o" () €. e e / o" o () -z. €. e e / o -z. o ,nglda por el Dr. CARLOS E. SLUZKl .u u lAS ~ARA UNA a presente obra consta de una serie de artículos escogidos por el pro· pio Michael White -quizás el principal exponente de ~a Nue_va E~cuela AustraUana de Terapia Familiar- publicados JlOr el DuiWTch Centre de Adelaida. En esta selección, el autor describe sus prácti~ terapéuticas, en las que se aplican ideas tales como la extemalización del próblema, la metáfora narrativa y la influencia relativa. Basándose en algunos conceptos de Bateson, como la teoría cibernética o las restricciones de redundancia, y de Foucault, como las relaciones de poder, Michael White desarrolla un novedoso enfoque consbictlvista y posmodemo. Para él, el terapeuta obra como coautor, j~to con el ~cien· te y su familia, de una versión alternativa más positiva y capacfta1orl'que aquella "saturada del problema" con la que el paciente llega aJá terapia. ¿Cómo lo logra? Mediante una serie de preguntas, dirigidas a ve~es allndl· viduo y otras a los demás miembros de la familia, que los · ~e~~~t. nar los hechos que contradicen la imagen negativa y núcleos para comenzar .a generar la nueva versión de relaciones con los demás. Temores infantiles, anorexia nerviosa y violencia ül.l.lll.lllu de los temas que aparecen tratados, paso a paso, en esta obra consulta_ . indispensable para todos aquellos que necesitan conocer t~:ñuev";éñroques de la terapia familiar. - TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA - ....... ....... W586g 1- f' 1994 c. 2 1 -¡ .~... ...,.,. ..,... - 1 1 Código L616 J. UIIW- · r ' 1 l Michael White GUIAS PARA UNA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA Grupo: PslcoLOOIA Subgrupo: 1"'RAPPA FAMILIAR Editorial Gedisa ofrece los siguientes títulos sobre GUIAS PARA UNA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA TERAPIA FAMILIAR PAULJN.E B o ss La pérdida ambigua Cómo aprmder a vivir COII un duelo no termi11aM MICHAEL WHITE MICHAEL WHJTE El enfoque narrativo en la experiencia de los terapeutas Reescribir la vida E11trevistas y ensayos El nuevo lenguaje del cambio (comp.) lA colaboración constructiva Michael White STEVEN FRIED~IAN en psicoterapia J UOITH S. B ECK Terapia familiar Conceptos básicos y projundizació11 J OHN S. R OLLAND Familias, enfermedad y discapacidad Una propuesta desde la terapia sisfém¡'ca E VAN l MBER-B LACK STEVE DE SRAZER CARLOS E. SLUZKI La vida secreta de las familias En un origen las palabras eran magia La red social: frontera de la práctica sistémica TOM ANDERSEN El equipo refle;ydvo (comp.) MICHAEL WHITE RALPH E. ANUERSEN E I RL CARTER Guías para una terapia familiar sistémica La conducta humana en e.l medio social Enfoque sistémico de la sociedad 1 1 ~ o¿~l, '?. 3> 27956 gedj~ . Indice Titut11 Jet original en ifl1!les: • t-lr<'fl'ti l'tl~n o . 19NII Dulwich Centre· Publications. Au>traha Trnducctón: Alcirn Bt~io lntroducción 1 Primera edición: enero de 199.¡. BJr\"clona Primer:~ reimpresión septiembre de: 1997. Barcelona Segundn reimpresión- febrero de 2(l().j. Bnrcelon:1 l Extemalización del problema e intemalización de la posición como agente, Karl Tomm .............................................................................. 9 - t. Desconstrucción y terapia ............................................................,___ 19 2. Decir d e nuevo: ¡Hola! La incorporación de la relación perdida en la reso.Jución de la aflicción ...................................................................51 i - 3. El proceso de interrogar ¿Una terapia de mérito literario? ................................................................ 69 4. Terapia familiar y esquizofrenia E l estilo de vida de "sentirse arrinconado" ................................................. 84 S. Una familia deja atrás los trastornos que la perturbaban '"'"""-... 103 6. Anorexia nerviosa Perspectiva cibernética .............................................................................. 111 Derechos reservado~ para todas las ediciones en ca<.tellano () Editorial Gedisa. S.A. Pa.<.eO Bonnnova. 9 (0 · ( • 08022 Barcelona (Espnlla) Tel. 93 253 09 0-1 Fax 93 253 09 OS Correo electrónico: gedisa@gedisa com http://www.gedisa.com -7. El rito de inclusión Enfoque para el tratamiento de la conducta extremadamente descontrolada de niños y adolescentes púberes ......................................... 128 8. Explicación negativa, restricción y doble descripción: Un modelo de terapia familiar .................................................................. 142 9. Terapia conjunta para hombres violentos y las mujeres que viven con ellos ..........................................................................- - . 167 ISBN: 84-7432-476-9 Depósit.o legal: B. 5001-2004 10. Destruir los miedos y domar a los monstruos Un enfoque para el t.ratamiento de los temores infantiles ........................ 175 lmpre~o 11. Pseudoencopresis De la avalancha a la victoria, del círculo vicioso al círculo \irtuoso ....... 186 por: LimpcrJ!raf Mo1!oda 29.:11 (Barbera del Valll!sl l mpre'>O en l~,pnña f'rmttll ;,. Spai11 QuedJ pr~íbida ¡,, reproducción tOt31 o parcial por cualquier medio de impresión en fnrm:lul~nucn. cxtractnda o modilkadn. eo cuMcllann tl en cualquier otro idi~mn: 12. Asesorar a.l asesor La documentación del conocimiemo altemati,·o, DaPid Epston. ¡\1/icltael Wllire ................................................................... 203 Más allá del conocimiento del experto Entrevista con Michael White. Andrew \VO<)(/ .......................................... :? 19 Introducción Externalización del problema e internalización de la posición como agente* Kar/Tomm Introducción 1 i ii 1 Durante estos ~!timos añ~s, un terapeuta familiar australiano particularmente dotado, M1chael Wh1te (19.84, 1g8'6, 1987, 1988) lia desarrollado una inno~adora técnica psicate.rapéuticade. .extemalizacióndel problema". Paradóg1camente, esta técnica es ál mismo tiempo muy sencilla y extremadamente complicada. Es sencilla e,n el sentido de quebásicamente propone una separación lingüísticaquedistingueel problemadeJa identidad~rsonal del pacit:mte. Este proeedinúento de intervención abre un ..espacio cenctptual" queJes petrnite a los pacientes tomqr iniciativas más efectivas a fin de rehuir la influencia que el problema~jerce sobre sus vidas. Lo que resulta complicado~ difícil son lo.s delicados medios por los cuales puede lograrse ese objetivo. Recientemente Whi~ se ha referido a su propio.trabajo como a '•una terapia de méritos literarios". En ottas palabras. las iniciativas curativas del paciente se movilizan a través del cuidadoso empleo del lenguaJe dentrodela conversación terapéutica. Esta té'cnicaesespccialmcnte interesante para los terapeutas porque puede otilizarse para lograr una mejoraen unampüocampoéle:problemas(queincluyecondicioaestealmeate graves tales como la esqniz_ofrenia. ladepresión. la paranoia, la violeocia Y el riesgo de suicidio). Whlte menciona cuáles fueron $U$ dos prin~ipales fuentes do iJJspiración para desaJ10llar-esa técnica. Y 8IJlbM procoden de las humanidades. El primero de sus inspiradores es GregOI)' Bateson (1.97~ 1~9), antto~lq_so y filósofo inglés~norteamericano q" eplicó la cibemética a ~as ClCI1CI&S sociales y elaboró UJ18<llueva visi6DdeJa'"mente". Lasconcn"buGioaesdaves de Hateson incluyenla~ciaqu.e tiene JaepistemOlogíaenelproceso de ''como sabemos Jo que ~... la bo.poltancia de las ..diftmlcias bá.,ic·t que hacen una diferencia" en los sistemas vivos y de las "pautas , · .• que se imcrconecran en mies sistemas''. La segunda fuente de eco16gtc.t· . · fi ó ¡· f · ·rn~prrac · '6 s 'l'rchel Foucauh ( 1965 ·. 1973). hrstonador r n e ,, . . . Y ti so o. Tances - .. lió un análisis de la apanctón de la .medtctna rnoder na que de~arto . en . la cuhural occidental. Foucault descubre cómo los SIStemas d~ conoctmtento como la medicina pueden llegar a serextremadamente~prest vos ~ltra~sfor­ mar a las personas en ··sujetos" deshumanizados medtante clastficactOnes cicmíficas a fas que se llega a través de "la mirada". Al tratar de cornpr~nder v clarificar fa comribución de White, tuve que remontarme al trabaJO de Humberto Maturana ( 1972, 1987), biólogo y neurofilósofo chileno que propuso una teoría general de la cogn.ición. Maturana ofrece una explicación de cómo surge la mente a través de la interacción humana y del empleo del lengu<ue. La ··mente no está en el cerebro", sino que surge de la interacción lingüística que e establece entre los actores humanos. Por consiguiente, la conciencia es fundamentalmente algo social y no algo bioquímico. fisiológico o neurológico. Desafortunadamente, el espacio no nos permite hacer una descripción adecuada de estas contribuciones teóricas y de las conexiones que tienen con el método desarrollado por White. Externalizadón del problema Hace unos diez años, White hizo un sencillo pero significativo descubrimiento. Al trabajar con niños que sufrían encopresis, observó que el progreso clínico se aceleraba cuando se le daba al paciente la posibilidad de hablar del problema como de algo distinto y separado de sí. Wh.ite inventó la expresión "ruin caca" para referirse a la encopresis ( 1984) y la personificó como una entidad exterior al niño ( 1986). Por ejemplo, con un niño en particular, White podía presentar este concepto con preguntas como éstas: ··¿Cómo llamas a esa sucia materia que te mete en problemas? ¿Caca? ¿Alguna vez sufriste la experiencia de sentir que esa caca te traicionaba y te t~ma~~ desprevenido ensuciándote los pantalones cuando estabas jugando?" S.' ~1 nmo r~spondeafirmativamente, White continúa preguntándole sobre las Stntestras tnfluencias que ejerce sobre él esa extraña esa ruin caca que lo ha · · ' ' e~ ~enttr mcó~~do, infeliz. frustrado y que le crea tantos problemas fa':'ultares ..Tambten les pregunta a los demás miembros de la fam ilia cuál es la •.n~uencta que ejerce la "ruin caca" en sus vidas: "Cuando el niño ha sido ~~~rctonado po~ ella y lo ha hecho ensuciarse, ¿qué le pasa a usted?''... uando la rutn caca· provoca disgusto y frustración, ¿qué le hace hacer a 10 usted'?" Gradualmente la familia va descubriendo (con un toque de humor) que todos los miembros se sienten oprimidos por un enemigo común que es una entidad separada de la identidad del niño como persona. Wbitccontinúa con esta primera línea de indagación (sobre la influencia que tiene la "ruin caca" en los miembros de la familia) haciendo otra serie de preguntas sobre la influencia que ejercen el niño y los demás miembros de la familia sobre •·su adversaria". Por ejemplo: "¿Hubo oca!:>iones en que derrotaste a la 'caca' y la pusiste en su lugar, en vez de dejar que ella te derrotara?", "¿Hubo ocasiones en las que la 'caca', al hacer que su hijo se ensuciara, los incitó a comenzar a gritarle y, sin embargo, usredcs fueron capaces de declinar tal incitación y ofrecer al niño, en cambio, su comprensión?" Generalmente, el niño y los miembros de la familia consideran extrañas tales preguntas. Y en realidad lo son; sobre todo cuando la familia ha estado tan preocupada por los efectos molestos del problema. Esta segunda serie de "preguntas de influencia'' provoca que los miembros de la familia tomen conciencia de los recursos con los que cuentan y limita el ··poder" que el problema ejerce sobre ellos. De este modo se lleva a los miembros de la familia a advertir que ya han estado realizando algunas acciones eficaces contra el problema. Esta indagación no sólo valoriza la capacidad familiar, sino que además contribuye a externali1.ar aun más el problema. Cuando se ha distinguido claramente que el problema es la "ruin caca·· y no el niño, se reducen significativamente las complicaciones relacionadas con la crítica, la censura y la culpa. El niño tiene menos razones para criticarse y censurarse; después de todo, la culpable es la "ruin caca" y no él. y los padres tienen menos razones para criticar al niño o para censurarse a sí mismos. Y los profesionales tienen menos razones para censurar a los padres (por ejemplo, por ser demasiado severos y exigir disciplina o por ser demasiado sobreprotectores). Puesto que la censura tiende a limitar Y la culpa tiende a constreñir, reducirlas tiene un efecto liberador. Esto abre un espacio que permite explorar nuevas formas de resolver el prob~ema Además. como todos los miembros de la familia sufren la influencta del mismo "alborotador" y ya no están agrediéndose mutuamente, es más fá~il para el niño y también para los padres unir fuerzas para luchar contra la rum adversaria. Como resultado de ello, el proceso terapéutico se desarrolla más amable v rápidamente. . A~nque este método fue desarrollado en principio para trabaJar con niños que sufrían de encopresis, \V hite lo aplicó luego de manera más general para tratar con éxito un conjunto de múltiples problemas. tanto de adultos 11 como di! parejas o familias (White. 1986). Por ejemplo. en un capítulo reciente :.obre esquizofrenia. White ( 1987) describe cómo es posible externalizar la e quizofrenia como una enfermedad y luego externalizar a~pecto del '"estilo de vida arrinconado.. (es decir, la constelación de síntomas negativos) que promueve la esquizofrenia, después cxrcmalizar los hábitos específicos que fortalecen ese estilo de vida y, por último, externalizar tos supuesto y prejuicios que tienden a provocar la patología y de los cuales dependen tales hábitos. En otras palabras. el proceso de externalizacióo del problema es progresivo. No es un encuadramiento estático del problema: e_ un proceso continuo de co-elaboración de una •·nueva realidad'' que se va realizando en la posterior disección terapéutica del problema. ·'separándolo'· de la percepción que el paciente tiene de sf mismo como persona. En suma. se realiza una separnción sistemática de los atributos, las ideas, los supuestos. las creencias. los hábitos. las acritudes y los estilos de vida problemáticos y se los distingue de la identificación dominante del paciente. Este proceso es particularmente curativo porque constituye un eficaz antídoto contra un proceso patologizante, inadvertido pero omnipresente dentro de la interacción humana: el rót,ulo negarivo. Por ejemplo, durante las conversaciones corrientes sobre el problema que mantienen los miembros de la familia, los amigos y los parientes, el problema tiende a recaer en la identidad o la personalidad del paciente. Ello se debe al supuesto de "sentido común., que establece que "la persona que tiene el problema es el problema". El modelo médico y el DSM m también apoyan este supuesto: "La enfermedad me mal está en la persona". Las conversaciones de los profesionales y los legos basadas en estos supuestos son inadvertidamente patologizantes puesto que contribuyen con esos rótulos a elaborar una identidad problemática. A medida que el problema se va incorporando en la identidad personal del paciente, se hace más difícil escapar de él, por la sencilla razón de que a nadie le resulta fácil escapar de sí mismo. "Soy un esquizofrénico, por eso hago cosas extrañas". Por consiguiente, extemalizar el problema es una técnica terapéutica muy útil que abre un espacio que permite "deshacer" algunos de los efectos negativos de la rotulación social. Interoalización de la posición como agente Sin embargo, lo que se puede lograr es mucho más que deshacer los rótulos. Una ve1. que han extemalizado el problema en su conjunto y sus componentes específicos, los pacientes pueden (y son incitados por el 12 terapeuta a hacerlo) advertir las posibilidades que tienen de actuarconuad prob_lem~ ya externalizado. _¡::1 terapeuta los incita a escapar de la opresión que tmphca aq~ella rotulacron y a encauzar sus vidas en la dirección que ~refiera~ (Whn~. 1987). "Si fuera posible, ¿quisiera usted limitar la mtluenc1a que CJCrcc la esquizofrenia sobre su vida? ¿Puede usted darse cuenta de .hasta qué punto la esquizofrenia lo ha estado transformando enuna persona atslada que evita a los demás? ¿Cómo logró desafiar los mandatos de la esquizofrenia para eludir a los demás y pudo venir a esta entrevista? ¿Qué imagina que esto significa en cuanto a su capacidad personal? ·Qué le hacedescubrirdesí mismoquedeotro modo no habría advertido?· otr~s ocasiones logró imponerse y no dejó que fuera la esquirofreni~ lo que lo tmpulsara a actuar? ¿Hasta qué punto se siente dispuesto a dar un paso más contra ese hábito de aislarse que lo tiene tan dominado? ¿Preferirla ser una per~ona débil con un hábito fuerte o una persona fuerte con un bábito débil? Cuando usted se somete a los mandatos de la esquizofrenia que lo hacen adoptar una posición irrazonable. ¿esa posición se 1ransfonnaen una incitación que sus padres razonen por usted?" Todas estas son preguntas reflexivas que alientan la autocuración. Y pueden ser los instrumentos que permitan lograr una variedad de progresos en el curso de una entrevista (Tonun, 1987). El aspecto que más quiero destacar aquí es que estas preguntas instalan la idea de que el paciente puede decidir, puede elegir, es un agente activo del curso de su propia vida. Si la significación implfcitao explícita de la pregunta se ajusta a las experiencias del paciente, bte se la "toma muy en serio" y laintemalizacomo pane de su identidadenevoluci6n. Consecuentemente, el paciente puede alcanzar una mayor sensación de su posición como agente y la conversación terapéutica llega a ser un proceso capacitador para él. Quiero destacar que la técnica de extematización del ~ ~ excluye la responsabilidad personal. Sólo la enfoca Yla.pule. Pue:s~iBCila. a los pacientes a reconocer que tienen la opción de con~uar~ a la influencia del problema extemalizado o de dec/uuu la ütt:iladt1ft • someterse. A medidaqueel paciente comienza a vermásclarameote~das posibilidades y a considerarlas opciones genuinas, invariable~nteeli¡ela segunda. Por supuesto, una vez que el paciente elige el cama~ que~ seguir. el terapeuta debe ayudarlo a llevar adelante esa rebelión CODtla opresión del problema. .. También es importante subrayar que la responsabilidad que le . paciente por haberse sometido sól~ se menctona. en 8eneal. de de -~3 implícita. y no explícitamente. Es tmportante hacerlo a fiD mitlliali1D!~ ¿qué 1 · pos'ble (y de .sus efectos t •~eactivaci ón de la censura. y la culpa . cua1qUter paralizantes). Tampocoseejercesobre el pacten te ntnguna prestón p~raque e pecifique cuál ha de ser el curso de acción. Lo .único que se a~entua Yse destaca en la conversación terapéutica es que ex tste~ otras op~10nes. Esto hace que lo pacientes sientan que tienen más es~acto Y más l~bertad para explorar nuevas formas de percepción. de pensamiento y de acctón. Cuando los pacientes no entran en ese nuevo espacio ni desean ex~lorarl~, s~ supone que existen aspectos adicionales del problema qu~ lo ~stan resr:mgten~o y, por lo tanto. es necesario hacer una nueva extemahzactón más dtferenctada. Por ejemplo, el paciente puede estar sufriendo la influencia de un "temor a un nuevo fracaso". temor asociado con el problema general. Otro aspecto importante del método es que el problema "sale" de la persona pero no se proyecta en ninguna otra. De modo que la protesta y la rebelión liberadoras no se manifiestan contra otras personas. Consecuentemente, hay menos posibilidades de que las demás personas significativas de la red social del paciente adopten una actitud defensiva y respondan mediante la censura, una nueva rotulación y una nueva patologización del paciente. Por supuesto. es extremadamente importante que el terapeuta permanezca muy atento a los efectos problemáticos que puede tener una expectativa demasiado alta pam el cambio constructivo. Esto es particularmente importante cuando se trabaja con pacientes que deben luchar con problemas crónicos. En realidad, con frecuencia es necesario extemalizar las "expectativas irreales'' como un componente más del problema (¡a veces no sólo es necesario para el paciente, sino también para el terapeuta mismo y para el resto de la familia!), a fin de evitar los efectos patologizantes de las experiencias de fracaso, desaliento y desesperanza. Qujzás lo único realista sea dar pasos muy pequeños. A veces resulta útil sugerirle al paciente que el modelo más probable es el de "tres pasos hacia adelante y dos hacia atrás", especialmente cuando el deseo que tiene el paciente de superar un problema crónico es muy intenso. Cualquiera que haya intentado modificar un hábito personal bien establecido sabe que "los antiguos hábitos no mueren fácilmente". Lo más importante es la dirección en que evolucione el paciente como p~rson~, esto es, la dirección hacia una vida más saludable y no las dtmenstones o la frecuencia de los pasos que dé. . Finalmente. cuando el paciente da esos pasos constructivos, es necesano re~onocerlos y responder a ellos, a fin de que formen parte de esa identidad c~rattva. Y es necesario para que los cambios constructivos persistan. "¿Qué htzo usted para lograr que esto (el suceso constructivo) ocurriera?" "¿Cómo se las arregló para dar este paso?" Es necesario reconocer y dar valor a estas ¡.¡ 1 nuevas conductas constructivas, darles significación a findequesc incorporen como parte de la nueva identidad emergente. "¿Se da cuenta de que al hacer eso ha ganado un voto para sí y uno en contra del problema?"; ··¿Seda cuenta de ha~ta qué punt? fue significativa su iniciativa?" Si la respuesta es no. ~e puede tnten~arun gtro: '·¿Se da cuenta de que yo considero que, al haber reahzado :sa acc16.n .. uste~ tomó una decisión a su favor y le ha dado una buena lecctón a su vteJohábttOnegándose a permitir que lo domine?'" Agregar un marco temporal más amplio y algunas diferencias contrastantes también contribuye a ~ejorar el proceso de internalización: "¿Hasta qué punto cree que esto contnbuye a darle a su vida una nueva dirección, a desarrollar un nuevo estilo de vida?", "Si usted continúa recorriendo este nuevo camino de actuar contra el problema, ¿qué diferencias imagina que habría entre su nuevo futuro y el viejo (en el que usted se sometía al problema)?" Una forma de contribuir a la persistencia de los cambios constructivos' es ampliar la conversación e incluir a la red social del paciente para que se ) transforme en el público que asiste a dichos cambios. "¿Qué pensarían los miembros de sufamilia (o sus amigos) o qué sentirían si se enteraran de esos nuevos pasos que usted ha dado?", "¿Cómo les hará saber lo que ha ocurrido?" Mediante estas preguntas se incita al paciente a transformarse en un observador selectivo de sí mismo, a hacer participar a las personas que él considera significativas (al comunicarles sus acciones constructivas) y a reconocer sus posiciones como agente (por haber tomado decisiones curativas para sus vidas). Discusión ( El proceso de extemalización del problema desarrollado por White no es en~eramente nuevo. En algunos sentidos, retoma algunos aspectos de la sabiduría religiosa antigua referente a la posesión demoníaca y al exorcismo. Pero White desmitifica el proceso y lo utilizade un modo riguroso y preciso. Por lo demás, gran parte de la técnica de intemalizar la posición como agente es coherente con algunos aspectos de la terapia de la conducta y de la práctica psicoterapéutica tradicional. Pero, poner el acento en Ja reconstrucción de la identidad o la personalidad del paciente. mediante preguntas específicas. ofrece un mayor refinamiento. Hasta el momento. las pruebas de la eficacia de este nuevo método son principalmente experimentales y anecdóticas. Sin embargo, en estos últimos años, el enfoque propuesto por White ha tenido un gran impacroen las pautas 15 de la práctica clínica de Australia y Nueva Zelanda. Y actualmente está comenzando a presentarse en los Estados Unidos y en Europa y ya se practica en algunos centros de salud. En mi propia práctica clínica, y en la de mis colegas del Programa de Terapia Familiar de la Universidad de Calgary, fue posible aplicar este método para ayudar a una sorprendente cantidad de pacientes. Los estudios empíricos sobre este enfoque apenas han comenzado. Además de este capítulo sólo conozco un estudio formal: un análisis retrospectivo de la aplicación hecha por el propio White de su método con 35 pacientes psiquiátricos crónicos que habían sido admitidos repetidamente en el Hospital Glenside de Adelaida. Se trata de una investigación independiente llevada a cabo por Hafner, Mackenzie y Cosrain ( 1988) que revela que, después de aplicarse allí la terapia de White, hubo una significativa reducción de Ja cantidad media de días pasados en el hospital por esos pacientes; en un grupo de control que recibió el tipo de atención psiquiátrica habitual la cantidad de días promedio fue de 36, mientras que en el grupo en el que se aplicó el método de White ese número se redujo a 14. El trabajo de White ofrece una nueva técnica particularmente útil para la práctica psicoterapéutica diaria. Es respetuosa y humana y, según mi opinión, es uno de los desarrollos psiquiátricos más interesantes de la última década. Aquellos que estén interesados en conocerlo más a fondo, pueden obtener información adicional en las publicaciones del propio White citadas en la bibliografía. White, M.: " Negative .~xpla~ation, R;estraint, and Double Description: A Templ'<lte for Fam11y Therapy Family Process. 1986. White. M.. ·:Family Therapy and Schizophrenla: Addfessing the 1n· the-corner Lifest 1 ,, Dulwrch Cemre Newsletter, 1987. Ye Whi te. M., "The Proces$ of Questioning: A Therapv of Litcrary Mcri t ~" Du/;·' ¡ C Newsletter, 1988. • · He' emre 1 Referencias bibliográficas Bateson, G., St~ps roan Ect>logy of Mind, Ballantine Books, Nueva York. 19i:! Bateson, G.• Muul and Nature: A Necessary Unity, Bantam Books, Nue.va York. 1979. Foucault, M., Madness and Civilízation: A History of lnsaníty in the Age of Reason. Random House, Nueva York, 1965. Foucault, M. The Bírth or the Cl' · · A A h 1 · · ' 1 mrc. n re eo ogy of Medrcal Perceptron· Tavistock' Londres. 1973. Hafner. J., Mackenzie L y Costa· w "F ·1 Th · • ·. (no m, ., amt y erapy m a Psychiatric Hosoital: A eontrolled Evaluauon" publicado) 1988 . · MaturaRn~,dHI.,By Varela, F., Auropoiesís and Cognition: The Realization oif tht Lh·ing e• e , oston. 1972. · Maturana. H. y Varela F T.h T · .,' . • .. e rtt~ of Knowledgf;, Shambhala Boston 1987 Iomm, K., Intervenuve lnterview· . p U . '. • · Enable Self Healing" " ·¡ lpng. an ' Reflextve Quesuoning as a ~l~ans to . ramr Y . rocess, 1987 Wh1 te, M., "Pseudoencopresis· Fro A 1 h · . Cycles'' Journal 0 r F: :1 . S~ va anc .e.to Y1ctory, From Vicious lO \'iltuous ~ anu Y · ysrems Medrcrne, 1984. 16 17 1 Desconstrucción y terapia* Para que algunos lectores no queden decepcionados antes de que les exponga mi análisis sobre la desconstrucción y la terapia, debo informarles que este capítulo no se refiere a la desconstrucción de los conocimientos y prácticas de modelos específicos y establecidos de la terapia ni a la desconstrucción de alguna "corriente" terapéutica particular. Antes bien, he decidido insertar ciertas prácticas terapéuticas dentro del marco suministra- do por la desconstrucci6n. Como la preocupación primera y principal de mi vida profesional está vinculada con lo que ocurre en el contexto terapéutico, al principio de este capítulo presentaré varias historias clínicas. Deseo hacer notar el hecho de que, por limitaciones de espacio, esos casos están glosados y no representan adecuadamente el desordenado proceso de la terapia, esos altibajos de la aventura que llamarnos terapia. Hay, pues, una simplicidad esquemática en estas exposiciones que no se puede encontraren el trabajo terapéutico mismo. Elizabeth Elizabeth, una madre sola'. vino a verme al principio para consultanne sobre sus dos hijas, de doce y quince años. Estaba preocupada por el persistente antagonismo que le manifestaban las hijas, por sus frecuentes berrinches Y ataques y porque, aparentemente, eran desdichadas. Estas dificultades habían perturbado a Elizabeth durante bastante tiempo y temía no poder recobrarse nunca de ese estado de desasosiego que estaba viviendo. Había acudido sola a la entrevista porque las hijas no habían querido acompaftarla. Mientras Elizabeth me describía esos problemas. reveló que babfa comeD*Panes de este capítulo se presentaron en la conferenci~ "End o~ ~~d Desians", Heidelberg, abril de 1991. y en la conferen~ia _''Generanng Poss1blhnes TbrouJh Therapeutic Conversarions•·. Tulsa, Oklahoma. JUniO de 1991. Publicado originalmente en el Dulwich Centre Ntwslmer. n• 3. 1991. 19 Lado a c\pcrimentar lo que le parecía ··odio" por sus hijas y esta circunswn· cia había accntu:ldo ~u desazón. Al hablar con Eliz:~beth sobre sus preocupaciones, lo primero que hice fue preguntarle de qué manera esos connictos est~ban af~ctando la vida ~e lo~ miembros de la familia y hasta qué punto mterfenan en la~ relac1ones familiares. Después le pregunté más específicamente si esos problema.; habían innuido sobre lo que pensaba de sí misma: ·'¿Cómo creía que e O<; problema¡, innui:m en ella misma como madre? ¿A qué conclus i.ones había llcl!ado sobre sí misma considerada como madre? Llorando. El!zabeth me co~fc>ó que había llegado a la conclusión de que era un fracaso como madre. Con esta revelación comencé a comprender algo de la experiencia íntima que había estado ~iviendo Elizabeth. Entonces, le pregunté si la idea de que fuera un fracaso se estaba imponiendo en la relación con sus hijas. En su respuesta, Elizabeth dio detalles y habló de la sensación de culpabilidad que tenia por no haber sustentado un ambiente familiar ··más ideal", habló de la escasa interacción que mantenía con sus hijas y hasta qué punto se sentía obligada a aceptar la evaluación que éstas hacían de ella. ¿Eran aceptables para ella esos estados que estaban provocando en su vida esa sensación de fracaso y ese sentimiento de culpabilidad? ¡,0 se sentiría Elizabeth más tranquila si pudiera librarse de la tiranía de esa idea de fracaso y de la sensación de culpa que la acompañaba? Elizabeth respondió a estas preguntas de manera categórica y manifestó que el estado actual de sus relaciones con las hijas era absolutamente intolerable y que ya era hora de que tomara alguna decisión al respecto en cuanto a la dirección de su propia vida y a la forma de esas relaciones. Animé a Elizabeth a que indagara cómo se había sentido inducida a abrazar la idea de que era un fracaso como madre y como persona y Jos mecanismos en vinud de los cuales había nacido el sentimiento de culpa. ¿Qué experiencias fueron las más efectivas para producir las dificultades? ¿Creía ella que las mujeres eran más proclives a adoptar la idea de que les habían fallado a sus hijos o parecía más probable que Jos hombres estuvieran más inclinados a adoptar tal idea? Sobre este punto Elizabeth no manifestó La menor duda: ¡Las mujeres! El examen de estas preguntas determinó algunos elementos específicos de la manera en que ~lizabeth había sido inducida a abrazar la idea de que era un fracaso (por eJemplo, la experiencia de haber recibido malos tratos a manos de su ex marido~~ y, en un contexto más amplio referido al sexo, la índole de esta construCción (por ejemplo, las desiguales estructuras sociales que fortalecen esta opinión en el caso de madres que están solas, y el hecho de. que en nue~tra cultura existe la tendencia a censurar a las madres). Mtentras ellammábamos las diversas maneras en que la opinión de que ella era un fracaso habían afectado su vida y algunos de los detalles de cómo había llegado a concebir semejante opinión, Elizabeth comenzó a experimentar en 20 sí mi~ma otra identidad diferente de la que te dictaba su idea de~ . ·d d f •nll:aiO,IU 1 ea .e racas~ ya no ponía e~ _tela de j~i~io su identidad. Este propao de<.peJÓe l cammo para que pud1eramos d1sunguir algunos de 1 de la vida de Elizabeth que no habían sido afectados por fracaso. En parte le facili té la identificación de esos momentos al ...._ •a-'a . d r··-n....... una sen e e ~ane~s ~n que la ~de a del fracaso y la sensación de culpa asociada a ella hab•an uramzado la v1da de muchas otras muieres a Jas cuales yo había • , trata do, Y que ha.b•.~ ~stado sometidas a procesos semejantes. Le declaré entonces que. a m1 JUICIO, esa clase de tiranía nunca es enteramente efectiva. )' que_ nunc~ había logrado eclipsar por entero la vida de esas mujeres. y menc.1oné eJemplos:" Algunas de esas mujeres habían escapado a los efectos de la 1dea de que eran un fracaso en sus relaciones con amigas y otras habían logrado mantener vivas sus esperanzas de que todo pudiera cambiar en sus vidas". Como resultado de mi análisis. Elizabeth identificó algunos casos en diferentes momentos de su vida en los que había logrado resistir a aquella tiranía. Pregunté a Elizabeth si pensaba que esa resistencia a la tiranía era un bec:bo positivo o un hecho negativo en su vida. Cuando me respondió que lo consideraba un hecho positivo, le pregunté por qué creía que lo era. En nuestra entrevista siguiente, surgió con claridad que aquellos casos indic:a· ban que Elizabeth no había estado totalmente sujeta a sus opiaioae& negativas de quién era eJia y que había mostrado la resolución de desafiar a la tiranía de la culpabilidad. Y esto dio a Elizabeth la prueba de que su vida no había estado dominada por el fracaso. Después, mediante una serie de preguntas, alenté a Elizabetb a que recanllra la historia de aquellos momentos en que se había resisliclo ala tinDla.. Al tratar de recordar, Elizabetb logró identificar a dos persoiiiJe&llisldricalp habían sido testigos de su capacidad de protesW c:ootra ciedll iqjusdde En nuestro siguiente diálogo, Elizabeth nos puso ea colláelt a. versiones alternativas de ella misma. versiones que pGI'-I!IID~JPiJ!IIIJIIL prefería. Y esas versiones alternativas y preferidas emeiJ(alt. . ..llii!!Mf a través de nuestra discusión. se hadan más accesibles '1 en•••:IIPIIN..:;<:-~~ de incorporarse en la vida de Elizabelb. . . Elizabeth manifestó entusiasmo por ese nuevo c:onociJDieiiiO ella como persona y yo le hablé de la importaDCia de IOIDM' de comunicar a otros lo que ella h~bía dcscu~ia:w· Coa~ la identificara a personas que p~eran conSbtwr un~ lfiiOP' ' : esa otra versión de ella nusma, personas que puclieraD ~ reconocer y autenticar esta nueva versión.' HablamosJ.ueaode ~­ sobre la manera en que Elizabeth tal vez podría preseawaeAIpenaaa.... aq::= de_.._..,. !d -::que -~====~~~i~fJ nueva versión de sísobre misma, ideas sobre cómo responder a aquello lo cual Elizabelb escaba la8 Como parte del examen de las otraS versiones de loque · lguno~ rasgos de ·lo que le gustaría• ser como madre. le pe d 1• que ·l t 1~·rtt 'rti··--r·r ~" • •1 ~ • • .. ,, ~rt · ' " u lado al unos detalles acerca de esta 2 .. cuestión. le , sugen que Ha ..1enuo.. 1, • • ~ · podría ,er importante comunicar todo esto a las hiJaS, que debena.prepararse a revelarle' lo que había descubierto sobre sí misma como ~uJer y como madre} que debía continuar recordándoles todo esto.a sus hlJ~ de vez en ta' consideracione tocaron una fibra sensrble de Ehzabeth que cuando. E' • d · pareció ba tan te jubilosa con la idea. Así y todo. me apresure a~~ e~tr que al principio era improbable que los esfuerzos de Elizab~Lh por re1vtnd1car su vida fueran aludados con gran entusiasmo por sus biJaS. Pero Ehzabeth estaba resuelta a realizar su proyecto y manifestar quién era ella )' de rechalar la idea de ser constantemente ev~uada y vi~i.lada por las hijas. Al principio fue dramática la respuesta que dteron l_as ~Jas al ~echo de que Elizabeth se hiciera cargo con autoridad de su pr~p1a vtda. Tu~1er~n algunas ideas ingeniosas para volver atrás las m.anectllas del .reloJ. Srn embargo. Elinberh per everó en su empeño y la vtda de cada mrembro de la familia si11uió su curso. Elizabeth estableció una nueva relación con sus hija~ que experimentaron mayores deseos de vivir una vida feliz; entonces cesaron los ataques y Elizabcth me informó que por primera vez se había establecido la relación que ella había deseado entre madre e hijas. Habían llegado a ser más unidas y más confidentes, capaces de discutir entre ellas importantes cuestiones de interés para todas. Amy Amy. de veintitrés años, buscó ayuda terapéutica en su ¡pugna con la anorexia nerviosa. Era ésta una dificultad de larga data que se había resistido a varios intentos de superarla. Comencé por repasar con Amy los efectos que la anorexia estaba produciendo en varios dominios de su vida, incluso las esferas social, emocional, intelectual y, por supuesto, física. Como resultado de esta re visión. se nos hizo manifiesto el grado en que la anorexia le estaba dificultando todo intento de actuar en cualquiera de esas esferas. Luego dedicamos algún tiempo a considerar en detalle la manera en que la anorexia afectaba las interacciones de Amy con los demás. No me sorprendió enterarme de que ese mal la hacía compararse constantemente con otros y que le había suscitado la sensación de que los demás la estaban evaluando de continuo. Independientemente de esto, existía una especie de mortaja de secreto alrededor de su vida. mortaja que la aislaba de las otras personas. ¿Cómo afecraba la anorexia la actitud de Amy respecto de sí misma y re,pecto de la imcracción con los demás? ¿Qué exigía ese mal que ella hiciera de sr mi~ma? Como era previsible. lo que le exigía era que se vigilara, que ejerciera sobre sí una acción de policía. Y ella se había entregado a operacionc~ relativas a su propio cuerpo en el intento de darle una forma que 22 pudiera considerarse aceptable un "cuerpo dóc'l" 1 . . d • 1 ' y a anorexia habla o al cuerpo por sus transgresiones. Luego impulsé. a Amy a investigar cómo había s'd . d 'da a CSias Varias , . 1 O In UCJ practlc~, actitudes y procedimientos, a estas "disciplinas del yo" de conformtdad con las especificaciones de la perso rdad del 1 c·ó . • . . . . na • y sexo, esa ~e a 1 • n J~r,arquJca y d•s~·~hna~ia respecto de su propio 'UCfPO· En ella mvesngacton, .~my logro 1dent1ficar la historia del proceso a un·b de contex~os farmh~es, culturales y sociales. En la entre\ ista siguiente, la anorex1a se mamfestó como la forma en que habían cobrado . d • . cuerpo esas acttru es, pracucas y contextos. Así que~ó "desenmascarada" la anorexia nerviosa por obra de este proceso terapé~uco, de .suerte que Amy fue sintiéndose cada vez más ajena a la anorex1a. Las diversas prácticas y actitudes dadas por sentadas c:oo las "contaba la anorexia para persistir" ya no ponían en tela de juicio lo que~ era como persona. ¿Se contentaría Amy con continuar sometida a Jas exigencias que tenía sobre su vida la anorexia? ¿Se comentaría con continuar cediendo a las exigencias del mal? ¿O le atraía más la idea de desafiar esas demandas que hacía a su vida la anorexia y la idea de hacerse cargo de su vida y posesionarse de ella? Amy no vaciló en declarar que ya era hora de que fuera dueila de su vida; y entonces, repasamos juntos las pruebas de que era capaz de realizar esa tarea: sucesos que mostraran resistencia a las prácticas y actitudes de que dependía el estado del "gobierno del yo" llam.:do anorexia nerviosa. Esto nos llevó a identificar varios hechos que eran de naturaleza antianor~xica.• Pedí a Amy que evaluara esos hechos antianoréxicos: ¿los consideraba ella más atractivos y deseables o los consideraba triviales y carentes de atracción? En su respuesta, Amy declaró que esos hechos eran los preferidos en su vida. Luego entablé con ella una conversación sobre las razones por las cuales creía que esos hechos eran deseables y personalmente apropiados para ella. Como Amy parecía prestar cada vez mayor apoyo a esas actividades antianoréxicas, la urgí para que me ayudara a comprender la base o fundamento de tales actividades en su vida. Tambi~n la incit~ a que reflexionara sobre lo que esos hechos preferidos influían en lo que Amy creía que era importante en su vida. En la sesión siguiente, Amy comenzó a articular mejor una versión preferida de qui~n podría ser ella misma. una versión que incorporaba otros conceptos de la vida. Esta nueva versión se hizo cada vez más accesible a ella y más susceptible de incorporarse en su vida. Mientras Amy comenzaba a articular esta versión alternativa Ypreferida de quién era ella. dio varios pasos para incluir a otras pe~onas e~ su pro~ de reivindjcar su vida. Mi observación de que el trabaJO práctiCO reahzado en el terreno era una parte de semejante proyecto. la alentó~ dar_esos ~ Pedí a Amy que, entre todas las pers~~as que h~bía conoc1~0, aclenhfi~ a la menos inaccesible a esta nueva V1Stón de qut~n era ella. Amy decJdaó cas~rga 23 comcn.tar prc~cntándo e de nuevo a las personas que estaban más alejadas ) ~e pu ~o en contacto con varias amigas de la escuela a quienes oo había visto durante años. Como tuvo éxito en estas experiencias. se dirigió entonces a la red soci:!l más inmediata que comprendía a los miembros de su propia famrha y a quienes ella invitó a las sesiones terapéuticas. Dentro del contexto terapéutico. estos miembros de la familia contribuyeron significativamente a reconocer y autenticar las aspiraciones preferidas de Amy tocantes a su propia vida y su capacidad de apartar de sí la anorexia nerviosa. Anne y John John y Anne. miembros de una pareja separada, apelaron a la terapia en su intcmo de re olver su inten o con nieto sobre la custodia de los hij os, sobre el acce o a ellos y sobre cuestiones relativas a la propiedad. Al comienzo de la primera reunjón entablaron una viva disputa en la que cada uno presentaba sus reclamaciones y contrarreclamaciones y en la que sólo ocasionalmente echaban una furtiva mirada en mi di rección. Al cabo de un rato los interrumpí y les agradecí que fueran tan francos sobre los problemas que tenían recíprocamente y por demostrar tan claramente cuál era la situación entre ellos. Después de una pausa, John y Anne se entregaron a una nueva serie de acusaciones. Afortunadamente logré interrumpirlos de nuevo y les expliqué que me parecía que ya tenía una comprensión razonable de la relación que mantenían; les comuniqué que, por lo tanto, serían innecesarias más demostraciones de esa índole. Sin embargo, fueron necesarias otras dos interrupciones antes de que la pareja pareciera convencida. En el momento de respiro que siguió, les pregunté hasta qué punto ese tipo de interacción ~se ti po de antagonismo que acababan de manifestar tan claramente- era dominante en sus relaciones. ¿Cómo esa forma de antagonismo inOuía en la manera en que uno percibía al otro y a su mutua relación?¿ Y cómo esas percepciones recíprocas y esa relación antagónica inO.uían en l~s respuestas que uno daba al otro? ¿Qué efectos podía haber te~u.do este ttpo ?e antagonismo en cada uno de ellos como para no permnrrles que pud1eran juzgarse mejor recíprocamente? Des?ués de m~ru r con Anne y John hasta qué punto ese tipo de antagonismo ~ab1a estadod•ct:rndo los términos de sus relaciones, les pregunté si esa era 11 manera prefenda de responderse el uno al otro. ¿Les parecía cautivante e .e a ntagonjs~o? ¿Era ese estilo el que mejor convenía a la pareja? ¿Estaba hcc.ho a _med1da de ellos? ¿Consideraban que ese tipo de antagonismo ennquecra sus vidas? Los ~os aseguraron que no era esa la manera preferida de mantener relac•oncs Y ninguno dejó de agregar que le parecía que esa era la preferencia del otro cónyuge. Como John y Anne aseguraban que no era esa su manera 2·1 pre~erida _de abordar las cosas. sugeri que era improbable qae ellas la hubreran rnventado en ventaja suya. Luego rogué a Anne y a John que me ayudaran a compreader c6mo lalbf.t llega~o a abraz~r ese esquema de responder a las diferenc:wdeopiní6asolft cucsuon~s partrculares y que identificaran la historia de ese pauón. ¿D6Dde habfan vrsto antes ese esquema? ; Cómo comenzaron a .......,._ ~.t ..... • • • v ~ oa;RICas para tratarse entre SI Y. cuales fueron las situaciones que primero los llevaron a adopt?r Lales técmcas? ¿En qué contextos creían que esos tipos de antagomsmo eran lugar com~n y qué justificaciones podían alegarse para suste~tarlos? ¿Cómo era posrble que se sintieran inclinados a .someter sus re!ac1ones a semejantes pautas y a vivir atadas a ellas? Durante este análisis, a medida que John y Anne iban artic:uJando su experiencia de este tipo de anwgonismo, se les hizo evidente quesu relacióo ya no obedecía a él, pues llegaron a ser capaces de coocebir su relación de manera diferente. Les pregunté si estaban dispueSlos a abaodooar la pene negativa de las relaciones o si preferian intervenir y decir alg_o mú sotn 1a dirección que debían tomar los hechos a fin de lograr una posición conveniente para ambos. En respuesta a esta pregunta, Jobo y Anne declararon que ese tipo de antagonismo empobrecía sus vidas y ambos indicaron que deseaban liberarse de sus dictados. Luego tratamos de determinar qué base había para hacer un intento por recobrar lo que había quedado de sus relaciones y IQP81D0Sideotificar varias interacciones que no habían estado dominadas por el pauóo del antagonismo. Una de esas interacciones era la capacidad que habfan tenido de eludir esas pautas durante buena parte de la entrevista. ¿Les parecían a Anoy y a John esas interacciones recíprocas más satisfactorias? ¿Senlfan por ellas algún entusiasmo? ¿O les atraía más el familiar modo de tratarse? Como declararon que se sentían más atraídos por esa nueva mauera de interactuar, pregunté a John y a Anne qui pensaban de la nueva situaci.6o y por qué creían que ésta era más conveniente para ellos? Se~te hice otras preguntas para incitarlos a recordar hechos más posiliY05 de su relación. Respondiendo a esta incitación, Anne YJobn ~ a U81 parej a que conocieron en los primeros tiempos.de ~u ~ Los miembros de esa pareja habían sido testigos de vanas Slwaaones ~las que ambos pudieron resolver satisfactoria y equitativamente una .disputa. El examen de la experiencia de esa otra pareja en cuanto ala~ de Jobo . . . bislOOcameate • Y Anne• hizo que cobraran nueva VIda CODOCUDICII(OS • • esos c:oaoasiruados para resolver problemas y. aunque no SJD tropaezos. mientos llegaron a ser accesibles aJobo Y aADoeparacesareaSdS~ sobre la custodia de los hijos. sobre el acceso a eUos Ysobre C'UCStiOIICS propiedad. ft. ..._ • Robert A medida que progresaba el trabajo terapéutico Roben ____ ... • ~·~u¿u· . d de esas ac.tttu es Ya abandonar esas estructuras y técnicas de poder y COIIIIal. Roben me fue derivado para que lo ~ometiera a terapia a causa de su conducta E te maltrato violento sólo había sido revelado recientemente. Roben había convenido en abandonar el hogar de la familia mientras se tomaban las medidas policiales y legales adecuadas. Durante nuestros primeros contactos la conversación se centró en la responsabilidad de Roben por haber perpetrado actos de violencia 6, en la identificación de las experiencias de las víctimas. en los efectos traumáticos reales en el corto plazo y los posibles efectos en el largo plazo sobre la vida de las víctimas y en determinar qué podría hacer él para enmendar lo que pudiera enmendarse. Después de cumplir esta tarea. le pregunté a Roben si estaba dispuesto a seguirme en algunas especulaciones sobre el carácter de la conducta abusiva y violenta de los hombres. Como manifestó su acuerdo. le hice una serie de preguntas como las que se consignan seguidamente: :~busiva con su cónyuge y uno de sus hijos. - Si un hombre deseara controlar y dominar a otra persona, ¿qué clase de estructuras y condiciones podría disponer para hacer posible su intento? - Si un hombre deseara dominar a otra persona, particularmente a una muje: o a un niño. ¿qué clase de actitudes serían necesarias para justificarlo? - S1 un hombre decidiera reducir a alguien a la condición de cautivo especialmente a una mujer o a un niño, ¿qué clase de estrategias y técnica~ de poder harían factible su acción? Durante esta especulación se articularon conceptos particulares sobre el mod~de ser de los varones que tratan de someter a los demás, se identificaron téc mc~ ~estrategias con las que los hombres pueden contar para implantar su dorrun•o Y se repasaron diversas estructuras y condiciones que prestan apoyo a conductas violentas y agresivas. Luego pedí a Roben que señalara cuál de es~ actitudes habla adoptado en su vida, cuál de esas estrategias habf~ ~omtnado para forjar sus relacio:nes con íos demás y cuál de estas c?n~Jctones Yestructuras hablan suministrado el marco para su vida. A esto Stgutó otro análisis centrado en un repaso de los procesos históricos en virtud de l?s cuales Roben había sido inducido a adoptar semejantes actitudes, técmcas Yestructuras. Invité a Roben a que asum·e ... sobre esas actitudes estrategias t ra una pos•c•on Yestructuras• <-·Continuana • sometJendo · . a este particular concepto • su vtda del ~odd0 de ser de l?s varones? ¿Hasta qué punto le parecía razonable vivir la ° va a como un ··mstrum t d d " ¿Hasta ué en e po er • como un instrumento de terror? q . punto deseaba obrar con estas estrategias y tácticas que devasl aban 1a vtda de otros? At d' d efectos real d . en acn o a la comprensión que ahora tenía de los e sus actos, ¿le parecía aceptable depender de semeJ·antes estructuras es y cond·tctones · . como determinantes de su vida? 26 Sus antenormente familiares y descontadas maneras de las • 1 ·ser con mu.)ela Y os nmos Y. por lo tanto, sus familiares maneras de ser con otros hombla ya .no. confirmaban su virilidad, su condición de hombre. Para D -L. I'WUal resJsttrse a prac~tca~ una conducta violenta y agresiva ya no significaba obrar contra su .propta ·naturaleza'', pues ahora era capaz de asunur · t oda la .d d responsab 111 a de los abusos cometidos contra otros. En la nueva dimensión en la que entró Roben como resultado de haber abandonado sus anteriores actitudes, pudimos encontrar varios logros aislados, oca~~ones en las cuales su conducta no había sido impulsada por aquellos famthares y consabidos conceptos de lo que es ser un hombre. Pedí a Roben que evaluara esos logros aislados. ¿Consideraba deseables esos logros? ¿Los consideraba positivos?¿O no tenfan ninguna imponancia para él? Como Roben declarara que esos logros eran deseables. le pedí que me explicara cómo había llegado a esa conclusión. A medida que el trabajo terapéutico progresaba, la identificación de esos fogros aislados nos ofreció un punto para entrar en una ·•arqueología" de otros conceptos preferidos de modos de ser de Jos varones, conceptos que Roben comenzó a incorporar en su vida. Por ejemplo, respondiendo a mis instancias de que diera significación a esos logros aislados, de que determinara qué conceptos de virilidad se reflejaban en ellos, Roben RCOrdó a UD tío que era muy diferente de los otros hombres de su familia; el tío en UD hombre ciertamente compasivo y nada violento. Posteriormente Roben e laboró en su casa la significación de aquel tío y eso contribuyó significativamente a que se diera cuenta de algunas de las particularidades más íntimas de este otro modo de ser. La familia de Roben había manifestado el deseo de que se tantearan las posibilidades de hacer una reunión. 7 Como Roben había comenzado a abandonar aquellas actitudes y prácticas que habían justificado y apoyado su conducta abusiva y como estaba considerando otros canceptos sobre los modos de ser viriles, el momento pareció oportuno para convocar a una reunión de la familia.8 Comprendiendo que tenía la responsabilidad de ofrecer salvaguardias a los miembros de la familia, Roben convino en someterse a ciertas medidas que contribuirían de manera significativa a prestar seguridad a los miembros de la familia. Entre e~ medidas e~ a) una reunión con representantes' de su cónyuge y de su hiJO paracJ_etenmnar la responsabilidad de Roben y la naturaleza del abuso. b) esw dispuesto a participar semanalmente en reuniones con su familia' 0• 11 Ycon_sus representantes designados y e) estar dispuesto a cooperar con otroS nuembros de la familia en el desarrollo de un plan contingente en el caso de que aJsuno de ellos se sintiera amenazado por la violencia de Roben. Con el tiempo. Robert cambió su vida descuidada en la que dominaba su 21 e:.tr:ucgia por urw vida que é l y otros consideraban c uidadosa. abierta y directa. Entrevista con 111111 familia La entrevista había alcanzado un punto en el que la terapeuta decidió que había llegado el momento oportuno para oír la opinión de la miembros del equipo que habían e tado observando la entrevista en el espejo unidireccional. La terapeuta y la familia cambiaron sus lugares con los miembros del equipo de modo que ahora les tocaba ser espectadores de lo que hicieran los miembros del equipo. Estos comenzaron por presentarse a la familia, luego consideraron aquello que los miembros de la familia habían juzgado atractivo o les habían parecido hechos atractivos de sus vidas y relaciones. La tarea de los miembros del equipo consistía en referirse a esos hechos preferidos como si se refieran a un misterio. a un misterio que sólo los miembros de la familia podían revelar. Al comienzo, cada observación de un miembro del equipo era seguida por preguntas que pudieran incitar a la familia a explicar esos hechos y otras que pudieran inducirla a especular sobre su significación. Los miembros del equipo también se hacían preguntas unos a otros sobre esos hechos e incitaban a continuar especulando sobre ellos. De esta manera se llamaba la atención a los miembros de la familia sobre aspectos antes descuidados de las experiencias vi vidas y se los invitaba a considerar su "capacidad de conocimiento" en relación con sus vidas. Luego algunos miembros del equipo comenzaron a hacer preguntas a otros miembros del equipo sobre la razón por la cual consideraban interesante un determinado hecho. Esas preguntas incitaban a los miembros del equipo a situar sus reflelliones dentro del contexto de su experiencia personal y de su propia imaginación. Luego, miembros del equipo se invitaron recíprocamente a explicar cuáles eran las intenciones que. según ellos, estaban detrás de sus reflexiones. A renglón seguido, la familia y el equipo volvieron a cambiar de lugar Yla terapeuta entrevistó a los miembros de la familia para preguntarles sobre lo que pensaban de las reflexiones del equipo, sobre los comentarios y pre~untas que a los miembros de la familia les parecían interesantes y ~erunentes Y sobr~ los comentarios y cuestiones que no les parecfan tnteresantes. Los m1embros de la familia mencionaron los comentarios y preguntas que captaron su interés y. entonces, la terapeuta les pidió que la ayudara.n a comprender por qué les parecían interesantes y cuáles eran las conclusiOnes que acompañaban a esos comentarios y preguntas. Luego, la 2R ll ~ terapeutapidióalosmiembrosde lafamiliaqueespeculandoestimanuahasla qué.d.punto esas comprensiones y conclusiones podían afectar sus ..:..a-...._ cou 1anas. . ~a terapeu~a puso fin a las entrevista invitando a los miembro$ de la fam1ha y a los rruembros del equipo para que conversaran sobre la entrevista misma, de manera que ella pudiera situarsuscomentarios y preguntas dentro del contexto de su propia experiencia personal, de su imaginación y de sus finalidades. La desconstrucción Estos casos terapéuticos muestran una serie de prácticas reiteradas. Creo que la mayor parte de estas prácticas se refieren a lo que podñamos denominar un "método desconstructivo" que seguidamente habr~ de explicar. Pero antes de comenzar esta discusión sobre la desconsiiUCCión quiero admitir algo: yo no soy un académico y por falta de una palabra mejor me Jlamoterapeuta.Arnijuicio,elnoperteneceralmundoacadémicomepennite ciertas libertades, incluso la libertad de violar algunas reglas-por ejemplo, emplear el término desconstrucción de una manera que puede no estar de acuerdo con su estricto sentido derridiano- y referirme a autores que generalmente no proponen un método desconstructivista. De conformidad con mi definición bastanteflexible,ladcsconstrucción tiene que ver con procedimientos que subvierten realidades y ¡ricticas que se dan por descontadas, esas llamadas "verdades" divorciadas de las condiciones y del contexto de su producción. esas maneras descncamadas de hablar que ocultan sus prejuicios y esas familiares ¡riclicas del yo Yde su relaciónaqueestánsujetaslasvidasdelaspersooas.Muchos~los~ de desconstrucción hacen extrañas esas realidades Y prácticas familiares dadas por descontadas al objetivarlas. En es~ sentido. 1~ ~ de desconstrucción son métodos que "vuelven exóuco lo domésnco · 1 } ' "El sociólogo que decide estudiar su (sic) propio mundo en sus as'::_~ íntimos y familiares no debería (como hace el etn61oao)clotnt~arloex~~ 0 que, si me es lfcito aven1urar la e~presión: ~e~ : vida 'Y de romper con su (sic) inicial rdac16n de íDbJJUdad iado familiaiCS. Ea pensamienlo que le (sic) resuiWI opacos~~ Je.son ~Ilirio deberia ser 1a realidad el movimienlo hacia Cl mundo M81DanO Y ~narios'" (8ounliN culmina~ióndeunmovimienlo haciamundosexlriiiOSYexlrl . • 1988, págs. xi-xii). hac:,:-"<= _ .... Según Bourdieu. hacer exótico lo doméstico, en virtud de la objetivación de un mundo familiar y dado por descontado, facilita la "reapropiación., del yo. Al referirse a la reapropiaci?n. del yo, no creo que Bour~ie~- esté proponiendo una concepción esenc1ahsta del yo, que en esa reaprop1aC10n las personas se "encuentren" a sí mismas. Antes bien, Bourdieu sugiere que por obra de la objetivación de un mundo familiar podríamos hacernos más conscientes de la medida en que ciertos "modos de vida y de pensamiento" modelan nuestra existencia y que, por lo tanto, podríamos estar en condiciones de decidir vivir según otros "modos de vida y de pensamiento". Si la obra de Bourdieu puede considerarse desconstructiva, lo es en efecto en su sentido específico. El interés primario de este autor es el de saber hasta qué punto la situación que ocupa una persona en una estructura social - por ejemplo, en una academia- es determinante de la posición que toma esa persona en cuestiones de la vida. Sin embargo, podemos considerar la desconstrucción en otros sentidos: por ejemplo, la desconstrucción del relato del yo y los conceptos culturales dominantes de conformidad con los cuales viven las personas; la desconstrucción de prácticas del yo y de su relación, prácticas que son dominan temen te culturales; y la desconstrucción de las prácticas discursivas de nuestra cultura. La desconstrucción se basa en lo que generalmente se designa como "constructivismo crítico" o, como yo prefiero, una "perspectiva constitu-. cionalista" del mundo. Desde esta perspectiva se propone que la vida de las personas está modelada por la significación que ellas asignan a su experien~ cia, por la situación que ocupan en estructuras sociales y por las prácticas culturales y de lenguaje del yo y de su relación. Esta perspectiva constitucionalista es contraria a las perspectivas del mundo de la psicoterapia, es decir, contraria a la dominante perspectiva estructuralista (la conducta refleja la estructura del espíritu) y a la perspectiva funcionalista (la conducta sirve a los fines del sistema). En la siguiente exposición he de considerar, primero,ladesconstrucción del relato, segundo, la desconstrucción de las prácticas modernas de poder Y, tercero,la desconstrucción de las prácticas discursivas. Con todo eso, creo con Michel Foucault (1980) que un dominio de conocimiento es un dominio de poder Y que un dominio de poder es un dominio de conocimiento. De manera que en la medida en que la significación se refiere al conocimiento y en la medida en que las prácticas se refieren al poder, creo que significación, estructuras y prácticas son inseparables en sus aspectos constitutivos. 30 El rela to La slgnincaclón t ~a i?ea de que la sign~ficación _que las personas atribuyen 1 a cxp_enenc1a es _lo que determma sus v1das, ha incitado a los cientílicoe socwles a e_stu~Jar la naturaleza de los marcos que facilitan la interprecaci6n de la expenenc1a. Muchos de esos científicos sociales han propuesto la idea de_que. es el _relato o la.~arración o la historia Jo que suministra el marco pnmano a la mterpretac1on, a ~aac~ividad de dar sentido o significación y que e~ por obra ~e los relatos o h1stonas cómo las personas juzgan sus propias v1das y las v1das de los demás al encontrar sentido en su experiencia. Esu historias determinan no sólo la significación que las personas dan asa experiencia sino que, según se dice, esas historias también determinan en gran medida qué aspectos de la experiencia las personas eligen ex~sar. Y, asimismo, en la medida en que la acción está prefigurada en el dar si¡nif~e• ción, esas historias determinan efectos reales en cuanto a modelar la vida de las personas. Esta perspectiva no ha de confundirse con la que propone que Ju historias reflejan la vida o son un espejo de la vida. Por el contrario, la metáfora narrativa propone que las personas vivan sus vidasdeconformicfad con historias, que esas historias son modeladoras de la vida y que tienen efectos reales, no imaginados, de modo que dichas historias procul'IJIIa estructura de la vida. En la bibliografía de terapia familiar hay muchos ejemplos de la confluencia de la metáfora narrativa y de las varias metáforas de conversación y de lingüística. Como esas metáforas se sitúan en tradiciones de pensamiento claramente diferentes y como algunas de ellas se opo~en a otras. presentaré aquí algunas ideas más sobre la metáfora narrattva con la esperanza de que la distingan adecuadamente. La estructura narrativa Bruner (1986), al referirse a Jos textos. propone la idea de q~ las historias están compuestas de panorlll1las duales: un pano~~ acciál Y un panorama de conciencia. El panorama de acctón está consu~ JIO!" 1) hechos eslabonados en b) secuencias particulares a trav~ de e) ladimensi6D temporal (pasado, presente y futuro) y de ~onfo~~d con d) traiiiiS específicas. En un texto, el panorama de acctón sunumstra al ~tor ID& perspectiva de la temática de lo~ hechos ~ue.se desarrollan e? e~ tiempO. El panorama de conciencta está pn nctpalmente ~nsUtuldo ~ las "¡§:interpretaciones de Jos personajes que figuran en la narrac1ón Ytambilapol . . de11ector cuando éste penetra, por invitación las uHcrpretaciOncs ' . . del autor, d . , . de esos personaies. El panorama de conc¡enc1a compren e ~ l" fl · " en la conc1encta . . fi1caclones . , dadas por los personaies y los lectores a re ex1onar en lasst<>nt ~ d o e los· sucesos y tram as· a medida que éstos se desenvuelven.en el panorama . acción. Percepciones, nociones, especulaciones y conclusiOnes domman este panorama y muchas de ellas se refieren a: . . ) la determinación de los deseos y preferenciaSde los personaJeS, ~) la identificación de sus características y cualidades p~rsonales, e) la clarificación de sus estados intencionales, por eJemplo, sus motivos y sus fin alidades, Y . d) la verificación de las creencias de esos ~erson~JeS . . Cuando estos deseos, cualidades, estados mtenctonales y creenctas están suficientemente elaborados porel texto, se unen para ~ormar compromisos" que determinan trayectorias particulares en la vida, "estilos de vida". Si suponemos que hay identidad entre la estructura de los texto~ Y la estructura de las historias o relatos que cuentan las personas y SI nos interesamos por la constitución de las vidas a través de las historias, podríamos considerar los detalles de la manera en que las pe~son~s viven sus vidas en los panoramas de acción y los panoramas de conctencta. .. La determinación ¿Cuál es el origende estas historias o relatos que forman parte de la vida de las personas? Las historias de las personas rara vez están construidas (si lo están alguna vez) "radicalmente", es decir, no están hechas según un molde, por decirlo asf. Las historias culturalmente accesibles y apropiadas sobre la personalidad y sobre las relaciones se elaboraron históricamente y se construyeron en el seno de comunidades de personas y dentro del contexto de estructuras e instituciones sociales. Inevitablemente hay una dimensión canónica en las historias referidas por las personas. De este modo, tales historias están inevitablemente estructuradas por nuestros conceptos culturales dominantes. Esos conocimientos no se refieren a descubrimientos relativos a la "naturaleza'' de las personas ni a las relaciones, sino que son conceptos elaborados que especifican un particular estilo de personalidad y de relación. Por ejemplo, en lo que se refiere a los conceptos dominantes de la personalidad, en Occidente existe una especificación bien clara, atendiendo al sexo, de las maneras de estar en el mundo. La indeterminación dentro de la determinad6n Si es cierto que las lústorias que las personas refieren de sus vidaS limitan las significaciones que ellas dan a la experiencia y limilaD los aspectos de la experiencia que deciden expresar, y si es cieno que estas significaciones tienen efectos reales y particulares en la vida de las personas, poseemos pues un fuerte argumento en favor de la detenninación. Y ese ar!!umento en favor de la determinación se fortalece al considerar la medida en-que tales historias son canónicas, por cuanto están creadas conjuntamente dentro de una comunidad de personas y por cuanto están históricamente construidas dentro del contexto de instituciones específicas y estructuras sociales. Sin embargo, a pesar de que tales historias contribuyen aasegurarciena determinación en la vida, rara vez abarcan todas las contingencias que aparecen en la "vida como se vive" de una manera total. Lo mismo que ocurre en los textos con referencia a la vida tal como ésta se vive, las historias que las personas refieren están llenas de lagunas e inconsistencias y además topan constantemente con contradicciones. Es la resolución de esas lagunas, inconsistencias y contradicciones lo que contribuye a prestar cierta indeterminación a la vida; son esas lagunas, inconsistencias y contradicciones las que hacen que las personas se empeñen activamente en encontrar una significac ión única, o como habría dicho Bruner(1990). "dar significación". - De manera que cuando consideramos la proposición de que la vida~ constituida en virtud de un permanente historiar y rehistoriarde laexpeneocia estamos considerando un proceso de "indeterminación denttO de la det~rminación" o estamos ante lo que Genz (1986) llama "copia que origina". " La engorrosa pregunta, ácida y desencantada, que en al~ lupr Uonell'rillilll cita de un estéti co del siglo xvm - '¿Cómo se exphc~ q~ todos DOSOCNI comencemos partiendo de originales y terminemos en coptas? - enc~en::: respuesta que resulta sorprendentemente tranquilizadora: es la copta origina··. (pág. 380). La desconstrucción del relato Externalizaci6n de ronversadones y 'ivendas · 1 h' · deconfOI'IDidadc:oDias En Cua nto a la desconstrUCCJón de as Jstonas · 'vacióo de Jos cuales viven las personas, yo he propuesto la ob!Jeb probl•• 32~--------------~------_l--~--~--------------~~~~ ~. que empujan a las personas a buscar ayuda terapéutica (p.or. eje~1plo, en Whitc. 