Mérida: Fondo de pensiones visigodos

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Mérida: Fondo de pensiones visigodos
Daniel Curado Fuentes.
El op?sculo[1]an?nimo "Las Vitas" del siglo VII nos informa de la existencia de los primeros planes de
"pensiones" en la ?poca de los obispos Fidel y Mausona. Se ha enfocado nuestra investigaci?n en estas
pensiones, y creemos haber acumulado datos hist?ricos suficientes para confirmar su existencia.
Manejamos, entre otros el trabajo del doctor Aquilino Camacho Mac?as, El libro de las Vidas de los
Santos Padres de M?rida .
[2
[3]
La pr?ctica de hacer entrega de los bienes al obispo o a la Iglesia para recibir a cambio la seguridad de
una renta peri?dica vitalicia parece haberse convertido en costumbre para muchos laicos, especialmente
para el colectivo de las viudas. Este compromiso financiero, que nos sugiere, en cierto modo, una forma
gen?rica an?loga al actual Plan de Pensiones,existe ya al final del siglo VI, en la provincia de Lusitania.
El Concilio IV de Toledo del a?o 633, Canon XXXVIII, trata el tema de la ayuda que ha de prestarse a
los fundadores de las iglesias y a sus hijos: "Cualquier fiel que por su devoci?n cediese algo de sus bienes
a la Iglesia, si luego ?l mismo o sus hijos se vieren reducidos a la miseria, deber?n recibir de la misma
Iglesia lo necesario para vivir seg?n las circunstancias, pues si s?lo por amor a la religi?n se concede el
disfrute de los bienes eclesi?sticos, a los monjes, a los cl?rigos, a los peregrinos, o a cualquier otro que
padece necesidad,
? cu?nto m?s ha de mirarse por aqu?llos a los que se les debe una obligaci?n de
[4]
justicia?".
En este trabajo esperamos demostrar que en la zona de M?rida se llevaron a cabo una serie de
operaciones de ayuda financiera en relaci?n con el pueblo y en especial con las viudas durante el siglo VI.
Estas operaciones equivaldr?an hoy d?a al llamado Plan de Pensiones.
La Lusitania en la ?poca visigoda
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M?rida es fundada en el a?o 25AC y XV de la era de C?sar con el nombre de Colonia Augusta Em?rita.
Es la capital de la Lusitania creada por Octavio Augusto.
El aporte ?tnico m?s fuerte de M?rida proviene de la poblaci?n visigoda que penetra en el a?o 494. La
presencia de obispos arrianos en M?rida es todo un s?mbolo en lo que se refiere a la existencia de un
nutrido n?cleo visigodo. En concreto, a partir del ?ltimo cuarto del siglo V, reinando Eurico, hasta finales
del siglo VIII, cercana la invasi?n sarracena, comienza
lo que Camacho ha llamado el "largo per?odo de
[5]
esplendor de casi doscientos cincuenta a?os".
La Edad de Oro de la Iglesia Emeritense viene marcada por los obispos Paulo, Fidel y Mausona. La
ciudad recibe visitas de grandes prelados como es el caso de Gregorio de Tours y San Fractuoso de Braga,
atra?dos por los milagros de la m?rtir Santa Eulalia. "Se podr?a reconstruir la imagen de la urbe como la
de una ciudad que gira en torno a una monarqu?a absoluta,
aunque electiva, con el papel que en todos los
[6]
?mbitos desempe?an sus personajes eclesi?sticos".
La funci?n del Obispo en la Iglesia Emeritense
Recadero convierte al pueblo Emeritense al catolicismo(586-601). Fue en el Concilio III de Toledo del
a?o 589 donde se confirma la conversi?n al catolicismo. En ?ste se re?nen 65 obispos y cinco vicarios
presididos por el obispo Mausona de M?rida; es obvia la importancia del catolicismo Emeritense en la
Iglesia de su ?poca.
[7]
Los ?Obispos` visigodos mantienen en la Iglesia Emeritense una tarea no s?lo religiosa, sino tambi?n
social. No se trata de un rasgo exclusivo del per?odo de denominaci?n visigoda, ya que las bases se
asentaron en el Bajo Imperio Romano a mediados del siglo IV.
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Vemos, por tanto, que la actividad episcopal adquiere un matiz fuerte en cuestiones sociales, superando
los l?mites del marco religioso. Seg?n Fern?ndez Ortiz de Guinea, "la manifestaci?n pr?ctica de estas
tareas de protecci?n social se cristalizan en dos ?mbitos convergentes: la administraci?n de justicia junto
a los jueces civiles, y el[8] amparo de los grupos m?s desfavorecidos frente a los potentes y la propia
Administraci?n Civil".
