1 Universidad Rafael Landivar Facultad de Humanidades

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Universidad Rafael Landivar
Facultad de Humanidades
Psicología clínica
“NIVELES DE DEPRESION Y ANSIEDAD EN PACIENTES EPILÉPTICOS QUE
ASISTEN A CONSULTA EXTERNA DE ADULTOS AL DEPARTAMENTO DE
NEUROCIENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL SAN JUAN DE DIOS”
TESIS
Maria José Paiz Aparicio
CARNÉ 120800-05
GUATEMALA DE LA ASUNCION, ENERO DE 2012
CAMPUS CENTRAL
1
Universidad Rafael Landivar
Facultad de Humanidades
Psicología clínica
“NIVELES DE DEPRESION Y ANSIEDAD EN PACIENTES EPILÉPTICOS
QUE ASISTEN A CONSULTA EXTERNA DE ADULTOS AL
DEPARTAMENTO DE NEUROCIENCIAS DEL HOSPITAL GENERAL SAN
JUAN DE DIOS”
TESIS
Presentada al Consejo de la Facultad de Humanidades
Por:
Maria José Paiz Aparicio
Carné: 120800-05
Previo al título de:
PSICÓLOGA CLÍNICA
En el grado académico de:
LICENCIADA
GUATEMALA DE LA ASUNCION, ENERO DE 2012
CAMPUS CENTRAL
2
AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
Rector
P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J.
Vicerrectora Académica
Dra. Lucrecia Méndez de Penedo.
Vicerrector de Investigación y Proyección
P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria
P. Eduardo Valdés Barría, S.J.
Vicerrector Administrativo
Lic. Ariel Rivera Irías.
Secretaria General
Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena.
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES
Decana
M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos
Vicedecano
M.A.Hosy Benjamer Orozco
Secretaria
M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón
Directora del Departamento de Psicología
M.A. Georfina Mariscal de Jurado
Directora del Departamento de Educació
M.A. Hilda Díaz de Godoy
Directora
del
Departamento
de
Ciencias
de
la
Comunicación
M.A, Nancy Avendaño
Director del Departamento de Letras y Filosofia
M.A. Ernesto Loukota
Representante de Catedráticos
Lic. Ignacio Laclériga Giménez
Representante del Consejo de Facultad
Licda. Melisa Lemus
ASESOR DE TESIS
Dra. Edna Karina Vaquerano Martínez
REVISORA DE TESIS
M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos.
3
4
5
DEDICATORIA
A mi padre Ariel Paiz Gálvez †, por enseñarme que todo sueño se puede alcanzar
con esfuerzo y dedicación, por creer siempre en mí y estar a mi lado apoyándome
en todo momento y nunca dejarme sola, por ser el mejor ANGEL que alguien puede
tener y porque desde el cielo me alienta a seguir adelante.
A mi madre América Aparicio de Paiz, por ser mi amiga, mi apoyo, por el esfuerzo y
la pasión, por la fortaleza de ayudarme en todo momento a salir adelante, por su
aliento para no dejarme vencer, y por el valor de salir adelante ante cualquier
obstáculo.
6
AGRADECIMIENTOS
A DIOS
Por ser siempre mi guía y darme las fuerzas para seguir adelante.
A MIS PADRES:
Ariel Paiz Gálvez † y América Aparicio de Paiz por sus enseñanzas y apoyo
incondicional, sobre todo por alentarme para alcanzar mis sueños.
A MIS HERMANOS:
Ariel Paiz Aparicio por estar conmigo en todo momento y apoyarme.
Andrea Paiz Aparicio pos su apoyo.
A LA ITA, JANINA, JOSÉ, ENANO, DIEGO Y PONCHO
Por estar siempre en cada momento de mi vida apoyándome, dándome su cariño y por
no dejarme vencer y animarme a alcanzar mis sueños.
A MIS AMIGAS Y AMIGOS
Por siempre estar el pendiente de mí, por brindarme su apoyo incondicional, por los
momentos compartidos y su cariño.
A DRA. EDNA KARINA VAQUERANO
Gracias por su apoyo en todo momento, por sus palabras de aliento, por ser un gran
ejemplo de profesionalismo y dedicación, por ser una guía, y por darme los ánimos
para no darme por vencida y alcanzar mis sueños.
A TODOS GRACIAS POR SU CARIÑO Y APOYO.
7
INDICE
RESUMEN............................................................................................................................. 10
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 11
I.
Historia de la epilepsia: ....................................................................................... 18
1.1
1.1.2 Epilepsia: ................................................................................................................. 19
1.1.3 Causas de la epilepsia: ......................................................................................... 20
1.1.4 Síntomas de la epilepsia: ................................................................................... 23
1.1.5 Crisis Epiléptica ...................................................................................................... 24
1.1.6 Clasificación de crisis epilépticas ........................................................................ 25
1.1.7 Convulsiones: ......................................................................................................... 33
1.1.8 Tipos de epilepsia: ................................................................................................. 36
1.2 Depresión.................................................................................................................... 38
1.2.1 Depresión en pacientes con epilepsia ................................................................ 41
1.3 Ansiedad: ................................................................................................................... 45
1.3.1 Ansiedad en pacientes con epilepsia .................................................................. 47
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................... 49
II.
2.1 Objetivos ..................................................................................................................... 50
2.1.1 Objetivo General: ................................................................................................... 50
2.1.2
Objetivos Específicos: .................................................................................. 50
2.2
Elementos de estudio ....................................................................................... 50
2.3
Definición de elementos de estudio.............................................................. 51
2.4
Alcances y límites .............................................................................................. 52
2.5
Aporte .................................................................................................................... 52
MÉTODO ................................................................................................................... 54
III.
3.1
SUJETOS .............................................................................................................. 54
3.2
INSTRUMENTO ................................................................................................... 55
DESCRIPCION ................................................................................................................... 55
3.3
PROCEDIMIENTO ............................................................................................... 59
3.4 DISEÑO....................................................................................................................... 59
3.5
METODOLOGIA ESTADISTICA ....................................................................... 59
IV.
PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS ......................................................... 61
V.
DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ...................................................................... 78
8
VI.
CONCLUSIONES..................................................................................................... 80
VII.
RECOMENDACIONES ........................................................................................... 81
VIII.
REFERENCIAS BILIOGRAFICAS ........................................................................ 82
ANEXOS ................................................................................................................................ 86
9
RESUMEN
La presente es una investigación que busca determinar los niveles
de depresión y ansiedad en pacientes epilépticos que asisten a
consulta externa de adultos al departamento de neurociencias del
Hospital General San Juan de Dios. Es una investigación de tipo
descriptivo.
La muestra fue conformada por 30 pacientes epilépticos entre
hombres y mujeres atendidos en consulta externa de adultos en el
departamento de neurociencias del Hospital General San Juan de
Dios, entre las edades de 18 a 79 años, seleccionados al azar.
El instrumento utilizado fue la Escala de Depresión y Ansiedad en
Pacientes Hospitalarios (HADS).
Se pudo determinar que los pacientes presentaron niveles de
ansiedad como de depresión, debido al desconocimiento de la
enfermedad en general. Se observó que la muestra presento un
total de 14 sujetos con niveles de ansiedad y depresión en
puntuaciones similares en las escalas que miden los factores
indicados. 10 sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la escala
de depresión y 6 sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la
escala de ansiedad. Los resultados de este estudio, demostraron
que tanto la ansiedad como la depresión están presentes en los
pacientes con epilepsia.
10
I.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación tuvo como objetivo medir los
niveles de ansiedad y depresión en pacientes con diagnostico de epilepsia,
que asisten a consulta externa de adultos al departamento de neurociencias
en el Hospital General San Juan de Dios.
La epilepsia es una enfermedad crónica no transmitible, caracterizada por
crisis recurrentes de diversos tipos y donde además pueden coexistir en los
pacientes diversos trastornos de conducta que hacen más difícil la calidad de
vida de los mismos.
Según Stokes (2011), la ansiedad junto con la depresión son unos de los
padecimientos psiquiátricos que aparecen con mayor frecuencia en la
epilepsia. En la epilepsia, la ansiedad y la depresión pueden aparecer en los
periodos periíctales o interictales, lo cual parece ser mayor según algunas
características de la epilepsia.
En Guatemala se han realizado diversos estudios sobre epilepsia, entre los
cuales se pueden destacar los siguientes autores:
Kuestermann (1995) realizo un estudio sobre los factores de riesgo para
epilepsia, en la aldea Cerro Alto, San Juan Sacatepéquez, utilizo un
cuestionario adaptado del Protocolo de Investigación de Desordenes
Neurológicos en Países en Desarrollo de la Organización Mundial de la
Salud (OMS). Dividió la investigación en 2 fases, en la primera encuesto a un
total de 1,528 habitantes, detectando 10 casos positivos por medio del
cuestionario, 8 fueron confirmados por diagnóstico clínico especializado. En
la segunda fase escogió un grupo de control al azar; administro un
cuestionario de factores de riesgo de epilepsia que incluían, antecedentes
familiares de la enfermedad, problemas perinatales, factores obstétricos,
convulsiones febriles, entre otros. El único factor de riesgo encontrado en el
estudio asociado al desarrollo de la epilepsia fue el antecedente familiar de la
enfermedad.
11
Ramírez (1980), investigó acerca de la personalidad obsesiva-convulsiva en
pacientes epilépticos utilizando la prueba de personalidad MMPI. Los sujetos
fueron divididos en dos grupos; el primero incluyo pacientes epilépticos y el
segundo por personas sin el diagnostico de epilepsia, conformando una
muestra de 86 pacientes, posteriormente de aplicar la prueba se puedo
establecer que en esta muestra las personas epilépticas eran de
personalidad obsesiva-convulsiva.
Según Stokes (2011), al indagar en lo que sabe la población sobre la
enfermedad y empezando por los propios pacientes, “es triste que ni éstos
sepan qué es la epilepsia”. Ni el propio paciente sabe en qué consiste la
enfermedad y sería bueno preguntarse por qué sucede esto. La mayoría de
los pacientes diagnosticados en la infancia, llegan a la adolescencia con una
baja autoestima, sintiéndose inferiores y 'únicos'. Y serán las crisis el tema
'menos importante' para ellos. Su mayor temor: es sentirse rechazados e
inferiores en la sociedad. Y en la sociedad, aún hay gente que piensa que un
paciente con epilepsia no tendrá autonomía o será incapaz de formar una
familia. La enfermedad puede llegar a desencadenar síntomas psicológicos
como la ansiedad que es la respuesta normal a conflictos que ponen en
peligro la vida y, depresión la cual es la reacción de la persona ante una
situación mezclando un sentimiento.
Patzán y García (2005) realizaron un estudio sobre la depresión y ansiedad
en pacientes adultos en pre y post operatorio de enfermedades cardiacas de
UNICAR, utilizaron la escala para medir la Ansiedad y Depresión de Zung, se
utilizaron 40 sujetos entre hombres y mujeres con un nivel socioeconómico
diverso. El único requisito era formar parte de la muestra, ser pacientes de
UNICAR. Luego de haber aplicado las pruebas se pudo determinar que los
pacientes presentaron más ansiedad en la fase preoperatorio debido a la
reacción ansiosa que el individuo desarrolla ante una intervención quirúrgica,
se pudo determinar en el proceso los factores de edad, sexo, escolaridad,
religión y estado civil influyen grandemente a aumentar más los síntomas
12
ansiosos y depresivos en los pacientes hospitalizados. La enfermedades del
corazón producen mucha ansiedad y el miedo ante la muerte es constante.
Stokes (1998), realizó un estudio sobre la prevalencia de epilepsia y
enfermedad cerebro vascular, en la aldea el Rosario municipio de Rio Hondo
Zacapa, se escogió al grupo poblacional por tener una estructura homogénea
en cuanto al aspectos étnico, cultural y económico. Se utilizo los conceptos y
lineamientos de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SALUD. Los resultados
del estudio de Epilepsia y Enfermedad Cerebrovascular, se encontró con una
prevalencia similar a la de otros países en desarrollo. Con una prevalencia
global para la Epilepsia de 15.55 por cada mil habitantes y Enfermedad
Cerebrovasculares de 6.6 por cada mil habitantes.
Sagastume (2002), realizó una investigación sobre los enfermos renales
crónicos en Guatemala, en la cual buscaba establecer cuáles eran los
estados de depresión y niveles de ansiedad de los pacientes diagnosticados
con insuficiencia renal crónica. La muestra fue conformada por 12 pacientes
atendidos en la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico,
entre las edades de 21 y 66 años, con un estatus socioeconómico medio y
bajo, fueron seleccionados al azar y que no se encontraran en tratamiento
psicológico. Los instrumentos utilizados fueron los test de Depresión de Beck
y los test de Ansiedad STAI-82 y una entrevista semiestructurada. La
investigación se concluyo que un porcentaje significativo de los pacientes
presentaron estado de depresión grave y niveles altos de ansiedad, así como
coincidencia entre depresión y ansiedad; las mujeres están más propensas a
estados graves de depresión y niveles altos de ansiedad.
