opinió La Dirección como factor de calidad en los centros educativos Manuel LORENZO DELGADO Universidad de Granada Punto de partida Warren Bennis y Burt Nannus, dos expertos de reconocido prestigio en liderazgo, sintetizan su conocimiento sobre este fenómeno en los siguientes puntos: 1. El liderazgo es el ingrediente principal de la creación de progreso y la manera en que las organizaciones se desarrollan y sobreviven. 2. Los problemas actuales no se resolverán sin organizaciones que tengan éxito, y las organizaciones no pueden tener éxito sin un liderazgo eficaz. 3. El liderazgo es lo que le da a una organización su visión y la capacidad para traducir esa visión en realidad. Sin esa traducción no hay dinámica organizacional. 4 4. El ambiente actual del liderazgo puede resumirse en tres contextos principales, a saber: compromiso, complejidad y credibilidad. 5. El liderazgo parece ser el Mariscal de las destrezas que la mayoría posee, aunque sólo una minoría usa. Pero es algo que cualquiera puede aprender, puede enseñársele a todo el mundo y no se puede negar a nadie. De la revisión anterior evidentemente se pueden extraer bastantes deducciones. Una me parece nuclear: Para que haya centros de calidad debe haber directores de calidad y no hay directores de calidad mientras éstos no ejerzan un liderazgo organizacional dentro de la ins- GESTOR O MÁNAGER LÍDER Bonet y Zamora (1996) • Se fija más en proceso de toma • No se limita a reaccionar. Es más de decisiones que en el hecho fiproactivo que reactivo. Tiene clara nal. su misión y el convencimiento firme de llevarla a cabo. • Procura limitar opciones. • Tiene un compromiso personal con los objetivos. • Evita soluciones que puedan ser • Desarrolla nuevos enfoques ante conflictivas. los objetivos. • Es un hábil controlador administra- • No suele ser hábil (ni le gusta) en tivo y financiero. administrar o gestionar. • Quita importancia a las situaciones • Suscita reacciones fuertes en los arriesgadas, sobre todo de ganandemás. No pasa desapercibido ni cia o pérdidas totales. resulta neutro afectivamente. • Desea ser miembro de un grupo • Tiende a sentirse algo por encima y tener papeles bien definidos en del contexto y de las personas una organización. que lo rodean. Álvarez y otros (1995) • Jefe. • Reparador y facilitador. • Controlador de personas. • Motivador de personas. • Centrador de autoridad. • Distribuidor de liderazgo. • Dirigiendo con normas y reglas rígi- • Guiando con valores compartidos. das. • Demandando conformidad. • Ganando compromiso. • Cambiando por las necesidades. • Aprendiendo nuevamente e innovando. • Colaborando y unificando. • Internamente competitivo. • Globalmente competitivo. • Estableciendo posiciones de po• Alentando el poder de la sinergia der y jerarquías. y el trabajo en equipo. Nannus (1995) y Bennis (1989) • El manager administra. • El líder innova. • El manager es una copia. • El líder es original. • El manager se encuentra con sist. • El líder se concentra en la gente. y estructuras. • El manager se centra en el control. • El líder inspira confianza. • El manager tiene una visión a cor- • El líder tiene una perspectiva a to plazo. largo plazo. • El manager tiene la pregunta • El líder, ¿qué? y ¿por qué? ¿cómo? • El manager dirige su mirada a la lí- • El líder la dirige al horizonte. nea de base. • El manager imita. • El líder crea. • El manager acepta el status quo. • El líder lo desafía. • El manager es el clásico buen sol- • El líder es él mismo. dado. • El manager hace las cosas bien. • El líder hace lo correcto. Tabla 1. opinió titución. A su vez, no hay calidad institucional ni profesional si no hay, como sustrato, una calidad personal. Perspectiva, esta última, sobre la que pretendo insistir dado que ni las visiones de calidad manejadas por la “derecha” ni las de la “izquierda” parecen tenerla en cuenta en el actual debate. Ésta es, en síntesis, la tesis fundamental del trabajo de reflexión que propongo con este documento. Queda también clara una exigencia de partida y es que nuestros directores deben empezar a dejar de describirse a sí mismos como gestores y pensar con la mente de unos líderes. Las diferencias han sido puestas de manifiesto por bastantes autores. En la tabla 1 pueden verse algunos. Está claro que saber gestionar con eficacia los recursos humanos o materiales de una escuela no supone necesariamente ejercer un liderazgo en la misma. Eso, en las organizaciones de cierta complejidad, se considera sencillamente ser un buen ejecutivo, un gestor eficaz o un excelente manager. Desde la perspectiva de la gestión de calidad, el primer reto al que debe responder el director de un centro educativo es el de ir, paulatinamente, reduciendo su papel de gestor e incrementando su función de liderazgo. Esto supone implicarse en procesos como los que se recogen en la tabla 1, en la que la columna de la izquierda caracteriza al directivo gerencialista y, en la derecha, en oposición, se establece el correspondiente cambio necesario para desarrollar procesos de liderazgo educativo. Una apretada síntesis de la riqueza de matices que ofrecen las tres caracterizaciones anteriores lleva a ver en el director gerencialista a una persona que conduce la institución educativa reaccionando a la defensiva de los acontecimientos, sobrecargado ante las demandas