va de vinos TEXTO ALFREDO PERIS FOTOGRAFÍA ANNA ALEJO La parte más subjetiva de la degustación suele ser la que hace referencia al olfato, ya que es a través de este sentido que se despiertan las emociones más personales. Aromas conocidos e interiorizados que, muchas veces, aparecen en forma de sutiles perfumes florales, tanto en blancos como en tintos VINOS QUE REMITEN AL AROMA DE LAS FLORES El placer del olfato LOS MEJORES vinos son aquellos que ofrecen aromas limpios, nobles, intensos, nítidos y naturales; que nos hablan sin gritos, sin invadir el espacio, sin pesadez. Por eso, los mejores vinos se caracterizan por su complejidad e intensidad aromática, es decir, por cuantos aromas ofrece, de distintas familias, con intensidad precisa y claridad nítida, apareciendo y superponiéndose, y, al mismo tiempo, evolucionando en la copa hacia multitud de matices. El olfato es un sentido ligado a las emociones y a la experiencia sensorial de cada persona, por lo que identificar aromas se sitúa en la parte más subjetiva de la degustación. En las cualidades aromáticas de un vino tienen gran influencia las levaduras empleadas en la fermentación del mosto y el método de elaboración, pero sobre todo la variedad de uva y su estado de maduración en el momento de la vendimia. Hay ciertas variedades de uvas blancas y tintas que tienden a ofrecer aromas peculiares, y entre ellos los más sutiles perfumes florales. Dentro de la familia de las flores blancas se encuentran los aromas de azucena, jazmín, jacinto, flor de azahar, lirio, espino blanco o clavel blanco, mientras que en la selección la familia de las flores amarillas –que se encuentran preferentemente en los vinos blancos dulces naturales o muy maduros– resaltan los aromas de madreselva, retama, mimosa, tilo, rosa blanca, alhelí, cardillo o hoja de geranio. Por su parte, las flores rojas o violáceas evocan los aromas de la lila, violeta, verbena, rosa roja, clavel de poeta… y son más propios de los vinos tintos. Estos aromas florales se pueden detectar con mayor o menor precisión e intensidad en los vinos, pero nunca se encuentran solos, ya que se entremezclan con los otros aromas propios del vino, sobre todo frutales y vegetales. A CADA UVA, SU FLOR Una de las uvas blancas que propone vinos más florales es la variedad alsaciana gewürztraminer, implantada muy bien en el Penedès y el Somontano. Su aroma floral recuerda a la rosa y, a veces, a la hoja del geranio, aunque su riqueza va más allá, con notas de frutas exóticas, especias, minerales e incluso hidrocarburos cuando evoluciona algunos años en la botella. Otra familia aromática por excelencia es la del moscatel, sobre todo la variedad muscat de Frontignac o moscatel de grano menu- do. Sus vinos proponen un aroma que recuerda a la flor del saúco y también al geranio, mientras que los de zonas más cálidas huelen a flor de viña y los dulces, a rosa blanca y flor de espino, también asociados a la vainilla y la miel. Las variedades riesling, chenin blanc o sauvignon blanc, presentan el fino perfume de la flor de acacia, y los chenin blanc maduros y concentrados remiten a la flor del tilo. Generalmente, este aroma de flor de acacia se mezcla con el del pomelo en los vinos blancos muy jóvenes y se funde en olores de dulce de membrillo y de cera de abeja en los vinos de larga crianza. También ciertos tintos ofrecen los perfumes inesperados de flores blancas, como la tila blanca y el jacinto en el cabernet franc, mientras que en otros vinos tintos de crianza aparecen las embriagadoras exhalaciones del jazmín y el narciso. Además, variedades nacionales como la mencía del Bierzo y la tempranillo de Rioja Alavesa evocan la violeta y las lilas en sus tintos jóvenes, preferentemente los elaborados bajo la maceración carbónica. Las internacionales syrah y pinot noir proponen aromas de violeta, incluso esta última remite muchas veces al geranio. EVOCACIÓN FLORAL VIOLETA: TILENUS Bodegas Estefanía. Tinto joven. Variedad de uva : mencía. Denominación de Origen Bierzo. PVP: 6,80 euros. ROSA: ENATE Viñedos y Crianzas Alto Aragón. Blanco joven seco. Tipo de uva: gewürztraminer. DO Somontano. PVP: 9,75 euros. LILA: MILFLORES Bodegas Palacio. Tinto joven. Variedad: tempranillo. DO calificada Rioja PVP: 5,90 euros. JAZMÍN: GESSAMÍ Cavas Gramona. Blanco joven. Tipo: sauvignon blanc, muscat de Frontignan, muscat de Alejandría y gewürztraminer. DO Penedès. 7,50 €. ACACIA: WALTRAUD Bodegas Miquel Torres. Blanco joven. Variedad: riesling. DO Penedès. PVP: 14,25 euros. Gourmets El olor a violeta en los vinos no solamente recuerda al de la flor, sino también al de las hojas, con notas más verdes y ácidas que a veces evocan el aroma de las hojas de tabaco. Está muy próximo al olor de la frambuesa, que puede considerarse una mezcla de violeta y casís, y en muchas ocasiones se detecta la violeta en forma de caramelo ácido y dulce. El perfume de la rosa describe un arco iris olfativo, que va desde el aroma de la rosa de la mañana o de la del atardecer, a la rosa que acaba de abrirse o de la flor marchita. Estos aromas aparecen en es- pecial en vinos blancos jóvenes de gewürztraminer y algunos moscateles maduros, así como en algunos tintos de gran calidad envejecidos correctamente en botella. La lila más generalizada y conocida es a menudo de color malva. La nota aromática de la lila malva se encuentra frecuentemente en el fondo de la copa unos minutos después de haberse producido la degustación del vino, sobre todo en algunos vinos tintos jóvenes de tempranillo, y suele recordar a una mezcla de pan de especias con perfume de violeta. Todas las uvas que intervienen en este vino son altamente perfumadas y florales. Su aroma recuerda a un ramillete de flores blancas, donde destaca el jazmín junto a la rosa blanca y el azahar. El aroma de jazmín se define generalmente como muy floral, ligeramente cálido, algo especiado, incluso licorado, y es la flor blanca más utilizada en el sector de la perfumería. Bodegas Torres fue pionera en el cultivo de la variedad alsaciana riesling en nuestro país, concretamente en la comarca del Penedès, y en comercializar su vino monovarietal. La flor de acacia posee un aroma delicado, casi dulce, muy femenino, y a veces se encuentra también en los grandes vinos blancos dulces, mezclada con miel, tilo o bien naranja confitada. I8I el Periódico junio del 2010