1984. 1986. 1989 y en White y Epston. 1989). EstaobJetlvactón lleva a las personas a externalizar vivencias relativas a aquello que consideran problemático en lugar de internalizarlas. Esta externalización ge.nera lo que podríamos llamar un contralenguaje o. como ha propuesto rectentemente David Eps10n, un "antilenguaje''. Este externalizar conversaciones "hace exótico lo doméstico" o familiar, pues alienta a las per onas a identificar las historias privadas y los conocimientos culturales de conformidad con los que viven, esos conocimientos e historias que guían sus vidas y que les hablan de su propia identidad. Esa externalización ayuda a las personas a revelar, con el tiempo, la constitución de su yo y de sus relaciones. Este proceso de externalización se inicia alentando a las personas a que den cuenta de los efectos que tienen en sus vidas los problemas que las aquejan. Puede tratarse de los efectos producidos en sus estados emocionales, en sus relaciones familiares, en las esferas sociales y laborales, etc., y aquí hay que poner énfasis especial para establecer de qué manera se ve afectada la "concepción'' que esas personas tienen de sí mismas y de sus relaciones. Luego se las incita a señalar la influencia que esas concepciones o percepciones tienen en sus vidas. incluso en sus interacciones con los demás. A esto suele seguir alguna investigación de cómo las personas fueron inducidas a abrazar tales concepciones. A medida que las personas se entregan a esta operación de extemalizar sus historias privadas, dejan de hablarles de su identidad y de la verdad de sus relaciones; dichas historias privadas ya no penetran en la vida de las personas; éstas experimentan una separación de semejantes historias, una alienación respecto de ellas. En el espacio establecido por esa separación, las personas quedan en libertad de explorar otras ideas preferidas sobre lo que ellas mismas podrían ser, otros conceptos preferidos que las personas podrían incorporar en su vida. Logros aislados e historias alternativas ¿Cómo se generan estos conceptos alternativos y/o cómo cobran nueva vida? ¿Cuáles son los puntos de entrada de esas otras versiones acerca de lo q~e p~drían s:r las personas? A medida que las personas se separan de las h~stonas dommantes o "totalizantes·· que forman parte constitutiva de su Vtda, se !es hace posible orientarse más hacia aspectos de su experiencia que contradtcen esos conocimientos. Y esas contradicciones están siempre 34 presentes Yson, por lo demás, muchas y muy variadas Antes. SiJIIIIeii Go:~man ~e he referido a esas contradicciones llam~dolas ..Jopo. dos . ~Whtte, 1988a, 1989; White Y Epston 1989) y son ellas las su~mt~tran una ~uerta de entrada a lo que podríamos considenlr los temtonos altemattvos de la vida de una persona. Para que un hecho llegue a ser un logroaislado,debesercalificadocomo ~al p~r las. personas que tienen que ver con los hechos. Siguiendo la t~enttficact~n de hechos que pueden llegar a tener la condición de logros atslados, es tmportante incitar a las personas para que evalúe n esos sucesos. 1 · · ·fi . ¿Se o~JUZga St~nt tcatt vos o irrelevantes? ¿Representan esoshechoslogros p.refendos o no. ¿Les parecen atractivos a las personas esos sucesos? ¿Se sten.ten 1as perso~ as atraídas por al~unas de las nuevas posibilidades que pudteran acompanarestos hechos? Stlas personas juzgan que ellos representan logros preferidos, luego se las puedea!entaraqueexpliquenporqu6aeea que ello es as f. U~a vez que se ha establecido que detenninados hechos son. eaefecao, logros atslados puesto que se los ha considerado significativos y pn:feridos. el terapeuta puede facilitar la generación (y/o la resurrección) de bialroñaíi(~;;aJ alte~ativas al orientarse hacia esos logros aislados en la actitud que pudtera tener al orientarse hacia misterios. Pues estos son misterios que únicamente las personas pueden revelar cuando responden a la curiosidad que sobre ellos manifiesta el terapeuta. Cuando las personas se entregan ala tarea de revelar esos misterios, inmediatamente se entregan tambi~n ala taJa de contar historias y darles significación. Para facilitar este proceso que he Uamado "recreación", el terapeuta puede hacer una variedad de preguntas incluso preguntas relativas al "panorama de acción" y preguntas relativas al "panorama de conciencia"12• Las preguntas referentes al panorama de acción hacen que las personas sitúen logros aislados en secuencias de sucesos que se desarrollan en el tiempo de conformidad con tramas particulares. Las preguntas relativas al panorama de conciencia hacen que las personas reflexionen y determinen la significación de los hechos que ocurren en el panorama de acci6n. Preguntas relativas al panorama de attlón Las preguntas del panorama de acción pueden referirse al p8SIIIIo. al presente y al futuro y son eficaces para dar nacimiento a paisajesaltemalivos que se extienden a través de la dimensión temporal. En la exposición que sigue. debido a limitaciones de espacio. habré de concentrarme principal35 mente en aquellas preguntas que generan otros posibles panoramas históricos o Jos hacen cobrar vida de nuevo; se trata de preguntas que historian ··Jogros aislados". Sin embargo. algunas preguntas orientadas a futuros panoramas de acción figuran en varios de los ejemplos que doy. Las preguntas que historian logros aislados son particularmente eficaces para dar nacimiento a otros posibles panoramas de acción. Tale preguntas obran a manera de puente entre hechos preferidos del presente y el p asado: alientan a las personas a identificar la historia de los logros aislados localizándolos dentro de secuencias particulares de sucesos que se desenvuelven en el tiempo. A menudo estas preguntas ayudan a las personas a gestar la historia de panoramas de acción alternativos en la medida en que ellas se remontan al pa a do para recoger historias anteriormente dominantes y "saturadas de problemas" que las personas experimentaron en s us vidas. Las preguntas relativas al panorama de acción pueden concentrarse tanto en la historia reciente como en la más distante historia de logros aislados. Aquellas preguntas del panorama de acción que dan nacimiento a la historia reciente del logro aislado se refieren principaJ mente a sus circunstancias más inmediatas: -¿Cómo se resolvió usted a dar este paso?¿Qué preparativos lo condujeron a hacerlo? -Justo antes de dar ese paso, ¿no estuvo usted a punto de echarse atrás? Si fue así, ¿cómo se abstu vo de hacerlo? Mirando retrospectivamente desde este punto ventajoso, ¿qué advirtió usted en su conducta que pudiera haber contribuido a este resultado? -¿Puede usted darme algunos antecedentes del hecho? ¿Cuáles eran las circunstancias que rodeaban ese acto? ¿Contribuyó alguien a ello? Si fue así, ¿puede usted describirme la situación? . - ¿Qué pensaba usted en aquel momento? ¿Se aconsejó de manera dtferente? ¿Qué se dijo usted mismo que lo empujara a hacer lo que hizo? .-¿Qué sucesos ocurrieron en otros sectores de su vida que pudieran tener relactó~ con esto? ¿Piensa usted que esos hechos prepararon el camino para que usted dtera esos pasos? El terapeuta puede fomentar la participación de otras personas de esta ~ene~ació~resurrección de otros panoramas de acción preferidos; pueden mclUJrse_mtem~ro~ de la comunidad que han participado históricamente en la gestactón Y_dtstnbución de la historia dominante en la vida de la persona Y esto es parttcularmcntc útil. Por ejemplo, otros miembros de la familia pueden ha~er significativas contribuciones para hacer surgir otros panoramas de acc1ón: 36 -¿Cómo piensa usted que se las arre laron ¿Qué vio usted que hacía Harry recientem:nte sus pad~es fren~ a esta~? ~obr~ su capacidad de dar este paso? Yque pudtera arroJar aJauna Juc -¿,Que vio usted que hacía Sally que la llevara a ? contribuye esto a comprender que ella e b d. este acto. ¿Hasta qué puaro . Sta a •spuesta a hacerlo? - ¡,Puede usted describirme las circun,.tancia . 1:1 vid:! de su hijo? ¿Alguna otra person 'b s que rodearon este hecho en m:1nera? a comn uyó a ello? Y si fue asf ¿de q~ . ~as siguientes preguntas son ejemplos de a uella htstonadel logroaisladomásdistante So q s q~ee_ngendranuna . . . n preguntas que IDVttan a identificar sucesos Yexpenenctas que tiene menos relac·ó . d' 1 n mme tala con los logros ·1 • · ats ados. Lo mtsmo que en el caso de las pre tas da . .· · · gun que n nactmtento a la h .tstona rectenre de] lo(Jro aislado es u' t'¡J co t "' • n ar como coautores a los . . h' mtembros de la comunidad a personas que contn'b . . . . ., • oyeron tst6ncamente a la gestactón y dist:Jbucton de la historia dominante que se repudia en este proceso de recreactón. -¿Qué puede usted decirme sobre su bistoria para ayudarme a comprender como logró dar este paso? . -¿Recuerda usted algún hecho pasado que en cierto modo pudiera constitutr el telón de fondo de este hecho reciente? , -:-¿~~é advirtió usted en su vida hasta ahora que pudiera darle por lo menos algun mdtciO de que ésta era para usted una posibilidad? -Quisiera comprender mejor este hecho. Cuando era usred más joven ¿qlli hacía o pensaba que pudiera representar un vital indicio de que este bcc:bo 1C1U1J estaba en el horizonte de su vida? -Por favor, piense usted en el reciente acto de su hijo y reflexione sobre su ,·ida tal como usted la conoció. Mirando retrospectivamente ¿q~ recuenll11111111 que él hiciera y que pudiera anunciar esto. que pudiera haberle dado a llllllf• indicio sobre esto? - Parece que lo que hicieron recientemente Mary y Joe es la mani.fescacidll de un trabajo realizado detrás de la escena y que ellos hicieron para recobnr su relación ¿Advirtió usted algún signo de que se estaba realizando ese lrabajo? Si fue así. ¿cuáles eran esos signos? Estos ejemplos representan sólo algunas de las opciones parablclrque las personas entren en e 1proceso de la generación/resurrección de paDOI'UDI5 alternativos de acción y, por mi parte, creo que no es posible..,._.._ opciones en esta clase de interacción con personas. Por ejemplo. se puedeD formular pregumas para aJentar a las personas a que manifiesten la~ reciente, la hi'>toria tlistantedeaquellos suceso que anunciaban los actuales logro ai lado,. Prc~untas relati38 al panorama de conciencia Las pregumas relativas al panorama de conciencia llevan a las personas a pasar revista de los hechos que se desarrollaron en el otro panorama de acción u) a determinar qué podrían revelar éstos sobre: a) la naturaleza de sus preferencias y sus dt>seos, . b) el carácter de las varias cualidades personales y de relactón, , . e) la constitución de sus estados intencio~ales, d) la composición de sus creencias prefendas y, por ultimo, e) In naturaleza de sus empeños. . . Las preguntas del panorama de conciencia invitan a la ~rllcu lactón y a la realización de estas preferencias alternativas, deseos. cualidades personales y de relación. estados intencionales y creencias, y todo culmina en una "revisión·· de los empenos y compromisos personales en la vida.'J En virtud de la significación que se da al panorama de conciencia ·'las creenc~as Ydeseos de las personas se hacen suficientemente coherentes y orgamzados. para merecer que se los llame 'empeños' o 'estilos de vida', y tales coherenctas se consideran como 'disposiciones' que caracterizan a las personas". (Bruner, 1990). Las siguientes preguntas son ejemplos de sólo algunas de las formas que pueden tomar las preguntas relativas al panorama de conciencia. Estas preguntas incitan a las personas a reflexionaren los sucesos tales como éstos se han desarrollado en la historia reciente y en la historia más distante del panorama de acción. -Reflexionemos por un instante en estos hechos recientes. ¿A qué nuevas conclusiones podría usted llegar sobre sus gustos. sobre lo que resulta atractivo para usted, sobre aquello que le atrae? -¿Qué le dicen estos descubrimientos sobre lo que usted desea en su vida? -Entiendo que usted está al tanto de los antecedentes de este cambio producido en la vida de Mary. ¿Hasta qué punto afecta eso la imagen que usted tiene de ella como persona? -¿Cómo caracterizaría usted las cualidades de su relación en ese primer tiempo cuando ambos lograban prestarse apoyo el uno al otro frente a la adversidad? -¿Qué le dicen estos hechos sobre lo que le cuadra a usted como persona? -Apreciando más plenamente lo que ocurrió ¿a qué conclusiones puede usted llegar sobre lo que se propone hacer Harry en su vida? 38 -Parece ~u e ah_ora los dos e~tamos má<. en contacto con la circun\tancia de que usted estuv•era drspuesto a dar este paso ·Q é 1 . . " u e reve1a e~to acuca de sus mouvos o acerca de las finalidades de su vida? . -¿Qué le s~giere esta historia de lucha sobre lo que Jane cree ue es unponantc en la VJda, sobre lo que ella defiende? q A medida ~ue las personas responden a las preguntas referentes al p~norama de a~ctón ~al panorama de conciencia, van reviviendo experienctas y es comost ~us vtdas fueran contadas de nuevo. Se generan así 0 \"Uel\'en a cobrar nueva vtda conceptos alternativos de uno mismo y de las relaciones; · .las personas pueden concebir· otros modos. de v'1da y de pensamtento e el diálogo, mcorporarlos. Durante todo este proceso de recreación mediante el terape~ta desempeñ~ ~n papel central al oponerse a todo retomo precoz a lo canórur.o que sugenna que el logro aislado se explica por sí mismo. Preguntas referentes a experiencias de experiencias Las preguntas de experiencias de experiencias (White, 1988b) facilitan mucho el proceso de recreación de vidas y relaciones y, a menudo, son m4s fecundas que las preguntas que alientan a las personas a reflexionar directamente sobre sus vidas. Estas preguntas incitan a las personas a dar una versión de lo que creen o imaginan que otra persona puede pensar de eUas. Estas preguntas de experiencia de experiencia: a) incitan a las personas a remontarse a :.us experiencias pasadas y a expresar ciertos aspectos olvidados o descuidados con el paso del tiempo, y b) ponen en juego la imaginación de las personas de maneras tales que constituyen experiencias alternativas de sí mismas. Seguidamente damos algunos ejemplos de estas preguntas de experiencia de experiencia. En los ejemplos las preguntas están orientadas pñmero. hacia alternativos panoramas de acción, segundo. hacia alternativos panoramas de conciencia y, en tercer Jugar. se dan ejemplos de preguntaS que alientan a las personas a manifestar "particularidades íntimas'' de futuros hechos en esos panoramas de acción y panoramas de conciencia. Por supuesto, no han de hacerse estas preguntas a la manera en que se interroga en los tribunales, sino que deben formularsedentrodelcontextodel diálogo cordial y. cada una de ellas, debe estar en armonía con las respuestas suscitadas por la anterior pregunta. a) Si usted hubiera sido un espectador de su propia "ida cuando era unjo,·en. ¿qué podría haber visto entonces que pudiera ayudam1e a comprender que usted era capaz de realiznr lo que realizó recientcrneme'! 39 -¿Qué le pnrece que me dice esto acerca de lo que usted deseó y aspiró en su vida'! . , . . -¿Cómo cree usted que conocer esta circunstancia afecto la op1món que tengo de usted como persona? -¿Qué cree usted que esto podría revelarme sobre Jo que usted valora más en la vida'! , · d -Si usted lo.<> rara compenetrarse con este concepto sobre s1 m1smo urante una semana o dos.~. qué influencia tendría ello en su vida? , b) De todas las personas que lo han conocido, ¿quién se sorprendena menos de que usted hubiera sido capaz de dar ese paso desafiando los problemas que influyen en su vida? .. -·Q é podrían haber visto en el pasado esas personas que les permn1era u usted daría semejante paso en este mome,nto de su ~~.da.'?15 predecir"que -¿Imagina usted que. en aquella época, eso podna haberles mdtcado a esas personas algo acerca de sus facultades? , . -¿Qué propósitos habrían supuesto esas personas que tema usted al realtzar esta acción en este momento de su historia? -¿Qué les habría dicho acerca de quién es usi.ed y acerca de lo que cree que es importante? . -¿Qué acciones realizaría usted si estuviera más plenamente convenctdo de este concepto que tiene de sí mismo? e) Me gustaría comprender las bases en que se funda esta acción. De todas las personas que lo han conocido a usted, ¿quién estaría en mejores condiciones de dar algunos detalles sobre esa base? -¿Qué indicios podrían tener esas personas para determinar qué curso de su vida sena el más deseable para usted? -¿A qué conclusiones podrían haber llegado esas personas sobre las intenciones que usted tuvo para echar esa base? -¿Qué pudo haberles revelado esto sobre el estilo de vida que más le conviene a usted'? -¿Si abrazara más frrmemente este otro concepto de quién es usted y de lo que fue su vida, ¿en qué medida modifi.caría esto su vida cotidiana? Estos ejemplos sólo sirven como introducción a algunas de las opciones para elaborar preguntas que alienten la recreación de vidas según historias preferidas. Entre las muchas otras opciones está la elaboración de preguntas que puedan hacer nacer futuros hechos en el panorama de conciencia. Estas preguntas invitan a reflexionar sobre futuros sucesos en el otro panorama de acción. Por ejemplo: -Si usted se viera dando estos pasos, ¿cómo podría confirmar esto su concepto preferido de quién es usted como persona? 40 A estas pre~untas pueden seguir luego otras referentes al p;liJOI'8ma de acción y así suces¡vamenie. Por ejemplo: -¿Y en qué medida puede modificar su vida la confirmación deestaopini6D que usted tiene de sf mismo? Otras estructuras Para elaborar preguntas adecuadas puede ser que el terapeuta se refiera a otras estructuras de su trabajo, incluso las derivadas de la antrowlogía, el drama y la literatura. Por ejemplo, a veces los logros aislad0s aparecen para marcar cambios de los cuales es difícil hallar antecedentes en la historia distante. En esas circunstancias se puede alentar a las personas a insertar esos logros únicos en un marco de "rito de pasaje" que estructure las transiciones de la vida median re las fases de separación, frontera y reincorporación (van Gennep 1906). Por otra parte y en estas mismas circunstancias, los logros aislados pueden insertarse en un marco de "drama social" que estructure transiciones en la vida mediante las fases de estado constante, ruptura, crisis, recuperación y nuevo estado constante (Tumer, 1980). En cuanto a tomar estructuras de la literatura, como he descubierto que la revisión demoti vos que acompaña la resurrección de historias y conceptos alternativos Fesulta particularmente "liberadora", con frecuencia meremi~o a la desconstrucción de Burke como modelo de este trabajo. ¡ "Hemos de utilizar cinco términos como principios de nuestra investig~i~n. Dichos términos son: acto, escenario, agente, acdón, finalidad. En unaenuDCia<:tón cabal de Jos moiivos, uno necesita alguna palabr~_que nom!>re el acto (que 1'10~ lo que tiene lugar en el pensamiento oen la acc1on) Y otra palabra q~e nombre e escenario (el fondo del acto, Ja situación en que éste .ocurre); tambu~n indicar qué persona 0 elase de persona (agente) reahzó el .ac~o YI~DAiidld. , instrumentos que esa persona usó (acc~ón) Yademás hay que mdJear : crstas ~ toda enunciación completa sobre mouvos ofrecerá alguna resp~s~ 'é lolll« preguntas: lo que se hace (acto), cuándo o dónde se ~ac~.~~~$~~u;~ pq. (agente). cómo lo hace (acción) Y por qué lo hace ( •na 1 • ' xv). :::C.UU: · · de experienciaconouosteRelacionar las preountassobreexpenencJa . • • . • t:> • d . puededarlugaraactos.esc:enanos. masaltemat.tvoshistóncamenteSitua os . .. . te" a la alid d 16 Esto oontnbuye dramáncamen age,ntes, acciones y fin a es. . á 1 nalidadydesusrelaciones. rtal estn1Ch11'8 arqueología de conceptos alternativos e a pe:S~ Un ejemplo de esta línea de interrogat.o no mformadapo es el siguiente: Mu) bien. de manera que l>U tía M avi~ era la que mejor estaba colocada para predecir semejante acto. Démc un CJCm~ l o de la c~a~e de suces~ de que ella fue testigo en la vida de usted y que le hubiera permii!do predecir este hecho. b) ¿Cómo podría haber descrito ella las circ~nstancias del s~ce~o? e) ¿Habrfa advertido ella que otros podnan haber contribUido al suceso? d) Si se le hubiera pedido que describiera exactamente cómo se realizó . esto, ¿qué imagina usted que habría dicho? e) ·Cómo habría interpretado ella la finalidad de usted al realizar este (., d ' acto? ¿De que podría haberse enterado ella sobre lo que uste se propoma hacer en la vida? a) Discusión Corriendo el riesgo de insistir en demasía deseo, sin embargo. hacer hincapié en el hecho dequeestas preguntas relativas al panorama de acción y al panorama de conciencia no son sencillamente preguntas sobre la historia. Son preguntas que historian el logro aislado. Yel enfoque de recreación que estoy describiendo aquí no es sencillamente un proceso de "señalar hechos positivos". Antes bien, este enfoque empuja activamente a las personas a descubrir misterios que el terapeuta no puede resolver. Cuando enseño esta técnica de trabajo siguiendo a Brunner ( 1986), a menudo sugiero a los terapeutas que consideren la configuración de un arco o bóveda. El arco es una realización relativamente reciente de la historia 17 y debe su extraordinaria capacidad de sustentar carga a una disposición especial de piedras en forma de cuñas. Cada piedra está situada de una manera única y cada una debe su posición al particular arreglo de las piedras situadas al otro lado, lo cual a su vez hace posible la panicular disposición de las piedras de ambos lados. El panorama de acción puede representarse como un arco. Y el logro aislado puede representarse como una de las piedras con forma de cuña; su existencia puede entenderse como contingente al ocupar su lugar en una particular clase y secuencia de hechos que se desarrollan temporalmente, mientras que al mismo tiempo contribuye a la particular disociación de los sucesos a través del tiempo. Las preguntas que con textual izan logros aislados contribuyen significativamente a que se manifiesten detalles sobre la disposición única de los sucesos de los cuales el logro aislado es sólo una parte. Puede imaginarse un segundo arco dispuesto encima del primero. El 42 panorama de conciencia puede representarse mediante estesegundoactoque está en interacción con el primero, el panorama de acción. por obra de la reflexión. Tal vez el enfoque que estoy describiendo aquí sobre la desconstrucción de las historias y conceptos de conformidad con los cuales viven las personas no sea del todo diferente del enfoque que presenta Derrida en su trabajo de desconstrucción de textos ( 1981 )18• La intención de Derrida era sub,enir textos y oponerse al privilegio de conocimientos específicos con métodos que ..desconstruyen la oposición"... para echar abajo la jerarquía en un determinado momento" Derrida lo logró al desarrollar métodos desconstructivos que: a) revelaban las ocultas contradicciones contenidas en los textos al hacer visibles las significaciones reprimidas, las significaciones "ausentes. pero implícitas", b) daban preeminencia a esos conocimientos "del otro lado'". a esos conocimientos considerados secundarios, derivados y sin valor. Prácticas de poder Buena parte de la obra de Michel Foucault está dedicada al análisis de las "prácticas de poder" por obra de las cuales está constituido el •·sujeto" moderno (Foucault 1978, 1984). Foucault trazó la historia del '·arte de gobernar personas" a partir del siglo xvrr y estudió en detalle muchas de las prácticas del yo y de las prácticas de relación que las personas incorp~ran en sus vidas al ser incitadas a ello. Por cuanto en virtud de estas prácucas las personas modelan sus vidas de conformidad con especificaciones domin~n­ tes del modo de ser, aquellas pueden considerarse técnicas de control soc1al. Poder constitutivo Foucaultconcibe un poder moderno que es constitutivo o "'pOSitivo'' en su carácter y efectos, no un poder represivo o "negativo··. no un poder que depende de prohibiciones y restricciones ( 1980). En lugardeconsiderarqueel mecanismo central de esta forma moderna de poder sea restrictiva, Foucault dice que su mecanismo central es productivo. pues la vida de las personas está en realidad constituida por esa forn1a de poder. Según Foucault las prácticas de esta forma de poder pene.tran en la vida de las personas y la modelan en sus niveles más profundos -mcluso sus actitudes, deseos. cuerpos. costumbres, etc.-. y él comparaba estas prácticas con una forma de doma o adiestramiento (Foucault, 1979). Política local Foucault se proponía exponer las operaciones del poder en el micronivei y en la periferia de la sociedad en hospitales, prisior~es, famil.ias, etc. Según Foucault era en estos sitios locales dor~de se perfeccionaban las prácticas de poder y que, por consiguiente, ese poder puede ejercer efectos globales. Aducía que es en esos lugares donde las operaciones del poder son más evidentes. De manera que para Foucault este moderno sistema de poder era descentralizado.y "admitido" antes que centralizado y ejercido desde arriba hacia abajo. Por consiguiente, alegaba Foucault que los esfuerzos por transformar las relaciones de poder en una sociedad deben dirigirse a esas prácticas de poder en el nívellocal, en el nivel de lo cotidiano, de las prácticas sociales obvias. Técnicas de poder Al trazar la historia de los aparatos e instituciones a través de los cuales se perfeccionaron estas prácticas, Foucault (1979) identiftcaba el panóptico de Ben~am como el modelo "ideal" de esta forma de poder, de "las tecnologtas. de poder que determinan la conducta de los individuos y los someten a Ciertos fines o a cierta dominación, a una objetivación del sujeto". (Foucault, 1988, pág. 18). En otra parte me he ocupado del análisis de este modelo que baceFoucault (White, 1989). Ese modelo establece un sistema de poder en el cual: . - la fuente de poder es in visible para quienes lo experimentan más mtensamente, -las personas están aisladas en su experiencia de sometimiento, -:las personas están sometidas a la "mirada" escrutadora y al "J'uicio normahzador", .. 1- ~ Las personas les es imposible determinar cuándo son objeto de ~nc¡a y ~scrutinio y cuándo no lo.son; por consiguiente deben suponer q1,1e SJernpre tO son, ' - se incita a las perso a · •• 1 n s-contmuamente a evaluarse a sf mismas a v¡g¡ arse, aodobrar en sus cuerpos y almas para hacerlas dócile-s ' - e P eres autónomo en lamed'1d . .: sometimiento de los demás .~en que qUtenes part1c1pan en el son, a su vez, mstrumentos" del poder. El análisis que hace Foucault del panóptico constituye u.na exposición de la man.era en que los mecanismos y las estructuras deesremódemo sistema d~ poder mduce~ a ~as p~rsonas a colaboraren el sometimiento de sus propias v1das y en la Obj~twac1ón de sus propios cuerpos, de la manera en que las per~onas se co~v1er~en en "complacientes'' participantes para disciplinar 0 ~ 1g tlar sus prop1as _v1das. Los mecanismos de este moderno sistema de poder mcl.uy~n.tecnolog¡~s que Foucault llama "tecnologías del yo que permiten a los md1v1duos realizar por sus propios medios o con la ayuda de otros cierto número de operaciones sobre sus cuerpos y almas, sobre sus pensamientos, conductas y modos de ser a fin de transformarlos y alcanzar cieno estado de felicidad, pureza, sabiduría, perfección o inmortalidad" (Foucault, L988, pág. 18). El ardid Sin embargo esta colaboración rara vez es un fenómeno consciente. Las operaciones de ese poder ·están disfrazadas o enmascaradas porque el poder obra en relación con ciertas normas a las que se les atribuye la condición de "verdades". Se trata de un poder ejercido en relación con ciertos conocimientos que construyen determinadas verdades y que tienen la finalidaddebacer que nazcan particulares y "correctos'' resultados, como una vida "plena", "liberada", "racional", "diferenciada", "dueña de si misma", "contenida en sí misma", etc. Las descripciones de estos modos de ser "deseados'' son en verdad ilusorias. Según Foucauh, todas son partes de un ardid que disfraza lo que realmente ocurre y esas verdades dominantes están en realidad especificando la vida de las personas y sus relaciones; esos resultados correctos son modos de ser particulares, modos de ser prescritos. De manera que las prácticas del moderno poder, tales como laspresenta Foucault en detalle, son particularmente insidiosas~ eficace~. lncJtan.a las personas a abrazar su propio sometim.ie~to, a regrr sus v1das mediante técnicas de poder que las modelan y que-, wclu~~· modelan sus cuet;pas Y actitudes de conformidad con ciertas "verdades . Esas (!Crsonas n~ ven el modo de ser informado por tales verdades como efectos del p~er. ~moque lo ven, en cambio, como el efecto de algo por el estilo de una realización, una liberación. Vlgt t 44 Discusión Para muchas personas este análisis del poder es dificil de.su~t~ntar, porque sugiere que no pocos de los aspectos de nu~stra cond~cta que, según suponemos, son expresión de nuestro hbre albedrío o que. se mdiv•: \uponemos. son tran~grcsores no constituyen. en efecto lo que pueden parecer a primer:! vista. En realidad, este amílisis sugiere que muchos de nuestros modos de conducta reflejan nuestra colaboración en controlar o vigilar nuestras propias vidas. así como las vidas de los demás, nuestra colusión en la especificación de vidas de conformidad con los conceptos dominantes de nuestra cultura. Al emprender su análisis de las "tecnologías de poder" y las "tecnologías del yo" Foucault no proponía que estas fueran las única caras del poder. En realidad, tocante a los campos de poder. Foucault propuso el estudio de cuatro tecnologías: tecnologías de producción, tecnologías de sistemas de signos. tecnologías de poder y tecnologías del yo (Foucault. 1988). Aunque en este capítulo he seguido a Foucault en cuanto a ponerénfasis en las técnicas de un sistema de poder modemo y "positivo", creo que otros análisis del poder-incluso los que se refieren a las ideas de Bourdieu sobre la estructura de los sistemas sociales de poder y los efectos constitutivos de esas estructuras en las posiciones que las personas tienen en la vida- son, en alto grado relevantes, atendiendo a las situaciones cotidianas que deben afrontar los terapeutas. Otras consideraciones de campos de poder comprenderían el grado en que algunas de las estructuras que representan el sistema anterior de poder soberano aún existen y el grado en que las desigualdades institucionales, aquellas de naturaleza estructural y las que tienen que ver con una desigualdad de oponunídades, dominan nuestra cultura. En realidad, en su análisis del panóptico de Bentham, Foucault llama la atención sobre una estructura que está en el corazón de las operaciones del sistema. Al considerar las implicaciones de esta estructura desde el punto de vista de la desigualdad, he sugerido en otro lugar que en nuestra cultura es más frecuente que los hombres sean los "instrumentos" de la mirada normalizadora y las mujeres estén con mayor frecuencia sometidas a esa mirada (White, 1989). Esta o~servación ha sido hecha también por otros autores (por ejemplo, Hare-Mustm, 1990). La descontrucci6n de las prácticas de poder En la terapia, la objetivación de estas prácticas de poder familiares y dadas por descontadas contribuye muy significativamente a desconstruirlas. y cst~se logra incitando a las personas a ;xternalizar vivencias relacionadas con dtchas práct'c e d J • • l as. uan o as prac11cas de poder quedan desenmascara46 das, l ~s person.as puc~cn a~umir una posición respecto de ellas y contrarrestar la tnfluencta que llenen en sus vidas y relaciones. Esa cxternal~zación se inicia pidiendo a las personas que den cuenta de los efect~s qu~ .d•chas. prácticas tienen en sus vida.<~. En el diálogo debe hacerse hmcapte espectal en lo que las prácticas de poder han dictado a las personas tocante a su relación con su propio yo y con Jos demá.5. En virtu.d de esta externalización las personas son capaces de: a) aprectar el grado en que dichas prácticas forman pane de sus vidas, así como forman parte de la vida de otros, . b) identificar aquellas prácticas del yo y de las relaciones que pudieran JUZgarse empobrecedoras de sus propias vidas y de las vidas de Jos demás, e) reconocer hasta qué punto se han incorporado en la actitud de vigilar y cont~ol.ar su.s propias vidas y establecer la naturaleza de su panicipación en la vtgtlancta y control de la vida de otras personas y d) examinar la naturaleza de las relaciones locales. Por obra de esta extemalización de vivencias, las personas ya no experimentan tales prácticas como algo que represente auténticos modos de ser consigo mismas y con los demás. Ya no las experimentan como algo que les penenezca y comienzan a sentir ciena alienación en relación con dichas prácticas. Entonces las personas están en condiciones de desarrollar otras prácticas preferidas del yo y de sus relaciones, es decir, contraprácticas. En terapia he panicipado con algunas personas en la tarea de luchar contra varias prácticas de poder, incluso aquellas que tienen que ver con: a) las tecnologfasdel yo y del sf mismo, es decir, el sometimiento del yo en virtud de la disciplina del cuerpo, del alma, del pensantiento y de la conducta según modos de ser específicos (incluso las diversas operaciones que modelan Jos cuerpos de conformidad con los conceptos específicos de sexo), b) las tecnologías de poder: el sojuzgamientode otras personas mediante técnicas tales como el aislamiento y la vigilancia y mediante la continua evaluación y comparación. También he participado con algunas personas en la desconstrucción de determinados modos de vida y pensamiento, repasando con ellas los efectos constitutivos de la situación específica de sus vidas en esos campos de poder que toman la forma de estructuras sociales. Como resultado de esa desconstrucción, las personas son capaces de rechazar esos efectos así como aquellas estmcturas consideradas injusta . .¡7 Ejemplos Quizá sea este el momento oponuno para considerar brevemente de nuevo las historias clínicas de Amy y Robert. Amy había sido inducida a adoptar cie1tas prácticas destinadas a gobernar el yo, '·tecnologías del yo". Había adoptado esas prácticas como una manera de autocontrolarse y lograr transformar esencialmente su vida y darle una forma aceptable, una fom1a que ~e hablara de plenitud. Al entregarse a actividades destinadas a sojuzgar su vida, Amy las interpretaba como actividades liberadoras. Después de orientar a Amy a ex.ternalizar sus vivencias sobre la anorexia nerviosa a fin de determinar los efectos reales de la dolencia en su vida, Amy comenzó a identificar las diversas prácticas de auto gobiernolas disciplinas del cuerpo- y las especificaciones que habían cobrado forma en la anorexia. La anorexia ya no era la salvadora de Amy. La artimaña quedaba expuesta y las prácticas de poder estaban desenmascar<,~das. En Jugardeconünuar con estas prácticas del yo, Amy experimentaba alienación en relación con ellas. La anorexia nerviosa ya no ponía en tela de juicio la identidad de Amy, que así pudo acometer actividades que subvertían las realidades construidas por Ja anorexia y pudo entregarse a examinar otras prácticas preferidas del yo y de sus relaciones. En el caso de Robert las nociones, prácticas o "tecnologías de poder", estructuras y condiciones (todas cosas aceptadas sin examen ni cuestionamiento) que representaban el contexto de su conducta violent-a y abusiva constituían parte de un modo de vida y pensamiento dado por descontado, pues Robertlo habi~ considerado el reflejo del orden natural de las cosas. Después de entregarse a la extemalización de estas nociones prácticas, estructuras y condiciones y después de haber determinado lo~ efectos reales que ellas ten'ían en su propia vida y en la vida de los demás, Roben ~omenzó a experimentar cierta alienación de ese modo de vida y pensanuento qu~ ya no le dictaba cuales debían ser las maneras de comportarse con las muJeres y les niños. Luego, en virtud de un logro aislado como punto de partida, Robert pudo abordar una "arqueología" de otras prácticas preferidas de relación y entregars~ a ellas. También comenzó a rechazar las estructuras y condiciones que constituyen la base de la conducta violenta y abusiva de los varones. Prácticas del saber Las disciplinas profesionales han logrado desarrolla á . · · de 1enguaJe · , . rprcucasy tecntcas segun las cuales esa d' . . . .. . d d" s ISCip1mas tienen acceso a la 'er a del mundo. Semejantes técnrcas fomentan en las 1 creencia de que los miembros de esas disc· ¡· . , personas a . 'P mas uene acceso a una . 'ó b' . exp ltcaci n o ~euva y s m prejuicios de la realidad Y de Ja naturaleza humana.'9 "Lo cual s ignifica que ciertos voceros los e . espec iales -que supuestamente tie ne. qu esta~ formados en cienas técnicas estable cer contacto con la realidad- ~i~~:nveerl co_n ·¡as ~acdultades del espíritu para • JI" d 1 ¡ · pnvt eg10 e hablar con autoridad ncia pers"nal" mas a a e a canee de su experie . " · (P·ark·er y Sh oucr; 1990) Estas prácticas de lenguaje introducen modos de hablarydeescn·b·rrque ·d · . y respetables pues ponen el acento en conceptos de autondad_ y en la vida impersonal del experto. Estas prácticas hacen que la perspecttva y las opiniones del orador y del escritor sean descamadas: La exposición de los conceptos que hacen el orador y el escritor está desprovtsra de la información que podría dar aloyente o alleotornoticias sobre las condiciones en qué se produce la visión del experto. Estas prácticas de hablar y escribir expresan conceptos que se consideran "globales y unitarios" (Foucault 1980); son exposiciones que encubren las pugnas históricas relacionadas con su poder y encubren, incluso. las múltiples resistencias que han encontrado. A las personas les resulta difícil poner en tela de juicio estos conocfmientos globales y unitarios, porque tales prácticas de lenguaje comprenden la prohibiciónde plantear cuestiones sobre sus contextos sociales, políticos e históricos. Como niegan al oyente o al lector esta información crítica, el oyente o el lector queda en un estado de "suspenso"... No tiene la información necesaria para determinar de qué manera pueden ''tomar" los puntos de vista expresados y esto reduce dramáticamente la gamadeposiblesrespuestasque puedan dar. Oyentes y lectores pueden o bienacatar los conceptosdel experto o bien pueden rechazarlos. Es imposible el diálogo desde diferentes puntos de vista. Para Jos miembros de las disciplinas profesionales que.operan segánel supuesto de que-recurren a conocimientos objetivos, cualquier reflexión crírica que se haga sobre su posición es inaceptable. De esta manera pueden . ev.itar afrontar las implicaciones morales y éticas de sus prácticas de saber. se const eran ract?nales, neutros "Una descripción que no contenga ninguna ~ne~ón crítica sobre la posición desde la cual aquélla está articulada. P.Uede no tener otro principio que el de lQS iDtereSCS 48 nsociudo\ con In ~:kir.t rcl:tción <IUC el invcMigndor ricnc con •u objcro" ( Bourdieu. 1988. p:lg. 15) Estos discursos de "verdad" muestran como conclusa. segura, fija y permanente la naturaleza del mundo q~e . es abierta, vag~. transit?ria y cambiante. Otras maneras de hablar/escnb1r se ocultan o, SI se consideran que son inferiores, generalmeme se las excluye. Esas maneras "'inferiores'' de hablar y escribir son reconocidas únicamente si van acompañadas po: l.a "apropiada" deferencia que se debe a las manera de hablar y escnb1r justificadas y garantizadas. La desconstruccióo de las prácticas del saber Los terapeutas pueden contribuir adesconstruirel saber de los expertos al considerarse ellos mismos "coautores" de otros conceptos y prácticas y aJ realizar un esfuerzo concertado a fin de establecer un contexto en el cual las personas que buscan ayuda terapéUiica tengan el privilegio de serios autores primarios de esos conceptos y prácticas. Seguidamente menciono algunas prácticas "terapéuticas" que están informadas por esta perspectiva. Estas prácticas en modo alguno agotan las posibilidades, y David Epston y yo hemos discutido otras prácticas terapéuticas en otros lugares (por ejemplo, en White y Epston, 1989, Epston y White, 199 1). Los terapeutas pueden socavar la idea de que tienen acceso privilegiado a la verdad pidiendo a las personas que los ayuden a comprender las situaciones. Y esto puede lograrse informando a las personas hasta qué punto la acción del terapeuta depende de la retroalimentación de las personas tratadas tocante a laexperienciaqueeUas tiene de la terapia. Se ha reconocido que la manera en que las personas experimentan la terapia es esencial como guía del proceso terapéutico y este es el único medio que tiene el terapeuta de saber qué clase de interacción terapéutica es útil y cuál no lo es. Esta actitud puede acentuarse si los terapeutas empujan a las personas a indagar por qué ciertas ideas surgidas durante la sesión les interesan más que otras ideas. ¿Qué es lo que a las personas les parece significativo o útil en las particulares perspectivas, verificaciones, conclusiones, etc.? ¿Qué logros preferidos podrían acompañar las particulares perspectivas, verificaciones, conclusiones. etc.? Los terapeutas pueden luchar contra la idea de que poseen un punto de vista propio de expertos, al alentar continuamente a las personas a que evalúen los reales efectos que la terapia tiene en sus vidas y en sus relaciones 50 Ya qu~ determinen por sí mismas hasta qué punto esos efectos son efectos prefend.os y hasta dónde no lo son. la retroalimentación nacida de esta evaluac1ón a7uda a los terapeutas a afrontar honradamente las im licancias morales y éucas de su práctica. p .El ~erape~t~ puede poner en tela de juicio la idea de que posee exp!l~a.c 1ón obJetl va y sin prejuicios de la realidad y puede hacer dudar d~~: pos1b1hdad d.e que las personas estén sometidas a la imposición de ideas, alentando a d1chas personas a interpretarlo sobre la entrevista misma. Como resultado d~ esto, el terapeuta es capaz de desccmstruir y dar cuerpo a sus resp~e~ras (mcluso preguntas, comentarios, pensamientos y opiniones) pues las SJtua dentro del contexto de su propia experiencia personal d · · 'ó d , e su 1mag~n.ac1 n y e sus estados intencionales. Esto puededesjgnarsecomo una cond1c1ón de "rransparencia"20 del sistema terapéutico, pues contribuye a cr~ar un contexto en el cual las personas son más capaces de decidir por sí m1smas 111: manera de tomar las respuestas del terapeuta. Si el terapeuta está trabajando con un equipo auxiliar 1, al terminar la sesión ese equipo puede reunirse con las personas e interpelar al terapeuta sobre la entrevista. Además de formular preguntas sobre las paniculares respuestas del terapeuta, los miembros del equipo pueden ser incitados esta vez a escrutar los pensamientos del terapeuta sobre el proceso terapéutico durante la entrevista. l as prácticas terapéuticas de desconstrucción también pueden ser objeto de las respuestas de los equipos auxiliares. Se puede indicar a los miembros del equipo auxiliar que abandonen los discursos de verdad de las psicoterapias estructuralistas y funcionalistas, honrados en su momento, y se los puede incitar a que respondan a aquellos hechos identificados por los miembros de la familia como logros preferidos o que especulen sobre los hechos que pudieran ser preferidos.?! Después de esto, los miembros del equipo auxiliar pueden interrogarse unos a otros sobre sus reflexiones de manera que puedan situarlas dentro del contexto de su experiencia, imaginación y estados intencionales personales. Por obra de esta personalización de los conocimientos del equipo auxiliar se maximizan las opciones y elecciones de las personas. La desconstrucción de las respuestas de los miembros del equipo auxiliar puede estructurarse alrededor de preguntas tales como: ¿Qué fue lo que le llamó la atención? ¿Por qué cree que este hecho le Uamó tanto la atención? ¿Por qué le impresionó como algo tan significativo? ¿Cómo decidió usted hacer aquí un comentario sobre este hecho? ¿Qué efecto cree usted que tendrá este comentario?13 ¿Cuál era su intención al hacer aquí esta pregunta? 51 Esta transparencia de la práctica terapéutica repi·ese.nta un desafío a la idea· comtínmenre aceptada de que para que la terapia tenga lo-s efectos deseados sus operaciones deben mantenerse en secreto, la idea de que si las personas saben lo que se propone el terapeuta la terapia no da buen resultado. Al repasar estas prácticM con personas, he comprobado que a menudo ell as consideran las respuestas del terapeuta del equipo au:.x i1iar como un factor en alto grado significati vo para determinar en sus vidas los cambios que más valoran. curios idad es f~tHidad. Sin ·c mbafoo me USI 1 , sugiere algo completamente di rere n"'te· e·'!.a ,~a a ép~l3bra. Para mt e~ a pafabra • • v~ lnter s evoca el •· ·d lle ne pe r Jo que existe y JA que·pud'•e ra ex .tsllr . una d' .s • · 'ó · Cut ndo que uno v 1 y sing ular lo que nos rodea c'terto . •. · POStc t n a encontrar <'\lrai\o .. · '· •mpu1so tmplacable a · · famth arcs y mirar de manera difercnre las mismas e . trrumptr en la~ cosas ocurre y lo que pasa. una contingencia frente a osa~ . .u~ fervor ?e capr:tr lu que las tradtctonales JCrarquü$ de lo importante y lo ese nc ial". ( 1989, pág. 198) Notas Conclusión Las prácticas terapéuticas que he llamado "desconstructivas" ayudan a que las personasexperimenten cierta sensación de "acción". Esta sensación se debe a la experiencia de escapar de la condición de ser un "pasajero" en la vida y a la sensación de ser uno capaz de desempeñar un papel activo en la modelación de la propia vida, la sensación de poseer la capacidad deinfluiT en los hechos de la vida de conformidad con las finalidades que uno tiene y de conformidad con los logros preferidos. Esta sensación de acción personal nace cuando la persona advierte hasta qué punto ciertos modos de vida y de pensamiento dan forma a su existencia y cuando se lleva a cabo alguna decisión respecto de los modos de vida y pensamiento según los cuales podríamos vivir. Esas prácticas terapéuticas que yo llamo desconstructivas ayudan a las personas a apartarse de los modos de vida y pensamiento que, según ellas, empobrecen sus propias vidas y las vidas de los demás. Además, provocan en el terapeuta y en las personas que buscan ayuda terapéQtica una curiosidad respecto de versiones alternativas de lo que pudiesen ser esas personas. No se trata sólo de una curiosidad cualquiera. Es una curiosidad sobre cóino las situaciones pudieran ser de otra manera, una curiosidad sobre lO. que trasciend~las versiones totalizadoras que las personas tienen de sus vidas y que trasc1enden aquellas práclicas dominantes del yo y de sus relaciones·. Poner el acento en la curiosidad durante las prácticas terapéuticas no es, en modo alguno, una idea nueva y sobre esto remitiré a la revisión del concep.to de neutralid;ld~ue llevó a cabo Gianfranco Ceccbin ( 1990). He de conclurr con una de las deliciosas contribucic:mes a este tema de Michel · Foucault: "La e s un vic1'" · · · . •curiosidad . ; q ue ha St·do esugmauzado sucestvamen_¡e po r el cnsu amsmo, por la filosofu1 Y hasta por cierta concepció n de las ciencias. La 52 l. P(e fiero la caracterización de " padre solo" e 1 . soltero". En nuestra c ultura la palabra "soltero" f n hugar de la ~x prestón "padre inclu so la de una cond' · · · tene mue as connotactones n~enri ,·as e rcson sncomplelá, la condición de no estar casado d.- ' Pero: por lo meno~ a_mi juicio, la palabra "solo" evoca algo completam~r~te ~i%ar~~ °· lmphca el reconoctmsento de la extraordinaria respo nsabilidad q · e. y de la fuerza · 1 ue llene n eStO$ padres d ~ec~~ana _p_ara ograr lo que e llos logran. Por otra parte n o es dificil di :-cernir ~na segun a $1gnr scact_on. la de "alma". E l alma se refiere a la esencia y en e l ~aso de las pers?,nas que s: dessgnan como " padres de alma" signi fica reconcccr "'la ternura de cora zó,n que pr~dtgan. de l_a c ual ~~pende la imagen que sus hijos tiene n de ellos. . :-· El t~abaJO emprendtdo aqur mc luía e l examen de la posibilidad de que 13$ hi'os tamb1en hubteran podido ser objeto del abuso de su padre. Las comprobaciones po·r 3~ • res descartarbn esa pos ibilidad. •" 3. En este u:aba~o ~e basa en la metáfora narrativa que lleva consigo un concepto espec1fico no esencsahsta de autenticidad. Segun c!tta metáfora, generalt11cnte una per~O(Ia alcanza cier~o sentido de autenticidad c uando a} realiza algunas pan il:ulares pretenswnes sobre su vsda, pretens iones que se refieren a particulares autorrelatos v cu~ndo b) esa realización es.presenciada·por ella misma o/y por otros. Esto sugeriría qu~ exsste toda una gama de posibles autenticidades que podrfan experimentar las personas Y que esa gama está determinada por el caudal de ve rsiones que las personas. tienen de sus vidas. 4. David Epston, deAucJdand, Nueva Zelanda. se unió a cierto nwnero de personas que necesitaban una terapia para combAtir la anorexia nerviosa y funcjó La Liga Antianoréxica. Esta liga as pira a desenmascarar las voces de la anore.tia nen•iosa y a identificar, documentar y divulgar conocimientos y prácticas que se o¡¡pne n a las pr:kticas de que depende la anorexia. 5. Los pasos iniciales en el trabajo de campo no deberían ser excesi, nmente ambiciosos. fdeas como esta contribuyen a es tablecer comienzos más modestos y a aumentar las posibilidades de hacer circular y autenticar conceptos alternativos deJ sí mis mo. 6. Remito al lector al libro de Alan Jeokin Jnvitalions ro Responsabiliry ( 1990), dende se encontrará una e xcelente discusión sobre este y otros asp<!<:tos del trabajo con hombres que s on agresivos con otros hombres. 7. El consejo de los miembros de la familia en relaéión con e l abuso y otras cuestio nes se realizó simultáneamente en un contexto difercnt~. 8. No creo que sea s uficiente que los ho mbres as uman la entera responsabilidad del abuso perpetrado, que identifique n ·la experie ncia de las víetímas. que reconozcan los efectos en el plazo breve y posiblemente en el largo pla.zo de l abuso. que pre~nten since(aS excusas, que traten de reparar Jo que puede ser reparado > que rechaun l;ss 1 0 pru;e. 53 · ·t' fic•n sc .•J' tnte conduct.l y la< condiciones y técnicas de poder que que JUS 1 " • 111 • • h ~ct·n posiblo.: el abuso. · d' · ' s·1 eso · ,.uc.~a todo ,,. ..• 1rnque el hombre expcriuu;nt~ua genuutO> rc mor rnncnto.>. es . d .. 1, 6 robable que, uelva 3 atacar porque no poo;ec otras noc1ones de e6mo éuc '.t' 1r e \ a.r n. p h • n•· •p•r·cncra de seaurid.td de que e>tO no volverá a repeurse, creo que Para que aya c 1c ~ .. " 1 " · d 1 d d · 1 que e·os ltombre~ idcnt iliqu.:n conceptos alternau vos e os mo os e es escncra • conduc!:l varoniles y obren de ncuerdo con e llos. .. 9. Estos representante> deben ser nombrados por el hiJO y el otro cónyu~e Y pueden contnrse entre lo parientes que no tienen antecedentes de conducta abusr ,·a o entre ~r:.onas conoc idas de In comunidad. . . . lO. Se desarrollan se manalmente sesiones .c spcc 1al~s desunad.as a despoJar de ·•· gradualrnenre se llegan a orgamzar rcumones mens uales durante un secreto 111 ternp1v . • h h 'd 'od de dos :tños. En cada una de esas reuniones se pasa re\'ISta a los ec os ocurn os pen 'ó d 1 · d en la semana anterior. Aquellos que revelan una reap~ncr n e cua qu1era e 1as actitudes. estrategias. condiciones y esrrucru.ras que consuruyen el conrexro de pasados desafueros puede así identificarse y combatirse. . Diferentes miembros de In familia roman por turno _notas _de esas reun1 ones Y redactan minutas para el terapeuta (frecuentemente con la as1stenc1a de l~s r~presentan­ tes). El miembro de la famil ia a quien le roca esra tarea responsable es ~nvuado .a que añada sus comentarios confidenciales a esas minuras. Si el terapeuta n~ rectb~ las mtnuras de una reunión que figura en el programa. debe hacerlo norar rnmediatamenre Y reclamarlas. De vez en cuando. el rerapeura acude a esas reuniones para verificar los progresos. . . .. No es posible recalcar en demasía la importancia que uene la responsabthdad local en esre trabajo. La intervención del Estado puede ser muy eficaz para que cesen inmediatamente los malos traros. pero lns eslrucruras de la responsabilidad local son esenciales para que se establezcan conrexros seguros. 11. Se encontrará una excelente di scusión sobre la significación del secreto en la estructuración de un conrexro de abuso violento en Amanda Kamsler y Lesley Laing, "Poner fm al secreto" ( 1990). 12. En ouo lugar me he referido a las preguntas relativas al panorama de acción llamándolas •·preguntas de relación única" y a las preguntas del panorama de conciencia llamándolali preguntas "de redescripción única" (Whire, 1988a). 13. Por supuesto, el orden de estas preguntas puede alterarse. Hechos del panorama de conciencia pueden considerarse por aquello que pudieran revelar sobre hechos preferidos del panorama de conciencia. Por ejemplo, "¿Qué vio que estaba baciendo \ISted que lo condujo a esta conclusión sobre su propia naturaleza'?'' ¿"Qué oua cosa advirtió usrcd que reneja ra esa creencia?" 14. la revisión de los estados intencionales se realiza a menudo antes de hacer estas preguntas relativas al panorama de conciencia con la incitación a extemalizar vivencjas que tengan relación con el problema. Esto se logra mediante preguntas tales como: "¿Cómo Uegó usred a este problema en conrra de su mejor juicio? ¿Qué se propon la usted hacer en su vida? ¿A qué le da usted valor? ¿Q ué cree usted que es importante?'' 15. Da_Phne Hewso~ de la ~acqunrie University. Sydney, u abajando tanto desde el pu~~o de Vl~t~ ~e la teona narrauva como desde el punto de vista de la psicolog!a social cogmuva ~a rmc1ado el de sarrollo de preguntas de predicción concebidas como medios de dar nacrmiento a la historia de versiones alternativas. 16. ¿.Qué es u~a palabra? Respuesta: ¡Un mundo! Y yocreoquepara los terapeutas los dram~ucos térmrnos "acto". "esctnario", "agente", "acción" y "finalidad" ofrecen un mu~~o drferent.e del presentado por los términos "qué". "dónde", "quién". "cómo·· y "por qué · Los rérmrnos acro Yescenario dan un sentido a la nnruraleza consrruidn y rcmárica OCIItUdCS A ° 54 · • • " del .mundo. los ' (i términos agente y acción in vocan ídcas ~obre "con"b .· . ., u 1 UCI 0 nt$ )' pe n.c1as cs~cc1 Jea.~ Cil.le están en conexión con estados inrencionalc\ y el término finalidad su~1cre d.e~ermrnados estados intencionales como ideas explicativa~. . 17. Dcbra M II~nsky, de Berkeley. muy interesada en la historiadeesta\Cue<,tiones me rnfom1a que los rnventores más probables del moderno arco del med' o p 1• etruscos . ' unto !>On O\ .. _ . 18. Sé que .ahora ha~ una serie ~e terapeutas familiares que están emprendiendo el c~tud10 de la obra de . Dcrnda y exam1nando las implicac'1one'~ d• e 1•• .._, 1'd e¡b de e:.ta autor desde el• punto de VISta di! las prácticas terape'utica~. Ron Findl•y de St • K'1fda. v·letona. . • v • pres:nto recientemente algun~ de sus pensamientos sobre Derrida y la tera ia en una rcunrón desarrollada en Oulwrch Centre. P . 19. Pensadores feministas señalan que estas prácticas de lenguaje son claramente parna.rcales Y tratan de oponerse a ell_as con una ética de la solicitud y cuidado poniendo énfasis en el contexto. Véase por eJemplo, de Carol Gilligan "In a o·rrer t v · ·· ( 1982) . 1 en orce 20. Di~curiendo yo con David Epsron sobre cómo podría caracterizarse mejor esta desconstrucc1ón de las respuestas del terapeuta, él sugirió el término "transparencia". . . 21. En Andersen ( 1987) se enconuará una introducción al concepto de equipo auxihar. . 22. ~o.mo ocur.re con las prácticas de recreación del rcrapeura, los miembros del equ1po auxrhar se ~ne~ran respecto de los logros aislados como uno podría orientarse respecto .de los mis!enos: De manera que cuando los miembros del equipo hacen comentanos sobre logros aislados después siguen preguntas del equipo destinadas a hacer ~ue ~os ~1iembros de las familias (fundándose en la experiencia vivida y en su unagmación) revelen esos misterios. Así, los miembros de la familia tienen el privilegio de ser los autores p rimarios de otras versiones preferidas. 23. Esta pregunta fue sugerida por Stephen Mndigan en "Down Under Famil} Therapy Scholarship" durante la visita que hizo a Dulwich Centre. Referencias bibliográficas Andersen, T. 1987: "Thc reflecting team: dialogue and metadialogue in dinical work". Family Process, 26:415-428. Bourdieu. P. 1988: Homo Academicus. California: Stanford University Press. Bruner, J. 1986: Acwal Minds, Possible Worlds. Cambridge, MA.: Harva.rd Univer:.il)' Press. Bruner. J. 1990: Acts of Meaning. Cambridge. Mass: Harvard Uni,·ersity Press_ Burke, K. 1969: A Grammar of Moti1•es. Berkeley: University of California Press. Cecchin. G. 1987: "Hyporhesizing. circulariry and neutraliry re\'iSited: an invitation to cur iosiry". Family Process, 26(4):405-413. Derrida. J. 198 1: Positions. Chicago: University of Chicago Press. 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La mcorporación de la relación perdida en la resolución de la aflicción* . • ~'Freud afirma ~u e para que se complete el proceso de duelo es menester u qUienes quedan con vtda desarrollen una nueva realidad que ya no comp d 1 qe d'd p~ h ren a oquese h a per 1 o. c~o.... _ay que agregar que la plena realización del duelo puede restaurar lo que se h~ peredido e tneorporar_lo en el presente. La record11ción plena puede ser tan viral para el btenestar y la recuperactón como el olvido de los recuerdos" (Myerhoff 198? á 11 0). • • • p g. Durante algún tiempo estuve e)(aminando la metáfora de "decir hola'' Y su aplicacíón al trabajo al tratar la aflicción. Me vi impulsado a esra indagación por determinadas experiencias de La terapia con personas de quienes se había diagnosticado en otros lugares que sufrían de "aflicción demorada" o "duelo patológico". Muchas de esas personas habían sido objeto de prolongados e intensos tratamientos orientados por el modelo "normativo", y dando pordescontado el procese de aflicción, o por el enfoque de aplicar productos químicos a los problemas de la vida. Generalmente compruebo que esas personas están bien familiarizadas con el proceso del pesar informado por la metáfora de "decir adiós'' y que p.ueden situar fácilmente Sij experiencia en relación con ese proceso. Comprenden claramenteque en su evolución no han alcanzado la meta apropiada. ·'Saben'' que Ja llegada a esa meta es.tará evidenciada por el "adiós"' plenamente experimentado, porla aceptación de la pérdida definitiva del ser querido y por un deseo de emprender una nueva vida que no tenga relación con la persona muerta. *E-ste artículo se escribió para ser presentado en el "Loss and the Family rmernational Colloquium". Ballymaloe. County Cork.l rlanda. desarrollado entre el S Y 8 de julio de 1988. Quiero agradecer a l(arl Tomrn sus comentarios sobre el primer borrador~ este capítulo, Publicado en el Dubdclr Cemre Neu·sletter, primavera de 1988. 56 En el primer contacto la persona que padece de "aflicción demorada"' o "'duelo patológico·· parece que hubiera perdido su propio yo junto con la persona amada. Sin que se las incite a hacerlo. esas personas exponen al terapeuta todo lo relativo a la pérdida sufrida y los consiguientes efectos que ella tiene en su vida; por su cuenta dan todos los detalles de su sensación de vacío. de falta de valor de todas las cosas y de su depresión. Su desesperación es tal que a menudo me sentí completamente abrumado al comienzo de la terapia. Generalmente distingo las incitaciones que me hacen esas personas para que me una a ellas en conversaciones de "más de lo mismo•· que son activadas por la metáfora de "decir adiós'"; pero en general logro declinar tales incitaciones. En semejantes circunstancias puede esperarse que continuar trabajando con la aflicción según el modelo normativo -un modelo que especifica las fases del proceso de la aflicción de conformidad con la metáfora de decir adiós- complicará aún más la situación en lugar de capacitar a esas personas a reaccionar y enriquecer sus vidas. La desolación que esas personas experimentan es tal que, en la terapia, crear un contexto para incorporaren él la relación perdida parece mucho más indicado que todos los esfuerzos tendientes ahacerolvidaresarelación. Esta consideración impulsó mi investigación de la metáfora de "decir hola". Guiado por esta metáfora, elaboré y formulé preguntas que, según esperaba, pudieran presentar la posibilidad de que dichas personas reivindicaran su relación con el ser amado y perdido. Sorprendido por el efecto que tenfan _estas preguntas en la resolución de la sensación de vacuidad y de depres1ón, me decidí a investigar más la metáfora. Esperaba alcanzar una mejo~comprensión de los sucesos y que esto me permitiera prestar ayuda más ef~cuva a las personas en el restablecimiento de sí mismas, un restablecimiento que aportaría el alivio tan vehementemente deseado. Mary 11Mar~te~ía 3 año~ cuando acudió en busca de ayuda terapéutica por lo que e a am~ ~ una pérd1da no resuelta". Seis años antes, su marido Ron había 4 11 muerto sub1tamente de un ata df S ·ne d H que car aco. e trataba de un hecho enteramente • spera o. asta aquel mom od 1 "d , . Ella R h b' . . ento t a a VI a hab¡a s1do excelente para Mary. amb¿~ v~~oraab•an disfrutado de una relación "rica y amorosa", una relación que an en muy airo grado. Después de 1~ ~uerte de Ron el mundo de Mary se derrumbó. A obiada or la pesadumbre Ysmlléndose entorpecida, atontada, desde aquel mo!emo M~ry 58 ··simplemente pasaba por la vida" sin experimentar consuelo de ninguna clase. Su entorpecimiento sobrevivió a varios intentos de '"elaborar" su aflicción mediante asesoramiento. La medicación corriente no le había procurado ningún alivio. A pesar de esto. Mary persistió en sus intentos de alcanzar cierta sensación de bienestar consultando terapeutas y procurando aceptar los hechos durante los cinco años siguientes. En mi primera entrevL~ta con Mary, ella me declaró que había desechado casi toda esperanza de recobrar alguna vez siquiera una apariencia de bienestar. Le parecía que nunca sería capazde decir adiós. Una vez que Mary me hubo expuesto su desesperación, la invité a que eludiera las conSecuencias "terriblemente serias" de la muerte de Ron. Le pregunté decididamente si decir adiós era de alguna manera una idea positiva y si no sería una idea mejor decirle a Ron "hola". Le dije luego que la desolación que experimentaba tan agudamente podía significar que ya habfadicho ··adiós'" demasiado bien. Mary reaccionó con desconcierto y sorpresa. ¿Había oído lo que creía haber oído? Repetí mis pensamientos y comp~ que por primera vez brillaba en ella un destello. Después le pregunté si le interesaba experimentar con esa idea de decir hola a Ron o si creía que éste estaba sepultado demasiado profundamente para acariciar semejante idea. Mary cómenzó a sollozar; sollozaba suavemente, no de manera desesperada. Aguardé. Al cabo de diez o quince minutos m~ declaró súbitamente: ··sr, Ron está sepultado demasiado profundamente para mf'. Sonrió y luego dijo que podría ser útil "excavar un poco y extraer algo de él". De modo que empecé a hacer algunas preguntas:• Si estuviera viéndose ahora a través de los ojos de Ron, ¿qué rasgos de usted misma advertiría que podría apreciar? ¿En qué se modificarfa su modo de verse si usted estuviera apreciando esos rasgos ahora mismo? ¿Qué conoce de usted misma que pudiera despenar aqueUascosas gratas que Ron conocía de usted? Si mantuviera viva.esta opinión sobre sr misma en el curso de todos los dfas. ¿qué modificación supondría esto para usted? . ¿En qué medida podría influir esta manera de sentir en Jos pasos que pudJera usted dar para retornar a la vida? ·Cómo podría nacer saber a otros que usted ha reivindicado algunas de las cosas ~escubiertas de sí misma que eran claramente visibles para Ron Yque a usted personalmente le parecen atractivas?¿ Cómo cobrar conciencia de que a~uello que no ha sido visible para usted durante Jos seis años pasados puede capac1tarla para influir en su vida'? . ? ¿Cómo puede influir Jo que ahora sabe de usted misma en su próx1mo paso· ' Por supues1o. los ejemplos de pregun1ns que se da? en est~ artfculo .no son pr<!semados por los terapeutas en el es1ilo de los interrogat?nos de tnbunaiC"$ sm~áq~~ l>C lo hace dcmro del come¡cto de un proceso do.: co~vohJCión. Cada pregunta e~ armonía con la respuesta que la persona da a lu amenor pregunta. 59 Al dar ese próximo paso, ¿qqé otro ras~ ere~ que podría hallar que fuera imp<?rtante que-usted Gonociera?Mary se debati<S con esas preg~ntas ~ost~ando alternados-accesos de tristeza y de júbilo. Después de las dos ses tones stgutentes companió conmigo los importantes redescubrimientos_que habí~ estado haci e~~o sobre sí Riisma y sobresu vida. Unos doce meses despues, al segutr yo la evoluc10n del proceso. Maey dijo: " Es extraño, pero cuando descubrí que Ron no había muerto pllfé! m(, que no tenía que separarme de él, rne sentí menos preocupada con él y la vida me pareció más rica". Jobn John tenfa treinta y nueve años cuando acudió a consultarme por "dificultades con su autoestima" que eran de larga data. No podía recordar un momento en que no hubiera mantenido una actitud crítica respecto de sí mismo. Durante toda su vida había ansiado la aprobación y reconocimiento de los demás. Y pore.so seodiaba creyendo que le faltaba sustancia como persona y que los otros advenían claramente ese .hech.o. John se consideró amado por su mujer e hijos y creyó que esa experiencia de la vidade familia babia contrarrestado en cieno modo las agudas dudas que sentía sobr;esllpel'$0na... pero nunca las babia contrarrestado.suficientemente. Las dudas "SObreosf mismo eran fácilmente desencadenadas por lo que él consideraba la más trivial de las circunstancias. En varias ocasiones había buscado asesoramiento de profesiemdes, pero no había logrado experimentar et alivio deseado. Teniendo en cuenta la Larga historia del repudio de sí mismo que experimt:ntaba Jobo, le pedí mls detalles so~re su vida. Me contó que había gozado de una infáncia feliz hasta la muerte rle-su madre que sobrevino cuando él estaba en la tierna edad de sie~ aiios, ju~to antes de cumplir ocho años. En la familia nadie babía resistido bien este golpe y durante·algún tiempo el padre de Jobo fue una pe~a perdida para todo el mundo, incluso para el propio Jehn. Este conservaba vfvido recuerdo de los hechos que rodeaban la muerte de su mad.i:e. Durante un tiempo considerable no llegó a creer en esa muert~. pues siempre esperaba ver aparecer de nuevo a ra .madre en cualquier momento. Luego sintió que tenía el corazón enteramentedestrozado. Posteriormente-el padre volvió a casarse con una buena persona ..pero realmente las cosas- nunca fueron de nuevo comb antes... Le preglLDté a John si las cosas hubieran continuado siendo las mismas si su madre no hubiera muerto, ¿qué opinión tendría ahora de sí mismo? Allle~ar a este P.unto comenzó a derramar lágrimas. ¿Pensaba que la madre le había faltado ~ su vtda durante demasiado tjempo? ¿Era realmente positivo que elÍa ~neCiera ausente de la vi.da de su h" ? J h · · lJO • o n parectó sorprendtdo y yo le pregunté si no le molestaría que le hiciera más preguntas "No tará b' ., E le hice las siguientes preguntas: . . ' es muy ten . ntonces · ' Qu6 Veía S madre 1. . u cuando lo rruraba a usted con sus amorosos qjos? ¿Cómo 5abía ella estas cosas sobre usted? 