W l. 1986
103
. En este interrogatorio la metáfora del ''trastorno··. que había sido usada
pn mero_ po~ los p~dr~s, ~e utiliza ahora para reforzar más el proceso de
ex ter~ahzac16n YObJeti vación. Luego, esta metáfora se presta para sufrir un suti l
pero Importante desplazamiento y con':ertirse en el adjeti vo .. trastornado". Si bien
algunas
no preocuparse particularmente por los. pro blemas que
. personas pueden
.
expenmentan (por eJemplo, John), todo el mundo sabe que las personas rrasror·
nadas o pertu rbadas están afligidas.
A.~egañ~adientes John declaró que s us padres se preocupaban dema!.iado y lo reganaban y sermoneaban m ortal mente". Cuando le preounté cómo
tom aba aquella actitud, John contestó que "generalmente ~tallaba en
: ólera" . A l PC:,~irle q~~ estimara 1~ e ficacia . de encarar los problemas
estallando asJ , me dtJO que s upoma que esa estrategia no daba buenos
resultado s puesto que los padres continuaban regañándolo cada vez má .. A
m i pregunta sobre qué efecto tenía sobre él todo aquel trastorno, me contestó
que le provocaba malhumor. Volví a resumi r la situación y declaré que, a mi
juicio, e l trastorno había a fectado profundamente a todos los miembros de la
familia y s us relaciones recíprocas, que determinaba el''desmoronamiento y
decaim ie nto de John" y q ue contribuía a aumentar e l conflicto entre Ann y
Harold sobre la manera de tratar a John , pues Harold se atenía a una actitud
ultrarrazonable, en tan to que A nn se criticaba a sí misma y excusaba la
conducta de John.
Siguiendo a Bateson (1978), es razonable suponer que la evolución de los
problemas de una familia tiene una dirección y afecta las relaciones. El terapeuta
puede llegar a una definición de los problemas basada en las relaciones: construyendo descripciones bilaterales o complementarias de la interacción de los
miembros de la familia con referencia al problema. Entonces pueden derivarse
preguntas complementarias para luchar contra la explicación soporífera y ayudar
a los miembros de la familia a hacer una descripción doble o relacional del
problema. Esta descripción doble es la fuente de nuevas respuestas.
"La recepción de información de diferencias es esencial para la rev~la.ción de
nuevas ideas y para desatar nuevas respuestas y 1ambién para el descubnnuento de
nuevas soluciones. La recepción de información de diferencias exige que los
miembros de la familia perciban un contraste enm: do$ descripciones o descripciones múltiples" (White, 1986a).
Una breve descripción complementaria de la interacción de John. Ann Y
Harold con referencia al problema podría incluir los siguiente~ detalles:
-en relación con el trastorno, el "estallido" y decaimiento de John incitan
a s us padres a protegerlo de las opiniones severas que ellos tienen ) retirarse a una
actitud uJ trarrazonable y de excusa.
IQ5
·ó con el uastomo. Harold y Ann se retiran a una actitud
-en re1acty de
n excusa que incita el''estallido·• y decatmtento
· ·
d J h
uaararrazonable
e o n Yoteas
~=: de esta descripción complementaria ~n evidentes en los
......,.,. de preguntas complementarias dados en este capttulo.
.
~be discutido la formulaciónde desc.ripciooes c~mplementartas y el
es.roDo de preguntas complementarias en otro lugar (Whue, 1985a, 1986b).
Le dije a John que me interesaría saber si en tiempos recientes hubo
....... casos eo que hubiera logrado escapar a la influencia. que te~í~ el
Ull*II'DOeD su vida. ¿Recordaba algunas ocasiones en que h~btera reststtdo
• • eneiJirDs de cólera y ll su posterior abatimiento, ocastones en que se
lldllla J1118c1o a contar con la actitud razonable de su padre y con las
excusa .-.. madre, para atenerse a su propia razón y capacidad y ser
.sponsable de sf mismo?
Lis~ que piden aJos miembros de la familia que identifiquen la inOuen~ia
que elkll tienen en la perduración del problema, representan una segunda descnp·
cidD de Jos hechos. Según Bateson, las condiciones de descripciones dobles
permiten hacer distinciones y esas distinciones suministran fue.ntes de nuevas
....-.. En ouo lugar, he llamado a este proceso delineación de la influencia
reladvil"(White, 1986a. 1986b).
Como Joba no era capaz de identificar ninguna de esas ocasiones,
los padres si podían ayudarme. Lamentablemente, a juicio de
E.~~IIIMJJobo l)abla IJ;KO'Vecbac:lo cualquier oportunidad para continuar con su
éOJ,_c:taturltmi•~nbl y ellos no tenían conocimiento de ninguna prueba de lo
COiilllalo. Blqns6 mi sorpresa por lo que decían y observé que yo estaba en
pclleli6a-... prueba defmida de la capacidad de John para resistirse al
jji!ISI'..._ )'Wperar sus arrebatos y abatimientos. Hice notar que, aunque
JaiiD al pahac:ipio de la sesión era presa de su malhumor, había reaccionado
Ybabfa luchado contra él. Podía haberse rendido fácilmente a su estado de
áimo Yesto le hubiera impedido responder a las preguntas e intervenir en la
dlscusióo. in cambio, había superado el trastorno y había adoptado el
partido ele la cooperación. También hice notar que John hubiera podido
llrizlr el partido contrario y encontrar maneras para evitar asistir a la
eeatcSn:porejemplo,podíahaberfingidoalgunaenfermedad.DijeaJohnque
lllcliaposiciónauistiralaentrevistayasuperarsuestadodeánimonegativo
me decfa algosobre sus recursos que yo. de otra manera, no habría conocido.
Aun cuando ~1 no estuviera sorprendido de descubrir que disponía de esos
recursos, ¿le complacía por lo menos saber que esos trastornos no habían
paeiPJII~ a
106
dominado por entero su vida? ¿Le complacía saber que una dirección
negativa de su vida no lo había debilitado excesivamente? John pareció más
seguro de sí mismo a causa de mis observaciones y preguntas y Ann y Harold
recordaron de pronto dos o tres ocasiones recientes en que John podía haber
estallado en sus arrebatos, pero había evitado hacerlo .
Pregunté a Ann y Harold si podían recordar casos en los que eiJos
hubieran superado la influencia de ese trastorno, es decir, ocasiones en que
no disputaron por la manera de tratar a John. ¿Hubo alguna ocasión durante
la cual y ante los accesos de John, ellos rechazaron las incitaciones de éste
para que lo excusaran o adoptaran una actitud tranquila y razonable? Al cabo
de algunas preguntas más y con cierta a)'uda de John, los padres recordaron
una serie de casos en que habían logrado evitar el trastorno. Con esta
información estuve en condiciones de hacer que los padres elaboraran algo
más su competencia frente al problema.
Al res umir de nuevo la situación dije que era evidente que durante
muchos años las vidas deJohn y de sus padres, y las relaciones que mantenían
entre sí, habían sido deterioradas por aquellos trastornos y que a pesar de que
había pruebas de que todavía poseían la capacidad de superar el problema,
éste estaba aumentando su dominio sobre todos ellos. Luego, con la ayuda
de preguntas complementarias eliminé el factor temporal en la participación
que todos los miembros de la familia tenían en ese estilo de vida alterado.
Debido a los fenómenos de adaptación y de adicción, los miembros de la
familia habitualmente pasan por alto la dirección de la evolución de los problemas,
así como no se dan cuenta de su propia participación en esa evolución. En tales
circunstancias no pueden establecer distinciones entre el estado de cosas en un
determinado momento y un estado de cosas en otro momento. La elim.in~ci~n de
¡0 temporal permite a Jos miembros de la familia establecer esas dis11nc10nes
acerca de su participación en este proceso evolutivo en d~ferentes momentos Yde.
esta manera, contribuye a crear condiciones para que sufJan nuevas re~pues~as. El
empleo progresivo de metáforas de dirección en el curso de la entrevtsta a} uda a
los miembros de la familia a eliminar lo temporal: también ayudan a hacerlo las
preguntas complementarias relativas a la participación en el problema de los
miembros de la familia.
La siguiente es una mueslra de las pregunlas que se hicieron:
-Si tú continuaras sucumbiendo a estas pemtrbaciones. ¿.de qué OtroS
· as' a tu padres a tratarte
maneras estallarías para mostrarte luego abatt·do e ·mcttar
'
.
.
'"f"ráot"l'
..
)
.
Qué
otra
cosa
podrían
hacer
ellos
pnra sal' arte de
como a una cnatura '"' . e,
. •
.,
la aflicción que no fuera protegerte de su se,·eras oplntones.
107
en
-¿Aceptarían las incitaciones de John a ser razonables con él . . . ,
su anterior actitud?
o mMsunan
Como resultado de estas preguntas que plantean dilemas tod
. .
d.
d ¡
, OSCOIOCJIcron e? e~ ~arque ~eseaban abandonar el estilo de vida perturbado. Les
p~~gunte que Jdeas teman para hacer efectiva esa solución. Ann y Harold
diJeron. que podrían tratar
de ser más conoruente'
y no pe rmt·t·1r que 1a
. .
o
,,
h1c1era
adoptar
una
actitud
u
llrarrazonable
sensac1ón de culpa los
.
. Les d..IJe
que me preguntab a s.1 realmente estaban dispuestos a dar esos paso y que si
no lo est~ban, John Siempre insistiría en echarles la culpa de todo. John tenía
algunas tdeas sobre c~~o ser independientes en la vida y declaró que podría
habérsel~s con las o.ptmones severas de sus padres sin caer en arrebatos 0 en
la deprestón. T.amb1én .~use en tela de juicio que John estuviera pronto para
adoptar tal actttud Y. dtje que si nec.esitaba apoyarse en sus padres, habría
probablemente multitud de oportumdades que toda vía no había examinado
en las que ~odríaestallar en arrebatos y caer en el abatimiento. Luego sugerí
que se realizaran.semanalmente reuniones especiales en las que pudiéramos.
analizar los éxitos de sus experimentos contra esos trastornos.
Las entrevistas especiales exigen una reunión semanal de los miembros de
la familia. Estas reuniones se realizan para ayudar a los miembros de la familia
a estimar los progresos de su intención de escapar al trastorno y para consolidar
la nueva posición. Las reuniones tienen una estructura formal y en ellas se toman
notas y se redactan minutas. Después de cada reunión el niño o adolescente envía
por correo las minutas al terapeuta.
Me reuní con John, Ann y Hatold en dos sesiones más. John superó
rápidamente el trastorno y sus padres ya no tuvieron que preocuparse por su
vida. Sin embargo, les advertí que era posible una recaída.
Seis meses después, en la sesión destinada a verificar la evolución del
proceso, John me informó que se había zafado del trastorno y mencionó
varios casos en los que se había visto libre del problema de sus accesos de
cólera y su abatimiento. Ann y Harold dieron apoyo a estos coment~os Y
también me suministraron detalles acerca las victorias que ellos mtsmos
habían obtenido sobre aquellas perturbaciones. El comentario que hizo
Harold al despedirse fue que aquél era el caso de una familia que dejó atrás
los trastornos.
J()Q
......d•• wbliognincas
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g
·
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·nuous
M.J9I4: "fMudo-encopresis: rrom avalanche to victory••r,rom v•c•ous
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. F,Uiy Procm. 2S. 2:169-184.
Me presenté a Susan y a sus padres en la sala de espera. Se advenía
inmediatamente que Susan sufría de anorexia nerviosa. Era extremadamente
delgada y padecía de hipotermia pues llevaba más ropa de la que normalmente
hubiera necesitado con esa temperatura. Pasé a mi gabinete con Susan sin dejar
de advenir su aprensión. Una vez sentados le pedí que me hablara de sí misma.
Con alguna resistencia me informó que tenía dieciséis años. que hacía dos año
que sufría de anorexia nerviosa y que todo el mundo pensaba que era flaca pero
que ella no companfa ese parecer. Luego se presentaron sus padres Tom y Carol.
Me manifestaron que aquella situación era urgente y que a pesar de una reciente
hospitalización, el peso de Susan disminuía rápidamente. Pesaba ahora 32 kilos
y continuaba haciendo sus ejercicios en toda oportunidad que se le presentaba. Le
dolía la espalda a causa de su riguroso programa de permanecer sentada y sin
acostarse. Caro! y Tom temían por su vida. Era comprensible que se sintieran
desesperados e impotentes.
Pregunté a Susan y a sus padres qué creían que había provocado aquel
problema. Tom y Carol contestaron que todavía estaban completamente confusos
en cuanto a determinar la causa. Anteriormente Susan no les había dado ningún
motivo de preocupación y les había chocado la súbita aparición de los síntomas.
Volviéndome a Susan, le pregunté si era capaz de explicar por qué estaba
soportando un mal que amenazaba su vida, aunque fuera incapaz de apreciar esa
circunstancia. Me respondió que no podía hacerlo. Luego dijo que pensaba que era
gorda y que temía que e! 3:_cto de comer e~cap~ra a su control si trataba de aumentar
de peso. Le pregunté si seseñüa culpable cuando comia y aquí me dio una respuesta
afirmativa. En ese momento intervino Carol que le dijo a Susan que sus temores
eran .infundados y la exhonó a que viera que así estaba acabando con su ,·ida.
Sin previo aviso, Susan rompió en un estallido de cólera. Atacó a Caro! por
"buscar siempre camorra" y le echó a Caroltoda la culpa de que ella se sintiera
tan miserable. Tom la interrumpio diciendo "Pero mira. Susan yo creo.. :· Ante ·
de que pudiera completar la frase. Susan volvió toda su furia contra él. Luego
*Publicado en J. Elka-Harkaway (comp.) Eatin,r: Disordl!rs. r\sp<·n Publishers.
Maryland. 1986.
110
111
L...,_:iefliirtJi!!lllliente rompió a llorar y manifestó remordimiento. Les dijo a Carol y a
.'ftihaut,WDeJ:Itatl8 mucho causarles tantos problemas y preocupados tanto. Entre
~$.usan declaró que debía ser muy duro para ellos tener una hija como la
quo. tcm(an.Y que realmente no se merecían todos aquellos trastornos.
S~ dejó de llorar y se repuso. Le pregunté cómo se sentía y ella me
~ 'ierriblemente". ¿Era lo gue sentfa algo parecído a 1a culpa?, Susan
decllr6 que así era Pregunté si en esos momentos Susan se sentía como una
persona que desaparecía. que se bada invisible, que se borraba a sí misma. Susan
Dptk:ó: "Sf, todo me parece mal".
Volviéndome& Caro! ya Torn les dije que por experiencia sabía que, si bien
los padres tienen sus propias explicaciones-privadas sobre la causa deJa anorexia
~generalmente eran muy reacios a revelar sus pensamientos. Les dije que
haSI:a conocía a madres que en secreto se culpaban a sí mismas por el problema
de JU'bija, que se tragaban esa versión defonnada que tan a menudo aparecía en
pultlic:aciones profesionales y populares, según la cual la anorexia nerviosa es.
causada por madres entrometidas y despóticas. Caro! inmediatamente estalló ea
lliUito y fue incapaz de hablar pOr algunos minutos, Cuando reeebró algo Qe su
compostura dijo que "siempre había cr.eído, no, no creído, sino siempre había
aábido"' que ella tenía llJ culRa de todo. Invité a Carol a que me ayudara a
~ cómo se las había arreglado durante los pasados dos años para
afrontarsu desesperación y ese peso de culpabilidad, cómo habíálogrado soportar
la soledad que acompañaba esos s.ecretos pensamientos.
¿Habfasentido algo así como estardesapareciendo? ¿Habfa deseado tambiélll
hácerse invisible?
Carol se puso a llorar de nuevo, luego al darme detalles de su experiencia me
maDifestó que a veces se había sentido encolerizada y que, si bien sabía que era
un error alentar a Susan a que comiera, sencillamente no podía evitar hacerlo. Le
dije que me gustaría poder apreciar más su experiencia de los últimos dos años ..
Brt este punto Susan exhibía un aspecto volcánico. Al advertirlo, Tom
~serenar la situación con un discurso raciona) sobre su experiencia y la de
&of; vagamente aludió a algunos de sus fracasos como padres y te~minó
~a Susana que mostrara más consideración por Carol. Luego el cielo
Susan se mostró encolerizada y luego serecrimín61 Toro trató de serenar
: . . . : por más que se sentfa ineficaz y Carol mostró una actitud afligida 1
•:=
en los. que cada miembro entra en interacción con
.
.
creenctas o premisas sobre el probl
.
.
. ~eferencia a Ciertas
.
.
ema, esas creencJas msp·
tentativas que no aportan al·1v·10 Lo . b ·
1ran so1UCJones
· s m1em ros de la f T
"dar vueltas y vueltas alrededor de lo .
d
~mi ta no hacen sino
de las antiguas premisas". (Batesonm;~~2o eácon4~2orrmdad con los ténninos
E
.
•
• p g. 7)
Stas premisas establecen una in te retaci,
, •
una interpretación en la que se explica e~ bl on ~oponfera del problema,
la impropiedad,la incompetencia la impe~o ~~a lesdeel punto de vista de
'
uecc1on Y a deslealtad pe
al
El fracaso de las soluciones intentadas (s 1 .
.
rson es.
"más correcta" y más leal) sirven tan só~ UCIOne~queexlgen una:onducta
. b
..
para re. orzar esas pre!UJsas Los
miem ros de la familia atrapados en este "red d
.
.
·
d
.
.
e creenc1as" parecen
t~capa~e~ e reacctonar unos con otros de manera diferente. Evans-Pritchard
pmt~ ~tvtdamente las _consecuencias que tiene esa red de creencias en el
anáhsts que hace del SIStema de creencias de la tribu azande:
"En esta red de creendas cada hilo depende de todos los demás d
zande
d r
.
·
· · e manera que un
E
no pue e sa 1rse de sus mallas porque ése es el único mundo que él conoce
sa red no es una estructura externa en la que el hombre esté encerrado Es 1~
estruc~~ra de su p~opio pensamiento y él no puede pensar que ese pensamie~1o_esté
errado (1937, pag. 194-195).
Los_miembros de la familia se ven pues limitados en la búsqueda de
otras postbles soluciones y en su aplicación. Sienten que todo está mal, que
ellos están personalmente equivocados a pesar de los esfuerzos que hacen
para superar esta idea. Como consecuencia, "desaparecer" se presenta.como
una solución particularmente viable. Desde esta perspectiva, se pueden
considerar los síntomas de la anorexia nerviosa como los sin tomas de una
desaparición.
En un capítulo anterior, he discutido las implicaciones de considerar la
anorexia nerviosa dentro del contexto de rígídas·e implfcitas creencias de la
familia. (White, 1983)2. Sugería allí que ciertos aspectos de este sistema de
creencias determinaban una vulnerabilidad a la anorexia nerviosa enciertas
hijas-, una vulnerabilidad con frecuencia activada por la presión social de
imágenes idealizadas de las mujeres.
En estecapítulo me propongo ampliar y extender el análisis del contexto
de la anorexia aplicando ciertas proposiciones de la teoría cibernética.
También me ocuparé de las implicaciones terapéuticas que tienen dichas
proposiciones.
113
Teoría dbemética
La 1e0ría cibernética ofrece una metáfora del análisis de sucesos o
inreraccionesque se registran dentro de los sistemas. Los terapeutas familiaresemplean regulannente esta metáfora para co?siderarprobl~ma~ dentro de
contexros y para realizar intervenciones aproptadas. La expltcactón que da
Qreaory Bareson ( 1972- 1980) de la teoría cibernética es la más frecuente-mencionada por los terapeutas que tratan familias y ha suministrado
1M biSes de importantes innovaciones. 3 Esa teoría contiene varias proposidoaes interrelacionadas. algunas de las cuales he de discutir en relación con
Ja aacnxia nerviosa y su tratamiento. En otro lugar (White, 1986), he
......, c.mbién estas proposiciones y sus implicaciones.
"'Cootlderamos qu~ otras posibilidades cabria concebir que se dieran
y
luego nos
JNJUIIarnOS por qu~ muchas de esas posibilidades no se siguieron. pues el suceso
pll'tiéular era uno de aquellos pocos que en realidad podrfan haber ocurrido'·
1972, pág. 399).
~
~mética establece una explicación negativa de Jos hechos
. . . . . ~sistemas. La explicación negativa exige que todos esos
íft\!il*ft'.linilDIAioscon referencia a cierta limitación. Propone la teoría
Jtí•II08iaiJp¡ensu curso porque están limitados en relación con otros
.
En la co~sideración de la anorexia nerviosa y en las soluciones que
tnt~ntan los ~•embros de la familia pararesolvereste problema, las di versas
~ctttudes pos_tbles en la vida como la de "hacer buena figura•·, ··aspirar a la
mdependencta"
e 1·tzarse" , "11egaraserdueñodesupropiapersona"
"
,
•"auto
. ~-a
Y madurar son postbthdades que les resultan inaccesibles o insostenibles.
J?e ~anera que l_a ~í~ea de indagación es la de una investigación de Jo que ha
· ·
hmHado .las. postbtbdades
de la fam·t·
.
,de los miembros
.
• taapantctparen
estas
otras po_stbtbdades. Esta !mea de mdagación puede aplicarse al comienzo de
la terapta formulando preguntas cibernéticas.~ Aquí he puesto una muestra
5
de esas preguntas • Son preguntas que se pueden hacer a todos los miembros
de la familia.
-Después de considerar los hechos recientes, ahora es evidente para todos
nosotros que cada dfa hay ~enos de usted misma, físicamente a medida que pierde
peso. Ymental~ent~ a _medtda que está más dominada por la preocupación de la
conuda y por dtsrrunurr de peso.
¿Qué es lo ~u~ _impulsa a una mujer joven a una actitud de ·'borrarse·· y la
excluye de la postbthdad de dar a su vida una dirección de plenitud?
- Cre~ que todos nosotros tenemos análogo interés en saber qué puede
haberla empujado a usted a "desaparecer" en la fase misma de su desarrollo en que
estaba a punto de hacer una vigorosa aparición en la vida.
¿Qué piensa usted sobre el hecho de no haber experimentado que tiene
derecho a probar otros rumbos en la vida y de ver basta qué punto se ajustan a su
carácter?
- Todos nosotros estamos muy curiosos de saber por qué una mujer joven
se siente confinada a la "invisibilidad", cuando otras de su edad se sienten con
derecho a una gran visibilidad en todas las formas.
¿Podemos hablar un poco más de esto para intentar dar sentido a este
enigma?
He denominado "cibernéticas" a estas preguntas porque ellas exigen
que los miembros de la familia den una explicación negativa de la anorexia
nerviosa, una explicación que se opone a la interpretación soporífera de los
hechos, interpretación que no hace sino perpetuar el problema. Esta línea de
indagación prepara el sistema terapéutico para que se puedan realizar
especulaciones más especfficas sobre las limitaciones.
Las limitaciones
Al tratar la explicación negativa, Bateson postula varias categoría de
limitación. Esas categorías comprenden limitaciones relativas a 1) la eco no·
aafade laenergía. 2) la economla de otras posibilidades, 3) la retroalimentación
y4) la redundancia ( 1972. pág. 403).
En mi análisis he de ocuparme sólo de las limitaciones de redundancia
y las limitaciones de la retroalimentación.
La redundancia
"La iml¡en que lengo es mi agregación y organización de información sobre el
objeto percibido, información agregada e in1egrada según reglas de las cuales no
leiiJO conciencia. Puedo conocer algo sobre esas reglas pero no puedo 1ener
conciencia del proceso de su obrar"' (Bateson, 1978. pág. 237).
Las limitaciones de la redundancia comprenden la urdimbre de supues-
tos. premisas y expectativas que constituyen el mapa del mundo de una
penona. Bateson designó de varias maneras esta red a la que llamó
•eJementos fundamentales", "matriz", "superficie", o "ideas programadas
han/'. Toda descripción y explicación de sucesos deriva de la delineación de
datos que entran en el sistema (noticias de diferencias), es decir, en esa red.
Los datos se prueban en la reci y sólo los datos que se ajustan a alguna
~dad o pauta tienen significación para el ente receptor. En este
aeatido.la redundancia es un sinónimo de pauta o significación que se da
cuaodotenemos ..información aquí sobre algo que está allá" (Bateson, 1978,
Ñ· 210), cuaudo somos capaces de predecir totalidades "allá". Así las
limitacionesdelaredundanciaestablecen reglas para seleccionar la informa.ddatobrelosobjetososucesos percibidos. De esta manera estas limitacioMS eltablcc:en restricciones sensoriales.
'
Al CODSidervlas limitaciones de la redundancia en el caso de "respues181 llllOdxiCas"
f¡ •
del ..t..:A.... • • me re ~ SC:~m~nte al contexto social y al contexto
••.-v SIStema de creencias lmplícttas de la familia. Reconozco que
f~~~==·::~IIPICC~ de esla división son falsos por cuanto ambos contextos
.-,
de la ideología del patriarcado y la reflejan.6
l. Contexto social
v..-
premisas que obran e
1' .
.
• • ~De c:oati .
omo lmJta~IOnes establecen estereotipos
por los : c o n esas ~remJs~s, u~ mujer sólo puede ser
lbQltadoa Y por el~a ffilsma SI sattsface cien os criterios
yl6lo
unas=
y
premtsas se refuerzan recíprocamente aquf
. .
de tales premisas es la de que SI· una muJer
·
~::t::_A-'"--'~
ha de ser apreciada
~-amostranedependi
.
.
•
ente con exclosLón de sul>:ropia persona-
lidad: La conducta que s.e ajusta a esta pauta implica sometimiento a la
autondad de los hombres, renuncia de la autoridad propia en relación con el
conce.pto personal o en relación con su propia experiencia. La realización
erno:10nal se logra mediante la conducta que procura cariño y cuidados a los
de mas. Los des~os personales han de expresarse de manera indirecta.7
Otra pre~1s.a es 1~ de que para sentirse digna y valiosa, una mujer debe
atenerse a la significativa tendencia de los últimos veinte año<e d
d
... d l"d
" n ereza aa
un 1 .ea . e delgadez .(Gamer y Garlinkel, 1984). Según esta premisa. la
expenenc1a de un~ muJer de sentirse valiosa depende de hasta qué punto
pued.a acercarse al Ideal establecido. Y ese ideal está reforzado todos los días
en rrules de maneras diferentes. Por ejemplo, en mi ciudad hubo recientemente una campaña de publicidad para carteras de mujeres. El cartel represenraba a mujeres jóvenes y muy delgadas que llevaban esas carteras y la leyenda
rezaba así: "La forma perfecta". No tengo duda de que, independientemente
de los efectos de la visión consciente, semejante publicidad produce un
refuerzo subliminal muy fuerte del "ideal".
Una tercera premisa es la de que si una mujer ha de colaborar debe
preocuparse por suministrar la alimentación correcta a otros, especialmente
a los miembros de su familia. La publicidad de los grandes medios de difusión
desempeña una parte muy significativa en este aspecto, pues dirige la mayor
parte de su adoctrinamiento sobre la alimentación a las mujeres. Un ejemplo
reciente fue la publicidad dada en televisión a una determinada marca de
margarina. La publicidad pintaba a una madre que lograba hacer una
contribución aceptable al adquirir la margarina adecuada para su marido e
hijos. Y el estribillo decía "A usted deberían felicitarla''. También esta
premisa esta diariamente reforzada de mil maneras diferentes.
Las premisas que miden el valor de una mujer por su capacidad de ser
dependiente con exclusión de su personalidad. de expresarse indirectamente,
de ser delgada y estar preocupada por la alimentación. suministran un
contexto para l a selección de la conducta anoréxica. Y aquí se genera una
insidiosa paradoja, una paradoja repetidamente reforzada de varias maneras:
·'descúbrete a ti misma perdiéndote" y "encuéntrate a ti mjsmadesapareciendo" Esto puede traducirse fácilmente en "realízate mediante In anorexia
nerviosa" y "sigue en la vida el estilo anoréxico''. La conducta que no se
ajusta a estas premisas no Liene ninguna significaci?n dcntr? del contexto
receptor y por lo tanto no puede ser aceptada: es dec1r. semeJante conducta
,
no puede elegirse para que perdure.
Este análisis de las limitaciones da un carácter espet'dico a las
preguntas cibernéticas. Las siguientes preguntas repres~ntan una peqt~eña
muestra de las opciones posibles. Estas preguntas conslltuyen (prt.'Ccd1das
11 7
perlas p«guntas más generales qu~ ya se han hec~o a los. miembros de la
famjJia) una interpretación cibernéuca de la anorexra nerviOsa:
-¿Conoce usted algunos ejemplos de la idea de que las mujeres deberían
.._.pana los demás'' antes que ''para sí mismas"?
Se¡&in usted. ¿podrían esos ejemplos prestar apoyo al estilo de vida de
"'fNNa''rse" en el caso de las mujeres?
--¿Cómo esca historia del concepto de sometimiento de las mujeres influye
una m~Qer para borrar su propia opinión?
¿De~ manera esto la excluye de aparecer en la vida?
-Si Jos medios de difusión logran engañar a una mujer de modo que crea
iólo blce una contribución cuando está preocupada poJ" Ja comida y el peso
..,.,._..,_,.161o tiene valor cuando se atiene a una artificial "forma perfecta", ¿en qué
~•••-estado de engaño le hace difícil a esa mujer sentir que tiene derecho
1111 ~rumbo a su vida?
~una mujer lograra alcanzar esa empobrecedora "forma perfecta", ¿cree
usted que le sería más o menos posible apreciarse a sí misma?
-¿Cómo cree usted que están relacionadas una aspiración a la delgadez y
il_l!lpkaci(Sn a la invisibilidad?
l)>e qU6 manera esas aspiraciones hacen intolerable la visibilidad de las
iiii~
~~~tQI,eCJ¡pciiooes específicas tendría en la vida una mujer que fue adoctrinada
"debe descubrirse a sf misma perdiéndose"?
implícitas de la familia producen un contexto que crea una vulnerabilidad a
la anorexia nerviosa en ciertas hijas, da mayor carácter específico a las
preguntas cibernéticas. Antes de hacer estas preguntas, el terapeuta sugiere
que podría ser eficaz indagar la manera en que algunas mujeres jóvenes son
más vulnerables que otras a un estilo de vida en el que se sienten vacías y
dependientes.
-¿Cree usted que las mujeres de su familia que estuvieron más preocupadas
por "ser para los demás" antes que por "ser para sí mismas", estaban confinadas
a un estilo de vida en el que se borraban a sí mismas y se sentían con menos derecho
a dar un rumbo más independiente a su vida?
-¿De qué manera se imagina usted que una acentuación de la lealtad y la
devoción impulsaría a una mujer a favorecer a los demás en lugar de promoverse
ella misma?
-Al pasar revista a esta dramática historia de ciertas hijas que se rinden a
los dictados de la culpabilidad, ¿hasta qué punto cree usted que la fuerza de esa
historia heredada contrarresta el desarrollo de su propia historia con su propio
rumbo?
-¿Cómo obran los aspectos de esta tradición de lealtad que, según hemos
descubierto, crean un sentido de deuda con el pasado?¿ Y hasta qué punto el hecho
de estar usted vinculada con las generaciones pasadas, se opone a la experiencia
de sentirse con derecho a su propio futuro?
f!IID•P1!P.ntocree usted que ese adoctrinamiento dificultaría a una mujer
l. Contexto familiar
Análogas preguntas pueden elaborarse en lo que se refiere a las
limitaciones que tienen otros miembros de la familia , quienes habitualmente
intentan soluciones que no hacen sino perpetuar el problema.
La retroalimentación
"... la familia es un sistema cibernético... y generalmente cuando se da una pato logia
sistémica, los miembros se echan la culpa unos a otros o a veces a sí mismos. Pero
lo cierto es que cualquiera de estas dos posibilidades es fundamental_meme
arrogante. Ambas suponen que el ser humano ejerce un poder total sobre el SIStema
del que él o ella es parte". (Bateson. 1972, pág. 438).
Según Bateson, la circularidad es un fenómeno fundamental de todos
los sistemas; "cabe esperar que los sucesos situados en cualquierposición del
circuito tengan efecto en todas las posiciones del circuito en momentos
posteriores" (Bateson 1972, pág. 404). La circularidad propone una
recursividad en todos Jos sistemas en que los sucesos ejercen unn acción de
retroalimentación sobre sí mismos. Los circuitos recursivos ··generan una
respuesta no fortuita a un suceso fortuito en aquella posición dd circuito en
111
119
11
ocurri6 el suceso fortuito" (BatesOD. 1972. pág. ~). De ~ta
:0 ci6D derivaliimitación.
el concepiO de mroalimentación, de retroaltmentacJón
Esto sugiere que todo cambio duradero de una
~-
~como
1)
.
rod 'd
de un sistema debe ser complementario de los.cam~JOS p ~c• os en
~ mayoryque2) esos cambios no son fortunos. smo que tienen una
direccicSn y una relación.
La obserVaci6a becha por Batcson del cambio producido en .una
dinac;ci6n mientras trabajaba estudiando la tribu iatmul de Nueva Gumea
(Baeeson.1978) fue Jo que primero le llamó la atención sobre el fenómeno ~e
R'JirOI)imcatación. A causa de esa observación, Bateson que ya se senua
insatisfe<:bocon las "palabras psicológicas unipolares" ( 1978, pág. 4 7), ~ue
¡epresentaban una descripción de solo uno de los t.érmino~ de ~a relactón,
OOIDIIIIZÓ a reflexionar en esta circunstancia y real1zó clas•ficac10nes de los
procesos.
A dif~ncia de Weiner, que relacionaba la cibernética con el control,
BatesoD empleó el tmnioo cibernética para describir sistemas de circuitos
completos (BaleSOn, 1978, pág. 52). Bateson creía que el empleo de la
palibra"control ao era feliz por cuanto establecía una propensión a señalar
la uaidad.incooveniente en el análisis de los sucesos. Sostenía Bateson que
esta idea supria que una parte podía controlar el todo y que implicaba una
fronlaaartificial entre las partes, lo cual determinaba que no se reconocieran
los procesos de interacción en los sistemas "de pensamiento y acción" y
IJevéa a premisas que oponían la especie a la especie y la especie al
ambieBtc;eaaama, ~na ecologíade malas ideas" (Bateson, 1972, pág. 484).
DeclaBatesonque seleccionarla unidad inconveniente para examinarla
~dar una explicación soporífera de los hechos producidos en los
las descripciones de causas que invocan alguna caracterís$ldeunapersona, como por ejemplo, la dependencia o la agresión,
t• •dlfMraD expJic:aciones soporíferas. Estos términos (dependencia o agre110t)Ji~Ma • ori&en en relaciones entre personas y esas relaciones son
111MIÍGI18 :A~era de esos términos de descripción. Las nociones
.,.,.,lllplltanlaexplicación del contexto de interacción y determinan
.... il61111y ¡rande que sólo oculta las preguntas reales" (Bateson,
~147).
· .~·~Jiiflapolible combatir la explicación soporífera. de modo que
•1 ti"'lllaerlaa ..pteguotas reales.. si el terapeuta forn:.uta el problema
• •....,.,.quepoogaderelieve la naturalezadoble o multilateral de toda
=Todas
··c omúnmente hablamos como si una ·cosa· pudiera 'tener' alguna característica...
y a í es como está hecho el lenguaje .... pero esta manera de pensar no e~
su ficicmcmcntc buena en la ciencia o en la epistemología. Para pensar correctamente. es acon~ejabk e~perar que todas la~ cualidades y atributos. todos los
adjetivos. cte .. se refieran por lo menos a dos ~críes de interacciones desarrolladas
en el tiempo" (Bateson. 1970, pág. 67).
Este énfasis ayuda al terapeuta a elaborar descripciones complementarias de los hechos producidos en la interacción familiar, descripciones que
llevan a hacer preguntas que exigen a los miembros de la familia elaborar
descripciones dobles de los sucesos. Después de la formul ación de tales
preguntas, a los miembros de la familia se les hace difícil describir los hechos
relativos al problema sin invocar el concepto de circularidad.
Descripción complementaria e interrogación complementaria
Las mujeres jóvenes que padecen de anorexja nerviosa suelen delegar
en otros la responsabilidad de dirigir sus vidas. Con el tiempo se hacen cada
vez más dependientes y menos autónomas para planear su futuro, menos
capaces de alimentar sus propias esperanzas. Cuando aumenta la preocupación por la comida y el peso, estas mujeres tiene mayor dificultad para
identificar su propia opinión sobre cualquier asunto. Si la libertad tiene que
ver con la decisión. estas mujeres experimentan creciente opresión a medida
que toman posesión de ellas los síntomas de la anorexia y las personas que
las rodean.
.
En consecuencia, las personas que rodean a la mujer joven, parucul~mente los padres, llegan a experimentar una superr~sponsabiüdad po~ la vtda
de la joven. Los padres intentan ejercer su autondad con mayor v~gor en
cuanto al futuro de su hija y cifran mayores esperanzas en ella. A med•da que
la joven se preocupa más por la alimentación y el peso, otras p~rsonas son
las que toman las decisiones en la mayor parte de los actos de su vt~_a. A veces
las madres son particularmente propensas a participar co_n s~s htJ~~ en este
modo de ser a causa de que ellas mismas se sujetan al entena de ser para
los demás".
.
r de
Esta descripción complementaria constltuye la b~~~ de una Jne~tas
.
.,
e o llamo '·interrogación complementana . Esta~ pregu
tn~agacJOn qu y. b s de la familia deriven descripciones bilaterales y
eXIgen que los mtem ro
.
¡
·embros de
circulares de los hechos. Hay que poner ctnda~o par-a que ~s ;~cipación
la familia entiendan que las incitaciones reciprocas a es a
complementaria son emitidas al acaso.
·~·
-cuando acaricia menos esperanzas sobre usted misma, ¿cóme se explica
... eMIICtit11d incite a sus padres a fonalecer sus esperanzas por usted?
CUando la hija de ustedes acaricia menos esperanzas sobre sí misma, ¿cómo
11 uplican que esa actitud Jes haga concebir mayores esperanzas por ella?
-A medida que usted cuenta menos y ejerce menos influen.cia sob(e su
vida, ¿eómo es que usted cuenta más para sus padres y los incita a ejercer
:jilfár iDOw:nc:ia en la vida de usted?
,::1~i"~~-emllac¡uelahija de U$tedes cuenta menos y ejerce menos influencia sebre
¿c:ómQ es que esto hace que ella cuente más p~a ustedes y los ineite a
.,. n w'lftrw influencia en su vida?
qué manera el hecho de querer desaparecer usted de la vida incita a
a hacer una aparición más vigorosa en su vida:,
~"'ii•illllf manera la desaparición de la bija de ustedes los incita a hacer una
IJii•iD mú vigorosa en la vida de ella?
¿l'fáltl qué punto la renuncia de usted colocó su futuro en las manos de sus
qué punto la renuncia de su hija colocó su futuro en las manos de
.;.:'!!,.......rLre qué manera el vacío' que usted experimenta incita a sus padres a
llllllar· •rn~t
plenamente en su vida?
qu6 manera el vacío de la bija de ustedes Jos incita a participar más
su vida?
=u•~¡uemanera su estado de dependencia incit!l a sus padre-s a apretarle
inviertan esta dispo-
Yperdlll'8dón de lo nuevo
m~ras a hacerlo. perdurar, las preguntas cibernéticas y complementarias
m1smas provocan el cambio.
