INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 123 - 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO Cuando hablamos de “profetizar” inmediatamente pensamos en un “anunciar cosas futuras” o de “decir algo que los demás no saben”. Pero, ¿cuál es el verdadero sentido del término? ¿Cómo se lo emplea en la Sagrada Escritura? La palabra “profeta” Es de origen griego. Es la transliteración del vocablo profh,thj (profétes), un sustantivo derivado del verbo “profemí”. El verbo “profemí”, a su vez, se compone: Del prefijo “pro”, que puede tener un sentido temporal (antes) o local (ante, en lugar de otro) De la raíz “femí” = “decir”, “hablar”, (como aparece, por ejemplo, en “eufemismo”, “blasfemia” –de blapto = ofender–) Es decir, puede significar, como prolégo, proagoréuo, prolaléo: 1. Hablar ante alguien, en una asamblea, en público, por ejemplo, “profesar”. 2. Predecir, preanunciar, avisar con anticipación, por ejemplo, “pronóstico”. 3. Hablar en lugar o en nombre de alguien, por ejemplo, “pronombre”. Luego, el sustantivo indicaría a una persona: 1. Que habla en público. 2. O que habla por otro. 3. O que predice algo venidero. Todos estos significados están documentados en la literatura clásica y helenista. Importa ante todo el uso griego de la raíz en el contexto de la institución de “los oráculos”, puesto que a partir de ésta institución, los términos profh,thj (profétes), profhteu,w (profetéuo), y otros semejantes entraron en la Biblia. 1. En determinados santuarios del mundo helénico había personas, en general mujeres, pero también hombres, a quienes se recurría para interrogarlos o pedirles un oráculo cuando se deseaba conocer el resultado aún incierto de una empresa o de una enfermedad o el paradero de un objeto perdido. Se le atribuía a esas personas la facultad de poder dar la respuesta deseada en nombre de la divinidad a quien estaba consagrado el lugar respectivo. A estos personajes se los solía llamar: crhsmoÄlo,goj (“jresmológos” = “anunciador del oráculo”) o también ma,ntij (“mantis”).1 De donde deriva en español el componente “-mancia”, como, por ejemplo, en “quiromancia”, “nigromancia”, “cartomancia”, “ornitomancia”, etc. “Mantiké” se podría entender como el conocimiento sobrenatural de lo incognoscible. 1 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 123 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 124 2. Pero como estos “anunciadores de oráculos” hablaban comúnmente en un estado de excitación psíquica, que se suponía causada por la inspiración divina (aunque muchas veces era causada artificialmente), las palabras que pronunciaban no eran comprensibles. Por eso, tenían la necesidad de un intérprete, que pudiera “pasar en limpio” las misteriosas palabras del extático. A este intérprete se le daba el nombre de profh,thj2 (profétes). 3. El “mantis” solía anunciar su oráculo en un estado psíquico anormal, en una excitación rayana en la locura (manía = locura). Se creía que, al sobrevenir esto, la persona era como si saliera de su cuerpo para dar lugar a la divinidad, que entonces se servía de los órganos fonéticos del vidente o del profeta: Ese “salirse de sí misma” de la persona se llama “éxtasis” (e;kstasij). Mientras que la toma de posesión del cuerpo del vidente por la divinidad se denominaba “entusiasmo” (evnqousiasmo,j, compuesto de “en” = “dentro” y “theós” = “Dios”). Por eso, se pueden emplear esos dos términos de entusiasmo y éxtasis al hablar de estados psíquicos extraordinarios, que no pocas veces acompañan la predicación profética, aunque la Biblia no usa casi nunca en este contexto aquellos conceptos griegos. “Ekstasis” significa en el Antiguo y en el Nuevo Testamento simplemente un gran sobresalto o una gran extrañeza. 4. Es de notar, empero, que, en la literatura clásica, en general no se distinguían claramente entre estos dos grupos de conceptos. Lo cierto es que tanto el “mantis” como el “profeta” ejercen la función de portavoces de la divinidad, hombres y mujeres que transmiten en nombre del dios oráculos o manifestaciones de voluntades divinas, que, según la pregunta, pueden también informar sobre acontecimientos futuros. Esto no es así en la Septuaginta y en el Nuevo Testamento, donde se distingue claramente los grupos conceptuales de “mantis” y “profetés”: Del grupo “mantis” En los LXX, el grupo etimológico mántis, mantéia, mantéion y mantéuesthai sirve exclusivamente para la traducción de la raíz hebrea “qasam”, que se refiere siempre a la adivinación “ilegal” pagano-cananea o a los “falsos profetas”.3 2 De acuerdo con las fuentes más antiguas, el profétes es el que interpreta las voces inconexas de la Pitia en el oráculo de Delfos. Lo que Zeus hace saber a Apolo y éste transmite a la Pitia, la sacerdotisa lo expresa de forma inarticulada. Es preciso un intérprete, el “profeta”, que articula de forma lógica y poética la revelación del Dios. Cf. R. FLACELIÈRE, “El oráculo de Delfos”, en: Id., Adivinos y Oráculos Griegos, Buenos Aires (Eudeba 1993), 39-65. Algunos escritores griegos, como PLATÓN, profesaban una estima mayor por el “profeta” o su capacidad interpretativa (profetéia) que por el vidente mismo y su arte, ya que, según decía, para ser profeta se necesita sabiduría mientras que para “lo mántico” (mantéia) les parecía que bastaba con la mera receptividad pasiva. 3 Ezequiel 21,26 “Porque el rey de Babilonia se ha detenido en el cruce, en la cabecera de los dos caminos, para consultar a la suerte. Ha sacudido las flechas, ha interrogado a los terafim, ha observado el hígado”. Josué 13,22 “Al adivino Balaam, hijo de Beor, los israelitas lo habían pasado a cuchillo con otras víctimas”. 1 Samuel 6,2 “Llamaron los filisteos a los sacerdotes y adivinos y preguntaron: «¿Qué debemos hacer con el arca de Yahweh? Hacednos saber cómo la hemos de enviar a su sitio »“. 