Año XX. Núm. 25. Madrid, 8 de julio de 1876

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BEL L AS ARTES.
(Cuadros, e s ta tu a s , monumentos
históricos > artísticos, etc.)
i A Rougivai. ! . por M. de Witlis, 1 1 2 y
I I3.
,\o\m W arner y si hija S ibila, pur F. Wybu rd, 97.
Agoadoi; de i.a Aliiamrra. por K. Audesdell.HH».
Alcázar de S evilla (Jardines del'i , 2 48.
salón prinrip.il del mismo, 208.
Anillo de i.o>Niiieum . en . por R. Waguer
(dos grabados), 2J4 y 2/U>
Anco triunfal de Alfonso V DE Aragón,
en Ñapóles, .‘101•
Bandeja ofrecida \ I>. E. Castelar ron el
Cuerdo he A rtilleiua. 2.‘12.
Buscadoras de vioi.et.a~, por F. Tli. Li\.
Puerta almenada de Xa i u , en Alcudia,
137.
Puerta del S ol. en Granada. I ¡8.
S anto di i. muelo Ul día ilel . por L. Leloir. 3VM» y 397.
S eñoras inglesas visitando á t \ v familia
arare , por Burgess, 29.
S epulcro de Doña Margarita de Lauria.
en el Puig, 121.
S epulcro del Príncipe Negro, en Canterb u r y . I 3.
Torre de la Vela, en la Albambra. 8 i.
Torre de los Picos, en la Albambra. 83.
Vicaría La', por M. Forluny, 324 y ¡23.
Viernes Un e n el Coliseo de Bom a . por
Amérigo. 12.
W a g n e r JUZGADO POR LOS i t a l i a n o s , por
Pietru Costa . I 32.
RETRATOS.
356.
Cantadora andaluza. porR. Madraza, .>í* i .
Casa donde nació el l’. F eajóo, en Casdemiro, 20o.
Castillo feudal, por A. .Muñoz Dcgrain,
280.
Castillo y torre de IIeideluerg, 88.
Catedral de Iti naos, ol.
Cenotafdj de Mariano Fortune, en Retís.
404.
Certamen de *L v Ilustración» Paz >/ tra­
bajo. por Comba y García, 40 y 11: Don
Alfonso es la Paz. por Padró. 296 y 297.
Claustrillos del monasterio v e las Huel­
gas, en Burgos. 333.
Claustro de la Catedral de Barcelona.
61.
Cortejo nupcial, por M. Durnud. 281.
Cristo yacente, por A. Vallmitjana, 17.
Criterio de verdad, por I. Iteuiés. 2o.
Descanso en la marcha El, por .1. Benllinre, 36.
Echando las carta-, por M. Olio Erdmami.
369.
Eduardo Bosai.es V en el aniversario de
su fallecimiento, por Pellieer. Mil.
Entierro oe S anta Inés El , bajo-relieve
de Bell ver, 409.
Escalera principal del I'alacio Beai. dk
Madrid, 336 y 337.
Escen a he los joyeros en el drama El Mer­
ca der de l'eneiia, por F. Bartli , 176 y
I 77.
Iglesia de l os Clérigos, en Oporto, 61.
Iglesia oe S anto Tomás en .Madrid (cuatro
grabados), 10(1 v Mil.
Isaiiei. de Inglaterra decretando la muer­
te ije María S itare, por A. Liczen-Mayer, 144.
Lectura interesante (Una), por M. Jadeaque. 408.
Medalla conmemoratia a de B. Waguer.
136.
Miguel Angel explicando Anatomía á sus
discípulos, por II. Urlaub, 160.
Monje capuchino en meditación, por U.
Lelunami, 340.
Monumento del siglo i he la era cristia­
na , pii Boma , 36.
.Monumento sepulcral destinado ai. poet a
Quintana, 408.
Moro de Tánger (Un . pop Forluny , ,12 2.
Palacio de S an Tei.mo, en Sevilla , 6 1.
Peinador de la Reina, en la Albambra, 8 1 .
Pintura mural en la casa de B. W ag.ner.
por B. Kuaus.se, 300.
Portada iie la Capilla Beai. de Granada.
237.
Portada principal un i.a Catedral de
Leos , 316.
PÓRTICO DEI. PALACIO STANGA , PII ClTinoiia,
128.
Primeras flores (Las), por A. Pepea, l ío.
Psiqi is
sorprendida y
A. Bossetli, 356.
A mor
Ardul-Hamid II, sultán de Turquía. 137.
Ardul-Kerim-Pai iia, ministro turco, 64.
Alcalá Gai.ia.no D. Antonio}, 364.
Antonelli Cardenal Giacouio .213.
<%
t=»
Arboleda D. Sergio , escritor colombia­
no, 2 76.
Baldomera La célebre . 520.
Barrio y F ernandez l> Mariano . Cardenal
arzobispo de Valencia. 332.
Bell General inglés Mr. John , 363.
Cantero D. Manuel . 392,
Ciia.nd.obdt Conde de), 3C5.
Civili 0.a Carolina , 4 t 6.
Conchita López y N'oguer , pianista. 33
Díaz D. Porfirio . jefe de la r e s o l u c i ó n me­
jicana. IOS.
Esmeralda Cervantes. 329.
E-tea abena D.'1 Concepción de , distingui­
da poetisa . 373.
F kyjúo y .Montenegro Bev. P. M. I). Fr. Je­
rónimo Benito!, 204.
Gabci y Bauzan allana D José , ministro de
Hacienda, 89.
Gasea I). Pedro de la , pacificador del Pe­
ni en l ;>48. 116.
Giiseppe F erraiu, senador y publicista
italiano, 36.
González Vic. il I). Francisco y el general
I). M. de Mendibuiio, escritores perua­
nos. 133.
Guanina y Nelson. 2 12 V 233.
Gayes > W iieeler, ramlidalos republica­
nos á la presidencia y a ieepre.-ideneiu de
los Estados-Unidos. 33.
Iiiañez I). Carlos de:, brigadier de Inge­
nieros, i 9.
Ignatieff , general ruso, 276.
Isabel d e Boriion y Borbon S. M la Reina
madre D.a;, 37.
J ohn Brigiit. miembro del Parlamento in­
glés, 209.
J ergón El Cabecilla), 40.7.
Lalla Bookii, ex-ieina de Tasmania , 168.
Manzankdo D. Juan Manuel} ,24 1.
María Victoria , duquesa de Aosta, 292.
Montúfar y Rivera D. Lorenzo), ministro
de Guatemala , 77.
Oltirid I>. Cristóbal . 32.
Panajot Hitoyv, jefe búlgaro, 93.
Perier (M. Casimir , 32.
I’irel I*. Eduardo Hipólito', 388.
Prado El general , presidente del Perú,
220.
Príncipes
de
S ervia : Milán y Xatiuli .a,
21.
Retes I). Francisco Luis) y Peiiez Eche­
n-aiiría I». Francisco ), autores dramáti­
cos . I37.
Rosas S aai aniego, 30 4.
S ai. da.mia v Di.iai ira J ii.iii Carlos), 308.
S alispury Marques de , 363.
enojado , por Tciieiinaikit, Nikoi.ik ii y 7. ai ii , generales
- servio.-, 37.
Telfi nneii i M. .L. constructor del Ierro- — Soldados turcos mutilados por los moncan il de Córdoba á Tucuman, 34 4.
tcnegrinos. 363.
Tilden Mr. Samuel .1. . candidato demó­ — Toma de KujascbesAval/ por los turcos,
crata , e le .. 137.
«24.
Wii.i.t am Tyaeed. defraudador de fondos — Tropas turcas en marcha, I
públicos en Ntteva-York, 2 13.
— Flemas y solías.— Pacha de W iddin re­
conociendo á los prisioneros, 20.
— Vista de Belgrado, 21.
REVISTA EXTRANJERA ILUSTRADA.
— Vista de Sin y r na, 77.
Africa. — Embarque de peregrinos maho­ Inglaterra. — Coronel inglés MTvcr y su
metanos en Tánger, 273.
regimiento, Iss.
— Sacrificios humanos en Dahomey , 164. — Establecimiento vinícola delosSres. Gil Alemania. — Gorilla ile.l Jardín Zoológico
bey, en Londres, 44 y 45.
de Berlín. 1 20.
— Gladstone refiriendo á sus electores los
— Perro.- premiados en la Exposición de
atropellos de los turcos en Bulgaria, I 73.
Dresde, l 65.
--T ripulantes del Aterí abriendo un canal
— W agner tocando al piano la música de
en el mar helado. 333.
Miein([oíd. 103.
— Tripulantes del Discuverij conduciendo
Bélgica y Holanda. — Edificio para la Ex­
un trineo con víveres, 289.
posición de Higiene, .30.
Italia.— Apuntes relativos á la peregrina­
— Esclusa en el canal de Amsterdam, 308.
ción de e-pañol es á Roma. 261 y 285.
— Procesión conmemorativa en Gante, 189. — Audiencia dada por el Papa á los rome­
ro? españoles, 264 y 265.
Chile, Perú , Buenos-Aires. — Apuntes de
un viaje popel Perú ‘sietegrabados 28. — Cañón Arm.-trongde I 00 toneladas, para
— Bolivia al Perú De . apuntes de viaje,
el Duilio. 309.
— Comunión de peregrinos en el altar de
133.
— Cabalgata histórica en Santiago, 337.
la Cátedra de San Pedro, en Boma, 257.
— Llegada de romeros españoles á Boma,
— Recuerdos de Buenos-Aires. 208 .
249T
China y S ia.m.— Pagoda en Siani. 229.
— Primer ferro-canil ernre Shanghai y — Papa El en la Silla gestatoria. 284.
Kungwan. t 33.
Rusi a.— De-lile de tropas en presencia del
czar Alejandro, 349.
Estados-Unidos. — Excavaciones submari­
— Partida de oficiales para la guerra de
nas hechas en Hell-Gale. 1 1>4.
— Explosión de las minas de Hell-Gnte,
Oriente, 188.
276,
— Inauguración de la estatua de Lafaveite.
VIST A S , ACTUALIDADES . TI FOS , ETC.
en Nueva-Vork . 220.
— Jefes de los indios Siou.v. I í I.
— Prisión de votantes ilegales en Xueva- Ajedrez Problemas de.. 16, 46. 102. 150,
) n rk , ,348.
1s 2. 215 , 270 , 3 1 9 , 399 y 146.
— Proce-ipu c í a ico-militar en Nueva-Vork. Alegoría del Invierno, por Comba, 413.
Alegoría del Otoño. 245.
109.
Exposición de Fu. adelei.a.—Clausura déla Alegoría del Verano, 09.
Exposición, 348.
, Al encierro!. por Perca . 181.
— Departamento indio y Sección del Bra­ Apertura de la Exposición de Guadalajasil , o.
r a . 268.
— Ejemplares premiados de ganado de cer­ Apertura de los Tribunales del Reino, 172.
da y lana. ¡03.
Apuntes de Fernando Póo, 361.
— tiran catarata en el pabellón de Máqui­ Apuntes de Madrid: del Otoño al luvierno. i t 2.
nas . 33.
— Mascarada popular, lo i.
\puntes relativos á la llegada de la Beina
madre á España , 68.
— Medalla concedida á los Expositores pre­
miados , 276.
Bendición de la bandera del batallón nú­
mero 26, expedicionario á Cuba, 169.
— Molinos de viento en el parque de Agri­
Capitulo de los caballeros de Carlos III, en
cultura . t i l .
Frangí a. — Congreso (le obreros en París, I la capilla del Real Palacio, 389.
236.
Casa de máquinas para elevar las aguas
etc.. 372.
— Exhumación de los restos mortales de
(.astillo del Castro, en Yigo. 213.
Bellini, 189.
— Gruta y santuario de Lourdes, 221.
Catástrofe en la ermita de San Andrés del
Culi. IOS.
— Máquinas y aparatos de llerman-Lacliapelle, Savalle, etc., 8U , 184. 2 1 G, 229, Ciego callejero, por Perca , 236.
Conducción de las aguas de Dos-Bius á
288, 360.
Barcelona . 373,
— Vista general del palacio y jardines para
la Exposición de París en 1878, :*I 2 y Crucero de vapor Jar ye Ju an , 147.
Descarrilamiento de un tren-correo en Tár313.
Guerra en Oriente. — Apuntes de la guer­ i rega, 4.
Desembarque de la Reina madre en San­
ra. 92, 1 1 6 , 1 1 7 , t ío y 173.
— Basiu-Bozouks incendiando una aldea
tander, 63.
Distribución de premios á los expositores,
en Bulgaria, 12 4.
en Guadalajara , 364.
— Batalla sobre el MoraAva . y conducción
Distribución de premios por acciones vir­
de heridos á Ahxinatz, 136.
tuosas, en Barcelona, 205.
— Cabezas mutiladas de prisioneros ser­
Explosión de municiones de artillería en
vios. 33.
el cuartel de San G il, 269.
— Destacamento de cosacos en marcha,
Exposición regional de León, 368.
363.
Fábrica de productos cerámicos en Barce­
— Embarque de tropas egipcias, 93.
lona, de los Sres. Maciá , 354.
— Evacuación de Alcxinatz por los paisa­
Festejos en memoria del P. Fcyjóo, en
nos sérvios, t 83.
Orense, 260.
— Fortaleza de Stolazt, 37.
— Fortalezas de Widdin, de Uslñlsa y de Festividad de Xoehe-Bucna (La), por Riudaveis, 28i y 285.
Sementina . 93.
Fragata blindada Sayunto, 125.
— Población fortificada de Niscli. 37.
— Salida del Príncipe Milán á campaña, 2 I. Fragata Frankltn y ¿/arca Carmen, 213.
H a la ! ¡Hala! — Los pescadores, por PelliCer, 352.
Honras fúnebres por la Duquesa de Aosta,
en San Isidro el Real, 305.
Inauguración de las Conferencias aeríco­
las. 343.
Inauguración de las obras para la cárcel de
jovenes. 32.
Incendio «leí teatro del Circo, 309.
Incendio del teatro de Lérida . 27o.
Incendio en la Ronda de Valencia. .">2.
Indios beneficiando abacá . 3.
Inundaciones en badajo/., Córdoba \ Sevi­
lla . 378. 380 \ 3 8 I.
Inundación en Gerona . 270.
Juicio y castigo del pasajera paire en el
paso de la Línea. 72 y 73.
Juntas de Vizcaya, en Bilbao, 244.
Lancha Manatí. 2 3 2.
Llegada de la Reina madre á Madrid. 217.
Madrid á Málaga De . por Pellieer. .31 7.
Málaga á Tánger De . por Pellieer. .341.
Monte de Piedad y Caja de Alio! ros de Ma­
drid. 197.
Muelle del puerto de Santa Cruz de Tene­
rife . 00.
Nuevo mercado del Hume interior del . en
Barcelona, 388.
M3>-
Obras públicas en Málaga : Plaza de Toros,
monumento á Espinel, é inauguración
de fuentes. 7(5.
Parque de Madrid (El), por Perea, 192
y 193.
Patio y galería de la Exposición tie Guada­
lajara. 209.
Pelando la pava , por Cuevas. 21 2.
Ramilletera La. por Perea. I 29.
Romeros españoles en la iglesia de la En­
carnación Madrid . 201.
Sacristía de la iglesia deJetafe, etc.. 132.
Segadoras de la campiña de Córdoba, 2 i.
Suerte de vara cu la Plaza de Toros de
Madrid, por Perea. 8 y 9.
Teatro de Tirso de Molina, en Las Pal­
mas, 60.
Tipos, por Rivera. Iti. I 13 y 200.
Traslación de los restos mortales de Ansel­
mo Clavé, etc., 2 i i.
Trenes de recreo (Los . por Pellieer, I so
Vendedor de ajos y cebollas, por Gil. 228
Vi>ta del Harne antiguo, en Barcelona,
332.
Vista de Oí ¡huela , 90.
Voluntarios cubanos en la manigua. 404.
~Sh
I M I IC E D E LO S A R T IC E L O S C IIX T E M D O S E X E S T E T U M O .
\ l o r e o n D. P de A .— Del suicidio, 7 . A
la Exorna. Sra. Raroue.-a de Cortes. 113:
El amanecer. 103. La cita soñada. 2 )1.
. l l e a l a G a l i a n o D. José . — La bija de!
poeta : A Blanca Espronceda. 31 v
it im e la D. José Antonio •—Ceremonia de
ceñirse el sable el Sultán de Turquía. 2(1.
■■arroti D. Eugenio . — Mejoras de .Ma­
drid . 194: Can.il de Aragón y Catalu­
ña, 307.
■Becerro D. Ricardo .— La Exposición re­
gional de Leon . 3 1U.
■So i-a o D. Jerónimo . — l ’n saludo á los
poetas reunidos en Valencia, I 13.
11 a s t i l l o D. Eduardo’ — ; Hoy sale... lio' !!.
2*2: La taurùtila, 335.
C'ninponiiior D. Hamon de . — llet'o y
Leandro. dolora. 179.
Castrini- D. Emilio .—Un pesimista. 38:
La quinta de Matamoros , 21 í.
C a s t r o D. Adolfo de . — Las dos almas.
233.
l ' a s t r o y S e r r a n o D. José . — Los docastillos, 8 2 ; Vicente, historia vulgar,
330.
C l i e v a l i e r M. M. .— La renovación délos
tratados de comercio, 1 i , 32 \ 43.
C o s t a D. Fernando — ¡ El bueno de Don
José!, 98; Se cortan, ponen y cambian
cabezas, á precios arreglados, lit i:
Aventuras de un muerto, 231 . El robo
de las Sabinas , 302.
C urtí* ( D. Leopoldo A de .— La frívola y
la modesta . soneto, 283.
D o n c e l y Orila/. D. Domingo ,— A For­
túnalo, oda . 238.
Ix sro iia r D. Alfredo:.—Cartas de Eiltnlellia . 7 . 2ti, 7o , 9Í . I 2i., 1 1 2 , 158, 4 90,
210. 222 , 246, 263, 278. 293, 310, 334
y 4 06 .
F s c o s u i-a D. Patricio de la — Recuer­
do' literarios : reminiscencias biográfi­
cas, 6 y 174.
F e r n a n d e z Iti-cmoii D. .lose . — Crà­
ni'a ¡jeneral. en todos los números.
F e rii ñutir/. D u ra I), iN-ar«" — , Tra- •Panel- D. Florencio^.— Ei retrato menos
f.iigar !, 2 3 1 ; El lia del mundo, 39 i.
conocido de Quevedo. 29* y 52 2.
F e r i i a n t l e z - G u e r r a D. Aureliano . — I . a u d e r e r L>. .!.•<«■ ,1. . — Planetas intraNuestros pensionados en li >u..i. 279.
mercuriale». 387.
F e r n a n d e z y Gonz ále z D. Modesto).— I.opez de l l e i l r a n n D. G. — El último
Don -Manuel Cantero. 3S6.
vastago de los indígenas de Tasmania,
F r o n t n u r a D. Carlos .— La calumnia. 93
166.
y 111.
I l a i l r n z o D. Pedro de .--E l ccnotalio «le
Fortunv, 4 07
G a r r í a C a d e n a D l'etvgrin . — Los li­
bros de poesía, 7 I y 173. Los teatros. lln i-lin e z de A 'elasro 1). E nseb io.—
200. 263. 294 y 334 : Bibliografía: Guia
Nuestros grabados, en todos los núme­
ile Madrid. 37 1.
ros.
