Intervención de Natasha Jiménez Mulabi-Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos. Audiencia temática especial sobre “Situación de los Derechos Humanos de las personas Intersex en las Américas”, 147º Período de Sesiones Ordinarias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Washington DC, 12 de marzo de 2013 Por lo acontecido en los últimos tiempos en Costa Rica podemos inferir que la situación de los derechos sexuales y derechos reproductivos de las personas es cada vez más precaria. Los gobiernos han firmado y ratificado diversos instrumentos internacionales sobre derechos humanos en los cuales se reconoce los derechos sexuales y reproductivos. Un cuestionamiento fundamental, y motivo de muchas discusiones en los eventos internacionales, ha sido si se considera o no los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos. El gobierno actual de Costa Rica presidido por Laura Chinchilla Miranda (20102014) ha declarado abiertamente que los derechos sexuales y reproductivos no son materia de prioridad para el desarrollo de políticas públicas. Es más, la jerarquía católica representada por la Conferencia Episcopal costarricense está estrechamente vinculada al gobierno, pues desde antes que Laura Chinchilla fuera elegida presidenta, se le nombró Hija Predilecta de la Virgen de Los Ángeles. Por tanto, una presidenta ungida de tal investidura, casi cercana a la virgen, difícilmente podrá interesarse por los asuntos relacionados a la sexualidad y la reproducción. Quisiera llamar especialmente la atención de esta Comisión acerca de la vulnerabilidad a la que nos enfrentamos las personas intersexuales en la región latinoamericana. Algunos bebés nacen con genitales y órganos reproductores que no encajan con los patrones culturalmente aceptados como la definición de la anatomía "femenina" o "masculina". El término antiguamente utilizado para referirse a las personas intersex era hermafrodita, que provino de juntar los nombres de un dios y una diosa griegos, Hermes y Afrodita. Hermes era el dios de la sexualidad masculina (entre otras cosas) y Afrodita la diosa de la sexualidad, el amor y la belleza femeninas. Cabe aclarar que el término “hermafrodita” fue acuñado en la era victoriana, para referirse a personas que poseían ambos sexos (hombre y mujer) en un solo cuerpo, algo que en la actualidad se ha demostrado no existir, ya que lo más cercano a ese errado concepto es poseer tanto tejido ovárico como testicular (ovotestis); y es considerado por quienes somos activistas como un término peyorativo. El hecho es que algunas personas nacen con diferencias en el conjunto de órganos usualmente considerados como el tipo "mujer estándar" o el tipo "varón estándar." Es decir, algunas personas nacen con lo que l*s doctor*s llaman "genitales ambiguos": pueden tener un clítoris largo, o un pene pequeño, o un órgano que no es claramente ni un pene ni un clítoris. Algunas mujeres tienen cromosomas XY y algunos hombres tienen cromosomas XX, y hay personas con otras combinaciones. Para comprender la intersexualidad debemos tener presente que hay mujeres con testículos internos y hombres con ovarios internos. Esto no es nada sorprendente si se considera que las anatomías sexuales femenina y masculina comparten senderos comunes de desarrollo (en la matriz). La "ambigüedad" sexual puede, por supuesto, extenderse más allá de los genitales, si se define el sexo de las maneras corrientes. Uno de cada 2000 nacimientos en el mundo presenta alguna de las más de 75 condiciones intersex1, lo cual representa alrededor del 1.7% de la población mundial2, y aun la sociedad en general, pero sobre todo el personal de salud considera esta clase de diferencia sexual como algo intolerablemente monstruoso. La Academia Americana de Pediatría de los Estados Unidos reforzó su poder sobre la sexualidad humana en el 2000. Su Comité en Genética, Sección en Endocrinología, y Sección en Urología público en su revista de alcance internacional el protocolo médico que deberá seguirse para asignar sexo a los neonatos con fenotipo intersexual (AAP 2000). Con la publicación del estándar medico para manejar sexo se valida y se protege legalmente a los/as practicantes de la medicina y a su vez se imposibilitan derechos humanos fundamentales.3 Médicos/as siguen también, a criterio propio, utilizando las cirugías y hormonas para que el/la niñ* intersex tenga una apariencia más cercana a la de los demás niños y niñas, asegurando a sus padres de que se determinó científicamente que en efecto su hij* era niño o niña, logrando así, que la identidad de género del/a mismo/a y su orientación sexual se desarrolle de manera acorde. 