BIOSEGURIDAD EN EL LABORATORIO DE HEMATOLOGÍA A. Introducción La bioseguridad se ha definido como el conjunto de medidas preventivas destinadas a reducir o eliminar los riesgos por exposición a agentes biológicos, físicos o químicos por parte del personal del laboratorio clínico. El riesgo de infección está referido primariamente a la contaminación de las manos o mucosas (bucal, ocular y nasal) con sangre o fluidos corporales de personas infectadas mediante punción con objetos filosos, salpicaduras o aerosoles. Los riesgos de infección subsiguiente a un accidente por punción percutánea con una aguja con sangre contaminada varía entre microorganismos, así se ha reportado para VIH un estimado entre 0.13-0.50% mientras que para el virus de hepatitis B está aumentado al 26%. Las prácticas seguras de trabajo son la única protección prevenible con que se cuenta por el momento contra el riesgo de infecciones con enfermedades transmitidas por la sangre. De ahí que poner en práctica las normas de bioseguridad signifique tomar conciencia de la propia salud así como de la consideración de la salud de los demás. B. Modos de infección más frecuentes 1. Pinchazos o cortes con agujas, bisturís u otros elementos punzantes. 2. Exposición de la piel o mucosas a sangre, hemoderivados u otros fluidos biológicos contaminados especialmente cuando la permeabilidad de las mismas se encuentra alterada por heridas, escoriaciones, eczemas, herpes, conjuntivitis o quemaduras. 3. Inhalación de aerosoles producidos al agitar muestras, al destapar tubos, durante la centrifugación, especialmente cuando se emplean tubos con mayor volumen del aconsejado por el fabricante en una centrífuga de ángulo fijo o cuando ésta es frenada abruptamente para ganar tiempo. 4. Salpicaduras en las mucosas expuestas. C. Precauciones universales de trabajo 1. Asumir que la sangre, los fluidos corporales que contengan sangre, tejidos y algunos líquidos corporales SON POTENCIALMENTE INFECCIOSOS. 2. Las puertas de los laboratorios deberán estar cerradas y el acceso al mismo deberá estar restringido únicamente al personal debidamente entrenado. 3. El laboratorio deberá ser mantenidos limpio, ordenado y libre de materiales extraños. 4. No se permitirá comer, beber, fumar y/o almacenar comidas así como el uso de cualquier otro ítem personal (Ej. joyas, cosméticos, celulares, cigarrillos, etc.) dentro del área de trabajo. 5. Lavarse las manos cuando la contaminación sea visible; después de quitarse los guantes y otro equipo de protección; después de terminar el trabajo; antes de comer, beber o fumar, y antes de otras actividades fuera del laboratorio. 6. Usar bata o uniforme dentro del laboratorio. Esta ropa protectora deberá ser quitada inmediatamente antes de abandonar el área de trabajo. 7. Antes de iniciar el trabajo asegúrese que la piel de sus manos no presente cortes, raspones y otras lastimaduras, en caso que así sea, cubrir la herida de manera conveniente antes de colocarse los guantes. 8. Usar guantes de látex de buena calidad para todo manejo de material biológico. 9. Cambiar los guantes de látex toda vez que hayan sido contaminados, lavarse las manos y ponerse guantes limpios. 10. NO tocar los ojos, nariz o piel con las manos enguantadas. 11. No abandonar el laboratorio o caminar fuera del lugar de trabajo con los guantes puestos. 12. El uso de lentes de seguridad y/o escudo facial está indicado siempre que exista riesgo de salpicaduras de sangre o fluidos corporales, en la remoción de tapones de hule con muestras biológicas y durante el uso de vórtex o centrífuga. 13. El uso de agujas, jeringas y cualquier otro instrumento similar deberá ser restringido a su uso indispensable. Las agujas y otros elementos punzantes deberán ser descartados en un recipiente resistente y exclusivo para ese fin. Se deberán evitar los intentos de re-introducir directamente las agujas descartadas en sus capuchones. 14. Todos los procedimientos deberán ser realizados de manera tal que sea nula la creación de aerosoles, gotas, salpicaduras, etc. 15. Bajo ninguna circunstancia se pipeteará sustancia alguna con la boca, para ello se usarán pipeteadores automáticos. 16. Las superficies del área de trabajo deberán ser decontaminadas cuando se termine el trabajo diario. Se recomienda utilizar para tal efecto una solución de hipoclorito de sodio en concentración adecuada (5%). D. Manejo de desechos 1. Desecho peligroso Material sólido o líquido que por su cantidad, concentración, características químicas, físicas o infecciosas puede representar una amenaza para la salud o el ambiente cuando son tratadas inapropiadamente. 2. Desecho bioinfeccioso Se refiere a todos aquellos equipos, utensilios y otros artículos descartables o sustancias que pueden transportar o transmitir microorganismos patógenos. 3. Programa de manejo de desechos Su objetivo principal es reducir el volumen del material peligroso a un mínimo absoluto. Para ello es necesario considerar lo siguiente: a) Todo el equipo re-usable (por ejemplo, puntas de micropipetas, etc.) deberá ser ubicado en un recipiente metálico o de plástico resistente a punciones o cortaduras. El recipiente contendrá líquido decontaminante y deberá estar plenamente identificado y ubicado en el mismo lugar de trabajo. b) Todo elemento descartable (por ejemplo, agujas, jeringas, etc.) deberá ser colocado en un recipiente de material resistente a punciones y/o cortaduras, el que será colocado dentro de un recipiente a prueba de pérdidas para ser decontaminado e incinerado siempre que esto sea posible. c) Importante: Para la eliminación de todo material contaminado, el método de elección es la incineración de los mismos, eso si el incinerador está ubicado en el predio del laboratorio y bajo control del mismo. En caso contrario, este material será autoclaveado y luego destruido. E. Manejo de accidentes 1. Derrames Cuando se produzca derrame de material infectado o potencialmente infectado, el operador deberá ponerse guantes y luego cubrir el fluido derramado con el papel absorbente. Derramar alrededor de este material, solución decontaminante y finalmente verter solución decontaminante sobre el papel y dejar actuar por lo menos 20 minutos. Usando material absorbente, seco y limpio, levantar el material y arrojarlo al recipiente de desechos contaminados para su posterior eliminación. La superficie deberá ser enjuagada nuevamente con solución decontaminante. Los guantes serán descartados después del procedimiento. NO se recomienda el uso del alcohol puesto que se evapora rápidamente y además coagula los residuos orgánicos superficiales sin penetrar en ellos. 2. Pinchazos o lastimaduras; contacto directo con mucosas Los pinchazos, heridas punzantes, lastimaduras y piel (se incluye acá mucosas) contaminada por salpicadura de materiales infectados deberán ser lavados con abundante agua y jabón. Se deberá favorecer el sangrado de la herida. 3. Aerosoles En el caso que el accidente genere aerosol (por la rotura de centrífuga u homogenizador), el trabajador deberá contener la respiración y abandonar inmediatamente el cuarto cerrando la puerta y avisar de inmediato al supervisor. Personal entrenado para el efecto, podrá entrar al lugar después de 30 minutos de ocurrido el accidente para efectuar las tareas de decontaminación. CUESTIONARIO 1. Describa brevemente los niveles de bioseguridad en el manejo de microorganismos dentro del laboratorio clínico. ¿Qué niveles de riesgo a exposición a agentes patógenos se manejan en cada uno de ellos? ¿En qué nivel de bioseguridad y riesgo se clasifica el laboratorio de hematología? 