G a r r id o y A rb o le d a s D. José . — Co­ D o n r e a l D. Julio . — Don Rodrigo en la
municado Lo» timbres de alarma;. 102.
horca, 22*. 230 y 267.
G a s s e i y A riim e D. Eduardo . —El ter­ .11 o n t e r o D. F. M. —Pedro de La Gasea,
cer estado. 211 .
1 I i.
G u i lla r a D. Manuel «le . — Monumentos l i o n ti D. .1. Genaro . — Noticias indus­
árabesdeGranada la Puerta del Sol. I 43.
triales, I I.
G o n z á l e z S e r r a n o D. U. . — Goethe: I l o r a y t a D. .Miguel).— El Padre l'eyjóo,
influencia de los viajes en su vida y en
206 y “2 33.
su» obras, 31 I, 338, 338. 370, 390 y A'nvarro D. Félix —Cremación é incine­
í 1 o.
ración de los cadáveres. 1 16 y 147.
G rill* D. \ntonio E. .—Al rio Piedra, 1 30; O s s o r i o y l í e r n a r d D. Manuel .— Apun­
te' teatrales, 179. 233 y 231.
A la niña Paulina Alarceli > Coniferas.
Ika
la c io D. Manuel del .-—La Caprichosa,
13o: En el album do la Marquesa de Eolleville. 193. A Renila Guijarro. 270.
130.
G lie li y A le re ad e r D J. .— Fortuuy, en l*a n i da y S a n l i n D. .bisé .— Las pildo­
ras españolas. 339. 371. 393 y 413.
el segundo aniversario de su muerte,
322.
I*cna y G o íii fl). Antonio;.— Música del
porvenir, 195: Lo que pasa en Real,
Gu ti er re /. I). Miguel — La fuente del
Avellali.». 99.
2 ¡7 : Una ópera española , 333.
I l a r m s e n s |). Alejandro . El reureso, Í V o n y Coulrera«* ( D. José . — Al con­
533 : Sálicos, í I 3.
quistador «le Auáhuac D. Hernando Cor­
Ilart/ en ln isi-ii D. Juan Eugeni'* .— Nota
tés. 411.
inédita á la edición fototipngráfiea «leí ■•ere/, de G u/m aii ( D. Juan — Al «Iesp o rtar, poesía , i 2 : Esmeralda Cervan­
(Jníjiile, 202 : Adicionó la nota al tjitijalu, publicada en el nñm. \i., 293.
tes, 33 4.
ll e r r a i i z I) Juan José — La última hoja, l* c re z E c h e v a rr ía D. Francisco,.—Juan
el Vigía . 2 39.
234.
■l i j a r y Ilari* D. Juan li. — Roberto y ■*erez. G a liló s D. R. — La Muía y el
Buey, 38 3.
Laura , poe-ía , 14.
I liirta d -i ID. A. . — El Encanto rulo, 14: ■•ozuela D. Juan de la .— Retrato de Isa­
bel , 270.
Advenimiento del espíritu, 3 8 ; Retes y
Echevarría. 10 2 : Madrigal, 238: Ecos ■•ico d e la l l i r a n d o l a . — Carlas pari­
sienses, 22, 10 8 , 130, 191 , 366 v 382.
vagos, 299.
I*rid a y P e la e z D Wenceslao de l.D —
Carolina Civil!, 114.
1‘ u ig g a ri D. José .— Nuevas observacio­
nes sobre la legitimidad del Centén Cphtf'íúvia. 31 \ 73.
O u ija d a lj D..I. .— Carta «le Marruecos, lo.
IC elna n. Manuel L — La música, 59.
■ leles D. Francisco Luis de . — Rodrieo.
320
IS o v illa D. Manuel de la . — Los últimos
amores de Lope «le Vega, 127.
ll o s a G o n z á le z ü. Juan d é la — Los
hijos de lo» pobres, 31.
lln iz D. Aureliano .—A Granada, 371
S a lv a n } I). Juan Tomás — 339.
S e g a d o C’am p oam oi- D. It. i— Diálogos
íntimos, 27.
S e l l a s D. .1. . — Una vuelta por la vida.
23 : El rincón de la casa. 54: La sombra
do la vida . t 30 : Inconstancia . 150 . En
tres álbum-, 17 9 ; Un cuento, 195.
S e p u lv e tla D. Ricardo . — La Culuza de l
Diabla. 23o y 254: El perro negro. 323.
S o r r a D. Narciso .— El mejor galan. 163,
A Cármeu Godiiiü, 286.
S im o n e t D. Francisco ,1. — Los cristiano»
«»pañoles pintados por lo» historiado!'e»
arábigo», 159 y 2 23.
T b eb iissem Cl hadar . — Mue.'lrario de
fábulas fabulosas, 55.
T rin -lia D. Antonio de .— El Caballero de
Ruja-. 162 y 178; El caslauo de Indias,
2 5 4 ; l'laviobriga y sus inmediaciones,
313 : Recuerdos. 414.
T ul»¡no D. Francisco M.).— El San Antanía de Morillo «lespues de restaurado,
39 y 39.
A a rio s a u to re s . — Gran establecimiento
vinícola en Londres, 46; Las Bellas A r­
tes, 62 : El Exciuo. Sr. D. Carlos lbañoz.
7 í : El paso «le la Línea , 78 ; Una Teoría
(por l'n emigrada., 95.
A id a r l (D. Luis .—Pensamiento», 30.
V iñ as y ll c z a D. Lin io .—Todo el mun­
do, 23 4.
^AMERICANA
*1
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Eu lo:- doma.' E.-'.-vlo- il? Am ine.'. fijan ci n
pesos fuorces.
iti.
ld,
s Srés. Agétttes
|-<A J FUSTIGACION
pequeños Estados independientes. pero sin fuerza ma­
terial. que no se espere de nosotros, ni se exija «pie lo
consintamos con peligro de nuestra unidad.
■ Justo ,
i n’mtca general, ñor T). J i w t'rrmiiulpB T-n nion. X iiw t o s pea*
Eos principes de Servia y Montenegro juegan un
ii.il.i-. |«>r V. - - lloon nlOílltflniricw: U u B É t o s c b i i ( ¡ir: u'tiI. i tx),|<<-r I'. I'iitrielo il" ln KaO'^UKi. afiliVmi>-'> ilo lu i:<piii‘ o1:i.
>.l tílbiir muy peligroso, si se considera los recelos del
n ilvl'li". por |>. r . A. ilv Alure-'n,- «■ •••«»- «!•- VtlaiU '.¡l-.i. por l'i. AU'n- l.i E-Austria acerca de la nueva nacionalidad que se bos­
eoli.ir.
i'nri.t dé M iirrin'i'i-, p o r.l. Vniñololj. Noilnin- inlu-triol.-s. i«>r
queja en el Oriente de Europa, con las ruinas del im­
I). .I.C n in m Minlti.
: Kt l'.nctinto roto, por I).
Iliir:.v ln : Unperio musulmán. Si -ou vencidos .sufrirán la ley inexo­
Ihtío y l.:iurn (luiiiueliin ilcl nlnnum ) . por 1>. itnnn II. I l i j n r j lluro.
rable de la guerra, aplicada por un enemigo cruel y
I .1 rai|i.\-.u'i-'ll iliil. o iln i'r r lo . p or ] i . M. l ino ulio r. S iio lln .
duramente provocado: si vencen, - se les permitirá au­
i . i:
l.:i ou - t i o n <lr n rio n n : T r o | t i ' I iiiv u * om lim ro'iu p n i;. lu fr o iimentar su territorio, agregando la Bosnia y la llerzei.T .t ifc- > . r v l a . l . i .• i n .- i r o f o i l. T . i n v i s i : l> -« *iirriliim l< iit> . H l i v n o t i>'u .lo lliiT .vli'llil . /jlr.o '0 ',:;i. e l MI .lo .1 utu<> lili lu lo, l 'ilD virllH '- M ir [ l.tiw
gmvinn a -lis oslados? Ha- probabilidades do buen éxi­
i i '..i-1 ■1111.- i«...
.... r.|s'-.. mi
i iui.'•.-i; i'i
to están en esta lucha ¡i favor de los cristianos, Bulga­
f ->ri t n. u to lili i • • i -ii el 11. •' i. l'ii ,ii .lo ! lio l'ii'i'n o ; l.ii - .e i'lu ii .lo' r .r .i - l m
ria se rebela contra el Sultán : en Moldavia y Bahiqnin
■ I M.OII llllll.lln p . 1.1) t .i - l:t ,.„ . |l lein u u l ; ^IH TlO lle Y u « l n i lu p lin .i
lllse
agita un partido fuerte y hostil Inicia Turquía: los
i . » ilo M:i-tMil. i n llm in
O. lim ilu l IV iv u i - f u v i. riiWM'ii r l e o li- n i .lo
griegos simpatizan con el movimiento, y el espíritu
II. innii 'l 'n p i I leí i'llil.lfo lio 11. I ' iu m o I. o . i ........ ............... ............... o . p ii'ln lililo * li lu l'v p o
belicoso que lia hecho desenvainar la espada al princi­
ie:.ui Vr: -íleo ,1o 'tu Iri 1 , Is M .i ; .ni1 rli.ir.. • Inulut• era) : S-puK Ju .lo
pe Milano se trasmite de aldea en aldea á millones
I. lu.ir.lo
(..il,- . el I’ r:uei|» Nou-ro. >ii !;i fu le lr.il. - Kiielol.'l'e'íiiu.
\irtlrcz.
de súbditos del combatido Murad Y . que continúa en­
M l-l.l.MI STO. — A p -ir .it o |.I0J>1;| I v ü 1 i r a ’• i
- ! :!¡io¡01» lie V i n o - . |.»ir
1.1cerrado en su palacio, ya enfermo, ya horrorizado pol­
lm - pro-,-11: 11 1. -. 1 1 -1. '. lo ui.vloo v'i'i'U i"iv-o e l l M r - A m m e i — vnri. -.
los hechos sangrientos ocurridos en su capital y el
-------------- --------------------------------------nublado que avanza por sus pueblos.
Constanlinopia ha pasado de una extraordinaria ani­
CRÓNICA GENERAL.
mación al más profundo desaliento, desde que contem­
Ha guerra tenu* el privilegio ilo atraer lu atención plo colgado de lil i plátano al asesino de m i s ministros,
general. disminuyendo el Ínteres de los ■doma* hechos y ha visto la razón con que el viejo partido turco se
ij.ui ve verifican cu el inundo. Todo parece in-iuniti- oponía, en Ínteres del islamismo y del califato, ¡i favo­
canto ante «_•! presentimiento de grandes catástrofes y recer ¡i los cristianos, cuya cansa os irreconciliable con
ruinas: l.i muerte de mi li*»iiiljro ilustro eomo Casimiro la suya. Xo confia en muchas de las tropas destinadas
Pei'iet': la ruptura del tratado de extradición de crimi­ a defender el territorio.
nales. entre luirla reirá y 1"' Estados-En ¡¡.los. propues­
En tanto los moutenegrinos avanzan, y Servia se
ta al Congreso de Washington por el presidente Urant: despuebla para alistarse en el ejército: magistrados.
hi cuestión que >o debate en I‘rusia, de >i el Monarca cm lidiantes, obreros abandonan los tribunales, la cá­
puele nombrar sus ministros fuera de las mayorías tedra y el taller para empuñar la- armas, y los nego­
parlamentaria«, duda extraña en un país monárquico, cio-:, Era trabajos y los estudios se lian suspendido hasta
fundada eti que el Soberano ignora >i dichos ministro- que se decida la suerte de la patria ; las damas sirven
tienen la confianza del ¡«ais. como si las Cámaras no en Lis ambulancias: hasta los ministro- han trocado la
tuviesen, para darlo á entender, el derecho de censura- cartera por la espada y el revólver; el territorio nació­
contra aquellos funcionarios; los temores de M 'jico me es un campamento; la guerra es eminentemente
sobre su futura riqueza, al ver la depreciación progre­ ] 'pnlar. Si la unanimidad de sentimientos produce en
siva de la plata en todos los mercados del mundo; el los pueblos magníficos resultados y engendra acciones
viaje misterioso de I*. Carlos de Borbon por aquella heroica*, se debe esperar mucho de una nación entu­
república y el Estado de California. con dirección á siasta que todo lo abandona para correr ni campo de
Piladelfia. rodeo inexplicable y peligroso por un país batalla.
tan alterado como Méjico, cuya guerra civil se prolon­
El telégrafo anuncia á la vez derrotas v victorias.
g a ; la agitación de Bulivia; la suspensión del ferro­ Xo e* posible fiarse del telégrafo cuestos momentos
carril que atravesando los Andes lia de unir el Atlán­ decisivos para bis dos pueblos que luchan; sólo se po­
tico con el Pacifico, v cuantos hechos encontramos en drá apreciar el verdadero estado de la guerra cuando
el corteo <i en los de-pachos telegráficos, todo parece la sil nación fui tira en que se coloquen sus ejércitos
do insoportable pequenez.
demuestre, cvicleu temen te la verdad. Aquí sólo llegan
Sólo la derrota de Es norte-americanos por los pieles- rumores lejanos é inciertos de encuentros favorable*
rojas. que lian dado muerte al general (’usier y a más para el que trasmite la noticia, de aldeas sa>picadas,
de 30!) soldados, excita algo el interes. lijando la aten­ de liun¡lias arruinadas que huyen, y de esos crímenes y
ción hacia Occidente, cu cuyos confines se lingo la horrores de que es teatro Ludo país azotado por la
imaginación tribus bárbaras lanzando gritos de triunfo guerra más cruel.
*
y ostentando sobre su cuerpo medio deslindo las .san­
#*
grientas cabellera - del general y sus tropas desdicha­
Confesamos «pie proferiríamos ver establecidos antes
das. Eos restos salvajes de la América prim itiva, sacu­
cu
Madrid barrios de obreros, cocinas económicas,
diendo d yugo de la civilización, protestan, en nombre
de lu independencia de los bosques, contra la indepen­ hospitales modelos y una inclusa, en buenas condicio­
dencia. de los pueblos, cuyo Centenario celebra aún la nes, (pie. casas magnificas do corrección. Creemos de­
gran República. A los rugidos de la locomotora, ve­ ber público más urgente acudir en su desgracia al
hículo de la pacifica industria, contestan á lo lejos los hombre honrado, (pie aliviar la situación del criminal;
aullidos del hombre-lobo que defiende sus cavernas ; y impedir (pie los buenos se pierdan, que salvar á los
con Ira la civilización que tala bosques para levantar culpables.
Elevándonos á la idea de la caridad, cuyo ancho pa­
ciudades, se presentan los que destruyen pueblos para
bellón acoge todas las desgracias, aplaudimos el noble
que la maleza y las fieras cubran sus escombros.
pensamiento ¡i que obedece la creación de un gran es­
tablecimiento de. corrección para jóvenes, cuyos traba­
Pero ustedes creen en los pieles rojas? nos pre­ jo- ve inaugurarán do un día á otro en esta córte.
gunta un escéptico.
Algunos escritores, leyendo en obras extranjeras des­
; Hombre! un hecho tan reciente....
cripciones de sus asilos, y comparándolos con el llama­
Ha especulación, replica, loma toda clase de for­ do patio de los di ¡eos en la cárcel del Saladero, sentían
mas : los cabellos humanos lian encarecido desde que más que la falta de aquéllos, vergüenza de que algún
las señoras llevan gorras de pelo como los antiguos viajero ilustrado viniese á estudiar en España el siste­
gastadores; los cabellos arrancados en el campo do lia- ma de corrección empicado para la juventud viciosa ó
talla los hemos de ver cu algún escaparate. No son prematuramente criminal. El Sr. I». Era no iseo Lastres
trofeos de guerra, sino objeto do comercio.
lio se contentó con lamen tur en sus discursos del Aleneo, al estudiar los sistemas penilelieiarios de los Kstu%
* #
<|os-t nidos y de Europa, la gran distancia á. que líos
¿(,'ué van a ganar Servia y Montenegro en esta bailamos sobre este punto de las demas ilaciones cultas.
lucha? preguntan algunos periódicos mis!ríanos: ni á. Nada podía hacer en lo que corresponde al poder pu­
Rusia ni á nuestro país Ies conviene la creación de una blico; pero sabia que la iniciativa particular lia creado
gran unción por e-o lado do Europa. Todo lo (pie no a-ilos como la Casa de Refugio de N ueva-York, para
paso de simpatías hacia los cristianos y deseo do que recoger jóvenes menores de veinte años, apartándolos
mejoren m i Minuci ai como súbditos de Turquía ó de del vicio, y haciendo de ellos hombres útiles y honruSUMARIO.
1
.1
.lo
X.” XXV
jSsPAÑOLA Y y^MERICANA.
d o s: los fundados en la misma ciudad hace veintitrés
años por Mr. Brace, (pie empezó con dos personas, y
ha llegado á dar oficio y colocación á más de ríS.ooo
jovenes ; la de niños católicos, que noció de un banque­
te . y fué un imstre agradable y delicadísimo; la do K¡ladelfia y la de Boston, ésta ultima notable, pues cada
uno de los acogidos inscribe en registros diarios la nota
de su conducta, y en los casos dudosos, ó cuando lia
ocurrido desorden, juzga á los culpables un tribunal de
sus mismos compañeros. El establecimiento inglés de
Red-I lili, en el Condado de Siirrcy. donde se educan
y corrigen los jóvenes condenados por los tribunales ó
enviados por sus padres, y se esl¡muían la aplicación y
honradez con premios en dinero. Eos pontones del Támesis, que convierten a los muchachos vagabundos en
excelentes marineros. Eos asilos Iraueeses. particular­
mente el de M itren • pequeño pueblo sin cerca, cuyos
acogidos viven divididos en familias, y cu las inunda­
ciones, incendios y catástrofes, son la Providencia de
los pueblos comarcanos por su arrojo y caridad.
El Sr. Eastres. asombrado de los frutos de lu caridad
individual en otros pueblos, calculó que en España da­
ría también algunos resultados: no se equivocó, y gra­
cias a sil fuerza de voluntad y vigorosa iniciativa, el
e.-tablecimiento do corrección tiene terrenos y recursos
para empezar ya sus trabajos. El Mr. Eastres ha hecho
un bien al pais ¡ poro al asociar á su pensamiento, con
enérgica constancia, a los ricos, á los publicistas y á los
hombres influyentes, lia perdido su nacionalidad; no
le reconocemos ])or español; nosotros concebimos una
idea, la escribimos en un papel, echamos una siesta, y
al despertar hablamos de otra cosa. Reciba nuestro
cumplido Mr. Lastres.