1 FAUSTO STERLING, Anne (2006). Cuerpos sexuados. La política de género y la construcción de la sexualidad. Barcelona: Edit. Melusina. ISBN 84-96614-03-4. http://webs.uvigo.es/xenero/profesorado/maria_lameiras/cuerpos_sexuados.pdf. 2 Granados, Gabriela Excepciones de la naturaleza, incomprendidas por la sociedad 3 American Academy of Pediatrics. Committee on Genetics, Section on Endocrinology, Section on Urology. Evaluation of the newborn with developmental anomalies of the external genitalia. Pediatrics, 106:138-142, 2000. Hoy, cuando nace un/* bebé con genitales diferentes, l*s doctor*s siguen decidiendo qué sexo asignarle. Si tiene ovarios y útero, los doctores lo consideran una niña, incluso si tiene genitales masculinos. Ellos miden lo que hay entre las piernas del bebé. Si el pene es más corto de 3/8 pulgadas (un centímetro), el bebé es considerado niña. Si estirado es más largo de una pulgada (dos centímetros y medio), el bebé es considerado niño. Cualquier cosa intermedia es considerada inaceptable y l*s doctor*s harán una cirugía de reasignación sexual y considerarán que el bebé es mujer. Usando estos estándares, l*s médic*s transforman al 90% de los bebés con genitales ambiguos en niñas "porque es más fácil". La población de niños/as intersex es intervenida quirúrgicamente o mutilada, antes de que cumplan los 2 años de edad con el afán de normativizar sus genitales y con el pretexto de que no sufran más adelante y que no hayan secuelas posteriores, pero a pesar de las buenas intenciones del equipo interdisciplinario del Hospital Nacional de Niños, estas personas sufren igual por el producto de las cicatrices o sus insensibilidades (entre otras cosas) que están siempre presentes en su cuerpo. En la gran mayoría de los casos, estas cirugías son practicadas sólo para mejorar la apariencia plástica sin tomar en cuenta la funcionalidad de los órganos. Al respecto, el sub director del Hospital Nacional de Niños el Dr. Orlando Urroz, expresa en declaraciones dadas al periódico “Al Día” que es el cirujano quien “resuelve el problema quirúrgico”. Declara también a este medio de comunicación que “lo ideal es que en los primeros ocho días esté definido el género”. Y continua diciendo que esto de permitirle a la persona intersex que tome la decisión sobre su género y sexo en la adolescencia que es una teoría equivocada, nueva y de algunos grupos extremistas4. Mulabi/Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos al igual que otras organizaciones que defienden los derechos de las personas intersex reivindicamos el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y el que se detenga la práctica de cirugías que pretenden normalizar el cuerpo de niños y niñas intersex, a partir del criterio subjetivo de médicos y medicas. Efectos emocionales en las personas intersex Se piensa que con las cirugías cosméticas “correctivas” se consigue olvidar que su hijo nació “diferente” y así se evita toda confusión, vergüenza, culpa y miedo. La cirugía “normalizadora” da a los padres el mensaje: tenemos que corregirlo, no hable con nadie de esto porque es una condición terrible y vergonzosa. Pero padres con hijos con cirugía “normalizadas” se siguen sintiendo confusos, con 4 Nota realizada por el periodista Franklin Arroyo del periódico Al Día. (http://www.mentesana.net/tag/genitalidad-ambigua/) vergüenza, culpa y miedo después de la cirugía. Algunos se sienten peor que antes y con más sentimientos de culpabilidad. Las cirugías de asignación sexual producen además en las personas intersex grandes sentimientos de traición, desconfianza y depresión. La Hiperplasia Suprarrenal Congénita Este término hace referencia a un grupo de trastornos hereditarios de las glándulas suprarrenales y que según el Hospital Nacional de Niños es la manifestación más recurrente de la intersexualidad o de “genitalidad ambigua” en Costa Rica. La hiperplasia suprarrenal congénita puede afectar tanto a los niños como a las niñas. Las personas que padecen esta afección carecen de una enzima requerida por la glándula suprarrenal para producir las hormonas cortisol y aldosterona. Sin estas hormonas, el cuerpo produce más andrógenos, un tipo de hormona sexual masculina, lo cual ocasiona la aparición temprana (o inapropiada) de características masculinas. Alrededor de 1 de cada 10.000 a 18.000 niños nacen con hiperplasia suprarrenal congénita. Tamizaje del talón El tamizaje es el examen que se efectúa a los recién nacidos, idealmente al cuarto día de edad. Clínicas, hospitales, centros privados