Degradación antropogénica de la vegetación, en base al análisis

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azaroa 15 15/ /63 (/995)
Degradación antropogénica de la vegetación,
en base al análisis polínico,
en la Sierra de Guadarrama: Altos de Hontanar (Madrid)
M/ José CII García
(‘9, Rafael
Tomás Las Heras (*~<> & Blanca Ruiz Zapata (‘1
Resuio.en: (iii (jarcí/o. M.~’ .1.. l<ní¿is Las lleras, R & ROl’. /¿ípat¿i. 15. I)egrooeleieiekn antro—
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Jíonotonícor 4’/eoolr,cl). 1 >izaro>a 15: /51-/dR (/995).
III aooáIisis prílíaico rcaIi’.adm, en tres t,trberas. situadas cOl Idos Alias dc Ilcooíiao>ar tSierra
( io¿odI¿irr¿~ao¿o —Moidrid— ) b¿, peral/lidio c<onoocer la evalmición de a s’ceetadioo> ca esta ¡¿lila
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Ce,ítral, U’ .Speoieo). lazcírioco 15: 151—163 (1995).
Polleií ¿íío¿ilvsis lí¿,s beemí e¿orried oíut 00> ibree ,e¿ii líogs located iío Alto.os dc Iicoiíian;or.
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Alcalá de Ilenames Madrid. España.
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152
Lazaroa 15<1995)
INTRODUCCIÓN
A pesar del notable incremento de información paleobotánica, obtenida a partir de análisis polínicos, en la zona de estudio (Sierra de Guadasrama), su irregular distribución geográfica, los problemas de datación y
atribución cronológica de los espectros, las evidentes discordancias y discontinuidades existentes en la deposición y la sobrerrepresentación de la
vegetación local, limitan el conocimiento de la evolución de la vegetación.
Sin embargo, son los trabajos realizados hasta la fecha para el Sistema
Central (ALíA MEDINA & aL, 1957; HERNÁNDEZ VERA & RUíz ZAPAlA, 1984;
LÓPEZ GARCíA, 1978, 1986; Ruíz ZAPATA & ACASO DELTELL, 1981, 1984;
Ruiz ZAPATA & tiL, 1989; VÁZQuEZ GÓMEZ, 1992; GIL GARCÍA, 1992), los
que han permitido establecer los planteamientos prácticos básicos y las ídpótesis de trabajo en los que se basa este estudio de la palcovegetación en la
Sierra de Guadarr-ama.
El análisis polínico se ha realizado en tres turberas situadas en la Sierra de la Morcuera, y más concretamente en los denominados Altos de Hontanar. Se trata de una pequeña cordillera axial, con dirección guadarrámica (SO-NE). donde se ubican los picos de El Espartal, Portachuelo y
Cachiporrilla (Fig. 1). En El Espartal se realizaron dos sondeos, uno en la
ladera Norte (FE 1) y otro en la ladera Sur (FE III). En ambos casos, se trata de turberas con escasa potencia (60 y 50cm respectivamente) situadas a
una altitud de 164Dm. La tercera turbera, denominada FP, está situada en
Portachuelo, a 1500 m de altitud y alcanza 40 ení de profundidad.
Otras dos turberas fueron sondeadas pero resultaron estériles desde el
punto de vista polínico: una de ellas también en Portachuelo y la segunda.
cuyo sondeo se denominó CHI y alcanzó 120cm de profundidad, en Cachiporrilla.
Con el estudio de estos depósitos se pretende definir los taxones que
han configurado con mayor relevancia la vegetación en dicho sector durante el Holoceno reciente. Sobre la base de esta dinámica, se intentará
atribuir los cambios sucedidos en el tiempo a factores climáticos y/o antrópicos.
Este último aspecto dc la influencia antrópica sobre el medio vegetal
ha sido abordado con gran intensidad en los últitnos años desde el punto
de vista palinológico lo que se ha traducido en un buen número de publicaciones como son las de AíRA & SAA. 1988; AíRA & aL, 1990; DDPRE, 1988;
RIERA, 1990; RAMIL, 1992.
MATERIAL Y METODOS
El muestreo de los depósitos turbosos se realizó mediante el empleo de
una sonda manual Tipo Hiller modificada. Las muestras obtenidas fueron
Gol García,
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Mt!. & aL Degradación antropogénica de la vegetación..