Los obispos act?an como un juez civil, solo en causas no criminales, ante la comunidad cristiana. Las
condenas impartidas por los obispos poseen un car?cter eclesi?stico y su cumplimiento queda garantizado
por la amenaza de la excomuni?n. De este modo, el tribunal es compartido por un obispo y un juez civil,
lo cual permite un apoyo mutuo tanto en las faltas religiosas como en las civiles.
La segunda funci?n del obispo dentro de la Iglesia viene a ser la de la defensa de la comunidad ciudadana
como grupo y de la protecci?n particular de los individuos de dicha comunidad. "Es de importancia
mencionar la especial protecci?n de hu?rfanos, viudas y pobres, junto a la vigilancia
sobre la gesti?n de
[9]
los tutores, la ejecuci?n de testamentos y la justicia fiscal de los recaudadores".
El obispo es el defensor de la paz, por lo que interviene en acciones diplom?ticas; es defensor de la fe,
como representante de la comunidad religiosa. Finalmente, es defensor del pueblo ante los poderosos.
Los obispos tambi?n ejerc?an actividades financieras o econ?micas
dentro de la Iglesia. Seg?n lo dicho
[10]
en "El Primer Banco conocido en la Historia de Extremadura" , los obispos Emeritenses, y en especial el
obispo Mausona de Santa Eulalia de M?rida, cre? una forma de banco para ayuda a los sectores m?s
empobrecidos de la ?poca: "Mausona dispone de un sistema administrativo-financiero dirigido a una
clientela de bajos niveles econ?micos y alto riesgo de morosidad o de incapacidad de pagar la deuda, con
una capacidad asombrosa
de gesti?n de cr?ditos sin trabas ni demoras y sin limitaci?n de cantidad a
[11]
entregar a los clientes".
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Marco de referencia econ?mico-fiscal
No es la intenci?n de este trabajo un estudio exhaustivo de la historia socio-econ?mica de M?rida durante
el siglo VI. De hecho, como anuncia Garc?a Moreno, "est?n todav?a por hacer numerosos
estudios
[12]
parciales para que una obra tal pueda llevarse a cabo con ciertas garant?as de ?xito".
El reino visigodo hered? todos los problemas fiscales sufridos durante el Bajo Imperio Romano, en
cuanto a que ambos reg?menes basaban su econom?a monetaria en el oro; de ah? que se viesen
entregados a la intensa b?squeda de dicho metal."La
posesi?n del oro era la ?nica forma posible de hacer frente a todos los gastos que las guerras ocasionaban
y a las rebeld?as internas de los grandes propietarios, as? como al mantenimiento de todo
el aparato
[13]
burocr?tico heredado del Bajo Imperio y que los visigodos se empe?aban en continuar".
Durante el siglo sexto los visigodos intentaron hacer frente a estos problemas fiscales aumentando la
presi?n fiscal y consintiendo la existencia de pr?cticas abusivas en la recaudaci?n de impuestos. Sin
embargo, la realidad socio-econ?mica existente en aquel momento era contradictoria, pues los grandes
propietarios territoriales no perdieron en nada su poder, y ?sto, unido a la presi?n fiscal existente por
parte del estado visigodo, dio lugar al auge
del patronato. En el siglo VII se estableci? lo que podemos
[14]
llamar un "prefeudalismo hispano-godo" que permiti? una soluci?n ante dichas contradicciones
mediante reorganizaci?n total del estado.
Suponemos que la base de la riqueza y la productividad de M?rida era la agricultura, al igual que en
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?pocas anteriores. El latifundio se mantiene en manos de los hispano-romanos, cristianos o jud?os.
Tambi?n es importante el modesto tr?fico fluvial en el Guadiana. M?rida era un centro comercial,
frecuentado sobre todo por orientales y jud?os.
M?rida recibi? directamente las corrientes bizantinas, quiz?s debido al inter?s personal demostrado por el
Obispo Paulo y despu?s por su sucesor Fidel, que eran de procedencia oriental.
La Iglesia de M?rida encontrar?a un respaldo consolidado en la riqueza material de su sede. Sin duda,
las iglesias incrementaban sus fondos a base de donaciones y de rentas posteriores: "Un t?pico caso de
donaci?n lo tenemos en la inmensa fortuna de Paulo, obispo de M?rida. Este hizo heredero a su sobrino
Fidel, el cual al ser admitido a la sede de M?rida
hizo entrega de todos sus bienes a la Iglesia Emeritense,
[15]
por lo que lleg? a ser la m?s rica de Espa?a".
El obispo Mausona fund? monasterios y bas?licas de gran bellleza arquitect?nica. As? mismo, puso en
funcionamiento un hospital,
ordenando que la mitad del patrimonio eclesi?stico fuera ?ntegramente a los
[16]
enfermos acogidos en ?l.
Las fuentes
Nos basamos sobre todo en el modesto op?sculo de las Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium, obra
an?nima del siglo VII. "No
se tienen noticias de esta obra hasta Alfonso III de Le?n (866-980), en una
[17]
carta fechada en el 906".