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 124 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 125 En el Nuevo Testamento se encuentra sólo el verbo manthéuesthai en Hechos 16,16, donde se designa la actividad de una joven pagana posesionada por un “espíritu pitónico”. Por más que ese “espíritu pitónico” dice la verdad, Pablo lo echa (16,17s). Hechos 16,17s “Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos vino al encuentro una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos”. Del grupo “profetés” Los LXX emplea profetés casi exclusivamente para reproducir la palabra hebrea aybin' (nabi), sólo tres veces por (roé, 1 Samuel 9,9) y una sola por 4 (jozé), vocablos que pueden traducirse por “vidente” El Nuevo Testamento, al usar la palabra profh,tai se refiere regularmente a los profetas del Antiguo Testamento5 y ocasionalmente también, a los del tiempo de la Nueva Alianza.6 Otros vocablos de esta raíz: ha'WbN> profhtei,a (profetéia), “profecía” que corresponde al hebreo (nebú’a), por ejemplo, en Nehemías 6,12 (un decreto del rey persa Darío) o Mateo 13,14. profh/tij (profétis), “profetisa”, que corresponde al hebreo en Isaías 8,3 o Apocalipsis 2,20. profhteu,w (profetéuo), “profetizar”, que traduce con los verbos usuales en hebreo que significan “hablar”, “decir” –rBeDi (dibber), rm;a' (‘amar)– y ocasionalmente se emplean ha'ybiN> (nebía), por ejemplo, aybn" formas “nifal” (pasiva) e “hitpael” (reflexiva) de la raíz ; (naba) por lo general, para describir actitudes extrañas del profeta, producto de la inspiración profética7. El aybin" (nabî') Con sus 315 usos en el Antiguo Testamento nabî) es el término más frecuente, el clásico para referirse a los “profetas”. La abundancia de citas es lo que provoca los mayores problemas, ya 1 Samuel 28,8 “Dijéronle sus servidores: «Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante. » v8 Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: «Adivíname por un muerto y evócame el que yo te diga»“. Jeremías 29,8 “Así dice Yahweh Sebaot, el dios de Israel: No os embauquen los profetas que hay entre vosotros ni vuestros adivinos, y no hagáis caso de vuestros soñadores que sueñan por cuenta propia, v9 porque falsamente os profetizan en mi Nombre. Yo no los he enviado - oráculo de Yahweh” Deuteronomio 18,10 “No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, v11 ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos”. 4 2 Samuel 24,11 “Cuando David se levantó por la mañana, le había sido dirigida la palabra de Yahweh al profeta Gad, vidente de David, diciendo...” 5 Permanentemente en citas del Antiguo Testamento: Mt ve cumplidas en la misma infancia de Jesús cuatro profecías: Isaías 7, 14; Miqueas 5, 1; Oseas 11, 1; Jeremías 31, 15 (cf. Mateo 1, 22; 2, 5.15.17.23); Mateo 3, 3, etc. Por ejemplo, Mateo 5,12, “Alegraos y regocijáos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros”. 6 Por ejemplo, 1 Samuel 10,6 “Te invadirá entonces el espíritu de Yahweh, entrarás en trance con ellos y quedarás cambiado en otro hombre”. 7 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 125 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 126 que el título aparece aplicado a las personas más diversas, incluso opuestas (se aplica a los profetas de Baal, a los falsos profetas). El vocablo aybin" (nabî)) aybin" (nabî)) es un participio del tema verbal naba’, que, en su forma básica, no aparece en la Biblia, pero cuyo significado puede inferirse de lenguas afines. Por ejemplo, en acádico, el verbo naba’um –en forma abreviada nabum– significa “llamar”, “nombrar”; en árabe, el verbo nábaa significa “llamar, sonar”, “avisar”, “pregonar”. Según esto, el participio hebreo nabi' de este verbo vendría a significar: “Vocero”, “locutor”, “el que habla” (entendido como participio activo). O “el llamado” (entendido como participio pasivo). Ambos significados cuadran bien con la realidad del nabi) bíblico, “llamado por Dios” (cf. relatos de vocación) para ser “su portavoz” (cf. las fórmulas “Así habla YHWH” u “Oráculo de YHWH”). Ilustrativo al respecto el pasaje de Éxodo 7,1, según el que, Moisés, conforme al encargo de YHWH, debe ser para el Faraón como un dios, cuyo nabi' ha de ser Aarón.8 El aybin" pues es el locutor, la boca, el portavoz de un superior. Las formas verbales de la raíz abn (naba)) Como ya hemos mencionado, el hablar del profeta se designa ordinariamente con los verbos usuales que significan hablar, decir, y no, como uno esperaría, con las formas verbales de la raíz (naba)). ab"n" En la Biblia, esta raíz sólo aparece en nifal (pasivo) e hitpael (reflexivo), y ordinariamente designa alguna actitud llamativa del profeta, resultado de su “estado de inspiración”: “ponerse frenético” (1 Samuel 10,5.6.10.13; 18,10; 19,20.21.23.24), “danzar ritualmente” (1 Reyes 18,19), “actuar como un nabî)”, “cantar” (1 Crónicas 25,1-3.6). Los griegos llamaban a este estado “entusiasmo” o “éxtasis”. Y así como los griegos consideraban este estado ya directamente afín a la “manía”, es decir, la locura, y, en consecuencia, lo llamaban con esa palabra, así también el hebreo (yitnabbe’) podía adquirir el significado de “ser loco” o “hacerse el loco”, como ocurre por ejemplo, en: aBeän:t.yi 1 Samuel 18,10 Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. Jeremías 29,26 «Yahweh te ha puesto por sacerdote en vez del sacerdote Yehoyadá como inspector en la Casa de Yahweh de todos los locos y seudoprofetas: tú debes meterlos en los cepos y en el calabozo». O en 2 Reyes 9,11, donde a un profeta que vino a hablarle a Jehú se lo llama sin más “loco”: Jehú salió a donde los servidores de su señor. Le dijeron: « ¿Todo va bien? ¿A qué ha venido a ti ese loco? » Esto significa que al concepto de nabi) se asociaba la idea de una actitud llamativa y hasta excéntrica. Cf. también Éxodo 4,5s: “Dijo Yahweh a Moisés: “Mira que te he constituido como dios para Faraón, y Aarón tu hermano será tu profeta; tú le dirás cuanto yo te mande; y Aarón tu hermano se lo dirá a Faraón...” 