Además, pu~sto. que las preguntas cibernéticas y complementarias
llevan a una exphcac1ón de la anorexia nerviosa opuesta a la e" 1·
·,
bl ·
·
...p. ICa CJOn
esta .ec~da por la familia, estas preguntas crean condiciones para formular
descnpc10nes dobles, condiciones que constituyen la fuente de nuevas
respuestas de todas clases.& De esta manera la participación de los miembros
d~ la f~~ilia es susceptible d~ tomar otros rumbos posibles. Las preguntas
ctbemet1cas y complementan as pueden utilizarse también en otros métodos
espe~ífic,os para crear contextos de descripción doble. Como en otro Jugar
(Wh1te, 1986) me ocupé de esos métodos, sólo los trataré. aquí brevemente.
Deter minación de la innuencia relati va
Después dedeterminar la influencia que tiene el problema en la vida de
los miembros de la familia, el terapeuta formula preguntas que exigen que
dichos miembros delineen la influencia que ellos mismos tienen en la
perduración del problema (en la vida del problema), que señalen "hechos''
que se opongan a esa experiencia opresiva que les causa el problema. Esos
son hechos que no han tenido ninguna correspondencia con regularidades
propias del contexto receptor, de manera que los miembros de la familia no
los han seleccionado con miras a que perduren.
- Teniendo en cuenta la compulsión de usted a desaparecer, es realmente
un logro el hecho de que haya logrado mantener viva alguna esperanza sobre una
futura aparición en la vida y poder llegar a ser dueña de sí misma.
¿Cómo lo logró?
-A causa de la vulnerabilidad de ustedes a la culpabilidad, ¿de qué otras
maneras podrían haber incitado inadvertidamente a su hija a transferi rles a
ustedes la responsabilidad de su vida?
En estos casos, ¿cómo lograron ustedes eludir los dictados de la cul pa?
-Aunque de varias maneras usted haya estado incitando a otros a que le
aprieten las clavijas, no ha agotado del todo sus posibilidades ni ha llegado a ser
un títere.
Quizá podamoshablar un poco de esas posibilidades y sobre c·ó mo pudo usted
.evitar un completo derrumbe.
-Habiendo discutido otras maneras en que su hija pudo haberse entregado
a la tradición de lealtad de las hijas de su familia, ¿qué creen ustedes que le
permitió no verse totalmente abrumada po1· la cul pabilidad?
¿Qué significa esto en lo tocante a futuras posibüidades?
123
SupresJ6n del faetor temporal
.· -¿Creen ustede~ que debe~.someterse a la tradición y obligarse a aparecer
'1gorosamente en la v1da de su hiJa? ¿O creen que tienen derecho a dar apoyo a
aquello que lo:. favorezca a ustedes y a su matrimonio?
-:-¿Cr~cn. ustedes que su hija debería limitarse a llevar una vida indirecta y
a -·conunuar
mvitando a los demál> a que le aprieten las claviJ.as? ·o
· <. creen que su
·
h IJa llene e1 derecho a una vida más directa y plena?
El terapeuta puede eliminar la influencia de lo temporal en la participación de los miembros de la familia tocante a la evolución del estilo de vida.
Esa evolución tiene una dirección y una relación. Suprimir lo temporal
pennite a los miembros de la familia establecer distinciones cuando describen
su participación en düerentes puntos del tiempo y en este proceso evolutivo,
distinciones que de otra manera se habrían pasado pe>r alto debido a los
fenómenos de adaptación y adicción.
-Si usted acentuara más este estado de engaño y fuera ciego a la opresión
que siente, ¿qué esperanzas de ser dueña de su propia persona descartaría?
-Si ustedes dejaran que los dominara aún más esta tradición, ¿de qué
maneras creen que estarían más plenamente involucrados en la vida de su hija?
¿Cómo podría corresponder esto a un estado más parcial de su hija?
-Si su hija continuara aumentando su deseo de desaparecer, ¿qué otras
posibilidades tendría ella de invitar a otras personas a que le aprieten las clavijas,
posibilidades que los incitarían a ustedes a hacer una aparición más vigorosa en
la vida de ella?
-Si usted se atuviera aún más a esa tradición familiar según la cual las hijas
ban de ser para Jos de~ y borrarse para sr mismas, ¿qué aspectos de la vida de
mujeres que ban vivido antes podría usted imitar más plenamente?
El planteo de dilemas
Al plantear un dilema. el terapeuta ayuda a la formulación de dos
elaboradas Yalternativas descripciones de la participación de los miembros
de lafamilia~nel problema. Una de esas descripciones detalla los pasos que
son necesanos para acentuar el acatamiento a las limitaciones y para
fome?~ la participación complementaria en la anorexia nerviosa. La otra
: : • ó n detalla lo~ .Pas~s que serían necesarios para combatir las
•
~Y esa particapactón complementaria alrededor de un estilo de
vida Deptí~o..Estas ~scripciones se consideran una junto a la otra y
ea~ se IDClta a coteJarlas. Los dilemas en lo referente a la participación
de los miembrosde la famii•ta Yen relactón
. con la anorexia nerviosa pueden
OIJI"Ú'~
alrededor de varios temas y oposiciones.
'
•11.__• •
pueden derivarse preguntas que promueven un debate sobre
. . .......,.aca
6n al cambio.
-¿Cree
·
. usted que deberfa res•gnarse
a una vida en la que tratara de borrarse
o cree que tiene derecho a un rumbo más amp1·10 que le penmta
·
afirmarse?
1211
-¿Le parece a usted que debería empeñarse en imitar o copiar un modelo
del pasado? ¿O cree que debería dar una nueva dirección a la historia de &u vida?
Antes de dar fin al debate originado por estas preguntas se pueden hacer
especulaciones sobre las consecuencias del cambio mediante otras preguntas:
-.
'
-¿Qué hechos y valores dados por descontados en nuestro mundo se
deteriorarían, si mujeres jóvenes como la hija de ustedes se sintieran con derecho
a oponerse a la subordinación de las mujeres yquisieran atenerse a su propia fuerza
y competencia?
-¿Cómo cree que sus padres reaccionarían si usted se negara a incitarlos
a apretarle las clavijas?
Si sus padres llegaran a ocuparse menos de usted, ¿en qué otra cosa se
ocuparían en cambio?
¿Qué otras esperanzas acariciarían sus padres?
-¿Cuáles cree que serían las consecuencias para la historia de su familia
si usted se lanzara a hacer su propia historia con rumbo propio?
¿Cómo cree que podría afrontar el sentimiento de culpa que usted experi·
menta al reivindicarse a usted misma?
-Usted se sentirá culpable cuando se proponga comer y aumentar de peso
porque este empeño implica oponerse al estilo de vida de ..ser par~ ~os de~ás··.
Cuando se entrega usted a ese impulso. ¿cómo piensa que podra 1mpe<hr que
•?
el sentimiento de culpa la haga volver atrás, a una VI.da vac1a.
Experimentos y respuesta a las reacciones
El debate sobre los dilemas determina en los miembros de la familia una
disposición a lanzarse a experimentos que favorecen nuevos rumbos. La
mayor parte de estos experimentos son espontáneos .. ~on el resultado de la
recepción de noticias de diferencias. aunque tamb1en pueden estar má
explícitamente planeados. Estos experimentos compre~den a todos.~~~
miembros de la familia de diferentes maneras Y pueden rr desde la.~c%,a
o afear los carteles que muestran la fo .
dt.recta (por CJ·empJo' denigrar
- desorgamzar
· 1a ·mterac~l·6n eomplementana
erfecta")
hasta
dar
pasos
para
.. .:: ~
P
.
.
e
d la terapia entra en su .as~
alrededor de la anorex1a nerv•osa. uan o '
., . •
• bro~- de la .am1 1lU •v
•
·
media··. el terapeuta e,·olucJOna
;unto
con 1os mlem
1~5
selecciona hechos con miras a la J,erduración de nuevas respuestas. También
aquf es útil derivar preguntas:
- Ahora que ustedes mismos hacen su historia, es decir. ahora que asumen
la tarea de escribir su propia historia en Jugar de dejar que otros escriban la antigua
historia de ustedes, ¿en qué medida este hecho de hacer la propia historia cambia
su futuro respecto del futuro que se les había asignado?
Conclusión
La anterior discusión presentaba el análisis de la anorexia nerviosa en
un contexto que, según he comprobado, es sumamente eficaz en el tratamiento de este problema. Se trata de un análisis cibernético que pone de relieve
conceptos de limitación relativos a la redundancia y al retroalimentación. Las
implicancias terapéuticas de este análisis fueron examinadas poniendo fuerte
énfasis en la elaboración de las "preguntas reales". He sostenido que esas
preguntas determinan una apreciación cibernética de la anorexia nerviosa y
he dicho que provocan nuevas respuestas por parte de los miembros de la
familia por cuanto ofrecen condiciones para formular descripciones dobles
y establecer un nuevo "código en el contexto receptor".
Notas
.
l. Todas lu explicaciones que proponen como causa alguna cualidad o cantidad
Interna o la falta ele eUas son, según Bateson ( 1972), explicaciones soporíferas que
adormecen nuestra "fiCUIIad crítica".
La re~ón no es interna de la persona individual. No tienen sentido hablar de
·~ndenc1a' o de 'agresividad' o de 'orgullo', etc. Todas estas palabras tienen sus
~ ces en,lo que ocurre entre personas, no en algo que esté en el imerior de la persona".
( 980• p ¡. 147).
F '. 2: Sob~ una seaunda descripción de este contexto, véase "Reconstructing the
amV~1Y~ ~..;-'lbeStru¡gle of a Young Anorectic Woman and Her Family's Way
o lewtn¡...., norld", (Dumnt, 1984)
3. Váse, por ejemplo, Selvini-Palazzoli y otros ( 1980)
4. &ti biea eMeblecida la .-...: de '
1
·
apreciaci6a ele la
1":-uca . .'o~u ar pre~untas que determinan una
f
"cia:uJaridaCf
Sel · • ...., __,.
Y la recurs•v•dad en los Ststemas. Véase por ejemplo
YUIJ•..- . - ¡ y 01101 (1980) y Tomm (1986).
5. Debido •limitaciones ele esp . 1 .
1
c:apftuJo 1011 ele farma
.
ICJO, os eJemp os de preguntas que figuran en este
f'nameatane. ele IIIIDeraCOIDp~Ja. •En la práctica, muchas de las preguntas deberfan
. ~ 0 5 ejemplos dados constituyen muchas preguntas.
6 Debido a
·
limitaciones de espacio, el análisis de este contexto será sumario.
126
E.xistc una con~idcrable bibliografía que ofrece un amplio análisis de e5te tema. Por
eJe~plo. se encontrará un análisis de la historia del sometimiento de la opinión de la~
muJeres en S pender ( 1983) y en Rich ( 1977). Sobre un análisis de la relación de la imagen
"ideal" del cuerpo de las mJjeres con el patñarcado. v¿ase Orbach (1978) y Chemin
( 1981).
7. La conducta de las mujeres que padecen de anorexia nervio,a es considerada a
menu~o "manipuladora". Esta palabra se emplea en un sentido despectivo y soporífero.
Atendaendo al contexto de la anorex.ia nerviosa, resulta más ralonable designar esa
conducta como "indirecta".
. . 8. Según Batcson, las condiciones que admiten una descripción doble permiten
astmasmo que los receptores hagan distinciones, y esas distinciones representan una
fuente de nuevas respuestas de todas clases.
Referencias bibliográficas
Bateson, G. 1972: Steps toan Ecology of Mind. Nueva York. Ballantine Books.
Bateson, G. 1978: ''The binh of a matrix or double·bind cpistemotogy'' en M. Berger
(comp.) Beyond the Double Bind. Nueva York, Brunner/Mazel.
Bateson, G. 1980: Mind and Nature: A necessary rmity. Nueva York. Bantam Books.
Durrant, M. 1984: " Reconstructing the family's reality - the struggle of a young
anorectic woman and the family's way of vicwing the world". Australian Joumal
of Family Therapy, 5(2):93-99.
Evans-Pritchard, E.E. 1976: Witchcraft, Oracle.5 and Maglc among t!Je A;,ande. Oxford,
Clarendon Press.
Gamer, D.M. y Garfinkel, D.E. 1984: HandblJok of Psychot!Jerapyfor Anorexia Nervosa
and Bulimia. Nueva York, Gúilford Press.
Orbach, S. 1979: Fat is a Feminist lssue. Londres Hamlyn.
Selvini-Palazzoli, M.S., Boscolo, L., Cecchin. G. y Prata, G. 1980: "Hypothesizingcircularity-neutrality: three guidelines for the conductor of the session". Family
Process. 19(1):3- 12.
Spender, D. 1983: Womcn of Ideas: And whot men hm·e done to rhem. London. Ark
Paperbacks.
Tomm, K. 1986: "ReflexiveQuestioning: A generative mode of enquiry" (no publicado).
White, M. 1983: "Anorexia nervosa: a transgenerational system perspectivc:· Family
Process, 22:255-273.
White, M. 1986: " Ncgativc explanation, restraint and double description: a templatc for
family therapy". Family Process. 25(2). 169-184.
7
El rito de inclusión
Enfoque para el tratamiento
de la conducta extremadamente descontrolada
de niños y adolescentes púberes*
Este capftulo presenta un enfoque ritual para t~tar la conducta ~xtremadamente
descontrolada de niilos y jóvenes que están en la pnmera ado!escenc1a, enfoque que
utiliza el concepto de ''time-in" como _una metá.fora del traulml e.~to. En..él se pone el
acento en Jo beneficiosa que resulta la mtroducc1ón de un nuevo marco en el cual se
puede encuadrar la conducta descontrolada: e~~ marc? desbarata los habituales pero
impotentes intentos de Jos miembros de la farruha desunados a encauzar esa ~onducta,
intentos que tanto refuerzan. el ''time-out" [separación temporal] en las relac1ones.
Los detalles de este enfoque se describen dentro del contexto de las tres fases del
"rito de pasaje" sellaladas por Van Gennep (1960).
El Rito de Inclusión es un enfoque destinado a tratar la conducta
extremadamente descontrolada de ciertos niños y jovencitos que atraviesan
la primera adolescencia, procedimiento que desarrollé durante varios años.
Aunque inicialmente bauticé este enfoque con el nombre de "Técnica de
tenencia firme", nunca me sentí completamente satisfecho con esa definición.
El enfoque implica mucho más que una técnica. Al utilizarlo y al
enseilarlo, siempre di gran importancia al desarrollo y la presentación de un
nuevo marco para la conducta descontrolada, un marco que permita tanto a
los miembros de la familia como al sistema de bienestar y salud, orientarse
de un modo diferente ante semejante conducta. Al analizar este trabajo y al
observar las vídeocintas de las sesiones mantenidas con las familias, lo que
siempre se presenta como el aspecto más importante, en cuanto al resultado
ben~fico a largo plazo, es hasta qué punto los miembros de la familia fueron
capaces de "recnmarcar" la conducta descontrolada. Aplicado fuera del
contexto de ese nuevo marco, estoy seguro de que el método que describo en
este capítulo puede resultar opresivo, por ello nunca quise aceptar consultas
breves sobre este enfoque.
Hace variosaiios, cuando estaba yo enseñando este método en un taller.
DavidEpston• creyó descubrir en él varios aspectos que podrían identificarlo
•Publicado en la Dulwiclr Crntu Re\· iew. 1986
128
con un proceso .ril ual. Epston me rccordóla dcscri pción que hizo Van Genn
( 1960) de ese t1po de rito, llamado ''rito de pas · ..
ep
aJe . Yque pone el acento en
., . .
1as fases de separactOn,
hmmalidad
Y
reinco
.
..
.. .
rporac10n y me sugmó que lo
.
rebauu zara Rtto de Inclusión'' La de fin· .6
.
.
.
· ·
· '
te• n me parectó al mtsmo ttcmpo
mtngante.Yllamativa,
de modo que acepté el títulos ugen.do por Epston como
.
una descn.pctón más adecuada de e. te enfoque.
.
El ~Ho de Inclusión c?ntiene una fase de restricción física Yposiblemente al"'un~s lectores se Stcntan un poco incómodos por este aspecto. Sin
embar~?· qutero ac~arar que, hecho como corresponde, el rito produce una
sensac10n de capac1dad y fuerza en todos los miembros de la familia.
.A~nqu: ~n la bibliografía aparecen otros enfoques que emplean la
restncctón f1S1ca (p~r ej_emplo, Friedman y otros, 1978), éstos ponen el
acento en la dctermmac1ón de un marco muy diferente para la conducta
descontrolada; además, no tienen en cuenta el Rito de Inclusión.
Las familias
Cuando se sienten frustrados, los niños y adolescentes de las familias
en las cuales se desarrolló este rito, invariablemente presentan ataques de
cólera, con frecuencia se lanzan a una carrera de destrucción que incluye la
rotura de puertas y ventanas y la agresión física a los padres. Esos jovencitos
parecen tener graves dificultades para encontrarle una dirección constructiva
a sus vidas y muchas veces se sienten más atrafdos por un "estilo de vida de
fracaso" que por un "estilo de vida de éxito''. La reacción negativa que
normalmente tienen ante cualquier alabanza es uno de Jos muchos ejemplos
que podemos citar que apoyan esta conclusión. Es muy común que, a través
de Jos años, estos niños ya hayan recibido diagnósticos de lo más variados.
desde hiperactividad y conducta desordenada hasta sociopatía.
.
Muchas de estas familias habitualmente buscan la ayuda profcs1onal a
fin de encauzar esta conducta descontrolada. Y la mayorfa de ellas de ·cribe
un panorama en el cual el problema resistió todos los cons~~os. recibidos.
Aunque los padres de tales familias generalmente están fam1hanzados con
Jos procedimientos "time-out" destinados a af~ontar. los problc":'a~ de
conducta, es habitual que nos informen que en realidad dtchos procedumentos sólo sirvieron para reforzar la conducta descontrol:ld~t Yp~ra prov~ar
episodios adicionales de conducta destructiva que pueden l!lchnr la agre:-.lón
física y el abandono del hogar.
Las historias relatadas por la familia. sugieren también que los
repetidos intentos de afrontar el problema trasladando al niño a casas de
adopción. hospitales y otro ti pode instirucionessólo provo;aron, a través del
tiempo un fortalecimiento de la conducta descontrolada.
..
evaluar la experien~ia de los niños y los padres de es tas far~uhas.
n rasgo común la sensación de "time-out" en las relactones.
aparece comO U
. · d
h
Generalmente, Jos padres dicen vivir una larga expenenc1a e rec azo P0 r
parte del niño y pueden mencionar ejemplos muy tempranos de ese n~chazo
en la vida del niño, ejemplos que van desde el rechazo al amama~~amtento a
la dificultad, manifestada desde el comienzo, de los padres para comprender" al niño. Al profundizar esta cuestión del rechazo, normalmen~e se p~ede
determinar que los padres creen que el niño es com~le~mente msens1ble,
incapaz de sentir un vínculo o cierto interés por el sufnnuento de sus padres.
Al relatar sus intentos fallidos por resolver el problema, los padres
confiesan que se sienten impotentes y que ya no saben más que hacer. Se
sienten perdidos y desamparados respecto de la con?ucta descontrolada.
Muchos de ellos revelan que, si bien por un lado expenmentan un.p~ofu~do
sentimiento de incapacidad y culpa, por el otro, sienten una gran JmtacJó~,
pues perciben que el niño es testarudo y tiene una intención negativa hacia
ellos. En tales circunstancias, no sólo el niño parece desvinculado de los
padres, sino que éstos mismos parecen distanciados entre sí y del niño y
aislados de otros padres que, según ellos suponen, se las arreglan muy bien
con la tarea de criar a sus hijos. Para los padres de un niño o niña de conducta
descontrolada,lasupervivenciase planteacrudamentecomounacuestiónde
"él (o eUa) o nosotros".
Cuando la versión que el niño o el adolescente tiene de su propia vida
y de la familia es accesible, nos enteramos de que experimenta algo similar
respecto de los demás miembros de la familia4 • Cree que es malo, se siente
desamparado, rechazado, impotente y desesperado. Está enojado a causa de
la ..injusticia" en la que vive y bace responsables de ella a sus padres (y al
mundo); ademúestáconvencidodeque los otros sienten animadversión por
él. ~nsidera que los padres son obstinados y para él la supervivencia se
convterte en una cuestión de "ellos o yo''. Son jovencitos que están aislados,
~ encuentnmdesorientaadosy ban perdido contacto con los demás. Parecen
mcapaces de percibirloque sienten los demás y, al mismo tiempo, creen que
los demú DO perciben lo que ellos sienten.
Parece bastante cvideate que las soluciones que se intentó dar al
problema, activadas por las posiciones de "~1 (o ella) o nosotros" y "ellos o
yo:·· re~ él "time-out" en las relaciones y acrecientan la idea de la
anmtadvem6n Yla permanencja de la conducta descontrolada. A pesar de
todo ~StO, las f~as parecen apremiadas por seguir intentando dichas
soluctones. Los IIUCmbrosde lafamilia se sienten incapaces de abstenerse de
Ai
1:.\0
hacer lo que saben que resulta ineficaz. En algún otro lugar, empleé una
metáfora cibernética para explicar la perturbación que provocan tales
condiciones y al analizar su desarrollo me refería a una segunda cibernética
y a los círculos viciosos (While, 1984).
"Time-out~'
versus ''time-in"
Este análisis del contexto en el que se da la conducta extremadamente
descontrolada de niños y adolescentes, me llevó a comprobar la eficacia de
los procedimientos "time-in". Creo que la elección del "time-in" como una
metáfora aplicable al trataoiiento, se fortaleció por la impresión que ruve de
que una cantidad desproporcionada de los niños que me fueron derivados, al
iniciar el desarrollo de este procedimiento, tenían historias de separación de
sus familias , historias que con frecuencia incluían un desarrollo prematuro,
o la crianza en hogares ajenos o en j,· stituciones.
Estas observaciones y un análi~ i.; cibernético del contexto en que se da
la conducta extremadamente descontrolada me aguijonearon para desarrollar el enfoque que expongo en este capítulo y que incluye detalles de varias
comprobaciones que hice durante los últimos años, detalles que, según creo,
hacen que este método sea aun más confiable. Muchos de esos detalles
surgieron mediante un proceso de aprendizaje de prueba y error, por
descubrimientos hechos al participar con las familias en la aplicación de este
enfoque. En este proceso de aprendizaje me resultaron particularmente
valiosos el anáUsis de entrevistas grabadas en vfdeocintas y los posteriores
comentarios realizados por los miembros de la familia. Ahora, como rutina,
presento este método a las familias y a los profesionales del sistema de
bienestar y salud como el Rito de Inclusión. A fin de reforzar esta descripción
del enfoque y ¡para facilitar la exposición, organicé este capítulo según las tres
fases en las que se desarrolla ese tipo de rito clasificado como ''rito de
pasaje". Esas fases son: separación, liminalidad y reincorporación (Van
Gennep. 1960; Turner, 1969).
La rase de separación
Durante la fase de separación, el terapeuta incita a los miembros de la
familia a elaborar juntos una nueva descripción del problema. que presente
un marco alternativo para la conducta descontrolada. Esta práctica desvía a
IJI
los miembros de la familia de la definición que presentáron anteriormentedel
problema y Jos aparta de Jos intentos que babitualmente hacen para re~olver­
lo, intentos que, en realidad. sólo f!gravan el pro~ lema. Esta es fambtén una
etapa de unión, durante la cual el terapeuta formula preguntas qu~ ~yudan
a los miembros de la familia a expresar plenamente la opres1oo y la
desesperanza que experimentan. Al mismo tiempo, esas p~eg.u~tas ayuda·n al
terapeuta a aproximarse a la comprensión de tales expene~~tas. . .
Las preguntas gue llevan a los miembros deJa famtha a ObJeUvar,
externalizary basta a personificar el problema son muy eficace~ p~r~que el
miembro de la familia y el terapeuta elaboren una nueva deftmcJón del
problema, una definición que se oponga a la construcción "deliberada" Y
sugiera en cambio una construcción ''no deliberada... E~ r~spues~~ a tale.~
preguntaslos miembros de .la familia sienten que todos estanJuntos en este
y se apartan de lassoluciones asignadas por el "éVella o nosetros" y el"ellos
o yo".
.
.
En primer lugar averiguamos cuál es el ténmno de referenc1a que
usualmente emplea la familia para describir la conducta descontrolada.
Luego, les pedimos a los miernbros deJa familia que nos expliquen detalladamente las diferentes soluciones que se intentaron y a las que el problema
resultó inmune' y les pedimos que especifiquen hasta qué punto el problema
vidas y en sus relaciones. Generalmente comienzo por pedir
~-.-qU811Deldeni de1talltes del efecto que ejerce la conducta descontrolada en la vida
~rt~~:~:tcitov~e.J efettoque suponen ejercerá en el futUl'O. En geneFal,
que surge incluye detalles referentes a insensibilidad y, en
:·PI!~~~ el terapeuta puede pedir que se le den algunos ejemplos que
ltitii'Yinla prueba más clara de que el niño es incapaz de conm9ve.rse y
~~.4esorientado. Una vez que se e-stablece hasta qué punto el niño/a está
'>por los beninches", el terapeuta puede interrogar a los demás
efecto tiene ensus propias vidas la conducta descontrolada del
esos berrinches le iq¡piden ponerse en contacto con el
modo esos berrinches. ej~rcen un efecto aislant~ en
(!lí~:lalfaulili:a?¿C6mo la opresión que-provocan esos ataques
lleven<llo a la desesperanza y la desesperación? Puede luego
.eon:ve~ión centrada en las posibles consecuencias que
r&.tUMM:btodeque esos berrinches se hicieran más frecuentes
~1Jlsti'ISit•llit:lad y de ..pared de ladrillos'' se acentuara.
!IIP81'aCi6niiitC)\llye'unaparteenlaqueelterapeutatambíén
de la familia a elaborar una segunda descripción que
~111K1a0de esc~pardel estado de cosas que ha sido muy
Luego puede llamarse la atención sobre el carácter
lf-lllilliliiCl~.., ir mis allá del estado de cosas actual ·
r:
La elaboración de esta.~eg~~da descri(?ción incluye la formulación de
pr~guntas que pongan de mamflesto la influencia que pueden te
1
mlemb~os de la familia en la "vida" de la conducta descontrolada ;er os
~los mJe~bros ~e la ~arnilia les resulte difícil identificarlas. sie~p~:~~e
mformactOnes dlspombles que contradicen la vers·ó
d
~
1
d'd
·
·
n e que todo esta
per ~. o, es decir, hechos que prueban que los bettinches del niño no han
dete_n_orado completamente las vidas Ylas relaciones de los miembros d 1
fam1ha. Estaspreguntas confirman la idea de que Jos miembros de la f;m~li:
son capaces de afrontar tales ataques de cólera.
Un bu~~ comié~zo puede ser recoger información sobre las ocasiones
en ~ue el nmoo la m~a logró sobreponerse al arranque de ira, cuando en
reahdad pudo sucumb1r. Como al prinéipio, los miembros de la familia no
está~ prepa_ra_d~s para discernir y mencionar ejemplos de este tipo de
oeasu~nes, tnlCJ·almente el terap-euta deberá ir entresacando de toda la
información, de manera activa, esa nueva descripción. Por ejemplo, el
terapeuta puede manifestarse sorprendido por la capacidad que muestra el
niño para desafiar al berrinche y oponerse a su influencia al asistir a la
entrevista. Además puede agregar algunas observaciones sobre cómo un
arranque de cólera podría haber hecho fracasar la sesión si el niño se hubiera
sometido a su presión.
Tambjén pueden destacarse las ocasiones en que los demás miembros
de la familia pudieron rehuir la influencia que habitualmente ejercen los
berrinches del niño o la niña en sus vidas y en sus relaciones. Por ejemplo,
se les puede preguntar a los padres cómo. en tales circunstancias, fueron
capaces de superar la desesperanza que les causan los arranques de cólera de
su hijo y de mantener viva la esperanza de que las cosas podían cambiar. Una
vez que.se Iogra empezara elaborar esta segunda descripción, generalmente
los miembros deJa familia comienzan a mencionar ejemplos adicionales de
cómo pudieron escapar a la influencia de los berrinches del niño o la niña.
ejemplos que, al principio, no se les ocurrían.
Al yuxtaponer los conceptos de 1) "time-out"' y "time-in", Y 2) la
opresión que provocan Jos berrinches y la liberación de esa_opresión. se les
plantea a los miembros de la familia un dilema. Luego, med~ante preguntas,
se busca vincular estos temas entre s.í. Por ejemplo: ··¿Se stente usted más
atra'ído por el "úme-out" y la opresión causada por los berrin~hes ~-cree que
el "time-in" y la liberación se ajusran más a su per_sonahdad? Pueden
agregarse más preguntas con el fin de intens~~c~ el dilema.
,. _
Generalmente, Jos miembros de la famllta uend_en a opo~er el tmt:~
out" y la opresión que provocan los arranques de mt En esta t'l.npa.
•• .<
•
· c0 rrn·1lo que sabed~ un enfoque que les penmtrra estar m eJOr
terapeuta 1es rn•
' •
·•
,
comunicados unos con ou·os y que, por lo ta~to: promovera una mayor
sensibilidad hacia los pensamientos y los sentumentos de los demás, un
enfoque que los ayudará a escapar de la opre~i?n que les pr~vocan los
berrinches. Aunque todos los miembros de la famtha ban de e~~enrnentar.l~s
efectos benéficos del método, éste ha de ser particularme~te u tri para ~lmno
0 la niña, pues lo ayudará a tomar decisiones ~? su v1da Y. a elegrr una
dirección más constructiva. Además, ha de permillrles a los mrembros de la
familia oponerse a la penetrante influencia que tiene el "time-out" en las
relaciones, así como vencer la conducta descontrolada.
El terapeuta prepara pues a los miembros de la familia para la ruptura
que ha de acompañar a la transición o fase Ji minal. Se les dice a Jos padres
que si tienen éxito en el rito, no podrán fallar en la tarea de salvar el futuro
del niño y de recomponer las relaciones familiares. Sin embargo se les hace
notar que no pueden alcanzar el éxito a menos que estén dispuestos a
enfrentarse con la incomodidad y la ruptura que pueden aparecer asociadas
al rito. Silos padres minimizan la tarea que les toca o bien minimizan el grado
de compromiso que deben asumir, el rito no les será de ninguna utilidad.
La fase liminal
La fase liminal es un período de transición. Aunque al referirse a ella
los terapeutas y los miembros de la familia habitualmente la describan como
"el rito", en realidad es una etapa intermedia del rito, situada entre la
separación y la reincorporación. La fase liminal se estructura con el fin de
provocar, por un lado, la suspensión de la puntuación temporal usual de los
sucesos (esto se logra estableciendo un tiempo independiente del tiempo del
reloj) Yporel otro, el apartamiento de la orientación habitual de los miembros
de la familia respecto de los sucesos. Como los miembros de la famiUa sienten
gran incenidumbre ante esta fase, es necesario suministrarles un "mapa" de
las~~periencias probables que van a vivir. Ese mapa les brinda información
anti~1pada de la probabilidad de una experiencia cargada de afecto que yo
bauticé una :·crisis de ,i,ntinúd~d", seguida por una experiencia familiar que
podríadefimrse~mo un sentido de comunjdad", un sentido de pertenencia.7
Hay una sene de detalles que son muy importantes para estructurar
correcta~e~te la fase liminal. Detalles que se les presentan a los miembros
de la ~am1ha en forma de instrucciones y notas que ellos deben registrar.
Repeudas veces, al ser consultado sobre un ritoaque no tuvo los resultados
134
a) Los berrinches deben extinguirse CSf'?n1t*J~!*Ifli.:M·f4·iÍIÍ~i.
los. A fin de fortalecer esta idea puede ser dtiiCJIIINII'•••t1llllllli•~
hacer un resumen de aquellas soluciones que • 'nU tiLa&-• fracasaron.
' ._
b) ~1 rito no t.i~ne nada que ver con aquellas solucDieiCJid•......
tten~ relac10n con el castigo, el razonamiento ni ta 'lledlc1Ci6a. J!lt
e) El Hempo, el esfuerzo _Y la perseverancia son elnllke -~~-­
tera~eu!a puede menciOnar qu~ se les exigió 1 ............. •
sentid~ : Hay que recalcar el hecho de que no hay opciones blaDdas - ·"'·"'"_,.,.,
la d~castón que tomen los padres será, o bien un pu ....,~
un tte~po breve, o bien una fatiga crónica a lar¡o ~
d) I nmedt~tamente. después de las sesiones iniciales ha de apeiÍIIIeiltalle
una meJora consaderable en el estado de las coaas; lue¡o, 111fa de p se
alcance un éxito más estable se presentará algdn renoc:eso. uaaac:aMt
que será una prueba del progreso.
e) Se exige la estructuración de un tiempo independiente del tiempo 4118
señalan los relojes. Se les pide a los padres que deo los pasos necesario~
para evitar que el rito se mida según el tiempo que man:a el reloj. Hay
que evitar toda referencia al tiempo transcurrido. Esto incluye relojes de
pared, relojes pulseras, radios, etc. Si el rito se realiza durante el dfa bay
que cerrar las persianas.
f) Durante el rito no debe presentarse ningún tipo de ioterrupci6o. Habd
que tomar medidas como desconectar el tel~fono y si hay OCIOS oiftos ea
la casa, dejarlos al cuidado de alguien.
g) Para llevar adelante el rito se exige siempre la presencia de por Jo menos
dos adultos. Preferiblemente estas personas deben ser los padres del Diño
y si no, amigos de los padres o parientes interesados ea el asunto. El rito
nunca debe iniciarse en presencia de uno solo de los padres. ED el caso
de que esté disponible uno solo de los padres, por estar distanciado del
otro, el terapeuta hará los arreglos necesarios para estar B mismo
presente durante el rito o, si no puede hacerlo, conseguir un asistalte
social familiarizado con este enfoque que acompaile a la familia...
h) Para los adultos será una experiencia diffcil, de modo que babri que
pedirles que se esfuenen por apoyarse unos en otros. Se indican dos roles.
el del "insider" (el que ocupa la posición activa) y el del "outsider" (el
que ocupa la posición pasiva). Al"insider" se le pide que Ueveaeabo la
restricción física d,el niño y al "outsider" que apoye y prom-.evalaac:cido
del "insider'' y ayude a ambos a elaborar los diferentes sentimientos que
135
han de experimentar. Los adultos pueden alternar Jos roles y ayudt4r a
mantener la restricción física.
i) No es necesario que se instituya el rito en el momento de uno de los
arranques de cólera. Por el contrario. se aconseja a los padres, que en
respuesta a los berrinches continú~n ~aciendo lo que nor.malmente
hacen. Los arranques de ira se d1rn pnnctpalmente en presencta del más
débil de Jos padres y en esas ocasiones ta~bién los s~ntimiento~ de los.
padres se exacerban. Tratar de realizar el nto en tales c~rcunst!}nct~S sólo
complicaría las cosas. Sin embargo, los padres deb~n.tnten~ar aphcar el
rito tantas vece.s como se presente la conducta colenca. Stempre debe
proyectarse la realización de Jos ritos con anticipación y prac.ticarlo.s en
un momento en que los padres estén libres de otros comprorntsos. St los
~rrinches son frecuentes y la familia está muy ocupada, no será posible
realizar el rito más de una o dos veces por semana. Los padres pueden,
en ese caso, agrupar una cantidad de berrinches y tratarlos en un solo rito.
Es necesario establecer que hay una relación entre la cantidad de
arranques de cólera y la cantidad de ritos, de modo que el niño pueda
asociar la disminución de los berrinches con la disminución de la
frecuencia de los ritos.
j) No deben evitarse las oportunidades de aplícar el rito. Se alienta a Ja.s
padres a provocar las cond-iciones que, segun su experiencia pasada, ellos
saben que desatan un berrinche. Esta instrucción prescribe una postura
de "confrontación", opuesta a la postura de "evitación" que es la qu.e
habi'tualmente adoptaron los padres anteriormente.
k) El rito no debe forzar a una intimidad, de manera negativa. Ni tampoco
debe resultar opresivo. Antes bien debe desencadenar una ''crisis de
intimidad" y los padres podrán notar en el jovencito una tendencia a estar
físicamente má$ próximo, a buscar "experiencias de pertenencia".
También observarán que., en lugar de resultar oprimente, el rito provoca
en el niño una mayor capacidad de decJsión responsáble.
1) Si bien el rito debe proy-ectarse con anticipación, no debe anunciársele
al niño cuándo se ha de realizar.
m) Una vez iniciado, el rito debe Uev¡u:se a cabo completamente'. Si los
padres no están seguros .de querer completarlo, será mejor que no inicien
~ste método, puesto que desistir a mitad de camino sólO" se.FViría pat1a
fortalecer el sentimiento de opresión ,que provocan lo.s berrinches y el
"time•out" .en las relaciones.
n) No es necesario decirles a los padres cuándo concluye el rito ni cuándo
pueden suspender la restricción física. Intuitivamente, los padres saben
cuándo se ha completado el rito.
O) Deb~ proyectars~ un P.Cqueño "festejó'' destinado a celebrar Ja.conclusión
del ru~, un festeJO que pu~~a ser compartido por todos IÓs participantes.
p) ~s mte?'bros de la fam1ha deben telefonear al terapeuta desl'ués del
pnmer nto a fin de que éste los ayude a procesar la experiencia.
136
Luego se In entrega a los padres un ..mapa" de las etapas que
probablemente atra~ie~el niño. Se les adara que se trata de un boceto muy
?ene~l, quJ l0s lfmn~s ~ntre una fase y. otra pueden desdibujarse y que es
tmpo~d~le:h~er-p~edtcetones exacras, pues no hay dos familias que tengan
ex,penenct~ tdénttcas duranteuna misma etapa. El terapeuta puede agregar
otros c-omentarios que acrecienten la atmósfera de inc·ertidumbre y
estimUlacron.
El mapa de las etapas
l~licé este mapa partiendo del análisis de las vfdeocintas de procesos
rituales realizados en mi consultorio y de las informaciones aportadas por
miembros de las f-amilias tratadas. En realidad, considero que éstas etapas
son similares a las,.del duelo-_y quiZás mi conocimiento del proeeso de duelo,
de algón modo influyócnl~~& e~acionesque·bicesobreeste proceso ritual.
1) Cálmada a:esigiUlCión. ESto no es algo apreciable en los niflos muy
~:quell.os,
.2)
R~ateO, Estó generalmente se traduce en promesas ~no volver atener
berrinches en el futuro.
3.) Cólera. Esta. p,uede ser volcánica o "a fuego lento'' y, a veces• .,.a
desencadenarla ple.n&lllente puede ser neeesaria una provocación de 1es
piidte:k.
4) Llanto.
S) Agetamiettto/relajación.
Al iniciar el rito. es necesario infonnarl~ al nifto que el o~jetivo es."ffE
detener una condqcta particular, sino permitir que t~os los nu.embroSdeiiC
familia escapen aJa opresión que provocan los bemncbes YpuediD CGIIllinicarse unos con otros y. sebre todo. ayudarlo a 151 o a ella a cfesarloi.IWW.
cap,cidad de-tomar decisiones responsables en la vida. Aderús;.se lei~
a todos los mi«'mbros de la familia que hagan t~o lo que los ~
desahogar plenamente $US sentimientos durante:e~~~n~te:.::::=~;~
A pesar de que los miembros de la familia
manifestar una cureientccuriosidadporconocer
eJ aenpeura debe negarse a descubrir los detalles del procedimiento físico
haslaque se hayan elaborado cabalmente todas las instrucciones y notas. as í
como el mapa de las etapas. Una vez alcanzada la comprensión de todo ello,
el terapeuta s{ brinda las instrucciones necesarias y demuestra cómo se
desarrolla el rito.
