Homenaje al Reverendí- simo Padre D. Miguel Muntadas yRomaní.

Anuncio
Año }(l
CON
Octubre 1917
CENSTJBA.
Núm. 130
ECLESIÁSTICA
Homenaje al Reverendísimo Padre D. Miguel
Muntadas y Romaní.
día 2 de Septiembre, con solemnidad
inusitada, en medio de grandes festejos,
se descubrió la lápida colocada en la calí' sa donde nació el P . Muntadas, para perpetuar entre
los hijos de Capellades la memoria de uno de sus más preclaros
compatricios. I^a sobria y merecida inscripción grabada en elegante placa de mármol, es del tenor siguiente: En aquesta casa i
ais 30 de Novembre de | 1808 va naixer en Miquel Muntadas i Romani \ Rdsim. P. Abat que fou de Montserrat | Capellades dedica aquesta placa recordatoria | del natalici de son fill il-lustre com a
tribuí d' I admirado i per a eterna recordanga | Capellades 16
d'Agost de 1917. En la parte superior hay el escudo abacial del di-
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fanto A b a d : El Arcángel San Miguel y un arbusto de romero en los
dos cuadrantes inferiores y las montañas en la mitad superior.
El nombre del R v d m o . P. D . Miguel Muntadas y Romani quedará más indeleblemente grabado aún en la Historia de Montserrat del cual fué, puede decirse, un nuevo fundador. Nacido en med i o d e las calamitosas turbulencias de la guerra de la Independencia
sintióse atraído al santo retiro de Montserrat en la temprana edad
de diez y siete aflos, cuando el monasterio no era mas que una i n mensa ruina. Acababa de devolverse la Santa Imagen, pacificada
la discordia civil del 18¿3; el joven Muntadas presenció la real v i sita de D . Fernando V I I y D.* Amalia, principio de la restauración
de la derruida iglesia. Mientras terminaba sus estudios eclesiásticos en el Monasterio de Exlonza llovieron sobre Montserrat males
sin cuento; siendo preciso ocultar la Santa Imagen y abandonar el
Monasterio a causa de los tristes acontecimientos del año 1835.
Refugiado en Capellades, aguardó el futuro Abad la reapertura
de la iglesia y establecimiento de la dispersa Comunidad, siendo
uno de los primeros en responder con su presencia a la invitación
del R v d m o . P. Blanch, cuando en 1844, gracias a la piedad de doña
Isabel I I , pudo colocarse definitivamente la Imagen de la Morenita
en el lugar que le correspondía. Difunto el P . Blanch, no pudiendo
los monjes elegir Abad, eligieron Superior, con el título de Presidente, primero al P. Torrents, luego al P . Corrons, y por último, a
nuestro P. Muntadas, quien en 1862 fué nombrado por el Papa
P í o I X , Abad de Montserrat,
Triste y lastimoso era el estado de Montserrat al tomar posesión
*el P . Muntadas de su nuevo cargo. Con los edificios casi derruidos
y la Comunidad diezmada y desvalida, con una falta casi total d e
recursos materiales, y no sobra de protección oficial, emprender la
restauración de Montserrat con el empuje y amplitud con que se
hizo, es una prueba manifiesta de la indomable energía del hombre
providencial, escogido por la Morenita para primer restaurador de
su Santa Casa. Obras suyas fueron la terminación parcial de la
Escolanía, el aumento considerable de las hospederías, la reedificación de las Capillas de San Acisclo, los Apóstoles, Santa Cecilia;
reconstruyó la casa y capilla de la Santa Cueva, colocó la primera
piedra y dejó cubierto el nuevo Camarín y dotó la Sacristía de preciosísimos ornamentos. Fué el alma de las magnas fiestas que se
celebraron con mativo del Milenario y la Coronación canónica de
la Santa Imagen, y tuvo la dicha contemplar la iglesia que él había conocido un montón de escombros, elevada por decreto pontificio a la dignidad de Basílica, y dos meses antes de su muerte,
aceptando la invitación del l i m o . D . Rosendo Salvado, fundó un
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Colegio de Misioneros para Ultramar, que tan fecundo habia de ser
en vocaciones monásticas, con que pudo rehacerse Montserrat y los
demás monasterios benedictinos de España. Por último a 8 de Marzo
de 1885, a los 77 años de edad, 60 de hábito y 23 de dignidad abacial, durmióse en la paz del Señor aquel hombre activo y emprendedor, de grandes iniciativas, sueños que su constancia enérgica y
laboriosa tradujo en realidades que permanecerán como timbre de
gloria y harán imperecedera la memoria del R m o . P . A b a d don
Miguel Muntadas y Romani ( 1 ) .
J. P .
« L a Comissió organitzadora del projectat Homenatge al flU i l lustre d'aquesta vila Rvm. P. Miquel Muntades i Romani, convida
a'tots els capelladins, per a que diumenge dia 2 de Septembre, a les
once del mati, acudeixin a la Plaga del General Prim per a retrer
l'homenatge d'admiració al fill d'aquesta vila, quina data de son
natalici es perpetuará en l'acte de descubrir la llosa que's col-locará en sa casa nadiua.
L a festa que aquesta Comissió, d'acord amb el magniflc Ajuntament de nostra v i l a ha organitzat, es desclourá amb arreglo el ordre que segueix:
ORDRE DE L A FESTA
A les deu i mitja. Es reunirán en el saló d'actes de cala Vila, les
autoritats locáis, comissións i representacións de les entitats que
tingan a be associar se al Homenatge.
A les once. Sortirá de cala V i l a la comitiva oflcial precedida d'
una Banda de música, dirigint-se per la Plaga de Mossen Cinto
Verdaguer i carrer Major a la Plaga del General Prim, en quina
plaga hi radica la casa nadiua del homenatjat i en la quina hi ha
sigut col-locada la llosa de marbre. que perpetuará la data de son
natalici.
Seguidament, es llegirá l'acta de la sessió en la qual el magniflc
Ajuntament prengué l'acord de realitzar aital homenatge.
Parlament del Secretari de la Comissió organitzadora.
Descubriment de la llosa per 1'Alcalde accidental de nostra vila,
Francesc Costa i Romana.
Després d'una petita sinfonía per la Banda de música, l'Agrupació Orfeónica del Centre Moral Instructiu d'aquesta vila i l'Orfeó
Infantil de San P e r e de Riudevitlles, que será en aital dia hostat( 1 ) P a r a (lue nuestros lectores puedan hacerse cargo del Homenaje
tributado al limo. P. Muntadas por los hijos de Capellades, transcribimos a continuación el programa de la fiesta.
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jat entre nosaltres execatarán l'himne obrer, Som germans,
mestre Millet.
del
Altres parlaments per distingides personalitats.
Com a final de la festa, l'Orfeó Infantil cantará el Virolai de la
Mare de Deu de Montserrat, de Rodoreda.
Seguidament, i al só de la Banda de música, retornará la comitiva a cala Vila, en quin baleó principal hi será colocada la senyera del Orfeó Infantil.
A la tarda i a la hora de dos quarts de quatre i com a continuad o de la festa, tindrá lloc en l'espaiós saló teatre de la Lliga nu
extraordinari concert a carree del Orfeó Infantil i de la A g r u p a d *
Orfeónica.
Notes: Durant la nit del diumenge día 2, la plaga estará il-luminada eléctricament, quina llum ha sigut galantment cedida per la
casa Filis de F . Gomis Soler.
Per motiu de les circumstancies que s'atrevessá el dia 2 d'
Agost, la Comissió senyelá celebrar aquesta festa eldía 2 de Septembre.
L a Comissió prega ais veins deis llocs per on passi la comitiva,
que endomassin els balcóns de llurs cases amb senyal de festa, per
lo qual quedará agraida. —La Comissió.»
Capellades, Agost de 1917.
La necesidad de la gracia y la Liturgia
P
II
ARA convencerse plenamente de que en la liturgia de la santa Misa está expresado con toda claridad el dogma cristiano
de la necesidad de la gracia divina, no tenemos más que fijar nuestra atención en las hermosísimas y verdaderamente admirables
oraciones de las Dominicas después de Pentecostés. Constituyen el
período más largo del año eclesiástico, y en el que más a menudo
y con más frecuencia se nos inculca y recuerda verdad tan importantísima para la práctica de la vida cristiana, como es la necesidad que tenemos de la gracia, del auxilio divino para que nuestras
obras sean meritorias y agradables a Dios. Parece que la santa
Iglesia ha escogido esta parte del año litúrgico para proponer muy
especialmente a sus hijos este importantísimo dogma de la fe cristiana. Veamos algunos ejemplos. Es en la primera de las Dominicas
después de Pentecostés que leemos en la Colecta de la santa Misa:
*sine te nihil potest humana mortalitas»
*sin ti nada puede la fia-
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queza humana*. ¿Acaso esta humiide confesión de la absoluta
necesidad de la gracia para ejecutar obras meritorias de v i d a eterna, no es un eco, la repetición de las conocidas palabras de Jesucristo: €8in Mi nada podéis hacer?». Una sola vez las leemos en el Santo
Evangelio. L a Iglesia, que no ignora la importancia de las mismas,
quiere que en la presente Dominica sean recordadas, se repitan, las
escuchen en todos los lugares en que se ofrece el santo sacriflcio de
la Misa. Y no solamente las repite u n a vez durante el año litúrgico,
sino que iluminada por la luz del cielo e inflamada por los más vivos deseos de que sus hijos las tengamos siempre presentes, ha sabido proponerlas de una manera tan propia, y al mismo tiempo
tan variada y tan acomodada a las diferentes actuaciones de la vida cristiana, que no sea posible a ninguno de sus hijos, por lo menos a los que tienen la docilidad de escucharla, la ignorancia de la
qne podríamos llamar verdad fundamental en que descansa la santidad. L a s siguientes Dominicas del ciclo de Pentecostés son buena
prueba de nuestro aserto. En la dominica I I I leemos: *0h Dios protector de los que en Vos esperan, y sin el que nada hay de firme y
santo» (1); en la dominica V I : *0h Dios de las virtudes a quien
pertenece todo lo que es perfecto» (2). En la dominica V I I I no tan
sólo reconocemos a Dios como autor de los bienes sobrenaturales,
sino que se le condesa Señor de nuestra existencia: « O » rogamos.
Señor, nos concedáis propicio la gracia de pensar y obrar lo que es
recto; a fin de que los que sin vuestra ayuda no podemos subsistir,
vivamos siempre conforme a vuestro espíritu» (3). L a colecta de la
dominica X I I reconoce la necesidad de la gracia para servir a Dios
digna y laudablemente: 'Omnipotente y misericordioso Dios de cuya bondad procede que seáis dignamente servido por vuestro* fieles.
Oí guplicamo* nos concedáis la gracia de caminar stn tropiezo hasta
alcanzar vuestras promesas» (4). Convencidos de esta verdad tantas
veces repetida, pedimos a Dios en la dominica X V I I I que su bondadosa misericordia dirija nuestros corazones, y a que «sin El n o le
podemos agradar» (5). ¿Quién, después de tan explícitas añrmacio(1} «Protector in te sperantinm Deus, sine quo nihll est validum, nihtl
sanctum*.
(i) «Deus virtutum, calas est totum quod est optimum».
(8) «Largire nobis, quaesumus Domine, semper spirilnm cogltandi quae
recta sunt, propitius, etagendl: utqui sIne te essenon possumus, secundum te V I v e r é valeamus..
(4) «Omni potens et misericors Detis, de cuius muñere venit, ut tlbl a
idellbns tuis digne et laudablllter servlatur: tribue, quaesumus, nobis ut
promlsslones tuas sine ottensione curramus».
(O .Dirigat corda nostra, quaesumus Domine, tuae miserationls operaMo: quia tibí slnete placeré non possumus».
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nes de la absoluta necesidad de la gracia, podrá ni tan solo afectar
ignorancia de esta verdad? Con todo, ¡cuántos y cuántos cris
tianos hay que la ignoran! ¡Cuántos y cuántos cristianos que
no se acuerdan de acudir a Dios, de implorar su auxilio en las _
adversidades que experimentan, en las dificultades que hallan en ;
la práctica de la v i d a verdaderamente cristiana! P o r eso no cesa-,
remos nunca de recomendar a los fleles que elijan por guia de su vi- \
da espiritual a l a misma Iglesia. Ella por medio de la sagrada liturgia nos recuerda, nos propone todos los dogmas del cristianismo
clara y expücitamente, sin atenuaciones, sin velar jamás la verdad
que es la línica que puede salvarnos. Y la sagrada liturgia, al recordarnos las verdades enseñadas por la fe, se nos presenta como
verdadera y la más auténtica maestra de la vida espiritual. Buena
prueba tenemos en esta verdad de la necesidad de la gracia divina.
Admitida esta verdad, profundamente convencido de ella el cristiano ¿será posible que su corazón se engría, que la soberbia le domine, que pueda alimentar en su alma otros pensamientos que los
inspirados por la hutíiildad cristiana? Asi se comprende por qué
cuando los cristianos se formaban según las enseñanzas que se desprenden de la sagrada liturgia, que son las mismas de la Iglesia, su
constitución espiritual era tan robusta que se mantenían constantes,
invencibles en la fe y la piedad a pesar de todas las contrariedades,
a pesar de todas las diflcultades, a pesar de las más espantosas
persecuciones.
ALFONSO M . " GUBIANAS.
La Congregación Benedictina de Valladolid
1 8 . - F r . Diego de Sabagún
(1542-50)
P
OR segunda v e z tocó a Diego de Sahagun tomar las riendas
del gobierno de la congregación y proseguir la obra de la
reforma.
A l empuñar el báculo abacial este prelado, notábanse gran inquietud y desasosiego en los espíritus, lo cual explica las divergencias, que sobre el lugar donde debía celebrarse el capitulo de 1550
surgieron entre los diversos miembros de la congregación. En los
monasterios no se o y e hablar sino de reformar y de revisar los estatutos y hasta se llegó a alcanzar por mediación del Emperador
un breve pontificio para «visitar y reformar la orden.»
i
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¿A qué se debía tanta intranquilidad? Sin duda a la lucha tenaz
que en esta época comienza para despojar a la casa matriz del privilegio exclusivo de imponer general a la congregación. Esta lucha será larga. San Benito de Valladolid apelará a sus antiguos
derechos, sobre todo, buscará apoyo en el rey, con el fln de que
ampare sus privil«gios. Por parte de la congregación se acudirá a
Roma de donde el Padre común de los fleles enviará sus visitadores
apostólicos que se hagan cargo de las pretensiones de unos y de
otros, concluyendo al fln por establecer la separación del abad del
del monasterio de Valladolid, del general que entienda en la marcha de la congregación particularmente.
T a l es el asunto que ocupa principalmente las asambleas capitulares del tiempo.
No juzgando los conventos conveniente la forma prescrita en el
capítulo de 1532 para la elección del Superior general y demás prelados, el capítulo de 1544 modificóla del modo siguiente:
Ante todo, el general debía ser elegido de tres en tres años por
el convento de Valladolid, sin necesitar otra confirmación.
Pero se permitía escogerlo entre los prelados o monjes de la congregación entera. La tal elección debía ser presenciada por un prelado y un monje de San Zoilo de Carrión, de San Isidro y deNuestra Señora del Bueso, el que pareciere al convento de Valladolid.
Era de la incumbencia de dichos testigos castigar cualquier monipodio o irregularidad que se cometiera por los religiosos, y también
tenían derecho a impedir la elección que resultase anticanónica (1).
En el capítulo de 1550 llegó a su fln lo relativo a las elecciones
d é l o s prelados. Fué presidido por el Prior de Valladolid, Pedro de
la Barieta; asistieron a él en nombre del rey y del Papa, el Patriarca de las Indias, el Obispo de Sigüenza, a la sazón presidente del
Consejo Real; también el Obispo de Cuenca, Presidente de la Cancillería. A propuesta de estos ilustres personajes faeron elegidos
para que viesen lo que al bien y utilidad de la congregación convenía, doce personas, a saber, seis abades por una parte y por otra
seis Procuradores de los religiosos. Los comisionados fueron: Juan
de Villaumbrales, abad de Sahagun; fray Pedro del Castillo, de Ofia;
fray Juan Pardo, de San Juan de Burgos; fray Bartolomé de San
Millán, abad de Espinareda; fray Juan Quitar, abad de San Vicente
de Oviedo; fray Rodrigo de Vadillo, abad de Hirache, y los Padres
Procuradores fray Rodrigo de Gadea, por Sahagun; fray Antonio de
Maluenda, por San Juan de Burgos; fray Pedro de Villagran, por Nájera; fray Pedro Ortiz, por San Martín de Santiago; fray Andrés de
(1) Act. cap. 1544, p. 34 v .
