Capítulo 480 Esplenomegalia & e480-1 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL En la tabla 480-1 se recogen las causas específicas de esplenomegalia. Para establecer el diagnóstico debe realizarse una historia clínica detallada que preste atención a los signos sistémicos (fiebre, sudoración nocturna, malestar, pérdida de peso), junto a un hemograma completo y un estudio minucioso de los frotis de sangre periférica. A continuación se expondrán los problemas más característicos. Seudoesplenomegalia Unas conexiones mesentéricas anormalmente alargadas pueden hacer que el bazo descienda o emigre de su posición normal. El aumento de tamaño del lóbulo izquierdo del hígado, un tumor en el hipocondrio izquierdo o un hematoma esplénico pueden confundirse con una esplenomegalia. Los quistes esplénicos pueden contribuir a una esplenomegalia o simularla; estos quistes pueden ser congénitos (epidermoides) o adquiridos (seudoquistes) tras un traumatismo o un infarto. Los quistes suelen ser asintomáticos y encontrarse en un estudio radiológico hecho por otro motivo. La esplenosis tras la rotura esplénica o un bazo accesorio (presente en el 10% de la población normal) también pueden simular una esplenomegalia; sin embargo, en la mayoría de los casos no son palpables. El síndrome de poliesplenia congénita consiste en cardiopatía congénita, anomalías de los órganos del lado izquierdo, pulmones bilobulados, atresia biliar y seudoesplenomegalia (cap. 425.11). Hiperesplenismo El aumento de la función esplénica (secuestro o destrucción de las células circulantes) se traduce en citopenias periféricas (trombocitopenia, neutropenia, anemia), mayor actividad de la médula ósea y esplenomegalia. Suele ser secundario a otra enfermedad y puede curar cuando se trata la enfermedad subyacente o, si es absolutamente necesario, con la esplenectomía. Esplenomegalia congestiva (síndrome de Banti) La esplenomegalia puede deberse a la obstrucción de las venas hepáticas, porta o esplénica, y puede cursar con hiperesplenismo. La enfermedad de Wilson (cap. 349.2), la galactosemia (cap. 81.2), © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Tabla 480-1 DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA ESPLENOMEGALIA SEGÚN FISIOPATOLOGÍA LESIONES ANATÓMICAS Quistes, seudoquistes Hamartomas Síndrome de poliesplenia Hemangiomas y linfangiomas Hematoma o ruptura (traumática) HIPERPLASIA CAUSADA POR ENFERMEDADES HEMATOLÓGICAS Hemólisis aguda y crónica* Hemoglobinopatías (drepanocitosis en la infancia con o sin crisis de secuestro y variantes falciformes, talasemia mayor, hemoglobinas inestables) Enfermedades de la membrana de los eritrocitos (esferocitosis hereditaria, eliptocitosis, piropoiquilocitosis) Deficiencias de enzimas eritrocitarias (déficit grave de G6PD, déficit de piruvato cinasa) Hemólisis inmune (hemólisis autoinmune e isoinmune) Hemoglobinuria paroxística nocturna Deficiencia crónica de hierro Hematopoyesis extramedular Enfermedades mieloproliferativas: leucemia mieloide crónica (LMC), LMC juvenil, mielofibrosis con metaplasia mieloide, policitemia vera Osteopetrosis Pacientes que reciben factores estimuladores de colonias de granulocitos y granulocitos-macrófagos INFECCIONES† Bacteriana Sepsis aguda: Salmonella typhi, Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo b, Staphylococcus aureus Infecciones crónicas: endocarditis infecciosa, meningococemia crónica, brucelosis, tularemia, enfermedad por arañazo de gato Infecciones locales: absceso esplénico (S. aureus, estreptococos, menos frecuente Salmonella spp. polimicrobiana), absceso hepático piógeno (bacterias anaerobias, enterobacterias gramnegativas), colangitis Viral* Infecciones virales agudas, especialmente en los niños Citomegalovirus (CMV) congénito, herpes simple, rubéola Hepatitis, A, B, y C; CMV Virus de Epstein-Barr (VEB) Síndromes