60 ¿Qué-rasgos. ~iene usted que pudi'eran decirte ¿Qué puede ver ahor a en sí núsmo que. estuvo ·~dW~¡¡ para us·ted? ¿Qué modificación sufrirían sus relaciones con Jos w;11JJ11:~. 1111•.• consigo este conocimiento en su vida diaria? ¿Haría esto que ft~era más fácil para usted ser ~u p~ia personaanfe$una persona para los demá s':' 9le: ¿Qué haría usted para comunicar a los otros esta nueva~ de st mismo como persona? ¿Hasta qué punto el hecho de comunicar a otros esta nueva imagen de su persona le permitiría fortalecerse algo más? · .¿De que manera~saexperiencia de fortalecerse podría afeecar la relación que mannene con usted mtsmo? Vi a JoJm en tres ocasiones más con intervalos de dos se.man~ y Juego. Odio meses después~ lo vi p~ra verificar cómo había evolucionado. DuranteCitf ~ John tomó vanas- medrdas para mantener viva la "imagen" que su madre teota de él y llegó a mantener una nueva relación consigo mismo, una relación en la que se aceptaba como persona ·en lugar de repudiarse. Y ya no se senlfa vulnerable a esos- hechos que solían empujarlo a concebir dudas sobre sí mismo. Discusión E~:perieneia de experiencia Si. usted estuviera viéndose ahora a través de los ojt» de Ron, ¿qui ' ' rasgos de usted misma advertir(a que pudiera apreciar? LaS' preguntas·ql:lejlateeían más eficac.es para ayqdara las personas. reivindicar estas importahtes relaciones, eran aquellas queinvitabaila refalar l.o que las personas (>:eFCibían como la experienciapesiti~ ~ellas que teafa el serdesaparecido. Ese relato era.expl'esió.n de la expenenetaqUC: teafmde aspectos específicos de lo que experiinentaba la pe,tSona {allecada. BStas preguntas tenían un efecto inmediato y visible. Los rec?erdos.evocados no.se referían sólo a sucesos histórioos efectivaD,J.ente ocumdos, smQ que·abartabantambién una experiencia vivida y plena. una.experiencia que comprendía las partes afectivas y emotivas de la persona. · • • tarse el yo Era ~vidente que en esa narraetón tomaba a experamen pasado. Varias nociones perdidas u ohidadasdelyoparecíane:: susceptibles desere~pr.esadas por Las personas.¿Cómobade proceso? A1esforzarnos por dar sentido a nuestra vida debemos encarar la tar~a de disponer las experiencias que tenemos de Jos sucesos en una secuenc1a temporal a fin de poder llegar a una exposición coherente de nosotros mismos. Las experienci::ts específicas de hechos del pasado y de l presente Y de hechos que se predicen para el futuro se combinan para desarrollar esta ,·ersión a la que hemos llamado historia o narración o relato. ··El pasado. el prcse n1e} el fulllro no sólo es1án construidos sin~ que se.encue~1ran conccwdos en una ~<·c·uencin lineal que está definid~ por rclactones s!stcm<i~tcas. si no causales. La manera en que pintamos cualquter segment? es~a _refenda a nue~tra conce pción del todo que he decidido concebir como una lustona' . (Bruner, 1986a. pág. 141). Que obtengamos éxito en esta tarea da cierto sentido_de continuidad Y de significación a nuestra vida. Contamos con ese ~ent~do p~ra ordenar nuestra vida diaria y para interpretar ulteriores expenenc1as. Sm embargo alcanzar ese sentido tiene un precio. Una narración nunca puede represe mar toda la riqueza de lo que Turner ( 1986) llamó nuestra "experiencia vivida". .....la experiencia de la \ida es más rica que los discursos. Las estructuras narrativas organizan y dan significación a la experiencia. pero la hi storia. do~ina~t~ ~? comprende siempre por completo los sentimientos y la expenencta v1v1da . (Bruner. 1986a. pág. 143). experiencias vividas, se pueden localizar y reelaborar nociones altemadvaii previamente perdidas y asf pueden ser accesibles nuevas y enriquecedoras percepciones y validaciones de sí mismas. Selección de versiones alternativas ¿Qué conoce usted de sí misma que la hace sentirse animada cuando mantiene vivas aquellas cosas gratas que Ron conocfa de usted? Al alentar a las personas a reivindicar las versiones alternativas que se hacen accesibles en este revivir la experiencia, he comprobado que otras preguntas son también eficaces. Estas preguntas incitan a las personas a rever esa experiencia y a localizar esas otras versiones de sí mismas que presentan los "hechos" experimentados como más atractivos, "esos hechos que pueden ayudarlas a ellas y a otras personas a escribir" una nueva historia de sus vidas. Estas preguntas también ayudan a las personas a darse cuenta de que: "Toda narración o descripción es una imposición arbitraria de significación al torrente de recuerdos por cuanto ponemos énfasis en algunas causas y descanamos otras: es decir, toda descripción es interpretativa''. (Bruner, 1986b, pág. 7) Hacer circular el conocimiento de uno mismo Laestructuración de una narración exige recurrir a un proceso selectivo en el que expurgamos de nuestra experiencia aquellos hechos que no encajan en la versión dominante que desarrollamos y que nosotros y los demás tienen sobre nosotros. De manera que con el correr del tiempo buena parte de nuestro caudal de experiencia vivida queda sin historiar y nunca se La "cuenta" ni se la expresa. Sin embargo, en ciertas circunstancias, a las personas les es posible volver a vivir aspectos pasados por alto de su experiencia vivida en una forma inédita. En esos momentos la disposición y secuencia de los sucesos a través del tiempo queda transitoriamente anulada y reemplazada por lo que Myerhoff Uama "simultaneidad··. De manera que así se alcanza una sensación de unidad con todo lo que ha sido la historia de uno". (Myerhoff. 1982. pág. 110). ¿Cómo podría hacer saber a otros que usted ha reivindicado algunas de las cosas descubiertas de sí misma que eran claramente visibles para Ron y que a usted personalmente le parecen atractivas? Alcanzar un sentido de autenticidad en las aspiraciones que uno tiene exige no sólo que esas aspiraciones se apoyen de. al~ún "!~o en la experiencia vivida, sino que también exige que esas as~1rac•_ones se pongan en obra". Y la experiencia de realizar aspiraciones y de 1~enufic~e ~on e~ está facilitada por el hecho de hacercircul~ las nuev~ tdeas Ystgn_tficactones vinculadas con conocimientos alremattvos o verstones alternativas. Esa circulación aumenta la supervivencia de tales conocimientos. M ••• Creo que esa simultaneidad se logra mediante las preguntas que incitan a las personas a describir lo que ellas perciben como la experiencia que de ellas tenía la persona fallecida. Al inducir a las personas a remontarse a sus 62 "Las significaciones duramente logradas deberían expresarse. pintarse. bailarse. dramatizarse. ponerse en circulación··. (Tumer, 1986. pág. 37) Para hacer circular estas versiones es menester que exista un público que asista a las nuevas significaciones. Pueden derivarse pregunta.-; que 63 identifiquen y reúnan a ese público. En la "'interpretación'" de estas nuevas significaciones ese público participa por retroalimentación en las nuevas producciones del yo de la persona en cuestión. La producción del yo es un proceso recursjvo, un proceso en el que aspectos elegidos de la experiencia de uno se realizan y en el que esta realización misma contribuye a aumentar el caudal de laexperienciade hechos de losquederivóeJ conocimiento de uno mismo. Tener conciencia de la producción de producciones ¿Cómo puede bzfluirenusted lo que ahora sabe de usted mismo en su próximo paso? Al dar ese próximo paso, ¿qué otro rasgo cree que podría hallar que fue ra importante que usted conociera? Se pueden hacer más preguntas para alentar a las personas a conservar más plenamente la medida de su papel en la producción de sus propias producciones, el grado en que están personalmente activasen la constitución y modelación de sus vidas, el grado en que lo que "Saben" de si mismas determinará las decisiones que tomen respecto de los pasos que den en la vida Y. por otra parte, el grado en que sus perspectivas sobre esos pasos puedan contribuir a acrecentar lo que saben de sí mismas. Tener conciencia de .la producción de las propias producciones de uno abre nuevas posibilidades para que las personas dirijan el curso de sus vidas. Cuando las personas se dan cuenta del proceso en el cual son, por u o lado, actores y, por otro, espectadores de sus propias realizaciones se les hacen accesibles nuevas opciones y entonces se sienten como "las autoras de sí mismas" (Myerhoff, 1986, pág. 263). Otras aplicaciones Pérdida de niños pequeños Padres que perdieron a hijos muy pequeñoscomprobaronque era eficaz la metáfora ~e "d~cir hola", incluso cuando las circunstancias son las de la muerte d~ hiJOS aun no n.acidos. Una vez que se les hubo pre,<;entado la idea, no expenmentan. gran d1fi<;ultad en imaginar ,cuál podrt'a • · . . se r 1a expenenc1a de ellos que tuv¡era el mño• cómo podría éste h"'b ·:..~ d a er10$ COnSJuera O en SU 64 condición . .• de padres para luego incorporar versiones del yo asociadas coo 1a s11uac10n. Los niños y el abuso ~a posibilidad deap~~caresta metáfora fueestudiada ysecomprabóque era ef¡caz en el caso de mnos de los cuaJes se habían hecho car<Yo en aJ • · · é gun . hosp1cto, en e 1caso de n1ñoscon historias de repetidos y serios abusos. Como resultado del abu~o, estos niños generalmente se refieren con odio a su yo y hacen todo lo pos1ble para frustrarse, pues hasta mutilan sus vidas y su futuro entregándose a una conducta destructiva. En estas circunstancias, he trabajado con un niño y los celadores del hospicio para localizar "logros aislados" (White, 1988) que manifestaran 1a aparición de personas adultas en actitudes positivas y de auxiliorespectodel niño, en lugar de adoptar posiciones negati,·as o dañosas. Estos logros aislados pueden situarse históricamente o en el tiempo presente. Porejemplo, podría descubrirse que cierto maestro de escuela había tenido una actitud particularmente amable con ese niño o que. .uo asistente social se había interesado mucho por la situación de ese niño o que un celadorde laresidencia había hecho recientemente observaciones importantes y favorables sobre el niño. Una vez identificados los logros aislados se pueden hacer preguntas que inciten al niño a darles significación. Esas preguntas alientan la especulación sobre versiones alternativas de su yo que están vinculadas con los logros aislados. A continuación doy algunos ejemplos de esas preguntas: ¿Q1.1é hizo que tu maestro se die¡a cuenta de que (el adulto que J!el'PC=lrÓ el abuso) estaba ciego? ¿Qué parte de ti dijo a tu maestro esto? ¿QuéJe hizo saber a tu maestro lo que tú conoces de ti mismo? Si (el adulto que perpetró el abuso) no hubiera estado tan ciego a estos hechos Y hubiera reparado en ti como persona, ¿cómo habifa modificado esto su actitud respecto de ti? ¿Crees que tu vida habría sido diferente y más rica si (el adulto que perpetró el abuso) hubiera sabidoTealmente lo que hay que saber sobre ti? Estas preguntas y las que fomentan la circulación de versiones alternativas, asf como las que.hacen adquirir conciencia de la producción de las producciones de uno, socavan el odio de sí mismo que siente el niño Yse oponen a la mutilación de su., vida y de su futuro. El adulto y el abuso He introducido una variación en el trabajo con mujeres y hombres que como re~ullado de abuso emocional o físico sufrido durante la infancia~ La adole cencia. conservan una actitud muy negativa de sí mismos en la vrda adulta. Este sentimiento de repudio de sí mismo es el resultado de haber . incorporado la actitud del adulto que cometió el abu~o. Esas personas no pueden vivir tranquilas. S~ Sienten conu~uamente obligadas a obrar y a disciplinar su yo de confomudad con las acutudes del que perpetró el abuso. Son incapaces de confiar en. las más favorables versiones del sí mismo que pudieran encontrar en la vtda. Es efi caz invitar a esas personas a que presten atención a aquellos logros aislados que identifiquen ocasiones recientes durante las cuales fueron capaces de tratarse con cierta •·aceptación de sí mismas··, u ocasio~es du.rante las cuales protestaron por el sometimiento del yo a las especrficacrones dominantes establecidas por el que perpetró el abuso. Una vez identificado el logro aislado se pueden bacer preguntas que inciten a un relato especifico de las experiencias de la niñez y de la adolescencia, un relato que localice análogos episodios históricos de aceptación de uno mismo o de protesta. También hay que esforzarse por fijar la edad de la persona en el momento en que ocurrieron esos episodios históricos. OtraS preguntas son entonces útiles para ayudar a las personas a revisar la relación que mantienen consigo mismas. Estas preguntas las alientan a especular sobre la manera en que el niño o el adolescente que eran antes podrían experimentarlas tales como son ahora: Si ahora se estuviera contemplando con los ojos de aquel chico de diez años, ¿qué verra él en usted que realmeme apreciara? ¿Qué sería Jo más importante para él al considerar el desarrollo de usted como persona? ¿Tratarfa de hacer que usted fuera otra persona o lo aceptaría tal como es ahora? ¿Por qué cree que a él le habría gustado tenerlo como padre? ¿Cómo se habría modificado la vida de ese niño si lo hubiera tenido a usted como padre? ¿Qut podría hacer para ponerse de parte de la actitud de ese niño de diez años hacia usted, en lugar de ponerse de parte de la actitud del adulto que perpetró el abuso? ¿Qué diferencia tendría esto en su relación con 11sted mismo, en/a manera t'n q11t usted .re trata? Las respuestas a estas preguntas contribuyen a reivindicar y a realizar versiones alternativas de uno mismo y aespecificardenuevoel yo de acuerdo con esas versiones alternativas. La separación La metáfora de "decir hola" es también apropiada en circunstancias en que se trata de la pérdida de una relación no debida a la muene. Con frecuencia semejantes pérdidas son devastadoras para la persona que no quiso la separación y que deseaba continuar con la relación. En esas personas, una de las reacciones más comunes es sentirse traicionada por el otro miembro de la pareja y concebir extraordinarias dudas sobre sí misma. A veces esos estados van acompañados por un embriagador acceso de cólera farisaica. Esta reacciones generalmente tienen que ver con una nueva percepción según la cual nunca fueron realmente amados por el otro y que sólo se trató de un engaño. Me refiero a esta nueva percepción como la "segunda historia". Cuando estas reacciones persisten pueden hacerse preguntas que saquen la "primera historia" -la que ccmprende la experiencia de ser una persona digna de amor- de entre las sombras de la segunda historia. Historias que incitan a incorporar la primera historia y a una cooperación activa con ella. Si se logra esa incorporación se resuelve el problema de las dudas y de la indignación farisaica. Conclusión M ucbas personas que me consultaron por problemas relacionados con una pesadumbre sin resolver han considerado que es eficaz 1~ metáfora de '·decir hola" y que también son eficaces las preguntas denv~das de ~sa metáfora. He comprobado que la incorporación de la re~ac~ón perdida · " Y"aflicc1ón demoraresuelveproblemasdefinidoscomo ..duelopatológ1co da" Al lograr esta incorporación una persona llega a establecer una ~ueva rela.ción con su yo. Y en el proceso la persona introduce concepc~:s alternativas de su yo como persona Y1as Presenta a los . demás en sus •~s sociales. Esto obliga a los demás a reconsiderar la v~da de las pe~o::-! cual acarrea con sio o nuevas posibilidades en sus relactones. Laacntu e.ón personas respecto<>de sí mismas llega a ser una actitud de m.ayor aceptacl y logran tratarse a sí mismas con mayor bondad y compastón. Las ilustraciones dádás en este cápítulo repre¡¡entan algunos aspectos de la utilización de esta metáfora. No obstante, est<>s ejemplos en modo alguno agotan las posibles·aplicaciones. Al concentrarme aquí en la metáfora de "decir hola'' no tomo pmtido contra la utilización de la metáfora de decir "adiós''. Hay muchas cosas a las que hay que decir adiós, incluso a la realidad material y a muchas esperanzas y expectativas. ere. Por mi parte, creo que el proceso de la afHcción es un fenómeno en el que hay que ''decir adiós y Juego decir hola". Una vez aclarado esre punto, diría yo que cualquier experiencia de pérdida es única, así como son únicos los pasos necesarios para resolver cada pérdida. Una metáfora es eficaz solamente en la medida en que reconozca y facilite la expresión de este carácter único y en la medida en que no someta a las personas a especificaciones normativas. Referencias bibliográficas Bruner, E.M. 1986a: "Ethnography as narralive" en Turner, V.W. y Bruoer, E.M. (cómps..) The .Mthropology of E:rperience. Chicago, University of lllinois Press. Bruner. E.M. 1986b: "E)(períence and íis e)(pressions" en Turner, V.W. y Bruner, E.M. (comps.)The Anthropology of Experience. Chicago, Uoiversity oflllínois Press. Myerhoff, B..19~_2: "Life history among !he elderly: pérfórroance, visibility and remembenng en Ruby, J. (comp.) A Crack i11 rhe Mirror: Rejlexive perspectives in antlrropology. PhiJadelphia, Universily of Pennsylvania Press. Myerhoff, B. 198'6: "Life not death in Venice: itssecond Jife" en Tumer. V.W. y Bruner. E.M. (comps.) The Anthropology of Experience. Ch.icago, University of lllinois Press. Turner, V. 1986: "Dewey, Dilthey, and drama: ah essay in the anthropology of experience" eCn .Tumer, "!·W·. Y Brun~r•. E.M. (comps.) The Amhropology of Experience. . hJcago, Umverslty of llhnOJs Press. White, M. L988: '~he.processof quesrioning: a therapy of literary merit?" Dulwich Centre Newsferter. mv1emo. 3 El proceso de interrogar ¿Una terapia de mérito li terario?* está· concentrado en el proceso · Se ha · . · de 1· ntcrrogar en ¡a terapta. e dEste capítulo Pr Sta o crectente atenctón rectentememe aJa formulación de re untus e 1 · · (ía de terapia familiar (por ejemplo Penn 198'5 Tomm 1987)p .8 . 1 n a ~tbh~gra­ l ·b · · · · • pnnetpa mente tn'>ptrada en a comn uc~on ?~1 grupo de Milán (Selvini-Palazzoli y otros, 1980). Aqul me propongo reductr m1 mterés a un enfoque que llamo preountas d·e · n ·.. 1 · · . · ., m uenct.. re auva (. wh·tle: 19"6) . ~ Y har~ una expostéión de este enfoque concebido como un proceso de mte~r?eac1on al analizarlo y al especificar aquellas prácticns que los miembros de la famtha y los terapeutas han considerado fortaleced<;~ras. Preguntas d~ influencia relativa Las preguntas de influencia relativa incitan a los miembros de una familia a derivar dos descripcionesdiferenresde su relación con el problema que presentan en la terapia. La primera es una descdpcLóo de la influencia que el problema tiene en la vida y en las relaciones de los miembros de la familia; la segunda es una des.cripción de la intluencja que los miembros de la familia y sus relaciones tienen enla persistencia del problema mismo. Las preguntas deinfluencia relativa también incitan a los miembros de la familia a partic.ipar en la elaboración de una nueva descripción del problema mismo. esto es, una descripción extemalizada.. 1 Los miembros de la familia logran con relativa facilidad describir la influencia que tiene el problema en sus vidas y e" sus relacionéS. La segunda descripción, Jaque pide que los miembros de lafam.ilialocalicen excepciones a la influencia del problema en sus vidas y en s~ relaciones, les resuJra mis difícil. Derivar esta segunda descripción generalmente exige que el terapeura comience a hacer preguntas que inciten a los miembros de la familia a prestar atención a "logros aislados.. y 3), esos log.ros que contradicen aspectos de la descripción de la vida de la familia saturada de problemas. Aunque no se e *PubUcado en el Dulwich Ce!lfrl' NI'II'Sittttr. invierno de 1988'. 68 69 repare en ellos. esos logros aislados están siempre presentes y comprenden una muhituddesucesos, ideas, sentimientos e intenciones que los miembros de la familia no eligen para gue perduren y, por lo tanto, inadvertidamente esos miembros contribuyen a la permanencia del problema. He considerado esa falta de atención a los logros aislados dentro del contexto de la explicación estocástica que da Bateson ( 1980) del proceso evolutivo. Según esa explicación hay dos aspectos en el proceso evolutivo, aquel en que Jos hechos se dan fortuitamente, por un lado, y aquel en que opera la selección, por otro lado. Los logros aislados pasan inadvertidos a menos que uno esté ''en cierto sentido preparado para el descubrimiento apropiado cuando éste se produce" (Bateson). " ••.arrancar de lo fortuito lo nuevo requiere algún tipo de mecanismo selectivo para explicar la Jlersistencia de la nueva idea" (Bateso~. 1980. pág. 49). La práctica de incitar a los miembros de la fami lia a prestar atención a los logros aislados crea una "disposición" a discernir nuevos "descubrimientos". En la medida en que esta práctica alerta a Jos miembros de la familia y los anima a buscar la explicación de contradicciones, no se la caracteriza propiamente como una práctica que "señale sólo hechos positivos". Como teaeeión ala incitación de atender a Jos logros aislados, Jos miembros de la familia eonciben nuevas descripciones de sí mismos, de lt>s demás y de sus ,tfilt8jiloae~~. En este proceso, el terapeuta no necesita convencer a nadie de &cJiec:onllpriomld<Jifre:Culentemenl:e auelas preguntas de influencia relativa ~iléljpitsm por Sí mismas cambios significativos que capacitan a tos rniemy a los terapeutas. Entiendo esto a la luz de la explicación Rd!~le Bateson para los hechos del "mundo de los seres vivos". _.,_,1BilteliODlQUieS15loconecemos el mundo en su descripción, que no nos ~~--liittéSible una percep¡::ión objetiva de la realidad y se complacía en citar la ~~~!O ií:finll8Ci6nde Korzybski: ..El mapa no es el territorio". ~;.~~tp~ji&. lBaltes<msostenfa que todos los nuevos hechos producidos en Mádl:r:d~ los seres vivas deberían considerarse como una respuesta a ltllad'-·oa""noticias" sobre diferencias. como una respuesta a distincioRUaiiBII'<nlin' nuevas descripciones; no como una reacción a fuerzas, lílibt:e1m1lmb;ós. Al suministrar dos descripciones diferentes4 del sí demás y de las relaciones y también del problema mismo, las iiiwl:oiit.. .!l.. influencia relativa permiten a los miembros de la ramilia distinciones, las cuales provocan nuevas respuestas. Sin embar<>o ' · ~ ' SI· b'len es ciertO J u · fl . una metáfora útil en una tera ia q~e .a 10 uen~Ia relativa" re~!fellelllll referir la opresión experimentd que lOe na a los mtembros de la familia a logros aislados que contradig: ~ a~ausa.del. problema y también adiscemir si bien la teoría de Bateson d n as escnpcaones saturadas de problemasy ' a una explic " d • terapia, todo esto dice muy po b 1 acJOn e los efectos de semejante coso re asmáse 'fi · enfoque que efectivamente establece 1 s~~~~ tcasnucroprácticasdel . n as _co.n tcwnes para hacer nuevas distinciones. Al considerar est · as miCropracticas me e é aquellas preguntas que ayudan a describí 1 .nfl . oncentr~W aquí en aei d uen.~Iaquelos miembrosde la fam ilia y sus relaciones tienen en preguntas estarán situadas dentro del cont:xt~ ~;:c~on del problema. Esas a una de.scripción de la influencia que a~ Ja y sus r~lac10nes en la permanencia del problema, incluyen a uellas re~u.ntas que tnstan a ~eleccionar logros aislados y aquellas que ali~ntan a os ~emb:os de la famtha a replantear su relación consigo mismos, con los demas, y ~lem~re con referencia a es-os logros aislados. . Al dtscuur J~s ca~a.cteríst!~as de este trabajo Yal observar entrevistas, varws colegas nuos h1cteron utlles comentarios y formularon importantes preguntas.5 Entre esas preguntas estaban las siguientes: 1: 1 ~an .I~gar tie:;~~~:o,:~;;:~= -¿Es el terapeuta quien impone esra segunda descripción a la familia como una realidad objetiva? - Si no es así, ¿cómo crea usted espacio para que los miembros de la familia consideren nuevas posioil.idades? - ¿Cómo ayuda usted a los miembros de la familia a que se manifiesten nuevas realidades? -¿Qué descripciones consideran más pertinentes los miembros de la fami lia? -¿Cuál es la estructura de estas nuevas descripciones? - ¿Cuál es la gramática de estas preguntas? El siguiente análisis da cuenta de mi intento de responder a estas preguntas. Explicaciones, redescripciones y posibilidades únicas Las preguntas que incitan a los miembros de la familia a reparar en logros aislados son recibidas al principio como algo extraño. Estas preguntas los desconciertan por las contradicciones inheremes a ellas y porque desc1,171 . 1conocimiento que tienen de sf mismos, de los demás y de bren 1ngunas en e '" -1· fi d . Elterapeutaapremiaalos mjembrosdelatamtlaa m eque 1 d 1 d loú su re ac1ones. 'tunndo ei Jooro aislado demro e contexto e a , dn e ., , . , · llenen esas 1:!!runas 1)SI ' atrón de he~hos y derivando así una. "expl!c~cJOn uru~ ' 2) as,'gnan o pi nificación o sentido a estas explicacwoes umeas y denvando ~SI de ellas g cnpc1one · · , ·cas·· del sí mismo· de los demás y de sus relacwnes, "redc um . . y 3) os fururos vinculados con estas redescnpc10nes e pecu1an do so bre hech . . ·umcas · d · do así ·•posibil idades únicas". Estas exphcacwnes, y envan . . · · redescnpc1ones Ypos"1b'1Jidades únicas se hacen den var dentro del. Sistema terapéutico y no son impuestas por el terapeuta. Gener~mente ex_h•~~n una riqueza y una complejidad que les faltaba a las antenores exphcacwnes, descripciones y posibilidades. , , Para situar el logro aislado dentro del contexto de algun patr~~ de sucesos, se hacen preguntas que ayuden a los miembros de la farruha a localizarlo en el tiempo y el espacio; esto lo asegura como parte de una secuencia que Jo hace inteligible, que le da sentido. Cuando el logro aislado se estructura dentro del contexto de un progreso, de un cambio, surge una explicación de los hechos en una determinada dirección: .. La diferencia que se dn a 1ravés del tiempo es lo que llamamos cambio". (Batcson. 1972. pág. 452). Esta dirección determinada que a menudo asume el perftl de un estilo de vida o de una trayectoria en la vida, implica acomecirruentos pasados y anticipa acontecimientos futuros mientras sugiere nuevas posibilidades y meta.<> valiosas. De modo que los logros aislados suministran el fundamento de explicaciones o historias o versiones únicas. Entonces hay que comenzar a hacer preguntas que insten a apreciar la significación de los logros aislados y de las explicaciones únicas atendiendo a redescripciones únicas del si mismo, de los demás, de sus relaciones y atendiendo a las conexas posibilidades únicas. Los miembros de la familia no mantienen una posición pasiva sino que desempe~an_ una parte activa en cuanto a generar estas nuevas explicaciones y redescnpc10nes. Generalmente, sienten su capacidad de dirioiresta nueva explicac!ón a medid~ que cobran conciencia de que produce~ sus propias produCCIOnes. a med1da que cobran conciencia de su propia conciencia . . A fin de hacer más accesible este proceso se registraron6 y luego se cla.'\1ficaron las preguntas que se hacen en este género de te rap1a. · La 'fi . 6 clas1 tcae1 ~de las preguntas que se detallan en este capítulo es el resultado de tal trabaJO. Al ofrecer esta clasificación no dejo de ver los peligros de 72 reificación de semejante siste)Tia. Para hacer resaltar el hecho d ¡ ·fi e que esa e as1 ICacJ 6n es un producto, y que "el mapa no es el territorio y el nombre no es ~a cosa nombrada" (Bateson, 1980, pág. 33) basta decir que mj práctica es flutda y que en la redacción misma de estas notas he ima"inado . á e ntaneras nuevas y qUJz más provechosas que este proceso de interrogación. Sin embargo, he co~probad~ que este empeño es eficaz y que ha suministrado a los que pra~tJcan terap1a familiar un instrumento de trabajo con el que pueden expenmen~ y alrededor del cual pueden construir nuevas posibilidades para los pacten tes y para ellos mismos. Una segunda descripción La anterior discusión de este enfoque estaba estructurada en términos de la estocástica de Bateson acerca del proceso evolutivo. Para exponer una segunda explicación de este proceso y con la esperanza de que las distinciones nos procuren un mayor grado de comprensión, he decidido enfocarla teniendo en cuenta analogías tomadas de la tradicional explicación interpretativa de las ciencias sociales . "En las ciencias sociales o por lo menos en aquellas que han abandonado una concepción reduccionista de su obje1o. las analogfas provienen cada vez más de las ideas de las realizaciones cullurales que de la manipulación ffsica: proceden del teatro, de la pintura, de la gramática. de la literatura. del derecho, del juego... Los instrumentos de razonamiento es1án cambiando y la sociedad se represenJa cada vez menos como una máquina elaborada o como un quasi organismo y más como un juego serio, como un drama incidental o como un 1exto de conduela·• (Geertz 1983, págs. 22-23). Específicamente. be de emplear esta tercera analogfa, la deltexto-''la más amplia de las recientes refiguraciones de la teoría social'·- en la segunda explicación del proceso de interrogación. 7 Esta tradición interpretativa explica la conducta humana y la interacción por la analogía de "lectOr'' y "escritor''. La médula de esta explicación es la manera en que las acciones presentan significaciones duraderas y el modo en que las pautas y cambios pueden interpretarse dentro de la interacción de lectores y escritores. Más particularmente he de referirme a la discusión de Bruner ( 1986) sobre el modo narrativo de pensamiento en la aplicación de e ta analogía del texto al proceso de formular preguntas. Al investigar el modo narrativo de pensamiento, Bruner considera-historias de mérito literario: 73 "Las hi 'toria' de mérito literario ciertamente se refieren a sucesos del. mundo • al' ~lo q~e hacen que ese mundo n:sulte nuevamente extt:u~o. lo redamcn de .::ob~o. lo llenan con lagunas que incitan al lector, .en el se nudo de Barthes. a rtinc en escritor en compositor de un texto vartu:al en respuesta al texto ~~~vo. En definitiva." es el lector quien debe c:s~ribir para sf mismo (~i<') 1~ que se rop<>ne hacer con el texto efectivo... El texto vartualllegn a ser una lu~tonn por su ~ueota y su car;1cter extraño mis~no e~ ~ólo un contraste c.o~ el ~et~lld~de lo · te que tiene el lector. Al paisaje ficttcao debe dárscle en ullama anstnncan una ~=:d' propia; ~se es el paso ontológico. Es em.onces cuando ~1 lec~or hace la prqunta interpreuuivadecisiva '¿Qué es todo esto? Pero lo que ~s e~~o . no es por supuesto el texto efectivo -por grande que se:a su fuerza hterana- sano que es el texto que el lector ha construido a .infl~jos del otro tex~o. Y ésa es la razón .p<>r la cual el texto real necesita la subordanactón que hace pQStble al lector crear una obra propia. Lo mismo que Barthes. creo que el mayor don que el autor hace :al lector es ayudarlo a convenirse en escritor... Y. más allá de Banhes. creo que el mayor don que el escritor hace al lector es convertirlo en un mejor escritor" (Bruner, 1986, pá¡s. 24 y 37). Esta "fonna" de historias de mérito literario corresponde a la "forma" de una terapia que hace manifestar logros aislados, redescripciones Y posibilidades únicas. De manera que podríamos investigar los beneficios de defillir una terapia de "mérito literario" en la que el mayor don que hace el terapeuta a las personas deseosas de someterse a la terapia es ayudarlas a convertirse en sus propias autoras. 3. A revisar Yrcevaluar la relación que uno mantiene COIIIS~IOli E!>tas pregunta:> alientan a los miembros de la familia a es¡Jeealll''l cuál~s car~bi~s de la experiencia de sí mismos acompañan IOSIOJ!:rG~lli'--~ y las expltcact.ones, redescripciones y posibilidades únicas. . " -L A re.vtsar Y a reevaluar la relación de uno con Jos demás. Baas pte.,u.mas ahcntan a los miembros de la familia a especular sobre cuálea cat~bto.s t~e su cxp~ri~~cia de los demás acompai'lan logros 6uicos. rcdt:scnpctoncs Ypostbtltdades únicas. . . No h~ de pres~ntar aquí las preguntas capaces de generar una descripcton ~e la mfluencta que el problema tiene en la vida y en las relaciones de los mtembros de la familia. En otro lugar {White, 1987), se han documentado estas P:~gunt~s. Pre~entaré preguntas capaces de ayudar a los miembros de la famtlta a dtscermr logros aislados, de situar esos logros aislados en el collt~xto. de u~a . pauta desanollada en el tiempo, a asignar sentido 8 exphcac10nes umcas y a especular sobre nuevas posibilidades. Estas son t~~as preguntas que incitan a los miembros de la familia a asignarsipificac¡on. Muchas de estas preguntas incluidas aquí son de estructura compleja. de manera que pueden fragmentarse a fin de facilitar la comprensión. Las f~rmas de preguntas expuestas aquf en modo alguno son exclusivas y lo Cierto es que fue muy difíciJ decidir cuáles formas quedarían excluidas deJa presente discusión. 8 Preguntas sobre logros aislados Las preguntas representadas en las siguientes categorías toman varias ~·Tenemos aquellas preguntas que incitan: l . Ala selección directa de logros aislados, a la derivación de nuevas ;~p)ij*ioa:es. a la atribución de redescripciones únicas y posibilidades "'';lbdc:as. Estas preguntas alientan a los miembros de la familia a especular sobre sus propias percepciones y a recibir más directamente sigoificaciones p. de olnunanera, habrían pasado inadvertidas. 2. A la selecc:ión indirecta de logros aislados, a la derivación de ~~leldniicas, a la atribución de redescripciones únicas y a posibili~......... Estas preguntas alientan a los miembros de la familia a !lllltl<llbrelas percepciones de otras personas, incluso las percepciones ~-áy!suscol1egas.Esto les permite guiarse porel "código" de otros Milnlii<o interpretar significaciones que de otra manera se habrían Tambi~n incitan a los lectores y a los oyentes a promover conbibuyen a la pennanencia y consolidación de las nuevas '·La aplicación imaginativa del modo narrativo conduce... a buenas historias. a dramas emocionantes, a relaciones históricas... creíbles. Se refiere a las intenciones y acciones humanas y a las vicisitudes y consecuencias que representan su curso. Esa api icación aspira a colocar sus milagros atemp<>rales en los casos particulares de la experiencia·· (Bruner. 1986, pág. 13). Las preguntas sobre logros aislados incitan a los miembros de la familia a discernir aquellas intenciones y acciones que contradicen la descripción saturada de problemas de la vida de la familia, esos "milagros atemporales" que de otra manera pasarían inadvertidos. Esta situación redefine la relación que tienen los miembros de la familia con el problema. Las preguntas pueden utilizarse para que se manifiesten logros aislados situados en la narración histórica de sucesos, así como logros aislados siruados en la interacción de los miembros de la familia y del terapeuta durante la sesión. Wfdbi'les. 75 Preguntas relath·as a la expUcad6n 6alea -¿Puede usted recordar una ocasión en la que pudo caer en el problema pero no cayó en él'? -¿Puede usted recordnr una ocasión en la que John estu vo a punto de sucumbir al problema pero en cambio logró reaccionar y sobreponerse? -¿Puede usted recordar un momento en que su rel ación era ad versa y podría haber culminado en un problema. una ocasión en la que, sin embargo. usted se rehizo y evitó el problema? -¿Puede usted recordar un episodio en el que sus padres tenfan opintones di vididas sobre un problema y que, sin embargo, luego lograron unirse Yoponerse a la influencia de ese problema? -¿Puede usted reconocer alguna ocasión en la que su resolución de eludir el problema era tal que casi logró li berarse de su dominio? -¿Puede usted identificar una ocasión en la que el propósito de Sally de escapar a la opresión del problema era de tal condición que ella casi lo supera? -¿Puede usted identificar algú n incidente durante el cual se sentía más preparada y fuerte y casi no se doblegaba bajo el peso del problema? - ¿Le sorprende descubrir que fue usted capaz de escapar al dominio de su estado de ánimo en esta reunión y de responder a algunas preguntas? - ¿Le sorprende hasta qué punto Harry fue capaz de desafiar el problema y mantener una postura propia en esta reunión? Pregllntas indirectas - ¿Segi1n usted, ¿qué parte de los hechos que refirió me dice que usted todavía tiene cierta influencia en la perduración del problema? -¿Puede comprender mi sorpresa al ver que usted hizo semejante contribución en esta circunstancia? -¿Qué aspecto de estos nuevos cambios cree usted que a mis co legas les parece más impresionante? -¿Piensa usted que ellos podrían considerar una negati va de su parte a cooperar con el problema durante este episodio? -¿Qué cree usted que Fred pudo haber advertido que le sorprendió sobre el modo en que usted enfrentaba la relación? .-ED vista de la historia de la prolongada influencia del problema en su relac.tón. ¿qué cree usted que me sorprende al considerar su relación en esta OC8SIÓn~ . ¿esún u~lcd ¿qué ébpe<:lo de su relación ha podido despenar esta vez la cunosuiad de m1s colegas? 76 ··...Ja h.istoria debe generar dos panoramas simul de acc16n en el que Jos element~ co . . Wleamente. U.Oesel,._llit · . u• nstUUti\IOS son lOS e•~- ..t.. )a............__ agente. mtenc•ón o meta instrumento . """"'-'"" 'gram6tica de la hiMoria".'(Bruner. 198 ~~~~C:::~: algo que CCim:lpOnde a la ¿, Las .p.reguntas re~erentes a la explicación única instan a los miembros d e la fa mtha a darsentJdoal logro aislado local'zá d 1 de 1 d • ' n o o ntrodeunapauta oc ase esuce sos que estánrelacionados eneltiem 1 . · ¡ d á po Ye espacao. Los logros a •s a os e st . n estruc turados en el •·panorama de acción". ~stas p~e~untas historian los logros aislados, emplean unagranWicade cam~JOs dec tstvo s y progreso e incitan a relatar la historia al relaciOnes. person Yde las Preguntas directas - ¿Cómo logró usted dar este paso? -¿Quiere ayudarme a comprender cómo pudo superar el problema? -¿Qué le parece que podría haber estado haciendo usted a fin de prepararse para dar este paso? - ¿Cuándo se dio usted cuenta por primera vez de que debía tomar la decisión de ser audaz y emprender algo nuevo? -¿Qué cree usted que ocurrió en la preparación de John para llegar a esta realización? - ¿De dónde cree usted que Fred sacó la idea de experimentar con un nuevo estilo de vida? -Si este ejemplo de haber eludido el problema es una guía que lo orienta en una nueva dirección, ¿qué le dice a usted esa guía sobre la naturaleza de esa nueva dirección? - ¿Qué otra cosa advirtió usted que pudiera decirle algo más sobre esta nueva dirección? -¿Qué clase de entrenamiento practicó usted para preparar a su relac:ióa a declinar la invitación a cooperar con el problema? -Si este era un cambio decisivo para su relación, ¿qué otrOS hechos más recientes podrían sugerir que usted estaba consolidando un nuevoc1m0de acción? -Considerando las cosas retrospectivamente ¿cómo ve usted el ~xito que obtuvo en esa ocasión? ¿Lo ve como un éxito que satisface las esperanzas Y aspiraciones de su vida? 77 Preguntas indirectas 8 -Según usred. esre logro entendido como una gufa decisiva. ¿qué me dice ml sobre la naruraleza de su nueva decisión? . . ? - de usred que mis colegas puedan constderarlo un. htto. -c.·Comp.~n -¿~clase de trayectoria en la vida cree usted que estoy asoctando con ese hilo? -¿~cree . 'fi . . 1 d usred queJes parece más stgm tcauvo a mts co egas e ese Cllllllio decisivo? -·Qu6 cree usred que esla contribución me dice sobre la manera en que 8sled orientándose en una nueva dirección? . -¿Qu6 cree usted que su intención de superar el problema le dtce a Mary tobrelaiiiiiiCraen que U$1ed está tratando de dar una nueva trayectoria a su vida? esd Preguntas relativas a la redescripdón única "El 01r0 panorama es el panorama de la conciencia: lo que aquellos entregados a la acci611 conocen, piensan o sienten o no conocen, no piensan o no sienten". (Bruner, 1986, pq. 14). -¿Cuál de las realizaciones que acompañan esta nueva imagen de Hany parece a usted más atractiva? -.El haber abandonado con éxito su antiguo modo de ser, ¿qu~ le dice sobre su re lactón que usted pueda admirar? :-:-¿Qué es lo que conoce usted ahora sobre su relación que le hace desear una conex10n mayor con esta nueva dirección? Preguntas indirectas -¿Qué ere~ usted que estos nuevos cambios me dicen sobre usted como persona y que es tmponante que yo conozca? -~Cómo cree que ha ca~biado la imagen que tengo de usted como persona? -c.Qué cree usted que m1s colegas han descubierto sobre su capacidad que de otra manera habrían pasado por alto? :-¿Qué cree que esto podría decirle a Janc sobre usted y que ella pueda aprec1ar? -¿Qué aspectos de su relación piensa usted que son ahora visibles para los demás, aspectos que habríamos pasado de otra manera por alto todos nosotros? -¿Qué cree usted que esto me dice sobre su relación que yo puedo apreciar? -¿Qué pudo advertir Ji m sobre la capacidad de resolver el problema de su relación que hubiera sido algo nuevo pa~a él? Las pre¡untas relativas a la redescripción única, estimulan a los miembros de la familia a dar significación a los logros aislados y a las Preguntas referentes a la relación con el sí mismo ~.tUiiaiCÍc:IOeS dnicas mediante la redescripción de sí mismos. de los demás relaciones. Estas preguntas incitan a los miembros de la familia a dominio de la conciencia y a hacer que se manifiesten otros !:lnDenttiS:9 le da a usted sobre sí mismo que resulte imponante que yo .~~-.r.(W le informa esto acerca de las cualidades de Jane que de otra manera coaociclo? ~:-&~!D61e clicc esta nueva dirección sobre aspectos de su relación que a usted decluaaestos descubrimientos sobre la relación de sus padres que a usted 1e le hubieran pasado por alto? ' la nueva imagen de sí mismo que acompaña esta nueva a su persona más que la amigua imagen? ¿por- esta imagen cuadra más a su persona? _,_.,,,_._. de IU penona lo lleva a creer que esta nueva dirección se a U8led que la antigua dirección? -¿Qué le parece oírse decir que usted tiene autoridad sobre sí mismo? -¿En qué medida saber esto sobre usted influye en la manera en que se percibe a sí mjsmo? -¿De qué modo estas nuevas realizaciones suyas influyen en su capacidad de respetarse a sí mismo? -¿Qué efecto tiene su determinación de no cooperar con el problema en la actitud respecto de usted mismo? -¿Cómo esta nueva imagen de sf mismo modificó la manera de estimarse como persona? Preguntas referemes a la relación con los demás -¿Cómo estos descubrimientos acerca de la influencia que usted tiene en la perduración del problema afectan su rel.ación con Sandra'! -Saber esto sobre Paul, ¿qué efecto tiene en su relación con ~1? -¿Según usted, la significación de estos cambios en la relación de sus padres ¿afecta la interacción que mantiene con ellos? 79 Pre.guntas sobre posibilidades únicas ··...es como si se lanzaran a un viaje sin mapas ... y sin embargo e llos poseen una cantidad de mapas que podrían dar indicios; ad~más saben mucho sobre viajes y mapas ... Con el tiempo. el viaje se convierte en una cosa en sí mis ma por más que su forma inicial haya sido lomada del pasado" (Bruner. 1986. pág. 36). Las preguntas referentes a posibilida des únkas incitan a los mie mbros de la familia a especular sobre e l futuro pe rsona l y de sus re lac io nes, lo c ua l está relacionado con explicaciones únicas y redescripciones únicas. Estas preguntas alientan a los mie mbros de la familia a investigar otras versio nes posibles del yo y de sus relaciones, a descubrir qué nuevos y valiosos destinos o metas podrían acompañar las e xplicaciones únicas y las redescripciones únicas, y a descubrir qué indicios estas versio nes alte rnativas podría n suministrar sobre posibilidades futu ras y sobre los pasos es pecíficos ofrecidos por esas posibilidades. El análisis de estos pasos más específicos o inminentes generalmente está acompañado por un debate sobre la disposic ió n de los miembros de la familia a dar el paso s ig uiente. Durante este proceso e l nuevo rumbo se convierte en una "cosa: e n s f misma", parece cobrar vida propia y poseer un impulso propio. Preguntas directas . -¿De qué manera conocer esto sobre sí mismo influye para que dé el próx1mo paso? - ¿Cuáles son algunas de las posibilidades que podrían impulsar a Jason en una nueva dirección? -¿En qué medidacree usted que esta nueva concepción de su relación pueda afectar su futuro? -¿Qué posibilidades cree usted ahora que tiene la relación de Sarah con su padre? . -Puesto que ~e parece a usted atracti va esta nueva imagen de sí mismo t.Cómo podría adhenr más a ella? ' . -¿Qué nuevas posibilidades tendría Fred si éste adhiriera más a la nueva Imagen que usted tiene de él como persona? -·Cómo afect ~ 1 por esta<.nueva imag:: :~sr~l=~i~n~ara el futuro la atracción que usted siente -Si usted aceptara plena · mismo ¿cuál cree que serl~a su pmóe~te estos nuevos descubrimientos sobre sí ' . . r x1mo paso? d . - Pomendo cu1dado en no adelant cree usted que estaría preparado para . arse emaslado al programa, ¿cuándo tntentar ese paso? 80 Preguntas l11dlrectas ~-Sabiendo lo que ahora sé sobre usted, ¿q~ posibilidades podna prever para usted inmediatamente? aee que yo -¿Qué cree usted que estas realizaciones dicen . ' bl a mis colegas acerca de las nuevas direcciones que ahora le son a . cces1 es a usted? -<. Qu: cree que a Jane le parece alentador acerca de las nuev . .. esta nueva imagen de usted asposlblhdades que acampanan . como persona? - Habiéndome enterado de este nue\'o conce to de . cree que mis colegas consideran accesibles para u:ed? su relación ¿qué paso~ . - ¿ Puede apreciar algunas de las nue vas posibilid~de uene para reconstruir su relación? s que yo creo que usted - Habiendo cobrado un nuevo respeto por su relación . . .t,quépasos plensaque yo preveo como posibles para usted? Preguntas referentes a la relación con el sf mismo -¿En qu~ medida apro~echar algunas de estas nuevas posibilidades uede afectar la relac1ón que usted uene consigo mismo? p -~Có~o cree que explorar las nue\'aS oportunidades que acompaaan esta nueva d1recctón afectará la apreciación de usted mis:mo como pers ? Có ona . -¿ ~o af~c~tará la realización de algunos de estos pasos el grado de holgura y sausfacc10n que usted experimenta consigo mismo? Preguntas refe rentes a la relación con los demás -¿En qué medida esta nueva visión de sí mismo afectará su relación con John? - ¿Qué efecto tendfá en su interacción con Sarty el hecho de que ella siga algunas de estas nuevas posibilidades? - ¿Cómo los hechos futuros de la nueva trayectoria de la relación de sus padres afectarán la interacción que usted mantiene con ellos? Conclusión He procurado preseJltar un compendio del proceso de interrogar; lo he hec ho ape lando primero a la explicación estocástica que da Bateson de la evoluc ió n y. luego, a la analogía con e l texto tomada de la tradicional explicación interpretativa de las cienc ias sociales. con especial referencia a la contribuc ió n de Bruner. He dado una pequeña muestra de preguntas de varias catego rías para mostrar algunas de las posibilidades que ofrece este compendio. Todas es as preguntas necesitan modificaciones según la 81 . d zcu en las respues tas de los miembros de la retroalimentación que se pro u ' '. . d'o f¡ T ami la. ~ 'be la terapia como un contexto de curioslda Y Este enroque concl . ., d s d un empeño cooperativo Y una mdagactOn e nueva asume la forma e . , d 'recciónúnicaenlaque losmiembros 'bTdades Laterap1atomaas1 una 1 :S~ ;a:nilia ~o incitados a poner al dfa al ter~peuta en cada sesión sobre el 9 . ~luchas de las respuestas dadas a estas preguntas pueden vincularse GOit dc>cr:pdoncs yuxtapuestas que genernn las preguntas de influencia relativa. Porejallflr. ··¿Le dice a usted esto que se ha fortalecido y que el problema se ha debilítado o que ti problema se fortaleció y usted se debilitó'?" o "¿Le dice a usted esto que es una~ para sí misma o es más una persona para los demás?" Debe hacerse hinc:apii en las distin: iones y, entonces. se suscitan nuevas respuestas. 1O. Otro enfoque de la terapia entendida como contexto de curiosidad se enconU'llñ en Cecchjn (1987 ). cambiante cuadro de sus vidas y de sus relacaones. Referencias bibliográficas J Es una p!Xtlca cultural divorciar los problemas de s~s re~acioncs sociales y · • Pueden identificarse dos fases en la htstona de este proceso =~ :~). La primera fase comprende práctica~ divi~orias que separan a las de las demás y las objetivan al asignarles una tdenudad: La: segunda. ~ase personasnde la objetivación del cuerpo de la persona mediante la locahzactón ?' clastftca=~ penurbaciones. Las preguntas de influencia r~laliva utilizan la prácuc~ cultural ele objecivacl6n frente al mismo. al objetivar y extemahzar problemas (véase Whtte 1987) y uf se opoaen a la objetivación de las personas. La e~temalización de problema.s Y de contextos de problemas y especificaciones de personalidad constuuyen el comemdo de aa f'uturo c:ap(tulo y, por lo tanto, no he de tratar aquí el tema. 2. Hellomadoestaexpresión de Goffman (1961). Steve de Sha~er y su~ cole~as del Brief Flmily 1berapy Center de Milwaukee, prefieren hablar de excepciOnes ~ las e:qnsiooes son iaterumbiables. La idea de excepciones evoca "personas exce~tona­ lea" y la de !.op's11islados o únicos evoca "personas únicas". Es un placer trabaJar con amlltls_ cooccptos. . d' . .. ( 1 logros liSiados como "contra tccto.n es en e tlllllido di oposiciones), pero aquC se trata de un orden de descripción diferente que Qlilllibije el tema central de un capítulo de próxima aparición que redactaré con la 3. Tllllbl6a be denominado estos co1Uoaci6D de David Epston. 4. Como veremos clespu&, sería más correcto declarar que las preguntas de iliif!MN:!a dlldva lllSCitan descripciones múltiples. 1.-lftiUIItiS y peuetnntes comentarios de Karl Tomm me resultan panicularr;!'7llfiiií1kll'es para llepr a una articulación más clara de este proceso de interrogación; ......._me fueron muy dtiles sus conceptos de "dar nacimiento a nuevas realidades" y "abrir tlpiCio a nuevas posibilidades". Tambi~n debo agradecer a David Epston sus ClllllellllriGs que me ayudaron con sus 6tiles conexiones y a Catherine Munro quien r..l6 alpus lftiW!tiS imponantes que me hicieron reelaborar y reevaluar las ~,;~;::::!de~lllftueocia relativa; no necesito decir que esas preguntas y comentarios ~ al desarrollo de este trabajo. b_~...i!~C::i~~t-•(Jray me prestó valiosa ayuda al observar entrevistas y al registrar mis Ull periodo de seis meses. Tambi~n repas~ "viejas" entrevistas Bateson, G. 1972: Steps toan Ecology of Mind. Nueva York, Ballantine Books. Bateson. G. 1980: Mind and Nature: A necessary unity. Nueva York, Bantarn Books. Bruner. J. 1986: Actual Minds, Possible \Vorlds. Cambridge, Mass, Harvard Uaiversity Press. Cecchin. G. 1987: " Hypothesizing, circularity, and neutrality revisited: an invitation to curiosity". Family Process, 26:4. Epstoo, D. y White, M. 1985: "Consulting your consultant's consuhants". Proccedings of The Australian Family Therapy Conference. Melboume, V.A.F.T. Epston. D. 1986: "Writing your biography". Case Swdies, 1: l . Foucault, M. 1965: Madness and Civi/i¡;ation: A history of insaniry in the age of reaso11. S' ueva York, Random House. [Versión castellana: Historia de la locura en la ipoca clásica. 2 vols. México, FCE, 1979.] Foucault, M . 1973: The Birth of the Clinic: An archaeology of medical percepriort. Londres Tavistock. Geenz, C. 1983: Local Knowledge: Ftmher essays in interpretar/ve anthropology. Nueva York, Basic Books. Goffman, E. 1961: Asylums. Nueva York, Doubleday. Penn. 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" White, ~t. 1987: " Family therapy y schizophrenia: addressing tbe ' m-the-comer hfestyle · Dulwich Centre Newsletter, primavera. 83 4 Terapia familiar Y.esq~izofre~!a El estilo de vida de "sentuse arrmconado Este capítulo presenta una Jl(crspectiva sobre la esquizofrenia que L) pone éofa~'is en la naturaleza socialmente producida de su desarrollo. 2~ se co~centra eo as descri iones de sí mismas que hacen las pe_rsona~ ~~agnosucadas como · ~-' ·e·• y que sienten la extraordinaria •mpos1b1hdad de llegar a ser CSQUIZOm;nl · · · ·6 d 1 S personas y 3) utiliza una metáfora cibernética para delinear la part•c•pac• n e o miembros de la famili:t alrededor de este problema. . •. Se dan con algún detalle ejemplos de intervenciones que ~e han pare~1d0 uules. Esas intervenciones socavan la sensación de fracaso que sumten los m•e~bros. de la familia pues se los ayuda a 1) oponerse a los efectos de suje_ció.n d~ la clas• f~cac16n científica y del juicio oormalizador. 2) a eludir el sistema d:.mc•ta~IOn~s rec1procas que presta apoyo al estilo de vida de "sentir~e. arrincon~d~ , 3) a •den u ~car logros lisiados que contribuyan a una nueva y pos1t1Va descnpctón de uno m1sm~! 4) a esllblecer un nuevo contexto en el caso de recidivas, contexto que mmga la sensación de deterioro. La esquizofrenia La mayor parte de las personas diagnosticadas como esquizofrénicas que me fueron derivadas o fueron derivadas a los equipos que yo consulto, bacía tiempo que habían recibido ese diagnóstico y la mayor parte de ellas eran consideradas como casos "crónicos" con síntomas "positivos duraderos"(alucinacioneseilusiones) y sfntomas "negativos" (retraimiento, apatfa, etc.); esas personas sufrían frecuentes recaídas. Casi todas ellas habían sido tratadas con tranquilizantes durante un tiempo considerable y entonces se manifestaron los efectos secundarios de una tardía disquinesia. En el desarrollo del enfoque esbozado en este capítulo, he aceptado ese diagnósticopreviode.esquizofrenia C()n el fin de definir el grupo de personas Ylas familias paraquienes este trabajo pudiera ser pertinente. No me interesé particularmente por laclasificación o reclasificación de esas p,ersonas según el sistema de inteligibilidad predominante que llamamos clasificación psi•Publicado en el Dulw/ch Ce m re Ntwslerter, primavera de 1987. quiátrica. Para mi, la base social deesefenómenoquellamamosea;pá:rlllilli e~tá ~n el dominio específico de poder/conocimiento que la ~~rot:IUc:e. JS.Dl s•g_m~ca que yo n~ crea que exista una experiencia personal muy afltcu va que se des•gna como esquizofrenia. Me interesa en cieno modo la historia social de esta forrnadecluificación, sus orígenes culturales y las consecuenciaS"que derivan de ella Cuando se acuñó el término esquizofrenia, éste era sinónimo de mal crónico incurable y de deterioro (como lo era su predecesora, la expresión demenci~ precoz). Este concepto echó profundas raíces en los sistemas de creencia tanto de los dominios laicos como de los dominios profesionales.l y estas creencias sobre la esquizofrenia perduran en la esfera de lo que Gellner ( 197 5) ha llamado "sistemas de pensamiento tradicional" o lo que EvansPritchard ( 1976) ha designado como ..rígidas creencias implícitas". Gellner afirma que los sistemas de pensamiento tradieional,adifemJcia de los sistemas de pensamiento moderno que se basan en principios y en conceptos intelectuales explícitos. se articulan implfcitamente y están insertos en la conducta, la cual se considera como parte del orden natural de las cosas y, por lo tanto, no requiere ninguna explicación. El hecho de que semejantes creencias no estén explícitamente articuladas las hace muchomá generales, profundas, compulsivas y resistentes a cualquier cambio.' Evans-Pritchard, al llamar la atención sobre la tenacidad de esas creencias, muestra cómo los intentos que se oponen directamente a ellas para indicar sus contradicciones o para presentar concepciones diferentes, generalmente sirven sólo para reforzar dichas creencias. A las personas que participan en una esfera particular de creencias rígidas e implícitas les resulta sumamente difícil explicar sus propias experiencias sin recurrir al idioma de tales creencias. Dentro de esa esfera las experiencias se ordenan segán creencias que en general no son accesibles al intelectoconscientealosefectos de su examen crítico. La esquizofrenia como clasificación científica se prefirió ademeacia precoz, porque el vocablo podía transformarse en un adjetivo capaz de objetivar a la persona asi clasificada, de suerte que ahora podía hablarse de una persona •·esquizofrénica" (Bleuler, 1950). La esquizofrenia no sólo estaba dentro de la persona sino que ocupaba la totalidad de la persona Y constituía la identidad total de ésta. Foucaull (1975) identifica la clasificación científica de personas como una práctica cultural en virtud de la cual el. cuerpo se convierte en una cosa y la docilidad de éste es el resultado.. Al considerar la naturaleza compulsiva de los sistemas de pensanuento tradicional y las consecuencias de la práctica de la objetivación de personas 8S 1 'fi c'ón científica podemos especular sobre los aspectos mediante la e aodsl IC~d~s del curso de deterioro propio de la esquizofrenia. 1 as dan socialmente pr ucJ espeallación se ve fortalecida por la proposición de que as person , =do a los sucesos y experiencias de su vida relacionándolos con algun relato personal.• .almenle estructura sucesos de manera tal que éstos muestran, coherencia y. segundo. un sentido de movimiento o de ~recció~ a uav~s del tiempo." (Gergen y Gergen, 1984, pág. 174-175). ~=~::C~xión 0 De esta manera los hechos de la vida se interpretan ensamblándolos: de modo que correspondan a algún fin proy~ta~~ o a ~gun,a. meta. S1 el concepto de esquizofrenia contiene creenc1as ng1das e 1mpl~c1tas so~re lo c:r6Dico y el deterioro, si la clasificación cientffica prOduces uJetos _dóc1les Y ·1 ·n,........,.,,.ción de sucesos actuales está en cierto modo detemunada por SI a 1 ~y·~ · · be · el futuro, luego la naturaleza social de la esqUJzofrema de eJercer una poderosa influencia en su desarrollo. Etiología y cura Durantelarealizacióndeestetrabajo,mepreocupépocoporlaetiología de la experiencia clasificada como esquizofrenia. Si bien me son bastante ~~~liarl"varias teorías etiológicas diferentes, no he experimentado ningún de participar en el debate. No siento ningún gran entusiasmo ni una lllcal• atracción por alguna proposición específica (incluso aquellas que proponen la causalidad en la interacción y en la comunicación). yo niegue la idea de que existen aspectos biológicos de ~-~~ilbl::ooiGqtJeniegueque los productos químicos puedan ser útiles para mal. Las teotias sobre la etiología de la esquizofrenia suelen ser .~illtllllaires y conclusas en sí mismas. El lector encontrará una excelente de las diversas teorías y una crítica de éstas en el trabajo de Barren lb~~dzo¡;lbretlia and personbood" ( 1987). l!~!ift1~No'hec:esitodlecirQ\Ie en eldesarrollo de este trabajo no me he apoyado ~itJPIPmave~~i6>nestal)lec:idade la etiología de la esquizofrenia. Mi interés •lóleccmcentlróen la perduración de ciertos problemas en el tiempo, que he llegado a asociar con ese estilo de vida de "sentirse ,~~===:··Esos problemas rara vez comprenden alucinaciones o engaño! sino que son problemas propios de la vida misma. Se dan en la ~!l;;::::::::=~~~lapersonadiagnosticadacomoesquizofrénica B miembros de la familia, especialmente los padres. De lasfamiliasquehevisro y en.las q~1ehabía un miembro esquizofrénico según el diagnóstico, los padJa al d1scuur los problemas de su hijo/hija habitualmente hablan de la afición a permanecer en la cama a horas irregulares. de la falta de atención a la higiene personal. de episodios de antagonismo contra otros miembros de la familia, de una ap_ar~nte alergia a los quehaceres domésticos y de una desesperan~a y pas1v1da_d generales. A veces los miembros así diagnosticados se qu:Jan de expenmcntar una sensación de futilidad y parálisis, de fracaso e mcompetencia y otras veces se lamentan de la injusticia, de la desdicha de ser insignificantes. Si la persona en cuestión estuvo internada en hospitales, es probable que su estilo de vjda de "sentirse arrinconada" contenga detalles sobre el consumo crónico de estupefacientes y/o alcohol. Teniendo como interés primario la perduración de ese estilo de vida de "sentirse arrinconado", presté también escasa atención a la cura misma de ese fenómeno que llamamos esquizofrenia, así como presté escasa atención a su etiología. La persona A lo largo de estas notas me referiré a las personas que fueron diagnosticadas como "personas esquizofrénicas". Habitualmente estas personas presentan varios problemas que tienen que ver con lo que generalmente se relaciona con el curso de deterioro de la esquizofrenia. Las más de ellas se manifiestan como "pasajeros" de la vida y declaran su desesperanza sobre el futuro, o bien dicen que ocurrirá algún acontecimiento asombroso y fortuito que les permitirá concretar su plan de llegar a ser un astronauta o un explorador del Polo Sur. Las preguntas sobre detalles actuales de la vida de estas personas habitualmente generan descripciones de un estilo de vida de "sentirse arrinconados". Por otro lado. se ha llamado a esto también "carrera o trayectoria". ··Tradicionalmenle el término carrera se reservaba para aludir a quienes esperaban gozar de promociones en la trayecloria de una respetable profesión. Sin embar¡o. el término llegó a emplearse en un sentido más amplio para referirse a la posición social de una persona en el curso de su vida. Así se loma la perspectiva de la historia natural: los logros aislados se pasan por alto en favor de cambios producidos en.el tiempo y considerados básicos y comunes a los miembros de una caregoria SOCial aunque se dan independiememenlc los unos de los olros." (Goffman. 1961. pq. 127), opresivos, asr como los sienten tos demás 87 En el caso de las personas situadas en esa carrera o trayectoria. la única noticia de cambios en sus vidas y circunstancias que ellas puedan señalar para perdurar, es la notjcia que pueda insertarse dentro de la red de supuestos. premisas y expectativas relativas a los miembros de esa específica categoría social. Siguiendo a Bateson (1972) he llamado a esa red un sistema de limitación (White, 1986a). La noticia de logros aislados se "olvida o se desdibuja... los mensajes cesan de ser mensajes cuando nadie puede leerlos·· (Bateson, 1980. págs. 50-51). En respuesta a las preguntas que alientan a las personas a explicar su situación, habitualmente ellas refieren variaciones del "cuento triste". '"Según la etapa que una persona ha alcanzado en su trayec10ria. uno comprueba habitualmente que ella elabora una imagen del curso de su vida -pasado. presente y futuro- que sclecciOoll, abstrae y deforma las cosas de manera tal que le suministran una visión de sf mismo que útilmente proyecta a situaciones actuales. En términos muy generales, la línea defensiva de la persona la lleva a alinearse apropiadamente junto a los valores básicos de su sociedad y esto bien puede llamarse una excusa. Si los hechos del pasado y del presente de una persona son extremadamente deplorables, entonces lo mejor que ella puede hacer es mostrar que no es responsable del estado a que ha llegado. de manera que aquí la expresión 'cuento triste· resulta apropiada. Es interesante comprobar que cuando el pasado más fuerza a la persona a alinearse aparentemente junto a los principales valores morales. con tanta mayor frecuencia esa persona se siente compelida a referir su 'cuento triste' en cualquier parte en que se encuentre" (Goffman, 1961, pág. 151 ). Puede argüirse que los "valores básicos" aquí mencionados se refieren a las nociones culturalmente producidas sobre la especificación de la persona]jdad, una especificación que es en alto grado individualista. Foucault ( 1979), al trazar la historia social de los modos en que los seres humanos son sometidos, discurre que esa especificación de personalidad tiene que ver con el ordenamiento y distribución de los seres humanos en el espacio para convertirlos en "cuerpos dóciles". Según Foucault, esa especificación es el resultado de una técnica disciplinaria llamada "juicio normalizador'', una técnica de sujeción y control sociales derivada de la distribución de las personas alrededor de una norma. Esta especificación, en alto grado individualista de la personalidad, pone fuerte énfasis en criterios normativos tales como coherencia, consistencia, posesión de sí mismo, contención de sf mismo, automaximización, autonomía, productividad. integración, totalidad, e~c. Foucault también sostenía que el juicio normalizador somete y desc~fica el poder personal, tanto más cuanto que no suministra puntos fijos en vLrtud. de los cuales las personas puedan formular sus propios juicios, puntos fiJOS alrededor de los cuales las personas pueden protestar. 88 ~a sujeción a este proceso de normalización hace que la pe cxpenmenta · rsoaa que . .ese fenómeno clasificado como esqua·zofren·aa.stentacomowa extraordmano fracaso el no llegar a ser una pe E . rsona n respuesta a esa sensactón de extraordinario fracaso, la persona en cuestión desarrolla una elabo.rada y ~xtensa urdimbre de excusas que es su cuento triste y t el estilo de vtda de ·•sentirse arrinconado" se hace máscomp1eto.,en onces, La familia L.os parientes de la persona en cuestión y particularmente los padres, en la m_ed tda en que acompañen a esa persona en el curso de deterioro de su vida. se ~tenten cada vez más responsables por haberla <lescuidado. Cuando ese estilo de vida de "sentirse arrinconado" se extiende, los parientes se hacen más activos para obrar en favor de la persona. V entonces, llega a ser abrumadora la experiencia de los miembros de la familia que se adhieren a la idea de que la· persona en cuestión no es una personas. Generalmente, puede discernirse una dirección en la cual. inadvertidamente, los miembros de la familia colaboran en la perduración del estilo de vida de "sentirse arrinconado". "Sobreviene un drástico cambio, pero nosotros nos acostumbramos al nue\·o ~lado de cosas antes de que nuestros sentidos puedan decimos que se trata de algo nuevo ... No es cuestión de poca monta el hecho de que nunca nos demos cuenta del rumbo que toman nuestros cambios de estado" (Bateson, 1980). Este es un rumbo al que los miembros de la familia se acostumbran progresivamente y aceptan la situación de deterioro. Generalmente, los miembros de la familia no advierten ese rumbo y son incapaces de detectar la diferencia que hay entre el grado en que están participando en ese estilo de vida en un momento dado y el grado en que lo están haciendo en otro momento. En este proceso, los miembros de la familia llegan a los límites de su flexibilidad y experimentan crecientes sensaciones de frustración, impotencia y fracaso. La metáfora cibernética de la retroalimentación puede invocarse para ayudar a describir los elementos específicos del sistema enque se.susten.ta el estilo de vida de "sentirse arrinconado". Según esta metáfora, la ctreulandad es un fenómeno fundamental de todos los sistemas. ··cabe e•perar nue los sucesos en cualquier posición del circuito tengan efecto en ' ~ . - (83reieD 1 97~ todas las posiciones $Obre el circuito en momenros postcnores · · -· pág. -1~). 