Tema 14

Anuncio
Tema 14
La literatura del siglo XIX
1. El Romanticismo.
Es un movimiento cultural y político que se inicia en la primera mitad del siglo XIX en Europa y
América.
- Implica una nueva forma de entender el mundo y la realidad en la que la razón, tan ensalzada en el
XVIII, no ocupará ya un lugar predominante, ya que –para el romántico- no ha conseguido solucionar
los problemas del hombre.
- El ser humano no es sólo razón: también posee sentimientos, ideales, fantasías, sueños… Y el
romántico deseará expresarlos con absoluta libertad, olvidándose de las reglas dieciochescas.
1.1) Características del Romanticismo.
A) Ruptura con el Neoclasicismo.
Neoclasicismo
Romanticismo
- La realidad era estable y obedecía
siempre a leyes de la naturaleza.
- La existencia es conflictiva, dinámica
y está en constante evolución.
- Se defiende un arte racional
sometido a reglas clásicas.
- El arte se concibe como intuición, pasión
y expresión de sentimientos.
- Gusto por la naturaleza armónica
y cerrada (jardines).
- Gusto por los paisajes agrestes y
embravecidos: mar, tormenta, ruinas, bosques.
B) Nueva concepción del individuo.
¾
¾
El yo se convierte en fuente y norma de creación en todas las artes.
Un yo que busca el conocimiento, el absoluto, un ideal imposible de alcanzar… de ahí que se
produzca un enfrentamiento abierto con la realidad, pudiendo acabar en suicidio.
¾ Se experimenta atracción por el misterio, por el más allá, por lo sobrenatural.
C) Búsqueda de una nueva realidad.
¾
Los románticos experimentan el desencanto ante la realidad que viven, imperfecta y prosaica, y
buscan un nuevo universo, diferente y acogedor, al que se llega a través de la fantasía.
¾ Esos nuevos mundos pueden situarse:
- en el pasado remoto (gusto por lo medieval);
- en lugares alejados y exóticos (Oriente, países mediterráneos para los románticos del
centro y norte de Europa);
- en el ámbito del inconsciente (el sueño, el misterio).
1.2) Temas románticos.
¾ Tendencia a expresar la intimidad. El poeta muestra sus sentimientos exaltados o melancólicos,
frecuentemente con tono pesimista.
1
¾ Exaltación de la libertad. El enfrentamiento con la sociedad deriva en un sentimiento de rebeldía
frente a las instituciones y valores establecidos.
¾
El estado de ánimo del escritor se refleja en los paisajes y escenarios de las obras, con
predilección por los espacios exóticos, los lugares nocturnos y la naturaleza salvaje.
¾
Nacionalismo. Frente a la tendencia evasiva hacia lo exótico, algunos autores buscan temas y
motivos en el pasado nacional, intentando encontrar las raíces del pueblo (de ahí surgirá el
costumbrismo).
¾
Temas filosóficos y políticos, como el sentido de la vida o el progreso.
1.3) La estética romántica.
La estética romántica se caracteriza, fundamentalmente, por tres rasgos.
¾
Originalidad. Se busca lo nuevo, aquello que no está sometido a reglas. Muchos autores no
quieren seguir ningún modelo estético previo.
¾
Experimentación. La búsqueda de la originalidad conduce a la experimentación, realizando
constantes innovaciones tanto en la forma como en el contenido.
¾
Efectismo. Se pretende impresionar y conmover, dirigiéndose directamente al sentimiento y no
a la razón.
2. El Romanticismo en España.
2.1) Marco histórico.
Primer tercio siglo XIX
- Régimen absolutista de Fernando VII.
- Persecución de los defensores del liberalismo, muchos intelectuales se exilian a Europa.
- Leves pinceladas de un romanticismo tradicional (defensor del pasado imperial y de la ideología
absolutista).
Segundo tercio siglo XIX
- Reinado de Isabel II.
