Historia del Arte II LA IGLESIA TRIUNFANTE El Siglo XIII En el siglo XII, al norte de Francia, nació la idea de revolucionar los descubrimientos de la arquitectura Románica, entonces prevalente. Levantar bóvedas por medio de pilares y arcos cruzados y mantener un muro macizo en medio, más tarde se convertiría en levantar amplios y espectaculares ventanales. Esta idea constituyó el principio del estilo Gótico. Hubo que tirar el grueso muro entre pilar y pilar y reemplazarlo por algo transparente. El muro no era realmente necesario, pues bastaban los pilares para sostener los arcos de la bóveda. Después, haciendo que dos segmentos de arco se encontraran en un punto, se logró modificar la bóveda y el arco, haciéndolos mucho más versátiles a las exigencias de la estructura. En los arcos apuntalados, sucede que el peso de la estructura hecha de piedra, presiona hacia abajo y hacia los lados; entonces es necesario poner un sostén del muro por afuera de la estructura. Su nombre es contrafuerte. Para la nave central, más elevada, se instituyeron los arbotantes. Todos estos cambios hacían que la construcción se notara mucho más liviana, compuesta de delgados y altos pilares, nervios y vitrales. La idea de la Jerusalén celestial ahora se erguía ante los ojos de la gente. No sólo la arquitectura sufrió importantes cambios, también la escultura se vio transformada en una escultura mucho más móvil. La movilidad del cuerpo y los ropajes, la individualidad de cada personaje debía ser notoria en todos los aspectos. Los fundadores de la catedral de Naumburg en Alemania fueron representados como seres animados y reales, con características propias. La escultura Gótica empezó a preocuparse por cómo representar. Incluso en la pintura, más común en manuscritos que dentro de la propia iglesia (miniatura), el pintor intenta darle un sentido más realista a la emoción humana. A pesar de que el sentido de muchas pinturas apunta a esto y a dar armonía al cuadro, no se respeta la proporción y el pintor tampoco se preocupa por plasmar una escena realista. Copiar directamente de la naturaleza, o de lo real, no era una costumbre del pintor medieval. Más bien repetía fórmulas que sus maestros le habían enseñado. Cuando no disponía de un modelo fiable, entonces hacía algo según el natural, como ejemplo un elefante de Matthew Paris, llegado a Inglaterra, donde estos no se conocían. El animal está representado junto a una persona para hacer notar su tamaño, más las proporciones del elefante no son demasiado importantes. El ejemplo de la revolucionaria Universidad de Paris se extendió poco a poco hacia Inglaterra e Italia. Nicola Pisano en Italia, comenzó a estudiar la escultura clásica con el fin de representar la naturaleza con mayor veracidad. La constante mirada de Italia hacia Oriente más que hacia la escuela de Paris retrasó la llegada del Gótico a este país, pero cuando llegó, estos cimientos permitieron que se desarrollara de tal forma que revolucionara toda la pintura. A pesar de su rigidez, el arte Bizantino preservaba más conocimientos de los pintores Helenísticos que su contraparte en Occidente, en los libros y las iglesias. Los principios del escorzo se vislumbraban. Giotto di Bondone (1266?-1337), en Florencia, comenzó a descubrir el sentido de profundidad en la pintura. Giotto era un pintor muy hábil y muy admirado en su comunidad. Nunca antes había sucedido que un pintor destacara de tal forma. Habían existido maestros admirados y recomendados de un monasterio a otro, pero no personajes que firmaran sus cuadros y cuyo nombre debiera pasar a la posteridad.