8 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 126 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 127 Aproximación fenomenológica No es Israel el único pueblo que confiesa tener un modo de acceso a los planes de la divinidad 9. En cualquier pueblo el hombre se preocupa por conocer los designios divinos, y por ello, en cualquier cultura hay personas que se ocupan de hacer de “puente” entre la divinidad y los hombres.10 Son las personas llamadas “inspiradas” (la “manía” = furor de Platón, que distinguía entre manía “amorosa”, “poética” y “telestésica”, y finalmente la “adivinación” propiamente tal). Existe una cierta correspondencia entre el movimiento profético de Israel y fenómenos extáticos y místicos de otros pueblos. Personas que se presentan con la pretensión de estar hablando en nombre de la divinidad o de haber recibido revelaciones divinas, y a quienes recurren otros hombres para así informarse sobre la voluntad de la divinidad, las hubo y las hay en todos los pueblos. La importancia del fenómeno radica no en la extravagancia sino en dos elementos fundamentales: 1. Los hombres siempre quisieron saber algo sobre su destino. Es decir, la limitación del saber humano hace recurrir a otras esferas donde se distribuye la suerte del hombre.11 2. El conocimiento siempre está ligado al poder. Conocer otorga poder, y esto de muchas maneras. Casi siempre, estas personas manifiestan una actitud extravagante que se designa como éxtasis, entusiasmo o arrobamiento. Por eso, y pese a todas las diferencias, se presentan llamativos puntos de contacto y coincidencias en las manifestaciones de extáticos de este tipo, por ejemplo: Los “chamanes”12 o “hechiceros” de los pueblos primitivos uro-altaicos (centro de Asia). Las “sacerdotisas” del oráculo entre los griegos. Las diversas “mancias” (técnicas adivinatorias), las formas de magia. Los “derviches” del Islam (modo de comunicación con la divinidad que tiende al éxtasis pero a través de métodos y técnicas especiales, por ejemplo, el uso de fórmulas, la repetición de ciertos textos del Corán o del nombre divino). Los “derviches” forman comunidades en conventos y tienen un jefe. Los místicos carismáticos medievales (Brígida de Suecia o Catalina de Siena). 9 Si bien no todo acceso a los planes de la divinidad tiene características proféticas, por ejemplo, el modo de acceso a esos planes representado por la Torá. CICERÓN escribe al comienzo de su tratado “Sobre la adivinación”: “Constituye una antigua creencia ... que existe entre los hombres una cierta facultad de adivinación. Los griegos la llamaban mantiké, es decir el presentimiento, la ciencia de las cosas futuras, ciencia sublime y provechosa, por la cual la naturaleza humana alcanza su máxima cercanía con la potencia divina... nosotros hemos dado a esta facultad superior un nombre tomado de la divinidad: divinatio ... Lo seguro es que no veo ninguna nación, por ilustrada o sabia o por grosera y bárbara que sea, que no crea en una revelación del porvenir y que no reconozca a algunos la facultad de predecirlo” (citado por Robert FLACELIÈRE, Adivinos y oráculos griegos, 7). 10 11 Hay muchos testimonios que indican que la adivinación estaba ligada a la práctica de expiaciones, purificaciones, exorcismos, catarsis. 12 Mircea ELIADE, El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, México (Fondo de Cultura Económica 1960). 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 127 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 128 Los mismos “hebreos” han reconocido el hecho profético fuera de los ámbitos de su propia religión y cultura. Prueba de ello es la interesante figura del moabita Balaam, que pronunció oráculos del Señor (cf. Números 22-24). Si queremos comprender la naturaleza de la profecía israelita y distinguirla de aquellas manifestaciones generales de la fenomenología religiosa, será importante ubicar el fenómeno dentro de su propio ambiente de origen. Tal vez convenga tener presente para ordenar el análisis la distinción que hizo PLATÓN13 entre: 1. Adivinación “inductiva” o “artificial” (éntekhnos, tékhniké), basada en la observación de los fenómenos percibidos por los adivinos. 2. Adivinación “intuitiva” o “natural” (átekhnos, adídaktos), que consiste en una especie de locura (manía en griego, furor en latín) o de éxtasis, en una poseción divina, y es la de los profetas y profetisas: Sibilas, Pitias, Báquides, a quienes considera directamente inspiradas por la divinidad sin la mediación de ningún signo sensible. Egipto Se ha discutido mucho acerca de la presunta existencia de “profecía” en Egipto. A principio de siglo diversos autores pensaron que la profecía israelita tuvo sus orígenes en Egipto. En los últimos años los investigadores no solo desestiman esa hipótesis sino que directamente se inclinan más bien a negar que en los textos egipcios aparezca algo parecido a la profecía del Antiguo Testamento. Elencamos a continuación algunos elementos de los textos egipcios que se aluden en el debate: Abundan las referencias a la “adivinación” en los textos diplomáticos y cultuales14 Hay algunos testimonios de predicciones.15 De amenazas y reproches contra la injusticia y la hipocresía religiosa de los grandes del país,16 Pero en estos casos, los oradores no pretenden haber hablado por inspiración divina. 13 Conforme lo describe Robert FLACELIÈRE, Adivinos y oráculos griegos, 10-12s. A. NEHER, La esencia del profetismo, Salamanca (Sígueme 1975), 21-25. J. L. SICRE, “Antecedentes de la profecía bíblica”, en: ID., El profetismo en Israel, 218-248. 14 Entre otros, “El vaticinio del alfarero”, quien cayó muerto en medio de su discurso en el que predecía un terrible período de calamidades, con injusticias y una sequía devastadora (cf. J. SCHARBERT, Así habla Yahve, Buenos Aires, 1968, 27, texto desestimado por SICRE). También, la “profecía de Nefer-rohu” (o “Nefertiti)”, que relata como el faraón Snefru de la IV dinastía (en realidad, se trata del faraón Ameni de la dinastía XII), aburrido, desea que lo distraigan. Ante él se presenta a Nefer rohu, originario de Heliópolis, sacerdote de la diosa Bastet, le pregunta si quiere que le cuente historias del pasado o del futuro. El rey elige lo segundo. Entonces Nefer-rohu habla de un período de calamidades para el país, la invasión de los asiáticos, el desorden total. Por último, después del desastre y de la caída del imperio antiguo, un nuevo faraón Amenis unirá el norte y el sur y restablecerá el orden (J. L. SICRE, “Antecedentes de la profecía bíblica”, en: ID., El profetismo en Israel, 222-225). 