Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario

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Año del Bicentenario
DELITOS
DE
LESA
HUMANIDAD.CENTRO
CLANDESTINO DE DETENCIÓN “LA CACHA”.
Se declara la nulidad parcial de la indagatoria. Se
confirma
el
auto
de
procesamiento
con
prisión
preventiva y embargo, por privación ilegal de la
libertad agravada en 37 hechos y doblemente agravada
en
91
hechos
en
concurso
real
con
el
delito
de
tormentos. Se dicta la falta de mérito respecto de 7
hechos.EXPTE.5936/III.28/12/2010.
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
//La Plata, 28 de diciembre de 2010.
AUTOS Y VISTOS: Para resolver en este expediente
registrado
Crespin
bajo
s/
el
n°
5936/III
incidente
de
rotulado
Apelación”,
“Miranda,
procedente
Isaac
de
la
Secretaría n° 1 del Juzgado Criminal y Correccional Federal
n° 1 de esta ciudad.
Y CONSIDERANDO QUE:
I. El recurso
Llega a conocimiento del Tribunal el recurso de
apelación
doctora
interpuesto
María
por
Beatriz
la
Martí,
señora
en
Defensora
representación
“ad
hoc”,
de
Isaac
Crespín Miranda (fs. 457/62), contra la resolución que en
copia
obra
a
procesamiento
considerarlo
fs.
con
31/450vta.,
prisión
coautor
en
tanto
preventiva
mediato
del
penalmente
dispone
el
nombrado
por
responsable
del
delito de privación ilegal de la libertad agravado por mediar
violencia y amenazas, en veintitres (23) casos y de privación
ilegal
de
la
libertad
doblemente
agravado
por
mediar
violencia y amenazas y por haber estado en esa condición por
más de un mes y tormentos, en ciento trece (115) casos, y el
de
tormentos
reiterados
en
ciento
casos, todos ellos en concurso real.
II. Memoriales
1
treinta
y
siete
(138)
Radicadas las actuaciones en esta alzada, el Fiscal
general no adhirió al recurso de apelación deducido y en la
oportunidad que prescribe el art. 454 del Código Procesal
Penal de la Nación, la defensa de Miranda omitió presentar el
informe escrito a los fines del artículo citado.
III. Los agravios
La defensa de Miranda, sostuvo, tanto en el escrito
de apelación como en el informe presentado por ante esta
Alzada en la oportunidad prevista por el art. 294., que la
imputación
que
se
formula
contra
su
defendido
carece
de
fundamentos, resultando a su vez irrazonable e ilegítima,
toda vez que la conclusión a la que arribó el a quo, no sería
producto de una derivación fundada en la sana crítica o sana
lógica
racional,
sino
que
tendría
como
base
la
“responsabilidad objetiva” que es ajena e impropia al Derecho
Penal. Por tales motivos, consideró que debe tacharse de nula
la resolución recurrida.
Por otra parte, señaló que la prueba colectada en
las
presentes,
no
resulta
suficiente
para
atribuirle
responsabilidad penal al señor Miranda y señaló que en el
caso podría ser de aplicación el instituto establecido en el
art. 34° inciso 5to, del código penal.
IV. Cuestiones Previas
La defensa solicitó la anulación de la resolución
en crísis, por los motivos señalados precedentemente.
Sin embargo, y, a criterio de esta Alzada, el a quo
ha
enumerado
adecuadamente
las
pruebas
existentes
en
el
sumario, las vinculó a los casos estudiados y detalló los
elementos
ellos
que
al
le
permitieron
encartado.
responsabilidades
de
De
atribuirle
esta
acuerdo
al
participación
en
forma,
construyó
las
sistema
de
valoración
probatoria consagrado por el artículo 241 del Código Procesal
Penal.
La
magistrado,
defensa
podrá
agraviarse
discrepar
de
la
2
con
ausencia
el
criterio
de
del
elementos
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probatorios que justifiquen lo decidido, así como de la falta
de vinculación entre las pruebas valoradas y la conclusión a
la que se arribó, sin embargo, es inadmisible el planteo
efectuado, pues la discrepancia puesta de manifiesto sólo
constituye una diferencia de opiniones, anticipada a la etapa
contradictoria del debate, que tendrá adecuada respuesta en
el marco de la apelación planteada.
A partir de lo señalado, no prosperará el planteo
de nulidad.
V.
Expediente
El
e
Ministerio
impulso
de
Público
la
Fiscal.
acción
en
Origen
relación
del
con
los
imputados en la causa.
La presente causa se inició a raíz de la denuncia
formulada por el representante del Ministerio Público Fiscal,
Félix
Pablo
Crous,
obrante
a
fs.
1/75
del
expediente
principal, en la cual se requirió la instrucción por los
delitos cometidos en los centro clandestinos de detención que
funcionaron en la jurisdicción platense, que estuvieron bajo
el
comando
Operacional
cuales
se
militar
113,
en
la
durante
refirió
al
órbita
la
que
de
última
la
denominada
dictadura,
funcionara
en
Área
entre
la
ex
los
planta
transmisora de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires y al que
se lo denominaba “La Cacha”.
Posteriormente, el Fiscal General Rodolfo Marcelo
Molina, en oportunidad de contestar la vista que le fuera
conferida por el instructor, solicitó que se
separación
de
la
causa,
formándose
ordenara la
actuaciones
por
cada
centro de detención mencionado en la denuncia aludida, lo que
fue
resuelto
favorablemente
por
el
titular
del
Juzgado
Federal en lo Criminal y Correccional n° 1 de esta ciudad
(fs. 145, del expediente principal).
Con fecha 26° de febrero de 2010, se amplió el
requerimiento
de
instrucción
obrante
a
fs.
4110/4139
del
expediente principal (oportunidad en la que se detallaron los
casos
de
privación
ilegal
de
3
la
libertad,
tormentos
y
homicidios a ser investigados) impulsando la acción por la
vindicta pública respecto de Isaac Crespin Miranda.
VI.
Las
imputaciones
y
el
descargo
en
la
oportunidad del art. 294 del C.P.P.N..
En oportunidad de recibirle declaración indagatoria
a Isaac Crespín Miranda —en los términos del artículo 294 del
Código
Procesal
calidad
de
Penal
coautor,
de
la
la
Nación—
privación
se
le
ilegal
atribuyó,
de
la
en
libertad
agravada por mediar violencia o amenazas respecto de Balboa,
Eduardo
Jorge;
Caracoche
Martín
Daniel;
Cédola,
Cháves,
Julio
Cesar;
de
Gatica,
Eduardo
Falcone,
Ana
César;
Jorge
María;
Castilla,
Chavés,
Alcides;
Ademar;
Guastapaglia,
Jorge Edgardo ; Guastapaglia, Mario Alfredo; Jaquenod, Rubén
Gustavo;
Mansilla,
Mauricio
Méndez
Cédola,
Alejandro;
Falcone,
Marcela
Nelva
de
Alicia;
Mónica;
Emeraldo;
Liliana
Ordoqui,
Reyes,
Beatriz;
Inés
Fernando;
Martina,
Alicia;
Souto,
Rubén
Méndez
de
Quintella,
Rubén
Eduardo;
Temperoni de Contardi, María Cristina; Temperoni, Alfredo;
Rodriguez de Roesler Viviana; Roesler Carlos; Varela, Rodolfo
Edgardo
y
la
privación
ilegal
de
la
libertad
doblemente
agravada por mediar violencia o amenazas y por haber estado
en esa condición por más de un mes, respecto de Achares,
Roberto René; Alaye, Carlos Esteban; Amerise, Roberto Luján;
Arce Sahores, Elena; Axat, Rodolfo Jorge; Barla, José Luís;
Barrenese, Octavio Alcides; Barrientos, Rubén Darío; Barros
de
Zaffora,
María
del
Carmen;
Beltaco,
Julio;
Benavides,
Dardo Marcelo; Bettini, Antonio Bautista; Bogliano, Adrián
Claudio;
Bontti,
Bojorge,
Adriana
Stella
Clara;
Maris;
Bozza,
Bongiorno,
Juan
Alberto;
Juan
Carlos;
Bucci,
María
Silvia; Cagni, Julio Cesar; Calderoni, Teresa; Calvo, Miguel
Angel; Carlotto, Laura Estela; Casado, Olga Noemí; Cavalie,
Alberto Alfio; Cavalieri, José Luís; Cavecchia, Silvia Inés;
Cédola
de
Monteagudo,
Laura
Susana;
Cerqueira,
Edgardo
Daniel; Cisneros, Ignacio Manuel; Colman, Esteban; Contardi,
Rubén Oscar; Corvalán Ojeda de Suárez Nelson, María Elena
4
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Isabel;
Crescimbeni,
Daniel;
Cuenca,
Esteban
Rodolfo;
Dakuyaku, Ricardo Luís; Delgadillo, María Ilda; Della Croce
de
Axat,
Ana
Inés;
Depaoli,
Raúl
Alberto;
Di
Bastiano,
Guillermo Rubén; Díaz, Bonifacia del Carmen; Díaz, Elvira
Rosa;
Diessler,
Alberto
Omar;
Duarte,
Julián
Roberto;
Elizalde, Raúl Guillermo; Emma, Luis María; Ercole, Margarita
Ofelia;
Formiga,
Gallego,
Mario
Nora
Oscar;
Livia;
Galmes
Fortunato,
Moreno,
Claudio
José;
Oscar;
García
Jorge
Cano, Guillermo Marcos; García Martegani, Alejandro Horacio;
Gerenschtein, Rubén Enrique; Giourgas, Stella Maris; Golberg,
Nina Judith; Guarino, Juan Carlos; Herrera, Ricardo Antonio;
Hourquebie
Manuel;
de
Francese,
Itzcovich,
María
Berta
Mercedes;
Noemí;
Leiva
Irastorza,
de
Héctor
Bogliano,
María
Susana; Lombarda, Miguel Angel; Luis, María Elvira; Luna de
Beltaco, Elsa Luján; Mainer, María Magdalena; Mainer, Pablo
Joaquín;
Marrocco
Bettendorff,
Picardi,
Cristina
Lucía;
Susana
Martina,
María;
Jorge
Marrocco
Alberto;
de
Martínez
Rodríguez de Dinubila, Norma Beatriz; Mattia, Elsa Beatriz;
Mazas,
Carlos
Milanta,
Molino,
Adalberto;
Patricia
Oscar
Elsa
Mazzocchi
Marta;
Horacio;
Baque,
Molina,
Monaji
Pedro
Ricardo
Triana,
Luis;
Victorino;
Alberto
Horacio;
Moncalvillo, Domingo Héctor; Monteagudo, José Manuel; Moreno
Herves, Carlos Alberto; Morettini, María del Carmen; Moura,
Jorge Horacio; Otahal, Ernesto Carlos; Pareja, José Alfredo;
Pascua,
Otilio
Catán,
Patricia
Julio;
Pérez
María;
Catán,
Picardi
Jorge
Rodriguez,
Enrique;
Félix
Pérez
Eduardo;
Piovoso, Antonio enrique; Piza de Paira, Liliana; Quesada de
Bearzi, Graciela Irene; Quinterno, Héctor Javier; Quinteros
de Morillo, Susana Beatriz; Ramirez Abella de Baibiene, Elba
Leonor;
Reggiardo,
Juan
Enrique;
Rolli,
Carlos
Enrique;
Rolli, Patricia Nora; San Emeterio, Cesar; Sanchez Rizzo,
Federico
María;
Hugo;
Silvestri
Scognamillo,
de
Cagni,
Rubén
Nora
Oscar;
Liliana;
Seoane
Toimil,
Slutzky,
Samuel
Leonardo; Talerico, Daniel Orlando; Tasca, Adriana Leonor;
Tolosa de Reggiardo, María Rosa; Toninetti, Daniel Alberto;
5
Torrillas, Néstor Daniel; Tresaco, Mónica Susana; Valle, Juan
Carlos; Varela de Guarino, María Elena; Weber Alvarez, Carlos
Alberto;
Zaffora,
Roberto
Omar;
Di
Nubila,
Daniel
Julio;
Pegoraro Luca, Susana Beatriz en concurso real con el delito
de imposición de tormentos reiterados en ciento treinta y
ocho -138- casos, respecto de las víctimas enunciadas, que
fueron identificadas en el Centro Clandestino de Detención
denominado “La Cacha”, durante el transcurso del año 1977.
Al momento de ejercer su defensa material, Miranda
se negó a declarar (fs. 18/29).VII. Procesamiento
La resolución en la que se dispuso el procesamiento
del
imputado
se
encuentra
agregada
a
fs.
31/450.
Dicho
pronunciamiento fue dictado en relación a los hechos por los
que
requirió
instrucción
el
representante
del
Ministerio
Público Fiscal y con aquellos por lo que fue indagado, con
excepción de los hechos que damnificaron a Daniel Julio Di
Núbila,
Susana
Beatriz
Pegoraro
Luca
y
Rodolfo
Edgardo
Varela, que carecen de impulso Fiscal.
En virtud de lo expuesto, con relación a los casos
individualizados, donde se encuentra vulnerado el principio
de congruencia que debe regir en todo proceso penal y aquel
que impide al Juez instructor proceder de oficio, corresponde
declarar
la
nulidad
parcial
de
la
indagatoria
que
se
le
recibió al imputado, así como del procesamiento dictado en
consecuencia.
VIII. Momento histórico en el que se desarrollaron
los hechos bajo estudio.
1.
El
6
de
octubre
de
1975
el
Poder
Ejecutivo
Nacional sancionó los decretos n° 2770/75, 2771/75 y 2772/75.
a.
El
primero
de
ellos
creaba
el
Consejo
de
Seguridad Interna, integrado por el Presidente de la Nación,
los Ministros del Poder Ejecutivo y los Comandantes Generales
de las Fuerzas Armadas, que se encargaría de dirigir “…los
esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión”.
6
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Además, ampliaba las atribuciones que detentaba el Consejo de
Defensa - presidido por el Ministro de Defensa e integrado
por
los
comandantes
generales
de
las
Fuerzas
Armadas-
incluyendo las de asesorar al Presidente en lo concerniente a
la “lucha contra la subversión”, coordinar esa lucha con las
autoridades nacionales, provinciales y municipales, y planear
y
conducir
el
empleo
de
las
Fuerzas
Armadas,
fuerzas
de
facultaba
al
seguridad y fuerzas policiales.
b.
A
su
vez,
el
decreto
2771/75
Consejo de Defensa a suscribir convenios con las provincias a
los
efectos
de
colocar
bajo
su
control
operacional
al
personal policial y penitenciario.
c. Por último, el decreto 2772/75 preveía que las
Fuerzas Armadas ejecutarían las operaciones militares y de
seguridad necesarias a los efectos de “…aniquilar el accionar
de los elementos subversivos en todo el territorio del país”.
2.
Lo
dispuesto
en
las
mencionadas
normas
fue
reglamentado por la directiva 1/75 del Consejo de Defensa que
instrumentó el empleo de las Fuerzas Armadas, de seguridad,
policiales y demás organismos puestos a su disposición “para
la
lucha
antisubversiva”,
y
tomó
como
zona
prioritaria,
además de otras, la de La Plata.
Asimismo, dicha normativa estableció que la acción
de
todas
las
fuerzas
debía
ser
conjunta
y
adjudicó
al
Ejército la responsabilidad primaria en la dirección de las
operaciones
que
se
desarrollaran
nacional, la conducción de la
control
operacional
sobre
en
todo
el
territorio
comunidad informativa y el
la
Policía
Federal,
Servicio
Penitenciario Federal y policías provinciales.
3.
consonancia
El
con
Comandante
lo
General
establecido
por
del
la
Ejército,
norma
en
mencionada
recientemente, suscribió la directiva n° 404/75 que fijó las
zonas prioritarias de lucha, dividió la maniobra estratégica
en fases y mantuvo la organización territorial dispuesta por
el Plan de Capacidades para el año 1972 –PFE-PC MI72, que
7
consistía
en
cuatro
zonas
de
defensa,
subzonas,
áreas
y
subáreas.
4. Las Fuerzas Armadas derrocaron el 24 de marzo de
1976 al gobierno constitucional presidido por María Estela
Martínez de Perón, lo que trajo como consecuencia el control
de los poderes públicos y del gobierno nacional por parte de
la junta militar que los arrebató por la fuerza e implementó
diversas
medidas,
entre
ellas
un
plan
sistemático
de
persecución y represión ilegal.
Dichas fuerzas promulgaron el 29 de marzo de 1976
el estatuto para el “Proceso de Reorganización Nacional” y
sancionaron la ley 21.256, instrumentos mediante los cuales
asumieron para sí el control de los poderes del Estado. El
gobierno dictatorial continuó violentando todos y cada uno de
los derechos civiles de los ciudadanos a través del dictado
de
los
21.461;
decretos-leyes
21.338,
restableciéndose
la
21.264,
pena
de
21.268,
muerte,
21.460
y
declarándose
ilegales las organizaciones políticas, sociales y sindicales
e implantándose la jurisdicción militar para civiles.
Con respecto a las directivas, planes generales,
órdenes
y
disposiciones
de
cada
una
de
las
fuerzas
en
relación “a la lucha antisubversiva” no se habrían producido
cambios sustanciales explícitos, aparentando, las dictadas a
partir de marzo de 1976, ser continuación de las anteriores,
o sólo
modificaciones de aspectos coyunturales (ver “La
Sentencia”, Tomo I, Imprenta del Congreso de la Nación, año
1987, pag. 78).
a.
tomaron
el
represión,
Desde
poder
el
momento
rigió
en
verificándose
en
el
de
que
las
país
un
ahí
en
Fuerzas
sistema
más
Armadas
ilegal
un
de
aumento
significativo en el número de personas desaparecidas.
En
lo
que
aquí
respecta
cabe
señalar
que,
de
acuerdo a la normativa vigente, el Comando de Zona I estaba
dentro
Ejército
de
el
la
órbita
cual
operacional
tenía
asiento
8
en
del
la
Primer
Capital
Cuerpo
del
Federal
y
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
abarcaba
las
jurisdicciones
de
las
Provincias
de
Buenos
Aires, La Pampa y Capital Federal.
Dicho Comando de la Zona I se encontraba divido en
siete
Sub-zonas.
La
Sub-zona
once
era
la
que
tenía
jurisdicción sobre la parte de la Provincia de Buenos Aires
donde
acaecieron
resolución.
En
los
hechos
examinados
particular,
la
en
la
denominada
presente
Área
113,
responsabilidad del Regimiento 7 de Infantería Mecanizada,
con jurisdicción en La Plata, Brandsen, General Paz y Monte.
IX.
Características
del
Centro
clandestino
de
detención conocido como “La Cacha”
El centro de detención clandestina conocido como
“La Cacha”, se encontraba ubicado en la localidad de Lisandro
Olmos entre las calles 197, avenida 53 Ruta Provincial n°26
en la calle 47 a cincuenta metros de la entrada principal de
la ex Unidad Penitenciaria N° 8 y a cien metros del muro de
la
Unidad
Penitenciaria
n°
1
(Cuaderno
de
Pruebas
N°
4,
“plano”), es decir que estaba emplazada en territorio bajo
jurisdicción del Primer Cuerpo del Ejército, en territorio
asignado a la Subzona 11, Área 113.
La particular denominación del centro, de acuerdo a
lo que se extrae de las declaraciones del Informe CLAMOR (fs.
1937/76 del expediente principal) se debe a un personaje de
un
dibujo
infantil
de
la
época
creado
por
Manuel
García
Ferre, llamado “bruja cachavacha” quien tenía el poder de
hacer desaparecer gente.
En dicho inmueble, funcionaba previamente la planta
transmisora de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires, dicho
inmueble
fue
transferido
provisoriamnte
al
Servicio
Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires en el año 1975,
mediante
el
expediente
n°
2112-50/75
y
definitivamente
transferido el 6 de mayo de 1977. (ver fs. 37 de la causa
“Portesi”).
A fs. 932, 933/34 y 942 del expediente principal,
obran tres actas que datan del día 20 de julio de 1984, en
9
las cuales se dejó sentado que en esa fecha se constituyeron
funcionarios de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas junto con tres víctimas que fueron alojadas en dicho
centro clandestino, a saber, Ana María Caracoche de Gatica,
Nelva Méndez de Falcone y María Elvira Luis. En dicho lugar
funcionaba
antiguamente
la
planta
transmisora
de
Radio
Provincia, en la localidad de Lisandro Olmos, Partido de La
Plata, Provincia de Buenos Aires. Las nombradas procedieron a
identificar
ese
sitio
como
aquel
en
donde
funcionara
el
centro clandestino denominado “La Cacha”, lo cual fue posible
a partir del reconocimiento que hicieron de las estructuras
de dicho edificio y de algunos elementos que se encontraban
entre los escombros. Cabe mencionar, que al momento de la
inspección ocular, éste había sido demolido.
En
cuanto
a
la
estructura
física
del
centro,
reforzando el testimonio y descripciones de aquellas personas
que
permanecieron
privadas
de
su
libertad
en
ese
lugar,
consta en la causa un cuaderno de pruebas denominado “planos”
en
donde
se
ha
podido
reconstruir,
en
base
a
las
declaraciones prestadas en los “Juicios por la Verdad” los
planos de la estructura. Así también aquél labrado por la
Co.Na.De.P.
durante
la
inspección
in
situ
mencionada,
realizada en el año 1984. Todos ellos resultan coincidentes
en cuanto a la descripción física del lugar.
Puntualmente,
constaban
apostada
de
a
tres
se
niveles
algunos
trataba
de
dos
cada
uno
y
que
era
usada
metros,
edificios
una
casa
para
que
rodante,
practicar
interrogatorios. Estaba ubicado en una zona despoblada y se
accedía por un camino de tierra.
Relatos
características
de
de
las
las
víctimas
instalaciones
dan
cuenta
interiores,
de
que
las
se
ajustan a las de una estación de radio. Fueron mencionados
carreteles de cables y maquinarias. De hecho,
ellos, recuerdan
haber visto
la
algunos de
antena transmisora de la
estación (ver fs. 324/vta., 3318/vta., 3266, 366vta. y 387
10
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
del expediente principal).
En
el
marco
de
la
causa
1834/SU
(“Bretal
de
Deschamps, María Laura s/Habeas Corpus”), se confeccionó un
plano que responde a la arquitectura del centro clandestino
de
detención
Ricardo
referido.
Herrera,
testimonial
en
la
en
Entre
otros,
oportunidad
causa
fue
de
2533/SU
de
reconocido
prestar
los
por
declaración
“Juicios
por
la
Verdad” (fs. 1/24, cuaderno de pruebas n° 6)
X. Los hechos.
En este punto se detallarán los sucesos acaecidos
en
el
centro
clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha” durante la vigencia del auto-denominado “Proceso de
Reorganización
Nacional”,
en
virtud
de
los
cuales
fue
procesado Isaac Crespín Miranda.
Sin
cuestiones
embargo,
relacionadas
previamente,
con
la
se
formularán
valoración
de
algunas
la
prueba
testimonial y, tras ello, se detallará la información que
obra
en
la
permanecido
causa
respecto
privadas
de
las
ilegítimamente
personas
de
su
que
habrían
libertad
y
que
habrían sido torturadas en “La Cacha”.
1. Como se adelantó, en este apartado el Tribunal
se referirá al modo en que los diversos elementos de prueba
acumulados al sumario deben ser evaluados, así como a la
forma en que inciden en la decisión que se adoptará.
Con los criterios a que
se hará referencia,
se
responden los agravios de la defensa sobre el punto.
1.1. No obstante que bajo el título “Encuadramiento
de los hechos jurídicos del caso. Valoración de la prueba”
desarrollado
bajo
el
acápite
XII
de
la
causa
3456/III
“Tabernero, Reinaldo y otros...” antes mencionada, esta Sala
trató
la
cuestión
vinculada
con
la
importancia
de
las
declaraciones testimoniales en torno a la valoración de la
prueba en un proceso penal, es conveniente realizar algunas
apreciaciones
con
carácter
previo
al
examen
materialidad fáctica de los sucesos investigados.
11
de
la
Tanto
la
naturaleza
del
plan
sistemático
de
exterminio implementado en el período 1976/1983, cuanto la
estrategia de impunidad seguida luego por sus responsables
para impedir la investigación de estos aberrantes crímenes,
tan
sólo
han
tenido
la
pretensión
de
escapar
del
poder
punitivo.
Estos hechos fueron ejecutados al margen de la ley,
en la clandestinidad, ocultando cualquier rastro y previendo
su impunidad. Frente a este panorama, no extraña que los
testimonios de las víctimas y de sus familiares sean uno de
los elementos más importantes del plexo probatorio colectado
durante la investigación, no sólo atento las particulares
características de los delitos que aquí se investigan, sino
fundamentalmente, por la propia coherencia, concordancia y
verosimilitud que existe entre ellos.
En este punto, es necesario aclarar que el “Informe
Clamor”, que fue elaborado a instancias del organismo que
lleva ese nombre, perteneciente al Arzobispado de San Pablo,
República
F.
de
Brasil,
al
cual
se
hará
referencia
al
analizar, en particular, cada uno de los hechos, se encuentra
abarcado por las precisiones a las que se acaba de hacer
referencia. Ello, puntualmente, porque fue confeccionado en
base a las declaraciones que brindaron un grupo víctimas que
estuvieron detenidas en el centro clandestino de detención
“La Cacha”, y que luego fueron liberadas.
1.2.
Esta
misma
cuestión
fue
examinada
por
la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Federal al dictar sentencia en la causa 13/84, oportunidad en
la que señaló que: “... la prueba testimonial adquiere un
valor singular; la naturaleza de los hechos investigados así
lo determina... 1°) La declaración testimonial es un medio de
prueba
que
se
privilegia
frente
a
modos
particulares
de
ejecución en los que deliberadamente se borran las huellas
del delito, o se trata de delitos que no dejan rastros de su
perpetración, o se cometen al amparo de la privacidad. En
12
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
tales supuestos los testigos se llaman necesarios... En la
especie la manera clandestina en que se encaró la represión,
la
deliberada
anonimato
destrucción
en
el
cual
de
documentos
pretendieron
y
escudarse
huellas,
sus
el
autores,
avala el aserto. No debe extrañar entonces que la mayoría de
quienes actuaron como órgano de prueba revistan la calidad de
parientes o víctimas. Son testigos necesarios... 2°) El valor
suasorio de esos relatos estiva en el juicio de probabilidad
acerca de la efectiva ocurrencia de los hechos que narran...
Es un hecho notorio -tanto como la existencia del terrorismoque
en
el
período
desaparecían
detención
que
personas,
dependientes
comprenden
existían
de
las
los
hechos
lugares
Fuerzas
imputados
clandestinos
Armadas,
de
personal
uniformado efectuaba permanentes procedimientos de detención,
allanamientos y requisas, sin que luego se tuviera noticias
acerca de la suerte corrida por los afectados”.
1.3. Las pruebas reunidas en el legajo deben ser
valoradas conforme a las reglas de la sana crítica racional,
que al decir de Vélez Mariconde “consiste en que la ley no
impone
normas
generales
para
delictuosos (como las relativas
acreditar
algunos
al cuerpo
del
hechos
delito) ni
determina abstractamente el valor de las pruebas, sino que
deja al juzgador en libertad para admitir toda prueba que
estime útil al esclarecimiento de la verdad (en principio
todo
se
puede
probar
apreciarla
conforme
psicología
y
de
a
la
y
las
por
cualquier
reglas
experiencia
de
la
común”
medio),
lógica,
(conf.,
y
para
de
la
Vélez
Mariconde, Alfredo. Derecho Procesal Penal., Bs. As., 1960,
Tomo I, pp. 361 y ss.).
1.4. En cuanto a la evaluación que realizó el a quo
de esas declaraciones, debe señalarse que el principio de
sana crítica racional, que actualmente recepta nuestro código
procesal (artículo 241) limita la libertad del juez a la hora
de ponderarla para que lo haga de acuerdo a las leyes del
pensamiento y la experiencia, exigiendo -como característica
13
que la diferencia del sistema de la íntima convicción- que
funde sus conclusiones.
En este sentido, cabe recordar que este principio
de la sana crítica racional requiere de dos acciones para la
valoración
de
la
prueba:
la
descripción
del
elemento
probatorio colectado y su valoración crítica, que debe estar
dirigida a actualizar su idoneidad para fundar la conclusión
en que se apoya el decisorio.
Es decir que el magistrado debe, como en el caso de
las resoluciones apeladas, expresar cuáles son las razones
que,
surgidas
de
las
pruebas,
determinan
la
decisión
adoptada, indicando cual fue el camino deductivo seguido para
llegar a esa conclusión y no sólo la operación mental. Vale
aclarar, también, que los pronunciamientos cuestionados están
claramente
sustentados
en
principios
de
lógica,
la
experiencia común, la psicología y el correcto entendimiento.
La
sana
crítica
no
se
trata,
entonces,
de
un
convencimiento íntimo o inmotivado, sino de una convicción
lógica
y
motivada,
que
se
basa,
en
este
caso,
en
los
testimonios de las víctimas, reflejada en la conciencia del
juzgador para dar origen al estado de certeza en el que se
encuentra (ver: CCCFed, Sala II, causa n° 20.749, “Incidente
de apelación de Montes, Oscar Antonio”, rta. el 26/02/2004,
reg n° 22.097).