- Comienza con la vuelta de los exiliados, lo que supone la eclosión definitiva del movimiento romántico.
- Romanticismo liberal, exaltado y defensor del progreso.
2.2) La lírica romántica.
En este siglo se recupera y renueva la lírica, que había sido un género poco cultivado en el siglo XVIII.
Se realizan innovaciones métricas (versos de nuevas medidas, combinaciones estróficas muy
variadas…) y se recurre de nuevo al romance, debido al interés por el pasado heroico.
1ª mitad de siglo.
- Romanticismo exaltado.
- Romances de José Zorrilla y del Duque de Rivas; canciones y poemas de Espronceda.
2ª mitad de siglo.
- Poesía más íntima y personal.
- Rosalía de Castro y Bécquer (para muchos, poeta postromántico).
2
2.2.1) José de Espronceda
Es el principal autor romántico español. Cultivó distintos géneros (poesía épica, novela histórica y
teatro), pero destacó por su producción lírica.
Publicó tres libros:
- Poesías, donde aparece la Canción del pirata.
- El estudiante de Salamanca. Poema narrativo de dos mil versos polimétricos que cuenta el amor entre
Félix de Montemar y Elvira. Tras una relación, Félix abandona a la dama, que se le aparece muerta una
noche. Félix la sigue, contempla su propia boda con el esqueleto de Elvira y, finalmente, muere.
- El Diablo mundo. Inconclusa, consta de más de ocho mil versos de estructura desordenada en los que
trata temas sociales, filosóficos y amorosos.
2.2.2) Gustavo Adolfo Bécquer.
Obra.
Su producción es breve, pero fundamental para la poesía contemporánea.
En prosa destacan sus Leyendas, colección de relatos de tema fantástico y ambientación romántica.
También cultivó el ensayo de temática literaria: en Cartas desde mi celda explica su concepción de la
creación poética.
Destaca especialmente por su producción lírica, en la que sobresale con su libro Rimas, publicado
póstumamente en 1871 con una organización temática realizada por los amigos del autor, que
estructuran así la obra:
- poemas teóricos sobre la poesía;
- amor esperanzado;
- amor angustiado;
- muerte, soledad, angustia nocturna.
Estilo: Posromanticismo o intimismo.
El estilo de Bécquer se aleja del Romanticismo pleno: busca un lenguaje más sencillo con el que
poder expresar su propia intimidad. Como Lope de Vega o García Lorca, Bécquer va a saber integrar lo
mejor de las tradiciones culta y popular.
En cuanto a su teoría poética, el poeta sevillano resulta innovador y participa del movimiento
simbolista que marca la modernidad poética en Europa. Para los simbolistas la poesía es algo extraño e
indescifrable. El poema es sólo un intento de sugerir la verdadera poesía, que se pierde al intentar
traducirla en palabras. De ahí que sea necesario recurrir al símbolo para llegar a insinuar el contenido
auténtico de la poesía.
Bécquer establece así correspondencia entre los elementos de la realidad y las emociones
íntimas. Llega a identificar en ocasiones a la mujer con la poesía (ambas son inalcanzables, misteriosas,
atrayentes…)
Significación.
La poética de Bécquer resulta muy innovadora, pues consigue revolucionar la forma de concebir
la poesía.
Rasgos de su lírica como el intimismo, el distanciamiento creativo, el empleo del símbolo, el
concepto de poesía como comunicación… lo han convertido en precursor de la lírica contemporánea. De
él recibirán influencias Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y la Generación del 27.
3
2.3) La prosa romántica.
La prosa de la primera mitad del siglo XIX supone una importante renovación en temas, formas y
subgéneros. Las líneas principales son tres:
a) Relato costumbrista. Piezas breves en las que se describen ambientes populares y los modos de
vida del siglo XIX: oficios, costumbres, fiestas, etc. Se produce una exaltación de lo autóctono,
a menudo en ambientes no burgueses. Destaca Mesonero Romanos y Larra, este último con una
gran carga crítica.
b) Novela histórica. Surge a imitación de Walter Scott, destacando en España Enrique Gil y
Carrasco con El señor de Bembibre, y Larra.
c) Artículos periodísticos. Destaca, de nuevo, la figura de Larra.