Mendizabal (1991), realizó un estudio para determinar la prevalencia de
epilepsia en un área rural guatemalteca, en la cual diseño un estudio
transversal en una comunidad del municipio de San Juan Sacatepéquez con
una población aproximada de 2,000 habitantes. Realizo una encuesta de
13
puerta en puerta a todas las viviendas de la aldea con el fin de identificar
casos sospechosos de epilepsia mediante el llenado de un formulario
adaptado del Protocolo de Investigación de Desordenes Neurológicos en
países en vías del desarrollo de la Organización Mundial de la Salud. Los
casos sospechosos fueron reinterrogados individualmente y se les practico
examen neurológico completo. El diagnóstico se hizo en base a la historia,
antecedentes y clínica de la enfermedad. Del total de la población, 1,931
habitantes cumplieron los criterios de inclusión al estudio que eran todas
aquellas personas de cualquier sexo. De este total se entrevisto a 1,882
personas ya que 52 personas elegibles para el estudia no participaron en el
mismo. Un total de 16 pacientes epilépticos fueron detectados, 11 de los
cuales presentaban la forma activa de la enfermedad. La tasa de prevalencia
cruda de epilepsia, calculada para esta población, fue de 8.5 x 1,000.
En estudios Internacionales, según Tango (2010), Algunas de las causas
más comunes de epilepsia abarcan:
Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio ( AIT)
Enfermedades que causan el deterioro del cerebro
Demencia como el mal de Alzheimer
Lesión cerebral traumática
Infecciones (incluyendo absceso cerebral, meningitis, encefalitis, neurosífilis
y SIDA)
Defectos cerebrales congénitos (Problemas presentes desde antes de nacer)
Lesiones cerca del momento del nacimiento (en este caso, las convulsiones
comienzan en la lactancia o primera infancia)
Insuficiencia renal o hepática
Enfermedades metabólicas con las cuales los niños pueden nacer (como
fenilcetonuria)
Tumores u otras lesiones cerebrales estructurales (como hematomas o vasos
sanguíneos anormales)
14
El ser diagnosticado con la enfermedad de epilepsia, lleva a muchas
personas a pensar que son las únicas que tiene este padecimiento, tienden
a estigmatizarse por padecer esta enfermedad manifestando depresión y
ansiedad.
En la investigación de González-Pal, Quintana-Mendoza, Fabelo-Roche y
González-Rodríguez (2004), en el cual realizaron un estudio sobre la
ansiedad de un grupo de pacientes con epilepsia: compararon 100 pacientes
con diagnostico de epilepsia frente a un grupo similar de pacientes con
migraña y otro de sujetos supuestamente sanos, para observar la presencia
de ansiedad en un grupo de variables biológicas y medicamentosas. A los
pacientes se les aplico el test de Hamilton para determinar la ansiedad. Los
resultados fueron que el 51% de los pacientes con epilepsia y el 54% de los
que sufrían migraña tienen ansiedad.
Según Blázquez (1989), la depresión es un trastorno que afecta los
sentimientos, pensamientos y acciones de la población, de manera frecuente
y constante. Las causas de la depresión son una combinación de factores
biológicos, genéticos, sociales y psicológicos, por lo que debe tratarse de
una forma integral, ya que pueden afectar la manera de reaccionar del
paciente durante el tratamiento. Considero que son cuatro las principales
causas: 1º. Síndromes depresivos que son producidos, por diversas
patologías
médicas;
2º.
Trastornos
depresivos
que
surgen
como
consecuencia de la reacción individual psíquica a la situación; 3º.
Depresiones que son independientes de la enfermedad somática; por último,
un cuadro depresivo que sugiere la posibilidad de factores desconocidos.
Guerra (2000), Habla de factores referidos al entorno y la capacidad del
individuo para responder a las demandas del medio ambiente.
Se ha
implicado a las circunstancias externas potencialmente productoras de estrés
(los llamados acontecimientos vitales) como factores precipitantes de los
trastornos afectivos. Estos acontecimientos vitales, al recaer sobre un
15
individuo que ya tiene una vulnerabilidad de base, desencadenarían el inicio
de una depresión. Se piensa que los pacientes deprimidos experimentan
más acontecimientos vitales en los meses que preceden al comienzo de los
síntomas. Los acontecimientos vitales más potentes para precipitar una
depresión serían aquellos no deseados, no controlables, inesperados, y que
suponen una amenaza o peligro importante para el sujeto; entre ellos, los
acontecimientos que suponen una pérdida para el individuo (muerte del
cónyuge o un familiar próximo, divorcio o separación, jubilación o pérdida de
empleo, abandono del hogar por parte de algún miembro de la familia), son
los más claramente asociados al inicio de un trastorno depresivo. También se
han de considerar los problemas de salud física por suponer igualmente una
pérdida. Sin embargo, se ven muchos sujetos con trastornos afectivos en
cuyos antecedentes no se detectan acontecimientos desfavorables, también
se ven personas que padecen dificultades y pérdidas considerables sin que
manifiesten síntomas de enfermedad. De igual manera existen situaciones
estresantes crónicas que requieren un gran esfuerzo del individuo para
afrontarlas, y podrían relacionarse con el inicio de la depresión. Esto se debe
a que hay pasos intermedios entre el acontecimiento vital estresante y la
elaboración de respuestas psicobiológicas por parte del organismo, en el que
intervienen procesos de pensamiento y estrategias de afrontamiento para
enfrentarse al estresor. En el inicio de un episodio depresivo, por tanto, hay
que considerar, a parte de los acontecimientos estresantes, la intervención
de varios niveles (biológico-psicológico-social) de forma interrelacionada
entre sí.
Lazarus (1986), en el epígrafe “El estrés como fundamento de la atención
psicológica en la epilepsia” explica cómo inicialmente, el estrés fue
conceptualizado como respuesta adaptativa del organismo frente a los
estímulos
o
situaciones
nocivas
que
amenazan
su
estabilidad.
Posteriormente, otros autores mostraron interés por establecer el valor
relativo de los estímulos o eventos vitales que provocan esta respuesta, al
16
ser percibidos por el organismo como una amenaza o fuente de peligro, pero
la concepción del estrés como proceso transaccional es mucho más amplio y
funcional. Lazarus planteó que las causas del estrés no podían ser buscadas
ni en el individuo ni en el ambiente, sino que estaban vinculadas a la relación
entre ambos. De esta forma define el estrés psicológico como una relación
particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por este como
amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su
bienestar.
Fabelo (2007), realizo una investigación con el propósito de elaborar un
Programa de Intervención Psicosocial para la atención de pacientes con
epilepsia.
Inicialmente diseño el Modelo Teórico Metodológico que lo
sustenta, en el que se incluyeron dos sistemas de dimensiones que lo
configuran: uno teórico explicativo del origen de la inadaptación evidente
frecuentemente observada y otro metodológico que promueve una
adaptación psicosocial aceptable. Fueron estudiados 400 pacientes con
epilepsia y la intervención se ejecuto en los 200 asignados al Grupo
Experimental. Aplico acciones educativas y psicoterapéuticas dirigidas para
promover estilos de vida adecuados, prevenir las manifestaciones agudas de
la epilepsia, potenciar la aceptación de la enfermedad y la adherencia
terapéutica y adecuar los servicios de salida que reciben a sus necesidades.
El resultado obtenido fue significativamente superior a los alcanzados por los
pacientes del Grupo Control y demuestran la afectividad del programa
aplicado.
Chacón, Muñoz, Rivas y Miranda (2007), realizan un estudio descriptivo de la
prevalencia de depresión en pacientes con epilepsia que consultan el
Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle y la Liga contra la Epilepsia en
Cali, Colombia, aplicaron la escala de Beck y Hamilton. La muestra fueron
100 pacientes con epilepsia, mayores de 18 años de edad, en el estudio el
17
59% de los pacientes estaban deprimidos, con asociaciones entre frecuencia
de convulsiones y depresión.
Las personas adultas con epilepsia deben de tratar con los aspectos
psicológicos que les pueden llegar a afectar a su vida diaria, esto incluye la
manera en que las demás personas que los rodean los presiden y como los
pacientes se pueden llegar a sentir debido al ser diagnosticados con
epilepsia.
1.1 Historia de la epilepsia:
Según Bowman y Rand (1984), la epilepsia es un síndrome caracterizado
por buscar alteraciones pasajeras de la función cerebral que produce
síntomas motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos, frecuentemente
acompañados de pérdida de conocimiento.
El termino epilepsia proviene de la palabra griega que significa “tomar
posesión de” y refleja la idea, que todavía persiste en algunas sociedades
primitivas y predominio en Europa hasta el siglo XVIII, según la cual los
síntomas raros que frecuentemente presentan los epilépticos sin tratamiento
son indicación de que el paciente esta poseído por el diablo. Pueden
encontrarse referencias a esta enfermedad hasta 2,080 años antes de
Jesucristo. Hipócrates, en 400 a.J.C., se opuso a la explicación sobrenatural
de la epilepsia y la atribuyo correctamente a una función anormal de cerebro.
En los tiempos de Galeno, la epilepsia se considero erróneamente
relacionada con la Luna, y esta idea, y el convencimiento de que el trastorno
estaba influido por las fases de la luna, persistió hasta el final del siglo XVIII.
En tiempos de Hipócrates el tratamiento de la epilepsia incluida testículos de
hipopótamo
y sangre de tortuga. Durante el siglo XVII fue con enemas,
purgantes y fomentos, o sea el tratamiento estándar para liberar el cuerpo de
los demonios. Pero al llegar al siglo XVIII se abandono la idea de que la
18
enfermedad fuera de origen demoniaco, sustituida por otra idea equivocada,
según la cual dependía de excesos sexuales y de masturbación. Esta idea
alcanzo un máximo extraño a finales de siglo XIX, cuando se recomendó la
castración como tratamiento de los varones epilépticos. Así pues, la
preocupación con los genitales había “progresado” desde la administración
de testículos de hipopótamo en tiempo de Hipócrates hasta la sugerencia de
suprimir los testículos del paciente a fines del siglo XIX. Sin embargo, hecho
paradójico, la concepción errónea acerca de la sexualidad de la etiología de
la epilepsia, fue por azar el motivo del primer tratamiento medicamentoso
eficaz en 1857.
El adelanto mas importante en el tratamiento se logro en 1912 cuando
Hauptman, en Alemania, describió la eficacia del fenobarbital en la epilepsia
de gran mal. El siguiente avance importante fue un poco antes de la guerra
de 1939-45 cuando se prepararon las hidantoínas en Estados Unidos; luego
en 1945, la primera de las succinimidas proporciono un adelanto importante
en el tratamiento de la epilepsia de pequeño mal.
1.1.2 Epilepsia:
La Liga Internacional Contra la Epilepsia (1981), define la epilepsia como
“una enfermedad crónica producida por diferentes etiologías, caracterizada
por ataques recidivantes”.
Según Carlson, (1996), la epilepsia es un trastorno intermitente del Sistema
Nervioso Central, debido presumiblemente a una descarga brusca, excesiva
y desordenada de las neuronas cerebrales, la descarga da como resultado
una perturbación casi instantánea de la sensibilidad, pérdida de conciencia o
función psíquica, movimientos convulsivos o una combinación de todos estos
trastornos.
Lemus
(2000),
describe
la
epilepsia
como
un
cuadro
sintomático
caracterizado por una descarga neuronal súbita, paroxística, recidivante que
19
se
manifiesta
en
trastornos
de
conciencia,
perceptivos,
motores,
autonómicos, mnémicos (memoria), emocionales y conductuales según el
área donde se localizo el foco epiléptico.
Gram y Dam (1995), comentan, que es importante destacar que la epilepsia
no es una enfermedad sino un conjunto de síntomas que se manifiestan por
crisis repetidas generadas en las células nerviosas. Así como una cefalea
puede tener muchas causas diferentes, la epilepsia es un síntoma que puede
ser resultado de muchas enfermedades diferentes en el encéfalo, la epilepsia
no es contagiosa.
En conclusión, la epilepsia se verá caracterizada por crisis epilépticas las
cuales se deben a descargas anormales de neuronas, llegan a causar gran
malestar y preocupación por la poca predicción del episodio, además de la
angustia para la persona que lo está experimentando.
1.1.3 Causas de la epilepsia:
Según Villarejo (1998), comenta que aproximadamente dos terceras partes
de los casos de epilepsia no tienen un factor causal bien identificable.