E jovencito debe sentarse entre las piernas de uno de los padres. sobre
una silla de cocina, cruzar los pies a la altura de los tobillos y cruzar los
brazos sobre el pecho. Se instruye al padre (o la madre) para que también
cruce las piernas a la alrura de los tobillos, sobre los pies del niño y
presionando suavemente lleve los pies del niño hacia atrás bajo la silla. El
padre (o la madre) debe tomar luego las muñecas del niño o la niña y
presiouarlas suave pero fl111lemente hacia atrás. Es conveniente colocar un
c:ojm entre ambos a fin de,atenuarcualquierdaño que pudiera hacerse el niño
al echar la cabeza hacia atrás.
Después de presentar la estrucLUra de la fase lirninal, el terapeuta debe
pre¡untarles a los miembros de la familia si abrigan alguna duda o alguna
n:serva sobre cómo llevar a cabo el procedimiento. Cualquierinquietud que
sUJja deberá ser aclarada satisfactoriamente por el terapeuta antes de que
termine la entrevista.
La fase de relnrorporación 11
l~gar. que se le ha de asignar al niño o la niña. Esto puede ;,..¡.,;,,;r.;;-a;
ltcactón. de reordcnamie~Los físicos, por ejemplo, los tiempos -JIIti,;;,;;,;¡¡
e~tablec1do~ para ~a comtda y el sueño 0 tos espacios de que se •~-::;;;.._;.ó;d!ló
dts~oner aiJOvencuo para que experimente en Jos nuevos niveles de
sab1ltdad personal; cs~acios que permitirán reconocer, respetar y IVII_:Il"::,r;.._
prueba la nueva capac1dad del niño para decidir con responsabilidad.
.A.demás, los padres deben hacer planes para acomodarse a so ........;;;;;.,
cond1c1ón. Al ~~edar libres de la opresión que les provocaban los arranques
de cólera d~l m.no, podrán elegir la nueva dirección que tomarán sus vidaS y
la reorgamzac1ón de sus relaciones con los demás, incluso con aquellos
padres por los que antes sentían aprensión a causa de la buena relación que'
~stos .tenían con. s~s hijos. Si no es un caso de padres separados, los p1aDe&
~n~lu1.rán la deciSIÓn de "desempolvar" la relación de pueja. .....t;&j._,..~lid
tnllmtdad que produce el rito, generalmente los dispone a establecer DDa
relación más satisfactoria y sensible para ambos. En el caso deJos padresque
están solos, los planes pueden incluir ideas relacionadas con desanoUar
vínculos más estrechos con miembros de la comunidad en la que vivea.
Luego, durante varias sesiones el terapeuta y los miembros de la fa~•
analizan los progresos alcanzados. Durante este período el terapeuta
a la familia a afrontar cualquier contingencia que pudiera aparecer y..a
elaborar el mapa del progreso experimentado a través de las difereala
etapas, es decir, a que puedan apreciar de manera más clara Jos logros
alcanzados.
~la fase de reincorporación se destaca con énfasis el reconocimiento
Upl{cito de que la familia alcanzó un nuevo estatus. Este reconocimiento
puede ~f~~ de diferentes modos, incluso anunciándoles a diversas
~ SJgruficatJvas para la familia algunos detalles de la transformación
Y~~. Esos~talles pueden incluir información sobre cómo mejoraron las
VIdas~ los mtembros de la familia gracias al hecho de poder estar mejor
comumcados unos con otros.
i6a Se alienta a los miembros de la familia para que preparen con an 1icipa
: . esta etapa imaginando formas de hacer "nuevos anuncios" y/o ce remo~
que~ 8.con~er la ~ansformación a más personas. Esto hace que esas
penonasla stgmficatavas deJen de lado la "antigua imagen" de la familia y la
reemp cen por una "nueva imag " d
contribu" d
en • e modo que los Lleva a reforzar (y a
... •rb"ée otros m~os a) la consolidación de los diferentes cambios.
a am 1 n se les pide a los o.1ñ d 1 f
..
,,..... la
os e a am1ha que se preparen para esta
- en que se observarán vari
b"
. .
os cam tos VISibles que significarán la
I· ...., .... _A.ó d
· - - • n enuevos roles·sepo
d
á
·
0 r particularmente el acento en el nuevo
•
138
Conclusión
Este capítulo describe un procedimiento desarrollado por mf durante
varios años, destinado a tratar a niños y jóvenes (que atraviesan la primera
adolescencia) que tienen una conducta descontrolada. Descubrí que cuando
se logra reenmarcar con éxito la conducta descontrolada y entender los
diversos aspectos de esa conducta, invariablemente se obtiene un buen
resultado. Este mismo enfoque fue utilizado, con algunas variantes, por otros
terapeutas en otros contextos no analizados en este capítulo. porejemplo. por
equipos de terapeutas que trabajan en internados para niños cuyos padres no
estaban disponibles para participar de la experiencia.
139
Reconocimiento
Agradezco a todos aquellos colegas que con su entusiasta respuesta me
alentaron a escribir este trabajo, particularmente a David Epsron y, más
recientemente, a Carol Liske del Programa de Terapia Familiar de la
Universidad de Calgary que se tomó el trabajo de transcribir una emrevista
de presentación del Rito de Inclusión que realicé con una familia en 1986 en
el marco de ese programa.
Notas
l. Terapeuta familiar del Leslie Centre de Auckland, Nueva Zelanda.
2. Con esto no quiero decir que los procedimientos ··time-out"' no sean eficaces para
tratar una gran cantidad de problemas de conducta.
3. Esto no significa que los procedimientos ''time-out" no sean lo indicado en
ciertos casos. ni que no puedan estructurarse de modo tal que conduzcan a un buen
resultado (véase Menses y Durrant. 1986).
4. Siempre hay que verificar la posibilidad de que el niño no esté sufriendo algún
tipo de abuso físico o sexual. Si se establece que ese es el caso, inmediatamente deben
tomarse las medidas adecuadas, antes de contemplar siquiera la posibilidad de iniciar el
•
Rito de Inclusión.
S. A los fines de este análisis emplearé la palabra "berrinche".
6. En otro lugar analicé esta etapa y la llamé la fase de la "influencia relativa" de
la terapia familiar (White, 1986).
7. Wolin y Benneu (1984) sostienen que los ritos pueden lograr en los participantes
un efecto de vinculación que dé como resultado un profundo sentimiento de ··identidad
familiar".
8. Por una cuestión de conveniencia, me refiero a esta fase del método "el rito''.
9. Por ejemplo, "el primer rito con la familia Smith duró tres horas, el segundo y
el tercero se prolongaron por dos horas y media, el cuarto y el quinto sólo una hora y media
y el sexto únicamente cuarenta y cinco minutos, etc..."
10. Sugiero a todos los terapeutas que proyecten adoptar este método, que
~mpailen a varias familias durante el proceso ritual a fin de poder desarrollar ellos tambtén la propia conciencia de la experiencia.
1J. También denominada fase de agregación.
Referencias bibliográficas
Friedman, _R.• Dreiz~n. ~- Harris, L., Schoen, P. y Shulman, P. 1978: "Parent powcr: a
holdmg_techntque m the treatrnent of omnipotent children". lntemarional Joumal
of Famtly Cormul/ing, 6. l. págs. 66-73.
Menses, G. Y Durrarll. M. 1986, "Contextua! residential care". Dulwiclr Cemre Review.
Tumer, V. 1969, Tire Rir~ral Process, Nueva York, Cornell University Press.
Van Gcnnep, A. 1960. Rues of Passage. Chicago, Uni,·ersity of Chicago Press.
140
White, M. 1984, "Pseudo-encopresis: f'rom IVItludJiJlti,'fli
. cycles". l"amily Sysrems Medicine.
Whue, M. 1986, "Negative explanalion.
farnily therapy". Family Process
Wolin. S. y Benneu, L. 1984, "hmily'
8
Explicación negativa, restricción
y doble descripción:
Un modelo de terapia fam iliar*
Se analizan aquí los conceptos de explicación negat iva. restricción y doble
de Gregory Bateson. Atendiendo a estos conceptos se explican en este
ap1tu1o las dificultades que con frecuencia tienen las familias para descubnr nuevas
IOiuciones a sus problemas. De todo ello surge un mapa terapéutico que pon.e el ~c~nt?,
ea 1a c:omribución que puede hacer el terapeuta para lograr un estado de "d•spos1c1ón
que pmnita descubrir nuevas soluciones. También se examinan aquí los detalles de la
participación que les cabe tanio al terapeuta como a la familia en la tarea de afirmar tales
descubrimientos. Un enfoque del tratamiento del contexto en el que se presentan los
IIRIOreS infantiles y la conducta obsesiva/compulsiva muestra una de las aplicaciones de
ate esquema.
~i6n
La teoría cibernética ofrece una explicación negativa de los sucesos que
se dan dentro de un sistema. De acuerdo con esta teoría, los sucesos toman
UD determinado curso porque existe una restricción que les impide seguir
ObOS cursos. Bateson ( 1973) establece que "las restricciones de las que
depende la explicación cibernética, pueden considerarse, en todos los casos,
factores que determinan desigualdad de probabilidad" (págs. 399-400).
Desde este punto de vista, las interacciones habituales de una familia o la
c:onductaespecíficade los miembros de una familia, pueden explicarse mejor
por la negativa, analizando las diferentes clases de restricciones. Las
interacciones, así como la conducta, están determinadas exclusivamente por
tales restricciones.
Las restricciones suelen tomar formas diferentes• e incluyen una red de
supuestos, premisas y expectativas que conforman el "mapa del mundo" de
los miembros de una determinada familia y que estáblecen reglas para
seleccionar la información sobre los objetos o los sucesos percibidos, y por
consiguiente contribuyen a crear limitaciones sensoriales. Estas restricciones operan principalmente en el nivel inconsciente.
•Publicado en Fnmily Process, vol. 25: 2. 1986
142
Para mí. los dos hechos generales - primero. que no soy COIIKÍ•IIi
elaboración de la~ imágenes que veo conscientemente. y,
proceso inconscien te empleo el conjunto completo de supues!OI'
construidos en la imagen acabada- son el comienzo de la epistetaall
(Bateson. 1980. pág. 35).
Al establecer limitaciones sensoriales, las restricciones
ción con la información sobre la diferencia. Bateson sostenfa
ción de cualquier nuevo suceso en el "mundo viviente"l debe
una respuesta a la información sobre la diferencia. En estiUreceptores responden (u obran en relación) a unadi~erenciao•IN
percibida. Las distinciones son fundamentales, puesto que PftiiDÍÍil
fuente de todas las respuestas nuevas. El mundo viviente ea
que las distinciones están trazadas, en el que la diferencia
causa, "en el que nada puede comprenderse basta que no se
diferencias y las distinciones" (Bateson, 1980, pág. 8).
Bateson sostiene que la energía que tiene el receptor
respuesta está allí,laten te, disponible, aun antes de que se ~illall
de la diferencia. Las ideas o las noticias de la diferencial de&alllllll
energía que está disponible en el receptor. Esa distinción eotldllflli
sobre la diferencia y energíasecundariasólo se manifiiestaefUICJIIIJI
las cuales la ausencia de un suceso dentro de un co1ntextCl~ espec:llí
cadena una respuesta.
Pero recuérdese que cero es diferente de uno )' porque cero es difereafe de~ lli
cero puede ser una causa en el mundo psicológico. el mundo de la eozw 1r.f•
(Bateson. 1972. pág. 452).
iDfedr•
De la infinita cantidad de distinciones que el receptor puede
la naturaleza, sólo unás pocas se transforman en ideas duraderas. Esa
permanencia exige una ~ap~i~d $electiva.
y separar Jo nuevo de lo fortuito ... exige .contar ~on algún tipo ~ 11*+
~
selectivo que permita explicar la persistencia postenor de la nueva idea
1980. pág. 49).
.
1 . ~
'ón corres........._te a 11
La capacidad de selecc1onar a m.ormact
........-:" •
diferencia Yde responder a ella depende en gran medida~ las restnca~
que sufra el receptor, la red de supue~tos4. Esa. red summtstra
lo
contexto que permite recibir nueva mformac~ón q~ le da se:e.
'b'do Las noticias (la información sobre ladlferencta)de loss
filiO
perc1 1 ·
. .
cobraD tafcllade
ocurren "ahí afuera•· se transforman en descnpcaonesque
UD=
!a
palabras, cifras 0 imágenes y llegan a constituir ''histori.as"5 r~ediante
explicación. La explicación surge del esquema o la clasificación de es,ts
descripciones dentro de la red de supuestos. La supervivencia de las
novedades depende del modo en que se adapten a la red de supue~tos. La
información que no tiene una significación en ese contexto "se olvtda o se
desdibuja".
Para tener una significación -y hasta para que pueda r~conocérsela como u.na
pauta- cada regularidad debe coincidir con .otras regulandadcs complementan as
y quizás con algunas :~ptitudes. pero esas apmudes son tan evanescentes como las
pautas mbmas ... En cierto se mido. el receptor debe estar preparado para hacer el
descubrimiento apropiado cuando éste se preseme (Bateson. 1980. pág. 51).
La selección de una novedad que pueda sobrevivir depende de la
preparación que tenga el receptor.
En suma, el curso de los sucesos en los sistemas vivientes está
únicamente determinado por las restricciones. Las restricciones obran en
relación con la información referente a la diferencia, en el sentido de que
establecen limitaciones sensoriales. Esas limitaciones sensoriales contribuyen a crear una predisposición o un umbral para la percepción de las noticias
sobre la diferencia y, por consiguiente, determinan qué ideas seleccionamos
de la naturaleza. La energía necesaria para dar una respuesta es secundaria,
ya está disponible aun antes de que se reciba la nueva idea. Pero las
restricciones le limitan al receptor esa disposición o preparación que le
permitiría responder a ciertas diferencias o distinciones. Las restricciones
limitan la capacidad que tiene el sistema de indagar mediante el método de
prueba y error, indispensable para descubrir las nuevas ideas y para impulsar
las nuevas respuestas.
Terapia: la disposición y la persistencia de las nuevas ideas
Para poder persistir. la novedad debe ser de una condición tal que dure más que las
otras opciones. Aquello que dura más entre las ondas de la casualidad debe durar
más que aquellas ondas que no duran tanto ... La información puede olvidarse o
desdibujarse. Los libros de códigos pueden perderse. Los mensajes dejan de ser
mensajes cuando nadie puede leerlos (Bateson. 1980, págs. 49-5 1).
Las familias que buscan ayuda terapéutica tienen problemas o malestares para los cuales sus miembros fueron incapaces de encontrar soluciones.
Al investigar las soluciones intentadas por los miembros de la fami lia,
144
normalmente los terapeutas descubren que tlllt=t lntel!hlu
perpetuar y reforzar los verdaderos problemas que ~os 4~:n•I4!11!1Mill
viendo.6
A pesar de que esas soluciones se mostraronineficaca.SGIIlla. .llll
que vuelven a intentarse una y otra vez. Aparentemente. los míembft:aldlrfamilia no tienen la capacidad de explorar una solución alternativa.
. Al aplicar la ex~licac ión cibernética, este fenómeno adqW.Ielllido.
Habttualmente, los rmembrosde la familiaaplicancienassoluclonespc~~q~e
hay alguna restricción que les impide descubrir otras soluciones clifereDra.
La ~xplicación ci~mética sostiene que esos intentos de solución que
habttualmentese aphcan, estándeterminadosánicamenteporciertasra~
ciones. Por consiguiente, el hecho de examinar las soluciones intentada
antes puede suministrarle al terapeuta información sobre la cual ~
formular hipótesis referentes a tales restricciones. Ese examen brincfat.r
claves que permiten comprender la red de supuestos de la familia.'
Las restricciones pueden adquirir distintas formas en las difaentes
familias. Y hasta pueden obrar en diferentes niveles.• Tales restricciones
establecen una predisposición o un umbral para la selección de la información sobre la diferencia y limitan la capacidad de la familia para emprender
la necesaria búsqueda de nuevas ideas, mediante el m6todo de la prueba yel
error, ideas que podrían conducirlos al descubrimiento de nuevas soluciones.
Las antiguas ideas son resistentes; la nueva informlción se desdibuja.
A fin de ayudar a las familias que intentaron sin 6xito descubrir nuevas
soluciones, el terapeuta se une a los miembros de la familia para formar el
sistema terapéutico, contribuye a establecer la buenadisposición del sistema
mediante la introducción de un nuevo "libro de códigos" que pennite elqir
nuevas ideas, determina las condiciones paraelaborarunadoble~ripc:üa
(afindequepuedanhacersenuevasdistinciones)ein~alosnuelllllnll:?
de la familia de un modo que contribuya a que las nuevas 1deas ~o
sobrevivan. Por consiguiente, el terapeuta ayuda a que 1~ nuevas ideal
ondeen más tiempo que las antiguas ideas. Ea esta terapia, el terapeuta
participa en la creación de un contexto que impulse a la aventura y el
descubrimiento.
Un nuevo libro de códigos
A fin de obtener los bene ficios de la estabilidad. ellos paJan el precio cae,!~~
viviendo. como debe hacerlo todo ser humano. en una enor~ y comp
145
apoyan mutuamente ... El cambio exige diferentes tipos de
suP':'est~S que d$cccontradicc:ión dentro del sistema de supuestos (Bateson. 1980.
tel3j3011COtO O
fa mi liares, pero quizás la descripción y la explicación de '""-'-.t:
resulrar novedosas.
págs. 158-1 59).
El terapeuta contribuye a crear la buena dis~osición del_ sistema
terapéutico mediante la introducción de un .~ue~o h_bro ~.e c6<hgos que
establezca contradicciones y provoque un rela.Jamtento de ~a red de
supuestos deJa familia 1o. Por co~siguiente. pa~cipa de la creactón de un
contexto que contribuye a que el ststema terapéuuco sea capaz de responder
a la nueva información, esté dispuesto a seleccionar "componentes de lo
casual" y transformarlos en descubrimientos. .
_ , _
El terapeuta presenta este libro de ~ó?tg~s tanto tmphclla como
explícitamente a medida que organiza la parttctpactón de los mtembros d~ ~a
familia en una cosmovisión cibemética11 (como se detalla en el anáhs1s
posterior)e introduce premisas específicas referent~~ a la perpetua~ión de los
problemas que preocupan a los miembros ?e la frumh~. Esa_s premtsa~ lleg~n
aserpartedel "mecanismo selectivo" del SIStema que explica la pers1stenc1a
posterior de la nueva idea" (Bateson, 1980, pág. 49).
La influencia relativa
La Influencia Relativa exige que se establezcan dos dellelt~lli
codificadas de manera diferente. Generalmente, en urut~~e~~udacq,*­
los sucesos están codificados de acuerdo con la red de SUJmestclefilld.
preexistentes y, en la otra, los sucesos están codificados de-ac!l•lti-lti!J
premisas promovidas por el terapeuta. Primero el terapeuta._._..,...._.......
de la extensión de la influencia que ejerce el problema en Ju
miembros de la familia. Les pide entonces a éstos que SUIIIIÍDIICI._1.
información que pueda ayudar al terapeutaacornpt'ei1Cier,CÓIJ1104rqfdl~
ellos el problema. Esa información debe incluilrulli&desc:ripcl61t6j&liJ
puntoelproblemaestuvoejerciendosudominiosot~rec=ln:deiiDollllil
La doble descripción
La modalidad de la indagación es algo evidente para mí y podría llamarse el método
de comparaci6n doble o múltiple (Bateson. 1980. pág. 97).
La recepción de las noticias sobre la diferencia es una parte esencial de
la revelación de nuevas ideas y de la generación de nuevas respuestas que
pennitan descubrir las nuevas soluciones. Para que esa recepción de las
noticias sobre la diferencia sea posible, los miembros de la familia deben
percibir un contraste entre dos o más descripciones. El terapeuta contribuye
a que la familia perciba tales contrastes trabajando en el desarrollo de
d~scripciones dobles o múltiples de ciertos sucesos, mostrándoles a los
rruembros de la familia tales descripciones, una junto a otra, e invitándolos
a señalar las diferencias entre esas descripciones12• Todo esto suministra
noticias de la "diferencia que hace una diferencia" (Bateson, l980, pág. 453).
Los terapeutas pueden contribuir de innumerables maneras a crear
jun~c~n las fami_li~s un contexto que aliente la doble descripción 13• Durante
el stgutente anáhsts presentaré varios métodos que me resultaron útiles.
Aunque yo presente estos métodos en una secuencia de la que puede derivarse
un mapa para la terapia, todos ellos contribuyen a seleccionar y a hacer
perdurar las nuevas ideas dentro del sistema terapéutico. He puesto a cada
método un nombre que le resulte familiar a la mayor parte de los terapeutas
146
de la familia. El terapeuta les solicita a los miembros de la faií-~QIIo;j
ahorren detalles y se opone a todos los intentosqueéstosll&lancitía.ii~
o subestimar la angustian te influencia que ejerce el problema en •
El hecho de hacer el mapa de la influencia que el problemae.ien!emr.,.._
de Jos miembros de la familia, suele suscitarles ideas de incom¡Jereacill,
desesperanza e incapacidad y ésta es una infonnaci6n que~~
obtiene "de manera natural".
El terapeuta traza Juego el mapa de la influencia ~ _,...,.
miembros de la familia en la "vida" del problema. indagandobastaqulpmto
ellosfueron capaces deoponersealaopresiónqueejeláaelprobleaaiCIIa
sus vidas. A fin de que los miembros de la familia puedan
esta información, el terapeuta
y capacidad. Como los miembros de la familia
tiempo sometidos por el problema. tienen dificultades palla llacti'Uiti!JI!!l
tario de las ocasiones en las que ejercieron su influencia en la
problema. Generalmente éste es un procesoque seda den::::==~~~
Es necesario que el terapeuta los ayude a seleccionar esas
insistiendo con el argumento de que necesita que los miemiiRlscJf.!JI
lo ayuden a comprender cómo. en las circunstancias en 91~11--11!
lograron conservar algún poder de decisión en sus vidas Y
capaces de evitar el eclipse totat 1•.
147
A fin de ir elaborando ese inventario es útil formular preguntas como
la siguiente: "¿Cómo pudo usted evitarcomet;rcicrtos errore~ q~e, según me
indica mi experiencia con familias que sufnan problemas s•m•lares. us~ed
podía haber cometido?" El terapeuta también puede mostrarse sorprend1do
de que las cosas no hayan marchado aun peor.
Pueden formularse preguntas adecuadas aun en situaciones en las que
el problema ejerce una gran influencia. Por ejemplo, un joven (un paciente
retrasado) fuecapazde;stablecerque había influido's un 3?'oe~ la ":ida'' del
problema, cuando le pregunté cómo pudo apagar su prop1o c1gam\lo.
Destacar el tiempo
.. .las cosas experimen1an cambios dráslicos, pero nos acostumbramos al nuevo
eslado de cosas antes de que nuestros sentidos puedan señalam os que se trata de
algo nuevo... No es una cuestión trivial el hecho de que casi no nos demos cuenta
de las tendencias en nuestros cambios de estado(Bateson. 1980, págs. 108- 109).
Generalmente los problemas se presentan en las familias dentro del
contexto de una tendencia por la cual el problema ha ido influyendo cada vez
más a través del tiempo.Esas tendencias, en general, son imperceptibles Yese
es el resultado del fenómeno de acomodación. Dentro de ese contexto, los
miembros de la familia se adaptan cada vez más y sin advertirlo a la presencia
del problema. Por consiguiente, las familias se habitúan y sus miembros no
se dan cuenta de que están participando del problema y sustentándolo cada
vez más.
El terapeuta sitúa el problema dentro del contexto de una tendencia y le
asigna a esa tendencia un nuevo valor al alentar a los miembros de la familia
a marcar distinciones entreel "estado de cosas" en un determinado momento
y el "estado de cosas" en otro momento. Para facilitar esta tarea hay que
presentar un lenguaje "temporal" 16. Las descripciones se aplican a las
tendencias de una manera que (al implicar el pasado y predecir el futuro)
destaque la acción del tiempo sobre esas tendencias. En esas descripciones
pueden incluirse términos tales como "carrera", "estilo de vida", "el curso de
la vida''. El terapeuta puede ayudar a los miembros de la familia a hacer un
mapa del problema dentro de la tendencia, incitándolos a señalar distinciones
sobre la participación que cada uno tuvo anteriormente en el problema, la que
tiene en el presente y la que supone tendrá en el futuro.
Pueden acrecentarse las distinciones entre el estado presente de las
cosas y el estado futuro, mediante una detallada discusión sobre el tipo de
participación que sería necesaria si los miembros de la familia y el terapeuta
Plantear dilemas
... por lo menos son necesarias dos cosas para crear una difereoc:ia (Bateson 1980
pág. 76).
•
.
Plantear dilemas ha llegado a ser una plictica ampliamente empl ~ 1 11a
en la terapia familiar. El terapeuta le plantea dilemas a la familia y, de ese
modo, sugiere que los miembros de lafamiliaseencuentranenunaencrut i·
jada, que deben tomaralgunadecisiónrespectodelosposiblescursosquehan
de seguir. La razón para presentar dilemas es ton frecuencia la idea de que
existe un proyecto para crear un v(nculo tera~utico. Una explicación
alternativa del valor que tiene el hecho de plantear dilemas es que éstos
establecen las condicionesparaelaborarunadobledescripción. El terapeuta
y los miembros de la familia tratan de establecer dos descripciones de la
participación mutua de todosellosen las diferentes carreras o estilos de vida.
Estas descripciones presentadas una junto a la otra, les permiten a los
miembros de la familia señalar nuevas distinciones.
Generalmente, los dilemas que se plantean están relacionados con la
participación que les cabe a los miembros de la familia y al terapeuta en 1~
estilos de vida y en las restricciones que se identificaron d~tela terapaa.
Además de los detalles ya establecidos sobre lo que será necesar_toenel futuro
para seguir participando en el estilo de vida del p~b~em~ (opcaónconserv.:
dora), se desarrolla una descripción del tipo de partJcapactóo que te~q
tener los miembros de la familia y el terapeuta para oponerse co~ éXJto al
estilo de vida dominado por el problema y a las restri~iones ~~adas ~!
(opción radical). Luego, el terapeuta alienta a la f~aa a de~~ sobredel
cootmuar parncipando de
d os opciones. (.·Los miembros de la familia deben
· ·
debencomenzar
modo habitual - modo minado por las restncctones-o
nuevo y elaborar una nueva fórmula para interrelacionarse. El terapeu;
simula adoptar una posición neutral y da argumentos a favor y en c::::los
las dos opciones 17. El terapeuta.¿,debe hacer.descen~r las espe:;o o debe
miembros de la familia hasta el ni\'el del esulode VIda problem
149
148
,....._..... elevar el estilo de vida de los miembros de la familia hasta el ni vcl
de sus esperanzas?
Predicción de la resaca
.Jos ~usre.~ conducen a la aclimatación y la aclimatación puede equivaler a In
ldicción (Bareson, 1980. pág. 201).
Antes de que los miembros de la fami lia resuelvan el debate sobre las
tapete la
~~acati611 de las consecuencias del cambio y pronosticar una "resaca" en el
de que se adopte la opción radicaL Discutir esta cuestión le suministra
familia infonnación adicional sobre la propia aclimatación al estilo de
tillaclgmjnadoporel problema. pone el acento en la distinción entre la opción
adicaJ y la opción conservadora y permite trazar un mapa de la posible
_,menciadeconfusión y malestar que puede sufrirla familia si decide salir
•11aacar1a solución altemativa18• El terapeuta identifica aquello contra lo
. . deberán luchar los miembros de la famil ia si deciden oponerse a las
manerashabituales de participar recíprocamente en el problema. Esto puede
iaduirlamención especfficade las restricciones identificadas anteriormente.
ID terapeuta alienta a los miembros de la familia para que éstos aprecien
plerunnmteesosobstáculoscomo pasos hacia un cambio positivo. Cualquier
iateatodetomar una nueva dirección sin comprender y considerar plenamen111as dific:ultades que implica, puede hacer que la familia no obtenga la
DeCCSaria preparación para afrontar la angustia que probablemente se
¡neente. Seguir imprudentemente un nuevo curso equivaldría a restarle
sipificación a esa salida del antiguo estado de cosas.
Identificamos esa "angustia anunciada" como una "resaca". Las resacas pueden sabotear cualquier intento de solución. Los miembros de una
familia que "sufrieron la influencia" o se "hicieron adictos" a determinados
estilos de vida o "carreras" durante un tiempo considerable, pueden esperar
que se. presente esa "resaca" que se manifiesta en diferentes grados de
~~ón Y~estar precisamente cuando las personas intentan oponerse a
los VleJOS háb1tos Yembarcarse en un nuevo rumbo. Los miembros de la
familia.¿deben luchar por el cambio? ¿creen que son capaces de vencer esa
~a"?¿~ deben retraerse y seguir bebiendo más d~ lo mismo y seguir
sufnendo la mfluencia de los antiguos hábitos y restricciones?
~rjpc:ianes radical y conservadora, el terapeuta puede poner sobre el
t.SO
Experimentos
E~ con.traste ~on la epigénesis y la tautología, que cooa.,..-ti
rcuera~lón. CX ISle lodo el reinado de la creatividad. el arte el
evolUCión, en el cual los constantes proceso· de ca b'
'
· d 1 ·
.
•
m •osenutrm
esencl ~ e a epi génesis : s la repetición predecible; la esencia del
evolución es la exploración y el cambio (Bateson, 1980. pág. S2).
Si los miembros de la familia deciden que están pre•llfl
explorar un nu:nbo radical y le solicitan al terapeuta que
recorrerlo, com1enza pues una especulación sobre los exJ~ÍIII!·
p~eden f~vorecer el tránsito en esa nueva dirección y ope)nene·alii
v1da dorrunado por el problema (y a las restricciones viJJ¡cuJ*I¡•
cambio, si los miembros de la familia no se sienten diSpuE~i..
consecuencias del cambio y defienden los beneficiosdelantiini:i
a~alizar varias ideas sobre los modos en que el terapeuta
aJUSta_r algunos detalles del estilo de vida problemáticoyw~aa
los rruembros de la familia se muestran divididos respec:ro.~llí
conviene seguir, el terapeuta puede ayudar aaqueJJosauli:<k:llell
~á~itos pidiénd?les que expliquen cómo han de impedir
mclten a expenmentar las nuevas soluciones y cómo
aquellos que eligieron la salida radical quieran exJpeliimi:li
caminos que los lleven a ampliar el estilo de vida d01ninadc:t póta
A aquellos que se decidieron por la solución radical, el fenl. .
preguntarles cómo evitarán las incitaciones paJ-a con1inlll8l'ldrtáitij
hábitos (vinculados con las restricciones) y de e~Sise:e~modo::::::;~~~
renuentes de que vale la pena experimentar en la n1
El terapeuta les infonna a todos que en la próxima seside~titiill
analizar tanto los experimentos que favorecen el rumbO ta~liltt4iiliiF~
aquellos que favorecen el rumbo conservador. Esa charla puede Delifa•
una revisión de la participación que le cabe a cada uno, 1111 aettMi
desprovista de declaraciones de intención, que les delllOSind lliif'o-'"'111
terapeuta como a los miembros de la familia cuál rumbo fUe Je&a:BJ; 4iJifB
más fuerza y con más éxito. Esta revisión guiará ademú al teiiiJO'..,tta
familia para elegir nuevos experimentos y decidir en que!~
encarninarlos19•
Responder a las respuestas
preseolJn cusualmcme. ~~nder(l~ que a 'eces. al prob:~rlos. se los elige por algo
como la supeni,cnda (Balc:son. 1980. p.ig. 203).
El terapeuta evalúa cuidadosamente el resultado de los experimentos
así como el resto de los hechos ocurridos, gracias a la participación que cada
miembro de la familia tuvo entre una se ·ión y otra. Y responde a cualquier
información que le señale la dirección que fue defendida con m á. fuerza y con
más éxito. Esa respuesta del terapeuta (una respuesta a la respuesta de la
familia) contribuye a elaborar las descripciones del rumbo radical Y del
rumbo conservador y señala nuevas distinciones que constituyen la fuente de
nuevas respuestas (experimentos) de los miembros de la familia. Se establece
así un curso de la terapia en el cual el terapeuta responde a la respuesta de
la familia, la familia responde a la respuesta que el terapeuta le dio a su
tespuesta; a su vez el terapeuta vuelve a responder a la respuesta que dio la
familia a su respuesta anterior y así sucesivamente.
Si queda demostrado que el rumbo conservador lleva las de ganar10, el
terapeuta puede volver a destacar la cuestión temporal en esa dirección, y
volver a plantear un dilema (esta vez con una descripción más detallada de
lo que exige la opción conservadora y haciendo una es peculaci6n más amplia
sobre los pasos que habría que dar para seguir ese rumbo) e incluso puede
mostrarse dubitativo en cuanto a aceptar una nueva incitación de los
miembros de la familia de unirse a ellos para realizar nuevos experimentos
en favor de la dirección radical. El terapeuta puede manifestar temor de que,
en vista del evidente compromiso de la familia con el estilo de vida
problemático, su participación junto con la familia en nuevos experimentos
destinados a favorecer la opción radical sólo sirva para ahondar la discrepancia entre el estilo de vida problemático y las esperanzas y expectativas
famili ares y hasta provoque una angustia mayor en los miembros de la
familia. Esto generalmente genera un debate sobre hasta qué punto la familia
está dispuesta a intentar el cambio.
Cuando la respuesta de los miembros de la familia a los experimentos
constituye un buen comienzo de solución21 , éstos tienen grandes dificultades
para advertir plenamente esos logros, como si la significación de1a "salida"
se les escapara. Esto ocurre principalmente al comienzo de la terapia cuando
es fácil considerar tri viales tales cambios. En ese momento la capacidad y la
preparación que tiene el sistema terapéutico para descubrir las nuevas
respuestas dependen, en gran medida, de la presencia del libro de códigos del
terapeuta. Eselibrodecódigos le permite al profesional señalar las distinciones entre participaren elestilode vida dominado por el problema y participar
en la búsqueda de la nueva dirección. Por consiguiente. el terapeuta con su
152
intervención contribuye a rorlalca~rlliSUI&Ji!ll
lenguaje que dé la dimensión tenllpCiral~fliiJ.!flli
de "salidas", de "embarcarse" ··Ck:sp•e•~kiJÍii
análisis de este tipo de intervenciones.
La respuesta del terapeuta ~u4:de:~~~··~tiu.íif'!. . .ifífr.iilt·
se d!~ida en partes. Por ejemplo, puede~fos~clela
fam1ha que para poder cambiarconéxitoelc:uno-clala~•ce•lol
tres log~os. Un cam~io semejante indica que loa ~-la familia(a)
se opus¡ero~ c~n éx1to a sus modos habitualesdep81dciplreael}nblcma
y a las restr1cc1ones específicas~ (b) se embarcaroa • •
nuevo que responde a una fónnuladiferente; (e) yquede al¡6amodose las
arreglaron para eludir la "resaca" que habitualmente proYOCI el cambio.
El terapeuta puede alentar a6n más el f~ las.81WS
ideas de.stacando en detalle las respuealas dtloa~de.la.fandlia.
Puede anotar cuidadosamente cada respues~amiealrask.l.f._.arca
de las diversas vicisitudes. Losmiembrosdelafamilia•~múpor
obtener infonnación sobreesoscambiossiel tealpelltau•-•o llmeDie
mientras toma notas y los consulta frecuentementé solqeJaeucdtud de lo
que va anotando. Durante esta etapa, c:on ~.P. aiemlln1l de la
familia descubren "espontáneamente" OllaS ~iei~CICUiridas
entre una sesión y otra. facelasquean~.-.,&llverticloD.
El terapeuta puede insistir para que ~I!IÍNWutcle la familia lo
ayuden (y se ayuden mutuamente) a COIIIj)l'eoderJIIis ~ c:6mo ~
lograron los cambios23• El terapeutapuede~ll!fCJIO,ílllll! nliao......,
de dirección lo tomó desprevenido y puc* ~ tlQsaiembrol de 1a
familiaqueencuentrenelmododeexplicadeásclare'IJP'tiiiOSc:amNes
Además, el terapeuta puede preptarse eo YOJ • • q_illllmbn)lde ~
.....-,*vida
familiasoncapacesdecomprendertodalasipific:Jcia1Ddc~ca,.,..Jt
tlifjrpha(_:
están minimizando las implicaciones de la "'lelidl". l.a
manifiesta el terapeuta para comprender cabiiJDenle c4alo • ~les
cambios y cómo él (o ella) quedó reU8IIdola respeeiOdoeiOScambioi.Jado la
,__:t:ft
distillcióa entre. por un
•
marca a los miembros de la filllaUUA una
.
participaciónqueteníanenelestUodevidadomn•~~el~~
el otro, los recursos con losquecuentanylascontn=~ que
de nuevas respuestas. La respuesta del aerapeuf8
los miembros
constituyen la fuente de nuevas ideas y nuevasrespueslllpll'8
de la familia.
clchllllpeucaalc:ambio.
Enlamismalíneadeestemétodode~ del cambio. Con
está la técnica comunmente adoptada de
1 5~
~:cuenciaesta técnica se discute denrro del contexto de la idea de resisten-
cia~.
b.,
t
La restricción del cambio puede entenderse tam ten como o ro recurso
destinado a señalar las distinciones enrre lo antiguo y lo nuevo. Al adoptar
del cambio, el
una pos•'ción conservadora respecto de la naturaleza radical
d
. .,
rcnpcutaestabl~ condiciones para elabor~- la doble e~cnpcton .
Expresarsorpresa. aturdí miento, confuston y agotamtent~ ~ue.de res u1-
ta::ddl en-situaciones en las cuales los miembros de la famtlla uenen un
1ilalnJdevado para recibirinformación sobre esa clase de respuesta que el
~:Jili!illutabosca provoc~.
Una vez .observada cierta mejoría (aunque a
-~f1i!~lf0edersel~útil que el terapeuta manifieste temor ante mayores cambios),
·))Ertill(ln modo es esencial ocultar el placer que se siente por los cambios.
tai»>bPiaalllCíiadelterapeuta puede manifestarse mediante ritos de celebra~ seuaten el cambio y 1~ llegada a destino a través de un nuevo curso
~-
l'uedepreguntárseles a los miembros de la familia cuánto terreno creen
estilo de vida dominado por el problema, al haber
'CIÚiiiJidWo. el nuevo rumbo. Puede volver a evaluarse la influencia relativa
lfllitii!lbhaen las vidas de los miembros de la familia y la influencia que
4jtifilil1~11m1a"vida" del problema y comparar estos nuevos datos con los
~::;;~~~es anteriores. Además, puede preguntárseles a los miembrós de la
iti~lsil;nue!Va<e<lr:npren!;ión alcanzaron al cambiar sus estilos de vida, qué
• •t. .perollll que produzca esa nueva comprensión en el futuro y qué
nuevos conocimientos (que obran como señales en el nuevo
j¡:;!ijl¡iiifib) ileel'ca de los futuros destinos.
~·munbi~m pueden hacerse preguntas que pongan el acento en las
.ifiMWlllasde los sucesos ocurridos en distintos momentos, a fin de hacer
•
los cambios. Por ejemplo: "Usted se ha cread:o una nueva
~personal. ¿Qué nuevo futuro cree que ha de depararJ.e esa nueva
historia?"; ..¿Qué diferencia tendrá este futuro con el futuro que le hubiera
deparado su pasado?''; "~.medida que usted va percibiendo lo que ha
~· ¿qué aspectos adtctonales a~~ierte de ese cambio?".