En casa de corrección. que despierta en nosotros la
id-a del co lig o , tiene en dicho señor mucho más mé­
rito. porque pertenece á la escuela filosófica que juzga
la pena un bien, y concede á los criminales el derecho
a la pena. El principio no es nuevo: algunos frailes se
habían anticipado á los filósofos, ludiendo que se que­
mase por caridad á los herejes, pues cuanto antes mu­
riesen. ni '-nos pecarían y.sufrirían menores tormentos
en la otra vida. Xo llegaron, sin embargo, á dar al
acto del castigo ese saborcillo agradable con que le
endulzan los peinadores alemanes: confesaban que ín
penitencia era una mortificación (pie producía el bien,
y distinguían el resultado de la causa, como la salud
(pie se logra por medio del cauterio es cosa buena, y
la dolorosa operación es en si misma detestable; tenien­
do ademas la contra de que el cauterio es siempre de
éxito dudoso, como la corrección no es siempre conse­
cuencia de la pena.
Pero, cu fin. siendo tan vagas las cuestiones de pa­
labras. bueno es, sin embargo, que convengan con nos­
otros los filósofos en lo principal: en (pie se debe cas­
tigar á los culpables. Es accesorio si lian de creer éstos
que el juez les lia fastidiado condenándoles, (i caer en
su* brazos llenos de gratitud y de ternura.
Elogiamos sinceramente el pensamiento del Sr. Las­
tres y le (hunos lu enhorabuena por el gran resultado
de su iniciativa y sus tareas. Sol'»quisiéramos que con­
signase en sus importantes trabajos, que España no
siempre ha carecido de establecimientos correccionales
para jóvenes: también los frailes habían pensado en
esa necesidad social, y los padres de familia (pie tenían
hijos incorregibles, los enviaban al convento de ios
Toninos en Sevilla. Es verdad (pie aquel estableci­
miento no tenía aspecto y condiciones de casa de pla­
cer, pero eso era natural de aquellos tiempos: boy, por
hacer todo agradable, plateamos las píldoras, explica­
mos balística en novelas, y damos colorete á los di­
funtos.
*
*
*
Llegará á ser ley un proyecto sometido al examen
del Congreso, fijando el tipo (pie deben satisfacerlas
Cornpañias por indemnización á los heridos y á las fa­
milias de los muertos en los accidentes que ocurran cu
los Irenes por defectos del servicio? Eos defensores de
las Empresas aseguran (pie dicha indemnización, arrui­
nando á los accionistas, durin. el Iriuufo sobre los tre­
nes al carromato y la galera: replican los adversarios
que esto sería un adelanto.
El proyecto del Sr. Fernandez (fadórniga obedece á
un pensamiento generoso, pero no creemos que sea ley,
por do* razones: 1.a, en el estado financiero de las
X.’ XXV
pA
I lustración
E spañola
y
yA, m e r i c a n a .
Compañías es irrealizable, y *2.\ aun siendo posible, las cumplen uno menos: con ose sistema se puede llegar
Compañías. im obstante ser a mínimas, tienen poderosa al siglo x v iii, pero minea al siglo xx.
Jo sé . F e r n a n d e z B u em o n .
personalidad. y el anónimo es el público.
A nuestro juicio el proyecto favorecería á las Empre­
sas. aumentando enormemente la circulación de viajeNUESTROS GRABAROS.
rus. Todos los jugadores de lotería desgraciados buscarian premios gordos en los trenes. Los malos casados
TROPAS TUKOAS EN MARCHA PARA LA FRONTERA
Imrian v ia ja rá sus mujeres, y los hombres cobrarian
•!>• si'vin.
viudedades. El suicidio perdería su condición de gra­
Xo es ol actual ejército de Turquía como aquel cuyo
tuito. y habría ipiien echase la zancadilla á un tren,
nervio principal eran los genizai'os. destruidos en |ó
para poner su pierna en la cuenta a una Compañia.
de Junio de is i’ii por el sultán Mahamad II. á causa
de su espíritu turbulento, y <n resistencia á las inno­
Una sociedad titulada Lu Hnirfirit proyocia intro­ vaciones europeas. Aquellos soldados conservaban su
ducir cu España los sentiros para casos de desgracias organización tradicional y lodo el ardor d e l fanatismo
cu los trenes. La indemnización es módica, lo cual musulmán : sin embargo, los geuizaros, poro ¡intes de
excluye la idea de diabólico y disimulado regocijo que su extinción, habían recibido uniformes, bayonetas y
podrían ocasionar ciertas catástrofes, si constituyesen fusiles, uo obstante su repugnancia, dóciles á la deci­
un negocio. En caso de muerte socorrerá con In.00.0 sión del m illa, que declaró no ser contraria la reforma
reales a las familias de los viajeros de lA : con ¡is.niin á las creencias mahometanas.
1 »ostruidos ios geuizaros, defensores ardientes del
a los de
y •js.ono ¡i los do
Tiene tipos más bajos,
según la gravedad de las heridas, y un servicio médi­ imperio, aunque súbditos con frecuencia rebeldes del
co organizado mi toda la extensión de las lineas férreas, Sultán reinante, que sustituían a su antojo cutre los
para auxiliar á los heridos ipic hayan comprado sus bi­ individuos de su familia, por la anchura d é la ley de
lletes. liemos preguntado cuánto costana el seguro en suco.'ion. el ejército turco adoptó la organización de
primera desde Madrid á Uarctdona, y nos dicen 'pie U europeos, si bien marchando detras de las (lemas
naciones, por el poco desarrollo de la instrucción en su
no llega á diez reales.
El 1 »¡rector interino. Sr. "Rebolledo, invitó á la pren­ país. La guerra última de Oriento, en «pie alternó y
sa para darle cuenta de su pensamiento: eorresponde- luchó con los mejores ejércitos de Europa, mejoró sus
m< s á sil galantería, declarando «pie será ú til. si como condicione' militares, debiendo casi todos sus actuales
esperárnoslo realiza con sujeción á su programa. <»ja­ adelantos ni sultán Abdul Medjid.
Las fuerzas que el imperio turco puede poner en pié
bí se determinase también á hacer seguros para robos
de guerra so calculan en iíoo.ih' i hombros, s¡ bien en
en diligencia y en poblado.
la situación actual de Turquía,.en que niegan obedien­
cia provincias importantes y la de- «vganizacion cunde
La bolsa ó la vida ; hé aquí la disyuntiva del vinjr-ro en las demas. será difícil completarle. El servicio es
por España : ó estrellarse en mi tren, ó ser robado en obligatorio y se determina por medio del sorteo; dura
diligencia.
veinte años, que corresponden cuatro al servicio acti­
La diligencia de Sevilla á UueTva, a «altada por gñ vo. seis ¡i la reserva y diez al cultivo de las tierras. Se
hombres armados, hace bendecir los ferro-carriles con compone de mahometanos y cristianos, si bien éstos en
sus descarrilamientos, sus emociones y sus choques; menor número. El soldado turco es dócil y valiente, y
el recuerdo de Tárrega suaviza el de Saulúear la Ma­ hasta ahora ningún cuerpo militar lia seguido el ejem­
yor. Xos vamos convenciendo de que no son las Em­ plo insurreccional que les dan cada dia nuevas provin­
presas, ni las autoridades, ni los empleados, ni siquie­ cias sublevadas. Los oficiales son extranjeros en gran
ra los ladrones.
parte ; uno de los coroneles os hermano, según nuestras
Es España.
noticias, del editor de uno de los periódicos más im­
m
• •
portantes de Londres.
Cobran sus haberes con muchos meses de retraso; su
Arderías os un empresario afortunado : mientras no
tenia novedades que ofrecer al público en su team», el alimento no is de los mejores, pero lo soportan con la
verano se detuvo ¡i gran distancia de .Madrid, para que resignación propia de su raza, guardando todo su ren­
la gente no abandonase las funciones de los líalo . cor pura el enemigo, á quien atacan con gran furia.
Cuando el verano ya im tuvo pretextos para prolongar Cuando vencen son crueles y cometen los mayores ex­
su ausencia, y entró sudando m nuestra villa, un éxi­ cesos.
Como se ve en nuestro grabado de la página prime­
to ruidoso atrajo otra vez al teatro de Arderin* o! pú­
blico (pie se lidia lauda los conciertos del Retiro y de­ ra. su actual uniforme es una copia del de los zuavos.
Tienen bandas de niú-iea excelentes, y el chinesco
mas espectáculos propios de la estación.
liamos <'arrion, (Mello y el maestro ( 'abullero han minea falta en ellas, haciendo la delicia del soldado.
Incluido á brazo partido con el mes de .lidio, obligán­
dole á darse, por vencido. Todos tres habían demostra­
do en obras de mayores pretensiones su talento, y en
la zarzuela humorística /.'/ .s/7//o (//"■ n'ntr han dado
pruebas de vivacidad de ingenio, gracia intencionada
y conocimiento de la escena. La zarzuela ha gastado
extraordinariamente á las señoras. Asomar la cabeza
por el siglo x.\ sin moverse del año 1*7»;, viajar por
el porvenir sin arrugarse el rostro, y adelantar cien
años sin tener más edad de la que so representa, es
para halagar á las gentes, sobre todo en tiempo de rá­
pidas carreras, y en que v iviendo en el año ya citado,
estamos gastando las rentas de una generación que no
ha nacido todavía.
La zarzuela respondo á una necesidad actual de
nuestro espíritu: si no hay distancias entre los pueblos
más lejanos, ¿podía tolerarse que mediasen cien años
entre LsTtl y
y fuera preciso recorrer esc siglo
en galera como liaeian los antiguos? Los autores de la
zarzuela, recordando (pie Fernando V il suprimió el
tiempo en mi decreto, declarándolo nulo y como si no
hubiera existido, lian seguido el ejemplo, cortando cien
años al porvenir; uno y otros lian realizado una aspi­
ración nacional; matar el tiempo. V á la verdad (pie
se mata agradablemente oyendo la zarzuela.
— ¿C ree Y. que se podría una conservar cien años
para llegar á esa lecha? decía una señora á un pollo.
— Xo lo creo: mi madre tiene cu el padrón dos años
monos que y o ; conozco varias señoras que cada año
LA CATÁSTROFE HE TA RREO A.
OH¡oí".
Sel nvn-ciirreii il- Riu'ootiiin ñ /oraporai, d 2 1 ,la ¡Junio
Y id lm u s ■ !*• lu i-alu-tr->fVi, il<'i»Mll¡ula* cu d llu sp ltij Muiüdivul
■le Tunvr.1 (|nkc. I).
Toda descripción seria pálida ante la representación
material de los destrozos ocasionados por la catástro­
fe. Aquel montón informe de trozos de hierro y de
madera, por donde asoman cuerpos humanos desfigu­
rados é> deshechos, eran minutos antes los coches de
la Empresa, llenos do pacíficos viajeros, á quienes es­
peraban gozosas sus familias, ó por cuya ausencia (piedaban intranquilas. Le falta al cuadro, sin embargo, lo
que las artes del dibujo no pueden expresar, los gritos
angustiosos del llorido oprimido por el peso de mi enor­
me trozo de wagón ; el llanto del que Imsca á un ami­
go entre aquellos escombros hacinados, el pedir socor­
ro de unos y otros, las exclamaciones de horror, y los
quejidos de todos al encontrarse sin socorro, lejos de
poblado, en aquella dolorosu situación, cuya angustia
subió de punto al estallar una tormenta sobre aquel
campo de desolación, que era im olivar.
Algunos coches cayeron desde mi elevado terraplén,
siendo lanzados á gran distancia algunos viajeros: en­
tre los heridos de mayor gravedad había mía mujer
embarazada, cuyo marido había muerto en la catástro­
fe, y la cual falleció al dia siguiente: durante mucho
tiempo no pudieron ser socorridos los heridos, algunos
de los cuales se hubieran salvado tal vez auxiliados á
tiempo.
Copiamos la lu ta de los viajeros muertos y heridos
omitiendo los contusos, que fueron más de veinte.
lié aquí la tristísima relación :
«M urrios: Miguel Andrea, de Fogon. provincia,
de Zaragoza.- Felipe Mi rau. se ignora >11 <!<ínicilio.Amires M artin, de Rueda.— Antonio Ful.il y Cortés,
se ignora su domicilio.— losé Felip, de Tárrega.— lo- •
Mortaus, se ignora >u domicilio. .Tosí- Fruyas, de (Me­
s a .- Juan Scali, de Yilhmueva de Moya.— Francisco
Codina, d e Yalllbgomi.— ILmigio (Vaia, de R uchos
Aires. Rafael Fuig y O liv e ra s .s e ignora su domici­
lio.- José Fonons. se ignora su domicilio.
Ademas un hombre y una mujer cuya personalidad
no ha podido ideili i Mearse.
H<ritto* : Tomás Villnvicja, herido gravo. Fran­
cisco Mateo, id. Félix Rial. leve, .fosé1 Valle, gra­
ve.- .1 osé (¡ra n a , id.- I.uis Xogre. id. Joaquín Ma­
ndi, leve.— Isidro Forta, grave.— José Yergés. id.—
Jaim e Uotoy. leve.— Rosa Frauda . grave. Antonia
Moix. leve.- Rosa Vidal, gravo. Ramón Duran, id.Ranión Ande ve. leve.— Miguel Maraño, grave.— Fran­
cisco Cotlony. id., y José Roca, leve. Se ignora el do­
micilio de estos heridos.»
ISLA S F IL I P IN A S. — INDIOS HES EFICTA SUJO « A HACA ».
EX
C A M A R IN E S
S i R.
La planta abw 'i, exclusiva del suelo filipino, es una
de las que más estiman los cultivadores en nuestro rico
archipiélago asiático, p irque produce su aprovecha­
miento. en el interior del país y por medi" de la expor­
tación. un ingreso anual d • cien millones de reales.
El grabado que damos en la pág. f>. copia de una
fotografia del natural que nos ha remitid • un antiguo
suseritor cu Camarines del Sur. representa á varios
trabajadores indios en el acto de beneficiar la plañía:
el de la izquierda corta la planta: el del centro, que
aparece sentado, separa la parte fibrosa, por medio do
un cuchillo, djn.nirn i l i hilo en <_•' lo ig n ¡ • téviie • d ■
los indígenas ; el d? la élite .dn limpia h hibra de li
carnosidad q u ? la c im idv.\ cupi? in 1 ■un i me'iill.i d •
hierro que está colocada al extremo de una palanca c m
movimiento vertical, y que descansa sol ire un sencillo
aparato do madera ; la m ujer, en fin . que se descubre
en el fondo, en segundo término, tiene el cargo de
preparar la frugal cunida de los trabajadores.
EXPOSICION’ HE F I L A D E L F I A .
El ilciviriiiuu’ iiM ¡n iin <•»
i'iiR-U.iii aul i
Una de sus mayores curiosidades consiste en la par­
te Sudoeste del edificio, donde se hallan o .locadas, en­
tre otros objetos antiguos p Tteiieeiontes ¡i la AmTica
primitiva, los árboles genealógicas de los indio;, que
representa nuestro grabado de la pág. .i, correspon­
diente ¡Has tribus que habitan en la vecindad del Fa­
cí tico entre el <>re ijou y Alasca. Parecená primera vis­
ta esos objetos Ídolos toscamente. labrados en madera,
pero no son sino árboles de familia, en que están ••-'•ri­
tos .simbólicamente los nombres de los ascendientes •>v
sus sucesores: suelen colocarse en los tejados ó fachu­
das de las casas.
Cuando un indio adopta un nombro á consecuencia
de una acción heroica, procura que sea el de mi ani­
mal que pueda reproducir mareando en sil brazo la
figura: los de X ootka, que son m is ilustrados, tallan
la figura en el tronco de un árbol, y como viven dedi­
cados á la pesca, suelen tomar nombres de peces con
frecuencia. Los tallados son de carácter prim itivo, y
para que se comprenda su significación, li¡•■monos cu
el tronco que está á la izquierda de nuestro dibujo: en
la parte inferior quisieron los indios imitar un oso que
tiene bajo sus garras una rana: esto parece indiearqii ■
un indio que usó el nombre modesto de ese anfibio,
tuvo por padre á otro, que por su fiereza mereció ser
conocido por el nombre terrorífico de el <>so.
LA SECCION I>E 11 IIR A SIL EN E l, MAINO RCILDINO.
El Brasil ha sido uno de los países (pm m is pronto
empezaron los trabajos de ¡ustalaeinn en Filadelli i, re­
sultando de ellos el hernioso pabellón qne lignra en el
segundo grabado de la pág. ó . y cuyo (Millennio expli­
cará á su tiempo nuestro diligente corresponsal en la
Exposición. El Emperador Fedro II ha visitado e| pa­
lacio donde se exhiben los producios de su culi, i y bien
gobernada nación, e! cual llama la atención por su ele­
gancia, cutre los (lernas pabellones del Main línildiag.
4
pA
] l u s t i \a c i o n , E s p a ñ o l a
y
^ A mericana
LA CATASTROFE DE '['ARRECA.
D E S K A U II 11.A Al r UNTO D E L T U E N - C O R U K O D E R A U C R E O N A Á Z A R A G O Z A , K L
I D E J U N I O ULTIM O .
Victimas Je la catástrofe depositadas eu el Hospital municipal de Tarrago.— (Gróipñs ilei natural, por D. 11. Maestro.)
X." XXV
X. XXV
|_,a
| l u s t p va c i o n
^Isp a ñ o l a
E X P O S IC IO N
DEPARTAMENTO INDIO E N E L PABELLO N D E L GOBIERNO,
y
A mericana.
D E F IE A D E LFT A.
LA SECCION D E L B R A S I L E N E L M A IN BU ILD IN G .
r;
pA
I lustración
L A F I E S T A ...... NACIONAL.
Ma-rtc
var.i cu til rinr.li <!*.' T-thí ilo MiilriE
L t multitud vocifera en palco«, grada1* y tendido?, insuhainl i ¡i iüí picadores j • un¿m* no acometen ni turo.
<|itr lia temli lo en la arena ¡i algunos i.-al>all<Uno de
los jinetes, sin alejarse mnelio de la barrera. espera pí­
en en mano al irritado anima!, cuya rasgada piel chorrea sanare: umliiste el loro, y el nítido hierro vuelven
clavarse en su costado, no sin «jtío hunda el interno en
las carnes del inofensivo enhallo, «pie e<m un ojo ven­
dadlo ■o] Vni a al jinete y paga sus torpezas, E l puMieo
aplaude y sillín ¡i la vez: la sature. río«ja la plaza: «leí
\¡entre d-l enhallo ote !in mui masa sangrienta, y el
animal pisotea con las herraduras mis propios intesti­
nos. Toda et>liip:t'ioM es desenliada : la embriaguez tle
la san,uto despierta el deseo de horribles é inesperadas
emociones: la juventud endurece su corazón ante tan
bárbaro espectáculo: y el toro (|tie detiende su vida
amenaza la . y el caballo que mueve por obedecer ¡i su
jin ete, son los tinieos .-eres rpic tienen razón en aquel
horrible espectáculo, que llaman sus alieionados tiesta
nacional, Tal es la escena que representa nuestro gra­
bad • de las páginas Ny ¡I.
r x vi
i
..] u
l u n e s en
iv. i Ir.. .',i- V . l'rAiit-:-
e l coli s eo d e doma .
Ai,,
j.ivm U ¡,. ,.n Li Kx|-.-iot«ii
t
111 cuadro que reproducimos en la p.;g. 1 ¿ . verdade­
ramente sentido, tiene uti sello de verdad local, que
llamó la atención de los inteligente*, y sobre iodo de los
qtte han visitado el coliseo de Ruma; tiene ademas
grandes condiciones de ejecución, y tranquila y consola­
dora poesía.
