Revista de Política Exterior Revista Costarricense de Política

Anuncio
Revista Costarricense de Política Exterior
Secretaría y redacción
Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
San José, Costa Rica
(+506) 2539-5487
[email protected]
Apartado Postal 100027-1000 San José 10104
Puede acceder a esta revista en la dirección electrónica http://www.rree.go.cr
Impreso en Costa Rica
El texto es propiedad exclusiva de los autores y no debe ser reproducido sin su consentimiento. Asimismo,
no constituye un documento oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, por lo cual las
opiniones expresadas en él son de exclusiva responsabilidad de los autores.
Revista Costarricense de Política Exterior
San José, Costa Rica
Número 22, octubre de 2014, ISSN 1659-0112
I. Sección Necrológica
La embajadora emérita Castro de Barish . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Jorge Francisco Sáenz Carbonell
II.Discursos
“No nos es permitido el silencio… Es hora de actuar por la paz”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Luis Guillermo Solís Rivera
Cuadragésimo cuarta sesión de la Asamblea General de la Organización
los de Estados Americanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Manuel Antonio González Sanz
Presentación del embajador representante permanente de Costa Rica
ante el Consejo Permanente de la Organización los de Estados Americanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Pablo Barahona Kruger
III.Política Internacional y Temas Conexos
Neutralidad y Equilibrio de Poder en el Conflicto de Ucrania. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Luis Alberto Padilla Menéndez
Diplomacia pública: un caso exitoso y perspectivas para la Cancillería costarricense . . . . . . . . . 53
Charles Salvador Hernández Viale
IV. Sección histórica
El doctor Herrera: don Vicente Herrera Zeledón, tres veces canciller interino de Costa Rica. . 65
Jorge Francisco Sáenz Carbonell
Don Alfredo Volio Jiménez: sus meses en la Cartera de Relaciones Exteriores. . . . . . . . . . . . . . . . 115
Christopher Sánchez Morales
Elogio al conde Reinhard. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Charles de Talleyrand (presentación de Luis Fernando Ceciliano Piedra)
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Necrológica
La embajadora emérita Castro de Barish
Jorge Francisco Sáenz Carbonell 1
El 17 de agosto de 2014 murió en San Rafael de Escazú doña Emilia Castro Silva de Barish, la
primera mujer costarricense que fue embajadora de carrera diplomática y la única, hasta el momento
presente, que ha llegado a ser embajadora emérita del servicio diplomático de la República.
Esta distinguida funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto nació en la ciudad de
San José a las ocho y media de la noche del 27 de abril de 1916, en el hogar de don Rafael Castro Quesada
y doña Emilia Silva Salazar, y fue bautizada en la iglesia de la Dolorosa el 28 de junio siguiente con el
1
Director del Instituto Diplomático y catedrático de la Universidad de Costa Rica.
7
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Necrológica
nombre de Emilia del Socorro. Sus padrinos fueron su abuelo materno don Carlos Silva Ramírez, quien
era de origen guatemalteco, y su abuela paterna doña Lucía Quesada de Castro.
Por la vía paterna descendía de una familia de connotados políticos, de carácter turbulento y
agitado, como lo fue su abuelo don Zenón Castro Rodríguez, de cuya participación en hechos militares y
políticos está llena la historia patria de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. A esta vena política, su
padre don Rafael Castro Quesada añadió la vena diplomática, ya que fue canciller de Costa Rica de 1928
a 1929 y ministro plenipotenciario en Guatemala de 1940 a 1941. Un primo hermano de su padre, don
Manuel Castro Quesada, fue dos veces canciller y dos veces ministro plenipotenciario en Washington.
Doña Emilia, que fue conocida desde sus primeros años con el afectuoso diminutivo de Mila,
cursó estudios en el Colegio Superior de Señoritas en San José, y posteriormente se graduó como Bachelor
of Arts en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). También efectuó otros estudios en la Henry
George School de la ciudad de Nueva York.
Se inició informalmente en la actividad diplomática al lado de su padre, cuando este era ministro
plenipotenciario de Costa Rica en Guatemala. Como la Legación carecía de recursos para contratar
personal administrativo, la señorita Castro, que en aquel tiempo tenía poco más de dieciséis años,
asumió en forma honoraria las funciones de secretariado del jefe de misión. De este modo comenzó a
familiarizarse con la correspondencia diplomática y sus estilos, el léxico de la actividad y otros elementos
que habrían de serle de mucha utilidad en el futuro.
El 9 de diciembre de 1948 fue nombrada por primera vez para un cargo remunerado del servicio
exterior, el de secretaria de la Embajada de Costa Rica en los Estados Unidos, cuyo titular era entonces don
Mario A. Esquivel Arguedas, años después canciller de la República. Fue acreditada ante el Departamento
de Estado con el rango de segundo secretario, aunque en la práctica, según relató en sus memorias, sus
funciones fueron de índole administrativa, tales como el envío de notas y cablegramas, la concertación de
citas y otros servicios.
Mientras estaba laborando en Washington, doña Emilia conoció a quien habría de ser su marido,
Frederick I. Barish, presidente de una empresa de aviación norteamericana que llegó a la Embajada a
obtener datos sobre las regulaciones costarricenses sobre sobrevuelos y tránsito aéreo. Entre ambos
surgió una amistad que pronto floreció en amor. En vísperas de su matrimonio con el joven Barish, doña
Emilia renunció a su cargo, dimisión que fue admitida el 17 de marzo de 1952. Tiempo después de la boda,
y cuando ya la pareja tenía un hijo, David, trasladó su residencia a Costa Rica, donde Frederick Barish
estableció una pequeña empresa de aviación y nacieron dos hijos más, Ronald y Frederick.
La vida de doña Emilia como un ama de casa común de aquellos tiempos, dedicada a su esposo
y a la crianza de sus hijos, se vio trágicamente truncada el 19 de noviembre de 1956, cuando la avioneta
en que viajaban los esposos Barish y sus dos hijos menores se estrelló a poco de despegar del aeropuerto
de La Sabana. En la catástrofe pereció Frederick Barish, y doña Emilia y sus hijos sufrieron lesiones de
consideración.
En marzo de 1957, el embajador de Costa Rica en las Naciones Unidas, don Alberto Cañas,
mandó a preguntarle a doña Emilia si estaría dispuesta a ir a trabajar a la misión permanente de Costa
Rica en esa organización. Doña Emilia, que precisamente en aquellos momentos requería llevar a uno de
sus hijos a los Estados Unidos para intervenciones quirúrgicas necesarias después del accidente, aceptó
8
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Necrológica
enseguida la propuesta. De conformidad con la normativa de entonces, se sometió a dos exámenes, uno
de inglés y otro relacionado con los principios y actividades de las Naciones Unidas, y el 30 de mayo de
1957 el Poder Ejecutivo emitió el acuerdo que la designaba como primer secretario de la misión de Costa
Rica en la organización mundial.
Doña Emilia se integró con mucho entusiasmo y gran sentido de la responsabilidad a las labores
de la misión, a pesar de que tenía que cuidar de sus tres pequeños hijos. Poco a poco fue familiarizándose
con el trabajo en las Naciones Unidas, tanto en las comisiones como en la asamblea general, y también
empezó a dar muestras de su talento para la negociación diplomática y la obtención de votos para proyectos
de resolución y candidaturas costarricenses. Con el tiempo fue ascendiendo: de primer secretario a
consejero, y de consejero a ministro consejero. El 26 de marzo de 1966 se declaró su incorporación a la
carrera diplomática, formalmente creada por el Estatuto de Servicio Exterior emitido en julio de 1965. En
1981 fue ascendida al rango de embajador y se convirtió en la primera mujer costarricense en alcanzar
esa categoría en la diplomacia de carrera. Modesta y discreta por temperamento, las jerarquías no la
envanecieron y continuó haciendo su trabajo con la misma seriedad, profesionalismo y diligencia de
siempre.
Una de las características más notables de doña Emilia fue la infinita amabilidad, simpatía y
paciencia con que recibía y ayudaba a todas las personas que llegaban a prestar servicios a la misión,
ya fuera en cargos diplomáticos o administrativos, y con los delegados que año tras año concurrían a
las asambleas generales, a veces sin ninguna experiencia en los procedimientos de las Naciones Unidas.
Sin adular a los superiores ni desdeñar a los novatos ni a los inferiores, doña Mila se prestaba gustosa
a orientar cordialmente a unos y otros, a responder a todo tipo de preguntas y a ayudar en todo lo que
estuviera a su alcance, desde localizar algún borrador de resolución de años atrás hasta recomendar
dónde almorzar.
A lo largo de sus muchos años de servicio, le correspondió a doña Emilia laborar con numerosos
cancilleres y embajadores de Costa Rica, y a veces enfrentar situaciones de controversia entre unos y
otros, como el episodio que relató en sus memorias, cuando un embajador le dio órdenes de votar en la
Tercera Comisión en contravención de las instrucciones muy categóricas y definitivas del ministro de
Relaciones Exteriores:
“Se trataba de una resolución que condenaba al Gobierno de Portugal, que entonces era
una Junta Militar totalitaria, por sus actividades dictatoriales y totalmente opuestas a los
principios de la Carta de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos y de la libre
determinación y descolonización. Esa resolución era de las que se presentaban todos los años
como seguimiento de las precedentes y en vista de que no había logros positivos al respecto. En
sesiones anteriores la votábamos a favor o en abstención según instrucciones de Cancillería.
No obstante las instrucciones categóricas del Ministro eran de que la votáramos en contra.
Yo le recordé al Embajador … esa circunstancia, ya que ello constituía un cambio total de
nuestra posición de principio, pero él me indicó que yo no era la que tenía que decidir en eso
sino él y que me “ordenaba” votar a favor de la resolución. Me aseguró que él se entendería con
el Ministro. Así lo hice e inmediatamente el Ministro tuvo la queja del Gobierno portugués
por dicho voto. Entonces recibí un cable del señor Ministro en que decía que “Contraviniendo
mis instrucciones, al Delegada a la Tercera Comisión votó a favor de la condena al Gobierno
de Portugal”. Le mostré el cable al Embajador … y le solicité que por favor tal como él me
había asegurado, explicara al Ministro la razón de mi voto. Me dijo que lo haría, pero
no lo hizo. Transcurrieron tres días, y nada pasó. En esa oportunidad habían venido a la
9
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Necrológica
Asamblea General como Delegados dos Diputados de la Asamblea Legislativa, el Lic. Hernán
Castro Hernández y la Lic. Mireya Guevara, a quienes les mostré el cable. Quedaron muy
sorprendidos. La Diputada Guevara me señaló la importancia de que eso se aclarara, ya que
de otra manera yo aparecía contraviniendo las instrucciones del Ministro, en relación con un
Gobierno. Como no hubo ninguna rectificación del Embajador… yo envié un cable al Ministro
indicando que “en el voto sobre la Resolución condenando al Gobierno de Portugal, no fue la
Delegada a la Tercera Comisión la que contravino las instrucciones del Señor Ministro, sino
las instrucciones enérgicas y categóricas del Jefe de Misión que me había asegurado que él
se comunicaría con el Señor Ministro para explicarle”. Para ser objetiva deseo aclarar que yo
estaba por el voto a favor, o sea la posición de principio, pero los diplomáticos a veces tenemos
que votar no como nos gustaría, sino con las instrucciones recibidas de los superiores.”
Doña Emilia participó en una innumerable cantidad de reuniones, comisiones y actividades de
las Naciones Unidas. Entre otras cosas, fue la única persona en todo el mundo que estuvo como delegada
en todas las asambleas generales ordinarias celebradas por la organización desde 1957 hasta 1999, sin
excepción. Gracias a su vasta experiencia, llegó a ser una enciclopedia viviente sobre la gestión de Costa
Rica en las Naciones Unidas y a constituirse en mano derecha de los jefes de misión y los innumerables
delegados que a lo largo de tantos años representaron al país en las diversas instancias del foro mundial.
Su escritorio y el cúmulo de documentos que sobre él casi la escondían f ísicamente terminaron por
convertirse, también, en una leyenda de nuestra diplomacia. Su última actuación se produjo en la Tercera
Comisión en diciembre de 1998, cuando ya contaba con ochenta y dos años de edad y le correspondió,
significativamente, intervenir a nombre de las delegaciones de los países de Centroamérica sobre el tema
relacionado con la celebración en 1999 del Año Internacional de las Personas de Edad.
Llegó a ser la persona con más años ininterrumpidos de estar acreditada como agente diplomático
en las Naciones Unidas, y su menuda figura era inmensamente familiar para los funcionarios de la
organización y para multitud de diplomáticos de todas partes del mundo. En una oportunidad, doña
Mila se encontró en un corredor del edificio de las Naciones Unidas con Andrei Gromiko, quien fue
ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética durante treinta y dos años, desde 1957 hasta
1985, y quien ella conocía bien por las múltiples oportunidades en que había participado como canciller
en actividades de la organización. En un momento de la conversación, Gromiko le dijo con una sonrisa:
“Doña Emilia, ¿se ha dado cuenta que lo más antiguo que hay aquí somos la Carta de las Naciones
Unidas, usted y yo?”
El 27 de abril de 1996, día en que cumplía ochenta años, el gobierno del presidente José María
Figueres, en homenaje a sus prolongados y distinguidos servicios, le concedió el rango de embajadora
emérita de la carrera diplomática. El acto de otorgamiento se verificó en una solemne ceremonia en el
Salón Dorado de la Cancillería costarricense, en el cual hicieron uso de la palabra el ministro de Relaciones
Exteriores don Fernando Naranjo Villalobos y la primera dama doña Josette Altmann de Figueres. Cabe
señalar que este honor solamente se ha otorgado a otros dos funcionarios de carrera: don José Luis
Cardona Cooper, en 1990, y don Manuel María de Peralta, este a título póstumo, en 1997.
La embajadora Castro de Barish se jubiló del servicio en 1998, cuando se cumplían cincuenta
años de su primer nombramiento como funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero durante
varios más continuó laborando en forma honoraria para la misión permanente. Como expresó el canciller
don Roberto Rojas en abril de 2002,
10
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Necrológica
“A pesar de que ya se haya formalmente acogido a una muy merecida jubilación, Doña
Mila continúa colaborando con las actividades de la misión de Costa Rica en Nueva York y
tenemos el honor de que represente todavía al país en algunas comisiones de la organización.
Al estilo de nuestros grandes próceres, no anda contando años cuando se trata de servir al
país. Y de servir siempre con una sonrisa, un profundo amor por su país y una gran vocación
de ayudar a sus semejantes.”
En 1997, por insistencia del entonces embajador en las Naciones Unidas, que era el excanciller
don Bernd Niehaus, doña Emilia emprendió la tarea de poner por escrito parte de sus recuerdos como
funcionaria diplomática. La obra fue publicada al año siguiente por el Instituto Diplomático, con el
título de Memorias de medio siglo en la diplomacia costarricense y fue presentada en una ceremonia
efectuada en la Cancillería el 10 de abril de 1998. En esa oportunidad, el canciller don Roberto Rojas
elogió calurosamente a la embajadora Castro de Barish y destacó su impecable y fecunda trayectoria en la
diplomacia nacional, “orgullo para este Ministerio y para Costa Rica”.
Algún tiempo después de su retiro, doña Emilia tuvo que poner fin a sus actividades de
colaboración con la misión y regresó a Costa Rica, donde pasó sus últimos años.
El Instituto de Servicio Exterior, donde infinidad de veces tuvimos el honor de recibir su visita
y siempre el de aprender de ella, lamenta profundamente la partida de esta ejemplar funcionaria y rinde
emocionado homenaje a su memoria.
11
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
“No nos es permitido el silencio…
Es hora de actuar por la paz”
Transcripción literal del discurso pronunciado por el señor Presidente de la República,
Luis Guillermo Solís Rivera, con motivo de la sexagésimo novena sesión de la
Asamblea General de las Naciones Unidas
Miércoles 24 de setiembre de 2014. Nueva York, EE. UU.
Señor Presidente,
Señor Secretario General Adjunto,
Distinguidas y distinguidos Jefes de Estado y de Gobierno,
Excelencias,
Estimados delegadas y delegados,
Amigas y amigos,
Señor Presidente:
Felicito a Su Excelencia Sam Kutesa, Ministro de Relaciones Exteriores de Uganda, por su designación
como Presidente de la Asamblea General. Le auguramos el mayor de los éxitos en sus funciones.
Señor Presidente:
Torbellinos de opresión y violencia, desasosiego, desesperación y sistemáticas violaciones a los derechos
humanos afectan a muchos rincones del orbe. Somos testigos de un recrudecimiento de la violencia y
enfrentamientos armados, de un aumento de crímenes atroces y de extremismos, con un número cada
vez mayor de desplazados, de crisis humanitarias y actos deplorables que han quedado en la impunidad.
Nuestra particular preocupación se enfoca, también, en la dimensión universal de la crisis provocada por
ISIS. Esta es una realidad que exige la acción coordinada y contundente de la comunidad internacional en
el marco del multilateralismo y según lo dispongan los órganos correspondientes de esta organización.
Hemos visto imágenes y escuchado gritos de angustia que emanan de Gaza, Iraq, Siria, Ucrania, Afganistán,
Mali, Libia, Sudán y Sudán del Sur, Somalia y la República Centroafricana.
Los sollozos también se escuchan desde Centroamérica, donde miles de niños, niñas y jóvenes cruzan
solos las fronteras hacia los Estados Unidos, huyendo de la violencia y la falta de oportunidades, en pos de
sueños que pueden tornarse pesadillas. Niños y niñas cuyos destinos nunca pueden ser ajenos a los afanes
de esta Asamblea, pues, en muchos sentidos, son hijas e hijos nuestros.
13
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
El horror de los conflictos armados no es ajeno a las y los costarricenses, ni mucho menos el sufrimiento
de millones de víctimas de sus más abyectas manifestaciones. Como nación, siempre nos hemos unido a
nuestros pueblos hermanos en los esfuerzos por poner fin a la guerra y concretar la paz.
Los conflictos que nos abruman suelen surgir de situaciones de fragilidad del Estado y de sus instituciones,
pobreza extrema, corrupción e impunidad. En todos ellos, se han producido serios agravios a los derechos
humanos.
Ninguno de esos conflictos estalló sin previo aviso. Existían claros indicadores de alarma. En algunos casos
se conoció la amenaza, pero no se emprendió ninguna acción como en Siria. En otros, no se comprendió
a tiempo el peligro, como en Sudán del Sur. Pero en todos, las víctimas son los más vulnerables, quienes
más nos necesitan, quienes no pueden alzar su voz.
Por ellas y ellos, estamos hoy aquí.
Ante la pérdida de tantas vidas humanas, tenemos motivos para preguntarnos si hemos cumplido la
promesa solemne que acompañó la fundación de las Naciones Unidas sesenta y nueve años atrás. ¿Están
todos los miembros de esta organización absteniéndose de recurrir al uso o la amenaza del uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de otros Estados?
En algunos casos sí, en otros no. Sin embargo, la inacción es inaceptable. Cuando los Estados incumplen,
el sistema de las Naciones Unidas está llamado a la acción; si no, se debilita, pierde su esencia, pierde su
espíritu.
El reto más importante de la comunidad internacional, de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad,
el que discuto hoy aquí, es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales como bienes públicos
globales.
“Si Vis Pacem Para Pacem.” Si quieres la paz, prepárate para la paz. Mantener la paz y la seguridad
internacional empieza con una cultura de paz. Como democracia desarmada y sede de la Universidad
para la Paz, del Instituto Interamericano y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Costa Rica
considera que la cultura de paz y la educación para la paz deben ser una prioridad absoluta. Estamos
convencidos que la paz, lo mismo que la guerra, no es el producto de la fatalidad humana ni de la fatalidad
histórica, sino que brota de la misma libertad del ser humano.
Mantener la paz y la seguridad internacionales no se limita a atender los conflictos. Esta organización se
erigió de las cenizas de dos guerras mundiales precisamente para evitarlas.
Si bien la prevención empieza a nivel del Estado, con el fortalecimiento de la democracia y sus instituciones,
la buena gobernanza, el Estado social de Derecho como requisito indispensable para promover el
desarrollo y sociedades justas e incluyentes; la prevención también se apoya en un sistema multilateral
sólido y funcional. Costa Rica valora y alienta las medidas de diplomacia preventiva que figuran en el
Capítulo VI de la Carta, entre ellas la mediación, los buenos oficios y la alerta temprana.
Como parte del Grupo de Amigos de la Mediación, deseo resaltar el liderazgo de Costa Rica en la
negociación de la resolución de la Asamblea General 68/303, con el fin de reconocer el rol fundamental
que las organizaciones regionales y subregionales desempeñan en mediación y gestión de conflictos. Esta
14
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
es la primera resolución en mediación de esta Asamblea General que, hasta ahora, reconoce dicho rol y
su inclusión constituye un verdadero logro para esta.
Mantener la paz y la seguridad internacionales requiere que todos los Estados resolvamos las controversias
por medios pacíficos, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y en estricto respeto del
derecho internacional y de los tratados. Costa Rica cree firmemente y practica todas las dimensiones del
derecho internacional y, por ello, destacamos en especial el papel de la Corte Internacional de Justicia y
la Corte Penal Internacional.
La paz no puede gestarse donde existe impunidad. Cuando se hayan cometido crímenes de guerra,
genocidio o lesa humanidad, sus responsables deben ser investigados y procesados, incluso por la Corte
Penal Internacional cuando la justicia nacional resulte insuficiente. Nuestro país se opone al debilitamiento
del Estatuto de Roma y a toda propuesta de reforma que pueda resultar en la tolerancia de la impunidad.
Una vez más, recordamos al Consejo de Seguridad su potestad y responsabilidad de remitir a la Corte
Penal Internacional los casos que ocurren en Estados no Partes.
Esta es la única vía que conocemos. Nuestra única arma, ha sido y será el derecho internacional.
Señor Presidente:
Mantener la paz y la seguridad internacionales requiere también reforzar al único órgano mundial
encargado de defenderlas. El Consejo de Seguridad debe pasar de una mentalidad de reacción a una de
acción, y reafirmar su compromiso moral y político con la humanidad toda. Debe ser vigilante, estratégico
y proactivo. Debe ser democrático, eficaz, transparente e inclusivo.
Mi país se ha manifestado en contra del uso del veto para detener medidas encaminadas a evitar o resolver
conflictos. A los costarricenses nos asombra cómo, invocando el principio de la soberanía, algunos de los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad han imposibilitado su intervención cuando este debió
haber actuado para evitar que los ríos se tiñeran de sangre. La sangre de víctimas inocentes.
Reiteramos nuestro llamado a los miembros permanentes para abstenerse de utilizar el veto especialmente
en situaciones de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y violaciones masivas a los
derechos humanos. Agradecemos por ende la propuesta francesa de un Código de Conducta en torno al
uso del veto.
Con este espíritu, Costa Rica apoya la iniciativa del Secretario General “Los Derechos Humanos en primer
lugar,” pues coloca a estos derechos en el centro de las actividades de las Naciones Unidas, en materia de
prevención.
Por nuestro serio e inquebrantable compromiso con los derechos humanos, les solicito respetuosamente
favorecer la reelección de mi país ante el Consejo de Derechos Humanos en octubre próximo.
Señor Presidente:
Decía nuestro poeta Jorge Debravo que los costarricenses “tenemos la obligación de luchar por un mejor
destino para el hombre. Por un destino maravilloso. No nos es permitido el silencio. No nos es permitido
15
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
ser observadores o simples testigos de la lucha de nuestros pueblos. En una época como esta, ser neutral es
traicionar el destino del hombre.”
Porque no nos es permitido el silencio, condenamos los ataques indiscriminados de cohetes de Hamás
hacia Israel y el uso de escudos humanos, al igual que lo hacemos del uso de armas altamente destructivas
en las operaciones militares de las fuerzas armadas israelíes. Exigimos el respeto al cese al fuego y la
negociación de una solución permanente en la que coexistan en paz y armonía los dos Estados.
Porque no nos es permitido el silencio, repudiamos la transferencia de armas convencionales a las actuales
zonas de conflicto. Como uno de los líderes mundiales en la negociación que condujo al Tratado del
Comercio de Armas, -una idea propiciada originalmente por el Ex Presidente costarricense y Premio
Nobel de la Paz, Oscar Arias Sánchez, exhortamos a los Estados a examinar sus leyes y políticas que
regulan la transferencia y disponibilidad de armas y municiones, con miras a evitar su acceso a aquellos
que las utilizarán para violar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Comerciar con la muerte es ser cómplices de sus atrocidades. Al respecto, sería lícito volver a preguntar
en esta Asamblea, ¿cuál es la diferencia ética –que no legal ni normativa– entre comerciar con armas que
matan a los jóvenes de los países subdesarrollados, o comerciar con drogas que igualmente los matan en
las sociedades más ricas del planeta?
Porque no nos es permitido el silencio, Costa Rica repudia el uso de armas explosivas en zonas
densamente pobladas en Siria, Gaza y el Este de Ucrania. Costa Rica hace un llamado urgente a los
Estados a desarrollar normas más estrictas y compromisos para prohibir y restringir su uso, no solo por
ser una violación al derecho internacional humanitario, sino porque tomar acciones en esta materia, aquí
y ahora, es fundamental para reducir los incentivos de los no combatientes a tomar las armas y a unirse
a causas extremistas.
Porque no nos es permitido el silencio, condenamos también el uso de municiones en racimo en
Siria, Sudán del Sur y en el Este de Ucrania. Como sede de la Quinta Reunión de la Convención sobre
Municiones en Racimo, que tuvo lugar en San José, del 2 al 5 de setiembre, mi país continuará repudiando
la producción, comercialización y uso de estas armas. Celebramos que Centroamérica se haya convertido
ya en la primera zona libre de municiones en racimo en el mundo, y reitero nuestro compromiso para
continuar impulsando su universalización.
Porque no nos es permitido el silencio, reitero nuestro rechazo absoluto a las armas nucleares. Ningún
Estado debe desarrollar o poseer armas nucleares. Su mantenimiento y modernización requiere inmensos
recursos económicos y humanos que son necesarios para enfrentar los desaf íos de nuestro tiempo, y entre
ellos, alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Costa
Rica está lista para negociar un nuevo instrumento jurídicamente vinculante para el desarme nuclear, y
llama a los Estados a cumplir sus compromisos en esta materia.
Señor Presidente:
No habrá paz sin desarrollo sostenible. No habrá paz en el mundo mientras exista la pobreza. No habrá
paz mientras la riqueza se reparta tan desigualmente. No habrá paz mientras arrasemos con el hábitat
de nuestros pueblos. No habrá paz mientras amplios sectores de la humanidad no tienen garantizado el
16
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
derecho de agua. No habrá paz mientras no comprendamos que la humanidad y toda la biodiversidad
del planeta pueden y deben desarrollarse y convivir. No habrá paz mientras no se garantice el respeto de
todas y todos los derechos humanos, a todos los derechos humanos: los civiles, culturales, económicos,
políticos y sociales y, en particular, el derecho al desarrollo.
Porque queremos la paz, llamamos a las naciones del mundo a unirse en el proceso de definición de la
agenda de desarrollo post-2015.
En justamente un año, corresponderá a esta Asamblea adoptar el marco que guiará los esfuerzos
internaciones por alcanzar el desarrollo sostenible. La magnitud del reto que enfrentamos en esta materia
es colosal; pues hemos de reconocer con toda humildad que, pese a sus avances, el cumplimiento de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido, cuando menos, insuficiente.
Estoy convencido que la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible debe ser un instrumento orientado a la
acción, con objetivos precisos, metas claras e indicadores que nos permitan su medición y monitoreo.
Además, debe ser el producto de un amplio consenso internacional, alcanzado en procesos abiertos
y transparentes de negociación que incluyan no solo a los Estados, sino también a otros actores
internacionales y a las organizaciones de la sociedad civil, cuya experiencia en esta materia enriquecerá
sustancialmente el acuerdo final.
Nos enfrentamos ante la más grave amenaza de nuestra historia: la propia sobrevivencia de nuestra especie.
Las acciones frente a esa amenaza no pueden seguir siendo tímidas. Todo lo contrario. Toda política
pública, nacional o internacional, debe incorporar el cambio climático como un factor determinante.
Costa Rica celebra, Costa Rica aplaude la visión del Secretario General de convocar, al inicio de esta
Asamblea General, la Cumbre sobre el Clima. Este es el momento de demostrar el compromiso político
para alcanzar un instrumento jurídicamente vinculante sobre el cambio climático para el 2015.
Demandamos, además, acciones contundentes de los países que más contribuyen al calentamiento global.
Sus formas de producción y consumo deben ser completamente revisadas pues ellas tienen un impacto
innegable en las vidas de los más desposeídos del planeta, que somos los más afectados por el cambio
climático. Para sobrevivir como humanidad debemos revertir esta tendencia actual.
Señor Presidente:
Hace tres años, 33 países constituimos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños,
CELAC. Su agenda está sustentada en el respeto irrestricto a los propósitos y principios de la Carta de
Naciones Unidas y del derecho internacional y tiene como objetivo final la construcción de sociedades
diversas, equitativas, justas, igualitarias, donde la erradicación de la pobreza y el hambre ocupen un lugar
prioritario. Saludo a las naciones miembras de esta comunidad.
En un contexto internacional de creciente tensión militar y conflicto armado, conscientes de que
la prosperidad y estabilidad de la región contribuyen a la paz y seguridad internacionales, los Estados
miembros de la CELAC declararon a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
17
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Como Presidencia Pro Témpore de la CELAC, Costa Rica reitera nuestro compromiso con la diplomacia
preventiva y la solución pacífica de controversias con el fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza
del uso de la fuerza en nuestra región.
Señor Presidente:
Costa Rica conf ía en las Naciones Unidas para mantener la paz y la seguridad internacionales; para
promover el desarrollo sostenible y garantizar el respeto efectivo de todos los derechos humanos. En
momentos en que debemos controlar el reflejo de recurrir a medidas coercitivas como primera opción,
en que el desasosiego y desesperación sacuden a muchos, debe instaurarse la esperanza. Ante el miedo, la
confianza. Ante el conflicto, la paz. Ante el rechazo y los perjuicios frente a los otros, el abrazo solidario y
fraterno. ¡Ante la muerte, la vida!
Con fe en el diálogo y la concertación, he venido a esta Asamblea General a pedirles que nos declaremos
la paz. Que consciente y asertivamente trabajemos a favor de la cultura y la educación para la paz; por
el fortalecimiento del Estado social de Derecho, sus instituciones y nuestras economías; a favor de la
prevención de los conflictos; la resolución de las controversias internacionales por medios pacíficos;
por un papel renovado del Consejo de Seguridad; por ponerle un alto y revertir los efectos del cambio
climático, por un desarrollo sostenible donde ni una sola persona del mundo sea excluida.
He venido a decirles que no nos es permitido el silencio y que debemos levantar nuestra voz ante actos y
situaciones que van en contra de los principios universales consagrados en la Carta de esta organización.
He venido a motivarnos a trabajar unidos alrededor de nuevos paradigmas de desarrollo sostenible,
seguridad humana y paz para el mundo entero.
Se preguntaba la poeta costarricense Julieta Dobles:
“¿Llegará a ser la Tierra en el nuevo milenio
una casa común?”
Yo quisiera responder con sus mismas palabras a la poeta:
“Nadie se salva solo.
Quizá por la palabra y la acción compartidas
Estalle algún día, al fin, la paz.”
Muchas gracias.
18
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Discurso pronunciado por el señor Ministro de
Relaciones Exteriores y Culto, Manuel Antonio
González Sanz, con motivo de la cuadragésimo
cuarta sesión de la Asamblea General de la
Organización los de Estados Americanos.
Miércoles 4 de junio de 2014. Asunción, Paraguay.
Señor Presidente:
Saludo fraternalmente al Ilustrado Gobierno y al noble pueblo del Paraguay, en la persona de su distinguido
canciller, embajador Eladio Loaizaga. Creo interpretar los sentimientos de todas las delegaciones al
agradecer el cálido “Ta peguajé poraité”, bienvenidos, con que desde el primer momento nos han recibido
los hermanos paraguayos.
Presento también el cordial saludo de mi delegación al señor Secretario General y al señor Secretario
General Adjunto, cuyo trabajo ha contribuido significativamente al dinamismo de la organización.
En lo personal, estar en esta tierra legendaria, y evocar las figuras de Fulgencio Yegros, de don Carlos
Antonio López y del Mariscal heroico, me hace sentir emocionado y compartir modestamente algo del
che mo pirimbá, la emoción que anima a los hijos del Paraguay al pensar en su patria.
Señor Presidente:
Floreció Asunción como “ciudad madre de ciudades”, y es altamente simbólico que hoy se reúnan bajo su
cielo todos los pueblos hermanos de las Américas, con el ánimo de contribuir a que en todo el hemisferio
se viva según el designio del himno nacional paraguayo: “Ni opresores ni siervos alientan, donde reinan
unión e igualdad.”. La Organización de los Estados Americanos es la encarnación institucional de esa
unión, de esa igualdad. El 6 de marzo último, en su comparecencia ante el Consejo Permanente, nuestro
distinguido anfitrión el Canciller Loaizaga, hizo mención de la importancia del apoyo de la organización
en los momentos arduos. Me complace recordar que recientemente, cuando los paraguayos “tomaron
una decisión política dif ícil en pleno ejercicio de su soberanía”, Costa Rica estuvo con el Paraguay.
En los preliminares de esta cuadragésimo cuarta Asamblea General, recibimos con beneplácito la
divisa establecida para ella por el Paraguay, «Desarrollo con Inclusión Social”. La Organización de los
Estados Americanos ha tenido siempre entre sus propósitos, y así lo consigna la Carta, “...propiciar… el
mejoramiento de todos en la independencia, en la igualdad y en el derecho” y “erradicar la pobreza crítica,
que constituye un obstáculo al pleno desarrollo democrático de los pueblos del hemisferio”. Desde hace
siglos, la aflicción más lacerante de gran parte de las Américas ha sido tener por compañeras inseparables
19
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
la pobreza y la desigualdad, no obstante los meritorios esfuerzos que en tiempos más cercanos se han
hecho para dejarlas atrás.
Habitualmente, nuestros países consagran en sus instrumentos jurídicos vigorosos compromisos con
la igualdad, como lo hace la Constitución del Paraguay, que entre otros aspectos reafirma la identidad
de derechos de mujeres y varones y asegura expresamente la protección de los adultos mayores y las
personas excepcionales. A todas luces, un esfuerzo en contra de la desigualdad digno de imitar.
Pero la igualdad ante el Derecho, condición esencial de todos los sistemas democráticos y pluralistas,
no nos puede alejar de la gravedad que revisten las abismales desigualdades sociales y económicas
presentes en gran parte de las Américas, y las graves consecuencias que generan. Cada vez con mayor
frecuencia, estudios científicos de variada naturaleza confirman que los países con las más impactantes
desigualdades económicas tienen mayores problemas de salud mental y de drogas, menores niveles en
salud física, menor esperanza de vida, peores rendimientos académicos y mayores índices de embarazos
tempranos no deseados, factores todos estos que indudablemente inciden de modo muy negativo en la
consecución del desarrollo. Inclusive en el mundo desarrollado, los países más igualitarios obtienen un
mejor comportamiento en una amplia serie de índices de bienestar social.
Lo expuesto debe conducir a nuestros gobiernos a continuar los esfuerzos por erradicar la pobreza
y disminuir la desigualdad, si es que pretendemos un futuro mejor para todos. En este esfuerzo, la
Organización puede llevar a cabo variados e importantes esfuerzos para contribuir a coordinar los
empeños regionales.
La pregunta que surge de inmediato, tanto en el plano nacional como en el regional, es de dónde obtener
recursos para impulsar y ejecutar programas que permitan avances efectivos en la erradicación de la
pobreza. La respuesta la tenemos desde hace decenios, en el artículo 2 de la Carta de la OEA, que en uno de
sus incisos se refiere al objetivo de “ alcanzar una efectiva limitación de armamentos convencionales, que
permita dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social de los estados miembros”. Es
oportuno entonces remitirnos a lo que el Excelentísimo señor Presidente del Uruguay, don José Mujica,
manifestó en su exposición ante el Consejo Permanente el 15 de mayo de 2014: “cada minuto se gastan
dos mil millones de dólares en armas… ¿cómo que no hay recursos para resolver los problemas?” Señor Presidente:
Sobre el empeño por “poner en el centro las misiones fundamentales de la OEA”, como lo dijo el señor
Secretario General al presentar sus valiosos documentos sobre la Visión Estratégica de la Organización,
ciframos grandes esperanzas en la labor que lleva a cabo el grupo de trabajo sobre este tema. Quiero
expresar el reconocimiento de la delegación de Costa Rica al distinguido embajador de México, Dr. Emilio
Rabasa Gamboa, y a sus valiosos colaboradores, por el trabajo que ha realizado el grupo de trabajo a su
digno cargo y reiterar nuestro anhelo de que el fruto de sus labores señale nuevos y claros horizontes a la
Organización de los Estados Americanos, en concordancia con las nuevas realidades, los nuevos desaf íos
y las nuevas exigencias de la época en que vivimos.
20
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Señor Presidente:
La pobreza, la desigualdad y la exclusión facilitan la inserción de organizaciones criminales en la sociedad,
el incremento del mercado de la droga y el tráfico y trasiego de personas y su explotación.
El fenómeno de la pobreza y la desigual distribución de la riqueza se vinculan con la necesidad de
generar opciones no solamente para ofrecer un mayor acceso a la educación y al empleo, sino mejorar
cualitativamente las habilidades de quienes que enfrentan estas condiciones. Eso hace imperativo
opciones de cuido responsable y afectuoso para la infancia, las personas adultas mayores, las personas
con discapacidad y las personas enfermas. Por algo más tradicional y cultural que otra cosa, en el ámbito
familiar tales labores han recaído predominantemente en las mujeres, lo cual les hace más dif ícil ingresar
o permanecer en el mercado laboral y generar recursos para sus hogares.
Costa Rica tradicionalmente ha apostado por la educación y el bienestar del mayor número como vías
para la inclusión social, pero también cuenta con otros instrumentos claves, como la Ley de Igualdad
de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, así como la política para la igualdad de género
que alcanza a toda la institucionalidad costarricense y una política nacional para una sociedad libre de
racismo, xenofobia y discriminación. El objetivo general de esta política es que el Estado adopte medidas
eficaces que propicien la generación de prácticas sociales, intergeneracionales, inclusivas y respetuosas
de la diversidad, de acuerdo con enfoques étnicos, de diversidad cultural, igualdad y equidad. Con todo
ello se aspira a garantizar el ejercicio pleno y efectivo de los derechos humanos de los pueblos indígenas
y afrodescendientes, migrantes y refugiados y erradicar las formas de discriminación racial, racismo y
xenofobia.
En la hora presente, creemos imperativo que todos los países de las Américas reafirmen sus compromisos
con el desarrollo y la inclusión social, e impulsar el reconocimiento y cumplimiento de los derechos de
todas las personas. Sabemos que ha habido grandes avances, pero aún quedan muchos desaf íos que
enfrentar para poder decir que practicamos y vivimos bajo el norte del desarrollo inclusivo y de mayor
bienestar para nuestras poblaciones.
Reconocemos que el desarrollo humano sostenible debe basarse en la gobernabilidad democrática, el
Estado de derecho, la transparencia, el respeto de los derechos humanos, la paz y la seguridad. Pero
también sabemos que esto exige una vinculación inteligente entre el crecimiento productivo, la educación,
la salud, la innovación, el respeto ambiental y la erradicación de la pobreza.
Señor Presidente:
La importancia del desarrollo con inclusión social y la importancia que hoy revisten temas tan significativos
como el respeto al medio ambiente, no debe ser razón, sin embargo, para que olvidemos la columna
vertebral del espíritu que presidió el nacimiento de la independencia de los países de las Américas: la
importancia de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos.
En lo que va de este año, Costa Rica, Panamá, El Salvador y Colombia han vivido procesos electorales
pluralistas y democráticos, con respeto no solamente de la letra de constituciones y leyes, sino de la
esencia de la democracia, que incluye el respeto al adversario político, la imparcialidad de las autoridades
electorales, la libre expresión del pensamiento y la opinión. En los meses venideros, en otros países del
21
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
hemisferio también habrá elecciones democráticas y tenemos la certeza que se llevarán a cabo, también,
en un marco de pluralismo y de respeto a los derechos civiles y políticos. Creemos que todo ello debe ser,
para nosotros, motivo de complacencia y de júbilo, pero también de reflexión y de estímulo. Promover,
proteger y respaldar la libertad, la democracia y el respeto a los derechos ciudadanos es siempre asegurar
el marco adecuado para la construcción de sociedades más justas, más prósperas y más felices, tarea en la
que todas las dictaduras, de cualquier signo, terminan fracasando.
Señor Presidente,
Señoras y señores:
La labor humana que se hace con los demás suele ser más rápida y más provechosa. Aquí, en esta
cuadragésimo cuarta Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, tenemos una
valiosa oportunidad para avanzar en conjunto. Digámosle a cada país hermano, “Che aháse nendíve”, “yo
quiero ir contigo”. Ayudémonos recíprocamente para que avancemos en la construcción de un presente
más equitativo y de un futuro más luminoso para las Américas y para todas las personas que las habitan.
Aguyaveté endéve, caraí tendotá guazú
22
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Discurso pronunciado por el señor Embajador
Representante Permanente de Costa Rica, Pablo
Barahona Kruger, con motivo de su presentación
ante el Consejo Permanente de la Organización
los de Estados Americanos.
Miércoles 10 de setiembre de 2014. Washington D.C.,
Estados Unidos.
Señora Presidenta de este Consejo Permanente, Embajadora Sonia Johnny,
Señor Secretario General, José Miguel Insulza,
Señoras Embajadoras y Señores Embajadores,
Un saludo especial a los colegas de Panamá y Haití con quienes comparto el honor de inaugurar nuestras
respectivas Misiones,
Amigas y Amigos.
Historia compartida
La Delegación de Costa Rica saluda a los honorables Embajadores de este continente querido y respetado,
se hermana en las sanas intenciones de fortalecimiento del diálogo multilateral en planos de real igualdad
y se ufana por compartir la vocación de solidaridad y libertad que oxigena nuestras matrices patrias, en
torno al más digno y necesario de los principios: el humanismo.
Compartimos una historia que nos dice lo que somos a partir de lo que hemos sido. Que nos condena
si decidimos, como Hemisferio, propender a la superada dependencia en vez de balancear nuestras
relaciones completándonos recíprocamente en el tono al que nos invitó Sartre no hace mucho tiempo:
“El que me discute me completa”.
Venimos a discutir entonces, como fieles representantes de estos pueblos bravíos, siempre con el ánimo
pausado y la objetividad como único anclaje, sobre los problemas torales que nos siguen retando. Y digo
“siguen”, con absoluta intencionalidad. Pues se trata de asignaturas pendientes que nos obligan, que nos
pesan como líderes nacionales y nos preocupan como Embajadores multilaterales.
Progresividad
Discutamos sobre derechos humanos, con los únicos límites imperativos –que a la vez son nortes– que
la doctrina nos manda: la progresividad y el humanismo. El primero nos obliga a superar lo conquistado,
23
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
mientras el segundo de estos principios nos obliga a priorizar a la gente por sobre las instituciones, es
decir: a privilegiar lo sustantivo sobre la forma.
En derechos humanos: siempre evolución. Nunca involución. La protección del ser es un deber que no
admite dobleces ni giros dogmáticos, mucho menos excesos burocráticos ni lecturas ideológicas. En ello,
seguro coincidiremos.
Represión como última ratio
Discutamos sin ambages ideológicos ni reservas casuísticas, sobre la inconveniencia de “guerrear”
contra las drogas y, en su lugar, sobre la sana inteligencia de enfocar el problema desde la salud pública,
previniéndolo más que castigándolo, priorizando el estrangulamiento financiero que es lo que más
debilita al crimen organizado.
Enfocando con inteligencia desaprendida, pero al mismo tiempo con preocupación urgente, el enorme
reto que representa un prontuario delictivo en crecimiento proporcional a los recursos ilimitados con que
cuenta el crimen organizado de los carteles que trafican personas, fauna, arte, activos, armas y no solo
drogas.
Atacar el lavado, pero atacarlo en serio, sin manidas intenciones ni reservas burocráticas, sin jurisprudencias
formalistas ni doctrinas dogmáticas, es la llave de torque a la que quizá debamos enfilar toda nuestra
batería, prevenidos de que enredarnos con el todo, impedirá –como nuestra historia reciente evidencia–
incidir realmente en el problema. Un problema que no es menudo y en ciertas latitudes ha llegado a
condicionar temporalmente la vigencia del propio Estado de Derecho.
En nuestra próxima Asamblea General Extraordinaria sobre Drogas, en Guatemala –país al que queremos
y respetamos profundamente en virtud de nuestra compartida y rica historia Mesoamericana–, habremos
de subrayar nuestra certidumbre de que el enfoque de seguridad resulta siempre limitado e insuficiente.
Las tesituras rayanas en el derecho penal del enemigo y los discursos de emergencia social, jamás serán
buenos consejeros. Los malos tiempos, por lo general, dictan aún peores leyes.
En cambio, el enfoque desde la salubridad pública, vertebrado sobre la espina dorsal de la solidaridad, ese
sí que es un camino esperanzador para nuestros pueblos.
Y si ese curso se complementa con el combate financiero del lavado de activos ilícitos, cerrando filas
decididamente contra cualquier porosidad restante en nuestras economías, entonces los resultados serán
perdurables.
Pero lo más importante en cuanto a este flagelo, es que todos estos pasos deben desplegarse desde la
multilateralidad, la responsabilidad compartida aunque diferenciada y el combate a la corrupción e
impunidad como presupuesto de civilidad, quiero decir: de gobernabilidad y legitimidad.
Fortalecimiento democrático
Pero discutamos también y quizá primero, sobre fortalecimiento democrático, sobre los ritos electorales
y la cultura de legalidad.
24
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Continuemos ocupándonos de la necesaria inclusión de las mujeres y los jóvenes en el juego democrático.
De los indígenas y las personas con habilidades especiales que deben sumarse a la formación, adopción e
instrumentación de las políticas públicas. Sin olvidar la reinclusión de nuestros adultos mayores que aún
tienen mucho que dar y merecen honroso cuido, jamás, oprobioso olvido.
A estas alturas de la “Modernidad”, excluir a una mujer o una persona mayor, por su sola condición
de tal, resulta tan ominoso como descalificar a un joven solo por serlo. Tanto el machismo como el
adultocentrismo se traducen en exclusiones que hacen resonar en las conciencias lúcidas de nuestro
continente, las segregaciones surgidas otrora –algunas no hace tanto– por razones tan espurias como la
religión, la raza, la etnia, la ideología o algo tan privado y legítimo como la inclinación sexual.
Desde Costa Rica, nos oponemos firmemente a todas las exclusiones, al tiempo que combatimos el
sufrimiento odioso que propicia la intolerancia.
Desde esta, la Casa de las Américas, nos solidarizamos con los ofendidos por la incomprensión de los
prejuicios que aún hoy, sobradamente rebasado el Siglo de las Luces y aún más lejana la Edad Media,
continúa resonando en nuestras conciencias como asignatura pendiente.
Precisamente a ese hermanamiento convocó nuestro Presidente, Luis Guillermo Solís, en su discurso
inaugural, el 8 de mayo último: “Al reafirmar sus más hondas convicciones cívicas, nuestro país vuelve a
decirle al mundo que la Democracia, entendida como herramienta forjadora de la Libertad y la Justicia,
ha sido y seguirá siendo la senda por la que han de avanzar los pueblos que quieren resguardar su dignidad
y labrar su propio destino en el concierto de las naciones”.
Las Américas, hoy, nos concitan a trabajar en punto a intereses compartidos, a discutirlos ante este Foro
histórico que ha visto pasar a los mejores abogados de las causas continentales justas. Hombres y mujeres
henchidos de fe en esta Región premiada con la riqueza creativa de su gente, la alegría contagiante de su
juventud, la profundidad crítica de sus intelectuales, la belleza estética de sus artistas y la más exultante
naturaleza que conoce el mundo.
Conservación ambiental
Intereses compartidos –decía– como la conservación medioambiental.
Considerando las amenazas sobre el recurso hídrico –fundamento de nuestra permanencia en esta
tierra–, que nos obliga a reencauzar y redoblar todos nuestros esfuerzos por el curso de una agenda verde.
Valorando, primordialmente, que todos estos problemas críticos que señalo, son finalmente retos políticos
y aún más, éticos.
Ocuparse del ambiente, revirtiendo la senda destructiva por la que discurre el mundo –sin que América
sea la excepción, lo decimos con pesar–, transita indefectiblemente por la recuperación de bríos éticos y
las mejores reservas políticas.
Algunos consumieron su recurso natural a fuerza de un malentendido desarrollo. Uno no sostenible, pero
además desigual. Debemos dar soporte a la biósfera, conservando nuestros bosques, purificando nuestro
aire, consagrando nuestros ríos y mares, protegiendo nuestra fauna y nutriendo nuestra tierra.
