JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA RITO PARA LA PEREGRINACIÓN HACIA LA PUERTA DE LA MISERICORDIA Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. ÍNDICE DE CELEBRACIONES EN EL CONTEXTO DEL AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA CELEBRACIÓN Rito para cuando la Misa se celebre al final de la peregrinación Rito para cuando la Misa se celebre al inicio de la peregrinación PÁGINA 3 9 « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 2 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. RITO PARA LA PEREGRINACIÓN HACIA LA PUERTA DE LA MISERICORDIA 1. La celebración de este rito busca que los fieles puedan ganar la indulgencia plenaria en este Año Jubilar de la Misericordia. 2. Los grupos de peregrinos deben organizarse de tal manera que celebren la Eucaristía antes de iniciar la peregrinación o a su llegada a la Puerta de la Misericordia (por supuesto, se debe llegar antes de iniciar la Eucaristía para no interrumpir el desarrollo de la celebración). 3. Para terminar de cumplir lo necesario para obtener la indulgencia plenaria, los fieles deben buscar el Sacramento de la Reconciliación el día de la peregrinación u otro momento cercano a la misma. 4. El cantoral utilizado en la sugerencia de cantos es el Cantad Alegres a Dios. Cantoral Litúrgico (nueva edición); identificado con las siglas: CADCL. RITO PARA CUANDO LA MISA SE CELEBRE AL FINAL DE LA PEREGRINACIÓN RITOS INICIALES Reunido el grupo de peregrinos, se entona el canto: ¡Qué alegría cuando me dijeron! (CADCL n. F.70) u otro canto adecuado. Terminado el canto, quien modera -a una con el resto de fieles- se signa mientras dice: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Los demás fieles responden: Amén. Inmediatamente, saluda a los presentes diciendo: Dios Padre, cuya misericordia es infinita, abra las puertas de su mansión y nos reciba con su abrazo bondadoso; por los siglos de los siglos. Los demás responden: Amén. Luego, quien modera se dirige a los presentes con las siguientes palabras: « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 3 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. Queridos hermanos: A punto de emprender esta santa peregrinación, conviene recordar cuál es nuestra intensión en este Año Jubilar de la Misericordia. El Papa Francisco nos recuerda que la peregrinación “es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada”. Por tanto, para llegar a la Puerta de la Misericordia, “cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho de que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio. Que esta peregrinación sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros1. LITURGIA DE LA PALABRA Terminada la monición, uno de los fieles proclama el siguiente texto bíblico: Lectura del libro del profeta Isaías 49, 8-15 Esto dice el Señor: “En el tiempo de la misericordia te escuché, en el día de la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado para que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a ocupar los hogares destruidos, para decir a los prisioneros: ‘Salgan’, y a los que están en tinieblas: ‘Vengan a la luz’. Pastarán de regreso a lo largo de todos los caminos, hallarán pasto hasta en las dunas del desierto. No sufrirán hambre ni sed, no los afligirá el sol ni el calor, porque el que tiene piedad de ellos los conducirá a los manantiales. Convertiré en caminos todas las montañas y pondrán terraplén a mis calzadas. Miren: éstos vienen de lejos; aquéllos, del norte y el poniente, y aquéllos otros, de la tierra de Senim. Griten de alegría, cielos; regocíjate, tierra; rompan a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y tiene misericordia de los desamparados. Sión había dicho: ‘El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido’. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de Ti”, dice el Señor todopoderoso. Palabra de Dios. Luego, un fiel canta el salmo 144 de la manera acostumbrada: Salmo responsorial PAPA FRANCISCO, Bula “Misericordiae Vultus” de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, n. 14. 1 « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 4 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. Del salmo 144 R. El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R. El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R. Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. R. Inmediatamente, se entona el Aleluya (excepto en Cuaresma, que debe entonarse otra aclamación) con el siguiente versículo: Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti”. R. Lc 15, 18 Y se proclama el texto del Evangelio del siguiente modo: Del Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32 En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publícanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 5 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores’. Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra Ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’. Pero el padre les dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete. El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Este le contestó: ‘Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano mayor se enojó y no quería entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo’. El padre repuso: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ ”. Palabra del Señor. El que modera puede hacer una breve reflexión. PRECES Terminada la reflexión, el que modera introduce la oración de los fieles con las siguientes palabras: Llenos de confianza, invoquemos a Dios, principio y fin de nuestra peregrinación humana, diciendo: R. Acompáñanos, Señor, en nuestro camino. Padre santo, que antiguamente fuiste guía y camino para el pueblo que peregrinaba en el desierto; protégenos ahora que vamos a emprender este camino y haz que, superado todo peligro, regresemos felizmente a nuestro hogar. R. « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 6 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. Dios de amor, ponemos en tus manos al Papa Francisco y sus intenciones; te ofrecemos este peregrinar pidiendo que fortalezcas su vida y le guíes en el ministerio pastoral que le has encomendado. R. Tú que nos diste a tu Hijo único como el camino para llegar a Ti; haz que ayudemos a todas las naciones a seguirte con fidelidad y perseverancia. R. Tú que nos diste a María siempre Virgen como modelo y ejemplo de seguimiento de Cristo; haz que, teniéndola ante nuestra mirada, imitemos su amor con aquellos que más lo necesitan. R. Tú que, por el Espíritu Santo, guías hacia Ti a la Iglesia que peregrina en este mundo; haz que, buscándote a Ti por encima de todo, corramos por el camino de tus mandatos. R. Tú que nos llamas hacia Ti por senderos de justicia y de paz; haz que un día podamos contemplarte en la patria eterna. R. Se concluye con la oración de bendición; si el que preside es un clérigo (Obispo, presbítero o diácono), extendiendo las manos, reza diciendo: Dios todopoderoso, que otorgas tu misericordia a los que te aman y en ningún lugar estás lejos de los que te buscan, asiste a tus servidores + que emprenden esta piadosa peregrinación y dirige du camino según tu voluntad; que de día los cubra tu sombra protectora y de noche los alumbre la luz de tu gracia, para que, acompañados por Ti, puedan llegar felizmente al lugar de su destino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Los demás responden: Amén. Si el que modera es un laico, con las manos juntas, reza diciendo: Bendito seas, Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que de entre todas las naciones te elegiste un pueblo consagrado a Ti, « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 7 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. dedicado a las buenas obras; Tú que has tocado con tu gracia el corazón de nosotros, tus hijos, para que nos unamos a Ti con más fe y te sirvamos con mayor generosidad, dígnate colmarnos de tus bendiciones, para que, al dirigirnos a la Puerta de la Misericordia, proclamemos de palabra tus maravillas y las manifestemos ante todos con nuestras obras. Por Jesucristo, nuestro Señor. Los demás responden: Amén. PROCESIÓN Inmediatamente, se entona el canto: Juntos como hermanos (CADCL n. F.61). En este momento, se inicia la peregrinación a la Puerta de la Misericordia. En el trayecto, pueden proclamarse lecturas bíblicas (que hagan particular referencia a la acción misericordiosa de Dios para con nosotros y de nuestro compromiso por manifestar el amor del Señor a los hermanos), entonarse cantos y meditar con algunos ejercicios de piedad popular (recomendamos específicamente el rezo del rosario). Una vez que el grupo se encuentre frente a la Puerta de la Misericordia, se detienen y se proclama el siguiente texto bíblico: Jesús les dijo: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos”. Cf. Jn 10, 7, 9 Luego, se entona el canto: Éste es el día (CADCL n. D.108) e ingresan por la Puerta de la Misericordia. EUCARISTÍA Al ingresar a la iglesia, toman lugar para participar de la Eucaristía. Si no es una celebración dominical o una solemnidad, el grupo de peregrinos permanece de pie y reza el Credo (por supuesto, antes de que inicie la celebración eucarística): Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 8 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. Todos se inclinan y prosiguen: que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Se levantan y continúan: padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Terminado de rezar el Credo (si hubiese sido necesario), los fieles permanecen en actitud de plegaria en sus lugares, esperando a que inicie la Eucaristía. RITO PARA CUANDO LA MISA SE CELEBRE AL INICIO DE LA PEREGRINACIÓN Cuando la Eucaristía se