In& de tera~~ puede alentar explicttamente las respuestas de los miem"
la fanuha a las_re~pues.tas de los demás con preguntas.tales como:
¿Hasta qué punto se smttó sorprendido/a por cómo logro' e'Vell . . .
1
cambio'>'' ''·Hasta
.
. a tnlctar e
-L-~ ~ t.
. ~u.é punto cree que él/elJa se siente sorprendido/a por
""'DU "6'V usted truc1ar el cambio?"· " .L
,
SOlprendido/a?" ... . .
· . · • t. e sorprende que eVella se sienta
General · • ¿QUIStera pedtrle a ella que le explique cómo lo log¡;ó?"
mente, el final del tratamiento no representa ninguna di ficu 1tad.
-hliil11e.;~l&Dllldo al
1
154
Como los miembros de la famil ia han ido avanzando Jenttai!nerlte'* ••
con la fónnula que ellos mismos elaboraron sobre labasedelaEND1iGilllil
de cada uno. el terapeuta les pide que dediquen parte de las ~-~
informarlo, a ponerlo al día, para que éste pueda eomprendel'
descubrimientos hechos por todos ellos 27 • Entonces el terapeua
pedirles a los miembros de la familia. en vista del éxito obtenido,
consejo que ellos consideren quepodríaserle útil a otras familias aw~lillll
problemas similares. Esta actitud eleva a la familia a la calteRodl1t
" asesora", en marcado contraste con la categoría de "paciente...
En esta etapa, como los miembros de la familia ya están másdis:pa¡éÍIJii
a afrontar .lo nuevo, la participaeión activa del terapeuta en laele~iÓI1161•
nuevas ideas es menos necesaria. Este tipo de conducta Uamadade
ración" adquiere un valor más alto y el terapeuta se desliga o va
gradualmente apartado del sistema terapéutico.
-~.-~•
Predecir las recaídas
Para tener una significación - y hasta para que pueda recl)D()j:á"leJa.
pauta- cada regularidad debe coincidir CQI) otras regularidades collapgj
y quizás con algunas aptitudes, pero esas aptitudes son tan evanuceal-~
. pautas mismas... (Bateson, 1980, pág. 51).
No es infrecuente que aL investigar nuevos tumbos de vida
las recaídas. La significación que se les atribuye a las recaídas det:Jelillll1
contexto receptor. Dentro del contexto de la red de supuestos fatnil:iímlltj
ftecuencia se considera que las recaídas son fenómenos de "n::troceltlf!J
momentos de estrés como los que caracterizan las recaídas, los miem-11
la familia se vuelven vulnerables a las antiguas ideas programadas
desestiman las nuevas que se vuelven borrosas para ellos.
Esta tendencia puede contratrestarse si el terapeuta ayuda a
nuevo contexto en el cual las recaídas se consideran sucesos
propios de los nuevos rumbos elegidos28• El contexto se est:abllliiiP.
terapeuta pronostica las recaídas como aspectos prácticamente
del nuevo rumbo, puesto que los miembros de la familia se ttasladálhiQ
punto de la escena a otro. En este contexto puede suavizarse el COiteeM
recaída y hablar de un "bajón" que puede ser reconocido por los mdlla
de la famili a como parte de una pauta diferente: ese
cadenará respuestas que han de contribuir a fortalecer la nueva
elaborada por los miembros de la familia para relacionarse unosCOJHIM
El terapeuta puede afirmar ese contexto invitandQ a los mmiiMl~
familia para que ést<OS reflexionen sobre las respuesrasque podrían dar aesos
"bajones" dentro de este contexto y ayudándolos a elaborar proyectos de
contingencia.
La conducta obsesiva -compulsiva d entro del contexto: el sistema
familiar mesmerizado
Las obsesiones son ideas. temores o dudas que penetran en la conci.encia del niño
sin ninguna aparente provocación externa y que éste siente aJen~s, mco~erentes e
indeseables. Las compulsiones son actos repetitivos y ester~oup~dos_ eJecutados
or el niño con la intención de protegerse de alguna amenaza 1mag,m ana ... El mño
se lamenta de las ideas que llegan a su espíritu y que él
puede
0 de los hechos que debe llevar a cabo para evitar que algo ternble le ocurra a el
0 a la familia (Chess, S. y Hassibi, M .. 1978, págs. 250-25 1).
~ismo
n~
comrol~r
La experiencia de este estilo de vida temeroso y la participación e_n él
no se limita al .niño que manifiesta l.os síntomas. La conducta obsesivacompulsiva infantil aparece en el contexto del a familia y es común que todos
mos miembros de la familia confiesen sentirse impotentes, agoreros Y
desesperanzados. Mientras el niño parece hechizado por los miedos, _los
demás miembros de la familia se muestran preocupados por la contemplac1ón
del miedo, hipersensibles a la experiencia que sufre el niño. En suma, todos
los miembros de la familia están mesmerizados y el centro de atracción es el
temor.
Los temores del niño llegan a ser un punto de referencia que influye en
una gran cantidad de dedsiones que toma la famil ia. Los miembros de la
famiüa, y particularmente los padres y el niño sintomático, consideran
cuidadosamente toda acción que se les proponga para determinar si ésta
puede o no provocarle al niño una angustia adicional. A medida que el niño
se va haciendo cada vez más dependiente de la conducta ritual destinada a
alejar los temores y a protegerlo de la ángustia, los demás miembros de la
familia también se van comprometiendo con esos ritos que, según creen,
evitan las experiencias generadoras de temor. Por consiguiente, a medida que
pasa el tiempo, se va estableciendo una imperceptible tendencia. según la
cual los miembros de la familia van buscando soluciones mágicas a fin de
contrarrestar ese hechizo que -consideran tan opresivo. Esas soluciones
mágicas incluyen esfuerzos concertados para no mencionar nunca los
temores por sus nombres y la evitacíón fóbica de los contextos específicos.
Para los miembros de la familia, los miedos que experimenta el niño
156
parecen tener vida propra, de modo ouMílliiriJ
naturaleza de las premisas y su¡pue~sk1S«i!Ue1tllffli
en la perpetuación de las obsesiones y
naturaleza de los supuestos que establecen e.:~~una significación a todos los suc:es,os tlue:vo:s,pu,c:1~
la familia busca soluciones y establece
temores tienen una vida propia, parafaciütar la$.Q)l-.;1*J._út~illlda¡~tar.ae
a su presencia'·; ..Los miedos son más tenu"blueuanciO-:•tot~ de
modo que lo mejor es no Uritarlos"; "Los miedos-IÚS_..W vuelven
menos temibles si se hacen losarreglosconveaieírtes"(jadeclr,siseaplíca
la magia correcta). Restñ ngidos por tales~
de la
familia (entre ellos el niño) colocan muy
las
notiCias referentes a sucesos QUie.cc)ntradlice:n tiiJe¡iJQI
seleccionan la información que tiene que ver co¡!'Já,f~it~l'CJ~·~¡j}GI. .
tem.o.res en la vida del niño y re!;po,ndleQ .l~~lltJ.,_'!
mente, contribuye a reforzar las an1igt¡l8&id.e~~
Esas respuestas se transformanenun:bátmory;fí•
no pueden emprende¡ una básq~a.bas-­
error, indispensable para descubrirnumiS:i
La siguiente exi>osición
conducta obsesiva-compulsivaW.W il.
principales aplicaciones de la teoría cib~¡f)
Terapia
Dos años antes de serme derivado, John WalkerZ9. de doce a1ios, comenzó a
maoifestar fuertes dolores de estómago asociados a una náusea constante. Perdió
una cantidad considerable de peso y después de varios meses de investigación se
sometió a un tratamiento contra la parasitosis. El dolor cedió, pero la náusea
persistía y John desarrolló un abrumader temor por los gérmenes. Como respuesta
a ese miedo. el niño comenzó a manifestar una serie de síntomas, entre ellos,
latli'5e compulsivamente las manos. Fue sometido durante un tiempo a terapia
illdividual y finalmente se le dio el alta, aunque aún conservaba algunos síntomas
JWSiduales. Como aJohn lo inquielaban pensamientos suicidas y como la costumile de lavarse compuJsivamente las manos babía aumemado, el señor y la señora
'Wilbrdccidieron buscar otras soluciones y fueron derivados a un tratamiento de
~familiar.
:!JI.m tenia un aspecto pálido, débil y desesperanzado. Los padres nos
COIIIUDicaroll que el jovencito se quejaba continuamente de las náuseas, y que
~ente en la medicación antináuseas. Por entonces el chico se lavaba
las manos aproximadamente 30 veces por día, cada vez temía más asistir a la
escuela y pcnnanentemente tenía miedo de que otros niños lo atacaran.
JOIID cenia una gran dificultad para mencionar sus temores por sus nombres
roJesfa cuidadosamente las palabras, de modo que sus respuestas carecían de toda
~Hablamos sobre la naturaleza influyente de los temores y analiza.,..!1-..consiCCttenl:ias que tenía esto en su propia vida y en la vida de sus padres.
~·"..,...,,.-- y la seftora Walker habían hecho todo lo que estaba a su alcance para
angustia y la desesperanza y temían que el muchachito nunca pudiera
Recientemente, en un intento de disminuir el temor de John a que otros
~.aaacat:an.la señora Walker había comenzado a llevar ella misma a su hijo
:'demás, se las había arreglado para estar completamente disponible
ntñ~ regresaba de la escuela, para que éste pudiera desahogar su
scntuse más seguro. El señor Walker también se había adaptado a la
!WIIiil!lllliCIOS mic:dos, disminuyendo el tipo de exigencias que normalmente se
muchachito de doce años 30•
l!íilil.iay
el mapa de la esfera de influencia de los miembros de la familia
El tera~uta les ~ide a los miembros de la familia que 1e suministren
detalles de la mfluencJa que ellos ejercen en la "vida'' de los miedos. ¿Hasta
Qafpunto fueron capaces de contrarrestar el estilo de vida dominados por el
temor Yretener parte de su propio territorio?
~icialmente, Jo~n Ysus ~adres t~nían dificultades para responder sobre los
le referentes a la _mfluenc1a que eJercían en la "vida" de los temores. Cuando
se ~guntó a John SI podía describir las esferas de su vida en las cuales imponía
:~:.::.?tad, el muchac~ito se mostró confuso y desorientado. Este concepto
~
dentro de su hbro de códigos; mi pregunta "no era natural", era
IS8
:: forzad~· ·. L~ hice not~ que, al venir a la sesión acompañado por·sm;palldlll
amenuza~o a sus m1e~os y luego me enteré de que John babia
consulta s1n su med•cac16n antináuseas. Al insi.~tir pidréndole a Jobo
ayudara a comprender cómo, en semejantes circunstancias había s'do
influir así en la ··vida" de sus temores. lo ayudé a recuperarse de
Luego. con ayuda de los padres, John pudo informarme sobre u '"BidWiiJij
.
1
1 ,
na .....
ocaswnes en as cua, es el había logrado influir en la "vida" de ~"".U.f:lkf..!
L uego 1es ped1 a los padres que me informaran cómo se las habfaá
para lograr que los miedos no provocaran un eclipse total de la vida
Durante toda esta parte de la entrevista, Jolmluchó visiblemente con la
entre la _influenc_ia de los temores y su propía influencia y con la idea creeiel*
su prop1a capac1dad y su propia fuerza.
:U
El terapeuta presenta la Segunda Ley de los Temores31:
no pueden sobrevivir si no tienen buenos arrlig1:>s c¡ue: lo:; alim1enten••yc~
que aunque los miedos parecen tener una vida p.ropia y una voluntad)_.
necesitan sistemas de apoyo para sobrevivir. Lasupervive~tcíatdelos•
depende de que se los alimente bien o no. Esta ley brinda un contell
cual los sucesos pueden codificarse de un modo diferente, de IDII_.lfj
contradigan las antiguas reglas y provoquen un "relajamiento"
sistema familiar de supuestos.
Atendiendo a esa ley, el terapeuta puede explicar la
recogida al trazar el mapa de la influencia de los miedos en
miembros de la familia. Así se identifican como "amigos de tosmiEdflllrll
ritos de evitación del niño y las demás adaptaciones fartlilil!re!>alllex.tSr@
de los temores32•
El terapeuta, al adoptar la posición de un experto en miedos,
autoridad que aunque los amigos de los temores son enemigos de bXlfo&;li!
niños, cuando éstos están atrapados por sus miedos creen que~ esos•!IIIIJ!
son sus amigos. De modo que los niños favorecen a sus ene:migol!itJ!!!I
favorecen a los feroces amigos de los temores.
Es importante elegir el momento más adecuado para
Segunda Ley de Jos Temore~ y paFa explicar la suD~enrive,Jlcita.GUJ~~·
atendiendo a ella. Esta presentación debe posponerse hasta QUerfll;lll
con la participación del terapeuta, comience a
a la influencia que tienen sus miembros en la "vida" de los
Anteriormente, estas per-Sonas consjderaron a los feroces am..~
miedos como sus aliados en la lucha que libraba el niño contra
y si el niño y lo padres no descubren nuevas ideas sobre la capacidad y los
recurso con los que cuentan para dar nuevas soluciones ames de identificar
la traición. es muy posible que no sean capnces de advertir esa nueva
información.
Mientras yo trazaba el mapa de la supervivencia de lo~ miedos (enunciando
la Segunda Ley de los Temores) y mencionaba la cue~tión de la traición,
súbitamente John observó con sorpresa: ''Esta es la primera vez que veo una
manera delinith·a de derrotar mis miedos (aunque. en el pasado. se lo había
alentado en varias ocasiones. para que cesara en su conducta obsesiva-compulsiva).
Ahora sabía que la solución consistía en dejar de alimentar a los feroces amigos
de sus temores. John y la señora Walker comenzaron a sollozar quedadamente con
(según supuse) cieno alivio. John se tapó los ojos con las manos y permaneció en
silencio. Le pregunté en qué estaba pensando y el muchachito me respondió que
le preocupaba lo que podría pensar yo de que él se hubiese puesto a llorar. Entonces
le dije: '"Si lloras para ademro en lugar de hacerlo para afuera, ahogarás tu fuerza".
¿El estilo de vida dominado por el temor
o la Segunda Ley de los Temores?
El terapeuta y los miembros de la familia analizan el estilo de vida
dominado por los temores y la predecible dirección que tomará en el futuro.
Se estudian también los detalles de la participación que se les exigirá tanto
al terapeuta como a los miembros de la familia si se continúa llevando ese
estilo de vida temeroso (se habla incluso de la "mesmerización" o la
"contemplación del miedo") y acatando la traición (los supuestos
preexistentes). Luego se analiza la participación que tendrían el terapeuta y
los miembros de la familia si se elige un rumbo alternativo, radical, guiado
por la Segunda Ley de los Temores.
El terapeuta alienta luego el debate sobre las dos opciones y pronostica
la aparición de la "resaca" en el caso de que se elija el rumbo radical. Es
notablemente difícil disipar este tipo de temores. El estilo de vida dominado
por el temor se instaló en los miembros de la familia durante un tiempo
considerable Yno se lo puede debilitar hasta que se logre desafiar con.éxito
la influencia de los feroces amigos de los miedos. Es probable que cualquier
comienzo de solución aparezca acompañado de varias formas de anoustia y
e
confusión.
Después de ~iscu~ir.los posibles aspectos de la resaca, se promueve un
debate sobre la dtspostctón con que cuenta la familia para afrontarla. Los
miembros de la fa mi lía, ¿están preparados para apartarse de 1a influencia del
160
es ti lo de vida te meroso? ¿Están dispuestos aemban:ane .
rumbo y resistir la resaca? ¿Están preparados_ ~losconunnue~o
·b· 1
r-•......,.. todo lo.,__..,.._
y rec1 1r os beneficios postergados?
·-au
John y sus padres analizaron los delalles de 1
.
. 1 d'
·
y
rad tea
. tl>Cutleron
las diferentes facetas de 1a - -u O(JCIODe&
· conservadora
·
.
· -proaosticada YliD .....,c..•Jo
á
fi
m s a trmaron queestabandtspuestosaembarcarsec:onuunuev
r--:-- .
0
las consecuencias de tal decisión.
rumbo YrestSttr
Oponerse al hechizo
Segui~~mente se organizan e~rimentosacordesconlaopción elegida
por la. famtha. Luego, esos expenmentos deben analizarse en sesiones
pos tenores a fin de sefialar las pruebas de que la familia tuvo éxito a1 elegir
determinado rumbo. En primer lugar, las familias en las cuales los miedos
constituyen un rasgo importante, generalmenteapoya losexperimentosen
favor de un rumbo radical que los aleje del estilo de vida dominado por el
temor. El terapeuta hace varias sogestionesyalia11aesetipodeexperimeatos
basándose en las descñpciones ya establecidas de la panicipaci6n que han
de tener en el nuevorumbotantOfos mielliblba~comoelterapeull
mismo, atendiendo a la Segunda Ley •loa TemaR~~. Bl terapeuta puede
aportar además ideas específicas que por sa~Uierior considere
útiles 33•
161
La s upcn·h·encia del desafio
~oce me~ es después se me informó que Jobn estaba llevando una vida
hbrc de problemas.
Conclusión
~~-..~BIIninte,
en respuesta a la respuesta del terapeuta. John y sus padres
..:oaocieron algunas de las muchas encrucijadas que afrontaron al desafiar el
fllilode vida dominado por el temor. Cada reconocimiento nos llevó a un nuevo
delc:ubrimiento sobre cómo se conieron los riesgos. Por ejemplo, John reconoció
1.1l!U'fll11D& Oca!iJQn comiendo fuera de su casa, mostró un profundo desprecio por
,.,.~'!ftCIJ'e!i l que esto lo Uevó a aventurarse más en esa dtrección. En la sesión
esas nuevas "aventuras''. Cuando losrniembros de la familia
liuclhiir los beneficios del nuevo rumbo elegido, el estilo de vida
....~...,.... ,entró en un estado de completo desorden. La vida familiar
contexto para la mesmerización, sino que, antes bien suminis~~ID para la exploración y el cambio.
seis meses y ocho sesiones, John dejó de consumir los remedios
...,.__ _. y, si bien continuaba lavándose las manos con bastante
•i51fJ'11ato Jos miembros de la familia como el terapeuta consideramos que
esliOIIIIIIbaiilellllnl•delos límites normales. John ya no tenía pensamientos suicidas
J-'*CODeaausiasmo el futuro. Había recuperado peso y se sentía nuevamente
ta.lilit..,....,c:oosiderabaque estaba por encima de sus temores y había logrado
111 'f 81tllalleclde amistades. En la última sesión, el señor y la señora Walker
118 becbo reciente que en el pasado podría haber contribuido a
ftepUesta dominada por la "contemplación del temor" pero que, en
•
C6fttribuyó a consolidar el nuevo rumbo.
lMI n!eifdas llamadas "bajones" fueron anunciadas como rasgos virtual-~ del paso que los miembros de la familia habían decidido dar. Se
..uzanm los proyectos de contingencia que permitirían a Jos miembros de la
flmililreacc:ionaren tales ocasiones, renovar el desprecio por las antiguas normas
1 decUnlr las incitaciones a panicipar del estilo de vida dominado por el temor.
162
Notas
1. En este capítulo centraré .la atención en la categoría de restricciones
con la redundancia, antes que con la relacionada con la retroalimentación, es
circuitos cibernéticos como sistemas de restricción (véase Bateson. 1972, ..,..,.....,.
Explanatíon", pág. 399).
2. Bateson oponía este mundo al "mundo de lo inanimado" (de lu bolas
y de las galaxias) en el cual bastaba con la explicación positiva. De acu.dD
explicación positiva, los sucesos toman su curso porque algo los impulsa o 101
en esa dirección. La explicación posilin incluye conceptos tales como fueal,
impacto y transferencia de energía. En este mundo. la cantidad. antes que la
es de imponancia fundamental.
3. La tesis sostenida por Bateson es que hay una identidad enue la llllidllll~l
mente y la unidad de la evolución y que las ideas son sinónimos o II'IIJSf'cllllllli•
las diferencias (véase "Fono. Substance and Difference", Bateson. 1972).
4. En varias ocasiones Bateson se refiere a esa red con las e~presiones
coordenadas'', "ideas programadas hará' y "matriz". Esta red es tautoUip:..
5. "Una historia es un pequeño grupo o conjunto de ese tipo de COIIIIIlllll!.
nosotros llamamos rele1·ancia" (Bateson, 1980. pág. 14).
6. Sobre un análisis adicional de la investigación de las soluciones
formulación de hipótesis referentes a la perpetuación del problema. viue
otros ( 197~).
7. Paniendo de la modalidad de la indagación. podemos infedr
descubrimiento puede alcanzar el que investiga. y al saber esto, podemos
tal descuhrimiento es el que. secreta e inconsciememente desea hacer el
(Batcson. 1972. p¡lg. 452).
ua:...,..
8. Por ejemplo. los síntomas de la anor.:xia nerviosa. pue?en con si~erarse determinados únicamente por las restricciones que> existen en. el ruvcl ~el. srst.:ma fa~trhnr
procedentes de creencias rfgidase implícitas. tanto en el no vel de las rm?genes e.s?ccr ~c~s
es~ablecidas por ciemos miembros .corno en el nl\'el de la> normas de mteracc ron (vcase
White. 1983).
. ...
9. "La dife(encia que sé da a tra,·és de l tiempo es lo que llamamos el ·cambiO .
(Báteson. 1972. pág. 452).
.
. ..
10. Este puede ser considerado un caso espec1a l de ~obk dcscnp~10~. Dentro del
contexto terapéutico. se ex ige que los miembros del SIStema terapeuuco marquen
disli.ncioncs emre conjuntos contradictorios de supuestos.
1 t. Esto exige queelterapcuta reconozca que (a) sólo vemos el producto de nuest;a
percepción; (b) en gran medida ocultamos la naturaleza del proceso de nuestra percepc1on
0 la naturaleza de nuestro conocimiento: (e) en nue tro carácter de te rapeutas . nuestro
primer deber es "alcanzar la claridad dentro de n~sotros mismos·· (Bat~son. 1972. pág.
487); y (d) la epistemologfa cibernética puede bnndarnos "un momentaneo destello de
esclarecimiento'' (Bateson, 1980, pág. 96).
12. Quizás sea más correcto decir que la doble descripción surge del _sistema
terapéutico mismo. Las revelaciones que resultan)' las nuevas respuestas de los m.ter_nb~os
del sistema señalan a los demá:> miembros (entre ellos el terapeuta) las nuevas d1stmc1o·
nes.
13. El grupo de Milán es famoso por los enfoques creativos elaborados para
establecer tales contextos (véase Sel vini- Palazzoli y otros. 1980).
14. Al considerar la categoría de las restricciones re lacionadas con la redundancia
más que con la retroalimentación, el concepto de "inevitabilidad vinual" puede ser útil
para explicar la presencia del problema (los síntomas no pueden connotarse d.e manera
positiva). Además de ser útil para seleccionar las nuevas ideas. el conceptodeinevitabilidad
vinual, sírúa el prolilema dentro del contexto dé las circunstancias y las condiciones dadas
(incluso las creencias). por lo tanto contradice las explicaciones "caracterológicas" del
problema.
15. Es útil pedirles a Jos miembros de la familia que midan la influencia relativa
en porcentajes.
16. "Los ór.ganos sensoriales del ser humano sólo pueden recibir noticias de la
diferencia y por ello es necesario codificar las diferencias en sucesos que ocurren en el
tiempo (es decir en cambios) a fin de que aquéllas sean perceptibles" (Bateson, 1980, pág.
79).
17. Véase Selvini-Palazzoli y otros ( 1980) para un análisis del concepto de
neutralidad. Puesto que los hechos "que no son son diferentes de los que podrían haber
sido" (Bateson, 1980, pag. 111). la neutralidad en contexto tiene sentido. Por esto, y
porque las creencias y valores del terapueta no se pueden enterrar, considero que la
neutralidad es s<ílo el nombre de una técnica.
~ 8. Las salidas exitosas sólo a veces son angustia:ntes, y con frecuencia suelen ser
angusuantes para algunos miembros de la familia y no para otros. Cuando no se informa
que se haya presentado ninguna "resaca··. el terapeuta puede interrogar a la familia sobre
esa cuesuón de un modo que ayude a los miembros a seleccionar ideas relacionadas con
los propios recursos y la propia flexibilidad.
19. Ya analicé esta forma de panici pación terapeuta/paciente en otro Jugar (White
1984).
'
:
20. ('- ve.ces ocurre que las fami lias sostienen que no ha habido un cambio en
nroguna d1recc~ón., En ese ~aso. es ~onveniente que el te rapeuta afirme que el hecho de
que n.o hay~ nrngun camb1o contnbuye a reforzar la opción conservadora. Que nada
camb1e Slgmfica mantener el m1smo rumbo y el ter:)peuta puede señalar la diferencia
entre ese estado de cosas y lo que podría haber 9currido.
164
2 l. Las respuestas nuevas son. con mucha fft:C!Hmcifi.~
respuestas que. no ~e predijeron -y no .se hubiera póclidl~lllldlili
sobre la nec~s•dad de panicipación del miembro de la fllai~ltGr
curso de acc•ón.
.
22. En varias. ?casiones tuve la siguiente e:x¡peri'-!ii:~jj
m1cm~ros de la fam11ta descubrieron cambios durante
enrrev1sta, aun cuando tlichos cambios hubie.sen ~llllCilO "V:IIiilíij((i¡
23. No es necesario que los miembros de la
Lo verdaderamente imponante es que obtengan una~~~~~..~~~~
el espíritu del terapeuta.
. 24. Véase, por ejemplo. Papp (1980), 1be GreekCIIinláal
Fam1ly Therapy".
. .25 .. En mi trab?jo con ramiliares de penonas Clql•j6
Pstqu1átnco dé Glens•de. en algunas ocasiones me
deliberadamente como respuesta a la noticia de
había hecho algo positivo para sí. No obstante
lectores: una vez calculé mal y casi atravieso la paJIIWiaCJ¡ue'lillfl
ojos aterrados del equipo profesional que me IC(IIID¡ltdl~
26. David Epston, un terapeuta familiar
pan.iendo de las ideas de Tumer ( 1969) y van uconcptii'IIU•
de este enfoque en el tratamiento de diversos pn~lbleiiiiiJ<.
27. Esta idea de desligar al terapeuta y a
común. Por ejemplo, Haley (1976) sostiene que es
familia comprendan que son ellos mismos quielles
para que se diera el cambio y describe un
tranquiliza al terapeuta que acaba de pedir disillÍJII~.D
cambios logrados por la familia.
28. Sluzki ( 1979), al discutir el pnx:esai:.t.;~iii
migración como una "curva de rendimiento
sostiene que predecir. la angustia que pn¡lbalblellliiillilii'Mj
es import¡¡_nte ''a fin de iegitimar esa expeñencia
negativa (pág. 387)o
29. A fin de preservar el carácter comlficleáC. .i
nombres y apellidos.
30. Investigando los intentos de sol111Cieiai¡illl
(ritos de evitación) es posible formular hip6lei*'Jfll
asigna significac\ón a los sucesos que .se pnldW:tp•
referentes a la naturaleza de los supUesto$
en forma de reglas que están empu-entadlii
31. En esta etapa también pueden
g~§~¡¡¡~~~~~
aumenta
en 1a
proporción
directa
con
incluyendo
Prímerá Ley
de •r
· el
y la Tercera Ley de los Temores de
humor, insisten en que .se los
(comunicaciones personales).
~~~~5¡¡¡¡¡~¡
en la perpetuación
de los comentar
temores.
32. No es prudente
la anoustia del niilo y han obrado lo
su hijo, hacer comentarios direc:t~ sotn
miedos. puede provocarles senunuentos de
1o1 1reae ca eJ cambio. Los padres deben darse cuen1a por sí mismos de su
~pecidlllllbihlll y responder de una manera diferenle a medida que van marcando
tu dildiiCicJen- realls o 1eye1 conlradictorias y la participación en los es1ilos de vida
Wii&LJIIM , 1 CaiiiCio esao ocurre. elterapeu~ pued~ lla~arl~~ la alención sob~e las
~
1
111cer comealarios sobre la vartual anevuabahdad de las anuguas
•elflu...,
·
h.aa Ch.ld
a ua·dance c1·•me· desarro11aron
33. Mil f11n J • equipo de la Pbiladelp
1
iiiiii:IIOI ..... ~ ~ que pueden ser útiles en este ripo de 1ra1amiemo.
9
. Terapia conjunta para hombres
VIolentos y las mujeres que viven con ellos•
Este capítulo trata sobre la violencia que algunos hombres ejercen
contra las mujeres que viven con ellos. Aunque no pongamos aquí el acento
en los casos de abuso infantil y de incesto padre/hija, gran parte del análisis
sobre la violencia masculina que aquí presentamos, así como su aplicación
terapéutica, son válidos también en esos casos. Si discutimos aquí la cuestión
de la violencia masculina, ello se debe a que la abrumadora mayoría de las
víctimas de la violencia doméstica son mujeres. Creo que al hablar del
contexto en el que se da la violencia masculina contra la mujer debemos
considerar inevitablemente la ideología patriarcal. La directa relación entre
esta ideología y la violencia masculina ya ha sido bien establecida (por
ejemplo, véase Mclntyre, 1984) y en este capítulo no analizaremos los
detalles de esa relación.
Como estos comentarios se refieren estrictamente a la intervención
terapéutica que puede hacerse contra la violencia de los hombres hacia las
mujeres que viven con ellos, ese será el foco de nuestra atención. Con esto
quiero decir que los comentarios no incluyen un análisis sobre la importancia
crítica que tienen la provisión y la utilización de los servicios para la mujer
(tales como las organizaciones y los refugios destinados a ayudar a las
mujeres golpeadas) ni tampoco un análisis sobre los servicios para hombres
violentos (tales como las organizaciones de grupos masculinos destinadas a
hacer una evaluación crítica de la violencia y de la ideología patriarcal).
Tampoco se incluyen en estos comentarios los detalles de la intervención que
se hace necesaria cuando esos hombres persisten en su actitud violenta hacia
sus mujeres, intervenciones en las cuales se busca que el hombre asuma la
responsabilidad de perpetuar la violencia (lo cual incluyedenuncias policiales
y acciones legales) y que la mujer tenga una protección y un apoyo que le
permitan escapar del contexto violento.
•Publicado en Dulwich Cemre Nrwsletter. primavera de 1986
166
Batos comentario&se refieren específicamente a los casos en los cuales
p."':. bQibbJre acepta abandonar la actitud violenta y la ,mujer aún siente el
:-'JiJil1ftmdlo deseo de salvar la relación de pareja. Se ba criticado mucho la
conjuntamente con los hombres y las mujeres, aun
ouaado se trate de estas circunstancias particulares. Con frecuencia esas
k-1rdteesserelacionao con la creencia de que las entrevistas conjuntas ayudan
al hombre a eludir l a responsabilidad que le cabe por los actos violen ros y
léfuerzan la interpretación victimológica del acto violento; es decir. la
c:onstruccióndelaidea de que es la víctima quien perpetra el crimen. A veces
aambién se ha sostenido que la terapia Gonjunta apunta a mantener unida a
)apareja.
Aunque e eo que éstas son críticas razonables a una parte de la
'bibliograffasobre terapia familiar/marital, no creo que sean críticas razonaWeaala terapia conjunta, cuando la violencia se analiza dentro del contexto
•-~""• '-ideología patriarcal. Si la terapi~ conjunta se realiza en estas condicioIIICIIL.-:uu.~encia me indica que se puede lograr, por un lado, poner el
.aP.uq~eJIUa respon~ilidad que tiene el hombre por los actos violentos, por
'**rqllklo,, ccmtrm11est;:rrlas ideas de quees la mujer quien provoca la violencia
'IJOrliltillno, socavar efectivamente las obligaciones provocadas por los
,;ISlm~possexuales y sobre la identidad femenina. Todo ello hace que la
W.¡piaconjunta presente la separación como una opción más viable en el
"diSCrdeque la mujer pierda el deseo de salvar la relación de pareja.
las mujeres que son víctimas de la violencia masculina, la
.
ación siempre es una cuestión compleja. Al pensar en la separación,
fatañablemente estas mujeres se enfrentan a la falta de los recursos sociales
--:51--•-permitirían alcanzar el éxito, otra vivienda, el sostén económico y la
~-I(IP'llade famili¡u-es y amigos. Además, la amenaza de represalias violentas
l;:,t!liiqp&ISaellamisma y a los hijos.es otro de los elementos que atentan contra
l>< :liili•m'!ftAseparación. Por otra parte, los estereotipos de sexo (que incluyen
~jD!liisas según las cuales el valor de una mujer sé mide por la capacidad que
f.'.~iltl:1elltgade;llSUmiJrunrol subordinado y de colocarse siempre en un segundo
jl.iiO) hacen que la experiencia que tiene la mujer del derecho a tener su
-mtlllñavida. sea muy débll. Con laayuda adecuada, una mujer debería poder
__f!¡qjenresas dificultades, superar el hecho de que durante mucho tiempo
~tó una penetrante e insidiosa anulación de su identidad, lo cual la.
1tevóa tener un sentimiento dominante de pérdida de sí misma, aun en otras
J:eladones diferentes de las que mantiene con el hombre violento. Estoy
familiarizado con muchos ejemplos de hombres que, sistemáticamente,
reptaentan la experiencia de una mujer y reinterpretan su histoda de tal
168
manera
. . y
.
. que la, versión que ellas tienen de e~as
· e"'...penenctas
hISt~n a rermma por ~Iterars-e hasta el punto de no tener ya Dínlfllilll
contacto con las verstones con las que antes ellas se ídelntífíad_.~
.
, Creo que
_ d a través de las entrevistas conjuntas, 1amup
mas .capac
na
.
a,
puede
rebautizar
y
reexpresar
su
p
.
h_ .
rop1a ...,,1tltmd
prop~a t ~ton a_dentro de un contexto auténtico qoe es el nu~;mc1 eu 81111
anulo su 1dent~dad. Por esta razón y como dije antes, si la m~FPi
deseo de continuar la relación de pareja, la terapia conjunta
fuerzas para marcharse.
Si consideramos la ídeología del patriarcado coJn01el conthtifaii
se da la violencia masculina, podern0s investigar .. .;...-.....,.w;;
interrelacionados, incluso la idea de que las mujeres son r- - r - ·
hombres. y partiendo de esto, la idea de que los hombres pu.-q
desean con sus. propiedades; y el concepto de la jerarquía
natural. del incuestionable der.echo que tiene el hombreaocull•J
superior según ese orden natural, todo lo cual pone cla:rana~
el control que mediante las "tácticas de poder" secejerce sol:~te~lll
menos derechos (las mujeres). Cada día, los mediosdecornm:ñal
las relaciones de pareja, el relato de las historias •a~•w.uca..¡o,
de mil maneras diferentes estos conceptos.
Para 1as mujeres las consecuencias de tales ideas
la explotación, la desigualdad y el empobrecimiento
hombre, las consecuencias incluyen la intoxicación con
y una gran insensibilidad para.perdbir laprofundaincll(lll_.
distinguir entre su experiencia de los sucesos y la
mujer de los mismos sucesos, particularmente de klsblt•
("fue sólo un golpe ligero"). Después de todo, bat1itualllllllll
práctica en señalar las diferencias que hay e~ su
suceso y la experiencia que tiene alguna propiedad
La siguiente es una guía detallada de
conjunta, un análisis que presenta una intt~mrel.lu:i4~
violencia ma§culina.dentro del contexto de la icieoi~P,I
intervenciones que me resultaron útiles
a esa conducta y a esa ideo.k>gía:
1. El terapeuta indaga a la pareja aceiC& de
sobre la a!Uesión masculina en general y
ocurriero~ los episodios particulares de victlelldi(CIJ
pensaban ellos en aquel momento. G.ie_ner'aln&te.lllll~
incluyen la opinión de que la.agresJon esnu~na~-~
hombres y que el acto violento es ~a
provocación de la mujer. Estas sugesnones
ft •
1
1
-1
1
CXI•-
versión ~ pueden compararla con la antigua. Nuevamente. si la terapeuta es
alasmujeressesustentanysemantienengraciasa la teoría de la victimología.
Con frecuencia se pone particularmenteel acento en una teoría de eyacu )ación/
cararsis,lacual sostiene que la violencia es una sustancia que puededefinirse
cuantitativamente, unasustanciaqueseacumula y que periódicamente debe
serdescargada. Esta idease refuerza mediante la interpretación freudiana de
Jos hechos que as! se infiltran a través de las películas, la literatura, etc.
2. A tia de dar a los miembros de la pareja la seguridad de que la
versión que dierOn sobre la agresión y la violencia fue perfectamente
comprendidaporel terapeutaydequeno hará falta un esfuerzo adicional por
partedeeUosparaexplicarla,elterapeutapuedehacerunresumendelo dicho
porellosytransmitirleslasensacióndequeestáprofundamen te familiarizado con las diferentes ideas volcadas en el relato de la pareja.
3. Lue¡o, el tera~ta comunica a la pareja:
a) qúdi1Mtbi6ié0iloceotta teoría sobre la violencia masculina, una
nueva versión que es diferente de la dada por la pareja.
b) queJe llaman la atención las grandes diferencias que observa entre
una versión y otra.
e) que la se¡unda versión choca tanto con la primera que cree que
quizás la pareja se sienta profundamente perturbada por ella,
partiCiularmente el hombre.
d) que-eiiiDmbre puede sentir un gran malestar afrontando la nueva
vasióQ:paato que 6sta puede provocar profundos cambios en la
te~ de la pateja.
e)· que~aeoorreelriesgodequeelbombre, al escuchar !asegunda
versión. pueda estallar o sentin;e impulsado a defender la primera
vemióa,
f) (si-eltealptlla es una mujer) que el hombre considere la segunda
versi6a pat~.o amenazadora e inaceptable por el hecho de
que~mojer.
4. Luesoel ~1ttdagahastaquépunto la pareja está dispuesta
a acep~ la nueva versión. El t.erapeot.a puede contribuir ala preparación de
la pareja pregumúdoles cuS ele los dos esu más dispuesto y cuál lo está
men~ a véQelas eot1 UDa nueva versión que se opone decididamente a la
antenor. Hay quepoDerespeclalc:uidado en asegurarse que la nueva versión
no gen~ uua co~ de ideas. A fin de contrarrestar la posible
generaetón de seme~debate, el terapeuta puede sugerir que, si la pareja
lo d~sea, ambos pueden manteQerunaactitudescéptica respecto de la nueva
versJón hasta haber oldo toda laa.poaici6n del terapeuta Se pone el acento
en 1~ comparación de las ideas aata que en el debate y se le comunica a la
pareJaqueaumentaránlosbeneficiossielloslogranconocerafondolanueva
170
t
una mu~ e r, ésta puede sugerir que e e hecho probablemente dificulte la
aceptación de la nueva versión ~obre la agresión y la violencia sobre todo
el caso del hombre.
'
en
5.
Una
vez
crue
consioue
pr~pa
,
1
•
.
•
.
o
"
rar " a pareJa, el terapeuta señala la
1deolog1a patnarcal
como el contexto
en el que se da la' v·101enc1·a mascu ¡·ma
•
.
.
contra 1a muJer.
Esto se looraexarnmando
la'·' ·mstrucc1·ones para desempeñar
.
o
su rol ~ue rec1b~n tanto los hombres como la~ mujeres a través de diferentes
mensajes; poreJ.emplo, pue?_en anal i zar~e recortes de periódicos, anuncios y
de rev1stas; tamb1en
pueden
·
recortes
.
