Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario DELITOS DE LESA HUMANIDAD.CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN “LA CACHA”. Se declara la nulidad parcial de la indagatoria. Se confirma el auto de procesamiento con prisión preventiva y embargo, por privación ilegal de la libertad agravada en 37 hechos y doblemente agravada en 91 hechos en concurso real con el delito de tormentos. Se dicta la falta de mérito respecto de 7 hechos.EXPTE.5936/III.28/12/2010. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //La Plata, 28 de diciembre de 2010. AUTOS Y VISTOS: Para resolver en este expediente registrado Crespin bajo s/ el n° 5936/III incidente de rotulado Apelación”, “Miranda, procedente Isaac de la Secretaría n° 1 del Juzgado Criminal y Correccional Federal n° 1 de esta ciudad. Y CONSIDERANDO QUE: I. El recurso Llega a conocimiento del Tribunal el recurso de apelación doctora interpuesto María por Beatriz la Martí, señora en Defensora representación “ad hoc”, de Isaac Crespín Miranda (fs. 457/62), contra la resolución que en copia obra a procesamiento considerarlo fs. con 31/450vta., prisión coautor en tanto preventiva mediato del penalmente dispone el nombrado por responsable del delito de privación ilegal de la libertad agravado por mediar violencia y amenazas, en veintitres (23) casos y de privación ilegal de la libertad doblemente agravado por mediar violencia y amenazas y por haber estado en esa condición por más de un mes y tormentos, en ciento trece (115) casos, y el de tormentos reiterados en ciento casos, todos ellos en concurso real. II. Memoriales 1 treinta y siete (138) Radicadas las actuaciones en esta alzada, el Fiscal general no adhirió al recurso de apelación deducido y en la oportunidad que prescribe el art. 454 del Código Procesal Penal de la Nación, la defensa de Miranda omitió presentar el informe escrito a los fines del artículo citado. III. Los agravios La defensa de Miranda, sostuvo, tanto en el escrito de apelación como en el informe presentado por ante esta Alzada en la oportunidad prevista por el art. 294., que la imputación que se formula contra su defendido carece de fundamentos, resultando a su vez irrazonable e ilegítima, toda vez que la conclusión a la que arribó el a quo, no sería producto de una derivación fundada en la sana crítica o sana lógica racional, sino que tendría como base la “responsabilidad objetiva” que es ajena e impropia al Derecho Penal. Por tales motivos, consideró que debe tacharse de nula la resolución recurrida. Por otra parte, señaló que la prueba colectada en las presentes, no resulta suficiente para atribuirle responsabilidad penal al señor Miranda y señaló que en el caso podría ser de aplicación el instituto establecido en el art. 34° inciso 5to, del código penal. IV. Cuestiones Previas La defensa solicitó la anulación de la resolución en crísis, por los motivos señalados precedentemente. Sin embargo, y, a criterio de esta Alzada, el a quo ha enumerado adecuadamente las pruebas existentes en el sumario, las vinculó a los casos estudiados y detalló los elementos ellos que al le permitieron encartado. responsabilidades de De atribuirle esta acuerdo al participación en forma, construyó las sistema de valoración probatoria consagrado por el artículo 241 del Código Procesal Penal. La magistrado, defensa podrá agraviarse discrepar de la 2 con ausencia el criterio de del elementos Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario probatorios que justifiquen lo decidido, así como de la falta de vinculación entre las pruebas valoradas y la conclusión a la que se arribó, sin embargo, es inadmisible el planteo efectuado, pues la discrepancia puesta de manifiesto sólo constituye una diferencia de opiniones, anticipada a la etapa contradictoria del debate, que tendrá adecuada respuesta en el marco de la apelación planteada. A partir de lo señalado, no prosperará el planteo de nulidad. V. Expediente El e Ministerio impulso de Público la Fiscal. acción en Origen relación del con los imputados en la causa. La presente causa se inició a raíz de la denuncia formulada por el representante del Ministerio Público Fiscal, Félix Pablo Crous, obrante a fs. 1/75 del expediente principal, en la cual se requirió la instrucción por los delitos cometidos en los centro clandestinos de detención que funcionaron en la jurisdicción platense, que estuvieron bajo el comando Operacional cuales se militar 113, en la durante refirió al órbita la que de última la denominada dictadura, funcionara en Área entre la ex los planta transmisora de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires y al que se lo denominaba “La Cacha”. Posteriormente, el Fiscal General Rodolfo Marcelo Molina, en oportunidad de contestar la vista que le fuera conferida por el instructor, solicitó que se separación de la causa, formándose ordenara la actuaciones por cada centro de detención mencionado en la denuncia aludida, lo que fue resuelto favorablemente por el titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional n° 1 de esta ciudad (fs. 145, del expediente principal). Con fecha 26° de febrero de 2010, se amplió el requerimiento de instrucción obrante a fs. 4110/4139 del expediente principal (oportunidad en la que se detallaron los casos de privación ilegal de 3 la libertad, tormentos y homicidios a ser investigados) impulsando la acción por la vindicta pública respecto de Isaac Crespin Miranda. VI. Las imputaciones y el descargo en la oportunidad del art. 294 del C.P.P.N.. En oportunidad de recibirle declaración indagatoria a Isaac Crespín Miranda —en los términos del artículo 294 del Código Procesal calidad de Penal coautor, de la la Nación— privación se le ilegal atribuyó, de la en libertad agravada por mediar violencia o amenazas respecto de Balboa, Eduardo Jorge; Caracoche Martín Daniel; Cédola, Cháves, Julio Cesar; de Gatica, Eduardo Falcone, Ana César; Jorge María; Castilla, Chavés, Alcides; Ademar; Guastapaglia, Jorge Edgardo ; Guastapaglia, Mario Alfredo; Jaquenod, Rubén Gustavo; Mansilla, Mauricio Méndez Cédola, Alejandro; Falcone, Marcela Nelva de Alicia; Mónica; Emeraldo; Liliana Ordoqui, Reyes, Beatriz; Inés Fernando; Martina, Alicia; Souto, Rubén Méndez de Quintella, Rubén Eduardo; Temperoni de Contardi, María Cristina; Temperoni, Alfredo; Rodriguez de Roesler Viviana; Roesler Carlos; Varela, Rodolfo Edgardo y la privación ilegal de la libertad doblemente agravada por mediar violencia o amenazas y por haber estado en esa condición por más de un mes, respecto de Achares, Roberto René; Alaye, Carlos Esteban; Amerise, Roberto Luján; Arce Sahores, Elena; Axat, Rodolfo Jorge; Barla, José Luís; Barrenese, Octavio Alcides; Barrientos, Rubén Darío; Barros de Zaffora, María del Carmen; Beltaco, Julio; Benavides, Dardo Marcelo; Bettini, Antonio Bautista; Bogliano, Adrián Claudio; Bontti, Bojorge, Adriana Stella Clara; Maris; Bozza, Bongiorno, Juan Alberto; Juan Carlos; Bucci, María Silvia; Cagni, Julio Cesar; Calderoni, Teresa; Calvo, Miguel Angel; Carlotto, Laura Estela; Casado, Olga Noemí; Cavalie, Alberto Alfio; Cavalieri, José Luís; Cavecchia, Silvia Inés; Cédola de Monteagudo, Laura Susana; Cerqueira, Edgardo Daniel; Cisneros, Ignacio Manuel; Colman, Esteban; Contardi, Rubén Oscar; Corvalán Ojeda de Suárez Nelson, María Elena 4 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Isabel; Crescimbeni, Daniel; Cuenca, Esteban Rodolfo; Dakuyaku, Ricardo Luís; Delgadillo, María Ilda; Della Croce de Axat, Ana Inés; Depaoli, Raúl Alberto; Di Bastiano, Guillermo Rubén; Díaz, Bonifacia del Carmen; Díaz, Elvira Rosa; Diessler, Alberto Omar; Duarte, Julián Roberto; Elizalde, Raúl Guillermo; Emma, Luis María; Ercole, Margarita Ofelia; Formiga, Gallego, Mario Nora Oscar; Livia; Galmes Fortunato, Moreno, Claudio José; Oscar; García Jorge Cano, Guillermo Marcos; García Martegani, Alejandro Horacio; Gerenschtein, Rubén Enrique; Giourgas, Stella Maris; Golberg, Nina Judith; Guarino, Juan Carlos; Herrera, Ricardo Antonio; Hourquebie Manuel; de Francese, Itzcovich, María Berta Mercedes; Noemí; Leiva Irastorza, de Héctor Bogliano, María Susana; Lombarda, Miguel Angel; Luis, María Elvira; Luna de Beltaco, Elsa Luján; Mainer, María Magdalena; Mainer, Pablo Joaquín; Marrocco Bettendorff, Picardi, Cristina Lucía; Susana Martina, María; Jorge Marrocco Alberto; de Martínez Rodríguez de Dinubila, Norma Beatriz; Mattia, Elsa Beatriz; Mazas, Carlos Milanta, Molino, Adalberto; Patricia Oscar Elsa Mazzocchi Marta; Horacio; Baque, Molina, Monaji Pedro Ricardo Triana, Luis; Victorino; Alberto Horacio; Moncalvillo, Domingo Héctor; Monteagudo, José Manuel; Moreno Herves, Carlos Alberto; Morettini, María del Carmen; Moura, Jorge Horacio; Otahal, Ernesto Carlos; Pareja, José Alfredo; Pascua, Otilio Catán, Patricia Julio; Pérez María; Catán, Picardi Jorge Rodriguez, Enrique; Félix Pérez Eduardo; Piovoso, Antonio enrique; Piza de Paira, Liliana; Quesada de Bearzi, Graciela Irene; Quinterno, Héctor Javier; Quinteros de Morillo, Susana Beatriz; Ramirez Abella de Baibiene, Elba Leonor; Reggiardo, Juan Enrique; Rolli, Carlos Enrique; Rolli, Patricia Nora; San Emeterio, Cesar; Sanchez Rizzo, Federico María; Hugo; Silvestri Scognamillo, de Cagni, Rubén Nora Oscar; Liliana; Seoane Toimil, Slutzky, Samuel Leonardo; Talerico, Daniel Orlando; Tasca, Adriana Leonor; Tolosa de Reggiardo, María Rosa; Toninetti, Daniel Alberto; 5 Torrillas, Néstor Daniel; Tresaco, Mónica Susana; Valle, Juan Carlos; Varela de Guarino, María Elena; Weber Alvarez, Carlos Alberto; Zaffora, Roberto Omar; Di Nubila, Daniel Julio; Pegoraro Luca, Susana Beatriz en concurso real con el delito de imposición de tormentos reiterados en ciento treinta y ocho -138- casos, respecto de las víctimas enunciadas, que fueron identificadas en el Centro Clandestino de Detención denominado “La Cacha”, durante el transcurso del año 1977. Al momento de ejercer su defensa material, Miranda se negó a declarar (fs. 18/29).VII. Procesamiento La resolución en la que se dispuso el procesamiento del imputado se encuentra agregada a fs. 31/450. Dicho pronunciamiento fue dictado en relación a los hechos por los que requirió instrucción el representante del Ministerio Público Fiscal y con aquellos por lo que fue indagado, con excepción de los hechos que damnificaron a Daniel Julio Di Núbila, Susana Beatriz Pegoraro Luca y Rodolfo Edgardo Varela, que carecen de impulso Fiscal. En virtud de lo expuesto, con relación a los casos individualizados, donde se encuentra vulnerado el principio de congruencia que debe regir en todo proceso penal y aquel que impide al Juez instructor proceder de oficio, corresponde declarar la nulidad parcial de la indagatoria que se le recibió al imputado, así como del procesamiento dictado en consecuencia. VIII. Momento histórico en el que se desarrollaron los hechos bajo estudio. 1. El 6 de octubre de 1975 el Poder Ejecutivo Nacional sancionó los decretos n° 2770/75, 2771/75 y 2772/75. a. El primero de ellos creaba el Consejo de Seguridad Interna, integrado por el Presidente de la Nación, los Ministros del Poder Ejecutivo y los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas, que se encargaría de dirigir “…los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión”. 6 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Además, ampliaba las atribuciones que detentaba el Consejo de Defensa - presidido por el Ministro de Defensa e integrado por los comandantes generales de las Fuerzas Armadas- incluyendo las de asesorar al Presidente en lo concerniente a la “lucha contra la subversión”, coordinar esa lucha con las autoridades nacionales, provinciales y municipales, y planear y conducir el empleo de las Fuerzas Armadas, fuerzas de facultaba al seguridad y fuerzas policiales. b. A su vez, el decreto 2771/75 Consejo de Defensa a suscribir convenios con las provincias a los efectos de colocar bajo su control operacional al personal policial y penitenciario. c. Por último, el decreto 2772/75 preveía que las Fuerzas Armadas ejecutarían las operaciones militares y de seguridad necesarias a los efectos de “…aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país”. 2. Lo dispuesto en las mencionadas normas fue reglamentado por la directiva 1/75 del Consejo de Defensa que instrumentó el empleo de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales y demás organismos puestos a su disposición “para la lucha antisubversiva”, y tomó como zona prioritaria, además de otras, la de La Plata. Asimismo, dicha normativa estableció que la acción de todas las fuerzas debía ser conjunta y adjudicó al Ejército la responsabilidad primaria en la dirección de las operaciones que se desarrollaran nacional, la conducción de la control operacional sobre en todo el territorio comunidad informativa y el la Policía Federal, Servicio Penitenciario Federal y policías provinciales. 3. consonancia El con Comandante lo General establecido por del la Ejército, norma en mencionada recientemente, suscribió la directiva n° 404/75 que fijó las zonas prioritarias de lucha, dividió la maniobra estratégica en fases y mantuvo la organización territorial dispuesta por el Plan de Capacidades para el año 1972 –PFE-PC MI72, que 7 consistía en cuatro zonas de defensa, subzonas, áreas y subáreas. 4. Las Fuerzas Armadas derrocaron el 24 de marzo de 1976 al gobierno constitucional presidido por María Estela Martínez de Perón, lo que trajo como consecuencia el control de los poderes públicos y del gobierno nacional por parte de la junta militar que los arrebató por la fuerza e implementó diversas medidas, entre ellas un plan sistemático de persecución y represión ilegal. Dichas fuerzas promulgaron el 29 de marzo de 1976 el estatuto para el “Proceso de Reorganización Nacional” y sancionaron la ley 21.256, instrumentos mediante los cuales asumieron para sí el control de los poderes del Estado. El gobierno dictatorial continuó violentando todos y cada uno de los derechos civiles de los ciudadanos a través del dictado de los 21.461; decretos-leyes 21.338, restableciéndose la 21.264, pena de 21.268, muerte, 21.460 y declarándose ilegales las organizaciones políticas, sociales y sindicales e implantándose la jurisdicción militar para civiles. Con respecto a las directivas, planes generales, órdenes y disposiciones de cada una de las fuerzas en relación “a la lucha antisubversiva” no se habrían producido cambios sustanciales explícitos, aparentando, las dictadas a partir de marzo de 1976, ser continuación de las anteriores, o sólo modificaciones de aspectos coyunturales (ver “La Sentencia”, Tomo I, Imprenta del Congreso de la Nación, año 1987, pag. 78). a. tomaron el represión, Desde poder el momento rigió en verificándose en el de que las país un ahí en Fuerzas sistema más Armadas ilegal un de aumento significativo en el número de personas desaparecidas. En lo que aquí respecta cabe señalar que, de acuerdo a la normativa vigente, el Comando de Zona I estaba dentro Ejército de el la órbita cual operacional tenía asiento 8 en del la Primer Capital Cuerpo del Federal y Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario abarcaba las jurisdicciones de las Provincias de Buenos Aires, La Pampa y Capital Federal. Dicho Comando de la Zona I se encontraba divido en siete Sub-zonas. La Sub-zona once era la que tenía jurisdicción sobre la parte de la Provincia de Buenos Aires donde acaecieron resolución. En los hechos examinados particular, la en la denominada presente Área 113, responsabilidad del Regimiento 7 de Infantería Mecanizada, con jurisdicción en La Plata, Brandsen, General Paz y Monte. IX. Características del Centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” El centro de detención clandestina conocido como “La Cacha”, se encontraba ubicado en la localidad de Lisandro Olmos entre las calles 197, avenida 53 Ruta Provincial n°26 en la calle 47 a cincuenta metros de la entrada principal de la ex Unidad Penitenciaria N° 8 y a cien metros del muro de la Unidad Penitenciaria n° 1 (Cuaderno de Pruebas N° 4, “plano”), es decir que estaba emplazada en territorio bajo jurisdicción del Primer Cuerpo del Ejército, en territorio asignado a la Subzona 11, Área 113. La particular denominación del centro, de acuerdo a lo que se extrae de las declaraciones del Informe CLAMOR (fs. 1937/76 del expediente principal) se debe a un personaje de un dibujo infantil de la época creado por Manuel García Ferre, llamado “bruja cachavacha” quien tenía el poder de hacer desaparecer gente. En dicho inmueble, funcionaba previamente la planta transmisora de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires, dicho inmueble fue transferido provisoriamnte al Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires en el año 1975, mediante el expediente n° 2112-50/75 y definitivamente transferido el 6 de mayo de 1977. (ver fs. 37 de la causa “Portesi”). A fs. 932, 933/34 y 942 del expediente principal, obran tres actas que datan del día 20 de julio de 1984, en 9 las cuales se dejó sentado que en esa fecha se constituyeron funcionarios de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas junto con tres víctimas que fueron alojadas en dicho centro clandestino, a saber, Ana María Caracoche de Gatica, Nelva Méndez de Falcone y María Elvira Luis. En dicho lugar funcionaba antiguamente la planta transmisora de Radio Provincia, en la localidad de Lisandro Olmos, Partido de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Las nombradas procedieron a identificar ese sitio como aquel en donde funcionara el centro clandestino denominado “La Cacha”, lo cual fue posible a partir del reconocimiento que hicieron de las estructuras de dicho edificio y de algunos elementos que se encontraban entre los escombros. Cabe mencionar, que al momento de la inspección ocular, éste había sido demolido. En cuanto a la estructura física del centro, reforzando el testimonio y descripciones de aquellas personas que permanecieron privadas de su libertad en ese lugar, consta en la causa un cuaderno de pruebas denominado “planos” en donde se ha podido reconstruir, en base a las declaraciones prestadas en los “Juicios por la Verdad” los planos de la estructura. Así también aquél labrado por la Co.Na.De.P. durante la inspección in situ mencionada, realizada en el año 1984. Todos ellos resultan coincidentes en cuanto a la descripción física del lugar. Puntualmente, constaban apostada de a tres se niveles algunos trataba de dos cada uno y que era usada metros, edificios una casa para que rodante, practicar interrogatorios. Estaba ubicado en una zona despoblada y se accedía por un camino de tierra. Relatos características de de las las víctimas instalaciones dan cuenta interiores, de que las se ajustan a las de una estación de radio. Fueron mencionados carreteles de cables y maquinarias. De hecho, ellos, recuerdan haber visto la algunos de antena transmisora de la estación (ver fs. 324/vta., 3318/vta., 3266, 366vta. y 387 10 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario del expediente principal). En el marco de la causa 1834/SU (“Bretal de Deschamps, María Laura s/Habeas Corpus”), se confeccionó un plano que responde a la arquitectura del centro clandestino de detención Ricardo referido. Herrera, testimonial en la en Entre otros, oportunidad causa fue de 2533/SU de reconocido prestar los por declaración “Juicios por la Verdad” (fs. 1/24, cuaderno de pruebas n° 6) X. Los hechos. En este punto se detallarán los sucesos acaecidos en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” durante la vigencia del auto-denominado “Proceso de Reorganización Nacional”, en virtud de los cuales fue procesado Isaac Crespín Miranda. Sin cuestiones embargo, relacionadas previamente, con la se formularán valoración de algunas la prueba testimonial y, tras ello, se detallará la información que obra en la permanecido causa respecto privadas de las ilegítimamente personas de su que habrían libertad y que habrían sido torturadas en “La Cacha”. 1. Como se adelantó, en este apartado el Tribunal se referirá al modo en que los diversos elementos de prueba acumulados al sumario deben ser evaluados, así como a la forma en que inciden en la decisión que se adoptará. Con los criterios a que se hará referencia, se responden los agravios de la defensa sobre el punto. 1.1. No obstante que bajo el título “Encuadramiento de los hechos jurídicos del caso. Valoración de la prueba” desarrollado bajo el acápite XII de la causa 3456/III “Tabernero, Reinaldo y otros...” antes mencionada, esta Sala trató la cuestión vinculada con la importancia de las declaraciones testimoniales en torno a la valoración de la prueba en un proceso penal, es conveniente realizar algunas apreciaciones con carácter previo al examen materialidad fáctica de los sucesos investigados. 11 de la Tanto la naturaleza del plan sistemático de exterminio implementado en el período 1976/1983, cuanto la estrategia de impunidad seguida luego por sus responsables para impedir la investigación de estos aberrantes crímenes, tan sólo han tenido la pretensión de escapar del poder punitivo. Estos hechos fueron ejecutados al margen de la ley, en la clandestinidad, ocultando cualquier rastro y previendo su impunidad. Frente a este panorama, no extraña que los testimonios de las víctimas y de sus familiares sean uno de los elementos más importantes del plexo probatorio colectado durante la investigación, no sólo atento las particulares características de los delitos que aquí se investigan, sino fundamentalmente, por la propia coherencia, concordancia y verosimilitud que existe entre ellos. En este punto, es necesario aclarar que el “Informe Clamor”, que fue elaborado a instancias del organismo que lleva ese nombre, perteneciente al Arzobispado de San Pablo, República F. de Brasil, al cual se hará referencia al analizar, en particular, cada uno de los hechos, se encuentra abarcado por las precisiones a las que se acaba de hacer referencia. Ello, puntualmente, porque fue confeccionado en base a las declaraciones que brindaron un grupo víctimas que estuvieron detenidas en el centro clandestino de detención “La Cacha”, y que luego fueron liberadas. 1.2. Esta misma cuestión fue examinada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal al dictar sentencia en la causa 13/84, oportunidad en la que señaló que: “... la prueba testimonial adquiere un valor singular; la naturaleza de los hechos investigados así lo determina... 1°) La declaración testimonial es un medio de prueba que se privilegia frente a modos particulares de ejecución en los que deliberadamente se borran las huellas del delito, o se trata de delitos que no dejan rastros de su perpetración, o se cometen al amparo de la privacidad. En 12 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario tales supuestos los testigos se llaman necesarios... En la especie la manera clandestina en que se encaró la represión, la deliberada anonimato destrucción en el cual de documentos pretendieron y escudarse huellas, sus el autores, avala el aserto. No debe extrañar entonces que la mayoría de quienes actuaron como órgano de prueba revistan la calidad de parientes o víctimas. Son testigos necesarios... 2°) El valor suasorio de esos relatos estiva en el juicio de probabilidad acerca de la efectiva ocurrencia de los hechos que narran... Es un hecho notorio -tanto como la existencia del terrorismoque en el período desaparecían detención que personas, dependientes comprenden existían de las los hechos lugares Fuerzas imputados clandestinos Armadas, de personal uniformado efectuaba permanentes procedimientos de detención, allanamientos y requisas, sin que luego se tuviera noticias acerca de la suerte corrida por los afectados”. 1.3. Las pruebas reunidas en el legajo deben ser valoradas conforme a las reglas de la sana crítica racional, que al decir de Vélez Mariconde “consiste en que la ley no impone normas generales para delictuosos (como las relativas acreditar algunos al cuerpo del hechos delito) ni determina abstractamente el valor de las pruebas, sino que deja al juzgador en libertad para admitir toda prueba que estime útil al esclarecimiento de la verdad (en principio todo se puede probar apreciarla conforme psicología y de a la y las por cualquier reglas experiencia de la común” medio), lógica, (conf., y para de la Vélez Mariconde, Alfredo. Derecho Procesal Penal., Bs. As., 1960, Tomo I, pp. 361 y ss.). 1.4. En cuanto a la evaluación que realizó el a quo de esas declaraciones, debe señalarse que el principio de sana crítica racional, que actualmente recepta nuestro código procesal (artículo 241) limita la libertad del juez a la hora de ponderarla para que lo haga de acuerdo a las leyes del pensamiento y la experiencia, exigiendo -como característica 13 que la diferencia del sistema de la íntima convicción- que funde sus conclusiones. En este sentido, cabe recordar que este principio de la sana crítica racional requiere de dos acciones para la valoración de la prueba: la descripción del elemento probatorio colectado y su valoración crítica, que debe estar dirigida a actualizar su idoneidad para fundar la conclusión en que se apoya el decisorio. Es decir que el magistrado debe, como en el caso de las resoluciones apeladas, expresar cuáles son las razones que, surgidas de las pruebas, determinan la decisión adoptada, indicando cual fue el camino deductivo seguido para llegar a esa conclusión y no sólo la operación mental. Vale aclarar, también, que los pronunciamientos cuestionados están claramente sustentados en principios de lógica, la experiencia común, la psicología y el correcto entendimiento. La sana crítica no se trata, entonces, de un convencimiento íntimo o inmotivado, sino de una convicción lógica y motivada, que se basa, en este caso, en los testimonios de las víctimas, reflejada en la conciencia del juzgador para dar origen al estado de certeza en el que se encuentra (ver: CCCFed, Sala II, causa n° 20.749, “Incidente de apelación de Montes, Oscar Antonio”, rta. el 26/02/2004, reg n° 22.097). 