ALIMENTACIÓN DE OVINOS CON DIETAS BASADAS EN FORRAJES DE CORTE Maximino Huerta Bravo Posgrado en Producción Animal, Departamento de Zootecnia, Universidad Autónoma Chapingo Km. 38.5 Carretera Texcoco - México Chapingo, México CP 56230 Introducción La mayoría de los ovinos en México se alimentan en pastoreo bajo distintos esquemas: pastoreo de agostaderos, pastoreo de praderas, pastoreo de residuos de cosecha, pastoreo en bosques, orillas de caminos, etc. La mayor demanda de carne ovina en relación a la oferta generó un mercado atractivo que propició la intensificación de la engorda. Dado que no había un mercado de corderos para la engorda, inicialmente se utilizaron ovinos de pastoreo destinados al mercado para su finalización en corral. Posteriormente, dada la escasez de corderos, algunos productores han optado por producir corderos bajo condiciones de estabulación. En estas condiciones, la producción de corderos requiere de alta eficiencia reproductiva y costos bajos de alimentación. La investigación relativa a la alimentación ovina ha seguido dos tendencias. La primera consistió en maximizar la utilización de subproductos (Huerta, 1995) y la segunda en utilizar dietas altas en cereales. Sin embargo, con el surgimiento de uso de cereales y oleaginosas para producir biocombustibles los precios de los ingredientes típicos de las dietas de engorda se incrementaron considerablemente. El uso de la caña de azúcar para producir biocombustibles no ha impactado la producción animal porque tiene poco uso. En EUA se modificó la política de biocombustibles y ahora se focaliza en subproductos (Welshans, 2014). Adicionalmente, la demanda de papel y la escasez de bosques están orientando a los industriales del papel a forrajes de corte de alto rendimiento como fuente de celulosa. Actualmente es factible utilizar los forrajes en forma rentable, pero debe considerarse la competencia futura para usos alternos y la escasez de tierras. Objetivo: proporcionar algunas bases para mejorar la producción ovina utilizando forrajes de corte. Forrajes de corte Los forrajes de corte son una alternativa para las épocas críticas en el crecimiento de los forrajes, tanto para animales en pastoreo como estabulados, y en ambos casos permiten homogenizar la calidad y cantidad de dieta a través del año. En la Figura 1 se presenta información de la producción de forraje en potreros con mezclas de pastos obtenida en los municipios de Jonotla y Tuzamapan de Galeana, Puebla (Arteaga, 2014). La producción anual de forraje fue 7707 kg de MS. Considerando que una oveja de cría de 40 kg de peso vivo requiere 438 kg de materia seca al año para ella y su cría hasta el destete (dos meses) y que la eficiencia de utilización del forraje es del 50%, entonces la carga animal que soportan estas praderas es de 8.8 ovejas/ha. Sin embargo, considerando la variación mensual en la producción de forrajes, la carga animal debería fluctuar entre 3 y 17 ovejas. Este ajuste de carga se puede realizar 45 18 40 16 35 14 30 12 25 10 20 8 15 6 10 4 5 2 0 OVEJAS/HA MS, KG/HA/D parcialmente con la compraventa de animales. En bovinos también se puede ajustar la producción de forraje con las demandas de la vaca en función de su estado fisiológico, pero en ovinos es más complicado por la posibilidad de lograr más de un parto por año. 0 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Fig. 1. Producción de materia seca en potreros con mezclas de pastos (Axonopus, Paspalum y Holespiscus) en Jonotla y Tuzamapan de Galeana, Puebla (Arteaga, 2014) y carga animal estimada. Los forrajes de corte pueden ser utilizados en fresco, henificados o ensilados. Algunas de las especies forrajeras recomendadas para ensilar o henificar se indican en el Cuadro 1. La utilización de forrajes de corte frescos está sujeta a las variaciones estacionales de la producción de forraje y a las limitaciones que puede imponer el clima para su cosecha diaria. Por ello, la conservación de forrajes es una opción para asegurar el suministro de alimento. Cuadro 1. Especies forrajeras potenciales para ensilar o henificar (Tomado de INIFAP, S/A) Especies para ensilar Especies para henificar Maíz Pangola Sorgo Estrella Taiwán Chetumal Elefante Guinea King grass Señal Guinea Insurgente Caña de azúcar Kudzú Caña japonesa Tehuana Kudzú Alfalfa Tehuana Avena Triticale Aun cuando la cosecha mecánica de forraje permite una mayor utilización