SALA 1 / MESA A / Interrelación diseño, arte, ciencia y tecnología Interdisciplinariedad, Investigación Artística y Bacterias Andinas Autores/ Paz Tornero// PhD. Artista, docente e investigadora en la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador. // [email protected] Resumen: El arte, en su capacidad de interpretar y reinterpretar los diversos aspectos que conforman la situación sociocultural y política del individuo y su traducción estética del mundo, y la ciencia, en eterna búsqueda por la Verdad, se erigen en conjunción como herramientas precisas para la expansión de los límites de la capacidad humana. Simbiosis que, además, ayuda a encontrar nuevas definiciones sobre conceptos tales como Naturaleza, Cultura, Individuo, Colectividad y Contemporaneidad. El vínculo arte-ciencia, entendido como el diálogo entre dos disciplinas supuestamente antagónicas, tiene su analogía en el concepto de la doble concienciavisión, presente en numerosas cosmovisiones a lo largo de la historia, y establece una nueva tendencia de investigación muy útil para el estudio de la unión del mundo espiritual, o imaginario, y el real, o tangible. En este artículo se presentan algunos de los actuales paradigmas contemporáneos de interés en el ámbito artístico y el grupo de investigación Andino Research Group, creado con el objetivo de experimentar, teórica y artísticamente, sobre dichas cuestiones expuestas. Palabras clave: exploración, investigación artística, interdisciplinariedad, ciencia, tecnología, cosmovisión. 1 Introducción El legado del arte contemporáneo de los últimos cincuenta años, nos ha llevado a la situación actual caracterizada por la acción transgresora y su potencial creativo. Entre sus muchos desafíos tecnológicos, éticos y estéticos que se deben tener en cuenta, el investigador, profesor y artista cibernético Roy Ascott afirma que hay que equilibrar las posibilidades de las nuevas relaciones en la red y las que ofrecen la ingeniería genética, molecular y la nanotecnología: “Omnipresente y ubicua, la inundación de la inteligencia humana y artificial es imparable.” (Ascott, 2000, p. 2). Al tratar de crear vida artificial e inteligencia artificial hay que comprender cómo la conciencia impregna todos los rincones del planeta. Por otra parte, la riqueza de diversidad biológica no tiene por qué verse amenazada por la tecnología, sino que debe ser vista como un desafío a la ciber-diversidad que puede dar lugar a la aparición de artistas en un espacio intermedio, entre los mundos virtuales y materiales, y denominado según el autor Moistmedia –o medio húmedo, transformador de los medios de comunicación. (Ascott, 2000, p. 2). Los sistemas húmedos, por tanto, son agentes de cambio. El arte occidental ha pasado por lo que sus muchos teóricos han decidido ver; un largo período de materialismo, sin interés en las ambiciones espirituales, y haciendo caso omiso de la sensibilidad artística de los numerosos creadores que no han encontrado lugar en los libros de historia. El arte, en realidad, siempre ha sido un ejercicio espiritual. No importa lo brillante de sus tendencias políticas dominantes o las ideologías culturales. Por ejemplo, el papel de la tecnología virtual es proporcionar las herramientas y los medios de comunicación –del medio húmedo-, por el cual estas ambiciones espirituales y culturales se puedan materializar. Así mismo, el gran desafío de la ciencia y el arte es encontrar la naturaleza de la conciencia. (Ascott, 2000). 