2. Defina el término contención. ¿Cuál es el objetivo de la contención?, ¿qué elementos incluye?, ¿cuáles son las barreras de contención primarias y secundarias?; de la pregunta anterior, ¿cuáles son necesarias en el laboratorio de hematología? 3. Defina los términos esterilización, desinfección y decontaminación. ¿Cuáles son los métodos recomendados para cada uno? 4. Dentro de los protocolos de Banco de Sangre son reconocidas al menos 5 enfermedades transmisibles por la sangre. ¿Cuáles son? Describa brevemente su patogenia y las medidas recomendadas para su prevención. Enriquezca su trabajo con datos epidemiológicos actuales para Guatemala. 5. Elabore un diagrama de flujo con el protocolo recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el manejo y seguimiento de accidentes laborales en el área clínica. F. Bibliografía 1. Organización Mundial de la Salud. Manual de bioseguridad en el laboratorio. 3 ed. Malta: OMS, 2005. xi + 210p. 2. Richmond J., et al. Bioseguridad en laboratorios de microbiología y biomedicina. 4 ed. Atlanta: CDC, 2004. vii + 183p. ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO #1 ¿QUÉ ES LA SANGRE? Conceptos generales, componentes y su función en el organismo A. Definición Histológicamente la sangre se define como un tejido conectivo con propiedades especiales. La sangre es una mezcla compleja de elementos celulares, agua y diversos metabolitos orgánicos que circula por las arterias y venas del organismo. Este ciclo circulatorio se debe a la acción coordinada del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos, permitiendo así el mantenimiento de la homeostasis. Debido a la bioquímica de la molécula de hemoglobina (proteína eritrocitaria), la sangre se torna de color rojo escarlata cuando ha recibido aporte de oxígeno en los pulmones, mientras que adquiere una tonalidad azulada cuando ha cedido su oxígeno para nutrir los tejidos del organismo, trayendo consigo moléculas de bióxido de carbono, producto del metabolismo celular. De esto resulta un sistema de transporte de gran eficacia: en los capilares de los tejidos la concentración de bióxido de carbono es elevada, de modo que el oxígeno se libera de la hemoglobina por la acción conjunta de la tensión baja de oxígeno y alta de bióxido de carbono. En los capilares de los pulmones, la tensión de bióxido de carbono es baja, lo que permite que la hemoglobina se combine con el oxígeno, puesto que éste se encuentra en tensión elevada. B. Composición de la sangre La sangre está compuesta de un 22% de elementos sólidos y un 78% de agua. La sangre tiene un olor y sabor característico, derivado principalmente de la molécula de hierro presente en la molécula de hemoglobina; se ha descrito además una densidad relativa que oscila entre 1.056-1.066. En el adulto sano, el volumen de la sangre corresponde a 1/11 parte del peso corporal, siendo el volumen aproximado de 4.5-5.5 litros. Los componentes de la sangre humana son: 1. El plasma, el cual es un líquido amarillento en el que se encuentran en suspensión millones de células que suponen cerca del 45% del volumen de sangre total. El plasma es una mezcla compleja de proteínas, aminoácidos, carbohidratos, lípidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos y gases (O2, CO2 y N2) en disolución. Es ligeramente alcalino, con un pH de 7.4. Los principales componentes son el agua (del 90-92%) y las proteínas (7-8%). El plasma contiene varias clases de proteínas, cada una con sus funciones y propiedades específicas: fibrinógeno; globulinas alfa, beta y gamma; albúminas y lipoproteínas. El fibrinógeno es una de las proteínas destinadas al proceso de coagulación; la albúmina y las globulinas regulan el contenido de agua dentro de la célula y en los líquidos intercelulares. La fracción globulina gamma es rica en anticuerpos, base de la inmunidad humoral. La presencia de dichas proteínas hace que la sangre sea unas seis veces más viscosa que el agua. Las moléculas de las proteínas plasmáticas ejercen presión osmótica, con lo que son parte importante en la distribución del agua entre el plasma y los líquidos tisulares. Las proteínas del plasma y la hemoglobina de los glóbulos rojos son importantes amortiguadores ácido-básicos que mantienen el pH de la sangre y de las células corporales dentro de una pequeña variación. 2. Entre las células sanguíneas se incluyen: a) Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes: Encargados del transporte de oxígeno y bióxido de carbono a partir de la molécula de hemoglobina. b) Glóbulos blancos o leucocitos: Encargados de combatir las infecciones, mediante fagocitosis o por estímulo del proceso inmunológico humoral. Los distintos tipos de glóbulos blancos incluyen a los linfocitos, monocitos, eosinófilos, basófilos y neutrófilos. c) Plaquetas o trombocitos: Son pedazos celulares, megacariocitos. Intervienen en la coagulación sanguínea. derivados de los C. Reacciones homeostáticas y hemostáticas 1. pH sanguíneo Ciertas características de la sangre se mantienen dentro de estrechos límites gracias a la existencia de procesos regulados con precisión. Por ejemplo, la alcalinidad de la sangre se mantiene en un intervalo constante (pH entre 7.38 y 7.42) de manera que si el pH desciende a 7.0, el individuo entra en un coma acidótico que puede ser mortal; por otro lado, si el pH se eleva por encima de 7.5 (el mismo que el de una solución que contiene una parte de sosa cáustica por 50 millones de partes de agua), el individuo entra en una alcalosis metabólica y es probable que fallezca. 2. Temperatura de la sangre La temperatura de la sangre no suele variar más de 1ºC dentro de un intervalo medio entre 36.3 y 37.1ºC, la media normal es de 37ºC. Un aumento de la temperatura de 4ºC es señal de enfermedad grave, mientras que una elevación de 6ºC suele causar la muerte. 3. Sistema de anti-coagulación y cascada de coagulación In vivo existe un sistema de anti-coagulación, para prevenir la trombosis dentro de la red de vasos sanguíneos. Estos anticoagulantes incluyen: Anti-trombina III, Plasminógeno, Sistema de la Proteína C (Proteína S o cofactor de Proteína C, Trombomodulina, etc.) y Reguladores Celulares, como los de mayor importancia disponibles dentro del endotelio vascular. Por otro lado, una de las propiedades más notables de la sangre es su capacidad para formar coágulos, o coagular, cuando se extrae del cuerpo. Dentro del organismo un coágulo se forma en respuesta a una lesión tisular, como un desgarro muscular, un corte o un traumatismo penetrante. Poco después de ser extraída, la sangre adquiere un aspecto viscoso y más tarde se convierte en una masa gelatinosa firme, por lo que se requiere del uso de anticoagulantes químicos para preservarla para los estudios hematológicos. Esta masa se separa en dos partes: un coágulo rojo firme que flota libre en un líquido transparente que se denomina suero. Un coágulo está formado casi en su totalidad por eritrocitos encerrados en una red de finas fibrillas o filamentos constituidos por una sustancia denominada fibrina. Esta sustancia no existe como tal en la sangre pero se crea, durante el proceso de la coagulación, por la acción de la trombina, enzima que estimula la conversión de una de las proteínas plasmáticas, el fibrinógeno, en fibrina. La trombina no está presente en la sangre circulante. Ésta se forma a partir de la protrombina, otra proteína plasmática, en un proceso complejo que implica a las plaquetas, ciertas sales de calcio, sustancias producidas por los tejidos lesionados y el contacto con las superficies accidentadas. Si existe algún déficit de estos factores la formación del coágulo es defectuosa. Tanto la cascada de coagulación como el sistema de anti-coagulación natural son regulados por mecanismos antagónicos específicos. CUESTIONARIO 1. ¿Qué es hematología? 