Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes INFD, “Conocer para incidir sobre las prácticas pedagógicas”. Convocatoria 2008, Proyecto de investigación Nº 405. Institución sede: Instituto Superior Goya CUE: 1801426-00 Jurisdicción: CORRIENTES Directora de la investigación: Gabriela González Sandoval, DNI 21.683.247 Investigadores docentes: Alejandra Isabel Humeres, DNI Nº 21.522.741 Lisa Beatriz Monje, DNI N° 13.418.169 Catalino Julián Segovia, DNI Nº 20.255.240 Investigadoras estudiantes: Alicia Noemí Acuña, DNI Nº 25.037.370 Teresita Mazzuchini, DNI Nº 35.061.462 Miriam Carolina Yujnievich, DNI Nº 31.678.503 Informe final de investigación Goya, Corrientes; junio de 2011 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Índice Pág. Resumen .……………………………………………………………………………. 2 Introducción …………………………………………………………………………. 3 Metodología …………………………………………………………………………. 8 Análisis descriptivo …………………………………………………………........ 11 1. La lectura y la escritura “en partecitas” ..................... 11 2. Textos y (pseudo) textos en el aula …………………………… 13 3. ¿Y el lugar de la literatura? ……………………………………… 15 Interpretación de los resultados ……………………………………………. 17 1. “La letra con sangre entra” ………………………………………. 17 2. En los cimientos de los quehaceres ………………………….. 22 Discusión de los resultados …………………………………………………… 25 Conclusiones ………………………………………………………………………… 27 Referencias bibliográficas …………………………………………………….. 31 Anexo ……………………………………………………………………………. 34 1 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Resumen Las estrategias instruccionales son elementos esenciales de la transmisión del saberhacer profesional que permiten conocer los “quehaceres ordinarios de la clase” (Chartier, 2000). El problema de la presente investigación gira en torno de la exploración de ese saber-hacer, así como del modo en que el mismo se articula con las concepciones pedagógicas subyacentes. En este sentido, nos propusimos describir las estrategias de enseñanza que utilizan cuatro maestras de primer grado de una escuela primaria pública de gestión estatal y analizar cuáles son las concepciones de lectura y escritura que ellas poseen. Se llevaron a cabo sistemáticamente observaciones de las clases de lengua -es decir, de las horas de lengua y de otras áreas en las que se desarrollaron situaciones de lectura y escritura-, entrevistas dirigidas a cada docente y a los directivos, además del análisis de cuadernos de los alumnos y alumnas. Una de las principales conclusiones de esta investigación es que la mayor parte de las estrategias observadas muestra resabios de una pedagogía disciplinadora que se expresa en la visión homogeneizante de la realidad y en el control riguroso del aprendizaje. Las situaciones de lectura y escritura ponen el acento en la repetición, memorización y reproducción de letras, sílabas, palabras aisladas u oraciones descontextualizadas, y reducen la idea de leer y escribir a un ejercicio para decodificar y codificar sílabas, sin preocuparse por el interés de los niños y niñas, ni porque ellos logren un acercamiento más genuino al mundo de la escritura. Palabras clave: alfabetización inicial; lengua escrita; estrategias instruccionales; situaciones de lectura y escritura; concepciones de lectura y escritura. 2 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Introducción El trabajo de investigación realizado representa una vía para comprender algunos saberes empíricos de la escuela primaria, lo que implica la construcción de un modo relacional dialéctico con el conocimiento (Achilli: 2000). Ello significa para nosotros, docentes formadores, y para las estudiantes1 que tomaron parte activa en el equipo de trabajo, un aporte de alta pertinencia formativa en el terreno de la alfabetización inicial. Sabemos que la alfabetización inicial constituye una temática sustancial, a partir de la relevancia que ha adquirido en este momento mediante su incorporación en el nuevo currículum de la Formación Docente. Por tanto, consideramos que los resultados del trabajo que se ha llevado adelante también podrán sumarse a los debates actuales sobre dicha temática, además de ayudarnos a emprender la tarea de reponer diálogos entre el IFD, sede de la investigación, y la escuela asociada. Según Berta Braslavsky (2005), las estrategias instruccionales o herramientas metodológicas a cargo del docente son el apoyo que necesitan los alumnos 2 para tener éxito en la lectoescritura, especialmente con respecto a la comprensión de la lectura auténtica. Dichas estrategias constituyen elementos esenciales en la transmisión del saber-hacer profesional que permiten conocer los “quehaceres ordinarios de la clase”3 (Chartier, 2000). El problema de esta investigación gira en torno de la exploración de ese saber-hacer, así como del modo en que el mismo se articula con las concepciones pedagógicas subyacentes. Anne Marie Chartier (2000), advierte que los quehaceres ordinarios de la clase -es decir, lo que se hace en el día a día en la escuela-, son saberes invocados pero ausentes; forman parte de una realidad “supuestamente conocida, designada sin cesar pero no descripta, salvo incidental o indirectamente”4. En relación con este planteamiento, notamos que en nuestras cátedras es frecuente escuchar la 1 Las alumnas que formaron parte del equipo de trabajo pertenecen al Profesorado para Primer y Segundo Ciclo de la EGB. En el plan de estudios de la mencionada carrera, la Alfabetización Inicial no se hallaba incluida aún como unidad curricular. 2 La no utilización de los dos géneros debe entenderse como una solución provisional para hacer más ágil la lectura del texto, y no como un uso sexista del lenguaje. 3 La traducción es nuestra. 4 Ídem anterior. 3 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes preocupación de los alumnos que al año siguiente realizarán su residencia en las escuelas primarias; la pregunta más frecuente por parte de los estudiantes suele ser “¿Cómo se hace para enseñar a leer y a escribir?”. Cuando intentamos darles algunas respuestas desde los saberes convencionalmente autorizados, nos damos cuenta de que de esa manera estamos enseñando sin conocer lo que acontece en el cotidiano escolar, y los futuros maestros no logran realizar una apropiación cabal del conocimiento didáctico. Por otro lado, la escuela en la que realizamos nuestra investigación recibe año a año a los estudiantes del instituto de formación docente, en sus trayectos de práctica y residencia; este fue uno de los criterios de elección de dicho escenario, pues si nuestros alumnos del profesorado 5 perciben como legítimas todas las estrategias de enseñanza en uso de la escuela asociada, entendemos que cuando egresen es altamente probable que perpetúen el corpus tradicional de saberes, el saber pedagógico por defecto (Terigi, 2010), si no les damos la oportunidad -en su formación inicial- de plantearse este problema que a la vez conduce a preguntarse por la centralidad de la enseñanza y por la responsabilidad del docente en la transmisión de cultura (Núñez, 2003). Para dar respuesta a nuestros interrogantes, perseguimos el objetivo general de describir las estrategias instruccionales empleadas en la enseñanza de la lectura y la escritura por cuatro maestras de distintas secciones de primer grado de una escuela primaria pública de gestión estatal de Goya, provincia de Corrientes. Nuestros objetivos específicos 6 apuntaron a analizar las situaciones de lectura y escritura que se incluyen en las clases de lengua7 como parte de la propuesta alfabetizadora, focalizando las herramientas metodológicas utilizadas por cada docente. En segundo lugar, buscamos reconocer cuáles son las concepciones subyacentes en tales 5 Señala Davini (1995:112) que el efecto de la evaluación de los alumnos y de los practicantes presenta dificultades que impulsan a estos últimos a reiterar las “rutinas seguras” de la escuela, como medio de obtener la aprobación, en especial, considerando que los maestros desempeñan una parte activa en la formación de los estudiantes, muchas veces mayor que la de los docentes de los profesorados. 6 El proyecto aprobado por el INFD incluía originalmente tres objetivos, el tercero de los cuales ha sido pospuesto dentro del trabajo realizado pues consideramos pertinente priorizar el proceso de investigación, sin incluir la investigación-acción. Está previsto el cumplimiento de dicho objetivo en una etapa posterior, luego de la presentación de los resultados de la investigación en el IFD y en la escuela asociada. 7 Entendemos por “clases de lengua” no sólo las del área de lengua sino también las de las distintas áreas curriculares, sosteniendo la idea de que todas ellas son las encargadas de desarrollar las habilidades de lectura y escritura de los chicos. 4 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes herramientas metodológicas, pues sin duda los supuestos tienen fuerte incidencia en la configuración de las prácticas. El trabajo de campo se desarrolló durante los meses de septiembre-diciembre de 2009. Se llevaron a cabo sistemáticamente observaciones participantes de las clases de lengua -es decir, de las horas de lengua y de otras áreas curriculares en las que se desarrollaron situaciones de lectura y escritura-, entrevistas dirigidas a cada docente y a los directivos de la institución, además del análisis de cuadernos de los alumnos y alumnas. Guiados por lo que conocemos acerca de la realidad de la escuela primaria, habíamos partido de la hipótesis de que los docentes de primer grado utilizarían distintas estrategias, en las que se observaría la impronta de una pedagogía disciplinadora, la que se consolida en rutinas homogeneizantes y en el disciplinamiento sobre el aprendizaje de la lectura y la escritura, rasgos arraigados en la tradición escolar. En convivencia con ellas, pero con débil presencia, aparecerían los aportes de otras tendencias -consolidadas o no en la tradición- que se aproximan a un estilo de docencia más abierto a las disposiciones culturales y de aprendizaje de los alumnos. Si tenemos en cuenta las características del contexto en que se desarrollan las prácticas observadas, se trata de una escuela periurbana a la que asisten niños de sectores pobres quienes además, por lo general, no tienen en sus hogares experiencias de alfabetización temprana y/o un modelo de adulto lector que los acerque a “la lengua y la cultura de los libros” (Hèbrard, 2006). Si pensamos además en la necesidad de otorgarles a estos niños el estatuto de sujetos de derecho, la transmisión de la cultura escrita se impone como un derecho educativo que a la escuela le cabe garantizar, y en la que reside el eje del sentido del trabajo docente (Dussel y Southwell, 2010). Pero no se trata de la transmisión en sentido mecanicista, sino del acto de enseñar para provocar en el otro cierto deseo de saber, en nuestro caso concreto, el deseo de leer y escribir. Preguntarnos por las estrategias de enseñanza utilizadas en primer grado requiere que explicitemos nuestras propias concepciones acerca de la alfabetización. Adherimos a la concepción de alfabetización como un continuum que se inicia en la primera infancia y se desarrolla durante toda la vida. Este concepto de continuidad de la alfabetización temprana (Braslavsky: 2005), nos lleva a concebir la alfabetización 5 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes como apropiación y recreación de la cultura escrita, lo cual implica que, desde el comienzo de la escolaridad, a través de la lengua escrita se accede a los saberes propios de los distintos campos del conocimiento (la literatura, las ciencias, el arte), para conservarlos, compartirlos y transmitirlos (Gaspar y González: 2006). Señala Silvia González (2010: 3): “Es cierto que para eso, entre muchos otros saberes, los chicos tienen que conocer las letras y poder manejar el lápiz para trazarlas, pero queda claro también que la puerta de entrada a ese ‘mundo de la escritura’ no son los grafismos, ni las letras sueltas (ni en Nivel Inicial ni en la escuela primaria). Hay numerosísimas experiencias escolares en relación con la exploración de libros (y otros materiales escritos) y la escucha de la lectura por parte del docente, tanto de textos literarios (cuentos, juegos del lenguaje, poesía, teatro) como de textos no literarios sobre el arte y el mundo social y natural (porque no solo el área de Lengua alfabetiza)”. En otras palabras, es necesario que se articulen las tres dimensiones de conocimientos implicados en la alfabetización inicial categorizados por Borzone (1994: 193): los conocimientos sobre la escritura, sobre el sistema de escritura y sobre el estilo de lenguaje escrito. En esta articulación cumple un papel fundamental la presencia de una biblioteca activa, que les permita a los niños -de la mano del maestro-, hacer interpretaciones de los textos desde muy pequeños (Borzone, 1994; Ferreiro, 1999; Lerner, 2001; Braslavsky, 2005; Gaspar y González, 2006, Chambers, 2007; Fernández, 2010, entre otros). Si recurrimos a la historia de la enseñanza de la lectura en nuestro país, ya en 1901 encontramos las ideas de Pablo Pizzurno, quien en su “Mensaje a los Maestros y a los Padres de Familia”, sostiene que para acceder a la lectura comprensiva y expresiva: “…no basta que se aprenda a vencer las dificultades materiales de la lectura, es decir, descifrar y pronunciar fácilmente las palabras. Importa, sobre todo, despertar el amor a la lectura, formar el hábito de leer. Pero eso no se obtiene si no se conquista la atención del niño, si no se gana su voluntad por medio del interés que en él se despierte” (citado por Braslavsky, 1997: 13). Sin embargo, las situaciones que pueden reconocerse como el punto de partida del proceso alfabetizador -es decir, aquellas que incluyen la mediación a cargo del docente o las que cimientan la comprensión de la tarea que los alumnos tienen 6 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes por delante y el interés por leer y escribir, el trabajo con una variedad de textos auténticos, en especial los de literatura infantil-, frecuentemente son algo postergado en la escuela para los sectores sociales más desfavorecidos. En efecto, Melgar y Zamero (2011: 15) observan que “los niños de sectores sociales vulnerables se enfrentan con propuestas pedagógicas mecánicas como el aprendizaje de las letras o el llenado de planas con grafismos, antes de saber para qué sirve el sistema que están aprendiendo ni qué funciones cumple en la sociedad.” Por último, entre las investigaciones relacionadas con el tema, debemos distinguir los estudios que nos remiten a la historia de la enseñanza de la alfabetización de los que, haciendo un corte sincrónico, se sitúan en el escenario de la clase y toman como unidad de análisis al docente o al cuaderno de primer grado. Entre los primeros, se encuentran los aportes de Chartier y Hèbrard (1994) y Chartier (2004) en Francia, y de Braslavsky (1997), Cucuzza y Pineau (2002), en Argentina. Entre las investigaciones del segundo tipo mencionadas, en un trabajo de Ize, González y Vilatella (1997) basado en las observaciones de una clase de primer grado, se establece que el alumno es pasivo y el entorno sociocultural, irrelevante; en ningún momento, dentro de la situación de enseñanza-aprendizaje, se trabaja con textos. En los cuadernos de los chicos, el nivel de contextualización mayor es el oracional y, en la clase, el lenguaje no es tomado integralmente, sino en partes, en unidades no significativas. El trabajo con la escritura de la docente se centra en el desarrollo de los aspectos perceptivos y motrices, sin estimular habilidades más complejas que favorezcan la comprensión de la lengua escrita. Por su parte, Zamero et al. (2009) en su análisis de las actividades de alfabetización en cuadernos de primer grado, advierten que la enseñanza de la escritura no se presenta como un aprendizaje relacionado con el desarrollo de un modo de pensamiento sino como un aprendizaje ligado casi exclusivamente a la apropiación de un código desligado del significado y de la lectura y la escritura en tanto prácticas culturales comunicativas. Asimismo, Melgar y Botte (2010), en sus notas en torno del análisis de cuadernos de primer grado realizado por profesores de institutos de formación docente, señalan que dos terceras partes de los cuadernos escolares relevados en 22 jurisdicciones de nuestro país manifiestan los resultados evidentes de una concepción alfabetizadora de base atomística. Para las autoras, estos cuadernos se 7 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes constituyen en testimonios de riesgo pedagógico, en tanto permiten inferir dificultades en la enseñanza que, en la mayor parte de los casos, derivan en fracaso escolar. Metodología La investigación, de carácter descriptivo-exploratorio, estuvo centrada en una escuela primaria periurbana, con el objeto de caracterizar las estrategias de enseñanza de las docentes de primer grado y las concepciones que orientan dichas prácticas. Adoptamos un enfoque metodológico cualitativo, y utilizamos un diseño predeterminado que se fue ajustando en distintos momentos del proceso. Para dar cuenta del camino realizado, podemos decir que inicialmente nos preguntamos con qué herramientas metodológicas los docentes enseñan a leer y a escribir en primer grado, si realmente en las aulas encontramos situaciones de enseñanza sistemática que despiertan en los alumnos la necesidad y el deseo de leer y escribir, o si lo que abundan son más bien tareas desprovistas de sentido tanto para los alumnos como para el docente; cuáles son las concepciones sobre el objeto de enseñanza y sobre el sujeto que aprende que posee cada docente y cómo inciden tales concepciones en la configuración de las prácticas. Por otro lado, nos cuestionamos sobre el uso de los recursos disponibles en la institución, pues muchas veces en el contexto escolar existen bibliotecas equipadas con libros y todo tipo de soporte escrito que, sin embargo, no son utilizados por los maestros sistemáticamente para crear el sentido en las clases, es decir, para enseñar poniendo el énfasis en la comprensión y en la dimensión personal de la lectura (Solé, 1995) de manera sostenida y consciente. En lo que respecta a la biblioteca de la escuela donde realizamos