continuas de todos los miembros de la comunidad educativa, teniendo que actuar “tirando” de ciertos colegas desanimados o desinteresados, preocupado por lo que ya hay y por lo que ya se hace, más que por lo que se podría tener y hacer. Esta visión parece estar confirmada por algunas investigaciones que han abordado los problemas que los propios directores perciben en su práctica diaria. La tabla 2 sintetiza algunos. Como puede observarse, el mayor y preocupante problema de los directivos de centros es el desinterés que observan a su alrededor, entre sus colegas los profesores: «Los profesores constituyen la principal fuente de problemas de los directivos» (J. TEIXIDÓ, 1995: 980) Desinterés que, en ocasiones, se convierte en lo que SANTOS GUERRA llama “rutinización” del trabajo. Además, en este ambiente de apatía profesional se dan —segundo problema en importancia— unas relaciones difíciles entre compañeros. Las tensiones micropolíticas de y entre grupos, camarillas y personas, la búsqueda de influencia y la confrontación dialéctica hacen la actividad directiva enormemente problemática. Los otros dos problemas destacables, por su mayor frecuencia, Primaria PROBLEMAS Secundaria 5 Falta de preparación especializada en profesores (padres) ●●■ (3) ■ (1) Celularismo-Individualismo ●●❒ (3) ● ● ❒ (3) Problemas de poder (grupos, camarillas, enfrentamientos…) ●●■❍■◆ (6) ● ■ ❍ ■ ◆ (5) Desinterés por el trabajo en profesores ●●■■❒❒◆ (7) ● ● ■ ■ ❒ ❒ ◆ (7) Problemas de relaciones con padres y alumnos ●■■◆ (4) ■ ■ ◆ (3) Falta de prestigio y consideración social ■ (1) ● ■ (2) Falta de preparación para el cargo ●●❍■ (4) ● ● ❒ ■ (4) Falta de apoyo (Administración) y de recursos y estímulos ●■❍■◆ (5) ■ ❍ ■ ◆ (4) Falta de autonomía ■ (1) ■ (1) Estar en una situación dual y compleja: representar a la Administración y a los compañeros a la vez ❍■ (2) ❍ ■ (2) No existen ventajas administrativas (consolidación del nivel, es- ■ calafón, carrera…) (1) ■ (1) Falta de tiempo ❒ (1) ❒ (1) Atender a muchos imprevistos ◆ (1) ◆ (1) Tabla 2. Fuentes: ● = LORENZO DELGADO (1994) en Andalucía y País Vasco; ■ = ALMOHALLA-ÁLVAREZ (1991) y ÁLVAREZ (1993); ❍ = BERNAL y JIMÉNEZ (1991); ❒ = SANTOS GUERRA (1993); ◆ = TEIXIDÓ (1995). opinió ya que en este ámbito es difícil establecer jerarquías, hacen referencia a carencias importantes: falta de preparación para el desempeño de los cargos de dirección y falta de apoyo y de medios. Este apoyo es, sobre todo, institucional (Administración, Delegación, Inspección…) Ahora bien, ¿qué puede significar todo esto? Lo que ya se ha apuntado, que los problemas reflejados en estos estudios ponen de manifiesto una realidad que es grave y contradictoria: Tenemos unos directivos, unos líderes que ejecutan un “liderazgo a la defensiva”. El directivo tiene que actuar “tirando”, “arrastrando” de unos colegas desanimados, desinteresados, incapacitados y preocupa- dos egoístamente por sus intereses personales o de pequeño grupo. Este liderazgo defensivo, reactivo y de supervivencia es justamente la antítesis del líder. El director líder, en cambio, es creador, constructor de un proyecto de escuela y de una visión educativa, dinamizador, ilusionante y proyectado al futuro. Como dice Crosby (1996: 3), «los líderes crean entornos en los cuales las personas están dispuestas a dar lo mejor de sí mismas». Para ello, es necesario comprender y dejarse imbuir de lo que él llama “principios absolutos de liderazgo”: Un programa claro de actuación. Una filosofía personal. Unas relaciones sólidas con los colaboradores. Unos criterios de universalidad para tratar con todas las culturas que inciden en la organización, las tecnologías actuales y la ingente cantidad de información que llega a la institución. Todos son, como puede verse, principios aplicables a los directores que quieran desarrollar un liderazgo de calidad en sus centros respectivos. Pero, por otra parte, la calidad es un concepto polisémico y ambiguo. Es fundamental aclarar posiciones al respecto. CARACTERÍSTICAS DE CALIDAD EN LAS ORGANIZACIONES Arthur ANDERSEN 6 GALGANO • La calidad la definen los clientes. • El proceso de calidad se inicia con el liderazgo activo de la dirección. • El cliente como prioridad absoluta. • Prioridad de la calidad entre los factores de satisfacción del cliente. • La calidad es un factor estratégico de competitividad y diferenciación. • El concepto se extiende a todos los procesos empresariales. • La calidad efectiva es la garantía de rentabilidad. • La calidad involucra a todos los miembros de la organización. • También involucra a los proveedores. • La responsabilidad de la calidad corresponde a todo el personal. • Elegir como actividad prioritaria de la empresa “la mejora continua y sin fin” de la calidad. • La calidad debe ser el criterio configurador de todos los sistemas y procesos de la empresa. • Activación de todo el personal en la mejora de la calidad. • Utilización de técnicas de control de calidad. DEMING • Generar un propósito constante de mejorar el producto y el servicio. • La dirección debe dirigir el proceso del cambio. • No depender de la Inspección. • La calidad se incorpora al proceso y producto. • No elegir a los proveedores basándose en el precio. • Mejorar constantemente la producción y el servicio. • Instituir la formación en el puesto de