C A N T E E U tT .Y ( I N G L A T E R R A ),
sópale ¡ f 'le Eltsurilo de Oa L'-. el l'r ncive
y
nos, pues, la musa de los espectadores no iniciada en
los misterios de la época, pero guiada por su natural
instinto, atribútaselo todo á las sociedades secretas, y
es preciso confesar que pocas veces se engañaba, si al­
guna.
Crisis ministeriales, sesiones tormentosas en las f o r ­
tes. asonadas en las plazas. Tnnjitfas ¡i determinadas
personas, descubrimientos de conspiraciones, y hasta
el único, pero al cubo sangriento crimen de los mal
llamados políticos, entonces en Madrid cometido- el
nsc.-inaio en la cárcel de i 'oruna del cura de Tauuijnn
todo, absolutamente todo se les atribuía ét las socieda­
des secretas : los periódicos asi lo afirmaban. acusando
siempre los de la facción masónica á los comuneros, y
los papeles de estos ;i los masones, de cuanto malo se
hacia o de cuanto bueno, al respectivo juicio, dejaba
de hacerse.
Ser parte, pues, de alguna de aquellas poderosas
asociaciones y vestir el uniforme de milicianos nacio­
nales, parecí minos ¡i mis caros amigos y condiscípulos
y a mi circunstancias indispensables, ni mas ni menos
que la de fumar tabaco aun a costa de nuestros desdi­
chados estómagos, para sacudir los infantiles arreos y
poder, en lia . la toga viril vestirnos, l'ero corría en­
tóneos. para mi- stro deseo, perezoso el tiempo que. cu
stt curso, ahora en mi sentir veloz de sobra, ha hecho
ya del que esto escribe un viejo , y pnéstole en el triste
caso de poder exclamar, trovando a un gran poeta, res­
pecto :i los más. á casi todos los que con él fueron
niños ;
■■ El tienyo en su ínror ilt*vorü » t<>le-:
Yo ios v i-eivcef. ;Oh. couipaüer‘s .
r.iti—c.'ii el M'ti» -te l ñ " - ; a •W*?ati¿üii le
Thi vtipsirii :ilto satier g.«a!« d premio:
AL* \ot.-.
y l u í . -iHiruu?.;»;
l.’.fE"-1'
'
■
EncioloI’Kw a s — ( Yéa*e el epigrale, ]»ág. 1(J. )
F.
RECUERDOS LITERARIOS.
lt I O G lt Á F I C A S .
AlITICt'I.O IX.
l ’l'-Viigmii ].)« NHUi:iiitin>-.
Al term inaren mi articulo anterior el rápido bosque­
jo. que me lia parecido indispensable trazar, del estado
de España, en punto ¡i sociedades secretas, al llegar el
ai! >vigésimotereero de esto siglo, lie indicado ya que
i'l espectáculo á que necesariamente asistíamos; el ejem­
plo que en él se nos duba, y la atmósfera política que
respirábamos, no podían méiios, ¡i mi parecer, de in­
ducirnos á los adolescentes de aquella época, en ílliesi ras especiales condiciones colocados. ;i desear vivamen­
te im itaren el punto en cuestión ;i los hombros (pie en
primera linea entóneos figuraban. Rermil.asente com­
pletar ln explicación comenzada.
La villa, en Madrid al niétlos. durante aquello* tres
a ñ o s , líi,'- inda polil lea : eonsianle y bulliciosamente po­
lítico. Tanto ('» más que en el <¡alónele y en las Corles,
so disetilian los negocios del Estado en las sociedades
patrióticas, en los calés, en las calles, en las aulas, y
basta en el hogar doméstico; pero donde más se disen­
tían, resolviéndolo . por añadidura, frecuentemente en
diversos y opuestos sentidos, era cu las Logias de los
masones y en las Tunen de los comuneros» Los profa­
X." XXY
^Americana.
- O " i ui' r--. y uaipr.i Ir -•,'•"( 1 ).
cu ín eatclm l.
Respecto til interior de la catedral de Cniiterlmry no
nos dcteiulrémov mticlio, pms mc-ncionnndó muy pe­
queña parte tle las curiosidades que encierra, nos ha­
ríamos demudado extensos. Allí se ve todavía el mis­
mo pavimento y las mismas paredes que fueron testi­
gos de! martirio de su prelado, hace 700 añ o s: y e n
una de sus e..pillas so encuentra el sirio donde estuvo
c .locada hi magnifica urna en que durante mucho
tiempo se le ha venerado ennt" sanio. (Jtra de I¡» cu­
riosidades que encierra el templo es la tumba del l ’rincipe Eduardo El Xnjro, y en la pag. Id damos una co­
pia del cuadro del fió-. S. lteud. por haberse presentado
cu la última Exposición de la sociedad de acuarelistas.
La efigie de bronce do este famoso guerrero inglés,
dorada con lujo, es digna de estudio cu el laesimil del
palacio de cristal.
L t fiuub.t esta decorada con plumas de avestruz, y
en mi d is ■! s • vo el emblema d • la S mti<im i Trinidad.
II E M I N I S C K N C I A S
J3spañola
Nuestros rostros imberbes, nuestros cuerpos sin for­
m ar, el todavía epiceno timbre de nuestras voces, y
sobretodo, la veracidad inllexible de nuestras fes de
bautismo, reducía unos, en cuanto ¡i la Milicia Xaeionrd, á que nos alistáramos en el batallón de niños, hu­
millación ;i la cual preferíamos renunciar al suspirado
uniforme; y por lo que hace a las sociedades secretas,
cuyas puertas herméticamente encontrábamos cerra­
da«;, ¡i uno de dos extremos. ;i saber.- resignarnos ét es­
perar la edad ét propósito"para ingresar en las existen­
tes, ó prescindir do ellas y crear nosotros misinos una
nueva, para nuestro personal uso exclusivamente cal­
culada.
Al último partido, muy lógicamente, nos atuvimos,
y por ende fue la sociedad de los Xiiinautiiio.s.
La época en que fundarla determinamos puréceme
recordar, aunque ti" puedo con absoluta seguridad
lijarla, que lité ¡ilites de mediar el año de Estío: y Es
que tuvimos, la idea y la maduramos — si de madurez,
tratándose do niños, puede hablarse--fuim os primera­
mente Miguel Urtiz Am or, de quien ya de paso creo
haber hecho mención en estos artículos, y el autor de
los mismos. Ambos éramos condiscípulos en la Univer­
sidad Central. amigos como Edades y Oréstes, igual­
mente en nuestras opiniones exaltados, y la ventaja
que él me llevaba en todo lo positivo, por sus tres ó
cuatro años más de edad, decían los amigos que tenia
su compensación en mi audacia y facilidad en el traba­
jo. Miguel ]tusaba entre nosotros por consumado diplo­
mático, hábil en superar obstáculos ¡i fuerza de rodeos,
cu esquivar dificultades, cu ocultar ¡i los extraños sus
designios, envolviéndose en misterioso velo, y era, ade­
mas, sin duda alguna, y lo filé toda su vida, tenaz­
mente perseverante en m is propósitos. Añádanse a esas
dotes una fe sincera y entusiasta en las doctrinas libe­
rales, y una invencible propensión ét la oscuridad y al
misterio, y fácilmente so comprenderá cuán á propósi­
to era aquel entonces joven, para lo que hacer se ha­
bla propuesto, y realizó electivamente, en cuanto era
posible, y en algo más ¡tenso de lo que él mismo se
prumel ¡a.
En cuanto ét mi. ¡i quien Dios lia hecho muy poco ¡i
propósito para oscuridades y misterios, scdéijome y me.
entusiasmó desde luego la parle poética del negocio,
(ities por lo que ¡i la política toca, no necesitaba yo es­
puela que me aguijara. Mi temperamento, las circuns­
tancias de la época cuque salí al miimlo, las amistades
que al entrar en él había contraído, y el medio social
(1) Trova de El l ’, ln;/o de Quintana. Acto I.°, escena iv.
en que alentaba, precisamente en el critico instante de
(•asar ¡i la pubertad desde la infancia, todo contribuía
¡i hacer de mí una criatura radical y exaltadamente
iberal. Nada, pues, tuvo que hacer Ortiz para redu­
cirme ¡i su voluntad cu la m ateria; y por lo «píe res­
pecta ¡i la parte del misterio, del secreto profundísimo
en que era forzoso envolver nuestra marcha ulterior,
sedújome fácilmente, como ya lo he dicho, lo que eti
ello hay siempre de poético.
Tenia yo entóneos ya. por circunstancias especiales,
conocimiento no escaso de la parte, por decirlo asi,
dramática de la francmasonería: de las bandas, man­
diles. joyas o insignias, que caracterizaban ¡i los indi­
viduos de sus diferentes grados; de la decoración orien­
tal y simbédiea de sus logias, con sus dos columna* y
su candelabro místico: de las pavorosas ceremonias v
pruebas, al parecer terrible*, usadas en la recepción de
j<candidatos-. ¿Dónde haliia yo adquirido también
noticia del terrible secreto tribunal germánico, terror
no sólo en la Westfalia. su natural asiento desde los
tiempos teutónicos, sino en toda la Alemania, dolos
criminales de alta esfera y de los que, abusando de su
poder y posición social, cometían ciertas iniquidades
que la moral cmdena ciertamente, pero ¡i que la san­
ción penal de los código* escritos rara vez alcanzar—
Xo lo sé: pero de hedió inHuían entóneos ya en mi
imaginación los prestigios de! vehéiuíc i tribunal de los
.fuo-rx /■',■!r/h- s. eom<> los franceses los llaman : y no
emtribuycrou poco ¡i lanzarme súbito ¡i la ardua em­
presa de fundar con Ortiz una nueva sociedad secreta,
donde tantas ya desdichadamente había.
Su nombre y propósito ya los dejo dichos: por qué.
respecto al primero, nos fijamos en Xuma/ir/a, u<, acier­
to ¡i explicarlo hoy, como no se lo atribuya, según me
parece verosímil, ¡i nuestro propósito firme de imitar
en valor y constancia y patriotismo, ¡i has heroie >«• de­
fensores de aquella eiu lud para siempre gloriosa.
Por lo deina*. recuerdo que en sola una noche de
trabajo, no sin temor de que me sorprendiera fuera de
la cama ¡i deshora mi lmeu padre, que no era tolerante
con tale* irregularidades, escribí cálamo cúrrente, y
dejándome llevar de la inspiración del momento, una
constitución, jaira la Sociedad, y un reglamento con
sus punta* y collar de código penal draconiano, para
el régimen de sus juntas y la conducta de sus indi­
viduos.
Que personas susutas, si se hubieran tomado la mo­
lestia de leer en serio a ¡ttellas mis dos improvisadas
elucubraciones legislativas, hubieran podido y ¡iun do­
lado decirme lo <jito el gusano de seda ¡i la araña :
. i; r.-ii-il
ili'iir
ra z in
i ;i-.
v a i-U n l n
paréenme evidente; pero a Miguel OrLiz la obra le pa­
reció de perlas, y no menos luego ¡i nuestros compañe­
ros. cuando ¡i iniciarlos comenzamos, que lité, como
puede suponerse, sin tardar mucho.
Pésame de no poder dar aquí la lista exacta de los
primeros Nti man tinos, poro los años lian debilitado
grandemente mi memoria, un tiempo no escasa; de
aquella época no conservo un papel siquiera ; nadie de
los que so nos asociaron vive aú n, (pie yo sepa, y en
suma, el lector habrá en ese punto de contentarse con
lo poco que dan de si ya mis recuerdos.
Por de contad'), Espronceda y Vega fueron de los
n tunan tirios fundadores, y con dios un D. Bcrnardino
Xtiñez Arenas, muy amigo nuestro entóneos y siempre,
que ha muerto lio lave todavía muchos años, afiliado al
partido moderado, (pie en su niñez, tío menos qtte.
nosotros todos, abominaba. Paréeemc que también lin­
de los nuestros un mozo andaluz de nuestros años, gra­
cioso y decidor por extremo, (pie se llamaba Bernardo
Barrera, y estoy seguro de ipie se nos afiliaron un joven
Humado Tejero, que por sus años, que pasarían de vein­
te. lité luego por la justicia muy severamente tratado,
y otros dos, si no me engaño estudiantes de farmacia,
llamados ele nombre Indalecio el uno y de apellido <Vir­
ios el otro. En suma: poco excederíamos de una doce­
na los qtte fundamos la Sociedad de los Xtimantiuos,
retiñiéndonos para ello en una cueva, profundizada sin
iluda por los areneros ; prosaico origen 1 en tuto de
ios cerros ó nu infecí líos del quebrado terreno del Buen
Retiro, en las inmediaciones del Observatorio Astro­
nómico.
Mientras el régimen constitucional duró posterior­
mente ¡i nuestra fundación, (pie no fue mucho tiempo,
allí unas veces, en la pradera del Canal otras, ó, cuan­
do nos convenía, en cualquiera otro punto de los aire-
x.° x x Y
JLìa
| l USTR.ACIOH
pSPAÑOLA
Y
^ME^ICAHA.
dedores de la villa y córte, nos despachábamos :i nuestro ni. s de sobra ; porque á unos, como á los colegiales de
gasto, discutiendo, deliberando y resolviendo de plano San Mateo, por ejemplo, se les cerraron los estableci­
sobre todo género de asuntos políticos, asi teóricos co­ mientos de enseñanza, y á otros, nnpuritieii infolios ( has­
mo de circunstancias, y aun personales cuando se nos ta á los estudiantes se les sometió á ese inquisitorial
procedimiento), se nos declaro virtuahuente holgaza­
antojaba.
nes de profesión, ] mosto que en ninguna l ’niversidad
Mas entraron los franceses en Madrid á linos de So
tienibre de
y desencadenóse tremenda la furia matricularnos podíamos.
; Y la Sociedad de los Nnmantinos ?- lisa hubo de
reaccionaria contra los desdichados liberales, no como
i|iiiera solo de oficio p e- ministerio de los tribunales y suspender algunas semanas sus juntas, y quizá perdió
autoridades, sino más acerba, más implacable y o >n uno ó dos hermanos, ya por meticulosidad del intere­
acción más universal, mas continua y más encarnizada sado. ya porque la prudente previsión de su familia le
aun. por parte del pueblo 'pie. cu su inmensa mayoría, redujera entonces a severa clausura; pero la sociedad
no se disolvió: los más délos nnmantinos perseveramos
era furibundo realista.
en
nuestro prnpó-dto; y como lo verá quien tenga pa­
Ni nuestra insignificancia y pocos años alcanzaron
á redimirnos del anatema en ipte por nuestras opinio­ ciencia para leer como éste \ el anterior, mi próximo
nes habíamos incurrida. Eramos niños, si. pero tam­ postrer articulo sobre el asunto, fuimos al fin vencidos
bién había otros niños realistas, y án solo grito de cual- i por fuerza mayor, pero unimos como buenos, sin volver
ipiiera de ellos, apellidándonos ini/ros, bastidla y so­ la espalda al enemigo.
P a t r ic io UK I.A E sc o su k a .
braba para ipie instantáneamente, el primer manólo a
0r
cuyos oidos llegaba . le midiese con su ll-xible vara las
Mil Irll. Al«II ilr I''7il.
espaldas al infeliz con aquel dictado escarnecido. I’ara
un negro adulto, era ul ñu y al cabo noce-ario que so
DEL SUICIDIO.
reunieran, á lili de apalearle, dos ó tres Idanros cuando
menos; para uno de nosotros, con el que más ñ mano
Sabrán nuestros lectores que el i -’ de .Tlinio ultimo
se encontraba luibia bastante. Ya en otro lugar he di­
cho cómo á Ventura de la Vega le cortaron las mele­ puso fin á su existencia el joven poeta D. Teodosio \ es­
nas en la Puerta del Sol, sentándole en la cuba de un leí ro Torres.
Algunos amigos suyos lian pensado dedicar una Co­
aguador de los de Muriblattca , y ejecutando la opera­
rona
poi lica á este infortunado, y con tal motivo han
ción con las enormes tijeras de un esquilador de caba­
llerías: debo añadir que tales sumarias ejecuciones eran escrito á I h Pedro Antonio de A larcon. pidiéndolo unos
en aquellos aciagos dias tan frecuentes, que apenas si versos para la misma.
El Sr. Alarcon lia contestado con la siguiente carta,
nadie, como los interesados m> fuesen, en ellas la aten­
ción lijaba. Yo he visto arrancarle ñ una señora, en que nos complacemos en publicar, por tratarse eu ella
las Cuatro Calles, las guarniciones del vestido, a pre­ la pavorosa cuestión del suicidio cu unos términos que
texto de que por su especial forma se llamaban ha lo­ no podrán métios de aplaudir todos los hombres sen­
rias th Riego; también á otra las cintas con que lle­ satos.
Dice asi la carta del Sr, Alarcon:
vaba atados los zapatos, prodigándole til mismo tiem­
.i Sur-, I). Vin.'i:t.\so Xuvo \ o. v P. M. reúno*.
po toda clase de improperios, fundados en que aquellas
"Mis distinguidos compañeros: Agradezco a ustedes
t/alijas, las negras solas las usaban.
profundamente
su cariñosa carta, en que, a vuelta de
Mientras de esa manera, y frecuentemente de otras
otros
elogios
que
sólo debo á su bondad, hacen justicia
harto más crueles, se desahogaba sin treno la demago­
á mi único titulo literario, ó sea al incansable amor
gia realista en calles, plazas y paseos, desde más de un
que profeso á cuantos cultivan las bellas letras, sobre
pulpito se inflamaba el ya más que encendido ánimo todo si es para regocijo de las Musas, como acontece
de la muchedumbre, con uu incesante raudal de anate­ c011 ustedes.
wDicho esto, les suplico me releven de escribir los
mas y maldiciones contra los desdichados liberales y
versos
que tan encarecidamente me piden; es más. si
sus hijos y sus descendientes, hasta la cuarta genera­
ustedes
me lo tolerasen, les aconsejar ia que no publi­
ción , provocando á su exterminio, como si lucran to­
carán la Corona pin11ira que traen cutre manos.
dos impíos umulecitas. Las autoridades, al mismo tiem­
»¿A qué ni para qué tal Corona.'- ¡Cantemos á los
po, prendían á unos, desterraban á otros, enviaban que tengan paciencia y perseverancia para sobrellevar
muchos á presidio, y ni cadalso ¡i no pocos. Las p u ­ las tribulaciones de la vida, no a los que huyen : no á
rificar iones, juicio inicuo, si nunca los hubo, reducían los que desertan ; no á los que dan a la humanidad el
á la miseria á centenares de familias, y tenían á otros grito del pánico y de la derrota! — N o; un hagamos,
tantos millares de ellas en suspenso éntre la vida v la cien años después de (ioetlie y de Rousseau, la sacrile­
ga apoteosis del suicidio. El suicidio junio estar de mo­
muerte, que muerte y cruel era la de privarlas, del úni­ da entre las gentes que viven la vida del alma, allá en
co recurso con que para mantenerse contaban.
los febriles dias del romanticismo: pero hoy ha sido ya
¿Qué más? Quizá lie dicho más que conviniera en relegado al uso exclusivo de los comerciantes que quie­
este lugar, pero me ha sido imposible dejar de es­ bran, de los jugadores que pierden lo suyo y lo ajeno,
de los ladrones de frac cogidos i11tragan t i , y de todos
cribirlo.
los
que, para decirlo genéricamente, no viven otra vida
La situación, en los primeros meses sobre todo, fué
que la de la materia, cuyo dispensador y regulador es
para los liberales horrible, tan horrible, tan dura, tan el dinero.
ignominiosa, que á nosotros mismos, niños como era­
» Dedúcese de aquí que el poeta Yesteiro ha come­
mos, y por onde imprevisores y esperantistas, recuerdo tido un anacronismo suicidándose en ls7<¡, y ha baja­
bien que llegó á imponérsenos en toda su implacable do del nivel de Larra y de (Jerard de Nerval, en que
vengativa saña. Ni podía ser de otra manera, porque imaginó colocarse, al nivel de los prosaicos suicidas de
estos tiempos. ; Desconocía sin duda ese infortunado
veiamos á nuestros padres tristes, ¡i nuestras madres
joven, que hoy, entre los hombres de inteligencia, ó
afligidas, á los amigos de casa atribulados, á todo el sea en la esfera del idealismo moderno, sabiamente ba­
•pie no era de los perseguidores, cuando menos recelo­ gado sobre la moral, no se estila ya inmolarse en aras
so, y nosotros mismos apenas podíamos salir ¡i la calle, de sí projiio, como los antiguos degollaban tal ó cual
sin exponernos con evidencia ¡i ser insultados, y muy victima cu aras de un dios; sino que ha vuelto ¡i ser
más lucido sacrificarse en aras del prójimo, padecer
contingentemente victimas de algún brutal atentado.
para que otros no padezcan, y ser feliz con la dicha
l’or dicha, cuanto más agudas las fiebres, tanto niénos
queso proporciona á los demás.' ¡Ignoraba, sin dada,
durar sue’en: poc »á poco fueron calmándose los ánimos que amarse á si mismos hasta la muerto, inorlm anlem
de los m ás; lus autoridades hubieron, al calió, por su rraris, os mi crimen y tina ridiculez, y que amar á los
propio ¡úteros, de enfrenar un tanto ú los incorregibles; hombres hasta el extremo do morir por ellos, como
y como, por otra parte, jurídica y oficialmente la per­ hizo .Jesús, os y será eternamente heroico .'