nuestra investigación, la misma cuenta con más de novecientos ejemplares inventariados -sin contar los manuales escolares- y con una matrícula total de inscriptos, en el año 2009, de 608 (seiscientos ocho) alumnos. Existen libros para el docente, del área de la alfabetización inicial, y para los alumnos, de literatura infantil, que fueron distribuidos en el marco de los Programas Plan Social Educativo y PIIE. Entre los libros de literatura infantil destacamos la presencia de 8 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes muchos títulos de la Colección Buenas Noches (Editorial Norma); también podemos mencionar diversos títulos de la obra de María Elena Walsh, Adela Basch, varios librosálbum de Anthony Browne, entre otros de calidad literaria. Entre los textos no literarios, encontramos enciclopedias, diccionarios comunes y regionales. Además, se hallan inventariados juegos didácticos y videos en formato DVD. Las unidades de análisis de anclaje han sido cuatro docentes de nivel primario, las que poseen diversa experiencia en aulas de primer grado: una de ellas es una maestra experimentada, dos poseen mediana experiencia y una última podría considerarse docente novel. Notamos que en sus autorrepresentaciones, mientras dos de ellas se perciben firmemente posicionadas frente al cómo enseñar -la más experimentada y la novel-, las otras dos manifiestan inseguridad y en ocasiones, indiferencia. En la formación inicial de ninguna de las cuatro se incluyeron contenidos vinculados con la alfabetización y las cuatro afirman no haber realizado capacitaciones en que se abordaran estos contenidos específicos, en los últimos diez años 8. Al centrar el trabajo en una única institución pudimos realizar el examen intensivo de las estrategias empleadas por las docentes, las que se hallan a cargo de distintas secciones que cuentan con aproximadamente treinta alumnos cada una. El seguimiento a las cuatro maestras implicó la recolección y registro de datos en diferentes soportes que conformaron un valioso material para el análisis. El estudio se extendió durante un año. Llevamos a cabo la recolección de datos durante los meses de septiembre-diciembre del ciclo 2009, mediante observaciones del contexto escolar y, en particular de las clases, el análisis de cuadernos de los chicos y las entrevistas semiestructuradas realizadas a cada maestra, además de conversaciones informales mantenidas con ellas y con los directivos. En todas estas situaciones pudimos establecer con las docentes un vínculo amable; ellas, al igual que el equipo directivo, durante todo el proceso se mostraron siempre colaboradoras con los investigadores, actitud que valorizamos muy positivamente. Durante las observaciones participantes se utilizaron grabadores de audio, con la anuencia de las docentes, y se registraron cerca de ciento veinte horas didácticas. 8 Entre el 2000 y 2001 esta escuela participó del Programa Fortalecimiento Profesional de Capacitadores (Fordecap), que incluyó un módulo referido a la temática. Una de las cuatro maestras y el actual equipo directivo estuvieron presentes en aquella oportunidad; sin embargo, los contenidos abordados no alcanzaron a ser sistemáticamente institucionalizados. 9 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Los miembros del equipo asistimos solos -los docentes- o en parejas -las alumnas- a las distintas clases observadas durante un mes, entre septiembre y octubre, a los efectos de detenernos intensivamente en las clases de lengua. Paralelamente, tuvo lugar el registro interpretativo de las situaciones observadas en clase. Fue necesario desgrabar las clases, a fin de socializar los datos dentro del equipo y para que el trabajo resultara más operativo. El cuaderno de clase es un dispositivo escolar en el que se deja registrada gran parte de la labor cotidiana realizada en el aula (Gvirtz, 1999). Representó un importante instrumento de investigación pues nos permitió mirar en perspectiva lo sucedido desde el primer día de clase hasta la finalización del año lectivo, en tanto que las observaciones se circunscribieron al periodo septiembre-octubre. Por otra parte, las entrevistas individuales ofrecieron información pertinente para contrastar las prácticas observadas con la explicitación de algunas concepciones pedagógicas formuladas por las docentes y con aspectos particulares de la formación de cada una. Las entrevistas se realizaron a los efectos de articular las diferentes estrategias instruccionales utilizadas con los objetivos de la enseñanza, las concepciones sobre la enseñanza de la lectura y la escritura, las propias experiencias de lectura y escritura, entre otros aspectos relevantes de su tarea alfabetizadora. Las entrevistas a los directivos buscaron indagar acerca de la existencia de acuerdos establecidos respecto de la posible institucionalización de un proyecto alfabetizador. Para el análisis de la información obtenida se utilizó como procedimiento la interpretación de manera simultánea al trabajo de campo, lo que dio lugar en el análisis a la triangulación metodológica y de investigadores para cotejar, contrastar, validar y categorizar la información. Se halla prevista una vuelta al escenario del trabajo de campo a los fines de efectuar una devolución de los resultados de la investigación, para que conjuntamente con los docentes y los directivos de la escuela asociada podamos tomar lo cotidiano y aparentemente natural, los quehaceres ordinarios de la clase, como objeto de análisis, discutir acerca de las estrategias instruccionales utilizadas, y construir el modo de impulsar el desarrollo de prácticas alfabetizadoras superadoras. 10 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Si un niño pedalea sobre una bicicleta estática, pronto se cansará. Mientras que iría al fin del mundo si la bicicleta pudiera rodar de verdad. CELESTIN FREINET Análisis descriptivo 1. La lectura y la escritura en “partecitas” Las situaciones de escritura y lectura que tienen lugar en el aula quedan plasmadas en dos formas privilegiadas de registro de lo enseñado como son el pizarrón y los cuadernos de los chicos. La unidad empleada es la sílaba, que una vez reconocida de distintos referentes9 que se encuentran en el aula, se usa para armar palabras y oraciones. Los “referentes” son distintos carteles que se encuentran pegados en soporte papel sobre las paredes del aula y que contienen diversas palabras escritas en letras mayúsculas de imprenta, que proporcionan información segura a los chicos sobre el sistema de escritura. Del análisis de los cuadernos se desprende que las actividades -luego de proponer la escritura del nombre propio de cada alumno y la distinción de las vocalesdesde el primer mes de clase se orientan al reconocimiento de “partecitas” (sílabas). Por ejemplo, entre algunas consignas encontramos las siguientes: “Separo y cuento partecitas” (marzo), “Utilizo las partecitas p[ara escribir] sus nombres”, “Coloco la partecita que faltan” (sic), “¡A jugar separ[a]ndo partecita[s!]”(abril); “Separo en partecitas”; “Escribo lo que veo [y] separo en partecitas” (mayo); “Con las partecitas formo palabras” (junio), etc. 10 Además, los cuadernos presentan fotocopias11 con oraciones o textos breves, en los que las palabras aparecen “escandidas”12 por el alumno, es decir, con las sílabas marcadas con una mecánica similar a la que tiene lugar en las situaciones de lectura en el pizarrón, luego de la escritura de palabras y oraciones. 9 En las aulas visitadas se observan referentes que incluyen los nombres propios de los chicos, los días de la semana y nombres comunes de distintos objetos que representan todas las letras del alfabeto. 10 Véase Anexo, I. Cuadernos de clase, pp. 34-41. 11 Véase Anexo, I. Cuadernos de clase, pp. 41-44. 12 Utilizamos la expresión “escandidas” para referirnos a la forma en que quedan marcadas las sílabas en las oraciones, por la similitud que presenta con el procedimiento de escandir en poesía, es decir, el de medir el verso o contar el número de sílabas de que consta. 11 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes A partir de septiembre, los chicos trabajaron leyendo/escribiendo primero alguna palabra y luego una oración, con la colaboración del resto de los compañeros y de la maestra. En general, la dinámica de las horas de lengua observadas intensivamente durante ese mes de clase es la siguiente13: -la maestra escribe en el pizarrón una palabra que es leída entre todos; luego les pide a los chicos que piensen oraciones; -la maestra pega en el pizarrón algunas láminas; luego de caracterizar entre todos los objetos dibujados en ellas, un alumno pasa a escribir sus nombres; a continuación, construyen oraciones. El producto que queda registrado en el pizarrón es copiado al final de la clase en los cuadernos. Cuando un niño pasa al pizarrón a escribir una palabra o una oración, la maestra, parada a su lado, interactúa con él y con el resto de los niños: anima al alumno que está realizando la tarea; lee la palabra en voz alta cuando observa algún error en la escritura; compara distintas escrituras de una misma palabra para ayudar a descubrir el error; luego de la comparación, pone caritas alegres sobre la palabra bien escrita o caritas tristes en las que tienen errores; valida los aportes de otros chicos que colaboran con el compañero; alarga o pronuncia enfáticamente los sonidos para ayudar a descubrir la relación con el grafema pertinente o bien, para ayudar al niño a descubrir alguna omisión; orienta en la búsqueda de pistas en los referentes del aula; induce al uso de signos de puntuación (por ejemplo, el punto al final de la oración); felicita al niño cuando termina de escribir. Una vez que la oración queda escrita en el pizarrón en letras mayúsculas de imprenta y con guiones que separan una palabra de la otra, la docente va señalando las “partecitas” (sílabas), puntero en mano, y toda la clase lee en voz alta, a coro. Acto seguido, también mostrando con el puntero o marcando con tiza, todos los alumnos de la misma fila14 pasan de a uno por vez a “leerla”, silabeando 15. En una conversación 13 En una de las cuatro secciones investigadas, la docente introduce la variante del juego de la lotería para proponer la escritura de palabras y oraciones. 14 Los alumnos están sentados en fila en todas las aulas. Las docentes aclaran que se adopta esa disposición en hileras debido a las precauciones que han debido tomarse por la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de gripe A, H1N1. No obstante, en el mes de octubre, las maestras ya comenzaron a proponer algunas actividades en pequeños grupos. 15 Véase Anexo, II. Registros de observaciones de clase, pp. 48 y 67-71. 12 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes informal con otra de las docentes, a partir de este tipo de situaciones, ella aclara: “Es importante para nosotros que el chico sepa leer, sepa marcar. Si no sabe leer, marca cualquier cosa”. (Las cursivas son nuestras)16. Durante la clase, no todos los chicos participan para colaborar con el compañero que esté al frente escribiendo en el pizarrón. Entre las conductas observadas, podemos notar que en ocasiones algunos nenes se aíslan al fondo del salón, varios juegan haciendo morisquetas, una nena que se sienta en un banco de adelante, cerca del pizarrón, bosteza17. Las sílabas (“partecitas”, “pedacitos”) también son las unidades con las que se trabaja cuando los alumnos escriben y la maestra colabora andamiando el proceso; en muchas ocasiones, la intervención de la docente consiste en silabear (/ggga/), aunque enfatizando la pronunciación de la consonante antes de la vocal o bien, en requerir a los niños que busquen sílabas (iniciales, intermedias o finales) en distintos referentes que se encuentran a la vista en el aula, que los ayuden a escribir la palabra en cuestión. 2. Textos y (pseudo)textos en el aula En convivencia con las situaciones anteriormente descriptas, también es posible observar la escritura de palabras y de oraciones -las que conforman textos, esta vez- mediante la puesta en práctica de una receta de cocina por ejemplo, con el objeto de elaborar un texto instructivo 18. En estos casos, el clima y la dinámica de trabajo son diferentes, en tanto las tareas generan mayor interés y significatividad para los chicos. Pero también puede advertirse en los cuadernos la presencia de “pseudotextos”, esto es, textos artificiales, que han sido especialmente preparados para enseñar una sílaba o una determinada letra del alfabeto. 16 Véase Anexo, II. Registros de observaciones de clase, p. 48. Véase Anexo, II. Registros de observaciones de clase, p. 67. 18 Entre las clases de textos trabajadas en las cuatro secciones se encuentran la receta de cocina, la historieta y la tarjeta de salutación o invitación. En el área de Ciencias Sociales, las maestras relatan los sucesos referidos a algunas efemérides como si fueran “cuentos” que luego se transcriben en viñetas. Por razones de espacio, describiremos aquí solamente la situación que se desarrolla a partir de la preparación de tortas fritas (Véase Anexo, II. Registro de observaciones de clase, pp. 61-66). 17 13 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Una de las situaciones de escritura mencionadas en primer término se genera luego de la preparación de tortas fritas en el aula 19. En primer lugar, la docente crea un clima de expectativa y logra involucrar a los chicos con una conversación previa, a partir de la presentación de los ingredientes y del procedimiento de preparación de las tortas. En esta conversación aparecen los conocimientos culturales de los alumnos y se rompe la estructura rígida que caracteriza a otras interacciones20, pues los chicos pueden iniciar las intervenciones con comentarios mientras se lleva a cabo la preparación: “La salmuera se usa para la muela; mi abuela me hacía cuando me dolía”; “¡Seño! No tiene que ser muy finita la masa porque sale muy dura!”; “¡Seño, la torta asada se hace en la parrilla!”; “¡Ahí hacele un huequito!”, “¡Síí, porque o sino se hincha!”; “Seño, mi abuela cuando hace pascualina, le pincha con el tenedor.” Una vez que está lista la masa, se la llevan a la señora Itatí para que fría las tortas en la cocina. Y a continuación comienza la tarea de escritura en el pizarrón, empezando por los ingredientes y continuando por el procedimiento. Para escribir los nombres de los ingredientes, la docente les pide a los chicos que recuerden qué fue lo que ella sacó en primer lugar. A medida que van diciendo las palabras, en orden, los alumnos pasan al pizarrón a escribirlas. La maestra ofrece apoyos para la escritura de palabras como los señalados en el parágrafo anterior21. Ella misma escribe luego el procedimiento de preparación porque es el momento de la merienda. Luego, dos alumnos pasan a leer el texto que la docente ha escrito en mayúsculas de imprenta. Para aprovechar mejor el sentido de la tarea, consideramos que aquí hubiera sido conveniente postergar la escritura del texto a otra sesión o a la próxima clase. La docente hubiera podido valerse de los conocimientos que adquirieron los chicos en clase –además de los que ya traían de sus hogares- para proponerles la escritura del texto. Así lo hace otra colega, que había trabajado con la preparación de jugo de naranja junto con su grupo de alumnos. Al día siguiente, recupera con los chicos la memoria de lo trabajado, recuerdan qué ingredientes habían utilizado y en qué había consistido el procedimiento: ella coordina las intervenciones de los alumnos para 19 Esta actividad en particular es compartida entre los chicos de primero y los jardineritos que fueron a visitarlos. La maestra explica que ello obedece a un proyecto de integración con el jardín de infantes. 20 Cfr. parágraf. 3, p. 16 y Anexo, II. Registro de observaciones de clase, pp. 55-61. 21 Véase p. 13. 14 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes organizarlas en un orden lógico y luego les pide a los chicos que le dicten los pasos realizados a una nena del grupo que va escribiendo en el pizarrón 22. Debemos señalar que en estas situaciones que toman un texto como eje de la actividad, las maestras prescinden de mostrarles a los chicos ejemplos de textos reales o al menos verosímiles. Si bien se organizan intercambios orales para construir la noción de las distintas clases de textos, éstos no siempre son suficientes para que los alumnos tengan una idea clara y precisa de qué es lo que se les propone escribir. Por otra parte, en los cuadernos de las secciones investigadas hemos encontrado la presencia de lo que llamamos “pseudotextos”, los que sirven para enseñar una sílaba o una letra del alfabeto en particular, por ejemplo: “LA MAMÁ GALLINA PUSO/ CINCO HUEVITOS/ PA-PE-PI-PO-PU/ SE VAN A LLAMAR./ ¡YA NACIERON LOS POLLITOS!/PA-PE-PI-PO-PU/SE LOS ESCUCHA PIAR.”23. Luego de haber enseñado las cinco vocales, de esta manera se van presentando las consonantes en un orden predeterminado, las que llevan a formar palabras mediante la combinación de sílabas. También podemos incluir en la categoría de pseudotextos las frases alfabetizadoras que se proporcionan para que el alumno “ejercite lectura”. Por ejemplo: TAREA-PARAEJERCITAR-LECTURA: 1) EMILIA MIMA A LA MULA LOLA 2) AMALIA LEE EL MAPA 3) MIMI PELA EL POMELO 4) LE PIDO MIEL A MI MAMÁ 24. Dichas frases y/o textos breves son presentados en fotocopias y aparecen junto a unos dibujos que las representan. El alumno, además de haber relacionado con números las oraciones y los dibujos, ha marcado las sílabas de todas las oraciones, lo que nos indica el modo en que ha “leído”. 3. ¿Y el lugar de la literatura? En una ocasión, luego de ejercitar escribiendo oraciones en el pizarrón, la maestra anuncia a los niños que se van a trasladar a la sala de la videoteca a ver una película. Los chicos se muestran contentos, entusiasmados y bastante sorprendidos, lo 22 Véase Anexo, II. Registros de observaciones de clase, pp. 72-73. Véase Anexo, I. Cuadernos de clase, p. 44. 24 Véase Anexo, I. Cuadernos de clase, pp. 41-44. 