BOLETÍN COLOMBIA SITUATION Diciembre 2014 ¡Víctimas, la palabra es suya! Con el apoyo del ACNUR, las palabras de las víctimas son escuchadas en el proceso de paz Cuando la bomba cilindro explotó, 120 hombres, mujeres y niños se escondían en la iglesia de Bojayá (departamento del Chocó). Todos murieron de inmediato mientras que la batalla entre las FARC y otro grupo armado ilegal persistía en 2002. Doce años más tarde, Juan Sánchez*, un líder comunitario, se sienta en una mesa con miembros de las FARC. Él transmite el sufrimiento y dolor incalculables que sintieron. Y describe el desplazamiento forzoso que siguió tras el ataque asesino. Sánchez representa las familias que sobrevivieron y regresaron a Bojayá, una de las 2.800 víctimas de diferentes regiones del país entre periodistas, líderes políticos, campesinos, afro-colombianos, indígenas - que participaron en foros tras la petición explícita del Gobierno colombiano y las FARC, para compartir la trágica situación de las víctimas. Ambos partidos del conflicto necesitan de sus recomendaciones como víctimas para mejor asegurar el respeto y garantía de sus derechos. Desplazada colombiana. Foto: J. Samaniego/ACNUR En junio 2014, los partidos pidieron la ayuda de la ONU y la Universidad Nacional en Bogotá. El ACNUR apoyó activamente la idea de permitir que las víctimas fueran escuchadas. Facilitó teleconferencias con refugiados y exiliados en más de 20 países para que pudieran dar sus testimonios y propuestas a los negociadores. El enorme número de víctimas, más de seis millones oficialmente registradas, las muchas violaciones de derechos humanos y los varios grupos de perpetradores hizo la identificación de participantes a los foros un esfuerzo complejo. El ACNUR, con sus décadas de experiencia y extensa presencia en el terreno, facilitó la organización de foros regionales en las ciudades de Villavicencio, Barrancabermeja y Barranquilla. Los resultados fueron presentados en un Foro Nacional de Víctimas en Cali y entregados oficialmente en las negociaciones de paz en La Habana, Cuba, en septiembre. El ACNUR también acompañó a 42 víctimas a La Habana, donde recordaron sus tragedias, pero también sintieron su dignidad restaurada a través de valientes y conmovedores encuentros cara-a-cara con sus victimarios. María Zabala fue una de esas 42 víctimas, una mujer desplazada que fue testigo del asesinato de su esposo e hijo en Tumaco (departamento de Nariño) quien sepultó sus cuerpos con sus propias manos para protegerlos de los buitres, y escapó a Bogotá con sus otros hijos, dejando atrás su hogar, su comunidad, y la brisa del mar que tanto amaba. En Cuba, Zabala y las otras víctimas pidieron que se plantara un árbol como un símbolo de su eterno dolor y de la esperanza por la paz, ¨la esperanza es lo que nunca perdemos¨, ella dijo. Continúa en Pág 2 En esta edición Costa Rica - Panamá: Microcrédito y capital semilla ayudan a refugiados a reconstruir sus vidas Humano Adentro : Vía Venezuela, una joven mujer de Afganistán encuentra un nuevo hogar en Suecia Página 2 Página 4 1 Boletín Colombia Situation Continuación de la Pág 1 Las discusiones de paz en La Habana sobre la restauración de los derechos de las víctimas han sido un paso importante en lo que muchos creen que será un difícil proceso de reconciliación nacional. Por: Adriana Buchelli & Manuel Oviedo *Nombre cambiado por razones de confidencialidad. Con capital semilla, este solicitante de asilo colombiano en las afueras de la ciudad de Panamá empezó su propio negocio para mantener a su familia. Foto: Schönbauer/ACNUR. Comenzar de Nuevo Microcrédito y capital semilla ayuda a refugiados reconstruir sus vidas En un buen día ellos ganan 400 dólares; los refugiados colombianos Cristóbal López Isaza y Stela Sánchez Aldana son exitosos en la industria de turismo en Panamá- ella es una guía turística y su esposo da tours a visitantes en la Ciudad o el Canal de Panamá en su camioneta. Pero no siempre ha sido así. Hace unos años fueron forzados a dejarlo todo atrás y huyeron de Colombia con su