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Lazaroa /5 (/995)
sometidas a los tratamientos físico-químicos clásicos (COUOTEAUX. 1977;
MooRn & WEBB, 1978) para la eliminación de todo el material no esporopolínico, y el residuo obtenido se incluyó en glicerina para su conservación,
montaje y observación al microscopio óptico.
Una vez realizada la determinación y recuento de los granos de pólen
existentes en cada una de las níuestras, se realizaron los cálculos de frecuencias de cada taxón y se realizaron los correspondientes diagramas poLaicos mediante el empleo del programa GIPAL (GoEURY, 1987).
RES U LTA DOS
Dc los 9.715 granos de pólen y esporas contabilizados en estos análisis,
se han identificado un total dc 47 taxones. De ellos, se han determinado 20
a nivel taxonómico de familia, ISa nivel de género, dos a nivel de especie.
los dos tipos polínicos de Quercus (Quercus caduco - Quc’rcus e.- y Quercus perenne - Quercus p.-), los dos de (io¡-npositae (Astcroideae y Cicliorio¿dece), un tipo de 7¿vpha ( VTyphu ti y los dos tipos morfológicos de esporas (Monoletas y Triletas).
La relación completa de los taxones identificados se presenta en la ‘Fabla 1 siguiendo la nomenclatura botánica más frecuente (CAsTRovíno & aL,
1986; l-IEXwoon, 1985; lt;i’IN & aL, 1964; VAlDÉs & cL, 1987). Entre los taxones identificados se encuentran representadas 34 familias. Dentro de las
Gimnospermas están presentes géneros de las familias Cupressuceae y Pinacece. cabe señalar que A/hes sólo está presente en la muestra más superficial de Portachuelo, no encontrándose presente en las dos turberas del
Espartal. En cuanto a las Angiospermas. la mayoría corresponden a herbáceas (Poacene. Ranunculcceae. etc.), en ocasiones agrupan géneros con
representantes arbustivos o subarbustivos como Rosacece, Cisíccece. I’=,bacece, etc.; esta última familia tan sólo aparece en Portachuelo. Finalmente. se encuentran familias que tan sólo poseen representantes arbóreos como Fagucece, C)/eaceae y Betu/ccc’ce, si bien aparecen con un escaso
número de géneros.
ANÁLISIS POLINtCO DEL DEP6Stro PE 1
En el diagrama polínico PE 1 (Fig. 2) se aprecia cómo la riqueza esporopolínica varía en torno a los 1.000 granos/g de sedimento, siendo su
valor mínimo de 428 granos/g de sedimento a los 50cm (espectro 8) y el
máximo de 1.531 granos/g a los 25cm (espectro 3): por lo tanto puede observarse como la riqueza polínica es menor cuando la sedimentación es
de arena fina, aumentando en los niveles turbosos. La mayor diversidad
taxonómica se obtiene a los 45 cm (espectro 7) con 24 taxones por espectro, alcanzándose la mínima a los 15cm (espectro 1) con tan sólo 14 la-
Gil García, Mil. & aL Degradación antropogénica de la vegetación..
155
Tabla 1
Flora aparecida en los análisis polínicos de los depósitos de Espartal y Portachuelo
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Piaeíc-cae’:
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ANGIOSPERMAS
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Apocynaceao-:
Acc,r sp.
JIdí/oragacd’ae:
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Re/oc/a sp.
Línniaceve:
L i¡iao:ea:
IVy’nophaeac-eae:
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sp.
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A/em os sp -
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(e rvop/ov íleo ¿<‘oe:
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‘afee;e’:
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op Sp.
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Qoícrcoos p.
1’/a aceo giro oc ccc e’:
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sp Po ¡vgaa ci ecuo’:
País’ gonieta sp /?ano ex sp Ranoene,ííaeeae: sp
Rosa o cao?:
.Satog liso, rl> a tuis. o>
Satogu ‘se’ rbeí o/fíe ~ alis
Rct/>ictc’t~tte:
.5 a/ieeic ¿ci e’.
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So/a.’> acene:
sp.
/v~lococeae:
lypha t Va/eí-ieinace’eíe’:
sp.
Vio> leo cedí e:
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xones por espectro. siendo la media de 21 taxones por espectro. Se pueden diferenciar, en función de la composición florística. dos zonas bien
marcadas.