23 15 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes que nos hace suponer que es probable que se trate de una actividad inusual. Las maestras y los alumnos de primer grado de dos secciones diferentes compartirán la clase. Ya en la videoteca -situada en la misma sala que la biblioteca escolar-, los alumnos se ubican sentados en filas que miran en dirección al televisor. Varios armarios que contienen libros alrededor de la sala están cerrados con candado. En primer lugar, una de las docentes, parada al frente del auditorio de niños, lee una versión del cuento Blancanieves25, en voz alta, en una sesión que no dura más de diez minutos, sin iniciar con los niños ningún intercambio conversacional previo acerca del texto. La mayoría de los chicos escucha atentamente y observa los actos de lectura que realiza la docente: sostiene el libro abierto; dirige la mirada sobre las hojas de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo; da vuelta la hoja y vuelve a empezar con los mismos movimientos. La maestra lee de corrido, parada frente al auditorio y sin mostrar las ilustraciones. En un segundo momento, la colega de la otra sección, interactúa con el grupo de niños induciéndolos con preguntas cerradas que buscan recuperar datos de la historia que escucharon.26 Luego del trabajo realizado de esa manera en torno del material escrito, se proyecta una versión fílmica en formato DVD del cuento que han escuchado. Las docentes aclaran que eligen una versión de video diferente de la del cuento leído para que haya mejores posibilidades de comparación en la interacción oral. Pero cuando finaliza la proyección, las preguntas que ellas realizan se refieren linealmente a lo que los chicos han visto, sin que haya remisiones al texto escrito. Al día siguiente, en una de las secciones, la maestra comienza la clase diciendo “¿Se acuerdan del cuento que miramos ayer o no?”27 (El subrayado es nuestro). Y durante la interacción oral, en la que nuevamente aparecen preguntas cerradas incluidas en un extenso interrogatorio, la maestra introduce ideas moralizadoras, al tiempo que evalúa si los chicos estuvieron atentos al cuento que “miraron”. Sólo 25 Blancanieves, Susaeta Ediciones S. A., Colección Arlequín. Véase Anexo, II. Registro de observaciones de clases, pp. 49-50. 27 Véase Anexo, pp. 51 y 56. Además, en los cuadernos de una sección encontramos escrito por el alumno “HOY ES VIERNES 5 DE JUNIO. LENGUA. HOY MIRAMOS LA PELÍCULA “CAPERUCITA ROJA”. Debajo están escritas las palabras CAZADOR-ABUELA-LOBO-CAPERUCITA ROJA, con algunas sílabas señaladas. La consigna de la tarea es: LEO MUCHO LAS PALABRITAS (Véase Anexo, I. Cuadernos de clase, p. 46). 26 16 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes excepcionalmente ella se involucra reflexionando sobre algún aspecto y permitiendo dar su punto de vista al respecto a los chicos. Por último, pega en el pizarrón tres láminas con algunas escenas del cuento Blancanieves y propone pensar oraciones para conformar una secuencia narrativa. La clase continúa de una manera similar a la descripta en el parágrafo 1 del presente apartado. Podemos notar, además, que si bien cada docente posee su biblioteca de aula, en el momento de hacer circular los materiales entre los niños existe una restricción impuesta por el tipo de letra mayúscula de imprenta. Una de las docentes expresa que tiene especial cuidado en fijarse que la edición esté hecha en ese tipo de letra, de lo contrario, desde su punto de vista, los chicos no pueden leer 28. Por otro lado, las maestras hacen prevalecer el cuidado por encima del uso del libro. Cuando en las entrevistas le preguntamos a cada una acerca de la existencia de algún sistema de préstamo de libros a los chicos, la respuesta fue que no se les prestan los libros de la biblioteca escolar 29 sino los de la biblioteca de aula, la cual está conformada preferentemente por libros de texto. De esta forma, la literatura infantil no es un material al alcance de los niños, salvo a través de los textos incluidos en los manuales escolares. Tampoco la literatura infantil es visible para las docentes y un género con las potencialidades del libro álbum, por ejemplo, no es aprovechado porque ellas no lo conocen como tal, como hemos podido comprobar que ocurre con los maestros en general, en distintos circuitos de capacitación 30. Interpretación de los resultados 1. “La letra con sangre entra” A continuación nos referiremos a los tres parágrafos incluidos en el análisis descriptivo, los que tienen en común el procedimiento de silabear textos o (pseudo) textos, sobre todo en situaciones de enseñanza de la lectura. Deletrear y silabear son 28 Véase Anexo, III. Entrevistas a docentes, pp. 76 y 79. Vale aclarar que en la provincia de Corrientes no existe el cargo de bibliotecario en las escuelas primarias. 30 La directora del presente trabajo de investigación se desempeña como capacitadora desde el año 2008 y es miembro del equipo nacional ampliado en el “Proyecto de Desarrollo Profesional en Alfabetización Inicial” del Ministerio de Educación de la Nación. 29 17 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes procedimientos sostenidos por métodos cuya implementación dio origen a la expresión “la letra con sangre entra” (Zamero, 2008). Por otro lado, la lengua escrita, creada para representar y comunicar significados, aparece en las clases “fragmentada en pedacitos no significativos” (Lerner, 2001: 49). En primer lugar, en las situaciones analizadas en el primer parágrafo del apartado anterior, el uso del pizarrón coincide con lo que observa Ferreiro (1999: 156157) al concebir este objeto como “un espacio clausurado, cerrado y fuera de cualquier funcionalidad”, un espacio “para poner algo que se quiere enfocar fuera de contexto”. En este espacio se implanta una forma de deletreo que hace pronunciar la sílaba directamente, la cual se remonta al siglo XIX (Braslavsky, 1997; Chartier, 2004). En una de las secciones, una de las maestras, luego de que el alumno silabea la oración, le pregunta si se anima a decirle “lo que dice” la frase. ¿Es consciente de que el niño puede no entender el significado de la oración por concentrarse en el silabeo, por eso le pide que “diga” la idea? Luego se dirige a toda la clase, para que todos respondan a coro, pero sin silabear, “lo que dice” esa oración 31. Por otro lado, se trata de tareas de escritura y lectura que dejan una huella, marcada con el puntero o con la tiza y que, por lo mismo, son controlables para la maestra. Como se intenta ejercer un control exhaustivo sobre el aprendizaje de la lectura (Lerner, 2001), se lee sólo en el marco de situaciones que le permiten a la docente evaluar el desciframiento de palabras y oraciones por silabeo. Si bien la maestra es consciente del aburrimiento e indiferencia que se genera en el aula, propone este tipo de actividad porque considera que “es la única forma de que los chicos fijen”, tal como ella lo manifestara en una conversación informal al finalizar una clase que observáramos. Además, aunque se trata de una maestra novel, afirma que esta forma de ejercitar la lectura “le da resultado”, vale decir, resulta exitosa en la enseñanza del código, pero no en la enseñanza de la lengua escrita. “Marcar”, “fijar”, son términos que provienen de las prácticas de enseñanza observadas en las cuatro secciones 32y del discurso de las docentes a cargo de éstas. Dichos verbos nos remiten a operaciones que revelan una concepción mecanicista de 31 Véase Anexo, II. Registros de observaciones de clase, pp. 68-71. Nos referimos a las prácticas observadas en las horas de lengua y de las demás áreas curriculares, siempre que se presenten situaciones de lectura y escritura. 32 18 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes la lectura, en la que la memorización cumple un papel primordial. Leer, en este sentido, es un ejercicio que consiste en decodificar sílabas, prescindiendo del sentido del texto la mayor parte de las veces. Desde la perspectiva del “modelo mental” (Braslavsky, 1997), estas situaciones de lectura se limitan al nivel bajo, más elemental, de la decodificación. Yuill y Oakhillj (1989), citados por Braslavsky (1997:6) demuestran “la escasa incidencia que tiene este nivel en la comprensión, ya que si bien la decodificación es necesaria, no es suficiente: existen lectores fluidos, es decir, que decodifican fácilmente pero no comprenden lo que leen mientras que, inversamente, algunos lectores que tienen tropiezos en la decodificación poseen, sin embargo, un buen nivel de comprensión”. Asimismo señala Braslavsky (2005: 76) que “el esfuerzo inmotivado, compulsivo y sin vida de la etapa mecánica no crea en los niños el gusto ni la alegría que pueden estimular su creatividad para leer y escribir”. En segundo lugar, en lo que respecta a las situaciones presentadas en el segundo parágrafo del análisis descriptivo, hemos notado ya que el clima de la clase se vuelve dinámico cuando la propuesta consiste en escribir textos con algún propósito concreto que permite que los chicos se impliquen en la tarea. Sin embargo, la falta de significatividad de los (pseudo) textos impide a los chicos comprender la funcionalidad de la lectura y la escritura como prácticas sociales y comunicativas; el propósito es que las “practiquen” como parte de la ejercitación escolar o de un “adiestramiento pragmático” (Freire, 1997: 43) en el desempeño de destrezas. En el trabajo con lo que llamamos (pseudo) textos, “tanto la lengua escrita como la práctica de la lectura y la escritura se vuelven fragmentarias, son desmenuzadas de tal modo que pierden su identidad” (Lerner, 2001: 52). En tercer lugar, la literatura es un contenido prioritario del proceso de alfabetización que se vincula con el derecho que tienen todos los niños de acceder a una de las manifestaciones del patrimonio cultural de la humanidad: “Porque los libros son enigmas a develar, contienen ‘secretos’ de los que queremos apropiarnos, transforman nuestra mirada respecto del mundo y nuestra interioridad, nos permiten apartarnos por un momento de la premura del día y nos instalan en la intimidad. La lectura, bien lo sabemos, es una forma de felicidad” (Gaspar y González, 2006: 63). 19 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes No obstante, las infrecuentes ocasiones de lectura de textos literarios, nos llevan a dar cuenta de que en estas aulas de primer grado en las estrategias de enseñanza lo que prima es el control, y si todo está exhaustivamente controlado significa que en la propuesta pedagógica no existe real apertura al espacio de disfrute y ensoñación que habilita la literatura. En las escasas situaciones de trabajo con textos literarios observadas, la literatura es concebida de un modo utilitario: sirve para seguir ejercitando escritura y lectura de oraciones en el pizarrón, con la misma modalidad de trabajo analizada en el parágrafo 1, modalidad que atraviesa prácticamente todas las áreas curriculares. Además, vemos que la conversación acerca del texto literario propuesto se halla al servicio de la verificación de la escucha de los niños que realiza la maestra. A lo largo de la interacción oral posterior a la lectura en voz alta del cuento, se despliega la estructura IRE33 (interrogación, respuesta, evaluación), que caracteriza la secuencia básica de instrucción, ubica el control del discurso en la docente por ser ella quien inicia los temas, por ser la que pregunta y evalúa las respuestas de los alumnos. Esto nos remite a lo que Cucuzza y Pineau (2002) y Pineau (2010) consideran como la escena fundante de la historia de la enseñanza de la lectura y la escritura argentina, la escena de lectura del Requerimiento. En la misma, según Pineau (2009: 14), “hay quien tiene el saber, quien viene a plantear la verdad al otro que sólo puede aceptar y sólo puede escuchar, no puede preguntar.” Como no todos los chicos participan, la maestra en un momento insiste en que a ella “le gustaría escuchar la opinión de todos, incluso de los chicos que están sentados al fondo”. Sin embargo, los chicos en ningún momento son interpelados a dar su opinión, sino a responder a las preguntas de demostración (Wells, 1988:101) que piden una respuesta en forma de expresiones minimales, es decir, de una sola palabra o, a lo sumo, de una simple frase. El estilo asimétrico que se desprende de este modo de interacción reduce de manera efectiva la participación de los chicos y convierte una oportunidad para compartir ideas y sentimientos en un ejercicio de conjetura sobre lo que la maestra espera que le respondan. 33 La estructura de IRE fue descrita inicialmente por Hugh Mehan (1979) en su libro Learning Lessons, y por Sinclair y Coulthard (1975). 20 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes En otros momentos, la conversación en el aula es más distendida (Cfr. p. 14). La misma maestra que interactúa con los alumnos del modo antes analizado, al comenzar sus clases suele darles participación a los chicos para que comenten espontáneamente aspectos relativos a su vida familiar, lo que crea una estructura de interacción diferente de la que caracteriza al seguimiento del cuento. Pero los libros nunca han sido objeto de conversación en el sentido que propone Chambers (2007:12): “Hablar bien sobre los libros es una actividad en sí muy valiosa, pero también es el mejor entrenamiento que existe para hablar bien sobre otras cosas. De modo que, al ayudar a los niños a hablar de sus lecturas, los ayudamos a expresarse acerca de todo lo otro que hay en sus vidas.” Por otra parte, el material escrito se halla desplazado a un segundo plano, en tanto se prioriza la actividad de haber mirado la película en un contexto de riesgo socioeducativo en que revisitar los textos escritos, releerlos, resulta primordial (Hèbrard, 2006). En cuanto a la restricción impuesta en la selección de textos editados en mayúsculas de imprenta por parte de las maestras, también puede señalarse la presencia de una concepción reduccionista. Según Braslavsky (2005: 176), la práctica de iniciar la lectura y la escritura con este tipo de letra es contradictoria con el criterio, que tiene gran consenso, acerca de la introducción del niño en la cultura de lo escrito en su forma legítima y no artificial. Curiosamente, la exclusividad del uso de la escritura en letras mayúsculas solamente se encuentra en Argentina y en algunas regiones circunscriptas de América Latina. Las docentes seleccionadas para esta investigación señalan que tanto el uso de este tipo de letra como el de los guiones para separar palabras obedecen a un criterio institucional establecido para primer grado. Por su parte, Gaspar y González (2006:25) reparan en que, “en cuanto a la lectura, la letra predominante en libros y periódicos es la imprenta minúscula. Entonces, enseñar a leer solamente en imprenta mayúscula recorta sustancialmente el universo de textos a los que los chicos pueden acceder”. En definitiva, la literatura está relegada en estas aulas, en tanto se halla sometida al rigor de “la letra con sangre entra” y no para generar espacios que se dirijan enérgicamente a la construcción del lector literario, algo que muchas veces comienza teniendo lugar en el nivel inicial, pero que resulta un esfuerzo que tiende a 21 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes diluirse en primer grado ante el predominio de las concepciones mecanicistas en la enseñanza de la lectura. 2. En los cimientos de los quehaceres Diversas investigaciones muestran que el docente es un sujeto cargado de supuestos, creencias, valores e ideas que determinan no sólo la forma de ejercer su rol, sino también los resultados de la enseñanza (Davini, 1995: 117). A continuación, analizaremos algunas concepciones que subyacen en las estrategias instruccionales del docente de primer grado y que se refieren a la alfabetización, a la lectura y la escritura, y a las expectativas de aquél respecto del sujeto niño que se alfabetiza. Comenzaremos por señalar que el análisis de los materiales de campo relevados revela el predominio del método silábico, que Braslavsky (2005) incluye dentro de los de marcha sintética, o que se dirigen “de abajo hacia arriba”. Una de las docentes -la que cuenta con más experiencia en primer grado- lo define precisamente diciendo que “los niñitos tienen que ir de lo más pequeño a lo más grande”. Si bien esta docente manifiesta seguridad en su posición, y es capaz de describir minuciosamente los pasos del proceso, sin embargo, no es consciente de que este tipo de procedimiento se enmarca dentro de un método34. En el estudio nacional realizado por Zamero (2010: 42), el discurso de los formadores presenta los métodos como opciones indeseables, que hay que criticar y desterrar, como recetas únicas, propuestas rígidas y estructuradas. En el discurso de esta maestra, el método también es concebido negativamente pero, paradójicamente, ella no es consciente de que en sus prácticas corrientes se vale de un método tradicional. Por otro lado, encontramos confusión en la identificación de las bases teóricas de las herramientas metodológicas utilizadas, pues el procedimiento descripto minuciosamente como un método sintético, es calificado de “constructivismo puro”. La docente explica que venían de una modalidad de trabajo que “era muy metódica” y aclara que la misma se llamaba “método constructivista”(sic), dice adherir al constructivismo pero enseña en el aula con procedimientos de la escuela tradicional. Estos problemas para reconocer la propuesta metodológica desde donde se trabaja 34 Véase entrevista a M2 en el Anexo, III. Entrevistas a docentes, p 77. 