hemofagocíticos virales: CMV, VEB, HHV-6 Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) Espiroquetas Sífilis, especialmente sífilis congénita Leptospirosis Rickettsias Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas Fiebre Q Tifus Micótica/micobacteriana Tuberculosis miliar Histoplasmosis diseminada Blastomicosis de Sudamérica Candidiasis sistémica (en pacientes inmunocomprometidos) Parasitaria Paludismo Toxoplasmosis, especialmente congénita Toxocara canis, Toxocara cati (larva migrans visceral) Leishmaniasis (Kala-azar) Esquistosomiasis (afectación hepática-portal) Tripanosomiasis Fascioliasis ENFERMEDADES INMUNOLÓGICAS E INFLAMATORIAS* Lupus eritematoso diseminado Artritis reumatoide Enfermedad mixta del tejido conectivo Vasculitis sistémica Enfermedad del suero Hipersensibilidad a fármacos, especialmente a fenitoína Enfermedad injerto contra huésped Síndrome de Sjögren Crioglobulinemia Amiloidosis Sarcoidosis Síndrome linfoproliferativo autoinmune (SLPA) Enfermedad linfoproliferativa postrasplante (ELPT) Linfocitosis granular extensa y neutropenia Síndromes de histiocitosis Síndromes hemofagocíticos (no virales, familiares) NEOPLASIAS MALIGNAS Primaria: leucemia (aguda, crónica), linfoma, angiosarcoma, enfermedad de Hodgkin Metástasis ENFERMEDADES POR DEPÓSITO Lipidosis (enfermedad de Gaucher, enfermedad de Niemann-Pick, gangliosidosis infantil GM1) Mucopolisacaridosis (tipo Hurler, Hunter) Mucolipidosis (enfermedad de célula-I, sialidosis, deficiencia de sulfatasa múltiple, fucosidosis) Defectos del metabolismo de los hidratos de carbono: galactosemia, intolerancia a la fructosa Síndrome del histiocito azul marino CONGESTIVA* Insuficiencia cardíaca Cirrosis o fibrosis intrahepática Obstrucción portal extrahepática (trombosis), de la vena esplénica o de la hepática (trombosis, síndrome de Budd-Chiari) *Frecuente. y La infección crónica o recurrente sugiere que existe una inmunodeficiencia subyacente. G6PD, glucosa-6-fostato deshidrogenasa; HHV-6, virus del herpes humano tipo 6. De Kliegman RM, Greenbaum LA, Lye PS: Practical strategies in pediatric diagnosis and therapy, 2.a ed. Filadelfia, 2004, Elsevier, pág. 347. e480-2 & Parte XXI Enfermedades hematológicas la atresia biliar (cap. 348) y la deficiencia de a1-antitripsina (cap. 349.6) pueden producir inflamación, fibrosis y obstrucción vascular hepáticas. Las malformaciones congénitas (ausencia o hipoplasia) de las venas porta o esplénica pueden provocar una obstrucción vascular. La onfalitis séptica o la tromboflebitis (espontáneas o como resultado del cateterismo de la vena umbilical en los recién nacidos) pueden provocar la obstrucción secundaria de estos vasos. Los conglomerados de hematíes falciformes pueden obstruir el flujo venoso esplénico y causar infartos. Cuando el bazo sufre una obstrucción vascular, la esplenectomía cura el hiperesplenismo. Sin embargo, como la obstrucción suele afectar a los sistemas hepático o porta, la derivación portocava puede resultar más útil, ya que tanto la hipertensión portal como la trombocitopenia contribuyen a las hemorragias por varices. BIBLIOGRAFÍA Aslanidou E, Fotoulaki M, Tsitouridis I, et al: Partial splenic embolization: successful treatment of hypersplenism, secondary to biliary cirrhosis and portal hypertension in cystic fibrosis, J Cyst Fibros 6:212-214, 2007. Hilmes MA, Strouse PJ: The pediatric spleen, Semin in Ultrasound CT MR 28:3-11, 2007. Kumar PV, Monabati A, Raseki AR, et al: Splenic lesions: FNA findings in 48 cases, Cytopathology 18:151-156, 2007. Rao VK, Straus SE: Causes and consequences of the autoimmune lymphoproliferative syndrome, Hematology 1:15-23, 2006. Subhasis RC, Rajiv C, Kumar SA, et al: Surgical treatment of massive splenomegaly and severe hypersplenism secondary to extrahepatic portal venous obstruction in children, Surg Today 37:19-23, 2007.