Actualmente se tiene la tendencia de clasificar la epilepsia y síndromes
epilépticos en idiopáticos (relacionados con la edad de aparición, incidencia
elevada de factores genéricos y de evolución en general benigna),
sintomáticos (secundarios a lesiones no progresivas de origen pre y perinatal
o de tipo progresivo asociados a trastornos metabólicos y/o degenerativos), y
criptogénicos (de causa no establecida en los que el pronóstico suelen ser
favorables o al menos incierto). Con la mejoría de las técnicas
complementarias de diagnostico el número de casos criptogénicos va
disminuyendo a favor de anomalías congénitas generales o de base
genética. Esta división, clínicamente importante, no tiene por tanto más que
un valor teórico limitado y no debe asimilarse a los términos lesional y no
lesional.
20
Según la Asociación Andaluza de Epilepsia (2011), las causas de la epilepsia
varían con la edad. Se puede producir crisis en una etapa determinada de la
vida y con el tiempo cesan; otras causas producen epilepsia de manera
crónica. En cualquier caso, no debe olvidarse que la aparición de crisis en
una persona no siempre resulta de una evidente relación causa-efecto.
Herencia
Aun existe la creencia popular de que la epilepsia se hereda, no suele ser
así. Esta demostrada esta causa solo en determinados tipos de epilepsia,
como en el caso de la esclerosis tuberosa, la neuro-fibromatosis y la
lipidosis.
En otras ocasiones lo que se puede heredar es un umbral convulsivo mas
o menos alto que es diferente en cada persona. Salvo en el caso de
tratarse
de
una
enfermedad
neurológica
hereditaria
como
las
mencionadas, el factor genético de predisposición a padecer crisis
convulsivas es muy limitado.
Errores congénitos del desarrollo
 Malformaciones congénitas hereditarias:
Comprenden las malformaciones arteriovenosas, los errores en la
migración neuronal y las facomatosis. Algunas malformaciones
congénitas presentes en el nacimiento no son hereditarias, como las
deformidades sufridas por hijos de madres que han sido sometidas a
productos tóxicos durante la gestación, o bien han sufrido algún tipo
de infección, radiación, etc.
 Errores congénitos del metabolismo:
Hiperglucemia, D-gliciricidemia, fenilcetonuria, ceroidopolipofucciosis,
enfermedad de la Lafora, enfermedad de Huntington infantil,
enfermedad de Gaucher, etc.
21
Anoxia cerebral
El insuficiente aporte de oxigeno al cerebro puede ocurrir durante el parto,
o en la infancia. Una convulsión febril puede ser responsable de anoxia
cerebral y condicionar una ulterior epilepsia por el daño cerebral
secundario. En edades adultas una enfermedad cerebro-vascular produce
una lesión focal por anoxia y crisis epilépticas.
Traumatismos cráneo-encefálicos (TCE)
La lesión cerebral proveniente de traumatismo craneal puede provocar
una epilepsia secundaria. Hay tres factores que indican un mayor riesgo
de padecer crisis secundarias a un traumatismo cráneo-encefálico:
 Duración de la amnesia postraumática. A mayor duración mayor
riesgo. La amnesia post-traumática puede durar entre breves minutos
y varias semanas o meses.
 La presencia de signos neurológicos focales.
 La presencia de una lesión localizada en la superficie cortical cerebral.
Si no existiese ninguno de estos factores, el riesgo de padecer una epilepsia
postraumática se calcula en un 2% de los casos. En caso contrario, el riesgo
asciende al 40%. Por otro lado, la aparición de crisis epilépticas tempranas,
tras el traumáticos (en la primera semana), incrementa aun más la posibilidad
de una epilepsia secundaria.
Tumores cerebrales
Primarios y secundarios
Enfermedades infecciosas
Meningitis
de
causas
diversas,
encefalitis,
abscesos
cerebrales
bacterianos o parásitos, enfermedades priónicas.
22
Trastornos metabólicos adquiridos
Hipoglucemia, hipocalcemia, hipernatremia, insuficiencia renal crónica,
etc.
Enfermedades degenerativas del sistema nervioso central
Alcohol
El consumo de alcohol crónico puede llevar a una epilepsia alcohólica.
Tóxicos
Exposición a elementos tóxicos como el plomo, mercurio, monóxido de
carbono, etc.
1.1.4 Síntomas de la epilepsia:
Según el artículo Zieve (2008), realizado en University of Maryland, la
gravedad de los síntomas puede variar enormemente, desde simples
episodios de ausencias hasta perdida del conocimiento y convulsiones
violentas. Para la mayoría de los pacientes con epilepsia, cada crisis es
similar a las anteriores. El tipo de convulsión o crisis epiléptica que una
persona experimenta depende de una variedad de cosas, como la parte del
cerebro afectada y la causa subyacente de dicha convulsión.
En algunas personas, se presenta un aura, que consiste en una sensación
extraña (como hormigueo, sentir un olor que no existe realmente o cambios
emocionales), antes de cada crisis.
Algunas personas que padecen epilepsia se dan cuenta de que van a tener
una crisis horas antes de que suceda. Cambios como dolor de cabeza,
variaciones de humor, letargia (pereza) o espasmos musculares involuntarios
son algunos de los síntomas frecuentes que tienden a preceder a una crisis.
Estos síntomas son diferentes a los de la aura o sentimiento que precede a
una crisis convulsiva generalizada. Esta aura es, actualmente, parte de la
23
crisis y sobreviene segundos o minutos antes de la crisis actual. No obstante,
en la mayoría de las personas las crisis son impredecibles y no están
relacionadas con su situación actual.
Sin embargo, algunos determinantes externos pueden disparar ataques. La
falta de sueño, el estrés emocional, el saltarse comidas (hipoglucemia), la
ingestión/abandono del alcohol, incluso la fiebre o algunas infecciones
pueden pueden crisis convulsivas. En casos menos frecuentes, las crisis son
provocadas por estímulos específicos como música, lectura o cualquier tipo
de luces brillantes que parpadeen, también conocidos como epilepsia
fotosensible.
1.1.5 Crisis Epiléptica
Según Sánchez (2003), una crisis epiléptica es la manifestación clínica de
una descarga eléctrica incontrolada en el cerebro. Por ello, según donde se
produzca esa descarga (o a las áreas a las que se propague), así son las
manifestaciones que tenga el paciente.
Sánchez (2003), comenta que una crisis epiléptica es una manifestación
clínica paroxística que aparece en una persona, de forma brusca e
inesperada, y finaliza habitualmente de forma rápida, que se debe a una
actividad anormal súbita, breve y transitoria, de un grupo de neuronas
cerebrales. Las neuronas se comunican entre sí por impulsos que tienen
alguna similitud con los impulsos eléctricos; pues bien, en una crisis
epiléptica, algunas neuronas del cerebro descargan impulsos “eléctricos”
excesivos (descarga epiléptica), debido a cualquier proceso que provoque
una alteración en el funcionamiento normal de estas neuronas.
En ocasiones, el proceso desencadenante de una crisis epiléptica es
conocido, pero aislado, como ocurre ante una intoxicación por drogas o por
una bajada excesiva de glucosa en la sangre y en el cerebro y no tiene por
qué repetirse. En otras ocasiones, las crisis epilépticas aparecen de forma
24
espontanea, es decir, no provocada por una causa desencadenante concreta
y conocida, y esta si tiene tendencia a la repetición.
Las crisis epilépticas son de comienzo brusco y repentino y duran segundos
o, a lo sumo, pocos minutos. Durante la crisis epiléptica se puede perder el
conocimiento, tener movimientos rítmicos o no y la persona no se da cuenta
de nada, o puede permanecer consciente y notar movimientos bruscos
involuntarios o una sensación o emoción anormal.
1.1.6 Clasificación de crisis epilépticas
La actual Clasificación de las Crisis Epilépticas es el resultado del trabajo de
la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) realizada en el año 1970, esta
clasificación fue revisada en 1981.

Crisis parciales
Son las que afectan a una sola zona cerebral.

Crisis parciales simples
Son aquellas en las que los cambios clínicos y electroencefalográficos
indican alteración de un sistema neuronal localizado a una parte del
hemisferio cerebral y no existe afectación de la conciencia.

Síntomas motores
Focales motores: consisten en movimientos involuntarios tónicos o
clónicos contralaterales, que se inician más frecuentemente en la
extremidad superior, la comisura bucal, lengua o parpados. Su origen
está en el área motora del lóbulo frontal. Si las crisis convulsivas
progresan (inician las crisis en la mano seguidos por la cara y luego
por la pierna) se llaman Jacksoniana.
Posturales: se originan en el área motora suplementaria y se
caracteriza por flexión y abducción del brazo opuesto al hemisferio
25
cerebral afectado, con rotación externa del hombro, desviación de
cabeza y ojos (como si observara el movimiento del brazo y la mano).
Versivas: se origina en el área precentral. Se caracteriza por
contracción de varios grupos musculares bilaterales y sinérgicos; se
desplazan los ojos y la cabeza en dirección opuesta al hemisferio que
descarga (crisis controversiva) o hacia el mismo lado (ipsiversiva). Su
significado topográfico es variable. Cuando existe una desviación
tónica rápida de los ojos (crisis oculógiras) la lesión es atribuida al
área 8, región frontal intermedia.
Fonatorias: estas pueden ser crisis afémicas (el sujeto no puede emitir
palabra) o anártricas (las pronuncia de manera defectuosa por la
incoordinación motora). La descarga se localiza en el hemisferio
dominante en el área motora suplementaria.
Vocalizaciónes: articulación continua o rítmicamente repetitiva, crisis
epiléptica palilálica (repetición involuntaria e incoercible de una
palabra o frase).

Síntomas somatosensitivos
Las crisis con síntomas somatosensoriales se originan la corteza
sensorial (circunvolución post-central) del lóbulo parietal. Se
caracteriza
por
sensación
de
adormecimiento,
hormigueo
o
trastornos de la propiocepción, sensación de calor o frío.
Visuales: Se originan en la corteza del lóbulo occipital o áreas de
asociación. El paciente puede ver relampagueos de luz, manchas o
formas inespecíficas, escotomas (zonas o “manchas” en el campo
visual), hemianopsias (ceguera de una parte del campo visual),
amaurosis (ceguera completa).
26
Auditivas y vertiginosas: Se originan en la circunvolución trasversa
de Herschl del lóbulo temporal y se manifiestan por alucinaciones
auditivas no organizadas: zumbido, tonos agudos o intensos,
campanilleo, chasquidos, etc. Las crisis vertiginosas se expresan por
sensación de desplazamiento o inestabilidad, sensación de que las
cosas (o uno mismo) gira, sensación de caer.
Olfativas: Se originan en el lóbulo frontal posterior más que del
uncus del lóbulo temporal y se manifiestan por alucinaciones de
olores desagradables y penetrantes (en ocasiones el paciente
reconoce estos olores y en otras les son desconocidos y no los
puede identificar).

Síntomas autonómicos
Las crisis con síntomas autonómicos se pueden manifestar con
palidez, enrojecimiento, cambios en la frecuencia cardiaca y tamaño
pupilar, alteraciones en la presión arterial y/o el ritmo cardíaco,
vómito,
sensación de malestar epigástrico,
incontinencia de
esfínteres, emisión de heces u orina.

Síntomas psíquicos
Crisis Afásicas: Se debe a una descarga de la región frontal inferior o
temporoparietal, se caracteriza por la suspensión del lenguaje, en su
elaboración, percepción o expresión.
Crisis Dismnésicas: La lesión se encuentra en la isocórtex temporal y
hasta de Ammon, los pacientes tienen sensación de familiaridad, que
todo lo que está ocurriendo ya hubiera ocurrido antes ("sensación de
lo ya visto"), el paciente siente como que las cosas se repitieran en
una pantalla. En otras ocasiones el paciente presenta sensaciones de
27
extrañeza, objetos familiares se vuelven irreconocibles (“sensación de
lo nunca visto”) como si nunca hubiera existido. Se asocian a una
sensación de despersonalización, como si uno estuviera separado de
su propio cuerpo y se estuviera viendo lo que sucede en un escenario.
Crisis Cognitivas: El estado de ensueño es característico de lesión del
lóbulo temporal; el paciente tiene la sensación de estar viviendo un
sueño, ilusiones incoherentes e irreales.
Pensamiento Forzado: El paciente tiene pensamientos que le llegan a
la mente sin control, la cual olvida inmediatamente o puede repetir el
mismo pensamiento una y otra vez. Estas sensaciones emocionales
intensas pueden ser agradables o desagradables.
Afectivas: Los pacientes tienen sensación de agrado o desagrado,
miedo intenso, ansiedad, temor, o depresión con sentimientos de
rechazo y minusvalía, generalmente de unos minutos de duración y
seguidos de confusión postictal. La lesión se encuentra a nivel del
sistema hipocámpico basal, en los accesos de origen temporal y el
giro angular acceso de origen frontal.
Gelásticas: una carcajada, risa patológica artificial inapropiada puede
ser un signo de una crisis y formar parte de una sintomatología más
rica, se debe a descargas temporales internas o giro cingular.
Ilusiones: Los objetos reales son percibidos en forma alterada. Los
objetos se alejan o se hacen pequeños (micropsias) se acercan o se
hacen grandes (macropsias). Puede ser ilusiones de tipo auditivas, los
sonidos se alejan o disminuyen (microacusia), se acercan o
magnifican (macroacusia).