1.5. Se observa de inmediato que la resolución criticada tiene una descripción acabada de la prueba reunida a lo largo del trámite de la causa, una valoración de su pertinencia y un examen de los testimonios en cuestión, vinculándolos con otras constancias de la causa y con la conclusión a la que arriba. 1.6. Puede reconstruirse racional y legalmente el pensamiento del magistrado y puede recrearse el juicio de valor, que implica arribar a una resolución de mérito como la apelada. Así descriptos, valorados y relacionados con otras 14 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario constancias de la causa, los testimonios son pruebas concretas y suficientes que crean la convicción necesaria para corroborar, con el grado de certeza que requiere esta etapa procesal, los hechos que aquí se imputan. Es por ello que no puede sostenerse, como lo hace la defensa, que la resolución pueda ser categorizada como irrazonable. 1.7. También corresponde un examen en relación con la prueba testimonial. Al respecto, la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal al dictar sentencia en la causa 44/85, sostuvo que: “...Es rigurosamente cierto que en los testimonios impugnados abundan la diversidad de matices, que en ellos se advierten contradicciones en detalles, que en algunos casos las declaraciones no son todo lo explícitas que sería de desear. También lo es sin embargo, que todas esas circunstancias que la defensa destaca como anomalías invalidantes de la prueba, lejos de producir ese efecto, no hacen sino convencer sobre la espontaneidad, seriedad y verosimilitud de los testimonios... Los testigos se hallaban en un lugar pequeño, en convivencia promiscua, en situación que debía mantenerlos absolutamente alertas y con todo el tiempo disponible nada más que para detectar detalles sobre lo que los rodeaba... Permanecieron a lo largo de muchos días en condiciones infrahumanas aguardando que les llegara el turno para el tormento o para un destino peor y en tales circunstancias se percibe más que en la vida corriente... En definitiva, lo importante para valorar esta prueba es que la inexistencia de un concierto previo surge de la simple lectura de las declaraciones, ricas en matices, en pequeñas contradicciones y variantes para describir el mismo suceso, es decir, todo lo contrario de lo que puede verse en esas declaraciones demasiada que precisa resultan sospechosas concordancia...” (Ver justamente “Causa por su incoada en virtud del Decreto 280/84 del PEN”, fojas 8738 vta/8740). 15 2. Casos en particular 1) Patricia María Pérez Catán Declaró en el “Juicio por la Verdad” y en el marco de las presentes actuaciones (ver fs. 546/548 y fs. 4222/4226 del principal, respectivamente). De acuerdo a su testimonio, fue secuestrada el día 31 de enero de 1977 cerca de las once de la noche, en momentos en que se encontraba en el domicilio de sus padres, por un grupo de personas encapuchadas, armadas y vestidas de civil, que irrumpieron violentamente en el departamento. Luego es trasladada junto a su hermano Jorge Enrique a un centro de detención Posteriormente la donde permaneció trasladaron al diez centro días detenida. clandestino de detención que ella reconoce como “La Cacha”, donde permaneció hasta el 28 de junio de 1977. Al llegar fue colgada de las piernas y las manos al techo. Luego interrogada, de la ser llevada volvieron a a una trasladar comisaría a “La para Cacha” ser y la alojaron en lo que denominó como “una cuevita”. Describió el lugar como abandonado y sucio, y cree haber estado ubicada en la planta baja. Luego de trasladarla transitoriamente a otro centro clandestino, fue devuelta al centro clandestino “La Cacha”, y fue ubicada en el sótano junto con otras personas. En una oportunidad recuerda que, quien era apodado como “el Oso”, al encontrarla manejándose con mayor libertad, la levantó en peso y la golpeó fuertemente. A ella refieren haberla visto María Silvia Bucci (fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein, Rubén Enrique, Golberg, Nina Judith s/ privación ilegal de la libertad”, cuyas copias corren por cuerda a la presente), Ricardo Victorino Molina (ver fs. 3339/45 del expediente principal, correspondiente a copia de la declaración que prestara en el marco de la Causa “Von Wernich” por ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 1 de esta ciudad), Patricia Rolli con quien compartió cautiverio en la Comisaría Octava luego de 16 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario haber estado ambas en “La Cacha” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), Raúl Elizalde (fs. 408/413vta. correspondiente del expediente a la declaración brindada en principal, la causa n° 1098/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara), Ana María Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41 del expediente principal), Nelva Alicia Méndez de Falcone (ver fs. 95/6vta. de la causa “Portesi”), Javier Héctor Quinterno (fs. 3433/4 del expediente principal) declaración prestada en la y María Elvira causa 657/SU de la Luis (ver Secretaría Unica, agregada en copias a fs. 427/41 del principal y fs. 225 de la causa “Gerenschtein”). También es mencionada como una de las personas que estuvo en el referido centro clandestino de detención en el informe CLAMOR (ver fs. 1958 del principal). Finalmente, según surge del “Libro de detenidos – Comisaría Octava de La Plata”, con fecha 12 de julio de 1977 Pérez Catan habría ingresado a dicho establecimiento figurando como motivo de la detención “Area 113” y como juez interviniente “Area 113”. 2) Oscar Horacio Molino Declaró en la causa 1880/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara el 22 de agosto de 2001 y en el marco de las presentes actuaciones el 25 de noviembre de 2009 (ver fs. 3312/3334 y 3407/09 del expediente principal, respectivamente). El 17 de febrero de 1977 fue secuestrado por un grupo de civiles en la puerta de su domicilio, siendo trasladado a “La Cacha”, en donde estuvo esposado ocho días, luego lo enviaron a otro centro en el que estuvo tres días, para regresar al antes referido, en donde habría permanecido durante ciento treinta y dos días. Alcides Chaves refirió haberlo visto en “La Cacha” y lo identificó como “Cacho” Molino (fs. 1986/97); cabe señalar que al declarar en los “Juicios por la Verdad” la 17 víctima explicó que en dicho centro clandestino era conocido con ese sobrenombre o como “Pelado”, y que al jubilarse se desempeñaba como empleado bancario (ver expediente citado). A su vez, en el informe CLAMOR se identificó a un empleado bancario de cuarenta -40- años apodado “Cacho” y “Camino” (fs. 1937/76). También fue visto en el centro por Silvia Inés Cavecchia (2065/6vta. y 3484/7vta. del expediente principal), María Silvia Bucci, quien lo recuerda como “un estudiante de La Plata llamado Horacio” (fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein, Rubén Enrique y ots. s/ Privación Ilegal de la libertad”, cuyas copias integran la presente) y Ana María Caracoche de Gatica, quien lo identifica como “Camino” (fs. 938/41 y 2067/8 del expediente principal). 3) Julio César Cháves. Declaró en el “Juicio por la Verdad” en diciembre del 2007 y en el marco de las presentes actuaciones con fecha 14 de septiembre de 2009 (ver fs. 1978/84 y 3798/800 del expediente principal). El nombrado manifestó haber sido secuestrado por personal civil disfrazado a fines de febrero de 1977, trasladado a “La Cacha” y torturado durante su permanencia en dicho centro. Refirió haber estado allí entre quince y veinte días. Oscar Horacio Molino lo menciona como una de las personas junto a quien compartió su cautiverio en dicho lugar (fs. 3312/24vta y fs. 3407/9 del expediente principal). 4) Alcides Chaves Declaró en el “Juicio por la Verdad”, en el marco de la causa n° 1996/SU, el 19 de diciembre del 2007 (fs. 1986/97 del expediente principal). El nombrado es hermano de Julio César Chaves y, de acuerdo a su testimonio, fue detenido junto con aquél el 1° de marzo de 1977 por personal civil “que estaba disfrazado”, y luego trasladado a “La Cacha”. Allí fue alojado durante dos 18 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario días en un sótano y luego en la planta baja, donde dice haber estado con “Cacho” Molino. Refirió, asimismo, haber sido torturado con picana durante los interrogatorios y haber estado detenido en el centro veinte días, aproximadamente. Cabe agregar que al declarar en la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Alcides Cháves se expidió en similares términos (ver fs. 3543/4 del principal), y que Oscar Horacio Molino lo nombra como una de las personas junto a quien compartió su cautiverio en el mencionado centro clandestino de detención (fs. 3312/24 y fs.3407/9 del expediente principal). 5) María Magdalena Mainer En la sentencia de la causa n° 13/84 de la Cámara Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal se tuvo por probado que la nombrada fue privada de su libertad el 15 de septiembre personas de que 1976 en dependían la provincia de San operacionalmente del Juan, por Ejército Argentino. También quedó acreditado en esa resolución que Mainer estuvo alojada en el centros clandestino de detención denominado “La Cacha” (caso n° 25). Tales circunstancias también se reflejan en el legajo Co.Na.De.P. n° 2852, formado a su respecto. Fue vista dentro del centro clandestino referido por Nora Patricia Rolli, quien la recuerda como “Lucrecia Mainer”, “la gorda Lucrecia” y “la gorda malena” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73), por Ana María Caracoche de Gatica, quien la recuerda como Lucrecia Mainer (fs. 938/41 y 2067/8) y por Nelva Alicia Méndez de Falcone, que la identifica prestada en la como causa “la gorda 1098/SU, Lucrecia” cuyas copias (declaración obran a fs. 550/563). Es de destacar, además, que la víctima se encuentra incluida en el informe CLAMOR referencia. 19 al que ya se ha hecho Por último, en el juicio seguido contra Von Wernich se tuvo por probado que la nombrada fue víctima de homicidio, el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de diciembre del año 1977. 6) Pablo Joaquín Mainer En la sentencia de la causa 13/84 se encontró probado que el nombrado fue privado de su libertad el 29 de septiembre de 1976 en circunstancias en que se hallaba prestando servicio militar en el Ejército Argentino, en el Distrito Militar de La Plata (ver caso n° 26). Ello también quedó plasmado en el legajo que la Co.Na.De.P. formó a su respecto (n° 2853). Su paso por el centro clandestino de detención “La Cacha” se desprende del informe Clamor, (fs. 1937/1976), donde se informa que lo apodaban “Pecos” y de la declaración de Nelva Alicia Méndez de Falcone (fs. 550/63). A su vez, en el juicio seguido contra Von Wernich se tuvo por probado que el nombrado fue víctima de homicidio, el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de diciembre del año 1977. 7) Domingo Héctor Moncalvillo Su padre prestó declaración ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y allí manifestó que su hijo fue detenido el 18 de diciembre de 1976. En marzo del año 1977 explicó que pudo tomar contacto telefónico con él y que un mes después pudo verlo en la Brigada de Investigaciones ubicada en calle 55 n° 930, oportunidad, ésta última, en la que observó sobre su cuerpo indicios de tortura física producto de la aplicación de picana eléctrica (ver legajo n° 2820). Respecto a su permanencia en el centro clandestino de detención “La Cacha” se expidió María Elvira Luis, quien indicó que Moncalvillo fue una de las personas junto a quien compartió su cautiverio en dicho lugar (fs. 225 de la causa “Gerenschtein, Rubén Enrique y ots. s/ Privación Ilegal de la 20 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario libertad”, cuyas copias integran la presente). A su vez, en el juicio seguido contra Von Wernich se tuvo por probado que el nombrado fue víctima de homicidio, el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de diciembre del año 1977, (ver sentencia de la causa n° 2506/07, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 1 de esta ciudad, cuyas copias certificadas integran el plexo probatorio de la presente investigación) 8) María del Carmen Morettini El secuestro que la damnificó quedó acreditado en la sentencia a la que se arribó en el marco de la causa 13/84 de la Cámara Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal. Concretamente, se sostuvo que la nombrada fue privada de su libertad el 30 de noviembre de 1976 en la ciudad de La Plata, por personas que dependían operacionalmente del Ejército Argentina (caso n° 29). Lo mencionado precedentemente se desprende, además, del legajo de la Co.Na.De.P. que se formó a su respecto, en el que consta, también, un hábeas corpus presentado, por Isidoro Morettini (legajo n° 2822). Por otra parte, Norma Patricia Rolli la nombra como una de las personas junto a quien compartió su cautiverio en el centro clandestino de detención “La Cacha” indicando que su apodo era “la gorda mariel” (fs. 465/71 y fs. 3667/73 del expediente principal). Raúl Guillermo Elizalde la recuerda como una de las personas que colaboraba con los torturadores, y que en la actualidad se encuentra desaparecida; manifiesta que su apodo dentro del centro clandestino era “la gorda Mariel” (v. fs. 408/413vta. del expediente principal). También hicieron mención a su presencia en ese centro María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal), Ana María Caracoche de Gatica, que la identifica como “Mariel” a fs. 938/41 y 2067/8 del expediente principal, María Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein, Rubén Enrique y ots. s/ Privación Ilegal de la libertad”, cuyas copias integran la 21 presente), Nelva Alicia Méndez de Falcone (fs. 550/563 del expediente principal) y Elsa Luna de Beltaco, quien recuerda que Morettini le repartía la comida (fs. 504/20 del expediente principal). María del Carmen Morettini es una de las personas mencionadas en el informe Clamor (fs. 1937/1976), y en el juicio seguido contra Von Wernich se tuvo por probado que la misma fue víctima de homicidio, que se habría llevado a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de diciembre del año 1977 (ver sentencia de la causa n° 2506/07, del Tribunal Oral en lo Criminal certificadas Federal n° integran 1 el de esta plexo ciudad, probatorio cuyas de la copias presente investigación) 9) Daniel Crescimbeni Es enunciado por Patricia Pérez Catán, quien manifestó que permaneció cautiva junto a él dentro de “La Cacha” y que se apodaba “el Grillo” (fs.4222/4226 del expediente). También es nombrado por Ricardo Victorino Molina, quien recuerda a un soldado que estaba haciendo el servicio militar y no era de La Plata (ver fs. 3520/26 y fs. 3339/45, correspondiente a copia de la declaración que prestara en el marco de la Causa “Von Wernich” por ante el Tribunal Oral en lo Criminal principal), principal Federal por y n° Héctor fs. 1 de Javier 223/5 de la esta ciudad, Quinterno causa del (fs. expediente 3433/4 “Portessi, Juan del S/ Denuncia) y como “el Grillo” por Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/413vta. del principal). A su vez es mencionado en el Informe CLAMOR (fs. 1937/76). Daniel Crescimbeni, habría permanecido detenido en “La Cacha” hasta el 28 de junio de 1977, cuando fue trasladado a la Comisaría 8va de esta Ciudad. De ello dan cuenta los testimonios brindados por Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente 22 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario principal). De todas maneras con fecha 12 de julio del año 1977 consta su ingreso en dicha dependencia, de acuerdo al libro de detenidos respectivo, y allí se encuentra inscripto como motivo de la detención: “Area 113”. 10) Héctor Manuel Irastorza De su legajo de Co.Na.De.P. (n° 2279) se extrae que habría sido privado de su libertad el día 10 de febrero de 1977, en momentos en que se encontraba realizando el servicio militar obligatorio en la Provincia de Santa Cruz. Asimismo, en dicho legajo se hallan agregados un escrito hecho a máquina suscripto por Patricia Pérez Catán en donde afirma haber visto al nombrado dentro del centro clandestino de detención y una carta enviada a la familia de Irastroza en la que manifiesta haber conversado en varias ocasiones con Héctor Manuel Irastorza, a quien apodaban “Pesca”. Al primera declarar instancia, en el “Juicio Patricia Pérez por la Catán Verdad” asegura y en haber compartido cautiverio con el nombrado (fs. 546/8 y fs. 4222/6 del expediente principal). También es nombrado por María Elvira Luis, quien refirió que Irastorza le contó que se encontraba haciendo la conscripición en el sur, hasta que fue llevado a Mar del Plata y luego en baúl de un automovil hasta “La Cacha” (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”y fs. 105/108vta. de la causa “Portesi, Juan S/ Denuncia”), por Nelva Alicia Méndez de Falcone, que lo identifica por su nombre y su apodo “Cigüeña” (fs. 550/563 del expediente principal) y por Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13 y 3667/73 del expediente principal) y figura en la lista del informe CLAMOR. 11) María Rosa Tolosa de Reggiardo De acuerdo a lo manifestado por Patricia Pérez Catán en el marco del “Juicio por la Verdad” tomó contacto con María Tolosa de Reggiardo en “La Cacha” toda vez que la asistió en el trabajo de parto. Hizo especial mención que la 23 nombrada tenía las rodillas muy lastimadas, y que la última vez que la vió, fue al momento en que la llevaron a dar a luz (fs. 546/48 del expediente principal). De su legajo de Co.Na.De.P. n° 1835 surge que fue secuestrada el 9 de febrero de 1977 y que su familia habría recibido una llamada anónima que le sugería acercarse al Vicariato General de las Fuerzas Armadas. También surge que en esta última dependencia, su padre, el señor Hipólito Marco Aurelio Tolosa, se contactó con el Monseñor Emilio Gracelli, quien le informó que la joven estaba en un centro clandestino de detención junto con su esposo. Oscar Horacio Molino en el marco del “Juicio por la Verdad” indicó que mientras estuvo detenido en “La Cacha” pudo ver a María Rosa Tolosa de Reggiardo y, en similar sentido, se expidió al declarar ante el juez de la causa (ver fs. 3312/24 y 3407/9 del expediente principal). A su vez, la recuerda del centro Daniel Talerico (fs. 616/27 personas del expediente mencionadas en el principal) informe y es Clamor, una en de las donde se refiere que su apodo era “Machocha” y que estuvo detenida en el centro referido entre marzo y mayo de 1977. 12) Juan Enrique Reggiardo Del legajo de Co.Na.De.P. n° 1834, en el que se relata su caso, se extrae que habría sido privado de su libertad el día 9 de febrero de 1977 en el marco de un operativo realizado en la Fábrica “Hemigraff” de la localidad de Lanús Este, donde trabajaba el nombrado. El padre de quien fuera su esposa, se contactó con el Monseñor Emilio Gracelli, quien formaba parte del Vicariato General de las Fuerzas Armadas, informándole que tanto su hija como su esposo se encontraban en un centro clandestino de detención. Recuerda haber compartido cautiverio con Reggiardo en el centro Patricia Rolli, clandestino de quien refirió 24 detención “La que la víctima Cacha” Nora era apodada Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario “quique” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal). También es mencionado en el informe Clamor (fs. 1937/1976). 13)Carlos Adalberto Massa Fue visto dentro de “La Cacha” por Nora Patricia Rolli, quien afirma que se apodaba “cacho pata de palo” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal) y por Daniel Talerico (fs. 616/27 del principal). A su vez, Ricardo Victorino Molina declaró en estas actuaciones que durante su interrogatorio le preguntaron por él y que Massa estaba alojado en el primer piso (fs. 3463/73 y fs 3520/26 del expediente principal). Molina también refirió que su apodo era Cacho o Cali, lo cual es coincidente con el testimonio brindado por Nelva Méndez de Falcone, quien dijo recordar a un compañero de cautiverio a quien denominaban “Cacho” (fs. 95/6vta. de la causa “Portesi”). Por último, cabe indicar que la víctima es mencionada en el Informe CLAMOR, donde se consignó que estuvo alojado en “La Cacha” de marzo a mayo de 1977 (fs. 1937/1976). 14) Luis María Emma Declaró en el marco de los Juicios por la Verdad el 3 de noviembre de 1999, oportunidad en la que manifestó haber sido secuestrado de su domicilio por un grupo de personas armadas el día 2 ó 3 de marzo de 1977. A su vez, hizo mención a las torturas que recibió durante su detención. De acuerdo a su declaración, luego de varias semanas de haber estado en “La Cacha”, lo introdujeron en el baúl de un auto y lo remitieron a la Comisaría 8va, a donde estuvo detenido hasta recuperar su libertad, aproximadamente un mes (fs. 65/74 del cuaderno de pruebas 6). Las circunstancias narradas por Emma, en cuanto a la descripción del lugar, los apodos de sus captores (“el 25 Francés”, “Pablo”), el modus operandi del secuestro y su liberación (derivado a la comisaría 8va), así como también los nombres y/o apodos de sus compañeros de cautiverio, resultan concordantes con las manifestaciones de la gran mayoría de los detenidos que estuvieron en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época que nos ocupa. También declaró su esposa Delia Edith Abaca, quien ofreció un testimonio coincidente en cuanto al secuestro, y aportó en su declaración que su esposo estuvo ausente por un periodo de cincuenta y seis días (56) –ver sumario n° 703/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara-. 15) Jorge Horacio Moura. En la presente causa brindó testimonio su madre, Velia Nilda Oliva de Moura, quien relató que su hijo fue secuestrado el día 8 de marzo del año 1977, alrededor de las 11 hs., por un grupo de cuatro hombres que se hicieron pasar en un primer momento como personal de SEGBA vestidos con mamelucos azules, presentándose luego como integrantes del Ejército. Con posterioridad a la detención de la víctima, pasaron a buscar a la declarante en un auto junto con las hijas de Moura y las llevaron al Parque Pereyra. Allí se encontraron con Jorge Moura quien se hallaba en la parte trasera de otro vehículo (fs. 3916/7). Jorge Federico Moura, padre del nombrado, presentó una nota ante el Ministerio de Interior (ver fs. 3201/vta. sobre D.I.P.B.A., Legajo Mesa Ds., Varios n°18.364). Oscar Horacio Molino recuerda haber compartido cautiverio con el nombrado dentro del centro clandestino de detención “La Cacha” (ver fs. 3312/24 y fs. 3407/9 se incluye del expediente principal). 16) Elsa Beatriz Mattia En el mencionado informe CLAMOR testimonio de quien por entonces fuera su el esposo, Nestor Daniel Torrillas, quien indica que con fecha 9 de marzo de 26 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario 1977, alrededor armadas, que de las vestían 23 horas, uniformes un y grupo ropa de de personas civil y se trasladaban en autos sin patentes, lo secuestraron junto con la nombrada, que se encontraba embarazada de dos meses. Ya en el centro a Elsa Mattia le hicieron presenciar la sesión de tortura e interrogación de su marido. Luego fue alojada en el sótano durante treinta días, hasta que fue liberada en las proximidades de la casa de sus padres. Dentro de “La Cacha” fue vista por Patricia Pérez Catán (fs. 4222/6 del expediente principal) y por Daniel Talarico, que refiere que su apodo era “Graciela” (fs. 616/26 del expediente principal) 17) Néstor Daniel Torrillas Su testimonio está incluido en el Informe Clamor y del mismo puede extraerse que fue detenido en las mismas circunstancias que Elsa Beatriz Mattia. De dicha declaración también surge que en el centro clandestino de detención denominado “La Cacha” fue sometido a torturas en presencia de su esposa y que lo alojaron en la planta alta del edificio, donde permaneció por 112 días hasta que con fecha 12 de julio del año 1977 lo trasladaron a la Comisaría Octava. Es preciso señalar que en el libro de detenidos de dicha dependencia consta su ingreso y allí se encuentra inscripto que el motivo de la detención es “Area 113”. Dentro de “La Cacha” fue visto por Patrica Pérez Catán (fs. 4222/6 del expediente principal) y por Nora Patricia Rolli, quien afirmó haber compartido cautiverio con él en la planta alta del centro (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal). Esta última refirió, además, que Torrillas era conocido como “Kuki”. 18) José Alfredo Pareja De su legajo de Co.Na.De.P. se extrae que habría sido privado de su libertad la noche del 12 de marzo de 1977 27 (n° 8167). De su paso por el centro clandestino de detención denominado “La Cacha” da cuenta Patricia Pérez Catán (confr. fs. 546/8 del principal y declaración agregada al legajo Co.Na.De.P. n° 6425), y las constancias agregadas al informe CLAMOR - CASO 137 (fs. 1937/76). 19) Alfredo Temperoni De acuerdo a las declaraciones testimoniales prestadas por Inés Alicia Ordoqui, Alfredo Temperoni habría sido detenido aproximadamente el día 17 de marzo y llevado a “La Cacha”, en donde habría permanecido durante 6 días (fs. 3663/6 del principal y fs. 40/53 del cuaderno de prubeas n° 6). Las condiciones de su detención, concuerdan con lo declarado por Mariano Gastón Contardi, nieto del mismo, en el marco del “Juicio por la Verdad” (fs. 97/103 del cuaderno de pruebas N° 6). 