2. Defina el término homeostasis. Describa brevemente algunos de los procesos fisiológicos implicados en su mantenimiento. 3. ¿Qué es hemostasia? ¿En qué consiste la hemostasia primaria y la hemostasia secundaria? 4. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre suero y plasma? ¿Cuál de los dos es más estable? 5. En un individuo sano, hombre y mujer, ¿cuáles son los valores de referencia de los recuentos celulares hematológicos (eritrocitos, leucocitos y plaquetas)? D. Bibliografía 1. McKenzie S. Hematología clínica. 2 ed. Mérigo J., trad. México: El manual moderno, 2000. xix + 872p. 2. Kaplan-Pesce. Química Clínica. Teoría, análisis y correlación. Argentina: Editorial Médica Panamericana, 2000. xvi + 1739p. 3. Mendoza LM. La sangre. Disponible en URL: http://www.monografias.com/trabajos/sangre/ sangre.shtml Fecha de consulta: Junio, 2006. 4. Descripción general de la sangre y sus componentes. Disponible en URL: http://www.wchjax.com/health-info/content/esp/hematology/bloodoview.js Fecha de consulta: Junio, 2006. PRÁCTICA # 1 OBTENCIÓN Y MANEJO DE MUESTRA A. Introducción Para obtener resultados válidos en hematología la muestra debe ser tomada, procesada y reportada adecuadamente. Al momento de seleccionar el lugar de la extracción sanguínea es preciso tener en cuenta el tipo de análisis solicitado, el volumen de sangre necesario y la edad del paciente. La toma de muestra de sangre para análisis de laboratorio se puede realizar mediante las siguientes técnicas: venosa o periférica y capilar. El proceso mediante el cual la sangre es removida de la vena es conocido como venipuntura o flebotomía. Para la mayoría de los exámenes clínicos, incluyendo hemogramas y dosificación de hemoglobina, se recomienda utilizar sangre venosa, mientras que para las fórmulas leucocitarias o frotes periféricos puede extraerse sangre en el lóbulo de la oreja o de la yema de un dedo. En los casos de niños, se recomienda utilizar la yema del dedo gordo del pie o del talón. La punción venosa permite extraer una mayor cantidad de sangre para las pruebas necesarias en hematología. Las venas de elección suelen ser las de la cara anterior del antebrazo (vena cubital, vena cefálica y la vena basílica) porque resulta fácil acceder a ellas. Las cifras hemáticas permanecen constantes no obstante el sitio seleccionado para obtener la punción venosa. B. Elementos necesarios para la flebotomía 1. Anticoagulantes Los anticoagulantes son medios que actúan como bloqueantes de la cascada de coagulación o bien de la agregación de plaquetas, siendo su principal mecanismo la quelación del calcio. En hematología, los anticoagulantes se utilizan para obtener plasma o muestras de sangre total para estudiar las características morfológicas y realizar los recuentos celulares. La elección del anticoagulante y la proporción de sangre-anticoagulante son factores de mucha importancia. Pueden ser sólidos o líquidos. Entre las ventajas que debe presentar el anticoagulante seleccionado se encuentran: a) No debe alterar el tamaño de los eritrocitos. b) No debe causar hemólisis. c) No debe alterar la morfología ni inducir la ruptura leucocitaria. d) Debe minimizar la agregación plaquetaria e) Debe ser soluble en agua y f) Proveer el máximo tiempo de conservación de la muestra. 1.1 EDTA (C10H16N2O8) o sal disódica, dipotásica o tripotásica del ácido etilendiaminotetraacético Actúa mediante un efecto quelante sobre el calcio (Ca 2+). Este anticoagulante se utiliza fundamentalmente para la realización de recuentos celulares, sobre todo en los analizadores automatizados. Permite la realización del hematocrito y del frotis sanguíneo hasta dos horas después de la extracción de la muestra al mismo tiempo que impide la aglutinación de las plaquetas. Entre las ventajas de este anticoagulante se encuentran las siguientes: respeta la morfología eritrocitaria (especialmente la sal tripotásica) y leucocitaria y asegura la conservación de los elementos formes sanguíneos durante 24 horas si la sangre se mantiene a 4 ºC. Las sales de potasio son más fácilmente solubles en sangre cuando se usan a partir del producto sólido que las sales de sodio, sin embargo, las tres sales afectan el tamaño del eritrocito, especialmente después del almacenamiento de la sangre anticoagulada por espacio de algunas horas a temperatura ambiente. Se recomienda la sal dipotásica como anticoagulante para recolectar muestras sanguíneas destinadas al recuento y caracterización del tamaño celular y especialmente cuando los valores del hematocrito se requieren para la calibración de los contadores automáticos. La concentración recomendada de EDTA es de 1,5 mg/mL de sangre. Una mayor cantidad de anticoagulante puede producir retracción celular, con disminución del hematocrito, y un aumento de la concentración media de la hemoglobina. Un exceso de sangre con relación al anticoagulante produce formación de microagregados que pueden alterar los resultados. El empleo de tubos al vacío con una gota (50 µL) de EDTA tripotásica comercial para 5mL de sangre es de interés práctico dado que es cien veces más soluble facilitando la mezcla de sangre con anticoagulante. 1.2 Oxalatos Actúan como anticoagulantes removiendo el calcio de la sangre en forma insoluble de oxalato de calcio. Si se utiliza oxalato de sodio u oxalato de potasio se produce un encogimiento significativo de los eritrocitos, por lo que se prefiere usar el anticoagulante de Wintrobe que consiste en una mezcla de oxalatos de amonio y potasio en relación 2:1 (la cantidad recomendada es de 2mg por mL de sangre), el cual no afecta el valor corpuscular medio y puede usarse para la determinación de hemoglobina, hematocrito, recuentos globulares y además no interfiere en la velocidad de eritrosedimentación. El uso en las extensiones de sangre está limitado a los primeros minutos, ya que pueden desarrollarse con rapidez formas dentadas en los eritrocitos, vacuolización en el citoplasma de los granulocitos, fagocitosis de cristales de oxalato, artefactos en los núcleos de linfocitos y monocitos y otras deformidades. 1.3 Heparina sódica y/o heparina de litio Es un anticoagulante fisiológico que actúa impidiendo que la protrombina se transforme en trombina. Presenta el inconveniente de que si no se agita rápidamente con la sangre después de extraída pueden formarse micro-coágulos, aunque no altera el volumen eritrocitario ni la morfología leucocitaria. Los frotis realizados con muestras sanguíneas anticoaguladas con heparina producen en las tinciones panópticas un color azulado y una pseudo-vacuolización celular por lo tanto no se lo recomienda para tal fin. La proporción adecuada es de 15-20UI (0.1-0.2mg) de heparina por mL de sangre. 1.4 Citrato trisódico (C6H5O7Na3) Actúa impidiendo que el calcio se ionice, evitando así la coagulación. Se utiliza para realizar las pruebas de hemostasia o coagulación en una proporción sangreanticoagulante de 9:1 (4.5mL de sangre total + 0.5mL de anticoagulante); así como para la velocidad de eritrosedimentación (VES) en una proporción sangre-anticoagulante 4:1 (2.0mL de sangre total + 0.5mL de anticoagulante). El citrato sódico se utiliza a una concentración de 0.106mol/L (31.3g/L de C6H5O7Na3*2H2O). 