16 La terrible descripción en las “Sentencias del sabio Ipuwer”: Egipto ha sufrido una crisis acompañada de caos económico y social. La corte se despreocupa de la suerte del pueblo. Un cierto Ipu-wer se presenta ante el faraón y le narra la anarquía del imperio; finalmente predice la restauración y la vuelta al orden producto del reinado de un monarca ideal. Las dos partes de la obra son muy claras y recuerdan los géneros proféticos de oráculos de juicio y de salvación (NEHER, Ibid., 22-24; SICRE, Ibid., 226-230). También es impresionante la descripción de la situación de injusticia en “El oasita elocuente”, el campesino Khun-Anup, que robado por un empleado del administrador general, marcha a Heracléopolis a pedir justicia. Realiza sus reclamos con tanta elocuencia que los distintos funcionarios le hacen repetir su discurso y el faraón mismo los manda a escribir. Sus terribles reclamos terminan siendo un 15 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 128 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 129 Existían los llamados “siervos de dios” (jm-ntr), una clase especial de sacerdotes egipcios, a quienes más tarde los griegos llamarán “profetas”. Los individuos así designados, en calidad de “relatores de la divinidad”, intervenían en los oráculos, proponiendo las consultas y los anhelos de los piadosos al dios de su santuario, para luego transmitir la respuesta divina en forma de un oráculo. Tales respuestas del oráculo no se referían necesariamente a acontecimientos futuros, y se producían siempre en ocasión de la consulta de algún peticionante. El oráculo podía darse: Echando suertes O en forma de presagio17 O mediante un “sueño de incubación”18 Ámbito Fenicio-Cananeo Son frecuentes los mensajes de personas “en trance”19 1 Samuel 10,5-8.9-13 1 Samuel 19,18-24 En el Antiguo Testamento se conoce la existencia de profetas fenicios de Baal y A$erah, que la esposa fenicia del rey Ajab de Israel Jezabel, había traído a Samaría: 1 Reyes 18,19 /// 2 Reyes 10,19 Según estos pasajes, eran muchos los profetas de este tipo que formaban parte del personal de la corte, que se presentaban en las celebraciones de sacrificios, ejecutaban danzas rituales,20 invocaban gritando a su dios y se herían a sí mismos con cuchillos y entretenimiento para los cortesanos. El tono del pedido de justicia se hace cada vez más ardiente. El campesino denuncia, acusa, insulta, y aunque lo mandan a azotar, la historia tiene un final feliz. 17 “Presagios” son acontecimientos cotidianos a los que la creencia popular asocia determinadas expectaciones de futuro: si, Por ejemplo, un gato negro cruza el camino, esto significa desgracia; si uno se encuentra con un deshollinador, esto significa buena suerte. En el Antiguo Oriente eran muchos los acontecimientos que se consideraban en esta manera como presagios de buena suerte o desgracia, confeccionándose listas cuidadosamente elaboradas de todos ellos. Tutores especializados tenían el cargo de advertir al rey sobre tales presagios, a fin de protegerle de desgracias (para un ejemplo claro de esto cf. R. FLACELIÈRE, Adivinos y oráculos griegos, 10). 18 Un “sueño de incubación” es un sueño experimentado en un lugar sagrado, mediante el cual se esperaba recibir directivas de parte de la divinidad. A tal efecto, el peticionante, cumplida la correspondiente preparación ritual, se acostaba a dormir en el santuario (incubare) o pedía a la persona consagrada al culto que durmiese en el santuario y le transmitiese luego el sueño que hubiese tenido. 19 Por ejemplo, existe una inscripción –la estela de Zakir– en la que un rey amenazado por una coalición relata como el dios de la ciudad, Baalshamáyim, le habló por medio de videntes y adivinos. También, en el “relato del viaje de Wen-Amon”, se relata como hacia el 1100 a.C. el sacerdote egipcio Wen-Amón viaja a Fenicia. Llega a Biblos pero en príncipe no quiere recibirlo y lo manda irse. Pero luego, y a causa de la intervención de uno de los jóvenes del rey, de quien un dios se apoderó durante la celebración de un sacrificio –un medium, en éxtasis, en medio de violentas convulsiones–, es mandado a traer de nuevo (cf. J. SCHARBERT, Así habla Yahweh, 30; J. L. SICRE, El profetismo en Israel, 245-246). 20 La vinculación con la música con el profetismo se observa en el pasaje que refiere como Myriam aparece como nebîah después del paso del mar de las cañas, cuando toma su pandero y se pone a danzar al frente de todas las mujeres, cantando la victoria del Señor (Éxodo 15,20). 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 129 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 130 espadas, en medio de delirios extáticos. Estos mismos grupos son probablemente los que aparecen poco después en torno a Eliseo, con el típico nombre de b:nê n:bî)im.21 Balaam (Números 22-24) Mesopotamia (Sumerios, acadios, babilonios, asirios, caldeos, etc.) Es casi un tópico afirmar que la información que ofrece Mesopotamia para la profecía es mínima. Hay innumerables vestigios adivinatorio o mágicos pero casi nada a lo que podamos aplicar el término de profecía.22 El “barû” era una suerte de “técnico de la adivinación”, un funcionario de la corte real, encargado de transmitir el mensaje de los dioses y aconsejar así a los gobernantes ante decisiones de vital importancia, por ejemplo,, guerras, pestes, alianzas,... Empleaban técnicas adivinatorias, entre otras:23 Arrojar ciertos objetos al aire e interpretar su distribución al caer (2 Reyes 13,14-19). Interpretar el murmullo del viento en la copa de los árboles (cf. 2 Samuel 5,24; Jueces 9,37). Observar los animales: el vuelo de los pájaros o el caminar de las hormigas (cf. 1 Samuel 6,7-9). Leer las entrañas de animales sacrificados, en especial el hígado (hepatoscopía24) (cf. Ezequiel 21,26). Observar líquidos, por ejemplo, los giros del aceite en un vaso (¿Génesis 44,5?). Consultar la luna y los astros (cf. Babilonia en Isaías 47, 12-14). Observar la forma, el color de las nubes; las estrellas fugaces; los rayos, los truenos, etc. Echar suertes (“cleromancia”; Josué 7,17-18; 1Sa 10,19-21). Las características específicas de los “profetas bíblicos” Frente a todos estos fenómenos diversos, ¿qué es lo específico de los profetas bíblicos? 