22 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes son preocupantes, si se tiene en cuenta que para desarrollar la tarea instructiva el docente necesita conocer los marcos conceptuales de la disciplina que enseña, para poder planificar cuidadosamente el proceso y tomar decisiones meditadas. Párrafo aparte merecen las nociones de “aprestamiento” y “madurez”, científicamente desvalorizados (Braslavsky, 2005: 107). Cuando la misma docente es consultada acerca de cómo es la tarea de enseñar a leer y a escribir a sus alumnos de primer grado, contesta que “el aprestamiento ha desaparecido como palabrita, porque en cierta forma [a los alumnos] los aprestamos durante todo el año.” Si tenemos en cuenta que las prácticas de lectura y escritura que se desprenden de la mayor parte de las actividades de las secciones investigadas son mecánicas y descontextualizadas, “en cierta forma los aprestamos durante todo el año” significa que durante primer grado se busca que los chicos dominen el código y sólo más adelante, no en primer grado, realicen genuinos actos de lectura y escritura, con verdaderos propósitos y significado para el sujeto. Lo que afirma la docente se refleja en la configuración de la mayor parte de las situaciones desarrolladas en las clases y registradas en los cuadernos de los alumnos de las cuatro secciones. Por otro lado, la presencia en esos cuadernos de fotocopias que ponen el acento en el aprendizaje de las letras en un orden predeterminado, aunque no de un modo sistemático, nos permite reconocer una forma de aprestamiento identificada por Zamero (2011: 9): “La ‘preparación’ para la lectura y la escritura es sinónimo de pedazos deshilvanados y desordenados de una propuesta organizada que fue aprestamiento pero que ya no lo es, que discursivamente se opone al aprestamiento pero en la práctica no coloca nada nuevo en su lugar.” Asociada a la idea de repitencia se encuentra el concepto de madurez. Transcribimos a continuación un fragmento de una de las entrevistas: “E: ¿Cuándo se toma la decisión de hacer repetir de grado…? M.: Y sí, por ahí es un poco doloroso, no es cierto? Pero, en algunos niños es hasta necesario, porque hay niñitos en que ese proceso de maduración está condicionado a un factor externo, proveniente de la familia, de la sociedad, o por ahí una situación particular de cada niñito, no estuvo acorde con el resto de los chicos, y bueno, ehh …esos niños tendrán que comenzar el año siguiente con ese período de… con esa etapa de aprestamiento, ehh… Hay un periodo hay un tiempo clave por ahí, el mes de julio, por ahí más o menos tiene relación con las vacaciones que los niños suelen madurar (sic). Es muy notable ese cambio. Cuando el niño está maduro para la adquisición del proceso lecto-escritor y,… bueno sigue, sigue muy bien, digamos, pero sino, cuando no lograron adquirir mínimamente los conocimientos básicos, es 23 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes decir, cumplir con los objetivos del primer grado, tienen que volver a hacer el primer grado”. (Entrevista a M2, p. 78). Se desprenden del discurso de la docente las concepciones que responsabilizan al afuera (la familia, la sociedad) o al alumno (una situación particular de cada niñito) de los problemas que conducen a la repitencia. Vemos que se reactualiza de alguna manera aquel viejo dispositivo del Requerimiento que no sólo “unifica a todos en lo que no son, sino que además genera cierta culpabilización de la víctima” (Pineau, 2010). Estas concepciones se basan en el análisis del contexto social y del proceso de aprendizaje del alumno, pero pasan por alto el análisis de la institución alfabetizadora y del proceso de enseñanza. Tampoco el evidente conocimiento que tienen las docentes del contexto social de procedencia de sus alumnos sirve para visibilizar la necesidad de que en la escuela exista un proyecto alfabetizador que incluya los conocimientos de la escritura como patrimonio cultural y la relación con los libros. Por otra parte, los conceptos de aprestamiento y madurez aquí están vinculados con una visión homogeneizadora de la enseñanza (“en este tiempo [de aprestamiento] tratamos de nivelar”; “por una situación particular de cada niñito, [éste] no estuvo acorde con el resto de los chicos”), coherente con el uso de los métodos tradicionales -que no tienen en cuenta los distintos puntos de partida ni los diferentes ritmos individuales de aprendizaje- y con la separación del aprendizaje en una etapa mecánica y otra comprensiva. Se espera que el sujeto esté “maduro” para realizar tareas de escritura correspondientes a la etapa mecánica. Como hemos visto en los parágrafos anteriores, entre las docentes la lectura es entendida como un ejercicio mecánico para lo cual debe adiestrarse al alumno, de la misma manera que la escritura se concibe como una habilidad motora. Estas concepciones reduccionistas explican la preocupación por dedicar la mayor parte del tiempo de la enseñanza a una ejercitación que no habilita el contacto de los chicos con los libros ni con la lectura y la escritura como actividades culturales significativas. Como el aprestamiento está presente en las prácticas observadas, la concepción de lectura subyacente focaliza la decodificación, y la de escritura, la del trazado de líneas que contienen las formas abstractas de los grafemas (Zamero, 2011) y que ponen el énfasis en el dominio ejecutivo de la escritura (Colomer y Camps, 1996). 24 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Discusión de los resultados Existe gran consenso (Solé, 1993; IRA, 1998; Ferreiro, 1999; Borzone y Rosemberg, 2001; Braslavsky, 2005; Gaspar y González, 2006; Fernández, 2010, entre otros) en que la enseñanza tendiente a la formación de lectores requiere del contacto con los libros, la frecuentación de la biblioteca escolar, de ser posible la consulta en otras bibliotecas de la comunidad y la exploración de librerías. Si bien la biblioteca de la escuela dispone de buena diversidad y calidad de materiales, de las entrevistas con las maestras y de las observaciones realizadas se desprende que no está instituida la práctica de visitarla; tampoco la biblioteca ambulante con que cuenta la institución es llevada al aula para que los chicos puedan explorar los libros con libertad, manipularlos, curiosear, escoger algunos y mirar sus imágenes, descubrir que forman parte de una colección o que pertenecen a un autor del que existen varios títulos en la biblioteca… “saberes que no se transmiten declarativamente y que conforman, junto con otros, lo que Hèbrard ha dado en llamar la cultura de los libros” (Gaspar: 2010). Las prácticas tradicionales permiten a los docentes resolver problemas de organización del trabajo: mantienen a los alumnos ocupados en tareas que tienden a “nivelar” (homogeneizar) y que dejan una huella, controlable posteriormente (Chartier, 2004). Por el contrario, la idea de llevar a los chicos a la biblioteca para que estén en contacto con libros (los exploren, los lean o escuchen leer a la maestra) “perturba” a los docentes (Ferreiro, 1999) porque se trata de tareas menos controlables que, desde una perspectiva que no toma en cuenta los conocimientos sobre la escritura como una de las dimensiones fundamentales de la alfabetización inicial, representan una pérdida de tiempo o un obstáculo para avanzar con el objetivo de la apropiación del código. Por otro lado, las maestras en torno a cuyas estrategias de enseñanza giró la investigación son conscientes de la situación de pobreza y vulnerabilidad socioeducativa en que se encuentran sus alumnos, pero entendemos que la ausencia de la dimensión político-pedagógica en su visión de la alfabetización (Dussel y Soutwell, 2010) y el predominio de concepciones reduccionistas de la lectura y la escritura les dificulta posicionarse como mediadoras de la cultura escrita, así como percibir plenamente la 25 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes enseñanza como acción intencional de transmisión cultural. Hemos comprobado que las situaciones de lectura mediatizadas, a cargo del docente (Borzone, 1994; Gaspar y González, 2006), son muy infrecuentes, y las de escritura colectiva o de dictado al maestro (Braslavsky, 2005; Gaspar y González, 2006), prácticamente nulas, a diferencia de lo que proponen los materiales curriculares disponibles en la institución. Los conocimientos vinculados con la escritura como patrimonio cultural están poco presentes pese a que, como ya hemos dicho, en la biblioteca escolar existen libros de literatura infantil a los que los alumnos podrían tener acceso, explorar e interactuar a diario con ellos35. La literatura queda desvirtuada, sometida al rigor del código y del disciplinamiento, y las escasas versiones de los cuentos clásicos que se utilizan en algunas clases, más que leídas de los libros son “miradas” en la pantalla del televisor. También hemos podido reconocer estrategias instruccionales que son más abiertas a las disposiciones culturales de los alumnos, que buscan tomar algunos tipos de texto como unidades de enseñanza, que logran involucrar a los chicos a través del juego o de algunas conversaciones con las docentes, que proponen formas de interacción grupal entre los alumnos y formas de andamiaje por parte de las docentes en el proceso de escritura. Sin embargo, en general, tales estrategias no forman parte de una propuesta equilibrada y sistemática, sino que aparecen en forma ocasional, como pretendidas herramientas metodológicas acordes con la normativa curricular actual. Vigotsky (1979: 177) sostiene que “la escritura debería poseer un cierto significado para los niños, debería despertar en ellos una inquietud intrínseca y ser incorporada a una tarea importante y básica para la vida.” Por el contrario, según lo observado, la escritura se enseña en el aula, muchas veces en el pizarrón, como una habilidad motora que consiste en aprender a codificar palabras, antes de pasar a la escritura de oraciones descontextualizadas y de textos cortos. En tal sentido, las prácticas de la mayoría de las situaciones analizadas no despiertan la necesidad de leer y escribir en los niños, sino que los llevan a la apropiación fragmentaria y arbitraria del código, sin que se favorezca una relación con verdaderos portadores de la cultura 35 Veáse Anexo, III. Entrevistas a docentes, pp. 76 y 79. 26 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes escrita; de esta manera, los alumnos no logran comprender de qué se trata leer y escribir como prácticas culturales complejas. Señalamos que algunos apoyos que las maestras ofrecen en la enseñanza de la escritura y revisión de palabras, aunque se trata de prácticas inscriptas en diferentes paradigmas, no dejan de ser pertinentes como estrategias de colaboración, en tanto se trata de acercar a los niños al sistema de escritura. Adherimos fuertemente a que el conocimiento de este último y el desarrollo de las competencias de lectura y escritura requieren enseñanza explícita y reclaman la presencia activa del docente 36. Lo que para nosotros es cuestionable es que la enseñanza y el aprendizaje de la escritura se proponga en la mayor parte de las clases observadas como una habilidad motora -lo suficientemente ajena como para que la mayoría de los chicos la sienta como sinónimo de aburrimiento o de carga abrumadora, según se desprende de las clases observadas-, y que además se produzca en forma descontextualizada, es decir, sea reducida a un ejercicio. Si bien estamos de acuerdo en que la programación escolar requiere situaciones de descontextualización, no resulta adecuado que la enseñanza de la escritura se limite exclusivamente al nivel ejecutivo (Colomer y Camps, 1996). Conclusiones El trabajo realizado pone en evidencia que, de acuerdo con nuestra hipótesis inicial, la mayor parte de las estrategias de enseñanza analizadas muestran resabios de una pedagogía disciplinadora que se expresa en la visión homogeneizante de la realidad y en el control exhaustivo de los aprendizajes. Que los docentes controlen su actividad no es un problema en sí mismo, porque es una operación inevitable. El problema reside, como dice Hlebowitsh, citado por Feldman (2010), en la naturaleza 36 Feldman (2010: 105) advierte que sería necesario “mirar con atención lo mejor de viejas prácticas, de buenas prácticas instaladas o de algunas que, inscriptas en la tradición, pueden ser recuperadas”. 27 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes del control y en la orientación que se procura imprimir a la actividad mediante su ejercicio. En este caso en particular, la orientación que se procura imprimir a la actividad responde a los conceptos de aprestamiento y madurez que forman parte de las concepciones de las docentes respecto del objeto de enseñanza y del sujeto que aprende. Por tanto, las concepciones reduccionistas de la lectura y la escritura son determinantes en las prácticas de las cuatro secciones de primer grado investigadas. La lectura se presenta como una ejercitación mediante la cual se identifican unidades no significativas como las “partecitas” (sílabas), después de leer palabras y oraciones, las que se van marcando en el descifrado como un indicador de que el alumno sabe leer. Es la marca que va dejando el alumno en el soporte del cuaderno o del pizarrón, debajo de cada sílaba, la que le da la pauta a la docente que ese niño “sabe leer” 37. Se trata de una concepción de lectura mecánica que prevalece en las distintas situaciones analizadas y que nos conduce a la idea de que leer es sinónimo de marcar. El desarrollo de la lectura como un mecanismo o ejercitación nos remite a una “problemática centrada en la cuestión del primer aprendizaje, pues no se imagina que el acto de leer pueda ser otra cosa que esa técnica que se aprende en algunos meses” en los grados inferiores (Chartier y Hèbrard, 1994: 553). Como ya lo hemos notado, la escritura se enseña como una habilidad motora, sin que se ofrezcan oportunidades para que los niños la experimenten como un “proceso creativo, placentero, necesario, inteligente y vinculado con la cultura escrita de la sociedad” (Gaspar y González, 2006: 22). Por consiguiente, las prácticas de la mayoría de las situaciones analizadas no despiertan la necesidad de leer y escribir en los niños, sino que los llevan a la apropiación fragmentaria y arbitraria del código, sin que se propicie una relación con verdaderos portadores de la cultura escrita. La escritura se concibe como un “código de transcripción” y su aprendizaje como la “adquisición de una técnica” (Ferreiro, 1999). En general, las situaciones de lectura y escritura ponen el acento en la repetición, memorización y reproducción de letras, sílabas, palabras aisladas u oraciones descontextualizadas, y reducen la idea de leer y escribir al desarrollo de una 37 La expresión figura entre comillas porque fue utilizada por una de las docentes durante el trabajo de campo, en una de las situaciones de observación de una clase. 28 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes técnica para decodificar y codificar sílabas, sin que los niños y niñas tengan contacto asiduo con libros o textos que les resulten interesantes, es decir, con verdaderos portadores de la cultura escrita. En este sentido, dos de las tres grandes dimensiones de saberes de la alfabetización inicial (Borzone, 1994; Gaspar y González, 2006; González, 2010) -los conocimientos sobre la escritura y sobre los textos orales y escritos- no se hallan incluidas sistemáticamente en la propuesta pedagógica. En otras palabras, el énfasis está puesto en la apropiación del código -lo que no equivale necesariamente a la enseñanza del sistema de escritura- y, por tanto, el proceso no se desarrolla adecuadamente, con el equilibrio que supone lograr la articulación de los conocimientos y habilidades que tienen que alcanzar los alumnos en su alfabetización inicial. Tanto respecto del proceso de enseñanza de la lectura como del de la escritura, se observaron escasísimas situaciones en las que el docente haya actuado como mediador, es decir, haya recurrido a estrategias instruccionales como la lectura en voz alta o la escritura colectiva. En definitiva, es necesario que desde la escuela y desde el ámbito de formación docente nos preguntemos sobre los alcances de la enseñanza de la lectura y la escritura en los quehaceres ordinarios de las clases. Plantearnos preguntas del tipo “Esto que enseño (y la forma en que lo enseño), ¿es válido?, ¿ayuda a las personas en su desarrollo?, ¿es éticamente sostenible?” (Davini, 2008: 17), puede ayudarnos a resaltar el diálogo con la práctica, lo cual equivale, según Feldman (2010: 106) a “realzar la conexión con las prácticas escolares valorables, que no es lo mismo que aquello que ofrecen todos los días. Es buscar en ella los mejores elementos que se tallaron históricamente, ser sensible a su capacidad de diálogo con el dispositivo real, apreciar las sintonías y promover los encuentros”. Plantearnos aquel tipo de preguntas desde la investigación también nos llevará a considerar que en los espacios de formación no sólo tenemos el desafío de colaborar con los maestros y futuros maestros en encontrar las vías para la transmisión de la cultura letrada sino, fundamentalmente, la enorme responsabilidad de hacerlos partícipes plenos de la misma (Gaspar, 2010). Podemos afirmar que, tanto en el contexto de la escuela primaria investigada como en el del Instituto de Formación Docente donde ejercemos actualmente, nos encontramos ante una situación de doble desamparo cultural: por un lado, el 29 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes desamparo de los niños y, por otro, el de los maestros y futuros maestros. Nos referimos al desamparo de haber sido excluido de los libros. «Ser excluido de los libros, incluso de aquellos de los que podríamos prescindir, es una tristeza inmensa, una soledad dentro de la soledad», dice Daniel Pennac (1993: 145). Situando la posición del quehacer docente en relación con un fuerte compromiso político-pedagógico, Inés Dussel (2004) sostiene que no da lo mismo una propuesta pedagógica que otra. Si en nuestras escuelas públicas existen buenas bibliotecas con libros de literatura infantil, quiere decir que contamos con recursos disponibles para apostar a una buena enseñanza, la que se sustenta en valores éticos y en la validez de aquello que se enseña. Además de esos recursos materiales, se necesitan estrategias instruccionales y actores que respondan a una concepción de la lectura y la escritura como construcción de sentido, una concepción que ayude a ver los libros como recursos valiosos e imprescindibles y que revele a la alfabetización inicial como un proceso coincidente con la formación del lector literario (Zamero, 2010), que considere la formación integral del ser humano, y no su reducción a puro adiestramiento (Freire, 1997). Se necesita, entonces, trabajar con los docentes y futuros docentes para que comprendan la alfabetización en esos términos y no como el simple dominio de una técnica, y para que ellos mismos puedan expandir sus proyectos personales de lectura y escritura. Así, la escuela girará en torno de la idea de derechos y garantías vulneradas, y acaso “habilite una relación con la diversidad que no perpetúe las injusticias” (Dussel, 2004). 