1.5.
Se
observa
de
inmediato
que
la
resolución
criticada tiene una descripción acabada de la prueba reunida
a lo largo del trámite de la causa, una valoración de su
pertinencia
y
un
examen
de
los
testimonios
en
cuestión,
vinculándolos con otras constancias de la causa y con la
conclusión a la que arriba.
1.6. Puede reconstruirse racional y legalmente el
pensamiento del magistrado y puede recrearse el juicio de
valor, que implica arribar a una resolución de mérito como la
apelada.
Así descriptos, valorados y relacionados con otras
14
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constancias
de
la
causa,
los
testimonios
son
pruebas
concretas y suficientes que crean la convicción necesaria
para corroborar, con el grado de certeza que requiere esta
etapa procesal, los hechos que aquí se imputan.
Es por ello que no puede sostenerse, como lo hace
la defensa, que la resolución pueda ser categorizada como
irrazonable.
1.7. También corresponde un examen en relación con
la prueba testimonial.
Al respecto, la Cámara Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal al dictar sentencia en la causa 44/85,
sostuvo
que:
“...Es
rigurosamente
cierto
que
en
los
testimonios impugnados abundan la diversidad de matices, que
en ellos se advierten contradicciones en detalles, que en
algunos casos las declaraciones no son todo lo explícitas que
sería de desear. También lo es sin embargo, que todas esas
circunstancias
que
la
defensa
destaca
como
anomalías
invalidantes de la prueba, lejos de producir ese efecto, no
hacen
sino
convencer
sobre
la
espontaneidad,
seriedad
y
verosimilitud de los testimonios... Los testigos se hallaban
en un lugar pequeño, en convivencia promiscua, en situación
que debía mantenerlos absolutamente alertas y con todo el
tiempo disponible nada más que para detectar detalles sobre
lo que los rodeaba... Permanecieron a lo largo de muchos días
en condiciones infrahumanas aguardando que les llegara el
turno para el tormento o para un destino peor y en tales
circunstancias se percibe más que en la vida corriente... En
definitiva, lo importante para valorar esta prueba es que la
inexistencia
de
un
concierto
previo
surge
de
la
simple
lectura de las declaraciones, ricas en matices, en pequeñas
contradicciones y variantes para describir el mismo suceso,
es decir, todo lo contrario de lo que puede verse en esas
declaraciones
demasiada
que
precisa
resultan
sospechosas
concordancia...”
(Ver
justamente
“Causa
por
su
incoada
en
virtud del Decreto 280/84 del PEN”, fojas 8738 vta/8740).
15
2. Casos en particular
1) Patricia María Pérez Catán
Declaró en el “Juicio por la Verdad” y en el marco
de las presentes actuaciones (ver fs. 546/548 y fs. 4222/4226
del principal, respectivamente).
De acuerdo a su testimonio, fue secuestrada el día
31
de
enero
de
1977
cerca
de
las
once
de
la
noche,
en
momentos en que se encontraba en el domicilio de sus padres,
por un grupo de personas encapuchadas, armadas y vestidas de
civil,
que
irrumpieron
violentamente
en
el
departamento.
Luego es trasladada junto a su hermano Jorge Enrique a un
centro
de
detención
Posteriormente
la
donde
permaneció
trasladaron
al
diez
centro
días
detenida.
clandestino
de
detención que ella reconoce como “La Cacha”, donde permaneció
hasta el 28 de junio de 1977.
Al llegar fue colgada de las piernas y las manos al
techo.
Luego
interrogada,
de
la
ser
llevada
volvieron
a
a
una
trasladar
comisaría
a
“La
para
Cacha”
ser
y
la
alojaron en lo que denominó como “una cuevita”. Describió el
lugar como abandonado y sucio, y cree haber estado ubicada en
la planta baja. Luego de trasladarla transitoriamente a otro
centro clandestino, fue devuelta al centro clandestino “La
Cacha”, y fue ubicada en el sótano junto con otras personas.
En una oportunidad recuerda que, quien era apodado
como “el Oso”, al encontrarla manejándose con mayor libertad,
la levantó en peso y la golpeó fuertemente.
A ella refieren haberla visto María Silvia Bucci
(fs.
31/34vta.
de
la
causa
“Gerenschtein,
Rubén
Enrique,
Golberg, Nina Judith s/ privación ilegal de la libertad”,
cuyas
copias
corren
por
cuerda
a
la
presente),
Ricardo
Victorino Molina (ver fs. 3339/45 del expediente principal,
correspondiente a copia de la declaración que prestara en el
marco de la Causa “Von Wernich” por ante el Tribunal Oral en
lo Criminal Federal n° 1 de esta ciudad), Patricia Rolli con
quien compartió cautiverio en la Comisaría Octava luego de
16
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Año del Bicentenario
haber estado ambas en “La Cacha” (fs. 465/71, fs. 1008/13,
fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), Raúl
Elizalde
(fs.
408/413vta.
correspondiente
del
expediente
a la declaración brindada en
principal,
la causa n°
1098/SU de la Secretaría Unica de esta Cámara), Ana María
Caracoche
de
Gatica
(fs.
2067/8
y
938/41
del
expediente
principal), Nelva Alicia Méndez de Falcone (ver fs. 95/6vta.
de la causa “Portesi”), Javier Héctor Quinterno (fs. 3433/4
del
expediente
principal)
declaración prestada en la
y
María
Elvira
causa 657/SU de
la
Luis
(ver
Secretaría
Unica, agregada en copias a fs. 427/41 del principal y fs.
225 de la causa “Gerenschtein”).
También es mencionada como una de las personas que
estuvo en el referido centro clandestino de detención en el
informe CLAMOR (ver fs. 1958 del principal).
Finalmente, según surge del “Libro de detenidos –
Comisaría Octava de La Plata”, con fecha 12 de julio de 1977
Pérez
Catan
habría
ingresado
a
dicho
establecimiento
figurando como motivo de la detención “Area 113” y como juez
interviniente “Area 113”.
2) Oscar Horacio Molino
Declaró en la causa 1880/SU de la Secretaría Unica
de esta Cámara el 22 de agosto de 2001 y en el marco de las
presentes actuaciones el 25 de noviembre de 2009 (ver fs.
3312/3334
y
3407/09
del
expediente
principal,
respectivamente).
El 17 de febrero de 1977 fue secuestrado por un
grupo
de
civiles
en
la
puerta
de
su
domicilio,
siendo
trasladado a “La Cacha”, en donde estuvo esposado ocho días,
luego lo enviaron a otro centro en el que estuvo tres días,
para regresar al antes referido, en donde habría permanecido
durante ciento treinta y dos días.
Alcides Chaves refirió haberlo visto en “La Cacha”
y
lo
identificó
como
“Cacho”
Molino
(fs.
1986/97);
cabe
señalar que al declarar en los “Juicios por la Verdad” la
17
víctima explicó que en dicho centro clandestino era conocido
con ese sobrenombre o como “Pelado”, y que al jubilarse se
desempeñaba como empleado bancario (ver expediente citado). A
su vez, en el informe CLAMOR se identificó a un empleado
bancario de cuarenta -40- años apodado “Cacho” y “Camino”
(fs. 1937/76).
También fue visto en el
centro
por Silvia
Inés
Cavecchia (2065/6vta. y 3484/7vta. del expediente principal),
María Silvia Bucci, quien lo recuerda como “un estudiante de
La
Plata
llamado
Horacio”
(fs.
31/34vta.
de
la
causa
“Gerenschtein, Rubén Enrique y ots. s/ Privación Ilegal de la
libertad”, cuyas copias integran la presente) y Ana María
Caracoche de Gatica, quien lo identifica como “Camino” (fs.
938/41 y 2067/8 del expediente principal).
3) Julio César Cháves.
Declaró en el “Juicio por la Verdad” en diciembre
del 2007 y en el marco de las presentes actuaciones con fecha
14 de septiembre de 2009 (ver fs. 1978/84 y 3798/800 del
expediente principal).
El nombrado manifestó haber sido secuestrado por
personal
civil
disfrazado
a
fines
de
febrero
de
1977,
trasladado a “La Cacha” y torturado durante su permanencia en
dicho centro. Refirió haber estado allí entre quince y veinte
días.
Oscar Horacio Molino lo menciona como una de las
personas junto a quien compartió su cautiverio en dicho lugar
(fs. 3312/24vta y fs. 3407/9 del expediente principal).
4) Alcides Chaves
Declaró en el “Juicio por la Verdad”, en el marco
de la causa n° 1996/SU, el 19 de diciembre del 2007 (fs.
1986/97 del expediente principal).
El nombrado es hermano de Julio César Chaves y, de
acuerdo a su testimonio, fue detenido junto con aquél el 1°
de marzo de 1977 por personal civil “que estaba disfrazado”,
y luego trasladado a “La Cacha”. Allí fue alojado durante dos
18
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Año del Bicentenario
días en un sótano y luego en la planta baja, donde dice haber
estado con “Cacho” Molino.
Refirió, asimismo, haber sido torturado con picana
durante los interrogatorios y haber estado detenido en el
centro veinte días, aproximadamente.
Cabe agregar que al declarar en la Secretaría de
Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Alcides
Cháves se expidió en similares términos (ver fs. 3543/4 del
principal), y que Oscar Horacio Molino lo nombra como una de
las personas junto a quien compartió su cautiverio en el
mencionado centro clandestino de detención (fs. 3312/24 y
fs.3407/9 del expediente principal).
5) María Magdalena Mainer
En la sentencia de la causa n° 13/84 de la Cámara
Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal se tuvo
por probado que la nombrada fue privada de su libertad el 15
de
septiembre
personas
de
que
1976
en
dependían
la
provincia
de
San
operacionalmente
del
Juan,
por
Ejército
Argentino. También quedó acreditado en esa resolución que
Mainer estuvo alojada en el centros clandestino de detención
denominado “La Cacha” (caso n° 25).
Tales
circunstancias
también
se
reflejan
en
el
legajo Co.Na.De.P. n° 2852, formado a su respecto.
Fue vista dentro del centro clandestino referido
por Nora Patricia Rolli, quien la recuerda como “Lucrecia
Mainer”, “la gorda Lucrecia” y “la gorda malena” (fs. 465/71,
fs.
1008/13,
fs.
1111/23
y
fs.
3667/73),
por
Ana
María
Caracoche de Gatica, quien la recuerda como Lucrecia Mainer
(fs. 938/41 y 2067/8) y por Nelva Alicia Méndez de Falcone,
que
la
identifica
prestada
en
la
como
causa
“la
gorda
1098/SU,
Lucrecia”
cuyas
copias
(declaración
obran
a
fs.
550/563).
Es de destacar, además, que la víctima se encuentra
incluida
en
el
informe
CLAMOR
referencia.
19
al
que
ya
se
ha
hecho
Por último, en el juicio seguido contra Von Wernich
se tuvo por probado que la nombrada fue víctima de homicidio,
el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de
diciembre del año 1977.
6) Pablo Joaquín Mainer
En
la
sentencia
de
la
causa
13/84
se
encontró
probado que el nombrado fue privado de su libertad el 29 de
septiembre
de
1976
en
circunstancias
en
que
se
hallaba
prestando servicio militar en el Ejército Argentino, en el
Distrito Militar de La Plata (ver caso n° 26). Ello también
quedó plasmado en el legajo que la Co.Na.De.P. formó a su
respecto (n° 2853).
Su paso por el centro clandestino de detención “La
Cacha”
se
desprende
del
informe
Clamor,
(fs.
1937/1976),
donde se informa que lo apodaban “Pecos” y de la declaración
de Nelva Alicia Méndez de Falcone (fs. 550/63).
A su vez, en el juicio seguido contra Von Wernich
se tuvo por probado que el nombrado fue víctima de homicidio,
el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de
diciembre del año 1977.
7) Domingo Héctor Moncalvillo
Su
padre
prestó
declaración
ante
la
Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas y allí manifestó
que su hijo fue detenido el 18 de diciembre de 1976. En marzo
del año 1977 explicó que pudo tomar contacto telefónico con
él
y
que
un
mes
después
pudo
verlo
en
la
Brigada
de
Investigaciones ubicada en calle 55 n° 930, oportunidad, ésta
última, en la que observó sobre su cuerpo indicios de tortura
física producto de la aplicación de picana eléctrica (ver
legajo n° 2820).
Respecto a su permanencia en el centro clandestino
de detención “La Cacha” se expidió María Elvira Luis, quien
indicó que Moncalvillo fue una de las personas junto a quien
compartió su cautiverio en dicho lugar (fs. 225 de la causa
“Gerenschtein, Rubén Enrique y ots. s/ Privación Ilegal de la
20
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
libertad”, cuyas copias integran la presente).
A su vez, en el juicio seguido contra Von Wernich
se tuvo por probado que el nombrado fue víctima de homicidio,
el cual se llevó a cabo entre el 1° de noviembre y el 31 de
diciembre
del
año
1977,
(ver
sentencia
de
la
causa
n°
2506/07, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 1 de
esta
ciudad,
cuyas
copias
certificadas
integran
el
plexo
probatorio de la presente investigación)
8) María del Carmen Morettini
El secuestro que la damnificó quedó acreditado en
la sentencia a la que se arribó en el marco de la causa 13/84
de la Cámara Criminal y Correccional Federal de la Capital
Federal.
Concretamente,
se
sostuvo
que
la
nombrada
fue
privada de su libertad el 30 de noviembre de 1976 en la
ciudad
de
La
Plata,
por
personas
que
dependían
operacionalmente del Ejército Argentina (caso n° 29).
Lo mencionado precedentemente se desprende, además,
del legajo de la Co.Na.De.P. que se formó a su respecto, en
el que consta,
también, un hábeas corpus presentado, por
Isidoro Morettini (legajo n° 2822).
Por otra parte, Norma Patricia Rolli la nombra como
una de las personas junto a quien compartió su cautiverio en
el centro clandestino de detención “La Cacha” indicando que
su apodo era “la gorda mariel” (fs. 465/71 y fs. 3667/73 del
expediente principal). Raúl Guillermo Elizalde la recuerda
como una de las personas que colaboraba con los torturadores,
y que en la actualidad se encuentra desaparecida; manifiesta
que su apodo dentro del centro clandestino era “la gorda
Mariel” (v. fs. 408/413vta. del expediente principal).
También
hicieron
mención
a
su
presencia
en
ese
centro María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal), Ana
María Caracoche de Gatica, que la identifica como “Mariel” a
fs. 938/41 y 2067/8 del expediente principal, María Elvira
Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein, Rubén Enrique y ots.
s/ Privación Ilegal de la libertad”, cuyas copias integran la
21
presente),
Nelva Alicia Méndez de Falcone (fs. 550/563 del
expediente principal) y Elsa Luna de Beltaco, quien recuerda
que
Morettini
le
repartía
la
comida
(fs.
504/20
del
expediente principal).
María del Carmen Morettini es una de las personas
mencionadas en el informe Clamor (fs. 1937/1976), y en el
juicio seguido contra Von Wernich se tuvo por probado que la
misma fue víctima de homicidio, que se habría llevado a cabo
entre el 1° de noviembre y el 31 de diciembre del año 1977
(ver sentencia de la causa n° 2506/07, del Tribunal Oral en
lo
Criminal
certificadas
Federal
n°
integran
1
el
de
esta
plexo
ciudad,
probatorio
cuyas
de
la
copias
presente
investigación)
9) Daniel Crescimbeni
Es
enunciado
por
Patricia
Pérez
Catán,
quien
manifestó que permaneció cautiva junto a él dentro de “La
Cacha”
y
que
se
apodaba
“el
Grillo”
(fs.4222/4226
del
expediente).
También es nombrado por Ricardo Victorino Molina,
quien recuerda a un soldado que estaba haciendo el servicio
militar y no era de La Plata (ver fs. 3520/26 y fs. 3339/45,
correspondiente a copia de la declaración que prestara en el
marco de la Causa “Von Wernich” por ante el Tribunal Oral en
lo
Criminal
principal),
principal
Federal
por
y
n°
Héctor
fs.
1
de
Javier
223/5
de
la
esta
ciudad,
Quinterno
causa
del
(fs.
expediente
3433/4
“Portessi,
Juan
del
S/
Denuncia) y como “el Grillo” por Raúl Guillermo Elizalde (fs.
408/413vta. del principal).
A su vez es mencionado en el Informe CLAMOR (fs.
1937/76).
Daniel Crescimbeni, habría permanecido detenido en
“La
Cacha”
hasta
el
28
de
junio
de
1977,
cuando
fue
trasladado a la Comisaría 8va de esta Ciudad. De ello dan
cuenta los testimonios brindados por Nora Patricia Rolli (fs.
465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente
22
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
principal).
De todas maneras con fecha 12 de julio del año 1977
consta su ingreso en dicha dependencia, de acuerdo al libro
de detenidos respectivo, y allí se encuentra inscripto como
motivo de la detención: “Area 113”.
10) Héctor Manuel Irastorza
De su legajo de Co.Na.De.P. (n° 2279) se extrae que
habría sido privado de su libertad el día 10 de febrero de
1977, en momentos en que se encontraba realizando el servicio
militar obligatorio en la Provincia de Santa Cruz. Asimismo,
en
dicho
legajo
se
hallan
agregados
un
escrito
hecho
a
máquina suscripto por Patricia Pérez Catán en donde afirma
haber visto al
nombrado dentro
del centro
clandestino de
detención y una carta enviada a la familia de Irastroza en la
que
manifiesta
haber
conversado
en
varias
ocasiones
con
Héctor Manuel Irastorza, a quien apodaban “Pesca”.
Al
primera
declarar
instancia,
en
el
“Juicio
Patricia
Pérez
por
la
Catán
Verdad”
asegura
y
en
haber
compartido cautiverio con el nombrado (fs. 546/8 y fs. 4222/6
del expediente principal).
También es nombrado por María Elvira Luis,
quien
refirió que Irastorza le contó que se encontraba haciendo la
conscripición en el sur, hasta que fue llevado a Mar del
Plata y luego en baúl de un automovil hasta “La Cacha” (fs.
225 de la causa “Gerenschtein”y fs. 105/108vta. de la causa
“Portesi, Juan
S/ Denuncia”),
por Nelva Alicia Méndez de
Falcone, que lo identifica por su nombre y su apodo “Cigüeña”
(fs. 550/563 del expediente principal) y por Nora Patricia
Rolli (fs. 1008/13 y 3667/73
del expediente principal) y
figura en la lista del informe CLAMOR.
11) María Rosa Tolosa de Reggiardo
De
acuerdo
a
lo
manifestado
por
Patricia
Pérez
Catán en el marco del “Juicio por la Verdad” tomó contacto
con María Tolosa de Reggiardo en “La Cacha” toda vez que la
asistió en el trabajo de parto. Hizo especial mención que la
23
nombrada tenía las rodillas muy lastimadas, y que la última
vez que la vió, fue al momento en que la llevaron a dar a luz
(fs. 546/48 del expediente principal).
De su legajo de Co.Na.De.P. n° 1835 surge que fue
secuestrada el 9 de febrero de 1977 y que su familia habría
recibido una llamada anónima que le sugería
acercarse al
Vicariato General de las Fuerzas Armadas. También surge que
en esta última dependencia, su padre, el señor Hipólito Marco
Aurelio Tolosa, se contactó con el Monseñor Emilio Gracelli,
quien le informó que la joven estaba en un centro clandestino
de detención junto con su esposo.
Oscar Horacio Molino en el marco del “Juicio por la
Verdad” indicó que mientras estuvo detenido en “La Cacha”
pudo ver a María Rosa Tolosa de Reggiardo y, en similar
sentido, se expidió al declarar ante el juez de la causa (ver
fs. 3312/24 y 3407/9 del expediente principal).
A su vez, la recuerda del centro Daniel Talerico
(fs.
616/27
personas
del
expediente
mencionadas
en
el
principal)
informe
y
es
Clamor,
una
en
de
las
donde
se
refiere que su apodo era “Machocha” y que estuvo detenida en
el centro referido entre marzo y mayo de 1977.
12) Juan Enrique Reggiardo
Del legajo de Co.Na.De.P. n° 1834, en el que se
relata su caso, se extrae que habría sido privado de su
libertad el día 9 de febrero de 1977 en el marco de un
operativo realizado en la Fábrica “Hemigraff” de la localidad
de Lanús Este, donde trabajaba el nombrado.
El padre de quien fuera su esposa, se contactó con
el
Monseñor
Emilio
Gracelli,
quien
formaba
parte
del
Vicariato General de las Fuerzas Armadas, informándole que
tanto su hija como su esposo se encontraban en un centro
clandestino de detención.
Recuerda haber compartido cautiverio con Reggiardo
en
el
centro
Patricia Rolli,
clandestino
de
quien refirió
24
detención
“La
que la víctima
Cacha”
Nora
era apodada
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
“quique” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73
del expediente principal).
También es mencionado en el informe Clamor (fs.
1937/1976).
13)Carlos Adalberto Massa
Fue visto dentro de “La Cacha” por Nora Patricia
Rolli, quien afirma que se apodaba “cacho pata de palo” (fs.
465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal)
y por Daniel Talerico (fs. 616/27 del principal). A su vez,
Ricardo Victorino Molina declaró en estas actuaciones que
durante su interrogatorio le preguntaron por él y que Massa
estaba alojado en el primer piso (fs. 3463/73 y fs 3520/26
del expediente principal).
Molina también refirió que su apodo era Cacho o
Cali, lo cual es coincidente con el testimonio brindado por
Nelva Méndez de Falcone, quien dijo recordar a un compañero
de cautiverio a quien denominaban “Cacho” (fs. 95/6vta. de la
causa “Portesi”).
Por
último,
cabe
indicar
que
la
víctima
es
mencionada en el Informe CLAMOR, donde se consignó que estuvo
alojado
en
“La
Cacha”
de
marzo
a
mayo
de
1977
(fs.
1937/1976).
14) Luis María Emma
Declaró en el marco de los Juicios por la Verdad el
3 de noviembre de 1999, oportunidad en la que manifestó haber
sido secuestrado de su domicilio por un grupo de personas
armadas el día 2 ó 3 de marzo de 1977. A su vez, hizo mención
a las torturas que recibió durante su detención.
De
acuerdo
a
su
declaración,
luego
de
varias
semanas de haber estado en “La Cacha”, lo introdujeron en el
baúl de un auto y lo remitieron a la Comisaría 8va, a donde
estuvo detenido hasta recuperar su libertad, aproximadamente
un mes (fs. 65/74 del cuaderno de pruebas 6).
Las circunstancias narradas por Emma, en cuanto a
la descripción del lugar, los apodos de sus captores (“el
25
Francés”, “Pablo”), el modus
operandi del secuestro y su
liberación (derivado a la comisaría 8va), así como también los
nombres y/o apodos de
sus compañeros de cautiverio, resultan
concordantes con las manifestaciones de la gran mayoría de
los detenidos que estuvieron en el centro
clandestino de
detención “La Cacha” durante la época que nos ocupa.
También declaró su esposa Delia Edith Abaca, quien
ofreció un testimonio coincidente en cuanto al secuestro, y
aportó en su declaración que su esposo estuvo ausente por un
periodo de cincuenta y seis días (56) –ver sumario n° 703/SU
de la Secretaría Unica de esta Cámara-.
15) Jorge Horacio Moura.
En la presente causa brindó testimonio su madre,
Velia Nilda Oliva de Moura, quien relató que su hijo fue
secuestrado el día 8 de marzo del año 1977, alrededor de las
11 hs., por un grupo de cuatro hombres que se hicieron pasar
en un primer momento como personal de SEGBA vestidos con
mamelucos azules, presentándose luego como integrantes del
Ejército.
Con posterioridad a la detención de la víctima,
pasaron a buscar a la declarante en un auto junto con las
hijas de Moura y las llevaron al Parque Pereyra. Allí se
encontraron con Jorge Moura quien se hallaba en la parte
trasera de otro vehículo (fs. 3916/7).
Jorge Federico Moura, padre del nombrado, presentó
una nota ante el Ministerio de Interior (ver fs. 3201/vta.
sobre D.I.P.B.A., Legajo Mesa Ds., Varios n°18.364).
Oscar
Horacio
Molino
recuerda
haber
compartido
cautiverio con el nombrado dentro del centro clandestino de
detención
“La
Cacha”
(ver
fs.
3312/24
y
fs.
3407/9
se
incluye
del
expediente principal).
16) Elsa Beatriz Mattia
En
el
mencionado
informe
CLAMOR
testimonio de quien por entonces fuera su
el
esposo, Nestor
Daniel Torrillas, quien indica que con fecha 9 de marzo de
26
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
1977,
alrededor
armadas,
que
de
las
vestían
23
horas,
uniformes
un
y
grupo
ropa
de
de
personas
civil
y
se
trasladaban en autos sin patentes, lo secuestraron junto con
la nombrada, que se encontraba embarazada de dos meses.
Ya
en
el
centro
a
Elsa
Mattia
le
hicieron
presenciar la sesión de tortura e interrogación de su marido.
Luego fue alojada en el sótano durante treinta días, hasta
que
fue
liberada
en
las
proximidades
de
la
casa
de
sus
padres.
Dentro de “La Cacha” fue vista por Patricia Pérez
Catán (fs. 4222/6 del expediente principal) y
por Daniel
Talarico, que refiere que su apodo era “Graciela” (fs. 616/26
del expediente principal)
17) Néstor Daniel Torrillas
Su testimonio está incluido en el Informe Clamor y
del mismo puede extraerse que fue detenido en las mismas
circunstancias que Elsa Beatriz Mattia.
De dicha declaración también surge que en el centro
clandestino de detención denominado “La Cacha” fue sometido a
torturas en presencia de su esposa y que lo alojaron en la
planta alta del edificio, donde permaneció por 112 días hasta
que con fecha 12 de julio del año 1977 lo trasladaron a la
Comisaría Octava.
Es preciso señalar que en el libro de detenidos de
dicha
dependencia
consta
su
ingreso
y
allí
se
encuentra
inscripto que el motivo de la detención es “Area 113”.
Dentro de “La Cacha” fue visto por Patrica Pérez
Catán
(fs.
4222/6
del
expediente
principal)
y
por
Nora
Patricia Rolli, quien afirmó haber compartido cautiverio con
él en la planta alta del centro (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs.
1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal). Esta última
refirió, además, que Torrillas era conocido como “Kuki”.
18) José Alfredo Pareja
De su legajo de Co.Na.De.P. se extrae que habría
sido privado de su libertad la noche del 12 de marzo de 1977
27
(n° 8167).
De su paso por el centro clandestino de detención
denominado “La Cacha” da cuenta Patricia Pérez Catán (confr.
fs. 546/8 del
principal y declaración agregada
al legajo
Co.Na.De.P. n° 6425), y las constancias agregadas al informe
CLAMOR - CASO 137 (fs. 1937/76).
19) Alfredo Temperoni
De
acuerdo
a
las
declaraciones
testimoniales
prestadas por Inés Alicia Ordoqui, Alfredo Temperoni habría
sido detenido aproximadamente el día 17 de marzo y llevado a
“La Cacha”, en donde habría permanecido durante 6 días (fs.
3663/6 del principal y fs. 40/53 del cuaderno de prubeas n°
6).
Las
condiciones
de
su
detención,
concuerdan
con
lo
declarado por Mariano Gastón Contardi, nieto del mismo, en el
marco del “Juicio por la Verdad” (fs. 97/103 del cuaderno de
pruebas N° 6).
20)Rubén Oscar Contardi
En
el
legajo
que
la
Co.Na.De.P.
formó
a
su
respecto, constan los testimonios de Juan Carlos Di Doménico,
María Josefa Di Doménico de Contardi, Inés Alicia Ordoqui y
María Cristina Temperoni de Contardi. De tales declaraciones
y de aquella brindada por su hijo, Mariano Gastón Contardi,
en el marco del “Juicio por la Verdad” se puede extraer que
Rubén Contardi fue detenido cerca de las 22 hs. del 16 de
marzo del año 1977, en la cochera sita en la calle 4 y 50 de
esta ciudad (ver legajo Co.Na.De.P. n° 6427, fs. 40/53 y
97/103
del
cuaderno
de
pruebas
n°
6,
y
fs.
3663/6
del
principal).
Además,
quien
fuera
esposa
declaró
haber
presenciado las sesiones de tortura que sufrió su marido en
el centro clandestino de detención e Inés Alicia Ordoqui,
según lo declarado en el “Juicio por la Verdad” y por ante el
Juzgado Federal n° 1 de esta ciudad, señaló que pudo observar
a Rubén Contardi en la planta alta de “La Cacha”, que el
nombrado
divagaba
al
hablar
28
y
que
se
encontraba
muy
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
deteriorado por las torturas recibidas (ver fs. 40/53 del
cuaderno de prueba n° 6 y fs. 3663/6 del principal).
Nelva
Méndez
de
Falcone
declaró
haber
escuchado
cuando el señor Contardi dijo su apellido mientras le estaban
tomando
sus
datos
personales
dentro
de
“La
Cacha”
(fs.
95/6vta. de la causa “Portesi”) y en el informe CLAMOR lo
mencionan como una de las personas que estuvieron en dicho
centro (fs. 1937/1976).