trabajo. • Desarrollar el liderazgo. • La calidad debe comunicarse. • Formación de todo el personal. • Eliminar el miedo. • Implica sensibilidad y preocupa• Toma del liderazgo del movimiento • Derribar barreras entre ción de la empresa por su entorno. de la calidad por parte de la departamentos y trabajar juntos. dirección. • La calidad es dinámica. • Eliminar los lemas y los objetivos numéricos. • Eliminar cuotas de trabajo y gestión por metas numéricas. • Eliminar obstáculos que privan a las personas del orgullo al trabajo bien hecho. • Instituir un programa vigoroso de educación y mejora personal. • Implicar a todos en un cambio del modo de funcionar de la empresa. Tabla 3. opinió La calidad, un concepto ambiguo CALIDAD C on motivo del actual debate suscitado por la prevista nueva Ley de Calidad de la Educación, es posible adivinar un doble posicionamiento en torno a lo que se puede entender por calidad en educación. Uno viene representando por el partido del Gobierno y el otro, básicamente, por los autores de la Reforma actual con todos los partidos, grupos y colectivos que se proclaman progresistas. En principio hay un gran interés en que las dos propuestas aparezcan como bien distintas la una de la otra, de manera que se puedan constituir en un elemento diferenciador claro de las ideologías progresistas frente a las propuestas conservadoras que cada uno representa. La fuente de la propuesta de calidad oficial no cabe duda que está en el movimiento de Gestión de la Calidad Total, cristalizado sobre todo en el conocido Modelo Europeo (Rupérez, 1994; Gento, 1996). Sus características quedan bien descritas si acudimos a las tres referencias que sintetizamos en la tabla 3. La primera columna recoge las características señaladas por la marca Arthur ANDERSEN (1995) para su propia gestión de calidad con las empresas a las que asesora. La segunda la propone GALGANO (1993) como síntesis de la calidad propugnada desde el modelo japonés de calidad CWQC (CompanyWide Quality Control). La tercera conforma el listado de los “catorce puntos” de calidad del famoso especialista estadounidense Edwards DEMING. Si se buscan minuciosamente los caracteres más comunes a todas las propuestas anteriores, es posible conceptuar la calidad, desde esta perspectiva de la Calidad Total, como: PERSONAS PROCESOS RESULTADOS • Todos • Formación • Satisfacción de clientes • La dirección como liderazgo • Dinamización • Rentabilizar el entorno • Técnicas de control y mejora • Comunicar • Trabajo en equipo Fig. 1. Un conjunto de procesos, especialmente los de: – – – – – Formación Dinamización Control y mejora Comunicación Trabajo en equipo En los que se implican todas las personas de la organización, y de modo especial, la dirección que debe transformarse en liderazgo. Generando unos productos o resultados: – Satisfacción de los clientes – Rentabilidad – Preocupación por el entorno Y todo ello con un único horizonte referencial: la calidad como prevención más que como corrección de errores. Es lo que refleja el esquema de síntesis de la fig. 1. La visión opuesta de calidad en educación bien puede estar representada, entre otras, por la que se recoge en el llamado Manifiesto de Jabalquinto, fruto de un Foro reunido en dicha localidad jienense bajo la coordinación de Nieves Blanco, Juan Bautista Martínez y Rafael Porlán con la participación, entre otros, José Gimeno, Mariano Fernández Enguita, Ángel Pérez, Marina Subirats, Jurjo Torres, Santos Guerra y un largo etcétera (Andalucía Educativa, febrero 2002). La idea-fuerza del Manifiesto es la calidad en igualdad, es decir, sólo se logran cotas de calidad educativa en la medida en que se consigue un trato de igualdad para todos, superando cualquier situación o mecanismo de segregación y exclusión. Esta idea también se puede formular a la inversa: si se crean exclusiones y desigualdades en el sistema escolar es ocioso, y amoral, hablar de calidad, aunque se mejoren los resultados. Algunos postulados del Manifiesto completan su caracterización: 1. La educación es un bien público que debe ser ofrecido a toda la ciudadanía hasta satisfacer las necesidades y los intereses de todos y en todas las dimensiones personales o colectivas. La idea de calidad, por tanto, se traduce en ofrecer el máximo de posibilidades a todos los estudiantes. Es un compromiso de elevar el nivel de todo el alumnado, sea cual sea su origen social o procedencia, sin segregar ni jerarquizar. 2. Desde la perspectiva curricular, una escuela obligatoria de calidad debe centrarse en el desarrollo de la capacidad para acceder a la información y para trabajar con ella, convirtiéndola en conocimiento. 7 opinió 3. La evaluación debe ser siempre realizada desde criterios de justicia social y nunca utilizada para segregar y discriminar al alumnado. En cualquier caso, la idea de control público implícita en la evaluación debe partir de la transparencia y la deliberación participativa. 4. La promoción continua ayuda a incorporar al alumnado al sistema, exige flexibilidad organizativa en agrupaciones, tiempos, jornada, diversificación de materiales, heterogeneidad del alumnado y diversidad de procedimientos metodológicos. 5. Desde la perspectiva de la cultura escolar, una cultura organizativa de la calidad potencia lo colegiado frente a lo unipersonal. El modelo electivo de dirección sería, pues, preferible al de designación. 