·
. . 'anat1'zarse las. 1·nstrucc10nes
que se
rec1ben .a través de los relatos h1stóncos o familiares. Se establece una clara
separac1ón entre los actos .de agresi.ón y violencia masculina y las teorías
s~bre los aspectos deter~mantes biOlógicos y genéticos y se identifica a
d1c~as teonas, en camb1o, como estrategias basadas en los conceptos
patnarca.les y mantenidas por ello , conceptos referentes a que la mujer es
una prop1edaddel hombre y a que éste tiene derecho a ejercer su poder sobre
esa propiedad a su antojo. Todo esto prepara el terreno para desafiar la teoría
de la eyaculación de la violencia con el concepto de que la cólera asociada a
tal violencia es hipócrita por naturaleza y con la idea de que la ira hipócrita
es una variedad de cóleraintoxicante. pues cuanta más ira expresa, más se
intoxica con ella. También puede subrayarse que la creencia de que la mujer
es propiedad del hombre lleva a éste a la.insensibilidad y el aislamiento.
Seguidamente, el terapeuta comienza a indagar la experiencia que la
mujer tiene de los hechos. Para ayudarla a identificar esa experiencia, eJ
terapeuta puede sugerirle varias palabras y preguntarle cuál se adapta más
a lo que siente, palabras tales como: explotada. oprimida, sojuzgada,
sofocada, esclavizada, etc. Luego se le pide a la pareja que imagine la
experiencia futura en el caso de que continúen dejándose llevar por esos
conceptos patriarcales de la relación de pareja.
6. El terapeuta abre luego la discusión de si el hombreo la mujer están
de acuerdo con dejarse llevar en un futuro por esas instrucciones
empobrecedoras o si, en cambio, creen que tienen derecho a crear deliberadamente una relación que sea viable para ambos. Esta discusión puede
enriquecerse yuxtaponiendo conceptOs opuestos. En la práctica de generar
estas yuxtaposiciones de opuestos. me resultaron útiles varias ideas de la
teoría femini sta y del trabajo de Gregory Bateson y creo que hay una gran
correspondencia entre estas dos fuentes. Las siguientes preguntas son una
muestra de aquéllas que pueden formularse en esta etapa de la terapi~. A
causa de la desigual distribución de poder que existe en la relac1ón.
inicialmente estas preguntas se le dirigen al hombre:
171
-¿Cree que está usted más de acuerdo con esas instrucciones empobrecedoras
viaculadas con la idea de ejercer poder sobre los demás o acaso le resuha .má~
auac:tiva Ja idea de ir apreciando cada vez más los recursos y la eapac1dad
personal·~ué cree que encaja más con el tipo de persona que es usted?. ¿l: r•
iatoxi~ión con esa cálera llipócri.ta y el aislamiento personal o el des•gmo
personal y la capacidad de estar en contacto con los d~más?
.
-¿Considera usted que debe continuar sometiendo esta relac1ón a los
conceptos de jerarqufa y represiOn o que debe huir de ellos y aventurarse a un
arreglo más equitativo y viable?
. .
.
.
.
-¿Debería ustetl ajustarse a las prescnpc10nes ~esunad;as a sallsfacer.la
avide~ y la conveniencia de Jos hombres o cree que.debena oponerse a ellas y deJar
que sea la prudencia Jo que influya en sus decisiones?
1. Continuando con la discusión que segenera mediante la yuxtaposición de las oposiciones, el terapeuta sugiere que sería conveniente que la
~ja vayaconsiderando Jas.posibles consecuenQias que tendría esa r~ptura
las antiguas convenciones. Lo que sigue es una muestra del upo de
:pguntas que suelo fonnular al Jlegar a este punto:
-Si usted se opone a esas ideas sobre la supremacía mascuJjna, quizás esa
nueva actitud Jo aparte de los demás hombres. ¿Cómo manejaría esa situación?
-Si usted rechaza esas prescripciones que están envenenando su mundo,
~encontrarse en una situación difícil cuando en la próx,ima reunión familiar
... cuftado humille a las mujeres. ¿Qué consecuencias cree que puede tener todo
GfO en el futuro de la relación con su cuñado y cómo pjensa afrontar esas
CONieeuencias?
.....:Si usted logra comprender la experiencia de opresión que tienen las
mujeres, le va a resultar intolerable que alguno de sus compañeros bromee
4itiencloque el verdadero placer que encuentra jugando al squash es imaginar que
lt t*ota es "la vieja". ¿Cómo se las va a arreglar en una. situación semejante?
.-.5i las nuevas ideas desalojan a las antiguas, usted va a tener una gran
~·.jififp)Uld para apreciar muchas de las bromas que se hacen en el bar. ¿Cómo cree
·~~¡e'ioQWjm sus amigos el hecho de que usted ya no festeje esas bromas? ¿Cómo
A~lii'iifront:ar el hecho de convertirse en una amenaza para ellos?
~~su compafiera se ~forma en una autoridad en el conocimiento de sí
su propia bistoria y confía en su propia expeden:tia, ¿cómo se
usted ante las opiniones vigorosas de su mujer? ¿Cree que podría
~--rlas o que estallaría?
~ala mujer) ¿Cómo imagina que reaccionaria su pareja si usted reelaborara
lílhJpia historia Ysu propia ex;periencia? ¿Es probable que é-l le pida que le evite
illj~IC con esas opiniones o cree usted que él estaría más dispuesto a
áMjilmrlas sin estallar?
.,..,.11011
Después de analizar las conseeuencias del
ambos si están dispuestos a explorar algunas de las
experimentar sus vidas y su relación si ellos se
instrucciones de la ideología patriarcal. Hasta ahora
en esta etapa, una pareja que noquisieraex.tleriimfmt,,r,.J.,..IIÍII
llegara a ocurrir podría sugerir la separación como una
para la mujer. Los experimentos iniciales pueden ir delldel"!tt
desarrolle estrategias para contrarrestar Su tendenciaaú!tt1¡diill
sobre qué estuvo haciendo cada vez que ella llej~ULSU~IB.d'ltlii
minutos tarde, hasta que la pareja discuta los diferentes
medio de comunicación que promueve la opresión y uu~HII
mujeres. Otros experimentos pueden incluir tare~ que-·-.•..,.,.~
desarrolle una comprensión más acabada de la eXI;lefiletlC:ía~
de los valores patriarcales, haciendo la aclaración de (IUtt•tl
doloroso para el hombre.
8. Es irnportantequeelterapeutarespot~da:atcldoslclll
en un sentido que contribu-ya a vencer los valores patrial..-¡llfj
celebrar el hecho de que el hombre intenteaceptarlamte~­
agresión y violencia y acc.eda a emprender ex¡~im-~
pueden apartarlo de muchos etros hombres. En
terapeuta puede emplear díferentes variantes tHU~••'AII.,_
describí algunas de ellas en otro lugar (White, 1~cq•~:s:2
Seg!Jn me indica mi experiencia, al oabodetoc!~eldi1.se libera de la responsabilidad por la violencia y, al
más capacitada puesto que alcanza una posición UG.illiH~
propia historia y su propia experiencia.
Nota
ptM ~ Nflejar las deéisiones y prioridades de la mujer. Ademá.~, e~
Impon~~* alen&arll homllrc para que hable de ello con aquellas otras personas que: la
mqjer haya .ae,Jdo,.. que fa ayuden a transitar esa vía de escape. Conseguir que el
hombre
tJOM¡iiOIINiido en este proces.o es una manera de aumentar su respoñ!Nibllidad pt~tla Ylollada puada y, además. es algo que tiende a contrarrestar cualquier
cipo de IL'Cic1a ~ caae el bombre podría e mprender como respuesta a la acti.tud de
la mujer • .....,. . vla de acape.
SI ..._ que lilleiCrHiir estas notas pondría, además, el acento en la enorme
iri..,._rtiiiJda..eila-deaeel''líldlo de fdenlificar los logros aislados que hubiera obtenido la
...........1'"1IJS1ici4a de Jos opuestos" tratados en e l punto siete.
•
-
te.,....
f
1
¡
10
Destruir los miedos y domar
a los monstruos
Un enfoque para el tratamiento de los temores infantiles*
.En ~s~e capítulo ~e~onsideran los temores infantiles dentro del c.ontexto interacciona!
de la fam1ha. Y se sostiene que la supen'ivencia y el fortalecimiento de tales m'ed
1 5
depende de la presencia de un "sistema que apoya el estilo de v·1da d · d
· d •· M d.
. . .
omma o por 1os
m1e. ~s ·. e tante un e~amen d~ la part1C1pac1ón inadvertida que tos miembros de la
famtha llenen e~ ese esulo de v1da dominado por los temores, se pueden obtener los
detalle.s de ese ststema de apoyo.
Se tratan tam~i.én ~quí las for~as de intervención que tiene el terapeuta para
desba.rat~r esa paructpa~•ón . Tales mtervenciones incluyen la presentación de una
desc npc1ón del problema mteraccional y no amenazadora y un rito estructurado destinado
a o ponerse a l estilo de vida domi nado por el miedo. Como ejemplo. se analiza un caso.
°
Los temores infantiles
Muchos niños pequeños desarrollan temores específicos de diferentes
tipos, temores que se vinculan con varias cuestiones relacionadas con su
desarrollo y con el contexto de ese desarrollo. Tales miedos adquieren
muchas formas diferentes y con frecuencia se manifiestan como ansiedad,
fobias y aislamiento social. Aunque los temores infantiles pueden ser
pertinaces, en la mayor parte de los casos son transitorios y suelen declinar
naturalmente con el paso del tiempo (MacFarlane y otros. 1954, Agras y
otros, 1972).
Sin embargo, a veces, algunos de esos miedos son más tenaces y pueden
persistir durante la adolescencia y hasta la edad adulta. Cuando ocurre esto,
los temores pueden provocar distintos grados de conduetaobsesjva-compulsiva
que tienen un efecto altamente restrictivo e incapacitadoren las vidas de los
jóvenes y de los miembros de la familia. Teniendo esto en cuenta. es necesario
encarar tratamientos destinados a resolver los temores infantiles que se
manifiestan particularmente tenaces e influyentes.
*Publicado en Dulwich Cenrrt Re t·iew. 1985. En mayo de 1984 se present6' eD d
D.ulwich Ce rure un~ vers ió n de este capítulo.
174
17S
Algunos de Jos temores que más comúnmente experimeman los·~iños
est*l relacionados con la noche. Esrospueden incluirel miedo a la.oscundad.
a irse a dOrmir, a monstruos indefinidos y a los posibles merodeadores. Es
frecuente que tales temores aparezcan acompañados por pesadillas y sueño
entreCOrtado.
En la bibliografía referente a estas cuestiones. se han dado varias
explicaciones de la aparición y la persistencia de tales miedos y. en_tre ellas.
predominan las teorías psicodinámicas y d~ la ~onducta. Es ~s d1feren.tes
explicaciones suelen señalar diferentes imphcac10nes para la t~tervenc~~n
terapéutica. Una explicación a la que no se le ha prestado la debtda ~tenct~ n
en la bibliografía. es la que destaca la importancia del abuso sexual mfanttl,
incluyendo el incesto, en nuestra comunidad. Herman, despu~s de amalgamar los resultados de cinco estudios sobre abuso sexual, sostiene:
1
Los resultados deJas cinco investigaciones son notablemente coherentes. De
una de cada tres, a una de cada cinco de todas las mujeres infonnaron que tuvieron
~pn dpo de encuentro sexual con algún hombre ad~lto durante su infanc.ia. Entre
el"cuatro y el doce por ciento mencionaron haber temtlo alguna expenencta sexual
CODihl pariente (citado en Breaking The Silence, 1985).
La conexión que existé entre la explotación sexual y otras formas de
abUso infantil con el probable desarrollo de temores nocturnos es evidente.
Otra explicación que hasta hace muy poco tiempo también fue pasada por
.alto, se relaciona con la profunda inseguridad que pueden experimentar los
nif1os respecto de la amenaza de una guerra nuclear y de una catástrofe
ecológica (Family Therapy Networker, 1984; Sanders y O' Donnell, 1985).
Los terapeuta$ siempre deben tener en cuenta estas explicaciones al
evaluar los miedos infantiles y su contexte. Si una indagación del contexto
delos temores se ajusta a esta explicación o apunta a ella, debe encararse un
tratamiento apropiado.
El contexto interaccional
En muchas familiasresultaevidentequelos temores infantiles sobrevivadentrodeuncontextointeraccional, un contexto en el cual los miembros
di la familia participan sin advertirlo y, como consecuencia, ayudan -a
pllillpetU&rY a alimentar tales temores. Si el terapeuta averigua cuáles son los
iiMntos que han hecho los miembros de la familia para ayudar al niño a
illlfiemar sus miedos, podrá descubrir los detalles de un sistema que apoya
- 1
el estilo ~e vida dominado por lo!!' temores y,
mformac1ón sobre cómo los miedos legraron tener
aplicación inadvertidacleesas •·soluciones., quesoto-s1,rw!IU!IMIIII
problema, puede considerarse un ejemplo del renomen,,de:Rc-*
Amplificador de la Desviación (Wender, 1968)2.
En respuesta a la sensación de opresión quE~experimc~lell[lll
de los temores, los demás miembros de la familia yéll~~ial:me~
intervienen más activamente en la vida del niño y toman nte~fidallq¡il
una mayor responsabilidad respecto de su se9nrio1Atl Trlllal!ldeeifli
intensamente su capacidad de afrontar los miedosa fiJndt~reliueittij
del niño. Este, a su vez, responde cargando mayor resJponsabilf4
padres y sintiéndose menos capaz. En suma, pierde aún másJaeiPI.:MIII.
supervisar su propia vida.
Una descripción interacciona) del problema, acCJ1mpdlldajf11
puede ser una buena forma de terminar con esa pa~:ticipacióaa~Mtlllilii
de los miembros de la familia en una dirección teoilCJ'l&, y'fflllllllil
círculo más virtuoso en el cual los miembros de latamiiliapue~­
en una dirección más conveniente para el niño. Se han apJita!W
variaciones del rito con niños desde: los cuatro y hasta los.
sentían pertinaces miedos noctUrnos. David Epston (1911~}~11Mllllllll
para niños mayores con el mismo problema. Cuando 5e-J~M!~I
extremos en niños mayores y en adolescentes, tenlOIIe&<lllellll
tarse mediante severas formas de COJldlltCUt o~tse!IÍV-Il-CCHDJ~~
río aplicar un enfoque más detallado (véase Wbite,198M
Montar la escena: establecerunainfluenciarelllatm~J
ción interaccional
inform~ción
dar, el terapeuta evalúa cuidadosamente la
::U'licaciones
!..ue haJosdenomiembros
la familia. Si resulta evidente que estas últtmas
son aplicables al caso y que los miedos subsisten dentro de
de
de
=~aextoenelquelosmiembrosdelafamiliaparticipaninadvertidamente
para maDtener UD estilo de vida dominado por el temor, el terape~ta puede
pedir que el nifto le baga una descripción más elaborada de los mtedos que
lo hacen sufrir.
Si los temoreS '"tienen aspecto" de monstruos, se alienta al niño para que
tratededibujarlos.Sisctratadetemores menos específicos, se le puede pedir
al nifto que les "invente una cara", que imagine qué aspecto tendrían esos
moastruos si se 11181aializaran. El terapeuta puede ayudarlo sugiriendo
posibletclescripcioDes..Loegose le pide al niño que dibuje como pueda esas
i~Siel~tenuente, se le puedeexplicarque dibujaren
UD papel las "é:adr dé los miedos es el primer paso para capturarlos y
domarlos.
SeguidaJnente. él terapeuta ayuda a los miembros de la familia a
establecer la influencia telativa, es decir, la influencia que esos miedos
ejercen en sus vidas yláinfluencia que ellos mismos ejercen en la "vida" de
los mieciosl. Con frecuencia, al nifto le cuesta determinar qué influencia
ejerce en la vida del temor. El terapeuta puede ayudarlo a detenninar esa
inftueocia li'""'Bcfole la atención sobre los aspectos de su vida que puedan
baber sido edip:sadoS por influencia de los miedos. Una vez hecho esto, el
tel'lplllltapaiclepedirles al niño y a los miembros deJa familia que lo ayuden
a ~eoilertlas. en tales c:in:unstancias, el chico fue capaz de retener
todoelc:ontrol que aánejerceen su propio territorio. Puesto que la derivación
deaa~delacapacidadquetieneel niñoolaniñadeinfluiren la
"vida" del pmb1e:aaá es esencial, y puesto que con frecuencia resulta difíci 1
~puedeDegaraesadescripcíón indirectamente. Por
ej~o, suelo explicarle al nifio que lo que intento hacer es establecer,
medi~ua-.qaeQoeUatiene la capacidad potencial de influir en la vida
de suanáedil Sia~ la naturaleza del test. le fonnulo una serie de
~e• ·~Jaegoleinformo los resultados. Entonces, le pido que
me exptiqae~a'JIIjlible que baya sido capaz de respondenne "x"
~--.Jii'MpiijJio de 111 edad e Y preguntas en un nivel de un
~o Ulll•'nz•t 1 tidad4. Esto hace que el niño pueda reconocer más
r-• •••uUU' en 1a vtda
f6c~=--~.
. de sus temores.
. v
\
necesario ayudar a los demás miembros de la
f~ ,..,.., a a loa padla, a discernir su propia influencia
relativa. Pwat8tittw:l*ede,edir que mencionen las diferentes maneras
~
178
=•
*'
en que fueron incitados por el niño a actuar como" .. ,
d 1
".
.
.
vtgt antes e os temores··
o supervtsores de Jos mtedos" . Qué tipo d . . .
. .
h
· <.
e tncltactones rectbteron para
. ac_ers~ superresponsables de la seguridad del niño o la niña'> . Cuáles de e
tncnactOnes se sintieron "compelidos" por los t
. <.
sas
f
emores a aceptar y cuáles
uer~~ ca~aces_ de declinar? El terapeuta puede ayudar a los miembros d 1
famtlta a tdentifica
11 · · •
• e a
.
raque as tncnacJones que fueron capaces de declinar,
refl~xtonando sob:e las muchas otras opciones que los padres podrían haber
elegtdo para asumtr una posición superresponsable en relación con el . ~
Se _Je~ puede ~nt?nc~s preguntar cómo, en tales circunstancias, log~~o~
reststtr a esas mcJtactones.
Al trabajar~~n los miembros de la familia, el terapeuta puede poner el
acento en la cuesttOn temporal yen su relación con el estilo de vida dominado
~o~ los_ temores. El~o. puede lograrse pidiéndoles que imaginen qué otras
mcttaci_on~s p.ara vtgtlar y supervisar los temores pueden aparecer en el
futur~, mcttacJOn~s que ten~erían a fortal ecer el estilo de vida dominado por
los rruedos y también a constderar ante cuales de esas incitaciones se sentirían
~ás vul~er~bles, más dispuestos a aceptar. ¿Hasta qué punto perderían
mfluencta SI aceptaran tales incitaciones?
Luego, el terapeuta promueve un debate sobre la disposición con la que
cuentan los miembros de la famjlia para oponerse al "reinado del terror".
¿Está el niño o la niña dispuesto/a a volver atrás y reclamar parte de su
territorio perdido? ¿Está dispuesto/a a impedir que los temores lo/la lleven
a incitar a los demás miembros de la familia a vigilar y supervisar los miedos?
¿Están los demás miembros de la familia, y particularmente los padres,
preparados para realizar una acción afirmativa y declinar las incitaciones a
mantener la supervisión y vigilancia de los miedos y, por consiguiente, a
terminar con el estilo de vida dominado por los temores?¿Están dispuestos
los miembros de la familia a intentar un experimento que ayude al niño o la
niña a "capturar, domar y supervisar" los temores? ¿Están todos dispuestos
a tolerar las inevitables dificu ltades y la angustia que pueden experimentar
al declinar las incitaciones de los miedos? Cuando se establece que toda la
familia está djspuesta, es el momento de presentar el rito.
La presentación del rito
La mayoría del os niños aceptan de buena gana que los monstruos y los
miedos son más temibles durante la noche que durante el día y que serfa
conveniente para toda la familia ··mantenerlo a raya·· de noche. Generalmente
179
JO les pregunto. entonces. si conocen la "Cuarta Regla de los Monstruos·· y
.aormalmente los niños me responden que la ignoran. Al recibir esa respuesta
yo simulo incredulidad y me muestro alarmado; les digo que todos los niños
deben conocer la Cuarta Regla de los Monstruos'. Entonces, según el caso.
le presento a cada niño una variación de esa regla que se ajuste a su edad:
Puesto que los monstruos se hacen más temibles durante las prácticas
más divenidos durante las prácticas diurnas, si los niños desean
p151r1o bien, tienen que impedirles a los mons1ruos realizar sus prácticas
noctumas.
noc:rumas y
Se le puede preguntar nuevamente al niño si de veras nunca oyó hablar
de esta regla, si realmente es una completa sorpresa para él y sugerirle que
hubiera sido conveniente que la hubiese conocido antes. Algunos niños
s6bitamente advienen que conocían esa regla, pero gue la habían olvidado.
El siguiente paso es revisar hasta qué punto Ja familia está dispuesta a
actuar en el sentido que indica esa regla. La respuesta a la pregunta ¿están
dispuestos? es siempre afirmativa y, entonces, el terapeuta puede proceder
a presentar los siguientes detalles referentes al rito que deberán practicarse
._..que se logre domar adecuadamente a los monstruos.
l. Al regresar a casa, después de la entrevista, conseguirán un trozo de
una caja de madera o de acero del tamaño suficiente para guardar Jos
[tililbuJos del nifto.
Antes de irse a dormir, el niño o la niña deberá poner en la caja los
OIIMldo!~deswl miiedi¡)Sy,con laayudade los padres, cerrarla muy bien y atarla
extremo de la soga.
Puesto que los monstruos del niño son de una variedad indómita, y
'acciSblmbrad1t>Sa hacer lo que se les antoja, es posible que tengan una
si se les impide realizar sus prácticas nocturnas. Por ello, se le
llilii'lihliÜ'lCJ que coloque la caja en el jardín y ate el extremo libre de la soga
o al tendedero. Así, la furia de los monstruos no perturbará la paz
es posible, la caja debe atarse de modo que quede suspendida.
monsttuos causan menos problemas si no pueden poner sus pies
lAJa de acostarse, el niflo deberá buscar sus zapatillas y, o bien
o bien colocarlas debajo de la almohada. Esto es necesario
.alllel~ a suceder que los monstruos se escaparan, es responsabiin~mpirles las prácticas nocturnas, atraparlos y volver a
en SU Cija.
~~·mdmael niflo deberá liberar a los monstruos para que hagan
cliumu y se diviertan6.
6. Los. pa~res comenzarán a formar un álbum de
pondrán el s1gu1ente rótulo: "Aibum de caza y do de
Ymonstruos" o ..Al bu mde Destrucción de Miedos~Taomdltl
niño (preferiblemente con una cámara con sistem· poJ¡aroJfd):i
rcal~za los preparativos pa~a ~~doma de los mo:struos 1
llevando_ los mons~ruos. al Jardm. También se les pedí" a
fotogr~f1an otras s1tuac1ones de la vida del niño 0 lanilla,
valent1a~ falta de temor. ~ueden pedirles a los niños que
fotograf1as, no es necesano que los sorprendan en una ....,_,,..
7. Se les pide a los padres que traigan consigo el albaai1!
segunda entrevista. Pues en ésta se compararán todas las
elegirá la mejor: aquella que muestra la más evidente actitud
domador de monstruos.
8. Cada noche los padres deberán reflexionar sobre el••
lo y tomar notas de cualquier intento que hayan hecho los
controlar la siruación, es decir, las ocasiones en que loa
provocado que el niño Jos incite a actuar de vigilantes y llmiM'IIIi
temores.
Después de presentar estas instrucciones, gerlenlilroleDt11tiU•
al niño un Certificado de Cazador y Domador de
Monstruos y el Diploma de Destructor de Miedos. Estospre•M
inmediatamente al niño que los obtiene, a la Asociaci6a
Domadores de Seres Despreciables y Monstruos de Aasallllllr
Zelanda (hay una sucursal en Auckland) o a la Asociacl6Ji
de Miedos del Hemisferio Sur. Este premio tambiú Cltlldliíl
obtiene el título de Cazador y Domadorde Monstruos yS...III
o de Destructor de Miedos, es decir que está C81ltaeillld41)111JIIitt
niños que tengan problemas de temor. Eotonlce!l,lePAI&Uid~
cual de los dos títulos preferiría obtener cuandoconsip
Antesdeconcluirlaentrevista,generalmeDte
que los niños que no tienen miedos
res" o en "destructores" están en desventaja, puesno:IMMidll•
parte de esas asociaciones. Se le dice ~ ~ño que est11
exclusivas que, aunque lo intente, dificalme?te
parientes o compañeros de escuela que tamba~o ,_,-•fillill
Cazador y Domador de Seres Despreciables Yde Mc•nte•
de Destructor de Miedos.
Habitualmente, suelo citar a la familia para 11111nt. ll
semanas después de la primera. En estaentrevistael
· obtenido por el niño, revisa el álbum de fotografías y selecciona
en e1é xt1o
· d 'd l'b d
rafías que más se ajusten al espíritu de un esttlo e vt a 1 re e
1as tiotog
·d
·
temores. Normalmente pido copias de esas_fotografías y pt p~rrru so para
trárselas a otros niños que puedan expenmentartemores stmdares, como
mos
·¡
un ejemplo de lo que se puede lograr. La m_ayor p~e de 1os m nos sue en e~tar
encantados con la idea de ser "un buen ejemplo para los demás. Tambtén
les pido a los padres que analicemos cada uno de los intentos que hicieron ~os
miedos por controlarlos e incitarlos a ser superresponsables. Tambtén
hablamos de la posibilidad de que se presente una recaída y establecemos
planes para actuar en esos casos.
?
El ejemplo de un caso
Marjorie, una madre sola, estaba muy preocupada por su hijo Mark de
seis años. Mark siempre había sido un niño "temeroso". Tenía una historia
de sueño sobresaltado y con frecuencia se despertaba con "pesadillas".
Además era un niño penosamente tímido.
A través de Jos años, Marjorie había encarado sola el problema y en
cada ocasión que podía trataba de tranquilizar a Mark y de velar por su
seguridad. Al pedir consejo terapéutico. cuando Mark tenía cuatro años
Marjorie recibió por respuesta que los temores de su hijo eran el resultado de
su separación matrimonial que se había producido inmediatamente después
del nacimiento del niño. Además, se le dijo que esos miedos estaban
relacionados con la ambivalencia de la madre respecto del hijo. Marjorie,
desesperanzada por esa respuesta, decidió aplicar más intensamente las
mismas soluciones que venía aplicandobulaentonces, con lo cual se volvió
más vulnerable a aceptar las incitaciones de Mark a que se convirtiera en
vigilante y supervisora de sus miedos.
_Recientemente, la ansiedad de Mark.babútllegadoa un puntoque podía
constderarse pennanente. El nifloestabaaosioso, se sentía perturbado y tenía
grandes dificultades en la escuelay tambiál para relacionarse con sus pares.
Y lo que más lo preocupaba aa afrontar la noche. Apenas llegaba de la
escuela comenzaba a pedirle a la madle que lo tranquilizara respecto del
momento de irse a dormir. Uaa vezque se ac:ostaba salfa una y mil veces de
su dormitorio quejándose de ao poder dormir y de tener miedo de los
monstruos. Sólo podía dormirse CUIIIdo ya ataba may fatigado y generalmente. vol ~ía a despertarse con pesadillas. Mmjorie c:omeoz6 a deprimirse,
a senttrse mcapaz de controlar la siiDICión.
182
Cuando Mark le puso "una cara a los temores" que sentía, yo le hice
notar que eran realmente temibles. Le dije que era sorprendentecómo había
podido siquiera dormir algo con esos monstruos merodeando de noche.
¿Alguna vez se había preguntado hasta qué punto esto era sorprendente?
Mark me confesó que nunca se había dado cuenta hasta el momento. Observé
entonces que sus monstruos eran particularmente perversos. Aun sabiendo
que era él quien los alimentaba, continuaban molestándolo y haciéndolo
despertar por las noches. Después de discutir un rato estas cuestiones, Mark
descubrió que había influido en la vida de sus miedos de algunas otras
formas.
Luego hablé con Marjorie de las diferentes incitaciones que ella había
recibido de Mark para convertirse en vigilante y supervisora de los temores
de su hijo e identificamos algunas ocasiones en las que Marjorie había sido
capaz de declinar tales incitaciones. Le dije que esos logros eran particularmente notables si teníamos en cuenta la incorrecta evaluación que se le había
hecho dos años antes y que podría haberla vuelto más vulnerable a aceptar
tales incitaciones. Al reconocer esto, Marjorieexperimentó un in tantáneo
alivio. Seguidamente, destaqué la cuestión temporaJ y su importancia en la
participación de ambos en ese estilo de vida dominado por los temores y
evalué la disposición que tenía, tanto Mark como su madre, para oponerse
a ese estilo de vida.
Cuando anuncié la Cuarta Regla de los Monstruos, Mark, al principio,
se mostró sorprendido. Sin embargo, cuando yo me mostré sorprendido por
su sorpresa, me dijo que creía que alguna vez había oído hablar de esa regla
pero quizás la hubiera olvidado. También me dijo que era ~robable q~e
hubiese oído también las otras tres reglas. pero que también las bab1a
olvidado. Tanto Mark como Marjorie se mostraron interesados en cumplir
la Cuarta Regla de los Monstruos. y entonces yo les suministré los detalles
del rito.
Ambos se enrusiasmaron con el rito y Mark decidió prepararse para
obtener el Diploma de Destructor de Miedos. Y me dijo que tenía confianza
en lograr ese diploma en nuestra próxima entrevista.
.
Dos semanas después. en la siguiente entrevista. Ma~k esr~ba ra?.~antc
y Marjorie parecía más feliz y más relajada. Mark. que hab1a tra1do su Jaula
de monstruos" y su Al bum de Destructor de Miedos. me contó con detal.l~s
cómo había atrapado y domesricado a sus miedos. Ahora sólo le permtua
realizar sus prácticas diurnas y pensaba que. en reaLidad. e. os mon truos se
habían hecho mucho más divertidos.
Marjorie me contó que Mark marchaba mucho mejor en la escuela.
ISJ
;t(jtfte:nzlado a invitar a algunos amiguitos a la casa y ya no se mostraba
cuiandlo llegaba la.hora de irse a la cama. Además, por primera vez
s¡·J-:farnuc:bf:simto tiempo, ambos habían dormido Qlácidamenre toda la
fí!.tf:;,h.,.;,.,·¡t,. la lit tima semana. Las pesadillas no reaparecieron. En dbs
~~ii!~E$ Matjorie había recibido incitaciones para hacerse cargo de los
§ DtJiP!$;cfe-:-suhijo. pero había sabido rechazadas con éxito. Miramos todos
l'ie1cDiites~eiAibumde Destruetorde Miedos y finalmente le entregué a Mark su
Múadelante, Marjorieme comunicóque Mark se habfa liberado de sus
~áiedOl;} era un chico relativamente despreocupado. Además, me contó que
"' lillfliiabifa sufrido ninguna reoaída, que estaba adquiriendo mayor confianza
sfmismo y que ambos se sentían mucho más felices.
~'"1-~--¡pftulo enfocó la cues tión de les temores infantiles dentro del
~IJ1~ñftrliiaccional de la familia. El rito descrito logra terminar con la
J:giffidpllciiiSn 110 deliber:adade los miembros de lafamilia en la supervivencia
l1;1~~~~~Creof.;:~q:ue~(a~:.demás del rito, y como una forma de preparar a la
~;
el terapeuta debe suministrarles a los miembros
interacciona) del problema que no les
fleíí~Kfolra. Esa descripción le permite a la familia aplicar diferenbllli&dllS en el buen criterio.
f~.ttniliiil una descripción
~J'tiííííliú~s del concepto dé ".soluciones que mantienen el problema". véase
1914.
auálisis del concepto de Retroalimenta,ción Amplificadora de la
para la terapia, véase White-, 1984.
de la Influencia Relativa, véase White. 1985.
~~>.oc:w11:u; "Tien~seis ailos. Pero me has respondido a siete preguntas
Cinco preguntaS que son para niños de siete años y tres
IIIJJO«IClll),aflos. ¿Cómo pudiste -hacerlo? y ¿qué significa esto para el
~!lf·.SOtrlliCitn.erta!&l1=l!eta:taipa
~
del tratamiento. los niños y sus padres me
de los monstruos. Y yo les respondo que tampoco
que aún no las sé, o que probablemente sean re" las
~"''descu1,rir. Además, les cligoque si los miembros de la far:flia
otras tres reglas. yo apreciaría mucho que me la~ comunicaran.
pues de ese modo yo podría explicárselas luego a otros niños que pmltllilil
probl~ma.
.. 6. l!1~ ni no violó esta regla. Una noche los miedos se esc!!paron
todo el día sigui~nte. PÓr su...
wtcntos de fuga.
,.u-0.
~cc1d1ó deJarlos encerrados durame
! ..
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family therápy''. Family Process (de -próxima aparición).
11
Pseudoencopresis
De la avalancha a la victoria,
del círculo vicioso al círculo virtuoso*
En este capítulo. se considera a la encopresis desde la perspectiva de la Segunda
Cibernética (Maruyama, 1963). En las familias en las que se dan estos síntomas, se
supone que todos los miembros participan sin advertirlo en la avalancha descontrolada
de los sucesos. Todos los miembros parecen incapaces de modificar el curso de estos
sucesos y sienl!!n los síntomas de la encopresis como algo opresivo.
El objetivo del tratamiento es detener esa avalancha de sucesos y ayudar a los
miembros de la familia a vencer los síntomas. Se detalla seguidamente un mapa de la
terapia de encopresis basado en este enfoque.
Orientaciones conductistas y psicodinámicas
Los teóricos orientados hacia los enfoques conductistas y psicodinámicos
contribuyeron significativamente a elaborar una bibliografía sobre la
encopresis. Después de seleccionar las observaciones hechas, ambos grupos
de teóricos elaboraron explicaciones de este problema. Los teóricos
conductistas sostienen que la encopresis es el resultado de un aprendizaje
errado Y muchos de ellos han desarrollado tratamientos basados en los
princip.ios condicionantes que, con frecuencia. sonadaptaciones del trabajo
de Az~n! Foxx (1971) (Por ejemplo, véase Davis y otros, 1976). Tales
proced1mJ~ntos que, según se informó, fueron relativamente efectivos, por lo
g~neral, ex1gen que los padres apoyen inmediatamente ciertas conductas. La
dificultad más comúnmente observada de este enfoque surge de la falta de
acatamiento del niño y/o de la falta de cooperación de los padres.
_Puede argumentarse que este fenómeno de falta de cooperación se
relac1ona: en realidad, con que la tarea de supervisar los programas de
entrenamiento en el cuarto de baño generalmente se les encarga a los padres
los cuales ya se sienten bastante derrotados y exhaustos a causa dei
problema. Normalmente, es lamadrequiencargacon la mayor, y a veces con
• Publicado en Fllmi/y Systems Mtdicint, vol. 2. N" 2. 1984.
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toda, la responsabilidad de !acrianza. Con frecuencia, cuando el más vencido
de los padres se manifiesta incapaz de rcalizarcon éxito el proced· ·
.
1m1emo,se
. · 1·
hosplla
1 ·.tza a . nmo. Alh,
. con la constante supervis. 1'ón con la que se cuenta
para aphcar Sls.temátlcamente los métodos conductista , los niño~ generalmente_l:'gran cterto control de los intestinos. No obstante, cuando se lleva a
esos run~s a un contexto en el cual es imposible reproducir las condiciones
del hospital, ~s f~ecuente que vuelvan a perder el control y que los padres
tomen a sen11rse mcapaces de ayudarlos.
Mu:hos teóric~s psicodinámicos basan su ex pi icación de la encopresis
en una formula sextsta, agotada y lineal que atribuye el problema a lo
intentos inadecuados y negativos de las madres. Se ha creído que la ··causa
raíz" del problema son las madres hipercontroladoras, intrusas y ambivalentes.
La defecación agresiva es, generalmc:me, una manifestación de una r.:lación
perturbada entre los padres (y con más frecuencia la madre) y el niño. A ,·ece:. la
madre tiene una personalidad obsesiva y controladora y le da gran imponancia al
orden y la limpieza... Esto es lo que, inconscientemente. intenta el niño cuya
conducta ha sido obsesivamente controlada por la madre ... La apreciación que el
niño hace del talón de Aquiles emocional de su madre [sic]. es decir. el control de
los intestinos, es también inconsciente pero lo lleva a defecar como un modo de
expresar sus sentimientos de enojo (Barker, 1979, p~g. 115).
Fischer ( 1979), en un estudio sobre la bibliografía psiquiátrica infantil
sobre la cuestión de la encopresis, llega a la conclusión de que ..con
frecuencia el síntoma de La encopresis refleja la rebelión del niño contra el
sermoneo y la excesiva preocupación de la madre, mediante el funcionamiento de sus intestinos" (pág. 562) y que las madres "son dominadoras. e tán
demasiado implicadas en las vidas de sus hijos y se quejan abienamente de
ello. En numerosos informes, procedentes de diferentes paí es. uno ve una Y
otra vez las mismas descripciones de la fluctu ación maternal entre una
intrusión sobrecargada y una exclusión de rechazo... (pág. 564).
Esta clase de explicación lleva a realizar práctica clínica específica
que, generalmente, incluyen el intento de que la madr: te~g.a una visión.~e u:
propios sentimientos y su propia conducta. m~y P~IJUdiCial paro el nmo. ~ 1
las madres aceptan ese estigma interior, la exphcactó~ qued~c.onfirmada..St.
por el contrario,las madres reacciona~ en contra de_la tmpostc~ón d_: este ~tpo
de interpretación y discuten o se megan a segu1r la terap1n. e~a acutu~
también confirma la explicación: sólo las madres con una nat~traleza hosul
y sobrecontroladora se oponen a una visión interior y rencctonan de este
modo.
!Miidnpsic:o~:lin<lbnicadela e:occ>p~esis me deja bastante <:onfunliiiM•co¡Riticc)S y los miembros de sus familias que llegan a mí
-~-~-IIÚmtc:tnoparecen ajustarse a estaexp1icación. No he podido
solo caso cuya causa haya sido una madre ambivalente o
~flalllildallenlle acepto la posibilidad de que los niños que vi pueden
jJii'ftidb~do un diagnóstico de eocopresis. Esto nos lleva al desarrollo
~---11\'~dlilll•tico de "pseudoencopresis" 1•
~~fi-D'diallftOstij:&r:se la pseudoencopresis cuando un niño presenta
Ji~~~·illi.fec:i~mc:róJÜC4)sycuando esos problemas persisten a pesar
~liifcaliHbíl"bl~lovarios intentos de solución; pero no se puede decir que
~-'nadires ambivalentes e intrusas. Desde hace muchos años,
•iiíl;lt:_eintiuctuosamente casos de ''verdadera" encopresis a fin
if,iii,lesc()dumuestras de niños que he tratado2• Por consiguiente,
flitfd~'iineste capítulo sólo fue aplicado a una muestra parcial.
liC~Jiiiilizados aquí, los padres de los niños encopréticos se
Pl"'~lesllml~ar:adc.s, impotentes, desesper.anzados, desespera~~~:uentemente un padre se sentía más vencido que el otro.
lliltill;em Jaliladre, pues ella es quien carga con la mayor responsa;¡¡lí'&biii:a&Jos hijos en nuestra sociedad.