»Lloremos, pites, cuanto Y Y. quieran á esc pobre
secución, léjos de atenuarse, iba, cuino los músicos di­
Yesteiro.
á quien siento no haber conocido; compa­
cen, m c,restriñió, concluyeron los magnánimos realis­
dezcamos su flaqueza ; deploremos su cobardía, que le
tas por permitirles á los pocos liberales que no estaban ha costado la vida ; consolemos á los seres (pie haya
en las cárceles, ni habían sido desterrados ó enviados á abandonado y afligido al matarse en jirovecho propio;
presidio, que de los ya ajusticiados no lmy para que ayudemos, si es necesario y posible, á los que haya de­
hablar, que anduvieran por las calles en caso do nece­ jado sin amparo; pidamos, en ñu, cristianamente (si
sidad urgente, á condición, sin embargo, de llamar no tienen V Y. ro|wro en ello ) por el alma del sin ven­
tura ; pero guardemos las coronas cívicas, los aplausos
sobre si la atención del público lo menos posible*
y los versos pitra aquellos esforzados jóvenes (priueiNo hay para qué decir que, apenas aclaró el nubla­ jiiando por YY. ) que no sigan el triste ejemplo del
do, fuimos los muchachos negros los primeros en salir á desertor, ó para la tumba, del insigne y valeroso líectomar el aire, para lo cual, en verdad, tiempo tenia- quer, que murió de hambre y de tristeza, abrazado á
su arpa, sin ser osado :i poner la mano parricida sobre
el tesoro de genio y de virtud que para algo había re­
cibido del ciclo!
; Todo, amigos luios, na tíos exaltar
y divinizar la desesperación! ¡Todo, ménos sanciona ­
ron un homenaje público el atentado de ese misero,
que ño lia vacilado en desgarrar muchos corazones coi:
tal de librarse á si propio ( ¡o h cruel egoísm o!) do
su jnirte de dolor y amargura cu esto valle de lágrimas!
«Crean Y Y . á quien también ha sido joven y ha
pasudo por cuantas pruebas haya podido y no podido
pasar Yesteiro; crean Y Y. au n hombre de quien, liare
veinte años, en una misma semana, dijeron el Marqués
de Moláis y Enlució Florentino Sauz : •• / /•/>/'■ //./'rhar/iti haiirá el doselliare de Larra ! » ■>/ A’ule rimo hrnr raen de siih ida
crean Y Y. á un viejo que, des­
pués de grandes batallas con el mundo y consigo mis­
ino, ha deducido una verdad, que constituye lefia mi
dicha, todo su consuelo, toda su fuerza: aquella gran
verdad de que "para tur / e l h a s l a ri signarle ñ no
rio » : verdad que. en sustancia, está contenida . co­
mo todas las del orden moral, en la filosofía del Evan­
gelio:- y. (>'•:• resultas de cuanto les lie dicho, tío j>ubliqiK-u Y Y. la Corona pi-élira.’
"Con que. perdónenme tan larga homilía, y dispon­
gan «le la amistad que con este motivo les ofrece su
atento servidor.
Q. S. M. 15.
!’. A . dio A la neo x.»
MiirtrM. ,t.>.1alio .1,. isr>:.
CARTAS DE FILADELFIA.
SU Y Alt 10.
E-t-afi.i rn 1«Exi-'-V:«!! .Ir I s : . » n - j - n - . ' i i t . ' . l . t m••’. l\.Sn:.i lo l; : - t f í ii. — I . i
.Yrm r ■ U - .il v <■!
I‘
-
N ;¡ - - tr :. K M " -
i‘ldmi de ínlut'ralrs.—Zlilunpi.
Estamos en España. La casualidad, algunas veces
mal intencionada, hizo que después de no jiocas varia­
ciones en el orden eu (pie habian de colocarse los jimduetos de cada país, apareciera el nuestro entre Rusia
y Turquía, y no ya jior casualidad, sino por el papel
que hoy representan en el mapa de Europa entrambos
pueblos, resulto que si I-Apaña no estaba a -abad di­
vos! irse de etiqueta citando llegó el plazo fatal de !<• de
Mayo, nuestros vecinos ni siquiera se habian puesto
decentes; dos batideras amarillas con el águila impe­
ria l. clavadas en una columna del palacio, daban ¡i en­
tender que al!i se presenturia la gran potencia del Nor­
te, y cua'ro tapices nial clavados, de gusto oriental,
acusaban la presencia dd otro pueblo, hoy presa de los
horrores de la guerra, quién salto si |>ara dar su últi­
mo adiós á esta clase de fiestas internacionales.
Esjtaña se. levantaba como uu j¡alacio entre dos rui­
nas, dominando con su grandiosa portada las instala­
ciones de su alrededor.
[la hecho España buena ó mala Exposición ? ¿C ó­
mo está representada en Filadelfia ? ; Qué se deduce de
la reunión de nuestros ju-oduetos? Esto os lo (pie me
propongo decir, si Dios me ilumina, jiorquees uiásdelieado de lo (pie parece juzgar con jireeision á España
en los Estados-1’ nidos, y si el juicio ha de ser recto,
tal vez lie de lastimar intereses de la clase exjiositora,
falta deque Dios rne libre, pues soy demasiado joven
para querer mal á nadie.
Le lia sucedido á nuestra patria, y perdóneseme la
comjlavación, lo que á una señorita de provincia que
asiste si un gran baile en la córte. Acostumbrada á sel­
la primera allá en su bogar, y á o ir sus propios elogios
de vez en cuando, se fia demasiado cu su hermosura,
«pie ciertamente jinedu comjietir con la de las aristo­
cráticas damas de la capital, y echa en olvido que su
traje, elegantísimo en la provincia, es más que modesto
entro el torbellino de riqueza, entre los mares de pedre­
rías (pie adornan ¡i mujeres feas tal vez, poro que apa­
recen allí iluminadas jior el vivo fulgor de los diaman­
tes. Si á esto se añade la jioca costumbre de tra ta rá
gente encopetada, aparece encogida, y una muchacha
preciosa, cien veces mejor quizá que todas las (pie la
rodean, aparece como una pobre provinciana cuando
debía ser en realidad la reina del jialacio.
Esta linda muchacha es nuestra España. Fiada en
su valer curia sus ricos minerales, sus excelentes hier­
ros, sus telas, que compiten con las délas primeras na-
LA FIESTa.. NACIONAL-
i«
y
a
c iones manufactureras, sus calilos de incomparable ca­
lidad, sus magnifico.-; cereales, pero muelias cosas mal
colocadas, arregladas con perverso gusto, y de aquella
reunión de cosas buenas, (pie podrian lbrmar nn lindo
cuadro, estando mal agrupada« resulta un conjunto (pie
no puede sufrir comparaciones con los países (pie se
levantan á nuestro alrededor.
¿Hiló diría el exp »itor que envia un pedazo de mi­
neral liado cu un papel de periódico, si viera ntío igual
al suyo, no lejos del sitio donde está España. en una
nvagnilica caja de plata oxidada, forrada de raso y cer­
rada por limpios crislalc de roca? Pues esto es lo pri­
mero (pie asoma en mi cajón rolo de pino: nadie se
lija en el suponiendo (pie tendrá valor escaso cuando
tan abandonado se encuentra, mientras que el segundo
se ve objeto de multitud de miradas, que quieren vel­
en el 1111 metal valioso cuando con lauto cuidado se
aprisiona.
Sé que. ni nuestros expositores, ni une-tras manu­
facturas, ni nuestras industria-, pueden hacer alarde
de ostentación, como las nacidas ¡d abrigo de otros
países, que adquieren de din en din nuevo en-anclie.
aumentando su producción con su demanda, porque
crecen al amparo de la paz: sé (pié K-paua. más acos­
tumbrada. por desgracia, á hablar d i guerras y revo­
luciones que de fábricas y manufacturas, ti" puede
competir con otras naciones, porque necesita primero
hacerse fuerte para pelear con bri> en las luchas lectiudus del trab ajo : pera E-pañu pítele presentarse
grande en su modestia, porque lia gozado siempre de
los favores de la naturaleza, pon pie siempre Diosla
ha tendido su mano omnipotente en los mayores dias
de desgracia.
Mucho quisiéramos extendernos sobre estas cuestio­
nes de forma, importantísimas por lo que han hecho
desmerecer siempre nuestras Exposiciones ¡ para ello
nos bastaría repetir lo que lian dicho todos los cronis­
tas de todas las Exposiciones españolas. Después de la
de Londres creíamos qnc, bien aconsejados, nos cor­
regiríamos en la de París; allí creimos corregimos en
lo sucesivo ; en Viena pusimos todas nuestras esperan­
zas para la de Filadeliia: seamos tolerantes y espere­
mos con paciencia la nueva de París, y después....
Si alabáramos mucho nuestra Exposición, porque
nuestra Exposición es buena, podría creerse que nos
dejábamos llevar de un exagerado amor ¡i nuestras
eosas, mientras (pie lina critica severa denunciaría un
espíritu de oposición que estamos muy l.'jos de tener.
Hay el justo término medio (pie consiste en decir la
verdad, y la verdad, por desconsoladora que sea á ve­
ces, vale siempre más (pie la adulación disfrazada de
patriotismo ó la severidad vestida de mentor oficioso.
Como nuestra nación no figura aun en el Catálogo
oficial, ni tampoco se distingue por la abundancia de
datos sobre los objetos, (pie digan algo al entendimien­
to del visitante, liónos aquí lanzados enmedio de nues­
tros productos, áun con más inseguridad que en cual­
quier departamento extranjero, '¡'res arcos, como ya
dijimos en otro lugar, le dan entrada, adornados con
los retratos de la Reina Católica y de Jos principales
descubridores, y como lema, detras del cuadro que re­
presenta la matrona de España señalando con el dedo
el nuevo continente, i'.l din S de Orlnbre de 1 l!>2 i/rseirbre Colon el Xiict’O Motlilo, frase más gráfica «pie
cuantas pudieran imaginarse, para servir de divisa á
nuestra España en el país (pie ella descubrió, y (pie
hoy vive feliz y poderoso mareando el derrotero á los
demas pueblos (pie le siguen en su veloz carrera.
En los escaparates del arco aparecen los magníficos
juegos de herraje de tiempo de Carlos I V, y otres más
antiguos (pie envia S. M. el R ey, y (pie no causan po­
ca admiración á los americanos a! oir (pie aquello Jiaeianios en España enando ellos no soñaban siquiera en
empezar á ser industriales.
■i ; Y (pie han adelantado Y Y. hasta hoy, me pregun­
taba uno de ellos examinando una cerradura cincelada,
de no poco valor, semejante á las (píese construyen en
los Estados-1’nidos al présenle, si en IñfiS, lecha que
aparece en la que tengo en la mano, estaban ya tan
adelantados ?
Hoy, le contesté, se saben construir m ejor; pero
no se construyen.»»
La Real casa, ademas de los lapices que envió hace
tiempo, juzgados por los inteligentes de todo el orbe,
por lo cual era de esperar el completo éxito obtenido,
exhibe una completa colección de fotografías de la A r­
jLUSTRACIO^
pSPAÑOLA
X." XXV
Y yA. MEDICAN A.
moría Real, que dan una idea por lo menos de las ri­
quezas atesoradas en aquel Museo.
" 1 Eso >i que les envidiamos á Y Y ., exclamó mi in­
terlocutor de untos, pimple eso sólo lo puede poseer un
país (pie tenga tradiciones, (pie tenga historia, que
tenga recuerdos, y nosotros que acabamos de nacer un
tenemos siquiera el recurso de inventar leyendas para
atribuirnos un origen divino; pero, en liu. continuó*
consolándose, nosotros tenemos otro Museo (pie bien
vale su Arm ería; se llama Cn/eiil Cf/ire, \ está en
Washington, y allí -i no le presentamos cuantos me­
dios invento el hombre para atacar y defenderse, si im
le presentamos la historia de la guerra de lo- pueblos,
detallada con los curiosos dalos que nos prestan sus
armas, en cambio le p< demos enseñar cuantas máqui­
nas inventó el genio americano para robar á la tierra
los frutos preciosos, sin encadenar al hombre, (pie nació
libro como el aire, y que estaba asemejado á los anti­
guo- siervos de la gleba : le enseñamos allí la fuerza
en una caldera de agua : el movimiento en el eje d-- una
rueda; la velocidad en el extremo de un hilo; la luz
en el contacto dedos alambres: le enseñamos el ingenio
del hombre petrificado en una máquina, y su historia,
que aunque corta, o ya gloriosa, y como nosotros que­
remos ser grande.-, por !a paz. e- lo único que pode­
mos poner en frente de mi inmensa grandeza por la
guerra.»
Siguiendo nuestra Exposición y en la misma porta­
da todavía, aparece una magnifica lámpara de bronce,
construida en los talleres de I-aura, de Hareeloiia, y
una bonita colección de sinfuras antiguas y objetos d ■
iglesia (pie sostienen bien la competencia con frailo-se»
y «lemanes.
Nuestra colección de minerales es soberbia, y sin
embargo ha lléga lo hasta mi el rumor de que sólo al­
gunos escogidos como Linares y Almadén . los asfaltos
de Cuba, etc., van ¡i ganar premio, y algunos colecti­
vos cd resto de la- Exposiciones. Y es justicia si mi ver.
porque en ultimo caso quien merece el premio e- la
pródiga naturaleza qne tan generosa nos dispensó «ns
dones, no el propietario de la riqueza mineral, que ca­
via mármoles mal pulidos, pedráseos en mal estado
conservados, sin una mala explicación que diga al me­
nos lo (pie produce, lo que tiene de ganga, (pie especlíi pie el mineral y tío sea !,i piedra sola que ap-nas dice
nada . no ya á los ojos del curioso, sino al entendimien­
to del inteligente. Hay en esto honrosas excepciones
(pie nos apresuramos a señalar: están entre otras los
magníficos mármoles del Ayuntamiento de (’abra (Cór­
doba ). y las minas y fábricas de Sm Telnm y l ’ruzadillo del Ceriol ( I Hiel v a), que desde la leña que se usa
en los trabajos de la mina Suinwostro presenta cnanto
puede dar á conocer su producción, su numero y el
modo de llevarla á cali i ; están los hierros de Pedroso,
(pie aunque comparados con los americanos son una
miniatura, pon pie aquéllo.-» solo tienen tres cent ¡metros,
y de longitud un metro, mientras que éstos presentan
rails de acero de sesenta pies de largo, torcidos com­
pletamente cu espiral: está la colección del cuerpo de
minas muy buena, muy completa ó ilustrada con mi­
nuciosos datos ; mas la mayor parte de lo demas, (pie es
magnifico, está presentado con tan poca habilidad y
con tan pésimo gusto, que más (pu: una Exposición, pa­
rece aquello el puesto humilde de una [daza de Madrid,
cuyo nombre no quiero recordar.
Pero entre aquellos cajones de buen pino, y aque­
llas mesas nada elegantes, aparecen álos ojos del dura­
do, rocas porfídicas y riquísimas areniscas blancas y
negras impregnadas de cinabrio, de las minas de A l­
madén. que no tienen rival en el mundo; piedras cali­
zas de P.úrgos; plomos y mármoles de Linares; estaños
excelentes de Orense y de Zamora ; un gigantesco trozo
de pirita de hierro, (pie aunque no lo dice, debe ser de
Rio-Tinto, y os admirable; magníficos mármoles de
Cuenca «pie serian los mejores de nuestro departamen­
to , si su mala pulimentación y el estado deplorable en
(pie los mandan no les quitara algo de su m érito; algo
notable en minerales de níquel y cobalto : buenas mues­
tras de fosforita de ( ’áceres; una buena placa de ser­
pentina de (¡ranada; un ejemplar de sulfato de cobre
cristalizado, (pie seria magnífico si no le hubieran re­
gado, quedando asi convertido en un montón de yeso,
y algunos unís que al infiel lápiz se le olvidó apuntar.
También hay una pira de carbón de piedra excelen­
te. pero no dice su procedencia , y cu cambio á su lado
aparecen, con escasez por cierto, los lignitos catalanes,
qne no son los mejores y pueden dar mm pobre idea
de nuestras soberbias cuencas carboníferas.
El que examinara con detención nn bonito cuadro
con muestras de mármoles que envia 1). .lo-é María
Niifiez, de Cfuliz. de lijo se sorprendería al ver allí
juntas preciosas muestras con las variedades más boni­
tas ipie se conocen en el comercio; y sin embargo, allí
fallaba saber la procedencia de cada uno de ellos, para
que su colección fuera la de más mérito d-‘ nuestro de­
partamento. líedes de pescar catalanas formando pa­
bellones. adornan el departamento á ambos lados de
los lapices de la lo'a! casa, y en instalaciones, en Iré ot ras
de menor importunen!, aparecen los aduime-quinailos de
Zuloaga. (pie bastarían por sí solos á dar brillo á nues­
tra Exposición.