1. La vocación Un elemento fundamental en el profetismo bíblico clásico. El profeta bíblico “clásico” no elige ser “profeta” ni es un funcionario a sueldo que había aprendido ciertas técnicas, sino alguien llamado especialmente por Dios para comunicar un mensaje al pueblo. 21 1 Reyes 20,35; 2 Reyes 2,3.5.7.15; 4,1.38; 5,12; 6,1; 9,1. No es adecuado traducir la expresión literalmente como “hijos de los profetas” sino es preferible hablar de una “corporación de profetas”. De todos modos se han señalado algunos textos con diversos oráculos: La “profecía de Sulgi”, el “discurso profético de Marduk”, “un príncipe vendrá”, “Oráculos dirigidos a Asarhadón”, “Sueño oracular dirigido a Asurbanipal” (cf. J. L. SICRE, El profetismo en Israel, 234-240). 22 Cf. J. L. SICRE, “Las Formas de adivinación”, en: Id., El profetismo en Israel, 28-65. R. FLACELIÈRE, La adivinación por los signos, en: ID., Adivinos y oráculos griegos, 7-25. 23 24 En diversas excavaciones se han encontrado modelos de hígados en cerámica y escritos que indicaban la interpretación de ese hígado, elementos con los cuales el maestro enseñaba a sus discípulos las artes adivinatorias. El hígado era considerado el lugar de la vida y se prestaba a ser analizado detenidamente. Según Platón, es como un espejo en el que se refleja el pensamiento de los dioses. Examinaban tres cosas: los lóbulos, la vesícula biliar, la vena porta. 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 130 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 131 Por eso era frecuente que el llamado se resistiera al considerar la misión asignada como muy superior a sus fuerzas y a su capacidad. Pero justamente esto es lo que demuestra que no es por iniciativa propia que profetizan sino que es Dios quien obra en ellos (cf. Isaías 6; Jeemías 1; Ezequiel 2-3). 2. Su tarea transmitir lo que Dios quiere decir al pueblo en un momento determinado. No adivinan ni interpretan sueños sino que hablan en nombre de Dios. Por eso es típica la fórmula “koh 'amar YHWH” (“así habla Yahweh”) o bien “nehum YHWH” (“oráculo de Yahweh”). Son conscientes de que no se trata de una palabra propia sino de una palabra de Dios, que quiere intervenir en la historia del pueblo, en cada momento, y lo hace a través del profeta. Pero ser profeta no es ser una especie de loro, sino tener la capacidad de poder contemplar la historia según la óptica de Dios; es estar inmerso en la historia de la salvación, y por eso, poder juzgar los sucesivos acontecimientos según Dios, e indicar a los hombres cuáles serán las consecuencias de su conducta desviada. Y en este sentido es que “hablan del futuro”: de un futuro condicionado por las actitudes del presente, construido con las decisiones del presente. El carisma profético es pues, un don de Dios para considerar la historia con profundidad, a la luz de la voluntad divina, discerniendo, en cada caso, si se trata o no de historia de la salvación. Y esto es lo que hizo del profeta un personaje frecuentemente perseguido y contradicho. 3. Se trata de hombres de profunda intimidad con Dios Vivían tan intensamente en comunión con Dios y su voluntad, que no sólo juzgaban los hechos de acuerdo a la visión divina, sino que podían hablar de Dios como si hablara de sí mismos. Así como eran intermediarios para llevar a los hombres la palabra de Dios, de la misma forma podían ser “intercesores” por el pueblo ante Dios. Un caso típico del poder de intercesión es Jeremías: el Señor le pide que no interceda más por el pueblo, como si su oración pudiera impedir el accionar de Dios. Por ejemplo: Jeremías 11,14 En cuanto a ti, no pidas por este pueblo, ni eleves por ellos plegaria ni oración, porque no he de oír cuando clamen a mí por su desgracia. Jeremías 14,11-12 Y me dijo Yahweh: «No intercedas en pro de este pueblo. v.12 Así ayunen, no escucharé su clamoreo; y así levanten holocausto y ofrenda, no me complacerán; sino que con espada, con hambre y con peste voy a acabarlos». Jeremías 7,16-17 En cuanto a ti, no pidas por este pueblo ni eleves por ellos plegaria ni oración, ni me insistas, porque no te oiré. v.17 ¿Es que no ves lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén? 4. Los profetas frecuentemente se colocan en una posición contraria al culto. Miran con desagrado los ritos realizados por aquellos que en su vida no muestran adhesión a la voluntad de Dios o que piensan que ya son gratos a los ojos de Dios por el solo hecho de practicar las acciones litúrgicas. Amos 5,21-25 “Yo detesto, desprecio vuestras fiestas, no me gusta el olor de vuestras reuniones solemnes. v22 Si me ofrecéis holocaustos... no me complazco en vuestras oblaciones, ni miro a vuestros sacrificios de comunión de novillos cebados. v23 ¡Aparta de mi lado la multitud de tus canciones, no quiero oír la salmodia de tus arpas! v24 ¡Que fluya, sí, el juicio como agua y la justicia como arroyo perenne! v25 ¿Acaso 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 131 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 132 sacrificios y oblaciones en el desierto me ofrecisteis, durante cuarenta años, casa de Israel?” 