del mismo que el pastoreo por el animal, las implicaciones en costos y producción animal deben ser consideradas. Un costo que normalmente no se considera para forrajes conservados es el relacionado con el capital invertido. La caña de azúcar es un forraje que puede ser conservado en pie, porque su calidad se mantiene relativamente constante entre los 6 y 24 meses de edad. Sin embargo, para el resto de los forrajes es muy importante considerar el momento de corte para lograr una calidad aceptable. En el Cuadro 2 se puede observar que el contenido de proteína cruda en hojas, tallos y planta completa declina conforme la edad de corte avanza (promedio de cinco ecotipos de Pennisetum purpureum). Considerando un requerimiento para mantenimiento de 8% de proteína cruda en la materia seca del forraje: La hoja puede ser satisfacer este requerimiento en cualquier edad de corte. El tallo satisface este requerimiento en forraje cosechado a los 84 días. La planta completa satisface este requerimiento en forraje cosechado a los 112 días. Cuadro 2. Contenido de proteína cruda de Pennisetum purpureum a diferente edad de corte (Araya y Boschini, 2005) Edad, días Hoja Tallo Planta completa 70 16.56 10.53 13.51 84 15.91 8.69 11.90 98 14.18 7.63 10.35 112 12.89 6.24 8.90 126 11.75 5.23 7.63 140 10.51 4.68 6.36 A pesar del menor contenido de proteína conforme se incrementa la edad de corte. El rendimiento de materia seca aumenta en cuatro de los cinco ecotipos (Fig. 2). En general, cuando los ovinos pastorean, seleccionan hojas principalmente, pero cuando el forraje es cosechado y picado se limita la selectividad. Esto ocasiona detrimento de la calidad del forraje en diversos aspectos: menor digestibilidad, mayor contenido de fibra, mayor material muerto (Fig. 3) y menor contenido de proteína, minerales y vitaminas. Materia seca, ton/ha/corte 30.0 25.0 20.0 15.0 10.0 5.0 0.0 70 Taiwán 84 King grass 98 112 Gigante 126 Enano 140 Camerún Fig. 2. Producción de materia seca en cinco ecotipos de Pennisetum purpureum a diferentes edades de corte Fig. 3. Cosecha de caña de azúcar para alimentación animal (SLP, México) En el caso ilustrado en la Fig. 3 se puede observar la gran proporción de material muerto, que en este caso era eliminado con la finalidad de obtener un forraje de mejor calidad. En este rancho, esta acción es factible porque tienen abundancia de forraje. Sin embargo, cuando se desea aprovechar todo el forraje producido, se debe evaluar su contenido nutrimental y balancear la dieta para función requerida. La caña de azúcar cosechada se transporta y se pica finamente (Fig. 4). FIg. 4. Picado mecánico de la caña de azúcar. Cuando las unidades de producción son relativamente pequeñas, la caña de azúcar se puede conservar en pie y realizar cosecha manual diariamente. Un problema asociado con la cosecha manual de la caña de azúcar es la presencia de víboras venenosas y lesiones de los trabajadores, por lo que comúnmente se recurre a la quema del material muerto (Fig. 5). La quema no se recomienda en general, por la contaminación ambiental o para cualquier otro forraje. Fig. 5. Quema del material muerto de la caña de azúcar. Sin embargo, cuando las unidades de producción son grandes y se requiere cosecha mecánica, las lluvias pueden limitar el uso de maquinaria. Una opción para conservar y mejorar la caña de azúcar es la saccharina que consiste en picar la caña de azúcar, extenderla en una superficie plana con un grosor de alrededor de 20 cm, agregar 0.5% de mezcla mineral y 1.5% de urea en base al peso húmedo. La mezcla mineral se distribuye al voleo y la urea se puede disolver en agua y se aplica a la caña con una regadera de jardín. Las levaduras presentes en el ambiente colonizan la caña y transforman la urea en proteína verdadera. Este proceso se realiza en 24 horas y durante este tiempo debe moverse la caña para evitar que se seque. Después se extiende para facilitar su secado y lograr un contenido de materia seca de alrededor del 90%. En ese momento puede ser almacenada hasta su utilización en la alimentación animal. En el Cuadro 3 se presenta los resultados del comportamiento de ovinos alimentados con distintos niveles de saccharina en la dieta (Huerta et al., 1995). La caña de azúcar utilizada era la destinada para un ingenio, es decir, quemada y sin hojas. El resto de la dieta era sorgo y pasta de soya. Dado que el contenido de proteína de