explorar el cuerpo

Rx
Imágenes reveladoras
Explorar el cuerpo
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La tecnología avanza para ganar terreno en el estudio
detallado del funcionamiento interno del organismo.
Cada vez resulta más sencillo –y menos invasivo– develar
el misterio / María de los Ángeles Herrera
Desde la detección de enfermedades degenerativas y lesiones cancerosas, hasta predicciones sobre la evolución de
procesos cerebrales, todo es susceptible de ser analizado a
través de la imagenología, una disciplina que utiliza reproducciones gráficas con fines diagnósticos y terapéuticos.
Para quienes no conocen de medicina es difícil comprender por qué algunos diagnósticos se obtienen mediante placas de rayos X, mientras que otros requieren
imágenes obtenidas por ultrasonidos o tomografías.
Cada examen tiene una utilidad específica y su prescripción no sólo depende de la enfermedad, sino –en
muchos casos– de las condiciones físicas del paciente.
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En blanco y negro
Las radiografías son la forma más antigua de evaluación de
las estructuras físicas mediante imágenes, que se forman
por el paso de rayos electromagnéticos a través de los distintos tejidos internos. Al ver una placa es posible identificar
tonos blancos, que representan las estructuras de mayor
densidad, como los huesos; y variaciones de grises y negros,
que reflejan el paso de los rayos por tejidos blandos o huecos,
como los pulmones.
Los rayos X son recomendados, entre otros casos, para
determinar la existencia de una lesión ósea luego de un accidente o traumatismo, por dolores localizados en la espalda
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imágenes
o en la región abdominal y ante complicaciones pulmonares
o congestión de las vías respiratorias. Como las imágenes
que se obtienen en la placa fotográfica son bidimensionales,
no permiten evaluaciones profundas.
Andrés Kanski, inmunólogo clínico y jefe de atención al
paciente del Centro Diagnóstico Docente, en Las Mercedes,
precisa que otro método que utiliza la radiología para obtener láminas de mayor definición es la tomografía axial
computarizada (TAC, en inglés CAT o CT), en la que los rayos
X rotan alrededor del paciente para captar imágenes, que
más tarde serán interpretadas por un computador. Según
Kanski, la ventaja de la técnica es que “permite cortar milimétricamente la estructura anatómica a evaluar en varios
tipos de proyecciones o planos”, una característica que hace
factible estudios detallados.
Aunque el TAC puede generar ansiedad –el paciente debe
acostarse en una mesa estrecha que se desliza hacia el
centro del tomógrafo–, el examen dura poco tiempo, comparado con estudios como la resonancia magnética. Existen
tomografías computarizadas torácicas, de abdomen, cabeza, cráneo, columna e, incluso, de corazón y órbita de los
ojos. Entre las bondades del TAC se cuentan la posibilidad
de realizar diagnósticos de enfermedades que afectan los
tejidos blandos del cuerpo, y de detectar traumatismos,
hemorragias cerebrales, tumores, acumulación de líquido
en los pulmones y funcionamiento de vasos sanguíneos.
Alta frecuencia
El ultrasonido o ecosonograma supone el uso de ondas
sonoras de elevada frecuencia para examinar ciertos órganos. Entender cómo funciona puede resultar complejo, pero
basta con saber que una máquina envía ondas que hacen
eco en las estructuras internas, para ser capturadas por un
computador capaz de recrear las imágenes. Todo ocurre a
través de una sonda manual, llamada transductor, que se
desplaza por la piel. Para facilitar el proceso se utiliza un
gel, que sólo ocasiona incomodidad en el paciente por su
baja temperatura.
Con un ultrasonido se pueden detectar imágenes de alta
densidad (tumores) y de menor espesor (quistes y cavidades
huecas). Aunque el más común es el del área abdominal,
utilizado para evaluar anormalidades en la vejiga y el hígado
–como quistes y cálculos–, los ecosonogramas especializados –tipo doppler– son los más completos, porque estudian la
“
El ultrasonido es utilizado
en el área urológica
y ginecológica, y en la evaluación
del desarrollo del feto durante
cada ciclo del embarazo”
parte anatómica de los órganos y el funcionamiento de las
venas y vasos cercanos. Tal es el caso del eco cardiovascular,
que verifica que el corazón, sus válvulas y arterias marchen
adecuadamente, un diagnóstico útil para prevenir derrames
cerebrales y várices.