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Velorado, por Cárdena; fray Ambrosio de Miranda, por Hirache (1).
Según el capítulo en cuestión, el general no podría ser reelecto
como no fuera al cabo de dos trienios pasados. L a elección del general tendría lugar en capítulo general, haciéndola los abades y
procuradores, quienes elegirían dos candidatos de la congregación,
a exclusión de los abades que acabasen de vacar. De estos dos, el
convento de Valladolid escogería uno por su prelado, el cual a la
vez sería general de la congregación ( 2 ) .
Respecto a la elección de los abades de los monasterios, un prelado y un monje debían representar el general, caso que él mismo
no estuviera presente. A estos dos representantes ; tocaría ver si la
elección según los trámites que ordena el derecho y después confirmar provisionalmente al elegido hasta tanto que llegase la confirmación oficial del general (3). Podía ser elegido cualquier religioso, por más que se aconsejaba luera elegido de preferencia un hijo
de la misma casa.
Después modificóse la elección de los abades en esta otra forma. ( 4 ) . AI general, juntamente con los definidores, pertenecía escoger dos personas de calidad del monasterio en c^iestión con el fln
de que una de ellas fuera elegida superior.
Este mismo capítulo dispuso que al general le dieran dos secretarios que le ayudasen en los negocios.
El tiempo que sobrase al general, después de hecha la visita de
las casas, podría pasarlo en San Benito de Valladolid, Sahagun,
Burgos, Oña y las otras casas que estuviesen a cuarenta leguas de
Valladolid. Aun cuando en razón a su dignidad gozara de ciertos
privilegios y preeminencias, no por eso tendría derecho para privar a prelado alguno, el menos de hacerlo estando en capítulo reunido con los definidores. Únicamente le sería concedido tratándose
de un caso escandaloso, y entonces para privarlo debería ponerse
de acuerdo con los visitadores de la congregación.
A l general que vacó a los ocho definidores, a su secretario y a
los visitadores y suplidores había de tomárseles residencia, y si alguien tuviera quejas contra el abad general del trienio pasado se le
permitiría darlas ante el que fué nuevamente elegido y definidores,
a quienes se encarguen las conciencias para que hagan justicia.
Careciendo de fundamento la queja, el acusador sería sometido a
la pena del tallón. A l vacar el general otorgábasele ciertos p r i v i l e gios, entre otros, el de sentarse a mano izquierda del abad y
(1)
(2)
Act. cap. 1550, passim.
Act. cap. 1550,
(H)
Act. cap. 1.544, p
(41
Act. cap. 1650, p. 113.
94, V . 97. Act. cap. 1550, p. 113.
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asistir al capitulo general, a dar su parecer, aun cuando no fuere
prelado de casa alguna ( 1 ) .
La solicitud de este capitulo también descendió a tratar de las
religiosas. Comenzando por lo que a las abadesas se reflere, estableció el capitulo que el general y los definidores, después de hacer
información de los que hubieren visitado esos monasterios aquel
trienio, hallando que la abadesa era buena y desempeñaba bien
su oflcio se la deberla confirmar y nombrar desde entonces. Siendo
remisa y entendiendo que cumplía poner otra, habían de nombrarse dos de mayor autoridad para que dimitiera la anterior y la comunidad votara una de las dos propuestas al convento.
Las monias de la orden debían conformarse con las constituciones hechas para las religiosas el año de 1546. Dentro de la clausura
de las monjas quedaba prohibida perpetuamente la entrada a todo
hombre, aunque pertenecieran a alguna orden; a las mujeres de
cualquier condición que fueran a no ser en los casos previstos por
las constituciones. L a abadesa que traspasase esta regla sería depuesta por el general y visitadores; las porteras que abrieran las
puertas sin licencia, por el mismo hecho, quedaban privadas del
derecho a ser abadesas, o desempeñar cargo alguno de preeminencia en el monasterio. L a misma pena se reservaba a cualquier religiosa que saliera de la clausura fuera de los casos marcados por las
constituciones, y solamente al general y a los visitadores les era
permitido entrar en la clausura a fln de practicar la visita. Para
asistir o las religiosas había destinados dos padres; el uno que fuera vicario, y el otro que le sirviera de compañero (2).
ANTOLÍN VILLANUKVA.
{Se
continuará).
LOS P A P A S Y L A P A Z
H
E aquí una interesante estadística que demuestra con evidencia la admirable labor paciflcadora llevada a cabo por
la Santa Sede en todas las épocas.
«El Papa San León (siglo V ) salvó a Italia de la ferocidad de
Atila; San Gregorio Magno (siglos V I y V I I ) aseguró la paz de los
lombardos con los romanos y con los Emperadores de Oriente; San
(1)
Act. cap. 1550, p. 111 V. I 1 6 . - A r c b . I I . p. 262.
(2)
Act. cap. 1550., p. 124.
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Gregorio I I (siglo V I I I ) salvó de nuevo a Roma de otro R e y lombardo, Luitprando; Víctor I I (siglo X I ) restableció la armonía entre el Emperador Enrique I I I , Balduino de Flandes y Godorreo
de Loretia; Inocencio I I I (siglo X I I ) hizo la paz entre Juan de I n glaterra y Felipe Augusto de Francia; Hono rio I I I (siglo X I I I )
entre Luis V I H de Francia y Enrique I I de Inglaterra; Inocencio I V
(siglo X I I I ) pacificó al Rey con el pueblo de Portugal; Nicolás I I I
( s i g l o X l i l ) al Emperador Rodolfo c o n Carlos de Anjou; y
Juan X X I I (siglo X I V ) a Eduardo I I de Inglaterra con R o berto de Escocia. Más recientemente el Papa Benedicto X I I
(siglo X I V ) hizo la paz entre Eduardo 111 de Inglaterra y Felipe de
Valois de Francia; Gregorio X I (siglo X I V ) entre los Reyes de Portugal y Castilla; Nicolás V (siglo X V ) compuso amigablemente ciertas diferencias surgidas entre Alemania, Austria e Italia; Inocencio V I I (siglo X V ) arregló pacíficamente la célebre disputa de España y Portugal acerca de la división del Nuevo Mundo; Gregorio X I I I (siglo X V I ) medió entre el Zar de Rusia y el Rey de Polonia; Urbano V I I I (siglo X V I I ) reconcilió a los jefes de las casas
reinantes de Italia; en nuestros tiempos, León X I I I fué elegido
como arbitro en el conflicto de España y Alemania sobre las Carolinas, y tanto él como el gran P í o X prestaron el mismo servicio a
distintas Repúblicas sud-africanas».
A este glorioso catálogo de favores y beneflcios dispensados a
las naciones y a la humanidad por los Papas en pro de su paz,
bienestar y tranquilidad, no podemos dejar en silencio y pasar por
alto lo mucho que el Papa actualmente reinante, Benedicto X V , ha
hecho y continúa haciendo en favor de la Europa y para poner fln
a esta guerra asoladora y destructora, mostrando con su actitud y
con sus obras que es el Vicario del Principe de la P a z .
El ha tomado mucha parte para aplacar los odios y mitigar los
males de la guerra. El ha condenado las injusticias y crueldades,
sea cual fuere el bando que las haya cometido; ha logrado la libertad
de los prisioneros inútiles; ha obtenido para muchos desgraciados,
la conmutación de la pena de muerte por otras más suaves; ha socorrido a los, pueblos más duramente castigados por este azote cruel
y terrible, como Bélgica, Polonia, Lituania, e t c . ; ha conseguido
que cesara la persecución de los turcos contra los armenios y que
fueran trasladados los prisioneros civiles a Suiza y no ha cesado de
abogar por el restablecimiento de una paz sólida y duradera basada en la justicia y equidad.
Finalmente, Su Santidad, amante cual ninguno del bienestar de
los pueblos, como Padre común de todos ha dirigido a las potencias
beligerantes un admirable e importantísimo documento en el que.
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MONTSERRATINA
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después de indicar, cómo desde el principio de su Pontificado, se j
propuso guardar una perfecta imparcialidad y se ha esforzado por
hacer el mayor bien posible y contribuido a apresurar el fin de tan
grande calamidad, pasa a establecer, presentar y proponer los pun­
tos concretos que pueden servir de base a una paz justa y estable,
suplicando que acojan la invitación paternal que en nombre del
Redentor divino. Principe de la Paz, les dirige, recordándoles la
grandísima responsabilidad que delante de Dios y de los hombres
contraen, y a que de sus resoluciones depende la vida de millares
de jóvenes y la felicidad de sus pueblos, y termina pidiendo a Dios
que inspire las decisiones más conformes a su Divina Voluntad e
implorando para los Jefes de las Naciones en guerra la luz y el
consejo del Espíritu Santo.
A fin de que nuestros lectores puedan hacerse cargo del inesti­
mable valor histórico de este documento, y de la imparcialidad del
Santo Padre en lo que en él establece, a pesar de lo mal interpre­
tado que ha sido por algunas de las partes interesadas, lo copiamos
íntegro a continuación:
Nota de Su Santidad proponiendo condi­
ciones de paz a los jefes de los pueblos
beligerantes.
A
LOS JEFES DE LOS PUEBLOS
BELIGERANTES:
Desde el principio de nuestro pontificado, ante las terribles pro­
porciones de la guerra desencadenada sobre Europa, nos propusi­
mos tres cosas: una perfecta imparcialidad respecto a todos los be­
ligerantes, como conviene a aquel que es el Padre común y que
ama a todos sus hijos con un igual amor; esforzarnos continuamente
en procurar para todos el mayor bien posible, sin distinción de
personas, sin distinción de nacionalidad o de religión, como nos
dicta la ley universal de caridad y el supremo ministerio espiritual
que nos fué confiado por Cristo, y finalmente, como requiere nues­
tra suprema misión pacificadora, no omitir nada, dentro de las
medidas de nuestro poder, de lo que podría contribuir a abreviar
la duración de esta calamitosa guerra, intentando conducir a los
pueblos y a sus jefes a deliberar sobre la paz, sobre una paz justa
y duradera.
Aquellos que han seguido nuestra obra durante el doloroso trie­
nio que acaba de pasar, han podido reconocer que asi como hemos
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permanecido siempre fleles a nuestra resolución de absoluta imparcialidad y a nuestra acción de beneficencia, no hemos cesado tampoco de exhortar a los pueblos y a los gobiernos beligerantes para
que volviesen a ser hermanos, aun cuando no se haya hecho público todo cuanto Nos hemos hecho para lograr este nobilísimo fin.
Al terminar el primer aflo de guerra dirigimos a las naciones
beligerantes las más vivas exhortaciones y , además, indicábamos el
camino a seguir para llegar a una paz estable y honrosa para todos. Desgraciadamente, nuestro llamamiento no fué escuchado. L a
guerra ha continuailo encarnizadamente dos aflos más y persiste todavía con todo su horror, siendo cada día más cruel y extendiéndose por la tierra y por el mar y hasta en los aires por cuyo camino
llega para lanzar sobre las ciudades sin defensa, sobre las tranquilas aldeas, sobre sus poblaciones inocentes, la desolación y la
muerte. Nadie puede imaginar cómo se multiplicarían y agrava
rían los sufrimientos de todos, si otros meses, o lo que es peor todavía, si otros años venían a añadirse a este sangriento trienio.
¿El mundo civilizado no tiene que ser más que un campo de muerte?
Y la Europa, tan gloriosa y tan floreciente, ¿va, pues, como arrastrada por una locura universa!, a correr al abismo con el arma en
la mano para causar su propio suicidio?
En una situación tan angustiosa, ante una amenaza tan g r a v e ,
Nosotros, que no tenemos ninguna mira política particular, que no
escuchamos las sugestiones ni los intereses de ninguna de las partes beligerantes, sino únicamente movidos por el sentimiento de
nuestro supremo deber de Padre común de los fleles y por las súplicas de nuestros hijos que imploran nuestra intervención y nuestra
palabra paciflcadora, por la voz misma de la humanidad y do la
razón, lanzamos de nuevo el grito de paz y renovamos un apremiante llamamiento a aquellos que tienen en su mano el destino de
las naciones.
Pero para no mantenernos más en términos generales, como las
circunstancias nos aconsejaban en el pasado, queremos ahora descender a proposiciones más concretas y prácticas, e invitar a los
gobiernos de los pueblos beligerantes a ponerse de acuerdo sobre
los siguientes puntos, que parece deben ser las bases de una paz
justa y duradera, dejando a ellos el cuidado de precisarlas y completarlas.
Ante todo, el punto fundamental debe ser que la fuerza material
de las armas sea substituida por la fuerza moral del derecho; es
decir, un justo acuerdo de todos para disminuir simultáneamente y de un modo recíproco los armamentos, según reglas y garantías a establecer en la medida necesaria y suficiente para mantener
KKVISTA
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ei orden público en cada nno de loa Eatadoa, después, crear, on
substitución de los ejércitos, la institución del arbitraje, con su
alta función pacificadora, según normas a concertar y sanciones a
determinar contra los Estados que rehusasen someter las cuestiones internacionales al arbitraje, o no aceptar sus decisiones.
Una vez la supremacía del derecho así establecida, que deaaparezca todo obstáculo en las comunicaciones de los pueblos, asegurando, por reglas a fijar igualmente, la verdadera libertad y comunidad de los mares, lo que eliminaría, por una parte, las múltiples causas de conflictos, y por otra, abriría a todos nuevas fuentes
de prosperidad y progreso.
Respecto a los daños a reparar y a los gastos de guerra. N o s otros no vemos otro medio de resolver la cuestión que el de proponer como principio general una condonación completa y recíproca
y justificada, por otra parte, por los beneficios inmensos que se
obtendrían del desarme; tanto más, que no se comprendería la
continuación de tanta carnicería únicamente por razones de orden
económico. Si en algún caso se oponen razones particulares, pésense éstas con justicia y equidad.
Pero estos acuerdos pacíficos, con las inmensas ventajas que dé
ellos se derivan, no son posibles sin la restitución recíproca de los
territorios actualmente ocupados. Por lo tanto, por parte de A l e mania, evacuación total de la nación belga, con la garantía de su
plena independencia política, militar y económica respecto a cualquier potencia, y la evacuación igualmente de los territorios ocupados en Francia; por la parte adversaria, restitución semejante de
las colonias alemanas.
En lo que se refiere a las cuestiones territoriales, como por ejemplo las que se agitan entre Italia y Austria, entre Alemania y Francia, hay motivos para esperar que, en consideración a las inmensas
ventajas de una paz duradera, con desarme, las partes contendientes querrán examinarlas con espíritu conciliador, teniendo en cuenta en la medida de lo justo y de lo posible, como hemos dicho otras
veces, las aapiraciones de los pueblos, y coordinando donde sea
necesario, los propios intereses a los que son comunes del gran consorcio humano.
El mismo espíritu de equidad y de justicia deberá dirigir el
examen de utras cuestiones territoriales y políticas, y principalmente las relativas a Armenia, Estados Balcánicos y territorios que
forman parte del antiguo reino de Polonia, al cual, particularmente
sus nobles tradiciones históricas y los sufrimientos soportados especialmente durante la actual guerra, deben justamente concillarle
las simpatías de las naciones.
446
REVISTA
MONTSERRATINA
Estas son las principales bases sobre las cuales creemos se debe
apoyar la futura reorganización de los pueblos. Su carácter haría
imposible la repetición de semejantes conflictos y prepararía la solución de la cuestión económica, tan importante para el porvenir y
el bienestar material de todos los Estados beligerantes.
Así al presentar estas bases a los que en esta hora trágica dirigís
los destinos de las naciones beligerantes, lo hacemos animados de
una dulce esperanza de verlas aceptadas y de que termine así, lo
más pronto posible, esta lucha terrible que aparece cada día más
como una matanza inútil. T o d o el mundo reconoce, por otra parte,
que tanto en un bando como en el otro el honor de los ejércitos se
halla a salvo. Prestad, pues, oído a nuestra súplica, acoged la invitación paternal que os dirigimos en nombre del Redentor divino,
Príncipe de la Paz. Reflexionad sobre vuestra grandísima responsabilidad delante de Dios y delante de los hombres; de vuestras
resoluciones dependen la paz y el gozo de innumerables familias y
la vida de millares de jóvenes, la felicidad misma de los pueblos,
que vosotros tenéis el absoluto deber de procurar. El Señor os inspire decisiones conformes a su santísima voluntad, y haga que vosotros, mereciendo el aplauso de vuestros contemporáneos, os aseguréis asimismo, cerca de las generaciones futuras, el hermoso
nombre de pacificadores.
Nosotros, estrechamente unidos en la oración y en la penitencia
a todas las almas fleles qne suspiran por la paz, imploramos para
vosotros, del Divino Espíritu, luz y consejo.