28
Alucinaciones
Visuales organizadas: El paciente ve objetos ante sí, personas y acciones se
debe a la participación de áreas de asociación del lóbulo occipital.
Auditivas organizadas: Son musicales (tonadas cantos) verbales (frases
conocidas o no, conversaciones), están causadas por la desorganización
paroxística de las áreas asociativas vecinas al giro de Herschl.
Olfativas: Los pacientes perciben olores desagradables (excremento) carne
quemada, huevo podrido. Estas alucinaciones derivan de la participación del
córtex temporal anterior.
Somatognósicas: Sensación de ausencia del cuerpo, o de un segmento del
cuerpo, aumento o disminución de peso, del tamaño de una parte del cuerpo,
miembros fantasmas, visión autoscópica (puede ver partes de su cuerpo
como si el mismo se estuviera examinando). Estas alucinaciones están en
relación con lesiones del lóbulo parietal.

Crisis Parciales Complejas
Estas crisis tienen alteración aislada de la conciencia, el paciente
pierde el contacto con el medio, no responde a los estímulos externos
y una vez superada la crisis no recuerda lo sucedido (amnesia
postictal). Generalmente se encuentra afectado el giro angular y las
estructuras temporales internas.
Pueden ser clasificadas en:

Con alteración de la conciencia desde el inicio

Sólo alteración de la conciencia
29

Seguidas de automatismos
Oroalimentarios: Movimientos rítmicos, mastica, relame, actividad de
degustación. Descarga del núcleo amigdalino.
Mímicos:
Expresiones
faciales,
actitud
del
cuerpo,
muecas,
manifestaciones de tipo tics.
Gestuales Simples: Dirigidos hacia el mismo sujeto (rascarse, mover
las manos) hacia el
entorno (tomar un objeto, o una persona,
rechazarlos objetos o personas) Se debe a una actividad paroxística
del lóbulo temporal (probablemente del sistema límbico).
Gesturales Complejos: Dirigidos hacia el sujeto (abrocharse o
desabrocharse la ropa, hurgar en sus bolsillos) o hacia el exterior
(desplazar
un
mueble,
efectuar
arreglos
o
movimientos
estereotipados). Descarga córtex frontal anterior.
Verbales: Son bastante variados: onomatopeyas, exclamaciones,
repetición de frases cortas, canturreos, estereotipias de un mismo
tema. Se relaciona con una descarga temporal o frontal anterior.
Ambulatorios: contunua el acto en curso: caminar, ir en bicicleta,
automóvil, etc., bien de una manera eupráxica (realiza los actos de
manera correcta: conduce en su carril, se detiene en semáforos con la
luz roja y despierta muy asombrado, son saber cómo ha llegado a ese
lugar, ya que existe amnesia de los movimientos efectuados durante la
crisis) o bien los movimientos son de tipo dispráxicos (no encuentra la
acera, no respeta las reglas de transito, no puede hacer los cambios
de marcha de manera adecuada, hace la maniobra correcta para
estacionarse pero no frena al final).
2. 2 - De inicio como crisis simple y luego alteración de la conciencia
30
2.2.1 – Con sólo alteración de la conciencia
2.2.2 – Con automatismos (ver más arriba los tipos de
automatismo)

Crisis Generalizadas
Pueden ser convulsivas o no convulsivas, los primeros cambios clínicos
indican afectación inicial de ambos hemisferios. El EEG refleja descargas
neuronales bilaterales y por regla general existe alteración de la
conciencia.
Ausencias:
·
Ausencias Típicas: Estas pueden ser simples y se van a caracterizar por
alteraciones de la conciencia: el paciente detiene la actividad que se
encuentra realizado (si estaba comiendo la cuchara puede quedar a mitad
de camino a la boca, si estaba hablando queda bruscamente en silencia,
si caminaba se queda quieto); no responde cuando se le habla (se queda
“en blanco”). En breves segundos (generalmente duran 10 a 30
segundos), la crisis desaparece y el paciente reanuda lo que se
encontraba haciendo con amnesia de lo ocurrido (termina de llevar la
cuchara a la boca, termina la frase que estaba realizando, reanuda la
caminata, etc.). Otras formas de presentación son aquellas denominadas:
clónicas (a lo anterior se le agregar movimiento de grupos musculares:
parpadeos, muecas faciales, etc.); atónicas (disminución del tomo
muscular con: caída de la cabeza, de los brazos, relajación del tronco y/o
extremidades, etc.); tónicas (contracción con aumento del tono muscular:
el paciente puede ir para atrás, lateralizar la cabeza, contraer
extremidades, etc.); automatismos (el paciente realiza actividades de
manera inconciente: abotonarse la ropa, chasquidos de labios, búsqueda
de cosas en el espacio, deambulación sin sentido, etc.).
31
Ausencias Atípicas: manifestaciones similares a las anteriores pero
más marcadas en cuanto a su intensidad y/o duración.
Mioclonías: Se caracterizan por crisis aisladas o repetitivas de varios
grupos musculares, consisten en contracciones bruscas de los músculos
(a veces son referidos como “temblores”) de forma súbita e involuntaria.
Si el paciente tiene un objeto en la mano en el momento de la crisis se le
cae el objeto o es arrojado súbitamente, si se afectan los miembros
inferiores el paciente puede caer al suelo; se pueden asociar a crisis de
ausencia o tónicas-clónicas.
Clónicas: Se
caracterizan por contracciones de grandes grupos
musculares de manera repetitiva. Tiene una fase poscrítica muy breve y
en ocasiones puede estar asociada a crisis de tipo tónica, constituyendo
las denominadas crisis tónico-clónicas.
Tónicas: Se caracterizan por una contracción forzada de la musculatura
axial y de las extremidades, puede ser en flexión o en extensión. El
paciente se encuentra inconsciente, puede presentar paro respiratorio y
secundariamente cianosis por la contracción de la musculatura toráxica.
La crisis dura de unos segundos a 2 o 3 minutos y luego pasa a la fase
clónica; estas crisis son bilaterales y afectan los músculos faciales,
glosofaríngeos, axiales (esta es la fase cuando la lengua puede
lastimarse y aparecer espuma en la boca). Pueden presentarse
incontinencia vesical o rectal (el paciente orina o defeca) y abundante
salivación (sialorrea)
Tónico - Clónicas: Existe una brusca contracción muscular de tipo intensa
y constante. En ocasiones se acompaña de gritos o estridores (cuando
existe
compromiso
de
los
músculos
respiratorios).
El
paciente
generalmente cae al suelo y suele aparecer la cianosis (coloración
obscura lilácea de la piel) debido a la inhibición de la respiración por
compromiso muscular. Luego de un periodo de tiempo variable, pero
32
breve, aparecen las contracciones de tipo clónicas, acompañadas en
ocasiones de emisión de orina y/o heces y sialorrea. Luego de cesar los
movimientos convulsivos el paciente se relaja y queda, generalmente,
sumido en un profundo sueño del cual despierta con sensación de
cansancio, dolor muscular y frecuentemente cefaleas.
Atónicas: Estas crisis se caracterizan por la pérdida súbita del tono
postural, de la cabeza o de todo el cuerpo, con caída posterior.
Frecuentemente se asocian a una crisis de ausencia o pueden ser
precipitadas por fenómenos de reacciones reflejas a "sorpresas" visuales
o auditivas.
1.1.7 Convulsiones:
Bruni (2006), define la convulsión epiléptica como una disfunción neurológica
transitoria secundaria a una descarga eléctrica anormal y excesiva de las
neuronas
cerebrales.
Sus
manifestaciones
clínicas
son
numerosas,
incluyendo trastornos de la consciencia, cambios en las emociones,
alteraciones de las sensaciones, movimientos anormales y trastornos de las
funciones viscerales o de la conducta.
Tanto
las
convulsiones
generalizadas
(ausencias
y
convulsiones
tonicasclónicas) como en las convulsiones parciales complejas, en el cuadro
clínico existe una alteración de la conciencia. Las convulsiones atónicas que
suelen presentarse en pérdida de consciencia tiene una duración muy breve.
En la mayoría de los pacientes es posible hacer un diagnostico correcto
mediante la anamnesis, la exploración física y el EEG.
Según Mendizábal, (1991). Existen diferentes tipos de convulsiones, cada
uno con características y perfil electroencefalográfico propios. Algunos
pacientes tienen convulsiones que son autolimitadas como parte de una
entidad médica, neurológica o neuroquirúrgica agudas. Otras personas
33
tienen una única convulsión durante su vida sin que se logre determinar su
causa exacta; estas convulsiones no constituyen epilepsia.
Convulsiones Provocadas y no Provocadas.
A. Convulsiones Provocadas.
En los estudios de Sandler & Shorvon (1987) se propuso que ante la
presencia o ausencia de un daño agudo precipitante, se permite la distinción
entre dos posibilidades:
Crisis sintomática aguda: Esta ocurre en asociación temporal con un daño
agudo al Sistema Nervioso Central de tipo estructural (infección, evento
cerebro-vascular [ECV], trauma craneal, postoperatorio de neurocirugías),
metabólico (desequilibrio electrolítico, hipoglicemia, uremia, anoxia cerebral,
eclampsia, fiebre) o tóxico (sobredosis o supresión de drogas recreacionales
como cocaína y alcohol o de drogas prescritas como imipramina y
benzodiacepinas, exposición a monóxido de carbono, alcanfor, órgano
fosforados, etc.).
B. Convulsiones Febriles.
Crisis epiléptica que ocurre desde la edad de 1 mes hasta los 5 años
asociada con una enfermedad febril no causada por infección del SNC, sin
crisis neonatales previas o crisis previas no provocadas, y que no reúne
criterios para otras crisis agudas sintomáticas (Comisión de Epidemiología y
Pronóstico por la Liga Internacional contra la Epilepsia, 1993) .
En 1980, la Conferencia para el Consenso sobre Crisis Febriles desarrollada
por los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda, se definió la edad de 5
34
años como el límite superior para ser diagnosticadas como tales (Bethune,
Gordon, Dooley, Camfield, Camfiel, 1993).
Una convulsión febril es simple si se trata de una crisis única y su duración
es de menos de 15 minutos y no presenta focalización ni déficit neurológico
persistente. Cualquiera de las siguientes situaciones constituye criterio para
una crisis febril compleja:
1. Manifestaciones focales
2. Más de una crisis febril al día
3. Duración mayor de 30 minutos
4. Más de 3 crisis febriles en la vida
Las convulsiones febriles recidivan en un tercio de los pacientes; estudios
recientes han reportado que el riesgo ulterior de epilepsia no sobrepasa el
4%. Un tratamiento profiláctico prolongado orientado a prevenir la recidiva de
convulsiones febriles está indicado solamente en la minoría de los casos,
siendo el de elección el ácido valproico. (Hauser, 1990).

Convulsiones no Provocadas.
Según Campos (1994), “se caracterizan por una enfermedad en evolución”.
Pueden ser debidas a trastornos progresivos del sistema nervioso central
como neoplasias, infecciones por virus lentos, enfermedades por priones
(proteínas capaces de causar infecciones produciendo enfermedades como
Kreutzfeldt-Jacob o encefalitis espongiformes), infecciones bacterianas,
micóticas o virales insatisfactoriamente tratadas, incluyendo el VIH, patología
auto
inmune
(lupus,
esclerosis
múltiple),
metabólicas
(errores
del
metabolismo como lipofucinosis ceroidea, encefalopatías mitocondriales y
fenilcetonuria) y degenerativas (Alzheimer o mioclonus báltico).
35

Convulsiones no provocadas de etiología desconocida.
Para éstas no hay una etiología clara detectada (Medina, 1995). Cualquier
tipo de crisis que la persona experimente debe ser tomado con la seriedad
que amerita, acudiendo a un especialista y, sobre todo, no dejando pasar por
alto cualquier detalle de la vida e historia médica del paciente, ya que no solo
es importante diagnosticar a la persona, sino vital para un buen pronóstico
poder señalar el tipo de epilepsia que padece, y así, tratarla adecuadamente.
1.1.8 Tipos de epilepsia:
Según el centro integral de epilepsia (2006), Existen dos tipos de Epilepsia
según la causa que la provoca:
Primarias o Ideopáticas: mayormente relacionadas con un determinado
grupo de edad. En muchos casos existe una anomalía genética subyacente.
Secundarias o Sintomáticas: se dividen en:
Lesionales: secundarias a una lesión de distinta etiología que afecta al
sistema nervioso.
Criptogenéticas: grupo de Epilepsias cuya etiología no corresponde a las
idiopáticas y no se puede comprobar su carácter sintomático. Esto se debe a
que, con los métodos de los que se dispone hasta el momento, no es posible
encontrar una causa evidente; pero en un futuro podrían pasar a formar parte
de las sintomáticas.