20)Rubén Oscar Contardi En el legajo que la Co.Na.De.P. formó a su respecto, constan los testimonios de Juan Carlos Di Doménico, María Josefa Di Doménico de Contardi, Inés Alicia Ordoqui y María Cristina Temperoni de Contardi. De tales declaraciones y de aquella brindada por su hijo, Mariano Gastón Contardi, en el marco del “Juicio por la Verdad” se puede extraer que Rubén Contardi fue detenido cerca de las 22 hs. del 16 de marzo del año 1977, en la cochera sita en la calle 4 y 50 de esta ciudad (ver legajo Co.Na.De.P. n° 6427, fs. 40/53 y 97/103 del cuaderno de pruebas n° 6, y fs. 3663/6 del principal). Además, quien fuera esposa declaró haber presenciado las sesiones de tortura que sufrió su marido en el centro clandestino de detención e Inés Alicia Ordoqui, según lo declarado en el “Juicio por la Verdad” y por ante el Juzgado Federal n° 1 de esta ciudad, señaló que pudo observar a Rubén Contardi en la planta alta de “La Cacha”, que el nombrado divagaba al hablar 28 y que se encontraba muy Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario deteriorado por las torturas recibidas (ver fs. 40/53 del cuaderno de prueba n° 6 y fs. 3663/6 del principal). Nelva Méndez de Falcone declaró haber escuchado cuando el señor Contardi dijo su apellido mientras le estaban tomando sus datos personales dentro de “La Cacha” (fs. 95/6vta. de la causa “Portesi”) y en el informe CLAMOR lo mencionan como una de las personas que estuvieron en dicho centro (fs. 1937/1976). En este último se indica, además, que la víctima estuvo allí alojada entre el 16 de marzo de 1977 y el 7 de julio del mismo año. 21) María Cristina Temperoni de Contardi En el legajo n° 6427 de la Co.Na.De.P. consta el testimonio de Inés Alicia Ordoqui, quien también declaró en el marco del “Juicio por la Verdad” y en la presente causa (ver fs. 40/53 del cuaderno de prueba n° 6 y fs. 3663/6 del principal). La nombrada da cuenta de que Temperoni de Contardi habría sido privada de su libertad aproximadamente el día 17 de marzo del año 1977 y llevada al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí, de acuerdo a la propia declaración de la víctima fue obligada a presenciar una sesión de tortura de su marido. Según los dichos de Ordoqui, Temperoni de Contardi permaneció dentro del centro clandestino de detención durante cinco días hasta ser liberada. 22) Inés Alicia Ordoqui La nombrada declaró en el marco del legajo n° 6427 de la Co.Na.De.P., en el “Juicio por la Verdad” causa 1918/SU (fs. 40/53 del cuaderno de prueba n° 6) y en el Juzgado Federal n° 1 de La Plata (fs. 3663/6 del principal). De acuerdo con sus dichos, ingresó a su domicilio un grupo de personas armadas y uniformadas que se presentaron como “fuerzas conjuntas” que la trasladaron, junto con su prima, la señora Temperoni de Contardi, al centro clandestino de detención “La Cacha”. Tal operativo se habría llevado a 29 cabo aproximadamente el 17 de marzo del año 1977, conforme surge de la presentación obrante a fs. 8 de la causa 1918/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara (cuaderno de prueba n° 6, fs. 40/53). Ordoqui fue vista dentro del centro por María Cristina Temperoni de Contardi (ver legajo Co.Na.De.P. 6427). 23) Guillermo Marcos García Cano En el marco del “Juicio por la Verdad”, Causa 2326/SU, declararon su hija y la madre de sus hijas, Susana Habiaga, (fs. 2558/61 y 2563/67) quienes expusieron que el nombrado, habría sido detenido el 20 de noviembre de 1976 en la Ciudad de la Plata. Asimismo, manifestaron que mientras estuvo cautivo, fue trasladado en reiteradas oportunidades por sus captores, a la casa de sus padres. Recordaron que sus secuestradores, se identificaban como “los carlitos”, así como también se vincularon con quienes se apodaban “el oso”, “el amarillo” y “el francés”. Tales alias, son coincidentes con los utilizados por el grupo de tareas que actuaba dentro del centro clandestino “La Cacha”. En consonancia con lo antedicho, fue visto dentro de la Cacha, por Javier Héctor Quinterno (fs. 223/5vta. de la causa “Portesi y fs. 3433/35 del principal), María Silvia Bucci (fs. 378/83vta.) Raúl Elizalde (fs. 3788/91), Oscar Horacio Molino (fs. 3407/09), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/3269) y por Patricia Nora Rolli (fs. 465/471), quien recuerda que era conocido como “el ingeniero” o “guillermo gonzález” Es mencionado en el informe CLAMOR (fs. 1937/76) y se localizó en el archivo DIPBA, una ficha a su nombre iniciada el 27-8-75. Puntualmente, en el Legajo Mesa Ds., Varios N°. 16.661 se identifica a Guillermo GARCÍA CANO y se indica que “el citado profesional figura como desaparecido.” 24) Graciela Irene Quesada de Bearzi Del legajo n° 3412 de la Co.Na.De.P. se desprende 30 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario que la nombrada habría sido detenida el 17 de marzo de 1977 en la ciudad de La Plata por fuerzas de seguridad vestidas de civil. Dentro del centro clandestino de detencion “La Cacha” fue vista por Patricia Pérez Catán, quien la habría reconocido en una foto que le mostró la madre de la víctima con el sobrenombre de “Marina” (ver legajo n° 3412, ya citado, y, en similar sentido, declaración agregada a fs. 546/8 del principal). También reconocieron haber compartido cautiverio con ella Oscar Horacio Molino (v. fs. 3312/24 y 3407/09 del cuerpo principal), Ricardo Victorino Molina (3339/45 del cuerpo principal), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Nora Patricia Rolli, quien recuerda que era conocida como “Marina” (fs. 465/71, principal), fs. 1008/13, María fs. Silvia 1111/23 Bucci y fs. (fs. 3667/73 378/83vta. del del principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 3433/4 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), Ana María Caracoche principal), de María “Gerenschtein”), Gatica Elvira Juan (fs. Luis Carlos 938/41 (fs. y 225 Guarino (fs. 2067/8 de la del causa 1247/71 del principal), Mauricio Esmeraldo Mansilla (v. fs. 117/25 del cuaderno de prueba n° 6) y Nelva Alicia de Falcone (fs. 550/63 del principal). Asimismo, cabe reseñar que es mencionada en el informe Clamor, donde se consignó que estuvo detenida en el “La Cacha” entre marzo de 1977 y octubre del mismo año (fs. 1937/1976). 25)Antonio Bautista Bettini Habría sido detenido el 18 de marzo de 1977 en la ciudad de la Plata, según se desprende de la declaración brindada por su esposa y su hija en el legajo Co.Na.De.P. n° 6425. Respecto a su permanencia en el centro clandestino 31 de detención “La Cacha” dan cuenta Patricia Pérez Catán (ver fs. 546/8 del expediente principal), Roberto René Achares (fs. 3972/vta. del expediente principal), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), Elsa Luna de Betalco (fs. 504/21 del expediente principal), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/413vta. del expediente principal), Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y 2067/8 del expediente principal), Nelva Méndez de Falcone (fs. 550/563 del expediente principal), Silvia Inés Cavecchia (fs. 385/90vta. y fs. 3484/7vta. del expediente principal), Oscar Horacio Molino (fs. 3312/24 del expediente principal), e Inés Alicia Ordoqui (fs. 3663/6 del expediente principal). Antonio Bautista Bettini es, además, una de las personas mencionadas en el informe CLAMOR como víctima de los hechos que tuvieron lugar en “La Cacha”, y en dicho documento se plasmó que estuvo detenido en ese centro entre abril y junio de 1977. 26) Miguel Ángel Calvo Fue visto en “La Cacha” por Silvia Cavecchia, quien manifestó que la víctima también era conocida como “Cachito”, que había estado tres meses en el centro de detención y que la última vez que lo vió fue el 10 de abril de 1977, fecha en la que fue trasladado (fs. 385/90vta. y fs. 3484/7vta. del expediente principal). Asimismo, al declarar en el Juzgado Federal n° 1 de esta ciudad Cavecchia identificó a Miguel Angel Calvo cuando se le exhibió la foto de fs. 28 del “Cuaderno de Prueba n° 5 – fotos de víctimas”. 27)Silvia Inés Cavecchia Declaró por ante la Audiencia Nacional de Madrid, en el marco investigación de la (ver causa fs. 1098/SU 2065/66, y 385/390 en y la presente 3484/7vta. del expediente principal). Habría sido detenida en la ciudad de Formosa el 1 de Marzo de 1977, junto con 32 Daniel Talerico y Berta Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Itzcovich, y trasladada en avioneta a la ciudad de La Plata durante ese mismo mes. Desde el aeropuerto de esta ciudad la llevaron en un automóvil al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Fue vista en ese lugar por Daniel Talerico (fs. 616/27), Patricia Milanta (fs. 3325/31) y Nora Patricia Rolli (v. fs. 3667/73). Según sus dichos, fue liberada el 20 de abril de 1977. 28) Daniel Talerico Habría sido detenido en la ciudad de Formosa el 1 de Marzo de 1977, junto con Silvia Inés Cavecchia y Berta Itzcovich y trasladado posteriormente al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” en las mismas circunstancias detalladas en el caso precedente (fs. 616/27 del principal). Fue visto en el centro de detención por Silvia Cavecchia (fs. 2065/6vta. y fs. 3484/7vta. del expediente principal), Patricia Milanta (fs. 3325/31 del principal) y habría sido trasladado a la Comisaría 8va el 16 de abril del año 1977 (ver libro de detenidos de dicha dependencia). 29) Berta Itzcovich Habría sido detenida en la ciudad de Formosa el 1 de Marzo de 1977 junto con Silvia Inés Cavecchia y Daniel Talerico, y trasladada posteriormente al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, en las mismas por Silvia circunstancias detalladas en el caso precedente). Fue Cavecchia, vista quien en el refirió centro que la clandestino llamaban “Minuchi” (fs. 385/90vta., fs. 2065/6vta. y 3484/7vta. del principal), por Patricia Milanta (fs. 3325/3331. del cuerpo principal), por Daniel Talerico (fs. 616/27 del principal) y por Nora Patricia Rolli (v. fs. 3667/73 del principal). Habría sido trasladada a la comisaría 8va el 16 de abril del año 1977 (ver libro 33 de registro de dicha comisaría). 30) Carlo Alberto Moreno Herves Según consta en el legajo de Co.Na.De.P. n° 7938, en donde su padre asentó la denuncia por su desaparición, habría sido secuestrado el día 25 de marzo de 1977 por un grupo de civiles fuertemente armados. Es mencionado en el informe CLAMOR ya citado, donde se consignó que su apodo era “Negro Bebán”, que fue visto en el centro clandestino de detención denominado “La Cacha” el 6 de mayo 1977, y que aun sigue desaparecido. 31) Susana Beatriz Quinteros de Morillo En el marco del legajo Co.Na.De.P. formado en relación a la nombrada su madre denunció que su hija fue secuestrada el día 2 de marzo de 1977, en esta ciudad (legajo n° 1053). Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente principal) afirmaron haber tomado contacto con ella dentro del centro clandestino “La Cacha” y la primera de ellas señaló además que la apodaban “Mónica” o “Chamarrita. Con dicho apodo también la recuerda Javier Héctor Quinterno (fs. 3433/4 del principal). Es mencionada, además, en el informe CLAMOR, donde se plasmó que la víctima fue vista en “La Cacha” a mediados de 1977. 32) Patricia Elsa Marta Milanta Según sus dichos habría sido detenida en el domicilio de su familia el 31 de marzo de 1977, por un grupo de personas armadas y vestidas de verde, y trasladada, luego, al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” (ver fs. 3325/31 y 3638/41 padre se expidió en del similar expediente principal). Su sentido al declarar en los Juicios por la Verdad (ver fs. 3332/4 del principal). En “La Cacha” fue vista por Oscar Horacio Molino 34 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario (fs. 3312/24 del expediente principal), Daniel Talerico (fs. 616/27 del expediente principal) y Nora Patricia Rolli (fs. 3667/73 del expediente principal). Habría sido trasladada a la comisaría 8va el 16 de abril de 1977 (ver libro registros de comisaría 8va). 33) Federico Hugo Sánchez Rizzo De acuerdo a lo que surge del legajo n° 3729 de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, el nombrado habría sido secuestrado en la localidad de Villa Elisa el 3 de abril de 1977. En “La Cacha” fue visto por Ana María Caracoche de Gatica (938/941 (legajo n° 3729 y 2067/8), por recientemente Nestor citado), Daniel por Torrillas Oscar Horacio Molino (fs. 3312/24 y fs. 3407/9) y por Elsa Luna de Beltaco, quien lo menciona como “Darío” (fs. 504/521). Elsa Luna de Beltaco y Oscar Horacio Molino lo recuerdan muy deteriorado a causa de las torturas. Asimismo, es mencionado en el informe Clamor (fs. 1937/76), donde se hace saber que su apodo sería “Darío” y que estuvo detenido en “La Cacha” desde 19 de abril y fue visto por última vez en mayo de 1977. 34) Rodolfo Jorge Axat De acuerdo a los testimonios brindados por otras víctimas el nombrado habría estado alojado en el centro clandestino de detención “La Cacha”, junto con su mujer y eran conocidos como “Simon y Simona”. Ello se colige de las declaraciones 378/83vta. del prestadas por principal María y fs. Silvia 31/34vta. Bucci de la (fs. causa “Gerenschtein”, ya citada), por Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del principal), por Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), por Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), por Ricardo Victorino Molina (fs. 3463/73 del expediente principal), por 35 Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 y 3433/4 del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), por Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/413vta. del expediente principal), por Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente principal), y por Nelva Méndez de Falcone (fs. 550/563 del cuerpo principal). A su vez, da cuenta de su estadía en “La Cacha”, la mención que de él se hace en el informe CLAMOR. 35) Ana Inés Della Croce de Axat Fue vista en el centro clandestino de detención “La Cacha” por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), por Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del expediente principal), por Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), por Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1111/23 y fs. 1008/13 del principal), por Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 y 3433/4 del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”, por Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente principal) y por Nelva Méndez de Falcone (fs. 550/563 del principal). A su vez, da cuenta de su estadía en “La Cacha”, la mención que de ella se hace en el informe CLAMOR. 36) Jorge Adelmar Falcone De conformidad con lo declarado por Nelva Alicia Méndez de Falcone (fs. 7/8 del informe CLAMOR, a fs. 95/6 de la causa n° 124.963 “Portesi” y fs. 550/63 del principal) el nombrado habría sido secuestrado en su domicilio el 13 de abril de 1977 por un grupo de seis -6- personas vestidas con ropa del Ejército, quienes se presentaron como pertenecientes a las “fuerzas conjuntas”. Luego, y según los dichos de la nombrada, Jorge Adelmar Falcone habría sido trasladado junto a ella al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” en donde habría sido interrogado en varias oportunidades. 36 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Su permanencia en “La Cacha” se habría prolongado durante 5 días. 37) Nelva Alicia Méndez de Falcone La confección nombrada del fue informe una de CLAMOR, las en responsables donde se de detallan la las circunstancias que rodearon su detención. Tales cuestiones también fueron relatadas en las declaraciones que prestó en el marco de la causa “Portesi, Juan Antonio s/ denuncia” (a fs. 95/6 de la misma) y en los Juicios por la Verdad (fs. 550/563 del expediente principal). En concreto, habría sido secuestrada de su domicilio junto a su marido por un grupo de seis -6- personas vestidas con ropa del Ejército, quienes se presentaron como pertenecientes explicó, fue a las llevada “fuerzas al centro conjuntas”. Luego, clandestino de según detención conocido como “La Cacha” en donde estuvo detenida durante 5 días (legajo Co.Na.De.P. 3021). En el marco de la causa “Portesi” Méndez de Falcone declaró que en el año 1980 visitó el sitio donde estaba emplazada la antigua “Radio Provincia”, y pudo reconocer, allí, el edificio donde estuvo detenida. María Elvira Luis, manifestó haber tomado conocimiento durante su cautiverio que en “La Cacha” también había sido alojada la señora Falcone (fs. 427/41 del principal). 38) Julio Beltaco De acuerdo a las declaraciones brindadas por su esposa tanto en el “Juicio por la Verdad” (fs. 504/21 del principal, vinculada con el sumario 348/SU), como en las presentes actuaciones (fs. 3810/3), se extrae que el señor Beltaco fue secuestrado junto con Elsa Luna de Beltaco –su esposa- de la vivienda que alquilaba, durante la madrugada del 14 de abril de 1977, y que luego fue trasladado con la nombrada al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. 37 La señora Luna de Beltaco declaró que durante su cautiverio en ese centro pudo tomar contacto con su marido y observar que éste había sido severamente torturado. Además, fue visto dentro de “La Cacha” por Patricia Rolli, quien declaró que era conocido como “Enrique” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), y por Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/941 y fs. 2067/8 del principal). En el mentado informe “Clamor", aparece como una de las personas que estuvieron detenidas en “La Cacha”. 39) Elsa Luján Luna de Beltaco De acuerdo a las declaraciones brindada por la nombrada en el marco de la causa 348/SU (fs. 504/520) y en las presentes actuaciones (fs. 3810/3), puede inferirse que habría sido secuestrada junto a su marido durante la madrugada del 14 de abril de 1977, para ser trasladados, ambos, al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí, fue vista por Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del cuerpo principal) y por Nora Patricia Rolli (fs. 1008/1013 del principal), y es mencionada en el informe “Clamor". Habría permanecido en el centro durante treinta y ocho -38- días, siendo finalmente liberada el 22 de mayo de 1977. 40)Ricardo Victorino Molina De acuerdo a las declaraciones recogidas en el legajo Co.Na.De.P. n° 7046, a las testimoniales brindadas por el nombrado en la causa 2506/1/09, caratulada “Von Wenrich”, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 1 de esta ciudad, a lo que explicó en el marco de la causa 1186/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara y a lo depuesto en la presente investigación (ver fs. 981/984, 3339/3345, 3463/73 y 3520/6 del expediente principal), fue secuestrado el 14 de abril de 1977 y trasladado al centro clandestino de detención 38 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario conocido como “La Cacha”. Allí estuvo detenido hasta el 13 de Junio de 1977, fecha en la que fue trasladado a la Comisaría 8va. Según su propio testimonio, fue torturado durante los interrogatorios a los que fue sometido durante su permanencia en aquel centro clandestino de detención, y su apodo era “Pancho” (ver puntualmente fs. 3343 del principal). Además de él, dan cuenta de su estadía en el centro Ana Caracoche principal) y de el Gatica listado (fs. 938/41 confeccionado y fs. 2067/8 para el del informe “Clamor". 41) Mario Oscar Gallego De acuerdo a la declaración brindada por María Beatriz Horrac en la causa n° 332/SU -quien fuera su novia en el año 1977-, habría sido secuestrado el día 14 de abril de 1977, aproximadamente (fs 162/164 del cuaderno de pruba n° 6). Fue visto en el centro clandestino de detención que nos ocupa por Nora Patricia Rolli, quien lo recuerda como “el negro Adrián” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73), por Martín Castilla (3859/62), por Ricardo Victorino Molina (fs. 3339/45), por Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y fs. 4222/6) y por Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8). Adviértase, que las citas indicadas corresponden a la foliatura del expediente principal. Por último, cabe añadir que es mencionado en el informe Clamor, donde se destaca que estuvo en alojado en “La Cacha” desde el 13 abril al mes de agosto de 1977. 42) Ignacio Manuel Cisneros De acuerdo a las constancias extraídas del legajo de la Co.Na.De.P. n° 4226, habría sido secuestrado el día 15 de febrero de 1977 de su domicilio, sito en la provincia de Córdoba. De allí habría sido llevado al centro clandestino de detención denominado “La Perla”, ubicado en las afueras de 39 la ciudad de Córdoba, de la provincia homónima, y luego habría sido trasladado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Fue reconocido en “La Cacha” por Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del expedeinte principal) y María Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”). 43) Rubén Oscar Scognamillo Según se extrae del legajo D.I.P.P.B.A. n° 7503, el alias de la víctima era “Batata”. De conformidad con lo relatado por su padre, Néstor Rubén Scognamillo, al momento de ser secuestrado, se encontraba cumpliendo el servicio militar obligatorio en el Batallón 601 de Comunicaciones de City Bell. En ese sentido, el declarante señaló que el día 14 de abril de 1977 y alrededor de las 22:30 horas Rubén Oscar habría sido detenido por cuatro personas vestidas de civil y fuertemente armadas que irrumpieron violentamente en el domicilio de sus tíos, en donde la licencia. víctima Los se encontraba captores dijeron gozando de pertenecer su al primera Ejército Argentino (ver legajo Co.Na.De.P. n° 677). Posteriormente, habría sido enviado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Eso se desprende de las declaraciones de Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del expediente principal) y Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal). Por su parte, María Silvia Bucci declaró a fs. 34 de la causa “Gerenschtein” haber tomado conocimiento de que quien repartía la comida en el centro era un soldado conscripto “de la zona de City Bell” y al declarar en el marco de la causa 657/SU nombró a la víctima como una de las personas a quien vió en el centro clandestino de detención (fs. 378/83vta. del principal). Lo anterior también quedó plasmado en el informe CLAMOR, donde se consignó que fue visto en “La Cacha” en 40 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario junio de 1977. 44) Juan Alberto Bozza Fue visto en el centro clandestino de detención “La Cacha” por Patricia Rolli. En la declaración que prestó por ante la Subsecretaría de Derechos Humanos y Sociales de la Nación en el año 1997, aclaró que éste se desempeñaba para esa fecha Nacional como de profesor La Plata de Historia (ver fs. en la 1008/13 Universidad y 3667/73 del expediente principal). 45)Carlos Enrique Rolli De las declaraciones testimoniales brindadas por su hija, Nora Secretaría Patricia Unica de Rolli, esta Derechos Humanos y Sociales en la Cámara, causa en la 1996/SU de la Subsecretaria de y en las presentes actuaciones (ver fs. 465/71, 1008/13 y 3667/73 del expediente principal) se deduce que fue secuestrado de su domicilio el 15 de abril de 1977 a las dos de la madrugada, aproximadamente, por un grupo otras, de personas que fuertemente se vestidas de presentaron armados, civil, como encapuchados, unas, y “fuezas con de fajina, conjuntas”, pelucas, barbas y bigotes postizos, pasamontañas y gorros. En dicha circunstancia, según las declaraciones citadas, habría sido detenido e introducido en el baúl de un auto blanco para ser trasladado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Refirieron haber compartido cautiverio con el nombrado en dicho lugar Nora Patricia Rolli (fs. 3667/73 del principal), trasladada principal), Patricia con la Pérez víctima Catán, (fs. que 546/8 señaló haber sido y 4222/6 del fs. María Silvia Bucci (fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 3433/4) y María Elvira Luis (fs. 255 de la causa “Gerenschtein”). Rolli, a su vez, es mencionado en el informe CLAMOR y habría sido liberado a mediados del julio de 1977, cuando 41 fue trasladado a la Comisaria 8va de esta ciudad (ver libro de detenidos de dicha dependencia). 46) Nora Patricia Rolli De acuerdo a las declaraciones testimoniales brindadas por la nombrada en el “Juicio por la Verdad”, en el legajo n° 2870 de la Co.Na.De.P. y en las presentes actuaciones ( ver fs. 465/71, fs. 1111/23, fs. 1008/13 y fs. 3667/73 del expediente principal), habría sido secuestrada el 15 de abril de 1977 en las mismas circunstancias que fueran descriptas en el caso anterior, y luego trasladada al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” en el asiento trasero de un auto, con la cabeza entre las piernas. Según sus dichos, al llegar fue obligada a desnudarse y torturada con picana electrica mientras la interrogaban sobre su militancia politica. Estos interrogatorios se repitieron durante su estadía en el centro. Dan cuenta de su paso por el centro clandestino que nos ocupa Patricia Pérez de Catán (fs. 4222/6 del principal), Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del principal), María Silvia Bucci (fs. 31/34vta. anteriormente), 3433/35 y Hértor fs. de la causa Javier 3425/32 del “Gerenschtein”, Quinterno expediente (fs. citada 489/502, principal), fs. Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal) y María Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”), así como lo que se desprende del mencionado informe CLAMOR. Fue liberada a mediados del julio de 1977, oportunidad en la que fue trasladada a la Comisaria 8va de esta ciudad (ver libro de detenidos de dicha Comisaria). 47) Alejandro Horacio García Martegani De acuerdo a la declaración prestada por su madre en el marco de el “Juicio por la Verdad” (sumario 1144/SU) y en la Co.Na.De.P. (legajo n° 727), García Martegani se había alistado en el Ejército, pero, según le habría referido el Teniente Coronel Amiano al padre de la víctima, se le había iniciado una investigación por figurar en la agenda de una 42 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario persona involucrada con el terrorismo. Después de la investigación referida, a Alejandro se le habría otorgado una licencia y al momento de salir del lugar donde se posteriormente, según se desempeñaba introducido desprende del habría en un legajo sido retenido automóvil. de la Esto Co.Na.De.P. y, último, antes referido, habría ocurrido el 16 de marzo de 1977. El nombrado fue visto en “La Cacha” por Daniel Torrillas (ver legajo de la S.D.H. n° 3729, ya citado) y es identificado en el informe CLAMOR (fs. 1937/76), donde se menciona que su alias era “el Gallego”. 