25
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
De ahí nuestra preocupación central por el cambio climático. Un tema que nos negamos a considerar
como un simple problema más que enfrentar. El cambio climático es quizá la amenaza más ingente que
desde la invención del arma atómica nos concita como líderes políticos.
No abordarlo deja de ser una opción para nosotros. No discutirlo, sin ambages ni torceduras, sería una
omisión imperdonable de nuestro mandato. Nuestra ciudadanía espera que sus líderes estén haciendo
algo más que discutir este asunto. La humanidad supone -y así debe ser- que sus representantes están
resolviendo el problema, no solo discutiéndolo y socializándolo.
El aporte previsor de este Foro hemisférico en punto al cambio climático, está llamado a ser el catalizador
para otras regiones que pueden servirse del buen ejemplo que las Américas le comparte al mundo. El
compromiso Carbono Neutral 2021, asumido por Costa Rica, es una Utopía posible que esperamos
inspire a otros, al tiempo que nos motive a nosotros.
Paz y desarrollo
Nos preocupa también, como país con talante y convicción pacifista, la escalada armamentista que
motivan algunos países de la Región.
Que en el continente más desigual del mundo, se gaste en armamento más que en salud, educación,
conservación ambiental e institucionalidad democrática, es un sinsentido y un yerro ético inocultable.
Lo decimos desde una Nación que abolió el ejército hace más de medio siglo, precisamente, para elevar
progresivamente su inversión en esos campos y humanizar su desarrollo.
Caminar hacia el desarme progresivo, supone abandonar la demencial carrera armamentista que solo
sirve a la industria destructiva, empobreciendo y amenazando a los pueblos.
Soñar sus Excelencias, como alguna vez soñaron Bolívar, Sucre, O´Higgins, Sarmiento, San Martín,
Valle, Juárez, Martí, Lincoln y Darío (hecha una cortés dispensa por los demás próceres continentales
de fuste igualmente honroso), con una América hermanada en el progreso futuro, no solo es permitido,
sino necesario. Hoy se erige ese sueño continental como imperativo histórico que más allá de toda
ensoñación poética, nos obliga a sobreponernos al envilecimiento burocrático que, a la larga, nos contagia
inevitablemente cuando perduramos mucho tiempo en la misma organización, o acaso, en la misma
función.
Les hablo como un orgulloso centroamericano, pero sobretodo, como un enamorado americano.
Como fiel representante de una nación poblada de ensoñaciones que, al menos a nosotros, sus nuevos
representantes, nos demandó un claro cambio en la forma de ver, entender y enfrentar la realidad política.
Una mayoría inmensa de costarricenses demanda un cambio. Y en buena medida, ese cambio, también
pasa por aquí y nos alcanza a todos en este histórico salón. Y digo esto no porque desconozca la teoría
republicana, tributaria del sistema democrático, sino porque reconozco que los pueblos de América se
igualan en aspiraciones nobles y recíprocas.
26
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Cito ejemplos para figurar esta tesis inaugural de mi encargo como Representante Permanente de Costa
Rica ante la Organización de los Estados Americanos. Nada de lo que se haga nacionalmente con ánimo
de conservación ambiental es sostenible, ni incide al nivel necesario, si la multilateralidad de estos foros
no asume como propios esos caros “intentos”, en principio nacionales. Sí, “intentos”, que tampoco pasarán
de ser tales, por citar otro ejemplo, en el ámbito de la seguridad multidimensional, en cuenta frente al
crimen organizado, hasta tanto el abordaje no sea conjunto, es decir, de responsabilidades compartidas,
aunque diferenciadas.
Lo mismo puede decirse del abordaje de la inequidad y sus subproductos: la migración y la exclusión. En
estos magros problemas, el análisis multiaxial y el abordaje multilateral son claves.
Parménides lo tenía claro al intuir que “el saber consiste en entender, cómo lo múltiple, se resuelve en
unidad”.
Resolvamos unidos, entonces, la multiplicidad de problemas que nos retan, en el marco de este foro
hemisférico que rinde honor a los más caros valores democráticos.
Equidad y bienestar
Discutamos entonces también –y resolvamos en unidad– sobre desarrollo sostenible, sobre equidad
social y bienestar.
Para ello deberemos abrir espacio a las discusiones más profundas sobre educación (en todos sus niveles
y formas) pero también de cultura (por tanto de historia e identidad). De salud integral (no solo f ísica
sino también síquica) y tecnología (en cuenta de tecnologías abiertas, innovación y trasferencia), sin
olvidar la investigación como tabla de salvamento en tanto generadora de nuevos conocimientos que
nos permita reconducir la creatividad americana –que no necesita presentación ni alegatos– hacia el
progreso humanista de nuestros pueblos.
La paz en el hemisferio dependerá del orden que el Estado de Derecho asegure a la ciudadanía. Las
“posibilidades de coexistencia civil” a las que refería Spinoza, se construirá a partir de la confianza legítima
en una institucionalidad eficaz y libre de corrupción, que permita a los ciudadanos saber a qué atenerse,
norma básica de sobrevivencia democrática.
No es posible ni realista, hablar de paz, sin ocuparse del orden. Y para ello, debemos propender hacia una
renovada cultura de legalidad que despliegue una ciudadanía culta, consiente no solo de sus derechos,
sino también de sus obligaciones. Es decir, sembrada de desprendimiento y solidaridad. Ojalá algún día,
despoblada de la ralea del egoísmo, la estulticia y la corrupción.
Esta noción fue reforzada por el Presidente Luis Guillermo Solís, en su discurso de investidura: “Hoy
es tiempo de sumar nuestros afanes a esa corriente de visionarios logros que, con sus luces y sombras,
constituyen la marca fundamental de nuestra cultura política contemporánea”.
Siendo la cultura aquello donde el hombre se reconoce y realiza, debemos darle prioridad a la cultura de
la legalidad. Que no es otra que la cultura afirmativa de la solidaridad, la sostenibilidad, la igualdad y el
conocimiento.
27
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Y ese, Excelencias, es un tremendo reto que engarza a su vez con otros dos en los que quisiera brevemente
profundizar.
El reto retórico
A la diplomacia, nunca antes se le ha exigido tanto. Pasar “de la diplomacia de los gestos a la diplomacia
de las acciones”, como suele afirmar nuestro Canciller, Manuel González, es la llave de torque de nuestros
tiempos. Si se quiere, el imperativo categórico que nos concita y el reto que nos invita.
Se torna imperativo pasar de la retórica vacua a las acciones complejas. Pensamiento con acción. Eficiencia
en el uso de la palabra y eficacia en la resolución práctica. He ahí otro gran reto que se resume en el
abandono de los intereses y el subsecuente rescate de la racionalidad.
La OEA debe priorizar. No discutirlo todo sobre cada tema ni mucho menos discutir todos los temas.
Enfocarse en aquellos que su propia Carta le dicta, sería un buen replanteo. Aún más, nuestra mejor
estrategia como instancia permanente:
“a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente;
b) Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de
no intervención;
c) Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias
que surjan entre los Estados miembros;”
(…)
E incluso allí, en el marco de esas amplias sombrillas estatutarias, priorizar. Y esto es palmo a palmo; en
cada decisión que se adopte y en cada discusión que despleguemos.
A cada paso, debe anteceder la congruencia con los fines de la Organización, sin olvidar la priorización
de objetivos concretos y realizables.
Alejarse de ahí puede ser una tentación permanente. Temas urgentes y hasta necesarios, siempre habrá.
Pero corremos el riesgo de envilecer el argumento y perdernos en el camino. El riesgo de que lo urgente
no deje tiempo para lo importante, me preocupa como Embajador que, al inaugurar su Misión, guarda
la esperanza de no perder de vista que nuestros conciudadanos esperan resultados palpables más allá de
burocracias insondables.
El mundo hispano resume esto con un buen resabio: “El que mucho abarca, poco aprieta”.
Desarrollo sostenible, por tanto democrático, por ende seguro, por consiguiente humanista. Ese es el
cúmulo retador que nos concita.
Esos pilares son de por sí, retadores para una organización como esta. Madura, ciertamente, pero compleja.
Continuar insistiendo en retomar las declaraciones de las Asambleas Generales y los instrumentos
emanados de este Consejo Permanente, recuperar sus mandatos olvidados, que más de uno habrá, y
priorizarlos, retomando el impulso fundacional desde ahí, para relanzar la organización con tino
estratégico, se torna imperativo en tiempos en que las finanzas no son las mejores y los retos, cada
28
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
vez más complejos y demandantes. Este esfuerzo debe ser permanente, así como nuestro compromiso
indeclinable y constante.
Lo retórico es, desde Cicerón, necesario, mas no suficiente. Las palabras por si solas envilecen. Las obras,
en cambio, siempre enaltecen.
Hoy la inmediatez de lo tecnológico y el traslape generacional, cuestiona las formas tradicionales de
liderar los espacios públicos.
De no considerar esos factores torales de la contemporaneidad sobre los que nos toca transitar
constructivamente, estaremos perdidos, y la OEA, irremediablemente, lo estará con nosotros.
Una sociedad civil cada vez más presente, es, sin duda, una sociedad diferente: más beligerante, más
inteligente y vale acotarlo: mucho más impaciente.
Y no se trata aquí de preponderar la opinión pública en pose populista. No va por ahí la procesión que
dibujo. Se trata más bien de considerar, sin excepción, que los tiempos han cambiado y, producto de ello,
los reflejos institucionales para reaccionar deben ser veloces así como sus frutos, una vez superadas las
discusiones sanas y necesarias, deben ser palpables para los Administrados.
No me separo mucho, de aquella línea de pensamiento acuñada por el genial Octavio Paz: “La sociedad
moderna ha de contestar a estas preguntas sobre el ahora, ahora mismo”.
La OEA se enfrenta al gran reto de viajar un poco más ligera. Concentrada en sus pilares fundacionales
sin desconcentrarse en temas orbitales.
Claro que sería fantástico contar con los recursos para intentarlo todo. Para emprender y ojalá vencer
en todo y siempre. Pero eso no es realista ni práctico. Por tanto, cabe intentar lo lógico, lo plausible, lo
objetivamente concretable. Lo eminente más que lo inminente. Solo aquello que, tal como mandató la
propia Asamblea General, recientemente, cuente con los recursos para realizarse.
Si se infla en demasía la organización, el viaje será lento y tedioso. Improductivo en algunos trechos. Así
que el autoexamen nos toca a todos como miembros de esta sociedad americana.
¿Es el equipaje que estamos trayendo a bordo, el pertinente según la Carta Fundacional de la OEA, o nos
hemos desperdigado en objetivos en este largo caminar, el más antiguo de la historia multilateral del orbe?
¿Cuáles son los problemas a los que debe abocarse el Consejo Permanente y en cuáles no debería distraerse?
¿Qué asuntos debiera delegarse en los Organismos Interamericanos especializados? Pero también: ¿Qué
organismos no debieran enmarcarse en la OEA? Y de paso: ¿Qué reciben concretamente los ciudadanos
de cada centavo que gasta la burocracia multilateral? ¿Se justifica realmente cada viaje, cada burócrata,
cada consultor, cada coctel? Para terminar develando: ¿Será sostenible el déficit de nuestra Organización,
que va más allá de la expresión económica?
Por eso es tiempo de desplegar revisiones. Porque así como empezamos afirmando que caben las
discusiones, han de venir también las revisiones. Pero que vengan, siempre y cuando sea para fortalecer
a la OEA y sus dependencias e instancias. Jamás, en ningún caso, para debilitarlas. Para reivindicar el
29
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
principio de progresividad de los derechos humanos, para traer a valor presente la noción de paz activa
–superando la insípida versión pasiva–, para justipreciar el desarrollo de nuestros pueblos, en un tono
sostenible e integral, y sobre todo, para priorizar la igualdad social en el continente más desigual del
mundo.
Preocupación central, esta última, del Gobierno de la República de Costa Rica, como bien lo apreciaron
ustedes de viva voz de nuestro Presidente, Luis Guillermo Solís, en este Foro, hace pocas semanas.
En síntesis, lo que quiero decir –dignísimos Representantes de los pueblos de América–, es que la
elocuencia, pese a su innegable atractivo, carece de legitimidad cuando no deriva en resultados palpables.
La elocuencia, en esos casos de retórica desentendida, es como el sol en las zonas polares: brilla, pero no
calienta.
No se trata desde luego, de negar el poder sugestivo del diálogo. Por cierto, la única vía civilizada que
permite alcanzar acuerdos duraderos y productivos. Más bien me refiero a dirigir el diálogo hacia la
consecución y ejecución de los acuerdos, previniendo y desechando toda discusión elíptica que nos aleje
innecesariamente de las soluciones concretas y nos distraiga fútilmente.
Superar este reto es casi más importante, aunque menos básico hemos de reconocer, que el último
problema que abordaré de seguido en este prólogo de mi gestión.
El reto financiero
Toda organización con déficit –si es que decide afrontar el problema– lo hace por dos vías efectivas. No
hay más: incrementar los ingresos o disminuir los egresos.
Si bien es cierto los países –en renovación de su compromiso con la OEA– pueden asumir progresivamente
mayores cargas financieras, de acuerdo a su escenario fiscal, es lo cierto que la Organización debería dar
señas de austeridad –palabra clave por cierto, para el actual Gobierno de la República de Costa Rica–.
Pedir más, dando más. Ese es parte de nuestro ideario: la austeridad.
Hacemos votos por la razonabilidad de los gastos y la proscripción de todos los egresos superfluos que
puedan ir en detrimento de la solidez financiera que permitiría acometer los acuerdos multilaterales en
pos de resultados plausibles, en los temas prioritarios que fija la propia Carta de la Organización.
Consideramos que un buen gesto, consistente, además, con acuerdos adoptados por esta Organización,
oportunamente, pasa por engarzar toda nueva iniciativa que se apruebe, a fondos en mano. Es decir, a
recursos ya asegurados o disponibles, o como mínimo, en tránsito. No dudando por ello, de la pertinencia
de la gran mayoría de las intenciones que en este Foro se impulsan, pero creyendo con aún mayor firmeza
en la responsabilidad de no comprometerse a lo imposible –financieramente hablando–, equivalente
nocivo de ineficacia y camino seguro hacia la deslegitimación.
Prometer lo que de ante mano se sabe no se va a cumplir, es nuevamente un problema ético y no solo una
falta política que, a la postre, deslegitima a la OEA y sus agentes.
30
Revista Costarricense de Política Exterior
Discursos
Dar muestras de probidad, pasa por dar muestras de austeridad. Y ello debe permear a toda la Organización.
Que no se confunda autonomía con autarquía. Este es un cuerpo orgánico, en ningún caso un racimo de
islas separadas por un mar insondable de profundidades opacas.
Sabemos que eso todos lo tenemos muy claro en este salón, pero bien cabe recordarlo.
Procurar que nuestros países incrementen sus aportes es lo esperado. Pero la refinanciación y relanzamiento
de la Organización, dependiente de un replanteo financiero estructural, exige esfuerzos renovados, firmes
y transparentes. Austeros también, insistimos.
Con ese claro ánimo de fortalecimiento del Organismo político más importante de América, único con
alcance hemisférico con que cuenta el Continente de nuestros encargos, es que venimos a sumar con
humildad pero con vehemencia, con respeto y consideración, con esperanza y prudencia, con visión y
convicción.
Gracias por prestar atención a estas palabras con las que solo he pretendido hacerle honor a mis
predecesores, en cuenta a Ustedes, de cuya experiencia y sabiduría espero colegir lo que los límites de mi
entendimiento permitan, para bien de nuestros pueblos y esta, nuestra altamente estimada Organización
de Estados Americanos.
Ojalá contradigamos a Martí en aquella bella e inquietante tesitura de que “todo aquel que lleva luz se
queda solo”.
Ojalá que la OEA, llamada a ser faro de luz para las Américas, no se quede sola. Con nosotros cuenta.
En ello, Costa Rica deposita todas sus esperanzas y esta Misión sus esfuerzos más severos en pos del
Continente Americano.
Costa Rica los saluda.
Gracias Señora Presidenta por permitirme compartir nuestras improntas inaugurales y rendir ante
Ustedes, sus Excelencias, el cariño fraterno y respeto imperecedero de mi País por las grandes Naciones
aquí reunidas en franca comunión.
Muy agradecido por la paciencia de atender este preludio, pero sobretodo, por tan cálido recibimiento.
31
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Neutralidad y Equilibrio de Poder
en el Conflicto de Ucrania
Una perspectiva integral de las relaciones internacionales.
Luis Alberto Padilla1
Resumen
Abstract
El artículo hace un análisis del conflicto en
Ucrania a la luz de la teoría de las relaciones
internacionales, la geopolítica y de dos artículos
recientes publicados por la revista Foreign Affairs
(John Mearsheimer y Alexander Lukin) en los
cuales se sostiene que la neutralidad es la mejor
fórmula para evitar una escalada de la guerra
al mismo tiempo que se otorgan las garantías
requeridas por Moscú en el sentido que el
Acuerdo de Asociación de Ucrania con la UE no
busca ni ampliar la OTAN ni reforzar el cerco
militar de ésta contra Rusia. Se sostiene además
que el concepto que mejor explica la naturaleza
del conflicto ucraniano es de carácter geopolítico,
de modo que es el equilibrio de poder de la teoría
realista el concepto clave para comprender la
reacción de Moscú contra la expansión de la UE y
de la OTAN así como para mantener el equilibrio
entre dos superpotencias nucleares que aún no
se comprometen al desarme nuclear completo
(exceptuando las reducciones acordadas
dentro del tratado START), hecho que explica
la subsistencia de la OTAN y la necesidad de
negociaciones en el marco del capítulo VI de la
Carta de NN. UU. utilizando un enfoque integral
realista/idealista.
The paper’s main purpose is to analyze
Ukraine’s conflict in the light of international
relations theory, geopolitics and of two recent
articles published by Foreign Affairs where
both John Mearsheimer and Alexander Lukin
posit that neutrality is the way out of conflict
and the escalation of war. From Mearsheimer
realist perspective, liberal ideals applied to the
current crisis Ukraine are “the liberal delusion
that provoked Putin”, while from Moscow´s
perspective, the quest of democracy conceal
a NATO’s maneuver of military encirclement
of Russia, therefore the best way to explain the
conflict is the realist theory concept of balance
of power because at the same time that it
gives guarantees to Russia concerning NATO
expansion, it also functions as a solution to
restore equilibrium between the 2 great nuclear
superpowers. The paper also maintains that as far
as no complete nuclear disarmament agreement
has been yet reached (except for the reductions
of the START treaty) that fact explains NATO’s
subsistence and the need to find a solution
using a holist approach (realist/idealist) in the
framework of chapter VI of UN Charter
Palabras clave: Teoría Relaciones Internacionales.
Paradigmas Realista-Idealista. Neutralidad.
Geopolítica. Equilibrio de Poder. OTAN. Pivote
Geográfico. Occidente. Guerra Fría.
Keywords: International Relations Theory.
Realist-Idealist Paradigms. Geopolitics. Balance
of Power. Geographical pivot. West. Neutrality.
NATO. Cold war.
1 Doctorado en la Universidad de París (Panthéon Sorbonne), graduado en derecho (Universidad de San Carlos de Guatemala). Actualmente
es asesor de Cancillería, catedrático del seminario de Geopolítica Mundial y del curso Bloques Internacionales de Poder en la Universidad
Rafael Landívar de Guatemala. Presidente del Instituto de Relaciones Internacionales e Investigaciones para la Paz (IRIPAZ, Guatemala)
y ex-director de la revista Estudios Internacionales. Diplomático de carrera, ha sido viceministro de Relaciones Exteriores y embajador
representante permanente de Guatemala en Naciones Unidas (Ginebra y Viena) así como embajador en el Reino de los Países Bajos (La
Haya); la Federación de Rusia (Moscú); en Austria (Viena) y en Chile (Santiago). 26/09/14
33
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
1. Introducción.
En un artículo publicado por la revista norteamericana Foreign Affairs en su edición de septiembre/
octubre 2014, John Mearsheimer, uno de los más conocidos teóricos neorrealistas y tal vez su más
connotado exponente –debido al reciente fallecimiento de Kenneth Waltz- sostiene que la culpa de la
crisis en Ucrania recae por entero en Occidente y sobre todo en las erróneas políticas seguidas por
Washington hacia Rusia calificadas por Mearsheimer como “the liberal delusion that provoked Putin”.
Como sabemos, en la terminología política norteamericana “liberal” significa “demócrata” y “delusion”
quiere decir “ilusión, concepto falso” pero se puede entender también como decepción y engaño e
incluso hasta como “delirio de grandeza”. Así que muy bien podría decirse que el distinguido profesor
de la Universidad de Chicago, graduado de West Point y de Cornell University, investigador de Harvard
y de la Brookings Institution, está acusando a Obama de provocar a Putin con los delirios de grandeza
de la OTAN y de la UE así como con las “ilusiones o conceptos falsos” que resultan de una mala
utilización del paradigma idealista de las relaciones internacionales2, es decir, en este caso, de la ideología
demócrata (“liberal”) que sostiene que la democracia tipo occidental puede implantarse en países que,
como ocurre en el caso de ésta antigua república soviética al igual que el resto de ellas incluyendo a la
misma Rusia- han vivido siempre bajo regímenes autoritarios y es hasta ahora que, gracias al “fin de la
historia” (como pensaba Fukuyama) se hace posible construir la democracia, el libre comercio y el resto
de bienaventuranzas propias del capitalismo occidental, así que entonces ¿por qué no aprovecharlas?
La reacción de Putin no debería haber causado sorpresa en Occidente, dice Mearsheimer, porque si bien
Moscú aceptó inicialmente la subsistencia de la OTAN como una fórmula para mantener bajo vigilancia
a una Alemania reunificada, esto no significaba que Rusia viera con buenos ojos su expansión y por ello
desde mediados de los 90 los líderes rusos se opusieron sistemáticamente cada vez que se dieron las
sucesivas rondas de aceptación de nuevos miembros: la República Checa, Hungría y Polonia en 1999;
Bulgaria, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y las 3 repúblicas bálticas --Estonia, Letonia y Lituania-- en
el 2004; Albania y Croacia en el 2009, sin olvidar la misma ampliación de la Unión Europea que ahora
incluye a todo el antiguo bloque de Europa del Este incluyendo los 3 estados bálticos. Conviene recordar
también el fallido intento de la OTAN en el 2008 de incorporar Ucrania y a Georgia (se opusieron Francia
y Alemania) previendo una enérgica reacción rusa, que ocurrió ese mismo año cuando tropas de ese país
invadieron Georgia en apoyo de la secesión de Osetia del Sur y de Abjazia, fijando de esa manera límites
geopolíticos a la ofensiva del Pentágono de cerco militar contra Rusia.
El triple paquete de políticas occidentales –ampliación de la OTAN, expansión de la UE y “promoción
de la democracia” creó entonces una crisis que sólo esperaba de una chispa para provocar el incendió,
como ocurrió cuando las protestas iniciadas en noviembre del 2013 (por la negativa a firmar el acuerdo
de asociación con la UE) condujeron al derrocamiento, en febrero pasado, del presidente Yanukovych y a
la instalación de un gobierno pro-occidental en Kiev siendo que “aunque todavía no ha salido a luz hasta
2 Es decir, el paradigma del Derecho Internacional. Recordemos que el famoso teórico del realismo, Hans Morgenthau, puso varios ejemplos
en su obra de lo que puede entenderse como una “mala utilización” del paradigma idealista de las relaciones internacionales cuando se refirió
a casos como los de Finlandia –invadida por la URSS meses antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial- que hubiese podido dar lugar
a una guerra de Francia e Inglaterra contra la URSS -- pues ambas acudieron en auxilio de Finlandia y solo la negativa sueca de permitir el
paso de las tropas franco británicas por su territorio salvó la situación-- con las consecuencias funestas que esto hubiese podido tener al
obligar a la consolidación del pacto de la Alemania nazi con Stalin evitando la posterior alianza de la URSS con las potencias occidentales.
Otro tanto puede decirse del no reconocimiento de la República Popular China por los gobiernos norteamericanos después del triunfo de la
revolución maoísta en 1949, situación que sólo fue enmendada en 1971 gracias al “realismo” de Henry Kissinger. Al respecto, véase: Padilla,
Luis Alberto: Paz y Conflicto en el Siglo XXI. Teoría de las Relaciones Internacionales; Guatemala, IRIPAZ, 2009, pp. 21-34
34
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
qué punto EE.UU. se involucró en el golpe, es claro que Washington lo respaldó” señala Mearsheimer. La
respuesta de Moscú no se hizo esperar: un referéndum condujo a la anexión de Crimea por Rusia, así
como al estallido de las acciones armadas de los separatistas pro rusos en las provincias orientales de
la región del Donbás (Donetsks y Luhansk, principalmente) así como en la zona del litoral del Mar de
Azov (Mariupol), donde, bajo la denominación de “Nueva Rusia”, han venido reclamando, entre otras
reivindicaciones, la separación de Ucrania, la independencia o la transformación de Ucrania en un Estado
federal.
Mearsheimer sostiene que la reacción de Putin es fácilmente comprensible pues Ucrania es
“una enorme extensión de terreno llano que la Francia napoleónica, Alemania imperial
y Alemania nazi cruzaron para agredir a Rusia (por lo cual) Ucrania sirve como estado
tampón de enorme importancia estratégica para Rusia. Ningún líder ruso va a tolerar que una
alianza militar que era enemiga mortal de Moscú hasta hace poco se mueva hasta Ucrania y
tampoco permanecerá cruzado de brazos mientras se instala (en Kiev) a un gobierno decidido
a integrar a Ucrania en Occidente. A Washington puede no gustarle la posición de Moscú, pero
debe entender la lógica detrás de ella: esto es geopolítica al 100%, pues las grandes potencias
siempre han sido sensibles ante cualquier amenaza potencial a su territorio. Después de todo,
los Estados Unidos no tolera potencias extra continentales desplegando fuerzas militares en
ninguna parte del hemisferio occidental. Imaginen el ultraje que sería para EEUU si China
construyera una impresionante alianza militar tratando de incluir a Canadá y a México 3.
2. Teoría aplicable, construcción de escenarios.
Para comprender la política exterior norteamericana actual hacia Rusia, hay que remontarse a las
posiciones de personajes como Zbigniew Brzezinski, quien ya desde los años noventa del siglo pasado,
en una curiosa mezcla de influencias provenientes de la geopolítica clásica (Mackinder y Haushofer) con
el pensamiento idealista, anunciaba con toda claridad que había que construir una “cabeza de puente
democrática” hacia Europa del Este4. Ello con fin de consolidar la supremacía norteamericana en “el tablero
euroasiático”, en donde Ucrania (al igual que otros países como Azerbaiyán, Turquía, Irán y Corea del Sur)
desempeñan el importante papel de pivotes geopolíticos al lado de los grandes actores geoestratégicos en
el juego euroasiático: Francia, Alemania, Rusia, China e India.
El exconsejero de seguridad nacional durante la administración Carter hace una breve relación de la
historia de los antiguos imperios europeos en el mediterráneo y en el Medio Oriente (Atenas, Roma,
Persia), refiriéndose a los imperios europeos que fueron resultado de la expansión del comercio marítimo
al igual que de la exploración transocéanica. Dentro de estos estuvieron la España de los Habsburgo,
Portugal, Holanda, Francia y la Gran Bretaña, que como gran potencia marítima ejerció su dominio
3 Mearsheimer, John: Why the Ukraine Crisis is the West Fault. The Liberal Delusions That Provoked Putin. In:Foreign Affairs, September/
October 2014, pp.
4“La cuestión principal para los Estados Unidos es la de cómo construir una Europa basada en la conexión franco alemana, una Europa
viable que permanezca vinculada a los Estados Unidos y que amplíe el alcance del sistema internacional democrático cooperativo del que
tanto depende la primacía global estadounidense… Ello requiere una actuación enérgica centrada y decidida por parte de los Estados Unidos,
particularmente hacia Alemania con respecto a la definición de la extensión de Europa y, por lo tanto, también con respecto al tratamiento
de cuestiones tan sensibles –especialmente para Rusia—como la del estatus que tendrán dentro del sistema europeo las repúblicas bálticas
y Ucrania” Brzezinski,Zbigniew: El Gran Tablero Mundial. La Supremacía Estadounidense y sus Imperativos Geoestratégicos, Barcelona,
Paidós, 1998 p.79
35
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
durante cien años, desde el fin de las guerras napoleónicas con la paz de Viena (1815) hasta el asesinato
del heredero del Imperio Austro Húngaro el archiduque Francisco Fernando en Sarajevo. Se subraya el
hecho que este dominio nunca significó que alguna de estas potencias europeas se impusiera a las demás,
debido a la constante lucha que mantenían entre ellas, no sólo por el control de los territorios coloniales,
como ocurrió en el continente americano durante los siglos XVI al XVII, sino también durante todo
el siglo XIX por los territorios colonizables en África y Asia, así como por la hegemonía en el mismo
continente europeo, cuya máxima expresión lo fueron la Guerra de Crimea de las potencias occidentales
y el Imperio Otomano contra Rusia, la de Prusia contra Austria, la Guerra Franco-Prusiana (que consolidó
la unificación alemana bajo el canciller de hierro, Bismarck) y la Primera Guerra Mundial.
En cuanto a la gran masa de tierra que se extiende desde el Océano Pacífico en el Extremo Oriente
hasta el Océano Atlántico en Europa, y en la parte propiamente euroasiática, los grandes imperios de
la antigüedad (China y Mongolia) y la gran potencia terrestre que es Rusia, desde la época de los zares
y posteriormente durante el período soviético, han ejercido dominio sobre el llamado “heartland” o
corazón de Eurasia, así llamado por ir Halford Mackinder. Este gran teórico británico de la geopolítica,
causó sensación cuando pronunció su famosa conferencia sobre el “pivote geográfico de la historia” en
la Real Sociedad de Geograf ía e Historia diez años antes del estallido de la gran guerra, el 25 de enero de
1904, en la cual se refirió a la zona oriental de Europa y del centro de Asia como la región pivote de la
política mundial:
“esa extensa zona de Eurasia que es inaccesible a los buques pero que antiguamente estaba
abierta a los jinetes nómadas y está hoy a punto de ser cubierta por una red de ferrocarriles…
Rusia reemplaza al imperio mongol. Su presión sobre Finlandia, Escandinavia, Polonia,
Turquía, Persia, India y China reemplaza a los ataques centrífugos de los hombres de la
estepa. Ocupa en el mundo la misma posición estratégica central que ocupa Alemania en
Europa. Puede atacar por todos lados y puede también ser atacada por todos lados, excepto
por el norte”5
Con ello, desató las ambiciones de control sobre ella, tanto de la Alemania del II Reich (Guillermo II)
como del III Reich hitleriano, utilizando el concepto de lebensraum (espacio vital) de Ratzel que fue
retomado posteriormente por Haushofer. Tanto Alemania como Gran Bretaña utilizaron la geopolítica
para justificar sus respectivas políticas exteriores.
En consecuencia, el planteamiento central de Brzezinski es que Estados Unidos, única potencia global
gracias a su triunfo sobre la URSS en la Guerra Fría a pesar de no ser una potencia terrestre (como Rusia)
y tampoco euroasiática, debe proponerse, por razones geoestratégicas, ejercer su dominio en el “corazón
continental” puesto que:
“En la actualidad la principal cuestión geopolítica ya no es la de que parte de la geograf ía
de Eurasia es el punto de partida para el dominio continental, ni tampoco la cuestión de si
el poder terrestre es más significativo que el poder marítimo. La geopolítica se ha desplazado
desde la dimensión regional a la global considerando que la preponderancia sobre todo el
continente euroasiático es la base central de la primacía global. Los Estados Unidos, una
potencia no euroasiática disfrutan actualmente de la primacía internacional y su poder se
5
Halford J. Mackinder: El pivote geográfico de la historia, traducción de Marina Díaz Sanz del artículo original (publicado por The Geographical
Journal) in: Geopolítica (s) Revista de estudios sobre espacio y poder, Universidad Complutense de Madrid, 2010, vol.1, núm.2, pp.301-319
36
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
despliega directamente sobre tres de las periferias del continente euroasiático, a partir de las
cuales ejerce una poderosa influencia sobre los Estados que ocupan el hinterland euroasiático”6
Naturalmente, para Brzezinski el tablero en el cual se juega la disputa por el mantenimiento de la
supremacía global es Eurasia, porque en esta enorme masa de tierra se incluye a todos los países que
conforman la Unión Europea, más Rusia y los del Extremo Oriente (China y Japón), sin olvidar los que
conforman el inner/outer crescent de Mackinder, o sea, aquellos como Turquía, Irán, Pakistán, la India.
Igualmente, los del sureste asiático incluyendo a Vietnam, Tailandia, Malasia, Singapur e Indonesia, lo que
Nicolás Spykman denominó el “rimland” 7 que tiene unos 50 millones de kilómetros cuadrados de masa
terrestre, más del 50% de la población mundial y produce cerca del 30 000 millones de millones (billones)
del producto bruto mundial (comparado con 1 500 millones de millones Africa y del Oriente Medio, 1 700
billones de América del Sur y 8 100 millones de millones de Norte América), entonces:
“Este amplio tablero euroasiático de forma extraña que se extiende desde Lisboa
a Vladivostok proporciona el escenario para ´el juego´. Si el espacio medio (Rusia) es
progresivamente empujado hacia la órbita en expansión del Oeste (en la que Estados Unidos
tienen la preponderancia) si la región Sur (India) no queda sujeta a dominación de un único
jugador y si el Este (China) no se unifica de una manera que conduzca a la expulsión de Estados
Unidos de sus bases costeras, entonces puede decirse que los Estados Unidos prevalecerán. Pero
si el espacio medio (Rusia) rechaza a Occidente, se convierte en una única entidad activa
y, o bien se hace con el control del Sur (India, Irán) o establece una alianza con el principal
actor Oriental (China), entonces la primacía estadounidense en Eurasia quedará reducida
considerablemente. Lo mismo ocurriría si los dos principales jugadores orientales (China y
Japón) se unieran de alguna manera. Por último, el supuesto que sus socios europeos (Francia
y Alemania) expulsaran a Estados Unidos de su base en la periferia occidental pondría fin,
automáticamente, a la participación estadounidense en el juego sobre el tablero euroasiático…”
Entonces Brzezinski, que como es conocido tiene mayores vínculos con los demócratas que con los
republicanos, en sus recomendaciones de política exterior utiliza un marco de referencia con influencias
provenientes de lo que genéricamente podríamos denominar el “paradigma idealista”, especialmente todo
aquello relacionado con la promoción de la democracia y los derechos humanos en los países que sean
candidatos a ingresar a la Unión Europea, de manera que el “Drang nach Osten” de la UE es concebido
--utilizando un término proveniente del lenguaje militar que no nos parece para nada inocente-- como
una “cabeza de puente democrática” en donde Ucrania se vuelve objeto de las atenciones de Occidente, es
importante recordarlo, desde que se llevó a cabo la “Orange Revolution” a mediados de la década pasada.
Por cierto, en el capítulo que se refiere al “gran tablero” de la imaginaria partida de ajedrez del libro
de Brzezinski 8 hay recomendaciones acerca de cómo elaborar --en el largo plazo-- la gestión de los
intereses geoestratégicos norteamericanos incluyendo la identificación de “actores clave” y las metas
que se proponen las elites políticas (con sus posibles consecuencias). Asimismo, todo lo relativo a la
6
Brzezinsky: Op.cit. p.47
7 Spykman, de origen holandés, falleció en 1943 pero 2 años antes del fin de la guerra estuvo en condiciones de predecir que el Japón sería
derrotado y se convertiría en aliado de Estados Unidos mientras que China -que combatía al lado de las potencias occidentales- se convertiría
en su adversario. Al respecto véase: Spykman, Nicholas:Americas Strategy in World Politics: The United States and the Balance of Power, New
York, Harcourt Brace, 1942 pp.7-18; 20-21
8 Emmanuel Todd hace una crítica de esta imagen de Brzezinski subrayando el hecho que “en la metáfora del tablero hay un ´no sé qué´ de
acto fallido, en el sentido freudiano del término, como un presentimiento del fracaso: no se debería jugar al ajedrez con los rusos, en donde
este juego es el deporte nacional” Todd, Emmanuel: Après l’ Empire. Essai sur la décomposition du système américain, Paris, Gallimard, 2002,
p.171
37
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
formulación de “políticas específicas… para desviar, cooptar y/o controlar a esos Estados para preservar
y promover los intereses vitales de Estados Unidos” que tiene un párrafo digno de citarse in extenso dado
lo poco frecuente que es que en trabajos académicos aparezcan recomendaciones con tanta claridad y
“franqueza”:
“En pocas palabras, la geoestrategia euroasiática de los Estados Unidos debe incluir
un control resuelto de los Estados dinámicos desde el punto de vista geoestratégico y una
cuidadosa gestión de los Estados catalíticos desde el punto de vista geopolítico, de acuerdo
con los intereses gemelos de los Estados Unidos de preservar a corto plazo su poder global más
institucionalizado. Para usar una terminología propia de la era más brutal de los antiguos
imperios, los tres grandes imperativos de la geoestrategia imperial son los de impedir choques
entre vasallos y mantener su dependencia en términos de seguridad, mantener a los tributarios
obedientes y protegidos e impedir la unión de los bárbaros”9
Suponemos que los Estados dinámicos podrían ser Francia y Alemania, que catalíticos pueden ser los
estados “pivotes” (como Ucrania), que se deberían evitar choques entre vasallos (¿Francia y Alemania?)
manteniendo su dependencia en términos de seguridad (OTAN), al tiempo que se conserva a los tributarios
(¿al conjunto de la UE?) “obedientes y protegidos” y que debe impedirse “la unión de los bárbaros” (¿Rusia,
China, Irán, India?).
El hecho importante en todo caso es que si hacemos una lectura del libro de Brzezinski en 2014 en términos
de prospectiva y formulación de escenarios y recordamos que ya hace diecisiete años que lo escribió, es
notable constatar que estas ideas han constituido la base “bipartidista” de la estrategia norteamericana
para Eurasia, especialmente hacia Rusia. De esta manera, la política hacia Ucrania se comprende mucho
mejor teniendo en cuenta lo que este distinguido académico y político --que no por casualidad es oriundo
de Polonia, país católico tierra natal del papa Juan Pablo II, que jugó un papel fundamental en la caída del
comunismo y en la democratización de Europa oriental, escribió en su libro acerca de la “promoción de
la democracia”, no sólo como uno de los objetivos de la política exterior norteamericana sino también de
la propia Unión Europea.
Por otra parte, es importante tener presente también que las llamadas “intervenciones humanitarias” para
proteger a la población civil de ataques realizados por sus propios gobiernos en contexto de conflictos
armados internos fue otra de las características de la actuación de varias potencias europeas, no sólo
de Estados Unidos, en la última década del siglo pasado. Se tuvo que enfrentar la proliferación de
confrontaciones de esta índole no solo en los Balcanes y en la antigua Yugoslavia, sino también en países
africanos como Ruanda, en donde se produjo uno de los peores genocidios de la historia reciente o, en
otro ejemplo de un importante caso ahora caído en el olvido, en la antigua colonia portuguesa de Timor
Oriental (Timor Leste). Ahí, gracias a la intervención de Naciones Unidas, se independizó de Indonesia
una población católica y de lengua portuguesa que había sido víctima de violaciones a los derechos
humanos y al derecho humanitario internacional por parte del gobierno de Yakarta10.
9 Zbigniew Brzezinski: El Gran Tablero Mundial, Op.cit. p.48
10 Recordemos que la doctrina de las intervenciones humanitarias (ahora conocida bajo el nombre de “responsabilidad de proteger” o R2P)
tiene su origen en las posiciones del médico francés - fue ministro de Exteriores de Francia- Bernard Kouchner. Al respecto véase: Mario
Bettati, Pierre Hassner et Jean Christophe Rufin: “Ingérance: vers un nouveau droit international?” y Bernard Kouchner: Le Mouvement
Humanitaire, in: Le Débat, novembre-décembre 1991, numéro 67, Paris, Gallimard, pp.4-39 y también Gareth Evans & Mohamed
Sahnoun:“The Responsability to Protect”: Report of the International Commission on Intervention and State Sovereignty (ICISS), International
Development Research Center, Ottawa, December 2001.
38
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Sin temor a equivocarnos, podemos decir entonces que durante toda la década de los 90 de finales del
siglo pasado, la política exterior norteamericana estuvo bajo la influencia del paradigma idealista de las
relaciones internacionales. A ello no fue ajeno el éxito que tuvo la intervención ordenada por el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas para restablecer el statu quo y devolver la independencia y soberanía a
Kuwait durante la primera Guerra del Golfo, en 1991. Caso extraordinario –junto con el de la Guerra de
Corea en los años 50- en que el alto organismo mundial actuó en aplicación de la doctrina de seguridad
colectiva y de los artículos 39 y 42 de la Carta de Naciones Unidas, máxima expresión del idealismo
proveniente del pensamiento de expresidentes norteamericanos como Woodrow Wilson y Franklin D.
Roosevelt, pero que, como sabemos, hunde sus raíces en la paz de Westfalia y en el Derecho Internacional
desde la época de Grocio y la famosa máxima pacta sunt servanda.
De manera que la óptica general bajo la cual se juzgaba la política exterior norteamericana durante esos
años era la del “intervencionismo” humanitario, porque en la antigua Yugoslavia (durante la época que
Brzezinski estaba redactando su libro) dichas intervenciones –por parte de EE.UU. con el auxilio de la
OTAN-se produjeron como consecuencia de la incapacidad de Naciones Unidas para asumir efectivamente
tareas de protección de la población civil, especialmente después de lo sucedido en Srebrenica.
Y como sabemos, dicha política intervencionista tuvo buenos resultados no sólo gracias a la utilización
de la fuerza aérea en una geograf ía montañosa que hubiese dificultado muchísimo el despliegue de tropas
en el terreno, sino que, además, desde el punto de vista de la protección de los civiles, logró que ya que
no se repitieron crímenes de guerra (la “limpieza étnica”) al menos en la magnitud y con la impunidad
con que habían venido ocurriendo. Todo ello obligó a los contendientes en Bosnia a aceptar la mediación
norteamericana y a suscribir los Acuerdos de Paz de Dayton, cuya negociación constituyó un éxito para
el presidente Clinton, así que es fácil entender las razones por las cuales el clima general prevaleciente
dentro de la intelligentsia norteamericana era favorable a dicho intervencionismo, siendo curioso que a
favor del mismo coincidían desde ciertos intelectuales “neoconservadores” hasta los “liberales”, como
suelen llamarle en Estados Unidos a los demócratas y en general a los intelectuales y académicos de la
izquierda política de tipo norteamericano.
Unos años más tarde, la intervención de la OTAN en el Kosovo, aunque contraria al Derecho Internacional
porque no fue autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, también fue útil para prevenir
ataques a la población civil albanesa (musulmana) y para la caída de Slobodan Milosevic, que posteriormente
fue entregado al Tribunal de La Haya. En otras palabras, el “intervencionismo humanitario” fue exitoso
en los Balcanes, a pesar de la geograf ía, de la no utilización de tropas sobre el terreno, de no contar con la
bendición del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de que todavía habrían de pasar buenos años
antes de que se entregara a criminales de guerra como Karadzic y Mladic para ser juzgados, lo cual, dicho
sea de paso, fue parte de las condiciones sine qua non puestas por la Unión Europea para considerar
seriamente la candidatura de Serbia para su ingreso a esta 11.
O sea, que el hecho que existiese ese amplio espectro de sectores sociales e intelectuales en Estados Unidos
favorable a las intervenciones humanitarias dado el tipo de conflictos armados que se habían vivido en ese
fin de siècle, que todavía el terrorismo no mostrara sus garras y que Naciones Unidas se había mostrado
inoperante tanto en Ruanda como en Bosnia, contribuyó a la prevalencia de esa mentalidad. A ello deben
agregarse los resultados relativamente buenos de la injerencia occidental en la antigua Yugoslavia, pues se
11 Recordemos que hasta ahora solo han sido aceptados como miembros de la UE Eslovenia y Croacia. El resto de países balcánicos todavía se
encuentran en la lista de espera, incluyendo el Kosovo, cuya independencia no es unánimemente reconocida.
39
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
puso fin a los enfrentamientos, se llevó a juicio en La Haya a numerosos presuntos criminales de guerra,
se estabilizó considerablemente la situación política en Eslovenia y Croacia, se logró evitar el inminente
estallido en Macedonia, Serbia organizó elecciones y respetó la separación pacífica de Montenegro.
Sólo la situación de Kosovo, cuya independencia no es reconocida por Serbia ni por una mayoría de
estados latinoamericanos --o la propia España en la UE--, Rusia, China, la India, Irán y los estados del
centro de Asia y del Cáucaso bajo influencia rusa, continúa siendo un motivo de inestabilidad en la región.
Lo anterior, más los ataques terroristas del 11 de septiembre que condujeron a la intervención de la
OTAN en Afganistán, explican (no justifican) lo acaecido en Irak en 2003, cuando el presidente Bush
decidió invadir ese país con base en una decisión unilateral de su administración que no contó con la
aprobación del Consejo de Seguridad y tampoco tuvo base de sustentación legal alguna, pues Sadam
Hussein no tenía las armas de destrucción masiva que Washington le acusaba de poseer.
La intervención norteamericana no solo constituyó una victoria pírrica, pues abrió la caja de Pandora
del terrorismo y la guerra civil, sino que, como señala apropiadamente Robert Kaplan, en los Balcanes
se trataba de intervenir en la parte más desarrollada de los antiguos imperios Habsburgo y Otomano y
probablemente esto influyó para que la situación no se degradara más lográndose recomponer -- mal que
bien -- los estados de cada exrepública yugoslava; mientras, en el caso de Irak se trataba de la parte más
subdesarrollada del imperio turco12, lo cual hizo posible derrotar fácilmente al ejército iraquí y ocupar
Bagdad, pero posteriormente imposibilitó el control del territorio y de la población, lo cual implica “la
venganza de la geograf ía”:
“It is my contention that in embracing realism in the midst of the Irak War, however
uneasily we did so –what we actually embraced without being aware of it was geography, if
not in the overt, imperialistic Prussian sense of the Word, then in the less harsh Victorian and
Edwardian senses. It is the revenge of geography that marked the culmination of the second
cycle in the Post Cold War era, to follow the defeat of geography through air power and the
triumph of humanitarian interventionism that marked the end of the first cycle. We were
thus brought back to the lowering basics of human existence, where rather than the steady
improvement of the world that we had earlier envisioned, what we accepted was the next
struggle for survival, and by association, the severe restraints with which geography burdened
us in places such as Mesopotamia and Afghanistan” 13
Además, la intervención norteamericana provocó una catástrofe humanitaria que perdura hasta la fecha14,
no sólo en Irak sino en todo el Medio Oriente, desastre geopolítico que se ha visto considerablemente
agravado de manera reciente debido al ataque de los grupos terroristas del llamado “Estado Islámico”,
12 Y esto se explica porque los Balcanes eran más desarrollados que la Mesopotamia: “Liberal internationalists, who generally supported
intervention in the Balkans but opposed it in Irak, reflect this spirit of distinctions. They intuited, however vaguely, a principal fact of geography:
whereas the former Yugoslavia lay at the most advanced, western extremity of the former Ottoman Empire, adjacent to Central Europe,
Mesopotamia lay at its most chaotic, eastern reaches. And because that fact has affected political development up through the present,
intervention in Irak would prove to be a stretch” Kaplan, Robert: The Revenge of Geography, New York, Random House, 2012, p.37.
13Kaplan: Op.cit. pp.28-29
14 Íntimamente asociado al hecho que una de las peores medidas que pudo haber tomado la administración norteamericana ocupante, fue
ordenar la desbandada del ejército de Saddam Hussein: miles de oficiales y centenares de miles de soldados se quedaron sin empleo y
perdieron la posición dominante que tenían bajo Saddam. Esto motivó que fueran fácilmente reclutados por los terroristas islámicos para
combatir a los chiitas, ahora en el gobierno iraquí gracias a las “elecciones democráticas” que organizó EE.UU. para cumplir con su objetivo
sucedáneo de “llevar la democracia a Irak” dando muestras de una típica “liberal delusion” como la habría podido llamar Mearsheimer,
porque, definitivamente, tales procesos electorales no han tenido nada que ver con la realidad del país.