36
De acuerdo a su presentación clínica pueden ser:
Epilepsias Primarias Generalizadas: No presentan daño cerebral y los
cambios ocurren a nivel molecular. Las crisis son de características clínicas
cortas y de aparición súbita.
Epilepsias Secundarias o Focales: Corresponden a las secuelas de un daño
cerebral que se convierte en un “marcapaso” donde se originan las crisis. Se
debe tener en cuenta el foco, la lesión y la región, así como su propagación.
Las crisis focales: se dividen en:
Simples: el paciente recuerda todo el evento clínico y lo puede relatar
detalladamente.
Complejas: la persona afectada presenta manifestaciones “extrañas” que no
recuerda. Muy frecuentemente es parte de los estados postictales (posterior
a la crisis) prolongados.
Generalización secundaria: se presenta como una manifestación tónicoclónico generalizada precedida de cualquiera de los fenómenos anteriores y
conserva siempre su inicio parcial o focal.
Las manifestaciones clínicas incluyen fenómenos relacionados con su
localización:
Crisis
Frontales:
componente
motor,
desviación
ocular,
cuadro
de
“comportamiento bizarro” y presentación nocturna en caso de ser bifrontal.
Se confunden con las primarias por su rápida generalización.
Crisis Temporales: se pueden dividir en dos grandes grupos: el de los
fenómenos gnósicos en localizaciones hipocampales y/o amigdalares con
37
propagación límbica, y el de las perceptivas de características sensoriales
que algunas veces se confunden con ausencias.
Crisis Parietales: se caracteriza por fenómenos sensitivos positivos que se
traducen en sensación de peso o dolor, y negativos donde se presenta un
fenómeno astereognósico del hemicuerpo correspondiente.
Crisis Occipitales: tienen un componente visual, se deben diferenciar de un
cuadro migrañoso.
1.2 Depresión
Chinchilla (2008), la depresión es uno de los mayores desafíos para la
medicina moderna. Esta entre las 5 causas de discapacidad en el mundo en
la actualidad y será la primera o la segunda en los próximos 10 años.
La depresión es un trastorno con altísima incidencia y prevalencia en la
población general. El paciente que la padece sufre gran malestar, merma en
calidad de vida, mayor morbimortalidad, repercusiones sociofamiliares,
laborales, conyugales, altos costos directos e indirectos, etc. Por otra parte
no siempre son bien diagnosticados y con frecuencia inadecuadamente
tratados.
Según San y Arranz (2010), la depresión es la exageración persistente de los
sentimientos habituales de tristeza. La depresión es una enfermedad grave,
de varias semanas o meses de duración, y que afecta tanto al cuerpo cómo a
la mente. Afecta a cómo se valora a sí mismo (autoestima) y al a forma en
que uno piensa. No indica debilidad personal y no es un estado del que no se
puede librar a voluntad. Las personas que padecen una depresión no pueden
decir simplemente “ya basta, me voy a poner bien”. La depresión puede
aparecer sin ningún desencadenante y puede conllevar un riesgo vital. No
hay ningún síntoma que diferencia claramente la depresión de los estados de
ánimo bajos, ya que los síntomas son similares en ambos casos, aunque
38
generalmente en la depresión los síntomas son de mayor intensidad y
duración.
La depresión suele ser una enfermedad crónica y recurrente. Causa falta de
interés e incapacidad para concentrarse en el trabajo.
Las preguntas más frecuentes formuladas por personas con depresión son:
¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Algunas veces existe una causa obvia que
ha provocado la depresión, como la pérdida de un ser querido, la pérdida de
empleo o una enfermedad física, pero con frecuencia no hay una causa
clara.
Jervis (2002). Todas las emociones del ser humano forman parte de un
mecanismo de adaptación al medio, lo que no quiere decir, por otra parte,
que
logren
siempre
su
objetivo.
Existen
emociones
patológicas,
desproporcionadas en su intensidad e inoportunas en su aparición que se
convierten en una fuente constante de sufrimiento.
El mundo actual predispone al sujeto a la depresión por varias razones. En
primer lugar, el individualismo característico de las sociedades avanzadas
acreciente la difusa sensación de pérdida y desamparo que constituye uno
de los rasgos fenomenológicos de la experiencia depresiva. En segundo
lugar, la depresión constituye habitualmente una reacción de impotencia y
fracaso individual frente a intentos fallidos por controlar los hilos de nuestra
existencia. En este sentido la depresión es una consecuencia más, el tributo
individual que hay que pagar al sistema por seguir manteniendo unos estilos
de vida plenos de materialidad y vacios de humanismo.
Jervis (2002), pero ¿Qué es la depresión? En primer lugar, la depresión no
es sinónimo de tristeza, aunque esta se halle presente con asiduidad en el
síndrome depresivo. La tristeza constituye una emoción reactiva común a
todos los seres humanos ante la pérdida de un objeto afectivo. La depresión,
39
sin embargo, es un complejo de experiencias que afectan a casi todos los
ámbitos de la vida de las personas debido al carácter múltiple de sus
manifestaciones.
En la depresión hay tristeza, pero también desmotivación, somatizaciones,
distorsiones de la afectividad, trastornos de las comunicaciones o de la
sociabilidad y alteraciones de la forma de pensarse el propio sujeto y pensar
su realidad. En suma, la depresión constituye a un empeoramiento en la
instalación del ser humano en el seno de la propia sociedad y de la propia
cultura, fundamentado en el hecho de que las sociedades en las que vivimos
nos proporcionan más conflictos y contenidos experienciales ingratos que
motivos de satisfacción.
Álvarez y Gastó (2009), El inicio de las enfermedades depresivas pueden
producirse a cualquier edad, pero es más frecuente a partir de los treinta
años, con incrementos de incidencia en el inicio de la involución. A excepción
de los pacientes que alternan su sintomatología depresiva con episodios de
euforia, el comienzo acostumbra a ser insidioso y difícil de identificar por
parte del afectado. El paciente suele encontrarse más cansado físicamente
de lo habitual, con frecuencia debe esforzarse mas para realizar sus tareas
cotidianas y su interés por ellas decrece. Se queja de molestias somáticas,
como cefaleas, digestiones pesadas o estreñimiento, tienen dificultad para
dormir y cuando lo consiguen dice sentirse poco “reparado” por el sueño.
Este insomnio es con frecuencia de mantenimiento y, al agravarse el cuadro,
el enfermo describe como un despertar brusco y precoz, seguido de una
percepción inmediata de angustia intensa de localización.
Al empeorar de forma gradual el cuadro, el paciente percibe en si mismo un
estado de ánimo progresivamente bajo, que se establece como franca
tristeza. Esta es descrita como un sentimiento muy distinto al de la tristeza
que es consecuencia de una circunstancia vital, como un fallecimiento o una
separación afectiva.
Este sentimiento se va haciendo cada vez más
40
profundo; al principio provoca con frecuencia el llanto, pero, llegado a un
punto de gravedad, esta expresión afectiva desaparece y el paciente dice
que “quisiera, pero no puede ya llorar”.
1.2.1 Depresión en pacientes con epilepsia
Según Nieto y Mantilla (2004), Los trastornos depresivos encabezan la lista
de manifestaciones psiquiátricas de los pacientes con epilepsia. La relación
entre epilepsia y depresión es reconocida desde los tiempos de Hipócrates,
quien observo una frecuencia alta de “melancolía” entre los pacientes con
epilepsia y también que “los melancólicos son propensos a la epilepsia”.
Un estudia reciente encontró que los pacientes deprimidos, sin antecedentes
de epilepsia tienen un riesgo seis veces mayor que el de la población general
de presentar una crisis convulsiva espontanea.
Semiología de los trastornos depresivos en epilepsia
Los síntomas depresivos se pueden clasificar de acuerdo a la relación
temporal que existe entre el inicio de la sintomatología psiquiátrica y la
ocurrencia de crisis:
Depresión interictal: trastorno depresivo mayor.
Criterios diagnostico para episodios depresivo mayor según el DSM IV-TR
A. Presencia de cinco o más de los siguientes síntomas durante un
periodo de dos semanas, que presentan un cambio respecto a la
actividad previa; uno de los síntomas debe ser estado de ánimo
depresivo o perdida de interés o de la capacidad para el placer.
1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día
según lo indica el propio sujeto o la observación realizada de otros.
41
2. Disminución acusada de interés o de la capacidad para el placer en
todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada
día.
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso, o
perdida o aumento del apetito casi cada día.
4. Insomnio o hipersomnia casi cada día.
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día.
6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
7. Sentimiento de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiados, casi
cada día.
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o
indecisión, casi cada día.
9. Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin
un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico
para suicidarse.
B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto.
C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
D. Los síntomas no son debido a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia o una enfermedad médica.
E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo, los
síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una
acusada
incapacidad
funcional,
preocupaciones
mórbidas
de
inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento
psicomotor.
Depresión “menor”: distimia, trastorno adaptativo con ánimo depresivo y
trastorno depresivo no especificado.
Trastorno depresivo no especificado: se presenta un cuadro clínico que
llena los criterios DSM IV-TR para depresión excepto por la duración,
puesto que presentaba estos síntomas durante 2 a 7 días de duración en
42
los 15 exigidos por el diagnostico de trastorno depresivo mayor, en
episodios recurrentes mensualmente.
Adicionalmente los pacientes con epilepsia y depresión tiene mayor riesgo de
hospitalización psiquiátrica que los deprimidos no epilépticos.
Síntomas depresivos ictales
En algunas crisis focales simples los síntomas depresivos constituyen la
manifestación predominante. Se ha estimado que los síntomas psiquiátricos
ocurren en el 25% de las auras; de estas 15% involucran cambios en el
estado de ánimo, con mayor frecuencia ansiedad/miedo o depresión.
De manera típica estos cambios de ánimo inician abruptamente, son cortos,
estereotipados, ocurren fuera de contexto y se asocian con otros fenómenos
ictales. Son comunes los sentimientos de anhedonia, culpa e ideación
suicida, para luego dar paso a las alteraciones de la conciencia que se
producen con el cambio de una crisis focal simple a una compleja.
Síntomas depresivos perictales
Se presentan como un episodio de animo disfórico antes o después de la
crisis. En ocasiones los síntomas prodrómicos pueden extenderse por horas
o aun por uno a dos días antes del inicio de la crisis. En los niños este estado
de ánimo disfórico toma la forma de irritabilidad, pobre tolerancia a la
frustración y comportamiento agresivo.
Síntomas depresivos posictales
Se ha reportado este tipo de depresión en el 56% de pacientes con crisis
focales pobremente controlados, con una duración en promedio de 37 horas.
La depresión posictal ha sido asociada a pacientes con focos temporales o
43
frontales, unilaterales sin predominio de un lado u otro. Esta sintomatología
puede durar dos semanas y puede llevar al paciente al suicidio.
Suicidio
El suicidio es considerado uno de los factores más importantes que
contribuyen al incremento de la mortalidad en epilepsia. Existen estudios que
reportan que existen factores de riesgo como comorbilidad con trastornos
psiquiátricos; el antecedente de uno de antimicóticos: inicio de la epilepsia en
la adolescencia; alta frecuencia de crisis y politerapia con drogas
antiepilépticas.
Además, otros autores consideran como factores que incrementan el riesgo
de suicidio, la epilepsia del lóbulo temporal, el antecedente de hopitalizacion
psiquiátrica.
La frecuencia de suicido en los pacientes con epilepsia es cinco veces más
alta que en la población general, sobre todo quienes presentan epilepsia del
lóbulo temporal con un riesgo hasta 25 veces mayor. Diversos autores han
reportado que los suicidios tienden a ocurrir en pacientes con depresión
interictal, y afirman que son raros los casos de suicidio sin esta relación
casual. Además, en los breves episodios depresivos perictales pueden haber
intentos de suicidio y el riesgo se incrementa en el primer años después del
diagnostico de epilepsia.
Factores patogénicos de depresión
A pesar de que la relación epilepsia/depresión ha sido claramente
establecida los mecanismos patogénicos subyacentes permanecen aun
oscuros; se cree sin embargo que pueden resultar de las interacciones entre
los siguientes grupos de factores:
44
Factores biológicos de la depresión: la incidencia de depresión es
mayor en pacientes con crisis focales que involucran el sistema
límbico como las del lóbulo temporal; de hecho, los pacientes que
presentan auras con alteraciones psíquicas tienen mayor probabilidad
de desarrollar depresión.
Algunos autores proponen que los focos epileptogénicos localizados
en el hemisferio izquierdo pueden predisponer a la depresión.
Factores psicosociales de la depresión: estos factores son múltiples y
complejos en los pacientes con epilepsia; entre ellos se destacan la
falta de adaptación a la enfermedad, el estigma cultural, la
discriminación, la percepción de falta de control sobre su vida y la falta
de apoyo social. Los estudios neuropsicológicos han reportado que
aun los pacientes con epilepsia e inteligencia normal tienen en
promedio menor flexibilidad en los procesos mentales.