48) Susana Maria Marrocco Bettendorff De acuerdo con los testimonios obrantes en el legajo de la Co.Na.De.P. n° 2048, la nombrada habria sido secuestrada entre los días 12 y 16 de abril de 1977. Su nombre aparece en el ya citado informe CLAMOR, y allí se consignó que su apodo era “Chana”. Ricardo Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 del principal), Elsa Luna de Beltaco (fs. 3810/13 del principal), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13 del principal) y Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal), manifestaron haber compartido cautiverio con la víctima en el centro clandestion de detención conocido como “La Cacha”. 49) Cristina Lucia Marrocco de Picardi De acuerdo con los testimonios obrantes en los legajos Co.Na.De.P. n° 1717 y 1715, la nombrada habría sido secuestrada en su domicilio el 18 de abril de 1977 junto a su compañero armados, Félix y Eduardo Picardi, posteriormente Peugeot blanco. Al momento aquellas constancias, Ricardo por trasladada del dieciseis en el baúl civiles de un secuestro, según surge de se encontraba en estado de gravidez. Herrera (cuaderno de prueba n° 6, fs. 1/24), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23 del principal), Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 del 43 principal), María Evira Luis (fs. 255 de la causa “Gerenschtein”) y Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal), la recuerdan del centro clandestino de detención denominado “La Cacha”. A su vez, es mencionada en el informe CLAMOR, donde se señala que era apodada “Victoria”. 50) Félix Eduardo Picardi Rodríguez Según el legajo de Co.Na.De.P. n° 1718 (que remite al n° 1715), el nombrado habría sido secuestrado el día 16 de abril de 1977 en su domicilio junto a Lucía Marrocco, por personal que se dio a conocer como “fuerzas de seguridad”, en las mismas precedente, circunstancias con la que salvedad las de relatadas que Félix en el Picardi caso fue trasladado en el piso de la parte trasera de un Falcon verde. Lo recuerdan de “La Cacha”, Nora Patricia Rolli (fs. 465/471; 1008/13 y 3667/73 del expediente principal), Martín Castilla (fs. 3859/62 del principal), María Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein” y fs. 427/41 del principal) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal). Además, es mencionado en el informe CLAMOR y surge que sus apodos eran “Gustavo” o “Cacho”. 51) Daniel Alberto Toninetti Según lo que se desprende del legajo de la Co.Na.De.P. n° 5320, el nombrado habría sido secuestrado el día 17 de abril de 1977 en esta ciudad. En el informe CLAMOR es identificado por su nombre, y se agrega que su apodo era “Felipe” y que fue visto en el centro entre el 18 de abril y principios de mayo de 1977. Asimismo, Nora Patricia Rolli refirió haber estado en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” junto a él, recordó que su apodo era “Felipe” y afirmó haber escuchado sometido las sesiones de tortura a las que fue (fs. 465/70vta. del expediente principal) También manifiestaron haber compartido cautiverio 44 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario con Toninetti, Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta.), Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41) y Patrícia María Pérez Catán (fs. 546/8). Adviértase que las citas de tales declaraciones testimoniales corresponden a la foliatura del expediente principal. 52) Roberto Luján Amerise Es uno de los redactores del informe CLAMOR y su testimonio obra a fs. 1945/46. Allí indica que el día 19 de abril de 1977, a secuestrado por civil, dijeron que un las 22 horas grupo de quince pertenecer al aproximadamente, personas Ejército fue vestidas Argentino. de Los captores habrían irrumpido en el domicilio del nombrado, para luego introducirlo encapuchado en el baúl de un auto, transportándolo a “La Cacha”. Al llegar, habría sido sometido a diversos interrogatorios “a base de golpes y agresiones psicológicas”. Permaneció en el centro hasta el 28 de junio de 1977, cuando fue trasladado a la Comisaría 8va. De dicho traslado también da cuenta el libro de detenidos de dicha comisaría, que obra agregado a la documentación de la causa. Allí se consignó como fecha de ingreso el 12 de julio de 1977. En “La Cacha” fue visto por Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y 4222/6vta.) y Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73). Adviértase que las citas de tales declaraciones testimoniales corresponden a la foliatura del expediente principal. 53) Alberto Omar Diessler Es uno de los redactores del informe CLAMOR y su testimonio obra a fs. 1948. Allí indica que el día 19 de abril de 1977, secuestrado armadas, por quienes introducirlo a un las grupo 23 de irrumpieron encapuchado en horas aproximadamente, quince en el su personas domicilio baúl de fue fuertemente para un luego auto y transportarlo a “La Cacha”. Al llegar, fue sometido a un 45 interrogatorio “bajo torturas”. Habría permanecido en el centro hasta el 28 de junio de 1977, cuando fue trasladado a la comisaría 8va. De dicho traslado también da cuenta el libro de detenidos de dicha comisaría, cuyas copias obran agregadas a la documentación de la causa. Allí se consignó como fecha de ingreso el 12 de julio de 1977. Entre las personas que dan cuenta del paso de Alberto Omar Diessler por “La Cacha” se encuentran Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y 4222/6 del principal) y Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal). Esta última, al declarar en primera instancia refirió que el sobrenombre de la víctima era “la Momia”. 54) Ana María Caracoche de Gatica Es una de las redactoras del informe CLAMOR y su testimonio obra a fs. 1946/47 del principal. También prestó declaración por ante el Juzgado de Instrucción n° 5 de la Audiencia Nacional de Madrid y en el marco del legajo n° 6392 de la Co.Na.De.P. (ver fs. 2067/8 y 938/41 del expediente principal). En tales oportunidades indicó que el día 19 de abril de 1977, secuestrada armadas, por a un quienes las grupo 22 horas de quince irrumpieron en residía junto con su hijo de el aproximadamente, personas domicilio fue fuertemente en el cual 4 meses. Con motivo de la aprehensión fue golpeada y sufrió la fractura de un brazo. Ya en la calle la encapucharon y la introdujeron en el baúl de un automóvil que la transportó hacia el centro clandestino denominado “La Cacha”. Allí, fue sometida a interrogatorio durante dos días donde le preguntaron sobre el paradero de su marido. En dichas sesiones le aplicaron picana eléctrica, golpes y “tormentos psicológicos”. Fue trasladada durante unos días a lo que podría ser “el Pozo de Banfield”, en donde la enyesaron, y devuelta 46 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario a “La Cacha” los primeros días de mayo. Permaneció allí hasta el 19 de mayo de 1977, oportunidad en la que fue liberada. Es recordada por Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), por Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del principal) y por Roberto Luján Amerise (fs. 1945 del principal), entre otras víctimas. 55) Adriana Clara Bontti De conformidad con el testimonio prestado por su madre en el “Juicio por la Verdad” (causa 10/SU) y en el legajo de la Co.Na.De.P. n° 6907, habría sido secuestrada en la localidad de Berisso el 19 de abril de 1977. Dentro Cacha” fue identificó del vista como principal), por centro por clandestino Martín “Julia” Nora (fs. Daniel 2290/97 Patricia de detención Castilla, y Rolli fs. (fs. que “La la 3859/61 del 465/471 del principal) y por Raúl Guillermo Elizalde, que la reconoció mediante el registro fotográfico obrante a fs. 305 de la causa 1098/SU y dijo que su apodo era “la Gringa” (fs. 408/413 del principal). 56) Alberto Horacio Monaji Triana De acuerdo a la denucia presentada ante la Co.Na.De.P. y registrada bajo el n° 755, el nombrado habría sido detenido el 20 de abril de 1977 a las 18 horas. Patricia Rolli declaró haber compartido cautiverio con el nombrado –apodado “Felipe”, según la declarante- y lo reconoce mediante una fotografía, siendo ésta una de las personas con quien habría compartido cautiverio en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. A su vez manifestó haber escuchado las sesiones de tortura a las que lo sometieron (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23 del expediente principal). También fue visto en ese centro por Silvia Bucci, quien manifestó haber estado con el nombrado en el sótano de 47 la “La Cacha”, (confr. fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), por Ricardo Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), por Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502 y fs. 3433/4 del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia) y por Ana María Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41 del expediente principal). Además, es mencionado en el ya citado informe CLAMOR. 57) Esteban Rodolfo Cuenca De acuerdo a los testimonios brindados por sus familiares ante la Co.Na.De.P. Esteban Cuenca habría sido secuestrado por un grupo de civiles con boinas a la salida de su domicilio, cuando se dirigía a encontrarse con Roberto Achares. Según se desprende del correspondiente legajo, la detención se habría producido en abril de 1977 y la víctima habría sido vista en “La Cacha” hasta mayo del mismo año (legajo n° 1049). De lo declarado por Oscar Horacio Molino se extrae que Cuenca estuvo en dicho centro clandestino (fs. 3312/24 y fs. 3407/9 del expediente principal). Además, dicen haberlo visto allí Elsa Luna de Beltaco, quien refirió que estaba muy castigado (fs. 504/21) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41). Ambas citas corresponden a la foliatura del expediente principal. Cuenca es otra de las personas identificadas en el informe CLAMOR. 58) Roberto René Achares El nombrado prestó testimonio por ante el Juzgado Federal n° 1 de esta ciudad (ver fs. 3971/73 del cuerpo principal) y manifestó haber sido delegado de “Sancor” en Bahía Blanca, lo cual coincide con los datos consignados en la ficha de la D.I.P.P.B.A. antes mencionada. A ello agregó que se había trasladado a la ciudad de La Plata desde Bahía Blanca para evitar la persecución política. 48 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario En esta ciudad se desempeñaba como empleado en una empresa de pinturas y vivía en una casa del “Barrio Aeropuerto”. Allí, el 23 de abril de 1977, tras un operativo del que participaron hombres de civil y otros con ropa del Ejército, todos ellos fuertemente armados, habría sido detenido, golpeado y trasladado en el baúl de un automóvil modelo Falcon hacia el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Según sus dichos, durante su estadía en dicho lugar fue torturado dos o tres veces con picana eléctrica y por el método denominado durante “casi “submarino cuatro seco”. meses” (ver Habría fs. estado allí 3971/3vta. del principal). La Victorino víctima Molina fue (fs. vista 3463/73 en y el fs. centro por 3339/45) y Ricardo por Ana Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41). Las citas de las testimoniales referidas, se corresponden con la foliatura del expediente principal. Además, es mencionado en el informe CLAMOR, de donde se extrae que lo apodaban “Tato”. 59) Liliana Piza de Paira El día 26 de abril de 1977, en un operativo realizado en el domicilo ubicado en la calle Callao n° 2629, Berisso, provincia de Buenos Aires, fue secuestrada junto a Elba Leonor Ramírez Abella de Baibene. En dicha ocasión habrían sido muertos sus respectivos maridos. De ello dan cuenta los vecinos de la zona (ver legajo de Co.Na.De.P. n° 8352) y noticias publicadas en el diario “La Nación” del 29 de abril del 77 –pag. 10- y en el Diario “El Día” de La Plata del 28 de abril de ese mismo año –pags. 6 y 13- (ver aporte de declaración de la hermana Diana Piza 395/SU y Legajos D.I.P.P.B.A.) Estuvo detención detenida denominado “La en el Cacha” y centro era clandestino conocida como de “la Negrita de Bahía”. De ello da cuenta Patricia Rolli, quien en 49 sus declaraciones hizo expresa mención torturas que padeció la víctima de las fuertes (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal). También Elizalde (fs. la recuerdan 408/13vta. del del centro prinicipal), Raúl Guillermo Ricardo Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 cuaderno de pruebas n° 6), y Ana Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y fs. 938/41 del cuerpo principal). Asimismo, cabe añadir que fue incluída dentro del listado de víctimas que integra el informe CLAMOR. 60) Elba Leonor Ramírez Abella de Baibiene. Fue secuestrada en el marco del operativo descripto en el caso precedente. Su hija, que al momento de los hechos tenía 3 años y medio, también brindó testimonio al respecto en el “Juicio por la Verdad” (causa n° 1536/SU). Fue vista en el Centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” por Patricia Rolli, quien recuerda que su apodo era “Bichi” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal) y Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32 y fs. 3433/35 del expediente principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”). Además, la nombrada, fue incluida en el informe CLAMOR. 61) Claudio José Fortunato Al momento de ser detenido se encontraba cumpliendo el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Infantería n° 3, en la provincia de Córdoba. De su testimonio puede colegirse que con anterioridad a ingresar en “La Cacha” estuvo alojado en otros dos centros clandestinos de detención, y que cuando arribó a aquel fue atado a una cama y encapuchado. Lo habrían interrogado a los dos meses aproximadamente de haber llegado y le preguntaron sobre su militancia. Según refirió, habría estado en “La Cacha” entre 50 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario dos y tres meses (ver fs. 3879/81vta. del expediente principal). De su paso por “La Cacha” dio cuenta, además, Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13 y 3667/73 del principal). 62) José Luis Cavalieri Es otro de los redactores del informe CLAMOR, su testimonio obra a fs. 1949 del expediente principal. Allí dio cuenta de haber sido secuestrado el día 3 de mayo del año 1977, en un colectivo que transitaba por la intersección de las calles San Martín y Saavedra, de la ciudad de Ensenada, provincia de Buenos Aires. Según sus dichos, sus captores serían personal de la Infantería de Marina que estaban uniformados. Estos lo habrían hecho bajar del vehículo junto a María Elvira Luis para, luego, hacerlos ingresar en los camiones de patrullaje, todo “delante de la mirada sorprendida del vecindario”. Durante el traslado lo habrían cambiado de vehículo. Al arribar al centro clandestino de detención “La Cacha” fue interrogado en sesiones de torturas, en donde lo desnudaron, le aplicaron picana eléctrica y le obstruyeron la respiración con un nylon. Con fecha 6 de septiembre de ese mismo año fue trasladado a la Comisaría 8va. Raúl Guillermo Elizalde recuerda haberlo visto en el centro clandestino de referencia y señaló que la víctima era conocido como “el Chango” (fs. 408/13vta. del expediente principal). También fue reconocido dentro del centro por Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal), por Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32 y fs. 3343/4 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), por María Elvira Luis, quien manifestó haber presenciado una de las sesiones de tortura antes referidas (fs. 225 de la causa 51 “Gerenschtein” y fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), por José Luis Barla (fs. 356/61vta. del principal), por Marcela Mónica Quintella (fs. 4535/36 del principal, entrevista prestada en la Dirección General de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires) y Julián Duarte (fs. 168/70 causa “Gerenschtein” y fs. 4331/2vta. del principal). 63) María Elvira Luis Habría sido secuestrada junto con José Luis Cavalieri en las circunstancias ya descriptas. Una vez dentro del centro clandestino de detención “La Cacha”, de acuerdo a sus testimonios, habría presenciado el interrogatorio con torturas al que sometieron a su compañero Cavalieri, para ser luego ella misma interrogada en una sesión de tortura en la cual la patearon, le propinaron golpes de puño y de palos de goma, le clavaron agujas bajo las uñas de manos y pies, y le “pusieron algo metálico” en la vagina (ver vinculada a declaración la causa de fs. 657/SU, y 427/40 fs. del 105/7 principal, de la causa “Portesi”). En el testimonio brindado por Raúl Guillermo Elizalde en la causa n° 1098/SU, el nombrado refirió haber visto a María Elvira Luis en el centro que nos ocupa y explicó que allí era conocida como “Anahí” (fs. 408/13vta. del cuerpo principal). También es enunciada como una de las personas que estuvo en ese lugar por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal), Ricardo Victorino Molina, quien la recordaba por el apodo “Anahí” (fs. 3463/73 del principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32 y fs. 3433/5 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), Patricia Nora Rolli (fs. 1111/23 del principal), José Luis Barla (fs. 356/61vta. del principal), Julián Duarte (fs. 168/70 principal) y causa “Gerenschtein” Marcela Mónica 52 y fs. Quintalla, 4331/2vta. (fs. 946/50 del del Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario principal). Asimismo es mencionada pór José Luis Cavalieri en el testimonio que forma parte del informe CLAMOR. 64) Carlos Esteban Alaye En el informe CLAMOR, al que ya nos referimos, el nombrado es indicado como una de las personas que estuvo en el centro clandestino de detención denominado “La Cacha”, indicándose que su apodo era “Ratón”. También se puede inferir la presencia de Alaye en ese lugar a través de las declaraciones de María Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”), María Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal) y Raúl Elizalde (fs. 408/13 del principal). 65) Raúl Alberto Depaoli Su hermano Rubén Depaoli hizo la denuncia sobre su desaparición ante la Co.Na.De.P. y fue registrada bajo el n° 190. Allí refirió que en su domicilio se realizaron siete -7operativos, llevados a cabo por gente vestida de civil, que tenían como objeto encontrar a su hermano. La fecha de desaparición de la víctima que el declarante denuncia es el 5 de mayo de 1977. Ricardo Herrera (fs. 1/26 del cuaderno de pruebas n° 6) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal), refirieron haber visto Raúl Alberto Depaoli en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. A su vez, el nombrado figura en la lista confeccionada en el infome CLAMOR, donde se consignó que lo apodaban “Truli”. 66) Jorge Oscar Galmes Moreno Habría sido secuestrado entre el 10 y el 12 de mayo del año 1977. Su familia interpuso ocho -8- habeas corpus y denuncias ante la comisaría 4ta, el Ministerio del Interior y la Comisión habría sido Americana estudiante de Derechos de Humanos. agronomía 53 (ver Galmes Moreno legajo de la Co.Na.De.P. n° 521). Nora Patricia Rolli lo recuerda como una de las personas alojadas en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, en sus declaraciones refirió que su apodo era “Dedos”. Además señaló que había sido golpeado de manera tal por sus captores que le provocaron una hidrocefalia y que fue llevado al hospital (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal). Además lo recuerdan Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, 3425/32 y 3433/4 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/413vta. 378/83vta. del del principal), principal María y Silvia fs. Bucci 31/34vta., (fs. causa “Gerenschtein”), Ricardo Victorino Molina (fs. 3339/3345 del principal) y Ricardo Antonio Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6). Por último, cabe añadir que en el informe Clamor, se indica que “Dedos” fue visto dentro del centro clandestino “La Cacha”. 67) María Seoane Toimil De acuerdo a las declaraciones prestadas por su madre ante la Co.Na.De.P. (legajo n° 4191) y por su hermana en el marco del “Juicio por la Verdad” (legajo n° 981/SU) el 12 de mayo de 1977 a la 01:30 horas, en la localidad de Berisso, un disfrazados utilizando grupo con de 15 pelucas de pasamontañas, hombres mujer, todos con medias ellos ropas oscuras, en cara, con la armas y largas, cercaron el domicilio de la familia Seoane e hicieron salir a todos sus miembros encapucharlos, conocimientos con fueron de armas las manos inerrogados y amistades, en por alto. sus Luego de actividades, llevándose finalmente detenida a María Seoane Toimil, en un automóvil. Según su madre, miembros del operativo le informaron que la llevaban a la Brigada de Investigaciones. Su hermana declaro que la apodaban “la Gallega”, 54 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario que pertenecía a la Juventud Peronista y que militaba tanto en el barrio como en actividades politico-universitarias. Fue vista en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” por Nora Patricia Rolli, que la identifica por su nombre y su apodo (fs. 465/71 y fs. 1111/23 del principal) y por Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 del principal). Cabe agregar que la víctima forma parte de la lista de detenidos que integra el informe CLAMOR, en donde se indica que era apodada “la Gallega”. 68) Raúl Guillermo Elizalde De las declaraciones prestadas por el nombrado tanto en el marco de la causa 1098/SU del “Juicio por la Verdad”, como por ante el Juzgado Nacional en la Criminal y Correccionel Federal n° 7 y en la presente investigación (ver fs. 408/13vta., 1772 y 3788/3791 del expediente principal), se colige que el día 17 de mayo de 1977 fue detenido en la calle 51 entre 7 y 8 de esta ciudad por un grupo de personas vestidas de civil que le cubrieron la cabeza con la campera que traia puesta y lo introdujeron en uno de los dos automóviles que manejaban. Una vez arribado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” fue golpeado y luego llevado a una habitación donde lo obligaron a desnudarse, lo ataron de pies y manos en una cama, y le aplicaron corriente eléctrica. Allí fue interrogado sobre sus actividades politicas y según recuerda dentro de la sala estaba presente “la gorda Mariel” a quien reconocio por su tono de voz (fs. 408/413vta. del principal). Una vez finalizada la sesión de tortura lo llevaron a un edificio continuo y lo ataron a un camastro. En una oportunidad lo trasladaron al sótano. Finalmente fue liberado el 16 de julio de 1977. Según su testimonio militaba en la Juventud Peronista, hacia trabajos en los barrios y estudiaba en la 55 Facultad de Derecho de la U.N.L.P. Manifestaron recordarlo del centro Nora Patricia Rolli, que además de mencionarlo por su nombre dijo que lo apodaban “Lupín” (fs. 465/71, fs. 1111/23 y fs. 1008/13 del principal) y Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502 y fs. 3433/5 del principal). 69) Ricardo Antonio Herrera De las declaraciones prestadas por la víctima tanto en el marco de la causa 2533/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara (cuaderno de prueba n° 6, fs. 1/24) como en la presente investigación (fs. 3265/69 del principal) se desprende que el día 16 de mayo de 1977 a las 0:30 horas su domicilio fue cercado por personal del Ejército que era comandado por personal vestido de civil o disfrazado. Dicho grupo anunció desde un megáfono que “esto es un operativo de las fuerzas conjuntas” y lo hacieron salir a él junto a su familia de la vivienda. Allí, alguien que no pudo ver, lo señaló como “el Negrito”. Luego los volvieron a introducir en el domicilio para interrogarlos uno por uno. Asimismo, y siempre de acuerdo a su testimonio, Ricardo Antonio Herrera fue vendado e introducido en el baúl de un auto, en el que llegó al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, en donde fue interrogado por sus actividades político-sindicales y golpeado. Luego fue alojado dentro del edificio principal y estuvo detenido allí hasta el 20 de agosto de 1977. Cabe señalar que al declarar en el “Juicio por la Verdad” la víctima explicó que al momento de su secuestro estaba trabajando en el frigorífico “Swift”. Este dato resulta relevante dado que algunos de quienes compartieron con él cautiverio en el centro clandestino lo utilizan para identificarlo. Lo recuerdan por su permanencia dentro de “La Cacha” María Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal y fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), 56 Héctor Javier Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Quinterno (fs. 3433/5 y fs. 3425/32 del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente principal). Además, es enunciado en el ya citado informe CLAMOR. 70) Martín Daniel Castilla De las declaraciones prestadas por Castilla tanto en el marco actuaciones del (ver sumario fs. 332/SU., 2290/7 y como 3859/62 en las del presentes principal) se colige que entre los días 18 y 19 de mayo de 1977 el nombrado fue detenido en la calle 46 entre 4 y 5 de esta ciudad, por un grupo de personas vestidas de civil, que usaban boinas y se desplazaban en distintois vehículos. Allí, lo apuntaron con un arma y llevaba Torino puesto. y lo le cubrieron la Luego, lo trasladaron cabeza con el introdujeron hasta el en el centro abrigo que baúl de un clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Ya en este lugar, lo introdujeron en un recinto que no era muy grande, lo desnudaron, lo acostaron en una cama con elásticos y le pasaron corriente eléctrica mediante un electrodo en interrogado la pierna sobres sus derecha. vínculos En ese momento familiares, fue sociales y políticos. Le habrían aplicado picana eléctrica durante todo el transcurso del interrogatorio. Luego fue alojado junto con otros detenidos en lo que, puede inferirse, era el primer piso de “La Cacha”. Finalmente fue liberado el 26 de mayo de 1977, cuando lo dejaron maniatado en el camino a Costa Azul, a la altura de Oliden (vieja ruta 36). Las circunstancias narradas por Castilla, en cuanto a la descripción del lugar, los apodos de sus captores (“Pablo”, “El Francés”, “El Amarillo”, “Palito”, etc.), el modus operandi también los del nombres secuestro y/o y apodos 57 su de liberación, sus así compañeros como de cautiverio, resultan concordantes con las manifestaciones de la gran mayoría de los detenidos que estuvieron en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época que nos ocupa. 