La Zona a, que comprende los espectros 3 a 10 correspondientes a profundidades entre los 20 y 60 cm. Se caracteriza por un ligero predominio
del componente herbáceo fundamentalmente formado por Poacene’, seguidas de Asleroicleae, Cichoricidecie, Curyophylluceae y Ericaceae. El co:m—
poriemite arbóreo está representado níayoritariameíde por Pinus pero también aparecen Quercus e., (?orylus, Acer, Betula, Ahius y Salix. En ella se
han establecido tres subzonas.
En la subzona al cabe señalar la presencia de Acer y Amas que alcan-zan los valores más altos de todo el perfil 2.1 y 1.5 % respectivamente.
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Gil Geircící. M. “1. & ciii 1) egradación an tropogé aiea de la vegetación --
1 57
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En la snbzona a2 se encuentran presentes A/rius, Cory/us, Be/u/a y Sa/tv.
En la suhzona a3 pierden importancia los cuatro taxones arbóreos citados para la subzona anterior.
Zona b: abamea los espectros 1 y 2 ce>rrespondienles a los 20cm nícis superficial es del perfil. Lo que mejor caracteriza esta zona es la brusca y total cl smi mí uciómí del compone nte arbóreo, junto coií un a mayor importancia de Cíe-líorió idecí e’, Poaceuí e’ Ch críop odia cea e. 1. ci tu ¡tite~cit’ Plcuí (¿‘go
E ottoex. Va lerícuiacecie, Vio lacecie Y C vpc’i-aeec¡e Es decir, se p rod tice uro ma
cremento de los taxones ubiquistas y xerícos.
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ANÁLIsIs POLÍNICO) DEI. l)EPOSITO FE III
En la 1-dg. 3. se puede observar el diagrama polínico detallado del perfil FE III. En él, la riqueza esporopolínica oscila entre los 4355 grano:.s/g
de sedimento, a los 30 cm (espectro 5). y 1 t)8 granos/g a los 50 cuí (espectro 9). El i ncrc men <o de la riqueza polínica coi neicle col> las mayores comí—
ce n traciotí es de polen arbóreo frente al no arbóreo. En lo re leren te a la di
versídad taxonómica. oscila entre 22 taxones, a los 35 cmii (espectro 6), y ¡6
tax<)nes. a los 45 cm (espectro 8), siendo la media dc 19 taxones por espectro. Se han identilicado dos zonas polínicas. en base a la zomíacion aut<)má—
ica dcl (1 1 PAL. y con> posiciómí fi oríst ica, que va mos a cl escribir a comí ti
n u acmo mí
Zona a: está coniprendida por las muestras? a 9, entre 40 y 50cm. Existe en esta zona u o> predom i iiio del estrato herbáceo, representado funda—
nie mita 1 níen te por A su->rcñc/ec¡e seguido de Poacecie. (‘arycmh y/loe-cae. Ci¿lío tío íd e’cí e’. ¡-iríccí ecco e y A ,u iaceae. Los pinos dom-ni n an el grupO de 105
pólen es arbóreos, se gui dos por ~ itt u-os e. .Iitníp eríís y Co rv/í¡s c~> ti por—
eemítaj es ni e nores.
Zona h: abarca los espectros 1 a 5 comprendidos entre los 5v 35cm; caracte ri ¡ada por un i mícre íííe mito del estrato arbóreo fre nte a la zona anterior. Se lía d vid ido etí dos su bzonas, debido a su composicióíí ilorístíca,
lauto a nivel cua a tutat i yo como cualitativo.
l.a subzona bl está caracterizada por un ascenso del componente arbóreo, segui dio dic n progresivo y comil iii no deseemíso. Emí primer lugar se
<)bse rva cómo los porcentaj es de i’ínus aumenta n e mitre los espectros 6 al
5. m ie a tcas que se ni uestraoi constantes los de Quereu.s c. y Jooníperus. Ascenso que va aconípañado de un ligero descenso de algunos de los taxones
herbáceos, sólo las Friec¡ceae tic aden a. aumentar. El es) rat o herbáce o dIC
esta sub-zona viene níarcado, sobre todo, por una buena representación de
Poa ceoe. (¡elio ríoiclec¡e, As t(’Fd)idtcíe y Ca rvcp/ív/laeeae.