hijo. No pudieron llevarse nada. En Panamá, necesitaban urgentemente algo con qué sobrevivir. Entonces intentaron vendiendo lasaña- Stela Sánchez la preparaba, Cristóbal López la vendía en cibercafés. Les daba apenas para sobrevivir con las pocas ganancias. ”Un día,” ella recuerda claramente, sus vidas dieron un giro favorable. “Vi un anuncio para personas que hablaban inglés y francés. Y yo hablo ambos.” Entonces ella se hizo una guía independiente para buses de turismo. Su esposo, quien antes era vendedor de automóviles, trabajaba ocasionalmente en mantenimiento de carros, hasta que un día un cliente de los Estados Unidos le regaló una limosina vieja. Este inesperado regalo le permitió ganarse la vida prestando un servicio de limosina con guía-conductor; López desarrolló su propio modelo de negocio. Aunque esto mejoró su situación económica, para hacer negocios con los operadores de tours, López necesitaba comprar una camioneta, y no tenía el dinero. Continúa en Pág 3 Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) – www.acnur.org 2 Boletín Colombia Situation Continuación de Pág 2 Afortunadamente, un programa de microcrédito facilitado por un acuerdo entre el ACNUR y la Cruz Roja de Panamá fue la solución. “Este apoyo requiere de una sólida idea de negocios y su objetivo es apoyar a refugiados a que se mantengan”, explica la Oficial Regional Senior de Protección del ACNUR, Eva Camps. Microserfin, la compañía que administra fondos rotativos (un total de 35.000 dólares empezando en 2008), le dio a López el primer crédito por 500 dólares y otros créditos posteriores de hasta 1,500 USD con tasas de interés muy bajas. Combinando pequeños créditos comerciales, Cristóbal logró comprar la camioneta que necesitaba y empezó a hacer negocios con los más prestigiosos operadores de tours en la ciudad. Más tarde, fue aún más lejos y fundó su propio operador de tours. “Lo llamo ´Vive Panamá´ como muestra de gratitud a Panamá. Y estoy agradecido con el ACNUR por haberme abierto la puerta a una vida diferente”. ACNUR tiene experiencia significativa en el uso de microcréditos para fomentar la integración de refugiados. En Costa Rica, 877 personas han recibido un total de 1.523 microcréditos desde 2002. En este periodo, el capital inicial fue reutilizado 3.5 veces. Este programa, en alianza con la Asociación de Profesionales de Desarrollo, beneficia en su mayoría a colombianos con planes de negocios, servicios o de pequeña industria. En promedio, un proyecto genera dos oportunidades de trabajo. El microcrédito ayudó a Cristóbal López a convertirse en un exitoso emprendedor en la creciente industria de turismo en el famoso Canal de Panamá. Foto: R. Schönbauer/ACNUR. El microcrédito les dio a Cristóbal López y su familia un nuevo comienzo en Panamá. Pero los microcréditos no se adaptan a todas las personas que están huyendo. Cuando las necesidades básicas no son satisfechas no se puede esperar que la persona sea capaz de pagar el crédito. Este fue el caso de Alberto Jiménez,* quien, como López, vendía carros en Colombia antes de ser forzado a huir hace 3 años. Jiménez, quien espera que él y su esposa Marta Molero*, sean otorgados estatuto de refugiados pronto, recuerda que no tuvieron otra opción que dormir en el piso cuando llegaron. Sin pertenencias, ellos también empezaron a preparar comida para vender en la calle, recuerda Jiménez. “Sí”, se ríe su esposa Marta Molero, “¡pero la primera tortilla que hiciste era horrible!”