5. A veces también se muestran contrarios a los sabios. Si en la época de Salomón había sido exaltada la sabiduría humana, en la época posterior se da un cambio, porque los sabios aconsejan a los gobernantes y muchas veces lo hacen de forma contraria al plan de Dios expresado por la palabra profética. Esto explica los juicios desfavorables que los profetas pronunciaban sobre los sabios: “¡Ay de los que se tienen por sabios y se creen muy inteligentes! [...] Por eso... desaparecerá la sabiduría de sus sabios y se eclipsará la inteligencia de sus inteligentes” (Isaías 5, 21; 29, 14). La pretendida sabiduría de los sabios se descubre como mentirosa cuando es comparada con la sabiduría de Dios: “¡Ay de los que bajan a Egipto para pedir ayuda y buscan apoyo en los caballos...! pero no miran al Santo de Israel ni consultan al Señor. Sin embargo, él también es sabio...” (Isaías 31, 1-2a). Al rey de Asiria se lo amenaza con castigos divinos “porque él ha dicho: “Yo he obrado con la fuerza de mi mano y con mi sabiduría, porque soy inteligente” (Isaías 10, 13). Los temas más frecuentes de la predicación profética25 Dios Al tener, en general, una profunda experiencia de Dios, los “profetas” suelen ser los personajes más adecuados para hablarnos de Dios. Poco a poco irán purificando la imagen divina, entremezclada, en la conciencia del pueblo, con otras representaciones de dioses paganos, hasta llegar a afirmaciones monoteístas tajantes. Dios es uno, único, creador de todo lo que existe: Isaías 45,5 Yo soy Yahweh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Isaías 45,18 Pues así dice Yahweh, creador de los cielos, él, que es Dios, plasmador de la tierra y su hacedor, él, que la ha fundamentado, y no la creó caótica, sino que para ser habitada la plasmó: «Yo soy Yahweh, no existe ningún otro. Además de esta afirmación revolucionaria en el ámbito de las ideas religiosas de esa época, también, poco a poco, irán mostrando diversas cualidades del único Dios verdadero: es justo, es santo, es misericordioso. Los profetas denuncian vehementemente la tentación de querer 26 manipular a Dios. La Alianza Conforme se va purificando la imagen de Dios, también se va reinterpretando la noción de Alianza. La imagen un tanto “jurídica” que aparece en el libro de la Torá, acá es profundamente meditada y vivida en el plano concreto, mostrando lo que Dios quiere en verdad, más allá de sus palabras, qué significa “ser pueblo de Dios”. Célebre es la reinterpretación del profeta Oseas, quien muestra al pueblo el profundo amor de Dios, explicando la Alianza no como un mero pacto sino como una alianza de amor, una alianza matrimonial. 25 Cf. J. L. SICRE, “El mensaje”, en: Id., El profetismo en Israel, Navarra, (Verbo Divino 1992), 365-536. 26 Cf. J. L. SICRE, Ibid., 381-385. 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 132 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 133 La exigencias de la Alianza Eso no significa que esta pertenencia no exija respuestas: si la Alianza es una alianza de “amor esponsal”, el que traiciona la alianza, comete adulterio. Y en otros registros de lenguaje, la Alianza exige justicia social, no sólo culto vacío: Amos 4,1 Escuchad esta palabra, vacas de Basán, que estáis en la montaña de Samaria, que oprimís a los débiles, que maltratáis a los pobres, que decís a vuestros maridos: «¡Traed, y bebamos!» Amos 5,7 ¡Ay de los que cambian en ajenjo el juicio y tiran por tierra la justicia Cf. Isaías 1,10-18 La Alianza exige respuestas claras, y el profeta se encargará de mostrar en cada momento particular como se está traicionando la voluntad de Dios expresada en la Alianza, bajo distintas apariencias de piedad: Jeremías 9,24-25 He aquí que vienen días - oráculo de Yahweh - en que he de visitar a todo circuncidado que sólo lo sea en su carne: v.25 a Egipto, Judá, Edom y a los hijos de Ammón, a Moab, y a todos los de sien rapada, los que moran en el desierto. Porque todas estas gentes lo son. Pero también los de la casa de Israel son incircuncisos de corazón. Cf. Isaías 58 /// Cf. Jeremías 18,1-12 Así, ante la terquedad que se percibe en el pueblo para responder a las exigencias de Dios expresadas en la Alianza, se llegará a un punto en que Dios anuncia, a través de sus profetas, una Nueva alianza. Por ejemplo: Jeremías 31,31-34 He aquí que días vienen - oráculo de Yahweh - en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza; v.32 no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos - oráculo de Yahweh -. v.33 Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días - oráculo de Yahweh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. v.-v34 Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: «Conoced a Yahweh», pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande -oráculo de Yahweh- cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme. El “Día de Yahweh” La retribución – Las doctrinas “mesiánicas” Cuando los profetas hablan de Dios van a manejar la noción de “Día de Yahweh”, el día en que Dios se hará presente (por sí mismo o por un intermediario) para realizar un juicio, Dios establecerá definitivamente la justicia en el mundo, juzgará a los hombres, castigará a los impíos –especialmente a los enemigos de Israel– y traerá la salvación y la felicidad definitiva para los justos. El concepto es fundamentalmente salvífico, pero serán los profetas los encargados de derribar una confianza excesiva en ese tan esperado “Día de Yahweh”: también los miembros del pueblo de Dios pueden ser castigados ese día, si obraron perversamente (cf. Am 5, 18-20). A esto se vinculas los temas de la retribución, la responsabilidad personal (Jer 31, 29-30; Ez 18), y del “mesianismo”, cuando se comienza a vincular la esperanza en el día de Yahweh con el establecimiento del reinado definitivo de Dios mediante su ungido, un rey descendiente de David (cf. Isaías 9, 5-6, 11,1-9, Jeremías 23, 5-6). 