Universidad Nacional de San Juan Proyecto: Roles y participación

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Universidad Nacional de San Juan
Proyecto:
Roles y participación femenina en la Universidad Nacional de San Juan.
Justificación:
La segunda mitad del siglo XX fue testigo del notable proceso de incorporación de
las mujeres a la educación formal, en particular en el ámbito universitario. Se han
producido avances significativos en relación a las posibilidades de acceso a la educación
superior y a la carrera científica profesional a tal punto que,-según datos proporcionados
por el Ministerio de Educación de la Nación-, desde el año 2002, en las universidades
argentinas ingresan y egresan en mayor número las mujeres en comparación con los
varones, representando el 55% del total de los alumnos universitarios del país y el 57%
de los egresados.1 Además las universidades constituyen hoy ámbitos abiertos a la
formación y son fuentes de puestos de trabajo en docencia e investigación para las
mujeres, cuestión que permitiría afirmar que estamos muy cerca de alcanzar la equidad
de género. No obstante, las investigaciones en este plano han constatado que la vida
cotidiana de mujeres y varones en las universidades mantiene prácticas y experiencias
diferenciales, más aún particularmente en carreras no tradicionalmente femeninas2. En
este sentido se ha discutido mucho acerca de la naturaleza y el status de las diferencias
entre las mujeres y los varones vinculando estas diferencias a razones de orden
biológico, psicológico o cultural que de alguna manera siguen impidiendo a las mujeres
la posibilidad de acceso a espacios de mayor prestigio y poder de decisión.
En esta investigación nos proponemos indagar acerca de los roles y participación
de las mujeres en la construcción de la universidad, participación que hace referencia a
aquellas actividades desarrolladas que han requerido del encuentro con otros, de la
identificación de necesidades comunes, del intercambio de saberes, del reconocimiento
de objetivos compartidos y del acuerdo acerca de medidas conducentes para alcanzar los
objetivos. Participación que por tener un carácter público les ha resultado ardua y ha
sido diferente a la participación masculina en el tiempo, porque en gran medida ésta fue
1
Manni, Luciana Trayectos educativos y profesionales en cargos de dirección y/gerenciamiento -Trabajo
presentado en el Jornadas de historia de la mujer y estudios género. San Juan 2012.Universidad de Luján
2
Varios trabajos de investigación tanto de sociólogas como de historiadoras coinciden en esta
afirmación . entre ellos Estébanez, María Elina “Género e investigación científica en las universidades
latinoamericanas”, p.2, 2007.Garrido, Hilda Beatriz, Las escuelas medias universitarias y el sexismo. P,
113, 2000
invisibilizada o bien marginada.
Si bien para San Juan existen antecedentes en investigaciones sobre la historia de la
universidad nacional éstas revisten un carácter general3, en esta oportunidad se pretende
abordar el análisis centrando su estudio en el rol de la mujer en la construcción de la
universidad pública, desde una perspectiva de género, intentando recuperar sus
acciones, considerándolas como agentes de cambio y sujetos históricos. El tiempo
considerado abarca desde la creación de la UNSJ hasta el presente, es decir 40 años de
historia y trayectoria que ha estado condicionada a los avatares del entorno políticoinstitucional y social del país y que, en el presente, adquiere un renovado impulso al
enmarcarse en un nuevo aniversario de su creación.
Marco teórico:
La historia de las mujeres y género debe su desarrollo al aporte que diferentes
corrientes historiográficas hicieron para la renovación del conocimiento histórico. En
primer lugar los aportes teóricos metodológicos de la escuela francesa de los Anales
(Mitad del Siglo XX), en el campo de las mentalidades, la demografía histórica, inglesa
e italo-francesa, que combinando los aportes de la etnología y la antropología social,
(desde Levi Strauss (1970) a Goody (2000) influyeron en el análisis, al esclarecer,
desde una perspectiva socio cultural, los lugares y funciones de las mujeres en la
reproducción de los sistemas familiares y sociales. Estos aportes principales
contribuyeron a que la mujer emergiera como centro de interés de los estudios
historiográficos. Sin embargo, recién luego de la inserción de estos estudios en las
instituciones académicas (seminarios, programas de grado y posgardo) y del fuerte
impacto del feminismo de los años 60 y 70, puede hablarse de los inicios del origen de
la historia de las mujeres. Los primeros enfoques en la historia de mujeres se centraron
en hacerlas visibles, de gran valor en su momento, ya que evidenciaron la presencia de
las mujeres en la historia.