En este último se indica, además, que la víctima
estuvo allí alojada entre el 16 de marzo de 1977 y el 7 de
julio del mismo año.
21) María Cristina Temperoni de Contardi
En el legajo n° 6427 de la Co.Na.De.P. consta el
testimonio de Inés Alicia Ordoqui, quien también declaró en
el marco del “Juicio por la Verdad” y en la presente causa
(ver fs. 40/53 del cuaderno de prueba n° 6 y fs. 3663/6 del
principal).
La
nombrada
da
cuenta
de
que
Temperoni
de
Contardi habría sido privada de su libertad aproximadamente
el
día
17
de
marzo
del
año
1977
y
llevada
al
centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Allí, de
acuerdo a la propia declaración de la víctima fue obligada a
presenciar una sesión de tortura de su marido.
Según los dichos de Ordoqui, Temperoni de Contardi
permaneció dentro del centro clandestino de detención durante
cinco días hasta ser liberada.
22) Inés Alicia Ordoqui
La nombrada declaró en el marco del legajo n° 6427
de la Co.Na.De.P., en el “Juicio por la Verdad” causa 1918/SU
(fs. 40/53 del cuaderno de prueba n° 6) y en el Juzgado
Federal n° 1 de La Plata (fs. 3663/6 del principal).
De acuerdo con sus dichos, ingresó a su domicilio
un grupo de personas armadas y uniformadas que se presentaron
como “fuerzas conjuntas” que la trasladaron, junto con su
prima, la señora Temperoni de Contardi, al centro clandestino
de detención “La Cacha”. Tal operativo se habría llevado a
29
cabo aproximadamente el 17 de marzo del año 1977, conforme
surge de la presentación obrante a fs. 8 de la causa 1918/SU
de la Secretaría Unica de esta Cámara (cuaderno de prueba n°
6, fs. 40/53).
Ordoqui
fue
vista
dentro
del
centro
por
María
Cristina Temperoni de Contardi (ver legajo Co.Na.De.P. 6427).
23) Guillermo Marcos García Cano
En
el
marco
del
“Juicio
por
la
Verdad”,
Causa
2326/SU, declararon su hija y la madre de sus hijas, Susana
Habiaga, (fs. 2558/61 y 2563/67) quienes expusieron que el
nombrado, habría sido detenido el 20 de noviembre de 1976 en
la Ciudad de la Plata.
Asimismo, manifestaron que mientras estuvo cautivo,
fue trasladado en reiteradas oportunidades por sus captores,
a la casa de sus padres. Recordaron que sus secuestradores,
se identificaban como “los carlitos”, así como también se
vincularon con quienes se apodaban “el oso”, “el amarillo” y
“el
francés”.
Tales
alias,
son
coincidentes
con
los
utilizados por el grupo de tareas que actuaba dentro del
centro clandestino “La Cacha”.
En consonancia con lo antedicho, fue visto dentro
de la Cacha, por Javier Héctor Quinterno (fs. 223/5vta. de la
causa “Portesi y fs. 3433/35 del principal), María Silvia
Bucci (fs. 378/83vta.) Raúl Elizalde (fs. 3788/91), Oscar
Horacio Molino (fs. 3407/09), Ricardo Antonio Herrera (fs.
3265/3269) y por Patricia Nora Rolli (fs. 465/471), quien
recuerda que era conocido como “el ingeniero” o “guillermo
gonzález”
Es mencionado en el informe CLAMOR (fs. 1937/76) y
se
localizó
en
el
archivo
DIPBA,
una
ficha
a
su
nombre
iniciada el 27-8-75. Puntualmente, en el Legajo Mesa Ds.,
Varios N°. 16.661 se identifica a Guillermo GARCÍA CANO y se
indica que “el citado profesional figura como desaparecido.”
24) Graciela Irene Quesada de Bearzi
Del legajo n° 3412 de la Co.Na.De.P. se desprende
30
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
que la nombrada habría sido detenida el 17 de marzo de 1977
en la ciudad de La Plata por fuerzas de seguridad vestidas de
civil.
Dentro
del
centro
clandestino
de
detencion
“La
Cacha” fue vista por Patricia Pérez Catán, quien la habría
reconocido en una foto que le mostró la madre de la víctima
con
el
sobrenombre
de
“Marina”
(ver
legajo
n°
3412,
ya
citado, y, en similar sentido, declaración agregada a fs.
546/8 del principal).
También
reconocieron
haber
compartido
cautiverio
con ella Oscar Horacio Molino (v. fs. 3312/24 y 3407/09 del
cuerpo
principal),
Ricardo
Victorino
Molina
(3339/45
del
cuerpo principal), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del
principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Nora
Patricia Rolli, quien recuerda que era conocida como “Marina”
(fs.
465/71,
principal),
fs.
1008/13,
María
fs.
Silvia
1111/23
Bucci
y
fs.
(fs.
3667/73
378/83vta.
del
del
principal), Héctor Javier Quinterno (fs. 3433/4 del principal
y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), Ana
María
Caracoche
principal),
de
María
“Gerenschtein”),
Gatica
Elvira
Juan
(fs.
Luis
Carlos
938/41
(fs.
y
225
Guarino
(fs.
2067/8
de
la
del
causa
1247/71
del
principal), Mauricio Esmeraldo Mansilla (v. fs. 117/25 del
cuaderno de prueba n° 6) y Nelva Alicia de Falcone (fs.
550/63 del principal).
Asimismo,
cabe
reseñar
que
es
mencionada
en
el
informe Clamor, donde se consignó que estuvo detenida en el
“La Cacha” entre marzo de 1977 y octubre del mismo año (fs.
1937/1976).
25)Antonio Bautista Bettini
Habría sido detenido el 18 de marzo de 1977 en la
ciudad de la Plata, según se desprende de la declaración
brindada por su esposa y su hija en el legajo Co.Na.De.P. n°
6425.
Respecto a su permanencia en el centro clandestino
31
de detención “La Cacha” dan cuenta Patricia Pérez Catán (ver
fs. 546/8 del expediente principal), Roberto René Achares
(fs. 3972/vta. del expediente principal), Nora Patricia Rolli
(fs.
465/71,
fs.
1008/13,
fs.
1111/23
y
fs.
3667/73
del
expediente principal), Elsa Luna de Betalco (fs. 504/21 del
expediente
principal),
Raúl
Guillermo
Elizalde
(fs.
408/413vta. del expediente principal), Ana María Caracoche de
Gatica (fs. 938/41 y 2067/8 del expediente principal), Nelva
Méndez de Falcone (fs. 550/563 del expediente principal),
Silvia Inés Cavecchia (fs. 385/90vta. y fs. 3484/7vta. del
expediente principal), Oscar Horacio Molino (fs. 3312/24 del
expediente principal), e Inés Alicia Ordoqui (fs. 3663/6 del
expediente principal).
Antonio Bautista Bettini es, además, una de las
personas mencionadas en el informe CLAMOR como víctima de los
hechos que tuvieron lugar en “La Cacha”, y en dicho documento
se plasmó que estuvo detenido en ese centro entre abril y
junio de 1977.
26) Miguel Ángel Calvo
Fue visto en “La Cacha” por Silvia Cavecchia, quien
manifestó que la víctima también era conocida como “Cachito”,
que había estado tres meses en el centro de detención y que
la última vez que lo vió fue el 10 de abril de 1977, fecha en
la que fue trasladado (fs. 385/90vta. y fs. 3484/7vta. del
expediente principal). Asimismo, al declarar en el Juzgado
Federal n° 1 de esta ciudad Cavecchia identificó a Miguel
Angel Calvo cuando se le exhibió la foto de
fs. 28 del
“Cuaderno de Prueba n° 5 – fotos de víctimas”.
27)Silvia Inés Cavecchia
Declaró por ante la Audiencia Nacional de Madrid,
en
el
marco
investigación
de
la
(ver
causa
fs.
1098/SU
2065/66,
y
385/390
en
y
la
presente
3484/7vta.
del
expediente principal).
Habría sido detenida en la ciudad de Formosa el 1
de
Marzo
de
1977,
junto
con
32
Daniel
Talerico
y
Berta
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Itzcovich, y trasladada en avioneta a la ciudad de La Plata
durante ese mismo mes. Desde el aeropuerto de esta ciudad la
llevaron en un automóvil al centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha”.
Fue vista en ese lugar por Daniel Talerico (fs.
616/27), Patricia Milanta (fs. 3325/31) y Nora Patricia Rolli
(v. fs. 3667/73).
Según sus dichos, fue liberada el 20 de abril de
1977.
28) Daniel Talerico
Habría sido detenido en la ciudad de Formosa el 1
de Marzo de 1977, junto con Silvia Inés Cavecchia y Berta
Itzcovich y trasladado posteriormente al centro clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha”
en
las
mismas
circunstancias detalladas en el caso precedente (fs. 616/27
del principal).
Fue visto en
el
centro de
detención por Silvia
Cavecchia (fs. 2065/6vta. y fs. 3484/7vta. del expediente
principal), Patricia Milanta (fs. 3325/31 del principal) y
habría sido trasladado a la Comisaría 8va el 16 de abril del
año 1977 (ver libro de detenidos de dicha dependencia).
29) Berta Itzcovich
Habría sido detenida en la ciudad de Formosa el 1
de Marzo de 1977 junto con Silvia Inés Cavecchia y Daniel
Talerico, y trasladada posteriormente al centro clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha”,
en
las
mismas
por
Silvia
circunstancias detalladas en el caso precedente).
Fue
Cavecchia,
vista
quien
en
el
refirió
centro
que
la
clandestino
llamaban
“Minuchi”
(fs.
385/90vta., fs. 2065/6vta. y 3484/7vta. del principal), por
Patricia Milanta (fs. 3325/3331. del cuerpo principal), por
Daniel
Talerico
(fs.
616/27
del
principal)
y
por
Nora
Patricia Rolli (v. fs. 3667/73 del principal).
Habría sido trasladada a la comisaría 8va el 16 de
abril
del
año
1977
(ver
libro
33
de
registro
de
dicha
comisaría).
30) Carlo Alberto Moreno Herves
Según consta en el legajo de Co.Na.De.P. n° 7938,
en donde su padre asentó la denuncia por su desaparición,
habría sido secuestrado el día 25 de marzo de 1977 por un
grupo de civiles fuertemente armados.
Es mencionado en el informe CLAMOR ya citado, donde
se consignó que su apodo era “Negro Bebán”, que fue visto en
el centro clandestino de detención denominado “La Cacha” el 6
de mayo 1977, y que aun sigue desaparecido.
31) Susana Beatriz Quinteros de Morillo
En
el
marco
del
legajo
Co.Na.De.P.
formado
en
relación a la nombrada su madre denunció que su hija fue
secuestrada el día 2 de marzo de 1977, en esta ciudad (legajo
n° 1053).
Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs.
1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal) y Ana María
Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente
principal) afirmaron haber tomado contacto con ella dentro
del
centro
clandestino
“La
Cacha”
y
la
primera
de
ellas
señaló además que la apodaban “Mónica” o “Chamarrita. Con
dicho apodo también la recuerda Javier Héctor Quinterno (fs.
3433/4 del principal).
Es mencionada, además, en el informe CLAMOR, donde
se plasmó que la víctima fue vista en “La Cacha” a mediados
de 1977.
32) Patricia Elsa Marta Milanta
Según
sus
dichos
habría
sido
detenida
en
el
domicilio de su familia el 31 de marzo de 1977, por un grupo
de personas armadas y vestidas de verde, y trasladada, luego,
al centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”
(ver fs. 3325/31 y 3638/41
padre
se
expidió
en
del
similar
expediente principal). Su
sentido
al
declarar
en
los
Juicios por la Verdad (ver fs. 3332/4 del principal).
En “La Cacha” fue vista por Oscar Horacio Molino
34
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
(fs. 3312/24 del expediente principal), Daniel Talerico (fs.
616/27 del expediente principal) y Nora Patricia Rolli (fs.
3667/73 del expediente principal). Habría sido trasladada a
la comisaría 8va el 16 de abril de 1977 (ver libro registros
de comisaría 8va).
33) Federico Hugo Sánchez Rizzo
De acuerdo a lo que surge del legajo n° 3729 de la
Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, el nombrado habría
sido secuestrado en la localidad de Villa Elisa el 3 de abril
de 1977.
En “La Cacha” fue visto por Ana María Caracoche de
Gatica
(938/941
(legajo
n°
3729
y
2067/8),
por
recientemente
Nestor
citado),
Daniel
por
Torrillas
Oscar
Horacio
Molino (fs. 3312/24 y fs. 3407/9) y por Elsa Luna de Beltaco,
quien lo menciona como “Darío” (fs. 504/521). Elsa Luna de
Beltaco y Oscar Horacio Molino lo recuerdan muy deteriorado a
causa de las torturas.
Asimismo, es mencionado en el informe Clamor (fs.
1937/76), donde se hace saber que su apodo sería “Darío” y
que estuvo detenido en “La Cacha” desde 19 de abril y fue
visto por última vez en mayo de 1977.
34) Rodolfo Jorge Axat
De acuerdo a los testimonios brindados por otras
víctimas
el
nombrado
habría
estado
alojado
en
el
centro
clandestino de detención “La Cacha”, junto con su mujer y
eran conocidos como “Simon y Simona”. Ello se colige de las
declaraciones
378/83vta.
del
prestadas
por
principal
María
y
fs.
Silvia
31/34vta.
Bucci
de
la
(fs.
causa
“Gerenschtein”, ya citada), por Elsa Luna de Beltaco (fs.
504/21
del
principal),
por
Ricardo
Antonio
Herrera
(fs.
3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6),
por Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23
y
fs.
3667/73
del
expediente
principal),
por
Ricardo
Victorino Molina (fs. 3463/73 del expediente principal), por
35
Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 y 3433/4 del principal,
y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), por
Raúl
Guillermo
Elizalde
(fs.
408/413vta.
del
expediente
principal), por Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs.
2067/8
del
expediente
principal),
y
por
Nelva
Méndez
de
Falcone (fs. 550/563 del cuerpo principal).
A su vez, da cuenta de su estadía en “La Cacha”, la
mención que de él se hace en el informe CLAMOR.
35) Ana Inés Della Croce de Axat
Fue vista en el centro clandestino de detención “La
Cacha” por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal y
fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), por Elsa Luna de
Beltaco (fs. 504/21 del expediente principal), por Ricardo
Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del
cuaderno
de
prueba
n°
6),
por
Nora
Patricia
Rolli
(fs.
465/71, fs. 1111/23 y fs. 1008/13 del principal), por Héctor
Javier Quinterno (fs. 3425/32 y 3433/4 del principal, y fs.
223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”, por Ana María
Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente
principal) y por Nelva Méndez de Falcone (fs. 550/563 del
principal).
A su vez, da cuenta de su estadía en “La Cacha”, la
mención que de ella se hace en el informe CLAMOR.
36) Jorge Adelmar Falcone
De conformidad con lo declarado por Nelva Alicia
Méndez de Falcone (fs. 7/8 del informe CLAMOR, a fs. 95/6 de
la causa n° 124.963 “Portesi” y fs. 550/63 del principal) el
nombrado habría sido secuestrado en su domicilio el 13 de
abril de 1977 por un grupo de seis -6- personas vestidas con
ropa del Ejército, quienes se presentaron como pertenecientes
a las “fuerzas conjuntas”.
Luego, y según los dichos de la nombrada, Jorge
Adelmar Falcone habría sido trasladado junto a ella al centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha” en donde
habría sido interrogado en varias oportunidades.
36
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Su permanencia en “La Cacha” se habría prolongado
durante 5 días.
37) Nelva Alicia Méndez de Falcone
La
confección
nombrada
del
fue
informe
una
de
CLAMOR,
las
en
responsables
donde
se
de
detallan
la
las
circunstancias que rodearon su detención. Tales cuestiones
también fueron relatadas en las declaraciones que prestó en
el marco de la causa “Portesi, Juan Antonio s/ denuncia” (a
fs. 95/6 de la misma) y en los Juicios por la Verdad (fs.
550/563 del expediente principal).
En
concreto,
habría
sido
secuestrada
de
su
domicilio junto a su marido por un grupo de seis -6- personas
vestidas con ropa del Ejército, quienes se presentaron como
pertenecientes
explicó,
fue
a
las
llevada
“fuerzas
al
centro
conjuntas”.
Luego,
clandestino
de
según
detención
conocido como “La Cacha” en donde estuvo detenida durante 5
días (legajo Co.Na.De.P. 3021).
En el marco de la causa “Portesi” Méndez de Falcone
declaró que en el año 1980 visitó el sitio donde estaba
emplazada la antigua “Radio Provincia”, y pudo reconocer,
allí, el edificio donde estuvo detenida.
María
Elvira
Luis,
manifestó
haber
tomado
conocimiento durante su cautiverio que en “La Cacha” también
había
sido
alojada
la
señora
Falcone
(fs.
427/41
del
principal).
38) Julio Beltaco
De acuerdo a las declaraciones brindadas por su
esposa tanto en el “Juicio por la Verdad” (fs. 504/21 del
principal, vinculada con el
sumario 348/SU), como en las
presentes actuaciones (fs. 3810/3), se extrae que el señor
Beltaco fue secuestrado junto con Elsa Luna de Beltaco –su
esposa- de la vivienda que alquilaba, durante la madrugada
del 14 de abril de 1977, y que luego fue trasladado con la
nombrada al centro clandestino de detención conocido como “La
Cacha”.
37
La señora Luna de Beltaco declaró que durante su
cautiverio en ese centro pudo tomar contacto con su marido y
observar que éste había sido severamente torturado.
Además, fue visto dentro de “La Cacha” por Patricia
Rolli, quien declaró que era conocido como “Enrique” (fs.
465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente
principal), y por Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/941 y fs.
2067/8 del principal).
En el mentado informe “Clamor", aparece como una de
las personas que estuvieron detenidas en “La Cacha”.
39) Elsa Luján Luna de Beltaco
De
acuerdo
a
las
declaraciones
brindada
por
la
nombrada en el marco de la causa 348/SU (fs. 504/520) y en
las presentes actuaciones (fs. 3810/3), puede inferirse que
habría
sido
secuestrada
junto
a
su
marido
durante
la
madrugada del 14 de abril de 1977, para ser trasladados,
ambos, al centro clandestino de detención conocido como “La
Cacha”.
Allí, fue vista por Ana Caracoche de Gatica (fs.
938/41 y fs. 2067/8 del cuerpo principal) y por Nora Patricia
Rolli (fs. 1008/1013 del principal), y es mencionada en el
informe “Clamor".
Habría permanecido en el centro durante treinta y
ocho -38- días, siendo finalmente liberada el 22 de mayo de
1977.
40)Ricardo Victorino Molina
De
acuerdo
a
las
declaraciones
recogidas
en
el
legajo Co.Na.De.P. n° 7046, a las testimoniales brindadas por
el nombrado en la causa 2506/1/09, caratulada “Von Wenrich”,
ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 1 de esta
ciudad, a lo que explicó en el marco de la causa 1186/SU de
la Secretaría Unica de esta Cámara y a lo depuesto en la
presente investigación (ver fs. 981/984, 3339/3345, 3463/73 y
3520/6 del expediente principal), fue secuestrado el 14 de
abril de 1977 y trasladado al centro clandestino de detención
38
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
conocido como “La Cacha”.
Allí estuvo detenido hasta el 13 de Junio de 1977,
fecha en la que fue trasladado a la Comisaría 8va.
Según su propio testimonio, fue torturado durante
los
interrogatorios
a
los
que
fue
sometido
durante
su
permanencia en aquel centro clandestino de detención, y su
apodo era “Pancho” (ver puntualmente fs. 3343 del principal).
Además de él, dan cuenta de su estadía en el centro
Ana
Caracoche
principal)
y
de
el
Gatica
listado
(fs.
938/41
confeccionado
y
fs.
2067/8
para
el
del
informe
“Clamor".
41) Mario Oscar Gallego
De
acuerdo
a
la
declaración
brindada
por
María
Beatriz Horrac en la causa n° 332/SU -quien fuera su novia en
el año 1977-, habría sido secuestrado el día 14 de abril de
1977, aproximadamente (fs 162/164 del cuaderno de pruba n°
6).
Fue visto en el centro clandestino de detención que
nos ocupa por Nora Patricia Rolli, quien lo recuerda como “el
negro Adrián” (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs.
3667/73),
por
Martín
Castilla
(3859/62),
por
Ricardo
Victorino Molina (fs. 3339/45), por Patricia Pérez Catán (fs.
546/8 y fs. 4222/6) y por Ana María Caracoche de Gatica (fs.
938/41 y fs. 2067/8). Adviértase, que las citas indicadas
corresponden a la foliatura del expediente principal.
Por último, cabe añadir que es mencionado en el
informe Clamor, donde se destaca que estuvo en alojado en “La
Cacha” desde el 13 abril al mes de agosto de 1977.
42) Ignacio Manuel Cisneros
De acuerdo a las constancias extraídas del legajo
de la Co.Na.De.P. n° 4226, habría sido secuestrado el día 15
de febrero de 1977 de su domicilio, sito en la provincia de
Córdoba.
De allí habría sido llevado al centro clandestino
de detención denominado “La Perla”, ubicado en las afueras de
39
la
ciudad
de
Córdoba,
de
la
provincia
homónima,
y
luego
habría sido trasladado al centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha”.
Fue
reconocido
en
“La
Cacha”
por
Elsa
Luna
de
Beltaco (fs. 504/21 del expedeinte principal) y María Elvira
Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”).
43) Rubén Oscar Scognamillo
Según se extrae del legajo D.I.P.P.B.A. n° 7503, el
alias de la víctima era “Batata”.
De conformidad con lo relatado por su padre, Néstor
Rubén
Scognamillo,
al
momento
de
ser
secuestrado,
se
encontraba cumpliendo el servicio militar obligatorio en el
Batallón 601 de Comunicaciones de City Bell. En ese sentido,
el
declarante
señaló
que
el
día
14
de
abril
de
1977
y
alrededor de las 22:30 horas Rubén Oscar habría sido detenido
por cuatro personas vestidas de civil y fuertemente armadas
que irrumpieron violentamente en el domicilio de sus tíos, en
donde
la
licencia.
víctima
Los
se
encontraba
captores
dijeron
gozando
de
pertenecer
su
al
primera
Ejército
Argentino (ver legajo Co.Na.De.P. n° 677).
Posteriormente,
habría
sido
enviado
al
centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Eso se
desprende de las declaraciones de
Héctor Javier Quinterno
(fs. 489/502 del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi,
Juan S/ Denuncia), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del
expediente principal) y Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y
fs. 2067/8 del principal). Por su parte, María Silvia Bucci
declaró a fs. 34 de la causa “Gerenschtein” haber tomado
conocimiento de que quien repartía la comida en el centro era
un soldado conscripto “de la zona de City Bell” y al declarar
en el marco de la causa 657/SU nombró a la víctima como una
de las personas a quien vió en el centro clandestino de
detención (fs. 378/83vta. del principal).
Lo anterior también quedó plasmado en el informe
CLAMOR, donde se consignó que fue visto en “La Cacha” en
40
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
junio de 1977.
44) Juan Alberto Bozza
Fue visto en el centro clandestino de detención “La
Cacha” por Patricia Rolli. En la declaración que prestó por
ante la Subsecretaría de Derechos Humanos y Sociales de la
Nación en el año 1997, aclaró que éste se desempeñaba para
esa
fecha
Nacional
como
de
profesor
La
Plata
de
Historia
(ver
fs.
en
la
1008/13
Universidad
y
3667/73
del
expediente principal).
45)Carlos Enrique Rolli
De las declaraciones testimoniales brindadas por su
hija,
Nora
Secretaría
Patricia
Unica
de
Rolli,
esta
Derechos Humanos y Sociales
en
la
Cámara,
causa
en
la
1996/SU
de
la
Subsecretaria
de
y en las presentes actuaciones
(ver fs. 465/71, 1008/13 y 3667/73 del expediente principal)
se deduce que fue secuestrado de su domicilio el 15 de abril
de 1977 a las dos de la madrugada, aproximadamente, por un
grupo
otras,
de
personas
que
fuertemente
se
vestidas
de
presentaron
armados,
civil,
como
encapuchados,
unas,
y
“fuezas
con
de
fajina,
conjuntas”,
pelucas,
barbas
y
bigotes postizos, pasamontañas y gorros.
En
dicha
circunstancia,
según
las
declaraciones
citadas, habría sido detenido e introducido en el baúl de un
auto blanco para ser trasladado al centro
clandestino de
detención conocido como “La Cacha”.
Refirieron
haber
compartido
cautiverio
con
el
nombrado en dicho lugar Nora Patricia Rolli (fs. 3667/73 del
principal),
trasladada
principal),
Patricia
con
la
Pérez
víctima
Catán,
(fs.
que
546/8
señaló
haber
sido
y
4222/6
del
fs.
María Silvia Bucci (fs. 31/34vta. de la causa
“Gerenschtein”), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del
principal),
Héctor
Javier
Quinterno
(fs.
3433/4)
y
María
Elvira Luis (fs. 255 de la causa “Gerenschtein”).
Rolli, a su vez, es mencionado en el informe CLAMOR
y habría sido liberado a mediados del julio de 1977, cuando
41
fue trasladado a la Comisaria 8va de esta ciudad (ver libro de
detenidos de dicha dependencia).
46) Nora Patricia Rolli
De
acuerdo
a
las
declaraciones
testimoniales
brindadas por la nombrada en el “Juicio por la Verdad”, en el
legajo
n°
2870
de
la
Co.Na.De.P.
y
en
las
presentes
actuaciones ( ver fs. 465/71, fs. 1111/23, fs. 1008/13 y fs.
3667/73 del expediente principal), habría sido secuestrada el
15 de abril de 1977 en las mismas circunstancias que fueran
descriptas en el caso anterior, y luego trasladada al centro
clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha”
en
el
asiento trasero de un auto, con la cabeza entre las piernas.
Según
sus
dichos,
al
llegar
fue
obligada
a
desnudarse
y
torturada con picana electrica mientras la interrogaban sobre
su militancia politica. Estos interrogatorios se repitieron
durante su estadía en el centro.
Dan cuenta de su paso por el centro clandestino que
nos ocupa Patricia Pérez de Catán (fs. 4222/6 del principal),
Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del principal), María Silvia
Bucci
(fs.
31/34vta.
anteriormente),
3433/35
y
Hértor
fs.
de
la
causa
Javier
3425/32
del
“Gerenschtein”,
Quinterno
expediente
(fs.
citada
489/502,
principal),
fs.
Raúl
Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del principal) y María
Elvira Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein”), así como lo
que se desprende del mencionado informe CLAMOR.
Fue
liberada
a
mediados
del
julio
de
1977,
oportunidad en la que fue trasladada a la Comisaria 8va de
esta ciudad (ver libro de detenidos de dicha Comisaria).
47) Alejandro Horacio García Martegani
De acuerdo a la declaración prestada por su madre
en el marco de el “Juicio por la Verdad” (sumario 1144/SU) y
en la Co.Na.De.P. (legajo n° 727), García Martegani se había
alistado en el Ejército, pero, según le habría referido el
Teniente Coronel Amiano al padre de la víctima, se le había
iniciado una investigación por figurar en la agenda de una
42
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
persona involucrada con el terrorismo.
Después de la investigación referida, a Alejandro
se le habría otorgado una licencia y al momento de salir del
lugar
donde
se
posteriormente,
según
se
desempeñaba
introducido
desprende
del
habría
en
un
legajo
sido
retenido
automóvil.
de
la
Esto
Co.Na.De.P.
y,
último,
antes
referido, habría ocurrido el 16 de marzo de 1977.
El nombrado fue
visto en
“La
Cacha” por Daniel
Torrillas (ver legajo de la S.D.H. n° 3729, ya citado) y es
identificado en el informe CLAMOR (fs. 1937/76), donde se
menciona que su alias era “el Gallego”.
48) Susana Maria Marrocco Bettendorff
De
acuerdo
con
los
testimonios
obrantes
en
el
legajo de la Co.Na.De.P. n° 2048, la nombrada habria sido
secuestrada entre los días 12 y 16 de abril de 1977.
Su nombre aparece en el ya citado informe CLAMOR, y
allí se consignó que su apodo era “Chana”.
Ricardo Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba n°
6), Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 del principal), Elsa Luna
de
Beltaco
(fs.
3810/13
del
principal),
Raúl
Guillermo
Elizalde (fs. 408/13 del principal) y Ana Caracoche de Gatica
(fs. 938/41 y fs. 2067/8 del principal), manifestaron haber
compartido cautiverio con la víctima en el centro clandestion
de detención conocido como “La Cacha”.
49) Cristina Lucia Marrocco de Picardi
De
acuerdo
con
los
testimonios
obrantes
en
los
legajos Co.Na.De.P. n° 1717 y 1715, la nombrada habría sido
secuestrada en su domicilio el 18 de abril de 1977 junto a su
compañero
armados,
Félix
y
Eduardo
Picardi,
posteriormente
Peugeot blanco.
Al momento
aquellas constancias,
Ricardo
por
trasladada
del
dieciseis
en
el
baúl
civiles
de
un
secuestro, según surge de
se encontraba en estado de gravidez.