2 Sin embargo, como Ascott expone, para llevar a cabo dicha tarea es necesaria una estética tecnoética que, en consorcio con este nuevo medio, permita a los artistas abordar las cuestiones fundamentales de nuestro tiempo: -¿Qué es ser humano en la cultura post-biológica? -¿Cuál es la ontología de la mente y el cuerpo distribuidos en el ciberespacio? -¿Cómo hacer frente a la responsabilidad de redefinir la naturaleza y la vida misma? -¿Qué aspectos de lo inmaterial puede contribuir la re-materialización del arte? Los artistas, libres de la ortodoxia (aunque preocupados por la autenticidad como los científicos), son sincréticos en su forma de creación. Están dispuestos a estudiar cualquier disciplina, científica o espiritual, cualquier visión del mundo -esotérica o misteriosa- cualquier cultura, inmediata o distante en el espacio o el tiempo, con el fin de encontrar ideas o procesos que puedan incrementar la creatividad. (Ascott, 2005). Ascott afirma que no hay un metalenguaje o metasistema que sitúe a una disciplina o la visión del mundo automáticamente por encima de todos los demás. Por tanto, la visión panorámica del mundo representa la investigación artística en todos sus niveles. Es por eso que miramos en todas direcciones en busca de inspiración y comprensión. El filósofo Paul Virilio argumenta que la realidad se convirtió en omnipresente de forma simultánea descomponiendo el momento de la presencia, el “aquí y ahora”, y la telepresencia más allá del "horizonte de las apariencias sensibles". (Donati & Prado, 2001, p. 437). En un constante proceso de revertir las intervenciones formales, el artista transforma las condiciones de producción y circulación, lo que permite diversas formas de acciones sobre el usuario. Varios de estos espacios son las propuestas artísticas que utilizan esta interfaz tecnológica, para validar nuevos 3 comportamientos ofreciendo posibilidades alternativas y así accionar, por ejemplo, experiencias a distancia. Este "nuevo comportamiento" incluye también cambios en conceptos tales como proximidad, manifestación de la distancia, participación del usuario e interacción entre grupos sin ningún tipo de contacto físico directo. (Donati & Prado, 2001, p. 438). Ante las actuales tendencias artísticas, el teórico y artista Ascott (2000) afirma que a pesar de que la práctica del arte se moverá de píxeles a moléculas, el proceso artístico seguirá el camino que conduce de la conectividad –es decir, entre las mentes y los sistemas–, a la inmersión en los datos o el campo de la nanotecnología. Es por tanto que “Aún se deben planificar escenarios interactivos que conducirán a la transformación de la materia y la mente, y el replanteamiento de la conciencia.” (Ascott, 2000, p. 5). Investigación Interdisciplinar La relevancia de la imaginación robótica para las prácticas científico-artísticas se hace más clara si nos fijamos en cómo la noción de "obras de arte vivientes" impulsa la experimentación espacial, escultórica y cinética a través de la ingeniería y la programación por un lado, y las plantas transgénicas, animales y cultivos de tejidos, mediante la manipulación de organismos biológicos por otro. Ambas estrategias se centran en procedimientos biotecnológicos como medio de expresión, y el trabajo con células vivas o cultivos de la piel como una evolución del body art; actos sobre todo performativos a un nivel microscópico. Exposiciones que establecen relaciones entre las modificaciones de materiales biológicos en los niveles pequeños –células, proteínas, genes– y su desarrollo político, legal, ético y filosófico. Estos proyectos han dado la voz de alerta sobre las investigaciones moleculares de las empresas y sus modificaciones genéticas en plantas, alimentos y animales. La tecnología transforma la naturaleza de la existencia humana potenciando la física de los cuerpos. Como declara el artista Stelarc (1991), con la fecundación que ahora 4 puede producirse fuera del útero y la posibilidad de nutrir al feto dentro de un sistema artificial, se obtiene como conclusión que técnicamente no habrá nacimiento. Y si el cuerpo puede ser rediseñado en un sistema modular que facilite la sustitución de aquellas piezas que funcionan mal, entonces, técnicamente no existiría lugar para la muerte. La muerte no hace autentificar la existencia. Es una estrategia evolutiva anticuada. El cuerpo ya no es necesario y la prolongación de la vida no significa “existente”, sino más bien ser "operativo". (Stelarc, 1991, p. 594). El astrónomo Roger F. Malina (2002), sostiene que “estamos en la Edad de Piedra de las Artes Digitales”. Y es posible que en un futuro éstas tengan poco que ver con lo digital y todo lo relacionado con la estética y la ética tecnológica. El autor prosigue afirmando que ocurrirá igual que en la época del Renacimiento, donde lo más importante no fue la tecnología de la perspectiva, sino la nueva visión que surgió sobre el lugar de los seres humanos en la naturaleza y su evolución. Los nuevos “Leonardos” se enfrentan a una tarea de gran magnitud como la de Leonardo da Vinci y su compañeros; solo podemos esperar que este especial período de interacción entre artistas, científicos e ingenieros cambiará nuestra visión del mundo y nuestro lugar en él tan profundamente, como el Renacimiento hizo. (Malina, 2002, p. 495). Tales momentos históricos de transición, en la comprensión de ciertas cuestiones del conocimiento y en la ciencia, por ejemplo, acontecen tal y como el filósofo Thomas Kuhn señaló en la década de 1970 “a través de un cambio radical” o “cambio de paradigma”. (Kuhn, 1970). Ejemplo notable es la teoría herética del Origen de las Especies de Darwin (1859), que demuestra la evolución de los humanos a través del azar de los accidentes biológicos, contrario a la aceptación de un Dios omnipotente responsable de la creación. Es interesante que estos avances significativos se producen en un contexto político determinado, de grandes cambios; el de Darwin 5 sucede en una época donde incrementa el materialismo y las dudas acerca de la religión. Durante el periodo de cambio, se cuestiona el legado de la tradicional creencia de la Ilustración en la imparcialidad, la justicia y la libertad de la superstición o la subversión política. También se pone en duda la primacía del “método científico” tal y como manifiesta el filósofo Karl Popper en la década de 1950. (Popper, 1997). Popper consideró que el hombre es quien impone las leyes a la naturaleza reflexionando sobre las teorías de Kant: La solución de Kant es bien conocida. Supongo –correctamente, creo yo- que el mundo tal como lo conocemos es el resultado de nuestra interpretación de los hechos observables a la luz de teorías que inventamos nosotros mismos. Para decirlo con palabras de Kant: ‘nuestro intelecto no extrae sus leyes de la naturaleza, sino que las impone a la naturaleza.’ (Popper, 1994, p. 237). El método científico tiene como objetivo probar una hipótesis a través de una serie de pruebas empíricas y es un bien muy preciado, ya que ofrece una metodología acordada e imparcial para la consecución de una comprensión de los fenómenos o comportamientos. Lo que demuestra que puede ser abierta al escrutinio público y evaluada de forma racional. Los científicos esperan que las reglas del juego garanticen una objetividad casi sobrehumana. Pero incluso si están al comienzo de sus observaciones (ya sea el estudio de las estrellas, los peces o las células del cerebro), no pueden resistirse a la búsqueda de patrones, lo que conduce a la postulación de hipótesis comprobables empírica o lógicamente. (Ede, 2005, p. 6). Los avances, por tanto, conllevan nuevos paradigmas y los científicos son conscientes de este hecho. Sin embargo, en el proceso de cambio, aunque muchos afirmen no tener afiliación religiosa y ser ateos o agnósticos, la mayoría expresa una fe en la obtención de un absoluto conocimiento que demanda un alto grado de 6 pensamiento visionario. (Ede, 2005, p. 7). Andino Research Group y bacterias andinas Ante las supuestas diferencias y desconexiones entre disciplinas y las actuales problemáticas entorno al método científico, el investigador, escritor y físico David Bohm comenta al respecto que en el campo de la biología, los biólogos moleculares modernos creen generalmente que, en última instancia, la totalidad de la vida y del pensamiento podrá comprenderse -en términos