2.3.1) Mariano José de Larra.
Obra
Es el principal prosista del Romanticismo español. Entre sus obras destacan, sobre todo, una
gran colección de artículos periodísticos que firmó con el seudónimo de Fígaro.
Larra parte del subgénero del relato costumbrista pero lo supera: no se limita a describir, sino
que profundiza con sentido crítico en los males de España. Se plasmará aquí el choque entre la
mentalidad romántica y la realidad externa, prosaica e imperfecta, originando un gran pesimismo.
Temas
Cultivó la crítica política, atacando a los sectores tradicionales (absolutistas y carlistas).
Criticó también distintos aspectos como la ignorancia de los españoles, la falsedad de ciertas
relaciones familiares, la ineficacia de las administración pública…
También cultivó la crítica literaria y cultural, evolucionando desde los postulados neoclásicos
hasta los románticos.
Domina en sus escritos un sentimiento de insatisfacción, desacuerdo con el mundo, exaltación
del yo, la libertad, la naturaleza (acomodada a los estados de ánimo del escritor) y el pueblo y su pasado
histórico.
Estilo y trascendencia
- Destaca por su concisión y claridad y su facilidad para la sátira, la ironía y la caricatura. Abundan es
sus escritos rasgos estilísticos de raíz quevedesca.
- Hereda una tradición de crítica de los problemas de España, de tono pesimista, presente ya en
Cervantes, Quevedo o Cadalso, por lo que será uno de los maestros de la Generación del 98.
2.4) El teatro romántico.
En el siglo XIX se desarrollará de nuevo una polémica entre los partidarios de reformar el teatro del
XVIII y los defensores de un nuevo teatro mucho más libre, que toma la mayoría de sus características
de la comedia del Siglo de Oro:
9 Rechazo de las tres unidades (acción, espacio y tiempo).
9 Mezcla de lo trágico y de lo cómico.
9 Mezcla de prosa y verso (dentro de éste, polimetría y poliestrofismo).
9 Nuevas divisiones de las obras, en lugar de los tres actos.
9 Abandono del didactismo. No se busca adoctrinar, sino conmover.
9 Presencia de temas y ambientes típicamente románticos.
Se acude con frecuencia tanto a la historia como al teatro del Siglo de Oro: Don Juan Tenorio
se basa en El burlador de Sevilla.
9 Personajes en constante lucha con su entorno.
4
Destacan los siguientes autores y obras:
- Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas. Como pieza romántica que es, abundan los
sentimientos pero falla la construcción dramática.
- Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Es una versión de la obra de Tirso de Molina El burlador
de Sevilla.
3) El Realismo.
3.1) Marco histórico. Segunda mitad del siglo XIX.
- Revolución de 1868: Isabel II marcha al exilio.
- Breve reinado de Amadeo I de Saboya.
- Primera República (1873-74)
- Monarquía Alfonso XII (1875-1885)
- Regencia de María Cristina (madre de Alfonso XIII)
Socialmente:
- La burguesía capitalista se consolida y se vuelve políticamente conservadora.
- Surgen los movimientos obreros.
3.2) La Novela.
En la segunda mitad del siglo XIX va a destacar la narrativa, frente al género lírico y al
dramático. Podemos distinguir tres etapas en la evolución de la novela.
A) Prerrealismo.
Se escriben novelas de tesis, que parten de una visión maniquea de la realidad (sólo hay buenos
y malos), y realizan juicios de valor. Todo se subordina a la demostración de una idea que el autor
quiere defender, de ahí que pueda manipular la visión que ofrece de la realidad.
B) Realismo.
Es más objetivo y menos ejemplarizante. Ofrece una visión más amplia de la realidad, se aleja
del maniqueísmo y de los personajes paradigmáticos, las tesis y lecciones morales.