BENEDICTO P A P A X V .
Vaticano, 1." de Agosto de 1917.
RKVISTA MONTSERRATINA
447
VII Centenario del Descenso
de la Santísima Virgen a Barcelona
Agosto
COMISIÓN DE PEREGRINACIONES
Concurso nacional para una insignia-medalla
D
ESEANDO esta Comisión que las peregrinaciones que visiten
durante el próximo año de 1918 a la Celestial Patrona de
Barcelona, la Virgen de la Merced, con motivo del séptimo Centena
rio de su Celestial Descenso, lleven una medalla insignia como distintivo de la peregrinación y al mismo tiempo sea una obra artística, acordó convocar público concurso entre artistas españoles, para
premiar el mejor proyecto y que más se adapte al objeto a que se
destina (2).
«ELACIÓN
Corría el año de 1218, cuando la mayor parte de nuestra España
se hallaba oprimida por la morisma, que tenía presos y aherrojados en obscuras mazmorras y calabozos a innumerables cristianos,
muchos de los cuales, rendidos ante los crueles tormentos de que
eran objeto,desmayaban y apostataban de su fe. El ilustre y caritativo varón Pedro Nolasco, preceptor y ayo de D . Jaime I , deseoso
de remediar tamaña desdicha, había conseguido establecer una cofradía o congregación llamada de la Misericordia que, protegida
por el rey, dedicábase a libertar del yugo sarraceno a algunos de
los infelices españoles que, con peligro de su eterna salvación, gemían bajo la tiranía de los bárbaros Ínfleles. Meditando estaba la
manera cómo podría desarrollarla para llenar cumplidamente su
objeto en la noche del 1 al 2 de Agosto del referido año. Invocaba
la piedad de María pidiéndole fervorosamente le iluminara y dis(1) Siemlo este Centenario gloria nacional, toniemio en cuenta
su reilgiosiiiad y patriotismo y cediendo a las súplicas del Sr. D. Kamón
A l b o y Marti, S e c r e t a r i o General de la Junta, insertamos estas relación y
alocución ( N . d o t a K.)
(2) Como ei mes pasado n o nos fué posible hacer que saliese a luz este
escrito, y ei 20 d e Septiembre terminó ei pia/.o para presentar los proyectos a concurso, dejamos de insertar sus bases y el premio que la Comisión
ofreció a¡ mejor y más artístico proyecto. ( N . de la R.).
448
RBVIBTA
MONTSERRATIKA
pensara sa eQcaz protección, cnando oyó un lejano rumor y percibió de repente en su cuarto extraña claridad, convertida luego en
resplandor vivísimo, al presentarse a sus ojos, con blanca vestidura y rodeada de gloria, la Keina de los cielos. A una graciosa insinuación que Ella hizo, cesaron en sus alabanzas los ángeles que la
acompañaban, y dirigiendo su dulcísima voz al atónito Nolaaco,
manifestóle ser su voluntad y la de su Hijo, que, en nombre y g l o ria suya fundase una Orden religiosa destinada a redimir a los
cristianos cautivos de la tiranía musulmana. Aparecióse la Virgen
en la misma noche al joven Monarca y a Raimundo de Peñafort,
que se hallaban asimismo en Barcelona, y advertidos mutuamente
de la común visión, emprendieron la fundación de la Orden de
Nuestra Señora de la Merced, la que quedó instituida en la Catedral de Barcelona el 10 de Agosto de dicho aflo.
Pedro Nolasco, a quien cupo la dicha de ver en otras ocasione»
a la celestial Señora, deseando conservar un precioso recuerdo de
la visión inefable, encargó, según antiquísima y arraigada tradición, a tres distintos artistas la construcción de una Imagen, dándoles cuantas ideas, detalles y recuerdos tenia del original. Escogida la que a su parecer fué más exacta, previa la aprobación de
don Jaime y el permiso y bendición del Obispo, la expuso a la pública veneración. Ella es la que ha venido honrando nuestra ciudad
por espacio de más de seis siglos, recibiendo por su mediación innumerables y extraordinarios favores en 1333, 1395, 140H, 1497,
1501. 1599, 1651, 1680, 16(47 (en que fué proclamada por el «Concell de Cent» patrona de Cataluña y de la ciudad de Barcelona),
1714, 1 7 9 3 , 1 8 0 8 , 1821, y en otras fechas.
¡Cuántos y cuántos otros prodigios obrados por Nuestra
Señora de la Merced pudiéranse citar! Guía y favorece a los cautivos cristianos para que escapen de la esclavitud de los ínfleles,
llegando a salvar a uno que, cargado de cadenas, se lanza al mar
y llpga a la orilla a pesar del hierro que le impide moverse; cura
a los apestados, como en Barcelona, Jerez y Monreal; calma las
tempestades y tormentas del mar; aplaca los terremotos en Guatemala, Quito, Santo Domingo y en otras partes; da la victoria a los
españoles en varias batallas con los moros y en otras con los indios
en el de.scubrimiento del Nuevo Mundo, pues la Keina Isabel la
Católica poseía una imagen de Nuestra Seftora de la Merced, de la
que hizo entrega al mercedario Fr. Juan Infante, confesor de Colon
y compañero suyo, quien la llevaba consigo al partir para el nuevo
continente el 3 de Agosto de 1402. A l descubrir Colón la isla de
Haití, y una vez en tierra, mandó levantar un altar, en el que colocó ia dicha imagen celebrando el Padre Infante la santa Misa.
La misma Imagen siguió con los españoles durante la conquista.
Actualmente en América está muy extendida la devoción a Nuea-
SEVISTA
MONTSERRATINA
449
tra Sefiora de la Merced, habiendo sido en 1861 declarada Patrona
de la República del Ecnador. Resncita mnertos en Jerez, Irlanda,
Gascuña, lea, Catacaos y Méjico; da sucesión a estériles y protege
8 cuantos la invocan en el supremo trance de la maternidad; cura
a los llagados y heridos; sana a tullidos y cojos; da vista a los ciegos, y otorga tantas y tantas mercedes, que el ánimo se asombra al
contemplar sus misericordias.
Se han roto en su nombre las cadenas de unos cien.mil esclavos;
multitud de infieles han abrazado la fe, y acerca de mil quinientos de BUS hijos han sellado su caridad con el martirio; llevaron su
nombre más de novecientos hombres ilustres por su saber y ante la
sagrada Imagen que posee Barcelona y en cuyas manos han posado sus labios multitud de santos, mártires, héroes y sabios, han doblado la rodilla los reyes de España, desde el piadoso D. Jaime el
Conquistador; y también los Tercios catalanes, al emprender sus
campañas, hacían bendecir sus estandartes al pie del altar de la
Virgen, ofreciéndolos a la misma a su regreso.
En 1868, Pío I X , accediendo a los deseos del Ayuntamiento,
pueblo y nobleza de Barcelona, declaró canónicamente Patronado
esta ciudad y diócesis a Nuestra Señora de la Merced.
El día 21 de Octubre de 1888 se celebraron la imponente ceremonia de la Coronación canónica de la milagrosa Imagen y la nnmerosisima procesión que acompañó a ésta desde la Catedral, en
donde fué coronada, a su propia iglesia, y a la que asistieron más
de ocho mil personas. Imposible es describir el entusiasmo que cansó a los barceloneses el acto de colocar el Obispo Dr. Cátala la corona de oro en la cabeza de la santa Imagen y su paso, coronada,
por las calles de la ciudad. Los doce Prelados que se hallaban entonces reunidos en Barcelona, con motivo de la Coronación, deseando promover la devoción a la Santísima Virgen de la Merced,
pidieron a Su Santidad León X I I I se dignase elevar su rezo a rito
doble de segunda clase para todas las demás diócesis de España,
lo que fué concedido.
Todos los hechos citados demuestran elocuentemente que la devoción a la Redentora de cautivos se conserva vibrante en los corazones de los barceloneses, en España y América.
Barcelona 16 de Julio de 1917.
Por la Comisión de Peregrinaciones
MARIANO VILASECA, PBRO., CANÓNIGO.—Pr««dente
JOSÉ RIBAS, PBBO.—/Secrítario
Por la Comisión Ejecutiva
Y* B.'
JAIME ALMEBA, PBBO.,
Dsks.—PretidenU
RAMÓN ALBO T MABTÍ, Secretario.
450
BSVI8TA
UONTBESRATINA
SUSCRIPCIÓN para conmemorar el VII Centenario del
Descenso de la Santísima Virgen Maria a Barcelona.
En la noche del 1 al 2 de Agosto de 1218 la Virgen María, descendiendo gloriosamente, rodeada de ángeles, a la ciadad de Barcelona, se apareció al Rey Jaime I , a San Pedro Nolasco y a San
Raimando de Penyafort, inspirándoles la fundación de la Orden
redentora de caativos, llamada de la Merced, que ha dado a la
Iglesia más de 1,500 mártires y la libertad a más de 125,000 esclavos.
Barcelona, que recibió la merced extraordinaria de aquel descenso,recordada por la propia advocación, bajo la cual es venerada
la imagen escogida por el Rey Conquistador y los Santos ya citados, como a más parecida a la de su visión, ha obtenido de la Virgen de la Merced tal rosario de otras insignes en los años 1333,
1395, 1408, 1497, 1501, 1599, 1651, 1680, 1687 y muchísimos otros,
que, a propuesta de su «Conceller en Cap», el Consejo de Ciento la
declaró en 1687 patrona de la ciudad y de Cataluña; confirmando
el Pontificado su patrocinio de Barcelona y su diócesis en 1868 y
decretando en 1888 la coronación solemnísima de dicha imagen.
Es, pues, natural que al aproximarse el Centenario del maravilloso descenso de la Virgen a la ciudad, la representación oflcial
de la misma y las de sus fuerzas vivas en todos órdenes, se hayan
hermanado para que la conmemoración de aquel altísimo acontecimiento sea digna de Barcelona, emporio de la piedad, de la caridad, del arte y de la riqueza.
Mas como el esplendor de los cultos y demás actos solemnes que
motivará, el deseo de que el gozo de su fiesta llegue en forma de
consuelo tangible a los hogares entristecidos por la necesidad y la
verdadera exigencia de decoro que obliga al costoso término de la
ornamentación del palacio de nuestra Reina celestial, motivarán
gastos enormísimos, a que sólo será posible atender con el concurso de todos, los infrascritos se dirigen, pidiendo un óbolo proporcionado a los medios de cada uno:
A todos los ciudadanos de Barcelona, sin distinción alguna, no
olvidadizos de los innumerables beneflcios otorgados por la Virgen
a la ciudad y no ignorantes de que su descenso a ésta constituye el
título de honor más excelso de su historia.
A todos los hijos de Cataluña, de la cual son gloria el mismo
Descenso, la Orden de la Merced y los grandes Monarca y Santos
que la fundaron.
A toda España, favorecida por ella en las guerras de la Reconquista en que dicha Orden, representada por San Pedro Nolasco,
REVISTA
MONTSERRATINA
451
tuvo un puesto de honor en las liberaciones de Mallorca, Murcia,
Valencia y Sevilla, motivando qne en la última el agradecimiento
del Rey San Fernando hiciese donación a la misma de una imagen
de la Virgen de la Merced y favorecida igualmente con la redención de tantos y tantos hijos suyos.
A los demás pueblos del litoral Mediterráneo que por ella obtuvieron asimismo el venturoso retorno al hogar de multitudes de
victimas de la piratería moruna.
A l Continente descubierto por Colón, a nno de cuyos compañeros de su primer viaje, fraile mercedario confesor de aqaél, entregaron los Reyes Católicos la imagen de la Virgen de la Merced,
que dio aliento y consuelo al gran navegante, y que fué la primera
de Maria a que se rindió culto en tierra americana.
Y en ésta especialmente, a todas las de sangre española que
guardan el buen recuerdo de los mercedarios acompañantes de
Pizarro y Hernán Cortés, de los milagros de Catacaos, lea y Méjico,
de los beneficios de la Virgen de la Merced, invocada venturosamente en públicas calamidades, como en los terremotos de Santo
Domingo, Quito y Guatemala y por todo el Estado en general, como el del Ecuador, que por devoción y por gratitud, proclamó en
1861 patrona de la República a la Virgen de la Merced.
Es en nombre de ésta y por amor a la misma que abrimos la
presente suscripción.
Nuestro llamamiento es universal; pero esperamos que respon*
derán a él generosamente con su donativo, desde el más pequeño
en cantidad, aunque quizá el mayor en sacrificio de los menos favorecidos por la fortuna, al más espléndido correspondiente a ésta,
todos los hijos de la tierra especialmente honrada y favorecida por
la Virgen de la Meroed, todos sus devotos, todos los que la han invocado en sus tribulaciones, todos los que han recibido de la misma gracias y consuelos, todos los que tienen puesta en su intercesión soberana a favor suyo, en la vida y en la muerte, ima esperanza que no ha quedado ni quedará jamás fallida.
Barcelona 7 de Junio de 1917.
E N R I Q U E , Obispo de Barcelona, Presidente.—El Marqués de
Olérdola, Alcalde, Vicepresidente.—Jaime
Almera, Deán.—Emilio
Vidal y Ribas. -Manuel Girona y Vidal, Tesorero.—Ja&n Amat y
Sormaní, 7tceíe«orero.—Ramón Albo y Martí, Secretario general.—
(Siguen las firmas).
Se admiten donativos en la Secretaría del Palacio Episcopal,<en
la iglesia de la Merced, en el domicilio de los señores de la Junta y
en la Redacción de este diario.
452
REVISTA MONTSERRATINA
NOTAS
CANÓNICAS
NORMAS QUE DEBEN GUARDARSE EN L A PREDICACIÓN
P
A R A que las cosas que nuestro Santísimo Padre el Papa Benedicto X V se dignó enseñar y ordenar acerca de la predicación cristiana en su Carta-Encíclica, que comienza: Humani génesis redemptionem, más íacilmentepuedan llevarse a la práctica,
los Eminentísimos Sres. Cardenales qne constituyen la Sagrada
Congregación Consistorial, con aprobación del mismo Sumo Pontífice, creyeron oportuno establecer las siguientes Normas o Reglas,
que deben tener presentes los Reverendísimos Sres. Ordinarios para proceder acertadamente en asunto tan interesante: Normas que
Su Santidad ordenó se pongan inmediatamente en ejecución, con
«1 objeto de que lo que el Apóstol llama niim«terto de la palabra
produzca aquellos abundantes frutos para la defensa y propagación
de la fe y la pureza de la vida cristiana, que Cristo nuestro divino
Maestro se propuso y la santa Iglesia pretende.
CAPÍTULO
I
Por quiénes y en qué forma deben ser
instituidos
los predicadores de la divina palabra
1. Tengan siempre presente, de un modo especial, los señores
Ordinarios aquello que el sagrado Concilio de Trento, al renovar e
inculcar lo anteriormente dispuesto, establece en la Sesión X X I V
de Reforma, cap. I V , en donde, después de advertir que « i c a r i o de
la predicación es el principal de los Obispos, continúa así: Ordena
que los mismos Obispos en su propia Iglesia, por si, o si estuviesen
legítimamente impedidos, por otros a quienes confiasen el oficio de la
predicación; en las demás Iglesias por medio délos párrocos, o impedidos éstos, por otros Sacerdotes señalados por los dichos Ordinario», tanto en la capital como en cualquier otro pv^eblo (y sufragando los gastos aquellas personas que estén obligadas o acostumbren
hacerlo), según juzgasen convenir, hagan que al menos los dias festivo» y más solemnes, te instruya al pueblo en las Santas Escrituras
y en la Ley divina...
Ningún sacerdote, ya sea secular ya regular, cuando lo contradiga el Obispo, se atreva a predicar, ni aun en las iglesias de su misma Orden.
KBVIBTA M0NT8ESRATINA
453
L o cual está confirmado expresamente en el nuero Código eclesiástico, en los cánones 1,327, 1,328, 1,337.
2. Correspondiendo al Obispo Ordinario del lugar, de un modo
especial, el cargo de la predicación, y perteneciendo al mismo el
señalar quien haya de sustituirle y reemplazarle en este cargo importantísimo, haciendo sus veces, aun determinadamente en el caso
de que los gastos de la predicación los haya de sufragar, por derecho o por costumbre, otra persona cualquiera, a ninguno, ni válida
ni licitamente, le será permitido escoger, ni llamar a predicador alguno, ni aun para la propia iglesia; ni tampoco será licito a ninguno del clero secular o regular, aceptar tales invitaciones, sino
guardando los limites y normas establecidos en los artículos
siguientes,
3. Los Párrocos, en virtud de la misión qne les compete por su
institución, de igual modo que se conceptúan habilitados para oir
confesiones, así también gozan de la facultad de predicar, salvo la
ley de la residencia y las demás condiciones que el Ordinario, ya
por necesidad, y a por utilidad, juzgase oportuno imponer. L o misjno debe entenderse del Canónigo Lectoral, en cuanto se refiere a
la explicación de la Sagrada Escritura.