y Ebais (Equipos básicos de atención integral de la salud) hacen el examen a los bebés, que consiste en tomar una muestra de sangre del talón, donde existe tejido suficiente para no lastimar al niño. La sangre cae en un papel especial que cuando se pone en contacto con la gota la distribuye de forma homogénea. En este punto, el proceso queda en manos de microbiólogos y médicos altamente capacitados, quienes analizan las muestras de sangre utilizando modernos equipos. Las pruebas que se practican en el país se analizan en el laboratorio del Hospital de Niños. De encontrarse algún problema de salud, se busca al paciente para confirmar el diagnóstico y, si es necesario, comenzar el tratamiento. Entre las enfermedades detectables mediante el tamizaje, están la anemia y el hipotiroidismo congénito, que causa retardo mental y problemas en el crecimiento. Otro padecimiento que se diagnostica con el tamizaje es la hiperplasia suprarrenal congénita. Este mal provoca que los genitales de las niñas tiendan a parecerse a los masculinos y viceversa.5 Este procedimiento se viene realizando desde 1990 a la fecha. Coerción por parte del personal de salud a padres de niños/as intersex El personal de salud, sobre todo médicos/as, ejercen coerción sobre padres y madres de niños y niñas intersex aduciendo que de no acceder al tratamiento y a la cirugía pueden acarrear consecuencias fatales para el/la infante. En muchos casos, los/as médicos/as actúan de oficio sin consultar o pedir parecer a los padres, apelando al artículo 46 del código de la Niñez y Adolescencia. Ley Nº 7739 Denegación de consentimiento Según el artículo 46 del Código de la Niñez y la Adolescencia de Costa Rica “Si el padre, la madre, los representantes legales o las personas encargadas negaren, por cualquier razón, su consentimiento para la hospitalización, el tratamiento o la intervención quirúrgica urgentes de sus hijos, el profesional en salud queda autorizado para adoptar las acciones inmediatas a fin de proteger la vida o la integridad física y emocional de ellos, en los términos del artículo 144 del Código de Familia.”6 Investigación exploratoria realizada por Mulabi sobre la situación de la salud de mujeres y niñas lesbianas, bisexuales, trans e intersex En los servicios de salud hay una mirada biologicista de la atención; se ha venido haciendo esfuerzos para proponer un paradigma integral en los procesos de modernización y reestructuración, sin embargo, se reconoce que los procesos son lentos, los cambios observados son mínimos. Ante la indagación sobre la existencia de manuales técnicos para la atención en salud de la población LBTI joven, la respuesta es negativa; aunque tal como mencionan los profesionales entrevistados, desde el Programa para Personas Adolescentes, se generan manuales para toda la población en general, pero sin 5 http://wvw.aldia.cr/ad_ee/2008/agosto/31/nacionales1681971.html 6 http://cpj.go.cr/docs/derechos/codigo-ninez.pdf discriminar en temas específicos. La especificidad tan sólo se ha desarrollado en Manuales para la atención en salud a personas con discapacidad. Cuando hay niños o niñas con problemas de identidad de género o sexo, ambigüedad sexual, su sexualidad no se toma en cuenta sino se busca la resolución médica, si se hace o no cirugía, si se les da hormonas o no, se trata con psicología buscando un grado de identidad. Las y los niños intersexuales son tratados en endocrinología, si la decisión es el internamiento, se evalúa si se hace o no cirugía. - Clínica de Adolescentes-Hospital Nacional de Niños (HNN) En esta Clínica se atiende a adolescentes que buscan una definición sobre su orientación sexual; allí se hace ese acompañamiento, tomando en cuenta que es una definición dentro de una sociedad que discrimina. Además han trabajado con adolescentes que han nacido con ambigüedad sexual, hiperplasia suprarrenal congénita, con trastorno hormonal, con genitales ambiguos o diferenciados. En el país el diagnóstico se hace rápidamente, al momento de nacer, y las decisiones sobre la operación se hace con los padres y madres; pero cuando llegan ya adolescentes no son necesariamente bien abordados, son adolescentes que arrastran dudas, preocupaciones con tienen cambios importantes que sólo ha sido considerados desde la parte médica y biológica, y no desde lo psicológica y emocional. Hospital Nacional de Niños Se menciona que es muy difícil que un niño o niña se autodefina, es por solicitud de los padres o la escuela que se atienden y los refieren a psiquiatría. Si es adolescente a la Clínica de Adolescente. Afirman en este hospital