"Esta obra cuyo
autor fue an?nimo hasta el siglo XVI, comienza a atribu?rsele a un tal Paulo
[18]
Emeritense" . La fecha exacta de la composici?n es dudosa, ante la que se formulan distintas[19]hip?tesis.
Seg?n Camacho, podemos fecharla en el pontificado de "Esteban I entre los a?os 633 al 638".
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Resulta de gran relevancia para nuestra investigaci?n la informaci?n derivada del libro de los
Concilios Visig?ticos e Hispano-Romanos del siglo VI, una edici?n preparada y dirigida por Jos? Vives y
Tom?s Mar?a del a?o 1963: "Esta edici?n toma como base el Vigiliano, el Emilianense, algunos textos de
los Monumenta Germaniae, el Matritense, la edici?n
de Recadero al papa Gregorio, y las profesiones de
[20]
fe contra el Priscilianismo de S?enz de Aguirre".
Por ?ltimo, nos basamos en las Leyes Visig?ticas anteriores al siglo VII.
El Obispo Fidel(560-571)
Fidel hereda la silla episcopal de la ciudad de M?rida y la herencia de su t?o el obispo Paulo; la fortuna
de ?ste ?ltimo permite la f?cil ocupaci?n del obispado por parte de su sobrino, algo milagroso seg?n
algunos:"El sobrino fue obedient?simo a su t?o y tales virtudes tuvo, que se aventaj? a todo el clero en
santidad, caridad, paciencia y humildad, y se hizo en ?l una morada del[21]Esp?ritu Santo, y de todos era
tenido por un ?ngel en la condici?n y vida; as? lo dice Paulo Di?cono".
El obispo Fidel era dadivoso con los pobres y cautivos, vincul?ndose a ciertas actividades econ?micofinancieras dentro de la Iglesia. Camacho lo recoge en su obra del siguiente modo: "Al decir esto,
presintiendo que iba a morir, debilit?ndosele sus miembros por una repentina enfermedad, orden? que lo
llevaran a la bas?lica de la santa virgen Eulalia. Primero con muchas l?grimas de arrepentimiento llor?
all? sus pecados. Luego reparti? abundantes limosnas entre pobres y cautivos. Por ?ltimo, devolviendo
comprobantes, a muchos conden? sus deudas. Despu?s de haberlos devueltos a todos, quedaba a?n una
cauci?n de cierta viuda que no hab?a sido devuelta y que ella misma esperaba que se
le devolviera; pero
[22]
la pobre mujer, por la muchedumbre que rodeaba al obispo, no pod?a acerc?rsele".
El propio Fidel entreg? dicho recibo a la viuda despu?s de que ?sta hubiese llegado apresurada hasta la
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bas?lica de Santa Eulalia y, con l?grimas en los ojos, implorando perd?n ante la Santa por su negligencia
a visitar las bas?licas pertenecientes a Fidel.
El Obispo Masona o Mausona(571-605)
Otro de los calificados como Santos,el Obispo Masona, hereda una Iglesia opulenta del obispo Fidel; se
trata, quiz?s de la Iglesia m?s rica de la Espa?a Visigoda.
Nada m?s llegar al obispado funda [23]
monasterios, hospitales y bas?licas; tambi?n se encarga de administrar
un fondo de ayuda para los pobres.
Masona repart?a entre los pueblos todo cuanto pod?a agenciarse. Seg?n A. Camacho, nuestro obispo
ayuda a una viuda muy desconsolada que hab?a conocido en el exilio. El obispo Mausona, no
disponiendo de nada que darle, pues hab?a despachado todos sus recursos en obras de talante parecido,
pregunt? a sus criados si
alguno de ellos ten?a algo con que ayudar a la viuda. Uno de ellos, de nombre
[24]
Sagato, ten?a un s?lido , m?s no se hallaba muy convencido para donarlo. Mausona, sin titubeos, le
orden? que le diera todo: "el citado Sagato entreg? el s?lido a la mujer, pero al momento corri? tras la
misma y le rog? con s?plicas que, pues nada le quedaba con que comprar comidas, le devolviera al menos
del s?lido que le hab?a entregado, una tremise con la[25]que remediar su necesidad. Ella sin contrariarse le
dej? una; y se llev? las otras dos con gran contento".
Poco despu?s, por la llamada gracia divina le fueron entregados a la Iglesia del obispo Mausona unos
doscientos asnos cargados de alimentos. El obispo orden? que se le acercara el tal Sagato y le pregunt?:
"?Cu?nto diste a la mujer que ped?a limosna? Sagato respondi? que por mandato tuyo le hice entrega del
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s?lido completo que ten?a. Pero porque urg?a la necesidad, recib? luego de ella una tremise. Y el var?n
de Dios dijo: Que el Se?or te perdone hermano, porque anduviste dudando y desesperaste de su
misericordia; es m?s, has perjudicado a muchos pobres. Diste dos tremises. He aqu? que recibes dos mil
s?lidos y doscientos asnos cargados de muchos alimentos. Pero si hubieras recabado
la devoluci?n de la
[26]
tercera tremise, sin duda que hubieras recibido trescientos borriquillos cargados".