1.5 ACD (adenina-citrato-dextrosa) Se emplea fundamentalmente en Bancos de Sangre para la conservación de las unidades y para estudios metabólicos eritrocitarios ya que permite una buena conservación de éstos por aproximadamente 42 días. Se utiliza en una proporción de un volumen de ACD por cada cuatro volúmenes de sangre (63mL de anticoagulante + 450mL de sangre total aproximadamente). La proporción de la mezcla del anticoagulante es de: ácido cítrico 0.9g, citrato disódico 2g, dextrosa 2g y 120mL de H 2O destilada. 1.6 Desfibrinización Se esterilizan frascos de vidrio conteniendo perlas de vidrio, a los que se introduce la sangre extraída. La fibrina se adhiere a la superficie de las perlas y es así como la sangre se conserva sin coagular. La sangre así obtenida puede usarse para la preparación de medio de cultivo o de antígenos para reacciones de aglutinación. Debe conservarse en refrigeración. 2. Agujas Están numeradas dependiendo de su calibre. Para colección de sangre para hemogramas, se recomienda una aguja de diámetro de 0.8mm (21G) para evitar daño a las células. Las agujas de 0.9-1.1mm de diámetro (20G-19G) se utilizan normalmente para punción venosa en adultos. 3. Equipo de extracción de sangre al vacío (Vacutainer) El equipo de extracción de sangre al vacío consiste en tubos de vacío, agujas para el sistema de vacío y adaptadores de la aguja. La ventaja de este equipos es que los tubos están diseñados para llenarse con un volumen predeterminado de sangre por medio de vacío lo cual garantiza una adecuada relación entre sangre y anticoagulante. Los tapones de goma están codificados por color de acuerdo con el aditivo que contienen. La aguja posee en realidad dos agujas, una convencional que se utiliza para la venopunción y otra lateral que perfora el tapón de goma del tubo, esto permite llenar varios tubos de muestra con una sola punción y para ello se hace necesario contar con un adaptador plástico, conocido comúnmente como “camisa”. 4. Etiquetado de los tubos Un adecuado etiquetado de los tubos es esencial para que los resultados de los análisis concuerden con el paciente correcto. Los elementos clave en el etiquetado para garantizar la calidad de la muestra pre-analítica son: a) Nombre o iniciales del paciente b) Número de identificación del paciente c) Fecha y hora de la toma de muestra d) Iniciales del flebotomista C. Materiales y equipos requeridos Algodón Alcohol etílico o isopropílico al 70% Ligadura o torniquete de 25 a 30 cm de largo Jeringas de 3, 5 o 10 mL Agujas para sistema de extracción al vacío o Nº 21 para adultos. o Nº 22 para niños y neonatos. Porta agujas para sistema vacutainer Tubos con anticoagulante EDTA D. Procedimiento 1. Preparación del paciente a) Valore la existencia de problemas hemorrágicos o de circulación, o alergias en látex. Evite puncionar en un área con hematoma, fístulas, quemaduras, escoriaciones de la piel, cicatrices o del costado en que se ha realizado mastectomía reciente. Evite puncionar en el brazo donde hay venoclisis, inyección intramuscular previa o administración de medicamentos vía intravenosa. b) Avisar al paciente que al introducir la aguja sentirá dolor. c) Extienda completamente el brazo con la superficie palmar hacia arriba. Solicite ayuda del paciente, si éste está conciente, para realizar palanca con el brazo libre. d) Si existen dificultades para extraer la muestra, se entibia la extremidad con masajes. Se debe permitir que la extremidad permanezca inclinada durante varios minutos antes de realizar la punción. Si el paciente no tiene pruebas de glucosa o electrolitos, favorecer el ejercicio leve del brazo. LOCALIZACIÓN ANATÓMICA DE LAS VENAS DEL BRAZO PARA LA OBTENCIÓN DE MUESTRA DE SANGRE 2. Venopunción 2.1 Consideraciones generales a) Practique las precauciones universales mínimas con todo paciente a ser atendido. b) Toda muestra debe ser considerada potencialmente infecciosa y se deben tomar las precauciones que garanticen la seguridad del flebotomista y de los pacientes. c) El material descartable a usar se abrirá sólo al momento de su utilización y, una vez manipulado, no podrá guardarse nuevamente aún cuando se le considere nuevo. d) No deje agujas y/o lancetas usadas en la mesa de trabajo. e) No coloque el protector a la aguja directamente con la mano. f) Una vez realizada la toma de muestra, descartar inmediatamente los materiales usados en recipientes para ese fin. g) Los recipientes que contienen algodón y los de desecho deben estar perfectamente cerrados todo el tiempo y se abrirán solamente al momento de usar. h) Al momento de hacer la extracción colocarse los guantes desechables, los cuales se mantendrán puestos durante todo el procedimiento. i) Si ocurre un pinchazo accidental, informar inmediatamente al jefe de laboratorio. Mantenga la calma, y lávese inmediatamente con agua, jabón y alcohol. Favorezca la salida de sangre por presión continua. 2.2 Procedimiento en adultos a) Verificar que el material y equipo por utilizar estén listos, y que el paciente se sienta cómodo. b) Coloque un torniquete en la parte superior del brazo (aproximadamente 5 cm por encima del pliegue) para producir congestión venosa. El lazo debe ser colocado de modo de producir una compresión del músculo no mayor a 1 mm. c) Seleccione el sitio de la punción: Pida al paciente que abra y cierre el puño varias veces; escoja una vena accesible. d) Limpie el sitio de la punción con alcohol al 70%, en un área de 2 pulgadas, con movimientos circulares de adentro hacia fuera o de izquierda a derecha sin pasar dos veces por el mismo lugar; previo a puncionar debe estar seco. Una vez realizada la decontaminación, no debe volver a tocar el área venosa. e) Pida al paciente que deje el puño cerrado. f) Con los dedos pulgar e índice fije la vena elegida. Coloque la punta de la aguja en un ángulo de 15-30º sobre la superficie de la vena escogida con el bisel hacia arriba y atraviese la piel con un movimiento firme y seguro, hasta el lumen de la vena. g) Si utiliza jeringa aspire la sangre con un suave tirón del émbolo, con cuidado de no sacar la aguja. h) Si está utilizando el sistema vacutainer, introduzca el tubo deseado en el adaptador de la aguja, de forma que la aguja posterior perfore el tapón de hule del tubo. La sangre llena los tubos aspiradores automáticamente por la presión negativa. Retire el tubo. Evite presionar fuertemente la aguja durante la extracción. i) Solicite al paciente que abra el puño y afloje el torniquete para que la sangre fluya mejor y remueva la aguja del brazo con movimiento suave al terminar de colectar, sin apretar el área de la punción con el algodón. Presione el algodón sobre el sitio de la punción aplicando una presión adecuada y no excesiva para evitar la formación de hematoma j) Si se utiliza jeringa, retirar la aguja de la jeringa y verter la muestra lentamente por las paredes del tubo con anticoagulante. k) Agitar el tubo en forma de ocho para homogeneizar la muestra con el anticoagulante. l) Descartar las agujas y/o jeringuillas en un contenedor apropiado. 2.3 Procedimiento en niños a) En niños mayores de 6 meses, se recomienda hacer la extracción del brazo como en adultos, pidiéndole a un adulto que colabore en mantener inmóvil al niño, en particular el brazo. b) En el caso de niños menores de 6 meses, se procederá a extraer la muestra del talón con una lanceta descartable. Antes de la extracción conviene calentar el talón frotándolo entre las manos para favorecer la irrigación de la zona. c) Desinfectar con un trozo de algodón embebido en alcohol, dejar evaporar y punzar con la lanceta en la zona lateral del talón. d) Limpiar la primera gota y dejar gotear la sangre en el tubo con anticoagulante. e) Secar la zona con un trozo de algodón seco y una vez que no haya sangrado, colocar una curita o apósito. 