1.3 Ansiedad:
Vallego y Gaston (2000), la ansiedad es una reacción adaptativa de
emergencia ante situaciones que represente o sean interpretadas como una
amenaza o peligro para la integridad psicofísica del individuo. Esta ansiedad
pone en marcha una serie de mecanismos defensivos a través, entre otras
cosas, de una estimulación del sistema nervioso simpático y de la liberación
de catecolaminas, que son
síntomas
somáticos
de
las responsables de una buna parte de los
la
respuesta
ansiosa
(Tyrer,
1982).
Las
manifestaciones de ansiedad consisten en una respuesta vivencial,
fisiológica, conductual y cognitiva, caracterizada por un estado generalizado
de alerta y activación.
Ortuño (2009), La ansiedad es una respuesta emocional básica, dirigida a la
adaptación ante situaciones nuevas, intensas o peligrosas. Durante la
ansiedad se producen cambios a otros niveles:
45
Sistema nervioso central: activación del sistema límbico y amígdala, y
secundariamente del sistema nervioso autónomo o vegetativo.
Cognitivo: se focaliza la atención en el peligro o la amenaza.
Conductual: respuesta de lucha, de fuga o de bloqueo-inhibición.
Emocional: se acompaña de miedo o activación.
Conviene distinguir inicialmente la ansiedad del miedo, en el que existe una
causa conocida y la respuesta es adecuada a una causa. También se puede
diferenciar ansiedad y angustia, dos síntomas en parte iguales y en parte
distintos: la ansiedad es más psíquica, con tendencia a aumentar la
actividad, temor indefinido a algo presente y sensación de falta de aire;
mientras que la angustia es más visceral y con tendencia a la inhibición de la
actividad.
Cuando la angustia se establece como un estado crónico, las perturbaciones
sufren modificaciones debido a su duración. Dichas modificaciones
construyen el substrato “actual” de la angustia neurótica o timopática.
Según Pinel (2001), la ansiedad es un correlato habitual del estrés. La
ansiedad es adaptativa si motiva conductas de afrontamiento afectivas; sin
embargo, cuando se vuelve tan grave que altera el funcionamiento normal,
se conoce como trastorno de ansiedad. Todos los trastornos de ansiedad
(miedo, preocupación, abitamiento), así
como diversas reacciones
fisiológicas de estrés (taquicardia, hipertencion), nausea, dificultades de
respiración, alteraciones del sueño, y niveles elevados de glucocorticoides.
Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos que más
predominan de todos.
Cassem (1998), la ansiedad en el ámbito medico, cabe esperar que la
hospitalización produzca un cierto grado de estrés y de ansiedad, pero esta
puede llegar a tener importancia clínica durante el tratamiento de un paciente
46
ingresado por razones médicas. El paciente hospitalizado se toma con un
mundo de peligros internos y externos: asaltos a su integridad física en forma
de exploraciones incomodas y de intimidad forzada por extraños.
El diagnostico de un paciente con ansiedad puede constituir todo un reto, la
ansiedad puede ser la reacción del paciente frente al significado y las
complicaciones de la enfermedad medica o del ámbito hospitalario, una
manifestación de la enfermedad física en si misma o la expresión de un
trastorno psíquico subyacente.
Los cuatro trastornos de ansiedad principales son el trastorno de ansiedad
generalizada, los trastornos fóbicos de ansiedad, los trastornos de pánico y
los trastornos obsesivo-compulsivo.
Trastorno de ansiedad generalizada: se caracteriza por respuestas de
estrés y sensaciones extremas de ansiedad, que se producen en
ausencia se cualquier estimulo obvio precipitador.
Trastornos fóbicos de ansiedad: están provocados por la exposición a
objetos determinados o situaciones.
Trastornos de pánico: ataques de miedo extremos que se inician
rápidamente, y síntomas graves de estrés, a menudo, forman parte de
los trastornos de ansiedad generalizada y fóbicos.
Trastorno
obsesivo-compulsivo:
pensamientos
recurrentes,
no
controlados, que producen ansiedad e impulsos.
1.3.1 Ansiedad en pacientes con epilepsia
Según Myland (2008), En diversos estudios se ha señalado que la ansiedad
acompaña al a epilepsia en el 20-60% de los casos o más. La información
ofrecida por el paciente y la interpretación que hace el clínico de la
sintomatología pueden explicar estas variaciones frecuentes. Por ejemplo,
ante una convulsión inminente es razonable que muchos pacientes sientan
temor y angustia. Además, el aura de una convulsión puede tener un
47
componente de ansiedad. En otros casos, la ansiedad puede ser la
manifestación de un trastorno de ansiedad generalizada o de un trastorno de
angustia. Los clínicos pueden tratar adecuadamente la ansiedad asociada a
la epilepsia mediante la administración de benzodiacepinas y de otros
antidepresivos. La benzodiacepinas inducen efectos antiepilépticos; sin
embargo, su interrupción súbita puede precipitar la aparición de convulsiones
e incluso un estado epiléptico.
La depresión y la ansiedad son unos de los padecimientos psicologicos que
aparecen con mayor frecuencia en la epilepsia, estas son emociones
normales que tienen funciones activadores en la respuesta de organismo
ante diversos estímulos.
En la epilepsia, la ansiedad puede aparecer en los períodos pericítales, o
interictales, la cual parece ser mayor según algunas características de la
epilepsia. Con frecuencia la ansiedad acompañada de la depresión interictal
y en estos casos su evolución y pronóstico depende de la depresión.
48
II.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En muchas ocasiones, el paciente diagnosticado con epilepsia, debe recibir
atención psicológica por los síntomas que afectan el estado emocional, la
afectividad es una de las esferas mas alteradas, razón por la cual se
considera de vital importancia detectar los niveles de síntomas depresivos y
ansiosos que el paciente epiléptico puede presentar.
Según Stokes (2011), la epilepsia es una de las enfermedades neurológicas
más frecuentes en Guatemala, los pacientes con epilepsia tienen una mayor
incidencia de morbilidad psicológica que la población general, se ha
establecido que más de una cuarta parte de paciente con epilepsia presenta
alteraciones de depresión y ansiedad, estos cambios persisten en el periodo
intrercrisis. La depresión y la ansiedad son desordenes psicológicos más
frecuentes en la epilepsia, en especial en aquellos pacientes cuyas crisis
tienen origen en los lóbulos temporales y frontales. La prevalencia vital de
depresión y ansiedad ha sido calculada entre un 6% y un 30% en la
población en general de pacientes con epilepsia.
En este estudio se aplico la “Escala de Depresión y Ansiedad en pacientes
hospitalarios”, realizada por Zingmond y Snaith en 1983, esta escala
sustituye los síntomas que pueden ser provocados por las dolencias físicas
por otros más específicos de la vivencia psíquica de la enfermedad, con la
finalidad de proporcionar un instrumento para detectar los estados de
depresión y ansiedad en paciente de servicio hospitalarios.
Este estudio determino los niveles de depresión y ansiedad que puede llegar
a presentar un paciente diagnosticado con la enfermedad de epilepsia, que
asisten a consulta externa de adultos, departamento de Neurociencias en el
Hospital General San Juan de Dios.
Debido a la escasa información que relaciona la epilepsia con depresión y
ansiedad, se realizó este estudio y se planteo la siguiente pregunta de
investigación: ¿Que niveles de depresión y ansiedad presenta una persona
49
epiléptica que asiste a consulta externa de adultos al departamento de
neurociencias del Hospital General San Juan de Dios?
2.1 Objetivos
2.1.1 Objetivo General:
Determinar los niveles de depresión y ansiedad en pacientes epilépticos que
asistan a consulta externa de adultos al departamento de Neurociencias en
el Hospital General San Juan de Dios.
2.1.2 Objetivos Específicos:
2.1.2.1 Determinar los niveles de ansiedad que presentan los pacientes
epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de
Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios.
2.1.2.2 Establecer los niveles de depresión que presentan los pacientes
epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al departamento de
Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios.
2.1.2.3 Determinar la relación entre ansiedad y depresión según sexo y edad
de los pacientes epilépticos que asisten a consulta externa de adultos al
departamento de Neurociencias en el Hospital General San Juan de Dios.
2.2 Elementos de estudio
Depresión
Ansiedad
Edad
Sexo
50
2.3 Definición de elementos de estudio
Definición conceptual
Depresión
Chinchilla (2008), la depresión es uno de los mayores desafíos para la
medicina moderna. Esta entre las 5 causas de discapacidad en el mundo en
la actualidad y será la primera o la segunda en los próximos 10 años.
La depresión es un trastorno con altísima incidencia y prevalencia en la
población general. El paciente que la padece sufre gran malestar, merma en
calidad de vida, mayor morbimortalidad, repercusiones sociofamiliares,
laborales, conyugales, altos costos directos e indirectos, etc. Por otra parte
no siempre son bien diagnosticados y con frecuencia inadecuadamente
tratados.
Ansiedad
Según Pinel (2001), la ansiedad es un correlato habitual del estrés. La
ansiedad es adaptativa si motiva conductas de afrontamiento afectivas; sin
embargo, cuando se vuelve tan grave que altera el funcionamiento normal,
se conoce como trastorno de ansiedad. Todos los trastornos de ansiedad
(miedo, preocupación, abitamiento), así
como diversas reacciones
fisiológicas de estrés (taquicardia, hipertencion), nausea, dificultades de
respiración, alteraciones del sueño, y niveles elevados de glucocorticoides.
Los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos que más
predominan de todos.
51
Definición operacional
La depresión como síntoma es una manifestación normal cuando hay causas
exteriores que la explican. La ansiedad es un estado de aprehensión,
expectación y temor constante ante una amenaza real o imaginaria que
provoca estados de angustia.
2.4 Alcances y límites
En esta investigación se determinó detectar los niveles de depresión y
ansiedad de paciente diagnosticados con epilepsia general, y así darles
herramientas para poder llevar un nivel de vida adecuado.
No se conoce la existencia de otras investigaciones relacionadas con el
tema, a las cuales se pueda tener acceso al público, debido a que
durante la investigación no se encontró la suficiente información para
realizar dicho estudio.
2.5 Aporte
Esta investigación puede llegar a ser de gran utilidad para los
profesionales de la salud mental, ya que puede ser una herramienta para
facilitar la tarea para no dejar a un lado las emociones y sentimientos que
puede estar presentando el paciente diagnosticado con epilepsia. A su
vez, puede servir como información más completa para los profesionales
de la salud mental que atiendan a pacientes diagnosticados con epilepsia,
quienes se ven afectados por la falta de información y empatía hacia
dicho diagnostico. Este estudio también puede ayudar a futuros
profesionales de la salud para que estos puedan realizar un programa
para pacientes diagnosticados con epilepsia y así poder subir sus niveles
de depresión y calmar la ansiedad ante el diagnostico.
52
La información obtenida por dicho estudio, podrá ser utilizada para ayudar
a los profesionales de la salud mental a tener una mayor cantidad de
información sobre los niveles de depresión y ansiedad en pacientes
diagnosticados con epilepsia, para así poder ayudar al paciente a darle
las herramientas adecuadas para poder aceptar esta enfermedad que lo
acompañara en su vida.
53
III.
MÉTODO
3.1 SUJETOS
Se selecciono al azar una muestra de 30 personas entre hombres y
mujeres, que padecen Epilepsia y asisten a la consulta externa de adultos
en el Hospital General San Juan de Dios.
Paciente
Edad
Genero
Ocupación
Estado civil
1
65 años
F
Ama de casa
Casada
2
34 años
F
Ama de casa
Casada
3
18 años
M
Estudiante
Soltero
4
18 años
M
Estudiante
Soltero
5
21 años
M
Estudiante
Soltero
6
46 años
F
Recepcionista
Casada
7
25 años
M
Perito
Casado
8
21 años
M
Estudiante
Soltero
9
18 años
M
Estudiante
Soltero
10
21 años
M
Ayudante de
Soltero
limpieza
11
35 años
M
Albañil
Soltero
12
24 años
F
Ama de casa
Soltera
13
24 años
F
Estudiante
Soltera
14
25 años
F
Empleada
Casada
domestica
15
22 años
F
Cajera
Soltera
16
30 años
M
Encargado de
Casado
limpieza
17
44 años
F
Recepcionista
Casada
18
24 años
F
Cocinera
Soltera
54
19
19 años
F
Ama de casa
Casada
20
19 años
F
estudiante
Soltera
21
36 años
F
Secretaria
Casada
22
34 años
F
Empleada
Casada
domestica
23
79 años
F
Jubilada
Casada
24
32 años
F
Secretaria
Casada
25
62 años
F
Ama de casa
Casada
26
45 años
M
Soldador
Casado
27
65 años
F
Ama de casa
Casada
28
21 años
F
Estudiante
Soltera
29
33 años
M
Herrero
Casado
30
25 años
M
Carpintero
Soltero
3.2 INSTRUMENTO
DESCRIPCION
La valoración psiquiátrica de pacientes hospitalizados suele ser
difícil, ya que los síntomas somáticos característicos de ansiedad y
depresión presentes en estos pacientes, pueden estar justificados
por su dolencia física. Para obviar este inconveniente, Zigmond y
Snaith (1983) diseñaron una escala que sustituye los síntomas que
pueden ser provocados por la dolencia física por otros más
específicos de la vivencia psíquica del trastorno, con la finalidad de
proporcionar un instrumento para detectar estados de depresión y
ansiedad en pacientes de servicios hospitalarios no psiquiátricos.