89 La circularidad propone una recursividad en to~os los sistemas. cn l ~s . retroalimentación sobre sf m1smos. 1dcn11. . Bateson . . que Jos sucesos eJercen 6n. . . de l'mentacióncomocircuitosquelimnan la mterncc1 1 fica JosclfCuttos retroa . b 1 duraderos · en una parte del . s1stema de en E ser 1 puesto que 1os cam b'os Ststema mayor. n os . s de los cambios producidos en el · d comp1ementano . d . s•es· posibledescribiresta circulanda . como un· ·d SIStema e s1.stemas humano · · · • ocas que• inadvertidamente, son tanto em111 as corno JRCJtacJOnes rec1pr respondidas. f T Cuando se delinea la interacción de los miembros de la am1 ta e.n to:no de la esquizofrenia con esta metáfora, se hace evidente una caractenzactón como la que sigue: El cfésarro)lo de Ja red de excusas necesarias para prestar apoyo al "cuento triste", incita a los padres a adoptar una actitud más tolerante en cuant~ a las e sas y a sentirse más responsables por la vida de la persona en cuest16n. A ex u que los padres se hacen más responsables son, tamb'. • t"bles medida ~~~· mas suscep t 1 1a censura y más vulnerables a la experiencia de la culpabthdad. Esa vuln.erabilidad a la culpa, a su vez incita a la censura por pane de .la person~ q~e a~1gna a los padres una condición de "pasajeros" en la vida. Este SJSt~ma de mcuac1ones recíprocas refuerza con el tiempo la polaridad entre lo trresponsable Y lo superresponsable. A veces, es.te ciclo se desorganiza moment~eamente c~~ndo la frustración que experimentan los padres les provoca un estallido de hostthdad bacía la joven persona. Lamentablemente, e~os e~tall idos sólo sirven para reforzar elle ciclo con el correr del tiempo. Como resultado de ello, la persona en cuestión experimenta una sensación mayor de fracaso y busca más activamente nuevas excusas. Los padres, al experimentar también una mayor sensación de fracaso provocada por su sentimiento de culpabilidad y por los remordimientos que sienten por los estallidos en que incurrieron, se sienten mucbo más responsables por la vida4elajoven persona. Con el tiempo, la intensidad de esta participación en la permanencia del problema sube de punto y Jos miembros de la familia quedan todo& centrados en la esquizofrenia. Aunque este pasaje describe sólo una versión de estos sistemas de incitaciones recíprocas, con el tiempo se manifiesta en un aumento de la intensidad con que los miembros de la familia participan en el problema. Los influyentes estudios deBrown y otros ( 1972) proponen una visión iponocular de este proceso, por cuanto describen sólo una parte del circuito de retroalimentación. El concepto de "emoción expresada" que exponen estos autores estimuló el desarrollo del enfoque psicoeducacional; dicho conceptoderivadeestudiosque hacen hincapié en un fenómeno desarrollado eo una sola dirección, es decir, la expresión de hostilidad por parte de los 90 padres respecto de la persona, en lugar de ofrecer una visión binocular que ponga énfasis en el estudio de la naturaleza circular de la interacción familiar. Las notas siguientes detallan varias intervenciones, incluso aquellas destinadas a desorganizar los sistemas de incitaciones recfprocas y a disminuir, así, la intensidad de la interacción de los miembros de la familia alrededor de la esquizofrenia. Aunque la perspectiva sobre la esquizofrenia adoptada aquí es diferente del punto de vista adoptado por el enfoque psicoeducacional, podría afirmarse que esas intervenciones también disminuyen el nivel de la "emoción expresada" en las familias. El método Las notas siguientes dan detalles específicos sobre la aplicación a la terapia de un enfoque más general (White, 1986a). Estas aplicaciones se refieren a aquellos factores que ponen obstáculos al desarrollo de ese fenómeno que llamamos esquizofrenia. En la aplicación de ese enfoque es importante que el terapeuta someta a crítica su participación con los miembros de la famiUa. Lo verdaderamente importante de esta crítica es la cuestión de saber si losmiembros de la familia experimentan el proceso terapéutico como algo que los capacita o como algo que los somete. El proceso de incitar a los miembros de la familia a evolucionar alrededor de descripciones alternativas del problema, ¿los capacita para oponerse a su experiencia de opresión causada por el problema o contribuye a aumentar esta experiencia de opresión? Las opciones accesibles a los miembros de la familia, ¿los ayudan a sentirse con autoridad sobre ellos mismos o hacen que se sientan más sujetos a otra autoridad? Durante toda esta laborsepresentan dilemas de decisión a los miembros de la familia al yuxtaponerse descripciones "viejas" y descripciones "nuevas". Exteroalización del problema y p reguntas de Influencia relativa En el proceso de externa! izar problemas se utilizan práctica~c~ll~e! de objetivación que se enfrentan con otras prácticasculturales de ObJellvactón. El problema mismo queda exteroalizado. de modo que la perso~a!a n~es el problema. El problema es el problema mismo..Es~. ObJe.uvacJón Y externalización del problema se oponen a las técmcas tndinduahzadorasde la clasificación científica y a otras prácticas de división más generales. 91 Cuando la extemali?ación de la esquizofrenia desafía el concepto de esquizofrenia como clasificación de person.as. desafía asim~smo los aspectos de este fenómeno producidos socialmente, me luso los que llenen que ver con lo crónico. Ja incurabílidad y el deterioro. Cuando la externalización de la esquizofrenia desafía a prácticas de división une a los miembros de la familia y los faculta para protestar contra las maneras en que se han sentido . . compelidos a cooperar con la esquizofrenia. Al principio, la externalización de la esquizofrema se logra hactendo pregunta~ que alienten a los micrn bros de la fami 1ia a determinar la influencia queJa esquizofrenia tiene en sus vidas y en sus relaciones. Al reflexionar en estas preguntas y al responder a ellas, los miembros de la familia participan activamente en el proceso de extemalizació n. Además de externaJizar la esquizofrenia. estas preguntas hacen visible a los miembros de la familia su inadvertida participación en la perduración del estilo de vida de "sentirse arrinconado''. La extemaJización del problema suele ser progresiva y, en este proceso, el terapeuta ayuda a los miembros de la familia a elaborar definiciones más precisas de las experiencias que ellos consideran problemáticas y que más les preocupan por el momento. Por ejemplo, em terapeuta puede al principio comenzara hacer preguntas que extemaJicen 1a esquizofrenia o el mal y luego hacer preguntas que externa! icen aspectos del estilo de vida de "sentirse arrinconado" que son promovidos por la esquizofrenia y, por fin, hacer preguntas que extemaJicen esos hábitosespec íficos de que depende ese estilo de vida para perdurar. Doy a continuación una pequeña muestra de estas preguntas: -¿Qué efecto ha estado teniendo laesquiz<>frenia en sus vidas y relaciones? -¿De qué manera se sintió usted empujado a un rincón por la esquizofrenia? -¿De qué manera la esquizofrenia provocó ese estilo de vida de "sentirse arrinconado"? -¿De que hábitos ha dependido más ese estilo de vida de ··sentirse arrinconado"? -¿Qué otros hábitos fomentaron estos hábitos en la vida de otros miembros de la familia? -¿Cuál de estos hábitos es el que más le preocupa a usted? ~descripción ~e la influencia que tiene la esquizofrenia en la vida y relactones de .lo~ rruembros de la familia, puede yuxtaponerse con una segunda~e~npctón, la descripción de la influencia que tienen los miembros de la famtha en la perduración de la esquiz<>frenia. Con la formulación de 92 preguntas que inciten a los miembros de la familia aoootriblliréDIIIMilii descripción, la esquizofrenia queda aun más extemalizada.ll..,_........... llaman la atención a los miembros de la familia sobre las co1~tnd::d4MII•il~ !~gros ai s lado~ que "se pasan por alto en favor de cambios producidos eaá uempo y constderados básicos y comunes a los miembros de una eatqorfa social" <? offman, 19~1 . pág. 127). Como la red de supuestos, prenüaas y expccta~t v~s de los mtembros de la familia les hace diffcil aprehender escas comrad•c:10nes o logros aislados, al comienzo los miembros de la familia dcpet~de~~n mucho ~el código del terapeuta para !hacer derivar esta segunda dese n pc10~. Con elllempo.' ese código se conviene en un código compartido dentro del ststema terapéutico, de modo que los miembros de lafamiliallegan a se~ más :apaces de señalar directamente lo nuevo y dar su respuesta. A conttnuactón doy una pequeña muestra de esas preguntas: - ¿Cómo se las arregló usted para desafiar el estilo de vida de "'enttnc arrinconado" y no sólo aceptó la cita de acudir~ esta reunión sino que aceptó también acudir a la siguiente? -¿Cómo impidió usted que la esquizofrenia lo empujara a un rinc6n en esta ocasión? -¿A qué hábitos debió usted desobedecer en esta ocasión para escapar 81 estilo de vida de "sentirse arrinconado"? -¿Puede usted comprender cómo yo veo que su desafio a ese bibito tiene una importancia crítica? -En estas circunstancias. ¿puede usted comprenderque esto me sorprenda? -Si pudiera ver la significación que yo veo en este paso, ¿cómo influiría esto en la manera en que usted se ve? -¿En qué medida cree usted que este modo tan diferente de ver las cosas podría influir en su próximo paso? -¿Cree usted que esos pasos podrían debilitar la influencia que la esquizofrenia tiene en su vida? Anulación de lo temporal Para ayudar a los miembros de la familia a establecer una .distinció~ entre el grado en que participan en el estilo de vida de "sentirse arrinconado en un determinado momento y el grado en que lo hacen en ouomomento, se pueden hacer preguntas tendientes a eliminar lo tem~~· Esto amenaza a la anterior rendencia y permite a los miembros de la fam1ha rechazar~~ las fu tu ras incit¡¡ciones a habituarse a la influencia del problema. Tamb1~ aquí las preguntas estructuradas resultan útiles en este proceso. 93 . . l'do a continuar acompañado por la esq uizofrenia. -Sí se smllera compe 1 . 'd• d · • . . e usted diera pora que el esulo de VI ·• e senursc ·qut pasos serta necesano qu " . ado fuera más completo? . . amn~i el estilo de vida de sentirse arrinconado ejerciera mayor ln ~uencla, b4bitos tendría usted que extender para dar apoyo a ese fc~ómeno. ¿que! -Ese estilo de vida de sentirse arrinconado junto con su sastem~ de apoyo "' med'da afectan el futuro de la vida y de las relac1ones de la de h6bitoS, ¿en que • familia?¿De qut maneras podrían estos hábitos oprimir el futuro de su vida Y de sus relaciones? Preguntas complementarlas Se pueden hacer preguntas que ayuden a los miem~ros de la. fa~ili~ a combatir su inadvertida participación en el ststema de mcltactO~~~~~::nw.._y · · d E nes recfprocas que prestan apoyoal estilo de vida de senttiSearnncona ~ otro lugar he Uamadó a esta clase de preguntaS "preguntas complementanas !..a- ..-:..:- o: (White, 1986b). .. Al reflexionar en estas preguntas, los miembros de la famtha llegan a una "visión binocular" o descripción doble de La permanencia de lo s problemas que ellos experimentan como opresivos. Se trata de ~n punto. de vista que tos capacita para eludir la coacción de los ciclos de retroalt mentactón que perpetúan,Y refuerzan estos problemas. La preocupación centrada e n la esquizofrenia queda socavada y la intensidad emocional experimentada qiedasianificativamentereducida. -Cuando usted se somete a la esquizofrenia que lo empuja a una posición Qrlzonable, ¿de qu6 manera este hecho incita a sus padres a hacer todo lo que sea IDOIIIble para usted? - ¿Hastaqu6puntoel sentimiento de culpabilidad lo hace a usted vulnerable a 1as incitaciones de su hijo o hija a realizar lo que sea sensato para ellos? Y esa sensación de sentirse ellos arrinconados ¿hasta qué punto cuenta con esa vulnerabilidad? .:specific:aciones de la per~onalidad. Como estas preguntas alientan a los miembros de la familia a orientarse para discernir logros- aislados, quedan socavadas las derinicioncsdcl yo entendido como fracaso de ser una persona. Estas preguntas deben estructurarse, al principio, alrededor del código del terapema a causa de la te nacidad d e la "antigua" red de supuestos, premisas y expectati vas. - S! com?rendiera usted plenamente la significación de esto. ¿qué cree que ello pod n a decmne sobre usted que yo. de otra manera, no habr(a sabido y que habría pasado por alto a todos nosotros? -¿Qué cree que esto podría decirle sobre su capacidad que, de otra manera. usted habría pasado por al to? -¿Qué cree que esto me dice que yo puedo apreciar en usted? -¿Me dice esto alguna otra cosa diferente que usted cree que yo podrfa apreciar? -¿Qué cree que esto les dice a mis colegas que ellos puedan apreciar en usted? - Ahora tengo dos imágenes de usted como persona, la antigua y la nueva. y me parece que la diferencia que hay entre ellas es impresionante. Si usted pudiera conservar constantemente estas dos imágenes en su espíritu y compararlas, ¿qu~ c ree que podría descubrir sobre sí mismo? Las preguntas que extemalizan y fomentan una crítica de las especificaciones de la pe rsonalidad en alto grado individualistas, son otra categoría d e preguntas que se oponen a la sujeción del juicio normalizador. Este enfoque de ayudar a los miembros de la familia a reformarse, está en marcado contraste con los enfoques que incitan a los miembros de la familia a "apesadumbrarse por la persona que fue". - Si usted pudiera apreciarse dej ando de lado la ambición, ¿qu~ cree que apreciaría más? -¿Cómo podría apreciarse usted mismo dejando de lado su ambición? -¿Qué podría bacer para demostrar a estas expectativas que usted está yendo en camino de ser su propio dueño como persona y no una persona para esas ex.pectativas? Las nociones d~ personalidad Se pueden hacer preguntas que ayuden a los m iembro s de la fam ilia a CODil'allestarlasc:onsecuenciasempobrecedorasdeesatécnic:adisciplinaria que Poucault (1979) llamó juicio nonnalizador. Una categoría de tales preplltas incita a las familias a participar e n la elabor ación de otras definiciones posibles del yo que no estén detenninadas por las predominantes Esta s preguntas están en forma abreviada. Cuando se trabaja con familias, e l terapeuta trata de lograr la articulación de esas "ambic iones" Y "expectativas'' específicas que subyugan a la persona. 95 caricatura y melodrama popular Las nuevas descripciones y distinciones causadas por las aoreriores preguntas suministran una fuente de nuevas y creati vas respuestas po~ ~arte de los miembros de la familia. Al principio, a los ntiembros de la fam1ha les resulta dificil percibir toda la significación de estas nuevas respuestas. Cualquiera que sea el alcance o la duración de la nueva. respuesta, ella si!mifica un nuevo punto de partida. significa que es acces1ble alguna otra e , dirección en la vida. Como es probable que estas " nuevas " respuestas es ten oscurecidas para los miembros de la familia por la sombra de Jos "antiguos" hábitos y problemas, es sumamente importante que el terapeuta participe con los miembros de la familia de una manera que cree un contexto para que perdure lo nuevo. Y esto puede lograrse si el terapeuta reacciona a las nuevas respuestas de los miembros deJa familia de una manera que para ellos elabore las nuevas descripciones y ponga énfasis en las nuevas distinciones. A.su vez, esto desencadena nuevas respuestas de los miembros de la familia. De este modo. por un tiempo los antiguos hábitos y pautas quedan eclipsados en la sombra de las nuevas respuestas. Para establecer un contexto en el que perdure lo nuevo en casos en que Los ríliembros de la familia estuvieron participando en el estilo de vida de "sentil'Se arrinconados". puede ser útil introducir el elemento dramático. A veces, para facilitar el desarrollo de un contexto dramático comprobé que era fructífera la idea del melodrama popular como metáfora de la terapia. De todos loselementos del melodrama popular parecen sumamente importantes la caricatura, el humorismo, el absurdo y la intriga. En la organización de la terapia como un contexto para que perdure lo nuevo con frecuencia he.comprobado que es útil introducir a un colega como caricaturade la persona en cuestión. La labor de-este colega consiste en tratár ~e ~onservar la versión del "cuento triste" frente al cambio; para Lograrlo, l~CJta a la persona y a los otros miembros de la familia a que permanez.can Ciegos a todas las nuevas respuestas y logros aislados que se oponen al estilo ~e vida de "sen~e arrinconado''. A veces, la inseguridad de este colega Impulsa a los m1embros de la familia a hacer un convenio con la persona a fin ~e que ésta vuelva sobre sus pasos; esto suministra a la persona una urd1mbre elaborada de excusas, muchas de ellas nuevas, con que cuenta para hacer de esto una proposición atractiva. .A medida que progresa la terapia, el colega se inquieta más por el hábito que t1ene el terapeuta de alertar a los miembros de la~; ·u b 1 so!i tá d d amt aso .re osnuevos pa. que es n an o Yteme que el entusiasmo del terapeuta pueda ser algo apresurado. Al. pasar el tiempo y a medida q 1 sob · ·d · · ue a persona cobra do!rbii. , ~e su propta VJ ~· el colega pierde su posición establecida en la.~~~~~ no ttene más remedto que reconocer el éxitod l mism· bl. e apersonaquelogra . .a~ se ve o tgado a recurrir a excusas varias cada ve amplias y absurdas a fin de esrablecerquen" zmáselaboraaat Jleoad d vesresponsablepor loqueha . "' oaser urantelaterapia. Aiolargodetodoeste . . obser;~~~ en~eel t~rapeuta y el colega intriga a los ~~~::~·~:;~e;::: 1. len os miembros de la familia advierten que lo ue 1 presentando es una caricatura la posición m . q se es está fre nte a la naturaleza radical d~l cambio pone uyf cotJ.nservadora del.cole¡a d"st" · . • e ec vamentederelievelas l ~nciOnes y contnbuye a la permanencia de lo nuevo. Este método pa':ucularmente e~caz cuando inicialmente la persona se ha mostrado m es reticente en acudir a la terapia Pero al cabo de u . uy f t b · nas pocas seSiones, es re~ue? e compro .arqueesas personas desean regresar, ansiosas de el S1gu1enteep1SO<:ho. c:onoc:a. Durante todo este proceso, la posición del terapeuta e.s ljgeramente conservadora. ~1 terapeuta se mu!~tra entusiasmado por los pasos positivos qu~ dan los mJembros de la fanuha al huir del estilo de vida de "sentirse amnconados", pero c~ntinu~mente les aconseja considerar futuros pasos y dar sólo uno !lo: vez. Stlos mJembros de lafamilia no llegan a algún acuerdo sob:~ los obJetivos, el tera~uta habituálmente insiste en asumir la responsabilidad por no haber ayudado a los miembros de Ja familia a establecer adecuadamente su disposición a completar con éxito la labor ei!Jprendida. P~r. otra parte, se p~eden hacer preguntas que extemalicen y fomenten uua cnt1ca de las especificaciones de la personalidad. -¿Cree usted que la ambición lo empuja a hacer demasiadó y demasiado pronto? -¿Cómo puede usted enseñarle a su impaciencia que hace sus propios descubrimientos al ritmo que le conviene a usted y no a eUa? -¿Qué podría u.sted hacer para domar la impaciencia y la~ como ha domado otras cosas? -¿Cómo podría usted demostrar a sus expeetativas q1.1e puede ser uaa persona sin someterse a ellas? -¿Está usted haciendo esto a causa de esas expectativas y ambiciones o lo está haciendo. por usted mismo? En otro Jugar (Whíte, 1986a) he expuesto otros métodos de tespUeSta del terapeuta aJas reacciones de los miembros deJa familia y esos m6todos pueden adaptarse en el caso de familias con un estilo de vida de "'sentirse arrinconado'". No trataré aquí estos métodos. pero~ unapeqoeilamuestta de las preguntas que pueden hacerse en respuesta al cambioparaaleataratD más una descripción única del yo. ' -R~:¡hncmc es interesante ver que uste~ está .tom~ndo más iniciativas .. . Có 1 ró llegar a este acuerdo constgo nusmo . . proptas. ¡. mo og. h usted dependa más de su propia autondad que -¡.Cómo exphca que a ora de la autoridad de otros? · . dida - Ahora que usted es capaz de resolver problemasdesu vtda, ¿en que me influirá esto en su futuro? El progreso como contexto de las recaídas Como la significación atribuida a las recidivas depende del contexto en que ocurren, es esencial que se establezca un nuevo contexto en el caso de las recaídas. un contexto que no presente la recafda como un fracaso, como un f¡ 6meno de ..retroeeso". Considerar la recaída dentro del contexto de una e:~1uci6n de deterioro es alentar en los miembros de la familia el sentido de que son ..pasajeros" en la vida y una sensación de desesperanza_; y es probable que aumente la dependencia de la persona en cuanto. a. dos1s mayo.r:s de product~químicos, que contribuyen a aumentar la tox1ctdad y la doc1lidad, en lugar de fonalecerla y mejorar su calidad del vida. Al !;onstruir este nuevo contexto, el terapeuta afirma que, puesto que la persona en cuestión ha estado confinada durante un tiempo conside~able en el estilo de vida de "sentirse arrinconada" y puesto que los otros mtembros de la familia han acompañado a la joven persona en este estilo de vida, no aeriasensatohaceresfuerzos desordenados para dar nuevas direcciones a sus vidas. Como lo que cuenta en todo nuevo paso es, no su magnitud, sino la dirección en que se da, el terapeuta incita a los miembros de la familia a que den sólo pasos pequeños y que se atengan a un mínimo en cuanto al número de cambios que se produzcan cada vez. Ningún miembro de la familia debe ser alentado a ir demasiado lejos apoyándose en un solo pie hasta que éste se baya hecho suficientemente fuerte para soportar su peso; antes es menester asegurar cierto sentido de confianza y competencia para apoyar esos pasos. Cuando dnn nuevos pasos, a los miembros de la familia se les puede decir que es probable que experimenten la influencia de ciertos hábitos propios del estilo de \"ida de sentirse arrinconados, hábitos que perduran aun cuando ellos seden cuenta de las nuevas posibilidades. Puede parecerles que los antiguos hábitos están eclipsando los nuevos logros durante bastante tiempo antes de que se maaificste claramente que lo nuevo está eclipsando a lo viejo, de modo que los progresos pueden experimentarsecomo dar"tres pasos adelante y dos pasos atnis". Dcn1r0 de este contexto de progreso, las recaídas pueden considerarse como aspectos previsibles de la jornada que hace la persona hacia una 98 ~ondición nuev~ y pe~sonal mente más adecuada. Esa jornada puede compa- tar:<>e :on una rmgractón en la que las recidivas son episodios esporádicos 0 alttb~JOS de la empresa. Alternativamente puede introducirse un rito de pas&Je (va~ Gennep, 1_960, Turner, 1969), en el que la recaída y la internación en el_ hospttal s~ constderan fases preliminares. fases que son un preludio a la re~ncorp~ractón del yo en el seno de la familia y en uo nuevo nivel de func1?nam1ento personal. Cuando se produce la recaída, debe penerse énfasts en el contexto de progreso mediante preguntas. Las recaídas también ofrece~ al terapeuta la oportunidad de hacer preguntas que ayuden aún más a los mtembros de la familia a extemalizar y a oponerse a las especificaciones de la personalidad. A .veces es eficaz sugerir que cierto número de recaídas puede ser ~ece~ano p~a que una persona llegue a su meta. Se incita a la persona a tdentlficar s1gnos tempranos de recidiva a fin de que los altibajos puedan ser estructurados antes de que los hechos ejerzan su presión y la fatiga los imponga. Esos altibajos toman varias formas y pueden incluirmedidascomo internación en un hospital. Si la persona tiene una historia de frecuentes y múltiples internaciones generalmente precipitadas por crisis, puede planificarse una serie de breves internaciones. Esta planificación se apoyaenlaidea de que si es necesario cierto número de internaciones, luego es buena idea hacerlas lo más pronto posible antes que tarde. Estas internaciones planeadas son más breves y fortalecedoras que las internaciones obligadas. Después de la primera serie de internaciones planificadas, se incita a l a persona a que haga pruebas para ampliar el tiempo que habrá de transcurrir entre las futuras internaciones. Se puede sugerir a las familias que organicen una ceremonia inmediatamente antes de toda internación programada, una ceremonia en la que se pongan de relieve los recientes éxitos de la persona y se reconozca que ha llegado a una etapa en su peregrinación en la que los altibajos son apropjados. Aun cuando las familias no pongan en práctica esta sugestión, ella altera radicalmente el marco de la internación hospitalaria, pues contrarresta la sensación de fracaso y desesperación que los miembros de la familia experimentan con tanta frecuencia en esos momentos.7 Programa de sesiones, duración del contacto y medkadón Aunque en algunos casos las reacciones de los miembros de la familia a esta manera de tratar a la persona son dramáticas desde el principio, en general esta labor es relativamente de largo plazo por su naturaleza. En la fase inicial, las sesiones terapéuticas se fijan con intervalos de dos a cuatro 99 · nte. el intervalo entre las sesiones se aumenta a dos o semanas. Postenorme tres meses. . h b' 1 t ' s sesiones re<>ulares se rea11zan a. 1tua men e La programac1'6 n d e 1a. = · d'eciocho meses. La palabra terminación no es para un perfodo de se1s a 1 . una . · · d d la cesación de sesiones regulares pues lO que se mc11a expres16n aprop1a a e . e · · a ·stir a nuevas entrevistas periódkas y se las msta a que a 1as .anu 1135 851 • • b · · ·· cono al terapeuta o fijen nuevas cttas SI so re nenen cns1s . ·llamen por te lé•' difíciles. o si alguno de Jos miembros de la famiha muestra preocupaciOn por los progresos. · fl · Amedidaquelosmiembros delafamilia tien~n mayor1n ue~c•a.e_n sus vidas y relaciones pueden experimentarse reducciones de la med1cacton. Resumen Estas notas han expuesto una perspectiva del fenómeno denominado esquizofrenia y han ofrecido algunos ejemplos de un ~n;~que basado en es~ perspectiva, enfoque que según he comproba~~ resulto u:tl a las ~er.sonas ast diagnosticadas y a los miembros de sus fam1has. Re~enas prehmmares de este tnlbajo se han publicado en otra parte (Mackenue y Robertson, 1985, Mackenzie y Gara, 1986). Ese modo de enfocar la cuestión reduce considerablemente la proporción de recidivas y de días pasados en el hospital; además contribuye profur;~damente a mejorar la calidad de vida. Las notas de ninguna manera abarcan todos los aspectos de la cuestión, pues en este trabajo surgen continuamente diversas contingencias que requieren una respuesta creativa por parte del terapeuta. Como la esquizofrenia presenta una gran variedad de formas, diferentes aspect.osdeesteenfoquese han enfatizado con algun as famHias más que con otras. Por ejemplo, con aquellas familias en las que la persona en cuestión es agresiva y en alto grado destructiva, resulta razonable que el terapeuta ponga mayor énfasis en "el melodrama popular'' entendido como metáfora de la terapia. Notas . l . He estado ~esarrollando este enfoque en los últimos siete años y durante ese llem~ estu.ve asoe1ado, en d•feren1es contextos. con varios colegas interesados en la esqu1z.ofren1a. Entre estos colegas se contaban, al principio. Andrew Wood y Malcolm 100 Robinson, diversos miembros del equipo de la Gh!aliide :Pat..U,r11ÍIIiiif if.. cin.co años pasados, incluso los miembros actuales Jlm Bln:la, U.lflllr'll!llll Gr1erson. Helga Jansons y Liz McKenzie. y los miembros Rchabililation Family Therapy Oroup, incluso Piona Dawee, Bldllrii'"'llÍIIIilliiíj Andrew Lambcrth. 2. Y esto Continúa ocurriendo ahora. Por ejemplo v&se la di'CW161 de J1iir. ( 1987) sobre la esquizofrenia en los medios. ' 3. Quisiera agradecer a Jane Chapman por haberme inuoducido en la obra de Gcllner. 4. Hay mucho más que decir sobre la teoría de los relatos personalea. David Epston ha estado desarrollando un enfoque único de la terapia basado en esta teorfa. . s.. Por supues1o, en muchos casos los miembros de la familia eadn coopeaaudo madverudamente con una caracterización de la persona que contribuye 1 que áta lillllle u~ estil~ de vida de sentirse arrinconada, aun antes del cliapóslico formal Lea dtagnósucos de legos y profesionales refuerzan esta caracterización. 6. Agradezco a Roy Firz.henry haberme alenado acerca del grado de confiaou coo que cuento sobre esto en mi trabajo con la esquizofrenia. · 7. Jim Birch, al referirse al rilo de separación practicado en las cJestw'Md de 1a viaje oceánico, ha sugerido la idea de "hacer ondear palluelos" como 1111a llllliJIIia de semejantes ceremonias. Referencias bibliográficas Barker, P. 1979: Basic Chi/d Psychiatry. 3" ed. Gnn Bretllla. Caaucer PraL Bateson, G. 1972: Steps to an Ecology of Mind. Nueva York. Ballandae Boob. Bateson, G. 1980: Mind and Naturt: A neasscry IUiity. Nueva Yoct. Blllllm Boob. 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En est~ caso l_as preguntas, los resúmenes y la metáfora se emplean para extemalizar el trasto~? de un JOven adolescente y ~ara coo~rrestar asila descripción caracterológica de su fam1ha. Preguntas complementanas permiten describir la interacción que se gene ~ otras. preguntas p_Jantean un dilema a los padres y al adolescente acerca de : mtcracc16n. Se descnben tólmbién reuniones especiales en las que la familia pasa revista a sus progresos. John tenía doce años cuando asistió a la primera sesión bastante a regañadientes, acompañado por sus padres, Ann y Harold. Ann y Harold hacía ya mucho que estaban preocupados por la conducta de John. En la mayor parte de los aspectos de la vida de éste habían comprobado que era un niño díscolo y pendenciero, problemas que eiJos habían tratado de resolver apelando a varias ayudas. Me enteré de que varios "profesionales" habían diagnosticado a John durante nueve años. Los numerosos diagnósticos que se habían formulado iban desde la hiperactividad a la pereza. Ninguno de esos diagnósticos, por algunos de los cuales John había recibido medicación, dio resultado y el problema había ido "de mal en peor". Pregunté a Ann y a Harold en qué medida creían que John se enconttaba ahora bajo la influencia del problema que lo había aquejado tanto en su vida. Esta fue la primera de una serie de preguntas y resúmenes que sirvieron para apartar a John del problema al hacer que lo extemalizara y lo objetivara. Todos los diagnósticos que basta entonces se le habían formulado indicaban un problema interno del adolescente. Y esos diagnósticos reforzaban la explicación de los padres según los cuales el problema era el resultado de alguna caracteristica innata de John; esto no les permitía ver la naturaleza de la interacción o ~ la relaci~ que tenía la dificultad. Bateson. después de Moli~re. compara se~eJ~tes explicaciones con el principio soporífero que adormece la "facultad criuca ( 1972) de uno. Bateson dice que (1980, pág. 14): *Publicado en Case Swdies. Vol. 1 W l. 1986 103 . En este interrogatorio la metáfora del ''trastorno··. que había sido usada pn mero_ po~ los p~dr~s, ~e utiliza ahora para reforzar más el proceso de ex ter~ahzac16n YObJeti vación. Luego, esta metáfora se presta para sufrir un suti l pero Importante desplazamiento y con':ertirse en el adjeti vo .. trastornado". Si bien algunas no preocuparse particularmente por los. pro blemas que . personas pueden . expenmentan (por eJemplo, John), todo el mundo sabe que las personas rrasror· nadas o pertu rbadas están afligidas. A.~egañ~adientes John declaró que s us padres se preocupaban dema!.iado y lo reganaban y sermoneaban m ortal mente". Cuando le preounté cómo tom aba aquella actitud, John contestó que "generalmente ~tallaba en : ólera" . A l PC:,~irle q~~ estimara 1~ e ficacia . de encarar los problemas estallando asJ , me dtJO que s upoma que esa estrategia no daba buenos resultado s puesto que los padres continuaban regañándolo cada vez má .. A m i pregunta sobre qué efecto tenía sobre él todo aquel trastorno, me contestó que le provocaba malhumor. Volví a resumi r la situación y declaré que, a mi juicio, e l trastorno había a fectado profundamente a todos los miembros de la familia y s us relaciones recíprocas, que determinaba el''desmoronamiento y decaim ie nto de John" y q ue contribuía a aumentar e l conflicto entre Ann y Harold sobre la manera de tratar a John , pues Harold se atenía a una actitud ultrarrazonable, en tan to que A nn se criticaba a sí misma y excusaba la conducta de John. Siguiendo a Bateson (1978), es razonable suponer que la evolución de los problemas de una familia tiene una dirección y afecta las relaciones. El terapeuta puede llegar a una definición de los problemas basada en las relaciones: construyendo descripciones bilaterales o complementarias de la interacción de los miembros de la familia con referencia al problema. Entonces pueden derivarse preguntas complementarias para luchar contra la explicación soporífera y ayudar a los miembros de la familia a hacer una descripción doble o relacional del problema. Esta descripción doble es la fuente de nuevas respuestas. "La recepción de información de diferencias es esencial para la rev~la.ción de nuevas ideas y para desatar nuevas respuestas y 1ambién para el descubnnuento de nuevas soluciones. La recepción de información de diferencias exige que los miembros de la familia perciban un contraste enm: do$ descripciones o descripciones múltiples" (White, 1986a). Una breve descripción complementaria de la interacción de John. Ann Y Harold con referencia al problema podría incluir los siguiente~ detalles: -en relación con el trastorno, el "estallido" y decaimiento de John incitan a s us padres a protegerlo de las opiniones severas que ellos tienen ) retirarse a una actitud uJ trarrazonable y de excusa. IQ5 ·ó con el uastomo. Harold y Ann se retiran a una actitud -en re1acty de n excusa que incita el''estallido·• y decatmtento · · d J h uaararrazonable e o n Yoteas ~=: de esta descripción complementaria ~n evidentes en los ......,.,. de preguntas complementarias dados en este capttulo. . ~be discutido la formulaciónde desc.ripciooes c~mplementartas y el es.roDo de preguntas complementarias en otro lugar (Whue, 1985a, 1986b). Le dije a John que me interesaría saber si en tiempos recientes hubo ....... casos eo que hubiera logrado escapar a la influencia. que te~í~ el Ull*II'DOeD su vida. ¿Recordaba algunas ocasiones en que h~btera reststtdo • • eneiJirDs de cólera y ll su posterior abatimiento, ocastones en que se lldllla J1118c1o a contar con la actitud razonable de su padre y con las excusa .-.. madre, para atenerse a su propia razón y capacidad y ser .sponsable de sf mismo? Lis~ que piden aJos miembros de la familia que identifiquen la inOuen~ia que elkll tienen en la perduración del problema, representan una segunda descnp· cidD de Jos hechos. Según Bateson, las condiciones de descripciones dobles permiten hacer distinciones y esas distinciones suministran fue.ntes de nuevas ....-.. En ouo lugar, he llamado a este proceso delineación de la influencia reladvil"(White, 1986a. 1986b). Como Joba no era capaz de identificar ninguna de esas ocasiones, los padres si podían ayudarme. Lamentablemente, a juicio de E.~~IIIMJJobo l)abla IJ;KO'Vecbac:lo cualquier oportunidad para continuar con su éOJ,_c:taturltmi•~nbl y ellos no tenían conocimiento de ninguna prueba de lo COiilllalo. Blqns6 mi sorpresa por lo que decían y observé que yo estaba en pclleli6a-... prueba defmida de la capacidad de John para resistirse al jji!ISI'..._ )'Wperar sus arrebatos y abatimientos. Hice notar que, aunque JaiiD al pahac:ipio de la sesión era presa de su malhumor, había reaccionado Ybabfa luchado contra él. Podía haberse rendido fácilmente a su estado de áimo Yesto le hubiera impedido responder a las preguntas e intervenir en la dlscusióo. in cambio, había superado el trastorno y había adoptado el partido ele la cooperación. También hice notar que John hubiera podido llrizlr el partido contrario y encontrar maneras para evitar asistir a la eeatcSn:porejemplo,podíahaberfingidoalgunaenfermedad.DijeaJohnque lllcliaposiciónauistiralaentrevistayasuperarsuestadodeánimonegativo me decfa algosobre sus recursos que yo. de otra manera, no habría conocido. Aun cuando ~1 no estuviera sorprendido de descubrir que disponía de esos recursos, ¿le complacía por lo menos saber que esos trastornos no habían paeiPJII~ a 106 dominado por entero su vida? ¿Le complacía saber que una dirección negativa de su vida no lo había debilitado excesivamente? John pareció más seguro de sí mismo a causa de mis observaciones y preguntas y Ann y Harold recordaron de pronto dos o tres ocasiones recientes en que John podía haber estallado en sus arrebatos, pero había evitado hacerlo . Pregunté a Ann y Harold si podían recordar casos en los que eiJos hubieran superado la influencia de ese trastorno, es decir, ocasiones en que no disputaron por la manera de tratar a John. ¿Hubo alguna ocasión durante la cual y ante los accesos de John, ellos rechazaron las incitaciones de éste para que lo excusaran o adoptaran una actitud tranquila y razonable? Al cabo de algunas preguntas más y con cierta a)'uda de John, los padres recordaron una serie de casos en que habían logrado evitar el trastorno. Con esta información estuve en condiciones de hacer que los padres elaboraran algo más su competencia frente al problema. Al res umir de nuevo la situación dije que era evidente que durante muchos años las vidas deJohn y de sus padres, y las relaciones que mantenían entre sí, habían sido deterioradas por aquellos trastornos y que a pesar de que había pruebas de que todavía poseían la capacidad de superar el problema, éste estaba aumentando su dominio sobre todos ellos. Luego, con la ayuda de preguntas complementarias eliminé el factor temporal en la participación que todos los miembros de la familia tenían en ese estilo de vida alterado. Debido a los fenómenos de adaptación y de adicción, los miembros de la familia habitualmente pasan por alto la dirección de la evolución de los problemas, así como no se dan cuenta de su propia participación en esa evolución. En tales circunstancias no pueden establecer distinciones entre el estado de cosas en un determinado momento y un estado de cosas en otro momento. La elim.in~ci~n de ¡0 temporal permite a Jos miembros de la familia establecer esas dis11nc10nes acerca de su participación en este proceso evolutivo en d~ferentes momentos Yde. esta manera, contribuye a crear condiciones para que sufJan nuevas re~pues~as. El empleo progresivo de metáforas de dirección en el curso de la entrevtsta a} uda a los miembros de la familia a eliminar lo temporal: también ayudan a hacerlo las preguntas complementarias relativas a la participación en el problema de los miembros de la familia. La siguiente es una mueslra de las pregunlas que se hicieron: -Si tú continuaras sucumbiendo a estas pemtrbaciones. ¿.de qué OtroS · as' a tu padres a tratarte maneras estallarías para mostrarte luego abatt·do e ·mcttar ' . . '"f"ráot"l' .. ) . Qué otra cosa podrían hacer ellos pnra sal' arte de como a una cnatura '"' . e, . • ., la aflicción que no fuera protegerte de su se,·eras oplntones. 107 en -¿Aceptarían las incitaciones de John a ser razonables con él . . . , su anterior actitud? o mMsunan Como resultado de estas preguntas que plantean dilemas tod . . d. d ¡ , OSCOIOCJIcron e? e~ ~arque ~eseaban abandonar el estilo de vida perturbado. Les p~~gunte que Jdeas teman para hacer efectiva esa solución. Ann y Harold diJeron. que podrían tratar de ser más conoruente' y no pe rmt·t·1r que 1a . . o ,, h1c1era adoptar una actitud u llrarrazonable sensac1ón de culpa los . . Les d..IJe que me preguntab a s.1 realmente estaban dispuestos a dar esos paso y que si no lo est~ban, John Siempre insistiría en echarles la culpa de todo. John tenía algunas tdeas sobre c~~o ser independientes en la vida y declaró que podría habérsel~s con las o.ptmones severas de sus padres sin caer en arrebatos 0 en la deprestón. T.amb1én .~use en tela de juicio que John estuviera pronto para adoptar tal actttud Y. dtje que si nec.esitaba apoyarse en sus padres, habría probablemente multitud de oportumdades que toda vía no había examinado en las que ~odríaestallar en arrebatos y caer en el abatimiento. Luego sugerí que se realizaran.semanalmente reuniones especiales en las que pudiéramos. analizar los éxitos de sus experimentos contra esos trastornos. Las entrevistas especiales exigen una reunión semanal de los miembros de la familia. Estas reuniones se realizan para ayudar a los miembros de la familia a estimar los progresos de su intención de escapar al trastorno y para consolidar la nueva posición. Las reuniones tienen una estructura formal y en ellas se toman notas y se redactan minutas. Después de cada reunión el niño o adolescente envía por correo las minutas al terapeuta. Me reuní con John, Ann y Hatold en dos sesiones más. John superó rápidamente el trastorno y sus padres ya no tuvieron que preocuparse por su vida. Sin embargo, les advertí que era posible una recaída. Seis meses después, en la sesión destinada a verificar la evolución del proceso, John me informó que se había zafado del trastorno y mencionó varios casos en los que se había visto libre del problema de sus accesos de cólera y su abatimiento. Ann y Harold dieron apoyo a estos coment~os Y también me suministraron detalles acerca las victorias que ellos mtsmos habían obtenido sobre aquellas perturbaciones. El comentario que hizo Harold al despedirse fue que aquél era el caso de una familia que dejó atrás los trastornos. J()Q ......d•• wbliognincas E lo vf Mind. Nueva York, Ballantine Books. g · ::: ~;;::: ~~:; orC: m~rix or double-bind epistemology", en M. Berger IIMIOn. . B,.:._, tM Doubl~ Bind. Nueva York. Brunner/Mazel. 8alaclll. nd Natur~· A n~c~ssary unitv. Nueva York. Bantam Books . .....,., : · • :. ~~":~ing out fe~: test victory fÓr double descriprion". Du/wich DurraDr. ~ bv~ Adelaide, Ausualia del Sur. . ,. . . . . . M. 1983: -~xia nervosa: a transgenerational system perspecllve . Fam,/y (comp.) •r--: 6 Anorexia nerviosa Perspectiva ci bemética* ~ '22:255-273. • • ·nuous M.J9I4: "fMudo-encopresis: rrom avalanche to victory••r,rom v•c•ous to v1 ~,_,.,........ s F-'IJ 11,ms M~dicin~. 2. 2:150-160. . . . . "Problems of adolescence". Procc~dings ofthe Swh Austra/10n Falluly ~'~- CM#;~~~~- Melboume. VAFT. busting anc:1 monster taming: an approach to the fears of young Centre Rtview, Adehiide. . . "Nealivc expllnation, restraint and double descnpuon: a template for . F,Uiy Procm. 2S. 2:169-184. Me presenté a Susan y a sus padres en la sala de espera. Se advenía inmediatamente que Susan sufría de anorexia nerviosa. Era extremadamente delgada y padecía de hipotermia pues llevaba más ropa de la que normalmente hubiera necesitado con esa temperatura. Pasé a mi gabinete con Susan sin dejar de advenir su aprensión. Una vez sentados le pedí que me hablara de sí misma. Con alguna resistencia me informó que tenía dieciséis años. que hacía dos año que sufría de anorexia nerviosa y que todo el mundo pensaba que era flaca pero que ella no companfa ese parecer. Luego se presentaron sus padres Tom y Carol. Me manifestaron que aquella situación era urgente y que a pesar de una reciente hospitalización, el peso de Susan disminuía rápidamente. Pesaba ahora 32 kilos y continuaba haciendo sus ejercicios en toda oportunidad que se le presentaba. Le dolía la espalda a causa de su riguroso programa de permanecer sentada y sin acostarse. Caro! y Tom temían por su vida. Era comprensible que se sintieran desesperados e impotentes. Pregunté a Susan y a sus padres qué creían que había provocado aquel problema. Tom y Carol contestaron que todavía estaban completamente confusos en cuanto a determinar la causa. Anteriormente Susan no les había dado ningún motivo de preocupación y les había chocado la súbita aparición de los síntomas. Volviéndome a Susan, le pregunté si era capaz de explicar por qué estaba soportando un mal que amenazaba su vida, aunque fuera incapaz de apreciar esa circunstancia. Me respondió que no podía hacerlo. Luego dijo que pensaba que era gorda y que temía que e! 3:_cto de comer e~cap~ra a su control si trataba de aumentar de peso. Le pregunté si seseñüa culpable cuando comia y aquí me dio una respuesta afirmativa. En ese momento intervino Carol que le dijo a Susan que sus temores eran .infundados y la exhonó a que viera que así estaba acabando con su ,·ida. Sin previo aviso, Susan rompió en un estallido de cólera. Atacó a Caro! por "buscar siempre camorra" y le echó a Caroltoda la culpa de que ella se sintiera tan miserable. Tom la interrumpio diciendo "Pero mira. Susan yo creo.. :· Ante · de que pudiera completar la frase. Susan volvió toda su furia contra él. Luego *Publicado en J. Elka-Harkaway (comp.) Eatin,r: Disordl!rs. r\sp<·n Publishers. Maryland. 1986. 110 111 L...,_:iefliirtJi!!lllliente rompió a llorar y manifestó remordimiento. Les dijo a Carol y a .'ftihaut,WDeJ:Itatl8 mucho causarles tantos problemas y preocupados tanto. Entre ~$.usan declaró que debía ser muy duro para ellos tener una hija como la quo. tcm(an.Y que realmente no se merecían todos aquellos trastornos. S~ dejó de llorar y se repuso. Le pregunté cómo se sentía y ella me ~ 'ierriblemente". ¿Era lo gue sentfa algo parecído a 1a culpa?, Susan decllr6 que así era Pregunté si en esos momentos Susan se sentía como una persona que desaparecía. que se bada invisible, que se borraba a sí misma. Susan Dptk:ó: "Sf, todo me parece mal". Volviéndome& Caro! ya Torn les dije que por experiencia sabía que, si bien los padres tienen sus propias explicaciones-privadas sobre la causa deJa anorexia ~generalmente eran muy reacios a revelar sus pensamientos. Les dije que haSI:a conocía a madres que en secreto se culpaban a sí mismas por el problema de JU'bija, que se tragaban esa versión defonnada que tan a menudo aparecía en pultlic:aciones profesionales y populares, según la cual la anorexia nerviosa es. causada por madres entrometidas y despóticas. Caro! inmediatamente estalló ea lliUito y fue incapaz de hablar pOr algunos minutos, Cuando reeebró algo Qe su compostura dijo que "siempre había cr.eído, no, no creído, sino siempre había aábido"' que ella tenía llJ culRa de todo. Invité a Carol a que me ayudara a ~ cómo se las había arreglado durante los pasados dos años para afrontarsu desesperación y ese peso de culpabilidad, cómo habíálogrado soportar la soledad que acompañaba esos s.ecretos pensamientos. ¿Habfasentido algo así como estardesapareciendo? ¿Habfa deseado tambiélll hácerse invisible? Carol se puso a llorar de nuevo, luego al darme detalles de su experiencia me maDifestó que a veces se había sentido encolerizada y que, si bien sabía que era un error alentar a Susan a que comiera, sencillamente no podía evitar hacerlo. Le dije que me gustaría poder apreciar más su experiencia de los últimos dos años .. Brt este punto Susan exhibía un aspecto volcánico. Al advertirlo, Tom ~serenar la situación con un discurso raciona) sobre su experiencia y la de &of; vagamente aludió a algunos de sus fracasos como padres y te~minó ~a Susana que mostrara más consideración por Carol. Luego el cielo Susan se mostró encolerizada y luego serecrimín61 Toro trató de serenar : . . . : por más que se sentfa ineficaz y Carol mostró una actitud afligida 1 •:= en los. que cada miembro entra en interacción con . . creenctas o premisas sobre el probl . . . ~eferencia a Ciertas . . ema, esas creencJas msp· tentativas que no aportan al·1v·10 Lo . b · 1ran so1UCJones · s m1em ros de la f T "dar vueltas y vueltas alrededor de lo . d ~mi ta no hacen sino de las antiguas premisas". (Batesonm;~~2o eácon4~2orrmdad con los ténninos E . • • p g. 7) Stas premisas establecen una in te retaci, , • una interpretación en la que se explica e~ bl on ~oponfera del problema, la impropiedad,la incompetencia la impe~o ~~a lesdeel punto de vista de ' uecc1on Y a deslealtad pe al El fracaso de las soluciones intentadas (s 1 . . rson es. "más correcta" y más leal) sirven tan só~ UCIOne~queexlgen una:onducta . b .. para re. orzar esas pre!UJsas Los miem ros de la familia atrapados en este "red d . . · d . . e creenc1as" parecen t~capa~e~ e reacctonar unos con otros de manera diferente. Evans-Pritchard pmt~ ~tvtdamente las _consecuencias que tiene esa red de creencias en el anáhsts que hace del SIStema de creencias de la tribu azande: "En esta red de creendas cada hilo depende de todos los demás d zande d r . · · · e manera que un E no pue e sa 1rse de sus mallas porque ése es el único mundo que él conoce sa red no es una estructura externa en la que el hombre esté encerrado Es 1~ estruc~~ra de su p~opio pensamiento y él no puede pensar que ese pensamie~1o_esté errado (1937, pag. 194-195). Los_miembros de la familia se ven pues limitados en la búsqueda de otras postbles soluciones y en su aplicación. Sienten que todo está mal, que ellos están personalmente equivocados a pesar de los esfuerzos que hacen para superar esta idea. Como consecuencia, "desaparecer" se presenta.como una solución particularmente viable. Desde esta perspectiva, se pueden considerar los síntomas de la anorexia nerviosa como los sin tomas de una desaparición. En un capítulo anterior, he discutido las implicaciones de considerar la anorexia nerviosa dentro del contexto de rígídas·e implfcitas creencias de la familia. (White, 1983)2. Sugería allí que ciertos aspectos de este sistema de creencias determinaban una vulnerabilidad a la anorexia nerviosa enciertas hijas-, una vulnerabilidad con frecuencia activada por la presión social de imágenes idealizadas de las mujeres. En estecapítulo me propongo ampliar y extender el análisis del contexto de la anorexia aplicando ciertas proposiciones de la teoría cibernética. También me ocuparé de las implicaciones terapéuticas que tienen dichas proposiciones. 113 Teoría dbemética La 1e0ría cibernética ofrece una metáfora del análisis de sucesos o inreraccionesque se registran dentro de los sistemas. Los terapeutas familiaresemplean regulannente esta metáfora para co?siderarprobl~ma~ dentro de contexros y para realizar intervenciones aproptadas. La expltcactón que da Qreaory Bareson ( 1972- 1980) de la teoría cibernética es la más frecuente-mencionada por los terapeutas que tratan familias y ha suministrado 1M biSes de importantes innovaciones. 3 Esa teoría contiene varias proposidoaes interrelacionadas. algunas de las cuales he de discutir en relación con Ja aacnxia nerviosa y su tratamiento. En otro lugar (White, 1986), he ......, c.mbién estas proposiciones y sus implicaciones. "'Cootlderamos qu~ otras posibilidades cabria concebir que se dieran y luego nos JNJUIIarnOS por qu~ muchas de esas posibilidades no se siguieron. pues el suceso pll'tiéular era uno de aquellos pocos que en realidad podrfan haber ocurrido'· 1972, pág. 399). ~ ~mética establece una explicación negativa de Jos hechos . . . . . ~sistemas. La explicación negativa exige que todos esos íft\!il*ft'.linilDIAioscon referencia a cierta limitación. Propone la teoría Jtí•II08iaiJp¡ensu curso porque están limitados en relación con otros . En la co~sideración de la anorexia nerviosa y en las soluciones que tnt~ntan los ~•embros de la familia pararesolvereste problema, las di versas ~ctttudes pos_tbles en la vida como la de "hacer buena figura•·, ··aspirar a la mdependencta" e 1·tzarse" , "11egaraserdueñodesupropiapersona" " , •"auto . ~-a Y madurar son postbthdades que les resultan inaccesibles o insostenibles. J?e ~anera que l_a ~í~ea de indagación es la de una investigación de Jo que ha · · hmHado .las. postbtbdades de la fam·t· . ,de los miembros . • taapantctparen estas otras po_stbtbdades. Esta !mea de mdagación puede aplicarse al comienzo de la terapta formulando preguntas cibernéticas.~ Aquí he puesto una muestra 5 de esas preguntas • Son preguntas que se pueden hacer a todos los miembros de la familia. -Después de considerar los hechos recientes, ahora es evidente para todos nosotros que cada dfa hay ~enos de usted misma, físicamente a medida que pierde peso. Ymental~ent~ a _medtda que está más dominada por la preocupación de la conuda y por dtsrrunurr de peso. ¿Qué es lo ~u~ _impulsa a una mujer joven a una actitud de ·'borrarse·· y la excluye de la postbthdad de dar a su vida una dirección de plenitud? - Cre~ que todos nosotros tenemos análogo interés en saber qué puede haberla empujado a usted a "desaparecer" en la fase misma de su desarrollo en que estaba a punto de hacer una vigorosa aparición en la vida. ¿Qué piensa usted sobre el hecho de no haber experimentado que tiene derecho a probar otros rumbos en la vida y de ver basta qué punto se ajustan a su carácter? - Todos nosotros estamos muy curiosos de saber por qué una mujer joven se siente confinada a la "invisibilidad", cuando otras de su edad se sienten con derecho a una gran visibilidad en todas las formas. ¿Podemos hablar un poco más de esto para intentar dar sentido a este enigma? He denominado "cibernéticas" a estas preguntas porque ellas exigen que los miembros de la familia den una explicación negativa de la anorexia nerviosa, una explicación que se opone a la interpretación soporífera de los hechos, interpretación que no hace sino perpetuar el problema. Esta línea de indagación prepara el sistema terapéutico para que se puedan realizar especulaciones más especfficas sobre las limitaciones. Las limitaciones Al tratar la explicación negativa, Bateson postula varias categoría de limitación. Esas categorías comprenden limitaciones relativas a 1) la eco no· aafade laenergía. 2) la economla de otras posibilidades, 3) la retroalimentación y4) la redundancia ( 1972. pág. 403). En mi análisis he de ocuparme sólo de las limitaciones de redundancia y las limitaciones de la retroalimentación. La redundancia "La iml¡en que lengo es mi agregación y organización de información sobre el objeto percibido, información agregada e in1egrada según reglas de las cuales no leiiJO conciencia. Puedo conocer algo sobre esas reglas pero no puedo 1ener conciencia del proceso de su obrar"' (Bateson, 1978. pág. 237). Las limitaciones de la redundancia comprenden la urdimbre de supues- tos. premisas y expectativas que constituyen el mapa del mundo de una penona. Bateson designó de varias maneras esta red a la que llamó •eJementos fundamentales", "matriz", "superficie", o "ideas programadas han/'. Toda descripción y explicación de sucesos deriva de la delineación de datos que entran en el sistema (noticias de diferencias), es decir, en esa red. Los datos se prueban en la reci y sólo los datos que se ajustan a alguna ~dad o pauta tienen significación para el ente receptor. En este aeatido.la redundancia es un sinónimo de pauta o significación que se da cuaodotenemos ..información aquí sobre algo que está allá" (Bateson, 1978, Ñ· 210), cuaudo somos capaces de predecir totalidades "allá". Así las limitacionesdelaredundanciaestablecen reglas para seleccionar la informa.ddatobrelosobjetososucesos percibidos. De esta manera estas limitacioMS eltablcc:en restricciones sensoriales. ' Al CODSidervlas limitaciones de la redundancia en el caso de "respues181 llllOdxiCas" f¡ • del ..t..:A.... • • me re ~ SC:~m~nte al contexto social y al contexto ••.-v SIStema de creencias lmplícttas de la familia. Reconozco que f~~~==·::~IIPICC~ de esla división son falsos por cuanto ambos contextos .-, de la ideología del patriarcado y la reflejan.6 l. Contexto social v..- premisas que obran e 1' . . • • ~De c:oati . omo lmJta~IOnes establecen estereotipos por los : c o n esas ~remJs~s, u~ mujer sólo puede ser lbQltadoa Y por el~a ffilsma SI sattsface cien os criterios yl6lo unas= y premtsas se refuerzan recíprocamente aquf . . de tales premisas es la de que SI· una muJer · ~::t::_A-'"--'~ ha de ser apreciada ~-amostranedependi . . • ente con exclosLón de sul>:ropia persona- lidad: La conducta que s.e ajusta a esta pauta implica sometimiento a la autondad de los hombres, renuncia de la autoridad propia en relación con el conce.pto personal o en relación con su propia experiencia. La realización erno:10nal se logra mediante la conducta que procura cariño y cuidados a los de mas. Los des~os personales han de expresarse de manera indirecta.7 Otra pre~1s.a es 1~ de que para sentirse digna y valiosa, una mujer debe atenerse a la significativa tendencia de los últimos veinte año<e d d ... d l"d " n ereza aa un 1 .ea . e delgadez .(Gamer y Garlinkel, 1984). Según esta premisa. la expenenc1a de un~ muJer de sentirse valiosa depende de hasta qué punto pued.a acercarse al Ideal establecido. Y ese ideal está reforzado todos los días en rrules de maneras diferentes. Por ejemplo, en mi ciudad hubo recientemente una campaña de publicidad para carteras de mujeres. El cartel represenraba a mujeres jóvenes y muy delgadas que llevaban esas carteras y la leyenda rezaba así: "La forma perfecta". No tengo duda de que, independientemente de los efectos de la visión consciente, semejante publicidad produce un refuerzo subliminal muy fuerte del "ideal". Una tercera premisa es la de que si una mujer ha de colaborar debe preocuparse por suministrar la alimentación correcta a otros, especialmente a los miembros de su familia. La publicidad de los grandes medios de difusión desempeña una parte muy significativa en este aspecto, pues dirige la mayor parte de su adoctrinamiento sobre la alimentación a las mujeres. Un ejemplo reciente fue la publicidad dada en televisión a una determinada marca de margarina. La publicidad pintaba a una madre que lograba hacer una contribución aceptable al adquirir la margarina adecuada para su marido e hijos. Y el estribillo decía "A usted deberían felicitarla''. También esta premisa esta diariamente reforzada de mil maneras diferentes. Las premisas que miden el valor de una mujer por su capacidad de ser dependiente con exclusión de su personalidad. de expresarse indirectamente, de ser delgada y estar preocupada por la alimentación. suministran un contexto para l a selección de la conducta anoréxica. Y aquí se genera una insidiosa paradoja, una paradoja repetidamente reforzada de varias maneras: ·'descúbrete a ti misma perdiéndote" y "encuéntrate a ti mjsmadesapareciendo" Esto puede traducirse fácilmente en "realízate mediante In anorexia nerviosa" y "sigue en la vida el estilo anoréxico''. La conducta que no se ajusta a estas premisas no Liene ninguna significaci?n dcntr? del contexto receptor y por lo tanto no puede ser aceptada: es dec1r. semeJante conducta , no puede elegirse para que perdure. Este análisis de las limitaciones da un carácter espet'dico a las preguntas cibernéticas. Las siguientes preguntas repres~ntan una peqt~eña muestra de las opciones posibles. Estas preguntas conslltuyen (prt.'Ccd1das 11 7 perlas p«guntas más generales qu~ ya se han hec~o a los. miembros de la famjJia) una interpretación cibernéuca de la anorexra nerviOsa: -¿Conoce usted algunos ejemplos de la idea de que las mujeres deberían .._.pana los demás'' antes que ''para sí mismas"? Se¡&in usted. ¿podrían esos ejemplos prestar apoyo al estilo de vida de "'fNNa''rse" en el caso de las mujeres? --¿Cómo esca historia del concepto de sometimiento de las mujeres influye una m~Qer para borrar su propia opinión? ¿De~ manera esto la excluye de aparecer en la vida? -Si Jos medios de difusión logran engañar a una mujer de modo que crea iólo blce una contribución cuando está preocupada poJ" Ja comida y el peso ..,.,._..,_,.161o tiene valor cuando se atiene a una artificial "forma perfecta", ¿en qué ~•••-estado de engaño le hace difícil a esa mujer sentir que tiene derecho 1111 ~rumbo a su vida? ~una mujer lograra alcanzar esa empobrecedora "forma perfecta", ¿cree usted que le sería más o menos posible apreciarse a sí misma? -¿Cómo cree usted que están relacionadas una aspiración a la delgadez y il_l!lpkaci(Sn a la invisibilidad? l)>e qU6 manera esas aspiraciones hacen intolerable la visibilidad de las iiii~ ~~~tQI,eCJ¡pciiooes específicas tendría en la vida una mujer que fue adoctrinada "debe descubrirse a sf misma perdiéndose"? implícitas de la familia producen un contexto que crea una vulnerabilidad a la anorexia nerviosa en ciertas hijas, da mayor carácter específico a las preguntas cibernéticas. Antes de hacer estas preguntas, el terapeuta sugiere que podría ser eficaz indagar la manera en que algunas mujeres jóvenes son más vulnerables que otras a un estilo de vida en el que se sienten vacías y dependientes. -¿Cree usted que las mujeres de su familia que estuvieron más preocupadas por "ser para los demás" antes que por "ser para sí mismas", estaban confinadas a un estilo de vida en el que se borraban a sí mismas y se sentían con menos derecho a dar un rumbo más independiente a su vida? -¿De qué manera se imagina usted que una acentuación de la lealtad y la devoción impulsaría a una mujer a favorecer a los demás en lugar de promoverse ella misma? -Al pasar revista a esta dramática historia de ciertas hijas que se rinden a los dictados de la culpabilidad, ¿hasta qué punto cree usted que la fuerza de esa historia heredada contrarresta el desarrollo de su propia historia con su propio rumbo? -¿Cómo obran los aspectos de esta tradición de lealtad que, según hemos descubierto, crean un sentido de deuda con el pasado?¿ Y hasta qué punto el hecho de estar usted vinculada con las generaciones pasadas, se opone a la experiencia de sentirse con derecho a su propio futuro? f!IID•P1!P.ntocree usted que ese adoctrinamiento dificultaría a una mujer l. Contexto familiar Análogas preguntas pueden elaborarse en lo que se refiere a las limitaciones que tienen otros miembros de la familia , quienes habitualmente intentan soluciones que no hacen sino perpetuar el problema. La retroalimentación "... la familia es un sistema cibernético... y generalmente cuando se da una pato logia sistémica, los miembros se echan la culpa unos a otros o a veces a sí mismos. Pero lo cierto es que cualquiera de estas dos posibilidades es fundamental_meme arrogante. Ambas suponen que el ser humano ejerce un poder total sobre el SIStema del que él o ella es parte". (Bateson. 1972, pág. 438). Según Bateson, la circularidad es un fenómeno fundamental de todos los sistemas; "cabe esperar que los sucesos situados en cualquierposición del circuito tengan efecto en todas las posiciones del circuito en momentos posteriores" (Bateson 1972, pág. 404). La circularidad propone una recursividad en todos Jos sistemas en que los sucesos ejercen unn acción de retroalimentación sobre sí mismos. Los circuitos recursivos ··generan una respuesta no fortuita a un suceso fortuito en aquella posición dd circuito en 111 119 11 ocurri6 el suceso fortuito" (BatesOD. 1972. pág. ~). De ~ta :0 ci6D derivaliimitación. el concepiO de mroalimentación, de retroaltmentacJón Esto sugiere que todo cambio duradero de una ~- ~como 1) . rod 'd de un sistema debe ser complementario de los.cam~JOS p ~c• os en ~ mayoryque2) esos cambios no son fortunos. smo que tienen una direccicSn y una relación. La obserVaci6a becha por Batcson del cambio producido en .una dinac;ci6n mientras trabajaba estudiando la tribu iatmul de Nueva Gumea (Baeeson.1978) fue Jo que primero le llamó la atención sobre el fenómeno ~e R'JirOI)imcatación. A causa de esa observación, Bateson que ya se senua insatisfe<:bocon las "palabras psicológicas unipolares" ( 1978, pág. 4 7), ~ue ¡epresentaban una descripción de solo uno de los t.érmino~ de ~a relactón, OOIDIIIIZÓ a reflexionar en esta circunstancia y real1zó clas•ficac10nes de los procesos. A dif~ncia de Weiner, que relacionaba la cibernética con el control, BatesoD empleó el tmnioo cibernética para describir sistemas de circuitos completos (BaleSOn, 1978, pág. 52). Bateson creía que el empleo de la palibra"control ao era feliz por cuanto establecía una propensión a señalar la uaidad.incooveniente en el análisis de los sucesos. Sostenía Bateson que esta idea supria que una parte podía controlar el todo y que implicaba una fronlaaartificial entre las partes, lo cual determinaba que no se reconocieran los procesos de interacción en los sistemas "de pensamiento y acción" y IJevéa a premisas que oponían la especie a la especie y la especie al ambieBtc;eaaama, ~na ecologíade malas ideas" (Bateson, 1972, pág. 484). DeclaBatesonque seleccionarla unidad inconveniente para examinarla ~dar una explicación soporífera de los hechos producidos en los las descripciones de causas que invocan alguna caracterís$ldeunapersona, como por ejemplo, la dependencia o la agresión, t• •dlfMraD expJic:aciones soporíferas. Estos términos (dependencia o agre110t)Ji~Ma • ori&en en relaciones entre personas y esas relaciones son 111MIÍGI18 :A~era de esos términos de descripción. Las nociones .,.,.,lllplltanlaexplicación del contexto de interacción y determinan .... il61111y ¡rande que sólo oculta las preguntas reales" (Bateson, ~147). · .~·~Jiiflapolible combatir la explicación soporífera. de modo que •1 ti"'lllaerlaa ..pteguotas reales.. si el terapeuta forn:.uta el problema • •....,.,.quepoogaderelieve la naturalezadoble o multilateral de toda =Todas ··c omúnmente hablamos como si una ·cosa· pudiera 'tener' alguna característica... y a í es como está hecho el lenguaje .... pero esta manera de pensar no e~ su ficicmcmcntc buena en la ciencia o en la epistemología. Para pensar correctamente. es acon~ejabk e~perar que todas la~ cualidades y atributos. todos los adjetivos. cte .. se refieran por lo menos a dos ~críes de interacciones desarrolladas en el tiempo" (Bateson. 