Abad Nancto o Nuncto
Se cuenta que durante el reinado de Leovigildo (567-586), vino de regiones africanas a la provincia de
Lusitania un abad llamado Nancto, devoto de la Santa Virgen Eulalia. Hoy d?a yacen sus restos en la
Iglesia de Santa Eulalia.
El abad Nancto evitaba a las mujeres por temor a caer en la tentaci?n de su hermosura. Tal era su
precauci?n que ordenaba a los monjes que tomaran medidas para que ninguna mujer lo viera cuando sal?a
de noche hacia la Iglesia desde su celda.
El rey Leovigildo estimaba al abad Nancto por su humildad, fama y virtudes, llegando a confiarle la
hererencia de uno de sus nobles. El abad acept?, aconsejado que as? lo hiciese y contrariando sus ideas.
Los propios habitantes que fueron entregados al abad por orden del rey Leovigildo le dar?an muerte al
negarse a servir a tan humilde se?or.
[27]
Despert? un gran inter?s en una viuda de sangre [28]
noble el ver al abad Nancto, pero ?ste no lo consinti?,
por lo que la viuda orden? al di?cono Redempto que encendiera un cirio en torno al abad cuando este
volviera a la celda para poder verlo al menos desde lejos. "M?s cuando la mirada de la mujer le alcanz?,
sin saberlo ?l, se postr? en tierra con grandes lamentos, como si hubiera sido herido gravemente por el
tiro de una pesada piedra.
Luego comenz? a decir al di?cono: "Que el Se?or te perdone, hermano. ?Qu?
[29]
es lo que has hecho?".
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El poder econ?mico de la Iglesia Emeritense
La Iglesia Emeritense incrementa su patrimonio considerablemente cuando Paulo es elegido d?cimo
obispo del Episcopologio Emeritense.
Paulo tuvo suerte de encontrarse en la situaci?n l?mite de intervenir quir?rgicamente a la esposa de un
senador,"noble y principal
se?or de la ciudad, de la clase senatorial; descendiente ella misma de ilustre
[30]
estirpe, noble prosapia".
Esta se encontraba embarazada y el ni?o hab?a muerto en su seno, los m?dicos no la pudieron salvar y la
muerte se acercaba. Acuden a Paulo, que hab?a sido m?dico de profesi?n, para atenderle. Este,[31]despu?s
de dudas y recelos por su condici?n de sacerdote, incompatible con el ejercicio de la medicina , ayudado
por la m?rtir Santa Eulalia, y seg?n Camacho, "avisado por una voz interior", se dirigi? sin vacilar a
atender a la paciente:
"Hizo una tercera incisi?n de bistur? con singular maestr?a; extrajo en pedazos los miembros del ni?o ya
putrefactos; y sin
dilaci?n entreg? al marido su mujer, antes casi muerta y desahuciada, salva ya con el
[32]
favor de Dios" . Quisieron, por tanto, agradecerle su alegr?a, y para ello, seg?n Camacho:
"Inmediatamente dispusieron de todos sus bienes de modo que el Santo Var?n dispusiera de presente la
mitad de cuanto
pose?a; y la otra mitad, ?ntegra y sin descuentos, se le acumulara despu?s de la muerte
[33]
de ambos".
se trata, en efecto, de datos v?lidos, en nuestra opini?n, sobre una donaci?n que har? ricos entre los ricos
al obispo Paulo y a la Iglesia Emeritense.
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El obispo Fidel, sobrino de Paulo, se encontr? con el obispado de M?rida, como vimos, gracias a su t?o.
Paulo pensar?a que, a no ser que Fidel fuese su descendiente en el trono eclesi?stico su fortuna personal
quedar?a fuera de la Iglesia. Esta condici?n ejercer?a una gran presi?n sobre aquellos miembros del
obispado que se hubieran manifestado en contra: "Algunos hombres malvados, seg?n lo que el var?n de
Dios hab?a previsto, comenzaron a difamarle con sus lenguas maldecientes al Santo obispo Fidel, con
?nimo de arrojarlo de su puesto en la mejor oportunidad. Mas cuando ?ste hubo recapacitado, al querer
alejarse de tales invectivas con sus bienes, descubrieron que si se retiraba recaudo, seg?n derecho, las
posesiones de la Iglesia, nada absolutamente les iba a dejar; y a la fuerza, m?s
que de propia voluntad, se
[34]
postrara a sus pies y le pidieron con muchos ruegos que no les abandonara".