Herrera
(cuaderno
de
prueba
n°
6,
fs.
1/24), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs.
1111/23 del principal), Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 del
43
principal),
María
Evira
Luis
(fs.
255
de
la
causa
“Gerenschtein”) y Ana Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs.
2067/8 del principal), la recuerdan del centro clandestino de
detención denominado “La Cacha”.
A su vez, es mencionada en el informe CLAMOR, donde
se señala que era apodada “Victoria”.
50) Félix Eduardo Picardi Rodríguez
Según el legajo de Co.Na.De.P. n° 1718 (que remite
al n° 1715), el nombrado habría sido secuestrado el día 16 de
abril de 1977 en su domicilio junto a Lucía Marrocco, por
personal que se dio a conocer como “fuerzas de seguridad”, en
las
mismas
precedente,
circunstancias
con
la
que
salvedad
las
de
relatadas
que
Félix
en
el
Picardi
caso
fue
trasladado en el piso de la parte trasera de un Falcon verde.
Lo recuerdan de “La Cacha”, Nora Patricia Rolli
(fs. 465/471; 1008/13 y 3667/73 del expediente principal),
Martín Castilla (fs. 3859/62 del principal), María Elvira
Luis (fs. 225 de la causa “Gerenschtein” y fs. 427/41 del
principal) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs.
2067/8 del principal).
Además, es mencionado en el informe CLAMOR y surge
que sus apodos eran “Gustavo” o “Cacho”.
51) Daniel Alberto Toninetti
Según
lo
que
se
desprende
del
legajo
de
la
Co.Na.De.P. n° 5320, el nombrado habría sido secuestrado el
día 17 de abril de 1977 en esta ciudad.
En el informe CLAMOR es identificado por su nombre,
y se agrega que su apodo era “Felipe” y que fue visto en el
centro entre el 18 de abril y principios de mayo de 1977.
Asimismo, Nora Patricia Rolli refirió haber estado
en
el
centro
clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha” junto a él, recordó que su apodo era “Felipe” y afirmó
haber
escuchado
sometido
las
sesiones
de
tortura
a
las
que
fue
(fs. 465/70vta. del expediente principal)
También manifiestaron haber compartido cautiverio
44
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
con Toninetti, Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta.), Ana
Caracoche de Gatica (fs. 938/41) y Patrícia María Pérez Catán
(fs. 546/8). Adviértase que las citas de tales declaraciones
testimoniales
corresponden
a
la
foliatura
del
expediente
principal.
52) Roberto Luján Amerise
Es uno de los redactores del informe CLAMOR y su
testimonio obra a fs. 1945/46. Allí indica que el día 19 de
abril
de
1977,
a
secuestrado
por
civil,
dijeron
que
un
las
22
horas
grupo
de
quince
pertenecer
al
aproximadamente,
personas
Ejército
fue
vestidas
Argentino.
de
Los
captores habrían irrumpido en el domicilio del nombrado, para
luego
introducirlo
encapuchado
en
el
baúl
de
un
auto,
transportándolo a “La Cacha”.
Al
llegar,
habría
sido
sometido
a
diversos
interrogatorios “a base de golpes y agresiones psicológicas”.
Permaneció en el centro hasta el 28 de junio de 1977, cuando
fue trasladado a la Comisaría 8va.
De dicho traslado también da cuenta el libro de
detenidos
de
dicha
comisaría,
que
obra
agregado
a
la
documentación de la causa. Allí se consignó como fecha de
ingreso el 12 de julio de 1977.
En “La Cacha” fue visto por Patricia Pérez Catán
(fs. 546/8 y 4222/6vta.) y Nora Patricia Rolli (fs. 465/71,
fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73). Adviértase que las
citas de tales declaraciones testimoniales corresponden a la
foliatura del expediente principal.
53) Alberto Omar Diessler
Es uno de los redactores del informe CLAMOR y su
testimonio obra a fs. 1948. Allí indica que el día 19 de
abril
de
1977,
secuestrado
armadas,
por
quienes
introducirlo
a
un
las
grupo
23
de
irrumpieron
encapuchado
en
horas
aproximadamente,
quince
en
el
su
personas
domicilio
baúl
de
fue
fuertemente
para
un
luego
auto
y
transportarlo a “La Cacha”. Al llegar, fue sometido a un
45
interrogatorio “bajo torturas”.
Habría permanecido en el
centro
hasta el
28 de
junio de 1977, cuando fue trasladado a la comisaría 8va. De
dicho traslado también da cuenta el libro de detenidos de
dicha
comisaría,
cuyas
copias
obran
agregadas
a
la
documentación de la causa. Allí se consignó como fecha de
ingreso el 12 de julio de 1977.
Entre
las
personas
que
dan
cuenta
del
paso
de
Alberto Omar Diessler por “La Cacha” se encuentran Patricia
Pérez
Catán
(fs.
546/8
y
4222/6
del
principal)
y
Nora
Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs.
3667/73 del principal). Esta última, al declarar en primera
instancia refirió que el sobrenombre de la víctima era “la
Momia”.
54) Ana María Caracoche de Gatica
Es una de las redactoras del informe CLAMOR y su
testimonio obra a fs. 1946/47 del principal. También prestó
declaración por ante el Juzgado de Instrucción n° 5 de la
Audiencia Nacional de Madrid y en el marco del legajo n° 6392
de la Co.Na.De.P. (ver fs. 2067/8 y 938/41 del expediente
principal). En tales oportunidades indicó que el día 19 de
abril
de
1977,
secuestrada
armadas,
por
a
un
quienes
las
grupo
22
horas
de
quince
irrumpieron
en
residía junto con su hijo de
el
aproximadamente,
personas
domicilio
fue
fuertemente
en
el
cual
4 meses. Con motivo de la
aprehensión fue golpeada y sufrió la fractura de un brazo.
Ya en la calle la encapucharon y la introdujeron en
el baúl de un automóvil que la transportó hacia el centro
clandestino denominado “La Cacha”.
Allí,
fue
sometida
a
interrogatorio
durante
dos
días donde le preguntaron sobre el paradero de su marido. En
dichas
sesiones
le
aplicaron
picana
eléctrica,
golpes
y
“tormentos psicológicos”.
Fue trasladada durante unos días a lo que podría
ser “el Pozo de Banfield”, en donde la enyesaron, y devuelta
46
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
a “La Cacha” los primeros días de mayo.
Permaneció
allí
hasta
el
19
de
mayo
de
1977,
oportunidad en la que fue liberada.
Es
recordada
por
Ricardo
Antonio
Herrera
(fs.
3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6),
por Elsa Luna de Beltaco (fs. 504/21 del principal) y por
Roberto Luján Amerise (fs. 1945 del principal), entre otras
víctimas.
55) Adriana Clara Bontti
De conformidad con el testimonio prestado por su
madre en el “Juicio por la Verdad” (causa 10/SU) y en el
legajo de la Co.Na.De.P. n° 6907, habría sido secuestrada en
la localidad de Berisso el 19 de abril de 1977.
Dentro
Cacha”
fue
identificó
del
vista
como
principal),
por
centro
por
clandestino
Martín
“Julia”
Nora
(fs.
Daniel
2290/97
Patricia
de
detención
Castilla,
y
Rolli
fs.
(fs.
que
“La
la
3859/61
del
465/471
del
principal) y por Raúl Guillermo Elizalde, que la reconoció
mediante el registro fotográfico obrante a fs. 305 de la
causa
1098/SU
y
dijo
que
su
apodo
era
“la
Gringa”
(fs.
408/413 del principal).
56) Alberto Horacio Monaji Triana
De
acuerdo
a
la
denucia
presentada
ante
la
Co.Na.De.P. y registrada bajo el n° 755, el nombrado habría
sido detenido el 20 de abril de 1977 a las 18 horas.
Patricia Rolli declaró haber compartido cautiverio
con el nombrado –apodado “Felipe”, según la declarante- y lo
reconoce mediante una fotografía, siendo ésta
una de las
personas con quien habría compartido cautiverio en el centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”. A su vez
manifestó haber escuchado las sesiones de tortura a las que
lo sometieron (fs. 465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23 del
expediente principal).
También fue visto en ese centro por Silvia Bucci,
quien manifestó haber estado con el nombrado en el sótano de
47
la “La Cacha”, (confr. fs. 378/83vta. del principal y fs.
31/34vta. de la causa “Gerenschtein”), por Ricardo Herrera
(fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), por Héctor Javier
Quinterno (fs. 489/502 y fs. 3433/4 del principal, y fs.
223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia) y por Ana
María Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41 del expediente
principal).
Además,
es
mencionado
en
el
ya
citado
informe
CLAMOR.
57) Esteban Rodolfo Cuenca
De
acuerdo
a
los
testimonios
brindados
por
sus
familiares ante la Co.Na.De.P. Esteban Cuenca habría sido
secuestrado por un grupo de civiles con boinas a la salida de
su domicilio, cuando se dirigía a encontrarse con Roberto
Achares. Según se desprende del correspondiente legajo, la
detención se habría producido en abril de 1977 y la víctima
habría sido vista en “La Cacha” hasta mayo del mismo año
(legajo n° 1049).
De lo declarado por Oscar Horacio Molino se extrae
que Cuenca estuvo en dicho centro clandestino (fs. 3312/24 y
fs. 3407/9 del expediente principal). Además, dicen haberlo
visto allí Elsa Luna de Beltaco, quien refirió que estaba muy
castigado (fs. 504/21) y Ana María Caracoche de Gatica (fs.
2067/8 y 938/41). Ambas citas corresponden a la foliatura del
expediente principal.
Cuenca es otra de las personas identificadas en el
informe CLAMOR.
58) Roberto René Achares
El nombrado prestó testimonio por ante el Juzgado
Federal n° 1 de esta ciudad (ver fs. 3971/73 del cuerpo
principal) y manifestó haber sido delegado de “Sancor” en
Bahía Blanca, lo cual coincide con los datos consignados en
la ficha de la D.I.P.P.B.A. antes mencionada. A ello agregó
que se había trasladado a la ciudad de La Plata desde Bahía
Blanca para evitar la persecución política.
48
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
En esta ciudad se desempeñaba como empleado en una
empresa
de
pinturas
y
vivía
en
una
casa
del
“Barrio
Aeropuerto”. Allí, el 23 de abril de 1977, tras un operativo
del que participaron hombres de civil y otros con ropa del
Ejército,
todos
ellos
fuertemente
armados,
habría
sido
detenido, golpeado y trasladado en el baúl de un automóvil
modelo
Falcon
hacia
el
centro
clandestino
de
detención
conocido como “La Cacha”.
Según sus dichos, durante su estadía en dicho lugar
fue torturado dos o tres veces con picana eléctrica y por el
método
denominado
durante
“casi
“submarino
cuatro
seco”.
meses”
(ver
Habría
fs.
estado
allí
3971/3vta.
del
principal).
La
Victorino
víctima
Molina
fue
(fs.
vista
3463/73
en
y
el
fs.
centro
por
3339/45)
y
Ricardo
por
Ana
Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y 938/41). Las citas de las
testimoniales referidas, se corresponden con la foliatura del
expediente principal.
Además,
es
mencionado
en
el
informe
CLAMOR,
de
donde se extrae que lo apodaban “Tato”.
59) Liliana Piza de Paira
El
día
26
de
abril
de
1977,
en
un
operativo
realizado en el domicilo ubicado en la calle Callao n° 2629,
Berisso, provincia de Buenos Aires, fue secuestrada junto a
Elba
Leonor
Ramírez
Abella
de
Baibene.
En
dicha
ocasión
habrían sido muertos sus respectivos maridos. De ello dan
cuenta los vecinos de la zona (ver legajo de Co.Na.De.P. n°
8352) y noticias publicadas en el diario “La Nación” del 29
de abril del 77 –pag. 10- y en el Diario “El Día” de La Plata
del 28 de abril de ese mismo año –pags. 6 y 13- (ver aporte
de declaración de la hermana Diana Piza 395/SU y Legajos
D.I.P.P.B.A.)
Estuvo
detención
detenida
denominado
“La
en
el
Cacha”
y
centro
era
clandestino
conocida
como
de
“la
Negrita de Bahía”. De ello da cuenta Patricia Rolli, quien en
49
sus
declaraciones
hizo
expresa
mención
torturas que padeció la víctima
de
las
fuertes
(fs. 465/71, fs. 1008/13,
fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal).
También
Elizalde
(fs.
la
recuerdan
408/13vta.
del
del
centro
prinicipal),
Raúl
Guillermo
Ricardo
Herrera
(fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 cuaderno de pruebas n°
6), y Ana Caracoche de Gatica (fs. 2067/8 y fs. 938/41 del
cuerpo principal).
Asimismo, cabe añadir que fue incluída dentro del
listado de víctimas que integra el informe CLAMOR.
60) Elba Leonor Ramírez Abella de Baibiene.
Fue secuestrada en el marco del operativo descripto
en el caso precedente. Su hija, que al momento de los hechos
tenía 3 años y medio, también brindó testimonio al respecto
en el “Juicio por la Verdad” (causa n° 1536/SU).
Fue vista en el Centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” por Patricia Rolli, quien recuerda
que
su
apodo
era
“Bichi”
(fs.
465/71,
fs.
1008/13,
fs.
1111/23 y fs. 3667/73 del expediente principal), Silvia Bucci
(fs. 378/83 del principal) y Héctor Javier Quinterno (fs.
489/502, fs. 3425/32 y fs. 3433/35 del expediente principal y
fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”).
Además, la nombrada, fue incluida en el informe
CLAMOR.
61) Claudio José Fortunato
Al momento de ser detenido se encontraba cumpliendo
el
servicio
militar
obligatorio
en
el
Regimiento
de
Infantería n° 3, en la provincia de Córdoba.
De
su
testimonio
puede
colegirse
que
con
anterioridad a ingresar en “La Cacha” estuvo alojado en otros
dos centros clandestinos de detención, y que cuando arribó a
aquel
fue
atado
a
una
cama
y
encapuchado.
Lo
habrían
interrogado a los dos meses aproximadamente de haber llegado
y le preguntaron sobre su militancia.
Según refirió, habría estado en “La Cacha” entre
50
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
dos
y
tres
meses
(ver
fs.
3879/81vta.
del
expediente
principal).
De su paso por “La Cacha” dio cuenta, además, Nora
Patricia Rolli (fs. 1008/13 y 3667/73 del principal).
62) José Luis Cavalieri
Es otro de los redactores del informe CLAMOR, su
testimonio obra a fs. 1949 del expediente principal. Allí dio
cuenta de haber sido secuestrado el día 3 de mayo del año
1977, en un colectivo que transitaba por la intersección de
las calles San Martín y Saavedra, de la ciudad de Ensenada,
provincia de Buenos Aires. Según sus dichos, sus captores
serían
personal
de
la
Infantería
de
Marina
que
estaban
uniformados. Estos lo habrían hecho bajar del vehículo junto
a María Elvira Luis para, luego, hacerlos ingresar en los
camiones
de
patrullaje,
todo
“delante
de
la
mirada
sorprendida del vecindario”. Durante el traslado lo habrían
cambiado de vehículo.
Al arribar al centro clandestino de detención “La
Cacha” fue interrogado en sesiones de torturas, en donde lo
desnudaron, le aplicaron picana eléctrica y le obstruyeron la
respiración con un nylon.
Con fecha 6 de septiembre de ese mismo año fue
trasladado a la Comisaría 8va.
Raúl Guillermo Elizalde recuerda haberlo visto en
el centro clandestino de referencia y señaló que la víctima
era conocido como “el Chango” (fs. 408/13vta. del expediente
principal).
También fue reconocido dentro del centro por Nora
Patricia Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs.
3667/73 del expediente principal), por María Silvia Bucci
(fs. 378/83vta. del principal), por Héctor Javier Quinterno
(fs. 489/502, fs. 3425/32 y fs. 3343/4 del principal y fs.
223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”), por María
Elvira Luis, quien manifestó haber presenciado una de las
sesiones de tortura antes referidas (fs. 225 de la causa
51
“Gerenschtein” y fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan
S/
Denuncia”),
por
José
Luis
Barla
(fs.
356/61vta.
del
principal), por Marcela Mónica Quintella (fs. 4535/36 del
principal, entrevista prestada en la Dirección General de
Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la
Provincia de Buenos Aires) y Julián Duarte (fs. 168/70 causa
“Gerenschtein” y fs. 4331/2vta. del principal).
63) María Elvira Luis
Habría
sido
secuestrada
junto
con
José
Luis
Cavalieri en las circunstancias ya descriptas.
Una vez dentro del centro clandestino de detención
“La Cacha”, de acuerdo a sus testimonios, habría presenciado
el
interrogatorio
con
torturas
al
que
sometieron
a
su
compañero Cavalieri, para ser luego ella misma interrogada en
una sesión de tortura en la cual la patearon, le propinaron
golpes de puño y de palos de goma, le clavaron agujas bajo
las uñas de manos y pies, y le “pusieron algo metálico” en la
vagina
(ver
vinculada
a
declaración
la
causa
de
fs.
657/SU,
y
427/40
fs.
del
105/7
principal,
de
la
causa
“Portesi”).
En
el
testimonio
brindado
por
Raúl
Guillermo
Elizalde en la causa n° 1098/SU, el nombrado refirió haber
visto a María Elvira Luis en el centro que nos ocupa y
explicó que allí era conocida como “Anahí” (fs. 408/13vta.
del cuerpo principal).
También es enunciada como una de las personas que
estuvo en ese lugar por María Silvia Bucci (fs. 378/83vta.
del principal), Ricardo Victorino Molina, quien la recordaba
por el apodo
“Anahí” (fs. 3463/73 del principal), Héctor
Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32 y fs. 3433/5 del
principal
y
fs.
223/5
de
la
causa
“Portessi,
Juan
S/
Denuncia”), Patricia Nora Rolli (fs. 1111/23 del principal),
José Luis Barla (fs. 356/61vta. del principal), Julián Duarte
(fs.
168/70
principal)
y
causa
“Gerenschtein”
Marcela
Mónica
52
y
fs.
Quintalla,
4331/2vta.
(fs.
946/50
del
del
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
principal).
Asimismo es mencionada pór José Luis Cavalieri en
el testimonio que forma parte del informe CLAMOR.
64) Carlos Esteban Alaye
En el informe CLAMOR, al que ya nos referimos, el
nombrado es indicado como una
de las personas que estuvo en
el centro clandestino de detención denominado “La Cacha”,
indicándose que su apodo era “Ratón”.
También se puede inferir la presencia de Alaye en
ese lugar a través de las declaraciones de María Elvira Luis
(fs. 225 de la causa “Gerenschtein”), María Silvia Bucci (fs.
378/83
del
principal)
y
Raúl
Elizalde
(fs.
408/13
del
principal).
65) Raúl Alberto Depaoli
Su hermano Rubén Depaoli hizo la denuncia sobre su
desaparición ante la Co.Na.De.P. y fue registrada bajo el n°
190. Allí refirió que en su domicilio se realizaron siete -7operativos, llevados a cabo por gente vestida de civil, que
tenían
como
objeto
encontrar
a
su
hermano.
La
fecha
de
desaparición de la víctima que el declarante denuncia es el 5
de mayo de 1977.
Ricardo Herrera (fs. 1/26 del cuaderno de pruebas
n° 6) y Ana María Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs.
2067/8 del principal), refirieron haber visto Raúl Alberto
Depaoli en el centro clandestino de detención conocido como
“La Cacha”.
A
su
vez,
el
nombrado
figura
en
la
lista
confeccionada en el infome CLAMOR, donde se consignó que lo
apodaban “Truli”.
66) Jorge Oscar Galmes Moreno
Habría sido secuestrado entre el 10 y el 12 de mayo
del año 1977. Su familia interpuso ocho -8- habeas corpus y
denuncias ante la comisaría 4ta, el Ministerio del Interior y
la
Comisión
habría
sido
Americana
estudiante
de
Derechos
de
Humanos.
agronomía
53
(ver
Galmes
Moreno
legajo
de
la
Co.Na.De.P. n° 521).
Nora Patricia Rolli lo recuerda como una de las
personas
alojadas
en
el
centro
clandestino
de
detención
conocido como “La Cacha”, en sus declaraciones refirió que su
apodo era “Dedos”. Además señaló que había sido golpeado de
manera
tal
por
sus
captores
que
le
provocaron
una
hidrocefalia y que fue llevado al hospital (fs. 465/71, fs.
1008/13, fs. 1111/23 y fs. 3667/73 del principal).
Además lo recuerdan Héctor Javier Quinterno (fs.
489/502, 3425/32 y 3433/4 del principal y fs. 223/5 de la
causa “Portessi, Juan S/ Denuncia), Raúl Guillermo Elizalde
(fs.
408/413vta.
378/83vta.
del
del
principal),
principal
María
y
Silvia
fs.
Bucci
31/34vta.,
(fs.
causa
“Gerenschtein”), Ricardo Victorino Molina (fs. 3339/3345 del
principal) y Ricardo Antonio Herrera (fs. 1/24 del cuaderno
de prueba n° 6).
Por último, cabe añadir que en el informe Clamor,
se indica que “Dedos” fue visto dentro del centro clandestino
“La Cacha”.
67) María Seoane Toimil
De acuerdo a las declaraciones prestadas por su
madre ante la Co.Na.De.P. (legajo n° 4191) y por su hermana
en el marco del “Juicio por la Verdad” (legajo n° 981/SU) el
12 de mayo de 1977 a la 01:30 horas, en la localidad de
Berisso,
un
disfrazados
utilizando
grupo
con
de
15
pelucas
de
pasamontañas,
hombres
mujer,
todos
con
medias
ellos
ropas
oscuras,
en
cara,
con
la
armas
y
largas,
cercaron el domicilio de la familia Seoane e hicieron salir a
todos
sus
miembros
encapucharlos,
conocimientos
con
fueron
de
armas
las
manos
inerrogados
y
amistades,
en
por
alto.
sus
Luego
de
actividades,
llevándose
finalmente
detenida a María Seoane Toimil, en un automóvil. Según su
madre, miembros del operativo le informaron que la llevaban a
la Brigada de Investigaciones.
Su hermana declaro que la apodaban “la Gallega”,
54
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
que pertenecía a la Juventud Peronista y que militaba tanto
en el barrio como en actividades politico-universitarias.
Fue vista en el centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” por Nora Patricia Rolli, que la
identifica por su nombre y su apodo (fs. 465/71 y fs. 1111/23
del principal) y por Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 del
principal).
Cabe agregar que la víctima forma parte de la lista
de
detenidos
que
integra
el
informe
CLAMOR,
en
donde
se
indica que era apodada “la Gallega”.
68) Raúl Guillermo Elizalde
De
las
declaraciones
prestadas
por
el
nombrado
tanto en el marco de la causa 1098/SU del “Juicio por la
Verdad”, como por ante el Juzgado Nacional en la Criminal y
Correccionel Federal n° 7 y en la presente investigación (ver
fs. 408/13vta., 1772 y 3788/3791 del expediente principal),
se colige que el día 17 de mayo de 1977 fue detenido en la
calle 51 entre 7 y 8 de esta ciudad por un grupo de personas
vestidas de civil que le cubrieron la cabeza con la campera
que
traia
puesta
y
lo
introdujeron
en
uno
de
los
dos
automóviles que manejaban.
Una vez arribado al centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” fue golpeado y luego llevado a una
habitación donde lo obligaron a desnudarse, lo ataron de pies
y manos en una cama, y le aplicaron corriente eléctrica. Allí
fue
interrogado
sobre
sus
actividades
politicas
y
según
recuerda dentro de la sala estaba presente “la gorda Mariel”
a quien reconocio por su tono de voz (fs. 408/413vta. del
principal).
Una vez finalizada la sesión de tortura lo llevaron
a un edificio continuo y lo ataron a un camastro. En una
oportunidad lo trasladaron al sótano. Finalmente fue liberado
el 16 de julio de 1977.
Según
su
testimonio
militaba
en
la
Juventud
Peronista, hacia trabajos en los barrios y estudiaba en la
55
Facultad de Derecho de la U.N.L.P.
Manifestaron
recordarlo
del
centro
Nora
Patricia
Rolli, que además de mencionarlo por su nombre dijo que lo
apodaban “Lupín” (fs. 465/71, fs. 1111/23 y fs. 1008/13 del
principal)
y
Héctor
Javier
Quinterno
(fs.
489/502
y
fs.
3433/5 del principal).
69) Ricardo Antonio Herrera
De las declaraciones prestadas por la víctima tanto
en el marco de la causa 2533/SU de la Secretaría Unica de
esta Cámara (cuaderno de prueba n° 6, fs. 1/24) como en la
presente
investigación
(fs.
3265/69
del
principal)
se
desprende que el día 16 de mayo de 1977 a las 0:30 horas su
domicilio
fue
cercado
por
personal
del
Ejército
que
era
comandado por personal vestido de civil o disfrazado. Dicho
grupo anunció desde un megáfono que “esto es un operativo de
las fuerzas conjuntas” y lo hacieron salir a él junto a su
familia de la vivienda. Allí, alguien que no pudo ver, lo
señaló como “el Negrito”. Luego los volvieron a introducir en
el domicilio para interrogarlos uno por uno.
Asimismo, y siempre de acuerdo a su testimonio,
Ricardo Antonio Herrera fue vendado e introducido en el baúl
de
un
auto,
en
el
que
llegó
al
centro
clandestino
de
detención conocido como “La Cacha”, en donde fue interrogado
por sus actividades político-sindicales y golpeado. Luego fue
alojado dentro del edificio principal y estuvo detenido allí
hasta el 20 de agosto de 1977.
Cabe señalar que al declarar en el “Juicio por la
Verdad” la víctima explicó que al momento de su secuestro
estaba
trabajando
en
el
frigorífico
“Swift”.
Este
dato
resulta relevante dado que algunos de quienes compartieron
con él cautiverio en el centro clandestino lo utilizan para
identificarlo.
Lo
recuerdan
por
su
permanencia
dentro
de
“La
Cacha” María Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal y fs.
31/34vta.
de
la
causa
“Gerenschtein”),
56
Héctor
Javier
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Quinterno (fs. 3433/5 y fs. 3425/32 del principal, y fs.
223/5 de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia) y Ana María
Caracoche de Gatica (fs. 938/41 y fs. 2067/8 del expediente
principal).
Además,
es
enunciado
en
el
ya
citado
informe
CLAMOR.
70) Martín Daniel Castilla
De las declaraciones prestadas por Castilla tanto
en
el
marco
actuaciones
del
(ver
sumario
fs.
332/SU.,
2290/7
y
como
3859/62
en
las
del
presentes
principal)
se
colige que entre los días 18 y 19 de mayo de 1977 el nombrado
fue detenido en la calle 46 entre 4 y 5 de esta ciudad, por
un grupo de personas vestidas de civil, que usaban boinas y
se desplazaban en distintois vehículos. Allí, lo apuntaron
con un arma y
llevaba
Torino
puesto.
y
lo
le cubrieron la
Luego,
lo
trasladaron
cabeza con el
introdujeron
hasta
el
en
el
centro
abrigo que
baúl
de
un
clandestino
de
detención conocido como “La Cacha”.
Ya en este lugar, lo introdujeron en un recinto que
no era muy grande, lo desnudaron, lo acostaron en una cama
con elásticos y le pasaron corriente eléctrica mediante un
electrodo
en
interrogado
la
pierna
sobres
sus
derecha.
vínculos
En
ese
momento
familiares,
fue
sociales
y
políticos. Le habrían aplicado picana eléctrica durante todo
el transcurso del interrogatorio.
Luego fue alojado junto con otros detenidos en lo
que,
puede
inferirse,
era
el
primer
piso
de
“La
Cacha”.
Finalmente fue liberado el 26 de mayo de 1977, cuando lo
dejaron maniatado en el camino a Costa Azul, a la altura de
Oliden (vieja ruta 36).
Las circunstancias narradas por Castilla, en cuanto
a
la
descripción
del
lugar,
los
apodos
de
sus
captores
(“Pablo”, “El Francés”, “El Amarillo”, “Palito”, etc.), el
modus
operandi
también
los
del
nombres
secuestro
y/o
y
apodos
57
su
de
liberación,
sus
así
compañeros
como
de
cautiverio, resultan concordantes con las manifestaciones de
la gran mayoría de los detenidos que estuvieron en el centro
clandestino de detención “La Cacha” durante la época que nos
ocupa.
71) Dardo Marcelo Benavides
Su madre, Esther Rufino de Benavides, denunció el
secuestro del nombrado ante la Co.Na.De.P. dando lugar a la
formación del legajo n° 3155 del cual se desprende que Dardo
Marcelo Benavides fue detenido el día 20 de mayo de 1977, en
la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires, por un
grupo de personas vestidas de civil y fuertemente armadas.
Lo recuerdan del centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” Patricia Pérez Catán (ver fs. 546/8
y fs. 4222/6 del principal) y Ricardo Antonio Herrera (fs.
3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6).