celebró antes de peregrinar, la misma Misa con su bendición y el rito de envío -particularmente- se constituyen en la preparación para iniciar la procesión a la Puerta de la Misericordia. Una vez que se ha salido de la iglesia en donde se celebró la Eucaristía y en donde dará inicio la peregrinación, se inicia el camino hacia la Puerta de la Misericordia; mientras tanto se entona el canto: ¡Qué alegría cuando me dijeron! (CADCL n. F.70). Durante la procesión, pueden proclamarse lecturas bíblicas (que hagan particular referencia a la acción misericordiosa de Dios para con nosotros y de nuestro compromiso por manifestar el amor del Señor a los hermanos), entonarse « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 9 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. cantos y meditar con algunos ejercicios de piedad popular (recomendamos específicamente el rezo del rosario). Una vez que el grupo se encuentre frente a la Puerta de la Misericordia, se detienen y se proclama el siguiente texto bíblico: Jesús les dijo: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos”. Cf. Jn 10, 7, 9 Luego, se entona el canto: Éste es el día (CADCL n. D.108) e ingresan por la Puerta de la Misericordia. Al ingresar a la iglesia, toman lugar para finalizar el rito (debe procurarse que no se esté celebrando la Eucaristía, de forma que no se llegue a interrumpir de forma alguna). Luego, de pie, se reza el Credo: Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, Todos se inclinan y prosiguen: que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Se levantan y continúan: padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 10 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Inmediatamente, quien modera la celebración invita a los fieles a orar por las necesidades del Obispo de Roma (el Papa), diciendo: Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre la roca de Pedro. Elevemos nuestra oración a Dios nuestro Padre por el Papa, vicario de Cristo y sucesor de san Pedro. Oremos diciendo: R. Llena al Papa de tu Espíritu, Señor. Para que los bautizados colaboren al Papa a hacer de la Iglesia un hogar abierto para los cristianos, lugar de encuentro con la misericordia y el amor de Dios. Oremos. Para que Dios le conceda al Papa Francisco la sabiduría, prudencia y fuerza para guiar al pueblo santo de Dios por los caminos del Evangelio. Oremos. Para que, con su ministerio apostólico, conserve y acreciente entre todos los obispos de la Iglesia la unidad en la fe y la comunión en el amor. Oremos. Para que anuncie sin desfallecer la Palabra divina y sea siempre un pastor fiel, capaz de velar por el bienestar de todos los que sufren. Oremos. Para que los fieles de la Iglesia vivamos siempre en comunión con el Papa y, estrechamente unidos por los vínculos del amor y la obediencia, seamos en el mundo fermento de unidad. Oremos. Para que aquellos que hemos realizado esta peregrinación seamos fortalecidos en la fe apostólica y atraigamos a otros hermanos hacia la comunión eclesial. Oremos. Luego, quien modera finaliza con la siguiente oración (si es clérigo, reza con las manos extendidas; si es laico, reza con las manos juntas): Señor, Dios todopoderoso, que has elegido a tu siervo Francisco, como sucesor de Pedro, vicario de tu Hijo y pastor universal de la Iglesia; escucha nuestras oraciones y protege al pastor que nos has dado, « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 11 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. para que ayudado por Ti y juntamente con tu pueblo, avance con paso seguro por los caminos del bien. Por Jesucristo, nuestro Señor. Los demás responden: Amén. Para concluir, si el que preside es un clérigo (Obispo, presbítero o diácono), impone las manos sobre los fieles y da la bendición diciendo: El Señor de cielo y tierra, que ha estado con nosotros en esta peregrinación, nos guarde siempre. R. Amén. Dios, que en Cristo Jesús ha reunido a sus hijos dispersos, nos conceda que tengamos en Él un mismo pensar y un mismo sentir. R. Amén. Dios, que activa en nosotros el querer y la actividad para realizar su designio de amor, nos bendiga y reafirme nuestra devoción. R. Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. R. Amén. O bien, si el que modera es un laico, invita al grupo de peregrinos a signarse y a decir juntos: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 12 Comisión Nacional de Liturgia Teléfono: (506) 2223-6535 — Fax: (506) 2233-2927 Correo electrónico: [email protected] Apartado postal: 59-1005 (Barrio México) San José, Costa Rica. Amén. Y se concluye con la siguiente monición de envío: Para ser misericordiosos como el Padre, vayamos a ser un testimonio vivo de su amor. Se entona el canto de envío: Canción del misionero (Alma misionera) (CADCL n. I.4). « Liturgia Iesu Christi sacerdotalis muneris exercitatio » Cf. Sacrosanctum Concilium, n. 7. 13