30 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Referencias bibliográficas Achilli, E. (2000). Investigación y formación docente. Rosario: Laborde. Borzone de Manrique, A. M. (1994). Leer y escribir a los 5. Buenos Aires: Aique. Braslavsky, B. (1997). Para una historia de la pedagogía de la lectura en la Argentina. ¿Cómo se enseñó a leer en Argentina? (desde 1810 hasta 1930). Lectura y vida. Revista Latinoamericana de Lectura, XVIII, 4. -------------- (2005). Enseñar a entender lo que se lee. La alfabetización en la familia y en la escuela. Buenos Aires: FCE. Chambers, A. (2007). Dime. Buenos Aires: FCE. Chartier, A. M. (2000). Fazeres ordinarios da classe: una aposta a pesquisa e para formação. Educação e Pesquisa, 26, 2. ------------, (2004). Enseñar a leer y a escribir. Una aproximación histórica. Buenos Aires: FCE. Chartier, A. M. y Hèbrard, J. (1994). Discursos sobre la lectura (1880-1980). 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Fernández, M. G. (2010). Alfabetización y literatura. En La Formación Docente en Alfabetización Inicial. Literatura Infantil y Didáctica 2009-2010 (pp. 27-40). Buenos Aires: INFD. Ferreiro, E., (1999). Cultura escrita y educación. México: FCE. Freinet, C. (1996). Las invariantes pedagógicas. Madrid: Ediciones Morata. Freire, P., (1997). Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. México: Siglo XXI. Gaspar, M. P. y S. González, (2006). Cuadernos para el aula. Lengua 1. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. Gaspar, M. (2010). Enseñar a leer en la escuela primaria. Clase virtual N° 4 correspondiente al Módulo 2 del Ciclo de Formación de Capacitadores en Áreas Curriculares, Ministerio de Educación de la Nación. González, S. (2010, septiembre). Los saberes de la alfabetización inicial. 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Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 36 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 37 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 38 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 39 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 40 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes _______________________________________________________________________ 41 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 42 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 43 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 44 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 45 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 46 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes II. Registros de observaciones de clase Fecha: Martes 15 de septiembre de 2009 M: Maestra AA: Alumnos y alumnas 13:40 La maestra pide a los alumnos y alumnas que saluden a la Srita. X que viene a compartir con ellos la clase. M.: -Vamos a ir a la sala a mirar una película. AA.:-¿Ehh? (Con admiración). La maestra recibe unos regalitos de los alumnos por el día del Maestro; agradece. Luego toma asistencia, pasando lista. 13:50 A1: -Seño, vamos a hacer la fecha. A2: -Seño, ¿hoy cuánto es? A3: -Hoy es jueves. La maestra cuenta la cantidad de chicos. M.: -Prestame tu lápiz un ratito (se dirige a uno de los chicos). M.:-Yo, ¿con qué voy a escribir si no me trajeron las tizas? (se dirige al grupo de alumnos y uno de ellos va a buscar tizas). M.: -Siempre a la entrada practicamos oraciones (se dirige a la observadora). La maestra escribe en el pizarrón la palabra CABALLO. Leen entre todos esa palabra y les pide a los chicos que piensen oraciones. A1: -El caballo come pasto. A2:- El caballo es lindo. A3: -Yo ando a caballo. La maestra aprueba las oraciones propuestas y elige la primera para que alguien pase a escribirla al pizarrón. Pasa Daiana. M.: -Dejamos que escriba solita y si se equivoca le enseñamos entre todos. Que escriba grande. AA.: Indican con qué B y los espacios que hay que ir dejando mediante la indicación “rayita”. Corrigen cuando falta la rayita. La maestra, parada al lado de Daiana, la ayuda alargando los sonidos. Daiana escribió EL-CABALLO- COME-PASTO. M.: -¿Qué les parece si le agregamos “toma agua”? AA.:- Síí. M.: -Ustedes le corrigen si ella se equivoca nada más. La maestra sigue ayudando mediante la pronunciación enfática de los sonidos. M.: -¿Cuál es la “GGGGA”? AA.: -La de “GATO”. M.:- Muy bien. M.: -Bien Daiana. 47 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M.:-¿Con qué termina la oración? AA.: -¡Con un puntito! M.: -Muy bien. M.: -Que pase alguien a leer. Le dejamos que lea sola y le corregimos sólo si marca mal las palabras. Pasa una nena con una suerte de puntero a leer la oración. Después pasa un nene a leer la misma oración. AA.: -¡Todo junto! (señalan la sílaba “GUA”, porque marca sólo una letra (G). M-: -¿Te animás, Victoria? ¿Querés pasar? A: -No M.-Pasá Kevin entonces. La maestra se dirige a la observadora: M.: -Es importante para nosotros que el chico que sepa leer, sepa marcar39. Si no sabe leer, marca cualquier cosa. (Pasan al pizarrón y a medida que van marcando las sílabas con el puntero, deben decir en voz alta lo que van leyendo). M.:-Hace un mes que empezamos con oraciones. Les hago pasar a todos, aunque parezca aburrido, porque es la única forma de que fijen. Las dos secciones de primer grado, turno tarde, se trasladan a la “videoteca”. En ese espacio, fuera del aula, se encuentra el televisor con la con la video-reproductora, y la biblioteca. En los recreos allí funciona el kiosco. Suman un total de cincuenta chicos aproximadamente, sentados en sillas que miran hacia el televisor. Van a trabajar con cuentos cuentos maravillosos. Primero les leerán una versión de “Blancanieves”40 y luego proyectarán una película que recrea la historia. Una de las docentes señala que la oralidad posterior a la escucha es riquísima, ya que pueden confrontar dos miradas (la del autor y la del director). Comenta que el año pasado lograron la integración con el Nivel Inicial y con los padres de los chicos. Elaboraron un diario viajero, con muy buena participación de las familias. Una de las maestras (M1) lee en voz alta el cuento “Blancanieves.” También anuncia: “Cuando volvamos al salón tenemos para mostrarles unas láminas que no hemos traído porque son muy grandes”. M1 comienza a leer. En la mitad de la lectura pasa otro grado e interrumpe la lectura. Comienza de nuevo. Luego entra una profesora hablando y se queda a escuchar. La mayoría de los niños escucha atentamente, pero con esas interrupciones se desconcentran. M1 lee en voz alta, sin mostrar las imágenes (es un cuento ilustrado). Am: Y colorín, colorado… AA: …este cuento se ha terminado (contestan todos a coro). 39 El subrayado es nuestro. Blancanieves, Susaeta Ediciones, S. A. Colección Arlequín. (No pertenece a la biblioteca escolar sino a la biblioteca de la escuela en que la docente trabaja a contraturno). 40 48 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes La otra maestra (M2) induce oralmente a los chicos con preguntas mediante las que busca recuperar datos de la historia que escucharon. M2: ¿Cómo se llamaba el cuento? AA: … … M2: A ver, ¿quién se anima a contarme? ¿Quién era Blancanieves? AA: Una princesa. M2: ¿Linda o fea? AA: ¡Linda! M2: ¿Más linda que quién? AA: ¡Que la madrastra! (Mientras tanto, la profesora de Educación Física pone a punto la película. Algunos chicos observan sus movimientos). M2: ¿Qué quiere decir “madrastra”? AA: … … M2: -Madrastra es la señora que ocupa el lugar de la mamá de Blancanieves. La mamá de Blancanieves había muerto y esta señora se casó con el papá de Blancanieves. Pasó a ser su madrastra. M2: -La madrastra, ¿era buena? AA: -Nooo. M2: -¿Era linda? AA: -Nooo. M2: -¿La quería a Blancanieves? AA: -Nooo. M2: -¿Qué decidió hacer un día? AA: -Matarla. A1:-La mandó a matar con el cazador. M2: -¿Y el cazador la mató? A2: -No. Le contó que la habían mandado a matar y no se animó a matarla. M2: -¿Qué le dijo el cazador? A3: -Le dijo que no vuelva al palacio, que se vaya lejos. M2: -¿Y qué hizo para conformar a la madrastra? A4: -Le mató a un mapache y le sacó el corazón. M2: -¿Era un mapache…? Lo dejamos pendiente. Pasó un tiempo y la madrastra se entera de que Blancanieves estaba en la casa de los enanitos. ¿Qué había en esa casa? AA: -Había siete camitas, siete sillitas, siete vasos, siete platos… M2: -¿Cómo estaba Blancanieves? AA: Estaba muy cansada. Entonces se acostó a dormir. M2: -¿En qué trabajaban los enanitos en el bosque? AA: -Cortaban árboles. M2: -Mmmm… Parece que trabajaban en unas minas. (Esa respuesta no figura en la versión del cuento leída en voz alta). M2 pide que contesten las niñas de atrás, porque ella quiere escuchar la opinión de todos. M2: -¿Quién aparece luego? AA: -Una viejita. 49 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M2: ¿Pero quién era? AA: -La madrastra que se había disfrazado de ancianita. A1: -Vendía peines. (Repite tres veces la misma respuesta) M2: Esperá, Nahuel. No te adelantes. (Aclara que es un nene que ya estuvo en primer grado y que tiene buena memoria). A2: -Vendía manzanas. A3: -Le da a Blancanieves una manzana envenenada. M2: -Los enanitos la encuentran y… AA: -Se ponen muy tristes. La dejan en una caja de cristal. M2: -Pronto pasa alguien. ¿Quién? AA: -El príncipe. M2: -¿Qué le llamó la atención? AA: -Que era hermosa. M2: -¿Cómo termina la historia? AA: -Blancanieves y el príncipe se casaron. AA: -Y se fueron a vivir a una casa grande, al palacio. A continuación se proyecta la película (versión japonesa). En la mitad de la proyección, se produce una nueva interrupción porque toca el timbre de recreo y la biblioteca funciona como kiosco. M2 aclara que eligen una versión del cuento diferente de la de la película para que haya mejores posibilidades en la interacción oral. Se retoma la proyección de la película luego del recreo. Los chicos miran atentamente. 50 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Fecha: Miércoles 16 de septiembre Día de lluvia. 8 (ocho) alumnos entre las dos divisiones Maestras: M1 y M2 13:45 Aclaración de M2: Los trabajos en pequeños grupos están suspendidos por la pandemia de gripe A. Se trabaja con el grupo total. Todos los chicos participan de las revisiones que se realizan en el pizarrón. El nivel de las producciones es diferente, pero se logran cosas. M2: -Guardamos el cuadernito y todo lo que tenemos sobre la mesita. (Se dirige a M 1, la maestra de la otra sección): -¿Tenés algún tipo de figurita? Voy a buscarlas de mi salón. M1: -¿Le gustaron (sic) el cuento que miramos ayer, o no? 41 AA: … … M1: -¿Ya se olvidaron? AA: … … (No hay interacción). Vuelve M2. M2: -¿Cómo están? ¿Con frío? Pega en el pizarrón figuras con imágenes de un gallo y una gallina, un pato y un pony. M2: -Hoy vamos a trabajar con animalitos, ¿sí? AA: -Sí. M2: ¡Bueno, con ganas! (Los anima). M2:- ¿Cómo se llama lo que tiene sobre la cabecita? (señalando al gallo). A1: -Pelos. A2:-Plumas. M2: -¿Nunca escucharon? Cres… AA: … … M2: -Cresta. M2: -¿Cómo se llama? AA: -¡Gallo! M2: ¿Y ella que es más chiquita, más coqueta, que es la “esposa” del gallo? (señala a la gallina). AA: -¡Gallina! M2: -¿Y este animalito? (señala al pony). AA: -¡Caballo! M2: -¿No lo ven chiquito? 41 El subrayado es nuestro. 51 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes AA: ¡Pony! M2: -¿Quién se anima a escribir sus nombres y lo ayudamos entre todos? Pasa un alumno (A1) y escribe AGRO (por GALLO). M2.: -La seño les va a leer y ustedes van a decir si está bien o mal, y vamos a corregir. M2: Lee AGRO. -¿Está bien escrito GALLO? AA: -¡La de GA! M2: -¿Y después? AA: -¡La A! Otro alumno (A2) pasa a escribir GARO. M2: -¿Qué dice hasta ahí? ¡Con seguridad! (Tapa la sílaba RO, muestra GA). M2: -¿Con qué se escribirá LLO? (Pronuncia enfáticamente GA-LLO y, en especial, la consonante palatal). M2 escribe AGRO-GARO-GALLO. Les pregunta dónde está bien escrito y les pone caritas. M2: -Vamos con la palabra GALLINA. Tengan en cuenta que ya escribimos GALLO. ¿Cómo será GALLINA? A2: ¡La í! M2: -No te apures… Otra alumna (A 3) escribe AGIA. M2: -¿Te parece que comienzan igual GALLO y GALLINA? A3: -SÍ. M2: -A ver si te sirve para seguir escribiendo. (Tapa las sílabas finales de AG (IA) y GA (LLO), para que se dé cuenta. La nena se da cuenta y escribe GALL…) A4: -¡La I! A3 escribe GALLI. M2 alarga los sonidos de NA. M2: -A ver, quién pasa. Joana, tenés que animarte. A: -La N y la A. A3 termina de escribir GALLINA y la maestra la felicita. M2 les muestra la palabra, sílaba por sílaba; va de izquierda a derecha y viceversa. Pone otra carita linda. M2: -Esta es fácil. Va a pasar Joana (A4) Las seños “no están”. A4 escribe PAPA. AA le dictan “la T y la O”. A4 corrige y escribe PATO. Cuando termina, mira a las maestras. M2: -Hasta ahí ¿qué dice? (Leen sílaba por sílaba, de izquierda a derecha y viceversa. M2 pone otra carita linda sobre pato. Los anima a seguir). M2: -PONY, ¿cómo van a escribir? AA:-Con la de PAPÁ. A: -La de MARIPOSA. M2: ¿Está la partecita PO en MARIPOSA? AA: Síí. M2: -¿Me la pueden mostrar? A5 pasa y señala primero MARIPO, después MAR. 52 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M2: -¿Qué les parece? ¿Ella encerró la partecita PO que está en MARIPOSA? AA: -Noo M2: -¿Qué encerró? AA: MAR A6 señala MARIPO. M2: -¿Encerró la partecita PO? A1: -MARIPO M2 les pregunta a los demás y todos leen MARIPO. Le da una tiza de otro color a A6 para que encierre sólo PO. A6 encierra P. A1 pasa y encierra PO. M2: -¿Qué opinan ustedes? AA: -Sííí. M2:- Ahora vamos a escribir la partecita PO que le sacamos a MARIPOSA y vamos a escribir PONY. A6 escribe PO… (y mira hacia el grupo-clase para que la ayuden). Todos levantan la mano para pasar. A6 escribe PONI. M2: La seño le suele agregar un sombrerito (señalando la I).(De nuevo, leen, silabeando, de izquierda a derecha y viceversa). M2: -Muy bien, otra carita linda. M2: -Ahora, vamos a hacer algo un poco más largo. Vamos a escribir una oración. ¿Qué oración podemos escribir con “pony”? A7: -Yo juego con mi pony. A8: -Yo paseo con el pony. M2: ¿Con “el” o con “mi” pony? A1: -Yo paseo con mi pony. M2: -A ver, ¿quién pasa a escribir? A6 escribe YO-PASEO M2 aclara a la observadora que la “rayita” para separar palabras es un criterio institucional en primer grado. AA leen todos lo que quedó escrito: -PO M2: -¿PO? A1: -YO AA leen nuevamente a coro: YO-PASEO A6 escribe CO… Y pregunta: “¿Con la de mamá?”. M2 les hace comparar COM con CON, alargando los sonidos de las consonantes finales -¿Cómo tiene que quedar? A8: -La de CÓNDOR. M2: -Bien. A6 sigue escribiendo: YO-PASEO-CON-MI M2 le enseña que ponga el “sombrerito” de la I. AA leen a coro nuevamente: YO-PASEO-CON-MI… M2: -¿Con mi qué…? AA: ¡PONY! M2: Bien, con mi PONY. ¡Grande la letra! 53 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes AA leen a coro; la maestra va marcando las sílabas con el puntero. M2: -Cuando termina la oración, ¿qué tenemos que poner? AA: -El puntito, el puntito final. M2: -Bien. M2: -Ahora pensamos oraciones con la palabra PATO. A1: -El pato nada en la laguna. A2: -El pato juega con los otros patitos. M2: -Joana, a ver una. Todos tienen que decir. A4: … … (Joana no contesta). A3: -El pato es lindo. A7:-El pato juega. A7 pasa a escribir. Escribe EL. A1 corrige y dice “Primero la L”. M2: Es así, como propone Valentino. AA: Noo, primero la E. Está bien como escribió Roci. M2: ¿Se animan a escribir ustedes solitos, sin que los ayuden las seños? AA: -Sííí, seño. Escribe Roci (A7) y los compañeros le dictan. Roci escribe: EL PATO NA... AA: -¡La de DEDO! A1: -Como una pancita, una pancita gorda. La D con la A. A7 escribe EL PATO NADA M2: -¿Vamos a ver qué dice hasta ahí y después siguen? AA leen a coro: EL PATO NADA A2: -La E primero. (Pasa y agrega EN). A3: -La L primero y después la A. M2: -Joana no te escucho. A7 escribe LAUG. A5: -La de GATO primero y después la U. M2: -Primero leemos hasta aquí. AA: -EL PATO NADA EN LAGU M2: -Cuidado: LA es una palabrita y LAGUNA es otra. Ayúdense entre ustedes. A7: Escribe EL PATO NADA EN LAGU M2: -¿No le estará faltando algo? AA:- ¡LA! A2: -Tiene que borrar la de GATO y la U. M2: -¿Quién pasa a mostrarle? (Como nadie pasa, escribe Roci al dictado de los compañeros. Luego leen a coro y se dan cuenta de que le falta la N y la A). M2: -Joana, Joana no ayuda. Joana te quiero escuchar. M2: -¿Quién se anima a leer solito? A ver, Joana. (Joana lee y M2 la alienta cuando lee, marcando con el puntero).42 M2: ¡Muy bien, Joana! M2: -¿Quién se anima a leer las dos oraciones? A1 lee las dos oraciones, marcando correctamente las sílabas con el puntero. Otro alumno lee pero no marca bien. 42 El subrayado es nuestro. 54 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M2.: -Los que están sentaditos pueden corregir, ¿eh? A1: -Te pasaste la O. AA orientan a Agustín y éste termina de leer. Timbre de recreo a las 14:50. ………………………………………………………………………………………………………………………………… Fecha: Viernes 18 de septiembre de 2009; 16 alumnos 14:45 La maestra toma asistencia. Comenta que viene del campo, de una escuela rural que está cerca de Esquina –a 45 km. de Goya-, donde trabaja a contraturno. Pega en el pizarrón láminas con escenas del cuento “Blancanieves”. M1: -¿Se acuerdan del cuento? ¿Cómo empezaba? A1: -Que la mamá se pinchó con la aguja. A1: -Cayó la sangre. A2:-En la nieve. M1: -¿Qué deseaba la reina? A3: -Quería tener un bebé. A4:-Que la cara sea blanca como la nieve y los labios rojos como la sangre. A5: -Y el pelo bien negro. A6: -Como las nubes. M1: -Sí, las nubes a veces se ponen negras, cuando viene una tormenta. Pero en este caso, eran cabellos negros como… A5: -Como la noche. M1: -¿Qué le pasó a la reina? A6: -Le agarró fiebre, se enfermó y murió. M1: -¿Con quién se quedó Blancanieves? A7: -Con la madrastra y el papá. M1: -¿Cómo era la madrastra? AA: -Mala. M1: -¿Qué usaba? AA: -El espejito. M1: -¿Qué le preguntaba? A5: -Espejito, espejito; ¿quién es la más linda del reino? M1: -¿Y el espejo al principio qué le contestaba? A: -Que la madrastra era la más linda del reino. M1: -¿Y cuando Blancanieves creció, qué le dijo? A: -Blancanieves es más linda que usted. M1: -¿Qué hizo entonces la madrastra? A1: -Se enojó, le dio rabia. A2: -Le dijo al cazador que le mate y le traiga el corazón. M1: -¿El cazador obedeció las órdenes de la reina? A: -Le llevó a un bosque y le sacó el corazón al jabalí. A:-Nga’ú, fingió que le mató a Blancanieves. 