Con el tiempo esta historia fue recibiendo diversos aportes, de la historia de la
familia, como ámbito de especificidad propia, la mujer se abordó desde uno de sus
aspectos, reduciendo la experiencia femenina a su rol de reproductora. De igual manera
“Universidad nacional de San Juan. Su historia y proyección nacional” . Instituto de Historia Regional y
Argentina “Héctor D. Arias. FFHA Fundación UNSJ
3
los estudios sobre sexualidad, con los aportes de Michael Foucault fueron de gran
interés para avanzar en la historia de las mujeres, sus planteos acerca de la sujeción del
cuerpo y el ejercicio del poder mostró otra mirada sobre la sociedad. También otras
ciencias humanas y sociales como la antropología, sociología y la lingüística se fueron
acercando y complementando, contribuyendo a la formación de esta historia.
Con el desarrollo del movimiento feminista, se fue dando la teoría social feminista, cuya
base argumental se encontraba en el materialismo histórico. De su mano los estudios se
focalizaron en las condiciones materiales de la vida de las mujeres durante el siglo XIX
y XX, los procesos ideológicos que legitimaron y perpetuaron la subordinación de las
mujeres, y el origen de su subordinación. En este último aspecto se estudió el
patriarcado en tanto categoría de análisis, como expresión de poder del varón, y se
elaboraron conceptos muy difundidos en la producción historiográfica, entre ellos la
esfera doméstica como modo de producción, y el valor oculto del trabajo femenino.
Más tarde en la década de los 80 la teoría feminista se centró en el lenguaje, el discurso
y las formas de representación simbólica de lo social. Recibió un fuerte impulso del
Psicoanálisis de Lacan, cuyo concepto principal se refería al carácter ideológico de la
subordinación de la mujer el cual se reproduce por el trauma edípico. También recibió
la influencia del estructuralismo de base antropológica de Levi Strauss, que consideró
que la subordinación de la mujer estaba basada en el orden social del parentesco.
En este marco fueron las estudiosas feministas principalmente anglo-americanas
quienes elaboraron la categoría analítica de “Gender” que permitió el ingreso de las
mujeres como grupo social a la historia .En este sentido los aportes más importantes
para la historia y las ciencias sociales lo realizó la antropóloga Gayle Rubin, y las
historiadoras Joan Scott y Gisela Bock. Para la primera, la sexualidad biológica no
explica la identidad de género, este consistiría en la asignación de tareas (sociales,
culturales, de poder etc) según el sexo biológico. Para la segunda, en “El Género: Una
categoría útil para el análisis histórico,” el género es un elemento constitutivo de las
relaciones sociales basadas en diferencias percibidas entre los sexos, y es una manera
primaria de significar relaciones de poder. En el campo de las relaciones sociales el
género comprendería cuatro elementos según esta autora: Los símbolos culturales, a
veces contradictorios entre sí; las normativas que permiten interpretar los significados
de los símbolos, las instituciones que garantizan la permanencia de la representación
binaria del género, y la identidad subjetiva genérica”(Scott J “El Género: Una categoría
útil para el análisis histórico” pg. 35). Gisela Bock por último, en “Historia de las
mujeres, historia de género”, retoma el estudio de la relación sexo/género enfatizando
el carácter socio-cultural e histórico de la constitución de lo femenino y lo masculino.