71) Dardo Marcelo Benavides Su madre, Esther Rufino de Benavides, denunció el secuestro del nombrado ante la Co.Na.De.P. dando lugar a la formación del legajo n° 3155 del cual se desprende que Dardo Marcelo Benavides fue detenido el día 20 de mayo de 1977, en la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires, por un grupo de personas vestidas de civil y fuertemente armadas. Lo recuerdan del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” Patricia Pérez Catán (ver fs. 546/8 y fs. 4222/6 del principal) y Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6). 72) Rubén Enrique Gerenschtein De acuerdo a las constancias en el legajo de Co.Na.De.P. n° 969 y a las declaraciones brindadas por Laura Beatriz Gerenschtein y Gumersinda Concepción Cao en la causa “Gerenschtein” (fs. 30vta. y fs. 59/60 de ésta última), el día 27 de mayo de 1977, cerca de las 14:30 horas, un grupo de cinco personas seguridad” que ingresó se identificaron violentamente en como el “fuerzas domicilio de de la familia Gerenschtein provistos con armas largas y cortas, procedieron a encapucharlo y llevárselo detenido. Las detención de circunstancias Gerenschtein particulares fueron que volcadas en rodearon la la denuncia radicada por su padre el 27 de mayo de 1977 en la Comisaría 1ra de Lomas de Zamora. (ver legajo n° 9127, identificado a fs. 3190/vta. del expediente principal). Lo recuerdan del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” María Silvia Bucci, quien a su vez manifestó que habría sido trasladado el día 7/08/1977 (fs. 378/83vta. del “Gerenschtein”), principal, Ricardo fs. Antonio 58 31/34vta. Herrera de (fs. la causa 3265/9 del Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Nora Patricio Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal) y Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal). 73) Nina Yudith Golberg De acuerdo a las constancias obrantes en el legajo de Co.Na.De.P. n° 7651, surge que el día 27 de mayo de 1977, cerca de las detención de 11:00 horas, presumiblemente Gerenschtein (ver caso previo a anterior), la fue secuestrada y trasladada al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” por un grupo de personas pertenecientes a las “fuerzas de seguridad”. La recuerdan del centro clandestino de detención “La Cacha” María Silvia Bucci, quien pudo observarla en dos oportunidades (fs. 378/83vta. del principal, fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”), Nora Patricia Rolli (v. fs. 3667/73 del principal) y Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal). Asimismo, Marcela Mónica Quintella (fs. 946/50 del cuerpo principal) tomó conocimiento de que Nina Yudith Golberg estaba detenida en el mismo centro. 74) María Silvia Bucci De las declaraciones prestadas por la nombrada en el marco de la causa 657/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara (fs. 378/83 del expediente principal), en la causa “Gerenschtein, privación Rubén ilegal de Enrique, la Golberg, libertad” ( a Nina fs. Judith s/ 31/34vta. del expediente mencionado) y en las presentes actuaciones (ver fs. 3659/62 del expediente principal), se colige que el día 27 de mayo de 1977, cerca de la medianoche, un grupo de personas vestidas presentaron localidad de en el de civil domicilio Banfield, y de partido fuertemente la de familia Lomas de armadas se Bucci, en la Zamora de la provincia de Buenos Aires, la secuestraron, la esposaron y la vendaron, y luego la introdujeron en un automóvil, en donde la trasladaron hasta el centro clandestino “la Cacha”. 59 Fue vista en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” por Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23 del principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32, principal y fs. fs. 3433/5 223/5 de y fs. la 489/502 causa del expediente “Portessi, Juan S/ Denuncia), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/413vta. del principal), Fernando Reyes (fs. 63/66vta de la causa Gerenschtein) y por Marcela Mónica Quintella (fs. 4535/36 del expediente principal, declaración prestada en la Dirección General de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires). El 8 de agosto de 1977, acompañada por una persona vestida de civil fue llevada hasta la casa de sus padres, momento en que fue liberada. 75) Edgardo Daniel Cerqueira De acuerdo a lo testimoniado por el nombrado en el marco de la causa “Gernschtein”, habría sido secuestrado el día 28 de mayo de 1977 y llevado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí fue interrogado, principalmente, en base al vínculo que tenía con Gerenschtein. Fue visto dentro del centro por María Silvia Bucci (fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”) y por Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6). El 8 de agosto de 1977, fue llevado hasta su domicilio, momento en que fue liberado. 76) Héctor Javier Quinterno De las declaraciones prestadas por Quinterno en el marco de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia” (ver fs. 223/5 de dicho expediente), por ante el Juzgado de Instrucción n° 5 de la Audiencia Nacional de Madrid (ver fs. 3433/4 del principal) y en el marco de las presentes actuaciones (fs. 3425/32 del principal), puede inferirse que el día 2 de Junio 60 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario de 1977, cerca vestidas de secuestrarlo de la medianoche, civil y en Centro el fuertemente de un grupo armadas, Estudiantes de personas procedieron de a Saladillo y trasladarlo al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, con una bolsa en la cabeza y en el baúl de un automóvil. Al llegar, fue alojado en la planta baja del centro y al día siguiente en la planta alta, en donde estuvo acostado con las manos esposadas a unas argollas unidas al piso. Luego de dos días fue llevado a una habitación fuera del edificio en donde lo sometieron a un interrogatorio y a una golpiza. Las preguntas giraron en torno a sus contactos y su filiación política. Dicho episodio se repitió dos o tres días después con aplicación de picana eléctrica en la boca, la garganta, los dientes y los ojos. A partir del 19 de junio de 1977 fue alojado en el sótano de “La Cacha”, hasta el día 6 de julio del mismo año, fecha en la cual, lo introdujeron en el baúl de un automovil que lo llevó hasta un descampado (pasando “Barrio Aeropuerto”) donde fue dejado con el tabique puesto y con las manos atadas a una soga. Recuerdan haber compartido cautiverio junto al nombrado en el centro de detención mencionado Oscar Horacio Molino (fs. 3312/24 y fs. 3407/9), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta.) y María Silvia Bucci (fs. 3659/629). Adviértase que las citas de tales declaraciones testimoniales se corresponden con la foliatura del expediente principal. 77) María Elena Isabel Corvalán Ojeda de Suárez Nelson De acuerdo a las constancias obrantes en el legajo n° 215 de la Co.Na.De.P. y en la causa 2150/SU Corvalán Ojeda fue secuestrada el mes de junio de 1977 en una casa de la calle 8 entre 82 y 83 donde residía junto con su esposo Mario 61 César Suárez Nelson, habría estado privada ilegítimamente de su libertad hasta el mes de septiembre del mismo año. De acuerdo con el testimonio brindado por Raúl Guillermo Elizalde, obrante a fs. 408/13vta. del expediente principal, Corvalán Ojeda estuvo alojada junto a él en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” y sometida a distintas torturas psicológicas. En este sentido, María Elvira Luis relató que tomó contacto con ella y que le contó que el guardia a quien apodaban “El Inglés”, le pegó reiteradas veces sobre las heridas que tenía en el vientre producto de una cesarea realizada mientras estaba cautiva (fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”y fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”). También nombrada dentro han del dado centro cuenta de la clandestino presencia de de detención la “La Cacha” María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”), Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y fs. 4222/6 del principal), Héctor Javier Quinterno, quien la identifica con su nombre y su apodo –“la Negra”(fs. 3425/32 y fs. 3433/4 del principal y fs. 223/5vta. de la causa “Portesi, Juan s/ denuncia”), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6). Corvalán Ojeda, por último, es mencionada en el informe CLAMOR, donde se hace saber que su apodo era “Negrita”, que estaba embarazada de seis meses y que fue vista entre el 2 de junio de 1977, al 6 de septiembre de ese mismo año. 78) Julio César Cagni De acuerdo a los testimonios brindados en la Co.Na.De.P. (legajo n° 2946) y las constancias incorporadas a la causa 2329/SU, el nombrado habría sido secuestrado el dia 22 de junio de 1977 a la 1 y 15 horas, aproximadamente, por un grupo de entre 8 y 10 personas vestidas con uniformes de color azul –una de ellas tenía perramus y boina- que portaban 62 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario armas largas. Afuera de la casa permaneció un grupo vestido de civil, cercando la propiedad. Cagni fue visto dentro de “La Cacha” en el período investigado por María principal y fs. Silvia 31/34 de Bucci (fs. 378/83vta. del la causa “Gerenschtein”), María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”) 79) Nora Liliana Silvestri de Cagni Fue secuestrada en las mismas circunstancias que las descriptas en el caso precedente, junto con su esposo Julio César Cagni. Fue vista dentro de “La Cacha” por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”) y María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”). 80) Samuel Leonardo Slutzky De Co.Na.De.P. acuerdo por a la Reinaldo denuncia Vignolo presentada (legajo n° declarado por Mariano Carlos Slutzky por ante Central de Instrucción n° 5 de la Audiencia ante 1276) y la lo el Juzgado Nacional de Madrid (ver fs. 2045vta. del expediente principal), habría sido secuestrado el día 22 de Junio de 1977 por un grupo de personas fuertemente armadas, que se presentaron en su domicilio identificándose como “fuerzas conjuntas”. Algunos de los que compartieron cautiverio con la víctima señalaron que su apodo era “el Médico” (ver, por ejemplo, la declaración de Quinterno agregada a fs. 3433/5 del expediente principal). Lo recuerdan del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” María Silvia Bucci, quien en su declaración de fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein” se refiere a un médico mayor de sesenta años con apellido judío a quien torturaban repetidamente y con mucha severidad (ver también Quinterno fs. 378/83vta. (fs. 489/502, del principal) fs. 63 3433/5 y y fs. Héctor Javier 3425/32 del expediente principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan s/ Denuncia). 81) Laura Susana Cédola de Monteagudo De acuerdo a los testimonios reunidos en el legajo de Co.Na.De.P. n° 1843, el 22 de junio de 1977 a la 1 y 30 horas, aproximadamente, tocaron timbre en el domicilio de la nombrada, haciéndose presente un hombre que dijo pertenecer a las “fuerzas conjuntas”, y detrás suyo personas con armas de grueso calibre. Su hermano Julio Cédola, al declarar en el marco del “Juicio por la Verdad” refirió que hizo pasar a dichas personas, las cuales, dentro del domicilio, interrogaron a su hermana y después la secuestraron junto a su esposo (ver declaración del nombrado en el marco del sumario 1980/SU). Pudo acreditarse, además, que Cédola de Monteagudo estuvo en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” a través de las declaraciones de María Silvia Bucci (ver fs. 378/83vta. del principal y de la causa “Gerenschtein”, fs. 32/vta), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, principal), fs. Héctor mediante vista 1111/23 y Javier fs. 3667/73 Quinterno, fotográfica (fs. del que 3425/32 y la fs. expediente reconoció 3433/4 del expediente principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan s/ Denuncia”), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal) y María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”). Por último, da cuenta de su estadía en el centro el hecho de que su nombre haya sido incluido en el listado de víctimas confeccionado en el marco del informe CLAMOR. 82) José Manuel Monteagudo Fue secuestrado en las circunstancias descriptas en el caso precedente, mientras se alojaba en el domicilio de sus suegros. Luego, habría sido trasladado hacia a “La Cacha”. Allí recuerdan haberlo visto 64 María Silvia Bucci (fs. Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario 378/83vta. del principal y fs. 32/vta. de la causa “Gerenschtein”), Héctor Javier Quinterno (fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan s/ Denuncia”), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal) y María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”). Asimismo, da cuenta de su estadía en ese centro clandestino de detención el hecho de que su nombre haya sido incluido en el listado de víctimas confeccionado en el marco del informe CLAMOR. 83) Stella Maris Giourgas. De conformidad con los testimonios brindados en la Co.Na.De.P. (legajo n° 8252) puede inferirse que Stella Maris Giourgas fue secuestrada el día 22 de junio de 1977 a las 0,30 horas encontraba aproximadamente, en el domicilio en de circunstancias la familia en Pérez. que se Allí se habría apersonado un grupo de hombres armados vestidos de civil, que se presentó como “fuerzas conjuntas”. Una vez que ingresaron, procedieron a detener a la nombrada, llevándosela violentamente del domicilio. Su hermano refirió que el seudónimo de la víctima sería “Perica”, lo cual coincide con lo declarado por Arturo Jorge Bojorge (fs. 1584/93vta. del principal). Fue vista en el centro clandestino denominado “La Cacha” por Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 y fs. 3433/4 del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), Ricardo Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6) y María Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal). En el informe CLAMOR, se indica que “Perica” fue vista dentro del centro clandestino. Por último y conforme se analizará más adelante, habría fallecido el 19 de julio de 1977. 84) Carlos Alberto Weber Álvarez De Co.Na.De.P. acuerdo n°2348, a el lo que nombrado surge –cuyo del legajo sobrenombre de la sería “Pepón” según lo manifestado por Arturo Carlos Bojorge (fs. 65 1584/93vta. del expediente principal)- habría ingresado al Batallón de Comunicaciones Comando 601 de City Bell en donde cumpliría el servicio militar. El 2 de julio de 1977 su padre Ernesto Carlos Hugo se presentó en dicho Batallón para ver a su hijo y allí el jefe de guardia le informó que el día 28 de junio de ese año había sido declarado desertor. No obstante ello, fue visto en carácter de detenido en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” por Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13 del principal), Raúl Guillerno Elizalde (fs. 408/413vta. del principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32, fs. 3433/4 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal) y Nestor Daniel Torrillas (legajo SDH 3279), de quien habría sido compañero durante la primaria. Weber, también es mencionado en el informe CLAMOR, antes citado. Por último y conforme se analizará más adelante, habría fallecido el 19 de julio de 1977. 85) Miguel Ángel Lombardi De conformidad con la denuncia presentada ante la Co.Na.De.P. (legajo n° 8345), el día 28 de junio de 1977 un grupo de 3 personas que se identificaron como fuerzas de seguridad procedieron a detener al nombrado. Su presencia en la centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” se encuentra demostrada por el hecho de que su nombre aparece incluido en el listado de detenidos vistos en ese sitio, obrante en el informe CLAMOR (fs. 1937/76 del expediente principal). 86) Rubén Gustavo Jaquenod De las testimoniales prestadas por el nombrado en el marco del actuaciones “Juicio (ver fs. por la 415/425 Verdad” y y 3863/6 en las del presentes expediente principal), se extrae que el día 28 de junio de 1977, en horas de la noche, se presentó en su domicilio un grupo de 66 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario personas que portaban armas, vestidos con ropa de fajina, camperas y pasamontañas, que lo trasladaron, encapuchado, a “La Cacha”, en el asiento trasero de un auto, entre medio de dos personas. Allí, habría permanecido hasta el 8 de julio de ese año, oportunidad en la que fue liberado “en el medio del campo”. Mientras estuvo detenido, pudo escuchar que el lugar de cautiverio era denominado “La Cacha”. Asimismo, las circunstancias narradas por Jaquenod, en cuanto a la descripción del lugar, el modus operandi del secuestro y su liberación, la actuación de los guardias, resultan concordantes con las manifestaciones de la mayoría de los detenidos en el centro de detención durante la época que nos ocupa. Esto hipótesis resulta de que la ser un indicio víctima estuvo más que alojada robustece en el la centro clandestino que llevó ese nombre. 87) Stella Maris Bojorge De acuerdo con las constancias obrantes en el Legajo Co.Na.De.P. N°3173, se desprende que el día el 1 de junio de 1977, irrumpieron en el domicilio de la familia Bojorge, tres personas vestidas de civil, con armas largas, disimulando sus rostros con pelucas y barbas postizas. Posteriormente, encapucharon y maniataron a cada miembro de la familia encerrándolos en distitntas habitaciones, para finalmente, llevarse detenida a Stella Maris Bojorge, que de acuerdo a dicho legajo era conocida por el alias “La Ratona”. En DIPPBA, obra el un Legajo Mesa informe Ds., de la Varios N° Delegación 9674, de la Policial de Mercedes, en el cual se indica que “se tomó conocimiento que el día 1° del actual, siendo las 24 hs., 3 NN masculinos armados ingresaron al domicilio sito en calle 11 n° 580, donde se llevaron a Stella Maris Bojorge, se ignoran otros datos de filiación.” Habría estado en calidad de detenida en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, en virtud 67 de las declaraciones testimoniales prestadas por Silvia Bucci, (fs. 378/83vta.), Raúl Elizalde (fs. 408/413vta) y Héctor Javier Quinterno (3433/5). Obsérvese, que todas las citas corresponden a la foliatura del expediente principal Por último, cabe adicionar que Bojorge es identificada como “La Ratona” en el informe Clamor. 88) Juan Carlos Valle De acuerdo al Legajo de Co.Na.De.P. N° 2270, habría sido secuestrado el día 5 de julio de 1977, mientras cumplía el servicio Militar en el Grupo de Artillería Aérea 602, Camet, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires. Fue visto con detención conocido como vida en el “La centro clandestino de Cacha”, por Marcela Mónica Quintella (fs. 946/50 del expediente principal). 89) Pedro Luis Mazzocchi Baque De acuerdo al Legajo de Co.Na.De.P. N° 2285, habría sido secuestrado el día 30 de julio de 1977, mientras cumplía el servicio Militar en la Base Aérea de Tandil, Provincia de Buenos Aires. Previo a su detención había sido secuestrado golpeado e indagado acerca de sus actividades políticas, pero había logrado escaparse. Una vez que se presentó en la base fue puesto a disposición de la justicia militar acusado de subversión, y habría sido secuestrado mientras estaba en la enfermería de la misma con motivo de los golpes recibidos. Del centro clandestino de detención “La Cacha” lo recuerda Juan Carlos Guarino, quien lo menciona por su nombre y su apodo –“El Fugitivo”- (fs. 1247/71 del expediente principal) 90)Jorge Enrique Pérez Catán Del legajo Co.Na.De.P. n° 2194, puede extraerse que conforme declarara su madre, el día 31 de enero de 1977 fue detenido en un domicilio en la ciudad de Mar del Plata, juntamente con su hermana Patricia María, en el domicilio de sus padres, en momentos en que irrumpió un grupo de personas 68 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario encapuchadas, fuertemente armadas y vestidas de civil, que trasladaron a los hermanos Pérez Catán en el piso de un automóvil hacia un lugar en los alrededores de dicha ciudad balnearia. A partir de mediados de octubre de 1977 Juan Carlos Guarino, recuerda haber compartido cautiverio junto a Jorge Enrique Pérez Catán en el centro clandestino de detención “La Cacha”, agregando que su apodo era “Cabezón” (fs. 1247/71 del expediente principal). Javier Héctor Quinterno es otro de los que refieren haberlo visto allí (fs. 3433/4 del principal). También fue recordado por Ernesto Carlos Otahal (fs. 4237/41 del principal), Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13 del principal) y María Silvia Bucci (fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”). Ricardo Antonio Herrera recuerda del centro a una persona apodada “El Cabezón” (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6). Asimismo, es nombrado dentro del informe CLAMOR. 91) Marcela Mónica Quintella De acuerdo al testimonio efectuado por Marcela Mónica Quintella, por ante la Co.Na.De.P (Legajo 4274, a fs. 946/50 del principal), el día 3 de agosto de 1977, durante la madrugada en el domicilio en donde se alojaba la nombrada, siendo posteriormente trasladada, al centro clandestino de detención dado a conocer como “La Cacha”, en donde permaneció privada de su libertad hasta el día 20 de agosto de 1977. Fernando Reyes declaró en la causa “Gerenschtein” (ver fs.63/66vta de dicho expediente), haber sido alojado junto a Quintella en una habitación del centro clandestino “La Cacha” 92) Margarita Ofelia Ercole María Silvia Bucci, al declarar en el “Juicio por la Verdad”, refirió haber visto a Margarita Ercole en el centro y al declarar en el marco de la causa “Gerenschtein” manifestó que durante un interrogatorio le mostraron fotos de 69 Ercole y le preguntaban sobre ella y otros detenidos que estaban en “La Cacha” (fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/vta. de la causa “Gerenstein). 93) Mónica Susana Tresaco De acuerdo al legajo de Co.Na.De.P. n°3085, fue detenida el día 2 de agosto de 1977 en la localidad de Banfield, Partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires La recuerda del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del expediente principal). José Luis Barla, recuerda a una chica llamada Mónica, reconoció su voz el primer día de su detención (fs. 4092/5vta. del principal), y Fernando Reyes, manifestó haberla escuchado en una oportunidad (ver fs. 63/66vta. causa “Gerenschtein”). 94) Fernando Reyes De acuerdo a la declaración que prestó en el marco de la causa “Gerenschtein”, Reyes habría sido secuestrado el 4 de agosto de 1977 y estuvo detenido dentro del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, por pocos días (ver fs. 63/66vta. de dicho expediente). De su propia declaración se extrae que los motivos que le brindaron sus captores para proceder a su secuestro estaban ligados vinculadas agrupación María Mónica con de Silvia a jóvenes la cual Bucci, Tresaco, determinadas de la formaban Judith quienes, actividades “Juventud parte Goldberg, conforme se Rubén políticas Guevarista”, Gerenschtein, Margarita analizará, Ercole y también habrían estado alojados en dicho centro clandestino. 95) Julián Roberto Duarte El nombrado declaró en las presentes actuaciones (ver fs. 4331/32 del expediente principal) y en la causa “Gerenschtein” (a fs. 168/170). Manifestó haber sido secuestrado el día 4 de agosto de 1977, durante la madrugada, 70 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario oportunidad en la cual irrumpió en su domicilio un grupo de personas que se identificó como “policía” lo encapucharon y lo introdujeron en el asiento trasero de un Falcon, con la cabeza agachada, para trasladarlo al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Una vez allí, procedieron a interrogarlo sobre sus actividades políticas, en momentos en los cuales le aplicaron corriente eléctrica, mientras se encontraba desnudo atado a una cama elastica. Luego lo trasladaron a otra habitación en donde lo esposaron al suelo. De acuerdo a su declaración, durante su estadía en el centro, fue nuevamente interrogado bajo una sesión de tortura, en donde el trato fue más severo en cuanto a la apliacación de corriente eléctrica y golpes recibidos. Al declarar en la causa “Guerenschtein” manifestó que fue liberado el 24 de agosto de 1977. Fue visto dentro “La Cacha” por José Luis Barla, quien refiere que el apodo de la víctima era “Lian” (ver fs. 356/62 y 4092/95 del expediente principal). 96) José Luis Barla Barla prestó declaración en la causa Portesi, en las causas 2126/SU y 2133/SU del “Juicio por la Verdad” (ver fs. 356/362 del expediente principal), y por ante el Juzgado a fs. 4092/95 del principal. De acuerdo a las mismas, habría sido detenido entre los días 4 y aproximadamente itakas que 5 de seis agosto (6) irrumpieron de 1977, personas en su por un “camufladas” domicilio, grupo de portando amordazándolo y vendándolo con una sábana, para luego introducirlo en el baúl de un automovil Falcon, que lo trasladó hasta el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Una vez allí, fue interrogado sobre sus actividades políticas y por sus compañeros de fábrica (FOA). Según su relato, estuvo secuestrado dentro de “La Cacha” hasta el día 2 de septiembre de 1977, cuando sus 71 captores lo trasladaron en automóvil hasta la localidad Los Hornos, Provincia de Buenos Aires, y lo hicieron descender a la vera la ruta y contar hasta doscientos. Duarte refirió que Barla estuvo en el centro clandestino de mención y que era apodado “el Duro” (fs. fs. 169/70 de la causa “Portesi”). 97) Juan Carlos Bongiorno De acuerdo al testimonio que el nombrado prestara en el marco de la causa “Guerenschtein”, habría sido secuestrado en el mes de junio del año 1977, por un grupo de personas policía”, vehículo vestidas quienes que lo de civil lo que dijeron encapucharon trasladó hasta e el pertenecer introdujeron centro a “la en un clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí fue interrogado sobre su actividad en defensa civil y su filiación política. En esa misma declaración, la víctima dijo que estuvo en el centro por cuatro días (fs. 237/8vta. de la causa “Gerenschtein”) y fue visto dentro de “La Cacha” por José Luis Barla (fs. 4092/94vta. del expediente principal). 