Existen muchos deudores avalados por un comprobante o una cauci?n por parte de la Iglesia. La
existencia de estos datos nos orienta hacia el uso del patrimonio de la Iglesia para prestar dinero a la gente
de toda clase social, con un control administrativo dirigido, al parecer, por el obispo. Tal como testimonia
el suceso de una viuda que se prestaba a que se le devolviera su comprobante temiendo la muerte[35]del
obispo: "El Santo obispo estuviera con el propio recibo en sus manos esperando que lo retirara".
El obispo Mausona se encuentra con un gran patrimonio, lo que le permitir? construir bas?licas y hasta un
hospital para peregrinos.
Las Viudas
Las mujeres participaron muy activamente en la Iglesia durante esta ?poca. No s?lo repart?an donativos a
trav?s de la Iglesia; adem?s construyeron iglesias, que ellas mismas prove?an econ?micamente, y
hospitales que ellas mismas dirig?an.
Esta influencia de las mujeres en la Iglesia se tradujo en una consideraci?n especial por parte del clero e
incluso les llev? a participar en la organizaci?n interna de las iglesias.
He aqu? donde creemos que debe
[36]
situarse al grupo de mujeres conocido como "viduae ecclesiae".
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La Iglesia visig?tica consagraba a las viudas, pues se obligaban a perseverar hasta la muerte en la viudez:
"En Roma, una noble viuda, Marcela, abraz? este g?nero de vida ? instancias de San Atanasio, que hab?a
venido ? la capital del mundo cristiano huyendo de la persecuci?n
de los arrianos. Esta matrona fu? la
[37]
primera en establecer un monasterio propiamente dicho".
Estas viudas consagradas a Dios o tambi?n as? llamadas viudas cristianas, ten?an una importancia
pr?ctica en la Iglesia. Desempe?aban funciones de asistencia social a ni?os hu?rfanos y peregrinos,
estaban encargadas de la instrucci?n de los catec?menos; velaban porque los matrimonios marcharan bien
dentro de lo religioso, preparaban a las mujeres para la penitencia p?blica; tomaban parte en la salmodia
de los cl?rigos y llevaban a las prisiones auxilios y consuelos.
Estas viudas cristianas estaban mantenidas a expensas de la comunidad y, a menudo, eran auxiliadas por
la Iglesia en calidad de pobres. Se diferenciaban de las otras viudas de una manera muy particular, y
seg?n el Concilio X de Toledo en su Canon IV, " recibiendo del obispo el h?bito adaptado a las
costumbres de la religi?n, lo usar? continuamente, sea mientras est? descansando en el lecho, sea
andando por cualquier lugar. Y este h?bito peculiar no ser? de varios colores, o de varios pa?os, sino un
h?bito religioso, y no confundible, que carezca de variedad en el color y de diversidad en el g?nero, de
manera que sin dejar lugar acerca de su traje, ?ste sea siempre solamente el propio de la santa religi?n y
adecuado a su sexo, para testimonio de su honradez. Y con objeto de que en adelante no quede alguna
duda, cubrir? su cabeza con un velo de color rojo o negro, desde el mismo instante en que haya abrazado
la religi?n, para que mientras lleve este signo de santidad[38]aprobada, all? donde nadie puede dejar de
verlo, en ninguna parte se cometan osad?as detestables".
Las viduae ecclesiae han sido frecuentemente confundidas con las viudas cristianas. Estas ?ltimas
constitu?an una categor?a diferenciada y particular. Es cierto que tambi?n eran mantenidas por la Iglesia,
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pero los subsidios que recib?an eran considerados como una renta o estipendio, que[39]los obispos les
pagaban sobre los bienes que las viudas hab?an donado previamente a las iglesias.
Durante el Bajo Imperio Romano ya exist?a la necesidad entre los obispos de proteger los bienes de las
viudas. "Ambrosio de Mil?n, en una ep?stola, nos dice que hab?a logrado librar de las existencias
arbitrarias del fisco a una viuda que pertenec?a a una distinguida familia. La salvaci?n consisti?, tal como
?l nos relata, en la entrega por parte de la mujer a [40]
Ambrosio de su patrimonio, a cambio del compromiso
de ?ste a pagarle el usufructo de las propiedades".
Por tanto, los obispos visigodos ejercieron sobre estas viudas una protecci?n de tipo jur?dico-pol?tico.
El
[41]
obispo actuaba como un tutor de las viudas, a cambio de la percepci?n de los bienes de ?stas.
Este estado de las viudas se vio sometido a una serie de condiciones exigidas por los obispos: las viudas
deb?an
perseverar en su condici?n de viudas, excluy?ndose de entre ellas a mujeres menores de cincuenta
[42]
a?os, pues el riesgo de volver a casarse entre este ?ltimo grupo de mujeres era mayor. Se les impuso un
tipo de vida regulado can?nicamente; la entrega a la oraci?n, la vida meritoria y la vestimenta recatada y
modesta eran algunos de los formulismos ?ticos que se les impon?a.