Para esta autora la categoría sexo no se reduce sólo a mostrar las diferencias, sino que
se trata de reelaborar la relación de poder patriarcal implícita en la relación
sexo/género. De estos aportes fundamentales surgió la categoría género o sexo
/género, y se constituyó en un marco conceptual de referencia para investigar la
historia de los sexos en la trama social de la historia. (Lagunas, Cecilia A propósito de
la Nueva Historia de las Mujeres, en “Ciclos en la historia, la economía y la sociedad”
N| 4. 1993 Pags 186/7) Por su parte en Francia surge otra propuesta adoptando el
término Gender pero con matices, y privilegiando el concepto de diferencia sexual o
relaciones entre los sexos. El gran aporte vino de la mano de la obra de George. Duby
y Michel Perrot “Historia de las mujeres en Occidente”(1992.). Estos aportes
reformularon conceptualmente la subjetividad y sexualidad femenina, provocando una
de-construcción de la categoría mujer, estableciendo que ésta no es única, ni fija, por
el contrario es diversa, según la etnia, la cultura, la religión, es además histórica,
cultural y contextuada. Para los años 90 converge el posmodernismo y el feminismo
materialista, y se reconocen las realidades materiales, complejidades y contradicciones
de la experiencia social de las mujeres. Además de la lengua y el discurso como
elemento que construye la diferencia y la representación simbólico aceptan el carácter
cultural e histórico de la categoría género, tratan de comprender el contexto socio
histórico de las relaciones de poder, además no se abandona la categoría de
patriarcado, pero se la relaciona con clase, género y etnia. Dentro de esta línea de
pensamiento se encolumnaron antropólogas e historiadoras angloamericanas muy
importantes, entre ellas, Zemon Davies, Gisela Bock, Karen Offen, Gudy Lerner, Joan
Scott, y las españolas Mary Nash y Reyna Pastor entre las más destacadas
En Argentina esta corriente surge a partir de la gran influencia que tuvo la Escuela de los
Anales y el desarrollo de la Historia Social en los ámbitos académicos la cual se instaló
tímidamente a mediados de los años 50, alcanzando su máximo desarrollo una década más
tarde, para frenarse casi por completo en la época de la dictadura. En los años finales de la
misma se reinstala su interés coincidiendo con el retorno de las posiciones feministas en la
sociedad.
Entre los trabajos precursores para nuestro país no puede dejar de mencionarse a Lily Sosa
de Newton, (1968-72), el cual rescata el protagonismo femenino de muchas mujeres
argentinas, fuera del ámbito doméstico, brindando una especie de diccionario sobre mujeres
argentinas y su accionar en un determinado tiempo y momento, una contribución valiosa
para toda persona interesada en el abordaje de esta temática. Desde los trabajos de esta
precursora hasta llegar a los años 90, la mayoría de los aportes se centraron en hacer
visibles a mujeres que se destacaron sobre todo durante las primeras décadas del siglo XX.
A partir de los años noventa los estudios de mujer y género se multiplicaron, creció el
número de investigadoras/es, y los trabajos abordaron diferentes temas en torno con la
nueva historia, excediendo a los estudios historiográficos, centrándose en otras disciplinas
como la sociología o la antropología, ejerciendo una gran influencia en los ámbitos
académicos las investigaciones de Asunción Lavrin cuyos trabajos para América Latina
fueron muy esclarecedores y constituyeron un gran aporte.
Los cambios llegaron de la mano también de la concreción de encuentros académicos que
se llevaron a cabo en diferentes provincias del país, y al surgimiento de publicaciones
especializadas, como la revista Feminaria, luego La Aljaba (Segunda Época) , la revista
Mora, y Zona Franca, que canalizaron la diversidad de trabajos académicos de carácter
feminista e históricos.
A mediados de los años 90 crecieron las investigaciones en esta temática en el interior del
país, cuyos trabajos abarcaron diferentes aspectos de las mujeres canalizados por centros de
investigación, entre ellos el de la Universidad Nacional de la Pampa, de Tucumán, de
Rosario, Comahue, Córdoba, Luján, y la Universidad del Centro de la Provincia de Bs As
entre las pioneras. Además los encuentros académicos interdisciplinarios sobre Historia de
la Mujer y Estudios de Género realizados sistemáticamente cada 2 años desde 1990, han
contribuido a fortalecer y profundizar esta temática de los cuales el último se llevó a cabo
en nuestra provincia en el año 2012 y tuvo como sede
la Facultad de Filosofía
Humanidades y Artes.