98) Octavio Alcides Barrenese Según la denuncia hecha ante la Co.Na.De.P. (Legajo n° 1794), habría sido detenido el 12 de agosto de 1977. De la declaración prestada por Agueda Mónica Bogliano, en la causa 2330/SU del “Juicio por la Verdad” se extrae que el nombrado se encontraba, al momento de su detención en la casa de Adrián Claudio Bogliano y María Susana Leiva de Bogliano. Fue visto dentro del centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, por Ernesto Otahal (fs. 4237/41 y fs. 2302/14 del principal), y por Marcela Mónica Quintella (fs. 4535/36 del principal, declaración prestada en la Dirección General de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires). 99) Adrián Claudio Bogliano Según la denuncia hecha ante la Co.Na.De.P. (Legajo 72 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario N° 1006, fs.4434/37 del principal), habría sido detenido el 12 de agosto de 1977, en su domicilio particular junto a su cónyuge, María Susana Leiva, por personal perteneciente a Seguridad Federal, que se movilizaban, en cuatro automóviles Peugeot 504. En similar sentido se expidió Agueda Mónica Bogliano al declarar en la causa 2330/SU del “Juicio por la Verdad”. En la denuncia realizada por ante la Co.Na.De.P. (ver fs. 946/50 del principal), Marcela Mónica Quintella, manifestó haber visto al nombrado dentro del centro clandestino de detención “La Cacha”, lo cual ratificado a fs. 4535/36, en la declaración prestada en la Dirección General de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires) 100) Norma Beatriz Martínez Rodriguez de Dinubila De acuerdo a la denuncia presentada ante la Co.Na.De.P. (N° de legajo 1544), la noche del 12 de agosto de 1977, un grupo de personas fuertemente armadas, vestidas de civil con boinas, que se identificaron como pertenecientes a “la policía” y se trasladaban en automoviles particulares marca “Ford” modelo “Falcon”, irrumpieron en el domicilio de la nombrada y se la llevaron detenida. Fue detención Duarte, vista dentro del centro “La Cacha”, por José Luis quien informó que era apodada clandestino Barla y por “Paula” de Julián (ver fs. 356/61vta. y 4331/2vta. del expediente principal) 101) Mauricio Emeraldo Mansilla Según la declaración que el nombrado prestara en las presentes actuaciones (fs. 4110/03 del expediente principal), habría sido secuestrado el día 13 de agosto de 1977, en su domicilio, cuando se presentaron varias personas vestidas de civil, quienes lo golpearon y lo trasladaron en una camioneta hasta el centro clandestino de detención. Por clandestino de la descripción, detención se conocido 73 trataría como “La del Cacha”, centro y al arribar, fue sometido a tortura con picana eléctrica, lo cual se repitió durante tres días seguidos. Luego de veintisiete días de detención, lo introdujeron en un vehículo y lo hicieron descender en un campo, en la localidad de Brandsen, Provincia de Buenos Aires. Las circunstancias narradas por Mansilla, en cuanto a la descripción del lugar, el modus operandi del secuestro y su liberación así como también los nombres y/o apodos de sus compañeros de cautiverio (“Marina”) y sus captores (“el Potro”) resultan concordantes con las descripciones hechas por muchos sobrevivientes que habrían sido detenidos en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época referenciada. 102) Ernesto Carlos Otahal De acuerdo a la declaración prestada por Otahal, tanto en la Co.Na.De.P. Legajo 6323, como en el “Juicio por la Verdad” y en las presentes actuaciones (ver fs. 973/980, 2302/14 y 4237/4241 del expediente principal) puede colegirse que el nombrado habría sido secuestrado el día 17 de agosto de 1977, cuando un grupo de ocho personas fuertemente armadas, vestidas de civil y pasamontañas, ingresaron a su domicilio para llevarlo detenido, trasladandolo en el bául de un auto, esposado y encapuchado. Al llegar al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” lo hicieron desnudarse, lo pusieron en un elástico, lo esposaron, lo torturaron y lo interrogaron. Estuvo detenido en dicho centro, hasta el día 23 de septiembre de ese mismo año, fecha en la que fue liberado. Las circunstancias narradas por Otahal, en cuanto a la descripción del lugar, el “modus operando” del secuestro y su liberación, los nombres y/o apodos de sus captores y sus jerarquías (“Pablo”, “el Potro”, “Palito”), así como los de sus compañeros de cautiverio 74 (“el Cabezón”, “Jesús”, Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Delgadillo, entre otros), resultan concordantes con las descripciones hechas por muchos sobrevivientes que habrían sido detenidos en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época referenciada. 103) María Ilda Delgadillo De 5023, conformidad Delgadillo, aproximadamente con el el día a las 23 22 (3) vehículos hombres uno cada de de horas, Delgadillo, tres en Legajo de Co.Na.De.P. agosto llegaron al de N° 1977, domicilio de marca Torino, con dos (2) ellos, quienes tenían las caras cubiertas con barbas postizas, usaban sombreros y estaban armados con metralletas, quienes irrumpieron en el mismo, llevándose secuestrados a la nombrada y su pareja. Uno de los hechos que vincula su desaparición con el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, es que la señora Delgadillo, trabajaba como partera en la Unidad 8 de Olmos, en donde, conforme se ilustrará más adelante, se habrían llevado adelante los partos de mujeres secuestradas en dicho centro clandestino. De hecho en abril del año 1977 tomó contacto con dos mujeres a quienes les habría informado (Co.Na.De.P. n° del nacimiento 1835), cuestión de los que mellizos será Tolosa tratada más clandestino de adelante. Asimismo, dentro del centro detención “La Cacha”, fue vista por María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”) y por Ernesto Carlos Otahal (fs. 4237/41 del expediente principal), además de ser nombrada en el INFORME CLAMOR. En D.I.P.B.A. obra una ficha a nombre de María Ilda Delgadillo de San Emeterio en el que figura, “desaparecida 22/08/77” 104)César San Emeterio Se desempeñaba como médico en la Unidad Penal N° 9 de esta ciudad, fue secuestrado descriptas en el caso precedente. 75 en las circunstancias Fue visto, dentro del centro clandestino de detención “La Cacha”, por María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”) y por Ernesto Carlos Otahal (ver fs. 137/148 del Cuaderno de Prueba n° 6), además de ser nombrado en el Informe CLAMOR. En D.I.P.B.A. obra una ficha a nombre de César San Emeterio en el que figura, como “desaparecido”, iniciado a raíz de los “habeas corpus” presentados en su favor y de María Hilda Delgadillo, ante el juez federal de La Plata, doctor Russo. 105) Eduardo César Cédola Declaró en el “Juicio por la Verdad”, en el marco del legajo septiembre n° de 438/SU 1977 y allí irrumpió expresó en su que el domicilio día un 13 de grupo de hombres que dijeron ser de la policía, llevándolo detenido junto a su esposa. Al salir de su domicilio se pudo percatar de que la cuadra de su domicilio había sido bloqueada por personal de civil, que se encontraba armado (ver 137/148 del Cuaderno de Prueba n° 6). Luego fue introducido en el baúl de un automovil y trasladado al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Al llegar al lugar, lo hicieron desnudarse, lo ataron a una cama con elástico y le aplicaron picana eléctrica, mientras era interrogado. Es importante destacar que en su declaración reconoce un croquis de “La Cacha” que está adjuntado en la causa “Bretal” de 834/SU, (ver fs. 1085/88 del expediente principal) Fue liberado junto a su esposa, el día 26 de septiembre de 1977. 106) Liliana Beatriz Méndez de Cédola Fue detenida junto a su esposo, Eduardo César Cédola, en las mismas circunstancias descriptas en el caso precedente. Declaró en el “Juicio por la Verdad” (ver Cuaderno de Pruebas N° 6, fs. 126/36) y allí relató que al llegar al 76 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario centro clandestino de detención, le hicieron sacarse la ropa, la ataron de pies y manos en un elástico, y le aplicaron picana eléctrica, mientras la interrogaban. Es dable destacar que pudo identificar el lugar donde estuvo detenida como “La Cacha”, al observar el plano del primer audiencia piso antes de dicho indicada. centro A su clandestino, vez, recordó durante la que el en edificio donde estaba alojada, había un lugar que le llamaban “La Cueva”, y recordaba el apodo de uno de sus captores “Palito”, lo cual es coincidente con lo declarado por muchas de las víctimas, con las que se presume, compartió cautiverio en dicho centro. Fue liberada el día 26/09/77. 107) Juan Carlos Guarino Declaró en el marco de las presentes actuaciones a fs. 1235/43 del expediente principal. Manifestó que el día 21 de septiembre de 1977 fue detenido en el momento de ingresar a su domicilio por un grupo de personas identificadas como pertenencientes a “las fuerzas de seguridad”. Junto a él se encontraba José Slavkin y Juan Carlos Scarpatti. Previo a arribar a “La Cacha”, habría estado en el centro clandestino de detención conocido como “el Sheraton o el Embudo”, en la Comisaría de Villa Insuperable. Luego en otro vehículo, conducido por otro grupo de hombres, fue nuevamente hasta su domicilio y de allí hasta “La Cacha”, a donde arribó a entre las 3 y las 4 de la madrugada del 22 de septiembre de 1977. Cabe destacar que durante el traslado pudo advertir que se dirigían a la zona de Olmos y que una vez alojado en la planta baja, observó los tableros eléctricos y transformadores marca TELEFUNKEN y durante su estadía en la planta alta observó que en el techo tenía un agujero que permitía ver la antena de radiodifusión, con lo que pudo reconocer que se encontraba en la que fuera la Planta Transmisora de Radio Provincia (descripción que resulta coincidente con las declaraciones prestadas por otras 77 víctimas alojadas en el mismo centro). A la mañana siguiente lo condujeron hacia un predio contiguo en donde fue torturado con picana eléctrica y golpes mientras era interrogado. Permaneció secuestrado en “La Cacha” hasta los primeros días de noviembre de ese mismo año (presumiblemente entre el 5 y el 10), oportunidad en que lo trasladaron a “Puesto Vasco”. 108)María Elena Varela de Guarino De marido acuerdo Juan a Carlos las declaraciones Guastapaglia, prestada con quien por su compartió cautiverio, la nombrada habría sido secuestrada el día 22 o 23 de septiembre clandestino de de 1977 detención y permaneció conocido como en “La el centro Cacha”. Fue trasladada a otro centro clandestino entre los días 5 y 10 de noviembre de ese mismo año (fs. 1235/41 y fs. 1247/71, del principal). 109) María del Carmen Barros de Zaffora De acuerdo a las constancias extraídas del legajo de Co.Na.De.P. n° 1210, habría sido secuestrada el 25 de septiembre de 1977. Fue vista dentro del centro clandestino de detención “La Cacha” por Bonifacia del Carmen Díaz, a quien le detalló mientras compartían cautiverio las circunstancias de su detención (fs. 1273/90 del principal) y por Elvira Rosa Díaz (ver fs. 200/205 del Cuaderno de Pruebas N° 6), quien la identifica en una presentación hecha en el marco de la causa 1883/SU. 110) Roberto Omar Zaffora De acuerdo a las constancias extraídas del legajo de Co.Na.De.P. N° 1211, habría sido secuestrada el 25 de septiembre de 1977. Fue visto dentro del centro clandestino de detención “La Cacha” por Bonifacia del Carmen Díaz (1273/90 del principal) y por Elvira Rosa Díaz (ver fs. 200/205 del 78 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Cuaderno de Pruebas N° 6), quien la identifica en una presentación hecha en el marco de la causa 1883/SU. 111) María Mercedes Hourquebie de Francese De acuerdo a los Legajos de Co.Na.De.P. n° 6426 Y 6425, el día 3 de noviembre de 1977, fue secuestrada en su domicilio por tres hombres de civil (ver declaración de Mariano Contardi y de María Cristina Temperoni de Contardi). Fue vista en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”, Elvira Rosa Díaz, quien manifestó que la maltrataban mucho, la llamaban “la Abuela” y que el día 5 de diciembre fue sacada de “La Cacha” (ver fs. 200/205 del Cuaderno de Pruebas n° 6). También recordaron haber compartido cautiverio dentro de “La Cacha” con la nombrada, Bonifacia del Carmen Díaz (fs. 1273/90 del principal), por Eduardo Cédola (fs. 137/48 del cuaderno de pruebas n° 6) y Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/33 del expediente principal). Cabe señalar que se tuvo por probado en la causa 3937/III de esta Sala, que María Mercedes Hourquebie de Francese fue vista por última vez en “La Cacha”. 112) Bonifacia del Carmen Díaz De acuerdo a marco del “Juicio por la declaración que prestase en la Verdad” (ver fs. 1273/1290 el del expediente principal) y el testimonio obrante en el legajo de Co.Na.De.P. n° ingresar en el Provincia de 3675, el día 4 de noviembre de 1977, al taller donde trabajaba, sito en Ezpeleta, Buenos Aires, se encontró con un grupo de hombres que procedieron a detenerla, motivo por el cual, la encapucharon, esposaron y trasladaron en el asiento trasero de un vehículo, hacia el Centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí fue interrogada acerca de su actividad política, puntualmente su vínculo con la organización “montoneros” y torturada. Fue vista dentro del centro referido, por Jorge Edgardo Guastapaglia (ver cuaderno 79 de pruebas n° 6, fs. 167/176) y por Elvira Rosa Díaz (ver fs. 200/205 del Cuaderno de Pruebas N° 6). Permaneció en cautiverio hasta el día 5 de Diciembre de 1977. 113) Elvira Rosa Díaz De acuerdo a la declaración que prestara en el marco del “Juicio por la Verdad” (cuaderno de pruebas N° 6, fs. 200/205) fue secuestrada en el taller en donde trabajaba su hermana Bonifacio del Carmen Díaz, en las mismas circunstancias narradas en el caso precedente el día 4 de noviembre de 1977, siendo trasladada junto con la nombrada hacia “La Cacha”. Allí fue vista por Bonifacia del Carmen Díaz (fs. 1273/1290 del expediente principal) y Jorge Edgardo Guastapaglia (ver Cuaderno de pruebas N° 6, fs. 167/176) y permaneció en cautiverio hasta el día 5 de Diciembre de 1977. Durante su estadía, fue torturada en reiteradas ocasiones, mediante el uso de picana eléctrica. 114) Jorge Eduardo Guastapaglia Declaró en el “Juicio por la Verdad” (ver Cuaderno de pruebas n° 6, fs. 167/176) en donde refirió haber sido secuestrado el 8 de noviembre de 1977, en su domicilio por un grupo de hombres vestidos de civil, que lo golpearon, esposaron y encapucharon. Al día siguiente arribó a “La Cacha”, junto con su hermano Mario, que fue secuestrado la noche anterior en su domicilio en la localidad de Martínez. Allí fue golpeado e interrogado. Las circunstancias narradas por Guastapaglia, en cuanto a la descripción del lugar (estuvo alojado en “Las Cuevitas” y en la planta baja), el apodo de uno de sus captores (“El Oso”), el “modus operandi” del secuestro y su liberación así como también los nombres y/o apodos de sus compañeros las de cautiverio, resultan concordantes con manifestaciones de la gran mayoría de los detenidos en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época 80 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario indicada. Permaneció detenido hasta el día 16 de noviembre de 1977 115) Mario Alfredo Guastapaglia De acuerdo a la declaración de su hermano, Jorge Eduardo (ver caso precedente) fue secuestrado el 9 de noviembre de 1977, alojado en “La Cacha” y liberado el 21 de noviembre de ese mismo año. 116) Eduardo Jorge Balboa De acuerdo a los testimonios prestados en el marco del “Juicio por la Verdad” (v. cuaderno de prueba n° 6 fs. 113/116), fue secuestrado y alojado en la comisaría 8va, para ser trasladado, tiempo después, a “La Cacha”. El nombrado refirió que al llegar al centro escuchó que el mismo se llamaba “La Cacha” y que allí fue interrogado durante siete días, sobre su vínculo con “la subversión” y sus compañeros de trabajo de la fábrica Alpargatas. Previo a su liberación, ocurrida quince días después, fue nuevamente alojado en la comisaría 8va. de esta ciudad, en donde permaneció detenido hasta el 9 de diciembre de 1977. Recuerdan Bonifacia del Carmen haberlo Díaz visto (fs. dentro 1273/1290 del del centro, expediente principal). En cuanto al tiempo en el que estuvo secuestrado, de acuerdo a los libros de la comisaría Octava, fue ingresado allí el 5 de diciembre de 1977 y liberado el 22 de diciembre de ese año. La propia víctima refiere haber estado en cautiverio durante quince días. 117) Elena Arce Sahores De acuerdo a las constancias obrantes en el Legajo de Co.Na.De.P. N° 004272 fue secuestrada junto a Nora Fórmiga y María Teresa Calderoni, y otras dos personas el 22 de noviembre de 1977. Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y fs. 4222/6 del principal) y Nora Patricia Rolli (fs. 465/471 del principal) 81 la recuerdan a Arce como una enferemera que fuera posteriormente trasladada a la comisaría 8va. También recordó haber tomado contacto con Elena, Bonifacia del Carmen Díaz (fs. 1273/1290 del principal). De los libros de la comisaría 8va surge que habría arribado allí el 11 de enero de 1978. 118) Nora Livia Fórmiga Fue secuestrada en su domicilio en las mismas circunstancias descriptas en el caso precedente Fue vista en el centro clandestino de detención “La Cacha”, por Bonifacia del Carmen Díaz (fs. 1273/1290 del expediente principal) y por Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y fs. 4222/6 del principal). Permaneció allí detenida hasta el día 11 de enero de 1978, fecha en la que fue trasladada a la comisaría 8va. (ver libro de detenidos de la comisaría 8va) recuerda Nora Patricia Rolli (fs. haber estado alojada 465/471 junto a del principal) Fórmiga en dicha comisaría, en donde tomó conocimiento que ésta provenía del mismo centro clandestino en donde ella había estado alojada. 119) Olga Noemí Casado De acuerdo al legajo Co.Na.De.P. 7445, habría sido secuestrada en el domicilio de Nora Livia Fórmiga y trasladada a “La Cacha”. Fue vista dentro del centro por Bonifacia del Carmen Díaz, quien la recuerdan bajo el apodo de “Julia” y manifestó que había llegado junto con Elena y Nora (dicho apodo surge de la presentación Plaza a de Mayo” fs. 2777 del efectuada por expediente “Abuelas de principal, en función de las constancias obrantes en el legajo Co.Na.De.P. n° 4451). 120) Laura Estella Carlotto De conformidad a las constancias obrantes en el Legajo de Co.Na.De.P. n° 2085, fue secuestrada el día 26 de noviembre de 1977 en Capital Federal. Alberto Alfio Cavalie, al declarar en el marco del 82 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario “Juicio por la Verdad”, pudo reconocer a la víctima en la fotografía que se le exhibió como una de las personas con quien compartió cautiverio en “La Cacha” (legajo 1996/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara). Asimismo, de la declaración que prestó María Laura Bretal en la causa n° 1986/SU se desprende que Carlotto estuvo alojada en dicho centro desde diciembre de 1977 y que su apodo era “Rita” (ver fs. 363/76 del principal) Por último, Carlotto es mencionada en el Informe CLAMOR, en donde se consignó que su sobrenombre era el ya mencionado. 121) Rubén Alejandro Martina De acuerdo al Legajo de Co.Na.De.P. 1881 y la declaración en el “Juicio por la Verdad” de fs. 538/544 del expediente principal, habría sido secuestrado entre el 5 y el 7 de diciembre del año 1977, y permaneció durante dos días en cautiverio, en el centro clandestino de detención “La Cacha”, lo cual fue demostrado ya que reconoció el lugar a través de los planos de la planta alta de dicho centro, que le mostraron en Co.Na.De.P.. A su vez, las circunstancias narradas por Martina, en cuanto a la descripción del lugar, los apodos de sus captores (“Palito”, “Potro”), el “modus operando” del secuestro y su liberación así como también los nombres y/o apodos de sus compañeros de cautiverio, resultan concordantes con las manifestaciones de la gran mayoría de los detenidos en el centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época referenciada. 122) Ricardo Luis Dakuyaku De acuerdo al legajo de Co.Na.De.P. n° 2805 y las declaraciones de Elena Dakayuku y de María Patricia Luisoni en el marco del “Juicio por la Verdad” (ver fs. 194/199 y 206/210 cuaderno de prueba N° 6), el nombrado habría sido secuestrado la madrugada del 6 de diciembre de 1977, por un grupo de hombres vestidos de 83 civil muy armados que irrumpieron en el domicilo de su familia. Fue detención visto “La dentro Cacha”, por del centro Rubén clandestino Alejandro Martina de (fs. 538/544 del principal). 123) Jorge Alberto Martina De acuerdo a los testimonios prestados por la señora Luisoni a fs. 206/210 del cuaderno de pruebas n° 6, el nombrado habría sido secuestrado la madrugada del día 6 de diciembre de 1977 en un estudio de arquitectura ubicado en las calle 8 entre 48 y 49 de esta ciudad, por cuatro personas vestidas de civil, junto a Antonio Enrique Piojoso. Fue detención visto “La dentro Cacha”, por del centro Rubén clandestino Alejandro Martina de (fs. 538/544 del principal). 124) Otilio Julio Pascua De acuerdo a la declaración brindada por su hermana María Laura Pascua en el marco del “Juicio por la Verdad” (fs. 218/221 del cuaderno de pruebas n° 6), habría sido secuestrado el día 24 de octubre de 1977. A su vez al momento de realizarse el secuestro de Jorge Alberto Martina, Pascua se encontraba corroborado en por el lugar las de la declaraciones detención, esto testimoniales fue Patricia Luisoni. Fue clandestino visto de por detención última “La vez Cacha”, dentro por del Rubén centro Alejandro Martina (fs. 538/544 del expediente principal). 125) Antonio Enrique Piovoso De acuerdo a los testimonios prestados por la señora Luisoni a fs. 206/210 del cuaderno de pruebas n° 6, el nombrado habría sido secuestrado la madrugada del día 6 de diciembre de 1977 en un estudio de arquitectura ubicado en las calle 8 entre 48 y 49 de esta ciudad, por cuatro personas vestidas de civil, junto a Jorge Alberto Martina. Fue detención “La visto Cacha”, dentro por del Rubén 84 centro clandestino Alejandro Martina de (fs. Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario 538/544 del expediente principal). 126) Rubén Darío Barriento De acuerdo al libro de la comisaría 8va. De la ciudad de La Plata, entre los días 7 y 12 de diciembre estuvo alojado en dicha dependencia, junto con Cavalie y Colman, bajo el Área Operacional 113. Conforme surge de la declaración brindada por el primero de ellos en el “Juicio por la Verdad” (cuaderno de prueba n° 6, fs. 75/96) de allí fueron trasladados en un auto particular, encapuchados clandestino de y detención esposados, “La Cacha”, hacia en el centro donde fueron torturados durante distintos interrogatorios. Finalmente fue liberado entre fines de enero y principios de febrero de 1978. 127) Alberto Alfio Cavalie De acuerdo al libro de detenidos de la Comisaría 8va de la ciudad de La Plata, entre los días 7 y 12 de diciembre estuvo alojado en dicha dependencia, junto con Barriento y Colman, bajo el Área Operacional 113. Conforme surge de la declaración que brindó en el marco del “Juicio por la Verdad”, de allí fueron trasladados en un auto particular, encapuchados y esposados, hacia el centro clandestino de detención “La Cacha”, en donde fueron torturados durante distintos interrogatorios (ver cuaderno de prueba n° 6, fs. 75/96). Finalmente fue liberado entre fines de enero y principios de febrero de 1978. 128) Esteban Colman De acuerdo al libro de la Comisaría 8va de la ciudad de La Plata, entre los días 7 y 12 de diciembre estuvo alojado en dicha dependencia, junto con Barriento y Cavalie, bajo el Área Operacional 113. Conforme surge de la declaración que brindó Cavalié en el marco del “Juicio por la Verdad”, de allí fueron trasladados en un auto particular, encapuchados y esposados, 85 hacia el centro clandestino de detención “La Cacha”, en donde fueron torturados durante distintos interrogatorios (ver cuaderno de prueba n° 6, fs. 75/96). Finalmente fue liberado entre fines de enero y principios de febrero de 1978. 