8 Si bien estamos ante dos visiones pretendidamente antagónicas, en base al pensamiento complejo capaz de integrar y superar extremos contrapuestos tal y como propugna Edgar Morín como oposición al pensamiento simplificador y dicotómico con el que estamos habituados a resolver los dilemas de nuestro conocimiento, se pueden encontrar hoy elementos de una y otra postura integrables en un concepto común de calidad. Algunas aportaciones recientes (MÖLLER, 2001, por ejemplo) representan un avance en este sentido, de modo que la nueva calidad no se dirige sólo a los aspectos técnicos de los productos y de los servicios prestados por las instituciones, sino que incluye aspectos humanos personales, el énfasis en las relaciones humanas, el refuerzo de la comunicación, la construcción de una cultura de equipo en el trabajo y, sobre todo, la implicación con unos principios éticos. Sin duda, todos estos parecen tópicos que integran un espacio común actualmente a las dos visiones de calidad presentadas. La dirección en el entramado de las propuestas sobre la calidad de la educación Ahora bien, en esta dinámica ambivalente de la calidad que se acaba de presentar, ¿qué papel juega la dirección del centro? Podría darse una doble respuesta: 1º) Desde una visión ecológica de la escuela la dirección es tan importante como factor de calidad que se la considera como la función clave de todo el ecosistema. Son ingentes los datos de investigación que pueden justificar semejante toma de postura. El desarrollo profesional de los profesores, el desarrollo curricular, la implementación de cualquier reforma e innovación, los proyectos de mejora de la calidad de la enseñanza pasan necesariamente por el equipo directivo para su potencialización, condicionamiento o su ida a pique. Es decir, el que las demás funciones de la escuela se realicen adecuadamente tienen como punto clave la dirección. La importancia de ocupar la función-clave de un ecosistema supone que (Lorenzo Delgado, 1996): 1. Ocupa una posición estratégica en relación con las demás funciones. Es la posición que ocupa también cualquier equipo directivo, como se ha visto, en relación con las demás funciones escolares como la orientación, el currículo, el proyecto educativo, los proyectos de mejora, la cultura, las relaciones, etc. 2. Es transmisora de inputs (materiales, informativos, mo- tivacionales…) para el resto de las funciones. En este sentido, es impulsora de actividades, motivadora, de modo que influye, entusiasma e implica a todo el mundo. También en la dirección es fácilmente reconocible ese elemento transmisor, potenciador y suministrador de inputs que mantiene el pulso del centro: motivador del trabajo de los profesores y alumnos, buscador de infraestructura y soportes materiales, “limosnero” ante la Administración, distribuidor de los escasos recursos entre las diferentes unidades poblacionales que compiten entre sí para obtener la mayor parte posible, soporte científico para la implementación del proyecto curricular propio, generador de una cultura de colaboración y mil cosas más. 3. En buena medida, determina las condiciones bajo las cuales se tienen o se pueden realizar las demás funciones: en qué tiempo, con qué medios, en qué espacio, con qué responsables, con qué tipo de colaboraciones y hasta qué campos son los legítimos para intervenir. Todo puede estar condicionado positiva o negativamente por un equipo directivo y por sus intereses, o gustos incluso: se fomentará de este modo, una determinada visión curricular desprestig iando otras posibles, se potenciará o no el programa de orientación en función de las creencias y hasta de las simpatías que suscita el orientador del centro, se establecen límites no escritos a la participación de padres o alumnos, se pueden favorecer unas opciones de evaluación u otras… 4. En este mismo sentido, la función clave al regular también los ritmos de trabajo, los procesos de formación y los resultados lleva inherente una fun- opinió ción de control desde la que genera expectativas, valoraciones e imágenes con las que se ejerce sutilmente el poder, manteniéndose en el nicho dominante. El desprecio o el silencio de muchos directivos ante el trabajo comprometido de profesores que son del grupo de la “oposición”, el cargar de responsabilidades a colegas incompetentes porque son muy dóciles, etc., son expresiones concretas de esta dimensión. 5. La función clave es la que mantiene una relación más directa con el ambiente, hasta el punto de que HAWLEY (1991: 61) afirma: «La función que se ocupa directamente del medio ambiente es la función clave». Entre otros beneficios, esta relación directa con el medio proporciona un poder de información (por tanto, influencia y control), superior al del resto de la comunidad ecológica: posee la información más directa de la Delegación, puede cribar los mensajes de la Inspección, enfatizar circulares y normas, continuamente está recibiendo sugerencias, informes y quejas de los padres, profesores y alumnos; tiene información de primera mano de todos los órganos colegiados por ser miembro nato de los mismos. En verdad, todo esto proporciona un enorme poder al equipo directivo, que puede silenciar, ocultar, retardar, sesgar, instrumentalizando toda o parte de esa información y utilizarla, como ya analizara BALL (1989), como herramienta micropolítica contra grupos de oposición, o por el contrario, desarrollar políticas directivas de transparencia, diálogo y colaboración. «Cualquier intercambio entre dos sistemas de diferente contenido en información no lleva a una distribución o igualación de éste, sino que aumenta la diferencia. El sistema con una mayor acumulación se enriquece aún más en el intercambio. Generalizando el mismo principio es válido para las personas y las organizaciones humanas: cualquier intercambio aumenta la información de la parte ya mejor informada.» (MARGALEF, 1981:21.) 