4. En todos los demás casos, para predicar en iglesias u oratorios públicos, aunque sean de regulares, y por sacerdotes también regulares, es preciso que se obtenga la licencia del Ordinario
de la diócesis.
5. Esta facultad debe obtenerse al modo que se prescribe en el
nuevo Código, canon 1,341, párrafos l y 2.
o ) Por la primera dignidad del Cabildo oido el parecer del mismo Cabildo, cuando se trate de sermones que por ley o voluntad
del repetido Cabildo, hayan de predicarse en la misma iglesia.
b) Por el Superior Regular para las iglesias de la Orden respectiva, guardando en esto las disposiciones de la propia Orden o
Congregación.
c) Por el Párroco para la iglesia parroquial y las demás que de
ella dependen.
d) Y si se trata del Párroco de una iglesia perteneciente al Cabildo, o a una Orden religiosa, por el mismo párroco por lo qne mira
a los sermones que dependen del mismo sin la intervención del Cabildo ni de la Religión.
e) P o r el sacerdote Director o por el capellán de una Congregación o Hermandad piadosa, siempre que se trate de la propia
iglesia.
f) Por el sacerdote rector de la iglesia, en la cual ejerce por
derecho las funciones sagradas, para las iglesias de las Corpora-
454
KKV;STA.
MONTSERRATINA
ciones morales o piadosas que no sean clericales o de Ordenes reli­
giosas de seglares o de monjas o de personas particulares.
, 6. En conformidad a las resoluciones de la S. C. del Concilio,
in Sutrina, 8 de Mayo de 1688, in Ripana, 21 de Mayo de 1703,
quien pide la sobredicha facultad, tan sólo debe proponer el nom­
bre del predicador, y esto con subordinación al beneplácito del Or­
dinario, a quien pertenece exclusivamente hacer uso de las pala­
bras: elegimos y designamos, para hacer la postulación, a N. N.,
etcétera.
7. L a petición para obtener un predicador, cualquiera que él
sea, debe hacerse dentro del tiempo conveniente y oportuno, para
que el Ordinario pueda hacer cómodamente las informaciones nece­
sarias acerca de la persona propuesta (Código, canon 1,341, párra­
fo 2); este tiempo por lo común no será menor de dos meses, como
y a lo prescribió la S. C, del Concilio in Theanen., 19 de Abril de
1728, y 30 de Abril de 1729; teniendo facultad el Obispo para de­
terminar otro tiempo, aunque sea más breve, atendidas la grave­
dad y naturaleza de la predicación, y la calidad del predicador, si
ps diocesano o extra diocesano.
8. Cualquiera, que despreciando la obligación de pedir esta li­
cencia, invitase a cualquier sacerdote para predicar; y de igual
modo aceptase advertidamente y predicase, deben ser castigados
con penas establecidas por el Ordinario, sin excluir la misma sus­
pensión a divinis.
9. L a facultad de predicar, cuando se trata de un orador extra
diocesano, se debe hacer constar por escrito, tn seriptis, especifi­
cando en ella el lugar y género de predicación para que fué con­
cedida.
10. Los Ordinarios bajo la más estricta responsabilidad en con­
ciencia, a nadie concederán licencia para predicar si antes no les
constase de su piedad, ciencia e idoneidad, a tenor de las disposi­
ciones que se indican en el capitulo siguiente; más si se trata de sa­
cerdotes extra diocesanos o de religiosos de cualquier Orden, sin
preguntar antes al respectivo Ordinario o Superior, y recibir de
ellos contestación favorable.
11. El Ordinario o Superior regular que fueran preguntados
por otro Prelado deseoso de informarse de la piedad, ciencia e ido­
neidad para la predicación de cualquiera de sus subditos, están
obligados bajo precepto grave a responderles la verdad según su co­
nocimiento y conciencia, en conformidad a lo dispuesto en el canon
1,341, párrafo 1 del nuevo Código. El Ordinario que recibe estas
informaciones está obligado a conformarse con v lias, guardando un
absoluto silencio en todo esto.
REVISTA MONTSERRATINA
465
12. El Ordinario, que por razón de las mencionadas informaciones recibidas, o por otra cualquiera causa, juzgase en el Señor
qne debe negar al que la pide, la licencia de predicar, basta q a «
se lo signifique sencillamente sin añadir ninguna otra razón, puesto que a solo Dios ha de dar cuenta de su modo de proceder.
C A P Í T U L O II
De qué modo ha de constar la idoneidad para la predicación
13. Hablando en general, de igual modo que para conceder a
un sacerdote cualquiera la facultad para oir las confesiones de los
fleles, están obligados muy estrictamente los Ordinarios a procurar
adquirir una moral certeza de su idoneidad, y se juzgarían culpables si admitiesen para ejercer nn ministerio tan santo al que fuese
indigno en sus costumbres, o incapaz por su falta de ciencia, así
también no deben proceder de otra manera los Ordinarios, antes de
admitir y destinar a cualquiera para el oficio de la predicación.
14. El medio de conocer la idoneidad de cualquiera respecto
de la predicación, sobre todo eu cuanto a la ciencia y a la acción,
es el examen de palabra y por escrito del candidato ante tres examinadores, los cuales elegirá el Ordinario a su arbitrio, o bien entre los Examinadores Sinodales, o bien entre los sacerdotes extra
diocesanos, o también del clero regular. Conocida la idoneidad del
candidato en lo que mira a la ciencia y a la acción, no con menor,
sino con mayor diligencia debe indagar el Ordinario si el dicho
candidato es digno de evangelizar la palabra divina por su piedad,
por la pureza de sus costumbres y por la pública estimación.
15. Para asegurar el buen éxito de este doble examen, podrá
el Ordinario declarar al candidato apto para la predicación en general, o para una sola especie en particular; por tiempo limitado,
como para prueba y con ciertas condiciones, o en absoluto y no de
un modo perpetuo, dándole escritas las licencias de predicar (pagellam predicationis) de igual modo que se hace respecto a la facultad de oir confesiones, o en caso contrario, negándole simplemente
las licencias de predicar.
16. No se prohibe, sin embargo, a los Ordinarios, que en casos
particulares y por excepción, puedan admitir alguno a la predicación sin el previo examen arriba mencionado, siempre que por otros
medios les conste su idoneidad.
17. Queda prohibido en absoluto dar lo que se llama liceneiat
de predicar a los que no sean propios subditos, o también a los subditos, título honorífico o prueba de estimación.
456
RKVISTA
MOKTSERRATINA
18. Por lo que mira a los Regulares y religiosos exemptos, permanece en todo su rigor la facultad que tienen de presentar simplemente a los Ordinarios, aquellos individuos que según sus R e glas y Constituciones juzgasen ser dignos e idóneos para la predicación pero siempre en conformidad con lo dispuesto en el canon
1,338 del nuevo Código, y si se trata de predicar en el recinto del
convento o monasterio: mas si desean destinar a alguno para predicar en las iglesias públicas sin excluir las de la propia Orden, entonces están obligados a hacerlos comparecer ante el diocesano del
lugar, para someterlos al examen, según queda dispuesto en las normas 13, 14 y 15.
C A Ñ O N E S DEL N U E V O CÓDIGO DEL DERECHO
CANÓNICO QUE Y A HAN ENTRADO EN VIGOR
En el número de «Acta Apostolicae Sedis», correspondiente a
1.° de Septiembre de 1917, se publicó un decreto de la Secretaria de Estado de la Curia Romana, firmado por el Cardenal
Secretario, Emmo. Mons. Gasparri el dia 20 de Agosto de 1917 en
el Vaticano, en que se establece lo siguiente:
Muchos Obispos y Ordinarios pidieron humildemente a Su Santidad, Benedicto Papa X V , que se dignase disponer que lo que está
prescrito en los párrafos 2." del canon 859, párrafo 3.° del canon
1108, párrafo 1." del canon 1247 y en los cánones 1250, 1251, 1252,
1253 y 1254 del Nuevo Código de Derecho Canónico, empezase ya a
tener fuerza de ley y ser vigente en seguida en toda la Iglesia latina.
El Beatísimo Padre, en la audiencia concedida a dicho Cardenal Secretario el día 19 del mes de A,g08to, aceptando benignamente los ruegos de dichos Prelados, decretó que lo prescrito en los
cánones arriba citados, tuviesen fuerza de ley desde ese mismo día
y además por Motu proprio, concedió que los Cardenales de la Santa
Romana Iglesia gozasen ya desde entonces de todos y cada nno de
los privilegios que en los cánones 239, párrafo 1.°—240—600, n°. 3.*
—1189 y 1401 del mismo Código están descritos. T o d o lo cual mandó que fuese promulgado, no obstando cualesquiera cosas en contrario.
Como los cánones predlchos a que se refiere la petición de los
Obispos interesan a todos los fleles en general, los ponemos a continuación a fln de que nuestros lectores tengan un conocimiento detallado de las reformas que por medio de ellos se introducen ya desde ahora en el derecho vigente.
RÍVI8TA
MONTSKRBATINA
407
1.0—Título I I I , Capitulo I I , art. 2.° Del sujeto de la Sagrada
Comunión.
Canon 859, párrafo 2.°
La Comunión Pascual cúmplase desde el Domingo de Ramos
hasta la Dominica in Albis (o sea la Octava de Pascua de Resnrreoción); empero pueden los Ordinarios de los lugares, si asi lo exigen
las circunstancias de las personas y lugares, anticipar este tiempo
aun en favor de todos sus fieles, no, empero, antes del cuarto Dottingo de Cuaresma, o prorrogarle, pero no más allá de la Fiesta
de la Santísima Trinidad.
2 . " - T í t u l o V I I , Cap. V I I L Del tiempo y lugar de la celebración
del
matrimonio.
Canon 1108, párrafo 3.°
Los Ordinarios délos lugares pueden, salvas las leyes litúrgicas,
permitir la Bendición solemne de las nupcias por una cansa justa
aun en los tiempos prohibidos, que son: desde el primer Domingo
de Adviento, hasta el Día de la Natividad del Señor inclusive y desde el Miércoles de Ceniza, hasta el Domingo de Pascua de Resurrección también inclusive, avisando a los esposos que se abstengan de
de una pompa excesiva.
3.°—Título X I I I , De los días festivos.
Canon 1247, párrafo 1.»
Son tan sólo días de fiesta de precepto para toda la Iglesia Universal: Todos y cada uno de los Domingos, las festividades de Navidad, Circnnoisión, Epifanía, Ascensión y del Santísimo Corpus
Christi, de la Inmaculada Concepción y Asunción de Maria Santísima Madre de Dios, de San José su esposo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y finalmente la de Todos los Santos.
4.°—Titulo X i V . De la Abstinencia y Ayuno.
Canon 1250.
La ley de la abstinencia prohibe el alimentarse de carne y de
caldo de carne, mas no de huevos, lacticinios y de cualesquiera
condimentos aun que sean de grasa de animales.
Canon 1251.
Párrafo 1.° L a ley del ayuno prescribe que únicamente se haga
una sola comida al día; empero no prohibe el tomar algún alimento
por la mañana y por la noche, guardando sin embargo, acerca de
la cantidad y calidad de los manjares, la costumbre aprobada de
los lugares.
Párrafo 2." Tampoco está prohibido el promiscuar o comer carne y pescado en una misma refección; ni tampoco el permutar la
colación de la noche con la comida.
458
BBVISTA
U0NT8ERBATINA
Canon 1252.
Párrafo 1.° L a ley de la sola abstinencia se ha de observar t o dos los viernes.
Párrafo 2.° La ley de la abstinencia junto con el ayuno se ha
de guardar en el Miércoles de Ceniza, en los viernes y sábados de
Cuaresma y en los miércoles, viernes y sábados de Cuatro Témporas, y en las vigilias de Pentecostés, de la Asunción de la Madre
de Dios al cielo, de Todos los Santos y de la Natividad del Señor.
Párrafo 3.' L a ley de solo el ayuno se ha de observar en todos
los demás días de Cuaresma.
Párrafo 4." En los Domingos o fiestas de precepto cesa la ley de
la abstinencia o de la abstinencia y ayuno juntos, o bien del aynno
solo, ni se anticipan las vigilias; asimismo cesa en el Sábado Santo
después del medio día.
Canon 1253.
En estos cánones nada se muda acerca de los indultos particulares, ni acerca de los votos de cualquier persona física o moral,
ni tampoco acerca de las constituciones y reglas de cualquier religión o instituto aprobado, ya de varones, y a de mujeres, que viven
en común, aunque sea sin votos.
Canon 1254.
Párrafo 1.° Están obligados a la ley de la abstinencia todos los
que hayan cumplido los siete años de edad.
Párrafo 2.° Están obligados a la ley del ayuno todos desde los
21 años de edad cumplidos hasta los 59 también cumplidos, esto es,
que hayan empezado el sexagésimo (ad inceptum sexagesimum).
N O T A : L a observancia de los cánones 1250 a 1254, sin duda
debe entenderse (como insinúa el canon 1253) sin perjuicio de la
concesión pontificia Ut praesen» periculum, de 12 de Agosto de 1915
sobre la Bula de la Cruzada e Indultos a ella anejos.
REVISTA
MONTSERRATINA
459
CRÓNICA DE MONTSERRAT
Generales
Magníficas y sobre toda ponderación excelentes han sido las impresiones de este último mes de Septiembre, pues que a la tranquilidad y sosiego que siguieron a los trágicos dias del Agosto pasado, vino a asociarse la temperatura más bonancible y suave que
hayamos experimentado durante este año. L a circunstancia, por otra
parte, de sucederse algunas fiestas seguidas, ha contribuido poderosamente a que la aglomeración de visitantes llegara a proporciones
pocas veces vistas ni oídas en nuestros anales. Por este motivo podemos decir que ha estado nuestro Santuario de felicísima enhorabuena, y de un modo especial su Reina y Madre, nuestra divina M o r e nita, ante cuyo glorioso solio de majestad y grandeza han desfilado
legiones innumerables de fervientes devotos. A l verles ascender en
tan gran tropel esta santa montaña, recordábamos gozosos aquellas
palabras de Isaías, que tan bien pueden aplicarse a nuestro Montserrat, al mismo tiempo que nos parecía oir a üuestros romeros invitarse entre sí. «Venid y subamos al monte del Señor y a la casa del
Dios de Jacob, y nos enseñará sus caminos y andaremos en sus senderos: porque de Sión saldrá la ley y la palabra del Señor de Jerusalén.» Esta es, en efecto, la única, la suprema aspiración que guía
el corazón y los pasos de tantos fieles hacia esta Soberana Señora de
nuestros amores: conocer su ley, su doctrina y vivir siempre bajo su
maternal protección y amparo. Es en esta santa montaña de Sión y
ciudad de paz do esperan oir además la dulce y regalada voz de
María para salud y consuelo de sus amantes y afectuosísimas almas. \
Tanta afluencia de gentes, como apuntamos, ha contribuido en i
gran manera a que fueran numerosos y solemnísimos los cultos con ¡
que ha sido obsequiada nuestra Madre durante este mes, habiéndolos j
celebrado por su cuenta y con grandiosa ostentación el Santuario,;
segúu antiquísima tradición, en la solemnidad de su Titular, o sea en
La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen
En su vigilia, después de la Misa conventual cantada, ejecutó la
Capilla de música el grandioso « T e - D e u m » , del insigne maestro monseñor Perosi, por el aniversario de la devolución de la Santa Imagen
a su Trono Milenario en el año 1844. A mediodía, el solemne y alegre
repique de las campanas nos anunciaba la solemnidad de la fiesta,
invitándonos a las sagradas y grandes funciones que bien pronto
debían verificarse. Por la tarde se cantaron Vísperas solemnísimas,
interpretándose admirablemente por nuestra Capilla salmos de Ravanello, Botazzo, Viadana y el «Magníficat» del referido Perosi, las
cuales funciones se vieron muy concurridas.
¿
460
REVISTA
MOHTSEKRATINA
Después del Rosario solemne de la noche, durante el cual estuvo
la Basílica conipleta y magníficamente iluminada y llena a rebosar
de fieles, se cantó la Salve de Agulló y el himno del P. Guzmán, sobre letra de nuestro hermano y ya inspirado vate, el P . D. Conrado A i xelá. A l dia siguiente, la Escolanía, en la Misa matutinal, interpretó
con gran afinación y ajuste una con orquesta de J. Bill y la « S a l v e » ,
también con orquesta, de Lamote. Asistía gran concurso de fieles a
estos oficios, habiendo sido también eu gran número los que durante
toda la miiñana se acercaron a recibir los Santos Sacramentos de la
Penitencia y Eucaristía.