. Papas rellenas o empanadas eran platos prometedores para ganarse la vida dignamente, pero necesitaban una parrilla. Afortunadamente, capital semilla proporcionada por el socio del ACNUR, la Cruz Roja, les permitió comprar una parrilla y retomar sus vidas. “Agradezco a Dios quien los usó para darnos ayuda humanitaria”, dice Jiménez con una brillante sonrisa para darle la bienvenida a ambas organizaciones que han llegado para monitorear los resultados de su pequeña empresa. “Poquito a poquito,” dice el solicitante de asilo, apuntando hacia una humilde vivienda rentada en las afueras de la Ciudad de Panamá, “logramos comprar una cama y una nevera.” Roland Schönbauer Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) – www.acnur.org 3 Boletín Colombia Situation *Nombres cambiados por razones de protección. *Name changed for protection reasons Buscando la libertad en tres continentes Humano Adentro: Vía Venezuela, una joven mujer de Afganistán encuentra un nuevo hogar en Suecia Vendida a los 14 años de edad por 20 dólares, Farida decidió tomar control de su propia vida, finalmente encontrando la libertad vía el reasentamiento. Foto: A. Mercellán/ACNUR. La historia de Faraid Hangama*, una mujer de Afganistán de 24 años de edad, empieza en Irán. Tras haber nacido en un campo para refugiados afganos, ella no se podía inscribir en la escuela porque su familia era muy pobre. Las memorias de su niñez incluyen severas palizas que le deba su padre, quien sufría de una adicción al opio, a su madre. Cuando Farida tenía solo 14 años, su padre la vendió a un matrimonio con un joven refugiado afgano por 20 dólares. Unos años más tarde, ella tuvo tres hijos pero su familia ha sido destrozada. Su esposo se fue de Irán pues no tenía acceso a trabajo o educación. Él llegó solo a Venezuela, donde fue reconocido como refugiado en 2010. Mientras tanto, su esposa cosía ropa y limpiaba casas para mantener a sus hijos, a su madre que había quedado viuda y a cuatro parientes. En diciembre 2012, su esposo regresó a Irán para llevarse a la familia a Venezuela. Para hacer esto, ellos entraron a Afganistán. Después, huyeron de Kabul a Venezuela vía Dubái, Moscú y La Habana. Aunque la agencia de la ONU para los Refugiados facilitó la inscripción de los niños en la escuela, no fue fácil para los desarraigados afganos integrarse a la sociedad venezolana. El idioma era una barrera enorme para ellos. Un día, utilizando lengua de señas y con la ayuda de un intérprete, Farda Hangama se acercó a la oficina del ACNUR para revelar que su esposo abusaba físicamente de ella. A la luz de esta grave situación, sin perspectiva de integración y el riesgo continuo para ella y sus tres hijos menores en la casa, ACNUR facilitó el proceso de reasentamiento a un tercer país. Un año después de que su sufrimiento había empezado en Sur América, un país del norte de Europa aceptó a la familia para reasentamiento. En Suecia encontraron libertad de la violencia. Cuando le preguntan sobre sus planes, ella dice: “Me gustaría compartir mi historia. Las niñas deben seguir siendo niñas y no ser obligadas a convertirse en mujeres antes de que el tiempo sea correcto. Mi deseo es que ninguna otra niña tenga que vivir el calvario que yo tuve que soportar”. Por: Madeleine Labbiento y Alba Marcellán *Nombre cambiado por razones de privacidad Cita a Recordar “Todos los partidos del conflicto deben respetar los derechos colectivos de las personas indígenas.” Coordinador Residente de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild, condenando el asesinato por las FARC de dos líderes de la comunidad Naza en el departamento del Cauca. Fuente: comunicado de prensa de la ONU, 6 de noviembre 2014 Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) – www.acnur.org 4 Boletín Colombia Situation Personas afro-descendientes e indígenas son afectadas desproporcionalmente por el desplazamiento. Menos eventos de desplazamiento masivo en los primeros diez meses de 2014 (55 comparado con 83 en 2013). Campesinos Afro Colombianos Indígenas Otros Oficinas de Terreno ACNUR, medios, autoridades Nota: Eventos de desplazamiento masivos son considerados como tal cuando involucran más de 50 personas. El Boletín Colombia Situation es producido por el Bureau de las Américas en Ginebra. Las opiniones expresadas no reflejan necesariamente las del ACNUR. www.acnur.org www.unhcr.org [email protected] Editor: Roland Schönbauer, Oficial Senior de Información Pública/ Comunicaciones Versión en español traducida por la Unidad de Información Regional de las Américas Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) – www.acnur.org 5