72) Rubén Enrique Gerenschtein
De
acuerdo
a
las
constancias
en
el
legajo
de
Co.Na.De.P. n° 969 y a las declaraciones brindadas por Laura
Beatriz Gerenschtein y Gumersinda Concepción Cao en la causa
“Gerenschtein” (fs. 30vta. y fs. 59/60 de ésta última), el
día 27 de mayo de 1977, cerca de las 14:30 horas, un grupo de
cinco
personas
seguridad”
que
ingresó
se
identificaron
violentamente
en
como
el
“fuerzas
domicilio
de
de
la
familia Gerenschtein provistos con armas largas y cortas,
procedieron a encapucharlo y llevárselo detenido.
Las
detención
de
circunstancias
Gerenschtein
particulares
fueron
que
volcadas
en
rodearon
la
la
denuncia
radicada por su padre el 27 de mayo de 1977 en la Comisaría
1ra de Lomas de Zamora. (ver legajo n° 9127, identificado a
fs. 3190/vta. del expediente principal).
Lo recuerdan del centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” María Silvia Bucci, quien a su vez
manifestó que habría sido trasladado el día 7/08/1977 (fs.
378/83vta.
del
“Gerenschtein”),
principal,
Ricardo
fs.
Antonio
58
31/34vta.
Herrera
de
(fs.
la
causa
3265/9
del
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Nora
Patricio Rolli (fs. 465/71, fs. 1008/13, fs. 1111/23 y fs.
3667/73
del
principal)
y
Raúl
Guillermo
Elizalde
(fs.
408/13vta. del principal).
73) Nina Yudith Golberg
De acuerdo a las constancias obrantes en el legajo
de Co.Na.De.P. n° 7651, surge que el día 27 de mayo de 1977,
cerca
de
las
detención
de
11:00
horas,
presumiblemente
Gerenschtein
(ver
caso
previo
a
anterior),
la
fue
secuestrada y trasladada al centro clandestino de detención
conocido
como
“La
Cacha”
por
un
grupo
de
personas
pertenecientes a las “fuerzas de seguridad”.
La recuerdan del centro clandestino de detención
“La Cacha” María Silvia Bucci, quien pudo observarla en dos
oportunidades (fs. 378/83vta. del principal, fs. 31/34 de la
causa “Gerenschtein”), Nora Patricia Rolli (v. fs. 3667/73
del principal) y Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del
principal). Asimismo, Marcela Mónica Quintella (fs. 946/50
del cuerpo principal) tomó conocimiento de que Nina Yudith
Golberg estaba detenida en el mismo centro.
74) María Silvia Bucci
De las declaraciones prestadas por la nombrada en
el marco de la causa 657/SU de la Secretaría Unica de esta
Cámara (fs. 378/83 del expediente principal), en la causa
“Gerenschtein,
privación
Rubén
ilegal
de
Enrique,
la
Golberg,
libertad”
(
a
Nina
fs.
Judith
s/
31/34vta.
del
expediente mencionado) y en las presentes actuaciones (ver
fs. 3659/62 del expediente principal), se colige que el día
27 de mayo de 1977, cerca de la medianoche, un grupo de
personas
vestidas
presentaron
localidad
de
en
el
de
civil
domicilio
Banfield,
y
de
partido
fuertemente
la
de
familia
Lomas
de
armadas
se
Bucci,
en
la
Zamora
de
la
provincia de Buenos Aires, la secuestraron, la esposaron y la
vendaron, y luego la introdujeron en un automóvil, en donde
la trasladaron hasta el centro clandestino “la Cacha”.
59
Fue vista en el centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” por Patricia Rolli (fs. 465/71, fs.
1008/13 y fs. 1111/23 del principal), Héctor Javier Quinterno
(fs.
3425/32,
principal
y
fs.
fs.
3433/5
223/5
de
y
fs.
la
489/502
causa
del
expediente
“Portessi,
Juan
S/
Denuncia), Ricardo Antonio Herrera (fs. 3265/9 del principal
y fs. 1/24 del cuaderno de prueba n° 6), Raúl Guillermo
Elizalde (fs. 408/413vta. del principal), Fernando Reyes (fs.
63/66vta
de
la
causa
Gerenschtein)
y
por
Marcela
Mónica
Quintella (fs. 4535/36 del expediente principal, declaración
prestada en la Dirección General de Personas Desaparecidas,
del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires).
El 8 de agosto de 1977, acompañada por una persona
vestida de civil fue llevada hasta la casa de sus padres,
momento en que fue liberada.
75) Edgardo Daniel Cerqueira
De acuerdo a lo testimoniado por el nombrado en el
marco de la causa “Gernschtein”, habría sido secuestrado el
día 28 de mayo de 1977 y llevado al centro clandestino de
detención conocido como “La Cacha”. Allí fue interrogado,
principalmente,
en
base
al
vínculo
que
tenía
con
Gerenschtein.
Fue visto dentro del centro por María Silvia Bucci
(fs. 31/34 de la causa “Gerenschtein”) y por Ricardo Antonio
Herrera (fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de
prueba n° 6).
El
8
de
agosto
de
1977,
fue
llevado
hasta
su
domicilio, momento en que fue liberado.
76) Héctor Javier Quinterno
De las declaraciones prestadas por Quinterno en el
marco de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia” (ver fs. 223/5
de dicho expediente), por ante el Juzgado de Instrucción n° 5
de
la
Audiencia
Nacional
de
Madrid
(ver
fs.
3433/4
del
principal) y en el marco de las presentes actuaciones (fs.
3425/32 del principal), puede inferirse que el día 2 de Junio
60
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
de
1977,
cerca
vestidas
de
secuestrarlo
de
la
medianoche,
civil
y
en
Centro
el
fuertemente
de
un
grupo
armadas,
Estudiantes
de
personas
procedieron
de
a
Saladillo
y
trasladarlo al centro clandestino de detención conocido como
“La Cacha”, con una bolsa en la cabeza y en el baúl de un
automóvil.
Al llegar, fue alojado en la planta baja del centro
y
al
día
siguiente
en
la
planta
alta,
en
donde
estuvo
acostado con las manos esposadas a unas argollas unidas al
piso.
Luego de dos
días fue llevado
a una habitación
fuera del edificio en donde lo sometieron a un interrogatorio
y
a
una
golpiza.
Las
preguntas
giraron
en
torno
a
sus
contactos y su filiación política. Dicho episodio se repitió
dos o tres días después con aplicación de picana eléctrica en
la boca, la garganta, los dientes y los ojos.
A partir del 19 de junio de 1977 fue alojado en el
sótano de “La Cacha”, hasta el día 6 de julio del mismo año,
fecha en la cual, lo introdujeron en el baúl de un automovil
que
lo
llevó
hasta
un
descampado
(pasando
“Barrio
Aeropuerto”) donde fue dejado con el tabique puesto y con las
manos atadas a una soga.
Recuerdan
haber
compartido
cautiverio
junto
al
nombrado en el centro de detención mencionado Oscar Horacio
Molino (fs. 3312/24 y fs. 3407/9), Nora Patricia Rolli (fs.
465/71, fs. 1008/13 y fs. 1111/23), Raúl Guillermo Elizalde
(fs.
408/13vta.)
y
María
Silvia
Bucci
(fs.
3659/629).
Adviértase que las citas de tales declaraciones testimoniales
se corresponden con la foliatura del expediente principal.
77) María Elena Isabel Corvalán Ojeda de Suárez
Nelson
De acuerdo a las constancias obrantes en el legajo
n° 215 de la Co.Na.De.P. y en la causa 2150/SU Corvalán Ojeda
fue secuestrada el mes de junio de 1977 en una casa de la
calle 8 entre 82 y 83 donde residía junto con su esposo Mario
61
César Suárez Nelson, habría estado privada ilegítimamente de
su libertad hasta el mes de septiembre del mismo año.
De
acuerdo
con
el
testimonio
brindado
por
Raúl
Guillermo Elizalde, obrante a fs. 408/13vta. del expediente
principal, Corvalán Ojeda estuvo alojada junto a él en el
centro clandestino de detención conocido como “La Cacha” y
sometida a distintas torturas psicológicas. En este sentido,
María Elvira Luis relató que tomó contacto con ella y que le
contó que el guardia a quien apodaban “El Inglés”, le pegó
reiteradas veces sobre las heridas que tenía en el vientre
producto de una cesarea realizada mientras estaba cautiva
(fs. 31/34vta. de la causa “Gerenschtein”y fs. 105/108vta. de
la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”).
También
nombrada
dentro
han
del
dado
centro
cuenta
de
la
clandestino
presencia
de
de
detención
la
“La
Cacha” María Silvia Bucci (fs. 378/83vta. del principal y fs.
31/34 de la causa “Gerenschtein”), Patricia Pérez Catán (fs.
546/8 y fs. 4222/6 del principal), Héctor Javier Quinterno,
quien la identifica con su nombre y su apodo –“la Negra”(fs. 3425/32 y fs. 3433/4 del principal y fs. 223/5vta. de la
causa “Portesi, Juan s/ denuncia”), Ricardo Antonio Herrera
(fs. 3265/9 del principal y fs. 1/24 del cuaderno de prueba
n° 6).
Corvalán Ojeda, por último, es mencionada en el
informe
CLAMOR,
donde
se
hace
saber
que
su
apodo
era
“Negrita”, que estaba embarazada de seis meses y que fue
vista entre el 2 de junio de 1977, al 6 de septiembre de ese
mismo año.
78) Julio César Cagni
De
acuerdo
a
los
testimonios
brindados
en
la
Co.Na.De.P. (legajo n° 2946) y las constancias incorporadas a
la causa 2329/SU, el nombrado habría sido secuestrado el dia
22 de junio de 1977 a la 1 y 15 horas, aproximadamente, por
un grupo de entre 8 y 10 personas vestidas con uniformes de
color azul –una de ellas tenía perramus y boina- que portaban
62
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
armas largas. Afuera de la casa permaneció un grupo vestido
de civil, cercando la propiedad.
Cagni fue visto dentro de “La Cacha” en el período
investigado
por
María
principal y fs.
Silvia
31/34 de
Bucci
(fs.
378/83vta.
del
la causa “Gerenschtein”), María
Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/
Denuncia”)
79) Nora Liliana Silvestri de Cagni
Fue secuestrada en las mismas circunstancias que
las descriptas en el caso precedente, junto con su esposo
Julio César Cagni.
Fue vista dentro de “La Cacha” por María Silvia
Bucci (fs. 378/83vta. del principal y fs. 31/34 de la causa
“Gerenschtein”) y María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la
causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”).
80) Samuel Leonardo Slutzky
De
Co.Na.De.P.
acuerdo
por
a
la
Reinaldo
denuncia
Vignolo
presentada
(legajo
n°
declarado por Mariano Carlos Slutzky por ante
Central
de
Instrucción
n°
5
de
la
Audiencia
ante
1276)
y
la
lo
el Juzgado
Nacional
de
Madrid (ver fs. 2045vta. del expediente principal), habría
sido secuestrado el día 22 de Junio de 1977 por un grupo de
personas
fuertemente
armadas,
que
se
presentaron
en
su
domicilio identificándose como “fuerzas conjuntas”.
Algunos de los que compartieron cautiverio con la
víctima señalaron que su apodo era “el Médico” (ver, por
ejemplo, la declaración de Quinterno agregada a fs. 3433/5
del expediente principal).
Lo recuerdan del centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” María Silvia Bucci, quien en su
declaración
de
fs.
31/34
de
la
causa
“Gerenschtein”
se
refiere a un médico mayor de sesenta años con apellido judío
a quien torturaban repetidamente y con mucha severidad (ver
también
Quinterno
fs.
378/83vta.
(fs.
489/502,
del
principal)
fs.
63
3433/5
y
y
fs.
Héctor
Javier
3425/32
del
expediente principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan
s/ Denuncia).
81) Laura Susana Cédola de Monteagudo
De acuerdo a los testimonios reunidos en el legajo
de Co.Na.De.P. n° 1843, el 22 de junio de 1977 a la 1 y 30
horas, aproximadamente, tocaron timbre en el domicilio de la
nombrada, haciéndose presente un hombre que dijo pertenecer a
las “fuerzas conjuntas”, y detrás suyo personas con armas de
grueso calibre.
Su hermano Julio Cédola, al declarar en el marco
del “Juicio por la Verdad” refirió que hizo pasar a dichas
personas, las cuales, dentro del domicilio, interrogaron a su
hermana y después la secuestraron junto a su esposo (ver
declaración del nombrado en el marco del sumario 1980/SU).
Pudo acreditarse, además, que Cédola de Monteagudo
estuvo en el centro clandestino de detención conocido como
“La Cacha” a través de las declaraciones de María Silvia
Bucci
(ver
fs.
378/83vta.
del
principal
y
de
la
causa
“Gerenschtein”, fs. 32/vta), Nora Patricia Rolli (fs. 465/71,
fs.
1008/13,
principal),
fs.
Héctor
mediante vista
1111/23
y
Javier
fs.
3667/73
Quinterno,
fotográfica (fs.
del
que
3425/32 y
la
fs.
expediente
reconoció
3433/4 del
expediente principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan
s/ Denuncia”), Raúl Guillermo Elizalde (fs. 408/13vta. del
principal) y María Elvira Luis (fs. 105/108vta. de la causa
“Portessi, Juan S/ Denuncia”).
Por último, da cuenta de su estadía en el centro el
hecho de que su nombre haya sido incluido en el listado de
víctimas confeccionado en el marco del informe CLAMOR.
82) José Manuel Monteagudo
Fue secuestrado en las circunstancias descriptas en
el caso precedente, mientras se alojaba en el domicilio de
sus suegros.
Luego, habría sido trasladado hacia a “La Cacha”.
Allí
recuerdan
haberlo
visto
64
María
Silvia
Bucci
(fs.
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
378/83vta.
del
principal
y
fs.
32/vta.
de
la
causa
“Gerenschtein”), Héctor Javier Quinterno (fs. 223/5 de la
causa “Portessi, Juan s/ Denuncia”), Raúl Guillermo Elizalde
(fs.
408/13vta.
del
principal)
y
María
Elvira
Luis
(fs.
105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”).
Asimismo, da cuenta de su estadía en ese centro
clandestino de detención el hecho de que su nombre haya sido
incluido en el listado de víctimas confeccionado en el marco
del informe CLAMOR.
83) Stella Maris Giourgas.
De conformidad con los testimonios brindados en la
Co.Na.De.P. (legajo n° 8252) puede inferirse que Stella Maris
Giourgas fue secuestrada el día 22 de junio de 1977 a las
0,30
horas
encontraba
aproximadamente,
en
el
domicilio
en
de
circunstancias
la
familia
en
Pérez.
que
se
Allí
se
habría apersonado un grupo de hombres armados vestidos de
civil, que se presentó como “fuerzas conjuntas”.
Una vez que ingresaron, procedieron a detener a la
nombrada, llevándosela violentamente del domicilio.
Su hermano refirió que el seudónimo de la víctima
sería “Perica”, lo cual coincide con lo declarado por Arturo
Jorge Bojorge (fs. 1584/93vta. del principal).
Fue vista en el centro clandestino denominado “La
Cacha” por Héctor Javier Quinterno (fs. 3425/32 y fs. 3433/4
del principal, y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/
Denuncia), Ricardo Herrera (fs. 1/24 del cuaderno de prueba
n° 6) y María Silvia Bucci (fs. 378/83 del principal).
En el informe CLAMOR, se indica que “Perica” fue
vista dentro del centro clandestino.
Por último y conforme se analizará más adelante,
habría fallecido el 19 de julio de 1977.
84) Carlos Alberto Weber Álvarez
De
Co.Na.De.P.
acuerdo
n°2348,
a
el
lo
que
nombrado
surge
–cuyo
del
legajo
sobrenombre
de
la
sería
“Pepón” según lo manifestado por Arturo Carlos Bojorge (fs.
65
1584/93vta. del expediente principal)- habría ingresado al
Batallón de Comunicaciones Comando 601 de City Bell en donde
cumpliría el servicio militar. El 2 de julio de 1977 su padre
Ernesto Carlos Hugo se presentó en dicho Batallón para ver a
su hijo y allí el jefe de guardia le informó que el día 28 de
junio de ese año había sido declarado desertor.
No obstante ello, fue visto en carácter de detenido
en
el
centro
clandestino
de
detención
conocido
como
“La
Cacha” por Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13 del principal),
Raúl
Guillerno
Elizalde
(fs.
408/413vta.
del
principal),
Héctor Javier Quinterno (fs. 489/502, fs. 3425/32, fs. 3433/4
del principal y fs. 223/5 de la causa “Portessi, Juan S/
Denuncia),
Silvia
Bucci
(fs.
378/83vta.
del
principal)
y
Nestor Daniel Torrillas (legajo SDH 3279), de quien habría
sido compañero durante la primaria.
Weber, también es mencionado en el informe CLAMOR,
antes citado.
Por último y conforme se analizará más adelante,
habría fallecido el 19 de julio de 1977.
85) Miguel Ángel Lombardi
De conformidad con la denuncia presentada ante la
Co.Na.De.P. (legajo n° 8345), el día 28 de junio de 1977 un
grupo de 3 personas que se identificaron como fuerzas de
seguridad procedieron a detener al nombrado.
Su presencia en la centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha” se encuentra demostrada por el hecho
de que su nombre aparece incluido en el listado de detenidos
vistos
en
ese
sitio,
obrante
en
el
informe
CLAMOR
(fs.
1937/76 del expediente principal).
86) Rubén Gustavo Jaquenod
De las testimoniales prestadas por el nombrado en
el
marco
del
actuaciones
“Juicio
(ver
fs.
por
la
415/425
Verdad”
y
y
3863/6
en
las
del
presentes
expediente
principal), se extrae que el día 28 de junio de 1977, en
horas de la noche, se presentó en su domicilio un grupo de
66
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
personas que portaban armas, vestidos con ropa de fajina,
camperas y pasamontañas, que lo trasladaron, encapuchado, a
“La Cacha”, en el asiento trasero de un auto, entre medio de
dos personas.
Allí, habría permanecido hasta el 8 de julio
de ese año, oportunidad en la que fue liberado “en el medio
del campo”.
Mientras
estuvo
detenido,
pudo
escuchar
que
el
lugar de cautiverio era denominado “La Cacha”. Asimismo, las
circunstancias
narradas
por
Jaquenod,
en
cuanto
a
la
descripción del lugar, el modus operandi del secuestro y su
liberación,
la
actuación
de
los
guardias,
resultan
concordantes con las manifestaciones de la mayoría de los
detenidos en el centro de detención durante la época que nos
ocupa.
Esto
hipótesis
resulta
de
que
la
ser
un
indicio
víctima
estuvo
más
que
alojada
robustece
en
el
la
centro
clandestino que llevó ese nombre.
87) Stella Maris Bojorge
De
acuerdo
con
las
constancias
obrantes
en
el
Legajo Co.Na.De.P. N°3173, se desprende que el día el 1 de
junio de 1977, irrumpieron en el domicilio de la familia
Bojorge, tres personas vestidas de civil, con armas largas,
disimulando
sus
rostros
con
pelucas
y
barbas
postizas.
Posteriormente, encapucharon y maniataron a cada miembro de
la
familia
encerrándolos
en
distitntas
habitaciones,
para
finalmente, llevarse detenida a Stella Maris Bojorge, que de
acuerdo a dicho legajo era conocida por el alias “La Ratona”.
En
DIPPBA,
obra
el
un
Legajo
Mesa
informe
Ds.,
de
la
Varios
N°
Delegación
9674,
de
la
Policial
de
Mercedes, en el cual se indica que “se tomó conocimiento que
el día 1° del actual, siendo las 24 hs., 3 NN masculinos
armados ingresaron al domicilio sito en calle 11 n° 580,
donde se llevaron a Stella Maris Bojorge, se ignoran otros
datos de filiación.”
Habría estado en calidad de detenida en el centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”, en virtud
67
de
las
declaraciones
testimoniales
prestadas
por
Silvia
Bucci, (fs. 378/83vta.), Raúl Elizalde (fs. 408/413vta) y
Héctor Javier Quinterno (3433/5). Obsérvese, que todas las
citas corresponden a la foliatura del expediente principal
Por
último,
cabe
adicionar
que
Bojorge
es
identificada como “La Ratona” en el informe Clamor.
88) Juan Carlos Valle
De acuerdo al Legajo de Co.Na.De.P. N° 2270, habría
sido secuestrado el día 5 de julio de 1977, mientras cumplía
el servicio Militar en el Grupo de Artillería Aérea 602,
Camet, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires.
Fue visto con
detención
conocido
como
vida en el
“La
centro clandestino de
Cacha”,
por
Marcela
Mónica
Quintella (fs. 946/50 del expediente principal).
89) Pedro Luis Mazzocchi Baque
De acuerdo al Legajo de Co.Na.De.P. N° 2285, habría
sido secuestrado el día 30 de julio de 1977, mientras cumplía
el servicio Militar en la Base Aérea de Tandil, Provincia de
Buenos Aires.
Previo
a
su
detención
había
sido
secuestrado
golpeado e indagado acerca de sus actividades políticas, pero
había logrado escaparse. Una vez que se presentó en la base
fue puesto a disposición de la justicia militar acusado de
subversión, y habría sido secuestrado mientras estaba en la
enfermería de la misma con motivo de los golpes recibidos.
Del centro clandestino de detención “La Cacha” lo
recuerda Juan Carlos Guarino, quien lo menciona por su nombre
y
su
apodo
–“El
Fugitivo”-
(fs.
1247/71
del
expediente
principal)
90)Jorge Enrique Pérez Catán
Del legajo Co.Na.De.P. n° 2194, puede extraerse que
conforme declarara su madre, el día 31 de enero de 1977 fue
detenido en un domicilio en la ciudad de Mar del Plata,
juntamente con su hermana Patricia María, en el domicilio de
sus padres, en momentos en que irrumpió un grupo de personas
68
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
encapuchadas, fuertemente armadas y vestidas de civil, que
trasladaron a los hermanos Pérez Catán en el piso de un
automóvil hacia un lugar en los alrededores de dicha ciudad
balnearia.
A partir de mediados de octubre de 1977 Juan Carlos
Guarino, recuerda haber compartido cautiverio junto a Jorge
Enrique Pérez Catán en el centro clandestino de detención “La
Cacha”, agregando que su apodo era “Cabezón” (fs. 1247/71 del
expediente principal). Javier Héctor Quinterno es otro de los
que refieren haberlo visto allí (fs. 3433/4 del principal).
También
fue
recordado
por
Ernesto
Carlos
Otahal
(fs. 4237/41 del principal), Nora Patricia Rolli (fs. 1008/13
del principal) y María Silvia Bucci (fs. 31/34 de la causa
“Gerenschtein”).
Ricardo Antonio Herrera recuerda del centro a una
persona apodada “El Cabezón” (fs. 1/24 del cuaderno de prueba
n° 6).
Asimismo, es nombrado dentro del informe CLAMOR.
91) Marcela Mónica Quintella
De
acuerdo
al
testimonio
efectuado
por
Marcela
Mónica Quintella, por ante la Co.Na.De.P (Legajo 4274, a fs.
946/50 del principal), el día 3 de agosto de 1977, durante la
madrugada en el domicilio en donde se alojaba la nombrada,
siendo posteriormente trasladada, al centro clandestino de
detención dado a conocer como “La Cacha”, en donde permaneció
privada de su libertad hasta el día 20 de agosto de 1977.
Fernando Reyes declaró en la causa “Gerenschtein”
(ver fs.63/66vta de dicho expediente), haber sido alojado
junto a Quintella en una habitación del centro clandestino
“La Cacha”
92) Margarita Ofelia Ercole
María Silvia Bucci, al declarar en el “Juicio por
la Verdad”, refirió haber visto a Margarita Ercole en el
centro y al declarar en el marco de la causa “Gerenschtein”
manifestó que durante un interrogatorio le mostraron fotos de
69
Ercole y le preguntaban sobre ella y otros detenidos que
estaban en “La Cacha” (fs. 378/83vta. del principal y fs.
31/vta. de la causa “Gerenstein).
93) Mónica Susana Tresaco
De acuerdo al legajo de Co.Na.De.P. n°3085, fue
detenida el día
2 de agosto
de 1977 en la
localidad de
Banfield, Partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos
Aires
La
recuerda
del
centro
clandestino
de
detención
conocido como “La Cacha”, María Silvia Bucci (fs. 378/83vta.
del expediente principal).
José
Luis
Barla,
recuerda
a
una
chica
llamada
Mónica, reconoció su voz el primer día de su detención (fs.
4092/5vta.
del
principal),
y
Fernando
Reyes,
manifestó
haberla escuchado en una oportunidad (ver fs. 63/66vta. causa
“Gerenschtein”).
94) Fernando Reyes
De acuerdo a la declaración que prestó en el marco
de la causa “Gerenschtein”, Reyes habría sido secuestrado el
4 de agosto de 1977 y estuvo detenido dentro del centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”, por pocos
días (ver fs. 63/66vta. de dicho expediente).
De su propia declaración se extrae que los motivos
que le brindaron sus captores para proceder a su secuestro
estaban
ligados
vinculadas
agrupación
María
Mónica
con
de
Silvia
a
jóvenes
la
cual
Bucci,
Tresaco,
determinadas
de
la
formaban
Judith
quienes,
actividades
“Juventud
parte
Goldberg,
conforme
se
Rubén
políticas
Guevarista”,
Gerenschtein,
Margarita
analizará,
Ercole
y
también
habrían estado alojados en dicho centro clandestino.
95) Julián Roberto Duarte
El nombrado declaró en las presentes actuaciones
(ver fs. 4331/32 del expediente principal) y en la causa
“Gerenschtein”
(a
fs.
168/170).
Manifestó
haber
sido
secuestrado el día 4 de agosto de 1977, durante la madrugada,
70
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
oportunidad en la cual irrumpió en su domicilio un grupo de
personas que se identificó como “policía” lo encapucharon y
lo introdujeron en el asiento trasero de un Falcon, con la
cabeza agachada, para trasladarlo al centro clandestino de
detención conocido como “La Cacha”.
Una vez allí, procedieron a interrogarlo sobre sus
actividades políticas, en momentos en los cuales le aplicaron
corriente eléctrica, mientras se encontraba desnudo atado a
una cama elastica. Luego lo trasladaron a otra habitación en
donde lo esposaron al suelo.
De acuerdo a su declaración, durante su estadía en
el centro, fue
nuevamente interrogado bajo una
sesión de
tortura, en donde el trato fue más severo en cuanto a la
apliacación de corriente eléctrica y golpes recibidos.
Al declarar en la causa “Guerenschtein” manifestó
que fue liberado el 24 de agosto de 1977.
Fue visto dentro “La Cacha” por José Luis Barla,
quien refiere que el apodo de la víctima era “Lian” (ver fs.
356/62 y 4092/95 del expediente principal).
96) José Luis Barla
Barla prestó declaración en la causa Portesi, en
las causas 2126/SU y 2133/SU del “Juicio por la Verdad” (ver
fs. 356/362 del expediente principal), y por ante el Juzgado
a fs. 4092/95 del principal.
De acuerdo a las mismas, habría sido detenido entre
los
días
4
y
aproximadamente
itakas
que
5
de
seis
agosto
(6)
irrumpieron
de
1977,
personas
en
su
por
un
“camufladas”
domicilio,
grupo
de
portando
amordazándolo
y
vendándolo con una sábana, para luego introducirlo en el baúl
de
un
automovil
Falcon,
que
lo
trasladó
hasta
el
centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”.
Una vez allí, fue interrogado sobre sus actividades
políticas y por sus compañeros de fábrica (FOA).
Según su relato, estuvo secuestrado dentro de “La
Cacha” hasta el día 2 de septiembre de 1977, cuando sus
71
captores lo trasladaron en automóvil hasta la localidad Los
Hornos, Provincia de Buenos Aires, y lo hicieron descender a
la vera la ruta y contar hasta doscientos.
Duarte
refirió
que
Barla
estuvo
en
el
centro
clandestino de mención y que era apodado “el Duro” (fs. fs.
169/70 de la causa “Portesi”).
97) Juan Carlos Bongiorno
De acuerdo al testimonio que el nombrado prestara
en
el
marco
de
la
causa
“Guerenschtein”,
habría
sido
secuestrado en el mes de junio del año 1977, por un grupo de
personas
policía”,
vehículo
vestidas
quienes
que
lo
de
civil
lo
que
dijeron
encapucharon
trasladó
hasta
e
el
pertenecer
introdujeron
centro
a
“la
en
un
clandestino
de
detención conocido como “La Cacha”.
Allí fue interrogado sobre su actividad en defensa
civil y su filiación política.
En
esa
misma
declaración,
la
víctima
dijo
que
estuvo en el centro por cuatro días (fs. 237/8vta. de la
causa “Gerenschtein”) y fue visto dentro de “La Cacha” por
José Luis Barla (fs. 4092/94vta. del expediente principal).
98) Octavio Alcides Barrenese
Según la denuncia hecha ante la Co.Na.De.P. (Legajo
n° 1794), habría sido detenido el 12 de agosto de 1977. De la
declaración prestada por Agueda Mónica Bogliano, en la causa
2330/SU del “Juicio por la Verdad” se extrae que el nombrado
se encontraba, al momento de su detención en la casa de
Adrián Claudio Bogliano y María Susana Leiva de Bogliano.
Fue
visto
dentro
del
centro
clandestino
de
detención conocido como “La Cacha”, por Ernesto Otahal (fs.
