La Pintura y la Escultura Carlos González Al embargo, caído no una pared radiante pulido, ante pareciera dido y de los siglos han hombres se inclinan, embate otros que hoy bre que materia preguntarle escudriña sus y y de la hoy que corre, preguntarse mundo, de su preeminencia miembros distinto, que De pronto, permaneció escon asombra. de la para reverencia, aquello sin sociedades; ante un guijarro en una oscura caverna. colores descubre lo el mundo El hombre misterio de hombres, imperios, sin cierta sociedad las estrellas, que se acerca al no deja de acercarse al hom el significado de su presencia en el seres; por su valor de personas y de vuela a entrañas, por sobre otros humana. hombre ha descubierto el arte. El hombre establece un diálogo visual con el mundo. Desde este diá logo es necesario ubicar la perspectiva del pintor y el escultor en relación al hombre. El hombre, en el receptáculo universal del espacio, cobra vida, se ma terializa y activa, a través de la humanización del acto de ver, del ver en Parece ser que el plenitud. El sible: para las ser humano, cosas recibirlas, cetas abiertas a llegan sobre todo en esta gratuitamente a sin más. la La luz, posibilidad al de época, es pasivo en los sentidos, porque la impresión éstos descubre en hombre las aprecie. modificarlas, que el Pero, ¿quiénes, efectivamente, viven ofrece la luz?, éstos se han vuelto inertes a los colores nuestros y ojos; ellas nuevas volúmenes en sen están allí sólo cambio, que se fa nos acti la visión del pintor y el escultor. van, Sin embargo, todo hombre ha mirado alguna vez las cosas, con ojos cosas llenos de ingenuidad; las mismas cosas de siempre, que le "han nuevas. Es el candor de la visión infantil: el color sombrío que ensombrece los objetos en la tristeza; el color radiante que los üurnina en la alegría. El color vuelven a la vida, en dicho" es el verbo Lo del del niño. mismo material: ocurre con formas densas, el volumen, con marcada aunque requiere un dirección horizontal, dominio bien pue- mayor que 101 den reflejar un El se niño La también la señala mundo abstracta, del infantil, o de al montaje propio su de Espacio, tiempo, común portadas permiten entelequias, sentidos. elaborar Para de la los en sus El ser humano el para barro" o artista a través y tantos otros para como si no especulaciones, percibe El ayer están el so de ellos, y éstos le la pintura no resulta difícil señalar que el hombre requiere La luz hace posible la aprehensión del color y es a través de ella Todo atmósfera ésta la que, Siguiendo colórica, y la ella se activa es señalará el allá de el pintor crea a través de ella una último término, se hace idea; desde la naturaleza, el pintor la modifica, la misma, pero sin perderla de vista. en a sí la intuición —la acuarela, por su calidad intenciones diferen translucirán fresco, opacidad, tratamiento técnico más apropiado según la naturaleza de materiales de transparencia, más luz; color es expresión. transfigura, llevándola tes—, infantil de conceptos. que el pintor se expresa. la idea meras una apreciar visión. Los o de escultura no-figurativa. una tanto color, volumen, son sólo puede verificarlo colórica simple combinación volúmenes en que de autoexpresión, volúmenes, juego didáctico combinando medida lúdico. Es fácil afán hoy, lo reafirma, como también el juego de las "tortas de juegos basados p. ej. en manchas de color. hombre que yo. regida por el afán en cubos, dinámicas, y cual, en la el nuevo, busca de satisfacer interés del niño frente a la observando el manipular un estabilidad actividad plástica volcarse ascendentes vigor, alegría. día, cada ve, hace estable, obra interior; formas livianas, agobio delatar vivacidad, pueden o que seleccione el que engendra en su la obra. Una "Crucifixión" pintada por Fra Angélico, por y la técnica empleada revela un aspecto incruento del Drama de la Cruz; transfigura formas y colores centrando la visión en el carácter reden tor del suceso. Grünewald, en cambio, dirige su mirada al sufrimiento humano y condensa la visión en formas crispadas y colores agobiantes. Sin duda se han creado dos "atmósferas". el colorido La búsqueda de color de por una parte físico una nueva significación diferente. En ambos los hace visibles en el manera se satura En la de un contenido casos orden ha hecho devela físico, un que aspecto pero, por la luz active el de los objetos: otra, este orden espiritual. escultura sucede otro tanto; sólo por la presencia de la luz cap tamos la fuerza del volumen, sólo a través de ella podemos lograr la sutileza de las relaciones espacíales nacidas del volumen. comprender La habilidad del escultor, como artista, estribará en su capacidad de dirigir el comportamiento de la luz sobre el volumen: luz que, al decir de Rodin, transforma un trozo de mármol en el cuerpo de una diosa, transportando al espectador a la esfera del pensamiento y sentimiento, más que a la de la pura reacción sensorial. 