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 133 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 134 LITERATURA RELIGIOSA DE LA ÉPOCA La llamada tradición “elohísta” ¿Mediados del s. VIII a.C.? El llamado “documento elohísta” según la hipótesis documental clásica Según la hipótesis documental en su forma clásica, la tradición yavista se habría iniciado en los comienzos de la monarquía. En la época de los profetas, hacia los siglos IX u VIII a.C. se habría vuelto a leer la historia, desde otra perspectiva, a la luz de la enseñanza profética y de las grandes crisis religiosas y políticas del Reino del Norte. El “documento elohísta” sería fruto de esta relectura. El “elohista” se habría conservado sólo en forma fragmentaria.27 Las secciones elohístas más importantes, comúnmente reconocidas son: Génesis 20 ---------------------------------- Duplicado de Génesis 12,10-20 y 26,7-11. Génesis 21,8-21 --------------------------- Duplicado del relato yavista de Agar de Génesis 16,1b.2.4-14. Génesis 21,22-34 -------------------------- Duplicado del relato yavista de las relaciones de Isaac con los habitantes de Guerar de Génesis *26,12-33. Génesis *22,1-19 -------------------------- Relato del “sacrificio” de Abraham Génesis 28,11s.17-22--------------------- Originariamente, una leyenda del santuario de Betel, trasladada aquí. Éxodo *3,1-14 ----------------------------- Vocación de Moisés y revelación del nombre de Dios. Éxodo 13,17-19---------------------------- Salida de Egipto. Éxodo 14,19a.20a.25a-------------------- Salvación en el Mar de las cañas. Éxodo 19,3a.*16-17.19b; 20,18-21 ---- Teofanía del Sinaí, en la que se ha insertado la variante elohísta del decálogo de Éxodo 20,1-17. Características más salientes del “elohista” según la hipótesis documental clásica Su preferencia por los lugares de culto patriarcales del Reino del Norte (Betel, Siquem). Fuerte inclinación por las cuestiones “morales” más que por la “bendición”: en esto se diferencia de la tradición yavista, que no se preocupa por ocultar los pecados de los patriarcas, puesto que su finalidad es resaltar la bendición de Dios por encima de todo, por encima de los pecados del pueblo. 27 En general, los exégetas atribuían al “elohista” los textos o fragmentos que no podían atribuir al Yavista o al Sacerdotal En la fuente «E» se recogían por tanto los “restos” que quedaban después de la determinación de las otras fuentes. Algunos defensores actuales de la existencia de un documento “elohista”: MCEVENUE, “The Elohist at Work”, ZAW 96 (1984) 315-332; R. B. COOTE, In Defense of Revolution: The Elohist History, (Minneapolis 1991). 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 134 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA Comparar Génesis 20 con 12,10-20 y 26,7-11 (E ofrece una exculpación de Abimelek y Abraham). Comparar Génesis 31,2-16 (E) con Génesis 30,37-43 (J) 135 “E” atribuye las riquezas de Jacob a la ayuda divina, no a sus argucias y artimañas Según la hipótesis documental clásica, esto se explicaría teniendo en cuenta que el documento se redacta en la época los de los profetas, cuando ya han comenzado las grandes apostasías: esta tradición pondrá su énfasis en exhortar al buen comportamiento y a la fidelidad a la Alianza, en la obligación de responder a Dios para ganar las bendiciones. Se insiste de manera especial en el temor (= obediencia) de Dios (cf. Génesis 20,11; 22,12; Éxodo 1,17.21; 18,21; 20,20). Existen correcciones interesantes con respecto a la concepción de dios: el elohísta “corrige” los antropomorfismos, por ejemplo, en Génesis 18 ó en el episodio de la zarza ardiente. Dios se relaciona con los hombres no directamente sino en sueños o de noche (cf. Génesis 20,3.6; 21,12-14; 22,1-3). El elohísta establece distancia. Los mensajeros de Dios no se encuentran con los hombres sobre el suelo, sino que los llaman desde el cielo (cf. Génesis 21,17 con Génesis 16,7; 22,11). Esto se suele atribuir a la influencia de la predicación profética, en la que se marca bien la diferencia con los dioses paganos. Agrega las exigencias morales de los “10 mandamientos” en la teofanía del Sinaí (cf. Éxodo 20, =/= al «decálogo» yavista en Éxodo 34). En Éxodo 20,22-23 hallamos el contenido del código de la Alianza: son exigencias morales, todas de tradición elohísta. Así describía al “elohista” Henri CAZELLES:28 “Con datos muy a menudo semejantes, los textos llamados elohístas expresan otro aspecto de Dios y de su acción. No tienen la vivacidad ni lo pintoresco del yahvista: menos vigor dramático, como también menos ardor nacional. Son más sencillos, más fluidos, más desvaídos, si se quiere. Con frecuencia se ha subrayado su arcaísmo. Relatos y leyes se atienen al patrimonio nacional, sin preocuparse mucho de la conquista del mundo. El problema de la fecundidad y del desenvolvimiento de la vida preocupa al autor menos que el de la conservación de la herencia prometida a los padres y conquistada por Josué, discípulo de Moisés. Lo que el elohísta pierde en dinamismo, lo gana en profundidad moral. Su sentido del pecado es más afinado que el del yahvista. Le repugna que se hubiera podido sospechar que Abraham había mentido a Abimélek y precisa muy bien que Sara era hermanastra del patriarca (Gén 20,12). Conoce la manera como Jacob acrecentaba sus rebaños, pero en él no hay engaño: Dios protegió a Jacob impidiendo a Labán causarle perjuicios (Gén 31,4-13). Así, en el elohísta, la revelación y la ley son más morales que cultuales. El don de Dios consiste en dar a conocer claramente a su pueblo las faltas que ha de evitar. Los fundamentos de la ley, que se expresan en el decálogo, atañen a los deberes para con Dios y para con el prójimo. Estos deberes se precisan luego en el código de la alianza, donde el respeto del 28 H. CAZELLES, “El elohísta”, en: ROBERT-FEUILLET, Introducción a la Biblia I, Barcelona (Herder 1970), 343-344. 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 135 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 136 prójimo y de sus bienes es sancionado por costumbres y preceptos (mispatím y debarîm), a los que Dios da su sanción. El elohísta sabe, como el yahvista, que toda vida y todo bien proceden de Dios, pero [...] Para él se trata de voluntades unidas en una alianza que los dos contrayentes deben respetar. [...]