6. Cuanto mayor es el volumen de la actividad del ecosistema, cuanto mayor sea el número de campos o aspectos que atiende, es decir, cuanto más se complejice la función clave, también «mayor es el número de funciones subsidiarias» (HAWLEY, 1991:61). En pocas palabras, toda la actividad de la escuela crece, se expande y complejiza en la misma proporción en que se complejiza también la función directiva. Un equipo emprendedor suscita nuevas inquietudes, genera nuevos proyectos, crea espacios organizativos diferentes, embarca e implica a más gente en cada proyecto, busca fuentes de financiación más variadas. La otra cara de esta nota característica es bien distinta y la señala BRONFENBRENNER (1987: 115) desde su perspectiva ecológica, cuando escribe: «Cuando mayor sea el grado de poder que la sociedad sanciona para un rol determinado, mayor será la tendencia de la persona que ocupe el rol a ejercer y explotar el poder, y la de los que se hayan en una posición subordinada a responder con creciente sumisión, dependencia y falta de iniciativa.» Es algo que se percibe en el funcionamiento diario de mu- chos centros, pero que, incluso en la naturaleza misma, ya se han generado los antídotos específicos: Junto al nicho u oficio dominante existen otros organismos influyentes que están llamados a diluir la función clave y su poder, a mitigar su influencia y a contrarrestar todo exceso. La dirección participativa, los órganos colegiados de poder, como el Consejo Escolar o el Claustro, ejercen justamente ese papel, sin olvidar, además, que «toda especie ejerce algún control, directa o indirectamente, sobre las actividades de otras especies» (HAWLEY, 1982: 57). 2º) La segunda respuesta viene dada desde los numerosos modelos de Gestión de Calidad que ya se han construido. En otro trabajo (Lorenzo Delgado, 1997), hemos comparado seis de ellos en relación con el liderazgo: El modelo CWQC. El modelo correspondiente al Premio Deming a la calidad. El modelo de Galgano (1993). El Modelo Europeo. El modelo de López Rupérez (1994). El modelo utilizado por la consultora Arthur Andersen. La tabla 4 sintetiza las variables principales que ofrece el análisis de contenido. A la luz de esta tabla, el liderazgo en los Modelos de Gestión de la Calidad Total es un elemento común, el denominador común a todos ellos. Su influencia se sitúa normalmente en el 10 % en relación con la consecución de la calidad total de la empresa. Suele verse como el pilar sobre el que se cimenta todo el edificio de la calidad total de la empresa. Esta idea de casamiento también se reitera en la función que algunos modelos asignan al liderazgo: Es impulso o agente de todos los demás elementos y procesos ten- 9 opinió Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3 Modelo 4 Modelo 5 Modelo 6 — — Impulsor Agentes Impulsor — Lugar Cimientos — Inicio Inicio Cimientos Cimientos Peso — — 10% 10% — — Director máximo — — — — Dirección Función Sujeto Tabla 4. dentes a la calidad. O en otros términos: Si el líder no impulsa hacia semejantes horizontes, la empresa jamás se orientará a obtener cotas de calidad total. Finalmente, los dos modelos que aluden en sus esquemas a quién ejerce con prioridad ese liderazgo, señalan al director como aquél que más está llamado a desempeñar dicha función. El análisis, por tanto, reitera la idea de que en un centro educativo no hay cotas de calidad sin un director de calidad. 10 No me resisto a concluir esta segunda respuesta sin aludir a un estudio llevado a cabo en España por la empresa Arthur ANDERSEN (1995) sobre nuestra calidad empresarial. La intervención de unos trescientos cincuenta altos directivos de los sectores productivos más variados (Banca, Seguros, Fabricación, Construcción, Farmacia, Hoteles, Hospitales…) ha dejado muy clara la percepción que hay sobre la importancia que tiene el liderazgo de la empresa para la consecución de estándares de calidad. Ordenados los factores por orden de importancia en función de ese objetivo, se han destacado los siguientes: Liderazgo de la dirección. Orientación hacia el cliente. Gestión de los recursos humanos. Flexibilidad, innovación y capacidad de adaptación. Estilo de gestión participativa. Sistema de gestión de la calidad. Tecnología y gestión de la información. Recursos y medios físicos disponibles. Organización, procesos y métodos de trabajo. Gestión medioambiental. aquel que desean las distintas Administraciones Educativas en estos momentos y a cuya formación y construcción están dedicando cientos de millones a través de los cursos de acreditación oficializados, en 1995, por la LOPEGCD. Una vez más, el liderazgo ejercido por la dirección aparece como el factor número