102 Consideremos, Pensador": nunca, lo hemos recordado, ya que incida aunque con violencia de Rodin; "El la escultura, la luz la alguna obra sobre crudamente; al contrario, la disposición de las formas hará que al en luz algún sector, otro se ensombrezca paulatinamente creando envolverá perfilarse "atmósfera" la necesaria para en respetable más espíritu, torno que por Sin embargo, lido, la luz la hombre, física— la fuerza alguna del pensamiento; quietud es el respetable del creadora luz, arte: los sobre por hace el espacio se la un se opone de Wotruba, escultura —por de que se rodea de tratar la a ese modo de angulosos ella: la libertad reafirmando mente a grandeza de su aura refulgente. otro, igualmente volúmenes ej., "Roca vá marcada femenina", de luz y sombra que parecen cincelar el espacio en torno, cristalizando la figura de piedra, haciéndola aparecer sin tiempo, inmersa en un espacio de un orden distinto al habitual, y diferente también al espacio señala planos rodiniano. Los espacios escultóricos son modificación cualitativa de los espacios Cada escultor opera de manera diferente con ellos, unidos sólo en la común tarea de hacer arte y en el lenguaje común de sus medios expresivos. reales. Es del artista, el mundo siempre nuevo bres; el espacio El del hombre recorrido táctil nunca podrá sustituir a Para demostrarlo que lo diferencia del resto de los hom que sabe ver. útil la información puede ser para contribuir a reconocer la visual en apreciación formas, de la pero escultura. escultura superior en dimen brazos extendidos, o en una es cultura cuyos volúmenes sean delicados filamentos que configuran un espacio significativo; al enfrentarlas exclusivamente a través del tacto, habremos perdido el sentido de las relaciones de volúmenes y espacios. Y es en estas relaciones donde se produce la transfiguración escultórica. La escultura, considerada como obra dirigida al tacto, se circunscribiría a la pura esfera de las impresiones sen sibles con un mayor o menor poder evocador de realidades concretas. siones a lo pensemos un momento Para el pintor, la oposición implica la creación de una colores lucra la creación de un espacio: la escultura: advertido dominado y dinamizado, menes, una la suave yuxtaposición de dos "atmósfera", lo que al mismo tiempo invo ceñido éste por los márgenes del cuadro. Algo violenta similar acontece a es en que podamos abarcar con nuestros se somete a éstos, pero, como como o por el no escultor, puede ser el espacio, ahora real, indiferente a los volú el espacio creado por el pintor se somete al color. Sin embargo, la diferencia realidad la del entre la virtualidad del espacio diferencia espacio escultórico no se traduce en una pictórico y la cualitativa en relación obra-espectador. Un fera espectador inexperto creada por el color en el arte la y a las correspondencia no solamente le resta importancia a la relaciones volumétrico-espaciales sino que del objeto con la realidad física, atmós busca evitando salirse 103 de la esfera de las impresiones de la sensibles. Para él, pasa inadvertida la intencio de la escultura, establece el contacto con el y de los espacios propios: la escul tura deviene artística cuando el creador logra definir un espacio en torno a la obra que, al contacto con el del espectador, lo obliga a detenerse activando su propio espacio y sus propios volúmenes en una especie de campo magnético que lo aparta de las puras reacciones psicofisiológicas del cuerpo humano nalidad obra espectador en el que, en el caso diálogo de los volúmenes para sumergirlo en el espacio espiritualizado. Y el espiritual Sin de sus tica, libre del negar obras desde los carácter del cuadro, nos sumerge en cambiante de la atmósfera natural. colores la física del no puras entero, y en el color o del espacio, superficies elaboradas en ni sólo volúmenes-hitos cuerpo 104 pintor, delimitadores de cuerpo, al espíritu pintores y términos de espacio —sino del hombre. una atmósfera escultores vibración que hacen hacen cromá vibrar al