Adicionalmente, el ultrasonido es utilizado en el área
urológica y ginecológica, y en la evaluación del desarrollo
del feto durante cada ciclo del embarazo (no representa
riesgos por la ausencia de radiación).
Túnel de rastreo
La resonancia magnética es el método más recomendado para evaluaciones cerebrales, de la espina dorsal y de
articulaciones y ligamentos, cuando se ha descartado la
presencia de fracturas mediante una radiografía. Kanski
explica que las imágenes obtenidas son de excelente resolución por el elevado contraste de los tejidos blandos, y
subraya que el procedimiento no tiene efectos secundarios,
porque la exposición a radiaciones es menor.
Para efectuar el examen el paciente es colocado en el
interior de un resonador semejante a un túnel, donde es
sometido a un poderoso campo magnético que permite
obtener las imágenes de la zona del cuerpo a estudiar. La
evaluación puede generar ciertas incomodidades por la duración del rastreo y los fuertes sonidos que emite el equipo
(se le suministran audífonos a los pacientes y, en algunos
casos, se recetan sedantes para evitar la eventual sensación
de claustrofobia).
Aunque la resonancia es particularmente recomendada
para hacer evaluaciones cerebrales, Kanski aclara que existen varios tipos –como la torácica, de abdomen, corazón,
cráneo y columna– que permiten detectar la formación de
tumores, evaluar el flujo sanguíneo y la presencia de daños
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imágenes
Con precaución
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• Cualquier movimiento inoportuno
–sin indicación del especialista–
comprometerá la calidad de las imágenes
arrojadas por el estudio.
• A excepción del ultrasonido, ninguno
de los exámenes descritos puede
practicarse durante el embarazo
o cuando se sospeche su existencia.
cerebrales y cardíacos, hemorragias, hematomas y enfermedades óseas degenerativas, como la artritis. También,
es muy utilizada para reconocer fracturas de vértebras y
hernias discales.
Cambio molecular
La fusión entre los sistemas actuales más avanzados de
tomografía computarizada (CT, computed tomography) y
tomografía por emisión de positrones (PET, positron emission tomography) permitió crear el CT-PET, un estudio que
ofrece la posibilidad de obtener, al mismo tiempo, imágenes
sobre la estructura anatómica y metabólica de distintas
partes del organismo. Con este examen es posible evaluar
la fisiología del tejido a nivel molecular y, en consecuencia,
identificar la formación temprana de tumores, antes de que
tengan el tamaño suficiente para ser reconocidos mediante
estudios como la tomografía y la resonancia magnética.
Kanski explica que con un CT-PET se puede establecer la
diferencia entre una protuberancia benigna y una maligna, al igual que entre una operable y otra que no lo es. El
método, además, es útil en la elección de medicamentos
y tratamientos terapéuticos adaptados a las condiciones
de cada paciente, y permite realizar diagnósticos precisos
de enfermedades cardíacas, neurológicas y los males asociados con la edad y la pérdida progresiva de la memoria,
como el Alzheimer.
•
(
20+SALUD
F u e n t es c o n s u l t a d as
www.tuotromedico.com / medlineplus.gov/spanish /
www.gemedicalsystemseurope.com / www.scielo.cl
)
• Pese a que los rayos recibidos durante
las radiografías y tomografías son
los mínimos necesarios para producir
las imágenes, la radiación ionizante
repetida puede, eventualmente,
causar cáncer y problemas hereditarios.
Será el médico quien determine cuáles
y cuántos estudios pueden practicarse
anualmente.
• La mayoría de los métodos exigen
que el paciente se despoje de la ropa,
joyas y cualquier accesorio metálico
que pueda interferir con las radiaciones.
• En el caso de una resonancia,
el cuidado debe ser mayor:
el procedimiento está contraindicado
en personas con implantes auditivos,
marcapasos, grapas intracraneales
y válvulas cardíacas.
• Los medios de contraste utilizados
antes de una tomografía pueden
desencadenar reacciones alérgicas,
especialmente los que contienen yodo.