55 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M1: -Daiana, ¿qué pasó con Blancanieves? A: … … (No contesta). M1: -Sentate bien, Roci. Daiana también miró el cuento. ¿Qué pasó, Daiana, con Blancanieves? ¿No te acordás del cuentito que miramos? AA: -¡Yo, seño! M1: -A ver, a ver… Pedro. ¿Qué pasó? A: -Él no estaba, seño. Yo, seño. M1: -Sentate bien. A1: -Él no estaba, seño. A2:-Yo, señooo. M1: -¿Qué pasó? A3: -Que corrió por el bosque. M1: -¿Y qué pasó cuando corrió por el bosque? A4: -Encontró una casa (tres veces). M1: -¿Qué le había dicho el cazador? A1: -Dijo que no se vaya al palacio, que se vaya bien dentro del bosque. M1:-¿Por qué? A2: -Porque o sino se iba a dar… A3: -….cuenta la madrastra. M1: -¿Qué iba a hacerle la madrastra si se iba, si aparecía ella? A: -Le mataba. M1: -Le iba a matar… M1: -A ver…este…Lucas. A: -Yo no miré. M1: -No miraste vos… Bueno, Jesús. ¿Qué pasó cuando empezó a correeer Blancanieves por el bosque? ¿Hasta dónde llegó? A: -Hasta la… M1:-Shhh. Jesús, Jesús. A: … … (No contesta). M1: -¿No te acordás? AA: ¡Yo, seño! ¡Yo, seño! M1:- Nicolini. ¿Hasta dónde llegó, Nicolini? ¿Hasta la casa de quién? A: De los enanitos. M1: -De los siete enanitos, muy bien. ¿Y qué encontró? AA: -¡Yo, seño! M1: -Nicolini, solamente. ¿Qué encontró en la casa de los enanitos? A: -Siete platos. M1: -Siete platos, muy bien. Qué más. A: -Siete tenedor (sic). M1: -Siete tenedores. Qué más. A: -Siete cuchillos. M1: -Siete cuchillos. Qué más. A: -Siete camas. M1: -Siete camas. A: -Siete vasos. M1:-Y siete vasos. M1: -¿Y en los platos qué había? 56 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes A: -Y siete sillas. M1:-También; ya dijo ya. ¿Qué había en los platos? A: -Comida. M1:-¿Ella se comió todo lo que había en los platos? A: -¡No! Un poco (de) cada uno. M1:-Cuando vimos que comió mucho, que la panza estaba grande, ¿qué pasó? A:-Se acostó en la cama. M1:-¿Sintió qué? A: -¡Sueño! M1: -¿Y qué pasó? A:-¡Dormió! ¡Dormió! (sic). A: -Se acostó a dormir en la cama de los enanitos. M1:- Se acostó a dormir en la cama de los enanitos, muy bien. ¿Qué pasó cuando los enanitos venían de trabajar? Eh… Rocío, ¿qué pasó cuando los enanitos vinieron del bosque? AA: -Del trabajo. M1: -¿Rocío, qué pasó? A: … … (Rocío no contesta). M1: -¿Qué pasó? ¿Cómo le encontró los enanitos a Blancanieves? (sic43). A: -Durmiendo. M1: -Durmiendo, ¿dónde? A:- En la cama. M1: -¿Y qué pasó? ¿Se enojaron los enanitos? A: -Nooo; le dejaron que duerma. M1: -¿Por qué, Damián? ¿Qué le dijo los enanitos a Blancanieves (sic)? ¿Que se podía quedar, pero qué? A: -¡Yo, seño! M1: -Damián, Da-mián. ¿Te acordás, Damián? ¿Qué pasó? A: -Le dijo que le ayude a lavar la ropa (sic). M1: -A lavar la ropa. ¿Qué más? A: -A lavar los platos. M1: -A lavar los platos. ¿Qué más, Damián? A: -… A coser. M1: -A coser. ¿Y a qué más? ¿No comen nada los enanitos? A: -No. A: -Sí, que le cocine. M1: -Ahh. A: -Que le cocine y que le limpie la casa. M1: -Pero pobres enanitos, se iban a morir de hambre si Blancanieves no le (sic) cocinaba. Iba a estar la casa limpia, la ropa lavada… A: -Y después le dijo que no deje que entre nadie… A: -Que no le abra la puerta. M1:-Muy bien. Ese consejo le dio a Blancanieves. ¿Y qué pasó después cuando pasó 43 La mayoría de las expresiones señaladas con la locución sic en el presente registro de clase corresponden a errores de variación (Di Tullio, 2000) que se manifiestan en el habla de la docente y los alumnos. Cfr. González Sandoval (2005). La maestra no corrige tales errores porque los mismos forman parte de su propia modalidad lingüística. 57 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes un tiempo y se fue de nuevo la bruja a consultar a su espejo? A ver, Nicolás, qué pasó Nicolás, qué le dijo el espejito. Nicolás no contesta. M1: -Cuando le pregunta: “Espejito, espejito, dime ¿quién es la más bonita del reino?” ¿Qué le dice el espejito? ¿Quién es la más linda ahora? A: -Blancanieves (contesta Nicolás). M1: -Blancanieves, muy bien. ¿Y cómo lo tómo la bruja, la madrastra? ¿Se puso contenta? A: -No, muy mala. Y le agarró rabia. M1: -Y le agarró rabia, muy bien Nicolás. ¿Y qué hizo entonces…Daiana? ¿Qué hizo entonces? A:-Se fue a matarle; le mató (sic). M1: -¿Qué hizo entonces, en qué se convirtió? A: -En una viejita. M1: -¿Y qué hizo la viejita, Daiana? Vamos a escucharla a Daiana. A: -Le vendió manzanas. M1: -¿Primero le vendió manzanas? A: -Noo, primero un pañuelito. M1: -¿Y qué le hizo con el pañuelito? A: -Le ahorcó (sic). M1:-Le ahorcó, muy bien (sic). ¿Y qué pasó con Blancanieves, Melanie? Melanie: … … (No contesta). A:-No podía respirar. M1: -¿No podía respirar, Melanie? ¿Y qué pasó? ¿Se desmayó o se murió? A: -Se desmayó. M1: -Muy bien, se desmayó. Muy bien. A: -Después vendía… A: -…¡peine(s)! M1: -Y ahí ¿quién vino cuando estaba desmayada? ¿Vino a ofrecer peine(s)? A:-Llegaron los siete enanitos. M1:-Cuando llegaron los siete enanitos ¿qué pasó? A: -Le sacó el pañuelito (sic). M1:-¿Y entonces qué podía hacer Blancanieves? M1: -Y ahí podía respirar. M1: -Ahí podía respirar y volver a vivir. ¿Y qué consejo le dieron los enanitos? A:-Que no le deje entrar a nadie. M1:-Que no le abra la puerta a nadie nunca más; muy bien. ¿Y volvió a venir la abuelita? A: -Sí. M1: -Y esta vez, ¿qué vendía? A:- ¡Peine (s)! M1: -Peine (s). Y por qué será que Blancanieves no le hizo caso a los enanitos y se fue y abrió la puerta? ¿Cómo la veía ella a la abuelita? ¿Qué pensaba de ella? ¿Que era qué? A:- Linda. M1:-Que era linda ¿y qué más? A: -Que era buena. 58 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M1: -Que era buenita porque ya era viejita. Entonces le volvió a abrir la puerta, ¿y qué pasó? A: -Le puso el peine venenoso y… A:- …y se desmayó, se desmayó. M1: -Se desmayó, muy bien. ¿Y qué pasó con los enanitos? A: -Vinieron los siete enanitos y le sacó (sic) el peine porque ya se estaba por escapar el veneno y estaba por morir… M1:-Muy bien. ¿Volvió a insistir la bruja? A: -Síí. M1:-Vamos a escucharla a Rocío. ¿En qué se convirtió la última vez la bruja? ¿Qué vendía? A: -Manzanas (contesta Rocío). M1: -¿Manzanas lindas? A:-No, venenosas. M1:-¿Qué tenían las manzanas? A: -¡Veneno! M1: -Ah, pero la viejita comió también la manzana envenenada y no murió. ¿Por qué? A:-Porque comió la parte verde; la parte roja estaba envenenada. M1: -¿Y qué pasó ahí? A: -Se desmayó. M1: -Tuvo un sueño cortito. A:- No, cayó en un sueño profundo. M1: -En un sueño profundo, muy bien. ¿Y qué hicieron cuando llegaron los enanitos cuando vinieron de trabajar? A:-Lloraron. M1: -Lloraron porque pensaron ¿que qué? A: -Que estaba muerta. M1:-No escribas en la mesa, Lucas. Si vos no miraste la tele, la película, vos prestá atención a lo que dicen tus compañeros entonces a vos ya te queda en tu cabecita. ¿ A:-Seño, ¿qué tenemos hoy? M1: -Entonces creyeron que Blancanieves estaba muerta, ¿no? Y qué pasó ¿estaba muerta? AA:-Noo. M1:-¿Qué estaba? A: -Estaba en un sueño profundo. M1:- En un sueño profundo ¿Y los enanitos sabían que estaba dormiendo? (sic) AA: -No. M1:-¿Y qué creyeron ellos? A: -Que estaba muerta. M1:-¿Qué hicieron los enanitos? A:-Le hicieron una caja de perlas. M1: -¿De perlas? A: -De diamante. M1: -¿Cómo era la caja? A: -Cuadrada. M1: - Ya sé que es cuadrada pero ¿de qué material estaba hecha? 59 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes A:-De madera. M1: -Ah… ¿Y cómo le veía el príncipe entonces si era de madera? A: -De vidrio era. M1: -De vidrio, muy bien Rocío. Era de cristal, de cristal. Y cuando la apoyaron a Blancanieves en la cajita de cristal, ¿con que la adornaron? A:-¡Con una paloma blanca! M1:-Noo. A: -¡Con flores! M1: -Con flores. ¿Solamente los enanitos estaban tristes? A:-No, el príncipe. M1: -No. ¿Quién más? Todos los qué… A: -…todos los animales M1: -Todos los animalitos del bosque también estaban tristes. ¿Qué pasó cuando todos estaban llorando por Blancanieves? A: -Vino el príncipe. M1: -¿Quién pasaba por ahí? A: -¡El príncipe! M1:-¿Y qué sintió el príncipe por ella? A:-Amor. A: -Porque era linda y bella. M1:-¿Y por eso nada más? A: -Pensó que era preciosa. A: -Que se podía casar con él. M1:-¿Pero y por qué solamente? Yo si veo… si le veo a Ezequiel que es lindo no me voy a querer casar con él porque es lindo nomás (risas); imagínense cuántas veces nos vamos a tener que casar si vemos una persona que es linda. ¿Qué vio él en Blancanieves? A: -Amor. M1: -El amor, ¿y aparte, qué más vio? ¿Que era una persona cómo? A: -Que era bella. M1:- Bella por fuera y por… AA: -¡Dentro! M1: -Vio que era una buena persona… A: -Y que le tenía mucho cariño. M1:- Y que le tenía mucho cariño. ¿Y después qué pasó? A:- Primero no le dejaron los enanitos. Después le dejaron. M1: -Ah… ¿Por qué le dejaron? A:-Porque sentía amor. A: -Amor …y paz. A:-Porque él le quería mucho. M1:- El príncipe le quería mucho, ajá. ¿Y qué pasó en ese momento cuando el príncipe le va a cargar en sus brazos a Blancanieves, qué pasó en ese momento? A:-Cayó un trueno, un rayo. M1:-¿Recuerdan que la señorita M2 dijo que qué se producía en ese momento? A:-Un rayo. M1:-No. A: -Un sol. 60 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes M1:-No. ¿Se acuerdan qué dijo la señorita M2? ¿El príncipe representaba a quién? A:-Al mal. M1: -¿El príncipe al mal o al bien? A: -Al bien. M1: -¿Y la bruja malvada? A: -Al mal. M1:-Entonces era una lucha entre el bien y el mal. A: -El príncipe le venció al mal (sic). M1: -¿Por qué será que le venció? (sic). A:-Por el amor. M1:-Porque sentía un profundo amor, porque era muy bello el amor que sentía por Blancanieves. ¿Y siempre triunfa el bien sobre la maldad o la maldad suele triunfar? AA:-Nooo. M1: -Siempre triunfa el bueno, el bien, el amor. Muy bien. ¿Entonces qué pasó? A-Vivió Blancanieves. M1: -Recuerdan que cuando estaba Blancanieves en la cajita de cristal y viene el príncipe a mirarle (sic) ¿qué cayó sobre la cara de Blancanieves? A:-El príncipe miró por la cajita de cristal. M1:-¿Y qué vio? A:-Que cayó un rayo. M1:-No. A:-Una gota de agua. M1:-¿Qué pensó el príncipe entonces? A:-Que estaba llorando. M1: -Que estaba llorando, muy bien; entonces pensó que no estaba muerta. A: -El príncipe le besó. M1: -Una vez que se besaron, que pudo vencer al mal ¿qué pasó con Blancanieves? A:-Vivió. M1:-Revivió. ¿Y qué pasó? A:-Salió el pedazo de manzana. M1: -Ajá, muy bien. ¿Y qué pasó? ¿Qué pasó con el príncipe y con Blancanieves? A:-Se casaron y vivieron feliz(sic). AA: -(………) A:-Y colorín, colorado, este cuento se ha terminado. M1:-Muy bien. REGISTRO DE CLASE FECHA: Jueves 24 de septiembre de 2009 TEMA: TEXTO INSTRUCTIVO REGISTRO Luego del acto de entrada, y establecidos en fila, los alumnos -en primer lugar, Hora las mujeres, y luego los varones- entran al curso, se ubican en sus respectivos 13:44 lugares. Algunos esperan, porque antes de empezar la clase deben traer, casi 61 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 13:55 13:57 14:00 todos los días, mesas y sillas pues no son suficientes las que hay. Se continúa con el ordenamiento tradicional debido a la emergencia sanitaria. La docente dialoga con varias mamás a las que convoca para conversar acerca de distintas problemáticas personales de los alumnos. Lautaro y Juan Pablo conversan, contrastando con el silencio del resto, mientras la maestra busca una documentación para una mamá que recién llega. La docente continúa atendiendo a la mamá. A: -¡Seño! ¡Johana y Cecilia están jugando con la mano de ella! ¡Se están tocando! M2: -(….) (No escuché la respuesta, pero las niñas de referencia se quedan quietas. Otros niños comienzan a inquietarse, se levantan, deambulan, tocan las plantas) M2: -¿Qué te pasaba Juan Pablo que no venías? A: -Mi papá estaba enfermo. M2: -¿Y ahora está bien?... A asiente con la cabeza. Es la hora de la asistencia; están veintisiete alumnos presentes y tres ausentes. M2 me comenta el tema del día: textos instructivos. M2: -Vamos a ver lo que trajo la seño porque parece que la seño vino con ganas de cocinar ¿Qué estoy por hacer? ¡Tortas fritas! ¿Pusieron cuidado en qué hizo la seño primero? AA: -Siiií ¡Limpió la mesa! A: -¡Seño, ahora sí que traje mantelito! (Lo utilizan para colocar los cereales a la hora de la leche). M2: -Vos no sabés lo contenta que me pongo. M2: -¿Qué es esto? (Muestra un paquete). AA: -¡Grasa de vaca! M2: (Levanta un paquete) -¿Cómo se dan cuenta que esto es grasa de chancho? A: -Porque tiene un dibujito. M2: -¿Qué hace el chanchito? A: -¡Está haciendo empanadas! M2: -¡Sííí, es un chanchito cocinero! M2:- Bueno, esto es harina, ¿de qué? AA: -¡De trigoooo! M2: -¿Y esto qué es? AA: -¡Sal y huevos! M2: -Sí, algunos le ponen huevos, yo no, porque sale más dura. Esto es salmuera. A: -Esto se usa para la muela, mi abuela me hacía cuando me dolía. M2: -Sí, muy bien…. Bueno, ahora ¿qué tengo? AA: -Harina, grasa, agua, sal,… AA: -¡Salmuera! De repente, ingresa una docente de jardín de infantes acompañada de una sección. La maestra me explica que esto responde a un proyecto de integración con el jardín de infantes. Los niñitos se sientan en el suelo, en un espacio que 62 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 14:13 debió abrirse porque ya no entraba en el espacio del aula. M2: -Bueno, a los jardineritos les va a encantar lo que estamos por hacer… ¡Tortas fritaaas! Bien ¿y qué traje yo? AA: Repiten uno a uno los ingredientes. M2: -Bueno, cuando los ratoncitos anden por su casa, ustedes van a venir a esta escuela (Se dirige a los jardineros). Bueno, ahora levanten la mano todos aquellos que ya anduvieron los ratoncitos por su casa (sic). (Varios chicos levantan la mano). M2: -Yo traje también una “fuente”; decir fuente es más nuestro que decir “bol”. Ahora coloco la harina en la mesa y dejo un agujerito en el medio. (Pasa la fuente por los bancos y les muestra a todos. Toma la grasa y la raspa con la cuchara). M2: -¿Qué hace la Seño? ¿Qué es esto? AA: -¡Grasa! M2 va efectuando los pasos y, a la vez, pidiendo a los alumnos que expliquen oralmente. M2:-¡Venga mi secretaria! Otro poquito de agua (La alumna debe ir a buscar agua a la cocina) Y decile a Itatí que sí, que va a comer la tortitas pero va a tener que cocinarlas. A: -¡Seño! No tiene que ser muy finita la masa porque sale muy dura. (La maestra, asiente con la cabeza). A: -¡Seño, la torta asada se hace en la parrilla! M2: -Muy importante lo que dice su compañerito. A: -Se hacen dulces también. M2: -¿En ese caso qué hay que agregar? A: -¡Azúcar! M2: -La seño ya amasó mucho en la fuente y, obtuvo una masa… toquen (Acerca a cada uno la masa) Toquen pero… no me roben, je, ¡Este Jonatan!. (El alumno le pega un pellizcón a la masa). Entra el señor de maestranza a preguntar cuántos trajeron tacitas para tomar su leche. Cuenta veinticinco y se retira. M2: -Miren lo que hace la Seño, por eso limpiamos bien la mesa antes. La Seño amasa, ¿con qué hicimos la masa? (Repiten, una vez más, los ingredientes y los pasos). M2: -Miren lo que hace la Seño: saca un pedacito y arma un bollito y, estiro hasta formar una tortita, miren. A: -¡Ahí, hacele un huequito! A:- Sííí… porque sino se hincha. M2: -Bueno, ¿vieron que la Seño es media…? (sic). Bueno, a mí no me gusta hacerle el agujerito porque me gusta que se infle. A: -¡Seño! Mi abuela cuando hace pascualina, le pincha con un tenedor. M2: -¡Muy bien! Bueno. ¿Quién ve cocinar a la mamá? A:-Agarra la sartén y pone a calentar la grasa. M2:- Como no tenemos cocina aquí, vamos a mandarle a la señora Itatí para que las cocine ella. M2: -Ahora, vamos a escribir ¿qué es lo que usamos? Tenemos que poner INGREDIENTES ¿quién se anima? 63 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 14.31 14:49 Un alumno pasa al frente y escribe IE. M2: -Ustedes le gritaron todos la E, y tenía que ir N: IN ¡escuchen! Porque es difícil: GRRR. La G de gato ¡Muy bien! ¿Qué le falta ahora? La E…D I E N-T-E, (terminan de construir la palabra de manera colectiva y luego, leen). A: -¡Seño a Alexis le sangra el diente! M2: (Se dirige al alumno) -A ver… Ah, te está queriendo salir una muelita. (Continúa con la actividad) ¿Qué fue lo primero que la seño sacó? A: -Harina. M2: -Bueno, escribí (El alumno pasa)-…Tiene una trampita. ¿Qué le falta? A: -La H. M2: -Bueno, ponele. A2: (Deletrea y escribe) -T-R-I. A3: -GRASA. M2: -GGG… A3: -La de GATO. M: -GRRR, LA –G, la R y la… (Dolores no recuerda, pasa un compañero y escribe la sílaba en el pizarrón) M2 -¿Y ahora cómo sigue? A: -La viborita. M2: -¡No! Díganle lo que leen: GRA – SA (Dolores escribe). M2: -Ahora tenemos que poner de vaca. La D de Dedo con la E. (Dolores señala la B ) M2: ¿Será esa? AA: No, la de Vela: VA, con la de Casa, la CA. (Pasa Tiara a escribir SAL y AGUA, Nahuel le dicta la de Zorro). M2:- ¿Ustedes comparten lo que dice Nahuel? AA: -¡No, con la de casa! (Pasa a leer Nahuel) M2: -¿Viste que no tenés que apurarte? (Tiara ya se dio cuenta de su error y corrige) A: Escribe SAL – AUGU. Pasa Cecilia y lee AGUA. M2: -¿Te parece? A: -Falta una A. M2: -Bueno, pasá y arreglá la A que decís. (Corrige y escribe: AUGUA) –Ya que estás ahí ¿querés que les lea yo? A: -Yo, seño; dice “AGUA”. M2: -Yo les voy a copiar en grande lo que dice acá (AUGUA), y también voy a escribir esto (AGUA). (Señalan la correcta cuando terminó de escribir) -A: -Seño, paso a corregí… (sic) (Aylén pasa) M2: Bueno, terminamos con los ingredientes y… A: -Paso a leer, Seño. M2: -Bueno. A: -¡Seño! Leandro está comiendo caramelos. M: -Leandro, el caramelo es para el recreo. 