40
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
organizados a partir de la rebelión contra Bachar el Assad en Siria15. De modo que la pretendida
“democratización” de Irak (objetivo “ideal” adoptado de emergencia por la administración norteamericana
cuando se percataron del caos provocado por la invasión), en lugar de contribuir a la estabilización
del país, ha acelerado su proceso de fragmentación no sólo debido a la peculiar composición étnico
religiosa que conforma su población con kurdos en la zona montañosa del norte que poseen un gobierno
autónomo cuasi independiente y árabes en la Mesopotamia histórica, que geográficamente son las llanuras
semidesérticas de la cuenca de los dos grandes ríos que descienden de la meseta de Anatolia en Turquía:
el Tigris y el Eufrates. Pero hay que tener presente que se trata de una población árabe heterogénea desde
el punto de vista religioso pues se adscriben a las dos denominaciones típicas de la religión musulmana:
una minoría sunita en el centro del país, que cuenta con el apoyo de Arabia Saudita, mientras que los
chiitas se ubican en la zona centro/sur, gozan del respaldo del Irán enemigo de los norteamericanos
y - por ser mayoría de la población en esa región han triunfado en los procesos electorales lo que les
ha permitido instalar gobiernos anti sunitas, lo cual en buena medida explica la furia de los ataques de
grupos terroristas contra ellos, pues como Kaplan señala, de nuevo:
“If one have to pick a moment when it became undeniable that the Vietnam analogy had
superseded the one of Munich, it was February 22, 2006, when the shiite al-Askariyah Mosque
at Samarra was blown up by Sunni al Qaeda extremist, unleashing a fury of inter-communal
atrocities in Iraq, which the American military was unable to stop. Suddenly, our land forces
were seen to be powerless amid the forces of primordial hatreds and chaos. The myth of the
omnipotent new United States, born in Panama and the First Gulf War, battered a bit in
Somalia, then repaired and burnished in Haiti, Bosnia and Kosovo, was for the time shattered,
along with the idealism that went with it”16
Entonces, como dice Kaplan, la “derrota de la geograf ía” en los Balcanes (y el éxito de las intervenciones
humanitarias de EE.UU.) marcó un primer ciclo del pensamiento de la post Guerra Fría, pero en el
segundo ciclo la geograf ía se desquita con una revancha terrible –en Irak y en Afganistán- y obliga a
prescindir del idealismo y retornar al realismo17 (hay que abandonar esos países a su propia “mala suerte”
y sacar las tropas que sólo se desgastan en guerras interminables) o, al menos eso se pensaba en los
círculos académicos norteamericanos.
A la luz de este análisis cabe ahora preguntarse cómo en medio de la debacle provocada en el Medio
Oriente por las llamadas “primaveras árabes”, que no tuvieron nada ni de primaveras ni de democráticas18
(como se puede percatar cualquiera con solo recordar lo que ha ocurrido en Egipto, en Libia, en Yemen,
en Siria y ahora –de nuevo- en Irak) es posible que los Estados Unidos –y lo que es peor, a la Unión
Europea- hayan retornado al intervencionismo “pro democracia” en Ucrania acosando y hostigando a
Rusia en su propio traspatio geopolítico ¿A qué se debe la utilización de estas “liberal delusions” tratando
de justificar lo injustificable desde la perspectiva de la teoría de la democracia propia del paradigma
15 Recordemos que ante la utilización de armas químicas por el dictador sirio, EE. UU. estuvo a punto de atacarlo con golpes aéreos punitivos,
lo cual se evitó in extremis gracias a la diplomacia rusa que convenció a El Assad para que entregara dicho armamento a la Organización para
la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) de Naciones Unidas. Pero si El Assad hubiese sido derribado por EE. UU. ahora el gobierno
de Siria estaría en manos de los terroristas del “Estado Islámico”, para regocijo de los yihadistas del mundo.
16Kaplan: Ibid. p.20
17 A la teoría realista de las relaciones internacionales, la clásica, con raíces en Maquiavelo o Hobbes y exponentes contemporáneos de la talla
de Morgenthau, Kennan, Kissinger, Waltz, Aron o Mearsheimer.
18 Exceptuando, probablemente, el caso de Túnez, en donde todo comenzó…
41
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
idealista? Volveremos a este punto más adelante sugiriendo un par de hipótesis explicativas, pero a
continuación veamos lo que se piensa en Rusia.
3. Lo que piensa el Kremlin.
En el número de julio/agosto del Foreign Affairs, se publica un artículo de Alexander Lukin, vicepresidente
de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y director del Centro de
Estudios de Asia Oriental de la Organización de Cooperación de Shanghai en el Instituto Estatal de
Relaciones Internacionales de Moscú19. Lukin sostiene que las semillas de la crisis ucraniana se sembraron
inmediatamente después del fin de la Guerra Fría, cuando los occidentales tuvieron la opción de asimilar
a Rusia en el sistema defensivo occidental o despojarla de todas las piezas de su esfera de influencia, y
que, a pesar de que el propio George Kennan y los liberales rusos insistieron en no antagonizar a Rusia
buscando la absorción de las exrepúblicas soviéticas y otros estados pequeños (“que de todos modos
terminarían vinculándose a Occidente”), los presidentes Bill Clinton y George W. Bush escogieron la
segunda opción, agregando 12 nuevos miembros a la OTAN al mismo tiempo que trataban de convencer
a Rusia que estacionar tropas en las fronteras de Rusia con Lituania, Estonia, Letonia, Polonia o Rumania
no amenazaba su seguridad.
Esto tomó por sorpresa a los líderes rusos, nos dice Lukin, que esperaban que ambos lados incrementarían
su cooperación mostrándose receptivos a los intereses de cada quién y suscribiendo compromisos
mutuamente aceptables, de modo que, a pesar de haber “hecho su parte” aceptando sumarse al orden
internacional dirigido por Occidente, no hubo reciprocidad. Se mantuvo la mentalidad de tipo “juego
suma cero” y esto, obviamente, fortaleció a todos aquellos que en la misma Rusia se oponían a una relación
de cooperación y amistad con Occidente. La política de apoyo occidental a nacionalistas en las antiguas
repúblicas soviéticas ha estimulado la opresión de las minorías rusas en los algunos países bálticos (por
ejemplo, 6% de la población de Estonia y 12% en Letonia son rusos que no tienen derecho a voto o recibir
educación en su idioma) lo cual fue determinante para que, ante la amenaza de estacionar fuerzas de la
OTAN en Crimea que sacarían a la flota rusa del Mar Negro –en donde la mayoría de la población es
rusa–, se tomara la decisión de convocar al referéndum que decidió sobre la anexión de ese territorio.
Por otra parte, Lukin lamenta el hecho que la política rusa destinada a promover procesos de integración,
unión aduanera o seguridad colectiva (la Comunidad Económica Euroasiática o el Tratado de Seguridad
Colectiva) con los antiguos países miembros de la URSS sea visto por Occidente como un intento de
restauración del viejo imperio soviético, cuando se trata del legítimo derecho a promover la cooperación
y la integración entre las exrepúblicas soviéticas, de los cuales sólo las 3 repúblicas bálticas se han alejado
permanentemente al hacerse miembros de la UE y de la OTAN. Ese tipo de problemas se presentan
también en países como Moldavia, Georgia y Ucrania, en donde “partes importantes de la población tienen
tal grado de vínculos económicos, culturales y familiares, incluso que simplemente no es posible imaginar
ninguna ruptura radical”. En cuanto a la unión aduanera con Bielorrusia y Kasajastán, se esperaba que
Ucrania formara parte también de ella, lo cual dio lugar a las dificultades que desde el punto de vista
arancelario representa el Acuerdo de Asociación con la UE.
También se hace hincapié en el proyecto ruso de establecimiento de una “Unión Euroasiática”, reiterando
que la misma busca asociarse, no rivalizar ni con los europeos ni con otras instancias de integración
19 Alexander Lukin: What the Kremlin is Thinking. Putin’s Vision for Eurasia,in Foreign Affairs, July/August 2014, pp. 85-93
42
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
mundiales. Para que la unión sea efectiva, se requiere que sea “natural” y “voluntaria” y se fundamente
en valores propios de Eurasia, puesto que en donde los antiguos “eslavófilos” veían la naturaleza especial
de la civilización rusa, es decir, en el contraste entre el individualismo occidental y el colectivismo de la
comunidad campesina, los “euroasianistas” añaden los vínculos del pueblo ruso con los pueblos de habla
turca del centro de Asia. A estos también se les llama “turanios”, con una civilización originaria de la antigua
Persia con, entre otros aspectos de distinción cultural, un modelo político y económico “esencialmente
autoritario”, pues a pesar de valorar la iniciativa privada, dicho modelo condena el predominio excesivo
del mercado sobre el Estado --como ocurre en Occidente--, enfatizando además el papel que juegan las
religiones tradicionales como la cristiandad ortodoxa, el budismo o el islam dado que:
“..aunque sean dudosas las reivindicaciones Euroasiáticas sobre la civilización Turania
dicha teoría goza ahora de una amplia popularidad no sólo dentro de una parte significativa
de la elite política rusa sino también en Kasajastán, Kirguistán y otros estados centroasiáticos
en donde viven los descendientes de los turanios. Aunque las viejas ideas de los euroasianistas
puedan parecer artificiales, el plan para establecer una Unión Euroasiática no lo es. La
cultura y los valores de muchas de las antiguas repúblicas soviéticas son realmente diferentes
de (la cultura) que prevalece en Occidente. El liberalismo secular, con su rechazo de los valores
absolutos que las religiones tradicionales tienen como recibidos por orden divina, puede estar
en ascenso en Europa o en Estados Unidos, pero en estas antiguas repúblicas soviéticas todas las
grandes religiones –cristiandad ortodoxa, islam, judaísmo y budismo-- están experimentando
un renacimiento.”20
A lo anterior Lukin agrega un párrafo sobre la cultura que es digno de todo un comentario por separado
(que no estamos en condiciones de hacer en el marco de este artículo) acerca de la importancia del
pensamiento religioso tradicional y de la posibilidad de que la cultura sea el fundamento para establecer
esa “Unión Euroasiática”, que se sustentaría en valores originarios de las grandes religiones (la cristiandad
ortodoxa, el islam el judaísmo y el budismo), las cuales están experimentando un renacimiento. Lukin
hace referencia al pensamiento de los líderes religiosos del cristianismo ortodoxo de la siguiente manera:
“La mayoría de habitantes de estos estados post-soviéticos también resienten que la gente
en Occidente los consideren como atrasados o reaccionarios. Sus líderes religiosos, que cada
vez gozan de mayor popularidad e influencia están de acuerdo en que, después de todo, el
progreso puede ser visto de diferentes maneras. Si se piensa que el significado de la vida
humana es tener mayores libertades políticas y adquirir riqueza material, entonces la
sociedad occidental va hacia adelante. Pero si se piensa, como los cristianos tradicionales lo
hacen, que la venida de Cristo fue el más importante desarrollo de la humanidad, entonces
la riqueza material aparece como mucho menos importante, porque esta vida es ef ímera
y el sufrimiento nos prepara para la vida eterna, la cual es obstaculizada por las riquezas
materiales. Los tradicionalistas religiosos ven la eutanasia, la homosexualidad y otras
prácticas que el Nuevo Testamento repetidamente condena como algo que no representa
progreso sino regresión a tiempos paganos. Vista con estos lentes la sociedad occidental
es más que imperfecta: es el centro del pecado. Una gran mayoría de creyentes cristiano
ortodoxos en Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Moldavia concuerdan con esta perspectiva al
igual que mucha gente en Asia Central. Y estas creencias han hecho llegar al poder líderes
que apoyan la integración de las antiguas repúblicas soviéticas. También han ayudado a
20 Lukin: Op.cit. p.92
43
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
que Putin tenga éxito estableciendo un centro de poder independiente para Eurasia. La
intervención Occidental mientras tanto, sólo ha servido para consolidar más tal poder”. 21
Lo que se dice en el párrafo anterior es bastante novedoso, especialmente si tomamos en cuenta
(independientemente del contenido, que requeriría un análisis por separado) que proviene de una
importante personalidad académica del establishment intelectual ruso (lo que ellos suelen llamar la
intelligentsia), porque hace evidente que las elites políticas rusas están intentando acercarse de manera
genuina a la comprensión de la cultura de los países en donde, durante la época soviética, se ejercía un
dominio neocolonial puro y duro. Además, todo indica que hay un esfuerzo por entender mejor el papel
que desempeña la religión en la cultura popular, no sólo en tanto que práctica legítima sino también como
referente esencial de la identidad cultural euroasiática en proceso de construcción22, así como un ensayo
para diferenciar claramente Europa de Eurasia. O bien –para decirlo utilizando la perspectiva teórica de
Samuel Huntington–, por acercarse a la naturaleza propia de una civilización Euroasiática que es distinta
de la civilización Occidental, lo cual –por cierto– no sólo es el caso de Rusia y los países de Asia Central,
sino también de Turquía, en tanto que heredera del antiguo Imperio Otomano.
Finalmente, Lukin señala algo fundamental que merece destacarse no solo porque coincide con el
pensamiento de John Mearsheimer, sino porque propone el cambio de una posición de confrontación
a otra que él llama de “compromiso constructivo”, destacando el hecho que aún durante la Guerra
Fría fue posible alcanzar acuerdos sobre el status de neutralidad para países como Finlandia y Austria,
entendimientos que no solo no socavaron el sistema democrático ni la “orientación general europea” de
tales países sino que también demostraron ser útiles para su economía y su “reputación internacional”.
No es por casualidad, nos recuerda Lukin, que fue en Finlandia, un estado neutral con fuertes vínculos
tanto con Occidente como con la Unión Soviética, en donde se llevaron a cabo las conversaciones que
desembocaron en la firma de los Acuerdos de Helsinki, los cuales jugaron un gran papel en la disminución
de las tensiones de la Guerra Fría. De manera que él no ve por qué no se podría intentar lo mismo en el
caso de Ucrania: “The solution to the current crisis similarly lies in providing international guarantees for
both Ukraine’s neutral status and the protection of its Russian-speaking population”23. La alternativa sería
mucho, mucho peor, concluye Lukin: la desintegración de Ucrania y otra prolongada confrontación de
Rusia con Occidente.
4. Hipótesis.
Si en lugar de considerar lo hasta ahora expuesto como “teoría” y lo utilizamos como un marco de
referencia metodológico para la construcción de hipótesis explicativas, podemos decir que hasta ahora
hemos examinado los supuestos realistas, de Mearsheimer y de Lukin. Para el primero, la intervención
occidental en Ucrania es consecuencia de las “ilusiones” o falsos conceptos que han utilizado las
administraciones demócratas (“liberales”) en política exterior, siendo evidente en el caso de Ucrania
que –por razones geopolíticas- Rusia, que se opuso desde un principio a la ampliación de la OTAN,
reaccionaría en la forma drástica que lo hizo (anexión de Crimea, apoyo a los separatistas) frente a una
21 Lukin: artículo citado, pp. 92-93 (traducción libre del autor)
22 Lo que en Occidente intentó hacer en algunas ocasiones el papa anterior, Benedicto XVI, dada su condición de académico, además de ser la
máxima autoridad religiosa de la iglesia católica.
23 “de manera similar, la solución para la crisis actual radica en proveer de garantías internacionales tanto el status de neutralidad de Ucrania
como para la protección de su población de lengua rusa” Lukin: Op.cit. p.93
44
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
política que –conforme a la estrategia diseñada por Zbigniew Brzezinski desde los años 90—buscaba
establecer una “cabeza de puente democrática” en Ucrania.
Por su parte Lukin, en “Como Piensa el Kremlin” coincide básicamente con el punto de vista de Mearsheimer,
añadiendo las razones por las cuales Occidente no debería temer una política exterior rusa que no está
destinada a reconstruir el viejo imperio soviético sino al establecimiento de la “Unión Euroasiática”,
cuyos principales objetivos son edificar una nueva identidad cultural con aquellos países que se asocien
al proyecto libremente, promoviendo la seguridad colectiva, la cooperación, y la integración económica
y comercial. Ambos coinciden en que se impone una salida negociada al conflicto, que tendría como
propósito principal declarar neutral a Ucrania aunque Lukin agrega la cuestión relativa a la necesidad de
dar garantías para la protección de los ucranianos de lengua rusa.
Por otra parte, aunque la principal hipótesis que podríamos llamar “idealista” de la crisis ucraniana ha
sido descalificada más que por los planteamientos realistas, por la situación in situ, también es claro
que para llevar a cabo la “falsabilidad” (en el sentido popperiano del término) de dicho planteamiento se
requiere de una verificación empírica que por razones evidentes no es posible realizar ya que habría que
realizar una investigación de campo en el lugar24.
Conviene entonces ponerle atención a otras hipótesis explicativas acerca de las causas de reanudación
de la Guerra Fría que no se han tomado en cuenta precisamente porque nunca se tradujeron en acciones
de política exterior, como en cambio sí lo fueron las propuestas geoestratégicas de Brzezinski, las cuales
cristalizaron en acciones concretas (la movilización de “Euromaidan”; el “Acuerdo de Asociación” con la
UE que ya fue firmado por el nuevo gobierno pro occidental de Kiev) con los resultados que están a la
vista.
Otra hipótesis explicativa de la crisis actual entre Rusia y Occidente, con las mejores raíces en el paradigma
del desarme y del Derecho Internacional –vale decir en el “idealismo”-- nos la proporciona John Feffer,
director de un “think tank” norteamericano denominado “Foreign Policy in Focus”, quien en un artículo
reciente sostiene que la Guerra Fría nunca terminó, que Vladimir Putin no la está reviviendo sino que
fueron los Estados Unidos los que fallaron al no terminarla cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo y
que esto se debe por una parte a la no disolución de la OTAN y por la otra a la no eliminación completa
de las armas nucleares, es decir, al estancamiento de las negociaciones de desarme atómico.
Feffer inicia su artículo refiriéndose a la Guerra de los Cien Años, librada entre Francia e Inglaterra de
1337 a 1453, con una tregua de 1389 hasta 1415, cuando el monarca inglés Henry V la rompió en la Batalla
de Agincourt, de manera similar a la tregua en la Guerra Fría que –según el análisis de Feffer- habríamos
tenido entre 1989 y 2014, ahora rota por los acontecimientos de Ucrania. Para Feffer, si los Estados Unidos
hubiesen disuelto a la OTAN –al igual que hicieron los rusos con el Pacto de Varsovia—y promovido la
abolición de las armas nucleares en un tratado similar al de la “opción cero” que se negoció y suscribió
(el tratado INF) en la época de Reagan/Gorbachov para desmantelar todos los cohetes de alcance medio
24 La hipótesis de los pro occidentales se podría formular, más o menos, de la siguiente manera: los ciudadanos de Ucrania ven en el modelo
de la Unión Europea como un ideal de democracia digno de replicarse en su país y traer la cooperación que se necesita para promover el
desarrollo y la paz, debido a lo cual se ha suscrito el “Acuerdo de Asociación” que prepara el posterior ingreso de Ucrania a la UE, siendo este
el motivo por el cual también aspiran a ingresar a la OTAN, pero no se trata de antagonizar o poner en peligro la seguridad de Rusia.
45
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
instalados en Europa pero aplicado al armamento estratégico25, apoyando a la vez la construcción de una
nueva arquitectura de seguridad en Europa que incluyera a Rusia, entonces la Guerra Fría habría fallecido
“de muerte natural”.
Como esto no ocurrió, lo único que en realidad el mundo ha conocido hasta ahora es una tregua, de allí
la crisis en Ucrania, la batalla por las fronteras en el Medio Oriente, la península coreana que permanece
dividida entre adversarios implacables, las tensiones con China por Taiwán y por frontera marítima con
Japón, Filipinas etc.:
“No se trata de que Estados Unidos sacara de la tumba a su adversario ruso debido a alguna
equivocada nostalgia, sino que la inevitable consecuencia de nuestra negativa a restringir
nuestras ambiciones globales necesariamente creó una contrafuerza. Al final de cuentas es
pura f ísica: por cada acción hay una igual y opuesta reacción”26.
Finalmente, hay otra hipótesis sobre el conflicto ucraniano donde, aunque su autor no sea strictu sensu un
académico del campo de las relaciones internacionales, dada la naturaleza esencialmente interdisciplinaria
de estas últimas, sus ideas son perfectamente ubicables dentro de la perspectiva “constructivista”27 si
tomamos como punto de partida las raíces económicas del nuevo poder hegemónico que Alemania
posee en Europa. Se trata de Emmanuel Todd, demógrafo e investigador francés conocido sus trabajos de
prospectiva política en el campo de las relaciones internacionales28.
En efecto, en una entrevista reciente Todd presenta una serie de cuadros y gráficas para verificar de
qué manera el poderío alemán, no sólo al interior de la Unión Europea sino también a escala mundial,
se proyecta hacia el surgimiento de una nueva potencia hegemómica. Aunque el proceso de integración
europeo haya sido conducido desde sus inicios por el eje París/ Berlín, gracias a la reunificación alemana
final de la Guerra Fría, la reconfiguración del poder al interior de la UE se realizó en beneficio de Alemania
no sólo por el incremento territorial y demográfico (de 60 millones de habitantes, Alemania pasó a tener
más de 80, siendo el país más poblado de la UE), sino por la envergadura de su producción industrial
y el dinamismo de sus elites empresariales. Berlín alcanzó pronto una preponderancia que se ha visto
incrementada por la reciente crisis financiera, ya que siendo el principal acreedor y conductor de la
política monetaria (la sede del Banco Central Europeo está en Frankfurt), ha logrado imponer drásticas
medidas de austeridad destinadas a obtener el pago de la deuda. lo que ha afectado a países como Italia,
Grecia, Portugal, España e Irlanda, pero ha beneficiado a la economía alemana. En cuanto a Francia, a
25 Se compone de los proyectiles de largo alcance (ICBM, más de 5,000 kms), cuyas reducciones se han venido negociando en el marco del
tratado START firmado con posterioridad al fin de la Guerra Fría, pero que como su nombre lo indica no supone el desmantelamiento total
del armamento nuclear intercontinental sino únicamente su reducción, lo cual implica –evidentemente- que a nivel militar la bipolaridad
estratégica también se mantiene ya que desde ese punto de vista continuamos viviendo en un sistema internacional de estructura bipolar, lo
que contribuye a explicar desde la instalación de nuevas defensas antimisiles en Polonia hasta el intento de EE. UU. por incorporar a Ucrania
a la OTAN.
26 John Feffer: “The Cold War Never Ended. Vladimir Putin is not reviving the Cold War. Rather, the U.S failed to end it when it had the chance”,
Foreign Policy in Focus, September 10, 2014
27 El constructivismo es una teoría de las relaciones internacionales que, básicamente, sostiene que el concepto de poder siendo “socialmente
construido”, su significado (y utilización) depende del contexto socio económico, político e histórico. Es claro entonces que el concepto
(definición) de poder que posee actualmente Alemania no es el mismo que el que tuvieron los nazis en la época de la Segunda Guerra
Mundial ya que Ángela Merkel no necesita de la wehrmacht para imponer sus políticas económicas a toda la Unión Europea. Al respecto
Cf. Alexander Wendt: La anarquía es lo que los Estados hacen de ella. La construcción social de la política de poder in : Revista Académica
de Relaciones Internacionales, núm.1, marzo de 2005, Grupo de Estudio de Relaciones Internacionales (GERI), Facultad de Derecho,
Universidad Autónoma de Madrid (GERI-UAM, pp. 1-47)
28 Emmanuel Todd: La Chute Finale. Essai sur la décomposition de la sphère soviétique, Paris, Robert Laffont, 1976 y del mismo autor Après
l’Empire. Essai sur la décomposition du sytème américain, Paris, Gallimard, 2002.
46
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
pesar de tener un gobierno socialista, no ha sido capaz ni de oponerse a la austeridad ni de negociar con
la canciller Merkel políticas económicas menos dañinas para los intereses de los trabajadores o que por lo
menos contribuyan a la reducción del desempleo y a darle un impulso al crecimiento económico.
Como dice Paul Krugman en un artículo reciente29, por su buen desempeño económico Francia era el
único país en condiciones de exigir a Alemania un cambio en las políticas de austeridad que han provocado
el estancamiento económico y castigan a los trabajadores en toda Europa, pero no lo ha hecho, de allí
el record de impopularidad que sufre el presidente François Hollande en las encuestas y el triunfo de la
extrema derecha en las recientes elecciones europeas.
Para Todd, la debilidad del presidente francés ha abierto las puertas para el resurgimiento de la hegemonía
alemana que conduce ahora el Drang nach Osten económico en la medida que no sólo se trata de una
cuestión estratégica (el control del heartland euroasiático, como le llamaba Mackinder y con el que
soñaron Ratzel y Haushofer), sino que ahora puede realizarse gracias al poderío económico alemán sin
necesidad de utilizar fuerzas militares, ya que de la “protección” del país al otro lado del Rhin se encarga
la OTAN y, por ende, el gasto en defensa norteamericano.
Asimismo, dado que Berlín ya ha afianzado su poder en toda la Unión Europea gracias a la fuerza de
su economía, ahora se habría propuesto la conquista de países como Ucrania, que por no ser todavía
miembros de la UE tampoco se encuentran, por ahora, en la órbita de dominación alemana como le
ocurre a toda la antigua Europa del Este (con la notable excepción actual de la Hungría nacionalista de
Victor Orban). Este proceso es descrito por Todd de la siguiente manera:
“La verdadera potencia emergente antes que Rusia es Alemania. Ha logrado hacer un
camino prodigioso para superar las dificultades económicas derivadas de la reunificación
hasta el restablecimiento económico y la toma de control del continente entero en los últimos
cinco años. Todo amerita una reinterpretación porque la crisis financiera no solo demostró
la solidez de Alemania sino su capacidad para utilizar la crisis de la deuda para controlar
al conjunto de Europa. Si uno se libera de la retórica arcaica de la Guerra Fría y deja de
agitar la banderita ideológica de la democracia liberal y sus valores, si cesa de escuchar el
bla bla bla europeísta para observar la secuencia histórica en curso de manera brutal y casi
infantil…se constata que: 1) durante los últimos cinco años Alemania ha tomado el control del
continente europeo en el plano económico y político, y 2) en los últimos cinco años Europa está
virtualmente en guerra con Rusia… Alemania juega un rol complejo, ambivalente (con) dos
sombreros: Europa es Alemania y Alemania es Europa”30
Un análisis económico y social demuestra, según Todd, que es gracias al aporte de los trabajadores de los
países de la antigua mitteleuropa, que Berlín ha construido su nuevo imperio económico siendo un hecho
que Alemania substituyó a Rusia en el dominio sobre Europa Oriental. De manera que --de acuerdo con
esta misma lógica de expansión económica-- ahora la industria alemana estaría interesada no sólo en
los bajos salarios de una mano de obra que, sin embargo, gracias al socialismo posee un elevado nivel
educativo, sino también en el mercado “libre de aranceles” (gracias al Acuerdo de Asociación) de Ucrania,
que además constituye puerta de entrada al mercado ruso31. En síntesis, para Todd, la Unión Europea
de hoy en día es fundamentalmente Alemania como potencia que se encuentra en camino de recuperar
29 Krugman, Paul: La caída de Francia, in: IRIPAZ News, 18 septiembre 2014
30 Emmanuel Todd: L’Allemagne tient le continent européen, Une interview d´Olivier Berruyer, Les crises.fr, 1 septembre 2014, Paris, p.5
31 El gobierno ruso ya ha anunciado que impondrá aranceles a las mercancías provenientes de Ucrania.
47
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
su condición imperial del pasado y de amenazar incluso la hegemonía mundial de Estados Unidos, de
manera que:
“Si pasamos al mundo del realismo estratégico que considera la realidad de las
correlaciones de fuerza sin referencia a valores, reales o míticos, se constata que hoy en día
existen dos grandes mundos industriales desarrollados, Estados Unidos por una parte y este
nuevo imperio alemán por la otra. Rusia es una cuestión secundaria. Uno debe visualizar
completamente otra cosa para los veinte años que se vienen como conflicto Este-Oeste: el
crecimiento de poderío del sistema alemán sugiere que los Estados Unidos y Alemania van al
conflicto. Se trata de una lógica intrínseca fundada sobre relaciones de fuerza y de dominio.
En mi opinión es irreal imaginar una entente pacífica para el futuro…Al final tenemos que
constatar que los dos bloques --americano y alemán—son antagonistas por naturaleza.
Combinan todos los elementos generadores de conflicto: ruptura del equilibrio económico
bruto, diferencia de valores. Mientras más pronto se pueda dejar a Rusia fuera de juego, en
crisis o marginalizada, más pronto se expresarían tales diferencias”32
En otras palabras, y a pesar del sombrío pronóstico de un escenario conflictivo que no augura nada bueno
para el futuro de las relaciones entre una Unión Europea hegemonizada por Alemania y los Estados
Unidos, como todo esto depende de “poner a Rusia fuera de juego” –según Todd— se puede pensar que,
si Moscú se mantiene como actor importante entonces el conflicto Washington/ Berlín que Todd avizora
tampoco sucedería. O sea, que el fortalecimiento de Rusia es conveniente para todo el mundo, dado que
si para evitar el estallido de esa confrontación latente en el largo plazo entre Washington y Berlín se
necesita a Moscú como factor de equilibrio, esto también supone que poner en marcha un proceso de paz
o “arreglo pacífico de la controversia” es fundamental.
Lo anterior implica también que, y este es nuestro propio punto de vista, la utilización del marco
normativo que proporciona el capítulo VI de la Carta de Naciones Unidas, recuperando al paradigma
idealista y al Derecho Internacional como instrumento de la solución del conflicto ucraniano, es el
camino más apropiado a seguir por todos los actores involucrados en el mismo.
5. Conclusiones.
Partiendo de lo aseverado por John Mearsheimer en su artículo del Foreign Affairs, que responsabiliza a
Occidente por la rebelión de los separatistas pro rusos en Ucrania en la medida en que fue el derrocamiento
del presidente Yanukovych lo que condujo tanto a la anexión de Crimea como al estallido de la violencia
en ese país, hemos examinado de qué manera el proceso de expansión hacia los antiguos países del bloque
comunista, tanto de la OTAN como de la Unión Europea, fue determinante de la percepción rusa de estar
siendo rodeados o cercados militarmente por una fuerza amenazante en un territorio cuya geograf ía
carece de fronteras naturales, ya que se trata de un espacio llano por donde han penetrado fuerzas
invasoras a lo largo de la historia tanto desde el oriente --las hordas asiáticas y los mongoles -- como
desde occidente: las tropas napoleónicas durante el siglo XIX y las divisiones del ejército alemán durante
las dos guerras mundiales del siglo pasado.
Esa manera de ver las cosas es compartida por el académico ruso Alexander Lukin, quien agrega, en otro
orden de ideas, que Occidente no debería sentir temor alguno de Rusia, que Moscú no está tratando de
32 Todd: op.cit. pp 24-26 (traducción libre del francés hecha por LAP)
48
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
reconstruir ni el modelo imperial de los zares ni el imperio soviético y que el propósito del presidente
Putin, al promover el establecimiento de una “Unión Euroasiática” con los antiguos países miembros de la
URSS, no es otro que poner en marcha un proceso de integración al estilo europeo. En el marco de dicho
proceso de integración, cada país, manteniendo su independencia soberana, aspiraría a dotarse de una
identidad cultural distinta de la occidental en la medida que la religión cristiana ortodoxa impregna y da
forma a una cultura euroasiática que se nutre con los valores de las grandes religiones que se practican en
esa región del mundo, es decir, el islam, el budismo y el judaísmo, cuya renovada presencia e importancia
es –según Lukin—otra característica distintiva respecto a Occidente, donde la religión ha disminuido su
influencia.
Por otra parte, desde el punto de vista de la teoría de las relaciones internacionales, ambos académicos
pueden ser considerados como realistas en su enfoque, aunque la propuesta de la neutralidad de Ucrania
como una salida al conflicto (en la que ambos también coinciden) requeriría de una negociación que en
las circunstancias actuales sería muy dif ícil de realizar bilateralmente. Y no sólo porque ya se ha intentado
(sólo se han obtenido acuerdos de alto al fuego poco respetados), sino porque el planteamiento de obtener
garantías internacionales para proteger a la población de lengua rusa es un asunto muy complejo de
ser resuelto en tratativas directas lo más apropiado parece ser recurrir a alguna de las modalidades de
intermediación previstas por la Carta de Naciones Unidas.
En lo relativo a la pequeña historia de los marcos de referencia teórica aplicables, también nos pareció
pertinente recordar que la política actual de Estados Unidos y de la OTAN hacia Ucrania tiene sus raíces
en los planteamientos geopolíticos del académico de origen polaco Zbigniew Brzezinski, muy influyente en
los círculos de pensamiento del partido Demócrata, para quien la “construcción de una cabeza de puente
democrática” en Europa del Este fue el escenario de prospectiva política elaborado desde mediados de los
años 90 del siglo pasado, en tanto que “imperativo geoestratégico” destinado a consolidar la supremacía
estadounidense en esa parte del mundo. Dicho “imperativo” que ha venido sirviendo de guía para la
política exterior bipartidista desde entonces.
Mearsheimer ha criticado dichas políticas por su carencia de realismo y por la búsqueda de objetivos
“ideales” de política exterior –promover “el cambio de régimen” para consolidar la democracia y el respeto
de los derechos humanos, por ejemplo— que resultan inaplicables en coyunturas como las de Irak y Siria
o bien se convierten en puras banderas ideológicas que ocultan otros objetivos. Así es como ocurre en
el caso ucraniano con la expansión de la OTAN y el cerco militar a Rusia, o bien con la ampliación de la
Unión Europea para servir a los intereses económicos del gran capital alemán según Todd.
En cuanto a los escenarios previsibles para el mediano o largo plazo, Todd visualiza un futuro en el
cual Alemania estaría condenada a chocar con Estados Unidos, aunque dicha confrontación ocurriría
siempre que Rusia sea puesta fuera de juego por los Estados Unidos, objetivo muy dif ícil de lograr dada
la clarividencia política y la habilidad estratégica de que ha dado muestra el presidente Putin, quien hasta
ahora ha sido el único contrapeso efectivo para la hegemonía norteamericana, lo que convierte a Moscú
en factor decisivo del equilibrio de poder regional.
Nuestra conclusión principal es, sin embargo, que a pesar del hecho que es absolutamente cierto lo que
sostiene John Feffer cuando señala que la Guerra Fría nunca terminó por lo cual hasta ahora sólo hemos
vivido una tregua de 25 años (como sucedió durante la Guerra de los Cien años entre Inglaterra y Francia)
y que el rompimiento actual de dicha tregua se debe a que nunca se disolvió la OTAN y a que tampoco
se llevaron a negociaciones destinadas no reducir sino a eliminar completamente armamento nuclear
49
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
estratégico sino su eliminación completa aunque esto sea una verdad irrefutable lo que vendría a ser lo
conclusión lógica (disolver la OTAN, desarme nuclear completo) no se apega a la realidad.
De manera que dicha conclusión lógica vendría a ser considerada como “idealista”, no en el sentido
que no sea válido proponerse objetivos de ésta naturaleza en política exterior, pero si en el sentido que,
siendo la política el “arte de lo posible” , defender lo que se hizo en aquella época supone tomar en cuenta
que tampoco hubiese sido factible proceder de otra manera en la coyuntura de 1989-91, lo cual significa
que ambas potencias actuaron de la manera más “realista” que era posible hacerlo en aquel entonces. Sin
embargo, habiendo dicho esto, tenemos también que aceptar que en la coyuntura de este nuevo siglo
que se inicia, proponerse una opción “cero” en cuanto a las armas nucleares no es un objetivo irreal
para todas las potencias nucleares (los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad más India,
Pakistán, Israel y Corea del Norte) como un nuevo punto de agenda, por ejemplo, a ser introducido
en los trabajos de la Conferencia de Desarme en Ginebra, que ya ha negociado con éxito no solo las
convenciones para la prohibición de las armas químicas y biológicas sino también la de prohibición de
pruebas nucleares y actualmente negocia nuevos tratados en materia de materiales fisibles y para evitar
una carrera armamentista en el espacio exterior33. O sea que en el mediano y largo plazo la salida de las
negociaciones de desarme viene a ser la más adecuada para satisfacer ambos paradigmas, el idealista y el
realista.
En síntesis, si se trata de ser “realistas” de nuevo en la coyuntura presente, caracterizada por la reanudación
de las hostilidades entre las dos grandes potencias nucleares, nuestro punto de vista es que lo que se
debería buscar es el puro y simple restablecimiento del equilibrio de poderes (que ha estado a punto de
ser destrozado por la ofensiva presente de la OTAN contra Rusia), recurriendo al esquema clásico de
negociaciones de paz o el arreglo pacífico de controversias como les llama el capítulo VI de la Carta de las
Naciones Unidas de modo que sea posible arribar a la salida sugerida por dos distinguidas personalidades
del mundo académico – demostrando así la utilidad práctica tanto de la Academia como de la Ciencia-- el
norteamericano John Mearsheimer y el ruso Alexander Lukin, cuando ambos proponen la neutralidad
de Ucrania como solución al conflicto. Ya Finlandia y Austria, nada menos, demostraron en plena Guerra
Fría -- antes de la tregua de las dos décadas, como diría Feffer-- tanto la viabilidad como la funcionalidad
pragmática de tal tipo de arreglo para el corto y el mediano plazo. Esta posición satisface plenamente los
requerimientos del idealismo.
Sin embargo, reflexionamos sobre el largo plazo y pensamos analógicamente en lo que podrían decir los
historiadores del futuro, o dicho de otra manera si quisiéramos aplicar a la prospectiva una visión de tipo
longue durée como la de Fernand Braudel, entonces tendríamos que utilizar el enfoque de la paz positiva
(Galtung), que incluye la democracia, el desarrollo sostenible y los derechos humanos, y para llegar a este
necesitamos de la ausencia de guerra y sobre todo, de la ausencia del riesgo de una conflagración nuclear,
es decir, necesitamos del desarme. En otras palabras, no puede haber una verdadera paz sin la realización
plena de todo ello, pero para que eso sea posible --a escala planetaria y no sólo de unos cuantos países--,
la humanidad deberá empeñarse todavía durante largo tiempo.
En suma, con lo expuesto hemos intentado demostrar cómo, sirviéndonos de una metodología holista
e integral, tanto el realismo como el idealismo pueden ser contemplados como las dos caras de una
33 FMCT y PAROS. En cuanto a las convenciones que prohíben las armas químicas, estas son el origen de organizaciones como la OPAQ en
La Haya y la CTBTO en Viena.
50
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
misma moneda lo cual, a su vez, nos permite visualizar mejor cuales son los caminos requeridos para la
construcción de la paz.
51
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
BIBLIOGRAFÍA
Brzezinski, Zbigniew: El Gran Tablero Mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos, Paidós, Barcelona, 1998
Bettati Mario, Hassner Pierre et Rufin, Jean Cristophe: “Ingérance: vers un nouveau droit international?”
y Kouchner, Bernard: Le Mouvement Humanitaire, in: Le Débat, novembre-décembre 1991, numéro 67,
Paris, Gallimard.
Evans, Gareth & Sahnoun, Mohamed: The Responsability to Protect, Report if the International
Commission on Intervention and State Sovereignty (ICISS), International Development Research Center,
Ottawa, December 2001.
Feffer, John: The Cold War Never Ended. Vladimir Putin is not reviving the cold war. Rather the US failed
to end it when it had the chance, in: Foreign Policy in Focus.
Haushofer, Karl: Los fundamentos geográficos de la política exterior, in: Revista Geopolitica (s), Revista
de Estudios sobre Espacio y Poder, Universidad Complutense de Madrid, 2012 vol.3, Num.2, pp.329-336,
Kaplan, Robert: The Revenge of Geography. What the map tells us about coming conflicts and the battle
against fate, Random House, New York, 2012.
Lukin, Alexander: What the Kremlin is Thinking. Putin’s Vision for Eurasia, in: Foreign Affairs, July/
August 2014.
Mackinder, Halford: El Pivote Geográfico de la Historia, in: Revista Geopolitica (s), Revista de Estudios
sobre Espacio y Poder, Universidad Complutense de Madrid, 2010 vol.1, Num.2, pp.301-319,
Mearsheimer, John: Why the Ukraine Crisis is the West’s Fault. The Liberal Delusions that Provoked Putin,
Foreign Affairs, September/October 2014 y
-------------, Structural Realism, in: Online Resource Centre, www.oxfordtextbooks.co.uk/orc/dunne/
Padilla, Luis Alberto: Paz y Conflicto en el Siglo XXI. Teoría de las Relaciones Internacionales, IRIPAZ,
Guatemala, 2009
Spykman, Nicholas: Americas Strategy in World Politics: The United States and the Balance of Power,
New York, Harcourt Brace, 1942
Todd, Emmanuel: Après l’ Empire. Essai sur la décomposition du système américain, Paris, Gallimard,
2002 y ---------,: L´Allemagne tient le continent européen; Une interview d´Olivier Berruyer , in: LesCrises.Fr, 1 Septembre 2014.
Wendt, Alexander: La anarquía es lo que los Estados hacen de ella. La construcción social de la política
de poder in : Revista Académica de Relaciones Internacionales, núm.1, marzo de 2005, Grupo de Estudio
de Relaciones Internacionales (GERI), Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de Madrid (GERIUAM)
52
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Diplomacia pública, un caso exitoso y perspectivas
para la Cancillería costarricense
Charles Salvador Hernández Viale1
Resumen
Abstract
Este artículo busca explicar la importancia de la
diplomacia pública en la diplomacia moderna,
además de exponer sus ventajas mediante la
explicación de un caso de éxito (el holandés) y
finaliza con una propuesta para implementar en
Costa Rica.
This article seeks to explain the importance
of public diplomacy in modern diplomacy, as
well as exhibit its advantages by explaining a
successful case (the Dutch one) and ends with a
proposal of implementation in Costa Rica.
Palabras claves: mundo globalizado, imagen,
herramienta, marca, poder.
Keywords: globalized world, image, tool, brand,
power.
I. Consideraciones previas
En el mundo globalizado de hoy, podemos ver una gran diversidad cultural, de intereses
económicos y políticos donde todos los países procuran diferenciarse unos de otros con el fin de sacar el
mayor provecho de la imagen y las mejores prácticas que tengan cada uno de ellos.
La diplomacia pública (DP) es un tema de vital importancia para la diplomacia moderna. Esta
herramienta práctica es explotada por muchos países de manera estratégica y ordenada con el fin de
ser aprovechada en la promoción y convencimiento internacional. Contrario a lo que ocurre en nuestro
país, donde los esfuerzos en este tema son llevados de manera desordenada y desarticulada, hasta
este momento no se han tomado las previsiones y reformas para aprovechar de manera oportuna esta
importante herramienta diplomática.
Es por ello que con este estudio se procederá a analizar el concepto de DP, se analizará un caso
exitoso de estudio, que sería el de los Países Bajos para terminar con una propuesta práctica para Costa
Rica.
1. ¿Qué es diplomacia pública?
Para efectos de este estudio, DP es la suma de todas las actividades de comunicación exterior
dirigidas no solo a élites o líderes de opinión, sino también al público en general. A largo plazo, tienen por
1
Consejero de carrera. MBA, graduado en Diplomacia, Instituto Rio Branco IRBr, Brasil.
53
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
objeto influir de manera positiva en la imagen y la percepción internacional del país 2 utilizando el poder
suave disponible.
La DP pretende procurar una imagen favorable y realista del país en el exterior, en otras palabras
que la imagen coincida con la realidad o la identidad buscada por parte de las autoridades. El objetivo
principal de la DP es: “(…) influir sobre el comportamiento de un gobierno extranjero de forma indirecta,
ejerciendo influencia sobre las actitudes de sus ciudadanos” 3. La DP busca aprovechar las fuentes del
poder suave de un país, maximizarlas y sacarles la mayor ganancia.
II. Un caso exitoso: la diplomacia pública y los Países Bajos.
El mundo se enfrenta a mayores flujos de información y los países en la actualidad se preocupan
cada vez más por su imagen exterior. Puede tener réditos en varios ámbitos en el caso que fuera positiva,
y múltiples consecuencias si esta es negativa. De acuerdo a múltiples manifestaciones, el gobierno
neerlandés ha manifestado interés en la dinámica de la prensa con respecto a la imagen de su país y su
influencia en el mundo de los negocios. Es manifiesta la preocupación de sus diplomáticos en el público
extranjero y la percepción que puedan tener sobre los Países Bajos y que puede corresponder o no con la
imagen que se desea proyectar.
Mediante la DP y las estrategias de marca país, se persigue dar una visión positiva del país de
cara al público extranjero y se intenta influir en la formación de esta. Sin embargo, para que la diplomacia
y las estrategias de marca país tengan éxito, se necesita saber en primer lugar cómo se ve el país en el
extranjero. Además, es imprescindible tener un conocimiento auténtico del país para poder trabajar en
su imagen e intentar cambiarla. Se trata de una interacción entre la percepción y la identidad, aunque la
imagen que tiene el público objetivo no siempre coincide con la realidad o con la imagen deseada.
1. Imagen del país
Para poder formular de manera correcta una DP, los holandeses han desarrollado sistemas que
buscan cuantificar y tabular la imagen actual del país en cierto lugar y tiempo. Por ejemplo, en 1999
el departamento de Passengers/Marketing Research del principal aeropuerto de Holanda realizó una
investigación cuantitativa sobre la percepción de los Países Bajos entre los extranjeros 4. Esta pesquisa
fue realizada a solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores para tener datos de primera mano sobre
la imagen que tenían los influentials 5 extranjeros sobre los Países Bajos respecto a diferentes aspectos
(turismo, política/ética, negocios y seguridad) y compararla con la de otros países europeos.
2 NOYA, J. (2006). Una diplomacia pública para España. Real Instituto Elcano, Documento de Trabajo (DT) 11/2006, 15/6/2006.
3 NOYA, J. (2007). Diplomacia pública para el siglo XXI. La gestión de la imagen exterior y la opinión pública internacional. Barcelona: Ariel
p. 93.
4 Passengers/Marketing Research (Amsterdam Airport Schiphol) in opdracht van Ministerie van Buitenlandse Zaken (1999).
5 Se entiende por influentials a aquellas personas que mediante su ocupación muestran su opinión a otras personas. En este artículo se
entiende por influential a las personas que laboran como gerentes o en las administraciones públicas, puede ser una empresa de medios
o un consultor independiente. Noya nos dice que “dentro de la población general, encontramos algunos segmentos que interesan más a la
diplomacia”. Se refiere a los “sectores multiplicadores” que son entre otros los líderes de opinión y los jóvenes.
54
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Producto de este estudio, se logró obtener materia prima muy valiosa para formular la DP
holandesa. Este tipo de mediciones son constantes para formular la DP y escoger las herramientas óptimas
para llevarla a cabo. Junto a este tipo de análisis, la Cancillería holandesa lleva a cabo también estudios
cualitativos en ciertos grupos de personas y en distintos países 6.
2. Experiencia holandesa en diplomacia pública y marca país
Una vez obtenidos los parámetros de la imagen país, estos insumos se utilizan para elaborar todo
tipo de políticas públicas para mejorar o mantener la percepción pública. Los países buscan cambiar o
influir en la imagen exterior existente. Hay diversas maneras de hacerlo: la DP y las estrategias de marca país,
dos maneras que, según Noya, son “los dos tipos básicos de estrategia de comunicación internacional” 7.
Los motivos por los que los países se ocupan de la DP generalmente tienen que ver con momentos
de crisis o percepciones de opinión internacional bajas 8. Ejemplo de esto fue el caso de la DP activa de los
Estados Unidos durante la Guerra Fría y después de los atentados del 11-S. De igual manera ocurrió con
los Países Bajos, que empezaron con actividades de DP a la luz de una opinión pública extranjera negativa
y que fue dominada por asuntos éticos como la eutanasia, el aborto y las drogas 9.
La DP y los proyectos de marca país pueden ser realizados de diferentes maneras, orientados a
corto, mediano o largo plazo y pueden ser llevados a cabo de distintas maneras y con distintas actividades.
Noya apunta que las actividades de marca país o la DP no sólo consisten en grandes campañas mediáticas,
sino también en actividades diplomáticas que las embajadas en los diferentes países desarrollan desde
hace tiempo, y muchas de ellas entendidas como actos culturales. En la gestión de la imagen exterior,
distingue en tres niveles de comunicación: en primer lugar el nivel “micro” que es la comunicación cara
a cara, el nivel “meso”, con que entiende las redes de contacto, y por último, el nivel “macro”, con lo que
quiere decir los medios masivos de comunicación 10.
La política exterior del gobierno neerlandés tiene ocho objetivos principales, uno de estos dice:
“refuerzo del perfil cultural y la formación de una imagen positiva” 11. Se enfoca especialmente en un
perfil cultural fuerte a nivel internacional y pretende obtener más conocimiento y apoyo para los Países
Bajos en el extranjero. Mediante la cultura, los Países Bajos buscan mostrarse como un país progresista,
creativo, innovador y abierto, lo que hace que su posición en el exterior se encuentre fortalecida. La
colaboración internacional, como lo mencionan los textos oficiales publicados en la página web, acentúa
la calidad y la diversidad cultural neerlandesa, además del papel de los Países Bajos como país organizador
para el intercambio internacional cultural. Además de la cultura, el ministerio de relaciones exteriores
holandés establece para cada país una serie de lineamientos de interés mutuo. Para conseguir que la
política exterior de los Países Bajos se presente de manera adecuada también se invierte en la DP, esfuerzo
llevado a cabo por las misiones en el exterior.
6 La imagen de Holanda, bajo influyentes extranjeros en Bélgica, Alemania ,Francia , Gran - Gran Bretaña y Estados Unidos, disponible en:
http://www.minbuza.nl.