3. Punción capilar Es utilizada para extraer pequeñas cantidades de sangre para determinaciones de hemoglobina, hematocrito y frotes periféricos. Hay tres lugares de donde realizar esta punción: el lóbulo de la oreja, la yema del dedo y el talón del pie. a) Tome la muestra de las yemas de los dedos o lóbulo de la oreja (adultos); del dedo pulgar del pie o del tobillo (en lactantes o niños menores de 6 meses). Muchas veces se facilita la toma e muestra si se calienta la extremidad o se coloca en postura colgante. b) Desinfecte el sitio de la punción, séquelo y puncione la piel con una lanceta estéril que no debe penetrar más de 2 mm. c) Deseche la primera gota de sangre. Tome las gotas subsecuentes en un microtubo y prepare las laminillas con esa muestra. No oprima el sitio de la punción para obtener sangre porque se altera la composición hemática o invalida los resultados. d) Aplique una pequeña curación o cinta adhesiva sobre el sitio de la punción. Si hay presencia de hemorragia, presione; en caso de que persista el sangrado, busque en los antecedentes del paciente si ha sido sometido a un tratamiento con anticoagulantes (aspirina) y/o antecedentes de alteraciones en la circulación o coagulación. E. Consideraciones adicionales para la buena calidad de la extracción de muestra Si no se obtiene muestra sanguínea o la misma es incompleta... a) Cambie la posición de la aguja. Un leve movimiento hacia delante (cuando hay menos de 2/3 de la aguja dentro de la piel), en el ángulo correcto ayuda. Es muy probable que no se encuentre en el lumen. b) En caso de una penetración muy profunda (cuando hay más de 2/3 de la aguja dentro de la piel), un leve movimiento hacia atrás favorece la entrada al lumen venoso. Asegúrese que el ángulo sea el correcto. c) En caso fallido, tome en cuenta lo siguiente: i. Afloje el torniquete. Este podría estar obstruyendo el flujo sanguíneo. ii. Pruebe otro tubo. Es posible que no haya vacío en el que se está utilizando. iii. Fije nuevamente la vena. Algunas veces las venas se mueven del sitio de la punción. Si la sangre deja de fluir en el tubo... a) Es probable que la aguja se haya salido de la vena durante el recambio de tubos. Con movimientos gentiles, redirecciónela. Para evitar lo anterior, mantenga el equipo firmemente sin ejercer una presión que cause molestias al paciente. b) Es probable que la vena haya colapsado; afloje el torniquete para incrementar el flujo venoso, remueva la aguja ligeramente y vuelva a redireccionarla. Si esto no es exitoso, remueva la aguja, tenga los cuidados correspondientes en el sitio de la punción. Puncione nuevamente en un lugar diferente. Otros problemas que deben considerarse… a) Si se forma un hematoma bajo la piel adyacente al sitio de la punción, afloje el torniquete y retire la aguja. Aplique presión firmemente sobre el hematoma. Aconseje el uso de paños intermitentes de agua fría y caliente. b) Pudiera suceder que se atraviese una arteria, en estos casos la sangre se observa de color rojo brillante. Afloje el torniquete, retire suavemente la aguja y aplique una presión uniforme y constante durante 5 minutos. CUESTIONARIO 1. Enumere los accesos venosos empleados en la venipunción central y periférica. 2. Grafique la disposición anatómica de las venas más utilizadas para la venipunción de muestras clínicas. Descríbalas brevemente. 3. ¿Cuál es la diferencia entre venipunción y venoclisis? 4. ¿En qué casos se utiliza la punción yugular y la punción femoral? Describa brevemente los procedimientos. 5. La donación voluntaria de sangre consiste en extraer aproximadamente 500 mL de sangre venosa del organismo: a) Describa brevemente el proceso de extracción, ¿cuál es el calibre de la aguja utilizada para este procedimiento?, ¿existe alguna variación con la venipunción de muestras clínicas? b) ¿En qué rangos deben encontrarse la temperatura corporal, el peso y la presión arterial para que el donante sea aceptado?, ¿por qué es necesario evaluar estos parámetros en este tipo de extracción? c) ¿Qué parámetros hematológicos son evaluados para la aceptación del donante? F. Bibliografía 1. Fink N., et al. Métodos del laboratorio hematológico. Primera parte. Argentina: Universidad Nacional de la Plata, 2005. 58p. 2. Pérez JR., Fernández J. Manual de prácticas de laboratorio de hematología. 3 ed. Guatemala: Universidad de San Carlos, 1997. 102p. 3. Muñoz M., Morón C. Manual de procedimientos de laboratorio en técnicas básicas de hematología. Lima: Ministerio de Salud, 2005. 88p. 4. William W., et al. Hematología. Barcelona: Salvat, 1979. x + 455p. 5. Albarenga S., Córdoba C., Plazas L. Sangre. Mar de Plata: Escuela de Enfermería Hospital de la Comunidad, 2004. 11p. 6. Phlebotomy. Disponible en URL: http://www.medlib.med.utah.edu/WebPath/TUTORIAL/ TUTORIAL.html#2 Fecha de consulta: Junio, 2006. G. Anexo Los tubos para extracción y colección de muestras sanguíneas deben tener un orden específico para evitar la contaminación cruzada de aditivos entre los tubos, en caso que un paciente requiera varios exámenes. El orden recomendado de extracción es: Tubo para hemocultivo (crecimiento microbiano) Tubos sin aditivo (tapón rojo o con gel separador de plasma) Tubo para tiempos de coagulación (tapón celeste) Por último, los tubos con aditivos en el siguiente orden: Tubos que contiene gel separador de plasma Tubos con heparina sódica (tapón verde oscuro) Tubos con heparina de litio (tapón verde claro) Tubos con EDTA (tapón morado) Tubos con ACD (tapón amarillo pálido) Tubos con oxalato/fluoruro (tapón gris claro) IMPORTANTE: Los tubos con aditivos deben mezclarse bien. Resultados erróneos pueden obtenerse cuando la sangre no es mezclada adecuadamente con los aditivos. CODIFICACIÓN POR COLOR DE TAPÓN TUBO Tapón rojo Tapón amarillo (dorado) Tapón verde claro Tapón rojo-gris Tapón morado Tapón celeste MODO DE ACCIÓN Ninguno Coágulo; suero separado por centrifugación Ninguno Tubo con gel separador de suero; centrifugación. Heparina de litio Tubo con gel separador de plasma Activador de Tubo con gel coágulo separador de suero; centrifugación. EDTA líquido Quelación de Ca2+ Citrato de sodio Quelación de Ca2+ Tapón verde oscuro Tapón azul oscuro Tapón gris claro Tapón amarillo claro Tapón amarillonegro Tapón negro Tapón naranja Tapón café Fuente: ADITIVO Phlebotomy. Heparina sódica Inactivación de o litio trombina y tromboplastina EDTA sódico Tubo diseñado para evitar la presencia de metales contaminantes. Fluoruro sódico Antiglicolítico, y oxalato de K+ preservación de glucosa por 5 días. ACD Inactivación del complemento. Mezcla de Mantiene viabilidad caldos nutritivos de microorganismos Citrato sódico Quelación de Ca2+ bufferado Trombina Coágulos de sangre rápidos Heparina sódica Inactivación de trombina y tromboplastina Disponible en http://www.medlib.med.utah.edu/WebPath/TUTORIAL/TUTORIAL. html#2 USOS Pruebas bioquímica, inmunología Pruebas bioquímica, inmunología Pruebas bioquímica Pruebas bioquímica Hematología y Banco de Sangre. Pruebas de coagulación Determinación de litio y/o amonio. Determinación de elementos traza (Zn, Cu, Pb, Hg) y toxicología Determinación de litio y glucosa. Pruebas de compatibilidad. Microbiología Velocidad de sedimentación Bioquímicas STAT Determinación de Pb. URL: ARTÍCULO BIBLIOGRÁFICO # 2 PUNCIÓN ARTERIAL A. Introducción El cuerpo utiliza la sangre como medio para el transporte de oxígeno, nutrientes, productos