uno, el más crucial en el empeño por la calidad, hasta el punto de que los propios directivos califican este factor, más adelante, como el “atributo estrella”, junto con la “estructura organizativa”, de una organización de excelencia. Pues bien, el rastreo de algunos de estos trabajos nos permiten ver el contenido, lo que hacen o deben hacer estos personajes en el desempeño de su función. En otros términos: Para ello, se analizan programas hechos públicos, en las correspondientes convocatorias, por diferentes Centros de Profesores (CEP) en los últimos años y en los que ha participado como Ponente el autor. ¿Qué convierte a los directores en un factor de calidad para el centro? ¿Qué hacen los líderes eficaces? Finalmente, el análisis de contenido de los temas o unidades temáticas de los programas nos hacen percibir qué conocimientos, habilidades y destrezas son los que deberían constituir el acervo profesional de los directores. Es posible dar muchas respuestas a semejante pregunta. Sólo haré referencia a algunas: 1ª) En una investigación que he presentado como Ponencia en el I Congreso Nacional sobre Liderazgo en el Sistema Educativo Español, celebrado en Córdoba en 2001, he tratado de perfilar el tipo de director que la actual Reforma demanda. Lo he llamado el “liderazgo necesario”, es decir, De los citados programas se han sistematizado los objetivos, en el caso de que figuren, convirtiéndolos en descriptores o indicadores de las conductas que el poder educativo piensa para sus directivos. En otras palabras, se obtiene a través de ellos, el perfil de nuevo liderazgo necesitado por la Administración. Los cursos de función directiva que han servido de fuente para el estudio son los que aparecen en la tabla 5. El perfil del director deseado o necesario parece ser el que refleja, en función del análisis de los objetivos explicitados en cada curso de formación, la tabla 6. El modelo de director parece variar en función del territorio. El opinió Por otra parte, el tipo de liderazgo necesario es el de un liderazgo dinamizador de grupos, constructor de cultura de colaboración y de calidad, responsable de la misión institucional que se refleja en los llamados Documentos Institucionales y soporte mejora e innovación. Cursos de formación de directivos Nº de orden Lugar del CEP Año 1º Linares (Jaén) 1996 2º Jaén 1996 3º CEP “Sierra de Segura” (Orcera, Jaén) 1997 4º Granada 1997 5º Subdirección Territorial Madrid – Norte 1997 6º Badajoz 1998 7º Cáceres 1998 8º Melilla 1998 9º Guadix (Granada) 1998 10º Motril (Granada) 1999 11º Granada 1999 12º Badajoz 1999 Para el logro del anterior perfil, las Administraciones ponen en juego el estudio, análisis y aprendizaje de ciertos contenidos, que figuran en todos los programas utilizados. Son los que aparecen en la tabla 7. En resumen, el líder que necesita la Administración es un líder que sepa de: Tabla 5. MEC, en efecto, ha estado más interesado en diseminar la cultura y gestión de la calidad que Andalucía. No obstante, esta diferencia se diluye al analizar después los contenidos. La lectura de la tabla 6 lleva a una primera conclusión: existe una sensibilidad, hoy ya generalizada, para incluir la propuesta del ejercicio de un liderazgo pedagógico en el modo de ser director en nuestro país. Es una propuesta que se ha ido afianzando en la última década y que hoy está integrada en nuestro patrimonio sobre conocimiento organizacional. De las ocho propuestas que figuran con objetivos, cuatro incluyen el liderazgo como conducta directiva, aunque otras muchas funciones de las que aparecen también son propias de un liderazgo (dinamizador, constructor de cultura…). El centro educativo como unidad con toda su complejidad y apertura. La cultura de colaboración y de habilidades de comunicación, relaciones positivas, trabajo en grupo. Gestión administrativa y conocimientos legales. La elaboración de los Documentos Institucionales (PEC, PCCC…) que plasman la vi- 11 Perfil del nuevo director (objetivos de formación) Objetivos CEP 1 2 3 5 6 8 9 12 Conocedor y detentador de estrategias y técnicas directivas en contexto democrático y la autonomía escolar X X X X X X X X Difusor del nuevo sistema educativo (reforma) X X X Dinamizador de la actividad del centro X X X X Constructor de PEC y PCC (Visión) X X X X Dinamizador de grupos y de participación X X Total 7 3 X 5 4 2 Desarrollar liderazgo X X X X 4 Constructor de una cultura de calidad X X X X 4 Responsable gestión económica X X X 3 Evaluador X X X 3 Innovador e impulsor de mejora X X X 3 Diagnosticador de necesidades X X X 3 Tabla 6. opinió Contenidos de formación Núcleos temáticos CEP 2 3 4 5 6 7 8 El centro educativo X X X X X X X X La cultura colaborativa: Comunicación y dinamización X X X X X X Estructuras y gestión legales y administrativas X X X X X X X El liderazgo X X X X X X X X 8 Gestión curricular X X X X X X X X 6 Dinamización de grupos X X Cultura de calidad X X El centro como escenario de desarrollo profesional X X Elaboración de documentos institucionales X X X X X Gestión de recursos humanos X X X X X Función evaluadora X X X Actividades extraescolares y complementarias X X X Apoyo y asesoramiento externo X X X El programa de dirección X X X 10 11 12 X X X 11 X X X X 10 X X X 10 3 X X X X X Gestión de recursos materiales y económicos (gestión informática) X Atención a la diversidad X X X X X X X X X X X X 7 X X 5 X X 10 X X X 9 X X 10 3 X X X 4 X X X X X X X X X X X X X X X 8 X 7 X 9 1 X X El análisis de necesidades X Innovación e investigación X Elaboración de un Plan Anual de Mejora del Centro 9 X Modelos de dirección (comparada) Experiencias de gestión de centros 12 Total 1 2 1 X X X X X 4 2 Tabla 7. sión y misión del centro educativo. Evaluación. Gestión de Recursos Humanos, y Gestión de Recursos Materiales y Económicos. La dinamización de grupos. Tal vez porque está implícita en otros epígrafes. Las Actividades Extraescolares y Complementarias. La elaboración de un Plan de Mejora Anual del Centro. El análisis de necesidades. 