1970, pág. 67). Este énfasis ayuda al terapeuta a elaborar descripciones complementarias de los hechos producidos en la interacción familiar, descripciones que llevan a hacer preguntas que exigen a los miembros de la familia elaborar descripciones dobles de los sucesos. Después de la formul ación de tales preguntas, a los miembros de la familia se les hace difícil describir los hechos relativos al problema sin invocar el concepto de circularidad. Descripción complementaria e interrogación complementaria Las mujeres jóvenes que padecen de anorexja nerviosa suelen delegar en otros la responsabilidad de dirigir sus vidas. Con el tiempo se hacen cada vez más dependientes y menos autónomas para planear su futuro, menos capaces de alimentar sus propias esperanzas. Cuando aumenta la preocupación por la comida y el peso, estas mujeres tiene mayor dificultad para identificar su propia opinión sobre cualquier asunto. Si la libertad tiene que ver con la decisión. estas mujeres experimentan creciente opresión a medida que toman posesión de ellas los síntomas de la anorexia y las personas que las rodean. . En consecuencia, las personas que rodean a la mujer joven, parucul~mente los padres, llegan a experimentar una superr~sponsabiüdad po~ la vtda de la joven. Los padres intentan ejercer su autondad con mayor v~gor en cuanto al futuro de su hija y cifran mayores esperanzas en ella. A med•da que la joven se preocupa más por la alimentación y el peso, otras p~rsonas son las que toman las decisiones en la mayor parte de los actos de su vt~_a. A veces las madres son particularmente propensas a participar co_n s~s htJ~~ en este modo de ser a causa de que ellas mismas se sujetan al entena de ser para los demás". . r de Esta descripción complementaria constltuye la b~~~ de una Jne~tas . ., e o llamo '·interrogación complementana . Esta~ pregu tn~agacJOn qu y. b s de la familia deriven descripciones bilaterales y eXIgen que los mtem ro . ¡ ·embros de circulares de los hechos. Hay que poner ctnda~o par-a que ~s ;~cipación la familia entiendan que las incitaciones reciprocas a es a complementaria son emitidas al acaso. ·~· -cuando acaricia menos esperanzas sobre usted misma, ¿cóme se explica ... eMIICtit11d incite a sus padres a fonalecer sus esperanzas por usted? CUando la hija de ustedes acaricia menos esperanzas sobre sí misma, ¿cómo 11 uplican que esa actitud Jes haga concebir mayores esperanzas por ella? -A medida que usted cuenta menos y ejerce menos influen.cia sob(e su vida, ¿eómo es que usted cuenta más para sus padres y los incita a ejercer :jilfár iDOw:nc:ia en la vida de usted? ,::1~i"~~-emllac¡uelahija de U$tedes cuenta menos y ejerce menos influencia sebre ¿c:ómQ es que esto hace que ella cuente más p~a ustedes y los ineite a .,. n w'lftrw influencia en su vida? qué manera el hecho de querer desaparecer usted de la vida incita a a hacer una aparición más vigorosa en su vida:, ~"'ii•illllf manera la desaparición de la bija de ustedes los incita a hacer una IJii•iD mú vigorosa en la vida de ella? ¿l'fáltl qué punto la renuncia de usted colocó su futuro en las manos de sus qué punto la renuncia de su hija colocó su futuro en las manos de .;.:'!!,.......rLre qué manera el vacío' que usted experimenta incita a sus padres a llllllar· •rn~t plenamente en su vida? qu6 manera el vacío de la bija de ustedes Jos incita a participar más su vida? =u•~¡uemanera su estado de dependencia incit!l a sus padre-s a apretarle inviertan esta dispo- Yperdlll'8dón de lo nuevo m~ras a hacerlo. perdurar, las preguntas cibernéticas y complementarias m1smas provocan el cambio. Además, pu~sto. que las preguntas cibernéticas y complementarias llevan a una exphcac1ón de la anorexia nerviosa opuesta a la e" 1· ·, bl · · ...p. ICa CJOn esta .ec~da por la familia, estas preguntas crean condiciones para formular descnpc10nes dobles, condiciones que constituyen la fuente de nuevas respuestas de todas clases.& De esta manera la participación de los miembros d~ la f~~ilia es susceptible d~ tomar otros rumbos posibles. Las preguntas ctbemet1cas y complementan as pueden utilizarse también en otros métodos espe~ífic,os para crear contextos de descripción doble. Como en otro Jugar (Wh1te, 1986) me ocupé de esos métodos, sólo los trataré. aquí brevemente. Deter minación de la innuencia relati va Después dedeterminar la influencia que tiene el problema en la vida de los miembros de la familia, el terapeuta formula preguntas que exigen que dichos miembros delineen la influencia que ellos mismos tienen en la perduración del problema (en la vida del problema), que señalen "hechos'' que se opongan a esa experiencia opresiva que les causa el problema. Esos son hechos que no han tenido ninguna correspondencia con regularidades propias del contexto receptor, de manera que los miembros de la familia no los han seleccionado con miras a que perduren. - Teniendo en cuenta la compulsión de usted a desaparecer, es realmente un logro el hecho de que haya logrado mantener viva alguna esperanza sobre una futura aparición en la vida y poder llegar a ser dueña de sí misma. ¿Cómo lo logró? -A causa de la vulnerabilidad de ustedes a la culpabilidad, ¿de qué otras maneras podrían haber incitado inadvertidamente a su hija a transferi rles a ustedes la responsabilidad de su vida? En estos casos, ¿cómo lograron ustedes eludir los dictados de la cul pa? -Aunque de varias maneras usted haya estado incitando a otros a que le aprieten las clavijas, no ha agotado del todo sus posibilidades ni ha llegado a ser un títere. Quizá podamoshablar un poco de esas posibilidades y sobre c·ó mo pudo usted .evitar un completo derrumbe. -Habiendo discutido otras maneras en que su hija pudo haberse entregado a la tradición de lealtad de las hijas de su familia, ¿qué creen ustedes que le permitió no verse totalmente abrumada po1· la cul pabilidad? ¿Qué significa esto en lo tocante a futuras posibüidades? 123 SupresJ6n del faetor temporal .· -¿Creen ustede~ que debe~.someterse a la tradición y obligarse a aparecer '1gorosamente en la v1da de su hiJa? ¿O creen que tienen derecho a dar apoyo a aquello que lo:. favorezca a ustedes y a su matrimonio? -:-¿Cr~cn. ustedes que su hija debería limitarse a llevar una vida indirecta y a -·conunuar mvitando a los demál> a que le aprieten las claviJ.as? ·o · <. creen que su · h IJa llene e1 derecho a una vida más directa y plena? El terapeuta puede eliminar la influencia de lo temporal en la participación de los miembros de la familia tocante a la evolución del estilo de vida. Esa evolución tiene una dirección y una relación. Suprimir lo temporal pennite a los miembros de la familia establecer distinciones cuando describen su participación en düerentes puntos del tiempo y en este proceso evolutivo, distinciones que de otra manera se habrían pasado pe>r alto debido a los fenómenos de adaptación y adicción. -Si usted acentuara más este estado de engaño y fuera ciego a la opresión que siente, ¿qué esperanzas de ser dueña de su propia persona descartaría? -Si ustedes dejaran que los dominara aún más esta tradición, ¿de qué maneras creen que estarían más plenamente involucrados en la vida de su hija? ¿Cómo podría corresponder esto a un estado más parcial de su hija? -Si su hija continuara aumentando su deseo de desaparecer, ¿qué otras posibilidades tendría ella de invitar a otras personas a que le aprieten las clavijas, posibilidades que los incitarían a ustedes a hacer una aparición más vigorosa en la vida de ella? -Si usted se atuviera aún más a esa tradición familiar según la cual las hijas ban de ser para Jos de~ y borrarse para sr mismas, ¿qué aspectos de la vida de mujeres que ban vivido antes podría usted imitar más plenamente? El planteo de dilemas Al plantear un dilema. el terapeuta ayuda a la formulación de dos elaboradas Yalternativas descripciones de la participación de los miembros de lafamilia~nel problema. Una de esas descripciones detalla los pasos que son necesanos para acentuar el acatamiento a las limitaciones y para fome?~ la participación complementaria en la anorexia nerviosa. La otra : : • ó n detalla lo~ .Pas~s que serían necesarios para combatir las • ~Y esa particapactón complementaria alrededor de un estilo de vida Deptí~o..Estas ~scripciones se consideran una junto a la otra y ea~ se IDClta a coteJarlas. Los dilemas en lo referente a la participación de los miembrosde la famii•ta Yen relactón . con la anorexia nerviosa pueden OIJI"Ú'~ alrededor de varios temas y oposiciones. ' •11.__• • pueden derivarse preguntas que promueven un debate sobre . . .......,.aca 6n al cambio. -¿Cree · . usted que deberfa res•gnarse a una vida en la que tratara de borrarse o cree que tiene derecho a un rumbo más amp1·10 que le penmta · afirmarse? 1211 -¿Le parece a usted que debería empeñarse en imitar o copiar un modelo del pasado? ¿O cree que debería dar una nueva dirección a la historia de &u vida? Antes de dar fin al debate originado por estas preguntas se pueden hacer especulaciones sobre las consecuencias del cambio mediante otras preguntas: -. ' -¿Qué hechos y valores dados por descontados en nuestro mundo se deteriorarían, si mujeres jóvenes como la hija de ustedes se sintieran con derecho a oponerse a la subordinación de las mujeres yquisieran atenerse a su propia fuerza y competencia? -¿Cómo cree que sus padres reaccionarían si usted se negara a incitarlos a apretarle las clavijas? Si sus padres llegaran a ocuparse menos de usted, ¿en qué otra cosa se ocuparían en cambio? ¿Qué otras esperanzas acariciarían sus padres? -¿Cuáles cree que serían las consecuencias para la historia de su familia si usted se lanzara a hacer su propia historia con rumbo propio? ¿Cómo cree que podría afrontar el sentimiento de culpa que usted experi· menta al reivindicarse a usted misma? -Usted se sentirá culpable cuando se proponga comer y aumentar de peso porque este empeño implica oponerse al estilo de vida de ..ser par~ ~os de~ás··. Cuando se entrega usted a ese impulso. ¿cómo piensa que podra 1mpe<hr que •? el sentimiento de culpa la haga volver atrás, a una VI.da vac1a. Experimentos y respuesta a las reacciones El debate sobre los dilemas determina en los miembros de la familia una disposición a lanzarse a experimentos que favorecen nuevos rumbos. La mayor parte de estos experimentos son espontáneos .. ~on el resultado de la recepción de noticias de diferencias. aunque tamb1en pueden estar má explícitamente planeados. Estos experimentos compre~den a todos.~~~ miembros de la familia de diferentes maneras Y pueden rr desde la.~c%,a o afear los carteles que muestran la fo . dt.recta (por CJ·empJo' denigrar - desorgamzar · 1a ·mterac~l·6n eomplementana erfecta") hasta dar pasos para .. .:: ~ P . . e d la terapia entra en su .as~ alrededor de la anorex1a nerv•osa. uan o ' ., . • • bro~- de la .am1 1lU •v • · media··. el terapeuta e,·olucJOna ;unto con 1os mlem 1~5 selecciona hechos con miras a la J,erduración de nuevas respuestas. También aquf es útil derivar preguntas: - Ahora que ustedes mismos hacen su historia, es decir. ahora que asumen la tarea de escribir su propia historia en Jugar de dejar que otros escriban la antigua historia de ustedes, ¿en qué medida este hecho de hacer la propia historia cambia su futuro respecto del futuro que se les había asignado? Conclusión La anterior discusión presentaba el análisis de la anorexia nerviosa en un contexto que, según he comprobado, es sumamente eficaz en el tratamiento de este problema. Se trata de un análisis cibernético que pone de relieve conceptos de limitación relativos a la redundancia y al retroalimentación. Las implicancias terapéuticas de este análisis fueron examinadas poniendo fuerte énfasis en la elaboración de las "preguntas reales". He sostenido que esas preguntas determinan una apreciación cibernética de la anorexia nerviosa y he dicho que provocan nuevas respuestas por parte de los miembros de la familia por cuanto ofrecen condiciones para formular descripciones dobles y establecer un nuevo "código en el contexto receptor". Notas . l. Todas lu explicaciones que proponen como causa alguna cualidad o cantidad Interna o la falta ele eUas son, según Bateson ( 1972), explicaciones soporíferas que adormecen nuestra "fiCUIIad crítica". La re~ón no es interna de la persona individual. No tienen sentido hablar de ·~ndenc1a' o de 'agresividad' o de 'orgullo', etc. Todas estas palabras tienen sus ~ ces en,lo que ocurre entre personas, no en algo que esté en el imerior de la persona". ( 980• p ¡. 147). F '. 2: Sob~ una seaunda descripción de este contexto, véase "Reconstructing the amV~1Y~ ~..;-'lbeStru¡gle of a Young Anorectic Woman and Her Family's Way o lewtn¡...., norld", (Dumnt, 1984) 3. Váse, por ejemplo, Selvini-Palazzoli y otros ( 1980) 4. &ti biea eMeblecida la .-...: de ' 1 · apreciaci6a ele la 1":-uca . .'o~u ar pre~untas que determinan una f "cia:uJaridaCf Sel · • ...., __,. Y la recurs•v•dad en los Ststemas. Véase por ejemplo YUIJ•..- . - ¡ y 01101 (1980) y Tomm (1986). 5. Debido •limitaciones ele esp . 1 . 1 c:apftuJo 1011 ele farma . ICJO, os eJemp os de preguntas que figuran en este f'nameatane. ele IIIIDeraCOIDp~Ja. •En la práctica, muchas de las preguntas deberfan . ~ 0 5 ejemplos dados constituyen muchas preguntas. 6 Debido a · limitaciones de espacio, el análisis de este contexto será sumario. 126 E.xistc una con~idcrable bibliografía que ofrece un amplio análisis de e5te tema. Por eJe~plo. se encontrará un análisis de la historia del sometimiento de la opinión de la~ muJeres en S pender ( 1983) y en Rich ( 1977). Sobre un análisis de la relación de la imagen "ideal" del cuerpo de las mJjeres con el patñarcado. v¿ase Orbach (1978) y Chemin ( 1981). 7. La conducta de las mujeres que padecen de anorexia nervio,a es considerada a menu~o "manipuladora". Esta palabra se emplea en un sentido despectivo y soporífero. Atendaendo al contexto de la anorex.ia nerviosa, resulta más ralonable designar esa conducta como "indirecta". . . 8. Según Batcson, las condiciones que admiten una descripción doble permiten astmasmo que los receptores hagan distinciones, y esas distinciones representan una fuente de nuevas respuestas de todas clases. Referencias bibliográficas Bateson, G. 1972: Steps toan Ecology of Mind. Nueva York. Ballantine Books. Bateson, G. 1978: ''The binh of a matrix or double·bind cpistemotogy'' en M. Berger (comp.) Beyond the Double Bind. Nueva York, Brunner/Mazel. Bateson, G. 1980: Mind and Nature: A necessary rmity. Nueva York. Bantam Books. Durrant, M. 1984: " Reconstructing the family's reality - the struggle of a young anorectic woman and the family's way of vicwing the world". Australian Joumal of Family Therapy, 5(2):93-99. Evans-Pritchard, E.E. 1976: Witchcraft, Oracle.5 and Maglc among t!Je A;,ande. Oxford, Clarendon Press. Gamer, D.M. y Garfinkel, D.E. 1984: HandblJok of Psychot!Jerapyfor Anorexia Nervosa and Bulimia. Nueva York, Gúilford Press. Orbach, S. 1979: Fat is a Feminist lssue. Londres Hamlyn. Selvini-Palazzoli, M.S., Boscolo, L., Cecchin. G. y Prata, G. 1980: "Hypothesizingcircularity-neutrality: three guidelines for the conductor of the session". Family Process. 19(1):3- 12. Spender, D. 1983: Womcn of Ideas: And whot men hm·e done to rhem. London. Ark Paperbacks. Tomm, K. 1986: "ReflexiveQuestioning: A generative mode of enquiry" (no publicado). White, M. 1983: "Anorexia nervosa: a transgenerational system perspectivc:· Family Process, 22:255-273. White, M. 1986: " Ncgativc explanation, restraint and double description: a templatc for family therapy". Family Process. 25(2). 169-184. 7 El rito de inclusión Enfoque para el tratamiento de la conducta extremadamente descontrolada de niños y adolescentes púberes* Este capftulo presenta un enfoque ritual para t~tar la conducta ~xtremadamente descontrolada de niilos y jóvenes que están en la pnmera ado!escenc1a, enfoque que utiliza el concepto de ''time-in" como _una metá.fora del traulml e.~to. En..él se pone el acento en Jo beneficiosa que resulta la mtroducc1ón de un nuevo marco en el cual se puede encuadrar la conducta descontrolada: e~~ marc? desbarata los habituales pero impotentes intentos de Jos miembros de la farruha desunados a encauzar esa ~onducta, intentos que tanto refuerzan. el ''time-out" [separación temporal] en las relac1ones. Los detalles de este enfoque se describen dentro del contexto de las tres fases del "rito de pasaje" sellaladas por Van Gennep (1960). El Rito de Inclusión es un enfoque destinado a tratar la conducta extremadamente descontrolada de ciertos niños y jovencitos que atraviesan la primera adolescencia, procedimiento que desarrollé durante varios años. Aunque inicialmente bauticé este enfoque con el nombre de "Técnica de tenencia firme", nunca me sentí completamente satisfecho con esa definición. El enfoque implica mucho más que una técnica. Al utilizarlo y al enseilarlo, siempre di gran importancia al desarrollo y la presentación de un nuevo marco para la conducta descontrolada, un marco que permita tanto a los miembros de la familia como al sistema de bienestar y salud, orientarse de un modo diferente ante semejante conducta. Al analizar este trabajo y al observar las vídeocintas de las sesiones mantenidas con las familias, lo que siempre se presenta como el aspecto más importante, en cuanto al resultado ben~fico a largo plazo, es hasta qué punto los miembros de la familia fueron capaces de "recnmarcar" la conducta descontrolada. Aplicado fuera del contexto de ese nuevo marco, estoy seguro de que el método que describo en este capítulo puede resultar opresivo, por ello nunca quise aceptar consultas breves sobre este enfoque. Hace variosaiios, cuando estaba yo enseñando este método en un taller. DavidEpston• creyó descubrir en él varios aspectos que podrían identificarlo •Publicado en la Dulwiclr Crntu Re\· iew. 1986 128 con un proceso .ril ual. Epston me rccordóla dcscri pción que hizo Van Genn ( 1960) de ese t1po de rito, llamado ''rito de pas · .. ep aJe . Yque pone el acento en ., . . 1as fases de separactOn, hmmalidad Y reinco . .. .. . rporac10n y me sugmó que lo . rebauu zara Rtto de Inclusión'' La de fin· .6 . . . · · · ' te• n me parectó al mtsmo ttcmpo mtngante.Yllamativa, de modo que acepté el títulos ugen.do por Epston como . una descn.pctón más adecuada de e. te enfoque. . El ~Ho de Inclusión c?ntiene una fase de restricción física Yposiblemente al"'un~s lectores se Stcntan un poco incómodos por este aspecto. Sin embar~?· qutero ac~arar que, hecho como corresponde, el rito produce una sensac10n de capac1dad y fuerza en todos los miembros de la familia. .A~nqu: ~n la bibliografía aparecen otros enfoques que emplean la restncctón f1S1ca (p~r ej_emplo, Friedman y otros, 1978), éstos ponen el acento en la dctermmac1ón de un marco muy diferente para la conducta descontrolada; además, no tienen en cuenta el Rito de Inclusión. Las familias Cuando se sienten frustrados, los niños y adolescentes de las familias en las cuales se desarrolló este rito, invariablemente presentan ataques de cólera, con frecuencia se lanzan a una carrera de destrucción que incluye la rotura de puertas y ventanas y la agresión física a los padres. Esos jovencitos parecen tener graves dificultades para encontrarle una dirección constructiva a sus vidas y muchas veces se sienten más atrafdos por un "estilo de vida de fracaso" que por un "estilo de vida de éxito''. La reacción negativa que normalmente tienen ante cualquier alabanza es uno de Jos muchos ejemplos que podemos citar que apoyan esta conclusión. Es muy común que, a través de Jos años, estos niños ya hayan recibido diagnósticos de lo más variados. desde hiperactividad y conducta desordenada hasta sociopatía. . Muchas de estas familias habitualmente buscan la ayuda profcs1onal a fin de encauzar esta conducta descontrolada. Y la mayorfa de ellas de ·cribe un panorama en el cual el problema resistió todos los cons~~os. recibidos. Aunque los padres de tales familias generalmente están fam1hanzados con Jos procedimientos "time-out" destinados a af~ontar. los problc":'a~ de conducta, es habitual que nos informen que en realidad dtchos procedumentos sólo sirvieron para reforzar la conducta descontrol:ld~t Yp~ra prov~ar episodios adicionales de conducta destructiva que pueden l!lchnr la agre:-.lón física y el abandono del hogar. Las historias relatadas por la familia. sugieren también que los repetidos intentos de afrontar el problema trasladando al niño a casas de adopción. hospitales y otro ti pode instirucionessólo provo;aron, a través del tiempo un fortalecimiento de la conducta descontrolada. .. evaluar la experien~ia de los niños y los padres de es tas far~uhas. n rasgo común la sensación de "time-out" en las relactones. aparece comO U . · d h Generalmente, Jos padres dicen vivir una larga expenenc1a e rec azo P0 r parte del niño y pueden mencionar ejemplos muy tempranos de ese n~chazo en la vida del niño, ejemplos que van desde el rechazo al amama~~amtento a la dificultad, manifestada desde el comienzo, de los padres para comprender" al niño. Al profundizar esta cuestión del rechazo, normalmen~e se p~ede determinar que los padres creen que el niño es com~le~mente msens1ble, incapaz de sentir un vínculo o cierto interés por el sufnnuento de sus padres. Al relatar sus intentos fallidos por resolver el problema, los padres confiesan que se sienten impotentes y que ya no saben más que hacer. Se sienten perdidos y desamparados respecto de la con?ucta descontrolada. Muchos de ellos revelan que, si bien por un lado expenmentan un.p~ofu~do sentimiento de incapacidad y culpa, por el otro, sienten una gran JmtacJó~, pues perciben que el niño es testarudo y tiene una intención negativa hacia ellos. En tales circunstancias, no sólo el niño parece desvinculado de los padres, sino que éstos mismos parecen distanciados entre sí y del niño y aislados de otros padres que, según ellos suponen, se las arreglan muy bien con la tarea de criar a sus hijos. Para los padres de un niño o niña de conducta descontrolada,lasupervivenciase planteacrudamentecomounacuestiónde "él (o eUa) o nosotros". Cuando la versión que el niño o el adolescente tiene de su propia vida y de la familia es accesible, nos enteramos de que experimenta algo similar respecto de los demás miembros de la familia4 • Cree que es malo, se siente desamparado, rechazado, impotente y desesperado. Está enojado a causa de la ..injusticia" en la que vive y bace responsables de ella a sus padres (y al mundo); ademúestáconvencidodeque los otros sienten animadversión por él. ~nsidera que los padres son obstinados y para él la supervivencia se convterte en una cuestión de "ellos o yo''. Son jovencitos que están aislados, ~ encuentnmdesorientaadosy ban perdido contacto con los demás. Parecen mcapaces de percibirloque sienten los demás y, al mismo tiempo, creen que los demú DO perciben lo que ellos sienten. Parece bastante cvideate que las soluciones que se intentó dar al problema, activadas por las posiciones de "~1 (o ella) o nosotros" y "ellos o yo:·· re~ él "time-out" en las relaciones y acrecientan la idea de la anmtadvem6n Yla permanencja de la conducta descontrolada. A pesar de todo ~StO, las f~as parecen apremiadas por seguir intentando dichas soluctones. Los IIUCmbrosde lafamilia se sienten incapaces de abstenerse de Ai 1:.\0 hacer lo que saben que resulta ineficaz. En algún otro lugar, empleé una metáfora cibernética para explicar la perturbación que provocan tales condiciones y al analizar su desarrollo me refería a una segunda cibernética y a los círculos viciosos (While, 1984). "Time-out~' versus ''time-in" Este análisis del contexto en el que se da la conducta extremadamente descontrolada de niños y adolescentes, me llevó a comprobar la eficacia de los procedimientos "time-in". Creo que la elección del "time-in" como una metáfora aplicable al trataoiiento, se fortaleció por la impresión que ruve de que una cantidad desproporcionada de los niños que me fueron derivados, al iniciar el desarrollo de este procedimiento, tenían historias de separación de sus familias , historias que con frecuencia incluían un desarrollo prematuro, o la crianza en hogares ajenos o en j,· stituciones. Estas observaciones y un análi~ i.; cibernético del contexto en que se da la conducta extremadamente descontrolada me aguijonearon para desarrollar el enfoque que expongo en este capítulo y que incluye detalles de varias comprobaciones que hice durante los últimos años, detalles que, según creo, hacen que este método sea aun más confiable. Muchos de esos detalles surgieron mediante un proceso de aprendizaje de prueba y error, por descubrimientos hechos al participar con las familias en la aplicación de este enfoque. En este proceso de aprendizaje me resultaron particularmente valiosos el anáUsis de entrevistas grabadas en vfdeocintas y los posteriores comentarios realizados por los miembros de la familia. Ahora, como rutina, presento este método a las familias y a los profesionales del sistema de bienestar y salud como el Rito de Inclusión. A fin de reforzar esta descripción del enfoque y ¡para facilitar la exposición, organicé este capítulo según las tres fases en las que se desarrolla ese tipo de rito clasificado como ''rito de pasaje". Esas fases son: separación, liminalidad y reincorporación (Van Gennep. 1960; Turner, 1969). La rase de separación Durante la fase de separación, el terapeuta incita a los miembros de la familia a elaborar juntos una nueva descripción del problema. que presente un marco alternativo para la conducta descontrolada. Esta práctica desvía a IJI los miembros de la familia de la definición que presentáron anteriormentedel problema y Jos aparta de Jos intentos que babitualmente hacen para re~olver­ lo, intentos que, en realidad. sólo f!gravan el pro~ lema. Esta es fambtén una etapa de unión, durante la cual el terapeuta formula preguntas qu~ ~yudan a los miembros de la familia a expresar plenamente la opres1oo y la desesperanza que experimentan. Al mismo tiempo, esas p~eg.u~tas ayuda·n al terapeuta a aproximarse a la comprensión de tales expene~~tas. . . Las preguntas gue llevan a los miembros deJa famtha a ObJeUvar, externalizary basta a personificar el problema son muy eficace~ p~r~que el miembro de la familia y el terapeuta elaboren una nueva deftmcJón del problema, una definición que se oponga a la construcción "deliberada" Y sugiera en cambio una construcción ''no deliberada... E~ r~spues~~ a tale.~ preguntaslos miembros de .la familia sienten que todos estanJuntos en este y se apartan de lassoluciones asignadas por el "éVella o nosetros" y el"ellos o yo". . . En primer lugar averiguamos cuál es el ténmno de referenc1a que usualmente emplea la familia para describir la conducta descontrolada. Luego, les pedimos a los miernbros deJa familia que nos expliquen detalladamente las diferentes soluciones que se intentaron y a las que el problema resultó inmune' y les pedimos que especifiquen hasta qué punto el problema vidas y en sus relaciones. Generalmente comienzo por pedir ~-.-qU811Deldeni de1talltes del efecto que ejerce la conducta descontrolada en la vida ~rt~~:~:tcitov~e.J efettoque suponen ejercerá en el futUl'O. En geneFal, que surge incluye detalles referentes a insensibilidad y, en :·PI!~~~ el terapeuta puede pedir que se le den algunos ejemplos que ltitii'Yinla prueba más clara de que el niño es incapaz de conm9ve.rse y ~~.4esorientado. Una vez que se e-stablece hasta qué punto el niño/a está '>por los beninches", el terapeuta puede interrogar a los demás efecto tiene ensus propias vidas la conducta descontrolada del esos berrinches le iq¡piden ponerse en contacto con el modo esos berrinches. ej~rcen un efecto aislant~ en (!lí~:lalfaulili:a?¿C6mo la opresión que-provocan esos ataques lleven<llo a la desesperanza y la desesperación? Puede luego .eon:ve~ión centrada en las posibles consecuencias que r&.tUMM:btodeque esos berrinches se hicieran más frecuentes ~1Jlsti'ISit•llit:lad y de ..pared de ladrillos'' se acentuara. !IIP81'aCi6niiitC)\llye'unaparteenlaqueelterapeutatambíén de la familia a elaborar una segunda descripción que ~111K1a0de esc~pardel estado de cosas que ha sido muy Luego puede llamarse la atención sobre el carácter lf-lllilliliiCl~.., ir mis allá del estado de cosas actual · r: La elaboración de esta.~eg~~da descri(?ción incluye la formulación de pr~guntas que pongan de mamflesto la influencia que pueden te 1 mlemb~os de la familia en la "vida" de la conducta descontrolada ;er os ~los mJe~bros ~e la ~arnilia les resulte difícil identificarlas. sie~p~:~~e mformactOnes dlspombles que contradicen la vers·ó d ~ 1 d'd · · n e que todo esta per ~. o, es decir, hechos que prueban que los bettinches del niño no han dete_n_orado completamente las vidas Ylas relaciones de los miembros d 1 fam1ha. Estaspreguntas confirman la idea de que Jos miembros de la f;m~li: son capaces de afrontar tales ataques de cólera. Un bu~~ comié~zo puede ser recoger información sobre las ocasiones en ~ue el nmoo la m~a logró sobreponerse al arranque de ira, cuando en reahdad pudo sucumb1r. Como al prinéipio, los miembros de la familia no está~ prepa_ra_d~s para discernir y mencionar ejemplos de este tipo de oeasu~nes, tnlCJ·almente el terap-euta deberá ir entresacando de toda la información, de manera activa, esa nueva descripción. Por ejemplo, el terapeuta puede manifestarse sorprendido por la capacidad que muestra el niño para desafiar al berrinche y oponerse a su influencia al asistir a la entrevista. Además puede agregar algunas observaciones sobre cómo un arranque de cólera podría haber hecho fracasar la sesión si el niño se hubiera sometido a su presión. Tambjén pueden destacarse las ocasiones en que los demás miembros de la familia pudieron rehuir la influencia que habitualmente ejercen los berrinches del niño o la niña en sus vidas y en sus relaciones. Por ejemplo, se les puede preguntar a los padres cómo. en tales circunstancias, fueron capaces de superar la desesperanza que les causan los arranques de cólera de su hijo y de mantener viva la esperanza de que las cosas podían cambiar. Una vez que.se Iogra empezara elaborar esta segunda descripción, generalmente los miembros deJa familia comienzan a mencionar ejemplos adicionales de cómo pudieron escapar a la influencia de los berrinches del niño o la niña. ejemplos que, al principio, no se les ocurrían. Al yuxtaponer los conceptos de 1) "time-out"' y "time-in", Y 2) la opresión que provocan Jos berrinches y la liberación de esa_opresión. se les plantea a los miembros de la familia un dilema. Luego, med~ante preguntas, se busca vincular estos temas entre s.í. Por ejemplo: ··¿Se stente usted más atra'ído por el "úme-out" y la opresión causada por los berrin~hes ~-cree que el "time-in" y la liberación se ajusran más a su per_sonahdad? Pueden agregarse más preguntas con el fin de intens~~c~ el dilema. ,. _ Generalmente, Jos miembros de la famllta uend_en a opo~er el tmt:~ out" y la opresión que provocan los arranques de mt En esta t'l.npa. •• .< • · c0 rrn·1lo que sabed~ un enfoque que les penmtrra estar m eJOr terapeuta 1es rn• ' • ·• , comunicados unos con ou·os y que, por lo ta~to: promovera una mayor sensibilidad hacia los pensamientos y los sentumentos de los demás, un enfoque que los ayudará a escapar de la opre~i?n que les pr~vocan los berrinches. Aunque todos los miembros de la famtha ban de e~~enrnentar.l~s efectos benéficos del método, éste ha de ser particularme~te u tri para ~lmno 0 la niña, pues lo ayudará a tomar decisiones ~? su v1da Y. a elegrr una dirección más constructiva. Además, ha de permillrles a los mrembros de la familia oponerse a la penetrante influencia que tiene el "time-out" en las relaciones, así como vencer la conducta descontrolada. El terapeuta prepara pues a los miembros de la familia para la ruptura que ha de acompañar a la transición o fase Ji minal. Se les dice a Jos padres que si tienen éxito en el rito, no podrán fallar en la tarea de salvar el futuro del niño y de recomponer las relaciones familiares. Sin embargo se les hace notar que no pueden alcanzar el éxito a menos que estén dispuestos a enfrentarse con la incomodidad y la ruptura que pueden aparecer asociadas al rito. Silos padres minimizan la tarea que les toca o bien minimizan el grado de compromiso que deben asumir, el rito no les será de ninguna utilidad. La fase liminal La fase liminal es un período de transición. Aunque al referirse a ella los terapeutas y los miembros de la familia habitualmente la describan como "el rito", en realidad es una etapa intermedia del rito, situada entre la separación y la reincorporación. La fase liminal se estructura con el fin de provocar, por un lado, la suspensión de la puntuación temporal usual de los sucesos (esto se logra estableciendo un tiempo independiente del tiempo del reloj) Yporel otro, el apartamiento de la orientación habitual de los miembros de la familia respecto de los sucesos. Como los miembros de la famiUa sienten gran incenidumbre ante esta fase, es necesario suministrarles un "mapa" de las~~periencias probables que van a vivir. Ese mapa les brinda información anti~1pada de la probabilidad de una experiencia cargada de afecto que yo bauticé una :·crisis de ,i,ntinúd~d", seguida por una experiencia familiar que podríadefimrse~mo un sentido de comunjdad", un sentido de pertenencia.7 Hay una sene de detalles que son muy importantes para estructurar correcta~e~te la fase liminal. Detalles que se les presentan a los miembros de la ~am1ha en forma de instrucciones y notas que ellos deben registrar. Repeudas veces, al ser consultado sobre un ritoaque no tuvo los resultados 134 a) Los berrinches deben extinguirse CSf'?n1t*J~!*Ifli.:M·f4·iÍIÍ~i. los. A fin de fortalecer esta idea puede ser dtiiCJIIINII'•••t1llllllli•~ hacer un resumen de aquellas soluciones que • 'nU tiLa&-• fracasaron. ' ._ b) ~1 rito no t.i~ne nada que ver con aquellas solucDieiCJid•...... tten~ relac10n con el castigo, el razonamiento ni ta 'lledlc1Ci6a. J!lt e) El Hempo, el esfuerzo _Y la perseverancia son elnllke -~~-­ tera~eu!a puede menciOnar qu~ se les exigió 1 ............. • sentid~ : Hay que recalcar el hecho de que no hay opciones blaDdas - ·"'·"'"_,.,., la d~castón que tomen los padres será, o bien un pu ....,~ un tte~po breve, o bien una fatiga crónica a lar¡o ~ d) I nmedt~tamente. después de las sesiones iniciales ha de apeiÍIIIeiltalle una meJora consaderable en el estado de las coaas; lue¡o, 111fa de p se alcance un éxito más estable se presentará algdn renoc:eso. uaaac:aMt que será una prueba del progreso. e) Se exige la estructuración de un tiempo independiente del tiempo 4118 señalan los relojes. Se les pide a los padres que deo los pasos necesario~ para evitar que el rito se mida según el tiempo que man:a el reloj. Hay que evitar toda referencia al tiempo transcurrido. Esto incluye relojes de pared, relojes pulseras, radios, etc. Si el rito se realiza durante el dfa bay que cerrar las persianas. f) Durante el rito no debe presentarse ningún tipo de ioterrupci6o. Habd que tomar medidas como desconectar el tel~fono y si hay OCIOS oiftos ea la casa, dejarlos al cuidado de alguien. g) Para llevar adelante el rito se exige siempre la presencia de por Jo menos dos adultos. Preferiblemente estas personas deben ser los padres del Diño y si no, amigos de los padres o parientes interesados ea el asunto. El rito nunca debe iniciarse en presencia de uno solo de los padres. ED el caso de que esté disponible uno solo de los padres, por estar distanciado del otro, el terapeuta hará los arreglos necesarios para estar B mismo presente durante el rito o, si no puede hacerlo, conseguir un asistalte social familiarizado con este enfoque que acompaile a la familia... h) Para los adultos será una experiencia diffcil, de modo que babri que pedirles que se esfuenen por apoyarse unos en otros. Se indican dos roles. el del "insider" (el que ocupa la posición activa) y el del "outsider" (el que ocupa la posición pasiva). Al"insider" se le pide que Ueveaeabo la restricción física d,el niño y al "outsider" que apoye y prom-.evalaac:cido del "insider'' y ayude a ambos a elaborar los diferentes sentimientos que 135 han de experimentar. Los adultos pueden alternar Jos roles y ayudt4r a mantener la restricción física. i) No es necesario que se instituya el rito en el momento de uno de los arranques de cólera. Por el contrario. se aconseja a los padres, que en respuesta a los berrinches continú~n ~aciendo lo que nor.malmente hacen. Los arranques de ira se d1rn pnnctpalmente en presencta del más débil de Jos padres y en esas ocasiones ta~bién los s~ntimiento~ de los. padres se exacerban. Tratar de realizar el nto en tales c~rcunst!}nct~S sólo complicaría las cosas. Sin embargo, los padres deb~n.tnten~ar aphcar el rito tantas vece.s como se presente la conducta colenca. Stempre debe proyectarse la realización de Jos ritos con anticipación y prac.ticarlo.s en un momento en que los padres estén libres de otros comprorntsos. St los ~rrinches son frecuentes y la familia está muy ocupada, no será posible realizar el rito más de una o dos veces por semana. Los padres pueden, en ese caso, agrupar una cantidad de berrinches y tratarlos en un solo rito. Es necesario establecer que hay una relación entre la cantidad de arranques de cólera y la cantidad de ritos, de modo que el niño pueda asociar la disminución de los berrinches con la disminución de la frecuencia de los ritos. j) No deben evitarse las oportunidades de aplícar el rito. Se alienta a Ja.s padres a provocar las cond-iciones que, segun su experiencia pasada, ellos saben que desatan un berrinche. Esta instrucción prescribe una postura de "confrontación", opuesta a la postura de "evitación" que es la qu.e habi'tualmente adoptaron los padres anteriormente. k) El rito no debe forzar a una intimidad, de manera negativa. Ni tampoco debe resultar opresivo. Antes bien debe desencadenar una ''crisis de intimidad" y los padres podrán notar en el jovencito una tendencia a estar físicamente má$ próximo, a buscar "experiencias de pertenencia". También observarán que., en lugar de resultar oprimente, el rito provoca en el niño una mayor capacidad de decJsión responsáble. 1) Si bien el rito debe proy-ectarse con anticipación, no debe anunciársele al niño cuándo se ha de realizar. m) Una vez iniciado, el rito debe Uev¡u:se a cabo completamente'. Si los padres no están seguros .de querer completarlo, será mejor que no inicien ~ste método, puesto que desistir a mitad de camino sólO" se.FViría pat1a fortalecer el sentimiento de opresión ,que provocan lo.s berrinches y el "time•out" .en las relaciones. n) No es necesario decirles a los padres cuándo concluye el rito ni cuándo pueden suspender la restricción física. Intuitivamente, los padres saben cuándo se ha completado el rito. O) Deb~ proyectars~ un P.Cqueño "festejó'' destinado a celebrar Ja.conclusión del ru~, un festeJO que pu~~a ser compartido por todos IÓs participantes. p) ~s mte?'bros de la fam1ha deben telefonear al terapeuta desl'ués del pnmer nto a fin de que éste los ayude a procesar la experiencia. 136 Luego se In entrega a los padres un ..mapa" de las etapas que probablemente atra~ie~el niño. Se les adara que se trata de un boceto muy ?ene~l, quJ l0s lfmn~s ~ntre una fase y. otra pueden desdibujarse y que es tmpo~d~le:h~er-p~edtcetones exacras, pues no hay dos familias que tengan ex,penenct~ tdénttcas duranteuna misma etapa. El terapeuta puede agregar otros c-omentarios que acrecienten la atmósfera de inc·ertidumbre y estimUlacron. El mapa de las etapas l~licé este mapa partiendo del análisis de las vfdeocintas de procesos rituales realizados en mi consultorio y de las informaciones aportadas por miembros de las f-amilias tratadas. En realidad, considero que éstas etapas son similares a las,.del duelo-_y quiZás mi conocimiento del proeeso de duelo, de algón modo influyócnl~~& e~acionesque·bicesobreeste proceso ritual. 1) Cálmada a:esigiUlCión. ESto no es algo apreciable en los niflos muy ~:quell.os, .2) R~ateO, Estó generalmente se traduce en promesas ~no volver atener berrinches en el futuro. 3.) Cólera. Esta. p,uede ser volcánica o "a fuego lento'' y, a veces• .,.a desencadenarla ple.n&lllente puede ser neeesaria una provocación de 1es piidte:k. 4) Llanto. S) Agetamiettto/relajación. Al iniciar el rito. es necesario infonnarl~ al nifto que el o~jetivo es."ffE detener una condqcta particular, sino permitir que t~os los nu.embroSdeiiC familia escapen aJa opresión que provocan los bemncbes YpuediD CGIIllinicarse unos con otros y. sebre todo. ayudarlo a 151 o a ella a cfesarloi.IWW. cap,cidad de-tomar decisiones responsables en la vida. Aderús;.se lei~ a todos los mi«'mbros de la familia que hagan t~o lo que los ~ desahogar plenamente $US sentimientos durante:e~~~n~te:.::::=~;~ A pesar de que los miembros de la familia manifestar una cureientccuriosidadporconocer eJ aenpeura debe negarse a descubrir los detalles del procedimiento físico haslaque se hayan elaborado cabalmente todas las instrucciones y notas. as í como el mapa de las etapas. Una vez alcanzada la comprensión de todo ello, el terapeuta s{ brinda las instrucciones necesarias y demuestra cómo se desarrolla el rito. E jovencito debe sentarse entre las piernas de uno de los padres. sobre una silla de cocina, cruzar los pies a la altura de los tobillos y cruzar los brazos sobre el pecho. Se instruye al padre (o la madre) para que también cruce las piernas a la alrura de los tobillos, sobre los pies del niño y presionando suavemente lleve los pies del niño hacia atrás bajo la silla. El padre (o la madre) debe tomar luego las muñecas del niño o la niña y presiouarlas suave pero fl111lemente hacia atrás. Es conveniente colocar un c:ojm entre ambos a fin de,atenuarcualquierdaño que pudiera hacerse el niño al echar la cabeza hacia atrás. Después de presentar la estrucLUra de la fase lirninal, el terapeuta debe pre¡untarles a los miembros de la familia si abrigan alguna duda o alguna n:serva sobre cómo llevar a cabo el procedimiento. Cualquierinquietud que sUJja deberá ser aclarada satisfactoriamente por el terapeuta antes de que termine la entrevista. La fase de relnrorporación 11 l~gar. que se le ha de asignar al niño o la niña. Esto puede ;,..¡.,;,,;r.;;-a; ltcactón. de reordcnamie~Los físicos, por ejemplo, los tiempos -JIIti,;;,;;,;¡¡ e~tablec1do~ para ~a comtda y el sueño 0 tos espacios de que se •~-::;;;.._;.ó;d!ló dts~oner aiJOvencuo para que experimente en Jos nuevos niveles de sab1ltdad personal; cs~acios que permitirán reconocer, respetar y IVII_:Il"::,r;.._ prueba la nueva capac1dad del niño para decidir con responsabilidad. .A.demás, los padres deben hacer planes para acomodarse a so ........;;;;;., cond1c1ón. Al ~~edar libres de la opresión que les provocaban los arranques de cólera d~l m.no, podrán elegir la nueva dirección que tomarán sus vidaS y la reorgamzac1ón de sus relaciones con los demás, incluso con aquellos padres por los que antes sentían aprensión a causa de la buena relación que' ~stos .tenían con. s~s hijos. Si no es un caso de padres separados, los p1aDe& ~n~lu1.rán la deciSIÓn de "desempolvar" la relación de pueja. .....t;&j._,..~lid tnllmtdad que produce el rito, generalmente los dispone a establecer DDa relación más satisfactoria y sensible para ambos. En el caso deJos padresque están solos, los planes pueden incluir ideas relacionadas con desanoUar vínculos más estrechos con miembros de la comunidad en la que vivea. Luego, durante varias sesiones el terapeuta y los miembros de la fa~• analizan los progresos alcanzados. Durante este período el terapeuta a la familia a afrontar cualquier contingencia que pudiera aparecer y..a elaborar el mapa del progreso experimentado a través de las difereala etapas, es decir, a que puedan apreciar de manera más clara Jos logros alcanzados. ~la fase de reincorporación se destaca con énfasis el reconocimiento Upl{cito de que la familia alcanzó un nuevo estatus. Este reconocimiento puede ~f~~ de diferentes modos, incluso anunciándoles a diversas ~ SJgruficatJvas para la familia algunos detalles de la transformación Y~~. Esos~talles pueden incluir información sobre cómo mejoraron las VIdas~ los mtembros de la familia gracias al hecho de poder estar mejor comumcados unos con otros. i6a Se alienta a los miembros de la familia para que preparen con an 1icipa : . esta etapa imaginando formas de hacer "nuevos anuncios" y/o ce remo~ que~ 8.con~er la ~ansformación a más personas. Esto hace que esas penonasla stgmficatavas deJen de lado la "antigua imagen" de la familia y la reemp cen por una "nueva imag " d contribu" d en • e modo que los Lleva a reforzar (y a ... •rb"ée otros m~os a) la consolidación de los diferentes cambios. a am 1 n se les pide a los o.1ñ d 1 f .. ,,..... la os e a am1ha que se preparen para esta - en que se observarán vari b" . . os cam tos VISibles que significarán la I· ...., .... _A.ó d · - - • n enuevos roles·sepo d á · 0 r particularmente el acento en el nuevo • 138 Conclusión Este capítulo describe un procedimiento desarrollado por mf durante varios años, destinado a tratar a niños y jóvenes (que atraviesan la primera adolescencia) que tienen una conducta descontrolada. Descubrí que cuando se logra reenmarcar con éxito la conducta descontrolada y entender los diversos aspectos de esa conducta, invariablemente se obtiene un buen resultado. Este mismo enfoque fue utilizado, con algunas variantes, por otros terapeutas en otros contextos no analizados en este capítulo. porejemplo. por equipos de terapeutas que trabajan en internados para niños cuyos padres no estaban disponibles para participar de la experiencia. 139 Reconocimiento Agradezco a todos aquellos colegas que con su entusiasta respuesta me alentaron a escribir este trabajo, particularmente a David Epsron y, más recientemente, a Carol Liske del Programa de Terapia Familiar de la Universidad de Calgary que se tomó el trabajo de transcribir una emrevista de presentación del Rito de Inclusión que realicé con una familia en 1986 en el marco de ese programa. Notas l. Terapeuta familiar del Leslie Centre de Auckland, Nueva Zelanda. 2. Con esto no quiero decir que los procedimientos ··time-out"' no sean eficaces para tratar una gran cantidad de problemas de conducta. 3. Esto no significa que los procedimientos ''time-out" no sean lo indicado en ciertos casos. ni que no puedan estructurarse de modo tal que conduzcan a un buen resultado (véase Menses y Durrant. 1986). 4. Siempre hay que verificar la posibilidad de que el niño no esté sufriendo algún tipo de abuso físico o sexual. Si se establece que ese es el caso, inmediatamente deben tomarse las medidas adecuadas, antes de contemplar siquiera la posibilidad de iniciar el • Rito de Inclusión. S. A los fines de este análisis emplearé la palabra "berrinche". 6. En otro lugar analicé esta etapa y la llamé la fase de la "influencia relativa" de la terapia familiar (White, 1986). 7. Wolin y Benneu (1984) sostienen que los ritos pueden lograr en los participantes un efecto de vinculación que dé como resultado un profundo sentimiento de ··identidad familiar". 8. Por una cuestión de conveniencia, me refiero a esta fase del método "el rito''. 9. Por ejemplo, "el primer rito con la familia Smith duró tres horas, el segundo y el tercero se prolongaron por dos horas y media, el cuarto y el quinto sólo una hora y media y el sexto únicamente cuarenta y cinco minutos, etc..." 10. Sugiero a todos los terapeutas que proyecten adoptar este método, que ~mpailen a varias familias durante el proceso ritual a fin de poder desarrollar ellos tambtén la propia conciencia de la experiencia. 1J. También denominada fase de agregación. Referencias bibliográficas Friedman, _R.• Dreiz~n. ~- Harris, L., Schoen, P. y Shulman, P. 1978: "Parent powcr: a holdmg_techntque m the treatrnent of omnipotent children". lntemarional Joumal of Famtly Cormul/ing, 6. l. págs. 66-73. Menses, G. Y Durrarll. M. 1986, "Contextua! residential care". Dulwiclr Cemre Review. Tumer, V. 1969, Tire Rir~ral Process, Nueva York, Cornell University Press. Van Gcnnep, A. 1960. Rues of Passage. Chicago, Uni,·ersity of Chicago Press. 140 White, M. 1984, "Pseudo-encopresis: f'rom IVItludJiJlti,'fli . cycles". l"amily Sysrems Medicine. Whue, M. 1986, "Negative explanalion. farnily therapy". Family Process Wolin. S. y Benneu, L. 1984, "hmily' 8 Explicación negativa, restricción y doble descripción: Un modelo de terapia fam iliar* Se analizan aquí los conceptos de explicación negat iva. restricción y doble de Gregory Bateson. Atendiendo a estos conceptos se explican en este ap1tu1o las dificultades que con frecuencia tienen las familias para descubnr nuevas IOiuciones a sus problemas. De todo ello surge un mapa terapéutico que pon.e el ~c~nt?, ea 1a c:omribución que puede hacer el terapeuta para lograr un estado de "d•spos1c1ón que pmnita descubrir nuevas soluciones. También se examinan aquí los detalles de la participación que les cabe tanio al terapeuta como a la familia en la tarea de afirmar tales descubrimientos. Un enfoque del tratamiento del contexto en el que se presentan los IIRIOreS infantiles y la conducta obsesiva/compulsiva muestra una de las aplicaciones de ate esquema. ~i6n La teoría cibernética ofrece una explicación negativa de los sucesos que se dan dentro de un sistema. De acuerdo con esta teoría, los sucesos toman UD determinado curso porque existe una restricción que les impide seguir ObOS cursos. Bateson ( 1973) establece que "las restricciones de las que depende la explicación cibernética, pueden considerarse, en todos los casos, factores que determinan desigualdad de probabilidad" (págs. 399-400). Desde este punto de vista, las interacciones habituales de una familia o la c:onductaespecíficade los miembros de una familia, pueden explicarse mejor por la negativa, analizando las diferentes clases de restricciones. Las interacciones, así como la conducta, están determinadas exclusivamente por tales restricciones. Las restricciones suelen tomar formas diferentes• e incluyen una red de supuestos, premisas y expectativas que conforman el "mapa del mundo" de los miembros de una determinada familia y que estáblecen reglas para seleccionar la información sobre los objetos o los sucesos percibidos, y por consiguiente contribuyen a crear limitaciones sensoriales. Estas restricciones operan principalmente en el nivel inconsciente. •Publicado en Fnmily Process, vol. 25: 2. 1986 142 Para mí. los dos hechos generales - primero. que no soy COIIKÍ•IIi elaboración de la~ imágenes que veo conscientemente. y, proceso inconscien te empleo el conjunto completo de supues!OI' construidos en la imagen acabada- son el comienzo de la epistetaall (Bateson. 1980. pág. 35). Al establecer limitaciones sensoriales, las restricciones ción con la información sobre la diferencia. Bateson sostenfa ción de cualquier nuevo suceso en el "mundo viviente"l debe una respuesta a la información sobre la diferencia. En estiUreceptores responden (u obran en relación) a unadi~erenciao•IN percibida. Las distinciones son fundamentales, puesto que PftiiDÍÍil fuente de todas las respuestas nuevas. El mundo viviente ea que las distinciones están trazadas, en el que la diferencia causa, "en el que nada puede comprenderse basta que no se diferencias y las distinciones" (Bateson, 1980, pág. 8). Bateson sostiene que la energía que tiene el receptor respuesta está allí,laten te, disponible, aun antes de que se ~illall de la diferencia. Las ideas o las noticias de la diferencial de&alllllll energía que está disponible en el receptor. Esa distinción eotldllflli sobre la diferencia y energíasecundariasólo se manifiiestaefUICJIIIJI las cuales la ausencia de un suceso dentro de un co1ntextCl~ espec:llí cadena una respuesta. Pero recuérdese que cero es diferente de uno )' porque cero es difereafe de~ lli cero puede ser una causa en el mundo psicológico. el mundo de la eozw 1r.f• (Bateson. 1972. pág. 452). iDfedr• De la infinita cantidad de distinciones que el receptor puede la naturaleza, sólo unás pocas se transforman en ideas duraderas. Esa permanencia exige una ~ap~i~d $electiva. y separar Jo nuevo de lo fortuito ... exige .contar ~on algún tipo ~ 11*+ ~ selectivo que permita explicar la persistencia postenor de la nueva idea 1980. pág. 49). . 1 . ~ 'ón corres........._te a 11 La capacidad de selecc1onar a m.ormact ........-:" • diferencia Yde responder a ella depende en gran medida~ las restnca~ que sufra el receptor, la red de supue~tos4. Esa. red summtstra lo contexto que permite recibir nueva mformac~ón q~ le da se:e. 'b'do Las noticias (la información sobre ladlferencta)de loss filiO perc1 1 · . . cobraD tafcllade ocurren "ahí afuera•· se transforman en descnpcaonesque UD= !a palabras, cifras 0 imágenes y llegan a constituir ''histori.as"5 r~ediante explicación. La explicación surge del esquema o la clasificación de es,ts descripciones dentro de la red de supuestos. La supervivencia de las novedades depende del modo en que se adapten a la red de supue~tos. La información que no tiene una significación en ese contexto "se olvtda o se desdibuja". Para tener una significación -y hasta para que pueda r~conocérsela como u.na pauta- cada regularidad debe coincidir con .otras regulandadcs complementan as y quizás con algunas :~ptitudes. pero esas apmudes son tan evanescentes como las pautas mbmas ... En cierto se mido. el receptor debe estar preparado para hacer el descubrimiento apropiado cuando éste se preseme (Bateson. 1980. pág. 51). La selección de una novedad que pueda sobrevivir depende de la preparación que tenga el receptor. En suma, el curso de los sucesos en los sistemas vivientes está únicamente determinado por las restricciones. Las restricciones obran en relación con la información referente a la diferencia, en el sentido de que establecen limitaciones sensoriales. Esas limitaciones sensoriales contribuyen a crear una predisposición o un umbral para la percepción de las noticias sobre la diferencia y, por consiguiente, determinan qué ideas seleccionamos de la naturaleza. La energía necesaria para dar una respuesta es secundaria, ya está disponible aun antes de que se reciba la nueva idea. Pero las restricciones le limitan al receptor esa disposición o preparación que le permitiría responder a ciertas diferencias o distinciones. Las restricciones limitan la capacidad que tiene el sistema de indagar mediante el método de prueba y error, indispensable para descubrir las nuevas ideas y para impulsar las nuevas respuestas. Terapia: la disposición y la persistencia de las nuevas ideas Para poder persistir. la novedad debe ser de una condición tal que dure más que las otras opciones. Aquello que dura más entre las ondas de la casualidad debe durar más que aquellas ondas que no duran tanto ... La información puede olvidarse o desdibujarse. Los libros de códigos pueden perderse. Los mensajes dejan de ser mensajes cuando nadie puede leerlos (Bateson. 1980, págs. 49-5 1). Las familias que buscan ayuda terapéutica tienen problemas o malestares para los cuales sus miembros fueron incapaces de encontrar soluciones. Al investigar las soluciones intentadas por los miembros de la fami lia, 144 normalmente los terapeutas descubren que tlllt=t lntel!hlu perpetuar y reforzar los verdaderos problemas que ~os 4~:n•I4!11!1Mill viendo.6 A pesar de que esas soluciones se mostraronineficaca.SGIIlla. .llll que vuelven a intentarse una y otra vez. Aparentemente. los míembft:aldlrfamilia no tienen la capacidad de explorar una solución alternativa. . Al aplicar la ex~licac ión cibernética, este fenómeno adqW.Ielllido. Habttualmente, los rmembrosde la familiaaplicancienassoluclonespc~~q~e hay alguna restricción que les impide descubrir otras soluciones clifereDra. La ~xplicación ci~mética sostiene que esos intentos de solución que habttualmentese aphcan, estándeterminadosánicamenteporciertasra~ ciones. Por consiguiente, el hecho de examinar las soluciones intentada antes puede suministrarle al terapeuta información sobre la cual ~ formular hipótesis referentes a tales restricciones. Ese examen brincfat.r claves que permiten comprender la red de supuestos de la familia.' Las restricciones pueden adquirir distintas formas en las difaentes familias. Y hasta pueden obrar en diferentes niveles.• Tales restricciones establecen una predisposición o un umbral para la selección de la información sobre la diferencia y limitan la capacidad de la familia para emprender la necesaria búsqueda de nuevas ideas, mediante el m6todo de la prueba yel error, ideas que podrían conducirlos al descubrimiento de nuevas soluciones. Las antiguas ideas son resistentes; la nueva informlción se desdibuja. A fin de ayudar a las familias que intentaron sin 6xito descubrir nuevas soluciones, el terapeuta se une a los miembros de la familia para formar el sistema terapéutico, contribuye a establecer la buenadisposición del sistema mediante la introducción de un nuevo "libro de códigos" que pennite elqir nuevas ideas, determina las condiciones paraelaborarunadoble~ripc:üa (afindequepuedanhacersenuevasdistinciones)ein~alosnuelllllnll:? de la familia de un modo que contribuya a que las nuevas 1deas ~o sobrevivan. Por consiguiente, el terapeuta ayuda a que 1~ nuevas ideal ondeen más tiempo que las antiguas ideas. Ea esta terapia, el terapeuta participa en la creación de un contexto que impulse a la aventura y el descubrimiento. Un nuevo libro de códigos A fin de obtener los bene ficios de la estabilidad. ellos paJan el precio cae,!~~ viviendo. como debe hacerlo todo ser humano. en una enor~ y comp 145 apoyan mutuamente ... El cambio exige diferentes tipos de suP':'est~S que d$cccontradicc:ión dentro del sistema de supuestos (Bateson. 1980. tel3j3011COtO O fa mi liares, pero quizás la descripción y la explicación de '""-'-.t: resulrar novedosas. págs. 158-1 59). El terapeuta contribuye a crear la buena dis~osición del_ sistema terapéutico mediante la introducción de un .~ue~o h_bro ~.e c6<hgos que establezca contradicciones y provoque un rela.Jamtento de ~a red de supuestos deJa familia 1o. Por co~siguiente. pa~cipa de la creactón de un contexto que contribuye a que el ststema terapéuuco sea capaz de responder a la nueva información, esté dispuesto a seleccionar "componentes de lo casual" y transformarlos en descubrimientos. . _ , _ El terapeuta presenta este libro de ~ó?tg~s tanto tmphclla como explícitamente a medida que organiza la parttctpactón de los mtembros d~ ~a familia en una cosmovisión cibemética11 (como se detalla en el anáhs1s posterior)e introduce premisas específicas referent~~ a la perpetua~ión de los problemas que preocupan a los miembros ?e la frumh~. Esa_s premtsa~ lleg~n aserpartedel "mecanismo selectivo" del SIStema que explica la pers1stenc1a posterior de la nueva idea" (Bateson, 1980, pág. 49). La influencia relativa La Influencia Relativa exige que se establezcan dos dellelt~lli codificadas de manera diferente. Generalmente, en urut~~e~~udacq,*­ los sucesos están codificados de acuerdo con la red de SUJmestclefilld. preexistentes y, en la otra, los sucesos están codificados de-ac!l•lti-lti!J premisas promovidas por el terapeuta. Primero el terapeuta._._..,...._....... de la extensión de la influencia que ejerce el problema en Ju miembros de la familia. Les pide entonces a éstos que SUIIIIÍDIICI._1. información que pueda ayudar al terapeutaacornpt'ei1Cier,CÓIJ1104rqfdl~ ellos el problema. Esa información debe incluilrulli&desc:ripcl61t6j&liJ puntoelproblemaestuvoejerciendosudominiosot~rec=ln:deiiDollllil La doble descripción La modalidad de la indagación es algo evidente para mí y podría llamarse el método de comparaci6n doble o múltiple (Bateson. 1980. pág. 97). La recepción de las noticias sobre la diferencia es una parte esencial de la revelación de nuevas ideas y de la generación de nuevas respuestas que pennitan descubrir las nuevas soluciones. Para que esa recepción de las noticias sobre la diferencia sea posible, los miembros de la familia deben percibir un contraste entre dos o más descripciones. El terapeuta contribuye a que la familia perciba tales contrastes trabajando en el desarrollo de d~scripciones dobles o múltiples de ciertos sucesos, mostrándoles a los rruembros de la familia tales descripciones, una junto a otra, e invitándolos a señalar las diferencias entre esas descripciones12• Todo esto suministra noticias de la "diferencia que hace una diferencia" (Bateson, l980, pág. 453). Los terapeutas pueden contribuir de innumerables maneras a crear jun~c~n las fami_li~s un contexto que aliente la doble descripción 13• Durante el stgutente anáhsts presentaré varios métodos que me resultaron útiles. Aunque yo presente estos métodos en una secuencia de la que puede derivarse un mapa para la terapia, todos ellos contribuyen a seleccionar y a hacer perdurar las nuevas ideas dentro del sistema terapéutico. He puesto a cada método un nombre que le resulte familiar a la mayor parte de los terapeutas 146 de la familia. El terapeuta les solicita a los miembros de la faií-~QIIo;j ahorren detalles y se opone a todos los intentosqueéstosll&lancitía.ii~ o subestimar la angustian te influencia que ejerce el problema en • El hecho de hacer el mapa de la influencia que el problemae.ien!emr.,.._ de Jos miembros de la familia, suele suscitarles ideas de incom¡Jereacill, desesperanza e incapacidad y ésta es una infonnaci6n que~~ obtiene "de manera natural". El terapeuta traza Juego el mapa de la influencia ~ _,...,. miembros de la familia en la "vida" del problema. indagandobastaqulpmto ellosfueron capaces deoponersealaopresiónqueejeláaelprobleaaiCIIa sus vidas. A fin de que los miembros de la familia puedan esta información, el terapeuta y capacidad. Como los miembros de la familia tiempo sometidos por el problema. tienen dificultades palla llacti'Uiti!JI!!l tario de las ocasiones en las que ejercieron su influencia en la problema. Generalmente éste es un procesoque seda den::::==~~~ Es necesario que el terapeuta los ayude a seleccionar esas insistiendo con el argumento de que necesita que los miemiiRlscJf.!JI lo ayuden a comprender cómo. en las circunstancias en 91~11--11! lograron conservar algún poder de decisión en sus vidas Y capaces de evitar el eclipse totat 1•. 147 A fin de ir elaborando ese inventario es útil formular preguntas como la siguiente: "¿Cómo pudo usted evitarcomet;rcicrtos errore~ q~e, según me indica mi experiencia con familias que sufnan problemas s•m•lares. us~ed podía haber cometido?" El terapeuta también puede mostrarse sorprend1do de que las cosas no hayan marchado aun peor. Pueden formularse preguntas adecuadas aun en situaciones en las que el problema ejerce una gran influencia. Por ejemplo, un joven (un paciente retrasado) fuecapazde;stablecerque había influido's un 3?'oe~ la ":ida'' del problema, cuando le pregunté cómo pudo apagar su prop1o c1gam\lo. Destacar el tiempo .. .las cosas experimen1an cambios dráslicos, pero nos acostumbramos al nuevo eslado de cosas antes de que nuestros sentidos puedan señalam os que se trata de algo nuevo... No es una cuestión trivial el hecho de que casi no nos demos cuenta de las tendencias en nuestros cambios de estado(Bateson. 1980, págs. 108- 109). Generalmente los problemas se presentan en las familias dentro del contexto de una tendencia por la cual el problema ha ido influyendo cada vez más a través del tiempo.Esas tendencias, en general, son imperceptibles Yese es el resultado del fenómeno de acomodación. Dentro de ese contexto, los miembros de la familia se adaptan cada vez más y sin advertirlo a la presencia del problema. Por consiguiente, las familias se habitúan y sus miembros no se dan cuenta de que están participando del problema y sustentándolo cada vez más. El terapeuta sitúa el problema dentro del contexto de una tendencia y le asigna a esa tendencia un nuevo valor al alentar a los miembros de la familia a marcar distinciones entreel "estado de cosas" en un determinado momento y el "estado de cosas" en otro momento. Para facilitar esta tarea hay que presentar un lenguaje "temporal" 16. Las descripciones se aplican a las tendencias de una manera que (al implicar el pasado y predecir el futuro) destaque la acción del tiempo sobre esas tendencias. En esas descripciones pueden incluirse términos tales como "carrera", "estilo de vida", "el curso de la vida''. El terapeuta puede ayudar a los miembros de la familia a hacer un mapa del problema dentro de la tendencia, incitándolos a señalar distinciones sobre la participación que cada uno tuvo anteriormente en el problema, la que tiene en el presente y la que supone tendrá en el futuro. Pueden acrecentarse las distinciones entre el estado presente de las cosas y el estado futuro, mediante una detallada discusión sobre el tipo de participación que sería necesaria si los miembros de la familia y el terapeuta Plantear dilemas ... por lo menos son necesarias dos cosas para crear una difereoc:ia (Bateson 1980 pág. 76). • . Plantear dilemas ha llegado a ser una plictica ampliamente empl ~ 1 11a en la terapia familiar. El terapeuta le plantea dilemas a la familia y, de ese modo, sugiere que los miembros de lafamiliaseencuentranenunaencrut i· jada, que deben tomaralgunadecisiónrespectodelosposiblescursosquehan de seguir. La razón para presentar dilemas es ton frecuencia la idea de que existe un proyecto para crear un v(nculo tera~utico. Una explicación alternativa del valor que tiene el hecho de plantear dilemas es que éstos establecen las condicionesparaelaborarunadobledescripción. El terapeuta y los miembros de la familia tratan de establecer dos descripciones de la participación mutua de todosellosen las diferentes carreras o estilos de vida. Estas descripciones presentadas una junto a la otra, les permiten a los miembros de la familia señalar nuevas distinciones. Generalmente, los dilemas que se plantean están relacionados con la participación que les cabe a los miembros de la familia y al terapeuta en 1~ estilos de vida y en las restricciones que se identificaron d~tela terapaa. Además de los detalles ya establecidos sobre lo que será necesar_toenel futuro para seguir participando en el estilo de vida del p~b~em~ (opcaónconserv.: dora), se desarrolla una descripción del tipo de partJcapactóo que te~q tener los miembros de la familia y el terapeuta para oponerse co~ éXJto al estilo de vida dominado por el problema y a las restri~iones ~~adas ~! (opción radical). Luego, el terapeuta alienta a la f~aa a de~~ sobredel cootmuar parncipando de d os opciones. (.·Los miembros de la familia deben · · debencomenzar modo habitual - modo minado por las restncctones-o nuevo y elaborar una nueva fórmula para interrelacionarse. El terapeu; simula adoptar una posición neutral y da argumentos a favor y en c::::los las dos opciones 17. El terapeuta.