Conclusi?n
El Concilio IV de Toledo, Canon 38, comenta que todos cuantos hubieran imvertido su dinero en los
monasterios, a modo de donaci?n, obtendr?an a cambio, un subsidio en la vejez, incluso antes en el caso
de invalidez. Dicho canon confirmaba y legitimaba la regulaci?n por parte de los obispos del plan de
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pensiones de las viudas.
[43]
Estamos ante un plan de pensiones de modalidad de "renta vitalicia" en la que la Iglesia recibe el
patrimonio de la viuda y ?sta, de forma instant?nea, recibe el cobro de la misma en forma de renta o
estipendio.
[44]
El obispo Mausona de M?rida, al crear "el primer Banco de Extremadura" , en la bas?lica de Santa
Eulalia de M?rida dotado de dos mil sueldos de oro, auxili? a todos aquellos en apuro econ?mico, entre
ellos a las viudas cristianas, "pudiendo
retirar, contra recibo, cuanto quisiera, sin demoras ni trabas, y
[45]
remediar as? sus estrecheces".
Como vimos, el obispo Fidel ayuda a una pobre viuda cristiana hundida econ?micamente. Esta recibe un
dinero sin recibo por parte de la Iglesia para hacer frente a sus problemas financieros.
Desde nuestro criterio, nos encontramos ante dos tipos de planes de pensiones: En primer lugar, un Plan
de Pensi?n de m?nimos o no contributivo, tal como se le denomina en la actualidad, donde nuestra viuda
pobre o cristiana, sin entregar a la Iglesia nada, recibe una ayuda en forma de especies o dinero. Fidel
dona dinero al pueblo, pero entrega un recibo que despu?s cobrar?. Mausona dona todo tipo de especies:
vino, aceite, miel... y mediante la creaci?n de un banco o monte de piedad, presta dinero a los necesitados
sin cobrar intereses.
En segundo lugar, un Plan de Pensiones de renta vitalicia para viudas ricas o de la Iglesia, como la
mencionada Eusebia en el cap?tulo del abad Nacto, quien dona sus propiedades a la Iglesia de Santa
Eulalia, ejerciendo un alto poder en ella y viviendo posiblemente en el monasterio anexo a la Iglesia de
Santa Eulalia, donde se la manten?a.
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17 Terreza del Este
Harvey L.A.(7OO58)
USA
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[1]
Cantidades asignadas al asegurado por una entidad financiera, en una serie de situaciones concretas
como jubilaci?n, invalidez, viudedaz, orfandaz, ect. (Tamames, Ram?n. Diccionario de Econom?a. pp
297)
[2]
Camacho Macias, Aquilino. El Libro de las Vidas de los Santos Padres de M?rida. M?rida, l988.
Existen otros trabajos de traducci?n de este op?sculo: S?nchez Loro, Domingo.Libro de la vida y
milagros de los Padres emeritenses. C?ceres, l951.
Florez de Setien y Huidobro, Enriquez. Espa?a Sagrada, Madrid, l747, reimpresi?n, l816.
Moreno de Vargas, Bernab?. Historia de la ciudad de M?rida. Madrid, l633, reimpresi?n cuarta, l984.
[3]
El patrimonio de la Iglesia era designado "patrimonium pauperum" en el regimen fiscal romano y
despu?s visigodo, y la Iglesia pod?a recibir los bienes del pueblo a cambio de una renta vitalicia. (Bajo
Alvarez, F. Las "viduae ecclesiae" de la Iglesia Occidental. Hispania Antiqua. Vol XI-XII..
pp 82-87).
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[4]
[5]
[6]
Vives, Jos?. Concilios Visig?ticos e Hispanos-Romanos. Madrid,l963, pp 2O6.
A, Camacho. Op. Cit. pp l2.
Ibid. pp l3.
[7]
El nombre de ?obispo`, que corresponde al lat?n inspector o speculator, designaba entre los Atenienses
a un magistrado, que visitaba anualmente las ciudades de ?tica, para informarse de los abusos que
deb?era reprimirse y para administrar justicia. La Iglesia adopt? este nombre para calificar a aqu?llos que
dirigen la R?publica cristiana, vigilando y reformando las costumbres. El obispo era el primero en la
jerarqu?a eclesi?stica; ten?a bajo su jurisdicci?n, adem?s de a los laicos,a los cl?rigos, di?conos y
presb?teros. No respond?a ante nadie m?s que Jesucristo(Diccionario de Antiguedades Cristianas.
Madrid,l894,pp 566).
[8]
Fern?ndez Ortiz de Guinea, Lina."Funciones Sociales del Cuerpo Episcopal en el Reino Visigodo
Hispano". Revista de Historia Antiqua,2O (l996):pp451.