más o menos mecánicos- cuando se haga una especie de ampliación del trabajo que se ha realizado ya con la estructura y la función de las moléculas del ADN. Y esta tendencia de pensamiento empieza a encontrarse en la psicología. Así que la preferencia actual en la ciencia, según el autor, es percibir a través de una propia idea fragmentaria del mundo que forma parte de un movimiento más amplio desarrollado a lo largo de los últimos años, y que abarca hoy casi toda la sociedad. Esta manera de pensar y de observar la investigación científica tiende a reforzar el concepto fragmentario en general, ya que “Ofrece al hombre una representación del mundo entero constituido nada más, que por un conjunto de ‘ladrillos atómicos’ existentes por separado, y le lleva a concluir que esta idea del mundo es necesaria e inevitable.” (Bohm, 1987, p. 38). Bohm expone que los científicos podrían establecer algún tipo de juego de libre pensamiento, no acotado y restringido por presiones sociales, ni por inamovibles paradigmas por medio de un diálogo abierto e intercambio de ideas para fomentar su potencial creativo, ya que “Cuando la comunidad científica deje de mantener esta estructura tácita de pensamiento, será entonces posible fomentar la creatividad en la totalidad del campo de la ciencia.” (Bohm & Peat, 1988, p. 82). En la modernidad, las funciones del arte, la ciencia y la religión al estar fragmentadas, se han vuelto confusas: 7 La ciencia se ha desarrollado de una forma sin precedentes en el campo técnico, pero parece haberse apartado por completo de la función de ayuda al ser humano para asimilar el universo en el plano psicológico, para que pudiera sentirse como en casa en un mundo que comprendiera (…) Igualmente, muchos artistas no muestran estar demasiado preocupados por el interés científico de ver el hecho, (…), más bien parece que muchos de ellos (aunque no todos, por supuesto) se han inclinado a aceptar la visión del momento, que contempla las relaciones humanas, y la forma en que se expresan en nuestra cultura (incluyendo el arte, la literatura, la música, el drama, etc.), como un campo que puede ser manipulado a voluntad para fomentar placer, entusiasmo, entretenimiento y satisfacción, alejándose de las cuestiones factuales, lógicas y coherentes que son vitales para el científico. (Bohm, 2001, p. 68). Por tanto, continúa manifestando el autor, “El artista realmente necesita una actitud científica para su trabajo, al igual que el científico ha de tener una actitud artística con el suyo.” (Bohm, 2001, p.73). Bajo estas cuestiones e inquietudes anunciadas nace Andino Research Group, grupo de investigación conformado en octubre de 2014 por PhD. Paz Tornero, profesora en la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador, que plantea diversas líneas de estudio partiendo del concepto exploración en la acepción original del latín (exploratĭo, -ōnis). A través de un equipo de trabajo multidisciplinar junto con colaboradores interdepartamentales e internacionales y, mediante la investigación más experimental, se establece como objetivo superar los límites de la investigación clásica y establecer puntos de inflexión, reflexión y análisis entre las perspectivas tecnocientíficas, las artísticas y los saberes ancestrales propios de la cosmovisión andina. El objetivo de las líneas de investigación es superar las brechas que dividen los fenómenos naturales de los culturales estableciendo nuevos paradigmas ante el 8 significado actual de dichas preguntas, a través de proyectos artísticos que contengan trabajos de campo científicos –exploración y experimento– y procesos metodológicos más creativos –experiencia, estética y discurso. Los objetivos prioritarios a abordar son: 1. ¿Puede la ciencia y el arte nutrirse y producirse desde el diálogo con las cosmovisiones andinas y amazónicas? 