'de los padres de la muestra infonnó que por culpa de
cada vez más alejados de sus hijos. Todas
. ... sugieren además que los niños se sienten cada vez más
1U1 sfntomas. Se sienten fuera de control, impotentes,
los padres. También he visto casos en los
familia Ya veces los profesionales de la salud y de
voluntaristas e inútiles que generatalpa Ycensura. No hay dudas de que todos los
~:==~ ea estos casos, experimentaron sentimientos de
a .-
problema de la encopresis y su contexto
IIJIIMielaperspectivade laSegundaCibernética.
~ causalidad mutua que sostiene que
un sastema se influyen recíprocamente o
bien de manera simultánea o bien de manera
alternat·1va" (Maruyama, 1963
'
<
pág. 164 ). De acuerdo con es1a teoría. alcrún ·'estímulo pequen·o · 5· ·ti '
·d
¡··
o
• m tgm tcantc. o acc1 ema o .una desviación puede desencadenar
·
un proceso que con el
hasta un punto tal que se pter
· den las
uempo
sus dimensiones
. .va aumentando
. . .
.
d
con tctonesmtctales.Enesteprocesode"bolade
n1·eve'' , ..e1rcsu 1ta do hade
.
serdesproporc1onadamenteextenso si se lo compara con el estímulo inicial"
(Maruyama. 1963, pág. 167).
Con frecuencia, la Segunda Cibernética se remite a la retroalimentación
que amplifica la desviación:
... D.A.~. es un mecanismo que explica cómo las pequeña~ variaciones producidas
en un SISiema pueden (o deben) llegar a vincular~e con ampli o~ efec1os cómo las
pequeñas perturbaciones pueden generar cadenas de suceso~ que puede~ terminar
en grandes alteraciones (Wender, 1968. pág. 309).
Esta es una teoría de causalidad mutua o causalidad circular que se
opone a los conceptos de la causalidad lineal. Condiciones iniciales similares
o estímulos accidentales pueden producir resultados disímiles. Condiciones
iniciales disímiles pueden producir resultados similares.
Esta teoría implica que no es posible señalar directamente la causa de
un prol:>lema o un suceso. Cuando los sucesos se consideran dentro del
contexto de procesos de retroalimentación que aumentan la desviación
debida a causas recíprocas, puede entenderse que tales sucesos son el
resultado "posiblemente inevitable"' de círculos viciosos o círculos virtuosos4.
Reconstruir los sucesos
La Seaunda
Cibernética ofrece un enfoque de laencopresisquepropone
o
.
una explicación diferente del problema. Creo que ese enfoque uene unagraa
ventaja respecto de los conceptos voluntaristas que tienden a promover el
círculo vicioso de la culpa y la censura. El problema puede enca.ra_rse desde
ángulos distintos. ángulos que a través de las otras construcc•ones del
problema eran inconcebibles.
.
Esta perspectiva exige que el terapeuta ayude a los m•embros de la
familia a considerar el contexto de retroalimentación c¡ue aum~nta la
desviación de la encopresis. Esto establece el contexto nec~sano para
interrumpir el círculo vicioso e introducir un cfrculo más vart.u~so. Se
presenta entonces Ja idea de que todos los miembros de la fam1ha esW1
atrapndos en la misma avalancha de acontecimientos. Se consjdera que el
niño, así como sus padres, están dominados y han sido vencidos por los
sínwmas. Se identjfica a todos los miembros de la familia como "víctimas",
incapaces de controlar los sucesos.
El terapeuta apoya esta idea identificando los hechos que demuestran
cómo la defecación es algo que está fuera del control de todos ellos. Parece
que tuviera una vida propia y que se aprovecha de todos los miembros de la
familia, con frecuencia en los momentos en que ellos menos lo esperan. No
debe permitirse que los miembros de la familia minimicen los efectos de esa
avalancha. Se identifican las experiencias de desesperanza y opresión y el
terapeuta desafía a cada uno de los miembros de la fariillia a que establezca
qué efecto tiene esa experiencia sobre su persona y sobre sus relaciones con
los demás.
Después de examinar las soluciones intentadas anteriormente y que
fracasaron, el terapeuta puede pedirles a los miembros de la familia que lo
ayuden a comprender cómo se las arreglaron para afrontar tao bien la
cuestión y mantenerse firmes a pesar de las circunstancias adversas5•
A fin de interrumpir los círculos viciosos de culpa y censura, es
importante que el terapeuta se oponga con éxito a las ideas voluntaristas. El
terapeuta puede lograrlo si después de relatar cuidadosa y concienzudamente
la historia del problema, anuncia que no le cabe la menor duda de que la causa
es atribuible a por lo menos una de las siete oportunidades identificables. El
terapeuta también puede declarar con convicción que, en realidad, esas
posibilidades podrán reducirse a tres o cuatro cuando el problema se haya
estudiado unos diez o quince años más.
Si los miembros de la familia tienden a mencionar detalles que alientan
una interpretación voluntarista de los hechos. el terapeuta debe tratar de
colocar esos detalles dentro de un nuevo marco6'. En ese caso, pueden
elaborarse explicaciones que se ajustan más a un contexto relacionado con
los_fenómenos de avalancha o desbocamiento. Enel siguienteejemploclínico
se 1lustra ese proceso:
~1 señor Y la señora Smith creían que su hijo Jason, que nunca se
~nsuc1aba en la escuela pero siempre lo hacía en el camino de regreso a casa,
mtentaba perturbarlos con sus síntomas. A fin de oponerme a esa idea, les
sugerf ~ue tenfa _sentido suponer que Jason se ensuciaba cuando alcanzaba
la relauva segundad del hogar. Era evidente que Jason gastaba su energía
luch_ando contr~ su problema todo el día en la escuela y que sólo se animaba
a baJar la gu~d1a Ya relajarse cuando ya estaba cerca de so casa. Teniendo
en cuenta la Circunstancia de que Jason no estaba enteramente a cargo de su
190
problema de defecación,
no parecía razonable suponer que el n·mo
- pod'1a
, .
mantener con ex1to la guardia alta después
de
haber
agotad
,
·
o sus energ1as.
Padres e hijos contra los síntomas
Incitar al niño a pelear contra los síntomas
j
i.
Es esencial que el terapeuta se una al niño en la experiencia de opresión
que a éste le provoca la "ruin caca". Al hacer que el niño se sienta
acompañado, se está preparando el terreno para establecer un contexto de
disputa, un contexto en el cual se puede incitar al niño a luchar contra los
síntomas. Una manera de unirse al niño es ayudarlo a identificar más
claramente loqueexperirnenta cuando está dominado por los síntomas. Esta
información,junto con la obtenida anteriormente de los demás miembros de
la familia, suministra las pruebas del carácter "traidor" de la ruin caca. Estas
pruebas permiten que el terapeuta le haga notar al niño que "evidentemente
la caca lo engaña y lo toma desprevenido" y que "la ruin caca se sale con la
suya y decide liberarse contra tu voluntad".
Luego, el terapeuta determina hasta qué punto la "ruin caca" domina al
niño y hasta qué punto (si es que hay alguno) el niño puede dominarla. Esta
información puede surgir de interrogara! niño sobre quiénes el jefe: "¿Quién
manda más, tú o la caca?"; "¿Con cuánta frecuencia la caca se sale con la
suya y con cuánta frecuencia eres tú quien decide?";"¿Con cuánta frecuencia
puedes hacercaca donde tú deseas?" Es necesario dedicarcierto tiempo a este
proceso que permite ilustrar el grado de dominio que tiene la caca sobre el
niño.
Una vez aclarado esto, se le puede proponer al niño un dilema
haciéndole preguntas como éstas: "¿Quién debería ser el jefe?": ..¿Hasta qué
punto el jefe debe ser el jefe?"; •·¿Quieres derrotar definitivamente a la ruin
caca y salirte siempre con la tuya o crees que es mejor dejarte vencer
completamente y dejar que la ruin caca te domine a ti y domine a tus padresT':
"· Quieres ser tú quien la conduzca a ella o que sea ella quien te conduzca a
ti~" Al llamar la atención del niño sobre este dilema. a veces con tono
dramático, a veces con humor, el terapeuta le plantea al niño que él es el
responsable de tomar la decisión.
A yecessugieroquesieJ niño o la niña desean que lossíntomasocu~en
el asiento del conductor de sus vidas durante algunos años más. puede asp1rar
a convertirse en un miembro más del Club de la Caca Ruin. Una de las
191
exigenciasdeeseclubesrener 16años. Todoslosj0venes miembros del club
pueden baar juntos sus necesídades y m~chos de ~ll os lo e~cuen tran
p1ac:entero. Hastaahóranoencontré un sólomño que qUiera ser mtembro de
~teclub.
.
Antesdepre.guntarleal niño qué decisión tomó en cuanto al cammo que
deseaseguir,elterapeurapuedeayuEiarlo señaJándolequesidecideoponerse
ala~incaca"tendrápordelante un ·•gran_trabajo''. Y que alcanzare! éxito
no sera cosa fácil: ''En esta batalla la ruin caca también obtendrá algunas
victorias"; •'La ruin caca devolverá los golpes y será necesario ten.er mucho
coraje y gran determinación". Pued~ preguntársele luego al_ niño si está
preparado para darle una lección as u enemi,ga y si s,e sjente suficientemente
maduro para tomar esa decisión.
Sotprendentemente, después de .haber tratado muchos de estos casos,
no encontré nunca, todavía, álgún niño que sostuviera que no estaba
sufieientemente-m_aduro o suficientemente preparado para derrotar a la ruin
caca:Mi~estaaestas bravatas es pedirle inf~rmación sobre la cantidad
de ~~c.reeqoe posee para afrontar este problema. Los niños pueden
~~ehderelalcancede:esa fuerza dándome detalles de alguna
baiidlaqli~tealizado y que les haya exigido detenninación y perseverancia. p4)r ejep¡plo, trepar a los árboles o hacer largos recorridos en
bieic_.
ailiii\íltiicia.iktniño ha estado dominada durante mucho tiempo por
.aJi;eqiarl~i>. para poder derrotarlo con éxito n"ecesita conseguir
íf.llillJñ¡ente, el niño acepta la necesidad de tales refJierzos
~C!ílltl'da que ''esa ruin esta acostumbrada a ser el jefe1 es
~-ilVélos golpes y tratará de atraparte en el momento en que
gl~ftJitllid<li"'. El niño eompr.ende que, puesto que los síntomas
~·,~.uiJnu~u- dominando la situación, necesitará ayuda para
~~fQQJI, :ftrull. Esos refuerzos }(}ayudarán a mantenerse frrme y a
M~Wdefensiva.
coandose1e'pregunta al niño qué refuerzos 1~ vendrían
desearíaquesus padres lo ayudaran.
~~~mencionana un compañero de la escuela como
preguntar si ese compañero es un
!!4.Jii11a~lie!itmlllde la defecación.¿Qué conocimientos
.:P.1~~1laldesueompañero.enestascuestiones?
Por lo g~ner~t, resulta evidente que el niño tiene muy poca información sobre
la expenencta personal de su compañero. Se puede cuestionar ento
la
, .d d
~
•
nces,
capa.ct a que t~~ga ese companero para ayudarlo y sugerirle que quizás
a~gmen más famtltarizado con el problema puede ser una elección mejor,por
eJemplo, los padres. Entonces, normalmente, el niño pide la ayuda de 1
padres.
os
Una vez que el niño incita a los padres a convertirse en sus aliados se
les puede preguntar a éstos si aceptan la incitación a luchar contra la "~in
caca" para obt·ener una victoria definitiva.
Una ayuda suplementaria
1
El poder esclavizante de los síntomas y la naturaleza difícil de la lucha
que todos tienen por delante, es un aspecto que debe ser nuevamente
mencionado. Se les advierte al niño y a los padres que quizás para librar esta
batalla necesiten una ayuda supl.ementaria. Luego, pueden evaluarse todas
las ideas referentes a esa ayuda.
Con frecuencia suelo dar ejemplos del tipo de apoyo que otros ninos
pidieron. Les cuento historias de cómo algunos descubrieron que tenfan
tigres dentro de sí y le pregunto al niño o la niña si ha sentido manifestaciones
de poseer su propio tigre interior. U na vez que obtengo esta información
suelo sugerir que el niño puede llegar a necesitar la ayuda de por lo menos
dos tigres para combatir contra la "nti n caca". Entonces le pregunto de dónde
cree que podría conseguir otro tigre y lo ayudo a elaborar una fantasía
relacionada con la "captura del tigre". Esta fantasía puede incluir paseos a
lajungla africana, plaruficación de la caza y la eaptura, así como detalles del
traslado del tigre a Australia. Los niños mayores pueden preferir la ayuda de
Superman o de la Mujer Maravilla.
El manejo del cuarto de baño
Los detalles prácticos
Antes de comenzar con este programa es necesario sorne re~ al ni!lo o la
niña a un examen físico pediátrico para descartar una causa ti~lológica del
problema. Si el niño se ensucia como resultado de una sobrecarga d~ heces
contenidas, es necesario que .las evacue antes de c~men~ el ~~~en~.
El primer punto que debe tratarse es el ?e la dtsposiCI~ e dwrunación
del cuarto de baño. Algunos nii'íos temen tr al excusado s1éste está mal
l93
.
. .
. lleoar :1 él tienen que recorrer un pasillo oscuro. Es mejor
Jlum,na~~ ~~· p:Ct niño se siente seguro al sentarse en el inodoro y a v~es
a egurru s . d'qsponer un banquito baj o para que el niño pueda apoyar alli los
es necesano •
.
.
d
·zar
pies. Puede pedírseles al padre meJOr dtspuesto que se ocupe e orgam
e ta cuestión.
·
.
al . - d
al mente
nmo_ eco_rar.te~por .
- a su gusto Esta decoración puede mclutr dibUJOSde ugres,
el cuano de ban0
·
·
·n b'
e cenas de la jungla, posters de Supcrman o de In MuJer Marav¡ a, e~ mas
· r no etc en general fi o uras que estánrelacionadas con la fantastaque
de te1e1o • ·•
o
· H
1
el niño haya elaborado de la posible ayuda suplementan a. asta entonces e
cuano de baño había sido un lugar de derrota y desesperanza tanto p~~ el
niño como para tos padres. La decoración creará una atmósfera más pos1~~a
y alentadora. Se le puede pedir al padre ~ás desalentado que ayude al m no
a planear y organizar esta nueva decorac1óo.
Se les pide a los padres que le permttan
El reflejo gastroilíaco
A medida que se integra el uso del reflejo gastroilíaco a este p~grama,
es imponante que los miembros de la familia comprendan cómo func1onaeste
re0ejo7• Este renejo se presenta después de la ingestión de comidas o bebidas
y se traduce en el deseo de defecar. El reflejo se presenta con mayor intensidad
después de 20 ó 30 minutos de haber comido, ocurre más frecuentemente
durante la primera hora después de levantarse por las mañanas y, aparentemente, la ingestión de bebidas calientes ayuda a provocarlo. La utilización
de este reflejo le brinda al niño condiciones favorables para que logre
controlar la acción de sus intestinos.
Se le pide al padre menos desesperanzado que sea el supervisor de esta
tarea y se le dan instrucciones precisas. Exactamente veinte minutos después
de una comida diaria (preferentemente el desayuno), ni un minuto antes ni un
minuto después, el padreo la madre elegido debe acompañar al niño al cuarto
de baño. El niño deberá entonces sentarse en el inodoro durante una cantidad
de tiempo determinada que variará según la edad. El tiempo aproximado
oscila entre los treinta segundos y los cinco minutos y no debe convertirse en
una pesada prueba para el niño. La medición del tiempo es esencial pues le
suministra al niño un marco indispensable para realizar su tarea•.
El padre que supervisa debe insistir en que el niño abandone el cuarto
de bilño cuando pase el liempo previamente establecido, aunque el niño podrá
volver inmediatamente si lo desea. Es importante que en ningún momento
esta tarea adquiera un carácter punitivo. Quizás sea necesario programar
n~ev~ente los horarios de comidas del niño para que se adapten al tiempo
d1spomble del padre encargado de la supervisión.
19-l
S~ les dará a los padres instrucciones claras sobre cómo responder a
cualqu•er logro que obtenga el niño o la niña, con comentarios como los
siguientes: "Ganaste··: .. Estás derrotando a la ruin caca" o 'T e estás
convirtiendo en el jefe... La faltade éxitodel niño nodebeprovocaransiedad
y se instruirá a los padres para qut: en ese caso respondan con comentarios
tales como: "Quizás necesites un tigre más poderoso" o ·'Quizás necesites
dos cabinas de teléfonos' 09 •
Rutina de accidentes y situaciones de urgencia
Mapa d e las situaciones de urgencia y accidentes
El terapeutaexplica quees imponante organizar una rutina de accidentes y situaciones de urgencia. Se les pide a los miembros de la familia que
tracen un mapa de la casa y el jardín en una gran hoja de papel. El mapa. en
escala, debe tratar de respetar minuciosamente las proporciones y la d!stribución de la casa. Luego se les pide que sitúen en el mapa los cinco lugares
preferidos que tiene la "ruin caca" para hacer su "cobarde proeza... Es
necesario que haya una variedad de sitios; el terapeuta puede sugerir que
algunos se coloquen en el jardín.
Luego el terapeuta ayuda a los miembros de la famil ia a determinar las
rutas más rápidas desde esos lugares favoritos hasta el cuan o de baño. Si el
mapa se ha realizado con las proporciones correspondientes, el terapeuta
puedeutilizarunaregla para medirycomparar lasdistanciasde lasdiferente
rutas. Se analizan entonces los obstáculos, los rodeos y los posibles inconvenientes fortuitos que puede presentar cada una y se elaboran planes de
contingencia para sonearlos. La ruta más rápida quizás incluya el paso a
través de una ventana; en ese caso deberá conseguírsele al niño una pequeña
escalera.
Práctica de velocidad y pruebas de tiempo
El terapeuta instruye luego a los miembros de la familia para que
organicen en casa prácticas de velocidad y pruebas de tiempo. El padre má
desalentado queda liberado de supervisar directamente e a pruebas. El
terapeuta puede alentarloexplicándole que la fatiga que sient~~ el res~ltado
de haber estado demasiado tiempo en "el frente de combate y que c1crta"
ideas erradas que se le dieron sobre las cau-.a del problema intensificaron esa
195
~ ·
Esas 'deas NIUivocadas incluyen el concepto de que los niños
aattga.
1
...,
1 b . d lo
únicamente tienea problemas cuando las madres no se. es nn an
suficiente 0 se brindan a ellos inadecuadamente. Tambtén se 1~ puede
....A- más desalentado cómo cree que podría tener éxtto en la
al · difi 1
preguntar al ..,_....
búsquedadeldesc:ansotannece.~o:cómopodrlasuperarcu qmer
cu tad que interfiera con ese descanso.
. .
.
Se le solicita luego al padre más entusiasta que parttc~pe del tr~tamte.nto
supervisando las pmcticas de velocidad y las pruebas de tiempo. St ~o eXIste
un padle menos desalentado, como en el caso de las madres que cnan solas
a sus hijos. puede pedirse la ayuda de algún otro adulto. El padre .menos
desalentado recibe instrucciones para tomar tres veces consecuuvas el
tiempoquenecesitaelniñoparaUegardesdecadaunodeloslugaresfavori.t~s
de la "ruin caca•• al cuarto de bafto. El supervisor puede ayudar al runo
aconsejándolo sobre las rutas que conviene tomar y haciéndole s~gerencias
que le pennitan mejorar el tiempo. Si lo desea, el padre supervtsor puede
correr junto con el oiflo. Los tiempos obtenidos deben ordenarse en orden
crecienteyenvianeporcorreoinmediatamentealconsultoriodel terapeuta.
Uno de los beneficios de darle una buena lección a la "ruin caca•• es que el
nülo puede convertirle en el mejor corredor de su clase.
B1 a& deaaleata4odelos dos padres puede participar del tratamiento
organizando un Qbum de fotografías de las prácticas de velocidad. Si lo
desea puedeocupane delatareade tomar fotografías del niño mientras este
corre tndaDdo de ICCidll' el tiempo. Luego el niño elegirá entre todas las
fotograflas~lasquemúmlejenel sentido de la velocidad. Esta tarea
ayudart tambiá
de los padres a dejar esa posición
pesmailsta~a¡pectod"Pát!ti'-IL IBa lasi¡gui1ente sesión familiar, el terapeuta
revialia:(ob,.a. . . .NIIWiil_.iincleidentificaraquellasen lasque el niño
~i.iiflll.iWili(ueUasen las que el niño o la niña tiene un
811110CtD'W!k:Uirklio;l)fflllií!lliai~rq&dlaiS en que el tigre interior parece dominar
l)íf]-le pedirles permiso tanto al niño como a los
•••Ai.a.fotograftas a otros niños que deban seguir el
!J:1--~~.ieSfAlblc:ce, por lo menos, dos
~~-~~~-~**velocidad y las pruebas
que se realicen ~n c~sa. Primero, d~ una vuelta a pie acompañado por el nifio
al rededor del ed1 ficto del consultono y le señala los diferentes obstác 1
·d'
u osque
e 1nmoten
raquetenerencuentaafindedarlavueltacornen
· doasumáxtma
·
.
velocidad.
Antes
de
que
el
chico
salga
nuevamente
a
ha
·
·
.
.
cer su pn mer mtento
de ve!oc1dad, leexphcoque esa prueha me pennitiráevaluarquétipodelucha
habra
deá entablar para darle una buena lección a la "ruin caca" . e uan doe1
·mno est . en su marca djspuesto a partir, suelo dec1"rle·. "Dé'Jame ver SI· corres
más ráp_Ido q~e ella". El niño o la niña siempre logran hacer un buen tiempo
en el p_nmer mtento. Antes de comenzar la segunda prueba, después de un
pequeno de~canso, le digo al niño o la niña que probablemente mejore su
~a~ca antenor pues y.a está familiarizado/a con el recorrido. y le aconsejo:
Pnmero lanza a tus tigres en primera velocidad y Juego de pronto suelta Jos
frenos, así podrás salir disparado". Cuando el niño suelta los frenos, sale
corriendo a toda velocidad. Sorprendido por la velocidad alcanzada en este
segundo y más vigoroso intento, generalmente comento: ''Esta vez fuiste más
rápido que un cohete. Ja, seguramente esa ruin caca tendrá que luchar como
nunca por su vida".
En cas.o de accidente o situación de urgencia
En caso de que se produzca un accidente, el padre a cargo del
entrenamiento puede alentar al niño ayudándolo a limpiar todo. Sin embargo,
es necesario evitar cualquier disputa sobre el asunto, pues la mayor parte de
estos accidentes suelen ocurrir en presencia del más desalentado de los
padres. Si el niño no acata la invitación a limpiar, la cuestión puede ser
resuelta por el menos desalentado de los padres o dejada en suspenso para la
próxima sesión terapéutica.
Después de la limpieza, el niño tiene la tarea de darle una buena lección
a su adversaria, es decir correr tres veces desde el lugar del accidente hasta
el cuarto de baño10. También en estos casos hay que tomar la velocidad de
cada recorrido y anotarla en orden creciente. Luego se alienta al niño paraque
le haga probar a su adversaria su propia medicina, ~s de~i~ que trat~ de
mejorar su velocidad desde cada uno de Jos cuatr~ o cmco SitiOS p~fendos
de la "ruin caca" hasta el cuarto de baño. Será sufi<.:tente con que el ruño h~
una sola prueba de velocidad desde cada uno de esos otros lugares. !amb~én
es recomendable que inmediatamente después del accidente, se envte alrui\o
a buscar una cabina de teléfonos o al jardín a buscar el tig~ que se lee~~>?,·
Entonces, se le pide que diga en voz alta: "Ya verás la próx1ma v~z. ~aldi!a •
una vez que esté dentro de la cabina o que hayarecapturadoa s~ b~ mt~.or.
Aunque esto parezca bastante injusto. debe recordarse que la 'nun caca se
197
e curre de un modo rrHicioncro y no repara demasiado en las reglasdeljuego
limpio.
Al principio, se le asigna generalmente al padre ~enos desalentado la
re ponsabilidad de supervisar estas respuestas a un acctdente. No obstante,
si el má desalenrado de los padres se muestra entusiasta ante la idea de
experimenrarcon esta tarea, el terapeuta puede alentarlo a realizarla. A veces
Jo accidentes ocurren en el camino de regreso a casa desde la escuela; en ese
caso también pueden urilizarse esos lugares como puntos de partida para que
el niño haga su prueba de velocidad en bicicleta. Si el recorrido es peligroso
se puede hacer la misma experiencia en un parque. En cuanto a la participación de los maestros, el terapeuta puede optar, o bien por ignorar todo
accidente que ocurra en el colegio e informar a los maestros los objetivos y
detalles del programa, o bien trabajaren combinación con los maestros para
que ellos establezcan un programa similar en la escuela.
Una vez presentado el programa, el terapeuta debe supervisar regularmente los progresos alcanzados. Por lo general, les pido a los padres que me
llamen por teléfono cada dos o tres días durante ]as dos primeras semanas en
determinados horarios y que me envíen semanalmente por correo las listas
con los resultados de las pruebas de velocidad. Más adelante, le pido al niño
que me telefonee después de haber obtenido una o más victorias contra su
adversaria.
No tanto, demasiado pronto
La "ruin caca" no es famosa por su capacidad de jugar limpio y
generalmente contraataca utilizando artimañas. Es importante advertir al
niño o la niña que triunfar sobre ella no será fácil y que las cosas pueden
empeorar aun después de haber mejorado algo. El terapeuta puede comentarle al niño que eso es una buena señal, pues indica que su adversaria sabe
que está siendo combatida y probablemente signifique que está utilizando
toda _la fuerza que le queda en los últimos cartuchos, pues aún pretende seguir
dorrunando.
. ~ste aspecto también debe ser comprendido por los miembros de la
~~~ha a fm de que ante tales circunstancias no se debilite el entusiasmo
tmc~al. P?r ell_o es co_nveniente decirles a los miembros de la familia que la
post~le vtctona del mño será aun más significativa cuanto más contraataque
1~ ~m c~ca. Cuanto "mayor sea el obstáculo que ella le ponga", más
s•gntfi~attvo será el log~o del niño al superarlo. Esta explicación disminuye
la anstedad que expenmentan los miembros de la familia respecto del
problema. Generalmente, ejercer presión para que el problema se resuelva
198
con _celeridad pa.raliza a todas las personas implicadas, les hace más difícil
r~laJarse y contnbuye a aumemar la sensación de fracaso. La idea de que el
tlem~o que lleve s~perar el problema no es esencial puede reforzarse
como·· "Cuanto
más s·1gn1"fi1cauva
· sea esta
mediante
.
. comentanos .tales
.
•
VJct~na, menos probabthdades habrá en el futuro de que la familia se vea
dommada por ?tros_ p:oblemas". A medida que disminuye la ansiedad por
obtene~ un éxtto rap1do, los padres y el niño comienzan a recuperar la
autoesttma.
.
~uego 1~ pregunto al niño cuándo supone que podrá obtener su primera
v~ctona. Aqut el terapeuta puede participar incluyendo sus propias predicCIO~e.s dentro de las p~eguntas: "¿Cuándo crees que podrás darle un golpe
d~tstvo a tu adversana?" "¿Crees que pasarán cinco años, cinco meses 0
c~nco semanas?"; "¿Conoces algún modo de acelerar tu primera victoria y,
Silo conoces, crees que sería sensato actuar según esas ideas?" "¿Cómo crees
que te sentirás después de tu primera victoria y cómo esperas que reaccionen
tus padres?"
El terapeuta responde a la victoria
Se pide a los padres que lleven un recuento de las victorias del niño y
de las victorias de la casa. Y se les explica que esta es una forma de
"reconocimiento" necesaria cuando se establece que se está entablando una
batalla contra el problema. En la sesión siguiente, el terapeuta revisa esas
anotaciones y en el caso de que el niño vaya ganando, tiene la oportunidad
de poner el acento en la importancia de ese éxito.
Habitualmente, la celeridad y las dimensiones del éxito obtenido por el
niño o la niña sorprenden y confunden al terapeuta. En tales ocasiones éste
puede pedirle al niño que le ayude a comprender más acabadamente cómo
pudo alcanzar ese éxito. Normalmente suelo felicitar también a todo_s los
miembros de la familia por haber logrado dominar a la ante desobedienre
adversaria. El terapeuta también puede preguntarles a los miembros de la
familia cómo fue posible que el problema no conrinuara reinando en su hogar
y si alguien cometió alguna equivocación.
Predecir las recaídas
Es importante que el terapeuta pronostique las posibles recaídas. Esro
permite situar tales recaídas dentro de un contexto que provoca respuesta
específicas de los miembros de la familia. rcspuesra que vuei\'Cil a colocar
199
i1J1111itilim~ del conb'OI familiar. Esto es particularmente importante
a1i;t1illiilliellnlqll~eUas familias que ya hicieton varios intentos asistidos para
illj¡•íafild )l'ftlble• -sin tener éxito. Predecir las recaídas contrarresta la
_,.iacia de "volver a foja cero"; y, además, si se p(es~ntan las recaídas
CCIItiOpftlebude ladisposición que tienen todos para contmuar luch_ando, se
loíla ~los miembros deJa familia retomen el programa presento en la
wapia ype.rsistan en éL
. .
S terápellta puede hacerle al niño algunos comentanos que ayudarán
a¡aeparare~caminoparaconsiderar las reGaídas dentro de este contexto. Por
ejemplo. puede decirle: "Esa enemiga tuya tiene su carácter y no va a aceptar
tan ben"'olamentequeteconviettasen su jefe así como así; aunque después
creo que se sentirá bastante contenta con el arreglo.., o "quizás te hayas dado
cuenta de que' tu adversaria vuelve a repnir sus fuerzas y te ataca de vez en
cuandQ para medir tu fuerza".
~respecto de las;recafdas puede reforzarse haciendo comenr'iíillíinrileiiifibii'lo: •'Cualquier accidente futuro te brindará una buena
t oiiJOI• llllli;ibcidh·tl1S fuerzas colecando la caca en su lugar", o "si le das
5Lób1tmdrául beneficio de redescubrir tus fuerz.as".
~omendado
es mantener una sesión larga o dos
familia dentro de un breve .intervalo destinado a
~ma. De$pués de ese contacto inicial, durante algunas
~~1!ilil~le!rier con el niño o la niña y sus padres contactos
prc>gr,am:adc.s. Dos semanas d~spués de la primera
segunda reunión con la familia. Después de seis
comenzado el programa se estipula una sesión de
11C=~dt la familia se encuentran con alguna dificultad
1
ofrecerles una s~ión adicional.
de la encopt:esís. En mi experiencia, rara vez este programa faD6
resolución de los síntomas. Además de trazar un m~a de la terapia
adecu~~a para tratarla ~nco¡Jresis infantil, en este análisis traféde transmitii'
el espmtu que caractenza este tipo de trabajo.
Algun?s as~ectos de este enfoque pueden aplicarse también a otros
prob~emas mfannles (White, M., Fears and fears' fierce friends. alín no
publicado).
Notas
.
_l. ~on frecue_ncia he pensa~o ~ue los s~stemas de Clasificación de los diagnósticos
psJquJátnc~s debenan te~er un eJe mdepend1ente dedicado a los pseudoproblemas.
2. J?•cha muestra mcluye_ ~ipos de encopresis continua y discontinua (Antbooy,
1957), as1 como casos de retenc10n de las heces (la defecación excesiva después de una
persistente constipación).
·
3. Bateson ( 1972) al analizar la desordenada situación en que se encuentran las
personas como consecuencia del pensamiento voluntarisra, dice que el paciente "no
conoce lo bastante qué ha provocado esa situación desordenada y siente que lo gue le pasa
es de algún modo injusto. Aun no se siente parte del sistema en el cual existe ese desorden,
entonces censura al resto del sistema o se censura a sí mismo" (pág. 436}.
4. Esta clasificación depende por completo de las consecuencias. Recientemente
sufrí una caída por la cual debía ser hospitalizado y operado. Bajaba yo una colina en 11M
bicicleta de niño mientras participaba de una fiesta de cumpleaños de una amiga de mi
hija cuando, por alguna razón, la bicicl.eta desvió su curso fuera de mi conlrol. Traté de
corregir la trayectoria, pero mi oscilación pareció contribuir a desestabilizar la bicicleta
y sucedió lo inevitable. No sé cómo comenzó todo, pero cre<o que este accidente peclrfa
clasificarse como la consecuencia de un círculo vicioso [El autor juega aquí con el doble
sentido de la palabra cycle, ''círculo" y "bicicleta''. T.).
5. Es particularmente importante en este caso dirigirse al más debilitado de los
padres que seguramente es quien ha cargado con la mayor responsabilidad de la crianza
del niño. Generalmente, es la madre.
6. Sobre uo análisis de este concepto véase Watzlawick y otros. 1974.
7. Sobre una discusión del reflejo gaslroilíaco y su aplicación en el traltamlieato~~¡.¡
la encopresis, véase Young ( 1973)..
..
.
.
•
8. Deben utilizarse exactos dispositiVOS para medu eluempo.
9. Siempre creí que Clark Kent se olvídaba de ~ue era Supernilln hasta: que se - -...a
en una cabina telefónica. Sólo allí volvía a descubnr sus fuerzas secretas.
1O. Esto puede demorarse has_ta que el padre menos desalentado esté diSJpOIIII*i~~
para participar.
Referencias bibliográficasAnthony, E.J. 1957, "An experimental approach to the psycbopathology of cbilldlltl!ll
encopresis.. British 101tnal Qj Medica/ Psycholog_y. 30. -~s. 146-,'lSI7tiSit.últiollll~
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Pr.•tluutl')': Vo.Jumt.n n•'l? - D (Jt11r/Nmu.s fn d~1:tdopmenr. Nueva Yor~ Basic
-·
Asesorar al asesor
La documentación del conocimiento altemativo*
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Youn,g. G.C. 1973. "'TM!rearmeneof chll<lhood enco,.,sis by condiliontd gascro.ilcol
relk• Tmininf'. BeliOI'Ío•r &se,r<h and nrlrflp)'. 11. p:!SJ'. 499-~()").
David Eps1o11
Michael White
E n el presente c•pfwlo de$Cribimos un¡ prlictia te~utica que a.lie:nl;~ a lu
pcrso~as 3 docu~ent~r los ton~mientos que los llevaron a solucionar .su problem.u y el
con oct'!'lenro altemat1vo de s.us \'Idas y de Su$ relaciones que· resurgió 0 ~ gencró durante
1~ rerapro. De ese modo lllle>cono<imienros q~ella_ru drsposición de lapersocuqlll! podl\1
'o~ver a desplegarlos cuando l<>cons•derc ~atu) ya djspo.liición de OlmS personas que
qu1er an consultarios.
La ..a,Htlog(a del rito de pasaje·· suminima un buen m:~.rco p3tD: desarrollar este
!rabajo. Pues contribuye a"conotpeualizarlo y orgo.oiz.arlo. Par.:a elln tli necesario bosqueJDr u n prOtocolo en c1 cual se es.tabluca quetl pm:icmeaetú:tcomo un asesor de si mismo
y d-e los: demás. Ademjs presentamos aquf una ~ dé p rcgunlas qae ..t}odan u l.as
personas a elaboror una arquee>logfa de &u concximiento alcemarh·o.
El rito de pasaje
Consideramos que el tipo de rito mencionado por van Genncp como
"rito de pasaje" es una metáfora que tiene mucho que ofrecer al proceso
tera~utico. Van Gennep sostiene que el rito de pasaje es un fenómeno
universal destinado a faciliur las IT31Isiciones de la vida social, de un starus
y/o una identidad a otro. Y propone un modelo del proceso de este rito que
consiste en las etapas de separación, liminalidad y reincorporación. En las
cult uras tradicionales, la iniciación de cada una de estas ecap3S se señala
mediante una ceremonia.
En la etapa de la separación, las personas se apanan desu rol o su scacus
familiar ydé su posición en e 1mcdioenque viven yentranen un mundosooial
no familiar, en el cual la mayor parte de los modos de manejarse <n la vida
que anres sedab.1n por sentados quedan suspendidos: un espacio liminal. Este
•ata es una ver1ión re-visada ck' un:. prestruación hcdt:t.' por lo.~ :.uum:s duruntt tl
Congreso de Ter<~pia Fnmibur Au$1.r"Jii~J:u rr<tliz:tdo en Mclbourne ('1J J9S5. At"'nM
notas rclacion;~das<:on csw prcs.cntacidn rumn public!ldu udgtn:alme-mt ~n 1-:t" ~r.t$ dd
'ongreso (WhilO y cp51Nl. ~ ~~),
Puhllcodo en e l DHA.·rclt
02
e,,,,., Nn~·sltll(fr. n• 4. J9'>U.
espacio ti minal, que constituye la segunda etapa de un rito ele pasaje s:e sitúa
en el medio de mundos conocidos y se caracteri~a por las experiencias de
desorganización y confusión. por un espíritu de exploración y por una
profundasensaci6ndc posibilidad. La tercera etapa. la de la reincorporación
concluye con el rito de pasaje y ayuda a las personas a resituarse en el orden
social de su mundo familiar, pero en una poSición diferente. La característica
de esta nueva posición es que aparece acompañada de nuevos role:;, nuevas
responsabilidades y nuevas libertades. Tradicionalmente, la llegada a este
punto se proclama mediante declaraciones que afii1Jlan que la persona logró
pasar con ~ítos por la transición y el reconocimrey¡to comunal legitima esa
nueva posición.
El rito de pasaje y la ~erapia
Hemos observado que esta metáfora del rito de pasaje brinda un mapa
dtil ,.aplos terapeutas se orienten en el proceso de la terapia. Y además
ayuda a aquellas personas que-buscan la ayuda terapéutica a transitar de una
situaci6n problemática a una sin problemas (Epston, 1985.• 1987).
Basándonos en una interpretación personal de.esta metáfora, hemos
estructurado una terapia que alienta a las personas a encarar el pasaje de
novicios a veteranos. de pacientes a asesores. Antes que establecer una
dependenciadel"CQQOcimientoexpertodel tera~uta'', esta terapia capacita
a las personas a alcanzar un punto desde el cual pueden recurrir a cierto
coaoclmientoalteraativoy"especial" que resucitó o fue generado durante la
terapia.
.
El ~~puedeinvocarlaetapade "separaciOn" mediantediferentes
anterveuctonesrmchisq aquellas que alientan a la persona a apartarse de sus
extemaliia<:ión de tales problemas. (White,
1989
~·Bate
. caert~.sconceptos familiaEes que
por~~ylosdiscursos mtemalizantes domin8JlteS
que gufaD sas ~~~la experiencia de liminalidad.
::. .t:!-las
:
Y
~~~'
~
A
nqcvas po.sibilidades que p. ueden
o generarse el conotimiento alternativo. Ademundos de~ personas sesubj untivizan. Al
~1 rifp de pasaje, Tumer (1986) dice:
Creemos que los terapeutas pueden medir meior has+- q é
'bl
. .
J
•<G u
punte.
e partiCipar en la etapa liminal, cuanto menos s
'd dd ·
·
e preocupen por la
cant1
a . e tiempo
msumido y cuanto más sesum
· en una sensae~ón
· de
"
.,
· erJan
comun~dad con la~ personas que se les acercan en busca de a uda
terapéutica. Este senttdo de comunidad fue muy b'
d
y
(1967):
ten expresa o porTumer
pOSI
Este grupo liminal es una comunidad, o una comunidad de camaradas
~s~~~t~ra .de posiciones dispuestas jerárquicamente. Esta camaradería J:~~e;:
t~O)~sunc10nes de rango, edad, parentesco y. en cienos cultos. hasta de sexo (pág.
La etapa final, la .de reincorporación lleva a la finalización de la terapia.