La traducción y adaptación al castellano fue realizada por Snaith, en
colaboración con Bulbena A. y Berrios G., y ha sido validada por
Tejero y cols (1986).
55
Es un cuestionario autoaplicado de 14 items, integrado por dos
subescalas de 7 items, una de ansiedad (items impares) y otra de
depresión (items pares). Los items de la subescala de ansiedad
están seleccionados a partir del análisis y revisión de la escala de
ansiedad de Hamilton, evitando la inclusión de síntomas físicos que
puedan ser confundidos por parte del paciente con la sintomatología
propia de su enfermedad física. Los items de la subescala de
depresión se centran en el área de la anhedonía (pérdida de
placer).
La intensidad o frecuencia del síntoma se evalúa en una escala de
Likert de 4 puntos (rango 0 - 3), con diferentes formulaciones de
respuesta.
El marco temporal, aun cuando las preguntas están
planteadas en presente, debe referirse a la semana previa.
INTERPRETACION
El paciente tiene que seleccionar, para cada item, la alternativa de
respuesta que mejor refleje su situación durante la última semana. La
puntuación para cada subescala se obtiene sumando los valores de
las frases seleccionadas (0-3) en los items respectivos (items pares
para la de depresión, impares para la de ansiedad). El rango de
puntuación es de 0-21 para cada subescala, y de 0-42 para la
puntuación global.
En la versión original de la escala se proponen los mismos puntos de
corte para las dos subescalas:
0 – 7 Normal
8 –10
Dudoso
11 Problema clínico
56
Otros autores recomiendan la utilización de la puntuación global y no
las de las subescalas por separado, ya que no se ha podido
documentar un buen poder discriminativo entre ansiedad y depresión,
con puntos de corte que varían entre las distintas enfermedades
médico-quirúrgicas (desde
12 en pacientes médicos con síntomas
somáticos inexplicados, hasta
20 en pacientes en cuidados
paliativos).
La Escala Hospitalaria de Depresión y Ansiedad (HADS), es una
escala sencilla y de fácil aplicación, útil en pacientes médicoquirúrgicos para valorar el grado en que la enfermedad afecta a su
estado emocional. Proporciona medidas dimensionales de “malestar
psíquico”, mostrando una buena
correlación
con
diferentes
aspectos de severidad de la enfermedad física y con otras medidas
dimensionales de calidad de vida. Puede ser utilizada para detectar
cambios durante el curso de la enfermedad o en respuesta a distintos
tipos de intervenciones. Su validez para detectar enfermedad
psiquiátrica definida es muy cuestionada.
Aunque se ha utilizado en otros ámbitos (pacientes psiquiátricos,
población general, población consultante, ancianos) no parece ser
ésta una elección razonable ya que en estos casos otras escalas
tienen mejor documentada su validez.
PROPIEDADES PSICOMETRICAS
Los índices psicométricos de esta escala distan mucho de estar bien
establecidos. En general, los datos de fiabilidad en términos de
consistencia interna y fiabilidad test-retest son adecuados, pero la
capacidad de las respectivas subescalas para discriminar entre
ansiedad y depresión está muy cuestionada y su validez predictiva es
57
escasa, con cifras de sensibilidad y, sobre todo, de especificidad
bajas. Esto se traduce en un bajo rendimiento a efectos de cribado o
detección de casos, ya que para niveles adecuados de sensibilidad,
la especificidad es baja y por tanto el porcentaje de falsos positivos es
elevado.
De ahí que el uso de esta escala se haya orientado más hacia la
detección y cuantificación de “malestar psíquico”, mostrando por un
lado buena correlación con diferentes aspectos de severidad de la
enfermedad física y con otras medidas dimensionales de calidad de
vida, y por otro buena sensibilidad para detectar cambios durante el
curso
de
la
enfermedad
o
en
respuesta
a
intervenciones
psicoterateúticas1. En este sentido su rendimiento en términos de
sensibilidad / especificidad es muy similar al del G.H.Q (General
Health Questionnaire), y no se ve influenciado por variables
sociodemográficas (edad, sexo) .
BIBLIOGRAFIA
Original:
Zigmond AS, Snaith RP. The Hospital Anxiety and Depression Scale.
Acta Psychiatr Scand 1983; 67: 361-370.
Validación:
Tejero A, Guimerá EM, Farré JM et al. Uso clínico del HAD (Hospital
Anxiety and Depression Scale) en población psiquiátrica: un estudio de
su sensibilidad, fiabilidad y validez. Rev Depto Psiquiatría Facultad de
Med Barna 1986; 13: 233-238.
58
3.3 PROCEDIMIENTO
Se seleccionó la institución con las características requeridas
para realizar la investigación.
Se solicitó la autorización pertinente a las personas encargadas
del área de neurología y neuropsicología para llevar a cabo la
investigación.
Se asistió los días lunes al HGSJD con el fin de solicitar a los
neurólogos su ayuda para la selección de los pacientes.
Se aplicó la Escala Hospitalaria de depresión y ansiedad a los
pacientes que asistían a su cita con el neurólogo.
Se realizó la calificación del test para así realizar las
tabulaciones, gráficos, etc.
Se llevó a cabo el análisis de los resultados obtenidos.
Seguidamente
se
redactaron
las
conclusiones
y
recomendaciones
3.4 DISEÑO
Achaerandio (2000), menciona que la investigación descriptiva se caracteriza
por estudiar e interpretar datos según la evaluación, también analiza la
conducta humana personal y social en distintos ámbitos, es descriptiva
porque busca la resolución del problema y esclarece lo que se necesita hasta
alcanzar objetivos, esta será el diseño de la investigación en el trabajo,
utilizando la estadística descriptiva.
3.5 METODOLOGIA ESTADISTICA
Pagano (1999), explica que la estadística descriptiva es el conjunto de
métodos que permiten ordenar y presentar la información en términos
59
descriptivos, a través de tablas graficas, medias de tendencia central, medias
de dispersión.
Media aritmética, conocida en forma popular como el promedio, promedio
aritmético, o simplemente la media. Se define como la suma de todos los
datos dividida entre el número de los mismos.
Medida de variabilidad cuantifican la extensión de la dispersión.
Métodos gráficos
Gráfica de barras, se traza una barra para cada categoría, donde la altura de
la barra representa la frecuencia o número de miembros de esa categoría.
Se determinara media, mediana y moda.
Para establecer la relación se utilizo la correlación de Pearson a través del
SPSS.
60
IV.
PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS
Para fundamentar el planteamiento teórico de la presente investigación, se
procedió a realizar el trabajo de campo, el cual consistió en la aplicación de
la Escala Hospitalaria de Depresión y Ansiedad
a los pacientes
diagnosticados con epilepsia en el área de neurociencias en la consulta
externa de adultos del HGSJD. Con dicha escala se logro determinar la
variación entre los incidentes de ansiedad y depresión presentados por los
pacientes.
A través de la aplicación de la escala, se obtuvo datos que se presentan en
la grafica a continuación, en la cual se evidencia la frecuencia de los índices
de ansiedad y depresión, mostrando la depresión como el estado emocional
que mas prevalece; así como el número de pacientes que se le aplico la
escala.
Gráfica 4.1
18
16
14
12
10
8
Ansiedad
6
Depresión
4
2
0
M F F F F M F MM F F F F F MMM F M F F M F M F M F F F F
18 18 18 19 19 21 21 21 21 22 24 24 24 25 25 25 30 33 33 34 34 35 36 36 44 45 46 62 65 65
En la gráfica 4.1 se observa que los pacientes evaluados oscilaban entre las
edades de 18 a 65 años entre hombres y mujeres. Se puede observar que
61
presentan niveles de depresión altos en la mayoría de los pacientes,
mientras que los niveles ansiosos están presentes en los pacientes, pero no
presentan los niveles tan elevados.
A continuación se presenta las graficas de las preguntas realizadas a las
personas encuestadas y los datos que se muestran proporcionaron los
porcentajes a los cuestionamientos realizados. Las respuestas en la gráfica
4.1.1 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale a Nunca
1 equivale A veces
2 equivale Muchas veces
3 equivale Todos los días
Gráfica 4.1.1
¿Me siento tenso o nervioso?
3.5
3
2.5
2
Me siento tenso o nervioso?
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero uno de la prueba aplicada se puede observar que, 12
personas de la muestra se muestra tenso o nervioso a veces. En segundo
lugar se observa que 9 personas se sienten tensos o nerviosos muchas
veces, 8 personas se muestran nerviosos o tensos todos los días y 1
personas contesto que nunca se siente nerviosa o tensa.
62
Las respuestas en la gráfica 4.1.2 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: nada
1 equivale: solo un poco
2 equivale: no lo bastante
3 equivale: como siempre
Gráfica 4.1.2
Todavia disfruto de lo que antes me
gustaba
3.5
3
2.5
2
Todavia disfruto de lo que
antes me gustaba
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 2 de la prueba aplicada se puede observar que 10
personas contestaron que disfrutaban solo un poco de lo que antes les
gustaba, 10 personas contestaron que disfrutan como siempre lo que antes
les gustaba, 6 personas contestaron que no disfrutan lo bastante lo que
antes les gustaba y 4 personas contestaron que disfrutan como siempre lo
que antes les gustaba.
63
Las respuestas en la gráfica 4.1.3 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: nada
1 equivale: un poco, pero no me preocupa
2 equivale: si, pero no es muy fuerte
3 equivale: definitivamente y es muy fuerte
Gráfica 4.1.3
Tengo una sensación de miedo, como si
algo horrible me fuera a suceder
3.5
3
2.5
2
Tengo una sensación de
miedo, como si algo horrible
me fuera a suceder
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 3 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que
presentan un poco, y no les preocupa la sensación de miedo, como que si
algo horrible les fuera a suceder, 8 personas contestaron que si presenta
sensación de miedo pero que no es muy fuerte, 6 personas contestaron que
definitivamente presentan la sensación de miedo y es muy fuerte y 3
personas contestaron que no presentan sensación de miedo.
64
Las respuestas en la gráfica 4.1.4 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: nunca
1 equivale: casi nunca
2 equivale: no tanto ahora
3 equivale: al igual que siempre lo hice
Gráfica 4.1.4
Puedo Reírme y ver el lado divertido de las
cosas
3.5
3
2.5
2
Puedo Reírme y ver el lado
divertido de las cosas
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 4 de la prueba aplicada se puede observar que 12
personas se ríen y ven el lado divertido de las cosas al igual que siempre lo
hicieron, 10 personas respondieron que pueden reírse y ver el lado divertido
de las cosas pero que ahora no tanto, 3 personas contestaron que casi
nunca pueden ver el lado divertido de las cosas y reírse y 5 personas
contestaron que nunca le ven el lado divertido de las cosas.
65
Las respuestas en la gráfica 4.1.5 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: solo en ocasiones
1 equivale: a veces, aunque no muy a menudo
2 equivale: con bastante frecuencia
3 equivale: la mayoría de las veces
Gráfica 4.1.5
Tengo mi mente llena de preocupaciones
3.5
3
2.5
2
Tengo mi mente llena de
preocupaciones
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta nuero 5 de la prueba aplicada 10 personas contestaron que la
mayoría de las veces tenían su mente llena de preocupaciones, 10 personas
contestaron que no muy a menudo tiene su mente llena de preocupaciones,
6
personas contestaron que a veces, pero no muy a menudo tienen su
mente llena de preocupaciones y 4 contestaron que solo en ocasiones
mantienen su mente llena de preocupaciones.
66
Las respuestas en la gráfica 4.1.6 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
O equivale: casi siempre
1 equivale: a veces
2 equivale: no muy a menudo
3 equivale: nunca
Gráfica 4.1.6
Me siento alegre
3.5
3
2.5
2
Me siento alegre
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta nuero 6 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que a
veces se sienten alegres, 11 personas contestaron que casi siempre se
sienten alegres, 3 personas contestaron que no muy a menudo se sienten
alegres y 2 personas contestaron que nunca se sienten alegres.