¿,debe hacer.descen~r las espe:;o o debe miembros de la familia hasta el ni\'el del esulode VIda problem 149 148 ,....._..... elevar el estilo de vida de los miembros de la familia hasta el ni vcl de sus esperanzas? Predicción de la resaca .Jos ~usre.~ conducen a la aclimatación y la aclimatación puede equivaler a In ldicción (Bareson, 1980. pág. 201). Antes de que los miembros de la fami lia resuelvan el debate sobre las tapete la ~~acati611 de las consecuencias del cambio y pronosticar una "resaca" en el de que se adopte la opción radicaL Discutir esta cuestión le suministra familia infonnación adicional sobre la propia aclimatación al estilo de tillaclgmjnadoporel problema. pone el acento en la distinción entre la opción adicaJ y la opción conservadora y permite trazar un mapa de la posible _,menciadeconfusión y malestar que puede sufrirla familia si decide salir •11aacar1a solución altemativa18• El terapeuta identifica aquello contra lo . . deberán luchar los miembros de la famil ia si deciden oponerse a las manerashabituales de participar recíprocamente en el problema. Esto puede iaduirlamención especfficade las restricciones identificadas anteriormente. ID terapeuta alienta a los miembros de la familia para que éstos aprecien plerunnmteesosobstáculoscomo pasos hacia un cambio positivo. Cualquier iateatodetomar una nueva dirección sin comprender y considerar plenamen111as dific:ultades que implica, puede hacer que la familia no obtenga la DeCCSaria preparación para afrontar la angustia que probablemente se ¡neente. Seguir imprudentemente un nuevo curso equivaldría a restarle sipificación a esa salida del antiguo estado de cosas. Identificamos esa "angustia anunciada" como una "resaca". Las resacas pueden sabotear cualquier intento de solución. Los miembros de una familia que "sufrieron la influencia" o se "hicieron adictos" a determinados estilos de vida o "carreras" durante un tiempo considerable, pueden esperar que se. presente esa "resaca" que se manifiesta en diferentes grados de ~~ón Y~estar precisamente cuando las personas intentan oponerse a los VleJOS háb1tos Yembarcarse en un nuevo rumbo. Los miembros de la familia.¿deben luchar por el cambio? ¿creen que son capaces de vencer esa ~a"?¿~ deben retraerse y seguir bebiendo más d~ lo mismo y seguir sufnendo la mfluencia de los antiguos hábitos y restricciones? ~rjpc:ianes radical y conservadora, el terapeuta puede poner sobre el t.SO Experimentos E~ con.traste ~on la epigénesis y la tautología, que cooa.,..-ti rcuera~lón. CX ISle lodo el reinado de la creatividad. el arte el evolUCión, en el cual los constantes proceso· de ca b' ' · d 1 · . • m •osenutrm esencl ~ e a epi génesis : s la repetición predecible; la esencia del evolución es la exploración y el cambio (Bateson, 1980. pág. S2). Si los miembros de la familia deciden que están pre•llfl explorar un nu:nbo radical y le solicitan al terapeuta que recorrerlo, com1enza pues una especulación sobre los exJ~ÍIII!· p~eden f~vorecer el tránsito en esa nueva dirección y ope)nene·alii v1da dorrunado por el problema (y a las restricciones viJJ¡cuJ*I¡• cambio, si los miembros de la familia no se sienten diSpuE~i.. consecuencias del cambio y defienden los beneficiosdelantiini:i a~alizar varias ideas sobre los modos en que el terapeuta aJUSta_r algunos detalles del estilo de vida problemáticoyw~aa los rruembros de la familia se muestran divididos respec:ro.~llí conviene seguir, el terapeuta puede ayudar aaqueJJosauli:<k:llell ~á~itos pidiénd?les que expliquen cómo han de impedir mclten a expenmentar las nuevas soluciones y cómo aquellos que eligieron la salida radical quieran exJpeliimi:li caminos que los lleven a ampliar el estilo de vida d01ninadc:t póta A aquellos que se decidieron por la solución radical, el fenl. . preguntarles cómo evitarán las incitaciones paJ-a con1inlll8l'ldrtáitij hábitos (vinculados con las restricciones) y de e~Sise:e~modo::::::;~~~ renuentes de que vale la pena experimentar en la n1 El terapeuta les infonna a todos que en la próxima seside~titiill analizar tanto los experimentos que favorecen el rumbO ta~liltt4iiliiF~ aquellos que favorecen el rumbo conservador. Esa charla puede Delifa• una revisión de la participación que le cabe a cada uno, 1111 aettMi desprovista de declaraciones de intención, que les delllOSind lliif'o-'"'111 terapeuta como a los miembros de la familia cuál rumbo fUe Je&a:BJ; 4iJifB más fuerza y con más éxito. Esta revisión guiará ademú al teiiiJO'..,tta familia para elegir nuevos experimentos y decidir en que!~ encarninarlos19• Responder a las respuestas preseolJn cusualmcme. ~~nder(l~ que a 'eces. al prob:~rlos. se los elige por algo como la supeni,cnda (Balc:son. 1980. p.ig. 203). El terapeuta evalúa cuidadosamente el resultado de los experimentos así como el resto de los hechos ocurridos, gracias a la participación que cada miembro de la familia tuvo entre una se ·ión y otra. Y responde a cualquier información que le señale la dirección que fue defendida con m á. fuerza y con más éxito. Esa respuesta del terapeuta (una respuesta a la respuesta de la familia) contribuye a elaborar las descripciones del rumbo radical Y del rumbo conservador y señala nuevas distinciones que constituyen la fuente de nuevas respuestas (experimentos) de los miembros de la familia. Se establece así un curso de la terapia en el cual el terapeuta responde a la respuesta de la familia, la familia responde a la respuesta que el terapeuta le dio a su tespuesta; a su vez el terapeuta vuelve a responder a la respuesta que dio la familia a su respuesta anterior y así sucesivamente. Si queda demostrado que el rumbo conservador lleva las de ganar10, el terapeuta puede volver a destacar la cuestión temporal en esa dirección, y volver a plantear un dilema (esta vez con una descripción más detallada de lo que exige la opción conservadora y haciendo una es peculaci6n más amplia sobre los pasos que habría que dar para seguir ese rumbo) e incluso puede mostrarse dubitativo en cuanto a aceptar una nueva incitación de los miembros de la familia de unirse a ellos para realizar nuevos experimentos en favor de la dirección radical. El terapeuta puede manifestar temor de que, en vista del evidente compromiso de la familia con el estilo de vida problemático, su participación junto con la familia en nuevos experimentos destinados a favorecer la opción radical sólo sirva para ahondar la discrepancia entre el estilo de vida problemático y las esperanzas y expectativas famili ares y hasta provoque una angustia mayor en los miembros de la familia. Esto generalmente genera un debate sobre hasta qué punto la familia está dispuesta a intentar el cambio. Cuando la respuesta de los miembros de la familia a los experimentos constituye un buen comienzo de solución21 , éstos tienen grandes dificultades para advertir plenamente esos logros, como si la significación de1a "salida" se les escapara. Esto ocurre principalmente al comienzo de la terapia cuando es fácil considerar tri viales tales cambios. En ese momento la capacidad y la preparación que tiene el sistema terapéutico para descubrir las nuevas respuestas dependen, en gran medida, de la presencia del libro de códigos del terapeuta. Eselibrodecódigos le permite al profesional señalar las distinciones entre participaren elestilode vida dominado por el problema y participar en la búsqueda de la nueva dirección. Por consiguiente. el terapeuta con su 152 intervención contribuye a rorlalca~rlliSUI&Ji!ll lenguaje que dé la dimensión tenllpCiral~fliiJ.!flli de "salidas", de "embarcarse" ··Ck:sp•e•~kiJÍii análisis de este tipo de intervenciones. La respuesta del terapeuta ~u4:de:~~~··~tiu.íif'!. . .ifífr.iilt· se d!~ida en partes. Por ejemplo, puede~fos~clela fam1ha que para poder cambiarconéxitoelc:uno-clala~•ce•lol tres log~os. Un cam~io semejante indica que loa ~-la familia(a) se opus¡ero~ c~n éx1to a sus modos habitualesdep81dciplreael}nblcma y a las restr1cc1ones específicas~ (b) se embarcaroa • • nuevo que responde a una fónnuladiferente; (e) yquede al¡6amodose las arreglaron para eludir la "resaca" que habitualmente proYOCI el cambio. El terapeuta puede alentar a6n más el f~ las.81WS ideas de.stacando en detalle las respuealas dtloa~de.la.fandlia. Puede anotar cuidadosamente cada respues~amiealrask.l.f._.arca de las diversas vicisitudes. Losmiembrosdelafamilia•~múpor obtener infonnación sobreesoscambiossiel tealpelltau•-•o llmeDie mientras toma notas y los consulta frecuentementé solqeJaeucdtud de lo que va anotando. Durante esta etapa, c:on ~.P. aiemlln1l de la familia descubren "espontáneamente" OllaS ~iei~CICUiridas entre una sesión y otra. facelasquean~.-.,&llverticloD. El terapeuta puede insistir para que ~I!IÍNWutcle la familia lo ayuden (y se ayuden mutuamente) a COIIIj)l'eoderJIIis ~ c:6mo ~ lograron los cambios23• El terapeutapuede~ll!fCJIO,ílllll! nliao......, de dirección lo tomó desprevenido y puc* ~ tlQsaiembrol de 1a familiaqueencuentrenelmododeexplicadeásclare'IJP'tiiiOSc:amNes Además, el terapeuta puede preptarse eo YOJ • • q_illllmbn)lde ~ .....-,*vida familiasoncapacesdecomprendertodalasipific:Jcia1Ddc~ca,.,..Jt tlifjrpha(_: están minimizando las implicaciones de la "'lelidl". l.a manifiesta el terapeuta para comprender cabiiJDenle c4alo • ~les cambios y cómo él (o ella) quedó reU8IIdola respeeiOdoeiOScambioi.Jado la ,__:t:ft distillcióa entre. por un • marca a los miembros de la filllaUUA una . participaciónqueteníanenelestUodevidadomn•~~el~~ el otro, los recursos con losquecuentanylascontn=~ que de nuevas respuestas. La respuesta del aerapeuf8 los miembros constituyen la fuente de nuevas ideas y nuevasrespueslllpll'8 de la familia. clchllllpeucaalc:ambio. Enlamismalíneadeestemétodode~ del cambio. Con está la técnica comunmente adoptada de 1 5~ ~:cuenciaesta técnica se discute denrro del contexto de la idea de resisten- cia~. b., t La restricción del cambio puede entenderse tam ten como o ro recurso destinado a señalar las distinciones enrre lo antiguo y lo nuevo. Al adoptar del cambio, el una pos•'ción conservadora respecto de la naturaleza radical d . ., rcnpcutaestabl~ condiciones para elabor~- la doble e~cnpcton . Expresarsorpresa. aturdí miento, confuston y agotamtent~ ~ue.de res u1- ta::ddl en-situaciones en las cuales los miembros de la famtlla uenen un 1ilalnJdevado para recibirinformación sobre esa clase de respuesta que el ~:Jili!illutabosca provoc~. Una vez .observada cierta mejoría (aunque a -~f1i!~lf0edersel~útil que el terapeuta manifieste temor ante mayores cambios), ·))Ertill(ln modo es esencial ocultar el placer que se siente por los cambios. tai»>bPiaalllCíiadelterapeuta puede manifestarse mediante ritos de celebra~ seuaten el cambio y 1~ llegada a destino a través de un nuevo curso ~- l'uedepreguntárseles a los miembros de la familia cuánto terreno creen estilo de vida dominado por el problema, al haber 'CIÚiiiJidWo. el nuevo rumbo. Puede volver a evaluarse la influencia relativa lfllitii!lbhaen las vidas de los miembros de la familia y la influencia que 4jtifilil1~11m1a"vida" del problema y comparar estos nuevos datos con los ~::;;~~~es anteriores. Además, puede preguntárseles a los miembrós de la iti~lsil;nue!Va<e<lr:npren!;ión alcanzaron al cambiar sus estilos de vida, qué • •t. .perollll que produzca esa nueva comprensión en el futuro y qué nuevos conocimientos (que obran como señales en el nuevo j¡:;!ijl¡iiifib) ileel'ca de los futuros destinos. ~·munbi~m pueden hacerse preguntas que pongan el acento en las .ifiMWlllasde los sucesos ocurridos en distintos momentos, a fin de hacer • los cambios. Por ejemplo: "Usted se ha cread:o una nueva ~personal. ¿Qué nuevo futuro cree que ha de depararJ.e esa nueva historia?"; ..¿Qué diferencia tendrá este futuro con el futuro que le hubiera deparado su pasado?''; "~.medida que usted va percibiendo lo que ha ~· ¿qué aspectos adtctonales a~~ierte de ese cambio?". In& de tera~~ puede alentar explicttamente las respuestas de los miem" la fanuha a las_re~pues.tas de los demás con preguntas.tales como: ¿Hasta qué punto se smttó sorprendido/a por cómo logro' e'Vell . . . 1 cambio'>'' ''·Hasta . . a tnlctar e -L-~ ~ t. . ~u.é punto cree que él/elJa se siente sorprendido/a por ""'DU "6'V usted truc1ar el cambio?"· " .L , SOlprendido/a?" ... . . · . · • t. e sorprende que eVella se sienta General · • ¿QUIStera pedtrle a ella que le explique cómo lo log¡;ó?" mente, el final del tratamiento no representa ninguna di ficu 1tad. -hliil11e.;~l&Dllldo al 1 154 Como los miembros de la famil ia han ido avanzando Jenttai!nerlte'* •• con la fónnula que ellos mismos elaboraron sobre labasedelaEND1iGilllil de cada uno. el terapeuta les pide que dediquen parte de las ~-~ informarlo, a ponerlo al día, para que éste pueda eomprendel' descubrimientos hechos por todos ellos 27 • Entonces el terapeua pedirles a los miembros de la familia. en vista del éxito obtenido, consejo que ellos consideren quepodríaserle útil a otras familias aw~lillll problemas similares. Esta actitud eleva a la familia a la calteRodl1t " asesora", en marcado contraste con la categoría de "paciente... En esta etapa, como los miembros de la familia ya están másdis:pa¡éÍIJii a afrontar .lo nuevo, la participaeión activa del terapeuta en laele~iÓI1161• nuevas ideas es menos necesaria. Este tipo de conducta Uamadade ración" adquiere un valor más alto y el terapeuta se desliga o va gradualmente apartado del sistema terapéutico. -~.-~• Predecir las recaídas Para tener una significación - y hasta para que pueda recl)D()j:á"leJa. pauta- cada regularidad debe coincidir CQI) otras regularidades collapgj y quizás con algunas aptitudes, pero esas aptitudes son tan evanuceal-~ . pautas mismas... (Bateson, 1980, pág. 51). No es infrecuente que aL investigar nuevos tumbos de vida las recaídas. La significación que se les atribuye a las recaídas det:Jelillll1 contexto receptor. Dentro del contexto de la red de supuestos fatnil:iímlltj ftecuencia se considera que las recaídas son fenómenos de "n::troceltlf!J momentos de estrés como los que caracterizan las recaídas, los miem-11 la familia se vuelven vulnerables a las antiguas ideas programadas desestiman las nuevas que se vuelven borrosas para ellos. Esta tendencia puede contratrestarse si el terapeuta ayuda a nuevo contexto en el cual las recaídas se consideran sucesos propios de los nuevos rumbos elegidos28• El contexto se est:abllliiiP. terapeuta pronostica las recaídas como aspectos prácticamente del nuevo rumbo, puesto que los miembros de la familia se ttasladálhiQ punto de la escena a otro. En este contexto puede suavizarse el COiteeM recaída y hablar de un "bajón" que puede ser reconocido por los mdlla de la famili a como parte de una pauta diferente: ese cadenará respuestas que han de contribuir a fortalecer la nueva elaborada por los miembros de la familia para relacionarse unosCOJHIM El terapeuta puede afirmar ese contexto invitandQ a los mmiiMl~ familia para que ést<OS reflexionen sobre las respuesrasque podrían dar aesos "bajones" dentro de este contexto y ayudándolos a elaborar proyectos de contingencia. La conducta obsesiva -compulsiva d entro del contexto: el sistema familiar mesmerizado Las obsesiones son ideas. temores o dudas que penetran en la conci.encia del niño sin ninguna aparente provocación externa y que éste siente aJen~s, mco~erentes e indeseables. Las compulsiones son actos repetitivos y ester~oup~dos_ eJecutados or el niño con la intención de protegerse de alguna amenaza 1mag,m ana ... El mño se lamenta de las ideas que llegan a su espíritu y que él puede 0 de los hechos que debe llevar a cabo para evitar que algo ternble le ocurra a el 0 a la familia (Chess, S. y Hassibi, M .. 1978, págs. 250-25 1). ~ismo n~ comrol~r La experiencia de este estilo de vida temeroso y la participación e_n él no se limita al .niño que manifiesta l.os síntomas. La conducta obsesivacompulsiva infantil aparece en el contexto del a familia y es común que todos mos miembros de la familia confiesen sentirse impotentes, agoreros Y desesperanzados. Mientras el niño parece hechizado por los miedos, _los demás miembros de la familia se muestran preocupados por la contemplac1ón del miedo, hipersensibles a la experiencia que sufre el niño. En suma, todos los miembros de la familia están mesmerizados y el centro de atracción es el temor. Los temores del niño llegan a ser un punto de referencia que influye en una gran cantidad de dedsiones que toma la famil ia. Los miembros de la famiüa, y particularmente los padres y el niño sintomático, consideran cuidadosamente toda acción que se les proponga para determinar si ésta puede o no provocarle al niño una angustia adicional. A medida que el niño se va haciendo cada vez más dependiente de la conducta ritual destinada a alejar los temores y a protegerlo de la ángustia, los demás miembros de la familia también se van comprometiendo con esos ritos que, según creen, evitan las experiencias generadoras de temor. Por consiguiente, a medida que pasa el tiempo, se va estableciendo una imperceptible tendencia. según la cual los miembros de la familia van buscando soluciones mágicas a fin de contrarrestar ese hechizo que -consideran tan opresivo. Esas soluciones mágicas incluyen esfuerzos concertados para no mencionar nunca los temores por sus nombres y la evitacíón fóbica de los contextos específicos. Para los miembros de la familia, los miedos que experimenta el niño 156 parecen tener vida propra, de modo ouMílliiriJ naturaleza de las premisas y su¡pue~sk1S«i!Ue1tllffli en la perpetuación de las obsesiones y naturaleza de los supuestos que establecen e.:~~una significación a todos los suc:es,os tlue:vo:s,pu,c:1~ la familia busca soluciones y establece temores tienen una vida propia, parafaciütar la$.Q)l-.;1*J._út~illlda¡~tar.ae a su presencia'·; ..Los miedos son más tenu"blueuanciO-:•tot~ de modo que lo mejor es no Uritarlos"; "Los miedos-IÚS_..W vuelven menos temibles si se hacen losarreglosconveaieírtes"(jadeclr,siseaplíca la magia correcta). Restñ ngidos por tales~ de la familia (entre ellos el niño) colocan muy las notiCias referentes a sucesos QUie.cc)ntradlice:n tiiJe¡iJQI seleccionan la información que tiene que ver co¡!'Já,f~it~l'CJ~·~¡j}GI. . tem.o.res en la vida del niño y re!;po,ndleQ .l~~lltJ.,_'! mente, contribuye a reforzar las an1igt¡l8&id.e~~ Esas respuestas se transformanenun:bátmory;fí• no pueden emprende¡ una básq~a.bas-­ error, indispensable para descubrirnumiS:i La siguiente exi>osición conducta obsesiva-compulsivaW.W il. principales aplicaciones de la teoría cib~¡f) Terapia Dos años antes de serme derivado, John WalkerZ9. de doce a1ios, comenzó a maoifestar fuertes dolores de estómago asociados a una náusea constante. Perdió una cantidad considerable de peso y después de varios meses de investigación se sometió a un tratamiento contra la parasitosis. El dolor cedió, pero la náusea persistía y John desarrolló un abrumader temor por los gérmenes. Como respuesta a ese miedo. el niño comenzó a manifestar una serie de síntomas, entre ellos, latli'5e compulsivamente las manos. Fue sometido durante un tiempo a terapia illdividual y finalmente se le dio el alta, aunque aún conservaba algunos síntomas JWSiduales. Como aJohn lo inquielaban pensamientos suicidas y como la costumile de lavarse compuJsivamente las manos babía aumemado, el señor y la señora 'Wilbrdccidieron buscar otras soluciones y fueron derivados a un tratamiento de ~familiar. :!JI.m tenia un aspecto pálido, débil y desesperanzado. Los padres nos COIIIUDicaroll que el jovencito se quejaba continuamente de las náuseas, y que ~ente en la medicación antináuseas. Por entonces el chico se lavaba las manos aproximadamente 30 veces por día, cada vez temía más asistir a la escuela y pcnnanentemente tenía miedo de que otros niños lo atacaran. JOIID cenia una gran dificultad para mencionar sus temores por sus nombres roJesfa cuidadosamente las palabras, de modo que sus respuestas carecían de toda ~Hablamos sobre la naturaleza influyente de los temores y analiza.,..!1-..consiCCttenl:ias que tenía esto en su propia vida y en la vida de sus padres. ~·"..,...,,.-- y la seftora Walker habían hecho todo lo que estaba a su alcance para angustia y la desesperanza y temían que el muchachito nunca pudiera Recientemente, en un intento de disminuir el temor de John a que otros ~.aaacat:an.la señora Walker había comenzado a llevar ella misma a su hijo :'demás, se las había arreglado para estar completamente disponible ntñ~ regresaba de la escuela, para que éste pudiera desahogar su scntuse más seguro. El señor Walker también se había adaptado a la !WIIiil!lllliCIOS mic:dos, disminuyendo el tipo de exigencias que normalmente se muchachito de doce años 30• l!íilil.iay el mapa de la esfera de influencia de los miembros de la familia El tera~uta les ~ide a los miembros de la familia que 1e suministren detalles de la mfluencJa que ellos ejercen en la "vida'' de los miedos. ¿Hasta Qafpunto fueron capaces de contrarrestar el estilo de vida dominados por el temor Yretener parte de su propio territorio? ~icialmente, Jo~n Ysus ~adres t~nían dificultades para responder sobre los le referentes a la _mfluenc1a que eJercían en la "vida" de los temores. Cuando se ~guntó a John SI podía describir las esferas de su vida en las cuales imponía :~:.::.?tad, el muchac~ito se mostró confuso y desorientado. Este concepto ~ dentro de su hbro de códigos; mi pregunta "no era natural", era IS8 :: forzad~· ·. L~ hice not~ que, al venir a la sesión acompañado por·sm;palldlll amenuza~o a sus m1e~os y luego me enteré de que John babia consulta s1n su med•cac16n antináuseas. Al insi.~tir pidréndole a Jobo ayudara a comprender cómo, en semejantes circunstancias había s'do influir así en la ··vida" de sus temores. lo ayudé a recuperarse de Luego. con ayuda de los padres, John pudo informarme sobre u '"BidWiiJij . 1 1 , na ..... ocaswnes en as cua, es el había logrado influir en la "vida" de ~"".U.f:lkf..! L uego 1es ped1 a los padres que me informaran cómo se las habfaá para lograr que los miedos no provocaran un eclipse total de la vida Durante toda esta parte de la entrevista, Jolmluchó visiblemente con la entre la _influenc_ia de los temores y su propía influencia y con la idea creeiel* su prop1a capac1dad y su propia fuerza. :U El terapeuta presenta la Segunda Ley de los Temores31: no pueden sobrevivir si no tienen buenos arrlig1:>s c¡ue: lo:; alim1enten••yc~ que aunque los miedos parecen tener una vida p.ropia y una voluntad)_. necesitan sistemas de apoyo para sobrevivir. Lasupervive~tcíatdelos• depende de que se los alimente bien o no. Esta ley brinda un contell cual los sucesos pueden codificarse de un modo diferente, de IDII_.lfj contradigan las antiguas reglas y provoquen un "relajamiento" sistema familiar de supuestos. Atendiendo a esa ley, el terapeuta puede explicar la recogida al trazar el mapa de la influencia de los miedos en miembros de la familia. Así se identifican como "amigos de tosmiEdflllrll ritos de evitación del niño y las demás adaptaciones fartlilil!re!>alllex.tSr@ de los temores32• El terapeuta, al adoptar la posición de un experto en miedos, autoridad que aunque los amigos de los temores son enemigos de bXlfo&;li! niños, cuando éstos están atrapados por sus miedos creen que~ esos•!IIIIJ! son sus amigos. De modo que los niños favorecen a sus ene:migol!itJ!!!I favorecen a los feroces amigos de los temores. Es importante elegir el momento más adecuado para Segunda Ley de Jos Temore~ y paFa explicar la suD~enrive,Jlcita.GUJ~~· atendiendo a ella. Esta presentación debe posponerse hasta QUerfll;lll con la participación del terapeuta, comience a a la influencia que tienen sus miembros en la "vida" de los Anteriormente, estas per-Sonas consjderaron a los feroces am..~ miedos como sus aliados en la lucha que libraba el niño contra y si el niño y lo padres no descubren nuevas ideas sobre la capacidad y los recurso con los que cuentan para dar nuevas soluciones ames de identificar la traición. es muy posible que no sean capnces de advertir esa nueva información. Mientras yo trazaba el mapa de la supervivencia de lo~ miedos (enunciando la Segunda Ley de los Temores) y mencionaba la cue~tión de la traición, súbitamente John observó con sorpresa: ''Esta es la primera vez que veo una manera delinith·a de derrotar mis miedos (aunque. en el pasado. se lo había alentado en varias ocasiones. para que cesara en su conducta obsesiva-compulsiva). Ahora sabía que la solución consistía en dejar de alimentar a los feroces amigos de sus temores. John y la señora Walker comenzaron a sollozar quedadamente con (según supuse) cieno alivio. John se tapó los ojos con las manos y permaneció en silencio. Le pregunté en qué estaba pensando y el muchachito me respondió que le preocupaba lo que podría pensar yo de que él se hubiese puesto a llorar. Entonces le dije: '"Si lloras para ademro en lugar de hacerlo para afuera, ahogarás tu fuerza". ¿El estilo de vida dominado por el temor o la Segunda Ley de los Temores? El terapeuta y los miembros de la familia analizan el estilo de vida dominado por los temores y la predecible dirección que tomará en el futuro. Se estudian también los detalles de la participación que se les exigirá tanto al terapeuta como a los miembros de la familia si se continúa llevando ese estilo de vida temeroso (se habla incluso de la "mesmerización" o la "contemplación del miedo") y acatando la traición (los supuestos preexistentes). Luego se analiza la participación que tendrían el terapeuta y los miembros de la familia si se elige un rumbo alternativo, radical, guiado por la Segunda Ley de los Temores. El terapeuta alienta luego el debate sobre las dos opciones y pronostica la aparición de la "resaca" en el caso de que se elija el rumbo radical. Es notablemente difícil disipar este tipo de temores. El estilo de vida dominado por el temor se instaló en los miembros de la familia durante un tiempo considerable Yno se lo puede debilitar hasta que se logre desafiar con.éxito la influencia de los feroces amigos de los miedos. Es probable que cualquier comienzo de solución aparezca acompañado de varias formas de anoustia y e confusión. Después de ~iscu~ir.los posibles aspectos de la resaca, se promueve un debate sobre la dtspostctón con que cuenta la familia para afrontarla. Los miembros de la fa mi lía, ¿están preparados para apartarse de 1a influencia del 160 es ti lo de vida te meroso? ¿Están dispuestos aemban:ane . rumbo y resistir la resaca? ¿Están preparados_ ~losconunnue~o ·b· 1 r-•......,.. todo lo.,__..,.._ y rec1 1r os beneficios postergados? ·-au John y sus padres analizaron los delalles de 1 . . 1 d' · y rad tea . tl>Cutleron las diferentes facetas de 1a - -u O(JCIODe& · conservadora · . · -proaosticada YliD .....,c..•Jo á fi m s a trmaron queestabandtspuestosaembarcarsec:onuunuev r--:-- . 0 las consecuencias de tal decisión. rumbo YrestSttr Oponerse al hechizo Segui~~mente se organizan e~rimentosacordesconlaopción elegida por la. famtha. Luego, esos expenmentos deben analizarse en sesiones pos tenores a fin de sefialar las pruebas de que la familia tuvo éxito a1 elegir determinado rumbo. En primer lugar, las familias en las cuales los miedos constituyen un rasgo importante, generalmenteapoya losexperimentosen favor de un rumbo radical que los aleje del estilo de vida dominado por el temor. El terapeuta hace varias sogestionesyalia11aesetipodeexperimeatos basándose en las descñpciones ya establecidas de la panicipaci6n que han de tener en el nuevorumbotantOfos mielliblba~comoelterapeull mismo, atendiendo a la Segunda Ley •loa TemaR~~. Bl terapeuta puede aportar además ideas específicas que por sa~Uierior considere útiles 33• 161 La s upcn·h·encia del desafio ~oce me~ es después se me informó que Jobn estaba llevando una vida hbrc de problemas. Conclusión ~~-..~BIIninte, en respuesta a la respuesta del terapeuta. John y sus padres ..:oaocieron algunas de las muchas encrucijadas que afrontaron al desafiar el fllilode vida dominado por el temor. Cada reconocimiento nos llevó a un nuevo delc:ubrimiento sobre cómo se conieron los riesgos. Por ejemplo, John reconoció 1.1l!U'fll11D& Oca!iJQn comiendo fuera de su casa, mostró un profundo desprecio por ,.,.~'!ftCIJ'e!i l que esto lo Uevó a aventurarse más en esa dtrección. En la sesión esas nuevas "aventuras''. Cuando losrniembros de la familia liuclhiir los beneficios del nuevo rumbo elegido, el estilo de vida ....~...,.... ,entró en un estado de completo desorden. La vida familiar contexto para la mesmerización, sino que, antes bien suminis~~ID para la exploración y el cambio. seis meses y ocho sesiones, John dejó de consumir los remedios ...,.__ _. y, si bien continuaba lavándose las manos con bastante •i51fJ'11ato Jos miembros de la familia como el terapeuta consideramos que esliOIIIIIIbaiilellllnl•delos límites normales. John ya no tenía pensamientos suicidas J-'*CODeaausiasmo el futuro. Había recuperado peso y se sentía nuevamente ta.lilit..,....,c:oosiderabaque estaba por encima de sus temores y había logrado 111 'f 81tllalleclde amistades. En la última sesión, el señor y la señora Walker 118 becbo reciente que en el pasado podría haber contribuido a ftepUesta dominada por la "contemplación del temor" pero que, en • C6fttribuyó a consolidar el nuevo rumbo. lMI n!eifdas llamadas "bajones" fueron anunciadas como rasgos virtual-~ del paso que los miembros de la familia habían decidido dar. Se ..uzanm los proyectos de contingencia que permitirían a Jos miembros de la flmililreacc:ionaren tales ocasiones, renovar el desprecio por las antiguas normas 1 decUnlr las incitaciones a panicipar del estilo de vida dominado por el temor. 162 Notas 1. En este capítulo centraré .la atención en la categoría de restricciones con la redundancia, antes que con la relacionada con la retroalimentación, es circuitos cibernéticos como sistemas de restricción (véase Bateson. 1972, ..,..,.....,. Explanatíon", pág. 399). 2. Bateson oponía este mundo al "mundo de lo inanimado" (de lu bolas y de las galaxias) en el cual bastaba con la explicación positiva. De acu.dD explicación positiva, los sucesos toman su curso porque algo los impulsa o 101 en esa dirección. La explicación posilin incluye conceptos tales como fueal, impacto y transferencia de energía. En este mundo. la cantidad. antes que la es de imponancia fundamental. 3. La tesis sostenida por Bateson es que hay una identidad enue la llllidllll~l mente y la unidad de la evolución y que las ideas son sinónimos o II'IIJSf'cllllllli• las diferencias (véase "Fono. Substance and Difference", Bateson. 1972). 4. En varias ocasiones Bateson se refiere a esa red con las e~presiones coordenadas'', "ideas programadas hará' y "matriz". Esta red es tautoUip:.. 5. "Una historia es un pequeño grupo o conjunto de ese tipo de COIIIIIlllll!. nosotros llamamos rele1·ancia" (Bateson, 1980. pág. 14). 6. Sobre un análisis adicional de la investigación de las soluciones formulación de hipótesis referentes a la perpetuación del problema. viue otros ( 197~). 7. Paniendo de la modalidad de la indagación. podemos infedr descubrimiento puede alcanzar el que investiga. y al saber esto, podemos tal descuhrimiento es el que. secreta e inconsciememente desea hacer el (Batcson. 1972. p¡lg. 452). ua:...,.. 8. Por ejemplo. los síntomas de la anor.:xia nerviosa. pue?en con si~erarse determinados únicamente por las restricciones que> existen en. el ruvcl ~el. srst.:ma fa~trhnr procedentes de creencias rfgidase implícitas. tanto en el no vel de las rm?genes e.s?ccr ~c~s es~ablecidas por ciemos miembros .corno en el nl\'el de la> normas de mteracc ron (vcase White. 1983). . ... 9. "La dife(encia que sé da a tra,·és de l tiempo es lo que llamamos el ·cambiO . (Báteson. 1972. pág. 452). . . .. 10. Este puede ser considerado un caso espec1a l de ~obk dcscnp~10~. Dentro del contexto terapéutico. se ex ige que los miembros del SIStema terapeuuco marquen disli.ncioncs emre conjuntos contradictorios de supuestos. 1 t. Esto exige queelterapcuta reconozca que (a) sólo vemos el producto de nuest;a percepción; (b) en gran medida ocultamos la naturaleza del proceso de nuestra percepc1on 0 la naturaleza de nuestro conocimiento: (e) en nue tro carácter de te rapeutas . nuestro primer deber es "alcanzar la claridad dentro de n~sotros mismos·· (Bat~son. 1972. pág. 487); y (d) la epistemologfa cibernética puede bnndarnos "un momentaneo destello de esclarecimiento'' (Bateson, 1980, pág. 96). 12. Quizás sea más correcto decir que la doble descripción surge del _sistema terapéutico mismo. Las revelaciones que resultan)' las nuevas respuestas de los m.ter_nb~os del sistema señalan a los demá:> miembros (entre ellos el terapeuta) las nuevas d1stmc1o· nes. 13. El grupo de Milán es famoso por los enfoques creativos elaborados para establecer tales contextos (véase Sel vini- Palazzoli y otros. 1980). 14. Al considerar la categoría de las restricciones re lacionadas con la redundancia más que con la retroalimentación, el concepto de "inevitabilidad vinual" puede ser útil para explicar la presencia del problema (los síntomas no pueden connotarse d.e manera positiva). Además de ser útil para seleccionar las nuevas ideas. el conceptodeinevitabilidad vinual, sírúa el prolilema dentro del contexto dé las circunstancias y las condiciones dadas (incluso las creencias). por lo tanto contradice las explicaciones "caracterológicas" del problema. 15. Es útil pedirles a Jos miembros de la familia que midan la influencia relativa en porcentajes. 16. "Los ór.ganos sensoriales del ser humano sólo pueden recibir noticias de la diferencia y por ello es necesario codificar las diferencias en sucesos que ocurren en el tiempo (es decir en cambios) a fin de que aquéllas sean perceptibles" (Bateson, 1980, pág. 79). 17. Véase Selvini-Palazzoli y otros ( 1980) para un análisis del concepto de neutralidad. Puesto que los hechos "que no son son diferentes de los que podrían haber sido" (Bateson, 1980, pag. 111). la neutralidad en contexto tiene sentido. Por esto, y porque las creencias y valores del terapueta no se pueden enterrar, considero que la neutralidad es s<ílo el nombre de una técnica. ~ 8. Las salidas exitosas sólo a veces son angustia:ntes, y con frecuencia suelen ser angusuantes para algunos miembros de la familia y no para otros. Cuando no se informa que se haya presentado ninguna "resaca··. el terapeuta puede interrogar a la familia sobre esa cuesuón de un modo que ayude a los miembros a seleccionar ideas relacionadas con los propios recursos y la propia flexibilidad. 19. Ya analicé esta forma de panici pación terapeuta/paciente en otro Jugar (White 1984). ' : 20. ('- ve.ces ocurre que las fami lias sostienen que no ha habido un cambio en nroguna d1recc~ón., En ese ~aso. es ~onveniente que el te rapeuta afirme que el hecho de que n.o hay~ nrngun camb1o contnbuye a reforzar la opción conservadora. Que nada camb1e Slgmfica mantener el m1smo rumbo y el ter:)peuta puede señalar la diferencia entre ese estado de cosas y lo que podría haber 9currido. 164 2 l. Las respuestas nuevas son. con mucha fft:C!Hmcifi.~ respuestas que. no ~e predijeron -y no .se hubiera póclidl~lllldlili sobre la nec~s•dad de panicipación del miembro de la fllai~ltGr curso de acc•ón. . 22. En varias. ?casiones tuve la siguiente e:x¡peri'-!ii:~jj m1cm~ros de la fam11ta descubrieron cambios durante enrrev1sta, aun cuando tlichos cambios hubie.sen ~llllCilO "V:IIiilíij((i¡ 23. No es necesario que los miembros de la Lo verdaderamente imponante es que obtengan una~~~~~..~~~~ el espíritu del terapeuta. . 24. Véase, por ejemplo. Papp (1980), 1be GreekCIIinláal Fam1ly Therapy". . .25 .. En mi trab?jo con ramiliares de penonas Clql•j6 Pstqu1átnco dé Glens•de. en algunas ocasiones me deliberadamente como respuesta a la noticia de había hecho algo positivo para sí. No obstante lectores: una vez calculé mal y casi atravieso la paJIIWiaCJ¡ue'lillfl ojos aterrados del equipo profesional que me IC(IIID¡ltdl~ 26. David Epston, un terapeuta familiar pan.iendo de las ideas de Tumer ( 1969) y van uconcptii'IIU• de este enfoque en el tratamiento de diversos pn~lbleiiiiiJ<. 27. Esta idea de desligar al terapeuta y a común. Por ejemplo, Haley (1976) sostiene que es familia comprendan que son ellos mismos quielles para que se diera el cambio y describe un tranquiliza al terapeuta que acaba de pedir disillÍJII~.D cambios logrados por la familia. 28. Sluzki ( 1979), al discutir el pnx:esai:.t.;~iii migración como una "curva de rendimiento sostiene que predecir. la angustia que pn¡lbalblellliiillilii'Mj es import¡¡_nte ''a fin de iegitimar esa expeñencia negativa (pág. 387)o 29. A fin de preservar el carácter comlficleáC. .i nombres y apellidos. 30. Investigando los intentos de sol111Cieiai¡illl (ritos de evitación) es posible formular hip6lei*'Jfll asigna significac\ón a los sucesos que .se pnldW:tp• referentes a la naturaleza de los supUesto$ en forma de reglas que están empu-entadlii 31. En esta etapa también pueden g~§~¡¡¡~~~~~ aumenta en 1a proporción directa con incluyendo Prímerá Ley de •r · el y la Tercera Ley de los Temores de humor, insisten en que .se los (comunicaciones personales). ~~~~5¡¡¡¡¡~¡ en la perpetuación de los comentar temores. 32. No es prudente la anoustia del niilo y han obrado lo su hijo, hacer comentarios direc:t~ sotn miedos. puede provocarles senunuentos de 1o1 1reae ca eJ cambio. Los padres deben darse cuen1a por sí mismos de su ~pecidlllllbihlll y responder de una manera diferenle a medida que van marcando tu dildiiCicJen- realls o 1eye1 conlradictorias y la participación en los es1ilos de vida Wii&LJIIM , 1 CaiiiCio esao ocurre. elterapeu~ pued~ lla~arl~~ la alención sob~e las ~ 1 111cer comealarios sobre la vartual anevuabahdad de las anuguas •elflu..., · h.aa Ch.ld a ua·dance c1·•me· desarro11aron 33. Mil f11n J • equipo de la Pbiladelp 1 iiiiii:IIOI ..... ~ ~ que pueden ser útiles en este ripo de 1ra1amiemo. 9 . Terapia conjunta para hombres VIolentos y las mujeres que viven con ellos• Este capítulo trata sobre la violencia que algunos hombres ejercen contra las mujeres que viven con ellos. Aunque no pongamos aquí el acento en los casos de abuso infantil y de incesto padre/hija, gran parte del análisis sobre la violencia masculina que aquí presentamos, así como su aplicación terapéutica, son válidos también en esos casos. Si discutimos aquí la cuestión de la violencia masculina, ello se debe a que la abrumadora mayoría de las víctimas de la violencia doméstica son mujeres. Creo que al hablar del contexto en el que se da la violencia masculina contra la mujer debemos considerar inevitablemente la ideología patriarcal. La directa relación entre esta ideología y la violencia masculina ya ha sido bien establecida (por ejemplo, véase Mclntyre, 1984) y en este capítulo no analizaremos los detalles de esa relación. Como estos comentarios se refieren estrictamente a la intervención terapéutica que puede hacerse contra la violencia de los hombres hacia las mujeres que viven con ellos, ese será el foco de nuestra atención. Con esto quiero decir que los comentarios no incluyen un análisis sobre la importancia crítica que tienen la provisión y la utilización de los servicios para la mujer (tales como las organizaciones y los refugios destinados a ayudar a las mujeres golpeadas) ni tampoco un análisis sobre los servicios para hombres violentos (tales como las organizaciones de grupos masculinos destinadas a hacer una evaluación crítica de la violencia y de la ideología patriarcal). Tampoco se incluyen en estos comentarios los detalles de la intervención que se hace necesaria cuando esos hombres persisten en su actitud violenta hacia sus mujeres, intervenciones en las cuales se busca que el hombre asuma la responsabilidad de perpetuar la violencia (lo cual incluyedenuncias policiales y acciones legales) y que la mujer tenga una protección y un apoyo que le permitan escapar del contexto violento. •Publicado en Dulwich Cemre Nrwsletter. primavera de 1986 166 Batos comentario&se refieren específicamente a los casos en los cuales p."':. bQibbJre acepta abandonar la actitud violenta y la ,mujer aún siente el :-'JiJil1ftmdlo deseo de salvar la relación de pareja. Se ba criticado mucho la conjuntamente con los hombres y las mujeres, aun ouaado se trate de estas circunstancias particulares. Con frecuencia esas k-1rdteesserelacionao con la creencia de que las entrevistas conjuntas ayudan al hombre a eludir l a responsabilidad que le cabe por los actos violen ros y léfuerzan la interpretación victimológica del acto violento; es decir. la c:onstruccióndelaidea de que es la víctima quien perpetra el crimen. A veces aambién se ha sostenido que la terapia Gonjunta apunta a mantener unida a )apareja. Aunque e eo que éstas son críticas razonables a una parte de la 'bibliograffasobre terapia familiar/marital, no creo que sean críticas razonaWeaala terapia conjunta, cuando la violencia se analiza dentro del contexto •-~""• '-ideología patriarcal. Si la terapi~ conjunta se realiza en estas condicioIIICIIL.-:uu.~encia me indica que se puede lograr, por un lado, poner el .aP.uq~eJIUa respon~ilidad que tiene el hombre por los actos violentos, por '**rqllklo,, ccmtrm11est;:rrlas ideas de quees la mujer quien provoca la violencia 'IJOrliltillno, socavar efectivamente las obligaciones provocadas por los ,;ISlm~possexuales y sobre la identidad femenina. Todo ello hace que la W.¡piaconjunta presente la separación como una opción más viable en el "diSCrdeque la mujer pierda el deseo de salvar la relación de pareja. las mujeres que son víctimas de la violencia masculina, la . ación siempre es una cuestión compleja. Al pensar en la separación, fatañablemente estas mujeres se enfrentan a la falta de los recursos sociales --:51--•-permitirían alcanzar el éxito, otra vivienda, el sostén económico y la ~-I(IP'llade famili¡u-es y amigos. Además, la amenaza de represalias violentas l;:,t!liiqp&ISaellamisma y a los hijos.es otro de los elementos que atentan contra l>< :liili•m'!ftAseparación. Por otra parte, los estereotipos de sexo (que incluyen ~jD!liisas según las cuales el valor de una mujer sé mide por la capacidad que f.'.~iltl:1elltgade;llSUmiJrunrol subordinado y de colocarse siempre en un segundo jl.iiO) hacen que la experiencia que tiene la mujer del derecho a tener su -mtlllñavida. sea muy débll. Con laayuda adecuada, una mujer debería poder __f!¡qjenresas dificultades, superar el hecho de que durante mucho tiempo ~tó una penetrante e insidiosa anulación de su identidad, lo cual la. 1tevóa tener un sentimiento dominante de pérdida de sí misma, aun en otras J:eladones diferentes de las que mantiene con el hombre violento. Estoy familiarizado con muchos ejemplos de hombres que, sistemáticamente, reptaentan la experiencia de una mujer y reinterpretan su histoda de tal 168 manera . . y . . que la, versión que ellas tienen de e~as · e"'...penenctas hISt~n a rermma por ~Iterars-e hasta el punto de no tener ya Dínlfllilll contacto con las verstones con las que antes ellas se ídelntífíad_.~ . , Creo que _ d a través de las entrevistas conjuntas, 1amup mas .capac na . a, puede rebautizar y reexpresar su p . h_ . rop1a ...,,1tltmd prop~a t ~ton a_dentro de un contexto auténtico qoe es el nu~;mc1 eu 81111 anulo su 1dent~dad. Por esta razón y como dije antes, si la m~FPi deseo de continuar la relación de pareja, la terapia conjunta fuerzas para marcharse. Si consideramos la ídeología del patriarcado coJn01el conthtifaii se da la violencia masculina, podern0s investigar .. .;...-.....,.w;; interrelacionados, incluso la idea de que las mujeres son r- - r - · hombres. y partiendo de esto, la idea de que los hombres pu.-q desean con sus. propiedades; y el concepto de la jerarquía natural. del incuestionable der.echo que tiene el hombreaocull•J superior según ese orden natural, todo lo cual pone cla:rana~ el control que mediante las "tácticas de poder" secejerce sol:~te~lll menos derechos (las mujeres). Cada día, los mediosdecornm:ñal las relaciones de pareja, el relato de las historias •a~•w.uca..¡o, de mil maneras diferentes estos conceptos. Para 1as mujeres las consecuencias de tales ideas la explotación, la desigualdad y el empobrecimiento hombre, las consecuencias incluyen la intoxicación con y una gran insensibilidad para.perdbir laprofundaincll(lll_. distinguir entre su experiencia de los sucesos y la mujer de los mismos sucesos, particularmente de klsblt• ("fue sólo un golpe ligero"). Después de todo, bat1itualllllllll práctica en señalar las diferencias que hay e~ su suceso y la experiencia que tiene alguna propiedad La siguiente es una guía detallada de conjunta, un análisis que presenta una intt~mrel.lu:i4~ violencia ma§culina.dentro del contexto de la icieoi~P,I intervenciones que me resultaron útiles a esa conducta y a esa ideo.k>gía: 1. El terapeuta indaga a la pareja aceiC& de sobre la a!Uesión masculina en general y ocurriero~ los episodios particulares de victlelldi(CIJ pensaban ellos en aquel momento. G.ie_ner'aln&te.lllll~ incluyen la opinión de que la.agresJon esnu~na~-~ hombres y que el acto violento es ~a provocación de la mujer. Estas sugesnones ft • 1 1 -1 1 CXI•- versión ~ pueden compararla con la antigua. Nuevamente. si la terapeuta es alasmujeressesustentanysemantienengraciasa la teoría de la victimología. Con frecuencia se pone particularmenteel acento en una teoría de eyacu )ación/ cararsis,lacual sostiene que la violencia es una sustancia que puededefinirse cuantitativamente, unasustanciaqueseacumula y que periódicamente debe serdescargada. Esta idease refuerza mediante la interpretación freudiana de Jos hechos que as! se infiltran a través de las películas, la literatura, etc. 2. A tia de dar a los miembros de la pareja la seguridad de que la versión que dierOn sobre la agresión y la violencia fue perfectamente comprendidaporel terapeutaydequeno hará falta un esfuerzo adicional por partedeeUosparaexplicarla,elterapeutapuedehacerunresumendelo dicho porellosytransmitirleslasensacióndequeestáprofundamen te familiarizado con las diferentes ideas volcadas en el relato de la pareja. 3. Lue¡o, el tera~ta comunica a la pareja: a) qúdi1Mtbi6ié0iloceotta teoría sobre la violencia masculina, una nueva versión que es diferente de la dada por la pareja. b) queJe llaman la atención las grandes diferencias que observa entre una versión y otra. e) que la se¡unda versión choca tanto con la primera que cree que quizás la pareja se sienta profundamente perturbada por ella, partiCiularmente el hombre. d) que-eiiiDmbre puede sentir un gran malestar afrontando la nueva vasióQ:paato que 6sta puede provocar profundos cambios en la te~ de la pateja. e)· que~aeoorreelriesgodequeelbombre, al escuchar !asegunda versión. pueda estallar o sentin;e impulsado a defender la primera vemióa, f) (si-eltealptlla es una mujer) que el hombre considere la segunda versi6a pat~.o amenazadora e inaceptable por el hecho de que~mojer. 4. Luesoel ~1ttdagahastaquépunto la pareja está dispuesta a acep~ la nueva versión. El t.erapeot.a puede contribuir ala preparación de la pareja pregumúdoles cuS ele los dos esu más dispuesto y cuál lo está men~ a véQelas eot1 UDa nueva versión que se opone decididamente a la antenor. Hay quepoDerespeclalc:uidado en asegurarse que la nueva versión no gen~ uua co~ de ideas. A fin de contrarrestar la posible generaetón de seme~debate, el terapeuta puede sugerir que, si la pareja lo d~sea, ambos pueden manteQerunaactitudescéptica respecto de la nueva versJón hasta haber oldo toda laa.poaici6n del terapeuta Se pone el acento en 1~ comparación de las ideas aata que en el debate y se le comunica a la pareJaqueaumentaránlosbeneficiossielloslogranconocerafondolanueva 170 t una mu~ e r, ésta puede sugerir que e e hecho probablemente dificulte la aceptación de la nueva versión ~obre la agresión y la violencia sobre todo el caso del hombre. ' en 5. Una vez crue consioue pr~pa , 1 • . • . o " rar " a pareJa, el terapeuta señala la 1deolog1a patnarcal como el contexto en el que se da la' v·101enc1·a mascu ¡·ma • . . contra 1a muJer. Esto se looraexarnmando la'·' ·mstrucc1·ones para desempeñar . o su rol ~ue rec1b~n tanto los hombres como la~ mujeres a través de diferentes mensajes; poreJ.emplo, pue?_en anal i zar~e recortes de periódicos, anuncios y de rev1stas; tamb1en pueden · recortes . · . . 'anat1'zarse las. 1·nstrucc10nes que se rec1ben .a través de los relatos h1stóncos o familiares. Se establece una clara separac1ón entre los actos .de agresi.ón y violencia masculina y las teorías s~bre los aspectos deter~mantes biOlógicos y genéticos y se identifica a d1c~as teonas, en camb1o, como estrategias basadas en los conceptos patnarca.les y mantenidas por ello , conceptos referentes a que la mujer es una prop1edaddel hombre y a que éste tiene derecho a ejercer su poder sobre esa propiedad a su antojo. Todo esto prepara el terreno para desafiar la teoría de la eyaculación de la violencia con el concepto de que la cólera asociada a tal violencia es hipócrita por naturaleza y con la idea de que la ira hipócrita es una variedad de cóleraintoxicante. pues cuanta más ira expresa, más se intoxica con ella. También puede subrayarse que la creencia de que la mujer es propiedad del hombre lleva a éste a la.insensibilidad y el aislamiento. Seguidamente, el terapeuta comienza a indagar la experiencia que la mujer tiene de los hechos. Para ayudarla a identificar esa experiencia, eJ terapeuta puede sugerirle varias palabras y preguntarle cuál se adapta más a lo que siente, palabras tales como: explotada. oprimida, sojuzgada, sofocada, esclavizada, etc. Luego se le pide a la pareja que imagine la experiencia futura en el caso de que continúen dejándose llevar por esos conceptos patriarcales de la relación de pareja. 6. El terapeuta abre luego la discusión de si el hombreo la mujer están de acuerdo con dejarse llevar en un futuro por esas instrucciones empobrecedoras o si, en cambio, creen que tienen derecho a crear deliberadamente una relación que sea viable para ambos. Esta discusión puede enriquecerse yuxtaponiendo conceptOs opuestos. En la práctica de generar estas yuxtaposiciones de opuestos. me resultaron útiles varias ideas de la teoría femini sta y del trabajo de Gregory Bateson y creo que hay una gran correspondencia entre estas dos fuentes. Las siguientes preguntas son una muestra de aquéllas que pueden formularse en esta etapa de la terapi~. A causa de la desigual distribución de poder que existe en la relac1ón. inicialmente estas preguntas se le dirigen al hombre: 171 -¿Cree que está usted más de acuerdo con esas instrucciones empobrecedoras viaculadas con la idea de ejercer poder sobre los demás o acaso le resuha .má~ auac:tiva Ja idea de ir apreciando cada vez más los recursos y la eapac1dad personal·~ué cree que encaja más con el tipo de persona que es usted?. ¿l: r• iatoxi~ión con esa cálera llipócri.ta y el aislamiento personal o el des•gmo personal y la capacidad de estar en contacto con los d~más? . -¿Considera usted que debe continuar sometiendo esta relac1ón a los conceptos de jerarqufa y represiOn o que debe huir de ellos y aventurarse a un arreglo más equitativo y viable? . . . . . -¿Debería ustetl ajustarse a las prescnpc10nes ~esunad;as a sallsfacer.la avide~ y la conveniencia de Jos hombres o cree que.debena oponerse a ellas y deJar que sea la prudencia Jo que influya en sus decisiones? 1. Continuando con la discusión que segenera mediante la yuxtaposición de las oposiciones, el terapeuta sugiere que sería conveniente que la ~ja vayaconsiderando Jas.posibles consecuenQias que tendría esa r~ptura las antiguas convenciones. Lo que sigue es una muestra del upo de :pguntas que suelo fonnular al Jlegar a este punto: -Si usted se opone a esas ideas sobre la supremacía mascuJjna, quizás esa nueva actitud Jo aparte de los demás hombres. ¿Cómo manejaría esa situación? -Si usted rechaza esas prescripciones que están envenenando su mundo, ~encontrarse en una situación difícil cuando en la próx,ima reunión familiar ... cuftado humille a las mujeres. ¿Qué consecuencias cree que puede tener todo GfO en el futuro de la relación con su cuñado y cómo pjensa afrontar esas CONieeuencias? .....:Si usted logra comprender la experiencia de opresión que tienen las mujeres, le va a resultar intolerable que alguno de sus compañeros bromee 4itiencloque el verdadero placer que encuentra jugando al squash es imaginar que lt t*ota es "la vieja". ¿Cómo se las va a arreglar en una. situación semejante? .-.5i las nuevas ideas desalojan a las antiguas, usted va a tener una gran ~·.jififp)Uld para apreciar muchas de las bromas que se hacen en el bar. ¿Cómo cree ·~~¡e'ioQWjm sus amigos el hecho de que usted ya no festeje esas bromas? ¿Cómo A~lii'iifront:ar el hecho de convertirse en una amenaza para ellos? ~~su compafiera se ~forma en una autoridad en el conocimiento de sí su propia bistoria y confía en su propia expeden:tia, ¿cómo se usted ante las opiniones vigorosas de su mujer? ¿Cree que podría ~--rlas o que estallaría? ~ala mujer) ¿Cómo imagina que reaccionaria su pareja si usted reelaborara lílhJpia historia Ysu propia ex;periencia? ¿Es probable que é-l le pida que le evite illj~IC con esas opiniones o cree usted que él estaría más dispuesto a áMjilmrlas sin estallar? .,..,.11011 Después de analizar las conseeuencias del ambos si están dispuestos a explorar algunas de las experimentar sus vidas y su relación si ellos se instrucciones de la ideología patriarcal. Hasta ahora en esta etapa, una pareja que noquisieraex.tleriimfmt,,r,.J.,..IIÍII llegara a ocurrir podría sugerir la separación como una para la mujer. Los experimentos iniciales pueden ir delldel"!tt desarrolle estrategias para contrarrestar Su tendenciaaú!tt1¡diill sobre qué estuvo haciendo cada vez que ella llej~ULSU~IB.d'ltlii minutos tarde, hasta que la pareja discuta los diferentes medio de comunicación que promueve la opresión y uu~HII mujeres. Otros experimentos pueden incluir tare~ que-·-.•..,.,.~ desarrolle una comprensión más acabada de la eXI;lefiletlC:ía~ de los valores patriarcales, haciendo la aclaración de (IUtt•tl doloroso para el hombre. 8. Es irnportantequeelterapeutarespot~da:atcldoslclll en un sentido que contribu-ya a vencer los valores patrial..-¡llfj celebrar el hecho de que el hombre intenteaceptarlamte~­ agresión y violencia y acc.eda a emprender ex¡~im-~ pueden apartarlo de muchos etros hombres. En terapeuta puede emplear díferentes variantes tHU~••'AII.,_ describí algunas de ellas en otro lugar (White, 1~cq•~:s:2 Seg!Jn me indica mi experiencia, al oabodetoc!~eldi1.se libera de la responsabilidad por la violencia y, al más capacitada puesto que alcanza una posición UG.illiH~ propia historia y su propia experiencia. Nota ptM ~ Nflejar las deéisiones y prioridades de la mujer. Ademá.~, e~ Impon~~* alen&arll homllrc para que hable de ello con aquellas otras personas que: la mqjer haya .ae,Jdo,.. que fa ayuden a transitar esa vía de escape. Conseguir que el hombre tJOM¡iiOIINiido en este proces.o es una manera de aumentar su respoñ!Nibllidad pt~tla Ylollada puada y, además. es algo que tiende a contrarrestar cualquier cipo de IL'Cic1a ~ caae el bombre podría e mprender como respuesta a la acti.tud de la mujer • .....,. . vla de acape. SI ..._ que lilleiCrHiir estas notas pondría, además, el acento en la enorme iri..,._rtiiiJda..eila-deaeel''líldlo de fdenlificar los logros aislados que hubiera obtenido la ...........1'"1IJS1ici4a de Jos opuestos" tratados en e l punto siete. • - te.,.... f 1 ¡ 10 Destruir los miedos y domar a los monstruos Un enfoque para el tratamiento de los temores infantiles* .En ~s~e capítulo ~e~onsideran los temores infantiles dentro del c.ontexto interacciona! de la fam1ha. Y se sostiene que la supen'ivencia y el fortalecimiento de tales m'ed 1 5 depende de la presencia de un "sistema que apoya el estilo de v·1da d · d · d •· M d. . . . omma o por 1os m1e. ~s ·. e tante un e~amen d~ la part1C1pac1ón inadvertida que tos miembros de la famtha llenen e~ ese esulo de v1da dominado por los temores, se pueden obtener los detalle.s de ese ststema de apoyo. Se tratan tam~i.én ~quí las for~as de intervención que tiene el terapeuta para desba.rat~r esa paructpa~•ón . Tales mtervenciones incluyen la presentación de una desc npc1ón del problema mteraccional y no amenazadora y un rito estructurado destinado a o ponerse a l estilo de vida domi nado por el miedo. Como ejemplo. se analiza un caso. ° Los temores infantiles Muchos niños pequeños desarrollan temores específicos de diferentes tipos, temores que se vinculan con varias cuestiones relacionadas con su desarrollo y con el contexto de ese desarrollo. Tales miedos adquieren muchas formas diferentes y con frecuencia se manifiestan como ansiedad, fobias y aislamiento social. Aunque los temores infantiles pueden ser pertinaces, en la mayor parte de los casos son transitorios y suelen declinar naturalmente con el paso del tiempo (MacFarlane y otros. 1954, Agras y otros, 1972). Sin embargo, a veces, algunos de esos miedos son más tenaces y pueden persistir durante la adolescencia y hasta la edad adulta. Cuando ocurre esto, los temores pueden provocar distintos grados de conduetaobsesjva-compulsiva que tienen un efecto altamente restrictivo e incapacitadoren las vidas de los jóvenes y de los miembros de la familia. Teniendo esto en cuenta. es necesario encarar tratamientos destinados a resolver los temores infantiles que se manifiestan particularmente tenaces e influyentes. *Publicado en Dulwich Cenrrt Re t·iew. 1985. En mayo de 1984 se present6' eD d D.ulwich Ce rure un~ vers ió n de este capítulo. 174 17S Algunos de Jos temores que más comúnmente experimeman los·~iños est*l relacionados con la noche. Esrospueden incluirel miedo a la.oscundad. a irse a dOrmir, a monstruos indefinidos y a los posibles merodeadores. Es frecuente que tales temores aparezcan acompañados por pesadillas y sueño entreCOrtado. En la bibliografía referente a estas cuestiones. se han dado varias explicaciones de la aparición y la persistencia de tales miedos y. en_tre ellas. predominan las teorías psicodinámicas y d~ la ~onducta. Es ~s d1feren.tes explicaciones suelen señalar diferentes imphcac10nes para la t~tervenc~~n terapéutica. Una explicación a la que no se le ha prestado la debtda ~tenct~ n en la bibliografía. es la que destaca la importancia del abuso sexual mfanttl, incluyendo el incesto, en nuestra comunidad. Herman, despu~s de amalgamar los resultados de cinco estudios sobre abuso sexual, sostiene: 1 Los resultados deJas cinco investigaciones son notablemente coherentes. De una de cada tres, a una de cada cinco de todas las mujeres infonnaron que tuvieron ~pn dpo de encuentro sexual con algún hombre ad~lto durante su infanc.ia. Entre el"cuatro y el doce por ciento mencionaron haber temtlo alguna expenencta sexual CODihl pariente (citado en Breaking The Silence, 1985). La conexión que existé entre la explotación sexual y otras formas de abUso infantil con el probable desarrollo de temores nocturnos es evidente. Otra explicación que hasta hace muy poco tiempo también fue pasada por .alto, se relaciona con la profunda inseguridad que pueden experimentar los nif1os respecto de la amenaza de una guerra nuclear y de una catástrofe ecológica (Family Therapy Networker, 1984; Sanders y O' Donnell, 1985). Los terapeuta$ siempre deben tener en cuenta estas explicaciones al evaluar los miedos infantiles y su contexte. Si una indagación del contexto delos temores se ajusta a esta explicación o apunta a ella, debe encararse un tratamiento apropiado. El contexto interaccional En muchas familiasresultaevidentequelos temores infantiles sobrevivadentrodeuncontextointeraccional, un contexto en el cual los miembros di la familia participan sin advertirlo y, como consecuencia, ayudan -a pllillpetU&rY a alimentar tales temores. Si el terapeuta averigua cuáles son los iiMntos que han hecho los miembros de la familia para ayudar al niño a illlfiemar sus miedos, podrá descubrir los detalles de un sistema que apoya - 1 el estilo ~e vida dominado por lo!!' temores y, mformac1ón sobre cómo los miedos legraron tener aplicación inadvertidacleesas •·soluciones., quesoto-s1,rw!IU!IMIIII problema, puede considerarse un ejemplo del renomen,,de:Rc-* Amplificador de la Desviación (Wender, 1968)2. En respuesta a la sensación de opresión quE~experimc~lell[lll de los temores, los demás miembros de la familia yéll~~ial:me~ intervienen más activamente en la vida del niño y toman nte~fidallq¡il una mayor responsabilidad respecto de su se9nrio1Atl Trlllal!ldeeifli intensamente su capacidad de afrontar los miedosa fiJndt~reliueittij del niño. Este, a su vez, responde cargando mayor resJponsabilf4 padres y sintiéndose menos capaz. En suma, pierde aún másJaeiPI.:MIII. supervisar su propia vida. Una descripción interacciona) del problema, acCJ1mpdlldajf11 puede ser una buena forma de terminar con esa pa~:ticipacióaa~Mtlllilii de los miembros de la familia en una dirección teoilCJ'l&, y'fflllllllil círculo más virtuoso en el cual los miembros de latamiiliapue~­ en una dirección más conveniente para el niño. Se han apJita!W variaciones del rito con niños desde: los cuatro y hasta los. sentían pertinaces miedos noctUrnos. David Epston (1911~}~11Mllllllll para niños mayores con el mismo problema. Cuando 5e-J~M!~I extremos en niños mayores y en adolescentes, tenlOIIe&<lllellll tarse mediante severas formas de COJldlltCUt o~tse!IÍV-Il-CCHDJ~~ río aplicar un enfoque más detallado (véase Wbite,198M Montar la escena: establecerunainfluenciarelllatm~J ción interaccional inform~ción dar, el terapeuta evalúa cuidadosamente la ::U'licaciones !..ue haJosdenomiembros la familia. Si resulta evidente que estas últtmas son aplicables al caso y que los miedos subsisten dentro de de de =~aextoenelquelosmiembrosdelafamiliaparticipaninadvertidamente para maDtener UD estilo de vida dominado por el temor, el terape~ta puede pedir que el nifto le baga una descripción más elaborada de los mtedos que lo hacen sufrir. Si los temoreS '"tienen aspecto" de monstruos, se alienta al niño para que tratededibujarlos.Sisctratadetemores menos específicos, se le puede pedir al nifto que les "invente una cara", que imagine qué aspecto tendrían esos moastruos si se 11181aializaran. El terapeuta puede ayudarlo sugiriendo posibletclescripcioDes..Loegose le pide al niño que dibuje como pueda esas i~Siel~tenuente, se le puedeexplicarque dibujaren UD papel las "é:adr dé los miedos es el primer paso para capturarlos y domarlos. SeguidaJnente. él terapeuta ayuda a los miembros de la familia a establecer la influencia telativa, es decir, la influencia que esos miedos ejercen en sus vidas yláinfluencia que ellos mismos ejercen en la "vida" de los mieciosl. Con frecuencia, al nifto le cuesta determinar qué influencia ejerce en la vida del temor. El terapeuta puede ayudarlo a detenninar esa inftueocia li'""'Bcfole la atención sobre los aspectos de su vida que puedan baber sido edip:sadoS por influencia de los miedos. Una vez hecho esto, el tel'lplllltapaiclepedirles al niño y a los miembros deJa familia que lo ayuden a ~eoilertlas. en tales c:in:unstancias, el chico fue capaz de retener todoelc:ontrol que aánejerceen su propio territorio. Puesto que la derivación deaa~delacapacidadquetieneel niñoolaniñadeinfluiren la "vida" del pmb1e:aaá es esencial, y puesto que con frecuencia resulta difíci 1 ~puedeDegaraesadescripcíón indirectamente. Por ej~o, suelo explicarle al nifio que lo que intento hacer es establecer, medi~ua-.qaeQoeUatiene la capacidad potencial de influir en la vida de suanáedil Sia~ la naturaleza del test. le fonnulo una serie de ~e• ·~Jaegoleinformo los resultados. Entonces, le pido que me exptiqae~a'JIIjlible que baya sido capaz de respondenne "x" ~--.Jii'MpiijJio de 111 edad e Y preguntas en un nivel de un ~o Ulll•'nz•t 1 tidad4. Esto hace que el niño pueda reconocer más r-• •••uUU' en 1a vtda f6c~=--~. . de sus temores. . v \ necesario ayudar a los demás miembros de la f~ ,..,.., a a loa padla, a discernir su propia influencia relativa. Pwat8tittw:l*ede,edir que mencionen las diferentes maneras ~ 178 =• *' en que fueron incitados por el niño a actuar como" .. , d 1 ". . . vtgt antes e os temores·· o supervtsores de Jos mtedos" . Qué tipo d . . . . . h · <. e tncltactones rectbteron para . ac_ers~ superresponsables de la seguridad del niño o la niña'> . Cuáles de e tncnactOnes se sintieron "compelidos" por los t . <. sas f emores a aceptar y cuáles uer~~ ca~aces_ de declinar? El terapeuta puede ayudar a los miembros d 1 famtlta a tdentifica 11 · · • • e a . raque as tncnacJones que fueron capaces de declinar, refl~xtonando sob:e las muchas otras opciones que los padres podrían haber elegtdo para asumtr una posición superresponsable en relación con el . ~ Se _Je~ puede ~nt?nc~s preguntar cómo, en tales circunstancias, log~~o~ reststtr a esas mcJtactones. Al trabajar~~n los miembros de la familia, el terapeuta puede poner el acento en la cuesttOn temporal yen su relación con el estilo de vida dominado ~o~ los_ temores. El~o. puede lograrse pidiéndoles que imaginen qué otras mcttaci_on~s p.ara vtgtlar y supervisar los temores pueden aparecer en el futur~, mcttacJOn~s que ten~erían a fortal ecer el estilo de vida dominado por los rruedos y también a constderar ante cuales de esas incitaciones se sentirían ~ás vul~er~bles, más dispuestos a aceptar. ¿Hasta qué punto perderían mfluencta SI aceptaran tales incitaciones? Luego, el terapeuta promueve un debate sobre la disposición con la que cuentan los miembros de la famjlia para oponerse al "reinado del terror". ¿Está el niño o la niña dispuesto/a a volver atrás y reclamar parte de su territorio perdido? ¿Está dispuesto/a a impedir que los temores lo/la lleven a incitar a los demás miembros de la familia a vigilar y supervisar los miedos? ¿Están los demás miembros de la familia, y particularmente los padres, preparados para realizar una acción afirmativa y declinar las incitaciones a mantener la supervisión y vigilancia de los miedos y, por consiguiente, a terminar con el estilo de vida dominado por los temores?