la saccharina fue de 15.8%, permitió disminuir el contenido de pasta de soya. En general se puede obtener un comportamiento bueno de los ovinos en engorda hasta con 50% de saccharina en la dieta. Para ovejas de cría se pueden utilizar niveles superiores de saccharina. La inoculación con levadura puede ser una práctica que ayude a mejorar la fermentación. Además, conviene que el secado se realice lo más rápido posible y que sea completo para evitar otro tipo de fermentaciones (butíricas) que pueden deteriorar la calidad del producto. Cuadro 3. Comportamiento de borregos alimentados con distintos niveles de saccharina en la dieta (Huerta et al., 1995). Nivel de saccharina (%) Variable 25 50 75 100 ESM1 Peso inicial, kg 21.9a 22.3 a 22.7 a 20.8 a 0.6 a a b c Peso final, kg 40.6 40.7 34.7 24.7 1.1 Gan. de peso, g/día 267 a 263 a 172b 56c 17.8 Consumo de alimento: g/día 1269a 1397a 1107b 560c 39.0 a a a b g/kg PV.75 104 106 90 54 3.6 Eficiencia alimenticia alimento/ganancia 5.2 a 5.3 a 6.5 a 12.1 a 2.3 1 ESM = Error estándar de la media. a,b,c Medias en la misma hilera sin una letra en común son diferentes (P < .05). En el Cuadro 4 se presenta una comparación del comportamiento de ovinos alimentados con alimento concentrado, alimento concentrado restringido y forraje fresco de corte o pastoreado (Jacques et al., 2011). La alimentación con forrajes cosechados y picados puede ser inferior al obtenido con animales pastoreando el mismo forraje debido a la menor selectividad. Los animales con concentrado restringido y cero pastoreo tuvieron menor rendimiento en canal que los alimentados con concentrado (41.4 vs 45%). Esto se debió a mayor peso del aparato digestivo y menor grasa dorsal. Los autores concluyeron que los corderos de elevado peso al sacrificio y alimentados con forraje previenen la acumulación excesiva de grasa en la canal pero con desarrollo muscular similar que resulta en un producto magro para los consumidores. Cuadro 4. Comportamiento de ovinos Dorset bajo distintos sistemas de alimentación (Jacques et al., 2011). Concentrado Cero Variable Concentradoa Pastoreoc b restringido pastoreoc Comportamiento global Peso inicial, kg 23.6 23.7 23.6 23.6 Peso final, kg 47.2 46.9 47.0 47.1 Ganancia de peso (g/d) 449 347 267 295 Comportamiento de 35 a 40 kg de peso vivo Ganancia de peso (g/d) 486 397 315 353 Consumo de materia seca (g/d) 1548 1655 1805 1775 Conv. alimenticia (alimento/ganancia) 3.18 4.16 5.73 5.02 a El alimento consistió de concentrado peletizado comercial (17% PC) y heno de buena calidad a libre acceso (15% PC) b Igual al anterior, pero con una relación forraje:concentrado de 60:40. c Dactylis glomerata y alfalfa al inicio de la estación seguido por Phleum pratense y Trifolium repens (17.8% PC). Otras opciones para conservar forrajes pueden ser henificar o ensilarlos (Fig. 6). El objetivo primario de estas opciones de conservación es mantener la calidad nutricional del forraje original. Los investigadores del INRA en Francia (Jarrige et al., 1986) realizaron 2331 evaluaciones de forrajes (1,432 frescos, 539 henificados, 247 ensilados de pastos y 113 ensilados de maíz). Estas evaluaciones fueron la base del sistema de unidades forrajeras del sistema francés de alimentación de rumiantes publicado originalmente en francés en 1978 y después en español (INRA, 1981). En este sistema adoptaron un forraje como referencia evaluado con un borrego estándar (Borregos Texel castrados, adultos, y 60 kg de peso vivo): Consumo de materia seca = 75 g/kg PV0.75 Digestbilidad de la materia seca = 77% Energía metabolizable = 2.7 Mcal/kg MS Proteína cruda = 17% (BS) Fibra cruda = 25% (BS) En el INRA se realizaron mediciones de consumo de forraje para comparar los forrajes frescos con los mismos forrajes henificados o ensilados. Por ello, tomando como base el forraje de referencia, el consumo de materia seca (g/kg PV0.75) queda de la siguiente manera: Forraje fresco 75 Forraje henificado 62 Forraje ensilado 48 Cuando estos valores de consumo de materia de los forrajes se utilizan para predecir la ganancia de peso (g/día), entonces queda de la siguiente manera: Forraje fresco 150 Forraje henificado 96 Forraje ensilado 37 Evidentemente el valor nutritivo de los forrajes henificado y ensilados es inferior al del forraje fresco en la forma que los forrajes fueron evaluados. El ARC (1980) también reportó un bajo consumo de forrajes ensilados