La suhzona b2 viene marcada por el aumento de los porcentajes del
coní ponen te arbóreo, debid o fu u damen laIni en te al incremento de Pitias,
scgo do dc Qitercícs e.. es de destacar la apariciómí cíe un a leve curva de Be—
bici y Sa/it, mii en tras que dismi n uven los val ores de fi?rícaceae.
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1 59
ANÁLISIS 1’()L[NI(() DEI. DEPOSITO PP
F~ diagrarna polínico PP (Fig. 4) refleja unas fuertes fluctuaciones en la
curva dc polen arboreo (PA)/polen no arbóreo (FNA). La riqueza esporopolínica es creciente haela la superficie y varia entre tus 5.653 granos/g de
sedimento, en la muestra 1 (5 cm), y 255 granos/g, a los 40cm (muestra 8).
Los niveles turbosos coinciden con un incremento en la riqueza polínie-a.
aumento qttc suele coincidir, en gran medida, con la elevación en la concentracion polinica de los taxones arbóreos, aunque se mantiene el preciomimo deJos herbáceos y arbustivos. La diversidad taxonómica presentn el
máximo a los 5 y 20cm (muestras 1 y 4), con 22 taxones. y el mínimo a jos
25 cm (muestra 5) cori, tan solo 15 taxones, la media es de 19 [axones mw
espectrO.
En base 1 ante a los datos de zonaelon automática como a la eomposi
Ci<>n J]orislica. hemos diferenciado dos zonas polínicas en cl perfil.
Zona u: abarca los espectros 5 a
c•n la parte inferior del perfil, entre
los 25 y 4<) cm. Podemos decir pese a las grandes fluctuaciones que presenla que existe Llfl dominio del componente herbáceo. FI peso esencial es; de
(.icl¡orioideae. se £ttt ido (le Asiero¿deae y Poaceae. Aparecen de forma más
esporádica Brussi<uceue. Lrwuceae, Plantago, Cyperuceae y PoIvgonum
En el est ¡a te arbóreo destaca, por sus altas frecuencias, Pinus Hay nrese nci a cte forma cenfl n ia. aunque con menores porcentajes, de luníperus y
Q¡íerc¡¡s e.
Zona h: es la zona más superficial del depósito (entre 5 y 2<) cm). que
corresponde a Lis muestras 1 a 4. Se caracieriza. fundamentalmente, por el
neto predominio dcl polen herbáceo, cuyo peso viene dado por Cichoriululeuc. sc guido dc I’ouceae y A steroideae. Existe presencia continua de Carvop kvllueca u, Eruuceaú’ y Liltaceae
Los valores de los 1 aX{)flCS a rboreos dominantes, son similares a ios que
aparecían en la /Á)fla anterior, aunque, se observa un aumento, de forma nrogresiva y conlInua, dcl estrato arbóreo. Este incremento sc produce desde
el espectro 2. coincidiendo con la aparición de una pequeña curva de SaIix.
—
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-
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
A pesar de no poseer dataciones absolutas por
para estos tres depasitos. ci desarrollo dc la vegetación ha permitido correlacionar las -íorlas
establecidas. con las definidas en otros depósitos próximos particularrnente de Puerto de la Morcucra. zona bZ (GIL GARÍA, 1992). De cste mudo,
han podido ubicarse en el tiempo y seguir la evolución de la vegetacion a
partir aproximadamente del siglo XVIII (Tabla 2).
La sccuencia mI(niea de este área de estudio podría comenzar en turno a 240 HP (si¡hzona al dc PE 1 y zona a de FE III) y qtieda caracteriza-
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antropogénica
de la vegetación...
161
da por el dominio del estrato herbáceo constituido por Asteroidene, Zaryophyiluceae. C¡chorioideae y Poaceae. Son taxones integrantes de pasti¿ales de degradación, por lo que atestiguan la marcada acción antropica en
la zona.
El medio local es abierto, como indican los porcentajes arbóreos inferiores al 50%. En cuanto a su distribucción espacial y de acuerdo con nuestros estudios de lluvia polínica actual (GIL GARcÍA, 1992). los porcentajes
alcan-Lados por Pinus, inferiores al 4fl0/, indicarían la existencia de un pinar regional no muy denso. Los aportes que se reciben tanto de Quercus e.
como de Betula. evidencian que se trata (le tina presencia regional, con un
mayor desarrollo en la ladera Norte para BeLutia. Los aportes de Quercus
p. testimonian su mayor lejanía y quedaría, probablemente situado. en cotas inferiores, es decir, en el valle.