4237/41 y fs. 2302/14 del principal), y por Marcela Mónica
Quintella (fs. 4535/36 del principal, declaración prestada en
la
Dirección
General
de
Personas
Desaparecidas,
del
Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires).
99) Adrián Claudio Bogliano
Según la denuncia hecha ante la Co.Na.De.P. (Legajo
72
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
N° 1006, fs.4434/37 del principal), habría sido detenido el
12 de agosto de 1977, en su domicilio particular junto a su
cónyuge, María Susana Leiva, por personal perteneciente a
Seguridad Federal, que se movilizaban, en cuatro automóviles
Peugeot 504. En
similar sentido se expidió
Agueda Mónica
Bogliano al declarar en la causa 2330/SU del “Juicio por la
Verdad”.
En la denuncia realizada por ante la Co.Na.De.P.
(ver fs. 946/50 del principal), Marcela Mónica Quintella,
manifestó
haber
visto
al
nombrado
dentro
del
centro
clandestino de detención “La Cacha”, lo cual ratificado a fs.
4535/36, en la declaración prestada en la Dirección General
de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad de la
Provincia de Buenos Aires)
100) Norma Beatriz Martínez Rodriguez de Dinubila
De
acuerdo
a
la
denuncia
presentada
ante
la
Co.Na.De.P. (N° de legajo 1544), la noche del 12 de agosto de
1977, un grupo de personas fuertemente armadas, vestidas de
civil con boinas, que se identificaron como pertenecientes a
“la policía” y se trasladaban en automoviles particulares
marca “Ford” modelo “Falcon”, irrumpieron en el domicilio de
la nombrada y se la llevaron detenida.
Fue
detención
Duarte,
vista
dentro
del
centro
“La
Cacha”,
por
José
Luis
quien
informó
que
era
apodada
clandestino
Barla
y
por
“Paula”
de
Julián
(ver
fs.
356/61vta. y 4331/2vta. del expediente principal)
101) Mauricio Emeraldo Mansilla
Según la declaración que el nombrado prestara en
las
presentes
actuaciones
(fs.
4110/03
del
expediente
principal), habría sido secuestrado el día 13 de agosto de
1977, en su domicilio, cuando se presentaron varias personas
vestidas de civil, quienes lo golpearon y lo trasladaron en
una camioneta hasta el centro clandestino de detención.
Por
clandestino
de
la
descripción,
detención
se
conocido
73
trataría
como
“La
del
Cacha”,
centro
y
al
arribar, fue sometido a tortura con picana eléctrica, lo cual
se repitió durante tres días seguidos.
Luego
de
veintisiete
días
de
detención,
lo
introdujeron en un vehículo y lo hicieron descender en un
campo,
en
la
localidad
de
Brandsen,
Provincia
de
Buenos
Aires.
Las circunstancias narradas por Mansilla, en cuanto
a la descripción del lugar, el modus operandi del secuestro y
su liberación así como también los nombres y/o apodos de sus
compañeros
de
cautiverio
(“Marina”)
y
sus
captores
(“el
Potro”) resultan concordantes con las descripciones hechas
por muchos sobrevivientes que habrían sido detenidos en el
centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época
referenciada.
102) Ernesto Carlos Otahal
De acuerdo a la declaración prestada por Otahal,
tanto en la Co.Na.De.P. Legajo 6323, como en el “Juicio por
la Verdad” y en las presentes actuaciones (ver fs. 973/980,
2302/14 y 4237/4241 del expediente principal) puede colegirse
que el nombrado habría sido secuestrado el día 17 de agosto
de
1977,
cuando
un
grupo
de
ocho
personas
fuertemente
armadas, vestidas de civil y pasamontañas, ingresaron a su
domicilio para llevarlo detenido, trasladandolo en el bául de
un auto, esposado y encapuchado.
Al
llegar
al
centro
clandestino
de
detención
conocido como “La Cacha” lo hicieron desnudarse, lo pusieron
en
un
elástico,
lo
esposaron,
lo
torturaron
y
lo
interrogaron.
Estuvo detenido en dicho centro, hasta el día 23 de
septiembre de ese mismo año, fecha en la que fue liberado.
Las circunstancias narradas por Otahal, en cuanto a
la descripción del lugar, el “modus operando” del secuestro y
su liberación, los nombres y/o apodos de sus captores y sus
jerarquías (“Pablo”, “el Potro”, “Palito”), así como los de
sus
compañeros
de
cautiverio
74
(“el
Cabezón”,
“Jesús”,
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Delgadillo,
entre
otros),
resultan
concordantes
con
las
descripciones hechas por muchos sobrevivientes que habrían
sido detenidos
en el centro
clandestino de detención “La
Cacha” durante la época referenciada.
103) María Ilda Delgadillo
De
5023,
conformidad
Delgadillo,
aproximadamente
con
el
el
día
a las 23
22
(3) vehículos
hombres
uno
cada
de
de
horas,
Delgadillo, tres
en
Legajo
de
Co.Na.De.P.
agosto
llegaron al
de
N°
1977,
domicilio de
marca Torino, con dos (2)
ellos,
quienes
tenían
las
caras
cubiertas con barbas postizas, usaban sombreros y estaban
armados con metralletas, quienes irrumpieron en el mismo,
llevándose secuestrados a la nombrada y su pareja.
Uno de los hechos que vincula su desaparición con
el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”,
es que la señora Delgadillo, trabajaba como partera en la
Unidad 8 de Olmos, en donde, conforme se ilustrará
más
adelante, se habrían llevado adelante los partos de mujeres
secuestradas en dicho centro clandestino. De hecho en abril
del año 1977 tomó contacto con dos mujeres a quienes les
habría
informado
(Co.Na.De.P.
n°
del
nacimiento
1835),
cuestión
de
los
que
mellizos
será
Tolosa
tratada
más
clandestino
de
adelante.
Asimismo,
dentro
del
centro
detención “La Cacha”, fue vista por María Elvira Luis (fs.
105/108vta. de la causa “Portessi, Juan S/ Denuncia”) y por
Ernesto Carlos Otahal (fs. 4237/41 del expediente principal),
además de ser nombrada en el INFORME CLAMOR.
En D.I.P.B.A. obra una ficha a nombre de María Ilda
Delgadillo de San Emeterio en el que figura, “desaparecida
22/08/77”
104)César San Emeterio
Se desempeñaba como médico en la Unidad Penal N° 9
de
esta
ciudad,
fue
secuestrado
descriptas en el caso precedente.
75
en
las
circunstancias
Fue
visto,
dentro
del
centro
clandestino
de
detención “La Cacha”, por María Elvira Luis (fs. 105/108vta.
de
la
causa
“Portessi,
Juan
S/
Denuncia”)
y
por
Ernesto
Carlos Otahal (ver fs. 137/148 del Cuaderno de Prueba n° 6),
además de ser nombrado en el Informe CLAMOR.
En D.I.P.B.A. obra una ficha a nombre de César San
Emeterio en el que figura, como “desaparecido”, iniciado a
raíz de los “habeas corpus” presentados en su favor y de
María Hilda Delgadillo, ante el juez federal de La Plata,
doctor Russo.
105) Eduardo César Cédola
Declaró en el “Juicio por la Verdad”, en el marco
del
legajo
septiembre
n°
de
438/SU
1977
y
allí
irrumpió
expresó
en
su
que
el
domicilio
día
un
13
de
grupo
de
hombres que dijeron ser de la policía, llevándolo detenido
junto a su esposa. Al salir de su domicilio se pudo percatar
de que la cuadra de su domicilio había sido bloqueada por
personal de civil, que se encontraba armado (ver 137/148 del
Cuaderno de Prueba n° 6).
Luego fue introducido en el baúl de un automovil y
trasladado al centro clandestino de detención conocido como
“La Cacha”. Al llegar al lugar, lo hicieron desnudarse, lo
ataron
a
una
cama
con
elástico
y
le
aplicaron
picana
eléctrica, mientras era interrogado. Es importante destacar
que en su declaración reconoce un croquis de “La Cacha” que
está
adjuntado
en
la
causa
“Bretal”
de
834/SU,
(ver
fs.
1085/88 del expediente principal)
Fue
liberado
junto
a
su
esposa,
el
día
26
de
septiembre de 1977.
106) Liliana Beatriz Méndez de Cédola
Fue
detenida
junto
a
su
esposo,
Eduardo
César
Cédola, en las mismas circunstancias descriptas en el caso
precedente.
Declaró en el “Juicio por la Verdad” (ver Cuaderno
de Pruebas N° 6, fs. 126/36) y allí relató que al llegar al
76
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
centro clandestino de detención, le hicieron sacarse la ropa,
la ataron de pies y manos en un elástico, y le aplicaron
picana eléctrica, mientras la interrogaban.
Es dable destacar que pudo identificar el lugar
donde estuvo detenida como “La Cacha”, al observar el plano
del
primer
audiencia
piso
antes
de
dicho
indicada.
centro
A
su
clandestino,
vez,
recordó
durante
la
que
el
en
edificio donde estaba alojada, había un lugar que le llamaban
“La Cueva”, y recordaba el apodo de uno de sus captores
“Palito”, lo cual es coincidente con lo declarado por muchas
de las víctimas, con las que se presume, compartió cautiverio
en dicho centro.
Fue liberada el día 26/09/77.
107) Juan Carlos Guarino
Declaró en el marco de las presentes actuaciones a
fs. 1235/43 del expediente principal. Manifestó que el día 21
de septiembre de 1977 fue detenido en el momento de ingresar
a su domicilio por un grupo de personas identificadas como
pertenencientes a “las fuerzas de seguridad”. Junto a él se
encontraba José Slavkin y Juan Carlos Scarpatti.
Previo a arribar a “La Cacha”, habría estado en el
centro clandestino de detención conocido como “el Sheraton o
el Embudo”, en la Comisaría de Villa Insuperable.
Luego en otro vehículo, conducido por otro grupo de
hombres, fue nuevamente hasta su domicilio y de allí hasta
“La Cacha”, a donde arribó a entre las 3 y las 4 de la
madrugada del 22 de septiembre de 1977. Cabe destacar que
durante el traslado pudo advertir que se dirigían a la zona
de Olmos y que una vez alojado en la planta baja, observó los
tableros
eléctricos
y
transformadores
marca
TELEFUNKEN
y
durante su estadía en la planta alta observó que en el techo
tenía un agujero que permitía ver la antena de radiodifusión,
con lo que pudo reconocer que se encontraba en la que fuera
la Planta Transmisora de Radio Provincia (descripción que
resulta coincidente con las declaraciones prestadas por otras
77
víctimas alojadas en el mismo centro).
A la mañana siguiente lo condujeron hacia un predio
contiguo en donde fue torturado con picana eléctrica y golpes
mientras era interrogado.
Permaneció
secuestrado
en
“La
Cacha”
hasta
los
primeros días de noviembre de ese mismo año (presumiblemente
entre el 5 y el 10), oportunidad en que lo trasladaron a
“Puesto Vasco”.
108)María Elena Varela de Guarino
De
marido
acuerdo
Juan
a
Carlos
las
declaraciones
Guastapaglia,
prestada
con
quien
por
su
compartió
cautiverio, la nombrada habría sido secuestrada el día 22 o
23
de
septiembre
clandestino
de
de
1977
detención
y
permaneció
conocido
como
en
“La
el
centro
Cacha”.
Fue
trasladada a otro centro clandestino entre los días 5 y 10 de
noviembre de ese mismo año (fs. 1235/41 y fs. 1247/71, del
principal).
109) María del Carmen Barros de Zaffora
De acuerdo a las constancias extraídas del legajo
de Co.Na.De.P. n° 1210, habría sido secuestrada el 25 de
septiembre de 1977.
Fue
vista
dentro
del
centro
clandestino
de
detención “La Cacha” por Bonifacia del Carmen Díaz, a quien
le detalló mientras compartían cautiverio las circunstancias
de su detención (fs. 1273/90 del principal) y por Elvira Rosa
Díaz (ver fs. 200/205 del Cuaderno de Pruebas N° 6), quien la
identifica en una presentación hecha en el marco de la causa
1883/SU.
110) Roberto Omar Zaffora
De acuerdo a las constancias extraídas del legajo
de Co.Na.De.P. N° 1211, habría sido secuestrada el 25 de
septiembre de 1977.
Fue
visto
dentro
del
centro
clandestino
de
detención “La Cacha” por Bonifacia del Carmen Díaz (1273/90
del principal) y por Elvira Rosa Díaz (ver fs. 200/205 del
78
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Cuaderno
de
Pruebas
N°
6),
quien
la
identifica
en
una
presentación hecha en el marco de la causa 1883/SU.
111) María Mercedes Hourquebie de Francese
De acuerdo a los Legajos de Co.Na.De.P. n° 6426 Y
6425, el día 3 de noviembre de 1977, fue secuestrada en su
domicilio
por
tres
hombres
de
civil
(ver
declaración
de
Mariano Contardi y de María Cristina Temperoni de Contardi).
Fue vista en el centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha”, Elvira Rosa Díaz, quien manifestó
que la maltrataban mucho, la llamaban “la Abuela” y que el
día 5 de diciembre fue sacada de “La Cacha” (ver fs. 200/205
del
Cuaderno
de
Pruebas
n°
6).
También
recordaron
haber
compartido cautiverio dentro de “La Cacha” con la nombrada,
Bonifacia del Carmen Díaz (fs. 1273/90 del principal), por
Eduardo Cédola (fs. 137/48 del cuaderno de pruebas n° 6) y
Héctor
Javier
Quinterno
(fs.
3425/33
del
expediente
principal).
Cabe señalar que se tuvo por probado en la causa
3937/III
de
esta
Sala,
que
María
Mercedes
Hourquebie
de
Francese fue vista por última vez en “La Cacha”.
112) Bonifacia del Carmen Díaz
De acuerdo a
marco
del
“Juicio
por
la
declaración que prestase en
la
Verdad”
(ver
fs.
1273/1290
el
del
expediente principal) y el testimonio obrante en el legajo de
Co.Na.De.P.
n°
ingresar en el
Provincia
de
3675,
el
día
4
de
noviembre
de
1977,
al
taller donde trabajaba, sito en Ezpeleta,
Buenos
Aires,
se
encontró
con
un
grupo
de
hombres que procedieron a detenerla, motivo por el cual, la
encapucharon, esposaron y trasladaron en el asiento trasero
de un vehículo,
hacia el
Centro clandestino de detención
conocido como “La Cacha”. Allí fue interrogada acerca de su
actividad
política,
puntualmente
su
vínculo
con
la
organización “montoneros” y torturada.
Fue vista dentro del centro referido, por Jorge
Edgardo
Guastapaglia
(ver
cuaderno
79
de
pruebas
n°
6,
fs.
167/176) y por Elvira Rosa Díaz (ver fs. 200/205 del Cuaderno
de Pruebas N° 6). Permaneció en cautiverio hasta el día 5 de
Diciembre de 1977.
113) Elvira Rosa Díaz
De acuerdo a
la
declaración que prestara en
el
marco del “Juicio por la Verdad” (cuaderno de pruebas N° 6,
fs. 200/205) fue secuestrada en el taller en donde trabajaba
su
hermana
Bonifacio
del
Carmen
Díaz,
en
las
mismas
circunstancias narradas en el caso precedente el día 4 de
noviembre de 1977, siendo trasladada junto con la nombrada
hacia “La Cacha”.
Allí fue vista por Bonifacia del Carmen Díaz (fs.
1273/1290
del
expediente
principal)
y
Jorge
Edgardo
Guastapaglia (ver Cuaderno de pruebas N° 6, fs. 167/176) y
permaneció en cautiverio hasta el día 5 de Diciembre de 1977.
Durante
su
estadía,
fue
torturada
en
reiteradas
ocasiones, mediante el uso de picana eléctrica.
114) Jorge Eduardo Guastapaglia
Declaró en el “Juicio por la Verdad” (ver Cuaderno
de pruebas n° 6, fs. 167/176) en donde refirió haber sido
secuestrado el 8 de noviembre de 1977, en su domicilio por un
grupo
de
hombres
vestidos
de
civil,
que
lo
golpearon,
esposaron y encapucharon.
Al día siguiente arribó a “La Cacha”, junto con su
hermano Mario, que fue secuestrado la noche anterior en su
domicilio en la localidad de Martínez. Allí fue golpeado e
interrogado.
Las
circunstancias
narradas
por
Guastapaglia,
en
cuanto a la descripción del lugar (estuvo alojado en “Las
Cuevitas” y en
la planta baja), el apodo de
uno de sus
captores (“El Oso”), el “modus operandi” del secuestro y su
liberación así como también los nombres y/o apodos de
sus
compañeros
las
de
cautiverio,
resultan
concordantes
con
manifestaciones de la gran mayoría de los detenidos en el
centro clandestino de detención “La Cacha” durante la época
80
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
indicada. Permaneció detenido hasta el día 16 de noviembre de
1977
115) Mario Alfredo Guastapaglia
De acuerdo a la declaración de su hermano, Jorge
Eduardo
(ver
caso
precedente)
fue
secuestrado
el
9
de
noviembre de 1977, alojado en “La Cacha” y liberado el 21 de
noviembre de ese mismo año.
116) Eduardo Jorge Balboa
De acuerdo a los testimonios prestados en el marco
del “Juicio por la Verdad” (v. cuaderno de prueba n° 6 fs.
113/116), fue secuestrado y alojado en la comisaría 8va, para
ser trasladado, tiempo después, a “La Cacha”.
El nombrado refirió que al llegar al centro escuchó
que el mismo se llamaba “La Cacha” y que allí fue interrogado
durante siete días, sobre su vínculo con “la subversión” y
sus compañeros de trabajo de la fábrica Alpargatas.
Previo
a
su
liberación,
ocurrida
quince
días
después, fue nuevamente alojado en la comisaría 8va. de esta
ciudad, en donde permaneció detenido hasta el 9 de diciembre
de 1977.
Recuerdan
Bonifacia
del
Carmen
haberlo
Díaz
visto
(fs.
dentro
1273/1290
del
del
centro,
expediente
principal).
En cuanto al tiempo en el que estuvo secuestrado,
de acuerdo a los libros de la comisaría Octava, fue ingresado
allí el 5 de diciembre de 1977 y liberado el 22 de diciembre
de
ese
año.
La
propia
víctima
refiere
haber
estado
en
cautiverio durante quince días.
117) Elena Arce Sahores
De acuerdo a las constancias obrantes en el Legajo
de Co.Na.De.P. N° 004272 fue secuestrada junto a Nora Fórmiga
y María Teresa Calderoni, y otras dos personas el 22 de
noviembre de 1977.
Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y fs. 4222/6 del
principal) y Nora Patricia Rolli (fs. 465/471 del principal)
81
la
recuerdan
a
Arce
como
una
enferemera
que
fuera
posteriormente trasladada a la comisaría 8va. También recordó
haber tomado contacto con Elena, Bonifacia del Carmen Díaz
(fs. 1273/1290 del principal).
De los libros de la comisaría 8va surge que habría
arribado allí el 11 de enero de 1978.
118) Nora Livia Fórmiga
Fue
secuestrada
en
su
domicilio
en
las
mismas
circunstancias descriptas en el caso precedente
Fue vista en el centro clandestino de detención “La
Cacha”, por Bonifacia del Carmen Díaz (fs.
1273/1290 del
expediente principal) y por Patricia Pérez Catán (fs. 546/8 y
fs. 4222/6 del principal). Permaneció allí detenida hasta el
día 11 de enero de 1978, fecha en la que fue trasladada a la
comisaría 8va. (ver libro de detenidos de la comisaría 8va)
recuerda
Nora
Patricia
Rolli
(fs.
haber
estado
alojada
465/471
junto
a
del
principal)
Fórmiga
en
dicha
comisaría, en donde tomó conocimiento que ésta provenía del
mismo centro clandestino en donde ella había estado alojada.
119) Olga Noemí Casado
De acuerdo al legajo Co.Na.De.P. 7445, habría sido
secuestrada
en
el
domicilio
de
Nora
Livia
Fórmiga
y
trasladada a “La Cacha”.
Fue
vista
dentro
del
centro
por
Bonifacia
del
Carmen Díaz, quien la recuerdan bajo el apodo de “Julia” y
manifestó que había llegado junto con Elena y Nora (dicho
apodo surge de
la presentación
Plaza
a
de
Mayo”
fs.
2777
del
efectuada por
expediente
“Abuelas de
principal,
en
función de las constancias obrantes en el legajo Co.Na.De.P.
n° 4451).
120) Laura Estella Carlotto
De conformidad a las constancias obrantes en el
Legajo de Co.Na.De.P. n° 2085, fue secuestrada el día 26 de
noviembre de 1977 en Capital Federal.
Alberto Alfio Cavalie, al declarar en el marco del
82
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
“Juicio por la Verdad”, pudo reconocer a la víctima en la
fotografía que se le exhibió como una de las personas con
quien compartió cautiverio en “La Cacha” (legajo 1996/SU de
la Secretaría Unica de esta Cámara).
Asimismo, de la declaración que prestó María Laura
Bretal
en
la
causa
n°
1986/SU
se
desprende
que
Carlotto
estuvo alojada en dicho centro desde diciembre de 1977 y que
su apodo era “Rita” (ver fs. 363/76 del principal)
Por último, Carlotto es mencionada en el Informe
CLAMOR, en donde se consignó que su sobrenombre era el ya
mencionado.
121) Rubén Alejandro Martina
De
acuerdo
al
Legajo
de
Co.Na.De.P.
1881
y
la
declaración en el “Juicio por la Verdad” de fs. 538/544 del
expediente principal, habría sido secuestrado entre el 5 y el
7 de diciembre del año 1977, y permaneció durante dos días en
cautiverio, en el centro clandestino de detención “La Cacha”,
lo cual fue demostrado ya que reconoció el lugar a través de
los
planos
de
la
planta
alta
de
dicho
centro,
que
le
mostraron en Co.Na.De.P..
A su vez, las circunstancias narradas por Martina,
en cuanto a la descripción del lugar, los apodos de sus
captores
(“Palito”,
“Potro”),
el
“modus
operando”
del
secuestro y su liberación así como también los nombres y/o
apodos
de
sus
compañeros
de
cautiverio,
resultan
concordantes con las manifestaciones de la gran mayoría de
los
detenidos
en
el
centro
clandestino
de
detención
“La
Cacha” durante la época referenciada.
122) Ricardo Luis Dakuyaku
De acuerdo al legajo de Co.Na.De.P. n° 2805 y las
declaraciones de Elena Dakayuku y de María Patricia Luisoni
en el marco del “Juicio por la Verdad” (ver fs. 194/199 y
206/210 cuaderno de prueba N° 6), el nombrado habría sido
secuestrado la madrugada del 6 de diciembre de 1977, por un
grupo
de
hombres
vestidos
de
83
civil
muy
armados
que
irrumpieron en el domicilo de su familia.
Fue
detención
visto
“La
dentro
Cacha”,
por
del
centro
Rubén
clandestino
Alejandro
Martina
de
(fs.
538/544 del principal).
123) Jorge Alberto Martina
De
acuerdo
a
los
testimonios
prestados
por
la
señora Luisoni a fs. 206/210 del cuaderno de pruebas n° 6, el
nombrado habría sido secuestrado la madrugada del día 6 de
diciembre de 1977 en un estudio de arquitectura ubicado en
las calle 8 entre 48 y 49 de esta ciudad, por cuatro personas
vestidas de civil, junto a Antonio Enrique Piojoso.
Fue
detención
visto
“La
dentro
Cacha”,
por
del
centro
Rubén
clandestino
Alejandro
Martina
de
(fs.
538/544 del principal).
124) Otilio Julio Pascua
De acuerdo a la declaración brindada por su hermana
María Laura Pascua en el marco del “Juicio por la Verdad”
(fs.
218/221
del
cuaderno
de
pruebas
n°
6),
habría
sido
secuestrado el día 24 de octubre de 1977. A su vez al momento
de realizarse el secuestro de Jorge Alberto Martina, Pascua
se
encontraba
corroborado
en
por
el
lugar
las
de
la
declaraciones
detención,
esto
testimoniales
fue
Patricia
Luisoni.
Fue
clandestino
visto
de
por
detención
última
“La
vez
Cacha”,
dentro
por
del
Rubén
centro
Alejandro
Martina (fs. 538/544 del expediente principal).
125) Antonio Enrique Piovoso
De
acuerdo
a
los
testimonios
prestados
por
la
señora Luisoni a fs. 206/210 del cuaderno de pruebas n° 6, el
nombrado habría sido secuestrado la madrugada del día 6 de
diciembre de 1977 en un estudio de arquitectura ubicado en
las calle 8 entre 48 y 49 de esta ciudad, por cuatro personas
vestidas de civil, junto a Jorge Alberto Martina.
Fue
detención
“La
visto
Cacha”,
dentro
por
del
Rubén
84
centro
clandestino
Alejandro
Martina
de
(fs.
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
538/544 del expediente principal).
126) Rubén Darío Barriento
De acuerdo al libro de la comisaría 8va. De la
ciudad de La Plata, entre los días 7 y 12 de diciembre estuvo
alojado en dicha dependencia, junto con Cavalie y Colman,
bajo el Área Operacional 113.
Conforme surge de la declaración brindada por el
primero de ellos en el “Juicio por la Verdad” (cuaderno de
prueba n° 6, fs. 75/96) de allí fueron trasladados en un auto
particular,
encapuchados
clandestino
de
y
detención
esposados,
“La
Cacha”,
hacia
en
el
centro
donde
fueron
torturados durante distintos interrogatorios.
Finalmente
fue
liberado
entre
fines
de
enero
y
principios de febrero de 1978.
127) Alberto Alfio Cavalie
De acuerdo al libro de detenidos de la Comisaría 8va
de la ciudad de La Plata, entre los días 7 y 12 de diciembre
estuvo alojado en dicha dependencia, junto con Barriento y
Colman, bajo el Área Operacional 113.
Conforme surge de la declaración que brindó en el
marco del “Juicio por la Verdad”, de allí fueron trasladados
en un auto particular, encapuchados y esposados, hacia el
centro clandestino de detención “La Cacha”, en donde fueron
torturados durante distintos interrogatorios (ver cuaderno de
prueba n° 6, fs. 75/96).
Finalmente
fue
liberado
entre
fines
de
enero
y
principios de febrero de 1978.
128) Esteban Colman
De acuerdo al libro de la Comisaría 8va de la ciudad
de La Plata, entre los días 7
y 12 de diciembre estuvo
alojado en dicha dependencia, junto con Barriento y Cavalie,
bajo el Área Operacional 113.
Conforme surge de la declaración que brindó Cavalié
en
el
marco
del
“Juicio
por
la
Verdad”,
de
allí
fueron
trasladados en un auto particular, encapuchados y esposados,
85
hacia el centro clandestino de detención “La Cacha”, en donde
fueron
torturados
durante
distintos
interrogatorios
(ver
cuaderno de prueba n° 6, fs. 75/96).
Finalmente
fue
liberado
entre
fines
de
enero
y
principios de febrero de 1978.
3. Sentado lo anterior, cabe destacar que existen
algunos casos que fueron tenidos por probados
instancia,
que
esta
Sala
no
considera
que
se
en primera
encuentren
suficientemente probados, aún con la provisionalidad propia
de esta etapa del proceso.
a. Con relación a Adriana Leonor Tasca se cuenta
con
elementos
secuestrada
diciembre
que
en
de
permiten
Capital
1977,
y
inferir
Federal
que
en
que
la
nombrada
10
y
entre
el
esa
época
se
el
fue
15
de
encontraba
embarazada. Pero su presencia dentro del centro “La cacha”,
es sostenida por simples comentarios de terceros, los cuales,
a criterio de esta Alzada, no se encuentran imbestidos de la
entidad probatoria suficiente para tener por acreditado tal
extremo. Concretamente, Patricia Pérez Catán declaró que Arce
y
Fórmiga,
en
la
8va
Comisaría
de
La
Plata,
le
habrían
comentado que Tasca también estuvo en el subsuelo de “La
Cacha”.
b. Igual consideración merece el caso de Guillermo
Rubén Di Bastiano, puesto que el único elemento con el que se
cuenta
para
presumir
que
el
nombrado
fue
alojado
en
“La
Cacha” es la declaración de Jorge Edgardo Guastapaglia en la
que afirma que “le habían comentado” que Di Bastiano estuvo
detenido en dicho centro clandestino de detención.
c.
El
instructor
consideró
acreditado
que
María
Susana Leiva de Bogliano estuvo en “La Cacha” porque Guarino
refirió que “El
Chaira”, que
según sostuvo el
magistrado
sería Adrián Claudio Bogliano, estuvo alojado en ese lugar
con su mujer, Susana.
Sin
embargo,
no
existen
indicios
bastantes
para
afirmar que “El Chaira” y Adrián Claudio Bogliano, fueran la
86
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
misma persona.
Nótese,
en
tal
sentido,
que
Marcela
Mónica
Quintella –en el marco del legajo de Co.Na.De.P. n° 4274refirió haber visto en “La Cacha” a Adrian Bogliano y a “El
Chaira” de Mar del Plata, refiriéndose a ambos como personas
distintas.