A las nueve menos cuarto nos llamaban de nuevo los sagrados
bronces a la celebración de las funciones pontificales. Reunidas la
Reverenda Comunidad, el Colegio y la Escolanía ante la cámara
abacial para acompañar al Prelailo oficiante, recorría éste en seguida, a los acordes del órgano, las tribunas y las sacristías, entonando [
a su llegada al presbiterio y desde su trono la « T e r t i a » , que venía '
ejecutada por la Capilla de música, alternando en canto gregoriano
con el coro. Acto seguido comenzaba el Pontifical del Rdmo. P . Abad
Coadjutor, ostentando la iglesia su mejor ornato y grandiosa iluminación y luciendo la Santa Imagen de María la riquísima corona de
la Coronación y el precioso vesiido de llama de plata, con primorosos bordados en oro, valiosísima ofrenda de aquel insigne varón y
devoto hijo de la Morenita, que fué en vida D José M . * de Bocabe11a. Se interpretó durante el Pontifical la misa de Tebaldini y el
notabilísimo ofertorio « A v e María», del gran Palestrina. El Padre
D . Anselmo M.^ Albareda, en su inspirada labor oratoria, hizo una
hermosa y delicada glosa de aquella antífona del rezo del dia « N a t i vitas tua Dei Genitrix Virgo.» Loa solemnes oficios pontificales fueron presenciados por incontable número de devotos
Terminados aquéllos y después del rezo de «Sexta» y de «Nona»
por la Rda Comunidad, se organizó la proiesión por las calles y
plazas del Monasterio, que re-ultó solemnísima, asociándosenos el
cielo (contra lo que era de temer, ya que había llovido en la noche
anterior), y luciendo en todo su esplendor los rayoa solares. A l abandonar la procesión el presbiterio, saludaba la Escolanía a la Santísima Virgen con la primera estrofa del « A v e maris stella-, de autor
ignoto, en preciosa factura polifónica Puesto ya en marcha el religioso cortejo, y a los dulces y agradables sonidos del órgano que
alternaba con el canto de aquel himno mariano, traspasaba en seguida el dintel de la puerta de acceso, cuando la Banda de la Escolanía
saludaba a la Morenita con las viriles y entusiastas notas de la
«Marcha Real española.» Todo el claustro, así como las calles y
plazas, estaban repletas del innumerable gentío que se había congregado en nuestro Santuario para honrar a nuestra Madre y celebrar las glorias de su grande e incomparable nacimiento. Las ventanas de los aposentos mostraban vistosas colgaduras; todo aparecía
vestido de loa mejores ornatos, y estaba animado de la más pura alegría. Producía todos los eneantoa de la más placentera visión la encantadora aparición de nueatra Morenita derramando mercedes, prodigando caricias de Madre amorosa, sonriendo a sus fieles hijos.
Durante el trayecto, las agradables marchas religiosas con que nos
regalara la Banda, alternaban con el alegre volteo de las campanas,
los cantos de los escolanes, quienes con sus argentinas voces, alegra-
KKVIBTA H O N T 8 B K R A T I N A
461
ban las tintas de aquel cuadro de belleza y de gloria, y las severas
notas gregorianas, produciendo todo aquel esplendoroso conjunto de
deliciosa harmo.-ía, el más sublime concierto de amor y alabanza a
nuestra Madre la Virgen Santísima L a procesión desfiló por el orden
siguiente: Cruz procesional, insignias basilicales (el
tintinnahulum
y el papiglione), diferentes pendones y estandartes, largas filas de
devotos con hachas, seguidos de los escolanes en grupo de banda,
colegiales, hermanos, s a c e r d o t e s seculares y regulares. Rda. Comunidad, caperos y ministros del altar con recamados y vistosos ornamentos, acompañando al Rdmo. Prelado oficiante. Cerraba la devota
comitiva el Rdmo. P . Abad del Monasterio D. José Deas, en hábitos
prelaticios, asistido de dos mi.njes. La agraciada Imagen de la M o renita, llevada en andas por cuatro de nuestros colegiales y dos hermanos, y a la que daba guardia de honor la fuerza de los mozos de la
escuadra, precedía a la presidencia, y parecía sonreír a las manifestaciones d e amor y piedad de sus fieles devotos. L a Escolanía cantó
en los tres descansos que hizo la procesión, los preciosos motetes
« I n miseriis», « O S a n c t i s s i m a » y «Omni die dic Mariae», de Mitterer. Llegada la devota comitiva a la Basílica, el Rdmo. P . Abad
impartió la trina bendición a loei fieles, dándose por terminados con
este acto los solemnes y grandiosos cultos que en obsequio a la M o renita le habían tributado en aquella jornada de gloria y entusiasmo
mariano el Santuario y s u s fervientes devotos. Sea todo a mayor
honor y alabanza de nuestra Madre.
Por la t a r d e hubo s e l e c t o y notable concierto (del que nos ocuparemos m á s a d e l a n t e ) , delicado obsequio de nuestra simpática Escolanía a los Rdmos. P P . Abades, Rda. Comunidad y otros muy buenos
amigos nuestros invitados al acto. En las funciones de la noche, interpretaron los n i ñ o s escolanes el Rosario con orquesta de A . Abreu,
la «Salve» de J. M . * Ubeda y el grandioso himno de la vigilia, del
Padre Guzmán. Durante todos los días de la octava y después del
Santo Rosario, se hicieron igualmente los ejercicios de la Novena a
la Santísima Virgen.
Los lectores que recuerden los festejos que se dedicaron a Nuestra Señora el año anterior, se habrán percatado tal vez de cuanto
más solemnes fueron que en el presente, debido a otras varias agradables circunstancias que ocurrieron entonces, cuales fueron la
asistencia del Excmo. Sr. Obispo de Barcelona, la intervención de la
Banda militar del Batallón Cazadores de Reus, la organización de
la famosa cabalgata, la profusa iluminación eléctrica del monumento
a l a Inmaculada, y otras. Con ser todo ello verdad, por haberse hecho
más críticas las del año corriente, no por eso han desmerecido un
ápice de los precedentes referidos festejos, antes bien los han superado en punto a animación y devoción de los fieles. De tan magnas
funciones guardarán los mismos perenne y saludable recuerdo. Cuatro dias más tarde celebraba nuestra Madre la Iglesia la fiesta de
El Santo Nombre de Maria,
festividad destinada a encomiar la excelencia del mismo bendito
Nombre, como de igual manera a cantar sns inefables glorias. En la
matntinal cantó la Escolania una misa de Surzynski, y al final una
«Salve» del P . Guzmán. Interpretó también la Escolanía en la con-
462
REVISTA MONTSERRATINA
ventual una de Haller con orquesta, y al ofertorio, el «Tota pulchra
es María*, de Lamote. A todos los actos religiosos de este dfa asistió
notable y devoto concurso de fieles, afanosos de honrar a María en su
santísimo Nombre para, por su yirtud, ser libertados de todo mal en
la tierra, y merecer más tarde los eternos goces del cielo. Las funciones de la noche consistieron en Rosario solemnísimo de B . Socias,
« S a l v e » de M . Casáis y « V i r o l a i » del Rdo. D. Joaquín Rial, Pbro.
La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz,
como todos los años y por ser la Titular de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Barcelona, fué celebrada con los solemnes cultos
acostumbrados, cantándose por la Escolanía en la matutinal una de
las mejores misas de su repertorio, y en la conventual, por la Rda. Comunidad, la delicada gregoriana « K y r i e Deus sempiterne.» L a s funciones de la noche resultaron asimismo muy solemnes. Tenga a bien
el Señor que, por la celebración del misterio de la Exaltación de la
Santa Cruz en la tierra, merezcamos los premios de su exaltación en
el cielo.
La fiesta de los Dolores de la Bienaventurada Virgen Maria,
instituida y dedicada por la Iglesia a venerar la transfixión y padecimientos que sufrió nuestra Madre, según la profecía del anciano
Simeón, para por su memoria conseguir el feliz éxito de la sagrada
Pasión del Señor, fué honrada como otras festividades de Nuestra
Señora, con religiosos y notables cultos y con el mismo gran concurso de devotos que referíamos en las anteriores festividades. Tanto
la Escolanía como la Rda. Comunidad, en todas sus funciones, interpretaron escogidas y devotas composiciones religiosas de renombrados autores.
Fiesta de Nuestra Señora de la Merced y una Misa nueva
Ocurriendo de nuevo en esta solemnidad la circunstancia a que ha
poco aludíamos de seguirse dos fiestas seguidas, fué de tal modo extraordinario el numeroso contingente de fieles que subió en esta ocasión la santa montaña, como no le habíamos visto igual en el decurso
del año. Durante los dos días fué un continuado subir y bajar de trenes,
ir y venir de automóviles y de toda clase de vehículos transportando
viajeros, de los que (por su número tan crecido y la relativa cabida
de los aposentos) tuvieron de quedarse más de mil de ellos sin alojamiento, no quedándoles a muchos otra solución que la de distribuirse
entre los hoteles y «chalets» situados en la falda de la montaña, y que
la de reintegrarse a otros a sus respectivos hogares. N o faltaron
quienes, amparados de la bondad y clemencia pocas veces vista del
tiempo, se acomodaron como pudieron debajo algunos cubiertos y por
la montaña, divisándose por la noche desde nuestras celdas y a la luz
de algunas fogatas, un grupo delante de la llamada «Cova de Fray
Gari».
A tan excelentes condiciones físicas de aquellos días, llenos de
color y de vida, vino a asociarse un acontecimiento de gran relieve
para nuestro Monasterio, cual fué la primera Misa de uno de nuestros
hermanos y antiguo alumno del colegio internacional benedictino de
San Anselmo, en Roma, el P . Luis Palacios, que había recibido dos
RKVISTA
M0NT8KRRATINA
463
días antes el sagrado orden del presbiterado de manos del Ilustrísimo
señor Obispo de Vich, Dr Muñoz. Veamos cómo tan relevantes hechos
con motivo de la festividad de la Santísima Virgen en su hermoso
título de las Mercetles, con los consiguientes cultos en su honor y
nueva Misa, se realizaron en los diches días.
En la vigilia de la festividad, domingo día 23, durante el Rosario, la «Salve» y los Gozos, que fueron muy solemnes, se vió la iglesia
de tal modo invadida del público que asistía a las mismas funciones,
que la llenaba por completo, incluyendo todo el pasadizo central, las
gradas de las capillas y el espacio que está detrás de la reja de hierro,
A l día siguiente la Escolanía interpretó en la matutinal una inspirada misa a voces, de J. Bill, y una « S a l v e » , también a voces, de
Lambert. Estos primeros oficios del día se vieron asimismo muy concurridos y no menos innumerable fué el concurso de fieles que se llegaron a purificar sus almas mediante la recepción de los Sacramentos
de Penitencia y Eucaristía. A las 7, la Kda. Comunidad tuvo la « P r i ma» cantada en música gregoriana. Se reunía esta de nuevo en el
coro para el canto de « T e r t i a » y la Misa conventual cantada, que
celebró el nuevo sacerdote. L a Escolanía ejecutó con irreprochable
gusto y excelente afinación la Misa con orquesta y a cuatro voces, de
Schweitzer, y el ofertorio «Sub tuum praesídium», de S. Giner, Tuvo
la oración sagrada el P . D . Ignacio, quien demostró como «las mercedes que la Virgen Santíbima dispensa a los pobres cautivos mandando la fundación de una orden religiosa que tuviera por objeto su
redención o rescate, ennoblecen su corona de Madre de los cristianos»,
terminando con algunas frases de salutación y encomio para el misacantano. Apadrinaron a éste, nuestro excelente amigo y devoto
montserratino el Rdo, D. Enrique Coll, capellán primero del ejército,
de guarnición en Burgos, y D . ' Isabel Martínez, los cuales ocupaban
BUS lugares de preferencia junto al presbiterio, luciendo además el
señor padrino, sobre su uniforme militar, varias cruces y condecoraciones con la gran placa de capellán castrense. Asistían también y
junto a estos señores, la buena madre del P . Palacios D . * Baltasara
Lozano y su hermano Martín, vecinos de San Adrián de Juarros
(provincia de Burgos) quienes se habían voluntariamente impuesto
el sacrificio de venir a nuestro Montserrat salvando tan grande distancia, más de agradecer todavía en las presentes circunstancias en
que es tan defectuoso el servicio de trenes (desde aquella ciudad a
nuestro Monasterio estuvieron dos días) para tomar parte en tan hermosa e inolvidable festividad.
Felicitamos muy de corazón al P . Luis Palacios, a su señora madre y demás familia, deseando al primero las mejores bendiciones de
lo Alto, en su nuevo ministerio, y a los suyos la abundancia de nuevas
alegrías y consuelos divinos. Para esa hermosa fiesta se habían
editado en Roma magníficos recordatorios, reproducción de dos celebrados cuadros, obra de los insignes artistas italianos Fracassini y
Crespi, que representan escenas de la primitiva Iglesia alusivas a la
dispensación del sagrado orden del sacerdocio.
Terminados los oficios de la mañana, se distribuyó la gente por'la
montaña, cuyas laderas y senderos se vieron muy animados y especialmente los picachos más altos. A la sombra de los árboles y sobre
el verde follaje se improvisaban sus comidas, dando bien pronto
cuenta de las provisiones que habian traído consigo. Era muy intere-
464
BBViaTA
MONTSERBATtNA
aante y curioso, por tanto, el espectáculo que presentaba en aquellos
momentos este siempre típico y simpático monte como pocas veces l o
habíamos presenciado. L a naturaleza, sublime y fascinadora como
nunca, rendía pleitesía y sincero homenaje a su Señora y Reina,
nuestra sin par Morenita.
En la función de la noche y ostentando nuestra «Catedral» la iluminación de las grandes festividades, ejecutó la Escolanía el Rosario
con orquesta, de A . Abreu, la «Salve» de Bienvenido Socías y los Gozos «Rosa d' A b r i l » , de Taltabull.
Tan grandes festividades y obsequios a honra de la Santísima
Virgen produzcan siempre en nosotros aquellos saludables afectos
del alma enamorada de nuestra gran Verdaguer, cuando, dirigiendo
sus ojos a la Reina y Madre de las Mercedes, prorrumpía en estos
sublimes acentos:
Ja may mes me deixéu Iliure
sino per volar al port
quan amb l'hora de la mort
m'arribe Vhora de viure.
La Dedicación de San Miguel Arcángel
En obsequio al glorioso Principe de las milicias angélicas han tenido lugar diferentes cultos y se ha celebrado como todos los años en
su ermita un solemne oñcio, ejecutando la Escolania con su habitual
pulcritud y colorido una misado Suzynski, dedicada aSanta Teresa de
Jesús. Tomaron parte en las mismas funciones bastantes fieles de la
colonia veraniega, por lo que fué muy visitado el santo Arcángel.
Dominicas y otros cultos
Han sido celebradas tales dominicas con los actos religiosos acostumbrados, ejecutando la Capilla de música y la Escolania algunas
misas de M . Haller, Berjens y Schweitzer y los ofertorios «Domine
labia mea aperies», de Comes, «Veni sponsa Christi», de Palestrina y
« A d te l e v a v i » , de Aranaz.
En la dominica X V , por ser al mismo tiempo la tercera del mes,
se verificaron los tradicionales cultos eucaristicos. Expuesto Su Divina Majestad, antes de « T e r t i a » se cantó en la Misa otra de Schweitzer y el ofertorio «Jesús dulcís», de Victoria. En la procesión, que
recorrió el interior del templo, interpretó la Escolania los motates
« O Salutaris Hostia», de Ravanello, y «Verbum caro» de auctore ignoto. Concluido este acto impartió el Rdmo. P . Abad Coadjutor, que
actuaba de preste, la bendición con el Santísimo a los fieles, que llenaban en su casi totalidad la nave de la Basílica.
No menos solemnes han resultado los cultos en honor al glorioso
apóstol San Mateo y a Santa Tecla, patrona de la provincia eclesiástica tarraconense. En ambas festividades hubo primeras y segundas
Vísperas en canto gregoriano y « T e r t i a » también cantada.
Otros solemnes y numerosos cultos han sido sufragados, asi en
dias festivos como feriales, por los fieles, como no se habia visto en
otros meses.
Una solemnísima primera Comunión
Se acercaba por primera vez, el dia 9, al sagrado Convite, el nifto
Salvador Dóriga y 011er a quien acompañaban sus buenos padres don
La procesión frente
al monumento
de la Inmaculada.—(Fot.