Zuloaga y mis discípulos, que hoy comparten con él
su justa faina, son ¡os únicos industríales en España
(pie conservan las tradiciones moriscas en sus admira­
bles trabajos buscados con avidez por los inteligentes;
apéñas hay Museo en Europa donde no se conserven
obras suyas ¡ cada Exposición añade lina medalla más
á su ya gran escudo de recompensas, y aunque cumulo
montó su magnifica fábrica de Rihar á la altura de las
mejores, cuando sólo los jornales le importaban ya cua­
renta mil francos, viene la guerra civil á d-'tener sus
trabajos y tiene (pie traslad aiv á Sun .luán de Luz pa­
ra (pie su fábrica siga funcionando. En mi e-tuuto pue­
den verse espadas cinceladas, ánforas antiguas, adornos
de ule-a, cofrecillos de gran valor, copia exacta de los
(pie usan los árabes para guardar joyas, y una colec­
ción de objetos de capricho, que de lijo no vuelven á
España.
;Q né más presenta España de notable en el Palacio
d é la Industriar ; Cómo están representadas nuestras
manufactura-« r
Asunto es éste qne ha do ser objeto de mi próxima
carta.
A l f r e d o E sc u d a k .
Flliullflllii. 1í ' i!'-' .Tnni'i do 1-70.
carta de marruecos.
La qne insertamos á continuación . escrita por miestro apreciable corresponsal en ( ’asablmica. contiene una
descripción pintoresca, y con detalles no conocidos has­
ta ahora, de la visita que hizo á aquella población el
Emperador de Marruecos, cuando S. M. eherifi.nm se
dirigía, a últimos de Mayo próximo pus-alo, a castigar
á la rebelde tribu de Ziaida.
•S .
I.A
ll.O T K A C K 'S
K sl'A S *'I..\ V A M K H Ü W A .
» .Muy señor mió y de mi consideración: El Empe­
rador n m iT o ip ii, Mtilay El-11 asan, apareció en la altu­
ra del S. O. de Casablauca, a s/i de legua de ésta, el
dia H¡ de Mayo, ¡i las ocho y media de su mañana, y
llegó a su campamento, extramuros de la ciudad, á una
milla de distancia al S. de la misma, á las diez. A esta
hora los fuertes, que tenían orden de disparar «o cañormizos, recibieron otra para aumentar el numero has­
ta too , siendo el último disparoá las once y cincuenta
y cinco minutos.
» A l primer disparo de canon so izaron las bande­
ras e:i los vico-consulados de las naciones cristianas re­
presentadas en la ciudad, estando empavesados la ma­
yor parte de los mástiles, y con profusión el del inglés.
» Los habitantes indígenas habían ya-salido á recibir
á su Soberano y amo, con gran aparato, á las primeras
lloras del dia. La mora Italuna lient Mohnmmcd, na­
tiva de Tedian, avanzó interceptando el puso á S. M.,
y sacando de debajo de sus ropas un gran tazón de le­
che pura de vaca (señal de paz y emblema del paraí­
so mahometano), la presento al Sultán, y después que
éste hizo la señal de aprobación, la derramó ella misma
sobre la cabeza del caballo imperial. S. M. sonrió y or­
denó se la regalasen (¡ napoleones. Un judio y una ju ­
dia se dice hicieron lo mismo, y (pie el Sultán los gra­
tificó. á él con dos monedas de plata ( I rvn .) y á la
judia con 2 napoleones; y á las moras (pie le recibie­
ron con banderas dio f»0 ducados ó ñlM) onzas ( 8 na­
poleones, (¡2 céntimos).
»■Las tropas del Sultán consistían en 18.000 hombres,
cutre, artilleros, caballeríaé infantería. La artillería era
de ;12 cañones de montaña do varios calibres, y I I pe­
queñas ametralladoras, presentes de los potentados
europeos. Su banda milito-imperial, que es la única
(pie tiene, á pesar de ser muy aficionado á la música,
se compone de veinte instrumentos, todos europeos, y
está dirigida por el español Sr. Aranguren.
» 8. .VI. trae consigo dos sultanas ó mujeres legíti­
mas, y las dos damas de honor de éstas ; y para el ser­
vicio regio interior. 12 negras con su superiora. y 18
eunucos. Las otras dos Sultanas ó mujeres legitimas de
S. M. hace (lias pasaron con dirección á Fez, tocando
'
N.° XXV
J ja
I lustración. J I spañola
y
^
mericana.
11
Ale atrevo á rem itir á AT. estos mal perjeñados ren­
en Rubnt, como asimismo muclias concubinas, escla­ pos vice-eonsnlar y comercial. Las tropas á pié estaban
formadas en dos lilas desde la mitad del camino hasta glones, escritos al correr «le mi pluma, pero verídicos,
vos, esclavas, eunucos y servidumbre.
j>Acompañan ¡i S. Al. el Saltan su liermano de pa­ el campamento, en cuyo centro quedaba un gran es­ qiie refieren los sucesos tales como han ocurrido.
dre Mular KI-1 lasan, de 1S años do edad, su tío pater­ pacio para la recepción europea, espacio formado por
Ouedn de Y .. Sr. Director, atento y afectísimo y se­
no Mular El-Ab-bas, su privado de más estima y apre­ un ancho cuadro de tropas de cuatro tilas. Al pasar los guro servidor. (>. S. AI. B.
. 1 . Q u l.I A DAT..1.
cio Sid Musa ( i|«c lo fue de su padre Sid M 'hammed cristianos por cutre las tilas de soldados, que forma­
lien Al*d-er-UaÍiman. y alquil tiempo de su abuelo, pa­ ban un espacioso camino, los jefes saludaban militar­
dre de este ultimo. Mular Abd-er-líaliman Bou llieliam, mente con la mano, y después de pasados, descansa- I
NOTICIAS INDUSTRIALES.
primer Sultán de la dinastía reinante ). y I’en Juicch. han las tropas sobre las armas á la v< z «le mando. Es­
to es nuevo en el pan.
generalísimo de las tropas.
P riv ile g io s do in vención eou ecdidi's por el (¡oh iern o español
t il el seg an d o sen» sin - del a ñ o mu riu r de T■*'” .* (I ).
.. Mulay El-I lasan entró en ('asalilanea el 17, miér­
»A la hora indicada S. AL salió de su recinto, mon­
coles. a las nueve y media de la mañana visitó el puerto tado en un «•aballo blanco, en la misma forma que lo I La ciencia, aplicada ¡i la itidiustria. lia realizado ••)
V la aduana: mandó reparar ésta y hacer un resalíanlo hizo cuando entró cu el pueblo, y con música que pa- I milagro de la baratura, el de la perfección y el de la
para las barcazas-, ordené» la conclusión de una mezqui­ ró al empezar la recepción, pero con dos lanceros so­ abundancia «pie hoy disfrutan los pueblos civilizados.
ta abandonada ya muchos años, y construir mui ba­ lamente y el indispensable paraguas, v con la adición
De todos los ramos cu «pie se divide el trabajo del
tería. é intimó que se concluyesen lo más pronto posi­ de. a la derecha de la cabeza de su dóeil caballo, el hombre ninguno ha sido objeto de más esfuerzo:, y sa­
ble las easas y almacenes que otorgó á los europeos qlle mencionado líen daieolt. quien gritaba a mas no |»>«ler crificios para llegará su engrandecimiento y perfección
lo han pedido, mediante el pago de !¡ por loo ¡p uño cuando llegaba a cada corporación cristiana. » Nuestro •pie el ramo de la industria, pite- ha tenido necesidad
sobre el capital invertido.
señor os dice que sois bien venidos», y dirigiéndose al de luchar con extraordinarias dificultades, (pie mías ve­
i. A la una y cuarto de la tarde salió el Sultán por la •Sultán, le «lec'ia: « Estos son. oh señor m ió. los cón­ ces ha superado victoriosamente y otras luí tenido que
puerta do la ciudad directamente á su campamento, sules. los comerciantes de tal nachiu.» Las tropas á sucumbir ó detenerse ante los obstáculos.
dejando nombrado gobernador de Cusnblanea al se­ una victoreáronle por tres veces, con u.; Dios bendiga
El atraso de las ciencias y el de las artes lia creado
gundo roeion ex-administrador do la aduana. Sid el - la vida de nuestro señor ! •> El Sultán se dirigió al Cuer­ siempre estos nbstaonlos a la inteligencia humana.
11aj Al>d-al-lali I las-sur. nativo de Salé, en lugar del po v ¡ce-consular, que estaba cu primera linea, y segui­
Desde los tiempos de Aristóteles hasta mucho des­
precedente. Sid el-lla j Mahammed lien Idrisel Yerran, damente a los europeos, «pie estaban, separados por na­ pués de la Edad .Media, so ignoró por completo las
á quien confirió igual cargo en la ciudad de Mazagan. cionalidades.
propiedades y las trasHinunciones de (pie son suscepti­
»Se dice que este, nuevo funcionario obtuvo este
» Los comerciantes españoles entregaron en el acto bles los cuerpos animales, vegetales y minerales, y fué
puesto por la suma de 10.0.00 napoleones, por laq u e de la recepción una felicitación escrita en clásico idio­ necesario >pie Enceláis, l ’araeelst) y (¡lunber cu el si­
lo hubiese conservado el saliente, que no piído ofrecer ma árabe, con la más rígida ortografía y según el esti­ glo x v ii indicaran el camino de las reformas á ( ’avenlo más acomodado en el país, la cual, a petición de la disli. á Lavoisiur y ti Fonrcfoy. para (pie éstos á su
más que ñ.oOO.
» MI Sultán no quiso que se ostentase pompa algu­ mayor parte de ellos, filé redactada y escrita por un vez proporcionaran la gloria de terminar tan brillante
na en esta visita, como se ha efectuado otras veces: español, y aunque pierde algo de su fuerza original, empresa cu el siglo presente á Berzelius. á (¡ay-Lussac.
una infinidad de moras, judíos y algunas judias hacían su traducción es como signo:
a l.iebig, á Berthelot y a otros sabios, que con sus pro­
ondear en la punta de cañas y palos líennosos pañue­
» Loor al único Dios. Xo hay, pues, otro Dios sino fundas investigaciones analíticas y miles descubrimien­
los y fajas de seda y oro de diversidad de colores, lo » El solo.
tos han verificado tina revolución saludable cu las
(pie era verdaderamente pintoresco y encantador, so­
»Los comerciantes españoles residentes en Casn- ciencias físicas cu beneficio do la humanidad.
bre todo cuando enmedio de los vítores de la multitud »blanca presentan con mucho respeto sus más pcrfec.Merced ¡i estos adelantos se lian multiplicado las ar­
hacían bajar estas banderas improvisadas basta tocar »tas salutaciones ¡d Rey, al Principe, al noble, al gran- tes manufactureras, se ha organizado la industria, ha
el suelo y elevarlas -prontamente en señal de respeto, i'de, al muy feliz, al sabio, al muy poderoso, al guerre- cundido el bienestar en todos los pueblos; y mudas la
vasallaje y regocijo, todo lo cual era realzado aún mas »ro, al muy ilustre, al lamoso en los combates, al muy ciencia y la industria como d".s genios bien hechores,
por el continuado modo de vitorear de las moras, con »excelente, al respetado, al digno de honra, á la Ma­ lian hecho brotar del caos, de la rutina y de la ignoran­
su gracioso y lindo chillido de gozo linguo-labial, ni... je s t a d elevada por Dios, al magnánimo Emperador cia esc mundo de maravillosos inventos qtio constitu­
»Mulay El-1 lasan. y glorifican á Dios, ¡cuyo Señor sea yen el principal blasón del siglo X I X .
u ¡ " i n i vi... i. que no solo se oía cerca del Sultán, sino
que resonaba también en todos los ámbitos de la po­ halabado y ensalzado! <felicitando asi ¡i S. AL) por su
La actividad individual, tan fecunda para inventar,
»arribo con la más perfecta dicha y en su más completo necesita por estimulo una gamntia segura del fruto de
blación.
» Las tropas de la infantería imperial formaban en »estado de salud a la ciudad de Casablanca. la cual es su trabajo provechoso, (pie recompense sus afanes, y
dos lilas desde el campamento hasta las puertas de » propiedad de sus propiedades.— Por sn llegada con que le haga soportar las fatigas y desvelos del entendi­
<'asablauca: sus vestidos eran encarnados, azules y blan­ »toda felicidad, han experimentado un gran regocijo.— miento, y el derecho de la propiedad industrial no fué
cos, y sus gorros colorados. Oró el Sultán cu la ermita, »; Bien venido sea. pues, y mil veces bien venido sea á reconocido hasta que Jorge I de Inglaterra ie dio car­
digámoslo asi, de Sid Iíelio, que es el patrón de Casa- »este país! Desean de su generosa bondad se digne ta de vecindad en su patria. Lo mismo hizo la Asam­
blanca, y en la cual está sepultado este santón, y en­ »aceptar de ellos lo que. cargado en cuatro muías, han blea francesa en 17!' I. consogrando el derecho ¡i ]¡i pro­
tre tanto se inmolaron victimas. También dentro de »traído expresamente para la noble Majestad Mulay piedad industrial, como untes lmbiu consagrado lam ­
la ciudad, en la ermita contigua al fuerte donde está » El-1 lasan, si quien Dios Excelso asista, eternice su inen el de la propiedad literaria y el de la propiedad
enterrado el morabitu Sid Al-lal el-Oiiermini. patrón »reinado e.m completa estabilidad, lo proteja contra territorial, piles tan válido y legitimo os uno como los
de las fortalezas, liiib.» inmolación de reses vacunas, en » Di envidia de los codiciosos y contra el artificio de los otn >s.
acción de gracias á I Mus por la feliz llegada del Sultán. »astutos, lo salve de toda clase de males, bendiga su
En España también se hizo lo mismo en iNgr.. for­
»Los señores vice-cónsul de España, el reverendo »existencia y prolongue sus dias, colmándole de toda mulando vina legislación de privilegios, la cual está vi­
padre Fray Ramón Alvaro/, y Lugin, de estas misiones, »suerte de bienes y prosperidades.— Así se lo desean.— gente hoy. aunque no lh na las necesidades económicas
el recaudador é intérprete de España. que estaban en »»Casablanca á 1K del mes de .Mayo d"l año IS7U, que y sociales actuales, ni está ú la altura de la ciencia mo­
del mes de Rabia derna.
la calle frente al viec-eonsnlado, saludaron al sultán »correspondo a la fecha hegiriea
»segundo
del
año
I
Mulay El-1 lasan á su paso, á cuyo saludo respondió
.V pesar tic estos inconvenientes y de lo reciente (pie
S. M. con mareada amabilidad.
está
en nuestro país la introducción do la ciencia en los
Se supo tres dias después, por conducto fidedigno,
»•El 1(¡ hubo uti incidente que hizo lmnor al nombre que S. AL quedó muy complacido de este escrito, v (pie talleres, es inmenso el interés que muestran nuestros
español, debido al señor vico-cónsul I >. Fernando .Ma­ lo alabó mucho al enseñarlo ú sil .Ministro y á otros industriales en perfeccionar los procedimientos empica­
ría Azancot. Habiendo sabido este señor que se liabian que estaban con él en su tienda imperial.
dos hasta aquí cu todos los ramos de la industria, se­
reforzado con soldados de la plaza algunos vico-consu­
El Exorno. Sr. Seovass.., ministro de Italia en este gún se ve por los muchos privilegios de invención (pie
lados, y siendo el de España uno de Ks seguramente Imperio, que estaba á la sazón,sediee, accidentalmente anualmente emiccdc el (¡(»bienio española tantos in­
olvidados, reclamé» una satisfacción, que le lué dada en ('asablauca, tuvo el misino dia 1H una larga entre­ dustriales (pie lo .solicitan.
amplia y públicamente, ante los españoles presentes en vista con S. M. el Emperador. Las relaciones entre éste
En el uño anterior de 18 7 ó no ha dejado de ser im ­
aquel momento, y en el mismo viee-coiisulado español, y el Rey de Italia son muy amistosas, y se asegura que portante el movimiento industrial de nuestro país, pues
por el vico-gobernador, asistido de su jefe, y so dieron éste monarca envió á aqu '•! su retrato al óleo.
en el segundo semestre de dicho año se lian concedido
soldados.
El 1 í), por la mañana temprano, filé Mulay El-Ab­ privilegios de invención á Angulo, de Madrid, por un
»M ulay Kl-Ilasan en su visita venia sencillamente itas á la. puerta del vice-consulado de España ú pagar al procedimiento para obtener por medio de la presión de
vestido de blanco, en señal de paz y amistad, con su Sr. Azancot la visita qne este funcionario español le las heces del vino dos productos, uno liquido y otro só­
lido; ;i A riza, de Madrid, por otro procedimiento pura
rostro enteramente descubierto, y montaba un hermo­ hizo el dia antes después de la hecha al Sultán.
dar
publicidad á los anuncios; á Bloss, de Barcelona,
so caballo, también blanco y de la mejor raza árabe.
S. M. choritiana partió el mismo dia lü á las ocho de
Los estribos y el bocado eran de oro o plata sobre-do­ su mañana, durmiendo en Fedála (tres leguas distante por una máquina conio motor á fuerza de gas atmosfé­
rada, y las bridas y correaje de seda encarnada con lu­ de Casablanca hacia la costa, camino de Itabat), adon­ rico ; á Beiiesat. d" Barcelona, por mi procedimiento
idlos de oro. A cada lado del caballo, y cogiendo los es­ de fueron los indígenas moros y judíos á presentarle para el lavado de las materias textiles y sns desperdi­
tribos. ¡han dos soldados ondeando Inicia el Sultán dos sus regalos.
cios; á Brusca, de Barcelona, poruñ a máquina para
pañuelos blancos, signo de acatamiento y veneración ¡i
El Sultán es jé»ven ( treinta á treinta y un añ os); de imprimir en los cortes de calzado los contornos del em­
sn soberano. Detras seguía su gran privado y ministro color moreno; barba corta, negra y clara; alto y de car­ peine y carcañal: á Belliquic, por un freno perfeccio­
de con lianza Sid Musa. I lanceros, algunos jefes y su nes regulares; rostro o v a l; de mejillas algo abultadas nado de seguridad; á Buret, por un nuevo sistemado
guarda de honor cm.ui el paraguas (distintivo imperial Inicia los párpados inferiores; frente despojada; nariz vehículo de vapor sobre rails; ;i Bussoy, por un sistema
cerrado y envuelto cu una funda encarnada).
aguilena y bien formada ; ojos grandes, negros, muy especial automático y económico de ajustar los tapones
.»Las noches del l<¡ y 17 hubo fuegos artificiales lan­ expresivos y vivos; de voz un poco gruesa, y tartamu­ en las botellas, y á Conilliird, por unos perfecciona­
zados de la azotea del viee-coiisulado británico, y luces dea algo : en suma, es bastante simpático y muy afable mientos introdueidus en las máquinas pura aglomerar
y comprimir.
de Bengala. Algunos mástiles estaban iluminados, y en su (rato.
