viernes, 26 de noviembre 2004 La Casa Blanca está "a la espera de gestos" del Gobierno español El Rey a Bush: "¿Qué es lo que ocurre, estás molesto?" Por José Manuel Calvo El País 26/11/04, 07.49 horas publicidad El Rey no se anduvo por las ramas con el presidente de Estados Unidos. Don Juan Carlos preguntó a bocajarro a George W. Bush en el rancho de éste en Crawford (Tejas) el pasado miércoles: "¿Qué es lo que ocurre, estás molesto?". A partir de ahí, la conversación a tres -el Rey, el presidente estadounidense y su padre, George Bushentró en el terreno de la franqueza para abordar el deterioro de las relaciones de dos países que son aliados y la necesidad de aproximar posiciones entre el Gobierno de Washington y el Ejecutivo español. La duración total de la estancia de don Juan Carlos y doña Sofía en el rancho de George W. Bush en Crawford (Tejas) no fue de 80 minutos, como divulgaron medios estadounidenses, sino de casi tres horas, y se dividió en dos partes: una conversación inicial de don Juan Carlos con el presidente estadounidense y su padre, y el almuerzo posterior. Fuentes que tuvieron acceso al contenido de la conversación inicial y de la mantenida durante la comida privada de los Reyes y el matrimonio Bush indicaron a EL PAÍS que don Juan Carlos, al utilizar su estilo habitual para arrancar la conversación, era muy consciente de la situación: la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono han expresado en los últimos meses su malestar por la rápida retirada de tropas españolas de Irak; el embajador de EE UU no asistió a los actos de la Fiesta Nacional el pasado 12 de octubre, y Bush dejó sin contestar por teléfono la llamada de José Luis Rodríguez Zapatero para felicitarle por su victoria electoral. Cuando, en el ambiente distendido que dominó el encuentro, el Rey planteó a Bush la pregunta de "¿qué es lo que ocurre, estás molesto?", intervino el padre del presidente para decirle a su hijo: "¡Ya te había dicho yo que era muy directo!". Según las mismas fuentes, Bush, que también es amigo del estilo directo y va al grano, expresó al Rey las diferencias ya conocidas entre los dos Gobiernos y le dijo que su voluntad de llevarse bien con el Gobierno español se ha visto obstaculizada por decisiones y declaraciones del Ejecutivo que no considera amistosas. Don Juan Carlos, "que traía un mensaje, una rama de olivo de parte de Zapatero", le reiteró que el presidente del Gobierno quiere enderezar las relaciones. El Rey recibió ayer a Zapatero en La Zarzuela poco después de regresar de Estados Unidos. Fuentes próximas a la Casa Blanca interpretan que el almuerzo de Crawford ha sido "un acto de aproximación, y la constatación común de que hay que mirar al futuro y trabajar juntos", pero también de que el Gobierno estadounidense va a estar en una actitud de observación de declaraciones y de decisiones del Gobierno español , "a la espera de gestos". ¿Qué tipo de gestos? Los que se adoptarán -o no- en el curso "de unas relaciones normales y de los problemas que surjan en diversos frentes, desde Irán, Siria y la evolución del conflicto en Oriente Próximo hasta Cuba o Venezuela". Estados Unidos aprecia muy positivamente, por ejemplo, la participación militar española en Afganistán. Fuentes de la Casa Blanca manifestaron ayer: "Esperamos, eventualmente, que los esfuerzos conduzcan a que se suavicen las relaciones". Esas fuentes justifican la ausencia de devolución de la llamada telefónica de Zapatero a Bush diciendo que "el presidente no puede hablar personalmente con todos los que le han felicitado", y creen que eso es independiente de que el ex presidente Aznar visitara privadamente la Casa Blanca el pasado día 9. En todo caso, Estados Unidos ha recibido con claridad el mensaje, porque se sabe que el Rey pasó por Crawford de vuelta de Seattle porque el Gobierno español consideró que era una buena oportunidad "para tender puentes y dejar claro que se quiere tener unas relaciones normales de amistad". Al tiempo, la Casa Blanca ha querido dejar claro, al recibir al Rey, que sus problemas se refieren al Gobierno: "España es un gran país y un buen amigo", fueron las únicas palabras pronunciadas por Bush ante los periodistas en Crawford. Más pragmatismo Bush, "dispuesto a llevarse bien, pero a la espera de esos gestos", está en plena fase de relanzamiento de relaciones con la comunidad internacional, seriamente deterioradas tras la crisis de Irak. Sin modificar los enunciados teóricos de su política exterior, pero necesitado de ayuda para afrontar la situación en Irak, las nuevas perspectivas en Oriente Próximo y la presión sobre Irán y Corea del Norte, se espera que Washington adopte posiciones pragmáticas. El presidente estadounidense tiene previsto ir a Canadá a finales de mes y acaba de invitar al presidente chino a visitar EE UU, con la promesa de devolución de la visita. Además, Bush visitará Europa -quizá Londres y Bruselas- después de la ceremonia de apertura de su segundo mandato, el 20 de enero.