7 Noya, J. (2007). Diplomacia pública para el siglo XXI. La gestión de la imagen exterior y la opinión pública internacional. Barcelona: Ariel p.
74.
8 Melissen, J. (2005). The New Public Diplomacy. Soft Power in International Relations. New York: Palgrave Macmillan, p. 9.
9 Ibid. 9.
10 Noya, 2007 pp. 66-67.
11 Perfil cultural y la imagen positiva (fuente: http://www.minbuza.nl).
55
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
La imagen exterior de un país es importante, y sobre todo la que tiene el público general. Ya no
son solamente los líderes políticos y la élite oficial, los diplomáticos y otros representantes del Estado que
actúan en la vida política nacional e internacional, sino que también el público general ejerce cada vez más
influencia en la política y en las relaciones económicas transnacionales 12. Las actividades de la DP que
emprende el Ministerio de Asuntos Exteriores se realizan, como se dijo antes, mediante las embajadas y
consulados desde hace tiempo, sin embargo, a partir de 2003 se decidió por un enfoque estructural 13.
La Dirección de Información y Comunicación del Ministerio de Asuntos Exteriores neerlandés es
el ente encargado de coordinar los esfuerzos en DP, no obstante, tal como ocurre en sus misiones, estos
esfuerzos requieren de la coordinación entre diversas direcciones que llevan temas de carácter sustantivo.
Es así como esta dirección encargó al Clingendael Netherlands Institute of International Relations (CDSP)
algo parecido al Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta pero de carácter privado, de
elaborar un manual que sirve de guía para las delegaciones del ministerio en el exterior. Este compendio
ofrece una base para la práctica de la DP en el exterior, pero es imprescindible que se adapten a la situación
de cada país, ya que pueden surgir distintos temas, se trata de diferentes grupos objetivos, presupuestos
y los enfoques deseados 14.
Hay muchas posibilidades para la DP, pero los recursos (económicos y humanos) son limitados
incluso para los Países Bajos, lo cual ha llevado a discriminar en cuanto a los distintos destinos y en temas
principales 15. Sin embargo, esto no quiere decir que en los países pequeños la DP sea menos importante 16.
En general, las políticas de la DP dependen de dos preguntas centrales.
En primer lugar se ocupa de a qué grupos meta y con qué medios se quiere transmitir el mensaje;
en segundo lugar, se pregunta cuál es la dirección que se intenta tomar a largo plazo y en qué se enfatiza17.
En la práctica, la elaboración de una estrategia de DP precede de diferentes fases en las que se indica lo que
se quiere conseguir en un país. Se realiza un análisis de la relación bilateral y una investigación local sobre
la imagen y el conocimiento que se tiene de los Países Bajos. Después, hay que formular los objetivos y lo
que se quiere transmitir, identificar los grupos meta, definir los instrumentos para alcanzar los diferentes
grupos, y finalmente hacer una evaluación 18. Se trata de tender un puente sobre la diferencia que pueda
existir entre la imagen que tiene el grupo objetivo y la deseada por parte de las autoridades neerlandesas.19
En lo que se refiere a la marca país hay todo un proyecto andando llamado Holland Branding, el cual
es coordinado entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Cooperación Internacional,
que cuenta con una serie de herramientas destinadas a dar apoyo a los esfuerzos comerciales holandeses.
12 Public Diplomacy in Practice, a manual commissioned by the Information and communication Department (DVL) of the Ministry of Foreign
Affairs of the Netherlands, Clingendael diplomatic Studies Programme (CDSP). En: A. Gonesh & J. Melissen (2005). Public Diplomacy.
Improving practice. Den Haag: Clingendael diplomacy Papers No. 5, p. 4.
13 Ibid. p. 4.
14 Ibid. p. 3.
15 Ibid. p. 4-5.
16 Ibid. p. 5.
17 Ibid. p. 7.
18 Ibid. p. 7-8.
19 Ibid. p. 7.
56
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
La ejecución de la DP y las actividades concretas que las representaciones en el extranjero llevan
a cabo, parten de las líneas generales que se establecieron en la estrategia, pero también depende del
desarrollo reciente en los Países Bajos o del mundo y acontecimientos especiales 20.
Aparte de las actividades que emprende el Ministerio desde las representaciones en el extranjero,
se debe tener en cuenta los acontecimientos imprevistos, por ejemplo el asesinato de Theo van Gogh y
los disturbios sociales en el país 21. Estos necesitan una reacción rápida y a corto plazo tendrá que haber
información y un mensaje que clarifique la crisis. A largo plazo, cuando exista inquietud en el país o
cuando haya incomprensión, también se debe actuar aclarando los sucesos 22.
3. Diplomacia pública y marca país neerlandesa en las embajadas
Como parte de este estudio, llevé a cabo una visita a la embajada de este país donde, de manera
general, me explicaron su rol en estos esfuerzos 23.
En cada una de las embajadas neerlandesas hay un coordinador de DP, el cual puede ser diplomático
o bien personal contratado en el país (la segunda opción se está utilizando mucho por cuestiones de
presupuesto). No hay un requisito académico en sí para ejercer ese cargo, no obstante, es necesario estar
familiarizado con la sociedad civil y los medios del país.
A estos coordinadores les dan una guía básica con los lineamientos generales para este país, a
partir de estas pautas el coordinador puede proponer otras acciones. A estos funcionarios se les capacita
de manera continua en esta materia, a lo largo de su cargo y se les entrega un llamado tool kit del Holland
Branding y que consta de todo tipo de informaciones, presentaciones, fotograf ías, banners, videos y otro
tipo de herramientas de uso tanto para la coordinación de la DP como para las oficinas sustantivas;
diplomacia económica, responsabilidad social empresarial, cooperación para el desarrollo y política.
Además, en ese manual se establecen el modelo en las que deben basarse para la confección de páginas
web y redes sociales, y recomendaciones de lo que deben o no contestar.
Como se mencionó más arriba, también las embajadas elaboran una estrategia anual en conjunto
con las otras oficinas sustantivas de la misma y llevan a cabo cada cierto tiempo estudios de imagen.
Para el año pasado, se encontraban preparando uno, en conjunto con la Universidad Latinoamericana de
Ciencia y Tecnología (ULACIT).
En el caso de la embajada en Costa Rica, la cual es concurrente para Centroamérica, los temas
asignados en DP son la agroindustria, la agricultura y los derechos humanos. Para el caso costarricense,
los temas que desarrollan son derechos humanos, derechos de las mujeres, acceso a las justicia y seguridad
ciudadana.
El público meta escogido son las organizaciones gubernamentales, Organizaciones No
Gubernamentales, prensa, grupos de interés o de presión, universidades y empresarios.
20 Ibid. p. 13.
21 Ibid. p. 16.
22 Ibid. p. 16.
23 Entrevista con Amber Douma, oficial de diplomacia pública de la Embajada del Reino de los Países Bajos. 9 am, 8 de agosto de 2013.
57
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Las herramientas por utilizar son las visitas, almuerzos, paneles, visitas, presentaciones culturales,
mesas redondas, prensa, seminarios, persona-persona, webpage y redes sociales.
La dinámica entre esta oficina y las otras áreas se da estimulando grupos de trabajo, y se animan
y vigilan los esfuerzos en todos los temas para difundirlos y promoverlos. En todo este trabajo, el área de
prensa puede abarcar el 10% de la labor total de esta despacho.
Para esto se solicita que todo plan anual tenga una labor de seguimiento y control de gastos en
este rubro, y análisis de costos y resultados de los mismos.
III.Diplomacia pública, un desafío para la diplomacia costarricense.
Para hablar de la DP, es necesario tener claro que esta herramienta no ha sido desarrollada en
nuestro país, por eso hay que iniciar desde cero. Previo a entrar en la explicación de una propuesta
práctica es necesario desarrollar algunos conceptos.
1. Cuáles son las fuentes de poder suave de Costa Rica?
Para dar un mejor panorama de la importancia de la DP para nuestro país, es necesario determinar
las fuentes del poder suave. Nye explica que el llamado soft power no es solo influencia, porque este
puede ser parte del poder duro, como amenazas; y, además, es más que persuasión, aunque es una parte
importante de esta. En el marco de la política mundial, el concepto de soft power que plantea Nye consiste
entonces en establecer los puntos de la agenda de negociación política, origen importante de poder
político, para atraer a otros Estados, por vías diferentes a la amenaza del uso de la fuerza militar o a las
sanciones económicas. Este punto es importante para entender la realidad costarricense, al no contar con
medios militares.
En ese orden de ideas, el soft power es la habilidad de atraer, y la atracción usualmente lleva a la
adhesión 24. Las fuentes del soft power, según Nye, son tres: (i) la cultura, en la medida en que atrae a
otros, (ii) la política exterior y (iii) los valores políticos 25 .
La primera se utiliza mucho como una forma de sensibilización de la población meta a ciertos
principios fundamentales de la cultura; en el caso costarricense, en esto se puede explotar en el idioma, la
prensa, la literatura, la cinematograf ía y la pintura, entre otros. La idiosincrasia perfectamente se podría
vender con la organización de seminarios, mesas redondas, literatura, lanzamiento de libros y el uso de la
prensa para atrapar adeptos a nuestras ideas políticas y sociales; y los valores políticos se podrían procurar
de igual manera promoviendo específicamente ciertos temas que se deben escoger como prioritarios en
materias relacionadas a la política exterior y la promoción como lo pueden ser el libre comercio, salud,
derechos humanos, fechas importantes, responsabilidad social o cualquier otro tema 26.
24 Nye, Joseph, (2004). Soft Power. The means to success in world politics. New York:.Public Affairs.
25 Ibid. p. 11.
26 VILLAMIZAR LAMUS, Fernando, El soft power Chino, Facultad de Derecho, Universidad de los Andes, Vol. IX, n° 14, junio 2011.
58
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
2. Cuáles son sus herramientas y variantes?
La DP es muy amplia y su desarrollo supone la pérdida del monopolio de la información, hoy el
Estado no es más que un actor, muchas veces ni siquiera es el más importante en la construcción de este
prestigio.
El poder blando supone la sustitución del realismo político, consecuencia directa del poder duro,
por la que se ha venido a llamar noopolítica, que es una “aproximación al gobierno que, llevada a cabo
tanto por el no Estado como por el Estado, enfatiza el papel del poder blando internacional en la expresión
de ideas, valores y normas mediante cualquier tipo de medio” 27 . En esta nueva política, el Estado necesita
contar con nuevas herramientas que, como señalan algunos autores, serían “armas de comunicación
masivas”.
El Estado contaría con instrumentos tan disímiles como el idioma (básica herramienta), la cultura
en sus distintas manifestaciones (escultura, música, literatura, cine y pintura), la moda, los medios de
comunicación, la gastronomía, el deporte, los negocios, la industria, los intercambios comerciales, y la
acción de los ciudadanos en sus distintas versiones (turistas, estudiantes, trabajadores y migrantes) 28.
El Estado tiene todas estas herramientas, y le corresponde establecer una orientación estratégica
(basada en una política exterior clara), iniciar el proceso, impulsarlo, coordinarlo, desbloquear las
dificultades, y transformar sus estructuras adaptándolas a las nuevas estructuras sociales para poder
desarrollar estas nuevas funciones de movilización, a través de llamadas a la acción; conexión, coordinando
estos actores en pro de un objetivo común; y adaptación, entendida como la voluntad de cambiar sus
propios puntos de vista para entrar en un diálogo útil con otros 29.
Su debida coordinación y sistematización será de mucha utilidad para identificar necesidades y
formular las directrices de la DP.
3. Propuesta de diplomacia pública para Costa Rica
Es importante indicar que en Costa Rica no existe un esfuerzo estratégico ni organización legal sobre DP
dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, por lo tanto se expone la siguiente propuesta práctica:
a.Objetivos:
Para efectos de este trabajo los principales objetivos serán tres:
-
La coordinación entre misiones y la capital. Actualmente es inexistente la elaboración de una
estrategia de DP, y todos los esfuerzos de promoción que llevan nuestras misiones son llevados
a cabo de manera aislada. Es necesario crear una unidad especializada que se dote de suficiente
27 NOYA, Javier (2010). Diplomacia pública para el siglo XXI, Ariel.p.105.
28 GLASSGOLD, S (2004): Public Diplomacy: The Evolution of Literature, EEUU, USC Annenberg School for Communication, www.
uscpublicdiplomacy.com/pdfs/Stacy_Literature.pdf.
29 SLAUGHTER, Anne-Marie (2011). A New Theory for the Foreign Policy Frontier: Collaborative Power. The Atlantic. http://www.theatlantic.
com/international/archive/2011/11/a-newtheory-for-the-foreign-policy-frontier-collaborative-power/249260/)
59
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
personal para ayudar a la formulación de estrategias y directrices y para dar seguimiento a la
labor de las misiones en el exterior. Para esto es importante que cada embajada cuente con un
funcionario a cargo de esta área. En el Ministerio, esta unidad podría ser una dirección que
servirá de enlace entre la Dirección General de Servicio Exterior, la Dirección General de Política
Exterior, Centro de Tecnologías de Información y Comunicación y la Dirección de Comunicación
Institucional, y emitirá las directrices de proyección de prensa, internet, redes sociales y otros.
-
Manejo de la información. Es importante contar con un plan anual de acciones, con prioridad de
llevar a cabo estudios de imagen y análisis de percepciones de Costa Rica, tanto en el país como
en los países donde se encuentren las misiones.
-
Diplomacia educativa como herramienta: Esta herramienta sería solamente una pequeña parte
de una hipotética estrategia macro de DP. En este caso le correspondería desarrollarla por el
Instituto del Servicio Exterior, enmarcada dentro de una estrategia global institucional de DP.
b.Acciones:
Para llevar a cabo estos objetivos es necesario ejecutar las siguientes acciones:
- Establecer una Dirección de DP de acuerdo a las necesidades del Ministerio, con personal
adecuado para atender a nuestras misiones. El rol de esta oficina sería la de asistir al ministro
de Relaciones Exteriores para elaborar una estrategia de DP; para este fin se utilizaría el recurso
humano existente en las embajadas. Esta dirección elaboraría las directrices y los temas para
desarrollar de acuerdo a cada país, y los encargados en el exterior elaborarían un plan anual y lo
adecuarían a las necesidades de cada país.
- Constituir una comisión interinstitucional de consulta para el establecimiento de los contactos
para la recopilación de información y material de promoción. La coordinación de esta comisión
correspondería a la Cancillería.
-
Elaborar un estudio de imagen país en Costa Rica y en los países donde Costa Rica tiene acreditados
misiones diplomáticas.
- Fijar, en coordinación con otras direcciones, las prioridades en esta materia. Al mismo tiempo,
elaborará un manual y un kit para embajadas. En este punto, la ayuda de la academia diplomática
será fundamental.
- Dentro de estos esfuerzos, la academia procurará, por medio de cooperación internacional,
restablecer un sistema de becas para que estudiantes centroamericanos cursen la maestría en
diplomacia.
c. Público meta:
La DP es la suma de todas las actividades de comunicación exterior dirigidas a líderes de opinión,
pero también a la opinión pública general, que a largo plazo tienen por objeto influir de manera positiva
en la imagen y la percepción 30.
30 Noya, J, 2006.
60
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
Por grupos metas “no oficiales” entendemos a: individuos y grupos fuera de las autoridades
nacionales, por ejemplo los medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales, universitarios,
el mundo de negocios y sociedad civil en general 31.
Para llevar a cabo estos esfuerzos, nuestras embajadas en el exterior estarían autorizadas para
desarrollar, mediante visitas, almuerzos, paneles, presentaciones culturales, seminarios, web page y redes
sociales, la difusión y promoción de nuestras nuestros objetivos de DP y para ello dispondrían en cada país
de medios de comunicación, Organizaciones No Gubernamentales, pueblos o comunidades fronterizas,
países amigos, cooperantes y agencias, sector turismo y tomadores de decisión, entre otros.
IV.Conclusiones.
Nuestro país no está exento de los efectos de no tomar decisiones para llevar a cabo cambios
beneficiosos de manera oportuna en diversos temas. En la actualidad podemos observar temas clave que
pueden ejemplificar estos momentos, como lo son: el desarrollo de infraestructura en comunicaciones
terrestres, sistema político, crisis fiscal, desarrollo sostenible, entre otros. En este caso, ese trata de la DP,
el cual, tal como se pudo ver, es una materia que no ha sido desarrollada por la diplomacia costarricense
mediante una estrategia articulada, sino por iniciativas aisladas de las embajadas y la Cancillería. Se
propone tomar una decisión en este momento para aprovechar a corto o mediano plazo los beneficios
que puede traer una política clara en este tema.
La DP surge del mundo globalizado en el que las relaciones internacionales se han hecho más
complicadas, por lo cual la realidad diplomática ha cambiado 32.
Noya establece dos comparaciones para ilustrar la importancia de la DP, lo cual muestra también
la diversidad en las opiniones que existen respecto al tema. La primera comparación que hace es con un
zapador: “la diplomacia pública puede preparar el terreno a la diplomacia tradicional” 33. Con esto quiere
decir que la DP en su comunicación puede dar información, y de esta manera ya prepara al público para
las acciones y estrategias del gobierno 34. En la segunda, la DP es comparada con un colchón: garantiza
la continuidad de los vínculos y cauces de comunicación entre los países, aún cuando las relaciones
diplomáticas formales puedan estar deterioradas o haberse roto 35.
Para efectos costarricenses, es fundamental la coordinación por Cancillería de estos esfuerzos de
DP, esto sin dejar de lado la importancia que pueden tener otro tipo de acercamientos no gubernamentales
y que pueden tener repercusiones en el poder blando del país.
31 Public Diplomacy in Practice, a manual commissioned by the Information and communication Department (DVL) of the Ministry of Foreign
Affairs of the Netherlands, Clingendael diplomatic Studies Programme (CDSP). En: A. Gonesh & J. Melissen (2005). Public Diplomacy.
Improving practice. Den Haag: Clingendael diplomacy Papers No. 5.
32 MELISSEN, J. The new public diplomacy. Soft power in international relations. New York: Palgrave Macmilian, 2005, p.5.
33 Noya, 2007, p. 93.
34 Noya, 2007, p. 93.
35 Noya, 2007, p. 93.
61
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
De experiencias como las de los Países Bajos se puede rescatar lo práctico que es su sistema: simplemente
es darle la relevancia necesaria y dotar a la oficina que se propone de los recursos presupuestarios y de
talento humano.
Por todo lo anterior, el modelo de DP debería basarse en la dirección de la Cancillería, establecer una
Dirección fuerte que la atienda y establecer un modelo básico y practico que implique la utilización de la
capacidad instalada en recursos humanos disponibles en nuestras embajadas.
Para realizar este o cualquier otro plan para mejorar la gestión de la DP, podemos observar varias
amenazas que pueden atentar contra su implementación y que enumero a continuación:
-
Falta de voluntad política: para llevar a cabo estos cambios es importante que exista interés de los
jerarcas para impulsar estas transformaciones.
-
Resistencia a los cambios dentro de la organización: suele ocurrir, sobre todo en la administración
pública.
- Recursos económicos insuficientes: que no se asignen los recursos económicos necesarios para
llevar a cabo una nueva organización en la Cancillería y para reproducir el material necesario
para implementar la DP.
La DP promueve la maximización de los recursos que dispone un Estado para mejorar la calidad
de la formulación y puesta en práctica de la política exterior. En la actualidad, gran cantidad de países,
grandes y pequeños, desarrollan estrategias y cuentan con estructuras que procuran sacar la mayor
cantidad de beneficios de la DP y facilitar así la consecución de los intereses nacionales. Dado que en
la actualidad, Costa Rica no explota las ventajas que puede ofrecer el desarrollo de esta herramienta, es
urgente procurar de alguna manera la creación de esta. De no llevar a cabo estos cambios, estaremos en
desventaja en este campo y otros países aprovecharán estos vacíos.
62
Revista Costarricense de Política Exterior
Política Internacional y Temas Conexos
V.Bibliografía.
Libros
-
APPLEYARD, Dennis y FIELD, Alfred, International Economics. Tercera edición, McGraw Hill, 1998,
caps. 2-3.
- GLASSGOLD, S (2004): Public Diplomacy: The Evolution of Literature, EEUU, USC Annenberg
School for Communication, www.uscpublicdiplomacy.com/pdfs/Stacy_Literature.pdf.
- MELISSEN, J. The new public diplomacy. Soft power in international relations. New York: Palgrave
Macmilian, 2005.
-
NOYA, J. (2007). Diplomacia pública para el siglo XXI. La gestión de la imagen exterior y la opinión
pública internacional. Barcelona: Ariel.
-
NOYA, Javier (2010). Diplomacia pública para el siglo XXI, Ariel.
Artículos
- MANSFIELD, Edward, “The New Wave of Regionalism”, en International Organization, vol. 53,
número 3, verano de 1999.
-
NOYA, J. (2006). Una diplomacia pública para España. Real Instituto Elcano, Documento de Trabajo
(DT) 11/2006, 15/6/2006.
-
NYE, Joseph, (2004). Soft Power. The means to success in world politics. New York: Public Affairs.
- Public Diplomacy in Practice, a manual commissioned by the Information and communication
Department (DVL) of the Ministry of Foreign Affairs of the Netherlands, Clingendael diplomatic
Studies Programme (CDSP). En: A. Gonesh & J. Melissen (2005). Public Diplomacy. Improving
practice. Den Haag: Clingendael diplomacy Papers No. 5.
- SLAUGHTER, Anne-Marie (2011). A New Theory for the Foreign Policy Frontier: Collaborative
Power. The Atlantic. http://www.theatlantic.com/international/archive/2011/11/a-newtheory-forthe-foreign-policy-frontier-collaborative-power/249260/)
63
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
El Doctor Herrera
Don Vicente Herrera Zeledón,
tres veces canciller interino de Costa Rica
Jorge Francisco Sáenz Carbonell 1
A la memoria de Celina Herrera de Sáenz
I.- El hombre.
1.- La familia.
Don Vicente de las Mercedes Herrera Zeledón nació en la ciudad de San José y fue bautizado el
20 de enero de 1821. Posiblemente había nacido ese mismo 20 de enero, ya que la costumbre de la época
era bautizar a los niños el día de su nacimiento o a lo sumo al siguiente. Sus padres fueron Cleto Herrera
y Salazar y Doña Antonia Zeledón. Su partida de bautismo dice literalmente:
“En la Ciudad de San Jose, á veinte de Enero de mil ochocientos veinte, y uno: Yo Dn.
Jose Ant° Castro Teniente de cura, hize los exorcismos Baptize solemte. puse Olio y Chrisma
á Vicente de las Mercedes Español, hijo lex° de Cleto Herrera y Dª Antª Zeledon; Abuelos
1
Director del Instituto Diplomático y catedrático de la Universidad de Costa Rica.
65
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Paternos Juan Herrera y Feliciana Salazar. Materna Dª Juana Zeledon, esta es la Madrina, le
adverti su obligación y parentesco Espiritual, y para que conste lo firmo = Jose Antonio Castro.” 2
El antepasado paterno más antiguo que se conoce de la familia Herrera, asentada desde principios
del siglo XVIII en sector occidental del Valle Central, conocido entonces tiempos como valle de Aserrí,
fue el ayudante José Hermenegildo de Herrera. Aunque se ignoran los nombres de sus padres, es muy
posible que el ayudante Herrera fuera pariente cercano de Don Diego de Herrera Campuzano (16531714), gobernador interino de Costa Rica de 1704 a 1707, puesto que varios deudos de aquel, entre ellos
su hijo Pedro, utilizaron como apellido la forma compuesta Herrera Campuzano 3. Cabe indicar que
el gobernador, nacido en la población española de Polanco, en la provincia de Santander, era hijo de
Francisco de Palacio Herrera y María de Campuzano 4, por lo que quizá la varonía de esta familia sea en
realidad Palacio Herrera en lugar de simplemente Herrera.
José Hermenegildo de Herrera fue casado con Doña Bernardina Pérez y Chaves, quien era
hija de Juan Pérez y Antonia Chaves. La pareja Herrera-Pérez residió inicialmente en el pueblo de la
Inmaculada Concepción de Cubujuquí (hoy Heredia), donde fueron bautizados algunos de sus hijos,
pero posteriormente se estableció en la naciente población de San José, donde fueron sepultados José
Hermenegildo el 11 de mayo de 1761 y Doña Bernardina el 18 de mayo de 1794 5. Hijo de este matrimonio
fue, entre otros, Luis de Herrera y Pérez, quien casó en San José el 6 de enero de 1761 6 con Josefa Matilde
de Castro, hija de Eusebio de Castro y María de Umaña, fallecida en San José en octubre de 1823, a los
ochenta años de edad 7. Su hijo Juan José de Herrera y Castro casó en San José el 20 de julio de 1797 con
Feliciana Salazar y Retana, mestiza, hija de Nicolás Salazar y María de la Rosa Retana, que fue sepultada
en San José el 28 de abril de 1814 8.
Hijo de Juan José de Herrera y Feliciana Salazar fue, entre otros, José Cleto de Herrera y Salazar,
quien fue bautizado en San José el 26 de abril de 1798 9 y murió en esa misma población el 6 de diciembre
de 1880 10, a los ochenta años y dos de edad. Cleto Herrera, como se le conoció de adulto, casó en primeras
nupcias alrededor de 1816 con Doña Antonia Zeledón Masís, posiblemente en San José.
Doña Antonia Zeledón, madre de don Vicente, era hija natural de Doña Juana María Zeledón y
Masís y al parecer de un individuo llamado Francisco Zúñiga, de quien no se tienen otros datos 11. Los
2https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11781-33684-88?cc=1460016&wc=MLLJ-YWP:375534501,376447901,376529901
3 Matrimonio en Heredia en 1800 de Bernardino Herrera Camposano, hijo de Pedro de Herrera Camposano y Juana Vázquez, con María
Ignacia Córdoba y Quirós, en https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12391-256714-87. José Bernardino había sido bautizado en
Heredia en 1774, como hijo de Pedro de Herrera y Juana Vázquez, españoles, https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11601-8646722. También en la población de Heredia se efectuó en 1801 el bautizo de Josefa Paula, hija de José Tomás Herrera y Camposano y María
Teresa Rodríguez; cuya madrina fue Gertrudis de la Trinidad Herrera y Camposano, en https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-26711877-66641-16
4 GRUB, Udo, Boceto cronológico y genealógico del Poder Ejecutivo de Costa Rica, inédito,1994, pp. 144.
5https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11776-10103-25
6https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11049-109390-72
7https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQKC-7F9
8https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQKH-PMY
9https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3Y-8VG
10 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11809-18176-0 ; La Gaceta, 8 de diciembre de 1880.
11 Aunque hemos visto alguna fuente manuscrita en la que se atribuye la paternidad de Doña Antonia Zeledón a don Joaquín Bernardo Calvo
Rosales, tal cosa es cronológicamente imposible, puesto que el señor Calvo Rosales nació en 1799 y en consecuencia era más o menos de la
misma edad que Doña Antonia, cuyo matrimonio con Cleto Herrera y Salazar debió celebrarse alrededor de 1816.
66
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Zeledón provenían originalmente de Cartago. Por línea de varón, su más antiguo antepasado conocido
fue Gaspar de los Reyes, quien nació en Cartago alrededor de 1680 y casó con María Jacinta Argüello.
Hijo de esta pareja fue, entre otros, José Miguel de los Reyes y Argüello, quien contrajo nupcias con
María Aguilar. Su hijo José Francisco de los Reyes y Aguilar, también llamado José Francisco “de los Reyes
Zeledón”, casó en Cartago en 1756 con María Francisca Masís y Fernández 12. En el hogar Zeledón-Masís
nació, entre otros hijos, Doña Juana María Zeledón, madre de Doña Antonia Zeledón y abuela materna y
madrina de don Vicente Herrera.
En el hogar Herrera-Zeledón nacieron diez hijos 13:
1.-
2.-
3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.- 10.- Miguel, nacido alrededor de 1817 14, casó con doña Andrea Castro.
Gabriela, fallecida en la infancia.
Vicente de las Mercedes, casó con Guadalupe Gutiérrez García.
María de los Santos, soltera.
Joaquín de la Concepción, nació en San José el 7 de diciembre de 1826 15 y murió en la infancia.
José Ana, casó en San José el 9 de enero de 1860 16 con doña Nicolasa Paut y Alcázar. De este
matrimonio fueron nietos, entre otros, monseñor Rubén Odio Herrera, arzobispo de San José,
y el doctor don Carlos Sáenz Herrera, vicepresidente de la República y benemérito de la Patria.
José Ezequiel de Jesús, bautizado en San José el 28 de marzo de 1832 17, casó en San José el 18
de enero de 1860 con doña María Troyo y Quirós 18.
María Evarista de Jesús, bautizada en San José el 30 de octubre de 1833 19, casó en San José el
30 de mayo de 1858 con don Ángel Arceyut (Arzayus) 20, y murió en Santa Cruz de Guanacaste,
donde fue sepultada el 27 de agosto de 1859 21. Doña Evarista murió a los cinco meses de dar a
luz a su hija única, Antonia Peregrina María de Jesús Arceyut Herrera 22.
José Florentino de Jesús, bautizado en San José el 14 de marzo de 1835 23, casó en San José el 15
de noviembre de 1863 con doña Dolores Torrealba 24.
Jacinta, fallecida en la infancia.
En el testamento que don Cleto y doña Antonia otorgaron conjuntamente en San José el 18 de
mayo de 1837, indicaron como hijos a Miguel, Vicente, María de los Santos, José Ana, Ezequiel, Evarista
y Florentino. Don Cleto también mencionó en el documento a un ahijadito llamado Lorenzo Sánchez y a
12 Sobre la familia Zeledón (Reyes), V. FUENTES BAUDRIT, Hernán, “Sobre el origen de la familia “Zeledón” y su apellido”, en Revista de la
Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas, San José, N° 23, Noviembre de 1976, pp. 245-251.
13 ODIO, Enrique, Lista clasificada de la familia Herrera, San José, mimeografiado, 1ª. reimpr. de la 2ª. ed., 1993, p. 4.
14 Mediante escritura de 14 de noviembre de 1817, Cleto Herrera emancipó a su hijo Miguel, de 20 años, ARCHIVOS NACIONALES, Índice
de los Protocolos de San José 1837-1859, San José, Tipograf ía Nacional, 1ª. ed., 1905, p. 23.
15https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FLSD-DLH
16 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-147523-35
17 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3N-4RC
18 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-147523-35
19 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3X-FMZ
20 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-145793-29
21 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11741-98956-67
22 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11116-20461-80
23 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3F-L9G
24 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-149025-76
67
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
dos primos hermanos, hijos de su tío don Higinio Herrera y Castro, “que son muditos, de cuyos nombres
no me acuerdo” 25. Los esposos Herrera-Zeledón volvieron a testar conjuntamente en San José el 26 de
noviembre de 1845 26. Doña Antonia testó una tercera vez el 22 de octubre de 1852, ante el alcalde primero
constitucional de San José 27, y don Cleto el 16 de mayo de 1856, ante el juez civil y de comercio de San
José 28.
Doña Antonia Zeledón de Herrera murió en San José y fue sepultada el 10 de octubre de 1854
. Su viudo casó en segundas nupcias en Desamparados el 6 de mayo de 1855 con la señorita Joaquina
Leonarda de Jesús Ureña y Mora, bautizada en esa población el 6 de noviembre de 1839 30 e hija de
don José de Jesús Ureña y Padilla y doña Rudecinda Mora y Padilla 31. En ese entonces, don Cleto tenía
cincuenta y siete años de edad y su segunda esposa quince. Se cuenta que “ella se subía a los árboles
a apear naranjas, jocotes y guayabas, mientras que a su esposo, en tierra con bordón en la mano, ya le
costaba juntarlas” 32. Doña Leonarda enviudó de don Cleto el 6 de diciembre de 1880 33 y falleció en 1890,
a los cincuenta años de edad 34.
29
En el hogar Herrera-Ureña nacieron seis hijos, medios hermanos de don Vicente Herrera:
1.- Aurelia Rafaela de la Concepción, bautizada en San José el 8 de diciembre de 1856 35, casó en
San José el 29 de noviembre de 1873 con don Vicente Rodríguez 36.
2.- Rosa Coronada de Jesús, en San José el 19 de enero de 1859 37, casó en San José el 23 de enero
de 1890 con don Salvador Pasapera y Campderú 38, español, viudo de su hermana doña Delfina.
3.- Rafaela Esmeralda de los Dolores, nació en San José el10 de abril de 1862 39, casó en San José el
8 de junio de 1881 con don Julián Segura Ureña 40.
4.- Joaquín José Julián de Jesús, bautizado en San José el 28 de enero de 1865 41, casó el 22 de junio
de 1890 con doña Celina Barrantes Otárola 42. ,
25 ARCHIVOS NACIONALES, Índice de los Protocolos de San José 1837-1859, San José, Tipograf ía Nacional, 1ª. ed., 1905, pp.13-14.
26 ARCHIVOS NACIONALES, Índice de los Protocolos de San José 1837-1859, San José, Tipograf ía Nacional, 1ª. ed., 1905, p.286.
27 A. N. C. R., S. H., Alcaldía Primera Constitucional de San José, CR-AN-AH-LYCH-000196-PI-F230.
28 A. N. C. R., S. H., Juzgado de Primera Instancia Civil y de Comercio de San José, CR-AN-AH-LYCH-000151-PI-F13.
29 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11819-61530-84
30 https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:NQ2M-97D
31 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11606-116786-79
32 ODIO, 1993, p. 4.
33 La Gaceta, 8 de diciembre de 1880.
34 A. N. C. R., S. H., Juzgado Segundo Civil de Comercio de San José, CR-AN-AH-CSJ-MORIN-SJ-008027.
35 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-137726-66
36 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL36-JTL
37 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-138718-74
38 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11767-151713-28
39 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FLQF-2JD
40 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3X-1TP
41 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11619-17230-19
42 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11767-151997-22
68
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
5.- Josefa Ana Cleta de los Dolores, nació en abril de 1867 y fue sepultada en San José el 8 de mayo
de 1867 43.
6.- Josefa Elena Delfina, bautizada en San José el 22 de mayo de 1868 44, casó en San José el 26 de
noviembre de 1882 con don Salvador Pasapera y Campderú, español 45.
Don Vicente tuvo cálidas relaciones con su familia y se preocupó por ayudar a que sus hermanos
recibieran una buena educación 46. Dos de ellos, don José Ana y don Ezequiel Herrera Zeledón, estudiaron
Derecho y fueron magistrados de la Corte Suprema de Justicia en varias oportunidades. En unos apuntes
autobiográficos de don Ezequiel se indica que fue alumno de su hermano Vicente tanto en la asignatura de
Gramática Castellana y Latina en la Casa de Enseñanza de Santo Tomás como en la de Derecho canónico
en la Universidad, y que también había hecho con él la pasantía o práctica de los estudiantes de Derecho,
indispensable para graduarse 47.
Cuando tenía alrededor de veinte años, don Vicente Herrera quiso cortejar a la señorita Francisca
Pinto Castro, hija del general don Antonio Pinto Soares, pero la muchacha rechazó sus pretensiones 48.
Aun así, el joven conservó una buena relación con don Antonio Pinto, quien en setiembre de 1842 se
valió de él como secretario durante la insurrección que derrocó al régimen del general Morazán 49. Como
Pinto era de origen portugués y su conocimiento del español tenía limitaciones, es muy posible que las
proclamas y mensajes que se emitieron a su nombre durante esos acontecimientos hayan sido obra de
don Vicente.
El 18 de diciembre de 1853, cuando estaba próximo a cumplir los treinta y dos años de edad,
don Vicente contrajo nupcias en San José con doña Guadalupe Gutiérrez y García, que estaba próxima a
cumplir los veinticinco 50.
Doña María Guadalupe Francisca Antonia Gutiérrez y García, llamada familiarmente Lupita,
había nacido en la ciudad de Cartago el 20 de diciembre de 1828, en el hogar de de don Atanasio Gutiérrez
y Lizaurzábal, guatemalteco, presidente de la Corte Superior de Justicia de Costa Rica de 1831 a 1832,
y doña María Josefa del Pilar García y Ramírez. Aunque esta familia residió varios años en Cartago,
después se estableció en San José, donde don Atanasio compró una casa casi enfrente de la amplia casona
esquinera donde residían la numerosísima familia Herrera-Zeledón 51.
En el momento del matrimonio, la edad de los novios Herrera-Gutiérrez era superior a lo que era
habitual en aquellos tiempos, pero eso tenía su explicación: se contaba en la familia Herrera que cuando
43 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-12433-28746-19
44 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11600-129760-96
45 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FLQ6-1QB
46 La República, 13 de noviembre de 1888.
47 HERRERA, Ezequiel, Memoria, manuscrito inédito. Debo este dato a la gentileza de doña Ana Isabel Herrera Sotillo, en cuyo poder se
encuentra el manuscrito.
48 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, y otros, Las Primeras Damas de Costa Rica, San José, Instituto Costarricense de Electricidad, 1ª. ed.,
2001, p. 404.
49 OBREGÓN LORÍA, Rafael, Los Rectores de la Universidad de Santo Tomás de Costa Rica, San José, Editorial Universitaria, 1ª. ed., 1955, p.
113.
50 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-148990-40
51 SÁENZ CARBONELL y otros, 2001, p. 403.
69
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
el joven Vicente empezó a cortejar a la guapa Lupita, la madre de esta, doña Pilar, no vio con buenos ojos
la posibilidad de un enlace, y de hecho no fue sino hasta después de la muerte de la señora, ocurrida en
agosto de 1853, cuando se pudo realizar la boda. En unos apuntes familiares que dejó su sobrino nieto don
Oscar Herrera Mata se consignó:
“Casó con doña Guadalupe Gutiérrez, quien hija única, se enamoró de él. La madre de ella
quería casarla con muy buenos partidos; pero Dª. Guadalupe dijo que o con D. Vicente, o con
nadie. La madre resolvió: Con nadie. Pero falleció la señora, y unos 6 meses después, se casaba
Dª Guadalupe, ya mayor para aquel entonces para casarse, 26 años con D Vicente.” 52
Fueron padrinos don Alonso Gutiérrez, tío de la novia, y don Cleto Herrera, padre del contrayente 53.
Hijos de este matrimonio fueron:
1.- Angélica (María Angelina Salomé), bautizada en San José el 22 de octubre de 1854 y fallecida en esa
ciudad en julio de 1886, casó en San José el 8 de setiembre de 1877 con don José Lorenzo y Barreto.
Don José Lorenzo era español y había nacido en Soria, en el hogar de don Juan Lorenzo y Ferrer y
doña Manuela Barreto y de Castro. Su hermano mayor don Juan Lorenzo y Barreto, oficial de caballería,
fue edecán del infante Don Enrique de Borbón, duque de Sevilla y tío del rey Don Alfonso XII, y del
general don Juan Prim y Prats, marqués de los Castillejos y conde de Reus, presidente del gobierno de
España en 1870.
Hijos del hogar Lorenzo-Herrera fueron Angélica Francisca Josefa Caridad del Corazón de Jesús
(bautizada en 1878 54, casada con el coronel Jesús San Juan, mexicano, de quien no tuvo sucesión), José
Manuel Rómulo de Jesús (bautizado en 1880 55 y fallecido soltero) y Juan Vicente (casado en primeras
nupcias en El Salvador con doña Lupita Rivas y Mariona, de quien no tuvo sucesión, y en segundas con
Rosalía Brenes Mata) 56.
2.- Mercedes de Jesús, bautizada en San José el 16 de agosto de 1856. Sus padrinos fueron don Juan José
Ulloa Solares y doña Elena Giralt de Ulloa 57. Casó en Barba el 17 de mayo de 1884 con don Bernardo
Rodríguez y Conejo. Fueron padrinos de la boda don Pedro Pablo Rodríguez y Conejo y don Fulgencio
Arguedas 58.
Don Bernardo Liborio Rodríguez y Conejo, bautizado en Barba el 20 de agosto de 1860, fue hijo
de don José de Jesús Rodríguez y Arguedas y doña Micaela Conejo y Umaña 59. Además de dedicarse a
la agricultura, fue dueño en Barba de una pulpería donde también vendía aguardiente y tabaco 60. Fue
52 HERRERA MATA, Oscar, manuscrito en poder de su hija doña Ana Isabel Herrera Sotillo.
53 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-148990-40
54 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQVL-HY3
55 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQVL-1JM
56 ODIO, 1993, p. 9.
57 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-138242-7
58 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11823-70576-24
59 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11816-2909-4
60 RODRÍGUEZ ARGÜELLO, Percy K., Historias del cantón de Barva, San José, Editorial Mirambell S. A., 1997, p. 96.
70
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
jefe político del cantón de Barba en dos oportunidades, juez del rastro y miembro de la junta electoral 61.
Viudo de doña Mercedes, casó en segundas nupcias en Barba el 12 de octubre de 1901 con doña Luisa
Villegas y Mejía 62. A su fallecimiento, los vecinos de Barba decían: “¡Murió el Santo!” 63
Hijos del matrimonio Rodríguez-Herrera fueron María Juana Ángela Mercedes de la Luz (nacida
en 1885 64 y fallecida en la infancia), José Vicente Martín de Jesús (bautizado en 1886 65 y fallecido en 1890
66
), Pedro (nacido alrededor de 1887 y fallecido soltero en 1915 67), Jorge (fallecido en 1888 68) y María de
los Ángeles (bautizada en 1891 69 y fallecida en la infancia).
3.- Juan Vicente Mariano, bautizado en San José el 29 de agosto de 1858. Su madrina fue doña Dolores
Gutiérrez, esposa del general don José Joaquín Mora Porras 70. Fue sepultado en San José el 31 de agosto
de 1858 71.
En una biograf ía de don Vicente, que lamentablemente no concluyó, don Rafael Machado Jáuregui
se refiere así a sus hijas Angélica y Mercedes:
“… ambas de educación esmeradísima y la primera muy notable como excelente pianista.
Fue el doctor Herrera un esposo modelo y un padre cariñosísimo; así que llenaba sus deberes
oficiales, su gran placer consistía en hallarse en el seno de aquel hogar culto y tranquilo oyendo
las armonías que sus hijas le arrancaban al piano. ¡Cuán breve y engañosa es la felicidad en
esta vida!” 72
Como de los hijos de doña Mercedes Herrera y don Bernardo Rodríguez solamente llegó a la
edad adulta don Pedro Rodríguez Herrera, que murió soltero y sin sucesión, los únicos descendientes
que quedan de don Vicente son los de su nieto don Juan Vicente Lorenzo y doña Rosalía Brenes Mata,
en cuyo hogar nacieron Juan Vicente (fallecido en la infancia), Fernando (casado con doña Rose Marie
Ferrat Soto), Alberto (casado con doña Felicia González Lara), Juan Vicente (casado en primeras nupcias
con doña Rosa María Carvajal Montes de Oca y en segundas con doña Olga Carmona Madrigal) y José
Manuel Lorenzo Brenes (fallecido en la infancia) 73.
61 Ibid., p. 177.
62 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11823-70048-31
63 RODRÍGUEZ ARGÜELLO, 1997, p. 177.
64 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-CB6
65 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-ZYD
66 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-39J
67 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-DPG
68 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-S4X
69 https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-XLG
70 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-134985-63
71 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-12433-25036-58
72 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 21 de agosto de 1906.
73 ODIO, 1993, p. 9; SÁENZ CARBONELL y otros, 2001, p. 410.
71
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
2.- Los estudios.
Desde temprana edad, don Vicente Herrera dio muestras de gran inteligencia. En 1829, a la edad
de ocho años, ingresó a la escuela de primeras letras que había en la Casa de Enseñanza de Santo Tomás
74
, y después en la misma Casa estudió latín bajo la dirección de don Cecilio Quesada, y filosof ía, es decir,
humanidades, con el doctor Nazario Toledo 75.
El jefe de Estado don Braulio Carrillo se interesó por los estudios del joven, por lo que este se
convirtió en un apasionado carrillista. Don Rafael Machado relata que
“Don Cleto Herrera Salazar era pobre y no podía costear la educación literaria de su hijo;
se limitaba a dejarlo en completa libertad para que siguiese su vocación inquebrantable.
Interesante debe haber sido aquel jovencito haciendo voluntariamente sus estudios y desde
temprano valiéndose a sí mismo. Me refirió el doctor Herrera que siendo pequeñuelo, una vez
iba en busca de un pliego de papel sellado para un escrito que debía presentar a efecto de ser
admitido, pasó frente a la casa de don Braulio Carrillo, quien estaba en la puerta de calle.
Carrillo lo llamó y le preguntó dónde iba, a lo que el futuro doctor contestó exponiendo a don
Braulio los apuros en que andaba. Carrillo lo hizo entrar, mandó comprar el papel sellado y de
su propio puño y letra le redactó el escrito. El doctor Herrera siempre conservó con veneración
la memoria de don Braulio y su constante amigo y confidente era don Manuel Antonio Bonilla,
enlazado con la familia de aquel Jefe, de quien fue Ministro general.” 76
En enero de 1839, poco antes de cumplir los dieciocho años, don Vicente se convirtió en el primer
estudiante que obtuvo en la Casa de Enseñanza el bachillerato en Filosof ía, grado equivalente a lo que
sería hoy la conclusión de la enseñanza secundaria. Por los exámenes que tuvo que presentar el muchacho
el día 4 de ese mes se puede comprobar la enorme amplitud que se daba al término Filosof ía, ya que fue
evaluado en Historia Universal, Historia de la Filosof ía, Lógica, Moral, Derecho Natural, Metaf ísica,
Física, Historia Natural, Geometría, Astronomía y Principios Generales de Retórica. Es decir, aparte de
las disciplinas que hoy consideraríamos estrictamente filosóficas o humanísticas, el campo de la Filosof ía
incluía también, por ejemplo, ciencias exactas y naturales. Don Vicente dedicó sus exámenes a los manes
del Sabio centroamericano don José del Valle 77.
En setiembre de 1839, a pesar de su juvenil edad, la Casa de Enseñanza nombró a don Vicente
como catedrático interino de Gramática Castellana y Latina 78. Con el tiempo llegó a ser vicerrector de la
institución 79.
El 17 de noviembre de 1840, don Cleto Herrera emancipó al joven Vicente, lo que permitió a
este manejar sus propios asuntos 80. Ahorrando parte de los modestos ingresos que obtenía como
profesor de gramática castellana y latina en la Casa de Enseñanza de Santo Tomás y como secretario de la
74 GONZÁLEZ FLORES, Luis Felipe, Evolución de la instrucción pública en Costa Rica, 1ª. ed., San José, Editorial Costa Rica, 1978, p. 408.
75 OBREGÓN LORÍA, 1955, p. 113.
76 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 18 de agosto de 1906.
77 GONZÁLEZ FLORES, Luis Felipe, Evolución de la instrucción pública en Costa Rica, 1ª. ed., San José, Editorial Costa Rica, 1978, p. 209.
78 A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 29411.
79 A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 27733.
80 Protocolos, p. 114.
72
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Comandancia de Armas, y comprando con ellos pequeñas cantidades de café que revendía con ganancia
a un relativo por mayor, don Vicente logró ir reuniendo algún dinero 81. Además, en marzo de 1843 fue
nombrado administrador de licores de San José, para lo cual su padre otorgó fianza a su favor 82.
En 1845, don Vicente ya había ahorrado la suma de setecientos pesos y pudo emprender su
proyecto de ir a estudiar a Derecho a Guatemala. En la capital guatemalteca vivió al principio en el colegio
de un señor Echeverría, que ocupaba parte del convento de San Francisco, e impartía allí lecciones de
latín. Después se trasladó a la casa de don Carlos Antonio Meany, un inglés avecindado en Guatemala,
que estaba casado con una dama salvadoreña, doña Remigia Saldos, y tenía con ella dos hijas, Luisa y
Elena. Los Meany llegaron a profesarle gran cariño a su huésped costarricense, y este pudo relacionarse
en aquella casa con prominentes personajes de la sociedad guatemalteca, entre ellos el presidente don
Rafael Carrera y Turcios 83.