¿Están dispuestos los miembros de la familia a intentar un experimento que ayude al niño o la niña a "capturar, domar y supervisar" los temores? ¿Están todos dispuestos a tolerar las inevitables dificu ltades y la angustia que pueden experimentar al declinar las incitaciones de los miedos? Cuando se establece que toda la familia está djspuesta, es el momento de presentar el rito. La presentación del rito La mayoría del os niños aceptan de buena gana que los monstruos y los miedos son más temibles durante la noche que durante el día y que serfa conveniente para toda la familia ··mantenerlo a raya·· de noche. Generalmente 179 JO les pregunto. entonces. si conocen la "Cuarta Regla de los Monstruos·· y .aormalmente los niños me responden que la ignoran. Al recibir esa respuesta yo simulo incredulidad y me muestro alarmado; les digo que todos los niños deben conocer la Cuarta Regla de los Monstruos'. Entonces, según el caso. le presento a cada niño una variación de esa regla que se ajuste a su edad: Puesto que los monstruos se hacen más temibles durante las prácticas más divenidos durante las prácticas diurnas, si los niños desean p151r1o bien, tienen que impedirles a los mons1ruos realizar sus prácticas noctumas. noc:rumas y Se le puede preguntar nuevamente al niño si de veras nunca oyó hablar de esta regla, si realmente es una completa sorpresa para él y sugerirle que hubiera sido conveniente que la hubiese conocido antes. Algunos niños s6bitamente advienen que conocían esa regla, pero gue la habían olvidado. El siguiente paso es revisar hasta qué punto Ja familia está dispuesta a actuar en el sentido que indica esa regla. La respuesta a la pregunta ¿están dispuestos? es siempre afirmativa y, entonces, el terapeuta puede proceder a presentar los siguientes detalles referentes al rito que deberán practicarse ._..que se logre domar adecuadamente a los monstruos. l. Al regresar a casa, después de la entrevista, conseguirán un trozo de una caja de madera o de acero del tamaño suficiente para guardar Jos [tililbuJos del nifto. Antes de irse a dormir, el niño o la niña deberá poner en la caja los OIIMldo!~deswl miiedi¡)Sy,con laayudade los padres, cerrarla muy bien y atarla extremo de la soga. Puesto que los monstruos del niño son de una variedad indómita, y 'acciSblmbrad1t>Sa hacer lo que se les antoja, es posible que tengan una si se les impide realizar sus prácticas nocturnas. Por ello, se le llilii'lihliÜ'lCJ que coloque la caja en el jardín y ate el extremo libre de la soga o al tendedero. Así, la furia de los monstruos no perturbará la paz es posible, la caja debe atarse de modo que quede suspendida. monsttuos causan menos problemas si no pueden poner sus pies lAJa de acostarse, el niflo deberá buscar sus zapatillas y, o bien o bien colocarlas debajo de la almohada. Esto es necesario .alllel~ a suceder que los monstruos se escaparan, es responsabiin~mpirles las prácticas nocturnas, atraparlos y volver a en SU Cija. ~~·mdmael niflo deberá liberar a los monstruos para que hagan cliumu y se diviertan6. 6. Los. pa~res comenzarán a formar un álbum de pondrán el s1gu1ente rótulo: "Aibum de caza y do de Ymonstruos" o ..Al bu mde Destrucción de Miedos~Taomdltl niño (preferiblemente con una cámara con sistem· poJ¡aroJfd):i rcal~za los preparativos pa~a ~~doma de los mo:struos 1 llevando_ los mons~ruos. al Jardm. También se les pedí" a fotogr~f1an otras s1tuac1ones de la vida del niño 0 lanilla, valent1a~ falta de temor. ~ueden pedirles a los niños que fotograf1as, no es necesano que los sorprendan en una ....,_,,.. 7. Se les pide a los padres que traigan consigo el albaai1! segunda entrevista. Pues en ésta se compararán todas las elegirá la mejor: aquella que muestra la más evidente actitud domador de monstruos. 8. Cada noche los padres deberán reflexionar sobre el•• lo y tomar notas de cualquier intento que hayan hecho los controlar la siruación, es decir, las ocasiones en que loa provocado que el niño Jos incite a actuar de vigilantes y llmiM'IIIi temores. Después de presentar estas instrucciones, gerlenlilroleDt11tiU• al niño un Certificado de Cazador y Domador de Monstruos y el Diploma de Destructor de Miedos. Estospre•M inmediatamente al niño que los obtiene, a la Asociaci6a Domadores de Seres Despreciables y Monstruos de Aasallllllr Zelanda (hay una sucursal en Auckland) o a la Asociacl6Ji de Miedos del Hemisferio Sur. Este premio tambiú Cltlldliíl obtiene el título de Cazador y Domadorde Monstruos yS...III o de Destructor de Miedos, es decir que está C81ltaeillld41)111JIIitt niños que tengan problemas de temor. Eotonlce!l,lePAI&Uid~ cual de los dos títulos preferiría obtener cuandoconsip Antesdeconcluirlaentrevista,generalmeDte que los niños que no tienen miedos res" o en "destructores" están en desventaja, puesno:IMMidll• parte de esas asociaciones. Se le dice ~ ~ño que est11 exclusivas que, aunque lo intente, dificalme?te parientes o compañeros de escuela que tamba~o ,_,-•fillill Cazador y Domador de Seres Despreciables Yde Mc•nte• de Destructor de Miedos. Habitualmente, suelo citar a la familia para 11111nt. ll semanas después de la primera. En estaentrevistael · obtenido por el niño, revisa el álbum de fotografías y selecciona en e1é xt1o · d 'd l'b d rafías que más se ajusten al espíritu de un esttlo e vt a 1 re e 1as tiotog ·d · temores. Normalmente pido copias de esas_fotografías y pt p~rrru so para trárselas a otros niños que puedan expenmentartemores stmdares, como mos ·¡ un ejemplo de lo que se puede lograr. La m_ayor p~e de 1os m nos sue en e~tar encantados con la idea de ser "un buen ejemplo para los demás. Tambtén les pido a los padres que analicemos cada uno de los intentos que hicieron ~os miedos por controlarlos e incitarlos a ser superresponsables. Tambtén hablamos de la posibilidad de que se presente una recaída y establecemos planes para actuar en esos casos. ? El ejemplo de un caso Marjorie, una madre sola, estaba muy preocupada por su hijo Mark de seis años. Mark siempre había sido un niño "temeroso". Tenía una historia de sueño sobresaltado y con frecuencia se despertaba con "pesadillas". Además era un niño penosamente tímido. A través de Jos años, Marjorie había encarado sola el problema y en cada ocasión que podía trataba de tranquilizar a Mark y de velar por su seguridad. Al pedir consejo terapéutico. cuando Mark tenía cuatro años Marjorie recibió por respuesta que los temores de su hijo eran el resultado de su separación matrimonial que se había producido inmediatamente después del nacimiento del niño. Además, se le dijo que esos miedos estaban relacionados con la ambivalencia de la madre respecto del hijo. Marjorie, desesperanzada por esa respuesta, decidió aplicar más intensamente las mismas soluciones que venía aplicandobulaentonces, con lo cual se volvió más vulnerable a aceptar las incitaciones de Mark a que se convirtiera en vigilante y supervisora de sus miedos. _Recientemente, la ansiedad de Mark.babútllegadoa un puntoque podía constderarse pennanente. El nifloestabaaosioso, se sentía perturbado y tenía grandes dificultades en la escuelay tambiál para relacionarse con sus pares. Y lo que más lo preocupaba aa afrontar la noche. Apenas llegaba de la escuela comenzaba a pedirle a la madle que lo tranquilizara respecto del momento de irse a dormir. Uaa vezque se ac:ostaba salfa una y mil veces de su dormitorio quejándose de ao poder dormir y de tener miedo de los monstruos. Sólo podía dormirse CUIIIdo ya ataba may fatigado y generalmente. vol ~ía a despertarse con pesadillas. Mmjorie c:omeoz6 a deprimirse, a senttrse mcapaz de controlar la siiDICión. 182 Cuando Mark le puso "una cara a los temores" que sentía, yo le hice notar que eran realmente temibles. Le dije que era sorprendentecómo había podido siquiera dormir algo con esos monstruos merodeando de noche. ¿Alguna vez se había preguntado hasta qué punto esto era sorprendente? Mark me confesó que nunca se había dado cuenta hasta el momento. Observé entonces que sus monstruos eran particularmente perversos. Aun sabiendo que era él quien los alimentaba, continuaban molestándolo y haciéndolo despertar por las noches. Después de discutir un rato estas cuestiones, Mark descubrió que había influido en la vida de sus miedos de algunas otras formas. Luego hablé con Marjorie de las diferentes incitaciones que ella había recibido de Mark para convertirse en vigilante y supervisora de los temores de su hijo e identificamos algunas ocasiones en las que Marjorie había sido capaz de declinar tales incitaciones. Le dije que esos logros eran particularmente notables si teníamos en cuenta la incorrecta evaluación que se le había hecho dos años antes y que podría haberla vuelto más vulnerable a aceptar tales incitaciones. Al reconocer esto, Marjorieexperimentó un in tantáneo alivio. Seguidamente, destaqué la cuestión temporaJ y su importancia en la participación de ambos en ese estilo de vida dominado por los temores y evalué la disposición que tenía, tanto Mark como su madre, para oponerse a ese estilo de vida. Cuando anuncié la Cuarta Regla de los Monstruos, Mark, al principio, se mostró sorprendido. Sin embargo, cuando yo me mostré sorprendido por su sorpresa, me dijo que creía que alguna vez había oído hablar de esa regla pero quizás la hubiera olvidado. También me dijo que era ~robable q~e hubiese oído también las otras tres reglas. pero que también las bab1a olvidado. Tanto Mark como Marjorie se mostraron interesados en cumplir la Cuarta Regla de los Monstruos. y entonces yo les suministré los detalles del rito. Ambos se enrusiasmaron con el rito y Mark decidió prepararse para obtener el Diploma de Destructor de Miedos. Y me dijo que tenía confianza en lograr ese diploma en nuestra próxima entrevista. . Dos semanas después. en la siguiente entrevista. Ma~k esr~ba ra?.~antc y Marjorie parecía más feliz y más relajada. Mark. que hab1a tra1do su Jaula de monstruos" y su Al bum de Destructor de Miedos. me contó con detal.l~s cómo había atrapado y domesricado a sus miedos. Ahora sólo le permtua realizar sus prácticas diurnas y pensaba que. en reaLidad. e. os mon truos se habían hecho mucho más divertidos. Marjorie me contó que Mark marchaba mucho mejor en la escuela. ISJ ;t(jtfte:nzlado a invitar a algunos amiguitos a la casa y ya no se mostraba cuiandlo llegaba la.hora de irse a la cama. Además, por primera vez s¡·J-:farnuc:bf:simto tiempo, ambos habían dormido Qlácidamenre toda la fí!.tf:;,h.,.;,.,·¡t,. la lit tima semana. Las pesadillas no reaparecieron. En dbs ~~ii!~E$ Matjorie había recibido incitaciones para hacerse cargo de los § DtJiP!$;cfe-:-suhijo. pero había sabido rechazadas con éxito. Miramos todos l'ie1cDiites~eiAibumde Destruetorde Miedos y finalmente le entregué a Mark su Múadelante, Marjorieme comunicóque Mark se habfa liberado de sus ~áiedOl;} era un chico relativamente despreocupado. Además, me contó que "' lillfliiabifa sufrido ninguna reoaída, que estaba adquiriendo mayor confianza sfmismo y que ambos se sentían mucho más felices. ~'"1-~--¡pftulo enfocó la cues tión de les temores infantiles dentro del ~IJ1~ñftrliiaccional de la familia. El rito descrito logra terminar con la J:giffidpllciiiSn 110 deliber:adade los miembros de lafamilia en la supervivencia l1;1~~~~~Creof.;:~q:ue~(a~:.demás del rito, y como una forma de preparar a la ~; el terapeuta debe suministrarles a los miembros interacciona) del problema que no les fleíí~Kfolra. Esa descripción le permite a la familia aplicar diferenbllli&dllS en el buen criterio. f~.ttniliiil una descripción ~J'tiííííliú~s del concepto dé ".soluciones que mantienen el problema". véase 1914. auálisis del concepto de Retroalimenta,ción Amplificadora de la para la terapia, véase White-, 1984. de la Influencia Relativa, véase White. 1985. ~~>.oc:w11:u; "Tien~seis ailos. Pero me has respondido a siete preguntas Cinco preguntaS que son para niños de siete años y tres IIIJJO«IClll),aflos. ¿Cómo pudiste -hacerlo? y ¿qué significa esto para el ~!lf·.SOtrlliCitn.erta!&l1=l!eta:taipa ~ del tratamiento. los niños y sus padres me de los monstruos. Y yo les respondo que tampoco que aún no las sé, o que probablemente sean re" las ~"''descu1,rir. Además, les cligoque si los miembros de la far:flia otras tres reglas. yo apreciaría mucho que me la~ comunicaran. pues de ese modo yo podría explicárselas luego a otros niños que pmltllilil probl~ma. .. 6. l!1~ ni no violó esta regla. Una noche los miedos se esc!!paron todo el día sigui~nte. PÓr su... wtcntos de fuga. ,.u-0. ~cc1d1ó deJarlos encerrados durame ! .. Referencias bibliográficas /\gras. W. S., Chapín. R .H y Oliveau. D.C. 1972, ' "The natural histo Gen. Psychiar. 26, págs. 315-3)7. ry Breaking rhe ~ilence, 1985, A repon bascd upon the findingsofthe Womcn Ail-~ phone-10 survey, Sydney, Waldby. 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Family Process (de -próxima aparición). 11 Pseudoencopresis De la avalancha a la victoria, del círculo vicioso al círculo virtuoso* En este capítulo. se considera a la encopresis desde la perspectiva de la Segunda Cibernética (Maruyama, 1963). En las familias en las que se dan estos síntomas, se supone que todos los miembros participan sin advertirlo en la avalancha descontrolada de los sucesos. Todos los miembros parecen incapaces de modificar el curso de estos sucesos y sienl!!n los síntomas de la encopresis como algo opresivo. El objetivo del tratamiento es detener esa avalancha de sucesos y ayudar a los miembros de la familia a vencer los síntomas. Se detalla seguidamente un mapa de la terapia de encopresis basado en este enfoque. Orientaciones conductistas y psicodinámicas Los teóricos orientados hacia los enfoques conductistas y psicodinámicos contribuyeron significativamente a elaborar una bibliografía sobre la encopresis. Después de seleccionar las observaciones hechas, ambos grupos de teóricos elaboraron explicaciones de este problema. Los teóricos conductistas sostienen que la encopresis es el resultado de un aprendizaje errado Y muchos de ellos han desarrollado tratamientos basados en los princip.ios condicionantes que, con frecuencia. sonadaptaciones del trabajo de Az~n! Foxx (1971) (Por ejemplo, véase Davis y otros, 1976). Tales proced1mJ~ntos que, según se informó, fueron relativamente efectivos, por lo g~neral, ex1gen que los padres apoyen inmediatamente ciertas conductas. La dificultad más comúnmente observada de este enfoque surge de la falta de acatamiento del niño y/o de la falta de cooperación de los padres. _Puede argumentarse que este fenómeno de falta de cooperación se relac1ona: en realidad, con que la tarea de supervisar los programas de entrenamiento en el cuarto de baño generalmente se les encarga a los padres los cuales ya se sienten bastante derrotados y exhaustos a causa dei problema. Normalmente, es lamadrequiencargacon la mayor, y a veces con • Publicado en Fllmi/y Systems Mtdicint, vol. 2. N" 2. 1984. 186 toda, la responsabilidad de !acrianza. Con frecuencia, cuando el más vencido de los padres se manifiesta incapaz de rcalizarcon éxito el proced· · . 1m1emo,se . · 1· hosplla 1 ·.tza a . nmo. Alh, . con la constante supervis. 1'ón con la que se cuenta para aphcar Sls.temátlcamente los métodos conductista , los niño~ generalmente_l:'gran cterto control de los intestinos. No obstante, cuando se lleva a esos run~s a un contexto en el cual es imposible reproducir las condiciones del hospital, ~s f~ecuente que vuelvan a perder el control y que los padres tomen a sen11rse mcapaces de ayudarlos. Mu:hos teóric~s psicodinámicos basan su ex pi icación de la encopresis en una formula sextsta, agotada y lineal que atribuye el problema a lo intentos inadecuados y negativos de las madres. Se ha creído que la ··causa raíz" del problema son las madres hipercontroladoras, intrusas y ambivalentes. La defecación agresiva es, generalmc:me, una manifestación de una r.:lación perturbada entre los padres (y con más frecuencia la madre) y el niño. A ,·ece:. la madre tiene una personalidad obsesiva y controladora y le da gran imponancia al orden y la limpieza... Esto es lo que, inconscientemente. intenta el niño cuya conducta ha sido obsesivamente controlada por la madre ... La apreciación que el niño hace del talón de Aquiles emocional de su madre [sic]. es decir. el control de los intestinos, es también inconsciente pero lo lleva a defecar como un modo de expresar sus sentimientos de enojo (Barker, 1979, p~g. 115). Fischer ( 1979), en un estudio sobre la bibliografía psiquiátrica infantil sobre la cuestión de la encopresis, llega a la conclusión de que ..con frecuencia el síntoma de La encopresis refleja la rebelión del niño contra el sermoneo y la excesiva preocupación de la madre, mediante el funcionamiento de sus intestinos" (pág. 562) y que las madres "son dominadoras. e tán demasiado implicadas en las vidas de sus hijos y se quejan abienamente de ello. En numerosos informes, procedentes de diferentes paí es. uno ve una Y otra vez las mismas descripciones de la fluctu ación maternal entre una intrusión sobrecargada y una exclusión de rechazo... (pág. 564). Esta clase de explicación lleva a realizar práctica clínica específica que, generalmente, incluyen el intento de que la madr: te~g.a una visión.~e u: propios sentimientos y su propia conducta. m~y P~IJUdiCial paro el nmo. ~ 1 las madres aceptan ese estigma interior, la exphcactó~ qued~c.onfirmada..St. por el contrario,las madres reacciona~ en contra de_la tmpostc~ón d_: este ~tpo de interpretación y discuten o se megan a segu1r la terap1n. e~a acutu~ también confirma la explicación: sólo las madres con una nat~traleza hosul y sobrecontroladora se oponen a una visión interior y rencctonan de este modo. !Miidnpsic:o~:lin<lbnicadela e:occ>p~esis me deja bastante <:onfunliiiM•co¡Riticc)S y los miembros de sus familias que llegan a mí -~-~-IIÚmtc:tnoparecen ajustarse a estaexp1icación. No he podido solo caso cuya causa haya sido una madre ambivalente o ~flalllildallenlle acepto la posibilidad de que los niños que vi pueden jJii'ftidb~do un diagnóstico de eocopresis. Esto nos lleva al desarrollo ~---11\'~dlilll•tico de "pseudoencopresis" 1• ~~fi-D'diallftOstij:&r:se la pseudoencopresis cuando un niño presenta Ji~~~·illi.fec:i~mc:róJÜC4)sycuando esos problemas persisten a pesar ~liifcaliHbíl"bl~lovarios intentos de solución; pero no se puede decir que ~-'nadires ambivalentes e intrusas. Desde hace muchos años, •iiíl;lt:_eintiuctuosamente casos de ''verdadera" encopresis a fin if,iii,lesc()dumuestras de niños que he tratado2• Por consiguiente, flitfd~'iineste capítulo sólo fue aplicado a una muestra parcial. liC~Jiiiilizados aquí, los padres de los niños encopréticos se Pl"'~lesllml~ar:adc.s, impotentes, desesper.anzados, desespera~~~:uentemente un padre se sentía más vencido que el otro. lliltill;em Jaliladre, pues ella es quien carga con la mayor responsa;¡¡lí'&biii:a&Jos hijos en nuestra sociedad. 'de los padres de la muestra infonnó que por culpa de cada vez más alejados de sus hijos. Todas . ... sugieren además que los niños se sienten cada vez más 1U1 sfntomas. Se sienten fuera de control, impotentes, los padres. También he visto casos en los familia Ya veces los profesionales de la salud y de voluntaristas e inútiles que generatalpa Ycensura. No hay dudas de que todos los ~:==~ ea estos casos, experimentaron sentimientos de a .- problema de la encopresis y su contexto IIJIIMielaperspectivade laSegundaCibernética. ~ causalidad mutua que sostiene que un sastema se influyen recíprocamente o bien de manera simultánea o bien de manera alternat·1va" (Maruyama, 1963 ' < pág. 164 ). De acuerdo con es1a teoría. alcrún ·'estímulo pequen·o · 5· ·ti ' ·d ¡·· o • m tgm tcantc. o acc1 ema o .una desviación puede desencadenar · un proceso que con el hasta un punto tal que se pter · den las uempo sus dimensiones . .va aumentando . . . . d con tctonesmtctales.Enesteprocesode"bolade n1·eve'' , ..e1rcsu 1ta do hade . serdesproporc1onadamenteextenso si se lo compara con el estímulo inicial" (Maruyama. 1963, pág. 167). Con frecuencia, la Segunda Cibernética se remite a la retroalimentación que amplifica la desviación: ... D.A.~. es un mecanismo que explica cómo las pequeña~ variaciones producidas en un SISiema pueden (o deben) llegar a vincular~e con ampli o~ efec1os cómo las pequeñas perturbaciones pueden generar cadenas de suceso~ que puede~ terminar en grandes alteraciones (Wender, 1968. pág. 309). Esta es una teoría de causalidad mutua o causalidad circular que se opone a los conceptos de la causalidad lineal. Condiciones iniciales similares o estímulos accidentales pueden producir resultados disímiles. Condiciones iniciales disímiles pueden producir resultados similares. Esta teoría implica que no es posible señalar directamente la causa de un prol:>lema o un suceso. Cuando los sucesos se consideran dentro del contexto de procesos de retroalimentación que aumentan la desviación debida a causas recíprocas, puede entenderse que tales sucesos son el resultado "posiblemente inevitable"' de círculos viciosos o círculos virtuosos4. Reconstruir los sucesos La Seaunda Cibernética ofrece un enfoque de laencopresisquepropone o . una explicación diferente del problema. Creo que ese enfoque uene unagraa ventaja respecto de los conceptos voluntaristas que tienden a promover el círculo vicioso de la culpa y la censura. El problema puede enca.ra_rse desde ángulos distintos. ángulos que a través de las otras construcc•ones del problema eran inconcebibles. . Esta perspectiva exige que el terapeuta ayude a los m•embros de la familia a considerar el contexto de retroalimentación c¡ue aum~nta la desviación de la encopresis. Esto establece el contexto nec~sano para interrumpir el círculo vicioso e introducir un cfrculo más vart.u~so. Se presenta entonces Ja idea de que todos los miembros de la fam1ha esW1 atrapndos en la misma avalancha de acontecimientos. Se consjdera que el niño, así como sus padres, están dominados y han sido vencidos por los sínwmas. Se identjfica a todos los miembros de la familia como "víctimas", incapaces de controlar los sucesos. El terapeuta apoya esta idea identificando los hechos que demuestran cómo la defecación es algo que está fuera del control de todos ellos. Parece que tuviera una vida propia y que se aprovecha de todos los miembros de la familia, con frecuencia en los momentos en que ellos menos lo esperan. No debe permitirse que los miembros de la familia minimicen los efectos de esa avalancha. Se identifican las experiencias de desesperanza y opresión y el terapeuta desafía a cada uno de los miembros de la fariillia a que establezca qué efecto tiene esa experiencia sobre su persona y sobre sus relaciones con los demás. Después de examinar las soluciones intentadas anteriormente y que fracasaron, el terapeuta puede pedirles a los miembros de la familia que lo ayuden a comprender cómo se las arreglaron para afrontar tao bien la cuestión y mantenerse firmes a pesar de las circunstancias adversas5• A fin de interrumpir los círculos viciosos de culpa y censura, es importante que el terapeuta se oponga con éxito a las ideas voluntaristas. El terapeuta puede lograrlo si después de relatar cuidadosa y concienzudamente la historia del problema, anuncia que no le cabe la menor duda de que la causa es atribuible a por lo menos una de las siete oportunidades identificables. El terapeuta también puede declarar con convicción que, en realidad, esas posibilidades podrán reducirse a tres o cuatro cuando el problema se haya estudiado unos diez o quince años más. Si los miembros de la familia tienden a mencionar detalles que alientan una interpretación voluntarista de los hechos. el terapeuta debe tratar de colocar esos detalles dentro de un nuevo marco6'. En ese caso, pueden elaborarse explicaciones que se ajustan más a un contexto relacionado con los_fenómenos de avalancha o desbocamiento. Enel siguienteejemploclínico se 1lustra ese proceso: ~1 señor Y la señora Smith creían que su hijo Jason, que nunca se ~nsuc1aba en la escuela pero siempre lo hacía en el camino de regreso a casa, mtentaba perturbarlos con sus síntomas. A fin de oponerme a esa idea, les sugerf ~ue tenfa _sentido suponer que Jason se ensuciaba cuando alcanzaba la relauva segundad del hogar. Era evidente que Jason gastaba su energía luch_ando contr~ su problema todo el día en la escuela y que sólo se animaba a baJar la gu~d1a Ya relajarse cuando ya estaba cerca de so casa. Teniendo en cuenta la Circunstancia de que Jason no estaba enteramente a cargo de su 190 problema de defecación, no parecía razonable suponer que el n·mo - pod'1a , . mantener con ex1to la guardia alta después de haber agotad , · o sus energ1as. Padres e hijos contra los síntomas Incitar al niño a pelear contra los síntomas j i. Es esencial que el terapeuta se una al niño en la experiencia de opresión que a éste le provoca la "ruin caca". Al hacer que el niño se sienta acompañado, se está preparando el terreno para establecer un contexto de disputa, un contexto en el cual se puede incitar al niño a luchar contra los síntomas. Una manera de unirse al niño es ayudarlo a identificar más claramente loqueexperirnenta cuando está dominado por los síntomas. Esta información,junto con la obtenida anteriormente de los demás miembros de la familia, suministra las pruebas del carácter "traidor" de la ruin caca. Estas pruebas permiten que el terapeuta le haga notar al niño que "evidentemente la caca lo engaña y lo toma desprevenido" y que "la ruin caca se sale con la suya y decide liberarse contra tu voluntad". Luego, el terapeuta determina hasta qué punto la "ruin caca" domina al niño y hasta qué punto (si es que hay alguno) el niño puede dominarla. Esta información puede surgir de interrogara! niño sobre quiénes el jefe: "¿Quién manda más, tú o la caca?"; "¿Con cuánta frecuencia la caca se sale con la suya y con cuánta frecuencia eres tú quien decide?";"¿Con cuánta frecuencia puedes hacercaca donde tú deseas?" Es necesario dedicarcierto tiempo a este proceso que permite ilustrar el grado de dominio que tiene la caca sobre el niño. Una vez aclarado esto, se le puede proponer al niño un dilema haciéndole preguntas como éstas: "¿Quién debería ser el jefe?": ..¿Hasta qué punto el jefe debe ser el jefe?"; •·¿Quieres derrotar definitivamente a la ruin caca y salirte siempre con la tuya o crees que es mejor dejarte vencer completamente y dejar que la ruin caca te domine a ti y domine a tus padresT': "· Quieres ser tú quien la conduzca a ella o que sea ella quien te conduzca a ti~" Al llamar la atención del niño sobre este dilema. a veces con tono dramático, a veces con humor, el terapeuta le plantea al niño que él es el responsable de tomar la decisión. A yecessugieroquesieJ niño o la niña desean que lossíntomasocu~en el asiento del conductor de sus vidas durante algunos años más. puede asp1rar a convertirse en un miembro más del Club de la Caca Ruin. Una de las 191 exigenciasdeeseclubesrener 16años. Todoslosj0venes miembros del club pueden baar juntos sus necesídades y m~chos de ~ll os lo e~cuen tran p1ac:entero. Hastaahóranoencontré un sólomño que qUiera ser mtembro de ~teclub. . Antesdepre.guntarleal niño qué decisión tomó en cuanto al cammo que deseaseguir,elterapeurapuedeayuEiarlo señaJándolequesidecideoponerse ala~incaca"tendrápordelante un ·•gran_trabajo''. Y que alcanzare! éxito no sera cosa fácil: ''En esta batalla la ruin caca también obtendrá algunas victorias"; •'La ruin caca devolverá los golpes y será necesario ten.er mucho coraje y gran determinación". Pued~ preguntársele luego al_ niño si está preparado para darle una lección as u enemi,ga y si s,e sjente suficientemente maduro para tomar esa decisión. Sotprendentemente, después de .haber tratado muchos de estos casos, no encontré nunca, todavía, álgún niño que sostuviera que no estaba sufieientemente-m_aduro o suficientemente preparado para derrotar a la ruin caca:Mi~estaaestas bravatas es pedirle inf~rmación sobre la cantidad de ~~c.reeqoe posee para afrontar este problema. Los niños pueden ~~ehderelalcancede:esa fuerza dándome detalles de alguna baiidlaqli~tealizado y que les haya exigido detenninación y perseverancia. p4)r ejep¡plo, trepar a los árboles o hacer largos recorridos en bieic_. ailiii\íltiicia.iktniño ha estado dominada durante mucho tiempo por .aJi;eqiarl~i>. para poder derrotarlo con éxito n"ecesita conseguir íf.llillJñ¡ente, el niño acepta la necesidad de tales refJierzos ~C!ílltl'da que ''esa ruin esta acostumbrada a ser el jefe1 es ~-ilVélos golpes y tratará de atraparte en el momento en que gl~ftJitllid<li"'. El niño eompr.ende que, puesto que los síntomas ~·,~.uiJnu~u- dominando la situación, necesitará ayuda para ~~fQQJI, :ftrull. Esos refuerzos }(}ayudarán a mantenerse frrme y a M~Wdefensiva. coandose1e'pregunta al niño qué refuerzos 1~ vendrían desearíaquesus padres lo ayudaran. ~~~mencionana un compañero de la escuela como preguntar si ese compañero es un !!4.Jii11a~lie!itmlllde la defecación.¿Qué conocimientos .:P.1~~1laldesueompañero.enestascuestiones? Por lo g~ner~t, resulta evidente que el niño tiene muy poca información sobre la expenencta personal de su compañero. Se puede cuestionar ento la , .d d ~ • nces, capa.ct a que t~~ga ese companero para ayudarlo y sugerirle que quizás a~gmen más famtltarizado con el problema puede ser una elección mejor,por eJemplo, los padres. Entonces, normalmente, el niño pide la ayuda de 1 padres. os Una vez que el niño incita a los padres a convertirse en sus aliados se les puede preguntar a éstos si aceptan la incitación a luchar contra la "~in caca" para obt·ener una victoria definitiva. Una ayuda suplementaria 1 El poder esclavizante de los síntomas y la naturaleza difícil de la lucha que todos tienen por delante, es un aspecto que debe ser nuevamente mencionado. Se les advierte al niño y a los padres que quizás para librar esta batalla necesiten una ayuda supl.ementaria. Luego, pueden evaluarse todas las ideas referentes a esa ayuda. Con frecuencia suelo dar ejemplos del tipo de apoyo que otros ninos pidieron. Les cuento historias de cómo algunos descubrieron que tenfan tigres dentro de sí y le pregunto al niño o la niña si ha sentido manifestaciones de poseer su propio tigre interior. U na vez que obtengo esta información suelo sugerir que el niño puede llegar a necesitar la ayuda de por lo menos dos tigres para combatir contra la "nti n caca". Entonces le pregunto de dónde cree que podría conseguir otro tigre y lo ayudo a elaborar una fantasía relacionada con la "captura del tigre". Esta fantasía puede incluir paseos a lajungla africana, plaruficación de la caza y la eaptura, así como detalles del traslado del tigre a Australia. Los niños mayores pueden preferir la ayuda de Superman o de la Mujer Maravilla. El manejo del cuarto de baño Los detalles prácticos Antes de comenzar con este programa es necesario sorne re~ al ni!lo o la niña a un examen físico pediátrico para descartar una causa ti~lológica del problema. Si el niño se ensucia como resultado de una sobrecarga d~ heces contenidas, es necesario que .las evacue antes de c~men~ el ~~~en~. El primer punto que debe tratarse es el ?e la dtsposiCI~ e dwrunación del cuarto de baño. Algunos nii'íos temen tr al excusado s1éste está mal l93 . . . . lleoar :1 él tienen que recorrer un pasillo oscuro. Es mejor Jlum,na~~ ~~· p:Ct niño se siente seguro al sentarse en el inodoro y a v~es a egurru s . d'qsponer un banquito baj o para que el niño pueda apoyar alli los es necesano • . . d ·zar pies. Puede pedírseles al padre meJOr dtspuesto que se ocupe e orgam e ta cuestión. · . al . - d al mente nmo_ eco_rar.te~por . - a su gusto Esta decoración puede mclutr dibUJOSde ugres, el cuano de ban0 · · ·n b' e cenas de la jungla, posters de Supcrman o de In MuJer Marav¡ a, e~ mas · r no etc en general fi o uras que estánrelacionadas con la fantastaque de te1e1o • ·• o · H 1 el niño haya elaborado de la posible ayuda suplementan a. asta entonces e cuano de baño había sido un lugar de derrota y desesperanza tanto p~~ el niño como para tos padres. La decoración creará una atmósfera más pos1~~a y alentadora. Se le puede pedir al padre ~ás desalentado que ayude al m no a planear y organizar esta nueva decorac1óo. Se les pide a los padres que le permttan El reflejo gastroilíaco A medida que se integra el uso del reflejo gastroilíaco a este p~grama, es imponante que los miembros de la familia comprendan cómo func1onaeste re0ejo7• Este renejo se presenta después de la ingestión de comidas o bebidas y se traduce en el deseo de defecar. El reflejo se presenta con mayor intensidad después de 20 ó 30 minutos de haber comido, ocurre más frecuentemente durante la primera hora después de levantarse por las mañanas y, aparentemente, la ingestión de bebidas calientes ayuda a provocarlo. La utilización de este reflejo le brinda al niño condiciones favorables para que logre controlar la acción de sus intestinos. Se le pide al padre menos desesperanzado que sea el supervisor de esta tarea y se le dan instrucciones precisas. Exactamente veinte minutos después de una comida diaria (preferentemente el desayuno), ni un minuto antes ni un minuto después, el padreo la madre elegido debe acompañar al niño al cuarto de baño. El niño deberá entonces sentarse en el inodoro durante una cantidad de tiempo determinada que variará según la edad. El tiempo aproximado oscila entre los treinta segundos y los cinco minutos y no debe convertirse en una pesada prueba para el niño. La medición del tiempo es esencial pues le suministra al niño un marco indispensable para realizar su tarea•. El padre que supervisa debe insistir en que el niño abandone el cuarto de bilño cuando pase el liempo previamente establecido, aunque el niño podrá volver inmediatamente si lo desea. Es importante que en ningún momento esta tarea adquiera un carácter punitivo. Quizás sea necesario programar n~ev~ente los horarios de comidas del niño para que se adapten al tiempo d1spomble del padre encargado de la supervisión. 19-l S~ les dará a los padres instrucciones claras sobre cómo responder a cualqu•er logro que obtenga el niño o la niña, con comentarios como los siguientes: "Ganaste··: .. Estás derrotando a la ruin caca" o 'T e estás convirtiendo en el jefe... La faltade éxitodel niño nodebeprovocaransiedad y se instruirá a los padres para qut: en ese caso respondan con comentarios tales como: "Quizás necesites un tigre más poderoso" o ·'Quizás necesites dos cabinas de teléfonos' 09 • Rutina de accidentes y situaciones de urgencia Mapa d e las situaciones de urgencia y accidentes El terapeutaexplica quees imponante organizar una rutina de accidentes y situaciones de urgencia. Se les pide a los miembros de la familia que tracen un mapa de la casa y el jardín en una gran hoja de papel. El mapa. en escala, debe tratar de respetar minuciosamente las proporciones y la d!stribución de la casa. Luego se les pide que sitúen en el mapa los cinco lugares preferidos que tiene la "ruin caca" para hacer su "cobarde proeza... Es necesario que haya una variedad de sitios; el terapeuta puede sugerir que algunos se coloquen en el jardín. Luego el terapeuta ayuda a los miembros de la famil ia a determinar las rutas más rápidas desde esos lugares favoritos hasta el cuan o de baño. Si el mapa se ha realizado con las proporciones correspondientes, el terapeuta puedeutilizarunaregla para medirycomparar lasdistanciasde lasdiferente rutas. Se analizan entonces los obstáculos, los rodeos y los posibles inconvenientes fortuitos que puede presentar cada una y se elaboran planes de contingencia para sonearlos. La ruta más rápida quizás incluya el paso a través de una ventana; en ese caso deberá conseguírsele al niño una pequeña escalera. Práctica de velocidad y pruebas de tiempo El terapeuta instruye luego a los miembros de la familia para que organicen en casa prácticas de velocidad y pruebas de tiempo. El padre má desalentado queda liberado de supervisar directamente e a pruebas. El terapeuta puede alentarloexplicándole que la fatiga que sient~~ el res~ltado de haber estado demasiado tiempo en "el frente de combate y que c1crta" ideas erradas que se le dieron sobre las cau-.a del problema intensificaron esa 195 ~ · Esas 'deas NIUivocadas incluyen el concepto de que los niños aattga. 1 ..., 1 b . d lo únicamente tienea problemas cuando las madres no se. es nn an suficiente 0 se brindan a ellos inadecuadamente. Tambtén se 1~ puede ....A- más desalentado cómo cree que podría tener éxtto en la al · difi 1 preguntar al ..,_.... búsquedadeldesc:ansotannece.~o:cómopodrlasuperarcu qmer cu tad que interfiera con ese descanso. . . . Se le solicita luego al padre más entusiasta que parttc~pe del tr~tamte.nto supervisando las pmcticas de velocidad y las pruebas de tiempo. St ~o eXIste un padle menos desalentado, como en el caso de las madres que cnan solas a sus hijos. puede pedirse la ayuda de algún otro adulto. El padre .menos desalentado recibe instrucciones para tomar tres veces consecuuvas el tiempoquenecesitaelniñoparaUegardesdecadaunodeloslugaresfavori.t~s de la "ruin caca•• al cuarto de bafto. El supervisor puede ayudar al runo aconsejándolo sobre las rutas que conviene tomar y haciéndole s~gerencias que le pennitan mejorar el tiempo. Si lo desea, el padre supervtsor puede correr junto con el oiflo. Los tiempos obtenidos deben ordenarse en orden crecienteyenvianeporcorreoinmediatamentealconsultoriodel terapeuta. Uno de los beneficios de darle una buena lección a la "ruin caca•• es que el nülo puede convertirle en el mejor corredor de su clase. B1 a& deaaleata4odelos dos padres puede participar del tratamiento organizando un Qbum de fotografías de las prácticas de velocidad. Si lo desea puedeocupane delatareade tomar fotografías del niño mientras este corre tndaDdo de ICCidll' el tiempo. Luego el niño elegirá entre todas las fotograflas~lasquemúmlejenel sentido de la velocidad. Esta tarea ayudart tambiá de los padres a dejar esa posición pesmailsta~a¡pectod"Pát!ti'-IL IBa lasi¡gui1ente sesión familiar, el terapeuta revialia:(ob,.a. . . .NIIWiil_.iincleidentificaraquellasen lasque el niño ~i.iiflll.iWili(ueUasen las que el niño o la niña tiene un 811110CtD'W!k:Uirklio;l)fflllií!lliai~rq&dlaiS en que el tigre interior parece dominar l)íf]-le pedirles permiso tanto al niño como a los •••Ai.a.fotograftas a otros niños que deban seguir el !J:1--~~.ieSfAlblc:ce, por lo menos, dos ~~-~~~-~**velocidad y las pruebas que se realicen ~n c~sa. Primero, d~ una vuelta a pie acompañado por el nifio al rededor del ed1 ficto del consultono y le señala los diferentes obstác 1 ·d' u osque e 1nmoten raquetenerencuentaafindedarlavueltacornen · doasumáxtma · . velocidad. Antes de que el chico salga nuevamente a ha · · . . cer su pn mer mtento de ve!oc1dad, leexphcoque esa prueha me pennitiráevaluarquétipodelucha habra deá entablar para darle una buena lección a la "ruin caca" . e uan doe1 ·mno est . en su marca djspuesto a partir, suelo dec1"rle·. "Dé'Jame ver SI· corres más ráp_Ido q~e ella". El niño o la niña siempre logran hacer un buen tiempo en el p_nmer mtento. Antes de comenzar la segunda prueba, después de un pequeno de~canso, le digo al niño o la niña que probablemente mejore su ~a~ca antenor pues y.a está familiarizado/a con el recorrido. y le aconsejo: Pnmero lanza a tus tigres en primera velocidad y Juego de pronto suelta Jos frenos, así podrás salir disparado". Cuando el niño suelta los frenos, sale corriendo a toda velocidad. Sorprendido por la velocidad alcanzada en este segundo y más vigoroso intento, generalmente comento: ''Esta vez fuiste más rápido que un cohete. Ja, seguramente esa ruin caca tendrá que luchar como nunca por su vida". En cas.o de accidente o situación de urgencia En caso de que se produzca un accidente, el padre a cargo del entrenamiento puede alentar al niño ayudándolo a limpiar todo. Sin embargo, es necesario evitar cualquier disputa sobre el asunto, pues la mayor parte de estos accidentes suelen ocurrir en presencia del más desalentado de los padres. Si el niño no acata la invitación a limpiar, la cuestión puede ser resuelta por el menos desalentado de los padres o dejada en suspenso para la próxima sesión terapéutica. Después de la limpieza, el niño tiene la tarea de darle una buena lección a su adversaria, es decir correr tres veces desde el lugar del accidente hasta el cuarto de baño10. También en estos casos hay que tomar la velocidad de cada recorrido y anotarla en orden creciente. Luego se alienta al niño paraque le haga probar a su adversaria su propia medicina, ~s de~i~ que trat~ de mejorar su velocidad desde cada uno de Jos cuatr~ o cmco SitiOS p~fendos de la "ruin caca" hasta el cuarto de baño. Será sufi<.:tente con que el ruño h~ una sola prueba de velocidad desde cada uno de esos otros lugares. !amb~én es recomendable que inmediatamente después del accidente, se envte alrui\o a buscar una cabina de teléfonos o al jardín a buscar el tig~ que se lee~~>?,· Entonces, se le pide que diga en voz alta: "Ya verás la próx1ma v~z. ~aldi!a • una vez que esté dentro de la cabina o que hayarecapturadoa s~ b~ mt~.or. Aunque esto parezca bastante injusto. debe recordarse que la 'nun caca se 197 e curre de un modo rrHicioncro y no repara demasiado en las reglasdeljuego limpio. Al principio, se le asigna generalmente al padre ~enos desalentado la re ponsabilidad de supervisar estas respuestas a un acctdente. No obstante, si el má desalenrado de los padres se muestra entusiasta ante la idea de experimenrarcon esta tarea, el terapeuta puede alentarlo a realizarla. A veces Jo accidentes ocurren en el camino de regreso a casa desde la escuela; en ese caso también pueden urilizarse esos lugares como puntos de partida para que el niño haga su prueba de velocidad en bicicleta. Si el recorrido es peligroso se puede hacer la misma experiencia en un parque. En cuanto a la participación de los maestros, el terapeuta puede optar, o bien por ignorar todo accidente que ocurra en el colegio e informar a los maestros los objetivos y detalles del programa, o bien trabajaren combinación con los maestros para que ellos establezcan un programa similar en la escuela. Una vez presentado el programa, el terapeuta debe supervisar regularmente los progresos alcanzados. Por lo general, les pido a los padres que me llamen por teléfono cada dos o tres días durante ]as dos primeras semanas en determinados horarios y que me envíen semanalmente por correo las listas con los resultados de las pruebas de velocidad. Más adelante, le pido al niño que me telefonee después de haber obtenido una o más victorias contra su adversaria. No tanto, demasiado pronto La "ruin caca" no es famosa por su capacidad de jugar limpio y generalmente contraataca utilizando artimañas. Es importante advertir al niño o la niña que triunfar sobre ella no será fácil y que las cosas pueden empeorar aun después de haber mejorado algo. El terapeuta puede comentarle al niño que eso es una buena señal, pues indica que su adversaria sabe que está siendo combatida y probablemente signifique que está utilizando toda _la fuerza que le queda en los últimos cartuchos, pues aún pretende seguir dorrunando. . ~ste aspecto también debe ser comprendido por los miembros de la ~~~ha a fm de que ante tales circunstancias no se debilite el entusiasmo tmc~al. P?r ell_o es co_nveniente decirles a los miembros de la familia que la post~le vtctona del mño será aun más significativa cuanto más contraataque 1~ ~m c~ca. Cuanto "mayor sea el obstáculo que ella le ponga", más s•gntfi~attvo será el log~o del niño al superarlo. Esta explicación disminuye la anstedad que expenmentan los miembros de la familia respecto del problema. Generalmente, ejercer presión para que el problema se resuelva 198 con _celeridad pa.raliza a todas las personas implicadas, les hace más difícil r~laJarse y contnbuye a aumemar la sensación de fracaso. La idea de que el tlem~o que lleve s~perar el problema no es esencial puede reforzarse como·· "Cuanto más s·1gn1"fi1cauva · sea esta mediante . . comentanos .tales . • VJct~na, menos probabthdades habrá en el futuro de que la familia se vea dommada por ?tros_ p:oblemas". A medida que disminuye la ansiedad por obtene~ un éxtto rap1do, los padres y el niño comienzan a recuperar la autoesttma. . ~uego 1~ pregunto al niño cuándo supone que podrá obtener su primera v~ctona. Aqut el terapeuta puede participar incluyendo sus propias predicCIO~e.s dentro de las p~eguntas: "¿Cuándo crees que podrás darle un golpe d~tstvo a tu adversana?" "¿Crees que pasarán cinco años, cinco meses 0 c~nco semanas?"; "¿Conoces algún modo de acelerar tu primera victoria y, Silo conoces, crees que sería sensato actuar según esas ideas?" "¿Cómo crees que te sentirás después de tu primera victoria y cómo esperas que reaccionen tus padres?" El terapeuta responde a la victoria Se pide a los padres que lleven un recuento de las victorias del niño y de las victorias de la casa. Y se les explica que esta es una forma de "reconocimiento" necesaria cuando se establece que se está entablando una batalla contra el problema. En la sesión siguiente, el terapeuta revisa esas anotaciones y en el caso de que el niño vaya ganando, tiene la oportunidad de poner el acento en la importancia de ese éxito. Habitualmente, la celeridad y las dimensiones del éxito obtenido por el niño o la niña sorprenden y confunden al terapeuta. En tales ocasiones éste puede pedirle al niño que le ayude a comprender más acabadamente cómo pudo alcanzar ese éxito. Normalmente suelo felicitar también a todo_s los miembros de la familia por haber logrado dominar a la ante desobedienre adversaria. El terapeuta también puede preguntarles a los miembros de la familia cómo fue posible que el problema no conrinuara reinando en su hogar y si alguien cometió alguna equivocación. Predecir las recaídas Es importante que el terapeuta pronostique las posibles recaídas. Esro permite situar tales recaídas dentro de un contexto que provoca respuesta específicas de los miembros de la familia. rcspuesra que vuei\'Cil a colocar 199 i1J1111itilim~ del conb'OI familiar. Esto es particularmente importante a1i;t1illiilliellnlqll~eUas familias que ya hicieton varios intentos asistidos para illj¡•íafild )l'ftlble• -sin tener éxito. Predecir las recaídas contrarresta la _,.iacia de "volver a foja cero"; y, además, si se p(es~ntan las recaídas CCIItiOpftlebude ladisposición que tienen todos para contmuar luch_ando, se loíla ~los miembros deJa familia retomen el programa presento en la wapia ype.rsistan en éL . . S terápellta puede hacerle al niño algunos comentanos que ayudarán a¡aeparare~caminoparaconsiderar las reGaídas dentro de este contexto. Por ejemplo. puede decirle: "Esa enemiga tuya tiene su carácter y no va a aceptar tan ben"'olamentequeteconviettasen su jefe así como así; aunque después creo que se sentirá bastante contenta con el arreglo.., o "quizás te hayas dado cuenta de que' tu adversaria vuelve a repnir sus fuerzas y te ataca de vez en cuandQ para medir tu fuerza". ~respecto de las;recafdas puede reforzarse haciendo comenr'iíillíinrileiiifibii'lo: •'Cualquier accidente futuro te brindará una buena t oiiJOI• llllli;ibcidh·tl1S fuerzas colecando la caca en su lugar", o "si le das 5Lób1tmdrául beneficio de redescubrir tus fuerz.as". ~omendado es mantener una sesión larga o dos familia dentro de un breve .intervalo destinado a ~ma. De$pués de ese contacto inicial, durante algunas ~~1!ilil~le!rier con el niño o la niña y sus padres contactos prc>gr,am:adc.s. Dos semanas d~spués de la primera segunda reunión con la familia. Después de seis comenzado el programa se estipula una sesión de 11C=~dt la familia se encuentran con alguna dificultad 1 ofrecerles una s~ión adicional. de la encopt:esís. En mi experiencia, rara vez este programa faD6 resolución de los síntomas. Además de trazar un m~a de la terapia adecu~~a para tratarla ~nco¡Jresis infantil, en este análisis traféde transmitii' el espmtu que caractenza este tipo de trabajo. Algun?s as~ectos de este enfoque pueden aplicarse también a otros prob~emas mfannles (White, M., Fears and fears' fierce friends. alín no publicado). Notas . _l. ~on frecue_ncia he pensa~o ~ue los s~stemas de Clasificación de los diagnósticos psJquJátnc~s debenan te~er un eJe mdepend1ente dedicado a los pseudoproblemas. 2. J?•cha muestra mcluye_ ~ipos de encopresis continua y discontinua (Antbooy, 1957), as1 como casos de retenc10n de las heces (la defecación excesiva después de una persistente constipación). · 3. Bateson ( 1972) al analizar la desordenada situación en que se encuentran las personas como consecuencia del pensamiento voluntarisra, dice que el paciente "no conoce lo bastante qué ha provocado esa situación desordenada y siente que lo gue le pasa es de algún modo injusto. Aun no se siente parte del sistema en el cual existe ese desorden, entonces censura al resto del sistema o se censura a sí mismo" (pág. 436}. 4. Esta clasificación depende por completo de las consecuencias. Recientemente sufrí una caída por la cual debía ser hospitalizado y operado. Bajaba yo una colina en 11M bicicleta de niño mientras participaba de una fiesta de cumpleaños de una amiga de mi hija cuando, por alguna razón, la bicicl.eta desvió su curso fuera de mi conlrol. Traté de corregir la trayectoria, pero mi oscilación pareció contribuir a desestabilizar la bicicleta y sucedió lo inevitable. No sé cómo comenzó todo, pero cre<o que este accidente peclrfa clasificarse como la consecuencia de un círculo vicioso [El autor juega aquí con el doble sentido de la palabra cycle, ''círculo" y "bicicleta''. T.). 5. Es particularmente importante en este caso dirigirse al más debilitado de los padres que seguramente es quien ha cargado con la mayor responsabilidad de la crianza del niño. Generalmente, es la madre. 6. Sobre uo análisis de este concepto véase Watzlawick y otros. 1974. 7. Sobre una discusión del reflejo gaslroilíaco y su aplicación en el traltamlieato~~¡.¡ la encopresis, véase Young ( 1973).. .. . . • 8. Deben utilizarse exactos dispositiVOS para medu eluempo. 9. Siempre creí que Clark Kent se olvídaba de ~ue era Supernilln hasta: que se - -...a en una cabina telefónica. Sólo allí volvía a descubnr sus fuerzas secretas. 1O. Esto puede demorarse has_ta que el padre menos desalentado esté diSJpOIIII*i~~ para participar. Referencias bibliográficasAnthony, E.J. 1957, "An experimental approach to the psycbopathology of cbilldlltl!ll encopresis.. British 101tnal Qj Medica/ Psycholog_y. 30. -~s. 146-,'lSI7tiSit.últiollll~ A:z.rin. M.H. y Foxx. R.l\•1. 1971. "A rapid method of t~let trali!Jgn the u retarded''. Joumal of Applied Behariour Anal,ws. 4, págs. 89-99. Bxlcr. P 1979. Ba11( [hifJ P~.H.Juoi'J · 3rJ. t"d. Grun B r~~~• A:a.. Chauc~r Press. 12 H ar~ron. G. 1972. Stt¡J' roan t.-u,lngy o{ Ml11d. Nuc v3 York. Ballanllnc Book$. O.t' r~.J.. \1itd ell. W.S. ~ ¡\ 1.\rb . F. 1976. ''A beha"iour.;•l progr:~mm~ (or themod i f~<:zui on o( ctl<'Opl<SIS." Chtfd '""'· H.aftfl Dnd o.-.•efnpmmt. 2 . pJis,<. 273-282. fhher. S .M 1 97~... Encopresis'"- e n Noshpitz, J .O . (comp.).. 8 osi c HuNlboo{( (}/ Chilá Pr.•tluutl')': Vo.Jumt.n n•'l? - D (Jt11r/Nmu.s fn d~1:tdopmenr. 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David Eps1o11 Michael White E n el presente c•pfwlo de$Cribimos un¡ prlictia te~utica que a.lie:nl;~ a lu pcrso~as 3 docu~ent~r los ton~mientos que los llevaron a solucionar .su problem.u y el con oct'!'lenro altemat1vo de s.us \'Idas y de Su$ relaciones que· resurgió 0 ~ gencró durante 1~ rerapro. De ese modo lllle>cono<imienros q~ella_ru drsposición de lapersocuqlll! podl\1 'o~ver a desplegarlos cuando l<>cons•derc ~atu) ya djspo.liición de OlmS personas que qu1er an consultarios. La ..a,Htlog(a del rito de pasaje·· suminima un buen m:~.rco p3tD: desarrollar este !rabajo. Pues contribuye a"conotpeualizarlo y orgo.oiz.arlo. Par.:a elln tli necesario bosqueJDr u n prOtocolo en c1 cual se es.tabluca quetl pm:icmeaetú:tcomo un asesor de si mismo y d-e los: demás. Ademjs presentamos aquf una ~ dé p rcgunlas qae ..t}odan u l.as personas a elaboror una arquee>logfa de &u concximiento alcemarh·o. El rito de pasaje Consideramos que el tipo de rito mencionado por van Genncp como "rito de pasaje" es una metáfora que tiene mucho que ofrecer al proceso tera~utico. Van Gennep sostiene que el rito de pasaje es un fenómeno universal destinado a faciliur las IT31Isiciones de la vida social, de un starus y/o una identidad a otro. Y propone un modelo del proceso de este rito que consiste en las etapas de separación, liminalidad y reincorporación. En las cult uras tradicionales, la iniciación de cada una de estas ecap3S se señala mediante una ceremonia. En la etapa de la separación, las personas se apanan desu rol o su scacus familiar ydé su posición en e 1mcdioenque viven yentranen un mundosooial no familiar, en el cual la mayor parte de los modos de manejarse <n la vida que anres sedab.1n por sentados quedan suspendidos: un espacio liminal. Este •ata es una ver1ión re-visada ck' un:. prestruación hcdt:t.' por lo.~ :.uum:s duruntt tl Congreso de Ter<~pia Fnmibur Au$1.r"Jii~J:u rr<tliz:tdo en Mclbourne ('1J J9S5. At"'nM notas rclacion;~das<:on csw prcs.cntacidn rumn public!ldu udgtn:alme-mt ~n 1-:t" ~r.t$ dd 'ongreso (WhilO y cp51Nl. ~ ~~), Puhllcodo en e l DHA.·rclt 02 e,,,,., Nn~·sltll(fr. n• 4. J9'>U. espacio ti minal, que constituye la segunda etapa de un rito ele pasaje s:e sitúa en el medio de mundos conocidos y se caracteri~a por las experiencias de desorganización y confusión. por un espíritu de exploración y por una profundasensaci6ndc posibilidad. La tercera etapa. la de la reincorporación concluye con el rito de pasaje y ayuda a las personas a resituarse en el orden social de su mundo familiar, pero en una poSición diferente. La característica de esta nueva posición es que aparece acompañada de nuevos role:;, nuevas responsabilidades y nuevas libertades. Tradicionalmente, la llegada a este punto se proclama mediante declaraciones que afii1Jlan que la persona logró pasar con ~ítos por la transición y el reconocimrey¡to comunal legitima esa nueva posición. El rito de pasaje y la ~erapia Hemos observado que esta metáfora del rito de pasaje brinda un mapa dtil ,.aplos terapeutas se orienten en el proceso de la terapia. Y además ayuda a aquellas personas que-buscan la ayuda terapéutica a transitar de una situaci6n problemática a una sin problemas (Epston, 1985.• 1987). Basándonos en una interpretación personal de.esta metáfora, hemos estructurado una terapia que alienta a las personas a encarar el pasaje de novicios a veteranos. de pacientes a asesores. Antes que establecer una dependenciadel"CQQOcimientoexpertodel tera~uta'', esta terapia capacita a las personas a alcanzar un punto desde el cual pueden recurrir a cierto coaoclmientoalteraativoy"especial" que resucitó o fue generado durante la terapia. . El ~~puedeinvocarlaetapade "separaciOn" mediantediferentes anterveuctonesrmchisq aquellas que alientan a la persona a apartarse de sus extemaliia<:ión de tales problemas. (White, 1989 ~·Bate . caert~.sconceptos familiaEes que por~~ylosdiscursos mtemalizantes domin8JlteS que gufaD sas ~~~la experiencia de liminalidad. ::. .t:!-las : Y ~~~' ~ A nqcvas po.sibilidades que p. ueden o generarse el conotimiento alternativo. Ademundos de~ personas sesubj untivizan. Al ~1 rifp de pasaje, Tumer (1986) dice: Creemos que los terapeutas pueden medir meior has+- q é 'bl . . J •<G u punte. e partiCipar en la etapa liminal, cuanto menos s 'd dd · · e preocupen por la cant1 a . e tiempo msumido y cuanto más sesum · en una sensae~ón · de " ., · erJan comun~dad con la~ personas que se les acercan en busca de a uda terapéutica. Este senttdo de comunidad fue muy b' d y (1967): ten expresa o porTumer pOSI Este grupo liminal es una comunidad, o una comunidad de camaradas ~s~~~t~ra .de posiciones dispuestas jerárquicamente. Esta camaradería J:~~e;: t~O)~sunc10nes de rango, edad, parentesco y. en cienos cultos. hasta de sexo (pág. La etapa final, la .de reincorporación lleva a la finalización de la terapia. En ella queda autenticado el conocimiento alternativo que resucita 0 se g~nera dur~n.t~ la terapia. A través de esta etapa de teincorporación, las nuevas postbihdades pueden hacerse realidad. La metáfora de la "terminación como pérdida" Creemos que en el proceso transfQrmador llamado terapia, lo que mencionamos como la etapa de reincorporación es et aspecto que se ha definido menos satisfactoriamente. Suponemos quees.to tiene que ver con el hecho de que la metáfora de la "terminación como pérdida" ha dominado ia bibliografía dedicada a esta etapa de la terapia. El predominio de la metáfora de la terminación como pé"rdidá se ha establecido como premisa de una.particular orientación terapéutica. Es una orientación que da más importancia al núcromundo terapéutico que a los demás 1 y que representa la etapa fmal de la te~pia como una fase dominada por la pérdida de ese micromundo y de sus relaciones centrales y supuesramente fundamentales, una fase dominadatambjén por la necesidad de lagrar un ajuste para que el paciente pueda "seguir adelante solo'-'. Consideramos que esta orientación terapéutica (que constrUye un escenario privado y completamente separado para las vidas de las personas) se basa á su vez en ciertos conceptos y ciertas prácticas culturales. Tales premisas y prácticas incluyen la ideaindividualizante do~~te de la personalidad que existe en la cultura occidental, el conceptoesenctahsta del sí mismo, la idea de que la persona es la fuente de toda significación Ylas prácticas modernas de la objetivación de las personas y de sus cuerpos. todos conc_eptos comunes a las "disciplinas" (Foucault, 1973). Gecrr.~: ( J976) tiene algo que decir respecto de esta especificidad cullural de la concepción individualizante: '6 'd. tal de la persona como un universo cognitivo único, limitado. La concepc1 n occl \:n . . · · ·• · d d t o de . á ·co d. conciencia emoc16n JUICIO y acc1on orgamza o en r un centro d 1n nu e · ' · 1 'd b t t eculiar un todo distintivo es. aunque nos p:~rezca incorreg1b e~ un:~ 1 ea as an e p dentro del concepto de las culturas del mundo (pág. 2-5). Aquellas terapias. basada en estas concepciones y prácticas culturales suelen llamarse "terapias de aislamiento''. La metáfora de la " reincorporación" Encontraste con las prácticas basadas en la metáfora de la terminación como pérdida, la metáfora de la reincorporación, representaría la etapa final de la terapia, una etapa que se centra en la re inserción de la persona en un mundo social familiar y que promueve la incorporación de los demás a la celebración y el reconocimiento de que la persona llegó a un destino o a un status mejorque el anterior. Podemos llamar a estas terapias basadas en tales prácticas, "terapias de inclusión"2• No obstante, a pesar de las posibilidades que implica la metáfora de reincorporación, las prácticas terapéuticas basadas en ella han debido sortear algunos obstáculos. Por ejemplo, Kobak y Waters ( 1984) que también estudiaron la metáfora del rito de pasaje, señalan las dificultades prácticas que presenta el intento de vincular el mk romundo de la terapia con el mundo exterior: Sin embargo, en relación con su contrapane tribal más primitiva (sic) el terapeuta familiar que trabaja con un públicamente reconocido rito de pasaje, se encuentra en una relativa desventaja para lograr un cambio de segundo orden de largo alcance. La desventaja más evidente es que el terapeuta familiar no cuenta con los lazos comunitarios de la familia ni permanece en contacto con las normas de la comunidad que fortalecen los cambios que se producen durante el rito de pasaje, una ve~ que los panicipantes regresan a su vida corriente... Esa panicipación de la comuntdad en el proceso de cambio ayuda a estabilizar los cambios de segundo orden que se dan durante los ritos liminales. Al obrar sin conocer las normas de la comunidad, el terapeuta familiar puede producir un cambio liminal que no se sost~~drá en la fase de reincorporación 3. Una .,isión evolutiva de los problemas fam1hares puede ayudar al terapeuta. pero aún asf. el relativo aislamiento que sufre éste r~specto de la comunidad de la familia continúa siendo un problema. Se han estu~1~do ~lguna~ soluciones potenciales a este dilema que consistiría en incorporar 1~ . red fam1har o, de un modo menos amplio. activar el sistema de parentesco ~am1h~. De todos modos. la analogía del rito de pasaje sugiere que es necesario tnvesltgar más la cue5tión (pág. 99). 206 Durante varios años estuvimos experimentando las distintas formas de superar este tipo de obstáculos. La respuesta que recibimos a tales intentos nos convencieron de que: ~) la metá~ora del rito de pasaje es la más adecuada y que también es aprop1ado cons1derar la etapa de reincorporación como la fase concluyente de la terapia. b) no es conveniente poner el acento en la metáfora de la "terminación como pérdida" en esa etapa de la terapia. Puesto que preferimos considerar la etapa final de la terapia como una reincorporación, tenemos motivos para celebrar junto con las personas que decidieron buscar la ayuda terapéutica, en lugar de sentir conmiseración. Además decidimos oponemos a la concepción de la terapia como un espacio social exclusivo y esotérico y una fase individual, necesariamente limitada por reglas de privacidad y exclusión. Hemos ayudado a las personas a explorar los diferentes caminos y los diferentes medios medjante los cuales es posible contradecir las práctica<; basadas en esta concepción y oponerse a las limitaciones que impone esa privacidad. Además, participamos con las personas en la comunicación y publicación de los conocimientos alternativos preferibles que resucitaron o se ganaron durante la terapia. Nos unimos a las personas en la tarea de identificar y reclutar un auditorio que asistiera a la aparición de tales conocimientos alternativos. Y trabajamos con ellas para lograr documentar esos conocimientos en forma de discursos populares. Al revisar nuestro estudio de las prácticas de reincorporación. clasificamos los diferentes enfoques considerados útiles por los pacientes. Todos ellos incluyen la identificación y el reclutamiento de u~ público capaz de autenticare} cambio y legitimare\ conocirruento altematJVo. Tales enfoques incluyen: 1) la celebración, la entrega de prerruos y certificados a cargo de personas significativas para el paciente, que incluyen a aquellas que no participaron de la terapia (White, 1986); . 2) Jaimportanciade dar aconocerlas ''novedades", a fin decomuruca~ a las personas significativas para el pacientequeéste ll~gó a un nuevo status. 3) declaraciones personales y cartas de referenc1a Y . 4) permitir que las personas se conviertan en aseso:e.s, en u_n s;:t~~~ formal, en lo referente a esos conocimientos que ~es perrrutJeron l~be vidas y a los conocimientos alternativos Y prefenbles sobre sus vidas y sus relaciones. . , L · re Ya tratamos los tres primeros aspectos mencwnad~s aqut en aer~ Means ro Therapeutic Ends (White/Epston, Epston/White. 1989). En e.:e capítulo nos limitaremos a analizar el cuarto y presen.t.aremos un protoco o sobre aquello que hemos llamado "asesorar al asesor . Asesorar al asesot· Cuando se trata a los pacientes como asesores de sí mismos, de otros pacientes y del terapeuta, ellos se sienten con mayor autoridad sobre sus propias vidas. sobre sus problemas y sobre la solución a tales problemas. Esa autoridad adquiere la forma de un conocimientoexpertoquese registra en un medio popular a fin de hacerlo accesible al propio asesor, al terapeuta y otros potenciales pacientes. De este modo se logra rechazar la desigualdad que implican conceptos tales como "el terapeuta es el que ayuda" y "el paciente recibe ayuda". Se equilibra asf el regalo que da la terapia con el regalo que da el asesor. Esta reciprocidad es de vital importancia para reducir el !;entimiento de estar en deuda y reemplazarlo por una sensación de intercambio justo. En The Gift, Mauss ( 1954) señala elocuentemente las implicancias fortuitas inherentes a esta desigualdad: Aceptar sin devolver por lo menos algo equivalente o algo mayor es afrontar la subordinación, convenirse en un paciente y en un servidor... recibir algo es peligroso. no solamente porque hacerlo es ilícito, sino tnmbit!n porque ese algo que se recibe proviene moral, física y espiritualmente de alguien. Protocolo La terapia concluye con una invitación a las personas a asistir a una reunión especial con el terapeuta, a fin de documentaren eUaJosconocimientos que resucitaron o se generaron dentro de la terapia. Tales conocimientos incluirán aquellosaltemativos y preferibles sobre sí mismo, sobre los demás Ysobre sus relaciones y aquellos conocimientos referentes a las soluciones del problema que permitieron que las personas liberaran sus vidas. Se les dice a los pacientes que deben prestar especial atención a la cuestión de cómo Llegaron a obtener tales conocimientos, y cómo hicieron que ··esos conocimient~s ~braran" a favor de ellos. Tambi6n se les comunica que más adelante selos mcttará a que relatenhistóricamente la lucha que debieron enta~larcon susprobl~mas y los descubrimientos que les permitieron liberar o;us vtdas. Todo esto ~~e para poner el acento en esos conocimientos, para hacer no~ar que son stgmficativos y que se garantizará que queden preservados med1ante la documentación. ~u~en utilizarse varios medios a fin de sustanciar y documentar tales Las ~ tes conocuruentos. · · personas . pueden elegir entre varias formas d"11eren que me1uyen 1ascmtasdevtdeo, lascintasdeaudio losrelato t b' gráfi J • S au O 10 tCOS, . · f · 1os d tartas ntJmos, a transcripción de entrevistas, etc. . , _Si las personas se muestran preocupadas porque consideran que les será dtfictl recordar los · · 1es de . detaUes relevantes · el terapeuta puedesummtstar antemano un conJunto de preguntas orientadoras. Estas generalmente ayudan a las personas a prepararse para la entrevista de "asesorar a su asesor". Después de c~nvenir la fecha y hora de la entrevista, el terapeuta expone un prólogo que onentará más aún al paciente en su objetivo. Durante este pról~~o, el terapeuta sugiere que habrá futuras audiciones y se refiere exphcttan:'ente a ellas. Luego les pide a las personas que relaten la transición que expenmentaron para pasar de la situación problemática a la situación de resolución y les hace preguntas que los alientan a identificar los sucesos signific~tivos y los pasos que fueron dando en forma de secuencia temporal. Alternativamente el terapeuta puede narrar su propia versión de la transición e incitar a las personas a comentarla, a elaborar algo nuevo partiendo de ella, a hacerle modificaciones y a incorporar sus propias reflexiones a fin de dar vida dramática al relato. Como ejemplo, en los siguientes párrafos presentamos una pequeña mue-stra del tipo de preguntas que nos resultaron útiles para alentar a las personas a articular esos conocimientos. Los lectores notarán que estas preguntas fueron elaboradas con una gramática de participación, antes que de pasividad y determinismo. Al responder a estas preguntas, las personas se sienten en posición de agentes. Es decir, la sensación de poder desempeñar un papel activo en la tarea de dar forma a la propia vida, la sensación de poseer la capacidad de influir en el desarrollo de la propia vida hasta el punto de provocar resultados elegidos. Alentar a las personas a responder preguntas realizadas con una gramática de participación -o como diría Douglas (1982), en la "voz activa"- contrarresta efectivamente la tendencia a asignar únicamente a las acciopes del terapeuta importancia crítica eo la aparición de soluciones; además es esencial para que el paciente construya el autoconocimiento. Para citar a Harre (1983): El autoconocimiento exige la identificación de un ''yo'' activ_o y conocedor que actúe dentro de las jerarquías de las razones. De ello se s1gue q~e. ~ste upo d: autoconocimiento constituye -o por lo menos da paso a la pos1b1hdad de- 1 autobiografía (pág. 260). Hemos agrupado las preguntas de acuerdo con varias categorías. La mayor parte de tales categorías ya fueron discutidas en_ otra parte (~r ejemplo, White, 1988 a) y son una bu~na a~ud~ para orgam~r. este ~baJO. Tales categorías no deberían limitarla Jmagmación del Lectormmterfenrcon :!09 la expres1·6n de SLIS pr·opia· experiencias. ' · Debido a consideraciones . de . · 1 · preount· s fu eron redactada~ en su forma más compleJa. No espac10, a:. "' '1 ificarse fácilmente de acuerdo con los antecedentes y ob wnte. pueden mod la edad de los pacientes. Preguntas orientadoras Estas preguntas preparan a las personas para la entrevista de ·•asesorar al asesor" y los llevan a advertir la importancia de: . •comprender los pasos que dio la persona para alcanzar los conocimientos que la llevaron a la solución, para que pueda ver más claramente las bases que le permitirán en el futuro resolver otros problemas que se le presenten en la vida. , . . • establecer detalladamente qué recursos personales y que conoctmJentos estuvieron en la base de las soluciones y permitieron que éstas se dieran. • hacer conocer estos descubrimientos y estos conocimientos a otras personas que se encuentran en un aprieto semejante. Al revisar las habilidades que le permitieron resolver los problemas, ¿de cuáles cree que dependerá usted más en el futuro? ¿Cree que le sería útil mantener vivo el conocimiento de tales habilidades? ¿Cómo se le ocurre que podría mantenerlo vivo? Supongamos que usted decide mantener vivo este know-how de cómo echar a un lado los problemas de su vida. Si en algún momento futuro usted necesitara "elegir una página de su propio libro'', ¿qué consejo le gustaría escribir en él? Comprender los pasos que usted dio para resolver el problema es la mitad de la historia. Si usted pudiera comprender cómo hizo para que este enfoque funcionara a favor suyo, entendería la otra mitad. ¿Cuáles son las cualidades personales y de relación que resultaron esenciales para que usted lograra lo que logró? Imaginemos que yo mantuviera una entrevista con una persona o una fami lia que experimentara un problema como el que tuvo usted. Por lo que usted sabe, ¿qué consejo cree que le daría yo a esa persona o a esa familia? Supongamos que alguien considerara que usted es un veterano en este tipo de problemas que logró liberar su vida de ese problema. Si esa persona quisiera consultarlo y pedirle que lo asesore, ¿como podría usted ayudarla? La ~ay~r parte_d~ lo que saben los terapeutas y que les resulta útil procede del aprendiZaJe que h1c1eron trabajando con personas que se les acercaron en busca de ayuda. ¿Está_ ~ted preparado para apoyar los esfuerzos que yo haga para pres~rvar conoc1m1enLos sobre cómo resolver problemas, para que éstos puedan !