En los comienzos de estos encuentros la mayoría de los estudios abarcaron la etapa
comprendida entre fines del Siglo XIX y siglo XX, y los temas más analizados se centraron
en el trabajo femenino, las mujeres militantes y el reconocimiento de derechos civiles y
políticos. Con posterioridad se fueron agregando otros, como el movimiento feminista, la
mujer y la familia, la salud, la sexualidad y la educación, aunque centrada en su mayoría en
niveles de enseñanza elemental básica y el rol de la maestra como una extensión de la
maternidad en el ámbito del aula. En los últimos 15 años se han llevado a cabo estudios
sobre la mujer y la educación superior desde diferentes miradas y abordadas sobre todo por
sociólogos/as e historiadores/as. Estos estudios han dado cuenta sobre las carreras más
elegidas por las mujeres, cantidad y progresión de ingresos y egresos, problemáticas
inherentes al sexo femenino, limitaciones y obstáculos en el acceso a cargos de jerarquía, a
mejores oportunidades formativas, becas o estímulos a la investigación, como así también a
la desigual participación entre mujeres y hombres en la carrera profesional.
El presente trabajo se centrará en las mujeres, sus roles y participación en la construcción
de la Universidad Nacional de San Juan, desde una visión de género es decir deteniéndose
en la diferencia sexual, aquella que no está biológicamente prefijada, sino la que se
construye cultural e históricamente y ordena las relaciones sociales.
Esta investigación se enmarca dentro de los estudios sobre la historia de la mujer y género
entendido este último como una herramienta conceptual en discusión y construcción, que
“no comporta una naturaleza de relaciones inamovibles entre los sexos, donde el
estereotipo social es la dominación masculina,/ subordinación femenina, sino que las
relaciones entre los sexos es un frágil equilibrio entre dos mundos hechos para entenderse y
devorarse, un juego de tensiones, pero también de coparticipación y compensaciones ante la
pérdida de los poderes oficiales. La diferencia de los sexos en un espacio en el cual se
racionaliza la desigualdad para superarla. ( Zemon Davies, Natalie, Farge, Arlette,” Del
Renacimiento a la Edad Moderna”. T III).
Objetivos:
-Conocer el rol de la mujer en la universidad desde una perspectiva de género.
-Reconocer la experiencia femenina, en la construcción y desarrollo de la universidad,
identificando facilidades y obstáculos en el ejercicio de la práctica cotidiana.
-Comparar la participación femenina y masculina en la universidad en docenciainvestigación y personal administrativo a nivel cuantitativo y cualitativo desde los inicios
hasta el presente, identificando continuidades y cambios.
-Identificar la trayectoria profesional de las mujeres universitarias en términos de su
relación con el conocimiento y con el poder institucional.
Metodología:
Esta investigación tiene carácter interdisciplinario y comprende tres momentos
metodológicos.
1-
Relevamiento de datos e información en bibliotecas y archivos privados y públicos.
2-
Análisis: que contempla dos niveles, el cuantitativo en la medida que puedan
construirse series temporales-cuantificar variables en relación a la población de mujeres y
hombres en el ámbito universitario desde sus inicios hasta el presente, estableciendo
comparaciones micro-entre las diferentes facultades- y a nivel macro en relación a otras
universidades del país y cualitativo que considerará los testimonios de los protagonistas
claves que puedan manifestar sus experiencias y trayectorias personales en la universidad.
Estas fuentes serán examinadas a la luz de marcos analíticos multidisciplinares.
3-
Exposición de los resultados: mediante presentaciones parciales a reuniones
científicas, conferencias y edición completa del producto final.
Plan y Cronograma de Actividades
El plan de actividades a realizar, según las fases metodológicas planteadas, comprende las
siguientes tareas:
Act. 1: Relevamiento bibliográfico y documental, ordenamiento y clasificación de datos.
Act. 2: Análisis y procesamiento de la información mediante la aplicación de técnicas
cualitativas y cuantitativas. Primer borrador con estructura definitiva del trabajo con
relevamiento completo y avanzado el análisis.
Act. 3: Exposición de resultados-Redacción de primer borrador terminado, corrección e
ingreso a imprenta
En esta etapa considerar la necesidad de incorporar correctores de texto y costos de
imprenta (para ello considerar la extensión de carillas del trabajo final).
Cronograma:
Año 2015
1°-Etapa
-Relevamiento
Ordenamiento
y clasificación
de datos
2° -Análisis e
interpretación
Marzo
X
Abril
X
Mayo
X
Julio
Agosto
Septiembre
X
X
1° Borrador
Estruc. del
Trabajo.
X
Redacción
Octubre
X
Redacción
DefinitivaCorrección
3° Redacción
Año 2015
3-Ingreso a
Imprenta
-Presentación
de producto
final
Junio
noviembre
X
diciembre
X
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