Bilbeny)
Fiesta patronal
de Montserrat: Un d e t a l l e d e la procesión.—(Fot. B i l b e n y ) ,
REVISTA MONTSERRATINA
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Eduardo López Dóriga y D . » Amparo Oller y Padrol de Dóriga. Tuvo
efecto tan conmovedor y piadoso acto en el altar mayor de nuestra
Basílica que presentaba magnífico golpe de vista por su ornato y
brillante iluminación. El presbiterio estaba ricamente alfombrado
ocupando un lugar de preferencia el angelical niño asistido de sua
padres. Se asociaron igualmente a tan devota y tierna ceremonia las distinguidas familias Oller y Padrol, Eulate, Montobbio, Janer, Lozoya, Gort, Gou y Tintoré, que recibieron asimismo el Pan
de vida, previa breve exhortación eucarística por el P . Ignacio M.* de
Alós, Durante el Santo Sacrificio cantó la £scolanía los preciosos
motetes «Tota pulchra», de Lamote; « A v e María», de id.; « A v e María», de Bonvin, S. J.; « O Jesu mi d u l c i 8 s i m e » , d e Olmeda, y al final
de la Misa la « S a l v e » , de Lambert.
Vayan nuestras más cordiales enhorabuenas a tan meritísima familia y especialmente al buenísimo y afortunado nifio, para el cual
deseamos se hagan siempre efectivas en su alma las santas aspiraciones y elevados afectos que embellecen una de las delicadas estrofas de la poesía impresa en el bonito recordatorio, recuerdo de su primera comunión.
El sea para hoy más en adelante
quien apague la sed de mis amores:
en recibirlo sea yo constante,
y por la puerta de mi lengua cante
al entrar en mi pecho sus loores.
T r e s primeras Misas
El día 24 rezaba su primera Misa el Rdo. D . José Paro y Lleyda, .
asistiendo sus padres y familia y actuando de padrinos dofia Josefa
Faro y don Pedro Riberola.
Ofrecía asimismo al Sefior, el día 28, las primicias de su sacerdocio el Rdo. don Jaime Batlle, de la diócesis de Lérida Ofició en la
conventual, durante la cual cantó la Rda. Comunidad la misa gregoriana «Cunctipotens genitor Deus» Actuaba de presbítero asistente
el Rdo. don Pedro Cunillera, Pbro. Se hallaban presentes su madre y
hermanos. Fueron padrinos su cuñado don Ramón Olomi y su hermana doña Marina Batlle.
El día 30 cantaba su primera Misa el Rdo. don Francisco X . V i dal. Resultó muy devota y solemne.
Mil enhorabuenas.
Romerías
Se encontraba el dia de la Natividad de la Santísima Virgen una
devota romería del Pueblo Nuevo, barriada dé Barcelona, para visitar a Nuestra Señora y encomendarse a sus cuidados en la crítica
hora presente. L a presidía su venerable Sr. Cura-párroco. Entre los
diferentes actos religiosos con que obsequió a la Morenita, siempre
recordaremos con placer la afinación y exquisito gusto con que fué
cantado por los jóvenes de ambos sexos de la parroquia la misa « K y rie fons bonitatis» en el camarín de la Virgen y en el mismo día de
su festividad, antes del Pontifical.
Tres días pasó en este Santuario otra romería de Bellpuig, compuesta de unas 120 personas, presididas igualmente por el Sr. Gura-
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BKVIBTA
MONTBKRBATIKA
párroco don José Ferrer, Pbro., para impetrar de la Señora el inesti mable beneficio de la paz en los aciagos días que atravesamos. Practicaron diferentes actos religiosos e hicieron diferentes excursiones
por la montaña, oyendo una JVIísa de Comunión general con plática
preparatoria en el camarín, el último día y como despido de la Santisima Virgen.
Estuvieron también ambas romerías en la Santa Cueva. Nuestra
Madre premie a tan buenos hijos suyos.
El día 22 del próximo mes es esperada en este Santuario la del
arciprestazgo de Martorell que se realiza cada 5 años y que promete
ser en el presente muy numerosa y devota.
L a de Tarrasa, así como la de Sabadell, han suspendido por este
año su venida a causa de no haber querido poner a su disposición
la Compañía del Norte, un tren extraordinario, como otras veces
acostumbraba, alegando la causa de la escasez de material ferroviario. L o sentimos de veras,pues se nos privado la satisfacción de edificarnos con los claros ejemplos de piedad religiosa de tan buenos
romeros y del culto que por los mismos recibía Ta Santísima Virgen.
Ella bien se hará cargo, por otra parte, de la imposibilidad tan justificada de verificar su venida en otras condiciones de las de otros
años. Esperamos que en el próximo, si Dios quiere, podrán reanudarla.
Recepción de Ordenes Sagradas.—Dos nuevos Sacerdotes en
nuestra Comunidad
El dia 22 recibían los Padres Luis Palacios y Víctor Sousa el
presbiterado y el diaconado respectivamente de manos del Ilustrísim b y Reverendíbimo señor Obispo de Vich Dr. D. Francisco de A .
Muñoz e Izquierdo. Del primero de los citados Padres ya hemos hablado. Por tener que embarcarse dentro de poco el Padre Sousa para
Estados Unidos y Filipinas, recibía al día siguiente y por el privilegio de ordenación «extra témpora» del mismo señor Obispo, el presbiterado. Nuestros más afectuosos y fraternales parabienes y que el
Señor y la Santísima Virgen le deparen buena fortuna en su nuevo
destino. Va el Padre Sousa en compañía de su Superior y nuevo
Prior de Manila el M . R . P . don Agustín Costa.
En la vigilia de la octava de la Natividad de la Santísima Virgen
confería el Reverendísimo Padre Abad Coadjutor después de « P r i m a » ,
la clerical tonsura a nuestros juniones don Eugenio Quintana, don
David Pujol, don Mauro Fábregas, don Roberto Qrau, don Ildefonso
Fernández, don Pedro Celestino Gusi, don Ramiro Auge y don A n drés Aymemí. A l día siguiente, dominica diez y seis después de Pentecostés, recibían las órdenes menores. Ad majara!
Una profesión solemne
También el día 15 hacía su profesión solemne en manos del R e v e rendísimo Padre A bad Coadjutor, el Hermano Félix Mestre. Que el
Señor le conceda la santa perseverancia en la «Escuela del divino
servicio.» ¡Por muchos años!
Vesticiones de niños escolanes
Han tenido lugar algunas en estos dias, habiendo venido varios
de estos niños a ocupar las vacantes que dejan los que salen como
RBVISTA
MONTSERRATINA
467
cada afio de la Escolanía, después de la octava de la Virgen, por haber llegado ya a la edad reglamentaria. Que la Morenita acoja bajo
sn amparo a sus nuevos pajecitos y vele por los que lo han sido
suyos muy queridos hasta ahora, a fin de que no sufra menoscabo su
virtud en medio del mundo.
El funicular a San Juan.—Bendición de las obras
El dia 7 tuvo lugar la bendición de las obras que la Compafiía
anónima de Funiculares y Ascensores esta realizando para la construcción del funicular de Montserrat a San Juan. A las tres y media
de la tarde el Reverendísimo Padre Abad Coadjutor bendijo solemnemente los trabajos del edificio superior de la línea. Acompañaban al
Padre Abad los consejeros de la Compafiía, don Juan y don Miguel
Marcet y don José Rogent y numerosa representación de la colonia
de Montserrat, Las obras de explanación están casi ya terminadas y
laa de construcción van avanzando; de manera que la inauguración
del funicular para la próxima temporada es casi segura.
Después de este acto tuvo lugar la bendición de los edificios que
se han construido en la plaza del Monasterio destinados a la fabricación de arena y material de construcción. Un diario de Barcelona
afirma darse como seguro que las obras del funicular quedarán terminadas a últimos del próximo Octubre, y que en la inauguración
serán invitadas todas las autoridades del Principado, bendiciendo la
obra el Ilustrísimo señor Obispo de Barcelona, Dr. R e i g .
Una donación
Ha sido hecha a la Santísima Virgen por doña María Bach de V i gner, natural de Vich, de un magnifico anillo nupcial cuajado de
preciosos brillantes en agradecimiento a beneficios recibidos. L a
Morenita se lo tenga en cuenta para premiárselo como sabe Ella
hacerlo.
También se han recibido varios ex-votos de algunos fieles, testimonio de nuevas mercedes y gracias dispensadas por nuestra Madre.
Ella sea por siempre bendita.
Algunos actos del Prelado
El día 4 regresaba de Silos el Reverendisimo Padre Abad Coadjutor, a donde había ido, como ya saben nuestros lectores, para asistir a la bendición de aquel nuevo Prelado, el Reverendísimo Padre
Luciano Serrano.
Partía el día 11 para asistir a los funerales que debían tener lugar en la Catedral de Barcelona para el eterno descanso del que fné
en vida dignísimo presidente de la Diputación provincial de Barcelona e insigne patricio D. Enrique Prat de la Riba (q. e. p. d . ) .
Había asistido de igual manera al entierro que se verificó dias antes
en la misma ciudad.
Hoy debe presidir la sesión solemne que ha de tener efecto en
el Monasterio con motivo del segundo «aplech» a nuestro Montserrat
por parte de antiguos alumnos de la Escolanía. El objeto de la reunión es dar a conocer a todos los escolanes el reglamento de su Montepío que empezará a regir en 1.° de Enero de I 9 l 8 .
El día 16 presidía en Monistrol las hermosas funciones y proce-
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MONTSERRATINA
sión de desagravio que en honor al Sagrado Corazón de Jesús se celebran cada año.
Dos tandas de ejercicios espirituales
han tenido lugar durante este mes en nuestro Monasterio, compuesta
de varios señores Sacerdotes de la diócesis de Barcelona la primera,
y de las diócesis de Barcelona, Vich y Solsona la segunda. Han estado confiadas a los Padres Maestro de Novicios, don Silvestre Jofre,
y don Lorenzo M.* Nicomedes.
Huésped ilustre
Hemos tenido la satisfacción de hospedar en nuestro Monasterio
al Ilustrísimo señor Dr. don Juan José Solís y Fernández, Obispo de
Mondoñedo. Llegaba S. E. lima, el día 28 en el primer tren de la mañana, despidiéndose de nosotros al dia siguiente. Quedó el Prelado
muy complacido de su estancia en Montserrat, cuyas bellezas no cesaba de encomiar, encantándole sobremanera la magnificencia del
culto con que aquí es honrada la Santisima Virgen. Dejónos escrito
su autógrafo en el álbum de personajes ilustres. Acompañaba al señor
Obispo su familiar el Rdo. Sr. D . Francisco Reigosa Pedresa, Pbro.
El concierto del día de Nuestra Señora,
con que tuvo a bien obsequiar la orquesta de la Escolanía a los Reverendísimos Padres Abades, Reverenda Comunidad y otras personas
invitadas al acto, resultó notable cual pocos, de una ejecución esmerada y de brillantísimo efecto. Su programa estuvo integrado por
los siguientes interesantes números:
1.» P A R T E . — I . Sinfonía B.»
Allegro con brio—Andante con moto. Beethoven
I I . Sonata n." 3 para violín y piano.
Adagio—Allegro—Largo Allegro. .
Baendel
I I I . Allegro del Concertó Grosso n.° 5. . Haendel
(Orquesta de cuerda)
2.* P A R T E . — I . a ) L'hereu Riera
CumeUas Eibó
b) Sota de l'Olm
Morera
c) El dimoni escuat. . : . . . .
Cumellas Ribo
d) El cant deis aucells
Millet
e) Caneó de Nadal
Pérez
I I . Overtura de « L e Nozze di Fígaro» .
Mozart
Como en otras ocasiones desempeñaron nuestros niños escolanes
brillantemente sn cometido, por lo que excusado es decir cuan acreedores se hicieron a los sin otros y nutridos aplausos con que premió
el auditorio su hermosa labor artística.
Nuestros plácemes más cordiales, y de un modo especial al aventajado alumno José Barros por su valiente destreza en el manejo de
la batuta.
Notas varias
La Romería de Bellpuig fué organizada por el semanario católico
« L a Colmena». El sermón de presentación a la Virgen lo hizo el
Rdo. D . Manuel Torres, y el de la función de despedida el reverendo D . Macario Guitart, arcipreste de Cervera.
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MUMSKKRATINA
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Olvidábamos referir que en la octava de la Natividad de María se
celebraron notables cultos. Terminada la «Tertia» cantada, siguió
la Conventual solemne, en la que ofició el M . Rdo. P . Subprior. L a
Capilla de música ejecutó la misa de Sthele sobre la «Salve R e g i n a » ,
y al ofertorio el « A v e María» de Palestrina. Después de los divinos
oficios tuvo lugar la procesión acostumbrada por el claustro y plaza •
del Monasterio hasta el monumento a la Inmaculada, siendo presen-'
ciado su paso por gran multitud de fieles y con notables muestras de
recogimiento y de piedad.
El pendón principal, en ambas procesiones, en obsequio a la Santísima Virgen, estuvo confiado a nuestros buenos amigos los señores
don Juan Marcet, D. José Trullas y D . Jaime Gorina. Honrónos con
su presencia, en la mentada festividad, el M. Iltre. Sr. Secretario de
cámara y gobierno del Obispado de Gerona, Dr. D. Salvador Rial,
presbítero, quien asistió durante el Pontifical al Rdmo. P . Abad, en
funciones de presbítero asistente.
Reservamos ocuparnos para el próximo Octubre de la reunión
de antiguos escolanes que hoy ha tenido lugar, y especialmente de
los suntuosos cultos con los cuales han querido honrar a nuestra divina Madre, Nuestra Señora de Montserrat.
Doce matrimonios
se han verificadp en este mes de Septiembre a los pies de la Santísima Virgen.
El día 1 se unía en indisoluble vínculo matrimonial don Miguel
Duran y Guix con doña Emilia Huguet. Actuaron de testigos don
Víctor Huguet y Marti y don Francisco Duran y Gaya.
El día 8 lo efectuaba don José Gallinart y Montull con doña Ana
Benet y R o y o . Fueron testigos don Antonio Balín y Vives y don
Manuel Vert y Gomis.
El día 10, don José Vilanova y Trullas con doña Gertrudis Castañé y Turull. Fueron testigos don Jaime Morera y Miró y don Pedro
Nasarre y Puig.
ítem el dia 10, don Modesto Saludes y Tarrida don doña Marcelina Vilanova y Trullas. Fueron testigos don Jaime Morera y Miró y
don Pedro Nasarre y Puig.
El día 12, don José Carrasco y Sauleda con doña Montserrat
Camprodón y Sansalvador. Fueron testigos don Arcadio Camprodón
y Sansalvador, don Jtisto Huguet y Fochs, don Ramón Vichs y Gabarro y don Andrés Mas y Mas.
El dia 13, don Tomás Acero y Casado con doña María Bley y
Serra. Fueron testigos don Baldirio Bordas y Fabrés y don Jaime
Bley y Escoda.
El día 15, don Manuel Vinagre y Español con doña Teresa Cortada y Cascante. Fueron testigos don Joaquín Cortada y Cascante y
don Francisco Cascante y Serra.
El día 16, don Adelino Castell y Baga con doña Irene Trilla y
Gene. Fueron testigos don Ramón Vidal y Adrobí y don Simón
Torren y Monné.
El día 20, don José M . ' Puig y V i l a r con doña Montserrat Vendrell y Pons. Fueron testigos don José Puig y Moré y don Santiago
P u i g y Vilar. Bendijo la unión el Rdo. Sr. Dr. don Joaquín Delgé,
Párroco de Campins.
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REVISIA MONTSERRATINA
ítem el dia 20, don Joaquín Siqués y Sutirá con doña Francisca
Serrat y Buch. Fueron testigos don Pedro Gaju y OUer, don Juan
Sala y Vilar y don Agustín Macias y Camps. Dióles la bendición
nupcial el R d o . don José Gratacós, Pbro., Catedrático del Collell.
El día 22, don Luis Rodríguez y Escalada con doña Gabriela
R i b o y Arabía. Fueron testigos don Martín Rojo y Prat y don Francisco J. Ribo y Arabía.
El día 27, don Juan Altisent y Ceardi con doña Carmen Palmas y •
Guitart. Fueron testigos don Juan Marín y Balmas y don Laureano
López y Bodría. Bendijo a los jóvenes desposados un Padre de la
Congregación del Oratorio.
Algunos de estos matrimonios fueron solemnes, y especialmente
los de los días 12, 20 y 27.
IGNACIO M . * DE A L Ó S .
Monasterio de Montserrat 30 de Septiembre de 1917.