64 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 15.08 15:20 (Leandro se saca el caramelo. A continuación, es el momento de la merienda. M2 comienza a escribir en el pizarrón). PREPARACIÓN -M: La seño no dijo que saquen los cuadernos. Para adelantar un poquito, la seño ya escribió en el pizarrón, ustedes tienen que leer. PONEMOS EN UNA FUENTE LA HARINA, LA GRASA Y EL AGUA CON SAL. ARMAMOS UNA MASA Y ESTIRAMOS LA TORTA. (Una alumna lee con dificultad, otro alumno lee de corrido. Finalmente sacan los cuadernitos para transcribir lo trabajado en el pizarrón:) HOY- ES- JUEVES- 24- DE- SEPTIEMBRE LENGUA TEXTO- INSTRUCTIVO: “TORTA- FRITA” ………………………………………………………………………………………………………………… Fecha: Viernes 25 de septiembre Clase de M1 13:45 14:10 La maestra anuncia que hoy van a dar “historieta”. Pega con la ayuda de la alumna practicante dos láminas de la secuencia narrativa de Blancanieves. Se escucha el murmullo de los chicos que hablan. M1: -Salgan de ahí, cada uno en su lugar… M1: -Vamos a hacer memoria… Guillermo, te estamos esperando a vos que te acomodes; dale Ezequiel… Vamos a recordar un poquito la película que vimos la otra vez. La seño, ¿qué pegó acá? AA:-Carteles. M1: -Pegó dos láminas o carteles, como dice Alexis. AA:-Láminas. M1: -¿Y qué vemos en esa lámina nosotros? AA: -Dibujos. M1: -¿Qué dibujos? A: -Blancanieves y una ancianita y una manzana. M1: -No sé si se acuerdan qué pasó cuando miramos la película con Blancanieves. A: -Se pinchó un dedo… M1:-Se pinchó un dedo, muy bien… A ver, díganme una cosa. Voy a darle un vuelco a lo que estuvimos hablando. ¿Acaso ustedes suelen comprar revistas, revistas para chicos? A:-Síí. M1: -¿O suelen mirar los diarios viejos que suelen tener una historieta? ¿Saben qué es una historieta? ¿Qué es, Ezequiel? A: -Un libro. 65 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 14:20 M1: -Sí, en los libros también están las historietas. A: -Una historieta es tipo una hoja de periódico blanca, con dibujos. M1: -Muy bien, una hoja con dibujos que están en blanco y negro. ¿Y qué particularidad tienen esos dibujos? ¿Son todo dibujito nada más, no tiene nada? A: -¡Yo le digo, seño! M1: -¿Cómo podemos saber qué fue lo que le dijo un personaje al otro personaje? (…) A: -Tenemo(s) que leer. M1: -Tenemo(s) que leer. O sea que nos damos cuenta porque tiene… A:-Dibujos. M1: -Y porque tiene algo es… A:…pecial. M1: -Especial o algo escrito. ESCRITO. Porque si nosotros vemos un dibujito así, ¿no se ponen a imaginar qué será que le está diciendo Blancanieves, qué será que le responde la viejita, o qué será que dice la abuelita y qué será que le responde Blancanieves? ¿No se ponen a pensar pero qué será que le dice? Y si capaz le dice: “Ay, abuelita, usted está muy viejita, necesita un bastoncito”. Entonces la abuelita será que le dice “Ay, sí, regalame un bastoncito porque no tengo para comer; a cambio te doy la manzanita”. Todo depende de nuestra imaginación y de lo que nosotros queremos poner dentro de ese dibujo. Yo hoy les propongo hacer una historieta con estas dos figuritas que tenemos nosotros. A: -¿Tenemos que dibujar después? M1: -Pero nosotros -Ezequiel-, acordándonos de la película, vamos a escribir a ver qué le puede decir la señorita Blancanieves a la abuela y qué le puede responder la abuela. Esas cosas que están escritas en la historieta, ¿dentro de qué están escritas, como en una especie de qué? A: -De un cuaderno, de un cuadradito. M1: -¿Cómo una especie de qué está dentro las palabras? ¿Una especie de qué? A: -De un corazón. M1: -De un corazón, puede ser. O de… A: -De una pelota. M1: -De una pelota, muy bien. A: -De un puente. A: -¿Un puente va a ser redondo? A: -Una pelota de básquet. M1: -¿No suelen ver así como una especie de globo y ahí está escrito lo que dice el personaje? ¿Les parece esto es una pelota o no? ¿Les parece un puente? Ah, pero se ve que pocas revistas miran usteden (sic), ¿eh? A: -Sí, ahí se dicen las palabras y se hablan; sí, gracioso es. M1: -Siempre es gracioso y siempre nos da chiste, pero si nosotros vemo(s) el dibujito así, no nos puede dar chiste; tenemos que leer, saber qué le dice un niño al otro para reírno(s) del chiste. Porque si yo te estoy mirando a vos y le estoy mirando a Lisandro y le miro aquí a los dos, parece una estatua, ni se comunican. Sin embargo los dos hablan, se dicen cosas. 66 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Todas las cosas que le puede llegar a decir Blancanieves a la abuelita tenemo(s) que poner dentro del… A: -Del globito. M1: -Del globito, muy bien. Acordándonos, recordando lo que pasó en la película, ¿qué será que le dijo la viejita a Blancanieves? A: -“Vendo manzanas, ricas manzanas” A:-“…y lindas”. M1: (Reprende a los que no atienden en clase). -Recordando lo que pasó en la película, ¿qué será lo que le dijo la viejita a Blancanieves? A: -“Vendo ricas manzanas y lindas.” M1: -“Vendo ricas manzanas y lindas” Muy bien, ¿qué otra cosa se acuerdan? A:-“Quién me quiere comprar” M1:-¿Y qué le responde Blancanieves? Y la interacción continúa para construir una oración. Luego, varios niños pasan a escribirla en el pizarrón. 14:30 M1: -Bueno, ¿vamo(s) a leer entre todos lo que hizo el compañero? A ver, a ver; que pase Camila a marcar, a marcar con la tiza. Marcá con la tiza, Camila.(1) A: ¿Todos tenemos que leer, seño? M1:-Má(s) vale. AA: (Leen todos a coro) -VEN- DO-RI-CAS- MAN-ZA-NAS-RO-JAS- LIN- DASJU-GO- SAS- Y- A-PE- TI-TO-SAS M1: -Bueno, a ver quién pasa a leer. Damián. Damián (2): Lee dos veces la misma oración. Sole y Melanie se trasladan al fondo del salón, donde yo estoy sentada. Tomás no atiende. En los bancos de atrás, tampoco Jesús, Lautaro ni Sergio participan. Pasa Maxi (3) a leer la misma oración. Pedro está a su lado. M1: -Pero parecen moscas, chee… M1: -Silencio, que vamos a escuchar a la mosca (Pedro 4). M1: -¿Marcó bien la y? Pasa Alexis (5). M1: -Daiana, ¿estás escuchando vos? -Fuerte, Daiana, para que te escuche la señorita. Pasa Daiana (6). Entra el portero, deja de leer. Sigue Daiana. Los que no están en el pizarrón, miran aburridos o se distraen. 67 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Pasa Lucas (7) (Pedro, a su lado). Se observa que al primer globo de la historieta le faltaron los signos de exclamación. Puso los dos globos a la misma altura. Algunos niños se aprenden de memoria la oración para leerla en voz alta, pero cometen errores al marcar las sílabas. 14:50 M1: -Bueno, vamos a hacer lo que le contesta Blancanieves. ¿Qué será lo que le contesta? A ver, Lisandro. A: … (No contesta) A: “-Estas manzanas deben estar ricas…” Acepta lo que propone Alexis. Pasa Alexis a escribir. Toca el timbre de recreo. ……………………………………………………………………………………………………………… Fecha: Lunes 28 de septiembre Clase de M2 25 alumnos presentes Antes habían estado ordenando los bancos en hileras. Después, la maestra pasó por los bancos a repasar con alcohol/lavandina. Tiene lugar una conversación espontánea entre la maestra y los alumnos, sobre lo que los alumnos hicieron durante el fin de semana. Los chicos están tranquilos, todos sentados en sus lugares. M2 toma asistencia llamando a los alumnos por sus nombres, sin los apellidos. Termina de tomar asistencia. Pega carteles (viñetas) en el pizarrón; dibuja globos que salen de los personajes de las viñetas. Conversa con Paola que está por tener una hermanita. M2: -Qué hiperactivos hoy, che. Ahora van a pasar todos. M2: -Bueno. Muy bien, pequeñitos. Hoy vamos a trabajar con unas historietas (sigue dibujando). ¿Sí? AA: -Sí. A: -Ayer estábamos jugando al ratón, al ratón Perez. A:-Seño, yo estaba mirando la largada de lanchas ayer, desde mi casa. En globos aparte (nubecitas) M2 escribe: “¿SEÑO-QUE-TENES-EN-LAMANO?” “TRAIGO-PAN” (Algunos alumnos leen espontáneamente). “¿QUETE-PASA-MARIA?” “ME-DUELE-EL-ESTOMAGO”. M2: -Uds. vayan mientras viendo qué está escribiendo la seño, ¿eh? M2: -Bueno, lo que les preparó la seño hoy es una historieta, ¿saben? Hoy vamos a trabajar historieta. Pero en cada nubecita que uds. ven debajo está lo que dice cada uno de estos personajes en este diálogo, distinta a la 68 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes que trabajamos los días anteriores en la que ustedes escribían lo que decía cada uno de los personajes. Hoy vamos a tener que leer primero, entre todos, descubrir cuál podría ser el mensaje de cada uno de los personajes, acomodamos en los globitos y …. () Saben lo que vamos a ir haciendo, primero, leyendo cada una de las nubecitas. ¿Te animás, Juan Pablo? 1) Pasa Juan Pablo. Primero lee en voz alta, marcando las sílabas con tiza, silabeando y luego M2 le pregunta si se anima a decirle lo que dice en esa nubecita. M2: -¿Te animás a decirme lo que dice en esa nubecita? Juan Pablo vuelve a leer, de la misma manera (QUE-TE-PASA-MARIA) 13:50 14:01 M2: -¿Qué nombre es ese? A: -María. M2: -¿Qué dice esta nubecita? (Les pregunta a todos para que respondan a coro, sin silabear) AA: -¿Qué te pasa, María? (a coro). M2: -“¿Qué te pasa, María?”, muy bien. “¿Qué te pasa, María?”, muy bien. Vamos a ir viendo quién se podrá llamar María, quién podrá estar preguntando -¿vieron que tiene el signito de pregunta, sí?, que se abre cuando comienza y se cierra abajo cuando termina. A: -Seño, yo sé quién es María. M2: -Bueno, esperá que ya vamos a descubrir entre todos. Oriana vamos con la otra nubecita. Lautaro sentate bien. 2) Oriana marca y lee en voz alta, silabeando. M2: -Muy bien. A ver quién se anima a decir qué dice en esa nubecita. A:-Qué te pasa en la mano. M2: -¿Será? A ver, leemos de nuevo todos juntos. A: -“SEÑO, QUE TE PASA EN LA MANO” M:-Eso,¿a ver cómo era? A: No contesta. M2:-¿No te animás? Bueno, vamos a leer entre todos. A: -EEEE M2:-Chicos, está primero esta (por la S). A: -“Seño, qué te pa…” M2:-No, no, no. A: -SE-ÑO-QUE-TE-NES-EN-LA-MANO M2:-¿Qué dice entonces? A: -“Seño, qué tenés en la mano”. M2: -Muy bien, ahora sí. “Seño, qué tenés en la mano”. En la anterior decía “Qué te pasa María” y en esta otra “Seño, qué tenés en la mano”, eh? Seguimos con la lectura. Pasá Facu, pasá. Dale, animate papá. 3) Facu lee marcando, como los dos anteriores. 69 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 14:03 M2: -¿Qué dice entonces, Pablo? (….)¿Quién sabe solito antes de leer todos juntos qué dice esta nubecita?(….) Vamos todos juntos entonces. Miren bien. (Leen silabeando ME-DU-E-LE) M2: -Hasta acá qué dice entonces. AA:-Duele. M2:Señala ME AA: -ME A: ME DUELE M2: -¡Bueno! De nuevo, señala para que todos “lean” a coro. (…) ¿Qué dice hasta ahí? A: -ME DUELE M2:-Muy bien. Seguimos. Leen silabeando: EL-ES-TÓ-MA-GO M:-¿Qué dice acá? (Espera que digan sin silabear). A: - Ahhhh! ME DUELE EL ESTÓMAGO M2: -Muy bien, muy bien. Felicitaciones, Valentino. Vamos todos de vuelta. Todos “leen” a coro nuevamente esa oración y ella vuelve a preguntarles “qué dice” y repite lo que dicen. M2: -Fíjense en los dibujitos, ¿quién podría estar diciendo “Me duele el estómago?” “Me duele el estómago”, vayan mirando. 14:16 Entra el portero para saber quién va a tomar la leche. M2: -Bueno, seguimos. Nahuel, la última nubecita. 4) Nahuel. Grupo consonántico: -Te ayuda la seño porque es una palabrita difícil. M2: -¿Qué dice entonces? AA: -TRAIGO PAN. M2: -“Traigo pan”. ¿Alguien preguntaba a la seño qué tenía en la mano? ¿Puede ser? ¿En qué nubecita? A ver Nahuel. Nahuel no señala lo que le pregunta. Muestra otras nubes. M2: -Fijate bien: SEÑO, QUÉ TENÉS EN LA MANO. Mirá bien, Nahuel. Mirá que es fácil. Leé Nahuel si vos sabés leer… Señala esa nube y lee silabeando, con dificultad. M2: -Bueno, qué dice entonces Nahuel ahí. A:-QUÉ TENÉS EN LA MANO. M2:-Fijate el comienzo. A: -SE-ÑO-QUE-TE-NES-EN-LA-MA-NO M2: -Bueno, decime de corrido, no como leemos. A: -Seño que tené en tu mano. A:-…en la mano. M2:-Nahuel qué nos pasa hoy… Bueno, sentate y atendé. Me parece que nos fuimos mucho de pesca Nahuel y trabajamos poco. A ver, Agustín. Agustín va a hacer la última lectura de todo. 70 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes 5) Agustín “lee” nube por nube y los demás van diciendo “qué dice”. A: Yo, seño. M2: -Ya vas a pasar, Paola. Aguántame un poquito. M2: -¿Tienen idea de dónde va a ir eso después? ¿En qué pizarrón? A: -En este, seño; en éste. Agustín sigue leyendo y luego M2 le pregunta qué dice. Les dice a todos que van a dejar en claro qué dice en cada pizarrón. M2:-¿Uds. en algunos de los dibujitos ven a una seño? A:-Sí. M2:-Vayan ubicándose. Agustín sigue leyendo y luego M2 nuevamente le pregunta qué dice. M2: -¿Había alguien mostrando la pancita? A:-Sí. M2: -Había alguien. M2: -¿Qué dice? A: -TRAJO PAN. M2:-TRAIIIGO PAN. Lo felicita a Agustín. M2:-Voy a repetir todo para que uds. se den cuenta, porque además hay compañeritos que todavía no saben. La maestra vuelve a leer cada una de las oraciones y les va haciendo relacionar con los dibujos, mediante preguntas. 71 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes Fecha: 15 de octubre de 2009 Clase de M3 Tema: Texto instructivo M3: Maestra A: Alumno/a AA: Alumnos y alumnas 08:05 Los alumnos buscan bancos y ordenan el salón. La maestra toma asistencia. Los chicos comentan que ayer en la clase de gimnasia se olvidaron en el patio la campera de dos compañeros. La maestra dice que en el salón deben sacarse las camperas, no en el patio porque se olvidan. Luego controla las libretas, para ver si todos las entregaron. La maestra me comenta que ayer hicieron jugo de naranja y escribieron cómo lo hicieron; tomaron el jugo en gimnasia y hoy continuarán esa actividad. M3: -¿Qué hicimos ayer? AA: - ¡Jugo de naranja! M3: -¿Qué ingredientes utilizamos para hacer el jugo de naranja? AA: - Naranjas, azúcar y agua. Luego, comienzan a nombrar los pasos que siguieron: 1- Cortamos la naranja por la mitad 2- Exprimimos la naranja en el exprimidor. 3- Sacamos el jugo del exprimidor y lo ubicamos en la jarra. 4- En la jarra, pusimos agua y azúcar y revolvimos. 5- Pusimos el jugo en la heladera. 6- Tomamos después de gimnasia. La maestra recuerda que deben lavarse las manos y las naranjas. Pregunta a un alumno que comió ensalada de frutas, qué frutas encontró: naranja, durazno y frutilla pero no sabe cómo se hizo porque estaba mirando la televisión. La maestra le pide que averigüe y que les cuente mañana para hacerlo después. La maestra entrega una fotocopia a cada alumno y uno de ellos comenta lo que observa. Luego explica que cuando escribimos no decimos “Está cortando la fruta”, se dice “Cortar la fruta”, “Lavar las manos”. Pasa al pizarrón una alumna pero la producción es colectiva. Se colocan líneas y números para escribir. 1 -LAVAR LAS MANOS (algunos A agregan SE). M3: Miramos la foto n°2, ¿qué hacemos después? 2 –LAVAR LAS NARNJAS Los compañeros le hacen ver que falta la A/además decidieron escribir NARANJAS y no FRUTAS. M3: ¿Y qué hacemos ahora? Miramos la imagen de la fotocopia. 3-CORTAR LA NARANJA POR LA MITAD (El referente RATÓN se usa para 72 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes escribir CORTAR y NARANJA). 4-EXPRIMIR LA NARANJA Los alumnos después de escuchar la oración dicen la S por la X; un alumno dice la de XILOFON, sin acento; la maestra lee correctamente la palabra con acento, otro A dice “la X”. La alumna que está al frente no puede escribir la sílaba PRI y la maestra escribe y lee la palabra PRIMAVERA. Luego pregunta dónde está el pedacito que la alumna no sabe, otros dicen PRI, la P y la R con la I y señalan encerrando en un círculo la sílaba. La maestra recuerda escribir la R final y leen todos los infinitivos y las oraciones. Sacan los cuadernos, cantan la canción de los días de la semana y con el puntero la maestra señala JUEVES. Pasa a colocar el punto y saca la punta de algunos lápices. Escribe en el pizarrón y pregunta cómo está el día hoy: nublado, frío, no hay sol dicen varios alumnos. JUEVES 15 DE OCTUBRE ()()() NUBLADO ------------------- (nombre y apellido de los A). LENGUA INSTRUCTIVO JUGO DE NARANJA Se pega una fotocopia en los cuadernos que contiene números y dibujos en relación al instructivo. Los alumnos van completando de acuerdo con lo que ha quedado registrado en el pizarrón. 