Además,
cuando
la
nombrada
denunció
en
la
Co.Na.De.P. la desaparición de Adrián Bogliano refirió que
este último era de Villa Elisa y que le dijo que no sabía qué
había pasado con su mujer -ver legajo n° 1006-.
d. Finalmente, no surge agregada a la causa prueba
alguna
que
permita
tener
por
demostrados
los
hechos
que
habrían tenido por víctimas a Teresa Calderoni, a Viviana
Rodríguez de Roesler, a Carlos Roesler y a Rubén Eduardo
Souto.
e. Entonces, tal como se adelantó, los elementos de
juicio colectados hasta el presente –mencionados supra- no
autorizan siquiera con el grado de certeza requerido en esta
etapa,
tener
por
demostrado
que
Adriana
Leonor
Tasca,
Guillermo Rubén Di Bastiano y María Susana Leiva de Bogliano
hayan
sido
mantenidos
en
cautiverio
dentro
del
centro
clandestino “La Cacha”. En los casos de Teresa Calderoni,
Viviana Rodríguez de Roesler, Carlos Roesler y Rubén Eduardo
Souto no existe ninguna probanza que permita acreditar tal
extremo.
Tales circunstancias imponen -en los casos que así
lo ameriten- revocar los procesamientos dictados en relación
a
tales
sucesos
y
decretar
la
falta
de
mérito
de
los
encartados respecto de los mismos.
Ahora bien, a los efectos de incorporar elementos
que permitan determinar si tuvieron lugar, o no, los hechos
de referencia, deberá el a quo, proceder de conformidad con
lo
expuesto
en
el
considerando
10,
acápite
3.e,
de
la
resolución dictada con fecha 7 de octubre del corriente año,
en la causa 5667/III, a la cual corresponde remitirse en
razón de brevedad, sin que con ello quede excluída toda otra
87
diligencia que el magistrado considere pertinente ordenar a
los fines expuestos.
XI. Encuadramiento jurídico
Liminarmente, es menester recalcar que las víctimas
de la represión en el período 1976-1983 fueron secuestradas
por
personal
de
distintas
fuerzas
(ejército,
marina,
policiales, entre otras) y ubicados en lugares cerrados en
calidad
de
clandestinos
detenidos,
de
que
detención”.
se
Debe
han
denominado
aclararse
que
“centros
“detenido”
comprende toda forma de privación de libertad ejercida por
autoridad pública.
De las constancias recolectadas en la causa y de
aquellas
que
corren
por
cuerda
separada
a
la
misma
se
desprende que muchas personas permanecieron privadas de su
libertad en el centro clandestino de detención denominado “La
Cacha” por lapsos en su
mayoría prolongados y
soportando
padecimientos físicos y psíquicos, y que mientras que algunas
fueron liberadas, a muchas otras no se las ha vuelto a ver
con vida hasta la fecha y se desconoce su paradero.
1. Privaciones ilegítimas de la libertad
Se cuenta en autos con el testimonio de aquellas
personas que fueron liberadas tras haber permanecido privadas
ilegítimamente de su libertad en el centro que nos ocupa,
como
en
Horacio
los
casos
Molino,
de
Patricia
Ricardo
Antonio
María
Pérez
Herrera,
Catán,
Martín
Oscar
Daniel
Castilla, Raúl Guillermo Elizalde, María Silvia Bucci, Héctor
Javier
Quinterno,
Edgardo
Daniel
Cerqueira,
Rubén
Gustavo
Jaquenod, Marcela Mónica Quintela, Fernando Reyes, Patricia
Nora Rolli, Nelva Alicia Méndez de Falcone, entre otros.
1.1. Todos ellos fueron coincidentes en señalar que
luego de ser secuestrados estuvieron alojados en el centro
clandestino de detención conocido como “La Cacha”. Según sus
declaraciones, algunos pasaron previamente por otros centros,
mientras que un buen número fueron trasladados directamente a
aquél.
88
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Los testigos nombrados -y otros citados al probar
la materialidad de los hechos- dan cuenta no sólo de sus
propias detenciones y su
alojamiento en “La
Cacha”, sino
también de la presencia de otras personas con quienes tomaron
contacto, o bien compartieron cautiverio, en dicho centro
clandestino de detención (ver detalle de cada una de las
víctimas en el apartado 2 del considerando X).
De allí que todas esas declaraciones, las de las
víctimas que fueron liberadas y las de familiares de personas
que aún hoy permanecen desaparecidas, tengan una importancia
fundamental.
suficiente
Todas
para
ellas
tener
configuran
por
un
acreditado
cuadro
que
probatorio
las
personas
mencionadas fueron aprehendidas, privadas de manera ilegítima
de
su
libertad
y
alojadas
en
el
centro
clandestino
de
detención que nos ocupa.
En cuanto a la estructura física del centro, es
preciso remitirse a lo explicado en el considerando IX.
1.2.
Las
conductas
descriptas
encuadran
en
la
figura que prevé el artículo 144 bis, inciso 1°°, del Código
Penal.
Así, a la figura básica, que tipifica el artículo
141 del Código de fondo -cuyo núcleo central se encuentra en
el hecho de privar a otro de su libertad personal- se le
agrega el agravante de que el hecho haya sido cometido por un
funcionario
público,
con
abuso
de
funciones
o
sin
las
formalidades prescriptas por la ley.
Ahora bien, estas conductas también fueron llevadas
a cabo por el imputado con los agravantes previstos en el
artículo 144 bis, último párrafo, que remite a los incisos 1°
y 5° del artículo 142 del mismo cuerpo normativo. El primero
de esos incisos agrava la conducta típica señalada, toda vez
que
sea
cometida
con
violencia
o
amenazas
o
con
fines
religiosos o con empleo de fuerza física directa sobre los
detenidos.
La privación ilegal de la libertad sufrida por los
89
damnificados,
conforme
se
desprende
de
los
testimonios
reseñados en la causa, se ve agravada en razón de haber sido
cometida
con
violencia,
con
empleo
de
la
fuerza
física
directa sobre los aprehendidos.
En punto a esto último, es preciso consignar que
los
hechos
que
son
objeto
de
tratamiento
en
el
presente
pronunciamiento, se caracterizan por la actuación de personal
de distintas fuerzas que ingresaba a los domicilios de las
víctimas, o los
interceptaban
en la vía
pública -siempre
mediante importantes grupos armados- y luego eran vendados e
introducidos a un automóvil que los llevaría a un centro
clandestino de detención, y esto sucedió en todos los casos
sin orden de detención o allanamiento emanada de autoridad
competente alguna.
En este sentido se ha explicado que “... el autor
usa violencia para cometer la privación ilegal de la libertad
cuando para hacerlo la aplica a la persona de la víctima o
despliega amenazadoramente contra ella, una energía física o
un medio físicamente dañoso o doloroso...”. En cuanto al tipo
subjetivo
de
la
figura
en
cuestión,
la
misma
fuente
ha
sostenido que “...la privación de la libertad llevada a cabo
por un funcionario público, en todas sus formas, lo es a
título doloso...” (conf., Nuñez, Ricardo., Tratado de Derecho
Penal., Bs. As., Editorial Bibliográfica Omeba, 1967, Tomo V,
pp. 39 y 53).
Habrá
siguientes
casos
de
se
destacarse,
tiene
por
asimismo,
probado
que
que
la
en
los
víctimas
permanecieron privados de su libertad por un lapso mayor a un
mes: Pérez Catán Patricia María; Molino Oscar Horacio; Mainer
María Magdalena; Mainer Pablo Joaquín; Moncalvillo Domingo
Héctor; Sánchez Rizzo Federico Hugo; Morettini, María del
Carmen; Crescimbeni Daniel; Irastorza Héctor Manuel; Tolosa
de Reggiardo María Rosa; Reggiardo Juan Enrique; Mazas Carlos
Adalberto;
Moura
Jorge
Horacio;
Torrillas
Néstor
Daniel;
Pareja José Alfredo; Contardi Rubén Oscar; Guillermo Marcos
90
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
García
Cano;
Quesada
de
Bearzi
Graciela
Irene;
Bettini
Antonio Bautista; Calvo Miguel Ángel; Cavecchia Silvia Inés;
Moreno
Herves
Carlos
Alberto;
Quintero
de
Morillo
Susana
Beatriz; Axat Rodolfo Jorge; De la Croce de Axat Ana Inés;
Beltaco Julio; Luna de Beltaco Elsa Luján; Molina Ricardo
Victorino;
Gallego
Mario
Oscar;
Cisneros
Ignacio
Manuel;
Scognamillo Rubén Oscar; Bozza Juan Alberto; Rolli Carlos
Enrique;
Rolli
Patricia
Horacio;
Toninetti
Daniel
Diessler Alberto Omar;
Alberto
Horacio;
Nora;
García
Alberto;
Martegani
Amerise
Alejandro
Roberto
Luján;
Bontti Adriana Clara; Monaji Triana
Cuenca
Esteban
Rodolfo;
Achares
Roberto
René; Piza de Paira Liliana; Ramírez Abella de Baibiene Elba
Leonor; Fortunato Claudio José; Cavalieri José Luis; Luis
María Elvira; Alaye Carlos Esteban; Depaoli Raúl Alberto;
Galmes Moreno Jorge Oscar; Elizalde Raúl Guillermo; Herrera
Ricardo Antonio; Benavides Dardo Marcelo; Gerenschtein Rubén
Enrique;
Bucci
María
Silvia;
Cerqueira
Edgardo
Daniel;
Quinterno Héctor Javier; Corvalan Ojeda Maria Elena Isabel;
Cagni Julio César; Silvestre de Cagni Nora Liliana; Slutzky
Samuel Leonardo; Cédola de Monteagudo Laura Susana; Lombarda
Miguel
Ángel;
Bojorge
Stella
Maris;
Valle
Juan
Carlos;
Mazzocchi Baque Pedro Luis; Pérez Catán Jorge Enrique; Ercole
Margarita Ofelia; Tresaco Mónica Susana; Barrenese Octavio
Alcides;
Martínez
Rodríguez
Otahal Ernesto Carlos;
de
Di
Nubila
Norma
Beatriz;
Delgadillo María Ilda; San Emeterio
Cesar; Guarino Juan Carlos; Varela de Guarino María Elena;
Barros de Zaffora María del Carmen; Zaffora Roberto Omar;
Hourquebie de Francese María Mercedes; Díaz Bonifacia del
Carmen; Díaz Elvira Rosa; Arce Sahores Elena; Formiga Nora
Livia; Casado Olga Noemí; Carlotto Laura Estela; Dakuyaku
Ricardo Luis; Martina Jorge Alberto; Pascua, Otilio Julio;
Piovoso
Antonio
Enrique;
Barrientos
Rubén
Darío
y
Colman
Esteban.
Por tal motivo, resulta aplicable respecto de estos
hechos la disposición contenida en el inciso 5° antes citado,
91
al cual remite el último párrafo del artículo 144 bis del
Código Penal.
2.
El delito de tormentos.
La
Constitución
Nacional
de
1853,
mediante
una
cláusula pétrea (“queda abolida para siempre”), prohibió toda
especie de tormentos y azotes (art. 18). En el Código Penal
la reforma introducida por la ley 14.616/58 (BO, 01/10/1958)
incorpora la figura del tormento y la ley 23.097/84 (BO,
29/10/84)
reprime
al
personas,
legítima
o
“(...)cualquier
funcionario
público
ilegítimamente
clase
de
que
impusiere
privadas
tortura.
Es
de
a
libertad,
indiferente
que
la
víctima se encuentre jurídicamente a cargo del funcionario,
bastando
que
éste
Dispone,
además,
tenga
que
la
sobre
aquella
tortura
no
poder
comprende
de
hecho”.
sólo
los
tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos
psíquicos, cuando éstos tengan gravedad suficiente (art. 144
tercero,
inc.
3º,
C.P.)
y
castiga
distintas
funcionales conexas a la imposición de
omisiones
tortura (art. 144
cuarto, C.P.).
Este Tribunal, a partir de su intervención en la
causa 3454 “Shiffrin s/dcia.”, dejó en claro los alcances de
la
figura
que
ahora
se
examina
en
el
ámbito
nacional
e
internacional, al margen de las normas materiales uniformes
de
derecho
penal
internacional.
Lo
mismo
respecto
del
funcionamiento del principio nullum crimen, nulla poena sine
lege y de la regla ex post facto con relación al derecho
internacional aplicable a crímenes de la naturaleza señalada.
Para abreviar, cabe remitirse a lo allí esbozado.
A
continuación,
se
distinguirá
entre
“tormentos
físicos” (2.1) y “tormentos psíquicos” (2.2).
2.1 Tormentos físicos
Es posible tener por probado que en “La Cacha” y
durante el período que nos ocupa, se practicaron tormentos
físicos mediante la utilización de distintos métodos (picana
eléctrica, golpes, estaqueos) a quienes se encontraban allí
92
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
alojados.
Específicamente
físicos
que
sufrieron
están
Nora
acreditados
Patricia
los
Rolli;
tormentos
Roberto
René
Achares; José Luis Cavalieri; Martín Daniel Castilla; Héctor
Javier Quinterno; Mauricio Emeraldo Mansilla; Eduardo Cesar
Cedola;
Liliana
Beatriz
Méndez
de
Cédola;
Juan
Carlos
Guarino; Elvira Rosa Díaz; Domingo Héctor Moncalvillo; Luis
María Emma; Elsa Beatriz Mattia; Néstor Daniel Torrillas;
Alfredo Temperoni; Federico Hugo Sánchez Rizzo; Liliana Piza
de Paira María Elena; Isabel Corvalan Ojeda de Suárez Nelson,
Sognamillo Rubén
Oscar y
Galmes
Moreno Jorge
Omar, entre
otros, todo lo cual se deduce a partir de los testimonios
prestados por personas que estuvieron allí alojadas y luego
fueron liberadas. Debe ponderarse que algunas dan cuenta de
las torturas físicas sufridas por ellas mismas y por otros
detenidos que les relataron lo sufrido y cuyas secuelas eran
por demás evidentes (ver para ello el detalle efectuado en el
acápite 2 del considerando X).
2.2. Tormento psíquico.
Tal
como
se
adelantara,
este
Tribunal
fijó
los
alcances del delito que describe la figura aludida, y, en
especial, aquél con referencia al tormento psíquico.
Es
colectados,
posible
que
entonces,
dan
base
a
a
la
partir
de
prueba
los
de
elementos
indicios
y
presunciones, tener por acreditado que las personas señaladas
bajo el acápite 2 del considerando X, fueron víctimas de
tormentos
sufridos
durante
el
tiempo
en
que
estuvieron
privadas ilegítimamente de su libertad. Lo cierto es que en
virtud
de
los
testimonios
aludidos
-sumados
a
las
circunstancias ya probadas- es posible, se insiste, conformar
un cuadro probatorio suficiente para sustentar en base a los
principios de la sana crítica (artículo 241 del C.P.P.N.), la
existencia de tormentos psíquicos.
Un ejemplo claro de esto fue plasmado en el informe
elaborado a instancias de CLAMOR, organismo perteneciente al
93
Arzobispado de San Pablo, República F. de Brasil, por algunas
de las víctimas que estuvieron en “La Cacha” y luego fueron
liberadas (Néstor Daniel Torrillas, Nelva Méndez de Falcone,
Alberto
Omar
Caracoche
de
Diessler,
Gatica,
Roberto
José
Luján
Luis
Amerise,
Cavalieri,
Ana
entre
María
otras).
Particularmente cabe transcribir los siguientes párrafos de
dicha
pieza:
“(c)oncluídos
los
interrogatorios
éramos
ubicados en el edificio principal, de tres plantas, contiguo
a los cuartos de tortura. Se nos encadenaba a ganchos fijos
en el piso y tirados sobre elásticos y colchonetas o mantas.
Permanecíamos
encapuchados
durante
todo
el
tiempo,
permitiéndosenos levantar la capucha hasta la nariz cuando
comíamos, esto ocurría dos veces al día”.
“Nos llevaban al baño una o dos veces al día y
éstos
eran
los
únicos
momentos
en
que
abandonábamos
la
posición horizontal y el encadenamiento”
“(e)n este lugar había un promedio diario de 40
secuestrados…” (fs. 1942 del principal).
Los
extractos
padecimientos,
transcriptos,
muestran
que
las
lejos
fuerzas
de
describir
(emotivas,
de
voluntad, o como se prefiera definirlas) que necesitaron los
detenidos para no doblegarse frente al cautiverio, deben ser
consideradas, sin dudas, como un maltrato psíquico producto
de sus detenciones y, por lo tanto, abarcado por el concepto
de
tortura
que
esta
Sala
dejó
esbozado
en
el
marco
del
expediente ya mencionado n° 3454/05 “Incidente de apelación
Schiffrin s/dcia”.
De
lo
expuesto
se
infiere
que
también
debe
entenderse por tortura la aplicación de métodos dirigidos a
anular
la
personalidad
de
la
víctima
o
a
disminuir
su
capacidad física o mental, aunque de hecho no causen dolor
físico, provocado por un trasfondo de terror que emanaba de
un
escenario
cotidiano
y
siniestro,
difícil
de
imaginar
planificado, a esta altura de los tiempos, por el género
humano y, menos aun, como derivación de una actividad ilegal
94
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
organizada desde las instituciones del Estado.
Aquellas personas que resultaron detenidas fueron
“tabicadas”, engrilladas, golpeadas, insultadas, humilladas,
amenazadas, sufrieron el hacinamiento, largas privaciones de
alimentos y de atención médica e higiene. Fueron obligadas a
presenciar
hechos
de
violencia
contra
sus
compañeros
de
sensación
permanente
de
cautiverio o de sus esposas o esposos.
A
ello
debe
sumarse
la
temor o desasosiego al no saber cuando les tocaría una de las
“sesiones de tortura” o cuando serían ejecutados.
De
allí
desaparición,
la
que
las
circunstancias
incomunicación
del
coactiva,
la
secuestro,
incertidumbre
acerca de su porvenir, el temor arraigado en la conciencia
del
sufrimiento
circunstancias,
físico
la
sumado
mantenidos
afirmar
en
que
de
a
algunos
constante
las
sus
amenaza
condiciones
cautiverio,
las
de
sean
conductas
compañeros
de
sufrir
atribuidas
esas
un
dolor
que
eran
suficientes
para
generales
elementos
en
se
en
adecuan
a
la
descripción del tipo que prevé el artículo 144 ter, según la
reforma introducida por la ley 14.616, que establece la pena
para el funcionario público que impusiere a los presos que
guarde
cualquier
especie
de
tormento,
es
decir,
por
la
presencia de cierta intensidad y de “dolor físico o de dolor
moral” (Soler, Sebastián., Derecho Penal Argentino, Bs. As.,
TEA, 1970, § 105, pp. 52 y ss.); o de tortura “física o
psíquica” (conf., Laje Anaya, Justo., Algunas consideraciones
sobre el delito de tortura, en: Rev. JA 1986-I, pp. 857-859).
2.3. Respecto de Adriana Leonor Tasca, Guillermo
Rubén Di Bastiano, María Susana Leiva de Bogliano, Teresa
Calderoni, Souto, Roesler y Rodríguez de Roesler, como ya se
adelantara, no existen constancias en la causa que permitan
tener
prima
privados
de
facie
su
probado
libertad
en
que
“La
efectivamente
Cacha”.
Por
hayan
tal
sido
motivo,
respecto de estas personas y conforme se dispusiera en el
precedente 5667/III, antes citado, deberá el a quo continuar
95
investigando y reunir las constancias que permitan evidenciar
los extremos de la imputación
XII. Responsabilidad.
Isaac Crespín Miranda
De conformidad con las constancias obrantes en su
legajo
personal,
Miranda
ocupó
el
cargo
de
Prefecto
del
Servicio Correccional de la Provincia de Buenos Aires durante
el período 76/78. Siendo calificado por quien se desempeñara
como Jefe de dicho servicio, el
Coronel (R.E.) Fernando
Aníbal Guillen.
Ahora bien, es preciso recordar que de acuerdo con
la la Directiva del Comandante General del Ejército n° 404/75
dictada el 28 de octubre de 1975, vigente durante el gobierno
de
facto,
se
estableció
que
“Elementos
de
policías
y
penitenciarios provinciales” se encontrarían bajo el control
operacional del ejército en el marco de la denominada “lucha
contra la subversión”.
Justamente, al resolver en el expediente 5667/III,
se pudo dar cuenta que en el centro clandestino de detención
en donde se habrían llevado a cabo las privaciones ilegítimas
de
la
libertad
operaron
y
diversas
los
tormentos
fuerzas
de
que
aquí
seguridad,
se
investigan,
entre
ellas,
el
Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires.
Ello se debe, a la valoración de las declaraciones
prestadas
por
detenidas
en
muchas
la
de
Cacha,
las
que
víctimas
dieron
que
cuenta
habrían
que
estado
entre
sus
captores se encontraba un grupo de guardias que pertenecía al
Servicio
Penitenciario.
De
hecho,
puntualizaron
que
los
integrantes del mismo, imponían un trato más severo y que
llamaban
“internos”
a
los
detenidos,
jerga
que
suele
utilizarse en el ámbito carcelario.
Asimismo, se tuvo por demostrada la participación
activa de Héctor Raúl Acuña – quien ocupaba el cargo de
Alcaide de la Unidad 1 durante la comisión de los delitos por
los cuales fue procesado– dentro del centro clandestino de
96
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
detención
“la
Cacha”,
identificándolo
como
uno
de
los
torturadores del mismo.
Del mismo modo, resulta acorde dar cuenta de la
declaración brindada por José Carlos Barroso en las presentes
actuaciones (fs. 1537/38 del expediente principal), en la que
manifestó que mientras prestó
servicios en el
Cuartel de
Seguridad del Servicio Penitenciario, tomó conocimiento de un
lugar que era conocido como ”La Cacha” y que estaba ubicado
entre la Unidad Carcelaria n° 1 y los fondos de la Unidad
Carcelaria
n°
7
y
refirió
que
era
considerada
un
Area
Restringida, pero que había un grupo que tenía acceso a dicho
lugar, entre los que se encontraban Isaac Crespín Miranda y
Héctor Raúl Acuña.
Lo anterior resulta significativo, en función de la
relación de jerarquía, que existía entre el nombrado y el
aquí imputado. Nótese que Isaac Crespín Miranda, era quien se
encargaba
de
evaluar
las
Puntualmente,
respecto
a
tareas
su
del
desempeño
mencionado
durante
el
Acuña.
período
1977/78, anotó en el legajo personal de éste que era un ”…
funcionario al cual la experiencia adquirida, lo ha dotado de
la serenidad necesaria para desempeñarse eficazmente en esta
tarea. Capáz, leal y con el raciosino necesario como para
resolver
situaciones
difíciles”
(ver
legajo
personal
de
Héctor Raúl Acuña – Informe de Calificación año 1977/78).
De
lo
anterior,
se
deduce
que
Miranda
era
el
superior jerárquico de uno de los torturadores del centro
clandestino
de
detención,
en
donde
fueron
alojadas
las
víctimas enumeradas en el considerando X acápite 2 de la
presente resolución y que tenía acceso al inmueble en donde
habría funcionado el centro clandestino conocido como “La
Cacha”.
Asímismo, debe ponderarse la calificación efectuada
por el Coronel Guillén respecto de Miranda, relacionada al
período
1977/78,
reiteradas
en
la
felicitaciones
que
se
de
97
destaca
funcionarios
que
de
“ha
las
merecido
Fuerzas
Armadas por su valiente y decidida participación en la lucha
antisubersiva”. Cabe señalar que esa caracterización es la
que utilizaron los altos mandos militares, para referirse al
plan sistemático de ataque generalizado sobre un sector de la
población civil (al respecto ver. Decreto 1/75, Directiva
404/75).
Llegados a este punto, resulta pertinente destacar
las notas de agradecimiento consignadas por el Destacamento
de Inteligencia 101, redactadas la primera de ella el día 2
de
abril
del
año
“sobresaliente”
la
1976
en
actuación
la
de
que
se
Miranda
destaca
en
el
como
“grupo
de
tareas”, consignada por quien fuera el jefe del destacamento
referido y la segunda de ellas, que data del 12 de diciembre
del
año
1977,
que
pone
en
Penitenciario
la
permanente
imputado
la
Centrral
con
conocimiento
colaboración
de
Reunión
del
Servicio
prestada
de
por
Inteligencia
el
del
Destacamento 101 y “la activa participación e iniciativa que
le cupo a dicho Prefecto, quien ha demostrado entusiasmo,
espíritu de sacrificio y responsablidad que ha posibilitado
la obtención del éxito en distintos trabajos encargados”.
Tales misivas deben ser analizadas a la luz de los
procesamientos dictados en el
marco de la
causa 5667/III
antes citada, en la cual se analizó en profundidad el rol
ejercido por el Destacamento 101 en el centro clandestino “La
Cacha”, destacándose el papel de dirección llevado a cabo por
el Destacamento respecto de los delitos que allí se habrían
perpetrado.
En
función
de
lo
expuesto
y
en
atención
a
las
probanzas colectadas en la presente investigación, resulta
razonable inferir que le es atribuible responsabilidad en los
hechos
que
aquí
se
investigan,
motivo
por
el
cual
se
responsabilizará al imputado cuya situación se analizó en
este apartado, por las privaciones ilegítimas de la libertad
y
los
tormentos
que
damnificaron
a
Julio
César
Chaves,
Alcides Chaves, Alfredo Temperoni, María Cristina Temperoni
98
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
de
Contardi,
Nelba
Inés
Méndez
Martín
de
Daniel
Alicia
Falcone,
Castilla,
Ordoqui,
Ana
Jorge
María
Rubén
Adelmar
Caracoche
Gustavo
Falcone,
de
Gatica,
Jaquenod,
Marcela
Mónica Quintella, Fernando Reyes, Mauricio Emeraldo Mansilla,
Eduardo César Cédola, Liliana Beatriz Méndez de Cédola, Jorge
Edgardo
Guastapaglia,
Mario
Alfredo
Guastapaglia,
Eduardo
Jorge Balboa, Rubén Alejandro Martina, Patricia Pérez Catán,
Horacio Oscar Molino, María Magdalena Mainer, Pablo Joaquín
Mainer,
Domingo
Morettini,
Irastorza,
Héctor
Daniel
María
Moncalvillo,
Alberto
Rosa
María
Crescimbeni,
Tolosa
de
del
Carmen
Héctor
Manuel
Reggiardo,
Juan
Enrique
Reggiardo, Carlos Adalberto Mazas, Luis María Emma, Jorge
Moura,
Elsa
Torrillas,
Graciela
Beatriz
José
Mattia
Alfredo
Irene
Quesada,
de
Torrillas,
Pareja,
Antonio
Rubén
Néstor
Oscar
Bautista
Daniel
Contardi,
Bettini,
Miguel
Ángel Calvo, Silvia Inés Cavecchia, Daniel Orlando Tallerico,
Berta
Itzcovic,
Carlos
Alberto
Moreno,
Susana
Beatriz
Quinteros de Morillo, Patricia Elsa Marta Milanta, Federico
Hugo Sánchez Rizzo, Rodolfo Jorge Axat, Ana Inés Della Croce
de
Axat,
Julio
Victorino
Beltaco,
Molina,
Mario
Elsa
Luna
Oscar
de
Beltaco,
Gallego,
Ignacio
Ricardo
Manuel
Cisneros, Rubén Oscar Scognamillo, Juan Alberto Bozza, Carlos
Enrique Rolli, Nora Patricia Rolli, Alejandro Horacio García
Martegani, Susana María Marrocco, Cristina Lucía Marrocco de
Picardi,
Félix
Eduardo
Picardi,
Daniel
Alberto
Toninetti,
Roberto Luján Amerise, Alberto Omar Diessler, Adriana Clara
Bontti,
Alberto
Horacio
Monaji,
Roberto René Achares, Liliana
Esteban
Rodolfo
Piza de Paira,
Cuenca,
Elba Leonor
Ramírez Abella de Baibene, Claudio José Fortunato, José Luis
Cavalieri,
María
Elvira
Luis,
Carlos
Esteban
Alaye,
Raúl
Alberto Depaoli, Jorge Oscar Galmes, María Seoane de Toimil,
Raúl
Guillermo
Elizalde,
Ricardo
Antonio
Herrera,
Dardo
Marcelo Benavides, Rubén Enrique Gerenschtein, Nina Judith
Golberg, María Silvia Bucci, Edgardo Daniel Cerqueira, Héctor
Javier
Quinterno,
María
Elena
99
Corvalán
de
Suárez
Nelson,
Julio César Cagni, Nora Liliana Silvestre de Cagni, Samuel
Leonardo Slutzky, Laura Susana Cédola de Monteagudo, José
Manuel
Monteagudo,
Weber,
Miguel
Stella
Ángel
Maris
Lombarda,
Giourgas,
Stella
Carlos
Maris
Alberto
Bojorge,
Juan
Carlos Valle, Pedro Luis Mazzochi, Jorge Enrique Pérez Catán,
Margarita
Ofelia
Ercole,
Mónica
Tresaco,
Duarte,
José
Luis
Barla,
Juan
Carlos
Alcides
Barrenese,
Adrián
Claudio
Julián
Roberto
Bongiorno,
Octavio
Bogliano,
Norma
Beatriz
Martínez, Ernesto Carlos Otahal, María Ilda Delgadillo de San
Emeterio,
César
San
Emeterio,
Juan
Carlos
Guarino,
María
Elena Varela de Guarino, María del Carmen Barros de Zaffora,
Roberto Omar Zaffora, María de las Mercedes Hourquebié de
Francese, Bonifacia del Carmen Díaz, Elvira Rosa Díaz, Elena
Arce, Nora Livia Formiga, Olga Noemí Casado de Cugura, Laura
Estela
Carlotto,
Ricardo
Dakuyaku,
Jorge
Alberto
Martina,
Otilio Julio Pascua, Antonio Enrique Piovoso, Rubén Darío
Barrientos, Alberto Alfio Cavalié y Esteban Colman.