3. Sentado lo anterior, cabe destacar que existen algunos casos que fueron tenidos por probados instancia, que esta Sala no considera que se en primera encuentren suficientemente probados, aún con la provisionalidad propia de esta etapa del proceso. a. Con relación a Adriana Leonor Tasca se cuenta con elementos secuestrada diciembre que en de permiten Capital 1977, y inferir Federal que en que la nombrada 10 y entre el esa época se el fue 15 de encontraba embarazada. Pero su presencia dentro del centro “La cacha”, es sostenida por simples comentarios de terceros, los cuales, a criterio de esta Alzada, no se encuentran imbestidos de la entidad probatoria suficiente para tener por acreditado tal extremo. Concretamente, Patricia Pérez Catán declaró que Arce y Fórmiga, en la 8va Comisaría de La Plata, le habrían comentado que Tasca también estuvo en el subsuelo de “La Cacha”. b. Igual consideración merece el caso de Guillermo Rubén Di Bastiano, puesto que el único elemento con el que se cuenta para presumir que el nombrado fue alojado en “La Cacha” es la declaración de Jorge Edgardo Guastapaglia en la que afirma que “le habían comentado” que Di Bastiano estuvo detenido en dicho centro clandestino de detención. c. El instructor consideró acreditado que María Susana Leiva de Bogliano estuvo en “La Cacha” porque Guarino refirió que “El Chaira”, que según sostuvo el magistrado sería Adrián Claudio Bogliano, estuvo alojado en ese lugar con su mujer, Susana. Sin embargo, no existen indicios bastantes para afirmar que “El Chaira” y Adrián Claudio Bogliano, fueran la 86 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario misma persona. Nótese, en tal sentido, que Marcela Mónica Quintella –en el marco del legajo de Co.Na.De.P. n° 4274refirió haber visto en “La Cacha” a Adrian Bogliano y a “El Chaira” de Mar del Plata, refiriéndose a ambos como personas distintas. Además, cuando la nombrada denunció en la Co.Na.De.P. la desaparición de Adrián Bogliano refirió que este último era de Villa Elisa y que le dijo que no sabía qué había pasado con su mujer -ver legajo n° 1006-. d. Finalmente, no surge agregada a la causa prueba alguna que permita tener por demostrados los hechos que habrían tenido por víctimas a Teresa Calderoni, a Viviana Rodríguez de Roesler, a Carlos Roesler y a Rubén Eduardo Souto. e. Entonces, tal como se adelantó, los elementos de juicio colectados hasta el presente –mencionados supra- no autorizan siquiera con el grado de certeza requerido en esta etapa, tener por demostrado que Adriana Leonor Tasca, Guillermo Rubén Di Bastiano y María Susana Leiva de Bogliano hayan sido mantenidos en cautiverio dentro del centro clandestino “La Cacha”. En los casos de Teresa Calderoni, Viviana Rodríguez de Roesler, Carlos Roesler y Rubén Eduardo Souto no existe ninguna probanza que permita acreditar tal extremo. Tales circunstancias imponen -en los casos que así lo ameriten- revocar los procesamientos dictados en relación a tales sucesos y decretar la falta de mérito de los encartados respecto de los mismos. Ahora bien, a los efectos de incorporar elementos que permitan determinar si tuvieron lugar, o no, los hechos de referencia, deberá el a quo, proceder de conformidad con lo expuesto en el considerando 10, acápite 3.e, de la resolución dictada con fecha 7 de octubre del corriente año, en la causa 5667/III, a la cual corresponde remitirse en razón de brevedad, sin que con ello quede excluída toda otra 87 diligencia que el magistrado considere pertinente ordenar a los fines expuestos. XI. Encuadramiento jurídico Liminarmente, es menester recalcar que las víctimas de la represión en el período 1976-1983 fueron secuestradas por personal de distintas fuerzas (ejército, marina, policiales, entre otras) y ubicados en lugares cerrados en calidad de clandestinos detenidos, de que detención”. se Debe han denominado aclararse que “centros “detenido” comprende toda forma de privación de libertad ejercida por autoridad pública. De las constancias recolectadas en la causa y de aquellas que corren por cuerda separada a la misma se desprende que muchas personas permanecieron privadas de su libertad en el centro clandestino de detención denominado “La Cacha” por lapsos en su mayoría prolongados y soportando padecimientos físicos y psíquicos, y que mientras que algunas fueron liberadas, a muchas otras no se las ha vuelto a ver con vida hasta la fecha y se desconoce su paradero. 1. Privaciones ilegítimas de la libertad Se cuenta en autos con el testimonio de aquellas personas que fueron liberadas tras haber permanecido privadas ilegítimamente de su libertad en el centro que nos ocupa, como en Horacio los casos Molino, de Patricia Ricardo Antonio María Pérez Herrera, Catán, Martín Oscar Daniel Castilla, Raúl Guillermo Elizalde, María Silvia Bucci, Héctor Javier Quinterno, Edgardo Daniel Cerqueira, Rubén Gustavo Jaquenod, Marcela Mónica Quintela, Fernando Reyes, Patricia Nora Rolli, Nelva Alicia Méndez de Falcone, entre otros. 1.1. Todos ellos fueron coincidentes en señalar que luego de ser secuestrados estuvieron alojados en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Según sus declaraciones, algunos pasaron previamente por otros centros, mientras que un buen número fueron trasladados directamente a aquél. 88 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Los testigos nombrados -y otros citados al probar la materialidad de los hechos- dan cuenta no sólo de sus propias detenciones y su alojamiento en “La Cacha”, sino también de la presencia de otras personas con quienes tomaron contacto, o bien compartieron cautiverio, en dicho centro clandestino de detención (ver detalle de cada una de las víctimas en el apartado 2 del considerando X). De allí que todas esas declaraciones, las de las víctimas que fueron liberadas y las de familiares de personas que aún hoy permanecen desaparecidas, tengan una importancia fundamental. suficiente Todas para ellas tener configuran por un acreditado cuadro que probatorio las personas mencionadas fueron aprehendidas, privadas de manera ilegítima de su libertad y alojadas en el centro clandestino de detención que nos ocupa. En cuanto a la estructura física del centro, es preciso remitirse a lo explicado en el considerando IX. 1.2. Las conductas descriptas encuadran en la figura que prevé el artículo 144 bis, inciso 1°°, del Código Penal. Así, a la figura básica, que tipifica el artículo 141 del Código de fondo -cuyo núcleo central se encuentra en el hecho de privar a otro de su libertad personal- se le agrega el agravante de que el hecho haya sido cometido por un funcionario público, con abuso de funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley. Ahora bien, estas conductas también fueron llevadas a cabo por el imputado con los agravantes previstos en el artículo 144 bis, último párrafo, que remite a los incisos 1° y 5° del artículo 142 del mismo cuerpo normativo. El primero de esos incisos agrava la conducta típica señalada, toda vez que sea cometida con violencia o amenazas o con fines religiosos o con empleo de fuerza física directa sobre los detenidos. La privación ilegal de la libertad sufrida por los 89 damnificados, conforme se desprende de los testimonios reseñados en la causa, se ve agravada en razón de haber sido cometida con violencia, con empleo de la fuerza física directa sobre los aprehendidos. En punto a esto último, es preciso consignar que los hechos que son objeto de tratamiento en el presente pronunciamiento, se caracterizan por la actuación de personal de distintas fuerzas que ingresaba a los domicilios de las víctimas, o los interceptaban en la vía pública -siempre mediante importantes grupos armados- y luego eran vendados e introducidos a un automóvil que los llevaría a un centro clandestino de detención, y esto sucedió en todos los casos sin orden de detención o allanamiento emanada de autoridad competente alguna. En este sentido se ha explicado que “... el autor usa violencia para cometer la privación ilegal de la libertad cuando para hacerlo la aplica a la persona de la víctima o despliega amenazadoramente contra ella, una energía física o un medio físicamente dañoso o doloroso...”. En cuanto al tipo subjetivo de la figura en cuestión, la misma fuente ha sostenido que “...la privación de la libertad llevada a cabo por un funcionario público, en todas sus formas, lo es a título doloso...” (conf., Nuñez, Ricardo., Tratado de Derecho Penal., Bs. As., Editorial Bibliográfica Omeba, 1967, Tomo V, pp. 39 y 53). Habrá siguientes casos de se destacarse, tiene por asimismo, probado que que la en los víctimas permanecieron privados de su libertad por un lapso mayor a un mes: Pérez Catán Patricia María; Molino Oscar Horacio; Mainer María Magdalena; Mainer Pablo Joaquín; Moncalvillo Domingo Héctor; Sánchez Rizzo Federico Hugo; Morettini, María del Carmen; Crescimbeni Daniel; Irastorza Héctor Manuel; Tolosa de Reggiardo María Rosa; Reggiardo Juan Enrique; Mazas Carlos Adalberto; Moura Jorge Horacio; Torrillas Néstor Daniel; Pareja José Alfredo; Contardi Rubén Oscar; Guillermo Marcos 90 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario García Cano; Quesada de Bearzi Graciela Irene; Bettini Antonio Bautista; Calvo Miguel Ángel; Cavecchia Silvia Inés; Moreno Herves Carlos Alberto; Quintero de Morillo Susana Beatriz; Axat Rodolfo Jorge; De la Croce de Axat Ana Inés; Beltaco Julio; Luna de Beltaco Elsa Luján; Molina Ricardo Victorino; Gallego Mario Oscar; Cisneros Ignacio Manuel; Scognamillo Rubén Oscar; Bozza Juan Alberto; Rolli Carlos Enrique; Rolli Patricia Horacio; Toninetti Daniel Diessler Alberto Omar; Alberto Horacio; Nora; García Alberto; Martegani Amerise Alejandro Roberto Luján; Bontti Adriana Clara; Monaji Triana Cuenca Esteban Rodolfo; Achares Roberto René; Piza de Paira Liliana; Ramírez Abella de Baibiene Elba Leonor; Fortunato Claudio José; Cavalieri José Luis; Luis María Elvira; Alaye Carlos Esteban; Depaoli Raúl Alberto; Galmes Moreno Jorge Oscar; Elizalde Raúl Guillermo; Herrera Ricardo Antonio; Benavides Dardo Marcelo; Gerenschtein Rubén Enrique; Bucci María Silvia; Cerqueira Edgardo Daniel; Quinterno Héctor Javier; Corvalan Ojeda Maria Elena Isabel; Cagni Julio César; Silvestre de Cagni Nora Liliana; Slutzky Samuel Leonardo; Cédola de Monteagudo Laura Susana; Lombarda Miguel Ángel; Bojorge Stella Maris; Valle Juan Carlos; Mazzocchi Baque Pedro Luis; Pérez Catán Jorge Enrique; Ercole Margarita Ofelia; Tresaco Mónica Susana; Barrenese Octavio Alcides; Martínez Rodríguez Otahal Ernesto Carlos; de Di Nubila Norma Beatriz; Delgadillo María Ilda; San Emeterio Cesar; Guarino Juan Carlos; Varela de Guarino María Elena; Barros de Zaffora María del Carmen; Zaffora Roberto Omar; Hourquebie de Francese María Mercedes; Díaz Bonifacia del Carmen; Díaz Elvira Rosa; Arce Sahores Elena; Formiga Nora Livia; Casado Olga Noemí; Carlotto Laura Estela; Dakuyaku Ricardo Luis; Martina Jorge Alberto; Pascua, Otilio Julio; Piovoso Antonio Enrique; Barrientos Rubén Darío y Colman Esteban. Por tal motivo, resulta aplicable respecto de estos hechos la disposición contenida en el inciso 5° antes citado, 91 al cual remite el último párrafo del artículo 144 bis del Código Penal. 2. El delito de tormentos. La Constitución Nacional de 1853, mediante una cláusula pétrea (“queda abolida para siempre”), prohibió toda especie de tormentos y azotes (art. 18). En el Código Penal la reforma introducida por la ley 14.616/58 (BO, 01/10/1958) incorpora la figura del tormento y la ley 23.097/84 (BO, 29/10/84) reprime al personas, legítima o “(...)cualquier funcionario público ilegítimamente clase de que impusiere privadas tortura. Es de a libertad, indiferente que la víctima se encuentre jurídicamente a cargo del funcionario, bastando que éste Dispone, además, tenga que la sobre aquella tortura no poder comprende de hecho”. sólo los tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos psíquicos, cuando éstos tengan gravedad suficiente (art. 144 tercero, inc. 3º, C.P.) y castiga distintas funcionales conexas a la imposición de omisiones tortura (art. 144 cuarto, C.P.). Este Tribunal, a partir de su intervención en la causa 3454 “Shiffrin s/dcia.”, dejó en claro los alcances de la figura que ahora se examina en el ámbito nacional e internacional, al margen de las normas materiales uniformes de derecho penal internacional. Lo mismo respecto del funcionamiento del principio nullum crimen, nulla poena sine lege y de la regla ex post facto con relación al derecho internacional aplicable a crímenes de la naturaleza señalada. Para abreviar, cabe remitirse a lo allí esbozado. A continuación, se distinguirá entre “tormentos físicos” (2.1) y “tormentos psíquicos” (2.2). 2.1 Tormentos físicos Es posible tener por probado que en “La Cacha” y durante el período que nos ocupa, se practicaron tormentos físicos mediante la utilización de distintos métodos (picana eléctrica, golpes, estaqueos) a quienes se encontraban allí 92 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario alojados. Específicamente físicos que sufrieron están Nora acreditados Patricia los Rolli; tormentos Roberto René Achares; José Luis Cavalieri; Martín Daniel Castilla; Héctor Javier Quinterno; Mauricio Emeraldo Mansilla; Eduardo Cesar Cedola; Liliana Beatriz Méndez de Cédola; Juan Carlos Guarino; Elvira Rosa Díaz; Domingo Héctor Moncalvillo; Luis María Emma; Elsa Beatriz Mattia; Néstor Daniel Torrillas; Alfredo Temperoni; Federico Hugo Sánchez Rizzo; Liliana Piza de Paira María Elena; Isabel Corvalan Ojeda de Suárez Nelson, Sognamillo Rubén Oscar y Galmes Moreno Jorge Omar, entre otros, todo lo cual se deduce a partir de los testimonios prestados por personas que estuvieron allí alojadas y luego fueron liberadas. Debe ponderarse que algunas dan cuenta de las torturas físicas sufridas por ellas mismas y por otros detenidos que les relataron lo sufrido y cuyas secuelas eran por demás evidentes (ver para ello el detalle efectuado en el acápite 2 del considerando X). 2.2. Tormento psíquico. Tal como se adelantara, este Tribunal fijó los alcances del delito que describe la figura aludida, y, en especial, aquél con referencia al tormento psíquico. Es colectados, posible que entonces, dan base a a la partir de prueba los de elementos indicios y presunciones, tener por acreditado que las personas señaladas bajo el acápite 2 del considerando X, fueron víctimas de tormentos sufridos durante el tiempo en que estuvieron privadas ilegítimamente de su libertad. Lo cierto es que en virtud de los testimonios aludidos -sumados a las circunstancias ya probadas- es posible, se insiste, conformar un cuadro probatorio suficiente para sustentar en base a los principios de la sana crítica (artículo 241 del C.P.P.N.), la existencia de tormentos psíquicos. Un ejemplo claro de esto fue plasmado en el informe elaborado a instancias de CLAMOR, organismo perteneciente al 93 Arzobispado de San Pablo, República F. de Brasil, por algunas de las víctimas que estuvieron en “La Cacha” y luego fueron liberadas (Néstor Daniel Torrillas, Nelva Méndez de Falcone, Alberto Omar Caracoche de Diessler, Gatica, Roberto José Luján Luis Amerise, Cavalieri, Ana entre María otras). Particularmente cabe transcribir los siguientes párrafos de dicha pieza: “(c)oncluídos los interrogatorios éramos ubicados en el edificio principal, de tres plantas, contiguo a los cuartos de tortura. Se nos encadenaba a ganchos fijos en el piso y tirados sobre elásticos y colchonetas o mantas. Permanecíamos encapuchados durante todo el tiempo, permitiéndosenos levantar la capucha hasta la nariz cuando comíamos, esto ocurría dos veces al día”. “Nos llevaban al baño una o dos veces al día y éstos eran los únicos momentos en que abandonábamos la posición horizontal y el encadenamiento” “(e)n este lugar había un promedio diario de 40 secuestrados…” (fs. 1942 del principal). Los extractos padecimientos, transcriptos, muestran que las lejos fuerzas de describir (emotivas, de voluntad, o como se prefiera definirlas) que necesitaron los detenidos para no doblegarse frente al cautiverio, deben ser consideradas, sin dudas, como un maltrato psíquico producto de sus detenciones y, por lo tanto, abarcado por el concepto de tortura que esta Sala dejó esbozado en el marco del expediente ya mencionado n° 3454/05 “Incidente de apelación Schiffrin s/dcia”. De lo expuesto se infiere que también debe entenderse por tortura la aplicación de métodos dirigidos a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque de hecho no causen dolor físico, provocado por un trasfondo de terror que emanaba de un escenario cotidiano y siniestro, difícil de imaginar planificado, a esta altura de los tiempos, por el género humano y, menos aun, como derivación de una actividad ilegal 94 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario organizada desde las instituciones del Estado. Aquellas personas que resultaron detenidas fueron “tabicadas”, engrilladas, golpeadas, insultadas, humilladas, amenazadas, sufrieron el hacinamiento, largas privaciones de alimentos y de atención médica e higiene. Fueron obligadas a presenciar hechos de violencia contra sus compañeros de sensación permanente de cautiverio o de sus esposas o esposos. A ello debe sumarse la temor o desasosiego al no saber cuando les tocaría una de las “sesiones de tortura” o cuando serían ejecutados. De allí desaparición, la que las circunstancias incomunicación del coactiva, la secuestro, incertidumbre acerca de su porvenir, el temor arraigado en la conciencia del sufrimiento circunstancias, físico la sumado mantenidos afirmar en que de a algunos constante las sus amenaza condiciones cautiverio, las de sean conductas compañeros de sufrir atribuidas esas un dolor que eran suficientes para generales elementos en se en adecuan a la descripción del tipo que prevé el artículo 144 ter, según la reforma introducida por la ley 14.616, que establece la pena para el funcionario público que impusiere a los presos que guarde cualquier especie de tormento, es decir, por la presencia de cierta intensidad y de “dolor físico o de dolor moral” (Soler, Sebastián., Derecho Penal Argentino, Bs. As., TEA, 1970, § 105, pp. 52 y ss.); o de tortura “física o psíquica” (conf., Laje Anaya, Justo., Algunas consideraciones sobre el delito de tortura, en: Rev. JA 1986-I, pp. 857-859). 2.3. Respecto de Adriana Leonor Tasca, Guillermo Rubén Di Bastiano, María Susana Leiva de Bogliano, Teresa Calderoni, Souto, Roesler y Rodríguez de Roesler, como ya se adelantara, no existen constancias en la causa que permitan tener prima privados de facie su probado libertad en que “La efectivamente Cacha”. Por hayan tal sido motivo, respecto de estas personas y conforme se dispusiera en el precedente 5667/III, antes citado, deberá el a quo continuar 95 investigando y reunir las constancias que permitan evidenciar los extremos de la imputación XII. Responsabilidad. Isaac Crespín Miranda De conformidad con las constancias obrantes en su legajo personal, Miranda ocupó el cargo de Prefecto del Servicio Correccional de la Provincia de Buenos Aires durante el período 76/78. Siendo calificado por quien se desempeñara como Jefe de dicho servicio, el Coronel (R.E.) Fernando Aníbal Guillen. Ahora bien, es preciso recordar que de acuerdo con la la Directiva del Comandante General del Ejército n° 404/75 dictada el 28 de octubre de 1975, vigente durante el gobierno de facto, se estableció que “Elementos de policías y penitenciarios provinciales” se encontrarían bajo el control operacional del ejército en el marco de la denominada “lucha contra la subversión”. Justamente, al resolver en el expediente 5667/III, se pudo dar cuenta que en el centro clandestino de detención en donde se habrían llevado a cabo las privaciones ilegítimas de la libertad operaron y diversas los tormentos fuerzas de que aquí seguridad, se investigan, entre ellas, el Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires. Ello se debe, a la valoración de las declaraciones prestadas por detenidas en muchas la de Cacha, las que víctimas dieron que cuenta habrían que estado entre sus captores se encontraba un grupo de guardias que pertenecía al Servicio Penitenciario. De hecho, puntualizaron que los integrantes del mismo, imponían un trato más severo y que llamaban “internos” a los detenidos, jerga que suele utilizarse en el ámbito carcelario. Asimismo, se tuvo por demostrada la participación activa de Héctor Raúl Acuña – quien ocupaba el cargo de Alcaide de la Unidad 1 durante la comisión de los delitos por los cuales fue procesado– dentro del centro clandestino de 96 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario detención “la Cacha”, identificándolo como uno de los torturadores del mismo. Del mismo modo, resulta acorde dar cuenta de la declaración brindada por José Carlos Barroso en las presentes actuaciones (fs. 1537/38 del expediente principal), en la que manifestó que mientras prestó servicios en el Cuartel de Seguridad del Servicio Penitenciario, tomó conocimiento de un lugar que era conocido como ”La Cacha” y que estaba ubicado entre la Unidad Carcelaria n° 1 y los fondos de la Unidad Carcelaria n° 7 y refirió que era considerada un Area Restringida, pero que había un grupo que tenía acceso a dicho lugar, entre los que se encontraban Isaac Crespín Miranda y Héctor Raúl Acuña. Lo anterior resulta significativo, en función de la relación de jerarquía, que existía entre el nombrado y el aquí imputado. Nótese que Isaac Crespín Miranda, era quien se encargaba de evaluar las Puntualmente, respecto a tareas su del desempeño mencionado durante el Acuña. período 1977/78, anotó en el legajo personal de éste que era un ”… funcionario al cual la experiencia adquirida, lo ha dotado de la serenidad necesaria para desempeñarse eficazmente en esta tarea. Capáz, leal y con el raciosino necesario como para resolver situaciones difíciles” (ver legajo personal de Héctor Raúl Acuña – Informe de Calificación año 1977/78). De lo anterior, se deduce que Miranda era el superior jerárquico de uno de los torturadores del centro clandestino de detención, en donde fueron alojadas las víctimas enumeradas en el considerando X acápite 2 de la presente resolución y que tenía acceso al inmueble en donde habría funcionado el centro clandestino conocido como “La Cacha”. Asímismo, debe ponderarse la calificación efectuada por el Coronel Guillén respecto de Miranda, relacionada al período 1977/78, reiteradas en la felicitaciones que se de 97 destaca funcionarios que de “ha las merecido Fuerzas Armadas por su valiente y decidida participación en la lucha antisubersiva”. Cabe señalar que esa caracterización es la que utilizaron los altos mandos militares, para referirse al plan sistemático de ataque generalizado sobre un sector de la población civil (al respecto ver. Decreto 1/75, Directiva 404/75). Llegados a este punto, resulta pertinente destacar las notas de agradecimiento consignadas por el Destacamento de Inteligencia 101, redactadas la primera de ella el día 2 de abril del año “sobresaliente” la 1976 en actuación la de que se Miranda destaca en el como “grupo de tareas”, consignada por quien fuera el jefe del destacamento referido y la segunda de ellas, que data del 12 de diciembre del año 1977, que pone en Penitenciario la permanente imputado la Centrral con conocimiento colaboración de Reunión del Servicio prestada de por Inteligencia el del Destacamento 101 y “la activa participación e iniciativa que le cupo a dicho Prefecto, quien ha demostrado entusiasmo, espíritu de sacrificio y responsablidad que ha posibilitado la obtención del éxito en distintos trabajos encargados”. Tales misivas deben ser analizadas a la luz de los procesamientos dictados en el marco de la causa 5667/III antes citada, en la cual se analizó en profundidad el rol ejercido por el Destacamento 101 en el centro clandestino “La Cacha”, destacándose el papel de dirección llevado a cabo por el Destacamento respecto de los delitos que allí se habrían perpetrado. En función de lo expuesto y en atención a las probanzas colectadas en la presente investigación, resulta razonable inferir que le es atribuible responsabilidad en los hechos que aquí se investigan, motivo por el cual se responsabilizará al imputado cuya situación se analizó en este apartado, por las privaciones ilegítimas de la libertad y los tormentos que damnificaron a Julio César Chaves, Alcides Chaves, Alfredo Temperoni, María Cristina Temperoni 98 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario de Contardi, Nelba Inés Méndez Martín de Daniel Alicia Falcone, Castilla, Ordoqui, Ana Jorge María Rubén Adelmar Caracoche Gustavo Falcone, de Gatica, Jaquenod, Marcela Mónica Quintella, Fernando Reyes, Mauricio Emeraldo Mansilla, Eduardo César Cédola, Liliana Beatriz Méndez de Cédola, Jorge Edgardo Guastapaglia, Mario Alfredo Guastapaglia, Eduardo Jorge Balboa, Rubén Alejandro Martina, Patricia Pérez Catán, Horacio Oscar Molino, María Magdalena Mainer, Pablo Joaquín Mainer, Domingo Morettini, Irastorza, Héctor Daniel María Moncalvillo, Alberto Rosa María Crescimbeni, Tolosa de del Carmen Héctor Manuel Reggiardo, Juan Enrique Reggiardo, Carlos Adalberto Mazas, Luis María Emma, Jorge Moura, Elsa Torrillas, Graciela Beatriz José Mattia Alfredo Irene Quesada, de Torrillas, Pareja, Antonio Rubén Néstor Oscar Bautista Daniel Contardi, Bettini, Miguel Ángel Calvo, Silvia Inés Cavecchia, Daniel Orlando Tallerico, Berta Itzcovic, Carlos Alberto Moreno, Susana Beatriz Quinteros de Morillo, Patricia Elsa Marta Milanta, Federico Hugo Sánchez Rizzo, Rodolfo Jorge Axat, Ana Inés Della Croce de Axat, Julio Victorino Beltaco, Molina, Mario Elsa Luna Oscar de Beltaco, Gallego, Ignacio Ricardo Manuel Cisneros, Rubén Oscar Scognamillo, Juan Alberto Bozza, Carlos Enrique Rolli, Nora Patricia Rolli, Alejandro Horacio García Martegani, Susana María Marrocco, Cristina Lucía Marrocco de Picardi, Félix Eduardo Picardi, Daniel Alberto Toninetti, Roberto Luján Amerise, Alberto Omar Diessler, Adriana Clara Bontti, Alberto Horacio Monaji, Roberto René Achares, Liliana Esteban Rodolfo Piza de Paira, Cuenca, Elba Leonor Ramírez Abella de Baibene, Claudio José Fortunato, José Luis Cavalieri, María Elvira Luis, Carlos Esteban Alaye, Raúl Alberto Depaoli, Jorge Oscar Galmes, María Seoane de Toimil, Raúl Guillermo Elizalde, Ricardo Antonio Herrera, Dardo Marcelo Benavides, Rubén Enrique Gerenschtein, Nina Judith Golberg, María Silvia Bucci, Edgardo Daniel Cerqueira, Héctor Javier Quinterno, María Elena 99 Corvalán de Suárez Nelson, Julio César Cagni, Nora Liliana Silvestre de Cagni, Samuel Leonardo Slutzky, Laura Susana Cédola de Monteagudo, José Manuel Monteagudo, Weber, Miguel Stella Ángel Maris Lombarda, Giourgas, Stella Carlos Maris Alberto Bojorge, Juan Carlos Valle, Pedro Luis Mazzochi, Jorge Enrique Pérez Catán, Margarita Ofelia Ercole, Mónica Tresaco, Duarte, José Luis Barla, Juan Carlos Alcides Barrenese, Adrián Claudio Julián Roberto Bongiorno, Octavio Bogliano, Norma Beatriz Martínez, Ernesto Carlos Otahal, María Ilda Delgadillo de San Emeterio, César San Emeterio, Juan Carlos Guarino, María Elena Varela de Guarino, María del Carmen Barros de Zaffora, Roberto Omar Zaffora, María de las Mercedes Hourquebié de Francese, Bonifacia del Carmen Díaz, Elvira Rosa Díaz, Elena Arce, Nora Livia Formiga, Olga Noemí Casado de Cugura, Laura Estela Carlotto, Ricardo Dakuyaku, Jorge Alberto Martina, Otilio Julio Pascua, Antonio Enrique Piovoso, Rubén Darío Barrientos, Alberto Alfio Cavalié y Esteban Colman. En cambio, como ya se explicó, se dictará su falta de mérito en relación a los hechos vinculados con Teresa Calderoni, Viviana Rodriguez de Roesler, Carlos Roesler, María Susana Leiva de Bogliano, Guillermo Rubén Di Bastiano, Rubén Eduardo Souto y Adriana Leonor Tasca. XIII. Análisis de la autoría y participación la cual correspondiente. Al sobre