NOTICIAS
MARIANAS
MONTSERRATINAS
Fiesta de la Virgen de Montserrat en Mataró.—ha. Cofradía montserratense de Santa Ana celebró la Natividad de Nuestra Señora con
notable solemnidad. Las tres funciones del dia. Comunión general.
Misa solemne y Novena, viéronse extr;iordinar¡amente concurridas;
en la última actuó de orador el e x P r o v i n c i a l y actual Guardián del
convento de capuchinos de Sarria, M . R . P . Melchor de Tivisa.
La misma fiesta en Manresa.—En igual dia, la Lliga
Espiritual
de Nostra Senyora de Montserrat manresana desempeñó los siguientes actos, A la hora séptima. Comunión general previa plática preparatoria de nuestro Padre Alfonso Gubianas, natural de la localidad. Tres horas después Misa solemne. A las seis de la tarde T r i s a gio mariano cantado por el coro de señoras de la Lliga, sermón por
el citado hermano nuestro, canto de la Salve por la Escolanía y de
despido de la Virgen.
La misma fiesta en Sabadell.—Con no menos solemnidad que en
Mataró y en Manresa, los fieles y devotos de la Santísima Virgen de
Montserrat, de Sabadell, obsequiaron a su excelsa Patrona del 1 al 9
de Septiembre en la iglesia de la Tenencia de la Santísima Trinidad.
El día 1 empezó la Novena a la Santísima Virgen. El coro de las H i jas de María de la Tenencia, dirigido por el maestro M . R i f a , cantó
los Padre Nuestros y una letrilla al final durante toda la Novena.
Por la noche se rezó el Rosario y la Visita Espiritual a la Virgen y
se cantó el Virolay. El día 8, además de la Novena por la mafiana,
también se rezó el Rosario y Visita Espiritual y se cantó la Salve y
Virolay por la noche. El día 9, festividad de la Natividad de Maria,
Patrona de este Monasterio de Montserrat, se rezaron por la mañana
varias Misas y se hizo la conclusión de la Novena. A las 8 se celebró la Comunión general de los devotos de la Morenita y de todas
las Asociaciones de la Tenencia, con plática preparatoria por el señor Teniente Rdo. D . Miguel Nicolau, Pbro., y con cantos apropia-
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MONTSERRATINA
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dos, por el coro de las Hijas de María. A las 10 hubo el Oficio solemne en el que ocupó la Cátedra Sagrada y enalteció las glorias de María el Rdo. D . José Brunet, Vicario. Por la tarde, a las 6, se puso
remate a la brillantísima fiesta cantando el Rosario, el Trisagio mariano y el Virolay y terminando con el besamanos a la Morenita.
Todas las funciones se vieron muy concurridas, en especial las del
dia de la fiesta.
Inauguración
de una Cofradía montserratina en Tiana, cerca
de Barcelona.—Por
conducto de dofia Clotilde Godo, dignísima P r e sidenta de la nueva Cofradía instalada en la parroquia de Tiana, venimos en conocimiento de los cultos, que relatamos, a honor de la
Patrona del Principado y de nuestro Monasterio, y de la institución
de aquélla.Por la mañana hubo solemne distribución del angélico Pan
con sermón preparatorio del R . Joaquín Canals, Ecónomo y Director
espiritual de la Asociación; a las 10 Misa cantada en la Parroqria,
en la que el expresado Rdo. predicó otra vez. A las horas serótinas .
en la capillita de la Virgen se verificó su primera Visita espiritual, ,
luego tuvo lugar el Rosario, Gozos, Virolay y reunión para nombrar ¡
la Junta de la Cofradía. Resultaron electas: Presidenta, la sobredi-;
cha señora Clotilde, promovedora entusiasta de la devoción a Núes- I
tra Señora y Reina; Vicepresidenta, doña Montserrat Coma de A r tusa; Tesorera, doña Concepción Altimira de Gari; Vicetesorera, doña Pepita Feliu de Parellada; Secretaria, doña Josefa Guixá y Bruguera; Vicesecretaria, la señora Antonieta Gari y Altimira; Vocal
de propaganda, seflora Maria Bruguera Solís; Vocal de culto, señora
María Serra Homet, y Vocal de relaciones, señora Salvadora Guiteras de Planells.
La Cofradía comienza con buenos augurios, pues es mucho en población tan diminuta contar de buenas a primeras 119 miembros.
* Unió d'Escolans de Montserrat.»—Esta,
Sociedad ha verificado
su excursión anual a Montserrat el dia 30 de Septiembre revistiendo
este año extraordinaria animación, concurriendo a ella antiguos e s colanes de Barcelona, Lérida. Reus, Tarrasa, Martorell, Sabadell,
Castelltersol, Manresa, Castellvell, San P o l , San Sadurní, Ordal,
Capellades, Badalona, etc. L a vigilia llegaron en gran número acompañados del Excmo. Sr. Duque de Solferino, antiguo paje de la V i r gen, quienes asistieron a la Misa matutinal que al día siguiente celebró con gran solemnidad el Padre Asesor de la «Unió» P . Adeodato
F¿ Marcet asistido de los P P . Fulgencio Albareda y Ildefonso Pinell
también antiguos alumnos de la Escolania; a la Comunión se acercaron todos a la Sagrada Mesa junto con los escolanes, uniéndose asi
en el banquete eucarístico los que un tiempo fueron y los actuales
servidores de María.
Durante la mañana del dia 30 reinó inusitada animación a l a llegada de los trenes y autos que iban conduciendo a los ex-escolanea
que no habían podido llegar la vigilia cambiándose abrazos y saludos
cariñosos entre los que después de muchos años volvían a encontrarse
en el lugar santo donde tan felices días habian pasado en su infancia, comentando entre ellos y recordando con júbilo los accidentes de
su vida infantil pasada entre estas montañas.
A las once y media se reunieron todos en Junta general para leer
y ultimar los últimos detalles del Reglamento de la Hermandad que se
v a a implantar en Enero próximo, hija de l a «Unió» y complemento
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de ella. Acto seguido el fotógrafo del Monasterio Sr. Bilbeny sacó un
grupo de los allí reunidos como a recuerdo de tan simpática fiesta.
Se reunieron luego en fraternal banquete, servido en el mismo refectorio de los escolanes que tantos recuerdos tenía para todos. A l
descorchar el champagne el Sr. Olivella dio principio a los brindis,
deseando que se unieran más y más en estrecho lazo de amistad los
reunidos y los que no pudieron asistir por sus ocupaciones; luego el
Sr. Alemany, leyó muy sentidas cartas y telefonemas de adhesión de
estos, y por fin el Sr.Pons declamó una hermosa poesía alusiva al acto.
Por la tarde se trasladaron a la Escolania, donde se d i o un concierto en el que tomaron parte varios de los antiguos alumnos y los
nifios escolanes. En una palabra, resultó la fiesta un acto muy conmovedor de fraternal armonía entre todos y del que todos se llevaron
un gratísimo recuerdo, deseando repetir la excursión y citándose allí
mismo para el año venidero.
G E N E R A L E S
Festividad de Nuestra Señora de la Merced en su Parroquia de
Barcelona. —Con el esplendor y brillantez de afios anteriores, celebró
el dia 24 de Septiembre la parroquia de la Merced de Barcelona su
fiesta patronal, luciendo sus mejores galas y profusa iluminación,
ofreciendo majestuoso conjunto. El público que se congregó fué inmenso, hasta tal punto que fueron muchos los devotos que no pudieron entrar en la iglesia por no tener cabida en la misma. Con mucha
animación celebróse a las siete de la mañana, misa de Comunión en
la que pronunció sentidos fervorines el Rdo. D . Jaime Batlle, Beneficiado de la parroquia. Una hora más tarde tuvo comienzo la misa
matutinal gregoriana «Alma P a t e r » , que cantó muy acertadamente
la Escolanía. Fué celebrante el Beneficiado reverendo don José Capella, asistido de dos reverendos sacerdotes. A las diez dióse principio al solemne Pontifical, que celebró el Excmo. Sr. Obispo doctor
don Enrique R e i g , asistido de los M . Utres. Capitulares de la Catedral Basílica. L a imagen de la Virgen vestía el hermosa traje regalo
del Sr. Gasó, sus más ricas y antiguas joyas y la corona de la Coronación. L a capilla de música dirigida por el distinguido maestro don
Luis Millet, cantó con su habitual acierto la «Misa del Papa Marcel o » , de Palestrina. Predicó un hermoso panegírico de la Reina de los
Cielos, el P . Indalecio Llera, de la Compañía de Jesús. Terminó el
Oficio con el canto de los Gozos y luego el besamanos que iniciaron
las autoridades. Por la tarde a las seis, con la misma extraordinaria
solemnidad, tuvo principio la solemne Novena, durante la cual la
capilla de música cantó escogidas composiciones religiosas, predicando todos los días el citado P . Llera, Terminó con el canto de la
Salve y los Gozos.
La misma fiesta en el Buensuceso.—Goa gran solemnidad se han
celebrado este año las fiestas de nuestra Patrona la dulce Madre de
las Mercedes, en el Buensuceso. Muchísimos fieles han acudido a
ganar el jubileo y a los diversos actos con harta devoción a Nuestra
Santísima Madre. Este afio la afluencia ha sido extraordinaria. A
media noche se cantó la misa y se repartió la Comunión y dióse la
absolución general, como estaba anunciado. El templo se llenó por
completo. L a misma concurrencia a la mañana, sobre todo a la misa
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MOKTSERRATINA
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mayor. El templo estaba rebosante de fieles ya antes de empezar la
misa. Cantóse la X I I Gregoriana, dirigida por el Padre Manuel Sancho. Se ejecutó con delicadeza confirmando las palabras de P í o X que
el canto gregoriano no aminora la solemnidad, antes la aumenta.
Ocupó la sagrada Cátedra el M . l l t r e . Sr. Dr. D. Antonio Martínez,
Canónigo Doctoral de Tortosa, quien predicó también por la tarde.
NOTICIAS
DE L A O R D E N
Solemne bendición del nuevo Abad de Silos. Lucidísima en extremo resultó la bendición solemne del Rvdmo. P . Luciano Serrano.
Para que de ello se formen cargo nuestros lectoress copiamos del acreditado Diario de Burgos la siguiente relación:
«Desde muy temprano la animación en el monasterio era grande.
Y en el pueblo dia de plena fiesta mayor.
Los muchos religiosos y sacerdotes celebraron la misa. Los señores Prelados de Salamanca y Jaén en el altar de Santo Domingo.
Se ultimaron los preparativos, y a las nueve y media iba hacia la
iglesia, por ol claustro alto, la interesante comitiva. Los religiosos
carmelitas, franciscanos, pasionarios, maristas, jesuítas... El Abad
de la Trapa, de birreta y capisayos blancos; el de Valbanera, de birreta y capisayos negros; los obispos de Salamanca y Jaén, rodeando
al Excmo. Arzobispo de Burgos, y detrás, de capa magna negra, luciendo vistoso roquete y rodeado de los abades de Montserrat y L i gugé, benedictinos, de capisayos negros, el abad de Silos, P . Luciano Serrano.
Y detrás las comisiones y los invitados: en primer término la
Diputación de Burgos y los representantes en Cortes.
Iba el P . Luciano conmovido, agradeciendo con sonrisas bondadosas las señaladas manifestaciones de respeto y de gozosos parabienes de la distinguida y numerosa concurrencia.
L l e g ó al coro la procesional comitiva, que recordaba rituales históricos de nuestras crónicas y cronicones, estaban en grupo los Padres benedictinos de Silos aguardando a su celoso e inteligente abad
para rendirle sus votos de amor filial, y recibieron su bendición y
las de los prelados y abades asistentes.
Un clamoroso rumor, moviéndose de acá para allá la muchedumbre, se oyó al pasar del coro a la iglesia la comitiva. Miradas ansiosas se fijaban en los personajes, en los príncipes eclesiásticos y buscando con fijeza la figura del P . Luciano.
En el presbiterio, bajo solio, tomó asiento el Excmo. Sr. Cadena
y Eleta, que entonó solemnemente la Tertia y asistido por los padres
benedictinos y siendo preste el Prior, se revistió con los ornamentos
pontificales.
Frente al señor Arzobispo, al lado de la Epístola se sentaron en
sus tronos los obispos y abades.
A l lado de la Epístola también y fuera del presbiterio se hallaba
colocado el altar para la celebración del ritual por el abad de Silos.
A l l i , a la vez que el señor Arzobispo, se revisten con capa pluvial y
mitra los abades de Montserrat y L i g u g é , Padres Dom Antonio Marcet y Dom Leopoldo Gangain, que asistían al P . Luciano.
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HONTSKRRATINA
Revestido éste de capa pluvial y con birreta negra empezó la solemne misa y el majestuoso ceremonial de la bendición.
Los padrinos, Excmos. Sres Condes de Heredia Spínola, ocuparon
sus sitiales y reclinatorios al lado derecho de la nave mayor: allí estaban también con otras señoras la • señora y señorita de Arteche y
los hijos de los Condes.
Magníficas telas cubrían los testeros de los pilares del crucero.
Describir la bendición abacial ocuparía mucho espacio. Y a son
conocidas las ceremonias de la consagración episcopal, y no hay
apenas otra diferencia en esta que la unción del consagrado.
Momentos de suma expresión litúrgica son en tan rico y emocionante ceremonial, cuando el Abad bendecido contesta al Prelado oficiante al interrogatorio, después de leído el mandato de la Santa
Sede, para proceder a la bendición: cuando postrado en el suelo, a la
izquierda del señor Arzobispo, oraba, mientras el coro entona las
letanías y los salmos; cuando presta el juramento, cuando el Prelado
oficiante le entrega el pectoral, el anillo, el báculo y le cubre la cabeza conla mitra; la ofrenda... la comunión...
Desfilaron por el altar mayor, besando el anillo al nuevo bendecido abad, los padrinos. Y levantándose d e un lugar apartado de la
iglesia subieron las gradas del presbiterio los ancianos padres del
reverendísimo Padre Serrano. Vestidos a la usanza de los pueblos castellanos, empujados por una santa alegría, que los hacía llorar, besaron el anillo de su hijo con una reverencia y un espíritu de
devoción delirante. Y fueron acompañados en su gozo por todos los
concurrentes.
El abad bendecido recorrió la iglesia, vestido de pontifical, llevando mitra y báculo; sus bendiciones eran expresiones dlB misión
apostólica.
Nadie que presencie actos como el de ayer y que asista con espíritu, dejará de sentir un aliento de apostolado en todas las ceremonias del ritual: se siente la transmisión evangélica de la gracia, del
ministerio, de la vocación, de la encarnación apostólica.
¡Qué decir del canto hermoso, dominador de la salmodia benedictina! Aquel gradual y aquella alleluya resonaron como algo glorioso.
Concluida la bendición y por el mismo orden, se retiró al Monasterio la comitiva.
El R v m o . P . Luciano recibía las enhorabuenas, y todos besaban
su anillo.
A l llegar al tránsito de la Abadía, el señor Arzobispo, los señorea
obispos y abades abrazaron con singular cariño a su hermano el abad
de Silos,
Durante la comida el joven novicio señor Alcozer, culto alumno
de Filosofía y Letras, dedicó al señor Arzobispo una salutación en
varias lenguas orientales.
A l terminar el café, desde el pulpito del refectorio se leyó la siguiente efusiva carta de S. M . el R e y :
«Rvmo. Sr. Abad:
La especial simpatía que siento por la Orden benedictina y el interés particularísimo que me ha inspirado siempre el insigne Monasterio de Silos, objeto de tan singular predilección por parte de mis
antecesores, hacen que no necesite encarecer la satisfacción que he
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MONTSERRATINA
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tenido al recibir la amable carta en que me anuncia haber sido elegido para el cargo de abad de estU ilustre comunidad.
Muy de corazón le felicito por ello, congratulándome de que sus
venerables hermanos hayan tenido acierto tan grande al designar el
sucesor del reverendo Dom Guépin, de esclarecida memoria, pues las
altas dotes de cultura que le adornan y su celo por el prestigio de la
Orden son prendas seguras de que bajo su dirección el Monasterio de
Silos añadirá nuevos timbres a su preclara historia.
Muy de veras le agradezco, asi como a esa comunidad, el testimonio de su adhesión a mi persona y familia y las preces que eleva
al Altísimo por la prosperidad de mi reinado; y puede estar seguro
de que nunca dejaré de otorgar a ese Monasterio, en cuanto las c i r cunstancias lo consientan, mi protección más decidida y entusiasta.
Enviándole un afectuoso sa udo y rogándole que lo haga extensivo
a sus reverendos hermanos de Orden, me es muy grato, señor abad,
reiterarle la seguridad de la consideración y simpatía con que besa
reverentemente su anillo abacial.—Alfonso.*
L a lectura de la carta de S. M . fué aplaudida con entusiasmo y
con clamoroso ¡Viva el R e y !