2ª) La Segunda respuesta es un contrapunto de la anterior, ya que trata de responder desde la práctica, es decir, qué hacen los directivos de las organizaciones de excelencia. Descubrirlo puede darnos pautas muy interesantes para formar directores-líderes. El estudio de experiencias prácticas. Las tareas que recoge el cuadro siguiente (tabla 8) constitu- En el otro extremo, lo que menos parece preocupar a la Administración es: La citada Atención a la Diversidad. yen, precisamente, propuestas concretas de los directivos en este sentido, sistematizadas a partir de algunos trabajos significativos. El primero (1º en el cuadro) es un barrido a varios volúmenes publicados por la ya citada empresa Arthur ANDERSEN (ÁLVAREZ y otros, 1995), con los títulos de: La Calidad en España. Los conceptos básicos de la calidad Factores humanos de la calidad Marco de gestión de la Calidad de Arthur Andersen. opinió 1º Funciones 2º 3º 4º 5º Total X 2 X 4 1. Desencadenar cualquier proceso de mejora X 2. Definir las políticas y los objetivos X X 3. Revisar continuamente los procesos de gestión de calidad X X 4. Aportar ideas y actuar como asesores internos X 5. Orientarse claramente a clientes (y proveedores) X X X 3 6. Establecer una buena comunicación ascedente y descendente X X X 3 7. Ser un modelo de conducta en y por la calidad X X 2 8. Apoyar la calidad con recursos X 9. Promocionar el concepto de calidad fuera de la empresa X 10. Descentralizar y delegar X 11. Transmitir y comunicar el compromiso colectivo por la calidad X X 12. Desarrollar una cultura de calidad X X X 3 13. Motivar hacia la calidad X X X 3 14. Implicar al personal para que asuma sus responsabilidades X X X 5 15. Fomentar la creatividad X 16. Generar colaboración y equipos X 17. Eliminar barreras y obstáculos personales/materiales X 18. Fomentar la formación del personal X 2 1 1 X 2 1 X X X 3 1 X X 3 1 X X 2 Tabla 8. Una visión hacia el futuro Sistemas y modelos de gestión de la calidad La columna número dos recoge aspectos de HARPER y LYNCH (1993) en el trabajo La calidad en la empresa. La número 3 corresponde a Calidad Total de A. GALGANO (1993). La número cuatro es de la obra de MUNRO-FAURE (1994) y, finalmente, la número cinco es de HOROVITZ y PANAK (1994). La última columna recoge el total de frecuencias de aparición de cada rasgo para aproximarnos a un cierto grado de ponderación de su importancia. De acuerdo con el análisis precedente, lo más importante que debe hacer un líder, lo primero que debe poner en marcha en su organización, son las siguientes acciones: Implicar a todo el mundo y responsabilizarlo en torno a la cultura de la calidad. Definir los objetivos y las políticas de esa calidad para transmitirlos y comunicarlos incesantemente. Orientar todo el trabajo hacia la satisfacción del cliente. Cuidar la comunicación. Transmitir y comunicar el compromiso compartido de toda la organización sobre la calidad. Procurar que todo ello se incruste en la cultura organizativa, haciendo una cultura de colaboración. En su mayoría, estos principios de acción son trasladables y aplicables a la dirección de los centros educativos. 3ª) La tercera respuesta la tomo de otra investigación realizada en 1994 y que tengo publicada con el título de El liderazgo educativo en los centros docentes (Lorenzo Delgado, 1995). Uno de los instrumentos utilizados para la investigación-acción desarrollado con directivos en ejercicio, pero en situación de asistir a cursos de formación, es un cuestionario que, de acuerdo con el conocimiento acumulado desde Greenfield (1987) sobre el liderazgo pedagógico, se construyó para operativizar, de alguna manera, las actividades a realizar como propias de cada uno de los ámbitos de actuación que definen ese tipo de liderazgo. Por tanto, pueden resultar pautas también interesantes para la mejora y calidad de la dirección. Son éstos: 1. Construir una visión compartida de la misión del centro: – Establecer unas metas educativas claras. – Centrar las metas en cuestiones esencialmente educativas. – Hacer un plan de Centro que sea algo más que una exigencia formal. – Llegar a un consenso y compromiso sobre el tipo de educación. 13 opinió – Clarificar y reflexionar colectivamente sobre las metas educativas del Centro. – Adecuar la actividad individual dentro del aula a una visión colectiva y consensuada en la escuela. – Permitir a los líderes instructivos incidir en las acciones educativas individuales una vez consensuadas. – Compartir las metas del Centro. 