resolver delitos detención la cometidos “La Cacha” se causa dentro 5667/III, del tomaron centro ciertas versaba clandestino pautas, de otrora utilizadas en la causa 13/84 por la Cámara Federal porteña, a fin de analizar las posiciones jerárquicas del conjunto de imputados que habrían tenido responsabilidad sobre los hechos investigados. dominio En dicha oportunidad del hecho constituye se el estableció elemento que: “a) principal el para caracterizar al autor de un delito; b) partiendo de esa base, en casos como el presente, ese dominio se ejerce sobre la 100 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario voluntad del ejecutor –dando lugar a la autoría mediata–; c) para ello, debe realizarse en el marco de una estructura organizada de poder; d) se caracteriza por la facilidad en el reemplazo de un ejecutor frente a la negativa de éste a concretar la acción –fungibilidad–.” Tales lineamientos fueron ampliamente desarrollados por este Tribunal al dictar resolución en la causa “Raffo” el día 15 de marzo pasado y por la Sala Primera de la Cámara Criminal y Correccional Federal expedirse en s/procesamiento las causas con prisión de la Capital n° 36.873 Federal al "Olivera preventiva" (reg. Róvere n° 55 del 9/2/06) y n° 37.079 “Crespi, Jorge y otros s/ procesamiento con prisión preventiva” (reg. n° 429 del 17/5/06), donde se atribuyó responsabilidad a los Jefes de Subzona y Jefes de Área por los hechos ejecutados por sus subalternos en los territorios que, por normas internas, se encontraban bajo su control. En ese sentido, al revisar la sentencia de la causa 13, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que “... los superiores conservan el dominio de los acontecimientos a través de la utilización de una estructura organizada autores de poder, mediatos de circunstancia los que delitos los así constituye cometidos. en Son características relevantes de esta forma de aparición de la autoría mediata, discrecionalmente el el dominio sistema, que no posee ya sobre quien una maneja voluntad concreta, sino sobre una voluntad indeterminada puesto que, cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se producirá. Ello así, toda vez que, otra de las notas salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del ejecutor, quien no opera individualmente, sino como engranaje dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los resortes de la estructura pues, aun cuando alguno de los ejecutores eluda la tarea, será reemplazado en forma inmediata por otro, que la efectuará. Esta concepción de la 101 autoría mediata es plenamente aplicable a la causa, ya que la estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a quien se encuentra en su vértice, la utilización de todo o parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos ilícitos...” (Fallos: 309:1689, considerando 15 del voto de los Ministros Enrique Santiago Petracchi y Jorge Antonio Bacqué). Al tratar las situaciones de Reinaldo Tabernero, Rodolfo Miguel Aníbal Osvaldo Campos, Rodolfo Etchecolatz y Alejandro Alberto González Rousse en Conti, la causa “Raffo” señalada anteriormente, esta Sala entendió que debían responder como autores mediatos de los hechos. A tal conclusión se arribó al considerar la relación que tuvieron con los sucesos dada su posición jerárquica en ese momento: se trataba de coroneles que se desempeñaron como jefes y subjefes de la policía de la provincia, un Comisario General y el entonces Director General de Investigaciones de la policía provincial, respecto de los cuales se determinó que no habían presenciado ni tenido –a excepción de algunos casos puntuales– participación directa en los hechos. Justamente, el caso que nos ocupa encuadra en tales lineamientos. Nótese que Isaac Crespín Miranda, no habría participado –al menos en lo que pudo demostrarse hasta aquí– en la ejecución directa de ninguno de los hechos por los que se lo intimó en esta causa, con lo cual se descarta la autoría directa en torno a ellos. Sin embargo se pudo demostrar que Miranda estaba al servicio de los requerimientos del Destacamento 101 del Ejército Argentino, ello, en virtud de lo que razonablemente se desprende de las notas de agradecimiento que desde dicha dependencia, mencionadas. enviaron Dicho al Servicio destacamento –al Correccional mismo tiempo– antes estaba subordinado a las órdenes que provenían de la Jefatura II de Inteligencia Ejército, (E.M.G.E.) debiendo, y del además, 102 Comando obedecer del I las Cuerpo del directivas Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario impartidas, a grandes rasgos, por los superiores de alguna de las Fuerzas Armadas o –más precisamente– de la Junta Militar que gobernaba en el momento. Además, se ha podido probar que el encartado se encontraba en una posición jerárquica superior a la de Héctor Raúl Acuña, cuya situación procesal se examinó en la causa 5667/III, y como se indicó ut supra, habría formado parte del grupo de “torturadores” del centro clandestino “La Cacha” y del grupo de tareas que efectuaba secuestros y traslados. Ello, respondía a en los definitiva, requerimientos indica que efectuados el por encausado instancias superiores, ordenando a su vez la concreción de los mismos, al menos, a uno de sus dependientes, a quien supervisaba y calificaba. Este esquema, si bien precario, muestra cómo las responsabilidades y las jerarquías, estaban distribuidas escalonadamente. Esta característica, sin embargo, no obsta a la utilización de la categoría de “autoría mediata” para graduar la participación de Miranda. Justamente, Claus Roxin ha planteado esta situación como uno de los problemas concretos de este tipo de autoría, y concluyó que “... quien es empleado lugar, de en una manera maquinaria tal que organizativa puede impartir en cualquier órdenes a subordinados, es autor mediato en virtud del dominio de la voluntad que le corresponde si utiliza sus competencias para que se cometan acciones punibles. Que lo haga por propia iniciativa o en interés de instancias superiores y a órdenes suyas es irrelevante, pues para su autoría lo único decisivo es la circunstancia de que puede dirigir la parte de la organización que le está subordinada sin tener que dejar a criterio de otros la realización del delito...” (cfr. del autor citado, Autoría y dominio del hecho en Derecho Penal Séptima edición, Madrid, Marcial Pons, año 2000, § 24.V.1). Teniendo en cuenta lo examinado hasta aquí, corresponde que Isaac Crespín Miranda responda como autor 103 mediato de los delitos que se le atribuyen. XIV. Prisión Preventiva Como calidad de se autor vio, al mediato, imputado diversos se le hechos atribuyen, de en privaciones ilegítimas de la libertad y aplicación de tormentos. De tal modo, teniendo en cuenta las calificaciones legales y la reiteración de los sucesos, que motivaría la aplicación de las reglas del artículo 55 del Código, la pena en expectativa, supera ampliamente el máximo de ocho años a que hace referencia el primer supuesto que prevé el artículo 316 del Código Procesal Penal de la Nación (ver considerandos XII y XIII de esta resolución). 1. numerosos Sin embargo, precedentes, restricción de la es esta libertad menester Sala de ha una destacar que, en sostenido que la durante el persona transcurso de una investigación, debe estar precedida –más allá de la escala penal que fija el delito que se le enrostra- de una valoración objetiva de las circunstancias particulares del hecho Una aplicación rígida y literal de las causales prescriptas por los artículos 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación vedaría al juez de la posibilidad de examinar las circunstancias concretas del caso para decidir la procedencia o no de la excarcelación (véase Ottaviano, Santiago, “La prisión preventiva: presupuestos para su dictado y limitación temporal”, publicado en Los derechos humanos en el proceso penal, coordinado por Luis M. García, Ábaco, Buenos Aires, 2002, capítulo III, p. 203 y siguientes). Este argumento, por lo demás, concuerda con la línea seguida por la jurisprudencia de distintos tribunales nacionales, que sustancialmente considera que las reglas establecidas en los arts. 316 y 317 del Código Procesal Penal de la Nación no constituyen una presunción iure et de iure, sino que deben interpretarse armónicamente con el principio 104 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario de inocencia (conf. Cámara Nacional de Casación Penal, Sala III, autos sentencia “Machieraldo, del Ana 22/12/2004, Jurisprudencia Penal y M.L. s/ rec. publicado Procesal 29/04/05, p. 3). Destacándose de en Penal” casación”, “Suplemento (“La de Ley”) del asimismo que aún cuando la imputación del nuevo delito pueda culminar en una pena de efectivo encierro, esa sola circunstancia no permite dejar de lado el examen de otros elementos del juicio que pueden posibilitar un mejor conocimiento de la existencia del riesgo de la conocida “presunción de fuga” (conf. Cámara Nacional de Casación Penal, Sala IV, autos “Beraja, Rubén E. y otros”, sentencia del 26/05/2005, en “La Ley” 2005-F-610 o “Jurisprudencia Argentina” 2005-III-712). Sobre el punto en examen, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal -apoyada en el informe 2/97 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- in re “Chabán, Omar Emir s/recurso de casación” sentencia del 24-11-05, destacó -con independencia de la solución que, por mayoría, alcanzó- los principios que gobiernan la materia en cuestión, a los que esta Sala se ha ajustado. Todo lo expuesto evidencia que la gravedad de la sanción no determinar puede si el ser tomada imputado como puede la única transitar pauta el para proceso en libertad, sino que se impone evaluar todas las circunstancias del caso. Porque circunstancias, admitir o a se precisamente, emplazan descartar en los la el contexto argumentos existencia justifique apartarse de la de de que una dichas llevan razón a que regla del respeto a la libertad personal (conf. Gialdino, Rolando E., “La prisión preventiva en el derecho internacional de los derechos humanos”, Revista “Investigaciones” 3 [1999], Corte Suprema de Justicia de la Nación, p. 667 y siguientes). Para posible completar morigeración aplicación de tales el que pautas análisis debe como 105 cabe hacerse agregar en fundamento torno del que la a la encierro preventivo, para estar acorde a las exigencias de los organismos internacionales -que en el ámbito nacional diera lugar a la sanción de la ley 24.390 y su modificatoria 25.430- se ciñe a los casos en que su prolongación resulte de una magnitud tal que, de acuerdo a las circunstancias del caso concreto, lo haga aparecer como irrazonable. En otras palabras es frente necesario acudir a esa hipótesis temporal a la valoración de otros que resulta criterios para evaluar la proporcionalidad de la extensión de la prisión preventiva. Más allá de la doctrina y jurisprudencia nacional e internacional en que la Sala ha fundado sus anteriores decisiones, el fallo plenario número 13 de la Cámara Nacional de Casación Penal, emitido el pasado 30 de octubre de 2008 en los autos “Díaz inaplicabilidad Bessone, de ley”, Ramón impone la G. s/ recurso observancia de de los parámetros en él establecidos. La doctrina plenaria referida establece que: “(n)o basta en materia de excarcelación o eximición de prisión para su denegación la imposibilidad de futura condena de ejecución condicional, o que pudiere corresponderle al imputado una pena privativa de la libertad superior a ocho años (artículos 316 y 317 del C.P.P.N.), sino que deben valorarse en forma conjunta con otros parámetros tales como los establecidos en el artículo 319 del ordenamiento ritual a los fines de determinar la existencia de riesgo procesal”. Asimismo, esa norma -artículo 319-, en lo sustancial que interesa, establece que puede restringirse el beneficio, pese excarcelatorios a que previstos se en configuren los artículos los 316 supuestos y 317 si existe una presunción fundada de que si se le concede la libertad ambulatoria al imputado, éste intentará eludir la acción de la justicia o entorpecerá la investigación. En consecuencia, el Tribunal se abocará, seguidamente, a verificar si, en el caso del encartado, se 106 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario configuran esos supuestos. 2. Antes de entrar de lleno en esa labor debe dejarse en claro que la existencia de aquellos riesgos –de que el imputado se fugue o entorpezca la investigación- debe evaluarse conforme a las reglas de la sana crítica racional, sin que ese existencia, análisis pues al obligue tratarse a de tener certeza riesgos son, sobre su justamente, posibles consecuencias futuras (en el caso, vinculadas a la libertad durante el proceso penal). 3. La alta expectativa de pena que se cierne sobre el encartado podría tomarse como una pauta para suponer que, en libertad, intentará eludir la acción de la justicia. Lo señalado precedentemente, tiene verdadera consonancia con las circunstancias que rodearon la detención del encausado. Justamente, en el acta que obra a fs. 485/487, puede advertirse que Isaac Crespin Miranda, al momento de ser identificado, exhibió a los agentes policiales, un DNI que correspondería al ciudadano Eduardo Barria, (de quien además portaba una tarjeta con la inscripción de Anses y un registro de conducir) pretendiendo con ello, hacerse pasar por otra persona. Luego de más de cuatro (4) horas, en las que estuvo detenido por orden del Juez Subrogante del Juzgado Federal de San Luis, el encausado, en forma espontánea, manifestó ser Isaac Crespín Miranda. Adviértase que la orden de detención ordenada por el a quo fue dictada con fecha 8 de marzo del corriente año y que la misma pudo concretarse 6 meses después, encontrándose el imputado en la Ciudad de San Luis, cuando su domicilio se encuentra en Beccar, Provincia de Buenos Aires, y en circunstancias en las cuales Miranda actuó evasivamente para evitar ser identificado durante un prolongado lapso, portando documentación de otra persona. En virtud de ello, resulta razonable inferir que el imputado, en libertad, pretenda acción de la justicia. 107 eludir u obstaculizar la a. A esto debe sumarse que, como se pudo probar en esta resolución, formó parte, desde el cargo y la función que ocupó, del plan sistemático de desaparición de personas descripto, y que lo hizo amparado en la clandestinidad que, más tarde, dificultó a la justicia la reconstrucción de los hechos. Tal circunstancia permite afirmar que de no aplicarse la medida cautelar obstaculizada la privativa obtención de de libertad, prueba podría que, verse pese a la inminencia del debate oral, aún podría agregarse al sumario. Es así que –es convicción del Tribunal- permitir la libertad provisoria de aquellas personas respecto de las que se ha obtenido un cierto grado de probabilidad sobre su participación en los hechos -extremo que pudo acreditarse en los considerandos precedentes de esta resolución- y, por lo tanto, de quienes mecanismos se presume clandestinos investigados, pondría en que que conocieron rodearon riesgo el a ligero los avance aquellos sucesos de las actuaciones. Demostrativo de lo que se expone resulta el hecho de que el juzgamiento de varios de los sucesos perpetrados en el marco del plan sistemático de represión trazado por las Fuerzas Armadas –efectuado en unos casos; en trámite en otros y con fecha a determinarse para su juicio público, en otrosordenado debido mediante decisiones complementarse con firmes un de sistema este de Tribunal, ha protección de testigos, nacido del creciente reclamo de seguridad de las víctimas y sus familiares. b. Por otra parte, resulta importante señalar, siguiendo la jurisprudencia sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en casos como los que aquí se ventilan, donde al imputado se le atribuyen delitos calificados como de “lesa humanidad”, se ve comprometida la responsabilidad internacional del Estado argentino, que debe garantizar el características, juzgamiento de acuerdo de todos con 108 el los hechos derecho de esas internacional. Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Como consecuencia, autorizar la libertad del imputado, con la consiguiente posibilidad de que se sustraiga a la acción de la justicia, compromisos pone de inmediatamente la Nación (ver en en riesgo ese aquellos sentido causa V.261.XLV., fallo del 14 de septiembre de 2010, con remisión al dictamen del Procurado Fiscal). c. La consideración de la naturaleza y magnitud de los hechos que se juzgan –por último- tampoco pueden pasar inadvertidos. La jurisprudencia de los tribunales internacionales –cuya influencia está claramente reflejada en las sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que han resuelto puntos vinculados con los procesos penales por la comisión de delitos considerados de lesa humanidad- consagra esta se ha orientado decisión. pronunciamientos de la en el mismo sentido Así, puede constatarse Corte Penal Internacional en y que los el Tribunal Internacional Penal para Rwanda, que han desechado como elementos determinantes para acceder a la excarcelación de quiénes voluntaria detención han sido imputados presentación preventiva de (“The los de delitos imputados Prosecutor semejantes, o v. el tiempo Thomas la de Lubanga Dilo”, sentencia del 21-10-2008 y “The Prosecutor v. Casimir Bizimungu et al.”, Sala II, sentencia del 4-11-2002, respectivamente). 4. Por otra parte, a criterio de esta Alzada, el riesgo procesal acreditado a lo largo de estos considerandos, no puede ser neutralizado por una medida menos lesiva que la dispuesta por el instructor, inclusive aquellas previstas en los arts. 321, 322 y 324 del C.P.P.N. –debe recordarse que se encuentra en trámite ante esta Sala, un incidente de excarcelación intentado a favor del encausado-. 5. Por lo expuesto en este apartado y en armonía con las pautas doctrina establecidas en analizada, se las normas, mantendrá la prisión dispuesta en relación a Isaac Crespín Miranda. 109 precedentes y preventiva XV. Embargo. En primer consideraciones lugar, conviene efectuar generales en torno a la algunas naturaleza de la cautela y los elementos que deben tenerse en cuenta para determinarla. Así, cabe recordar lo dicho por esta Sala en cuanto a que se trata de “…una garantía de naturaleza económica cuya cantidad debe ser suficiente para asegurar el cumplimiento de la pena pecuniaria, de la condena civil y las costas del proceso…” (ver causa n° 3217 “R.M.R.”, rta. el 1205-05, y, en igual sentido, de la Sala I de la C.C.C.F., causa n° 33.306 “Montone, Alejandro s/nulidad”, rta. el 6/9/01, reg n° 758 y causa n° 29.904 “Zacharzenia”, rta. el 13/11/97, reg. n° 961). En rigor, estas pautas son las mismas que establece el artículo 518 del Código Procesal Penal al tratar el tema del embargo. Es interesante destacar que si bien estas tres categorías normativas le otorgan al juez un amplio -aunque no absoluto- marco discrecional para ponderar el monto que en definitiva correspondería, en la medida en que no establecen topes pecuniarios específicos, los límites a la imposición arbitraria de la medida están marcados por: a) el artículo 17 de la Constitución Nacional que establece que “… la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley…” y b) la necesidad de que sea acompañada del dictado de un auto de procesamiento o, de ser anterior a éste, que esté justificada por peligro en la demora, circunstancias que indican que sin una imputación verosímil no sería posible el dictado de la medida (así como tampoco sería posible el dictado de un procesamiento, por ejemplo). De esto se desprende la exigencia de que el monto que debe fijar el juez sea suficiente para garantizar todos los rubros que se incluyen en la norma y que esa decisión derive del análisis entre esos 110 rubros y los diferentes Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario elementos objetivos de cada caso. No obstante, el artículo 518 establece un piso pecuniario para la determinación del embargo. Nótese, que dentro de las costas del valoración que establece proceso, primer norma, incluye la elemento de la de tasa justicia, los honorarios devengados por los abogados y los demás gastos originados en la tramitación de la causa (ver artículo 533 del Código Procesal Penal). En relación con esto, la Acordada 498/91 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció el monto de la tasa de justicia en la suma de sesenta y nueve pesos con sesenta y siete centavos ($69,67), de modo que éste será el embargo en una hipótesis de mínima, es decir, en un caso en el que se eventuales cuente con reparaciones asistencia civiles y oficial, el delito no existan imputado no prevea pena de multa. A partir de esto, pueden presentarse una serie de casos que ellos, elevarán puede el monto resultar que del la embargo causa a sea trabar. Entre susceptible de apreciación pecuniaria. En tal caso, el artículo 2 de la ley 23.898 establece que la tasa de justicia se calculará sobre el tres por ciento (3 %) del valor del objeto litigioso. Otra circunstancia podría ser la existencia de abogados particulares. Al respecto, la ley 21.839 -modificada por ley 24.432- establece un piso de mil pesos ($1.000) para los honorarios en procesos ponderación del monto determinada por la criminales, definitivo actuación de del de modo éstos abogado, que deberá el la estar tiempo de duración del proceso, la cantidad de hechos investigados y otras circunstancias objetivas que impongan alejarse o acercarse del mínimo establecido legalmente. Asimismo, hay que tener presente que la ley señalada dispone, en sus artículos 37 y 45, que a fin de regular honorarios, los procesos penales se considerarán divididos en tres etapas: la inicial, hasta el dictado de un 111 auto de sobreseimiento o prisión preventiva (equiparable al de procesamiento del código actual); una segunda etapa hasta el traslado a la defensa con posterioridad al requerimiento de elevación a juicio y la última etapa que culminará con el dictado de una sentencia definitiva. Un segundo elemento normativo habla de la previsión de pena pecuniaria para el delito imputado, extremo que permitiría al juez alejarse aún más del mínimo de 69,67 pesos señalado anteriormente. corresponde Para apartarse, particulares de determinar habrá cada que caso en valorar que qué medida circunstancias permitan suponer aproximadamente qué multa podría corresponder. En tercer reparaciones civiles imputado. juzgador Este para directamente lugar, que elemento separarse de la corresponde eventualmente las deba cubrir el mayor margen al le otorgará del valor mínimo, de personas cantidad un tratar pues dependerá legitimadas a solicitar resarcimientos, así como del carácter que tengan los mismos. Es decir, la índole o la gravedad de lo que debiera ser reparado. Hay cautelar es que de destacar, naturaleza asimismo, provisional, que ya esta que medida sólo está dirigida a garantizar que se pueda cumplir un pago eventual, de modo que contingencias puede de cada reducirse caso. o aumentarse Además, las según apreciaciones las en torno al valor de los honorarios de los abogados o del monto de una posible pena de multa, no constituyen en modo alguno un juicio anticipado sobre la culpabilidad de los imputados sino que, por el contrario, se realizan sobre la base de las circunstancias que se tienen probadas con el grado de la causa se probabilidad que esta etapa del proceso exige. Sumado a ello, hay que notar que encuentra en una etapa decisiva de las que determina la ley 21.839 y es posible presumir que el proceso avanzará oportunamente hacia la segunda y, eventualmente, se llegará 112 Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario al dictado de una sentencia en un tribunal de juicio. En lo que hace a las indemnizaciones civiles que podrían proceder en caso de recaer condena, las presuntas víctimas (o sus familiares) de los delitos imputados, podrán iniciar las acciones civiles que correspondan a fin de lograr el resarcimiento en concepto de los daños y perjuicios derivados de tales hechos. Siguiendo el razonamiento que se viene exponiendo, y teniendo en cuenta la responsabilidad que le podría caber al nombrado conforme al reproche que le hace esta Alzada, se mantendrá el monto del embargo trabado por el a quo sobre los bienes del encausado. En virtud de todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I. DECLARAR la NULIDAD PARCIAL de la indagatoria que prestara Isaac Crespin Miranda, en lo relativo a los hechos que damnificaron a Daniel Julio Di Nubila, Susana Beatriz Pegoraro Luca y Rodolfo Edgardo Varela, y de los procesamientos dictados en consecuencia (artículos 167, inciso 2, y 168 del Código Procesal Penal). II. CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto dispositivo II de la resolución de fs. 31/450vta., en cuanto dispuso el procesamiento con prisión preventiva de Isaac Crespin Miranda por considerarlo “prima facie” autor mediato penalmente responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada privación mediar por mediar ilegal violencia de o violencia la o libertad amenazas y amenazas -37 doblemente por haber hechos-, agravada estado en por esa condición por más de un mes -91 hechos-, e imposición de tormentos -128 hechos-, en concurso real entre si, y trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cien mil pesos ($ 100.000). III. REVOCAR PARCIALMENTE el procesamiento de Isaac Crespín Miranda y DECLARAR que NO EXISTE MÉRITO para procesarlo ni sobreseerlo en orden a las privaciones ilegales 113 de la libertad y tormentos que habrían sufrido Adriana Leonor Tasca, Viviana Rodriguez de Roesler, Carlos Roesler, Rubén Eduardo Souto, Guillermo Rubén Di Bastiano, María Susana Leiva de Bogliano y Teresa Calderoni (artículo 309 del Código Procesal Penal). IV. DISPONER que el señor Juez de grado proceda del modo establecido en el considerando X punto 3, de esta resolución. Regístrese, hágase saber y devuélvase.Fdo: Carlos A. Nogueira. Antonio Pacilio. Ante mi: Carlos M. Guerra. Se deja constancia que el Dr. Vallefín presente por hallarse en uso de licencia. 114 no suscribe la