Cnbiiuyes ha. obtenido igualmente privilegio de in­
con más prolusión los do Inglaterra y el Brasil. La
El ¿’ 'l cayó con sus tropas sobre la tribu rebelde y
tienda del español cx-mtérprele de. España, I>. (¡aspar malhechora de /unida, hizo en l ra ra saco sus más prin­ vención por un procedimiento para la fabricación de
Illanco, estaba ornada con colgaduras de colores, y cu cipales aduares, sus campos fueron hilados, y los ani­ carbones artificiales por medio del estiércol; ( Voisant,
la casa de otro español se ostentaba un precioso tras­ males fueron vendidos por los vencedores desde el cuar­ por un medio ingenioso para obtener la traslbrmaeioii
parente en q.uc so vciaii pintadas dos ramas col relaza­ to hasta la mitad de su verdadero valor. Se dice se lle­ de la mayor parle «le los cuerpos orgánicos en verdade­
das, bajo el enlace una estrella, en seguida una ins­ vó setenta prisioneros é hizo decapitar otros quince, y ras materias colorantes y en nuevos productos tintó­
cripción en cuatro renglones con grandes letras encar­ (pie dió libertad ¡i las mujeres y niños, que quedaron reos; Berreas y Biiorquo, por un nuevo generador de
nadas en idioma clásico y scgim estilo árabe, cuya tra­ abandonados á las clemencias del cielo sin muebles ni vapor denominado por sus autores Corrieale de ealor
ducción era: hin.s- dilate la /•ida de la M. /. Mala// hogar. Castigo duro, terrible v horroroso, pero indis­
( 1 ) Véase iui«-slrn art ímilo sobre privilegios de inv.'itcion c o n ­
/.'l-f/u.san, y riera ¡re su. reinado; v debajo media luna pensable en los países bárbaros de Marruecos, y bien
cedidos ñor el (rol>i''rnu •-n el prim er semestre de 1S7">, inserto
con una estrella á cada lado.
merecido hace ya mucho tiempo por aquella tribu in­ I en el m im e n > X X X de L a i L C s r a .v e io .v . eorrcspoiulieiitu al
” El 1K, á las unce y media, recibió el Sultán a los Cuer­ dómita y desenfrenada.
I d ia 1 5 de A g o s to «le dicho año.
I
iniicisco •!. Amériiro, prenfado en la Kxn sic >.i Anis . a eli- Mal
|_ja
X. XXV
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I lustración,
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mericana.
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negro,
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la
catedral.
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¡nrtrlitfo: Dii1/., di; ViliItiilo]iti, pur min m;i'|uin:i para
segar inics y hierbas : Denude. por mi sistema tic toneIcria pur precedili)¡enlos mecánicos; Panici ( P. Emilio i, por un nuevo sistema de nivel pava indicar la
altura del anua cu lo» genoradorc- de vapor, y Dmiay,
de Barcelona. por un procedimiento de destrucción
ipiímiea de las materias vegetales coiileiiidas en las la­
nas. trapos y tejidos de lana por medio de la »yeion
coUll'iuada del ya - ácido carbónico . del vapor y del calor.
Paratici !»» im o'aeuido tambii»n por una tná<|t: imi
para la lili ».ricucimi de ladrillos de barro y briqueles:
!''¡laiuou, por un sistema >!■• correspondencia serreta y
de mi apara: mine lia de usarsi* para osle objeto; IVanfin i. por la construcción y disposiciones perfeccionada»
de liaiefia- de campaña llamadas /nitri ins /■'rnnriiii:
Fermi!idr/. Bufete. vecino de Aguilas, por un nuevo
pr»'Ci-dililiciilo de I rielado de minorale - de mercurio;
Fini y B"igvr. de l’alma do .Mallorca, p >r mi sistema
an¡ciliado de camas de illuderti: tiran y Falles, por illa
p occdimicnlo para curtir las pieles por medio do la
compresión é inmersión ukcruntiva do disoluciones de
i anillo ; ( ¡rey <'r.iiHtou. pm* une nmquinu perfeccionada
para taladrar la roca, la piedra y otros minerales y
currar tanibkm la ludia ; 11 ¡truene. por un nuevo eriliador p'ra i:mpiar las piedras y las materias minera­
les y vegef ;Üc»; liner y Peder, por una máquina para
olí tener la absorción o separación de los elementos com­
ponentes do etiali|iiier mezcla por c»»mploja que sea.
y Ilandysiede. p»»r unas mejoras introducidas on las
ináqiitnas. I»»i »ni»»! »ra» y aparatos para realizar c»»’.i
precisión y seguridad la »ub:dn y Fajada de peudioiit'-»
i’ápfda-s ;i lin »!»•* ATIbar el paso ¿te cuiTus ; £ndi»&
Ibarra, de Madri»!. lia solicitado y obtenido igual­
mente privilegio de in vención p r nu nuevo sistema
de borní »as aspiran f-s è ¡mpcloiires culi su a paral o pa­
lanca para nmver los émbolos de las mismas y ele­
var anuas do n 'líos ó depósitos subtemineos : barios y
barios, de M adrid, por un procedimiento para extraer
por medi»» del surtía todo el azucaró materia sacarina
contenida en el trabar.-» de la »aña de azúcar: Lopez
Fcrtivll, de Malaya, puf mi procedimiento muy tif.il
para iluminar y hacc-r de releve todas las pruebas ob­
tenidas por medi»» del aparato de foto-grafia: Labra-' ».
pornna máquina con desiiuoá la fabricación déla pasra
para papel : Mignon, p »r un procedimiento para la c\traecimi del juno d • la caña d - azúcar y empleo de los
re-iduos. y Muí lev. por una máiquina ó aparato para
ltac.T d" un producto del pe ntlc ». tal C 'ino el n'as li­
na. un ñas de alumbrado e >n aplicación al u-.. domés­
tico o de fabricación. fundición ó soldadura.
Mr. Mayiuml. de Pari». ha iiivnlad»» también y
"1 »tenido privilegio en España. por un ingenioso prnc»»dimieiil" ]iara aplicar la pintura al ók»» sobre cual»|iiiera superficie: MmitPiiegro y Mtiu-TIhlén, de Madrid,
por mi nuevo .-¡stoma de aprovechamiento de la tem­
peratura Htbf errática, para el e ild''ami»>lilo. enfrialiii'-ulo y veni ilación do los nlitioios ; .ManlToi.de üurcclolin,
privilegi" de ¡utroditceiou por una máquina proecdeiiic de Xorfr*-América, d"MMUi¡uada M nlh-ron*. para
embotellar p >v medio d" tapones yraviiadoros : Michel,
p >r un sistema de procedimiento- pura la carboniza­
ción ile i "da mulero vegetal miileiiida en las lanas y
trapos viejos de lana, y b’iehard. por míos aparatos es­
pecíale: en beiielicio de los adehiiitaiiiieMtos en la pro­
ducción _v fabricación de maini facturas de hierro, acero
y otros iiietnli's, y el aparato y los compuestos em­
picados en ellos.
Subís y Bone!, de Taraz.i'iia. por una máquina para
limpiar ri"S, calíalos y aeeqilias: Segami v l’ooamoia,
de Madrid. por un lluevo astenia lie papel pautado,
titulado lUii'uu i/ ^>'1////■// forum ib' Irlrn : San ¡urjo,
de Madrid, por mi rodezno con aplicación á los moli­
nos comunes; S'*co y B'idrigncz, di* Madrid, porm i
apira:-» inodoro y titil para la higiene piibjica cotí
aplicación ái los retretes: la Sociedad titulada I'ñioriii
( itrfmiell, establecida en Alüoy. por una fabricación
de cajas de muderà para fósforo»; Serra no y (Jnlomer,
de M om ear ( Alicante), por una máquina para taladrar
y ]ierforar piedras- con barrena y broca ; Sali ri y Kos.
de Madrid, por mi procedimiento y aparatos de de-inerustaeioit de las calderas de vapor: la Sociedad
i/nshi i'birmt. p»»r mi conjunto d»* aparatos para la
labrieaeion directa de hilos de lana con iii'*zc!:i do co­
lores ; Sulccr. hermanos, por un sistema d»* p.*rf»rr¡niiamientns íiifrodtieidos en e! iileeatii.-iilo y en la dis­
tribución de las parles que componen las máquinas de
vapor, y /urbano, de A vila, por un procedimiento ii
operación ¡inimica parti separar el pelo y lana de toda
clase de pieles.
lié aquí el resultado d»*l celo y laboriosidad iudiis!rial
de nuestros compatriotas en hrnelieio del l’omento dé
los ¡ilion- es sociale», r Ti y laboriosidad que son lanío
más loables elianto «jiH* drs'qraeiadaiiii-iili* nilestpa pa­
tria s»* lia ino» i rad»» cu lodo tiempo poco art iva cu las
grandes luchas de la inteligencia, v poco interesada cu
los adelantos de la intinsi ria.
I Iny, cu \i- in d»-l movimieiilo (pie empieza :i iiolarse
en nuestro paia y »le la luz »pie arroja la ciencia por lo­
do el inundo, credili »- que España no est ¡i tan léjos de
un mejoramiento cientilieo é industriai.
J lustracion.
E spañola
y
^ A m e ^ i c a n [a .
¡O jalá se realice pronto nuestro patriótico deseo!
¡ojala llegue ái ponerse pronto al nivel de otras nacio­
nes. donde es admirable el cuadro que ofrecen sus ade­
lantos !
IX ima opinion muy admitida entre ciertos partida­
rios del comunismo, que un privilegio concedido al au­
tor de un nuevo descubrimiento es un abuso ó un mo­
nopolio que se o»rantiza por los (hibiernos cu perjuicio
de la sociedad, y esta opinion la corroboran alegando
que lod" invento procede de nociones práctico-científi­
cas. ya valuares o coueeidas: pero esta opinimi es ab­
surda, porque lauto derecho asiste al inventor de una
máquina para disfrutar las ventajas de. mi obra, como
derecho tiene ái disfrutar las ventajas de -u propiedad
un escritor publico, un artista ó un comerciante, toda
vez que la invención c- el fruto legitimo del trabajo
¡tiloled nal acumulado, como lo es uu libro: y asi lo que
el inventor explota son las ventajas de su propia obra,
fruto de m ueles estudios y sacri lirio-. y no la» olien­
do nadie.
Do esta opinion s»m mucho» economista - eminentes,
con cuyas idea» (»tamos conformes, y el hacer propa­
ganda en otro sentido, sobre ser absurdo, es faltar a la
ra/on. desconocer la naturaleza de las cosas, con me­
noscabo de la justicia, introducir un perturbador ejem­
plo y dar tina mala enseñanza á cierta» clases .sociales,
de »ayo tan impresionables y ligera».
J . (¡r.x.vuo Monti.
EL ENCANTO ROTO.
r.
; F«piritus de amor que por el viento
Yagáis eternamente !
Del lado de mi bien triste me ausento ;
; Velati por el alísente !
; A y ! »i el ángel que adoro
l’alta á su fe, rompe.1 la» cuerdas de oro
Del in strumento que >le sones llena
El espacio sin lin , cuando de noche
En el silencio sueiiu.
Y , broche tras dé broche.
Romped esta cadena
Line a su cuello rodeo.
En prueba dura de mi amarga pena,
Y en prueba amante de que en ella creo.»
Esto dijo Alm anzor, cuando á Zamora
Barrió, dejando sola á su Alimmzorn :
Y del cerco al volver, sañudo y lijo,
Esto Almanzor á su Al matizara dijo:
IL
— Bella file* la cadena
Due te dejé al p artir; la lira de oro
Dm: cu la nneliu serena
Blandos gemidos regalaba al viento,
Era hermosa también : el alma pura
D'ie llena de contento
A:iil»as prendas te dió. no mereció
Kecoger, tras de largo apartamiento.
En cambio de su fe. negra falsía.
A »-as prendas de am or, secreto encanto
Se hallaba unido: eternas centinelas,
Ite t u honor guardadoras
Debieron ser. en las pesados horas
D - mi ausencia fatal.... ; Ay de m i, triste!
T ú . que fe me ofreciste,
Tu. que esa fe de ingratitudes sellas.
I las prenda» de amor, dime ¿ qué hiciste ?
1’rendas do! corazón. ;»l»ó hiciste de ellas?
; Ay ! la dura cadena.
Fuerte como mi am or, sólo debía
Desprenderse de tí rota en pedazos,
Cuando tu con irifa me apostasia
Te dejaras caer en otros brazos.
I.a lira de oro.
La que arrulló mi cántico sonoro
Eri un li.-mpo feliz, lid :i su dueño,
Callar rlcbiu ( n mis sentidos solios
< natalo otra mano con impuro empeño
A recorrer viniera su» bordones.
IIny, con esfuerzo vario,
Duerni, la propia mano
Due arranco de tu cuello la cadena,
Los anillos reunir: ¡mil ilincnt<*
La lira templará ; sus cnerdas Hojas,
Due tantas veces halagó el ambiente.
Calladas estarán, y ái tus oidos
No llegarán envueltos en el viente»
Bus mágicos sonidos.
<»>»«• restii entre los d'»s? Nada. La llama
Díte, de.nl ro el pecho ardía
Devoró el corazón, un tiempo uníante,
Hoy eeiiiz.a no más, ceniza, liña,
¡ 'I'*'do. lodo acalló, mòno« mi pena !
Adiós, frágil cadena.
Adiós, callada lira.
Corazón sin virtud, adiós por siempre.
¡M entira filó tu amor, tu fe mentira!
Madrid, “ ito Al*ril ile irti.
A . I I (JUTADO.
X - XX Y
ROBERTO Y LAURA.
(IMITACION DEL ALEMAN. )
V mi otiiiiii-nic nuilyi-i '1 sr. 1>. IVIim V. -tr Ature»»««.
1.
El. l'KsKNI!AÑO.
Al despuntar el alba en el oriente.
Laura con sobresalto abrió los ojos.
Pon pie un negro pn »agio entre, sus sueños
La hirió con dardo agudo y ponzoñoso.
Kulii-rtii. >en » infiel? »lijo y pasaron
Las sombras de aquel sueño por su rosiro.
i ’ se entrego ál lili delirio cu que sil aliento
Solo encontraba vida >*u los sollozos.
Pof qllé el relincho di 1 corcel lio se oye.
De la estrellada noche bajo el roldo.
Xi tus cautos, ni el ruido de tus armas
Entre el rumor lejano de los »»Irnos?
Tal vez. tal vez herid»» en las batallas
En solitario valle o bosque muliroso
Sucumbiste, dejando tu cadáver
Pura pasto de buitres y de lobos.
La paz está firmada. y los guerreros
Hoy. al batir !>»s atabales roneos.
Triunfantes currarán pisando llores
Y ciuiivdio del patriótico alborozo.
Ma» suenan ya l-»s bélicos clarines.
Se »»yen los hit uno» y marcial»-.- coros....
¡S i m • engaño mi sueño, bien »pútrido.
IViume «pie te abrace victorioso!—
Al pronunciar
ultimas palabras.
Con agitad»» y e uim»»*,-;»!». r»»s:ro.
Al encuentro c»»rrio de las legiones
Temblando uní- de miedo que «le goz»».
El puebl». alegre en rmunliuosa marcha.
Alzando aquí y allá nubes de polvo.
Sonrio a su» hijos y canto »n gloria
Cotí voz de triunfo y con feliz arrobo.
La tierna urgen y la fasta osp»»»a
Hallaban vu á su amanto, ya á su oposo.
^ el patrio orgullo se pintaba ».-n ellas
Al contemplar del venced'»r el rostro.
Laura, no mas, ¡jostrada. casi muerta,
clava en las tila» los inquietos ojos.
Y ve pasar infinites y jinet» ».
P'T" u»> ái sil K'ilicrto valeros»»:
Entéricas, loca, derribada en tierra.
Con terrible ademan. con aire torvo.
Maldijo el liiuiid" y »1» »alio á los cielos,
Transida el alma dei dolor más hondo.
I!.
EL DEL] IMO.
»Solicita la madre y amorosa
Corre ái estrechar ái su hija entre l»»s brazos.
Y «•»•II ternura V fe. dire. Horowi :
Laura, mi bien, -i ha muerto m la pelea
Tu valeroso uníante,
; Leve la tierra ái sus despojos sea!
Mas .»i v ive y ausente es leinulitido,
Xa pienses más »-u él, que al inconstante
So|o se debe generoso o|v ido.
; Madre, y el iiinnd»» sigue sil carrera.
Y tollo en mi redor vive y s»» agita!
La vida universal es uim ¡sombra.
Sombra de luto y «le pesar
; Illalli]tu !
.Madre de! roruzou. mejor me fuera
Xo haber sentido la ilusión primera,
Por ti" sentirla asi desvanecida :
; Suene <*1 clamor de mi hora postrimera
Y apáglicse la antorcha de mi v ¡da ;
Perezca yo culi mi dolor eterno.
D11e '-ti »-I polvo mortal aniquilada,
Xo sentiré en el limbo de la nada
Dúo la v ida sin él es un iiilicrin»!
; Horrible maldición! ; Pobre hija tilia!
A quien hirió sin compasión la suerte,
Como el inundo un |u oye, ni la muerte.
Loca de amor al cielo desafia.....
¡o lí . n i. Berilo los seres; til. Dios mili,
Al ¡ende á su quebranto
Y perdona su insano desvarío!
III.
LA l'AZ l»l-:L IIOLIII!.
Best ¡luida Laura á su castillo,
Siente 1a soledad qilo la rodea.
Sin adven ir cu sil piadosa madre.
Dito dice arrodillada:
Oh Dios, tu voluntad cumplida sea!
N." XXV
pA
Cansada y¡i de delirar su mente.
('en hmgnidez y do dolor desmaya,
('mui» el herido cisne ijilo doliente
Pliega sus alas cu oscura playa.
Entre el mundo y el cielo suspendida.
Sueña presentes sus pasadas glorias:
A\e de amor, ipie en el ciprés anida
Cara llorar sus plácidas memorias.
Sus .piejas manda entristecida al viento.
La dicha recordando ipie ha perdido.
Mientras euhre de lulo el firmamento
Kl manto de las sombras extendido.
Asi látifia sus tremendas horas.
Hallando de su liten solo las huellas.
Hasta <pie al lili vertieron bienhechoras
Su luz las melancólicas estrellas.
IV.
l.\ Noctli;.
Reina la noche ya : la hermosa luna
Sube detrás de los alzados montes.
Como el cándido sueño de la infancia
Sube buscando a Dios desde la cuna.
I.a llanura espaciosa .
El tranquilo collado.
La montaña escabrosa.
Todo en sueño solemne y sosegado
Klaiidnmemo reposa.
Alas de improviso, en los sonoros bosques
Se ove un bronco ruido tpte parece
Ora que va por el do-icrto huyendo,
Ora que en el espacio se estremece.
Ora en el aire aumenta, ora decrece.
Hasta que al tin se acerca c u estruendo
Y redobla su empuje
Al son del viento que en las selvas mire.
V.
LA SORPRESA.
Es el veloz escape de un caballo
En que cruza mi guerrero la llanura :
Negro crespón cu su penacho ondea.
Negras sus armas son y su armadura.
Negro el corcel fogoso
En que el jinete pálido campea.
Llega por lili al atrio del castillo.
Lanza el fiero bridón con gallardía.
Salva de un salto el puente y el rastrillo,
A’ llamando á la puerta,
(¡rita con grave acento :
—¡Aquí Roberto está ; Laura , despierta !
—; Ah.... ven. 1,’ol.erto, y vuélveme la vida :
Véu a mi corazón que te ama tanto;
Cierra de mi alma la profunda herida
t¿uc abrió tu ausencia con mortal quebranto:
— Vuelvo á ti. bien querido.