de desecho y otros materiales en su interior; así como también para regular su temperatura, el volumen de los líquidos y para el equilibrio ácido básico en general. Debido a que la sangre se utiliza para múltiples funciones dentro del cuerpo, el análisis de ésta o de sus componentes puede suministrar indicios claves para el diagnóstico de muchas condiciones médicas. La sangre arterial se diferencia de la sangre venosa principalmente en su contenido de gases disueltos. Los exámenes de sangre arterial muestran la composición de la sangre antes de que sus componentes sean utilizados por los tejidos del cuerpo. B. Definición La punción arterial es una técnica invasiva destinada a la recolección de muestras de sangre para la evaluación y monitoreo de la gasometría y presión arterial. Este procedimiento puede llevarse a cabo en una única punción o de forma temporal mediante cateterización, ésta última indicada cuando los análisis se requieren de forma precisa y continua. Las arterias seleccionadas para este fin deben cumplir una serie de condiciones: 1. La punción no debe interferir con el flujo arterial, por lo tanto, el calibre debe garantizar la provisión de sangre en las regiones distales al sitio de la punción. 2. El calibre debe permitir la fácil canalización. 3. La disposición anatómica debe asegurar el mínimo daño tisular y la mínima limitación funcional para el paciente. 4. De igual manera, debe existir la posibilidad de cohibir una eventual hemorragia en el punto de punción. 5. Reducidos cuidados de mantenimiento. C. Accesos arteriales comúnmente utilizados 1. Arteria radial Es de elección por ser la que mejor cumple las condiciones anteriores. Con la articulación de la muñeca en extensión y el codo flexionado, esta arteria queda claramente expuesta y bien fijada. Antes de canalizarla debe realizarse la prueba de Allen que consiste en comprimir las arterias cubital y radial durante un minuto y, posteriormente, liberar la cubital observando si la mano recupera su color rosado. En caso contrario NO se debe punzar la arteria radial por la posibilidad de necrosis hística. 2. Arteria pedia Está garantizada la perfusión hística por la presencia de la tibial posterior. La comprobación puede realizarse igual que en la mano, comprimiendo ambas arterias y soltando, posteriormente, la tibial observando la reperfusión del pie. Al igual que la radial también tiene un fácil acceso y manejo. 3. Arteria temporal superficial Es una rama terminal de la carótida externa y se divide, posteriormente en frontal y parietal. Se puede palpar fácilmente. Su uso no crea problemas de perfusión porque tiene múltiples colaterales. Aunque se puede canalizar por punción percutánea, es aconsejable hacerlo mediante exteriorización quirúrgica, con una incisión en la piel. Es más difícil de canalizar que las anteriores. 4. Arteria femoral Con una ligera rotación externa de la pierna queda expuesta, cuya canalización por punción percutánea no ofrece grandes dificultades. Presenta, sin embargo, un alto riesgo de infección (zona séptica) por lo que se desaconseja su uso y se reserva sólo para cuando no se pueda acceder a las anteriores. D. Procedimiento de punción En primer lugar, hay que identificar adecuadamente el trayecto de la arteria elegida, para posteriormente, y previo a la punción, inmovilizarla porque su elevada presión interior hace que se desplace lateralmente cuando se intenta punzar. No debe olvidarse la prueba de comprobación de Allen. Para el procedimiento de punción se cuenta con dos técnicas: a) Con los dedos índice y medio de la mano que no va a realizar la punción se oprime, sin llegar a cortar el flujo sanguíneo, la arteria en dos puntos equidistantes, aproximadamente 1 cm, del lugar de punción; o b) Con los dedos índice y medio de la mano libre, se oprimen fuertemente las estructuras que quedan a los lados de la arteria, a la altura del lugar de punción. Generalmente la punción es de tipo percutánea debido a su menor riesgo de infección y daño para el paciente, pero también se puede practicar la punción tras disección de la piel del paciente y exteriorización de la arteria, en especial con la arteria temporal. Se procede de la siguiente manera: c) Rasurado, si procede, y limpieza de la zona: uso de jabón quirúrgico seguido de limpieza con etanol o isopropanol al 70%. d) Impregnación con yodo. e) Aislamiento del área de punción con campos estériles. f) Inmovilización de la arteria + prueba de Allen. g) Punción: Si se trata de una única muestra, se punciona la piel con una inclinación de 30º y cuando se punciona la arteria se produce la aparición de sangre sin necesidad de realizar aspiración. Para cateterización, se utiliza un trocar, el cual permite la introducción de la cánula definitiva. h) Comprobar que el reflujo de sangre guarda concordancia con los latidos cardiacos. i) Fijar con sutura a la piel. Consideraciones: j) Comercialmente se dispone de una amplia variedad de jeringuillas para punción arterial, las cuales traen consigo generalmente heparina como anticoagulante. Es por tanto importante conocer las disposiciones que cada casa comercial propone para el manejo óptimo de la muestra sanguínea. k) Al conectar el sistema de mantenimiento al catéter hay que poner especial cuidado en que no queden aprisionadas burbujas de aire. Posibilidad latente de embolia. l) Deben evitarse los repetidos intentos de punción a causa de la traumatización vascular que ello supone. m) Cuando se trata de una única punción, una vez tomada la sangre, se retira la aguja y se ejecuta fuerte presión sobre el área (aproximadamente 15 minutos). Comprobar periódicamente la ausencia de hemorragia. Impregnar con yodo y colocar un apósito estéril. Para retirar un catéter arterial se procede de la siguiente manera: n) Descubrir la zona de punción. o) Retirar la fijación a la piel. p) Colocar un esfigmomanómetro en el brazo (si la arteria canalizada es la radial) e inflarlo hasta que supere en 3 ó 4 puntos la presión sistólica del enfermo. q) Retirar el catéter (cultivar la punta si hubiera signo de infección). r) Comprimir fuertemente el punto de punción durante unos cinco minutos; mientras, se desinfla el manguito colocado en el brazo. s) Dejar una compresión fuerte, pero sin llegar a cortar la circulación arterial, durante una media hora. Vigilar que no mancha el apósito de sangre. t) Retirar la compresión y, tras comprobar que ha dejado de sangrar, impregnar con yodo y colocar un apósito. Complicaciones: u) Isquemia del miembro por disminución en la irrigación o por embolias v) Hematoma infectado w) Aneurismas en la zona de punción x) Fístulas arteriovenosas y) Necrosis cutáneas z) Hemorragias aa) Déficit neurológico E. Interpretación de la gasometría arterial 1. Introducción La medición de los gases contenidos en la sangre arterial es la prueba funcional pulmonar más importante realizada a pacientes que están en estado crítico. Existen numerosos factores que afectan a los gases obtenidos en sangre y que es preciso conocerlos para valorar los cambios sufridos después de cualquier intervención. El transporte en ambos sentidos de O2 y CO2 entre los pulmones y la periferia es gobernado por la circulación iniciada por la contracción rítmica del corazón. Anatómica y fisiológicamente, los pulmones tienen dos entradas: el aire inspirado y la sangre venosa mezclada, así como dos salidas: la sangre arterial y el aire espirado. El nivel arterial de O2, CO2, pO2 (presión parcial de O2) y pCO2 (presión parcial de CO2) se determina por el modo con que el pulmón trata el aire inspirado