[9]
Ibid. pp46O
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[10]
Curado Fuentes, Daniel. "El primer banco conocido en la historia de Extremadura". Revista La
Frontera. Caja de Badajoz. N? 27, Mayo de 1996,pp 62-68.
[11]
Ibid. pp68
[12]
Garc?a Moreno, L.A. "Algunos aspectos fiscales de la Pen?nsula Ib?rica durante el siglo VI". Rev.
Hispania Antiqua (l971):pp 251.
[13]
[14]
Ibid. pp 254
Ibid. pp255
[15]
Curado Fuentes, Daniel. "El Banco del Obispo Mausona(571-605)". Revista M?rida, N?66, Diciembre
(1994)pp 26-29; Coloquios Hist?ricos de Extremadura. Trujillo(1993)pp 121-128. Para m?s informaci?n
ver el "Estudio de la Obra Socioecon?mica del Obispo Mausona" de Vanesa Curado Fuentes publicado
en Nueva Etapa del Real Colegio Universitario Maria Cristina. El Escorial (1993-94) pp 193-202.
[16]
Este punto lo estudia extensamente Curado Garc?a, Blas. "Los hospitales de M?rida". Rev.
Extremadura M?dica,lO,l,(l997)pp42-5O
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[17]
[18]
[19]
[20]
[21]
[22]
A.Camacho.Op.Cit. ppl7
En la copia del obispo Juan Bautista P?rez, y en dos c?dices que us? Tamayo de Vargas. Ibid, pp29
Ibid, pp3O
Vives, Jos?. Op. Cit. pp IX.
Moreno de Vargas, B. Op.Cit. pp 247
Camacho, A. Op.Cit. pplOO
[23]
Las obras de caridad desde un principio son las caracter?sticas del cristianismo. Los obispos son los
encargados de los necesitados de todas clases. El C?digo Teodosiano lo confirma
espec?ficamente:"Puesto que incumbe a nuestra clemencia el ayudar a los menesterosos y no dejar que
falten alimentos a los pobres, debe darse a la Iglesia, como se ha hecho hasta aqu?, todo lo que para ello
necesite". El Concilio de Cartago(398) ordena que los obispos tuvieran una posada no muy lejos de la
Iglesia, donde se pudieran albergar los pobres y necesitados. El s?nodo de Tours(567) extiende esta ayuda
a los pobres enfermos, hu?rfanos y viudas, y a toda clase de menesterosos.(Bernardino LLorca. Historia
de la Igesia Cat?lica. I,Madrid,B.A.C.,l95O, pp 928-29)
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Sobre este mismo tema, el trabajo de Garc?a Iglesias refiere:"En cuanto a las tierras no cedidas,
aseguraban una alta renta de la que sal?an los pr?stamos a necesitados ocasionales y las beneficencias a
fondo perdido".(Garc?a Iglesias, Luis. "Las posesiones de la iglesia emeritense en ?poca
visigoda".Geri?n. anejos II ,l989) pp 394.
[24]
La moneda visig?tica se ajust? a los m?dulos del sistema romano fundado sobre el "s?lido", la moneda
de oro creada por Constantino. El s?lido equival?a a 1/72 libras de oro, con un peso de 4,54 gramos de
oro. El tremise o triente equivale a un tercio de s?lido. El valor de la siliqua era de 1/24 de s?lido.
Los reyes Toledanos acu?aron exclusivamente tremises. Para m?s detalles ver Jos? Orlandis. Historia de
Espa?a. Madrid, 1987,pp 185-1889.
[25]
[26]
A.Camacho. Op.Cit. ppllO
Ibid, ppllO
[27]
Seg?n Camacho, esta viuda llamada Eusebia era la esposa del general Claudio de M?rida; no reparara,
sin embargo este autor, en que, viviendo el esposo en tiempos de Recadero(586-601), como lo muestran
sus intervenciones en los hechos a que se refiere nuestro an?nimo emeritense, la esposa no pudo quedar
viuda en el reinado de Leovigildo(567-572). Seg?n Moreno de Vargas, se trata de Eusebia Patricia, que
supone viuda de Estrategio, personajes repetidos en la correspondencia epistolar de S. Gregorio
Magno.(A,Camacho. Op. Cit. pp l25)
Joseph W. Garvin en sus Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium, cita a la viuda Eusebia y coincide con
Salazar y Moreno de Vargas en la procedencia de ?sta.(J.W. Garwin. Vitas Sanctorum Emeritensium.
,pp265)
Es de notable curiosidad el error de Luis Garc?a Iglesias en su obra "Aspectos Econ?mico-sociales de la
M?rida Visig?tica". Revista E. Extreme?os. T.XXX, II, 1974.; trat?ndose de la misma viuda:"Nobles
hispanorromamos eran Sala y Claudio, ambos duces, el marido de la matrona curado por Paulo, y quiz?s
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tambi?n el de la nobilissima Eugenia, la viuda que protagoniz? un incidente con el abad Nuncto".(pp322)
[28]
Camacho cita en su trabajo la posibilidad de la existencia de varios Redemptos o una misma persona.