En ella queda autenticado el conocimiento alternativo que resucita 0 se
g~nera dur~n.t~ la terapia. A través de esta etapa de teincorporación, las
nuevas postbihdades pueden hacerse realidad.
La metáfora de la "terminación como pérdida"
Creemos que en el proceso transfQrmador llamado terapia, lo que
mencionamos como la etapa de reincorporación es et aspecto que se ha
definido menos satisfactoriamente. Suponemos quees.to tiene que ver con el
hecho de que la metáfora de la "terminación como pérdida" ha dominado ia
bibliografía dedicada a esta etapa de la terapia.
El predominio de la metáfora de la terminación como pé"rdidá se ha
establecido como premisa de una.particular orientación terapéutica. Es una
orientación que da más importancia al núcromundo terapéutico que a los
demás 1 y que representa la etapa fmal de la te~pia como una fase dominada
por la pérdida de ese micromundo y de sus relaciones centrales y supuesramente fundamentales, una fase dominadatambjén por la necesidad de lagrar
un ajuste para que el paciente pueda "seguir adelante solo'-'.
Consideramos que esta orientación terapéutica (que constrUye un
escenario privado y completamente separado para las vidas de las personas)
se basa á su vez en ciertos conceptos y ciertas prácticas culturales.
Tales premisas y prácticas incluyen la ideaindividualizante do~~te
de la personalidad que existe en la cultura occidental, el conceptoesenctahsta
del sí mismo, la idea de que la persona es la fuente de toda significación Ylas
prácticas modernas de la objetivación de las personas y de sus cuerpos. todos
conc_eptos comunes a las "disciplinas" (Foucault, 1973).
Gecrr.~: ( J976) tiene algo que decir respecto de esta especificidad
cullural de la concepción individualizante:
'6
'd. tal de la persona como un universo cognitivo único, limitado.
La concepc1 n occl \:n
.
. · ·
·•
· d d t o de
.
á
·co
d. conciencia emoc16n JUICIO y acc1on orgamza o en r
un centro d 1n nu
e
·
'
· 1
'd b t t eculiar
un todo distintivo es. aunque nos p:~rezca incorreg1b e~ un:~ 1 ea as an e p
dentro del concepto de las culturas del mundo (pág. 2-5).
Aquellas terapias. basada en estas concepciones y prácticas culturales
suelen llamarse "terapias de aislamiento''.
La metáfora de la " reincorporación"
Encontraste con las prácticas basadas en la metáfora de la terminación
como pérdida, la metáfora de la reincorporación, representaría la etapa final
de la terapia, una etapa que se centra en la re inserción de la persona en un
mundo social familiar y que promueve la incorporación de los demás a la
celebración y el reconocimiento de que la persona llegó a un destino o a un
status mejorque el anterior. Podemos llamar a estas terapias basadas en tales
prácticas, "terapias de inclusión"2•
No obstante, a pesar de las posibilidades que implica la metáfora de
reincorporación, las prácticas terapéuticas basadas en ella han debido
sortear algunos obstáculos. Por ejemplo, Kobak y Waters ( 1984) que
también estudiaron la metáfora del rito de pasaje, señalan las dificultades
prácticas que presenta el intento de vincular el mk romundo de la terapia con
el mundo exterior:
Sin embargo, en relación con su contrapane tribal más primitiva (sic) el terapeuta
familiar que trabaja con un públicamente reconocido rito de pasaje, se encuentra
en una relativa desventaja para lograr un cambio de segundo orden de largo alcance.
La desventaja más evidente es que el terapeuta familiar no cuenta con los lazos
comunitarios de la familia ni permanece en contacto con las normas de la
comunidad que fortalecen los cambios que se producen durante el rito de pasaje,
una ve~ que los panicipantes regresan a su vida corriente... Esa panicipación de la
comuntdad en el proceso de cambio ayuda a estabilizar los cambios de segundo
orden que se dan durante los ritos liminales. Al obrar sin conocer las normas de la
comunidad, el terapeuta familiar puede producir un cambio liminal que no se
sost~~drá en la fase de reincorporación 3. Una .,isión evolutiva de los problemas
fam1hares puede ayudar al terapeuta. pero aún asf. el relativo aislamiento que sufre
éste r~specto de la comunidad de la familia continúa siendo un problema. Se han
estu~1~do ~lguna~ soluciones potenciales a este dilema que consistiría en incorporar 1~ . red fam1har o, de un modo menos amplio. activar el sistema de parentesco
~am1h~. De todos modos. la analogía del rito de pasaje sugiere que es necesario
tnvesltgar más la cue5tión (pág. 99).
206
Durante varios años estuvimos experimentando las distintas formas de
superar este tipo de obstáculos. La respuesta que recibimos a tales intentos
nos convencieron de que:
~) la metá~ora del rito de pasaje es la más adecuada y que también es
aprop1ado cons1derar la etapa de reincorporación como la fase concluyente
de la terapia.
b) no es conveniente poner el acento en la metáfora de la "terminación
como pérdida" en esa etapa de la terapia.
Puesto que preferimos considerar la etapa final de la terapia como una
reincorporación, tenemos motivos para celebrar junto con las personas que
decidieron buscar la ayuda terapéutica, en lugar de sentir conmiseración.
Además decidimos oponemos a la concepción de la terapia como un espacio
social exclusivo y esotérico y una fase individual, necesariamente limitada
por reglas de privacidad y exclusión.
Hemos ayudado a las personas a explorar los diferentes caminos y los
diferentes medios medjante los cuales es posible contradecir las práctica<;
basadas en esta concepción y oponerse a las limitaciones que impone esa
privacidad. Además, participamos con las personas en la comunicación y
publicación de los conocimientos alternativos preferibles que resucitaron o
se ganaron durante la terapia. Nos unimos a las personas en la tarea de
identificar y reclutar un auditorio que asistiera a la aparición de tales
conocimientos alternativos. Y trabajamos con ellas para lograr documentar
esos conocimientos en forma de discursos populares.
Al revisar nuestro estudio de las prácticas de reincorporación. clasificamos los diferentes enfoques considerados útiles por los pacientes. Todos
ellos incluyen la identificación y el reclutamiento de u~ público capaz de
autenticare} cambio y legitimare\ conocirruento altematJVo. Tales enfoques
incluyen:
1) la celebración, la entrega de prerruos y certificados a cargo de
personas significativas para el paciente, que incluyen a aquellas que no
participaron de la terapia (White, 1986);
.
2) Jaimportanciade dar aconocerlas ''novedades", a fin decomuruca~
a las personas significativas para el pacientequeéste ll~gó a un nuevo status.
3) declaraciones personales y cartas de referenc1a Y
.
4) permitir que las personas se conviertan en aseso:e.s, en u_n s;:t~~~
formal, en lo referente a esos conocimientos que ~es perrrutJeron l~be
vidas y a los conocimientos alternativos Y prefenbles sobre sus vidas y sus
relaciones.
.
, L · re
Ya tratamos los tres primeros aspectos mencwnad~s aqut en aer~
Means ro Therapeutic Ends (White/Epston, Epston/White. 1989). En e.:e
capítulo nos limitaremos a analizar el cuarto y presen.t.aremos un protoco o
sobre aquello que hemos llamado "asesorar al asesor .
Asesorar al asesot·
Cuando se trata a los pacientes como asesores de sí mismos, de otros
pacientes y del terapeuta, ellos se sienten con mayor autoridad sobre sus
propias vidas. sobre sus problemas y sobre la solución a tales problemas. Esa
autoridad adquiere la forma de un conocimientoexpertoquese registra en un
medio popular a fin de hacerlo accesible al propio asesor, al terapeuta y otros
potenciales pacientes.
De este modo se logra rechazar la desigualdad que implican conceptos
tales como "el terapeuta es el que ayuda" y "el paciente recibe ayuda". Se
equilibra asf el regalo que da la terapia con el regalo que da el asesor. Esta
reciprocidad es de vital importancia para reducir el !;entimiento de estar en
deuda y reemplazarlo por una sensación de intercambio justo. En The Gift,
Mauss ( 1954) señala elocuentemente las implicancias fortuitas inherentes a
esta desigualdad:
Aceptar sin devolver por lo menos algo equivalente o algo mayor es afrontar la
subordinación, convenirse en un paciente y en un servidor... recibir algo es
peligroso. no solamente porque hacerlo es ilícito, sino tnmbit!n porque ese algo que
se recibe proviene moral, física y espiritualmente de alguien.
Protocolo
La terapia concluye con una invitación a las personas a asistir a una
reunión especial con el terapeuta, a fin de documentaren eUaJosconocimientos que resucitaron o se generaron dentro de la terapia. Tales conocimientos
incluirán aquellosaltemativos y preferibles sobre sí mismo, sobre los demás
Ysobre sus relaciones y aquellos conocimientos referentes a las soluciones
del problema que permitieron que las personas liberaran sus vidas.
Se les dice a los pacientes que deben prestar especial atención a la
cuestión de cómo Llegaron a obtener tales conocimientos, y cómo hicieron que
··esos conocimient~s ~braran" a favor de ellos. Tambi6n se les comunica que
más adelante selos mcttará a que relatenhistóricamente la lucha que debieron
enta~larcon susprobl~mas y los descubrimientos que les permitieron liberar
o;us vtdas. Todo esto ~~e para poner el acento en esos conocimientos, para
hacer no~ar que son stgmficativos y que se garantizará que queden preservados med1ante la documentación.
~u~en utilizarse varios medios a fin de sustanciar y documentar tales
Las
~
tes
conocuruentos.
·
· personas
. pueden elegir entre varias formas d"11eren
que me1uyen 1ascmtasdevtdeo, lascintasdeaudio losrelato t b' gráfi
J
•
S au O 10
tCOS,
. · f ·
1os d tartas ntJmos, a transcripción de entrevistas, etc.
. , _Si las personas se muestran preocupadas porque consideran que les será
dtfictl recordar los
· · 1es de
. detaUes relevantes · el terapeuta puedesummtstar
antemano un conJunto de preguntas orientadoras. Estas generalmente ayudan a las personas a prepararse para la entrevista de "asesorar a su asesor".
Después de c~nvenir la fecha y hora de la entrevista, el terapeuta expone
un prólogo que onentará más aún al paciente en su objetivo. Durante este
pról~~o, el terapeuta sugiere que habrá futuras audiciones y se refiere
exphcttan:'ente a ellas. Luego les pide a las personas que relaten la transición
que expenmentaron para pasar de la situación problemática a la situación de
resolución y les hace preguntas que los alientan a identificar los sucesos
signific~tivos y los pasos que fueron dando en forma de secuencia temporal.
Alternativamente el terapeuta puede narrar su propia versión de la transición
e incitar a las personas a comentarla, a elaborar algo nuevo partiendo de ella,
a hacerle modificaciones y a incorporar sus propias reflexiones a fin de dar
vida dramática al relato.
Como ejemplo, en los siguientes párrafos presentamos una pequeña
mue-stra del tipo de preguntas que nos resultaron útiles para alentar a las
personas a articular esos conocimientos. Los lectores notarán que estas
preguntas fueron elaboradas con una gramática de participación, antes que
de pasividad y determinismo. Al responder a estas preguntas, las personas se
sienten en posición de agentes. Es decir, la sensación de poder desempeñar
un papel activo en la tarea de dar forma a la propia vida, la sensación de
poseer la capacidad de influir en el desarrollo de la propia vida hasta el punto
de provocar resultados elegidos.
Alentar a las personas a responder preguntas realizadas con una
gramática de participación -o como diría Douglas (1982), en la "voz
activa"- contrarresta efectivamente la tendencia a asignar únicamente a las
acciopes del terapeuta importancia crítica eo la aparición de soluciones;
además es esencial para que el paciente construya el autoconocimiento. Para
citar a Harre (1983):
El autoconocimiento exige la identificación de un ''yo'' activ_o y conocedor que actúe
dentro de las jerarquías de las razones. De ello se s1gue q~e. ~ste upo d:
autoconocimiento constituye -o por lo menos da paso a la pos1b1hdad de- 1
autobiografía (pág. 260).
Hemos agrupado las preguntas de acuerdo con varias categorías. La
mayor parte de tales categorías ya fueron discutidas en_ otra parte (~r
ejemplo, White, 1988 a) y son una bu~na a~ud~ para orgam~r. este ~baJO.
Tales categorías no deberían limitarla Jmagmación del Lectormmterfenrcon
:!09
la expres1·6n de SLIS pr·opia· experiencias.
'
· Debido a consideraciones
. de
.
·
1
·
preount·
s
fu
eron
redactada~
en
su
forma
más
compleJa.
No
espac10, a:.
"'
'1
ificarse
fácilmente
de
acuerdo
con
los
antecedentes
y
ob wnte. pueden mod
la edad de los pacientes.
Preguntas orientadoras
Estas preguntas preparan a las personas para la entrevista de ·•asesorar
al asesor" y los llevan a advertir la importancia de:
.
•comprender los pasos que dio la persona para alcanzar los conocimientos que la llevaron a la solución, para que pueda ver más claramente las
bases que le permitirán en el futuro resolver otros problemas que se le
presenten en la vida.
,
. .
• establecer detalladamente qué recursos personales y que conoctmJentos estuvieron en la base de las soluciones y permitieron que éstas se dieran.
• hacer conocer estos descubrimientos y estos conocimientos a otras
personas que se encuentran en un aprieto semejante.
Al revisar las habilidades que le permitieron resolver los problemas, ¿de
cuáles cree que dependerá usted más en el futuro? ¿Cree que le sería útil mantener
vivo el conocimiento de tales habilidades? ¿Cómo se le ocurre que podría
mantenerlo vivo?
Supongamos que usted decide mantener vivo este know-how de cómo echar
a un lado los problemas de su vida. Si en algún momento futuro usted necesitara
"elegir una página de su propio libro'', ¿qué consejo le gustaría escribir en él?
Comprender los pasos que usted dio para resolver el problema es la mitad
de la historia. Si usted pudiera comprender cómo hizo para que este enfoque
funcionara a favor suyo, entendería la otra mitad. ¿Cuáles son las cualidades
personales y de relación que resultaron esenciales para que usted lograra lo que
logró?
Imaginemos que yo mantuviera una entrevista con una persona o una fami lia
que experimentara un problema como el que tuvo usted. Por lo que usted sabe, ¿qué
consejo cree que le daría yo a esa persona o a esa familia?
Supongamos que alguien considerara que usted es un veterano en este tipo
de problemas que logró liberar su vida de ese problema. Si esa persona quisiera
consultarlo y pedirle que lo asesore, ¿como podría usted ayudarla?
La ~ay~r parte_d~ lo que saben los terapeutas y que les resulta útil procede
del aprendiZaJe que h1c1eron trabajando con personas que se les acercaron en busca
de ayuda. ¿Está_ ~ted preparado para apoyar los esfuerzos que yo haga para
pres~rvar conoc1m1enLos sobre cómo resolver problemas, para que éstos puedan
!>erv1rles a otras personas en el futuro?
210
Preguntas referentes a la versión personal
Las preguntas referentes a la versión personal y única que las personas
tienen del proceso de curación las alienta a:
• desarrollar un relato de la naturaleza de los conocimientos conducentes a una solución. que posee, ese know-how tan duramente obtenido e
• id~~tificar los ~asosquedieron para alcanzar esos conocimientos que
les penmberon soluctonar el problema, a medida que se fueron dando en el
tiempo.
Articular y mencionar tales conocimientos ayuda a que estos sobrevivan y sean accesibles; además, tener la experiencia de la evolución de un
desarrollo preferible de la propia vida, a través de la historia personal, es vital
para adquirir un sentimiento positivo del futuro.
Muy bien, usted me ha hecho un resumen de lo que hizo. Sin embargo, ha
sido un relato bastante general, y yo quisiera que me dé algunos detalles específicos
¿Está usted preparado para darme una descripción paso a paso de cómo llego a la
solución?
Entonces, ¿qué fue lo que produjo este gran logro? Cuéoteme cómo se
preparó para lograrlo.¿Qué consejos se dio a sí mismo?¿Cuál considera usted que
fue el primer paso? ¿Alguna otra persona advirtió esto? Y si lo hizo, ¿qué papel
desempeñó?
Ahora tengo cierta idea de lo que hizo usted a favor de sí mismo. Pero tengo
mis dudas de que esto haya sido algo que sencillamente le cayó del cielo. ¿Sobre
qué se basó el enfoque y cómo lo desarrolló usted?
¿Qué puede contarme usted de su historia personal que pueda ayudarme a
comprender cómo se desarrollaron sus habilidades para resolver el problema?
¿Qué aspecto de su vida pasada podría haber contemplado yo que me
permitiera imaginar que usted sería capaz de liberarse de su problema de la manera
espectacular en que lo hizo•?
Preguntas referentes a la redescripdón personal
Estas preguntas alientan a las personas a reflexionar sobre l~s conocimientos alternativos de sí mismos, de los demás y de sus relac1ones que
resucitaron o se generaron durante la terapia. Mediante estas preguntas se le
llama la atención al paciente sobre las conclusiones a las que Uegó. sobre las
realizaciones hechas y sobre la capacidad y habilidad que tienen las pe~onas
v las relaciones y so bre cómo esa capacidad y esas habilidades se retleJaron
~n el conocimiento conducenre a la solución que empleó para enfrenrar los
problemas.
211
De ntro d e 1o pos•'ble . estas preguntas tratande haceruna historiadeesos
conocimiento!> alternativos.
Cuando usted revisa mentalmente las entrevistas que ~antuvimos, ¿qué
a pectos le resultaron particularmente reveladores. sobre qutén es ust~ como
persona y sobre sus cualidades para mantener relaciOnes con.los demás.
.
Durante el tiempo que hemos mantenido nuestras reumone.s, ¿qué le htzo
comprender más claramente quién es usted y cómo prefiere relactonarse con los
demás? ¿Qué sabe usted ahora sobre el tipo de vida que más se adapta a la clase de
persona que es usted y obre el que se adapta menos?
.
.
Ana !icemos los pasos que usted dio para lograr un cambto tan notable, ¿qué
cualidades personales y de relación supone que le permitieron ver todo más claro?
¿qué cualidades personales y qué habilidades para relacionarse con los demás
fueron las que más lo ayudaron a dar esos pasos?
Esos logros, ¿qué ilustran de su vida y de su capacidad de relacionarse que
a usted le parezca importante saber?
¿Qué diría usted de una persona que obtuvo los logros que usted obtuvo al
oponerse a la influencia que los problemas ejercían en su vida?
De pués de haber sido testigo de las acciones que usted mismo realizó, ¿qué
conclusiones saca de sí mismo y de sus relaciones con los demás (conclusiones a
tasque antes usted no podía llegar)?¿Qué sabe usted ahora de sf mismo que de otro
modo nunca hubiera sabido?
De todas aquellas personas que conocieron su pasado, ¿quién cree que tiene
más probabilidades de llegar a las mismas conclusiones a las que llegó usted? ¿Qué
podrían haber observado esas personas en usted cuando era más joven, que ya los
podría haber hecho suponer lo que usted lograría?
¿Qué le dicen estos logros sobre la clase de persona que es usted que
considera importante saber? ¿Es usted la primera persona que supo esto o algunas
personas supieron esto de usted en el pasado? ¿Si hubo otros que lo supieron, ¿qué
les dijo de usted ese descubrimiento?
Preguntas sobre las posibilidades personales
Estas preguntas alientan a las personas a especular sobre las muchas
opciones y posibilidades que tiene una v ida futura reconocible. Además,
promueven un análisis sobre los nuevos destinos futuros posibles y sobre los
pasos especfficos que deberían darse para alcanzarlos. En general, estas son
preguntas o~~n~adas ~acia el futuro, son preguntas profundamente marcadas por una onentactón al futuro que permite mirar el presente desde un
ángulo futuro"s.
. Las preguntas orientadas a un futuro (desde el cual pueda echarse una
m~rada al presente como ~asado.) le exigen a las personas imaginarse a sí
mtsmas llegando a un destmo valioso de la vida y desde allí mirar el presente
212
paradete~inar q ué pasos de los que están dando son los más relevantes 0
1mportantes p~a ~lcanzar ese destino y determinar, también, cuales deberán
ser los pasos s1gu1entes más convenientes para llegar.
Al saber lo que ya sabe ahora sobre sí mismo y su forma preferida de vivir
¿có~o cr~eque este nuevo cono~imiento afectará sus próximos pasos? ¿Cómo cr~
que mflutrá en su forma de sentir el hecho de \'Crse a sí mismo dando estos nuevos
pasos?¿ Y cómocreequeinfluirá todo esto en la imagenque usted tiene de sí mismo
como persona?
¿Le molesta que especulemos sobre las nuevas posibilidades que traerán
consigo estas nuevas realizaciones?
Me he dado cuenta de que aquí tenemos una historia diferente. en alounos
sentidos, de la que usted tenía anteriormente o al menos de la que usted creÍa que
tenía. ¿Le molestaría que le haga algunas preguntas sobre la clase de futuro que
esta nueva historia puede traer consigo? ¿Hasta qué punto este nuevo futuro será
diferente del futuro que le habría deparado su pasado?
Quisiera que imagine que usted se ha adelantado en el camino de la vida, que
ha llegado a cierto destino valioso y que desde allí mira hacia atrás y ve este
presente. Teniendo a su favor el beneficio de poder ver desde el futuro. ¿cuáles
parecen ser los pasos más significativos que está dando usted en este momento?
¿Y hacia qué otros pasos subsiguientes lo están guiando?
Desde ese ventajoso punto de vista futuro, ¿qué nuevas direcciones parece
posible tomar gracias a los descubrimientos recientes que usted hizo sobre sí
mismo? ¿Esas realizaciones y conclusiones le permiten intervenir en su futuro?
¿Y cómo?
Preguntas de circulación
Estas preguntas ayudan a las personas a identificar y reclutar un
público apropiado para hacerle conocer la aparición de. los conocimient~s
conducentes a la solución y de los co nocimientos altematJvos sobre la propta
vida y las relaciones personales. Ese auditorio desempeña un P.apel muy
significativo en el s entido de que autentica las nuevas declaraciOnes que
acompañan a tales conocimientos.
Este es el momento en el cual el terapeuta puede evaluar hasta qué P.unto
e l paciente está preparado para hacer que esos conocimientos sean ~c~estbles
a otras personas que puedan estar experimentando prob~emas smulares Y
puede determinar las condiciones en las que ese matenaJ puede hacerse
accesible a tales personas.
._,,
Ahora que usted alcanzó este punto de la Vtua.
¿qut'é n más puede .aberlo"
d ·
que
puede
marcar
este
conocimiento
en
1~
acfiuru
qdue
ué
diferencia
cree
¿Q
.
.
que sería la meJOr orma e
esa persona tenga hacta
usted.? ¿ euáJ supone
presentarle estas novedades?
213
¿Cree u~ted que puede resultar útil informarle a ~tras personas _e sta.
reali.tacioncs? Sí cree que sí. ¿cómo le parece que podna despertar meJor su
interés? · Qué es Jo más importante que deberían saber?
(,
d
, d •
Puesto que es importante comunicarle a otras personas to o esto, ¿que_Po :'a
darle a esas personas un!l razonable familiaridad con las nuevas reahzactones y las nuevas conclusiones a las que usted llegó recientemente ?
Supongo que hay una buena cantidad de perso.nas que tienen de usted una
imagen como persona bastante atrasada. ¿Qué ideas tiene de lo que
convendría hacer para ponerlos al día, para que e.llos tengan una visión más
actualizada de cómo es usted hoy?
¿Le parece conveniente dejar que los demás sostengan la ilusión de que todo
sigue siendo igual eRSOvida? Si piensa que no, ¿cómo podría combinar con
esas personas para que ellas se le unan en una celebración destinada a festejar
los logros alcanzados?
Si otras personas buscan ayuda terapéutica por las mismas razones por las
que lo hizo U$ted, ¿puedo compartir con ellas algunos de los importantes
descubrimientos que hi zo usted? Si me lo permite, ¿hasta qué punto puedo
darlos a conocer y en qué circunstancias?
a aquellas
personas .cuyos documentoS se les presentaron, ahenta
.
. ·
a esos
partlCtpantes a aprectarde maneramáscompletay....,....•~·ta
· ·ón pnvt
· ·1eg..· ada. Esta es una posición en la cuall
naturatezade
su postct
..
convierten en confidentes de las vidas y las re•.....:- deos partJllctpantes se
.
.
-wnes aque as personas
que estuvteran dispuestas a contribuir al desarrollo d 1 "
• .
terapéutico". Además, el hecho de registrar las respuestase , conoctmrenro
acabadamente a los participantes en la comprellSJ"ón de 1 com~me~ más
• •
as expenenctas de
y dtsmmuye aquellas .....,pu•~•
.... que son e1resultado de
aque11 as. personas
.
...... ..-.....
una postctón de desapego que con tanta frecuencia adopran uie
-·
pan de los contextos de enseñanza.
q nes parttcivariablem~nte, 1~ personas se muestran entusiastas ante la idea de
rectbrr 1~ retroalimentación de otras en relación con sus producciones
terapéuticas.
A veces, .esta retroalimentación provoca eorrespondenetas
·
. .
su bSI~UJentes Y'J>roductt vas entre los primeros pacientes y Jos otros que están
exp~r~mentando problemas similares, o entre los primeros pacientes y los
partt~tpantes de talleres cuando estos pmticipantes dirigen sus comentarios
a algun caso concreto.
·-r-
. !n
Posesión y empleo de los documentos
Conclusión
Admitimos que las producciones terapéuticas son una coproducción,
pero consideramos que las personas que se nos acercaron en busca de ayuda
terapéutica son los socios principales de la posesión de esta propiedad. Por
lo tanto, esas personas tiene el derecho de veto en lo referente a1 empleo de
cualquiera de los documentos (incluso de las cintas de video) producidos
durante las consultas.
Les infonnamos a las personas que esos documentos, a los que
llamamos archivos, se consideran algo que el terapeuta toma en préstamo con
propósitos específicos y por períodos de tiempo específicos y que el paciente
puede retractarse de ese préstamo en cualquier momento. A pesar de esto,
muchas personas prefieren entregarle el material al terapeuta para que él lo
utilice a su buen saber y entender.
El terapeuta puede sugerirles a las personas que consulten periódicamente los.conocimientos expresados en sus propios documentos o pedirles
que perrrutan que esos documentos sean vistos o escuchados con discreción
por otr~. personas que estén experimentando problemas semejantes o que
sea? utilizados ~~n propósitos de enseñanza, tomando el compromiso de
regtstrar YpermttJrles consultar las respuestas de esas otras personas.
El ~hecho de registrar las respuestas de quienes participan en contextos
deensenanza, con el objetivo explicito de suministrar una retroalimentación
En este capítulo describimos un proceso que hemos dado en Uamar una
"arqueofogía de la terapia". En este proceso, los conocimientos que resucitacon o se generaron en el contexto terapéutico, la historia de dichos
conocimientos y las condiciones que hicieron posible su producción aparecen
subrayados. Las personas se transforman en creadoras de conocimientos y
los creadores de conocimientosllegan a ser personas reconocibles. Además,
en este proceso se autentican tanto la capacidad de crear conocimientoscomo
la posibilidad de tener acceso a esos conocimientos.
Todo esto alienta a las personas a desplegar esos conooillÚentos de un
modo más experto, aumenta su autoridad en las cuestiones que les interesan.
y disminuye la dependencia del "conocimiento experto del terapeuta".
Estamos convencidos de que tales conocimientos personales del paciente
pueden ser más viables, duraderos y eficaces que el conocimiento experto
"venido desde afuera" que, con frecuencia, le resta capacidad a1 paciente y
en ciertas circunstancias" produce un efecto que deja atónüo al paciente.
214
Notas
l. Al oponernos a este modo de privilegi,.ar el micromundo 1erapéu1ico. no e~ra~s
proponiendo que todos los aspec1os de la terapia se desarrollen en un terreno publico.
115
Creemos que las personas de berían tener acceso a un sitio privado en el ~at:~
\entirsc seguras y a salvo. y donde se respeten sus deseos de confidcocialidaél. $iil
embargo. consideramos que es inapropiado colocar este mundo por encima de los~
pues creemos q ue todos los conocimientos que surjan de la terapia que sean CODoelniien·
tos preferidos por las personas. deben contar con un espacio disponible que les permita
ci rcul11r. Preferimos la interpretación que supone que las etapas finales de la aerapia son
nuevos comienzos.
2. En Confession: Swdies in de1•ifmce in relig ion (1982), Tumer y Hepwonh
d isting uen dos clases principales de ritos: los que incluyen a las perSonas dentro de grupos
ociales y los que las excluyen de esos grupos.
3. En la traducción del texto de van Gennep preferimos el término "reincorporación", al de "rcagregación".
4. Esto también puede interpretarse como la experiencia de las preguntas sobre la
experiencia (White 1988 b). Por ejemplo, "¿Cómo pudo (una persona históricamente
significati va) ... advertir lo que le hizo notar que usted sena capaz de lograr Jo que logró
en el momento preciso?" Daphne Hewson ( 1990) propone preguntas muy parecidas desde
una perspectiva psicológica cognitiva-social.
5. Otros te rapeutas, incluso algunos enrolados en otras corrientes. han coincidido
en que las preguntas de este tipo son particularmente útiles. Por ejemplo, Daphne Hewson
llega a esa conclusión partiendo de una orientación psicológica cog¡1itiva social.
. .
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2 16
.:m
Más allá del conocimiento del experto
Entrevista con Michael Wbite*
AndrewWood
. Michael W~ite es un terapeuta familiar internacionalmente renombrado que
trabaJa en e~ Du lwtch Centre de Sud Australia. En esta entreviSla Wblte analiza sus ideas
y e~penenctas que abarcan una amplia esfera de tema$. desde el proceso de "reescritura"
al •?terca n~b.'o de roles _entre el terapeuta y los pacientes durante la terapia. delde el
equtpo ~uxtha~ ~e retlextón hasta la formacióndelterapeutay, por supuesto, el futuro de
la tcrapta famthar.
.
Andrew Wood: Cuando almorzamos juntos la semana pasada, me
mteres6 ent~rarme de que usted trabaj6 alguna veule em¡ileadot#-ojicina
y que ademas Le encantaba el suif. ¿Cuál fue el camioo que lo llev6 a la
terapia familiar?
Michael W.: Alrededor de 1967 comencéatrabajarcomoempleadoen
1o que entonces era el Departamento de Bienestar Social. En esa época aquel
era uno de Jos pocos lugares en los que uno podía trabajar y al mismo tiempo
estudiar asistencia social. Antes, durante un breve período trabajé como
diseñador en una empresa de ingeniería eléctrica.
Andrew W.: Todo eso parece bastante alejado del lugar donde
terminó usted.
Michael W.: Me formé como diseñador de electricidad y mecánica
porque cuando estaba en la escuela fui a ver a un asesor vocacional. Es lo que
solía hacerse en aquella época. El asesor me dijo que yo necesitaba hacer algo
con Las manos, además de utilizar mi cabeza. Los tests indicaron que yo me
adaptaba al campo de la ingeniería, a pesar de que nunca me había interesado
en esas cuestiones. Por entonces yo no tenía ideas muy claras sobre lo que
deseaba hacer, de modo que antes de advertirlo me encontré trabajando y
estudiando en un campo que sentía por completo ajeno a mf. Así que lo dejé.
Andrew W.: Entonces, ¿por qué la asistencia socilli?
Michael W.: Creo que comencé mi formación en el campo social en
1967 y hubo varios factores que impulsaron esa decisión, algunos de ellos
fortui10s. En el espacioque tenemos para esta entrevista no podría detallarlos
todos. Lo cierto es que yo estaba interesado en trabajar con las personas. Esto
me atraía mucho más que trabajar con máquinas. Y recuerdo que la idea de
ser consejero me atrajo particularmente.
Andrew W. : ú:z primera \'ez que oí hablar de usted fue cuat~do yo
eswdiaba asistencia social y 11os mostraro11 zmtz pelfmla en la que usted
• Publicado originalmenre en el A. N. Z J. Fam. Th,r.• vol. 12. n• 4. 1991.
2 19
habia colaborado: "Ellos consideran que el mundo de una mujer es apenas
e.w ... y poco mcís" (South Ausrralian Film Corporarion, 1976). Hasta que
,.¡ese filme. el desarrollo comunitario y la acción social eran conceptos
l'(lg os pa m mí.
MiclwellV.: Ese proyecto surgió de varios grupos de terapia familiar
que organicé en 1973 y 1974 en el hospital Hillcresl. Asistían a esos grupos
fami lias cuyos miembros eran o habían sido pacientes del hospital. Al
finalizar una de esas series de reuniones, las mujeres del grupo decidieron
continuar reuniéndose para apoyarse mutuamente y me preguntaron si yo
podía acompañarlas. Tomamos la decisión de realizar las reuniones en la
comunidad donde vivía la mayoría de esas mujeres: un barrio relativamente
pobre carente de algunos servicios esenciales. El director de la escuela
primaria local se mostró entusiasta con la vida y nos cedió un aula para que
realizáramos las reuniones.
Al principio el grupo depositó sus energías en ayudar a otras mujeres
de la comunidad que debía vérselas con mucho trabajo y privaciones,
particularmente madres que estaban solas a cargo de los hijos. Luego el
grupo continuó con la acción social como un medio de encauzar algunas de
las necesidades de la comunidad. Y se convirtió en un grupo muy militante
y comprometido. Por ejemplo, una vez interrumpieron el tránsito en una
carretera de mucha circulación frente a una escuela primaria a fi n de lograr
que se tomaran medidas para hacer más seguro el cruce de los niños. Algunos
habían sufrido accidentes en ese lugar, pero las autoridades locales no habían
hecho nada. Las mujeres lograron que se estableciera una senda peatonal.
Durante cieno período de tiempo estuve activamente comprometido
con e.ste ~po; a pedido de sus miembros colaboré en la planificación y en
la ~1culac 1ón de su filosofía. Eran reuniones muy espiriruaJes en las que se
resp1raba una atmósfera de generosidad y camaradería. Todos aprendimos
mucho~ nos enseñamos mutuamente a reconocer las múltiples posibilidades
de trab?Jar por una existencia mejor y descubrimos hasta qué punto actuando
en cOnJunto, la gente puede aprovechar esas posibilidades.
Andrew W.: ¿Está usted de acuerdo con la crítica que generalmente
se h~~e desde el campo d~ la asistencia social en el sentido de que la terapia
f~nulwr ~e cemra demaswdo en la familia y descuida la acción comunitana y soc1al?
. ':'ficlrael W.: Creo que honestamente puede decirse que la terapia
fam1har
·
. se centró en la. familia hasta tal punto que sus practtcanres,
a veces,
se olv1daron
de
las
realidades
poHticas
y
soc'¡ales
,
.
'
masamp11asqucenmarcan
.
.
1a existencia de la familia. Sin embargo co
h
f T
·
• nozco a mue os terapeutas
1
lar~ o, q~~ mc~yen activamente esas cuestiones más amplias al trabaja~
l:on as am• •as. reo que el desarrollo de perspectivas "constructivistas''
am\
más críticas y la decadencia de Jos 111CliCiellol'
promoviendo esta tendencia. Este comentario paliili*li
lectores, pues muchos terapeutas de nll4e~brac~~. .i(iÍllilaH!QIIIfllñdlirel
constructivismo con el relativismo o el nominalismo- • _..__..
.
.
,~ 110 - -6 u 00
t1enen nmguna relación con él.
Andrew W.: En los últimos años se han lwcho IIUÚ ~--. · d · ..1
.l''"''"'ntes sus
VIaJeS estmauos
a dictar cursos en el extranjero. e:·Qul "'nwrienc·
l d 'ó
. .,
r1a e eJ
1a tran~tcwn entre enseñar en Australia y Nueva Zelanda y enseñar en el
exrrafl)ero?
Michael W.: Al principio esa transición me provocabacierto desasosiego. Pero luego me di cuenta de que organizar talleres en el exterior sólo era
algo diferente. Hay diferenciasculturaleseoeltipoderespuestadelauditorio
y, a veces, me lleva algún tiempo situar esas respuestas dentro de los
contextos culturales. Por ejemplo, en algunos lugares es una práctica común
que los participantes coman y beban durante el desarrollo del taller; y me
llevó cieno tiempo adaptarme a un "mar de mandíbulas batientes" ¿Qué me
decía eso de mi trabajo? "Nada", me dije, salvoque los participantes estaban
cómodos. En otros lugares, los participantes permanecen en los intervalos
sentados en sus sillas charlando animadamente en lugar de ir a tomar un té.
De modo que les pedí a los terapeutas familiares locales que interpretaran
ellos mismos ese fenómeno y me lo explicaran.
Andrew W.: ¿Cómo ve u.ftPd la aceptación que han tenido sus ideas
y su estilo terapéutico en el exterior?
Michael W.: Parece que hay un gran intem por Jo que digo y por mis
ideas, particularmente poraquellas relacionadas con la metáfora narrativa y
aquellas vinculadas con los campos de poder. Desde el punto de vista del
"estilo terapéutico" quizás el interés se dirija principalmente a aquellos
enfoques considerados más ..colaboradores" y menos impuestos. <?Wsiera
agregar que no creo que mis ideas y prácticas~t6n ~mpletament~ atsladas.
Creo que otros terapeutas se interesaron en ~ trabaJ? en la ~da en que
éste se adapta a sus propios valores y sus prop1as ¡ricticas Yles sarve de base
para desarrollarlos, aun cuando no los hayan articulado por completo. .
Andrew W.: Dejando de lado los cursos que dicta en .el Dulw1ch
Centre, ¿enseña usted más en el exterior que en Australia .v Nueva
Zelanda?
Michae/ W.: Sí. probablemente en este momento sí.
.
Andrew W.: Esto me lleva a preguntarle ¿cdmo defimrfa usted
su
1
·
familiar
australiana
Paresiwación demro del panorama de la terapia
l .ll
ciera que en los líltimos años usted hubiera adoptado lo que se sue e amar
un "perfil bajo".
Michael w.: Sí. creo que es así.
Andrew W:(.·Se 1raw de una decisión consciew e?
~lichael: En gran medida sí. Después del Congreso de Melbourne de
1985, decidí que. si era posible. prefería tener un "perfil bajo" dentro del
panorama de la terapia familiar australiana.
. .,
Andrew W.:¿ Y está conforme con esa dec/SIOII ?
Michael W.: Sí. fue lo más conveniente. Por entonces parecía que el
hecho de que yo fueraconsiderádo, por los demás, como alguien que sostenía
cierta posición dentro del campo de la terapia familiar australiana y
neocelandesa, despertaba algunos sentimientos complejos en algunos terapeutas familiares. Y yo no quería participar de semejante cuestión. Además,
me parecía que la atención que había concitado mi trabajo impedía que el
trabajo de muchas otras personas obtuviera el reconocimiento más amplio
que merecía. Ycreo que ahora la situación ha cambiado mucho. Actualmente
hay un reconocimiento general mucho mayor de las contribuciones originales
hechas por muchos terapeutas familiares de Australia y de Nueva Zelanda.
Andrew W.: Esa decis ión de mantener tm perfil bajo dentro de la
esfera de la terapia familiar australiana y de su política, ¿tuvo de algún
modo un aspecto negativo?
Michael W.: En absoluto. Creo que fue algo completamente positivo.
Y aun hoy siento el gran entusiasmo de la gente por lo que hago y aprecio
muchísimo ese reconocimiento. Pero ese entusiasmo se ha extendido también
al trabajo de muchos otros y creo que así es como debe ser.