y la sangre venosa mezclada. Esto es determinado por los factores intra-pulmonares. Existen además factores extra-pulmonares que pueden modificar la pO2 y pCO2 de forma considerable y clínicamente importante, debido a su efecto directo sobre la composición de la sangre venosa mezclada. Los factores intra-pulmonares son: 1) FiO2 (fracción inspirada de oxígeno), 2) la ventilación alveolar, 3) la limitación de la difusión, 4) derivación y 5) desigualdad de la ventilación-perfusión (V/Q). Los dos primeros pueden ser manipulados clínicamente, y en los enfermos críticos tienen mayor importancia los dos últimos. Las derivaciones son unidades pulmonares perfundidas, pero no ventiladas, es el mayor trastorno de la V/Q. Los factores extra-pulmonares incluyen: 1) Gasto cardíaco, 2) Absorción de O2, 3) Concentración de hemoglobina, 4) Equilibrio ácido-base, 5) Temperatura corporal, 6) Localización de la curva de disociación del oxígeno-hemoglobina, generalmente definida por p50 (presión a la saturación del 50%). Los indicios de cambios en el gasto cardiaco (GC) son alteraciones en la tensión arterial, frecuencia cardíaca, presión venosa central, temperatura de la piel y sobre todo, la producción de orina. Esta última se puede considerar como un índice de la perfusión de los órganos periféricos y del aporte de oxígeno. Así, si desciende el gasto cardíaco se cae en la diuresis, salvo si se han administrado diuréticos. Es por esto que a la producción de orina se la denomine "el gasto cardíaco del pobre". Por otro lado, si aumenta la temperatura del paciente, puede verse incrementada la absorción de O2. 2. Evaluación de la eficiencia funcional respiratoria La función pulmonar está dirigida a oxigenar la sangre y eliminar el anhídrido carbónico (CO2) para que la concentración de hidrogeniones sea normal, se establezca un pH adecuado y se cumplan a cabalidad todos los procesos metabólicos, enzimáticos, endocrinos, etc. La sangre arterializada refleja el producto final de intercambio gaseoso verificado en la membrana alveolo-capilar, donde se ha difundido el oxígeno a los glóbulos rojos captando el CO2 que proviene de los tejidos. Hoy en día, la mejor manera de determinar la eficacia de la función respiratoria total es con el análisis de los gases arteriales, que nos indica cómo se está verificando el intercambio gaseoso y, si está alterado, cómo ha repercutido en el equilibrio ácido-base. a) pH sanguíneo El control ácido se ejerce primordialmente por el aparato respiratorio que es rápido y el básico por el metabolismo renal, que es lento. Este último cuenta con una integridad fisiológica acentuada, en mayor o menor tiempo es capaz de llegar a la corrección del desequilibrio, pero muchas veces una alteración patológica concomitante se lo impide. Los mecanismos respiratorio y renal, son, por decirlo así, los globales que intervienen en la regulación del equilibrio ácido-básico. Pero también se cuenta con otros elementos muy importantes que pueden intervenir en un momento dado y perturbar el equilibrio o regularizarlo como sucede, por ejemplo, con los fosfatos del plasma, el fosfato del eritrocito, presencia de iones derivados del ácido carbónico y los iones de potasio, calcio, sodio y cloro, que tienen sus manifestaciones en la pérdida de equilibrio, aunque no en su etiología. Todos los mecanismos en su conjunto o funcionando cada uno de ellos en forma independiente según las circunstancias, causan modificaciones en la sangre que para poder cumplir sus funciones debe tener una concentración de hidrogeniones dentro de ciertos límites, representados por el pH que en condiciones normales fluctúa entre 7.36-7.44. Dentro de la terminología puramente química, la sangre se encuentra en el terreno de la alcalinidad, pues los límites compatibles con la vida se consideran entre un pH de 7.0 y 7.8. Pero en clínica, prescindiendo de este concepto, se denominan acidosis cuando el pH desciende de 7.36 y alcalosis cuando se eleva sobre 7.44, límite en realidad muy estrecho y en el cual se verifican normalmente todos los procesos metabólicos. Cuando se pierde uno de los límites, bien sea hacia la izquierda para producir acidosis o a la derecha para producir alcalosis, tenemos toda la gama de desequilibrio ácido-básico, la cual, si es moderada y cuenta con una buena integración fisiológica, tanto renal como respiratoria, puede pasar inadvertida en clínica porque el organismo por sí solo lo compensa. Pero si los factores que los desencadenan son muy intensos, es factible que el organismo por sí solo no sea capaz de reestablecer el equilibrio, circunstancia que puede agravarse y llegar a un desequilibrio intenso y muchas veces irreversible, si existen marcadas alteraciones en sus mecanismos reguladores. b) Presión parcial de oxígeno (pO2) La fracción del oxígeno inspirado (FiO2) encuentra en el alveolo las condiciones ideales para su difusión. Se han reconocido dos formas por las cuales este oxígeno se encuentra circulante. Una pequeña parte, el 3% permanece en disolución con el plasma y las células que en él se encuentran, pero el 97% restante es atraído por un fuerte imán representado por la molécula de hemoglobina. La presión que ejerce el oxígeno en disolución sobre las paredes de los vasos que lo contienen, es la que conocemos como presión parcial de oxígeno (pO 2) y es la que indirectamente nos va a suministrar la información de cómo se está cumpliendo la oxigenación por intermedio de la hemoglobina transportadora. La cantidad de oxígeno que se encuentre en la sangre arterial depende de la pO 2 que se encuentre en disolución, de la cantidad de hemoglobina transportadora y de la integridad fisiológica en los mecanismos respiratorios, los cuales condicionan su saturación y transporte. Mientras más saturada está la hemoglobina, más fuerte es la afinidad con el O 2, y mientras menos saturada esté, más fácil es la liberación. Es por eso que el oxígeno va aumentando la capacidad de liberación a medida que el pH baja y por eso en los procesos de acidosis la pO2 está baja. La subida del pH o alcalosis, produce el efecto contrario. c) Presión parcial de anhídrido carbónico (pCO2) Como consecuencia de su metabolismo, toda célula produce combustiones y entre otros elementos anhídrido carbónico (CO2). Normalmente se va a dirigir hacia el exterior por medio de la espiración, pero antes de hacerlo, se ha dirigido a los capilares venosos e ingresando a las venas cavas. Cuando ingresa a la circulación, encuentra un medio acuoso y gracias a una enzima que se encuentra primordialmente en el eritrocito, la anhidrasa carbónica, este anhídrido carbónico (CO2) al sumarse con el agua, origina ácido carbónico. De esta manera, durante el proceso respiratorio se va a eliminar una cantidad grande de anhídrido carbónico. En términos generales, una porción del ácido carbónico ingresa a la sangre arterial y va a formar parte de los componentes acidificantes y normalmente la gran mayoría se elimina en la espiración como elemento de desecho, el CO 2. Como todo gas, el CO2 va a ejercer presión sobre las paredes de los vasos que lo contienen y es justamente la presión que se denomina presión parcial de anhídrido carbónico o pCO2. Este parámetro indirectamente informa de la cantidad potencial del ácido carbónico que tiene el organismo y de la efectividad de la ventilación alveolar o el proceso por el cual se está eliminando el CO2. Si la cifra se encuentra aumentada, el alveolo está ventilando deficientemente y entonces existe condición de hipercapnia. Si pCO2 está disminuida es porque el alveolo está