que los temas de niños y niñas con trastornos de la genitalidad, como las malformaciones genitales, nunca son tratados en congresos de pediatría a nivel nacional.7 Principios de Yogyakarta Principio 18/ Protección contra abusos médicos Ninguna persona será obligada a someterse a ninguna forma de tratamiento, procedimiento o exámenes médicos o psicológicos, ni a permanecer confinada en un establecimiento médico, por motivo de su orientación sexual o su identidad de género. Con independencia de cualquier clasificación que afirme lo contrario, la orientación sexual y la identidad de género de una persona no constituyen, en sí 7 http://www.mulabi.org/publicaciones/mulabi_investigacion.pdf mismas, trastornos de la salud y no deben ser sometidas a tratamiento o atención médicas, ni suprimidas. En las recomendaciones a los Estados propone: B- Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que el cuerpo de ningún criatura sea alterado irreversiblemente por medio de procedimientos médicos que procuren imponerle una identidad de género sin su consentimiento pleno, libre e informado, de acuerdo a su edad y madurez y guiándose por el principio de que en todas las acciones concernientes a niñas y niños se tendrá como principal consideración su interés superior;8 Conclusiones Para el caso de la población intersex, es importante informar a médicos y médicas para que tomen conciencia acerca de las manifestaciones intersex; es decir, la intersexualidad no aumenta la mortalidad, y tampoco significa que es necesario e imperativo operar, a menos que exista una malformación que genere problemas a la salud de la persona intersex. Claramente, la intersexualidad es un asunto complejo y su tratamiento tiene consecuencias a corto y a largo plazo. La mejor respuesta dependerá de muchos factores, incluyendo la causa específica. Es mejor tomarse el tiempo para comprender el asunto antes de apresurarse a tomar una decisión. Desde la mirada de la medicina patriarcal proviene ese afán de normativizar, específicamente a través de las operaciones, y difícilmente se enseña a las personas a convivir con lo diferente, pretendiendo una sociedad homogénea, y esperando que todas las personas sean iguales. Es evidente que aún queda mucho camino por recorrer en la lucha por el reconocimiento, respeto y cumplimiento de los derechos humanos de las personas intersex, a pesar de todas las recomendaciones y resoluciones emanadas desde los organismos encargados de velar por el derecho internacional de derechos humanos. El gran desafío es lograr que se cumplan en el nivel nacional las recomendaciones que provienen del nivel internacional. 8 http://www.yogyakartaprinciples.org/principles_sp.pdf Recomendaciones Que médicos/as costarricenses que están en contacto con niños y niñas intersex reciban capacitaciones actualizadas sobre atención, tratamientos y proceso de acompañamiento de la población intersex. Que se incluya en la carrera de medicina de las diferentes universidades estatales y privadas de Costa Rica, así como en los congresos de medicina, las nuevas corrientes acerca de los tratamientos de las personas intersex. Que existan equipos sensibilizados en la atención integral a niños y niñas intersex, actualmente, sólo atienden desde el punto de vista médico. Que las cirugías correctivas o de asignación sexual no sea la primera opción tomada a la hora de tratar a niños y niñas intersex en el Hospital Nacional de Niños, y que se generen grupos específicos para l*s padres de estos niñ*s, donde se les asesore y oriente para que estas familias cuenten con las herramientas necesarias para manejar la situación de la mejor manera y donde lo que prime sea el beneficio del la persona intersex. Una forma de lograr esto es implementando una política de atención a la población intersex, que les permita decidir por sí mismas en el futuro, cuál será el mejor camino a seguir ya que son sus vidas las que están siendo afectadas. Que se creen equipos interdisciplinarios y multidisciplinarios para la atención y acompañamiento de este grupo de niños y niñas intersex, que les de seguimiento a sus procesos hasta la adolescencia o adultez. Que se elaboren campañas informativas y de sensibilización a nivel nacional sobre el costo vital de la “normalización” de los cuerpos intersex y sus efectos a corto y largo plazo. Que el Ministerio de Educación de Costa Rica incluya en sus Guías de educación para la Sexualidad, que desarrollan en el segundo ciclo de secundaria la temática de las personas intersex, con el fin de que esto deje de ser un tema invisibilizado, estigmatizado o tabú.