En cambio, como ya se explicó, se dictará su falta
de mérito en relación a los hechos vinculados con Teresa
Calderoni,
Viviana
Rodriguez
de
Roesler,
Carlos
Roesler,
María Susana Leiva de Bogliano, Guillermo Rubén Di Bastiano,
Rubén Eduardo Souto y Adriana Leonor Tasca.
XIII.
Análisis
de
la
autoría
y
participación
la
cual
correspondiente.
Al
sobre
resolver
delitos
detención
la
cometidos
“La
Cacha”
se
causa
dentro
5667/III,
del
tomaron
centro
ciertas
versaba
clandestino
pautas,
de
otrora
utilizadas en la causa 13/84 por la Cámara Federal porteña, a
fin de analizar las posiciones jerárquicas del conjunto de
imputados que habrían tenido responsabilidad sobre los hechos
investigados.
dominio
En
dicha
oportunidad
del
hecho
constituye
se
el
estableció
elemento
que:
“a)
principal
el
para
caracterizar al autor de un delito; b) partiendo de esa base,
en casos como el presente, ese dominio se ejerce sobre la
100
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
voluntad del ejecutor –dando lugar a la autoría mediata–; c)
para ello, debe realizarse en el marco de una estructura
organizada de poder; d) se caracteriza por la facilidad en el
reemplazo de un ejecutor frente a la negativa de éste a
concretar la acción –fungibilidad–.”
Tales lineamientos fueron ampliamente desarrollados
por este Tribunal al dictar resolución en la causa “Raffo” el
día 15 de marzo pasado y por la Sala Primera de la Cámara
Criminal y Correccional Federal
expedirse
en
s/procesamiento
las
causas
con
prisión
de la Capital
n°
36.873
Federal al
"Olivera
preventiva"
(reg.
Róvere
n°
55
del
9/2/06) y n° 37.079 “Crespi, Jorge y otros s/ procesamiento
con prisión preventiva” (reg. n° 429 del 17/5/06), donde se
atribuyó responsabilidad a los Jefes de Subzona y Jefes de
Área por los hechos ejecutados por sus subalternos en los
territorios que, por normas internas, se encontraban bajo su
control.
En ese sentido, al revisar la sentencia de la causa
13, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que
“...
los
superiores
conservan
el
dominio
de
los
acontecimientos a través de la utilización de una estructura
organizada
autores
de
poder,
mediatos
de
circunstancia
los
que
delitos
los
así
constituye
cometidos.
en
Son
características relevantes de esta forma de aparición de la
autoría
mediata,
discrecionalmente
el
el
dominio
sistema,
que
no
posee
ya
sobre
quien
una
maneja
voluntad
concreta, sino sobre una voluntad indeterminada puesto que,
cualquiera sea el ejecutor de la orden delictiva, el hecho se
producirá.
Ello
así,
toda
vez
que,
otra
de
las
notas
salientes de esta forma de autoría es la fungibilidad del
ejecutor, quien no opera individualmente, sino como engranaje
dentro del sistema, bastándole al autor con controlar los
resortes de la estructura pues, aun cuando alguno de los
ejecutores
eluda
la
tarea,
será
reemplazado
en
forma
inmediata por otro, que la efectuará. Esta concepción de la
101
autoría mediata es plenamente aplicable a la causa, ya que la
estructura jerárquica de la institución militar posibilita, a
quien se encuentra en su vértice, la utilización de todo o
parte de las fuerzas bajo su mando, en la comisión de hechos
ilícitos...” (Fallos: 309:1689, considerando 15 del voto de
los
Ministros
Enrique
Santiago
Petracchi
y
Jorge
Antonio
Bacqué).
Al tratar las situaciones de Reinaldo Tabernero,
Rodolfo
Miguel
Aníbal
Osvaldo
Campos,
Rodolfo
Etchecolatz
y
Alejandro
Alberto
González
Rousse
en
Conti,
la
causa
“Raffo” señalada anteriormente, esta Sala entendió que debían
responder
como
autores
mediatos
de
los
hechos.
A
tal
conclusión se arribó al considerar la relación que tuvieron
con los sucesos dada su posición jerárquica en ese momento:
se trataba de coroneles que se desempeñaron como jefes y
subjefes de la policía de la provincia, un Comisario General
y
el
entonces
Director
General
de
Investigaciones
de
la
policía provincial, respecto de los cuales se determinó que
no habían presenciado ni tenido –a excepción de algunos casos
puntuales– participación directa en los hechos.
Justamente, el caso que nos ocupa encuadra en tales
lineamientos. Nótese que Isaac Crespín Miranda, no habría
participado –al menos en lo que pudo demostrarse hasta aquí–
en la ejecución directa de ninguno de los hechos por los que
se lo intimó en
esta causa, con lo cual se
descarta la
autoría directa en torno a ellos.
Sin embargo se pudo demostrar que Miranda estaba al
servicio
de
los
requerimientos
del
Destacamento
101
del
Ejército Argentino, ello, en virtud de lo que razonablemente
se desprende de las notas de agradecimiento que desde dicha
dependencia,
mencionadas.
enviaron
Dicho
al
Servicio
destacamento
–al
Correccional
mismo
tiempo–
antes
estaba
subordinado a las órdenes que provenían de la Jefatura II de
Inteligencia
Ejército,
(E.M.G.E.)
debiendo,
y
del
además,
102
Comando
obedecer
del
I
las
Cuerpo
del
directivas
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
impartidas, a grandes rasgos, por los superiores de alguna de
las Fuerzas Armadas o –más precisamente– de la Junta Militar
que gobernaba en el momento.
Además, se ha podido probar que el encartado se
encontraba en una posición jerárquica superior a la de Héctor
Raúl Acuña, cuya situación procesal se examinó en la causa
5667/III, y como se indicó ut supra, habría formado parte del
grupo de “torturadores” del centro clandestino “La Cacha” y
del grupo de tareas que efectuaba secuestros y traslados.
Ello,
respondía
a
en
los
definitiva,
requerimientos
indica
que
efectuados
el
por
encausado
instancias
superiores, ordenando a su vez la concreción de los mismos,
al menos, a uno de sus dependientes, a quien supervisaba y
calificaba.
Este esquema, si bien precario, muestra cómo las
responsabilidades
y
las
jerarquías,
estaban
distribuidas
escalonadamente. Esta característica, sin embargo, no obsta a
la utilización
de la categoría
de “autoría
mediata” para
graduar la participación de Miranda. Justamente, Claus Roxin
ha
planteado
esta
situación
como
uno
de
los
problemas
concretos de este tipo de autoría, y concluyó que “... quien
es
empleado
lugar,
de
en
una
manera
maquinaria
tal
que
organizativa
puede
impartir
en
cualquier
órdenes
a
subordinados, es autor mediato en virtud del dominio de la
voluntad que le corresponde si utiliza sus competencias para
que se cometan acciones punibles. Que lo haga por propia
iniciativa o en interés de instancias superiores y a órdenes
suyas es irrelevante, pues para su autoría lo único decisivo
es la circunstancia de que puede dirigir la parte de la
organización que le está subordinada sin tener que dejar a
criterio de otros la realización del delito...” (cfr. del
autor citado, Autoría y dominio del hecho en Derecho Penal
Séptima edición, Madrid, Marcial Pons, año 2000, § 24.V.1).
Teniendo
en
cuenta
lo
examinado
hasta
aquí,
corresponde que Isaac Crespín Miranda responda como autor
103
mediato de los delitos que se le atribuyen.
XIV. Prisión Preventiva
Como
calidad
de
se
autor
vio,
al
mediato,
imputado
diversos
se
le
hechos
atribuyen,
de
en
privaciones
ilegítimas de la libertad y aplicación de tormentos.
De tal modo, teniendo en cuenta las calificaciones
legales y la reiteración de los sucesos, que motivaría la
aplicación de las reglas del artículo 55 del Código, la pena
en expectativa, supera ampliamente el máximo de ocho años a
que hace referencia el primer supuesto que prevé el artículo
316 del Código Procesal Penal de la Nación (ver considerandos
XII y XIII de esta resolución).
1.
numerosos
Sin
embargo,
precedentes,
restricción
de
la
es
esta
libertad
menester
Sala
de
ha
una
destacar
que,
en
sostenido
que
la
durante
el
persona
transcurso de una investigación, debe estar precedida –más
allá
de
la
escala
penal
que
fija
el
delito
que
se
le
enrostra- de una valoración objetiva de las circunstancias
particulares del hecho
Una aplicación rígida y literal de las causales
prescriptas por los artículos 316 y 317 del Código Procesal
Penal de la Nación vedaría al juez de la posibilidad de
examinar las circunstancias concretas del caso para decidir
la procedencia o no de la excarcelación (véase Ottaviano,
Santiago,
“La
prisión
preventiva:
presupuestos
para
su
dictado y limitación temporal”, publicado en Los derechos
humanos en el proceso penal, coordinado por Luis M. García,
Ábaco,
Buenos
Aires,
2002,
capítulo
III,
p.
203
y
siguientes).
Este
argumento,
por
lo
demás,
concuerda
con
la
línea seguida por la jurisprudencia de distintos tribunales
nacionales,
que
sustancialmente
considera
que
las
reglas
establecidas en los arts. 316 y 317 del Código Procesal Penal
de la Nación no constituyen una presunción iure et de iure,
sino que deben interpretarse armónicamente con el principio
104
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
de inocencia (conf. Cámara Nacional de Casación Penal, Sala
III,
autos
sentencia
“Machieraldo,
del
Ana
22/12/2004,
Jurisprudencia
Penal
y
M.L.
s/
rec.
publicado
Procesal
29/04/05, p. 3). Destacándose
de
en
Penal”
casación”,
“Suplemento
(“La
de
Ley”)
del
asimismo que aún cuando la
imputación del nuevo delito pueda culminar en una pena de
efectivo encierro, esa sola circunstancia no permite dejar de
lado
el
examen
de
otros
elementos
del
juicio
que
pueden
posibilitar un mejor conocimiento de la existencia del riesgo
de la conocida “presunción de fuga” (conf. Cámara Nacional de
Casación Penal, Sala IV, autos “Beraja, Rubén E. y otros”,
sentencia
del
26/05/2005,
en
“La
Ley”
2005-F-610
o
“Jurisprudencia Argentina” 2005-III-712).
Sobre el punto en examen, la Sala III de la Cámara
Nacional de Casación Penal -apoyada en el informe 2/97 de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos- in re “Chabán,
Omar
Emir
s/recurso
de
casación”
sentencia
del
24-11-05,
destacó -con independencia de la solución que, por mayoría,
alcanzó- los principios que gobiernan la materia en cuestión,
a los que esta Sala se ha ajustado.
Todo lo expuesto evidencia que la gravedad de la
sanción
no
determinar
puede
si
el
ser
tomada
imputado
como
puede
la
única
transitar
pauta
el
para
proceso
en
libertad, sino que se impone evaluar todas las circunstancias
del
caso.
Porque
circunstancias,
admitir
o
a
se
precisamente,
emplazan
descartar
en
los
la
el
contexto
argumentos
existencia
justifique apartarse de la
de
de
que
una
dichas
llevan
razón
a
que
regla del respeto a la libertad
personal (conf. Gialdino, Rolando E., “La prisión preventiva
en el derecho internacional de los derechos humanos”, Revista
“Investigaciones” 3 [1999], Corte Suprema de Justicia de la
Nación, p. 667 y siguientes).
Para
posible
completar
morigeración
aplicación
de
tales
el
que
pautas
análisis
debe
como
105
cabe
hacerse
agregar
en
fundamento
torno
del
que
la
a
la
encierro
preventivo,
para
estar
acorde
a
las
exigencias
de
los
organismos internacionales -que en el ámbito nacional diera
lugar
a
la
sanción
de
la
ley
24.390
y
su
modificatoria
25.430- se ciñe a los casos en que su prolongación resulte de
una magnitud tal que, de acuerdo a las circunstancias del
caso concreto, lo haga aparecer como irrazonable. En otras
palabras
es
frente
necesario acudir
a
esa
hipótesis
temporal
a la valoración de otros
que
resulta
criterios para
evaluar la proporcionalidad de la extensión de la prisión
preventiva.
Más allá de la doctrina y jurisprudencia nacional e
internacional
en
que
la
Sala
ha
fundado
sus
anteriores
decisiones, el fallo plenario número 13 de la Cámara Nacional
de Casación Penal, emitido el pasado 30 de octubre de 2008 en
los
autos
“Díaz
inaplicabilidad
Bessone,
de
ley”,
Ramón
impone
la
G.
s/
recurso
observancia
de
de
los
parámetros en él establecidos.
La doctrina plenaria referida establece que: “(n)o
basta en materia de excarcelación o eximición de prisión para
su denegación la imposibilidad de futura condena de ejecución
condicional, o que pudiere corresponderle al imputado una
pena privativa de la libertad superior a ocho años (artículos
316 y 317 del C.P.P.N.), sino que deben valorarse en forma
conjunta con otros parámetros tales como los establecidos en
el
artículo
319
del
ordenamiento
ritual
a
los
fines
de
determinar la existencia de riesgo procesal”.
Asimismo,
esa
norma
-artículo
319-,
en
lo
sustancial que interesa, establece que puede restringirse el
beneficio,
pese
excarcelatorios
a
que
previstos
se
en
configuren
los
artículos
los
316
supuestos
y
317
si
existe una presunción fundada de que si se le concede la
libertad ambulatoria al imputado, éste intentará eludir la
acción de la justicia o entorpecerá la investigación.
En
consecuencia,
el
Tribunal
se
abocará,
seguidamente, a verificar si, en el caso del encartado, se
106
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
configuran esos supuestos.
2.
Antes
de
entrar
de
lleno
en
esa
labor
debe
dejarse en claro que la existencia de aquellos riesgos –de
que el imputado se fugue o entorpezca la investigación- debe
evaluarse conforme a las reglas de la sana crítica racional,
sin
que
ese
existencia,
análisis
pues
al
obligue
tratarse
a
de
tener
certeza
riesgos
son,
sobre
su
justamente,
posibles consecuencias futuras (en el caso, vinculadas a la
libertad durante el proceso penal).
3. La alta expectativa de pena que se cierne sobre
el encartado podría tomarse como una pauta para suponer que,
en libertad, intentará eludir la acción de la justicia.
Lo
señalado
precedentemente,
tiene
verdadera
consonancia con las circunstancias que rodearon la detención
del encausado. Justamente, en el acta que obra a fs. 485/487,
puede advertirse que Isaac Crespin Miranda, al momento de ser
identificado, exhibió a los agentes policiales, un DNI que
correspondería al ciudadano Eduardo Barria, (de quien además
portaba una tarjeta con la inscripción de Anses y un registro
de conducir) pretendiendo con ello, hacerse pasar por otra
persona. Luego de más de cuatro (4) horas, en las que estuvo
detenido por orden del Juez Subrogante del Juzgado Federal de
San Luis, el encausado, en forma espontánea, manifestó ser
Isaac Crespín Miranda.
Adviértase que la orden de detención ordenada por
el a quo fue dictada con fecha 8 de marzo del corriente año y
que la misma pudo concretarse 6 meses después, encontrándose
el imputado en la Ciudad de San Luis, cuando su domicilio se
encuentra
en
Beccar,
Provincia
de
Buenos
Aires,
y
en
circunstancias en las cuales Miranda actuó evasivamente para
evitar ser identificado durante un prolongado lapso, portando
documentación de otra persona.
En virtud de ello, resulta razonable inferir que el
imputado,
en
libertad,
pretenda
acción de la justicia.
107
eludir
u
obstaculizar
la
a. A esto debe sumarse que, como se pudo probar en
esta resolución, formó parte, desde el cargo y la función que
ocupó,
del
plan
sistemático
de
desaparición
de
personas
descripto, y que lo hizo amparado en la clandestinidad que,
más tarde, dificultó a la justicia la reconstrucción de los
hechos. Tal circunstancia permite afirmar que de no aplicarse
la
medida
cautelar
obstaculizada
la
privativa
obtención
de
de
libertad,
prueba
podría
que,
verse
pese
a
la
inminencia del debate oral, aún podría agregarse al sumario.
Es así que –es convicción del Tribunal- permitir la
libertad provisoria de aquellas personas respecto de las que
se
ha
obtenido
un
cierto
grado
de
probabilidad
sobre
su
participación en los hechos -extremo que pudo acreditarse en
los considerandos precedentes de esta resolución- y, por lo
tanto,
de
quienes
mecanismos
se
presume
clandestinos
investigados,
pondría
en
que
que
conocieron
rodearon
riesgo
el
a
ligero
los
avance
aquellos
sucesos
de
las
actuaciones.
Demostrativo de lo que se expone resulta el hecho
de que el juzgamiento de varios de los sucesos perpetrados en
el marco del plan sistemático de represión trazado por las
Fuerzas Armadas –efectuado en unos casos; en trámite en otros
y con fecha a determinarse para su juicio público, en otrosordenado
debido
mediante
decisiones
complementarse
con
firmes
un
de
sistema
este
de
Tribunal,
ha
protección
de
testigos, nacido del creciente reclamo de seguridad de las
víctimas y sus familiares.
b.
Por
otra
parte,
resulta
importante
señalar,
siguiendo la jurisprudencia sentada por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, que en casos como los que aquí se
ventilan,
donde
al
imputado
se
le
atribuyen
delitos
calificados como de “lesa humanidad”, se ve comprometida la
responsabilidad internacional del Estado argentino, que debe
garantizar
el
características,
juzgamiento
de
acuerdo
de
todos
con
108
el
los
hechos
derecho
de
esas
internacional.
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
Como consecuencia, autorizar la libertad del imputado, con la
consiguiente posibilidad de que se sustraiga a la acción de
la
justicia,
compromisos
pone
de
inmediatamente
la
Nación
(ver
en
en
riesgo
ese
aquellos
sentido
causa
V.261.XLV., fallo del 14 de septiembre de 2010, con remisión
al dictamen del Procurado Fiscal).
c.
La
consideración
de
la
naturaleza
y
magnitud de los hechos que se juzgan –por último- tampoco
pueden
pasar
inadvertidos.
La
jurisprudencia
de
los
tribunales internacionales –cuya influencia está claramente
reflejada en las sentencias de la Corte Suprema de Justicia
de
la
Nación
que
han
resuelto
puntos
vinculados
con
los
procesos penales por la comisión de delitos considerados de
lesa
humanidad-
consagra
esta
se
ha
orientado
decisión.
pronunciamientos
de
la
en
el
mismo
sentido
Así,
puede
constatarse
Corte
Penal
Internacional
en
y
que
los
el
Tribunal Internacional Penal para Rwanda, que han desechado
como elementos determinantes para acceder a la excarcelación
de
quiénes
voluntaria
detención
han
sido
imputados
presentación
preventiva
de
(“The
los
de
delitos
imputados
Prosecutor
semejantes,
o
v.
el
tiempo
Thomas
la
de
Lubanga
Dilo”, sentencia del 21-10-2008 y “The Prosecutor v. Casimir
Bizimungu
et
al.”,
Sala
II,
sentencia
del
4-11-2002,
respectivamente).
4. Por otra parte, a criterio de esta Alzada, el
riesgo procesal acreditado a lo largo de estos considerandos,
no puede ser neutralizado por una medida menos lesiva que la
dispuesta por el instructor, inclusive aquellas previstas en
los arts. 321, 322 y 324 del C.P.P.N. –debe recordarse que se
encuentra
en
trámite
ante
esta
Sala,
un
incidente
de
excarcelación intentado a favor del encausado-.
5. Por lo expuesto en este apartado y en armonía
con las pautas
doctrina
establecidas en
analizada,
se
las normas,
mantendrá
la
prisión
dispuesta en relación a Isaac Crespín Miranda.
109
precedentes y
preventiva
XV. Embargo.
En
primer
consideraciones
lugar,
conviene
efectuar
generales en torno a la
algunas
naturaleza de la
cautela y los elementos que deben tenerse en cuenta para
determinarla. Así, cabe recordar lo dicho por esta Sala en
cuanto
a
que
se
trata
de
“…una
garantía
de
naturaleza
económica cuya cantidad debe ser suficiente para asegurar el
cumplimiento de la pena pecuniaria, de la condena civil y las
costas del proceso…” (ver causa n° 3217 “R.M.R.”, rta. el 1205-05, y, en igual sentido, de la Sala I de la C.C.C.F.,
causa
n°
33.306
“Montone,
Alejandro
s/nulidad”,
rta.
el
6/9/01, reg n° 758 y causa n° 29.904 “Zacharzenia”, rta. el
13/11/97, reg. n° 961).
En rigor, estas pautas son las mismas que establece
el artículo 518 del Código Procesal Penal al tratar el tema
del embargo.
Es
interesante
destacar
que
si
bien
estas
tres
categorías normativas le otorgan al juez un amplio -aunque no
absoluto- marco discrecional para ponderar el monto que en
definitiva correspondería, en la medida en que no establecen
topes pecuniarios específicos, los límites a la imposición
arbitraria de la medida están marcados por: a) el artículo 17
de la Constitución Nacional que establece que “… la propiedad
es inviolable, y ningún habitante de la nación puede ser
privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley…”
y b) la necesidad de que sea acompañada del dictado de un
auto de procesamiento o, de ser anterior a éste, que esté
justificada
por
peligro
en
la
demora,
circunstancias
que
indican que sin una imputación verosímil no sería posible el
dictado
de
la
medida
(así
como
tampoco
sería
posible
el
dictado de un procesamiento, por ejemplo).
De esto se desprende la exigencia de que el monto
que debe fijar el juez sea suficiente para garantizar todos
los rubros que se incluyen en la norma y que esa decisión
derive
del
análisis
entre
esos
110
rubros
y
los
diferentes
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
elementos objetivos de cada caso.
No
obstante,
el
artículo
518
establece
un
piso
pecuniario para la determinación del embargo. Nótese, que
dentro
de
las
costas
del
valoración
que
establece
proceso,
primer
norma,
incluye
la
elemento
de
la
de
tasa
justicia, los honorarios devengados por los abogados y los
demás gastos originados en la tramitación de la causa (ver
artículo 533 del Código Procesal Penal).
En relación con
esto, la
Acordada 498/91 de
la
Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció el monto de
la tasa de justicia en la suma de sesenta y nueve pesos con
sesenta y siete centavos ($69,67), de modo que éste será el
embargo en una hipótesis de mínima, es decir, en un caso en
el
que
se
eventuales
cuente
con
reparaciones
asistencia
civiles
y
oficial,
el
delito
no
existan
imputado
no
prevea pena de multa.
A partir de esto, pueden presentarse una serie de
casos
que
ellos,
elevarán
puede
el
monto
resultar
que
del
la
embargo
causa
a
sea
trabar.
Entre
susceptible
de
apreciación pecuniaria. En tal caso, el artículo 2 de la ley
23.898 establece que la tasa de justicia se calculará sobre
el tres por ciento (3 %) del valor del objeto litigioso.
Otra
circunstancia
podría
ser
la
existencia
de
abogados particulares. Al respecto, la ley 21.839 -modificada
por ley 24.432- establece un piso de mil pesos ($1.000) para
los
honorarios
en
procesos
ponderación
del
monto
determinada
por
la
criminales,
definitivo
actuación
de
del
de
modo
éstos
abogado,
que
deberá
el
la
estar
tiempo
de
duración del proceso, la cantidad de hechos investigados y
otras
circunstancias
objetivas
que
impongan
alejarse
o
acercarse del mínimo establecido legalmente.
Asimismo,
hay
que
tener
presente
que
la
ley
señalada dispone, en sus artículos 37 y 45, que a fin de
regular
honorarios,
los
procesos
penales
se
considerarán
divididos en tres etapas: la inicial, hasta el dictado de un
111
auto de sobreseimiento o prisión preventiva (equiparable al
de procesamiento del código actual); una segunda etapa hasta
el traslado a la defensa con posterioridad al requerimiento
de elevación a juicio y la última etapa que culminará con el
dictado de una sentencia definitiva.
Un segundo elemento normativo habla de la previsión
de
pena
pecuniaria
para
el
delito
imputado,
extremo
que
permitiría al juez alejarse aún más del mínimo de 69,67 pesos
señalado
anteriormente.
corresponde
Para
apartarse,
particulares
de
determinar
habrá
cada
que
caso
en
valorar
que
qué
medida
circunstancias
permitan
suponer
aproximadamente qué multa podría corresponder.
En
tercer
reparaciones
civiles
imputado.
juzgador
Este
para
directamente
lugar,
que
elemento
separarse
de
la
corresponde
eventualmente
las
deba
cubrir
el
mayor
margen
al
le
otorgará
del
valor
mínimo,
de
personas
cantidad
un
tratar
pues
dependerá
legitimadas
a
solicitar resarcimientos, así como del carácter que tengan
los mismos. Es decir, la índole o la gravedad de lo que
debiera ser reparado.
Hay
cautelar
es
que
de
destacar,
naturaleza
asimismo,
provisional,
que
ya
esta
que
medida
sólo
está
dirigida a garantizar que se pueda cumplir un pago eventual,
de
modo
que
contingencias
puede
de
cada
reducirse
caso.
o
aumentarse
Además,
las
según
apreciaciones
las
en
torno al valor de los honorarios de los abogados o del monto
de una posible pena de multa, no constituyen en modo alguno
un juicio anticipado sobre la culpabilidad de los imputados
sino que, por el contrario, se realizan sobre la base de las
circunstancias
que
se
tienen
probadas
con
el
grado
de
la
causa
se
probabilidad que esta etapa del proceso exige.
Sumado
a
ello,
hay
que
notar
que
encuentra en una etapa decisiva de las que determina la ley
21.839
y
es
posible
presumir
que
el
proceso
avanzará
oportunamente hacia la segunda y, eventualmente, se llegará
112
Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
al dictado de una sentencia en un tribunal de juicio.
En lo que hace a las indemnizaciones civiles que
podrían proceder en caso de recaer condena, las presuntas
víctimas (o sus familiares) de los delitos imputados, podrán
iniciar las acciones civiles que correspondan a fin de lograr
el
resarcimiento
en
concepto
de
los
daños
y
perjuicios
derivados de tales hechos.
Siguiendo el razonamiento que se viene exponiendo,
y teniendo en cuenta la responsabilidad que le podría caber
al nombrado conforme al reproche que le hace esta Alzada, se
mantendrá el monto del embargo trabado por el a quo sobre los
bienes del encausado.
En
virtud
de
todo
lo
expuesto,
el
Tribunal
RESUELVE:
I. DECLARAR la NULIDAD PARCIAL de la indagatoria
que prestara Isaac Crespin Miranda, en lo relativo a los
hechos que damnificaron a Daniel Julio Di
Nubila, Susana
Beatriz Pegoraro Luca y Rodolfo Edgardo Varela, y de los
procesamientos
dictados
en
consecuencia
(artículos
167,
inciso 2, y 168 del Código Procesal Penal).
II. CONFIRMAR PARCIALMENTE el punto dispositivo II
de la resolución de fs. 31/450vta., en cuanto dispuso el
procesamiento con prisión preventiva de Isaac Crespin Miranda
por
considerarlo
“prima
facie”
autor
mediato
penalmente
responsable de los delitos de privación ilegal de la libertad
agravada
privación
mediar
por
mediar
ilegal
violencia
de
o
violencia
la
o
libertad
amenazas
y
amenazas
-37
doblemente
por
haber
hechos-,
agravada
estado
en
por
esa
condición por más de un mes -91 hechos-, e imposición de
tormentos -128 hechos-, en concurso real entre si, y trabó
embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cien mil
pesos ($ 100.000).
III. REVOCAR PARCIALMENTE el procesamiento de Isaac
Crespín
Miranda
y
DECLARAR
que
NO
EXISTE
MÉRITO
para
procesarlo ni sobreseerlo en orden a las privaciones ilegales
113
de la libertad y tormentos que habrían sufrido Adriana Leonor
Tasca, Viviana Rodriguez de Roesler, Carlos Roesler, Rubén
Eduardo
Souto,
Guillermo
Rubén
Di
Bastiano,
María
Susana
Leiva de Bogliano y Teresa Calderoni (artículo 309 del Código
Procesal Penal).
IV. DISPONER que el señor Juez de grado proceda del
modo
establecido
en
el
considerando
X
punto
3,
de
esta
resolución.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.Fdo: Carlos
A. Nogueira. Antonio Pacilio. Ante mi: Carlos M. Guerra.
Se
deja
constancia
que
el
Dr.
Vallefín
presente por hallarse en uso de licencia.
114
no
suscribe
la
Descargar