2. Gestionar eficazmente el Currículo: – Dedicar el tiempo necesario a la coordinación curricular. – Realizar las adaptaciones curriculares necesarias (niveles, ciclos, necesidades espaciales, etc.). – Respetar los horarios de la enseñanza. – Asignar cursos y materias a los profesores sobre criterios no meramente externos (antigüedad). – Influir en la constitución de equipos de trabajo entre los profesores. 14 – Realizar una política consensuada, no exclusivamente normativa o formal, sobre evaluación (criterios, técnicas procedimientos, etc.). – Influir para que todas las actividades del Centro o aula respondan a la visión global de la escuela. 3. Crear un clima de comunicación: – Promover un espíritu de trabajo colaborativo entre todos los profesores. – Establecer una comunicación clara y fluida entre los miembros de la comunidad. – Respetar las aportaciones de cada miembro al desarrollo de la escuela. No hay calidad institucional ni profesional sin calidad personal L as últimas aportaciones a nivel internacional, en relación con la calidad y al papel del liderazgo, sobre todo de la dirección, como un factor relevante de la misma, incide en aspectos como los valores, el carácter ético de las organizaciones o ésta de la calidad personal del directivo como base necesaria e imprescindible de la calidad a otros niveles, sean institucionales o profesionales. Esta perspectiva me gustaría que constituyera mi pequeña aportación a la reflexión de este encuentro. Como ya he señalado ni las derechas ni las izquierdas están recogiendo esta perspectiva tan obvia: No hay calidad institucional en la escuela ni calidad profesional en la dirección sin una calidad personal previa de los directivos. Para Claus MÖLLER (2001), la calidad personal «significa que una persona satisface lo que se espera de ella por parte de otros y de ella misma». Tiene dos niveles: uno ideal o nivel al que se aspira, y oro real o nivel de calidad que, en verdad, cada uno está produciendo. La calidad personal, por tanto, se desarrolla tratando de pasar de un nivel real al otro deseable. Para ello, MÖLLER propone algunas “reglas de oro”. Principalmente son éstas: 3. Compruebe la satisfacción de los demás con sus actuaciones. 4. Asegúrese de que ni su familia ni sus colegas sufran a causa de su falta de calidad personal. 5. Evite errores, revisando su propio trabajo. 6. Realice las tareas con toda la eficacia que pueda. 7. Utilice bien los recursos, no malgastando tiempo, dinero ni materiales. 8. Involúcrese: viva las cosas, cumpla sus promesas, comparta éxitos y fracasos del grupo. 9. Termine lo que empieza, esto es, refuerce permanentemente su autodisciplina. 10. Controle su estrés. 11. Sea ético, es decir, sea una persona íntegra. MÖLLER (2001: 74) aconseja, en este sentido, algunas medidas concretas que reproduzco porque parecen dignas de reflexión: – Mantenga sus promesas, cumpla con sus fechas límite. – Hable con la gente, no de ella. – Admita sus equivocaciones. No intente minimizarlas o acusar a otros. – No propague rumores ni participe en intrigas. – No haga comentarios despectivos de personas que no están presentes. 1. Fije sus objetivos de calidad personal. – No hable de la competencia en términos negativos. 2. Establezca su propia cuenta de calidad personal, es decir, los niveles de su propia exigencia en este ámbito, lo que uno se exige a sí mismo en comunicación, puntualidad, colegialidad… – No reproche a una persona estando otras presentes. Asuma su parte de responsabilidad por las equivocaciones cometidas por sus colegas, empleados, amigos y familia. opinió – No exteriorice los desacuerdos que pueda tener con familia, amigos, jefe, compañeros de trabajo o colegas. – Defienda a los demás de ataques infundados. – Diga lo que piensa, y esté dispuesto a repetirlo y defenderlo. No pretenda hacer suyas las ideas de otros. No se atribuya el mérito por los logros de otros. Base su progreso en su propia actuación. – Explique las cosas abierta y honestamente. No exagere. No mienta. No intente esconder cosas. No mantenga cosas “en secreto”. – No posponga decisiones desagradables, reprimendas o malas noticias. Sea amable, puntual y directo. 12. Exija calidad a los suyos. La conclusión más evidente de esta perspectiva parece ser, en palabras del propio MÖLLER, que la calidad personal crea autoestima y la autoestima es la base del desarrollo personal, del bienestar y de la eficacia. Por tanto, la base de la calidad de los directivos como profesionales y de la calidad de los centros educativos, “la base de las demás calidades”. Bibliografía ALMOHALLA, J. M.; ÁLVAREZ, M. y otros (1991): Informe sobre la investigación del perfil y la función directiva en los centros escolares. Revista de Educación, nº 294. LORENZO DELGADO, M. (1996): El director escolar en la estructura del centro. En Desarrollo curricular, organizativo y profesional. Universidad de Jaén, p. 97118. ALVAREZ, L. y otros (1995): La calidad en España. Los conceptos básicos de la calidad. Arthur Andersen-Argentina, Madrid. LORENZO DELGADO, M. (1996): Formación de equipos directivos: aportaciones sobre la formación inicial. Actas IV CIDE, Tarragona, p. 177-187. BERNAL, J. L. y JIMÉNEZ, J. (1992): El Equipo directivo como representante de la Administración y de la comunidad educativa. I Congreso Internacional sobre Dirección de Centros Docentes. ICE, Universidad de Deusto. BERNAL AGUDO, J. L. 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