Temiendo que cu mi ausencia, solitaria.
Hayas dado al olvido
Hacer por tu Roberto una plegaria.
— I(opon esos temores,
V di me, dulce dueño,
¿ l’or qué tan tarde llegas
A la llora de los o lirrtos y del sueño?
; Por qué de negro vistes,
V tus ojos, nuis negros que la noche.
Aun más (pie la tristeza miro tristes ?
Es mi misterio todo.... véu conmigo
A' nos darán los bosques,
A' la lima y el cielo.
En su silencio sepulcral abrigo.
Huyamos pronto, «pie la noche avanza
A' huye con sus sombras mi esperanza.
—Antes véu á mi seno, bien amado,
Y descansa cu mis brazos del camino;
Vén, (pie en el blanco espino
El viento brama fúnebre y airado,
Dual brama en tempestad el torbellino.
¡Oh, Laura ! nada temas: vén . marchemos
A’ llagamos, al amparo de la nuche,
Nuestro viaje en!regados al destino.
I'n lecho, en mi morada,
Aguarda á la pareja e....inorada.
Dónde el tálamo está y el aposento?
Lejos están, muy léjos, alma mili:
Halla á la grupa de lili fiero liruto,
L'tto es preciso llegar antes que brille,
<'un su imporl tina luz, el claro día.
Oye, Ibiberio: allá, desde la torre,
<oii pausado clamor el aire Helia
El sé,n de una campana,
i acaso en ese doble cruza el mundo
Alma que llora en pena.
| l u s t í \a c i o n . J 5 s p a ñ o l a
y
15
yVi wERi cANA.
— AH alma está contigo,
( 'tuno ángel de tu guarda :
Apresura la marcha, véu conmigo.
Oile en un lecho (le adelfas y (-¡preses
La paz de los sepulcros nos aguarda.
Si el tálamo es tranquilo y sosegado,
feliz descansaré junto a mi dueño.
Entre unas labias, bajo lusca piedra.
De honda quietud disfrutará tu sueño....
Alira en tu derredor: la noche avanza :
Nosotros \ los ntuertos.
En alas del amor y la esperanza.
Col! rapidez cruzamos los desiertos.
Ale aguardan en e| campo mis soldados;
Salla a la grupa de mi fiero bruto
A dejemos detrás esos collados.
VI.
El. M'.SIKRTO.
A un impulso ligero.
Salta Laura temblando.
A en éxtasis sin tin. como sonando.
Se abraza á la cintura del guerrero.
¡Trap. trap ! — Se oye en el bosque
Del corcel animoso la carrera:
El amor y la muerte se adunaron.
El desengaño y la ilusión postrera.
A’ el eco del escape repitiendo
Los riscos, las praderas y llanuras.
Se ve «pie arrancan fuego de las piedras
Del caballo veloz las herraduras.
- ; Te estremeces, mi bien, no vas conmigo ?
; .No ves que yace todo en calma inerte?
— ¡Todo me espanta, porque yace todo
En la profunda calma de la muerto!
— si te espanta la muerte, si el quietismo
De los que duermen 011 la tumba yertos....
; Deja en paz á los muertos, alma mía.
Deja en paz a los muertos!
— Dejémoslos ¡oh Laura ! y entre tanto,
fatigando las horas pasajeras.
No olvides, lio. «pie -niños ell el mundo
Tristes sombras de paso, almas viajeras.
Marchemos hasta el fin, antes que llegue
La aurora con su luz inoportuna.
A' deja que* cu el mar del firmamento
Silenciosa navegue
Cerca do Dios la solitaria luna.
—; Atas!.... Roberto ; no escuchas ese coro
Rfitc parece venir de un cementerio.
l ’n triste i/' / irii/i/m lis. «pie sonoro
l’Uehlu el mundo de espanto y de misterio ?
'• <»remos por los muei tos •>. van cantando
A sigue al omito el fúnebre tañido
De lemas campanudas, «pie doblando
Llenan do miedo el ánimo afligido ;
<!raz..a el enervo en el aire aleteando.
A' el discordante ruido
I»el canto y las campanas
Se pierde en las regiones unís lejanas
Cual se pierde un recuerdo cu el olvido.
— Sochantre, vén acá. gritó el jinete.
AY-ti y canta en los campos silenciosos
El himno epitulámico del sueño.
«.file cu tierra bendecida
Van á dormir los jovenes esposos.
A' el canto ilr /iroJ'ihiil/Y lentamente
Se l'ué por las montañas extinguiendo,
Y el eco de los montes
Iba el rumor lejano repitiendo.
Los amantes siguieron caminando,
A' unidos por el lazo de la muerte
Se van por las llanuras alejando.
— Laura, no te conturbes:
AIira, la noche avanza....
Nosotros y los muertos.
En alas del amor y la esperanza.
Con rapidez cruzamos los desiertos.
; lYro mira, Roberto, cual se mueve
Sobre la hierba que el camino alfombra
Un sudario sangriento y un suplicio
A' una implacable sombra !
; Hola ! gritó el guerrero:
Véu a bailar Iu danza .
En giros caprichosos:
líaila, sombra bendita, baila, baila
Antes (pie ;d lecho de Ih lUIIertc lleguen
Los jovenes esposos.
A’ se acercó el espectro resbalando
Sobre hojas de avellanos y de encino ;
A' el ruido de sus pasos cavernoso
Se asemejaba al ronco torbellino.
Los amantes siguieron caminando:
>
>dop. jop ". repite el eco,
A' se van y se van siempre alejando.
Y el ruido formado en el escape
Hondo retumba en el peñasco hueco.
; Te osí remeces. mi bien, tío vas conmigo ?
; No ves que yace todo cu « alma inerte?
— ¡Todo me espanta, porque iodo yace
En la profunda calma de la liuterie!
SI te e.-pauta la muerte, si el quietismo
De los (pie duermen ell la tumba yertos.....
¡ Deja en paz a los muertos, alma tilia,
I»oja en paz a los muertos !
Cauta, por lin. la madrugada « I gallo;
Recubra ¡oh mi corcel ! tu noble brio,
A’ antes qUe asome la ninnami llega
Al tálamo nupcial del dueño litio.
Alas antes oye. y para siempre calla :
Detrás de e.-n muralla
Hay un reloj de arena....
Adiós.....ya mi hora >I> p o ‘f m n l¡H suetni.
De tn blasfemo y loco pensamiento
l ’iile perdón al cielo, arrepentida.
Al pié de ese terrible ínoilUliieilio.
Donde dejo, sin pena .
Sueños de amor y pompas de la vid a.
Due- Dios asi |o «pliso.... —
A‘ enmudeció la sombra señalando
l ’ u vasto cementerio de improviso.
VIL
l»i;s( AN-\ EN TAZ.
Con aire firm e, eoli semblante quieto.
Del monumento ante el umbral llegó,
A' cedió eolito ¡i impulso de lili secreto
De mi candado macizo el pasador.
Abriéronse las puertas rechi liando
Con cavernoso y lúgubre crujir.
A al erguirse los cráneos saludando.
Se oscureció la luna en d cénit.
El negro liruto se melino hacia el suelo,
De un relámpago envuelto en el fulgor,
A al desplegarse de la sombra el velo
Debajo de una cruz de-paivció.
Roberto, mudo, con la frente baja.
Deja en silencio fúnebre caer
Al pavimento la-lado una mortaja
<,hie envolvía su espada y su broquel.
A’ queda en esqueleto convertido
Cile e-trenieee al pasal* el Uqtlilon.....
<.filiere Laura rezar, y da un gemido
Y "ye m ular en coro : • ; (¡loria á Dh-s! •>
\ Ilei ve tristi- li is oj.i>■.al desierto,
A cxelaliia al fitl. causada di- llorar:
; Alisi-rii-ordla. olí Dios, para L’ob rlo!
¡Su alma d----eaiisi- ¡.ira siempr en paz!
d TAN I». 11 MAR Y 1ÍAR0.
------------a C V .ÍU -C »-.--- ----- -
LA RENOVACION DE LOS TRATADOS DE COMERCIO.
Los tratados de comercio negociados entre f r a n e ia
é Inglaterra, en Enoro de iSC D .asi como los que d iv er­
sas potencias han llevado á cabo entre s i , :i partir de
aquella época, van llegando sucesivamente á la fijada
jaira sa terminación , y parece indudable que se está do
acuerdo en cuanto ¡i la conveniencia de renovarlos.
El favor de que goza cu nuestros días el régimen de
los tratados está lejos de ser uno de esos cajirielios de
que son victimas á veces hasta las unciones más ¡lus­
tradas: es. por d contrario, un fruto del razonamien­
to y del cálenlo. Y no podía ser de otro modo, si se t iene
cu cuenta que este sistema, aunque limita y restringe
por algún tiempo la soberanía nbsolitln de cada uno de
los Estados contratantes, ofrece, bajo otros puntos de
vista. las mayores ventajas.
En electo ; los tratados de comercio, tales como hoy
se les comprende, son actos de franquicia, jaira uso y
jiroveelio de las clases industriales: con relación á los
cambios internacionales, que ocupan actualmente un
lugar de tanta jirefercncia en la act ividad productora de
los jmeblos, y (pie tan jioderosa influencia ejercen so­
bre las ojie-raciones interiores, los tratados garantizan,
por mi intervalo de muchos años, un grado do libertad
de acción superior al que se posee cuando ellos (altan.
Al mismo t¡ein|io «pie estos tralmlos dan carácter de
jiormanem-.ia á las condiciones b a jo las cuales las na­
ciones cambian en justa recijirocidad sus productos, no
tienden á hacer aquéllas invariables, sino que dejan
abierto el sendero, hasta un punto conveniente, á su-
ir»
pA
] l u s t í \a c i o n . J p s p a ñ o l a
y
x. x x v
^Americara.
cesivna mejoras que multiplican el co­
E X ( ‘ 1 (' LO I* E D I A S .
trabajos, se obtendrá por cociente la
mercio, por medio «le la cláusula, lla­
cantidad de hierro representando la po­
mada de la nación más favorecida, que
tencia productora del trabajo del indi­
se lia convenido, con mucho acierto,
viduo en dicha fundición ó taller.
en que forme parte de todos ellos.
Trátase de una fábrica de hilar algo­
O rucias á esta cláusula, basta que
dón. y se la supondrá consagrada á la
dos Estados hayan negociado un trata­
producción do uti hilo de un cierto nu­
do suplementario que de sobre este o
mero: la potencia productora se calen 1li­
el otro punto determinado nueva ex­
ria dividiendo el número medio de hilotensión á la libertad de los cambios en­
gramos de este lulo obtenido en un din,
tre las dos partes contratantes, para
una semana ó un año, por el numero
que la medida sea aplicable á todos los
de personas ocupadas.
Estados eou los cuales los dos prime­
M. ('UEVALLIKK.
(•V
iH
ii
loimirn;)
ros tuvieran ya concluido un tratado
comercial.
En las naciones meridionales de Eu­
El din 1>de Junio último se verificó
ropa, que están sujetas á la epidemia
en París la distribución de las recom­
pensas concedidas por la ¿¡ocíele d' l-.iide las revoluciones, los tratados son co­
coio iii/cmnil /loar i' Industrie naeionale,
rno nn preservativo contra las fantasías
reaccionarias de los hombres súbita­
habiendo sido agraciado con una me­
dalla de oro el ingeniero M. Desiré Samente colocados en las regiones del po­
valle, á quien se debe la instalación de
der por el Ímpetu del torbellino.
grandes tal tricas destiladoras en Fran­
De la exactitud de este aserto nos
cia, y cuyos diversos aparatos liemos
da provechoso ejemplo lo ocurrido en
descrito más de una vez en las páginas
Francia en los años de 1 *71 y lK7-\
de este periódico.
pasada la tremenda sacudida delSTo.
La solemnidad fué presidida por el
Si á juzgar por la explosión unánime
ilustre químico M. Damas, micvn miem­
de las opiniones puede considerarse co­
bro de la Academia, y en la misma se­
mo infalible la renovación universal de
sión obtuvo otra medalla de oro el Dalos tratados, naso ve tan claro en otra
ron Springer, de Maisons-Alfort, por
cuestión intima y directamente ligada
su magnifica fábrica de destilación de
cou ésta, cual es la de saber en (pié
granos, instalada por M. Savalle.
términos será aquélla realizada.
Una <'omisión especial, compuesta
Dos ideas comparten el campo de la
de
químicos distinguidos, (pie había si­
Opinión: una de ellas, francamente
do delegada para visitar detenidamente
proclamada, quiete que los futuros aran­
la fábrica de Maisons-Alfort, y con es­
celes de Aduanas sean más liberales,
pecialidad los aparatos Sa valle, ha di­
en el sentido práctico de la palabra,
rigido á la Sociedad citada una inte­
que los boy vigentes.
’ •-n.-I vii' 1 o
"i ’n -l-' l.i C.iriifiu T.ti'V>
-le nn bruzo,
rn ó rnnw rti-t i . ■.-m ■¡n<
resante .Memoria, suscrita por M. LaAsí se consagraría, á juicio de los
n llii. li¡iil»-. ¿r.uiuitica traiio s i i italiana, artttii-tica
1 esde entonces se ;¡i:iu la sttbsLttuclu •laii-.l
m y, profesor de Química en la Escuela
que la sostienen, un nuevo progreso en
decim al. e tc .. e tc .. etc.
central.
la libertad de los cambios internaciona­
Las fábricas de destilación montadas según el sisteles, ó lo que es lo mismo, variando la forma, en la hay medio de creerlas resucitas en tanto que no se recurra á la piedra de toque de la práctica.
mu Savalle son hoy l ‘-’ 7 en Francia, á saber: -D5 para
libertad de comercio.
Sin el apoyo de un conjunto de hechos escrupulosa- destilar melazas, 71 para remolacha y lo para granos,
Y aquí conviene advertir que la antigua locución
de /Hurlad de comercio ha sido sustituida hoy por la mente observados, el sistema que llegue á prevalecer y en estas fábricas funcionan hasta 21!) aparatos Su valle,
más preciosa de ¡iherlad di cam/iios inlrriiacionnlcs, y seria un edificio cimentado sobre deleznable aren a; pe- que producen diarmmenle, por término medio, 7.7ox
en Inglaterra hay agrupaciones que llaman á esta li­ ro si del examen concienzudo de los hechos se des- heclélitros de alcohol retinado.
prende la conveniencia del criterio liberal en comerFelicitamos al laborioso é ilustrado ingeniero M. De­
bertad la comprímela aiiirersal.
La otra opinión
la de los proteccionistas consi­ cid, de cuyo lado están las simpatías de una civiliza- siró ^avalle por la merecida recompensa que lia obdera los tratados posterioresá Imío como el máximum cion avanzada y de la inmensa mayoría de las ilustra- , tenido,
de liberalismo posible, como columnas de Hércules cioncs europeas, será preciso (pie áuu los tnás refracta­
cuyo más allá seria funesto intentar conocer. En este rios se resignen á la aplicación cada vez más absoluta
AJEDREZ.
orden de ideas son mirados como innovadores presun­ de esta libertad, aunque la transición sea prudente­
tuosos los economistas que aconsejaron la celebración mente conducida.
PROBLEMA NÚM. 1.
del tratado ungió-franco cu ISíjO, origen de otros en­
No creemos muy difícil probar con los hechos, y á
N l.ills \ s .
tre naciones de no menos importancia comercial, y á la vez por el razonamiento, que los pueblos que com­
lin de presentar obstáculos al desenvolvimiento del prin­ ponen la civilización occidental ó cristiana, y la Eu­
cipio (pie prevaleció entonces y que después lia echa­ ropa en particular, tienen un gran interesen pronun­
do tan profundas raíces, los proteccionistas imis carac­ ciarse por la libertad de comercio, no en valíales frases,
terizados han formado planes no desprovistos de arti­ sino cu la acción y en la aplicación de ésta, llevada
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''
ficio.
hasta donde sea posible.
I
; A cuál de estas dos escuelas se dará la razón ? En
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m
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II.
tal materia no seremos nosotros los «pie tratemos de
mermar á la teoría y al razonamiento los derechos qno
La libertad en el comercio tiene como mérito propio
V.///SA'les pertenecen cu todas lies cuestiones.
el de desarrollar la fuerza productora individual, y en
'y?
Cuanto más importantes son los problemas que so mi Estado donde esta libertad exista por entero, la
'■./////.vít.
W aM '
debaten, tanto más esencial es tener principios regula­ fuerza productora de cada ramo de la industria, y de
A--i
dores, con ayuda de los cuales se trazan las grandes li­ cada establecimiento fabril, tiende sin cesar á la ad­
■'/'"'/a
neas que lian de servirnos, mediante el concurso de la quisición de su máximum.
más correcta lógica posible, para deducir las conse­
No consideramos superfino, ántcs de pasar adelante,
'■///'¿'Mí,
cuencias legil ¡mas.
precisar el sentido de esta frase, la fuerza /wodue/ora,
líoycr-Collard proclamaba una verdad profunda cuan­ porqnc puede hacerse con un rigorismo casi matemá­
do decía (pie profesar el desden Inicia las teorías es tico.
vanagloriarse de no comprender lo (pie se dice cuando
En cada ramo de industria y en cada establecimien­
se habla, ni lo qm; se hace cuando se obra; pero al to esta fuerza se mide por la cantidad de objetos de
lado de las ideas generales y elevadas (pie agradan a la una clase convenida, que resulta del trabajo, por Iér1U,ANCAS.
de una persona, en este ramo, do indus­
inteligencia y cautivan al espiriru, hay otra autoridad .. ........ .
Ju eg an éstas y dan mato un tros Jugadas.
Inexperiencia que e.s necesario consultar, y que en tria é> establecimiento, durante un espacio de tiempo
definitiva es la que juzga . como que es, por decirlo asi, determinado; un día, una semana, nn año. En una
Kn |ni'ii-ii vn vi ni'imorn iiiili'rlor. Ii 'iim» rufiliiit. ■ ■ •Iiicinti
ni |rrrtel crisol por el cual lian de pasar las proposiciones de la fundición, por ejemplo, se puedo calcular muy aproxi­
tilciim iiiitn. ti. i li- l>. Emilio Vulii. .i.irni ilct
ii' ><li* (.Vlniiovn. y do los Soteoría, á lili de (pie no quede sino el metal precioso, madamente el peso del hierro en barras, de un calibre fivuv» |>. 1 nuiiMico Koriiiuidi-*>• 0 . Tind'iru Sun Ilom an, itoUuiuliilajura.
desligado de toda impureza. Las cuestiones del género determinado y uniforme, que se forjarían en el tras­
de la que hoy se suscita con motivo de los tratados de curso de un año, admitiendo que el taller se dedicase
MA I<111 1 >. Iiiil'iviilii y i 'l i i'i-nl ¡|.¡n ilc Aril'iin y ('.*
(Biiviflsonw ihi Kivinlvuuym >.
comercio afectan á tantos intereses, y suponen la ac­ exclusivamente ¡i esta variedad ; y si se divide el peso
IH P IU S O n K S l 'E CA.M.MlA IJK S. »!.
ción de tantos resortes, ya ocultos, ya visibles, que no enunciado por el número de personas empleadas en los
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