. Las rupturas necesarias aparecen con más relieve en el elohísta: el hombre tiene que tomar más precauciones para mantenerse unido con Dios. En efecto, según él, la voluntad del hombre puede desfallecer radicalmente hasta tomar a Yahweh por un vulgar Baal. De ahí su insistencia en la espiritualidad de Dios. El verdadero Dios es el Dios de la conciencia y de los mandamientos. Sobre todo, ¡cuidado con hacerle estatuas ni representaciones! No se trata tanto de ver a Dios en el santuario, como en el yahvista (Éx 24,10): por el contrario, hay que recordar que no es posible dirigirse a Dios con los ojos de la carne: «Nadie puede ver a Dios y vivir» (Éx 33,20; cf. 20,I9). Así, en él tienden a desaparecer los antropomorfismos. Dios aparece en sueños a Abraham, Abimélek, Jacob y José. No es que Dios se aleje del hombre, pero el hombre debe hacerse cargo de que ha de espiritualizarse para no alejarse de Dios. Semejante desconfianza frente a Canaán y a sus concepciones naturalistas se halla también en los profetas: en Amós y, sobre todo, en Oseas. En la redacción elohísta se discierne ya un movimiento profético que comienza. Con frecuencia hace alusión al culto sin reprobarlo, pero teme las desviaciones. Admite la pascua y los sacrificios de sustitución, como el de Abraham (Gén 22,1-13); pero critica a Aarón y los banquetes ante el becerro de oro (Éx 32 en parte), así como las carnes de qibrot-ha-taawah (Num 11, 18). Dios bendice a Leví; pero lo que ofrece Leví no son tanto sacrificios de animales y de vegetales, cuanto el incienso y el humo de los holocaustos, y su función esencial es dar a conocer los designios de Dios mediante los urim y los tummîm (Dt 33,8-l0). El elohísta, totalmente orientado hacia la tradición mosaica, la del desierto,29 ha conservado, pues, tradiciones y costumbres muy antiguas, hasta arcaicas: así arcaizaban los rekabitas en tiempo de los profetas (Jeremías 35, 1-11; 2 Reyes 10,15). Bien mirado todo, su redacción revela una época más reciente que la del yahvista. Como los profetas, tiene presente la necesidad de la penitencia y del perdón (Éxodo 33)”. Posiciones actuales30 31 En la actualidad la existencia de un “documento elohísta” está fuertemente cuestionada. Las primeras voces contrarias a la existencia de un “elohista” –esto es, de un relato completo e independiente de los orígenes de Israel– ya se hacían oír en 1933, en un estudio de VOLZ y RUDOPH.32 29 Éxodo 19-24; Números 11-14. 20-24. 32 (gran peregrinación por el desierto; Oseas reclamará de Israel la vivencia del desierto y de la Alianza Sinaítica). Israel debe retrotraerse al Sinaí para recomenzar su historia (cf. ELÍAS en 1 Reyes 19). J. L. SKA, “Los desarrollos recientes en la exégesis del Pentateuco”, en: Id., Introducción a la lectura del Pentateuco. Claves para la interpretación de los cinco primeros libros de la Biblia, Navarra (Verbo Divino 2001), 180-182. 30 Un defensor del “elohista”: R. B. COOTE, In Defense of Revolution: The Elohist History, Minneapolis, MN (1991). Prefieren adoptar una hipótesis de los complementos en el caso de los textos “elohístas”: CAMPBELL-O’BRIEN, Sources of the Pentateuch. Text, Introductions, Annotationa, Minneapolis, MN (Fortress Press 1993), 161-166, (166); Cf. BLENKINSOPP, “Evolución reciente: La hipótesis documentaria en crisis”, en: Id., El Pentateuco. Introducción a los cinco primeros libros de la Biblia, Navarra (Verbo Divino 1999), 43-48. 31 32 P. VOLZ - W. RUDOLPH, Der Elohist als Erzähler. Ein Irrweg der Pentateuchkritik, Gieen (BZAW 63 1933); W. RUDOLPH, Der «Elohist» von Exodus bis Josua, Berlin (BZAW 68 1938). Según ambos 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 136 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA 137 33 Las objeciones son numerosas y han sido reunidas por E. ZENGER en su “Introducción”: (1) Existen solo fragmentos de esta fuente en el Pentateuco actual. (2) No existe un verdadero acuerdo acerca del inicio de «E». Con frecuencia los exégetas lo buscan en Génesis 15, un texto problemático que no usa el nombre divino “Elohim”. (3) Los párrafos atribuidos al «E» no tienen muchos elementos en común. Además resulta muy difícil ver cualquier tipo de conexión literaria entre ellos. Es difícil hablar de una “trama” o del “diseño teológico” del relato “elohista”.34 (4) Algunos textos generalmente atribuidos a «E» son hoy considerados tardíos: tal el caso por ejemplo de Génesis 22.35 (5) En la teoría documental clásica se ubicaba al “elohista” en el Reino del Norte. Por eso se buscaba o se veía un vínculo entre «E» y los profetas Elías y Oseas. Este punto suscita perplejidad. Según ZENGER en el relato de 1 Reyes 17-21 Elías es el campeón de una reacción religiosa contra el culto a Baal y a favor del culto de Yahweh no de Elohim. Lo mismo vale mutatis mutandis para Oseas, que muy raramente utiliza el nombre divino Elohim. (6) Hay otros modelos para explicar la existencia de los pasajes generalmente atribuidos a «E». Por ejemplo, pueden ser considerados como una serie de “complementos” puntuales, fruto de una redacción que no quería perder nada de las tradiciones antiguas. autores el elohista nunca habría existido. Los textos atribuidos a «E» pertenecerían en realidad a J o serían añadidos de origen deuteronomista. E. ZENGER, “Besondere Problematik von E”, en: Id. (hersg.), Einleitung in das Alte Testament, Stuttgart (Kohlhammer 19983), 114. Cf. A. de PURY-Th. RÖMER, “La contestation de l'Elohiste comme source du Pentateuque”, en: A. de PURY (ed.), Le Pentateuque en question Les origines et la composition des cinq premiers livres de la Bible à la lumière des recherches recentes, Genève (Le monde de la Bible; Labor et Fides 19912), 45-46. 33 34 Sólo en Génesis 20-22 se encuentran textos que tienen características comunes y podrían suministrar una base más sólida a la hipótesis de una “fuente” o al menos de una serie de relatos provenientes del mismo ambiente. Además, en el momento clave del relato aparece “el ángel de Yahweh”, no “el ángel de Elohim” (Gen 22,11). Cf. 21,17. Para la datación de Gen 22 ver T. VEIJOLA, Das Opfer des Abraham - Paradigma des Glaubens aus dem nachexilischen Zeitalter, ZTK 85 (1988) 129-164. 35 7.2. EL FENÓMENO PROFÉTICO - LA TRADICIÓN “ELOHISTA” /// 18/08/2016 137