Después se leyó otra hermosa felicitación de S. M . la Reina doña
María Cristina, expresiva muestra del afecto que la augusta señora
guarda para la Orden benedictina y de la imborrable memoria de
monseñor Guépin.
También los concurrentes aplaudieron muy de corazón las palabras de la Reina madre.
Finalizó hermosamente la comida entonando el coro de benedictinos sentidos y vibrantes Laudes a los Rvdos. Prelados y abades, y
religiosos y amigos que rendían sus honores al nuevo abad con su
asistencia.
El origen de estos Laudes está en el siglo x i i i , en que Inmar ideó
este sentido homenaje que en ocasiones semejantes rendían los monjes y los cabildos a los Reyes. Los Reyes, precedidos del clero y con
cruz alzada, llegaban al centró de las iglesias y los coros cantaban
sus loas invocando la protección de Dios y de los Santos.
L a cadencia unísona de las voces benedictinas, saturadas de intensidad afectuosa, supo decir ayer los Laudes hasta llegar a la emoción del auditorio, que pidió se repitiera, con ovaciones insistentes,
aquel soberano final ad mullos annos con que los monjes decían cou
toda el alma su felicitación al abad bendecido, y aquel Amén valiente, sostenido, conmovedor.
Después se rezaron las preces de costumbre y con la bendición
del señor Arzobispo se levantó la mesa, desfilando todos los invitados
rebosantes de gratísimas impresiones.»
Plácenos una vez más mandar nuestra calurosa enhorabuena al
nuevo Prelado de Silos.
Fallecimiento
del Abad general de los Monjes
Olivetanos.—El
dia 13 de Septiembre se celebraron en Roma unos solemnísimos funerales por cl eterno descanso del alma de D. Fedebrando PoUiuti,
Abad general de los Olivetanos. Nacido en Piazenza el 24 de Agosto
de 1854, había terminado su estudios en el Colegio Alberoni. En 3 de
Agosto de 1875 tomó el santo hábito en el Archicenobio del monte
Olívete Mayor, en la provincia de Siena, en Agosto del siguiente
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MONTSERRATINA
año emitió sus votos, y en el Febrero de 1877 celebró su primera
misa. Desde este tiempo todas las diversas manifestaciones de su
compleja actividad, se encaminaron al florecimiento de su Orden.
Puede decirse que todos los actuales miembros de ella, fueron discípulos de su disciplina amablemente austera. Fué sucesivamente
maestro de novicios, profesor de bellas letras y de estudios superiores. Prior de Settignano, últimamente en 1889, fué elevado a la dignidad de General de su Orden. Enderizó los individuos y los
monasterios hacia la perfección monástica, según las normas de San
Benito. El Osservatore Romano, de donde tomamos la presente reseña, dice que la muerte de este piadoso varón ha sido sentidísima
por S. S. Benedicto X V , quien le había enviado una especialísima
bendición.
Descanse en paz el ilustre Prelado.
NOTICIAS
VARIAS
La Santa Sede gobernaba hasta ahora las Iglesias de Oriente
mediante una sección de la Propaganda llamada de los ritos orientales. Su Santidad Benedicto X V ha dispuesto sean separadas de la Propaganda estas Iglesias, y ha creado para ellas una Congregación especial. El Soberano Pontífice ha querido manifestar así, cuánto estima
y considera a las cristiandades de Oriente y'su confianza de volverlas a ver ocupar en la Iglesia universal sitio digno a sus incomparables tradiciones. Benedicto X V no podía exteriorizar de manera
más significativa su voluntad de dar vigoroso impulso a un deseo que
habia sido uno de los grandes anhelos de León X I I I y al que Pío X
había aunado su esfuerzo, cuando celebró pontificalmente, en la Basilica Vaticana, entonando los cánticos de la liturgia griega, en el
centenario de San Juan Crisóstomo.
—Bien dijo San Agustín que Dios de los miamos males saca
bienes. Un ejemplo conmovedor de esta verdad nos ofrece actualmente el ejército inglés de operaciones en Francia. En uno de los
números del periódico inglés The Universe, se lee con emocionante
sorpresa que en el frente inglés unos 40,000 soldados protestantes
han vuelto al seno de la Iglesia Católica, abandonando la secta protestante con todos sus errores. No se sabe todavía si este número de
convertidos comprende toda la estadística de todo el año 1916 o un
solo hecho extraordinario aislado. L a manera con que viene redactada la noticia ofrece probabilidades y visos de lo segundo. L a noticia
procede de fuente protestante, y por lo tanto hay que tenerla por menos sospechosa y ofrece garantías de imparcialidad. N o hay duda
que estas hermosas conversiones al Catolicismo débense en gran parte al roce continuo de los soldados protestantes con los católicos y a
la conducta heroica de estos y principalmente de los capellanes militares en los campos de batalla. ¡Cuánto se alegrará la Santa Iglesia
con la vuelta a su amoroso seno de tantos hijos extraviados!
— A los datos consoladores que acerca de los progresos del catolicismo en Norte América traíamos en el mes pasado, podemos añadir otros no menos agradables. Solamente en Chicago ae han construido en 25 años 188 templos y en toda la nación 12,463, algunos
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de ellos amplísimos, esbeltos y magníficos. En especial lo es la Catedral de San Patricio, de Nueva York, cuya construcción ha durado 50 afios y su coste ha sido de 20.000,000 de francos. E l día de su
inauguración puede considerarse como un verdadero triunfo del
catolicismo en aquella gran capital, ya que fué tanta la concurrencia que, a pesar de la amplitud de su>* naves, más de 30,000 personas hubieron de quedarse fuera. Esta populosa ciudad que 200 aftos
atrás contaba apenas con 200 católicos, cuenta al presente con
1.649,403. Finalmente, como prueba de la vitalidad del catolicismo
en Us Estados Unidos, se lee en The Catolic Universal, que se está
tramitando en Roma la creación de cinco nuevas diócesis, el desdoble de tres de las pobladas y de elevar las sedes de Detroil y de Cleveland a metropolitanas.
—Según manifestaciones de Bonar L a w hechas en la Cámara de
los Comunes de Londres, el primer ministro de Inglaterra recibió un
manifiesto con 221,000 firmas, en el que se pide al Gobierno entable
negociaciones de paz.
—La Junta Diocesana de Roma, haciéndose intérprete de la indignación de los católicos por los atroces insultos lanzados con manifiestos anónimos, a la persona y a las obras del Sumo Pontífice, ha
dirigido al Presidente del Consejo y al Ministro del Interior un^ enérgica protesta, afirmando que ellos no están dispuestos a tolerar otra
vez, q r e con pretesto del amor a la patria se ofenda a la augusta
persona del Papa y a todos los católicos en él.
j
Lts Vaillantes du Devoir.—Etudes féminines, par Léon-Rimbault,
Missionaire apostolique, 3.* edition, 1 vol. in 12 de 408 pages,
3'50. P . Téqui. París.
H e aquí uno de los bellos estudios y de gran actualidad, ya que
el feminismo está a la orden del día, por decirlo así, y constituye uno
de los problemas de la cuestión social.
Dos partes contiene esta obra,y en cada una los títulos de los capítulos forman por sí solos un programa lleno de promesas y atractivos. Todo lector podrá juzgar de ello por la simp e enunciación de ¡
los mismos: El deber; Las que/7ten«an, las'que aman, las que lloran,
las que oran, \ M que trabajan, las que luchan.
La segunda parte consta de cinco capítulos de grande interés para
la fe religiosa, social y patriótica: Las mujeres de Francia,—Genoveva y las vírgenes del hogar,—Clotilde y la mujer-apóstol,—Blanca
de Castilla y las madres,—Juana de Arco y el patriotismo.
R. L .
Hemos recibido el volumen X I I de la Lectwro Popular,
Biblioteca
d' Autori Catalans, que contiene algunos modelos de los autores si - ,
478
REVISTA
MONTSERRATINA
guientes: Ángel Guimerá, Poeries y Proses; A . Aulestia, Proses,
M. Genis, Poesíes; Antoni M . Alcover, Prosa; Riera y Bertrán, Poe­
sies; Lluis Tintero, Poesíes; T . Llórente Falcó, Proses; J. Granger,
Poesies; J. Laporta, Proses; Miquel V . Amer, Poesies; J. Botet y
Sisó, Proses; J. Alemany, Poesíes; A . Gili, Poesies; J. L l . Pellicer,
Proses; E . Soler de las Casas, Poesíes y prosa; E. Doria, Poesies;
L l . M . Vidal, i V o » a .
El nombre de muchos de los autores apuntados es por si solo una
excelente recomendación,tanto m i s cuanto que contiene algunos como
A . Guimerá, Alcover, Tintoré, Llórente, etc.,tan conocidos de todos
y tan justamente encomiados. Sin embargo, avalora más el interés
del presente volumen el contener algunas manifestaciones de muchos
de sus Autores bastante ignoradas de la generalidad de los lectores.
A s í , por ejemplo, todos conocen a Guimerá como a excelente drama­
turgo, pero muchos le ignoran como poeta lírico y más como a prosa­
dor. Martí Genis y Aguilar, que dado a conocer ya en esta colección
como a prosista, contiene el presente volumen, un cuaderno dedicado
a su producción poética, etc.
El servicio que semejantes publicaciones, tan económicas por
otra parte, prestan a las letras patrias, huelga el que nosotros lo
advirtamos; bastante lo indica el desinterés con que han sido lleva­
das a cabo por la Ilustrado
Catalana.
A . S. E.
Lts
Sacrements ou la grace de 1' Homme-Dieu par Monseigneur
Besson, Evéque de Nimes, Uzés et Alais. 10.' édition, 2 vol. in
12, 6 francos. Fierre Téqui, Rué Bonaparte, 82, París.
Contiene esta obra varias conferencias cuaresmales dadas por el
Autor en la Catedral de Besan^on, muy elocuentes y sobre todo tan
prácticas y vigorooas, que, casi al igual que las del celebérrimo
Bourdaloue, llaman poderosamente la atención y atraen fuertemente
los ánimos por su encanto y belleza. Una prueba palpable y evidente
de que no exageramos y de que las materias están tratadas con mano
maestra, es que ya en 1914se habían hecho 10 ediciones d é l a mis­
ma obra.
H e aqui su contenido: El primer volumen empieza con tres confe­
rencias sobre la naturaleza y la grada y la grada actual y la gra­
da santificante; después dos conferencias sobre los Sacramentos en
general, una sobre el Bautismo, tres sobre la Penitencia y siete so­
bre la Eucaristía, El segundo consta de dos conferencias sobre la
Confirmación, una sobre la Extrema-Unción, cuatro sobre el Orden,
seis sobre el Matrimonio ( y una sobre el Celibato).
C. A .
Historia de la Filosofía, por D. Patricio Pérez Muga, ex Catedrático
de Filosofía y Teología Dogmática.—Un volumen de 13 */, X 21 V i
centímetros, de V I I I 512 págs. En rústica, Ptas. 4; elegantemente
encuadernado, en tela, Ptas. 5. Luis Gili, Editor, Claris, 82, Bar-'
celona. Apartado 415.
Inspirada en las normas que dieron los Pontífices León X I I I y
P Í O X está la obra del Sr. Pérez Muga. Todas sus páginas respiran
REVISTA MONTSERRATINA
479;
un criterio netamente católico, adoptando siempre las enseñanzas del
Doctor Angélico. Imparcial en la exposición de los sistemas, conoce-'
dor profundo de la materia y cuidadoso en saber seleccionar las ideas ;
de cada filósofo de las de su respectiva époea, nación o sociedad a que '
pertenecieron, ofrece noticia acertada, clara y concreta de todas las '
escuelas filosóficas; analiza y compara y critica sus doctrinas con lucidez y elevación nada comunes, y señala con mano maestra los derroteros que debe seguir la Filosofía para caminar a pie firme en pos de
su ideal entre los fulgores de las ciencias experimentales y la apatía
general por la ciencia de Aristóteles.
L a Historia de la Filosofía del Sr. Pérez Muga es excelente, por
sn método y claridad en la exposición, por su vasto conocimiento de
las escuelas filosóficas y por su originalidad exquisita en muchos puntos difíciles de la Filosofía. El Sr. Pérez Muga ha proporcionado a
los Seminarios y Colegios católicos con su obra un gran servicio.
Cuatro son las partes o épocas en que divide la Filosofía: Filosofía Antigua, que subdivide en oriental, griega y romana.
Filosofía
Cristiana, que comprende la patrística, la escolástica y la del renacimiento; Filosofía Moderna, que se extiende desde Descartes hasta
Kant, y abarca uu sinnúmero de escuelas; y Filosofía Novísima, que
alcanza hasta nuestros días. Cierra su obra con tres grandes capítulos.
En el primero habla de las escuelas contemporáneas, singularizándose
por su acierto y precisión no menos que por su amplitud en las escuelas psicológica y modernista. Expone en el segundo el proceso completo de la filosofía cristiana en el siglo X I X y principios del siglo
X X . Dedica el último capítulo a la filosofía en España en esa misma
época, demostrando conocerla con perfección.
Nada descuida el autor de cuanto se puede apetecer en un libro
destinado a servir de texto en las clases, y no obstante de la abundante materia que encierra, atinadamente condensada y clasificada,
campea la claridad de concepto que, ayudada por la brillantez de
estilo, se lee con fruición y gusto, a pesar de la aridez que de sí trae
la narración de tantos sistemas filosóficos.
De venta en casa del editor y en casa del autor: Haro (Logroño),
Plaza de la Paz, 12, 2."
G. J.
Año cristiano en estampas, dispuesto por F r . Pelegrín de Mataró,
Capuchino. 400 grabados. Constará de 13 tomitos de 8 V , X 13
centímetros, de 64 págs., impresas en papel conché, con un artístico grabado de un santo principal en cada día del mes. En rústica, bonita cubierta en colores, Ptas. 0'35 cada uno; 100 ejemplares, pesetas, 30.—Luis Gili, Librería Católica Internacional,
Claris, 8 2 , Barcelona, Apartado 416.
Acaban de publicarse los meses de Mayo, Junio, Julio y Agosto
del Año cristiano en estampas, que con tanto esmero e interés venimos recomendando a cuantas personas piadosas deseen imponerse en
el conocimiento de los santos y en la determinación de su fisonomía
moral. Estos libritos han venido penetrando con gran facilidad en
numerosas familias cristianas, muchas de las cuales leen por la noche
la brevísima página que comprende la vida, la máxima y la virtud
del santo que corresponde el día siguiente.
G. L .
480
REVISTA
UOHTSERSATINA
t
iTE!ai?/OXjOC3-Í.A.
Difuntos de la Orden
Hno. Jaime Rovira, del Monasterio del Pueyo, el día 11 de Septiembre, a los 68 aflos de edad, 30 de hábito y 26 de votos perpetuos
Rda. M . Escolástica de Jesús, del Monasterio de Cuntis (Pontevedra), a los 75 años de edad y 3() de profesión religiosa.
Rdmo. P . D. Ildefonso M. Polliuti, Abad nulííu» del Monasterio
de Monte Olivete Mayor y General de los Benedictinos-OIivetanos,
el dia 11 de Septiembre, a los 63 años de edad, 41 de profesión religiosa, 40 de sacerdocio y 18 de dignidad abacial y generalato. (Véase su biografía en las ^Noticias de la Orden»).
R . M . Dolores Suerpérez Alvarea, del Real Monasterio de S. P s layo de Oviedo, a los 63 años de edad y 42 de profesión religiosa.
Cofrades, bienhechores y recomendados
Rda. M . Eulalia .Jordana, del Monasterio de Religiosas Hijas de
Nuestra Señora (Enseñanza) de Barcelona, a los 41 años de edad y
28 de hábito.
D. Lorenzo Sans Vidal, el 1." de Septiembre, en Barcelona.
D . Magín Negrevernis Cuyas, el 14 de Agosto, en Arbós del
Panadés.
D . Ramón Sencer Magrinyá, ez-escolán de Montserrat, en Arbós
del Panadés.
R. I . P.
N O T A . - - D a m o s nuestro sentido pésame a las respectivas Comunidades y familias,
rogando a los lectores de la RHVISTA MONSHRATINK ofrezcan algún sufragio ea
favor de estos difuntos. Por ellos ofrecemos una misa el día ai de cada mes, dedicad»
a la memoria de N . P. S. Uenito, A b o g a d o de la buena muerte.
—Rogamos a los directores de Centros de Cofradías que al mismo tiempo que no»
transmiten las noticias de los cultos celebrados, nos avisen también de las defuncione»
ocurrida* en sus respecUvat demarcadoiiM.
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