Frente a la importancia romántica del yo, el autor realista se “esconde” y fomenta la objetividad.
(Para Stendhal, la novela ha de ser como un espejo).
Los temas tratados reflejarán con detalle la sociedad del momento: política, proletariado, bajos
fondos, mundo rural, infidelidades conyugales, miseria de los pobres…
La técnica narrativa se caracteriza por:
- descripciones minuciosas;
- atención especial a la ambientación;
- uso del monólogo y del estilo indirecto libre para reflejar los pensamientos de los personajes;
- adecuación del estilo al rango social del personajes;
- digresiones morales y comentarios frecuentes de un escritor omnisciente.
C) Naturalismo.
Cercano al Realismo, consiste en una visión de los aspectos más sórdidos de la vida, una
expresión cruda de la realidad.
Trata de explicar al hombre por su fisiología y de interpretar el comportamiento humano como
producto de aquélla.
Es una literatura comprometida y progresista, que con frecuencia choca con los gustos del
público.
5
4) La narrativa española a partir de 1868.
Tras la revolución de 1868 la narrativa española va a experimentar una gran desarrollo gracias a un
grupo de autores que ha sido llamado “Generación del 68”: Galdós, Valera, Clarín, Blasco Ibáñez y
otros.
Todos ellos comparten las siguientes características generacionales.
1) Tienen una misma conciencia de clase y pensamiento similar: creen en el progreso y en la
educación (distinguiendo entre librepensadores y católicos).
2) Partiendo del Prerrealismo, evolucionan hacia el objetivismo realista, llegando a cultivar
algunos el Naturalismo.
3) Son optimistas en sus inicios, evolucionando después hacia el pesimismo.
4) Quieren describir y explicar el funcionamiento de la sociedad española.
5) Formalmente, el narrador (generalmente omnisciente) interfiere en la acción, moraliza y
sugiere al lector lo que debe pensar de los hechos y los personajes.
4.1) Benito Pérez Galdós.
Escribió cerca de cien novelas, que se pueden clasificar en tres grupos:
¾ Episodios Nacionales
Cinco series de diez novelas cada una en las que ofrece una visión novelada de la historia de
España en el siglo XIX, uniendo lo individual (novela) y lo social (historia).
¾ Primeras novelas.
Prerrealistas y realistas, son novelas de tesis como Doña Perfecta.
¾ Novelas españolas contemporáneas, en las que alcanza la plenitud.
A partir de 1880. Destacan Fortunata y Jacinta y Misericordia.
Se caracteriza por su evolución del Realismo al Naturalismo, de ahí sus profundos estudios psicológicos
y sociales, combinando la perfecta documentación con un estilo espontáneo y vivo.
4.2) Juan Valera.
Se caracteriza por su realismo moderado. Valera cuida la ambientación y la verosimilitud de los
personajes evitando por igual:
- los excesos fantasiosos o sentimentales de la novela romántica,
- los aspectos más desagradables de la realidad, empleando un toque esteticista e idealizador. (El
escritor debe mentir para consuelo de sus lectores)
Destaca, además, por el análisis psicológico de los personajes femeninos y por el rechazo a las novelas
de tesis (aunque en obras como Pepita Jiménez defienda la victoria de los deseos humanos frente a los
convencionalismos religiosos).
4.3) Leopoldo Alas, “Clarín”.
Destaca por sus dos únicas novelas (La Regenta y Su único hijo) y varios cuentos. En todas sus obras
manifiesta una actitud crítica hacia los defectos de la burguesía.
La Regenta
Emplea magistralmente la técnica del análisis psicológico aplicado a los personajes principales.
Historia: resumen p. 386.
Se divide en dos partes:
- los primeros quince capítulos son más descriptivos, profundizando en las contradicciones
internas de don Fermín y doña Ana;
- los quince capítulos finales son más narrativos.
6
Descargar