2. ¿La convergencia entre ciencia y arte genera espacios y procesos favorables que amplíen las actuales metodologías y procedimientos artísticos? Como un hecho completamente novedoso en Ecuador y, especialmente, dentro del contexto académico del país, se proponen diversas estrategias artísticas fruto del trabajo conjunto entre humanistas y científicos, abordando estudios tales como la interrelación entre el mundo tecnológico y científico -representante de lo “material”, los procesos de comprensión del ser humano contemporáneo y postcolonizado tecnológicamente, y la relación con la naturaleza desde una perspectiva andina o cosmovisión del mundo natural. Conclusión El crítico de arte Jack Burnham (1968), reflexiona sobre la relación entre la escultura clásica; la tecnología que impregna el cuerpo humano mediante, por ejemplo, prótesis y microchips, y la evolución biológica. El crítico expone, que si las esculturas humanas e independientes de la época griega también representan el origen de lo que hoy en día llamamos réplicas mecánico-humanas o bio-mecánicas, entonces: ¿Es posible –al menos en el caso de la escultura– que el arte sea una forma de señal biológica? Si el hombre se acerca a un momento de cambio radical, no controlada por selección y mutación natural, ¿qué mejor manera no científica existe para anticipar la 9 auto-recreación (no la procreación) que la actividad de motivación espiritual de formación de imágenes artificiales de origen orgánico? (Burnham, 1968). Tal y como se ha mostrado en este artículo, se afirma que el arte ofrece la libertad de indagar el potencial creativo de cualquier disciplina, sin verse afectado por los propios límites autoimpuestos en los numerosos campos investigativos. Esta cualidad se ve reflejada en las actuales expresiones artísticas, caracterizadas por plantear cuestiones epistemológicas y ontológicas impregnándose del método científico con el claro propósito de destapar preguntas, crear herramientas y nuevos procesos de investigación. Estas prácticas han dado lugar a numerosas tendencias denominadas Ecoarte, Bioarte, Arte Electrónico, Net Art, Space Art (y Arte Satelital), etc., y, dentro del marco de estudio de esta investigación se define “Exploración Local y Arte Sincrético” como una práctica experimental arte-ciencia-etnografía, en particular la emplazada en la región andino-ecuatoriana. Es, por tanto, principal manifestar la urgencia de incluir investigaciones “híbridas” y enfocadas en la simbiosis arte-ciencia, donde existan colaboraciones entre especialidades científicas y técnicas, y otras más creativas de origen en las artes, que siendo ya una realidad en distintas instituciones y academias mundiales, sin embargo, no son suficientes dentro del panorama hispanoamericano. Bibliografía Ascott, R. (2000). Moistmedia, technoetics and the three VRS. Actes/Proceedings. ISEA2000 –Auditorium. _________(2005).Syncretic Reality: art, process, and potentiality. Recuperado el 2 de abril de 2015, de http://www.drainmag.com/contentNOVEMBER/FEATURE_ESSAY/Syncretic_Realit y.htm 10 Bohm, D. (1987). La Totalidad y el Orden Implicado. Barcelona: Kairós. _________(2001). Sobre la Creatividad. Barcelona: Kairós. Bohm, D. y Peat, D. (1988). Ciencia, Orden y Creatividad. Las raíces creativas de la ciencia y la vida. Barcelona: Kairós. Burnham, J (1968). Beyond Modern Sculpture: The Effects of Science and Technology on the Sculpture of This Century. New York: George Braziller; London: Allen Lane/Penguin Press. Charles, D. (2010). Origen de las Especies. Madrid: EDAF. Donati, L. y Prado, G. (2001). Artistic Environments of Telepresence on the World Wide Web. Leonardo, Vol. 34, No. 5, pp. 437-442. Ede, Siân (2005). Art and Science. Londres, Nueva York: I.B.Tauris. Kuhn, T. (1970). The Structure of Scientific Revolutions. Chicago: University of Chicago Press. Malina, R. F. (2002). The Stone Age of the Digital Arts. Leonardo, Vol. 35, No. 5, pp. 463-465. Stelarc. (1991). Prosthetics, Robotics and Remote Existence: Postevolutionary Strategies. Leonardo, Vol. 24, No. 5, pp. 591-595. 11