[Esta zona coincide con los máximos en cuanto a diversidad taxonomica. lo que Pone de manifiesto la degradación que ha sufrido en los posteflores períodos.
tin ligero iFIcreInento del estrato arbárco puede aprec¡arse tanto en las
suhzonas a2 y a3 de PE 1 ,suhzona hl de PE III y zona a de PP. Podría tratarse de un aumentÉ) del pinar debido a las repoblaciones, de manera que
Pinus se aproximaría hacia las inmediaciones de la turbera, o bien dc un descenso del pastoreo en la zona. Parece más lógico pensar que se trataría de
una acciñn combinada de ambas, ya que el pequeño descenso que se observa de taxoncs ruderales no explicaría, por sí solo, la recuperación del pinar.
Coincidente con cl retroceso dc los taxones ruderales sc aprecia un incremento cte [‘carene (suhzona a2 de FE III). lo cual puede interpuetarse
Corno un ni ayor ciesa rrollo de pastizales compuestos fundamental mente por
Pontaje, debido a la existencia anteriormente cte un pastoreo excesivo, o
bien tratarse de polen de Poaceae integrantes dc comunidades higruturbesas. l)aclo que el resto dc las ruderales descienden, cabe pensar que trataFia dc un len orneno local, relacionado con éstas coni unid ades.
Seguidamc’itc. suhzona h2 de PL LII y zona b de PP. se observa un clare a u me n in de la curva dc polen arbóreo debido al a u mente e xpcri me nta—
do por Pinus. Se trataría de la representación de las úl ti lilas re poblaciones
llevadas a cabo en la zona con Pinus sylvestris.
En la turbera fMi ¡ se observa en la zoita h un brusco descenso del compon e nl e arbóreo, tanto de Pinus.
dc Juniperus y Quercus e. Podría
tratarse de un incendio natural, o prc>vocado, que ~fectase a esta pequeña
zona, ya que no se observa en ninguna de las otras ¿os turberas.
Por último, comentar tan sólo una prese neja de Fagus en esta zona dc
P E III, cun porce ntajes que según n uest FOS estudios de II uvi a polín ic~ ~
1 ual correspon derían a aportes regio najes dispersos. províni entes proha—
blernente de los hayedos de Ayl Ion (Moni Lb de la Si cría, Lic rto de la Quescta, Jej e ni Negra). Los aportes que se reciben dc O/ea, prove nd rían de
cultives existeQtcs a menercs altitudes en Lonas soleadas y proteg3das
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162
lazarna 15(1995)
Tabla 2
Correspondencia entre Las zonas polínicas dc los diagramas polínicos
y cronología propuesta
ALTOS DE HONTANAR
PE ¡
b
h2
a3
a2
al
Cronología propuesta
PE
1,
1
EDAD MODERNA
(posterior al siglo xvooi)
a
(LÓPEz. 1978). ya que este taxon es capaz de sufrir un largo transporte como queda reflejado en los estudios dc lluvia polínica actual (GIL GARCÍA,
1992). Los porcentajes alcanzados por A bies, indican un aporte regional lejano y es sin duda un taxon introducido en la Sierra por el hombre.
En los tres depésitos la riqueza polínica tiende a aumentar Lacia la superficie, esto es debido lundamentalmente a la existencia en los mismos de
niveles turbosos y al incremento de las concentraciones de pnlcn arbóreo
frente al no arbóreo, excepto en el perfil PEI que muestra unos cambios
extrictamente locales del enlomo inmediato al depósito.
La similitud de los tres perfiles y su correlación niuestran que la vegetación que representan refleja un paisaje vegetal regional. En él sc distingue una ~CC1OH antropica ligada a la extensión de pastizales ya la repoblación con pinos. La degradación antropogénica es máxima en la fase más
reciente de la secuencia polínica (PH 1,), caracterizada por la práctica ausencia de un componente arbóreo en la vegetación. Las variaciones poNficas peculiares de cada diagrama dan cuenta de cambios locales que tuvieron lugar en el entorno de cada uno de los depósitos.
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