Existe una carta de San Isidro de Sevilla al Di?cono Redempto a qui?n se identifica con este Di?cono
Emeritense.(A. Camacho. Op.Cit. pp322)
La palabra Di?cono designa a todos aquellos que estaban empleados en el santo ministerio, incluidos los
obispos y sacerdotes. Pero su significaci?n concreta y propia se aplica a los cl?rigos ubicados en el tercer
estamento de la jerarqu?a, y que asist?an a los obispos y a los sacerdotes en las funciones
sagradas.(Diccionario de Antiguedades. Op.Cit. pp 262)
[29]
[30]
A.Camacho. Op. Cit. pp92
A. Camacho. Op.Cit.,pp 93
[31]
Este pasaje, recogido por Camacho en su trabajo, nos orienta sobre el ejercicio de la medicina y su
prohibici?n a los cl?rigos. Cabe la posibilidad de que se trate del testimonio m?s antiguo que se tiene
sobre este tema. (Ibid., ppl25)
[32]
[33]
Ibid. ,pp 94
Ibid., pp 94-95
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[34]
[35]
Ibid.,pp97
Ibid. ,pp lOO
[36]
Seg?n F.Bajo Alvarez en las "Viduae Ecclesiae" de la Iglesia Occidental recogido en la Hispania
Antiqua (Revista de Historia Antigua). Vol. XI-XII de 1981-85, el t?rmino "viduae ecclesiae" viene a ser
traducido por el propio autor como "viudas de la Iglesia" o "viudas establecidas" - las cuales
constituyeron una ?lite entre el conjunto no s?lo de las viudas, sino de las mujeres cristianas, y disfrutaron
de una consideraci?n especial, e honor, dentro de la Iglesia.(pp 84)
[37]
[38]
Diccionario de Antiguedades. Op.Cit.,pp 856
Vives, J. Op. Cit.
[39]
La pr?ctica de hacer entrega de los bienes al obispo, en definitiva,seg?n Bajo Alvarez, es a la Iglesia ya
que su patrimonio era designado "patrimonium pauperum". Este autor lo define como "seguro de vida".
La Iglesia, al ser declarable "patrimonium pauperum" su patrimonio ante el fisco, el de las viudas, pasaba
finalmente a estar exento de impuestos, lo que favorecer?a a la Iglesia y podr?an pagar la renta vitalicia a
las viudas.(F. Bajo Alvarez. "Las viduae ecclesiae de la Iglesia occidental". Hispania Antiqua,vol XI-XII.
Valladolid:Universidad Valladolid,l981-85,pp 84)
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[40]
Ibid., pp 84
[41]
La Ley V,1,1 (Liber) confirma que las donaciones reales o de personas particulares y las donaciones de
muebles e inmuebles eran declaradas irrevocables. (Men?ndez Pidal R. Historia de Espa?a. Tomo IV. .
pp 303).
[42]
A esta mujer de los cincuenta a?os alude Bajo Alvarez en su trabajo; en cambio, seg?n el Diccionario
de Antiguedades Cristianas, las viudas cristianas o viudas consagradas a Dios deben tener no menos de
sesenta a?os, casadas una sola vez y ser madre.
Garc?a Bellido refiere en su investigaci?n epigr?fica que el promedio de vida en la antig?edad es de 40
a?os. Por tanto, la Iglesia no tendr?a que soportar por mucho tiempo este peso econ?mico de las viudas,
al ser aceptadas s?lo a partir de 5O ? 6O a?os de edad, hab?an superado ampliamente el l?mite biol?gico
esperado para la ?poca. (Garc?a Bellido, A. "El Promedio de Vida en la Espa?a Romana". Arch.E.y
A.XXVIII..pp 254-259).
[43]
La renta vitalicia consiste en asegurar el pago de la renta durante un per?odo m?nimo, de manera que
se garantiza la recuperaci?n de al menos una parte de los importes. Seg?n el momento en el cual se inicia
el cobro se denomina de renta inmediata, que supone el comienzo del cobro de la pensi?n, cuando se
formaliza el contrato, de una manera casi instant?nea. Este es, al pr?ximo mes, trimestre...Esta modalidad
no es excesivamente frecuente hoy d?a, ya que la cantidad que debe desembolsar el asegurado puede ser
considerablemente elevada. (Planes y Fondos de Pensiones. Banco Atl?ntico. Estudios Econ?micos y
Financieros. pp 38).
[44]
Para m?s informaci?n ver trabajos y estudios propios ya referidos en notas n?
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[45]
A. Camacho. Op. Cit. pp lO3
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