73 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes III. Entrevistas a docentes Docente: M2 Entrevista completa Fecha: 15 de octubre de 2009 E: -En este momento, vamos a hacer una entrevista a una de las docentes que estuviéramos observando durante el transcurso del mes y, que tiene a su cargo una de las cuatro secciones investigadas. La primera pregunta es, si su carrera de formación como maestra incluyó contenidos o algún espacio curricular destinados a la alfabetización inicial y, si es así, si podría mencionar algunos. D: -Bueno, lamento decirte que no, que no he tenido una formación específica digamos en la alfabetización… Sí, a lo largo de los años de mi carrera que ya versa de unos 25 años, aproximadamente, he ido adquiriendo y creo que lo fui adquiriendo porque descubrí que es la profesión por la cual siento, eh, cierta debilidad por los niños precisamente y, en especial, los chiquitos de 5, 6,7 años que es la edad aproximada en que los recibo normalmente. Lo cual no quita que he tenido niños en alguna oportunidad de hasta 13 años en primer grado. E: -Esos saberes que lograste en todos tus años de carrera ¿le atribuís a la experiencia o a los cursos de formación paralelos? D: -Mirá, básicamente, y te digo a vos lo que siempre he compartido con mis colegas, que yo aprendo año a año de los distintos grupos que me van tocando o sea que el mayor aprendizaje me da la práctica docente. Sí, no quito el aporte que me da la capacitación porque es muy importante, como así también es importante poder hacer la bajada, la bajada áulica, es decir los contenidos, o esa información que recibo en los cursos de capacitación , que sí, los he hecho mucho, especialmente, en el comienzo de mi carrera por una cuestión de puntaje y, por una cuestión de aprender cada vez un poquito más de esto que descubrí que era lo que me gustaba...y ahora todos estos últimos años también, ya no es lo que me interesa el puntaje porque gracias a Dios, estoy en un lugar del padrón de la Institución donde no tengo miedo… E: -Claro. La inestabilidad es lo que lleva a… D: -Pero sí, es como que…, no sé, si es porque faltan pocos años para jubilarme es que quiero hacer lo último… lo más que puedo. E: -Es selectivo, es muy selectivo ahora. Bueno, ya nos dijiste cuántos años hace que estás en la profesión D:… E: -¿Siempre estuviste en primer grado? D: -Siempre tuve primer grado, salí titular 4 años después de haberme recibido; en un 6to. año, pero coincidió justo con un período de licencia por maternidad, así que estuve muy poco en ese sexto grado y, cuando pude lograr la permuta digamos… E: -¿Cuáles considerás que son sus mayores logros como maestra alfabetizadora y cuáles son sus mayores preocupaciones? D: -Bueno, eh…yo año a año. Es como que a principio de año… creo que tiene que ver con la responsabilidad de cada uno, año a año, me cuestiono cuáles son los logros, llego hasta tener miedo eh, más allá de todos los años que llevo en esto tengo miedo, porque desconozco… Y comparto con ustedes, igual que comparto con mis colegas, la satisfacción que da. En cuanto a los logros, soy consciente de que cada alumno que ingresa a primer grado, viene con 74 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes conocimientos previos. E: -Con una cultura… D: -Sí, con una cultura propia de cada familia. Y… si hacés un balance a fin de año de lo que recibiste y lo que, obtuviste... Recibiste, muchas veces, un chiquito que solo sabe manipular el lápiz, y lograste con ese niñito que sea capaz de desempeñarse con la lecto-escritura; es una satisfacción enorme, el logro es grandioso… Vos me decías en una segunda parte de tu preguntita hablabas de cuáles son mis preocupaciones. Lo que a mí me preocupa mucho y, creo que hay una cuestión social de por medio, es la falta de apoyo y dedicación a las tareas extra-escolares provenientes desde la familia. Este… he tenido que escuchar a una mamá que me diga: “Déjele que repita, señorita” “Sino anda, déjelo que repita”. Este… y sabemos que en el fondo el interés de estos padres es que el niño repita, precisamente, para el cobro de la beca. Sabemos que hay una beca que… aquellos niñitos que repiten, si están con sobreedad, cobran una beca y los papás con tal de cobrar esa beca retiran esa colaboración con las tareas extraescolares. E:-¿Es por eso crees vos que retiran su colaboración, o…? D:…Eso, sumado al momento en que nos toca vivir en donde la pérdida de valores, yo que hace mucho que estoy en esto, depende mucho de una también esto, me doy cuenta por ahí que el valor y el respeto al docente es como que se fue deteriorando con el correr del tiempo. E: -¿Es con respecto a la familia o respecto a los alumnos? D: -Es la familia, primero y principal, y que se ve reflejada en los chicos. E: -Porque yo he visto, de parte de los alumnos, demostraciones de mucho afecto… D: -Por eso te vuelvo a repetir, depende mucho de una, de brindarle ese sentimiento que tal vez, no recibe de la familia e inculcarle los valores. Pero desde la casa, gracias a Dios, es una minoría, vienen con los valores un poquito disminuidos. Lo que me preocupa es que, al no inculcarle desde la familia los valores, se ve que no les interesa mucho el aprendizaje. E: -¿Has recibido capacitación docente en los últimos 10 años, especialmente, alfabetización inicial en Lengua? D: -Sí, hace diez años atrás nos tocó un curso de capacitación que teníamos que revalidar nuestro título, en el ciclo que habíamos elegido cada una y, específicamente en…porque veníamos de una modalidad de trabajo que era muy metódica, se llamaba precisamente: método constructivista (sic) y, pasar de pronto a este…sistema, digamos nuevo, al constructivismo puro, eh… cuesta. Esta capacitación sí, me sirvió un montón… E: -¿...En los resultados? D: -Aquello que se tuvo en práctica durante muchos años y, poner en práctica esto nuevo, es como que…da un poco de temor; yo fue como que fui descubriendo, de a poco, lo que podría lograr y bueno, sigo hasta el día de hoy, experimentando, probando. Por ejemplo, yo sabía… que podía lograr con mis niñitos escribir un cuento y, hace unos años atrás, me parecía algo como muy ambicioso, hasta que, de a poco, y te digo hace pocos años que termino logrando esos objetivos: que puedan escribir un cuentito, este, siempre con apoyatura gráfica, siempre con apoyatura gráfica….de una nena especial que se reintegró, pero, no es la mayoría, sí un grupito lindo de 15 o 16 chiquitos de 30 y los otros por ahí con una secuencia gráfica y una oración terminan haciendo un cuentito. Con el “Había una vez…” y “el colorín colorado”, está escrito el cuento, así es que eso que a mí me parecía que no lo lograría….y empezara a ver, digamos mis frutos …y sí, hace cuatro años E: -¿Qué considerás que debería aportarte un espacio de formación en alfabetización 75 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes inicial…? D. -Bueno, mirá, yo estoy asistiendo a Corrientes ahora, precisamente, como parte de un proyecto de capacitación y el proyecto se llama “Repitencia” (sic). Pero se hace un análisis, precisamente, desde el comienzo de la alfabetización hasta que el chico esté alfabetizado y preparado para ser promovido al año siguiente. Es muy valioso, desde mi punto de vista, porque forman parte de esas jornadas, los IFD, los docentes, los profesores de carrera y… hasta inclusive, practicantes de los institutos de formación; como es a nivel provincial, cada uno de los departamentos hace sus ponencias, cuenta su experiencia acerca de este proceso de alfabetización, y es muy enriquecedor porque cada uno de nosotros tenemos espacios en esas ponencias, y somos escuchados y, también, escuchamos…me encantaría que este tipo de cursos no terminen con este gobierno, que continúen porque son muy enriquecedores. E:-Ahora vamos a los recursos de la escuela. La escuela ¿tiene biblioteca? D: -La escuela tiene biblioteca a nivel escolar y, a su vez, yo tengo la mía, una biblioteca áulica que fui formando a lo largo de los años, con material que me proporciona el gobierno de la Nación y de la Provincia y… hay material que es específico para el maestro, y hay material específico para el alumno que yo cuido y cuando va a la casa, va con un mensajito o con una leyenda que dice “¡Cuidame!”. E: -¿Por cuánto tiempo se les presta el libro a los chicos? D: -Es, digamos, los mantengo yo, conmigo y les voy dando de acuerdo a la actividad que tengan para hacer…porque nosotros tenemos -es una observación que tengo para hacertenemos como modalidad institucional, digamos, el uso de mayúsculas de imprenta. Es una regla institucional, ¿no es cierto? La seño de segundo retoma con el tipo de letra que… la cursiva, la minúscula de imprenta. Y ninguna de las bibliografías están escritas, exclusivamente, en mayúsculas de imprenta, así que los libros van… un pequeño texto o, una actividad que tengan a resolver. Ese detalle cuido, que esté escrito en letra mayúscula de imprenta…. Entre las bibliografías que tengo, vos me decías si hay alguna en especial, hay una...una bibliografía que lleva el nombre de “Papelitos”, lo que no quita, que yo esté continuamente buscando actividades en el resto de la bibliografía que tengo, otra que (sic) estoy muy encariñada es una bibliografía que se llama “Uno, dos, tres” y el…por qué de mi predilección…digamos por esa bibliografía…porque hace una integración entre las distintas disciplinas. E: -Vos hacías hincapié en la integración con otras disciplinas. ¿Ese es el criterio que tenés para elegir las actividades? D: -Si, porque yo hace varios años que vengo en mis actividades áulicas, también, estableciendo la interdisciplinariedad, ¿por qué? Porque me fui dando cuenta que, sabiéndola aplicar me da mucho más espacio al área Lengua que es prioritaria para mí. Sin dejar de dar las otras… Ciencias Sociales es la que se presta más, para mí, para la integración. Porque por ejemplo, cuando estás leyendo un versito de alguna fecha histórica, ya estás integrando con el área de Lengua, con la lectura estás ejercitando la oralidad, la expresión, muchas veces porque es muy lindo para trabajar con niñitos de esta edad, porque son muy espontáneos y es como que aflora todo. E: -¿Existen materiales en la escuela destinados específicamente a la alfabetización? ¿Los has leído o consultado? D: -Ehh…Hay, porque la biblioteca institucional que tenemos es muy rica, y hay un poquito de todo y,…he leído un poquito de todo, no te puedo nombrar ninguno en especial, porque 76 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes como te decía sigo tomando, mechando un poquito de cada cosa y, tomé, en realidad, lo que me hacía falta. E: -En la escuela ¿hay computadoras? ¿Cuántas? ¿Conexión a internet? D:-Si hay, nueve en funcionamiento, con un salón muy lindo, tenemos conexión a internet. En una oportunidad pagábamos los docentes, entre todos, con una cuotita anual, desde el año pasado. E: -¿Dispones de acceso a internet fuera de la escuela? D: -Sí, no lo uso mucho porque no tengo tiempo, tengo otra actividad aparte de la escuela y que me lleva mucho tiempo. E: -En cuanto al proceso de la enseñanza de la alfabetización, si pudieras describirlo ¿cómo es esto de enseñarles a leer y escribir a alumnos de primer grado? D: -Tarea compleja. Recibimos, a principio de año, grupitos bastante heterogéneos porque en él tenemos niñitos que no han hecho jardín, niñitos con un solo año de jardín y niñitos que lo han hecho completo, repetidores, etc. Al principio no es tan fácil porque hacemos un sondeo, en un periodo que en cierta forma es como el antiguo periodo de aprestamiento, que nosotros no lo llamamos así, ha desaparecido el aprestamiento como… E: -Ha desaparecido ¿cómo…? D: -Como palabrita, porque en cierta forma los aprestamos durante todo el año; en este tiempo tratamos de nivelar, tratamos te digo, porque nunca se logra. Porque hay niños con mayor contención de la familia que van más rápido…. E: -¿Y qué hacés con esos niños con respecto al resto? D: -Yo tengo la modalidad de trabajar con actividades diferenciadas; planifico, actividades diferenciadas y, ahora, en esta época se notan más mis actividades diferenciadas porque ya tengo separado aquel grupito que ya está en condiciones de…, que ya incorporó el proceso lecto-escritor y, tengo aquel grupito que todavía estamos en la lucha digamos, (…) rescatar de ese otro grupo, la mayor cantidad de niñitos posibles para ser promovidos. ¿Cómo es el proceso en sí? Bueno, una vez que conocemos el grupito con el que trabajamos, empezamos a trabajar con referentes, referentes muy valiosos son por ejemplo el panel de los nombres de ellos mismos, el panel con los días de la semana, el panel de los meses del año… Desde donde se toma en una primera instancia eh,…la partecita de comienzo y final de cada palabrita, donde en un primera instancia empezamos con la partecita del comienzo de la palabrita, a medida que pasa el tiempo seguimos con partecitas del medio, o sea se le suma o se busca por ahí una palabra que ellos tengan como referente, una partecita que nos sirva por ahí para armar la palabrita… más tarde, formar una breve oración y llegar ahora, por ejemplo ahora a fin de año, a formar historietas, a producir digamos historietas, a producir por escrito textos instructivos, a producir un pequeño cuento, pero esto es todo así, es un proceso, eh… No es nada sencillo, pero es… cuando uno es responsable y cuando uno se propone llegar a fin de año y los logros son muchos. E: -Algunos dicen que para aprender a leer hay que primero empezar a conocer… más o menos estuviste refiriéndote a ello… D: -Sí, los niñitos tiene que ir de lo más pequeño a lo más grande ¿no cierto? Si bien, al ingresar los niñitos, están en contacto con todas las letras del abecedario a diferencia de cuando era un método aprendían primero…la A, aprendían las vocales, la M, la T, y un conector la “y”, a partir de allí ellos recién estaban en condiciones de formar una pequeña oración, ahora ellos manejan el abecedario completo… se encuentran con palabras y de las 77 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes cuales se extraen pequeñas partecitas ya están en condiciones de escribir palabritas, oraciones, pequeños textos… E: -¿Cuándo considerás que un niño está alfabetizado? D: -Yo suelo ser, es decir, la responsabilidad me lleva a…eh,…no largo, es decir, no promociono si el niño no está completamente alfabetizado. Preparado para comenzar el 2do grado; eso implica que sea capaz de leer y producir por escrito pequeños textos… y, es un complemento ¿no es cierto?, que sea capaz de retener información con respecto a las otras ciencias, las Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, y también de Matemática, que sea capaz de leer, de comprender un problemita, y de resolverlo. E: -¿Está previsto desde la escuela algún formato de acompañamiento de los chicos como por ejemplo los períodos de diciembre y febrero? Digamos que terminan todos juntos, sí, en sí desapareció la palabrita período de compensación, de recuperación pero, nosotros les dedicamos un tiempito, especialmente en febrero cuando vuelven de las vacaciones para aquellos niñitos que llevaron algunas asignaturas, le damos una o dos semanas de repaso, otra vez, como para refrescar conocimientos antes de la evaluación final para ser promocionados. E: -¿Cuándo es tomada la decisión de hacer repetir de grado…? D: -Y sí, por ahí es un poco doloroso, ¿no es cierto? Pero, en algunos niños es hasta necesario, porque hay niñitos donde ese proceso de maduración está condicionado a un factor externo, proveniente de la familia, de la sociedad o por ahí una situación particular de cada niñito, no estuvo acorde con el resto de los chicos, y bueno, ehh … esos niños tendrán que comenzar el año siguiente con ese período de… , con esa etapa de aprestamiento, ehh. Hay un periodo hay un tiempo clave por ahí, el mes de julio, por ahí más o menos tiene relación con las vacaciones que los niños suelen madurar. Es muy notable ese cambio. Cuando el niño está maduro para la adquisición del proceso lecto-escritor y… bueno sigue, sigue muy bien, digamos, pero sino cuando no lograron adquirir mínimamente los conocimientos básicos es decir cumplir con los objetivos del primer grado tienen que volver a hacer el primer grado. En algunos casos es necesario y, es beneficioso, porque refuerza, ese primer grado sigue. Capaz que promocionamos un chiquito que tiene cierta dificultad que su maduración (sic), digamos, no fue acorde con su edad, y bueno, siguen así, durante toda la primaria con dificultades en algún u otro aspecto… E: -O sea que la experiencia con los repitentes es… D: -Y sí, es buena, pero hay una realidad que no podemos ocultar y es de aquellos chicos repitentes crónicos, son chiquitos que va más allá de su maduración su problemita (sic) que les impide… adquirir, afianzar lograr la alfabetización, y que muchas veces hemos llamado a los papás para que nos ayuden, para que consulten a un profesional. Muchas veces tuvimos respuestas positivas de los padres, han asistido a los lugares. Yo este año he hecho un curso de capacitación en el CIC Norte, relacionado con la violencia familiar, y me dio mucho conocimiento, dudas que tenía, miedos por ahí, de comprometerme con la situación de cada niño…y a partir de esta capacitación mía, me animé, este… cité a los padres, los derivé, tengo cuatro o cinco alumnitos que están yendo, principalmente, su mamá, que, ella es atendida por una psicóloga, por una asistente social y tratan primero de ver la situación familiar para que ese niñito pueda después asistir a estos grupos de apoyo, para que después ese niñito sea insertado en el grupo de apoyo y así poder resolver el problema del chico. Hay muchas instituciones trabajando así: el CIC Norte, el CIC Sur, hay un grupo de 78 Enseñar (y aprender) a leer y a escribir. Las estrategias instruccionales utilizadas en las clases de lengua de primer grado, en una escuela primaria de Goya, Corrientes profesionales… hasta abogados que nos ayudan, nos orientan E: -Sí, generalmente hay mezclados temas legales también en todo esto. D: -Sí, y cada vez se ven más… Lamento hacer el comentario, pero lo que antes veíamos por televisión, el tema de la droga, de la prostitución, todo eso pasaba allá lejos nomás en la gran ciudad pero llegó a la nuestra, a nuestra escuelita… también. Docente: M3 Fragmento de entrevista Fecha: 9 de octubre de 2009 E: -Sobre los recursos con que cuenta la escuela, ¿tiene biblioteca áulica, escolar? ¿La visitan? D: -Sí, la escuela tiene una biblioteca, tiene diversidad de materiales, muchos libros, pero lo que no hacemos es visitarla asiduamente. Nos vamos cada tanto… Realmente sería uno de los temas que tendríamos que tratar a nivel institucional. E: - Dentro de los materiales de la biblioteca, ¿cuáles de ellos podrían servir para la Alfabetización Inicial? Y sobre todo afianzar la lectura y la escritura. ¿O no se utilizan libros de la biblioteca? D: -No los utilizamos muy a menudo; yo por ejemplo utilizó materiales que dispongo dentro del salón, libros de cuentos, recetas que los alumnos traen, por ejemplo. E: -¿Se les presta algún libro de la biblioteca a los chicos? D: -No se les presta. Yo le presto lo que tengo en el salón. Ellos lo llevan, lo leen, algunos comentan, algunos no saben leer pero lo hacen sus padres, no todos comentan. E: -¿Esa es tu manera de saber que han leído el libro? D: -Sí, sí. A mediados de año yo les dí un libro que es con el que trabajamos; se llama “Calesita”. Docente: M4 Fragmento de entrevista Fecha: 16 de noviembre de 2009 E: -¿Qué me podés decir acerca de la biblioteca escolar? ¿Está bien equipada? ¿Solés visitarla con el grupo de niños? D: -Sí, hay diversidad de libros: para los chicos y para nosotras. La verdad es que no suelo visitarla con el grado porque no me dan los tiempos. Tenemos un programa que desarrollar y prefiero darle prioridad a esos contenidos programados. Yo, particularmente, tengo un grupo bastante dispar, porque tengo algunos chicos que trabajan demasiado rápido, demasiado rápido y otros a los que les cuesta copiar, por ejemplo. La estrategia que uso es que aquellos que van más rápido, que vayan a la biblioteca, que busquen libros, y que ellos mismos traten de leer. Con los chicos avanzados esto me ayuda mucho porque hoy leen con fluidez ya, bastante bien. E: -¿Siempre implementás esto? ¿Aquellos a los que “les cuesta” no van a la biblioteca? D: -Sí, se les deja. Pero viste que al que le cuesta, tampoco le llama o le interesa ir a buscar libros, salvo que tenga muchos gráficos. Yo, por ejemplo, tengo madres que se preocupan por sus hijos y que me piden textos. Entonces yo les traigo libros de mi casa, libros en imprenta mayúscula para que ellos lean. Entonces les doy para que lean. E: -¿A todos? D: -A las mamás que me vienen a pedir. E: -Pero entonces quiere decir que no existe un sistema de préstamo para todos… D: -Personalmente, les presto cuando las mamás se acercan o cuando veo que el chico está motivado. 79