En la Universidad de San Carlos, el joven Herrera fue un alumno sobresaliente. Don Rafael
Machado refiere:
“… varios estudiantes concurríamos todas las tardes al bufete del licenciado don Pedro
Nolasco Arriaga, a recibir lecciones de práctica forense … Una tarde íbamos a comenzar la
lección cuando llegó el doctor Herrera y el señor Arriaga que a todo el mundo tuteaba le dijo
estas palabras: “Vicente, explícales a estos jóvenes la acumulación de autos”, y el maestro se
retiró, sin duda a reanudar su siesta interrumpida. El doctor Herrera nos dio aquella tarde
la lección, pero no se limitó a explicarnos los tres casos de acumulación que trae Juan de
Hevia Bolaños, infeliz autor que nos servía de texto, sino que dilucidó la materia, exponiendo
tratadistas modernos que para el señor Arriaga eran desconocidos.” 84
El profesor con el que el distinguido alumno llegó a tener una relación más estrecha y que
posiblemente influyó más en su pensamiento, fue el presbítero y doctor don Juan José de Aycinena, tercer
marqués de Aycinena, profesor de Sagrados Cánones, quien por su dedicación al estudio le confiaba
frecuentemente la dirección de la clase 85. Dice Machado:
“El señor Aycinena estimaba mucho al señor Herrera y este tenía veneración por el Marqués,
título que el doctor Herrera y muchos le daban a aquel personaje, a causa de que en él había
recaído el marquesado de Aycinena. Y sin embargo de ello, D. Juan José de Aycinena, sin acordarse
de su título de Castilla, fue uno de los más entusiastas por la Independencia, 15 de setiembre
de 1821, y tenía mucho de verdadero liberal, y entre sus méritos el de haber sido protector
eficaz de todo joven estudioso y de talento, por humildes que fuesen su origen y condición…
Muy natural era que el marqués y el doctor Herrera se estimasen recíprocamente, porque
entre ellos mediaban varias afinidades: ambos eran conservadores progresistas, distinguidos
en Derecho canónico e historia eclesiástica y dados al estudio de los clásicos latinos… Nunca
olvidó el doctor Herrera al doctor Aycinena; las opiniones de ese ilustrado sacerdote, sobre
ciencias y sobre política centroamericana, las citaba como apotegmas indiscutibles.” 86
81 MACHADO, 19 de agosto de 1906.
82 CR-AN-AH-LYCH-000376-PIV-F25
83 Ibid.
84 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 18 de agosto de 1906.
85 La República, 13 de noviembre de 1888.
86 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 21 de agosto de 1906.
73
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Además, gracias a su notable dominio de latín, la Junta Directiva de la Universidad de San Carlos
le encargó a don Vicente la cátedra de Latinidad. La renta que le producía la clase le servía para atender
sus gastos de estadía y pagar sus estudios de Derecho 87. Además, dirigía los negocios judiciales de varias
casas comerciales de Guatemala 88.
Don Vicente, después de brillantes exámenes, se graduó de doctor en Leyes en 1849 y enseguida
preparó el regreso a su tierra natal. Al despedirse de don Carlos Antonio Meany, este le entregó setecientos
pesos, la misma suma que el joven había llevado de Costa Rica y que le había dado al caballero inglés para
que se la guardase. Don Vicente, a quien tantas atenciones y afecto había dado la familia Meany, no quería
recibir el dinero, pero don Carlos Antonio le obligó aceptarlo y le dijo que “la casa era la que le quedaba
adeudando lo que nunca podría pagarle.” 89
Don Vicente viajó por tierra a El Salvador y en el puerto de La Unión se embarcó en la nave
española Isabel II con rumbo a Puntarenas, donde desembarcó el 10 de mayo de 1850 90. Marchó enseguida
a San José y se incorporó como abogado ante la Corte Suprema de Justicia el 20 de mayo de 1850 91.
3.- Actividades privadas. Su relación con la Iglesia Católica y la beneficencia.
Además de su copioso desempeño de cargos públicos, que analizaremos más adelante, y de
su ejercicio profesional como abogado, don Vicente se dedicó a la agricultura. En las vecindades de la
población de Barba de Heredia tuvo una hacienda de café, a la que llamó Angélica, en evocación de su
primogénita.
Don Vicente fue una persona de acendrada fe religiosa, que profesó un catolicismo sincero y lleno
de prácticas de devoción. Tuvo una cordial relación con la Iglesia Católica costarricense, especialmente
con los obispos Llorente y Bruschetti. En su testamento, otorgado en San José el 13 de agosto de 1869,
monseñor Llorente legó al doctor Herrera su lignum crucis o reliquia de la Santa Cruz 92, que hoy conservan
descendientes de su hermano don Ezequiel 93.
El 24 de abril de 1855 el Cabildo Eclesiástico de San José lo designó como su secretario, con un
salario de 25 pesos mensuales. El obispo Llorente aprobó el nombramiento y manifestó que la probidad e
instrucción del doctor Herrera le eran bien conocidas y que su cooperación en las tareas del Cabildo era en
su concepto de mucha importancia y prometía grandes resultados. Don Vicente prestó juramento ante el
deán el 1º de mayo de 1855 94 y fue titular de la Secretaría del Cabildo hasta el 11 de junio de 1876. Además,
fue notario mayor de la Curia Eclesiástica del 31 de agosto de 1860 al 12 de setiembre de 1870 95 y del 2 de
87 La República, 13 de noviembre de 1888.
88 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 18 de agosto de 1906.
89 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 21 de agosto de 1906.
90 La Gaceta del Gobierno de Costa Rica, 18 de mayo de 1850.
91 Ibid.
92 SANABRIA M., Víctor, Anselmo Llorente y Lafuente, primer obispo de Costa Rica, San José, Editorial Costa Rica, 1ª. ed., 1972, p. 349.
93 Debemos este dato a la gentileza de doña Ana Isabel Herrera Sotillo.
94 Archivo Bernardo Augusto Thiel, Sec. Cabildo, actas Cabildo 1853-1860, f. 19, y Doc. encuad., caja 81, libro 4, folio 44 v. Debemos estos datos
a la gentileza de doña Ana Isabel Herrera Sotillo.
95 SANABRIA M., 1972, p. 224.
74
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
octubre de 1871 al 17 de febrero de 1873 96. Formó parte de la Junta Piadosa nombrada en 1862 por el
gobierno para la reedificación de la catedral de San José 97. Fue además uno de los principales promotores
de la Asociación del Sagrado Corazón de María 98.
Es interesante señalar que en noviembre de 1858, cuando se iniciaba el diferendo entre el obispo
Llorente y el presidente Mora, que habría de culminar en la arbitraria expatriación del prelado el 24 de
diciembre, el Cabildo Eclesiástico nombró una comisión para dictaminar sobre el asunto, pero don Vicente
declinó formar parte de ella, por estar “ligado íntimamente con el actual mandatario de la República” 99 y
se designó a un prosecretario para que lo reemplazara en ese cometido.
El doctor Herrera también tuvo una importante actividad en el campo de la beneficencia. El 11
de julio de 1852, al instalarse la Junta de Caridad (hoy Junta de Protección Social de San José) presidida
por el obispo Llorente, don Vicente fue elegido como secretario de la corporación 100. Se destacó por
su actividad para la construcción del edificio del Hospital San Juan de Dios en San José 101. También
en múltiples oportunidades y durante muchos años fue presidente de la Junta 102, que en ese entonces
administraba el Hospital y el Lazareto. En su informe de 1867 planteó la necesidad de crear un hospital
específicamente destinado a enfermos mentales 103, idea que no se materializó sino dos decenios más
tarde.
Don Vicente formó además parte de la Junta de Vigilancia de la compañía española La Tutelar,
primera empresa de seguros de vida que se estableció en Costa Rica, en febrero de 1859 104.
II.- El profesor y el escritor.
Desde muy joven, don Vicente Herrera manifestó un gran interés por la educación pública.
Cuando todavía no era más que bachiller en Filosof ía, tuvo a su cargo los cursos de Gramática Castellana
y Latina en la Casa de Enseñanza de Santo Tomás. En 1844, al abrir sus puertas la Universidad, se le
designó como titular de las cátedras de Gramática Castellana y Latina, que ejerció durante un período
relativamente corto, ya que en 1845 marchó a Guatemala para iniciar sus estudios de Derecho.
Como ya indicamos, en la Universidad de San Carlos de Guatemala tuvo a su cargo la cátedra
de Latinidad. El 7 de enero de 1850, cuando ya se tenía noticia de su inminente regreso a Costa Rica,
el gobierno del presidente Mora Porras lo designó como secretario de la Universidad de Santo Tomás
96 SANABRIA M., Víctor, La primera vacante de la diócesis de San José 1871-1880, San José, Editorial Costa Rica, 1ª.ed., 1973, pp. 18-19.
97 SANABRIA M., 1977, p. 156.
98 SANABRIA M., 1973, p. 260.
99 ABAT. F. A. Caja 81, libro 4, f. 74. Debemos estos datos a la gentileza de doña Ana Isabel Herrera Sotillo.
100 Junta de Protección Social de San José. Fundada en 1845. Reseña histórica, San José, s. e.,1ª. ed., 1976, p. 9.
101 La República, 13 de noviembre de 1888.
102 OBREGÓN LORÍA, 1955, p. 114.
103 Ibid., p. 13.
104 VILLALOBOS VEGA, Bernardo, Bancos emisores y bancos hipotecarios en Costa Rica 1850-1910, San José, Editorial Costa Rica, 1ª. ed.,
1981, p. 65.
75
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
y miembro de la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas 105. A poco de su llegada al país, se reincorporó
a la docencia universitaria e impartió en forma gratuita las clases de Derecho Público 106. Durante casi
veinte años, de 1855 a 1874, fue catedrático de Derecho Canónico, asignatura muy importante en aquellos
tiempos porque mucha de la regulación del matrimonio estaba bajo su ámbito exclusivo. En 1861 y 1871
fue catedrático de Derecho Natural, como entonces se denominaba al curso de Filosof ía del Derecho 107.
En atención a sus conocimientos y a los servicios prestados, la universidad le confirió a él y a don Nicolás
Gallegos el doctorado en Ciencias Legales 108.
En muchas ocasiones fue miembro de la Dirección de Estudios de la Universidad y el 4 de enero
de 1870 fue nombrado rector de la institución 109, cargo que desempeñó hasta el 22 de mayo de ese año 110.
De su interés por la docencia queda huella, además, en algunos episodios significativos. En
diciembre de 1872, la Secretaría de Instrucción Pública lo comisionó junto con don Salvador Jiménez
Blanco, también profesor universitario, para presenciar los exámenes del Colegio de San Luis Gonzaga de
Cartago. En el informe que presentaron conjuntamente hicieron referencia al examen de Ricardo Jiménez
Oreamuno, que en ese entonces tenía trece años de edad:
“Uno de nosotros presenció el día de ayer el examen previo al grado de Bachiller del joven
don Ricardo Jiménez. Muy notable fue el lucimiento con que este alumno satisfizo en todas las
materias en que fue examinado. Ojalá en nuestra Universidad, los certámenes a que se sujetan
los alumnos que solicitan el grado de Bachiller en Filosof ía tuviesen la misma extensión en
materias que el que sostuvo el joven Jiménez.” 111
Además de su labor como profesor, don Vicente se destacó entre sus contemporáneos por su facilidad
de pluma. Aunque no dejó ninguna obra literaria, los escritos que de él se conservan -sustancialmente
documentos relacionados con sus funciones públicas y alguna carta privada- se caracterizan por su
claridad, precisión y escogido vocabulario. En su obra Escritores de Costa Rica, don Rogelio Sotela lo
recordó
“…por la singularidad de que sus escritos, que fueron muchos, a más de ser un modelo de
perfección por la forma y por el fondo, eran el producto de una improvisación inimaginable.
Ha sido proverbial en Costa Rica la fluidez de su pluma y a muchos hombres que le conocieron
les hemos oído referir que jamás se cuidó de ver las cuartillas que había escrito. Redactaba con
rapidez y pasaba inmediatamente los originales a la imprenta. El asombro era grande cuando
todos veían la forma castiza de sus escritos y que, a pesar de ser esa literatura oficial tan rígida,
tan escueta, se ductilizaba y era armoniosa en la pluma del señor Herrera.” 112
105 GONZÁLEZ VILLALOBOS, 1989, pp. 147-148.
106 La Gaceta, 24 de abril de 1852.
107 GONZÁLEZ VILLALOBOS, Paulino, La Universidad de Santo Tomás, San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1ª. ed., 1989, p.
173.
108 La República, 13 de noviembre de 1888.
109 Gaceta oficial, 8 de enero de 1870.
110 OBREGÓN LORÍA, 1955, p.
111 Gaceta Oficial, 25 de noviembre de 1872.
112 SOTELA, Rogelio, Escritores de Costa Rica, San José, Imprenta Lehmann & Cía., 1ª. ed., 1942, p. 17.
76
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Entre sus escritos impresos cabe mencionar el discurso de bienvenida a las tropas victoriosas en
la Campaña Nacional (13 de mayo de 1857) 113, las memorias de las secretarías de Relaciones Exteriores
y carteras anexas (1874 y 1876), Guerra y Marina (1876), Gobernación (1875 y 1876); el prólogo
a los Elementos de Derecho Civil y Penal de Costa Rica de don Salvador Jiménez (1874), un discurso
pronunciado el 15 de setiembre de 1874, algunas proclamas a la ciudadanía, el mensaje presidencial de
1877 y el artículo “Las glorias de la patria y los ayes de mi corazón”, publicado en la revista Costa Rica
Ilustrada el 15 de setiembre de 1887.
III.- Cargos judiciales.
El 13 de junio de 1850, a escasas tres semanas de su incorporación como abogado, don Vicente
Herrera fue designado como juez del crimen de San José 114 e inició así una corta pero brillante carrera en
la judicatura.
El 2 julio de 1851, por renuncia de don Félix Sancho y Alvarado, cuyo período concluía en 1853,
el Congreso designó a don Vicente como magistrado por la provincia de Cartago 115. Sin embargo, como
consecuencia de la emisión de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 18 de febrero de 1852, que dispuso
que los magistrados fueran elegidos popularmente, se efectuaron comicios para designar a los nuevos
integrantes de la Corte Suprema de Justicia. El 19 de abril, la Comisión Permanente del Congreso declaró
el resultado de las elecciones, y con base en ellas, don Vicente fue nombrado como fiscal de la Corte.
Los nuevos magistrados tomaron posesión el 3 de mayo siguiente 116. La Corte debía renovarse por
mitades cada tres años, por lo que se dispuso efectuar un sorteo en 1854 y en él definir cuáles magistrados
concluirían funciones en 1855 y cuáles permanecerían en sus cargos hasta 1858 117. El sorteo de 1854
fue desfavorable para don Vicente, ya que figuró entre los magistrados que debían terminar su período
en 1855; sin embargo, en los comicios de 1855 fue reelegido como fiscal de la Corte para un período
completo, que debía concluir en 1861.
Una ley de octubre de 1855 modificó la organización de la Fiscalía de la Corte, al disponer que en
lugar de un solo fiscal habría dos relatores fiscales, uno para cada una de las dos salas que integraban el
alto tribunal. El 11 de octubre de 1855, el presidente Juan Rafael Mora dispuso que don Vicente Herrera
quedara como relator fiscal de la Sala Primera, y designó a don Pedro Zeledón Mora como relator fiscal
de la Sala Segunda 118.
Durante la Guerra Nacional contra los filibusteros, don Vicente fue secretario de la Comandancia
de Armas, bajo las órdenes del general don José Joaquín Mora 119, y sin perder su cargo judicial. Tuvo el
113 HERRERA, Vicente, “Discurso pronunciado a la vuelta del ejército de la expedición contra los filibusteros”, en Revista de los Archivos
Nacionales, San José, números 11-12, Noviembre y diciembre de 1945, pp. 598-600.
114 La Gaceta del Gobierno de Costa Rica, 15 de junio de 1850.
115 Decreto N° 18 de 4 de julio de 1851.
116 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, y MASÍS PINTO, Mauricio, Historia de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, San José,
EDITORAMA, 1ª. ed., 2006, p. 91.
117 Ibid., p. 91.
118 Ibid., p. 95.
119 La República, 13 de noviembre de 1888.
77
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
grado de teniente coronel 120. Sus hermanos los tenientes don José Ana y don Ezequiel Herrera Zeledón
participaron en la Campaña del río San Juan 121 y el segundo escribió un diario lleno de interesantes
detalles sobre esa acción militar 122.
Con base en una reforma constitucional aprobada en octubre de 1856, desapareció la elección
popular de los magistrados y se decidió efectuar una reorganización de la Corte Suprema de Justicia.
El 17 de ese mes, el Congreso designó a don Vicente como regente de la Corte, cargo equivalente al de
presidente del alto tribunal 123.
El 13 de mayo de 1857 correspondió a don Vicente participar en la jubilosa bienvenida que se dio
al ejército que regresaba victorioso de la Campaña Nacional:
“El clamoreo de las campanas, el estampido del cañón, el ruido de los fuegos artificiales,
los vivas sonoros, las músicas marciales, las salutaciones generales de júbilo y aun con el
llanto de dolorosos recuerdos, las oleadas de un pueblo inmenso reunido en la capital
espontáneamente, siguieron a los Jefes y al Ejército hasta la iglesia Catedral vistosamente
adornada, en cuyo frente se leía: “¡Vencedores! Rendid la espada ante vuestro Dios y Señor y
alabadle entonando su ¡Te Deum Laudamus!” Antes de entrar la concurrencia al templo, el Dr. don Vicente Herrera, quien durante el año
anterior había laborado junto al Gral. Mora desempeñando la Secretaría de la Comandancia
General y en aquel momento era Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, dirigió a los
vencedores una alocución basada en un texto del Antiguo Testamento… El Presidente, el
General, todas las autoridades, la división vencedora y una infinidad de personas llenaron la
iglesia, donde se elevó un himno de gratitud al Ser Supremo… La augusta ceremonia terminó
con una salve cantada por varias señoritas.” 124
El 22 de setiembre de 1858 el Congreso dispuso la renovación total de la Corte Suprema de Justicia,
a fin de que estuviera formada íntegramente por abogados. La disposición no afectó a don Vicente, ya que
la cámara dispuso reelegirlo como regente de la Corte 125.
Aunque el orden constitucional quedó roto el 14 de agosto de 1859, como consecuencia del
derrocamiento del presidente Mora, el gobierno provisorio encabezado por don José María Montealegre
Fernández dispuso que la Corte se mantuviera en funciones. El 24 de abril de 1860, con base en la
Constitución emitida el 27 de diciembre de 1859, las cámaras reunidas en Congreso eligieron a los
miembros de la nueva Corte y acordaron que tomaran posesión el 29 de ese mes. Don Vicente fue elegido
120 La Gaceta, 13 de noviembre de 1888.
121 OBREGÓN LORÍA, Rafael, Costa Rica y la guerra contra los filibusteros, Alajuela, Museo Histórico-Cultural Juan Santamaría, 1ª.ed.,1991,
p. 231 n. 1
122 Ibid., p. 307.
123 SÁENZ CARBONELL y MASÍS PINTO, 2006, p. 99.
124 CARTÍN G., Luis, “Apoteósico recibimiento de la victoriosa columna del general don José Jn. Mora en San José, el 13 de mayo de 1857, a su
retorno de Nicaragua”, p. 314, en Revista de los Archivos Nacionales, Números 5 y 6, Mayo-junio de 1948, pp. 311-320. 125 SÁENZ CARBONELL y MASÍS PINTO, 2006, p. 103.
78
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
como fiscal de la nueva Corte 126, pero declinó el nombramiento. Su renuncia fue aceptada el 30 de abril
de 1860 127.
Años después, el 18 de mayo de 1870, don Vicente fue designado por el presidente Bruno Carranza
como uno de los conjueces o magistrados suplentes de la Corte Suprema 128, pero el 18 de octubre de ese año
el presidente Tomás Guardia emitió un decreto para dar nueva organización al alto tribunal y dispuso que
todos los abogados residentes a menos de cuatro leguas de San José serían conjueces natos de la Corte 129.
IV.- El político y el diplomático.
En 1862 don Vicente fue elegido popularmente como miembro de la Cámara de Senadores para
un período de cuatro años, que debía concluir en 1866. Su desempeño como legislador coincidió con
una época muy tormentosa en las relaciones entre los otros países centroamericanos. Se formaron dos
bloques en el istmo, uno formado por Guatemala y Nicaragua y otro por Honduras y El Salvador. El
presidente salvadoreño Gerardo Barrios Espinoza, liberal y unionista, parecía decidido a ir a la guerra
contra Guatemala y a apoyar una invasión de exiliados liberales nicaragüenses a su país.
El gobierno del presidente costarricense don José María Montealegre quiso evitar el estallido de
un conflicto bélico general y con ese propósito el canciller don Francisco María Iglesias Llorente propuso
un proyecto integracionista centroamericano, que incluía la creación de una Dieta con dos representantes
por cada uno de los cinco países, elegidos popularmente. Sin embargo, esta iniciativa no tuvo ningún eco,
y el 4 de diciembre de 1862 Guatemala rompió relaciones diplomáticas con El Salvador.
A petición de Guatemala y Nicaragua, el canciller Iglesias efectuó un viaje a Guatemala, con una
escala en Nicaragua, donde se reunió con el presidente nicaragüense don Tomás Martínez Guerrero,
y en la capital guatemalteca se entrevistó con el presidente don Rafael Carrera y Turcios. A ambos
gobernantes les ofreció el respaldo material de Costa Rica en caso de una guerra con El Salvador. Sin
embargo, en ausencia de Iglesias y sin su conocimiento, el gobierno costarricense decidió promover un
entendimiento y con ese propósito decidió enviar una misión especial de buenos oficios a Guatemala y
otra a El Salvador. Las misiones fueron confiadas a don Vicente Herrera Zeledón y don Eusebio Figueroa
Oreamuno respectivamente, ambos como enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios 130.
Como secretario de la misión a Guatemala fue nombrado don Salvador González Ramírez y de la misión
a El Salvador don Luis Diego Sáenz Carazo 131. Además, don Vicente Herrera viajó a Guatemala con su
esposa doña Guadalupe, cuya familia paterna era guatemalteca, y sus hijas.
El 18 de febrero, cuando los flamantes diplomáticos se hallaban en Puntarenas a punto de embarcarse,
llegó de regreso a ese puerto el canciller Iglesias, en el vapor Guatemala. Al día siguiente, los ministros
126 Decreto N° 9 de 26 de abril de 1860.
127 Decreto N° 12 de 30 de abril de 1860.
128 Decreto N° 21 de 18 de mayo de 1870.
129 Decreto N° 53 de 18 de octubre de 1870.
130 Gaceta oficial, 14 de febrero de 1863.
131 Ibid., 21 de febrero de 1863.
79
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
plenipotenciarios y sus acompañantes se embarcaron en el vapor norteamericano Salvador 132, con destino
a un puerto salvadoreño, de donde don Vicente, sus familiares y el secretario González viajaron por tierra a
Guatemala.
Como ministro plenipotenciario de Costa Rica, don Vicente fue muy cordialmente recibido en
Guatemala, a lo cual contribuyó mucho no solo su conocimiento de ese país sino además la circunstancia
de que el canciller guatemalteco en aquellos momentos era su mentor el marqués de Aycinena, quien
además desde 1859 era obispo auxiliar de Guatemala y obispo titular de Trajanópolis.
Según refiere don Rafael Machado,
“… el doctor Aycinena salió al encuentro de su antiguo discípulo y amigo, lo acogió con el
invariable afecto de otro tiempo, y durante los breves días que esa vez estuvo en Guatemala el
doctor Herrera, a la puerta de su hotel se veía con frecuencia el coche del marqués.” 133
A pesar de la cordialidad de monseñor Aycinena, la misión de don Vicente en Guatemala no
logró su propósito, como tampoco la del doctor Figueroa en El Salvador, ya que el 22 de febrero estalló la
guerra entre ambos países, que al principio fue favorable a las tropas salvadoreñas. Sin embargo, después
de muchas incidencias, el conflicto concluyó con la toma de San Salvador por el ejército de Guatemala y
la caída del presidente Barrios.
Don Vicente y doña Guadalupe aprovecharon su estadía en Guatemala para retratarse,
“… él de elegante y oscura levita, en contraste con su expresión aún juvenil y algo risueña;
ella con semblante grave, luciendo bordada mantilla y voluminoso miriñaque.” 134
A su regreso de Guatemala, don Vicente se reincorporó a sus deberes como senador, pero el 1°
de agosto de 1863 el presidente don Jesús Jiménez, enfrentado con algunos legisladores, decidió disolver
las cámaras y llamar a comicios para un nuevo Congreso. En los nuevos comicios, efectuados el 20 de
setiembre, don Vicente fue otra vez elegido como senador. El Congreso inauguró sus sesiones el 25 de
octubre, funciones que desempeñó hasta 1866.
En la campaña electoral de 1868, don Vicente participó en el partido Convención Constitucional,
que durante un corto tiempo agrupó a quienes adversaban la candidatura presidencial de don Julián
Volio Llorente, apadrinada por el presidente Castro Madriz. El partido, que intentó sin éxito postular a
don Francisco Montealegre Fernández, era muy heterogéneo, y el redactor de la Gaceta oficial no dejó
de mofarse de que en su seno estaban figuras como el acérrimo liberal y masón don Lorenzo Montúfar,
“en armoniosa intimidad con D. Vicente Herrera, el genio ultramontano y cabeza directora del partido
clerical…” 135
Roto el orden constitucional el 1° de noviembre de 1868 por el golpe militar que derrocó al
presidente Castro Madriz, don Vicente Herrera fue elegido en el mes de diciembre siguiente como diputado
132 Ibid.
133 MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 21 de agosto de 1906.
134 SÁENZ CARBONELL y otros, 2001, p. 405.
135 Gaceta oficial, 16 de agosto de 1868.
80
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
propietario por la comarca de Puntarenas a la Asamblea Constituyente que inauguró sesiones el 1° de
enero de 1869. Fue uno de los cinco integrantes de la comisión que redactó el proyecto de Constitución
Política que el 18 de enero fue aprobado por la Constituyente como nueva Carta fundamental 136.
El 10 de agosto de 1870 ascendió a la primera magistratura de la República el general don Tomás
Guardia Gutiérrez, elegido como presidente el día anterior por una asamblea constituyente, después de
la renuncia de don Bruno Carranza Ramírez. Durante los siete años siguientes, don Vicente Herrera sería
una de las personas más adictas y cercanas a Guardia, convertido en el hombre fuerte del país.
El 30 de agosto de 1870, por haber renunciado el gobernador de San José don Concepción Pinto
y Castro, el presidente Guardia designó para sucederle a don Vicente Herrera, lo cual comunicó a este el
secretario de Gobernación don Joaquín Lizano en nota de 31 de agosto. Don Vicente respondió el mismo
día 31 mediante una nota en la cual expresaba su reticencia a aceptar el cargo, que juzgaba contrario
a sus intereses y al sistema de vida que había adoptado, pero que lo admitía para dar testimonio de
sus simpatías por el nuevo gobierno y el presidente Guardia y considerando que su desempeño en la
gobernación josefina tendría un carácter pasajero 137.
Pocas semanas después, el general Guardia decidió disolver la Constituyente que lo había llevado
a la presidencia, y para hacerlo se valió del gobernador de San José. El 8 de octubre, desde Alajuela, Guardia
lanzó al país una proclama en la que acusaba a parte de los constituyentes de estar conspirando contra el
orden público. Enseguida, don Vicente convocó al vecindario josefino mediante hojas volantes en las que
manifestaba que la tranquilidad pública estaba en peligro y quera indispensable que el pueblo soberano
indicara la conducta a seguir. La junta de vecinos que se reunió en San José, como era de esperarse, acordó
retirar sus poderes a los constituyentes, confirmar a Guardia en la presidencia y concederle poderes
omnímodos. Estos acuerdos fueron imitados el 9 de octubre en otras provincias, y el 10 Guardia decretó
la disolución de la Asamblea Constituyente 138.
Además de los aspectos políticos, la labor de don Vicente en la gobernación provincial se destacó
por el impulso que dio a la educación pública. Al asumir el cargo solamente había en la capital una escuela
de varones y otra de mujeres. Don Vicente propuso y logró que en 1871 se crearan otras dos más, una por
cada sexo 139.
El 13 de octubre de 1870, con base en uno de los acuerdos de las actas populares de San José, el
presidente Guardia dispuso crear un Consejo de Estado, órgano consultivo de seis miembros, a los que se
agregaban los secretarios de Estado, para auxiliar al gobernante en todos los asuntos graves. Don Vicente
fue escogido como uno de los integrantes del Consejo, que se instaló el 17 de octubre y se mantuvo en
funciones hasta la inauguración del nuevo Congreso, el 1° de mayo de 1872, ya bajo el imperio de la
Constitución de 7 de diciembre de 1871.
Cuando ya se acercaba el inicio del régimen constitucional, el presidente Guardia y su colega
nicaragüense don Vicente Quadra y Lugo tuvieron una reunión en Rivas, con el propósito de tratar de
136 GONZÁLEZ VÍQUEZ, Cleto, “El sufragio en Costa Rica ante la historia y la legislación”, p. 239, en Obras Históricas, San José, Publicaciones
de la Universidad de Costa Rica, 2ª. ed., 1973, vol. I, pp. 14-472.
137 Gaceta oficial, 3 de setiembre de 1870.
138 GONZÁLEZ VÍQUEZ, 1973, vol. I, pp. 309-310.
139 Gaceta oficial, 30 de mayo de 1874.
81
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
arreglar el problema surgido entre Costa Rica y Nicaragua cuando esta última había empezado a formular
objeciones jurídicas a la validez del tratado de límites Cañas-Jerez de 1858 y discutir también el tema de
un posible canal interoceánico por la ruta del San Juan mediante el esfuerzo conjunto de ambos países. En
la reunión de Rivas, los gobernantes acordaron que Costa Rica enviara un agente diplomático a Managua
a fin de resolver las diferencias existentes 140.
Guardia escogió para tan delicada misión a don Vicente Herrera, que el 4 de marzo de 1872, con
el carácter de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario, se embarcó en Puntarenas con un
secretario y un sirviente en el vapor Costa Rica, con destino al puerto nicaragüense de Corinto 141.
En el acto de presentar sus cartas credenciales al presidente Quadra, don Vicente pronunció un
discurso que concluyó manifestando:
“Mi mayor anhelo será hacerme agradable a Vuestra Excelencia y al generoso pueblo
de Nicaragua; y mi mayor gloria, la de poner mi nombre al pie de un pacto de perpetua
alianza, que una e identifique los intereses así políticos como materiales de las dos Repúblicas
hermanas, en perspectiva de su futura grandeza.” 142
Para negociar con el doctor Herrera, el gobierno de Nicaragua designó al general don José
Víctor Zavala y Córdoba. Don Vicente planteó la posibilidad de que Costa Rica cediera a Nicaragua el
río Colorado, a cambio de que se estableciera una línea fronteriza definida por el río Sapoá, la ribera
meridional del lago de Nicaragua y el río San Juan. La propuesta fue rechazada por el general Zavala, pero
este cometió la imprudencia de manifestar al plenipotenciario costarricense que Nicaragua no objetaba
el tratado Cañas-Jerez por falta de requisitos jurídicos de validez, sino porque creía que la perjudicaba. A
fin de cuentas, las negociaciones no llegaron a ningún resultado concreto y don Vicente regresó a Costa
Rica 143.
En las elecciones de abril de 1872 don Vicente fue elegido como diputado propietario por la
comarca de Puntarenas. El Congreso Constitucional inauguró sus sesiones el 1° de mayo, bajo la presidencia
de don Manuel Antonio Bonilla 144, uno de los más cercanos amigos del doctor Herrera. Este fue elegido el
8 de julio como uno de los cinco diputados integrantes de la Comisión Permanente del Congreso 145, que
funcionaba en los recesos de la cámara. El Congreso estuvo en receso del 29 de julio 146 al 26 de octubre
de 1872, y el 27 de octubre abrió un período de sesiones extraordinarias 147, que se prolongó hasta el 12 de
noviembre 148.
Don Vicente no concluyó su período como diputado, debido a que mediante decreto de 14
de febrero de 1873 el presidente Guardia lo designó como secretario de Estado en los despachos de
140 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, Historia diplomática de Costa Rica 1821-1910, San José, Editorial Juricentro, 1ª. ed., 1996, p. 339.
141 Gaceta oficial, 11 de marzo de 1872.
142 Gaceta oficial, 30 de mayo de 1874.
143 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 340.
144 Decreto N° 8 de 1° de mayo de 1872.
145 Decreto N° 25 de 13 de julio de 1872.
146 Decreto N° 35 de 29 de julio de 1872.
147 Decreto N° 53 de 27 de octubre de 1872.
148 Decreto N° 56 de 12 de noviembre de 1872.
82
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Gobernación y Justicia 149. Cabe mencionar que en esa época la Secretaría de Gobernación tenía una
notoria importancia política, como principal ejecutora de las disposiciones del Poder Ejecutivo, y
habitualmente recaía en personajes de absoluta confianza del gobernante.
V.- Canciller interino por primera vez.
1.- Nombramiento.
Desde el 27 de abril de 1870 era titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y carteras anexas
el doctor don Lorenzo Montúfar y Rivera, abogado guatemalteco. Sin embargo, a mediados de 1873 se
produjo un distanciamiento entre el presidente Guardia y el canciller, por hallarse este comprometido en
demasía con la política del gobierno de Guatemala, entonces notoriamente enemistado con el de Costa
Rica. El 6 de setiembre de 1873, por licencia concedida al doctor Montúfar, Guardia confió interinamente
la Secretaría a don Vicente Herrera.
2.- Las relaciones con Colombia.
Durante esta primera gestión como canciller interino correspondió a don Vicente Herrera la
despedida oficial del general don Buenaventura Correoso, ministro plenipotenciario de Colombia, quien
había llegado a San José meses atrás y había firmado con el doctor Montúfar un tratado de límites,
un convenio de extradición y otro de comercio y navegación y una convención postal y otra consular.
Correoso se despidió del gobierno de Costa Rica mediante una nota suscrita el 19 de setiembre, a la cual
contestó el doctor Herrera al día siguiente 150. Aunque ambas comunicaciones eran muy cordiales, a fin
de cuentas la misión de Correoso no logró sus propósitos, ya que ninguno de los acuerdos suscritos fue
ratificado 151.
3.- El contrato Herrera-Pearce.
Durante el gobierno de facto del general Guardia, y con el propósito de financiar la obra del
ferrocarril interoceánico el gobierno de Costa Rica había contratado en Londres, en negociaciones muy
oscuras, varios onerosos empréstitos que resultaron en un desastre financiero para el país. Una de las
casas prestatarias, la empresa Knowles & Foster, alarmada por el vertiginoso descenso del crédito de
Costa Rica, envió como comisionado a San José al señor John Pearce, con el fin de negociar arreglos.
El 14 de noviembre de 1873, el señor Pearce y el canciller interino Herrera firmaron en San José un
contrato dirigido a arreglar la situación existente con la empresa. El agente de la empresa rindió a esta
un informe muy favorable sobre su visita a Costa Rica, pero la compañía se negó a aprobar el contrato
Herrera-Pearce 152.
149 Decreto N° 4 de 14 de febrero de 1873.
150 Gaceta oficial, 20 de octubre de 1873.
151 SÁENZ CARBONELL, 1996, pp. 366-368.
152 Ibid., p. 374.
83
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
4.- La situación centroamericana. La triple y la cuádruple alianza.
El problema más grave que tuvo que enfrentar el doctor Herrera en esta primera gestión al frente
de la Cancillería fue el creado por la llamada Triple Alianza, convenio suscrito en Managua el 26 de agosto
de 1873 por El Salvador, Guatemala y Nicaragua contra el gobierno del general Guardia, por considerarlo
hostil a la paz de Centroamérica. El motivo fundamental de la hostilidad de Guatemala hacia el régimen
de Guardia era la decisión de este de permitir la permanencia en Costa Rica de varios sacerdotes jesuitas,
a lo cual se oponía el extremadamente anticlerical régimen del presidente guatemalteco Rufino Barrios 153.
En octubre de 1873, el Poder Legislativo nicaragüense aprobó el tratado de Managua, a pesar
de la bien fundamentada oposición del senador don Máximo Jerez Tellería 154. Al tener noticia de estos
hechos, el doctor Herrera dirigió una extensa circular a los gobiernos de los países amigos, para explicar la
política de Costa Rica con respecto a las demás naciones centroamericanas, referir los hechos que habían
precedido a la firma del pacto de la Triple Alianza e indicar los convenios con Costa Rica que Nicaragua
había infringido al suscribirlo 155.
Aunque Honduras se adhirió al pacto de Managua, que pasó entonces a conocerse con el nombre
de Cuádruple Alianza, los aliados no llegaron a ejecutar ninguna acción militar contra Costa Rica. Sin
embargo, al mismo tiempo que tomaba forma la Alianza,
“… se desarrolló en la política regional una iniciativa del Gobierno de los Estados Unidos
de América para promover la unión centroamericana, que el Secretario de Estado Hamilton
Fish consideraba posible y conveniente. El Ministro americano en Centro América, George
Williamson, manifestó en setiembre de 1873 a Fish que en Centro América solo los funcionarios
gubernamentales adversaban la unión regional. Sin embargo, Williamson también hizo ver
que los intereses de Costa Rica tendían al aislamiento o a la incorporación a Colombia y que
para la acción constructiva era necesario que se resolviera el diferendo limítrofe entre nuestro
país y Nicaragua.” 156
5.- El ef ímero gobierno del designado don Salvador González.
En noviembre de 1873, agobiado por una fuerte oposición interna y la hostilidad de los otros
países centroamericanos, el general Guardia decidió separarse temporalmente de la presidencia y llamó a
ejercerla al primer designado, don Salvador González Ramírez, quien la asumió el 21 de ese mes 157. Don
Salvador, quien había sido secretario de la misión de don Vicente Herrera a Guatemala en 1863, quiso
dar nuevas orientaciones políticas a la administración y como parte de eso decidió efectuar cambios en
el gabinete. En su primer decreto, emitido el mismo 21 de noviembre, admitió la renuncia del doctor
Herrera a la Secretaría de Gobernación y Justicia y lo reemplazó con don Rafael Ramírez Hidalgo 158.
153 Ibid., pp. 361-363.
154 El Costarricense, 4 de noviembre de 1873.
155 Gaceta oficial, 27 de octubre de 1873.
156 SÁENZ CARBONELL, 19996, pp. 363-364.
157 Decreto N° 52 de 20 de noviembre de 1873.
158 Decreto N° 53 de 21 de noviembre de 1873.
84
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
En esa situación, el gobierno costarricense hubo de reaccionar ante unas imprudentes
manifestaciones que sobre Costa Rica formuló el ministro plenipotenciario de los Estados Unidos en
Centroamérica, George McWillie Williamson 159, en el acto de presentar credenciales al presidente de
Nicaragua don Vicente Quadra y Lugo, el 1° de noviembre de 1873. Como Williamson, que tenía su
residencia en Guatemala, estaba también acreditado como concurrente en San José desde el 17 de agosto
160
, el gobierno de Costa Rica, mediante una nota suscrita el 23 de noviembre por don Vicente Herrera,
solicitó formalmente a los Estados Unidos el retiro del diplomático 161. No hubo respuesta de Washington
y, de momento, el envío de esta petición no tuvo consecuencias. Sin embargo, los días de don Vicente
como canciller interino estaban ya contados: el 25 de noviembre, el designado González nombró como
secretario de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública, Culto y Beneficencia al expresidente don José
María Castro Madriz 162, con lo cual concluyó la primera gestión del doctor Herrera como encargado de
la Cancillería, después de dos meses y medio de desempeño.
Como tanto don Rafael Ramírez como el doctor Castro eran en aquellos momentos notorios
adversarios del régimen de don Tomás Guardia, los cambios ministeriales efectuados por González
alarmaron al general. El 1° de diciembre, Guardia reasumió el mando supremo 163 y como primera medida
dispuso admitir la renuncia de Ramírez y nombrar a don Vicente Herrera como secretario de Estado en los
despachos de Guerra y Marina, Gobernación, Justicia y Policía 164. Como nuevo Canciller, en reemplazo
del también dimitente doctor Castro, fue designado don Luis Diego Sáenz Carazo 165.
Don Vicente fue titular de las carteras de Guerra y Marina, Gobernación, Justicia y Policía hasta
el final del gobierno constitucional de don Tomás Guardia, el 8 de mayo de 1876.
VI.- Canciller interino por segunda vez y segundo designado a la
presidencia.
1.- Nombramiento.
El 3 de marzo de 1874, por haberse aceptado la renuncia presentada por el canciller Sáenz, el
presidente Guardia encargó temporalmente la Secretaría de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública,
Culto y Beneficencia a don Vicente Herrera, quien sin separarse de las carteras de las otras carteras de
las que era titular inició así su segunda gestión como canciller interino 166. Esta vez, su desempeño como
tal habría de prolongarse por poco más de nueve meses. Además, el 22 de mayo de 1874 el Congreso
Constitucional lo nombró como segundo designado a la Presidencia de la República, cargo del que fue
titular hasta mayo de 1875.
159 Sobre Williamson, V. The political graveyard,en http://politicalgraveyard.com/bio/williamson.html#623.28.82
160 V. U. S. Department of State, Office of the Historian, http://history.state.gov/departmenthistory/people/williamson-george-mcwillie?
161 CASCANTE SEGURA, Carlos Humberto, y SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, Ad ardua per alta: Una biograf ía del Marqués de
Peralta, San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1ª. ed., 2004, p. 34.
162 Decreto N° 54 de 21 de noviembre de 1873.
163 Decreto N° 56 de 1° de diciembre de 1873.
164 Decreto N° 57 de 1° de diciembre de 1873.
165 Decreto N° 58 de 1° de diciembre de 1873.
166 Gaceta oficial, 7 de marzo de 1874.
85
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Como subsecretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas fue nombrado el 20 de octubre
don Solón Bonilla Carrillo, quien desempeñó el cargo hasta el 8 de mayo de 1876 167.
2.- Las relaciones con Nicaragua.
En esta segunda gestión como canciller interino, don Vicente tuvo que hacer frente a nuevas
tensiones entre Costa Rica y Nicaragua. En octubre de 1874, después de que fracasara en Puntarenas y
Liberia una intentona de iniciar un movimiento revolucionario contra el general Guardia, encabezada por
don Joaquín Fernández Oreamuno, el gobierno de Costa Rica envió una pequeña fuerza en el vapor General
Cañas con el propósito de perseguir a los revolucionarios. Las tropas costarricenses desembarcaron en la
bahía de Salinas, en las vecindades de la frontera con Nicaragua, y en un paraje llamado Botada de la Cruz
tuvo un enfrentamiento con ellos, logró capturar a varios y otros fueron muertos. El 12 de noviembre,
enterado de estos hechos, y aunque desde hacía tiempo estaban interrumpidas las relaciones políticas
entre ambos países, el canciller de Nicaragua don Anselmo H. Rivas dirigió una nota a su colega de
Costa Rica para presentar una acalorada protesta, por creer que los hechos habían ocurrido en territorio
nicaragüense. El 10 de diciembre, don Vicente dirigió a Rivas una extensa nota, en la que rechazaba la
protesta, expresaba que los hechos habían ocurrido en territorio de Costa Rica, hacía referencia a diversos
agravios cometidos por autoridades nicaragüenses en perjuicio de costarricenses y hacía énfasis en la
necesidad de una demarcación 168. Nicaragua entonces revivió la vieja cuestión de la supuesta invalidez
jurídica del tratado Cañas-Jerez 169.
3.- Misión al Vaticano.
En marzo de 1874, el gobierno de Costa Rica envió al Vaticano, en una misión confidencial, a
don Manuel María de Peralta, secretario de la Legación en Gran Bretaña y Francia, quien acaba de ser
designado como encargado de Negocios en Londres. Peralta se reunió con el papa Pío IX, y aunque no
se conoce documentalmente el objetivo de la misión, es de suponer que estuviera relacionada con la
pretensión del gobierno del general Guardia de que se nombrara como nuevo obispo de Costa Rica al
presbítero Ramón Isidro Cabezas Alfaro, a lo cual se negaba la Santa Sede. Al recibir a Peralta, quien en
esa época tenía veintiséis años, el octogenario pontífice exclamó “¡tan joven y ya encargado de Negocios!”,
a lo cual don Manuel María contestó: “Dios nos da fuerza para cumplir las tareas que nos sobrepasan” 170.
4.- El cuerpo diplomático costarricense.
En el servicio diplomático de la República destacado en Europa hubo algunos cambios durante
esta segunda gestión de don Vicente Herrera en la Cancillería.
El 18 de marzo de 1874 se aceptó la renuncia supuestamente presentada por el hondureño
Carlos Gutiérrez Lozano, ministro plenipotenciario de Costa Rica ante Su Majestad Británica, y el 24
del mismo mes se nombró como encargado de Negocios a don Manuel María de Peralta, secretario
167 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 353.
168 Ambas notas aparecen en la Gaceta oficial, 12 de diciembre de 1874.
169 Memorias de la Cancillería de Costa Rica (1842-1889), Heredia, Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional, 1ª.ed.,
1998, pp. 265-266.
170 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, p. 27.
86
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
de la Legación 171. Sin embargo, lo cierto era que Gutiérrez, quien había cometido graves abusos en el
desempeño de su cargo, se resistía a abandonarlo y había tenido que ser destituido. Gutiérrez, sin embargo,
persistió durante un tiempo considerable en no querer presentar sus cartas de retiro al Foreign Office,
primero alegando que el gobierno de Costa Rica no se las había enviado y después que las autoridades
británicas no le concedían la audiencia para presentarlas. Mientras tanto, don Manuel María de Peralta se
veía imposibilitado de hacer ninguna gestión oficial, porque la Cancillería británica no lo reconocía como
encargado de Negocios hasta que no se retirara a Gutiérrez. Finalmente, el 28 de noviembre de 1874, más
de ocho meses después de su separación del cargo, Gutiérrez remitió sus cartas de retiro al Foreign Office
y el 4 de diciembre Peralta logró presentar las cartas de gabinete que lo acreditaban como encargado de
Negocios 172.
El 9 de setiembre de 1874, por motivos de salud, se aceptó la renuncia y se dispuso el retiro de
Gustavo de Belot, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Costa Rica en los Países Bajos 173.
5.- El cuerpo consular extranjero.
También experimentó modificaciones la integración del cuerpo consular residente en San José.
El 6 de agosto de 1874 se reconoció a don Valeriano Fernández Ferraz como vicecónsul de España en
San José 174, y el 15 de octubre a don Dionisio Jirón como cónsul de Nicaragua en Puntarenas 175. El
mismo 15 de octubre se recibió una nota del cónsul de Austria, Jorge André, en la que comunicaba que
por haber regresado de un viaje a Europa, se había hecho cargo nuevamente del Consulado austriaco
en Costa Rica 176. En noviembre se reconoció a Carlos Grytzell como cónsul interino de Italia 177.
6.- Otros aspectos.
En otros ámbitos, la política exterior costarricense se desarrolló con normalidad y sin incidencias
dignas de consideración. Se recibieron y respondieron algunas cartas autógrafas dirigidas al presidente
Guardia: una del presidente de Bolivia don Tomás Frías de 20 de febrero de 1874 comunicando su ascenso
al poder, que fue respondida el 5 de mayo siguiente 178; otra de la reina Victoria de Gran Bretaña de 16
de febrero para avisar del matrimonio de su hijo el príncipe Alfredo, duque de Edimburgo, con la gran
duquesa María Alexándrovna de Rusia, que fue contestada el 15 de mayo 179; y una tercera del presidente
de Colombia don Santiago Pérez de 4 de abril de 1874, para anunciar su toma de posesión, a la cual fue
se dio respuesta el 4 de junio 180. Además, el 24 de julio de 1874 el cónsul de la República Española don
171 Gaceta oficial, 1° de agosto de 1874.
172 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, pp. 28-29.
173 Memorias de la Cancillería de Costa Rica (1842-1889), 1998, p. 269.
174 Gaceta oficial, 19 de setiembre de 1874.
175 Gaceta oficial, 17 de octubre de 1874.
176 Ibid.
177 Gaceta oficial, 7 de noviembre de 1874.
178 Gaceta oficial, 16 de mayo de 1874.
179 Ibid.
180 Gaceta oficial, 8 de junio de 1874.
87
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Gaspar Ortuño y Ors presentó a la Cancillería costarricense una serie de documentos remitidos por su
gobierno sobre la situación política de ese país 181.
En su condición de encargado de la Cancillería, correspondió a don Vicente Herrera pronunciar
el 15 de setiembre de 1874, en el salón del Congreso, un discurso para la conmemoración de la
independencia 182.
Como secretario interino de Instrucción Pública, cartera anexa a la de Relaciones Exteriores, don
Vicente fue el fundador del Instituto Nacional, colegio de segunda enseñanza creado en julio de 1874. La
creación de este establecimiento respondía a la preocupación de que en el país prácticamente no existía la
segunda enseñanza con carácter público y la existencia de los colegios privados era intermitente e irregular.
Tanto el nivel académico de los profesores del Instituto Nacional como sus programas de estudio fueron
excelentes; sin embargo, el establecimiento de este colegio resultó en un verdadero desmantelamiento
de la Universidad de Santo Tomás, ya que su edificio, su biblioteca, su laboratorio y sus rentas fueron
transferidos al Instituto Nacional. En 1879 el Instituto dejó de ser un colegio oficial y asumió la condición
de colegio privado 183.
Don Vicente estuvo a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores y carteras anexas hasta el 14
de diciembre de 1874, fecha en que se nombró como canciller titular a don Salvador Jiménez Blanco.
VII.- Canciller interino por tercera vez.
1.- Nombramiento.