por ovinos 46 g MS/kg PV0.75. El NRC (1987) revisó el consumo voluntario de alimento y encontró que la predicción del consumo de forrajes requería ecuaciones diferentes para forrajes henificados que posteriormente son molidos y peletizados, y para forrajes ensilados suplementados con pasta de soya. En general, se puede tener buena producción animal cuando los forrajes conservados son suplementados para corregir las deficiencias nutrimentales y mejorar su digestibilidad y palatabilidad. Asimismo, los forrajes se caracterizan por su voluminosidad, de tal manera que la disminución del tamaño de partícula y la elaboración de comprimidos (pellets) y el manejo de la alimentación para maximizar su consumo repercuten positivamente en el comportamiento animal. Los forrajes ensilados se caracterizan por la presencia de ácidos, cuya aceptación por los ovinos es más limitada que para bovinos; la mayoría de su proteína está en forma de nitrógeno no-proteínico, y durante el proceso del ensilaje se pierden sólidos, dentro de los cuáles se encuentran diversos minerales. Por ello, los forrajes ensilados deben ser combinados con otros ingredientes para enmascarar el sabor ácido, utilizar forrajes con bajo tamaño de partícula (5–15 mm), suplementar con proteína verdadera como pasta de soya, canola, y otros; y agregar minerales. La inclusión de forraje de buena calidad en dietas altas en grano puede mejorar el comportamiento porque reduce el riesgo de acidosis. Además, las buenas ganancias de peso pueden mantenerse si el animal puede consumir suficiente alimento de tal forma que satisfaga sus necesidades de energía (Cuadro 5). Esto se puede lograr con forrajes peletizados. Una de las ventajas de utilizar alfalfa es que reduce el porcentaje de pasta de soya en la dieta y puede mejorar la rentabilidad de la engorda (Reséndiz et al., 2013). Cuadro 5. Comportamiento de borregos Columbia x Suffolk alimentados con distintos porcentajes de heno de alfalfa peletizada (Fluhart, 1999). Porcentaje de alfalfa comprimida Variable Peso inicial, kg Peso final, kg Consumo de mat. seca, kg/d Consumo de mat. seca, g/kg PV0.75 Ganancia de peso, g/día Conversión alimenticia Consumo de EM, Mcal 0 48.0 65.8 1.388 67 200 7.0 283 20 48.0 65.0 1.506 73 213 7.1 272 40 48.0 66.0 1.760 85 245 7.2 294 60 47.9 65.6 1.964 95 254 7.7 272 80 48.1 64.1 2.254 110 249 9.0 287 100 48.0 65.8 2.418 117 240 10.1 326 La alimentación de ovejas de cría durante la segunda mitad de la gestación y durante la lactación con forrajes ensilados únicamente no es recomendable cuando tienen más un cordero, al menos que el forraje sea de excelente calidad (Bernesa y Stengärde, 2012). Además, el comportamiento de los corderos puede ser limitado (Bernesa et al., 2012). El uso de 40 a 50% de concentrado puede mejorar el comportamiento de ovejas y corderos. Cuando los forrajes se maduran en campo se convierten en pajas cuyo valor nutritivo es limitado. Además. los residuos de las cosechas tienen la misma característica. En el Cuadro 6 se presenta información de 74 dietas evaluadas con ovinos en donde se utilizaron diversos forrajes toscos. En estos casos los forrajes deben ser molidos finamente para evitar selectividad y asegurar un buen consumo de alimento. Las dietas deben estar balanceadas en proteína y minerales. Cuadro 6. Comportamiento de ovinos alimentados con subproductos lignocelulósicos Forraje en dieta Núm. Peso Consumo de Ganancia Conversión Suplemento (porcentaje) de inicial alimento de peso alimenticia Rango Promedio dietas kg g/día g/kg PV.75 g/día alim/gan kg/kg de inc. peso 0-20 11 2 25 1144 86 180 6.4 5.66 20.1-40 32 9 25 1089 86 133 8.2 5.60 40.1-60 51 23 23 1112 97 87 12.8 6.32 60.1-80 72 31 25 868 73 37 23.2 6.54 >80 86 9 24 688 60 18 37.8 5.16 Conclusiones Los forrajes de corte pueden ser utilizados eficientemente en la alimentación ovina cuando se consideran sus limitaciones y se corrigen tomando las medidas necesarias de manejo y balanceo de las dietas. Además. pueden generar carne magra de mejor aceptación por el consumidor o permitir finalizar los corderos con pesos superiores sin demasiado engrasamiento. Literatura citada Araya Mora, M. y C. Boschini Figueroa. 2005. Producción de forraje y calidad nutricional de variedades de Pennisetum purpureum en la meseta central de Costa Rica. Agronomía Mesoamericana 16(1): 3743. ARC. 1980. 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