ventilando excesivamente y en este caso se tiene hipocapnia. En resumen, los datos de pO2 y pCO2 miden de manera muy fiel la capacidad y funcionamiento fisiológico y es la primera prueba funcional metabólica (respiratoria) que debe verificarse, si se quiere conocer la verdadera capacidad funcional, la que al estar perturbada va a originar consecuentemente variaciones en el pH sanguíneo y otras manifestaciones en la dinámica ventilatoria que comprometen la homeostasis del organismo. Tabla 1. Valores de referencia para la gasometría arterial Parámetro Valor de referencia pH 7.35-7.45 pO2 75-105 mmHg pCO2 33-40 mmHg HCO3- 22-28 mEq/L Saturación O2 96-97% F. Correlación clínica: equilibrio ácido-básico La principal función del sistema cardiorrespiratorio, como ya se ha visto, es suministrar a cada célula del organismo un flujo de sangre en cantidad y calidad apropiadas para que puedan mantenerse las condiciones ideales para el metabolismo orgánico. Esto se logra proporcionando materiales esenciales (O2 y nutrientes) y retirando los productos nocivos, uno de los principales es el CO2, que es transportado por la sangre venosa y eliminado su exceso a través de los pulmones. Los dos órganos capaces de eliminar ácidos que en exceso son nocivos para el organismo, son el pulmón, que elimina ácidos volátiles como el CO 2 del ácido carbónico, y el riñón que se encarga de eliminar ácidos no volátiles. Cuantitativamente el pulmón es el que mayor importancia tiene, puesto que puede llegar a eliminar hasta 13,000 mEq/día, mientras que el riñón sólo alcanza a eliminar de 40 a 80 mEq/día. El pH se puede definir como el resultado de la relación existente en un líquido entre las concentraciones de ácidos y de bases o álcalis que se encuentran en el mismo. En un intento de simplificar este concepto se puede representar una fracción en la cual, el numerador representa las bases o álcalis cuyo principal exponente es el bicarbonato y en el denominador se representan los ácidos como CO2. El resultado de esta división se denomina pH, siendo su valor normal en sangre de 7.35-7.45. Luego, el organismo tenderá a conservar este equilibrio (homeostasis), eliminando la cantidad necesaria de ácidos o bases para que el resultado de esta relación sea normal y constante. Si el pH aumenta por encima de 7.45 se dice que es un pH alcalino y el enfermo presenta una alcalosis. Si por el contrario disminuye por debajo de 7.35 se dice que es un pH ácido y el paciente presenta una acidosis. Cuando la alteración es debida a desequilibrios en la concentración de bicarbonato se la denomina acidosis o alcalosis “metabólica”, mientras que cuando estos cambios son causa de desequilibrio del CO2 la llamaremos acidosis o alcalosis “respiratoria”. 1. Acidosis metabólica Cuando ocurre un descenso en la concentración de HCO3- se presenta un pH inferior a 7.35 con una tensión parcial de CO2 ligeramente aumentada. La compensación ocurre con un aumento en el nivel de ventilación. Clínicamente se puede clasificar como acidosis metabólica parcialmente descompensada cuando el parámetro de pH es bajo o normal o pCO 2 ligeramente alto. Una acidosis metabólica descompensada se caracteriza por un pH muy bajo y pCO2 alto. Entre sus posibles causas se encuentran: pérdida de bicarbonato por diarrea; producción excesiva de ácidos orgánicos por enfermedades hepáticas, alteraciones endocrinas, shock o intoxicación por fármacos; insuficiencia renal; fístula intestinal y coma diabético. Los signos más frecuentes son respiración rápida y profunda, aliento con olor a frutas, cansancio, cefalea, náuseas, vómitos y coma en su más grave expresión. 2. Acidosis respiratoria Traduce un aumento del contenido de pCO2 con mayor concentración de iones hidrógeno y un pH disminuido. Como mecanismo compensatorio del equilibrio, el organismo trata de aumentar las bases, eliminando por el riñón orina ácida. Clínicamente la acidosis respiratoria se clasifica: a) descompensada (propia de los procesos crónicos) caracterizada por un pH 7.30-7.34 y una pCO2 entre 60-90mm Hg; b) parcialmente descompensada por un pH entre los límites normales y una pCO 2 menor de 90mm Hg; c) compensada con un pH normal y una pCO 2 ligeramente elevada y d) acidosis respiratoria y metabólica combinadas: pH muy bajo y pCO 2 elevado. La etiología más común es la depresión respiratoria por fármacos, traumatismo del sistema nervioso central, asfixia, afección pulmonar (neumonía, obstrucción pulmonar crónica) con disminución de la ventilación respiratoria. Se puede encontrar en el paciente diaforesis, cefaleas, taquicardia, confusión, intranquilidad y nerviosismo. 3. Alcalosis metabólica Ocurre por un aumento en la concentración de HCO3- en el organismo, de ahí que se presente un pH superior a 7.50 con una pCO2 dentro de los valores aceptables. El organismo para compensar producirá una hipoventilación para aumentar el nivel de CO2, llevando el pH a un valor normal. Clínicamente se clasifica como alcalosis descompensada cuando el pH está elevado mientras que la pCO2 alta, mientras que se trata de una alcalosis parcialmente compensada cuando el pH está elevado y la pCO2 se encuentra entre los límites de referencia. Esta condición puede producirse debido a pérdida de ácidos por vómitos prolongados o por aspiración gástrica; pérdida de potasio por aumento de la excreción renal (como ocurre al administrar diuréticos) y por ingestión excesiva de bases. El paciente puede presentar los siguientes síntomas: respiración lenta y superficial, hipertonía muscular, inquietud, confusión, irritabilidad, e incluso en casos graves, coma. 4. Alcalosis respiratoria Ocurre gracias a una hiperventilación alveolar que disminuye la pCO 2 drásticamente, elevando los niveles del pH sanguíneo. Como mecanismo compensatorio, el organismo disminuye el número de bases eliminando por el riñón una orina alcalina. Esta condición puede clasificarse como a) alcalosis compensada cuando el pH es normal y la pCO2 baja; b) alcalosis respiratoria y metabólica combinadas cuando el pH es superior a 7.70 y la pCO2 es baja; c) alcalosis descompensada cuando el pH se encuentra entre 7.60-7.70 y la pCO2 disminuida, mientras que d) en la alcalosis parcialmente descompensada, el pH se encuentra entre 7.45-7.77 y la pCO2 entre 1020mm Hg. Esta condición puede estar producida por hiperventilación por dolor, ansiedad o mala regulación del ventilador; estimulación respiratoria por fármacos, enfermedad, hipoxia, fiebre o ambiente caluroso; y bacteremia por microorganismos gramnegativo. CUESTIONARIO 1. Grafique la disposición anatómica de las arterias utilizadas para la punción de muestras para gasometría arterial. 2. ¿Cuál es la diferencia entre la jeringuilla para gases arteriales y la jeringuilla para venipunción? 3. ¿Cuál es el nombre de la aguja y del catéter que pueden ser utilizados para punción arterial? 4. ¿En qué consiste el monograma de Siggaard-Anderson? ¿Cuál es su importancia? 5. Enumere y describa brevemente los mecanismos reguladores del equilibrio ácido-base. El paciente presentará respiraciones rápidas y profundas, parestesias, ansiedad y fasciculaciones. G. Bibliografía 1. Punción arterial. Disponible en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/ article/003422.htm URL: Fecha de consulta: Junio, 2006. 2. Venoclisis, punción venosa y punción arterial. Disponible http://hgm.salud.gob. mx/ensenanza/temario/pdf/Venoclisis.pdf en URL: Fecha de consulta: Junio, 2006. 3. Vías vasculares aplicadas http://www.oc.lm.ehu. al paciente quirúrgico. 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