El 20 de mayo de 1875, por haberse aceptado la renuncia de don Salvador Jiménez, el presidente
Guardia una vez más confió interinamente las carteras de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública,
Culto y Beneficencia a don Vicente Herrera, quien las tuvo a su cargo hasta el final de la administración,
el 8 de mayo de 1876. Cabe indicar, sin embargo, que durante una buena parte de su gestión actuó bajo la
autoridad del primer designado don Joaquín Lizano Gutiérrez, quien ejerció interinamente la presidencia
de la República del 28 de mayo al 5 de noviembre de 1875, debido a una ausencia del país del general
Guardia.
2.- Las relaciones con Nicaragua.
Esta tercera y última gestión de don Vicente como canciller interino se vio jalonada, como las
anteriores, por dificultades entre Costa Rica y Nicaragua. En esta oportunidad, sin embargo, las tensiones
fueron mucho más graves.
Nicaragua continuaba objetando la validez del tratado Cañas-Jerez, pero rechazó una propuesta
de Costa Rica de someter esa cuestión al arbitraje de Chile. En su lugar, el gobierno nicaragüense propuso
que el arbitraje comprendiera todas las cuestiones fronterizas suscitadas antes y después de ese convenio
181 Gaceta oficial, 1° de agosto de 1874.
182 Gaceta oficial, 19 de setiembre de 1874.
183 GONZÁLEZ FLORES, 1978, pp. 407-415; OBREGÓN LORÍA, 1955, p. 114.
88
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
y que el arbitraje recayera en un tribunal integrado por las cinco repúblicas centroamericanas, el cual
resolvería por mayoría de votos. Para agravar las cosas, en marzo de 1875 el Legislativo nicaragüense
autorizó al presidente don Pedro Joaquín Chamorro y Alfaro a romper relaciones con Costa Rica si esta
no aceptaba sujetar toda cuestión al arbitraje, sin restricciones, o no daba satisfacción a los agravios
inferidos a Nicaragua 184.
Aunque no llegó a producirse la ruptura, en noviembre de 1876 hubo nuevos incidentes por
la presencia de resguardos costarricenses en la ribera sur del río San Juan, en territorios que según el
tratado Cañas-Jerez estaban bajo soberanía de Costa Rica. Nicaragua presentó una protesta, que el 3 de
de diciembre fue rechazada por Costa Rica, fundamentada en que mientras no se declarara la invalidez
del tratado, seguiría ejerciendo su soberanía en los territorios que el Cañas-Jerez definía como suyos 185.
El 14 de enero de 1876, en vísperas de que se inaugurara en Guatemala una conferencia unionista
centroamericana, el presidente Guardia propuso a su colega nicaragüense Chamorro la unión de Costa
Rica y Nicaragua y lo invitó a una reunión en Liberia, donde ambos renunciarían y se organizaría un
gobierno provisional. La propuesta probablemente no tenía ningún viso de éxito y posiblemente solo fue
formulada por Guardia para despertar simpatías por Costa Rica en los otros países centroamericanos.
El 27 de enero, Chamorro rechazó la idea de la unión de ambos países, que en su opinión produciría
reacciones negativas en los demás del istmo, y reiteró las reivindicaciones fronterizas nicaragüenses y la
posibilidad de un arbitraje. Para agravar las cosas, en Liberia se hallaba una serie de emigrados políticos
nicaragüenses de ideología liberal, que aparentemente tenía la intención de preparar una invasión a su
país, con el apoyo o la tolerancia del gobierno de Guardia, y derrocar al régimen conservador de Chamorro
186
.
El 4 de febrero, el Senado de Nicaragua recomendó al Ejecutivo la ruptura de relaciones con Costa
Rica. El 8 de febrero, Chamorro emitió un decreto en el cual imponía una contribución extraordinaria,
levantaba un ejército de cinco mil hombres y destacaba parte de este en la región limítrofe con Costa Rica.
El presidente Guardia respondió de modo desafiante: el 22 de febrero dirigió un mensaje al Congreso
en el cual daba cuenta de las acciones militares de Nicaragua y expresaba que no podía admitirse una
paz comprada con la humillación del país; además organizó un ejército expedicionario y lo situó en la
provincia de Guanacaste. Una misión enviada por Nicaragua a Costa Rica en marzo de 1876, encabezada
por el licenciado don Francisco Padilla, para tratar de llegar a un arreglo y proponer que ambos ejércitos
se retiraran de la frontera, no dio resultado, como tampoco una propuesta del general Guardia para que se
efectuara un plebiscito en el Guanacaste y la población local decidiera libremente a cuál de los dos países
deseaba que perteneciera el territorio 187.
Fracasadas al parecer todos las posibilidades de un entendimiento, el gobierno de Costa Rica
decidió que para evitar la guerra era más conveniente apoyar los esfuerzos de los liberales nicaragüenses
por derrocar a Chamorro, y así se convino en una reunión confidencial celebraba el 25 de marzo. Se
esperaba además contar con el apoyo del gobierno liberal de Guatemala 188.
184 SÁENZ CARBONELL, 1996, pp. 358-359.
185 Ibid., p. 359.
186 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 359.
187 Ibid., pp. 359-360.
188 Ibid., pp. 360-361.
89
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
En abril de 1876 el gobierno de Nicaragua impuso otra contribución extraordinaria y llamó a las
armas a todos los nicaragüenses desde la edad de los 16 años hasta los 55 189. Costa Rica, por su parte,
estaba preparada militarmente para el conflicto y contaba o esperaba contar con el apoyo de los liberales
nicaragüenses y de los otros países centroamericanos, donde imperaban regímenes liberales.
Esta era la situación con Nicaragua cuando concluyó el gobierno constitucional del general
Guardia, el 8 de mayo de 1876. Ese día, en su toma de posesión, el nuevo presidente don Aniceto Esquivel
Sáenz anunció que no era partidario de la guerra y esperaba poder llegar a un arreglo pacífico con
Nicaragua.
3.- Las relaciones con Colombia.
También se complicaron las relaciones con Colombia por cuestiones fronterizas. El 11 de junio
de 1875, el gobierno de Costa Rica dirigió al de Colombia una nota de protesta, porque el Cabildo de la
población colombiana de Alanje (Chiriquí) había dado en arrendamiento los cocales de Burica, ubicados
en las costas del Golfo Dulce; pretendía disponer de un terreno perteneciente al vecindario de Corredor,
lugar donde había autoridades costarricenses, y había impuesto contribuciones a los habitantes de esa
localidad. Colombia no respondió a la protesta sino hasta casi un año más tarde, en mayo de 1876, y en su
contestación se limitó a remitir un informe de las autoridades del Estado de Panamá, en el cual se indicaba
que los lugares mencionados estaban bajo su jurisdicción. La Cancillería colombiana también informó a
Costa Rica que el Senado de su país había rechazado el tratado de límites Montúfar-Correoso de 1873 190.
El 26 de diciembre de 1875, la policía costarricense arrestó en Alajuela al cónsul honorario de
Colombia en esa ciudad, don José Ricardo Casorla, a quien se acusó de estar implicado en una conspiración
para derrocar al gobierno. En febrero de 1876, después de una larga detención en condiciones inhumanas
y sin ninguna consideración a su condición de agente consular extranjero, Casorla fue confinado
en Pacaca, donde permaneció casi dos meses. Aunque en marzo se concedió un indulto a todos los
supuestos implicados, el 6 de mayo de 1876, en vísperas del final de la administración de Guardia, se
canceló el exequátur del cónsul, posiblemente para evitar reclamos de Colombia. El 7 de mayo, Casorla
se dirigió a don Vicente Herrera para manifestarle que se vería precisado a dar cuenta a su gobierno de
todo lo sucedido. Para sorpresa del desdichado funcionario, el 15 de mayo recibió una comunicación
del gobierno colombiano, en la cual se le informaba que había sido destituido desde el 30 de marzo, por
su indebida participación en los asuntos internos de Costa Rica. Casorla dirigió entonces una larga y
apasionada carta al canciller de su país, en la que afirmaba su inocencia y se quejaba amargamente de la
actitud de las autoridades colombianas 191.
4.- La conferencia unionista de 1876.
En setiembre de 1875, el gobierno del presidente guatemalteco Rufino Barrios invitó a los otros
cuatro países centroamericanos a celebrar en la ciudad de Guatemala una conferencia dirigida a promover
la unión regional. Todos los países aceptaron la propuesta y la conferencia se inauguró el 15 de enero de
1876. Como delegado de Costa Rica se nombró al excanciller don Juan Rafael Mata Lafuente.
189 Ibid., p. 361.
190 SÁENZ CARBONELL, 1996, pp. 368-369.
191 Sobre la prisión de Casorla, v. CASORLA, José Ricardo, “Apuntes de un diario por una de las víctimas del general Guardia”, en ACADEMIA
DE GEOGRAFÍA E HISTORIA DE COSTA RICA, Documentos históricos, San José, Imprenta Nacional, 1ª. ed., 1980, pp. 77-142.
90
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Sin embargo, la situación imperante en Centroamérica era muy poco propicia para las aspiraciones
unionistas. Costa Rica y Nicaragua se hallaban al borde de un conflicto bélico y Honduras estaba envuelta
en una guerra civil, debido a que el expresidente José María Medina se había alzado en armas contra
el gobierno de don Ponciano Leiva. El Salvador propuso a Guatemala apoyar a Leiva, pero el gobierno
guatemalteco rechazó la idea, y el 15 de febrero el presidente Barrios y su colega salvadoreño don Andrés
Valle acordaron dar respaldo militar al doctor don Marco Aurelio Soto Martínez para pacificar Honduras.
Empero, el mismo 15 de febrero, el gobierno salvadoreño envió tropas a Honduras para apoyar a Leiva, lo
cual provocó una virulenta reacción en Guatemala y puso a esta al borde de la guerra con El Salvador.
El 28 de febrero de 1876 concluyó la conferencia de Guatemala, con la firma de un tratado en
el cual se acordaba una serie de medidas para promover la unión centroamericana, pero este convenio
no pasó del papel. El 27 de marzo estalló la guerra entre El Salvador y Guatemala, que terminó un mes
más tarde con la victoria guatemalteca, la caída del presidente salvadoreño Valle y la proclamación del
doctor don Rafael Zaldívar como nuevo gobernante de El Salvador. En Honduras, el gobierno de Leiva fue
derrotado y se proclamó como nuevo presidente al licenciado don Crescencio Gómez 192.
5.- Las relaciones con Alemania.
El 18 de mayo de 1875 el canciller interino Herrera y el cónsul del Imperio Alemán en Costa Rica
Juan Federico Lahmann firmaron en San José un tratado de amistad, comercio y navegación, que fue el
primer convenio suscrito entre los dos países. El tratado Herrera-Lahmann fue aprobado por el Congreso
Constitucional de Costa Rica en el mes de julio siguiente y sus ratificaciones se canjearon en San José en
noviembre 193.
6.- Las relaciones con los Estados Unidos de América.
El 24 de diciembre de 1875, el gobierno de Costa Rica nombró como ministro residente en los
Estados Unidos a don Manuel María de Peralta, quien se trasladó a Washington en enero de 1876 y
presentó cartas credenciales al Presidente Ulysses S. Grant el 21 de marzo 194.
Las relaciones entre los Estados Unidos y Nicaragua atravesaban una fase muy agria, debido a las
negociaciones nicaragüenses con empresas europeas sobre el tema del canal interoceánico. Esto había
hecho que el gobierno de Washington, tradicionalmente reacio a reconocer los derechos costarricenses
en la ruta del río San Juan, decidiera cambiar su política. El 4 de abril de 1875, el secretario de Estado
Hamilton Fish remitió al ministro Peralta un memorándum en el cual se presentaban las bases de
un posible convenio entre Costa Rica y los Estados Unidos sobre el tema del canal interoceánico. El
6 de abril, Peralta se reunió con el canciller americano para tratar el tema y posteriormente solicitó
instrucciones a la Cancillería costarricense, mientras en el Departamento de Estado se redactaba un
proyecto de tratado 195.
Sorpresivamente, el 20 de abril, en otra reunión entre Fish y Peralta, el secretario de Estado
manifestó al diplomático costarricense que la nota de noviembre de 1873 en que Costa Rica había pedido
192 SÁENZ CARBONELL, 1996, pp. 365-366.
193 Ibid., 1996, p. 379.
194 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, p. 30.
195 Ibid., pp. 31-34.
91
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
el retiro del ministro americano George Williamson conducía a la ruptura de las relaciones diplomáticas
entre los dos países. El tema era totalmente extemporáneo, por lo que Peralta refutó la idea de que la nota
hubiera conllevado una ruptura, pero Fish anunció que en esas circunstancias quedaban paralizadas las
negociaciones del tratado relativo al canal. Al parecer, el Secretario quería utilizar el tema de la nota de
1873 para apurar la concreción del posible tratado. Como quiera que fuera, Peralta solicitó instrucciones
a Costa Rica y sugirió retirar la nota de 1873, pero no recibió respuesta 196.
7.- Las relaciones con la Gran Bretaña. El caso Meugens.
El enrevesado asunto de los empréstitos ferrocarrileros contratados por Costa Rica en Londres
complicó la imagen de Costa Rica en Gran Bretaña y afectó las relaciones entre ambos países. En 1875,
el Parlamento británico, alarmado por lo que ocurría con los empréstitos de varios países afectados por
voraces usureros y especuladores, entre ellos Costa Rica, nombró un comité investigador, pero eso no
contribuyó a mejorar la situación de los créditos costarricenses.
Desde mayo de 1874, Costa Rica iniciado en los tribunales británicos una acción judicial contra
la empresa Émile Erlanger & Co., una de las casas prestatarias, pero no fue sino hasta junio de 1875
cuando la compañía demandada contestó. El 29 de octubre siguiente, la empresa contrademandó a Costa
Rica y además al presidente Guardia. El 25 de noviembre, el juez de primera instancia dispuso que se
suspendieran los procedimientos hasta que no se presentasen los demandados por la empresa, pero el 8
de diciembre de 1875 un tribunal de apelaciones revocó esa resolución, por considerar que el presidente
de un estado soberano no estaba sometido a la jurisdicción de la justicia británica.
Las relaciones oficiales con el gobierno británico se vieron enturbiadas además por el caso
Meugens. En junio de 1875 se publicaron en Londres comentarios contenidos en un informe del cónsul
británico en Costa Rica, Edward R. Meugens, quien se expresaba muy mal del país y ponía en duda la
honorabilidad e inteligencia de altos funcionarios costarricenses. Don Manuel María de Peralta, encargado
de Negocios de Costa Rica en Londres, presentó una protesta al Foreign Office, y el 18 de octubre de 1875
el gobierno costarricense canceló el exequátur de Meugens, por considerar injurioso el informe.
El gobierno británico reaccionó airadamente ante el retiro del exequátur y exigió que se renovase
este antes de atender las reclamaciones costarricenses. Como Costa Rica se resistió a renovarlo, el 12
de diciembre de 1875 el conde de Derby, secretario de Relaciones Exteriores británico, manifestó al
encargado de Negocios Peralta que tenía plena confianza en Meugens y que si Costa Rica no le renovaba
el exequátur, su gobierno no nombraría un sucesor, por considerar que el acto del gobierno de Costa
Rica había sido prematuro, violento, descortés y apenas compatible con el mantenimiento de relaciones
diplomáticas e inusitado entre naciones civilizadas 197.
No fue sino hasta enero de 1878 que pudo superarse el caso Meugens, cuando el gobierno de
Costa Rica le renovó el exequátur, después de recibir una nota de disculpas del funcionario británico 198.
196 Ibid., pp. 34-35.
197 Ibid., p. 377.
198 Ibid., p. 419.
92
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
8.- Las relaciones con Italia.
En abril de 1875 se efectuó el canje de las convenciones de extradición y de nacionalidad y
asistencia judicial Lindemann-Visconti Venosta, suscritas en Roma en mayo de 1873 por el conde Adolfo
Cristián de Lindemann, ministro plenipotenciario de Costa Rica en Italia, y el marqués Emilio ViscontiVenosta, secretario de Negocios Extranjeros de ese país 199.
9.- Las relaciones con la Santa Sede.
Debido a que el gobierno del general Guardia persistía en su interés de que se designase como
obispo de Costa Rica al presbítero Ramón Isidro Cabezas y la corte pontificia en su negativa a nombrarlo,
a principios de 1876 se nombró al doctor don Rafael Machado y Jáuregui como ministro plenipotenciario
en misión especial ante la Santa Sede. El diplomático fue recibido por el papa Pío IX, pero no se logró
ningún cambio en la posición vaticana, e incluso se dice que el pontífice, que hablaba español, le manifestó
a Machado que “mientras Pío sea cabeza de la Iglesia universal, Cabezas no será cabeza de la Iglesia de
Costa Rica” 200.
Para tratar de superar el impasse, el cardenal Giacomo Antonelli, secretario de Estado vaticano,
propuso el 11 de abril al ministro Machado que en vez de un obispo se nombrara un delegado apostólico
para que se hiciera cargo del gobierno diocesano por unos dos o tres años. Machado pidió instrucciones
por cable a San José, pero el 22 de abril, antes de recibir una respuesta, se vio obligado a abandonar
Roma y dejó la negociación en manos del ministro plenipotenciario de Costa Rica don Fernando de
Lorenzana, marqués de Belmonte 201. La propuesta del cardenal Antonelli resultó poco tiempo después
en la designación de monseñor Luigi Bruschetti, obispo titular de Abidos, como delegado apostólico y
administrador de la diócesis de Costa Rica, cargos que ejerció de 1877 a 1882 202.
10.- El cuerpo diplomático costarricense.
En el período 1875-1876 hubo algunos cambios importantes en el servicio diplomático
costarricense. Don Manuel María de Peralta fue nombrado en 1875 como ministro residente Bélgica, en
sustitución del desacreditado Carlos Gutiérrez Lozano. En el desempeño de ese cargo, le correspondió
también ser delegado de Costa Rica en el Congreso Internacional de Geograf ía celebrado en París, en
el cual presentó varias ponencias, y se le encargó negociar un tratado de amistad y comercio con Suiza,
pero no pudo llevar a cabo este propósito porque el 24 de diciembre de 1875 se le designó como ministro
residente en Washington, cargo que asumió a principios de 1876 203.
Como Gutiérrez había estado acreditado también en Francia, el gobierno de Costa Rica lo retiró
y en su lugar designó al conde de Lindemann, ministro de Costa Rica en Italia, pero este declinó el
nombramiento 204.
199 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 378.
200 SANABRIA M., 1973, pp. 112-113.
201 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 380.
202 Ibid., pp. 396-397.
203 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, pp. 29-30.
204 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 379.
93
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
11.- El cuerpo diplomático y consular extranjero.
En el cuerpo diplomático y consular acreditado en Costa Rica hubo también algunos cambios. El
30 de junio de 1875 se reconoció a Giuseppe Anfora, duque de Licignano, como encargado de Negocios
de Italia, con residencia en Guatemala 205. El 30 de julio de 1875 se reconoció como cónsul del Perú a don
José Sother 206 y el 19 de agosto siguiente a Juan F. Reeve como agente consular de los Estados Unidos
en Puerto Limón 207. El 29 de abril de 1876 se concedió el exequátur al excanciller don Luis Diego Sáenz
Carazo como cónsul honorario de Chile en Costa Rica 208.
Hubo también dos cancelaciones de las patente de cónsules extranjeros. El 18 de octubre de 1875
se canceló el exequátur al cónsul de Gran Bretaña, Edward R. Meugens, por los motivos ya expuestos, y el
6 de mayo de 1876 se hizo lo mismo con don José Ricardo Casorla, cónsul de Colombia en Alajuela, caso
que también ya hemos explicado 209.
12.- Otros aspectos.
En su desempeño como secretario interino de Instrucción Pública, cartera anexa a la de Relaciones
Exteriores, don Vicente tuvo en junio de 1875 un sonado enfrentamiento con el doctor Lorenzo Montúfar,
rector de la Universidad de Santo Tomás. En su curso de Derecho Internacional, Montúfar utilizaba el
texto Curso de Derecho natural o Filosof ía del Derecho del jurista krausista Heinrich Ahrens, y el padre
de un estudiante se quejó a la Secretaría de Instrucción Pública de que esa obra no estaba conforme con
la doctrina católica 210. Don Vicente
“…dirigió una nota al doctor Montúfar previniéndole que en sus clases se sometiese
a las determinaciones del Concordato siguiendo los textos recomendados por la Iglesia. El
doctor Montúfar le contestó en una célebre carta que no podía someterse a tal programa de
enseñanza y que prefería abandonar la clase a inducir a la juventud a errores que su corazón
y su conciencia rechazaban. En consecuencia, se retiró de las clases y del Rectorado de la
Universidad.” 211
VI.- Elección como primer designado a la presidencia. El frustrado
nombramiento en Washington.
El 8 de mayo de 1876 concluyó el período presidencial de don Tomás Guardia y asumió la primera
magistratura don Aniceto Esquivel Sáenz, elegido para el período 1876-1880. El mismo día, don Aniceto
designó como secretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas a don Juan Rafael Mata Lafuente
205 QUIRÓS A., Ernesto, “Un siglo de vida diplomática y consular en Costa Rica (1841-1941)”, p. 664, en Revista de los Archivos Nacionales, San
José, Números 11 y 12, Noviembre y diciembre de 1941, pp. 663-671.
206 Gaceta oficial, 31 de julio de 1875.
207 Gaceta oficial, 14 de agosto de 1875.
208 Gaceta oficial, 30 de abril de 1876.
209 Gaceta oficial, 6 de mayo de 1876.
210 SANABRIA M., 1973, p. 201.
211 OBREGÓN LORÍA, 1955, p. 103.
94
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
y como secretario de Guerra y Marina y de Gobernación y carteras anexas a don Braulio Morales
Cervantes, con lo cual terminó definitivamente la gestión de don Vicente Herrera en todas esas carteras
ministeriales. Don Manuel María de Peralta, en una carta a un amigo de Costa Rica escrita el 2 de junio
de 1876, expresó:
“… yo echaré muchísimo de menos al Dr. Herrera, cuya inteligencia y prolongado manejo de
los negocios públicos hacen su concurso particularmente precioso…” 212
El 10 de mayo, el Congreso Constitucional, por unanimidad, eligió a don Tomás Guardia como
primer designado a la presidencia para el período 1876-1877. Como segundo designado, por dieciséis
votos contra uno, la cámara eligió a don Vicente Herrera 213. Estos nombramientos parecían confirmar
que la administración Esquivel iba a ser una continuación del gobierno de Guardia y el presidente un dócil
instrumento del general.
Sin embargo, el 11 de mayo don Vicente Herrera envió al Congreso una nota en la que declinaba
el nombramiento como segundo designado, explicando que quizá se ausentaría del país durante una larga
temporada y que en consecuencia era preferible elegir a otra persona 214. La cámara aceptó la excusa y el
mismo día nombró para la segunda designatura a don Braulio Morales.
La proyectada ausencia del país del doctor Herrera se debía a que el gobierno de don Aniceto
Esquivel había decidido nombrarlo como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Costa
Rica en los Estados Unidos, decisión que en junio de 1876 fue anunciada al Departamento de Estado
americano por el ministro residente don Manuel María de Peralta 215.
Por su educación, su larga experiencia en altos cargos públicos, sus anteriores misiones como
diplomático y su desempeño en la Cancillería, el doctor Herrera estaba más que calificado para hacerse
cargo de la Legación de Costa Rica en los Estados Unidos. Es posible, sin embargo, que la administración
de don Aniceto Esquivel quisiera intencionadamente alejarlo del país para privar al general Guardia de
uno de sus más incondicionales y valiosos auxiliares. En todo caso, el gobierno de Washington tomó
muy a mal el anuncio, dado que don Vicente, como canciller interino, había sido el firmante de la nota
de 23 de noviembre de 1873 en que se había solicitado el retiro del ministro americano George McWillie
Williamson, quien todavía continuaba al frente de la legación de los Estados Unidos en Centroamérica 216.
El secretario de Estado Hamilton Fish anunció al ministro Peralta que no recibiría al doctor Herrera y que
a partir de ese momento se rompían por completo las negociaciones que se habían estado efectuando con
Costa Rica sobre el tema del canal interoceánico 217.
La negativa del gobierno de los Estados Unidos a conceder el beneplácito a don Vicente frustró la
posibilidad de que se le nombrara como ministro en Washington, pero poco después de este rechazo, un
golpe de los militares guardistas lo llevó a la Presidencia de la República.
212 GUTIÉRREZ BRAUN, Hernán, Ezequiel Gutiérrez Yglesias a través de su correspondencia, San José, Imprenta Nacional, 1ª.ed., 1977, p. 145.
213 A.N.C.R., S..H., Archivo del Congreso, documento n° 13535.
214 A. N. C. R., S. H. Archivo del Congreso, documento n° 8658.
215 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, p. 35.
216 Williamson siguió acreditado como ministro en las cinco repúblicas centroamericanas hasta 1879. V. The political graveyard,en http://
politicalgraveyard.com/bio/williamson.html#623.28.82
217 CASCANTE SEGURA y SÁENZ CARBONELL, 2004, p. 35.
95
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
VII.- Presidente de la República.
Para fines de julio de 1876 era notoria la tensión entre los partidarios de don Tomás Guardia y don
Aniceto Esquivel. El primero se había ausentado del país desde el 14 de junio, con rumbo a Guatemala, con
el carácter de ministro plenipotenciario en misión especial, y firmó en ese país el tratado Guardia-Salazar,
mediante el cual Costa Rica se comprometía a expulsar a los jesuitas que residían en su territorio y a no
admitir más. Los esquivelistas quisieron aprovechar la ausencia del general, mediante un acto de fuerza,
arrebatar a los militares guardistas el control de los cuarteles y el 30 de julio trataron de ejecutar un plan
para apoderarse del cuartel de Cartago. Sin embargo, el plan, mal concebido y peor ejecutado, terminó
en un rotundo fracaso y más bien provocó en San José fuerte reacción de los guardistas, que derrocaron
al presidente Esquivel y proclamaron como presidente provisorio de la República a don Vicente Herrera.
Como designados a la presidencia fueron nombrados don Tomás Guardia, don Manuel Antonio Bonilla
Nava y don Saturnino Lizano Gutiérrez 218.
El mismo día del golpe, don Vicente emitió un manifiesto a sus conciudadanos, en el cual
anunciaba que ejercería el poder sin odios ni prevenciones y que lo entregaría a la Nación tan pronto
como lo permitieran las circunstancias, exhortaba a los costarricenses a la calma, la cordura y la unión y
expresaba su confianza en la disciplina y moralidad de los jefes, oficiales y soldados del ejército nacional 219.
Al día siguiente fue nombrado el gabinete: cuatro secretarías de Estado (Relaciones Exteriores y carteras
anexas, Gobernación y carteras anexas, Obras Públicas y Guerra y Marina) recayeron en don Saturnino
Lizano, yerno y primo de Guardia, y la Secretaría de Hacienda y Comercio en su hermano don Joaquín
Lizano Gutiérrez. Algunos días después, el 7 de agosto, don Rafael Machado y Jáuregui fue nombrado
como secretario de Relaciones Exteriores y carteras anexas. Al mes siguiente se creó un Consejo de
Estado y el 27 de setiembre se designó para integrarlo a don Manuel Antonio Bonilla Nava (consuegro de
don Tomás), don Víctor Guardia Gutiérrez (hermano de don Tomás, sustituido el 16 de junio de 1877 por
el presbítero don Francisco Pío Pacheco Castillo), don Blas Gutiérrez Uriza (primo de don Tomás), don
Anselmo González Bonilla y don Alejandro Aguilar Castillo 220.
Por su preparación y experiencia, don Vicente estaba en condiciones de ser un gobernante notable,
pero lo cierto es que su paso por la primera magistratura fue bastante irrelevante: desde el inicio mismo
de su administración quedó claro que el poder efectivo lo ejercería don Tomás Guardia y que el presidente
contaría muy poco. Guardia regresó a Costa Rica el 29 de agosto y el 1° de setiembre lo saludaron en
Alajuela el presidente Herrera y los secretarios de Estado 221. El 5 de setiembre, el general ofreció una cena
en el Palacio Presidencial, dedicada a los oficiales y jefes del ejército, y a la cual el presidente asistió como
mero invitado. A la hora de los brindis, Guardia dedicó algunos elogios al doctor Herrera, y este resaltó
los logros de don Tomás, “cuyos sentimientos y elevadas ideas ha tenido ocasión de conocer durante el
tiempo que ha estado a su lado” 222.
Como tantos gobernantes de Costa Rica, don Vicente se caracterizaba por su modestia y la
sencillez de su trato. El periódico El Costarricense destacó que al gran baile popular que hubo en la Plaza
218 Sobre la intentona de los esquivelistas y el golpe de los militares guardistas, V. SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, Los meses de don
Aniceto, San José, EUNED, 1ª. ed., 2002, pp. 137-165.
219 Gaceta oficial, 2 de agosto de 1876.
220 Decreto N° 72 de 27 de setiembre de 1876.
221 Gaceta oficial, 1° de setiembre de 1876.
222 Gaceta oficial, 23 de setiembre de 1876.
96
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Principal en la noche del 15 de setiembre asistió con sus dos hijas y sin escolta 223. En los meses siguientes
asistió a otros festejos en diversas partes del país, como Alajuela 224 y Cartago 225, inauguraciones de
escuelas 226 y exámenes escolares 227 y colegiales 228, y en marzo de 1877 asistió devotamente a los oficios
de la Semana Santa en la catedral de San José y participó con el obispo Bruschetti en el rito del lavado de
los pies 229. En abril visitó con el prelado el Lazareto, establecimiento al que iba con frecuencia cuando era
miembro de la Junta de Caridad 230, y en mayo ambos efectuaron una visita a la Cárcel de San José 231.
Uno de los principales problemas que tuvo que enfrentar la administración Herrera fue el de las
relaciones con Nicaragua, que fueron muy tensas desde el inicio de la administración. Las autoridades
nicaragüenses, sin duda temiendo que Costa Rica revirtiera política pacifista de Esquivel, por la influencia
de Guardia y sus allegados, se negaron a reconocer al gobierno del doctor Herrera y el presidente Chamorro
no dio respuesta a la carta autógrafa en la que don Vicente le anunciaba su ascenso a la presidencia.
El gobierno de Costa Rica, por su parte, estrechó sus vínculos con el régimen liberal y anticlerical de
Guatemala, en aquellos momentos hostil al de Nicaragua por su ideología conservadora y el hecho de
permitir la presencia de jesuitas en territorio nicaragüense. El 9 de setiembre de 1876, el gobierno de Costa
Rica concedió el grado de general de división de las milicias de la República al presidente guatemalteco
Rufino Barrios 232 y el 22 de ese mismo mes decidió designar como ministro residente de Costa Rica en los
Estados Unidos, en lugar de don Manuel María de Peralta, al guatemalteco don Vicente Dardón, ministro
residente de Guatemala y El Salvador en ese país 233. Se aprobó el tratado Guardia-Salazar en el que se
aceptaba expulsar a los jesuitas y el 9 de noviembre de 1876 se le envió una nota al gobierno de Guatemala
para manifestarle que el convenio respondía a los intereses y aspiraciones de ambos países 234.
Después de varias incidencias, el 14 de noviembre de 1876 Costa Rica rompió relaciones con
Nicaragua 235. La intranquilidad de Nicaragua sin duda aumentó debido a un viaje que don Tomás Guardia
hizo a El Salvador y Guatemala a fines de 1876, ya que aunque La Gaceta manifestó que la partida del
general se debía a motivos de salud, también dijo que se esperaba que brindara sus servicios a la patria
aprovechando el viaje 236. Dado que los gobiernos liberales de esos países tenían una actitud bastante
hostil hacia el gobierno conservador de Nicaragua, cabía suponer que el verdadero propósito del viaje de
Guardia fuera coordinar acciones en su contra, como lo hizo ver el periódico La Estrella de Panamá 237.
Además, es muy posible que Guardia llevara a Rufino Barrios el decreto y el diploma de su designación
223 El Costarricense, 17 de setiembre de 1876.
224 A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 28100, fs. 3-4.
225 El Costarricense, 21 de enero de 1877.
226 La Gaceta, 30de diciembre de 1876.
227 El Costarricense, 15 de diciembre de 1876.
228 La Gaceta, 19 de noviembre de 1876.
229 La Gaceta, 2 de abril de 1877.
230 El Costarricense, 27 de abril de 1877.
231 El Costarricense, 3 de mayo de 1877.
232 Decreto N° 70 de 9 de setiembre de 1876.
233 Acuerdo N° 22 de 22 de setiembre de 1876.
234 SÁENZ CARBONELL, 1996, p. 395.
235 OBREGÓN LORÍA, Rafael, Hechos militares y políticos, Alajuela, Museo Histórico-Cultural Juan Santamaría, 1ª.ed., 1981, pp. 180-181.
236 La Gaceta, 16 de diciembre de 1876.
237 El Costarricense, 9 de marzo de 1877.
97
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
como general del ejército costarricense, que se le había concedido en setiembre de 1876. Regresó a San
José a fines de enero de 1877 238 y a los pocos días asistió a las fiestas patronales de Barba con el presidente,
quien también se hizo presente en las de San Isidro de Heredia 239.
A pesar de la inexistencia de relaciones diplomáticas, Costa Rica decidió apoyar a Nicaragua para
gestionar ante el gobierno de los Estados Unidos que estos no respaldaran un proyecto para construir un
canal interoceánico en la región colombiana del Darién. Sin embargo, Costa Rica tomó muy a mal que
Nicaragua, sin consultase, enviase una misión al Perú para discutir con el empresario americano Henry
Meiggs las posibilidades de construir el canal por la ruta del San Juan. En los meses siguientes continuaron
las dificultades con Nicaragua, debido a una concesión dada por el gobierno de Managua el 1° de marzo
de 1877 a un empresario de navegación en el cual se le autorizaba expresamente para obstruir la boca
del río Colorado. El 14 de abril de 1877, el canciller Machado envió notas a los gobiernos de Guatemala,
El Salvador y Honduras para manifestar que Costa Rica haría respetar sus derechos, su integridad y su
soberanía. Los tres países ofrecieron mediar entre Costa Rica y Nicaragua, y el peligro de una guerra se
alejó, pero los vínculos diplomáticos se mantuvieron rotos 240.
Aparte de continuar la obra del ferrocarril 241, en la que estaba vivamente interesado Guardia
y que la administración Esquivel había en cierta forma amenazado con interrumpir debido a la crítica
situación fiscal, el gobierno de Herrera otorgó una subvención al Colegio San Luis Gonzaga de Cartago
242
y tomó otras disposiciones a favor de la educación 243, inició la construcción del hospital de Heredia
244
y del nuevo edificio del hospital San Juan de Dios 245, combatió el contrabando 246 y restableció las
municipalidades en las cabeceras de cantón, que habían desaparecido desde 1859 247. Se envió una misión
exploratoria a las llanuras de Santa Clara y a la cuenca del Tortuguero 248, encabezada por el general don
Pablo Quirós 249, para estudiar la posibilidad de abrir un camino.
Sin embargo, lo limitado de los recursos disponibles impidió hacer una obra material importante
y más bien fue necesario tomar algunas medidas de austeridad y ahorro en la administración pública, así
como elevar en un 50% los impuestos de importación 250. El gobierno también tuvo que hacer frente a los
costos del litigio iniciado en Londres contra dos de las casas prestatarias de los empréstitos ferrocarrileros.
En abril de 1877 fue enviado a Gran Bretaña don Saturnino Lizano para investigar la marcha del proceso.
Lizano encontró el juicio paralizado y hubo de enfrentarse con exageradas peticiones de dinero del
238 El Costarricense, 31 de enero de 1877.
239 El Costarricense, 2 de febrero de 1877.
240 SÁENZ CARBONELL, 1996, pp. 394-395.
241 La Gaceta, 15 de mayo de 1877.
242 Acuerdo n° 24 de 29 de setiembre de 1876.
243A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 28100, fs. 6-7; La Gaceta, 25 de noviembre de 1876 y 15 de mayo de 1877.
244 El Costarricense, 8 de marzo de 1877.
245 La Gaceta, 17 de marzo de 1877.
246 La Gaceta, 15 de mayo de 1877.
247 Decreto n° 84 de 16 de diciembre de 1876.
248 La Gaceta, 15 de mayo de 1877.
249 El Costarricense, 19 de febrero, 18 de marzo y 23 de marzo de 1877; La Gaceta, 17 de marzo de 1877.
250 El Costarricense, 14 de abril de 1877.
98
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
inescrupuloso abogado contratado por Costa Rica, Ferdinand Strousberg 251. A raíz del viaje de Lizano, el
31 de marzo de 1877 se recargó a don Rafael Machado la Secretaría de Gobernación y carteras anexas y
se nombró a don Tomás Guardia como titular de la de Hacienda y Comercio, con el recargo interino de
las de Guerra y Marina y Obras Públicas. El 15 de junio de 1877 se nombró en esta última a don Rafael
Barroeta Baca 252.
En mayo de 1877, el presidente Herrera efectuó una gira por Puntarenas y Guanacaste. Viajó en
tren a Alajuela el 7 de mayo 253 y en los días siguientes visitó Atenas, Esparza y Puntarenas y el presidio
de San Lucas 254. El 15 de mayo, día en que La Gaceta publicó un mensaje suyo al país para dar cuenta
de los actos de su gobierno 255, llegó a Liberia 256, donde permaneció alrededor de una semana, y regresó
a Puntarenas el 24 257. El 29 de mayo volvió a San José, y después de que la guarnición josefina le hizo los
honores de ordenanza frente al Palacio Presidencial, se trasladó al Palacio Nacional para ocuparse del
despacho de los asuntos 258.
Como resultado de la gira de don Vicente Herrera se decretó el 14 de junio de 1877 la fundación
de la población de Guardia en el lugar llamado El Bebedero 259, y se erigió el cantón de Carrillo 260, a cuya
cabecera, denominada Siete Cueros, se le dio el nombre de Filadelfia en homenaje al militar guardista
Filadelfo Soto. Una tradición refiere que Soto era muy malquisto en la población, por lo que la gente se
resistía a usar el nombre de Filadelfia, y que fue necesario advertir que se le darían siete palos al que se le
oyera decir Siete Cueros 261. También se cambió el nombre de Boquerones, otra población del cantón, por
el de Palmira 262, por influencia del libro Las ruinas de Palmira o la meditación sobre la revolución de los
imperios, del conde de Volney (1791), escritor libero-racionalista francés, cuya lectura había impresionado
mucho a don Vicente 263.
El gobierno de Herrera mantuvo a la prensa bajo censura y hubo de hacer frente a ciertaa
intranquilidad política. El 2 de enero de 1877 se dispuso confinar a dos notorios opositores del régimen,
don León Fernández Bonilla y don Jesús Soto Quesada, en Tucurrique 264 y en Nicoya 265 respectivamente.
El 29 de julio de 1877 hubo una tentativa de tomar el Cuartel Principal, en la cual pereció, entre otras
personas, el joven josefino don José Antonio Chamorro Mora. El hecho afectó mucho a don Vicente,
porque Chamorro, muy popular en la capital por su apostura y simpatía, era pariente cercano de su esposa
251 SÁENZ CARBONELL, 1996, p.396.
252 GRUB, 1994, pp. 123-124.
253 El Costarricense, 11 de mayo de 1877.
254 El Costarricense, 18 de mayo de 1877; La Gaceta, 11 de mayo de 1877.
255 La Gaceta, 15 de mayo de 1877.
256 El Costarricense, 18 y 25 de mayo de 1877.
257 El Costarricense, 25 de mayo de 1877.
258 El Costarricense, 4 de junio de 1877.
259 Decreto n° 19 de 14 de junio de 1877.
260 Decreto n° 22 de 16 de junio de 1877.
261 Anécdota referida al autor por doña Ligia Volio Guardia de Ortiz, bisnieta de don Tomás Guardia.
262 Decreto n° 22 de 16 de junio de 1877.
263 SANBRIA M., 1973, P. 207.
264 A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 28100, f.1.
265 Ibid., f. 2.
99
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
doña Guadalupe. El 12 de agosto, en una carta a don Ezequiel Gutiérrez Iglesias, que era primo hermano
de doña Guadalupe y estaba desde febrero como encargado de Negocios en Londres, el presidente le
manifestó:
“Aquí continúa la tranquilidad más completa, no obstante una loca intentona hecha sobre
el Cuartel Principal en la madrugada del 29 de julio, de la cual resultaron algunas víctimas
tanto de la guarnición del cuartel como de los invasores. Entre las de estos últimos figura,
desgraciadamente, nuestro pariente el joven José Ant° Chamorro. Ese es el fruto de ciertas ideas
propagadas en la juventud de nuestro país por hombres de ideas y sentimientos corrompidos
por falta de creencias y por ausencia de los más comunes principios de moralidad. La prueba
hecha por esos hombres y jóvenes extraviados ha sido terrible. Ojalá no se repitan escenas
de esa especie. Entre los del movimiento están en primera línea D. Zenón Castro, Federico
Fernández, Rafael Orozco y otros. Hay fuertes presunciones contra el Dr. Castro a quien yo
había rodeado de consideraciones.” 266
VII.- Caída y exilio.
El sábado 8 de setiembre de 1877 don Vicente y doña Guadalupe de Herrera tuvieron la dicha
de ver el matrimonio de su hija mayor doña Angélica, que se casó con el joven español don José Lorenzo
y Barreto, hijo de una acomodada familia de la provincia de Soria. La boda fue por demás rumbosa. Se
celebró en la capilla del Palacio Presidencial y fue oficiada por el delegado apostólico monseñor Luigi
Bruschetti, obispo titular de Abidos y administrador de la diócesis de San José. Actuó como padrino de
bodas el general Guardia y después de la ceremonia religiosa hubo una espléndida fiesta en los salones del
suntuoso edificio 267.
Las circunstancias de la boda permitían suponer que las relaciones entre el general y el presidente
eran muy buenas. Pero, al parecer, don Tomás solamente quiso darle a don Vicente un último gusto, al
permitirle casar a su hija en la capilla del Palacio con obispo y todo, antes de prescindir de él por completo
y tomar nuevamente las riendas del país de modo directo y personal. Ciertamente, Guardia, que reunía
las condiciones de primer designado, comandante en jefe del ejército, secretario de Hacienda y Comercio
y secretario interino de Guerra y Marina, y que en la comandancia de los principales cuarteles había
colocado a oficiales de su absoluta confianza, no tenía nada qué temer del presidente. Este no contaba con
un partido propio y ni siquiera despertaba simpatías en la oposición. Había sido incondicional de Guardia
y durante trece meses y medio había aceptado discreta y pacientemente mantenerse en una posición
puramente formal y bastante desairada. Sin embargo, por alguna causa que no hemos logrado determinar,
don Tomás había empezado a desconfiar de él y decidió desplazarlo de la primera magistratura.
El martes 11 de setiembre el número semanal de La Gaceta anunció al país que en esa misma
fecha, el presidente Herrera, teniendo necesidad de restablecer su salud, se separaba “temporalmente” de
las funciones de jefe de la Nación y llamaba al primer designado don Tomás Guardia al ejercicio del Poder
Ejecutivo. El editorial del periódico defendía la “decisión” de Herrera y, por supuesto, dedicaba expresivos
elogios al general 268. Aquello significaba, ni más ni menos, la caída del presidente. Dudamos que el cuento
266 GUTIÉRREZ BRAUN, 1977, p. 152.
267 Gaceta oficial, 11 de setiembre de 1877; SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, La boda de la niña Angélica, en http://www.tiquicia.com/
columnas/historia/011q20201.asp
268 Gaceta oficial, 11 de setiembre de 1877.
100
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
de la salud se lo haya tragado nadie, ya que, paradójicamente, la misma Gaceta informaba, con lujo de
detalles, del reciente matrimonio de la joven Angélica. La verdad, si don Vicente hubiera estado tan
enfermo como se pretendía, la boda sin duda se hubiera aplazado.
Teóricamente, don Tomás era sólo un designado en ejercicio, y el presidente de la República,
con facultades “omnímodas”, seguía siendo don Vicente Herrera, quien (también teóricamente) podía
reasumir la primera magistratura en el momento que se le antojara. Pero la verdad, desde ese mismo 11
de setiembre nadie pareció acordarse de eso. El 15 de setiembre, cuando apenas se cumplía una semana
de la famosa boda, Guardia se adjudicó el papel protagónico en todas las celebraciones de la fiesta patria:
asistió como presidente al Te Deum que ofició monseñor Bruschetti en la iglesia de la Merced y por la
noche ofreció en el Palacio Nacional un espléndido baile, con numerosos invitados y suculenta cena, que
no concluyó sino hasta las cinco de la madrugada del 16 269.
Don Vicente Herrera brilló por su ausencia en los festejos del 15 de setiembre, y en los días
siguientes su nombre prácticamente desapareció de las columnas del periódico oficial. Guardia resolvió
consultas, aprobó contratos y hasta emitió una especie de manifiesto para anunciar que Costa Rica
estaría bajo la bandera del orden y el progreso, como si Herrera ya no contara para nada y él estuviera
inaugurando administración.
A las doce del día del domingo 23 de setiembre, don Tomás reunió una especie de junta de
notables en el salón de sesiones del antiguo Congreso, ubicado en la planta baja del Palacio Nacional.
Los concurrentes, elegidos a gusto del convocante, eran miembros de las municipalidades de Alajuela,
Cartago, Heredia y San José o figuras prominentes de la vida económica y política del país, aunque por
supuesto brillaban por su ausencia los personajes desafectos al régimen. Una vez que los “notables”
tomaron asiento, Guardia les expresó:
“Encargado del poder, en concepto de Primer Designado, no debo hacer más que mantener
la situación, tal como la he recibido, sin dar un solo paso trascendental devolviendo el
mando, llegada la hora, al mismo que me lo entregó. Pero el Excelentísimo señor Presidente,
Doctor Don Vicente Herrera, ha tenido a bien significarme su propósito de no volver a
ocupar el sillón presidencial. Desconsolado ante una oposición que, sin respetar sus asiduos
y bien intencionados esfuerzos a favor del país, se reveló ostensiblemente en el movimiento
revolucionario que fracasó el 29 de julio de éste, me ha llamado al Poder… el propósito
manifestado por el Excelentísimo señor Presidente, de no volver al mando, constituye a la
República en una especie de acefalia.” 270
Si eso de que don Vicente estaba tan desconsolado y no quería volver al poder hubiera sido
cierto, lo más lógico es que él mismo se lo hubiera manifestado así a los notables, o por lo menos hubiera
suscrito una carta de renuncia. Por lo demás, lo de la “acefalia” era una pura fábula, porque precisamente
los designados estaban llamados a sustituir al presidente en sus ausencias temporales o definitivas, y el
mejor testimonio de ello estaba en que Guardia llevaba ya doce días de estar encargado del Ejecutivo, sin
que se hubieran visto síntomas ningunos de anarquía. Pero al parecer, don Vicente no quiso renunciar por
las buenas, ni a don Tomás le pareció agradable continuar en el poder a título de mero designado, y se le
ocurrió legitimar en cierta forma la deposición de aquel mediante la argucia de la junta de notables.
269 Gaceta oficial, 18 de setiembre de 1877.
270 Gaceta oficial, 25 de setiembre de 1877.
101
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Después de comunicarles la “decisión” de Herrera, don Tomás planteó a los concurrentes a
la asamblea la opción de que lo eligieran a él como presidente, con el fin de “legitimarse” en el poder
y permitirle gobernar (como si necesitara permiso) con las facultades propias del cargo. También les
planteó la posibilidad de convocar a elecciones para una asamblea constituyente. Después se retiró del
recinto, con el propósito de que los presentes deliberaran y votaran en “libertad” 271.
El médico cartaginés don Andrés Sáenz Llorente manifestó que no era necesario elegir presidente,
ya que el general Guardia era ya primer designado con amplias facultades. En el mismo sentido opinaron
don Francisco Echeverría, don Juan Rafael Mata y Lafuente y don Carlos Sancho y Alvarado. Sin embargo,
las miras del régimen andaban por otro lado, y casi todos los concurrentes, cumpliendo a la perfección
con el papel que se les había asignado en aquella comedia, opinaron que debía efectuarse la elección.
Aceptada esa tesis, se procedió a votar 272.
No había ni para qué contar los votos, si ya se sabía de antemano a quién iban a favorecer los
números. En efecto de los cincuenta y cuatro “notables”, cincuenta votaron porque Guardia asumiese el
poder como presidente de la República. Otro, don Francisco Peralta y Alvarado, expresó que se abstenía
de votar en razón de su nacionalidad española, pero acto seguido, para no quedar mal, indicó que apoyaba
la propuesta de que el general quedara como presidente. De los tres sufragios restantes -tímida y por
demás inútil voz de protesta-, dos favorecieron al licenciado don Juan José Ulloa Solares, prominente
abogado y cafetalero herediano que había sido presidente de la Corte y secretario de Estado. Y el otro, que
equivalía casi a una broma, fue emitido a favor de don Aniceto Esquivel Sáenz, el presidente derrocado en
1876 273.