67
Las respuestas en la gráfica 4.1.7 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: nunca
1 equivale: no muy a menudo
2 equivale: por lo general
3 equivale: siempre
Gráfica 4.1.7
Puedo estar sentado traquilamente y
sentime relajado
3.5
3
2.5
2
Puedo estar sentado
traquilamente y sentime
relajado
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta 7 de la prueba aplicada, 14 personas contestaron que no muy
a menudo pueden estar sentados tranquila mente y sentirse relajados, 7
personas
contestaron
que
por
lo
general
pueden
estar
sentados
tranquilamente y sentirse relajados, 5 personas contestaron que siempre
pueden estar sentados tranquilamente y sentirse relajados y 4 personas
contestaron que siempre pueden estar sentados tranquilamente y sentirse
relajados.
68
Las respuestas en la gráfica 4.1.8 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: nunca
1 equivale: a veces
2 equivale: muy a menudo
3 equivale: por lo general, en todo momento
Gráfica 4.1.8
Me siento como si cada día estuviera más
lento
3.5
3
2.5
2
Me siento como si cada día
estuviera más lento
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 8 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron
que a veces se sienten como si cada día estuviera más lento, 7 personas
contestaron que muy a menudo se sienten como si cada día estuvieran más
lentos, 7 personas contestaron que nunca han sentido como si cada día
estuvieran más lentos y 6 personas contestaron que por lo general sienten
que cada día estuvieran más lentos.
69
Las respuestas en la gráfica 4.1.9 se refiere a 4 niveles siendo los siguientes:
0 equivale: muy a menudo
1 equivale: con bastante frecuencia
2 equivale: en ciertas ocasiones
3 equivale: nunca
Gráfica 4.1.9
Tengo una sensación extraña, como de
"aleteo" en el estómago
3.5
3
2.5
2
Tengo una sensación
extraña, como de "aleteo"
en el estómago
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 9 de la prueba aplicada, 13 personas contestaron que
en ciertas ocasiones sentían una sensación extraña en el estomago, 8
personas contestaron que nunca sienten la sensación extraña en el
estomago, 5 personas contestaron que con bastante frecuencia sienten una
sensación extraña en el estomago y 4 personas contestaron que muy a
menudo sienten una sensación extraña en el estomago.
70
Las respuestas en la gráfica 4.1.10 se refiere a 4 niveles siendo los
siguientes:
0 equivale: me preocupa al igual que siempre
1 equivale: podría tener un poco más de cuidado
2 equivale: no me preocupa tanto como debería
3 equivale: totalmente
Gráfica 4.1.10
He perdido interés por mi aspecto
personal
3.5
3
2.5
2
He perdido interés por mi
aspecto personal
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 10 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron
que no se preocupan como deberían por su aspecto personal, 8 contestaron
que se preocupan al igual que siempre por su aspecto personal,
8
contestaron que podrían tener un poco de más cuidado por su aspecto
personal y 4 contestaron que han perdido totalmente su interés por el
aspecto personal.
71
Las respuestas en la gráfica 4.1.11 se refiere a 4 niveles siendo los
siguientes:
0 equivale: nada
1 equivale: no mucho
2 equivale: bastante
3 equivale: mucho
Gráfica 4.1.11
Me siento inquito, somo si no pudiera para
de moverme
3.5
3
2.5
2
Me siento inquito, somo si no
pudiera para de moverme
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 11 de la prueba aplicada, 13 personas contestaron
que no mucho se sienten inquietos, como si no pudieran dejar de moverse, 7
personas contestaron que si se sienten bastante inquietos como si no
pudieran dejar de moverse, 5 personas contestaron que muchas veces se
sienten inquietos como si no pudieran dejar de moverse, y 5 personas
contestaron que para nada se sienten inquietos.
72
Las respuestas en la gráfica 4.1.12 se refiere a 4 niveles siendo los
siguientes:
0 equivale: nada
1 equivale: mucho menos de lo que acostumbraba
2 equivale: menos de lo que acostumbraba
3 equivale: igual que siempre
Gráfica 4.1.12
Me siento aptimista respecto al
futuro
3.5
3
2.5
2
Me siento aptimista
respecto al futuro
1.5
1
0.5
0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 11 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron
que se sienten igual que siempre con respecto a su futuro,
8 personas
contestaron que se sienten optimistas menos de lo que acostumbraban con
respecto a su futuro, 7 personas contestaron que se sienten mucho menos
de lo que acostumbraban a ser optimistas con respecto a su futuro y 5
personas contestaron que no se sienten anda optimistas con respecto a su
futuro.
73
Las respuestas en la gráfica 4.1.13 se refiere a 4 niveles siendo los
siguientes:
0 equivale: nada
1 equivale: no muy a menudo
2 equivale: bastante a menudo
3 equivale: muy frecuentemente
Gráfica 4.1.13
Me asaltan sentimientos repentinos de
pánico
3.5
3
2.5
2
Me asaltan sentimientos
repentinos de pánico
1.5
1
0.5
0
1
3
5
7
9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 13 de la prueba aplicada, 10 personas contestaron
que no les asalta sentimientos repentinos de pánico, 10
personas
contestaron que no muy a menudo les asaltan los sentimientos repentinos de
pánico, 6personas contestaron que muy frecuente les asaltan sentimientos
de pánico y 4 personas contestaron que bastante a menudo les asaltan
sentimientos de pánico.
74
Las respuestas en la gráfica 4.1.14 se refiere a 4 niveles siendo los
siguientes:
0 equivale: rara vez
1 equivale: no muy a menudo
2 equivale: a veces
3 equivale: a menudo
Gráfica 4.1.14
Me divierto con un buen libro, la radio o
un programa de televisión
3.5
3
2.5
2
Me divierto con un buen
libro, la radio o un programa
de televisión
1.5
1
0.5
0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29
En la pregunta numero 14 de la prueba aplicada, 15 personas contestaron
que a menudo se divierten con un buen libro, un programa de televisión o
radio, 6 personas contestaron que no muy a menudo se divierten con un
buen libro, programa de televisión o radio o con un buen libro, 5 personas
contestaron que a veces se divierten con un buen programa de televisión, un
libro o un programa de radio, y 4 personas contestaron que rara vez se
divierten con un buen libro, un programa de televisión o radio.
75
Tabla 4.2
Estadísticos
ansiedad
depresión
Media
10.80
11.16
Mediana
10.50
12
9
12
2.68
2.30
Mínimo
6
6
Máximo
17
15
Moda
Desv. típ.
Tabla 4.2 muestra la media, mediana, moda, la desviación típica de los
resultados obtenidos en la prueba aplicada, tomando como referencia los
datos proporcionados después de realizar los resultados estadísticos que
determinaron los niveles en el muestreo aplicado.
Tabla 4.3
Estadísticos de grupo
sexo
N
Media
Desviación típ.
femenino
19
10.73
2.35
masculino
11
10.90
3.30
femenino
19
11.26
2.25
masculino
11
11.00
2.48
Ansiedad
Depresión
En la tabla 4.3 presentada se puede observar que de las personas evaluadas
en su mayoría fueron pacientes femeninos. La media presenta en la
ansiedad que los hombres son más propensos a presentar síntomas
ansiosos, a diferencia de las mujeres que presentan síntomas depresivos.
76
Tabla 4.4
N = 30
ansiedad
depresión
.011
-.009
.956
.961
Correlación de Pearson
.031
-.056
Sig. (bilateral)
.869
.769
Correlación de Pearson
edad
Sig. (bilateral)
sexo
La tabla 4.4 según el resultado ni la edad, ni el sexo son factores que indican
en los niveles de ansiedad y depresión de la muestra no existe una relación
proporcional que diga que a mayor edad mayor ansiedad o depresión, esto
tampoco predomina en hombres y mujeres.
77
V.
DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
De acuerdo a la prueba aplicada a los pacientes diagnosticados con
epilepsia en la consulta externa de adultos en el HGSJD, se pudo determinar
que los pacientes presentaron niveles de ansiedad como de depresión,
debido al desconocimiento de la enfermedad en general.
A partir de los resultados se observó que la muestra presentó un total de 14
sujetos con niveles de ansiedad y depresión en puntuaciones similares en las
escalas que miden los factores indicados. El resto de la muestra presentó
una tendencia a manifestar síntomas depresivos con más casos sobre los
que obtuvieron una puntuación para ubicarlos con predominio de ansiedad.
10 de los sujetos obtuvieron puntuaciones altas en la escala de depresión y 6
en la de ansiedad. Esto concuerda con lo expresado por Chacón, Muñoz,
Rivas y Miranda (2007) quienes concluyeron que son más los casos de
depresión que de ansiedad en los pacientes con el diagnóstico de epilepsia.
En esta investigación se encontró el predominio de ansiedad respecto al
desconocimiento de las causas de la enfermedad y es por ello que la
muestra manifestó un comportamiento como el obtenido para esta
investigación. Por lo que se considera que factores como el desconocimiento
de la enfermedad, sus causas, tratamientos, etc. Puede influir en los
síntomas ansiosos elevando los niveles de ansiedad.
En la comparación por sexo, se encontró que en las mujeres se presentó una
prevalencia de niveles altos de depresión respecto a los de ansiedad. De los
10 sujetos con predominio de depresión, 6 son mujeres y 4 hombres. Esto
coincide con lo expuesto por Sagastume (2002) quien afirmó que las mujeres
son más propensas a presentar niveles graves de depresión, respecto a los
hombres.
78
Asimismo en la comparación por sexo se encontró que en el caso de los
síntomas ansiosos, los casos, en la muestra son iguales en número.
Se ha demostrado que el predominio de la sintomatología ansiosa y
depresiva se debe a la carga emocional, ya que está influye gradualmente al
aumentar los síntomas desde que se diagnóstica la enfermedad. El lograr
controlar las convulsiones es un proceso que lleva tiempo, y desde luego
esto hace un aumento de los problemas emocionales, ya que no solo les
preocupa el diagnostico de la enfermedad, sino que en muchas ocasiones
los pacientes empiezan a tener problemas tanto económicos, familiares y
laborales debido a que paulatinamente su estado de depresión y ansiedad
los aleja de las actividades normales que desarrollaban cotidianamente, lo
que conlleva a que el paciente pierda el interés por las cosas que antes del
diagnostico encontraba satisfactorias para realizar.
Los resultados de este estudio, demostraron que tanto la ansiedad como la
depresión están presentes en los pacientes con epilepsia, lo que evidencia
que dificultan su calidad de vida, por lo que es importante la detección de
estos trastornos que por parte del Psicólogo o el Medico tratante ya que por
lo general no son descritos de forma espontanea por los pacientes en la
consulta, la forma más recomendada es aplicar en todos los pacientes con
epilepsia un conjunto de baterías neuropsicologícas que midan entre otras
cosas los niveles de depresión y ansiedad que tienen los pacientes. El
conocimiento y control de los trastornos afectivos asociados a la epilepsia
denominaran una mejor calidad de vida en los pacientes.
79
VI.
CONCLUSIONES
En cumplimiento con el objetivo general de la investigación, se determinó,
que los pacientes presentan depresión y ansiedad debido al diagnostico
de epilepsia.
Se observó que la muestra presentarón niveles de ansiedad y depresión
en puntuaciones similares en las escalas que midieron los factores
indicados.
De acuerdo a los resultados la muestra presentó una tendencia a
manifestar síntomas depresivos con más casos sobre los que obtuvieron
una puntuación para ubicarlos con predominio de ansiedad.
Se encontró un predominio de ansiedad respecto al desconocimiento de
las causas de la enfermedad.
Al considerar el análisis por sexo, se encontró que en las mujeres se
presentó una prevalencia de los niveles de depresión respecto a los de
ansiedad.
Se concluyó que el predominio de la sintomatología ansiosa y depresiva
se debe a la carga emocional, ya que esta influye gradualmente al
aumentar los síntomas desde que se diagnostica la enfermedad.
80
VII.
RECOMENDACIONES
Favorecer el apoyo a pacientes con diagnóstico de epilepsia por
medio de grupos que permitan informarlos sobre el padecimiento,
ayudarlos a obtener recursos para un mejor manejo de las crisis,
mejorar sus hábitos y lograr una mejora en su calidad de vida.
Al departamento de neurociencias se recomienda implementar la
creación de una base de datos actualizada de los pacientes con
diagnóstico de epilepsia, con el objetivo de monitorear su evolución,
su participación en grupos de apoyo y ofrecer herramientas a las
familias para que puedan proveer del apoyo que este tipo de
padecimiento requiere.
A partir de una conveniente evaluación neuropsicológica ofrecer a los
pacientes acompañamiento psicológico de calidad por medio del área
de neuropsicología, utilizando métodos psicoterapéuticos adecuados a
las necesidades de cada paciente.
Realizar un trabajo interdisciplinar para la atención de los pacientes
con epilepsia, en el que se incluya: Médicos neurólogos, psicólogos,
trabajadores sociales y otros profesionales que se considere necesaria
su intervención según el caso.
Promover programas de formación e información para pacientes,
familiares, personal de atención en centros hospitalarios y de servicios
clínicos sobre las implicaciones del padecimiento de epilepsia y lo que
esta situación implica para la vida de una persona.
81
VIII.
REFERENCIAS BILIOGRAFICAS
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85
ANEXOS
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87
88
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