>erv1rles a otras personas en el futuro? 210 Preguntas referentes a la versión personal Las preguntas referentes a la versión personal y única que las personas tienen del proceso de curación las alienta a: • desarrollar un relato de la naturaleza de los conocimientos conducentes a una solución. que posee, ese know-how tan duramente obtenido e • id~~tificar los ~asosquedieron para alcanzar esos conocimientos que les penmberon soluctonar el problema, a medida que se fueron dando en el tiempo. Articular y mencionar tales conocimientos ayuda a que estos sobrevivan y sean accesibles; además, tener la experiencia de la evolución de un desarrollo preferible de la propia vida, a través de la historia personal, es vital para adquirir un sentimiento positivo del futuro. Muy bien, usted me ha hecho un resumen de lo que hizo. Sin embargo, ha sido un relato bastante general, y yo quisiera que me dé algunos detalles específicos ¿Está usted preparado para darme una descripción paso a paso de cómo llego a la solución? Entonces, ¿qué fue lo que produjo este gran logro? Cuéoteme cómo se preparó para lograrlo.¿Qué consejos se dio a sí mismo?¿Cuál considera usted que fue el primer paso? ¿Alguna otra persona advirtió esto? Y si lo hizo, ¿qué papel desempeñó? Ahora tengo cierta idea de lo que hizo usted a favor de sí mismo. Pero tengo mis dudas de que esto haya sido algo que sencillamente le cayó del cielo. ¿Sobre qué se basó el enfoque y cómo lo desarrolló usted? ¿Qué puede contarme usted de su historia personal que pueda ayudarme a comprender cómo se desarrollaron sus habilidades para resolver el problema? ¿Qué aspecto de su vida pasada podría haber contemplado yo que me permitiera imaginar que usted sería capaz de liberarse de su problema de la manera espectacular en que lo hizo•? Preguntas referentes a la redescripdón personal Estas preguntas alientan a las personas a reflexionar sobre l~s conocimientos alternativos de sí mismos, de los demás y de sus relac1ones que resucitaron o se generaron durante la terapia. Mediante estas preguntas se le llama la atención al paciente sobre las conclusiones a las que Uegó. sobre las realizaciones hechas y sobre la capacidad y habilidad que tienen las pe~onas v las relaciones y so bre cómo esa capacidad y esas habilidades se retleJaron ~n el conocimiento conducenre a la solución que empleó para enfrenrar los problemas. 211 De ntro d e 1o pos•'ble . estas preguntas tratande haceruna historiadeesos conocimiento!> alternativos. Cuando usted revisa mentalmente las entrevistas que ~antuvimos, ¿qué a pectos le resultaron particularmente reveladores. sobre qutén es ust~ como persona y sobre sus cualidades para mantener relaciOnes con.los demás. . Durante el tiempo que hemos mantenido nuestras reumone.s, ¿qué le htzo comprender más claramente quién es usted y cómo prefiere relactonarse con los demás? ¿Qué sabe usted ahora sobre el tipo de vida que más se adapta a la clase de persona que es usted y obre el que se adapta menos? . . Ana !icemos los pasos que usted dio para lograr un cambto tan notable, ¿qué cualidades personales y de relación supone que le permitieron ver todo más claro? ¿qué cualidades personales y qué habilidades para relacionarse con los demás fueron las que más lo ayudaron a dar esos pasos? Esos logros, ¿qué ilustran de su vida y de su capacidad de relacionarse que a usted le parezca importante saber? ¿Qué diría usted de una persona que obtuvo los logros que usted obtuvo al oponerse a la influencia que los problemas ejercían en su vida? De pués de haber sido testigo de las acciones que usted mismo realizó, ¿qué conclusiones saca de sí mismo y de sus relaciones con los demás (conclusiones a tasque antes usted no podía llegar)?¿Qué sabe usted ahora de sf mismo que de otro modo nunca hubiera sabido? De todas aquellas personas que conocieron su pasado, ¿quién cree que tiene más probabilidades de llegar a las mismas conclusiones a las que llegó usted? ¿Qué podrían haber observado esas personas en usted cuando era más joven, que ya los podría haber hecho suponer lo que usted lograría? ¿Qué le dicen estos logros sobre la clase de persona que es usted que considera importante saber? ¿Es usted la primera persona que supo esto o algunas personas supieron esto de usted en el pasado? ¿Si hubo otros que lo supieron, ¿qué les dijo de usted ese descubrimiento? Preguntas sobre las posibilidades personales Estas preguntas alientan a las personas a especular sobre las muchas opciones y posibilidades que tiene una v ida futura reconocible. Además, promueven un análisis sobre los nuevos destinos futuros posibles y sobre los pasos especfficos que deberían darse para alcanzarlos. En general, estas son preguntas o~~n~adas ~acia el futuro, son preguntas profundamente marcadas por una onentactón al futuro que permite mirar el presente desde un ángulo futuro"s. . Las preguntas orientadas a un futuro (desde el cual pueda echarse una m~rada al presente como ~asado.) le exigen a las personas imaginarse a sí mtsmas llegando a un destmo valioso de la vida y desde allí mirar el presente 212 paradete~inar q ué pasos de los que están dando son los más relevantes 0 1mportantes p~a ~lcanzar ese destino y determinar, también, cuales deberán ser los pasos s1gu1entes más convenientes para llegar. Al saber lo que ya sabe ahora sobre sí mismo y su forma preferida de vivir ¿có~o cr~eque este nuevo cono~imiento afectará sus próximos pasos? ¿Cómo cr~ que mflutrá en su forma de sentir el hecho de \'Crse a sí mismo dando estos nuevos pasos?¿ Y cómocreequeinfluirá todo esto en la imagenque usted tiene de sí mismo como persona? ¿Le molesta que especulemos sobre las nuevas posibilidades que traerán consigo estas nuevas realizaciones? Me he dado cuenta de que aquí tenemos una historia diferente. en alounos sentidos, de la que usted tenía anteriormente o al menos de la que usted creÍa que tenía. ¿Le molestaría que le haga algunas preguntas sobre la clase de futuro que esta nueva historia puede traer consigo? ¿Hasta qué punto este nuevo futuro será diferente del futuro que le habría deparado su pasado? Quisiera que imagine que usted se ha adelantado en el camino de la vida, que ha llegado a cierto destino valioso y que desde allí mira hacia atrás y ve este presente. Teniendo a su favor el beneficio de poder ver desde el futuro. ¿cuáles parecen ser los pasos más significativos que está dando usted en este momento? ¿Y hacia qué otros pasos subsiguientes lo están guiando? Desde ese ventajoso punto de vista futuro, ¿qué nuevas direcciones parece posible tomar gracias a los descubrimientos recientes que usted hizo sobre sí mismo? ¿Esas realizaciones y conclusiones le permiten intervenir en su futuro? ¿Y cómo? Preguntas de circulación Estas preguntas ayudan a las personas a identificar y reclutar un público apropiado para hacerle conocer la aparición de. los conocimient~s conducentes a la solución y de los co nocimientos altematJvos sobre la propta vida y las relaciones personales. Ese auditorio desempeña un P.apel muy significativo en el s entido de que autentica las nuevas declaraciOnes que acompañan a tales conocimientos. Este es el momento en el cual el terapeuta puede evaluar hasta qué P.unto e l paciente está preparado para hacer que esos conocimientos sean ~c~estbles a otras personas que puedan estar experimentando prob~emas smulares Y puede determinar las condiciones en las que ese matenaJ puede hacerse accesible a tales personas. ._,, Ahora que usted alcanzó este punto de la Vtua. ¿qut'é n más puede .aberlo" d · que puede marcar este conocimiento en 1~ acfiuru qdue ué diferencia cree ¿Q . . que sería la meJOr orma e esa persona tenga hacta usted.? ¿ euáJ supone presentarle estas novedades? 213 ¿Cree u~ted que puede resultar útil informarle a ~tras personas _e sta. reali.tacioncs? Sí cree que sí. ¿cómo le parece que podna despertar meJor su interés? · Qué es Jo más importante que deberían saber? (, d , d • Puesto que es importante comunicarle a otras personas to o esto, ¿que_Po :'a darle a esas personas un!l razonable familiaridad con las nuevas reahzactones y las nuevas conclusiones a las que usted llegó recientemente ? Supongo que hay una buena cantidad de perso.nas que tienen de usted una imagen como persona bastante atrasada. ¿Qué ideas tiene de lo que convendría hacer para ponerlos al día, para que e.llos tengan una visión más actualizada de cómo es usted hoy? ¿Le parece conveniente dejar que los demás sostengan la ilusión de que todo sigue siendo igual eRSOvida? Si piensa que no, ¿cómo podría combinar con esas personas para que ellas se le unan en una celebración destinada a festejar los logros alcanzados? Si otras personas buscan ayuda terapéutica por las mismas razones por las que lo hizo U$ted, ¿puedo compartir con ellas algunos de los importantes descubrimientos que hi zo usted? Si me lo permite, ¿hasta qué punto puedo darlos a conocer y en qué circunstancias? a aquellas personas .cuyos documentoS se les presentaron, ahenta . . · a esos partlCtpantes a aprectarde maneramáscompletay....,....•~·ta · ·ón pnvt · ·1eg..· ada. Esta es una posición en la cuall naturatezade su postct .. convierten en confidentes de las vidas y las re•.....:- deos partJllctpantes se . . -wnes aque as personas que estuvteran dispuestas a contribuir al desarrollo d 1 " • . terapéutico". Además, el hecho de registrar las respuestase , conoctmrenro acabadamente a los participantes en la comprellSJ"ón de 1 com~me~ más • • as expenenctas de y dtsmmuye aquellas .....,pu•~• .... que son e1resultado de aque11 as. personas . ...... ..-..... una postctón de desapego que con tanta frecuencia adopran uie -· pan de los contextos de enseñanza. q nes parttcivariablem~nte, 1~ personas se muestran entusiastas ante la idea de rectbrr 1~ retroalimentación de otras en relación con sus producciones terapéuticas. A veces, .esta retroalimentación provoca eorrespondenetas · . . su bSI~UJentes Y'J>roductt vas entre los primeros pacientes y Jos otros que están exp~r~mentando problemas similares, o entre los primeros pacientes y los partt~tpantes de talleres cuando estos pmticipantes dirigen sus comentarios a algun caso concreto. ·-r- . !n Posesión y empleo de los documentos Conclusión Admitimos que las producciones terapéuticas son una coproducción, pero consideramos que las personas que se nos acercaron en busca de ayuda terapéutica son los socios principales de la posesión de esta propiedad. Por lo tanto, esas personas tiene el derecho de veto en lo referente a1 empleo de cualquiera de los documentos (incluso de las cintas de video) producidos durante las consultas. Les infonnamos a las personas que esos documentos, a los que llamamos archivos, se consideran algo que el terapeuta toma en préstamo con propósitos específicos y por períodos de tiempo específicos y que el paciente puede retractarse de ese préstamo en cualquier momento. A pesar de esto, muchas personas prefieren entregarle el material al terapeuta para que él lo utilice a su buen saber y entender. El terapeuta puede sugerirles a las personas que consulten periódicamente los.conocimientos expresados en sus propios documentos o pedirles que perrrutan que esos documentos sean vistos o escuchados con discreción por otr~. personas que estén experimentando problemas semejantes o que sea? utilizados ~~n propósitos de enseñanza, tomando el compromiso de regtstrar YpermttJrles consultar las respuestas de esas otras personas. El ~hecho de registrar las respuestas de quienes participan en contextos deensenanza, con el objetivo explicito de suministrar una retroalimentación En este capítulo describimos un proceso que hemos dado en Uamar una "arqueofogía de la terapia". En este proceso, los conocimientos que resucitacon o se generaron en el contexto terapéutico, la historia de dichos conocimientos y las condiciones que hicieron posible su producción aparecen subrayados. Las personas se transforman en creadoras de conocimientos y los creadores de conocimientosllegan a ser personas reconocibles. Además, en este proceso se autentican tanto la capacidad de crear conocimientoscomo la posibilidad de tener acceso a esos conocimientos. Todo esto alienta a las personas a desplegar esos conooillÚentos de un modo más experto, aumenta su autoridad en las cuestiones que les interesan. y disminuye la dependencia del "conocimiento experto del terapeuta". Estamos convencidos de que tales conocimientos personales del paciente pueden ser más viables, duraderos y eficaces que el conocimiento experto "venido desde afuera" que, con frecuencia, le resta capacidad a1 paciente y en ciertas circunstancias" produce un efecto que deja atónüo al paciente. 214 Notas l. Al oponernos a este modo de privilegi,.ar el micromundo 1erapéu1ico. no e~ra~s proponiendo que todos los aspec1os de la terapia se desarrollen en un terreno publico. 115 Creemos que las personas de berían tener acceso a un sitio privado en el ~at:~ \entirsc seguras y a salvo. y donde se respeten sus deseos de confidcocialidaél. $iil embargo. consideramos que es inapropiado colocar este mundo por encima de los~ pues creemos q ue todos los conocimientos que surjan de la terapia que sean CODoelniien· tos preferidos por las personas. deben contar con un espacio disponible que les permita ci rcul11r. Preferimos la interpretación que supone que las etapas finales de la aerapia son nuevos comienzos. 2. En Confession: Swdies in de1•ifmce in relig ion (1982), Tumer y Hepwonh d isting uen dos clases principales de ritos: los que incluyen a las perSonas dentro de grupos ociales y los que las excluyen de esos grupos. 3. En la traducción del texto de van Gennep preferimos el término "reincorporación", al de "rcagregación". 4. Esto también puede interpretarse como la experiencia de las preguntas sobre la experiencia (White 1988 b). Por ejemplo, "¿Cómo pudo (una persona históricamente significati va) ... advertir lo que le hizo notar que usted sena capaz de lograr Jo que logró en el momento preciso?" Daphne Hewson ( 1990) propone preguntas muy parecidas desde una perspectiva psicológica cognitiva-social. 5. Otros te rapeutas, incluso algunos enrolados en otras corrientes. han coincidido en que las preguntas de este tipo son particularmente útiles. Por ejemplo, Daphne Hewson llega a esa conclusión partiendo de una orientación psicológica cog¡1itiva social. . . van Clennep, A. 1960, The Rile oj Passu e Ch. White, M., 1986, ''Awards and their cont~b. . •cagoh Ch•cago Universily Press. Ut•on toe ange··. Du/wich Centre Newsleuu mayo. White, M. J 988a, '1'he process of questioning: a thera . . .. . Centre News/euer. invierno. (Reimpreso en Wh ' py ~f htcrary mern . Du/wich . Adelaide, Dulwich Centre Public:uions). ne. l. 1989: Selecred Pnpers: Whne, M. 1988b, "Saying hullo agai n: thc inc r . . poraupo~ ol tht! lost relationsbip in the resolution of grief'. Dulwich Cenrr~ N e ews1euer nmavera (R · . M · 19 89, Se/ec1ed Papers; Adelaide Dul v· h 'e ·. e.•mpresoen Whue. White, M. 1989, '1'he externalizing of th~ ro~l~c en tre Puhhcauo~s. relationships''. Dulwich Cemre Ne"·ae~n \e%:~~~~~ re-~uthonng _or lives and SelecJed Papers: Adelaida Dulwich Cent.r• p bl. ~1mp)re$oen Whue. l\1, 1989. Wh' M • e u 1cauons. lte . YEpston. D. 1985. 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EnTurner, v. y Bruner, E. (comps.). The Anthropology of Expenence. Ch1cago: University of lllinois Press. 2 16 .:m Más allá del conocimiento del experto Entrevista con Michael Wbite* AndrewWood . Michael W~ite es un terapeuta familiar internacionalmente renombrado que trabaJa en e~ Du lwtch Centre de Sud Australia. En esta entreviSla Wblte analiza sus ideas y e~penenctas que abarcan una amplia esfera de tema$. desde el proceso de "reescritura" al •?terca n~b.'o de roles _entre el terapeuta y los pacientes durante la terapia. delde el equtpo ~uxtha~ ~e retlextón hasta la formacióndelterapeutay, por supuesto, el futuro de la tcrapta famthar. . Andrew Wood: Cuando almorzamos juntos la semana pasada, me mteres6 ent~rarme de que usted trabaj6 alguna veule em¡ileadot#-ojicina y que ademas Le encantaba el suif. ¿Cuál fue el camioo que lo llev6 a la terapia familiar? Michael W.: Alrededor de 1967 comencéatrabajarcomoempleadoen 1o que entonces era el Departamento de Bienestar Social. En esa época aquel era uno de Jos pocos lugares en los que uno podía trabajar y al mismo tiempo estudiar asistencia social. Antes, durante un breve período trabajé como diseñador en una empresa de ingeniería eléctrica. Andrew W.: Todo eso parece bastante alejado del lugar donde terminó usted. Michael W.: Me formé como diseñador de electricidad y mecánica porque cuando estaba en la escuela fui a ver a un asesor vocacional. Es lo que solía hacerse en aquella época. El asesor me dijo que yo necesitaba hacer algo con Las manos, además de utilizar mi cabeza. Los tests indicaron que yo me adaptaba al campo de la ingeniería, a pesar de que nunca me había interesado en esas cuestiones. Por entonces yo no tenía ideas muy claras sobre lo que deseaba hacer, de modo que antes de advertirlo me encontré trabajando y estudiando en un campo que sentía por completo ajeno a mf. Así que lo dejé. Andrew W.: Entonces, ¿por qué la asistencia socilli? Michael W.: Creo que comencé mi formación en el campo social en 1967 y hubo varios factores que impulsaron esa decisión, algunos de ellos fortui10s. En el espacioque tenemos para esta entrevista no podría detallarlos todos. Lo cierto es que yo estaba interesado en trabajar con las personas. Esto me atraía mucho más que trabajar con máquinas. Y recuerdo que la idea de ser consejero me atrajo particularmente. Andrew W. : ú:z primera \'ez que oí hablar de usted fue cuat~do yo eswdiaba asistencia social y 11os mostraro11 zmtz pelfmla en la que usted • Publicado originalmenre en el A. N. Z J. Fam. Th,r.• vol. 12. n• 4. 1991. 2 19 habia colaborado: "Ellos consideran que el mundo de una mujer es apenas e.w ... y poco mcís" (South Ausrralian Film Corporarion, 1976). Hasta que ,.¡ese filme. el desarrollo comunitario y la acción social eran conceptos l'(lg os pa m mí. MiclwellV.: Ese proyecto surgió de varios grupos de terapia familiar que organicé en 1973 y 1974 en el hospital Hillcresl. Asistían a esos grupos fami lias cuyos miembros eran o habían sido pacientes del hospital. Al finalizar una de esas series de reuniones, las mujeres del grupo decidieron continuar reuniéndose para apoyarse mutuamente y me preguntaron si yo podía acompañarlas. Tomamos la decisión de realizar las reuniones en la comunidad donde vivía la mayoría de esas mujeres: un barrio relativamente pobre carente de algunos servicios esenciales. El director de la escuela primaria local se mostró entusiasta con la vida y nos cedió un aula para que realizáramos las reuniones. Al principio el grupo depositó sus energías en ayudar a otras mujeres de la comunidad que debía vérselas con mucho trabajo y privaciones, particularmente madres que estaban solas a cargo de los hijos. Luego el grupo continuó con la acción social como un medio de encauzar algunas de las necesidades de la comunidad. Y se convirtió en un grupo muy militante y comprometido. Por ejemplo, una vez interrumpieron el tránsito en una carretera de mucha circulación frente a una escuela primaria a fi n de lograr que se tomaran medidas para hacer más seguro el cruce de los niños. Algunos habían sufrido accidentes en ese lugar, pero las autoridades locales no habían hecho nada. Las mujeres lograron que se estableciera una senda peatonal. Durante cieno período de tiempo estuve activamente comprometido con e.ste ~po; a pedido de sus miembros colaboré en la planificación y en la ~1culac 1ón de su filosofía. Eran reuniones muy espiriruaJes en las que se resp1raba una atmósfera de generosidad y camaradería. Todos aprendimos mucho~ nos enseñamos mutuamente a reconocer las múltiples posibilidades de trab?Jar por una existencia mejor y descubrimos hasta qué punto actuando en cOnJunto, la gente puede aprovechar esas posibilidades. Andrew W.: ¿Está usted de acuerdo con la crítica que generalmente se h~~e desde el campo d~ la asistencia social en el sentido de que la terapia f~nulwr ~e cemra demaswdo en la familia y descuida la acción comunitana y soc1al? . ':'ficlrael W.: Creo que honestamente puede decirse que la terapia fam1har · . se centró en la. familia hasta tal punto que sus practtcanres, a veces, se olv1daron de las realidades poHticas y soc'¡ales , . ' masamp11asqucenmarcan . . 1a existencia de la familia. Sin embargo co h f T · • nozco a mue os terapeutas 1 lar~ o, q~~ mc~yen activamente esas cuestiones más amplias al trabaja~ l:on as am• •as. reo que el desarrollo de perspectivas "constructivistas'' am\ más críticas y la decadencia de Jos 111CliCiellol' promoviendo esta tendencia. Este comentario paliili*li lectores, pues muchos terapeutas de nll4e~brac~~. .i(iÍllilaH!QIIIfllñdlirel constructivismo con el relativismo o el nominalismo- • _..__.. . . ,~ 110 - -6 u 00 t1enen nmguna relación con él. Andrew W.: En los últimos años se han lwcho IIUÚ ~--. · d · ..1 .l''"''"'ntes sus VIaJeS estmauos a dictar cursos en el extranjero. e:·Qul "'nwrienc· l d 'ó . ., r1a e eJ 1a tran~tcwn entre enseñar en Australia y Nueva Zelanda y enseñar en el exrrafl)ero? Michael W.: Al principio esa transición me provocabacierto desasosiego. Pero luego me di cuenta de que organizar talleres en el exterior sólo era algo diferente. Hay diferenciasculturaleseoeltipoderespuestadelauditorio y, a veces, me lleva algún tiempo situar esas respuestas dentro de los contextos culturales. Por ejemplo, en algunos lugares es una práctica común que los participantes coman y beban durante el desarrollo del taller; y me llevó cieno tiempo adaptarme a un "mar de mandíbulas batientes" ¿Qué me decía eso de mi trabajo? "Nada", me dije, salvoque los participantes estaban cómodos. En otros lugares, los participantes permanecen en los intervalos sentados en sus sillas charlando animadamente en lugar de ir a tomar un té. De modo que les pedí a los terapeutas familiares locales que interpretaran ellos mismos ese fenómeno y me lo explicaran. Andrew W.: ¿Cómo ve u.ftPd la aceptación que han tenido sus ideas y su estilo terapéutico en el exterior? Michael W.: Parece que hay un gran intem por Jo que digo y por mis ideas, particularmente poraquellas relacionadas con la metáfora narrativa y aquellas vinculadas con los campos de poder. Desde el punto de vista del "estilo terapéutico" quizás el interés se dirija principalmente a aquellos enfoques considerados más ..colaboradores" y menos impuestos. <?Wsiera agregar que no creo que mis ideas y prácticas~t6n ~mpletament~ atsladas. Creo que otros terapeutas se interesaron en ~ trabaJ? en la ~da en que éste se adapta a sus propios valores y sus prop1as ¡ricticas Yles sarve de base para desarrollarlos, aun cuando no los hayan articulado por completo. . Andrew W.: Dejando de lado los cursos que dicta en .el Dulw1ch Centre, ¿enseña usted más en el exterior que en Australia .v Nueva Zelanda? Michae/ W.: Sí. probablemente en este momento sí. . Andrew W.: Esto me lleva a preguntarle ¿cdmo defimrfa usted su 1 · familiar australiana Paresiwación demro del panorama de la terapia l .ll ciera que en los líltimos años usted hubiera adoptado lo que se sue e amar un "perfil bajo". Michael w.: Sí. creo que es así. Andrew W:(.·Se 1raw de una decisión consciew e? ~lichael: En gran medida sí. Después del Congreso de Melbourne de 1985, decidí que. si era posible. prefería tener un "perfil bajo" dentro del panorama de la terapia familiar australiana. . ., Andrew W.:¿ Y está conforme con esa dec/SIOII ? Michael W.: Sí. fue lo más conveniente. Por entonces parecía que el hecho de que yo fueraconsiderádo, por los demás, como alguien que sostenía cierta posición dentro del campo de la terapia familiar australiana y neocelandesa, despertaba algunos sentimientos complejos en algunos terapeutas familiares. Y yo no quería participar de semejante cuestión. Además, me parecía que la atención que había concitado mi trabajo impedía que el trabajo de muchas otras personas obtuviera el reconocimiento más amplio que merecía. Ycreo que ahora la situación ha cambiado mucho. Actualmente hay un reconocimiento general mucho mayor de las contribuciones originales hechas por muchos terapeutas familiares de Australia y de Nueva Zelanda. Andrew W.: Esa decis ión de mantener tm perfil bajo dentro de la esfera de la terapia familiar australiana y de su política, ¿tuvo de algún modo un aspecto negativo? Michael W.: En absoluto. Creo que fue algo completamente positivo. Y aun hoy siento el gran entusiasmo de la gente por lo que hago y aprecio muchísimo ese reconocimiento. Pero ese entusiasmo se ha extendido también al trabajo de muchos otros y creo que así es como debe ser. Andrew W.: Me interesaría hablar un poco de los cambios sufridos por su posición teórica, particularmente durante la última década. Me parece (fue aproximadamente la primera mitad de la década de 1980 se caracteri~ó por aquella proposición de la metáfora terapéutica basa~ en gran med1d~ e_n la te~ría cibernética y en las ideas de Bateson; mientras ?ue en los ulumos anos se advierte má-s claramente la influencia de las Ideas sobre el texto y la teoría narrativa. Michae/ W.: .Probablemente no haya un corte tan exacto. He experimentado gran cantidad decamb~os en mi manera de pensar, pero son cambios qu.e en su mayor parte. no constituyen rupturas definitivas. y algunas de las pnmeras metáforas ctbeméticas determinadas familia . me pare~en aun muy útiles para tratar a actual _s. Por ejemplo, Davtd Epston y yo estamos puliendo . mente un capitulo sobre los ·alimentación E nmos que ttenen dificultades en la "retroaliment~ció~ c~:~e;es~:i~ci~~?ajo se basa en la .metáfora del n y es algo que ha cambtado muy poco durante los últimos diez años. Me interesó mucho el conce t0 d B redundancia" e inve!>ti ar 6 P e ~re~on de las "restricciones de personas seleccionan 222 d~ lo ~or:~t~~~r~~~~~~~:~~~;:v~~:;.r:i~;:~~l d~:e:~~ peña en el modo en que las personas determinan qué sucesos o qot experiencias adquieren significación y cómo conviene responder a ellos. Las restricciones de redundancia de Bateson me abrieron las puertas a las estntcturas interpretativas y a la significación que, como sabemos, es la esencia de la vida. La metáfora narrativa, ¿nos llevó tan lejos de estas consideraciones, al proponer que nuestras vidas están constituidas por las signi ficacionesque le asignamos a la experiencia y por cómo lainterpretamos a través de las versiones (historias) que tenemos pe nuestras vidas? Seguramente la respuesta es que todo esto nos lleva a algún lugardiferente.perono creo que ese lugar esté netamente separado del anterior y ciertamente en la práctica yo nunca los mantuve separados. Andrew W.: ¿Qué significó para su pensamiento y para su trabajo la metáfora narrativa? M ichael W.: Hace algunos años Cheryl White y David Epston me alentaron a que considerara la metáfora narrativa como una estructura interpretativa que podía serme útil en el trabajo que yo estaba realizando. Como respuesta a esa sugestión, desarrollé una segunda descripción de todo un conjunto de procesos terapéuticos. Porejemplo, esto me pennitióconcebir la cuestión de la "influencia relativa" desde un ángulo diferente. Aquellas preguntas que alientan a los miembros de una familia a trazar el"mapa" de la influencia que ejerce el problema en sus vidas me parecieron "desconstructivas", es decir, permitían destruiresas versiones dominantes y empobrecedoras a través de las cuales estaban viviendo las personas. Y al mismo tiempo, consideré "constructivas" o promotoras de una~'reescritura'', aquellas preguntas que invitaban a los miembros de la familia a trazar un "mapa" de la influencia que ellos ejercían en la ''vida" del problema Estas y otras reinterpretaciones que me provocó la consideración de la metáfora narrativa, me permitieron avanzar más en la exploración y extender 1os límites de este trabajo. En realidad me permitieron superar lo que yo antes consideraba límites. Andrew W.: La metáfora narrativa aplicada a la terapia me parece algo más humano, más honesto. Michael W.: Esta metáfora exige que el terapeuta desafíe sus certezas establecidas. El terapeuta no puede saber de antemano qué es lo "conveniente" para una persona; ni siquiera puede saber cómo debería ser la familia una vez concluida la terapia. La metáfora narrativa se opone a las prácticas totalizadoras. Alienta al terapeuta a adoptar una posición reflexiva en relación con la constitución de las realidades terapéuticas. Y también lo alienta a ayudar a aquellas personas que buscan el apoyo terapéutico a fin de adoptar una posición similaren relación con sus propias vidas. asfcomo para comprometer:.e a reescribir su-. vidas de acuerdo con una versión alternativa Ul' cómo podrían ser. De~de mi punto de vista, este proce o de rcclaboración se diferencia de la técnica de reestructuración. en la c ual el tera peuta tiene la re ponsabilidad de desarrollar una vers ión nueva y mejor de la experiencia del paciente. En cambio. este es un proceso que compromete activamente a todos lo rmembro:. de la familia y al terapeuta en la tarea de ··asignar ignificación ... además en e. te proceso hay un esfuerzo del terapeuta por eñalar a lo miembro de la familia corno los autores primario de e tas vers iones diferentes. Andrell' W.: ¿En qué direcciones apunta su indagación para cominuar con la metáfora narratil•a? Michael W. : Ciertamente estoy pensando continuar el de arrollo de la metáfora narrativa. Aun hay mucho más por explorar. También me inte resa trabajar más con las contribuciones de teóricos crítico como Michel Foucault así como estudiar el trabajo de varios teóricos literario . Me gus ta pensar que tengo una perspectiva ..constructi\ i ta crítica·· o ..constitucionalista•·. Cuando pienso en la constitución de la \"ida de las personas. supongo que si tuvie ra que limitar mi perspectiva a la metáfora narrativa, me perdería gran parte del cuadro. Como ya lo dije en varias publicaciones y siguiendo el pe nsamiento de Foucault y algunos otros. c reo que las construcciones "sobreviven" en los campos de poder. Me fue necesaria esta consideración para poder emprender un análisi de los sucesos atendiendo a las prácticas de poder, a las estructuras sociales, etc., y a la historia de esas prácticas y del desarrollo de esa estructuras. P~r ejemplo, en cuanto a las prácticas de poder, no creo que sea una ca ualtdad que en nuestr~ cultura moderna, la mayor parte de las parejas, e n el momento de la separactón mantengan interacciones al ramente enfrentadas respecto de la ~ropi~dad~ la manutención. la c ustodia y el acceso a los hijos, e tc. Cada P:Ue~a no tmagma por sí misma los bien conocidos movimientos y contramovtmtentos de .esas prácticas de agresión . y no creo que esas . prácticas puedan reducrrse a construcciones, aunque lo son en cuanto al know-how. En ~uanto a las id~ as, en cambio, diría que el estudio de las ideas no me llevó a tn~entar pr~;trcas terapéuticas específicas . Creo que lo ue genera esas práctrcas es el tome y daca" de la 1· nterac .. · q cron que mantienen el terapeuta y las personas qu~ buscan la ayuda terapéutica. y en ~ran medida 0 dependemos de la retroahmcntación de e as • prácticas son útiles y cuáles no. No obstante e personlas pda.ra sabe~ que . . , reo que e estu 10 de las 1deas ~·o ntrrbuye a dar n gor a nuestro pensamiento y d • 1 1 • · nos ay u a a comprender mas ·' cxp orar o~ hmues y el alcance de tales prácticas. .. Amlrew W.: Puesto que gran parte d 1 difi e as t tcultades que se les 224 p resentan a los terapeutasfamilillres estdn relacionadas con estas prácticas culturales, me llama la atenci6n que los terapeutas f amiliares en su conj unto digan muy poco de ellas. Michael ~. : Realmentec~oque no decimos mucho. Y sin embargo hay mucho por dectr de esas práchcas culturales. Por ejemplo. el caso de los hombres que tienen una conducta abusiva con la mujer y los niños. Estos hombres no tienen solamente un problema de actitud, sino que, ademá\, participan de un modo particular de ser que incluye la sumisión de otras personas mediante varias tecnologías de poder bien conocidas y bien establecidas, tales como la vigilancia, la comparación, la incoherencia. el aislamiento, etcétera. De modo que propongo que les prestemos más atención a esas prácticas que acompañan detenninados conocimientos de ''las maneras de ser" de este mundo. Andrew W.: Respecto de su referencia al poder y el Lugar que ocupa en el pensamiento constructivista, me interesaría saber qué piensa del constructivismo de Maturana. Tomando muchos elementos de La biología. Maturana caracteriza los sistemas humanos como sistemas cerrados desde elpunto de vista de la info nnaci6n e internamente cercados. En un capítulo reciente, Lyn Hoffman ( / 990) expresaba cierta disconformidad con esa imagen de "caja negra" y sostenía que ese enfoque ignora el elememo interactivo que existe en la construcci6n de la significación. ¿Qué opina usted? Micha el W.: No sé mucho de Maturana, de modo que no puedo opinar sobre su posición. Con todo, no tengo dudas de que las personas pueden influirse mutuamente y que en realidad lo hacen. De hecho, muchas personas se especializan e n influir a otras y aparentemente lo ha~en m~y bi~n. La historia está plagada de ejemplos de personas que se deJaron mflurr. para hacer cosas que estaban "contra sus convicciones", contra lo que bubtera.n hecho "en circ unstancias normales"- También parece completamente evidente que existen enormes desigualdades estructurales en este mundo. Yes ro equivale a decir que hay personas que puede n hacerle a otraS cosas que ésta'> no pueden devolver y ello se debe a las desigualdades perpetuadas por esas estructuras. Andrew W.: ¿ y los terapeutas familiares hacen lo bastante para corregir tales desigualdades? .. enzado a Michael W.: Creo que algunos terapeutas fanult~s ~: comTbrio de hacer al o e n ese sentido, particulannente e n el campo e eseqm J • g . . s También se le presta ahora mayor atencrón , breza ·aorrascuestiom:s poder e ntre hombres ymujere · a las desigualdades raciales, a l~s que pr~~oc~ la : tica d~ la terapia familiar dejusticia social.Creoqueen cterto s~alntdJ o. a.p , 1 crupo de The Famih está cambiando y sé que Charles \\ egra' e ) e - que ver con el>!o. Sin eentre;;., LO\\Cr Hutl. de Nue,·a Zelanda ha tenido mucho · d d. embargl, queda muchísimo por hacer en el senttdo e agu 1zar nuestra conciencia en tales cuestiones. Andrew W.: Quisiera rolrer sobre la cuestión de la narratil'{l y la ..reescriwra" y saber cómo influyeron esas ideas en su práctica con las familias. ¿Podría contamos de manera 1~1ás específica de qut modo participa con las familias durante la terapra? . _ Micha el W.: Una práctica que ha llegado a ser muy 1m portante para 1111 es incitar a las personas a interrogarme sobre la entrevista misma. P~r ejemplo. les pregunto si alguna de mis. explicaciones o ~~guna de m1 preguntas no fue suficientemente clara. o~~ al~o ?e lo que yo diJe le.s provocó incertidumbre o confusión en cuanto a m1 obJetivo, etc. Luego aliento a las personas a que me formulen preguntas sobre todo esto a fin de que yo pueda tener una participación más transparente. Mis respuestas nunca suponen una "verdad'' teórica, sino que siempre se refieren a cómo creo yo que la expre ión de mi experiencia per ona!. mi imaginación y mis declaraciones de intención dieron forma a mis preguntas y comentarios. Andrew W.: ¿Y usted hace eso en todas las sesiones? Michael W. : A veces hay situaciones que lo impiden, pero yo hago ese tipo de incitación casi todo el tiempo. Por supuesto, a veces el terapeuta necesita ayudar a las personas a que "entren'' en el espíritu de este procedimiento: "Supongo que le intrigará saber cómo llegué yo a formularle esta pregunta''. De este modo la participación del terapeuta puede desconstruirse. es decir, se la puede situar en su justo lugar. Además, en esta práctica es menos probable que la gente sienta que el terapeuta es quien impone las decisiones. Si yo hago un comentario y éste parece provenir de una opinión tajante sobre lo que debe hacer una persona o una familia y si no tengo oportunidad de desconstruir esa impresión, al paciente o a la familia sólo le quedan dos posibilidades: o bien someterse a mi opinión o bien rebelarse contra ella. Si, en cambio, tengo la oportunidad de situar ese comentario dentro del contexto de mi experiencia personal, de mi imaginación y de mis declaraciones de intención, las personas pueden determinar por sí mismas cómo tomar mi comentario. Esto brinda muchas posibilidades para dialogar y para considerar puntos de vista y opiniones diferentes. Esta práctica ha generado una muy buena retroalimentación en varias oportunidades Yalgunas personas me dijeron que consideraban que esa era una .de las partes más importantes de la entrevista. Sin duda. esto se opone a la tdea..bastante difundida en ciertos círculos, de que para que una terapia sea efcct1va. las personas no deben saber qué está urdiendo el terapeuta. 1\demác;, como rutina, suelo alentar a las personas a que evalúen la 226 ~ntrevista con el fin de determinar qué panes de ella les parecieron más 1mponant:s. cuáles menos importantes, cuáles les resultaron útiles y cuáles no. A med1da que las personas responden a estas preguntas. se van haciendo mucho más claros aq~ellos puntos que han de facilitar la entrada a lo\ procesos de reelaboractón o "reescritura". Por ejemplo. puedo preguntarles por qué dctennmado comentario resultó útil, explorar las real izacione~ que pudo provoca_r tal comentario y alentar a las personas para que especulen sob~c los postbles efectos reales que puedan tener tales realizaciones. e') dec1r, cómo pueden contribuir a dar forma a sus vidas, etc. Andrew W.: Esta práctica parece una manera de eliminar cierta!> conje~uras acerca de la signüit;.4gQi S~fL l~amilias le asignan a la terapw... ""· ·· Michael W.: Sí, lo es. Pues les permite a las personas decirle al te~apeuta cuáles son los efectos reales de la entrevista, qué significación le astgnan a los sucesos y, adem4s, los alienta a ayudar al terapeuta a determinar cuál debería ser el foco m4s imponante de atención. Andrew W.: El hecho de que las familias lo interroguen debe aumentar su responsabilidad. Michael W.: Creo que la responsabilidad es una parte muy importante de esta práctica. Si estuviéramos más en contacto con los efectos reales de lo que les decimos a las familias y de las preguntas que les formulamos. creo que inmediatamente aumentaríamos nuestra responsabilidad. Pues esto nos enfrenta con las responsabilidades morales y éticas asociadas con la colaboración que prestamos a las personas que buscan ayuda terapéutica. Andrew W.: Usted parece estar describiendo tambien una terapia más igualitaria. Michael W.: Es mucho lo que podemos hacer para que el contexto terapéutico sea más igualitario. No obstante, creo que es un error suponer que la terapia pueda ser siempre totalmente igualitaria, porque la verdadera estructura de este contexto detertnina lo qye..pedftam.os llamar una diferenciación de poder. Para que esta distinción se esfumara y para poder creer que la terapia puede llegara sertotalmente igualitaria. los terapeutas tendrían que ignorar las particulares responsabilidades morales y éticas vinculadas con la posición que ellos ocupan. Sin embargo. teniendo esto en cuenta.. c~o que deberíamos hacer todo lo posible para impedir que esa diferenc tac16n de poder tenga un efecto tóxico o negativo. . Andrew lV.: ¿Cómo incorporó usted los equipos en el pensmmemo r la práctica que acaba de describir? . .. , Michael W. : Estuve experimentando con eqwpos aux1hares de r~­ Oexión de varias maneras. En el momento de la entrevista. en el que lo~ miembros de la familia y elterapeutast: convienen en auditorio. aliento a lo~ -- - -- -- _. . ..... miembro del equipo para que éstos se interrogue n recíproca mente sobre las reflexione que les merece el caso. De este modo. toda la sesión se convie rte en una serie de e ntrevistas. Si uno de los mie mbros del equipo de te rape utas convocados hace un come ntario sobre lo que conside ra es un suceso s ig nificativo que podría relacionarse con aquellas cuestiones que los mie mbros de la familiajuzgaron importantes. los demás miembros del equipo, en lugnrde estar simpie mente de acuerdo con el que hizo el come ntario, pueden preguntarle qué fue exactamente lo que le llamó la atención, porqué cree que e~ un elemento significativo y con qué intención hizo ese come ntario dentro del contexto del equipo reflexivo. Además de las múltiples posibilidades que ofreceesteprocedimientoen c uanto a la contribución que pueden hacer los miembros del equipo en la colaboración o en la ''coescritura" de las nuevas vers iones, les ofrece la oportunidad de situar su inte rés dentro del conte xto de s u experie ncia pe rsonal, de su imaginación. y de s us declaraciones de inte nción. Este interrogatorio desarrollado dentro del contexto del equipo refl exivo aumenta el carácter auténtico de los comentarios y la c uriosidad de los mie mbros del equipo. Andrew W.: Lo que usted dice también refleja un alejamiento del clásico anonimato del equipo reflexivo y de los comentarios anónimos. Michael W.: El anonimato directa mente no existe en la práctica de equipo de la que le hablo. Antes de comenzar a refl exionar, los mie mbros del equipo se presentan a los miembros de la familia y les brindan una breve información sobre sus antecedentes en este tipo de trabajo. Andrew W.: Esta práctica hace que también los miembros del equipo terapéutico asuman una mayor responsabilidad, ¿no es cierto? Michael W. : Sí. Los miembros del equipo toman más conciencia y aprecian más el grado de responsabilidad que tienen al asumir una pos ición privilegiada, puesto que las personas les revelan sinceramente sus vidas. Además, con este método es me nos probable que el equipo "se adelante" a los mie mbros de la familia y que responda de un modo desconectado de su propia experiencia. Me interesó mucho el capítulo q ue usted escribió e n el Dulwich Centre Newsletter sobre los "espejos unidireccionales" y no me sorprendió en absoluto que con frecuencia las familias respondan de mane ra negativa a la experiencia de un equipo anónimo y autónomo. En contraste, es interesante que aquellas fa milias que vivieron la experiencia del trabajo en equipo que yo describí, se muestren invariablemente entus iasmadas por organizar la siguiente entrevista con un equipo reflex ivo y prefiera n este tipo de sesión a la~ ~esi ones sin el equipo. Y creo que esto tiene mucho que ver con la responsabllrdad que asume el equipo ante la familia. Andrew W. : La incorporación del equipo reflexivo parece ser otra práctica de la terapia familiar que se o . un terapeuta (o un grupo de tera ewapone dtrect~m~nte a la idea de que experiencia de otra persona y lo P s)bpuede Ob]ettvameme conocer la que es ueno para ella D d . . d e VISta, la contradicción interesante . es e mt punto en la cual cada ve .. má~ l es que esto ocurre en una sociedad " ·• se proc ama a lot te . ( :::b~~7,::a~;;;::~an) expertos en/as vida.~ aje::~~:~~~~~:~ ~~~:,:¡;:~;~~ Michael W.:· Hasta cie rto punto, casi todo~ no'>otros fuimo'> formado!) e n esas perspectiva.~ ex.pena~.Y pode~os caer fácilmente en la trampa de creer que poseemos verdades que estan porenci ma de otros conocimientos. ~uando ocu~e esto, perde~os de vista el hecho de que esas afirmaciones ve rdaderas están determrnando, en realidad, ciertas nom1as según las ~uales las personas deberían vivir sus vidas. En el comcxto de la práctica es r m po~~te encontrar el modo de ayudar a los participante~ a poner Cl>O'> conocmuent~s e~pertos entre paréntesis. Supongo que esto agrega autenticidad al autoconocmuento de los participantes. Con eMo no estoy diciendo que podamos vivir una vida sin la mediación de los conocimiento adquiridos. pero es importante que no pretendamos determinar la vida de los demás en virtud de tales conocimientos. De modo que una parte de la práctica se estructura con el fin de ayudar a los participantes a destacar aquellos modo::. de vida y de pensamiento a través de los cuales ellos viven sus vidas. Andrew W. : Alguien podría preguntarse qué 110s queda si dejamos el conocimiento experto entre paréntesis... Michael W.: Creo que aquí es imponante hacer una distinción entre la idea de las aptitudes profesionales por un lado y los conocimientos del experto por el otro. Entiendo por aptitudes aquellas prácticas mediante las cuales los terapeutas pueden desarrollar su especialidad y Jo hacen, prácticas tales como transfonnar la terapia en un contexto para que las personas puedan "reescribir" sus vidas y reelaborarsus relac i one~. El diálogo. basado e n tales aptitudes profesionales, generalmente, ~ro nosrempre, ~s drfercnte del diálogo que uno puede mantener con un amtgo o con un vecrno.. Andrew W.: La distinción que usted se1iala equivale a denr qu.e nosotros podemos adquirir esas aptitudes y aprender a emplearlas efecll· \·amente, pero esto no significa que podamos consideramos por eso conocedores de la verdad sobre cómo deben ser las personas: . , .~ M ichael W.: Exacramente. Por ejemplo, tomemos ~o qu~ diJe sobn: la. rác ticas de "reescritura". Los terapeutas podemos tdenulicar alguna~ . d or el problema que las pcr onas contradicciones a las vcrswnes satura as P . d' . 1 ·a Sinembargo nopodemos detemlinarsre ascontra tccrotraen a a terapt · · . . d ·r d una manera detallada nes representan desarrollos prefenbles, m escr rar e . . E ' 1 y defi nida. los misterios relacionados con tales contradrccrone::.. so e a go P :!:!') 228 ue !lólo pu~den hacer lo · miembro~ de In famili~ partiendo de su propia de su propia imaginación a med1da que responden a la . f ·¡· ' curiosidad del terapeura. Y ni hacerlo. los m1embros de la am1 1a resucttan ) /o generan conocimienws diferentes y preferibles de las posibles maneras de ser. Dicho sea de paso, creo que este trabajo puede definirse como una tarea interactivn de muchos modos. pero no de acuerdo con la definición ortodoxa de los enfoques de interacción. Respecto de las premisas sobre la interacción, lo que se propone aquí es no que la inter~:ción idiosincrásica está en .l ~s "raíces" del problema. sino que la interacc10n se prefigura sobre la adquiSIción de la significación y se funda también en las prácticas culturales. Y respecto del proceso real de la terapia, los miembros de la familia y el terapeuta entran en una variedad de interacciones vinculadas con la ··reescritura". Andrew W.: De modo que la imeracción 110 se genera en una fuente desconocida ... Michael W.: Esa es la idea. Andrew W. : En algunas de sus obras usted sugirió que las aptitudes de un buen escritor y las aptitudes de un buen terapewa son análogas. Me parece que la terapia familiar se está apartando velo:.:mente de La metáfora del sistema y está abrazando otras ideas y otros valores propios de la literatura. /a filosofía y otras disciplinas semejantes en /as que cualidades tales como el conocimiento intuitivo están siendo reconocidas cada vez más. Michael W.: Ciertamente se está dando un cambio en el pensamiento. Se trata de un alej amiento de las metáforas dominantes que anteriormente se aplicaban en la terapia y que asignaban al terapeuta el rol de experto. Creo que a medida que los terapeutas comiencen a considerar los desarrollos más recientes de la teoría social, se irá dando una tendencia cada vez más marcada hacia las metáforas provenientes de la literatura, la filosofía, la antropología Yeste tipo de disciplinas, una tendencia que será aun más significativa. Andrew W.: Respecto de la constitución de las vidas, usted mencionó en varias ocasiones el lugar que ocupa la imaginación. ·Cuál es la '6 . ¿ conex1 ~que ex1ste em re la constitución de las vidas y la imaginación? M1chael ~.: Hace aproximadamente un año tuve oportunidad de con~er el trab~JOd~Ga~ton Bachelard y me interesé particularmente por la cue'>.IIÓn de la •magmac1ón. Bachelard comienza analizando las diferentes \Cr~1ones que existen sobre la imaginación, incluyendo la que propone que las Imágenes de algún modo reflejan lo que ocurrió antes. Esta es la versión sobre la imaginació~ que domina la perspectiva analítica. Bachelard yuxtapone esas otras vers1oncs de la imaginación a una que él considera constitu- ~~;Xpl·riencia y :!31) tiva. _Lo.~ue activa esta imaginación constitutiva, según este autor. es la c?sonac1on, un fenómeno al cual le asigna una naturaleza por completo d1 ferente de la naturaleza de los "sueños nocturnos". Ese estado de ensoñación pued~ desencaden~se gracias a una multiplicidad de experiencias, desde leer poes1a hasta camm~ por un bosque. Y yo agrego que también puede desencadenarse grac1as a los lenguajes evocativos de la terapia. Andrew W.: Usted se refiere no a imaginar lo que ocurrió antes. sino a imaginar lo que pudo ser. Michael W.: Así es. Bachelard habla de imágenes que pueden transformar las vidas. Pero no sugiere que esas imágenes estén orientadas hacia el futuro. El se refiere a las imágenes de ensoñación como a reverberaciones y sostiene que los episodios o experiencias4el pasado resuenan con ellas. De modo que Bachelard habla de imágenes que se remiten al pasado y no de imágenes que vislumbran el futuro, habla de imágenes que representan algo pasado. Andrew W. : ¿Cómo se vinculaestoconelpensamientoconstructivista? Michael W.: Bueno. siento que aquí debería decir "no me cite usted sobre este punto", puesto que no estoy tan compenetrado del trabajo de Bachelard como quisiera estarlo y, en realidad, sólo he analizado las implicaciones de estas ideas de una manera muy general. Aun así me siento muy atraído por estas ideas. y hay algo que me resulta casi familiar en ellas. Y cuando digo casi familiar no me refiero a las referencias que hace Bachelard a Jung, con quien no me siento en absoluto vinculado. Creo que estas ideas tocan una cuerda que tiene que ver con lo que yo llamo las prácticas de "reescritura". En este trabajo, los terapeutas generalmente ayudan a las personas a penetraren otros territorios de sus vidas aun inexplorados a través de las puertas del presente, los "logros aislados", para quienes están ya familiarizados con mis publicaciones. Cuando se alienta_a los miembros de la familia a responder a esos logros como uno podria responder a un misterio. éstos descubren stlbitarnente muchas experiencias del pasado, antes pasadas por alto, que "resuenan" gracias a esos lo~s aislados. Estas experiencias, que en circunstancias normales. no podrían recordarse, "iluminan" y contribuyen a trazar una historia o versión alternativa. En esto parece que hubiera dos procesos "constructivos" gemelos: la generación y la resurrección. La parte generativa tiene mucho que ver con el desencadenarse de la imaginación y creo que algunas de las preg~nta~.Y de las cosas que se dicen en la terapia durante las prácticas de ''reescnt~ra ~?n esenciales. Quizás podríamos decir que desencadenan ''reverbera~1~nes · Andrew W.: ¿Qué significación tiene todo esto en la terapw . . Michael W.: Creo que nos sugiere que se está haciendo nece.sana una mayor investigación de la fuente de imaginaciónyensoi\ación. Da\1d Epston >yod"cutimos frecuentemente la naturaleza ~intoresca del lenguaje que se emplea en la terapia >. precisamente. las 1deas de Ba~helard pueden ayudamo a indagar la extensión y los límites de este tr~baJO. . . t~abajo. ~i orientación los ayuda a apreciar la naturaleza multi facética de la vada, Yejerce efectos reales en el curso de sus propias vidas. Andrew W.: En el congreso nacionn/ realizado reciemememe en Andre11· W.: En cieno semido usted está caracrenzando la tmagmación como tilla fuente de lo 11/tei"O. Miclwel IV.: Sí, así es. Pero también como una fuente de resonancias Adelaida, Maria Scicchitano manije!>tó en su taller la idea de que hasta hace poco los cursos deformación de los terapewas familiares se basaban en la convicción de que los practicantes debían '"desaprender" crmceptos y teorfas que ellos valoraban pero que quizás no coincidieran con una visión de los sistemas familiares. En cambio parece que usted defiende la posición del practicante y respeta todo aquello que él aporw como persona. Michael W.: Si, defiendo esa posición. No obstante tampoco considero de lo "antiguo" olvidado o pasado por alto. Andrew IV.: ~· Podemos ''olver a la cuestión de los cursos p rdCLicos que diera usted?¿ Cómo se refleja su pensamiento actual en esas prácticas de entrenamiento? Michael W.: Precisamente. así como me interesa estructurar la terapia como un contexto que pennira "reescribir" las vidas, me inreresa la formación como un contextO de reelaboración. Andrew W.: De modo que usted le presta particular atención a las experiencias y creencias de las personas que asisten a sus cursos de fonnación. Michael W.: Sf. En las prácticas de formación de profesionales he esrado experimentando con una cantidad de ejercicios que alientan a los participantes a identificar aquellos aspectos de sus vivencias que se expresan en este trabajo y esto los ayuda a determinar más claramente sus creencias más convenientes sobre él. Por ejemplo, a veces interrogo a los participantes sobre cómo llegaron aJ curso de formación del Dulwich Centre. Me interesa saber qué fue lo que los atrajo. ¿Qué opinan de esta forma de terapia? ¿Les suministra un marco para su propia formación? ¿Qué provoca su aplicación?¿Cómo encajan estas ideas con sus propios valores y prácticas? ¿Cómo llegaron a elegir las prácticas que aplican, cómo influyen en sus vidas y en sus carreras?¿Algunas de estas ideas constimyeron puntos claves en sus carreras? ¿Hasta qué punto reflexionar sobre estas cuestiones los ayudó a determinar sus preferencias en la profesión, a sostener sus propias ideas? Etcétera, etcétera. Este y otros ejercicios de •·reescritura" ayudan a los participantes a familiarizarse con la naturaleza única de la expresión de su trabaj~, si se quiere, a cobrar mayor conciencia del estilo que eligieron, y a adven 1r más claramente hasta qué punto ellos ' 'originan" hechos a través de esa ex presión. A medida que los participantes se van farnil iarizando con este tipo de ejercicios, comienzan a practicarlos entre ellos. . ~nd:ew ~.: De modo que así como su terapia les pennite a las famtltas tdentificar_experiencias que de lo contrario se hubieran perdido, sus curso.~ les permttena los asistentes advertir y valorar experiencias que de lo contrario se hubieran perdido... ' . M ichael W.: Sí, son procesos paralelos. Además los panicipantcs de m1s cur-.os pueden tener una experiencia "de pn"me ra mano"de su prop10 · :!32 útil que la formación se transforme en algo '·completamente libre··. Creo que con frecuencia es necesario ayudar a los participantes a '·de:.co1Nruir" y por consiguiente a oponerse a cienas ideas y ciertas teorías que é~to~ traen consigo al contexto del curso, por ejemplo, las ideas normativac; y totalitadoras sobrecomomodelar la vida de la familia y las teoría~ p~icotcrapéuticas llamadas "de la verdad". Pero esa desconstrucción no es algo difícil de lograr puesto que la terapia y los cursos mismos son métodos desconstructivos. Y ciertamente aclaro que me interesa muy poco unirme a lo. participantes en prácticas basadas en los modelos más positivistas. Hay otros lugares donde los participantes pueden acudir a hacer ese tipo de prácticas. Andrew W.: ¿Podríamos hablar un poco de la inrestigaci6n? ¿ Er u11 campo que le interesa ? Michael W. : Coincido con Karl Tomm, quien opina que aquellas personas que practican la terapia, junto con aquellas que buscan la ayuda terapéutica son los investigadores primarios o básicos y que aquellas otras personas que recogen datos de una manera más forrn~l s~n inv~stig~dores secundarios o auxiliares. Siempre me interesó la invesngac1ón pn ~ana ~me parecen bastante tediosas las continuas demandas q~e ha_cen _los ~nvestlga­ dores secundarios para que los investigadores pnmanos JU tlfiquemos nuestra existencia. Si esos iÓvestigadores secundarios pudieran abandonar un _poco más el alto terreno moral y se dedicaran a invesrigar s~guie~~o las lmea de r_~s recientes avances de la etnometodología (lo cualmcluma dar tran,par:n~o:la a la naturaleza socialmente construida de su tarea) quizá lo qu.e esto. scnores hacen fuera de mayor utilidad para lo que hacemos los ln~-~~ug:dore: rimarios Estoy seguro de que en ese caso, la colabora~IOn dt: eso. P . . . d Al decir esto no quiero "meter a investigadores sería muy ennquece ora. . ., . .. , , . , La invesii!WCion secund.m.l t n este todos 1os gatos en 1a ffil·sma bolsa" •e • ~ m o a está dando algunos brillantes resultados. ca PA:drew W. : Me gustaría que lwbldrnmos sobre elnumbre quf le domo.~ a nuestra profesi6n Al¡:unos críticos sostiene que la elección de la etpresi6n "tempia familiar" se ha me/ro anticuada y que debería camhtarse e.ra denominación por alguna e.t'presión que induya el contexto más amplio. ¿Qué opina usted de todo esto? Michnel W. : Para mí, lo que verdaderamente importa es lo que simboliza la expresión ''terapia familiar": sus asociaciones históricas, la pol>ición que ocupa en el campo de las psicoterapias. el terreno de las actividades posibles. etcétera. Creo que la terapia famili ar sign ificó un campo que a veces ha sido radicalmente abierto y pluralista. Ha sido un campo en el que, en diferentes momentos, las personas pudieron ampliar los límites de lo que podía pensarse en dichos momentos históricos. Desde mi punto de vista aún sigue siendo un campo abierto y pluralista y creo que quizás esta sea su mayor fuerza. La terapia familiar no implica la existencia de un "compartimiento estanco". Sin embargo, a pesarde esto, reconozco el hecho de que la terapia familiar haya apoyado históricameme algunas prácticasqueahora pueden considerarse de sometimiento. También existe el peligro de que la terapia familiar llegue a institucionalizarse por completo. Y entonces es cuando adquiere importancia el espíritu de la crílica. Andrew W.: Usted habla del espíritu de la crítica y ciertamente ese fue un pumo que .flotó en el aire en el recieme congreso de Adelaida. Michael W.: Sf, yo también lo sentf. Fue un congreso muy bueno. Desde mi punto de vista, siguió la tendencia señalada ya en el congreso de Christchurch, realizado hace un par de años. A~drew W.: ¿Qué diferencias podría marcar entre ambos congresos? J:ftchael W.:_Creo que la gente está bregando más ahora contra algunas cuestiones aprerruantes, tales como el racismo, las prácticas de poder que se dan en la terapia, etcétera. Me parece que estamos elevando nuestras miras ~n cuanto a las respo?sabilidad~s morales y éticas que nos corresponden, en ugar de darle tanta 1mportanc1a a la técnica y al aspecto exterior. . ~ndrew W.: Usted ha estado actuando en el campo de la terapia fam~~~ar durante muchos años ¿Qué diferencias nota entre la terapia amt ~~actual y.la· que se practicaba en sus comienzos? tchael_W.. Ciertamente hay una gran diferencia. La más llamativa es que ahora ex1ste una fuerte d d . .. re e terap1a fam1ltar y que actualmente en . . . mue has mstuucJones y de d · . . · pen eneJas del estado se aceptan mucho más las práct1cas de terap1a famil'1a E A . . · r. o ustraha, hace ve mte años no se aceptaban tanto como ahora las práct' · . Jeas asoc1adas a la terapia famiJjar y a veces aqubellosllprofesJonales entusiastas de estas prácticas debían librar verdaderas ata as para poder cont' ' . muarcon e 1las. Por supuesto, au n hoy hay ciertas medl.das· polft1cas que tratan de cercar 1,¡s · prácttcas · . fa mi ltar, . pero de terapta fi 2J..¡ supo~goque siempre ht~n de ex istir. Sinembargo,creoqueahorahayen~~ cambto muchas más oportunidades para las personas. ~· Andrew W.: ;.La terapia familiar sigue apasionándolo COmlJ llf .;. principio? Mi~hae.' W.: Quizás más que antes. Creo que ha habido progresos extraordma~tos ~n este ca1~po. Estoy en contacto con muchos terapeutas cuyas contnbuctones creattvas están produciendo efectos transfonnadores en e~ t.e terreno. Y me parece que la generación actual de jóvenes terapea11Jfam~ l~ares está menos "atrapada" por las llamadas escuelas de~ fam1llar. Creo que no hace falta decir que esto es algo muy positivo. . Andrew W.: El concepto de creatividad nunca está lejos del~ mtento de los terapeutas. ¿Qué Lo ayuda a seguir siendo creativo y~~~ siempre en la búsqueda ele nuevos límites? ~,,. Michael W. : Me resulta difícil responder a esa pregunta. CiertaJ:Deiil+~ a 1go que ayuda es no tener que preocuparse porlas restricciones buroc:ritiQs. y de organización que desgraciadamente son características de una gran cantidad de instituciones y dependencias del estado. También me ayuda el hecho de considerar mi trabajo como una investigación privada en desarrollo. Y esto último incluye consultar a las familias acerca de la experiencia que vivieron en la terapia; esto es siempre vigorizante. Andrew W.: De modo que siempre debe haber un espfritu constante de indagación e investigación. Michael W.: Sí, ¡hay tanto por aprender y descubrir! Andrew W.: Michael, si usted pudiera predecir el futuro, ¿en qul lugar cree que estaría la terapia familiar dentro de diez o veinte alfos? Michael W.: No me importa mucho tratar de predecir el futuro de la terapia familiar. Sin embargo, hay unacantidaddecosasquemegustaríaque ocurrieran en este campo. Por ejemplo, me gustaría ver que aumenta la tolerancia por la diferencia y junto con esto desearía que Jos terapeutas familiares australianos se opusieran más a la filosofía que sustenta el síndrome de los "sumos sacerdotes". Este sfndromeapareceacompañadopor prácticas culturales que tiene un efecto negativo y desalentador en aquell~ personas consideradas en cierta posición dentro del panorama de la terapta familiar y que, también, tienen un efecto negativoydesalentadorenaq~ellos otros profesionales no considerados en tal posición. Estos llltimos ~o tienen el aliciente necesario para desarrollar y presentar los logros que obtienen en su trabajo en contextos que deberían brindarles el reconocimiento que merecen. También quisiera ver que la comunidad terapéutica familiardesanolle nuevasformasdeapoyaryalentara los terapeutasaustralianosyneocelandeses a visitar centros de terapia familiar extranjeros. Cheryl White,deiCenttode Publicaciones Dulwich, ha coordinado algunas becas con este pro_pó~ito y creo que sería una decisión excelente que otros _centros y asocJactOnes encontraran el modo de organizar y extender este t1po de proyectos. También me gustaría que se ampliaran aquellos proyectos relacionados con la indaaación de la experiencia y la cultura de los hombres y con el encauzami:Oto de las complejas cuestiones de la justicia social, incluidas aquellas que tienen que ver con los sexos, las razas, la pobreza, etcétera. Andrew W.: Quizás lo que usted está proponiendo sea también algo liberador para los propios terapeutas. Michael W.: Sí estoy de acuerdo con esa idea. Referencias bibliográficas "'They reckon a woman's world's just it anda bit", South Australian Film Corporation, 1976. (Producido por Penny Chapman, dirigido por Meg Stewart). Hoffman, L.. 1990. Constructing realities: an art of tenses, Family Process, 29, 1, págs. 1-12. Waldegrave, C., 1990. Just Therapy. 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