Con aquella votación concluyó oficial y definitivamente, después de catorce meses, la
administración de don Vicente Herrera. Que las cosas entre él y Guardia no quedaron nada bien, resultó
bastante evidente, no sólo por la ausencia de Herrera a la tal junta de notables, sino también por el hecho
de que al caído no se le dio ninguna posición en el nuevo gobierno. Si se hubiera querido simplemente
alejarlo de los cargos políticamente influyentes, bien pudo Guardia haber nombrado a Herrera, que le
había servido lealmente durante tantos años, en un cargo diplomático o en la rectoría de la Universidad,
pero nada de eso ocurrió. Es evidente que entre ambos personajes surgió un distanciamiento profundo e
insalvable, pero no conocemos las causas.
En mayo de 1878, desde la hacienda Angélica, don Vicente escribió a don Ezequiel Gutiérrez, que
continuaba en Gran Bretaña:
“Hac. “Angélica”.
Barba, Mayo 12 de 1878
Ldo. Dn. Ezequiel Gutiérrez
Londres
Mi muy estimado Ezequiel:
Con el mayor gusto recibí, después de mucho tiempo de silencio, tu muy grata del 1° de
Abril último.
271 Ibid.
272 Ibid.
273 Ibid.
102
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Ya sabía yo también que una carta mía dirigida a ti había sido sustraída, abierta y remitida
original al General Guardia. Lo sé no por este Señor a quien no he vuelto a ver desde hace como
cinco meses, sino por una persona muy allegada a él, bastante curiosa en adquirir noticias y no
poca ligera para propalarlas. Desde luego me he figurado que lagunas tuyas para mí se habrán
quedado también en el camino. No recuerdo precisamente qué contendría mi carta; pero como
tengo por sistema no escribir ni hablar en privado sino lo que puedo sostener en público, no
tengo cuidado alguno y siento, antes bien, que no tengan el valor de reconvenirme por algún
consejo que, acaso, me permitiría darte, o por algunas apreciaciones sobre cosas o personas
que en el seno de la confianza y de la amistad pueda haber hecho. En fin, la mala acción no
está de mi parte ni de la tuya y el castigo de ella lo ha llevado el que, por ese medio reprobado,
ha oído alguna verdad amarga. Yo no me he preocupado por eso.
Yo continúo retirado y completamente abstraído de la cosa pública. Ni los hombres de la
actual situación, no obstante haber en ella muchos de la anterior, querrán darme intervención
en lo que aquí se llama la política, ni yo querría, aunque me invitasen tomarla, mientras
subsista el actual orden de cosas.
Aunque me gusta la conducta de [Julián] Volio quien se ha declarado muerto, y no pocas
veces me he sentido inclinado a ajustarme a ella, en el fondo no la aplaudo porque, al fin, el
ciudadano se debe a su patria y el egoísmo en los hombres de valer y de experiencia como Volio
es un robo hecho a la sociedad que no es culpable de los malos hechos de unos pocos.
Acaso, pues, alguna vez vuelva yo a tomar parte en los negocios de mi patria en el puesto
en que realmente pueda servirla y no a miserables intereses de partido; pero eso será cuando
vuelva una situación normal y jamás me volveré a ligar a hombres.
Ya ves que mi espíritu está sereno y antes bien fortalecido con la experiencia del pasado. Las
circunstancias que me condujeron adonde yo no hubiera querido ir, libre, y los acontecimientos
que se sucedieron eslabonándose por una fatalidad deplorable, enervaron hasta cierto punto
mi espíritu subyugándolo a un sistema que (lo confieso) mi conciencia reprobaba. Hoy, por
un beneficio especial de Dios me veo desligado, sin que por mi parte conserve remordimiento
alguno acerca de la lealtad a que me creía atado y a los deberes de una amistad que, por mi
parte, siempre fue sincera.
La invasión de Federico Mora tuvo el fin que debía esperarse de aquella privilegiada
cabeza. Todo se redujo a una escena de comedia bastante ridícula. Federico se lanza a invadir
el país con un puñado de aventureros. Con qué prestigio contaba ese muchacho para suscitar
en el país un levantamiento que, según me parece, es lo que él se proponía? El Gobierno por
su parte hace alarde de levantar todas las fuerzas del país para rechazar, a quién?, a unos 45
o 50 aventureros mal armados y peor disciplinados con un loco a su cabeza. La agricultura
fue privada de sus brazos por 12 o 15 días en el tiempo de mayor trabajo: el Tesoro Nacional
gastó unos cuantos miles de pesos y algunos infelices perdieron la vida. He aquí el resultado
de esa mal concebida intentona. Debo decirte, sin embargo, que nuestro pariente Federico, al
decir de todos, se portó con valor y que no se manchó con esos excesos tan naturales en esos
movimientos, no obstante haber ocupado el Limón por algunos días.
Tú debes suponer el motivo de haber trasladado a [Manuel María de] Peralta a Londres.
Tu parentesco y amistad con Dn. Franco. Yglesias y acaso también los mismos vínculos que te
unen conmigo, inspiraban recelos, y se tenía necesidad de un hombre de consejo. Si te conservan
ahí, creo que lo debes a la amistad particular del actual Ministro de Relaciones [el doctor
Castro]. A lo menos esa es mi opinión. De todos modos, lo que hay de cierto es que Peralta fue
enviado a instancias de D. Saturnino [Lizano].”
103
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Es una muy triste verdad que el que no siente en sí los impulsos de un verdadero patriotismo
no los comprende en los demás. Es también una triste verdad que hay personas que no ven más
que su negocio en los negocios públicos.
Lupita lo mismo que Mercedes que están aquí y Angélica y Barreto que están en San José,
te saludan con mil afectos, y yo quedo como siempre
Tu afmo. deudo y amigo
Vicente Herrera
Ad.
Angélica te hace una súplica y es la siguiente. Con D. Gregorio Quesada manda un traje
para teñirlo del color de la muestra que te incluyo y es para que lo mandes a hacer a alguna
casa de tu confianza y encargues la devolución de él después de teñido por medio de la misma
casa u otra que tenga relaciones comerciales aquí junto con la cuenta de gastos para pagarla
a la orden de quien se designe. Dispensa la molestia, por no tener ahí otra persona de más
confianza.
Tuyo
Herrera” 274
La actitud del régimen guardista con respecto a don Vicente sin duda continuó empeorando
después de esta carta y debe haberlo obligado a tomar la decisión de exiliarse, ya que en 1879 se
encontraba residiendo en El Salvador, país al que también fue a establecerse su pariente político don
Ezequiel Gutiérrez. El 19 de noviembre de ese año, un grupo de emigrados costarricenses se reunió en
San Salvador y constituyó una asociación con el nombre de Legión Anti-Guardista, para contribuir en lo
posible a derrocar al gobierno de Guardia, por considerar que estaba causando la ruina moral y material
de Costa Rica y procurando la anarquía de Centroamérica. Entre los firmantes del acta constitutiva,
además de don Vicente y don Ezequiel Gutiérrez, figuraban entre otros don León Fernández Bonilla, don
Joaquín Fernández Oreamuno, don Zenón Castro Rodríguez, don Federico Velarde, don Rafael Carranza
Pinto, don José Ricardo Casorla, don Máximo Fernández Alvarado, don Salvador Jiménez Blanco, don
Federico Mora Gutiérrez, don Ascensión Esquivel Ibarra y don Buenaventura Carazo 275.
La Legión esperaba contar con la ayuda de los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras,
todos enemistados entonces con el de Costa Rica, pero sus propósitos no llegaron a traducirse en ninguna
acción efectiva, y muchos de sus integrantes fueron regresando al país, especialmente a partir de la
amnistía que Guardia concedió el 24 de julio de 1880 a todas las personas que estando en Costa Rica o
fuera del país se hallaran sufriendo cualquier pena por causa política 276.
274 GUTIÉRREZ BRAUN, 1977, pp. 154-156.
275 Ibid., pp. 138-139.
276 Decreto N° 12 de 24 de julio de 1880.
104
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
VIII.- Sus últimos años.
Después de su regreso del exilio, y hasta su muerte, el expresidente Herrera se mantuvo
completamente apartado de la política y aun de la enseñanza universitaria, y dedicado al ejercicio de su
profesión de abogado. Su situación económica, que nunca fue boyante, se deterioró progresivamente,
hasta que se vio sumido en una decorosa pobreza.
El 6 de diciembre de 1880 tuvo la pena de perder a su padre, quien falleció a la edad de ochenta y
dos años. El diario La Gaceta del 8 de ese mes dijo:
“El lunes 6 del corriente murió en esta Capital, a una edad avanzada, Don Cleto Herrera,
padre de una dilatada y estimable familia, entre la cual se cuenta el distinguido costarricense
Doctor don Vicente Herrera, Presidente que fue de esta República.
Las exequias e inhumación del cadáver tuvieron lugar ayer, a cuyos actos asistió numerosa
concurrencia.
El Señor Herrera bajó a la tumba habiendo llenado dignamente los deberes de padre solícito
por la educación de sus hijos y de honrado y pacífico ciudadano.
Reciba su apreciable familia nuestras manifestaciones de pésame.” 277
El 7 de junio de 1886, el obispo monseñor Bernardo Augusto Thiel nombró a don Vicente como
notario mayor y secretario interino de la Curia, cargos que ejerció hasta el 6 de octubre de 1888 278.
El año 1886 fue especialmente triste para don Vicente. Su hija mayor Angélica, consumida por
la tisis y víctima de otros padecimientos, murió a fines del mes de julio 279, a la temprana edad de treinta
y dos años y dejando tres niños de corta edad. Apenas mes y medio más tarde, el 15 de setiembre 280,
después de haber recibido los santos sacramentos, falleció también San José doña Guadalupe Gutiérrez
de Herrera, que fue sepultada al día siguiente 281. La Gaceta del 17 de setiembre se refirió a ella como “una
de las más distinguidas matronas costarricenses” 282 y expresó su pésame a su familia.
Don Vicente se refirió a la muerte de doña Guadalupe en un emotivo artículo titulado “Las glorias
de la patria y los ayes de mi corazón”, que escribió el 8 de setiembre de 1887, cuando se acercaban la fiesta
patria y el primer aniversario del deceso. Las últimas líneas del texto, que se publicó en la revista Páginas
Ilustradas, decían:
“Pero ¿qué es lo que oigo? Un ¡ay! que me hiere. Mi esposa estaba enferma, pero, en mi
concepto, no de muerte inmediata. Sin embargo, corro a su alcoba y la encuentro en brazos
de parientes y amigas afectuosas; ya no tuvo una mirada para mí; después de pocos instantes
277 La Gaceta, 8 de diciembre de 1880.
278 SANABRIA M., Víctor, Bernardo Augusto Thiel, segundo obispo de Costa Rica. Apuntamientos históricos, San José, Editorial Costa Rica, 1ª.
ed., 1982, p. 69.
279 La República, 1° de agosto de 1886.
280 La Gaceta, 17 de setiembre de 1886.
281 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12390-70301-20
282 La Gaceta, 17 de setiembre de 1886.
105
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
era un cadáver; la compañera de mi vida durante treinta y cuatro años había dejado de
existir, su hermoso espíritu había volado a la mansión ignota y se hallaba en compañía de
los justos.
El último estampido del cañón hiere mi oído. Mi alma se hace pedazos en el choque de
sentimientos tan contrarios. En presencia de restos tan queridos y con el recuerdo de un
acontecimiento tan grato, mi espíritu exclamó: ¡gloria a Costa Rica! ¡gloria a Centro América!
Gloria a toda la América! Gloria a la libertad!
¡Luto eterno a mi corazón!” 283
Para aumentar los pesares del doctor Herrera, casi todos los hijos de su segundogénita doña
Mercedes, que residía en la villa de Barba con su familia, murieron en la más tierna infancia.
A principios de octubre de 1888 el afligido viudo, víctima de una inflamación en el hígado, se
hallaba enfermo de consideración. El 6 de ese mes se separó de la Notaría Mayor de la Curia Eclesiástica,
que fue asumida interinamente por su hermano don Ezequiel 284.
El 3 de noviembre, el diario La República anunció:
“El doctor don Vicente Herrera, figura prominente en la literatura, en el foro y en la política
patrias, se encuentra ha días, postrado en el lecho del dolor, por una grave enfermedad, que
mina momento a momento, tan preciosa existencia.
No es este momento oportuno en que debamos llamar la pública atención hacia tan
distinguida personalidad; mas sí la atención de esta culta sociedad, hacia el estado de ese
hombre, digno por muchos títulos, del aprecio y consideración general.
Nuestros fervientes votos, por su pronto restablecimiento.” 285
Don Vicente, murió en San José a las diez de la noche del sábado 10 de noviembre de 1888. Tenía
en ese momento sesenta y siete años de edad y era vecino del barrio de la Merced 286.
El 11 de noviembre de 1888 el obispo Thiel le comunicó al Cabildo Eclesiástico:
“El doctor don Vicente Herrera murió anoche y sus largos como importantes servicios
prestados a la Iglesia en diferentes campos de ella, exige que aquellos sean recompensados
con que el venerable Cabildo se preste grato a hacer las honras fúnebres; para lo cual vuestra
señoría se servirá disponer lo conveniente y que tenga lugar de las diez y media en adelante”. El Cabildo decidió honrar la memoria de don Vicente y celebrar su funeral en la Catedral.
El presidente don Bernardo Soto se había separado temporalmente del poder desde el 2
de noviembre, por razones de salud, y en el momento de la muerte de don Vicente Herrera ejercía
283 HERRERA, Vicente, “Las glorias de la patria y los ayes de mi corazón”, en Costa Rica Ilustrada, N° 7, 15 de setiembre de 1887, p. 98.
284 SANABRIA M., 1982, p. 69.
285 La República, 3 de noviembre de 1888.
286 Registro Civil, defunciones de San José, tomo 003, folio 026, asiento 1155; La República, 13 de noviembre de 1888.
106
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
la presidencia su padre el general don Jesús Soto Quesada, primer designado. Al tener noticia del
fallecimiento de Herrera, don Jesús emitió dos decretos, uno para disponer que las exequias de don
Vicente fueran costeados por el tesoro público, y otro para que en la ceremonia fúnebre las tropas le
rindiesen los honores prescritos para los generales de división, esto último sin duda por su condición de
expresidente de la República.
Según se anunció, el general Soto Quesada no pudo estar presente en las exequias, por haber
tenido que salir de la capital. O quizá la ausencia fue voluntaria, dado que don Jesús había sufrido
confinamiento en Nicoya durante el gobierno del doctor Herrera. Sin embargo, sí asistieron a los funerales
los secretarios de Gobernación don Máximo Fernández Alvarado y de Hacienda don Mauro Fernández
Acuña y el expresidente don José María Castro Madriz. Además, el cortejo fúnebre fue acompañado
de un batallón militar y un numeroso concurso de particulares 287. En el cementerio, el doctor Castro
pronunció el siguiente discurso:
“Señores:
He aquí el cadáver de uno de nuestros más eminentes hombres de Estado; he aquí los restos
mortales del que fue infatigable obrero en la propagación de las luces, en la recta administración
de justicia y en todo aquello que tendiera al progreso de la Nación.
Los puestos que sucesivamente ocupó de Secretario de la Comandancia General, de
Notario de la Curia Eclesiástica, de Catedrático y Rector de la Universidad, de Juez de 1ª.
instancia, de Magistrado y Regente de la Corte Suprema de Justicia, de Diputado y Senador
en las Cámaras Legislativas, Secretario de Estado y Presidente de la República, demuestran
lo dicho, demuestran que el Dr. Herrera fue un probo y distinguido jurisconsulto, así como un
notable estadista, cuyos errores, si los tuvo, es probable que procedieran de otras causas, antes
que de la intención de hacer mal.
No hay acto del doctor Herrera, público o privado, que no revele su noble desinterés
pecuniario. La pobreza en que acaba de terminar su existencia lo está confirmando.
Tras los perfumes del aura vino para el doctor Herrera la época indefectible de las
decepciones, que soportó con heroica resignación.
Hay vidas que matan y muertes que dan vida. La del doctor Herrera fue una de estas. Ayer
sufría sin tregua; hoy duerme tranquilo.
¡¡¡Descansa en paz, querido amigo!!!” 288
El 13 de noviembre, en su sección editorial, La Gaceta expresó:
“Un notable costarricense ha dejado de existir. El Colegio de Abogados ha perdido uno de
sus miembros más eminentes; el foro, uno de sus más diestros esgrimidores; las letras, una
pluma que las honraba; la instrucción pública, un apóstol; la diplomacia, un ojo perspicaz y
una discreción que la enaltecían; la política, un campeón astuto y ejercitado; Costa Rica, en fin,
ha perdido a uno de sus hombres más prominentes, al Doctor don Vicente Herrera… La vida
del Doctor Herrera fue larga y ejemplarmente laboriosa, y ofrece datos abundantes y variados,
287 La Gaceta, 13 de noviembre de 1888.
288 La República, 13 de noviembre de 1888.
107
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
que son bien dignos de seria consideración y atento estudio; mas no es regularmente la pluma
oficial la llamada a comentar esa vida fecunda, cuya parte más viva y madura fue absorbida
por la política del país. Ofrece matices fuertes que no pueden ser analizados sin peligro de
provocar contestaciones; los partidos políticos dejarían de serlo si se allanasen a admitir un
mismo criterio. Mas nosotros, cualesquiera que sean los diversos juicios que se formulen a cerca
del Doctor Herrera, considerado como hombre público, siempre podremos concluir estas notas,
repitiendo y afirmando que un notable costarricense ha dejado de existir.” 289
El periódico La República del 13 de noviembre le dedicó al doctor Herrera una extensa nota
necrológica, en la que se reseñaba su vida y se concluía diciendo:
“El hombre tiene sus imperfecciones, como todo lo que en el universo existe; pero
tratándose del Dr. Herrera, si ligeras sombras pudieran empañar la blanca página que le
cupo en el gran libro de la humanidad, ellas serían, más que desvanecidas, ocultadas por la
brillante inscripción y detallado relato de los múltiples hechos honorables y benéficos que se
estamparán en esa, para él estrecha página.
Resignación a sus deudos, y a sus despojos, eterna paz!” 290
Cartago, 29 de setiembre de 2014.
289 La Gaceta, 13 de noviembre de 1888.
290 La República, 13 de noviembre de 1888.
108
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Bibliografía
I.- Fuentes primarias
Archivo Eclesiástico
Archivo Bernardo Augusto Thiel, Sec. Cabildo, actas Cabildo 1853-1860, f. 19, y Doc. encuad., caja 81,
libro 4, folio 44 v.
Archivo Bernardo Augusto Thiel, Sec. Cabildo, actas Cabildo 1888
Archivo Bernardo Augusto Thiel, Caja 81, libro 4, f. 74.
Archivo Nacional
A.N.C.R., S..H., Archivo del Congreso, documento n° 13535.
A. N. C. R., S. H. Archivo del Congreso, documento n° 8658.
A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 28100, fs. 3-4.
A. N. C. R., S. H., Gobernación, documento n° 28100, fs. 6-7.
A. N. C. R., S. H., Alcaldía Primera Constitucional de San José, CR-AN-AH-LYCH-000196-PI-F230.
A. N. C. R., S. H., Juzgado de Primera Instancia Civil y de Comercio de San José, CR-AN-AH-LYCH000151-PI-F13.
A. N. C. R., S. H., Juzgado Segundo Civil de San José, CR-AN-AH-CSJ-MORIN-SJ-008027.
Registro Civil
Defunciones de San José, tomo 003, folio 026, asiento 1155; La República, 13 de noviembre de 1888.
II.- Fuentes impresas
Libros
ARCHIVOS NACIONALES, Índice de los Protocolos de San José 1837-1859, San José, Tipograf ía
Nacional, 1ª. ed., 1905.
CASCANTE SEGURA, Carlos Humberto, y SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, Ad ardua per alta:
Una biograf ía del Marqués de Peralta, San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1ª. ed., 2004.
109
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
GONZÁLEZ FLORES, Luis Felipe, Evolución de la instrucción pública en Costa Rica, 1ª. ed., San José,
Editorial Costa Rica, 1978.
GONZÁLEZ VILLALOBOS, Paulino, La Universidad de Santo Tomás, San José, Editorial de la
Universidad de Costa Rica, 1ª. ed., 1989.
GONZÁLEZ VÍQUEZ, Cleto, “El sufragio en Costa Rica ante la historia y la legislación”, p. 239, en Obras
Históricas, San José, Publicaciones de la Universidad de Costa Rica, 2ª. ed., 1973, 2 vols.
GUTIÉRREZ BRAUN, Hernán, Ezequiel Gutiérrez Yglesias a través de su correspondencia, San José,
Imprenta Nacional, 1ª.ed., 1977.
Junta de Protección Social de San José. Fundada en 1845. Reseña histórica, San José, s. e.,1ª. ed., 1976.
Memorias de la Cancillería de Costa Rica (1842-1889), Heredia, Escuela de Relaciones Internacionales de
la Universidad Nacional, 1ª.ed., 1998.
OBREGÓN LORÍA, Rafael,
Costa Rica y la guerra contra los filibusteros, Alajuela, Museo Histórico-Cultural Juan Santamaría,
1ª.ed.,1991.
Hechos militares y políticos, Alajuela, Museo Histórico-Cultural Juan Santamaría, 1ª.ed., 1981.
Los Rectores de la Universidad de Santo Tomás de Costa Rica, San José, Editorial Universitaria, 1ª. ed.,
1955.
ODIO, Enrique, Lista clasificada de la familia Herrera, San José, mimeografiado, 1ª. reimpr. de la 2ª. ed.,
1993.
OFICIAL, Colección de leyes y decretos, años 1851, 1857, 1858, 1860, 1870, 1872, 1873, 1874, 1875, 1876,
1877, 1880.
SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco,
Historia diplomática de Costa Rica 1821-1910, San José, Editorial Juricentro, 1ª. ed., 1996.
Los meses de don Aniceto, San José, EUNED, 1ª. ed., 2002.
SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, y MASÍS PINTO, Mauricio, Historia de la Corte Suprema de
Justicia de Costa Rica, San José, EDITORAMA, 1ª. ed., 2006.
SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, y otros, Las Primeras Damas de Costa Rica, San José, Instituto
Costarricense de Electricidad, 1ª. ed., 2001.
SANABRIA M., Víctor,
Anselmo Llorente y Lafuente, primer obispo de Costa Rica, San José, Editorial Costa Rica, 1ª. ed., 1972.
110
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Bernardo Augusto Thiel, segundo obispo de Costa Rica. Apuntamientos históricos, San José, Editorial
Costa Rica, 1ª. ed., 1982.
La primera vacante de la diócesis de San José 1871-1880, San José, Editorial Costa Rica, 1ª.ed., 1973, pp.
18-19.
SOTELA, Rogelio, Escritores de Costa Rica, San José, Imprenta Lehmann & Cía., 1ª. ed., 1942, p. 17.
VILLALOBOS VEGA, Bernardo, Bancos emisores y bancos hipotecarios en Costa Rica 1850-1910, San
José, Editorial Costa Rica, 1ª. ed., 1981, p. 65.
Revistas
FUENTES BAUDRIT, Hernán, “Sobre el origen de la familia “Zeledón” y su apellido”, en Revista de la
Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas, San José, N° 23, Noviembre de 1976, pp. 245-251.
HERRERA, Vicente, “Las glorias de la patria y los ayes de mi corazón”, en Costa Rica Ilustrada, N° 7, 15
de setiembre de 1887, p. 98.
QUIRÓS A., Ernesto, “Un siglo de vida diplomática y consular en Costa Rica (1841-1941)”, p. 664, en
Revista de los Archivos Nacionales, San José, Números 11 y 12, Noviembre y diciembre de 1941, pp. 663671.
Revista de los Archivos Nacionales, Números 5 y 6, Mayo-junio de 1948, p.. 311. Obras Colectivas
CASORLA, José Ricardo, “Apuntes de un diario por una de las víctimas del general Guardia”, en
ACADEMIA DE GEOGRAFÍA E HISTORIA DE COSTA RICA, Documentos históricos, San José,
Imprenta Nacional, 1ª. ed., 1980, pp. 77-142.
Periódicos
MACHADO, Rafael, “Dr. D. Vicente Herrera”, en Patria, 18, 19 y 21 de agosto de 1906.
El Costarricense, 4 de noviembre de 1873, 17 de setiembre de 1876, 15 de diciembre de 1876, 21 de enero
de 1877, 31 de enero de 1877, 2 de febrero de 1877, 19 de febrero 1877, 23 de marzo de 1877, 8 de marzo
de 1877, 9 de marzo de 1877, 18 de marzo de 1877, 14 de abril de 1877, 27 de abril de 1877, 3 de mayo de
1877, 11 de mayo de 1877, 18 de mayo de 1877, 25 de mayo de 1877, 4 de junio de 1877.
Gaceta oficial, 14 de febrero de 1863, 21 de febrero de 1863, 16 de agosto de 1868, 8 de enero de 1870, 3 de
setiembre de 1870, 11 de marzo de 1872, 25 de noviembre de 1872, 20 de octubre de 1873, 27 de octubre
de 1873, 7 de marzo de 1874, 16 de mayo de 1874, 30 de mayo de 1874, 8 de junio de 1874, 1° de agosto de
1874, 19 de setiembre de 1874, 17 de octubre de 1874, 7 de noviembre de 1874, 12 de diciembre de 1874,
31 de julio de 1875, 14 de agosto de 1875, 30 de abril de 1876, 6 de mayo de 1876, 2 de agosto de 1876, 1°
de setiembre de 1876, 23 de setiembre de 1876.
111
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
La Gaceta, 24 de abril de 1852, 19 de noviembre de 1876, 25 de noviembre de 1876, 16 de diciembre de
1876, 30 de diciembre de 1876, 17 de marzo de 1877, 2 de abril de 1877, 11 de mayo de 1877, 15 de mayo
de 1877, 11 de setiembre de 1877, 18 de setiembre de 1877, 25 de setiembre de 1877, 8 de diciembre de
1880, 17 de setiembre de 1886, 13 de noviembre de 1888.
La Gaceta del Gobierno de Costa Rica, 18 de mayo de 1850, 15 de junio de 1850.
La República, 1° de agosto de 1886, 3 de noviembre de 1888, 13 de noviembre de 1888.
Obras Inéditas
GRUB, Udo, Boceto cronológico y genealógico del Poder Ejecutivo de Costa Rica, inédito,1994.
HERRERA, Ezequiel, Memoria, manuscrito inédito.
HERRERA MATA, Oscar, manuscrito inédito.
III.- Fuentes Electrónicas
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11781-33684-88?cc=1460016&wc=MLLJYWP:375534501,376447901,376529901
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12391-256714-87
https://familysearch.org/pal:/
MM9.3.1/TH-267-11601-86467-22 https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11877-66641-16
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11776-10103-25
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11049-109390-72
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQKC-7F9
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQKH-PMY
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/FL3Y-8VG
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11809-18176-0 ;
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-148990-40
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-11827-148990-40
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQVL-HY3
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQVL-1JM
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-138242-7
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11823-70048-31
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-11823-70576-24
https://familysearch.org/ark:/61903/1:1:NQ2M-97D
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-CB6
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-ZYD
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-39J
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-DPG
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPK-S4X
https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQPN-XLG
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12126-134985-63
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-266-12433-25036-58
https://familysearch.org/pal:/MM9.3.1/TH-267-12390-70301-20
112
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, La boda de la niña Angélica, en http://www.tiquicia.com/
columnas/historia/011q20201.asp
The political graveyard, en http://politicalgraveyard.com/bio/williamson.html#623.28.82
U. S. Department of State, Office of the Historian,
http://history.state.gov/departmenthistory/people/williamson-george-mcwillie?
IV.- Otros
Anécdota referida al autor por doña Ligia Volio Guardia de Ortiz, bisnieta de don Tomás Guardia.
113
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Don Alfredo Volio Jiménez
Sus meses en la Cartera de Relaciones Exteriores
Christopher Sánchez Morales 1
Dedicado a Cartago,
cuna de mis abuelos y padres.
Nueva Delhi, India
A. Don Alfredo y su familia.
Don Alfredo Volio Jiménez nació en la ciudad de Cartago el 16 de marzo de 1879, en el hogar constituido
por don Carlos de Jesús Volio Llorente y doña Matilde Jiménez Oreamuno. El niño fue bautizado el
mismo día de su nacimiento bajo la religión católica, de la cual su familia era practicante sin duda alguna 2.
Don Alfredo fue el doceavo hijo varón de esta unión familiar, compuesta por once hermanos más y
tres hermanas, por lo que se consideraba una familia típica de la época por la gran cantidad de niñas y
niños. Lo prolífico de estas familias decimonónicas costarricenses hace recordar el más puro estilo de los
archiduques austríacos de tiempos pasados. Recordemos que era común considerar que la debilidad de
1
Diplomático de carrera. Consejero y cónsul, Embajada de Costa Rica en la India
2 Grub, Udo. Diccionario Cronológico y Genealógico del Poder Ejecutivo en Costa Rica, p. 178.
115
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
la carne era pecado, salvo que se hiciera para cumplir con el deber de un buen cristiano: traer al mundo
más fieles al Creador.
Este sentido del deber cristiano fue sido un imperativo en el seno del hogar cartaginés que le vio nacer,
a la vez que un gran orgullo ya que su padre don Carlos de Jesús era sobrino del primer obispo de Costa
Rica, monseñor Anselmo Llorente y Lafuente.
Por los cuatro abuelos de don Alfredo solo podemos encontrar familias de encopetada estirpe de la Costa
Rica pre y pos independiente: Volio, Jiménez, Zamora, Coronado, Oreamuno, Carazo o Alvarado 3.
El padre de don Alfredo, don Carlos Volio (1831-1906) se casó a los 29 años de edad con doña Matilde
Jiménez Oreamuno (1843-1918), que contaba con escasos 17 años. En el año 1862, don Carlos considerado
un importante productor cafetalero4, además había iniciado la carrera política del patriarca Volio Llorente
en el Congreso como representante suplente por la provincia de Cartago, cargo para el cual fue elegido ya
en propiedad por dos períodos. Posteriormente participó como diputado en la Asamblea Constituyente
de 1870 y también en la Asamblea de 1880.
El progenitor de don Alfredo falleció en la ciudad de Cartago el 29 de marzo de 1906 y su madre, doña
Matilde, el 25 de abril de 1918. No tuvo ella la desgracia de ver morir a su hijo, triste suceso que se produjo
ocho meses después 5.
Los hermanos de don Alfredo fueron José Anselmo Ramón, María Petronila, Guadalupe Ramona, Carlos,
Víctor Ramón, María Luisa Ramona, Juan Bautista Ramón, Juan de Dios Pío Arturo, Luis de Jesús, Claudio
María, Alberto, José Joaquín y Emilio. Los tres últimos fallecieron infantes 6.
Esta tradición de repetir el nombre Ramón entre los miembros de la prole podría deberse que era por
devoción al patrón de los partos, niños y mujeres embarazadas: San Ramón Nonato.
Por su parte, don Alfredo Volio fundó su propia familia al contraer nupcias un 9 de noviembre de 1902 7 con
la distinguida señorita Celina Mata Bonilla 8, con quien tuvo una pequeña descendencia en comparación
al común denominador de la época y de su familia. Esta elegante unión tuvo como fruto a Alfredo Rafael
de Jesús Volio Mata (15 de septiembre 1903 -14 octubre 1963 9) y a Celina María Rita Volio Mata (23 de
junio de 1905 – 27 de mayo de 1989 10) 11.
Este distinguido hombre de la Patria falleció el 26 de diciembre de 1918 en Granada, Nicaragua, a la corta
edad de 39 años.
3 Véase: http//es.rodovig.org/wk/personapersona 699041
4 Véase: http://revistahistoria.historia.ucr.ac.cr/Numeros%20Anteriores/Vol.49-50/01-comunidades.pdf
5 Véase: http://es.rodovid.org/wk/Persona:699041
6 Idem.
7 Véase: chttps://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQK7-D5R
8 Véase: http://es.rodovid.org/wk/Familia:168970
9 Véase: https://www.tse.go.cr/consulta_persona/resultado_persona.aspx
10Idem.
11 Véase: http://es.rodovid.org/wk/Familia:168970
116
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Entre algunos datos curiosos en su honor destacan que la Calle Central de San José, a la cual dan las
puertas principales de la catedral, lleva su nombre, como también la Clínica Alfredo Volio en Cartago, así
como una escuela en Birrí de Heredia.
B. Don Alfredo al frente de la Cancillería
Cuando a Alfredo Volio le encargan de forma interina la Secretaría de Relaciones Exteriores 12, Justicia,
Gracia, Culto, Beneficencia e Instrucción Pública, ya era secretario de Estado de Gobernación y Policía 13.
Por tanto, tuvo a su cargo dos carteras de importancia considerable en la vida política de todo país, confiadas
por el que fue presidente de la República en los periodos 1906-1910 y 1928-1932, don Cleto González
Víquez 14.
Como secretario de Gobernación y Policía estuvo nombrado del 15 de mayo de 1908 al 21 de abril de 1910,
prácticamente la mitad de esa Administración. Para el caso de Relaciones Exteriores y carteras anexas,
el cargo le fue confiado del 20 de junio de 1908 al 28 de mayo de 1909, tras la renuncia del canciller Luis
Anderson 15. Durante su tiempo al frente de la Cancillería y demás despachos, le acompañaron en calidad
de subsecretarios de Estado los señores Pedro Iglesias Flores 16 en Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia,
Culto y Beneficencia; José Ricardo Casorla Soto en Gobernación y Policía; y Carlos Gagini Chavarría y
Roberto Brenes Mesén en Instrucción Pública 17, quienes le reportaban a don Alfredo.
1. Principales eventos de la política exterior al momento de asumir la Secretaría de Estado.
Los años previos a que don Alfredo asumiera la Cartera de Relaciones Exteriores estuvieron colmados de
una intensa actividad política y diplomática. Costa Rica tenía una participación importante en distintos
ámbitos, tanto bilaterales como multilaterales. En este último caso, se trataba de una materia relativamente
nueva que empezaba a despuntar, pues es a partir del último cuarto del siglo XIX que este ejercicio
comenzó a tomar auge, hoy conocido como diplomacia multilateral o de cumbre.
La agenda desarrollada por el canciller Anderson había sido muy rica y nuestro país se había involucrado
de lleno en muchas actividades de especial relevancia en ese momento, cuyas consecuencias serían tanto
inmediatas como también en el futuro mediato. Sin embargo, las relaciones entre algunos países cercanos
eran de todo tipo menos cordiales.
Por ejemplo, entre 1906 y 1908 algunos países de Centroamérica vivían envueltos en permanentes alertas
de invasión, conspiración, posibles derrocamientos y perennes sospechas sobre la participación de los
emigrados que iban y venían de país a país, planeando aparentemente la caída de los gobiernos de turno.
En algunos casos sí había fundamento para sospechar, debido a movimientos insurreccionales evidentes.
12 Memoria 1908-1909, pág. 6 desde 20-6-1908 al 28-5-1909.
13 Cfr. Grub, Udo. Op. Cit. p. 175.
14Véase:http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_informacion
15 De acuerdo al Decreto Ejecutivo # 8 del 20 de junio de 1908, el canciller Anderson desempeñó su cargo hasta el 20 de junio de 1908.
16 Estuvo en el cargo desde 1908 a 1910. (Bonilla,c.p. Sáenz Carbonell, Jorge Fco. El Canciller González Víquez, 2013).
17 Cfr. Grub, Udo. Op. Cit. p. 175.
117
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Excepto en Costa Rica, donde reinaba una estabilidad quizá envidiable a los ojos de nuestros vecinos
centroamericanos al norte del Río San Juan, la regla general era encontrar todo tipo de desavenencias
entre Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. El equilibrio de las relaciones entre ellos era todo
lo frágil que podamos imaginar, y se veía constantemente alterado a la menor noticia de revuelta, por
pequeña que fuese.
A pesar de esa estabilidad nacional, Costa Rica también debió atender alguna pretensión de supuesta
conspiración apoyada por el gobierno de don Cleto González Víquez, y que pudo haber alterado la
neutralidad que el país observaba con gran celo en todos estos conflictos, pero por fortuna no llegó a
calar lo suficiente como para caer en la tentación de interferir militarmente, involucrándose en la pasión
bélica 18.
Además, habría que admitir que a pesar de la intensa actividad de las relaciones diplomáticas de Costa Rica
antes mencionadas, estas se reducían fundamentalmente a la zona centroamericana, Panamá, Estados
Unidos de América y México o cuestiones limítrofes. Todo lo demás se limitaba a algunos intercambios
epistolares o asistencia a nuevas conferencias 19.
Entre los asuntos más sobresalientes que venían gestándose justo antes de que don Alfredo asumiera el
recargo de la Cartera de Exteriores cabe citar:
i- La Conferencia de San José de setiembre de 1906 que aspiraba a resolver los conflictos armados
entre Guatemala, El Salvador y Honduras principalmente pero que abarcaba toda la región.
ii- El Tribunal de Arbitraje Centroamericano en 1907 para la solución pacífica de conflictos.
iii- La Conferencia de Plenipotenciarios de Centroamérica, o Conferencia de Paz Centroamericana
de diciembre de 1907 que da como fruto entre varios documentos suscritos, un Tratado General
de Paz y Amistad.
iv- Suscripción en Washington en 1907 una serie de tratados que crearon un sistema de convivencia
entre los países de la región centroamericana 20.
v- La génesis de una Corte de Justicia Centroamericana 1908.
vi- La Conferencia Internacional Americana de 1906 y la II Conferencia Internacional de La Haya de
1907 21.
2. La gestión de Alfredo Volio al frente de la Cancillería
Un primer elemento característico de la gestión de don Alfredo en la Cancillería fue la buena relación que
hubo en general con los demás países con los cuales Costa Rica tenía relación. El encargado de la Cartera
las calificaba de cordiales, estrechas y apegadas a Derecho en el marco de las relaciones internacionales
por vehemente actitud nacional, la cual se veía felizmente reciprocada por los amigos de Costa Rica en la
comunidad internacional 22.
18 Cfr. CECILIANO PIEDRA, Luis Fernando. El Canciller Anderson, p. 21.
19 Cfr. Sáenz Carbonell, Jorge Francisco, Historia Diplomática de Costa Rica y véase: Memorias de Relaciones Exteriores, años 1906, 1907, 1908,
1909, 1910.
20 SÁENZ CARBONELL, Jorge Francisco, El Canciller González Víquez, p. 100.
21 Cfr. Memoria de Relaciones Exteriores 1907 y 1908.
22 Memoria de Relaciones Exteriores 1909, p. V.
118
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Otra característica que encontramos es que la política exterior costarricense tenía por principio la no
intervención en los asuntos internos de los vecinos países centroamericanos, practicando un absoluto
respeto por cada uno de sus gobiernos y sin incurrir en injerencias políticas de ningún tipo 23.
Es interesante ver cómo el valor supremo de la paz ha sido un bien superior muy caro a nuestro país y a
los ilustres rectores de la Cancillería desde larga data. Así quedó plasmado en el inicio de su reporte de
labores al Congreso Nacional, señalando la fe que ponía en que los Tratados de Washington sirvieren para
el fomento a las relaciones fraternas en la familia centroamericana 24.
Como secretario de Estado a cargo interinamente de Relaciones Exteriores dio cumplimiento a los
siguientes asuntos.
3. Las conferencias y la Corte de Justicia Centroamericana.
** La Conferencia de Paz Centroamericana se había inaugurado en la ciudad de Washington D.C. en
noviembre de 1907 y concluyó labores un mes después, aproximadamente el 20 de diciembre 25.
En ese momento se suscribió un Tratado de Paz y Amistad por el que los países centroamericanos
adquirían el compromiso de mantener relaciones armoniosas y solucionar sus diferencias por medio de
una corte de justicia regional 26.
“En el texto se consignaban además varias disposiciones sobre la igualdad de los derechos
civiles, protección diplomática y consular, canje de publicaciones oficiales, cooperación
judicial...” 27
Además de ese Tratado, se suscribieron otros instrumentos internacionales de gran importancia, a
saber: una convención adicional por la que no se reconocerían los gobiernos centroamericanos producto
de golpes de Estado así como la obligación de que ningún país podría entrometerse o tener injerencia
en las guerras civiles de otro país; una convención sobre futuras conferencias regionales; una sobre
comunicaciones, otra de extradición, una que creó la Oficina Internacional Centroamericana, la creación
de un instituto pedagógico y la creación de la corte antes dicha. Estos dos últimos institutos tendrían sede
en Costa Rica 28.
** Una Corte de Justicia Centroamericana que inicia con sobresalto. En el caso de la Corte, esta se
había inaugurado casi un mes antes de asumir don Alfredo la Cartera de Relaciones Exteriores. Se había
dispuesto que estuviera ubicada en la ciudad de Cartago, compuesta por cinco magistrados propietarios y
diez suplentes cuyo periodo era de cinco años, elegidos por los congresos de cada país y sus resoluciones
se adoptarían por al menos tres votos. Tomada una resolución, ella sería de acatamiento obligatorio para
todos los Estados 29.
23 Idem p. VI.
24Idem.
25 Memoria de Relaciones Exteriores 1907-1908.
26 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática 1821-1910 p. 608.
27Idem.
28 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática 1821-1910 p. 610.
29 Idem, pp. 609-610.
119
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Una importante novedad en el Derecho Internacional Público de inicio del siglo XX era que este alto
tribunal podría conocer tanto de los diferendos entre los Estados signatarios como de las denuncias de
cualquier ciudadano centroamericano contra algún otro gobierno del istmo por la violación de tratados,
aunque el gobierno de su propia nacionalidad no lo apoyase 30. Esto fue relevante años después, cuando en
1916 Costa Rica sometió a estudio de la Corte el Tratado Chamorro-Bryan, y por no ser Estados Unidos
un país centroamericano, no pudo ser declarado nulo el convenio.
Don Alfredo detalló el evento de la inauguración en la Memoria que presenta al Congreso, ya que esta
tiene por periodo de mayo a mayo y aquella se produjo dentro de ese lapso. Don Alfredo hizo mención a la
asistencia de las Altas Autoridades, los invitados extranjeros entre los cuales estaba el Cuerpo Diplomático
y los Enviados Especiales de los Estados Unidos de América y de México, señores William Buchanan y
Enrique Creel respectivamente, así como al generoso aporte financiero -el primero de dos- del filántropo
estadounidense Sr. Andrés Carnegie -sic- gracias al cual se anunciaba lo avanzado de la construcción de
una obra que albergaría las oficinas de dicha Corte próximamente 31.
Poquísimo tiempo después de este magno evento para Costa Rica y todo Centroamérica, la Corte inauguró
labores en julio con un sobresalto: el caso entre Honduras que denunciaba a los gobiernos de Guatemala
y El Salvador por un movimiento revolucionario en su contra.
Este conflicto permitió que Costa Rica tuviera una primera participación de llamado a la concordia
de todas las partes, cuando el presidente de la República, don Cleto González Víquez le escribe a sus
homólogos para solicitar su anuencia a fin de adoptar una acción común de los cinco gobiernos para
arbitrar, dirigida a conciliar posiciones ya que:
“Las Naciones todas tienen puesta la vista en Centro América siguiendo el curso de la nueva
era de paz y de prosperidad iniciada y contemplando con atento cuidado el funcionamiento
de la Corte de Justicia Centroamericana, primer ejemplo de civilizado medio de arreglar las
cuestiones internacionales” 32.
Los magistrados de Costa Rica, El Salvador y Guatemala declararon sin lugar la demanda. Honduras y
Nicaragua salvaron su voto y se negaron a firmar la sentencia. Sin embargo, y gracias quizá a los esfuerzos
diplomáticos desplegados por Costa Rica, una vez emitida tal sentencia la demandante Honduras no la
objetó y más bien la respetó.
** La Oficina Internacional Centroamericana. Esta Oficina había sido creada con el encargo de
fomentar los intereses comunes de los cinco países. Costa Rica envió un representante a la inauguración
que se llevó a cabo el 15 de setiembre de 1908. El representante costarricense fue don Ricardo Echeverría
Aguilar, quien fue elegido como presidente de la Oficina en esa primera reunión 33.
Costa Rica estaba en la mejor disposición de colaborar al sostenimiento de esa entidad, aunque un asunto
reglamentario que no concordaba con nuestra legislación interna hizo necesario promover algunos
cambios, sin impedir nuestra participación. No se trataba de asuntos menores, sino que el reglamento
30 Idem, p. 610.
31 Cfr. Memoria de Relaciones Exteriores 1909.
32 Mensaje dirigido por el presidente González Víquez a los presidentes de Centroamérica, en Memoria, 1909.
33 Cfr. Memoria Relaciones Exteriores 1909.
120
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
contenía disposiciones que eran prerrogativa de la soberanía estatal, lo cual resultaba incompatible
con la legislación costarricense. Ejemplos de ello era que asimilaba los funcionarios de la Oficina a los
agentes diplomáticos o que disponía que usaran la bandera de la antigua República Federal 34. Esta entidad
desarrolló otros asuntos durante la Administración González Víquez, sin embargo, ya Alfredo Volio no
estaba a cargo de la Cartera.
** I Conferencia Centroamericana. De acuerdo al artículo cinco del Tratado General de Washington,
se realizó en Tegucigalpa una primera Conferencia Centroamericana en enero de 1909 a la cual Costa
Rica envió una delegación compuesta por los señores Manuel Aragón 35 como enviado extraordinario y
ministro plenipotenciario, y Diego Robles (que se desempeñaba como cónsul de Costa Rica en Honduras)
como secretario de la Legación 36. En ella se trataron una amplia gama de temas, desde sistema monetario
a asuntos aduaneros, pesas y medidas, comercio internacional y servicio consular. Es particularmente
interesante lo detallado de los informes de los enviados, que no solo reflejan el alto grado de mística en el
ejercicio de su encargo, sino también los muchos temas en que la región centroamericana podía trabajar
en conjunto, en evidente interés para todos 37.
** Otros eventos multilaterales. La Memoria presentada por el canciller en funciones Volio Jiménez y
sus anexos dan cuenta también de la adhesión de Costa Rica a la Convención de Paz de La Haya; del envío
del Dr. Fernando Iglesias como representante al Quinto Congreso médico Panamericano celebrado del 6
al 10 de agosto de 1908 en la ciudad de Guatemala y cuyo informe es detallado y cuidadoso; a la asistencia
al Cuarto Congreso Científico Internacional Panamericano en enero de 1909 en Santiago de Chile, cuyos
temas fueron todavía más variados y técnicos: desde matemáticas, ingeniería, agricultura, antropología,
química, física, hasta ciencias sociales, derecho y filosof ía. El representante fue el señor don Elías Leiva,
quien también remitió los minuciosos y muy completos informes.
Otra acción multilateral fue la adhesión de nuestro país al Instituto Internacional de Agricultura con sede
en Roma, lo cual debió ser especialmente sensible y de notable interés tomando en cuenta la economía
agrícola nacional dependiente probablemente de un solo producto en ese momento 38. Finalmente,
durante este mismo periodo de estudio en el cual se encontraba don Alfredo al frente de la Cancillería,
se tiene que las “Convenciones de Río de Janeiro emanadas de la III Conferencia Internacional Americana
de 1907 fueron ratificadas en octubre de 1908, junto con la Convención sobre reclamaciones por daños y
perjuicios suscrita en la ciudad de Méjico en 1902” 39.
4. El Asunto limítrofe.
El aspecto más delicado de las relaciones exteriores costarricenses en ese periodo, así señalado por don
Alfredo, era el limítrofe con Panamá. Sin embargo, indicaba en su Memoria presentada al Congreso,
que consideraba como un hecho muy cercano una solución pronta a ese tema pendiente. No imaginó
el canciller en funciones que faltaban más de treinta años para que quedara efectivamente resuelto este
importante asunto.
34 Cfr. SAÉNZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática de Costa Rica (1821-1910) p. 614 y Memoria 1909 pp. XI y XIII.
35 Decreto Ejecutivo # 955 del 26 de diciembre de 1908.
36 Decreto Ejecutivo # 956 del 26 de diciembre de 1908.
37 Memoria de Relaciones Exteriores 1909.
38 Memoria de Relaciones Exteriores 1909 y sus anexos.
39 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1821-1910) pp. 635.
121
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
En el reporte que realizó, hizo saber que el Tratado Pacheco-De la Guardia había recibido modificaciones
en el Congreso panameño que resultaron inaceptables para nuestro país. El Laudo Loubet de 1900, que
se aplicaría en su defecto, era inconveniente a los intereses nacionales ya que había dejado la balanza muy
favorable del lado de Colombia. Por otro lado, los intereses estadounidenses en el Canal complicaba más
el panorama por un diferendo entre personas y empresas, en particular, con el conflicto entre la United
Fruit Company y la American Banana Co., diferencia que fue resuelta mediante sentencia en octubre de
1908 40.Por todas estas razones el gobierno costarricense decide enviar a don Luis Anderson en misión
especial a los Estados Unidos para buscar alguna solución. Las instrucciones eran procurar llegar a un
arreglo directo que beneficiase los intereses de Costa Rica.