Andrew W.: Me interesaría hablar un poco de los cambios sufridos
por su posición teórica, particularmente durante la última década. Me
parece (fue aproximadamente la primera mitad de la década de 1980 se
caracteri~ó por aquella proposición de la metáfora terapéutica basa~ en
gran med1d~ e_n la te~ría cibernética y en las ideas de Bateson; mientras
?ue en los ulumos anos se advierte má-s claramente la influencia de las
Ideas sobre el texto y la teoría narrativa.
Michae/ W.: .Probablemente no haya un corte tan exacto. He experimentado gran cantidad decamb~os en mi manera de pensar, pero son cambios
qu.e en su mayor parte. no constituyen rupturas definitivas. y algunas de las
pnmeras metáforas ctbeméticas
determinadas familia
. me pare~en aun muy útiles para tratar a
actual
_s. Por ejemplo, Davtd Epston y yo estamos puliendo
.
mente un capitulo sobre los ·alimentación E
nmos que ttenen dificultades en la
"retroaliment~ció~ c~:~e;es~:i~ci~~?ajo se basa en la .metáfora del
n y es algo que ha cambtado muy poco
durante los últimos diez años.
Me interesó mucho el conce t0 d B
redundancia" e inve!>ti ar 6
P e ~re~on de las "restricciones de
personas seleccionan
222
d~ lo ~or:~t~~~r~~~~~~~:~~~;:v~~:;.r:i~;:~~l d~:e:~~
peña en el modo en que las personas determinan qué sucesos o qot
experiencias adquieren significación y cómo conviene responder a ellos.
Las restricciones de redundancia de Bateson me abrieron las puertas a
las estntcturas interpretativas y a la significación que, como sabemos, es la
esencia de la vida. La metáfora narrativa, ¿nos llevó tan lejos de estas
consideraciones, al proponer que nuestras vidas están constituidas por las
signi ficacionesque le asignamos a la experiencia y por cómo lainterpretamos
a través de las versiones (historias) que tenemos pe nuestras vidas? Seguramente la respuesta es que todo esto nos lleva a algún lugardiferente.perono
creo que ese lugar esté netamente separado del anterior y ciertamente en la
práctica yo nunca los mantuve separados.
Andrew W.: ¿Qué significó para su pensamiento y para su trabajo la
metáfora narrativa?
M ichael W.: Hace algunos años Cheryl White y David Epston me
alentaron a que considerara la metáfora narrativa como una estructura
interpretativa que podía serme útil en el trabajo que yo estaba realizando.
Como respuesta a esa sugestión, desarrollé una segunda descripción de todo
un conjunto de procesos terapéuticos. Porejemplo, esto me pennitióconcebir
la cuestión de la "influencia relativa" desde un ángulo diferente. Aquellas
preguntas que alientan a los miembros de una familia a trazar el"mapa" de
la influencia que ejerce el problema en sus vidas me parecieron
"desconstructivas", es decir, permitían destruiresas versiones dominantes y
empobrecedoras a través de las cuales estaban viviendo las personas. Y al
mismo tiempo, consideré "constructivas" o promotoras de una~'reescritura'',
aquellas preguntas que invitaban a los miembros de la familia a trazar un
"mapa" de la influencia que ellos ejercían en la ''vida" del problema
Estas y otras reinterpretaciones que me provocó la consideración de la
metáfora narrativa, me permitieron avanzar más en la exploración y extender
1os límites de este trabajo. En realidad me permitieron superar lo que yo antes
consideraba límites.
Andrew W.: La metáfora narrativa aplicada a la terapia me parece
algo más humano, más honesto.
Michael W.: Esta metáfora exige que el terapeuta desafíe sus certezas
establecidas. El terapeuta no puede saber de antemano qué es lo "conveniente" para una persona; ni siquiera puede saber cómo debería ser la familia una
vez concluida la terapia. La metáfora narrativa se opone a las prácticas
totalizadoras. Alienta al terapeuta a adoptar una posición reflexiva en
relación con la constitución de las realidades terapéuticas. Y también lo
alienta a ayudar a aquellas personas que buscan el apoyo terapéutico a fin de
adoptar una posición similaren relación con sus propias vidas. asfcomo para
comprometer:.e a reescribir su-. vidas de acuerdo con una versión alternativa
Ul' cómo podrían ser.
De~de mi punto de vista, este proce o de rcclaboración se diferencia de
la técnica de reestructuración. en la c ual el tera peuta tiene la re ponsabilidad
de desarrollar una vers ión nueva y mejor de la experiencia del paciente. En
cambio. este es un proceso que compromete activamente a todos lo
rmembro:. de la familia y al terapeuta en la tarea de ··asignar ignificación ...
además en e. te proceso hay un esfuerzo del terapeuta por eñalar a lo
miembro de la familia corno los autores primario de e tas vers iones
diferentes.
Andrell' W.: ¿En qué direcciones apunta su indagación para cominuar con la metáfora narratil•a?
Michael W. : Ciertamente estoy pensando continuar el de arrollo de la
metáfora narrativa. Aun hay mucho más por explorar. También me inte resa
trabajar más con las contribuciones de teóricos crítico como Michel
Foucault así como estudiar el trabajo de varios teóricos literario .
Me gus ta pensar que tengo una perspectiva ..constructi\ i ta crítica·· o
..constitucionalista•·. Cuando pienso en la constitución de la \"ida de las
personas. supongo que si tuvie ra que limitar mi perspectiva a la metáfora
narrativa, me perdería gran parte del cuadro. Como ya lo dije en varias
publicaciones y siguiendo el pe nsamiento de Foucault y algunos otros. c reo
que las construcciones "sobreviven" en los campos de poder. Me fue
necesaria esta consideración para poder emprender un análisi de los sucesos
atendiendo a las prácticas de poder, a las estructuras sociales, etc., y a la
historia de esas prácticas y del desarrollo de esa estructuras.
P~r ejemplo, en cuanto a las prácticas de poder, no creo que sea una
ca ualtdad que en nuestr~ cultura moderna, la mayor parte de las parejas, e n
el momento de la separactón mantengan interacciones al ramente enfrentadas
respecto de la ~ropi~dad~ la manutención. la c ustodia y el acceso a los hijos,
e tc. Cada P:Ue~a no tmagma por sí misma los bien conocidos movimientos y
contramovtmtentos
de .esas prácticas de agresión . y no creo que esas
.
prácticas puedan reducrrse a construcciones, aunque lo son en cuanto al
know-how. En ~uanto a las id~ as, en cambio, diría que el estudio de las ideas
no me llevó a tn~entar pr~;trcas terapéuticas específicas . Creo que lo ue
genera esas práctrcas es el tome y daca" de la 1· nterac ..
· q
cron que mantienen el
terapeuta y las personas qu~ buscan la ayuda terapéutica. y en ~ran medida
0
dependemos de la retroahmcntación de e as
•
prácticas son útiles y cuáles no. No obstante e personlas pda.ra sabe~ que
.
.
, reo que e estu 10 de las 1deas
~·o ntrrbuye a dar n gor a nuestro pensamiento y
d
•
1
1 • ·
nos ay u a a comprender mas
·' cxp orar o~ hmues y el alcance de tales prácticas.
..
Amlrew W.: Puesto que gran parte d 1 difi
e as t tcultades que se les
224
p resentan a los terapeutasfamilillres estdn relacionadas con estas prácticas culturales, me llama la atenci6n que los terapeutas f amiliares en su
conj unto digan muy poco de ellas.
Michael ~. : Realmentec~oque no decimos mucho. Y sin embargo hay
mucho por dectr de esas práchcas culturales. Por ejemplo. el caso de los
hombres que tienen una conducta abusiva con la mujer y los niños. Estos
hombres no tienen solamente un problema de actitud, sino que, ademá\,
participan de un modo particular de ser que incluye la sumisión de otras
personas mediante varias tecnologías de poder bien conocidas y bien
establecidas, tales como la vigilancia, la comparación, la incoherencia. el
aislamiento, etcétera. De modo que propongo que les prestemos más atención
a esas prácticas que acompañan detenninados conocimientos de ''las maneras de ser" de este mundo.
Andrew W.: Respecto de su referencia al poder y el Lugar que ocupa
en el pensamiento constructivista, me interesaría saber qué piensa del
constructivismo de Maturana. Tomando muchos elementos de La biología.
Maturana caracteriza los sistemas humanos como sistemas cerrados desde
elpunto de vista de la info nnaci6n e internamente cercados. En un capítulo
reciente, Lyn Hoffman ( / 990) expresaba cierta disconformidad con esa
imagen de "caja negra" y sostenía que ese enfoque ignora el elememo
interactivo que existe en la construcci6n de la significación. ¿Qué opina
usted?
Micha el W.: No sé mucho de Maturana, de modo que no puedo opinar
sobre su posición. Con todo, no tengo dudas de que las personas pueden
influirse mutuamente y que en realidad lo hacen. De hecho, muchas personas
se especializan e n influir a otras y aparentemente lo ha~en m~y bi~n. La
historia está plagada de ejemplos de personas que se deJaron mflurr. para
hacer cosas que estaban "contra sus convicciones", contra lo que bubtera.n
hecho "en circ unstancias normales"- También parece completamente evidente que existen enormes desigualdades estructurales en este mundo. Yes ro
equivale a decir que hay personas que puede n hacerle a otraS cosas que ésta'>
no pueden devolver y ello se debe a las desigualdades perpetuadas por esas
estructuras.
Andrew W.: ¿ y los terapeutas familiares hacen lo bastante para
corregir tales desigualdades?
..
enzado a
Michael W.: Creo que algunos terapeutas fanult~s ~: comTbrio de
hacer al o e n ese sentido, particulannente e n el campo e eseqm J •
g
. . s También se le presta ahora mayor atencrón
,
breza ·aorrascuestiom:s
poder e ntre hombres ymujere ·
a las desigualdades raciales, a l~s que pr~~oc~ la : tica d~ la terapia familiar
dejusticia social.Creoqueen cterto s~alntdJ o. a.p , 1 crupo de The Famih
está cambiando y sé que Charles \\ egra' e ) e -
que ver con el>!o. Sin
eentre;;., LO\\Cr Hutl. de Nue,·a Zelanda ha tenido mucho
· d
d.
embargl, queda muchísimo por hacer en el senttdo e agu 1zar nuestra
conciencia en tales cuestiones.
Andrew W.: Quisiera rolrer sobre la cuestión de la narratil'{l y la
..reescriwra" y saber cómo influyeron esas ideas en su práctica con las
familias. ¿Podría contamos de manera 1~1ás específica de qut modo
participa con las familias durante la terapra?
.
_
Micha el W.: Una práctica que ha llegado a ser muy 1m portante para 1111
es incitar a las personas a interrogarme sobre la entrevista misma. P~r
ejemplo. les pregunto si alguna de mis. explicaciones o ~~guna de m1
preguntas no fue suficientemente clara. o~~ al~o ?e lo que yo diJe le.s provocó
incertidumbre o confusión en cuanto a m1 obJetivo, etc. Luego aliento a las
personas a que me formulen preguntas sobre todo esto a fin de que yo pueda
tener una participación más transparente. Mis respuestas nunca suponen una
"verdad'' teórica, sino que siempre se refieren a cómo creo yo que la
expre ión de mi experiencia per ona!. mi imaginación y mis declaraciones de
intención dieron forma a mis preguntas y comentarios.
Andrew W.: ¿Y usted hace eso en todas las sesiones?
Michael W. : A veces hay situaciones que lo impiden, pero yo hago ese
tipo de incitación casi todo el tiempo. Por supuesto, a veces el terapeuta
necesita ayudar a las personas a que "entren'' en el espíritu de este
procedimiento: "Supongo que le intrigará saber cómo llegué yo a formularle
esta pregunta''. De este modo la participación del terapeuta puede
desconstruirse. es decir, se la puede situar en su justo lugar.
Además, en esta práctica es menos probable que la gente sienta que el
terapeuta es quien impone las decisiones. Si yo hago un comentario y éste
parece provenir de una opinión tajante sobre lo que debe hacer una persona
o una familia y si no tengo oportunidad de desconstruir esa impresión, al
paciente o a la familia sólo le quedan dos posibilidades: o bien someterse a
mi opinión o bien rebelarse contra ella. Si, en cambio, tengo la oportunidad
de situar ese comentario dentro del contexto de mi experiencia personal, de
mi imaginación y de mis declaraciones de intención, las personas pueden
determinar por sí mismas cómo tomar mi comentario. Esto brinda muchas
posibilidades para dialogar y para considerar puntos de vista y opiniones
diferentes.
Esta práctica ha generado una muy buena retroalimentación en varias
oportunidades Yalgunas personas me dijeron que consideraban que esa era
una .de las partes más importantes de la entrevista. Sin duda. esto se opone
a la tdea..bastante difundida en ciertos círculos, de que para que una terapia
sea efcct1va. las personas no deben saber qué está urdiendo el terapeuta.
1\demác;, como rutina, suelo alentar a las personas a que evalúen la
226
~ntrevista con el fin de determinar qué panes de ella les parecieron más
1mponant:s. cuáles menos importantes, cuáles les resultaron útiles y cuáles
no. A med1da que las personas responden a estas preguntas. se van haciendo
mucho más claros aq~ellos puntos que han de facilitar la entrada a lo\
procesos de reelaboractón o "reescritura". Por ejemplo. puedo preguntarles
por qué dctennmado comentario resultó útil, explorar las real izacione~ que
pudo provoca_r tal comentario y alentar a las personas para que especulen
sob~c los postbles efectos reales que puedan tener tales realizaciones. e')
dec1r, cómo pueden contribuir a dar forma a sus vidas, etc.
Andrew W.: Esta práctica parece una manera de eliminar cierta!>
conje~uras acerca de la signüit;.4gQi S~fL l~amilias le asignan a la
terapw...
""·
··
Michael W.: Sí, lo es. Pues les permite a las personas decirle al
te~apeuta cuáles son los efectos reales de la entrevista, qué significación le
astgnan a los sucesos y, adem4s, los alienta a ayudar al terapeuta a
determinar cuál debería ser el foco m4s imponante de atención.
Andrew W.: El hecho de que las familias lo interroguen debe aumentar su responsabilidad.
Michael W.: Creo que la responsabilidad es una parte muy importante
de esta práctica. Si estuviéramos más en contacto con los efectos reales de
lo que les decimos a las familias y de las preguntas que les formulamos. creo
que inmediatamente aumentaríamos nuestra responsabilidad. Pues esto nos
enfrenta con las responsabilidades morales y éticas asociadas con la colaboración que prestamos a las personas que buscan ayuda terapéutica.
Andrew W.: Usted parece estar describiendo tambien una terapia más
igualitaria.
Michael W.: Es mucho lo que podemos hacer para que el contexto
terapéutico sea más igualitario. No obstante, creo que es un error suponer que
la terapia pueda ser siempre totalmente igualitaria, porque la verdadera
estructura de este contexto detertnina lo qye..pedftam.os llamar una diferenciación de poder. Para que esta distinción se esfumara y para poder creer que
la terapia puede llegara sertotalmente igualitaria. los terapeutas tendrían que
ignorar las particulares responsabilidades morales y éticas vinculadas con la
posición que ellos ocupan. Sin embargo. teniendo esto en cuenta.. c~o que
deberíamos hacer todo lo posible para impedir que esa diferenc tac16n de
poder tenga un efecto tóxico o negativo.
.
Andrew lV.: ¿Cómo incorporó usted los equipos en el pensmmemo r
la práctica que acaba de describir?
.
..
,
Michael W. : Estuve experimentando con eqwpos aux1hares de r~­
Oexión de varias maneras. En el momento de la entrevista. en el que lo~
miembros de la familia y elterapeutast: convienen en auditorio. aliento a lo~
-- - --
-- _.
.
.....
miembro del equipo para que éstos se interrogue n recíproca mente sobre las
reflexione que les merece el caso. De este modo. toda la sesión se convie rte
en una serie de e ntrevistas. Si uno de los mie mbros del equipo de te rape utas
convocados hace un come ntario sobre lo que conside ra es un suceso
s ig nificativo que podría relacionarse con aquellas cuestiones que los mie mbros de la familiajuzgaron importantes. los demás miembros del equipo, en
lugnrde estar simpie mente de acuerdo con el que hizo el come ntario, pueden
preguntarle qué fue exactamente lo que le llamó la atención, porqué cree que
e~ un elemento significativo y con qué intención hizo ese come ntario dentro
del contexto del equipo reflexivo.
Además de las múltiples posibilidades que ofreceesteprocedimientoen
c uanto a la contribución que pueden hacer los miembros del equipo en la
colaboración o en la ''coescritura" de las nuevas vers iones, les ofrece la
oportunidad de situar su inte rés dentro del conte xto de s u experie ncia
pe rsonal, de su imaginación. y de s us declaraciones de inte nción. Este
interrogatorio desarrollado dentro del contexto del equipo refl exivo aumenta
el carácter auténtico de los comentarios y la c uriosidad de los mie mbros del
equipo.
Andrew W.: Lo que usted dice también refleja un alejamiento del
clásico anonimato del equipo reflexivo y de los comentarios anónimos.
Michael W.: El anonimato directa mente no existe en la práctica de
equipo de la que le hablo. Antes de comenzar a refl exionar, los mie mbros del
equipo se presentan a los miembros de la familia y les brindan una breve
información sobre sus antecedentes en este tipo de trabajo.
Andrew W.: Esta práctica hace que también los miembros del equipo
terapéutico asuman una mayor responsabilidad, ¿no es cierto?
Michael W. : Sí. Los miembros del equipo toman más conciencia y
aprecian más el grado de responsabilidad que tienen al asumir una pos ición
privilegiada, puesto que las personas les revelan sinceramente sus vidas.
Además, con este método es me nos probable que el equipo "se adelante" a
los mie mbros de la familia y que responda de un modo desconectado de su
propia experiencia. Me interesó mucho el capítulo q ue usted escribió e n el
Dulwich Centre Newsletter sobre los "espejos unidireccionales" y no me
sorprendió en absoluto que con frecuencia las familias respondan de mane ra
negativa a la experiencia de un equipo anónimo y autónomo. En contraste,
es interesante que aquellas fa milias que vivieron la experiencia del trabajo en
equipo que yo describí, se muestren invariablemente entus iasmadas por
organizar la siguiente entrevista con un equipo reflex ivo y prefiera n este tipo
de sesión a la~ ~esi ones sin el equipo. Y creo que esto tiene mucho que ver con
la responsabllrdad que asume el equipo ante la familia.
Andrew W. : La incorporación del equipo reflexivo parece ser otra
práctica de la terapia familiar que se o
.
un terapeuta (o un grupo de tera ewapone dtrect~m~nte a la idea de que
experiencia de otra persona y lo P
s)bpuede Ob]ettvameme conocer la
que es ueno para ella D d .
.
d e VISta,
la contradicción interesante
. es e mt punto
en la cual cada ve .. má~
l es que esto ocurre en una sociedad
"
·• se proc ama a lot te .
(
:::b~~7,::a~;;;::~an) expertos en/as vida.~ aje::~~:~~~~~:~ ~~~:,:¡;:~;~~
Michael W.:· Hasta cie rto punto, casi todo~ no'>otros fuimo'> formado!)
e n esas perspectiva.~ ex.pena~.Y pode~os caer fácilmente en la trampa de
creer que poseemos verdades que estan porenci ma de otros conocimientos.
~uando ocu~e esto, perde~os de vista el hecho de que esas afirmaciones
ve rdaderas están determrnando, en realidad, ciertas nom1as según las
~uales las personas deberían vivir sus vidas. En el comcxto de la práctica es
r m po~~te encontrar el modo de ayudar a los participante~ a poner Cl>O'>
conocmuent~s e~pertos entre paréntesis. Supongo que esto agrega autenticidad
al autoconocmuento de los participantes. Con eMo no estoy diciendo que
podamos vivir una vida sin la mediación de los conocimiento adquiridos.
pero es importante que no pretendamos determinar la vida de los demás en
virtud de tales conocimientos. De modo que una parte de la práctica se
estructura con el fin de ayudar a los participantes a destacar aquellos modo::.
de vida y de pensamiento a través de los cuales ellos viven sus vidas.
Andrew W. : Alguien podría preguntarse qué 110s queda si dejamos el
conocimiento experto entre paréntesis...
Michael W.: Creo que aquí es imponante hacer una distinción entre la
idea de las aptitudes profesionales por un lado y los conocimientos del
experto por el otro. Entiendo por aptitudes aquellas prácticas mediante las
cuales los terapeutas pueden desarrollar su especialidad y Jo hacen, prácticas
tales como transfonnar la terapia en un contexto para que las personas
puedan "reescribir" sus vidas y reelaborarsus relac i one~. El diálogo. basado
e n tales aptitudes profesionales, generalmente, ~ro nosrempre, ~s drfercnte
del diálogo que uno puede mantener con un amtgo o con un vecrno..
Andrew W.: La distinción que usted se1iala equivale a denr qu.e
nosotros podemos adquirir esas aptitudes y aprender a emplearlas efecll·
\·amente, pero esto no significa que podamos consideramos por eso
conocedores de la verdad sobre cómo deben ser las personas: .
, .~
M ichael W.: Exacramente. Por ejemplo, tomemos ~o qu~ diJe sobn: la.
rác ticas de "reescritura". Los terapeutas podemos tdenulicar alguna~
.
d
or el problema que las pcr onas
contradicciones a las vcrswnes satura as P
.
d' .
1
·a Sinembargo nopodemos detemlinarsre ascontra tccrotraen a a terapt ·
· .
. d ·r d una manera detallada
nes representan desarrollos prefenbles, m escr rar e . .
E ' 1
y defi nida. los misterios relacionados con tales contradrccrone::.. so e a go
P
:!:!')
228
ue !lólo pu~den hacer lo · miembro~ de In famili~ partiendo de su propia
de su propia imaginación a med1da que responden a la
.
f ·¡·
'
curiosidad del terapeura. Y ni hacerlo. los m1embros de la am1 1a resucttan
) /o generan conocimienws diferentes y preferibles de las posibles maneras
de ser.
Dicho sea de paso, creo que este trabajo puede definirse como una tarea
interactivn de muchos modos. pero no de acuerdo con la definición ortodoxa
de los enfoques de interacción. Respecto de las premisas sobre la interacción,
lo que se propone aquí es no que la inter~:ción idiosincrásica está en .l ~s
"raíces" del problema. sino que la interacc10n se prefigura sobre la adquiSIción de la significación y se funda también en las prácticas culturales. Y
respecto del proceso real de la terapia, los miembros de la familia y el
terapeuta entran en una variedad de interacciones vinculadas con la
··reescritura".
Andrew W.: De modo que la imeracción 110 se genera en una fuente
desconocida ...
Michael W.: Esa es la idea.
Andrew W. : En algunas de sus obras usted sugirió que las aptitudes
de un buen escritor y las aptitudes de un buen terapewa son análogas. Me
parece que la terapia familiar se está apartando velo:.:mente de La metáfora
del sistema y está abrazando otras ideas y otros valores propios de la
literatura. /a filosofía y otras disciplinas semejantes en /as que cualidades
tales como el conocimiento intuitivo están siendo reconocidas cada vez
más.
Michael W.: Ciertamente se está dando un cambio en el pensamiento.
Se trata de un alej amiento de las metáforas dominantes que anteriormente se
aplicaban en la terapia y que asignaban al terapeuta el rol de experto. Creo
que a medida que los terapeutas comiencen a considerar los desarrollos más
recientes de la teoría social, se irá dando una tendencia cada vez más marcada
hacia las metáforas provenientes de la literatura, la filosofía, la antropología
Yeste tipo de disciplinas, una tendencia que será aun más significativa.
Andrew W.: Respecto de la constitución de las vidas, usted mencionó
en varias ocasiones el lugar que ocupa la imaginación. ·Cuál es la
'6
.
¿
conex1 ~que ex1ste em re la constitución de las vidas y la imaginación?
M1chael ~.: Hace aproximadamente un año tuve oportunidad de
con~er el trab~JOd~Ga~ton Bachelard y me interesé particularmente por la
cue'>.IIÓn de la •magmac1ón. Bachelard comienza analizando las diferentes
\Cr~1ones que existen sobre la imaginación, incluyendo la que propone que
las Imágenes de algún modo reflejan lo que ocurrió antes. Esta es la versión
sobre la imaginació~ que domina la perspectiva analítica. Bachelard yuxtapone esas otras vers1oncs de la imaginación a una que él considera constitu-
~~;Xpl·riencia y
:!31)
tiva. _Lo.~ue activa esta imaginación constitutiva, según este autor. es la
c?sonac1on, un fenómeno al cual le asigna una naturaleza por completo
d1 ferente de la naturaleza de los "sueños nocturnos". Ese estado de ensoñación
pued~ desencaden~se gracias a una multiplicidad de experiencias, desde leer
poes1a hasta camm~ por un bosque. Y yo agrego que también puede
desencadenarse grac1as a los lenguajes evocativos de la terapia.
Andrew W.: Usted se refiere no a imaginar lo que ocurrió antes. sino
a imaginar lo que pudo ser.
Michael W.: Así es. Bachelard habla de imágenes que pueden transformar las vidas. Pero no sugiere que esas imágenes estén orientadas hacia el
futuro. El se refiere a las imágenes de ensoñación como a reverberaciones y
sostiene que los episodios o experiencias4el pasado resuenan con ellas. De
modo que Bachelard habla de imágenes que se remiten al pasado y no de
imágenes que vislumbran el futuro, habla de imágenes que representan algo
pasado.
Andrew W. : ¿Cómo se vinculaestoconelpensamientoconstructivista?
Michael W.: Bueno. siento que aquí debería decir "no me cite usted
sobre este punto", puesto que no estoy tan compenetrado del trabajo de
Bachelard como quisiera estarlo y, en realidad, sólo he analizado las
implicaciones de estas ideas de una manera muy general. Aun así me siento
muy atraído por estas ideas. y hay algo que me resulta casi familiar en ellas.
Y cuando digo casi familiar no me refiero a las referencias que hace
Bachelard a Jung, con quien no me siento en absoluto vinculado.
Creo que estas ideas tocan una cuerda que tiene que ver con lo que yo
llamo las prácticas de "reescritura". En este trabajo, los terapeutas generalmente ayudan a las personas a penetraren otros territorios de sus vidas aun
inexplorados a través de las puertas del presente, los "logros aislados", para
quienes están ya familiarizados con mis publicaciones. Cuando se alienta_a
los miembros de la familia a responder a esos logros como uno podria
responder a un misterio. éstos descubren stlbitarnente muchas experiencias
del pasado, antes pasadas por alto, que "resuenan" gracias a esos lo~s
aislados. Estas experiencias, que en circunstancias normales. no podrían
recordarse, "iluminan" y contribuyen a trazar una historia o versión alternativa. En esto parece que hubiera dos procesos "constructivos" gemelos: la
generación y la resurrección. La parte generativa tiene mucho que ver con el
desencadenarse de la imaginación y creo que algunas de las preg~nta~.Y de
las cosas que se dicen en la terapia durante las prácticas de ''reescnt~ra ~?n
esenciales. Quizás podríamos decir que desencadenan ''reverbera~1~nes ·
Andrew W.: ¿Qué significación tiene todo esto en la terapw . .
Michael W.: Creo que nos sugiere que se está haciendo nece.sana una
mayor investigación de la fuente de imaginaciónyensoi\ación. Da\1d Epston
>yod"cutimos frecuentemente la naturaleza ~intoresca del lenguaje que se
emplea en la terapia >. precisamente. las 1deas de Ba~helard pueden
ayudamo a indagar la extensión y los límites de este tr~baJO.
.
.
t~abajo. ~i orientación los ayuda a apreciar la naturaleza multi facética de la
vada, Yejerce efectos reales en el curso de sus propias vidas.
Andrew W.: En el congreso nacionn/ realizado reciemememe en
Andre11· W.: En cieno semido usted está caracrenzando la tmagmación como tilla fuente de lo 11/tei"O.
Miclwel IV.: Sí, así es. Pero también como una fuente de resonancias
Adelaida, Maria Scicchitano manije!>tó en su taller la idea de que hasta
hace poco los cursos deformación de los terapewas familiares se basaban
en la convicción de que los practicantes debían '"desaprender" crmceptos
y teorfas que ellos valoraban pero que quizás no coincidieran con una
visión de los sistemas familiares. En cambio parece que usted defiende la
posición del practicante y respeta todo aquello que él aporw como
persona.
Michael W.: Si, defiendo esa posición. No obstante tampoco considero
de lo "antiguo" olvidado o pasado por alto.
Andrew IV.: ~· Podemos ''olver a la cuestión de los cursos p rdCLicos que
diera usted?¿ Cómo se refleja su pensamiento actual en esas prácticas de
entrenamiento?
Michael W.: Precisamente. así como me interesa estructurar la terapia
como un contexto que pennira "reescribir" las vidas, me inreresa la formación como un contextO de reelaboración.
Andrew W.: De modo que usted le presta particular atención a las
experiencias y creencias de las personas que asisten a sus cursos de
fonnación.
Michael W.: Sf. En las prácticas de formación de profesionales he
esrado experimentando con una cantidad de ejercicios que alientan a los
participantes a identificar aquellos aspectos de sus vivencias que se expresan
en este trabajo y esto los ayuda a determinar más claramente sus creencias
más convenientes sobre él. Por ejemplo, a veces interrogo a los participantes
sobre cómo llegaron aJ curso de formación del Dulwich Centre. Me interesa
saber qué fue lo que los atrajo. ¿Qué opinan de esta forma de terapia? ¿Les
suministra un marco para su propia formación? ¿Qué provoca su
aplicación?¿Cómo encajan estas ideas con sus propios valores y prácticas?
¿Cómo llegaron a elegir las prácticas que aplican, cómo influyen en sus vidas
y en sus carreras?¿Algunas de estas ideas constimyeron puntos claves en sus
carreras? ¿Hasta qué punto reflexionar sobre estas cuestiones los ayudó a
determinar sus preferencias en la profesión, a sostener sus propias ideas?
Etcétera, etcétera. Este y otros ejercicios de •·reescritura" ayudan a los
participantes a familiarizarse con la naturaleza única de la expresión de su
trabaj~, si se quiere, a cobrar mayor conciencia del estilo que eligieron, y a
adven 1r más claramente hasta qué punto ellos ' 'originan" hechos a través de
esa ex presión. A medida que los participantes se van farnil iarizando con este
tipo de ejercicios, comienzan a practicarlos entre ellos.
. ~nd:ew ~.: De modo que así como su terapia les pennite a las
famtltas tdentificar_experiencias que de lo contrario se hubieran perdido,
sus curso.~ les permttena los asistentes advertir y valorar experiencias que
de lo contrario se hubieran perdido...
'
. M ichael W.: Sí, son procesos paralelos. Además los panicipantcs de
m1s cur-.os pueden tener una experiencia "de pn"me ra mano"de su prop10
·
:!32
útil que la formación se transforme en algo '·completamente libre··. Creo que
con frecuencia es necesario ayudar a los participantes a '·de:.co1Nruir" y por
consiguiente a oponerse a cienas ideas y ciertas teorías que é~to~ traen
consigo al contexto del curso, por ejemplo, las ideas normativac; y totalitadoras sobrecomomodelar la vida de la familia y las teoría~ p~icotcrapéuticas
llamadas "de la verdad". Pero esa desconstrucción no es algo difícil de lograr
puesto que la terapia y los cursos mismos son métodos desconstructivos. Y
ciertamente aclaro que me interesa muy poco unirme a lo. participantes en
prácticas basadas en los modelos más positivistas. Hay otros lugares donde
los participantes pueden acudir a hacer ese tipo de prácticas.
Andrew W.: ¿Podríamos hablar un poco de la inrestigaci6n? ¿ Er u11
campo que le interesa ?
Michael W. : Coincido con Karl Tomm, quien opina que aquellas
personas que practican la terapia, junto con aquellas que buscan la ayuda
terapéutica son los investigadores primarios o básicos y que aquellas otras
personas que recogen datos de una manera más forrn~l s~n inv~stig~dores
secundarios o auxiliares. Siempre me interesó la invesngac1ón pn ~ana ~me
parecen bastante tediosas las continuas demandas q~e ha_cen _los ~nvestlga­
dores secundarios para que los investigadores pnmanos JU tlfiquemos
nuestra existencia.
Si esos iÓvestigadores secundarios pudieran abandonar un _poco más el
alto terreno moral y se dedicaran a invesrigar s~guie~~o las lmea de r_~s
recientes avances de la etnometodología (lo cualmcluma dar tran,par:n~o:la
a la naturaleza socialmente construida de su tarea) quizá lo qu.e esto. scnores
hacen fuera de mayor utilidad para lo que hacemos los ln~-~~ug:dore:
rimarios Estoy seguro de que en ese caso, la colabora~IOn dt: eso.
P
.
.
.
d
Al decir esto no quiero "meter a
investigadores sería muy ennquece ora.
. .,
. .. , , . ,
La invesii!WCion
secund.m.l t n este
todos 1os gatos en 1a ffil·sma bolsa"
•e •
~
m o a está dando algunos brillantes resultados.
ca PA:drew W. : Me gustaría que lwbldrnmos sobre elnumbre quf le
domo.~ a nuestra profesi6n Al¡:unos críticos sostiene que la elección de la
etpresi6n "tempia familiar" se ha me/ro anticuada y que debería camhtarse e.ra denominación por alguna e.t'presión que induya el contexto más
amplio. ¿Qué opina usted de todo esto?
Michnel W. : Para mí, lo que verdaderamente importa es lo que
simboliza la expresión ''terapia familiar": sus asociaciones históricas, la
pol>ición que ocupa en el campo de las psicoterapias. el terreno de las
actividades posibles. etcétera. Creo que la terapia famili ar sign ificó un
campo que a veces ha sido radicalmente abierto y pluralista. Ha sido un
campo en el que, en diferentes momentos, las personas pudieron ampliar los
límites de lo que podía pensarse en dichos momentos históricos. Desde mi
punto de vista aún sigue siendo un campo abierto y pluralista y creo que
quizás esta sea su mayor fuerza. La terapia familiar no implica la existencia
de un "compartimiento estanco". Sin embargo, a pesarde esto, reconozco el
hecho de que la terapia familiar haya apoyado históricameme algunas
prácticasqueahora pueden considerarse de sometimiento. También existe el
peligro de que la terapia familiar llegue a institucionalizarse por completo.
Y entonces es cuando adquiere importancia el espíritu de la crílica.
Andrew W.: Usted habla del espíritu de la crítica y ciertamente ese fue
un pumo que .flotó en el aire en el recieme congreso de Adelaida.
Michael W.: Sf, yo también lo sentf. Fue un congreso muy bueno. Desde
mi punto de vista, siguió la tendencia señalada ya en el congreso de
Christchurch, realizado hace un par de años.
A~drew W.: ¿Qué diferencias podría marcar entre ambos congresos?
J:ftchael W.:_Creo que la gente está bregando más ahora contra algunas
cuestiones aprerruantes, tales como el racismo, las prácticas de poder que se
dan en la terapia, etcétera. Me parece que estamos elevando nuestras miras
~n cuanto a las respo?sabilidad~s morales y éticas que nos corresponden, en
ugar de darle tanta 1mportanc1a a la técnica y al aspecto exterior.
. ~ndrew W.: Usted ha estado actuando en el campo de la terapia
fam~~~ar durante muchos años ¿Qué diferencias nota entre la terapia
amt ~~actual y.la· que se practicaba en sus comienzos?
tchael_W.. Ciertamente hay una gran diferencia. La más llamativa es
que ahora ex1ste una fuerte d d
.
..
re e terap1a fam1ltar y que actualmente en
. . .
mue has mstuucJones y de d ·
.
. ·
pen eneJas del estado se aceptan mucho más las
práct1cas de terap1a famil'1a E A
.
.
·
r. o ustraha,
hace ve mte años no se aceptaban
tanto como ahora las práct'
·
.
Jeas asoc1adas a la terapia famiJjar y a veces
aqubellosllprofesJonales entusiastas de estas prácticas debían librar verdaderas ata as para poder cont'
'
.
muarcon e 1las. Por supuesto, au n hoy hay ciertas
medl.das· polft1cas
que tratan de cercar 1,¡s
· prácttcas
·
. fa mi ltar,
. pero
de terapta
fi
2J..¡
supo~goque siempre ht~n de ex istir. Sinembargo,creoqueahorahayen~~
cambto muchas más oportunidades para las personas.
~·
Andrew W.: ;.La terapia familiar sigue apasionándolo COmlJ llf .;.
principio?
Mi~hae.' W.: Quizás más que antes. Creo que ha habido progresos
extraordma~tos ~n este ca1~po. Estoy en contacto con muchos terapeutas
cuyas contnbuctones creattvas están produciendo efectos transfonnadores
en e~ t.e terreno. Y me parece que la generación actual de jóvenes terapea11Jfam~ l~ares está menos "atrapada" por las llamadas escuelas de~
fam1llar. Creo que no hace falta decir que esto es algo muy positivo.
. Andrew W.: El concepto de creatividad nunca está lejos del~
mtento de los terapeutas. ¿Qué Lo ayuda a seguir siendo creativo y~~~
siempre en la búsqueda ele nuevos límites?
~,,.
Michael W. : Me resulta difícil responder a esa pregunta. CiertaJ:Deiil+~
a 1go que ayuda es no tener que preocuparse porlas restricciones buroc:ritiQs.
y de organización que desgraciadamente son características de una gran
cantidad de instituciones y dependencias del estado. También me ayuda el
hecho de considerar mi trabajo como una investigación privada en desarrollo.
Y esto último incluye consultar a las familias acerca de la experiencia que
vivieron en la terapia; esto es siempre vigorizante.
Andrew W.: De modo que siempre debe haber un espfritu constante
de indagación e investigación.
Michael W.: Sí, ¡hay tanto por aprender y descubrir!
Andrew W.: Michael, si usted pudiera predecir el futuro, ¿en qul
lugar cree que estaría la terapia familiar dentro de diez o veinte alfos?
Michael W.: No me importa mucho tratar de predecir el futuro de la
terapia familiar. Sin embargo, hay unacantidaddecosasquemegustaríaque
ocurrieran en este campo. Por ejemplo, me gustaría ver que aumenta la
tolerancia por la diferencia y junto con esto desearía que Jos terapeutas
familiares australianos se opusieran más a la filosofía que sustenta el
síndrome de los "sumos sacerdotes". Este sfndromeapareceacompañadopor
prácticas culturales que tiene un efecto negativo y desalentador en aquell~
personas consideradas en cierta posición dentro del panorama de la terapta
familiar y que, también, tienen un efecto negativoydesalentadorenaq~ellos
otros profesionales no considerados en tal posición. Estos llltimos ~o tienen
el aliciente necesario para desarrollar y presentar los logros que obtienen en
su trabajo en contextos que deberían brindarles el reconocimiento que
merecen.
También quisiera ver que la comunidad terapéutica familiardesanolle
nuevasformasdeapoyaryalentara los terapeutasaustralianosyneocelandeses
a visitar centros de terapia familiar extranjeros. Cheryl White,deiCenttode
Publicaciones Dulwich, ha coordinado algunas becas con este pro_pó~ito y
creo que sería una decisión excelente que otros _centros y asocJactOnes
encontraran el modo de organizar y extender este t1po de proyectos.
También me gustaría que se ampliaran aquellos proyectos relacionados
con la indaaación de la experiencia y la cultura de los hombres y con el
encauzami:Oto de las complejas cuestiones de la justicia social, incluidas
aquellas que tienen que ver con los sexos, las razas, la pobreza, etcétera.
Andrew W.: Quizás lo que usted está proponiendo sea también algo
liberador para los propios terapeutas.
Michael W.: Sí estoy de acuerdo con esa idea.
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