Don Luis Anderson logró la anuencia de las autoridades estadounidenses para que brindaran sus buenos
oficios y, por ello, Panamá accedió a negociar. Ya en ese entonces, esta última había enviado como emisario
a don Belisario Porras, a quien Costa Rica reconoció en su condición de delegado extraordinario para
tratar el asunto a partir de abril de 1909. A la presentación de la Memoria, todavía no estaba analizada
la situación por el fondo 41. Como se anotó más arriba, para el canciller Volio, muy optimista, el asunto
estaba a punto de llegar a un feliz término. Es importante recordar que todo este tema concluyó con el
Laudo White (1914), favorable a una de las interpretaciones dadas por nuestro país.
5. Los asuntos bilaterales.
** Es importante recalcar que en Diplomacia, la reciprocidad es una regla muy importante y aplicable al
desarrollo de las relaciones entre países. Costa Rica decidió devolver el gesto de amistad, colaboración
y ayuda que habían brindado los Estados Unidos y México en el curso de la Conferencia de Paz y por
la visita que hicieron sus delegados a nuestro país al inaugurarse la Corte de Justicia Centroamericana.
Por estos motivos envió en misión especial al ex canciller don Luis Anderson, quien realizó una labor
ejemplar en ambos destinos 42 y en el caso de este último país, se reconoció en julio al Lic. Don Salvador
Carvajal Rosas como ministro residente en Costa Rica 43.
** En materia de Culto, Costa Rica ha tenido un especial cuidado en la buena relación con la Iglesia
Católica así como con el Estado -la Santa Sede- del cual es parte indisoluble. Durante este periodo
encontramos que el canciller en funciones hizo ver lo cordiales que eran las relaciones Estado-Iglesia bajo
un absoluto respeto e independencia por sus esferas de acción. Además, indicaba que el Estado contribuye
al sostenimiento del Culto y a la reparación de templos, de acuerdo con la partida presupuestaria aprobada
en sede legislativa, siempre sin fanatismos de alguna especie.
Finalmente, con la Santa Sede encontramos que en 1908 S. S. el Papa Pío X nombró a monseñor Giovanni
Cagliero como delegado apostólico y enviado extraordinario en Costa Rica 44, Honduras y Nicaragua,
residente en San José. Monseñor Cagliero presentó sus cartas credenciales al presidente en agosto de
1908 45. Como podemos ver, la Santa Sede seguía cuidando las relaciones exteriores con los países amigos,
40 Memoria de Relaciones Exteriores 1909 XXIII, XXIV y Sáenz Carbonell, Jorge Fco. Historia Diplomática (1821-1910) pp. 625-626.
41 Memoria de Relaciones Exteriores 1909 p. XXIV.
42 Memoria de Relaciones Exteriores 1909.
43 Decreto Ejecutivo # 878 del 31 de julio de 1908.
44 Decreto Ejecutivo # 894 del 19 de agosto de 1908.
45 Memoria de Relaciones Exteriores 1909 p. 163.
122
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
a pesar de las limitaciones que le podría estar imponiendo su todavía condición de auto-encierro por la
toma de sus territorios en 1870, asunto que se resolvería hasta los Acuerdos Lateranenses de 1929.
** Nuestro país firmó con Brasil y con los Estados Unidos de América tratados para la solución de
conflictos por medio del arbitraje, a fin de resolver cualquier conflicto haciendo uso, en ambos casos, del
Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya; en el primero, podía acudir también a un jefe de Estado de
país amigo o bien a árbitros ad-hoc 46.
** Durante este mismo periodo, Costa Rica suscribió convenios de giros postales con el Reino Unido y
con Italia 47.
** Suscripción de un Tratado entre Plenipotenciarios de Costa Rica y Nicaragua para la supresión de
derechos de exportación e importación de ganado, así como la conformación de una comisión de
especialistas en ingeniería de ambos países que deberían presentar un plan destinado a la habilitación de
la bahía de San Juan del Norte. Si bien es cierto este instrumento internacional lo suscribió el canciller
Anderson en abril de 1908, correspondió a la gestión de don Alfredo el momento en que el Congreso
costarricense emitió observaciones al documento y la respectiva negociación con el delegado nicaragüense
quien manifestó anuencia a modificar una cláusula para que, si las obras causaban algún perjuicio a la
navegación del Rio Colorado, se tuviera por no existente ni válido el tratado y la situación volviera a su
situación original. En cuanto a los derechos de exportación e importación, el Congreso costarricense sí
emitió una ley que daba por atendido el asunto 48.
** El cuerpo diplomático costarricense remunerado en el exterior. Como parte de su gestión, don Alfredo
reportó haber elevado el rango del representante nacional en Roma, ascendiéndole de ministro a enviado
extraordinario y plenipotenciario. Recordemos que entonces regía aun la nomenclatura del Congreso de
Viena de 1815, siendo este último rango el más alto, equivalente a lo que hoy se conoce como embajador.
Por lo tanto entre algunos de los puestos designados por el canciller Volio, según muestran los registros
nacionales se encuentran los siguientes:
“… Ante los gobiernos de Europa estaba acreditado don Manuel María de Peralta 49, ante el Gobierno de
Italia se elevó a la categoría de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario a don Rafael Montealegre
50
y don Alfredo Esquivel, como cónsul en Burdeos, fue trasladado al Consulado General de Hamburgo; y
bajo el mismo acuerdo don Guillermo Figueroa, cónsul de Costa Rica en Boston, fue trasladado a prestar
46 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1821-1910) p. 629 y Memoria de 1909.
47 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1821-1910) pp. 632-633.
48 Memoria 1909 p. XIX.
49 Ad Ardua Per Alta: una bibliograf ía del Marqués de Peralta. Carlos Humberto Cascante Segura y Jorge Francisco Sáenz Carbonell, p. 8.
50 Decreto Ejecutivo # 888 del 10 de agosto de 1908.
123
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
iguales servicios en San Francisco de California 51. También habían representantes en El Salvador (Julio
Acosta52), Guatemala (Manuel Echeverría53) y Honduras (Diego Robles 54) 55…” Nicaragua 56.
En cuanto al personal honorario, hay cuenta de la recepción de informes mensuales pormenorizados,
ordinarios o extraordinarios, que muchos representantes consulares enviaban desde Chile, Montevideo
57
, ciudad de Recife 58, Nueva Orleans, Nueva York, Norfolk 59, Calcuta 60, Budapest 61, Burdeos 62, Berlín
63
, El Havre 64, en puerto de Liorna 65, Hamburgo 66, Madrid 67, Shanghai 68 u otros como en Liverpool,
detallando asuntos económicos, monetarios, de mercados, del comercio del café, todos los cuales dan
viva muestra del celo con que estos funcionarios realizaban su trabajo.
En este mismo sentido de reciprocidad hacia los otros estados y sus representantes, durante su período,
como uno de los primeros acuerdo realizados, reconoció al excelentísimo señor don Salvador Corleto en
calidad de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de la República de Honduras en Costa Rica
69
. Posteriormente reconoció a don Félix Scaglietti, como regente del Consulado de Italia 70. Con el fin de
mejorar las relaciones de cordialidad, se concede el exequátur de ley a la patente del cónsul General de
Nicaragua, expedida a favor del Dr. don Luis Cruz 71 y a su colega unos meses más tarde, fue reconocido
en carácter de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario al señor don Francisco Castro 72.
51 Decreto Ejecutivo # 942 del 23 de noviembre de 1908.
52 Decreto Ejecutivo mediante el cual se acredita como encargado de negocios a.i., # 889 del 12 de agosto de 1908.
53 Decreto Ejecutivo mediante el cual se acredita el 3 de agosto una legación permanente ante el Gobierno de Guatemala a cargo del Dr. Manuel
Echeverría Aguilar en calidad de encargado de negocios a.i., # 882 del 3 de agosto de 1908.
54 Decreto Ejecutivo # 956 del 26 de diciembre de 1908.
55 Memoria 1909.
56 Decreto Ejecutivo # 68 del 25 de mayo de 1909, nómbrese como encargado de negocios y cónsul general de Costa Rica en Nicaragua a don
Jenaro Cardona.
57 Decreto Ejecutivo # 6 del 21 de enero de 1909, nómbrese a Hipólito García ad honórem.
58 Decreto Ejecutivo # 6 del 21 de enero de 1909, nómbrese a Murtinho Gareez Caldas Barreto ad honórem.
59 Decreto Ejecutivo # 56 del 7 de mayo de 1909, se acepta la renuncia presentada por el señor Charles M. Barnett del cargo de cónsul de Costa
Rica en Norfolk,Virginia.
60 Decreto Ejecutivo # 935 del 10 de noviembre de 1908. Se nombra como vicecónsul de Costa Rica al Sr. SkymaKumar Tagore. Cuidad que fue
capital del Raj británico hasta 1911, cuando asumió dicha función Nueva Deli, actualmente se conoce oficialmente como Koltaka.
61 Decreto Ejecutivo # 939 del 17 de noviembre de 1908. Créase un Consulado en Austria Hungría, con residencia en Budapest, nombrándose
a don Wilhem Kenitz, para que lo desempeñe ad honórem.
62 Decreto Ejecutivo # 950 del 17 de diciembre de 1908. Se nombra ad honórem para cónsul de Costa Rica a don Hipólito Tournón.
63 Nómbrese para cónsul general a don Hugo Müeller, ad honórem, en el Decreto Ejecutivo # 951 del 17 de diciembre de 1908.
64 Decreto Ejecutivo mediante el cual se nombra cónsul a don F. Badoureau, con jurisdicción en el Departamento del Sena Interior, ad honórem,
# 910 del 22 de diciembre de 1908.
65 Decreto Ejecutivo # 18 del 9 de febrero 1909, se nombra a don Luis Pasquini, ad honórem.
66 Decreto Ejecutivo # 22 del 25 de marzo 1909, nómbrese ad honórem para cónsul de Costa Rica en Hamburgo, a don John Riebow.
67 Decreto Ejecutivo # 45 del 22 de abril 1909, se acepta la renuncia presentada por don José Maluquer y Salvador, del cargo de cónsul de Costa
Rica en Madrid, y nombra para que desempeñe ad honórem el indicado cargo a don Francisco González Rojas.
68 Decreto Ejecutivo # 49 del 30 de abril 1909, se nombra para servirlo ad honórem al señor Charles Rieveley.
69 Decreto Ejecutivo # 875 del 24 de julio de 1908.
70 Decreto Ejecutivo # 880 del 3 de agosto de 1908.
71 Decreto Ejecutivo # 816 del 14 de agosto de 1908.
72 Decreto Ejecutivo # 922 del 7 de octubre de 1908.
124
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Siempre bajo el mismo objetivo de correspondencia y de estrechar relaciones con los países de la región,
se reconoció al Lic. don Manuel Cabral, como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de
Guatemala 73 y con igual categoría para don Nicolás Angulo 74, de El Salvador.
A nivel europeo, se profundizaron las relaciones con Reino de Italia, en vista esta vez de las credenciales
de ministro residente en Costa Rica, expedidas a favor de señor Giorgio Milleliere 75. Posteriormente, se
concedió el exequátur de ley al vicecónsul de Alemania en Puntarenas, expedida a favor de don Francisco
Rohrmoser 76.
C. Actividad profesional y política.
De Alfredo Volio Jiménez se conoce muy poco, y se ha escrito menos aún. Ciudadano de una familia muy
respetada en su ciudad natal y en el país, desarrolló sus actividades dentro de un marco de normalidad
que, de no haber sido por acontecimientos políticos a finales de la década de 1910, no habría pasado a la
historia; ya que quien tuvo más años de vida y una destacadísima actividad militar y política en el plano
nacional sería su hermano Jorge.
Encontramos que la vocación de don Alfredo se decantó hacia las ciencias jurídicas. También se dedicó
a la agricultura, poseyendo tierras, pero siempre con la política corriendo por sus venas, se desempeñó
como diputado en varias ocasiones 77. Tal como se señaló antes al citar a sus ascendientes, por las ramas
paterna y materna don Alfredo era familiar, probablemente, de toda la clase política gobernante de la
Costa Rica del siglo XIX e inicios del XX. Fue de esos costarricenses que construyeron con gran tesón los
sólidos pilares en los cuales se constituyó el proceder y la sociedad de nuestro país, con educación pública
gratuita a cargo del Estado, eliminación de la pena de muerte o institucionalidad del estado de derecho.
Alfredo Volio fue munícipe y secretario de Estado de Gobernación y Policía del 15 de mayo de 1908 al 21
de abril de 1910 78.
También fue magistrado suplente de la Corte de Justicia Centroamericana. Elegido por el Congreso
cuando aprobó la convención para el establecimiento de la Corte, ejerció el cargo junto a José Astúa –
propietario– y a Luis Anderson –también suplente– hasta julio de 1913 79.
Tras concluir sus funciones en el último cargo del Poder Ejecutivo, fue nombrado como representante
de Costa Rica en Chile y en Argentina, donde participó en calidad de enviado extraordinario y ministro
plenipotenciario en la celebración de la independencia que cada uno de estos países realizó al cumplirse
el primer centenario de esas efemérides 80.
73 Decreto Ejecutivo # 895 del 26 de agosto de 1908.
74 Decreto Ejecutivo # 902 del 4 de setiembre de 1908.
75 Decreto Ejecutivo # 916 del 27 de octubre de 1908.
76 Decreto Ejecutivo # 946 del 30 de noviembre de 1908.
77 Véase: http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/tcu/tinoco/html/19.htm.
78 Grub, Udo. Op. Cit. P.175.
79 Ceciliano P., Luis Fernando. Op. cit. P. 31.
80 Memoria 1910, p. VIII.
125
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
De igual manera, Costa Rica envió a don Alfredo Volio como su representante a la Cuarta Conferencia
Internacional Americana celebrada en Buenos Aires, Argentina el 12 de julio de 1910 81, donde se trataba
de dar continuidad a un esfuerzo de integración continental que ya se venía dando desde tres conferencias
atrás. Una de las primeras mociones aprobadas fue el mensaje de solidaridad por el violento terremoto
que acababa de afectar al país. A la vez, hubo un homenaje a Andrew Carnegie como un benefactor de la
Humanidad, con lo que encontramos una muestra de la dimensión de este filántropo.
Se discutió también sobre la reorganización de la Unión de las Repúblicas Americanas y un Proyecto
de Convención Panamericana, que tendría sede en Washington D.C. y cuyas atribuciones eran, entre
otras, la compilación de informes de comercio, industria, agricultura, instrucción y progreso de los países
americanos así como compilar tratados y convenciones entre los países miembros, contribuir al comercio
y al conocimiento mutuo y desempeñar cualquier otra función que le encomendase la Conferencia en
tanto que órgano máximo. Finalmente, se suscribió una Convención para la Protección de Marcas de
Fábrica, Comercio y Nombres Comerciales 82.
Como si fueran los tiempos actuales, se cuenta a modo de anécdota que este viaje fue motivo de gran
polémica popular porque el terremoto de Cartago 83 había dejado una crisis económica que hacía
desaconsejable el gasto. Para llegar a la estación del Atlántico, don Alfredo debió ser protegido por fuerzas
de la policía que le escoltaron 84, probablemente para guardar su integridad f ísica y llegar entero al menos
a tomar el tren, importante valorar si habían fuerzas en contra que motivan este accionar pues, la historia
nos señala que este hombre dio mucho por nuestro país.
D. Últimos días de don Alfredo. El destierro.
Durante el “segundo” gobierno de don Federico Tinoco Granados (1917-1919) quien había llegado al
poder mediante un golpe de Estado 85 en contra del designado en el ejercicio de la Presidencia de la
República don Alfredo González Flores 86 (1914-1917). Don Federico era el ministro de Guerra y Marina
de la Administración González 87, es decir un hombre de aparente confianza y cercanía al presidente,
el cual después de haberlo derrocado se proclama jefe provisorio de la República, podríamos decir su
“primer gobierno”. Posteriormente Tinoco convoca a elecciones para una Asamblea Constituyente y es en
abril de ese año, como candidato del Partido Peliquista, que fue elegido por abrumadora mayoría como
presidente constitucional de Costa Rica a partir del 8 de junio de 1917.
81 Idem p. VIII-IX.
82 Véase: Memoria, 1910, en su Anexo.
83 4 de mayo de 1910 día del terremoto, había pasado casi ya un año de que el licenciado Alfredo Volio se había desempeñado como ministro
a.i. de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Culto, Beneficencia e Instrucción Pública del 20-6-1908 al 28-5-1909.
84 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1910-1948) pp. 58-59.
85 Golpe militar a González Flores el 27 de enero de 1917. Nació en 1868 y muere en 1931, fue hijo de Federico Tinoco Iglesias y Guadalupe
Granados Bonilla, y hermano del general José Joaquín Tinoco Granados (1880-1919). Este último le ayudó a llegar al poder y luego murió
asesinado cerca de su residencia en Barrio Amón, antes de partir en misión especial como ministro plenipotenciario en Italia y ministro en
Dinamarca, España, Países Bajos, Santa Sede, Rumania y Suiza.
86 El desarrollo de la Primera Guerra Mundial y sus repercusiones económicas indujeron al gobierno de Alfredo González Flores a tomar
una serie de medidas reformistas, entre ellas destacaban el control de la circulación monetaria, el ordenamiento racional del crédito, el
desarrollo de la producción no tradicional, para la ampliación de la oferta nacional, la estabilización de la economía, el fomento de obras
de infraestructura, una completa reforma tributaria –pretendía gravar con mayor fuerza a los grupos poderosos económicamente-, la
protección de las riquezas naturales y una reforma bancaria.
87 BONILLA, Harold H. (1979). Los Presidentes. Tomo I. San José, Costa Rica: Editorial Costa Rica. «p. 229.».
126
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Como sabemos, al principio esta interrupción al orden constitucional gozó de cierta simpatía debido,
principalmente, a que el presidente González Flores, quien nunca había sido candidato, emprendió una
serie de reformas 88 que socavaban la estructura tradicional de la economía costarricense, ganándose la
antipatía de algunos de los miembros de la clase social más pudiente. En realidad, se trataba de un hombre
de avanzada, que se estaba adelantando a acciones que luego se tomarían muy bien, pero no en esa época,
donde los impuestos a las actividades económicas que gravaban a los que más tenían, la fundación de un
banco estatal y otras medidas no cayeron en gracia. Si a ello le sumamos que era el momento de la Gran
Guerra y sus repercusiones urbi et orbi, las condiciones eran más que favorables para el golpe.
En los primeros años de la Administración Tinoco Granados hubo una cierta pax costarricense. Sin
embargo, y no obstante un intento de dar viso de legalidad con elecciones y una Constitución en 1917,
lo cierto es que empezó a constituirse en un sistema represivo que devino en insoportable, sumando
voluntades para cambiarlo un día sí y otro también.
La primera insurrección contra el gobierno de Tinoco se habría dado a causa del fallecimiento de don
José Joaquín Rodríguez Zeledón (presidente de la República de 1890 a 1894) el 30 de noviembre de 1917,
cuando un grupo de músicos de la banda militar del gobierno se negó a interpretar los instrumentos
durante el sepelio, pues parece que no se les había pagado su salario. Don José Joaquín Rodríguez había
sido uno de los encargados de la redacción de la Constitución de 1917, con la cual se le daba ese viso
de legalidad a la segunda administración Tinoco Granados. Algunos de los integrantes de las familias
principales que no estuvieran directamente a favor del gobierno, se convirtieron en enemigos del régimen
y empezaron a ser vigilados 89, entre ellos los Volio 90. De noviembre a diciembre de ese año, llegó a
haber tal cerco contra ciertos ciudadanos, que los hermanos Alfredo y Jorge Volio decidieron abandonar
Cartago y dirigirse a Panamá; algunos dicen que fue el 13 de diciembre de1917.
En Panamá, al parecer, podrían haber llegado con la simpatía del gobierno de ese país ya que el presidente
Ramón Valdés mantuvo silencio sobre el reconocimiento del general Tinoco y desde 1917 permitía el
ingreso a suelo nacional de exiliados que adversaban a don Federico y a su gobierno 91, que inició el 11 de
abril de 1917 y concluyó el 20 de agosto de 1919, cuando asumió la presidencia interina don Juan Bautista
Quirós Segura, tercer designado a la Presidencia desde el 9 de agosto de 1919, y cuyo mandato finalizó el
2 de setiembre de 1919 92.
Desde la frontera sur intentaron una primera invasión que fracasó, y como había espías que dificultaban
las tareas, consideraron imposible repetir un ataque similar. En esos momentos don Alfredo era uno de
los líderes indiscutibles del constituido movimiento en contra del gobierno de Tinoco, por tanto, resultaba
indudablemente ser uno de sus principales adversarios.
88 Creó el Banco Internacional de Costa Rica, hoy Banco Nacional en 1914.
Creó la Escuela Normal, para la formación de maestros.
Estableció los impuestos sobre la renta y el territorial en 1915.
89 Los Volio y los Tinoco, fueron familias cercanas, pero se habían enemistado con el tiempo, parece que por algún motivo familiar, ya una vez
Joaquín Tinoco, en compañía de Patrocinio Araya, había tratado de matar a Alfredo. Luego de la explosión del Cuartel, los Volio fueron
puestos bajo vigilancia. No se les permitió abandonar Cartago. La tragedia también sirvió para perseguir a otros enemigos del régimen.
90 Véase: http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/tcu/tinoco/html/19.htm.).
91 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1910-1948) p. 134.
92 Véase: http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_informacion/Sala_Audiovisual/Expresindentes%20de%20Costa%20Rica/Forms/AllItems.aspx
127
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
A principios de 1918 93, en mayo, deciden irse a Nicaragua, esta vez con la anuencia del presidente de
este país donde fundaron un comité de exiliados entre los que se encontraba Alfredo Volio 94, Julio Acosta
95
, Manuel Castro y Salvador Jiménez, entre otros. La decisión de partir a Nicaragua podría deberse al
hecho de que el presidente de ese país don Emiliano Chamorro no reconoció al general Tinoco ni siquiera
después de haber sido elegido como presidente constitucional en las elecciones de 1917, y desde finales de
ese año se manifestaba a favor de los movimientos armados que trataban de darle término al régimen 96.
Alfredo Volio ofreció incluso sus servicios para encontrar una solución satisfactoria al problema del
Tratado Chamorro-Bryan si los Estados Unidos le apoyaban a derrocar al presidente Tinoco 97.
Esto enturbió las relaciones entre los dos países. El Gobierno de Tinoco decidió enviar un contingente de
500 soldados a la zona fronteriza norte. Nicaragua por su parte, consiguió apoyo de los Estados Unidos
en armas y municiones. Como contrapartida, el general Tinoco buscó apoyo de nicaragüenses contrarios
al presidente Chamorro 98. Recordemos, además, que Estados Unidos tampoco reconoció al presidente
Tinoco.
De forma repentina, estando en Nicaragua, don Alfredo Volio Jiménez es sorprendido por una fiebre
de la cual no se pudo reponer. No se supo a ciencia cierta de qué tipo de infección se trató, pero fue
fatal. Consumió su vitalidad y agotó su energía. El hombre que había luchado desde el statu quo por el
mantenimiento de la paz, y que estaba decidido a empuñar las armas ahora que la situación en Costa Rica
resultaba insostenible, defendiendo la recuperación de la libertad, falleció el 26 de diciembre de 1918 99,
dejando un profundo vacío no solo en su familia, sino también en el grupo de personas que luchaban
por restablecer la democracia y la paz en Costa Rica 100. Fue un duro golpe a la moral de todos ellos y una
prueba que con el tiempo superaron, gracias al espíritu que don Alfredo había sembrado en sus corazones.
Esos sentimientos se tradujeron, a principios de 1919, en la Revolución del Sapoá, con grandes sacrificios
para todos. Para junio continuaban las numerosas protestas populares, cuyo episodio más dramático
fue la quema del periódico “La Información”, debido al creciente deterioro de la condición de vida del
93 Interesante no olvidar que el 6 de enero de 1918 el Volcán Irazú comenzó a lanzar cenizas.
94 Su hermano Jorge Volio, desde mayo de 1918, se encontraba en Honduras. Había sido obligado a salir por los conservadores del nuevo
gobierno nicaragüense, pues no era bien recibido; se desconocen las razones.
95 Fue también secretario de Estado de Relaciones Exteriores en el gobierno de Alfredo González Flores; una vez que ocurrió el golpe de Estado
de los hermanos Tinoco, fue exiliado en El Salvador. Cuando estaba en El Salvador, fue llamado a dirigir el movimiento revolucionario
en contra de la tiranía de los hermanos Tinoco. El pueblo respondió en masa a la defensa de la República. Suscribió el “Manifiesto del
Sapoá”, instando al pueblo a acción de guerra, lo que motivó la “Batalla del Jocote”, librada entre Ahogados y Santa Rosa de Guanacaste,
en la Hacienda El Jobo, el 26 de mayo de 1919. Al grito de “Viva Acosta” el pueblo se sublevó en todo el país contra los hermanos Tinoco
y la revolución triunfó. Entró victorioso a San José el 13 de setiembre de 1919. Gozaba de gran popularidad por su valiente acción. En las
elecciones que se efectuaron en octubre de 1919, fue electo presidente.
96 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1910-1948) pp. 125-126
97 El Tratado Chamorro-Bryan resultaba violatorio de los derechos adquiridos por Costa Rica en el Tratado Cañas-Jerez así como del
pronunciamiento del Laudo Cleaveland y los Tratados de Washington. En marzo de 1916, Costa Rica había demandado a Nicaragua ante
la Corte de Justicia Centroamericana pidiendo la declaratoria de nulidad del Tratado Chamorro-Bryan. En la sentencia se favorecía la
pretensión de Costa Rica pero la Corte no pudo declarar la nulidad porque su jurisdicción no cobijaba a los Estados Unidos de América.
98 SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática (1910-1948) p. 126.
99 Muere en brazos de su hermano quien había llegado de incógnito desde Honduras. Véase: http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/tcu/tinoco/
html/19.htm
100 Véase: http://sitios.poder-judicial.go.cr/escuelajudicial/archivos%20actuales/documents/revs_juds/revista%2099/pdf/art_08.pdf. P. 8.
128
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
costarricense, como efecto de la represión y la crisis socioeconómica. Este hecho se convirtió en una de
las causas de la caída del gobierno de Tinoco 101, en agosto de 1919.
E. Palabras finales
Alfredo Volio Jiménez fue un hijo de Costa Rica que puso a disposición del país todo su esfuerzo y
dedicación. Sirvió a la Patria desde distintos puestos públicos o actividades privadas.
Desde su querida Cartago empezó a luchar por los ideales de la democracia, la libertad, la paz y la
fraternidad. Creía en los valores que sus progenitores le inculcaron. Cuando encontró que la gestión del
gobierno se separaba de esos caros ideales inculcados en el seno de la gran familia costarricense y de la
suya en particular, no dudó en apoyar un movimiento para la recuperación de la estabilidad de la tierra
que lo vio crecer.
Corta fue su vida, pero muy colmada de una vasta actividad personal y profesional que lo hacen merecedor
del reconocimiento de quienes hoy gozamos de un régimen de respeto, estabilidad y libertades. Un
sistema que nos permite desarrollarnos como ciudadanos, pero que a su vez requiere de nuestros aportes.
Lo anterior hace importante recalcar cómo el Servicio Exterior de Costa Rica ha vivido una importante
evolución y transformación, permitiendo aquél ciudadano que quiera esforzarse, ser parte de éste sin
importar el linaje familiar, orientación política, prueba de ello es que a lo largo de la historia nacional
se puede analizar cómo se han disminuido la cantidad de puestos ad honórem, muchas veces en
pasado encomendados a aquellos hijos de pudientes familias, que habían estudiado fuera del país y con
significativos negocios familiares.
101 Periódico La Prensa Libre, noviembre de 1919.
129
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
F. Bibliografía consultada
Libros
-
CECILIANO PIEDRA, Luis Fernando. El Canciller Anderson: homenaje a la vida y obra del licenciado
don Luis Anderson Morúa, en el 140 aniversario de su natalicio. San José, Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto, 1a. ed. 2012.
-
GRUB, Udo. Diccionario Genealógico y Cronológico del Poder Ejecutivo de Costa Rica. Inédito.
- Memoria de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Culto y Beneficencia, presentada al Congreso
Constitucional por el Secretario de Estado en el Despacho de esas Carteras Lic. don Luis Anderson.
1908.
- Memoria de Relaciones Exteriores, Justicia, Gracia, Culto y Beneficencia presentada al Congreso
Constitucional por el Secretario de Estado Encargado del Despacho de esas Carteras Lic. Alfredo
Volio. 1909, San José Tipograf ía Nacional, 1ª. Ed., 1909.
- Memoria de Relaciones Exteriores, Gracia y Justicia, Culto y Beneficencia presentada al Congreso
Constitucional por Manuel Castro Quesada, Secretario de Estado en el Despacho de dichas Carteras.
San José, Tipograf ía Nacional, 1ª ed., 1910.
-
SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática de Costa Rica (1821-1910). San José, Editorial
Juricentro, 1ª. ed. 1996.
-
SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. Historia Diplomática de Costa Rica (1910-1948), San José, Editorial
Juricentro, 1ª ed., 1996.
- SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. LA CANCILLERíA DE COSTA RICA. San José, Instituto
Costarricense de Electricidad, 1ª ed., 2000.
-
SÁENZ CARBONELL, Jorge Fco. El Canciller González Víquez. San José, 1ª ed., 2013.
-
Colección de Leyes y Decretos de 1908, II Semestre.
-
Colección de Leyes y Decretos de 1909, I Semestre.
Periódicos:
La Prensa Libre, noviembre de 1919.
Fuentes electrónicas
·http//es.rodovig.org/wk
·http://revistahistoria.historia.ucr.ac.cr/Numeros%20Anteriores/Vol.49-50/01-comunidades.pdf
130
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
·https://familysearch.org/pal:/MM9.1.1/NQK7-D5R
·https://www.tse.go.cr/consulta_persona/resultado_persona.aspx
·http//escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/tcu/tinoco/html/19.htm:
·http://geografiahistoriasecundaria.blogspot.be/p/la-crisis-de-la-republica-liberal-1914.html:
·http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_informacion/Sala_Audiovisual/Expresindentes%20de%20
Costa%20Rica/Forms/AllItems.aspx
·http://escuelahistoria.fcs.ucr.ac.cr/tcu/tinoco/html/19.htm
·http://sitios.poder-judicial.go.cr/escuelajudicial/archivos%20actuales/documents/revs_juds/
revista%2099/pdf/art_08.pdf
131
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
Elogio al conde Reinhard
Pronunciado en la Academia de Ciencias Morales y
Políticas por el príncipe Talleyrand en la sesión del
3 de marzo de 1838
Presentación de Luis Fernando Ceciliano Piedra 1
Nacido en 1754 en el seno de una familia de la más rancia aristocracia francesa, Charles Maurice de
Talleyrand – Périgord fue uno de los más connotados y brillantes diplomáticos de toda la historia. Su
astucia, perspicacia, sagacidad y cuestionable moral elevaron a este sacerdote y diplomático a los más
altos cargos de la Iglesia, del reinado de Luis XVI, de la Revolución Francesa, del imperio de Napoleón
(donde le fue concedido en título de “soberano príncipe de Benevento”) y, finalmente, del reinado de
Luis Felipe. Su impecable ejercicio de la Cancillería francesa en cuatro ocasiones (1797-1799, 1799-1807,
1814-1815 y 1815) y su destacada participación en el Congreso de Viena de 1815, al lado de otros míticos
personajes como el príncipe Metternich y el vizconde Castlereagh, le granjearon admiradores y enemigos
en partes iguales.
Seguidamente se presenta la traducción libre de un discurso pronunciado por M. Talleyrand originalmente
titulado Éloge du Comte Reinhard, en la en la sesión del 3 de marzo de 1838 de la Academia de de Ciencias
Morales y Políticas, y publicado por la Tipograf ía de Fermín Didot Hermanos, en París, ese mismo año. El
discurso, que había causado una enorme expectativa, pues se trataba de la última intervención pública de
Talleyrand dado su avanzado estado de edad, se considera una pieza maestra de la caracterización ideal de
un agente diplomático y consular. Además, queda claro que, más que una oda al conde Reinhard, canciller
francés de julio a noviembre de 1799, la disertación se trataba, en realidad, de un recuento de los talentos
y las tareas que Talleyrand desempeñó a lo largo de su fecunda –y polémica– vida política. En lo posible,
se ha mantenido la puntuación y la ortograf ía del documento original.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------Caballeros,
Me encontraba en los Estados Unidos, donde han tenido la bondad de nombrarme miembro del Instituto
y de adjuntarme al departamento de ciencias morales y políticas, al cual yo, desde sus orígenes, tuve el
honor de pertenecer.
A mi retorno a Francia, mi primer cuidado fue el de asistir a sus reuniones y de testimoniar a las personas
que la componían entonces, varias de las cuales nos han dejado muchos lamentos, el placer que tuve al
encontrarme parte de ellos. A la primera sesión a la que asistí, el buró estaba siendo renovado, y tuve
el honor de ser nombrado secretario. Las actas de procedimientos que escribí durante seis meses, con
todo el cuidado que pude, traicionaron tal vez un poco mi desconfianza, puesto que yo era consciente de
1 Diplomático de carrera. Ing. en Agronegocios y Lic. en Relaciones Internacionales. Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta.
[email protected]
133
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
que se trataba de un tópico que me resultaba extraño. Este trabajo que, sin duda, había costado muchas
investigaciones, muchas vigilias a uno de nuestros más sabios colegas, tenía por título: Disertaciones
sobre leyes riparias. Hice también, en ese momento, en nuestras asambleas públicas, algunas lecturas
por las que me fue concedida tal indulgencia que entonces se consideraron valiosas para insertarles
en las Memorias del Instituto. Pero cuarenta años han pasado, durante los cuales esta tribuna me ha
sido extraña, primero por las muchas ausencias, y luego por unas funciones a las cuales mi deber era
pertenecerles completamente; debo decir, también, por la discreción que los tiempos dif íciles exigen de
un hombre entregado a los asuntos públicos; y finalmente, algún tiempo después, por los achaques que la
vejez trae consigo ordinariamente, o que al menos ella agrava.
Pero hoy siento la necesidad y veo como una obligación de presentarme a mí mismo una última vez
ante esta Asamblea, porque la memoria de un hombre conocido en toda Europa, de un hombre a
quien yo apreciaba, y que, desde la misma conformación del Instituto, ha sido nuestro colega, reciba
aquí testimonio público de nuestra estima y nuestros pesares. Su posición y la mía me pusieron en
la autoridad de revelar muchos de sus méritos. Su principal, y no digo su único título de distinción,
consiste en una correspondencia de cuarenta años, necesariamente ignorada por el público, que, muy
probablemente, nunca jamás conocerá. Me he preguntado: ¿quién hablará al respecto en esta cámara?
¿Quién, especialmente, estará en la obligación de dirigir vuestra atención hacia ello, si no soy yo, quien
ha recibido la mayor parte de esa correspondencia, la que siempre me fue muy agradable, y a menudo
tan útil a las funciones ministeriales que tuve que desempeñar durante tres reinos… muy diferentes en
su carácter?
La primera vez que vi al conde Reinhard, tenía treinta años y yo treinta y siete años de edad. Él entró en
la vida pública con la ventaja de contar con un gran caudal de conocimientos adquiridos. Hablaba bien
cinco o seis idiomas, y estaba familiarizado con su respectiva literatura. Podría haberse hecho famoso
como poeta, como historiador, como geógrafo; y es en esta última que se afilió al Instituto, cuando este
fue fundado.
Él era ya, en ese momento, miembro de la Academia de Ciencias de Gotinga. Nacido y educado en
Alemania, había publicado, en su juventud, varias piezas poéticas que fueron conocidas por Gesner, por
Wieland, por Schiller. Más tarde, obligado por su salud a tomar las aguas de Carlsbad, tuvo la dicha
de encontrar y ver frecuentemente al célebre Goethe, quien apreciaba su gusto y sus conocimientos
suficientemente para desear ser notificado por él de todo lo que tuviera algún sentido en la literatura
francesa. M. Reinhard se lo prometió: tales compromisos, entre los hombres de un orden superior, son
siempre recíprocos, y pronto se convierten en lazos de amistad; esos que se formaron entre M. Reinhard
y Goethe dieron lugar a una correspondencia que hoy se imprime en Alemania.
Llegamos a conocer por estas cartas que llegado ese momento de la vida donde es necesario elegir
definitivamente aquella profesión que se crea el más apropiado, M. Reinhard, antes de tomar su decisión
final, reflexionó seriamente sobre sí mismo, sobre sus gustos, sobre su disposición y la de su familia; y
luego, como cuestión remarcable para esa época, en lugar de optar por una carrera donde habría podido
ser independiente, eligió una en la que no podía serlo. Es la carrera diplomática a la que dio su preferencia,
y no es posible culparle: calificado a todos los empleos de esta profesión, les ha cumplido todos, y con
distinción.
Y me atrevo a decir acá que fue exitosamente preparado para el camino que adoptó desde sus primeros
estudios. Se le señaló como competente en teología, en el seminario de Denkendorf, y en el de la Facultad
134
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
protestante de Tubinga, y fue a esta ciencia especialmente a la que debía la fuerza, y al mismo tiempo la
flexibilidad de razonamiento que abundan en todas las piezas que salen de su pluma. Y para privarme a
mí mismo del temor de ir a una idea que pudiera parecer paradójica, me siento obligado a recordar acá los
nombres de muchos de nuestros grandes diplomáticos, todos teólogos, y todos celebrados por la historia
por haber conducido las negociaciones políticas más importantes de su tiempo: el canciller cardenal
Duprat, igualmente versado en el derecho canónico y en el derecho civil, quien estableció con León X las
bases del Concordato, varias de cuyas disposiciones subsisten aún hoy. El cardenal d’Ossat, quien, a pesar
de los esfuerzos hechos por grandes Poderes, tuvo éxito en reconciliar a Enrique IV con la Corte de Roma.
La lectura de su colección de cartas es todavía recomendada a las jóvenes generaciones destinadas a la
vida política. El cardenal de Polignac, teólogo, poeta y diplomático, quien, después de muchas campañas
desastrosas, supo mantener, por el tratado de Utrecht, las conquistas de Luis XIV para Francia.
Es también en medio de libros teológicos que habían sido comenzados por su padre, convertido en obispo
de Gap, donde se encuentra la educación de M. de Lionne, cuyo nombre acaba de recibir un nuevo
agasajo por una reciente e importante publicación.
Los nombres que acabo de citar me parecen suficientes para justificar la influencia que han tenido, en mi
opinión, sobre los hábitos mentales de M. Reinhard, considerablemente influenciados por los primeros
estudios a los cuales le dirigió la educación paternal.
Los conocimientos a la vez sólidos y variados que había adquirido, le fueron requeridos en Burdeos
para ejercer las honorables y modestas funciones de tutor en una familia protesta de esa ciudad. Allí,
se encontró naturalmente en contacto con varios hombres cuyo talento, errores y muerte dieron tanta
celebridad a nuestra primera Asamblea legislativa. M. Reinhard se dejó fácilmente persuadir por ellos
para centrarse en el servicio de Francia.
No es necesario obligarse a seguirle paso a paso a través de las vicisitudes que llenan la larga carrera
que recorrió. En las sucesión de las renombradas tareas que le fueron confiadas, tanto de un orden
elevado, tanto de un orden inferior, parece que hay una suerte de incoherencia, y como de una ausencia
de regularidad que hoy tendríamos dificultad en comprender. Mas en esa época, no había más prejuicios
para los lugares que para las personas. En otras ocasiones, el favor, y algunas veces el discernimiento, solía
conferir situaciones de importancia. Mas, en el momento en que hablo, bien o mal, cada lugar debía ser
conquistado. Tal estado de cosas lleva pronto a la confusión.
Por tanto, vemos a M. Reinhard primer secretario de la legación en Londres. – Ocupante del mismo cargo en
Nápoles. – Ministro plenipotenciario en las ciudades hanseáticas, Hamburgo, Bremen y Lübeck. – Oficial
mayor de la tercera división en el departamento de Asuntos extranjeros. – Ministro plenipotenciario en
Florencia. – Ministro de relaciones exteriores. – Ministro plenipotenciario en Helvetia. – Cónsul general
en Milán. – Ministro plenipotenciario al círculo de Baja Sajonia. – Residente en las provincias turcas más
allá del Danubio y comisario general de relaciones comerciales en Moldavia. – Ministro plenipotenciario
cerca del Rey de Westfalia. – Director de la Cancillería del departamento de Asuntos extranjeros. –
Ministro plenipotenciario cerca de la Dieta Germánica y de la ciudad libre de Fráncfort, y, finalmente,
ministro plenipotenciario en Dresde.
Tantos lugares, tantas funciones, tantos intereses confiados a un solo hombre, y en un momento cuando
los talentos civiles parecían menos justamente valorados, pues la guerra parecía, ella sola, ¡encargarse de
todos los asuntos!
135
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
No esperen, caballeros, que de aquí cuenta en detalle, y fecha por fecha, de todos los trabajos de M.
Reinhard en las diferentes funciones cuya enumeración vienen ustedes de comprender. Ello requeriría
un libro.
No debo hablar frente a ustedes de otra manera más para comprender las funciones que debió desempeñar,
que fue Jefe de división, Ministro o Cónsul. Aunque M. Reinhard no tendría entonces la ventaja que
habría tenido unos años más tarde, de encontrar excelentes modelos de estudio, sabía ya cuántas y
diversas cualidades, debían distinguir a un Oficial mayor de división de asuntos extranjeros. Un tacto
delicado le había hecho sentir que los modales de un jefe de División de Asuntos extranjeros debían ser
simples, regulares, retirados; que ajeno al tumulto del mundo, debía vivir únicamente para sus deberes
y dedicaciones a un secretismo impenetrable; que siempre listo para responder sobre los hechos y los
hombres, debía tener fresco en la memoria todos los tratados, conocer históricamente sus fechas, estimar
con justicia sus lados fuertes y sus lados débiles, sus antecedentes y sus consecuencias, familiarizarse
finalmente con nombre de los principales negociadores, y hasta con sus conexiones de familia; que en
uso pleno de sus facultades, debía tener cuidado de no ofender el amor propio de un Ministro, siempre
perspicaz, y aún cuando haya influido en la opinión de su jefe, su éxito debía permanecer en las sombras;
porque sabía que no debía brillar más que por una luz reflejada; Aún, él estaba consciente que mucha
consideración sería el premio a una vida también pura y también modesta.
El espíritu de observación de M. Reinhard no se detuvo ahí; le había llevado a comprender cuán extraña es
la reunión de cualidades necesarias para un ministro de Asuntos extranjeros. Es necesario, en efecto, que
un ministro de Asuntos extranjeros sea dotado de una especie de instinto, que, le advierta rápidamente, le
prevenga, previo a todo discusión, sobre el peligro de comprometerse. Deberá mostrarse abierto mientras
permanece impenetrable; de ser reservado con las formas de franqueza, de ser hábil hasta en la elección
de sus distracciones. Es necesario que su conversación sea simple, variada, inesperada, siempre natural y
a veces ingenua; en una palabra, no debe cesar ni un momento, durante las veinticuatro horas, de ser un
ministro de Asuntos extranjeros.
Sin embargo, todas estas cualidades, por extrañas que parezcan, podrían no ser suficientes, si no
encontraron en la buena fue la garantía que casi siempre requieren. Debo mencionarle aquí, para suprimir
un prejuicio de práctica generalizada. – No, la diplomacia no es una ciencia de engaño ni de hipocresía.
Si la buena fe es necesaria en cualquier parte, lo es sobre todo en las transacciones políticas, porque es
ella quien les hace sólidas y durables. Hemos querido confundir la reserva con el engaño. La buena fe no
autoriza jamás el engaño, pero admite la reserva; y la reserva es especial, es la que aumenta la confianza.
Dominado por el honor y el interés de su país, por el honor y el interés del Príncipe, por el amor a la
libertad, basado en el orden y en los derechos de todos, un ministro de Asuntos extranjeros, cuando
sabe cómo desempeñarse, se encuentra entonces colocado en la más noble situación a la cual un espíritu
elevado puede aspirar.
Después de haber tenido un Ministro distinguido, ¡qué cantidad de cosas más deben aún saberse para
ser un buen Cónsul! Porque las atribuciones de un Cónsul son infinitamente variadas; ellas son de
un género totalmente diferente de aquellas otras empleadas en los Asuntos extranjeros. Exigen una
multitud de conocimientos prácticos para los cuales es necesario una educación particular. Los Cónsules
están para ejercer en el entendimiento de sus circunscripciones, para el beneficio de sus compatriotas,
las funciones de jueces, de árbitros, de conciliadores; a menudo están empleados en otras capacidades
civiles; realizan las funciones de los notarios, a veces de administradores de la marina, monitorean
136
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
y constatan asuntos sanitarios, son ellos quienes, por sus relaciones habituales, pueden aportar una
idea justa y completa de la situación del comercio, de la navegación y de la industria particular de su
país de residencia. Asimismo, M. Reinhard, que nunca descuidó nada para asegurarse de la exactitud
de las informaciones por suministrar a su gobierno, así como la justicia de las decisiones que debía
tomar como agente político, como agente consular, como administrador de la marina, había hecho un
profundo estudio del derecho de gentes y del derecho marítimo. Ese estudio lo había llevado a creer que
llegaría a un momento donde, por unas combinaciones políticas habilidosas, se establecería un sistema
general de comercio y de navegación en el que los intereses de todas las naciones serían respetados,
y cuyas bases serían tales como que la guerra misma no podía alterar sus principios, aún si pudiera
suspender cualesquiera de sus consecuencias. También aprendió a resolver con seguridad y prontitud
todos los asuntos de cambio, de arbitraje, de conversión de monedas, de pesos y medidas, y todo esto
sin que ninguna reclamación fuese elevada contra las informaciones que había provisto y contra los
juicios que había rendido. También es cierto que la consideración personal que le ha seguido en toda
su carrera dio peso a su intervención en todos los asuntos que requerían su dictamen y en todos los
arbitrajes sobre los cuales había de pronunciarse.
No obstante cuan extensos sean los conocimientos de un hombre, cuan vasta sea su capacidad, no hay
nada más extraño que un diplomático completo, podríamos quizá haber encontrado uno en M. Reinhard
si hubiese poseído una cualidad más; vio bien, oyó bien, pluma en mano, dio cuenta admirablemente
de lo que había visto, de lo que había sido dicho; su lenguaje escrito era abundante, fácil, espiritual,
mordaz; Por tanto, de toda la correspondencia diplomática de mi tiempo, no había ninguna a la cual
el Emperador Napoleón, quien tenía el derecho y la necesidad de ser dif ícil de complacer, prefiriera
más que la del conde Reinhard; mas este mismo hombre que escribía maravillosamente se expresaba
con dificultad. Para lograr sus acciones, su inteligencia demandaba algo más de tiempo que el que
una conversación normal ofrece. Para que su discurso interno pudiera reproducirse fácilmente, debía
hacerlo solo y sin interferencias.
A pesar de esta seria desventaja, M. Reinhard fue siempre exitoso en todo su quehacer, y buen quehacer,
cualesquiera fuese su responsabilidad. ¿Donde entonces encontró los medios para el éxito, ¿dónde tomó
sus inspiraciones?
Los recibió, Caballeros, de un sentimiento verdadero y profundo que gobernaba todas sus acciones,
del sentimiento del deber. – La gente no está suficientemente consciente del poder derivado de este
sentimiento. Una vida entera devota al deber es fácilmente desviada hacia la ambición; la vida de M.
Reinhard estaba enteramente tomada por su vocación profesional, jamás influenciado por el más mínimo
grado de cálculo personal ni de pretensión a algunos progresos precipitados.
Esta adoración al deber, a la cual M. Reinhard fue fiel toda su vida, consistía en una sumisión entera a las
instrucciones y a las órdenes de sus superiores; en una vigilancia infatigable de todos los momentos, que,
combinado con una gran perspicacia, no les dejó jamás en la ignorancia de lo que era importante para
ellos conocer; en una rigurosa veracidad en todos sus reportes, independientemente de ser agradables o
desagradables; en una discreción impenetrable, en un regularidad de vida que llamaba a la confianza y a
la estima; en un estilo de vida de acuerdo con su posición; finalmente en un cuidado constante en brindar
a los actos de su gobierno el color y la lucidez que reclamaba su importancia.
Aunque la edad hubo marcado para M. Reinhard el momento del descanso, no exigió jamás su jubilación,
como hubiera temido de mostrar la calidez de servir en una carrera que había ocupado la más grande
137
Revista Costarricense de Política Exterior
Sección Histórica
parte de sus días. Era necesario que la siempre reflexiva benevolencia de Su Majestad interviniese para
colocar a este servidor de Francia en una posición más honorable, llamándole a la Cámara de los Pares.
El conde Reinhard no disfrutó el tiempo suficiente de este honor, y murió casi súbitamente el 25 de
diciembre de 1837.
M. Reinhard casó dos veces. Dejó un hijo del primer matrimonio que está hoy en la carrera política. Al
hijo de tal padre, todo lo mejor que podemos desearle, es que se parezca a su padre.
138
Descargar